Teresa de Jesus y su carnet de ortodoxia según su Epistolario

8/22/2019 Teresa de Jesus y su carnet de ortodoxia segn su Epistolario

1/7

TERESA DE JESUS Y SU CARNET DE ORTODOXIASEGUN SU EPISTOLAR10

ARSENIO REY TEJERINADepartrnent of Foreign Langs, University of Alaska,Anchorage (Alaska)

Heterodoxo, segun el D i c c i ~ n ~ odeologico, es quien sustenta opinioneso doctrinas contra el dogma catolico, y ortodoxo, el que esta conforme. Lacarga historica que a traves de los siglos han adquirido ambos vocablos sehalla fuera de mi disertacion, pero el auditorio a quien supongo interesado,si no experto en esta materia, ha de tenerla en cuenta. Santa Teresa unaheterodoxa? Veamos hasta que punto sus ideas estan desacordes o conformescon el dogma catolico. doctrinas sustenta en sus tratados sobre si misma,y en su epistolario? Para encarar adecuadamente tal cuestion se han de tenerpresentes las circunstancias que la rodean. Dos anos antes de la muerte delCardenal Cisneros y de la rebelion de Martin Lutero, Teresa de Jesus naceTeresa Sanchez de Cepeda y Ahumada en la agreste ciudad de Avila. Son losanos en que pululan libremente los alumbrados por tierra de Avila y To-ledo hasta que, en el 1525, les condena un edicto de la Inquisicion. Desdetemprana edad comienza a sentir extranos deseos: usoledad y silencian, upa-decer muerte por Criston y a singularizarse. Nina, se escapa de casa para SU-frir el martirio a tierra de moros (supongo hacia Marruecos, a no ser que fuerahacia las Alpujarras en busca de los moriscos). Fue una mujer corpulenta yhermosa. Pierde a la madre, segunda mujer de su padre, a los doce anos. ElPseudo Diego de Yepes narra la vida de estos primeros anos como si estuvieracontandonos la de Cristo, en la forma de los Evangelios. Para educarla masfacilmente, el padre la mete en un convento de monjas al cumplir los ca-torce.Su pasion por la lectura, que desde los doce anos le hacia pasarse las no-ches en vela con cuentos fantasticos y de caballerias, debio inclinarla en lasmonjas a devorar toda clase de libros espirituales. Sabemos por confesion pro-pia que leyo a Osuna y a Laredo, pero ignoramos cuales eran los otros umu-chos libros que se quitaron,, segun el indice de Valdes de 1559. Ella mismaapunta: ((senti mucho porque allgzcnos (el subrayado es mio) me daba recrea-cion leerlos)) (Vida, 6) *. Dentro de su laconismo, esta confesion es muy re-veladora. No sabemos cuales eran esos algunos, pero si sabemos cuales fueronlos prohibidos: Lm Instituciones, de Taulero, en su mayoria obra de MeisterEckhart; El So l de contemplativos, lectura asidua de alumbrados; El espejo

* Las citas entre parentesis, como esta, indican capitulo o numero de carta.109


2/7

de perfeccion o Teologia mistica, de Heinrich van Herph; Los cuatro vostri-meros tmnces, de Dionisio Rickel (el Cartujano); Las obras de Francisco deborja, de Luis de Granada, de Juan de Avila, de Francisco de Osuna, etc. De lacondenacion inquisitorial se salvaba Laredo incomprensiblemente y las obrascisticas en latin escritas. Tenia Teresa entonces 44 anos; habia leido to-dos? Seguramente. Fray Michel-Ange, buen conocedor de la espiritualidad fran-ciscana, prueba que las lecturas de Teresa eran las mismas que las de Alca-raz, cabeza de los alumbrados1, que condenara el Edicto de Toledo en 1525.La prohibicion del Indice de Valdes llegaba demasiado tarde para borrar lasideas de la mente de Teresa a sus 44 anos. El periplo de influencias ya estabacerrado. Esa fecundacion que se opera antes del 1559 comienza a darnos suspropios frutos dos anos despues, y el primer parto que conocemos es su Vida.Desde que frisaba en los 35 intentaba ya dar a luz un espiritu nuevo, perola oposicion era totalmente cerrada. Para esta, las visiones, revelaciones y fe-nomenos que la monja reclamaba no eran ni mas ni menos que las que sedecian sentir los ((alumbrados de Satan)). El no pensar nada en su elevadaoracion de quietud, contemplando la divinidad, no era nada distinto a lo queantes afirmaban Maria de Cazalla, y Miguel de Molinos despues. Asi lo cre-yeron los piadosos abulenses despues de leer lo subrayado por ella en el librode Bernardino de Laredo. Esos pasajes que retratan, segun ella, su espiritu eranlos mismos que el lego franciscano habia tomado de Johan van Herph, Hugode Balma, Kalkar, Tauler, Eckhart. Pensaron cera demonio)) (Vida, 23). Anteun tal diagnostico busca la opinion de Diego de Cetina, un jovencito jesuitade apenas 23 anos, pero luego le deja para buscar la de otros de la mismaorden, invariablemente jovenes. Baltasar Alvarez tenia 24 cuando comenzo adirigirla, andando ella por 53 . Bien sabia a quienes se acogia. Borja, Alvarezy Cordeses sostenian las mismas ideas misticas que ella apoyaba, hasta queel General Everardo Mercuriano intervino cortandolas tajantemente. Miguelde Molinos contara a Baltasar Alvarez entre los maestros del quietismo. Tam-bien Teresa le guardo fidelidad hasta el dia de su muerte, que cestuvo masde una hora llorando, sin que nadie fuese parte para consolarla^ (Vida, 53).Las companeras de Teresa temian que la Inquisicion las investigara, que-dando su convento anotado para siempre)), y ante peligro semejante de nadale servia el apoyo de los jesuitas. Es entonces cuando Teresa, empenada ensalirse con las suyas, se acoge a la egida de los poderosos para fundar un gru-po aparte. Con admirable sagacidad, cruza incolume entre Scyllis y Carybdis elpielago de la mistica. Para dar los primeros pasos fuera del convento obtienelos auspicios de una piadosa viudita de veinte anos, dona Luisa de la Cerda,hija de los Duques de Medinaceli, parientes cercanos de los antiguos reyes deEspana. La estupenda viudita, que acaba de perder a su viejarron marido, pero,de ganar una inmensa fortuna, se encuentra toda compungida en su palaciode Toledo. Teresa viene a consolarla y se queda alli mas de medio ano escri-biendo su propia vida. No se si La Cerda participaba de las mismas ideas, locierto es que toda aquella tierra estaba bien abonada de alumbrados. Ella esquien, iniciando los eslabones de una cadena que ha de llevar a Teresa hastael Rey, la pone en contacto con la Marquesa de Villena, Duquesa de Escalona,ambos titulos, Grandes de Espana. No hacia mucho que ellos habian tenidobajo su patrocinio a los alumbrados. Por ella se pone en contacto con otro

1 P. MICHELANGE:aLa vie franciscaine en Espagne entre les deux couronnementsde Charles-Quinta, en RABM, 1912-1914.


3/7

joven confesor, que, al mismo tiempo, es sobrino de los Duques de Alba. Atanto llevara la proteccion de estos que se extendera hasta mas alla de lamuerte, reclamando para Alba el cadaver de Teresa. Entre las dos buscan unjesuita de los jovenes para que las dirija; Teresa le llama muy mi amigou(carta 250). Esta tan frecuente inclinacion, si no queremos llamarla obsesion,de Teresa a coleccionar confesores, si no era una de sus estratagemas, teniauna explicacion: Ana de Jesus declara en los Procesos (1, 417) que, cuando lasherejias de Cazalla y sus secuaces vinieron a Valladolid, habian querido ha-blar a Teresa, mas no lo hicieron por tratar a tantos confesores. Paradojica-mente, ese afecto a los confesores no les sera consentido a sus monjas. DOS desus mas allegadas de la fundacion de Sevilla (Fundaciones, 26) tomaron dema-siado seriamente la oracion de quietud. Beatriz Chaves parece en muchos de-talles una copia de Teresa. Escribia sus experiencias contemplativas y dabaindicios de alcanzar la union. Tenia 40 anos y sentia los mismos afectos porsus confesores. Teresa misma, como antes habian dicho de ella, escribe enuna carta (122) que el demonio Patillas a entrado en aquella casa y hayque llamar al angel inquisidor. Enrique Llamas, panegirista sin escrupulos deSanta Teresa, se ensana ferozmente contra Beatriz : u. . . estaba intimamenteligada a su confesor, concentrada en si misma, sus defectos eran alarmantes,prodromos de una enfermedad profunda y alarmante)); u. .. llevaba el marcha-mo de una imaginacion enloquecida y de una debilidad mental muy acusadan.Teresa entreve graves consecuencias e intenta paliar el asunto. El caso deBeatriz para Llamas no tuvo ninguna componenda: u . . . siguio alocada, le pa-recia llenarse de Dios en la satisfaccion de su afecto y de su sentimiento porel confesor, con quien pasaba largas horasu 2. Teresa dira que el confesor letenia sorbido el seso)).Para 1570, los enlaces o enganches que le ha procurado dona Luisa de laCerda han a su vez producido importantes conexiones, que ella cultivara ofi-ciosamente con asiduas cartas. Muchas de estas se han perdido, pero las querestan igualan en volumen a todo el conjunto de su obra. Quiza sea un tantoinjusto juzgarla por el contenido de estas cartas que ella escribiera no para elpublico, sino para personas de su intimidad, mas, ya publicadas, son de todos.Con las cartas podemos seguir paso a paso por todos los intrincados vericue-tos por los que Teresa llega hasta el Rey, el Inquisidor General, el Papa.No se cuando tuvo Teresa sus primeras relaciones con don Alvaro Hurta-do de Mendoza -obispo de Avila desde 1560-, mas por un fragmento decarta (4) de 1567 ya nos consta que habia entre ambos una estrecha amistad:... le debo mucho, (carta 19), le comunica intimidades con otros: Elsenorfray Garcia esta muy bueno)) (!) (carta 4). Los Mendoza eran Grandes de Es-pana al mismo tiempo que numerosos. La amistad de Teresa no solo abrazabaal obispo, sino tambien a sus hermanos Bernardino, futuro embajador de In-glaterra, y dona Maria, mujer del celebre financiero de Carlos V, Franciscode los Cobos, u. .. avara y dominante esposa))3. Desde Toledo, donde Teresapasa todo el ano 1568 al lado de La Cerda, escribe a dona Maria: uHartosratos gastamos en hablar de vuestra senoria, que no me es poco gusto, quecomo (La Cerda) quiere a vuestra senoria mucho no se cansan, u.. . por aca

2 Todo esto puede verse en ENRIQUE LAMASMART~NEZ,.C.D.: Santa Teresa deJesus y la Inquisicion espanola, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Cientificas,1972, vp. 139 y SS.3 G . MARANON:Antonio Perez. Buenos Aires, Espasa, 1947, 2 vols., 1, p. 4. La refe-rencia siguiente esta en 1, p. 156.


4/7

esta su fama que no hacen sino llamar a vuestra senoria santan (carta 15).Pasan de cincuenta las veces aue nombra a los dos hermanos, ademas de lasfrecuentes y largas cartas que les escribe.Antonio Marquez, que ha estudiado largamente a los alumbrados, men-ciona: u ... Las tres casas nobles protectoras de los alumbrados : Los omnipo-tentes y omnipresentes Mendozas, el Almirante de Castilla y el Marques deVillena.)) E inmediatamente anade en nota: Esta relacion de herejia y no-bleza es una de las mas importantes de la epoca, y sobre la cual no se haescrito una sola palabran 4. El mismo dice que Bataillon se limita simplementea senalar el hecho. Gregorio Maranon cuenta abiertamente entre los alum-brados al Almirante y a Villena, aunque no se extiende a explicarlo. Otra coin-cidencia interesante es que, despues de la fundacion de Avila, Teresa plantasus conventos primeros en tierras abonadas de alumbrados: Medina, Malagon,Pastrana, Duruelo, Toledo. El de Llerena nunca logro arraigar, a pesar de lomucho que ella lo intento. Podria yo continuar senalando otras conexiones conlugares y personas tildados de herejia, como la de Juana Enriquez de Toledo(7 cartas), Marquesa de Velada y discipula del doctor Agustin Cazalla, quema-do por la Inquisicion; o la de Bernardino Carleval (carta 6), confesor escogidopor Teresa para Malagon, tambien, a los cuatro anos procesado por la Inqui-sicion. Mas veamos como Teresa se amano para surcar libre todas las borras-cas hasta subirse al altar.Al arnpmo de la cmte

No he podido averiguar como ni cuando inicia Teresa sus sondeos corte-sanos. La primera informacion que tengo es de 1569. En una de sus frecuentesvisitas toledanas a la rica viudita dona Luisa hace alto en la corte y penetrael corazon del Rey dandole unos avisos uimpresionantesn a traves de su herma-na favorita, la Princesa dona Juana. A su lado vivia en palacio la Duquesa deAlba, Maria Enriquez de Toledo (12 cartas), amiga intima y benefactora deTeresa al mismo tiempo que ocupaba el puesto de camarera mayor de la Rei-na. Segun Maranon, la Duquesa u... debio sentir particular efusion por laPrincesa dona Juana, quiza la mujer mas interesante de los Austrias espafio-les . Esta Princesa, regente de Espana y reina de Portugal, habria de llevara cabo la fundacion de las Descalzas Reales, el convento que Teresa habiaansiado tanto, pero que nunca logro. Alli se dio la residencia a la EmperatrizMaria, otra gran protectora de Teresa hasta el dia de su muerte en ,1603. Elhistoriador Mariana dice de ella u... hija, nuera, mujer y madre de cincoemperadores, cosa hasta hoy nunca vistan 6 . Despues de morir su esposo,Maximiliano 11, en 1576, habia regresado a Espana para vivir en la corte desu hermano Felipe. La primera carta (45) a este data de 1573. Dentro de surespeto, es un modelo de penetracion psicologica, llegando a emparejar elexito del monarca con el de su reforma. En la misma carta nombra como abo-gado ante la SCCM al licenciado Juan de Padilla, familiar de los Pacheco(Villena) y de los Mendoza. Padilla, a quien tambien procesaria la Inquisicion,no seria el unico abogado (23 cartas). A mediados de 1577, cuando Teresacomienza a sentir cernirse negros nubarrones sobre ella y su reforma, busca

4 ANTONIOARQUEZ: OS alumbrados, Madrid, Taurus, 1972, pp. 119 y 120.5 MARAN ~ N :p. cit., 1, p. 200.6 JUAN DE MARIANA: istoria general de Espana, Madrid, 1950, BAE, 31 , p. 408.


5/7

los servicios, probablemente a pago, de un notario del Rey: Roque Huerta.Desde el percance de Padilla con la Inquisicion (junio 1578), Roque sera elorquestador mayor de la camarilla teresiana en palacio. En diciembre, Roquerecibe cartas de amucho secreto y compromiso)) para entregarselas al confesordel Rey y a otros de sus ministros leales a Teresa. Uno de estos podia ser donJuan Lopez de Velasco, secretario de Felipe 11 (cartas 295 y 322). Este oscuropersonaje, que en nota a la primera carta se le califica de u ... ilustre, literatode los mas conspicuos de nuestro siglo de oro, cronista y cosmografo mayorde las Indiasu, habia contraido una deuda de alianza con Teresa al permitirleque su hermana entrara descalza, sin dote. Tambien eran secretarios de Feli-pe 11 Tomas y Antonio Gracian, hermanos de Jeronimo, el gran amor de Te-resa (mas de 150 cartas). Los Gracian-Dantisco (20 hijos) eran una familia inte-resante. El padre, Diego Gracian de Alderete, se habia educado en los PaisesBajos, estando al servicio del Emperador Maximiliano y luego al de Carlos V.Era un gran poliglota y caligrafo y aficionado de Erasmo. Marcel Bataillondice de el que en su tiempo a. . . la corte erasmiza mas que nunca, 7 Teresaconocio a Jeronimo en Andalucia cuando ella contaba 60 anos y el apenas cum-plia los 26. El flechazo fue instantaneo. Teresa lo comunica con fruicion a unade sus amigas: Oh madre mia, como la he deseado conmigo estos dias! Hansido los mejores de mi vida, sin encarecimientou. Estuvieron juntos mas de20 dias y ya podia decir: Eles cabal en mis ojos. .. , a . .. perfeccion con tantasuavidad, yo no la he visto.)) aNos folgabamos harto ... La encantaba oirlehablar: aPredica admirablemente carta 72). Mas de ciento cincuenta veces lemenciona en el epistolario, sus cartas son largas y seguidas, a veces, dia trasdia. Llega a tanta la confianza con su joven confesor que hasta se declaracelosa de su misma madre, dona Juana Dantisco : . la pobre Laurencia (ella)no tiene cosa en la tierra sino este padre, (carta 111).Ya me he referido sin nombrarle a otro miembro clave de la camarilla cor-tesana. Habia sido confesor de Teresa y ahora lo era del Rey, acon enormeascendiente sobre su voluntad, apunta Maranon. Se llamaba Diego de Chavesy por servir al poder temporal, dice el mismo: uhabia pecado mucho en losanos de ambicion y la Historia no le puede perdonar)). Aunque para Maranonmuestre estupidez y a ... un tragico desparpajo para convertir nimiedades gro-tescas en acusaciones gravisimas, tomando a Dios por testigou a ella la sir-ve para maznar la conciencia real (Relm'onesespirz'tuales, IV; cartas, 224, 257).Teresa no duda que: (lo que esta tratado) el lo alcanzaria con el rey. Enla misma (carta 224) recuerda a dona Luisa que se le debe muchou. Por sientrar a la conciencia del Rey fuera poco, golpeara tambien la puerta de susoidos a traves de su agran amigos, el celebre predicador real Hernando delCastillo, muyestimado por Felipe 11)) (Fundaciones, 28; cartas 273, 323). Otropersonaje muy importante de la corte era el Presidente del Consejo Real, donDiego de Covarrubias (6 cartas), un gran amigo de Teresa desde 1574 hasta sumuerte en 1577. Siempre que le nombra le da el titulo de Angel Mayor ycuando el siguiente, Maurino de Pazos, aun gallego cauto y recto)) (Maranon),es instaurado, se refiere a el varias veces pero sin nombrarle: cese presidenteque ahora es carta 240). Lo que si hace es insultarle llamandole uel Pausado))y considerando su eleccion una fechoria del demonio (carta 253). No se si Ile-garon al Rey estos desagrados de Teresa, lo cierto es que Pazos era muy pron-

7 MARCEL ATAILLON:rasmo y Espana, Mexico, 1966, p. 269.8 GREG ORIO ARANON:op. cit., vol. 11, pp. 73-75.

113


6/7

to destituido y reemplazado por uno de sus antiguos aliados, el Conde de Ba-rajas, Francisco de Zapata, un bull dog, aambiciosisimo (Maranon). Suamistad con Teresa duraba desde sus anos de Asistente de Sevilla (1573-1579),ahora era un hombre de los mas influyentes en palacio por su triple cargo dePresidente del Consejo de Ordenes, Mayordomo de la Reina y Presidente delConsejo de Castilla 9.

Bajo la amenaza de la Inquisicio~nCon semejantes protectores y muchos otros que me callo por no ser exci-sivamente prolijo, iba a ser capaz, por no decir valiente, para colgara Teresa el sambenito? Durante 26 anos corrieron manuscritas y en copias susobras: Vida, Camina y Mordm, antes de que las fijara la imprenta en 1588.Teresa las habia puesto en manos de amigos teologos y calificadores del SantoOficio, incluido el Inquisidor General Gaspar de Quiroga, para examinarlas ylimpiarlas de toda mancha que indicase herejia. El Indice de Valdes acababa de

publicarse (1559) y muy pronto Quiroga publicaria el suyo (1583). Teresa seguarda de escribir cosas abiertamente hereticas y cubre sus huellas cautamente.Desde los maestros Domingo Banez y Garcia de Toledo hasta Fray Luis deLeon, que a instancias del Consejo Supremo edito las obras para la imprenta,fueron innumerables las correcciones y cambios, antes y despues de fallecer laautora. Sus obras fueron en si producto de la Inquisicion, se queria saber quevida espiritual la animaba. Mas a pesar de todas las prevenciones y cuidados,desde Valladolid, Cordoba, Sevilla, Llerena, Toledo, es denunciada al tribunal.El Consejo de Madrid registra en sus anales: aTeresa de Jesus... que teniaun libro de revelaciones mas alto que el de Santa Catalina de Sienal 'O Es-tas denuncias eran llamadas de alarma para hacerla desdecirse y corregirsu obra. Dice Domingo Banez: Torno a reformar y anadir el dicho li-b r o ~. Como buen teologo y conocedor de la mentalidad inquisitorial, estefiel dominico nunca permitio que la Vida se publicase como Teresa la habiaredactado, amejor seria quemarlau. El inquisidor Francisco de Soto y Salazar,amigo y paisano de Teresa, tambien la aconsejaba que corrigiese el manuscri-to aun despues de la segunda redaccion que el Maestro Juan de Avila habiaaprobado. En el tribunal de Sevilla se la acusa de tenercosas de alumbradosy practicar ceremonias que eran senal de mal espiritu 2. Yepes, su historia-dor, tambien declara en los procesos:


7/7

lada muchas veces so capa de vida de piedad)) 14. Teresa, no, cabe duda, habiarecibido sus ideas de las mismas fuentes que las habria de tomar Molinos, deLaredo y Osuna, segun propia admision, de Tauler y Blosio, recopiladoresde la mistica nordica, cuyo espiritu permeaba el ambiente vivido por Teresa.Cien anos mas tarde, Miguel de Molinos, fiel seguidor de Teresa y Juan dela Cruz, seria condenado a la hoguera atizada por el Rey Sol, Luis XIV. SUquietismo era una floracion de la oracion de quietud que Teresa habia culti-vado. Ella es la autora que con mas frecuencia aparece en las paginas de laGuia espirz'tual, aunque Juan de la Cruz, que nunca aparece, abunde mas entrelineas.Dentro de la enorme ~roduccion iteraria de la mistica espanola (mas detres mil obras), pd r ia mos establecer dos hitos de estilistica birroca: Teresa,jalon inicial, y Molinos, culminante. Sus estilos son dos polos opuestos, susideas identicas. Barroco exhuberante y farragoso ella, barroco rotundo y ver-sallesco el. El entrar dentro de si en busca de Dios, el no discurrir atentosa solo el, el no pensar nada, el cesar y suspender del entendimiento de lacuarta Morado son premisas de una conclusion quietista, que la Iglesia cano-niza en Teresa y anatematiza en Molinos. Su Guia espiritual indicara el Caminode Perfeccion de ella. El trayecto constara de tres estadios o grados. Para ha-llar a Dios el alma primeramente ha de vaciarse de todo, incluso de si misma,por medio del recogimiento. Teresa lo senala en la Vi&, Molinos en el primerlibro de la Guia. En el segundo grado, estando la voluntad recogida, el enten-dimiento y la memoria han de olvidarse de todo, quedandose en la oracionde quietud. Teresa nos explica profundamente en la Vida el Camino y lasMoradas lo que Molinos indica brevemente, tambien en el primer libro. LaVida y las Mardas senalan como el alma en el tercer estadio ha de concen-trarse con total quietud en solo amar a Dios, sin obrar ni pensar mas en nada.El tercer libro de la Guia puntualiza con brevedad las mismas normas.

Tanto de Teresa como de Molinos, tales ensenanzas, llevadas a sus ulti-mas conclusiones, tendrian consecuencias devastadoras para cualquier socie-dad, eclesiastica o civil. Concentrarse en si mismo sin hacer nada por los de-mas equivaldria a sacrificar la sociedad en aras del ego, proclamando el ego-teismo como la norma suprema del hombre. Asi lo vieron a fines del siglo XVIIy por eso Molinos fue condenado como heterodoxo.Del mismo modo vieron a Teresa muchos teologos y pensadores a finesdel XVI, mas ella y sus aliados supieron evitar todos los escollos, siendo decla-rada matrona de Espana y canonizada en 1622, despues que el Rey y la In-quisicion la otorgaran carnet de ortodoxia.

14 ENRIQUELAMASMART~NEZ :anta Teresa de Jesus, Madrid, CSIC, 1972, p. 84.Llamabase esta monja Isabel de San Jeronimo y era muy apreciada por Teresa (Carta 274).115

Teresa de Jesus y su carnet de ortodoxia según su Epistolario

Documents

Transcript of Teresa de Jesus y su carnet de ortodoxia según su Epistolario