Tesis Lianggi Espinoza_ Una evolución de la analiticidad de las funciones TESIS MAESTRIA
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i
CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DE ESTUDIOS AVANZADOS DEL INSTITUTO POLITÉCNICO
NACIONAL Unidad Distrito Federal
Departamento de Matemática Educativa
UNA EVOLUCIÓN DE LA ANALITICIDAD DE LAS FUNCIONES EN EL SIGLO XIX. UN ESTUDIO
SOCIOEPISTEMOLÓGICO.
Tesis que presenta
Lianggi Luis Espinoza Ramírez
Para obtener el Grado de
Maestro en Ciencias
en la especialidad de Matemática Educativa
Director de la Tesis: Dr. Ricardo Cantoral Uriza
México, Distrito Federal Octubre 2009
Agradecimientos
ii
AGRADECIMIENTOS
En nuestro entorno científico, la evidencia habla más que las ideas. Cada vida es una
historia. La mía quizás sea algo peculiar. Durante tres años viví una vida sin sentido,
sumergido en diversas adicciones y en exagerada violencia. Sin embargo, mi vida
cambió. Después de tres años en los que mi racionalidad me decía que no había solución
para mi caso, en los que fui el peor de mi clase y el caso perdido para mis profesores, el
“sin esperanza”, a mis diecisiete años mi vida cambió. ¿Cómo alguien que por más de dos
años no llevaba incluso cuadernos a la escuela podría aspirar a seguir una carrera
académica? En mi situación las posibilidades eran mínimas. Sin embargo, finalice una
carrera como uno de los mejores de mi generación, fui escogido en una selección
nacional en Chile para realizar estudios en Francia, y fui becado por mi país para realizar
estos estudios de postgrado en México. ¿Cómo poder explicar un cambio tan radical en
mi vida? Por estos motivos expreso mi agradecimiento en primer lugar a Dios, por
haberse mostrado en mi vida tal cual es, una realidad muy diferente a la que se expresa
por medio de la religión y la filosofía, pues más que una fe es una realidad. Gracias Jesús
por haberte entregado para que ocurriera este cambio tan increíble en mí, por haberme
devuelto la vida y regalarme sueños de justicia por los cuales vivir y por enseñarme con tu
vida como vivirlos. Gracias por mostrarte diariamente, a través de distintas
circunstancias, tan real y palpable, con evidencias tan consistentes que no queda lugar a
la razón de dudar de tu existir. Gracias porque en ti encuentro mis fuerzas para luchar
por ver un mundo más honesto, más justo, menos individualista y más solidario.
Quiero agradecer de manera especial a dos personas que son totales protagonistas en
esta historia, a mis padres. Luis, tu inteligencia y creatividad son admirables, eres el
hombre más ingenioso que he conocido. Estoy convencido que de ti heredé la
inteligencia que se puede reconocer en mí. Amada, tu entrega y capacidad de amar no
tienen límites. De ti recibí el deseo de invertir mi vida por amor en otros. A mis padres, a
quienes las circunstancias de la vida no fueron una escusa para dar lo mejor de sí mismos
para sus hijos, agradezco y dedico esta tesis.
Agradezco a mis hermanos, quienes conocen mejor que nadie mis cualidades y grandes
defectos, pero que a pesar de esto me aman tal cual soy. Sepan que la distancia nos ha
hecho más cercanos. Davies, gracias por ser mi hermano mayor, mi admiración, ejemplo y
Agradecimientos
iii
guía en todas mis decisiones. Krass, gracias por ser mi hermano menor y alegrar mis días
a través de tus sueños y tu vida.
Agradezco a una gran familia que Dios me ha regalado, con quienes he luchado por
tantos años hombro a hombro por la Revolución de Jesucristo en Valparaíso, Chile.
Ustedes se han convertido en parte de mí, sus ejemplos han formado mi carácter y sus
vidas me inspiran a luchar con mayor pasión y alegría. Gracias Hugo y Oriana por ser para
mí como unos segundos padres. Gracias a los que fueron un sustento, un refrigerio,
amigos de verdad en mi lejanía de nuestra amada cuidad, Valparaíso.
Agradezco a una nueva familia, a aquellos que han marcado mi vida en mi estancia en
México. Venticuatrosiete y PuntoNet, gracias por permitirme compartir con ustedes
todas aquellas aventuras y locuras, esos sueños y experiencias de cambiar al mundo y
hacer historia por medio de las buenas noticias de la cruz. Ustedes son parte esencial de
esta tesis, pues juntos recorrimos miles de kilómetros conociendo diferentes maneras de
vivir y pensar, diferentes lenguajes e ideologías, en las Sierras de México y por
Centroamérica, entendiendo que hay una esperanza para que este mundo sea diferente,
y que esta esperanza se encuentra en Jesús. Gracias por mostrarme el valor de la
verdadera amistad, gracias por enseñarme nuevas maneras de vivir. Gracias en especial
Timmy, por ser un verdadero amigo y ejemplo de entrega por la verdad y la justicia.
Agradezco a la comunidad del Cinvestav, por haber encontrado aquí un colectivo que
comparte un mismo sueño y trabaja en conjunto para lograrlo. Gracias a mis compañeros,
por haber compartido conmigo las experiencias más diversas. Gracias por la amistad.
Gracias Karla por el enorme apoyo recibido en mi distancia de mi hogar. Admiro sus
enormes capacidades y sus vidas. Gracias a mis maestros, de manera especial a Francisco
Cordero, quién nunca tuvo alguna escusa para no atenderme y permitirme aprender de
él. También de manera especial gracias Lalo, Tere, Darly, Jano y Dani, ustedes saben
todos los motivos que tengo para estar agradecidos de ustedes, de los cuales lo primero
es la amistad.
Nombres a quienes agradecer son muchos. Tú sabes que te tengo muy presente en estas
líneas…
Agradecimientos
iv
Finalizo agradeciendo a Ricardo Cantoral, junto a quién elaboré esta investigación.
Ricardo, no dimensionas cuanto he aprendido de ti y no sabes cuánto disfrutaba cada
sesión de tesis. Has sido mucho más que un director de tesis, has sido un ejemplo de vida,
de liderazgo, lucha y consecuencia. Gracias por vislumbrar desde la plataforma científica
una expresión del ideal de justicia que compartimos.
Atentamente…
Lianggi Espinoza Ramírez
México D.F.
Octubre de 2009
v
INDICE
Resumen 1
Abstract 2
Introducción 3
CAPÍTULO 1. El problema, sus antecedentes y algunas consideraciones teóricas y
metodológicas.
6
1.1 Explicación del problema 8
1.2 Antecedentes 12
1.3 Consideraciones teóricas y metodológicas 17
CAPÍTULO 2. Lagrange y la analiticidad en una manera de ver al conocimiento
matemático como relativo al conocimiento sensible del mundo.
36
2.1 Su obra didáctica, la teoría de las funciones analíticas. 38
2.2 Una obra escrita por la contingencia sociopolítica y laboral del momento 41
2.3 La mecánica, el contexto de significación de su discurso matemático escolar 47
2.3.1 El contexto de significación de la obra: la mecánica 50
2.3.2 Evidencias en el artículo de 1772 54
2.4 El significado que tiene para Lagrange la representación analítica. 58
CAPÍTULO 3. Un quiebre y el comienzo de una nueva manera del ver el hacer
matemáticas
65
3.1 La crítica a Lagrange, una publicación para fundamentar una nueva
construcción
67
3.1.1 La crítica de Cauchy a la Teoría de las Funciones Analíticas de Lagrange 67
3.1.2 El por qué de la crítica: la argumentación de una nueva construcción
matemática.
71
3.2 Una nueva arquitectura matemática que rechaza el conocimiento sensible del
mundo
74
3.2.1 El contenido de la obra 75
3.2.2 El rechazo intencional al conocimiento sensible del mundo 77
Índice
vi
3.2.3 Una mirada de su producción didáctica en conjunto 79
3.2.4 Una construcción matemática desarrollada por una necesidad de difusión
escolar
80
3.2.5 El por qué de la interrupción de su producción didáctica 80
3.3 El desprendimiento de lo sensible, una expresión del pensamiento monárquico
de su tiempo
82
3.3.1 El apego de Cauchy a las ideas conservadoras. 83
3.3.2 La negativa a firmar juramento ante el régimen revolucionario 84
3.3.3 El desprendimiento de lo sensible del conocimiento matemático, una
expresión de su postura política y filosófica alineada a la Monarquía.
85
3.4 La concepción de Cauchy sobre el conocimiento matemático 86
3.4.1 Los límites del conocimiento humano 87
3.4.2 ¿Un límite en las ciencias matemáticas? 91
3.4.3 Un viraje de lo inductivo a lo deductivo 92
3.5 El contexto de significación del curso de análisis de Cauchy 94
CAPÍTULO 4. Un conflicto causado por la confrontación de dos racionalidades del
conocimiento matemático
97
4.1 Un teorema demostrado y la existencia de contraejemplos 99
4.1.1 El teorema de series de Cauchy 99
4.1.2 Los contraejemplos de Fourier 100
4.1.3 Cauchy demuestra la convergencia de los contraejemplos de Fourier 101
4.2 Abel y la denuncia pública de las “excepciones” al teorema de Cauchy 101
4.3 El lema oculto y la solución de la paradoja. Seidel a la escena. 103
4.4 ¿Por qué los matemáticos de la época no pudieron ver esta relación de los
procesos de límites involucrados?
105
CAPÍTULO 5. Weierstrass y la analiticidad en una mirada de la matemática
desprendida del conocimiento sensible del mundo.
110
5.1 La representación analítica de funciones arbitraras y su significación
probabilística.
112
5.1.1. Sobre la posibilidad de representar analíticamente funciones arbitrarias de 112
Índice
vii
variable real.
5.1.2 La relación de la demostración con la modelación del error de Gauss (1822) 115
5.1.3 La significación probabilística en la demostración de Bernstein (1913) 117
5.2 Un breve recorrido en la evolución de las ideas en la construcción matemática
de Weierstrass.
118
5.2.1 Sus ideas iniciales y trabajo como profesor de secundaria. 118
5.2.2 Un cambio radical, Weierstrass como profesor en la universidad de Berlín 120
5.2.3 Hacia la representación analítica de funciones arbitrarias 121
5.2.4 La publicación científica del teorema en 1885 122
5.2.5 La difusión del teorema en 1885 125
5.3 Rigor, estructura, y generalidad. El contexto de significación del teorema de
Weierstrass
126
5.3.1 La idea germinal, la definición de un número irracional 126
5.3.2 La generalidad y la estructura encontrada en el camino del rigor 128
5.3.3 ¿Por qué fue tan importante para la analiticidad de las funciones la
variable compleja?
129
5.4 Las funciones analíticas 131
5.4.1 Definición de función analítica dada por Weierstrass 131
5.4.2 Significación de la analiticidad como representación polinomial 132
5.5 Un desarrollo en una nueva Racionalidad 133
5.5.1 Lo fenomenológico, la evolución de la noción de función 133
5.5.2 La generalidad, el abandono del espacio físico hacia un espacio analítico. 135
5.5.3 Lo evolutivo, de la función como centro del estudio a la función como un
elemento que describe la naturaleza del espacio de funciones continúas.
136
5.5.4 Una nueva racionalidad del conocimiento matemático 137
CAPÍTULO 6. Aportaciones a la construcción social de la analiticidad y al discurso
matemático escolar
138
6.1 Aportaciones a la construcción social de la analiticidad de las funciones. 140
6.1.1 La analiticidad como una práctica social 140
6.1.2 El cambio de racionalidad, un camino necesario para concebir la
analiticidad de las funciones.
145
Índice
viii
6.2 Aportaciones al discurso matemático escolar 149
6.2.1 Los contextos de significación en la evolución estudiada 150
6.2.2 Elementos para significaciones del conocimiento en su difusión escolar. 152
6.2.3 Elementos para la articulación curricular: del cálculo a la topología. 154
CAPÍTULO 7. Aportaciones a la Socioepistemología: la Racionalidad y los
Contextos de Significación. Conclusiones.
157
7.1 La Racionalidad, un elemento para el rediseño del discurso matemático escolar
en base a una epistemología de prácticas.
160
7.2 Los Contextos de Significación: una herramienta teórica para entender la
significación en escenarios socioculturales
162
7.3 Comentarios finales y conclusiones. 163
7.3.1 La intencionalidad didáctica del Cálculo 164
7.3.2 Consideraciones metodológicas para la investigación en matemática
educativa.
165
7.3.3 Profundizaciones de la investigación y sus posibles rumbos posteriores. 166
7.3.4 La referencia hacia lo contextual y al “contexto” 167
Referencias bibliográficas 169
Anexo A Algunos acontecimientos sociopolíticos franceses (1670 – 1840)
Anexo B Sobre la posibilidad de representar analíticamente funciones
arbitrarias. Weierstrass, 1885.
Anexo C Prefacio de la teoría de las funciones analíticas. Lagrange, 1797.
Anexo D Crítica a la obra de Lagrange. Cauchy, 1822.
ix
“Las ideas tienen consecuencias”
Darrow L. Miller, miembro de FHI, Fundación contra el hambre internacional
“No os conforméis al mundo actual, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis lo que es
bueno, agradable y perfecto” Romanos 12:2
Resumen
ix
RESUMEN
Esta investigación estudia la evolución de la analiticidad de las funciones en un escenario
histórico, en el periodo comprendido entre Lagrange y Weierstrass. La analiticidad de las
funciones es un hilo conductor que vincula al cálculo con los inicios de la topología.
Nuestro interés es el rediseño del discurso matemático escolar en base a una
epistemología de prácticas. Por esto buscamos las prácticas que norman la producción y
evolución del conocimiento, con el fin de desarrollar una construcción social de la
analiticidad de las funciones. Evidenciamos como la práctica de conocer lo que no se
conoce con base en lo que se conoce, la que entendemos como la Analiticidad, es una
práctica social normativa en la construcción de la fundamentación del cálculo.
Para el estudio fabricamos una secuenciación de obras matemáticas desde 1772 hasta
1885. Para cada obra, se hizo un estudio Socioepistemológico para entender cuáles son
las intencionalidades subyacentes de los conocimientos y sus ideas germinales,
considerando los mecanismos de producción y difusión de las mismas. La variable
sociocultural mostró incidir significativamente en la construcción de los conocimientos
matemáticos. De aquí la consideración de los acontecimientos sociopolíticos en los
cuales se produjeron las obras estudiadas. Un resultado de esta indagación es la
caracterización de la noción Socioepistemológica de contexto de significación,
entendida como el ámbito en el cual una persona o colectivo significa cierto
conocimiento. Otro resultado fue, al entender que la “manera de ver” al conocimiento es
situada a los contextos en los cuales se producen los conocimientos, la teorización en
torno a la noción de racionalidad, la cual entendemos como una manera de ver,
argumentar y validar al conocimiento científico. Al respecto evidenciamos que la
racionalidad es contextualizada, que media la manera de mirar al conocimiento y que la
naturaleza epistemológica de los conocimientos es relativa a cierta racionalidad.
La presenta investigación aporta: a) información relevante de las ideas germinales y los
contextos de significación de las obras estudiadas, b) una construcción social de la
analiticidad de las funciones en base a una epistemología de prácticas; c) precisa la
noción Socioepistemológica de contexto de significación, e introduce la noción de
racionalidad, elementos que se muestran relevantes para considerar en el rediseño del
discurso matemático escolar.
1
Abstract
2
ABSTRACT
This research studies the evolution of the Analyticity of functions in a historic context
between Lagrange and Weierstrass periods. The Analyticity of the functions joins the
calculus with the beginnings of topology. Our interest is the redesign of mathematical
school discourse based on the epistemology of practice. In this way we look for the
practices that rule the production and evolution of knowledge, with the aim of
developing a social construction of the Analyticity of functions. We have witnessed how
the practice of to know what we do not know based on what we know, which we
understand as Analyticity, is a normative social practice in the construction of the
foundations of calculus.
For the present study we produce a sequence of mathematical works from 1772 to 1885.
For each work, a Socioepistemological study was made to understand which are the
underlying intentionalities of the knowledge and their germinal ideas, considering the
production and diffusion mechanisms of them. The sociocultural variable showed a
significant impact on the construction of mathematical knowledge. Hence the
consideration of socio-political events which occurred in the works studied. One result of
this research is the characterization of the Socioepistemological notion of significance
context, defined as the area in which an individual or collective means certain
knowledge. Another result was, as we understand that "seeing how" knowledge is
situated at the contexts in which knowledge is produced, theorizing about the notion of
rationality, which it is understood as a way to view, arguing and validate scientific
knowledge. In this regard we witness that rationality is contextualized, mediating the
way of looking at knowledge and how the epistemological nature of knowledge is
relative to some rationality.
The present research provides: a) relevant information of the germinal ideas and the
significance context of the works studied, b) a social construction of the Analyticity of the
functions based on an epistemology of practice; c) defines the notion
Socioepistemological of significance context, and introduces the notion of rationality,
elements that are important to see in the redesign of mathematical school discourse.
Introducción
3
INTRODUCCIÓN
En la actualidad estamos enfrentando desafíos de envergadura en torno a la educación a
nivel mundial. Los procesos de globalización están incidiendo hacia una homogenización
de la enseñanza, a través de diferentes nociones que están en boga: estándares,
competencias, mapas de progreso, etc. Sin embargo, la investigación en matemática
educativa está mostrando lo contextual del aprendizaje humano. El humano aprende con
una racionalidad contextualizada (Cantoral, 2009). Esta situación nos plantea un gran
reto: Planear algún mecanismo que permita unificar respetando la diversidad,
estandarizar conservando la colectividad. Ante esta cuestión, plantear un abandono en la
centración de los objetos matemáticos y su naturaleza epistemológica, prefiriendo una
epistemología de prácticas relativa a la construcción social de los conocimientos
matemáticos, es una alternativa. Las prácticas pueden ser un constructor unificador que
permita una expresión diferente de los mismos conocimientos en cada contexto, en cada
realidad, a cada mundo.
De esta manera, nuestro enfoque teórico, la Socioepistemología, necesita elementos
teóricos que permitan entender las diferentes realidades, los diferentes contextos, estos
diferentes mundos. Estos diferentes mundos se pueden encontrar en diversas
expresiones culturares (como también en las llamadas subculturas) tanto hoy en día
como a través de la historia. Este interés de acercarnos a la realidad de otros, en nuestro
caso en la historia, fue el punto de partida de nuestra investigación. El buscar entender la
“mirada de otro” nos llevo a teorizar sobre lo que entendemos por racionalidad, la cual
entendemos como una manera de ver, validar y argumentar al conocimiento. La
racionalidad es contextualizada, por tanto media la construcción del conocimiento
matemático.
Este acercamiento a la historia requirió de una mirada sociocultural. Como mostraremos
a lo largo de esta investigación, lo sociocultural incide significativamente tanto en la
construcción del conocimiento matemático como en su difusión institucional. ¿Qué
relación existe entre una revolución política y la producción de métodos matemáticos?,
¿o entre el debate intelectual entre dos corrientes políticas antagónicas y la creación de
la teoría matemática? Estas interrogantes serán respondidas en esta investigación.
Introducción
4
También, este acercamiento requirió de entender cómo ciertos conocimientos
matemáticos se dieron a luz y se desarrollaron, cuáles fueron sus ideas germinales y sus
medios de significación. Estas cuestiones no se encuentran explícitamente en los
conocimientos, pues los procesos de transposición en conjunto con la corriente de
formalización hacen que estos se escondan en la historia. Nuestra tarea es poder indagar
para entender estos asuntos que la historia ha olvidado. Por esto el interés de acercarnos
a la historia.
El interés de estudiar a la analiticidad de las funciones obedece al reconocimiento que
existe sobre esta como un hilo conductor normativo en la construcción del cálculo que
precede (antónimo) a la práctica social de predicción (Cantoral, 2001), en el abandono
de los conceptos y la atención hacia las prácticas propuestas por la Socioepistemología.
De esta manera, buscamos entender la evolución de la analiticidad de las funciones,
entendiendo por Analiticidad la práctica social de conocer lo que no se conoce con base
en lo que se conoce. Esta práctica social norma la construcción del conocimiento
matemático en el periodo de Lagrange a Weierstrass, considerando casi 150 años de
historia, años en los que se produjeron los acontecimientos sociopolíticos que definieron
la estructura organizativa de la sociedad actual, la aspiración a la democracia. Entender
la evolución de la analiticidad de las funciones en este periodo es de interés para aspirar
a un rediseño del discurso matemático escolar actual basado en una epistemología de
prácticas.
En el capítulo uno de esta tesis explicaremos cómo llegamos a este problema de estudio.
También comentaremos sobre algunos antecedentes relevantes para la investigación,
como también algunas consideraciones teóricas y metodológicas.
Después presentaremos la evolución estudiada, organizada en base a diferentes
racionalidades del conocimiento matemático. El capítulo dos presentaremos la obra
didáctica de Lagrange, la Teoría de las funciones analíticas de 1797, considerándola
como nuestro punto de partida en el estudio de la evolución de la analiticidad de las
funciones. Situamos a esta obra en una racionalidad del conocimiento matemático que
lo considera como relativo al conocimiento sensible del mundo. Después presentaremos
en el capítulo tres la nueva arquitectura del cálculo presentada por Cauchy en 1821, la
cual aparece como una respuesta del autor a sus críticas a la obra didáctica de Lagrange.
Aquí se evidencia el comienzo de una nueva racionalidad del conocimiento matemático,
Introducción
5
considerándolo desprendido de este conocimiento sensible. En el capítulo cuatro
mostraremos un episodio de la historia en el cual la confrontación de éstas dos
racionalidades del conocimiento matemático comentadas se enfrentan, causando que un
teorema demostrado por Cauchy y sus contraejemplos (Lakatos, 1976) coexistieran por
toda una generación de matemáticos. De este conflicto nace la noción de convergencia
uniforme. Para terminar nuestro recorrido, en el capítulo cinco se evidenciará en
plenitud esta nueva racionalidad del conocimiento matemático, considerado como
desprendido del conocimiento sensible del mundo, en conjunto con la obra de
Weierstrass y la más alta expresión de la analiticidad de las funciones, con la
demostración de su teorema sobre la representación analítica de funciones arbitrarias
(1885).
Después sintetizamos las aportaciones de la investigación. En el capítulo seis
presentamos una construcción social de la analiticidad de las funciones, con conjunto
con las aportaciones de la investigación al discurso matemático escolar. En el capítulo
siete finalizamos con las aportaciones de la investigación a la Socioepistemología: la
racionalidad y los contextos de significación, y las conclusiones finales del estudio.
Esta investigación es un recorrido por la historia por los acontecimientos sociopolíticos y
los debates ideológicos de épocas que capitalizaron el cálculo como lo entendemos hoy
en día. En este recorrido descubriremos elementos que permiten entender la
significación de los conocimientos y la evolución de la racionalidad del conocimiento
matemático en diferentes escenarios históricos…
6
CAPÍTULO 1
EL PROBLEMA, SUS ANTECEDENTES Y ALGUNAS
CONSIDERACIONES TEÓRICAS Y METODOLÓGICAS.
7
CAPITULO 1
EL PROBLEMA, SUS ANTECEDENTES Y ALGUNAS CONSIDERACIONES TEÓRICAS Y
METODOLÓGICAS.
La perspectiva desarrollada en la presente investigación requiere de la siguiente
precisión: ¿Por qué mirar a la analiticidad y no a un objeto matemático como la derivada,
la integral o las series de funciones?, ¿Por qué poner la atención en algo que no es un
objeto matemático? La respuesta a este asunto corresponde a la perspectiva sobre la cual
se ha desarrollado esta investigación, la aproximación Socioepistemológica (Cantoral y
Farfán, 2003). Una de las preguntas fundamentales de esta teoría es la siguiente: ¿Existe
una manera matemática de pensar que pueda ser difundida socialmente? (Cantoral,
2009). Esta ha llevado a la investigación Socioepistemológica a descentrar su atención de
los objetos matemáticos y de su naturaleza epistemológica, privilegiando una
epistemología de prácticas asociada a la construcción de los conocimientos matemáticos
(Montiel, 2005).
Este privilegio por una epistemología de prácticas se hace muy relevante en un escenario
histórico, pues permite develar lo que la misma historia esconde, esto es, las
significaciones que dieron origen al conocimiento matemático. Entender la historia
desde una mirada de objetos matemáticos estáticos y poco relativos a las dimensiones
socioculturales, cegará los ojos del investigador de la historia misma. Una mirada más
social permita explicar, más que la evolución de conceptos, la construcción social del
conocimiento matemático. Esto permitirá acercar al conocimiento a la realidad de cada
persona y su entorno sociocultural.
Con esta aclaración, presentamos a continuación la explicación del cómo se gestó
nuestro problema de investigación, los antecedentes que fueron relevantes, y las
consideraciones teóricas y metodológicas de este estudio, siendo estas últimas una
construcción de la investigación y parte de sus aportaciones teóricas para la
Socioepistemología.
El problema, antecedentes, consideraciones teóricas y metodológicas_ Capítulo 1
8
1.1 EXPLICACIÓN DEL PROBLEMA
Nuestro problema de investigación se gestó en el curso de un seminario de investigación
del Análisis Matemático, desarrollado en el departamento de Matemática Educativa del
Cinvestav-IPN, México. En un grupo de 16 investigadores en formación y un experto
discutimos sobre la importancia que tienen los polinomios en la matemática, relativa a la
representación analítica de funciones trascendentes. En base a esta importancia
desarrollamos actividades, en torno a la visualización matemática (Espinoza y García,
2008), para desarrollar un lenguaje gráfico relativo al uso de los polinomios en el cálculo
(Cantoral y Montiel, 2001). Después de esto reflexionamos en torno a la significación
escolar que tienen las aproximaciones polinomiales, organizadas como aproximación
puntual, local y global (Figura 1.1)
Figura 1.1
En relación a la aproximación puntual y local, existen resultados de investigaciones que
han proveído significaciones escolares, de las cuales ya se han desarrollado propuestas
didácticas para el aula (Cantoral y Montiel, 2003). Sin embargo, para el caso de la
aproximación global no existe en este momento una significación escolar que nazca de la
investigación. Por esta razón comenzamos a desarrollar investigación para encontrar
alguna significación de esta aproximación, que nos permitiera construir una explicación
escolar. La ruta que escogimos para comenzar nuestro estudio fue la de los polinomios
de Bernstein.
S. N. Bernstein (1880-1968) fue un matemático nacido en el Imperio Ruso. En 1913,
publica un artículo titulado “Démostration du théorème de Weierstrass fondée sur le
calcul des probabilités1", en el cual, mediante el uso de la esperanza de una distribución
Aproximación local
Series de Taylor Aproximación global
Teorema de Weierstrass
Aproximación puntual Interpolación de Lagrange
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
9
binomial, brinda una manera para construir polinomios que converjan uniformemente a
una función continua cualquiera. En la demostración del teorema original, Weierstrass
(1885) demuestra que existe la posibilidad de representar analíticamente una función
continua cualquiera mediante polinomios, pero no muestra una manera de encontrarlos.
Bernstein plantea la esperanza matemática de la siguiente manera:
2
(Bernstein, 1913, p.1)
Después de lo cual, en cortas dos planas de demostración, plantea que una función
continua cualquiera )(xF en el intervalo 1,0 , puede ser representada como la suma de
una serie de polinomios, de la siguiente manera:
(Bernstein, 1913, p.1)
Este teorema es fácilmente ampliable para cualquier intervalo real ba, .
Con esto de base, nos preguntamos si podríamos construir alguna explicación escolar de
la aproximación global en base a los polinomios de Bernstein. Esto lo hicimos en un
trabajo que duro 8 semanas, en donde estudiamos la publicación original, libros
didácticos actuales que realizan tratamientos considerando estos polinomios,
publicaciones en revistas de la disciplina al respecto, sus aplicaciones para problemas de
la física, experimentaciones con programas de geometría dinámica y una exhaustiva
búsqueda en Internet sobre desarrollos teóricos y didácticos sobre el tema. El resultado
del trabajo fueron algunos acercamientos a significaciones escolares, basados en la
visualización y en explicaciones probabilísticas. Sin embargo, nuestra mayor conclusión
fue la dificultad de desarrollar una explicación escolar de este asunto. Esto nos llevó a
1 “Demostración del teorema de Weierstrass fundado sobre el cálculo de probabilidades”
2 nE hace alusión a la esperanza matemática y !)!(
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El problema, antecedentes, consideraciones teóricas y metodológicas_ Capítulo 1
10
intentar entender esta dificultad en la naturaleza epistemológica de este conocimiento
matemático.
Al considerar la publicación de Weierstrass (1885), pusimos atención en que el autor
afirma la “posibilidad” de representar analíticamente una función arbitraria, más no en el
cómo hacerlo. ¿Por qué le habrá interesado al autor afirmar que la posibilidad existe, sin
saber cómo hacerlo?, nos preguntamos. Nuestra respuesta, que fue con la que
terminamos este seminario de investigación, fue que tanto para Bernstein y Weierstrass,
sus resultados son de interés en un dominio teórico más que práctico. Esta hipótesis de
investigación la fundamentamos en tres argumentaciones, las cuales pueden ser
estudiadas en el Anexo A.
Esta hipótesis fue la que motivó la presente investigación, pues apunta a entender cómo
el autor de una obra antigua entendía su producción. Al comenzar a profundizar en la
obra de Weierstrass (1815-1897), nos percatamos de un asunto que nos causó mucho
interés. La obra de Weierstrass es un desenlace, una síntesis de los conocimientos
matemáticos del cálculo, muestra una naturaleza más cercana a los conocimientos de la
Topología matemática que al Análisis matemático, como lo conocemos en la actualidad.
Esto nos llamó mucho la atención, pues en la actualidad la enseñanza del cálculo se
encuentra completamente desvinculada de la enseñanza de la topología matemática.
En el Instituto de Matemáticas de la Universidad PUCV de Valparaíso-Chile, se imparte la
carrera de profesor de matemáticas para nivel Medio3. En su formación matemática, los
futuros profesores cursan dos cursos de Cálculo, y tres cursos de Análisis Matemático en
los cuales se trabajan los principios topológicos de los contenidos vistos en Cálculo. Los
índices de reprobación crecen de manera considerable cuando los estudiantes pasan de
los cursos de Cálculo a los de Análisis Matemático. Pareciera existir una barrera
“intelectual” entre estos cursos que causa el crecimiento de la reprobación. Esta
situación particular causó un mayor interés en investigar la vinculación percibida en la
obra de Weierstrass con la obra general del Cálculo y su vinculación con la Topología
matemática.
Con estos aspectos nos propusimos hacer un estudio de corte histórico-
Socioepistemológico que nos permitiera entender esta vinculación percibida en la
3 Para alumnos de 14 a 17 años de edad.
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
11
lectura de la obra de Weierstrass. Por esto comenzamos a desarrollar un viaje por la
historia de la matemática, con el siguiente fin:
Entender la evolución de la analiticidad de las funciones, de manera de
encontrar una línea conceptual que nos permitiera vincular los conceptos del
Cálculo y el Análisis Matemático con los inicios de la Topología Matemática
¿Qué episodios estudiar?, fue la pregunta inicial. La respuesta que desarrollamos la
explicamos a través del siguiente esquema (Figura 1.2)
Figura 1.2
Pensando en la evolución de la analiticidad de las funciones, decidimos considerar estos
cinco episodios reseñados en la línea de tiempo anterior, por considerar su relevancia en
tal evolución. Nuestro punto de partida es la teoría de las funciones analíticas de
Lagrange (1797). En esta obra el autor, por primera vez, plantea el desarrollo de una
función en una serie de Taylor. Esta obra es relevante, pues por primera vez se considera
a la derivada como una función más que un cociente, considerando como método para el
cálculo las leyes del álgebra, de lo cual emerge la necesidad de tener representaciones
de funciones cualquiera que puedan ser trabajadas con las reglas del álgebra. Después
consideramos como segundo episodio la crítica que hace Cauchy (1822) a la obra de
Lagrange. Cauchy, en esta publicación, muestra como existen algunas funciones que no
permiten un desarrollo en series de Taylor, y que por tanto la teoría de Lagrange
contiene resultados “del no todo correctos”. En efecto, muestra como teoremas
El problema, antecedentes, consideraciones teóricas y metodológicas_ Capítulo 1
12
demostrados en base a la teoría de Lagrange son de alcance limitado. De aquí que
Cauchy desarrolla una nueva construcción para el análisis y el cálculo (Cauchy, 1821,
1823, 1826, 1829), la cual tiene una nueva arquitectura y una nueva piedra basal: su
definición de continuidad. Esto constituye el tercer episodio considerado.
Esta nueva arquitectura propuesta por Cauchy trae algunos conflictos que su época no
pudo enfrentar. Esto es, la demostración de la continuidad de la función límite de una
serie de funciones continuas, teorema validado por su época, a pesar de los
contraejemplos existentes al teorema encontrados en la teoría de Fourier (1822). Este
teorema y contraejemplos, demostrados por el mismo Cauchy (1826b), fueron aceptados
por veinticinco años, hasta que el matemático Seidel en 1846 resolviera el conflicto,
dando nacimiento al concepto de convergencia uniforme. Este es nuestro cuarto
episodio. Después, es la convergencia uniforme la que tiene una notable incidencia en el
desarrollo de la concepción de analiticidad, en particular en la obra de Weierstrass. Este
Weierstrass, después de una larga producción didáctica y con setenta años, demuestra
en 1885 que existe la posibilidad de representar analíticamente una función arbitraria
mediante funciones polinomiales. Este teorema viene a sintetizar todo un desarrollo
conceptual y a abrir nuevas líneas de investigación en la matemática. Este es nuestro
quinto episodio considerado.
1.2 ANTECEDENTES
En relación a lo analítico, Cantoral (1990, 2001) desarrolla un estudio sobre la formación
social de la analiticidad. Esta obra la consideramos como germinal en los planteamientos
bases de la aproximación Socioepistemológica, en lo relativo al viraje de los conceptos a
las prácticas (Cantoral, Farfán, Lezama y Martínez, 2006; Covián, 2005; Montiel, 2005). El
estudio desarrolla un extenso estudio histórico, en el cual estudia el periodo desde los
inicios del cálculo hasta la formalización de Cauchy, con mayor énfasis y profanidad en
los desarrollos de la física del movimiento del siglo XVIII. De esta manera, sus últimas
obras estudiadas en profundidad fue la Teoría de las Funciones Analíticas de Lagrange y
la crítica que Cauchy hace a esta obra de Lagrange. Estas obras son el punto de partida
de nuestro estudio. De aquí es que nuestro estudio completa, en el aspecto
epistemológico, el estudio de la analiticidad de las funciones en términos de su
desarrollo conceptual.
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
13
El estudio reporta las ideas que dieron comienzo a la matematización del movimiento, lo
cual se capitalizó en lo analítico, en base a la visión del autor, con Lagrange. En efecto,
Oresme (1323-1382) fue un francés y uno de los principales fundadores y divulgadores
de las ciencias modernas. Este representó “lo que varía” mediante una cantidad continua
representada por movimientos rectilíneos. Es aquí el primer eslabón identificado por
Cantoral en la concepción de lo que será la noción de función analítica, entendido como
una función factible de ser estudiada por el análisis. Newton (1643-1727), entre otras
cosas físico ingles que estableció las bases de la mecánica clásica, fue el que asoció el
manejo de las series infinitas al estudio de las velocidades del cambio. De esta manera las
series infinitas nacen como una necesidad funcional para el estudio del movimiento. En
este planteamiento Newton planteó como objetivo de la mecánica el predecir cierta
evolución sin plantear a causas inherentes del movimiento, argumento propio del
planteamiento pre-newtoniano. Cantoral hace un recorrido detallado comenzando por
el estudio del movimiento de Galileo (año 1638), la gravitación universal de Newton
(año 1686), los estudios de hidrodinámica de Euler (año 1749), de la figura de la tierra de
D´Clairaut (año 1743), del movimiento y el equilibrio de los fluidos de D´Alambert (año
1752) y a la propagación del calor en cuerpos sólidos de Fourier (año 1822) (Cantoral,
2001).
Sigue mostrando Cantoral como después se produjo la necesidad de explicaciones
mediante el descubrimiento de leyes que regulan el comportamiento de los fenómenos,
de modo que predigan el desarrollo ulterior de lo observable. De aquí que el
pensamiento matemático reconstruya y reorganice la relación entre predicción y
analítico mostrada anteriormente como una necesidad funcional. Aquí el
reconocimiento de esta articulación se da como un algoritmo infinitesimal mediante el
cual se revelan sus leyes a la razón (Cantoral, 2001). Estos estudios permiten que
predicción se pueda controlar cada vez con más eficiencia. Siempre la predicción de un
comportamiento en base a un primer estado inicial. La idea estaba en encontrar las leyes
que gobiernan el cambio de magnitudes en sus expresiones más sencillas. Es aquí donde
podemos ubicar la obra de Lagrange (1797) como una reorganización de la matemática
de su época tomando la idea germinal de la predicción como elemento que sustenta su
construcción matemática relativa al desarrollo de funciones en series de Taylor.
Es aquí donde se encuentra una herramienta matemática que permite identificar
diferentes racionalidades de lo analítico en la evolución del cálculo. De aquí que la
El problema, antecedentes, consideraciones teóricas y metodológicas_ Capítulo 1
14
interpretación de analítico como una representación polinomial es “una” de muchas
interpretaciones posibles, las cuales se hacen visibles al considerar la relación dialéctica
entre la predicción y lo analítico y a la serie de Taylor como una herramienta matemática
que expresa el significado conceptual y contextualizaciones características de esta
relación. Cantoral (2001) reconoce las siguientes racionalidades de la noción de lo
analítico, relativas a la relación con la predicción y a la serie de Taylor como herramienta:
a) El modelo de la regularidad binomial, en donde se desarrolla la predicción en
base a regularidades de desarrollos binomiales, como el triángulo de Pascal o el
binomio de Newton, y en donde la serie de Taylor aparece implícitamente.
b) El modelo variable variación, que consiste en reconocer y utilizar
sistemáticamente la idea de que la parte contiene la información del todo. Aquí
el estudio de la variación instantánea de una magnitud proporciona una
información integral del fenómeno. Los conceptos de fuerza, aceleración,
diferencial, integral y fluxión pertenecen a esta expresión de lo analítico, y la
serie de Taylor se relaciona con el teorema fundamental del cálculo.
c) El modelo de predicción paramétrica, en donde se determina el estado futuro
vecino con la información actual de facto. Conocer un valor y sus variaciones
permite predecir el estado futuro vecino. La serie de Taylor como tal pertenece a
este modelo, en el sentido explicado.
d) El modelo de evolución paramétrica, que consiste, teniendo un estado inicial
conocido, en determinar las leyes que rigen el comportamiento del sistema. Aquí
se encuentra la teoría de ecuaciones diferenciales, los inicios del análisis
complejo y la mecánica de los medios continuos, en donde se estudia las
variables relativas a las descripciones físicas del movimiento de cuerpos,
partículas, fluidos, calor, electricidad, magnetismo, a través de un método
esbozado en modelos matemáticos.
e) El modelo de aproximación polinomial, que se caracteriza por el intento de
reducir el cálculo de las funciones al cálculo de polinomios. Este modelo es el
considerado en el problema inicial que dio origen a esta investigación, y es de
donde nació la problemática del presente estudio. Aquí, la serie es el instrumento
de aproximación y el residuo el error de la medida.
f) El modelo de metamorfosis funcional, que ya no aproxima, sino que remplaza a la
función por una expresión polinomial. Aquí la noción de función aparece como
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
15
función arbitraria, y precisa como elemento que valida la igualdad a la
convergencia, poniendo la atención en el residuo de la serie.
g) El modelo de generalización inductiva, en donde la serie de Taylor pasa a ser
parte de una construcción teórica, y en donde se organiza el conocimiento hasta
la fecha en una nueva arquitectura del análisis basada en continuidad y la noción
de límite.
h) El modelo de analiticidad compleja. En donde se extienden los resultados a la
variable compleja, área que se fundamenta sólo en series de potencias. Aquí
existe la noción de continuidad analítica, y los resultados de la serie de Taylor son
utilizados con regularidad.
Por tanto, la noción de “analítico” es mucho más amplia que referirse a las funciones
analíticas o a representaciones analíticas, y tiene diferentes significaciones en base a la
evolución misma del cálculo. Es en esta evolución en la que se constituye paulatinamente
y adquiere su significación epistémica actual. Ésta se hace explícita hacia finales del siglo
XVII y alcanza su madurez conceptual en el siglo XVIII.
En diferentes momentos la articulación de la predicción con la analiticidad otorgaba
diferentes significaciones, en base a diferentes prácticas de referencia y contextos de
significación del conocimiento. Ahora, lo que le interesa a un estudio
Socioepistemológico es entender las circunstancias que permitieron que el
conocimiento se construyera como se construyó (Cantoral, 2001, p.xxiii). Por esto, no es
suficiente recuperar solamente los significados y la génesis histórica de los conceptos,
sino que también es necesario entender aquellos elementos que hicieron posible su
construcción. (Cantoral, 2001, p.1) En este sentido, los procesos del conocimiento
matemático que se orientan vía el pensamiento físico, en relación a los fenómenos de
flujo continuo de la naturaleza, requieren de “entender los mecanismos funcionales que
operan la relación dialéctica entre las nociones de “predicción” propia de las ciencias
físicas y de la ingeniería y de lo “analítico” peculiar de las matemáticas” (Cantoral, 2001
p. viii) A este mecanismo el autor le llama la prœdiciere, que se conforma en la acción y
efecto de predecir el estado vecino a la luz de los datos que nos provee el conocimiento
de estado de facto, en base al reconociendo de regularidad de patrones, que nos
permiten reconocer al todo sólo con mirar la parte, y que alcanza sus formulaciones más
nítidas en la forma de “lo analítico”. Por tanto la prœdiciere no es la predicción como tal,
El problema, antecedentes, consideraciones teóricas y metodológicas_ Capítulo 1
16
sino aquello que nos permite predecir. Es decir, la prœdiciere se constituye como una
práctica social.
Para la Socioepistemología, una práctica social es aquélla que tiene un carácter
normativo sobre el conocimiento, es aquélla que permite entender el por qué el
conocimiento se construyó como se construyó (Covián, 2005, p.65). En efecto, “lo que
normó el pensamiento matemático avanzado por tres siglos fue la noción de “El
prœdiciere”, llegando a normar la relación existente entre la predicción y lo analítico”
(Covián, 2005, p.69) Ésta normó la relación entre la predicción y lo analítico desde la
época de Galileo hasta la época reportada por Cauchy, y en cada ocasión manifestó una
significación diferente de lo que es cada una de ellas. De esta manera, el carácter
normativo de la prœdiciere es el que permite observar estas distintas significaciones de
la predicción y lo analítico en diferentes periodos del desarrollo del cálculo. Quizás sea
difícil visualizar a la prœdiciere en este proceso. Pues, ésta no se puede nombrar, es
invisible, pero se siente y la misma construcción del cálculo aludida da evidencia invisible
de esta práctica social.
Esta práctica social es la idea germinal de la mecánica, ya sea de los cuerpos celestes,
terrestres, partículas o medios continuos, y del cálculo en su sentido amplio. Entender
esto permite una base de significaciones para los conceptos y procesos matemáticos, de
manera de incidir en el discurso matemáticos escolar y su didáctica en aula (Cantoral,
2001, p.1)
Además, en relación a la interpretación epistemológica de las obras, destacamos como
antecedentes vitales para nuestra investigación los siguientes:
Delambre (1867), quién escribió “Notice sur la vie et les œuvrages de M. Le Comte J.
L. Lagrange4" en el prefacio de la publicación de sus obras completas. Éste fue un
matemático de primer nivel en su época, secretario perpetuo de la Academia de
Ciencias de París, y conocedor profundo de las obras de Lagrange. En este escrito, su
autor sintetiza aspectos de su vida y su obra.
Dhombres, publicó en 1994 su escrito “el rigor o cómo se construye una realidad” a
modo de prefacio en la traducción al español de los cursos de matemáticas de
4 Registro sobre la vida y las obras del señor, el conde J. L. Lagrange
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
17
Cauchy. Dhombres presenta reflexiones interesantes de la historia de Cauchy como
de su adhesión a los pensamientos sociopolíticos de su época.
Dugac (1973) publica en los archivos de la historia de las ciencias exactas el artículo
“Eléments d´analyse de Karl Weierstrass”5. Este historiador ha estudiado el periodo
de la producción matemática en la segunda mitad del siglo XIX. Este periodo fue
difícil para nuestra investigación, ya que la mayoría de la literatura a estudiar se
encontraba en idioma alemán y ruso. Dugac publica en este artículo, en francés,
información muy relevante de la formación, la carrera académica y la producción de
Weierstrass.
Lakatos (1976), en su obra “pruebas y refutaciones” presenta todo un análisis del
acontecimiento conocido como el error de Cauchy. El análisis desarrollado por
Lakatos fue nuestra plataforma para lograr fundamentar la crisis producida por un
problema matemático que nació en una época que no lo pudo entender.
1.3 CONSIDERACIONES TEÓRICAS Y METODOLÓGICAS.
Como ya hemos anunciado, nuestro interés es poder entender el cómo los autores de las
obras entendieron sus obras, más que hacer una mirada retrospectiva desde nuestra
mirada actual del conocimiento. Cada individuo tiene un mundo diferente y cada cultura
tiene su historia. El esfuerzo de mirar desde el mundo del otro es un intento necesario
para nuestra investigación. Nuestro interés, más que entender la obra matemática…
5 Elementos del Análisis de Karl Weierstrass
El problema, antecedentes, consideraciones teóricas y metodológicas_ Capítulo 1
18
Es entender como el autor mira su obra…
Es verla desde los sus ojos…
Es mirarla desde su mundo en vez del nuestro
¿Es que podemos encontrar alguna manera de abandonar nuestras significaciones y
poder entender el cómo los autores significaban sus obras matemáticas? La respuesta
afirmativa a esta interrogante plantea todo un desafío teórico y metodológico. Si bien,
para algunos epistemólogos de las ciencias este intento es imposible (Dhombres, 1994),
desde nuestra perspectiva es un intento necesario y deseable, en el sentido de poder
estudiar la didáctica inmersa en escenarios socioculturales (Cantoral y Farfán, 2003). De
esta manera, más que hablar del significado de cierto conocimiento, hablaremos de la
significación que tiene cierto conocimiento en cierto contexto de significación.
?
(Cauchy, 1821)
?
(Lagrange, 1797)
?
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
19
1.3.1 La “significación” del conocimiento matemático relativa a lo contextual
A diferencia de la Matemática, la Matemática Educativa abandona la preocupación de la
validez de los enunciados matemáticos para tomar dirección hacia la comprensión. Si
nuestra problemática es la comprensión, entonces el significado aparece como un
elemento central, pues entender un concepto es concebido como el acto de adquirir un
significado (Sierpinska, 1990, citado en D´amore, 2005). Como mostraremos a
continuación, la articulación de los procesos de construcción de significado con lo social
que se desarrolla en base al planteamiento Socioepistemológico, hace que la noción de
“significación” de los conocimientos matemáticos tome una relevancia especial por
sobre la noción clásica de “significado”.
Para la postura clásica y tradicional, el conocimiento es concebido como una relación
convencional entre signos y entidades concretas e ideales que existen
independientemente de los signos lingüísticos (Godino y Batanero, 2004, citado en
D´amore, 2005), y por tanto, la existencia de los objetos matemáticos suponen una
realidad conceptual independiente del ser humano. Aquí el conocimiento matemático es
un sistema de verdades seguras, no modificable por la experiencia humana. Esto es una
visión platónica realista del conocimiento matemático. En este planteamiento “conocer”
significa “descubrir” un conocimiento ya existente (D´amore, 2005, p.4). Por tanto, como
el conocimiento es fijo, ya tiene su significación intrínseca. Aquí hablamos de
“significado” como tal. Si la matemática es estática, su significado es intrínseco a su
estructura lógica. Estamos en presencia de un significado auto referenciado por
implicancias lógicas. Por tanto, el significado de un enunciado deriva de la aceptabilidad
de su veracidad, y esto en base a leyes lógicas fijas. Unas de las expresiones de la
concepción realista es el abandono de la preocupación del significado, por ser
autodefinido, desviando el interés a la estructura deductiva y formal, en base a la cual se
usa este significado. De esta manera, la significación misma del conocimiento no es un
problema, pues, al estar considerados los problemas y enunciados matemáticos, el
problema se vuelve entonces en desarrollar, en base a estos, nuevos problemas y
enunciados matemáticos.
Esta visión realista del conocimiento científico tiene implicancias. Una de estas es que
oculta intencionalmente la historia del conocimiento. El movimiento de los años setenta,
con personajes como Lakatos, Toulmin, Kuhn y otros (López, 2005), criticaron duramente
El problema, antecedentes, consideraciones teóricas y metodológicas_ Capítulo 1
20
esta visión platónica del conocimientos y se manifestaron a favor de la historicidad del
conocimiento científico. Esta visión es ampliamente compartida por nosotros. Si estamos
apuntando a la comprensión, entonces no podemos omitir la historia intrínseca al
conocimiento científico. Si el conocimiento tiene historia, entonces el significado mismo
del conocimiento variará en base a lo temporal. Para ciertos episodios iE históricos, el
conocimiento tendrá un cierto significado iS asociado. De esta manera ya no podremos
hablar del “significado” del conocimiento como tal, sino que la perspectiva se amplía a
considerar los “procesos de comprensión de significado”. Esto nos lleva a posicionarnos
en una dirección “pragmática” del conocimiento matemático, en donde el significado
varía con base al contexto y al uso del conocimiento. En esta perspectiva, es en base a los
usos del conocimiento, que podremos hablar de significado del conocimiento (D´amore,
2005, p.5)
Ahora bien, el carácter socio de la presente investigación lleva esta cuestión del
significado más allá. Si bien, esta visión más pragmática del conocimiento matemático
cambia la idea de lo estable y fijo del conocimiento matemático, no logra cambiar de raíz
el problema de la articulación de lo social en este proceso. Es decir, se logra dotar a la
matemática de una dimensionalidad histórica, pero sigue presente el problema de la
difusión institucional, la construcción social del conocimiento, los mecanismos
aprendizaje y la misma socialización del saber científico. ¿Por qué esta articulación con
lo social causa conflicto? Respondemos que es porque se ha asumido que la racionalidad
no tiene que ver con el contexto específico. Cuando entendemos la dimensión
contextual de la racionalidad, el “significado” es una noción que necesita una ampliación
a lo sociocultural.
De esta manera, más que el “significado”, el interés está en la construcción de
significados en un contexto específico con una racionalidad situada a éste, y donde el
conocimiento tiene un significado iS específico relativo al contexto iC . Es por esto que
más que hablar de significado, utilizaremos la noción de “significación”, la cual es
entendida como un proceso de adquisición progresiva del significado, proceso que está
situado a cierto contexto en base al cual el significado iS variará en función de iC .
Dejar de considerar al conocimiento como fijo y estático, y comenzar a entenderlo como
una variable en función de lo temporal, así como inherente al él su uso, podemos
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
21
embonarlo con los procesos sociales de construcción del conocimiento con base en esta
noción de “significación”. De facto, la esencia epistémica del conocimiento no está
separada de esta dimensión social, pues el conocimiento matemático lo entendemos
como un producto de las dinámicas sociales. Es más, las prácticas mismas contienen
conocimiento científico. Al considerar el conocimiento como variable a la dimensión
temporal y su articulación con lo social, la noción de “significado” queda restringida. Es
por esto que la noción de “significación”, que permite embonar estos procesos, contiene
y extiende la noción de significado.
Al plantear el carácter situado de la significación, es donde podemos referirnos a los
contextos de significación del conocimiento matemático.
1.3.2 La racionalidad entendida como una “manera de ver” al conocimiento.
Ahora bien, el referirnos a la significación del conocimiento matemático, supone cierta
racionalidad relacionada a este proceso de significación. Lo sociocultural influye en la
manera de pensar y actuar de las personas, moldeando de cierta manera y
condicionando sustancialmente sus acciones y pensamientos. De aquí que, en un
escenario sociocultural, se pueden identificar ciertas significaciones colectivas. De aquí
que la construcción del conocimiento es representativo del escenario sociocultural en el
que se gesta (Crespo, 2007). Nuestra investigación ha revelado en relación a la
racionalidad que, la “manera de ver” al conocimiento científico es determinante en la
significación que otorgan las personas a sus producciones matemáticas. Es por esto que
nos vimos en la necesidad de precisar lo que estamos entendiendo por racionalidad, la
cual tiene diferentes acepciones desde la perspectiva filosofía y la de la psicología
experimental.
Desde una perspectiva filosófica, el debate de la racionalidad se refiere a los
mecanismos de la validación del conocimiento. El cuestionamiento está en el saber cómo
sé que se algo, dejando de lado a la persona que comprende. De esta manera define los
modos para aceptar un enunciado como válido, dejando de lado la variable humana.
En esta perspectiva se encuentra, por ejemplo, el planteamiento de Toulmin (1972), en
donde se entiende por racionalidad la atribución de ciertas razones a ciertas acciones o
creencias. La atención está puesta en el sistema de razones que consideran a un
El problema, antecedentes, consideraciones teóricas y metodológicas_ Capítulo 1
22
conocimiento como válido. En esta perspectiva las razones asociadas a esta validación no
se asocian solamente al pensamiento lógico o formal, sino que también considera como
razones plausibles a la intuición, la funcionalidad, la emoción, una experiencia personal
profunda, el consenso de una multitud, creencias arraigadas, concepciones mágicas o
metafísicas, la fe, el sentido común o incluso una corazonada (Toulmin, 1972; Villoro,
1989) Esta ampliación en las razones de la racionalidad hace a esta noción más
enriquecedora, pues el planteamiento clásico, centrado en las formas lógicas de la razón,
resulta destructivo para la comprensión histórica y la crítica racional.
“Los hombres demuestran su racionalidad no ordenando sus conceptos y
creencias en rígidas estructuras formales, sino por su disposición a responder
a situaciones nuevas con espíritu abierto, reconociendo los defectos de sus
procedimientos anteriores y superándolos”
(Toulmin, 1972, p.12)
Este entendimiento de la racionalidad trastoca el entendimiento de un resultado
científico ¿Es que cierto conocimiento se puede fundamentar sólo en razones objetivas, o
es que siempre ocultan nuestras más racionales creencias, voluntad y deseos personales?
(Villoro, 1989). En esta línea Toulmin (1972) se pregunta sobre en qué medida nuestros
conceptos derivan de la experiencia sensorial. Estas preguntas apuntan a tener una
mirada del conocimiento relativa a la historia de los sujetos y la humanidad, y logra una
mirada más proclive a un análisis histórico más empírico y pragmático. Es en esta
dirección que el autor reflexiona como en ciertos periodos históricos, entre ellos el siglo
XVII, la confianza de los resultados no era sólo científica sino también filosófica, pues
había una concepción unificada del conocimiento y el conocer de los humanos (Toulmin,
1972). También comenta que durante el siglo XVI, los argumentos razonables y bien
sustentados tenían tanta aceptación como las demostraciones matemáticas más
rigurosas, que simplemente respondían a necesidades diferentes (Chamizo, 2007) pero
que en el siglo XVII la racionalidad lógica desplazó tal equidad para darle mayor valor y
reconocimiento a lo lógico. Esta variabilidad temporal de los sistemas de validez del
conocimiento, como veremos más adelante, se relacionará con una cierta “manera de
ver” al conocimiento científico en ciertos contextos históricos.
Es interesante considerar la evolución de las ideas desde la década de los setenta hasta
nuestros tiempos. En (Toulmin, 2003, citado en Chamizo, 2007), se debate la racionalidad
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
23
en base a un esquema de lo racional y lo razonable, adjuntando en esta última la
dimensión del humano en el estudio de las estructuras de validez del conocimiento. Aquí
se evidencia el intento de reconocer lo razonable que hay en los seres humanos, llegando
a que las racionalidades “relativas” remplazan la ambición de una racionalidad absoluta
del pensamiento.
Este último planteamiento se encuentra en la dirección la acepción de la racionalidad de
la psicología experimental, la cual entiende la racionalidad en el sentido del cómo piensa
el ser humano. En esta dirección, los psicólogos experimentales han criticado el concepto
tradicional de la racionalidad, entendida por la capacidad de realizar procesos
inferenciales cuyo funcionamiento se realiza con base en principios normativos
abstractos, tales como las reglas de la lógica, la probabilidad, los cálculos matemáticos,
las reglas gramaticales, etc. De esta manera, se distancian de la consideración de lo
racional como una manera uniforme del pensamiento, en base a reglas abstractas y
universalmente aplicables (Stein, 1996, citado en Cantoral, 2009), apuntando hacia una
visión alternativa de la racionalidad, en la cual se debe entender los principios
normativos del razonamiento dentro de los contextos específicos bajo lo que se realiza
una inferencia (Cantoral, 2009). Esta tesis se sostiene en base a diversas evidencias que
muestran como el pensamiento humano es contextual, por ejemplo, la de Stein (1996,
citado en Cantoral, 2009). Todo esto apunta a criticar la suposición de la existencia de
una racionalidad universal en el pensamiento humano. Por tanto, se entiende que las
personas aprenden y piensan de manera contextualizada, lo que nos lleva a apuntar a
una noción de “racionalidad contextualizada”, aspirando con esta hacia una mejor
explicación de los procesos de significación aludidos anteriormente.
En base a estos planteamientos, lo que entendemos por racionalidad en esta
investigación es una síntesis y evolución de estos puntos de vista. La racionalidad será
entendida como una “manera de ver”, una “manera de entender”, una “manera de
pensar” al conocimiento matemático, donde nuestra intencionalidad es entender los
principios normativos del pensamiento en contextos específicos, planteando una
racionalidad contextualizada (Cantoral, 2009), y considerando como razones válidas para
esta racionalidad un ámbito más amplio que el lógico y el formal, considerando también
aspectos de funcionalidad, consenso, validez, heurísticas, etc. (Toulmin, 1972; Villoro
1989)
El problema, antecedentes, consideraciones teóricas y metodológicas_ Capítulo 1
24
Ahora bien, si nos planteamos la noción de racionalidad contextualizada, al igual que en
el caso de la significación contextualizada, necesitaremos explicar a lo que nos estamos
refiriendo por contexto y a su naturaleza sociocultural.
1.3.3 En relación a la dimensión sociocultural
Sin duda, la evidencia muestra que al incorporar la dimensión sociocultural en la
comprensión histórica, se consideran nuevos elementos que permiten un análisis más
enriquecedor en lo relativo a la relación del conocimiento con los procesos de su
construcción social (Cantoral, 2001; Crespo, 2007; Montiel, 2005). En esta dirección,
Crespo (2007, 2009), quien estudió las argumentaciones matemáticas, clarifica lo que se
entiende por “escenario sociocultural” en el marco de la Socioepistemología.
El individuo es un ser social, por tanto existe inmerso en una sociedad y rodeado por un
contexto. Es a este contexto lo que se denomina por sociocultural. Lo sociocultural es una
construcción que vincula características sociales e individuales, que surgen de algún
grupo culturalmente situado. De aquí que:
“Los escenarios socioculturales son ámbitos en los que actúan los grupos
sociales. Están definidos por prácticas culturales específicas que manifiestan
necesidades de tipo ideológico, psicológico, fisiológico o ambiental de los
individuos que constituyen las sociedades específicas. En estos escenarios se
explicitan peculiaridades históricas y cotidianas, de carácter filosófico,
epistemológico, ideológico, o podemos decir más generalmente: culturales”
(Crespo, 2007, p.37).
Figura 1.3
Escenario Sociocultural
Están definidos por prácticas culturales específicas
Explicita peculiaridades del grupo social
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
25
Podemos considerar diversos tipos de escenarios, por ejemplo: el histórico (Montiel,
2005), escolar (Laborde, 2004), de difusión (Zaldívar, 2009), entre otros. Crespo (2007)
desarrolla una clasificación en la que considera escenarios académicos y no académicos.
Lo sociocultural está en la manera de mirar el escenario en cuestión. De aquí que un
estudio, por ejemplo, en un escenario histórico, puede o no tener esta dimensión
sociocultural. La mirada sociocultural del escenario es una condición necesaria para
situar una investigación en la Socioepistemología.
Lo sociocultural puede ser entendido en diferentes niveles. La tesis de Crespo (2007)
estudia la dimensión sociocultural en el nivel de las culturas, en donde las escalas de
tiempo consideradas entre un escenario y otro son amplias. Por ejemplo, considera cómo
en algunos escenarios sin influencia aristotélica se construyeron los conceptos de cero e
infinito, lo cual sucedió con dificultad en los escenarios aristotélicos; o también, cómo la
lógica hindú tenía cinco estados para validar un enunciado como cierto, a diferencia del
verdadero y falso de los escenarios aristotélicos.
Nuestro estudio contiene escala de tiempos diferentes. Estudiamos las producciones que
se desarrollan en ciertas escuelas de pensamiento en cierto momento dado, en una
región dada, en un ámbito universitario específico y en una situación sociopolítica
peculiar. Por tanto la escala temporal es menor. Es decir, la dimensión de lo sociocultural
ya no se encuentra al nivel de culturas, sino que se entenderá en un nivel situacional. Sin
embargo, se mantiene la esencia de lo sociocultural como una manera de mirar el
escenario en cuestión. Al preocuparnos por la significación que tiene para el autor su
producción en cierto escenario, nos referiremos a un contexto en el cual esta
significación, y por tanto la racionalidad asociada, está situada. Es en la misma pregunta
de partida en que derivamos nuestra atención a los contextos de significación. ¿De qué
naturaleza es este contexto aludido?, ¿cuál es su tamaño necesario para la
Socioepistemología? La siguiente caracterización es un resultado, un hallazgo de esta
investigación.
1.3.5 Los contextos de significación de conocimientos matemáticos
Retomemos nuevamente nuestra preocupación: ¿Cómo ve el autor su obra? Como toda
respuesta de una ciencia social como la nuestra, la respuesta que podemos dar va a ser
relativa a los datos que tomamos y a la perspectiva teórica utilizada. Esto es lo que se
El problema, antecedentes, consideraciones teóricas y metodológicas_ Capítulo 1
26
entiende en el medio como la subjetividad del resultado. Sin embargo, esto no quiere
decir que uno pueda responder cualquier cosa a nuestra pregunta. Es exactamente lo
que queremos precisar en este apartado.
Para responder a la pregunta ¿Cómo ve el autor su obra?, no podemos dar “la” respuesta,
sino “una” respuesta, la cual debe sin embargo tener una evidencia histórica sustentable.
Nosotros hemos aludido que la significación es situada a contexto, y que la racionalidad
relativa a la significación también actúa en un contexto. Es por esto que, sea cual sea la
respuesta que demos en torno a la significación que le dé el autor a su obra, ésta debe
estar contenida en cierto contexto en el cual se sitúa la significación y su respectiva
racionalidad. Es decir, una declaración epistemológica sobre la significación de una obra
para su autor debe estar contenida en su “contexto de significación”.
De aquí que nuestra tarea es poder entender en qué contexto se significa cierto
conocimiento o producción matemática. Es de aquí que entendemos por “contexto de
significación” al ámbito en el cual la significación se sitúa en cierto escenario, en nuestro
caso, un escenario histórico. Es en este momento que es importante precisar a lo que nos
referimos por contexto. Por esto nos preguntamos ¿cuáles son la naturaleza, las
dimensiones y el tamaño de este contexto de significación?
Desde una perspectiva clásica, el contexto es el ámbito situacional en el que se puede
situar un conocimiento. Desde esta perspectiva, la preocupación sería cuál es el tamaño
suficiente del contexto para entender al conocimiento.
Sin embargo, al cuestionarnos sobre esta naturaleza del contexto en base a la evidencia
encontrada en esta investigación, nos pudimos dar cuenta que la pregunta es más amplia
que el tamaño del contexto. En efecto, para nosotros, el contexto en el cual se significa la
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
27
obra tiene una dimensión situacional que define el tamaño, una dimensión sociocultural
que mira con cierta profundidad a la dimensión situacional, y una dimensión de la
racionalidad relativa al contexto en cuestión. Es en esta noción de contexto en la que
podemos situar la significación del conocimiento.
Figura 1. ?
Modelo para entender el “contexto de significación”
de cierto conocimiento matemático
La dimensión situacional del contexto de significación:
Esta dimensión incluye el conjunto de factores o circunstancias a considerar en el
contexto de nuestra unidad de análisis. En nuestro caso, un escenario histórico, en donde
la unidad de análisis es la obra antigua, la dimensión situacional puede discutir sobre la
pertinencia de incluir la vida del autor de la obra, su cuna y familia, su ámbito laboral, el
ámbito sociopolítico de su época, en lo relativo a las implicancias en los cambios de las
estructuras educacionales y científicas, por ejemplo, o también la producción científica
del autor, sus producciones relativas a la epistemología del conocimiento o algunas
cartas con sus colegas, las instituciones publicadoras de las obras, los evaluadores de las
obras, los destinatarios de las obras, etc. El tamaño suficiente para interpretar el cómo el
autor entiende su obra dependerá de cada episodio estudiado.
La dimensión sociocultural del contexto de significación:
Esta dimensión obedece a la manera de mirar la dimensión situacional. En efecto, lo
sociocultural, más que una dimensión situacional, tiene que ver con la mirada que se les
da a tales situaciones. En nuestro caso, un escenario histórico, en donde la unidad de
análisis es la obra antigua, una mirada sociocultural puede considerar el debate
ideológico-filosófico en los acontecimientos de índole político, una interpretación de la
postura filosófica o política del autor en su producción científica, el cómo sus
El problema, antecedentes, consideraciones teóricas y metodológicas_ Capítulo 1
28
condiciones familiares lo llevaron a tener una postura en relación a la vida misma, el
cómo el debate ideológico incidió en una lucha de poderes que trajo que cierta
presentación matemática triunfara sobre otra, o como la visión política de cierto
matemático afectó en su relación con sus colegas, las cuales pusieron restricciones en la
publicación científica de sus escritos. Finalmente, esta dimensión puede incluir la
expresión matemática de una época completa, la cual fue destinataria y originaria de las
producciones matemáticas producidas en su periodo.
La dimensión de la racionalidad del contexto de significación:
Esta dimensión obedece a una cierta “manera de ver” situada al contexto considerado. A
una visión de mundo situada al contexto, a aquellas creencias y concepciones que son la
base de su racionalidad, la cual afecta las acciones y los pensamientos de las personas a
las que incluye. Del punto de vista del desarrollo del pensamiento matemático son
esferas que definen una “manera de ver” al conocimiento científico y matemático, de su
estatus epistemológico en relación a su esencia y su funcionalidad. Esta “manera de ver”
sitúa al pensamiento de las personas, haciéndolos pensar de cierta manera y preocuparse
de cierto tipo de problemas y no de otros. Esta racionalidad es relativa al conocimiento
científico, en el sentido de que la misma estructura de este conocimiento, en cierta
etapa de su desarrollo, es relativa a cierto tipo de racionalidad, a cierta “manera de ver”
al mismo conocimiento científico y su relación con su entorno sociocultural.
De esta manera, la primera dimensión, la situacional, define la amplitud del contexto, la
segunda dimensión, la sociocultural, define la manera de ver esta amplitud, lo que
denominamos la profundidad del contexto, y la tercera dimensión, la de la racionalidad,
describe la “manera de ver” el conocimiento científico en este contexto. Esta amplitud,
profundidad, y dimensión de la racionalidad del contexto de significación la explicamos
a través del siguiente diagrama (Figura 1.3)
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
29
Figura 1.3
En donde la dimensión situacional del contexto definirá su tamaño, la dimensión
sociocultural la profundidad y la dimensión de la racionalidad será un plano paralelo que
determinará la manera de ver el conocimiento científico en el contexto de significación
de cierto conocimiento.
1.3.6 Consideraciones metodológicas de la investigación
Si nuestro estudio es sociocultural, la unidad de análisis debe ser concebida como tal,
una producción sociocultural. Nuestra unidad de análisis es la siguiente (Figura 1.4):
Figura 1.4
El problema, antecedentes, consideraciones teóricas y metodológicas_ Capítulo 1
30
La Socioepistemología dota a la investigación en matemática educativa una
aproximación sistémica y situada. Esta aproximación sistémica incorpora las cuatro
componentes fundamentales en la construcción del conocimiento matemático, a saber,
su naturaleza epistemológica, su dimensión sociocultural, los planos de lo cognitivo y los
modos de trasmisión vía la enseñanza (Cantoral y Farfán, 2003). De esta manera no se
puede desarrollar un estudio Socioepistemológico separando alguna de estas cuatro
dimensiones. Esto, sin embargo, no significa que un estudio Socioepistemológico debe
estudiar las cuatro componentes de una vez, sino que la naturaleza de la unidad de
análisis considerada en la investigación debe potencialmente poder estudiarlas. Nuestra
unidad de análisis presentada en la Figura 1.4 contiene potencialmente las cuatro
dimensiones (Figura 1.5)
Figura 1.5
Nuestra unidad de análisis se compone de diversos objetos de estudio, esto es, obras
antiguas. En relación a esta, consideramos lo siguiente: cuando tomamos esta obra en
nuestra manos vemos en ella mucho más que un libro, o un libro antiguo; vemos en ella
una producción con historia, un objeto de difusión y una parte de una expresión
intelectual más global.
Una producción con historia
Un objeto de difusión
Parte de una expresión intelectual más global
Naturaleza epistemológica
Planos de lo cognitivo
Mecanismos de institucionalización
vía enseñanza
Dimensión sociocultural
UA Unidad de
Análisis
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
31
Esta descripción de la naturaleza sociocultural de la obra nos ha permitido desarrollar un
planteamiento metodológico para nuestra tesis. De esta manera, para entender la obra
como un producto sociocultural, estudiaremos las condiciones de producción de la obra,
sus mecanismos de difusión y su posición en la producción completa del autor.
Una producción con historia
La obra matemática, más que un simple libro, es una producción con historia. Por tanto
su autor, más que el nombre del autor, es un sujeto con historia y un representante del
escenario histórico al cual pertenece. De esta manera, nuestra búsqueda será entender
esta historia, es decir, entender los acontecimientos que incidieron y mediaron su
producción. Por tanto, para entender las condiciones de producción, consideraremos
elementos de su vida personal, su época y su vida profesional (Figura 1.6)
Figura 1.6
Aquí buscamos entender las circunstancias individuales y colectivas en las cual se produjo
la obra y del contexto sociopolítico en el cual se produjo. De esta manera, buscaremos
entender las condiciones de producción de la obra y las intencionalidades subyacentes
de este proceso, para tener elementos que nos permitan caracterizar la racionalidad
involucrada y los medios de significación utilizados por el autor o la época para significar
el conocimiento matemático involucrado.
Un objeto de difusión
La obra matemática, más que un simple libro, es un objeto de difusión. Por tanto,
intrínsecamente tiene una intencionalidad de difundir algo a alguien. Esta intención
Vida profesional Carrera académica
Relación con sus colegas
Intereses académicos
Vida personal Su cuna (familia) Su formación Episodios relevantes de su vida
Autor
Época Contexto sociopolítico en
fechas relevantes Problemas abordados por
la ciencia de la época
El problema, antecedentes, consideraciones teóricas y metodológicas_ Capítulo 1
32
mediará el pensamiento del autor plasmado en la obra. De esto nuestra frase: toda
difusión conlleva cierta intencionalidad. Es por este motivo la insistencia de que, más que
estudiar la producción de un alumno en clases, de estudiar el proceso de producción de
conocimiento, pues las intencionalidades, por ejemplo, del contrato didáctico, median
significativamente el pensamiento del estudiante en su comunicación (Laborde, 2004).
Sin embargo, en nuestro caso no podemos estudiar al autor produciendo conocimiento.
Queremos entender el significado que él atribuyó a su obra, pero nuestra unidad de
análisis es un escrito mediado. De aquí que el desafío es tener alguna manera para
entender las intencionalidades de la difusión y los factores que median la misma, de
manera que podamos acercarnos al pensamiento del autor de la obra mediada. Estas
intencionalidades pueden ser, por ejemplo, los intereses de cierta comunidad a la que se
comunica, una intención de difusión o didáctica, entre otras. De aquí que, para entender
lo que el autor piensa de su obra, estudiaremos los elementos pertenecientes a las
condiciones de difusión de la obra, de lo cual hacemos una exploración en el autor de la
obra y sus destinatarios, el medio de difusión, el tipo de producción y las condiciones
relativas a estas (Figura 1.7). Para poder entender esto, necesitamos entender también
una visión general del periodo histórico considerado.
Figura 1. 7
Destinatarios de la obra
Autor de la obra
Condiciones del medio de
difusión:
- Cantidad de páginas
- Comité de evaluación
- Intencionalidad
específica de la obra
Institución publicadora
Tipo de producción:
- Publicación científica
- Obra didáctica
- Carta entre matemáticos
- Ensayos - Etc.
Medio de difusión
Obra matemática
Periodo histórico
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
33
En base a estos elementos analizaremos las diferentes condiciones de difusión de las
obras y la mediación implícita, de manera de deducir la intencionalidad de esta
mediación, y por consiguiente una interpretación posterior en relación a las
intencionalidades implícitas del autor, de una época, y de ciertas instituciones.
Parte de una expresión intelectual más global
La obra matemática, más que una producción individual, es una parte de una expresión
intelectual más global. Esta expresión global es la producción matemática del autor, en
conjunto de las diversas publicaciones sobre la epistemología del conocimiento o sobre
temas de actualidad quizás medios alejados a su producción matemática. ¿Por qué
considerar la obra en un sistema más amplio que considere la producción global del
autor? Pues es la manera de poder entender el encadenamiento, la evolución y la
relevancia de las ideas del autor y la relevancia o causalidad de sus producciones
matemáticas. Para desarrollar esto, además de la obra estudiada, consideraremos las
obras con temas relacionados a la obra estudiada y las obras más relevantes de la
producción científica del autor, además de algunos ensayos de corte epistemológico y
metafísico y algunas correspondencias entre matemáticos (Figura 1.8)
Figura 1.8
Obra estudiada
Obras relevantes en la producción del autor
Obras relacionadas a la obra estudiada
Correspondencias entre matemáticos
Ensayos de corte epistemológico o metafísico
Intencionalidad
Condiciones de Difusión
- Autor
- Época - Instituciones
El problema, antecedentes, consideraciones teóricas y metodológicas_ Capítulo 1
34
Este análisis nos permitió entender el contenido matemático de las obras estudiadas,
desprender elementos para considerar los medios de significación utilizadas y además
para entender la racionalidad involucrada. También nos permitió considerar la relevancia
y casualidad de algunas obras, y lo sensible de éstas a acontecimientos de índole
sociopolítico.
De esta manera, ante la pregunta de cómo entender el pensamiento del autor desde
su obra, respondemos que lo haremos considerando las condiciones de producción,
los mecanismos de difusión y la posición de la obra en la producción completa del
autor. Estos son instrumentos metodológicos diseñados para entender las obras
desde los ojos de los autores.
El análisis de los datos
Ahora bien, para cada obra estudiada desarrollamos de manera extensa y discursiva cada
uno de los tres elementos considerados, a través de la revisión de diversas fuentes
bibliográficas, logrando un amplio escrito con los datos obtenidos. Después estos datos
fueron estudiados buscando las intencionalidades reseñadas (Figura 1.9)
Figura 1.9
En base a esto comenzamos a desarrollar nuevos escritos, desechando la información no
relevante y profundizando en aquélla que se encontró algo interesante. Este proceso se
realizó por lo menos tres veces con cada episodio de estudio. En todos estos escritos los
tres elementos metodológicos estaban escritos por separado. Finalmente, cuando había
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
35
conjeturas de interés y evidencia convincente, desarrollamos un escrito final, en donde
estos tres elementos se acoplan y embonan constituyendo un escrito uniforme. Esto con
cada episodio. Finalmente, teniendo los resultados de los cinco episodios, se estudiaron
en conjunto para analizar las vinculaciones, y en definitiva la evolución buscada,
desarrollando un argumento global del hilo conductor. Finalmente se reescribieron
nuevamente los cinco episodios para resaltar, a parte de sus características individuales,
la evolución reseñada. Fue en este proceso donde los episodios de la crítica de Cauchy a
Lagrange y la nueva arquitectura de Cauchy se unieron en un único escrito.
Presentamos a continuación cuatro capítulos que sintetizan los resultados de la
investigación desarrollada…
36
CAPÍTULO 2
LAGRANGE Y LA ANALITICIDAD EN UNA MANERA DE
VER AL CONOCIMIENTO MATEMÁTICO COMO RELATIVO
AL CONOCIMIENTO SENSIBLE DEL MUNDO.
37
CAPÍTULO 2
LAGRANGE Y LA ANALITICIDAD EN UNA MANERA DE VER AL CONOCIMIENTO
MATEMÁTICO COMO RELATIVO AL CONOCIMIENTO SENSIBLE DEL MUNDO
No podemos entender una obra desprendida de su escenario histórico. ¿Qué tanta
relación puede tener una obra matemática con una revolución política, o incluso, con un
cambio de condiciones en el contrato laboral de una persona? Una respuesta de la
perspectiva realista y a-histórica del conocimiento postularía que no tiene mucha
relación. Nuestra respuesta en base a evidencias científicas es diferente. Como
mostraremos en los fragmentos siguientes, la obra didáctica de Joseph Louis Lagrange
(1736-1813) fue escrita debido al estallido de una revolución política y al cambio en las
condiciones de su contrato laboral. La relación aludida es tan significativa, que es muy
probable que sin esta revolución y cambio de situación laboral su obra no se hubiera
escrito. Nos referimos a su obra titulada Teoría de las Funciones Analíticas6, publicada en
1797, en la cual el autor presenta por primera vez un modelo matemático para trabajar
las funciones derivadas, ubicando en el centro de esta construcción a la serie de Taylor.
Existen investigaciones (Morales, 2009) que interpretan esta obra como un intento de
proponer un modelo para considerar representaciones analíticas (mediante polinomios)
para funciones arbitrarias. Sin embargo, es estudio profundo de la obra de Lagrange y la
consideración de las variables de los contextos de producción y difusión de la obra nos
llevó a cuestionar esta interpretación y a plantearnos la siguiente pregunta:
Y en caso que la respuesta sea no, ¿Qué veía Lagrange en esta ecuación?, ¿Qué idea
significaba su pensamiento en relación a esta expresión? Estas preguntas son las que
responderemos a continuación.
6 Théorie des Fonctions Analytiques
(Lagrange, 1797, p.69)
¿Miraba Lagrange, una representación Polinomial de una función arbitraria en esta expresión?
El conocimiento matemático como relativo al conocimiento sensible del mundo _ Capítulo 2
38
2.1 SU OBRA DIDÁCTICA, LA TEORÍA DE LAS FUNCIONES ANALÍTICAS.
Esta obra publicada en 1797 y reeditada en 1813, plantea un viraje en el método de
trabajo del cálculo infinitesimal de su época. El título completo de la obra es “Théorie
des fonctions analytiques, contenant les principes du calcul différentiel, dégagés de
toute considération d´infiniment petits,
d´évanouissants, de limites et de fluxions, et réduits
a l´analise algébraique des cuantités finies”7
(Lagrange, 1813, p.1) Antes de Lagrange, El francés
Leibniz utilizó como método de trabajo para el
cálculo infinitesimal a los infinitamente pequeños,
mientras que el inglés Newton utilizó las fluxiones.
Lagrange, en su obra, plantea que estas
concepciones utilizadas para fundamentar el
análisis eran poco claras e inseguras para
fundamentar una ciencia donde la certitud debe
ser sustentada en la evidencia (Lagrange, 1813, p.5). Critica a los infinitamente pequeños
por no ofrecer una idea muy precisa al espíritu y a las fluxiones por su dependencia
directa de la idea de velocidad. También cuestiona la dificultad de demostrar en rigor
este último método. En base a estas críticas, el autor plantea un nuevo método para
trabajar el mismo cálculo infinitesimal, llevando a la noción de diferencial a un contexto
funcional, a través de la introducción de la noción de función derivada. De esta manera
el autor construye un método para el cálculo y análisis infinitesimal que es totalmente
deducible por reglas algebraicas, lo que llama método analítico. La obra de Lagrange no
plantea una revolución del conocimiento. Más bien, es la propuesta de un nuevo método
para trabajar el mismo cálculo de su época, que supera las deficiencias que él veía en los
métodos anteriores al suyo.
7 “Teoría de las funciones analíticas, con los principios del cálculo diferencial, liberado de toda consideración de infinitamente pequeños, evanescentes, limites y fluxiones, y reducido al análisis algebraico de cantidades finitas”
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
39
Este método consiste en el cálculo de las funciones primitivas y derivadas mediante el
desarrollo de series de Taylor de funciones arbitrarias.
8
El desarrollo en series lo hace al considerar una función fx9 de variable cualquiera x . Al
considerar un incremento i , siendo esta una cantidad indeterminada cualquiera, y al
poner ix en lugar de x , se tendrá )( ixf , y por la teoría de series de Taylor de la
época, se podrá desarrollar esta nueva función en series de la manera siguiente:
En donde las cantidades .,,, etcrqp serán nuevas funciones de x, derivadas de la función
primitiva fx , e independientes de la cantidad indeterminada i (Lagrange, 1813, p. 7-8).
Para plantear la igualdad de la función con su serie de potencias, considera que cuando i
se haga cero se tendrá que )( ixf y fx serán iguales (Lagrange, 1813, p. 9-10). De
aquí el autor afirma que la principal ventaja del método es que las funciones .,,, etcrqp
se derivan de la función fx , y que siempre se puede tomar un valor de i lo
8 si se tiene una función con una cantidad indeterminada y si esta es algebraica, se puede desarrollar una serie de potencias de esta indeterminación. El primer término del desarrollo será la función propuesta que se llamará función primitiva y los términos siguientes serán formados de diferentes funciones de la misma variable, multiplicados por las potencias sucesivas de la variable indeterminada. Estas nuevas funciones dependerán únicamente de la función primitiva de donde ellas se derivan, y por tanto se llamarán funciones derivadas. 9 Para Lagrange, si una función depende de x se denota fx, pero si es una función de función se utiliza el paréntesis, como en el caso de f(2x), f(3x+5) o f(x+i).
El conocimiento matemático como relativo al conocimiento sensible del mundo _ Capítulo 2
40
suficientemente pequeño para que un término cualquiera de la serie sea más grande que
la suma de todos los términos que le sigan (Lagrange, 1814, p.14).
Después de esto, en el segundo capítulo, considera que para establecer una teoría de
funciones derivadas, es necesario investigar la ley de sus derivaciones (Lagrange, 1813,
p.17). De aquí, después de diversos desarrollos algebraicos que evidencian como se
derivan las funciones .,,, etcrqp de la función fx , plantea la siguiente expresión:
De la cual el autor afirma:
10
(Lagrange, 1813, p.18)
Después de esto el autor muestra como estas nuevas funciones derivadas coinciden con
las razones diferenciales de Leibniz.
Estos extractos son los primeros capítulos de la primera parte de la obra (La obra tiene en
total tres partes). En los capítulos siguientes el autor presenta diversas aplicaciones en el
análisis, entre estas, lo aplica funciones trascendentes como las exponenciales, las
logarítmicas y algunas trigonométricas. La segunda parte del libro contiene las
aplicaciones de la teoría a la geometría, donde en base a la misma crítica de de poca
generalidad y simplicidad de los métodos existentes, fundamenta el uso de su método
para el estudio de tangencias de rectas en curvas y de planos en superficies. Critica en
específico el considerar a la tangente como el límite de secantes o considerar a la curva
como un polígono de infinitos lados. El autor plantea que su teoría permite abordar el
problema de las tangentes y otros problemas del mismo género de manera analítica,
alejándose de toda metafísica. Entre los capítulos 5 al 11 de esta parte, el autor aborda
10 “esta nueva expresión tiene la ventaja de hacer ver como los términos de la serie dependen unos de otros, y sobre todo, como cuando se forma la primera función derivada de una función primitiva cualquiera, se puede formar todas las funciones derivadas que contiene la serie en cuestión”
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
41
problemas de máximos y mínimos de funciones de una variable y presenta un modelo
general para varias variables, trabajando para esto el contacto de las superficies curvas
con sus planos tangentes. La tercera parte del libro trata las aplicaciones de la teoría de
las funciones a la mecánica, la cual la entiende como una extensión del análisis
geométrico al considerarla como una geometría de cuatro dimensiones (las tres
coordenadas del espacio más el tiempo) (Lagrange, 1813, p.311) En general, esta tercera
parte corresponde a temas centrales de la mecánica, esto es, el estudio del movimiento
uniforme través de su modelación funcional de movimientos rectilíneos simples en base a
la serie de Taylor.
En síntesis, el acento de la intención del método de Lagrange está puesto en la relación
entre las funciones derivadas y sus primitivas. En efecto, concibe al análisis transcendente
o infinitesimal como el análisis de funciones primitivas y derivadas, y el cálculo
diferencial e integral como el cálculo de las mismas funciones. Con esto plantea haber
sintetizado, poniendo como corazón del cálculo a la serie de Taylor, las principales
verdades del cálculo diferencial (Lagrange, 1813, p.5). También explicita su logro de
construir un análisis de características superiores al análisis ordinario, debido a su
generalidad y numerosos usos, y a la facilidad y simplicidad de sus operaciones de
cálculo (Lagrange, 1813, p.4). Esta superioridad la expresa, además, en haberlo fundado
rigurosamente el cálculo sobre en nociones formales (Antolín, 1981).
2.2 UNA OBRA ESCRITA POR LA CONTINGENCIA SOCIOPOLÍTICA Y LABORAL DEL
MOMENTO
Al considerar los aspectos de difusión estudiados, primeramente podemos señalar que la
Teoría de las Funciones Analíticas de Lagrange es una obra didáctica.
11
(Lagrange, 1813, p.5).
11 “[…] este escrito, que me determine a publicar por la consideración la utilidad que puede tener a aquellos que estudian esta área importante del análisis”
El conocimiento matemático como relativo al conocimiento sensible del mundo _ Capítulo 2
42
¿A qué estudiantes se refiere el autor? Nada más ni menos que a los estudiantes de la
recién fundada Escuela Politécnica12 de París. Pero, ¿qué es esta escuela?, ¿por qué
recién fundada? Estas son preguntas que nos traen la necesidad de situarnos en el
contexto en el que se produjo la obra. Este contexto es la Revolución Francesa.
El julio de 1789 estalla la revolución Francesa en París, con el acontecimiento de la toma
de la Bastilla (Figura 2.1). La revolución francesa fue un suceso sociopolítico de gran
envergadura de los tiempos modernos, que marcó un desenlace profundo de cambios
políticos en Europa y sus colonias existentes por todo el mundo. En medio de la
opulencia de vida de la monarquía en el
palacio de Versalles y una dura situación
económica que vivía el pueblo, un grupo
de intelectuales franceses rompe
relaciones con las autoridades y toma las
armas para exigir que el poder legislativo
estuviera separado del poder del monarca,
es decir, el rey. Al tomar las armas, el
pueblo necesitó de pólvora para cargarlas.
Fue aquí donde se desarrollo la toma de la Bastilla, un edificio en el cual se guardaba
gran cantidad de pólvora, lo cual marcó el comienzo de un proceso revolucionario que se
extendió por 10 años en París y trajo radicales cambios en todas las esferas sociales
administrativas, entre estas, en la educación. En este ámbito, la Academia de Ciencias de
París, fundada por el mismo Rey Sol y encargada entre otras cosas de formar a los
científicos de la época, fue suspendida. Todos estos cambios se dieron en un contexto de
violencia y presiones, la revolución se veía amenazada por los movimientos
contrarrevolucionarios internos y por la hostilidad de los reinados vecinos ante el mover
social imperante en Francia. Entre estos hechos se destaca el Reinado del Terror,
impulsado por el mismo Robespierre, en el cual murieron en la guillotina entre 11.000 y
40.000 personas, entre ellos el Rey Luis XVI, su esposa María Antonieta, el propio
Robespierre e incluso científicos de renombre de la época como Lavoisier, quién había
intercedido por Lagrange para que no fuera arrestado por la revolución cuando se
resolvió el decreto de arresto a los extranjeros. Ante su muerte Lagrange afirmó “Tomo
un momento causar la caída de su cabeza y cien años no serán suficientes para producir
otra igual” (O´connor y Robertson, 1999) Entre las reformas sociales promulgadas por la
12 École Polytechnique
Toma de la Bastilla
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
43
asamblea constituyente de la revolución se abolió la esclavitud y se tomaron medidas
que buscaban la igualdad en la distribución de las riquezas, como la fundación del
comité de la Academia de Ciencias para estandarizar pesos y medidas (del cual Lagrange
formó parte). Entre estas acciones se fundó una nueva escuela, la École Polítechnique.
Los alumnos de esta escuela fueron los destinatarios del libro de Lagrange. ¿Qué fue
exactamente la École Polytechnique?
Esta escuela se creó a causa de la carencia de científicos y técnicos en servicios públicos
que pudieran hacer frente a la crisis nacional e internacional que vivía la Revolución. Su
creación estuvo a cargo de un grupo de científicos de renombre partidarios de la
revolución, entre ellos Carnot y Mongue. La misión de la escuela fue “ofrecer a los
alumnos una sólida formación científica, basada en un profundo conocimiento de las
matemáticas, la física y la química, y de proporcionarles
la preparación necesaria para ingresar en las
instituciones especiales de los servicios públicos del
Estado, la Escuela Superior de Ingeniería de Minas o la
Escuela Superior de Ingeniería de Caminos”. Sus
estudiantes fueron seleccionados tras una serie de
pruebas que se llevaron a cabo en toda Francia (Historique, n.d.) La primera promoción
contó con 400 alumnos, todos de la elite intelectual francesa, los cuales fueron becados y
alojados en casa de familias francesas a modo de anfitriones. Sus maestros fueron los más
destacados científicos de la época. La escuela abrió las puertas a sus estudiantes en
diciembre de 1974. La fundación de esta escuela contribuyó a un fructífero desarrollo del
conocimiento y científicos en París en los años siguientes, entre ellos Laplace, Fourier,
Poisson, Cauchy, Galois, Hermite y el mismo Lagrange. También contribuyó a impulsar
una época de internacionalización de las matemáticas francesas. Esto es importante,
pues, la Teoría de las Funciones Analíticas fue estudiada por los grandes matemáticos
que precedieron a Lagrange, muchos de estos continuaron con la tendencia del modelo
analítico propuesto en la obra. Otros fueron disidentes del planteamiento y criticaron la
obra, sobre todo en la generación de Cauchy. Este publicó una crítica a la obra el año
1822. Lagrange comenzó a dictar cátedras en la École Polytechnique desde su fundación.
Pero, ¿Cómo fue que Lagrange llegó a ser profesor de esta escuela de elite intelectual
francesa? Para responder esto necesitamos ir hacia atrás y analizar la carrera académica
de Lagrange.
École Polytechnique
El conocimiento matemático como relativo al conocimiento sensible del mundo _ Capítulo 2
44
Joseph Louis Lagrange nació el 25 de enero de 1736 en Turín, Francia (actualmente en
Italia) Su padre fue Tesorero de la Oficina de Trabajos Públicos y Fortificaciones en Turín,
y su madre fue la única hija de un doctor en medicina de la cuidad de Cambiano, cerca
de Turín. A pesar de esto, su familia no era adinerada (O´connor y Robertson, 1999).
Estudio la carrera de abogado en la Universidad de Turín. En sus estudios universitarios
encontró su interés por las matemáticas y comenzó hacer una carrera autodidacta. En
agosto de 1755, escribió una carta a Euler con los resultados de sus investigaciones sobre
la tautocrana incluyendo su método de máximos y mínimos. Euler le contestó en
septiembre y se mostró impresionado por las ideas de Lagrange. Este mismo año fue
designado profesor de matemáticas en la escuela real de artillería en Turín, con solo
diecinueve años. En dos ocasiones rechazó la propuesta de trabajo de la academia de
ciencias de Berlín. En la tercera ocasión aceptó el puesto de sucesor del mismo Euler
como Director de Matemáticas en la Academia de Berlín, en donde trabajó por 20 años,
desde 1766 hasta 1786. En 1783 muere su esposa, con quién tenía dieciséis años de
casado sin hijos, muere su mejor amigo matemático, D´Alambert y también su primer
mentor, Euler (Fraser, 1985, p.26). Esto conllevó a que en los años siguientes no tuviera
una muy agradable estancia en Berlín. En este periodo incluso no tuvo el alto nivel de
producciones de los años anteriores. Lagrange era un matemático muy bien cotizado.
Recibió algunas ofertas para hacer docencia e investigación en Italia, las cuales rechazo.
Después, aceptó el ofrecimiento de la Academia de Ciencias de París, llegando a París el
año 1787, dos años antes que comenzara la revolución francesa. Un detalle importante
es que el contrato ofrecido por la Academia Parisina tenía una cláusula que le permitía
no dar docencia y dedicarse tiempo completo a la investigación, lo que parece haber
llamado la atención a Lagrange para aceptar el puesto (O´connor y Robertson, 1999).
Por tanto, Lagrange llegó a Francia en 1787, dos años antes de la revolución francesa,
con un contrato que lo exentaba a dictar cátedras. Dos años después, en 1789 estalla la
revolución. Lagrange sobrevive en la revolucionada Francia, gracias a su desapego de los
asuntos sociales y políticos. Después, en este periodo, la Academia de Ciencias de París, a
al cual llego a trabajar a París, fue destituida, lo cual hace que sus acuerdos laborales
cambian radicalmente, y se ve en la situación de dictar cátedras de análisis en la recién
fundada École Polytechnique, destinada a formar a los futuros científicos e ingenieros
franceses a un nivel masivo (antes de esto la formación de este nivel se daba al alero de
tutores). Existen antecedentes relevantes que evidencian que Lagrange no era un buen
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
45
maestro. Esto reafirma la idea de la decisión de viajar a París por la cláusula de excepción
de cátedras. Fourier, quién tomo clases con él en la también recién fundada École
Normale y después fue su alumno de doctorado, afirmo sobre la docencia de Lagrange lo
siguiente: “su voz es muy débil, al menos cuando no se acalora […] Los estudiantes, la
mayoría de los cuales son incapaz de apreciarlo, le dan poca acogida” (O´connor y
Robertson, 1999).
Ahora bien, por ser esta escuela nueva en su diseño y estructura, no existían libros de
textos para sus cursos. Por esto los científicos, puestos en el rol de maestros, comienzan a
sintetizar la matemática de su tiempo elaborando un discurso matemático escolar para
introducir a los nuevos aprendices de las ciencias. Y fue exactamente esto lo que hizo
Lagrange, y el fruto de este trabajo fue la obra que estamos estudiando, la Teoría de las
Funciones Analíticas. Lagrange tenía 61 años de edad y más de 40 años de vida
profesional al publicar esta obra.
Figura 2.1
En base a todo lo expresado planteamos finalmente la siguiente tesis: La obra didáctica
de Lagrange fue escrita por la coyuntura sociopolítica del momento y por los cambios en
las condiciones académicas del autor. Sin estas circunstancias Lagrange no se hubiera
visto en la situación de dar cátedras de análisis a la élite intelectual de Francia. La
masificación de la enseñanza científica fue algo pionero promovido por la revolución a
través de la École. Una escuela como esta era inexistente en este periodo histórico, ya
Revolución Francesa 1789
Berlín París
1787
Cláusula excepción de dictar cátedras_
Fundación de la École Polytechnique 1794
Profesor de Análisis de la École Polytechnique, publica su libro en 1797
El conocimiento matemático como relativo al conocimiento sensible del mundo _ Capítulo 2
46
que los grandes científicos se formaban a la mano de un tutor personal. Por tanto, al ser
Lagrange el primer profesor de Análisis en esta escuela, no tenía algún plan de estudio
para seguir o algún libro de texto que seguir en la enseñanza (Figura 2.1) Le fue
necesario desarrollar una reconstrucción del conocimiento científico de su época para
ser difundido en un escenario escolar. Los antecedentes muestran que las motivaciones
científicas del trabajo de Lagrange en París no eran desarrollar un trabajo como este. Sin
embargo, las condiciones políticas cambiaron sus acuerdos laborales y se vio inmerso en
este proyecto. Por tanto, la motivación de la redacción de esta obra se debe a la
coyuntura del momento, a los acontecimientos políticos y al cambio de las condiciones
académicas del autor. Lagrange comenzó a dictar sus cátedras en la École en 1974 y en
1797 publicó su obra. El siguiente es un extracto del prefacio de la obra que confirma la
tesis planteada:
13
(Lagrange, 1813, p.5)
Nótese que el autor afirma, después de haber señalado en las líneas anteriores a este
extracto que él había recordado un artículo publicado por el en la academia de Berlín en
1772, veinticinco años antes, en relación a la idea central de esta obra, y después que no
ha habido publicaciones al respecto, que “me he encontrado comprometido por
circunstancias particulares a desarrollar los principios generales del análisis”. Estas
situaciones de contingencia política y laboral comprometieron a Lagrange a embarcarse
en el proyecto de la elaboración de esta obra didáctica.
Nos preguntamos, si estas situaciones de contingencia del momento no se hubieran
llevado a cabo, Lagrange, ¿Hubiera escrito esta obra? Esta pregunta cuestiona la
13 “[…] y me he encontrado comprometido por circunstancias particulares a desarrollar los principios generales del análisis, he recordado mis ancianas ideas sobre el cálculo diferencial, y he hecho nuevas reflexiones en torno a confirmarlas y a generalizarlas; esto fue lo que ocasionó este escrito, que me determine a publicar por la consideración la utilidad que puede tener a aquellos que estudian esta área importante del análisis”
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
47
importancia de esta producción en base a la totalidad de la obra de Lagrange. Para
desarrollar esta obra didáctica, el autor retoma reflexiones que había abandonado
veinticinco años antes: “he recordado mis ancianas ideas sobre el cálculo diferencial, y he
hecho nuevas reflexiones en torno a confirmarlas y a generalizarlas; esto fue lo que
ocasionó este escrito, que me determine a publicar por la consideración la utilidad que
puede tener a aquellos que estudian esta área importante del análisis” (Lagrange, 1813,
p.5). Todo esto, ¿Significa que en estos veinticinco años no había hecho ninguna
reflexión o publicación en relación a estos temas? Al considerar estas interrogantes, nos
preguntamos ¿Qué relevancia tendría para Lagrange esta obra en base a toda su
producción científica? ¿Es que la significación de su obra se encuentra fuera del contexto
de ella misma? Estas respuestas las encontramos al considerar la obra del autor, lo cual
analizaremos a continuación.
2.3 LA MECÁNICA, EL CONTEXTO DE SIGNIFICACIÓN DE SU DISCURSO MATEMÁTICO
ESCOLAR
Al estudiar la producción científica de Lagrange anterior a su obra, pudimos percatarnos
que su producción se encuentra en la astronomía y la física. Es una característica de los
matemáticos de la época. Es una época en la cual la racionalidad del conocimiento
matemático es considerarlo relativo al conocimiento sensible del mundo. Es una época
donde comienzan a nacer los primeros artículos propiamente matemáticos, pero estos
son dependientes a las ciencias exactas y aplicadas de la época. De hecho, Laplace,
contemporáneo a Lagrange en la docencia en la École Polytechnique, postulaba que la
Mecánica era la ciencia madre que perduraría y que la matemática estaba al servicio de
esta. Sin embargo, Lagrange creía que la mecánica se constituiría como una rama del
análisis matemático.
Estas impresiones las obtuvo de una de sus primarios acercamientos a las ciencias,
Edmund Halley. Sus obras de astronomía fueron las primeras lecturas de Lagrange. Sin
embargo, Lagrange también heredó de Halley el interés de demostrar la superioridad
del análisis en relación a la mecánica (Delambre, 1867) A pesar de esto, la gran parte de
la obra del autor se inscribe en estos campos del conocimiento, Mecánica y Astronomía,
de gran relevancia y desarrollo en esos años. Publicó artículos que se pueden denominar
matemáticos puros (sin alusión a la física, con problemas propios de la matemática), pero
que sin embargo están vinculados a sus investigaciones relativas al conocimiento sensible
El conocimiento matemático como relativo al conocimiento sensible del mundo _ Capítulo 2
48
del mundo. El primer trabajo de Lagrange fue un escrito en el cual hizo una analogía
entre el teorema del binomio y las derivadas sucesivas del producto de funciones. En
Turín publicó artículos que cubrían una diversidad de temas, como el cálculo de
variaciones, y su breve cálculo de probabilidades. En un trabajo sobre los fundamentos
de la dinámica, Lagrange basó su desarrollo en el principio de mínima acción, mismo
principio utilizado en su obra didáctica de 1797, y en la energía cinética. Ganó el premio
de la academia de ciencias de París en 1764, con 28 años, con su trabajo sobre el
balanceo de la luna. También lo ganó en 1772 con el problema de los tres cuerpos, en
1774 con el movimiento de la luna y en 1780 con las perturbaciones de las órbitas de los
cometas por los planetas. Fue en este fructífero periodo de publicaciones relativas a la
astronomía que publicó el artículo de 1772 que da las bases de la Teoría de las Funciones
Analíticas. En su estancia en Berlín trabajó diversos temas: astronomía, la estabilidad del
sistema solar, mecánica, dinámica, mecánica de fluidos, probabilidad, teoría de números
y los fundamentos del cálculo. En 1770 presentó su importante trabajo Réflexions sur la
résolution algébrique des équations donde muestra por qué las ecuaciones de hasta 4º
grado pueden ser resueltas usando radicales. Este documento es pionero en considerar
las raíces de una ecuación como cantidades abstractas en lugar de valores numéricos.
En Turín, Lagrange hizo un estudio trascendental sobre la propagación del sonido,
realizando importantes contribuciones a la teoría de cuerdas vibratorias.
Toda la obra de su vida la sintetizó en una obra magistral, que se puede afirmar que es la
obra de su vida y su aportación más reconocida por sus predecesores. En efecto, en 1788
publicó su Mécanique analytique, en el que resumió todo el trabajo realizado en el
campo de la mecánica desde los tiempos de Newton aportando un modelo funcional,
destacado por el uso de la teoría de las ecuaciones
diferenciales. La aportación fue transformar a la
mecánica en una rama del análisis matemático. En el
comité de publicación de esta obra estuvieron Laplace,
Legendre y Condorcet, entre otros. Esta obra contiene el
trabajo de Lagrange desde los inicios de su carrera hasta
su muerte. Delambre, secretario perpetuo de la
academia de ciencias, fue el compilador de las
producciones de Lagrange en las œuvres du Lagrange, y
por tanto conocedor de toda la obra de Lagrange,
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
49
escribe una introducción de la obra de Lagrange en la introducción de la compilación, en
la cual sintetiza la obra de Lagrange. De manera textual el afirma:
14
(Delambre, 1867)
También es interesante como uno de los matemáticos más vinculados en los estudios de
la epistemología e historia de las ciencias, Cauchy, se refiere de Lagrange. En los
prefacios de sus obras didácticas de la École Polytechnique publicadas en la década de
1820, Cauchy se refiere a Lagrange como el ilustre autor de la Mecánica Analítica, al
hacer alusión a la teoría de las funciones derivadas, publicada en la Teoría de Funciones
Analíticas y no en la Mecánica Analítica (Cauchy, 1823, p.2-3) Sin duda, la Mecánica fue
la obra magistral del autor.
El entender que la Teoría de las Funciones Analíticas es una obra que se desarrolló por
contingencias sociopolíticas y laborales, nos llevo a reflexionar sobre la real importancia
de la obra para el autor. ¿Hubiera publicado esta obra sin estas contingencias del
momento? ¿Qué miraba Lagrange cuando veía su obra?, ¿Cómo la significaba?, ¿Cuál es
el contexto de significación de su obra? Si logramos responder esto, entonces podremos
entender con mayor precisión lo que significó representación analítica para Lagrange, el
tema de nuestra investigación.
14 “Entre las numerosas obras maestras que le debemos a su genio, su mecánica es sin duda el más grande, la más notable y la más importante. Las Funciones Analíticas están en un segundo rango, a pesar de la fertilidad de la idea principal y de la belleza de los desarrollos”
(Lagrange, 1797, p.69)
?
El conocimiento matemático como relativo al conocimiento sensible del mundo _ Capítulo 2
50
El considerar que la Mecánica fue la que él cultivó con más esmero en toda su vida, y que
en relación a esta, la Teoría de las Funciones analíticas queda relegada a un segundo
rango, nos llevó a buscar en la obra mecánica del autor algún posible indicio del
contexto de significación, para el autor, de su obra. Por esto nos fuimos a estudiar en
profundidad el capítulo tres de la Teoría de las Funciones Analíticas, las aplicaciones de
la teoría a la Mecánica. Lo que encontramos nos impresionó mucho. Lagrange, al mirar el
desarrollo de funciones arbitrarias en series de Taylor, está pensando en una
generalización de la modelación funcional del movimiento rectilíneo. Esto lo
explicaremos en los párrafos siguientes.
2.3.1 El contexto de significación de la obra: La mecánica
En el comienzo de la tercera parte de la Teoría de Funciones Analíticas, Lagrange
sintetiza sus concepciones en torno al movimiento. Comienza aclarando que se referirá
esencialmente a funciones que están en función del tiempo, y que la posición de un
punto en el espacio dependerá de las coordenadas x , y y z , generando un sistema de
variables tzyx ,,, , entendiendo a la mecánica como una geometría de cuatro
dimensiones y al análisis mecánico como una extensión del análisis geométrico
(Lagrange, 1813, p.311) La idea central de estos capítulos es el estudio de la modelación
funcional del movimiento rectilíneo mediante movimientos simples. Para esto comienza
a describir los movimientos rectilíneos uniforme y uniforme acelerado.
El autor describe un movimiento rectilíneo cualquiera a través de la función15 ftx ,
donde x es el espacio que depende del tiempo t . Al pensar en la expresión más simple
de este movimiento presenta al movimiento uniforme atx , siendo a el único valor
que describe este movimiento, la velocidad. Después se plantea cual sería el movimiento
más simple que le puede seguir a at , presentando la expresión 2btx , donde b es la
medida de la fuerza y el único valor que describe este movimiento, el cual llama
acelerado, y en particular uniformemente acelerado. En ambos casos, justifica estas
expresiones “en base a la observación de la experiencia” (Lagrange, 1813, p.311-312) y
argumenta de manera detallada por escrito como se puede explicar estos movimientos a
través de representaciones cartesiana de rectas y parábolas. Sin embargo, no presenta
los bosquejos gráficos de esto.
15 En la actualidad lo escribiríamos como )(tfx
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
51
Después de esto continúa con la misma idea, planteando que el movimiento más simple
que seguirá a la expresión 2btx sería 3ctx . Aquí comenta “[…] la nature ne nous
offre aucun mouvement simple de cette espèce, et nous ignorons ce que le coefficient c
pourrait représenter, en le considérant d´une manière absolue et indépendante des
vitesses et des forces“ 16 (Lagrange, 1813, p. 313). En seguida, presenta el movimiento
uniformemente retardado de manera similar a los ya explicados. A continuación,
comienza a esbozar la manera en la cual él entiende un movimiento rectilíneo general en
base a los movimientos rectilíneos simples descritos.
Lagrange entiende que un movimiento rectilíneo cualquiera ftx puede ser descrito
como composición de estos movimientos rectilíneos simples. Esto lo hace al considerar el
tiempo t , con t fijo, de lo cual se puede, por la teoría de las funciones analíticas,
obtener la siguiente expresión:
.2
´´´)(
2
etctf
tffttf
De donde, el espacio recorrido en el tiempo será fttf )( , y podrá ser
representado de la siguiente manera:
.3.2
´´´
2
´´´)(
32
etctftf
tffttf
Donde t es una constante. De esta manera, se puede representar un movimiento
rectilíneo cualquiera como la suma de los movimientos parciales tf ´ , 2
´´2 tf,
3.2
´´´3 tf,
etc., en donde el primero representa un movimiento rectilíneo uniforme con medida de
velocidad tf ´ , el segundo representa un movimiento rectilíneo uniformemente
acelerado en donde la fuerza aceleratriz es proporcional a tf ´´2
1, y en donde los
siguientes no tienen relación alguna con movimientos simples conocidos, por lo cual no
será necesario considerarlos en particular (Lagrange, 1813, p. 314-315).
16 “la naturaleza no ofrece algún movimiento simple de esta especie, y nosotros ignoramos lo que el coeficiente c pueda representar, considerándolo de una manera absoluta e independiente de la velocidad y las fuerzas”
El conocimiento matemático como relativo al conocimiento sensible del mundo _ Capítulo 2
52
En base a esto, el autor desarrolla una abstracción del movimiento, considerando un
valor entre 0 y 1, de manera que el espacio recorrido en el tiempo puede ser
representado de manera exacta mediante la siguiente fórmula,
)(3.22
32
tftftf
en donde:
17
(Lagrange, 1797, p. 341).
En este fragmento de la obra de Lagrange se puede entender algo interesante. Lagrange
está pensado que el movimiento rectilíneo en general se puede descomponer en una
infinidad de movimientos rectilíneos simples. El tercer elemento representa la totalidad
de otros movimientos.
18
(Lagrange, 1797, p.339)
Sin embargo, la intencionalidad del autor no está en expresar el movimiento a través de
todos estos movimientos, sino solo por aquellos que tienen una interpretación “de la
naturaleza”. Es por esto que comprime en el grado tres todos los otros restos en una
17 “Los dos primeros términos representan, como se ha visto, los movimientos compuesto de uniforme y uniformemente acelerado; el tercero representa la totalidad de otros movimientos que se combinan con estos, y que impide al verdadero movimiento ser un resultado de los otros dos” 18 "Son estos los movimientos simples de los cuales todos los otros tipos de movimientos pueden ser vistos como compuestos, y el arte de la Mecánica consiste en esta descomposición y descomposición, de donde resultan las medidas entre el tiempo, los espacios, las velocidades y las fuerzas"
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
53
especie de residuo de la serie19. De hecho, el autor no hace ninguna pausa en esta parte
para explicar esta idea que estamos planteando. Esto es porque no es la idea que desea
difundir en estas planas. El autor continúa planteando que se puede tomar un valor de
tan pequeño como se quiera, de manera que el movimiento compuesto de los dos
términos tftf 2
2 se aproxime al valor de lo uniforme y lo uniformemente acelerado
del verdadero movimiento (Lagrange, 1813, p. 515), logrando que el término tf
exprese todo lo que puede haber de uniforme en el movimiento y el término tf 2
2a su
vez exprese todo lo que puede haber de uniformemente acelerado en el mismo.
De esta manera el autor concluye lo siguiente:
20
(Lagrange, 1813, p. 316)
Después de esto, el autor desarrolla el paralelismo que tiene estos planteamientos con la
obra de Newton, destacando que sus nociones de velocidad y fuerza aceleratriz son
simples e independientes de toda metafísica, y explica como la velocidad y la fuerza
aceleratriz, vista como funciones del tiempo, son representadas por las funciones
primeras y segundas, es decir, por las primeras y segundas derivadas.
Es interesante como el autor culmina estos planteamientos,
19 La teoría de residuos no está desarrollada en este tiempo. El mismo Lagrange afirma en el capítulo seis de la primera parte de la obra que él no puede resolver este problema de manera general. Una generalización de este método se puede encontrar en la obra de Cauchy de 1826, su teoría de residuos. 20 “Se puede concluir de esto que todo movimiento rectilíneo, representado por la ecuación ftx , puede,
en un instante cualquiera después del tiempo t , puede ser observado como compuesto de un movimiento uniforme […] y de un movimiento uniformemente acelerado […]”
El conocimiento matemático como relativo al conocimiento sensible del mundo _ Capítulo 2
54
21
(Lagrange, 1813, p. 316)
Estas líneas plantean un aspecto sobre la racionalidad argumentativa del autor. Las
razones que está considerando el autor para sustentar su pensamiento se basan en la
confirmación de las observaciones de la naturaleza. En toda esta parte de las
aplicaciones de la mecánica, por más anunciado que sea la lejanía de toda metafísica, el
autor está usando como contexto de significación y argumentativo a los fenómenos de la
naturaleza, es decir, al conocimiento sensible del mundo. Este contexto es el que provee
las ideas germinales de su método para el cálculo infinitesimal y el que brinda su validez
significativa. Tanto por su producción, sus preocupaciones teóricas y el análisis de este
texto, además de la consideración de las obras de su periodo histórico, podemos decir
que Lagrange es un representante de un periodo en el cual el conocimiento matemático
es relativo, dependiente en distintos grados, de las ciencias de su época, es decir, una
época en la cual el conocimiento matemático es
relativo al conocimiento sensible del mundo.
2.3.2 Evidencias en el artículo de 1772
Antes de continuar brindaremos más argumentos
que validan nuestra tesis: “El contexto de
significación de la obra matemática de Lagrange
se encuentra en su Mecánica. Si esto es así, debe
existir alguna evidencia en la obra germinal de la
obra de Lagrange, la publicación de 1772. Cuando
Lagrange dice en la introducción de la Teoría de
las Funciones Analíticas “he recordado mis
ancianas ideas sobre el cálculo diferencial […]”
(Lagrange, 1813, p.5)22, se está refiriendo a su publicación de 1772, publicada en la
21 “varios fenómenos de la naturaleza, y sobre todo los resultados de diferentes experiencias que pueden ser imaginadas sobre la caída de cuerpos, confirman plenamente la conclusión que nosotros hemos encontrado, y que debe ser consideradas como el principio fundamental de toda teoría del movimiento”
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
55
Academia de Berlín, titulada “Sur une nouvelle espèce de calclu relatif a la
différentiation et a l´intégration des quantités variables”23. Es interesante destacar las
producciones anteriores a esta, como la del estudio de la propagación del sonido
(publicados en los años 1759, 1761 y 1769) en los cuales plantea la ecuación diferencial
general para el movimiento, y una publicación sobre las leyes de Kepler (año 1771). Es en
este tiempo que el autor comienza a resolver problemas de la aritmética, el álgebra y el
cálculo de su época, presentando su método de variaciones. En este contexto se publica
este artículo de 1772.
En este artículo expone básicamente el mismo método analítico para el cálculo
infinitesimal en base a la serie de Taylor propuesto en 1797, pero con algunas pequeñas
diferencias el uso de la notación matemática24. Al igual que en la Teoría de las Funciones
Analíticas, Lagrange criticando el uso de los infinitésimos y remarca que su método es
independiente de toda metafísica. Algunos aspectos que no se encuentra explícitos en la
obra de 1797 es la alusión al cálculo integral. En la introducción del artículo explica
como idea germinal del modelo la idea introducida por Leibniz años antes sobre la
relación entre las potencias positivas con la diferenciación y la de las potencias negativas
con la integración, y plantea al cálculo diferencial como encontrar las funciones
derivadas y del cálculo integral como el encontrar las funciones primitivas.
Un aspecto interesante de contrastar las dos publicaciones, a saber, 1772 y 1797, es que
son dos tipos de difusiones diferentes. La segunda tiene una intencionalidad de difusión
escolar, la primera no. Ya hemos explicado como la comunicación de las ideas depende
de los destinatarios. Al ser una difusión escolar, la obra de 1797 introduce la obra de
manera secuenciada y organizada, de una a varias variables. Esto es así por la
transposición que produce la transformación del saber en un discurso escolar. Sin
embargo, en la obra de 1772, al ser una obra de difusión científica, la mediación de la
difusión actúa de manera diferente. Aquí la presentación de una y varias variables se da
en conjunto, y la pequeña cantidad de planas también hace que el autor tenga que filtrar
la información y lo lleve a comunicar lo medular de su resultado25. En base a estas
22 “[...] j´ai rappelé mes anciennes idées sur ceux du Calcul différentiel“ 23 Sobre una nueva especie de cálculo relativo a la diferenciación y a la integración de cantidades variables 24 Aquí no se encuentra la notación fx, sino dice “una función de x”. Por esto, a diferencia del escrito de 1797, nunca escribe el desarrollo de la serie como igual a la función tal correspondiente. 25 Es en el contraste de estas dos obras que nos podemos acercar a los pensamientos del autor sobre el corazón de su obra. Ambas obras están mediadas por la intencionalidad de comunicación, a públicos diferentes y con intencionalidades de comunicación diferentes. Entender esta mediación es lo que nos lleva a acercarnos al pensamiento original del autor. Analizar este escrito de difusión científica nos hace
El conocimiento matemático como relativo al conocimiento sensible del mundo _ Capítulo 2
56
diferencias, encontramos en el artículo de 1772 una preocupación especial por obtener
resultados para funciones de varias variables. Esto lo explicaremos a continuación:
En la introducción del artículo el autor remarca que para comenzar:
(Lagrange, 1772, p. 442)
Esta naturaleza es la posibilidad de realizar desarrollos en series de Taylor para cualquier
función finita de una o varias variables. Se puede ver como a lo largo del escrito el autor
presenta su método primero en una variable con un fin explicativo, pero inmediatamente
después lo presenta para funciones de varias variables. En los dos casos que presenta el
artículo, el autor, al referirse a funciones de varias variables, hace alusión a funciones de
variables .,,,, etctzyx Para cada caso hace alusión a estas variables en ocasiones
reiteradas.
En el primer caso, al plantear el desarrollo de series de Taylor para mostrar las funciones
derivadas, primero presenta el modelo para la variable x , después para dos variables
yx, , y enseguida lo presenta para varias variables de la siguiente manera:
26
(Lagrange, 1772, p. 446)
Aquí una función de varias variables para el autor es representada por las variables
,...,,,, tzyx .
entender que el interés del autor no está en las funciones de una variable, sino que está en la modelación del espacio físico mecánico. Esto no se podría haber entendido de la sola obra del 1797, pues, por ser una obra de difusión escolar, y por tanto sus destinatarios alumnos que se introducen a estos temas, necesita un encadenamiento de las ideas desde una variable hasta varias variables, viéndose estas últimas como una simple generalización del método de una variable, ocultando de esta manera esta intencionalidad del autor de modelar el espacio mecánico. 26 “En general, si u es una función de ,...,,,, tzyx […]”
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
57
En la segunda ocasión plantea la relación entre las funciones derivadas que el presenta
con los diferenciales de Leibniz. Aquí presenta primero el desarrollo para una variable x
y después ya no lo hace para dos variables, sino que inmediatamente lo presenta para
varias variables, en varios fragmentos de los cuales mostramos dos:
27
(Lagrange, 1772, p.448)
28
(Lagrange, 1772, p.449)
Nos preguntamos, ¿Por qué Lagrange, al referirse a una función de varias variables, o de
un número cualquiera de variables, hace alusión a las variables ,...,,,, tzyx ? Una posible
respuesta es porque está pensando en funciones que permiten trabajar en el espacio
Mecánico. Está pensando en funciones de la mecánica, en funciones que permiten
modelar el movimiento. Recordemos que, para Lagrange, las funciones del movimiento
están en función del tiempo t y la posición dependerá de un punto en el espacio de
coordenadas zyx ,, , generando el sistema mecánico de variables tzyx ,,, , entendiendo
de esta manera al análisis mecánico como una extensión del análisis geométrico
(Lagrange, 1813, p.311). Las ideas germinales de la Teoría de las Funciones Analíticas, la
obra de 1772, son una matematización del espacio físico Mecánico para la modelación
funcional del movimiento. Esta evidencia reafirma nuestra tesis: “El contexto de
significación de la obra matemática de Lagrange se encuentra en su Mecánica”.
Ahora bien, en base a esta tesis es que podemos formular el cómo significaba Lagrange
su obra. Afirmamos que cuando Lagrange mira el desarrollo en series de Taylor de
funciones arbitrarias, tiene en mente la modelación funcional del movimiento rectilíneo
(Figura 2.2)
27 “Y si u es una función de varias variables u ,...,,,, tzyx se tendrá […]” 28 “[…] si en una función u de un número cualquiera de variables ,...,,,, tzyx […]”
El conocimiento matemático como relativo al conocimiento sensible del mundo _ Capítulo 2
58
Figura 2.2
Esta es la idea que él tomó como modelo y generalizó para desarrollar su construcción
matemática, su método analítico para el cálculo infinitesimal. Lagrange es un
matemático que concibe al conocimiento matemático como relativo al conocimiento
sensible del mundo. Esta racionalidad del conocimiento matemático es la que lo hace ver
cómo ve. Es en base a esta manera de mirar que se debe entender la Teoría de las
Funciones Analíticas de Lagrange. Es justamente en esta manera de mirar, en esta
racionalidad, que debemos entender como el autor mira su obra en relación a la
representación analítica de funciones arbitrarias.
2.4 EL SIGNIFICADO QUE TIENE PARA LAGRANGE LA REPRESENTACIÓN ANALÍTICA.
Con todos los elementos analizados retomamos la pregunta inicial: ¿Qué significado
tiene para Lagrange, en su Teoría de las Funciones Analíticas, la representación analítica
de funciones arbitrarias29?
29 El calificativo de arbitrarias lo utilizamos para dar una coherencia a la investigación. Es un término utilizado por Weierstrass para considerar una función cualquiera. Lagrange utiliza la noción “función cualquiera”, no función arbitraria. Recalquemos que el espacio de funciones, es decir, el tipo de funciones consideradas arbitrarias, es diferente en los casos de estos matemáticos, pues el tamaño de este espacio evoluciona juntamente con la problemática de la analiticidad de las funciones.
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
59
En relación al significado que atribuía Lagrange a representación analítica, podemos
afirmar que para él una representación analítica no es una representación polinomial,
como se entiende en la actualidad. Sino, más bien, es el desarrollo de una función en
series de Taylor, hasta un grado cualquiera más un residuo que comprime a todos los
valores siguientes. Esta igualdad es para el autor una representación analítica de una
función arbitraria. Esto lo argumentaremos a continuación, pero vamos por partes.
La primera precisión necesaria es el significado que tiene para el autor la palabra
“analítico”. Esta palabra alude a un método propio de la época, que consistía en llevar el
estudio de las ciencias de su época a los método del análisis, esto es, el algebraico
(Lagrange, 1813). Un método analítico para Lagrange es un método válido en las
fronteras del análisis, no fundamentados en ideas extranjeras como los infinitésimos, las
cantidades evanescentes, las fluxiones o los límites.
(Lagrange, 1813, p.182?)30
Se puede observar que el método utilizado por Lagrange para encontrar las funciones
derivadas es puramente algebraico. Está el supuesto del desarrollo de la función
)( axf , siendo este valor a un infinitésimo. Sin embargo esto lo deja como un
conocido teorema de series. Más allá de la consideración de este valor, todo el método
es puramente algebraico. Para Lagrange, en breves palabras, un método analítico es un
método que se basa en las leyes del álgebra.
30 “Nuestro objeto, en esta primera parte, no ha sido más que establecer la teoría de funciones y de ecuaciones derivadas de una manera puramente analítica e independiente de toda suposición o consideración extranjera” (Negrita puesta por los investigadores)
(Lagrange, 1797, p.69)
¿Miraba Lagrange, en esta expresión, una representación polinomial de una función arbitraria?
El conocimiento matemático como relativo al conocimiento sensible del mundo _ Capítulo 2
60
El término analítico apareció con bastante fuerza en la época de Lagrange. Sus obras,
Mecánica Analítica de 1788 y Teoría de las Funciones Analíticas de 1797 vinieron a
reestructurar el conocimiento científico de su época en relaciones puramente
funcionales, con métodos generales y demostrables en el rigor de la época, en base a
reglas algebraicas con el anunciado rigor de los ancianos geómetras, el cual había sido
en cierto grado abandonado por Newton y Leibniz. Existen otras obras, incluso en otros
campos del conocimiento, que utilizaron esta terminología, como la Teoría Analítica de
las Probabilidades31 de Laplace publicada en 1820.
El significado de representación analítica para Lagrange
Ahora bien, cuando Lagrange observaba el desarrollo de una función arbitraria en series
de Taylor, el no observaba un desarrollo infinito, sino que observaba un desarrollo hasta
un cierto grado, más un valor que jugaba el papel de residuo. Esto se puede entender del
contexto de significación mecánico de la modelación funcional del movimiento
rectilíneo, la idea germinal que fue generalizada por Lagrange para obtener su método.
Ciertamente Lagrange ve la posibilidad de que una función pueda expresarse por una
suma infinita de coeficientes de un desarrollo de serie de Taylor, como también veía que
un movimiento rectilíneo cualquiera puede escribirse como una suma infinita de
movimientos simples. Sin embargo, lo que generalizó Lagrange, fue la modelación
funcional del movimiento, que es la suma de las expresiones que representan al
movimiento uniforme y uniforme acelerado, más una tercera expresión a totalidad de los
otros movimientos que se combinan con estos y que no tienen una explicación mecánica
(Lagrange, 1797, p.342) en una especie de residuo de serie.
(Lagrange, 1797, p.341)
31 Théorie analytique des probabilités. P. S. Laplace (1749- 1827) fue un astrónomo, físico y matemático Francés, contemporáneo a Lagrange, autor entre otras de la Mecánica Celeste.
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
61
Al estudiar el capítulo seis de la primera parte de la obra, se puede observar como esta es
la idea germinal que lleva al planteamiento de lo que es una representación analítica
para Lagrange. Este capítulo resuelve el problema de la resolución general de funciones
cualquiera en series de Taylor. Es en este capítulo que el autor plantea las ecuaciones
que hoy se interpretan como una representación polinomial de una función arbitraria.
El autor comienza este capítulo afirmando que se puede encontrar el desarrollo en series
para una función cualquiera fx32 (Lagrange, 1813, p.54) Considera, para 0x , el
desarrollo en series de Taylor de una función fx de la siguiente manera
(Lagrange, 1797, p.69)
Después de expresar diversos desarrollos que fundamentan esta ecuación, plantea un
desarrollo más simple de esta expresión, al considerar la serie
(Lagrange, 1797, p.70)
En la cual derivando sucesivamente la expresión se encuentra que
.´´,2
1´,, etcfCfBfA (Lagrange, 1813, p.55-56). En relación a este método
presentado, el autor juzga lo siguiente:
33
(Lagrange, 1813, p.56)
Es decir, la intencionalidad de mostrar estas fórmulas es efectivamente la posibilidad de
truncar el desarrollo de la serie en algún término que se quiera. Si el autor estaría
32 Hasta aquí, todos los desarrollos en series se realizaron para funciones del tipo )( ixf 33 “Pero la gran ventaja del método […] consiste en que este brinda una manera de de parar el desarrollo de la serie en el término que se quiera, y de juzgar el valor del resto de la serie”
El conocimiento matemático como relativo al conocimiento sensible del mundo _ Capítulo 2
62
pensando en el gran resultado de lograr representaciones polinomiales funciones
arbitrarias, entonces mínimo hubiera realizado algún comentario en esta parte de la
obra. Sin embargo, no existe ningún comentario o alusión a representaciones
polinomiales, ni en estos extractos ni a lo largo de toda la obra.
El autor continúa esta idea de truncar el desarrollo de la serie, proponiendo un método
particular para un desarrollo en serie de grado 1, 2 y 3. Es en esta parte donde se ve la
clara influencia del contexto de significación mecánico como una idea germinal del
método que ha sido generalizada.
(Lagrange, 1797, p.72-73)
La tercera expresión Rxfx
xffxf 32
´´2
´)( , le pareció suficiente al autor para
explicar este sistema de truncar los desarrollos de series. Si observamos es equivalente al
desarrollo de la modelación del movimiento, donde la tercera expresión acumula todos
los otros movimientos rectilíneos simples que representan el movimiento.
Al considerar esta expresión, ¿será que el autor está intentando demostrar que esto se
cumple para cualquier grado?, ¿o está generalizando la idea de una suma finita más un
residuo? Nosotros nos inclinamos más por esta segunda interpretación. Esto por ser la
modelación funcional del movimiento la idea germinal que es generalizada por Lagrange
y también por considerar que no existe ninguna alusión en el escrito a una
representación polinomial de una función arbitraria.
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
63
En relación a una representación analítica, lo que continúa de estos fragmentos en el
capítulo 6 de la obra nos sorprendió mucho. Después de afirmar que el análisis
desarrollado en este capítulo brinda una manera de encontrar los restos de la serie, en el
lugar que se desee interrumpir, “a su primer, segundo, tercer, etc., término”
(Lagrange, 1813, p.59)
…el autor afirma la siguiente frase:
(Lagrange, 1813, p.59)
“He aquí, el problema resuelto analíticamente”. Esta es la primera vez que hace alusión a
esta idea. Por tanto, se puede comprobar la igualdad de la función con su desarrollo en
series en base al acotamiento de esta en algún momento mediante el cálculo de un resto
específico. También hay que hacer una aclaración lingüística. La palabra Voilà en francés
se ocupa para cuando algo se ha terminado, cuando algo está listo, es una palabra muy
del lenguaje cotidiano pero poco del lenguaje escrito. De hecho, es la única vez que
aparece en toda la obra de Lagrange. Esta palabra representa haber terminado lo que se
comenzó, poder expresar una función arbitraria como la suma de una sucesión finita de
términos de una serie de Taylor más un resto, el cual puede ser una función trascendente,
por lo que la representación completa no sería siempre una representación polinomial.
Finalmente, si Lagrange no está diciendo que una función arbitraria puede ser
representada puntualmente por una función polinomial, entonces ¿qué es lo que está
diciendo?
(Lagrange, 1797, p.69)
En todo momento, al referirse a un desarrollo en series de una función arbitraria, el autor
remarca la relación existente entre las funciones primitivas y derivadas. En todas las
El conocimiento matemático como relativo al conocimiento sensible del mundo _ Capítulo 2
64
partes remarca esta idea. En relación a la igualdad entre la función desarrollada y la
serie, no hace comentarios y se refiere solamente en contadas ocasiones, solo en tenor
de poder argumentar su método. El autor no da una significación a la igualdad, que es la
significación que le damos actualmente en relación a la analiticidad de las funciones. Lo
importante del autor de esta expresión es que le permite obtener un método para, dada
una función primitiva, calcular analíticamente (por reglas del álgebra) sus funciones
derivadas.
En el siguiente capítulo explicaremos cómo esta racionalidad del conocimiento
matemático relativo al conocimiento sensible del mundo evolucionó, desprendiéndose
este de este conocimiento sensible y encontrando su racionalidad en una arquitectura
interna de la matemática. Esta evolución, que se presenta como un quiebre a la
racionalidad del conocimiento matemático del siglo XVIII, es provocada por una
fenomenología del conocimiento y por una expresión ideológica del debate intelectual
post-revolución entre los partidarios de las ideas de la ilustración y los adherentes a los
planteamientos monárquicos.
65
CAPÍTULO 3
UN QUIEBRE Y EL COMIENZO DE UNA NUEVA MANERA
DE VER EL HACER MATEMÁTICAS
66
CAPÍTULO 3
UN QUIEBRE Y EL COMIENZO DE UNA NUEVA MANERA DEL VER EL HACER
MATEMÁTICAS
Como hemos visto, la crítica de Cauchy a Lagrange tiene un rol argumentativo de una
nueva construcción del cálculo infinitesimal que abandona el uso de las series, esto es, el
corazón de la Teoría de las Funciones Analíticas de Lagrange. Saber esto nos ayuda a
aclarar la interpretación de la crítica con base a la evolución del problema de la
analiticidad de las funciones en este periodo. Sin embargo, es nuestro interés ir más allá,
y ubicar la evolución estudiada en escenarios históricos, donde lo sociocultural nos
brinde una manera nueva de mirar este problema matemático. Esto se sustenta en
nuestro planteamiento Socioepistemológico acerca de que no podemos entender una
obra antigua soslayando su contexto sociocultural, pues es en tal contexto donde esta
adquiere significación34. Es por esto que estudiamos esta nueva arquitectura del cálculo
propuesta por Cauchy, y por lo que también decidimos entender más que esta nueva
arquitectura, el por qué de esta nueva arquitectura. Estudiar esto nos permitió entender
una dimensión social inmersa en el desarrollo de la analiticidad de las funciones, esto es,
un quiebre y un nuevo comienzo de la manera de mirar el hacer matemáticas. Un quiebre
de considerar a la matemática como relativa al conocimiento sensible del mundo y un
comienzo hacia el abandono de esta relación. ¿Por qué un matemático como Cauchy se
aventura a plantear un cambio como éste, tan radical para su tiempo histórico? Son los
acontecimientos políticos de su época y su historia, su cuna, la que hacen que Cauchy
tome esta postura del conocimiento como filosofía de vida, una expresión del
pensamiento político de su tiempo, el cual se plasma en su revolucionaria construcción
matemática, deslindada de la realidad sensible y sustentada en sí misma. De esta manera,
Cauchy rompe con la relevancia de la generalización en el quehacer matemático e
impone la abstracción como método de rigor de las construcciones matemáticas,
logrando desarrollar un trasfondo filosófico que norma el discurso matemático escolar
desde él hacia delante.
34 Cauchy ha sido tema de estudio de diversos filósofos e historiadores de las ciencias. La literatura referente a Cauchy es tan abundante como su obra misma (Dhombres, 1994, p.14) Lo alternativo de la presentación que hacemos es la mirada Socioepistemológica que hacemos a su obra, caracterizándola en base a nuestra noción de Racionalidad.
Un quiebre y el comienzo de una nueva manera de ver el hacer matemáticas _ Capítulo 3
67
Comenzaremos con las condiciones sociopolíticas de su época, para hacer todo un
recorrido que nos permita entender el por qué de esta nueva y revolucionaria
arquitectura del cálculo y el análisis matemático.
3.1 LA CRÍTICA A LAGRANGE, UNA PUBLICACIÓN PARA FUNDAMENTAR UNA NUEVA
CONSTRUCCIÓN
Veinticinco años después de la publicación de la teoría de las funciones analíticas de
Lagrange, A. L. Cauchy (1789-1857), matemático y físico francés, después de estar cinco
años como profesor de análisis de la École Polytechnique y un año después de haber
publicado su Curso de Análisis (1821), publica un artículo en el que deja evidencia cómo
la teoría de Lagrange es insuficiente y arroja conclusiones restringidas a problemas de las
matemáticas de la época. El artículo crítica el desarrollo de funciones arbitrarias en series
de Taylor, el corazón de la obra de Lagrange. Una interpretación a-histórica puede
considerar que la intencionalidad de este artículo es considerar que este cuestiona el
desarrollo analítico de las funciones arbitrarias. Sin embargo, ya mostramos que esta
interpretación no se encuentra en esta época. Como mostraremos a continuación, desde
varios años antes de Cauchy, la teoría de Lagrange era criticada por la necesidad de
asegurar la convergencia de las funciones. Es de aquí que la crítica de Cauchy, más que
aludir a un supuesto error de Lagrange, tiene el fin de argumentar una nueva
construcción del cálculo y el análisis matemático, de la cual él es creador, buscando que
esta nueva construcción se institucionalizara en la École.
3.1.1 La crítica de Cauchy a la Teoría de las Funciones Analíticas de Lagrange
La crítica fue publicada el año 1822 bajo el título Sur le développement des fonctions en
séries et sur l´intégration des équations différentielles ou aux différences partielles35, en
el Bulletin de la Société Philomathique de Paris. El escrito comienza señalando una
diversidad de teoremas importantes que se demuestran basándose en el desarrollo de
las funciones en series de Taylor como el fundamento del cálculo infinitesimal, entre los
que se encuentran teoremas sobre integrales y ecuaciones diferenciales.
35 “Sobre el desarrollo de funciones en series y sobre la integración de ecuaciones diferenciales o de diferencias parciales”
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
68
Inmediatamente a continuación analiza el siguiente supuesto sobre el desarrollo en
series:
36
(Cauchy, 1822, p. 276)
Es decir, señala la hipótesis implícita de que una función está completamente
caracterizada por el desarrollo de una serie. Cauchy muestra en el artículo que este
planteamiento no es del todo correcto, y más aún, al no serlo, encuentra diferentes
funciones que tienen el mismo desarrollo en series, lo que hace poner en duda los
argumentos de equivalencia de la función con sus desarrollos en series planteados por
Lagrange. Esto lo hace de la siguiente manera.
Si se tiene una función desarrollable en serie de Maclaurin
...)0´´(2.1
)0´(1
)0()(2
fx
fx
fxf , en donde el sistema de funciones
),...0´´(),0´(),0( fff está relacionado siempre a un valor único de la función )(xf . En
base a esto, si los valores de la serie ),...0´´(),0´(),0( fff son cero, por defecto el valor
de )(xf también debería hacerse cero. Es justamente lo que critica Cauchy, al plantear
que esta conclusión puede no ser exacta (Cauchy, 1822, p.277), y da algunos ejemplos
para los cuales las derivadas en cero son cero pero el valor de la función en cero no es
necesariamente cero:
36 “Siempre, al reemplazar la función por su serie de Taylor, se supone implícitamente que la función está completamente caracterizada por el desarrollo de esta considerando un número infinito de términos, al menos en lo que sus términos obtienen valores finitos”
Un quiebre y el comienzo de una nueva manera de ver el hacer matemáticas _ Capítulo 3
69
, (para x>0)
37
(Cauchy, 1822, p. 50).
En base a este argumento Cauchy plantea una crítica a un punto medular de la teoría de
Lagrange. Afirma que la convergencia de la serie de Taylor a la función arbitraria no se
dará para todos los casos. (Lagrange plantea que si para “todos”38 los casos). En efecto, si
consideramos una función )(x desarrollable en una serie convergente de Maclaurin y
otra función )(xz donde la serie se reduce a cero, entonces las dos funciones )(x y
)()( xzx distintas una de otra, tendrán por desarrollo una misma serie convergente.
39
(Cauchy, 1822, p. 278).
Por tanto, no se puede decir que la serie converge siempre a la función, pues con esto
estaríamos diciendo que las dos funciones señaladas son iguales, lo cual es
contradictorio. Es más, esto pasa con una infinidad de funciones diferentes a las otras
que tienen la misma serie convergente. De aquí Cauchy afirma que no está permitido
37 “se puede entonces encontrar para )(xf una infinidad de funciones diferentes donde el desarrollo en
series de potencias de x se reducirán a cero” 38 “Ponemos en paréntesis todos porque él todos de Cauchy, como mostraremos más adelante, es diferente al todos de Lagrange”.
39 “Por ejemplo, las series 2xe
y 22
1
xx ee
tienen por desarrollo común la serie convergente
...3.2.12.11
1432
xxx
Donde la suma equivale a una sola de entre ellas”
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
70
substituir indistintamente las series de funciones por las mismas funciones, a no ser que
efectivamente la serie sea igual a la función. El autor continúa:
40
(Cauchy, 1822, p.278)
Es en este fragmento donde Cauchy hace llamado de atención sobre la importancia del
desarrollo de una teoría de residuos. Una función no puede ser vista como una serie
infinita de términos, sino debe considerarse completada por un resto donde su valor está
comprimido entre ciertos límites (Cauchy, 1822, p.278)
El autor cierra la crítica al plantear que no será sorpresa encontrar defectos en algunas
proposiciones generales establecidas por medio de series. Afirma contentarse con
presentar, a modo de ejemplo, el caso del método basado en series para resolver una
ecuación diferencial de primer orden con dos variables, en donde muestra que el
resultado encontrado es un caso particular en función de la solución general del
problema. Como en todas las ocasiones anteriores, Cauchy escribe:
41
(Cauchy, 1821, p.279)
En seguida muestra en detalle la insuficiencia del método fundado en el desarrollo en
series. Después el autor propone un método para sustituirlo, citando el método expuesto
por él en una de sus Lecciones de la Escuela Politécnica, los cuales anuncia como objeto
de una nueva memoria.
40 “en toda otra hipótesis, las series no pueden ser empleadas con una entera confianza al menos que se encuentren reducidas a un número finito de términos, y completadas por los restos donde se conocen los valores exactos de sus aproximaciones. […]” 41 “Pero esta proposición no es siempre verdadera […] Para todos los casos este modo de determinación no podrá ser considerado como suficientemente exacto”
Un quiebre y el comienzo de una nueva manera de ver el hacer matemáticas _ Capítulo 3
71
3.1.2 El por qué de la crítica: la argumentación de una nueva construcción matemática.
Es interesante entender que las críticas a Lagrange no eran poco recurrentes en la época
de Cauchy. En la década de 1810 existieron muchas críticas en relación al naciente
concepto de convergencia. ¿Por qué Cauchy habrá publicado una crítica a una obra que
ya tenía bastantes críticas fundamentadas? Al analizar la obra matemática del autor,
encontramos información relevante en las publicaciones didácticas de Cauchy
posteriores al año de la publicación de la crítica.
En 1823 Cauchy publica sus lecciones sobre el cálculo infinitesimal42. En esta obra el
autor planta el estudio de la función derivada regresando al método rechazado en la
obra de Lagrange, los infinitésimos. En la introducción de la obra, el autor comenta:
43
(Cauchy, 1823, p.2-3)44
42 Cauchy, A. (1823). Résumé des leçons données à l´école royale polytechnique sur le calcul infinitésimal. 43 “Por esta razón, he creído deber rechazar los desarrollos de funciones en series infinitas, todas las veces que las series obtenidas no sean convergentes; y me he visto obligado a llevar al cálculo integral la formula de TAYLOR, esta fórmula no podrá más ser admitida como general más que cuando la serie que ella contiene se encuentre reducida a un número finito de términos, y completada por una integral definida.
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
72
Como podemos ver, Cauchy le da a la publicación de la crítica del año anterior un
carácter argumentativo de su presentación didáctica, la cual retoma como hemos dicho
las nociones infinitesimales como método para el cálculo. Nótese que dice que “los
principios del cálculo diferencial y sus aplicaciones más importantes pueden ser
fácilmente expuestas sin la intervención de series”
En el capítulo tres de esta obra el autor introduce la función derivada. La síntesis que
hace es interesante, pues retoma los planteamientos infinitesimales y de razón de
Leibniz, pero le da el carácter funcional introducido por Lagrange. Cauchy regresa al
método de los infinitésimos por considerar la simplicidad que proveen el uso de los
mismos como método del cálculo diferencial (Cauchy, 1823). De esta manera, Cauchy
define la derivada como el límite de razones de la diferencia…
i
xfixf
dx
di )()(
…en donde, la función derivada )(xfy es considerada una función continua (Cauchy,
1823, p.235). Esta noción de continuidad es introducida por Cauchy en su Curso de
Análisis de 1821 como el cimiento fundamental de su nueva arquitectura propuesta para
el cálculo. De esta manera Cauchy define la derivada sin el uso de series de Taylor.
Este mismo uso argumentativo de la crítica se encuentra en la introducción de la obra de
1829, en la cual república la primera parte de las lecciones del cálculo infinitesimal en la
escuela politécnica, con adaptaciones y una reorganización del escrito. En la
introducción vuelve a plantear extractos cuasi literales del reseñado anteriormente. Es
No ignoro que el ilustre autor de la Mecánica analítica tomó la formula y la uso como base de su teoría de las funciones derivadas. Pero, aunque con todo el respeto que merece una grande autoridad como él, la mayoría de los geómetras en este momento están de acuerdo al reconocer la incertidumbre de los resultados a los que puede conducir el empleo de series divergentes, y nosotros agregamos que, en diversos casos, el teorema de TAYLOR parece proporcionar el desarrollo de una función en serie convergente, aunque la suma de la serie difiere esencialmente de la función propuesta. Finalmente, aquellos que lean mi obra, se convencerán, yo espero que los principios del cálculo diferencial y sus aplicaciones más importantes pueden ser fácilmente expuestas, sin la intervención de las series”
44 En el final de la lección 38 de las lecciones, en cortas líneas, se plasmará nuevamente la ecuación 2
1
xe
conocida como la función de la crítica de Cauchy a Lagrange. Sin embargo, este es un malentendido de la
idea de la crítica, pues el autor en la publicación original se refiere a funciones del tipo 2
1
xe
y no simplemente a esa función. Esta mala interpretación es negativa al intentar entender la vinculación que tienen los tres autores estudiados en esta investigación. El comentario de la lección 28 corresponde a una reseña de una difusión realizada, no es en sí misma la difusión del tema.
Un quiebre y el comienzo de una nueva manera de ver el hacer matemáticas _ Capítulo 3
73
interesante como el autor sitúa esta obra entre algunas obras didácticas de la época,
como la misma Teoría de las Funciones Analíticas de Lagrange, el Cálculo Diferencial de
Euler, el de Lacroix, en las lecciones y memorias de Ampere, entre otras. (Cauchy, 1829).
Este uso argumentativo de la crítica también se encontró en producciones no didácticas.
En la Mémorie sur divers points d´analyse (Cauchy, 1829b), el autor presenta el método
para determinar condiciones de convergencia para una serie, en función si el resultado
de z
zf )( es superior o inferior a la unidad. Este escrito comienza con el comentario que
hace el autor sobre que se puede desarrollar en series las raíces de ecuaciones, o las
funciones de estas raíces, con la ayuda de la fórmula dada por Lagrange. Destaca su uso
para algunos problemas de Astronomía. Pero comenta
45
(Cauchy, 1829b, p.29)
Después considera un resultado de Laplace, en donde la convergencia de algunas series
dependerá en casos particulares del valor de la excentricidad, en base a lo cual se
pregunta sobre si será posible fijar generalmente las condiciones de convergencia de la
serie de Lagrange y de otras fórmulas del mismo género (Cauchy, 1829b, p.30).
Abstrayendo la idea de Laplace, Cauchy propone el criterio para determinar las
condiciones de convergencia de la serie de Lagrange. Considerando, por la fórmula de
Lagrange, el desarrollo en serie de la raíz z de la ecuación )(zftz 46, entonces la
serie obtenida convergerá o divergirá en base al valor numérico de z
zf )(. Este teorema
lo demuestra y ejemplifica en esta publicación. Nos preguntamos ¿Por qué buscar
condiciones de convergencia? En efecto es por la crítica publicada en 1822, en la cual se
considera como necesario para trabajar con desarrollos en series, que éstas sean
convergentes. Es decir, la crítica está fundamentando el estudio de la convergencia.
45 “Pero, como las series de este género no pueden ser útiles más que en los casos donde éstas son convergentes, es muy importante fijar las condiciones de sus convergencias” 46 Es difícil ver en el original si la constante es t o r. Sin embargo nuestro interés está en el desarrollo de serie f(z)
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
74
Recordemos además que en el curso de análisis (Cauchy, 1821) se dedica por completo el
capítulo cuatro para estudiar la convergencia y la divergencia de series.
Por tanto, entendemos que la crítica de Cauchy a Lagrange (1822) tiene un rol normativo
importante en la producción matemática de Cauchy. Ésta, más que una simple crítica, es
un argumento para fundamentar una nueva construcción del cálculo, la cual se sustenta
en un nuevo paradigma: una visión de la matemática desprendida intencionalmente del
conocimiento sensible del mundo, y la cual remplaza a la serie de Taylor del corazón del
cálculo con su definición de Continuidad, la piedra fundamental de su nueva
arquitectura para el cálculo y el análisis matemático. Esta nueva construcción nace para
dar servicio a la École Polytechnique, y por tanto tuvo que pelear su validación
institucional con las otras obras didácticas de la escuela, de las cuales la de Lagrange fue
la primera y cuyo autor tenía un reconocido nombre en la Escuela.
Pero, ¿por qué es tan diferente esta nueva arquitectura dada por Cauchy? Para responder
esto profundizamos en esta dirección.
3.2 UNA NUEVA ARQUITECTURA MATEMÁTICA QUE RECHAZA EL CONOCIMIENTO
SENSIBLE DEL MUNDO
Cauchy, en el contexto de la preparación de sus cursos de análisis de la escuela
politécnica, redactó su obra didáctica titulada Curso de Análisis de la Escuela Politécnica
(1821). Esta obra de 471 páginas contiene 11 capítulos a
los que se les incluyen algunas notas de los cursos dictados
en la escuela politécnica desde 1816. Esta obra es la
primera en la historia del cálculo que no tiene ningún
ejemplo o alusión al conocimiento científico de su tiempo a
lo largo de todas sus páginas. Todas las obras antiguas o de
su época relacionan explícitamente la matemática con el
conocimiento sensible de sus épocas. La tercera parte de la
obra de Lagrange, las aplicaciones de la Teoría de las
Funciones Analíticas a la Mecánica es un claro ejemplo del paradigma de los libros de
texto de la época, los cuales contenían muchas páginas para las aplicaciones, libros
donde el cálculo diferencial se presenta como preliminar a la mecánica y sólo para su
utilización práctica (Dhombres, 1994). Esta particularidad esconde un tema más
Un quiebre y el comienzo de una nueva manera de ver el hacer matemáticas _ Capítulo 3
75
profundo, el de la epistemología del conocimiento matemático. En efecto, en esta obra
aparecen conceptos nuevos que no tienen ideas germinales en las ciencias de su tiempo,
y que pertenecen propiamente tal al campo de las matemáticas. De esta manera, Cauchy
es el primero en plantear a la matemática como una ciencia desprendida del
conocimiento sensible del mundo.
3.2.1 El contenido de la obra
La obra es una reorganización de la matemática estudiada hasta su época bajo la
introducida noción de continuidad y con una intencionalidad de cimentarla en una nueva
arquitectura y con la necesidad de construir un discurso matemático escolar como
servicio a la École Polytechnique. La obra comienza con consideraciones generales sobre
las funciones, las cuales se entienden como relaciones entre cantidades que varían. La
notación de función ya nota una evolución en relación a Lagrange, pues escribe f(x) para
referirse a una función de x47. Cauchy distingue entre funciones algebraicas,
exponenciales o logarítmicas, y trigonométricas o circulares. Cauchy además diferencia
entre funciones simples y compuestas, en donde considera como funciones a expresiones
del tipo x x o ))log(cos( x , las cuales no eran consideradas por Lagrange (Cauchy, 1994,
p.79-80). El autor entiende como función entera a las funciones que tienen potencias
enteras de sus variables, como lo es ... dzcybxa siendo bxa el caso de una
variable.
Después, en el capítulo dos, trata las cantidades infinitamente pequeñas. Define una
cantidad como infinitamente pequeña cuando su valor numérico decrece
indefinidamente de manera que converge hacia el límite 0. Habla de cantidades
infinitamente pequeñas de primer, segundo, tercer orden, etc., y demuestra 8 teoremas
sobre estas cantidades. El autor expresa que “al hablar de la continuidad de las
funciones, no he podido evitar el dar a conocer las principales propiedades de las
cantidades infinitamente pequeñas” (Cauchy, 1994, p.73). De aquí es que,
inmediatamente después de demostrar el octavo teorema, de la definición de
continuidad de las funciones para una variable:
47 Lagrange lo denotaba como fx. Es interesante que Gauss (1822) continúe utilizando la notación de Lagrange, un año después de la publicación del curso de Cauchy.
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
76
48
(Cauchy, 1821, p.43)
Posteriormente el autor afirma que las funciones consideradas al inicio cumplen con la
definición de continuidad para dos límites finitos de la variable x, siempre y cuando la
función no sea indefinida. Después explicita los dominios de continuidad de estas
48 “Sea f(x) una función de la variable x, y supongamos que, para cada valor de x intermedio entre dos límites dados, esta función admite constantemente un valor único y finito. Si, a partir de un valor de x comprendido entre estos límites, se atribuye de la variable x un incremento infinitamente pequeño , la función misma recibirá como incremento la diferencia f(x+)-f(x), que dependerá al mismo tiempo de la nueva variable y del valor de x. Dado esto, la función f(x) será, entre los dos límites asignados a la variable x, una función continua de esta variable si, para cada valor de x intermedio entre esos límites, el valor numérico de la diferencia f(x+)-f(x) decrece indefinidamente con el de . En otras palabras, la función f(x) permanecerá continua respecto a x entre los límites dados si, entre esos límites, un incremento infinitamente pequeño de la variable produce siempre un incremento infinitamente pequeño de la función. Decimos que la función f(x) es, en la vecindad de un valor particular atribuido a la variable x, una función continua de esta variable, siempre que es continua entre dos límites de x que encierren el valor del que se trata, sin importar cuán próximos estén. En fin, cuando una función f(x) deja de ser continua en la vecindad de un valor particular de la variable x, se dice que ella deviene entonces discontinua, y que existe para este valor particular una solución de continuidad.”
Un quiebre y el comienzo de una nueva manera de ver el hacer matemáticas _ Capítulo 3
77
funciones. En esto se puede ver como la continuidad es la racionalidad para definir lo
que es o no es una función.
A lo largo de todo el texto, el autor se refiere a diversos temas, de los cuales la
continuidad aparece como el elemento integrador de toda la obra. Estos temas son las
funciones simétricas, alternas y homogéneas, la determinación de funciones enteras a
partir de algunos valores particulares conocidos, en donde usa solamente la
interpolación de Lagrange, la determinación de funciones continuas de una sola variable
adecuadas para verificar ciertas condiciones, las series convergentes y divergentes,
reglas de convergencia y suma de algunas series, las expresiones imaginarias y sus
módulos, las variables y funciones imaginarias, las series imaginarias convergentes y
divergentes, la suma de algunas series imaginarias convergentes, las raíces reales o
imaginarias de las ecuaciones algebraicas y la resolución numérica de algunas de estas
ecuaciones mediante el álgebra y la trigonometría, la descomposición de fracciones
racionales en fracciones parciales y las series recurrentes y sus desarrollos de fracciones
racionales en series recurrentes. Como mencionamos, en todos los capítulos se maneja la
noción de continuidad, por lo que esta noción se convierte en el elemento central de una
nueva arquitectura del cálculo que se desprende intencionalmente del conocimiento
sensible del mundo.
3.2.2 El rechazo intencional al conocimiento sensible del mundo
Como podemos observar, el contenido del escrito es solamente matemático, no hay
indicios de aplicaciones a la geometría ni a la mecánica ni a ninguna otra ciencia. Yendo
más allá, Cauchy rechaza relacionar la matemática con las aplicaciones a las ciencias de
su tiempo. Un ejemplo de esto se puede encontrar en la segunda parte del capítulo 5 de
la obra:
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
78
49
(Cauchy, 1821, p.106)
Aquí no aparece alguna mención acerca de que esta ecuación culmina una
axiomatización puramente matemática de la estática, resolviendo el problema de
composición de fuerzas. Obviamente esto no era desconocido para Cauchy. De aquí que
se considera que este rechazaba las aplicaciones físicas en su obra (Dhombres, 1994, p.
22). Nótese que la afirmación no es que la matematización de la época sea totalmente
independiente del conocimiento sensible de su tiempo. Esto sería una falacia desde el
punto de vista de una aproximación sociocultural como la nuestra. Lo que estamos
afirmando es que Cauchy desarrolla una racionalidad de la matemática desprendiendo y
rechazando el conocimiento sensible del mundo. Sin embargo, los resultados de esta
matemática, con Cauchy, siguen dando respuesta a las problemáticas de la ciencia de su
tiempo50.
Esto se enmarca en la esencia revolucionaria de la arquitectura que Cauchy da a la
matemática. La continuidad, noción existente desde el comienzo de la historia de las
matemáticas, es reinventada por Cauchy en base a los infinitésimos. En este sentido el
autor no retoma ningún resultado previo ni se apoya en ninguna referencia de algún
matemático anterior a él, es decir, es una construcción revolucionaria (Lakatos, 1976). De
aquí que se puede pensar que el interés del autor es el de romper una práctica a través
de una obra que aspira a ser normativa (Dhombres, 1994). En este sentido Cauchy rompe
radicalmente el método analítico de Lagrange, al no recurrir jamás a las razones
extraídas de la generalidad del álgebra, sino utilizando un método deductivo en el cual
enumera explícitamente cada proposición que introduce (Cauchy, 1821).
49 “Determinar la función )(x de manera que ella siga siendo continua entre dos límites reales
cualquiera de la variable x , y que cumpla, para todo los valores reales de las variables x e y ,
)()(2)()( yxxyxy ” 50 Este rechazo se puede complementar al estudiar la memoria sobre diversos puntos del análisis (Cauchy, 1829b), en la que su autor comenta el potencial de las obras de Lagrange y Laplace en relación al desarrollo de funciones en series. El autor, al referirse tanto a Lagrange como a Laplace, da ejemplos astronómicos en donde sus aportaciones matemáticas tuvieron impacto. Sin embargo, como ya mostramos, rechaza hacerlo con su propia obra.
Un quiebre y el comienzo de una nueva manera de ver el hacer matemáticas _ Capítulo 3
79
De esta manera, Cauchy rompe con la tradición que le precede, la que fundaba a la
matemática en el conocimiento sensible o sensual del mundo. Cauchy se fue encerrando
en las matemáticas puras, jugando con la técnica más especializada y aislándola de otras
formas del pensamiento, forjando una obra de valor universal (Dhombres, 1994)
3.2.3 Una mirada de su producción didáctica en conjunto
Ahora bien, el Curso de Análisis fue la primera de varias producciones didácticas
producidas por el autor en este periodo, en base a su labor como docente en la École
Polytechnique. Cauchy publicó tres compendios con sus lecciones conferenciadas en la
escuela politécnica sobre el cálculo infinitesimal. La primera en 1823 que contiene
cuarenta lecciones, veinte sobre el cálculo infinitesimal y veinte sobre el cálculo integral.
La segunda es de 1826 y contiene las aplicaciones de esas lecciones a la geometría. La
tercera es de 1829 e incluye la primera parte del escrito de 1823, con veintitrés lecciones
en las cuales se nota un desarrollo más bastó que en la publicación de 1823. Estas obras
fueron desarrolladas a “[…] petición del consejo de instrucción de la Escuela Real
Politécnica” (Cauchy, 1823, p.2), con el fin de presentar “los desarrollos que pueden ser
útiles a los profesores y a los alumnos de los Colegios Reales” (Cauchy, 1821, p.ij). La
enseñanza del cálculo se dividía en dos años, el primer año se estudiaba el cálculo
diferencial y el segundo con el cálculo integral (Cauchy, 1823, p.2). Nótese que las
lecciones sobre el cálculo infinitesimal tiene una mayor relación con el servicio que
desarrolló Cauchy como docente en la École. En cambio, el Curso de Análisis se muestra,
además de ser un servicio a la escuela, como una obra independiente, una construcción
nueva del conocimiento matemático. Sin embargo, ambas obras convergen en el rigor. El
Curso de Análisis busca perfeccionar el análisis matemático con base al rigor que exige la
geometría (Cauchy, 1821) presentando una nueva estructura para su fundamento, y las
lecciones buscan “reconciliar el rigor de la demostración con la simplicidad de los
métodos” (Cauchy, 1826, p.2) al considerar el rigor del Análisis Algebraico “con la
simplicidad que resulta de la consideración directa de las cantidades infinitamente
pequeñas” (Cauchy, 1823, p.2).
El curso de Análisis fue ampliamente conocido y difundido en su época. Tres años
después de su publicación, la obra fue traducida al alemán (Dhombres, 1994). Berlín,
capital de Alemania, en este tiempo se estaba desarrollando en lo que sería después la
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
80
capital mundial de las matemáticas. Matemáticos de esta nueva corriente, como Abel,
estudiaron el curso y lo tomaron como base para sus producciones científicas (Abel,
1826, citado en Lakatos, 1976). Los analistas de la segunda parte del siglo XIX
reconocieron la importancia de la obra de Cauchy en el desarrollo del análisis moderno.
A estos, la obra de Cauchy significó su cimiento, gracias a la noción de continuidad, los
criterios de convergencia, el análisis complejo y otras aportaciones, además de ser el
paso inicial en la formalización de la noción de límite.
3.2.4 Una construcción matemática desarrollada por una necesidad de difusión escolar
Es interesante concebir estas obras de Cauchy como obras de difusión institucional. El
Curso de Análisis, si bien tiene un nivel de dependencia menor al de las lecciones sobre
el cálculo infinitesimal, también tiene un fin de difusión institucional. De aquí la misma
organización del escrito. Sin embargo, algunos de los resultados de esta magna obra
fueron publicados en el Journal de l´École, que tenían como comité evaluador
principalmente a los integrantes de la Academia de Ciencias de París, es decir, a los
científicos más influyentes de la época. De aquí que la obra misma nace por una
necesidad didáctica, pero desarrolla una estructura matemática nueva, comunicada con
la intención de la difusión escolar. Esto es relevante para entender la obra misma pues
cada uno de los contenidos tratados en cada uno de los capítulos están delimitados por
esta intencionalidad didáctica, dejando en los anexos los elementos “para los que deseen
hacer un estudio especial del análisis” (Cauchy, 1821, p.ij).
Los principales conceptos del cálculo nacen, en definitiva, por una necesidad didáctica, y
son concebidos en su estructura, organización y presentación, con la intencionalidad de
su difusión escolar, que pretende normar el discurso escolar de su época. De esta
manera, la obra de Cauchy es una reconstrucción que busca una exposición didáctica de
la matemática que sintetiza. Fue provocada y desarrollada por una difusión escolar, y
debemos situarnos en este contexto para explorar su significado.
3.2.5 El por qué de la interrupción de su producción didáctica
En 1830 el autor interrumpe el desarrollo de su producción didáctica y no lo volvió a
retomar nunca. Dada la relevancia y gran aportación de su obra, esta interrupción nos
llamó mucho la atención, por lo cual buscamos una explicación a esta situación. En base a
Un quiebre y el comienzo de una nueva manera de ver el hacer matemáticas _ Capítulo 3
81
la información de los prefacios de sus obras, existe evidencia de al menos cuatro obras
que quedaron pendientes para ser desarrolladas, pero que sin embargo nunca se
publicaron. La primera es el segundo tomo del curso de análisis, anunciado en la
introducción del mismo curso (Cauchy, 1821, i). La segunda y tercera son la continuación
de las aplicaciones de las lecciones del cálculo infinitesimal a la geometría, anunciadas
en la introducción de esta obra (Cauchy, 1826, 2). La cuarta es la re-publicación de la
segunda parte de las lecciones de 1823 sobre el cálculo integral, anunciados en la re-
publicación de las del cálculo diferencial (Cauchy, 1829, p.1) ¿Por qué Cauchy habrá
interrumpido su producción didáctica, de la cual mostraba interés de seguir
desarrollando?
Lakatos (1976) explica que la segunda parte del curso de análisis no se publicó por la
situación incómoda en la que el autor quedó después del debate por su controvertida
demostración sobre la continuidad de la función límite de funciones continuas, que
según Abel admitía excepciones, es decir, contraejemplos. Esta tesis podría considerarse
para el curso de análisis, pero no se puede extender para toda su obra didáctica, pues sus
lecciones sobre el cálculo infinitesimal se reeditaron el año 1829. Tenía que haber algún
motivo más fuerte.
Al estudiar las condiciones de producción de sus obras, entendimos que justamente en
1830 Cauchy deja de ser profesor de la École Polytechnique, y no vuelve a regresar a ese
cargo después. Ya hemos advertido que la producción de su obra didáctica se dio por su
docencia en esta escuela, única en su clase en su época. Pues, si la producción está
relacionada con la docencia, la no producción está relacionada con su salida de la misma
École. ¿Cuáles habrán sido los motivos por los cuales Cauchy dejó la Polytechnique?
Al analizar los acontecimientos sociopolíticos de la época nos percatamos de una
relación relevante. Después de la caída de la monarquía, los 10 años de revolución y 10
años del imperio napoleónico posterior, en 1814 regresa la monarquía a reinar Francia
por 16 años, hasta 1830. Este fue el periodo en el cual Cauchy entró a la Academia de
Ciencias de París y fue profesor de la École Polytechnique. Después de la caída de la
monarquía en 1830, Cauchy se autoexilia al negarse, por dos ocasiones, a firmar
juramento al nuevo régimen, trasladándose a Turín en donde tiene una inestable vida
científica. Si ponemos atención en las obras didácticas estudiadas, podremos ver que
estas fueron publicadas por la Imprenta Real y los títulos de sus obras hacen referencia a
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
82
L´École Real Polytechnique. Esto es justamente por el regreso del Rey a Francia en estos
años señalados. Al estudiar la misma concepción del conocimiento matemático de
Cauchy y los procesos sociopolíticos de su época, pudimos entender el por qué del
desprendimiento de lo sensible en su obra. Esta interpretación nos ayudará a precisar el
contexto de significación del Curso de Análisis de Cauchy.
3.3 EL DESPRENDIMIENTO DE LO SENSIBLE, UNA EXPRESIÓN DEL PENSAMIENTO
MONÁRQUICO DE SU TIEMPO
La situación sociopolítica francesa de los siglos XVIII y XIX tuvo una influencia de
dimensiones considerables en la ciencia y educación de sus tiempos. En particular, un
debate entre las corrientes conservadoras, caracterizadas por la defensa del Rey como
una autoridad impuesta por Dios, con las corrientes liberales, caracterizadas por
pensamientos críticos hacia la monarquía y su relación con el vaticano, en conjunto con
los principios de la ilustración que fueron basales para el estallido de la revolución, se
puede entender en medio de los diferentes cambios sociales vividos en la Francia de
estos tiempos, considerando los factores situacionales, como la coexistencia del hambre
y la opulencia, y los socioculturales, en los que se manifestaba el debate ideológico entre
diferentes comunidades sociales. De esta manera, identificamos el periodo de la
monarquía, seguido por la revolución francesa, el periodo Imperial de Napoleón, el
regreso de la monarquía a Francia, y el retorno de los planteamientos revolucionarios. La
siguiente escala de tiempo ilustra esta situación (Figura 3.1). Los detalles en relación a los
personajes de estos sucesos históricos, y las implicancias de cada periodo en la ciencia y
educación de la época, pueden ser estudiados y analizados en el Anexo A de esta tesis.
Figura 3.1
Periodo de la monarquía Periodo revolucionario Periodo
Regreso de los planteamientos revolucionarios
….. 1789 1799 1804
1814 1830 18..
Regreso de la monarquía Imperial
Un quiebre y el comienzo de una nueva manera de ver el hacer matemáticas _ Capítulo 3
83
3.3.1 El apego de Cauchy a las ideas conservadoras
Cauchy nace en París el 21 de agosto de 1789. Su cuna fue católica y su padre primer
teniente de la policía de París. Al estallido de la revolución, la familia se traslada a la
Arcueil, ciudad francesa al sur de París. En este exilio sufrieron hasta el punto que les
faltó el pan (O´Connor y Robertson, 1997). Cauchy se formó en este contexto familiar. Al
corto tiempo regresaron a París. Al terminar su formación inicial, Lagrange, amigo del
padre de familia, recomienda que el joven Cauchy se preparara en idiomas antes de
comenzar a estudiar matemáticas (Belhoste, 1991). Después de trabajar como ingeniero
militar de Napoleón algunos años, se comienza a involucrar en la investigación. Postuló
en algunas ocasiones a la Academia de Ciencias pero no logró entrar. En su postulación
para el área de mecánica en 1814 no recibió ni uno solo de los 53 votos emitidos
(O´Connor y Robertson, 1997). Ya con Luis XVIII en el poder, Cauchy entró como profesor
asistente de análisis en la École Polytechnique51, siendo responsable del segundo curso.
Desde 1816 ocupará la silla paralela con Ampère, en la escuela politécnica. Ampère se
mostró menos interesado que Cauchy en el análisis y le dejó que preparara los cursos de
análisis mientras él se dedicaba a la investigación en física (Belhoste, 1991). Aquí Cauchy
comenzó a desarrollar investigación en análisis matemático. En 1816 es nombrado
miembro de la Academia de Ciencias, en remplazo de Carnot y Mongue, los cuales
fueron expulsados por su relación con los pensamientos revolucionarios. Recordemos
que Carnot y Mongue fueron los fundadores de la École Polytechnique en 1794.
Recordemos además que en este periodo el rey volvió a ser el protector de la academia
de ciencias, una de las reglas abolidas por la Revolución. Ante la expulsión de los
revolucionarios, pareciera ser que Cauchy es un buen candidato, por sus posturas
sociopolíticas. Como comentamos en el Anexo 1, los cambios políticos influyeron
fuertemente en el desarrollo de las ciencias y la educación. La reestructuración
desarrollada en el periodo del regreso de la monarquía necesitaba científicos que
estuvieran alineados a esta nueva visión. De aquí que Cauchy fuera un buen candidato.
En 1817 Cauchy ingresa al Collège de France y en 1821 toma la cátedra de mecánica en
la Facultad de Ciencias de París. Es decir, el regreso de la monarquía favoreció
considerablemente a Cauchy, y causó que tomara la cátedra de análisis en la École, y por
ende toda su producción didáctica, su nueva arquitectura para el análisis matemático.
51 ¿Qué hubiera pasado si hubiera entrado como mecánico con su curso de Análisis?
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
84
Notemos que en esta época existía una fuerte relación entre las posturas políticas y
religiosas. Cauchy fue un devoto católico, fe inculcada por su cuna y reafirmada en su
edad joven con una clara convicción. En su estancia en la escuela politécnica definió sus
convicciones políticas y religiosas que le siguieron por toda su vida. En 1810, se fue a
trabajar como ingeniero militar de Napoleón con una copia de Virgilio y de La Imitación
de Cristo bajo su brazo, además de algunas obras como la Teoría de las Funciones
Analíticas (Belhoste, 1991). El ser un científico católico, en medio de un ambiente
intelectual áspero a la religión por la situación política de la época le trajo varios
conflictos a lo largo de su vida. Los conflictos con sus colegas eran basados en gran parte
por sus posturas políticas y religiosas (Belhoste, 1991). En 1810 escribe a su madre de
cómo sus colegas acusan que su devoción le está llevando a ser orgulloso, arrogante y
encaprichado, por lo cual se estaba quedando solo (O´Connor y Robertson, 1997). Sus
posturas religiosas lo involucraron con los Jesuitas en contra incluso de la Academia de
Ciencias. En 1824 fue criticado por el comentario que hizo, en su tratado acerca de la
teoría de la luz, sobre su opinión de que Newton no había creído que la gente tuviera
almas. Un periodista lo cuestionó por ser un académico cumpliendo las funciones de un
respetable misionero predicándole a los paganos (O´Connor y Robertson, 1997). Abel,
quien visitó a Cauchy en 1826, lo describió como un loco en relación a su fe, y que no
había nada que se podía hacer con él al respecto, pero que sin embargo era el único que
sabía cómo se debía hacer la matemática (O´Connor y Robertson, 1997). En 1843,
después del regreso de su exilio a Turín, Lacroix muere y queda una vacante para su silla
en el Collège de France. Cauchy, por sus capacidades matemáticas debió haber sido
nombrado en su lugar, pero su visión política y actividades religiosas, entre ellas el apoyo
a los Jesuitas, llevaron a que fuera escogido Libri, matemático claramente más débil que
Cauchy (O´Connor y Robertson, 1997). A pesar de todos estos conflictos, se conoce que
Cauchy tuvo la costumbre de mantenerse lejos de las conspiraciones internas y mantuvo
distancia a los conflictos, evitó los debates y las riñas internas de la academia y mantuvo
un trato de cortesía hacia sus colegas (Belhoste, 1991). Una carta de su hija que describió
la muerte de Cauchy en 1857, menciona que su padre pronunció “el bendito nombre de
Jesús, María y José” (O´Connor y Robertson, 1997).
3.3.2 La negativa a firmar juramento ante el régimen revolucionario
En todo esto se puede ver cómo para Cauchy la religión era más que una simple creencia,
era una fe que había alcanzado convicción en su vida. Esta fe, con base en la época, tuvo
Un quiebre y el comienzo de una nueva manera de ver el hacer matemáticas _ Capítulo 3
85
una fuerte relación con su apoyo a los planteamientos monárquicos, con respecto en los
cuales se puso en el debate de los planteamientos revolucionarios de la época. Esta
postura política se puede evidenciar con claridad en 1830, momento en el cual, después
de ser derrotado el gobierno monárquico por los planteamientos revolucionarios,
Cauchy se niega a jurar lealtad al nuevo régimen, lo cual le trajo como consecuencia la
necesidad de su autoexilio de París, dejando ahí la gran plataforma científica y sus
aspiraciones de continuar desarrollando sus obras didácticas. Cauchy se traslada a Turín
en donde estuvo hasta 1838, después de lo cual regresa a una más tranquila París
después de la revolución de 1830. A su regreso no pudo retomar su posición de profesor
de la École por haberse negado a prestar juramento (O´Connor y Robertson, 1997). El año
siguiente queda una vacante en el departamento de Longitudes y Medidas, donde
trabajó Lagrange al inicio de la revolución. Cauchy fue elegido para el cargo, pero no fue
nombrado a causa de negarse nuevamente a realizar el juramento de lealtad al nuevo
régimen.
Los beneficios que tuvo Cauchy en el periodo del regreso de la monarquía, su religión y
su negación a jurar reglamento ante el nuevo régimen revolucionario de 1830,
evidencian la postura política e ideológica de Cauchy, una postura conservadora de su
tiempo que apoyaba a la monarquía y que peleaba con los planteamientos
revolucionarios de su época. Ahora bien, ¿Qué relación existe en esta postura
conservadora con nueva arquitectura de la matemática de Cauchy?
3.3.3 El desprendimiento de lo sensible del conocimiento matemático, una expresión de
su postura política y filosófica alineada a la Monarquía.
Como podemos ver, los factores sociopolíticos están relacionados al desapego
intencional en su Curso de Análisis de la física. La separación de las matemáticas de las
demás preocupaciones humanas sería el signo de la reacción monárquica y religiosa
francesa al regreso del rey en 1814, con la cual buscó romper las ideologías del progreso
traídas por la ilustración y la revolución, que no separaba las causas del avance social de
las de la propagación el conocimiento (Dhombres, 1994). También, mediante lo extenso
de su obra y lo breve de sus prefacios comentarios, Cauchy plantea una distinción entre
la matemática y filosofía (Dhombres, 1994), la cual estaba siendo relacionada por los
planteamientos revolucionarios: las ideas pueden afectar la realidad y cambiarla. Esta
relación fue el motor intelectual de la revolución.
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
86
“Él (Cauchy) sostenía una separación franca entre las matemáticas, sus
métodos y sus fines, sus medios y sus verificaciones, y las otras ciencias o
conocimientos humanos; en particular la historia, pero sobre todo la religión,
sobre la que se apoyaba la restauración, la alianza del trono y el púlpito al
que Cauchy rendía fe”
(Dhombres, 1994, p. 16)
Por tanto, el desprendimiento de lo sensible en la obra de Cauchy se muestra como una
expresión de sus posturas políticas e ideológicas llevadas al campo del conocimiento
matemático. De esta manera Cauchy desarrolló una reorganización intelectual del
análisis, construyendo un punto de partida absoluto, el lógico, marcando de esta manera
fin a considerar como punto de partida la observación de la naturaleza, la cual la provocó
y la hizo necesaria (Dhombres, 1994). De esta manera la obra de Cauchy da a la ciencia
matemática una nueva racionalidad, desprendiéndola de lo sensible y fundamentándola
en sí misma. De esta manera Cauchy quiebra una noción del cálculo en la cual su
justificación e ideas germinales se encuentran en el conocimiento sensible del mundo,
dando nacimiento a una nueva era, la cual traerá consigo desarrollos quizás inesperados
incluso para el mismo Cauchy. Después de un proceso de confrontación con la
racionalidad antigua, esta nueva racionalidad sobre la naturaleza del conocimiento
matemático se institucionaliza y permite llevar al análisis a niveles mucho mayores en
cuestión de generalidad, fundamentación y estructura, además de permitir el nacimiento
de nuevas áreas de estudio, como el álgebra lineal.
3.4 LA CONCEPCIÓN DE CAUCHY SOBRE EL CONOCIMIENTO MATEMÁTICO
El debate sobre el estatus del conocimiento matemático de Cauchy enfrentado al
planteamiento de los revolucionarios se puede profundizar al estudiar la memoria
titulada “sur les limites des connaissances humaines” (Cauchy, 1811), la cual fue leída el
mismo año ante la académica de Cherburg, en donde Cauchy trabajaba como ingeniero
militar de Napoleón. Este escrito nos brinda una visión sobre cómo Cauchy concebía al
conocimiento a los inicios de su carrera científica. En esta obra encontramos las ideas
germinales de su desprendimiento de lo sensible del conocimiento matemático. Esta
obra plantea una posición sobre lo limitado de los alcances del hombre en relación al
conocer, en contraste a la exaltación de esta capacidad que exalta al mismo hombre.
Un quiebre y el comienzo de una nueva manera de ver el hacer matemáticas _ Capítulo 3
87
3.4.1 Los límites del conocimiento humano
El autor comienza situando el problema del conocimiento humano como un problema
humano, presente en todas las épocas de la historia del hombre. Presenta diversos
ejemplos de los grandes avances del conocimiento, explicando cómo el hombre ha
conseguido señorear a la naturaleza. Esto desde controlar la fuerza gigantesca de un
elefante hasta elevar los ojos al cielo y entender el sistema general del universo; Al
descubrir los secretos de la naturaleza, a distancias que jamás podrán ser recorridas;
Incluso estudia los lenguajes y los signos para entender los pensamientos de diferentes
sociedades, con sus diferentes costumbres, lenguajes y hábitos. Gracias a las ciencias
físicas y mecánicas, el hombre es capaz de conocer los continentes que no estaban a su
alcance y de elevarse al cielo para entender el universo. Incluso ha entendido el mundo
más allá de las tumbas, al ocuparse de entender a Dios y los espíritus que no se pueden
ver. El autor plantea que no terminaría de detallar todos los desarrollos llevados a cabo
por el hombre, todos los avances en conservar la salud de las personas, y las miles de
invenciones útiles para la sociedad, y que si mira al pasado o al futuro vería lo mismo
(Cauchy, 1811).
Después de esta exaltación al conocer humano, propio de la época, sus grandes avances
científicos situados en el comienzo de la revolución industrial y de la ideología de la
ilustración, el autor plantea una crítica en relación a que el conocimiento del hombre
puede crecer indefinidamente. En efecto, plantea que existen límites del conocer
humano que nunca se podrán superar, por lo que el conocimiento humano es limitado,
por sus facultades naturales (Cauchy, 1811, p.6). Afirma que nuestros descubrimientos en
literatura, geografía, ciencias exactas, historia y en metafísica no podrán multiplicarse
indefinidamente. Cita a modo de ejemplo, que jamás alguien podrá conocer todas las
lenguas existentes en el mundo, que la geografía no podrá conocer el cien por ciento del
mundo por motivo de lo inalcanzable de los polos, que no se podrá dar evidencia de las
sustancias que forman el núcleo del globo terráqueo, por la imposibilidad de bajar a esa
profundidad de la tierra; Que el hombre no puede elevarse de la atmósfera, por la
imposibilidad de respirar ahí, qué la química podrá hacer muchos descubrimientos, pero
que al descomponer siempre encontrará cuerpos no descomponibles, etc. (Cauchy, 1811,
p.6) Al respecto, plantea que la ciencia que más ha sorprendido al hombre por sus
descubrimientos ha sido la astronomía, ciencia que ha conseguido develar el universo.
Sin embargo, plantea que esta ciencia tiene límites, como lo es por ejemplo conocer la
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
88
cara de la luna que está oculta al planeta, o la incapacidad de conocer la naturaleza del
suelo de los planetas a los cuales se ha conocido su órbita, o incluso conocer cómo son
los habitantes de estos planetas, haciendo alusión a extraterrestres. Con esto plantea que
hay ciencias que han crecido, pero que no podrán crecer indefinidamente.
Este punto de vista sobre el conocimiento se contrasta con la exaltación de la capacidad
del conocer del hombre existente en la época, lo que conllevaba a la exaltación del
mismo hombre. Este planteamiento era paralelo a las ideas de la ilustración, propia de los
planteamientos revolucionarios, o más general, de los contrarios a los planteamientos
Monárquicos. Esta corriente planteaba una exaltación a la razón para construir un
sistema autoritario ético, en contraste con las condiciones de coexistencia de opulencia y
miseria dadas en los regímenes monárquicos. Recordemos que en este tiempo la relación
Vaticano-Monarquía era fuerte. Esto era así al menos desde el rey Luis el Grande, quién a
pesar de romper las relaciones con el vaticano, mantuvo su relación con la fe católica, en
la cual fundamentaba su designación como divina (Ver anexo 1). Recordemos que este
Rey construyó el palacio de Versalles, a las afueras de París, en el que vivió en extrema
opulencia mientras Francia pasaba una de las crisis económicas más fuertes de su
historia. Esta relación monarquía-vaticano incidió en que la ilustración considerara una
visión diferente de la espiritualidad, considerando concepciones más personales que
institucionales y dando origen a nuevos planteamientos religiosos. Entre estas corrientes
se encontraba la de los que apelaban a la libertad, en relación al desapego de las
instituciones religiosas. Notemos que la relación entre religión y regímenes políticos fue
muy fuerte en los periodos considerados. La revolución abolió las instituciones del
antiguo régimen, desligando la enseñanza de la teología y exaltando la de las ciencias.
Napoleón quitó la enseñanza de Teología de la Universidad Imperial, que vino a
remplazar a la antiquísima Universidad de París. Después del regreso del Rey en 1814, la
enseñanza de la teología se reanudó (Ver anexo 1). Recordemos también que Cauchy fue
un ferviente católico, hasta el punto de realizar comentarios al respecto en sus escritos,
lo que lo llevó a una situación tensa con varios de sus colegas en la Academia, a pesar de
la buena actitud que tenía hacia ellos, y a relaciones complejas con los gobiernos
opositores a su ideología.
De esta manera el papel de la razón, unido a las leyes naturales del mundo, podría
transformar la calidad de vida humana. De esta manera la razón, en base al axioma, se
comenzó a constituir como base del conocer humano. La tensión con la religión era
Un quiebre y el comienzo de una nueva manera de ver el hacer matemáticas _ Capítulo 3
89
latente, pues el estado absoluto de las monarquías estaba sometido al catolicismo, y por
ende al Vaticano en Roma, en conjunto con su opulencia y poderío político imperial en
su región. De esta manera la exaltación de la razón significaba más que la exaltación del
conocer humano, implicaba aires de vivir nuevos mundos desligados de las instituciones
que vivían en opulencia en contraste de la pobreza del mundo. Es a esta exaltación de la
razón humana que Cauchy critica en esta memoria. El autor la finaliza refiriéndose a
cómo los científicos de todas las épocas han considerado a la ciencia divina. Al respecto
plantea cómo lo que se conoce es algo que a Dios le ha complacido revelar, o permitido
descubrir (planteando la posición del conocimiento desde la perspectiva clásica y la
ilustración), pero que en relación a la totalidad del conocimiento esto tiene un límite.
Esta concepción sobre los límites del conocimiento del mundo se materializa en su Curso
de análisis, en el que argumenta una separación del análisis y la realidad, y apela a que es
un error llevar a la razón a fronteras que según él no les corresponde. Al respecto, las
palabras del siguiente extracto son reveladoras por sí mismas: Existen verdades más allá
del álgebra y realidades más allá que la de los objetos sensibles, no llevemos a las
matemáticas más allá de su dominio.
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
90
52
(Cauchy, 1821, P.v-vij).
52 “Por demás, si yo he buscado por una parte perfeccionar en análisis matemático, de otra estoy lejos de pretender que el análisis debe cubrir a todas las ciencias del razonamiento. Sin duda, en las ciencias que llamamos naturales, el solo método que podemos emplear con éxito consiste en observar los hechos y someter después las observaciones al cálculo. Pero será un error grave pensar que solo se encuentra certitud en las demostraciones geométricas, o en el testimonio de los sentidos; y aunque nadie hasta ahora ha intentado probar por el análisis la existencia de Augusto o la de Luis XIV, todo hombre sensato considerará que esta existencia es tan cierta para el que el cuadrado de la hipotenusa o el teorema de Maclaurin. Jo digo más; la demostración de esta último teorema está en el ámbito de un número pequeño de personas, y sabemos que estos no están todos de acuerdo sobre el entendimiento que se le debe atribuir; mientras que todo el mundo sabe muy buen por quien la Francia a estado gobernada en el siglo diecisiete […] Lo que digo aquí sobre un hecho histórico se puede aplicar a una multitud de cuestiones, en religión, en moral, en política. Somos entonces persuadidos que existen otras verdades más de las verdades del álgebra, y otras realidad más que la de los objetos sensibles. Cultivemos con ardor las ciencias matemáticas, sin extenderlas más allá de su dominio; y no imaginemos que podemos atender la historia con las fórmulas, ni dar por sanción de moral los teorema del álgebra o del cálculo integral”
Un quiebre y el comienzo de una nueva manera de ver el hacer matemáticas _ Capítulo 3
91
3.4.2 ¿Un límite en las ciencias matemáticas?
En medio de esta memoria el autor hace un comentario sobre las ciencias exactas:
53
(Cauchy, 1811, p.6)
Esta parte es interesante, pues plantea una posición de la época. Los matemáticos
anteriores a Cauchy, como Fourier, Laplace, Euler y Leibniz, intentaron unir a la
matemática con las ciencias físicas. Laplace postuló que la mecánica sería una nueva
ciencia en donde la matemática es su herramienta. Lagrange, planteaba que la mecánica
se manifestaría como una rama misma del análisis matemático. En ambas posturas, el
conocimiento matemático tenía un límite, había alcanzado un desarrollo de los más altos
para su racionalidad. Al respecto de este debate, Cauchy zanja el asunto en una nueva
dirección, ignorando la física de su tiempo en su obra matemática. De esta manera,
pensando en el Curso de Análisis, se hizo necesaria una nueva racionalidad del
conocimiento matemático para romper estos límites y dar apertura a nuevos rumbos
sobre el quehacer matemático.
Nótese que en los mismos años que se escribió esta memoria, Fourier, uno de los
primeros ingenieros matemáticos de la historia, estaba desarrollando su obra sobre el
calor. Con sus investigaciones, se niegan los conceptos Fundamentales del análisis
matemático del siglo XVIII, como el de función, el papel del álgebra, el continuo real, así
como la interpretación física de las soluciones y el comienzo del estudio de la
convergencia (Cantoral y otros, 2006, p.91). Nótese que las series de Fourier tienen la
intención de modelar las soluciones de las ecuaciones diferenciales que modelaban el
comportamiento del calor, y no a un fenómeno físico de manera directa. Esta obra abre
paso a una nueva racionalidad del conocimiento, las cuales estaban lejos de la barrera de
las funciones relativas a la física del siglo XVIII, funciones que requirieron, gracias a
Fourier y sus contemporáneos, una aplicación en la noción de función. Estas funciones
53 “Que puedo decir sobre las ciencias exactas: la mayoría parece alcanzar sus periodos más altos. La aritmética, la geometría, el álgebra, las matemáticas trascendentes son las ciencias que se pueden considerar como terminadas, y donde no queda nada más que hacer que aplicaciones útiles”
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
92
aportaron un nuevo desenlace, el estudio de la convergencia de series de funciones, un
contenido matemático que pertenece a un problema interno, la modelación de la
solución de una ecuación diferencial, dando origen a largo plazo a la convergencia
uniforme, concepto que se enmarca en este nuevo comienzo con esta nueva racionalidad
que existe en todo este nuevo paradigma nuevo de la matemática que se enmarca hasta
que esta fundamentación se lleva a otro nivel más alto, esto es, el teorema de
representación analíticas de funciones arbitrarias de Weierstrass.
Es posterior a esta situación que Cauchy, en 1821, plantea esta nueva arquitectura del
análisis. Consideremos que Cauchy conocía muy bien la obra de Lagrange y sus
contemporáneos, y las limitantes en base a estos nuevos problemas que estaba
enfrentando las matemáticas de sus tiempos. La naturaleza fenomenológica de los
problemas del nuevo siglo (XIX) necesitaron que se comenzara un abandono del espacio
físico para enfrentar estos nuevos problemas que pertenecían a un espacio matemático.
De esta manera, este abandono de lo sensible era algo necesario para enfrentar nuevos
problemas. Sin embargo, los matemáticos de la época estaban en la racionalidad de la
relación con el conocimiento sensible del mundo. De seguro, la extrapolación del
pensamiento monárquico de la época impulsó este proceso de cambio de racionalidad,
en conjunto con la necesidad interna del mismo conocimiento matemático.
3.4.3 Un viraje de lo inductivo a lo deductivo
El cambio de racionalidad que trae a la matemática la obra de Cauchy trajo cambios
profundos y radicales en los métodos lógicos utilizados. El desprenderse de la
experiencia sensible como racionalidad de la matemática y remplazarla por el rigor
lógico puede interpretarse como el paso de la generalización a la abstracción, y por
tanto de la inducción a la deducción. Para describir los fenómenos de la naturaleza se
tomaban datos y las conclusiones se generalizan. La racionalidad de lo relativo a lo
sensible se sustenta en un razonamiento deductivo. Cauchy criticó este tipo de
razonamiento
Un quiebre y el comienzo de una nueva manera de ver el hacer matemáticas _ Capítulo 3
93
54
(Cauchy, 1821, p.ij-iij)
En efecto, el giro que hace a los planteamientos lógicos de la geometría es por alejarse
de la generalidad del álgebra, base del planteamiento analítico de Lagrange. La crítica
de Cauchy al pensamiento inductivo es clara, y su alternativa es desprenderse de este
terreno sensible definiendo todo desde una nueva base. La nueva arquitectura, basada
en definiciones de partida, se sustenta en un razonamiento deductivo, en un
conocimiento matemático sustentable en bases lógicas, posicionando a la abstracción
54 “En cuanto a los métodos, he buscado en dar todo el rigor que exige la geometría, de manera de jamás recurrir a las razones dadas por la generalidad del álgebra. Las razones de esta especia, que son comúnmente bastante admitidas, sobre todo en relación al pasaje de series convergentes a series divergentes y de las cantidades reales a expresiones imaginarias, no pueden ser consideradas, me parece, como inducciones propias a hacer presentir alguna vez la verdad, pues son poco acordes a la exactitud que elogia a las ciencias matemáticas […] Al determinar […] condiciones […] y al fijar de manera precisa el sentido y la notación que utilizo, hago desaparecer cualquier incertidumbre”
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
94
como el elemento central de la obra, conllevando un distanciamiento de la
generalización. Es decir, la inducción pierde relevancia epistémica sobre lo deductivo.
Los conceptos matemáticos comienzan a ser abstractos, desprendiéndose lo sensible de
estos y quedando lo que de estos resiste al sustento lógico. En esto, la abstracción
cumple un rol fundamental. Podríamos decir esto de la siguiente manera: El cambio de
racionalidad de lo sensible al desprendimiento de lo sensible trae un cambio
metodológico, de la inducción a la deducción, de la generalidad a la abstracción.
3.5 EL CONTEXTO DE SIGNIFICACIÓN DEL CURSO DE ANÁLISIS DE CAUCHY
Un punto que causa mucho interés en relación al desprendimiento y rechazo del
conocimiento sensible en el Curso de Análisis de Cauchy, es el contexto en el cual fue
producida. En efecto, además de ser única en su tiempo por rechazar la relación de la
matemática con las ciencias, la obra estaba dirigida a los alumnos de la Escuela
Politécnica, institución encargada de formar los cuadros técnicos del estado y la
industria. La época en la cual se gestó fue de gran actividad en las ciencias físicas, pues
Francia estaba interesada en recuperarse de su retraso en relación a la revolución
industrial inglesa. Y además, Cauchy tuvo una formación primaria en la École
Polytechnique, después de lo cual estudió tres años ingeniería en puentes y caminos.
¿Cómo se concibió una obra con esta característica en un tiempo como éste?
Consideremos además que, antes de la entrada de Cauchy a la cátedra de análisis a la
École, tuvo una producción en física considerable, y que terminando su curso de análisis
en 1821, retomó el estudio de la física matemática (Belhoste, 1991)
Estos datos muestran lo contradictorio del ambiente para una obra como ésta. Sin
embargo, esta obra tuvo un reconocimiento en los años que siguieron y se volvió
normativa en cuanto a discurso escolar.
Artículos de
Física
Artículos de
Física
Un quiebre y el comienzo de una nueva manera de ver el hacer matemáticas _ Capítulo 3
95
Es por esto que no podemos entender a la obra como un intento de separar a las
matemáticas de las ciencias de su tiempo. Sino, lo que intentó es fundar a la matemática
en una nueva racionalidad, es decir, sus argumentaciones y formas de validación se
encontrarían en su estructura interna. Esta racionalidad trajo el desprendimiento de lo
sensible en la racionalidad del conocimiento matemático, afectándolo. Comenzaron a
nacer conceptos nuevos del cálculo que no encuentran sus ideas germinales en las
ciencias de su tiempo, sino en la misma matemática, los cuales vienen para construir una
nueva arquitectura sustentada en la lógica y en principios de partida sólidos. Claro está,
esta manera de construir la matemática trajo varios conflictos internos. Sin embargo, el
conocimiento desarrollado en esta estructura sigue ligado a las necesidades y a los
problemas de la física de su tiempo.
Es de aquí que interpretamos a la obra de Cauchy como una postura en relación a cómo
se debe concebir al conocimiento matemático. Cauchy no buscó apoyar sus
procedimientos a una analogía de la naturaleza sensible o fenomenológica. Tampoco
intentó retomar los desarrollos de las construcciones matemáticas que le precedieron.
De aquí que no se puede encontrar algún elemento significativo para la obra de Cauchy
en aplicaciones o interpretaciones físicas, ni tampoco en una reinterpretación de una
obra anterior. El significado de la obra matemática de Cauchy se debe atribuir a una
construcción, en donde el rigor no es un elemento correctivo como con Lagrange, sino es
parte de la misma estructura construida, en donde la postura es prescindir del mundo
físico y rechazar a la historia misma del cálculo (Dhombres, 1994).
Esta construcción está relacionada a una necesidad, la de desarrollar un discurso escolar
para los que se inician en el estudio de las matemáticas (Cauchy, 1821), alumnos de la
élite intelectual de su época, los estudiantes de la École Polytechnique. Sin esta
necesidad la construcción no se hubiera realizado de esta manera. La estructura
organizativa de las ideas y las ideas mismas son una reorganización de los conocimientos
matemáticos trabajados en la época con una intencionalidad didáctica.
La organización de Cauchy propone una separación, en cuanto a su racionalidad, del
conocimiento matemático en relación al conocimiento sensible del mundo.
Desarrollando una estructura de la matemática basada en una génesis única sustentada
en la lógica, tomando al rigor como un elemento de esta nueva arquitectura. Logrando
con esto un quiebre de una época en la que el conocimiento matemático era relativo al
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
96
conocimiento sensible del mundo y dando el punta pié inicial para una nueva era, en
donde el cálculo se desliga de su vinculación con la física y de los problemas que le
dieron origen, poniendo los primeros cimientos de una ciencia autónoma, en donde su
pilar fundamental es la abstracción (Dhombres, 1994).
En relación a las motivaciones que llevaron al desprendimiento de lo sensible con
Cauchy, ya hemos respondido en relación a la manifestación del pensamiento
monárquico de su época, en la cual era conveniente en cierto sentido considerar al
conocimiento separado de la realidad, además de la evolución dada por las nuevas
funciones que aparecieron por la solución de ecuaciones diferenciales que modelaban
problemas de una naturaleza nueva.
Por todo esto, para entender el Curso de Análisis de Cauchy, necesitamos entenderlo
considerando todos estos factores planteados de manera conjunta. Ahora bien, con
Cauchy comienza un proceso de instauración de una nueva racionalidad. No es
instantáneo, es un primer paso para la validación institucional de esta nueva concepción
en torno al conocimiento matemático, la cual comenzará a convencer y a formar a una
nueva generación de matemáticos. Como mostraremos en el próximo capítulo, este
proceso de institucionalización de esta nueva racionalidad causó conflictos racionales
que ni el mismo Cauchy pudo hacer frente. Se necesitó esperar a una nueva generación
que pudieran afrontar estos problemas y llevar a la matemática a niveles quizás
insospechados por Cauchy.
97
CAPÍTULO 4
UN CONFLICTO CAUSADO POR LA CONFRONTACIÓN
DE DOS RACIONALIDADES DEL CONOCIMIENTO
MATEMÁTICO.
98
CAPÍTULO 4
UN CONFLICTO CAUSADO POR LA CONFRONTACIÓN DE DOS RACIONALIDADES DEL
CONOCIMIENTO MATEMÁTICO.
Este cambio de racionalidad que comenzó con la obra de Cauchy trajo uno conflicto, uno
de los episodios más interesantes de la historia de la matemática: La coexistencia de la
demostración de un teorema y la validación de sus contraejemplos por toda una
generación de matemáticos.
Cauchy, en su curso de Análisis, demostró que el límite de una serie de funciones
continuas es una función continúa (Cauchy, 1821). Sin embargo, con la definición de
continuidad dada en esta misma obra los conocidos ejemplos de Fourier, hasta entonces
conocidos como funciones continuas, se convirtieron en contraejemplos del teorema
demostrado por Cauchy. Comienza el debate. En 1826 Abel denuncia en una publicación
la existencia de excepciones al teorema de Cauchy, refiriéndose a los ejemplos de
Fourier. Cauchy, en 1827, demuestra la cuestionada convergencia de estos ejemplos de
Fourier. Dirichlet, unos años más tarde, evadió el asunto en sus publicaciones. Esta
situación paradójica sobrevivió a toda una generación de matemáticos. Fue hasta 1847,
veinticinco años después de la publicación del teorema, que el matemático Seidel
resolvió el asunto. El teorema de Cauchy tenía un lema oculto, esto es, la convergencia
uniforme.
Lakatos (1976) explica esta situación, aludiendo a que el conflicto que ocultó la solución
del problema a los ojos de toda una generación fue un método utilizado por los
matemáticos de la época. El método de exclusión de las excepciones (es decir, de dejar
fuera lo que no funciona) fue el que ocultó la solución a los ojos de los matemáticos de la
época. Sin embargo, nuestra mirada sociocultural nos permite ir más allá y brindar una
explicación alternativa: Fue la racionalidad de los matemáticos de la época, que
consideraban al conocimiento matemático como relativo al conocimiento sensible del
mundo, la que ocultó la solución del problema a sus ojos, pues, el lema oculto (la
convergencia uniforme) en la demostración de Cauchy es un concepto que pertenece a
esta nueva racionalidad naciente del conocimiento matemático que lo considera
desprendido del conocimiento sensible del mundo. Las ideas tienen consecuencias.
Un conflicto causado por la confrontación de dos racionalidades del conocimiento Capítulo 4
99
A continuación desarrollaremos una cronología de los acontecimientos y
argumentaremos el por qué la manera de ver incidió en que la convergencia uniforme
estuviera escondida de toda una generación de matemáticos.
4.1 UN TEOREMA DEMOSTRADO Y LA EXISTENCIA DE CONTRAEJEMPLOS
4.1.1 El teorema de series de Cauchy
En su Curso de Análisis de 1821 Cauchy demuestra que el límite de una serie de
funciones continuas en una función continúa. El enunciado del teorema es el siguiente,
considerando la serie (1) como ,...,,...,,,,, ,1,,4,3,2,1, nno uuuuuuu
55
(Cauchy, 1821, p.20)
Para su demostración, considera la serie ...210 uuus en la forma
...1 nnn uuss , donde las cantidades ,...,, 21 nnn uuu conformarán una nueva serie
representada por nr llamada residuo de la serie, obteniendo finalmente la expresión
nn rss . Después de esto el autor considera que si la sucesión s es convergente y sus
diferentes términos son funciones continuas de x en una vecindad de un valor particular
atribuido a esta variable, entonces también ns será evidentemente continua en relación
a x en una vecindad del valor particular del cual se trata. Además, si se incrementa x en
una cantidad infinitamente pequeña , el incremento de ns será una cantidad
infinitamente pequeña para todos los valores posibles de n ; por su parte, el incremento
de nr se hará cero al mismo tiempo que nr si se le atribuye a n un valor muy grande. De
55 “Cuando los diferentes términos de la serie (1) son funciones de una misma variable x , continuas con respecto a esta variable en la vecindad de un valor particular para el cual la serie es convergente, la suma s de la serie es también, en la vecindad de este valor particular, una función continua de x ”
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
100
aquí que el incremento de la función s no podrá ser sino una cantidad infinitamente
pequeña (Cauchy, 1821, p.155-156). Es decir, concluye que el residuo será un
infinitésimo y no afectará al incremento de la función s , por lo cual la definición de
continuidad se cumplirá.
4.1.2 Los contraejemplos de Fourier
Joseph Fourier (1768-1830) fue un matemático francés partidario de la revolución. Entro
a la Escuela Normal, después trabajó como profesor asociado en la École. Este, en 1807
presentó lo sustancial de su trabajo sobre el calor a la Academia de Ciencias. Este, fue
duramente criticado por Lagrange y Laplace aludiendo a la falta de rigor. En 1811 vuelve
a enviar su trabajo y gana el premio de la Academia. Sin embargo, las críticas
continuaron. Su trabajo fue publicado en las memorias de la Academia en este año, y fue
conocida y difundida entre los matemáticos de la época. Más tarde, en 1822, la obra fue
publicada en formato de libro bajo el título de Teoría Analítica del Calor. La sección IV
de este libro trata el desarrollo de una serie arbitraria en series trigonométricas (Fourier,
1822, p.210) Fourier, entre los ejemplos que presenta, plantea series de funciones
continuas como la siguiente:
...5cos5
13cos
3
1cos xxx .
Fourier tenía la concepción intuitiva de continuidad sobre trazar la gráfica sin levantar el
lápiz. De aquí que consideraba la función límite de esta serie como continua, pues veía
que los puntos de discontinuidad estaban unidos por rectas paralelas (Lakatos, 1976). Sin
embargo, bajo la definición de continuidad introducida por Cauchy en su obra de 1821,
estas funciones se volvieron discontinuas. Como explica Lakatos, esto hizo que los
ejemplos de Fourier se volvieran contraejemplos al principio de continuidad que era
asumido como axioma para los matemáticos de la época: “Lo que es verdadero hasta el
límite es verdadero en el límite”. Se tenía una sucesión de funciones continuas, cuyo
límite era una función discontinua. Lakatos (1976) explica que esta situación llevó a
Cauchy a demostrar su teorema de la continuidad de la función límite, pues existían
dudas de la convergencia de estos ejemplos en los puntos de discontinuidad. “El propio
Fourier tenía dudas acerca de la convergencia de sus series en esos casos críticos”
(Lakatos, 1976, p. 153) Las dudas a la convergencia aludían a la falta de rigor criticada en
Un conflicto causado por la confrontación de dos racionalidades del conocimiento Capítulo 4
101
los trabajos de Fourier. Sin embargo, estas series eran también aceptadas porque
funcionaban bien. Por tanto, el debate en su comienzo era amplio, y uno de sus focos
apuntaba a la convergencia de las series de Fourier.
4.1.3 Cauchy demuestra la convergencia de los contraejemplos de Fourier
El cuestionamiento sobre la demostración de Cauchy estaba en el ambiente matemático
de la época (Lakatos, 1976) Cauchy, en 1827, lee en la Academia y publica su memoria
titulada “Sur les développements des fonctions en séries périodiques”56 (Cauchy, 1827).
En esta afirma que se puede reconocer que las series (haciendo alusión a los
contraejemplos de Fourier) son convergentes, pero que siempre está el deseo que esta
convergencia pueda ser demostrada de una manera general, independientemente de los
valores de la función (Cauchy, 1827, p.12). En la memora el autor desarrolla la
demostración de la convergencia de las series trigonométricas. Además afirma que la
solución de un gran número de problemas de física matemática exige el desarrollo de
funciones en series periódicas (Cauchy, 1827, p.12) La demostración de la continuidad de
estas funciones de 1827 trae a la publicación el tema en boga, existe un teorema
demostrado matemáticamente, afectado, y existen los contraejemplos del mismo
teorema, también demostrados matemáticamente.
Este teorema de Cauchy no es el único en situación de incertidumbre, pues, en la
cuadragésima lección de sus Lecciones de 1823 el demuestra que la integral de la
función suma de una serie convergente es igual a la suma de la serie cuyos términos son
las integrales de cada una de las funciones que la conforman (Cauchy, 1994, p.358-359).
Este teorema, al igual que el de la continuidad de la función límites, no es del todo
correcto por el mismo motivo, la dependencia de los dos procesos de límites
involucrados.
4.2 ABEL Y LA DENUNCIA PÚBLICA DE LAS “EXCEPCIONES” AL TEOREMA DE CAUCHY
Con una corta vida a causa de una tuberculosis y grandes aportaciones a la matemática,
el matemático noruego Abel (1802-1829) comenta en su publicación de 1826 lo que él
56 Sobre el desarrollo de funciones en series periódicas
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
102
llama las “excepciones” al teorema de Cauchy, refiriéndose a los contraejemplos de
Fourier ya mencionados.
Esta obra fue publicada en Berlín y tiene 32 páginas de extensión. Trata sobre algunos
teoremas sobre convergencia de series. Entre líneas, Abel hace reseña a la obra de
Cauchy, considerándola como excelente y recalcando que debe ser leída por todo
analista que ama el rigor en las investigaciones matemáticas (Abel, 1881, p.221)57, y la
considera como una guía de su publicación. Más adelante, demuestra algunos teoremas
sobre criterios de convergencia de series, como el de la convergencia de la serie nq en
base al valor del cocienten
n
q
q 1 . Después se refiere a la definición de continuidad de
Cauchy58, y demuestra que las series de potencias ...2
210 vvvfx convergen a
una función continua. A pié de página de esta demostración, comenta que en la obra de
Cauchy se encuentra la demostración de este teorema para cualquier tipo de funciones,
y afirma
59
(Abel, 1881, p.225)
El artículo continúa con diversos temas sobre series, entre los cuales se encuentran un
gran número de series de funciones trigonometrías, como las que aparecen en la obra de
Fourier.
En el transcurso de este mismo año, Abel se planteó la necesidad de ser “muy cauteloso
en los teoremas que han sido aceptados sin pruebas rigurosas, pues corre el riesgo de
usarlo sin más evaluación” (Carta de Abel a Hansteen, citado en Sørensen, 2005, p. 461-
462) También planteó que estaba trabajando reblas importantes, demostrando en los
57 La publicación de 1881 es la traducción al francés del original de 1826. 58 La definición es básicamente una reescritura de la definición de continuidad dada por Cauchy (1821, p.43). Una diferencia, que nos puede ayudar a analizar significados, es que Cauchy dice que la función será continua en un valor intermedio entre dos límites dados, pero Abel lo expresa entre los valores x=a y x=b. 59 “Pero me parece que este teorema admite excepciones. Por ejemplo, la serie […] es discontinua para
todo valor (2m+1) de x, donde m es un número entero. Como es sabido, existen una multitud de series con la misma propiedad”
Un conflicto causado por la confrontación de dos racionalidades del conocimiento Capítulo 4
103
casos que estas no son verdaderas, juzgando esto como un buen progreso y algo de
mucho interés (Sørensen, 2005, p.469). Es claro que en estas líneas hace alusión al
teorema de Cauchy. Recordemos también que Abel visitó París en 1826, donde se reunió
con Cauchy.
Además, el tema de las funciones trascendentes era un tema presente para Abel. El
afirmó que el motivo de las pocas calamidades existentes en el análisis de su época se
deba a que “el análisis se ocupa de funciones que se pueden representar mediante series
de potencias. Tan pronto como aparecen otras funciones (cosa que sólo ocurre rara vez)
[…] surge un infinito numero de teoremas incorrectos, llevando uno a los demás” (Abel,
citado en Lakatos, 1976, p.156). También sostuvo en 1825 que las series divergentes eran
una obra del demonio, pues “lo único que producen son calamidades y paradojas” (Abel,
citado en Lakatos, 1976, p. 160). Sørensen (2005) comenta que Abel publicó las
excepciones al teorema de Cauchy por su interés de reformular la teoría de series, lo cual
hizo en la mayor parte de su corta carrera. Abel insistía en la necesidad de separar el
estudio de la convergencia de la serie del estudio del valor de su suma, considerando de
esta manera a la convergencia como un instrumento de validez en el estudio de la suma
de las series.
Ahora bien, el hecho que Abel haya comentado sobre las excepciones del teorema de
Cauchy, plantea que hubo matemáticos que continuaron los desarrollos teóricos
impulsados por Cauchy pero que, al enfrentarse a la situación paradójica del teorema y
sus contraejemplos, no pudieron abordar el fondo del problema. En efecto, lo que hace
Abel es reducir el campo de validez del problema, más que asistir el conflicto concreto,
esto es, dilucidar la situación. Por su parte Dirichlet, en 1829, trato explícitamente como
las series de Fourier continuas representaban series convergentes discontinuas, sin hacer
mención a Cauchy, siendo que el tema era conocido en la época (Lakatos, 1976) Obviar
el tema muestra como no tuvo solución al conflicto paradójico. El conflicto era claro, sin
embargo estos matemáticos no encontraron error alguno en la demostración brindada
por Cauchy a su teorema. ¿Qué estaba escondido en esta demostración de Cauchy de sus
ojos?
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
104
4.3 EL LEMA OCULTO Y LA SOLUCIÓN DE LA PARADOJA. SEIDEL A LA ESCENA.
Seidel, en 1847, da la solución a la situación paradójica (Lakatos, 1976, p. 154-155). El
encuentra que la demostración del teorema de series de Cauchy tiene un lema oculto,
esto es, que los dos procesos de límites simultáneos involucrados en la demostración no
son independientes. Estos dos procesos de límites son 0 y n . La demostración
de Cauchy trata a estos dos procesos de límites como independientes. El problema no
estaba en la convergencia o no convergencia, sino en el tipo de convergencia. Esta
convergencia no era cualquiera, sino una en que los límites en la cual los dos procesos de
límites estaban en una relación especial, que es lo que conocemos en la actualidad como
convergencia uniforme.
Cauchy, seis años después de la publicación de Seidel, reconoce este asunto. Estando de
regreso en la Academia de Ciencias, publica un artículo titulado “Note sur les séries
convergentes dont les divers termes sont des fonctions continues d´une variable réele ou
imaginaire, entre des limites donées“ (Cauchy, 1853)60 Este artículo comienza reseñando
el teorema original (Cauchy, 1821) y después, citando una publicación de unos
matemáticos llamados Bouquet y Briot, afirma que este teorema se verifica para las series
de potencias, pero que para otras series no podrá ser asumido sin alguna restricción, y
cita la excepción plantada por Abel (1881)61 explicando en detalle la discontinuidad de
la función límite. Después plantea que es fácil ver como modificar el enunciado del
teorema para que no haya cabida a alguna excepción (Cauchy, 1853, p.32), expresando
la dependencia existente entre los dos procesos de límites involucrados en la
demostración. El autor lo plantea de la siguiente manera:
62
(Cauchy, 1853, p.32)
60 “Nota sobre las series convergentes donde los diversos términos son funciones continuas de una variable real o imaginaria, entré límites dados”. 61 Año de la publicación de la traducción al francés del artículo en alemán. 62 “Consideremos, ahora, que se atribuye a n un valor suficientemente grande […], para todos los valores de
x existentes entre los limites dados […] el modulo de rn será inferior a un número tan pequeño como se desee”
Un conflicto causado por la confrontación de dos racionalidades del conocimiento Capítulo 4
105
Es importante reseñar que el escrito no nombra a esta propiedad como convergencia
uniforme. Después el autor incluye el mismo teorema, con la misma condición nueva,
para series de funciones en variable compleja (variable imaginaria, según el autor) y
menciona el mismo resultado para una sucesión de funciones que tienen derivada única
(Cauchy, 1853, p.35), donde el límite será la derivada de la suma de la sucesión.
¿Cómo se puede explicar que el proceso de dos límites involucrados en un mismo
proceso (y de aquí la convergencia uniforme), estuviera escondida a la mirada de toda
una generación de matemáticos?
4.4 ¿POR QUÉ LOS MATEMÁTICOS DE LA ÉPOCA NO PUDIERON VER ESTA RELACIÓN
DE LOS PROCESOS DE LÍMITES INVOLUCRADOS?
¿Cómo pudo ser que la demostración de un teorema como este hubiera pasado el juicio
de los matemáticos de su época, a pesar de las claros contraejemplos de este? Y esto
durante veinticinco años. Nótese que en la época no se les llamo contraejemplos, sino
excepciones. Un contraejemplo afecta una proposición a la que se cuestiona su validez,
pero la demostración de Cauchy fue validada por los matemáticos de la época. ¿Cómo
fue que fue válida para una generación de matemáticos tanto la demostración como sus
excepciones? Recordemos que el rigor en las matemáticas existe con fuerza desde al
menos Lagrange. La situación es la siguiente, los procesos paralelos e independientes de
límites fue algo invisible, que se escondió de la mirada de los matemáticos de la época.
¿Por qué habrá sucedido esto?
Lakatos, en 1976, pone el tema en debate y plantea su posición: lo asocia a un problema
de método. Según él, el método de la exclusión de las excepciones fue el que escondió la
solución de los matemáticos de la época63. En efecto, lo que hicieron los matemáticos de
la época fue llevar el teorema a su dominio seguro, las series de potencias, inhibiendo el
cuestionamiento de las condiciones para el dominio no seguro, las series
trigonométricas. Según Lakatos la idea de mejorar probando nunca se les ocurrió, pues,
lo que los rigoristas consideraban basura sin esperanza, era debidamente entregado a las
llamas (Lakatos, 1976, p. 160).
63 Este método consiste en la tendencia era agregar condiciones a la hipótesis de los teoremas, para así encontrar su dominio seguro de validez. Esto causaba paralelamente que se restringiera el campo de acción efectivo del teorema.
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
106
“Tocas las excepciones conocidas de este principio de continuidad básico
eran series trigonométricas, por lo que (Abel) propuso restringir el análisis al
interior de las seguras fronteras de las series de potencias, dejando así fuera
las queridas series trigonométricas de Fourier como si fuesen una jungla
incontrolable, en las que las excepciones son una norma y los éxitos, un
milagro” (Lakatos, 1976, p.156)
Por tanto, la respuesta de Lakatos es que fue el dominio de la metodología euclídeas del
periodo la que cegó la mirada a los matemáticos de la época a ver que el problema no
estaba en el dominio de las funciones aceptables, sino en el modo en que estas
convergían. (Lakatos, 1976, p.158).
En relación a esto, agregamos lo que comenta Sørensen (2005) en relación a la
intencionalidad de Abel en restringir el dominio seguro a las series de potencias. El
afirma que probablemente esto fue así porque las series de potencias son el dominio
seguro suficientemente potente para poder demostrar el teorema del binomio. Esta
demostración sobre el teorema del binomio estaba también puesta en duda en la época,
por la existencia de los ejemplos de Fourier. Es decir, no se puede pensar simplemente
que se restringió el dominio de validez para dejar fuera a los casos que no sirven, pues
hay otros aspectos que considerar al respecto, como la intencionalidad de la difusión
comentada por Sørensen.
Nosotros, considerando lo revelador de las evidencias y las consideraciones de Lakatos,
vamos más allá al agregar que lo que cegó a los matemáticos de la época fue un
problema de nivel epistemológico del conocimiento. En efecto, el teorema nace con la
misma obra que lo contiene, el análisis algebraico (Cauchy, 1821). Esta obra, como ya
comentamos, es la primera de su especie, en la cual existe un rechazo intencional de la
relación de la matemática con el conocimiento sensible del mundo. Debido a esto, nacen
nuevos conceptos, propios de una nueva manera de ver el hacer matemáticas, esto es,
una matemática desprendida de todo lo sensible, que se basa y sustenta en una
arquitectura interna, en donde la piedra principal es la definición de continuidad. Esto
conlleva a que la misma matemática tenga nuevos problemas, de fundamento,
problemas internos, enmarcados en esta nueva visión del quehacer matemático. Entre
estos se encuentra la convergencia uniforme, la cual no soluciona un problema ligado al
Un conflicto causado por la confrontación de dos racionalidades del conocimiento Capítulo 4
107
conocimiento sensible del mundo, sino a la validación de la convergencia de una serie de
funciones, un problema interno, un problema de fundamentación matemática. Este
problema en particular es de una naturaleza epistemológica diferente a los problemas
abordados por la época, la cual considera al conocimiento matemático como relativo al
conocimiento sensible del mundo.
La naturaleza del problema era diferente a la de su época. Recordemos que Cauchy
demuestra este teorema en base a que la base de su nueva arquitectura del análisis, la
continuidad, hizo que los conocidos ejemplos de Fourier se transformaran en
contraejemplos al axioma de continuidad. En base a esto Cauchy desarrollo su teorema y
la respectiva demostración. Por tanto, fue en base a la nueva arquitectura que nace la
necesidad de abordar este problema de manera rigurosa. Por tanto, es un problema que
nace bajo este nuevo paradigma de la matemática, desprendida intencionalmente del
conocimiento sensible del mundo. También Cauchy no poseía medios de simbolización
que le permitiera separar los dos procesos de límites simultáneos imbricados (Sørensen,
2005), esto por la naturaleza diferente del teorema. ¿Existe alguna matematización de la
época que involucrara procesos de límites simultáneos dependientes?, pues no. Es un
problema alejado del conocimiento sensible del mundo e inscrito en la nueva visión, la
cual es fundamentada en bases lógicamente rigurosas.
Los procesos de límites simultáneos dependientes estuvieron ocultos de los ojos, más que
de un matemático, de toda una época de matemáticos que no pudo solucionar el
problema. ¿Por qué todos los matemáticos del periodo no pudieron hacer frente a esta
situación de dobles límites relacionados entre sí? Porque corresponde a una situación de
índole sociocultural, de cómo la visión de la matemática de la época coexistió con un
problema que pertenecía a otra visión de la matemática. Podríamos decir que esta
relación fue un problema que nació en una época que no estaba lista para entenderlo,
por la racionalidad propia relativa a lo sensible. El querer dilucidar la situación estaba en
la época, esto se puede ver en Cauchy (1827), Abel (1881)64, Dirichlet y otros
matemáticos del periodo. Sin embargo, la visión del hacer matemáticas que existía en su
periodo lo segó de sus ojos, en términos de mirada y por las dificultades simbólicas,
ambas cosas relacionadas a un desarrollo que una nueva manera de ver el conocimiento,
que nació con Cauchy y se fue institucionalizando hasta Seidel, quién ya pertenece a una
64 Fecha de la traducción al francés del original de 1826 en alemán.
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
108
nueva generación de matemáticos, quién nació en 1821, el mismo año en el que Cauchy
publicó la demostración de su teorema. En esto, se puede ver como la postura
inaugurada por Cauchy en este año ya era reconocida en 1826 por el joven Abel, quién
exaltó el rigor de la obra (Abel, 1881, p.221). Este mismo Abel siguió la línea de Cauchy
al criticar que el análisis de su época carecía de plan y coherencia, además de que muy
pocos teoremas se demostraran con el convincente rigor (Sørensen, 2005). También se
alineo a la exaltación de la inducción sobre el pensamiento inductivo para el
conocimiento matemático.
Ahora, ¿Por qué Cauchy no pudo ver el problema de su demostración? Esto es porque
Cauchy es el primero en plantear esta nueva manera de hacer matemáticas. Como
comentamos en el apartado anterior, este intento es una manifestación del pensamiento
monárquico en contra de los planteamientos ideológicos revolucionarios, que
planteaban una relación entre el conocimiento y la realidad, en lo concreto el cambio
social. Cauchy apuntó en la otra dirección, siendo claro en los límites del conocimiento
humano y en el desprendimiento intencional de lo sensible al conocimiento matemático.
Sin embargo, él no estaba listo para afrontar los problemas matemáticos que emergerían
de esta nueva concepción sobre el conocimiento. No lo estaba en términos simbólicos ni
en términos de la manera de ver. Con Cauchy, comenzó una manera de ver el
conocimiento matemático que paulatinamente fue reconociéndose (por ejemplo, en la
obra de Abel en 1826) y poco a poco fue institucionalizándose. Veinticinco años después
una nueva generación de matemáticos creció en este nuevo paradigma, lo cual trajo una
nueva racionalidad para la matemática, la cual permitió que estos nuevos problemas se
desarrollaran y nacieran las nuevas áreas del conocimiento matemático como el Algebra
Lineal y la Topología, áreas en las cuales la preocupación era de otro nivel, la naturaleza
del espacio trabajado.
Es en esta situación sociocultural en la que inscribimos la situación aludida por Lakatos.
Estamos de acuerdo que no se puede comprender cabalmente este periodo sin adoptar
un enfoque fabilista (Lakatos, 1976, p.163), pero agregamos que necesitamos además
entender al mismo periodo histórico, explorando las condiciones de producción y
difusión del conocimiento, desarrollando una mirada “desde la época” de los temas
matemáticos en cuestión. Es en base a este análisis realizado que argumentamos que el
problema está situado en el nacimiento de una nueva manera de concebir el hacer
matemáticas, la cual tiene en sí misma un marco racional diferente al antiguo. Al no estar
Un conflicto causado por la confrontación de dos racionalidades del conocimiento Capítulo 4
109
desarrollado este marco racional, los matemáticos de la época no pudieron resolver el
conflicto. Este marco racional nace y comienza a desarrollarse desde Cauchy, el
arquitecto de este nuevo modo de ver al conocimiento matemático. De esta manera
Cauchy marca un quiebre en la manera de mirar, y construye una nueva racionalidad, una
nueva mirada del hacer matemáticas. Es al posicionar nuestro planteamiento en la
confrontación entre esta nueva racionalidad con el paradigma racional antiguo de los
matemáticos de la época, donde podemos entender el por qué la convergencia
uniforme, no solo fue invisible para Cauchy, sino para toda su generación de
matemáticos. La convergencia uniforme es una construcción teórica que no nace
motivada por alguna interpretación, generalización, inducción, etc., del conocimiento
sensible del mundo, sino por un acontecimiento fortuito provocado por la validez interna
de esta nueva estructura, que busca fundamento desprendiéndose de esta realidad
sensible, pero que debe ser coherente con los problemas a los cuales la matemática
construida da respuestas.
Para concluir esta parte, comentamos sobre el cómo plantear el juicio histórico ante esta
“mancha” en la obra de Cauchy, después del anunciado rigor e inhabilidad en su obra.
Nuestro comentario es que, más que un error de Cauchy, su gran mérito es el haberse
situado en una época posterior a él, en una época donde la convergencia uniforme se
convertiría en el elemento central de los planteamientos en relación a la analiticidad de
las funciones hasta finales de su siglo. Este elemento “encontrado” por Cauchy, sin
saberlo el claro está, fue la base del teorema de aproximación de Weierstrass, y por
tanto de la evolución de la analiticidad de las funciones a la analiticidad del espacio de
funciones continúas. Sobre Weierstrass el siguiente capítulo…
110
CAPÍTULO 5
WEIERSTRASS Y LA ANALITICIDAD EN UNA MIRADA DE
LA MATEMÁTICA DESPRENDIDA DEL CONOCIMIENTO
SENSIBLE DEL MUNDO
111
CAPÍTULO 5
WEIERSTRASS Y LA ANALITICIDAD EN UNA MIRADA DE LA MATEMÁTICA
DESPRENDIDA DEL CONOCIMIENTO SENSIBLE DEL MUNDO.
Karl Weierstrass, matemático alemán, demuestra a sus setenta años unos de los teoremas
de mayor importancia de su tiempo, conocido actualmente como el teorema de
aproximación de Weierstrass (1885). Este teorema, además de tener implicancias
relevantes tanto para el campo de la topología, de análisis matemático y el análisis
numérico, cierra un ciclo que comenzó con Galileo y que se desarrollo durante toda la
historia del cálculo, esto es, la analiticidad de las funciones. Weierstrass demuestra que
existe la posibilidad de representar analíticamente cualquier función continua,
representación que puede ser polinomial en un intervalo cerrado. Como mostraremos a
continuación, su estancia como maestro en la universidad de Berlín lo llevó por un
camino que él no proyectaba, el de fundamentar las bases del análisis moderno. La obra
de Weierstrass, desde su comienzo como docente en Berlín, fue del todo matemática,
inscrita en esta visión del conocimiento matemático desprendido del conocimiento
sensible del mundo. De esta manera, la matemática tiene ahora problemas internos en
los que encuentra su estructura y fundamentación.
Estudiar la obra didáctica de Weierstrass nos permitirá entender el camino que llevó a
este matemático alemán, desde la preocupación de las aplicaciones matemáticas a las
ciencias de su tiempo, a posicionarse en una postura de estructura y generalidad de la
matemática. En este tránsito entenderemos la evolución desde el cálculo a los inicios de
la topología matemática. Al reflexionar sobre el contexto de significación de su teorema,
entenderemos que la búsqueda de estructura y generalidad, en una visión del rigor
matemático, son variables que precedieron al teorema. También, podremos ver la
relación que tiene la significación para el autor del teorema con la construcción de los
números reales desarrollada por el mismo. Además veremos cómo, para poder demostrar
su teorema, Weierstrass hizo una abstracción de la modelación del error desarrollada por
Gauss (1822) consiguiendo una herramienta matemática poderosa para lograr su
resultado. Weierstrass, un matemático representante de una nueva época matemática,
fue quién llevó el rigor a los puntos más altos conocido en su siglo y a plantear los
cimientos del análisis moderno.
El conocimiento matemático desprendido del conocimiento sensible del mundo_ Capítulo 5
112
5.1 LA REPRESENTACIÓN ANALÍTICA DE FUNCIONES ARBITRARAS Y SU
SIGNIFICACIÓN PROBABILÍSTICA.
A continuación explicaremos la demostración del conocido como teorema de
aproximación de Weierstrass. Como mostraremos, la significación, según la mirada del
autor y en relación a los métodos utilizados para demostrar el teorema, tienen una
significación probabilística.
5.1.1. Sobre la posibilidad de representar analíticamente funciones arbitrarias de
variable real.
Este teorema fue publicado el año 1885 en los informes de las reuniones de la academia
de ciencias de Berlín65. El título del escrito es “Sobre la posibilidad de una
representación analítica de funciones arbitrarias de una variable real”66. El artículo
completo puede verse en el Anexo B. A intentar entender cómo el autor entiende su
obra, logramos comprender la vinculación existente entre este teorema, que marca una
etapa importante en los inicios de la topología matemática, con los orígenes del estudio
de las distribuciones de probabilidad. Esta vinculación la interpretamos de interés, por
ser estas áreas del conocimiento tan distantes en el discurso matemático escolar actual.
El artículo comienza considerando una función f(x) uniformemente real y continua, tal
que su valor absoluto tenga límite superior finito. Enuncia la siguiente ecuación
considerándola como verdadera:
65 Sitzungsberichte Akademy Berlin 66"Ueber die analytische Darstellbarkeit sogenannter willkürlicher Funktionen einer reellen Veränderlichen”
Obra (1885)
Cómo el autor mira su
Weierstrass (1815-1897)
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
113
(Weierstrass, 1886, p.105)
Aunque el autor no lo comenta, podremos percatarnos que la ecuación hace alusión a la
esperanza de una distribución normal, problema resuelto en la época. De aquí que
Weierstrass lo considera como una igualdad verdadera. La esencia de esta igualdad es
que, a través de un resultado probabilístico, se logra una representación de una función
arbitraria )(xf mediante una función analítica67. La esperanza matemática es el valor
esperado para una cierta distribución en base a cierta desviación estándar expresada en
función de k68. Cuando esta desviación es cero, significa que todos los valores de la
distribución se acumulan en la media aritmética, esto es, el valor x de la ecuación. Por
tanto, si la desviación estándar converge a cero (que sucede con el límite de k tendiendo
a cero), entonces para todo x la esperanza será el valor de )(xf . De aquí la igualdad, y
lo que está mirando Weierstrass de la ecuación propuesta. Enseguida el autor comenta:
69
(Weierstrass, 1886, p.105)
Y considera una función )(x que satisfaga )()( xx y considerando que la
integral
dxx)( , conserve un valor finito, designado por w. El autor considera, que si se
tiene la expresión
(Weierstrass, 1886, p.105)
67 El autor le llama a este tipo de funciones trascendentes enteras, y son aquellas diferenciables infinitamente en todos sus puntos, es decir, que en todo su dominio es desarrollable mediante series de Taylor. 68 2k , con desviación estándar. 69 “El teorema que expresa esta ecuación es susceptible de ser fácilmente generalizado”
El conocimiento matemático desprendido del conocimiento sensible del mundo_ Capítulo 5
114
Entonces se tendrá que
(Weierstrass, 1886, p.106)
Es decir, la función trascendente entera
2
k
xu
e la generaliza por esta función
k
xu ,
donde )(x cumple las condiciones señaladas más arriba. Examinemos primeramente la
igualdad planteada, para después analizar su demostración.
Esta igualdad, siguiendo la idea de la ecuación original, representa la esperanza de una
“distribución de probabilidad”70 , en donde también la desviación estándar está
expresada en función de k . El valor x representa la media aritmética, y por tanto, para
cada media aritmética , se considera una desviación estándar comprimida en el valor
de k . Ahora bien, al igual que en la expresión anterior, si la desviación estándar
converge a cero, entonces todos los valores se acumularán en la media aritmética, y el
valor será igual al de la función en x. Esto es precisamente lo que expresa la segunda
ecuación reseñada.
(Weierstrass, 1886, p.106)
Esta igualdad es la que el autor demuestra en lo extenso del escrito, con lo cual logra
demostrar su teorema de representación analítica de funciones arbitrarias. (Ver Anexo B)
Así, el autor consigue demostrar que cualquier función continua puede considerarse
representada por una función trascendente entera, esto es, la esperanza de una
generalización de una distribución probabilística.
70 Como veremos enseguida, esta función es una generalización de las propiedades de una distribución de probabilidad, por tanto no es una distribución de probabilidad como tal.
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
115
5.1.2 La relación de la demostración con la modelación del error de Gauss (1822)
Ahora bien, ¿Por qué decimos que el autor, al mirar estas ecuaciones, está pensando en
una generalización de una distribución de probabilidad? Al estudiar el escrito y darnos
cuenta que cuando el autor dice que el teorema es susceptible a ser generalizado se está
refiriendo a la esperanza matemática de una distribución normal, buscamos el original
de la distribución normal.
Esto nos llevo a la obra de Gauss (1823) titulada “Theoria combinationis observationum
erroribus minimis obnoxiae” Al estudiar la traducción al inglés de esta obra realizada por
Stewart (Gauss, 1995), encontramos algo interesante en relación a la significación
probabilística de Weierstrass de las ecuaciones presentes en la demostración de su
teorema. Esto lo comentaremos en las siguientes líneas.
Gauss (1823), en la página 4 de su obra, modela funcionalmente el error. Considera una
función71 x representando el error de una clase fija de observaciones. Lo que hace
enseguida es, en base a las características del estudio del error, modela la función x .
Considera que la probabilidad del error entre los limites infinitésimos x y dxx será
dxx. 72. El autor plantea que, a pesar de la dificultad de determinar a priori, se
pueden hacer algunas observaciones generales: a). La función fuera de los límites
posibles del error será cero; b). En la mayoría de los casos se podrá asumir que los errores
positivos y negativos son de igual magnitud, por lo que considera )()( xx ; c). Un
pequeño error es más probable a ocurrir en cantidades grandes, por tanto x tendrá su
valor mayor en 0x , y decrecerá continuamente cuando x crezca. Estas son las tres
71 Esta es la notación que utilizaba Gauss y sus predecesores, como lo es Lagrange. Cuando había una función de x no usaban el paréntesis, fx, pero cuando era una función “compuesta”(como la llamaba Lagrange) 72 Esto es, la función multiplicado por dx. Esa era la escritura de la época.
Obra (1885)
Cómo el autor mira su
Weierstrass (1815-1897)
Gauss
El conocimiento matemático desprendido del conocimiento sensible del mundo_ Capítulo 5
116
condiciones que pone el autor para la función que modelará el error (Gauss, 1823, p.4)
Después de esto plantea que, en general, el valor de la integral dxx. entre ax y
bx representará la probabilidad que el error, todavía no conocido, entre a y b . De
aquí que su valor…
73
(Gauss, 1995, p.7) traducción del original de 1823
Ahora bien, al analizar en paralelo las condiciones que atribuye Gauss a la modelación
del error, y las que atribuyen Weierstrass a la generalización del reseñado “teorema”,
podemos observar con claridad la relación existente entre estas generalizaciones:
73 “máximo será uno .Ya que x es cero fuera de esos límites, es claro que el valor de la integral dxx.desde x hasta x es siempre uno”. Es interesante como, después de modelar las características del error, plantea la ecuación que lo modela. Plantea tomar la función x de manera que
sea proporcional a hh
xx
e
, de lo que consigue la expresión
h
ex
hh
xx
, donde denota el perímetro de un
círculo de radio uno (Gauss, 1823, p.9) Es decir, primero es considerar las características del error, y
después, digamos mediante un lenguaje gráfico del comportamiento de la función b
a
e
, encuentra la ecuación de distribución normal. Este es un dato interesante para la enseñanza de la probabilidad.
Gauss (1821, 1823) Weierstrass (1885)
=
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
117
Se observa que la correspondencia en las condiciones de las funciones es directa, incluso
en el orden de redacción. Además, hay que considerar que Gauss fue el maestro de
Gudermann (1798-1852), quién fue maestro de Weierstrass. Por tanto la relación es
fuerte, lo que nos lleva a concluir que Weierstrass estudió esta obra de Gauss, y la utilizó
generalizando las condiciones de Gauss para lograr demostrar la representación analítica
de las funciones arbitrarias. Es interesante observar cómo, con las herramientas de la
época a través de la modelación del error, en 1823 ya se podía concebir casos
particulares de representaciones analíticas de funciones arbitrarias. Claro está que,
debido a la intencionalidad del escrito y a la racionalidad de la época esto no fue notado
por los matemáticos del periodo, pues el concepto de límite estaba desarrollándose y
existía otra concepción del concepto de función. También es interesante considerar que
en este nuevo periodo de la matemática con una racionalidad desprendida del
conocimiento sensible del mundo, la herramienta de Gauss evolucionó, siendo utilizada
por Weierstrass con una intencionalidad diferente, siendo esencialmente el mismo
método.
5.1.3 La significación probabilística en la demostración de Bernstein (1913)
Como ya mostramos al inicio del capítulo 1, entre la diversidad de demostraciones
existentes del teorema de 1885, existe la de Bernstein (1880-1968) titulada
“Démostration du théorème de Weierstrass fondée sur le calcul des probabilités74"
(Bernstein, 1913). La demostración de este teorema se sustenta en la modelación de la
esperanza matemática de una distribución binomial.
75
(Bernstein, 1913, p.1)
74 “Demostración del teorema de Weierstrass fundado sobre el cálculo de probabilidades”
k75 nE hace alusión a la esperanza matemática y !)!(
!
nnm
mC m
n
.
El conocimiento matemático desprendido del conocimiento sensible del mundo_ Capítulo 5
118
Es en esencia la misma idea utilizada por Weierstrass, pero con otra distribución de
probabilidad, la que a demás de permitirle demostrar el teorema, brinda una manera de
encontrar los polinomios en cuestión. Este es el motivo por el cual esta demostración es
conocida actualmente en la física matemática.
Ahora bien, al referirnos al contexto de significación, estamos haciendo alusión a la
dimensión sociocultural del contexto. De aquí que necesitamos desarrollar una mirada
más histórica y social para poder entender el contexto de significación de la publicación
de 1885 de Weierstrass. Como mostraremos más adelante, la significación probabilística
obedece a un método matemático para resolver un problema que se encuentra en una
esfera de significación diferente, esto es, en la extrapolación de la construcción de los
números reales y la necesidad de dar argumentos generales y estructurales al análisis
matemático.
5.2 UN BREVE RECORRIDO EN LA EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS EN LA CONSTRUCCIÓN
MATEMÁTICA DE WEIERSTRASS.
5.2.1 Sus ideas iniciales y trabajo como profesor de secundaria.
Weierstrass estudió matemáticas de manera autodidacta mientras estudiaba derecho,
entre los 19 y 23 años (Dugac, 1973). Lo primero que estudio fue la Mecánica Celeste de
Laplace y algunas obras sobre las funciones elípticas de Jacobi y Abel. Después entro a
estudiar el profesorado en matemáticas en Münster para enseñanza secundaria, donde
tomo diversos cursos con el matemático Gudermann, los cuales trataron sobre las teorías
de Jacobi y Abel sobre las funciones elípticas, en el contexto de la variable compleja. Los
cursos de Gudermann eran nuevos y de dificultad. Esto se puede ver como en 1839,
después de haber tenido a 13 alumnos en el primer curso, continuó el segundo solo un
estudiante, Weierstrass (Dugac, 1973). En su estancia en Münster desarrolló algunas
publicaciones científicas que trataron, entre otros, la utilización de series enteras y de
ecuaciones diferenciales para construir nuevas funciones -la representación de funciones
analíticas de variable compleja entre valores dados- un tratado en 1841 sobre la teoría
de series enteras, en la cual introduce la noción de convergencia uniforme.
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
119
Entre las más destacadas de este periodo se encuentra la memoria de 1842 que trata la
definición de las funciones analíticas por medios de ecuaciones diferenciales algebraicas,
en la que incluye la idea de prolongamiento analítico, una noción fundamental en su
teoría de las funciones analíticas. Esta noción es conjuntista, al considerar las
propiedades de la función en la intersección de dos conjuntos de los complejos, y
topológica, al considerar las propiedades de una vecindad en un punto z . Como
métodos utiliza aquí la convergencia uniforme. (Dugac, 1973, p.48-49).
Después de su formación como profesor, Weierstrass ejerce por 13 años, desde 1842 a
1855, como profesor de enseñanza secundaria. En este periodo continuó con sus
producciones matemáticas, como los comentarios sobre los factoriales analíticos de
1842, el cual sería re-publicado a su llegada a Berlín. En 1846 Jacobi escribe a Humboldt
comentando sobre como una nueva generación de analistas construirían un nuevo
análisis, siendo Weierstrass uno de los elementos más importantes de esta generación
(Dugac, 1973, p.50).
Weierstrass tiene un cambio radical en su reconocimiento como matemático, después de
la reconocida publicación suya de 1854 que trata sobre la teoría de las funciones
abelianas. En 1857 entra a la academia de ciencias de Berlín, lo cual le brindó una
plataforma para dar a conocer sus trabajos y le permitió hacer clases en la universidad de
Berlín, en donde desarrolló su teoría matemática. En su disertación a su ingreso a la
academia, en este mismo año, Weierstrass destaca como, bajo la enseñanza de
Gudermann, las funciones elípticas causaron una poderosa atracción en él, y como estas
han influenciado su pensamiento de una manera decisiva. Destaca como el estudio de las
funciones abelianas, proyecta él, se convertiría en el objetivo exclusivo de su obra. En
esto, la representación de las funciones trascendentes que resultan del la integración de
diferenciales algebraicos, y las funciones periódicas de varias variables (Dugac, 1973,
p.53) Lo interesante aquí es que el desarrollo sistemático que realizaría en Berlín en
relación a la teoría de las funciones analíticas no fue mencionado en este discurso, por lo
cual se muestra que no era una preocupación del autor al llegar a Berlín (Dugac, 1973,
p.54).
5.2.2 Un cambio radical, Weierstrass como profesor en la universidad de Berlín
El conocimiento matemático desprendido del conocimiento sensible del mundo_ Capítulo 5
120
Al llegar a Berlín, comenzó a hacer clases de matemáticas en la universidad de esa
ciudad. Esto lo hizo durante treinta años. Esta docencia llevó a Weierstrass en todo un
recorrido hacia la fundamentación del análisis matemático. En su etapa inicial, a opinión
de Dugac (1973), Weierstrass consideraba que la matemática debe ser una herramienta
destinada para resolver el problema propuesto por otras ciencias, en especial la física
(p.54). Nótese que esta preocupación es de un tenor diferente a la comentada en
Lagrange, pues aquí la matemática se fundamenta y sostiene en sí misma para dar
respuesta a las ciencias. Con su docencia universitaria, la preocupación de Weierstrass
giró rápidamente hacia la fundamentación del análisis matemático.
El verano de 1857 dio el curso titulado “los teoremas generales concernientes a las
representaciones de funciones analíticas por series convergentes”. En inverno del mismo
año dicta los cursos “problemas seleccionados de la geometría y la mecánica resueltos a
la ayuda de las funciones elípticas” y “teoría ya aplicaciones de series trigonométricas y
de integrales definidas que sirven para la representación de funciones arbitrarias”. En el
verano de 1858 los cursos “algunos capítulos seleccionados del cálculo integral” y el que
trata una “nueva geometría”. En invierno del mismo año dio el curso “teoremas generales
concernientes a la representación de funciones analíticas por series infinitas”. Es en
invierno de 1859 dicta los cursos “introducción al análisis” y “cálculo diferencial”. En
invierno de 1861 da el curso “teoría general de las funciones analíticas”. Por una
situación de enfermedad interrumpió su actividad docente. En 1863 dictó un curso sobre
funciones elípticas. Vuelve a dar el curso de funciones analíticas dos años más tarde, en
invierno de 1865 (Dugac, 1973). En estos años comienza a desarrollar la teoría de los
números irracionales. Entre el verano de 1868 y 1870 Weierstrass da el curso titulado
“teoría general de las funciones analíticas”, y en el verano de 1872, da el curso
“introducción a la teoría de las funciones analíticas”, en el cual desarrolla su teoría de los
números irracionales.
Es interesante como su teoría de las funciones desarrollada sistemáticamente curso a
curso, en donde entre otras ideas desarrollo la representación analítica de funciones
como la entendemos hoy en día, la cual fue presentada en 1874 en su curso titulado
“introducción a la teoría de las funciones analíticas”. En esta presentación se evidencia
cambio radical y sustancial en su teorización matemática.
5.2.3 Hacia la representación analítica de funciones arbitrarias
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
121
Después de esta magistral presentación de la teoría de las funciones de 1874,
Weierstrass vuelve a dictar su curso sobre la teoría de las funciones analíticas, en 1876,
1878, 1882 y 1883. En estos años su curso alcanzó gran popularidad y se comenzó a hacer
conocido en todo el mundo matemático (Dugac, 1973, p.60), al punto que el curso de
invierno de 1884 tuvo su primera clase en un auditorio, pues, tenía como alumnos
inscritos a más de mil gentes. Weierstrass se comenzó a hacer conocido en todo el
mundo matemático (Dugac, 1973, p.62). En estos años el autor reconoció como su
madurez matemática era mucho mayor a sus setenta años que cuando tenía cincuenta.
(Dugac, 1973, p.61). En 1885 presenta el teorema que nos reúne, el de la representación
analítica de funciones arbitrarias de variable real. El año siguiente, Weierstrass dictó su
último curso de análisis, titulado “capítulos seleccionados de la teoría de funciones”.
En su curso de invierno 1884-1885, Weierstrass expresa la insatisfacción que él tenía de
sus cursos anteriores, pues la generalidad de los resultados obtenidos no se había puesto
plenamente en evidencia (Dugac, 1973, p.85) Aquí plantea que este será el objetivo del
nuevo curso de análisis: Hacer ver la generalidad de las teorías que son la base del
análisis. De aquí plantea la tarea de elaborar las bases sólidas que concierne a los
principios de la ciencia matemática. Para esto plantea que es indispensable ocuparse de
problemas particulares, pero el objetivo final, que debe estar siempre presente en el
espíritu, es el de atender los fundamentos de la ciencia (Weierstrass, 1884, en Dugac,
1973)
Es por esto que juzga la definición de función de Dirichlet (de correspondencia entre
elementos) más general que la de relación aritmética de Leibniz. Weierstrass destaca, en
base a su resultado sobre la representación analítica de funciones arbitrarias, que estas
dos nociones de función son equivalentes cuando la correspondencia es continúa (una
función continua). En el capítulo dos de este curso, titulado “sobre la representación de
las funciones llamadas arbitrarias”, Weierstrass afirma que si una función puede ser
aproximada por un polinomio de coeficientes racionales, entonces se dirá que esta
admite una expresión aritmética. El autor pensó en algún momento que esto se podría
haber resuelto gracias a las series de Fourier, sin embargo, más tarde mostró que habían
funciones continuas que no podían ser representadas de esta manera. En la página 17
demuestra su célebre teorema, como ya vimos publicado en 1885, con lo cual argumenta
que la noción de función real continua se identifica completamente con la noción de
representación aritmética sobre la forma de una serie infinita de polinomios
El conocimiento matemático desprendido del conocimiento sensible del mundo_ Capítulo 5
122
(Weierstrass, 1884, p.21, en Dugac, 1973, p.86). Aquí se puede ver con claridad cómo los
argumentos ya dejan de centrase en la función y cómo esta noción se comienza a utilizar
para describir una propiedad del espacio de funciones continuas: el espacio de funciones
continuas es potencialmente aritmetizable. Aquí ya estamos en un terreno topológico,
de estructura y cercanía. Ya estamos en el terreno del espacio de funciones, más que en
las funciones mismas.
Antes de finalizar su curso, Weierstrass enuncia el teorema que él considera como de los
más importantes de la teoría de funciones: determinar las condiciones por la que la
igualdad de dos series de funciones en un subdominio del plano, de modo que se puedan
considerar iguales en todo el dominio. Este es el problema de prolongamiento analítico.
Aquí ya no es la función, sino es el espacio de funciones. Este teorema de
prolongamiento analítico se sustenta en la existencia de los puntos de acumulación, es
decir, en un planteamiento de cercanía, por tanto topológico. Al finalizar su curso,
Weierstrass vuelve a comentar que el interés de éste fue el de dar la forma más general a
los teoremas fundamentales sobre la representación de una función arbitraria por una
serie de polinomios, destacando que el último objetivo de la teoría de las funciones es el
de la representación de las funciones76.
5.2.4 La publicación científica del teorema en 1885
Será interesante mostrar algunos fragmentos de la publicación del teorema en 1885.
(Weierstrass, 1886, p.105)
76 En esta misma dirección, la noción de punto de acumulación, central en la definición de número real,
aparece ahora relacionada con la de representante de una clase de equivalencia, nuevamente lo mismo,
una mirada que apunta a describir una propiedad del espacio, en este caso, comenzando de la recta real
(Dugac, 1973, p.87).
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
123
Después de demostrar la igualdad comentada al inicio de este apartado, el autor destaca
que no solamente demostró que ),( kxF se aproxima a )(xf cuando k se hace
infinitamente pequeño, sino también que esta convergencia es uniforme para los valores
de x contenidos en un intervalo finito cualquiera (Weierstrass, 1886, p.108), enseguida
de lo cual afirma que encuentra algo “digno de remarcar”. Esto es, que entre las
funciones )(x que satisfacen las condiciones señaladas, hay una infinidad que son
funciones trascendentes enteras que cumplen la igualdad, lo cual el autor considera
“remarcable y fecundo”. Recordemos que las funciones trascendentes enteras son
aquellas que tienen infinitas derivadas en todos sus puntos. Enseguida, plantea el
teorema, expresando esta idea y tomando a modo de ejemplo la función 2
)( xex .
Ya teniendo la igualdad entre la función continua y la función trascendente entera,
mediante el método probabilístico, y al asumir que la función trascendente entera puede
ser desarrollada mediante series de Taylor, concluye que la función continua arbitraria
puede igualarse a una función entera racional.
Posteriormente, y considerando un intervalo finito, plantea una serie de potencias
...2
21 xAxAAo , designando )(xG como la suma de sus primeros n-términos, y
deduce que para un valor de n grande se tendrá que )(´),( xGkxf puede ser tan
pequeño como se quiera, lo que implica que )()( xGxf también será una cantidad
evanescente. En base a esta igualdad plantea el siguiente teorema:
Función arbitraria Continua
Función trascendente
entera
n(x)
Función entera racional
Taylor
(Weierstrass, 1896, p.101)
Método probabilístico
= =
=
El conocimiento matemático desprendido del conocimiento sensible del mundo_ Capítulo 5
124
77
(Weierstrass, 1886, p.109).
Después desarrolla una construcción de tal función entera racional78. Esta construcción
es una reflexión abstracta, más que un método para hallar tal polinomio, lo cual no
aborda el autor en esta obra. Después de demostrar la convergencia absoluta y
convergente, el autor vuele a plantear el teorema en base a la convergencia de la
siguiente manera:
79
(Weierstrass, 1886, p. 111)
Es decir, al verificar la convergencia uniforme para un intervalo cerrado y la absoluta
para todo su dominio, el autor plantea que toda función puede ser representada por
funciones enteras racionales, esto es, funciones polinómicas. Nótese que su notación de
intervalo, ),...,( 21 xx es diferente a nuestra notación actual 21, xx
77 “Si f(x) es una función de la naturaleza considerada anteriormente y si la variable está restringida a un intervalo finito cualquiera, se puede, dado un valor positivo g que se puede hacer tan pequeño como se quiera, determinar de una variedad de maneras una función ENTERA RACIONAL que, en el intervalo considerado, se aproxima a la función f(x) tan cerca que la diferencia f(x) – g(x) sea siempre más pequeña que g en valor absoluto” 78 Esta versión en francés resalta con mayúsculas la palabra entera racional, mostrando la relevancia que tenía este resultado. Su original en alemán no lo hace. 79 “Toda función f(x) de la naturaleza considerada puede ser representada de una variedad de maneras por una serie infinita donde los términos son funciones enteras racionales de x. Esta serie converge absolutamente para todo valor finito de x y uniformemente en cada intervalo (x1,…,x2)79 donde sus límites son medidas finitas”
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
125
A continuación de la demostración del teorema inicial, la convergencia, y desarrollar la
reflexión para argumentar la representación racional de funciones arbitrarias, el autor
termina haciendo algunos comentarios y aclaraciones sobre la elección de la función
)(x . Después de esto el autor considera que el cree que la demostración desarrollada
en el artículo es rigurosa y suficiente para mostrar que…
80
(Weierstrass, 1886, p.113)
Existe una segunda parte de este artículo (Weierstrass, 1886, p.115-138) en la cual se
hace el mismo desarrollo para funciones periódicas mediante series de funciones
tomando la idea de la convergencia de Fourier. En este sentido, Weierstrass el primero
en poner el problema de la unicidad de la representación de una función dada por una
serie trigonométrica (Dugac, 1973, p.55). Recordemos que el problema de la unicidad
fue el sustento de la crítica de Cauchy a Lagrange (Cauchy, 1822). De aquí que, en base a
las ideas de Lagrange y Fourier, existían las herramientas necesarias para poder formular
la representación analítica de algunos tipos de funciones. El punto es que esta
concepción de función evoluciono, con Fourier aparecieron nuevas funciones y después
de la definición de función de Dirichlet aparecieron otras funciones como la continua sin
derivada. Es en este contexto de la aparición de las nuevas funciones que el
planteamiento de la representación analítica de funciones arbitrarias crece, hasta el
punto que Weierstrass demuestra este teorema.
5.2.5 La difusión del teorema en 1885
Es relevante destacar el impacto que tuvo esta publicación de 1885 es su época. El año
1886 se publica en el Journal de mathematiques la traducción al francés del escrito bajo
el título “Sur la possibilité d`une représentation analytique des functions dites arbitraries
d´une variable réelle” La importancia del teorema se puede entender también por el
número de demostraciones que aparecieron después de su publicación. Entre estos están
80 “existen ciertas funciones racionales enteras G(x) que, en todos los puntos de un intervalo dado, se aproximan tan cerca como se quiera de una función dada f(x) y que esta puede ser efectivamente determinadas”
El conocimiento matemático desprendido del conocimiento sensible del mundo_ Capítulo 5
126
los de Picard en 1891, Lerch en 1892 y 1903, Volterra en 1897, Lebesgue en 1898,
Mittag-Leffler en 1900, Fejér en 1900, Landau en 1908, De la Valle Poussin en 1908,
Bernstein en 1913, y otras de Rungue y Phragmén de la misma época. También están
algunas generalizaciones y pruebas adicionales del teorema, como el teorema de
Müntz´s, la interpolación de Hermite- Fejér en 1914, el teorema de Carleman´s en 1927 y
la conocida generalización llamada teorema de Stone Weierstrass realizada por Stone en
1937, quién pone al teorema de Weierstrass en el contexto de la topología algebraica,
entre algunos otros (Pinkus, 2000)
5.3 RIGOR, ESTRUCTURA, Y GENERALIDAD. EL CONTEXTO DE SIGNIFICACIÓN DEL
TEOREMA DE WEIERSTRASS
Ya comentamos en el inicio como el método utilizado para demostrar su teorema fue una
abstracción de la modelación del error de Gauss y su promediación con el uso de la
esperanza matemática de una distribución normal. Sin embargo, al referirnos al contexto
de significación, hacemos alusión a la dimensión sociocultural del contexto.
Mostraremos en las siguientes líneas la idea germinal del teorema, su definición de
número racional, y la ambición matemática que lo llevó a la producción de este
resultado: la búsqueda de estructura y generalidad encontrada en el camino de la
construcción de su fundamentación rigurosa del análisis.
5.3.1 La idea germinal, la definición de un número irracional
Para fundamentar el análisis matemático, Weierstrass se vio en la necesidad de precisar
la teoría de los números reales. En esto, concibe a un número como un entero más la
suma de partes. En el caso de los números racionales esta suma es finita, y en el caso de
los irracionales esta suma es una serie convergente.
Obra (1885)
Cómo el autor mira su
Weierstrass (1815-1897)
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
127
81
(Weierstrass, 1874, citado en Dugac, 1973, p.73)
Al estudiar el artículo de 1885 podemos ver como el autor significa una función continua
arbitraria extendiendo este significado dado para un número irracional.
(Weierstrass, 1886, p.110)
Weierstrass entiende a una función arbitraria trascendente como una suma infinita de
funciones racionales. Es decir, una suma de partes racionales, donde cada parte es una
función racional. Esta manera de entenderlo nos lleva a entender cómo el autor concibe
la densidad y la naturaleza del espacio de funciones continuas. De esta manera, si un
número irracional lo puede definir mediante un límite de números racionales
(Weierstrass, 1874, citado en Dugac, 1973), también puede definir una función continua
trascendente como un límite de funciones enteras racionales (Weierstrass, 1885). De
esta manera, si se puede aritmetizar los reales mediante series de racionales
(Weierstrass, 1874, citado en Dugac, 1973), también se podrá aritmetizar el espacio de
funciones continuas mediante series de funciones enteras racionales (Weierstrass, 1885).
De esta manera si la convergencia se consigue acotando el resto de la serie de
racionales, se entenderá la convergencia acotando el resto de la serie de funciones
enteras racionales (Weierstrass, 1874, citado en Dugac, 1973). Si un irracional es el
punto de acumulación de una serie de números racionales, una función trascendente
continua será la acumulación de la serie de funciones enteras racionales82.
81 “Los números racionales son aquellos que son compuesto de una sucesión finita de números. Se debe llamar irracional a todo numero que no es racional” 82 Existen explicaciones escolares que plantean el teorema de aproximación de Weierstrass en términos de la existencia de un polinomio en una vecindad de la función arbitraria, y no como la convergencia de una serie de polinomios a tal función. En este tipo de explicación, toda la significación original en torno a la
representación analítica y a la naturaleza del espacio se esconde en los cuantificadores y . Es el caso,
por ejemplo de la siguiente presentación del teorema: Para cualquier 0 y para cualquier función f
El conocimiento matemático desprendido del conocimiento sensible del mundo_ Capítulo 5
128
Como veremos en seguida, esta idea en conjunto con la triada (rigor, estructura,
generalidad), llevaron a que las funciones cambien de estatus de objeto central del
estudio a un elemento descriptor de la naturaleza del espacio de funciones continuas.
5.3.2 La generalidad y la estructura encontrada en el camino del rigor
Al plantearnos el por qué Weierstrass llegó a pensar en la representación analítica de las
funciones arbitrarias, pudimos entender que fue por la búsqueda de la generalidad en los
resultados y la encontrada estructura en su construcción formal rigurosa del análisis
matemático.
La llagada de Weierstrass a Berlín marca una dirección radical en la construcción
matemática. En su discurso ante la academia de ciencias, en las que comentó sus
intenciones en relación al curso de la investigación que continuaría, su teoría de las
funciones analíticas no fue mencionada (Dugac, 1973, p.54), lo que nos lleva a pensar
que no estaba en sus preocupaciones en este momento. Después comenzó a desarrollar
sus cursos en la universidad de Berlín, donde mostró en corto tiempo un cambio de
dirección hacia la fundamentación del análisis. Fue en esta fundamentación que necesito
nuevas herramientas, más finas, como la noción de punto de acumulación, el supremo, la
convergencia uniforme, y la precisión de la noción de límite. Esto lo llevó a la necesidad
de construir una teoría rigurosa de los números reales (Dugac, 1973, p.59). En esta
primera etapa, podemos ver como el rigor fue lo que lo guió a la necesidad de bases
teóricas más sólidas.
Al abordar la empresa de la construcción de la teoría de los números reales, se vio en la
necesidad de heredar la estructura algebraica de los números a su teorización, por lo
cual definió una estructura algebraica para sus números reales. Recordemos que este
tipo de construcciones estructurales se dio en la época también con Dedekind, Cantor y
Peano. Después de enfrentarse con esta estructura, la extendió en una representación
aritmética de los números complejos, los polinomios, las fracciones racionales, las
funciones analíticas (Dugac, 1973, p.71, 74), desarrollando una algebrización del
continua sobre un intervalo Rba , , existe un polinomio de coeficientes reales p tal que
)()(,
xpxfSupbax
.
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
129
análisis, llegando a concebir una estructura para el espacio de funciones. El hablar de
estructura implica una visión de conjunto. De aquí el vuelco de considerar como centro
de análisis a la función a considerar como centro al espacio de funciones continúas. En
esta segunda etapa, podemos ver como la búsqueda de la estructura llevó a una visión de
las funciones en conjunto.
Esta visión de rigor y estructura trajeron una construcción matemática no alcanzada en la
época (Weierstrass, 1874, en Dugac, 1973), la cual se hizo popular y comenzó a
difundirse a niveles internacionales. Es en este momento cuando encontramos un tercer
momento, la búsqueda de la demostración de la generalidad de la construcción
matemática. Esto se encuentra con claridad en (Weierstrass, 1884, en Dugac, 1973), en
donde Weierstrass manifestó su insatisfacción por no haber puesto en evidencia con
claridad, en sus cursos anteriores, la generalidad de sus resultados (Dugac, 1973, p.85) y
lo plantea como un objetivo a seguir. Son importantes los problemas particulares, pero el
objetivo final es atender a los fundamentos de la ciencia (Weierstrass, 1884, en Dugac,
1973). Es aquí en donde, en base a la generalidad de la definición de función de
Dirichlet, plantea que la noción de función real continua se identifica completamente
con la noción de representación aritmética sobre la forma de una serie infinita de
polinomios (Weierstrass, 1884, p.21, en Dugac, 1973, p.86). De aquí, en base a la
demostración de su teorema que describe la naturaleza del espacio de las funciones
continuas, busca reunir en sus resultados a todas las funciones posibles, de manera de
llevar a la generalidad al estado más alto. En esta tercera etapa podemos ver como la
búsqueda de demostrar la generalidad de los resultados del análisis llevaron a
Weierstrass a demostrar su teorema.
De esta manera, la triada (rigor, estructura, generalidad) se constituye una ruta
epistemológica para la enseñanza de estos temas que vinculan el cálculo con la
topología matemática.
5.3.3 ¿Por qué fue tan importante para la analiticidad de las funciones la variable
compleja?
La analiticidad como la entendemos actualmente nace con Weierstrass en 1856 (Dugac,
1973, p.53), en el contexto del estudio de las funciones en variable compleja. La relación
El conocimiento matemático desprendido del conocimiento sensible del mundo_ Capítulo 5
130
entre la analiticidad de las funciones y la variable compleja es fuerte, por motivos que
explicaremos en este apartado.
El estudio de la variable compleja aparece en la obra de Cauchy (1821), en el marco de
esta nueva racionalidad del conocimiento matemático, y es desarrollada ampliamente
con Abel y Jacobi, en quienes Gudermann, maestro de Weierstrass, sustentó sus trabajos.
La derivada en variable compleja se define en todas las direcciones del plano, a
diferencia que la variable real donde solo son algunas direcciones (una variable, una
dirección, dos variables, dos direcciones (la horizontal y vertical), etc.) Esta diferencia
hace que, en variable compleja, las funciones derivables sean más “suaves”, pues la
derivada suaviza la curva en todas las direcciones. Esto trae resultados en variable
compleja que no se dan en variable real, entre estos uno muy relevante:
Si existe )´(cf , entonces existe )(cf n , para todo n , y considerando c
una variable compleja
Es decir, si existe la función primera derivada, entonces existen todas las otras funciones
derivadas. Esto no sucede en variable real. De aquí que toda función derivable (que
tenga primera derivada) en los complejos es desarrollable en series de potencias, y por
tanto es analítica. El que una función de variable compleja sea analítica hace que esta
brinde mucha información relevante sobre la función misma, más que en la variable real.
De aquí que su estudio sea algo relevante para la matemática. Funciones en variable real
difíciles de trabajar, se pueden prolongar a variable compleja para ser estudiadas con
mayor facilidad.
Notemos que toda la obra matemática no didáctica de Weierstrass se encuentra en el
contexto de la variable compleja. ¿Cuándo se hizo relevante el estudio de las funciones
analíticas en variable real? Quizás pudo tener una relación fuerte aquí la exposición
didáctica desarrollada por Weierstrass en la universidad de Berlín, pues una
característica de la difusión escolar es que la organización temporal de los contenidos es
de lo más simple a lo más complicado. Entonces para enseñar la analiticidad de las
funciones, primero debió enseñarse en variable real, para después llegar a lo relevante,
la variable compleja. La Analiticidad encuentra su relevancia epistemológica en la
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
131
variable compleja. Así, la relevancia de la analiticidad de las funciones no se puede
significar plenamente desprendida de la consideración de la variable compleja.
5.4 LAS FUNCIONES ANALÍTICAS
5.4.1 Definición de función analítica dada por Weierstrass
La definición de función analítica como una función desarrollable en series de Taylor o
infinitamente diferenciable en todos los puntos (como la consideramos en el discurso
matemático escolar actual), aparece con Weierstrass en el curso de 1856. Anteriormente
este dio algunas definiciones de funciones analíticas mediante ecuaciones diferenciales
algebraicas (Dugac, 1973, p.48). Es interesante considerar que Weierstrass, para definir
una función analítica, comenta dos cuestiones:
a) Es una función desarrollable como serie de Taylor
b) Es una función en la que, si se conoce en un dominio (una bola abierta o vecindad
en nuestro lenguaje actual) tan pequeño como se quiera, se podrá mediante un
prolongamiento definir la función en todo el plano (Dugac, 1973, p.53)
Esta segunda noción es una de las propiedades relevantes de las funciones analíticas en
variable compleja y central en el trabajo de Weierstrass. Por tanto, pareciera que en esta
propiedad de prolongamiento es donde se puede entender la relevancia de una función
analítica, siempre situándonos en el análisis complejo83. Esta idea de prolongamiento
aparece desarrollada ampliamente en la obra didáctica del invierno de 1884-1885.
Notemos que esta noción de prolongamiento requiere de la convergencia uniforme y la
existencia de puntos de acumulación (Dugac, 1973, p.87).
Cabe la pregunta de por qué Weierstrass nombra a este tipo de funciones como
“funciones analíticas”. Lagrange, en su obra de 1797 titulada teoría de funciones
analíticas, propone el desarrollo de funciones en series de Taylor. Como se puede ver el
capítulo 2 de esta tesis, la significación de representación analítica para Lagrange es
diferente que la significación de Weierstrass. Sin embargo, ambas obras tratan sobre el
desarrollo de funciones en series de Taylor. De aquí, el nombre de funciones analíticas se
83 Esto lo respondemos en el siguiente capítulo
El conocimiento matemático desprendido del conocimiento sensible del mundo_ Capítulo 5
132
hereda de la obra de Lagrange a la de Weierstrass, pero cambia su significación. En una
mirada hacia atrás, y soslayando el contexto sociocultural de la obra de Lagrange, se
podría interpretar la significación de Lagrange como la de Weierstrass. Sin embargo,
nuestro estudio ha mostrado que la noción de representación analítica de Lagrange no
tiene la misma significación que Weierstrass. Consideremos en paralelo que la palabra
“analítico” en el sentido de un método analítico, en relación a lo susceptible a ser
estudiado por el análisis, tiene el mismo significado para ambos autores.84
5.4.2 Significación de la analiticidad como representación polinomial
Hemos mostrado como la significación original de las funciones analíticas, considerada
como funciones desarrollables en series de Taylor, está relacionada a la propiedad de
prolongamiento analítico en funciones de variable compleja. Sin embargo, la
significación predominante en el discurso matemático escolar es la de aproximación
polinomial. Existe una diversidad de propuestas didácticas en esta dirección en libros de
textos y páginas webs. De aquí que es relevante preguntarse cuando aparece la
significación de función analítica, considerada como funciones desarrollables en series
de Taylor, como representación polinomial.
En base a nuestra indagación histórica y epistemológica, podemos decir que no hay
evidencia de la significación se las funciones analíticas como aproximaciones de series de
polinomios hasta la publicación en 1885. Esta significación aparece con la necesidad de
argumentar la analiticidad del espacio de funciones continuas. Antes de esto aparecen
las ideas de Analiticidad en el modelo variable variación, predicción paramétrica y
evolución paramétrica (Cantoral, 2001), y en la representación de funciones
trascendentes por medio de funciones trascendentes enteras, en particular, series de
funciones trigonométricas. De aquí podemos entender que esta manera de entender la
analiticidad (representación polinomial) encuentra su significación en una necesidad de
generalidad de la fundamentación del análisis matemático. Esta significación se
institucionalizó posteriormente en el saber matemático escolar. El discurso matemático
tradicional, al considerar “el” significado más que “un” significado del conocimiento
matemático, hace que la significación de aproximación polinomial se amplíe a todas las
84 Esto se puede ver en las consideraciones de un método puramente analítico anunciado por Lagrange en el prefacio de su obra (Lagrange, 1797) y en los anuncios de un método puramente analítico alejado de los métodos geométricos de Reimann en la obra de Weierstrass. (Dugac, 1973, p.87-90)
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
133
expresiones de Analiticidad de la evolución histórica, escondiendo la diversidad de
significaciones existentes en la construcción social de esta noción.
5.5 UN DESARROLLO EN UNA NUEVA RACIONALIDAD
Fueron diversos fenómenos producidos en el cambio de paradigma racional comenzado
por Cauchy los que fortalecieron esta nueva racionalidad del conocimiento matemático,
la cual llevó al conocimiento matemático a nuevos dominios, poniendo su atención en el
espacio de funciones, generando de esta manera una plataforma racional en la cual
emergieron nuevas áreas del conocimiento matemático, como la topología matemática y
los espacios vectoriales. Analizaremos en esta sección, a modo de cierre de nuestro
análisis Socioepistemológico, algunos de estos fenómenos que impulsaron este tránsito,
en particular, del cálculo y el análisis matemático a los inicios de la topología
matemática.
5.5.1 Lo fenomenológico, la evolución de la noción de función
La noción de Analiticidad, en un sentido más amplio que la analiticidad de las funciones,
se vincula a una situación de índole fenomenológica, en la cual la noción de función
evoluciona, provocando cambios en la misma estructura y epistemología del
conocimiento, como también en la racionalidad del mismo. La evolución de la noción de
función la entendemos en dos dimensiones: a) La noción de función como tal; b) el
tamaño del espacio de funciones considerado en relación a los problemas de la época. En
algunos casos, a pesar de considerar una noción similar de función, el espacio de
funciones considerado es diferente por la evolución de los problemas de la época.
Quisiéramos describir la evolución de la noción de función, relativos ciertas prácticas de
referencias particulares, a la aparición de nuevos problemas matemáticos y al cambio de
la racionalidad del conocimiento científico. La noción de función aparece por primera
vez con Leibniz y después es desarrollada por Euler en 1748. En este periodo la función se
concebía como una expresión analítica, es decir, una fórmula. Es interesante entender
como esta noción de función trascendente introducida por Euler hace referencia a las
funciones que trascienden a lo algebraico (Cantoral y Montiel, 2001). Así aparece una
clasificación que representa a muchas funciones que, para ser estudiadas, quedan fuera
de la frontera de las funciones que pueden ser estudiadas por el análisis, esto es, por las
El conocimiento matemático desprendido del conocimiento sensible del mundo_ Capítulo 5
134
reglas algebraicas (O´Connor y Robertson, 2005). De aquí que Euler trabaje algunas
funciones trascendentes particulares desarrollándola a través de series de potencias.
Dando el carácter funcional a las razones trigonométricas, en base al estudio de los
movimientos oscilatorios en la matematización de modelos mecánicos que describen
movimientos periódicos (Montiel, 2005, p.106). Esta noción de función se mantuvo con
Lagrange quien la concibió como una expresión analítica, como una fórmula, destacando
la variabilidad de las variables (Lagrange, 1797, p.1). Hasta aquí, este periodo está
normado por la práctica social de la predicción (Montiel, 2005, p.105-107). A pesar del
cambio de racionalidad impulsado por Cauchy, y de definir la función como una
dependencia entre variables (Cauchy, 1821), su obra contiene elementos que muestran
una centración en las expresiones algebraicas (O´Connor y Robertson, 2005).
Los problemas abordados por las ciencias de la época hicieron que aparecieran nuevas
funciones, las cuales llevaron a que evolucionara la noción de función. En efecto en la
segunda parte del siglo XVIII se desarrolló el estudio de las ecuaciones diferenciales, en
donde las soluciones de estas ecuaciones eran nuevas funciones de una naturaleza
diferente a las existentes en el momento. De aquí que Condorcet, en un escrito de 1778
que nunca se publicó, distinguiera a las funciones definidas por Euler de unas nuevas
funciones que se definen a partir de consideraciones físicas como las que son soluciones
de ecuaciones diferenciales (O´Connor y Robertson, 2005). Lacroix, influenciado por el
escrito de Condorcet, concibe a la noción de función como una dependencia entre
valores, se conozca o no su fórmula. Más tarde Fourier (1822), bajo la normatividad de la
práctica social de Formalización (Montiel, 2005, p.108), utiliza el desarrollo de series
trigonométricas para representar las soluciones de las ecuaciones diferenciales que
aparecen en su teoría del calor. De esta manera considera a la función como una
correspondencia en las que no se supone que estén relacionadas en una fórmula común.
Dirichlet, en 1837, apoyándose en las consideraciones de Fourier, presenta la definición
de función como una correspondencia entre variables, concepción que utilizará
Weierstrass en su obra. De aquí podemos ver, que en paralelo a la noción de función,
evolucionó el espacio de funciones en base a los nuevos problemas que iban apareciendo
en la historia (esto es lo fenomenológico), los cuales incidieron en la evolución de la
noción de función. Estas nuevas funciones trascendían al dominio de las funciones
susceptibles a ser estudiadas por el análisis, lo que trajo la necesidad de encontrar
métodos para hacerlas analíticas. He aquí una expresión de la Analiticidad en un sentido
más general.
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
135
El cambio de racionalidad de la tercera década del siglo XIX aportó significativamente a
la evolución de la noción de función. Dirichlet, alemán nacido en 1805, y por tanto
representante de esta nueva racionalidad del conocimiento matemático, fue uno de los
primeros en plantear ejemplos de funciones que no tenían ninguna relación con las
ciencias sensibles de su tiempo. Presentó una función discontinua en todos sus puntos, la
cual para valores racionales tenía un valor y para los irracionales otro valor (O´Connor y
Robertson, 2005). Esta función pertenece a esta nueva racionalidad que considera al
conocimiento matemático como desprendido del conocimiento sensible del mundo, en
la búsqueda de la fundamentación matemática y la generalidad, una expresión clara del
esta racionalidad. En esta misma dirección, Weierstrass presenta un ejemplo de función
continua que no admite derivada en ningún punto, es decir, que todos sus puntos son
picos.
(Weierstrass, 1974, en Dugac, 1973, p.76)
Weierstrass entiende por función como una correspondencia entre variables, definición
dada por Dirichlet y clarificada por Cauchy y Fourier. El ejemplo de función que da
Weierstrass es interesante, pues esta función, desde cierto punto de vista, es una
expresión algebraica, tal cual como lo concebían Leibniz, Bernoulli y Lagrange. La
diferencia está en que el espacio de funciones de Weierstrass es más amplio, lo cual
sucedió al desprender al conocimiento de lo sensible. Notemos que un objetivo de la
obra de Weierstrass en estos tiempos fue la de determinar la clase de funciones más
grande a las que se les puede dar una representación analítica, y que pueden responder
de la forma más completa posible a las necesidades del análisis (Dugac, 1973, p.70-71).
La búsqueda de la generalidad hizo que el espacio de funciones se ampliara hasta su
expresión máxima, las funciones arbitrarias en el sentido del teorema de 1885.
5.5.2 La generalidad, el abandono del espacio físico hacia un espacio analítico.
Este fenómeno explicado anteriormente tiene un fenómeno paralelo. El cómo los
problemas de la época impulsaron una evolución, la cual llevó a un cambio de
racionalidad del conocimiento matemático, en conjunto del abandono del espacio físico
El conocimiento matemático desprendido del conocimiento sensible del mundo_ Capítulo 5
136
en dirección hacia un espacio analítico. Aquí pertenece la preocupación de la naturaleza
del espacio de funciones, otra expresión de esta racionalidad del conocimiento
matemático que lo desprende del conocimiento sensible del mundo.
Sería poco natural pensar que los matemáticos desconocían la historia. En efecto,
Weierstrass conocía la obra de Lagrange, sus aportaciones y alcances. Este
desprendimiento de lo sensible representa la postura que desvincular el espacio mismo
de los fenómenos físicos permitiría mejores problemas para los fenómenos físicos y de las
ciencias estudiados en este siglo XIX, problemas de una naturaleza diferente, como lo es
la transferencia de calor. De esta manera, la noción de analítico evolucionó de la mano
del concepto de función, de los problemas nuevos de la ciencia y de la racionalidad de la
matemática.
5.5.3 Lo evolutivo, de la función como centro del estudio a la función como un elemento
que describe la naturaleza del espacio de funciones continúas.
Este abandono del espacio físico trajo además una preocupación progresiva por la
naturaleza del espacio de funciones. Aquí la función, después de ser el centro de la teoría
misma, desde Leibniz y Newton hasta Cauchy, comienza a perder relevancia ante la
preocupación de la generalidad traída en esta búsqueda de formalización que produjo
esta nueva racionalidad del conocimiento matemático. Por ejemplo, ya no es el valor de
la integral de cierta función, sino es el valor de la integral para alguna función en cierto
intervalo. Ya no es el dibujo de la relación matemática (en variable compleja), sino es el
mapeo producido por la transformación, esto es, una propiedad topológica. Ya no es la
preocupación de la representación analítica de una cierta función, sino la representación
analítica de las funciones arbitrarias, de cualquier (toda) función. El interés está puesto
en el conjunto de “todas” las funciones. Con las nociones de convergencia, convergencia
uniforme, punto de acumulación, y otras nociones topológicas (Dugac, 1973, p.94), la
función, mediante una serie de funciones, es un elemento que permite describir la
naturaleza del espacio de funciones. Ya no es la función, sino es el espacio. Es en este
contexto que se debe significar las nociones de las teorías que aparecen en este periodo,
como la Topología y el Algebra Lineal.
Aquí la obra de Weierstrass es conclusiva en términos de fundamentación matemática.
Con la demostración de 1885 plantea que, sea como sea de extraña o arbitraria una
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
137
función continua, existe la posibilidad de representarla mediante una función
polinomial. En términos del método, se muestra que las funciones que siempre quedaron
relegadas “fuera de la fronteras de lo susceptible a ser estudiado por el análisis”, las
funciones trascendentes, ya no están fuera, pues pueden ser potencialmente estudiadas
por los métodos del análisis mediante la analiticidad de las funciones. En términos de la
racionalidad de esta época, podríamos decir que el espacio de funciones continuas es
potencialmente analítico.
5.5.4 Una nueva racionalidad del conocimiento matemático
Quisiéramos finalizar este recorrido Socioepistemológico por las sendas de lo analítico
destacando que estos fenómenos comentados, en conjunto con el cambio de
racionalidad aludido, llevaron a esta racionalidad del conocimiento matemático
desprendido del conocimiento sensible del mundo a un crecimiento constante.
Weierstrass, un pleno representante del esta nueva racionalidad (de esta nueva manera
de ver al conocimiento matemático), es el que culmina la arquitectura de esta
construcción interna que fundamenta una disciplina autónoma. El teorema de
aproximación de Weierstrass, además de culminar una construcción, se convierte en el
punto de partida de nuevas área de estudio en esta inaugurada disciplina científica,
como lo son la topología y la teoría de aproximaciones, que hoy en día tienen un
desarrollo constante y de relevancia para las nuevas líneas de estudios que se han
aparecido en los últimos años, como los sistemas dinámicos y el análisis complejo.
138
CAPÍTULO 6
APORTACIONES A LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA
ANALITICIDAD Y AL DISCURSO MATEMÁTICO ESCOLAR
139
CAPÍTULO 6
APORTACIONES A LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA ANALITICIDAD DE LAS
FUNCIONES Y AL DISCURSO MATEMÁTICO ESCOLAR
En el presente capítulo desarrollaremos una síntesis de la investigación desarrollada,
desde una mirada Socioepistemológica. Este enfoque teórico permite una mirada
sociocultural de la construcción del conocimiento matemático. Además, busca intervenir
en el sistema didáctico en un sentido amplio, al considerar los fenómenos de producción,
adquisición y difusión del conocimiento matemático (Cantoral y otros, 2006). Por este
motivo, sintetizaremos en dos direcciones: a). En las aportaciones de la investigación en
la construcción social de la analiticidad de las funciones. Aquí nos referiremos a la
Analiticidad, entendida como la práctica de conocer lo que no conozco con base en lo
que conozco, como una práctica social (normativa en la construcción del conocimiento),
la cual nos permitió entender la evolución de lo analítico en relación a la analiticidad de
las funciones. También nos referiremos a la necesidad de incorporar la variable de la
racionalidad del conocimiento en la construcción social de la analiticidad de las
funciones; b). Las aportaciones de la investigación al discurso matemático escolar. Aquí la
noción de contexto de significación permite amplias oportunidades de intervención en
el sistema escolar, permitiendo entender diversas significaciones históricas del
conocimiento que pueden ser utilizadas en la difusión escolar y aportando elementos de
mucho interés para la articulación del cálculo y la topología.
Aportaciones a la construcción social de la analiticidad y al discurso matemático escolar Capítulo 6
140
6.1 APORTACIONES A LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA ANALITICIDAD DE LAS
FUNCIONES.
La Socioepistemología está interesada en estudiar la construcción social del
conocimiento matemático. En esta dirección, ha planteado un viraje desde los objetos a
las prácticas (Cantoral, 2009), es decir, propone una descentración de los objetos
matemáticos y de su naturaleza epistemológica, para privilegiar una epistemología de
prácticas asociadas a tal construcción (Montiel, 2005). Nuestro estudio, en relación a
esta intencionalidad de la aproximación teórica, aporta dos elementos para la
construcción social de la analiticidad de las funciones: a). La práctica de la Analiticidad,
entendida como la práctica de conocer lo que no conozco con base en lo que conozco,
norma la construcción del conocimiento relativo a la analiticidad de las funciones. De
esta manera la Analiticidad, concebida como práctica social, permite entender por qué
se hace lo que se hace (Covián, 2005); b). El cambio de racionalidad del conocimiento
matemático es un acontecimiento necesario para la construcción social de la analiticidad
de las funciones.
6.1.1 La analiticidad como una práctica social
En el comienzo del estudio entendíamos la analiticidad de las funciones como su
representación analítica, en el sentido planteado por Weierstrass. Las funciones
analíticas son las que son desarrollables mediante series de Taylor en todos sus puntos, o
bien, las que son infinitamente diferenciables en todos sus puntos. La representación
analítica y la representación polinomial son conceptos que se confunden, pero son
diferentes, pues proveen significaciones diferentes en relación a lo que es lo analítico.
Desde esta perspectiva, y considerando los contextos de significación estudiados en esta
investigación, podríamos plantar la evolución de la analiticidad de la siguiente manera
(figura 6.1):
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
141
Figura 6.1
Esta noción de analítico es débil para la comprensión social, pues es una mirada “hacia
atrás” que esconde los elementos de la construcción social del conocimiento. En efecto,
la significación de analiticidad como infinitas derivadas o su simultaneidad apareció en
Alemania a mediados del siglo XIX, y la significación como representación polinomial
apareció en 1885, es decir, al final de la evolución. De esta manera, si miramos a la
analiticidad de las funciones de esta manera, estará oculto a nuestros ojos las
significaciones que le precedieron.
El interés de esta investigación se sitúa en entender la construcción social del
conocimiento matemático. En este sentido, nos interesa entender los procesos
normativos del conocimiento en la evolución estudiada. De aquí nos preguntamos, con
base en toda la evidencia reportada en nuestra investigación, lo siguiente: ¿Qué
elementos normativos del conocimiento podemos ver en esta evolución de la
analiticidad de las funciones?
La respuesta que encontramos, basada en el análisis de la evidencia estudiada, es que en
toda esta evolución está el interés de conocer lo que no se conoce con base en lo que se
conoce. A esta acción reguladora de la práctica la entenderemos como la Analiticidad.
Aportaciones a la construcción social de la analiticidad y al discurso matemático escolar Capítulo 6
142
La nombramos como Analiticidad, ya que esta palabra es utilizada desde Lagrange,
cuando intenta llevar el estudio del cálculo de su tiempo a las fronteras de lo susceptible
a ser estudiado por el análisis, hasta Weierstrass al plantear que existe la posibilidad de
representar analíticamente cualquier función continua. Al plantear “lo que no conozco”
nos referimos a lo que no está al alcance del dominio de lo conocible, por una cuestión
de naturaleza epistemológica85. Al no ser susceptible a conocerse, emerge la necesidad
de conocerlo con base en lo que se conoce. Al plantear “con base en lo que se conoce”
nos referimos a lo que está al alcance del dominio de lo conocible, a lo que puede ser
conocido.
Conocer lo que no se conoce con base en lo que se conoce
Intentaremos mostrar a continuación cómo la Analiticidad, entendida como la práctica
social de conocer lo que no conozco con base en lo que conozco, tiene un carácter
normativo sobre la práctica y la actividad, y regulador en función de ciertas prácticas de
referencia.
Antes de Lagrange
En los modelos de la analiticidad existentes antes de Lagrange, como la
utilización de la regularidad de los desarrollos binomiales en lo que se busca
predecir un estado próximo, los de reconocer y utilizar sistemática la idea de que
la parte contiene al todo, determinar las leyes del sistema a partir de un estado
inicial conocido o representar valores irracionales específicos mediante series de
números racionales (Cantoral, 2001), se encuentra la intención de conocer lo que
no conozco con base en lo que conozco.
Con Lagrange
Las ideas germinales de la obra de Lagrange consideran a un movimiento
uniforme cualquiera como una suma de movimientos simples. Es decir, en
85 Por ejemplo, un número irracional no se puede conocer, pues tiene infinitos decimales que no pueden ser pensados y expresados o representados, por la limitante temporal. Una función trascendente, analítica o no, no puede ser descrita “de manera exacta” por la misma razón que no lo pueden ser los números irracionales.
Conocer lo que no se conoce con base en lo que se conoce Analiticidad
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
143
conocer lo que no conozco con base en lo que conozco. Otra interpretación de lo
mismo es la intención de determinar un estado futuro vecino con la información
actual de facto (Cantoral, 2001), en donde se conoce lo que no se conoce con
base en lo que se conoce. La matematización de Lagrange pone el acento en un
método para el análisis de cálculo de funciones primitivas y derivadas. En este
sentido, conociendo la primera derivada se podrán conocer todas las funciones
derivadas. Recordemos que Lagrange plantea como desde la tercera derivada ya
no existe una explicación física. Por tanto, el modelo permite calcular la derivada
enésima con base en conocimiento de la primera derivada. Es decir, conoce lo
que no conoce con base en lo que conoce.
Desde al menos Galileo hasta Lagrange, el conocer lo que no se conoce con base
en lo que se conoce se presenta mediante la práctica social de la predicción
(Cantoral, 2001; Cantoral y otros, 2006). Sin embargo, con Lagrange, en lo
relativo a la representación analítica y su método para el cálculo infinitesimal,
esta práctica ya no tiene la figura de la predicción. Desde aquí le llamamos
Analiticidad.
Con Fourier
Fourier, basándose en su teoría analítica del calor, modeló las soluciones de sus
ecuaciones diferenciales por medio de series de funciones trigonométricas. Es
decir, conoció lo que no podía conocer, que además eran funciones nuevas para
su época, mediante lo que conocía, las funciones trigonométricas.
Cauchy y el cambio de racionalidad
La práctica social de la Analiticidad sobrevivió ante el cambio de racionalidad
que sufrió la matemática con la obra de Cauchy (1821). Cauchy, en sus trabajos de
variables imaginarias86, desarrolló mediante series de potencias los valores
singulares de funciones imaginarias. Es decir, conocer lo que no conoce con base
en lo que conoce.
En esta época, en conjunto con Fourier, y bajo la práctica social de la
formalización (Montiel, 2005, p.108), apareció la necesidad de validar las
representaciones de funciones como series, por lo que se comenzó a trabajar
sobre la noción de convergencia. Este estudio, en esta nueva racionalidad del
86 O variable compleja en el sentido moderno.
Aportaciones a la construcción social de la analiticidad y al discurso matemático escolar Capítulo 6
144
conocimiento matemático, engendró la noción de convergencia uniforme. Esta
noción sería la que le otorgó validación racional a la práctica social de la
Analiticidad en los años posteriores.
El estudio de la variable compleja
En este periodo también nació el análisis complejo, en donde la noción de
analiticidad de las funciones se vuelve central, ya que en esta variable esta noción
es equivalente a función derivable. Se trabajan las funciones complejas con base
en su representación analítica. Es decir, se conoce lo que no se conoce con base
en lo que se conoce.
Weierstrass
En el marco de la variable compleja, el estudio de la analiticidad de las funciones
tomó una relevancia dentro del desarrollo matemático. Fue el área de
investigación de Gudermann, la cual heredó Weierstrass y la llevó a sus
expresiones más generales, en el marco de la formalización del análisis. Una de
las ideas centrales de la teoría de Weierstrass en este ámbito es la de
prolongamiento analítico (Dugac, 1963), en la cual, con base en la información
de la función en puntos singulares, se puede saber información de la función en
todo su dominio. Es decir, con base en lo que se conoce, se puede conocer lo que
no se conoce. Weierstrass también desarrolló una construcción matemática de
los números reales, describiendo a un irracional como serie de racionales, es
decir, conociendo lo que no conoce con base en lo que conoce. Después,
basándose en la aspiración de generalidad de sus resultados, demostró la
representación analítica de funciones arbitrarias, en donde planteó que se puede
representar una función continua cualquiera a través de una serie de funciones
racionales, es decir, conoce lo que no conoce con base en lo que conoce.
Por tanto podemos ver que en diferentes contextos, necesidades e incluso en diferentes
racionalidades del conocimiento matemático, los matemáticos conocen lo que no
conocen con base en lo que conocen. De esta manera, la Analiticidad se plantea como un
aspecto normativo del conocimiento matemático en relación a los métodos y a una
racionalidad para enfrentar los problemas matemáticos de este periodo. Es decir,
conocer lo que no conozco con base en lo que conozco, esto es, la Analiticidad, permite
explicar el por qué hacen lo que hacen los matemáticos en sus épocas en relación a la
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
145
evolución estudiada, es decir, es una Práctica Social87, siendo de esta manera la
analiticidad de las funciones una expresión particular de esta práctica.
6.1.2 El cambio de racionalidad, un camino necesario para concebir la analiticidad de las
funciones.
Como se puede ver a lo largo de esta investigación, existe una manera de ver al
conocimiento que nos hará ver ciertas cosas y no otras. Esto es a lo que nos referimos por
la racionalidad. Entendemos a la racionalidad como una manera de ver, de entender, de
argumentar y de validar al conocimiento. Las ideas tienen consecuencias (Miller, 2001),
la racionalidad tendrá implicancias en la manera de entender el conocimiento y en el
conocimiento mismo.
En la evolución de la analiticidad de las funciones, podemos ver un quiebre en la
racionalidad antigua y el comienzo de una nueva racionalidad. La analiticidad de las
funciones pertenece a esta nueva racionalidad, y su estructura epistemológica como
conocimiento matemático es relativa a esta racionalidad, a esta manera especial de
entender al conocimiento científico. Este cambio racional lo ilustraremos en las líneas
que siguen.
Lagrange pertenece a un periodo en el que la racionalidad del conocimiento
matemático es relativa al conocimiento sensible del mundo. Las ideas germinales de su
obra se encuentran en una matematización de un modeló de la naturaleza, que está
presente en sus inicios desde Galileo (Cantoral. 2001), y la cual encuentra su validación
intelectual en razones funcionales “Diversos fenómenos de la naturaleza […] confirman
plenamente la conclusión que acabamos de encontrar” (Lagrange, 1813, p.316). Estas
ideas, demostradas en base al rigor del álgebra, encuentran su significación en la
mecánica de la época. En este periodo el conocimiento matemático encuentra su
fundamento en las ciencias de la época, en especial en la física y la astronomía, y se
desarrolla para dar respuesta a los problemas que estas áreas del conocimiento
engendran.
87 Para la Socioepistemología, una práctica social es la que permite explicar el por qué de cierto conocimiento, es lo que no se ve del proceso social, es lo que ejerce un carácter normativo en la actividad humana, “no es lo que hace en sí el individuo o el grupo, sino aquello que les hace hacer lo que hacen” (Covián, 2005, citado en Cantoral, 2006).
Aportaciones a la construcción social de la analiticidad y al discurso matemático escolar Capítulo 6
146
Cauchy es el que plantea el comienzo de una nueva racionalidad para la matemática,
desprendiéndola del conocimiento sensible del mundo. “existen […] otras realidades más
que la de los objetos sensibles” (Cauchy, 1821, P.vij). Esta nueva racionalidad sobre la
justificación del conocimiento matemático trae consigo nuevos conceptos, los cuales ya
no encuentran sus ideas germinales en las ciencias de la época, sino que la encuentran en
la necesidad de fundamentación y arquitectura de esta nueva construcción del cálculo. Si
bien, en su racionalidad el conocimiento matemático sufre un desprendimiento
intencional de lo sensible, sigue dando respuesta a los problemas de las ciencias de su
época.
La piedra principal de la arquitectura de Cauchy es la continuidad, concepto existente
desde la antigüedad, pero reinterpretado con base en las cantidades infinitamente
pequeñas de Leibniz. Por ende, a pesar de ser un nuevo concepto de esta nueva
racionalidad, sus herramientas heurísticas están ligadas a su época. Como hemos
mostrado, esta definición hizo que los ejemplos de Fourier, funciones discontinuas, se
volvieran contraejemplos de este principio de continuidad validado en la época, `lo que
es verdadero hasta el límite es verdadero en el límite`, por lo que aparece la necesidad
de demostrar este principio (Lakatos, 1976) La necesidad de sustentar una nueva
estructura hizo que Cauchy demostrara que el límite de una serie de funciones continuas
es una función continua (Cauchy, 1821). Este problema, que nace como una necesidad de
argumentar la nueva construcción de la matemática desprendida de lo sensible, trae a
escena uno de los sucesos más interesantes en la historia del cálculo: la coexistencia de la
demostración de un teorema y de sus contraejemplos, ambos validados por los
matemáticos de la época. ¿Cómo se puede explicar que la solución a esta paradoja
estuviera escondida de los ojos de toda una generación de matemáticos? Nuestra
respuesta: fue debido a una crisis relativa a un cambio de racionalidad (Figura 6.2)
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
147
Figura 6.2
En efecto, la demostración de Cauchy tenía un lema oculto, la convergencia uniforme.
¿Por qué ésta estuvo oculta a los ojos de toda una generación? Nuestra respuesta es:
porque es un concepto matemático que pertenece a esta nueva racionalidad del
conocimiento matemático. Efectivamente, la convergencia uniforme encuentra su
significación en una problemática interna de la matemática. Esta es su naturaleza
epistemológica. No había otro concepto con esta naturaleza en la obra de Cauchy. La
noción misma nace de una demostración que fue desarrollada, ya hemos dicho, por la
necesidad de fundamentar una nueva estructura, no para resolver algún problema que
estuviera presente en las ciencias de su tiempo. La convergencia uniforme validaría, de
esta manera, la representación analítica de las funciones que aparecían como soluciones
de las ecuaciones diferenciales de Fourier. Estas estudiaban la transferencia de calor,
pero estas funciones no representaban la solución del sistema diferencial. Aquí la
convergencia uniforme sería un instrumento de validez de esta convergencia, y
podríamos decir que apareció “sin la intencionalidad de Cauchy”. Cauchy abordó un
problema de una matemática con una nueva naturaleza, que él estaba desarrollando,
pero que no sería capaz de enfrentar.
La convergencia uniforme nace de una relación especial entre dos procesos de límites
simultáneos, existentes en la demostración de Cauchy, pero que este consideró como
independientes. Fue la simultaneidad de los límites lo que se ocultó a los ojos de toda
una generación. Este fenómeno de procesos de límites simultáneos no encuentra ideas
Aportaciones a la construcción social de la analiticidad y al discurso matemático escolar Capítulo 6
148
germinales en las ciencias de su época, ni tampoco ejemplificaciones en los problemas
abordados por estas. Es pues, una noción que pertenece a esta nueva racionalidad, en la
que la matemática encuentra su sentido en sí misma, en una arquitectura interna,
desprendida del conocimiento sensible del mundo. Sin embargo, la noción nació en una
generación de matemáticos que concebía al conocimiento matemático como relativo a
lo sensible. Fue esta racionalidad la que ocultó la convergencia uniforme de sus ojos. Las
ideas tienen consecuencias.
Este conflicto racional se solucionó años después. En 1841 aparece esta noción de
convergencia uniforme en la comunidad matemática alemana, en las clases de variable
compleja que cursó Weierstrass con su maestro Gudermann en Münster. Posteriormente,
en 1846 Seidel, matemático que nació en 1821, año en el cual se publicó la obra de
Cauchy, y por tanto representante de una nueva generación de matemáticos formados
con la influencia de esta nueva racionalidad, resuelve el conflicto del teorema
demostrado y su contraejemplo validado, evidenciando que el lema oculto era,
precisamente, el tipo de convergencia y no la convergencia misma, aludiendo a la
convergencia uniforme. Es decir, este problema, perteneciente a la nueva racionalidad,
nació de manera prematura, en una generación de matemáticos con una racionalidad de
la matemática que no les permitió observar el conflicto en cuestión. Esta nueva
racionalidad comienza con la obra de Cauchy, en 1821, año en el cual comenzó a
institucionalizarse mediante la difusión misma de la obra. Esta obra fue traducida al
alemán en 1824 (Dhombres, 1994). Destaquemos que esta obra de Cauchy introduce
también la variable compleja, base de todo el trabajo desarrollado en Alemania, y el
concepto matemático que pertenece a esta nueva racionalidad de la matemática. De
esta manera, esta dicha obra fue utilizada en la formación de una nueva generación de
matemáticos, los cuales se formaron con esta nueva racionalidad naciente y pudieron
hacer frente a los problemas matemáticos relativos a esta “manera de ver” al
conocimiento, como la convergencia uniforme.
Esta noción se transforma, a lo largo del siglo XIX, en el corazón de la vinculación entre el
análisis y los inicios de la topología matemática. Weierstrass, conocido como el
exponente más importante del análisis moderno, pertenece a la nueva generación de
matemáticos. Estos fueron los que estudiaron el análisis complejo y quienes desarrollaron
el fundamento interno de la matemática en su esplendor. Al estar involucrado en la
formación de matemáticas en la Universidad de Berlín, Weierstrass desarrolló toda su
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
149
fundamentación matemática, de la cual la representación analítica de funciones
arbitrarias fue su desarrollo más elevado y concluyente de su obra. Desde que se
involucró en la fundamentación del análisis, a su llegada a esta universidad, su
producción científica se volcó de manera exclusiva a trabajos que se pueden inscribir en
esta nueva manera de ver a la matemática (Bibliothek der Berlin, 2002). Estos trabajos, al
igual que los de Cauchy, continuaban dando respuesta a las necesidades de las ciencias
de su época, como la representación analítica de las soluciones de ecuaciones
diferenciales de las ciencias físicas, pero se inscriben en una racionalidad de la
matemática desprendida del conocimiento sensible del mundo. Sobre esta racionalidad
fue que se gestó la preocupación, el teorema y la demostración de la representación
analítica de funciones arbitrarias.
Este cambio de la racionalidad del conocimiento matemático fue necesario para que la
noción de analiticidad de las funciones evolucionara. Los conceptos matemáticos
relativos a esto, y los problemas que se abordaban, son pertenecientes a esta etapa de
comienzo y desarrollo de esta nueva racionalidad en la matemática. Esta nueva
racionalidad, como argumentaremos más adelante, llevó a un abandono del espacio
físico y de la función como centro del análisis, transformándose como un elemento que
permite describir la naturaleza del espacio de funciones continuas. De esta manera, la
evolución de la analiticidad de las funciones hacia las significaciones existentes en el
discurso escolar actual, requirieron este cambio de racionalidad.
6.2 APORTACIONES AL DISCURSO MATEMÁTICO ESCOLAR
Un fin último de la Socioepistemología es la INTERVENCIÓN. De aquí la importancia
que tiene las aportaciones que podemos hacer al discurso matemático escolar. En este
sentido consideramos esta investigación como un primer paso en un proyecto más global
que pretende articular los resultados de esta investigación con las diversas variables de la
difusión institucional del conocimiento, de manera de intervenir en el sistema educativo,
en sus diferentes esferas, como lo son el nivel aula, el nivel currículo, y el nivel
institucional en relación a la visión del por qué de la enseñanza y aprendizaje de las
matemáticas.
Aportaciones a la construcción social de la analiticidad y al discurso matemático escolar Capítulo 6
150
Mirando a lo siguiente como primer paso en aportaciones al discurso matemático
escolar, la noción de significación entrega amplias posibilidades de intervención. Ya no
nos referimos a “el” significado del conocimiento, sino a “una” significación de este.
Además, esta significación es contextual. De aquí surge que para entender “las”
significaciones del conocimiento necesitamos entender los contextos de significación del
conocimiento. El contexto de significación de cierto conocimiento es el ámbito en el cual
cierta persona o colectivo sitúa la significación de cierto conocimiento en cierto
escenario sociocultural. Estos contextos son permitió acercarnos a la mirada de los
autores respecto a sus obras, de manera de entender las intencionalidades subyacentes y
las ideas germinales de las obras. Los contextos de significación de ciertos conocimientos
tiene tres dimensiones: la situacional, la sociocultural y la de la racionalidad, en las cuales
se sitúa la significación del conocimiento matemático.
Modelo para entender el “contexto de significación”
de cierto conocimiento matemático
El poner la atención en estas tres dimensiones del contexto en el cual se significa el
conocimiento para alguien, nos permitió tener una mirada más histórica y sociocultural
de los conocimientos matemáticos estudiados, entendiendo a estos mismos no como
meros objetos matemáticos, sino como una construcción sociocultural, motivo por lo cual
consideramos tanto al conocimiento como a su uso al referirnos a conocimiento
matemático.
6.2.1 Los contextos de significación en la evolución estudiada
De esta manera, el contexto de significación de la obra de Lagrange es la Mecánica
Lagrangeana, en la cual la idea germinal de la obra es la modelación funcional del
movimiento rectilíneo. Esta matematización que se dio por las circunstancias
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
151
sociopolíticas y laborales del autor, en medio de la revolución francesa, y pertenece a
una racionalidad de la matemática relativa al conocimiento sensible del mundo. El
contexto de significación de la obra de Cauchy es una nueva arquitectura, que expresa
una extrapolación del pensamiento monárquico de su tiempo, el cual estaba debatiendo
con los planteamientos filosóficos de la ilustración sobre la base de los conflictos
sociopolíticos de Francia post-revolución. En este contexto, la crítica de Cauchy a
Lagrange se significa para el autor como la argumentación de esta nueva arquitectura de
la matemática, que se sustenta en la racionalidad del conocimiento matemático
desprendido intencionalmente del conocimiento sensible del mundo.
Esta nueva arquitectura es el comienzo del cambio del paradigma racional del
conocimiento matemático existente en la época. Estas dos racionalidades se confrontan,
causando que el teorema de Cauchy y los contraejemplos de Fourier coexistieran
durante toda una generación de matemáticos. Este debate es resuelto por un
matemático representante a esta nueva racionalidad del conocimiento matemático
desprendida del conocimiento sensible del mundo, Seidel. Es de aquí que el contexto de
significación de la convergencia uniforme se encuentra en la argumentación de una
nueva construcción, en la cual cumple el rol de validar la Analiticidad de su tiempo. La
convergencia uniforme encuentra su significado en esta nueva racionalidad del
conocimiento matemático. Finalmente, el contexto de significación de la representación
analítica de las funciones arbitrarias se encuentra en una expresión de la
fundamentación del cálculo, la cual alcanza aquí su nivel más alto. El rigor de
Weierstrass, en conjunto con la estructura encontrada y la necesidad de generalidad,
Aportaciones a la construcción social de la analiticidad y al discurso matemático escolar Capítulo 6
152
engendraron este teorema, el cual está vinculado metodológicamente con la
modelación del error que hizo Gauss (1822) en sus estudios sobre probabilidad. Las ideas
germinales se pueden encontrar en la teoría de los números reales, construida por él
mismo (año 1874), en donde se expresa en términos de representación analítica de las
funciones la práctica social de la Analiticidad. De esta manera, la triada (rigor, estructura,
generalidad), en conjunto con la práctica social de Formalización (Montiel, 2005, p.108),
son elementos para considerar una construcción escolar de la representación analítica de
las funciones arbitrarias, siempre en una racionalidad del conocimiento matemático
desprendido del conocimiento sensible del mundo.
En estos casos, la matematización (Lagrange), formalización (Cauchy) y fundamentación
(Weierstrass) se desarrollaron por una necesidad de desarrollar un discurso escolar. El
conocimiento matemático sobrevivía y evolucionaba sin esta organización. Estas
organizaciones, producidas por la exaltación de la meritocracia por sobre la aristocracia
impulsada por la revolución francesa88 (Farfán, 1993), llevaron a la organización,
secuenciación y exposición explicativa de un discurso matemático que afectó su rumbo
posterior. De esta manera, la intencionalidad didáctica forma parte de la construcción de
una ciencia autónoma, desprendida del conocimiento sensible del mundo.
6.2.2 Elementos para significaciones del conocimiento en su difusión escolar.
En lo relativo a la analiticidad de las funciones, en un escenario histórico, los resultados
de esta investigación nos brindan información de las ideas germinales y las condiciones
en las cuales se construyó socialmente cierto conocimiento.
En relación a la serie de Taylor
En relación a las ideas germinales, entender que la obra de Lagrange es una
generalización y matematización de la modelación funcional del movimiento
rectilíneo, en relación a una racionalidad del conocimiento matemático relativo
al conocimiento sensible del mundo, da muchas oportunidades para
88 El reconocimiento viene por el mérito en vez del legado familiar o la sangre. Esto impulsó la masificación de la enseñanza, a diversos niveles. En los niveles más altos, conllevó a la elaboración del un discurso escolar del conocimiento matemático de frontera de la época.
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
153
significaciones escolares, propuestas de intervención didáctica y vinculaciones
entre la enseñanza de la matemática y la física.
En relación a la matematización del cálculo
Entender que la construcción de Cauchy es relativa a una racionalidad diferente,
impulsada por problemas nuevos de las ciencias y por una expresión de un
pensamiento ideológico y filosófico de la sociedad en su época, entrega
oportunidades de entender las variables que originaron esta construcción. El
conocimiento matemático, organizado de manera secuencial y estructurado
sobre la base de planteamientos lógicos sólidos, es una expresión de difusión
escolar del conocimiento matemático existente en la ciencia de su tiempo. El
considerar esta relación con la intencionalidad escolar abre muchas rutas en
relación a rediseños del mismo discurso matemático escolar. Por ejemplo,
introducir la convergencia como un instrumento de validez intelectual de una
expresión de la Analiticidad, en una ruta alternativa -a la del discurso matemático
escolar actual-, que considera las variables de la construcción social del
conocimiento matemático. Plantear la aparición de estas nuevas funciones, como
las de Fourier, pueden inducir a la necesidad de trabajar sobre la convergencia.
Pues la necesidad apareció cuando hubo una crisis. Podría ser interesante utilizar
esta crisis en la racionalidad como una variable didáctica en intervenciones en
aula.
En relación a la analiticidad de las funciones
Situar la formalización del análisis matemático en una necesidad, nuevamente, de
difusión escolar, amplía también la perspectiva en relación al estatus del saber en
el proceso de enseñanza aprendizaje de la matemática. En este sentido, entender
la racionalidad relativa a estas construcciones, las ideas germinales y la necesidad
que llevó a la formulación de la representación analítica de funciones arbitrarias
continuas, abre muchas oportunidades de intervención en aula. Considerar la
triada (rigor, estructura, generalidad) como una línea conceptual necesaria
puede ser un eje que dé dirección a una intervención de una unidad didáctica en
aula. Entender como idea germinal de esta representación analítica la
construcción de un número irracional como una serie de números racionales,
puede abrir oportunidades de significaciones escolares con un sustento
epistemológico histórico. Plantear la relación entre la Analiticidad, el inicio de la
Aportaciones a la construcción social de la analiticidad y al discurso matemático escolar Capítulo 6
154
topología y la probabilidad, puede permear vinculaciones interesantes entre
estas áreas del conocimiento que aparecen totalmente desvinculadas en el
discurso matemático escolar. A su vez, considerar la posibilidad de incluir la
relevancia epistemológica que tiene el Análisis complejo en la analiticidad de las
funciones en el discurso matemático escolar, es un intento que puede contribuir a
la significación escolar de estas cuestiones.
6.2.3 Elementos para la articulación curricular: del cálculo a la topología.
La evolución encontrada nos da elementos relevantes para considerar una articulación
de las significaciones encontradas a través de hilos conductores que expresen la
construcción social del conocimiento matemático. El considerar a la Analiticidad como
un hilo conductor amplía las posibilidades de vinculación en el discurso matemático
escolar. Este discurso actual, al estar centrados en conceptos, limita la posibilidad de
desarrollar este tipo de vinculaciones. El considerar a ésta como un hilo conductor,
necesariamente deberíamos incorporar al cambio de racionalidad que sufrió el
conocimiento matemático. Además deberíamos hacer reflexión sobre lo relativo a la
intencionalidad didáctica de la arquitectura y organización de los conocimientos
matemáticos. En términos globales, esta evolución permitiría incorporar los siguientes
elementos en la organización curricular:
El abandono del espacio físico
Como mostramos en la investigación, la aparición de nuevas funciones con la
obra de Fourier, además del cambio de racionalidad impulsado por los debates
ideológicos en medio de las condiciones sociopolíticas de la época, condujeron a
que en el desarrollo matemático, se produjera el proceso del abandono del
espacio físico, llevando a este espacio a un dominio analítico (en el sentido de lo
susceptible a ser estudiado por el análisis), con la aspiración de que pudiera
resolver estos nuevos problemas, además de desvincular al conocimiento
matemático de los objetos sensibles, en relación a una lucha ideológica de la
época.
De las funciones en el centro a la función como un descriptor de la naturaleza del
espacio
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
155
Esta evolución, en conjunto de este desprendimiento de lo físico en el espacio y
de lo sensible en la racionalidad el conocimiento matemático, cambió el estatus
de la noción de función en el análisis matemático. Desde Euler, en la obra de
Lagrange con la serie de Taylor, y en la obra de Cauchy con la continuidad, la
función tiene el rol protagónico y central en la teoría. Debido al cambio de
racionalidad se comenzó un proceso evolutivo de desprender las propiedades de
los objetos. Por ejemplo, Abel estudió la convergencia de las series sin estudiar
una convergencia específica (Abel, 1826). Es decir, pasó a ser más relevante la
propiedad de convergencia que la convergencia específica de las series. En este
mismo tiempo, la búsqueda de la generalidad llevó a la preocupación del espacio
de funciones más que a las funciones mismas. En este contexto nacen las
disciplinas como el álgebra lineal y la topología. La preocupación por la
estructura y la generalidad llevó la atención de los matemáticos al espacio. En
relación a la evolución de la analiticidad, la función, después de ser el centro del
análisis, se transformó en un elemento que permite describir la naturaleza del
espacio. El espacio es potencialmente analítico, es lo que se puede interpretar en
estos sentidos con el teorema de Weierstrass. De esta manera, para entender la
analiticidad en el trabajo de Weierstrass, no podemos poner la atención en la
función en sí misma, sino en el espacio, en donde la función nos permite describir
su naturaleza.
La evolución de la noción de función
Toda esta evolución no puede entenderse sin la evolución de la noción de
función, en los dos aspectos que hemos considerado: lo que se entiende por
función y el espacio de las funciones en cada tiempo histórico. Por ejemplo, la
función 2
1
xe fue considerada función para Cauchy por ser una función continua, lo
que no sucedió para Lagrange. La validación de cuáles expresiones eran
consideradas o no funciones no obedece solamente a una evolución de la noción
del concepto, sino también a otros aspectos, como los relativos a las
racionalidades, a las intencionalidades de la obra, y a la misma estructura
epistemológica de las construcciones matemáticas. En esta dirección, la
evolución de la noción de función es un asunto que incide en los dos aspectos
evolutivos considerados anteriormente, por lo cual enfrentar este estudio es de
Aportaciones a la construcción social de la analiticidad y al discurso matemático escolar Capítulo 6
156
interés y aporte para esta investigación. Esta es una de las posibles rutas de
continuación de esta investigación.
De esta manera, al considerar con la evolución de la noción de función y el cambio de la
racionalidad del conocimiento matemático, el abandono del espacio físico y el cambio
del uso de la función, de ser un elemento central de la teoría a un elemento descriptor
de la naturaleza del espacio, podemos concebir a la Analiticidad como un hilo conductor
del currículo que puede vincular el estudio del cálculo con el estudio de los inicios de la
topología matemática. En este sentido, extender el significado de la analiticidad de las
funciones a las diferentes significaciones de la Analiticidad abre brecha para la
comprensión histórica del cálculo.
157
CAPÍTULO 7
APORTACIONES A LA SOCIOEPISTEMOLOGÍA: LA
RACIONALIDAD Y LOS CONTEXTOS DE SIGNIFICACIÓN.
CONCLUSIONES.
158
CAPITULO 7
APORTACIONES A LA SOCIOEPISTEMOLOGÍA: LA RACIONALIDAD Y LOS CONTEXTOS
DE SIGNIFICACIÓN. CONCLUSIONES.
La Socioepistemología es una aproximación teórica que se gesta en los 90s en una
comunidad de matemáticos educativos en el Cinvestav-IPN México, y que se desarrolla
actualmente de manera cooperativa por una comunidad académica que se extiende en
diversos países de Latinoamérica. Ésta considera al conocimiento matemático como una
construcción social, dimensión que en conjunto con las dimensiones cognitiva,
epistemológica y didáctica, genera una aproximación sistémica del conocimiento
matemático (Cantoral y Farfán, 2003). Este enfoque teórico propone una descentración
de los objetos matemáticos y de su naturaleza epistemológica, para privilegiar una
epistemología de prácticas asociadas a la construcción de los conocimientos
matemáticos (Montiel, 2005), buscando de esta manera considerar al conocimiento
matemático sensible a la realidad de las personas y a sus diferentes mundos. Un fin
fundamental de esta Teoría es la intervención, lo cual busca realizar en el sistema
didáctico en un sentido amplio, al considerar los fenómenos de producción, adquisición y
difusión del conocimiento matemático desde una perspectiva múltiple (Cantoral y otros,
2006).
La teoría Socioepistemológica, por su misma característica social, no se construye sobre
una reflexión intelectual o filosófica en relación a la construcción del conocimiento,
como otros enfoques teóricos, sino que lo haces sobre la base de la evidencia empírica.
De aquí que el estudio de la construcción social del conocimiento matemático de
manera sistémica y empírica sea previo a la teorización. Por este motivo estudiamos esta
construcción en la práctica de la edificación de una vivienda tradicional (Covián, 2005),
la práctica de un toxicólogo construyendo conocimiento (Tuyub, 2008), la construcción
social del conocimiento en aula (García, 2008), la construcción del conocimiento
matemático en escenarios históricos (Cantoral, 1990; Crespo, 2007; Montiel, 2005;, esta
investigación), con el fin de entender los mecanismos de construcción del conocimiento
matemático y su difusión institucional. La ruta experimental es nuestra manera de validar
y teorizar. Es de esta manera que han surgido las nociones de práctica social, práctica de
referencia, contexto de significación, escenario sociocultural, entre otros. Es en esta
dirección que presentamos algunas aportaciones teóricas de esta investigación a la
Socioepistemología.
Aportaciones a la socioepistemología: La racionalidad y los contextos de significación Capítulo 7
159
Una teoría, además de sustentar la validez de un resultado científico y situar su impacto y
alcance, provee una manera de ver las problemáticas educativas. Esta manera de ver está
estrechamente relacionada a los principios filosóficos fundamentales que subyacen a sus
planteamientos. En este sentido, la Socioepistemología tiene principios basales que
buscan la democratización del conocimiento matemático. Es decir, busca hacer accesible
este conocimiento, que hoy lo es solo para una elite intelectual, a la mayor cantidad de
personas. Además de todas las variables sociales que inciden en la exclusión escolar, el
mismo discurso matemático escolar excluye (Soto, 2009). Un discurso matemático
escolar con una racionalidad centrada en conceptos y en leyes lógicas hace que sólo los
que logran seguir esta manera de razonar puedan tener éxito en el ambiente escolar. Es a
partir de esto] que la Socioepistemología busca la INCLUSIÓN de los excluidos, en el
sentido de proponer un discurso matemático escolar acorde a la racionalidad de las
personas y no de la matemática misma, con la intención de que la mayoría de las
personas puedan entender y disfrutar de las matemáticas, y no sólo algunos (Cantoral,
2009). Esta inclusión también considera la diversidad sociocultural. Considera a aquellos
que son excluidos por el discurso matemático escolar ya sea por su situación económica,
racial, cultural, discapacidad física, etc. Por estas “cuestiones”, la Socioepistemología
apunta a un abandono de los objetos y su naturaleza epistemológica, privilegiando una
epistemología de prácticas relativas a la construcción del conocimiento matemático
(Montiel, 2005). Las prácticas, que son transversales a los conocimientos en general,
pueden constituir un eje rector que permita unificar en la diversidad, logrando respetar
cada realidad, cada mundo y avanzar hacia la inclusión.
En esta dirección, entender el mundo del otro desde su mirada cómo piensa,
cómo construye conocimiento, cuáles son sus razones para validarlo, importa
mucho.
En esta dirección situamos las aportaciones de nuestra investigación a la aproximación
Socioepistemológica, proponiendo un nuevo elemento a ser considerado en el rediseño
del discurso matemático escolar en base a una epistemología de prácticas: la
Racionalidad, y aportando una teorización de uno de los conceptos centrales para
entender comprensión contextual de las personas: Los Contextos de Significación.
7.1 LA RACIONALIDAD, UN ELEMENTO PARA EL REDISEÑO DEL DME EN BASE A UNA
EPISTEMOLOGÍA DE PRÁCTICAS.
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
160
El interés de acercarnos a la mirada del otro fue lo que nos llevó a considerar el papel
que juega la racionalidad en la construcción social del conocimiento matemático
(“matemático:”) ¿Cómo ve Pablo su realidad?, ¿Cómo entiende Juan la noción de
proporcionalidad?, ¿Qué piensa Daniel sobre su rol docente?, ¿Cómo percibe Ruth la
educación que reciben sus hijos?, ¿Cómo ve el sistema educativo el rol social de la
educación en Latinoamérica?, ¿Cómo entendía un matemático antiguo sus producciones
matemáticas?, son preguntas que nos llevan a la necesidad de entender la “manera de
ver” desde cada mundo, desde cada realidad.
Lo que entendemos por racionalidad
En la aproximación Socioepistemológica, entendemos a la racionalidad como
una “manera de ver”, una “manera de entender”, una “manera de pensar” al
conocimiento matemático, mediante la cual se desea entender los principios
normativos del pensamiento en contextos específicos, entendiendo como
razones plausibles un ámbito más amplio que el lógico y el formal,
considerando además aspectos de funcionalidad, consenso, sentido común,
heurísticas, etc.
Es decir, se refiere a la manera de mirar, justificar y argumentar al conocimiento
matemático, refiriéndonos a este último como un producto de las dinámicas sociales, e
incluyendo en él su uso. Sobre la base de esta investigación, quisiéramos mencionar tres
características relevantes de la racionalidad para la investigación Socioepistemológica
en general.
Primero: La racionalidad incide en el cómo se ve al mundo y al conocimiento.
La racionalidad es como unos lentes que determinarán una manera de mirar a la
matemática. Esto incidirá en lo se ve o no como un problema en matemáticas, en
lo que se ve o no como una demostración matemática, en lo que se ve relevante o
no como conocimiento científico. Por ejemplo, ¿cómo se puede explicar que en
los escenarios sin influencia aristotélica se construyera el cero mucho antes que
en los con esta influencia (Crespo, 2007), o que alumnos que reprueban un
examen formal puedan aprobar el mismo examen puesto en su contexto
Aportaciones a la socioepistemología: La racionalidad y los contextos de significación Capítulo 7
161
cotidiano (Nunhes, 1989, citado en Cantoral, 2009), o que la respuesta a una
paradoja matemática estuviera oculta a la mirada de toda una generación de
matemáticos (esta investigación)? La racionalidad (manera de ver al
conocimiento matemático) tiene consecuencias.
Segundo: La racionalidad es contextualizada.
La racionalidad es relativa a cierto escenario sociocultural. La comprensión
humana es contextualizada (Cantoral, 2009). Cada contexto, con sus prácticas de
referencia asociadas (Montiel, 2005), es relativo a cierta racionalidad del
conocimiento matemático. Por ejemplo, al construir una vivienda tradicional en
la cultura maya (Covián, 2005), como en algunos escenarios de difusión (Zaldívar,
2009), la justificación del conocimiento es funcional. En cambio, en las
argumentaciones en aula se requiere una justificación teórica (García, 2008). La
base justificativa de las ideas germinales de la obra de Lagrange se encuentra en
la generalidad de la naturaleza, mientras que la de Weierstrass se encuentra en la
fundamentación de una disciplina matemática (esta investigación)89.
Tercero: La naturaleza epistemológica de los conocimientos es relativa a cierta
racionalidad.
Los conocimientos se deben entender en contexto, pues la comprensión humana
es contextualizada, y cada conocimiento es relativo a cierta racionalidad. Por
ejemplo, la significación de las gráficas depende del contexto en el que se
utilizan, ya sea en un escenario escolar matemático, un escenario escolar físico o
un escenario de producción de conocimiento de frontera (Parra, 2008; Tuyub,
2008). También los conocimientos matemáticos del siglo XVIII son relativos a una
racionalidad del conocimiento sensible del mundo, en contraste con los del siglo
XIX en el que se desprende lo sensible (esta investigación). En este sentido,
significar en un ámbito escolar un conocimiento con una racionalidad diferente
del conocimiento matemático a la intrínseca a su naturaleza epistemológica
generará conflictos en la comprensión de los estudiantes.
89 Por ejemplo, cómo podemos explicar el paralelismo en algunas contribuciones matemáticas, como las del inicio del cálculo con Newton y Leibniz (Cantoral, 2001), o la noción de continuidad con Cauchy y Bolzano (Dhombres, 1994). Cada época tiene problemas particulares relativos a prácticas de referencias. Por lo tanto también son relativos a una racionalidad y a la emergencia de ciertos conocimientos.
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
162
La racionalidad del conocimiento matemático es una aportación para ser considerada en
el rediseño del discurso matemático escolar sobre la base de una epistemología de
prácticas, y para ser utilizada como construcción teórica que permita explicar los
fenómenos didácticos y sociales en la investigación sobre la construcción social del
conocimiento matemático.
7.2 LOS CONTEXTOS DE SIGNIFICACIÓN: UNA HERRAMIENTA TEÓRICA PARA
ENTENDER LA SIGNIFICACIÓN EN ESCENARIOS SOCIOCULTURALES
Nuestro estudio además ha aportado en el entendimiento de lo contextual de la
significación del conocimiento. En este sentido, más que hablar de “el” significado del
conocimiento, nos referimos a “una” significación de éste en cierto escenario
sociocultural. Esta dimensión sociocultural ha mostrado ser muy relevante, incidiendo
significativamente en el porqué de cierta construcción matemática. Es a partir de aquí
que surge el interés de entender que la dimensión contextual es la que incide en la
construcción social de cierto conocimiento matemático. En este sentido la pregunta es la
siguiente: ¿Qué tamaño del contexto considerar para un estudio de corte
Socioepistemológico? Nuestra respuesta es la siguiente: más que considerar una noción
clásica de este contexto, la noción situacional, sobre la cual discutir el tamaño del
contexto...
Noción clásica del contexto, plana situacional
…consideramos una noción Socioepistemológica del contexto en la cual se sitúa la
significación de cierto conocimiento: el contexto de significación.
Lo que entendemos por contexto de significación
El contexto de significación es el ámbito en el cual cierta persona o colectivo
significa cierto conocimiento matemático en cierto escenario sociocultural
Aportaciones a la socioepistemología: La racionalidad y los contextos de significación Capítulo 7
163
El contexto de significación nos ayudará a situar la significación socio-histórica del
conocimiento matemático y a identificar los medios de significación (herramientas
conceptuales para significar el conocimiento matemático) y las ideas germinales (ideas
que dieron origen) del conocimiento. El contexto de significación tiene tres dimensiones:
a) La situacional, que incluye el conjunto de factores o circunstancias a considerar en el
contexto (es aquí donde se cuestiona sobre el tamaño); b) La sociocultural, que se refiere
a una manera de mirar a la dimensión situacional; y c) La dimensión de la racionalidad,
que será un plano paralelo que determinará la “manera de ver” al conocimiento
científico relativo a la dimensiones situacional y sociocultural.
Modelo para entender el “contexto de significación”
de cierto conocimiento matemático.
De esta manera podremos entender la significación de cierto conocimiento desde una
mirada Socioepistemológica.
7.3 COMENTARIOS FINALES Y CONCLUSIONES.
Además de las aportaciones a la construcción social de la analiticidad, al discurso
matemático escolar y a la Socioepistemología, comentamos sobre algunos otros aspectos
laterales que consideramos también como aportaciones relevantes de esta investigación,
y dilucidamos las rutas mediante las cuales esta investigación puede seguir su curso.
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
164
7.3.1 La intencionalidad didáctica del Cálculo
En las tres magnas producciones estudiadas, Lagrange, Cauchy y Weierstrass, pudimos
entender un factor que tienen en común: La matematización del cálculo en este periodo
histórico (Siglo XVIII-XIX) se dio por una necesidad de difusión escolar. En los tres casos,
la necesidad de desarrollar métodos matemáticos para entender las matemáticas de sus
épocas, que prescindían de estos métodos para existir… la necesidad de construir una
arquitectura para afrontar nuevos problemas de las ciencias, los cuales no necesitaron
esta nueva arquitectura para ser estudiados… y la necesidad de demostrar la generalidad
de los métodos matemáticos, sin los cuales la ciencia continuaba existiendo, se dieron
por una necesidad de difusión escolar. El hecho de que en el siglo XVIII comenzara un
proceso de masificación del conocimiento científico, sobre la base de las necesidades de
esta nueva Europa, trajo consigo el comienzo de un desarrollo que años después se
consolidó como una ciencia autónoma, la matemática, desprendida de las ciencias de su
tiempo y con sus problemas internos. En este periodo nacen las nociones de función
derivada, continuidad de las funciones, convergencia de series, cálculo en variable
compleja, convergencia uniforme y los inicios del estudio de la topología.
Entender a estos conocimientos matemáticos desprendidos de la intencionalidad de
difusión escolar nos dará una visión sesgada de su naturaleza epistemológica y su
funcionalidad en la misma teoría matemática. Por esto la poca conveniencia de hacer
una caracterización de estos conocimientos como saber sabio, en el sentido de
Chevallard (1985), y de considerar el estudio de la transposición como tal al saber
escolar, pues en sí mismo el Cálculo tiene la intencionalidad didáctica. La ruta alternativa
es entenderlos como la expresión de una organización del saber científico de su tiempo
con la intencionalidad de una comunicación escolar, destinada a la elite intelectual que
se formaba para ser los futuros científicos e ingenieros de estas culturas.
Es interesante desarrollar la reflexión en el sentido inverso a la de la transposición, en lo
relativo a entender la naturaleza del conocimiento científico y tecnológico. De esta
manera, podremos replantear la enseñanza misma de la matemática hacia estas áreas del
conocimiento y la ingeniería, desprendiendo al conocimiento de su intencionalidad
didáctica de origen y retomando su característica funcional.
Aportaciones a la socioepistemología: La racionalidad y los contextos de significación Capítulo 7
165
7.3.2 Consideraciones metodológicas para la investigación en matemática educativa.
En particular, esta investigación aporta consideraciones metodológicas para estudios
Socioepistemológicos en escenarios históricos. El considerar a la obra antigua como una
producción con historia, un objeto de difusión y como parte de una expresión intelectual
más global, nos permitió estructurar una metodología para estudiar la dimensión
sociocultural de las obras y las épocas estudiadas. Consideramos necesario dar pautas de
cómo hacer investigaciones de corte Socioepistemológico en escenarios históricos para
trabajos posteriores. En general, considerar la mediación de la intencionalidad de
difusión de las obras antiguas fue muy relevante en los resultados de esta investigación.
Entender que la difusión media la ostensión del conocimiento con cierta intencionalidad,
nos permite acercarnos desde la ostensión a lo que comunica la ostensión90. De esta
manera, entenderemos la construcción del conocimiento más que el conocimiento
construido. En esta dirección se encuentran algunas investigaciones que intentan
entender el proceso de construcción de conocimiento e incorporar al lenguaje y a los
gestos como medios de análisis de la construcción del conocimiento matemático
(Aparicio, 2003; Bosch, 1994; Espinoza y García, 2009; Laborde, 2004; Miranda, 2009)
Ahora bien, el considerar que la variable sociocultural incide significativamente en la
construcción del conocimiento, nos hace reflexionar sobre el papel que debe jugar ésta
en la interpretación de las producciones de los alumnos. Hemos mostrado cómo en un
escenario histórico, el omitir la variable sociocultural, más que restringir u omitir
información, puede conllevarnos a interpretaciones equivocadas91. Dejar de lado la
dimensión sociocultural en el análisis de las producciones o la construcción del
conocimiento de estudiantes en aula puede hacernos pensar que hay estilos de
pensamiento que favorecen los aprendizajes, pero considerarla nos puede mostrar que
quizás son otras variables las que inciden en la diferencia de respuesta de los estudiantes,
como por ejemplo la profesión de sus padres o sus ocupaciones fuera de aula. Lo
sociocultural incide significativamente en la construcción del conocimiento matemático.
Es por esto que para entender la construcción de conocimientos en aula, además de
estudiar el proceso de construcción más que la construcción misma, necesitamos avanzar
90 Noción introducida por Bosch (1994) para explicar lo que se ostenta (lo que se muestra, lo visible) del proceso de construcción del conocimiento matemático. 91 Nos referimos a la interpretación de la Teoría de las Funciones Analíticas de Lagrange como un intento de argumentar la analiticidad de las funciones. Como mostramos en detalle en el capítulo 2, esto no es así.
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
166
a considerar la dimensión sociocultural de los estudiantes que inciden en sus
construcciones. Este es todo un desafío para nuestra disciplina.
7.3.3 Profundizaciones de la investigación y sus posibles rumbos posteriores.
Sobre la investigación identificamos elementos que consideramos podrían enriquecer la
Socioepistemología construida. Consideramos que estudiar más a fondo la obra de
Fourier, sobre todo lo relativo a la convergencia uniforme, podría entregar mayor
información del nacimiento de este concepto, central en la evolución de la analiticidad
de las funciones. También la obra didáctica de Laplace, contemporánea a Lagrange, en el
sentido de rastrar la aparición de estas nuevas funciones soluciones de ecuaciones
diferenciales que hicieron que evolucionara la noción de función. Del mismo modo,
concebimos que estudiar el contexto sociocultural y científico de Alemania en el siglo
XIX puede aportar a una comprensión más histórica del episodio de Weierstrass
presentado. En este sentido Gauss, Abel, Jacobi y Cantor son nombres relevantes.
Asimismo estimamos interesante considerar la intervención de Hilbert como sucesor de
Weierstrass en la consolidación de la matemática como ciencia independiente.
Sobre los posibles rumbos que puede seguir esta investigación, en primer lugar,
consideramos la elaboración de intervenciones didácticas sobre la base de la
información que obtenemos del análisis de los contextos de significación de las obras, y a
la diversidad de elementos considerados en el punto 6.2 de esta investigación. En
segundo lugar aspiramos a que se pueda desarrollar una articulación curricular del
cálculo siguiendo como hilo conductor a la Analiticidad. Por último, reflexionamos que el
cambio de racionalidad del conocimiento matemático del siglo XIX encontrado puede
ayudarnos a explicar la epistemología de diversos conceptos matemáticos que nacieron
en esta racionalidad del conocimiento matemático, como lo es la construcción formal de
la matemática, la teorización de los sistemas numéricos, el álgebra lineal y la topología
matemática, entre otros.
En relación a los elementos que aportamos para la Socioepistemología, percibimos que
de esta tesis puede emerger una línea de investigación que estudie a la racionalidad en
la construcción social del conocimiento matemático, en las siguientes direcciones: a) La
Aportaciones a la socioepistemología: La racionalidad y los contextos de significación Capítulo 7
167
racionalidad y el aula; b) La racionalidad y el discurso matemático escolar; c) La
racionalidad y la epistemología del conocimiento matemático.
7.3.2 La referencia hacia lo contextual y el contexto.
Ya desde los años setenta comenzó un debate fuerte sobre lo contextual del
conocimiento científico. Expresiones de este debate son las nociones de paradigma y
escuelas científicas de Kuhn o la evolución de los conceptos de Toulmin (López, 2005) De
esta manera, en la actualidad es aceptado en el ámbito de la matemática educativa lo
contextual del conocimiento en escenarios históricos. Sin embargo, este debate ha
evolucionado hasta nuestros años, incorporando la variable sociocultural en este
proceso. El viraje de los objetos a las prácticas plantea nuevos desafíos y precisiones
necesarias en relación a lo contextual. A modo de ejemplo, nos encontramos estudiando
cómo las prácticas de referencia sitúan la característica normativa de la práctica social
(Montiel, 2005), cómo la significación varía sobre la base de los escenarios
socioculturales (Crespo, 2007) o cómo la evolución conceptual precisa el entendimiento
de los diferentes contextos de significación del conocimiento (Cantoral, 2001), o cómo
se puede plantear la construcción del conocimiento matemático en escenarios de
difusión, científicos y escolares (García, 2008; Tuyub, 2008; Zaldívar 2009).
Sobre la base de este viraje hacia las prácticas, postulamos que el aprendizaje, la
significación, la racionalidad y el conocimiento son situados a cierto contexto. De aquí el
desafío de desarrollar planteamientos que permitan incluir esta característica contextual
en los sistemas educativos. Es por esto que surge la necesidad de precisar a qué nos
estamos refiriendo en relación al contexto en la aproximación Socioepistemológica. En
esta dirección, la presente investigación aporta una caracterización del contexto, que
permite considerar lo contextual del aprendizaje, la significación la racionalidad y del
mismo conocimiento matemático.
Una evolución de la analiticidad de las funciones en el siglo XIX. Un estudio socioepistemológico
168
Modelo para entender el “contexto de significación”
de cierto conocimiento matemático.
La presente tesis es un comienzo. Sus aportaciones permiten una continuación en el
terreno teórico, en el metodológico y en el de la intervención en el sistema didáctico. Sin
embargo, más allá del desarrollo en estas tres direcciones, busca un desarrollo más
general, el reconocimiento de lo que actualmente se desprecia, como el conocimiento
no escolar o la relevancia del rol docente, a favor de una intervención futura que,
además de mejorar el aprendizaje de la matemática, contribuya a un desarrollo y a una
justicia social. Esta, esperamos, será una pronta historia…
Referencias bibliográficas
169
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