teoogia espiritual - la santidad

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LA SANTIDADGracia, virtudes y donesLA GRACIA EN LA BIBLIA

La gracia es un estado de vida, de vida nueva y sobrenatural, recibida de Dios como don: El Padre nos ha hecho gratos en su amado. Es tambin una energa divina que ilumina y mueve poderosamente al hombre. Gracias a ella Cristo nos asiste, comunicndonos sobreabundantemente su espritu (Jn 10,10; 15, 5) en la gracia nuestra debilidad se hace fuerza, nos libera del pecado y nos da la filiacin divina (Rm 4, 16).

LA GRACIA SANTIFICANTE

La gracia es una cualidad sobrenatural inherente a nuestra alma que, en Cristo y por la comunicacin del Espritu Santo, nos da una participacin fsica y formal, aunque anloga y accidental, de la misma naturaleza de Dios.

Gracia increada: Es Dios mismos en cuanto que se nos comunica por amor y habita en nosotros como en un templo. Gracia creada: es un don creado, fsico, permanente, que Dios nos concede, y que sobrenaturaliza nuestra naturaleza humana. Por eso llegaramos a afirmar que la gracia increada, es Dios en nosotros, es siempre la fuente dela gracia creada; sin esta la inhabitaran es imposible.

La gracia es vida en Cristo: en Cristo est contenido la gracia capital; Cristo en cuanto hombre est lleno de gracia y de la verdad. Tenemos acceso a la vida de la gracia si nos unimos a Cristo y permanecemos en l. La gracia en un don creado, por el que la gracia por el que la gracia sana y eleva al hombre a una vida sobrenatural. Es gracia sanate que cura al hombre del pecado, y elevante, que implica un cambio cualitativo y ascendente. La gracia santificante es inherente al alma, y de verdad y renueva interiormente al hombre, y destruyendo en el mal del pecado. La gracia nos hace hijos de Dios: el Padre por Cristo no comunica su Espritu Santo que nos hace hijo en el Hijo. Ved que amor nos ha mostrado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios, y lo seamos (1 Jn 3,1). La gracia nos hace capaces de mrito. Los actos buenos del pecador son imperfectamente salvficos, y le disponen a recibir la gracia santificante. Actos meritorios, saludables o salvficos, son aquellos que el hombre realiza bajo el influjo de la gracia de Dios.

GRACIA, VIRTUDES Y DONES.

As como de la esencia del alma fluyen sus potencias (razn y voluntad), as de la gracia fluyen a las potencias del alma ciertas perfecciones que llamamos virtudes y dones, y as las potencias se perfeccionan en orden a sus actos sobrenaturales.

VIRTUDES

Las virtudes teologales son hbitos operativos infundidos por la gracia de Dios en las potencias del alma, y que las dispone a obrar segn la razn iluminada por la fe y segn la voluntad fortalecida por la caridad.

Las virtudes sobrenaturales, infusas se distinguen, por su esencia de las virtudes naturales. Por eso a unas llamamos virtudes teologales y a virtudes morarles. Las morales pueden ser adquiridas por ejercicios meramente naturales y las sobrenaturales son infundidas por Dios, estas sobrenaturales se rigen por la fe y su norma es su conformidad con el fin sobrenatural; las naturales su regla es la razn natural.

Virtudes teologales

Tenemos tres virtudes teologales: Fe: es acto del entendimiento que asiste a las verdades divinas bajo el impulso de la voluntad., movida por la gracia de Dios. Esta es la virtud ms importante de las teologales. Esperanza: es una virtud teologal infundida por Dios en la voluntad, por la que confiamos con plena certeza de alcanzar la vida eterna. Caridad: es una virtud teologal infundida por Dios en la voluntad, por la cual amamos a Dios con todo el corazn y al prjimo como a nosotros mismos.

Son potencias operativas por las que el hombre se ordena inmediatamente a Dios, como a su fin ltimo sobrenatural. Ellas son el fundamento constante y el vigor de la vida cristiana sobrenatural.

Las virtudes morales

Las virtudes morales sobrenaturales son hbitos operativos infundidos por Dios en las potencias del hombre, para que todos los actos cuyo objeto no es Dios mismo, se vean iluminados por la fe y movidos por la caridad, de modo que se ordenen siempre a Dios. Estas virtudes morales, por tanto, no tienen por objeto inmediato al mismo Dios (fin), sino al bien honesto (medio), que conduce a Dios y de l procede, pero que es distinto de Dios. La prudencia: Es una virtud que Dios infundida en el entendimiento prctico para que, a la luz de la fe, discierna y mande en cada caso concreto que debe hacerse y omitirse en el orden al fin ltimo sobrenatural. La Justicia: Es una virtud sobrenatural por la que Dios infunde a la voluntad la inclinacin constante y firme de dar a cada uno lo que en derecho es suyo. La fortaleza: Es una virtud infundida por Dios en el apetito irascible, vigorizndole para que no desista de procurar el bien arduo, ni siquiera por los mayores peligraos La templanza: Es una virtud sobrenatural infundida por Dios en el apetito concupiscible para moderar su inclinacin a los placeres. La modera pero no destruye esa inclinacin.

DONES DEL ESPRITU SANTO.

Son hbitos sobrenaturales infundidos por Dios en las potencias del alma, para que la persona pueda recibir con plenitud y facilidad las iluminaciones y mociones del Espritu Santo.

Los dones del Espritu Santo son los que nos hacen participar de la vida sobrenatural de Cristo al modo divino, son necesarios para la perfeccin cristiana. La tradicin cristiana reconoce siete dones del Espritu Santo, estos son: sabidura, entendimiento, concejo, fortaleza, ciencia y temor de Dios.

GRACIAS ACTUALES

Son cualidades fluidas y transentes causadas por Dios para que obren o reciban algo en orden a la vida eterna; la gracia es cierto auxilio sobrenatural que asiste a ciertos actos del entendimiento o de la voluntad del hombre.

La teologa seala importantes distinciones entre las gracias actuales: la gracia cooperante, activa las virtudes gracia suficiente, nos mueva a obrar, y sin ella no podramos nada la gracia eficaz, mueve de tal modo a la accin nuestras facultades que infaliblemente se produce el acto querido por Dios gracias internas, por las que Dios acta en el alma gracias externas, Dios influye en el hombre a travs de: libros, predicaciones, etc.

EL CRECIMIENTO DE LA VIDA EN CRISTO

Crecer en gracia- y en las virtudes, es crecer en Cristo, es participar cada vez ms plenamente de su Espritu; es Dios quien da el crecimiento; todo crecimiento viene potenciado por la misma gracia. Ya en el ao 529 declaraba el concilio II de Orange: por ningn merecimientos se previene a la gracia. Se debe premio a las buenas obras, si se hacen, pero la gracia que no se debe, precede para que se hagan. Es decir en toda obra buena no empezamos nosotros y luego somos ayudados por la misericordia de Dios, sino que l nos inspira primero, sin que preceda merecimiento bueno alguno de nuestra parte. Hay una conexin entre la gracia y las virtudes, de modo que todas ellas, bajo el impulso de la caridad se desarrollan como los dedos de una sola mano (S. Toms de Aquino).Dios hace crecer en la gracia al cristiano por:

1. La penitencia: Quitar el pecado es lo primero para crecer en la gracia de Dios. Pues bien, para crecer en la gracia es preciso que el hombre se libre no solo de las culpas, sino tambin de muchas consecuencias del pecado que dificultan grandemente, ese crecimiento deseado.

2. La oracin de peticin: La eficacia de la oracin puede ser considerada en tres aspectos: Meritorio, como obra buena; Satisfactorio, como obra penitencial Impetratorio, que va mucho ms all que la satisfaccin o el mrito, ella no se dirige a la justicia divina, se arroja simplemente en la infinita misericordia de Dios. La oracin de peticin se levanta apoyndose en la promesa del Seor pedid y recibiris (Jn. 16,24), y requiere cuatro condiciones para conseguir lo que se pide mediante la fe: pedir para s mismo, cosas necesarias para la salvacin, piadosamente y con perseverancia.

3. Las obras meritorias: El hombre es gracia de Dios, por las buenas obras merece el aumento de la gracia y la vida eterna. As lo ense el concilio de Trento frente a los protestantes. Y esto en modo alguno rebaja la gloria de Dios o los mritos de Jesucristo nuestro seor (1583), sino muy al contrario. Que Cristo nos haya dado con su gracia la posibilidad de que nuestros actos merezcan verdaderamente gracia gloria, lejos de aminorar su redencin, la manifiesta en toda su grandeza. En consecuencia es necesario tener en cuenta: El mrito procede siempre de actos libres realizados bajo la mocin de la gracia de Dios, exige la libertad para que sean meritorios Solo es meritoria la obra impulsada por la caridad; las obras hechas con ms amor con las ms libres y meritorias El mrito de la obra no est en funcin de su penalidad, sino del grado de caridad con que se realice Conviene actualizar frecuentemente la recta intencin de caridad, que es la que da mrito a las obras buenas.

4. El crecimiento de las virtudes: El crecimiento en las virtudes - que es crecimiento en Cristo- consiste en que el cristiano asume en s mismo cada vez ms profundamente esos hbitos sobrenaturales, inherentes y operativos. Por ello es necesario tener en cuenta algunos principios: No basta la mera repeticin de actos para formar un hbito, estos actos deben ser intensos y son de manera personales y conscientemente motivados Un solo acto puede acrecentar una virtud, si es suficientemente intenso, c) estas virtudes crecen todas juntamente, como los dedos de una mano, por tanto no es necesario ejercitarse en cada una de las virtudes para que todas crezcan como hbitos No se identifica el grado de una virtud como hbito y el grado de su capacidad de ejercitarse en actos, en necesario tener en cuenta que puede fortalecerse una virtud sin que necesariamente aumente la facilidad para ejercitarla en actos Las virtudes infusas no pueden alcanzar la perfeccin sino en los dones del Espritu Santo, esta doctrina es enseada por el Catecismo en l se ensea, en efecto, que los dones del Espritu Santo completan y llevan a su perfeccin las virtudes de quienes los reciben(n. 1831).

5. Los sacramentos: La fe de Iglesia nos ensea que los sacramentos contienen la gracia que significan con sus ritos sensibles, y confieren la misma gracia a los que no ponen impedimento (Trento 1546: Dz 1616).

6. Las gracias externas: Muchas veces Dios quiere conectar su gracia interna a ciertas gracias externas, como puede ser una predicacin, la lectura de un buen libro, una enfermedad, etc. Pero en un sentido ms propio, hay que decir que las gracias externas ms ciertas y eficaces son los sacramentos, la predicacin de la palabra de Dios, y en general todas las cosas dispuestas en la vida de la Iglesia con una ordenacin a la santificacin. Pero tambin, al referirnos a este tipo de gracias hay que tener en cuenta: - nadie vea disminuidas sus posibilidades de santificacin por la ausencia de ciertas gracias externas, - en cuanto sea posible, busquemos la gracia interna en aquellas gracias externas que Dios ha establecido, y en su providencia ha puesto a nuestras manos.

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