Franco lee

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BICENTENARIO ARGENTINO NOMBRE: Franco Martin Lee PROFESORA: Jesica Limachi AÑO: 2010

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BICENTENARIO ARGENTINO

NOMBRE: Franco Martin Lee

PROFESORA: Jesica Limachi

AÑO: 2010

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Bicentenario• Que mejor regalo para todos los argentinos

dentro o fuera de nuestras fronteras, que el privilegio de escuchar las músicas y presenciar sus danzas, tal cual se practicaban en salones y tertulias de nuestra patria en el 1800. Que mejor presente para este Bicentenario 2010, que el aporte de nuestro pequeño granito de arena, que logre insinuar la unidad de un pueblo con historias desencontradas, un pueblo con tradiciones, un pueblo orgulloso y sediento de una identidad que nos refleje a todos como hijos de esta patria. Siendo la música el idioma universal por naturaleza, deseamos ofrecer esta oportunidad, este privilegio que tendremos únicamente las generaciones actuales de argentinos y ninguna otra en su redescubrir; es un paso hacia la historia que daremos todos juntos, recordado por siempre en las generaciones futuras y seguramente aun comentadas al venir de los 400 años, como el día en que los argentinos evocaron, compartieron, aprendieron, abrazaron y aplaudieron orgullosos tal vez, por haber hallado ese eslabón perdido de nuestra cadena natural que permita liberarnos de nuestras propias esclavas ataduras y comprometernos en el verdadero universo de nuestras históricas raíces, unidos en la cultura.

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Historia Argentina

· La declaración de la independencia · Símbolos de nuestra patria

· La creación de nuestra bandera · La Casa de Tucumán

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Lo que nos hacen argentino

• Asado• Tango• Mate

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Frases Célebres: San Martín, Manuel Belgrano, Sarmiento

• Serás lo que debas ser o no serás nada. • Cuando hay libertad, todo lo demás sobra. • Querer es poder. • La vida es nada si la libertad se pierde. • Mucho me falta para ser un verdadero padre de la

patria, me contentaría con ser un buen hijo de ella. • “ Bárbaros, las ideas no se matan” • Es la educación primaria la que civiliza y desenvuelve la

moral de los pueblos“ • Si el pueblo es soberano, hay que educar al soberano

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Reflexión al cumplir 200 años• La idea de Nación fue concebida en sus orígenes, en la época de la Revolución Francesa, con

un sentido inclusivo, pertenecían a ella todos aquellos dispuestos a luchar por la libertad. Luego el sentido del nacionalismo devino excluyente, si se era francés no se podía ser alemán, llegando al extremo nazi que igualó la nacionalidad con la raza. Pero en el fondo, todos los nacionalismos surgidos en el siglo XIX y principios del XX manejaban una concepción esencialista de lo nacional, se hablaba del ser nacional, de lo argentino, características que tendríamos, que adquirimos, por el solo hecho de ser argentinos. Pero ¿qué es una nacionalidad? El historiador inglés Benedict Anderson lo define como una “comunidad imaginada”, de la que podemos sentirnos parte a pesar de que nunca conoceremos a la inmensa mayoría de sus integrantes. Esta definición evidentemente se aleja de la idea de una esencia y hace hincapié en el hecho de que una nacionalidad no es un fenómeno natural ni eterno ni racial, sino que es una construcción social. Esta conclusión no está exenta de consecuencias. Si lo nacional es una invención, con toda una mitología que la sostiene, armada desde la escuela, los museos, los nombres de las calles, los monumentos y un relato histórico acorde, hay quien asocia invención con falsedad y da por tierra con el nacionalismo, que entró en un verdadero desprestigio después de la última dictadura. Pero invención también refiere la idea de creación. Una comunidad imaginada, así como fue la nación, podría ser otra, tal vez más abarcativa con nuestros vecinos, no exenta de tensiones, pero con mecanismos más democráticos para resolverlas, el peso habría que ponerlo en la palabra comunidad, que es el sentido de pertenencia que más se ha desarticulado y que más solos nos ha dejado a los individuos y, por lo tanto, más vulnerables. El Bicentenario más que un recordatorio de nuestra esencia podría ser una oportunidad para pensar cómo nos queremos imaginar como sociedad. Y animarnos.