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Trabajo Práctico Lengua y Literatura:
Profundizamos sobre la obra El Quijote de la Mancha
Materia: Lengua y Literatura
Año: 2020
Profesora: Gabriela Grasso
1) ¿Quién es Miguel de Cervantes Saavedra?
Es siempre reconfortante referirse al insigne Don Miguel de Cervantes Saavedra,
conocido también como el Manco de Lepando, en honor a un hecho glorioso ocurrido en el
puerto de Lepando, Grecia, cuando tuvo que enfrentar a tropas turcas, lo cual marcó
definitivamente su vida azarosa, llena de aventuras y sufrimientos, sin haber conocido en vida,
la gloria que él reclamaba, sin que fuera comprendido su genio literario y su destreza con la
pluma. Pese a ser el autor de una de las más grandes y célebres obras de la literatura universal
como lo es El Quijote de la Mancha, murió en la pobreza, tal como vivió en sus últimos años,
recluido en un convento por voluntad propia, con el alma dolida por el infortunio y los sueños
frustrados, incomprendido por la sociedad de entonces que no supo interpretar su genio
literario.
Miguel de Cervantes Saavedra, llega al mundo el año 1547, siendo sus progenitores,
don Rodrigo de Cervantes y Leonor de Cortinas, en la ciudad de Alcalá de Henares de acuerdo
al acta de bautizo en la Iglesia de Santa María.. No se conoce con exactitud el día de su
nacimiento, sin embargo, se cree que este pudo ser el 29 de septiembre de 1547, fecha en la
cual se conmemora la festividad de San Miguel Arcángel.
Cervantes falleció en Madrid a la edad de 68 años de diabetes, en la conocida Casa de
Cervantes, situada en la esquina entre la calle del León y la calle Francos, en el ya citado barrio
de las Letras o barrio de las Musas, en el entorno del conocido Madrid de los Austrias.
Cervantes deseó ser enterrado en la iglesia del convento de las Trinitarias Descalzas, en el
mismo barrio, ya que cuando fue llevado preso en Argel, la congregación de los trinitarios
ayudó, hicieron de intermediarios y recogieron fondos para que él y su hermano Rodrigo fueran
liberados.
2) Un primer acercamiento a la obra:
El Quijote es la obra más conocida de Miguel de Cervantes Saavedra. Su primera parte
se publicó con el título de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha a comienzos de
1605, es una de las obras más destacadas de la literatura española y la literatura universal, y
una de las más traducidas. En 1615 aparecería la segunda parte del Quijote de Cervantes con
el título de El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha.
El Quijote fue la primera obra genuinamente crítica contra la tradición caballeresca y
cortés, por el tratamiento burlesco que da a la misma. Representa la primera obra literaria que
se puede clasificar como novela moderna y también la primera novela polifónica, y como tal,
ejerció un influjo abrumador en toda la narrativa europea posterior. En el año 2002 se realizó
una lista con las mejores obras literarias de la historia, el Quijote encabezó la lista siendo citada
como "el mejor trabajo literario jamás escrito".
3) Fragmento del prólogo
Reflexión:
El Quijote es una novela que entre los valores que promueve podemos hallar la libertad.
En este sentido, ya en el prólogo, Cervantes hace alusión a la libertad que tenemos como
lectores para interpretar y evaluar esta obra, es decir, nos invita a ser lectores activos, capaces
de analizar, juzgar y dar sentido profundo a uno de los clásicos de la literatura mundial. Es por
ello que haremos hincapié en algunos capítulos que nos permitan ahondar sobre un valor tan
imprescindible como este.
4) Resumen:
La primera parte
La novela comienza describiéndonos a un tal Alonso Quijano, hidalgo pobre, que
enloquece leyendo libros de caballerías y quien se cree un caballero medieval: el conocido Don
Quijote de la Mancha. A este le suceden toda suerte de cómicas aventuras y es siempre
impulsado, en el fondo, por la bondad y el idealismo; busca «desfacer agravios» y ayudar a los
desfavorecidos y desventurados. Profesa un amor platónico por una tal Dulcinea del Toboso
que es, en realidad, una moza labradora «de muy buen parecer»: Aldonza Lorenzo. En todas
las aventuras, Don Quijote es acompañado por un fiel escudero Sancho Panza, con quien
mantiene amenas conversaciones. Poco a poco, ambos personajes revelan sus personalidades
y fraguan una amistad basada en el respeto mutuo.
La primera parte conoció un éxito formidable y fue traducida a todas las lenguas cultas
de Europa. Sin embargo, no supuso un gran beneficio económico para el autor a causa de las
ediciones piratas. Cervantes sólo reservó privilegio de impresión para el reino de Castilla, con
lo que los reinos aledaños imprimieron Quijotes más baratos que luego venderían en Castilla.
Por otra parte, las críticas hacia la nueva fórmula teatral ensayada por Lope de Vega atrajo el
enojo de los lopistas y del propio Lope quien, hasta entonces, había sido amigo de Cervantes.
Eso motivó que, en 1614, saliera una apócrifa Segunda parte de la obra bajo el nombre de
Alonso Fernández de Avellaneda. En el prólogo se ofende gravemente a Cervantes tachándolo
de envidioso, en respuesta al agravio infligido a Lope. No se tienen noticias de quién era este
Alonso Fernández de Avellaneda.
La segunda parte
En el prólogo, Cervantes se defiende irónicamente de las acusaciones de Avellaneda y
se lamenta de la dificultad del arte de novelar. En la novela se juega con diversos planos de la
realidad al incluir, dentro de ella, la edición de la Primera parte del Quijote y, posteriormente,
la de la apócrifa Segunda parte, que los personajes han leído. Cervantes se defiende de las
inverosimilitudes que se han encontrado en la primera parte, como la misteriosa reaparición
del rucio de Sancho después de ser robado por Ginés de Pasamonte y el destino de los dineros
encontrados en una maleta de Sierra Morena, etc.
Así pues, en esta segunda entrega Don Quijote y Sancho son conscientes del éxito
editorial de la primera parte de sus aventuras y ya son célebres. De hecho, algunos de los
personajes que aparecerán en lo sucesivo han leído el libro y los reconocen. Es más, en un
alarde de clarividencia, tanto Cervantes como el propio Don Quijote manifiestan que la novela
pasará a convertirse en un clásico de la literatura y que la figura del hidalgo se verá a lo largo
de los siglos como símbolo de La Mancha.
La obra empieza con el renovado propósito de don Quijote de volver a las andadas y
sus preparativos para ello. Promete una ínsula a su escudero a cambio de su compañía, ínsula
que, en efecto, le otorgan unos duques interesados en burlarse del escudero con el nombre de
Barataria. Sancho demuestra tanto su inteligencia en el gobierno de la ínsula como su carácter
pacífico y sencillo. Así, renunciará a un puesto en el que se ve acosado por todo tipo de peligros
y por un médico, Pedro Recio de Tirteafuera, que no le deja probar bocado.
Finalmente, Don Quijote retorna, al fin, a la cordura. Enferma y muere de pena entre la
compasión y las lágrimas de todos. Mientras se narra la historia, se entremezclan otras muchas
que sirven para distraer la atención de las intrigas principales. Tienen lugar las divertidas y
amenas conversaciones entre caballero y escudero, en las que se percibe cómo don Quijote va
perdiendo sus ideales progresivamente, influido por Sancho Panza. Por el contrario, Sancho
Panza va asimilando los ideales de su señor, que se transforman en una idea fija: llegar a ser
gobernador de una ínsula.
5) Lee el Capítulo I de la Primera Parte: Capítulo 1-Parte I. El Quijote
A) Actividad:
Haz una descripción de Don Quijote. Es importante que utilices tus propias palabras ya
que a través de tu descripción y tu imaginación estarás haciendo una interpretación del
personaje. Argumenta tu descripción con citas del texto. Por ejemplo: si tomamos en cuenta el
tipo de comida de Don Quijote, podemos pensar que no era un hombre rico. Utiliza los pies de
página, los dibujos y las interpretaciones que diferentes artistas han realizado a lo largo de la
historia, para crear tu propia interpretación del personaje. Toma en cuenta los siguientes puntos
para ayudarte en la descripción:
- Aspecto físico y vestuario;
- Modo de vida y costumbres;
- Tipo de locura
Importante: recuerda que este capítulo que leíste es el primero de la novela. El Quijote tiene
52 capítulos en su primera parte y 74 en su segunda, por lo que tu descripción, a lo largo de los
fragmentos que vamos a leer, irá enriqueciéndose y cambiando poco a poco.
6) Lee atentamente el siguiente fragmento del Cap. VIII. Primera parte.
- Si deseas leerlo completo puedes hacerlo en: Cap. VIII. Completo
CAPÍTULO VIII
Del buen suceso que el valeroso don Quijote tuvo en la espantable y jamás imaginada
aventura de los molinos de viento,2 con otros sucesos dignos de felice recordación
En esto, descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo, y así como
don Quijote los vio, dijo a su escudero:
—La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí,
amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o pocos más desaforados gigantes, con quien
pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a
enriquecer, que esta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de
sobre la faz de la tierra.
—¿Qué gigantes? —dijo Sancho Panza.
—Aquellos que allí ves —respondió su amo—, de los brazos largos, que los suelen tener
algunos de casi dos leguas.
—Mire vuestra merced —respondió Sancho— que aquellos que allí se parecen no son gigantes,
sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento,
hacen andar la piedra del molino.
—Bien parece —respondió don Quijote— que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos
son gigantes; y si tienes miedo quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a
entrar con ellos en fiera y desigual batalla.
Y, diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero
Sancho le daba, advirtiéndole que sin duda alguna eran molinos de viento, y no gigantes,
aquellos que iba a acometer. Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces
de su escudero Sancho, ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran, antes iba
diciendo en voces altas:
—Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete.
Levantóse en esto un poco de viento, y las grandes aspas comenzaron a moverse, lo cual visto
por don Quijote, dijo:
—Pues aunque mováis más brazos que los del gigante Briareo11, me lo habéis de pagar.
Y en diciendo esto, y encomendándose de todo corazón a su señora Dulcinea, pidiéndole que
en tal trance le socorriese, bien cubierto de su rodela, con la lanza en el ristre, arremetió a todo
el galope de Rocinante y embistió con el primero molino que estaba delante; y dándole una
lanzada en el aspa, la volvió el viento con tanta furia, que hizo la lanza pedazos, llevándose tras
sí al caballo y al caballero, que fue rodando muy maltrecho por el campo. Acudió Sancho Panza
a socorrerle, a todo el correr de su asno, y cuando llegó halló que no se podía menear: tal fue
el golpe que dio con él Rocinante.
—¡Válame Dios! —dijo Sancho—. ¿No le dije yo a vuestra merced que mirase bien lo que
hacía, que no eran sino molinos de viento, y no lo podía ignorar sino quien llevase otros tales
en la cabeza?
—Calla, amigo Sancho —respondió don Quijote—, que las cosas de la guerra más que otras
están sujetas a continua mudanza; cuanto más, que yo pienso, y es así verdad, que aquel sabio
Frestón que me robó el aposento y los libros ha vuelto estos gigantes en molinos, por quitarme
la gloria de su vencimiento: tal es la enemistad que me tiene; mas al cabo al cabo han de poder
poco sus malas artes contra la bondad de mi espada.
- Si te interesa puedes ver el video de la serie española que interpretó la obra completa.
En este caso, la escena de los molinos de viento: Serie de TV española. Capítulo
"Molinos de viento"
Don Quijote utiliza la manera de hablar de los caballeros andantes de las historias de caballería.
Sus acciones, su manera de vestir y también su forma de hablar, por medio de arcaísmos son
manifestaciones de su locura. Su manera de hablar desentona tanto como desentonaría alguien
que hoy en día hablara como el Quijote. Selecciona
algunas frases que utiliza don Quijote en este capítulo y
mantente alerta de ahora en más cada vez que hable este
personaje.
Además, el autor pretende movilizar las emociones del
lector mediante la risa principalmente. En palabras de
cervantes en el prólogo: “Procurad también que, leyendo
vuestra historia, el melancólico se mueva a risa, el
risueño la acreciente, el simple no se enfade, el discreto
se admire de la invención, el grave no la desprecie, ni el
prudente deje de alabarla. En efecto, llevad la mira
puesta a derribar la máquina mal fundada destos
caballerescos libros, aborrecidos de tantos y alabados
de muchos más; que, si esto alcanzásedes, no habríades
alcanzado poco.”
Por ende, deja fluir tus emociones cuando vayas leyendo
cada uno de estos fragmentos o capítulos.
7) Fragmento Cap. XIIII: Donde se ponen los versos desesperados del difunto
pastor, con otros no esperados sucesos
- Puedes leerlo completo en: Cap. XIIII-Parte I
“Bien les pareció a los que escuchado habían la canción de Grisóstomo, puesto, que el
que la leyó dijo que no le parecía que conformaba con la relación que él había oído del recato
y bondad de Marcela, porque en ella se quejaba Grisóstomo de celos, sospechas y de ausencia,
todo en perjuicio del buen créditto y buena fama de Marcela, a lo cual respondió Ambrosio,
como aquel que sabía bien los más escondidos pensamientos de su amigo; para que, señor, os
satisfagáis desa duda, es bien que sepáis que cuando este desdichado escribió esta canción
estaba ausente de Marcela, de quien se había ausentado por su voluntad, por ver si usaba con
él la ausencia de sus ordinarios fueros; y como al enamorado ausente no hay cosa que no lo
fatigue, ni temor que no le dé alcance, así le fatigaban a Grisóstomo los celos imaginados y las
sospechas temidas como si fueran verdaderas; y con esto queda en su punto la verdad que la
fama pregona de la bondad de Marcela; la cual fuera de ser cruel y un poco arrogante, y un
mucho desdeñosa, la misma envidia ni debe ni puede ponerle falta alguna. Así es la verdad,
respondió Vivaldo; y queriendo leer otro papel de loos que había reservado del fuego, lo estorbó
una maravillosa visión (que tal parecía ella) que improvisamente se les ofreció a los ojos, y fue
que, por cima de la peña donde se cavaba la sepultura, pareció la pastora Marcela tan hermosa,
que pasaba a su fama en hermosura. Los que hasta entonces no la habían visto la miraban con
admiración y silencio, y los que ya estaban acostumbrados a verla no quedaron menos
suspensos que los que nunca la habían visto. Mas apenas la hubo visto Ambrosio, cuando con
muestras de ánimo indignado, le dijo: ¿vienes a ver por ventura, oh fiero basilisco destas
montañas, si con tu presencia vierten sangre las heridas deste miserable a quien tu crueldad
quitó la vida; o vienes a ufanarte en las crueles hazañas de tu condición, o a ver desde esa altura,
como otro despiadado Nero, el incendio de su abrasada Roma, o a pisar arrogante este
desdichado cadáver, como la ingrata hija al de su padre Tarquino? Dinos presto a lo que vienes,
o qué es aquello de que más gustas, que por saber yo que los pensamientos de Grisóstomo
jamás dejaron de obedecerte en vida, haré que, aun él muerto, te obedezcan los de todos
aquellos que se llamaron sus amigos.
No vengo, oh Ambrosio, a ninguna cosa de las que has dicho, respondió Marcela, sino
a volver por mí misma, y a dar a entender cuán fuera de razón van todos aquellos que de sus
penas y de la muerte de Grisóstomo me culpan. Y así ruego a todos los que aquí estáis me estéis
atentos, que no será menester mucho tiempo ni gastar muchas palabras para persuadir una
verdad a los discretos. Hízome el cielo, según vosotros decís, hermosa, y de tal manera, que
sin ser poderosos a otra cosa, a que me améis os mueve mi hermosura, y por el amor que me
mostráis decís y aun queréis que esté yo obligada a amaros. Yo conozco con el natural
entendimiento que Dios me ha dado, que todo lo hermoso es amable; mas no alcanzo que por
razón de eser amado, esté obligado lo que es amado por hermoso a amar a quien le ama; y más
que podría acontecer que el amador de lo hermoso fuese feo, y siendo lo feo digno de ser
aborrecido, cae muy mal el decir quiérote por hermosa, hazme de amar aunque sea feo. Pero
puesto caso que corran igualmente las hermosuras, no por eso han de correr iguales los deseos,
que no todas las hermosuras enamoran, que algunas alegran la vista y no rinden la voluntad;
que si todas las bellezas enamorasen y rindiesen, sería un andar las voluntades confusas y
descaminadas sin saber en cuál habían de parar, porque siendo infinitos los sujetos hermosos,
infinitos habían de ser los deseos; y según yo he oído decir, el verdadero amor no se divide, y
ha de ser voluntario y no forzoso. Siendo esto así, como yo creo que lo es, ¿por qué queréis
que rinda mi voluntad por fuerza, obligada no más de que decís que me queréis bien? Sino,
decidme: si como el cielo me hizo hermosa me hiciera fea, ¿fuera justo que me quejara de
vosotros porque no me amábades? Cuanto más que habéis de considerar que yo no escogí la
hermosura que tengo, que tal cual es, el cielo me la dio de gracia sin yo pedirla ni escogella; y
así como la víbora no merece ser culpada por la ponzoña que tiene, puesto que con ella mata,
por habérsela dado naturaleza, tampoco yo merrezco ser reprendida por ser hermosa; que la
hermosura en la mujer honesta es como el fuego apartado, o como la espada aguda, que ni él
quema, ni ella corta a quien a ellos no se acerca. La honra y las virtudes son adornos del alma,
sin las cuales el cuerpo, aunque lo sea, no debe parecer hermoso; pues si la honestidad es una
de las virtudes que al cuerpo y alma más adornan y hermosean, ¿por qué la ha de perder la que
es amada por hermosa, por corresponder a la intención de aquél que por solo su gusto con todas
sus fuerzas e industrias procura que la pierda? Yo nací libre, y para poder libre escogí la soledad
de los campos; los árboles destas montañas son mi compañía, las claras aguas destos arroyos
mis espejos; con los árboles y con las aguas comunico mis pensamientos y hermosura. Fuego
soy apartado, y espada puesta lejos. A los que he enamorado con la vista he desengañado con
las palabras; y si los deseos se sustentan con esperanzas, no habiendo yo dado alguna a
Grisóstomo, ni a otro alguno, el fin de ninguno dellos, bien se puede decir que no es obra mía
que antes le mató su porfía que mi crueldad; y si me hace cargo que eran honestos sus
pensamientos, y que por esto estaba obligada a corresponder a ellos, digo que cuando en ese
mismo lugar donde ahora se cava su sepultura me descubrió la bondad de su intención, le dije
yo que la mía era vivir en perpetua soledad, y de que sola la tierra gozase el fruto de mi
recogimiento y los despojos de mi hermosura; y si él con todo este desengaño quiso porfiar
contra la esperanza y navegar contra el viento, ¿qué mucho que se anegase en la mitad del golfo
de su desatino? Si yo le entretuviera, fuera falsa; si le contentara, hiciera contra mi mejor
intención y prosupuesto. Porfió desengañado, desesperó sin ser aborrecido: mirad ahora si será
razón que de su pena se me dé a mí la culpa. Quéjese el engañado, desespérese aquél a quien
le faltaron las prometidas esperanzas, confiese el qeu yo llamare, ufánese el qeu yo admitiere;
pero no me llame cruel ni homicida aquel a quien yo no prometo, engaño, llamo, ni admito. El
cielo aun hasta ahora no ha querido que yo llame por destino, y el pensar que tengo que amar
por elección es excusado. Este general desengaño sirva a cada uno de los que me solicitan de
su particular provecho, y entiéndase de aquí adelante, que si alguno por mí muriere, no muere
de celoso ni desdichado, porque a quien a nadie quiere, a ninguno debe dar celos, que los
desengaños no se han de tomar en cuenta de desdenes. El que me llama fiera y basilisco, déjeme
como cosa perjudicial y mala: el que me llama ingrata, no me sirva; el que desconocida, no me
conozca; quien cruel, no me siga; que esta fiera, este basilisco, esta ingrata, esta cruel y esta
desconocida, ni los buscará, servirá, conocerá, ni seguirá, en ninguna manera. Que si a
Grisóstomo mató su impaciencia y arrojado deseo, ¿por qué se ha de culpar mi honesto
proceder y recato? Si yo conservo mi limpieza con la compañía de los árboles, ¿por qué ha de
querer que la pierda, el que quiera que la tenga, con los hombres¿ Yo, como sabéis, tengo
riquezas propias, y no codicio las ajenas: tengo libre condición, y no gusto de sujetarme; ni
quiero ni aborrezco a nadie; no engaño a este, ni solicito a aquel, ni me burlo con uno, ni me
entretengo con el otro. La conversación honesta de las zagalas destas aldeas, y el cuidado de
mis cabras me entretiene; tienen mis deseos por término estas montañas, y si de aquí salen, es
a contemplar la hermosura del cielo, pasos con que camina el alma, a su morada primera.
Y en diciendo esto, sin querer oír respuesta alguna, volvió las espaldas y se entró por
lo más cerrado de un monte que allí cerca estaba, dejando admirados, tanto de su discreción
como de su hermosura, a todos los que allí estaban.
Y algunos dieron muestras (de aquellos que de la poderosa flecha de los rayos de sus
bellos ojos estaban heridos) de quererla seguir, sin aprovecharse del manifiesto desengaño que
habían oído. Lo cual visto por Don Quijote, pareciéndole qeu allí venía bien usar de su
caballería socorriendo a las doncellas menesterosas, puesta la mano en el puño de su espada,
en altas e inteligibles voces, dijo: ninguna persona, de cualquier estado y condición que sea, se
atreva a seguir a la hermosa Marcela, so pena de caer en la furiosa indignación mía. Ella ha
mostrado con claras razones la poca o ninguna culpa que ha tenido en la muerte de Grisóstomo,
y cuán ajena vive de condescender con los deseos de ninguno de sus amantes, a cuya causa es
justo qeu en lugar de ser seguida y perseguida, sea honrada y estimada de todos los buenos del
mundo, pues muestra que en él ella es sola la que con tan honesta intención vive. O ya que
fuese por las amenazas de Don Quijote, o porque Ambrosio les dijo que concluyesen con lo
que a su buen amigo debían, ninguno de los pastores se movió ni apartó de allí, hasta que,
acabada la sepultura, y abrasados los papeles de Grisóstomo, pusieron su cuerpo en ella, no sin
muchas lágrimas de los circunstantes. Cerraron la sepultura con una gruesa peña, en tanto que
se acababa una losa que, según Ambrosio dijo, pensaba mandar hacer un epitafio, que había de
decir de esta manera:
Yace aquí de un amador
el mísero cuerpo helado,
que fue pastor de ganado,
perdido por desamor.
Murió a manos del rigor
de una esquiva hermosa ingrata,
con quien su imperio dilata
la tiranía de amor.
- Reflexiona, compara y escribe:
Marcela deja su casa, sus riquezas y las comodidades que tenía y decide rechazar las
dos posibilidades existentes para las mujeres de su época: el matrimonio o el convento. Toma
entonces una tercera vía, se aleja de la sociedad e intenta vivir su vida como quiere. Sin
embargo, la sociedad la persigue, a través de sus pretendientes, hasta el campo y hasta llegan a
culparla por la desdicha del hombre al que rechazó. Esta doncella lo que quiere es ser libre,
poder elegir, conocer y experimentar la vida sin ataduras al amor o a la sociedad. Ella se
convierte en pastora y don Quijote en caballero.
A) Reflexiona y compara las decisiones que Marcela y don Quijote tomaron y las
similitudes que puedes hallar entre estos dos personajes.
B) Escribe a continuación ¿qué similitudes encuentras entre esas historias y la realidad en
la que vivimos hoy? ¿Consideras que actualmente las mujeres y los hombres tenemos
esa libertad para elegir lo que queremos ser y hacer? ¿Crees que podemos elegir
libremente a quién amar?
8) Ahora te invito a ver el siguiente video: La libertad
- Reflexiona y responde:
- ¿Qué es para vos la libertad?
- ¿Te sientes libre? ¿Por qué?
- ¿En qué aspectos de tu vida te gustaría tener más libertad?
- ¿Crees que quienes te rodean te tratan como un ser independiente y con capacidad para
decidir? ¿Por qué? ¿Consideras que quienes te rodean te dan la libertad que te mereces?
- ¿Logras hablar con las personas que no te dan libertad para tratar de cambiar esa
situación?