TesisAgustinMolina2007
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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
Trabajo Final de Licenciatura:
Condicionamiento operante neonatal: Auto-administración de leche en ratas de 5-días de edad
Agustín Molina - Matrícula: 2002795582 Director: Dr. Carlos Arias Grandío
Córdoba, Noviembre de 2007
Agradecimientos...
Agradezco a mis padres por todas
las posibilidades que me han brindado.
Al Dr. Norman Spear por otorgarme todas las
facilidades necesarias para desarrollar este trabajo.
También deseo agradecer a mis
compañeras de la Facultad, amigos y
novia por divertirme y apoyarme constantemente.
Y por último, es mi intención
agradecerle especialmente a Carlos, mi
director de tesis, por haberme ayudado a
sentirme cómodo y disfrutar de este primer paso.
2
ÍNDICE
Resumen….………………………………………………………………………….. 4
1. Introducción………………………………………………….…………………. 5
1.1. Capacidades sensoriales, perceptivas y de aprendizaje en la cría de rata…... 5 1.2. Aspectos básicos del condicionamiento instrumental..................................... 9
1.2.1. Orígenes……………………………………………………………… 9 1.2.2. Definición y elementos básicos del condicionamiento instrumental… 11 1.2.3. Fases del condicionamiento instrumental……………………………. 13
1.3. Modelos de condicionamiento instrumental en la temprana ontogenia de la rata…………………………………………………………………………... 14
1.4. Objetivos e hipótesis………………………………………………………… 22 1.4.1. Objetivos……………………………………………………………... 22 1.4.2. Hipótesis……………………………………………………….…….. 23
2. Experimento 1: Aplicación de un procedimiento de condicionamiento
instrumental en crías de rata de 5-6 días de edad…………………………….. 25
2.1. Material y métodos………………………………………………………….. 28 2.1.1. Sujetos……………………………………………………….……….. 28 2.1.2. Aparatos y materiales. ……………………………………………….. 29 2.1.3. Procedimientos………………………………………………………. 31 2.1.4. Análisis de datos……………………………………………………... 34
2.2. Resultados…………………………………………………………………… 35
3. Experimento 2: Análisis de parámetros que pueden afectar la ejecución de
la tarea de condicionamiento instrumental…………………………………… 41
3.1. Material y métodos……………………………………………………….…. 42 3.1.1. Sujetos……………………………………………………….………. 42 3.1.2. Aparatos y materiales…..……………………………………………. 43 3.1.3. Procedimientos………………………………………………………. 43 3.1.4. Análisis de datos…………………………………………………..…. 47
3.2. Resultados…………………………………………………….……………... 48
4. Discusión………………………………………………………….……………... 54
5. Referencias bibliográficas.……………………………………………………... 63
3
Título: Condicionamiento operante neonatal: Auto-administración de leche en ratas de 5-
días de edad
Área: Psicobiología experimental.
Autor: Agustín Molina.
Director: Dr. Carlos Arias Grandío.
Año: 2007.
Resumen: En este estudio se presenta una técnica de condicionamiento instrumental para
su aplicación en la temprana ontogenia de la rata. El procedimiento pretende que el
neonato se auto-administre un reforzador natural (leche) utilizando los movimientos de
cabeza y miembros anteriores que la cría emite en el contexto del amamantamiento. En
dos experimentos se analizó cómo cambia la probabilidad de ejecución de dichos
movimientos (conducta operante) en función de la contingencia con la infusión intraoral
de leche (reforzador). Además, se estudió cómo la variación sistemática de la magnitud
del reforzador o de la cantidad de separación materna pueden afectar la adquisición del
condicionamiento instrumental. Las crías de 5 y 6 días de edad mostraron diferencias en
la ejecución de dichas conductas en función de la contingencia con el reforzador tras una
o dos fases de adquisición de 15 minutos. Además, los sujetos apareados mostraron una
mayor tasa de respuesta al comienzo de la extinción. Los resultados evidencian la
efectividad de la técnica desarrollada, y su valor potencial para el estudio de procesos de
aprendizaje en la temprana ontogenia, así como para el análisis de mecanismos que
regulan las propiedades motivacionales de reforzadores naturales o de otras sustancias,
como el alcohol.
Palabras clave: aprendizaje operante o instrumental – infantes – leche – reforzador –
adquisición – extinción
Agustín Molina Carlos Arias Grandío
4
1. INTRODUCCIÓN El objetivo principal de este estudio es la presentación de una técnica de
condicionamiento operante que fue desarrollada para su aplicación en la temprana
ontogenia de la rata. A lo largo de la presente introducción se hará una breve descripción
de las capacidades sensoriales, motoras y de aprendizaje con que cuenta la cría de rata
para percibir su entorno y adaptarse al mismo. Posteriormente, se revisarán algunos
aspectos fundamentales del condicionamiento instrumental, con el objetivo de facilitar la
comprensión de los procedimientos empleados en la fase experimental, y la lectura e
interpretación de los resultados obtenidos. Por último, se realizará un análisis crítico de
las técnicas de condicionamiento operante que hasta el día de hoy se han desarrollado
para su aplicación en la temprana ontogenia de la rata. La información que se recoge en
los siguientes apartados será fundamental para enmarcar los objetivos y las hipótesis que
guían la serie experimental.
1.1 Capacidades sensoriales, perceptivas y de aprendizaje en la cría de rata
Las distintas especies de mamíferos pueden ser clasificadas en función del grado
de madurez de los neonatos en altriciales y precociales. La primera de estas categorías, en
la cual se incluyen las distintas clases de roedores, engloba a aquellas especies que se
caracterizan por parir crías relativamente inmaduras que, por lo general, nacen sin
capacidad visual ni termorreguladora y con gran limitación motora. Por lo tanto, estas
crías necesitan numerosas atenciones por parte de la madre durante las primeras fases del
desarrollo. Por otra parte, las especies precociales son aquellas en las que las crías nacen
5
con tal grado de madurez morfofisiológica que son capaces de seguir a la madre pocas
horas después del parto (Alberts, 2005).
A pesar de la relativa inmadurez en el momento del nacimiento, la cría de rata
dispone de ciertas capacidades que le permiten llevar a cabo las actividades básicas que
garantizan su supervivencia, como son, obtener nutrientes del pezón de la madre, y
conservar las calorías adquiridas manteniendo la temperatura corporal (Spear & Riccio,
1994). Diversos sistemas sensoriales son parcialmente funcionales incluso desde el
período prenatal, como por ejemplo, el táctil, el olfativo o el gustativo (Lecanuet &
Schaal, 1996). Por lo tanto, el neonato de rata puede responder a algunos estímulos de
distinta modalidad sensorial. La función táctil en el neonato de rata se encuentra presente
sólo en algunas regiones del cuerpo, como el área perioral, las extremidades delanteras y
el área anogenital (Alberts, 2005). Los sistemas quimiosensoriales (gusto y olfato)
permiten a la cría recién nacida percibir estímulos olfativos naturales y químicos, como
así también discriminar entre distintos sabores (Alberts, 2005; Hall & Brian, 1981).
Además, la cría de rata presenta poca capacidad de termorregulación (Hoffman, Flory &
Alberts, 1999), aunque sí posee la habilidad de discriminar entre diferentes gradientes de
temperatura y de orientarse hacia ellos. Por ejemplo, ratas infantes de 1, 5 y 11 días de
edad pueden movilizarse a sectores diferentes de una caja de acuerdo a un gradiente de
temperatura que va desde 26ºC hasta 40ºC (Hoffman, Flory & Alberts, 1999). Por último,
la percepción de señales acústicas en la cría de rata precede a la apertura de los ojos, que
tiene lugar el día 14 de vida postnatal. En general, estos sistemas sensoriales se van
desarrollando rápidamente, especialmente a lo largo de las tres primeras semanas de vida,
período en el cual se va ampliando progresivamente la sensibilidad de los sistemas
6
perceptivos y el rango de estímulos a los que estos organismos pueden responder
(Lecanuet & Schaal, 1996).
Además de las mencionadas capacidades sensorio-perceptivas, los neonatos de
rata poseen cierto repertorio comportamental que les permite explorar e interactuar con el
medio. Antes de nacer, el feto de rata presenta formas de comportamiento altamente
secuenciado y coordinado conocidos como patrones de acción fetal (Robinson &
Brumley, 2005). Entre dichos patrones de conducta se encuentra la conducta de limpieza
facial (en inglés, facial wiping), comportamiento que según algunos autores podría estar
relacionado con las conductas de higiene y con otras de contenido hedónico negativo que
se expresan en la vida adulta (Berridge, 2000; Robinson & Smotherman, 1991). Otra
conducta que aparece temprano en el desarrollo es la respuesta de estiramiento (en inglés,
strech response), que consiste en la flexión dorsal de la espalda, acompañada por una
elevación de la cabeza y extensión coordinada de las extremidades (Andersen, Robinson
& Smotherman, 1993; Robinson & Brumley, 2005). Esta conducta es elicitada, por
ejemplo, tras la administración de leche en la cavidad oral del feto o de la cría de rata.
Además, cuando el pezón se acerca a la región perioral, tanto el feto como la cría de rata
son capaces de responder con movimientos laterales de cabeza y con una prensión activa
del pezón (Robinson & Smotherman, 1992a). La cría recién nacida dispone también de
otro tipo de conductas orales que son emitidas en respuesta a diversa estimulación
quimiosensorial, como son los movimientos bucales, el lameteo o el chupeteo (Robinson
& Smotherman, 1992a). Incluso antes del nacimiento se pueden conseguir movimientos
coordinados de las extremidades anteriores o posteriores de la cría con diversas
manipulaciones farmacológicas (Robinson y Brumley, 2005). A los 4 ó 5 días de edad la
7
madurez motora de la cría de rata le permite no sólo emitir respuestas de orientación y
exploración con la cabeza, sino que también aparecen conductas exploratorias que
involucran las extremidades delanteras (Alberts, 2005). Hacia el día 10 de vida postnatal
la cría empieza a gatear, y hacia el día 12 postnatal ya camina con bastante movilidad
(Alberts, 2005).
Las crías de rata no sólo son capaces de percibir el entorno y de responder a los
estímulos que se presentan en el mismo, sino que también poseen la capacidad de
adaptarse a modificaciones en su ambiente. Para ello, ya durante el período de vida
intrauterino comienzan a desarrollarse ciertas capacidades de aprendizaje. En diversos
estudios se ha descrito que durante los últimos días de gestación el feto de rata puede
modificar su conducta por la mera exposición repetida a estímulos de distinta naturaleza
(aprendizaje no asociativo). En este sentido, en el feto de rata se ha encontrado
habituación comportamental y fisiológica, sensibilización, y efectos de contraste positivo
(Chotro & Spear, 1997; Mickley et al., 2004; Robinson & Smotherman, 1995). Por
ejemplo, se ha observado una disminución en la respuesta motora cardíaca frente a la
administración repetida de infusiones orales de una solución con olor a limón
(Smotherman & Robinson, 1992). Las capacidades de aprendizaje asociativo también
están presentes desde el período prenatal y han sido puestas en evidencia en diversos
paradigmas experimentales (Chotro & Arias, 2003; Domínguez et al., 1998; Pedersen &
Blass, 1982; Robinson & Smotherman, 1997; Stickrod et al., 1982). Por ejemplo, se ha
descrito la adquisición en un solo ensayo de aversión condicionada al sabor empleando
cloruro de litio como estímulo incondicionado (Smotherman, 1982). Además, y como
será descrito más adelante, existen también evidencias experimentales de que el neonato
8
de rata tiene capacidad de variar la frecuencia de emisión de algunas respuestas en
función de la contingencia con sus consecuencias cuando son entrenados en
procedimientos de aprendizaje instrumental (ver, por ejemplo, Johanson y Hall, 1979).
En conjunto, todas las capacidades de aprendizaje recién mencionadas, junto con las
habilidades sensoriales y motoras descritas anteriormente, permiten a la rata recién nacida
adaptarse a su ambiente de desarrollo natural y de este modo asegurar su supervivencia.
Así, por ejemplo, ya desde el nacimiento la cría de rata es capaz de emitir respuestas de
orientación hacia su madre, reconocer y prenderse de su pezón, y consiguientemente
succionar del mismo para extraer leche (Smotherman, Arnold & Robinson, 1993).
Además, se acurruca junto a sus hermanas para mantener la temperatura corporal, y es
capaz de producir señales químicas, térmicas o acústicas para comunicarse con su madre
solicitando cuidado (Alberts & Cramer, 1988).
1.2 Aspectos básicos del condicionamiento instrumental
1.2.1 Orígenes
Edward Thorndike (1898) puede ser considerado uno de los padres del
condicionamiento instrumental. Este autor fue pionero en el campo de la investigación de
aprendizaje animal. Realizó numerosos experimentos que consistían básicamente en
situar a distintos animales hambrientos en lo que denominó cajas-problema (en ingles,
puzzle-box). Para escapar de esta caja y acceder a comida, los animales debían realizar un
determinado movimiento. Thorndike observó que, inicialmente, el comportamiento de los
animales era azaroso y poco sistemático. A medida que los ensayos se repetían, las
conductas inefectivas desaparecían y la respuesta necesaria para escapar de la caja
aparecía más rápida y efectivamente. Según Thorndike, los animales aprendían por
9
ensayo y error, y no mostraban signos de comprender la relación entre la acción y la
consecuencia, incluso después de haberla aprendido. El aprendizaje, según este autor,
conlleva la formación de conexiones entre las conductas realizadas y su resultado, y las
mismas son fortalecidas por la denominada ley del efecto. Según la misma, aquellos actos
que se acompañen o que estén más próximos de la satisfacción del animal, se asociarán
más fuertemente con la situación, y cuando se vuelvan a repetir las circunstancias, estos
comportamientos tendrán mayor probabilidad de ser repetidos. Además, Throndike
sugirió que cuanto mayor es la magnitud de la satisfacción del animal, mayor es la fuerza
de la asociación (Thorndike, 1911). Posteriormente Skinner (1935) hizo énfasis en la idea
de que las conductas son emitidas por los animales, a diferencia de lo propuesto por otros
como Thorndike o Hull, que defendían la posición de que eran elicitadas por los
estímulos. Su propuesta es que los animales emiten conductas en situaciones sin que haya
aparentemente ningún control por parte de estímulo alguno. A estas respuestas las
denominó operantes libres. Manifestó que durante una fase de aprendizaje se cambia la
relativa frecuencia de estas respuestas. Además de sus numerosas aportaciones teóricas,
Skinner desarrolló la que hoy se conoce como caja de Skinner, la cual permite un análisis
sistemático del aprendizaje instrumental, abriendo la posibilidad al estudio de nuevas
variables dependientes que no había sido posible abordar previamente, como la tasa de
respuesta.
Las aportaciones de estos autores continúan teniendo gran influencia hoy en día
en el análisis de procesos básicos de aprendizaje (Catania, 1999; Nevin, 1999) así como
en el estudio de diferentes aspectos de la neurociencia del comportamiento y
10
psicofarmacología (Blackman & Pellon, 1993; Laties, 2003; Leslie, Shaw, Gregg,
McCormick, Reynolds & Dawson, 2005).
1.2.2 Definición y elementos básicos del condicionamiento instrumental
El condicionamiento instrumental se puede definir operacionalmente como la
modificación de la frecuencia de emisión de una conducta por la contingencia entre la
misma y sus consecuencias (Tarpy, 1997). Un procedimiento de condicionamiento
instrumental puede derivar en un aumento o disminución de una determinada tasa de
respuesta. Los factores que determinan que suceda una u otra cosa son tanto la
contingencia entre la conducta y el reforzador, como la naturaleza de este último
(Domjan, 1999).
En el condicionamiento instrumental participan fundamentalmente tres elementos:
una respuesta, un resultado (el reforzador) y una contingencia entre la respuesta y el
resultado.
• Reforzador: Los reforzadores se definen no por sus propiedades físicas
específicas, sino por criterios empíricos, en función del efecto que
producen en la conducta. Los reforzadores suelen ser estímulos
biológicamente relevantes, que pueden tener un valor hedónico positivo,
como la comida, o negativo, como una descarga eléctrica. El reforzador
positivo es aquel que incrementa la probabilidad de respuesta, mientras
que el reforzador negativo es el que disminuye la probabilidad de una
respuesta concreta.
11
• Respuesta instrumental: Suele ser una respuesta motora arbitraria. Se
define en términos del efecto que produce en el entorno. Por ejemplo: la
presión de una palanca.
• Contingencia: Hace referencia a la medida en que la entrega del
reforzador depende de la ocurrencia previa de la respuesta instrumental.
Comprende la noción de causalidad debido a que la emisión de la
respuesta es necesaria y suficiente para la presentación del reforzador.
La contingencia requiere también de cierto grado de contigüidad; si la
emisión del refuerzo se demora, el aprendizaje instrumental no se
produce.
En los procedimientos de condicionamiento instrumental, además de los
elementos mencionados, pueden intervenir otros estímulos que indiquen la presencia o
ausencia del reforzador; éstos son denominados estímulos discriminativos (Domjan,
1999; Tarpy, 1997).
En función de la naturaleza de la contingencia que existe entre la respuesta del
sujeto y la consecuencia, y del valor hedónico del reforzador (positivo o negativo), se
pueden definir cuatro tipos de procedimientos de condicionamiento operante: el
condicionamiento de recompensa, el entrenamiento de omisión, el castigo y la evitación o
escape. El procedimiento más comúnmente empleado y el más pertinente para este
estudio es el condicionamiento de recompensa. Éste se encuentra determinado cuando
una respuesta tiene como consecuencia la aparición de una recompensa deseable para el
organismo, por ejemplo comida. La ocurrencia repetida de la recompensa en contingencia
con la respuesta tiene como resultado el incremento de la probabilidad de dicha respuesta.
12
En el entrenamiento de omisión, la respuesta va seguida de la ausencia de un estímulo
apetitivo. El efecto de este entrenamiento es la supresión de dicha respuesta. Por otro
lado, el castigo es el procedimiento por el cual la respuesta instrumental es seguida de un
resultado aversivo, por ejemplo, una descarga eléctrica. El castigo conlleva generalmente
un decremento de la respuesta. Por último, el entrenamiento de evitación o escape se basa
en que una respuesta específica es contingente con el fin de un evento aversivo (Tarpy,
1997).
El rendimiento en las tareas de condicionamiento instrumental se puede ver
modulado por muchos factores. Por ejemplo, los programas de reforzamiento, que se
dividen en función de que el refuerzo sea emitido después de un número fijo o variable de
respuestas del sujeto (razón fija o variable) o después de que haya transcurrido una cierta
cantidad de tiempo fija o variable (intervalo fijo o variable). En general, los
entrenamientos de razón generan una mayor tasa de respuesta que los de intervalo. Entre
otros factores que pueden afectar el desempeño en tareas de condicionamiento
instrumental, se encuentra la magnitud del reforzador. La tasa de respuesta puede no
verse afectada por esta variable pero los reforzadores de mayor magnitud pueden afectar
la persistencia de las respuestas (Tarpy, 1997).
1.2.3 Fases del condicionamiento instrumental
Las fases básicas de un experimento de condicionamiento instrumental son la
adquisición y la extinción. La adquisición se define como la fase en la cual la respuesta
instrumental es aprendida. Durante esta fase, se expresa con mayor frecuencia una
respuesta específica debido a la relación de la misma con el reforzador. La fuerza de la
respuesta se puede medir en términos de incremento de la probabilidad o frecuencia de la
13
conducta específica. La fase de extinción es aquella en la que, frente a la respuesta
instrumental no se presenta reforzamiento alguno (Domjan, 1999). El resultado de la
extinción es un decaimiento gradual en la respuesta. Como ya fuera observado por
Skinner, en el proceso de extinción en el condicionamiento instrumental se produce, al
igual que en el condicionamiento clásico, una recuperación espontánea de la respuesta
operante cuando se interpone un intervalo temporal antes de volver a situar al sujeto en el
contexto donde ocurrió el aprendizaje. Otra característica del proceso de extinción en el
condicionamiento operante es que, a menudo, al comienzo del mismo, aparece un
incremento brusco de la respuesta operante que se acompaña de una respuesta fisiológica
y de agitación motora. Algunos autores han relacionado dicho fenómeno con un proceso
de frustración ante la ausencia del reforzador (Papini & Dudley, 1997; Tarpy, 1997).
1.3 Modelos de condicionamiento instrumental en la temprana ontogenia de
la rata
Algunos autores han propuesto que el condicionamiento instrumental requiere una
integración de información más compleja que la que requiere la asociación de estímulos
(por ejemplo, ver Flory et al., 1997). Este planteamiento lleva implícito que el
aprendizaje instrumental es una forma de aprendizaje diferente del condicionamiento
clásico, que está gobernado por leyes en cierta medida distintas, y que los centros
neurales que lo modulan son al menos parcialmente distintos (ver Tarpy, 1997). Otros
autores han planteado una visión alternativa, considerando que el condicionamiento
clásico e instrumental son dos manifestaciones de un único proceso de aprendizaje (ver
Tarpy, 1997). Actualmente el argumento de que el condicionamiento instrumental
14
requiere un nivel de procesamiento de la información más complejo parece superado por
evidencias recientes que han demostrado la ocurrencia de este tipo de aprendizaje en
organismos de relativa simplicidad estructural como la aplisia (Hawkins, Clark &
Kandel, 2006), o incluso a nivel de la médula espinal en ratas que tenían quirúrgicamente
separado este órgano de centros superiores del sistema nervioso central (Gomez-Pinilla et
al., 2007).
La relativa inmadurez del neonato de rata supone un desafío a la hora de la
evaluación de sus capacidades de aprendizaje, debido fundamentalmente a limitaciones
de tipo procedimental. Sin embargo, varios autores a lo largo de las tres últimas décadas
han sabido buscar la manera de superar dichas limitaciones y han desarrollado con éxito
varias técnicas para la evaluación de condicionamiento instrumental en edades tempranas
de este roedor. Como se verá a continuación, los objetivos que han guiado el interés de
dichos autores en el desarrollo de estas técnicas son muy diversos, y en cierta manera han
determinado las características de los procedimientos.
Amsel y colaboradores desarrollaron una técnica en la cual la cría de rata aprendía
a recorrer un corredor (38 x 7.5 x 10 cm) que desembocaba en una caja donde se situaba
una madre anestesiada (Amsel, Burdette & Letz, 1976, 1977; Letz, Burdette, Gregg,
Kittrell & Amsel, 1978). Los autores denominaron respuesta de aproximación al
desplazamiento que la cría hacía a lo largo de dicho corredor para obtener el refuerzo.
Una larga serie de estudios sirvió para extraer conclusiones de gran importancia para la
psicobiología del desarrollo y del aprendizaje. Por ejemplo, se demostró que la presencia
de la madre tenía un importante valor incentivo, más allá de la posibilidad de prenderse al
pezón, o de obtener leche del mismo (Letz et al., 1978). Además estos estudios revelaron
15
que ya en la temprana ontogenia, en comparación con el refuerzo continuo, el refuerzo
parcial de la conducta genera una mayor persistencia de dicha conducta en la fase de
extinción. Amsel sitúa el período ontogénico en el cual emerge este efecto hacia el día 11
de vida postnatal (Chen & Amsel, 1980; Letz et al., 1978). Los estudios de Amsel y
colaboradores se extendieron hasta la década de los noventa, y fueron incorporando
variaciones en el procedimiento, como la administración intraoral de leche a través de
una cánula como reforzador (Diaz-Granados, Greene & Amsel, 1992). La técnica se
utilizó con éxito para la evaluación de déficits neurocomportamentales provocados por la
inducción de hipoxia o de agentes teratógenos como el alcohol (Diaz-Granados et al.,
1992; Lobaugh et al., 1991). La gran limitación de esta técnica se debe a los
requerimientos locomotores de los sujetos, por lo que es difícil que pueda ser utilizada
con éxito en crías de menos de una semana de vida postnatal. Por otro lado, uno de los
beneficios, además de la cantidad de fenómenos que permite estudiar, es que requiere
períodos pequeños de separación materna (1 hora en los trabajos iniciales). En estudios
más recientes los autores extendieron dichos períodos a 24 horas sin encontrar que esta
manipulación modificase efectos que habían sido previamente publicados (Lilliquist,
Nair, Gonzalez-Lima & Amsel, 1999).
Kenny y Blass (1977) desarrollaron un procedimiento en el que crías de rata
aprendían a desplazarse por un laberinto en forma de Y (ver Figura 1A). Los animales
discriminaban entre el brazo izquierdo y el derecho del laberinto para conseguir la
recompensa. El reforzador que emplearon era la disponibilidad de un pezón no nutritivo,
que como se ha mencionado, Amsel y colaboradores mostraron que tiene valor
recompensante para la cría de rata (Letz et al., 1978). Para exponerles a este reforzador,
16
la madre de las crías era anestesiada, y situada en uno de los brazos en Y. Esta técnica se
aplicó con éxito en crías de entre 7 y 21 días. A partir de ella se obtuvieron datos
relevantes sobre capacidades de aprendizaje, y sobre el valor de incentivo que posee un
pezón no nutritivo. Este estudio mostró que todos los grupos de edad evaluados poseen la
capacidad de adquirir la respuesta y de retenerla al menos por dos días. Si bien la fase de
adquisición requiere de ensayos relativamente cortos, los autores sometieron a un
régimen de deprivación muy elevado a las crías (24 horas). En esta etapa del desarrollo,
un período de deprivación materna tan elevado puede generar considerable estrés a la cría
y además puede tener efectos nocivos sobre el desarrollo neurocomportamental (Smith,
Kucharski & Spear, 1985). Por otro lado, la aplicación de esta técnica requiere una cierta
capacidad de locomoción, que como hemos mencionado antes, no se adquiere hasta
después de la semana de vida postnatal.
En 1979, Johanson y Hall desarrollaron una técnica particularmente interesante
para los propósitos del presente estudio. Las crías de 1 día de edad eran colocadas en una
estructura construida a partir de una taza de café (ver Figura 1B). La cría tenía acceso a
dos palancas colocadas sobre su cabeza, y al hacer presión sobre una de ellas obtenía
infusiones de leche en la boca. Cada palanca estaba impregnada con un olor distinto. En
dicho estudio, los autores encontraron evidencias de condicionamiento operante en el
neonato de rata tanto durante la fase de adquisición como durante la extinción (Johanson
& Hall, 1979). El inconveniente de este trabajo radica en la gran cantidad de separación
materna y de aislamiento que sufrían las crías. Antes de la sesión experimental las crías
eran aisladas por una noche. Además, las fases de adquisición y extinción duraban 12 y 6
horas respectivamente. Por otro lado, como los propios autores reconocen, el hecho de
17
haber elegido leche como reforzador puede suponer un problema a la hora de interpretar
los resultados porque la respuesta operante que emite la cría es elicitada de forma
incondicionada por el propio reforzador. Esta crítica ha sido recogida posteriormente por
otros autores, que propusieron que los resultados de Johanson y Hall podrían ser
explicados a partir de un proceso de condicionamiento clásico, y no de condicionamiento
instrumental (ver Flory, Langley, Pfister & Alberts, 1997). Según estos autores, la leche
podría estar actuando como estímulo incondicionado, y la respuesta que la cría emitía al
recibir los pulsos de leche en la boca constituiría una respuesta incondicionada. La
palanca, que sería el estímulo condicionado, se asociaría con el estímulo incondicionado
(leche), y podría llegar a elicitar por sí misma la respuesta condicionada.
Un estudio posterior se valió del procedimiento desarrollado por Johanson y Hall
y lo aplicó al estudio de la auto-administración de alcohol en la temprana ontogenia
(Domínguez, López, Chotro & Molina, 1993). La técnica fue aplicada en crías de rata de
3, 9 y 15 días de edad. Los autores demostraron que la contaminación de la leche con
alcohol disminuye el poder reforzante de la primera. En este estudio se volvieron a
emplear los extensos períodos de separación materna y aislamiento empleados
originalmente por Johanson y Hall (12 horas de separación materna más 12 horas de
adquisición). También es importante resaltar que en ambos estudios, los animales no
presentaron evidencias de adquisición de la respuesta operante hasta comenzadas las dos
horas de entrenamiento.
Guenaire, Costa y Delacour (1982) diseñaron una técnica en que crías de rata
aprendieron a elevar la cabeza para obtener un reforzador térmico (diez segundos de aire
caliente). Dicho estudio recibió críticas similares a las del trabajo de Johanson y Hall
18
porque los resultados podían ser explicados en términos de condicionamiento clásico y no
operante (Flory et al., 1997). La respuesta operante de elevar la cabeza podría ser la
respuesta incondicionada que la cría emite al recibir el pulso de aire caliente (estímulo
incondicionado). Más recientemente, Flory y colaboradores (1997) se preocuparon por
desarrollar una técnica evitando explícitamente que en la fase de adquisición participasen
respuestas generadas de forma incondicionada por los reforzadores. Para ello generaron
una técnica que consistía en ubicar al neonato de rata en una plataforma fría (25 ºC)
donde tenían que aprender a girar la cabeza. El reforzador empleado era la liberación de
aire caliente durante 20 segundos sobre la plataforma en la que la cría descansaba (ver
Figura 1C). Los autores observaron que la respuesta instrumental se adquiere
rápidamente, hacia los treinta minutos de entrenamiento, y se extingue cuando se deja de
emitir el reforzador. Posteriormente, estos autores mostraron que crías de mayor edad (5
y 11 días de vida postnatal) pueden igualmente adquirir esta respuesta instrumental
(Hoffman et al., 1999a; 1999b), aunque el valor recompensante del estímulo
incondicionado parece ser menor a medida que crece la cría. La técnica desarrollada por
estos autores requiere que el animal permanezca parcialmente inmovilizado en una
plataforma durante períodos temporales relativamente grandes, aunque menores que en
las técnicas descritas previamente.
Por último, Lithgow y Barr (1984) diseñaron una técnica para evaluar auto-
estimulación eléctrica intracraneal en ratas de 7 y 10 días de edad. El reforzador utilizado
fue la aplicación de estimulación eléctrica en áreas de recompensa del cerebro. La
respuesta operante que tomaron en consideración fue la activación de cualquiera de dos
palancas ubicadas en el piso de una caja construida para la evaluación (ver Figura 1D).
19
Esta técnica les posibilitó concluir que la auto-estimulación eléctrica de las regiones del
cerebro anterior en crías de una semana de vida postnatal genera efectos recompensantes,
al igual que sucede al estimular estas mismas regiones en animales adultos. Algunas de
las limitaciones de dicha técnica vienen dadas por la propia intervención quirúrgica, y por
el tiempo que requieren las sesiones experimentales (10 horas).
Figura 1. Algunas de las técnicas de condicionamiento operante que se han aplicado en la
temprana ontogenia de la rata: A) Laberinto en forma de Y utilizado por Kenny y Blass (1977);
B) Dispositivo para auto-administración de leche utilizado por Johanson y Hall (1979); C)
Plataforma desarrollada para la liberación de un reforzador térmico utilizada por Flory y
colaboradores (1997); y D) Caja para evaluar auto-estimulación eléctrica utilizada por Lithgow y
Barr (1984).
20
En general, se puede decir que este conjunto de investigaciones ha generado un
importante conocimiento sobre las capacidades de la cría de rata para modular su
conducta con el fin de conseguir recompensas fundamentalmente de carácter nutritivo o
térmico. Como se ha podido observar, siempre que las demandas de la tarea sean
apropiadas al nivel de desarrollo del organismo, el aprendizaje ocurre aparentemente sin
dificultad (Campbell & Coulter, 1976). Por otro lado, sin embargo, se han puesto en
evidencia que casi todas estas técnicas presentan algunos requerimientos procedimentales
que podrían generar efectos nocivos en la cría (estrés, hiponutrición, fatiga), y modular, a
su vez, los resultados de estos estudios. Por ejemplo, los períodos extensos de separación
materna y/o asilamiento, o las sesiones largas de entrenamiento.
Una cuestión que puede resultar fundamental a la hora de plantearse nuevos
procedimientos de condicionamiento instrumental o de auto-administración en edades
tempranas es si realmente son necesarios períodos tan largos de separación materna, y
sesiones tan largas de entrenamiento para la obtención de modificaciones en la conducta
en función de la contingencia con un reforzador. Hemos visto cómo, dependiendo de la
tarea requerida, con algunos de los procedimientos descritos se ha logrado modificar la
probabilidad de ejecución de algunas conductas en períodos relativamente cortos de
tiempo (por ejemplo, Flory et al., 1997). Curiosamente, utilizando una técnica distinta,
denominada técnica del pezón artificial, se ha encontrado que las crías aprenden
rápidamente a prenderse al pezón artificial cuando se utiliza un reforzador nutritivo. El
tiempo que duran las sesiones de condicionamiento cuando se emplea el pezón artificial
son de 10 minutos, tiempo que parece suficiente para la adquisición de respuestas
condicionadas de carácter apetitivo (por ejemplo, Petrov, Nizhnikov, Kozlov,
21
Varlinskaya, Kramskaya & Spear, 2004). Lo que resulta más interesante es que a la vez
que se adquiere este aprendizaje, se produce un incremento gradual de las conductas del
neonato (movimientos de cabeza y miembros delanteros) cuando el animal se encuentra
en contacto con dicho pezón (Bordner, Molina & Spear, 2006). Por esta razón algunos
autores han sugerido que las respuestas condicionadas frente a un pezón artificial no sólo
están moduladas por condicionamiento clásico, sino también por procesos de aprendizaje
operante (Petrov, Varlinskaya, & Spear, 2003). Por lo tanto, es posible que en sesiones de
entrenamiento más breves, e incluso con menos tiempo de separación materna, se pueda
conseguir modificar la respuesta de la cría de acuerdo a la contingencia con un
reforzador. Estas observaciones dieron pie a los objetivos e hipótesis del presente estudio.
1.4 Objetivos e hipótesis
1.4.1 Objetivos
El objetivo general del presente proyecto es diseñar una tarea de
condicionamiento operante que pueda ser aplicada en diferentes edades de la temprana
ontogenia de la rata. Este objetivo se enmarca en una línea de investigación más amplia
que se centra en el estudio de la exposición al alcohol en edades tempranas. Esta línea
analiza cómo la experiencia con el alcohol es procesada por el organismo en los distintos
momentos del desarrollo de acuerdo a sus capacidades sensoriales y de aprendizaje, y
cómo dicha información es retenida hasta períodos posteriores del desarrollo donde
puede modular la respuesta hacia la droga. Por lo tanto, el interés de desarrollar esta
técnica no sólo radica en que se abran nuevas posibilidades al estudio de capacidades
infantiles de aprendizaje. Igualmente se persigue que la técnica constituya en sí misma
22
una forma alternativa de auto-administración que potencialmente pueda aplicarse no sólo
a reforzadores naturales (leche) sino también a otras sustancias como alcohol.
Los objetivos específicos son:
1. Diseñar una tarea de condicionamiento operante que requiera sesiones
relativamente cortas de entrenamiento, y que sea eficaz para evaluar este tipo de
aprendizaje en la temprana ontogenia. La técnica deberá permitir la auto-administración
del reforzador sin exigir largos períodos de separación materna.
2. Aplicar esta técnica en crías de 5 y 6 días de edad. Como se remarcará más
adelante (ver introducción del Experimento 1) las técnicas de auto-administración que se
disponen para el neonato de rata o bien requieren grandes períodos de separación
materna, o bien pierden su eficacia a partir del segundo día de vida postnatal (como es el
caso de la técnica del pezón artificial).
3. Analizar la variación sistemática de parámetros como la cantidad de separación
materna o la magnitud del reforzador, sobre el desempeño en fases de adquisición y
extinción de la respuesta operante, con el fin de encontrar las condiciones más oportunas
para la aplicación de la técnica.
4. Analizar si el proceso de auto-administración del reforzador llevado a cabo el
día 5 de vida postnatal modula subsecuentes patrones de aceptación del mismo.
1.4.2 Hipótesis
Considerando los antecedentes presentados en la introducción, la hipótesis que
guía este estudio es que las crías de 5 y 6 días de vida postnatal serán capaces de
modificar su comportamiento de acuerdo a la contingencia del mismo con la
disponibilidad de un reforzador. Este aprendizaje ocurrirá en un período relativamente
23
corto de entrenamiento. Además, variables como la magnitud del reforzador, o la
cantidad de tiempo que las crías estén separadas de la madre tendrán impacto sobre la
ejecución de la tarea diseñada, lo que permitirá definir los parámetros más adecuados
para la aplicación de la misma.
24
2. EXPERIMENTO 1: APLICACIÓN DE UN PROCEDIMIENTO
DE CONDICIONAMIENTO INSTRUMENTAL EN CRÍAS DE
RATA DE 5-6 DÍAS DE EDAD Este primer experimento está dirigido a analizar la eficacia de la técnica de
condicionamiento operante que se fue desarrollando a partir de estudios piloto previos.
Como se ha señalado en los apartados anteriores, el desarrollo de esta técnica perseguía
varios objetivos específicos, entre ellos, que permitiera la auto-administración de
reforzadores naturales, como la leche, u otro tipo de sustancias, como el alcohol. De esta
manera, la técnica podrá ser empleada no sólo para el estudio de procesos de aprendizaje
en la infancia, sino también, para el análisis de los mecanismos que regulan el
reforzamiento de diferentes sustancias. Por otro lado, se busca que la técnica sea
aplicable en crías de 5 y 6 días de vida postnatal. No se han desarrollado muchas técnicas
de auto-administración que se puedan emplear en este período del desarrollo, y las que
existen requieren grandes tiempos de aislamiento de la cría (Domínguez et al., 1996;
Johanson & Hall, 1979), o pierden su eficacia a partir del segundo día de vida postnatal,
como en el caso del pezón artificial debido a que las crías parecen discriminar a esta edad
entre el pezón materno y el artificial. Asimismo, la técnica no debe requerir períodos de
separación materna excesivamente largos. Los períodos extensos de aislamiento social y
la ausencia de un adecuado aporte nutricional que además llevan asociados, pueden
hipotéticamente incidir sobre la capacidad de aprendizaje del organismo en desarrollo y
representar obstáculos significativos cuando se intenta evaluar dicha capacidad en
distintos momentos del desarrollo temprano. Por último, se busca por la misma razón que
la respuesta operante se adquiera en sesiones cortas de entrenamiento.
25
Para el desarrollo de la técnica, se tomó en consideración el repertorio conductual
del que dispone la cría de rata a los 5 días de edad. Como se ha mencionado en el
apartado introductorio, a los 5 días de vida postnatal la cría posee cierto repertorio
comportamental que le permite explorar el medio, en el cual se incluyen movimientos
tanto de la cabeza como de las extremidades delanteras. Además, en el contexto de la
conducta de amamantamiento, la cría emite un conjunto de respuestas cuando se orienta
hacia la madre para estimular la glándula mamaria y finalmente prenderse y succionar del
pezón, las cuales constituyen un patrón fijo de acción (Hall, 1987). Es interesante
observar cómo la frecuencia de emisión de dicho patrón conductual, que incluye también
movimientos secuenciados de cabeza y extremidades delanteras, aumentan de manera
gradual durante un período relativamente corto de tiempo (10 minutos) en función de la
contingencia con un reforzador (leche; Bordner et al., 2006). Esta técnica consiste
básicamente en la presentación de un pezón artificial seguido por una infusión intraoral
de leche, de tal manera que la cría o el feto llegan a formar una asociación entre ambos
estímulos (Arnold et al., 1993; Robinson, Arnold, Spear & Smotherman, 1993). Este
proceso de aprendizaje asociativo se asemeja a lo que Pavlov denominó
condicionamiento natural, en otras palabras, un fenómeno de aprendizaje guiado por la
contingencia entre estímulos biológicamente relevantes (Pavlov, 1927). Como resultado
de esta asociación los fetos exhiben, frente a un pezón artificial, respuestas fisiológicas y
comportamentales análogas a las respuestas incondicionadas generadas por la leche
(Robinson, Hoeltzel & Smotherman, 1995; Smotherman, 2002). Sin embargo, como ya se
ha indicado, Petrov y colaboradores sugirieron que las respuestas condicionadas frente a
un pezón artificial no sólo están moduladas por condicionamiento clásico, sino también
26
por procesos de aprendizaje operante (Petrov, Varlinskaya & Spear, 2003).
Específicamente, se ha hipotetizado que reforzadores positivos como la leche modifican
la probabilidad de prensión a un pezón artificial y la probabilidad de ejecución de los
movimientos de cabeza y miembros delanteros orientados hacia este dispositivo artificial.
Esta hipótesis fue tomada en consideración en este estudio. Concretamente, en el presente
experimento, se estudió la posible variación en la tasa de ocurrencia de movimientos de
cabeza y extremidades delanteras en crías de 5 días en función de la contingencia de
dichos movimientos con la administración de un reforzador en la cavidad oral del animal.
En base a la literatura existente, el reforzador elegido para llevar a cabo los
objetivos del presente estudio fue la leche. Las crías de rata son altamente sensibles a las
propiedades reforzantes de la misma. Por ejemplo, la infusión intraoral de leche asociada
a estímulos ambientales relativamente neutros promueve un rápido aprendizaje apetitivo,
el cual puede ocurrir en una sola sesión de condicionamiento (Cheslock, Varlinskaya,
Petrov, & Spear, 2000). La leche no sólo representa el único soporte nutritivo del
organismo recién nacido sino también posee la propiedad de activar el sistema opioide
endógeno, el cual modula procesos de aprendizaje apetitivo derivados de distintas
experiencias tempranas con distintos reforzadores (Arnold, Robinson, Spear &
Smotherman, 1993; Chotro & Arias, 2003, 2007; Nizhnikov, Varlinskaya, Petrov, &
Spear, 2006; Roth & Sullivan, 2003). Además, bajo condiciones de estrés, la leche
produce efectos calmantes (Blass & Fitzgerald, 1988; Blass, Shide, & Weller, 1989). Por
lo tanto, el nutriente lácteo posee la capacidad de actuar en calidad de reforzador positivo
o negativo.
27
En resumen, el presente experimento analizó la probabilidad de emisión de
movimientos de las extremidades delanteras y de la cabeza en función de la contingencia
de dicho comportamiento con la administración intraoral de leche. Este análisis se realizó
en dos sesiones de adquisición, a los 5 y 6 días de vida postnatal, y en una fase de
extinción conducida inmediatamente después de la segunda fase de adquisición. Los
períodos de separación materna fueron relativamente cortos (3 horas) y la duración de la
sesión de adquisición fue similar a la que requiere la técnica a la del pezón artificial (15
minutos). Como se verá, se empleó un entrenamiento de razón fija 1, y se incluyó un
grupo control que recibía únicamente el reforzador cuando el sujeto experimental emitía
las conductas requeridas. De esta manera se puede controlar que el incremento en la
respuesta obedece a la contingencia con el reforzador, y no a la mera administración de la
leche.
2.1 Material y métodos
2.1.1 Sujetos
En el primer experimento se emplearon 44 ratas de la cepa Sprague-Dawley (22
ratas macho y 22 ratas hembras), representativas de 6 camadas. Los animales nacieron y
fueron criados en el bioterio del Centro de Psicobiología del Desarrollo (Universidad de
Binghamton, Nueva York, EE.UU.). El día de nacimiento fue considerado como día
postnatal 0 (DP0). El animalario se mantuvo a temperatura constante (22ºC ± 1ºC), con
un ciclo de luz-oscuridad de 12 horas (inicio del ciclo de luz a las 7:00 horas). Todos los
animales han sido tratados acorde a los lineamientos éticos establecidos por la Asociación
28
Psicológica Americana (APA, 1985) y los derivados del comité revisor de la Universidad
de Binghamton.
2.1.2 Aparatos y materiales
El aparato empleado para sostener a la cría y entrenarla en el procedimiento de
condicionamiento operante fue desarrollado a partir de una serie de estudios preliminares
(ver Figura 2). Como puede observarse, la estructura donde se colocaba a la cría, la cual
denominaremos silla de condicionamiento, se elaboró utilizando una máscara para gases
tóxicos (3M Particulate Respirator 8576) cortada por la mitad que luego se sujetaría a una
base construida con cartón. Se ubicó al animal en dicha silla en una posición semi-supina
(40º de inclinación en referencia a la base del aparato) sobre una superficie de algodón.
Un pequeño chaleco elaborado con tela fina y elástica (100% spandex) fue utilizado con
el fin de sujetar a la cría a la silla de condicionamiento. Al chaleco se le realizaron dos
agujeros de 0.5 cm de diámetro cada uno. El propósito de los mismos fue el de liberar sus
extremidades delanteras, mientras las extremidades traseras se dejaban reposar sobre una
base constituida por el filtro de la máscara. El cuello del chaleco se diseñó en forma de
“v” para permitir la libre movilidad de la cabeza. El material con el que estaba elaborado
el chaleco no restringía la actividad motora espontánea del animal. Asimismo, de acuerdo
a estudios previos este dispositivo no genera incompetencia comportamental o malestar
aparente del neonato (Petrov et al, 2004).
Como puede observarse en la Figura 2, un brazo estereotáxico (Solting, Wood
Dale, IL) permitió posicionar un sensor sensible al tacto (4 cm de longitud y 0.1 cm de
diámetro) a una distancia de 1 cm de la cavidad oral del animal. Dicho sensor se ubicó en
29
forma perpendicular a la silla de condicionamiento y equidistante de las extremidades
delanteras de la cría. El contacto físico con el sensor producía la activación de una bomba
de infusión (Kashinsky-Rozboril, Model 5/2000) equipada con una jeringa micrométrica
(TIP GS12000, Gilmont Instruments; Barrington, II). Esta jeringa contenía leche bovina
de libre acceso comercial (Half and Half). A dicha jeringa se le conectó una aguja
hipodérmica descartable (25 G), de la cual salía una cánula de polietileno (Clay Adams,
PE 50). El extremo libre de este catéter se insertaba en una cánula de 7 cm de longitud de
menor tamaño (Clay Adams, PE 10), que tal como se describirá a continuación, se
encontraba implantada en la mejilla del animal.
Figura 2. Fotografía obtenida durante estudios preliminares. En la misma puede observar la
posición en la cual se ubica a la cría en la silla de condicionamiento.
30
2.1.3 Procedimientos
1. Separación materna e implante de la cánula.
En los días postnatales 5 y 6 (DPs 5 y 6) se separaron las crías de sus madres 3
horas antes del inicio de la fase de condicionamiento y se las ubicó en cajas de plástico
(15 x 8 x 15 cm) parcialmente cubiertas con viruta limpia. La temperatura de la base de
dichas cajas se mantuvo constante (30˚C ± 1˚C) mediante el uso de mantas eléctricas.
Inmediatamente después de ser separados de la jaula materna, a todas las crías se les
implantó una cánula en la mejilla siguiendo un procedimiento que ha sido ampliamente
descrito en diferentes estudios (Abate, Spear & Molina, 2001; Chotro & Alonso, 2003;
Domínguez, López, Chotro, & Molina, 1996; Hall & Rosenblatt, 1979; Hall &
Rosenblatt, 1977; Pepino, Spear, & Molina, 2001). Las cánulas estaban formadas por
secciones de 7 cm de longitud de un catéter de polietileno (PE 10, Clay Adams). Uno de
sus extremos fue derretido mediante la aplicación de una fuente de calor con el propósito
de moldear un borde circular ensanchado (diámetro externo: 0.12 cm). Para canular al
animal, una aguja dental (30-gauge Monoject, Sherwood Medical, Munchen Germany)
unida al extremo no ensanchado de la cánula se colocaba sobre la superficie interna de la
mejilla de la rata. De este modo, se atravesaba la mucosa intraoral con la aguja hasta que
el extremo ensanchado de la cánula se posicionaba sobre la superficie interna de la
mejilla mientras que el resto de la cánula permanecía fuera de la cavidad oral. El proceso
completo de canulación llevó no más de 20 segundos por animal. De acuerdo a estudios
previos este procedimiento genera un estrés mínimo y transitorio en las crías de rata
(Spear, Spetch, Kirstein & Kuhn, 1989). Estas cánulas fueron utilizadas luego para
infundir el reforzador durante la fase de adquisición de la conducta instrumental.
31
2. Fase de habituación.
En el DP5 y tras 2 horas de separación materna, todos los animales fueron
ubicados durante 5 minutos en sillas idénticas a las utilizadas durante las fases de
condicionamiento y extinción. Esta fase del experimento se incluyó con el fin habituar a
las crías a la manipulación experimental y a los requerimientos posturales de las fases de
adquisición de la conducta operante. Durante esta fase habituatoria la temperatura de la
silla se mantuvo constante a 30˚C (± 1˚C), y los neonatos no tuvieron acceso al sensor
táctil.
3. Fases de adquisición y de extinción de la conducta operante.
El DP5 y una vez cumplidas las 3 horas de separación materna, las crías fueron
asignadas a las condiciones experimentales definidas por la contingencia entre el
reforzador y la conducta instrumental. La mitad de los sujetos fueron asignados a la
condición “apareada” (grupo experimental) y la otra mitad a la condición “no apareada”
(grupo control). Se evaluó simultáneamente a sujetos de ambas condiciones. La
distribución de los animales fue cuasi-aleatoria ya que se procuró que cada par de sujetos
estuviera conformado por neonatos de igual sexo y similar peso.
Inmediatamente antes del inicio de la fase de adquisición, se estimuló a los
neonatos suavemente con un algodón en la zona ano-genital con el propósito de producir
micción y defecación. Una vez que se registraron los pesos (± 0.01 g), las crías fueron
ubicadas en sus correspondientes sillas de condicionamiento, y se conectaron las cánulas
que tenían implantadas en la mejilla a la jeringa situada a su vez en la bomba de infusión.
Finalizado este procedimiento, el sensor se acercó a la cabeza y extremidades delanteras
de cada animal. Dos investigadores entrenados realizaron este procedimiento
32
simultáneamente sin tener conocimiento de la condición experimental (apareada o no
apareada) del animal que estaban manipulando. El tiempo total que llevó todo este
proceso no superó los 2 minutos.
La fase de adquisición tuvo una duración de 15 minutos. En el transcurso de la
misma, cada vez que los sujetos de la condición apareada tocaron y activaron el sensor,
recibieron 1 microlitro (µl) de leche intraoral (reforzador). La cría de la condición no
apareada recibía igualmente el reforzador cada vez que la cría de la condición apareada
activaba el sensor. Por lo tanto, el programa de refuerzo aplicado al sujeto del grupo
apareado fue de razón fija 1. Las crías de ambos grupos recibieron 4 pulsos de 2 µl de
leche cada uno al inicio de la fase de condicionamiento (segundos 1, 60, 120 y 180). Una
vez finalizada la fase de adquisición, se volvió a pesar a los animales, se les sacó las
cánulas que tenían implantadas en la cavidad oral, y fueron devueltos con su madre
biológica.
En la segunda sesión de adquisición (DP6) se siguió el mismo procedimiento que
el descrito para la primera, con la excepción de que en el segundo día de entrenamiento
se suprimió la fase de habituación. Esta segunda fase de entrenamiento fue seguida por
una fase de extinción de 6 minutos de duración (ver Figura 3). Durante esta fase no se
otorgó ningún reforzador frente a la activación del sensor. Finalizada la fase de extinción
se registraron los pesos de las crías, se retiraron las cánulas, y los sujetos fueron
devueltos nuevamente con su madre biológica. En todas las fases experimentales se
registró la cantidad de contactos por minuto de cada cría con el sensor. Al finalizar, se
calculó el porcentaje de peso corporal ganado a lo largo de cada sesión experimental a
partir de la siguiente ecuación: [Porcentaje de peso ganado = [(peso corporal post-
33
entrenamiento – peso corporal pre-entrenamiento) / peso corporal pre-entrenamiento] x
100]. Esta variable dependiente fue empleada como índice de consumo del reforzador en
cada sesión de adquisición.
Día 2 (DP6)Día 1 (DP5) Fase de
adquisición Fase de
adquisición Fase de
extinción
15 min 6 min 15 min
Figura 3. En este esquema se representan las fases de las sesiones experimentales del
Experimento 1. La primera fase de adquisición tuvo lugar el DP5, mientras que la segunda fue el
DP6. Después de la última de dichas fases se añadió una fase de extinción.
2.1.4 Análisis de datos
Para el cálculo de los pesos corporales de los neonatos se realizó un ANOVA
considerando los siguientes factores intra-sujetos: condición experimental (apareado o no
apareado) y día postnatal (DP5 o DP6). La variable dependiente que se tuvo en
consideración fue la cantidad de veces que los neonatos activaron el sensor. Las
respuestas de las crías se agruparon en bloques de 3 minutos. Para el análisis de la fase de
condicionamiento se realizó un ANOVA de 3-vías que comprendió a los siguientes
factores intra-sujetos: condición experimental (apareado o no apareado), día postnatal
(DP5 o DP6) y bloque (5 bloques: 0-2 min, 3-5 min; 6-8 min; 9-11 min, 12-14 min). Para
el análisis de la fase de extinción, se analizó la cantidad de veces que los animales
activaron el sensor mediante un ANOVA de 2-vías: condición experimental (apareado o
no apareado) y bloque (2 bloques: 0-2 min, 3-5 min). Para obtener una mejor
comprensión de los posibles cambios en las tasas de respuesta de los animales en función
34
de las fases de condicionamiento y extinción, se realizó un ANOVA adicional. El análisis
incluyó junto al factor condición experimental, los 5 bloques de la segunda sesión de
condicionamiento (DP6) y los 2 bloques de la fase de extinción. Los efectos
significativos o las interacciones fueron exploradas con las correspondientes pruebas
post-hoc (prueba de Tukey HSD). Para todos los análisis en este experimento, y a lo largo
de todo el estudio, se adoptó un criterio de rechazo de p < 0.05.
Por último, se realizó un análisis de correlaciones (cálculo de los coeficientes de
correlación de Pearson) para evaluar el grado de asociación entre la cantidad de
respuestas operantes emitidas por los animales de los grupos apareado y no apareado.
Además, se correlacionaron los datos de ingesta de leche obtenidos en cada uno de estos
grupos con sus correspondientes tasas de respuesta.
2.2 Resultados
Tal como era esperado, el peso corporal aumentó significativamente en función de
la edad de los animales, F(1,21) = 566.36, p < 0.0001, efecto que fue independiente de la
condición experimental de los sujetos (apareada DP5: 12.2 ± 0.3 g; no apareada DP5:
12.4 ± 0.3 g; apareada DP6: 13.6 ± 0.3 g; no apareada DP6: 13.7 ± 0.3g; los valores
representan la media ± error estándar de la media).
La ingesta de leche durante las fases de adquisición (porcentaje de peso corporal
ganado) fue similar en ambas condiciones experimentales. El ANOVA sólo indicó un
efecto cercano a la significación del factor edad, el cual indica que el consumo del DP6
fue tendencialmente mayor que el DP5, F(1,21) = 4,13, p = 0.055. Los resultados de
ingesta en cuanto a la condición experimental y el día postnatal fueron los siguientes:
35
(grupo apareado DP5: 0.37 ± 0.04%; grupo no apareado DP5: 0.39 ± 0.06%; grupo
apareado DP6: 0.48 ± 0.06%; grupo no apareado DP6: 0.54 ± 0.07%; los valores
representan la media ± error estándar de la media).
El gráfico de la Figura 4 muestra el número de respuestas que exhibieron los
sujetos de los grupos apareado y no apareado durante las fases de adquisición y extinción.
Desde un punto de vista descriptivo, parece haber diferencias entre ambos grupos el
segundo día de entrenamiento (DP6). Este día, aparentemente, los animales de la
condición apareada mostraron un incremento progresivo en la tasa de respuesta, efecto
que no se observó en los sujetos del grupo control no apareado. Durante la extinción
también parece que los sujetos del grupo apareado respondieron más que sus respectivos
controles no apareados. El ANOVA realizado con los datos obtenidos en las sesiones de
adquisición verificó estas impresiones, revelando efectos significativos de los siguientes
factores principales: día postnatal, F(1,21) = 5.23, p < 0.5 y bloque, F(4,84) = 5.98, p <
0.001. La interacción entre los factores condición experimental y día postnatal también
resultó significativa, F(1,21) = 4,54, p < 0.05. Las pruebas post-hoc indicaron que el
número de respuestas emitidas durante cada uno de los tres últimos bloques fue mayor
que el número de respuestas emitidas en el primer bloque. Tiene un gran interés para el
presente estudio el hecho de que la tasa de respuesta de los neonatos de la condición
apareada durante el DP6 fue significativamente mayor que la de los controles no
apareados. Además, la tasa de respuesta del grupo apareado fue mayor el DP6 que el
DP5. Las crías del grupo no apareado mostraron puntuaciones equivalentes ambos días,
durante las respectivas fases de adquisición.
36
Figura 4: Número de respuestas (media ± error estándar de la media) emitidas por los sujetos del
grupo apareado y no apareado a lo largo de las dos fases de adquisición, y durante la extinción.
Los valores se encuentran agrupados en bloques de tres minutos.
El ANOVA realizado con los datos obtenidos durante la fase de extinción reveló
únicamente el efecto significativo del factor principal condición experimental, F(1,21) =
7.32, p < 0.05. A pesar de que durante esta fase no se reforzaron las respuestas de las
crías del grupo apareado, los sujetos de dicha condición mostraron igualmente un mayor
número de respuestas operantes que las crías del grupo no apareado.
Con el propósito de hacer una comparación explícita entre las tasas de respuesta
emitidas durante las fases de adquisición y extinción, se realizó un ANOVA adicional: 2
(condición experimental) x 7 (bloque). Este análisis tomó en consideración los cinco
bloques correspondientes a la segunda fase de adquisición y los dos bloques
correspondientes a la fase de extinción. El ANOVA reveló efectos significativos de los
37
factores principales condición experimental y bloque [F(1,21), p < 9.19, y F(6,126), p <
3.03, ambas ps < 0.01, respectivamente]. Teniendo en cuenta las hipótesis a priori que
guiaron el presente estudio, este análisis se complementó con comparaciones planeadas
con el fin de evaluar los patrones comportamentales correspondientes a cada condición
experimental (apareada y no apareada) durante la segunda sesión de adquisición y
durante la extinción. En los neonatos del grupo no apareado, estos análisis no detectaron
cambios significativos a lo largo de esta fase de entrenamiento ni durante la extinción.
Por otro lado, la tasa de respuesta de las crías de la condición apareada fue
significativamente mayor durante los dos últimos bloques de la fase de adquisición y
durante el primero de la extinción, que durante el primer bloque de la fase de adquisición.
Además, el número de respuestas del último bloque de la extinción no se diferenció
estadísticamente de los recogidos durante la etapa inicial de la fase de adquisición.
En resumen, la contingencia entre la respuesta de la cría (contacto con el sensor) y
el reforzador (infusión intraoral de leche) fue crítica en la regulación de la probabilidad
de ejecución de dicho comportamiento. Durante los segundos 15 minutos de la segunda
sesión de adquisición, los animales del grupo apareado exhibieron patrones de respuesta
que parecen indicativos de condicionamiento operante. Este aumento en la probabilidad
de ejecución de la respuesta instrumental persistió durante la fase de extinción.
Posteriormente se realizó un análisis correlacional con el objetivo de estudiar
hasta qué punto las infusiones de leche simplemente aumentaba la predisposición del
animal a exhibir mayores niveles de actividad motora resultando en mayor cantidad de
contactos con el sensor. En el caso de que ésto fuera cierto, se debería esperar que los
niveles de respuesta del grupo apareado correlacionasen positiva y significativamente con
38
la tasa de respuesta del grupo no apareado. Las correlaciones se calcularon tomando en
consideración los totales de respuesta de ambas condiciones experimentales durante cada
sesión de condicionamiento. Se utilizó el coeficiente de correlación de Pearson. En la
Tabla 1 se presentan los valores obtenidos en dicho análisis, así como las correlaciones
entre consumo de leche en los neonatos apareados y no apareados durante cada una de las
sesiones, y la fuerza de la asociación de las tasas de respuesta obtenidas en cada una de
las dos sesiones de condicionamiento. Como se esperaba, el número de respuestas
emitidas por los neonatos de la condición apareada correlaciona significativamente con
los valores de consumo de leche obtenidos en ambas condiciones experimentales y en
ambas sesiones experimentales. Además, los niveles de actividad de los animales
apareados y no apareados no correlacionaron significativamente. También se puede
observar que la tasa de respuesta del grupo apareado durante la primera sesión de
adquisición (DP5), correlacionó positiva y significativamente con el nivel de respuesta
obtenido en la fase de adquisición del segundo día de entrenamiento (DP6). Esta
correlación no se observó cuando se consideraron las puntuaciones de los animales no
apareados.
39
Primera sesión experimental (DP5) rxy Respuestas del grupo apareado del grupo no apareado durante la adquisición 0.08 Respuestas durante la adquisición y consumo de leche en el grupo apareado 0.51* Respuestas del grupo apareado durante la adquisición y consumo de leche del grupo no apareado 0.64* Respuestas durante la adquisición y consumo de leche en grupo no apareado 0.09 Consumo de leche del grupo apareado y del grupo no apareado 0.75* Segunda sesión experimental (DP6) Respuestas del grupo apareado y del grupo no apareado durante la adquisición 0.05 Respuestas durante la adquisición y consumo de leche en el grupo apareado 0.50* Respuestas del grupo apareado durante la adquisición y consumo de leche del grupo no apareado 0.62* Respuestas durante la adquisición y consumo de leche en el grupo no apareado 0.10 Consumo de leche del grupo apareado y del grupo no apareado 0.58* Primera y segunda sesión experimental Respuestas del grupo apareado durante la adquisición del DP5 y la adquisición del DP6 0.74* Respuestas del grupo no apareado durante la adquisición del DP5 y la adquisición del DP6 0.05 Tabla 1: Coeficientes de correlación de Pearson considerando el número absoluto de respuestas
del grupo apareado y no apareado durante las dos fases de adquisición (DP5 y 6), y los valores de
consumo de leche durante ambos días de entrenamiento. *p < 0.05.
40
3. EXPERIMENTO 2: ANÁLISIS DE PARÁMETROS QUE
PUEDEN AFECTAR LA EJECUCION DE LA TAREA DE
CONDICIONAMIENTO INSTRUMENTAL El objetivo del Experimento 2 fue analizar cómo la magnitud del reforzador y el
tiempo de separación materna afectan la adquisición y expresión de la respuesta
instrumental utilizando el procedimiento empleado en el Experimento 1. Hall (1979)
observó que el nivel de separación materna correlaciona positivamente con los niveles de
ingesta de infusiones intraorales de leche así como con la cantidad de actividad
comportamental producida por este nutriente. Por lo tanto, bajo unas condiciones que
impliquen más tiempo de separación del cuidado materno es posible que mejore la
ejecución en la tarea de condicionamiento instrumental que se ha descrito en el
Experimento 1.
Por otro lado, tal como se ha señalado brevemente en el apartado introductorio, la
magnitud del reforzador puede modificar claramente la ejecución en tareas de
condicionamiento instrumental. La mayor magnitud de un reforzador se ha asociado en la
literatura con una adquisición más rápida de la respuesta instrumental, y con una mayor
resistencia a la extinción (Tarpy, 1997). Por lo tanto, se espera que los sujetos que reciban
un refuerzo de mayor magnitud adquieran la respuesta instrumental más rápidamente, y a
la vez muestren una mayor resistencia a la extinción. En el presente experimento, las
variaciones en la magnitud del reforzador fueron operacionalizadas a partir de un
incremento en el volumen de leche infundida intraoralmente por cada respuesta emitida.
Hay que señalar que existen unas pequeñas diferencias procedimentales entre el
Experimento 1 y el Experimento 2. Concretamente, este segundo experimento se llevó a
41
cabo en una única sesión de condicionamiento, constituida por una fase de adquisición y
otra de extinción. En una serie de estudios preliminares se observó que los sujetos de las
condiciones apareada y no apareada mostraron diferencias en la ejecución de la tarea tras
una única fase de adquisición. En dichos estudios se facilitaron los movimientos de los
miembros delanteros de las crías a través de modificaciones en el chaleco utilizado para
sujetar al animal a la silla de condicionamiento. Esta modificación, tal como se detallará
en el apartado siguiente, permitió alejar ligeramente el sensor del neonato durante la
sesión experimental.
Por último, en el presente experimento también se evaluó la afinidad hacia el
reforzador (leche), en una prueba independiente de consumo llevada a cabo tres días
después de la sesión de condicionamiento operante (DP8). La inclusión de dicha prueba
permitió analizar si el proceso de auto-administración del reforzador modula
subsecuentes patrones de aceptación del mismo.
3.1 Material y métodos
3.1.1 Sujetos
Se utilizaron 104 ratas de la cepa Sprague-Dawley (54 ratas macho y 50 ratas
hembra), representativas de 11 camadas. Las crías fueron evaluadas en la tarea de
condicionamiento instrumental a los 5 días de vida postnatal, mientras que la prueba de
ingesta se realizó a los 8 días de vida postnatal. Las condiciones de mantenimiento y
crianza de los animales, así como los cuidados en la manipulación de los mismos, fueron
similares a los descritos en el Experimento 1.
42
3.1.2 Aparatos y materiales
La silla de condicionamiento fue similar a la empleada en el Experimento 1.
Como se ha indicado previamente, se realizaron unas pequeñas modificaciones dirigidas
a facilitar la movilidad de la cría en la silla de condicionamiento, y de esta manera
mejorar la ejecución de la tarea instrumental. Por un lado, se amplió el diámetro de los
agujeros del chaleco (de 0.5 a 1 cm) que permiten el movimiento de las extremidades
delanteras. Esta variación facilitó por un lado el posicionamiento de los sujetos en la silla
de condicionamiento y por otro, otorgó a los neonatos mayor libertad motora. En esta
ocasión, el sensor se elaboró a partir de una pieza rectangular de plástico (5 cm de largo
por 0.6 cm de ancho), que fue cubierta con cobre y sostenida por un brazo estereotáxico.
Estas modificaciones permitieron incrementar la distancia entre el sensor y la cabeza del
neonato (el sensor se situó 0.5 cm más lejos que en el Experimento 1). Al igual que en el
Experimento 1, el sensor se ubicó perpendicular a la silla de condicionamiento y
equidistante en cuanto a los miembros delanteros de la cría.
3.1.3 Procedimientos
Los procedimientos empleados en este experimento son muy similares a los
descriptos en el Experimento 1.
1. Separación materna e implante de la cánula.
El DP5 se separó a las crías de sus madres y se procedió al implante de la cánula
tal como se ha descrito en el Experimento 1. Inmediatamente después las crías fueron
asignadas cuasi-aleatoriamente a los ocho grupos que se derivan de la combinación
43
factorial de las siguientes variables: condición experimental (apareada o no apareada),
separación materna (3 horas o 6 horas) y magnitud del reforzador (1.0 microlitro o 1.5
microlitros). Los sujetos de los grupos apareados y no apareados fueron emparejados de
acuerdo al sexo, peso corporal y camada de origen.
2. Fase de habituación.
Al igual que en el Experimento 1, una hora antes del entrenamiento, las crías se
colocaron por cinco minutos en la silla de condicionamiento con el fin de habituarlas a la
manipulación experimental y a la postura requerida en la sesión de condicionamiento.
3. Fases de adquisición y extinción.
La fase de adquisición tuvo una duración de 15 minutos, y se llevó a cabo 3 ó 6
horas después de que las crías fueran separadas de la madre. El procedimiento fue
exactamente igual que el utilizado en el Experimento 1. Durante la fase de adquisición
los animales (apareados y no apareados) recibieron un pulso intraoral de leche cada vez
que el sujeto de la condición apareada tocó y activó el sensor (ver Figura 5). El volumen
de leche administrado en cada pulso fue de 1.0 microlitros para la mitad de los sujetos, y
de 1.5 microlitros para la mitad restante. La fase de extinción duró 6 minutos, y se realizó
inmediatamente después de la fase de adquisición. Durante dicha fase se suprimió la
emisión del reforzador. Una vez concluida la sesión, se registraron los pesos de las crías y
se retiraron las cánulas implantadas en la mucosa bucal. Los sujetos fueron devueltos con
su madre biológica.
44
A)
B)
Figura 5. Fotografías obtenidas durante una de las sesiones experimentales del Experimento 2.
En la Figura A se puede ver la silla de condicionamiento utilizada en el experimento. La Figura
B permite observar todos los elementos utilizados, incluyendo, la silla de condicionamiento, el
brazo estereotáxico que sujeta al sensor y la bomba de infusión.
45
4. Prueba de consumo de leche.
Tres días luego de la sesión experimental del DP5, todos los neonatos fueron
evaluados en la ingesta del mismo reforzador empleado durante la fase de adquisición
(ver Figura 6). El día de la evaluación (DP8), las crías fueron separadas de la madre 3
horas antes de comenzar la prueba, y se les implantó una cánula intraoral siguiendo los
procedimientos ya descritos. Antes de iniciar la prueba de consumo, se estimuló con
algodón el área anogenital de los sujetos con el propósito de inducir micción y
defecación. A continuación se registraron los pesos corporales. Posteriormente, las crías
fueron ubicadas en cajas individuales de plástico (16 x 9 x 20 cm) cuyo suelo fue
mantenido a 30ºC (± 1˚C) por medio de una manta eléctrica. Las cánulas que tenían
implantadas las crías fueron conectadas a las jeringas situadas en una bomba de infusión
(KD Scientific, Holliston, Massachussets). Esta bomba se utilizó para administrar de
forma continua durante 15 minutos, un volumen de leche equivalente al 5.5% del peso
corporal de cada cría.
La variable dependiente que se consideró como índice de consumo fue el
porcentaje de peso corporal ganado a lo largo de la prueba de ingesta. En estudios previos
se ha demostrado que crías de esta edad e incluso menores son capaces de rechazar o
aceptar diferentes fluidos en función de su sabor o en función de experiencias previas de
aprendizaje aversivo o apetitivo (Arias & Chotro, 2006; Domínguez et al., 1993; Hall &
Bryan, 1981; Hoffmann, Molina, Kucharski & Spear, 1987; Molina, Serwatka, Spear &
Spear, 1985).
46
Día 1 (DP5) Día 2 (DP8) Fase de
adquisición Prueba
de consumo Fase de
extinción
15 min 15 min 6 min
Figura 6: Fases del Experimento 2. El día postnatal 5 se llevó a cabo una fase de adquisición de
la respuesta operante, seguida de una fase de extinción. El día postnatal 8 se realizó una prueba de
ingesta del reforzador.
3.1.4 Análisis de datos
Los pesos corporales recogidos antes de la sesión experimental, así como los
incrementos de peso considerados como índices de ingesta, fueron analizados mediante
ANOVAs mixtos que incluyeron los siguientes factores: condición experimental
(apareado o no apareado), separación materna (3 horas o 6 horas) y magnitud del
reforzador (1.0 µl o 1.5 µl). Al igual que en el Experimento 1, la variable dependiente
considerada para el análisis del condicionamiento instrumental fue la cantidad de veces
que los sujetos tocaron y activaron el sensor. Dichas puntuaciones fueron agrupadas en
bloques de 3 minutos para el procesamiento inferencial de los datos. El ANOVA
utilizado para llevar a cabo este análisis consideró además de los factores mencionados,
las puntuaciones de los sujetos pertenecientes a las fases de adquisición (5 bloques) y
extinción (2 bloques). Cuando resultó oportuno, las interacciones significativas entre los
factores considerados en el análisis fueron explorados con pruebas post-hoc (Tukey
HSD).
47
La ingesta de leche, operacionalizada a través del porcentaje de peso corporal
ganado durante la prueba de consumo, se analizó a través del siguiente ANOVA mixto: 2
(condición experimental) x 2 (separación materna) x 2 (magnitud del reforzador).
Del mismo modo que en el Experimento 1, se realizó un análisis de correlaciones
para evaluar la fuerza de la asociación entre la cantidad de respuestas operantes de los
animales apareados y no apareados, y entre la cantidad de leche consumida por los
sujetos de ambos grupos. Finalmente, se calculó para cada condición experimental la
correlación existente entre la ingesta de leche durante la prueba de consumo del DP8, y la
cantidad de respuestas operantes emitidas durante las fases de adquisición y extinción.
3.2 Resultados
Fases de adquisición y extinción. Durante la sesión de condicionamiento no se
observaron diferencias significativas en el consumo de leche en función de los factores en
consideración. Cuando se colapsaron las puntuaciones de ingesta a través de las variables
separación materna y magnitud del reforzador, los consumos recogidos son muy similares
a los del DP5 del Experimento 1 (grupo apareado: 0.35 ± 0.06%; grupo no apareado: 0.37
± 0.06%).
En la Figura 7 está representado el número de respuestas que exhibieron los
sujetos de las condiciones apareada y no apareada durante las fases de adquisición y
extinción. El ANOVA reveló efectos principales de los factores condición experimental y
bloque [F(1,48) = 8.25 y F(6,288) = 5.37, respectivamente, ambas ps < 0.01]. La
interacción entre estos factores también resultó significativa, F(6,288) = 2.27, p < 0.05.
48
Figura 7: En las cuatro figuras superiores se representa la tasa de respuesta (media ± error
estándar de la media) de los sujetos de la condición apareada y no apareada en función de la
magnitud del reforzador (1.0 o 1.5 microlitros) y de la cantidad de separación materna (3 ó 6
horas). En la figura inferior se representan las mismas puntuaciones colapsadas a través de estos
dos factores. En todos los casos, las puntuaciones se encuentran agrupadas en bloques de 3
minutos.
49
La cantidad de separación materna y la magnitud del reforzador no generaron
efectos significativos, ni tampoco interactuaron con las variables consideradas en el
presente análisis. La interacción condición experimental x bloque fue explorada con
comparaciones post-hoc. Estas pruebas indicaron que en el último bloque de la fase de
adquisición (bloque 5), las crías de la condición apareada mostraron significativamente
una mayor cantidad de respuestas que sus respectivos controles no apareados. Esta mayor
tasa de respuesta en el grupo apareado respecto al grupo no apareado se volvió a observar
al considerar las puntuaciones del primer bloque de la fase de extinción. Además, la
cantidad de respuestas operantes emitidas por los sujetos de la condición apareada
durante el primer bloque de la extinción fue significativamente mayor que el número de
respuestas en los bloques 1, 2, 3 y 4 de la fase de adquisición. La cantidad de respuestas
generadas por las crías del grupo apareado en el segundo bloque de extinción no difirió
del número de respuestas correspondientes a los bloques iniciales de la fase de
adquisición (1, 2, 3 y 4). En los sujetos pertenecientes a la condición no apareada no se
observó ninguna diferencia significativa a lo largo de las fases de adquisición y extinción.
La Tabla 2 muestra información correspondiente al análisis de correlaciones
realizado con las puntuaciones del presente experimento. Como se puede observar, la
cantidad de leche consumida por las crías de las condiciones apareada y no apareada,
operacionalizada a través del porcentaje de peso corporal ganado, correlacionó positiva y
significativamente con la cantidad de veces que los sujetos de la condición apareada
respondieron haciendo contacto con el sensor. Además, al considerar las tasas de
respuesta durante la sesión experimental, no se observó ninguna correlación entre las
crías de la condición apareada y sus controles no apareados.
50
Sesión experimental (DP5) rxy Respuestas del grupo apareado del grupo no apareado durante la adquisición 0.08
Respuestas del grupo apareado durante la adquisición y consumo de leche del grupo no apareado 0.88*
Consumo de leche del grupo apareado y del grupo no apareado 0.75*
Sesión experimental (DP5) y Prueba de consumo de leche (DP8)
Respuestas del grupo no apareado durante la adquisición y consumo en el grupo no apareado 0.02
Respuestas del grupo no apareado durante la extinción y consumo del grupo no apareado -0.03
Respuestas del grupo no apareado durante el 1º bloque extinción y consumo grupo no apareado -0.16
Respuestas durante la adquisición y consumo de leche en el grupo apareado 0.77*
Respuestas durante la adquisición y consumo de leche en grupo no apareado 0.25
Respuestas del grupo apareado durante la adquisición y consumo en el grupo apareado 0.20
Respuestas del grupo apareado durante la extinción y consumo del grupo apareado 0.32
Respuestas del grupo apareado durante el 1º bloque extinción y consumo grupo apareado 0.44*
del grupo apareado y no apareado durante la fase de adquisición (DP5), las respuestas durante la
fase de adquisición (DP5) y el consumo de leche (DP5), y las respuestas durante la fase de
Tomando estos resultados en conjunto, se puede concluir que las modificaciones
implementadas en el presente experimento permitieron observar, en una sola sesión
experimental, una respuesta diferencial en función de la contingencia entre la conducta
operante y el reforzador. Los niveles de actividad de los animales del grupo apareado no
Tabla 2: Coeficientes de correlación de Pearson considerando el número absoluto de respuestas
adquisición o extinción (DP5) y el consumo de leche (DP8). *p < 0.05.
afectaron el desem
el mayor tiempo de separación materna ni el aumento en la magnitud del reforzador
peño de las crías del grupo no apareado. Las diferencias en la
ejecución entre las dos condiciones experimentales no se pueden explicar por la distinta
exposición al reforzador, pues las crías de ambas condiciones recibieron y consumieron
similar cantidad de leche. Los neonatos de la condición apareada mostraron al comienzo
de la fase de extinción un incremento en la respuesta que rápidamente se atenuó. Este
fenómeno fue igualmente observado en el Experimento 1, y podría estar relacionado con
el aumento de respuesta que suele observarse en procedimientos de condicionamiento
operante tras la retirada del reforzador. Contrariamente a lo que se había hipotetizado, ni
51
mejoraron la ejecución de la tarea operante. Desde un análisis meramente descriptivo de
para observar un r
ron en el Experim
er Figura 8).
dien 5
cos dur
ra l
los fact
los datos, incluso parece que los parámetros más eficaces mejo
desempeño de la tarea fueron los mismos que los que se emplea ento 1
(v
Prueba de consumo de leche (DP8). Los valores de consumo correspon tes a
sujetos no fueron considerados en este análisis debido a problemas técni ante la
prueba relacionados con el funcionamiento de la bomba de infusión. Por esta zón, e
total de animales evaluados en términos de consumo fueron 94 (47 crías del grupo
apareado y 47 crías del grupo no apareado). El ANOVA realizado con las puntuaciones
de consumo del DP8 no reveló ningún efecto significativo ni tampoco interacciones entre
ores incluidos en el análisis.
En la Tabla 2 se puede observar que en el análisis de correlaciones no se encontró
asociación significativa entre el total de respuestas operantes emitidas durante la fase de
adquisición y los datos de ingesta de leche (DP8) en ninguna de las condiciones
experimentales (apareada y no apareada). Tampoco se obtuvieron correlaciones
significativas cuando se analizó la relación entre el desempeño comportamental de las
crías durante la extinción y los datos de consumo de leche (DP8). Como se ha descrito
anteriormente, la respuesta emitida por el grupo apareado durante la fase de extinción
sufrió una importante variación a lo largo de la misma. Al comienzo de la fase de
extinción las crías del grupo apareado mostraron un incremento importante en la
respuesta, la cual rápidamente se extinguió. Tomando ésto en consideración, se
correlacionaron por separado las puntuaciones de cada uno de los dos bloques de la fase
de extinción con los datos de consumo de leche del DP8. Como se puede observar en la
52
Figura 9, en las crías de la condición apareada, la cantidad de contactos con el sensor
durante el primer bloque de la extinción correlacionó positiva y significativamente con la
aceptación del reforzador durante la prueba de consumo. En el caso de los controles no
apareados, esta correlación estuvo lejos de la significación (ver también Tabla 2).
Figura
y no apareada durante el primer bloque de la extinción (DP5), con el consumo del reforzador
correlación entre ambas variables dependientes se encuentra lejos de la significación.
9: Correlación entre la tasa de respuesta emitida por los sujetos de la condición apareada
obtenido por dichos sujetos en la prueba de ingesta realizada el día postnatal 8. En la condición
apareada se observa una correlación positiva y significativa, mientras que en la no apareada la
53
4. DISCUSIÓN El denominador común de los resultados encontrados en los experimentos 1 y 2 es
ciertas conductas cuando estas se refuerzan con un nutriente similar a la leche m
que las crías de rata, a los 5 días de edad, modifican la probabilidad de ejecución de
aterna.
Las crías cuya conducta estuvo emparejada con la infusión intraoral de leche mostraron
significativamente mayor cantidad de respuestas que aquellas a las que no se les procuró
dicha contingencia. Este efecto fue claramente observable cuando se emplearon dos
(Experimento 1) o una única (Experimento 2) fase adquisición de 15 minutos. Otro
resultado común a ambos experimentos es que al comienzo de la extinción, aquellos
animales de la condición apareada mostraron tasas de respuesta más elevadas que los
ales de la condición no apareada. Durante esta fase es importante señalar que no se
En varias ocasiones a lo largo del presente proyecto se ha señalado que, durante la
temprana ontogenia, la infusión intraoral de leche se acompaña en la cría de un
incremento de actividad comportamental generalizada (Hall, 1979; Robinson &
Smotherman, 1992a,b). Sin embargo, las diferencias que se encontraron entre las dos
condiciones experimentales (apareada y no apareada) difícilmente pueden ser explicadas
por este efecto de activación comportamental inducido por la leche. En los dos
experimentos se observó en el grupo apareado un aumento gradual en la emisión de
respuestas, como resultado de la contingencia de las mismas con la administración del
anim
reforzó la conducta de las crías. Por lo tanto, este fenómeno podría estar indicando que en
función de la contingencia establecida en las fases de adquisición, los neonatos apareados
continúan buscando el reforzador aún cuando éste ya no se encuentra disponible. De
hecho, este fenómeno no se observó en las crías no apareadas.
54
reforza n el grupo no apareado los niveles de actividad motora se
mantuvieron bajos y estables a lo largo de
respuestas emitidas por las crías de la condición apareada y el número de respuestas
diferencias entre las condiciones experimentales se debieron a la contingencia establecida
temporal a los sujetos de ambas condiciones experimentales.
pequeñas diferencias con el obtenido en el Experimento 2. Concretamente, en el segundo
se encontraron evidencias de condicionamiento durante la primera fase de adquisición
que precedieron
al Experimento 2. Debe recordarse que el chaleco que sujetaba a la cría a la silla de
lado, el sensor se ubicó más lejos del cuerpo de los animales. A pesar no considerarse
correcto realizar un contraste estadístico entre los datos de ambos experimentos (porque
de los datos sugiere que el grupo apareado fue más proclive a activar el sensor durante el
dor. Sin embargo, e
las fases de adquisición y de extinción.
Además, en ninguno de los dos experimentos se encontró asociación entre el número de
emitidas por los controles no apareados. Este hecho apoya la hipótesis de que las
entre la conducta operante y la infusión del reforzador, y no a los efectos incondicionales
de la leche, que fue administrada con la misma frecuencia y siguiendo un mismo patrón
El patrón de resultados obtenidos en el Experimento 1 presenta también algunas
experimento, los neonatos de la condición apareada mostraron evidencias de adquisición
de la respuesta instrumental tras una única sesión de adquisición. En el Experimento 1 no
(DP5). Esta diferencia puede ser atribuida a las modificaciones técnicas
condicionamiento fue modificado para permitir mayor motilidad a la cría, y, por otro
fueron llevados a cabo en momentos distintos), una comparación puramente descriptiva
Experimento 1 que durante el Experimento 2 (ver Figuras 4 y 7). Aunque no se puede
55
concluir certeramente, esta diferencia en la ejecución entre los sujetos apareados de los
dos experimentos podría deberse a las manipulaciones procedimentales mencionadas.
Un resultado importante que se ha encontrado en ambos experimentos es que los
animales de la condición apareada mostraron una mayor cantidad de respuesta al
comienzo de la fase de extinción que los sujetos de los grupos control. Además, se
encontró una clara tendencia a que las tasas de respuestas de los sujetos apareados se
vieran incrementadas incluso con respecto a la fase de adquisición. Como se mencionó en
la introducción general de este trabajo, este fenómeno suele observarse en entrenamientos
de condicionamiento operante en los instantes posteriores a la retirada del reforzador.
Según
extinción. Parece incluso que es más importante que el animal no perciba ningún patrón
Thomas y Papini (2001), este pico en la respuesta que se produce durante la
extinción (en ingles, extinction spike), está relacionado con la retirada de una recompensa
esperada por el animal. Asimismo, se lo ha asociado en ratas adultas con un incremento
temporal de la excitación y emocionalidad del animal (Papini & Dudley, 1997). Desde las
teorías de la frustración, se ha propuesto que podría reflejar un estado emocional negativo
como consecuencia de la repentina omisión de un reforzador que el animal esperaba
(Amsel, 1992; Papini & Dudley, 1997).
En crías de rata se ha observado que a partir de los 12 días de vida postnatal este
fenómeno se agudizaba después de un entrenamiento de reforzamiento parcial, en
comparación a un entrenamiento de reforzamiento continuo. En cambio, el tipo de
entrenamiento (parcial o continuo) no afectaba la expresión de este efecto en crías de
menor edad (Chen y Amsel., 1980). Posteriormente, Amsel y colaboradores encontraron
que no sólo el hecho de que el reforzamiento sea parcial incrementa la resistencia a la
56
de regularidad en la emisión del refuerzo parcial (Lilliquist et al., 1999). En definitiva,
según estos autores, la resistencia a la extinción después de un entrenamiento de refuerzo
discont
ión apareada, la cantidad de respuesta emitida al
comien
inuo en relación a un entrenamiento de reforzamiento continuo se empieza a
observar a partir del día 12 de vida postnatal. Si bien este fenómeno podría estar
parcialmente relacionado con el incremento en la respuesta que se ha encontrado durante
la extinción en el presente estudio, hay que señalar que las conclusiones de Amsel tienen
valor para dar cuenta de un fenómeno concreto, el efecto del reforzamiento parcial sobre
la extinción en la ontogenia temprana. Sus conclusiones se basan en la comparación
explícita de sujetos que reciben refuerzo parcial y continuo, y por otro lado, la técnica
que él utiliza es sustancialmente distinta de la aplicada en este estudio. El incremento de
la tasa de respuesta que se ha observado durante la extinción en ambos experimentos
incluidos en el presente proyecto, supone una evidencia más de que la cría de rata ya a los
5 días de edad percibe la omisión del refuerzo como una situación negativa que genera un
incremento en la excitación del animal. El hecho de atribuir un componente motivacional
a este aumento de la tasa de respuesta durante la extinción se sostiene también por el
hecho de que, en los sujetos de la condic
zo de la extinción correlaciona positivamente con la aceptación del reforzador dos
días después. Esta asociación puede reflejar diferencias individuales iniciales con
respecto al valor del nutriente empleado, o que el valor del reforzador cambió durante la
sesión de condicionamiento y extinción, influyendo posteriormente en la aceptación del
mismo. En cualquiera de los dos casos, la respuesta de búsqueda en la extinción estaría
relacionada con un componente motivacional o afectivo hacia el reforzador.
57
En los dos experimentos, la actividad motora de los animales apareados no se
diferenció de la mostrada por los animales no apareados en el último bloque de la
extinción. Esta ausencia de diferencias entre las condiciones experimentales se debe a
que la tasa de respuesta emitida por los sujetos de la condición apareada descendió al
final de la extinción a niveles basales de respuesta. Aunque no se puede descartar la
fatiga como un factor que pueda participar en este efecto, en diferentes estudios se ha
observado que crías de edad similar aprenden rápidamente a inhibir una respuesta cuando
se suprime el reforzador (Hoffman, Flory & Alberts, 1999; Johanson & Hall, 1979).
Como se ha mencionado a lo largo del presente trabajo, el desarrollo de este
modelo de condicionamiento operante se generó a partir de dos observaciones. En primer
lugar, que las respuestas condicionadas en estudios en los que se emplea el pezón
artificial nutritivo se adquirían muy rápidamente, y en segundo lugar, que este
aprendizaje llevaba asociado un incremento gradual de la emisión de los movimientos de
cabeza y extremidades del neonato (Arnold et al.; Bordner et al., 2006; 1993; Petrov et
al., 2003; Petrov, Varlinskaya & Spear, 2001; Robinson et al., 1993; Smotherman,
2002a,b, 2003). Normalmente, se ha vinculado la interpretación de este rápido
aprendizaje a procesos de condicionamiento clásico. Según esta interpretación, las
señales táctiles u olfativas inherentes al pezón actúan como un estímulo condicionado que
se asocia con las propiedades incondicionadas del reforzador que se emplee, y de dicha
asociación se obtienen respuestas condicionadas de prensión o succión del pezón.
También se ha hecho mención a que otros autores han propuesto una interpretación
alternativa, según la cual, procesos de condicionamiento instrumental podrían estar
involucrados en la adquisición de las respuestas condicionadas en el procedimiento del
58
pezón
ncia
estable
artificial (Petrov et la., 2003). De acuerdo a esta interpretación, la respuesta
condicionada se encuentra directamente relacionada con la estructura comportamental del
patrón de acción que la cría emite en la situación natural de amamantamiento. La
frecuencia de emisión de estos comportamientos podría estar regulada por la contingencia
de un reforzador positivo. Esta posibilidad considerada por Petrov et al. (2003) es
congruente con los resultados del presente estudio, y con los encontrados por Johanson y
Hall (1979), relacionados con la modificación de la probabilidad de ejecución de
comportamientos vinculados al amamantamiento en función de la continge
cida con un reforzador.
No se puede obviar el punto de vista de otros autores (Flory et al., 1997) respecto
a los procesos que podrían estar modulando las respuestas de las crías en el estudio de
Johanson y Hall. Flory y colaboradores mencionan que los resultados de Johanson y Hall
pueden ser explicados en términos de condicionamiento clásico porque la respuesta
considerada como operante, es elicitada de forma incondicionada por el reforzador
(leche). Las claves que están presentes en el contexto del condicionamiento, como el
sensor, podrían adquirir la capacidad de elicitar por sí mismos la respuesta condicionada.
Esta crítica podría en última instancia aplicarse al presente estudio. No obstante, como
también se ha señalado, todavía es debatido en la actualidad si el condicionamiento
instrumental y el clásico son dos procesos distintos, o si son dos manifestaciones distintas
de un único proceso de aprendizaje (Tarpy, 1995). Sean o no dos procesos distintos, la
literatura parece coincidir en que son procesos que se influyen mutuamente. Más allá de
este debate, el conocer la naturaleza de los procesos de aprendizaje que modulan los
resultados descritos en el presente estudio no es algo tan crítico para el presente estudio.
59
La técnica desarrollada cumple con los objetivos planteados inicialmente, en tanto que
permite a la cría auto-administrarse un reforzador en función de que éste sea emparejado
con su conducta. Este procedimiento de auto-administración lleva asociado un
componente motivacional, es decir, el valor recompensante del reforzador parece
modular la respuesta de los sujetos. Esta idea se apoya en dos evidencias empíricas. Por
un lado, el aumento en la tasa de respuesta observado en los momentos iniciales de la
fase de extinción. Por otro lado, el hecho de que la respuesta emitida por los sujetos al
comienzo de la extinción correlacione positivamente con la aceptación posterior del
reforzador, efecto que sólo se observó en la condición apareada. Por lo tanto, la técnica
aquí presentada permite a la cría la auto-administración de un reforzador positivo,
proceso que se encontraría modulado, al menos en parte, por el valor afectivo del
reforzador. Por último, al menos en términos operacionales, la técnica cumple con los
criterios de condicionamiento operante, en tanto que la frecuencia de emisión de la
respuesta se modula por la contingencia con el reforzador. Todo ello hace que este
procedimiento pueda ser empleado potencialmente para el estudio en la temprana
ontogenia de los procesos que modulan la auto-administración de reforzadores naturales,
como la leche, u otro tipo de sustancias, como el alcohol. Como se había mencionado,
éste era también uno de los objetivos del presente trabajo. En un estudio complementario
que se realizó posteriormente se ha visto que las crías de rata de 5 días utilizando esta
misma técnica se administran volúmenes de alcohol similares a los de leche (Arias,
2006). Asimismo, una técnica similar ha servido para encontrar que crías de 1 día de edad
se auto-administran volúmenes relevantes de alcohol en función de la concentración de la
solución empleada (Bordner et al., 2006).
60
A diferencia de lo que se esperaba, en el Experimento 2 ninguna de las variables
manipuladas (magnitud del reforzador y tiempo de separación materna), afectaron
significativamente el desempeño de las crías durante las fases de adquisición o extinción.
Desde un punto de vista meramente descriptivo, la diferencia que se observó entre el
grupo apareado y el no apareado en aquellos animales separados de sus madres por 6
horas, pareció de menor magnitud a la encontrada entre los animales apareados y no
apareados separados por 3 horas (ver Figura 7). Como se mencionó, la magnitud del
reforzador tampoco afectó el desempeño de los animales en el Experimento 2. En
estudios preliminares, volúmenes superiores a 2 µl por pulso causaron una acumulación
de leche en la boca de la cría que parecía interferir con el proceso de aprendizaje. Con
volúmenes de esta magnitud, los animales requerían una mayor cantidad de tiempo para
ingerir la leche y eventualmente, cuando el volumen acumulado excedía la capacidad de
consumo de la cría, ésta exhibía un incremento notorio en la actividad motora, que
posiblemente fuera indicativo de incomodidad o estrés. Es probable que ésto podría
interferir con el proceso de aprendizaje, especialmente cuando se considera la
importancia de establecer una adecuada contingencia entre un comportamiento concreto y
un reforzador.
Como se planteó en la introducción del presente estudio, son relativamente pocas
las técnicas de aprendizaje operante que se han desarrollado para su aplicación en crías de
rata (Amsel, Burdette & Letz, 1976, 1977; Flory et al., 1997; Guenaire, Costa &
Delacour, 1982; Johanson & Hall, 1979; Kenny & Blass, 1977; Lithgow & Barr, 1984).
El modelo de condicionamiento operante planteado aquí parece ser de fácil adaptación a
ratas recién nacidas e infantes. Además, considerando que la técnica del pezón artificial
61
se vuelve menos eficaz después del segundo día de vida postnatal (Cheslock et al., 2000),
este procedimiento puede constituir una herramienta útil para la evaluación de diferentes
procesos de aprendizaje a lo largo de la temprana ontogenia. Asimismo, esta técnica
puede ser utilizada para el estudio de los procesos que modulan el consumo de diferentes
sustancias durante el desarrollo temprano, abriendo el campo de estudio a drogas de
abuso como el alcohol. El diseño de técnicas análogas en humanos bebés ha permitido el
estudio de adquisición, retención y expresión de memorias durante esta etapa a partir de
la contingencia entre comportamientos específicos de la edad y la presentación de
refuerzos positivos (Rovee-Collier, 1987; Rovee-Collier & Barr, 2002).
62
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