Trabajo final

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Universidad de Buenos Aires Facultad de Medicina Sociedad Argentina de Gastroenterología Carrera de Especialista Universitario en Gastroenterología. “Descripción de variables clínicas y anatomopatológicas asociadas a Esófago de Barrett en pacientes asistidos en la División de Gastroenterología del Hospital General de Agudos “Juan A. Fernández” Autor: Signorelli, Mariela. Director: Currás, Alfredo. 2013.

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Universidad de Buenos Aires

Facultad de Medicina

Sociedad Argentina de Gastroenterología

Carrera de Especialista Universitario en Gastroenterología.

“Descripción de variables clínicas y anatomopatológicas asociadas a Esófago de Barrett en pacientes asistidos en la

División de Gastroenterología del Hospital General de Agudos “Juan A. Fernández”

Autor: Signorelli, Mariela.

Director: Currás, Alfredo.

2013.

Hospital General de Agudos Juan A. Fernández.

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ÍNDICE

Página

1. RESÚMEN ……………………………………………………………………………1

2. ESTADO ACTUAL DEL CONOCIMIENTO DE LA ENFERMEDAD……….….. 2

3. SIGNIFICADO Y ORIGINALIDAD DE LA PROPUESTA…………………….…. 5

4. OBJETIVOS GENERALES Y ESPECÍFICOS….............................................. 6

5. MATERIALES Y MÉTODOS……………………………………………………… 7

6. EQUIPAMIENTO, RECURSOS NECESARIOS…….…………………………... 9

7. CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES……………….…………………………... 10

8. RESULTADOS ……………………………………………………………………. 11

9. DISCUSIÓN ……………………………………………………………………….. 18

10. CONCLUSIÓN …………………………………………………………………… 21

11. BIBLIOGRAFÍA…………………………………….…………………………….. 22

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RESÚMEN

El Esófago de Barrett (EB) constituye una patología prevalente y en aumento. Considerando que constituye un factor de riesgo para el desarrollo de Cáncer de Esófago, la detección precoz así como la identificación y manejo de los factores de riesgo asociados, son de radical importancia para el pronóstico de dicha patología. Si bien el riesgo de desarrollar Cáncer de Esófago, así como la mortalidad por Esófago de Barrett es bajo, el impacto de su diagnóstico precoz incide en la morbimortalidad poblacional así como en aspectos relativos a la eficiencia y efectividad de la terapéutica.

El presente es un estudio descriptivo de corte transversal, sobre las variables clínicas (sexo, edad, obesidad, tabaquismo, síntomas de reflujo) y anatomopatológicas (displasia de bajo, alto grado, sin displasia) asociadas a Esófago de Barrett en pacientes asistidos en la División de Gastroenterología del Hospital General de Agudos Juan A. Fernández (HGAJAF) en el periodo comprendido entre el 1° de Enero de 2000 al 1° de Enero de 2012.

Sobre un total de 8344 endoscopías altas por distintos motivos se encontró una prevalencia de sospecha endoscópica de EB de 1.9% y del 1.2% del diagnóstico confirmado. Se observó displasia en el 4%, en el 80% de bajo grado. No se presentó predominancia de sexo, observándose en similares proporciones entre ambos, hombres 53% y mujeres del 47%. La edad media de presentación fue de 59 años , presentándose en mayor proporción en el rango etario de 61-70 años 31%. En relación a los factores de riesgo asociados a la presencia de EB, se encontró asociación entre la presencia de hernia hiatal, tabaquismo y síntomas de reflujo presentes en 46%, 33% y 58.5% respectivamente. La presencia de obesidad en el 63% no se asoció a EB. Los hallazgos anatomopatológicos en orden decreciente fueron : esofagitis 72%, gastritis crónica 13.5%, carditis 13.5%.

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ESTADO ACTUAL DEL CONOCIMIENTO DE LA ENFERMEDAD

El esófago de Barrett se define como una condición en la que cualquier extensión de epitelio columnar metaplásico, que predispone al desarrollo de cáncer, reemplaza el epitelio estratificado que normalmente cubre el esófago distal (1,2).En la actualidad la presencia de metaplasia intestinal, se requiere para el diagnóstico de EB, ya que es el único tipo de epitelio columnar que claramente predispone a la malignidad (2).Sin embargo, todavía se desconoce si el epitelio de EB sin metaplasia intestinal tiene potencial maligno. Datos recientes sugieren que el epitelio de tipo cardial también predispondría al desarrollo de tumores malignos (2).Por otro lado, ante la presencia de displasia, dicho diagnóstico debe ser confirmado por 2 patólogos, uno de los cuales debe ser experto en histopatología esofágica. Se cree que las células metaplásicas constituyen una respuesta protectora a la inflamación crónica (3,4).La metaplasia de Barrett puede surgir por la transformación directa de células escamosas bien diferenciadas a células columnares de tipo intestinal o a través de modificación del patrón de diferenciación de células madre del esófago(4).Este cambio de un tipo celular a otro, ocurre generalmente entre fenotipos celulares que estuvieron presente en el mismo órgano durante la embriogénesis(4). Durante este proceso, el esófago presentaba células columnares ciliadas que fueron reemplazadas durante la maduración por células escamosas estratificadas

(5). El desarrollo de metaplasia a través de células madre, es a través de células provenientes del esófago o de la médula ósea. Los principales genes implicados en el desarrollo de metaplasia, son los factores de transcripción CDX1, CDX2 y SOX9(3). Estos genes no sólo se expresan normalmente en el intestino sino que los genes diana de estos factores de transcripción definen el fenotipo intestinal(3). Los genes CDX1 y CDX2 están implicados en la diferenciación del epitelio intestinal(6).La expresión de proteínas de CDX1 y CDX2 se detectaron en biopsias de pacientes con EB sin displasia, con displasia y asociado a adenocarcinoma de esófago (EAC: adenocarcinoma de esófago) no así en el epitelio esofágico escamoso normal(7).Por otro lado, el factor de transcripción SOX9 , que se encuentra expresado en las stem cell de las criptas intestinales, participa en la formación de las células caliciformes y también se encuentra expresado en el EB con o sin displasia y en el EAC pero no en el epitelio normal. Independientemente del origen de las células madre, es probable que la presencia de un esófago inflamado, dañando por el reflujo, medien el cambio genotípico(3). El mecanismo por el cual la inflamación se relaciona con el desarrollo de cáncer se establece a través de dos vías: una extrínseca a través del cual situaciones clínicas como la esofagitis por reflujo causan inflamación tisular que contribuye a la carcinogénesis y por otro lado, una vía intrínseca en donde las células precancerosas adquieren anormalidades genéticas que producen un microambiente tumoral inflamatorio. Ambas vías pueden converger en determinadas moléculas (citoquinas y factores de transcripción) que promueven además la proliferación tumoral y la inflamación (8). Entre estas moléculas se encuentran factores de transcripción como NF-kB y STAT3. El NF-kB se encontró en el 40-60% de las biopsias con EB y en el 61-80% de los EB asociado a adenocarcinoma, pero sólo en el 13% de las biopsias con daño epitelial por reflujo(9).Por otra parte, la activación del NF-kB se ha encontrado que aumenta la posibilidad de evolucionar a displasia, sugiriendo que la respuesta

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inflamatoria podría contribuir en la carcinogénesis(9).La identificación en el futuro de moléculas marcadoras de metaplasia, permitirán seleccionar pacientes con riesgo de desarrollar EB sumando a la evidencia de los factores de riesgo epidemiológicos reconocidos en la actualidad.

A pesar que la incidencia global de cáncer en Estados Unidos ha disminuido en los últimos años, el número de nuevos casos de EAC ha aumentado. De acuerdo con la Sociedad Americana de Cáncer se estima que hubo 16.470 nuevos casos de EAC y 14.530 muertes por la misma patología durante el año 2009(10). La incidencia anual de cáncer de esófago para la población general de pacientes con EB es de aproximadamente 0.5% anual (2,11) variando desde el 0.2% al 3.5% por año (12,13,14). Si bien el riesgo de EAC (riesgo de progresión anual de 0.5-1%) o muerte por EB es bajo, el impacto del diagnóstico precoz en términos de morbi-mortalidad, eficiencia y efectividad, es alto.

Los factores de riesgo asociados a la progresión son:

- Edad (≥50 años): Corley et al (15), identificaron una incidencia de 2/100.000 para pacientes entre 21-30 años y 31/100.000 entre 61-70 años, mientras que El-Serag et al (15) calcularon el riesgo de EAC aumenta 6.6% por cada 5 años.

- Sexo masculino: El EB muestra una preponderancia por el sexo masculino en una relación 2:1 llegando a 4:1 en el EB asociado a EAC (11).

- Obesidad: Existe una relación claramente establecida entre obesidad, Enfermedad por reflujo gastroesofágico (GERD) y esofagitis erosiva así como EAC. Sin embargo en un meta análisis que comparaba BMI in BE con una población control, el riesgo aumentado mostró resultados modestos (17).

- Dieta: La asociación entre el consumo de una dieta rica en frutas y vegetales reduce el EAC. Sin embargo, el estudio de Kristal et al no observó cambios en los marcadores celulares de proliferación de EB con el mayor consumo de frutas y vegetales (18).

-La presencia de hernia hiatal: Se reconoce como un factor de riesgo para el desarrollo de hernia hiatal (35)v.

- Alcohol: Los datos que sustentan la asociación entre alcohol y EB/EAC son dispares. El registro UK BE (Barrett`esophagus) no mostró asociación entre el consumo de alcohol en pacientes con BE comparado con esofagitis por reflujo (11).

- Tabaquismo: No existe diferencia en la asociación entre sexos, pero los ex fumadores presentan un riesgo alto de desarrollar EB en comparación con los no fumadores (con un RR: Riesgo Relativo: 1.33).El mayor riesgo lo representan los tabaquistas entre 20-40 pack-years (RR:1.50)(19,20,21).

- Raza blanca: Según el análisis de “US Surveillance, Epidemiology and End Results”, la incidencia anual de EAC para hombres de raza blanca fue cuatro veces mayor si se lo comparó con Asiáticos, raza negra, Estadounidenses(11).

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- Distribución abdominal de la grasa: El riesgo aumentado para EB estaría relacionado más con la distribución de la grasa abdominal, y con la obesidad abdominal que con el BMI (11,41) .

- Reflujo ácido y biliar: La inflamación mediada por el reflujo podría promover la carcinogénesis a través del Ácido Araquidònico (AA) y la inducción del stress oxidativo. El pH ácido y las sales biliares promueven la expresión de la COX-2 catalizando la conversión de AA a PgE2. Esto aumenta la proliferación de las células epiteliales en el EB y suprimen la acción protectora (11, 19,22).

El screening se recomienda en pacientes con múltiples factores de riesgo para EAC. El objetivo de la erradicación endoscópica en presencia de EB con displasia es eliminar la totalidad el epitelio de Barrett y lograr la reversión del epitelio escamoso, sin islas de metaplasia intestinal. En la displasia de bajo grado el tratamiento con ablación por radiofrecuencia (RFA: radiofrecuency ablation) permite regresión en el 90 % de los casos (2), en el caso de displasia de alto grado la RFA reduce la progresión a EAC (2,23). Otras opciones terapéuticas incluyen: terapia fotodinámica, resección mucosa endoscópica.

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SIGNIFICADO Y ORIGINALIDAD DE LA PROPUESTA

El EB constituye una patología prevalente y en aumento. Teniendo en cuenta que constituye un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de esófago, y que hasta un 40% de los casos son asintomáticos, la detección precoz así como la identificación y manejo de los factores de riesgo asociados, son de radical importancia para el pronóstico de dicha patología. Si bien el riesgo de desarrollar cáncer de esófago, así como la mortalidad por esófago de Barrett es bajo, el impacto de su diagnóstico precoz incide en la morbimortalidad poblacional así como en aspectos relativos a la eficiencia y efectividad de la terapéutica. En nuestra División no hay realizados trabajos similares, de allí la importancia de comenzar con una serie de investigaciones tendiente a dilucidar estos interrogantes. En base a los resultados obtenidos, se podrán realizar próximos trabajos tendientes a evaluar en forma más detallada las características clínicas, histológicas y los distintos factores de riesgo asociados a EB, así como establecer programas de vigilancia.

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OBJETIVOS GENERALES Y ESPECÍFICOS E HIPÓTESIS

GENERALES

Realizar un aporte al conocimiento general de la Salud Pública y en especial a la gastroenterología sobre el tema “Esófago de Barrett”.

ESPECÍFICOS

Describir las variables clínicas y anatomopatológicas de interés que permitan caracterizar la población que concurre a la División Gastroenterología del Hospital de Agudos “J. A. Fernández” en el período comprendido entre el 1º de Enero de 2000 a 1º de Enero de 2012.

MATERIAL Y MÉTODOS

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Recursos humanos

El presente estudio cuenta con un investigador, un director y un director asociado de la investigación.

Recursos materiales

-Planilla de recolección de datos.

-Paquete estadístico SPSS15 ó similar.

Fuentes. Se utilizarán los siguientes registros:

-Historias clínicas.

-Base de datos del HGAJAF.

-Libro de endoscopía.

-Libro de anatomía patológica.

MÉTODOS

Se trata de un estudio descriptivo, de corte transversal.

Las historias clínicas fueron seleccionadas cumpliendo los siguientes criterios de inclusión:

-Sospecha endoscópica de EB.

-Diagnóstico de EB por anatomía patológica.

-Mayor de 18 años.

Se descartaron las historias clínicas que cumplían los siguientes criterios de exclusión:

-Diagnóstico previo de EB.

-Pacientes que no tengan realizado estudio endoscópico.

-Que no cumplan con los criterios de definición de EB previamente descripto (2).

-Historias clínicas incompletas donde no se pudieran extraer datos sobre las variables en estudio.

-Antecedentes de Cáncer de esófago.

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Las variables a tomar en cuenta incluyen:

-Sexo: femenino/masculino.

-Edad: medida en años enteros.

-Obesidad: Se consideró si: (BMI≥25) /no: (BMI≤25)

-Tabaquismo: Se consideró SI (se constata hábito tabáquico) / NO (no se constata hábito tabáquico).

-Presencia de síntomas de reflujo:

-SI (Ante la existencia de pirosis, regurgitación, dolor torácico no cardiogénico)

-NO (ante la ausencia de síntomas re reflujo).

-Existencia de Displasia(24).

-SI de bajo Grado

-Si de alto grado

-NO

-Otros diagnósticos histológicos.

-Esofagitis.

-Carditis.

-Gastritis.

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EQUIPAMIENTO, RECURSOS NECESARIOS

El presente estudio se realizó en el HGAJAF, en la División de Gastroenterología con un plantel formado por 10 médicos de planta, 4 residentes, 2 concurrentes, 2 cursistas y 3 enfermeras. Se cuenta con 4 endoscopios (3 PENTAX y 1 FUJINON). Los resultados de los estudios endoscópicos e histopatológicos fueron consignados en la historia clínica. Cabe destacar que los estudios endoscópicos fueron realizados por los distintos médicos del servicio.

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CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES

PRIMER PERÍODO(diciembre a Marzo)

-Definir tema y objeto de investigación-Determinar el alcance de la investigación.-Búsqueda Bibliográfica-Diseño-Elaboración de protocolo

SEGUNDO PERÍODO(abril a julio)

-Solicitud de historias clínicas-Solicitud de otras fuentes de información(anatomía patológica, informes endoscópicos)-Aplicación de criterios de inclusión y exclusión-Recolección de datos

TERCER PERÍODO(agosto a noviembre)

-Elaboración del informe-Se describen las variables utilizando tablas, gráficos-Se confeccionan conclusiones-Se plantean posibilidades para completar estudios en el futuro.

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RESULTADOS.

En el período comprendido en el 1° de enero de 2000 a 1° de enero de 2012 se realizaron un total de 8344 endoscopías altas por distintos motivos en la División de Gastroenterología del HGAJAF. Se encontraron 159 pacientes con sospecha endoscópica de EB, de los cuales se confirmó histológicamente en 106 que representa el 67%, resultando una prevalencia de EB de 1.2%. Se observó displasia en el 4% (5), con un 80% de displasia de bajo grado (4) y el 20% de alto grado (1).

Gràfico A. Presencia de esófago de Barret en los pacientes con sospecha endoscópica de EB. 2000-2012 HGAJAF

n=159

Fuente: Elaboración propia en base a los datos recolectados.

Cuadro 1: Sexo de los pacientes, 2000-2012 HGAJAF

Frec. %Masculino 85 53,46Femenino 74 46,54

Total 159 100Fuente: Elaboración propia en base a los datos recolectados.

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Gráfico 1: Sexo de los pacientes, 2000-2012 HGAJAF

n=159

Tabla 1.Presencia de EB según el sexo de los pacientes, 2000-2012 HGAJAF

Sexo

TotalMasculino FemeninoEsófago de Barret

No 25 28 53

Si 60 46 106

Total 85 74 159

Fuente: Elaboración propia en base a los datos recolectados.

Según la prueba de Chi Cuadrado que arroja un valor superior al 0.10 en la significación, no hay evidencias suficientes para establecer una relación entre la presencia de EB con el sexo del paciente; en otras palabras, no existe relación entre las variables mencionadas.

Con respecto a la edad se observó una media de 59 años con un rango de 18 a 86 años, siendo el intervalo más frecuente el que incluye de 61 a 70 años que corresponde al 30.8% seguido de 41-50 años de 19.5 % y 51-60 años 18.9%.

Cuadro 2. Edad en intervalos de los pacientes, 2000-2012 HGAJAF

Frecuencia Porcentaje20 años o menos 2 1,3

Entre 21 y 30 años 2 1,3

Entre 31 y 40 años 11 6,9

Entre 41 y 50 años 31 19,5

Entre 51 y 60 años 30 18,9

Entre 61 y 70 años 49 30,8

Entre 71 y 80 años 27 17,0

Entre 81 y 90 años 7 4,4

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Total 159 100,0

Gráfico 2: Edad en intervalos de los pacientes, 2000-2012 HGAJAF

n=159

Fuente: Elaboración propia en base a los datos recolectados

Tabla 2. Aparición de EB según la edad de los pacientes, 2000-2012 HGAJA

Esófago de Barret

TotalNo Si

Edad en Intervalos

20 años o menos 2 0 2

Entre 21 y 30 años 1 1 2

Entre 31 y 40 años 9 2 11

Entre 41 y 50 años 12 19 31

Entre 51 y 60 años 11 19 30

Entre 61 y 70 años 14 35 49

Entre 71 y 80 años 4 23 27

Entre 81 y 90 años 0 7 7

Total 53 106 159

Fuente: Elaboración propia en base a los datos recolectados

Según la prueba de Chi cuadrado, existe una marcada relación entre la aparición de EB con la edad de los pacientes, ya que obtenemos una significancia menor al 0.05 (0.001). La fuerza de dicha relación es moderada (0.393).

Con respecto a los síntomas de reflujo se observó su presencia en el 58% de los casos de EB.

Cuadro 3: Presencia de síntomas de reflujo, 2000-2012 HGAJAF

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Frec. %No 66 41,51Si 93 58,49Total 159 100

Fuente: Elaboración propia en base a los datos recolectados.

Gráfico 3: Presencia de síntomas de reflujo, 2000-2012 HGAJAF

n=159

Tabla 3. Aparición de EB según la presencia de síntomas de reflujo en los pacientes, 2000-2012 HGAJAF

Síntomas de Reflujo

TotalNo SiEsófago de Barret No 16 37 53

Si 50 56 106

Total 66 93 159

Fuente: Elaboración propia en base a los datos recolectados.

Visualizando los resultados de la prueba de Chi cuadrado (0.041) observamos que es significativa a un 5%, por ende existe relación entre la presencia de EB en los pacientes que presentaron síntomas de reflujo durante el periodo analizado. Dicha relación no es muy intensa (0.16), pero si se demuestra que existe una relación entre los que presentan síntomas de reflujo aumentando la probabilidad de aparición de EB.

Se observó la presencia de Hernia Hiatal en el 46.5%

Cuadro 4. Presencia de Hernia Hiatal en los pacientes, 2000-2012 HGAJAF.

Frec. %No 84 53,50Si 73 46,50

Total 157 100 Gráfico 4. Presencia de Hernia Hiatal en los pacientes, 2000-2012 HGAJAF

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n=157

Fuente: Elaboración propia en base a los datos recolectados.

Tabla 4. Aparición de EB según la presencia de hernia hiatal en los pacientes, 2000-2012 HGAJAF

Hernia Hiatal

TotalNo SiEsófago de Barret No 37 14 51

Si 47 59 106

Total 84 73 157

Fuente: Elaboración propia en base a los datos recolectados

Visualizando el resultado de la prueba Chi, podemos establecer que existe una marcada relación entre la aparición de EB en los pacientes que presentaron hernia hiatal en sus diagnósticos, ya que arroja un valor de 0.001 sumamente significativo (inferior al 0.05). La fuerza de la mencionada relación entre las variables se considera moderada.

Se determinó la presencia de el hábito tabáquico en el 33.5%.

Cuadro 5. Presencia de hàbito tabáquico, 200-2012 HGAJAF

Frec. %No 105 66,46Si 53 33,54

Total 158 100Fuente: Elaboración propia en base a los datos recolectados.

Gráfico 5: Tabaquismo en los pacientes, 2000-2012 HGAJAF

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n=158

Fuente: Elaboración propia en base a los datos recolectados

Tabla 5. Aparición de EB según el hábito de fumar en los pacientes, 2000-2012 HGAJAF

Hábito de tabaquismo

TotalNo SiEsófago de Barrett

No 28 25 53

Si 77 28 105

Total 105 53 158

Fuente: Elaboración propia en base a los datos recolectados

Observando los datos arrojados por la prueba de independencia de Chi cuadrado, vemos que las variables EB y hábito tabáquico están sumamente relacionadas, existiendo evidencia estadística que avala tal afirmación, un valor de 0.010 (inferior al 0.05) en la significación. La intensidad de la mencionada relación es moderada.

Se determinó la existencia de obesidad en el 63%(100) de los casos con EB.

Cuadro 6. Obesidad en los pacientes, 2000-2012 HGAJAF

Frec. %No 58 36,71Si 100 63,29

Total 158 100Fuente: Elaboración propia en base a los datos recolectados.

Gráfico 6: Obesidad en los pacientes, 2000-2012 HGAJAF

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n=158

Fuente: Elaboración propia en base a los datos recolectados.

Tabla 6. Aparición de EB según si el paciente es obeso o no, 2000-2012 HGAJA

Obesidad

TotalNo SiEsófago de Barrett

No 21 32 53

Si 37 68 105

Total 58 100 158

Fuente: Elaboración propia en base a los datos recolectados

Por los datos arrojados por la prueba de Chi cuadrado no existe evidencia suficiente para suponer que haya relación entre la aparición de EB según si el paciente es obeso o no.

En las biopsias endoscópicas se encontró en forma decreciente como otros diagnósticos : esofagitis crónica 71% (48), gastritis crónica en el 13% (9), carditis crónica 13% (9),gastritis 1% (1).

DISCUSIÓN

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Los datos publicados en el contexto internacional sobre EB desde 1994 son diversos y varían en base al tipo de población estudiada, la presencia de síntomas de reflujo, aspectos sociodemográficos y la época en que fueron realizados. Diversos estudios muestran una alta prevalencia de metaplasia intestinal en los pacientes sometidos a endoscopía con amplias variaciones en sus cifras que varían del 10-70%, ésta diferencia radica sobre todo en el área de toma de biopsias, así como en el número de las mismas, la utilización de tinciones de baja sensibilidad que pueden disminuir su detección hasta en un 50% y los cambios en la definición de la patología en el transcurso del tiempo.

En el presente estudio se observó una prevalencia de 1.2% en la población estudiada, similar a los resultados obtenidos en el estudio Kalixanda(29) donde se utilizó la presencia de metaplasia intestinal como criterios estricto, sin embargó se consideró que la prevalencia estaba subestimada por el limitado número de biopsias, considerado inadecuado para el screening de EB. Sin embargo, si se utiliza la sospecha endoscópica como criterio, la prevalencia en el mismo estudio asciende al 10.3%. Por otro lado, el estudio SILC (30) realizado en Shangai, China, demostró una prevalencia de sospecha endoscópica de Barrett en el 1.9%,en comparación con estos datos se designa una prevalencia menor en países como México 0.26%(31), 0.41% en Turquía(32), 0.3% en Corea(33).

Se encontró displasia en el 4%(5), siendo el 80% displasia de bajo grado(4) y el 20% de alto grado(1).Con respecto a la edad se observó una media 59 años similar a lo reportado en la literatura, donde uno de los factores de riesgo para el desarrollo de EB lo constituye la edad mayor a 50 años (1,2,15).En relación al sexo, el 53% eran hombres y el 47% mujeres, a diferencia de lo observado en otros estudios donde existe preponderancia masculina (11,40).

El EB ha sido reconocido como una complicación de la enfermedad por reflujo crónico por lo que las tasas más altas de prevalencia en EB fueron realizadas en poblaciones con síntomas de reflujo(34,35,36,22), considerándose que su patrón no es constante, presentándose en distintos estudios descriptivos una baja frecuencia de síntomas de reflujo (31,32,37,38).Sólo el 10-15 % de los pacientes con esofagitis por reflujo tienen EB. En nuestro caso presentaban síntomas de reflujo el 58% de los pacientes, siendo estadísticamente significativo su presencia y el desarrollo de EB. En contraposición a lo observado por Corneiro et al, donde se observó una prevalencia del 3.8% en pacientes con indicación de endoscopía alta sin síntomas de reflujo(38).

En relación a los factores de riesgo modificables analizados se observó la presencia de obesidad en el 63%, no estableciéndose una relación estadísticamente significativa con el EB. Si bien se ha descripto la asociación entre obesidad, GERD, y esofagitis erosiva, su relación como factor de riesgo para EB muestra resultados modestos (11,17), representando un factor de riesgo para EAC, lo que estaría relacionado más con la distribución de la grasa abdominal que con el BMI(11,41).

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Con respecto al tabaquismo, el 34% presentaba el hábito tabáquico, con una relación moderada con EB. Sin embargo, no fueron analizados aspectos relacionados al tabaquismo que aumentan el riesgo de EB, como el tiempo de evolución o la cantidad de cigarrillos día (20).

Se evidenció hernia hiatal en el 46%, hallazgo que coincide con estudios endoscópicos y radiológicos, que definen la hernia hiatal como factor de riesgo para EB y reflujo gastroesofágico(35).

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CONCLUSIÓN

En el presente estudio se observó una prevalencia de EB del 1.2%, presentándose con una edad media de 59 años . En orden decreciente de frecuencia 61-70 años (31%), 41-50 años (19.5%), 51-60 años (19%). En relación al sexo se presentó en el 47% de mujeres y en el 53% de hombres, sin evidencia de predominancia de sexo.

En relación a los factores de riesgo asociados a EB, se demostró la existencia de hernia hiatal en el 46%, hábito tabáquico en el 33% y síntomas de reflujo en el 58.5%. En estos factores de riesgo, se observó una asociación estadísticamente significativa con el EB, a diferencia de la obesidad que no evidenció asociación y se presentó en el 63% de los casos.

La presencia de displasia sólo se encontró en el 4%, siendo el 80% de bajo grado y el 20 % de alto grado.

Otros diagnóstico histológicos en orden decreciente encontrados fueron: esofagitis 72%, gastritis crónica 13.5%, carditis 13.5%.

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BIBLIOGRAFÍA

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