Toma y LeeDiciembre 2013

Tolle, lege

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En reunión de la Junta Directiva se acordó fijar la fecha del 31 de Enero de 2014, viernes, a las 8 de la tarde en primera convocatoria y a las 8,30 de la tarde en segunda, para la celebración de la Asamblea Gene-ral Ordinaria en el Salón Parroquial Padres Agustinos (Gran Vía de San Marcos), con el siguiente:

Orden del día1) Lectura del Acta de la Asamblea anterior y, si procede, su aprobación.2) Estado de cuentas.3) Presupuesto para el año 2014.4) Resumen de actividades del año 2013.5) Elección de los Censores de Cuentas y dos Suplentes.6) Ruegos y preguntas.

Queridos compañeros:Un año más recibís en vuestros hogares la

revista TOMA Y LEE a través de la cual quie-ro enviaros, en nombre de toda la Junta Direc-tiva, el más cordial de los saludos y al mismo tiempo desearos una Feliz Navidad y un Nue-vo Año 2014 repleto de las mayores venturas para vosotros y vuestra familias.

Si el año pasado, la celebración de nuestro día, en el mes de Abril, fue de gran concurren-cia, este año debo deciros que se superó y casi rozamos el “no hay entradas”, lo cual fue una gran alegría para todos los presentes. Espero y deseo que en años sucesivos se siga produ-ciendo esta afluencia de compañeros y familia-res y no sólo a este acto sino a todos los que la Asociación promueve.

Os animo a todos a que paséis por el Co-legio para ver la maqueta del que estaba en lo que hoy es la Gran Vía de San Marcos y que a los que por el mismo pasasteis os traerá gratos recuerdos. En la revista podéis leer un artículo sobre la presentación que de la misma se hizo.

Y como todos los años, os animo a acudir el 31 de Enero a la Eucaristía que se celebrará en la Parroquia de los Agustinos y a la Asam-blea que tendremos a continuación.

Contando de antemano con vuestro apoyo, recibid un fuerte abrazo y todo el ánimo del mundo.

Vicente L. GutiérrezPresidente

Saluda del PreSidente

Asamblea de la Asociación

CróniCa Breve

JUNTA DIRECTIVAConsiliario: P. Maximino Fernández García

Presidente: Vicente L. Gutiérrez Fernández

Vicepresidente: Ramón Pérez Martínez

Secretario: José Ignacio Gómez Campillo

Vicesecretario: Luis Alfonso Rodríguez Bravo

Tesorero: Vicente L. Gutiérrez Álvarez

Contador: José Luis Barrientos Barrientos

Vocales: Ricardo Aller López, Javier Cuadrado Diago,

Ana Díez-Ordás de Cadenas, Tomás Gonzá-

lez Pertejo, Javier Martín Egüen, Pablo Mar-

tínez Muñoz, Carlos Pérez Martínez, Francis-

co Reguera Reguera.

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Un año más, nos disponemos a hacer un breve resumen de las actividades realizadas por la Asocia-ción y su Junta Directiva a lo largo de este último año.

El día 25 de Enero tuvo lugar la tradicional Misa en memoria de los Asociados fallecidos, en nuestra Parroquia de la Madre del Buen Consejo. Seguida-mente celebramos la Asamblea General Ordinaria de nuestra Asociación, en la que se aprobó el pre-supuesto para el año 2013 y se informó sobre las actividades a realizar a lo largo del año. Como ya empieza a ser costumbre, desgraciadamente la asis-tencia de asociados fue muy escasa pero desde la Junta Di-rectiva seguimos animándoos a participar tanto en la Misa como en la Asamblea.

El día 22 de Febrero, visitó el Colegio el Antiguo Alumno Daniel Martínez Villadangos, afamado actor y personaje de teatro y televisión. Se reunió con los alumnos de Bachiller en el Aula Magna y mantuvo con ellos una interesante char-la coloquio. El Presidente de la Asociación le entregó un obse-quio en nombre de todos los

estamentos del Colegio, en agrade-cimiento a su amabilidad.

A lo largo de los primeros me-ses del año, se fueron preparando los actos a desarrollar en las Fiestas Patronales, en estrecha colabora-ción con la Dirección del Colegio. Así el día 24 de Abril, dieron co-mienzo nuestras queridas Fiestas con el Pregón pronunciado por el Antiguo Alumno y Asociado David Fernández Sifres, magnífico escritor que continuamente nos enorgullece como compañeros al ser frecuente y merecidamente galardonado a nivel nacional. Su formidable Pregón está

publicado en este mismo número de nuestra revista y os animo a deleitaros con su lectura.

El día de La Patrona se celebró el tradicional par-tido de fútbol Torneo “Máximo Gómez Barthe”, en el que una vez más los alumnos fueron derrotados por los antiguos alumnos que hicieron valer su ve-teranía en el terreno de juego.

Y así llegamos al día 28 de Abril, domingo, que fue el elegido para celebrar nuestro “día grande”. Comenzamos la jornada con la Misa Participa-da ante el Altar de La Patona. En ella como viene

CróniCa Breve

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siendo tradicional, la colecta se destinó al “Proyecto Villanueva” gestionado por la ONG Agustiniana. Gracias un vez más por vuestra generosidad. Queremos animaros a implicaros lo más posible en esta ONG Agustiniana, tan próxima a nosotros, que realiza una importante labor social y pre-cisa del apoyo generoso de todos, máxime en los difíciles momentos que nos está to-cando vivir. Seguidamente se desarrolló la Asamblea General Extraordinaria. Una vez leída y aprobada el acta de la Asamblea anterior se dio lectura al estado de cuentas siendo ambos puntos aprobados por la to-talidad de los muchos asociados asistentes. A continuación se hizo entrega del Premio “Gabriel Barthe Balbuena” en su trigésimo octava edición a la alumna de 2º de Bachi-ller Marta García Calonge. Proseguimos con la lectura del fallo del Premio Periodístico-Literario “Lamparilla”, que en esta edición premió los trabajos de las alumnas Carlota Gutiérrez García, Carolina Martínez Sevilla-no, Paula Monte Santos y Belén González Merayo. Tras los Ruegos y Preguntas pasa-mos a disfrutar de un Vino Español ofrecido por el Colegio para continuar los actos con la tradicional comida de Hermandad en la que rendimos un sentido y merecido home-naje de admiración y cariño a los antiguos

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alumnos Luis Ángel Gutiérrez Fernández y Cándi-do Santiago Álvarez, con los que, acompañados de sus respectivas familias y de un muy elevado número de compañeros y asociados disfrutamos de unos entrañables momentos, rememorando sus recuerdos de los años colegiales. Hemos de destacar el elevado número de asistentes a la co-mida, destacando a los nuevos asociados, lo que a esta Junta Directiva le alegra profundamente y le anima a seguir trabajando en esta línea.

Y para rematar esta breve crónica anual, he-mos de destacar varios cambios en nuestro entro-no “agustiniano”. En primer lugar, a principios de verano, se celebró el Capítulo Provincial de la

Provincia Agustiniana de Castilla en el que resulto elegido Prior Provincial de dicha Provincia el que hasta entonces había sido Director del Colegio, P. Ángel Escapa Arenillas, antiguo alumno y asocia-do. El P. Ángel ha dejado su impronta en nues-tro Colegio en los años en los que ha ejercido la dirección y estamos seguros de que realizará una magnífica tarea en su nueva responsabilidad. Le ha sustituido en el cargo como nuevo Director del Colegio el P. Valentín Lorenzana García, también antiguo alumno, al que le deseamos también to-dos los éxitos y nos ponemos a su entera disposi-ción, ofreciéndole todo nuestro apoyo y colabo-ración.

A finales del mes de agosto, en Roma, se cele-bró el Capítulo General de la Orden de San Agustín. En el mismo habría de ele-girse al sucesor en el cargo de Prior General del P. Ro-bert Prevost. El P. Prevost nos honró con su presencia en los actos del Centenario del Colegio y en aquella ocasión tuvimos la opor-tunidad de disfrutar de su cordialidad y cercanía. He-mos de destacar que el Ca-pítulo fue inaugurado con una Solemne Misa presidi-da por Su Santidad el Papa

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Francisco, que nos honró con este extraordinario detalle a todos los que de alguna manera nos sen-timos “agustinianos”. El elegido como nuevo Prior General de la Orden de San Agustín ha sido el P. Alejandro Moral Antón, burgalés, al que hemos transmitido nuestra felicitación así como el acuerdo de la Junta Directiva de nombrarle Asociado de Ho-nor, como se hace con todos los Priores Generales. Nuestra enhorabuena y nuestro confianza en que la Madre del Buen Consejo guíe sabiamente sus pasos en la toma de decisiones.

Y así transcurrió el año. Uno más en la larga histo-ria de nuestra Asociación. Marcado por los momen-tos difíciles que afectan a nuestra sociedad y nuestro entorno más cercano, pero con la esperanza en que sabremos superar, todos juntos, la crisis económica y lo que es más importante la crisis moral y de valores que se había instaurado entre nosotros. Estoy con-vencido de que en estos tiempos de cambios que

ya estamos viviendo, aplicar un poco del “espíritu agustiniano” a todos los momentos de nuestro día a día, nos facilitará mucho esta dura tarea.

José Ignacio Gómez CampilloSecretario

Foto: Sergio Cuesta

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PANEL INFORMATIVODamos nuestra más cordial enhorabuena a:P. Ángel Escapa Arenillas, elegido Prior Provin-

cial de la Provincia Agustiniana de Castilla.David Fernández Sifres, por haber recibido el

Premio de Literatura Infantil “El Barco de Vapor” de la Fundación SM, por su libro “Luces en el canal”.

José Crespo Toral, nombrado miembro de la Muy Ilustre, Real e Imperial Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro de León.

Rodolfo Martín Villa, elegido académico de nú-mero de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de España.

•Rogamos a todos aquellos asociados que reali-

zan el ingreso de su cuota en alguna oficina ban-caria en efectivo, hagan constar su nombre en el documento de entrega para así tener conocimien-to de la persona que lo realiza.

•Ponemos en vuestro conocimiento que queda

abierto el plazo de solicitud de ayuda económica al estudio para aquellos asociados o sus familiares directos que lo soliciten. Podéis enviar las solicitu-des hasta el día 1 de Abril de 2014.

•Nuestra Asociación mantiene las cuentas si-

guientes:CAJA ESPAÑA-DUERO,c/c: 2096 0001 24 2010202400CAJA LABORAL,c/c: 3035 0287 86 2870007303Recordamos que la cuota anual es de 15 €.

•La Asociación colabora con todos aquellos An-

tiguos Alumnos que deseen celebrar sus Bodas de Oro o de Plata de la salida del Colegio. Los intere-

sados pueden contactar con la Asociación o con el propio Colegio.

•Conocemos el fallecimiento de los siguientes

compañeros y profesores: P. Miguel Velasco Suárez (agustino), Francisco Suárez Fernández, P. Antonio Puente Mirantes (agustino) y Joaquín López Con-treras.

Que la Madre del Buen Consejo los acoja en su seno.

•La Misa por los fallecidos durante el año 2013

se celebrará en la Parroquia de Nuestra Madre del Buen Consejo (PP. Agustinos), en la Gran Vía de San Marcos, el día 31 de Enero de 2014, viernes, a las 19,30 horas.

ROGAMOS TU PRESENCIA.

•La dirección de la página web del Colegio es http://www.agustinosleon.com/En ella encontraréis un apartado de nuestra

Asociación donde podréis contactar con la misma.

Correo electrónico: aaaaleon@gmail.com

•Rogamos a todos los Asociados que tengan co-

nocimiento de cualquier tipo de noticia que afecte a algún compañero tengan a bien comunicárnoslo con el fin de que podamos darla difusión a través de nuestra revista “TOMA Y LEE”.

•Rogamos a todos aquellos Asociados que deseen

insertar publicidad, en esta revista de Diciembre o en el programa de fiestas de Abril, se pongan en contacto con la Junta Directiva de la Asociación.

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1.er Premio lamParilla 2013Categoría A“Aunque A veces, solAmente,

quererte borrAr…”

“Yo no quiero ser alguien que cambie el mun-do, solo quiero cambiar el mundo de alguien”. Aquella frase seguía torturándole, recorría cada recoveco de su mente. Le arañaba y susurraba.

Fue entonces cuando, finalmente, las copas no pudieron interponerse más entre sus labios.

“Yo no quiero ser el amor platónico de nadie. Solo busco una persona que me quiera tal y como soy”. Esta vez fueron las palabras de él las que derrumbaron aquel muro de cristal.

Y como único testigo de aquel amor malheri-do, la catedral: las campanas, canciones en el aire suenan, la música que hoy le asesina.

San Marcos, San Isidoro, la muralla… Ya no solo contenían las huellas de la historia, sino tam-bién de la suya. Cada momento un lugar, cada lu-gar un beso.

Pero el verano pasó, y el otoño trajo consigo aquellas hojas caducas, al igual que el amor que se llevaron. Todo kilómetro era una nueva prue-ba, y 300 terminaron por romper su cuerda.

Y es que todo sucedió rápido, fue intenso, como una estrella fugaz que rasgó sus vidas. Aquella tarde calurosa la ciudad les unió. Ella no buscaba ningún príncipe, no era ninguna prince-sa, pero ambos necesitaban aquello. La vida no se lo había puesto a ninguno fácil, pero, ¿por qué no poner el apellido “Romántico” a su drama in-dividual? Pasaron el mejor verano de sus vidas, aprendiendo el lado bueno de las cosas, crecien-do en el amor.

Lo mejor sería dejarlo en empate, la distancia secuestró su amor y ninguno pagó su rescate; en verdad, tanto, tanto la quería que tuvo que de-jarla ir.

El calor veraniego había regresado, su rojiza brisa estaba de nuevo ahí. Ella no. Su pluma lo-

graba vaciar su mente, el humo del tabaco pene-

traba en su alma y se llevaba sus preocupaciones

tras él. Fue entonces cuando le escribió aquella

carta que yo encontré:

“Ojalá pudiera hacerte ver con palabras todo

lo que vales, con actos todo lo que te quiero.

También desearía poder mover rascacielos y mon-

tañas para hacerte feliz, sacarte una sonrisa. Por-

que, cada vez que conseguía hacerte sentir un

poquito mejor, mi vida cobraba sentido. Un “te

quiero” tuyo regía toda mi existencia. ¿Sabes qué

es lo que te hace verdaderamente hermosa? Que

no sabes lo hermosa que eres. Y, aunque nadie

es perfecto, tú lo eres para mí. Así que, créeme

cuando te digo que quiero que seas feliz aunque

no sea conmigo”.

Perdió la razón, eso es lo que dijeron, lloró en

su habitación, eso es lo que ellos no vieron. Don-

de hubo fuego siempre quedarán cenizas. No me

vengas con pamplinas de confianza que lo vues-

tro fue un incendio y de jugar como niños al final

os quemasteis.

Todo y nada ha terminado, siempre quedará su

recuerdo, la ciudad muda y el tibio escalofrío de

los versos de Neruda. Las calles quedan vacías; la

historia permanece en León: en sus gentes, en sus

monumentos, en sus calles… Y, sobre todo en el

corazón de quien continúa viviendo con la año-

ranza de los días que allí transcurrieron.

“Carpe diem quam minimum credula poste-

ro”

Carlota Gutiérrez García

2º Bachiller

2.º Premio lamParilla 2013Categoría A

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1.er Premio lamParilla 2013Categoría A

2.º Premio lamParilla 2013Categoría A“Sueño o realidad”

Ángel de Millán era un chico de 16 años del siglo XXI que vivía en la ciudad de León junto con sus padres y su hermano mayor de 19 años. Este joven adoraba la historia hasta tal punto que su mayor deseo era formar parte de ella; su parte favorita era la Edad Media, cuando León era un poderoso reino.

Todas las noches, el joven se iba a dormir para soñar que era el rey de un poderoso reino. Una noche, tras estudiar para un examen de historia, se fue a dormir entusiasmado por lo que acababa de aprender sobre la batalla de Simancas.

A la mañana siguiente el joven se despierta con un extraño sonido similar al de una trom-peta o un cuerno y, aún entrevelado, se sienta sobre su cama y se da cuenta que ese no es su colchón, pues éste es duro y tiene una forma irregular; este hecho lo hace despertar sobresal-tado y levantarse en busca del interruptor de la luz para ver dónde se encuentra, pero entonces se da cuenta, de que al levantar la cabeza pega con una especie de tela que le impide ponerse en pie, y que se encuentra en algo parecido a una tienda de campaña. De rodillas, decide buscar una salida, mientras pensaba que todo aquello sería una broma de su hermano mayor. Al cabo de unos minutos, Ángel descubre algo similar a una cremallera en la parte inferior de la tienda, y al abrirla, nota como una intensa luz lo ciega y lo hace retroceder hacia el interior. Tras unos minutos, sus ojos, acostumbrados a la luz que se cuela al interior de la tienda, van divisando un traje de soldado leonés medieval que, para se-guirle “la broma” a su hermano, decide poner-se. Instantes después, el joven sale de la tienda vestido con una armadura sobre la que lleva una túnica blanca con un León rojo en el pecho, unas botas bastante gastadas y un cinturón sobre el cual va ceñida la espada.

Pero al salir de la tienda se da cuenta que aque-llo no es una broma de su hermano, no está en su habitación sino en un campo de adiestramiento, en el que todas las personas a su alrededor van

vestidas como él y se entrenan como para una batalla; el joven, boquiabierto, se intenta con-vencer a sí mismo de que aquello es un sueño y, una vez que lo consigue, decide disfrutar de él. Lo primero que hizo fue coger un arco y un carcaj e irse a la zona donde los arqueros practicaban su puntería, busca una diana vacía y se puso a lanzar sus flechas. Como era la primera vez que sostenía un arco entre sus manos, nunca acertaba en su objetivo, así que, decidió acercarse hasta quedarse a un par de metros de la diana. Sólo tuvo tiempo de lanzar una flecha, pues cuando se disponía a lanzar la segunda, otro arquero si-tuado a sus espaldas le hirió en el brazo izquier-do, haciéndole retorcerse de dolor en el suelo. Su compañero, al verle, se disculpó y se ofreció a llevarle a la enfermería diciéndole:

- ¿Te encuentras bien? Siento mucho lo que ha ocurrido… ven, te acompañaré a la enfermería. ¿Cuál es tu nombre?

El joven, sobrecogido por el dolor y asombra-do por la reacción del soldado, contestó:

- Mi nombre es Ángel de Millán.Mientras caminaban, Ángel se dio cuenta de

que aquello no podía ser un sueño, pues el dolor era real y, en un arrebato de atrevimiento, le pre-guntó a su agresor:

- ¿Dónde estoy? ¿Qué día es hoy?El soldado, riéndose, contestó:- Parece que el golpe ha sido más fuerte de lo

que imaginaba, pues nos encontramos en Siman-cas, territorio del Reino de León, y hoy es día 16 de julio, según el calendario juliano.

Rápidamente el joven recordó que, según la historia, estaba a punto de ocurrir una batalla, y una vez tuvo vendado su malherido brazo, pi-dió a su nuevo amigo que le llevara ante el Rey y éste, sin articular palabra, obedeció.

Una vez estuvo delante del Rey Ramiro II, el joven le explicó que, en cuestión de 15 días, los moros les atacarían para intentar arrebatarles el control del reino. El Rey, con cara de incredulidad, se rió de él y le pidió que le diera una prueba o

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que se fuera de allí. Ángel recordó entonces que, aproximadamente 10 días antes de la batalla, había habido un eclipse solar que había dejado desconcertados a los guerreros de ambos bandos y le dijo al Rey:

- Majestad, en unos días, tendrá lugar un fe-nómeno que les inquietará, una mañana, el sol no brillará y la oscuridad se apoderará del reino durante unas horas, eso demostrará que digo la verdad.

Entonces el Rey, con cara seria, lo mandó en-cerrar en las mazmorras del castillo como si de un loco se tratara, pues estaba claro que había perdido el juicio. Los días pasaron lentos y el jo-ven permaneció encerrado en las mazmorras con la única esperanza de ver el eclipse pero, por ahora, los días eran cada vez más brillantes. Al tercer día, antes de que Ángel se desperta-ra, dos guardias lo le-vantaron con agilidad y lo llevaron al salón real donde, según le dicen, el Rey desea hablar con él. Al llegar, todo esta-ba oscuro, solo veía la silueta de una perso-na que se encontraba cerca de una vela y, si el oído no le fallaba, se trataba del Rey. En cuanto éste supo de su presencia, le acercó una silla y le preguntó:

- ¿Sabes qué hora es? Yo te lo diré: son las 7 y media de la mañana y el sol parece haberse escondido. ¿Cómo sabías que esto ocurriría? Me has abierto los ojos, ahora te creo y quiero que me ayudes a dirigir la defensa ante los moros. ¿Podría saber vuestro nombre?

Ángel contestó que su nombre era Ángel de Millán y que le ayudaría encantado en aquella batalla.

Desde aquel momento el Rey comenzó a lla-mar a Ángel por su apellido para mostrarle más respeto

A las pocas horas, el sol volvió a brillar en lo alto del cielo y, el joven y el Rey comenzaron a preparar la defensa, pues el día de la batalla se acercaba. Ese mismo día se reunió a los soldados

y se les explicó que la batalla estaba cerca y, con ella, la Reconquista de España. Cuando el día ya llegaba a su fin, Ángel le explicó al Rey todo lo que sabía acerca de aquella batalla: su comienzo, su duración o la respuesta que tendrían los mo-ros, pues según lo que había estudiado, los sol-dados de Abderramán III se retirarían a un valle donde los cristianos, mediante una emboscada, terminarían con ellos.

Los días se sucedieron hasta que, por fin, lle-gó el ansiado día de la batalla y, desde el castillo del Rey se vieron, al fin, las tropas musulmanas. Eran numerosas, pero los cristianos contaban con Ángel, que sabía lo que iba a pasar. La batalla fue desastrosa para ambos bandos y, tras 6 días,

los moros tuvieron que retirarse a causa de las grandes bajas entre sus filas y los cristianos, obedeciendo al Rey, los persiguieron hasta dar-les alcance donde Án-gel había predicho. A la vuelta de las tropas leonesas, el Rey Ramiro II organizó una cena en honor a su joven ami-go gracias al cual ha-bía ganado la batalla y se daba comienzo la Reconquista. Esa no-che Ángel se sintió útil como nunca antes en toda su vida. Cuando la fiesta terminó, el chico se fue a la habitación del castillo con la que

el Rey le había obsequiado.Cuando, a la mañana siguiente despertó, ya no

se encontraba en el castillo, estaba en su cama, ¿todo había sido un sueño? Confuso, se levantó hacia la cocina para preparar el desayuno, pero al pasar frente al espejo del pasillo vio algo raro en su brazo izquierdo: era la cicatriz que se hizo el primer día. Quizás, hasta la leyenda que cuen-ta como San Millán ayuda a los cristianos sea por él, puesto que así le llamaba el Rey. Cada vez en-tendía menos. Aquello que le había sucedido era ¿sueño o realidad?

Carolina Martínez Sevillano

1º Bachiller

1.er Premio lamParilla 2013Categoría B

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1.er Premio lamParilla 2013Categoría B“Hoy como ayer”

Julia se levantó del sofá, apagó la televisión y

se dirigió a su pequeño despacho. Al entrar en la

estancia con cristaleras y jarrones con flores blan-

cas, encendió el ordenador que había encima de

una mesa de cristal y, después, puso a funcionar

un reproductor de música colocado en una de las

estanterías. Introdujo un CD y por los altavoces

comenzó a sonar una hermosa melodía tocada al

piano. “Claro de Luna”. Se sentó en la silla que

había frente al escritorio y movió el ratón hacia

una carpeta titulada “El último viaje”. Pulsó dos

veces sobre ella y se abrió. Con el cursor pasó las

trescientas páginas rápidamente hasta que llegó

a la última, ocupada únicamente por una pala-

bra: agradecimientos. Totalmente en blanco. Vol-

vió a usar el ratón, esta vez para poder empezar

a escribir:

<Comenzaré de la forma más sencilla: gracias

mamá, gracias papá y gracias a todos los que ha-

béis hecho posible este libro.

Me recuerdo a mí mismo tiempo atrás, cuando

tenía diecinueve años, y me acuerdo de un día en

concreto como si fuera ayer.

Yo, con mis vaqueros ajustados, mi camiseta

escotada y mi chupa de cuero, salí a dar un paseo

por León. Cogí el autobús de las seis, que me lle-

vó a Botines. Me senté junto a un señor inmóvil

en un banco, frente al edificio. Precioso. Lo que

más me gustaba de él eran las ventanas, me en-

cantaban.

Veía a gente pasar. Vi a niños correr, a mayores

pasear, a enamorados besarse… En ese momen-

to, de mi bolso saqué una libreta morada, con

finos dibujos dorados, y con mi bolígrafo negro

escribí en grande: “AMOR”.

Me levanté y, a paso lento, seguí con mi reco-

rrido. Antes de llegar a mi destino, decidí com-

prar unas chucherías. Salí de la tienda con una

bolsa llena de regalices. Riquísimos. Seguí andan-

do y volví a sentarme en otro banco, esta vez,

acompañada por numerosas palomas que ronda-

ban a una señora, únicamente con el propósito

de que esta les regalase algunas migajas de pan

que llevaba en una bolsa. ¿Qué era lo que más

me gustaba de aquel edificio? ¿Sus vidrieras, tal

vez? Podía ser, aunque con ellas competían los

esbeltos muros que se alzaban hasta el cielo. ¿Se-

rían, quizá, los acabados de los detalles? No lo sé,

y la verdad es que todavía hoy tengo esa duda.

En la Catedral había algo especial. Algo

como… “¿mágico?” pensé. Rápidamente, metí

mi mano en el bolso y volví a sacar mi libreta y

mi boli. Escribí justo debajo de la otra palabra

“MAGIA”. Fantástico.

Miré el reloj, las ocho. Me levanté y salí co-

rriendo calle abajo. Llegué justo cuando el auto-

bús estaba cerrando sus puertas. Entré en él y me

acomodé en uno de los asientos de la parte de

delante, debido a que atrás me mareaba. Abrí el

cuadernillo y volví a leer las dos palabras que este

guardaba. Amor y magia.

Cuando el autobús me dejó en mi casa, me fui

a mi habitación y me puse a escribir bocetos, a

tirarlos y a escribir de nuevo hasta que, desde mi

punto de vista, quedó perfecto.

Semanas después, imprimí lo que llevaba rela-

tado del manuscrito, y se lo llevé a mi profesora

de filología de la universidad, a quien también

le agradezco que me iniciara en el fantástico y

maravilloso mundo de la literatura.

Pasé por un año en el que, al parecer, la inspi-

ración me abandonó. Pero volvió cuando yo volví

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a pasear por León, ciudad que acoge las dos pa-

labras claves de este libro, y ciudad protagonista

de estas últimas líneas que escribo.

A todo ello, gracias>

Guardó el documento y apagó el portátil. Des-

colgó el teléfono y marcó un número. Al otro

lado, una voz entrecortada respondió:

- ¿Sí?

- Ernesto, soy Julia.

- ¡Julia, querida! ¿Qué te cuentas? ¿Qué tal lo

llevas?

La mujer respondió, con tono alegre y feliz:

- Lo tenemos.

Al colgar, se quedó sentada, con una sonrisa

en la cara, frente a una de las cristaleras que mos-

traba un magnífico atardecer. Un paisaje hermo-

so. Una Catedral inigualable.

Paula Monte Santos

2º ESO

2.º Premio lamParilla 2013Categoría B

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2.º Premio lamParilla 2013Categoría B“Carnavales en

Ferreras de la Cepeda”

Este año nos hemos ido a Ferreras de la Cepe-

da para ver los carnavales. En este pueblo, vive

parte de mi familia paterna: primos e hijos de

primos, etc. Aquí se siguen celebrando las tradi-

ciones de antes, y la gente del pueblo se disfraza

con los trajes típicos y antiguos.

Nos contaba la Sra. Brígida, que es la más an-

ciana, y muy querida en el pueblo, que todas es-

tas tradiciones están descritas, con todo lujo de

detalles, en lo que llaman “La Carta Cepedana”.

Los “guiris”, de diferentes formas e incluso de

animales, cubrían sus rostros, o los pintaban, o se

hacían grandes dientes de nabos, lo que les daba

una apariencia graciosa y horrible. Los “guirrios”

debían de preocuparse de que todo el mundo

fuera disfrazado o que, al menos, tuvieran la cara

pintada. Si esto no ocurría, ellos se encargaban

de pintarles la cara con negro unto de carro. Los

vecinos aceptaban bien la broma y no surgían

complicaciones.

Las mozas, por su parte, se ataviaban con los

trajes regionales y bailaban jotas, bailes Parraba

(es un baile típico de este pueblo que todavía se

sigue bailando), o recorrían las calles del pueblo

entonando canciones de ronda o de picadillo.

También nos contaba la Sra. Brígida que los

mozos y las mozas hacían fiesta de distinta ma-

nera, hasta que llegaba la noche y coincidían en

la merienda y en el baile.

Los mozos, por su parte, andaban vestidos de

“guirrios”, recorrían el pueblo a pie o en burro, y

conseguían huevos y chorizo para la merienda.

La Sra. Brígida tiene un encanto especial para

contar historias y siguió con sus relatos.

Los “guirrios” tenían el privilegio de entrar en

una casa y robar unos chorizos o un pollo casero.

Alguna vez robaban también la torta o el ma-

zapán. Estos pequeños botines eran repartidos

en la plaza pública, mientra los “guirrios” hacían

una especie de teatro o de juegos de titiriteros.

Seguía la Sra. Brígida contando que en “La

Carta Cepedana” se describe cómo eran los car-

navales. Se juntan algunos rapaces de buen hu-

mor y se visten de “zamarrones”, de damas, de

toros o de “burrus”.

En ocasiones, llevaban cencerradas, esquilas,

para llamar la atención por el lugar donde pasa-

ban. La “cencerra” era un instrumento muy uti-

lizado, al igual que la pandereta, las latas o las

botellas “repiquitiadas”.

Muchas de estas tradiciones, que la Sra. Brígi-

da nos ha contado, todavía se siguen celebrando,

tanto en Ferreras como en los pueblos de alrede-

dor.

Ha sido una manera diferente de ver una fies-

ta con tradiciones de antes que todavía ahora se

siguen conservando, lejos de lo que aquí en la

ciudad vemos, trajes de princesas y personajes

actuales.

Me ha encantado conocer a la Sra. Brígida y

poder escucharla. Ha sido una experiencia mara-

villosa. Estoy deseando que llegue la fiesta de los

“Pendones” para poder participar en ella y en sus

tradiciones… pero eso será otra historia para el

verano.

Belén González Merayo

6º EP

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Queridos Padres Agustinos, queridos profe-sores, alumnos, antiguos alumnos, amigos.

Si este pregón fuera un cuento empezaría así:

Érase una vez, en una ciudad muy cercana, un niño de seis años en un autobús azul y ama-rillo camino de su primer día de colegio. Un co-legio que, suponía, debía de estar en medio de un bosque inmenso de pinos. Al menos, su com-pañero de asiento, seis años también, le asegu-raba que el colegio se llamaba Agus Pinos. Pero no fue así. En el colegio de la calle Alfageme, felizmente rebautizada ahora, no había pinos: solo frailes, una presa y vacas. Con siete años ya había probado las tres cosas: los nudillos del padre Luis Enrique, el agua fría -en un remojón por intentar romper la superficie helada-, y un par de boñigas calientes -sin necesidad de más explicación-.

Si este pregón fuera un cuento tendría que ser uno muy largo, porque desde ese primer día, el niño pasó doce años en el colegio.

El de los Padres Agustinos fue el colegio de muchos primeros y de muchos últimos. Sus pri-meras novias (aunque ellas nunca supieron de ese interés), sus primeros rechazos (aunque le costaba enterarse), y, por ejemplo, sus primeros cuentos inventados (lo juro, profe, había hecho los deberes pero se me ha olvidado el cuaderno). Fueron también las últimas canastas en la es-cuela de Hansi y Viky, los últimos recreos com-partidos con su hermana Mercedes, que ahora se ha pasado al bando de los profesores, y las últimas veces que vio a algunos de sus compa-ñeros de clase.

Pero este pregón no es un cuento, ese niño soy yo y, lo que digo, ocurrió.

Mis padres y este colegio me enseñaron gran parte de lo que sé. En estas aulas tuve magnífi-cos profesores. Unos ya se fueron, otros se han jubilado merecidamente y otros más continúan en activo. De todos me acuerdo. Algunos de

ellos me acercaron a la literatura, a los libros, y me animaron a escribir. Me dijeron que inventa-ra, que no pusiera trabas a la imaginación. Y así lo he hecho desde entonces. Dicen que un adul-to creativo es un niño que ha sobrevivido. Creo que sobreviví como niño. Es cierto que a veces inventé más de la cuenta, sobre todo en algún examen de Historia y de Matemáticas, pero di-gamos que fueron daños colaterales.

De todas formas, el colegio de los PP. Agus-tinos se prestaba a la inventiva, a dejar escapar la imaginación a puñados. La caseta del final de los campos de fútbol, unos años albergaba ani-males monstruosos atados con cadenas, otros escondía la entrada a un pasadizo subterráneo que llevaba a mil sitios diferentes y, otros aún, servía, en unión del resto de casetas, para tra-zar un dibujo de significado desconocido que solo podrían ver desde el aire seres llegados de planetas remotos.

En cuanto a fantasmas, quién no había hui-do alguna vez, despavorido al verlos bajar len-tamente los tres peldaños de “las luces rojas”. Quizá eran profesores en vez de fantasmas pero, en cualquier caso, huir despavorido también era la reacción adecuada.

Y qué me decís de las puertas que nadie ha visto nunca abiertas. ¿Son puertas realmente? ¿Qué ocultan?

Pero la historia más extraordinaria que re-cuerdo me ocurrió en segundo de EGB, con sie-te años, cuando, junto con un amigo, dibujé un plano inventado, señalando con una cruz y las medidas en pasos, el lugar en el que, sin duda, debía estar oculto un magnífico tesoro. Plano en mano abandonamos el comedor con sigilo, atra-vesamos el campo grande y, con el pie izquierdo apoyado en el poste derecho de la portería, co-menzamos a contar los pasos. Al llegar al punto aproximado, cavamos en la tierra con un palo y, ante nuestros ojos, aparecieron tres monedas de 25 pesetas, de las gordas, con una pátina ver-de que las hacía asemejarse aún más a un teso-

Pregón de Fiestas

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ro oculto durante siglos. Visto ahora, me parece imposible que aquello ocurriera de esa manera, pero así lo recuerdo y así me gusta contarlo.

Sé que os pasa a vosotros. En el colegio hay momentos buenos y hay momentos malos. Muy malos, incluso. Es verdad. Los hay. Y los hay porque la vida en el colegio es un reflejo de la vida con mayúscula, y porque es bueno que sea así. El cerebro, sin embargo, es sabio, y tiene un filtro potente que se agradece con el tiempo. No estamos en una buena épo-ca, vivimos bombar-deados por malas noticias que parecen teñir de negro el fu-turo de los jóvenes y es fácil dejarse llevar por el pesimismo. No lo hagáis. No permi-táis que os roben la ilusión. Los sueños se cumplen, pero no lo hacen solos; hay que atreverse a so-ñar.

En mis encuen-tros con lectores, en los colegios, me gus-ta hablarles de esa gente que se cruza en tu camino apenas unos meses, o unos años, y a la que, aun-que no vuelves a ver, recordarás siempre. Ocurre. De vuestros amigos, algunos, muy pocos, os acompañarán durante los próxi-mos años. El resto tomará caminos diferentes y los recordaréis solo al revisar orlas viejas. Pero si, por azar, algún día, la vida os vuelve a cruzar, os saludaréis, os preguntaréis qué tal. Proba-blemente os despediréis en dos o tres minutos y, cuando al dejarlo atrás, quien os acompañe, vuestro marido, vuestra mujer, vuestros hijos, os pregunten quién era ese, responderéis que un

compañero del colegio. Con eso lo diréis todo y eso explicará también la sonrisa que se os habrá quedado en los labios.

No he vuelto a ver a muchos de los amigos que compartían mi día a día. A otros los he en-contrado en facebook veinte años después y, al ver nuestra fotos, hemos dicho aquello de “no has cambiado nada”, aunque todos sepamos que es mentira.

Hemos cambia-do. Todos lo he-mos hecho. Tampo-co vosotros seréis los mismos cuando abandonéis el cole-gio. Los profesores, los amigos, los no tan amigos, el personal, todos habrán contri-buido a ello. Habréis crecido. Habréis cre-cido aquí, y eso no se olvida nunca.

Todo habrá cam-biado, menos la emoción de las Fies-tas Patronales. Dis-frutadlas.

Si este pregón fuera un cuento aca-baríamos comiendo perdices. Pero no lo es. Este pregón es un grito lleno de nostal-gia, un grito de agra-decimiento y un gri-to de esperanza. Un grito que nos une a todos los que pasa-

mos por el Colegio de Nuestra Madre del Buen Consejo. Por eso, hoy, ahora, os pido que gritéis conmigo. Lo hacemos a la de tres. 1, 2 y 3:

¡Viva la Patrona!

David Fernández SifresAntiguo Alumno

V A C A C i o n e s

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Mis vacaciones, desde que pude tenerlas, allá por el año 69, pues antes, en el verano, me quedaba a dar clases particulares para ganar-me un buen dinero, que me venía de perillas. La paga de los profesores estaba muy ajustada. Creo que en alguna ocasión ya lo he dicho, que en febrero de 1957 empecé a dar clase en el Colegio Leonés y, pagándome bien, me daba 750 pesetas y me cobraba la patrona 800. ¿Cri-sis? No lo entendíamos así, porque cada uno tenía que sacar sus propias castañas del fuego, no pedíamos que el Gobierno nos las sacara. Pues bien, cuando empecé, digo que mis vaca-ciones eran de playa. Primero Gijón y después, el Mediterráneo. Viaje también por Europa, en mi propio coche. El primer verano me fui a Roma. Salimos por La Junquera y bordeando el Golfo de León, por Francia, llegamos a Mó-naco. Claro, lógicamente en Montecarlo nos fuimos hasta el casino, más por ver el ambien-te que por jugar unas pesetas. Sí jugamos con la ilusión que tiene el inexperto, que piensa que le va a tocar a la primera. “Dinero llama al dinero” dice el refrán, pero es lo mucho a lo poco, pues allí nos quedó lo que invertimos. Y ya desde Mónaco pasamos a Italia, pasando por Génova, Milán, Florencia, Venecia y baja-mos a Roma, donde estuvimos, mi señora y yo, ocho días. Y, como anécdota, en un autobús de Roma me robaron ocho mil pesetas; iba a cam-biarlas al banco y me ahorraron el trabajo.

El segundo verano fuimos a dar un paseo, también en mi coche, por la Europa que se po-día visitar en aquellos años: Salimos también por la Junquera y fuimos directamente a don-de hicimos noche y, al día siguiente, pasamos a Suiza: Lausana y Neuchatel con sus inmensos lagos, Berna, Zurich y otras ciudades más pe-queñas, pasando a continuación a Alemania. Atravesamos toda la Selva Negra, entrando a conocer Luxemburgo y saliendo hacia Fran-cfort, Bonn, Colonia con su inmensa y preciosa

catedral. No llegamos a Berlín, dividido por el Telón de Acero. Pasamos a Holanda y visitamos Ámsterdam, La Haya y Rótterdam. Ah, en Áms-terdam me quisieron robar el coche. Era un SEAT 124 LS, que fue el primer coche que la casa SEAT sacó con el volante bloqueado, y los ladrones no pudieron desbloquearlo. Pasamos después a Bélgica haciendo parada en Bruse-las. Me causó una impresión enorme ver que la autovía que une La Haya con Bruselas, era de noche, estaba toda iluminada. En Bruselas había un servicio para los turistas que no lo vi nunca en ninguna de las ciudades por donde pasamos. Al parar en un semáforo para buscar en un mapa por dónde podía ir a La Gran Pla-za, se me acercó una señorita en una VESPA y me dijo, perfectamente en castellano, si nece-sitaba ayuda. Yo le dije que quería ir a La Gran Plaza y ella nada más me dijo: “sígame”. Al lle-gar a La Gran Plaza le pregunté cuanto le tenía que dar y me dijo: “No, yo estoy aquí para esto, soy de Información y Turismo” Desde Bruselas visitamos el ATOMIUM, monumento construi-do para la exposición universal; Gante y Brujas, siempre con las paradas correspondientes por ciudades o villas por donde pasábamos. Y ya entramos otra vez en Francia, dirigiéndonos directamente a París. Desde París ya nos vini-mos a España visitando, de paso, Tours, por ser la ciudad de nacimiento de San Martín, patro-no de mi pueblo, Mozóndiga, el que partió la capa al medio para dársela a un pobre. Y pa-sando por otras ciudades, como Limoges, Bur-deos con su buen vino, nos dirigimos a Irún, por donde volvimos a pisar de nuevo, después de un mes, tierra española.

El tercer viaje al extranjero fue a Londres. Atravesamos Francia en el coche hasta Calais. Dejamos el coche en un hotel y pasamos a In-glaterra en ferry. Allí usamos mucho el metro y los autobuses de dos pisos. Y desde Londres hicimos excursiones a distintos sitios de la isla.

V A C A C i o n e s

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“DISCURSO 2013”“Dicebamos Hesterna Die”

09/04/2013

En años sucesivos visitamos las islas Baleares y Canarias. A las dos fui la primera vez en avión, pero no disfrutamos pensando que tenía que volver. Le tengo miedo al avión. Después volvi-mos en barco. Una auténtica gozada. El barco es un hotel flotante, pero con toda clase de di-versiones: Bingo, cine, cafeterías, restaurantes, etc.

Después, ya empezamos a degustar las vaca-ciones de una forma tranquila en las playas de Levante y balnearios.

Este año, por circunstancias familiares, no he salido de León, pero me he dedicado, con

un amigo cura, a visitar las dis-tintas partes de la provincia. He descubierto la preciosidad de la montaña leonesa en sus distintas partes. Hacíamos una excursión cada semana, bus-cando el día que mi amigo no tenía obligaciones religiosas. A pesar de que en mi primera juventud fui todos los fines de semana a esquiar, me faltaban estas excursiones semanales para volver a disfrutar de esas maravillas que encierra la mon-taña leonesa. La primera excur-sión fuimos hasta el puerto de Cebreiro, por carretera, no por autovía, pasando por todo el maravilloso Bierzo. Era a final de Mayo y estaban todos los campos y montes vestidos de fiesta con una gran variedad de flores de todos los colores, que formaban un auténtico mosai-co natural. El segundo viaje lo hicimos al extremo opuesto, a los lagos de Isoba. Como se ha-bían pasado unos diez días de la primera excursión, y por esta parte el clima se retrasa, estaba también toda la montaña llena de flores. Y así seguimos yendo hasta Riaño, otro día por la ruta de Valporquero. Y la última, desde Astorga a La Magdalena por un puerto impresionante

que yo no conocía y que me llamó extraordina-riamente la atención. Seguimos ruta pantano de Luna hasta el final, visitando alguno de los pueblos limítrofes, pues mi amigo el cura había nacido en San Pedro de Luna, sumergido bajo las aguas del pantano.

Si tenéis oportunidad, no olvidéis el turismo rural montañero de León. No os pesará.

Domingo González GonzálezProfesor jubilado del Colegio

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Reverendo Padre Herminio, Reverendo Padre Alonso, Reverendo Padre Maximino, Señoras, Se-ñores:

Saludo a los niños perdidos y hallados, Anto-nio San Juan Fernández y Gonzalo Diez Diez.

Hemos venido a León desde los cuatro puntos cardinales de España, para asistir a un aconteci-miento trascendental para nosotros, sorprender al Padre Herminio con un más que merecido HO-MENAJE, al Fraile que consagró su vida a Dios y a sus alumnos, para nosotros, él siempre será nues-tro querido profesor.

Padre Herminio, todos sus alumnos vivos han contribuido al recuerdo de este día que más tar-de le entregaremos.

Fray Herminio, que impartía las asignaturas de Matemáticas, Física y Religión, fue un profe-sor que tenía una personalidad atrayente, tanto que sus alumnos lo admiraban, atendían a sus ex-plicaciones, en el silencio más absoluto, mientras otros profesores recurrían al miedo de las malas notas o a los capones y, algunos, a las bofetadas estratégicamente repartidas.

Solamente una vez vi a Fray Herminio fuera de la presentación que he hecho, fue con José González González. Su hermano faltaba mucho a clase, Pepe tra-taba un día sí y otro también, de cubrirlo con disculpas, hasta que un día Fray Herminio se dio cuen-ta, renuncio a contaros lo que ocurrió.

Fray Herminio conciliaba la claridad con la profundidad, her-manaba la sencillez con la com-binación, nos conducía por cami-no llano y al propio tiempo nos enseñaba a andar con paso firme por senderos escabrosos, mos-trándonos las angosturas y las enmarañadas veredas por donde

pasábamos en nuestros estudios, nos inspiraba vivo entusiasmo, despertaba el talento, la con-ciencia de las propias fuerzas. He aquí las verda-deras atribuciones del profesor que considera la enseñanza no como fruto, sino como semilla.

Siempre nos dijo que los conocimientos nos sirven en nuestra vejez de cómodo abrigo y re-fugio, y si no nos preocupábamos de levantarlo cuando éramos jóvenes, no nos podrían ofrecer amparo cuando llegáramos a viejos.

Supo inculcarnos el amor a Cristo, el amor a nuestra Madre del Buen Consejo; nos formó en el mundo de los valores cristianos y finalmente en el mundo del saber. Hizo de nosotros, aquello que era el ideal que nuestros padres deseaban “Hombres de provecho”. Por ello le estaremos eternamente agradecidos y le deseamos una lar-ga vida, porque le día que nos falte, veremos que se han ido todos nuestros profesores, y esa es una de las peores orfandades.

Voy a tratar de resumir la vida del Padre Hermi-nio Negral Paniagua hasta hoy; es una vida tan ple-na que más que estas breves palabras, merecerían un libro, y que me perdone si cometo algún error.

“DISCURSO 2013”“Dicebamos Hesterna Die”

09/04/2013

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Maqueta del Antiguo Colegio

ÉSTA ES SU VIDA PADRE HERMINIONace el Padre Herminio en Fuentes de los Ote-

ros, provincia de León, el día 12 de Marzo de 1917, como veréis ha cumplido en Marzo 96 años. Profesó como Agustino el día 16 de Octubre de 1934. Fue ordenado SACERDOTE el 17 de Agosto de 1941, en León. Realizó la CARRERA SACERDO-TAL en el Seminario Agustiniano de Calahorra, provincia de Logroño.

Al ser movilizado (por motivo de la “guerra civil”) en 1937, tuvo que simultanear el “servicio militar” con los estudios de Teología, en el Co-legio de León, donde quedó incorporado desde entonces.

Reside en el Colegio de León hasta 1946. En este año es destinado al Seminario Menor Agus-tiniano de Calahorra con el cargo de Pedagogo de los Seminaristas.

En 1948 es trasladado al Seminario Menor de Mayorga de Campos, donde seguirá con el mis-mo cargo hasta 1951.

En este año es nombrado VICERRECTOR del Co-legio de León (1951 a 1954). Continúa como profe-sor en León hasta 1957. En dicho año es nombrado Vicerrector del Seminario Agustiniano de Guerni-ca (1957 a 1960). Después es nombrado Vicerrector del Colegio Agustiniano de Valencia (1960 a 1963). Continúa como Profesor en Valencia hasta 1973.

En este año vuelve al Colegio de León, donde ejerce como Profesor hasta jubilación, simulta-neando, en los últimos años, sus labores de en-señanza con las labores en la Parroquia “Nuestra Madre del Buen Consejo”.

El Padre Herminio, además de la CARRERA SA-CERDOTAL, obtuvo el título de MAESTRO NACIO-NAL, en la Escuela de Magisterio de León.

Para nosotros fue un profesor muy paciente; tenía una paciencia serena para soportar nuestros defectos y otra segunda paciencia para soportar nuestros excesos; tenía una verdadera paciencia, pues atestiguó una gran elasticidad.

Nos enseñaba, como si no nos enseñara, las cosas que desconocíamos, nos las proponía como cosas olvidadas; era un maravilloso enseñante.

Lo siento, pero estas pinceladas nos dan una pá-lida idea de una vida dedicada a Dios, a la orden de San Agustín, a la Enseñanza y al cariño que dispen-só a sus alumnos. Por ello pido perdón al Padre Her-minio por no saber expresar todo lo que él merece.

“Un mundo que no sepa valorar a hombres como Fray Herminio, es un mundo que estará

condenado a fenecer”. Éste es el motivo de nues-tro Homenaje de hoy.

Ahora le haremos entrega de una Bandeja de Plata, la que en su parte anterior dice:

AL REVERENDO PADRE FRAY HERMINIO NE-GRAL PANIAGUA

Sus alumnos de 1940 a 1947, en prueba de eterno agradecimiento por sus desvelos en nues-tra preparación, por sus consejos, por los maravi-llosos momentos que vivimos en los difíciles años de la postguerra.

LOS ALUMNOS QUE HOY VIVENAbella Fernández, Jaime

Blanco Arias, Delfín Diez Diez, Gonzalo

Fernández González, Adriano Fernández García-Jove, Víctor

Fdez-Lavandera y Fdez-Asenjo, Ramón Flórez Bahillo, Antonio García Alonso, Alfredo García Vallejo, Alberto

González Fierro, Fernando González González, José

Higón Osorio, Jesús Iglesias González, Carlos Félix

de Mantaras y Ledo, Pedro Antonio Modino Díaz, David

Montañés de las Heras, Vicente Morán Rodríguez, Justo

Perelétegui Pérez, José Antonio Rubinat Suárez, José Manuel

Rodríguez López, Luis San Juan Fernández, Antonio

Santos Falagán, InocencioDADO EN EL AÑO DE GRACIA DE 2013

Y en la parte posterior lleva grabada su vida, que hemos relatado antes.

AHORA OS PIDO UN CALUROSO APLAUSO PARA EL PADRE HERMINIO.

Antes del brindis final voy a entregar, en re-presentación de todos vosotros, la bandeja, fun-diéndome en un abrazo con el Padre Herminio tal como me han pedido los alumnos, que por ra-zón de su avanzada edad, hubieran querido estar presentes y no pudieron, son: Adriano Fernán-dez González, Antonio Flórez Bahillo, Fernando González Fierro, Jaime Abella Fernández, Justo Morán Rodríguez, Pedro Antonio de Mantaras y Ledo, Ramón Fernández -Lavandera y Fernández-Asenjo y Vicente Montañés de las Heras.

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El día 14 de Diciembre, tuvo lugar la presen-tación en el Colegio de los PP. Agustinos de una espectacular maqueta del antiguo Colegio de la calle de San Agustín tristemente derribado en la década de los 70. Al acto asistieron representantes de todos los estamentos del Colegio así como los diferentes medios de comunicación locales.

La idea surgió fruto de la ilusión y el cariño del antiguo alumno Laureano García Santos. Según sus propias palabras, al ser vecino de la calle San Agustín y presenciar el doloroso derribo le quedó siempre una sensación de vacío que intenta llenar con el gratificante recuerdo que evoca esta maqueta que hace revivir aque-llos principios y valores inculcados en-tre las paredes del antiguo Colegio.

Movido por esta inquietud, logró convencer a su amigo Luis García Ló-pez, afamado maquetista, para la rea-lización de este proyecto que ya es una maravillosa realidad. La maqueta, realizada a partir de antiguos planos, viejas fotografías e infinidad de infor-mación y recuerdos aportados por an-tiguos alumnos, va a exponerse en el hall del actual Colegio hasta el próxi-mo mes de Abril cuando será traslada-

da a la Parroquia para su bendición y entonces se decidirá su destino definitivo.

Desde esta Asociación queremos mostrar nues-tro más profundo agradecimiento a Laureano y a Luis, y hacemos votos para que desde la Dirección del Colegio se hagan todos los esfuerzos necesa-rios con el fin de que esta maravillosa obra de arte, que tanto significa para los agustinianos por ser parte de su historia en León, se quede para siem-pre en el Colegio.

José Ignacio Gómez CampilloSecretario

Maqueta del Antiguo Colegio

El recuerdo de las personas que amamos, de los objetos que nos han llamado la atención, de las ideas que han embargado nuestro pensamiento, nos siguen en nuestro retiro y lo pueblan con las imágenes más seductoras. ¡Bella será una espe-ranza, pero es muy dulce un recuerdo!

No vamos a brindar con Champaña, ni con Cava, sino con Sidra Achampanada que el Padre Herminio habrá tomado muchas veces en sus via-jes a Gijón.

Y ahora quiero levantar mi copa para formu-lar un brindis:

Brindo por el Padre Herminio, al que desea-mos larga vida

Brindo por la Orden de San AgustínBrindo por las personas que nos amanBrindo por las personas que amamos¡Oh! Cuánto tiempo hace que no bebemos¡Bebamos!Termino: Queda convocado el 67 aniversario

Delfín Blanco AriasAntiguo Alumno

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Antiguos Alumnos por el Mundo

1. Describe brevemente tu currículum vitaeEstudiante del Colegio entre los años 1995 y 2003,

finalicé mis estudios de Filología Clásica en la Universi-dad de Salamanca en el año 2009 con premio nacional extraordinario fin de carrera. Tras un breve paso por la Universidad de Londres UCL, me encuentro actual-mente en el último año de mis estudios de doctora-do en Historia Antigua en la Universidad de Oxford, Christ Church, Durante esta carrera académica, he tenido la suerte de haber recibido numerosas becas, como las proporcionadas por el Banco Santander a través del programa Santander Scholars y la Facultad de Clásicas de Oxford. Paralelamente a mi actividad investigadora en la Universidad en calidad de Craven Scholar, también imparto clases y tutorías de Latín e Historia Romana en el collage Lady Margaret Hall.

2. ¿Cuándo dejaste el Colegio? ¿Cuántos años estu-viste?

Abandoné el Colegio en el año 2003 tras ocho años en los que cursé estudios de primaria y secundaria.

3. ¿Qué recuerdos tienes del Colegio?Mis recuerdos del Colegio son extraordinarios.

Como una persona que llegó a León desde Bilbao con apenas siete años, el Colegio de los Agustinos fue, sin duda, la mejor manera de convertirme en el leo-nés de adopción que me siento ahora. Me acuerdo todavía de esos descansos en el comedor con los que todavía son mis amigos, de la interminable ruta con el autobús por Armunia, las cañas y “jumpers” antes de jugar en el patio cubierto. Por supuesto, también tengo gratos recuerdos de los conciertos de música y mi iniciación al balonmano gracias a la entrenadora Camino, quien introdujo en el Colegio un deporte que he seguido practicando desde entonces. Todo ello está inevitablemente acompañado por la melodía de los viejos altavoces de las diferentes clases que ocupé y esa secuencia todavía grabada en el subconsciente de todos los alumnos de mi generación: “Madre mía, madre mía, vuelve tus ojos a mí”.

4. ¿A qué profesores recuerdas?Con los recuerdos todavía vivos y recientes, la lista

sería interminable y no me gustaría dejarme a ninguno en el tintero. Siempre tienes profesores, o quizás las asignaturas que imparten, con los que conectas mejor que con otros. Nombres que instantemente vienen a mi mente son el padre Insunza, Valentín, Ana, Alfre-do, Liliana, Susana, Leandro, Doña Elena, Don Pedro y, como digo, un larguísimo etcétera cuyas enseñanzas dejaron una importante impronta en mí.

5. ¿Mantienes contacto con tus compañeros de estu-dios?

Por supuesto. Un gran número de mis primeros compañeros de estudios se convirtieron en mis me-jores amigos y trato de verlos siempre que regreso a León. Es verdad que el contacto físico es cada vez más complicado no sólo por mi residencia en el extranje-ro, sino por el hecho de que, ante las perspectivas ac-tuales, ellos también han tenido que trasladarse de la ciudad. A pesar de ello, Internet ayuda a romper la barrera de los kilómetros y las nostalgias, y se logra mantener la comunicación más fácilmente.

6. ¿Qué circunstancias te llevaron a residir en ese país?

La Universidad de Oxford es, seguramente, una de las instituciones educativas e investigadoras de mayor prestigio en Europa y el mundo. En el caso de mi dis-ciplina, el estudio del mundo greco-latino, estamos hablando de un líder que ofrece maravillosas oportu-nidades para la especialización. Tras mis estudios de li-cenciatura en España, tenía claro que quería continuar con mi proceso de formación y, sinceramente, creí que la apuesta por Oxford sería la más acertada. Tuve la suerte de ser admitido en la Universidad con una beca que cubre mis gastos, y no me lo pensé dos veces a la hora de aprovechar esta fantástica oportunidad.7. ¿Qué consejo darías a los alumnos actuales?

Además de disculparme por tener que aguantar mis “historietas”, a los alumnos actuales les aconsejo que estudien aquello que les guste y haga felices. Con esto no me refiero a que dejen de lado asignaturas que les causan mayores dificultades o aburran, sino al hecho de que, si encuentran algo que les apasione, prosigan con ello y traten de desarrollarlo al máximo posible. Mi consejo, en especial, se dirige a aquellas personas que se sienten interesadas por las Humani-dades o cualquier otra disciplina o faceta de la vida criticada por su aparente falta de provecho, beneficio y práctica. A los alumnos actuales del Colegio les digo que no existen asignaturas inútiles, sino que inútil es la manera de no involucrarse con entusiasmo en ellas. Pongamos el caso del Latín, por ejemplo. Es verdad que en la calle de ningún país te van a preguntar la hora en esta lengua, pero, en mi caso, un gratificante estudio de ella me ha permitido viajar a lugares, co-nocer gentes y llegar a cotas inalcanzables en el caso de que hubiera erróneamente optado por disciplinas aparentemente de más provecho pero que no me in-teresaban. Tu curiosidad es un tesoro personal, y nin-gún infeliz tiene derecho a arruinarla.

aitor Blanco PérezOxford, reino Unido

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La ciudad de Genazzano en el Lazio (Italia) al-bergaba intramuros, desde tiempo inmemorial, una iglesia con el título de Santa María del Buen Consejo, muy visitada de feligreses, lugareños y peregrinos, aunque poco sabemos respecto de la imagen en la que se asentaba tanta devoción, tan solo que había un bajorrelieve de la Virgen Madre del Buen Consejo esculpido en mármol. Cuando en el año 1356 pasó a la custodia de los frailes Agustinos que habitaban un convento ex-tramuros, la fábrica ya mostraba síntomas de de-terioro ocasionados por el paso del tiempo, pero la comunidad nada podía hacer debido a las es-trecheces por lo que de modo paulatino, un siglo más tarde, se alcanzó la situación de colapso. En este estado, una devota mujer, la viuda Petruc-cia, Terciaria Agustina, acudió a la renovación y ampliación del templo con todos sus bienes, pero resultaron insuficientes por lo que fue objeto de mofa y vituperio de sus vecinos aunque ella, im-pertérrita, aguardaba el auxilio de la Virgen. Es aquí, en estas circunstancias, cuando tiene lugar la invención de la imagen de Nuestra Madre del Buen Consejo y con ella las ayudas necesarias para rematar la obra empezada por la benefac-tora Petruccia.

El 25 de abril del año 1467, el día de San Mar-cos, la ciudad de Genazzano celebraba, como de costumbre, la fiesta de primavera a la que había acudido una multitud de fieles venidos de diver-sos puntos de la región. A la hora de Vísperas, último de los actos de culto del día, congregados en la plaza de Santa María, se vieron sorprendidos por una música celestial, dirigidas las miradas a lo alto, divisan el avance de una nube blanca que al sobrevolar, oscurece el sol; aturdidos observan cómo ésta queda retenida en una de las paredes que conformaban la nueva iglesia. La nube poco a poco se desvanece mientras, de improviso, las campanas repican sin cesar; una vez disipada sur-ge a la vista, suspendido en el aire, un fresco con una imagen en la que aparecía representada en

busto la Virgen con el Hijo en sus brazos. Estamos ante una mariofanía pasiva, apari-

ción de la Virgen en imagen de contornos defi-nidos, advertida por el correspondiente aparato visual y auditivo. El prodigio ocurre delante de una multitud llena de fervor, por eso, esta devo-ción alcanza de inmediato enorme relevancia e impregna a todas las capas sociales, pueblo llano y jerarquías de la Iglesia.

La inesperada imagen en un principio recibió el título de Nuestra Señora del Paraíso, porque se creyó traída a Genazzano por mano de ángeles ocultos en la nube, pero también, por los nume-rosos milagros que obró desde un primer mo-mento, se llamó Nuestra Señora de los Milagros aunque, no tardando, se impuso por encima de ellos, el título del lugar donde se había quedado, Virgen del Buen Consejo. La estampa resulta en-trañable, María inclina su cabeza al lado izquier-do para pegar su mejilla a la del Niño que, al en-contrarse en posición elevada, con su brazo dere-cho rodea el cuello de la Madre y posa la mano izquierda en el escote de la túnica; un manto de color azul recubre a ambos, la Madre viste túnica de color verde, el Hijo, de color rojo (Fig. 1). Éste es el modelo iconográ-fico canónico que representa a la advocación Ma-dre del Buen Con-sejo.

La provenien-cia del fresco se sitúa en una ciu-dad de Albania, Scutari (Shkodra en albanés), a cu-yas puertas había llegado el invasor otomano y ante la inminente destrucción del templo donde se hallaba ubicado

Variantes icOnOgráficasdel títUlO marianO nUestra

señOra madre del BUen cOnsejO

Figura 1

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y la consecuente profanación de imágenes sagra-das y objetos de culto, de un modo milagroso, a la vista de dos devotos, Gjorgji y De Sclavis, se desprendió de su sitio y salió por el aire envuelto en la nube en dirección a un lugar apacible don-de la tolerancia permitiera ver en él a la Madre de todos los hombres con el Redentor del mundo en sus brazos. No procede aquí hablar de la his-toricidad de la traslación pero sí reseñar que los albaneses nunca perdieron la devoción a Zoja e Shkodrës (Nuestra Señora de Shkodra), como así la llamaban antes de partir para Genazzano.

El invasor otomano asoló el santuario de don-de salió el fresco, las perennes ruinas fueron muy reverenciadas por los creyentes durante siglos; tras muchas vicisitudes erigieron en el mismo emplazamiento otro hacia 1917, el cual, en me-nos tiempo, corrió la misma suerte que el prime-ro. A resultas de una peregrinación en el mes de abril de 1947 que convocó a unas 2.000 personas, fue confiscado por las autoridades comunistas, convertido en un salón de baile y, veinte años más tarde, en 1967, demolido como parte de la despiadada campaña para la erradicación de la religión en Albania. Ahora, liberados de yugos, han levantado un nuevo templo para rendir cul-to a Zoja e Shkodrës (Nuestra Señora de Shko-dra), con el título de Madre del Buen Consejo; las obras dieron comienzo en 1993, el 25 de abril bendijo la primera piedra S. S. el Papa Juan Pa-blo II en su visita pastoral a Albania, concluyeron en 1998. Ese mismo año, el 24 de mayo, en una solemne ceremonia que semejaba el vuelo de re-torno, una copia fiel del fresco original, obra del pintor Dante Ricci, portada por el Prior de Genaz-zano, hacía su entrada delante de la multitud de fieles allí congregados.

El perfil de la imagen de Genazzano mues-tra los rasgos de un tipo iconográfico bizantino, Virgen Eleousa (Virgen de la Ternura), que hizo su aparición después del periodo iconoclasta. Aunque el tema requiere un estudio particular apuntaremos aquí algunos detalles que nos han servido para realizar el enlace con las imágenes bizantinas. El año 2003 en la ciudad de Kuçadasi (Turquía) muy cerca de Efeso hallé en una tienda de recuerdos una bellísima imagen (Fig. 2) que después volví a encontrar por diversos lugares de

Grecia, continen-tal: Alexandrópo-lis, Tesalónica, Ate-nas, etc. e insular; Samos, Rodas, etc. en la que Madre e Hijo llevan túni-ca de color rojo el dorso cubierto por el manto azul y arriba, en cada án-gulo, aparecen las iniciales en grie-go, mayúsculas, ΜΡ, (Μητeρα, Ma-dre), ΘΥ, (Θeοu, de Dios; gen. de Θeος, Dios), muy comunes en los iconos bizantinos, que designan a la Madre de Dios. Este hallazgo fue complementado por el descubrimiento de un icono de gran devoción en Marcópulo, lugar de

la isla jónica Cefa-lonía, que guarda enorme parecido con nuestra ima-gen (Fig. 3), lleva en posición media las iniciales ΜΡ, ΘΥ, y en el extre-mo superior el título, Longobar-diotisa; las cule-bras, inofensivas, refieren la porten-tosa aparición que ocurre todos los

años el día 15 de agosto.La devoción a la Virgen del Buen Consejo tie-

ne implantación universal gracias, en modo des-tacado, a la labor llevada a cabo por la Orden de San Agustín que casi desde el mismo momento de la invención la incorporó al conjunto de las advocaciones marianas propias de la Orden. La iconografía en la Orden, hasta donde alcanza mi conocimiento, no se desvía de la imagen canóni-ca bien en representación pictórica, bien en for-ma de bajorrelieve como el que encontramos en la capilla del Colegio de León, pero en cualquiera

Figura 2

Figura 3

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de las maneras no faltan los vivos colores que re-sultan característicos aunque a veces no apare-cen en la armonía deseada. El bajorrelieve exis-tente en la Parroquia Nuestra Madre del Buen Consejo de León, privado del colorido que define a la imagen, supone una clamorosa excepción en cuya factura parece haber primado más la con-cordancia con el anodino entorno arquitectónico que con el sentido mariano.

El culto a la Madre del Buen Consejo no es pri-vativo de la Familia Agustiniana, otras Ordenes y Congregaciones lo tienen incluido entre sus devociones marianas con lo que han contribuido de modo eficiente a su expansión. Es aquí donde vemos quebrada la uniformidad iconográfica tan característica de la advocación, así, junto a los lu-gares que exhiben réplicas pictóricas que no des-dicen de la canónica, hallamos otros donde apa-recen imágenes de bulto con diversidad de per-files. En este trabajo no es posible referir todos y cada uno de los lugares de la geografía española donde se rinde culto a la Madre del Buen Consejo fuera de la órbita agustiniana, indicaremos algu-nos que nos parecen de especial significación.

En cuanto a la representación pictórica seña-laremos por una parte el colegio Nuestra Señora del Buen Consejo de Lecaroz (Navarra) fundado en 1888 por los Padres Capuchinos como Semi-nario de Ultramar. La imagen venerada, copia fidedigna de la de Genazzano, la trajo el funda-dor del colegio, padre Llavaneras, a quien, S.S. el Papa León XIII, gran devoto de la Madre del Buen Consejo, había sugerido este patrocinio en el momento que pidió los pertinentes permisos. Por otra parte traemos aquí a la Congregación de Religiosas Franciscanas del Buen Consejo fun-dada por aquellas fechas en Astorga que en lo tocante a la imagen guarda estrecha relación con la del colegio de Lecaroz pues la Fundadora se dirigía espiritualmente por el P. Llavaneras.

Las imágenes de bulto con título de Nuestra Señora del Buen Consejo que podemos encontrar por la geografía española se reparten en dos ca-tegorías fundamentales, las que se asemejan a la canónica y las que no tienen nada que ver con aquélla.

Entre las primeras se encuentra la imagen de la Madre del Buen Consejo del Monasterio de

Santa María de Bujedo (Burgos), la Virgen seden-te lleva el Niño sobre su brazo iz-quierdo en posi-ción elevada, con la cabeza inclina-da hacia ese lado hasta tocar con su frente la del Niño que la abraza por el cuello con su brazo derecho y el izquierdo lo alarga hasta aga-

rrar con su mano la túnica de la Madre. Está co-loreada al modo de la imagen canónica, la túnica de la Virgen es de color verde, la del Niño roja y ambos van cubiertos por un manto azul (Fig. 4). Este Monasterio es del siglo XII, lo fundaron Monjes.

Premostratenses, en la Desamortización que-dó vacío, años mas tarde, al final del siglo XIX, llegaron a él los HERMANOS DE LAS ESCUELAS CRISTIANAS (La Salle). Esta imagen tiene toda la caracterización de la de Genazzano, es titular de la iglesia, sustituye a la original románica que destruyó el incendio padecido en el Monasterio en marzo de 1935, aunque se dice que es copia de aquélla, ponemos en duda que así sea por ra-zones de estilo. Estos religiosos tienen un Colegio bajo la advocación de Nuestra Señora del Buen Consejo en Puer-to Real (Cádiz).

El segundo grupo está repre-sentado por tres imágenes ubica-das una en Ma-drid, otra en Se-villa y la tercera en Puerto Lápice (Ciudad Real). La imagen de Ma-drid es la titular de la Parroquia Nuestra Señora

Figura 4

Figura 5

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del Buen Consejo con sede en la Basílica de San Isidro el Real, antigua Catedral de Madrid. La imagen se encuentra en la segunda capilla a la izquierda según se entra en el templo, la Virgen está de pie lleva el Niño en su brazo izquierdo (Fig. 5) pero no existe la estrecha relación en-tre Madre e Hijo que preside el icono, además el Niño no está lo suficientemente elevado como ocurre en aquél. Al indagar sobre esta imagen aparece una leyenda en la que guarda particular protagonismo el jesuita San Luís Gonzaga.

El lugar que hoy ocupa la Basílica, o al menos en su mayor parte, pertenecía al Colegio Impe-rial de la Compañía de Jesús levantado en el siglo XVI, aquí había una capilla donde se veneraba una imagen de la Virgen traída de Italia, no se sabe quien fuera su autor, a la que dirigía sus plegarias y súplicas el joven noble Luís Gonzaga para hallar o alcanzar el consuelo ante la situa-ción que vivía. Parece ser que en uno de sus mo-mentos de oración oyó la voz de la Virgen que le aconsejó, “Hijo, entra en la Compañía de Jesús”, esto ocurría el 15 de agosto de 1583. Éste es el motivo por el que recibió el título de Nuestra Se-ñora del Buen Consejo que nada tiene que ver con el de la advocación que nos resulta tan pro-pia a los Agustinianos.

La Parroquia de Nuestra Señora de la O en Sevilla, alberga la imagen de bulto redondo con título de Nuestra Señora del Buen Consejo, escul-tura del año 1730 obra de Pedro Duque Cornejo.

La imagen no guarda seme-janza con la de Genazzano, pero si remeda a la de Madrid, la Virgen está de pie, lleva al Niño en su bra-zo izquierdo, elevado hasta el correspon-diente hombro pero Éste no se abraza a María (Fig. 6), tampo-co están adornados con los apropiados colores ni recubiertos con el manto.

La tercera imagen ajena a nuestro modelo se halla en el pueblo de Puerto Lápice (Ciudad Real), en plena Mancha, es imagen de vestir, la Virgen está de pie, cubierta por mantos de bella factura, lleva el Niño en el brazo izquierdo (Fig. 7) en una posición que difiere sustancialmente de las dos imágenes anteriores, tampoco tiene nada que ver con la observada en la de Genazzano. Ésta parece ser una introducción reciente. Durante si-glos la iglesia de Puerto Lapice fue sufragánea de la parroquia de Herencia, la advocación era Nuestra Señora de la Contemplación, pero a me-diados del siglo XIX logró la independencia mu-nicipal y eclesiástica, momento en el que conver-tida la iglesia en parroquia se dedicó a la Madre del Buen Consejo.

Cándido Santiago ÁlvarezAntiguo Alumno

Figura 6

Figura 7

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Si a todos felicitamoscuando llega Navidad,sea la sinceridadla firma con que avalamoslos lazos de la amistad. El primero que merecenuestra felicitación,-pues trajo la salvación,-es el Niño Dios, que creceante nuestra admiración. Yo a Jesús le felicitoal cumplir sus 2013 años,los que hay entre ayer y hogaño,ascenso casi infinitoque suma 2013 peldaños. Acudid todos conmigoante el portal de Belény agasajadle también,mostrad talante de amigoscon un cordial parabién. Jesús vino a ser la Luz,Camino, Vida y Verdad;por nuestra felicidadpasó por morir en cruzsiendo la Suma Bondad.

Vino al mundo a demostrarque ama como nadie amó;por tanta finura… yole quiero felicitar,pues, por mí, se desvivió. Quiso descender del cielopara estar a nuestro lado,aunque fuera encarceladoy oculto detrás del velode un Sagrario abandonado. Vino con ansia de vernosa su vera, noche y día,haciéndole compañía,deseoso Él de hacernosheraldos de la alegría.

Por tantas pruebas de amor,por todo lo que hizo Cristo,por todo lo que hemos vistoen Belén y alrededor…,en darle mi amor persisto.

FeliCitaCión a CriStoP. J. Miguel Velasco. Agustino

Deseamos de todo corazón la prosperidady la salud en estas Fiestas,

y que el Año Nuevo llegue a vuestras casascon ventura, paz y felicidad.