Tendría unos diecinueve años, y era delgada y flexible ...
Transcript of Tendría unos diecinueve años, y era delgada y flexible ...
Elpiratadelacosta
FrancisScottFitzgerald
Elpiratadelacosta
Elpiratadelacosta(29demayode1920)fueeltercercuentoqueFitzgeraldpublicóenelSaturdayEveningPostduranteesemesydemuestrasusrápidosprogresoscomoversátilnarrador.Eselprimerrelatoenelquesedesarrollaeltema,recurrenteenlaobradeFitzgerald,deunaheroínaconquistadaporlaextraordinariahazañadesuenamorado.
Elcuentoterminaba,enunprincipio,conlaexplicaciónpococonvincentedequesetratabadeunsueñodeArdita.Fitzgeraldvolvióaescribirelfinalparasubrayarlaficcióndelanarración:«LaúltimafraseconvencióalseñorLorimer.Esunadelasmejoresfrasesqueheescritoenmivida».ElpiratadelacostafueincluidoenelvolumenFlappersyfilósofos.
I.
Estahistoriainverosímilempiezaenunmarqueeracomounsueñoazul,deuncolortanvivocomoeldeunasmediasdesedaazul,ybajouncielotanazulcomoelirisdelosojosdelosniños.Desdelamitadoestedelcieloelsollanzabapequeñosdiscosdoradossobreelmar:simirabasconsuficienteatención,podíasvercómosaltabandeolaenolaparaunirseenunlargocollardemonedasdeoroqueconfluíanaunkilómetrodedistanciaantesdeconvertirseenuncrepúsculodeslumbrante.EntrelacostadeFloridayelcollardeoro,fondeabaunflamanteyairosoyateblanco,ybajolatoldilladepopaazulyblanca,tendidaenunatumbonademimbre,unajovenrubialeíaLarebelióndelosángelesdeAnatoleFrance.
Tendríaunosdiecinueveaños,yeradelgadayflexible,conseductoreslabiosdeniñamimadayvivacesojosgrisesllenosderadiantecuriosidad.Sincalcetines,conunpardezapatillasderasoazulqueleservíanmásdeadornoquedecalzadoylependíandescuidadamentedelapuntadelosdedos,apoyabalospiesenelbrazodelsillónvacíoqueteníamáscerca.Mientrasleía,sedeleitabadevezencuandopasándoseporlalenguamediolimónqueteníaenlamano.Elotromedio,chupadoyseco,yacíaencubierta,asuspies,meciéndosesuavementedeacáparaalláalritmocasiimperceptibledelamarea.
Lasegundamitaddellimónestabacasiexprimidayelcollardeorosehabíadilatadoasombrosamente,cuando,depronto,unrumordepesadaspisadasrompióelsilenciosoñolientoqueenvolvíaalyate,yunhombremaduro,coronadoporunacabelleragrisybiencortada,quevestíauntrajedefranelablanca,aparecióporlaescaleraquellevabaaloscamarotes.Sedetuvounmomento,hastaquesusojosseacostumbraronalsol,y,cuandovioalachicabajolatoldilla,lanzóunlargogruñidorecriminatorio.
Sihabíaqueridoproduciralgúntipodesobresalto,estabacondenadoaladecepción.Lachica,sininmutarse,pasódospáginas,retrocedióuna,levantóellimónmecánicamentealadistanciarequeridaparasaborearlo,yluego,muydébilmenteperodemodoinconfundible,bostezó.
—¡Ardita!—dijoenfadadoelhombredelpelogris.
Arditaemitióunruiditoquenosignificabanada.
—¡Ardita!—repitió—.¡Ardita!
Arditalevantólánguidamenteellimónydejóquedospalabrasseleescaparanantesdelamerlo.
—Ay,cállate.
—¡Ardita!
—¿Qué?
—¿Quieresescucharme,otengoquellamarauncriadoparaquetesujetemientrashablocontigo?
Ellimóndescendiólentaydesdeñosamente.
—Dímeloporescrito.
—¿Puedestenerlaamabilidaddecerrareselibroabominableydejareserepugnantelimónunpardeminutos?
—¿Puedesdejarmeenpazunsegundo?
—Ardita,acaboderecibirunallamadadelacosta…
—¿Unallamada?—porprimeravezmostrabaunleveinterés.
—Sí,era…
—¿Quieresdecir—lointerrumpió,sorprendida—quehanllamadodesdelacosta?
—Sí,yprecisamenteahora…
—¿Ylosotrosbarcostambiénhancaptadolallamada?
—No.Esunalíneasubmarina.Hacecincominutos…
—¡Québarbaridad!Lacienciaesoro,oalgoporelestilo,¿no?
—¿Quieresdejarquetermine?
—¡Suéltalo!
—Bien,parece…Hesubidoporque…—hizounapausaytragósalivavariasveces,comounloco—.Ah,sí.Jovencita,elcoronelMorelandhallamadootravezparapreguntarmesieraseguroquetellevaríaacenar.SuhijoTobyhavenidodesdeNuevaYorkparaconocerteyhainvitadoaotrosjóvenes.Porúltimavez,¿quieres…?
—No—cortóArdita—.Noquiero.HevenidoaestamalditatravesíaconlaúnicaideadeiraPalmBeach,ytúlosabes,ymeniegoterminantementeaveraningúnmalditocoronelnianingúnmalditomuchacho,sellameTobyocomosellame,yaponerelpieenalgunaotramalditaciudaddeesteEstadodelocos.Asíque,omellevasaPalmBeach,otecallasytevas.
—Muybien.¡Eselcolmo!Encaprichándotedeesehombre,unhombrefamosoporsusexcesos,unhombrealquetupadrenisiquieralehubierapermitidopronunciartunombre,tehasdejadollevarporlamundaneríademediopelomásqueporlosambientesenlosquecabepresumirquehascrecido.Desdeahora…
—Yalosé—lointerrumpióArditaconironía—.Desdeahoratúseguirástucaminoyyoelmío.Yaheoídoesecuento.Ysabesqueesloquemásmegustaría.
—Deahoraenadelante—anunciósolemnemente—noeresmisobrina.Yo…
—¡Ahhhh!—elgritosurgiódeArditaconlaagoníadeunalmaenpena—.¿Porquénodejasdedarmelalata?¿Porquénotevas?¡Saltaporlabordayahógate!¿Quieresquetetireellibroalacabeza?
—¡Siteatrevesa…!
¡Zas!Larebelióndelosángelessurcólosaires,erróelblancoporunpeloyseestrellóalegrementeencubierta.
Elhombredelpeloblancodioinstintivamenteunpasoatrásyluegodospasosadelanteconcautela.Arditaseirguiósobresumetrosetentadeestaturaylomiródesafiante,echandochispasporsusojosgrises.
—¡Lárgate!
—¿Cómoteatreves?
—¡Porquemedalagana!
—¡Tehasvueltoinsoportable!Tienesuncarácter…
—¡Vosotrosmehabéishechoasí!Ningúnniñotienemalcaráctersinoesporculpadesufamilia.Sisoyasí,esculpavuestra.
Murmurandoalgoentredientes,sutíodiomediavuelta,avanzóunospasosyordenóavocesquesirvieranelalmuerzo.Luegovolvióalatoldilla,dondeArditasehabíasentado
denuevoparaconcentrarseensulimón.
—Voyadesembarcar—dijoeltíolentamente—.Volveréestanoche,alasnueve,yregresaremosaNuevaYork.Tedevolveréatutíaparaquesigastuvidanormal,omásbienanormal.
Callóuninstanteylamiró,yderepentealgoenelpuroinfantilismodesubellezaparecióatravesarsurabiacomosepinchaunneumático,ylodejósindefensa,dubitativo,completamenteatontado.
—Ardita—dijonosinamabilidad—,noestoyloco.Séloquedigo.Conozcoaloshombres,y,chiquilla,loslibertinosrecalcitrantesnosereformanhastaquesecansan,yentoncesyanosonellosmismos,sinounasombradeloquefueron.
Lamirócomosiesperaraunsignodeasentimiento,pero,alnorecibirniunamiradaniunapalabra,prosiguió:
—Puedequeesehombretequiera,esposible.Haqueridoamuchasmujeresyquerráamuchasmás.Hacemenosdeunmes,unmes,Ardita,manteníaunaescandalosarelaciónconesapelirroja,MimiMerril;leprometióqueleibaaregalarlapulseraqueelzardeRusialeregalóasumadre.Yasabes…leeslosperiódicos.
—«Espeluznantesescándalosdeuntíoangustiado»—bostezóArdita—.Hazunapelícula.Depravadohombredemundointentaseduciraunavirtuosachicamoderna.Chicamodernayvirtuosaengatusadacompletamenteporelterriblepasadodeunhombredemundo.CitaenPalmBeach.Eltíoangustiadofrustralosplanes.
—¿Puedesdecirmeporquédemoniosquierescasarteconél?
—Estoyseguradequenosabríadecírtelo—atajóArdita—.Quizáporqueeselúnicohombrequeconozco,buenoomalo,quetieneimaginaciónyelvalordemantenersusconvicciones.Quizáseaparaescapardeesosniñatosidiotasquemalgastansutiempolibreenperseguirmeportodoelpaís.Encuantoalafamosapulserarusa,puedesestartranquilo:melaregalaráamíenPalmBeach,sidemuestrasunpocodeinteligencia.
—¿Ylapelirroja?
—Haceseismesesquenolave—dijoconrabia—.¿Creesquenotengoelorgullosuficientecomoparapreocuparmedeesascosas?¿Notehasdadocuentadequepuedohacerloquemedélaganaconelhombrequemedélagana?
Alzólabarbillaalairecomolaestatuadelalibertadyestropeóunpocolaposecuandovolvióalevantarellimón.
—¿Eslapulserarusaloquetefascina?
—No,sóloestoyintentandodarteeltipodeexplicacionesqueconvienenatuinteligencia.Yquieroquetelargues—dijootravezdemalhumor—.Sabesquenuncacambiodeopinión.Llevasfastidiándometresdíasymevasavolverloca.¡Noquierodesembarcar!¡Noquiero!¿Mehasoído?¡Noquiero!
—Muybien—dijoél—,tampocoirásaPalmBeach.Detodaslaschicasegoístas,mimadas,caprichosas,imposiblesydesagradablesquehe…
¡Paf!Lamitaddellimónledioenelcuello.Almismotiemposeoyóunavoz:
—Lamesaestáservida,señorFarnam.
Muyenfadadoycontantascosasquedecirquenopodíaarticularpalabra,elseñorFarnamfulminóconlamiradaasusobrinay,dandomediavuelta,desapareciórápidamenteporlaescala.
II.
Lascincodelatardecayerondesdeelsolysehundieronsilenciosamenteenelmar.Elcollardoradocrecióhastaserunaislaresplandeciente,yderepenteunacanciónllenóladébilbrisaquehabíaestadojugueteandoconlosbordesdelatoldillaybalanceandounadelaszapatillasazulesquecolgabandelapuntadelospies.Erauncorodehombresencompletaarmoníayperfectamenteacompasadosconelsonidodelosremosquesurcabanlasaguasazules.Arditalevantólacabezayescuchó:
Zanahoriasyguisantes,
judíasenlasrodillas,
cerdosenlosmares,
¡camaradasfelices!
Movedlabrisa,
movedlabrisa,
movedlabrisa
convuestrorugido.
LascejasdeArditasefruncierondeasombro.Sesentóy,muyquieta,escuchóatentamentecuandoelcoroempezólasegundaestrofa.
Cebollasyjudías,
MariscalesyDeanes
GoldbergsyGreens
yCostellos.
Movedlabrisa,
movedlabrisa,
movedlabrisa
convuestrorugido.
Conunaexclamacióntiróellibroencubierta,donderodóysequedóabierto,ycorriendoseasomóporlaborda.Aveintemetrosdedistanciaseacercabaungranbotederemosconsietehombres:seisremabanyuno,depieenlapopa,marcabaelcompásdelacanciónconunabatutadedirectordeorquesta.
Ostrasyrocas,
serrínypuñetazos,
¿quiénpuedehacerrelojes
conviolonchelos?
LosojosdeljefeseclavaronderepenteenArdita,queseinclinabasobrelabordahechizadaporlacuriosidad.Eljefehizounrápidomovimientoconlabatutaylacancióncesóinstantáneamente.Eraelúnicoblancoenlabarca:losseisremeroserannegros.
—¡Ahdelbarco!¡AhdelNarciso!—llamósegúnlasnormas.
—¿Aquésedebetodaestabarahúnda?—preguntóArditaalegremente—.¿Soiselequipoderemodelmanicomiolocal?
Labarcarozabayaelcostadodeyateyunhombretónnegroenlaproaseagarróalaescaladecuerda.Inmediatamente,eljefeabandonósuposiciónenlapopay,antesdequeArditasedieracuentadesusintenciones,habíasubidoporlaescalaysehabíaplantado,jadeante,encubierta.
—¡Perdonaremosalasmujeresyalosniños!—dijoenérgicamente—.¡Ahogadsincontemplacionesalosniñosquellorenyechaddoblescadenasaloshombres!
Hundiendolasmanosenlosbolsillosdesuvestido,Arditalomirabafijamente.Elasombrolahabíadejadosinhabla.
Eraunjovenconungestodedesdénenloslabiosy,enelrostroatezadoyatractivo,losojosazulesyvivosdeunniñosaludable.Teníaelpelonegrocomolapez,mojadoyensortijado:elpelodeunaestatuagriegaquesehubierabronceadoalsol.Teníaunaconstituciónarmoniosa,ibaarmoniosamentevestidoyeragarbosoyágilcomounfutbolista.
—¡Serépasadaporlasarmas!—dijoatónita.
Semirabanfríamente.
—¿Rindeselbarco?
—¿Esungolpedeingenio?—preguntóArdita—.¿Eresidiotaoestáshaciendolaspruebasdeingresoenalgunahermandaddeestudiantes?
—Tehepreguntadosirindeselbarco.
—Creíaquelabebidaestabaprohibidaporlaley—dijoArditacondesdén—.¿Has
estadobebiendoesmaltedeuñas?Serámejorquetelarguesdelyate.
—¿Cómo?—lavozdeljovenmostrabaincredulidad.
—¡Fueradelyate!¡Yamehasoído!
Lamiróuninstantecomosiestuvierameditandoloquehabíadicho.
—No—dijolentamenteconaquellaexpresióndedesdén—;no,nomeirédelyate.Vetetú,siquieres.
Desdelabarandilladiounaordensecaeinmediatamentelatripulacióndelabarcasubióporlaescalerillaysealineófrenteaél;unnegronegrocomoelcarbónycorpulentoenunextremo,yenelotrounmulatominúsculodemetroymediodeestatura.Parecíanllevaruniforme,unaespeciedetrajeazuladornadoconpolvoybarro,hechojirones;llevabanalhombrounapequeñabolsablancaqueparecíapesadaybajoelbrazograndesestuchesnegrosconaspectodecontenerinstrumentosmusicales.
—¡Firmes!—ordenóeljoven,entrechocandosecamentelostalones—.¡Unpasoalfrente,Babe!
Elnegromáspequeñodiounpasoalfrenteysaludó.
—¡Sí,señor!
—Tomaelmando,bajaalacabina,hazprisioneraalatripulaciónyátalosatodosmenosalmaquinista.Tráemelo.Ah,yamontonalasbolsasjuntoalaborda.
—¡Sí,señor!
Babevolvióasaludarydiomediavueltaempujadoporlosotroscincoqueseapiñabanasualrededor.Luego,despuésdeunbrevemurmullodeconsulta,enfilaronruidosamenteelcaminodeloscamarotes.
—Ahora—dijoeljovenalegrementeaArdita,quehabíapresenciadoestaúltimaescenaenunsilenciodesdeñoso—,sijurasportuhonordeflapperochicaalamoda(loqueseguramentenovalemucho)quemantendráscerradaesaboquitadeniñamimadadurantelaspróximascuarentayochohoras,tedejaremosqueremeshastalacostaennuestrobote.
—¿Ysino?
—Sino,tendrásquenavegar.
Conunpequeñosuspiro,comosiacabaradesuperarunmalmomento,eljovenseacomodóenlasillaqueArditaacababadedejarvacíayestirólosbrazosperezosamente.Lascomisurasdesuslabiosseaflojarondemaneravisiblecuandomiróasualrededoryviolaricatoldillaarayas,elbruñidobronceyellujosoequipamientodecubierta.Entoncesvioellibroyellimónexprimido.
—Humm—dijo—,StonewallJacksonaseguraqueelzumodelimónleaclaralasideas.¿Tienestuspreciosasideasclaras?
Arditanosedignócontestar.
—Porquedentrodecincominutostendrásquedecidirsitevasotequedas.
Cogióellibroyloabrióconcuriosidad.
—Larebelióndelosángeles.Suenademaravilla.Francés,¿no?—ahoralamirabaconunnuevointerés—.¿Eresfrancesa?
—No.
—¿Cómotellamas?
—Farnam.
—¿Farnamqué?
—ArditaFarnam.
—Muybien,Ardita,notienesporquéquedarteahídepie,mordiéndoteloscarrillos.Deberíasterminarconesascostumbresnerviosasahoraquetodavíaeresjoven.Venaquíysiéntate.
Arditasacódelbolsillounapitilleradejadetallado,extrajouncigarrilloyloencendióconestudiadafrialdad,aunquesabíaqueletemblabaunpocolamano;luegoseacercóconsusandaresflexibles,contoneándose,ysesentóenlaotratumbonalanzandounabocanadadehumohacialatoldilla.
—Túnopuedesecharmedeesteyate—dijoconserenidad—;ynodebesdesermuyinteligentesipiensasquevasallegarlejosconél.Mitíollevaenviandomensajesradiofónicosdesdelasseisymediaatodoslospuntosdelocéano.
—Hum.
Arditalomirórápidamentealacaraycaptóunsignodeansiedadenlacurvadeloslabios,claramentemáspronunciada.
—Medalomismo—dijo,encogiéndosedehombros—.Elyatenoesmío.Nomeimportahacerunatravesíadedoshoras.InclusopuedoprestarteellibroparaquetengasalgoqueleerenelbarcoquetelleveaSingSing.Serió,desdeñoso.
—Tepodíashaberahorradoelconsejo.Nisiquierasabíaqueexistíaesteyatecuandopreparéesteplan.Sinohubierasidoéste,hubierasidoelsiguientequeencontráramosancladocercadelacosta.
—¿Quiéneres?—preguntóArditaderepente—.¿Aquétededicas?
—¿Hasdecididonodesembarcar?
—Nisiquierasemehaocurrido.
—Senosconocehabitualmente—dijo—,alossiete,comoCurtisCarlyleysusSeisCompadresNegros,hastahacepocoenelWinterGardenyelMidnightFrolic.
—¿Soiscantantes?
—Loéramoshastahoy.Enestemomento,poresasbolsasblancasquevesahí,somosfugitivosdelajusticia,ysilarecompensaqueofrecenpornuestracapturanohaalcanzadoyalosveintemildólaresesqueheperdidolaintuición.
—¿Quéhayenlasbolsas?—preguntóArditaconcuriosidad.
—Bueno,porelmomentodiremosque…arena…,arenadeFlorida.
III.
Diezminutosdespués,traslaconversacióndeCurtisCarlyleconunaterrorizadomaquinista,elyateNarcisonavegabahaciaelsur,enunatardecertropicalybalsámico.Elpequeñomulato,Babe,queparecíagozardelaabsolutaconfianzadeCarlyle,habíatomadoelmando.ElcriadoyelcocinerodelseñorFarnam,losúnicosmiembrosdelatripulaciónque,ademásdelmaquinista,seencontrabanabordo,despuésdehaberopuestoresistenciameditabanahora,bienamarradosensusliteras.TrombónMose,elnegromásgrande,sededicabaconunalatadepinturaaborrardelcascoelnombreNarciso,sustituyéndoloporelnombreHulaHula,ylosdemás,reunidosenlapopa,jugabanalosdadosconuninteréscadavezmayor.
Trasordenarqueprepararanysirvieranlacenaencubiertaalassieteymedia,CarlylesereunióconArditay,repantingándoseenlatumbona,entrecerrólosojosycayóenunestadodeprofundoensimismamiento.
Arditaloobservóconatenciónyloclasificóinmediatamentecomopersonajeromántico.Aparentabaunaimponenteconfianzaensímismo,cimentadasobreunabaseendeble:bajolasuperficiedecadaunadesusdecisiones,Arditadescubríaunavacilaciónqueestabaenacusadocontrasteconelarrogantefruncedesuslabios.
«Noescomoyo»,pensaba.«Hayalgunadiferencia.»
Alserunacompletaegoísta,Arditapensabaconfrecuenciaensímisma;comonadielehabíarecriminadosuegoísmo,loconsiderabaalgocompletamentenatural,quenodisminuíasuindiscutibleencanto.Aunqueteníayadiecinueveaños,dabalaimpresióndeserunaniñaprecozyanimosa,yenelpresenteesplendordesujuventudybellezatodosloshombresymujeresquehabíaconocidonoeransinomaderasaladerivaenlacorrientedesucarácter.Habíaconocidoaotrosegoístas—ydehechoconsiderabaalosegoístasmuchomenosaburridosqueaquienesnoloeran—,perohastaentoncesnohabíahabidoningunoqueconeltiemponohubieracaídorendidoasuspies.
Pero,aunquereconocíaaunegoístaenlatumbonadeallado,nosentíaenlacabezaelacostumbradocierredecompuertasquesignificabazafarranchodecombate;porelcontrario,suinstintoledecíaqueaquelhombreeraabsolutamentevulnerableeinofensivo.SiArditadesafiabalasconvenciones—yúltimamenteéstehabíasidosuprincipalentretenimiento—eraporquedeseabaintensamenteserellamisma,yteníalasensacióndequeaaquelhombre,porelcontrario,sólolepreocupabaeldesafíoconsigomismo.
Estabamuchomásinteresadaporélqueporsupropiasituación,quelaafectabadelamaneraqueafectaaunaniñadediezañoslaperspectivadeiralcine.Teníaunaconfianzaabsolutaensucapacidadparacuidardesímismaencualquiercircunstancia.
Lanochesehizomáscerrada.Unapálidalunanuevasonreíasobreelmarconlosojoshúmedos,y,mientraslacostasedesvanecíaynubesnegrasvolabancomohojarascaenellejanohorizonte,unagranneblinadeluzlunarinundóderepenteelyatey,asupasoveloz,desplegóunaavenidademallafulgurante.Devezencuandobrillabalallamarada
deunfósforocuandounodelosdosencendíauncigarrillo,pero,salvoelruidodefondodelasmáquinasvibrantesyelchapoteoimperturbabledelasolasenlapopa,elyateestabaensilencio,comounbarcoquenavegaraenunsueñoatravésdeloscielos,rumboaunaestrella.Entornoaellosfluíaelolordelmarnocturno,quetraíaconsigounalanguidezinfinita.
Carlylerompióelsilencioporfin.
—Eresunachicaconsuerte—suspiró—;siemprehequeridoserricoparacomprartodaestabelleza.
Arditabostezó.
—Yopreferiríasertú—dijoconfranqueza.
—Tegustaría…undía.Aunqueparecequetienesdemasiadotemperamentoparaserunaflapper,unachicaalamoda.
—Nomegustaquemellamesasí.
—Perdona.
—Encuantoatemperamento—continuódespacio—,eslaúnicacualidadquetengo.Noletemoanada,nienelcielonienlatierra.
—Hum,yosí.
—Paratenermiedo—dijoArdita—,tienesqueseromuygrandeyfuerte,ouncobarde.Yonosoyningunadeesascosas—sedetuvounmomento,ylaimpacienciaseinsinuóeneltonodesuvoz—.Peromegustaríahablardeti.¿Quédiabloshashecho?¿Ycómolohiciste?
—¿Porqué?—preguntócínicamente—.¿Vasaescribirunguióndecinesobremí?
—Adelante—loanimóArdita—.Cuéntamementirasalaluzdelaluna.Invéntateunahistoriafabulosa.
Aparecióunnegro,encendióalgunaslucestenuesbajolatoldillayempezóaponerlamesaparalacena.Y,mientrascenabanpollofrío,ensalada,alcachofasymermeladadefresasdelanutridadespensadelyate,Carlyleempezóahablar,vacilantealprincipio,peroconilusióncuandosediocuentadequeArditaloseguíaconinterés.Arditaapenasprobólacomidamirandoaquellacarajovenymorena,hermosa,irónica,sinafectación.HabíasidounniñopobreenunpueblodeTennessee,lecontó,tanpobrequesufamiliaeralaúnicafamiliablancadesucalle.Norecordabaaningúnniñoblanco,perohabíahabidounapandilladeniñosnegrosqueinevitablementeseguíansuestela,admiradoresapasionadosqueélllevabaaremolqueporlavivezadesuimaginaciónylacantidaddelíosenlosquesiempreestabametiéndolosydelosquesiemprelossacaba.Yparecequeestasamistadesencauzaronporuncaminoinusualunasdotesmusicalesfueradelocomún.
Habíahabidounamujernegra,llamadaBellePopeCalhoun,quetocabaelpianoenlasfiestasdelosniñosblancos,simpáticosniñosblancosquehubieranacuchilladoaCurtisCarlyle.Peroelharapiento«pobretónblanco»solíasentarsejuntoalpianodeBelleunahorayseempeñabaenintroducirunsolodesaxoconunodeesoskazoosconlosquelos
chicostarareanlascanciones.AntesdelostreceañosseganabalavidaextrayendoragtimesdeunastrosoviolínenloscafetuchosdelosalrededoresdeNashville.Ochoañosdespuéslalocuradelragtimeseapoderódelpaís,yCarlylecontratóaseisnegrosparahacerunagiraporsalasdefiestas.Cincodeaquellosnegroseranchicosconlosquehabíacrecido;elsextoeraelpequeñomulato,BabeDivine,quetrabajabaenlosmuellesdeNuevaYork,ymuchotiempoanteshabíasidobraceroenunaplantacióndelasBermudas,hastaqueclavóuncuchillodeveintecentímetrosenlaespaldadesuamo.Casiantesdedarsecuentadesubuenasuerte,CarlyleestabaenBroadwayconcontratosdetodasclasesymásdinerodelquehabíasoñadonunca.
Yentoncesseempezóaoperaruncambioradicalensuactitud,uncambiomásbiencurioso,amargo.Fuecuandosediocuentadequeestabadilapidandolosmejoresañosdesuvidafarfullandoenlosescenariosconunpuñadodenegros.Suespectáculoerabuenodentrodelgénero—trestrombones,tressaxofonesylaflautadeCarlyle—,ysupropioypeculiarsentidodelritmomarcabaladiferencia;peroempezóavolverseextremadamentesusceptiblerespectoasutrabajo,empezóaaborrecerlaideadetenerqueaparecerenelescenarioyatemerlocadadíamás.
Estabanganandodinero—ycadacontratoquefirmabaeramásalto—,pero,cuandolesdijoalosempresariosquequeríasepararsedelsextetoycontinuarsucarreracomopianista,serieronensucarayledijeronqueestabaloco:aquellosupondríaunsuicidioartístico.Algúntiempodespuéssereiríadeaquellaexpresión:suicidioartístico.Todoslosempresarioslausaban.
Tocaronunascuantasvecesenbailes,atresmildólareslanoche,yparecíacomosienaquellasactuacionescristalizaratodasuaversiónporaquelmododevida.Tocabanenclubesycasasenlosquenolohubierandejadoentrardedía.Despuésdetodo,sólorepresentabaelpapeldeleternomonodelafiesta,unaespeciedecabareterosublimado.Loponíaenfermoelolordelosteatros,eloloracoloreteylápizdelabios,elchismorreodelúscamerinosyelaplausocondescendientedelospalcos.Yanoteníafeenloqueestabahaciendo.Laideadeunalentaaproximaciónallujodelociolovolvíaloco.Seibaacercandoaeso,desdeluego,pero,comounniño,secomíaelheladotandespacioquenopodíacogerleelgusto.
Queríatenermontonesdedineroymuchotiempolibre,laoportunidaddeleerydivertirse,yvivircomoloshombresymujeresquelorodeaban,esosque,sihubieranpensadoenél,lohubieranconsideradodespreciable;enunapalabra,deseabatodasaquellascosasquehabíaempezadoaagruparbajoelgenéricorótulodearistocracia,unaaristocraciaque,segúnparecía,nopodíacomprarsecondinero,anoserquefueracondineroganadocomoélloganaba.Teníaentoncesveinticincoaños,ynoteníafamilia,niestudios,niposibilidaddeabrirsecaminoenelmundodelosnegocios.Empezóainvertirenespeculacionesdisparatadas,yentressemanashabíaperdidotodoeldineroquehabíaahorrado.
Entoncesestallólaguerra.SefueaPlattsburg,peroinclusohastaallílopersiguiósuprofesión.Untenientecoronellollamóasudespachoyledijoquepodríaservirmejorasupaíscomodirectordeunaorquestadebaile.Asíquesepasólaguerraentreteniendoacelebridadestraslalíneadecombateconunaorquestadelcuartelgeneral.Noeratanmalo,perocuandolainfanteríavolvíasinfuerzasdelastrincheras,queríaserunode
aquellossoldados.Elsudoryelbarroquelosenvolvíaparecíanunodeaquellosinefablessímbolosdearistocraciaquesiempreestabanescapándosele.
—Perofueronlosbailesencasasparticulareslosqueloconsiguieron.Cuandovolvídelaguerra,otravezempezólarutinadesiempre.TeníamosunaofertadeunacadenadehotelesenFlorida.Sóloeracuestióndetiempo.
SeinterrumpióyArditalomiróexpectante,peroentonceshizoungestodenegaciónconlacabeza.
—No—dijo—,novoyaseguircontándotelo.Meloestoypasandodemasiadobien,ytemoperderunpocodeestaalegríasilacompartoconalguienmás.Quieroconservarestosinstantesheroicos,emocionantes,enquehellegadoaestarporencimadetodosellos,yleshehechosaberqueeramásqueunmalditopayasoquegraznabaybailaba.
Desdeproalesllegódeprontoelrunruneodeuncanto.Losnegrossehabíanagrupadoencubiertaysusvocesseelevabanalunísonoenunamelodíaembrujadaqueascendíahacialaluna,armónicayconmovedora.YArditaescuchaba,comobajoelinflujodeunencantamiento.
AlSur…
alSur.
MamimequierellevaralSur,porlaVíaLáctea.
AlSur…
alSur.
Papidice:mañana;
peromamidice:hoy.
Sí,mamidice:hoy.
Carlylesuspiró,yduranteunmomentosequedóensilencio,mirandolamultituddeestrellasquetitilabancomoarcosvoltaicosenelcielotemplado.Elcantodelosnegrossehabíaapagadohastaserunquejumbrosotarareoyparecíacomosiminutoaminutoelfulgoryelsilencioinmensofueranaumentando,hastaquecasillegóaoírcómosearreglabanamedianochelassirenas,cuandosepeinanloschorreantescabellosdeplataalaluzdelalunaycuchicheansobrelosrestosdelosnaufragiosquehabitanenlasverdesyopalescentesavenidasdelasprofundidades.
—Sí—dijoCarlyleenunsusurro—,éstaeslabellezaquedeseo.Labellezadebeserasombrosa,sorprendente.Debearderdentrodeticomounsueño,comolosojospreciososdeunachica.
SevolvióhaciaArdita,quecallaba.
—Loentiendes,¿verdad,Ardita?¿Verdad,Ardita?
Nolecontestó.Sehabíaquedadodormida.
IV.
Enlatardeespesaeinundadadesoldeldíasiguiente,unalejanamanchaenelmarfueconvirtiéndoseenunisloteverdeygris,aparentementeformadoporungranacantiladodegranitoensuextremonorte,quedeclinabahaciaelsuratravésdepocomásdeunkilómetrodevividobosquecilloypradohastaunaplayaarenosaqueseperdíaperezosamenteentrelasolas.CuandoArdita,queleíaensutumbonapreferida,llegóalaúltimapáginadeLarebelióndelosángeles,cerróellibroruidosamente,alzólavistayvioelpaisaje,lanzóungritodeplaceryllamóaCarlyle,queestabaapoyadomelancólicamenteenlabaranda.
—¿Esahí?¿Esahíadondevamos?
Carlyleseencogiódehombrosconindiferencia.
—Mecogesenblanco—dijo,yalzandolavozllamóalcapitánenfunciones—:Eh,Babe,¿esésatuisla?
Laminúsculacabezadelmulatoaparecióencubierta.
—Sí,señor;ésaes.
CarlyleseacercóaArdita.
—Pareceunabuenaplaya,¿no?
—Sí—asintióella—;peronoparecelobastantegrandeparaserunbuenescondite.
—¿Siguesconfiandoenesosmensajesporradioquetutíosededicóamandar?
—No—dijoArditaconfranqueza—.Estoydetuparte.Megustaríamuchovercómoteescapas.
Carlyleseechóareír.
—TúeresnuestraSeñoradelaSuerte.Metemoque,porelmomento,tendrásquequedarteconnosotros,asíqueserásnuestramascota.
—Noteatreveríasapedirmequevolvieraanado—dijoArditaconfrialdad—.Silohicieras,empezaríaaescribirnovelasbaratasbasadasenlainterminablehistoriadetuvidaquemecontasteanoche.
Carlylesesonrojó:sehabíapuestoserio.
—Sientomuchoqueteaburrieras.
—No,nomeaburrí…Hastaque,alfinal,empezasteacontarmelarabiaquetedabanopoderbailarconlasseñorasparalasquetocabas.
Selevantó,enfadado.
—Menudalengüecita.
—Perdona—dijo,muertaderisa—,peronoestoyacostumbradaaqueloshombresmeentretengancontándomelasambicionesdesuvida:especialmentesiesunavidatanmortalmenteplatónica.
—¿Porqué?¿Quétecuentanloshombres?
—Ah,mehablandemí—bostezó—.Medicenquesoylaquintaesenciadelajuventudylabelleza.
—¿Ytúquélesdices?
—Lesdoylarazón.
—¿Todosloshombresquehasconocidosetehandeclarado?
Arditaasintió.
—¿Yporquénoibanadeclararse?Todalavidaconsisteenacercarseyalejarsedeunasolafrase:Tequiero.
Carlyleseechóareírysesentó.
—Esverdad.Noestámal,no.¿Setehaocurridoati?
—Sí…Oalomejorloleíenalgúnsitio.Nosignificanadaenespecial.Sóloesunafraseinteligente.
—Eseltipodecomentario—dijomuyserio—propiodetuclase.
—Ah—lointerrumpió,impaciente—,noempiecesotravezconesaperoratasobrelaaristocracia.Nomefíodelagentequepuedeserprofundaaestahoradelamañana.Esunavariedadbenignadelalocura,unaespeciederesaca.Lamañanaesparadormir,nadarynopreocuparsedenada.
Diezminutosmástardehabíancambiadoderumbo,trazandounampliocírculo,comosiseacercaranalaislaporelnorte.
«Aquíhaygatoencerrado»,observóArdita,pensativamente;«nopuedepretenderfondearalpiedelacantilado».
Ahorasedirigíandirectamentealasrocas,quedebíandealcanzarmásdetreintametrosdealtura,y,hastaquenoestuvieronaunoscincuentametros,Arditanodescubrióellugarhaciadondesedirigían.Entoncesaplaudió,alegre.Habíaunaaberturaenelacantiladocompletamenteocultaporunextrañoplieguedelaroca,yatravésdeestaaberturapenetróelyate,ymuylentamenteatravesóunestrechocanaldeaguascritalinasentrealtasparedesgrises.Yluegoecharonelanclaenunmundodiminutodeoroyvegetación,unabahíadorada,lisacomocristalyrodeadadepalmerasenanas.Parecíaunodeesosmundosquelosniñosconstruyenconmontonesdearena,espejosquesonlagosyramitasquesonárboles.
—¡Noestámal,malditasea!—exclamóCarlyle,entusiasmado—.CreoqueesenegrosabepordóndeseandaenestazonadelAtlántico.
Sueuforiaeracontagiosa,yArditatambiénestabaexultante.
—¡Esunesconditeabsolutamenteseguro!
—¡Sí,porDios!Esunaisladelasquesalenenloscuentos.
Echaronelboteallagodoradoyremaronhastalacosta.
—Adelante—dijoCarlylecuandodesembarcaronenlaarenablanda—,vamosaexplorar.
Lafranjadepalmerasestabarodeadaporunkilómetroymediodeterritorioplanoyarenoso.Lasiguieronhaciaelsury,dejandoatrásunazonadevegetacióntropical,llegaronaunaplayavirgen,grisperla,dondeArditasequitólaszapatillasdegolfmarrones—parecíahaberabandonadoloscalcetinesparasiempre—ysemojólospies.Luegovolvieronpaseandohastaelyate,dondeelinfatigableBabeyalesteníapreparadalacomida.Habíaapostadounvigíaenloaltodelacantilado,haciaelnorte,paraqueotearaelmarentodaslasdirecciones,aunquedudabaquelaentradaatravésdelacantiladofueraconocida:nuncahabíavistounmapaenelquelaislaestuvieraseñalada.
—¿Cómosellama?—preguntóArdita—.Laisla,¿cómosellama?
—Notienenombre—mascullóBabeconunarisilla—.Alomejorsellamasimplementeisla,¿no?
Alacaídadelatardesesentaronenlapartemásaltadelacantilado,conlaespaldaapoyadaengrandespeñascos,yCarlyleresumiósusconfusosplanes.Estabasegurodequeenaquellosinstantesloestabanbuscando.Elproductototaldelgolpequehabíadado,ysobreelquesenegabaainformaraArdita,loestimabaenalgomenosdeunmillóndedólares.Pensabaquedarseenlaislavariassemanasydespuéspartirhaciaelsur,evitandolasrutashabituales,bordeandoelcabodeHornos,rumboalCallao,enPerú.LosdetallesdelaprovisionamientodevíveresycombustiblequedabanenteramenteenmanosdeBabe,que,segúnparecía,habíanavegadoporaquellosmaresdesempeñandolosmásdiversosmenesteres,desdegrumeteenunbarcocafeterohastaprimeroficialsinserlodeunbarcopiratabrasileño,acuyocapitánhabíanahorcadohacíamuchotiempo.
—SiBabehubierasidoblanco,seríahacemuchoreydelsurdeAmérica—dijoCarlylecategóricamente—.Enloqueserefiereainteligencia,asuladoBookerT.Washingtonesunimbécil.Poseelaastuciadetodaslasrazasynacionalidadesdelasquellevasangreenlasvenas,y,oyosoyunembustero,olleganamediadocena.Meadoraporquesoyelúnicoquetocaelragtimemejorqueél.NossentábamosjuntosenladársenadelpuertodeNuevaYork,élconunfagotyyoconunoboe,ymezclábamosentonomenormilenariasmelodíasafricanashastaquelasratasescalabanlospostesysereuníananuestroalrededorgimiendoychillandocomoperrosfrenteaungramófono.
Arditarugió.
—¿Cómopuedescontaresascosas?
Carlylesonrió.
—Tejuroque…
—¿QuévasahacercuandolleguesalCallao?—lointerrumpió.
—MeembarcarérumboalaIndia.Quieroserunraja.Lodigoenserio.MiplanesllegaraAfganistán,comprarunpalacioyunareputación,ydentrodecincoañosapareceren
Inglaterraconacentoextranjeroyunmisteriosopasado.PeroprimeroiréalaIndia.Yasabesloquedicen:quetodoelorodelmundovaapararpocoapocoalaIndia.Esunahistoriafascinante.Yquierotenertiempoparaleer,mucho,mucho.
—¿Ydespués?
—Después—respondió,desafiante—vienelaaristocracia.Ríetesiquieres,pero,porlomenos,tendrásqueadmitirqueséloquequiero,asíque,meimagino,yasémásquetú.
—Alcontrario—locontradijoArdita,mientrasbuscabaenelbolsillolapitillera—.Cuandonosconocimos,teníaabsolutamenteescandalizadosamisamigosyparientesporquesabíamuybienloquequería.
—¿Quéera?
—Unhombre.
Carlylesesobresaltó.
—¿Esquetienesnovio?
—Enciertomodo.Sinohubierassubidoabordo,mehabríaescapadoayerporlatarde…,parecequehapasadotantotiempo…,ymehabríaencontradoconélenPalmBeach.MeestáesperandoconunapulseraquepertenecióaCatalinadeRusia.Ynovayasahoraarefunfuñarcualquiercosasobrelaaristocracia—añadiórápidamente—.Simplementemegustabaporqueteníaimaginaciónyuncorajetotalparamantenersusconvicciones.
—Perotufamilianoestádeacuerdo,¿no?
—Mifamiliasonuntíotontoyunatíaaúnmástonta.ParecequetuvounlíoescandalosoconunapelirrojaquesellamaMiminoséqué.Peromehadichoquehanexageradoespantosamenteelasunto,yamíloshombresnomemienten:y,además,nomeimportaríaquefueraverdad.Loúnicoquecuentaeselfuturo.Ydelfuturomeencargoyo.Cuandounhombreseenamorademí,seolvidadeotrosentretenimientos.Ledijequelasoltara,comosifueraunapatatacaliente,ylohizo.
—Estoyunpococeloso—dijoCarlyle,frunciendoelceño,yseechóareír—.CreoquetequedarásconnosotroshastaquelleguemosaCallao.EntoncestedaréeldineronecesarioparaquevuelvasaEstadosUnidos.Asítendrástiempoparapensarteunpocomáslodeesehombre.
—¡Nomehablesasí!—seenfurecióArdita—.¡Noletoleroanadiequesepongapaternalista!¿Entendido?
Seleescapóunarisilla,perosecontuvo,avergonzado:lacortanteirritacióndeArditaparecíahaberlecaídocomounjarrodeaguafría.
—Losiento—dijo,indeciso.
—¡Nopidasperdón!Nosoportoaloshombresquepidenperdónconesetonovirilyreservado.¡Cállatedeunavez!
Seprodujouninstantedesilencio,unsilencioqueaCarlyleleresultóbastanteviolento,peroqueArditaparecíanoadvertirmientrasdisfrutabaalegrementedesucigarrilloymirabaelmarresplandeciente.Yentoncesavanzóagatasporlaroca,setendióy,conla
caraenelfilo,seasomóalfondodelacantilado.Carlyle,observándola,pensóqueparecíaimposiblequeArditaadoptaraunaposturaquenofueraairosa.
—¡Mira!—gritó—.¡Hayarrecifes!¡Grandes!¡Detodoslostamaños!
Carlyleseacercó,yjuntosseasomaronalavertiginosaaltura.—¡Podemosiranadarestanoche!—dijoArdita,entusiasmada—.¡Alaluzdelaluna!
—¿Noprefieresiralaotraplaya?
—No,no.Megustabucear.Puedesusarelbañadordemitío,aunquetesentarácomounsaco,porquemitíoesunhombremuygordo.Mibañadorestodounacontecimiento,tieneconmocionadosalosnativosdelacostadelAtlánticodesdeBiddefordPoolhastaSanAgustín.
—Imaginoquenadaráscomountiburón.—Sí,soyunamaravilla.Yestoyestupenda.UnescultordeRyemedijoelveranopasadoquemispantorrillasvalíanquinientosdólares.
Nohabíanadaquealegar,asíqueCarlyleguardósilencioysólosepermitióunadiscretasonrisainterior.
V.
Cuandolanocheseinsinuabaazulyplata,seabrieronpasoporelespejeantecanalenelbote,ataronelboteaunarocaycomenzaronaescalarelacantilado.Elprimersalienteestabaaunostresmetrosdealtura,eraanchoyservíadetrampolínnatural.Yallí,alabrillanteluzdelaluna,sesentaronamirarelmovimientoincesanteysuavedelasolascasiinmóvilesenlamareabaja.
—¿Eresfeliz?—preguntóCarlylederepente.
Arditaasintió.
—Siempresoyfelizjuntoalmar.¿Sabes?—continuó—,heestadopensandotodoeldíaquesomosunpocodiferentes.Losdossomosrebeldes,peropordiferentesrazones.Hacedosaños,cuandoyoteníadieciochoytú…
—Veinticinco.
—Sí…Hacedosañoslosdoséramosdostriunfadoresconvencionales.Yoeraunachicaabsolutamenteirresistiblequeacababadepresentarseensociedadytúerasunmúsicodeéxitoalserviciodelejército…
—CaballeropordecisióndelCongreso—añadióconironía.
—Bueno,encualquiercaso,losdosencajábamos.Sinuestrospolosnoestabandesgastadosporeluso,almenosseatraían.Pero,muydentrodenosotros,habíaalgoquenosobligabaapedirmásfelicidad.Yonosabíaloquequería.Ibadehombreenhombre,incansable,impaciente,ypasabanlosmesesycadadíamesentíamenosconformeymásinsatisfecha.Mepasabalashorasmordiéndomeloscarrillos:creíaquemeestabavolviendoloca.Teníaunaespantosasensacióndequeeltiemposemeescapaba.Queríalascosasya,almomento,lomásrápidoposible.Yoera…preciosa.Losoy,¿no?
—Sí—asintióCarlyle,sinmuchaseguridad.
Arditaselevantóderepente.
—Esperaunsegundo.Quieroprobarelagua:parecequeestáestupenda.
Caminóhastaelfilodelsalienteysaltóalmar,doblándoseenelaireparaenderezarseluegoypenetrarenelaguacomolahojadeuncuchilloenunperfectosaltodecarpa.
YunminutodespuésCarlyleoíasuvoz.
—¿Sabes?Mepasabalosdíasleyendo,ylasnoches,casi.Empezóamolestarmelavidaensociedad.
—Sube—lainterrumpió—.¿Quéhacesahí?
—Estoyhaciendoelmuerto.Tardounminuto.Tevoyadecirunacosa.Loúnicoquemedivertíaeraescandalizaralagente:ponermeeltrajemásimposibleyeleganteparaunafiestadedisfraces,salirconloshombresmásatrevidosdeNuevaYorkymetermeenloslíosmásterriblesquetepuedasimaginar.
Elchapoteosemezclabaconsuspalabras,yluegoCarlyleoyósurespiraciónagitadamientrasescalabalaroca.
—¡Tírate!—gritó.
Selevantóysaltó,obediente.Cuandovolvióalasuperficie,chorreando,yempezóasubir,descubrióqueArditanoestabayaenelsaliente,pero,despuésdeuninstantedepreocupación,oyósurisaluminosaenotraroca,tresmetrosmásarriba.Sereunióconellaysesentaronjuntos,conlosbrazosalrededordelasrodillas,jadeandounpocodespuésdelaescalada.
—Mifamiliaestabacomoloca—dijodepronto—.Intentaroncasarme.Y,cuandoempezabaapensarquelavidanovalíalapena,descubríalgo—elevólosojosalcielojubilosamente—:¡Descubríalgo!
CarlyleesperóylaspalabrasdeArditacayeroncomountorrente.
—Coraje:esoes;corajecomoregladevida,algoaloquehayquemantenersefielsiempre.Empecéaconstruirestaenormefeenmímisma.Empecéadarmecuentadeque,entodosmisídolosdelpasado,loqueinconscientementemehabíaatraídoeraalgunapruebadecoraje.Empecéasepararelcorajedelasotrascosasdelavida.Todoslostiposdecoraje:elboxeadorgolpeado,ensangrentado,queselevantaparaseguirrecibiendogolpes…Solíapedirlesaloshombresquemellevaranalboxeo;lamujerendesgraciaquesepaseaentreunacarnadadegatosylosmiracomosifueranelbarroquepisa;disfrutardeloquesiempretehagustado;eldesprecioabsolutodelasopinionesajenas:vivircomoquieroymoriramimanera…¿Hastraídotabaco?
Lediouncigarrilloyencendióunfósforosindecirunapalabra.—Peroloshombres—continuóArdita—seguíanpersiguiéndome,viejosyjóvenes,ylamayoríaeranmenosinteligentesymenosfuertesqueyo,ytodossevolvíanlocosporconquistarme,porrobarmelafamadeorgulloimponentequemehabíalabrado.¿Meentiendes?
—Másomenos.¿Nuncatehanhechodañonihastenidoquepedirperdón?
—¡Nunca!
Seacercóalbordedelaroca,extendiólosbrazosy,duranteuninstante,parecióuncrucificadocontraelcielo;luego,describiendounainesperadaparábola,sehundiósinsalpicarentredosondasplateadassietemetrosmásabajo.
CarlylevolvióaoírlavozdeArdita.
—Ycorajesignificasumergirmeenesanieblagrisysuciaquecubrelavida,desdeñandonosóloalagenteyalascircunstancias,sinotambiénaladesolacióndevivir:unaespeciedeinsistenciaenelvalordelavidayenelpreciodelascosastransitorias.
Otravezescalabalasrocas,y,mientraspronuciabalaúltimafrase,sucabezaaparecióalaalturadeCarlyle,elpelorubioymojado,perfectamenteliso,haciaatrás.
—Todoesoestámuybien—objetóCarlyle—.Lepuedesllamarcoraje,perotucorajesóloesorgullodefamilia.Tehaneducadoparaquetengasesaactituddesafiante.Enmividagrisinclusoelcorajeesunadelascosasquesongrisesysinfuerza.
Arditasehabíasentadomuycercadelborde,conlosbrazosalrededordelasrodillas,ymirabaensimismadalalunablanca;Carlyleestabadetrás,lejos,cobijadocomoundiosridículoenunnichoderocas.
—NoquieroparecertePollyanna—empezó—,perotodavíanomehasentendido.Micorajeesfe,feenmiinagotablecapacidaddeadaptación:feenquelaalegríavolverá,ylaesperanzaylaespontaneidad.Ycreoque,mientrasmedure,tengoquemantenerlabocacerradaylacabezabienaltaylosojosbienabiertos,ylassonrisastontassobran.Sí,tambiénhebajadoalinfiernosinunalágrimamuchasveces.Yelinfiernodelasmujeresesmuchomásterriblequeeldeloshombres.
—¿Ysitodoseacaba—sugirióCarlyle—antesdequevuelvanlaalegría,laesperanzaylaespontaneidad?
Arditaselevantóyescalóconalgunadificultadlaroca,hastaalcanzarotrosaliente,tresocuatrometrosmásarriba.
—Puesentonces—exclamó—habréganado.
Carlyleseasomóalaroca,hastaquepudoveraArdita.
—¡Nosaltesdesdeahí!Tevasamatar—seapresuróadecir.
Arditaserió.
—¡Yo,no!
Abriólosbrazosconlentitud,ysequedóquieta:parecíauncisne,ysujuventudperfectairradiabaunorgulloqueencendióuncálidoresplandorenelcorazóndeCarlyle.
—Atravesaremoselairetenebrosoconlosbrazosabiertos—gritó—ylospiesextendidoscomocolasdedelfines,ycreeremosquenuncallegaremosalaguahastaquederepentenosrodeelatibiezaylasolasnosbesenyacaricien.
Entoncessaltó,yCarlyle,enunactoreflejo,contuvolarespiración.Nosehabíadadocuentadequeeraunsaltodemásdequincemetros.PareciótranscurrirunaeternidadantesdequeoyeraelruidobreveybruscoqueseprodujocuandoArditallegóalagua.
Yconunalegresuspirodealiviocuandosurisaluminosayhúmedallegóporelacantiladoasusoídosangustiados,sediocuentadequelaquería.
VI.
Eltiempo,perdidoelejesobreelquegirarutinariamente,derramósobreellostresdíasdeatardeceres.CuandoelsoliluminabalaportilladelcamarotedeArdita,unahoradespuésdelalba,selevantabafeliz,seponíaelbañadorysubíaacubierta.Losnegrosdejabaneltrabajocuandolaveíany,riendoentredientesymurmurando,seapelotonabanenlabarandamientrasArditanadabaybuceabaenelaguaclaracomounágilpececillodeestanque.Yporlatarde,cuandorefrescara,volveríaanadar,atumbarseyafumarconCarlyleenelacantilado;osetumbaríanenlaarenadelaplayadelsur,casisinhablar,mirandosólocómoeldía,multicolorytrágico,sedisolvíaenlainfinitalanguidezdeunanochetropical.
Y,amedidaquepasabanlaslargashorasdesol,Arditadejópocoapocodeconcebirlascomounepisodioaccidental,atolondrado,unbrotedeamorenundesiertoderealidad.Ledabamiedoelinstanteenquereemprendierancaminohaciaelsur;ledabanmiedotodaslasposibilidadesqueteníaantesí;pensareraunamolestiaytomardecisionesresultabaodioso.Sirezarhubieraocupadoalgúnespacioenlosritualespaganosdesualma,sólolehubierapedidoalavidaqueladejarantranquilauntiempo,entregadaperezosamentealasingenuaseingeniosasocurrenciasdeCarlyle,alavivezadesuimaginaciónadolescente,yalavetademonomaníaqueparecíarecorrertodosucarácterydarcoloracadaunodesusactos.
Peroéstanoeslahistoriadeunaparejaenunaisla,nitienecomotemaprincipalelamorquenacedelasoledad.Sóloeslapresentacióndedostemperamentos,ysuidílicalocalizaciónentrelaspalmerasdelaCorrientedelGolfoespuramenteaccidental.Casitodosnoscontentamosconexistiryreproducirnos,ylucharporelderechoahacerambascosas,perolaideaesencial,elintentocondenadoalfracasodecontrolarelpropiodestino,estáreservadaaunospocosafortunadosodesgraciados.LoquemásmeinteresadeArditaeselcoraje,elcorajequeseempañaráalaparquesujuventudysubelleza.
—Llévamecontigo—dijounanoche,echadosperezosamenteenlahierbabajolaspalmerasabiertascomoabanicososcuros.Losnegroshabíandesembarcadosusinstrumentos,ylamúsicadelragtimesepropagabasuavementeconlabrisatempladadelanoche—.Megustaríavolveraaparecerdentrodediezañostransformadaenunafabulosayriquísimaprincesaindia.
Carlyleseapresuróacontestar.
—Yasabesquepuedes.
Ellaserió.
—¿Esunaproposicióndematrimonio?¡Ediciónespecial!ArditaFarnamsecasaconunpirata.Chicadelaaltasociedadraptadaporunjazzistaatracadordebancos.
—Nofueunbanco.
—¿Quéfue?¿Porquénomelocuentas?
—Noquierodesilusionarte.
—Queridoamigo,yonomehagoningunailusióncontigo.
—Merefieroalasilusionesquetehacessobretimisma.
Lomirósorprendida.
—¡Sobremí!¿Quédiablostengoyoquevercontuscrímenes?
—Esohabríaqueverlo.Arditaseleacercóyleacariciólamano.—QueridoseñorCurtisCarlyle—murmuró—,¿estásenamoradodemí?
—Comosiesoteimportara.
—Claroquemeimporta:creoquemeheenamoradodeti.Lamiróconironía.
—Asílacuentatotaldeeneroasciendeamediadocena—sugirió—.¿TeimaginasquemetomaraenserioelfarolytepidieraquetevinierasconmigoalaIndia?—¿Ysimefuera?Carlyleseencogiódehombros.—NoscasaríamosenCallao.
—¿Quévidapuedesofrecerme?Noquieromolestarte,perotelopreguntoenserio:¿Quéserádemísitecogeesagentequequierelarecompensadeveintemildólares?—Creíaquenoteníasmiedo.
—Nuncatengomiedo.Peronovoyaarruinarmividasólopordemostrarleaunhombrequenotengomiedo.
—Ojaláhubierassidopobre:sólounachicapobrequesueñasentadaenunacercaenunacalurosatierradevacas.—¿Tehubieragustado?
—Hesidofelizasombrándote,viendocómoseteabríanlosojosantelascosas.¡Sipudierasdesearlascosas!¿Tedascuenta?
—Sí,teendiendo.Comolaschicasquemiranembobadaslosescaparatesdelasjoyerías.
—Sí…Yquierenelrelojovaladodeplatinoribeteadodediamantes.Entoncestúdecidiríasqueesdemasiadocaroyelegiríasunodeoroblancoquevaleciendólares.Yyodiría:¿Caro?Nomeloparece,Yentraríamosenlajoyería,einmediatamenteelrelojdeplatinoestaríabrillandoentumuñeca.
—Suenamuyagradableymuyvulgar,ydivertido,¿no?,murmuróArdita.
—¿Aquesí?¿Nosimaginasviajandoporelmundo,gastandodineroamanosllenas,veneradosporporterosycamareros?Ah,bienaventuradosseanlosricospuros,porqueellosposeeránlatierra.
—Sinceramente:megustaríaquelascosasfueranasí.
—Tequiero,Ardita—dijoCarlyleconternura.
LacaradeArditaperdiósuexpresióninfantiluninstanteysepusoextraordinariamenteseria.
—Megustaestarcontigo—dijo—,másqueconningúnotrohombredelosqueheconocido.Ymegustacómomemirasytupelonegro,ycómoteasomasporlaborda
cuandovamosalaplaya.Laverdades,CurtisCarlyle,quemegustatodoloquehacescuandotecomportasconabsolutanaturalidad.Creoquetienestemperamento,yyaconocesmisideassobreelasunto.Algunasveces,cuandotetengocerca,medanganasdebesartedeprontoydecirtequesóloeresunchicoidealistaconunmontóndetonteríasinocentesenlacabeza.Alomejor,siyofueraunpocomayoryestuvieramásaburrida,meiríacontigo.Talcomosonlascosas,creoquevolveréymecasaré…conelotro.
Enellagoplateadolassiluetasdelosnegrosseretorcíanycontorsionabanalaluzdelaluna,comoacróbatasque,despuésdepasarunlargoperiododeinactividad,necesitaranderrocharensusvolatineríasunexcesodeenergías.Avanzabanenfilaindia,encírculosconcéntricos,echandolacabezahaciaatrásoinclinándosesobresusinstrumentoscomofaunossobresuscaramillos.Ydeltrombónyelsaxofónsederramabasincesarunamelodíaarmoniosa,aratosalegreydesenfrenada,yaratoslastimerayobsesionantecomounadanzadelamuerteenelcorazóndelCongo.
—¡Bailemos!—gritóArdita—.Nomepuedoestarquietamientrassuenaestejazztanestupendo.
Lacogiódelamanoylallevóhastaunaampliaextensióndearenaendurecidaquelalunainundabadeesplendor.Flotabancomomariposasquesedejaranllevarporlaintensanubedeluz,y,mientraslasinfoníafantásticagemíayascendíaysedebilitabaydesaparecía,Arditaperdióelpocosentidodelarealidadquelequedabayabandonosuimaginaciónalperfumedeensueñodelasflorestropicalesyalosaéreoseinfinitosespaciosestrellados,yteníalaimpresióndequesiabríalosojosseencontraríabailandoconunfantasmaenunpaíscreadoporsufantasía.
—Estoesloqueyollamaríaunafiestaselectayprivada—murmuróCarlyle.
—Creoquemehevueltoloca…deliciosamenteloca.
—Noshanhechizado.Lassombrasdeinnumerablesgeneracionesdecaníbalesnosvigilandesdelacimadeeseacantilado.
—Yapuestoloquequierasaquelascaníbalesestándiciendoquebailamosdemasiadopegados,yqueesunavergüenzaquenomehayapuestoelanilloenlanariz.
Sereíansuavemente,ydeprontolasrisasseapagaronporque,enlaotraorilladellago,habíancalladolostrombonesenmitaddeuncompás,ylossaxofonesemitíanungemidoasustadoydejabanpocoapocodeoírse.
—¿Quépasa?—gritóCarlyle.
Despuésdeuninstantedesilenciodistinguieronlasiluetaoscuradeunhombrequerodeabaellagocorriendo.Cuandoestuvomáscerca,vieronqueeraBabeenunestadodenerviosismoinsólito.Seacercóylescontólasnuevasnoticias,sofocado,comiéndoselaspalabras.
—Unbarco,unbarcoamenosdeunkilómetro,señor.Diosbendito,nosvigilayhaechadoelancla.
—¿Unbarco?¿Quétipodebarco?—preguntóCarlyleangustiado.
Suvozdenotabainquietud,yaArditaseleencogióelcorazónderepentecuandoleviola
caradesencajada.
—Nolosé,señor.
—¿Hanmandadounbote?
—No,señor.
—Vamos—dijoCarlyle.
Subieronlacolinaensilencio,lamanodeArditaaúnenladeCarlyle,comocuandodejarondebailar.Sentíacómoélcerrabalamanodevezencuando,nervioso,comosinofueraconscientedelcontacto,pero,aunquelehacíadaño,nointentósoltarse.Pareciótranscurrirunahoraantesdequealcanzaranlacimayreptaransigilosamentehastaelbordedelacantilado.Trasunabreveojeada,Carlylesofocóungritoinvoluntario.Setratabadeunguardacostasconcañonesdeseispulgadascolocadosdepopaaproa.
—¡Noshandescubierto!—dijoconunsuspiro—.¡Noshandescubierto!Handebidoencontrarnuestrorastroenalgúnsitio.
—¿Estássegurodequehandescubiertoelcanal?Quizásóloesperanparaecharunvistazoalaislaporlamañana.Desdedondeestánnopuedenverlaaberturaenelacantilado.
—Puedenverloconlosprismáticos—dijo,sinesperanza.Miroelreloj—.Yacasisonlasdos.Nopodránhacernadahastaqueamanezca,esoestáclaro.Ysiempreexistelaremotaposibilidaddequesóloesténesperandoaotrobarco,ocombustible.
—Creoquenosotrospodemostambiénquedarnosaquí.
Lashoraspasaban.Estabantumbados,ensilencio,juntos,lasmanosenlamejilla,comoniñosquedurmieran.Detrásdeellos,encogidos,losnegros,pacientes,resignados,conformes,proclamabanconsussonorosronquidosquenisiquieralapresenciadelpeligropodíadomeñarsuinvencibleansiaafricanadesueño.
PocoantesdelascincodelamañanaBabeseacercóaCarlyleyledijoquehabíamediadocenadefusilesenelNarciso.¿Habíadecididonoofrecerresistencia?Babecreíaquepodíanmontarunabuenabatallasiloplaneabanbien.
Carlyleseechóareírynegóconlacabeza.
—Estonoesunapelícula,Babe.Esunguardacostasloquenosespera.Seríacomoenfrentarseconarcoyflechasaunaametralladora.Siquieresenterrarlasbolsasenalgunaparte,parapoderrecuperarlasmástarde,hazlo.Peroseráinútil:excavaránlaisladepuntaapunta.Esunabatallaperdida,Babe.
Babeagachólacabezaensilencioysefue,ylavozdeCarlyleeramásroncacuandoledijoaArdita:
—Eselmejoramigoquehetenido.Daríalavidapormí,yestaríaorgullosodepoderhacerlo,siyoselopidiera.
—¿Tedasporvencido?
—Notengootraposibilidad.Esverdadquesiemprehayunasalida,lamássegura,peropuedeesperar.Nopiensoperderlacabeza.Nomeperderíamipropiojuiciopornadadel
mundo:asívivirélainteresanteexperienciadeserfamoso.«LaseñoritaFarnamdeclaraqueelcomportamientodelpiratafueentodomomentopropiodeuncaballero.»
—¡Cállate!Medaunapenahorrible.
Cuandoelcolorsediluyóenelcieloyelazulapagadoseconvirtióenungrisdeplomo,percibieronungrantumultoenlacubiertadelbarcoydivisaronaungrupodeoficialesenuniformeblancoreunidosjuntoalaborda.Teníanprismáticosyexaminabanelisloteconatención.
—Seacabó—sentencióCarlyle,inexorable.
—¡Malditasea!—dijoArditaentredientes.Sentíacómolosojosselellenabandelágrimas.
—Volveremosalyate—dijoCarlyle—.Prefieroquemeencuentrenallíasercazadocomounaalimaña.
Abandonaronlacimaydescendieronporlacolina,y,cuandollegaronallago,losremerosnegros,silenciosos,losllevaronalyate.Entonces,pálidosyabatidos,seecharonenlastumbonas,aesperar.
Mediahoradespués,bajoladébilluzgris,laproadelguardacostasaparecióenelcanalysedetuvo:eraevidentequetemíanquelabahíafuerademasiadopocoprofunda.Porlaapacibleaparienciadelyate,elhombreylachicaenlastumbonas,ylosnegrosapoyadosconcuriosidadenlabarandilla,habíandeducidoquenoencontraríanresistencia,ylanzarondosbotes:enunoibanunoficialyseispolicías,yenelotrocuatroremerosy,apopa,doshombrescanososconropadeportiva.ArditayCarlyleselevantarony,casisinpensarlo,semiraronalosojos.EntoncesCarlylesemetiólamanoenelbolsilloysacóunobjetocircular,fulgurante,yselodio.
—¿Quéesesto?—pregunto,maravillada.
—Noestoymuyseguro,pero,porlaspalabrasrusasquellevagrabadasenelinterior,creoqueeslacélebrepulseraquetehabíanprometido.
—Pero…Pero…¿Dedóndediablos…?
—Estabaenunadelasbolsas.Yasabes:CurtísCarlyleysusSeisCompadresNegros,enplenaactuaciónenelsalóndetédeunhoteldePalmBeach,cambiaronsusinstrumentosporpistolasautomáticasyatracaronalpúblico.Yolequitéestapulseraaunapreciosapelirrojacondemasiadomaquillajeencima.
Arditafrunciólascejasysonrió.
—¡Asíqueesofueloquehiciste!Sí,tienestemperamento.
Carlylehizounareverencia.
—Unaconocidacualidadburguesa.
Entonceselamaneceravanzóintrépidamenteporlacubiertayobligóalassombrasaretrocederhastasusesquinasgrises.Elrocíoseevaporaba,volviéndoseniebladorada,sutilcomounsueño,ylosenvolvía,yparecíandegasa,vestigiosdelanoche,infinitamentefugaces,apuntodedisolverse.Duranteuninstantemarycielodejaronde
respirar,ylaauroradededosrosadostocólosjóveneslabiosdelavida…Luego,demásalládellago,llegóelquejidodeunboteyelcrujirdelosremos.
Depronto,recortándosecontraelhornodeoroquenacíaeneleste,dosgrácilessiluetassefundieronenunayélbesósuslabiosdeniñamimada.
—Escomoestarenlagloria—murmuróCarlyle.
Arditalesonrió.
—¿Eresfeliz?
Suspiró,yaquelsuspiroeraunabendición:laseguridadencantadadequeenaquelmomentoeramásjovenybellaquenunca.Ylavidavolvióaserradiante,yeltiempoeraunfantasma,ysusfuerzaseraneternas.Entonceshubounasacudidayuncrujidoalrozarelboteelcascodelyate.
Porlaescalerillasubieronlosdoshombresdepelogris,eloficialydosmarinerosqueempuñabanrevólveres.ElseñorFarnamcruzólosbrazosymiróasusobrina.
—Muybien—dijo,asintiendoconlacabezalentamente.Arditasuspiró,dejódeabrazaraCarlyle,ysusojos,transfiguradosyausentes,seposaronenelpelotóndeabordaje.Sutíoobservabacómosulabiosuperiorpocoapocosealzaba,eneseorgullosopucheroqueélconocíatanbien.
—Muybien—repitió,furioso—.Asíqueéstaeslaideaquetienesdelamor:fugarteconunpirata.
Arditalomiróconindiferencia.
—¡Quétontoeres!—dijo,muytranquila.
—¿Esoeslomejorqueseteocurredecir?
—No—dijo,comosiestuvierareflexionando—.No,hayalgomás:esafrasequeconocestanbien,conlaqueheterminadolamayoríadenuestrasconversacionesdelosúltimosaños.¡Cállate!
Y,dichoesto,lesdedicóalosdosvejestorios,aloficialyalosdosmarinerosunabrevemiradadedesprecio,diomediavueltaydesaparecióorgullosamenteporlaescotillaquellevabaaloscamarotes.
Pero,sihubieraesperadounpoco,hubieraoídoalgobastanteinfrecuenteenlasconversacionesconsutío:sutíohabíaestalladoencarcajadasincontrolables,alasquesehabíaunidoelotrovejestorio.
EsteúltimosedirigióconenergíaaCarlyle,quehabíaestadoobservandolaescenaconunairedemisteriosoregocijo.
—Bien,Toby—dijoafablemente—,caraduraincurable,románticoperseguidordearcoiris,¿hasencontradoporfinlamujerquebuscabas?
Carlylesonrió,muyseguro.
—Porsupuesto—dijo—.Sabíaqueseríaasídesdelaprimeravezqueoíhablardesuscorreríasdisparatadas.PoresoleordenéaBabequelanzaraelcohetedeseñalesanoche.
—Mealegro—dijoelcoronelMoreland,serio—.Osseguíamosdecercaporsiteníaisalgúnproblemaconestosseisnegrostanraros,peronoesperábamosencontrarosalosdosenunasituacióntancomprometida—suspiró—.Bueno,¡mandaaunlocoacazaraunloco!
—Tupadreyyo—dijoelseñorFarnam—pasamoslanocheenvelaesperandolomejor,quequizásealopeor.BiensabeDiosquelehasgustadoaArdita,hijomío.Meestabavolviendoloco.¿Ledistela
pulserarusaqueeldetectivequecontratéconsiguiódeesatalMimi?
Carlyleasintió.
—¡Shhh!—dijo—.VieneArdita.
Arditaaparecióenlaescalerilladeloscamarotes,ylosojosselefueroninvoluntariamentealasmuñecasdeCarlyle.Unaexpresióndeperplejidadsedibujóensucara.Losnegrosempezaronacantarenlapopa,yellago,fríoconelfrescodelamanecer,devolvíaserenamenteelecodesusvocesprofundas.
—Ardita—dijoCarlyle,tímidamente.
Arditaseacercómás.
—Ardita—repitió,conlarespiraciónentrecortada—.Tengoquedecirte…laverdad.Todohasidounatrampa,Ardita.NomellamoCarlyle.MellamoMoreland,TobyMoreland.Todalahistoriahasidouninvento,Ardita,frutodelclimadeFlorida.
Lomirófijamente:elasombro,laperplejidad,laincredulidadylarabiasereflejabansucesivamenteensucara.Ningunodelostreshombresseatrevíaarespirar.ElseñorMorelanddiounpasohaciaArdita.LabocadelseñorFarnamempezóacurvarsetristemente,alaespera,presadelpánico,delprevisibleestallido.
Peronollegó.LacaradeArditaseiluminóderepente,yconunarisillaseacercódeunsaltoaljovenMorelandylomirósinrastroderabiaenlosojosgrises.
—¿Mejuras—dijodulcemente—quetodohasidosóloproductodetuimaginación?
—Lojuro—dijoeljovenMoreland,anhelante.
Ellaatrajosurostroylobesósuavemente.
—¡Quéimaginación!—dijoconternuraycasiconenvidia—.Quieroquememientastodamivida,contodaladulzuradequeerescapaz.
Lasvocesdelosnegrosllegabansoñolientasdesdelapopa,mezcladasconunamelodíaqueArditayaleshabíaoídocantar:
Eltiempoesunladrón;
alegríasypenas
sevanconlashojas
enotoño…
—¿Quéhabíaenlasbolsas?—preguntóenvozbaja.
—ArenadeFlorida.Esunadelasdosverdadesquetehedicho.
—Talvezyopuedaadivinarlaotra—dijoArdita.Y,poniéndosedepuntillas,lobesódulcemente…enlailustración.