Transición Defensa-Ataque

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EDICION 78 EDICION 78 Táctica Táctica © Artículo publicado en www.futbol-tactico.com 62 63 TRANSICIÓN DEFENSA-ATAQUE Autor: Enric Soriano Fotos: Shutterstock.com “Los dos momentos más importantes del juego son el momento en que se pierde la pelota y el momento en que se gana” José Mourinho Este deporte, por la redacción de innumerables libros recientemente, se ha inundado del paradigma de la complejidad o sistémico. Este pensamiento ha hecho que la concepción del juego haya cambiado mucho en los últimos años, hasta considerar el juego como “entereza inquebrantable”. Se entiende el juego como un todo en el que una situación no se puede entender sin saber qué pasó anteriormente. El juego es una unidad indivisible, no hay momento defensivo sin momento ofensivo. Ambos constituyen una unidad funcional” Juanma Lillo

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TRANSICIÓN DEFENSA-ATAQUE

Autor: Enric SorianoFotos: Shutterstock.com

“Los dos momentos más importantes del juego son el momento en que se pierde la pelota y el momento en que se gana” José Mourinho

Este deporte, por la redacción de innumerables libros recientemente, se ha inundado del paradigma de la complejidad o sistémico.

Este pensamiento ha hecho que la concepción del juego haya cambiado mucho en los últimos años, hasta considerar el juego como “entereza inquebrantable”.

Se entiende el juego como un todo en el que una situación no se puede entender sin saber qué pasó anteriormente.

“El juego es una unidad indivisible, no hay momento defensivo sin momento ofensivo. Ambos constituyen una unidad funcional” Juanma Lillo

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“El juego no se puede reducir, porque en cada parte del juego, en cada fase está contenido el todo, y el análisis debe partir del todo a la parte y no al revés, como estamos acostumbrados” Adrián Cervera

Que el juego sea un todo no quiere decir que no podamos DISTINGUIR distintos momentos en el juego. Diferenciar entre los momentos que tenemos la pelota, los que no la tenemos y los momentos en que pasamos a recuperarla o a perderla nos ayudará a entender el juego de una mejor forma. Eso sí, pese a poder distinguir diversos momentos, SEPARARLOS SERÍA UN ERROR. Nuestra fase defensiva depende del desarrollo de nuestra fase ofensiva anterior, y viceversa.

“No podemos olvidar a la hora de realizar nuestro Modelo de Juego que estos momentos están interrelacionados y que cada uno depende en gran medida de lo que ha ocurrido en el momento anterior” Adrián Cervera.

El fútbol es un deporte que ha de respetar un ciclo o dinámica de juego, en función de las veces que el móvil cambia de equipo poseedor, por lo que se pasará constantemente de tener el balón a no tenerlo. Adaptarse a la dinámica de juego resultará fundamental para conseguir un gran resultado.

Aquí serán de vital importancia los momentos en que se pierde el balón y se recupera el mismo. Es la dinámica del juego la que da lugar a las denominadas transiciones, los pasos de un momento a otro.

“La eficacia en las transiciones depende, en gran medida, de la toma de conciencia por porte del jugador, de la naturaleza del juego, es decir, de la comprensión del ciclo de juego, determinado por los continuados cambios de posesión de balón, es decir, la continua correlación ataque-defensa ataque.” Óscar Cano

La definición de “transición” con la que más me identifico es la que hizo Rubén Sellés para la revista Fútbol-Táctico en la que definió transición como “momento de articulación del juego entre el

momento ofensivo y el momento defensivo (y viceversa), que permite el continuum o dinámica del juego, está insertado en los momentos inmediatamente anteriores e inmediatamente posteriores, y forma parte de la comprensión global del juego”.

Como bien señala Sellés, permitir la dinámica del juego (que distingue momentos con y sin balón) no tiene por qué no respetar la comprensión global del juego (que entiende el juego como un todo indivisible).

La clave está en NO SEPARAR, aunque para comprenderlo todo mejor será necesario DISTINGUIR las partes. Para distinguir sin separar Sellés habla de insertarse en los momentos inmediatamente anteriores y posteriores.

La importancia de las transiciones en el juego es trascendental. Como dice José Mourinho “los dos momentos más importantes del juego son el momento en que se pierde la pelota y el momento en que se gana”. Uno de los porqués nos lo da Casais al decir que “es uno de los momentos donde la organización colectiva es más difícil, y de su resolución efectiva se derivan gran parte de las situaciones que desequilibran el resultado final”.

¿Por qué la organización colectiva es más difícil? Simplemente porque se produce un cambio en la organización (de defensiva a ofensiva y viceversa). El cambio es incertidumbre, y la incertidumbre es incontrolable. Tan importante es saber controlar como convivir en el caos (un continuo en este deporte, que por su naturaleza es el que más incertidumbre tiene).

Las transiciones son momentos de desorganización cuyo objetivo es volver al estado de organización lo antes posible. Aprovechar la desorganización del rival será la clave. De hecho, son incontables los estudios que demuestran que más del 50% de los goles se producen en los momentos inmediatamente posteriores a recuperar el balón. Por eso es tan importante dominar este tipo de situaciones: para recibir muchos menos goles y anotar muchos más.

TRANSICIÓN

DEFENSA-ATAQUE“La transición defensa-ataque es la situación en la que se recupera el balón y se comienzan a aplicar los principios tácticos ofensivos para construir y finalizar el ataque” Miguel Ángel Lotina

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Para entender mejor este momento del juego distinguiremos 3 fases (fase defensiva y movimientos preparatorios, recuperación de balón y despliegue) poniendo en práctica lo que comentaba Rubén Sellés: las transiciones se insertan en los momentos inmediatamente anteriores (movimientos preparatorios) y posteriores (despliegue).

forma para atacar de determinada forma y atacamos de una cierta manera, porque somos capaces de defender de una forma compatible. Los aspectos defensivos siempre tienen que estar relacionados con los aspectos ofensivos, sino jamás conseguiremos un juego de calidad!”.

Siendo el juego un todo, no nos conviene que nuestra fase defensiva sea de color negro y nuestra fase ofensiva sea de color blanco. Trataremos hacer que nuestro juego/todo sea lo más homogéneo/complementario posible, y eso pasa por no desintegrar las partes que lo componen y hacer que sean lo más parecidas posible.

DEFENSA ORGANIZADA“El «momento ofensivo» comienza antes de tener la pelota [con la garantía de un equilibrio ofensivo en la defensa] y que el «momento defensivo» comienza antes de haberla perdido [con la garantía de un equilibrio defensivo en ataque)” Víctor Fernández

“Un contraataque se puede planear, se planea desde que estás defendiendo. Dónde defiendo, dónde quiero robar, a qué hombres sitúo por delante para hacer la transición defensa-ataque...” Francisco Ruíz Beltrán

El desarrollo de nuestra defensa organizada permitirá que tras recuperar, podamos atacar de una forma u otra, progresando por dentro o por fuera, más rápido o más lento, mejor o peor...Y es que no hay que olvidar que el objetivo de nuestra defensa organizada no sólo es el de destruir el ataque rival, sino que también

debemos empezar a construir nuestro ataque propio desde nuestra defensa.

“El «no tener el balón» no implica que tengamos que olvidarnos de la organización ofensiva que preconizamos. Para nosotros, la «organización defensiva» puede (y debe) ser concebida en función de la forma como se quiere, enseguida, atacar. No sólo teniendo el cuidado de definir la(s) zona(s) donde se intentará recuperar la pelota, como también ponderando la propia configuración estructural defensiva del equipo.” Nuno Amieiro

Para construir nuestro ataque desde nuestra defensa hay que intentar que nuestra organización defensiva sea similar, o mejor dicho, complementaria a nuestra organización ofensiva. Como comenta José Guilherme Oliveira, “nosotros defendemos de determinada

“Es posible delinear la «organización defensiva» en términos especiales pensando también en cómo se va a atacar. Esto es, el posicionamiento defensivo (la ocupación espacial) puede depender de sus características ofensivas.” Juanma Lillo

“Debemos organizarnos defensivamente para atacar (mejor), esto es, con el objetivo de posteriormente atacar de una forma concreta. La intención debe ser robar la pelota, y robarla para algo, para atacar.” Manolo Preciado

“Si se defiende para atacar, la organización defensiva de un equipo debe emanar (partir) de su organización ofensiva. Se intenta, con eso,

potenciar la forma como se pretende atacar” Nuno Amieiro

Si nuestros hombres más adelantados destacan por su dominio del desmarque de ruptura y nuestros mediocentros lo hacen por sus envíos en largo, hacer un pressing alto no sería lo más recomendable, ya que en el momento de la recuperación, esta se haría en campo rival, y no dispondríamos de espacios a explotar.

Sería más conveniente hacer un repliegue intensivo, “animando” a los adversarios más retrasados a adelantar su posición e incluso incorporarse al ataque, dejando espacios a sus espaldas que podríamos aprovechar enormemente.

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Son múltiples los goles que se hacen por contraataques directos: tan sencillo como correr hacia el espacio y enviar allí el balón. Sencillo si dispones de los jugadores capaces de hacerlo a la perfección.

“Los buenos equipos son aquellos que durante todas las fases del juego tienen en cuenta estos principios, y que a través de los movimientos compensadores reequilibran el equipo previendo constantemente las posibles pérdidas de balón o posibles recuperaciones” Dani Fernández

Dentro de nuestra defensa organizada deberemos indicar qué compensadores realizaremos, no sólo persiguiendo el objetivo de facilitar la labor a nuestros compañeros en el momento en que recuperan el balón, sino también de captar la atención de los defensores directos impidiendo su incorporación al ataque.

Como indica Juanma Lillo “los compensadores son movimientos que realizan los jugadores que no intervienen directamente en la defensa para preparar el ataque, con los objetivos ,de no perder la ocupación racional del campo, de estar en condiciones de atacar inmediatamente, de preparar mentalmente el momento ofensivo ocupando espacios vitales del juego que puedan utilizarse para iniciar el ataque, y de obligar a los oponentes directos a que se preocupen más de defender que de atacar” y también hay que atender a Roberto Olabe cuando dice que “siempre los jugadores más alejados del balón tendrán algo que hacer..., cuando un jugador roba el balón, los compañeros han de estar en disposición para recibirlo en las mejores condiciones y en el mejor sitio posible”.

“Puede ser interesante que ciertos jugadores no pasen por fase de defensa organizada, ya que condicionan más el ataque rival situándose para atacar (transición ofensiva) que participando activamente en la defensa.”Alberto González.

Por tanto los compensadores son los jugadores que se quedan por delante de la línea de balón, preferentemente cerca de medio campo (puede haber jugadores por delante de la línea de balón que no están compensando, sino defendiendo activamente), sin defender directamente aparentemente, aunque sus acciones tengan incluso más resultado que las de algunos de sus compañeros al impedir las incorporaciones de adversarios.

Aunque ese no es el principal objetivo de los compensadores, sino el de mantener el equilibrio ofensivo durante la fase defensiva, además de ser una referencia para el primer pase, para satisfacer el desarrollo de la transición defensa-ataque:

• Por una parte pueden alejarse de sus opositores directos ocupando zonas de poca influencia, convirtiéndose en hombres libres y referencias del primer pase tras recuperación.

Un primer pase que asegura el mantenimiento de la posesión y permite la eliminación de rivales, al ser en progresión.

Esta función era muy habitual en el Real Madrid de José Mourinho, en el que Ozil era la referencia del primer pase y él activaba la transición. Esta referencia del primer pase, puede ser fija (siempre ocupar carril lateral de lado de recuperación) o contextual (en función de adónde se muevan los opositores, nos separaremos de ellos para ser hombres libres con posibilidad de recepción.

• Por otra parte pueden fijar a sus pares, llevándolos hacia un costado, liberando el lado contrario y creando lo que algunos autores han llamado zona de velocidad o sorpresa, ya que son

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espacios libres muy amplios por los que las incorporaciones (pertenecientes a la 2ª oleada) pueden llegar en progresión.

Estos “stops” nos ayudarán a reorganizarnos (pudiendo servir como medios retardantes) y desde esa mejor organización, poder recuperar el balón de forma total. Además que cortando la dinámica o continuidad en el juego del equipo rival, podemos reajustar desequilibrios que se den, algo muy lógico cuando hablamos de faltas tácticas. Cortar la dinámica del juego cuando la situación nos es favorable sería un error. Muchos jugadores con fama de recuperadores tan solo son “stoppers” del ataque rival. No recuperan porque tras sus acciones el balón vuelve a estar en el poder del equipo rival.

“Cuando un jugador, jugando en zona, gana la pelota, se da media vuelta y sabe dónde están colocados los compañeros. Sabe que puede jugar, porque sabe que, con una situación similar, los compañeros tienen que ocupar aquellos espacios”. José Antonio Camacho

“Cuando recupero la pelota es más fácil jugar, porque

ya sé dónde están mis compañeros, ya sé dónde

están posicionados. Al estar todo ordenado es muy fácil salir al

ataque”. Tiago (jugador del Atlético de Madrid)

“La primera intención del equipo, en el

momento de la recuperación, es

buscar a la mayor

brevedad y en las mejores

condiciones, sacar el balón de los espacios donde fue intervenido.”

Óscar Cano

El pase de seguridad es fundamental. Pasar al balón a

un compañero con superioridad posicional para asegurar el

mantenimiento del balón. Clave será tener referencias

de donde están nuestros compañeros para así poder

encontrarlos, y para ello será primordial tener una organización ofensiva cercana a

la defensiva.

RECUPERACIÓN DE BALÓN“Debemos organizarnos defensivamente para atacar (mejor), esto es, con el objetivo de posteriormente atacar de una forma concreta. La intención debe ser robar la pelota, y robarla para algo, para atacar.” Manolo Preciado

“Todo esfuerzo defensivo se elabora para obtener la recuperación del balón en zonas favorables y producir desde ellas las condiciones necesarias para atacar la portería contraria” Óscar Cano

La recuperación de balón se presume como una de las claves para el desarrollo de la transición defensa-ataque. Pero será así siempre que hablemos de una recuperación TOTAL. Hablaremos de recuperación total cuando tras recuperar la posesión del balón, se mantendrá la misma, generalmente mediante un pase de seguridad. Una recuperación que nos permita atacar (de un modo concreto).

“Saber que en determinada posición hay un compañero, que desde el punto de vista geométrico hay algo construido en el terreno de juego que les permite adelantar la acción” José Mourinho.

“El equipo, cuando defiende, está organizado como quiere (comparte una organización colectiva conocida), significando esto que, cuando parte para la transición ofensiva, el juego «se produce» en función de lo que es rutinario.” José Mourinho

Partiendo de que defendemos para poder atacar, de nada sirve recuperar el balón si se vuelve a perder. Cuando se den faltas, interceptaciones o despejes que tras realizarse el equipo rival sigue con la posesión del balón, no hablaremos de recuperación de balón (ya que no se recupera), sino que hablaremos de cortes en la dinámica de ataque del equipo rival.

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Siendo siempre la organización una referencia para saber dónde están nuestros compañeros (tanto en ataque como en defensa).

Para encontrar a ese compañero libre hablaremos de “salir de la zona de presión”. Alejar el balón de las zonas con mayor densidad de rivales y desde esa libertad asegurar la posibilidad de desarrollar una ofensiva. Es preferible que el pase se haga hacia delante, para eliminar rápidamente contrarios y desde ese desequilibrio rival buscar el gol, progresando en el juego y acercándonos a la portería desde la primera conexión.

• Favorecer la progresión en el juego: el recuperador se encuentra de cara a la portería rival (pudiéndose perfilar como director del contraataque, progresando en conducción) teniendo visión de lo que acontece por delante de él, pudiendo hacer llegar el balón a jugadores más adelantados (valorando el timing desmarque-pase, siendo el desmarque el que marca el pase y no al revés)

• La mayor visión le permite detectar las zonas preferentes de progresión, aquellas menos densificadas de rivales o aquellas en las que se encuentran nuestros jugadores más desequilibrantes.

“Un primer aspecto que consideramos fundamental para entender correctamente el «momento defensivo» en función del ataque,

En caso de no ser posible buscaremos zonas menos densificadas para buscar allí la progresión; lo haremos desde un pase diagonal u horizontal que nos permita salir de la zona de presión cambiando la orientación del juego. Si el rival nos disuade el lado contrario impidiéndonos llevar allí el balón, daremos el pase de seguridad hacia atrás, sin llevar a cabo uno de nuestros objetivos (la progresión en el juego) de forma inmediata a la recuperación, pero asegurando la posesión del balón (objetivo principal) que nos permitirá buscar esa progresión de forma más mediata.

Muchas veces no es necesario ese pase de seguridad para asegurar la posesión del balón. Muchas recuperaciones (totales) se consiguen mediante anticipaciones, Dice Dani Fernández que “la mayoría de contras no nacen de robos, suelen nacer de anticipaciones”. Y la mayoría de transiciones defensa-ataque que nacen de anticipaciones suelen ser relativamente exitosas. Y esto es porque desde la anticipación cumplimos varios de nuestros objetivos:

• Recuperación total: el jugador que recupera se hace con el balón. Anticipándose consigue eliminar a varios contrarios, saliendo inmediatamente de la zona de presión formada por los rivales próximos a la zona de recuperación, o evitando que la misma zona de presión no se forme, por no haber muchos rivales próximos a esa zona.

va unido a la definición de la(s) zona(s) donde se procurará recuperar la bola, definición que, nos parece, debe ser analizada tanto en función del «patrón de juego ofensivo» deseado, como en función de las propias características de los jugadores.” Nuno Amieiro

La zona de recuperación nos indicará en gran medida cómo realizar el contragolpe.

Habrá que valorar el contexto del robo (grado de dificultad para salir de la zona de presión, cantidad de jugadores por delante y por detrás de la línea de balón, teniendo más o menos opciones tanto de progresión en el juego como de cobertura ofensiva que nos permita dar el pase de seguridad). Pero lo más importante es de donde parte el proceso de contraataque.

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Atendiendo a las consecuencias funcionales que tiene la zona de recuperación, hay varias conclusiones a las que atender, para conseguir la optima zona de robo en función de nuestras posibilidades como equipo, complementando una altura (zona 1, 2 o 3) el carril (dentro o fuera) que más le corresponda:

• Si realizamos repliegue medio o intensivo, al haber tantos metros que recorrer desde la zona de recuperación hasta la portería adversaria, muchas veces será necesario desarrollar el ataque por cada uno de los carriles para así poder progresar eficientemente en el juego, ya que si sólo utilizásemos un carril (el de zona de robo) nos sería imposible progresar, ya queel rival tapará el avance con mayor preferencia el carril en el que se desarrolla el juego (el carrilactivo). Por tanto deberemos buscar el avance por zonas menos densificadas (carrilespasivos) en el desarrollo de nuestro contraataque. Atendiendo a esto, buscaremos larecuperación en carril lateral, por su mayor facilidad, y porque de todos modos deberemosocupar los 3 carriles en el proceso de contraataque; siendo inútil en muchas ocasiones

buscar la recuperación dentro, donde es más difícil conseguirlo, si no podremos realizar elcontraataque sólo por ese carril.

• Si realizamos una presión alta (en disposición de repliegue avanzado) será porque entransición defensa-ataque buscaremos la finalización rápida aprovechando la cercanía aportería rival. Así que para permitir esa vertiginosidad tras recuperación, habrá que valorar en muchos casos, pese a su mayor dificultad, el intento de recuperación dentro. Tras robo tenemos la portería ahí, sin ser a menudo necesario combinar, pudiendo recuperar yfinalizar. En caso de recuperar fuera, al tener que volver dentro, esa inmediata finalizaciónsería imposible.

También hay que conocer el contexto de la recuperación en cuanto al número de jugadores que en la zona activa se encuentran, y el valor cualitativo que aportan estos jugadores, tanto del mismo equipo como del rival. Hablaremos de superioridades e inferioridades posicionales y numéricas, que condicionarán a las posicionales: una superioridad numérica (cuantitativa) fácilmente, aunque no siempre, podrá traducirse en una superioridad posicional (cualitativa). Este contexto determinará las decisiones que podamos tomar.

Otro aspecto fundamental en el momento de recuperación es el famoso cambio de rol, un cambio de rol que nos facilitará el desarrollo de la siguiente fase del contraataque: el despliegue. Siendo el juego un todo, una entereza inquebrantable, debe haber una mentalidad no reduccionista del juego; debe haber una única mentalidad (como único es el juego): la mentalidad de jugar. También es cierto que pese a ser una unidad el juego, esta no es homogénea, podemos distinguir ( sin separar) distintos aspectos, como los distintos momentos de juego. Tampoco la mentalidad de jugar es homogénea, debido a que en función de cada momento de juego esa mentalidad se acercará más a unos aspectos del juego o a otros.

“No se debe hablar de equipos que tengan una velocidad para cambiar de mentalidad en ataque y defensa, sino equipos que tengan una sola mentalidad: JUGAR” Juanma Lillo

“En el fútbol, no hay tiempo entre atacar y defender, o el tiempo es imperceptible para nosotros, puesto que el paso de una fase a otra es inminente, interactúan constantemente; no hay intervalo de tiempo en el que no pase nada entre una acción y otra: cuando robo, ya estoy atacando en ese robo, y cuando pierdo, ya estoy defendiendo en la propia pérdida.” David Dóniga Lara

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“La imprevisibilidad del juego obliga a los equipos a constantes cambios de rol. El problema en la comprensión del juego ha sido considerar cada fase como un compartimento cerrado. Fruto de ese cerrazón mental surgen ideas como el “cambio de chip” para pasar de una fase a otra.

Cuando ese cambio de chip o mentalidad no debe ser tal. Las fases están superpuestas, cuando estoy en fase “Ataque Organizado” debo estar también en “Organización Defensiva”, los jugadores que por su situación no puedan participar activamente ya deben estar situados de forma que la futura pérdida de balón no sea un problema” Adrián Cervera

Dicho esto, el cambio de rol en sí no existe: el rol siempre es el mismo, es jugar. Lo que sí se producirá en el momento de la recuperación

será, no un cambio de rol, sino un acercamiento a otras funciones. Ese acercamiento no será un cambio radical, porque como hemos comentado, durante el proceso defensivo ya estamos pensando en el ataque (todo el desarrollo de la defensa organizada influye en el proceso de contraataque).

La aproximación es progresiva, empezando en el proceso defensivo, acercándonos poco a poco a esas futuras funciones, siendo en el momento de recuperación cuando se produce una aproximación mayor a estas nuevas funciones. Mayor, pero no total.

Por tanto no hay cambio, sino aproximación; dentro de un rol único. Anticiparse a lo que puede pasar, aproximarse a ello más rápidamente que el adversario, nos ayudará mucho más que el famoso “cambio de rol”

DESPLIEGUE“Tras la recuperación de balón, la primera idea es avanzar hacia delante aprovechando los momentos de desequilibrio del equipo adversario. Debemos pasar de la reducción de espacios a la amplitud ofensiva. Abrir el frente de ataque y descongestionar la zona en la que se recuperó el balón buscando salida por otro lado” Miguel Ángel Lotina

“Tiempo de acción perteneciente al momento de transición defensa-ataque, que se inserta dentro del momento ofensivo, permitiendo la continuación de la dinámica o continuum de juego, en que el equipo que ha recuperado el balón se dispone a realizar las acciones individuales, grupales y colectivas pertinentes para poder realizar con éxito su momento ofensivo” Rubén Sellés

El despliegue, como el nombre indica, es una separación de los componentes del equipo (sin perder por ello la organización en el juego).

Manifestar amplitud y profundidad desde el momento en que se recupera el balón, haciendo que el campo de acción del equipo defensor aumente, aumentando en muchas ocasiones, de forma consecuente, la dificultad del proceso de organización defensiva rival.

Ampliar las distancias de relación entre nuestros jugadores, provocando en ocasiones que también crezcan las distancias de relación entre adversarios y así crear espacios que nos facilitarán avanzar, Crear zonas de progresión. Dentro de la fase de despliegue, el objetivo primordial será el de llegar a la portería adversaria.

Para conseguirlo, deberemos manifestar un claro sentimiento de progresión. Ser profundos. Tratar de avanzar de forma rápida, o al menos a mayor velocidad que la del repliegue del rival, para aprovechar así su desorganización, sin permitir su reorganización. También habrá que entender

que la progresión de balón deberá llevar implícita la progresión de jugadores.

No sólo para poder seguir progresando teniendo opciones por delante de la línea de balón, sino para mantener una unidad ofensiva, seguir estando juntos.

Una unidad ofensiva que nos facilitará la adaptación de forma eficaz al ciclo del juego (ante un paso a organización defensiva si hay pérdida, o ataque organizado si hay reorganización defensiva rival). Desde la proximidad de los hombres retrasados poder manifestar un equilibrio que nos facilitará las cosas.

“La velocidad de ejecución del contraataque es aquella que permite su desarrollo eficaz, no se reduce a términos cuantitativos. A veces, un retroceso, un pase de más, o frenarse, proporciona las condiciones idóneas para aprovechar los desequilibrios desmedidos del rival, alinea favorablemente una buena cantidad de las posibilidades de concluir con éxito.” Óscar Cano.

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A propósito de esta progresión de jugadores, y la velocidad de la progresión de balón, se constituirán las diversas las diversas oleadas, cada cual con sus características:

• 1ª oleada: Estará constituida preferentemente por los jugadores que quedaron compensando mientras nuestro bloque defendía. El objetivo será finalizar lo antes posible. Para ello, el contraataque directo será la manifestación más empleada. Buscaremos las espaldas de la línea defensiva rival, ajustando el pase al desmarque de ruptura (timing), e intentando los más adelantados aprovechar los intervalos que se producen entre los jugadores de la última línea defensiva. Será importante la posición de los más adelantados (normalmente 1 ó 2 jugadores); que deberán bascular (pese a estar por delante de la línea de balón) en relación a la circulación de balón adversaria, de modo que se encuentren, en el momento de la recuperación, en el lado fuerte de balón, de modo que puedan sacar provecho de cualquier despeje orientado. Para evitar el fuera de juego y arrancar antes que el adversario (permitiéndole ello sacar metros de ventaja en la carrera sería interesante la utilización de desmarques “en arco”, siguiendo trayectorias curvilíneas, Además, favoreciendo al poseedor la llegada del estímulo durante el inicio del desmarque, cuando la carrera aún es bastante horizontal, facilitando así la toma de decisión correcta (estímulo llega antes, percepción temprana)

• 2ª oleada: En este caso hablaríamos de un contraataque organizado, que ya dispondría demás jugadores: a los jugadores más adelantados se irán sumando algunos de los jugadores

que defendían por detrás de la línea de balón. Esto se deberá a la imposibilidad de penetrar directamente entre la línea defensiva rival. La dificultad de progresión obligará a los más adelantados a esperar, a temporizar para permitir la llegada de compañeros que posibiliten un desarrollo del proceso

de contraataque más fluido de nuevo. Los jugadores que se incorporan deberán saber aprovechar aquellos espacios creados por las acciones de los jugadores que constituían la 1ª oleada. Los primeros podrían haber fijado adversarios que favoreciesen la penetración de los jugadores que venían desde atrás. Dentro de esta oleada también será importante percibir cuando es imposible seguir progresando, y en vez de poner en riesgo la posesión de balón, permitir la constitución de la 3ª oleada y un paso a ataque organizado, utilizando otras vías para llegar a la portería rival.

• 3ª oleada: Es el paso a ataque organizado por la no consecución de un contraataque fluido. En algún caso sería posible el desarrollo de un ataque rápido, si el equipo adversario aún no se ha organizado convenientemente. En este momento de paso a ataque organizado habría un reparto espacial más coherente, buscando la organización ofensiva, intentando conseguir la ya nombrada unidad ofensiva que nos proporcione el equilibrio necesario, sobretodo, para poder hacer frente a una posible pérdida. El objetivo es favorecer el paso al siguiente momento de juego, el ataque organizado.

“Si cuando recupero no estoy limpio, buscar al compañero mejor emplazado para dirigir la contra” Dani Fernández

“Los compañeros mejor capacitados para dirigir el contraataque se prestan de manera inmediata” Óscar Cano

El director del contraataque es algo a tener en cuenta en el desarrollo del contraataque. Un director de contraataque, un lanzador, un conductor, que conduzca el balón por donde la situación del juego requiere.

Un conductor que perciba las zonas preferentes de progresión, que sepa cuándo acudir a zonas menos densificadas.

Un jugador que desde la conducción del contraataque sea capaz de fijar adversarios en pos de permitir a los jugadores que están constituyendo las siguientes oleadas sean capaces de percibir y aprovechar los espacios que él ha creado con esa fijación.

Muchas veces el director del contraataque será uno de los jugadores que quedó compensando, aprovechando esa separación del par que le permitirá recibir en zonas liberadas de oposición, pudiéndose girar para poder empezar a conducir el contraataque. En este caso el director del contraataque pertenecería a la 1ª oleada.

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Hay casos en los que el primer receptor no tiene posibilidad de girarse por el deslizamiento de su par. En estos casos se suele dejar de cara a un jugador de la 2ª oleada, haciendo que este último, al poder estar de cara a la portería rival, sea el director del contraataque.

En ocasiones se buscará a determinados jugadores para conducir el contraataque por sus propias características (gran conducción de balón, buena interpretación de los momentos de dar el último pase, saber percibir las zonas preferentes de progresión...) y otras veces serán las circunstancias de la propia situación del juego las que indicarán quién debe ser el conductor del contraataque (recepción sin oposición, espacio por delante para conducir...)

BIBLIOGRAFÍA

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• CERVERA, A. Modelo organizacional-estratégico de entrenamiento en fútbol (McSports)

• DÓNIGA LARA, D. Transiciones en fútbol (Blog Fútbol Ofensivo)

• FERNÁNDEZ, D. Nuevas aportaciones a la táctica (McSports)

• FERNÁNDEZ, D. Modelo de juego del RCDE cadete A (no publicado)

• GONZÁLEZ, A. Dinámica del juego desde la perspectiva de las transiciones (Ponencia)

• GONZÁLEZ, A y colaboradores. Las transiciones en el fútbol: Marco teórico y aplicación práctica.

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• SELLÉS, R. Guía para el trabajo de las transiciones desde la Periodización Táctica (Fútbol-Táctico)