LA ALEGRIA DE QUIEN SIEMBRA Y QUIEN RECOGE (ALEGRARSE)

El texto que vamos a analizar (Jn. 4,31-38) se encuentra en el libro de los signos (Jn 1,19-12,50) en la segunda parte que nos narra de Cana a Cana (Jn 2,1-4,54) en la conversación con la Samaritana junto al pozo de Jacob (Jn 4,4-42).

I.- Comencemos nuestro trabajo poniendo nuestra atención en el contexto que nos ofrece Jn 4,31-38.

1.1.- El contexto más amplio de nuestro texto es Jn 4,4-42, que narra el encuentro de Jesús con la samaritana junto al pozo. Este episodio está marcado por la llegada de Jesús a Samaria (v.4-6) y por la salida de Samaria a Galilea (v.42-43). La estructura del contexto más amplio es la siguiente:

4,4-6: Llegada a Samaria

4,7-15: La mujer samaritana: El poza de Jacob y el agua del Espíritu

4,27-30: Los discípulos. Anuncio de la mujer a los de su pueblo

4,31-38: La alegría de quien siembra y quien recoge

4,39-42: La realidad de la cosecha: la fe de los samaritanos

4,43-44: Salida de Samaria a Galilea.

1.2.- El contexto inmediato de nuestra pericopa, lo podemos situar al comienzo con los versículos 27-30, que corresponde a la llegada de los discípulos y el anuncio de la mujer a los de su pueblo, y al final con los versículos 39-42 que nos muestra la realidad de la cosecha: de los samaritanos.

II.- El texto (cf. 4,31-38)

31. Entre tanto, los discípulos le insistían diciendo: <Rabbí, come>

32. Pero él les dijo: <Yo tengo para comer un alimento que vosotros no sabéis>.

33. Los discípulos se decían unos a otros: <¿Le habrán traído alguien de comer?>

34. Les dice Jesús: Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y lleva

A cabo su obra.

35. ¿No decís vosotros: Cuatro mese más y llega la siega? Pues bien, yo os digo:

Alza vuestros ojos y ved los campos, que blanquean ya para la siega.

36. Ya el cegador recibe el salario, y recoge fruto para la vida eterna, de modo que

El sembrador se alegra igual que el segador.

37. Porque en esto resulta verdadero el refrán de que uno es el sembrador y otro

El segador:

38. Yo os he enviado a segar donde vosotros no os habéis fatigado. Otros se

, fatigaron y vosotros os aprovecháis de su fatiga.

1.- En el texto, que dividiremos en cinco partes, nos encontramos con que la labor de la cosecha se cumple (vv. 31-34), y esta es de inmediato (vv. 35-36a), y que además tiene un propósito (v. 36b) que no es de uno solo sino en equipo (vv. 36c-37) y que esta labor de la cosecha está preparado (v. 38).

4,31-32: La labor de la cosecha se cumple.

4,35-36a: La labor de la cosecha es inmediato.

4,36b: La labor de la cosecha tiene un propósito.

4,36c-37: La labor de la cosecha es en equipo

4,38: La labor de la cosecha está preparada.

1.1.-La labor de la cosecha se cumple.(Jn. 31-34)

“Entre tanto, los discípulos le insistían diciendo: <Rabbí, come> Pero él les dijo: <Yo tengo para comer un alimento que vosotros no sabéis>. Los discípulos se decían unos a otros: <¿Le habrán traído alguien de comer?> Les dice Jesús: Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y lleva a cabo su obra.”

Todo este pasaje, cuando lo piensas bien, tiene mucho que ver con comer y beber, Jesús había hablado con la mujer sobre el agua, porque él le pidió un trago, y mientras tanto, sus discípulos fueron al pueblo a comprar algo de comer.

Durante el trayecto de los samaritanos se intercala Juan un dialogo de Jesús con sus discípulos. Invitan a Jesús a comer pero él no acepta su comida (v.32), explicando que tiene otro manjar, desconocido para ellos (v.33). El malentendido da pie a Jesús para aclarar lo que quiere decir. La explicación de que Jesús tiene como alimento su misión (v.34). Al presentar esta misión suya como un alimento, no está usando un lenguaje metafórico, sino propio, porque alimento es lo que conserva la vida

1.2.- La labor de la cosecha es inmediato. (Jn. 35-)

¿No decís vosotros: Cuatro mese más y llega la siega? Pues bien, yo os digo: alza vuestros ojos y ved los campos, que blanquean ya para la siega.

En este pasaje, Jesús cita dos dichos populares. La primera de estas palabras se encuentra en el versículo 35. Allí, Jesús dice: "¿No decís vosotros:" Todavía faltan cuatro meses para que llegue la cosecha? "Este dicho simplemente apunta al

hecho de que hay un intervalo de tiempo entre la siembra de una semilla y la cosecha de la fruta en la cosecha.

Sin embargo, Jesús dice: "He aquí, yo os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega", decir, "blancos para la siega", fue una figura retórica para describir los campos que estaban llenos de grano maduro. Y a decir: "He aquí" - y "Alzad vuestros ojos y mira" - fue una llamada para ver la situación tal como realmente fue. 

1.3.- La labor de la cosecha tiene un propósito. (Jn. 4,36ab)

“Ya el cegador recibe el salario y recoge fruto para la vida eterna”

Aquí, Jesús nos enseña que el trabajo de la cosecha es muy útil y significativo. Jesús estaba enseñando a sus discípulos, entonces, para no retrasar los trabajos de la cosecha, Él les estaba instando a saber que los campos ya están maduros y blancos para la siega - que el tiempo de la cosecha no es en algún momento del futuro, pero que está aquí ahora, de hecho, Él dice: "Y el que siega recibe salario..."; y la palabra que se utiliza en el tiempo presente. El que siega recibe su salario, incluso ahora día de pago de los segadores ya está aquí. . Él nos muestra esto de dos maneras:

En primer lugar, nos dice que es una obra que es gratificante. Ciertamente, no es la recompensa de la alegría que viene de hacer el trabajo que el Padre nos da para hacer. Pero habrá también las recompensas personales que vienen de un servicio fiel al Señor en el trabajo de cosecha

Y Jesús también nos muestra que este es un trabajo propositivo en que Él nos dice que es una obra que perdura! No estamos sólo encuentro "fruto" que con el tiempo se pudrirá y se consumen. E incluso el mejor material que presenta dar o recibir en esta Navidad será finalmente devuelto - regresó al polvo! Pero todo el trabajo de ganar almas es el trabajo de recoger lo que va a durar para siempre.

1.4.- La labor de la cosecha es en equipo y causa alegría. (Jn. 4, 36c-37)

“de modo que el sembrador se alegra igual que el segador. Porque en esto resulta verdadero el refrán de que uno es el sembrador y otro el segador:”

Jesús nos enseña esto cuando habla de la cosechadora que recibe salarios y recoge fruto para vida eterna - "... que el que siembra y el que siega se regocijan juntamente"(v.36c). 

Con la figura del segador, Jesús se designa a sí mismo. El es a un tiempo el sembrador, que ha esparcido la semilla mediante la conversación con la samaritana, y el segador, capaz de llevar capaz de llevar a los graneros abundante mies. No se puede olvidar tampoco la parte que en ello a tenido la mujer y muchos de los de su ciudad, que han acogido con fe su mensaje, dejándose ganar así pata la vida eterna. En este caso, pues, siembra y cosecha coinciden; por eso el sembrador y el segador se alegran al mismo tiempo.

El segador cobra ya su salario, que es el mismo fruto que se recoge y que alegra lo mismo a él que al que hizo la siembra. El trabajo de uno y de otro distaban en el tiempo, pero la alegría es simultánea. Ambos han trabajado mirando la cosecha; la finalidad era la misma, por eso la alegría es común. La alegría esta en relación con el fruto.

Y una vez más, le apunta a otro dicho popular, "Porque en este es verdadero el dicho:" Uno siembra y otro el que siega. "(v.37)

En este caso, pues siembra y cosecha coinciden; por eso sembrador y segador se alegran al mismo tiempo. Se trata, con todo, de un caso excepcional, porque lo normal sigue siendo lo que sucede en el campo de la siega material: que sembrador y segador son personas distintas, de suerte queda plenamente justificado el dicho: “Uno es el que siembra y otro el que siega.” Para los discípulos es importante que tengan conciencia de que su trabajo misionero no estra cosa que una recolección.

1.5.- La labor de la cosecha está preparada. (jn.4,38)

“Yo os he enviado a segar donde vosotros no os habéis fatigado. Otros se fatigaron y vosotros os aprovecháis de su fatiga.”

En contraste con el versículo anterior, donde se describía la alegría común del sembrador y el segador por la participación en el mismo fruto, Jesús afirma ahora otro hecho: también es verdad que otros no van a gozar del fruto de sus fatigas. Al no aceptar el programa del mesías, el pasado de Israel queda frustrado y el fruto de las promesas lo cosecharan otros, la nueva comunidad de Jesús.

Jesús nos dice: "Yo os he enviado a segar lo que no han trabajado...". Y aquí Jesús utiliza una palabra que se refiere al trabajo que es extenuante, y debe de estar rendido y cansado. Es la misma palabra que se usó en el versículo 6 para describir cómo Jesús se fatiga y se cansan de su viaje mientras estaba sentado junto al pozo. Jesús nos dice: "Otros se fatigaron y vosotros habéis entrado en sus labores."

Moisés, los profetas y otros hombres fieles habían sembrado mucha simiente entre el pueblo de Israel aun durante los días de su apostasía. Entonces Juan el bautista había persuadido a muchas personas a arrepentirse. En esta misma ocasión Jesús había sembrado la simiente en el corazón de la mujer samaritana y ella la estaba sembrando entre los otros del pueblo.

III.- Líneas teológicas.

IV.- Aporte personal

Cada persona necesita escuchar el evangelio y creer en Cristo para la salvación. No debemos tratar a nadie como un desechado o inaceptable. Jesús no lo hizo así.

Los “campos” espirituales del mundo están maduros y listos para ser cosechados. Necesitamos mirar arriba y ver cuánta gente a nuestro alrededor está hambrienta por la verdad y lista a recibirla. 

Siempre andamos buscando cosa que nos satisfagan y vivimos inmersos en lo "material", habrá un montón de cosas buenas y de mucho interés para nosotros. Creo que todo es maravilloso, y debemos disfrutarlo tanto como nos sea posible. Pero vamos a tener en cuenta que, en última instancia, que todo esto no satisface el alma. Por el contrario, nada va a satisfacer el alma como unirse al trabajo de la gran cosecha de Jesús, y decirle a otros acerca de él. Nada hará vibrar el corazón, o satisfacer el corazón de un verdadero seguidor de Jesús como señalar a los perdidos a él y al verlos entrar en la vida eterna mediante la fe en la cruz. Que esta sea nuestra "comida"

Nuestra salvación depende de la disponibilidad de Jesús para cumplir la voluntad del Padre. Jesús nunca buscó el bienestar de sí mismo; buscó el bienestar de la gente. Así cumplió la misión que el Padre le había encomendado. Estemos también dispuestos a sembrar la semilla del evangelio, ya que la cosecha es de Dios.

Sólo Dios es quien da el crecimiento, y una persona toca una parte, y otro juega otra parte. Nadie puede tomar el crédito por todo el trabajo, sino sólo Dios, y sin embargo, cada uno de nosotros está permitido por Él para cumplir nuestra parte en su equipo de compañeros de trabajo.