Esta bonita historia es un trEsta bonita historia es un trEsta bonita historia es un trEsta bonita historia es un trabajo realizado abajo realizado abajo realizado abajo realizado por alumnos y alumnas del tercer ciclo de por alumnos y alumnas del tercer ciclo de por alumnos y alumnas del tercer ciclo de por alumnos y alumnas del tercer ciclo de Primaria de dos centros escolares que han Primaria de dos centros escolares que han Primaria de dos centros escolares que han Primaria de dos centros escolares que han trabajado de forma colaborativa, coordinados trabajado de forma colaborativa, coordinados trabajado de forma colaborativa, coordinados trabajado de forma colaborativa, coordinados

por sus profesoras.por sus profesoras.por sus profesoras.por sus profesoras.

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Daniel CastrilloDaniel CastrilloDaniel CastrilloDaniel Castrillo Pablo DíezPablo DíezPablo DíezPablo Díez

Rubén CañeteRubén CañeteRubén CañeteRubén Cañete

ProfesorasProfesorasProfesorasProfesoras CoCoCoConchita Lópeznchita Lópeznchita Lópeznchita López

Julita FernándezJulita FernándezJulita FernándezJulita Fernández

Alumna en prácticasAlumna en prácticasAlumna en prácticasAlumna en prácticas Marta PérezMarta PérezMarta PérezMarta Pérez

Dedicamos este cuento

a quienes ayudan a las personas

necesitadas:

ancianos,

enfermos,

niños huérfanos,

personas sin hogar…

También ellos son superhéroes.

Queremos aprender a valorar todo

lo que tenemos.

Entré en mi habitación enfadado, oí

que mi madre subía las escaleras. Salí

corriendo y deslicé mi cuerpo por la

tubería del agua. Corrí sin destino

mientras oía mi nombre. Tropecé con

una piedra y caí en un barril tóxico.

Cuando desperté al día siguiente, me

arrepentí de lo que había hecho.

Quise volver a mi casa, y de

repente... ¡zasss! Llegué en cuatro

segundos. Entonces comprendí que

tenía superpoderes...!

Más tarde me di cuenta de que tenía

más poderes. ¡Saltaba ocho cosas

de un salto!

Tenía una fuerza increíble.

¡Levantaba los trenes con una mano!

Y lo mejor de todo, lo que siempre

había soñado, podía volar.

Y entonces pensé que podía hacer el

bien.

Por ejemplo: atrapar a los

delincuentes, ayudar a la gente…

Iba al colegio despacio y llegaba

siempre justo, lo peor era cuando

volaba con mucho peso. Mi madre

me preguntaba qué me pasaba. Yo

decía que nada, y mi madre

sospechaba algo.

Mi madre no sólo lo sospechaba, sino

¡qué sorpresa!, lo sabía.

Lo sabía porque no era sólo nuestro

amigo quien tenía estas facultades,

sino toda la familia. Papá y mamá

también tenían superpoderes. Papá

no era un simple representante de

sartenes “chimpún” .

Como todos sabían que eran

superhéroes, empezaron a salvar el

mundo en equipo cuando podían

porque había mucha maldad.

Como por ejemplo, atrapar a los

supervillanos, detener a los que

roban y salvar a la gente de los

peligros.

Cuando ya se estaba haciendo de

noche, decidieron descansar, porque

no sólo descansamos los humanos

sino también los superhéroes.

Como ya sabéis, el otro día

detuvieron a los malos y el señor

Alcalde les llamó para darles unas

medallas como reconocimiento por

atraparlos.

Ese día, después de las medallas, el

Alcalde tenía una sorpresa para ellos,

todos iban a ser nombrados

superhéroes.

A la madre la llamarían supermujer,

al padre, superhombre, y al niño,

superkit y desde aquel día hacen el

bien en el mundo entero.

“Lee y conducirás,

no leas y serás conducido”.

Sta. Teresa de Jesús