TERCER BARÓMETRO DE LA FELICIDAD - Duna · en contextos como la comunidad afroamericana en Estados...

40
TERCER BARÓMETRO DE LA FELICIDAD EL BIENESTAR SUBJETIVO DE LOS CHILENOS: LA IMPORTANCIA DE NUESTROS VÍNCULOS Dirección de Estudios Sociales del Instituto de Sociología de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Instituto de la Felicidad Coca-Cola.

Transcript of TERCER BARÓMETRO DE LA FELICIDAD - Duna · en contextos como la comunidad afroamericana en Estados...

TERCER BARÓMETRO DE LA FELICIDADEL BIENESTAR SUBJETIVO DE LOS CHILENOS:LA IMPORTANCIA DE NUESTROS VÍNCULOS

Dirección de Estudios Sociales del Instituto de Sociologíade la Pontificia Universidad Católica de Chile.Instituto de la Felicidad Coca-Cola.

TERCER BARÓMETRO DE LA FELICIDADEL BIENESTAR SUBJETIVO DE LOS CHILENOS:LA IMPORTANCIA DE NUESTROS VÍNCULOS

Dirección de Estudios Sociales del Instituto de Sociologíade la Pontificia Universidad Católica de Chile.Instituto de la Felicidad Coca-Cola.

Coordinación general de la publicaciónInstituto de la Felicidad Coca-ColaDirección de Estudios Sociales (DESUC) del Institutode Sociología de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Responsable técnico del estudioDirección de Estudios Sociales (DESUC) del Institutode Sociología de la Universidad Católica de Chile. Directora estudio y editora de la publicaciónMagdalena Browne Coeditor de la publicación y analista cualitativoPatricio Velasco Analistas de investigaciónCarla García (cuantitativa)Bernardo Mackenna (cuantitativo)Cristián Ayala (cuantitativo)Josefa Zavala (cualitativa) Equipo asesor Instituto de la Felicidad Coca-ColaPaula CatanzaroJaviera VelosoCarolina Dell’oro (consejero)Pablo González (consejero)Daniel Martínez (consejero)Juan Pedro Pinochet (consejero) Diseño y diagramaciónDegranate Diseño ImprentaFyrma Primera EdiciónOctubre de 2015

5

6

7

8

9

CONCLUSIONES

ANEXOSAnexo 1 - Metodología cualitativaAnexo 2 - Metodología cuantitativaAnexo 3 - Modelos de análisis multivariable

BIBLIOGRAFÍA

Resultados cuantitativos¿QUÉ INCIDE EN LAS DECLARACIONES DE BIENESTAR?SOBRE LA EXPERIENCIA Y CÓMO ESTA ES PERCIBIDA

Resultados cuantitativos¿QUÉ INCIDE EN LAS DECLARACIONES DE BIENESTAR?LAS DETERMINANTES SOCIALES DEL BIENESTAR SUBJETIVO

4

PRESENTACIÓN 7

77

47

35

61

656670

0

1

2

3

CONTENIDOS

OBJETIVOS Y METODOLOGÍA 9

Marco conceptual¿DE QUÉ FELICIDAD SE HABLA?: LO QUE DICE LA LITERATURA 11

Resultados cualitativos¿QUÉ ES LA FELICIDAD?:LO QUE DICEN LAS PERSONAS 15

Resultados cuantitativosNIVELES DECLARADOS DE BIENESTAR SUBJETIVO 23

7Presentación

Como Instituto de la Felicidad Coca-Cola, buscamos contri-buir a la calidad de vida de los chilenos desde una mirada integral que permita avanzar en el conocimiento y difusión de las variables que impactan a felicidad y salud emocional de los chilenos. Para ello, nos hemos constituido como una entidad sin fines de lucro creada por Coca-Cola Chile, integrando en el diálogo, la reflexión y el análisis a representantes de nuestra empresa con un consejo permanente de asesores multidisci-plinarios, con experiencia en temáticas sociales y felicidad.

En ese contexto, hace cuatro años se dio origen al Barómetro de la Felicidad, un proyecto que busca a través de investiga-ción social de calidad y en alianzas con centros de estudios, es-tudiar el bienestar subjetivo que las chilenos/as declaran tener en relación a su vida.

En este Tercer Barómetro –a igual que el 2012– la ejecu-ción técnica del estudio ha estado a cargo de la Dirección de Estudios Sociales de la Pontifica Universidad Católica de Chile (DESUC), y busca investigar en los factores sociales que inciden en el bienestar subjetivo que las chilenas y chilenos declaran tener en relación a su vida.

En estas últimas dos décadas ha crecido el entusiasmo de las Ciencias Sociales por estudiar este tema, a pesar que su re-flexión se encuentra en la raíz del pensamiento social. En sus inicios, este tipo de estudios fue criticado por su subjetividad, pero lo cierto es que es justamente allí donde radica su valor.

De hecho, cuando se determina el grado de felicidad o satis-facción a través de encuestas, se mide una percepción de las personas respecto a su propia vida, y su análisis no se remite solo a su situación material, sino también a la forma en que se vinculan con otros, a sus expectativas y sus logros.

De esta forma, se viene a complementar la comprensión tradi-cional del bienestar “objetivo” de las personas y las sociedades, medido principalmente como disponibilidad de ingresos.

Es en ese contexto, que este proyecto de investigación tiene como objetivo principal conocer en el tiempo el estado de los reportes sobre bienestar subjetivo, identificando y compren-diendo los determinantes, significados y fundamentos de éste en la sociedad chilena. Para ello se ha puesto especial atención

en los vínculos sociales, así como los lazos de confianza entre chilenas y chilenos.

En este Tercer Barómetro, se ha avanzado desde la perspecti-va metodológica, aumentando sustantivamente la muestra, de manera de enriquecer los análisis para distintos grupos socia-les. El trabajo de campo de este estudio consideró la realiza-ción de una encuesta probabilística en los centros urbanos de todo el país de 2.267 casos aplicados de forma presencial durante fines de 2014 y comienzo de 2015. En este informe, además, tales datos han sido complementados con el resulta-do de una investigación cualitativa llevada a cabo previamente durante 2013.

Así también, en esta ocasión se han incluido nuevas temáticas que permiten ampliar la discusión respecto a la relevancia del apoyo social, los vínculos directos, y su relación con el bienestar subjetivo. En ese marco, el siguiente informe sintetiza los resultados de esta Tercera Encuesta Barómetro de la Feli-cidad del Instituto Coca-Cola. Para ello, se realiza primero una breve exposición metodológica; luego, se presenta una síntesis de la literatura especializada. En los apartados de resultados, se comienza con una reseña cualitativa respecto a los signifi-cados de las personas sobre la felicidad; se sigue, exponiendo las medidas generales de bienestar subjetivo incluidas en este estudio comparando datos de las dos últimas mediciones; posteriormente, se profundiza en determinantes de orden actitudinal (o de autopercepción de condiciones de vida) y factores asociados a vínculos sociales.

La revisión de estas temáticas supone que no se puede de-terminar un único modelo para explicar por qué una persona dice ser en algún grado feliz o satisfecho, porque son múltiples las posibilidades: ¿La familia o la vida laboral?, ¿Nivel de ingresos o la autopercepción de ellos?, ¿La salud o su capital social?.

Todas ellas pueden estar relacionadas en tanto condiciones materiales y a la vez ser percibidas de distinta forma por los chilenos según su ciclo de vida, condición social o predispo-sición personal, por nombrar algunos aspectos. La invitación a leer estas páginas es justamente un punto de partida a esa reflexión, y un intento como Instituto de la Felicidad de Coca-Cola, de continuar aportando a conocer la mirada sub-jetiva de chilenos y chilenas de nuestro país.

PRESENTACIÓN

0

9Objetivos y Metodología

METODOLOGÍACOMPONENTE CUALITATIVO

Se realizaron 15 dinámicas grupales realizadas entre octure de 2013 y enero de 2014. Estas fueron desarrolladas como “mini-grupos de discusión” pues contaban con cuatro o cin-co participantes, lo que es algo menor que la cantidad de participantes que suele convocarse para otras entrevistas grupales, como los grupos focales. Esta decisión se tomó principalmente debido al tipo de temáticas a tratar durante las conversaciones –tales como las relaciones familiares y de amistad– lo que hacía preferible grupos más pequeños, de modo de poder ofrecer un ambiente menos intimidante a los participantes. Estas discusiones fueron moderadas por dos profesionales de DESUC. Los grupos fueron segmentados por nivel socioeconómico (NSE), género, y edad. Los detalles respecto al componente metodológico de la sección cualita-tiva del estudio pueden revisarse en detalle en el Anexo 1.

OBJETIVO DEL ESTUDIO

Conocer las declaraciones sobre bienestar subjetivo delas personas, así como sus significados, fundamentos ydeterminantes, con especial énfasis en los vínculos sociales y confianza.

COMPONENTE CUANTITATIVO

La medición del Barómetro 2014/15 se realizó a través de una encuesta de 2.267 entrevistas presenciales en hogares, sobre un universo que incluyó a personas entre 18 y 80 años, residentes habituales en viviendas ocupadas de zonas urbanas en comunas de más de 25 mil habitantes en todas las regio-nes del país. El trabajo de campo del estudio fue realizado por DESUC. El trabajo de campo del estudio fue realizado entre los meses de noviembre de 2014 y enero de 2015. Mediante un diseño probabilístico estratificado y por conglomerados, se obtuvo una muestra nacional distribuidas en 94 comunas del país, con un margen de error de +/- 2,1% a nivel nacional. Todos los datos relevantes de la conformación de la muestra cuantitativa y otros aspectos metodológicos relevantes pue-den hallarse en el Anexo 2 del presente documento.

1

OBJETIVOS Y METODOLOGÍA

94 COMUNAS

Tercer Barómetro de la Felicidad10 11

Marco Conceptual

La literatura en torno al bienestar subjetivo destaca por la existencia de dos principales corrientes. Por un lado, es posi-ble observar a quienes han entendido la felicidad a partir de momentos y emociones particulares, lo que se conoce como la aproximación hedonista hacia la felicidad; además, existen quienes consideran que la felicidad se relaciona, antes bien, con una dimensión evaluativa de procesos vitales que en su conjunto son capaces de constituir y otorgar sentido a las personas (Ryan & Deci, 2001).

Ambas aproximaciones, sin embargo, incluyen una serie de variables que pueden ser comprendidas como determinantes del bienestar subjetivo. Entre los factores que han sido con-

siderados por la literatura se cuentan los siguientes: ingreso, edad, género, etnia, nivel educativo, salud, tipo de empleo, per-tenencia a asociaciones, número de amigos cercanos, entre otras (Dolan, Peasgood, & White, 2008). Tales determinantes del bienestar pueden ser agrupadas de distinta forma, des-tacando el aspecto individual, colectivo, o estructural de las mismas. Así, por ejemplo, es posible referirse a la incidencia de contar con buena salud en vistas de tener altos niveles de bienestar, de la misma forma en que existen investigaciones que han considerado el tiempo de traslado entre el hogar y el trabajo (o centro de estudios) como variables que influyen en los niveles de bienestar subjetivo (Diener, 2000; Graham, 2012; Veenhoven, 2010).

¿CÓMO SE MIDEN LAS DECLARACIONESSOBRE BIENESTAR SUBJETIVO Y FELICIDAD?

Resulta relevante aclarar cuáles son las distintas formas en las que se ha medido las declaraciones de las personas so-bre bienestar subjetivo y, seguidamente, cómo se han arti-culado la discusión en torno a la felicidad.

Tal como se ha observado, las mediciones sobre el bienes-tar subjetivo ponen el acento en los aspectos cognitivos y afectivos. De esta forma, la construcción de múltiples esca-las de bienestar refiere a tales dimensiones.

En esta investigación, en particular, se consideraron cuatro formas de medición del bienestar subjetivo que se hallan validadas en el contexto de la investigación internacional. La primera medición apunta a componentes afectivos y cogni-tivos, mediante una pregunta directa sobre qué tan feliz son los encuestados, con una escala de evaluación de cuatro va-lores. La segunda forma de medición es únicamente afectiva, y refiere a una declaración de estados emocionales positi-

vos y negativos. El tercer indicador es cognitivo y evaluativo. Este se estructura mediante una escala de satisfacción global con la vida de diez valores, a la que se le agregan medidas en ámbitos específicos, que van desde la familia hasta la si-tuación económica. Finalmente y como medida cognitiva, se considera la escala de Diener, que opera como un índice conformado a partir de preguntas específicas (Diener, 2010).

La inclusión de diversas escalas dentro de un mismo ins-trumento responde tanto a consideraciones metodológi-cas como empíricas. En primer término, se busca otorgar mayor fiabilidad y validez a las mediciones sobre bienestar subjetivo. Seguidamente, no se busca imponer a los entre-vistados una noción de satisfacción o felicidad externa, an-tes bien, se busca identificar qué es lo que cada uno de las y los encuestados entiende por bienestar subjetivo en términos declarativos.

¿DE QUÉ FELICIDAD SE HABLA?:LO QUE DICE LA LITERATURA

MARCO CONCEPTUAL

2

Tercer Barómetro de la Felicidad 1312 ¿De qué felicidad se habla?: Lo que dice la literatura

En la literatura se considera que, en general, el contacto regular con familiares tiene una influencia positiva sobre el bienestar subjetivo, de la misma forma que en contextos económicamente deficitarios la familia tiene una importancia mayor.

blemas de forma autónoma o descansando en instituciones sociales (Horst & Coffé, 2011).

Por otra parte, la importancia de los vínculos familiares y de amistad no recae en la mera existencia de los mismos sino, antes bien, en la calidad de éstos. Tal como se ha mostrado en contextos como la comunidad afroamericana en Estados Unidos, la importancia y tipo de los vínculos informales es relevante a la hora de evaluar el bienestar subjetivo (Taylor, Chatters, Hardison, & Riley, 2001). La confianza en extraños ha mostrado, igualmente, una relación directa y positiva con el bienestar subjetivo, esto es, a mayor confianza en extra-ños, mayor bienestar subjetivo declarado. Por otra parte, el capital social –comprendido a partir de la participación en organizaciones voluntarias no relativas a la Iglesia– ha presen-tado el mismo tipo de relación (Dolan et al., 2008; Helliwell & Putnam, 2004).

Interesante resulta la consideración sobre la confianza en ex-traños y la participación en asociaciones, teniendo en cuenta los bajos niveles de confianza social y membresía activa a or-ganizaciones para el caso latinoamericano (Sztompka, 1999; Valenzuela & Cousiño, 2000). A partir de ello es pertinente comprobar la incidencia de tales variables en el contexto chi-leno, poniendo especial énfasis en el contraste existente entre la importancia de la red de apoyo cercano –familia y amigos– y la capacidad de confiar en desconocidos como factores que inciden en los niveles de bienestar subjetivo.

Es importante notar que ciertos factores en el bienestar –tales como la edad, la religiosidad o el género– tienen una incidencia que pareciera superar la existencia de barreras culturales, aunque existen igualmente una serie de particu-laridades contextuales que ponen en entredicho las relacio-nes existentes entre las variables consideradas para el caso latinoamericano (Graham, 2009; Helliwell, Layard, Sachs, & Council, 2013). De ahí la relevancia de comprobar el com-portamiento de tales determinantes en el contexto chileno, poniendo especial énfasis en los lazos de confianza y apoyo con los que cuentan las personas.

Para la presente investigación se consideraron una serie de variables que han sido previamente analizadas en la literatura, entre ellas se cuentan la edad, el género, el estatus socieconó-mico, los vínculos sociales y su densidad, la satisfacción con los ingresos y la salud, la movilidad social subjetiva, la existencia de pareja y eventos disruptivos que pudiesen tener incidencia en el bienestar. Estas variables de control han sido utilizadas en diversas investigaciones, de forma tal que se ha verificado que en relación al género no se ha encontrado una rela-ción directa, pero sí se ha observado que las mujeres tienden a posicionarse en los extremos en los niveles de bienestar subjetivo declarados (Mencarini & Sironi, 2012; Stevenson & Wolfers, 2009).

Por su parte, en las últimas tres décadas, estudios desarro-llados sobre ingresos económicos y bienestar subjetivo han aportado evidencia para bosquejar la llamada paradoja de Easterlin (1995). Esto da cuenta que en países de desarrollo medio y alto, pasado ciertos umbrales, un aumento en los ingresos no se traduce en un incremento en la misma pro-porción a nivel de bienestar subjetivo. Asimismo a nivel de personas, y citando a Oyanedel, Browne, Mella & Ayala (2013, p. 55), se puede decir que “en cualquier época, los individuos más ricos se declaran más felices que los pobres, pero una sociedad que se torna más rica, no necesariamente se hace más feliz en la misma magnitud o proporcionalidad”.

Para Latinoamérica se ha observado que a mayores niveles de educación aumenta el bienestar, sin embargo, este efec-to estaría determinado por el nivel de movilidad social ob-servada. (Diener, 2000; Graham, 2004 y 2009). Por su parte, la percepción o satisfacción ante el ingreso ha mostrado, en general, un efecto independiente positivo pero decreciente (Dolan et al., 2008).

Asimismo, la salud ha presentado una relación directa y cons-tante con los niveles de bienestar en diversos contextos (Graham, 2012). Finalmente, la existencia de pareja afectaría positivamente el bienestar de las personas (Dolan et al., 2008; Graham, 2012).

Además de las variables ya expuestas se han considerado otros determinantes en la evaluación del bienestar subjetivo. Estas se hallan mayormente relacionadas con el objetivo del estudio, relativo al análisis de los vínculos de sociales y con-fianza. Al respecto la literatura es diversa y, específicamente, se destacan aquí las particularidades del caso Latinoamerica-no, donde los niveles generales de bienestar subjetivo tienden a ser mayores que en otras latitudes aun cuando no existan los mismos niveles de desarrollo económico (Graham, 2009). A partir de esto es de interés evaluar el comportamiento de determinantes tales como el apoyo, la comprensión, el tiempo y la convivencia familiar en vistas de evaluar la impor-tancia de la familia como determinante del bienestar subje-tivo. De igual manera, resulta relevante evaluar la incidencia del número y tipo de relaciones de amistad en relación al bienestar, así como los niveles de confianza entre conocidos (vecinos y compañeros de trabajo) y desconocidos. Autores como Fowler & Christakis (2009) han dado cuenta, en este contexto, de las implicancias de las redes sociales personales y cómo la configuración de éstas puede hallarse influenciada por los estados emocionales de quienes las conforman.

Se ha señalado que, para contextos como el chileno, los vín-culos de sociabilidad –esto es, entre conocidos– son más fuertes que los que podrían llevar a participar en asociaciones funcionalmente organizadas entre desconocidos (Valenzue-la & Cousiño, 2000). De ahí, entonces, la importancia de la familia como determinante del bienestar. En la literatura se considera que, en general, el contacto regular con familia-res tiene una influencia positiva sobre el bienestar subjetivo (Dolan et al., 2008), de la misma forma que en contextos económicamente deficitarios la familia tiene una importancia mayor (Graham, 2012). Tanto la familia como los amigos son relevantes en contextos como el latinoamericano, en los que resulta importante contar con una red de apoyo permanente ante cualquier tipo de eventualidad; lo anterior demanda que esos vínculos puedan ser actualizables de forma incondicional, exaltando la importancia de una red de soporte permanente que no es posible desprender, únicamente, de las característi-cas propias de los individuos y su capacidad de enfrentar pro-

Diversos estudios han mostrado que en países de desarrollo medio y alto, pasado ciertos umbrales, un aumento en los ingresos no

se traduce en un incremento en la misma proporción en el bienestar subjetivo

de las personas.

15¿Qué es la felicidad? Lo que expresan las personas

En primer término la felicidad aparece como un momento, que regularmente está asociado a compartir instancias signi-ficativos con los cercanos –familia y amigos–, que no son ne-cesariamente instantes de exaltación sino, más bien, de calma y que emergen en contextos de la simpleza de la compañía de otros.

La felicidad se comprende así como un instante que, en cuanto tal, puede ser igualmente propiciado por actitudes y estados de ánimo particulares. Tal disposición puede hallarse vinculada con la capacidad de sacar provecho de ciertas cir-cunstancias o de tomar una actitud singular ante situaciones que permitirían tal momento de felicidad.

Más allá de tal componente circunstancial, que exige igual-mente un ánimo particular, existe la noción de la felicidad como un fenómeno evaluativo. Así, la felicidad ya no se confi-gura a partir del momento sino desde el juicio consciente de series de circunstancias y actividades.

De la misma forma en que teóricamente no existe un con-cepto unívoco sobre felicidad, los discursos recogidos desde las personas a través de técnicas cualitativas son igualmente diversos. Uno de los objetivos de la investigación es enten-der a qué refieren las personas cuando hablan de felicidad y cuáles son los umbrales a partir de los cuales ésta se evalúa. En ese sentido fue posible construir tres polos semánticos principales en torno a los discursos de los participantes en la investigación. De esta manera, la felicidad aparece referida a un momento, a una construcción o a un balance evaluativo. Todas estas concepciones, sin embargo, se hallan principal-mente circunscritas desde el discurso espontáneo de las per-sonas a la esfera de la intimidad individual y familiar.

Para mí la felicidad no existe, existen los mo-mentos felices y uno tiene que propiciarlos, y

contar con la gente que tú quieres.”

(Mujer, 36-59 años)

Yo siempre tengo momentos lindos, porque veo a mi hijo que me está esperando, tengo momen-tos muy felices. Porque están contentos esperán-

dome que lleguen.”(Mujer, 60 años o más)

No tener ninguna cosa pendiente con nadie, mi gente afectiva, y eh… de manera que si me muero mañana, me vaya tranquila, o sea, andar

con la mochila livianita.”

(Mujer, 36-59 años)

De forma semejante, la felicidad puede ser considerada a partir de un balance de los diversos aspectos de la vida, bajo la forma de una armonía emocional vital que supone la reso-lución de diversos aspectos de la vida, tal como señaló uno de los participantes en los grupos de conversación: “Uno puede tener momentos de placer bien seguidos, o no tan seguidos, y no necesariamente ser feliz. O sea, yo siento que la felicidad tiene que ver más con una paz con uno” (Hombre, 60 años o más).

Así, el bienestar no se asocia necesariamente con momentos particulares placenteros, sino con un estado de tranquilidad, especialmente en mujeres de niveles sociales más vulnerables. Emerge así como una evaluación de diversos aspectos que son capaces de configurar un estado que se halla influenciado tanto por la seguridad económica como con la certeza de contar con estabilidad afectiva.

Estar tranquila económicamente, tranquila con mis hijos, que si puedo salir, salgo. No andar

preocupada que tengo esta deuda. Porque ahora, gracias a Dios, las cosas se han ido

aclarando, he ido pagando las cosas.”

(Mujer, 36-59 años)

Un tercer discurso dominante en torno a la felicidad se ubica más allá del instante y la evaluación sobre eventos pasados, conformándose a partir de una noción de agencia sobre el propio destino. El “hacerse cargo” de la propia vida en tér-minos de logros personales o referidas a terceros (principal-mente familiares) es igualmente una fuente de bienestar para los participantes en el estudio. Sin embargo, estos objetivos que constituyen la esfera del bienestar no están necesaria-mente definidos con anterioridad, esto es, emergen como relevantes en el propio curso de la vida, o incluso a posteriori.

¿QUÉ ES LA FELICIDAD?LO QUE EXPRESAN LAS PERSONAS

RESULTADOS CUALITATIVOS

3

Tercer Barómetro de la Felicidad 1716

Gráfico 2Pensando en qué significa la felicidad para usted, ¿dónde se situaría en esta escaladonde 1 es acuerdo con la frase de la izquierda y 5 acuerdo con la frase de la derecha?(% de respuestas)

El gráfico 2 ilustra con claridad la cita anterior. Al hacer el foco en lo que sucede en Chile, más allá de un concepto abstracto de felicidad, las declaraciones en torno al bienestar subjetivo se encuentran más morigeradas. De esta forma, la consideración del bienestar vinculado a la individualidad, que anteriormente había marcado un 58%, baja hasta un 41%; seguidamente, quienes no profieren opinión clara sobre el particular alcanzan a más de un 25% de las declaraciones y, finalmente, quienes asocian las chances de alcanzar la felicidad con “la cuna” superan el 30% de las menciones, porcentaje que crece en los niveles socioeconómicos más bajos.

SIGNIFICADOS EN TORNO A LOS VÍNCULOS SOCIALES / FAMILIA Y AMISTAD

Antes vimos cómo los conceptos de felicidad de las perso-nas están enraizados en torno a sus vínculos directos. Pero ¿cómo los chilenos y chilenas definen esas relaciones?, ¿qué esperan de ellas desde la perspectiva de la confianza y apoyos mutuos?.

A partir de técnicas cualitativas, se indagó también en este as-pecto. Se observó que los lazos consanguíneos –siendo cier-tamente distintos en su constitución– aun así aparecen como un referente superior en tanto se entienden como incondi-cionales, que siempre “van a estar ahí”, desde el cual se evalúa el resto de los vínculos sociales. En ese sentido, para las per-sonas, es ese micro espacio social de la familia donde puede establecer relaciones no instrumentales. Dicho en palabras de un entrevistado: “La familia es el oasis que uno tiene… uno sabe que la cosa aquí es verdadera. Uno se enfrenta a muchas situaciones, pero siempre te quedas con la duda…aquí se da lo real” (Hombre, 36 a 59 años)

En el caso de los amigos lo primero que es posible notar es una intencionalidad a que tales relaciones alcancen el grado de cercanía que se tiene con la familia. Se espera de este modo que las relaciones de amistad alcancen su nivel de in-condicionalidad, confianza recíproca y apoyo, tal como seña-

la uno de los participantes en los grupos de conversación: “Esos amigos que yo tengo han sido de toda la vida, que han estado siempre relacionados conmigo, que nos llamamos, que nos preguntamos cómo estamos. Personas que todavía tienen la capacidad de ponerse los pantalones tuyos en esos momentos difíciles. Esos amigos que tienen la capacidad de derramar una lágrima cuando tú estai’ mal, de esos, de esos amigos que decí’ ‘compadre no se sienta solo que en este baile estamos los dos.” (Hombre , 36-59 años).

Distintivo de la amistad es su carácter selectivo. Si bien con la familia se puede contar incondicionalmente, ésta no se elige. No pasa lo mismo con los vínculos de amistad, pues se cons-truyen con quienes se decide voluntariamente establecer una relación. Igualmente, con los amigos existe un lazo relaciona-do con una comunidad de intereses; de la misma forma en que se evidencia un tipo particular de confianza, aquella que velando por el cuidado es capaz de actuar críticamente, aspi-rando en algún grado a objetividad.

La literatura sobre bienestar ha dado cuenta de que la calidad de los amigos y la cercanía del vínculo es más importante que su número en vistas de sentirse apoyado por terceros (Ellison, 1990, Horst & Coffé, 2011).

¿Qué es la felicidad? Lo que expresan las personas

Por tanto, la felicidad desde el discurso de las personas en Chile, es un concepto altamente personalizado –incluso ínti-mo–, que se asocia a momentos propios, balances o logros, como un estado no permanente. Al igual que en la literatura especializada, se observa una dualidad “convergente” entre lo hedónico (momentos) y el balance (tomando todos los aspectos de la vida). Aun siendo un concepto individualizado, se da y se expresa en relación a otros, del ámbito cercano y especialmente familiar. Es posible señalar, de esta manera, que la felicidad es un discurso que se encuentra afincado en vín-culos primarios, interpersonales, consanguíneos y cohesivos.

41 26 33

Posición neutra

En este país, la felicidad de unodepende de la situación en quese nace

En este país, cualquierapuede llegar a ser feliz

Mire, yo para criar a mis hijos, sufrí mucho. Tuve que trabajar día y noche. Había que trabajar mucho, para ganar un poco más. Pero... hasta

aquí yo me encuentro feliz, porque lo logré. Pude educar a mis hijos, y estar bien.”

(Hombre, 60 años o más)

Tales objetivos, sin embargo, pueden hallarse vicariamente re-feridos a terceros significativos –especialmente miembros de la familia–. En este sentido, desde el discurso de las personas, los logros que construyen la felicidad no se encuentran limi-tados al espacio de acción personal sino que pueden vincu-larse, especialmente, con la capacidad de haber logrado “algo mejor” en pos del beneficio de otros cercanos y en vistas de mejorar las condiciones futuras de vida de estos.

Muy significativo resulta en este caso la importancia que las madres y los padres otorgan a la capacidad de entregar a sus hijos e hijas una educación que les permita tener un mejor pasar en el futuro. Cobra especial relevancia en este pun-to la aspiración hacia una movilidad social intergeneracional (PNUD, 2012; Valenzuela et al., 2007).

Gráfico 1Pensando en qué significa la felicidad para usted, ¿dónde se situaría en esta escala donde 1 es acuerdo con la frase de la izquierda y 5 acuerdo con la frase de la derecha?(% de respuestas)

58 15 26

Estos discursos también se encuentran relacionados con los resultados obtenidos en el componente cuantitativo del estu-dio. El gráfico 1 da cuenta de cómo las personas son capaces de comprender el bienestar subjetivo en un eje donde se tensiona la capacidad individual de alcanzar la felicidad, versus meramente la existencia de factores externos que la deter-minan. Tal como se observa, casi un 60% de las menciones refieren a la felicidad como algo que depende de uno mismo, mientras un 26% sostiene que ésta dependería de factores externos.

Sin embargo, existe igualmente la conciencia que la capacidad de lograr esas metas depende, necesariamente, de ciertas condiciones estructurales que posibiliten alcanzar los objeti-vos propuestos. Esto es, la búsqueda por la felicidad se halla socialmente situada, en un espacio donde se reconocen las diversas determinantes con las que las personas cuentan. Tal como elocuentemente señaló una de las participantes en la investigación: “Yo no pude tener la mejor calidad de vida porque me lo impuse, y eso no es tan de uno. Tiene que ver con factores externos que no permiten llegar a esa plenitud (…) Porque para los pobres (lo que) es resiliencia, para los ricos es tener lucas no más” (Mujer, 36 a 59 años).

Yo soy feliz sabiendo que aún tengo lacapacidad de emocionarme, sabiendo que

tengo la capacidad de reírme, que tengo lacapacidad de poder compartir.”

(Hombre, 36 a 59 años)

Posición neutra

La felicidad no depende de uno,sino de factores externos queayuden a alcanzarla

Alcanzar la felicidaddepende de uno mismo

*Para sumar el 100% se deben agregar los “no sabe/no responde”.Esto es válido para todos los gráficos que se presentan en este capítulo como en los siguientes.

Tercer Barómetro de la Felicidad 1918

Yo puedo saludar a todos mis vecinos. Le digo buenas tardes, buenos días, y si hay una necesi-dad, un problema, yo ayudo, (pero ahí no más),

como trabajo casi todo el (día).”

(Mujer, 36 a 59 años)

Yo creo que la desconfianza nuestra es cuando salimos a un mundo que es desconocido... si es la micro, o si es una institución, no sé... pero no

cuando estamos en un entorno que es de todos, que conocemos, eso es distinto”

(Hombre, 60 años o más)

LA CONFIANZA DESDE LA PERSPECTIVA DE LOS DIVERSOS TIPOS DE INTERACCIÓN SOCIAL

Las relaciones sociales significativas se encuentran funda-mentadas en la confianza, de ahí se sigue la importancia de las familias para todos los participantes en el estudio. En ese sentido, se da pie al establecimiento de relaciones, incondi-cionales que no se encuentren sujetas a instrumentalización, permitiendo así el establecimiento de un lazo recíproco y perdurable en el tiempo.

Pero la confianza cambia su forma en los distintos niveles de relación sobre los que los participantes del estudio se vieron consultados. Por lo general, las personas se consideran desconfiadas, indicando que la forma de cimentar un vínculo significativo se halla determinada por la duración e intensidad del mismo. Muchos de los participantes, sin embargo, señala-ron que “en algún minuto” fueron confiados, pero que malas experiencias en el pasado han reconfigurado su aproxima-ción hacia los desconocidos, pudiendo así dar forma a una suerte de desesperanza aprendida en lo que a vínculos de

confianza refiere. Este proceso es semejante al de reducción de amistades en el tiempo y a la consolidación de los amigos más cercanos como aquellos que, finalmente, pueden llegar a ser comprendidos dentro de la estructura familiar.

Ahora bien, si la confianza se fundamenta en la experiencia de relaciones presentes o pasadas cabe preguntarse cómo se es-tructura la desconfianza hacia lo desconocido. La mayoría de las veces la confianza o desconfianza sobre ciertos grupos se sos-tenía en prejuicios o juicios parciales, de la forma “una vez me pasó que…” o “me contaron que…”. Es la experiencia, de este modo, el componente esencial que puede alterar tales visiones, es decir, sin experiencia resulta dificultoso construir confianzas.

En muchas circunstancias la desconfianza aparece como natu-ralizada en el marco de las relaciones sociales con extraños. El “otro generalizado”, sea este individual, grupal o institucional, emerge igualmente como desconfiado. La idea de que los chilenos son desconfiados aparece como normalizada entre los entrevistados, en la misma forma en que muchas veces se presupone que los chilenos son (paradojalmente) ingenuos.

Así, el presente estudio muestra a los chilenos como descon-fiados pero, a la vez, intuyendo una ingenuidad que puede ser potencialmente peligrosa (emergen aquí figuras como las de “el cuento del tío” o “Pepito paga doble”).

Basta solamente señalar el siguiente diálogo de los mini-grupos de conversación a fin de recalcar el punto sobre la desconfianza:

Mujer 1: “Yo aprendí a confiar en mis amigas de la infancia, mi mamá, en toda la gente que aprendí a confiar, pero tam-bién ser un poco desconfiada. Eso. Un poquito, es bueno tener un poquito de desconfianza de las personas”.

Mujer 2: “Es que en la confianza está el peligro”.

Mujer 3: “Hay un dicho, no confíe ni siquiera en tus dientes porque al mínimo descuido te muerden”.

(Mujeres, 60 años o más)

¿Qué es la felicidad? Lo que expresan las personas

La importancia de la “neutralidad” en las relaciones vecinales viene, en consecuencia, a reafirmar la idea del resguardo de un espacio de privacidad, que puede sin embargo ser com-plementado con una interacción cordial con el resto de los miembros del vecindario. Como uno de los entrevistados in-dica. “Al final un buen vecino, es un vecino neutro, que tu podí saludarlo, y no se mete en tu vida; cada uno vive su vida tranqui-lo”. (Hombre, entre 24 a 36 años)

Una nota distintiva viene dada por la relación de las personas de mayor edad con su vecindario, tal como señaló una de las informantes: “Los vecinos son para mí una cosa solidaria, y que hay una especie de protección también, por todas las cosas que están pasando. De protegerse los unos con otros, estando viviendo en una comunidad, entonces cuidémonos un poco... Si te haces amigo obviamente que va a haber una mayor confianza” (60 años o más). La importancia de los vecinos para los adul-tos mayores es algo que ha sido igualmente considerado por la literatura (Taylor et al., 2001) a la hora de dar cuenta de las redes informales que permiten generar apoyos y, con ello, dar pie a mayores niveles de bienestar

Las personas demandan que los vínculos laborales sean rela-ciones de sociabilidad laboral que permitan un buen desem-peño, sin mediar una clara instrumentalización (por ejemplo, carente de envidias o aprovechamiento de parte de alguna de las partes), ni tampoco invadir la esfera privada. Existen, sin em-bargo, espacios de trabajo con mayor estabilidad organizacio-nal, donde es posible desarrollar un vínculo de amistad que, de todas formas, ha de ser refrendado fuera del lugar de trabajo.

El amigo es súper honesto contigo, o sea, como no agradarte solamente, sino que de repente,

también decirte “oye para, la estay embarrando” con cariño y todo y todo lo que querai’, pero en

el fondo, de verdad.”

(Hombre, 24 a 35 años)

Yo considero que las relaciones familiares tienen que ver con la contención, con el apoyo, con

saber que alguien te espera en casa, indepen-diente quien sea, sea la pareja o sean los hijos,

sea la mamá o el papá, o sea el tener un vínculo con un otro que es parte de tu sangre y que va a estar ahí para contenerte, para apoyarte para tú

luchar por ellos, ser tu motivación…”

(Mujer, 60 años o más)

SIGNIFICADOS EN TORNO A LOS VÍNCULOS SOCIALES / VECINOS

La vecindad se reconoce como un tipo de vínculo blando, determinado por el lugar donde se vive y por el enclaustra-miento dentro del hogar, acotadas a una reciprocidad fun-cional, básica y episódica –antes que prolongada–: “prestarse las llaves”, “ayudarse en caso de emergencias”. Se destaca la importancia de tener relaciones cordiales, de la misma forma en la que se añoran los lazos vecinales del pasado, en las que sí se podía comprender un vínculo más cercano. Lo que se busca, de todas formas, es una relación civil que no comporta inmiscuirse en el ámbito de la privacidad (del hogar). Esto reafirmando la idea que, siendo la vecindad algo “dado” –uno no puede elegir a sus vecinos como tampoco a sus compañe-ros de trabajo– puede potencialmente amenazar el espacio de la intimidad, según los entrevistados.

Pese a lo anterior, las relaciones de amistad se hallan en per-manente comparación con los vínculos familiares, viéndose aquella más volátil y, de hecho, se encuentran constantemen-te a prueba. Según lo observado a partir del componente cualitativo de este estudio, tal diferencia se apreciaría incluso a nivel de estratos socioeconómicos, mientras en los niveles de altos ingresos los amigos tienden a ser vistos más como compañeros de toda una vida, en los segmentos medios y bajos estas relaciones aparecen de forma mucho más efíme-ras y a prueba.

De hecho, entre quienes dan cuenta de la inexistencia de amistades significativas la razón principal para la carencia de tales relaciones tiene que ver con decepciones pasadas, tal como señala una de las entrevistadas: “Por lo menos, yo a todo el mundo los incluía como amigos. Hasta que quedé embara-zada, y ahí como que desaparecieron (…) Entonces no. Ami-go-amigo es el que tiene que estar en las buenas y en las malas, siempre” (Mujer, 24-35 años). La cita, justamente, refiere a ese vínculo de incondicionalidad que, comprendido naturalmente en el ámbito familiar, se añora y tensiona ante los amigos.

Probablemente quien esté más cerca del tipo de relación fa-miliar es aquel que es categorizado como el “amigo-amigo”, puesto que en las relaciones de amistad existe igualmente una escala de graduación que va desde el “conocido” al “ami-go-amigo”, siendo el último quien gana ese estatus en razón de un acompañamiento permanente y, sobre todo, cuando no se han defraudado las confianzas en la relación, coloquial-mente, quien no ha sido “chueco”.

La vinculación entre amistad y familiaridad llega a tal nivel que los verdaderos amigos son conceptualizados dentro de la es-fera de la familia, siendo igualmente considerados dentro de la misma: “Los amigos para mí son prácticamente como familia... están en el mismo nivel prácticamente. Yo me la juego entero, y yo siento que ellos también por mí. Son re pocos mis amigos, yo no tengo muchos” (Hombre, 60 años o más).

SIGNIFICADOS EN TORNO A LOS VÍNCULOS SOCIALES / COMPAÑEROS DE TRABAJO

A diferencia de lo que se aprecia con los amigos, los vínculos laborales se encuentran en la tensión de la formalidad del trabajo versus la informalidad de una relación de amistad. En ese sentido, son igualmente lazos que se comprenden desde la funcionalidad laboral pero que, además, no son necesaria-mente elegidos, tal como señala uno de los participantes en las conversaciones: “Porque uno tiene que trabajar con los com-pañeros de trabajo y no los puede cortar. Yo no le puedo decir ‘ya, no soy más compañero tuyo’. Pero al amigo, puedo decirle ‘sabes qué más, no quiero saber nunca más de ti y chao’, y uno puede tener una pelea independiente de lo que pase. Pero con un com-pañero de trabajo uno no puede” (Hombre, 60 años o más).

21Columna

El estudio Barómetro de Felicidad realizado por la Dirección de Estudios Sociales de la Universidad Católica (DESUC) y el Instituto de Felicidad de Coca-Cola, nos da cuenta con-tundentemente de la relevancia de los vínculos sociales y la confianza para el bienestar subjetivo de las personas.

Al respecto, las palabras del Obispo Jorge Mario Broglie re-sultan iluminadoras para ilustrar cómo el capital social de las personas nos une a la idea de país. En el prólogo al libro “Guzmán Carriquí, El Bicentenario de la Independencia de los Países Latinoamericanos”, él plantea: “En una frase plásti-camente tensionarte alguien expresó que el presente no es solo lo que recibimos de nuestros padres sino también lo que nos prestan nuestros hijos para que luego se lo devolvamos. Un presente recibido y prestado a la vez, pero un presente que es fundamentalmente nuestro; hacerse cargo de él es hacer patria, lo cual es algo muy distinto que construir un país o configurar una nación. Un país es el espacio geográfico, la nación la constituye el andamiaje institucional. La patria, en cambio, es lo recibido de los padres y lo que hemos de en-tregar a los hijos”.

Desde esta perspectiva, la patria nos obliga a ser actores con responsabilidad histórica, dispuestos a ejecutar las transfor-maciones necesarias, que han de ser la cuota de compromiso personal en la fundación de la misma. Hacer patria es fundar una realidad en la que todos nos sintamos pertenecientes. Un sentido de pertenencia que aúne, integre y cree vínculos significativos entre quienes compartimos una bandera.

Las personas sin un sentido mayor de pertenencia se des-vinculan, se fragmentan, se descomprometen de las causas mayores; y este es el terreno propicio para la adversidad, la odiosidad, el resentimiento, la desconfianza.

Para poder construir verdaderamente patria, entonces, es ne-cesario un valor base que es la confianza. Valor que veo dolo-rosamente vulnerable en nuestro país, ya que la confianza ha disminuido últimamente no solo en las instituciones -para qué decir las de carácter público, o la Iglesia que ha sido tan nom-brada-, sino que además se mantiene la desconfianza en las personas que no conocemos. Siguiendo los resultados que el mismo Barómetro nos reporta, la confianza se reduce hoy día

al ámbito familiar, y a quienes conocemos a nivel experiencial, y de ahí lo que aumenta es la desconfianza.

Una posible definición sobre la confianza que nos ayuda en esta reflexión es la establecida por Lawrence Con: “La con-fianza es una hipótesis sobre la conducta futura del otro, es una actitud que concierne el futuro, en la medida en que este futuro depende de la acción del otro, es una especie de apuesta, que consiste en no inquietarse del no-control del otro y del tiempo”.

En ese marco, el ser humano necesita poder confiar en el otro. Necesita saber que de alguna manera el otro es “prede-cible”. Me voy a detener un momento en este concepto, que tan mala prensa tiene hoy y lo quiero asociar a una definición de Chesterton en su libro “Mujer y Familia”, que desde otra perspectiva expresa una de las manifestaciones más gloriosas acerca de la confianza: “El hombre que hace una promesa se cita consigo mismo en algún lugar y tiempo, el peligro que esto conlleva es que no asista a la cita”.

¿Dónde radica el acierto de Chesterton? En que la confianza interpersonal requiere la consistencia personal fruto de un ejercicio de una profunda libertad del ser humano, ajena a la espontaneidad y asociada a una conquista personal de sí. La confianza interpersonal no puede sino basarse en la capaci-dad de prometer de cada ser humano.

De esta forma, la confianza más que un vago sentimiento moral, es como una cuerda que tiene unida a la persona. Si no nos hemos sentidos unidos a esa cuerda en una experien-cia personal y de vínculos primarios, difícilmente podemos confiar. Por su naturaleza, la familia –como hemos visto en el estudio Barómetro– es el lugar en donde la relación entre sus miembros es de tal envergadura y profundidad, que las personas manifiestan y proyectan sus ideas de felicidad. Es ese el espacio propicio no solo para el florecimiento de lo más propio del ser humano que es la apertura hacia los otros, la reciprocidad y el don de sí, sino también para cultivar la confianza no solo respecto a sus miembros y cercanos, sino con aquellos que están más allá de nuestro hogar. Es allí, en la familia –en esa esfera íntima pero social a la vez– donde también construimos patria –en última instancia– sociedad.

PATRIA, CONFIANZAY FELICIDAD

POR CAROLINA DELL’ OROFilósofa y profesora de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Socia Directora de laConsultora Concilia, experta en temas de familia y consejera del Instituto de la Felicidad de Coca-Cola.

COLUMNA 1

23Niveles declarados de bienestar subjetivo

SATISFACCIÓN CON LA VIDA: JUICIOSSOCIALMENTE DIFERENCIADOS Y ESTABLESEN EL TIEMPO.

Al considerar la escala de satisfacción con la vida de diez valores –donde el valor 1 comporta la menor satisfacción y el valor 10 la plena satisfacción– es posible observar, tal como muestra el gráfico 3, que no existen mayores diferencias en las últimas dos mediciones. En promedio, mientras en 2012 se declaraba una satisfacción con la vida de 7,4 para la medición de 2014 se declara un 7,5. Esta diferencia, que no alcanza a constituirse como estadísticamente significativa, da cuenta de la estabilidad de las distintas mediciones, que es propia de este tipo de juicios cognitivos.

A pesar de lo anterior, sí es posible verificar leves cambios en los distintos tramos de la escala de satisfacción. De particular

En esta sección se presentan los resultados del componente cuantitativo del estudio. Se reportarán las principales declaraciones en torno al bienestar subjetivo sostenidas por los participantes en la última encuesta del Barómetro de la Felicidad.

1 1 2 3

12

7

19

24

16 15

1 1 2

4

11 10

16

21

15

19

1 2 3 4 5 6** 7 8 9 10**

2012 2014

Gráfico 3Declaración de satisfacción con la vida según año (Escala de 1 a 10, % de respuestas)

*Ambos indicadores (pregunta de felicidad y satisfacción global) presentan entre sí (de 0,461), estadísticamente significativa a un 99% de confianza.** Diferencia estadísticamente significativa a un 95% de confianza (p<0,05) en las categorías de respuesta “6” y “10” en la escala de satisfacción de 1 a 10.

Para todos los gráficos de este capítulo, considerar N 2012: Total muestra (1313), y N 2014: Total muestra (2267). Igualmente, en los gráficos de todo el documento no se presentan las respuestas “no sabe/no responde”, requeridas para sumar el 100%.

interés resulta el aumento en cuatro puntos porcentuales en quienes se declaran completamente satisfechos con su vida (10 puntos), que alcanza un 19% de declaración en 2014. Igualmente, es posible observar ascenso de tres puntos por-centuales para quienes declaran el sexto valor de la escala.

En términos agregados, de todas formas, se observa un des-censo de tres puntos porcentuales para quienes declaran entre 7 a 10 puntos en la escala de satisfacción. En 2012 un 74% de los encuestados declararon ubicarse en esa zona de la escala, mientras que en 2014 un 71% de los entrevistados se ubicó en ese tramo.

NIVELES DECLARADOSDE BIENESTAR SUBJETIVO

RESULTADOS CUANTITATIVOS

4Promedio 2012: 7,4Promedio 2014: 7,5

Año 2012: 74% declaró 7 o másAño 2014: 71% declaró 7 o más

Tercer Barómetro de la Felicidad 2524

Niveles declarados de bienestar subjetivo

Gráfico 6Declaración de nivel de felicidad y satisfacción con la vida según edad (% de respuestas)

2012 2014 2012 2014

18 a 29 años

7,7 7,8 7,7 7,7 7,3 7,2 7,0 7,0

2012 2014

30 a 45 años 46 a 59 años

2012 2014

60 años o más

51 52 49 55 48 54 43 43

34 33 33 27 20 17 21 18

14 14 15 15

28 24 29 32

0 1 1 3 2 3 7 7

Satisfacción con la vida 2014(Promedio de escala de 1 a 10)

Gráfico 7 Declaración de nivel de felicidad y satisfacción con la vida según NSE (% de respuestas)

Satisfacción con la vida 2014(Promedio de escala de 1 a 10)

62 59 51 52 35 48

26 29 29 29 28 19

10 11 16

32 27

1 3 2 3 5

2012 2014 2012 2014

Alto

7,9 7,9 7,6 7,7 7,0 7,0

2012 2014

Medio Bajo** NSE

Bastante FelizMuy Feliz No muy Feliz Nada Feliz

Bastante FelizMuy Feliz No muy Feliz Nada Feliz

Bastante FelizMuy Feliz No muy Feliz Nada Feliz

** Diferencia estadísticamente significativa a un 95% de confianza (p<0,05) en el grupo socieconómico bajo, en las categorías de respuesta “muy feliz”, “bastante feliz” y “no muy feliz”

Los NSE fueron recodificados para este gráfico y los siguientes de este informe, considerando: Alto (C1-C2), Medio (C3) y Bajo (D-E). Mayores detalles, ver Anexo 2. Recordar que en los gráficos de todo el documento no se presentan las respuestas “no sabe/no responde”, requeridas para sumar el 100%.

0

Satisfacción con la vida 2014(Promedio de escala de 1 a 10)

Gráfico 4Escala de satisfacción de Diener(% de respuestas)

Gráfico 5Declaración de nivel de felicidady satisfacción según sexo(% de respuestas)

El gráfico 4 da cuenta de las mediciones de 2012 y 2014 en la escala de satisfacción con la vida de Diener. Como es posible verificar, tampoco observan diferencias significativas para las distintas mediciones. Para comprender la regularidad en las mediciones resulta útil conocer cuáles son reactivos que conforman esta escala: 1) en la mayoría de las cosas, mi vida está cerca de mi ideal; 2) mis condiciones de vida son exce-lentes; 3) estoy completamente satisfecho con mi vida; 4) hasta ahora, he conseguido las cosas que para mí son importantes en la vida y 5) si volviese a nacer, no cambiaría casi nada de mi vida. Todas estas preguntas están medidas a través de una escala de Likert de acuerdo de cinco valores, y en tanto se trata de juicios evaluativos cognitivos de largo plazo, no es del todo sorprendente su estabilidad en el tiempo.

Ahora bien, y tal como es posible verificar en el gráfico 5, no parecen existir mayores distancias al momento de evaluar las declaraciones de satisfacción con la vida de hombres y muje-res entre ambas mediciones, aunque sí se observan diferencias entre las mediciones de 2012 y la de 2014 en el caso de las mujeres, en quienes se aprecia un descenso de 5 puntos por-centuales entre quienes se declaran “muy felices”.

Además del sexo, otra de las variables relevantes en la litera-tura es la edad. Al analizar las diferencias existentes entre los distintos grupos etarios, que se aprecian en el gráfico 6, es posible constatar la inexistencia de diferencias significativas en-tre las mediciones de 2012 y 2014. Seguidamente, se verifica la relación observada en 2012, en que a mayor edad se declara, en promedio, menores niveles de felicidad. Así, se observa que

10

37

53

10

37

53

Insatisfecho Ni satisfecho ni insatisfecho Satisfecho

2012 2014

51 54 46 49

25 24 30 25

20 19 21 21

3 3 2 4

7,4 7,5 7,4 7,4

2012 2014 2012 2014

Hombre ujer** Mu

un 39% de los mayores de 60 años se declaran “nada felices/no muy felices”, mientras que quienes cuentan entre 18 y 29 años declaran ser “muy felices” en un 33% de los casos.

Como se presentó anteriormente, la discusión en torno al bienestar subjetivo y el nivel socioeconómico es extensa. Igualmente, en la sección cualitativa del presente documen-to, se manifestó que las declaraciones en torno al bienestar se encuentran socialmente situadas. El gráfico 7 da cuenta de esta relación: para la medición de 2014, un 32% de quie-nes pertenecen al estrato bajo se declararon “no muy feliz” o “nada feliz”, versus un 12% con la misma percepción en el estrato alto. Esta asociación entre mayor NSE (Nivel Socioe-conómico) y mayores declaraciones de felicidad se ha verifi-cado en las mediciones de 2012 y 2014 de forma consistente.

*Para sumar 100%, se deben añadir los “no sabe/no responde”.**Diferencia estadísticamente significativa a un 95% de confianza (p<0,05).

Tercer Barómetro de la Felicidad 2726

Al evaluar la satisfacción por ámbitos según nivel socioeco-nómico, tal como las muestra el gráfico 10, es posible ver la existencia de diferencias estadísticamente significativas en to-dos los aspectos a favor de los estratos altos y medios versus los bajos. Las brechas más acuciosas a este respecto se en-cuentran en aquellos ámbitos vinculados con lo económico, donde se aprecian diferencias de hasta 1,6 puntos. Disparida-des relevantes se aprecian, también, en la evaluación respecto a las amistades: 8,1 puntos para el segmento alto y 7 para el bajo. Por el contrario, es en la satisfacción declarada con el tiempo libre donde se aprecian menores diferencias entre estratos, con 6,7 para el bajo y 7,1 para el medio y el alto.

La edad es, igualmente, un componente relevante a la hora de evaluar qué ámbitos les proporcionan más satisfacción a las personas. Al observa el gráfico 11, se verifica que la satis-

Gráfico 10Declaración de satisfacción con la vida en distintos ámbitos según NSE(Promedio, escala de 1 a 10)

Alto Medio Bajo

7,9 8,3 7,9 8,1 7,7 8

7,7 7,1 7,3 7,7

8,1 7,8 7,7 7,6 7,5

7,3 7,1 6,6 7

7,5 7,2

6,9 6,8 6,3

6,7

5,7

Satisfacción Satisfacción relaciones familiares**

Satisfacción espiritualidad**

Satisfacción amistades**

Satisfacción relación de

pareja**

Satisfacción salud**

Satisfacción ocupación principal**

Satisfacción tiempo libre**

Satisfacción situación

económica**

facción con la salud tiene una relación decreciente a medida que aumenta la edad de los encuestados, alcanzando solo 5,9 puntos para los mayores de 60 años. Seguidamente, la satisfacción con la situación económica tiene, igualmente, una relación decreciente con la edad.

Por el contrario, la satisfacción con la espiritualidad alcanza un nivel bastante estable de declaración en los distintos gru-pos etarios. La satisfacción con el tiempo libre, por su parte, muestra una “U”: es mayor en los más jóvenes y en los de mayor edad. Lo anterior es comprensible, ya que la existencia de tiempo libre se ve directamente afectada por el ingreso al mercado laboral, alcanzando su mínima declaración (6,7 puntos) para quienes cuentan entre 30 y 45 años, mientras los jóvenes entre 18 y 29 años declaran 7,2 puntos de satis-facción con su vida.

Gráfico 11Declaración satisfacción con la vida en distintos ámbitos según edad (Promedio, escala de 1 a 10)

7,2 7,5

6,7

7,6

6,8

7,6 7,2 7,4

Satisfacción tiempo libre

8,3 7,8

6,9

5,9

6,9 6,7

6 5,4

Satisfacción salud** Satisfacción situacióneconómica**

Satisfacción espiritualidad

** Diferencia estadísticamente significativa a un 95% de confianza (p<0,05).

Niveles declarados de bienestar subjetivo

Ámbitos con menores diferencias entre tramos etarios extremosÁmbitos con mayores diferencias por edad

Gráfico 9¿Cuán satisfecho está usted con su vida en este momento en una escala de 1 a 10 en los siguientes ámbitos? Mayores diferencias por sexo(Promedio, escala de 1 a 10)

Más allá de las declaraciones generales sobre el nivel de bienes- tar subjetivo, y con independencia de la escala de medición utilizada, se ha considerado relevante evaluar el bienestar en diversos aspectos de la vida. Lo anterior se comprende desde la consideración de que no todos los ámbitos vitales com-portan la misma evaluación subjetiva en relación a la felicidad.

El gráfico 8 ilustra las diferencias por ámbito en relación a la medición de satisfacción general. Es posible apreciar que no

existen grandes diferencias entre las mediciones de 2012 y 2014, donde las relaciones familiares se mantienen en su po-sición privilegiada frente a las demás aunque –al igual que los aspectos de tiempo libre y pareja– baja levemente. De interés resulta consignar que, para 2014, la inclusión de la satisfacción con la espiritualidad, que alcanza a marcar 7,5 puntos en la escala. Al jerarquizar la satisfacción por ámbitos incluyéndola se situaría al mismo nivel de la satisfacción con las amistades e incluso por sobre la satisfacción referida a la relación de pareja.

7,3 7,6 7,8

7,1

Hombre Mujer

El gráfico 9 ahonda en las diferencias por sexo existentes en la satisfacción por ámbitos. Como se observa, en solo dos di-mensiones las variaciones resultan significativas: la satisfacción con la espiritualidad y la satisfacción con la salud, donde la primera es mejor evaluada por las mujeres (7,8 puntos versus 7,3 en los hombres) mientras la salud es mejor calificada por ellos en 0,5 puntos más.

Satisfacción Salud**Satisfacción Espiritualidad**** Diferencia estadísticamente significativa a un 95% de confianza (p<0,05).

Gráfico 8¿Cuán satisfecho está usted con su vida en este momento en una escala de 1 a 10 en los siguientes ámbitos? Declaración satisfacción en distintos ámbitos según año(Promedio, escala de 1 a 10)

2012 2014

7,4 8,2

7,6 7,6 7,3 7,0 7,2 6,4

7,5 7,9 7,5 7,3 7,3

7,0 6,9 6,3

7,5

Satisfacción con la vida

Satisfacción relaciones familiares**

Satisfacción amistades

Satisfacción relación de

pareja**

Satisfacción salud

Satisfacción ocupación principal

Satisfacción tiempo libre**

Satisfacción situación

económica

Satisfacción espiritualidad*

*Para 2012, no se incluyó pregunta sobre espiritualidad.** Diferencia estadísticamente significativa a un 95% de confianza (p<0,05).

Entre 18 y 29 años Entre 30 y 45 años Entre 46 y 59 años 60 años o más

7

con la vida**

Tercer Barómetro de la Felicidad 2928

Gráfico 14Emociones positivas con mayores diferencias por sexo(% de respuestas “siempre” en últimas semanas)

Gráfico 15Emociones negativas con mayores diferencias por sexo(% de respuestas “siempre” / “casi siempre” en últimas semanas)

MujerHombre

MujerHombre

Interesante resulta realizar la evaluación de las emociones declaradas al realizar la apertura según el sexo de los encues-tados. El gráfico 14 da cuenta de las diferencias más significa-tivas entre las emociones positivas, ilustrando que las mujeres se sienten más agradecidas y generosas que los hombres1. Por otra parte, en el gráfico 15 es posible verificar las diver-gencias en relación a las emociones negativas. A este respecto se observa que las mujeres se muestran más preocupadas que los hombres (con una diferencia de cuatro puntos por-centuales); respecto al cansancio el diferencial es mayor, con 30% para los hombres y 38% para las mujeres. La predomi-nancia en la declaración de emociones negativas por parte de las mujeres se confirma, igualmente, al evaluar a quienes se sienten tristes y desilusionadas.

Al considerar las diferencias observadas en la declaración de emociones según edad, la tranquilidad se distribuye unifor-memente sin distinción etaria. Por el contrario, la alegría, el optimismo, la motivación y la utilidad varían en su declaración atendiendo a la edad de los encuestados, en todas estas emo-ciones se observa una diferencia de al menos diez puntos porcentuales a favor de los jóvenes ver gráfico 16.

Por otro lado, y como se observa en el gráfico 17, existe igualmente un predominio en la declaración de emociones negativas por parte de los entrevistados de mayor edad. Esta brecha resulta especialmente significativa para la sensación de soledad –en la que se observa una diferencia de 15 pun-tos porcentuales entre quienes cuentan con más de 60 años versus quienes tienen entre 18 y 29 años. Respecto a la de-claración en torno a estar abrumado sucede algo semejante.

35 30

13 8

39 38

17 15

Preocupado Cansado Desilusionado Triste

37

55 46

63

Generoso Agradecido

1 Las emociones negativas son más costosas de declarar abiertamente. La comparación según sexo se hizo distinguiendo entre quienes declaraban “siempre” para las emociones positivas y “siempre o casi siempre” para las emociones negativas.

Niveles declarados de bienestar subjetivo

Gráfico 16Emociones positivas con mayores diferencias por edad(% de respuestas “siempre” en últimas semanas)

Gráfico 17Emociones negativas con mayores diferencias por edad(% de respuestas “siempre” / “casi siempre” en últimas semanas)

Entre 18 y 29 años60 años o más

Entre 18 y 29 años60 años o más

Gráfico 12Ahora, le voy a mencionar una serie de emociones o sentimientos, ¿Qué tan seguido se ha sentido… durante las últimassemanas? ¿Nunca, casi nunca, a veces, casi siempre o siempre?(% de respuestas)

25 29 32 35 35 44 41 59 52 46 41 40 31 27

11 13 17 18 18 19 23 4 5 5 4 6 5 9

Agradecido Útil Motivado Generoso Optimista Alegre Tranquilo

DECLARACIÓN DE EMOCIONES: DEL AGRADECIMIENTO A LA PREOCUPACIÓN.

La literatura sobre bienestar subjetivo ha dado cuenta de la importancia de las emociones en la evaluación de los niveles de felicidad declarada. Ellas apuntarían a dar cuenta de diver-sos modos a partir de las cuales se pueden construir el relato de lo que constituye el bienestar subjetivo.

Al evaluar las emociones positivas, ilustradas en el gráfico 12, se observa que la emoción predominante es la de sentirse “agradecido”, que alcanza el 59% de las menciones “siempre”; seguido por la “utilidad” en el 52%. Ambas emociones suelen vincularse a la idea de felicidad, ya sea a través del componente evaluativo o de satisfacción contingente. Destaca como la emo-ción positiva menos declarada la tranquilidad, sin distinciones socioeconómicas, al observarse que un 32% de los encuesta-dos declara sentirse tranquilo “a veces” y “nunca o casi nunca”, aspecto que toma relevancia en los discursos de las personas que emergen en el componente cualitativo del estudio.

Siempre Casi siempre A veces

A veces

Nunca / Casi nunca

El gráfico 13 da cuenta de las declaraciones de emociones negativas, las que en general son menos declaradas que las positivas. Como se observa, el sentirse “preocupado” alcanza la mayor mención entre los entrevistados, con un 37% que sostiene que “siempre o casi siempre” percibe tal emoción. Si bien según los resultados de componente cualitativo, la “preocupación” no es vista del todo completamente negati-va por las personas, en tanto también con ello manifiestan en estado de preocupación por otros y de alerta. El cansancio es igualmente relevante como emoción declarada, alcanzan-do un 33% declara sentirse de ese modo “siempre o casi siempre”. Por el contrario, el miedo no parece ser una emo-ción negativa dominante, ya que un 62% de los entrevistados declara no sentirlo “nunca” o “casi nunca”.

Gráfico 13Ahora, le voy a mencionar una serie de emociones o sentimientos, ¿Qué tan seguido se ha sentido… durante las últimassemanas? ¿Nunca, casi nunca, a veces, casi siempre o siempre?(% de respuestas)

31 28 24

20 20 18 12

5 4

31 26 32 30 32 35 30

13 17

26 27 29

37 32

35

46 48

41

11 11 11

19

12 12

Con miedo Solitario Abrumado Aburrido Desilusionado Triste Enojado Cansado Preocupado

Nunca Casi nunca Siempre/Casi siempre

**Recordar que en los gráficos de todo el documento no se presentan las respuestas “no sabe/no responde”, requeridas para sumar el 100%.

Tercer Barómetro de la Felicidad 3130

eocupado

Es posible decir que las declaraciones respecto al bienestar subjetivo se han mantenido relativamente estables al compa-rar las mediciones de 2012 y 2014. Igualmente, las diferencias observadas en la primera medición en relación a, por ejem-plo, la incidencia del nivel socioeconómico en las declaracio-nes sobre bienestar han perdurado en la medición de 2014.

Mientras en la escala general de satisfacción con la vida el promedio alcanzaba 7,4 puntos en 2012, en 2014 alcanzó 7,5 puntos, algo semejante ocurre con la escala de Diener.

Ahora bien, pese a la estabilidad de las mediciones globales de declaración de bienestar subjetivo, es necesario recalcar que los discursos que se construyen en torno a la felicidad y las declaraciones sobre bienestar subjetivo mantienen un significado heterogéneo y situado en las diversas condiciones sociales, etarias y de género de las personas.

La indagación en torno a los estados emocionales es una fuen-te que complementa adecuadamente las declaraciones de bienestar subjetivo. Mientras el grueso de las personas se sien-te agradecida y generosa con habitualidad, la tranquilidad pa-rece estar más alejada de las emociones regularmente repor-tadas; siendo esto importante, toda vez que la tranquilidad se aviene de forma particular con las declaraciones de bienestar.

Las emociones negativas, de la misma forma, enriquecen el panorama relativo al bienestar. En este sentido resulta im-portante destacar que, al mismo tiempo, más de un tercio de los encuestados declara encontrarse preocupado y cansado con habitualidad.

Existen, de igual forma, diferencias a la hora de comprender los estados emocionales. Tal como se observó, y en consonan-cia con variadas tesis respecto a la figura femenina en Améri-ca Latina, las emociones vinculadas a la donación y la entrega se reportan mayormente significativas para las mujeres. La edad también constituye un componente diferencial ya que las emociones mayormente vinculadas hacia la funcionalidad y el optimismo o la alegría se aprecian con mucha menor intensidad en quienes son mayores.

Finalmente, los estados emocionales referidos a la preocu-pación y el cansancio encuentran distancias relevantes según sexo y edad. Pero la principal diferencia relativa a estas emo-ciones, que se encuentran evidentemente vinculadas a la ca-pacidad de articular discursos sobre el bienestar subjetivo, se encuentra entre los diversos niveles socioeconómicos. Como se señaló más arriba, estas emociones resultan más predomi-nantes entre los grupos sociales más bajos en contraste con lo visto en los niveles medio alto.

SÍNTESIS CAPÍTULONIVELES DE DECLARACIONES DE BIENESTAR SUBJETIVO:Juicios estables, heterogéneos y socialmente diferenciados.

Niveles declarados de bienestar subjetivo

Las diferencias en las emociones positivas declaradas según NSE, que se observan en el gráfico 18, dan cuenta de dis-tancias significativas más altas entre todas las variables con-sideradas. Estas diferencias se aprecian en emociones como “alegre”, “optimista”, “motivado”, “útil” y “agradecido”, siendo la brecha más importante la vista en la sensación de optimis-mo, que cuenta con una brecha de 13 puntos porcentuales a favor del NSE alto, alcanzando un 47% versus el 34% de-clarado en el NSE bajo. Pese a lo anterior resulta importante destacar que la “tranquilidad” se distribuye uniformemente entre todos los grupos observados.

Gráfico 18Emociones positivas con mayores diferencias por NSE(% de respuestas “siempre” en últimas semanas)

Gráfico 19Emociones negativas con mayores diferencias por NSE(% de respuestas “siempre” / “casi siempre” en últimas semanas)

El gráfico 19, por su parte, ilustra las distancias según NSE en lo relativo a las emociones negativas consideradas en la en-cuesta. En términos generales, se observa una mayor decla-ración de ellas en el NSE bajo, ya que se observan diferencias desde 8 hasta 20 puntos porcentuales a favor de ese seg-mento de la población. Las principales brechas se consideran al evaluar qué es lo que sucede con el sentirse preocupado, cansado y solitario, que encuentran –respectivamente– di-ferencias de 20, 11 y 17 puntos porcentuales. Así, mientras en el estrato más alto solo un 9% declara haberse sentido solitario “siempre” o “casi siempre” en las últimas semanas, en el estrato bajo la misma declaración alcanza el 26% de las menciones.

25 28

9 7 5

45 39

26

17 16

Preocupado Cansado Solitario Aburrido Con miedo

NSE Bajo

NSE Alto

NSE Bajo

NSE Alto

36

47 51

57 61

27 34

41 49

55

Alegre Optimista Motivad lAgradecido

33Columna

La pregunta por el bienestar y la felicidad de los chilenos(as) nos invita irrenunciablemente a hacernos la pregunta por nuestra salud mental. Sabemos que la salud mental es mucho más que la ausencia de trastornos psiquiátricos, así podemos encontrar personas que a pesar de no tener un trastorno psi-quiátrico presentan una deficitaria salud mental, ya que no se sienten bien con la vida que están viviendo. A su vez, existen personas que teniendo un trastorno psiquiátrico importante, pueden tener un buen nivel de salud mental y ser felices, si su enfermedad es bien tratada y están integrados socialmente.

Al analizar la realidad chilena, encontramos diversos estudios que nos hablan de altas prevalencias de trastornos psiquiátri-cos (estrés, depresión, problemas de alcohol y otras drogas, etc.) y de problemas significativos de salud mental desde la infancia hasta el adulto mayor, lo que nos preocupa por sus consecuencias directas y por su significado en relación a la sociedad que estamos construyendo. No enfrentar las nece-sidades y las brechas de prevención y tratamiento de salud mental, tiene graves implicancias para el desarrollo humano del país. La pobreza, el malestar social, la violencia, los bajos logros educacionales, la mala evolución de enfermedades y muchas conductas de riesgo, son consecuencias posibles derivadas de no prevenir y tratar los problemas de salud mental, lo que se expresa finalmente en malestar subjetivo individual y colectivo.

Desde esta realidad, es que este nuevo Barómetro del Institu-to de la Felicidad de la Coca-Cola realizado por la Dirección de Estudios Sociales del Instituto de Sociología de la Univer-sidad Católica, es un importante aporte para comprender y plantear posibles soluciones a la realidad del bienestar y la felicidad en Chile, y su relación con la salud mental. La im-portancia de los vínculos primarios de calidad en el bienestar personal, el peso de la salud como determinante de la feli-cidad en el adulto mayor, y la asociación de bajos niveles de bienestar y felicidad con estados emocionales tan presentes

actualmente como preocupación, intranquilidad, cansancio, soledad y sensación de agobio, son algunos de los interesan-tes resultados de este estudio.

A partir de estos antecedentes se hace aún más presente la conceptualización reciente de la OMS de la salud mental como “un estado de bienestar en el cual el individuo se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”. Investi-gaciones recientes muestran que indicadores de salud mental positiva, tales como satisfacción con la vida, ánimo positivo y bienestar psicológico, se asocian a múltiples y diversas varia-bles de felicidad y calidad de vida, tales como: sentimiento de amistad, confianza hacia terceros, vecinos o la policía; menor mortalidad y niveles más bajos de presión arterial; mayor re-sistencia al estrés y menor declinación intelectual en la edad madura. Es decir, la salud mental y el bienestar, nos hacen bien individualmente y como sociedad.

Para finalizar quiero realzar la idea de que nuestra principal riqueza como país somos las personas, quienes tenemos la capacidad de redescubrirnos y reinventarnos para desarrollar la mejor versión de nosotros mismos. Para ello necesitamos urgentemente priorizar y cuidar nuestra salud mental tanto individual como colectiva, así como colocar al Ser Humano en el centro del desarrollo. A partir de estas reflexiones es importante que comprendamos que frente a las grandes de-cisiones personales y del país, debemos siempre hacernos la pregunta, si esta afectará nuestra salud mental individual y colectiva, y se promoverá un bienestar con sentido. El creci-miento que daña nuestra salud mental y que genera malestar, produce un desarrollo sin sentido ni futuro.

Eduardo Galeano decía, “para qué sirve la utopía…para cami-nar”, entonces sigamos caminando conscientemente junto a otros, hacia el bienestar.

BIENESTAR Y FELICIDAD UNA MIRADA DESDE LA SALUD MENTAL

POR DANIEL MARTÍNEZDirector del Instituto del Bienestar. Psiquiatra del Programa PADEU UC.Consejero del Instituto de la Felicidad Coca-Cola.

COLUMNA 2

35¿Qué incide en las declaraciones de bienestar? Sobre la experiencia y cómo esta es percibida

En esta sección del documento se evalúan una serie de determinantes en el bienestar subjetivo declarado. Con especial énfasis, se verá la incidencia de eventos vitales disruptivos –tanto positivos como negativos– y la autoevaluación que los encuestados hacen de su propia experiencia y condiciones a la hora de declarar su satisfacción con la vida.

Con el objetivo de identificar las variables que se asocian con las declaraciones de bienestar subjetivo, se han construido distintos modelos estadísticos de análisis multivariado2. El grá-fico 203 da cuenta de cómo se enriquece el potencial expli-cativo de los distintos modelos de análisis utilizados.

El Modelo 1 incluye únicamente variables sociodemográficas; el Modelo 2 suma variables sobre la experiencia reciente de even-tos disruptivos; el Modelo 3 añade la autoevaluación de diversos

2 Un modelo de regresión intenta verificar qué tanto de la varianza dada de una variable dependiente, en este caso, la satisfacción con la vida medida en una escala de diez puntos, se haya vinculada con diversas variables independientes. 3 Para mayores detalles –respecto a la construcción de los modelos de regresión– las variables consideradas, así como su coeficiente estandarizado y significancia, ver Anexo 3.1

Gráfico 20Ajustes (R2) de modelos de regresión(Según tipo de variables independientes introducidas para explicar satisfacción con la vida)

0,00

0,05

0,10

0,15

0,20

0,25

0,30

0,35

Aju

ste

del M

odel

o (R

2)

Modelo 1SOLOVARIABLESSOCIODEMOGRÁFICAS(NSE, edad, sexo, etnia)

Modelo 2 M1+ EVENTOSVITALES

Modelo 3M2+AUTOEVALUACIÓN

Modelo 4M3+ VÍNCULOS SOCIALES

Tipo de Modelo

aspectos de la vida de los encuestados, y el Modelo 4 agrega además las referidas a vínculos y apoyos sociales.

Con ello, y de acuerdo con el análisis mutivariado realizado (ver Anexo 3, Tabla 3.a), se observa que son significativas las variables sociodemográficas como riqueza o situación econó-mica en los primeros modelos, pero su efecto se diluye en la medida que se suman aspectos relativos a las autopercepcio-nes, y la vinculación y apoyo social.

M1 M2 M3 M4

¿QUÉ INCIDE EN LASDECLARACIONES DE BIENESTAR? SOBRE LA EXPERIENCIA YCÓMO ESTA ES PERCIBIDA

RESULTADOS CUANTITATIVOS

5

Tercer Barómetro de la Felicidad 3736

Gráfico 23Declaración satisfacción con la vida y con la situación económica según ingreso líquido de hogar declarado (en pesos $) (Promedio, escala de 1 a 10)

De acuerdo a los modelos de análisis multivariados utilizados (ver Anexo 3), la percepción de neutra o buena de la situa-ción económica personal, es de las variables con mayor peso y significancia para explicar las declaraciones de satisfacción con la vida.

Al respecto, el gráfico 23 muestra la relación entre la satis-facción con la vida y la satisfacción económica, según el nivel objetivo de ingresos de los encuestados5 . Como se observa, existe una relación entre mayores ingresos, satisfacción con la vida y la satisfacción económica. Ahora bien, la brecha exis-tente entre satisfacción económica y con la vida en general disminuye en la medida en que aumentan los ingresos. A su vez, –de acuerdo a modelos de análisis de regresión utilizados (ver Anexo 3.2)– la satisfacción económica tiene un efecto mayor en la satisfacción general en los niveles más emergen-tes (D-E).

1

2

3

4

5

6

7

8

9

5 Se trata de una declaración de las personas, a nivel de hogar. Se excluye de este análisis, el 23% de la muestra que no responde la pregunta. Las “llaves” sobre las barras señalan los intervalos de confianza para cada valor.

¿Qué incide en las declaraciones de bienestar? Sobre la experiencia y cómo esta es percibida

470.001 - 700.000 700.001 - 1.170.000 Sobre 1.170.000290.000 o menos 290.001 - 470.000

4 No obstante, estas diferencias se deben leer con precaución metodológica, dado que los eventos negativos consultados fueron mayores que los positivos.

Por su parte, la experiencia reciente de eventos vitales disruptivos mantiene su efecto en los distintos análisis. Es de interés observar, no obstante, que en particular las situaciones negativas, también pierden significancia cuando se incorporan variables asociadas al apoyo y vinculación social. Esto podría explicarse porque el efecto de experiencias vitales negativas puede en algún grado aplacarse cuando se cuenta con re-cursos sociales (por ejemplo, una disminución de ingresos en la medida que se cuenta con apoyo de cercanos). Los even-tos disruptivos positivos (tal como el nacimiento de un hijo) muestran una incidencia estadística también verificable sobre las declaraciones de bienestar en los sucesivos modelos de análisis utilizados, luego de ser controlados por diversos tipos de variables.

La prevalencia de eventos disruptivos, se observa en el gráfi-co 21. El 15% de los encuestados declara haber tenido al me-nos un evento positivo en los últimos seis meses. Al respecto, un 12% declara que éste constituyó el haber asistido a la graduación de un hijo o nieto, seguido por un 8% que declara haberse casado, emparejado o enamorado. Como se muestra la mayoría de los eventos positivos están relacionados con el núcleo familiar, al incluir también el nacimiento de un hijo.

Por otra parte, la prevalencia de eventos negativos consulta-dos supera en 13 puntos porcentuales lo visto en los eventos positivos, alcanzando un 28%4 . Entre los eventos mayormen-te declarados se cuenta la disminución de ingresos, con un 15%, la enfermedad grave de un cercano, 14%, y la muerte de un cercano con un 12%.

El gráfico 22 ilustra de mejor forma cómo los eventos dis-ruptivos inciden en las declaraciones de bienestar subjetivo. Se observa un descenso de 0,8 puntos en la declaración de bienestar ante la presencia de situaciones negativas. Para el caso de la presencia de eventos positivos, la declaración au-menta en 0,4 puntos. Ahora bien, este descenso puede com-prenderse, en la lógica que las declaraciones de bienestar pueden referir a procesos evaluativos de más largo aliento. Por contraparte, pareciera que el efecto de los eventos nega-tivos es mucho más notorio en el corto plazo. Aun así, estas diferencias verificadas a nivel general encuentran igualmente su correlato en la mayoría de los aspectos específicos de la vida evaluados, tales como pareja, salud y trabajo.

Pero la evaluación de la satisfacción con la vida no depende únicamente de eventos puntuales. Tal como se explicitó más arriba, a la hora de explicar cómo varían las declaraciones de bienestar subjetivo es posible considerar, igualmente, diversas variables de autopercepción –esto es, cómo los entrevistados evalúan su situación en diversos aspectos generales de su vida, como la salud y la situación económica.

Gráfico 21.aEn los últimos 6 meses, ¿a ud. o alguien que viva en su hogar le han ocurrido...?(% de respuestas)

Gráfico 21.b Eventos positivos - (% respuestas)

Ha tenido evento positivo

Ha tenido evento negativo

7,4 7,8 7,8

7

1 2 3 4 SIN Evento

ovitisoPSIN Evento Negativo

CON Evento Negativo

CON EventoovitisoP

15

28

12

8

5

5

3

Asistir a la graduación de algún hijo(a) o nieto

Haberse casado, emparejado o enamorado

Nacimiento reciente de un hijo

Compra de la casa propia

Ascenso en el trabajo o un importante aumento de sueldo

Enfermedad desestabilizadora de

Gráfico 21.cEventos negativos - (% respuestas)

15

14

12

9

8

8

8

7

6

3

3

2

Disminución ingresos

Enfermedad grave de cercano

Muertes de cercano

Cortes de servicios básicos por no pago

No recibir tratamiento médico necesario

Tener enfermedad psiquiátrica

Desempleo de sostenedor del hogar

Quiebre de pareja (div

Daño mayor por desastre natural

Abandono de estudios por plata

Caer en la drogadicción y/o alcoholismo

Gráfico 22Satisfacción con la vida según evento vital(Promedio, escala de 1 a 10)

*Los porcentajes del Gráfico 21.a no suman los eventos específicos de los gráficos 21.b y 21.c, ya que las personas pudieron declarar

experimentar más de una situación.

Satisfacción con la vida Satisfacción con la situación económica

(divorcio, fin de pololeo)

Tercer Barómetro de la Felicidad 3938

Al evaluar la autopercepción de movilidad socioeconómica, se observa que el 61% de los encuestados declaró estar ac-tualmente en una posición superior (“ascendente”) respecto a sus padres (a su misma edad), con un promedio de 2,5 po-siciones superiores. Mientras que un 20% sostuvo que se en-contraba en la misma situación (“mantención”) y un 19% que había descendido, en promedio 2,3 peldaños. Esta percepción de movilidad no muestra mayores diferencias por sexo, pero sí por estrato socioeconómico, tal como lo muestra el gráfico 26, donde la percepción de ascenso del grupo alto es 67%, mientras que en el segmento bajo es de 57%. Esta variable tiene incidencia significativa en las declaraciones de satisfac-ción con la vida –aunque en menor medida que las otras variables autoperceptuales económicas revisadas–, según los modelos estadísticos analizados (ver Anexo 3). Como se ve en el gráfico 27 quienes perciben que ascendieron reportan en promedio 7,7 puntos de satisfacción vital. Por el contra-rio, quienes ven haber descendido declaran 6,9 puntos en la misma pregunta.

Pero no solo la percepción de movilidad pasada es relevan-te en este aspecto, las aspiraciones de movilidad futura son igualmente importantes. Las expectativas de movilidad ascen-dente respecto a sus hijos, alcanzan al 77% de la muestra. Este porcentaje es relativamente similar entre hombres y mu-jeres, y por nivel socioeconómico. Sin embargo, si considera-mos la magnitud del salto al que se aspira, la expectativa es mayor en los sectores de menores ingresos. Mientras un 76% del estrato bajo espera que sus hijos asciendan en promedio tres posiciones en una escala de 1 a 10, en el caso de los sectores medios y altos esta cifra baja a 2,9 y 2,4 lugares, respectivamente.

¿Qué incide en las declaraciones de bienestar? Sobre la experiencia y cómo esta es percibida

Gráfico 24Declaración satisfacción con la vida y con la situación económica según percepción económica (Promedio, escala de 1 a 10)

Gráfico 25.a¿Qué tan preocupado se siente ustedpor las deudas que tiene que pagar? (% de respuestas entre quienes dicen tener deuda, correspondiente al 74% del total muestra)

Al evaluar más en detalle lo que sucede con la percepción de situación económica, ilustrada en el gráfico 24, se observa más claramente cómo las diferencias en el nivel de satisfacción con la vida variaría en razón de la autopercepción de la situación económica de las personas, aún más, este cambio pareciera di-luir los efectos directos de las diferencias objetivas de ingreso entre los distintos grupos.

Más específicamente, la autopercepción de endeudamiento fue medida para quienes declararon tener algún nivel de deu-

da, que alcanzó al 72% de los encuestados. De ellos, el 37% declaró estar “muy” o “bastante” preocupado de las deudas que había contraído (ver gráfico 25.a). Esta variable aparece como significativa en parte de los modelos analizados, lo que se representa descriptivamente en el gráfico 25.b, al obser-varse las diferencias de satisfacción con la vida declarados según los niveles de deuda y preocupación. Sin embargo, el efecto de esta autopercepción de deuda en los reportes de bienestar subjetivo, se diluye cuando se incorporan las varia-bles asociadas a los vínculos y apoyo social (ver Anexo 3).

8,3

7,3

5,4

7,7

6

3,7

Buena MalaNi buena ni mala

Percepción Económica**

** Diferencia estadísticamente significativa a un 95% de confianza (p<0,05) entre la variable percepción económica y los promedios de satisfacción con la vida y

con la satisfacción de la situación económica.

Gráfico 25bDeclaración satisfacción con la vida y con la situación económica, segúnpercepción de deuda (Promedio, escala de 1 a 10)

Satisfacción con la vida

Satisfacción económica

Satisfacción con la vida Satisfacción económica

*La preocupación por el nivel de endeudamiento la responden 1660 casos (quienes declaran tener deuda).Como se ha comentado, para sumar 100% en el Gráfico 25.a y siguientes de este informe,

se deben agregar los “no sabe/no responde”.

Preocupación por deuda*

6,3 7,1

7,6 8,1

5

5,8 6,6

7,3

Bastante preocupado

Muy preocupado

Pocopreocupado

Nadapreocupado

Nivel de deuda*

6,7

7,6

5,5

6,5

Alto Bajo

14

23

41

21

3377%%

Bastante preocupado

Muy preocupado

Pocopreocupado

Nadapreocupado

Gráfico 26Percepción de movilidad con respecto a padres según sexo y NSE (% de respuestas)

Descendente Mantención Ascendente

18 21 14

19 22 21 19 19 19 21

62 60 67

62 57

Hombre Mujer Alto Medio Bajo

SEXO NSE

Gráfico 27Declaración de satisfacción con la vida según percepción de movilidad (Promedio, escala de 1 a 10)

** Diferencia estadísticamente significativa a un 95% de confianza (p<0,05), entre los tres tipos de movilidad y los promedios de satisfacción con la vida

y la situación económica.

*Indice construido a partir de preguntas: “De 1 a 10, dónde se ubicaría usted, donde 1 representa las personas con peor situación económica del país y 10

representa las personas con mejor situación económica”, y “Dónde ubicaría a sus padres cuando tenían su edad”.

Satisfacción con la vida

Satisfacción situación económica

Descendente Mantención Ascendente

Movilidad respecto a padres**

6,9

5,46,0

6,87,2

7,7

Tercer Barómetro de la Felicidad 4140

Observando el gráfico 30 es posible verificar la relación exis-tente antes establecida entre la declaración de satisfacción con la vida y con la situación de salud según los distintos niveles de autopercepción de salud. Se observa por ejemplo, para quienes evalúan su estado de salud como “muy malo/malo” su declaración de bienestar subjetivo alcanza solo 6,0 puntos en la escala de satisfacción con la vida versus los 8,3 puntos declarados por quienes perciben tener un muy buen estado de salud. Algo semejante ocurre en la evaluación de la satisfacción con la salud, que alcanza 4,5 puntos para quienes se autoperciben con “muy mala/mala” salud, a distancia de

Gráfico 30Declaración de satisfacción con la vida y con situación desalud según autoevaluación de estado de salud (Promedio, escala de 1 a 10)

los 8,9 puntos declarados por quienes perciben su estado de salud como muy bueno.

Otro de los determinantes considerados es la autopercep-ción de estrés. Tal como se aprecia en el gráfico 31, hubo un aumento –de 4 puntos porcentuales– entre quienes declaran que su vida es muy estresante, y de 9 puntos entre quienes sostienen que su vida es nada estresante al comparar las me-diciones 2012 y 2014. En términos generales, se verifica que el 40% de los encuestados reportó, en 2014, que su vida es moderadamente o muy estresante.

Satisfacción con la vida Satisfacción salud

Gráfico 31Pensando en el último año, describiría su vida como:(% de respuestas)

11

25

42

18 15

25

33

27

Muy estresante** Moderadamente estresante

Algo estresante** Nada estresante**

¿Qué incide en las declaraciones de bienestar? Sobre la experiencia y cómo esta es percibida

Muy malo y malo Ni bueno ni malo** Bueno** Muy bueno**

Diff: 4,4 ptos

Diff: 2,3 ptos 6,0

6,9 7,7

8,3

4,5

6,0

8,1 8,9

Las autopercepciones referidas a estado de salud y estrés son también relevante en relación al bienestar subjetivo, ya que después de la aplicación de controles por sexo, edad y NSE en los modelos estadísticos utilizados (ver Anexo 3), su relevancia perdura. El gráfico 28 da cuenta de diferencias moderadas en las percepciones del estado de salud entre las mediciones de 2012 y 2014. Se constata un aumento de cuatro puntos porcentuales para quienes se perciben en “buen” estado de salud, mientras que quienes declaran estar en “muy buen” es-tado de salud descienden en los mismos cuatro puntos al comparar las dos observaciones.

Para la medición de 2014, existen diferencias interesantes según sexo, por ejemplo, las mujeres declaran con menor re-currencia estar en mejor respecto a estado de salud. Seguida-mente, según nivel socioeconómico se observa una distancia de 26 puntos porcentuales entre el estrato alto, que declara en un 80% percibirse con “muy buena/buena” salud versus el estrato bajo que declara tal categoría en el 54% de los casos. Finalmente, la mayor brecha se encuentra al cotejar diversos grupos etarios, con una diferencia de 47 puntos porcentuales a favor de los más jóvenes de la muestra, en relación a los mayores de 60 años, como es posible ver en el gráfico 29.

2012 2014

10

25

44

21

9

25

48

17

Malo o muy malo

Ni bueno ni malo

Bueno** Muy bueno**

*Para sumar el 100%, se debe agregar el porcentaje de “no sabe” y “no responde”.** Diferencia estadísticamente significativa a un 95% de confianza (p<0,05).

Gráfico 28En términos generales, ¿Cómo calificaría su estado desalud actual?(% de respuestas)

Gráfico 29Diferencias en autopercepciones de salud por sexo,NSE y edad(% que declara como “muy bueno/bueno” su estado de salud)

En mi caso la salud es primordial, porque sin salud, no se puede trabajar, no se puede ser feliz, quedas en la ruina.”

(Hombre , 35-59 años)

71

59

80

54

83

36

Hombre Mujer Alto Bajo Entre 18

y 29 años

60 años o

más

Sexo N SE Edad

Hombre Mujer Alto BajoEntre

18 y 2960 a–oso m‡

Sexo NSE Edad

** Diferencia estadísticamente significativa a un 95% de confianza (p<0,05).

** Diferencia estadísticamente significativa a un 95% de confianza (p<0,05).Para sumar el 100%, se debe agregar el porcentaje de “no sabe”/“no responde”.

2012 2014

Tercer Barómetro de la Felicidad 4342

En esta sección del documento se revisaron las determinan-tes de la satisfacción con la vida vinculadas a la experiencia reciente de situaciones disruptivas, así como la autopercep-ción respecto a condiciones económicas y de salud personal. Sobre esto es interesante destacar, primero, cómo los even-tos no solo de orden negativo, sino también positivo, pueden afectar las declaraciones de satisfacción con la vida, incluso con mayor significancia.

Se observó, además, que la evaluación subjetiva de las per-sonas respecto a sus condiciones objetivas, inciden en sus reportes de satisfacción. En particular y con fuerza emerge la relevancia de las percepciones respecto a la situación eco-nómica personal actual de la persona, especialmente entre los niveles socioeconómicos con más restricciones. Los juicios

SÍNTESIS CAPÍTULO:Eventos vitales y autopercepción como determinantes del bienestar subjetivo

¿Qué incide en las declaraciones de bienestar? Sobre la experiencia y cómo esta es percibida

sobre el estado económico personal no son solo relevantes desde una perspectiva actual, sino también comparativa res-pecto a su trayectoria familiar. En este sentido, la percepción de movilidad social de los entrevistados respecto a sus padres también aparece como una determinante significativa.

Por su parte, aspectos asociados a la autoevaluación del es-tado salud confirman su preeminencia para explicar los re-portes de satisfacción vital. Destacan además importantes diferencias en esta variable entre los distintos grupos de la población, especialmente a nivel socioeconómico y etario. Fi-nalmente, la autopercepción de estrés mantiene su aporte a la explicación del bienestar subjetivo declarado, mostrando además contrastes por ciclo de vida de las personas.

El gráfico 32 ahonda en quienes declaran que su vida es “nada estresante” al comparar por diversos grupos etarios. Se aprecia una distribución cercana a la forma de “U”, donde son los más jóvenes y los mayores quienes se declaran más ajenos al estrés.

Al evaluar los distintos niveles de satisfacción con la vida, la salud y las relaciones familiares según los distintos niveles de percepción de estrés se aprecian resultados interesantes. Tal como se muestra en el gráfico 33, no solo es posible verifi-car la existencia de una relación entre menor nivel de estrés y mayor satisfacción con la vida, sino también con aspectos específicos como las relaciones familiares y la salud.

Gráfico 32Personas que declaran que su vida es “nada estresante” según edad (% respuestas para cada tramo etario)

34

17

25

33

Entre 18 y 29 años Entre 30 y 45 años Entre 46 y 59 años 60 años o más

Gráfico 33Declaración de satisfacción con la vida, con la salud y con su relación familiar según percepción de estrés (Promedio, escala de 1 a 10)

6,5

7,4 7,4

8,2

6,3

7,3 7,3

8,1

6,9

7,8 7,9 8,4

Muy estresante Moderadamente estresante

Algo estresante Nada estresante

Percepción de estrés**

Satisfacción con la vida Satisfacción salud Satisfacción relación familiar

** Diferencia estadísticamente significativa a un 95% de confianza (p<0,05).

45Columna

Según los resultados del Tercer Barómetro de la Felicidad (2014/15), el ámbito vital en que los chilenos declaran menor satisfacción es su situación económica. En tanto, los ámbitos con mayor satisfacción son las relaciones familiares, seguido de amistades. Esto se mantiene respecto a la medición ante-rior (2012), como también en cada grupo socioecónomico, excepto para el estrato alto, donde la menor satisfacción se alcanza para el ámbito tiempo libre. Además, la satisfacción con la situación económica es el ámbito para el cual se ob-servan las mayores diferencias entre grupos socioeconómi-cos, pues alcanza un alarmante 5,7 para el grupo bajo, 1,3 puntos por debajo del valor promedio de satisfacción vital para este grupo.

Por otra parte, la percepción de vivir una mala situación económica es la variable más fuertemente relacionada con la satisfacción vital, al punto de hacer irrelevante la relación de esta última con el ingreso declarado. Otras variables con influencia negativa son la percepción de aislamiento y la pre-sencia de estrés. En tanto, la ocurrencia de eventos positivos recientes, la percepción de movilidad, la evaluación de la salud, el índice de apoyo funcional concreto, la felicidad de la red y las relaciones familiares mejoran la satisfacción vital.

¿Si el interés fuese mejorar el bienestar, cómo hacerlo? Estos resultados refuerzan la importancia de las políticas que es-timulan el crecimiento económico, cuyo efecto será mayor para los que tienen menos, y la importancia de la inversión pública en salud. Sin embargo, refuerzan también que hay otros ámbitos, menos atendidos por las políticas públicas, que son fundamentales. El Barómetro apunta especialmente a las relaciones familiares y a los vínculos interpersonales.

Las políticas públicas podrían comenzar por tomar en cuenta su efecto sobre estas variables. La política urbana, por nom-brar una, tiene efecto sobre la familia y las amistades, sobre el capital social y la confianza, y rara vez considera estos efectos en forma explícita.

Además, sería importante que haya políticas directas para fortalecer estos ámbitos. Especialmente importante sería for-talecer a las familias en su rol de crianza. No nacemos sabien-do ser padres, y las instituciones no nos apoyan en esta tarea. Prácticamente no existe formación en los sistemas educati-vos, el apoyo a través de visitas parentales en el Chile Crece Contigo es minúsculo en relación a la envergadura del pro-blema y el valor de la asignación familiar es una vergüenza, que no mitiga en nada los altísimos niveles de pobreza que sufren por décadas nuestros niños. ¿En lugar de gastar más de 200 mil pesos mensuales atendiendo un niño en una guarde-ría, no sería más conveniente entregar mayores recursos a las madres o padres para que ellos pudiesen atender la función que la naturaleza les encomendó?

Se requieren también políticas que fortalezcan la confianza y el capital social. Implementar todas las recomendaciones de la comisión Engel sería un buen paso en materia de legitimi-dad, probidad y transparencia de las instituciones. El informe Mundial de Felicidad 2015 nos propone una serie de medidas en este ámbito.

Finalmente, se requiere una política integral contra la violen-cia. Ella es una de las mayores amenazas a la calidad de nues-tros vínculos. Vivimos en una sociedad donde la violencia es invisibilizada pero omnipresente. Por ejemplo, el sistema de salud, con la violencia obstétrica, de la cual las altas tasas de cesárea son la punta del iceberg, o con la separación de los niños hospitalizados de sus padres o con la suspensión de la lactancia materna. Sigue en la propia familia, la escuela, los procedimientos policiales y judiciales que no siempre se cum-plen adecuadamente, e incluso las Iglesias, que deberían ser el santuario contra el abuso. El común denominador es siempre el mismo: el desequilibrio de poder y el abuso del podero-so. Los países desarrollados, con niveles de violencia contra los niños muy inferiores a los nuestros, están emprendiendo fuertes iniciativas en esta materia, especialmente invirtiendo mayores recursos en salud mental.

POLÍTICAS PÚBLICASY BIENESTAR

POR PABLO GONZÁLEZEconomista de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Ph.D., Universidad de Cambridge. Director del Centro de Sistemas Públicos, Departamento de Ingeniería Industrial, Facultad de Ciencias Físicas y Mate-máticas, Universidad de Chile. Consejero del Instituto de la Felicidad Coca-Cola.

COLUMNA 3

47¿Qué incide en las declaraciones de bienestar? Las determinantes sociales del bienestar subjetivo

Los datos y los discursos evaluados sobre el bienestar sub-jetivo muestran su carácter eminente vincular, esto es, que pende de una interacción directa con otros, de orden especí-fica, experiencial y cotidiana. Vínculos primarios o secundarios, consanguíneos o construidos, que conforman lazos entre co-nocidos o grupos homogéneos.

Un primer tipo de vínculo de esa naturaleza es la familia. En este sentido, el gráfico 346 muestra que el efecto marginal de la satisfacción con la familia en la satisfacción vital general es relevante en todos los grupos sociales, y por igual durante todas las edades, a diferencia de otros ámbitos como la salud, lo económico y tiempo libre. Por tanto, la importancia de la familia no estaría afectada por el ciclo de vida, esto es, ele-mentos de la vida que resultan más significativos en razón del momento vital de las personas, sino que es una determinante constante en el bienestar subjetivo declarado.

Hasta ahora se ha indagado en la forma en que se construyen las declaraciones sobre bienestar subjetivo poniendo el énfasis en determinantes personales, especialmente de orden perceptual. Pero lo cierto es que el bienestar subjetivo, aun cuando es personal, se entiende también como un espacio colectivo de relaciones interpersonales.

Gráfico 34Efecto marginal sobre satisfacción general de ámbito familiar e intervalos de confianza del 95%, según edad*

Edad (años)

0,00 0,02 0,04 0,06 0,08 0,10 0,12 0,14 0,16 0,18 0,20

18 28 38 48 58 68 78 Efec

to M

argi

nal d

e Sa

tisfa

cció

n Fa

mili

ar

*Errores estándar robustos calculados a través del método delta

Gráfico 35Efectos marginal sobre satisfacción vital de áreas en bienes-tar subjetivo, en nivel socio económico bajo

0,00

0,02

0,04

0,06

0,08

0,10

0,12

0,14

Efec

to M

argin

al en

satis

facici

ón V

ital

Anteriormente se ha visto cómo las declaraciones de bienestar en los estratos más bajos están directamente vin-culadas con el bienestar económico, tanto objetivo (ingresos) como subjetivo (percepción de la situación económica). El gráfico 35 ilustra la forma en que para ellos el efecto de la sa-tisfacción de la situación económica sobre la satisfacción gene-ral “compite” con el de la familia, ambos encontrándose incluso por encima de factores como la salud, los amigos y el trabajo.

La importancia del efecto marginal de la familia en los es-tratos bajos no significa que, por el contrario, en los grupos socioeconómicos más altos, la familia pase a segundo plano. Muy por el contrario –y como demuestra el gráfico 36– cuando la situación económica está más resuelta el efecto de la familia, en vez de disminuir, se vuelve en términos relativos más relevante.

Gráfico 36Efectos marginal sobre satisfacción vital de áreas enbienestar subjetivo, en nivel socio económico alto

0,00

0,05

0,10

0,15

0,20

Efec

to M

argi

nal d

e C

ampo

de

Satis

facc

ión

Salud Trabajo Familia Amigos Tiempo libreEconómico

6Gráficos 34, 35 y 36 son construidos a partir de modelos de regresión presentados en Anexo 3.2.

¿QUÉ INCIDE EN LAS DECLARACIONES DE BIENESTAR? LAS DETERMINANTES SOCIALESDEL BIENESTAR SUBJETIVO

RESULTADOS CUANTITATIVOS

6

Tercer Barómetro de la Felicidad 4948 ¿Qué incide en las declaraciones de bienestar? Las determinantes sociales del bienestar subjetivo

Ahora bien, el gráfico 37 muestra mayores declaraciones de satisfacción con la vida entre quienes evalúan más posi-tivamente aspectos de su familia asociados al tiempo, apoyo, acuerdos y conflictos, entre otros. Así, por ejemplo, se obser-va una diferencia de 2,3 puntos de satisfacción con la vida a favor de quienes dicen contar siempre con la ayuda de fami-liares ante un problema, versus quienes no cuentan con ese recurso en forma tan permanente.

Igualmente, esta relación se puede evaluar en los aspectos ne-gativos de la calidad de vida familiar. Por ejemplo, tal como muestra el gráfico 38, quienes sienten que en su familia hay peleas habitualmente declararán 7 puntos promedio en la es-cala de bienestar, mientras que para quienes no vivencian des-avenencias en sus familias la declaración sube a 7,8 puntos (en una escala de 1 a 10). De todas formas, estas diferencias son más moderadas que las observadas respecto a los aspectos positivos de la familia.

Gráfico 37Declaración de satisfacción con la vida según calidad familiar(Promedio, escala de 1 a 10)

Gráfico 38Declaración de satisfacción con la vida según satisfacción calidad familiar(Promedio, escala de 1 a 10)

** Diferencia estadísticamente significativa a un 95% de confianza (p<0,05) en el nivel de satisfacción con la vida entre quienes declaran tener nunca o casi nunca problemas con su familia y quienes declaran tenerlas siempre.

Nunca y casi nunca Siempre

** Diferencia estadísticamente significativa a un 95% de confianza (p<0,05) en el nivel de satisfacción con la vida entre quienes declaran tener nunca o casi nunca relaciones positivas con su familia y quienes declaran tenerlas siempre.

6,5 6,3 5,7

6,2 5,7

8,1 8,1 8 8 7,9

Está satisfecho/a con el tiempo que su familia y usted pasan juntos**

Las decisiones importantes se toman en conjunto en su

casa**

Recibe ayuda de la familia ante un problema**

Conversan los problemas que tienen en el hogar**

Siente que su familia le quiere**

TIEMPO ACUERDO APOYO FUNCIONAL

DIÁLOGO OYOPAEMOCIONAL

Nunca y casi nunca Siempre

7,8 7,8 7,8 7,7 7,4 7,3 7 6,8

Sus familiares no lo entienden** Siente que sus familiares lo/la toman poco en cuenta**

Siente que en su familia hay bastantes peleas y desavenencias**

Siente que algunos de sus familiares abusan de Ud.**

COMPRENSIÓN CONSIDERACIÓN CONFLICTOS APROVECHAMIENTO

Pero, ¿cuál es el lugar y las funciones que la familia asume en relación al bienestar? Complementando con los resultados obtenidos a nivel cualitativo, en primer término es posible señalar que, según los datos recabados, la familia opera como un refugio: un espacio en el cual no es necesario realizar nin-gún esfuerzo por legitimar la posición relativa de cada una de las personas que la componen. Antes bien, esta se constituye como un espacio de confianza que afirma a las personas más allá de tales o cuales características o desempeños particula-res. En ese sentido, la familia se opone a las exigencias y a la percepción de instrumentalización del mundo institucional, ya sea en referencia a la empresa (o el trabajo en general) o el Estado.

Seguidamente, la familia se comprende como un componen-te movilizador y de sentido. Ya se ha visto en los discursos so-bre la felicidad que, por ejemplo, el otorgarle educación a los hijos puede ser un vehículo para articular qué se comprende por felicidad. Así, la familia opera como un espacio en el que se despliegan motivaciones y propósitos, capaces de articular finalidades que dan pie a la elaboración de juicios evaluativos constitutivos de lo que se ha convenido en llamar “felicidad”.

Finalmente, la familia es igualmente una fuente de recursos y apoyos funcionales. Sus miembros habitualmente pueden dar

una mano ante la necesidad de cuidar de menores o adultos mayores, por ejemplo. Es igualmente, una fuente de soporte emocional bastante reconocible para las personas. De hecho, para el caso latinoamericano resulta relevante señalar que la familia, además de proveer de un apoyo simbólico es también una fuente directa de recursos funcionales, por ejemplo, al mo-mento de proveer alternativas de solución en situaciones de crisis (Horst & Coffé, 2012; Beytía, 2015).

En ese marco, la calidad de las relaciones familiares es crucial al momento de explicar los reportes de bienestar subjetivo, tal como lo muestran los modelos de análisis de regresión construido para este estudio (ver Anexo 3). Esta relación ha sido, igualmente, comprobada en la literatura (Dolan et al. 2008), resultando especialmente significativa en contextos adversos –tal como argumentó Graham (2012).

Para ilustrar de mejor modo lo anterior, vemos en este es-tudio que como promedio un 70% evalúa en forma positiva este aspecto, al considerar con alta habitualidad (“siempre/casi siempre”7) ciertas prácticas de apoyo emocional, funcional, y tiempo. Si solo consideramos el valor más positivo (“siem-pre”), observamos un 56% de evaluación positiva y –nueva-mente– diferencias relevantes por nivel socioeconómico, salvo en el aspecto asociado al tiempo familiar, tal como lo muestra la tabla 1.

7 La escala de valores de este set de preguntas incluye “siempre”, “casi siempre”, “a veces”, “nunca”, y “casi nunca”. En aquellos reactivos formulados en negativo, (del reactivo sexto al noveno) se considera para la Tabla Adjunta valores “casi nunca/nunca”.

Total Alto (C1-C2) Medio (C3) Bajo (D-E)

¿Siente que su familia le quiere? 64 71 69 56

¿Está satisfecho/a con la ayuda que recibe de su familia cuando tiene un problema? 53 63 58 45

¿Las decisiones importantes se toman en conjunto en su casa? 46 55 49 40

¿Conversan entre ustedes los problemas que tienen en casa? 46 53 49 41

¿Está satisfecho/a con el tiempo que su familia y usted pasan juntos? 36 38 38 33

Promedio de % de respuestas “siempre” 49 56 53 43

¿Siente que algunos de sus familiares abusan de Ud.? 76 80 81 71

¿Siente que sus familiares lo/la toman poco en cuenta? 69 77 75 62

¿Siente que sus familiares no lo/la entienden? 51 56 56 45

¿Siente que en su familia hay bastantes peleas y desavenencias? 60 66 63 55

Promedio de % de respuestas “casi nunca/nuca” 64 70 69 58

Promedio "altamente positivo" (Indica el promedio de respuestas “siempre” para reactivos formulados en positivo, y “casi nunca/nunca” para aquellos redactados en negativo.)

56 62 60 50

Tabla 1Evaluación calidad de vida familiarSegún NSE (% de respuestas “siempre” / “casi siempre”)

Quisiéramos saber cómo se siente ud. En relación a lo que considera “su familia cercana”

Tercer Barómetro de la Felicidad 5150

“Ud. cuenta con quien / con…”Nunca / casi

nunca(Prom. 7%)

Siempre(Prom. 59%)

Le aconseje si tuviera que resolver algún problema** 6,3 8,0

Con quien pasar un buen rato** 6,1 8,0

Que comprenda sus problemas** 6,0 8,0

Alguien a quien amar y que lo haga sentirse querido** 6,3 7,9

Alguien con quien podría contar en las buenas y en las malas** 6,1 7,9

“Ud. cuenta con quien / con…”Nunca / casi

nunca(Prom. 8%)

Siempre(Prom. 57%)

Le ayude si tuviera que estar en cama** 6,5 7,9

Lo/la lleve al médico si lo necesitara** 6,6 7,9Le prepare la comida si lo necesitara** 6,4 7,9

Le ayude en sus tareas domésticas si estuviera enfermo** 6,3 7,9

Alguien a quien pedir ayuda en un trámite difícil** 6,4 8,0

Alguien quien cuidase de sus hijos en caso de una emergencia** 6,6 7,9

Tabla 4Satisfacción vital (promedio, escala de 1 a 10), según tipo de apoyo (nota1)

Tabla 5Satisfacción vital (promedio, escala de 1 a 10), según tipo de apoyo funcional

Lo anterior también se confirma con la disponibilidad de apoyo para situaciones específicas, variable que también –por su parte– variar según el nivel socioeconómico del en-cuestado. Las tablas 4 y 5 confirman la relación entre la satis-facción con la vida y la existencia de apoyos concretos funcio-nales y emocionales. Se observa la existencia de una relación positiva entre la existencia de estos apoyos específicos, y ma-yores declaraciones de bienestar subjetivo. Estas diferencias alcanzan entre 1,3 y 2 puntos de aumento en la satisfacción general con la vida. Destacan al respecto, la existencia de po-der contar con alguien “en las buenas y en las malas”, que “que comprenda sus problemas” y “pasar un buen rato”.

Como se mencionó anteriormente, el aislamiento social se encuentra negativamente vinculado con el bienestar subjetivo. Los datos presentados en el gráfico 41 introducen tal asocia-ción. Se observa una clara y consistente relación entre quie-nes se declaran mayormente disociados de terceros y cómo esto incide en sus declaraciones de bienestar para los tres indicadores considerados, señalados en el mismo gráfico. Así, por ejemplo, quienes a menudo declaran que les falta com-pañía (un 11% del total muestra) establecen su satisfacción general con la vida en 5,8 puntos; mientras que quienes casi nunca se encuentran faltos de compañía (59% de los encues-tados) informan una satisfacción de 8 puntos.

Una de las tesis que se trabajó en torno a los vínculos socia-les en la presente investigación dice relación con lo sosteni-do por Fowler & Christakis (2009). Para los investigadores la felicidad es una construcción que se articula y reafirma colectivamente, más allá del nivel estrictamente individual. Se comprende, entonces, que la felicidad es un fenómeno vincu-lado a con quienes las personas se encuentran conectadas.

Como consecuencia de lo anterior se procedió a evaluar las redes cercanas de los encuestados, a través de otros signifi-cativos. Con ello se apuntó a caracterizar, a quienes forman

Nota 1: No se grafican los “a veces”, ni “casi siempre”. ** Diferencia estadísticamente significativa a un 95% de confianza (p<0,05).

Gráfico 41Declaración de satisfacción con la vida según escala de aislamiento social(Promedio, escala de 1 a 10)

** Diferencia estadísticamente significativa a un 95% de confianza (p<0,05) en el nivel de satisfacción con la vida entre quienes se sienten aislados casi nunca, a veces y a menudo.

¿Qué incide en las declaraciones de bienestar? Las determinantes sociales del bienestar subjetivo

Por otra parte, en los modelos de análisis construidos para este estudio (ver Anexo 3), se aprecia que la existencia de apoyo social, sea como una declaración general o referido a situaciones específicas, tiene también una incidencia positiva respecto a las declaraciones de felicidad subjetiva. Por el con-trario, el aislamiento social incide negativa y significativamente en el bienestar declarado.

Esto da cuenta que no solo importa la existencia y calidad del vínculo. Es igualmente relevante contar con terceros como un recurso que, además, puede ser visto como un vehículo de contagio de percepciones subjetivas positivas en torno al bienestar. Así, los vínculos sociales se traducen como un re-curso primario, que encuentra dimensiones funcionales y de sentido para las personas.

Lo anterior puede comenzar a verificarse en los datos pre-sentados en el gráfico 39. Tal como se observa, un 53% de los encuestados declaran siempre contar con alguien a quien

¿Tiene Ud. alguna persona en quienconfiar, pedir ayuda o consejos?

Alto(C1-C2)

Medio(C3)

Bajo(D-E)

Sí, siempre 64 56 46

Casi siempre/Algunas veces 31 34 32

Rara vez/Nunca 5 9 20

¿Usualmente recurren a Ud. para pedir ayuda o consejos?

Alto(C1-C2)

Medio(C3)

Bajo(D-E)

Sí, siempre 36 37 27

Casi siempre/Algunas veces 51 41 41

Rara vez/Nunca 11 19 29

Tabla 2Apoyo de otros recibido según NSE (% de respuestas)

Tabla 3Apoyo entregado a otros según NSE (% de respuestas)

pedir ayuda o consejo. Pero estas relaciones son también recíprocas, aunque la declaración sea menor, alcanzando un 32% para quienes sostienen que ellos otorgan apoyo a otros regularmente. Este aspecto también se ven diferenciados so-cialmente, tal como se muestra en la tabla adjunta, con una distancia de cerca de 15 puntos porcentuales en el apoyo recibido entre niveles socioeconómicos extremos.

La incidencia de contar con apoyos sociales en la evaluación del bienestar queda representada en el gráfico 40. Los datos señalan que se observan diferencias en el nivel de satisfacción con la vida dependiendo de este tipo de recursos. Así, por ejemplo, se observa una gradiente negativa en la satisfacción con la vida en la medida que existan menos apoyos “de” y “hacia” terceros, de forma tal que quienes rara vez cuentan con apoyo social declaran 6,3 puntos de satisfacción con la vida versus los 8,0 puntos declarados por quienes cuentan con apoyo habitualmente.

Gráfico 39 ¿Tiene ud. alguna persona en quien confiar, pedir ayuda o consejos? (Apoyo “DE” otros) Y ¿Usualmente recurren a ud. para pedir ayuda o consejo? (Apoyo “A” otros) (% de respuestas)

Gráfico 40 Declaración de satisfacción con la vida según apoyo social. (Promedio, escala de 1 a 10)

Siempre

Rara vez/nunca

Casi siempre/algunas veces

Apoyo "DE" otros Apoyo "A" otros

53

32 32

43

13

21

Apoyo "DE" otros Apoyo "A" otros

8,0 7,0

6,3

7,9 7,5 6,7

Siempre Casi siempre/Algunas veces Rara vez/Nunca

Apoyo Social**

** Diferencia estadísticamente significativa a un 95% de confianza (p<0,05) en el nivel de satisfacción con la vida entre quienesdeclaran recibir siempre el apoyo de y hacia otros y quienes declaran que rara vez o nunca reciben y dan apoyo.

Nota: No se presentan los “no sabe/no responde”. Nota: No se presentan los “no sabe/no responde”.

Casi nunca A veces A menudo

8,07,0

Siente que le falta compañía**

Se siente excluido/a o dejado/a de lado por los demás**

Se siente aislado/a de los demás**

5,9

7,86,5

5,4

7,8

6,45,4

Tercer Barómetro de la Felicidad 5352 ¿Qué incide en las declaraciones de bienestar? Las determinantes sociales del bienestar subjetivo

Gráfico 46Composición de la red egocéntrica según edad(% sobre el total de menciones de cada tramo etario)

Gráfico 47Composición de la red egocéntrica según NSE(% sobre el total de menciones de cada estrato)

18 a 29 30 a 45 46 a 65 Bajo Medio Alto

Amistad Parentesco Amistad Parentesco

Gráfico 48Declaración de satisfacción según nivel de felicidad percibido de la red(Promedio, escala de 1 a 10)

6,5 7,4

8,1

No muy feliz Bastante feliz Muy feliz

que se preguntó a los encuestados qué tan felices conside-raban que eran quienes conformaban su red de íntimos y, ante ello, se evaluaron las declaraciones de bienestar subjeti-vo. Como se observa, quienes perciben que su red es “muy feliz” declaran 8,1 puntos en la escala de satisfacción con la vida, mientras que para quienes la red “no es muy feliz” tal de-claración alcanza a 6,5 puntos en la misma escala. De hecho, esta variable en los modelos de análisis construidos para este estudio, resultó estar asociada positivamente a las declaracio-nes del propio bienestar, después de controles estadísticos (ver Anexo 3).

Ahora bien, centrándose específicamente en las declaracio-nes de amistad. Como se observa gráfico 49, la declaración en torno a uno o dos amigos cercanos aumentó en la me-dición de 2014, desde un 31% en 2012 a un 42%, con una merma de quienes declaran más de 5 amigos o más.

Gráfico 49Declaración de cantidad de amigos cercanos según año(% de respuestas)

18

31

23 28

18

42

22

16

No tiene amigos cercanos 1 a 2 amigos cercanos 3 a 4 amigos cercanos 5 o más amigos cercanos

Cantidad de amigos cercanos**

2012 2014

52%

42%

49%

41% 40%

51%

58%

26%

40%

50%

44%

48%

53%

38%

1,9 2,2

2,6

Bajo Alto

Medio

NSE

2,7 2,2 2,1

1,7

18 a 29 30 a 45 46 a 65 66 o más

Edad

Gráfico 43Declaración de tamaño de red según NSE(Promedio de cantidad de personas)

Gráfico 42Declaración de tamaño de red(% de respuestas, cantidad de personas, máximo 5)

Gráfico 44Declaración de tamaño de red según edad(Promedio de cantidad de personas)

6

33

26

15

8 12

0 1 2 3 4 5

parte del círculo cercano a la persona y donde se discuten cuestiones importantes. 8

La primera evaluación en torno a esto tiene relación con la densidad de la red, esto es, cuántas personas la compo-nen. El gráfico 42 da cuenta de esto, observándose que el 59% de las personas declara tener 1 ó 2 personas en la red de quienes consideran “íntimos”. Por su parte, el gráfico 43 muestra la relación entre nivel socioeconómico (NSE) y ta-maño de la red. Se verifica una clara relación entre mayor nivel socioeconómico y mayor tamaño de la red, pasando de 1,9 personas en el NSE bajo a 2,6 en el alto. Por su parte, el gráfico 44 muestra cómo a más edad la red se constriñe. Lo anterior puede explicarse no solo por la mayor existencia de instancias de socialización en la juventud y adultez, sino que los adultos mayores deben enfrentar el deceso de sus más cercanos..

Pero, ¿cómo se componen estas redes? El gráfico 45 da cuen-ta de ello. Es destacable el que la composición de las redes no sean principalmente los parientes cercanos –esposo(a)/pareja y parientes alcanzan un 43% del total de las menciones– sino también amigos, que son declarados como miembros consti-tutivos de la red de íntimos con un 46%.

El dato anterior parece ser contraintuitivo, ya que se ha es-tablecido la primacía de las redes y apoyos familiares con an-terioridad. Sin embargo, si se evalúa para quienes son más importantes los amigos, es posible observar diferencias in-teresantes. Respecto a la edad –y como muestra el gráfico 46– se observa que la primacía del parentesco surge a partir de los 45 años. Esto puede comprender, en parte, a partir de los discursos sobre la amistad expresados en el compo-nente cualitativo del estudio. La lógica de tener “pocos pero buenos” amigos apunta, justamente, a instancias en las cuales los vínculos de amistad han sido defraudados. Es razonable colegir, seguidamente, que los mayores ya han vivido esas ex-periencias, de forma tal que se aferran con mayor intensidad a los vínculos familiares.

Interesante es, además, lo ilustrado por el gráfico 47. En la imagen se observa la composición de la red, resultando evi-dente que solo para el NSE alto (C1-C2) la composición de la red en torno a amigos es claramente dominante en el total de las menciones.

Una vez que se han comprendido el tipo y forma de estas redes, es posible preguntar con propiedad si es que acaso la felicidad es contagiosa o un juicio perceptual asociada otros cercanos. El gráfico 48 viene a resolver esta inquietud, ya

8 A los encuestados se les pide identificar a las personas más significativas (máximo 5) utilizando un generador de nombres a través de la pregunta: Ocasionalmente la gente conversa sobre asuntos importantes de su vida con otras personas. Pensando en los últimos seis meses, ¿Quiénes son las personas con las que usted ha conversado sobre temas que para usted sean importantes? A partir de estos nombres, se indagan sobre características de la red mencionada.

Gráfico 45Composición de red según tipo de relación(Total menciones)

46%

30%

13%

Amigo(a)

Pariente

Esposo(a) o pareja

Colega de Trabajo

Vecino

5%6%

66 o más

**Para sumar el 100%, se deben agregar el porcentaje de “no sabe”/“no responde”.

Tercer Barómetro de la Felicidad 5554

que para los que siempre o casi siempre se sienten apoyados alcanza a 8 puntos. Algo semejante ocurre con la evaluación de buenas relaciones en el trabajo, donde se observa una di-ferencia de un punto en la declaración de bienestar subjetivo.

Los vínculos laborales, en consecuencia, se relacionan a las declaraciones del bienestar, de la misma forma en que este ámbito se comprende como un espacio en el que es posible establecer lazos de confianza estables con los compañeros de labores más cercanos.

Otro aspecto interesante de evaluar es el relativo a las rela-ciones de vecindad. Esto es importante toda vez que es un espacio de resolución de problemáticas habituales, tarea para la que la cercanía y la confianza con otros resultan relevante.

Como se observa en el gráfico 54, los vínculos con vecinos estarían principalmente concentrados en la cordialidad del saludo. Lo anterior, al considerar que un 76% de los encues-tados declara no solicitar favor alguno a sus vecinos habitual-mente y, por el contrario, el saludo es la interacción consulta-da más dominante.

Gráfico 53Declaración de nivel de satisfacción con la vida según características del trabajo(Promedio, escala de 1 a 10)

7,2 7,1 7,1 7,1 7 7,5 7,7 7,7 8 8 8 7,9 7,9 7,8 7,8 7,6 7,5

Encanto por el trabajo**

Apoyo de compañeros de

trabajo**

Satisfacción con salario**

Prestigio deltrabajo**

Desarrollo de habilidades eintereses**

Flexibilidadlaboral**

Buena relación con gente del

trabajo**

Presión y tensión en el

trabajo

Trabajo de horas fuera delhorario laboral

Nunca/casi nunca/a veces Siempre/casi siempre

Gráfico 54Nivel de relacionamiento con vecinos(Promedio, escala de 1 a 10)

85

29

28

24

15

71

71

76

Encontrarse con su(s) vecinos(as) en la calle y saludarse

Hacer algún favor a su(s) vecino(as)

Visitar a su(s) vecinos(as) en su(s) casa(s) o recibirlos en la suya

Pedir algún favor a su(s) vecino(as)

¿Qué incide en las declaraciones de bienestar? Las determinantes sociales del bienestar subjetivo

** Diferencia estadísticamente significativa a un 95% de confianza (p<0,05) en el porcentaje de respuestas

Gráfico 50¿Cuánto confía usted en...? (% de respuestas)

4 4 9 8

23 27 26 26

2 2 8 5

16 16 22 21

2012 2014 2012 2014 2012 2014 2012 2014

Su familia Amigos** Gente de su lugar de trabajo**

Vecinos**

11 13

27 28

46 39 36 39

82 81

56 59

16 18 16 13

Confía algoConfía completamente Confía poco No confía nada

La confianza en amigos, ilustrada en el gráfico 50, da cuenta de un aumento leve, mientras que hacia la familia se mantiene tan alta como estable. Se aprecia, igualmente, un incremen-to significativo -aunque moderado- en la desconfianza hacia “gente” que trabaja en el mismo lugar.

Lo interesante de los vínculos en el trabajo es que, tal como se muestra en el gráfico 51 la mayoría de las personas (65%) declara que su actividad se realiza principalmente en equipo. Sobre esto, la percepción de “confianza completa” hacia los compañeros de trabajo –en el gráfico 52– alcanza un 39%. La diferencia entre las cifras expuesta en el gráfico 50 y lo visto en el gráfico 52 puede explicarse en razón del

grado de cercanía con el equipo de trabajo, toda vez que ya no se pregunta por “gente” que trabaja en el mismo lugar, sino por compañeros de labores. La cercanía y experiencia, en ese caso, pasa a ser un diferencial relevante al momento de evaluar la confianza.

Al evaluar la incidencia de los vínculos laborales en los re-portes de bienestar subjetivo se observa, en el gráfico 53, que entre quienes cuentan con redes de apoyo en el trabajo declaran un mayor bienestar subjetivo. Esto resulta especial-mente significativo en áreas como la del apoyo entre compa-ñeros de labores: para quienes declaran no contar con ello la evaluación de bienestar es de 7,1 puntos promedio, mientras

Gráfico 51¿Su trabajo o actividad diaria es más bien solitaria, o trabaja en equipo?(% de respuestas)

Gráfico 52¿Cuánto confía en dichos compañeros de trabajo? (% de respuestas, entre los que trabajan en equipo)

Solitaria

Trabajo en Equipo

65%

35%

44%

13%

39%

4%

Confía completamenteConfía algoConfía poco

No confía nada

** Diferencia estadísticamente significativa a un 95% de confianza (p<0,05) en el porcentaje de respuestas “no confía nada” en amigos ambas mediciones. Diferencia estadísti-camente significativa a un 95% de confianza (p<0,05) en el porcentaje de respuestas “confía algo” en gente del lugar de trabajo ambas mediciones. Diferencia estadísticamente

significativa a un 95% de confianza (p<0,05) en el porcentaje de respuestas “confía algo” y “confía completamente” en los vecinos ambas mediciones.

6,8

*Para sumar el 100%, se deben agregar el porcentaje de “no sabe”/“no responde”.

Menos de una vez al mes, nunca

Al menos una vez al mes

Tercer Barómetro de la Felicidad 5756

SÍNTESIS CAPÍTULOVínculos sociales: Calidad antes que cantidad

En este capítulo se ha visto cómo los vínculos sociales se arti-culan y son capaces de incidir en las declaraciones de bienes-tar subjetivo. Se ha dado cuenta que la satisfacción con la fa-milia –a diferencia de otros aspectos como la salud, el tiempo libre y lo económico– está asociada con las declaraciones de bienestar subjetivo con la misma intensidad a lo largo de toda la vida, y en los diferentes grupos sociales. En forma cualitativa, se entiende esta relevancia en el discurso de las personas, en tanto la familia se entiende como refugio, sentido y recurso.

En particular, la calidad de las relaciones familiares –conside-rando aspectos como el tiempo, conflictos, contención, entre otros– es una determinante que incide en forma indepen-diente en los reportes de bienestar subjetivo, y que está tam-bién marcada por las diferencias socioeconómicas.

Pero la relevancia de los vínculos sociales se asienta en es-pecial como apoyo emocional y funcional, tanto general y concreto. Los diversos indicadores utilizados al respecto con-firman su importancia para explicar las declaraciones de sa-tisfacción vital. A partir de los modelos de análisis utilizados, se puede interpretar que ellos tienen un peso no solo en sí

mismo, sino en tanto son un capital para enfrentar eventos vitales negativos como condiciones adversas. Sin embargo, los diversos indicadores de apoyo social son marcadamente di-ferenciados por nivel socioeconómico, tanto en términos de cantidad como capacidad movilizadora.

Como se observó, sin embargo, antes que la cantidad de vín-culo, se releva la calidad de estos, en tanto se constituyan redes significativas de orden emocional como funcional. Aun más, se da cuenta que el bienestar subjetivo, antes que un fenómeno meramente individual, puede articularse colec-tivamente y ser contagioso dentro de los mismos. Destaca en este sentido la composición de las redes cercanas, donde nuevamente el estrato socioeconómico y la edad dan cuenta de grandes diferencias, en tanto entre los estratos más bajos y los más jóvenes, los vínculos van más allá del parentesco, y la amistad cobra también relevancia.

Todas estas variables vienen a conformar la consideración en torno a los vínculos sociales y su importancia para los niveles de bienestar declarados por los encuestados.

¿Qué incide en las declaraciones de bienestar? Las determinantes sociales del bienestar subjetivo

Ahora bien, si se aleja del ámbito de la vecindad y se pone el foco en lo que se ha denominado el “otro generalizado” –esto es, personas con las cuales no existe un vínculo anterior que pueda entregar claves de comportamiento fundadas en la ex-periencia–, se observa que se mantienen los mayores niveles de desconfianza, con tasas cercanas al 50% (suma de “confía poco” y “nada”), tal como se observa en el gráfico 55. Más acuciosa resulta la medición expuesta en el gráfico 56, donde se pregunta por nivel de relacionamiento con ellos. A este res-pecto se aprecia una declaración de mayor apertura y habitua-lidad de relaciones por parte del estrato medio alto (C1-C2), para todas las mediciones. En torno al 30% de las personas

–como promedio total– declaran relacionarse frecuentemen-te con personas de otros grupos, aunque más bajo para el caso de otra nacionalidad, cuestión probablemente explicable por las posibilidades de vincularse con extranjeros según los distintos niveles socioeconómicos.

Es necesario añadir que, además de las diferencias socioeco-nómicas al momento de relacionarse con personas distintas, la variable de edad es igualmente relevante: los mayores tien-den a mantenerse principalmente dentro de su círculo de conocidos más habituales.

Gráfico 55Nivel de confianza en otros personas de... No confía nada Confía poco Confía algo Confía completamente

11

10

10

8

8

40

36

42

37

36

31

30

31

32

23

18

24

24

Gráfico 56¿Con qué frecuencia Ud. se relaciona con el siguiente tipo de personas?(% de respuestas “siempre/casi siempre”, según NSE)

29

40 44 46 47

18

33 33 29

32

17

24 25 20 21

NSE Bajo

NSE Medio

NSE Alto

Gente de otraclase social

Barrios

Postura política

Clase social

Nacionalidad

Religión

Gente de otrapostura política

Gente de otra religión

Gente de otros barrios

Gente de otra nacionalidad

-19

-30

*Aqui se grafica la suma de los valo-res “siempre” y “casi siempre”. Los otros valores no graficados son: “a veces”, “casi nunca”y “casi nunca”.

59Columna

En algún lugar leí que “si el dinero no puede comprar la feli-cidad, es porque no sabes dónde ir a comprar”. En un primer momento me puede haber parecido algo graciosa la frase, pero luego pensando, creo que claramente no es real.

En Chile estamos en el umbral al desarrollo, eso significa ma-yor ingreso per cápita, pero no necesariamente en la misma magnitud somos más felices y cultivamos nuestros vínculos sociales. A partir de los resultados del Tercer Barómetro de la Felicidad realizado por el Instituto de la Felicidad de Coca Cola, aplicado en 94 comunas urbanas de las quince regiones de país, llama la atención la pobreza de vínculos que tenemos los chilenos, más allá de nuestros próximos. Si bien se observa que las personas relevan la importancia de los lazos como la familia y redes cercanas para su bienestar subjetivo, sin em-bargo, los vínculos vecinales o barriales se reconocen como determinados por el lugar donde se vive y por una relación de enclaustramiento dentro del hogar. Asimismo, en la Encuesta Nacional de Campamentos, realizada por TECHO-Chile, se identificó que el 70% de los jefes de hogar encuestados no confiaban en sus vecinos.

Creo que las cifras económicas aisladas, no nos pueden de-finir como “país desarrollado”. No es posible que hoy no hablemos con nuestros vecinos o que en los hogares haya tantos televisores como personas, lo que no permite que la familia se reúna. Tenemos que ser capaces de avanzar integral-mente hacia el desarrollo y eso comienza por las personas y su capacidad de generar redes y vínculos. Solo a través de una sólida base social, donde tengamos confianza y podamos colaborar unos con otros, podremos afrontar el futuro y con-tribuir a la felicidad de nuestro país.

No pongo en duda, que décadas atrás fuimos más pobres, que era más difícil acceder a ciertos bienes y servicios y que en mi infancia tenía que conformarme con un solo par de

zapatos para el año completo. Pero éramos felices tal vez de otras formas. No teníamos acceso a internet, pero podía-mos jugar en la calle con los amigos del barrio, no tenía un celular con múltiples funciones, pero eso me dejaba tiempo para tener largas conversaciones en familia. El hecho de estar tan ensimismados en nuestras vidas, nos ha hecho más indi-vidualistas y nos está haciendo cada vez más desconfiados. Si eso es el desarrollo, prefiero volver atrás, atrás donde la “olla común” graficaba la fortaleza de un tejido social, de colabora-ción y capital social. Hoy las cifras nos muestras que la pobre-za material persiste y se acentúa por la pobreza de vínculos.

No podemos permitir que la desconfianza nos gane la bata-lla. Las instituciones públicas y privadas están en jaque, pero lo grave es que desconfiamos de nuestros vecinos. Ha ba-jado sistemáticamente la participación en la vida de barrio, en agrupaciones vecinales o parroquiales. Nos hemos em-pobrecido al reducir nuestro círculo, acortando los límites y temiendo a lo desconocido.

En este escenario, creo firmemente que las empresas tienen un rol esencial. Es ahí donde pasamos muchos chilenos/as la mayor parte de nuestro día y es el lugar donde tenemos la oportunidad de desarrollarnos. Es en las empresas u or-ganizaciones de todo tipo, donde se reúnen individuos con distintas motivaciones, creencias, posturas frente al mundo, historias; hay diversidad de géneros, orientaciones sexuales, nacionalidades, culturas, capacidades y edades. La empresa puede convertirse en una plataforma para el desarrollo de las personas que las componen, motivando ampliar la mirada, nuevas formas de participar, de mirar el mundo y de promo-ver la colaboración entre sus miembros. Con un cambio en la forma en cómo enfrentamos nuestro día a día, podemos aumentar nuestra percepción de felicidad y así entre todos apuntar hacia el desarrollo económico y humano de Chile.

EL PRECIODE LA FELICIDAD

POR JUAN PEDRO PINOCHETAdministrador Público de la Universidad de Chile, Director de la Fundación Ciudad Emergente y gerente general y socio fundador de Gestión Social. Consejero del Instituto de la Felicidad Coca-Cola.

COLUMNA 4

61Conclusiones

El presente documento ha expuesto los principales resultados de la Encuesta Barómetro de la Felicidad 2014-15, integrando además los hallazgos de estudios cualitativos realizados previa-mente durante 2013.

Tomando diferentes indicadores, en esta última aplicación las declaraciones respecto a bienestar subjetivo se mantienen relativamente estables respecto al 2012. Como promedio, las personas declaran 7,5 puntos promedio de satisfacción vital (escala de 1 a 10), mientras que en la escala de Diener un 53% se considera satisfecho con su vida.

Se habla en general que estas declaraciones son juicios per-sonales e íntimos –lo cual es del todo cierto-, sin embargo, ello no puede oponerse a la idea que el mundo subjetivo del bienestar está definido socialmente en al menos tres sentidos. A modo de conclusión de este informe, veremos cómo en primer lugar, los juicios de chilenos(as) están situados, en sus condiciones socioeconómicas. En segundo lugar, se expone que los discursos aluden no solo a un proyecto individual, sino que colectivo en el micro espacio social de los vínculos directos, sea familia u otras redes sociales significativas. Y, en tercer lugar, porque los vínculos sociales, sean en el trabajo, amistades, la familia u otras redes, se configuran como deter-minantes relevantes a la hora de explicar las declaraciones de las personas sobre su satisfacción vital.

1. BIENESTAR SUBJETIVO COMO CONDICIÓN SOCIALMENTE DIFERENCIADA

Detrás de las declaraciones relativamente estables, se abren distintas miradas de los chilenos(as) respecto a su bienestar. Desde una mirada cualitativa, observamos que los discursos de las personas convergen con las dualidades que ha obser-vado la literatura especializada, dando cuenta de visiones que resaltan los estados emocionales desde una aproximación hedonista, a otras que relevan un enfoque evaluativo y cogni-tivo, en lo que se ha denominado como visión eudaimónica. Con ello, cuando las personas declaran algún grado de sa-tisfacción con su vida, no están diciendo que su mundo es perfecto a todo momento, sino que realizando un balance de diversos aspectos, se sienten en algún grado satisfecho. Esto explica, por ejemplo, que de la misma forma en que se puede declarar felicidad, se reporta cierto cansancio y preocupación. De esta manera, en el discurso de las personas la felicidad alude a momentos, no necesariamente de exaltación, sino también de añoranzas por tranquilidad, y al mismo tiempo de balance y construcción.

Un aspecto que el Barómetro 2014 viene a consolidar en el retrato de nuestro bienestar subjetivo, son las diferencias por grupos de la población. Así como se aluden a significados he-terogéneos, las declaraciones sobre la satisfacción con la vida son socialmente situadas, especialmente en relación a los di-versos contextos sociales y etarios de las personas. En todas las medidas generales tomadas de bienestar, calidad de vida y vínculos, por lejos, las principales distinciones observadas son las dadas no sólo por el ingreso económico, sino por la situa-ción socioeconómica, de modo más general, que presupone ciertas condiciones y oportunidades.

En el campo de los reportes emocionales, por ejemplo, la edad también constituye un componente diferencial, ya que las emociones mayormente vinculadas al optimismo o la ale-gría se aprecian con mucha menor intensidad en quienes son mayores. Por su parte, los estados referidos a la preocupación y el cansancio encuentran brechas relevantes según sexo, edad y –especialmente– a nivel socioeconómico.

Se habla en general que estas declaraciones son juicios personales e íntimos –lo cual es del todo

cierto–, sin embargo, ello no puede oponerse a la idea que el mundo subjetivo del bienestar

está definido socialmente en tres sentidos.

Cuando las personas declaran algún grado de satisfacción con su vida, no están diciendo que su mundo es perfecto a todo momento, sino que realizando un balance de diversos aspectos, se sienten en algún grado satisfecho. Esto explica, por ejemplo, que de la misma forma en que se puede declarar felicidad, se reporta cierto cansancio y preocupación.

CONCLUSIONES

7

Tercer Barómetro de la Felicidad 6362 Conclusiones

nivel socioeconómico, tanto en términos de cantidad como capacidad movilizadora; donde quienes se encuentran en los estratos más desaventajados se observan, igualmente, con menor capacidad de movilizar recursos sociales.

Complementariamente, es interesante el ejercicio de analizar las redes sociales presenciales y significativas reportadas por las personas, en que se da cuenta que incluso la percepción de felicidad puede tener un componente colectivo a nivel grupal. No obstante, destaca en este sentido la composición de las redes cercanas, donde nuevamente el estrato socioe-conómico y la edad dan cuenta de grandes diferencias; toda vez que entre los estratos más bajos y los más jóvenes, los vínculos que van más allá del parentesco y la amistad cobran también relevancia.

Se da cuenta así, que más que el número de vínculos, se releva la calidad de estos, en tanto se constituyen redes signi-ficativas tanto de orden emocional como funcional. El bienes-tar subjetivo, antes que un fenómeno meramente individual, puede articularse colectivamente y ser contagioso dentro de los mismos.

Por otro lado, las relaciones secundarias parecen ser menos importantes para predecir el bienestar de los chilenos: ni la confianza en vecinos, colegas u en otros generalizados (esto es: gente de otra clase social, nacionalidad, religión, etc). Esto sugiere que los chilenos se apoyan fuertemente en su familia y su círculo íntimo en busca de bienestar, lo que desplaza a los demás vínculos a un rol casi marginal en sus vidas.

Pero la pregunta por los vínculos sociales ha de exceder el ámbito de lo familiar y, en ese sentido, ha sido posible verificar la importancia de los lazos con otros, por ejemplo, en el ámbi-to laboral. A este respecto resulta relevante destacar el hecho de que, para quienes conforman habitualmente equipos de trabajo, existen mayores niveles de confianza asociados a ellos, que los percibidos respecto a la “gente” del trabajo en general. Seguidamente, los vínculos laborales también aparecen rela-cionados con las evaluaciones de satisfacción con la vida.

De esta forma, se releva la importancia de los vínculos prima-rios –cuya predominancia se halla en la familia, parentescos, amistades y eventualmente otras redes significativas– y de aquellos con los que, habitualmente, se comparten labores en el trabajo. Así, la satisfacción con la vida estaría asociada a aquellas interacciones más cercanas y habituales, que dan pie a la construcción de la cotidianidad de las y los chilenos(as).

Hemos evaluado cuál es el carácter y tenor de los discursos que las y los chilenos(as) elaboran en torno a su bienestar, cómo estos se comprenden situados en un contexto social determinado y la forma en que la construcción en torno al

bienestar se encuentra principalmente referida a los vínculos más cercanos y regulares. Podría decirse que estas declaracio-nes –ciertamente subjetivas en su naturaleza– se encapsulan en el ámbito de las redes cercanas y, seguidamente, estable-cen barreras tácitas a la vinculación con terceros desconoci-dos, cuestión que incide en cuánto se confía en los extraños. Sin embargo, por otro lado, la familia, los “amigos de toda la vida” y los compañeros y compañeras de trabajo habituales parecieran constituir el principal capital requerido en vistas de lograr una vida satisfactoria. Esto, toda vez que se com-prenda que tales vínculos cercanos responden a necesidades habituales y contingencias inesperadas, ante las cuales, muchas veces, gran parte de la población se puede hallar indefensa. Tal indefensión, de todas formas, se halla morigerada por las diferentes capacidades y recursos que se verifican en los dis-tintos niveles socioeconómicos. De la misma forma, la edad constituye un elemento innegable al momento de evaluar con quién se puede contar.

Tácitamente, las declaraciones y discursos sobre la felicidad parecieran dar cuenta de una carestía institucional: allí don-de no existen instituciones eficaces con las cuales se pueda contar –y que realzarían la importancia y capacidad de con-fiar en el otro generalizado–, resulta imperioso contar con salvaguardas fundadas en la experiencia previa, que son las que ofrecen la familia y las interacciones cotidianas. Pero, fi-nalmente, la cuestión en torno a la felicidad es también –y quizás de forma preeminente– una construcción de sentido que se comprende en un horizonte común, donde la familia (más allá del tipo de conformación de la misma) y las redes de cercanos son capaces de otorgar las claves de orientación y sentido en pos de la evaluación de una existencia que, no por carecer de complicaciones ni demandar sacrificios, puede evaluarse como satisfactoria.

Estas emociones resultan predominantes entre los grupos sociales más bajos a diferencia con lo visto en los niveles medio alto.

Ilustrando de otra forma el punto, si el bienestar subjetivo debe comprenderse como una construcción declarativa que se encuentra vital y socialmente situada, las consideraciones respecto a la importancia del estado de salud para los mayo-res versus lo que los más jóvenes declaran, resulta compren-sible. Igualmente, es posible entender que la preeminencia de factores como la situación económica depende tanto de la situación objetiva como de las consideraciones subjetivas (au-topercepciones) en torno al tema; así, no es lo mismo evaluar las implicancias de una buena situación para alguien que viene de los sectores más desprotegidos de la sociedad, en relación a lo que ocurre entre los más privilegiados.

De esta forma, se entienden las declaraciones en torno al bienestar como un indicador fiable y válido de lo que las per-sonas sienten respecto a sus vidas y su entorno. Pero, se-guidamente, los resultados han de cotejarse en razón de las precauciones anteriormente expuestas. Esto significa que, por más que la felicidad pueda ser un concepto asible metodoló-gicamente, el sentido de la misma refiere a las experiencias de los actores que detentan tales juicios en torno a la cuestión.

2. BIENESTAR SUBJETIVO COMO EXPERIENCIA Y DISCURSO SOCIAL

El factor “social” en materia de bienestar subjetivo no solo se manifiesta al observar las diferencias socioeconómicas de los reportes de las personas, sino también en cómo la idea de felicidad o infelicidad se configura como un discurso referido no solo al individuo, sino que se plasma junto a otros. Para las personas, la idea de felicidad refiere a un campo íntimo, pero que se expresa en un seno cotidiano, microsocial, de cercanos.

En ese sentido, son discursos heteroreferidos, muchos de ellos vicariamente remitidos a terceros significativos –espe-cialmente miembros de la familia u otras redes sociales cer-canas. Los logros que construyen la felicidad no se encuen-tran limitados al espacio de acción personal sino que pueden vincularse, especialmente, con la capacidad de actuar en pos del beneficio de otros y en vistas de mejorar las condiciones futuras de vida de estos. Muy significativo resulta en este caso la importancia que las madres y los padres otorgan a la ca-pacidad de otorgar a sus hijos e hijas una educación que les permita tener un mejor pasar en el futuro.

Son logros que se ven personales, como lucha propia, antes que favorecidos por la sociedad o instituciones. Desde esa perspectiva se puede entender que un 58% de los encues-

tados observe que la felicidad depende de uno mismo, antes que de factores externos. Aunque este juicio de voluntad también se atenúa cuando las personas se sitúan en el Chile de hoy: La idea es que “en este país” cualquiera puede ser feliz llega a un 43%, versus un 33% que opina que depende de la situación en que se nace.

En consecuencia, hay un componente importante en la per-cepción de que la felicidad depende de cada uno, pero solo hasta cierto grado y -que si bien refieren a una realidad sin-gular- se comprenden desde una mirada colectiva referida al núcleo familiar y cercano.

3. BIENESTAR SUBJETIVO DEFINIDO POR VÍNCULOS SOCIALES DIRECTOS

En este estudio, se revisaron distintas determinantes de la satisfacción con la vida vinculadas a la experiencia reciente de situaciones disruptivas, así como la autopercepción respecto a condiciones económicas y de salud personales. Junto con ello, se vio cómo los vínculos sociales se articulan y son capa-ces de incidir en las declaraciones de bienestar subjetivo. Es posible señalar, de esta manera, que la felicidad es un discurso que se encuentra afincado en circunstancias, autopercepcio-nes y la experiencia cotidiana de vínculos primarios, interper-sonales, consanguíneos y cohesivos.

En ese sentido, todos los otros aspectos relevantes (edad, ingresos, clase, salud, amistades, trabajo), inciden en forma distinta según ciclo de edad y grupo social en el bienestar subjetivo. En cambio, la familia aparece en todos los grupos sociales y etarios relevantes por igual, incluso constituyendo el principal vínculo a considerar. En forma cualitativa, se entiende esta relevancia en el discurso de las personas, en tanto la familia se entiende como refugio, sentido y recurso funcional.

Sin embargo, más allá de la familia, lo que cobra relevancia es saber que se cuenta con alguien: sea a nivel emocional, de confianza, o como apoyo funcional concreto y cotidiano. Destaca que todos los indicadores de apoyo social directo resultan significativos para explicar el bienestar subjetivo. Por el contrario, quienes declaran estar en soledad, se manifiestan consistentemente más insatisfechos.

Los diversos indicadores de apoyo social utilizados al respec-to confirman su importancia para explicar las declaraciones de satisfacción vital. A partir de los modelos de análisis utiliza-dos, se puede interpretar que éstos tienen un peso específico no solo en sí mismo, sino en tanto son también un capital para enfrentar eventos disruptivos de carácter negativo –ta-les como la pérdida del trabajo. Sin embargo, estos recursos sociales se hallan también marcadamente diferenciados por

65Anexos

ANEXO 1

Tal como se señaló anteriormente, se realizó una primera ronda de 10 “minigrupos”, con aproximadamente cerca de cincuenta participantes en total, todas estas llevadas a cabo durante octu-bre de 2013, centradas en temas de felicidad y vínculos sociales cercanos (ver Tabla Anexo 1.a), y cuya segmentación estuvo definida por sexo, edad y nivel socioeconómico.

Una segunda ronda cualitativa -realizada entre octubre 2014 y enero 2014 - incluyó una profundización en mujeres entre mujeres en el rango etario de 40 a 65 años. Para este pro-pósito, se realizaron entrevistas en profundidad a mujeres de distintos niveles socioeconómicos, prominentemente de sec-tores medios bajos (C3-D), jefas de hogar y que desempeñen funciones de abuela y madre y/o a cargo de personas depen-dientes (adultos mayores e hijos). Además, se realizaron cinco focus group a mujeres (en total aproximadamente 35 parti-cipantes) de este segmento etario, usando como criterios de segmentación el nivel socioeconómico y trabajo.

Los “mini-grupos de discusión” contaron con cuatro a cinco participantes. El número de participantes de las conversacio-nes fue limitado a no más de cinco en atención a las temáticas propuestas para las conversaciones. Las discusiones fueron conducidas por parejas de profesionales del DESUC y, tal como muestra la Tabla 1.a, los grupos fueron segmentados por NSE, género, y edad.

Las entrevistas colectivas comenzaron con una dinámica ini-cial en la que se pedía a los participantes que ordenaran, del más al menos importante, diez aspectos de su vida. Una vez que todos habían terminado, se les pedía que compartieran su lista con el grupo y a partir de los consensos y diferencias entre los participantes se iniciaba la discusión. En una primera sección se discutía que era lo más importante para ellos y por qué. Luego, la conversación se guiaba hacia las relaciones familiares, donde los participantes discutían su importancia, compartían sus prácticas y daban su opinión respecto a que es lo que uno espera de la familia. Este ejercicio se repetía con las relaciones secundarias: familia extendida, amigos, com-pañero de trabajo y/o estudio y vecinos.

Habiendo atendido a la forma y las expectativas de esas rela-ciones, los participantes compartían las formas en que estas relaciones los apoyaban en su vida cotidiana, ya sea material

Tabla Anexo 1.a. Recuento de entrevistas grupalespor género, edad, y grupo socioeconómico

Tabla Anexo 1.b: Recuento de entrevistas según nivel socioeconómico, tenencia de pareja y trabajo

Tabla 1.c: Recuento grupos focales (mujeres)según grupo socioeconómico y trabajo

Mujeres Hombres

NSE / Edad 18-35 36-59 60 y + 18-35 36-59 60 y +

Alto 1* 1 1* 1* 1 1*

Medio 1 1 1

Bajo 1 1 1

TOTAL 2 2 2 2 2 2

Ocupación y NSE Medio bajo Alto medio

Trabaja 1 1

No trabaja 2 1

TOTAL 3 2

NSE Sin pareja Con pareja Total

Trabaja No trabaja Trabaja

Años 40-50 50-65 40-50 50-65 40-50 50-65

Alto 1 2 1 4

Medio Bajo

1 2 1 1 1 6

Bajo 1 1 1 1 4

TOTAL 3 2 4 2 2 1 14

o emocionalmente, y la importancia relativa que le asignaban a la influencia de las mismas desde su experiencia. Luego, la conversación giraba en torno a la confianza: cómo la enten-dían, con quién la tenían, que requería, qué tan importante era para ellos. Aquí se agregaban las instituciones a la discusión, además de las relaciones ya cubiertas. Finalmente, se toca un último punto respecto a la felicidad y el bienestar, donde los participantes explicaban qué significaba para ellos. En prome-dio, las dinámicas tenían una duración de 90 minutos.

ANEXOS

8

METODOLOGÍA CUALITATIVA

* Indican los grupos mixtos.

Tercer Barómetro de la Felicidad 67Anexos

11 Este marco de manzanas es el utilizado en Chile por encuestas como la Casen 2013, EANNA 2012, la Nueva Encuesta Nacional de Empleo (NENE) 2009.

entre 25 mil y 100 mil habitantes, las cuales fueron seleccio-nadas aleatoriamente con probabilidad proporcional al peso poblacional (PPT).

En una segunda etapa se seleccionaron manzanas censales, las cuales, al igual que en el caso anterior, son seleccionadas con PPT. Para disminuir posible sesgo de cobertura, se utilizó el Marco Muestral que el Instituto Nacional de Estadísticas mantiene vigente al año 2015, denominado Marco Maestro de Manzanas 2008 (o MM2008)11 , junto a la cartografía digi-tal asociado a este registro.

Las unidades terciaras de muestreo contemplan las viviendas de las manzanas seleccionadas en la etapa anterior. Para este proceso se realiza primero un empadronamiento, en don-de encuestadores enlistan todas las viviendas elegibles en la manzana, y luego se seleccionan cinco viviendas por conglo-merado mediante salto sistemático.

Finalmente, la cuarta etapa de selección contempla perso-nas mayores de 18 años, residentes habituales (al menos 6 meses) en las viviendas seleccionadas. Este proceso se realiza mediante Tabla Kish, donde se enumeran todos los integran-tes del hogar y uno de los miembros elegibles es selecciona-do aleatoriamente.

METODOLOGÍA CUANTITATIVA (ENCUESTA) / SOBREDIMENSIÓN DE LA MUESTRA

Para lograr los niveles de precisión establecidos, se propu-so una muestra objetivo inicial de 2.220 casos. Esto consi-dera que las encuestas con muestreo aleatorio en hogares (Address Based Sampling) deben ser ajustadas por la tasa de no elegibilidad (manzanas/viviendas no residenciales) y tasa de no respuesta.

Es por esto que, siguiendo los estándares de calidad interna-cionales, se generó una sobredimensión de la muestra. Esta metodología es implementada por encuestas a nivel nacional (CASEN, CEP, Encuesta Nacional de Empleo, entre otras) y recomendada por la Asociación Americana de Opinión Pú-blica (AAPOR). Considerando estudios con características similares (encuestas probabilísticos en hogares y en zonas urbanas), se estimó una tasa de no respuesta y no elegibili-dad de 20%. Esa cifra se utiliza para incrementar la muestra a seleccionar, obteniendo una sobredimensión de 2.800 en-cuestas a sortear.

Tabla Anexo 2.a Diseño muestral y muestra obtenida

Síntesis Diseño Muestral Encuesta

Macrozona Población % Población Muestra % Muestra Error MAS 12 Sobre-dimensión Muestra Obtenida

Zona Norte(I, II, III, IV, XV)

1.893.026 12 380 17 ± 5,0 480 383

Zona Centro(V, VI, VII)

2.967.750 19 420 19 ± 4,8 535 451

Zona Sur (VIII, IX, X, XI, XII, XIV)

3.491.147 23 420 19 ± 4,8 530 459

RM (XIII) 6.989.430 46 1.000 45 ± 3,1 1.255 974

Total 15.341.353 100 2.220 100 ± 2,1 2.800 2.267

66

El diseño muestral que se realizó fue de tipo (a) estratificado con un cierto grado de afijación proporcional, y (b) probabi-lístico a nivel multietápico. La estratificación de la muestra fue a partir de la delimitación de cuatro macrozonas de interés, las que agrupan comunas en zonas Norte, Centro, Sur y Me-tropolitana. Como se observa en la Tabla de abajo , la distribu-ción muestral teórica considera la proporcionalidad de cada Macrozona (el número de casos a asignados a cada estrato fue calculado según la proporción poblacional que cada una representa en la población) y una afijación mínima para obte-ner niveles de precisión iguales o inferiores a un ±5%.

El proceso de selección de los encuestados fue aleatorio y aplicado en cuatro etapas, siguiendo el modelo común de muestreos en hogares. En una primera etapa se seleccionaron comunas con más de 25 mil habitantes. Las comunas fueron divididas en dos grupos: las comunas auto-representadas (con inclusión forzosa) y las de selección aleatoria. El primer grupo corresponde a aquellas comunas con más de 100 mil habi-tantes, las cuales poseen probabilidad de selección igual a 1 y son incluidas en la muestra para que las unidades con mayor densidad poblacional queden representadas en la muestra. Por su parte, el segundo grupo corresponde a las comunas de

POBLACIÓN OBJETIVO Hombres y mujeres de mayores de 18 años residentes habituales(al menos 6 meses) en 94 comunas urbanas de las quince regiones del país.

INSTRUMENTO Cuestionario estructurado, compuesto por preguntas cerradas de carácter simple y múltiple con algunas preguntas abiertas.

TIPO DE LEVANTAMIENTO DE DATOS Encuesta presencial en hogares

PERIODO DE TERRENO 1 de noviembre 2014 15 de Diciembre de 2014 (43% de la muestra) y del 5 de enero de 2015 al 30 (57% de la muestra).

MARCO MUESTRAL Marco Muestral de zonas urbanas actualizado al año 2008 (MM2008).

DISEÑO MUESTRAL Diseño probabilístico proporcional al tamaño de las UPM

TIPO DE MUESTREO

Muestreo probabilístico, estratificado y multietápico, donde se seleccionaron:• Comunas en una primera etapa (UPM)• Manzanas censales en segunda primera etapa (USM)• Viviendas ocupadas en una tercera etapa (UTM)• Personas mayores de 18 años de edad en una cuarta etapa (UUM).

TAMAÑO MUESTRAL 2.267 (Sobremuestra de 2.775 casos)

ERROR MUESTRAL(95% NIVEL DE CONFIANZA)

Error de ±2,1 bajo supuesto de Muestreo Aleatorio Simple (MAS),con variancia máxima (p=.5) y un nivel de confianza 95%

TASA DE RESPUESTA Y RECHAZO Tasa de Respuesta (RR1): 82,1% Tasa de Cooperación (COOP1): 91,5%

DISEÑO MUESTRAL

METODOLOGÍA CUANTITATIVA (ENCUESTA)

ANEXO 2

Tercer Barómetro de la Felicidad 6968 Anexos

Tabla Anexo 2.c. Márgenes de error por segmentos relevantes

Variable Categoría Distribución ponderadaError muestreo aleatorio simple (MAS),

con variancia máxima

SexoHombre 49.5% 3.4Mujer 50.5% 2.8

Edad

18 a 29 26.2% 4.3

30 a 45 30.3% 3.8

46 a 59 23.8% 4.1

60 y más 19.6% 4.4

NSE

Alto (C1-C2) 25.8% 3.8

Medio (C3) 28.8% 3.8

Bajo (D-E) 45.4% 3.2

Zona

Norte 12.3% 5.0

Centro 21.2% 4.6

Sur 25.7% 4.6

RM 40.9% 3.1

por sexo, edad y luego educación, y así sucesivamente hasta obtener una distribución cercana a la de los parámetros. Para más información, ver Kalton y Flores Cervantes (2003).

Los valores para los parámetros de sexo y edad son obte-nidos a partir de las proyecciones del INE para el año 2014 en base al material actualizado al 2012 (censo 2002 y vitales 2012). Los parámetros a utilizar para el nivel educacional, fue-ron estimados desde la encuesta CASEN 2011.

METODOLOGÍA CUANTITATIVA (ENCUESTA) / MÁRGENES DE ERROR

Finalmente, en la tabla siguiente, se reportan la distribución ponderada de la muestra y los márgenes de errores por seg-mentos relevantes de análisis.

Tabla Anexo 2.b. Códigos de disposición final de casos (CDF)

12 Asume selección aleatoria simple (MAS).

Código General

Casos

Casos ElegiblesContacto

Completa 2.267Rechazos 213

Total Contacto 2.480No Contacto 151Total Casos Elegibles 2.631

No Elegible 40Elegibilidad Desconocida 129

Total 2.800

METODOLOGÍA CUANTITATIVA (ENCUESTA) / TASAS DE LOGRO

A continuación se presentan diferentes tasas de logro uti-lizando los Códigos de Disposición Final de Casos (CDF), según las categorizaciones sugeridas por AAPOR.

En este estudio no se contempló el uso de reemplazos, por lo que cada caso seleccionado tiene un CDF, el cual señala el estado final de dicha unidad al cerrarse el proceso de levan-tamiento de datos. Por ejemplo, existen códigos para encues-tas completas, encuestas rechazadas, viviendas no elegibles o individuos no contactados. Esta metodología permite calcular indicadores como la Tasa de Respuesta, Tasa de Rechazo, Tasa de Cooperación y Tasa de Contacto.

Para el cálculo de las tasas mencionadas se toman en cuenta todos los casos que fueron sorteados inicialmente, es decir, los 2800 casos en sobredimensión. El resumen de los CDF para el total de las encuestas se presenta en la siguiente Tabla.

Con esta información, se calcula la Tasa de respuesta, Tasa de rechazo, Tasa de contacto y Tasa de cooperación según los estándares de AAPOR . Las tasas calculadas a continuación, no siempre coinciden con los datos de la Tabla ya que los denominadores de las fórmulas no son iguales, según se es-pecifica para cada tasa.

Para cada tasa presentada existen variantes, las que cambian según las suposiciones que se establezcan con respecto a los casos con elegibilidad desconocida. Las tasas utilizadas por DESUC corresponden a aquellas más conservadoras, donde

se asume que los casos con elegibilidad desconocidas son elegibles, por lo que se agregan al denominador disminuyen-do las tasas obtenidas.

• Tasa de respuesta (RR1): Corresponde al número de en-trevistas completas partido por el total de casos elegibles seleccionados (se excluyen viviendas deshabitadas, casas de veraneo, locales comerciales, es decir, los casos no elegibles). Para una aproximación más conservadora, esta tasa asume que aquellos casos con elegibilidad desconocida son elegibles. En esta encuesta fue de 82,2% .

• Tasa de rechazo (REF1): Corresponde a la proporción de rechazos (se considera rechazo hogar y persona) del total de casos elegibles (se excluyen viviendas deshabitadas, casas de veraneo, locales comerciales, es decir, los casos no elegibles). Para una aproximación más conservadora, esta tasa asume que aquellos casos con elegibilidad desconocida son elegibles. En esta encuesta la tasa de rechazo fue de 7,7%

• Tasa de cooperación (COOP1): Corresponde a la propor-ción de casos en donde se realizó una entrevista completa, del total de casos contactados de la muestra. En esta encues-ta la tasa de cooperación es de 91,5%

• Tasa de contacto (CON1): Corresponde a la proporción de casos en donde se llegó a algún tipo de contacto (ya sea encuesta completa o rechazo), del total de casos elegibles de la muestra. Para una aproximación más conservadora, esta tasa asume que aquellos casos con elegibilidad desconocida son elegibles. En esta encuesta la tasa de contacto fue de 92,2%

ANEXO 2 METODOLOGÍA CUANTITATIVA (ENCUESTA) / PONDERACIÓN

La base de datos cuenta con ponderadores que ajustan los totales marginales de variables sociodemográficas obtenidas en terreno, por parámetros establecidos a priori. De esta for-ma se busca reducir el sesgo existente por rechazos durante el trabajo de recolección de datos. Las variables a utilizar para ponderar son sexo, edad y nivel educacional.

Para generar los ponderadores se utiliza el método raking, el cual ajusta de manera iterativa los totales marginales de las variables señaladas. Es decir, primero se ajusta la distribución

*Estos cálculos de error asumen muestreo simple, aun cuando el diseño de la muestra es compleja.

Tercer Barómetro de la Felicidad 7170 Anexos

Módulo 2: Variables Eventos Vitales Exógenos:

• Positivos [continua]: considera el total de eventos positivos experimentados por el encuestado en los últimos 6 meses (empezar una relación de pareja, asistir a la graduación de un hijo o nieto, nacimiento de un hijo, ascenso o aumento de sueldo, compra de la casa propia).

• Negativos [continua]: considera el total de eventos nega-tivos experimentados por el encuestado en los últimos 6 meses (disminución de sueldo, cortes de servicios por no pago de cuentas, enfermedades psiquiátricas, pérdida de empleo, daños por desastres naturales, enfermedad grave de persona cercana, término de una relación de pareja, no poder costear tratamientos médicos, tener que dejar de estudiar por razones económicas, drogadicción o alcoholis-mo, enfermedad grave, muerte de un ser querido).

Módulo 3: Variables Auto-percepciones:

• Situación Económica [categórica]: declaración del encues-tado respecto a su situación económica, dividida en tres categorías: buena (Buena – Muy buena), neutra (ni buena ni mala), y mala (Mala – Muy mala, valor de referencia).

• Ingreso Subjetivo [dicotómica]: declaración del encuestado respecto a si los ingresos del hogar son suficientes para pa-gar los costos de vida (valor de referencia “no le alcanza”).

• Deuda [continua]: escala multiplicativa entre el nivel de deu-da declarado por el encuestado y el nivel de preocupación respecto a estas deudas.

• Salud [dicotómica]: declaración del estado de salud del en-cuestado (valor de referencia quienes declaran tener una salud peor que “buena”).

• Estrés [dicotómica]: auto-declaración de estrés (valor de referencia “no estresado”).

• Movilidad [continua]: diferencia entre la posición socioeco-nómica percibida por el encuestado para sí mismo en la actualidad y hace 10 años.

1. MODELOS DE REGRESIÓN CON VARIABLESEXÓGENAS

Los modelos de regresión lineal fueron estimados utilizando la satisfacción con la vida (escala del 1 al 10) como variable dependiente. Las variables que integran los modelos son de orden sociodemográfico, experiencial (eventos vitales), auto-percepción y sociales, y su inclusión se sustenta en la literatura especializada así como en estudios previos del Barómetro de la Felicidad. Estas son las siguientes:

ANEXO 3

Módulo 1: Variables Socio-demográficas:

• Sexo [dicotómica] (valor de referencia Hombre)• Etnia [dicotómica]: si el encuestado se identifica con alguno

de los pueblos originarios reconocidos por la ley en Chile (valor de referencia “No se identifica”).

• Empleo [dicotómica]: si el encuestado declara estar traba-jando en la actualidad (valor de referencia No trabaja).

• Edad [continua]: con especificación cuadrática.• Educación [continua]: ciclos educativos completados por el

encuestado.• Riqueza [continua]: número total de bienes que el encues-

tado declara poseer en su hogar, de una canasta seleccio-nada de bienes (Smartphone, lavadora, microondas, TV Ca-ble, Tablet, PC, Notebook, Internet (no móvil), teléfono fijo, Automóvil, secadora de ropa, servicio doméstico, segunda vivienda, y cuenta corriente). Fiabilidad de escala = 0.82.

• Nivel Socioeconómico [categórica]: construido a partir de la ocupación e ingreso del jefe de hogar. Dividido en tres grupos, Alto (C1-C2), Medio (C3), Bajo (D-E, valor de re-ferencia).

• Religiosidad [continua]: corresponde a una escala que com-bina intensidad religiosa declarada por el encuestado, fre-cuencia de oración, y frecuencia de asistencia a servicios religiosos. Fiabilidad de escala = 0.81.

ANÁLISIS MULTIVARIADO

Tercer Barómetro de la Felicidad 73Anexos

Tabl

a 3.

a M

odel

os d

e re

gres

ión

para

var

iabl

e de

pend

ient

e sa

tisf

acci

ón v

ital

y v

aria

bles

exó

gena

s

Mod

elo

(1)

[N

= 2

234]

(2

) [N

= 2

224]

(3

) [N

= 2

088]

(4

) [N

= 1

821]

Var

iabl

esC

oef.

EER

HB

eta

Coe

f.EE

RH

Bet

aC

oef.

EER

HB

eta

Coe

f.EE

RH

Bet

a

Sexo

-0.00

8(0

.069)

-0.00

2-0

.059

(0.08

5)-0

.014

-0.00

5(0

.083)

-0.00

10.0

25(0

.086)

0.006

Etnia

-0.21

0*(0

.114)

-0.03

0-0

.022

(0.15

1)-0

.003

0.067

(0.14

9)0.0

080.0

40(0

.152)

0.005

Empl

eo0.2

94**

*(0

.081)

0.071

0.121

(0.08

9)0.0

300.0

55(0

.087)

0.014

-0.02

8(0

.090)

-0.00

7Ed

ad-0

.043*

**(0

.011)

-0.38

0-0

.044*

**(0

.013)

-0.37

9-0

.021

(0.01

3)-0

.177

-0.00

2(0

.015)

-0.01

9Ed

ad2

0.000

***

(0.00

0)0.2

800.0

00**

(0.00

0)0.2

720.0

00(0

.000)

0.115

-0.00

0(0

.000)

-0.02

0Ed

ucac

ión

0.044

**(0

.021)

0.046

-0.01

1(0

.027)

-0.01

10.0

01(0

.026)

0.001

-0.03

5(0

.027)

-0.03

6Ri

quez

a0.5

49**

*(0

.136)

0.088

1.759

***

(0.22

7)0.2

010.8

00**

*(0

.231)

0.091

0.360

(0.25

1)0.0

41N

SE M

edio

0.399

***

(0.08

6)0.0

970.1

46(0

.108)

0.033

0.072

(0.10

4)0.0

160.0

41(0

.111)

0.009

NSE

Alto

0.389

***

(0.10

1)0.0

90-0

.149

(0.13

4)-0

.034

-0.23

4*(0

.131)

-0.05

4-0

.137

(0.13

4)-0

.032

Relig

iosid

ad0.1

81**

*(0

.032)

0.102

0.237

***

(0.04

0)0.1

280.1

68**

*(0

.039)

0.091

0.097

**(0

.042)

0.053

Even

tos P

ositiv

os1.8

34**

*(0

.303)

0.121

1.085

***

(0.29

0)0.0

730.7

83**

*(0

.299)

0.053

Even

tos N

egati

vos

-3.98

2***

(0.42

6)-0

.244

-1.59

1***

(0.42

3)-0

.098

-0.85

6*(0

.458)

-0.05

2Sit

. Eco

. Neu

tra1.0

11**

*(0

.171)

0.251

0.820

***

(0.18

6)0.2

06Sit

. Eco

. Bue

na1.4

82**

*(0

.193)

0.353

1.296

***

(0.20

4)0.3

13Ing

reso

Sub

jetivo

0.384

***

(0.13

2)0.0

790.1

99(0

.137)

0.041

Deu

da-0

.045*

**(0

.017)

-0.06

4-0

.019

(0.01

7)-0

.027

Salud

0.481

***

(0.09

3)0.1

150.4

03**

*(0

.100)

0.096

Estré

s-0

.336*

**(0

.084)

-0.08

2-0

.212*

*(0

.088)

-0.05

2M

ovilid

ad0.0

64**

*(0

.019)

0.074

0.063

***

(0.01

9)0.0

75Pa

reja

-0.05

0(0

.092)

-0.01

2H

ijos

-0.16

9(0

.124)

-0.03

5Ap

oyo

Conc

reto

0.190

***

(0.07

0)0.0

79Ap

oyo

DE

0.196

**(0

.099)

0.049

Apoy

o A

-0.00

6(0

.098)

-0.00

1Fa

milia

0.214

***

(0.06

3)0.0

84Am

igos

-0.01

8(0

.015)

-0.02

6Ta

mañ

o Re

d0.0

42(0

.029)

0.029

Felic

idad

Red

0.277

***

(0.07

3)0.0

88Ai

slam

iento

-0.35

2***

(0.11

6)-0

.089

Inte

rcep

to7.4

00**

*(0

.251)

.7.7

17**

*(0

.312)

.5.9

84**

*(0

.348)

.4.2

20**

*(0

.580)

.

R20.0

590.1

480.2

650.3

15R2

ajus

tado

0.057

0.1

430.2

580.3

04

72

Módulo 4: Relaciones Sociales

• Pareja [dicotómica]: distingue si el encuestado declara te-ner una pareja estable (valor de referencia “no tiene pareja estable”).

• Hijos [dicotómica]: distingue a los encuestados con hijos (valor de referencia “no tiene hijos”).

• Apoyo recibido concreto [continua]: escala que agrupa las declaraciones de apoyo o ayuda percibido por el encuesta-do para enfrentar una lista de eventuales dificultades (cui-darlo si estuviera en cama, lo aconseje, lo lleve al médico, con quien pasar un buen rato, le prepare comida si la ne-cesite, lo ayude en tareas de domesticas si lo necesita, que comprenda sus problemas, que lo haga sentirse querido, con quien contar en las buenas y las malas, pedir ayuda para un trámite difícil, cuidase de sus hijos). Fiabilidad de escala = 0.96.

• Apoyo DE [dicotómica]: distingue a los encuestados que declaran usualmente tener a quien recurrir para pedir ayu-da o consejo (valor de referencia “quienes no declaran te-ner usualmente a alguien”).

• Apoyo A [dicotómica]: distingue a los encuestados que de-claran usualmente haber ayudado o aconsejado a alguien (valor de referencia “quienes no declaran usualmente ayu-dar o aconsejar a otros”).

• Calidad de relaciones Familiares [continua]: escala que con-sidera la frecuencia con la que el encuestado dice que: se siente satisfecho con la ayuda que le da su familia, siente que su familia no lo entiende (invertida), conversan en fa-milia los problemas, se siente querido por su familia, siente que hay demasiadas peleas (invertida), las decisiones se to-man en conjunto, pasan suficiente tiempo juntos, lo toman en cuenta, y abusan de él/ella (invertida). Fiabilidad de es-cala = 0.87.

• Amigos [continua]: número de amigos cercanos que declara el encuestado.

• Tamaño de red significativa [continua]: número de personas con las que el encuestado conversa temas importantes.

• Felicidad red [continua]: felicidad promedio percibida para las personas con las cuales el encuestado conversa temas importantes.

• Aislamiento [continua]: escala que promedia la frecuencia con la que encuestado se siente: falto de compañía, excluido o dejado de lado por los demás, aislado del resto. Fiabilidad de escala = 0.86.

En la página siguiente se reportan los modelos estimados con la inclusión secuencial de los bloques. Para cada modelo se reportan los coeficientes, errores estándares robustos, y el coeficiente estandarizado.

Tercer Barómetro de la Felicidad 7574 Anexos

Errores estándares en paréntesis*** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1

Modelo (1) (2) (3) (4) (5)

Variable / Nivel socioeconómico Todos Bajo Medio Alto Todos

Edad0.006*** 0.008** 0.001 0.006 0.016*

(0.002) (0.004) (0.004) (0.004) (0.009)

Sexo

-0.041 -0.182 0.036 0.020 -0.052(0.068) (0.128) (0.121) (0.099) (0.068)

Sat: Salud0.157*** 0.159*** 0.093*** 0.243*** 0.241***

(0.019) (0.031) (0.033) (0.035) (0.052)

Sat: Economía0.204*** 0.213*** 0.253*** 0.135*** 0.319***

(0.023) (0.039) (0.041) (0.040) (0.063)

Sat: Ocupación0.141*** 0.152*** 0.097** 0.147*** -0.072

(0.020) (0.032) (0.038) (0.038) (0.056)

Sat: Familia0.168*** 0.206*** 0.108*** 0.168*** 0.188***

(0.022) (0.039) (0.037) (0.043) (0.067)

Sat: Amistades-0.017 -0.060** 0.024 0.021 -0.027

(0.019) (0.031) (0.033) (0.042) (0.061)

Sat: Espiritualidad0.057*** 0.046 0.078** 0.049 0.035

(0.020) (0.035) (0.036) (0.032) (0.056)

Sat: Tiempo Libre0.054*** 0.039 0.102*** 0.013 0.106**

(0.016) (0.029) (0.028) (0.027) (0.048)

Sat: Pareja

0.085*** 0.110*** 0.066*** 0.064*** 0.130***(0.014) (0.026) (0.023) (0.023) (0.040)

Edad * Sat: Salud-0.002*(0.001)

Edad * Sat: Economía-0.003**

(0.001)

Edad * Sat: Ocupación0.005***

(0.001)

Edad * Sat: Familia-0.000

(0.001)

Edad * Sat: Amistades0.000

(0.001)

Edad * Sat: Espiritualidad0.000

(0.001)

Edad * Sat: Tiempo Libre-0.001

(0.001)

Edad * Sat: Pareja

-0.001 (0.001)

Intercepto

1.188*** 0.985*** 1.671*** 1.143*** 0.705(0.206) (0.357) (0.377) (0.333) (0.462)

N 1,811 673 552 585 1,811R2 0.524 0.513 0.490 0.539 0.530R2 ajustado 0.522 0.505 0.481 0.531 0.525

Estimamos un segundo conjunto de modelos con la satisfacción con la vida como variable dependiente y la satisfacción con siete aspectos de la vida del encuestado (salud, situación económica, trabajo, familia, amistades, tiempo libre y pareja), todos en inte-racción con edad y con otros controles sociodemográficos.

Llamamos a estos modelos “endógenos” en la medida en que utilizamos sub dimensiones del bienestar para predecir éste. Entre estos modelos estimamos uno que incluía todas las sa-tisfacciones por área, así como controles sociodemográficos básicos, para obtener una imagen global. Luego, re-estimamos este modelo para los NSE más altos (ABC1-C2) y más bajos (C3-D-E) de modo de poder testear si existe heterogenei-dad en las prioridades para el bienestar entre los grupos de status. Finalmente, estimamos un modelo en el que interactúa la edad del encuestado con todos los indicadores de satisfac-ción parciales, de modo de explorar efectos del ciclo de vida en las prioridades para el bienestar.

A igual que en los modelos anteriores, debido a eventuales problemas de heteroscedasticidad, todos los modelos fueron estimados con errores estándar robustos de Huber-White. Del mismo modo, los modelos muestran resultados satisfac-torios ante los diagnósticos de regresión estándar.

A partir de estos modelos estimamos efectos marginales de cada aspecto según edad, con significancias calculadas a través del método delta utilizamos la satisfacción con aspectos es-pecíficos de la vida del encuestado como variables indepen-dientes para explorar las prioridades de los chilenos respecto a su bienestar.

Si vemos el primer modelo de la tabla siguiente, observare-mos que todas las áreas de la vida evaluadas (salud, situación económica, ocupación, familia, amistades y tiempo libre) son predictores significativos del bienestar subjetivo, lo cual no debiese ser sorpresivo, considerando la naturaleza endógena de estos indicadores. No obstante, puesto que todos están medidos en una misma escala (con rango [1-10]), podemos comparar sus magnitudes para hacernos una idea de su in-fluencia relativa. Tal como sugerían nuestros análisis prelimina-res, la familia juega un rol clave en el bienestar y la satisfacción con la relación familiar es el predictor más fuerte. Por otra parte, vemos que para los chilenos su situación material es bastante importante para su bienestar: la satisfacción con la situación económica, la ocupación y la salud son los que siguen en orden de importancia relativa al bienestar. Por último, la di-mensión social más allá de la familia (amistades y tiempo libre), sigue teniendo un efecto significativo en el bienestar, aunque de una menor cuantía que el resto de las áreas evaluadas.

2. MODELOS DE REGRESIÓN VARIABLES ENDÓGENAS

Tabla 3.b Modelo de regresión con variables endógenas (ámbitos de satisfacción)

77Bibliografía 77

AAndrews, F. M., & McKennell, A. C. (1980). Measures of self-reported well-being: Their affective, cognitive, and other components. Social Indicators Research, 8(2), 127–155.

BBeytía, P. (2015). “The singularity of Latin American patterns of happiness” en Handbook of Happiness research in Latin America, Mariano Rojas (ed.). New York: Springer.

CCalvo, E., & Beytía, P. (2011). ¿Cómo Medir la Felicidad? Claves para Políticas Públicas, Universidad Diego Portales, 1-10.

Carrington, P., Scott, J, & Wasserman, S. (2013). Models and Methods in Social Network Analysis. Edited by Cambridge University Press 2013.

Chan, Y.K. & Lee, R (2006). Network Size, Social Support and Happiness In Later Life: A Comparative Study Of Beijing And Hong Kong. Journal of Happiness Studies 7:87-112.

DDiener, E. (2000). Subjective well-being: The science of happiness and a proposal for a national index. American Psychologist, 55(1), 34–43.

Diener, E., & Seligman, M. (2004). Beyond money toward an economy of well-being. Psychological Science in the Public.

Dolan, P., Peasgood, T., & White, M. (2008). Do we really know what makes us happy? A review of the economic literature on the factors associated with subjective well-being. Journal of Economic Psychology, 29(1), 94–122.

Dolan, P., Layard, R., & Metcalfe, R. (2011) Measuring Subjective Wellbeing for Public Policy: Recommendations on Measures. Special Paper No. 23 March 2011. Report to the ONS, September 2010. Centre for Economic Perfomance. London School of Economics.

EEasterlin, R. A. (1974). Does economic growth improve the human lot? Some empirical evidence. Nations and Households in Economic Growth.

Ellison, C. G. (1990). Family ties, friendships, and subjective well-being among Black Americans. Journal of Marriage and the Family, 298–310.

FFowler, J. & Christakis, N. (2009) Dinamic spread of happiness in a a large social network: longitudinal analysis of the Framingham Heart Study Social Network. British Medical Journal, 38 (7685), 23-27.

GGranovetter , M (1983) The Strength of Weak Ties: A Network Theory Revisited. Sociological Theory, Vol. 1 (1983), pp. 201-233. Published by: Wiley.

Gülaçt, F (2010). The effect of perceived social support on subjective well-being. Procedia Social and Behavioral Sciences 2; 3844–3849.

Graham, C. (2004). Assessing the impact of globalization on poverty and inequality: A new lens on an old puzzle. In Collins, S. M. & Graham, C. (Eds.), Brookings Trade Forum 2004: Globalization, Poverty, and Inequality (pp. 131-64). Washington, D. C.: The Brookings Institution.

Graham, C. (2009). Happiness Around the World: The paradox of happy peasants and miserable millionaires. Oxford University Press.

Graham, C. L. (2012). The Pursuit of Happiness. Brookings Institution Press.

HHelliwell, J. F., & Putnam, R. D. (2004). The social context of well-being. Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological Sciences, 359(1449), 1435–1446.

Helliwell, J. F., Layard, R., Sachs, J., & Council, E. C. (2013). World happiness report 2013.

Helliwell, J. F., Layard, R. & Sachs, J. (2015). World happiness report 2015.

Horst, M., & Coffé, H. (2011). How Friendship Network Characteristics Influence Subjective Well-Being. Social Indicators Research, 107(3), 509–529.

KKahneman, D & Krueger, A. (2006). Developments in the Measurement of Subjective Well Being. The Journal of Economic Perspectives, 20, 3-24. American Economic Association.

BIBLIOGRAFÍA

9