Trabajo de Titulación. Manuel Llanos. Importancia de la expe

41
Importancia de la experiencia al aire libre en el conocimiento y valoración de la flora y fauna local por niños de enseñanza básica en la ciudad de Valdivia, Chile Patrocinante: Sr. Iván Díaz R. Copatrocinante: Sra. Wara Marcelo V. Trabajo de Titulación presentado como parte de los requisitos para optar al Título de Ingeniero en Conservación de los Recursos Naturales MANUEL ALEJANDRO LLANOS PINEDA VALDIVIA 2013

Transcript of Trabajo de Titulación. Manuel Llanos. Importancia de la expe

 

Importancia de la experiencia al aire libre en el conocimiento y valoración de la flora y fauna local por niños de enseñanza

básica en la ciudad de Valdivia, Chile

Patrocinante: Sr. Iván Díaz R. Copatrocinante: Sra. Wara Marcelo V. Trabajo de Titulación presentado como parte de los requisitos para optar al Título de Ingeniero en Conservación de los Recursos Naturales

MANUEL ALEJANDRO LLANOS PINEDA VALDIVIA

2013

Calificación del Comité de Titulación

Nota

Patrocinante: Sr. Iván Díaz Romero 64

Copatrocinante: Sra. Wara Marcelo V. 65

Informante: Sr. Otto Lührs Middleton 64

El Patrocinante acredita que el presente Trabajo de Titulación cumple con los requisitos de contenido y de forma contemplados en el Reglamento de Titulación de la Escuela. Del mismo modo, acredita que en el presente documento han sido consideradas las sugerencias y modificaciones propuestas por los demás integrantes del Comité de Titulación.

________________________ Sr. Iván Díaz R.

Agradecimientos

Este trabajo fue posible únicamente gracias al apoyo moral y logístico de muchas personas que

voluntariamente dedicaron parte importante de su tiempo para llevar los niños al bosque y el bosque a

los niños.

Muchas gracias Candy Loch, Daniela Ruiz, Daniela Jiménez López, Nayadeth López, Karla Amsteins,

Nicol Maldonado, Paulina Puchi, Susana Muñoz, Valentina Sáez, Anita Casanova, Consuelo Ruiz,

Macarena López, Daniela Cósimo, Francisca Galarce, Antonia Acuña, Gabriela Torres, Yessenia Aedo,

Pilar Fierro, Yohana Neguiman, Siri Sáez, Yesica Winkler, Natalia Riquelmete, Alex Moeller, Patricio

Ojeda, Diego Mardones, Felipe Gonzales, Ángel Olivares, Nicolás Vergara, Camilo Contreras, David

Lobos, Ignacio Rodríguez, Luis Díaz, Bastian Oñate, Fernando Duarte, Benjamin Castillos, Jorge

Sandoval, José Valencia, Marco Rodríguez, Juan Villalobos, Nicolás González, José Sandoval, Javier

Godoy, Ricardo Moreno, Daniel Muñoz y Gabriel Ortega.

Muchas gracias Iván Díaz, Wara Marcelo, Lisa Naughton y Otto Lührs por compartir experiencia,

conocimiento, centrar las ideas, críticas constructivas e ir directo al grano como dicen por ahí.

A mi madre y mi padre por el apoyo constante durante la etapa universitaria.

Dedicatoria A la vida y todas sus formas de expresión.

Índice de materias Página

i Calificación del Comité de Titulación i ii Agradecimientos ii iii Dedicatoria iii iv Resumen iv 1  INTRODUCCIÓN ............................................................................................................ 1 2  MARCO TEÓRICO .......................................................................................................... 4 2.1  Medioambiente y sus amenazas ........................................................................................ 4 2.2  Educación ambiental ......................................................................................................... 4 2.3  Educación ambiental en Chile ........................................................................................... 6 2.4  ¿Ha cumplido sus objetivos la educación ambiental? ....................................................... 7 2.5  Vacíos en los programas de educación ambiental............................................................. 8 2.6  Valoración hacia el medio ambiental ................................................................................ 9 2.7  Importancia del contacto directo de personas con el medioambiente ............................... 9 2.8  Importancia de evaluar los efectos del contacto con la naturaleza. ................................ 11 3  METODOLOGIA ........................................................................................................... 11 3.1  Escuelas y estudiantes focales de este estudio ................................................................ 11 3.2  Diseño de estudio ............................................................................................................ 11 3.3  Recolección de datos ....................................................................................................... 13 3.4  Análisis de datos ............................................................................................................. 13 4  RESULTADOS ............................................................................................................... 15 5  DISCUSIÓN ................................................................................................................... 19 6  CONCLUSION ............................................................................................................... 22 7  REFERENCIAS .............................................................................................................. 24 Anexos 1 Encuesta de valoración tipo Likert 2 Lista de especies de flora y fauna dibujada por los niños 3 Valoración de niños hacia el medio ambiente 4 Especies de fauna local dibujadas por niños 5 Especies de flora local dibujadas por niños 6 Actividades prácticas y teóricas.                           

Resumen

Los estilos de vida de la sociedad moderna han contribuido a generar menos oportunidades de contacto

directo con ambientes naturales y con otras especies en estado silvestre. Esta falta de encuentros

directos generaría menor apreciación de las personas hacia el mundo natural, ya que al no conocerlo

este no sería valorado. Dicha falta de encuentro y valoración hacia los diferentes ecosistemas afecta de

manera negativamente en su estado de conservación y en los esfuerzos invertidos en s protección. El

objetivo de este trabajo fue evaluar si las experiencias en medios naturales influyen en el conocimiento

y la valoración de la flora y fauna local en niños y niñas de enseñanza básica en diferentes colegios de

Valdivia, Chile. Para esto se trabajó con un grupo de niños en contacto directo con ambientes silvestres

y con otro grupo únicamente en sala de clases. Los resultados de este estudio indican que el

acercamiento a la flora y fauna mediante experiencias en sala y sobre todo en terreno aumenta el

conocimiento y valoración del mundo natural. La educación ambiental es una herramienta fundamental

para fortalecer las conductas que favorezcan la conservación de los recursos naturales. Los programas

del Sistema de Educación Formal deberían incorporar discusiones en sala acompañadas por actividades

al aire libre en contacto con los ambientes naturales, buscando así la formación de ciudadanos

medioambientalmente responsables.

Palabras clave: Educación ambiental, conocimiento, valoración, medioambiente, experiencia al aire

libre, educación en sala.

1

1 INTRODUCCIÓN

Los ciudadanos de la cultura occidental moderna desarrollan gran parte de su vida en ambientes

urbanos, los cuales son completamente construidos por el hombre en base al uso de las tecnologías

actuales. Estos ambientes son recientes en la historia de la humanidad, y las ciudades modernas se

desarrollan como tal a partir de la revolución industrial. La vida en las ciudades contribuye a generar

menos oportunidades de contacto directo con ambientes naturales y con otras especies animales o

vegetales en estado silvestre. En teoría, la falta de encuentros directos generaría menor apreciación por

el mundo natural, ya que al no conocerlo este no sería valorado.

Durante el proceso de educación formal, se espera que los futuros ciudadanos adquieran

conocimientos, adquieran valores, y actitudes que les permitan desarrollar una mejor calidad de vida.

Este proceso es llevado a cabo por un profesor apoyado con textos escolares previamente diseñados.

Para la mayoría de los casos, la educación formal se desarrolla en aulas de clases, sin que exista

contacto de los niños con los diferentes elementos del medio natural. Un ejemplo claro es para la

asignatura de ciencias naturales. Procesos importantes que ocurren en nuestro medio ambiente tales

como la absorción de nutrientes, fotosíntesis que realizan las plantas o la metamorfosis de las

mariposas son aprendidos y observados desde una imagen en un libro. Estos pueden ser comprendidos

o no por los estudiantes, y en la gran mayoría de los casos no existe experiencia directa con las plantas

y sus procesos ecofisiológicos, los animales y el medio ambiente en general.

Por otra parte, las personas que han tenido experiencias directas con ambientes naturales le dan un

valor intrínseco. Por ejemplo, las experiencias de la infancia pueden influir en el comportamiento de

los adultos respecto al cuidado del medio ambiente, tal como lo muestra un estudio de Jim Pease (2012)

en el estado de Iowa (EE.UU). Este autor analiza la experiencia de infancia de 300 agricultores. De

ellos, 150 participaron en un programa en el que voluntariamente permitieron que una superficie de sus

terrenos fuese destinada a hábitat para aves acuáticas migratorias y no para fines productivos. El autor

encontró que los agricultores que participaban del programa reportaban un mayor número de

experiencias infantiles directas con el medio natural, tales como la caza y pesca con los padres,

recolección de semillas y hongos, paseos a caballo, jugar en áreas naturales y la lectura de libros sobre

la naturaleza. . Por estas razones, se ha propuesto que la incorporación de experiencias directas en

entornos naturales dentro del curriculum escolar es esencial y puede fortalecer positivamente el proceso

2

de la educación y la formación de ciudadanos medioambientalmente responsables, con valores y

actitudes responsables que eviten el deterioro de los recursos naturales.

Durante las últimas décadas, tanto en Chile como en el mundo en general, se han desarrollado

numerosas instituciones y estrategias educativas que buscan fomentar la conciencia y el vínculo entre el

humano y los sistemas naturales, ampliamente agrupadas en lo que se conoce como “educación

ambiental”. Algunos de estos esfuerzos son realizados por el Gobierno, organizaciones no

gubernamentales, o entidades privadas. En la mayoría de los casos estas actividades de educación se

llevan a cabo en la sala de clases, y los resultados de muchas de estas iniciativas no han sido evaluados

(Lagos 2005).

En Chile, muchos de estos esfuerzos han sido desarrollados por diferentes actores. Por ejemplo,

la Corporación Nacional Forestal desarrolla y apoya programas de educación ambiental en los parques

nacionales, mientras que ONGs como Codeff, Los Defensores del Bosque Chileno o la Fundación

Senda Darwin han desarrollado numeroso material educativo. Sin embargo, los resultados de muchos

de estos esfuerzos no han sido evaluados, y gran parte de las actividades siguen basándose en

presentaciones dentro de salas de clases.

La ciudad de Valdivia, en el sur de Chile, posee un entorno natural privilegiado, con remanentes

de bosque nativo, humedales y ríos con abundante flora y fauna nativa dentro del perímetro urbano,

junto a un importante polo de desarrollo cultural asociado a la Universidad Austral de Chile. En las

escuelas y colegios de la ciudad de Valdivia se han realizado algunos proyectos de educación ambiental

(EA). En algunas oportunidades los niños son llevados a terreno, teniendo experiencias directas con la

naturaleza. En otros casos, las actividades de educación ambiental son realizadas únicamente en la sala

de clases. A pesar de estas iniciativas, los estudiantes de los colegios raramente son expuestos a los

valores ambientales que existen en su entorno cercano, y los efectos de estas actividades sobre el

conocimiento y valoración del medio natural no son evaluados.

Así, el objetivo de este trabajo es evaluar si las experiencias en medios naturales influyen en el

conocimiento y la valoración de la flora y fauna local en niños y niñas de 4º año básico en tres colegios

de Valdivia, Chile.

3

Los objetivos específicos son:

Determinar el estado de conocimiento y valoración de niños hacia la flora y fauna antes de las

actividades de educación ambiental.

Comparar el grado de conocimiento de la flora y fauna local por parte de niños con actividades de

educación al aire libre y niños con actividades en sala de clases.

Comparar valoración hacia flora y fauna por parte de niños con actividades de educación al aire libre y

niños con actividades en sala de clases.

4

2 MARCO TEÓRICO

2.1 Medioambiente y sus amenazas

Incluyendo los diferentes grupos de organismos vivos, el número de especies formalmente descritas

llega a 1,5 millones, pero se estima que el número de especies totales que existe en la tierra son entre

10 y 30 millones (Wilson y Peter 1988). A grandes rasgos, la importancia de la especies y de los

diferentes ecosistemas radica en que proveen de bienes y servicios fundamentales para la vida de los

seres humanos y otras especies, además de presentar valores intrínsecos por ser seres vivos (Barrantes

2000, Primack et al. 2001). Sin embargo, la diversidad de formas de vida (o biodiversidad) se

encuentra amenazada por causa de la creciente población humana y las altas tasas de consumo y de

transformación de los ambientes naturales (Sala et al. 2000, Primack et al. 2001). Estos cambios se

resumen en sobreexplotación, fragmentación y pérdida de hábitats, cambio climático, introducción de

especies, y contaminación entre otros (Primack et al. 2001, Millennium Ecosystem Assessment, en

Campos 2012, McDonnell y Holland (2008) en Willoughby 2009, Mittermeier y Goettsch 1992).

Entre los numerosos esfuerzos enfocados a la conservación biológica, está la protección e intervención

directa en el medioambiente, y actividades de intervenciones sociales, en particular la educación

ambiental (Hoffmann y Armesto 2008).

2.2 Educación ambiental

La educación es el proceso permanente que abarca las distintas etapas de la vida de las personas y que

tiene como finalidad alcanzar su desarrollo moral intelectual, artístico, espiritual y físico mediante la

transmisión y el cultivo de valores conocimientos y destrezas enmarcados en nuestra identidad

nacional, capacitándolas para convivir y participar en forma responsable y activa en la comunidad

(Ministerio de Educación, 1990).

La educación se manifiesta a través de la enseñanza formal y de la enseñanza informal. La enseñanza

formal es aquella que, estructurada científicamente, se entrega de manera sistemática. Está constituida

por niveles que aseguran la unidad del proceso educativo y facilitan la continuidad del mismo a lo largo

de la vida de las personas. Se entiende por enseñanza informal a todo proceso vinculado con el

desarrollo del hombre y la sociedad, facilitado por la interacción de unos con otros y sin la tuición del

establecimiento educacional como agencia institucional educativa. Se obtiene en forma no estructurada

5

y sistemática del núcleo familiar, de los medios de comunicación y, en general, del entorno en la cual

está inserta (Ministerio de Educación, 1990).

La educación ambiental es una parte de la educación contemporánea que busca la optimización de las

relaciones de las personas y grupos sociales con el medio ambiente (Sauvé 2000). La educación

ambiental es considerada de crucial importancia para la conservación biológica, pues busca fomentar

actitudes que intervengan en el modo en que los humanos nos relacionamos con nuestro entorno

(Barraza 1998, Benegas 1995), favoreciendo un desarrollo que permita la conservación de los recursos

naturales y la diversidad de la vida.

Actualmente se desarrollan programas de educación ambiental que involucran con éxito a sus

audiencias objetivas y ayudan con ello al cambio de actitudes y valores. Muchos de estos programas se

enfocan en asuntos claves y de importancia actual, como el valor de la flora y los hábitats locales,

regionales y nacionales, la pérdida de la biodiversidad local, la seguridad alimentaria, el uso sustentable

de las plantas y el impacto y la mitigación del cambio climático (Bromley 2009).

En este sentido, las políticas públicas son herramientas importantes que deben hacerse cargo de los

procesos educativos que apunten a lograr una sociedad comprometida en su conjunto (Donoso et al.

2009), abarcando una amplia y compleja gama de aspectos ambientales, sociales y económicos

(UNESCO 2007).

Las conferencias mundiales han impulsado las iniciativas internacionales de educación ambiental.

A partir de la Conferencia de la Naciones Unidas sobre el Medio Humano en Estocolmo, Suecia

(1972), se impulsaron grandes hitos en educación ambiental como: el reconocimiento oficial del

concepto y su importancia para cambiar el modelo de desarrollo; la creación del Programa de las

Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), a cargo de la UNESCO, constituida como

entidad coordinadora a escala internacional de las acciones a favor de la protección del entorno,

incluida la educación ambiental; el establecimiento del día 5 de junio como el Día Mundial del Medio

Ambiente y, por último; el deber de la UNESCO y el PNUMA de poner en marcha un Programa

Internacional de Educación Ambiental (PIEA) (Salgado 2009).

Como resultado de estas políticas, actualmente en muchos países Europeos incluyen temáticas

ambientales en la educación formal, entregando así las herramientas conceptuales y prácticas en

6

educación infantil, educación primaria y secundaria (Ibañez 2001). Por su parte, los países

latinoamericanos y caribeños han respondido de buena manera a los llamados internacionales para

alcanzar un desarrollo que sea socialmente justo, ambientalmente equilibrado y económicamente

viable. A través de la educación ambiental se busca cumplir dichos objetivos y para lograrlo se han

impulsado acciones nacionales, subregionales y regionales (Salgado, 2009).

2.3 Educación ambiental en Chile

En Chile la educación ambiental se define como un “proceso permanente de carácter interdisciplinario,

destinado a la formación de una ciudadanía que reconozca valores, aclare conceptos y desarrolle las

habilidades y las actitudes necesarias para una convivencia entre seres humanos, su cultura y su medio

biofísico circundante” (Constitución Política de la República de Chile: Titulo 1 letra H).

A través de la Ley 19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente, a mediados de la década de

1990 se establece que la educación ambiental es un instrumento de gestión ambiental cuyo objetivo es

“contribuir a la formación de una ciudadanía ambientalmente responsable”. Uno de los instrumentos

elaborados por el gobierno ha sido la Política Nacional de Educación para el Desarrollo Sustentable

(PNEDS), instrumento aprobado por el Consejo Directivo de la Comisión Nacional del Medio

Ambiente (CONAMA), respondiendo así, al llamado internacional de integrar la Educación para el

Desarrollo Sustentable (EDS) en sus estrategias nacionales y planes de acción en todos los niveles que

resulten apropiados (Donoso et al. 2009). Para implementar estas políticas, varios ministerios del

gobierno han implementado agencias o departamentos de educación ambiental tales como, Área de

educación ambiental del Ministerio del Medio Ambiente (MMA), Comisión de Medio ambiente de la

Asociación Chilena de Municipalidades (ASCHM) y la Corporación Nacional Forestal (CONAF).

En Chile, los temas ambientales han sido incorporados en la educación formal de la enseñanza básica y

media. Aquí los temas ambientales son los aprendidos en la asignatura de Ciencias Naturales dentro del

aula de clases, donde se incorporan aspectos de la atmósfera, el aire, agua, suelo, biodiversidad, la

contaminación acuática, del aire y del suelo, el reciclaje, la basura entre otros (Lagos, 2005). Por otra

parte, los Planes y Programas del Ministerio de Educación han desarrollado escasamente las

actividades al aire libre y en contacto con la naturaleza.

7

También existen programas especiales como Explora, que vincula científicos con la educación,

especialmente a nivel escolar, catalizado por la Comisión Nacional de Investigación Científica y

Tecnológica (CONICYT). Este programa promueve la divulgación y valoración de la ciencia y la

tecnología, con la finalidad de contribuir de manera permanente a generar una actitud innovadora y

participativa de la población, en particular niños y jóvenes, frente a los avances científicos y

tecnológicos, por medio de conferencias, ferias científicas, financiamiento para la ejecución de

proyectos y actividades. Más del 70% de los proyectos adjudicados en 2005 son proyectos ecológicos,

que promueven el acercamiento entre científicos, escolares y la comunidad local. (Papic y Armesto

2005).

A pesar de estos esfuerzos, muchos de ellos concentran sus actividades en salas de clases, y si bien

varios programas de educación incorporan medidas de evaluación de sus resultados, estas evaluaciones

no son estandarizadas y muchos de los posibles resultados sólo se verán en el largo plazo. A pesar de

estas iniciativas y posibles inclusiones dentro del sistema de educación formal, la educación ambiental

no está suficientemente difundida e incorporada (Lagos, 2005).

2.4 ¿Ha cumplido sus objetivos la educación ambiental?

La educación ambiental ha sido escasa y no ha logrado una motivación de las personas al momento de

realizar actividades o acciones cotidianas a favor de los recursos naturales y no ha logrado formar una

sociedad medioambientalmente responsable (Barney 2005, Pergams et al. 2008). Esto lo podemos

observar en el estado que se encuentran los diferentes ecosistemas. Blumstein y Saylan (2007)

mencionan que en los Estados Unidos los esfuerzos de educación ambiental no han sido exitosos. Se

han llevado a cabo numerosas intervenciones por parte de organizaciones gubernamentales, ONG`s y

grupos civiles, y a pesar de que estos han sido muchos y demasiado costosos, no se ha logrado formar

un vínculo entre las personas y sus ambientes naturales, esto se ve reflejado en el estado actual de sus

recursos naturales de dicho país.

Una posible causa se atribuye a la forma en que se ha ejecutado la educación ambiental en los EEUU.

Los programas se han concentrado en la sala de clases y no en terreno, donde se encuentran los

elementos de flora y fauna (Brewer 2002, Randler 2008). Ballouard et al. (2011) sugiere que el

conocimiento de los niños y su consideración para proteger a animales se limitan por contenidos

obtenidos desde internet, los cuales se enfocan a unas pocas especies carismáticas y exóticas, con la

8

consiguiente desconexión y despreocupación por su entorno local. Sus resultados refuerzan el mensaje

de que la educación ambiental debe centrarse también en las actividades al aire libre para el desarrollo

de la conciencia y la preocupación por la biodiversidad local.

2.5 Vacíos en los programas de educación ambiental.

El proceso de educación se ha enfocado principalmente en familiarizar a la sociedad con el

medioambiente, entregando vocablos y conceptos al público (p.ej. contaminación, reciclaje y cuidado

del medioambiente) (Lagos, 2005), pero se desconoce cuál es la real comprensión de los problemas

ambientales o si las personas han aprendido lo que deben hacer para preservar la biodiversidad o

reducir las amenazas a nuestro medio ambiente (Blumstein y Saylan 2007). Esto ha dejado de lado un

aprendizaje y comprensión más amplia sobre el medio ambiente, su importancia y cuáles son las

razones vitales de su preservación. De esta forma se ha perdido el interés hacia temas

medioambientales, no se ha valorado lo suficiente y no se han cambiado las prácticas y actitudes

generales de los estudiantes y de la población (Lagos 2005).

Gran parte de los esfuerzos por concientizar a la población sobre el medio ambiente y los problemas

que afectan a éste, se han llevado a cabo en las salas de clases y no en contacto directo con el medio

ambiente (Brewer 2002, Randler 2008). Pyle (1993) hace referencia a la extinción de la experiencia en

los ambientes naturales y a que las personas carecemos de instancias de acercamiento con otros seres

vivos. Probablemente una de las causas de la actual crisis ecológica es la escasa relación de las

personas con la naturaleza local en donde viven.

Por otra parte, la educación ambiental raramente ha incorporado programas que fortalezcan la

valoración de las personas hacia la naturaleza y tampoco han dado claras indicaciones de

procedimientos cotidianos para el cuidado del medioambiente. A pesar de que estos se han

desarrollado, han sido escasos los incentivos tales como la reutilización de desechos, empleo de

energías limpias, disminución de la huella ecológica o cambio de los hábitos de consumo (Blumstein y

Saylan 2007, Lagos 2005).

9

2.6 Valoración hacia el medio ambiental

Como una disciplina asociada, la psico-sociologia ofrece una manera de entender el conocimiento y

apreciación de la gente hacia la naturaleza. Los expertos en este campo indican que el comportamiento

de la gente hacia la naturaleza y sus opiniones sobre la importancia del medioambiente están formados

por sus actitudes. Mientras tanto, estas actitudes tienen sus raíces en los valores de cada individuo

(Teel y Manfredo 2010). Los valores se forman cuando las personas son muy jóvenes y son muy

difíciles de cambiar. Por su parte las actitudes son un poco más flexibles, sobre todo entre los niños.

Además de comunicar información, la educación ambiental típicamente busca influir las actitudes,

pudiendo afectar en el nivel de atención que la gente brinda a la naturaleza.

Para evaluar un programa de educación, puede ser útil considerar las clasificaciones que hacen los

sociólogos en términos de los valores y actitudes que tiene la gente hacia la naturaleza. Hay varios

sistemas de clasificación, pero una clasificación prominente indica que la valoración que las personas

le otorgan al medio ambiente natural y sus componentes puede diferenciarse en: (1) valor de existencia

o valor intrínseco otorgado únicamente por el hecho de existir, independiente de la utilidad de estos:

(2) valor espiritual en donde algunos paisajes o elementos son sagrados para las personas. (3) valor

estético y cultural, siendo los paisajes u organismos vivos fuente de inspiración. (4) valor utilitario,

debido a que gran cantidad de elementos sirven como alimentos, medicinas y materia prima. Y (5)

valor recreativo (Hoffmann y Armesto 2008). Otros sociólogos añadirían un par de clases adicionales

importantes como son: (6) Valor científico/ecológico, en donde la naturaleza es apreciada como un

complejo fascinante e importante entender de una perspectiva científica y (7) valor de mutualismo en

que la gente aprecian vida silvestre como un ente que merece cuidado (Teel y Manfredo 2010).

Típicamente, entre las poblaciones urbanas los valores estéticos, mutualistas y recreativos son más

prominentes (Teel y Manfredo 2010).

2.7 Importancia del contacto directo de personas con el medioambiente

Son varios los estudios, en diferentes lugares del mundo, que mencionan la importancia del contacto

directo con la naturaleza, como por ejemplo para el bienestar de los niños, (Taylor 2006), aprendizaje

(Rivkin 1997, Blair 2009), salud (Pretty et al. 2009), desarrollo personal (White 2010), y las actitudes

de adultos hacia la naturaleza (Pease 2012). Uno de estos trabajos fue desarrollado por Ballouard et al.

10

(2011) en escuelas básicas de Francia. Este estudio revela que el conocimiento y preocupación de los

niños por la conservación de especies locales es muy escasa, y los mensajes de conservación

disponibles en los medios de comunicación masivos (televisión, Internet) se enfocan en unos pocos

íconos, por lo general en especies exóticas. El enfoque en especies exóticas generaría en los niños una

escasa preocupación y valoración de la biodiversidad local. Por ello, uno de los objetivos

fundamentales de la educación ambiental (conservar la biodiversidad local) no tendría éxito. Estos

autores proponen que los niños tengan oportunidades de conocer directamente los ambientes naturales

locales, contribuyendo a fomentar la protección de especies animales a escala local. El estudio de

Fernández et al. (2010) analizó las percepciones y conocimientos de niños (entre 8 y 15 años) sobre el

medioambiente y la reserva de vegetación original del ejido Melchor (México). Esta área está dentro de

un contexto rural de la zona central del estado de Veracruz, cuyo paisaje ha sido transformado de selva

a uno fundamentalmente agrícola y ganadero. Aquí aún existen fragmentos de vegetación original en

los cuales se encuentra la población campesina. Los jóvenes de dicha localidad, parecen estar más

sensibilizados hacia los aspectos naturales de su entorno, mientras que los niños le dan mayor

importancia a los aspectos sociales. En ambos casos, reconocen los problemas ambientales que afectan

su localidad, información que posiblemente proviene de la escuela. También perciben que la reserva

debería de conservarse, pero tienen un bajo conocimiento sobre ella, probablemente por la poca

comunicación con los padres sobre este tema y la desarticulación del currículum escolar con ésta.

Estudios como este proporcionan información para diseñar propuestas de educación ambiental que los

vinculen claramente con sus recursos naturales.

Louv (2008) plantea que la falta de contacto físico con la naturaleza afecta fuertemente la salud y el

bienestar de las personas. Louv nombró este síndrome como “Nature Deficit Disorder” e indica que los

síntomas incluyen a) un reducido uso de los sentidos, b) dificultad para mantener la concentración, c)

enfermedades físicas como obesidad. Este autor realza la importancia de programas de educación

ambiental en el aire libre para la salud y bienestar de las personas.

11

2.8 Importancia de evaluar los efectos del contacto con la naturaleza.

Varios autores mencionan la necesidad de contar con información acerca de las valoraciones, actitudes

y conocimientos de niños y adolecentes hacia la biodiversidad (Campos 2012), y la importancia de

obtener diagnósticos y evaluaciones de los impactos de la educación ambiental hacia la comunidad.

Esto podría fortalecer la comunicación en los futuros pasos para mejorar la conservación del medio

ambiente (Papic y Armesto 2009). Por ello, este trabajo indaga como distintas metodologías de

enseñanza afectan la valoración y la actitud de los niños hacia el medio ambiente, con el fin de

complementar los programas de educación ambiental, documentando el impacto de las experiencias al

aire libre en el aprendizaje, conocimiento y valoración de niños y niñas hacia la flora y fauna local. De

esta forma, es posible complementar estrategias educativas que fomenten el interés hacia los

ecosistemas locales y ayuden en el proceso de conservación de los diversos recursos naturales.

3 METODOLOGIA

3.1 Escuelas y estudiantes focales de este estudio

La ciudad de Valdivia presenta una población de 154.097 habitantes para el año 2012 y cuenta con

alrededor de 45 recintos estudiantiles tanto de enseñanza básica y media. Este trabajo se realizó con

alumnos de enseñanza básica pertenecientes al Colegio Baquedano, Escuela España y Colegio Gracia y

Paz de la ciudad de Valdivia. Estos recintos estudiantiles se clasifican como municipal subvencionado

o particular subvencionado. La Escuela España y Colegio Gracia y Paz trabajan mayormente con niños

de clase media, mientras que en el Colegio Baquedano el 73% de los niños son de riesgo social.

3.2 Diseño de estudio

Se trabajó con estudiantes de seis cursos. En cada recinto educacional se trabajó con dos cursos, uno de

ellos en sala de clases y el otra con actividades al aire libre (Cuadro 1). Las actividades de educación se

realizaron con un total de 191 niños de 3º y 4º año de enseñanza básica durante los meses de

septiembre y octubre del 2012.

12

Cuadro 1. Recintos estudiantiles, cursos y lugar de actividades. Escuela España Colegio Baquedano Colegio Gracia y Paz

Clase 4ºA

(n=37)

4ºB

(n=33)

3ºA

(n=42)

4ºA

(n=35)

4ºA

(n=24)

4ºB

(n=20)

Introducción Sala Sala Sala Sala Sala Sala

Flora Terreno Sala Terreno Sala Terreno Sala

Fauna Terreno Sala Terreno Sala Terreno Sala

Para determinar si las experiencias al aire libre influyen en el conocimiento y la valoración, se

realizaron actividades de acercamiento a la flora y fauna con un grupo de niños únicamente en sala de

clases (n= 88) (clases teóricas) y otro con contacto directo a través de salidas a terreno (n= 103) (clases

prácticas). Cada curso recibió tres clases, una de carácter introductorio, otra de la flora local y por

último una de la fauna local (Cuadro 1). Las clases de introducción se realizaron siempre en los

establecimientos educacionales y se abordaron temas como evolución, biodiversidad, cadenas tróficas,

y diversidad de plantas y animales de los diferentes continentes y de ecosistemas dentro de Chile. Las

clases teóricas de flora y fauna se realizaron con apoyo de presentaciones en PowerPoint, herbarios,

fotografías y playbacks en el caso de las aves. Cada especie fue expuesta por su nombre común y

científico durante 5 minutos aproximadamente. Por otra parte, las actividades en terreno se realizaron

mediante la visita a un fragmento de bosque nativo, ubicado en el Arboretum de la Universidad Austral

de Chile. Durante el recorrido por los senderos, en grupos de 6 a 7 niños, se visitaban diferentes

estaciones en las que un monitor mostraba y describía cada especie. Para un mejor aprendizaje y

posterior evaluación, se determinó un número limitado de especies de plantas y animales del Bosque

Templado Lluvioso o Selva Valdiviana. En la clases de flora se diferenció entre dosel y sotobosque, e

incluyó la descripción de la altura, longevidad, hojas, flores y frutos del Coigüe (Nothofagus dombeyi),

Arrayán (Luma apiculata), Canelo (Drimys winteri), Ulmo (Eucryphia cordifolia), Chilco (Fuchsia

magellanica) y Quila (Chusquea quila). Por su parte, en la clase de fauna se incluyó la descripción del

tamaño, color, alimentación y hábitat de colilarga (Sylviorthorhynchus desmursii), picaflor

(Sephanoides sephanoides), hued-hued (Pteroptochos tarnii), cachudito (Anairetes parulus), cien pies,

arañas y sapito rojo (Eupsophus roseus).

De las plantas, destaca el arrayan por el color rojizo de su corteza y el chilco por la forma y color de

sus flores. Para las cuatro aves fue difícil su avistamiento detallado en terreno, a pesar de que se utilizo

13

playbacks para atraerlas hacia los niños. El colilarga, cachudito y picaflor fueron las aves más vistas,

mientras que hued hued no se observó en ninguna oportunidad. Por otra parte, los sapitos, arañas y cien

pies fueron observados detalladamente durante las visitas y los niños pudieron tocarlas y observarlas

durante 5 minutos.

3.3 Recolección de datos

El conocimiento y valoración de los niños respecto de la flora y fauna local se determinó mediante el

análisis de encuestas respondidas y dibujos realizados por los 191 niños y niñas, tanto antes como

después de los talleres. Para ello, se definió “conocimiento” como la información incorporada en los

mecanismos de razonamiento de las personas. Los datos de conocimiento de los niños fueron

recolectados a través de dibujos realizados en la sala de clases antes y después de las actividades de

acercamiento a la flora y fauna local. No hubo discusión antes de las instancias de dibujos y los niños

fueron invitados a ilustrar “qué plantas y animales viven en los bosques cercanos a nuestra ciudad”, y

en el caso de no conocer el bosque “qué plantas y animales crees que viven en los bosques cercanos a

nuestra ciudad”. Para determinar de forma puntual la especie dibujada, los niños escribieron el nombre

de las plantas y animales de sus respectivos dibujos.

Se definió como “valoración” la apreciación e importancia que las personas le dan a los objetos.

Los datos de valoración fueron recolectados a través de encuestas respondidas por los niños antes y

después de las actividades de educación ambiental y de manera inmediata a la ejecución de los dibujos.

La encuesta fue de tipo Likert, en donde los niños expresaron su grado de acuerdo o desacuerdo con las

diferentes afirmaciones (Anexo 1) (Likert 1932 en Elejabarrieta et al. 1984). La encuesta comprendió

afirmaciones de valores morales, estéticos, recreativos, y científico/ecológico.

3.4 Análisis de datos

Para determinar la influencia de las actividades de educación en el aprendizaje y valoración de los

niños, se realizó una doble comparación: (1) conocimiento y valoración antes y después de las

actividades, y (2) conocimiento y valoración después de las actividades de niños con terreno y sin

terreno.

14

Análisis de conocimiento

Los dibujos con sus respectivos listados de especies, se analizaron a partir del número de veces que los

elementos de flora y fauna fueron ilustrados.

Para evaluar la diferencia en la cantidad de veces que fue nombrada cada especie en dibujos de niños

con terreno y niños sin terreno, se aplicó la prueba de Chi cuadrado con un nivel de significancia

p<0.05.

Análisis de valoración.

Las afirmaciones de las encuestas fueron transformadas a escala numérica, en donde la máxima

valoración por afirmación corresponde a 5 y la mínima a 1. Se determinó la valoración promedio por

parte de los niños antes de las actividades, después de las actividades sin terreno y después con terreno.

Para efectos de análisis se dividió en tres grupos. Un grupo corresponde a la valoración antes de las

actividades, otro grupo la valoración después de las actividades sin terreno y otro grupo después de las

actividades con terreno. Para determinar diferencias significativas entre los grupos se realizó la prueba

ANOVA (analysis of variance) a los datos de valoración obtenidos. También se aplicó test de Tukey

para determinar cuáles grupos presentan diferencias. Para todos los test estadísticos se estableció como

nivel de significancia p <0.05.

En el análisis, se excluyó las encuestas de niños observados respondiendo al azar.

15

4 RESULTADOS

Luego de revisar 191 dibujos realizados por los niños antes de los talleres, se observó que dentro de las

especies dibujadas, el 24% fueron exóticas y el 32% nativas (Tabla 1). Dentro de las especies exóticas

más dibujadas se encuentran las ardillas, leones, osos, serpientes, tigres y canguros. Entre las especies

nativas más dibujadas destacan la araucaria, búhos, copihue, roble, puma, zorros y zorzal (Anexo 2).

El análisis de dibujos realizados después de las actividades educativas, mostró que las plantas y

animales nativos aumentaron, pasando de 32% a un 63% en el caso de niños con actividades en terreno.

Las especies exóticas disminuyeron después de las actividades, alcanzando solo un 4% en los dibujos

de los niños con clases en terreno, y un 12% en los niños con actividades en el aula de clases (Tabla 1).

Tabla 1: Porcentaje de especies exóticas y nativas dibujadas por niños antes de las actividades, después de las actividades sin terreno y después con terreno.

Antes

(n=191)

Desp. Sin terreno

(n=88)

Desp. Con terreno

(n=103)

Exótico 24% 12% 4%

Nativo 32% 56% 63%

otros 44% 32% 33%

El análisis Chi cuadrado dio resultados significativos para 8 de 13 especies (Tabla 2 y 3).

Posterior a las clases, 8 de 13 especies seleccionadas para este trabajo (62%), fueron dibujados con

mayor frecuencia por los niños con experiencias directas en el medio natural.

De los niños con actividades en terreno, el 70% representó a cien pies en sus dibujos, mientras que el

61% en los niños con actividades en aula dibujó esta especie (Tabla 2). El 26% de los niños sin terreno

incorporó arañas en sus dibujos, mientras que el 68% de los niños con actividades en terreno las dibujó

(Tabla 2).

En particular, animales como cien pies, araña y sapito rojo, fueron vistos por los niños en terreno y

también fueron más dibujados por niños con experiencias en terreno. En cambio, las aves elusivas que

no se vieron en terreno como colilarga y hued hued fueron más dibujadas por los niños con

16

actividades en sala de clases. Los animales menos dibujados por niños con terreno fueron el cachudito

y hued hued, mientras que los niños con actividades en sala dibujaron menos a cachudito y araña

(Tabla 2).

Tabla 2. Porcentaje de niños que incorporaron a cada especie de fauna local en sus dibujos. Se muestran los datos de antes de las actividades de EA, de después de las actividades de E.A sin terreno y después con terreno. (Dibujos de niños Antes= 191, Después sin terreno = 88, Después con terreno = 103).

Fauna local

Antes (n= 191)

Después sin terreno (n= 88)

Después con terreno (n=

103)

P Chi

cuadrado %

% % Picaflor 0.5 66 52 0,06

Cachudito 0 31 25 0,40 Coli larga 0 59 33 <0,01 Hued hued 0 45 27 <0,01 Cien pies 0 61 70 0,21

Araña 3 26 68 <0,01 Sapito rojo 0 33 52 <0,01

El análisis de los dibujos mostró que cuatro de seis de los elementos de flora (67%) fueron más

dibujados por los niños con experiencias directas en el medio natural. Estos niños dibujaron

mayormente el arrayan, coigüe, canelo y quila. La especie de flora más representada por los niños con

actividades al aire libre fue arrayan con un 60%, mientras que sólo el 10% de los niños con actividades

en el aula representó a esta especie. Por otra parte, los niños con actividades en sala de clases

representaron mayormente a Chilco (28%) (Tabla 3).

Las especies menos representadas por niños con actividades en aula fueron coigue y quila, mientras que

los niños con actividades al aire libre dibujaron menos a chilco (Tabla 3)

17

Tabla 3. Porcentaje de niños que incorporaron a cada especie de flora local en sus dibujos. Se muestran los datos de antes de las actividades de EA, de después de las actividades de E.A sin terreno y después con terreno. (Dibujos de niños Sin terreno = 88. Dibujos de niños Con terreno = 103).

Flora local Antes (n= 191)

Después sin terreno (n= 88)

Después con terreno (n= 103)

P Chi cuadrado

% % % Ulmo 0 16 16 0,943

Arrayan 0 10 60 <0,01 Coigüe 0 5 16 <0,01 Canelo 0.5 17 20 0,55 Quila 0 3 21 <0,01 Chilco 0 28 11 <0,01

Por otra parte, los niños con actividades al aire libre también incluyeron en sus dibujos especies de

flora y fauna no seleccionadas para este trabajo, entre ellas se destaca el tabaco del diablo, bambú,

camarones de tierra, chupón, espino y helechos.

En este trabajo también se quiso evaluar si el tipo de contacto con la flora y fauna local influye en su

valoración por parte de los niños. Si bien hay una valoración antes de conocer los diferentes elementos

de flora y fauna local, esta incrementó posterior a las actividades de educación.

Las encuestas mostraron diferencias significativas entre los tipos de contacto ya que los niños con

contacto directo valoran más en comparación a niños con actividades en la sala de clases. En la

encuesta respondida, 16 de 20 afirmaciones fueron mejor valoradas por los niños que fueron a terreno y

solamente 2 afirmaciones por niños con actividades en clases (Tabla 4).

La máxima valoración otorgada tanto por niños con actividades en la sala de clases como por los que

fueron a terreno, es hacia el aprendizaje y protección de aves y anfibios, así como el conocer y caminar

por los bosques (representado en las afirmaciones 1, 2, 6, 12, 13, 15 y 19) (Tabla4). La mínima

valoración otorgada tanto por niños con actividades en la sala de clases como por los que fueron a

terreno, fue hacia pequeños animales como hormigas y arañas.

La valoración moral, estética, de recreación y científico/ecológico incrementa después de los

acercamientos con la flora y fauna local. La valoración moral y estética fue mayor por parte de niños

con actividades en terreno. Por su parte, los valores de recreación y científico/ecológicos no varían

respecto al tipo de contacto con el medioambiente (Anexo 3).

18

La prueba ANOVA mostró resultados significativos entre valoraciones en 13 de 20 afirmaciones. Por

su parte, el análisis HDS Tukey determinó cuáles fueron las valoraciones que mostraron diferencias (ver

tabla 4).

Tabla 4. Valoración de las afirmaciones en las encuestas respondidas antes (n=171), después Sin terreno (n=84) y después Con terreno (n=89).

Afirmación Clasificación Antes

(n=171) Después SIN

terreno (n=84)Después CON terreno(n=89)

F 343 P

1 moral 4,4a 4,7b 4,8b 9,10 <0,01

2 científico/ecológico 4,2a 4,5ab 4,6b 5,50 <0,01

3 científico/ecológico 3,2a 3,6ab 3,8b 5,05 <0,01

4 estético 3,3a 3,3ab 3,7b 3,18 0,04

5 estético 3,5a 4,1b 4,2b 7,63 <0,01

6 moral 4,5a 4,5a 4,5a 0,02 0,98

7 estético 4,0a 4,2a 4,2a 1,98 0,14

8 científico/ecológico 3,6a 4,0ab 4,2b 6,08 <0,01

9 moral 3,8a 3,5a 4,0a 1,83 0,16

10 científico/ecológico 3,6a 3,8ab 4,1b 3,78 0,02

11 moral 4,1a 3,8a 4,3b 2,91 0,06

12 científico/ecológico 4,3a 4,5a 4,4a 1,41 0,25

13 científico/ecológico 4,6a 4,7ab 4,9b 4,16 0,02

14 recreación 3,9a 4,3b 4,4b 7,51 <0,01

15 recreación 4,0a 4,3ab 4,4b 4,66 0,01

16 científico/ecológico 3,1a 3,5ab 3,7b 5,25 0,01

17 científico/ecológico 3,0a 3,4a 3,3a 2,47 0,09

18 recreación 3,7a 3,9a 4,1a 2,33 0,10

19 recreación 3,8a 4,1ab 4,4b 4,46 0,01

20 científico/ecológico 3,4a 3,8ab 4,3b 10,27 <0,01Nota: a b c indican diferencias estadísticamente significativas en valoraciones de diferentes grupos (Test de Tukey).

19

5 DISCUSIÓN

Los resultados muestran que los niños conocían especies de flora y fauna antes de los talleres, tanto de

especies exóticas como nativas. Luego de los talleres, los niños con experiencias directas en el entorno

natural, en comparación con los niños con actividades en sala de clases, aprendieron, conocieron y

valoraron más la flora y fauna local. Las especies que los chicos encontraban con facilidad, como cien

pies, arañas, sapito rojo y arrayán causaron especial interés para los niños en las actividades en terreno.

En cambio, las especies con las fotos más llamativas y difíciles de observar en terreno como las cuatro

especies de aves y el arbusto chilco fueron las más dibujadas por niños con actividades en sala de clase.

En general, los niños valoraron el aprendizaje y protección de aves y anfibios, así como, el conocer y

caminar por los bosques. La menor valoración por gran parte de los niños es hacia hormigas y arañas.

El amplio número de animales y plantas, tanto nativas como exóticas, que los niños conocían antes de

los talleres, puede relacionarse con los medios de comunicación como televisión e internet, los cuales

se enfocan en especies carismáticas de diversas partes del mundo (Ballouard et al. 2011). No obstante,

este previo conocimiento también puede relacionarse con los temas incorporados dentro de la

asignatura de Ciencias Naturales en la educación formal. Los resultados de este trabajo muestran que

los niños si presentaban un conocimiento de parte de la flora y fauna nativa, lo que difiere de lo

señalado por diversos autores, que muestran que los niños urbanos no conocen los elementos naturales

de su entorno. Es posible que en el caso de Valdivia, este conocimiento se deba al acercamiento natural

de gran parte de los niños con los campos y la cultura tradicional campesina características del sur de

Chile (González 2004). Esta situación puede ser frecuente en ciudades como Valdivia, pero

probablemente ausente en grandes urbes como Santiago de Chile. Este acercamiento natural de los

niños con los campos puede ser una ventaja para la conservación de los ecosistemas locales, debido a

que ya se han producido instancias de encuentro directo de los niños con ambientes locales que están

ausentes en la educación formal (Lagos 2005, Randler 2008, Brewer 2002) y a que tales experiencias

pueden influir en las actitudes cuando adultos hacia la naturaleza (Pease 2012)

El mayor aprendizaje observado en los niños con actividades al aire libre, puede relacionarse con la

experiencia de visitar los entornos naturales (State Education and Environment Roundtable 2005),

junto con que los niños son incitados y quieren conocer más, leer, investigar y verdaderamente

comprender lo estudiado (Dyment, 2005). Por ejemplo, durante el recorrido por los senderos, los niños

20

mostraron especial interés por el arrayan y el color de su corteza rojiza, lo que se vio reflejado en los

dibujos realizados por ellos. Igualmente dibujaron con más frecuencia a sapitos, arañas y cien pies,

debido a la forma de encuentro con éstos, los vieron, levantaron el tronco donde estos vivían y en

algunos casos pudieron tocarlos. Las aves fueron menos dibujadas probablemente por la dificultad de

observarlas y al menor tiempo de contacto entre los niños y las aves, debido, quizás, a que no pudieron

tocarlas o verlas detalladamente y tampoco se les mostró la forma en que se escribía su nombre. En este

sentido, el contacto directo, la experiencia de conocer diversos hábitats, el tocar, oler y apreciar de

primera mano pudo tener gran impacto en el aprendizaje (Rivkin 1997, Blair 2009, Ballouard et al.

2011, Pyle 1993, Cottrell et al. 2010). Por otra parte, los niños con actividades en sala de clases

tuvieron acceso a imágenes de las aves con sus respectivos nombres durante 5 minutos, lo que pudo

influir en el mayor número de repeticiones en los dibujos de los niños.

La mejor valoración hacia la flora y fauna local otorgada por los niños con experiencia en terreno, en

comparación con los niños con actividades en sala de clases, puede deberse al acercamiento directo, al

encuentro físico, emocional y sensorial con la naturaleza (Pease 2012, Hine et al. 2009). Esto puede

relacionarse también con el incremento de la valoración moral, estético, recreación y

científico/ecológico. A pesar de que todos los niños pudieron reconocer fácilmente arañas en sus

dibujos, su valoración hacia esta especie fue la menor. Es posible que el conocer arañas no sea una

experiencia agradable para los niños. En este sentido, los estudios de Kellert (1993) han registrado que

algunos animales están asociados con ansiedad, miedo y hostilidad, tales como los invertebrados y los

artrópodos, y el autor propone que puede haber disposición innata, o la mentalidad refleja una

asociación histórica con enfermedades y daños de cultivos.

Ahora bien, teniendo en cuenta que las cosas que las personas perciben son influenciadas por la

percepción de otras personas (Mays 1985 en Barraza 1999), es posible preguntarse cuáles serían los

resultados si en los talleres se trabajara directamente la valoración de los niños, en donde profesores

expongan juicios de valor resaltando la importancia de la biodiversidad y el cuidado de ésta. Cuál sería

la valoración de los niños si se trabajara con metodologías como la Enseñanza de la Ecología en el

Patio de la Escuela en donde los niños responden sus propias inquietudes a través de Ciclo de

Indagación.

21

Por otra parte, y teniendo en cuenta la valoración que se otorga al conocer (Maturana y Varela 1985,

Teel y Manfredo 2010, Pease 2012) y que esta puede ser mayor producto de la experiencia directa

(Pyle 1993), es relevante cuestionarse cuáles serían los resultados si en las actividades de educación

ambiental los niños fuesen instruidos únicamente respecto a la importancia de las plantaciones

forestales, de la minería o combustibles fósiles o si no se tomaran en cuenta temas como la pérdida y

transformación de hábitats, pérdida de especies y contaminación de agua y suelo.

En este sentido, la mejor valoración obtenida en los niños con actividades al aire libre puede ser de

gran importancia y utilidad en el cambio de actitudes de las personas y la búsqueda de una sociedad

que se relacione de forma responsable con el medioambiente. Es necesario que el currículo escolar y

las actividades de educación ambiental en general, incorpore temáticas relacionadas con la flora y

fauna local, así como actividades al aire libre (Ballouard et al. 2011). Las escuelas deberían educar

sobre la importancia de la biodiversidad local y sensibilizar a los niños y jóvenes respecto a problemas

ambientales que afecten a su localidad, así como fomentar la conciencia y preocupación por temáticas

ambientales (Fernández et al. 2010).

Existen varios trabajos en distintos lugares del mundo que proporcionan información respecto a las

percepciones o forma en que se relacionan los niños y jóvenes con el medioambiente (Barraza 1999,

Ballouard et a.l 2011, White 2012), aun así, es necesario determinar las percepciones de la mayor

cantidad de personas y en distintos lugares y contextos debido a que los resultados son específicos. Sin

embargo, existen generalidades que pueden repetirse en otros lugares del mundo, como es la

importancia del contacto directo con la naturaleza para el bienestar de los niños, (Taylor 2006),

aprendizaje (Rivkin 1997, Blair 2009) y salud (Pretty et al. 2009). Otra importancia de la experiencia

en terreno y que puede ser generalizada, son sus implicancias en la valoración hacia los ambientes

naturales, y aunque esta importancia se ha asumido, no se ha cuantificado anteriormente. Este estudio

muestra y cuantifica el valor de la experiencia en los ambientes naturales, así como la influencia de

fotografías llamativas en actividades en aula.

Es necesario fomentar la utilización de la educación ambiental como una herramienta en la búsqueda

de soluciones a los problemas medioambientales actuales tanto locales como globales, formando así

actitudes que intervengan en el modo en que los humanos nos relacionamos con nuestro entorno. Para

ello, y en base a los resultados observados en este y otros estudios, es importante desarrollar propuestas

22

educativas con clases teóricas acompañadas de actividades en terreno que fortalezcan el conocimiento

local, las que deberían ser parte del programa de educación formal, atendidas por el Gobierno de Chile

e incorporadas al curriculum escolar del Ministerio de Educación, y no ser únicamente una opción

extracurricular.

6 CONCLUSION

El acercamiento a la flora y fauna mediante experiencias en sala y sobre todo en terreno aumenta el

conocimiento y valoración del mundo natural. De esta forma, y brindando oportunidades de encuentro

directo las personas valoran más el medioambiente.

Las actividades con experiencias directas en los bosques permitieron que los niños conocieran más a

especies fáciles de observar y de características vistosas, mientras que con las actividades en sala los

niños aprendieron más a especies difíciles de observar en terreno y con fotografías visualmente

llamativas. Los niños con actividades al aire libre conocieron y aprendieron más en comparación con

los niños con actividades en aula.

Los talleres al aire libre y en sala incrementan los valores morales, estéticos, de recreación y

científico/ecológico por parte de los niños. Ellos valoran el aprender y proteger animales como las aves

y anfibios, así como el conocer y caminar por los bosques. Los niños con actividades al aire libre

valoraron más el medioambiente en comparación con los niños con actividades en aula.

En las actividades de educación ambiental, tanto prácticas como teóricas, es importante trabajar de

manera directa con las percepciones de los niños o jóvenes, motivando a una valoración de los

diferentes componentes del medio natural. En este sentido, y mientras las personas a cargo de las

actividades de educación expongan juicios de valor, fortalecerán la valoración y respeto hacia los

diversos ecosistemas y resultaría en una población ambientalmente consiente y responsable.

Para una conservación efectiva de los recursos naturales, es necesario que los programas de educación

ambiental incluyan acercamiento a la flora y fauna local, actividades al aire libre en contacto directo

con ambientes naturales, seguido de instrucciones conceptuales y prácticas que fortalezcan a un cambio

de actitudes hacia los diferentes ecosistemas.

23

La educación ambiental se ha posicionado como una herramienta importante y necesaria para inculcar

cambios de hábitos y fortalecer las conductas que atiendan y busquen solucionar los problemas

medioambientales. De esta manera, Sistema de Educación Formal, a través de programas de educación

ambiental debería incluir discusiones en sala e incorporar formalmente actividades en terrenos, las que

resultarían en ciudadanos más responsables.

24

7 REFERENCIAS  

Ballouard J-M, F Brischoux, X Bonnet. 2011. Children Prioritize Virtual Exotic Biodiversity over Local

Biodiversity. PLoS ONE 6 (8): 1-8.

Barney E, J Mintzes, C Yen. 2005. Assessing knowledge, attitudes and behavior towards charismatic

megafauna: The case of dolphins. Journal of Environmental Education. 36: 41–55.

Barrante G. 2000. Aplicación de incentivos a la conservación de la biodiversidad de Costa Rica. Instituto de

Políticas para la Sostenibilidad. 28 p.

Barraza L. 1998. Conservación y medio ambiente para niños menores de 5 años. Especies (7) 3:19-23

Barraza L. 1999. Children´s drawing about the environment. PhD dissertation. University of Cambridge. 5: 1-

17.

Benegas J, Marcén C. 1995. La educación ambiental como desencadenantes del cambio de actitudes

ambientales. Revista complutense de educación. 6 (2): 12-28

Blair D. 2009. The child in the garden: an evaluative review of the benefits of school gardening. Journal of

Environmental Education, 40(2): 15-38.

Blumstein DT, C Saylan. 2007. The failure of environmental education (and how we can fix it). PLoS Biol

5(5): 973-977.

Brewer C. 2002. Conservation education partnerships in schoolyard laboratories: a call back to action.

Conservation Biology 16: 577–579.

Bromley G. 2009. Educación para la biodiversidad: métodos y técnicas para involucrar a las diversas

audiencias. Revista Chagual 7: 22 - 27. Santiago, Chile.

Campos C. 2012. Los niños y la biodiversidad ¿Qué especies conocen y cuáles son las fuentes de

conocimiento sobre la biodiversidad que utilizan los estudiantes? Un aporte para definir estrategias

educativas. 24: 4-9.

25

Cottrell S, J Raadik. 2010. Benefits of outdoor skills to health, learning and lifestyle: A literature review.

Association of Fish & Wildlife Agencies. 55 p.

Dinerstein E, D Olson, D Graham, A Webster, S Primm, M Bookbinder. 1995. Una evaluación del estado de

conservación de las ecorregiones terrestres de América Latina y el Caribe. Washington, DC. USA.

Banco Mundial/WWF. 129 p.

Donoso A, B Von Igel, M Katunaric. 2009. Políticas del medio ambiente: educación para la conservación.

Revista Chagual 7: 40 – 43.

Dyment J. 2005. Gaining ground: The power and potential of school ground greening in the Toronto District

School Board. Evergreen: Toronto, Canadá. 52 p.

Elejabarriera F, J Iniguez. 1984. Construcción de escalas de actitud tipo Thurst y Likert. Univ. Autónoma de

Barcelona. 47 p.

Fernández R, L Porter-Bolland, J Sureda. 2010. Percepciones y conocimientos ambientales de la población

infantil y juvenil de una comunidad rural de Veracruz, México. Revista de educación y desarrollo.12:

35-43.

Gobierno de Chile. 2005. Constitución Política de la República de Chile.122 p.

González Y. 2004. Óxido de Lugar: Ruralidades, Juventudes e Identidades. Revista Nómadas. Universidad

Central, Bogotá. 20: 194-209.

Hine R, J Pretty, J Barton. 2009. Research project: Social, psychological and cultural benefits of large natural

habitat y wilderness experience. University of Essex. 34 p.

Hoffmann A, J Armesto. 2008. Ecología, conocer la casa de todos. Instituto de ecología y biodiversidad.

Editorial Biblioteca Americana. 181 p.

26

Ibáñez M. 2001. La educación ambiental en Francia, Inglaterra y España. Una perspectiva comparada. Revista

Iberoamericana de Educación. 20 p.

Kellert S. (1993). Values and Perceptions of Invertebrates. Conservation Biology. 7 (4): 845–855.

Lagos D. 2005. Tendencias en los objetivos de los programas de educación ambiental en Chile entre los años

1994 al 2002. Memoria de Ing. en Recursos Naturales Renovables. Santiago Chile. Facultad de

Ciencias Agronómicas. Universidad de Chile. 194 p.

Louv R. 2008. Last child in the woods: Saving our children from nature deficit disorder. Algonquin Books.

390 p.

Maturana H ,F Varela. 1985. El Árbol del conocimiento. Las bases biológicas del conocimiento. Editorial

universitaria. 172 p. Mesa- Aguilar. 1992. Educación Ambiental. ¿Para qué?. Nueva sociedad. 122: 176-185.

Ministerio de educación. 1990. Ley Nº 18.962. Ley orgánica constitucional de enseñanza. 20p.

Mittermeier R, C Goettsch. 1992. La importancia de la diversidad biológica de Mexico. Comisión Nacional

para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. 14 p.

Myers N, R Mittermeler, C Mittermeler, G Fonseca, J Kent. 2000. Biodiversity hotspots for conservation

priorities. Nature 403: 853-858.

Papic C, J Armesto. 2005. Ecología y educación: Hacia una biosfera sustentable. Revista Ambiente y

Desarrollo 21(2): 16-19, Santiago de Chile.

Pease J. 2012. Look, don´t touch, the problem with environmental education. Orion magazine. Consultado 6

dic. 2012. Disponible en: http://www.orionmagazine.org/index.php/articles/article/6929/

Pergams O, Zaradic P. 2008. Evidence for a fundamental and pervasive shift away from nature-based

recreation. Proceedings of the National Academy of Sciences USA. 105: 2295–2300.

27

Pretty J, C Angus, M Bain, J Barton, V Gladwell, R Hine. 2009, S Pilgrim, S Sandercock, M Sellens. 2009.

Nature, childhood, health and life pathways. Interdisciplinary Centre for Environment and Society

Occasional Paper. University of Essex. Uk. 36p.

Primack R, Rozzi R, Feinsinger P, Dirzo R, Massardo F. 2001. Fundamentos de Conservación Biológica.

Perspectivas latinoamericanas. Fondo de Cultura Económica. México. 783 p.

Pyle R. 1993. The Thunder Tree: Lessons from an Urban Wildland. 19p.

Randler C .2008. Teaching Species Identification: A Prerequiste for learning biodiversity and understanding

ecology. Eurasian Journal of Mathematics, Science and technology Education 4: 223–231.

Rivkin M. 1997. The Schoolyard Habitat Movement: What It Is and Why Children Need It. Early Childhood

Education Journal en Children & nature network. 25 (1): 1 - 23.

Salgado C. 2009. Políticas, estrategias y planes regionales, subregionales y nacionales en educación para el

desarrollo sostenible y la educación ambiental en América Latina y el Carive. Decenio de las Naciones

Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible 2005-2014. UNESCO. 93 p.

Sauvé L. 2000. Para construir un patrimonio de investigación en educación ambiental. Tópicos en Educación

Ambiental. 2 (5):51-68.

State Education and Environment Roundtable. 2005. California Student Assessment Project Phase Two: The

Effects of Environment-Based Education on Student Achievement. SEER: Poway, CA. 26 p.

Taylor A, F Kuo. 2006. Is Contact with Nature Important for Healthy Child Development? State of the

Evidence. Early Childhood Education Journal en Children & nature network. 25 (1): 1 - 23.

Teel T, M Manfredo. 2010. Conservation Biology. 24, (1): 128–139,

White R. 2010. Young Children’s Relationship with Nature: Its Importance to Children’s development y the

Earth’s Future.Early Childhood Education Journal en Children & nature network. 25 (1): 1 - 23.

28

Willoughby S. 2009. Vinculando a las personas con las plantas. Las estrategias de los jardines botánicos

australianos para la educación comunitaria, la conservación de la biodiversidad y la sustentabilidad.

Revista Chagual. 7: 28 – 39.

Wilson E, F Peter. 1988. Biodiversity. National Academy Press. Washington.

29

Anexos

Anexo 1: Encuesta de valoración tipo Likert. Aplicada a niños y niñas de entre 9 y 10 años.

Rellena el cuadro con una X según tu grado de acuerdo o desacuerdo con las afirmaciones. .

Muy en desacuerdo

En desacuerdo

Indeciso

De acuerdo

Muy de acuerdo

Afirmaciones

No hay que preocuparse por cuidar a las hormigas ni arañas del bosque.

Es importante descubrir de qué se alimentan los animales en la selva Valdiviana.

Es inútil que las aves vivan en el bosque, ya que pueden vivir en cualquier lugar.

Las hormigas del bosque no son agradables

Admiro las aves como el fio fio y el picaflor.

Es importante cuidar los insectos y anfibios.

La gente debería apreciar más el tamaño de los árboles (como el ulmo y el mañío).

No sirve descubrir donde viven las aves como el colilarga y hued hued.

Son importantes las arañas y hormigas que viven en el bosque.

No sirve descubrir las plantas de la parte baja del bosque.

Es importante proteger a los insectos del bosque.

Los arboles antiguos y grandes albergan animales en su tronco y su copa.

Es útil aprender sobre las flores de los árboles.

Es útil tener momentos de recreación entre los árboles y las aves.

30

Vale la pena recorrer los grandes bosques.

Las flores del ulmo no son útiles para los pequeños animales (como por ejemplo insectos).

Es poco adecuado aprender que comen las hormigas y arañas en el bosque.

La naturaleza tiene pocos lugares interesantes por descubrir.

No sirve de mucho caminar y conocer las aves, árboles y arañas.

No es agradable conocer de que se alimenta el pájaro Hued Hued

Anexo 2: Lista de especies de flora y fauna dibujada por los niños.

Antes

(n=191) Desp. Sin

terreno (n=88) Desp. Con

terreno (n=103) Clasificación Abeja 11 0 1 álamo 3 0 0 Campo águila 7 2 0 alerce 2 1 1 Nativo alces 7 1 0 Exotico

amapola 1 0 0 Campo araña 5 23 70

araucaria 10 3 2 Nativo árbol 170 70 9

arbusto 44 9 6 ardilla 18 1 0 Exotico arrayan 0 9 62 Nativo

aves 77 5 4 avión 2 0 0

babosa 0 0 1 Nativo bambú 0 0 9

bandurria 0 0 1 Nativo búho 15 2 0 Nativo

caballo 11 2 0 Campo canguro 2 0 0 Exotico

cachudito 0 27 26 Nativo

31

cactus 2 0 0 Nativo caiquen 0 1 0 Nativo

camarones de tierra 0 0 4 Nativo canelo 1 15 21 Nativo

cangrejo 1 0 0 Nativo castor 3 0 0 Campo/Exotico

cien pies 0 54 72 Nativo coigüe 0 7 28 Nativo ciervo 8 0 0 Exotico cisne 3 0 0 Nativo

chanco/cerdo 2 0 0 Campo clavel 3 0 0 Campo

colilarga 0 52 34 Nativo cóndor 4 0 0 Nativo conejo 26 0 0 Campo/Exotico copihue 13 2 2 Nativo culebra 2 3 0 Nativo cuncuna 1 0 0 chilco 0 25 11 Nativo chinita 2 1 0 Campo chupón 2 0 6 Nativo

cocodrilo 2 0 0 Exotico diente de león 4 0 0 Campo

durazno 1 0 0 Exotico enredadera 2 0 0

elefante 2 0 0 Exotico escarabajo 1 0 0 escorpión 0 0 1

espino 0 0 7 Campo/Exotico flamenco 1 0 0 Nativo

Flor chilco/bailarina 0 14 5 Nativo

foca 1 0 0 Exotico frutillas 1 4 0 Campo gallina 0 0 0 Campo gato 4 0 0 Campo

gato montes 1 0 0 Nativo girasol 7 1 0 Campo Gaviota 1 0 0 Nativo gorila 1 0 0 Exotico

gorrión 0 0 1 Exotico grillo 1 2 0 Nativo

32

gusano 3 2 3 Campo iguana 2 0 0 Exotico Halcón 2 0 0 Exotico helecho 3 1 25 Nativo Hongo 2 0 0 Nativo

hormiga 3 2 1 Nativo hued hued 0 40 28 Nativo

hongos 0 0 0 Nativo huemul 3 0 0 Nativo insectos 6 0 0

insecto tigre 1 0 1 Nativo jazmín 1 0 0 Campo jirafa 7 2 0 Exotico

lagartija 3 0 0 Nativo laurel 0 0 1 Nativo

lavanda 1 0 0 Campo leon 16 0 0 Exotico

lilium 1 0 0 Campo liebre 6 0 0 Campo lobo 6 0 0 Exotico loro 4 0 0 Nativo

Luzuriaga Spp 0 0 1 Nativo luciérnagas 2 0 0 Nativo manzano 23 0 0 Campo

margaritas 2 0 0 Campo mariposa 39 4 2

Martin pescador 1 0 0 Nativo mono 2 2 0 Exotico

murciélago 1 0 0 Nativo musgos 0 0 1 Nativo murra 3 0 0 Campo musgo 2 0 0 Nativo naranjo 5 0 0 Exotico oruga 3 0 0 oso 26 3 1 Exotico

oveja 9 0 0 Campo Paj. Carpintero 6 3 0 Nativo

palmera 1 0 0 paloma 3 0 0 Exotico pantera 1 0 0 Exotico

papagayo 2 0 0 Exotico pato 5 1 0 Campo perro 14 0 7 Campo

33

picaflor 1 58 54 Nativo pingüino 0 3 0 Nativo

pitao 0 0 1 Nativo planta carnívora 4 0 0

pino 41 7 11 Campo Pudú 1 0 0 Nativo puma 8 1 0 Nativo quila 0 3 22 Nativo rana 6 5 1 ratón 2 1 1 roble 4 9 5 Nativo rosa 4 0 0 Campo

romero 1 0 0 Campo saltamontes 0 0 1

sauce 7 0 0 Campo sapo 0 6 0 Nativo

sapo rojo 0 29 54 Nativo serpiente 10 5 0 Exotico

tabaco del diablo 0 0 9 Nativo tigre 8 0 0 Exotico topo 1 0 0 Exotico

tortuga 6 0 0 Exotico trébol 0 0 1 Campo tucán 1 0 0 Exotico

tulipanes 2 0 0 Campo ulmo 0 14 16 Nativo

vaca/toro 3 1 0 Campo violeta 0 0 4 Nativo zorro 21 4 0 Nativo zorzal 5 0 0 Nativo

Anexo 3: Valoración de niños hacia el medio ambiente. Tabla 6: Categorías de valoración antes de las actividades de educación, después sin y con terreno. Valoración moral (afirmaciones=4), Científico/ecológico (a=9), estética (a=3) y recreación (a=4). 

Antes

(n=171) Después SIN terreno

(n=84) Después CON terreno

(n=89) Moral 4,2 4,2 4,4

Científico/ecológico 3,7 4,1 4,1 Estética 3,6 3,9 4,0

Recreación 3,9 4,3 4,3

34

Anexo 4: Especies de fauna local dibujadas por niños.

Figura 1. Repetición de componentes de la fauna local en dibujos de niños con actividades de E.A sin terreno y con terreno. (Dibujos Sin terreno: 88.Dibujos Con terreno: 103) Anexo5. Especies de flora local dibujadas por niños.

Fig 2. Repetición de componentes de la flora local en dibujos de niños con actividades de E.A sin terreno y con terreno. (Dibujos Sin terreno: 88.Dibujos Con terreno: 103)

35

Anexo 6: Actividades prácticas y teóricas. Conociendo al cien pies en sala Conociendo al cien pies al aire libre