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TEMA 2. EL RELIEVE ESPAÑOL. Caracteres generales. La variedad litológica. El proceso de formación. Las costas españolas.

El relieve es el conjunto de formas que presenta la superficie terrestre. Estas son el resultado de una estructura geológica originada por las fuerzas internas de La Tierra y del modelado realizado por agentes externos: viento, hielo, variación de temperaturas, aguas y seres vivos. A continuación analizaremos la formación y composición del relieve español.

A) Caracteres generales del relieve de España.

La configuración del relieve peninsular español se caracteriza por tres rasgos básicos:

- La forma maciza de costas rectilíneas. Este hecho frena la influencia del mar hacia el interior.

- La elevada altitud media (660m) que se debe tanto a la existencia de elevadas cordilleras como a la altitud de la gran unidad central, la Meseta.

- Disposición periférica del relieve en torno a la gran unidad central de la Meseta que aísla el interior peninsular.

Esta configuración del relieve peninsular es la principal responsable de las peculiaridades físicas de la Península: su influencia en el clima, la vegetación y la red fluvial es decisiva.

Así mismo, España cuenta con dos importantes archipiélagos: el balear y el canario. El primero de ellos está muy vinculado a la evolución geológica peninsular, mientras que el segundo tiene un origen volcánico.

B) La variedad litológica.

La evolución geológica determina la existencia en la Península de tres áreas con diferente tipo de roquedo: silícea, caliza y arcillosa. Además, hay restos volcánicos en lugares como Olot, Cabo de Gata o Campo de Calatrava, aunque el dominio volcánico es dominante en el archipiélago canario.

a) El área silícea está integrada por rocas antiguas de la era precámbrica y primaria. Se localiza mayoritariamente en el oeste peninsular, se extiende hacia el este por el Macizo Asturiano, el sistema Central, Montes de Toledo y Sierra Morena y aparece también, formando manchas aisladas en el eje central de los Pirineos, Penibéticas, algunas sierras del Sistema Ibérico y la Cordillera Costero-catalana.

De las rocas silíceas el granito es la más abundante, una roca cristalina y rígida que se altera por la acción del agua, del hielo y el deshielo creando distintos tipos de relieve granítico: domos, tor, bolos, piedra caballera, berrocales.

b) El área caliza está integrada por rocas de la era secundaria plegadas en la era terciaria. Su localización forma una Z invertida que se extiende por la parte meridional

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de la Costero-Catalana, Prepirineo, Montes Vascos, Sector oriental de la Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico, Subbéticas.

La roca predominante de esta área es la caliza, una roca sedimentaria (formada en el exterior de la tierra) a partir de rocas u organismos preexistentes. Está constituida esencialmente por carbonato cálcico que se disuelve fácilmente con el agua. Da lugar a un relieve complejo, el relieve cárstico, cuyas formas (endocársticas y exocársticas) más características son las dolinas, cañones, poljé, cañones, cuevas y simas, estalactitas, etc.

c) El área arcillosa está integrada por rocas sedimentarias de las eras terciaria y cuaternaria. Se localiza en las cuencas sedimentarias de las submesetas norte y sur, las depresiones del Ebro y Guadalquivir y las llanuras costeras mediterráneas.

La roca predominante en esta área es la arcilla, caracterizada por su escasa resistencia. Da lugar a un relieve horizontal, ya que los terrenos donde se depositó no han sufrido plegamientos posteriores. Su rápida erosión origina campiñas (llanuras suavemente onduladas), así como cárcavas o badlands en aquellas zonas donde alternan periodos secos y calurosos con otros de lluvias torrenciales; además, la vegetación, al ser escasa o inexistente, facilita la erosión del territorio.

Para terminar no podemos olvidar que las características litológicas del archipiélago canario: aquí domina la roca volcánica. Las formas de relieve más típicas en Canarias son las siguientes: conos volcánicos, calderas, malpaíses, etc.

C) La evolución geológica de la península.

El relieve actual de la Península es el resultado de una historia geológica de millones de años. En ella se han alternado fases de orogenia con otras de calma, en las que ha predominado la erosión y la sedimentación.

a) Durante el Precámbrico (4.000- 600 millones de años), los mares ocupaban el espacio actual de la península. Tan sólo emergían algunos relieves al NO de la Meseta cuya composición era pizarra y gneis, aunque al final de esta era el macizo precámbrico ya estaba totalmente arrasado y cubierto por las aguas.

b) En la era primaria o Paleozoico (600-200 millones de años) tuvo lugar la orogenia herciniana. Como consecuencia se levantó una gran cadena montañosa formada por materiales silíceos, que ocupaba gran parte del centro y oeste peninsular. Al final de la era aparece totalmente arrasada y convertida en zócalo, el llamado macizo Herciniano. Al noreste aparecieron los macizos de Aquitania, Catalano-Balear y del Ebro, y al sureste, el macizo Bético-Rifeño, igualmente arrasados por la erosión.

c) La era secundaria o Mesozoico (225-68 millones de años) fue un periodo de calma en el que predominó la erosión y sedimentación de los relieves hercinianos. La sedimentación depositó materiales, fundamentalmente

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calizos, en el borde oriental de la meseta, formando una cobertera no muy potente, y en las fosas marinas situadas en las actuales zonas pirenaica y bética, donde la acumulación de sedimentos adquirió gran espesor.

d) Durante la era terciaria (68-1,7 m.a) tuvo lugar la orogenia alpina, que provocó grandes cambios en el relieve peninsular:

- Se elevaron las cordilleras alpinas de los Pirineos y las Béticas a partir de las potentes capas de sedimentos acumulados en las fosas marinas. Como prolongación de las béticas emergieron las islas Baleares al tiempo que se formaban las cordilleras catalanas.

- Se formaron las depresiones prealpinas paralelamente a las nuevas cordilleras: depresión del Ebro y depresión del Guadalquivir.

- El macizo Hespérico, rígido e indeformable, se rompió y fracturó en bloques. Unos se levantaron dando lugar a la Cordillera Central y Montes de Toledo. Otros bloques se hundieron y dieron lugar a las cuencas castellanas.

- La Meseta pasó a inclinarse hacia el Atlántico. - Se formaron los rebordes montañosos orientales y meridionales de la Meseta:

Macizo Galaico, Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico y Sierra Morena. - La orogenia alpina abrió el fondo del océano Atlántico y a través de esas

fracturas ascendieron materiales volcánicos que al solidificarse originaron las Islas Canarias.

e) Durante la era cuaternaria (1,7 m. a- actualidad) los fenómenos más destacados fueron el glaciarismo que afectó a las cordilleras más altas y la formación de terrazas fluviales.

D) Las costas españolas.

Las costas peninsulares presentan una gran variedad:

- Las costas cantábrica y atlántica noroeste son rocosas y recortadas. Sus accidentes más destacados son las rías gallegas, así como acantilados y rasas. Sobresalen las rías gallegas, que son resultado de la invasión por el mar de los valles fluviales abiertos en las fracturas del Macizo Galaico

- La costa atlántica andaluza sobresale por las marismas del Guadalquivir, así como por las flechas litorales (El Rompido) y los campos de dunas (Doñana), muchas de ellas fosilizadas.

- La costa mediterránea del sector bético se extiende desde Gibraltar al Cabo de la Nao. Hay tramos de acantilados, campos de dunas y albuferas como la del Mar Menor.

- La costa mediterránea valenciana se extiende desde el Cabo de la Nao hasta el delta del Ebro. Aquí destacan las playas amplias y arenosas y albuferas como la de Valencia, además del tómbolo de Peñíscola y pequeños deltas.

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- El litoral catalán se extiende entre el delta del Ebro y la Costa Brava, con zonas acantiladas donde la Cordillera Costero Catalana llega hasta el mar (Costa Brava) y playas y pequeñas llanuras. y atlántica sudoeste presentan extensas playas que alternan con tramos rocosos.

- En las islas Baleares se suceden playas, calas y tramos rocosos. En las islas Canarias predominan los acantilados de origen volcánico, aunque también existen playas.

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