Tema 5. Las emociones

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I.E.S. Virgen del Carmen Curso 2016-2017 Psicología TEMA 5 LAS EMOCIONES 1. ¿Qué son las emociones? Las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación a ciertos estímulos del individuo cuando percibe un objeto, persona, lugar, suceso, o recuerdo importante, que dan lugar a una serie de respuestas que tienen una función adaptativa (frente al medio o frente a otros individuos). Las emociones varían de una persona a otra, pero también son distintas según las culturas. Los sentimientos son las vivencias conscientes de las emociones. Son propios de los seres humanos. Puede haber emociones sin que el sujeto sea consciente, sin que se produzcan sentimientos. Pero no puede haber sentimientos sin emoción. 2. Componentes de la emoción. - Componente neurofisiológico. Los elementos afectados son el sistema nervioso central, concretamente los sistemas simpático y parasimpático (las emociones están conectadas con estos sistemas, pues tienen una función adaptativa), la corteza cerebral (hay un componente cognitivo) y el sistema límbico (es donde se localizan básicamente las respuestas emocionales). - Componente cognitivo. Somos capaces de pensar sobre cómo nos sentimos y podemos describir por medio del lenguaje nuestros estados emocionales. Pero con frecuencia no sabemos “expresar” nuestros sentimientos. Para poder hacerlo hay que aprender a “escuchar” los pensamientos automáticos que acompañan a cada emoción. De esta forma no sólo podremos expresar mejor lo que sentimos, sino que también podremos entenderlo y entendernos mejor. - Componente conductual. Se manifiesta en las expresiones faciales, el tono de voz, los movimientos del cuerpo, etc. Por ejemplo, cuando estamos tristes se produce una leve pérdida de tono muscular, nos cuesta más movernos, las comisuras de la boca se orientan hacia abajo, etc.

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I.E.S. Virgen del Carmen Curso 2016-2017

Psicología

TEMA 5 LAS EMOCIONES

1. ¿Qué son las emociones?

Las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación a ciertos estímulos del individuo cuando percibe un objeto, persona, lugar, suceso, o recuerdo importante, que dan lugar a una serie de respuestas que tienen una función adaptativa (frente al medio o frente a otros individuos).

Las emociones varían de una persona a otra, pero también son distintas según las culturas.

Los sentimientos son las vivencias conscientes de las emociones. Son propios de los seres humanos. Puede haber emociones sin que el sujeto sea consciente, sin que se produzcan sentimientos. Pero no puede haber sentimientos sin emoción.

2. Componentes de la emoción.

- Componente neurofisiológico. Los elementos afectados son el

sistema nervioso central, concretamente los sistemas simpático y parasimpático (las emociones están conectadas con estos sistemas, pues tienen una función adaptativa), la corteza cerebral (hay un componente cognitivo) y el sistema límbico (es donde se localizan básicamente las respuestas emocionales).

- Componente cognitivo. Somos capaces de pensar sobre cómo nos sentimos y podemos describir por medio del lenguaje nuestros estados emocionales. Pero con frecuencia no sabemos “expresar” nuestros sentimientos. Para poder hacerlo hay que aprender a “escuchar” los pensamientos automáticos que acompañan a cada emoción. De esta forma no sólo podremos expresar mejor lo que sentimos, sino que también podremos entenderlo y entendernos mejor.

- Componente conductual. Se manifiesta en las expresiones faciales, el tono de voz, los movimientos del cuerpo, etc. Por ejemplo, cuando estamos tristes se produce una leve pérdida de tono muscular, nos cuesta más movernos, las comisuras de la boca se orientan hacia abajo, etc.

Las expresiones emocionales no sólo sirven para comunicar a otros cómo nos encontramos. También somos receptivos a las expresiones emocionales de otros. Esta capacidad de generar la emoción que vemos se llama empatía. Esto explica fenómenos como las emociones colectivas o técnicas como la risoterapia.1

3. Emociones y estado de ánimo.

La distinción entre emoción y estado de ánimo es que la primera es algo puntual mientas que el segundo es más estable y duradero. La emoción viene causada por un hecho puntual y está causada por un acontecimiento o estímulo previo. El estado de ánimo, en cambio no depende de causas específicas o acontecimientos concretos. Siempre tenemos un estado de ánimo, pero no siempre estamos experimentando una emoción personal.

El estado de ánimo está condicionado por el momento de la vida, la edad, el lugar en el que nos encontramos, las personas con las que nos relacionamos, el nivel de cansancio o, incluso, el tiempo atmosférico. Se clasifican normalmente en dos: positivos y negativos.

4. Dimensiones de las emociones.

4.1. Dimensión funcional. Las emociones son útiles. Cumplen básicamente tres clases de funciones: - adaptativas. - contribuyen a la supervivencia de los individuos y de la especie; p.e., el miedo aumenta el estado de alerta de una persona ante el peligro y le prepara para evitarlo o enfrentarlo; - sociales. - permiten las relaciones entre individuos (que a su vez cumple una función adaptativa, de colaboración o con vistas a la reproducción); p.e., la culpa nos permite reconocer que hemos actuado de forma incorrecta y puede hacernos enmendar nuestra acción; - de autoprotección. - garantizan la integridad del individuo; p.e. la tristeza nos advierte de que hemos perdido algo y puede ayudarnos a reflexionar y a pensar en alternativas o en causas. 4.2. Dimensión afectiva-subjetiva. Esta dimensión habla de cómo nos sentimos en determinados

momentos y de las repercusiones que tienen estos estados emocionales en nuestra manera de actuar.

P.e., cuando una persona se siente alegre, su percepción de la dificultad de una tarea disminuye y se siente más capaz y con energía para realizarla.

Hay vivencias emocionales compartidas y otras subjetivas. Las diferencias en el modo de sentir dependen de:

- las experiencias previas (las fobias, por ejemplo, dependen de sucesos traumáticos anteriores);

- la genética (las emociones tienen que ver con la personalidad);

1https://www.youtube.com/watch?v=J0KmSraWm4c.

- los modelos familiares, sociales y culturales (esta es la diferencia más importante: las culturas y las sociedades desarrollan diferentes modos de afectividad y de expresividad; las emociones también tienen que ver con el género). 2

4.3. Dimensión expresiva: lenguaje verbal y no verbal. La dimensión expresiva tiene que ver con la expresión de nuestra

emoción y con el reconocimiento de las emociones de los demás en sus conductas observables. Todas las personas sentimos las mismas emociones, pero no todas las expresamos igual. La expresión y el reconocimiento de las emociones ayudan a comunicarnos.

La comunicación de las emociones se puede hacer por medio de: - El lenguaje verbal: por medio de palabras o expresiones, aunque siempre va acompañado de lenguaje no verbal.

- El lenguaje no verbal: como el tono de la voz, la velocidad del habla, la postura corporal, las expresiones faciales y gesticulares,3 nos ayudan a expresar nuestras comunicaciones y afectos. Muchos gestos o movimientos del lenguaje no verbal están condicionados por factores culturales o por el sexo; otros son comunes a todos.4

5. Teorías sobre las emociones.

Existen distintas teorías sobre las emociones. Cada una se centran en un aspecto: la conducta, la fisiología o el pensamiento. Normalmente se conocen por el hombre el psicólogo que la propuso.

5.1. Teoría de James-Lange.

Estos dos autores, W. James y C. Lange, sostuvieron que la emoción es una reacción fisiológica a un estímulo. P.e., una persona está triste (emoción) porque llora (estímulo). Esta teoría invierte el proceso lógico con que intuitivamente pensamos las emociones, a saber, estados de ánimo que se expresan por medio del cuerpo, donde el estado de ánimo es la causa y la expresión el efecto y no al revés. Tendríamos por tanto dos esquemas, el esquema expresivo (intuitivo) y el esquema reactivo (James-Lange):

2Carmen Martín Gaite, Usos amorosos de la posguerra española. “Se decía de una chica que tenía complejos cuando no sonreía, a los hombres no les gustaban las mujeres tristes: “Sonrisa es benevolencia, dulzura, optimismo, bondad. Nada más desagradable que una mujer con la cara áspera, agria, malhumorada. El hombre puede tener aspecto severo. La mujer debe tener aspecto dulce, suave, amable”. Cf. http://www.clublenguajenoverbal.com/category/emociones/. 3https://www.youtube.com/watch?v=A-LgOf8hdhE4Análisis de las emociones en el debate entre Sánchez y Rajoy: https://www.youtube.com/watch?v=gAIr5RrwHmg.

estado de ánimo / emoción —> respuesta fisiológica estímulo —> percepción —> respuesta fisiológica —> emoción

5.2 Teoría conductivas de la emoción. Watson considera que las emociones son conductas relativamente fijas y no aprendidas, que producen cambios corporales en los sistemas glandular y visceral. Emocionesyórganos/vísceras Desde antiguo se ha relacionado la emoción con órganos o con vísceras. Hoy sabemos que la emoción está conectada con secreciones que están en algunos órganos (como las glándulas suprarrenales, por ejemplo). La primera teoría que vincula el estado de ánimo constante o personalidad y los órganos/ fluidos es la de los médicos griegos Hipócrates y Galeno. Pero hay muchas más (la segunda se puede encontrar en https://vidya-terapias.blogspot.com.es/2016/02/meridianos-energeticos-y-emociones.html)

J.R. Millenson sostuvo que las emociones están conectas a reforzadores positivos o negativos de la conducta. El enfado, por ejemplo, se produce por la retirada de reforzadores positivos. La ansiedad, por la presentación de un reforzador negativo. La alegría, por la presentación de reforzadores positivos o por la retirada de negativos. 5.3. Teoría cognitiva de la emoción de Schachter. Las teorías cognitivas de la emoción dan importancia a los procesos mentales que interpretan las experiencias. Por ejemplo, si vamos por la calle y escuchamos un disparo, el corazón y la respiración se aceleran y empezamos a correr, porque sentimos miedo. Nuestro cerebro asocia el ruido con un disparo e interpreta la situación como peligrosa, anunciándonos que podemos estar en peligro. Reconocer el ruido como un disparo y relacionarlo con una amenaza para la integridad física, además de vincularlo a una emoción, es el trabajo cognitivo de la vivencia emocional.5 El psicólogo S. Schachter afirmó que lo que hace que las experiencias emocionales entre personas sean distintas tiene que ver con la diferencia en sus procesos cognitivos que evalúan el significado del estímulo que despierta la emoción. La emoción se genera a partir de dos elementos:

- la valoración cognitiva de lo que sucede; - la activación fisiológica de la misma.

Para comprobar esto se hizo un experimento. Se inyectó adrenalina a algunos sujetos, consiguiendo así una activación fisiológica que va unida a algunas emociones. Los sujetos relacionaban la reacción de su cuerpo con recuerdos de experiencias pasadas (con una o varias) y con emociones distintas. Pero ellos mismos comentaron que no estaban sintiendo una emoción, sino que era “como si” la sintieran. A la inversa, es fácil comprobar que si no hay valoración cognitiva de lo que sucede no hay emoción. P.e., los niños pequeños se acercan al peligro sin tener ninguna emoción porque simplemente no “entienden” que el fuego, el arma cargada o el precipicio, por poner algunos ejemplos, sean un peligro. De la misma manera, podemos inhibir ciertas emociones y sus reacciones físicas concomitantes si elaboramos cognitivamente la experiencia de modo que no nos afecte. P.e., cuando alguien se burla de nosotros, podemos “desoír” lo que dice, o bien porque lo consideramos simplemente falso, o bien porque despreciamos a la persona que lo dice. De esta manera evitamos el enfado o la frustración. Esto confirma que la emoción necesita de ambos componentes. 5.4. La teoría de la inteligencia emocional de Goleman. En la actualidad se ha puesto de moda una teoría de las emociones, formulada por Goleman como teoría de la inteligencia emocional. Esta teoría se hace cargo del hecho, comprobado por las teorías cognitivas pero ya

5ReaccióndeHollande:https://www.youtube.com/watch?v=nQcV_JS1e5k.

conocido de antiguo por los rétores griegos y romanos, de que los seres humanos podemos controlar y manipular nuestras emociones. Esta capacidad es llamada por Goleman “inteligencia”, que desvincula de la inteligencia académica o relacionada con los conocimientos teóricos y las competencias de análisis y de cálculo. La inteligencia emocional comprende capacidades como: la de motivarnos a nosotros mismos, la de perseveran en el empeño, la de controlar los impulsos, la de regular nuestros estados de ánimo, la de evitar que la angustia interfiera en nuestras facultades racionales, la de empatizar y confiar en los demás, etc. La difusión e importancia creciente de la inteligencia emocional tiene que ver con el desarrollo neoliberal del capitalismo. Los sujetos deben reconocerse a sí mismos y deben convertirse en empresarios de sí mismos gestionando tanto su vida y sus acciones y decisiones como también sus emociones. Según este modelo las emociones son un fenómeno individual, transparente e inmediato. La teoría de la inteligencia emocional contiene un conjunto de proposiciones de corte moral (nos proporcionan guías de conducta) que son bastante vagas pero que, sobre todo, aíslan al individuo y le impiden tener en cuenta otros elementos a la hora de considerar sus emociones y su propia vida. Concretamente:

- Proporcionan un marco de comprensión de uno mismo ajeno a la clase social o al sistema económico, pues el objetivo es una felicidad personalizada.

- Ofrecen una teoría simple y clara, así como una práctica eficaz y sencilla.6

- No necesitan capacitación especial. Una de las más populares en los EE.UU. fue desarrollada por un vendedor de coches usados.

- No implican que uno tenga que comprender el sentido u origen de las emociones.7

6. Emociones básicas y emociones autoconscientes.

Vamos a considerar que hay seis emociones básicas, que son inmediatas y espontáneas, y dos emociones que se producen por reflexión o autoconscientes. Las emociones básicas son el miedo, la tristeza, la ira, la alegría, el asco y la sorpresa. Las emociones autoconscientes son la vergüenza y el orgullo. Vamos a analizarlas conforme a la teoría cognitiva, distinguiendo entre la experiencia emocional y la fisiología concomitante.

6Ejemploconelmiedo:http://rcpweb.com/archivos/502.7Tomadode:cielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0211-57352015000400008.

emoción/ estado de ánimo

experiencia emocional

fisiología concomitante

expresión facial característica

miedo Se experimenta ante un peligro y se encuentra muy unido al estímulo que lo desencadena (una imagen o un sonido), debido a que se activa por amenazas a nuestros bienestar físico o psicológico.

Se produce cierta actividad hormonal, segregándose sobre todo adrenalina. Esto hace que la sangre se retire del rostro y se dirija a las piernas y los brazos para facilitar acciones de evasión o de defensa.

tristeza Está relacionada con la pérdida o el fracaso ante una meta valiosa para el individuo. La podemos experimentar cuando perdemos a un ser querido o ante un suspenso. También cuando la pérdida es de otra persona, porque podemos empatizar.

No se ventila bien. Pérdida de tono muscular. También suele ir acompañada de llanto.

ira/ enfado

La ira es causada por un daño, un trato injusto o una ofensa. Ocasiona un dolor y un deseo de resarcimiento.

El estado iracundo supone un aumento del flujo sanguíneo hacia las manos, el ritmo cardiaco y el nivel de adrenalina den la

sangre, lo que facilita acciones de mayor energía o fuerza.

alegría/ felicidad

La alegría se relaciona con el acercamiento o la consecución de una meta valiosa para la persona, o con la desaparición de algo negativo que la afectaba.

Se activa un centro cerebral que inhibe los sentimientos negativos. Aumenta la energía disponible y predomina la tranquilidad y el entusiasmo para conseguir los objetivos.

asco El asco es la respuesta aversiva ante algo físicamente deteriorado. Normalmente se relaciona con el alimento, aunque también puede acompañar a otras imágenes.

Puede ir acompañado de náuseas.

sorpresa

La sorpresa es una respuesta emocional breve que se produce ante algo inesperado. La sorpresa no es positiva o negativa: depende de lo que provoque la reacción.

Va acompañado de un aumento súbito y breve del ritmo cardiaco.

Los psicólogos tienden a agrupar la culpa, la vergüenza y el orgullo y la soberbia bajo la denominación de "emociones autoconscientes". La razón es que

en estas tres emociones el yo siente la emoción a raíz de una evaluación de sí mismo. Son por eso emociones “complejas” pues están vinculadas a elementos que sólo se pueden incorporar como resultado de la educación y de la integración social del individuo. En este sentido también se las llama emociones morales o sociales.

Se pueden dividir en dos grupos. Las que son el resultado de una autoevaluación negativa son la culpa y la vergüenza. Las que resultan de una autoevaluación positiva son el orgullo y la soberbia.

emoción/ estado de ánimo

experiencia emocional

fisiología concomitante

expresión facial característica

culpa La culpa es una emoción dolorosa que surge de la creencia o sensación de haber traspasado las normas éticas personales o sociales especialmente si se ha perjudicado a alguien.

No se ventila bien. Pérdida de tono muscular.

Parecida a la de la tristeza, con el cuerpo encorvado, los labios fruncidos, los ojos mirando hacia abajo y la cabeza gacha.

vergüenza La vergüenza es

un sentimiento de incomodidad producido por el temor a hacer el ridículo ante alguien, o a que alguien lo haga (vergüenza ajena). Normalmente tiene que ver con traspasar las normas sociales relacionadas con el decoro y los modales.

La sangre sube al rostro. Aumento del ritmo cardiaco y de la tensión arterial.

Enrojecimiento de la cara, mirada hacia abajo. El cuerpo se encoje y a veces se cubre la cara con las manos.

orgullo El orgullo es el sentimiento de satisfacción de una persona consigo misma (autocomplacencia) y que viene producido por sus características, acciones y logros.

Se hinchan los pulmones (de ahí la expresión “henchirse de orgullo”) y se produce una ligera hiper-ventilación.

Se eleva ligeramente la barbilla y también las cejas. Ligera sonrisa. El cuerpo se yergue y se abre.

soberbia / desprecio

Es una forma de orgullo que va acompañada del desprecio a los que no comparten esas características o acciones y logros.

Las emociones también se pueden dividir en primarias y secundarias.

La distinción no siempre está clara, pero suelen indicar distintas formas de intensidad de la emoción primaria o comportan elementos adicionales.

EMOCIONES BÁSICAS PRIMARIAS

EMOCIONES SECUNDARIAS

MIEDO Temor, horror, pánico, terror, pavor, desasosiego, susto, fobia, ansiedad, aprensión, inquietud, incertidumbre.

TRISTEZA Depresión, frustración, decepción, aflicción, pena, dolor, pesar, desconsuelo, pesimismo, melancolía, autocompasión, soledad, desaliento, desgana, morriña, abatimiento, disgusto, preocupación, desesperación.

IRA Enfado, rabia, cólera, rencor, odio, furia, indignación, resentimiento, exasperación, tensión, excitación, agitación, animosidad, irritabilidad, hostilidad, violencia, enojo, celos, envidia.

ALEGRÍA Entusiasmo, euforia, excitación, contento, deleite, diversión, placer, humor, estremecimiento, gratificación, satisfacción, capricho, éxtasis, alivio, regocijo, diversión, felicidad, bienestar,

ASCO Hostilidad, desprecio, animosidad, antipatía, resentimiento, rechazo, recelo, aversión, repugnancia, desdén, disgusto.

SORPRESA Sobresalto, asombro, desconcierto.

AMOR Afecto, cariño, ternura, simpatía, empatía, aceptación, cordialidad, confianza, amabilidad, afinidad, respeto, devoción, adoración, veneración, enamoramiento, gratitud.

EMOCIONES AUTOCONSCIENTES

EMOCIONES AUTOCONSCIENTES SECUNDARIAS

VERGÜENZA Culpa, timidez, inseguridad, vergüenza ajena, bochorno, pudor, recato, rubor, sonrojo, remordimiento, humillación, pesar.

ORGULLO Vanidad, pedantería, arrogancia, soberbia, altivez, dignidad.

7. Estados y estrategias emocionales complejos. El estrés y la frustración.

Otra manera de considerar las emociones consiste en evaluar el estado

emocional en su conjunto, tanto teniendo en cuenta los elementos cognitivos que le acompañan como las reacciones fisiológicas y emocionales que desencadenan.

En nuestros días, y por la particular naturaleza de la sociedad capitalista que demanda continuamente acciones de trabajo y de consumo de los individuos, la psicología se ha ocupado de dos estados emocionales característicos: el estrés y la frustración.

7.1. El estrés. ¿Qué es? El estrés es el proceso que se pone en marcha cuando una

persona percibe una situación o acontecimiento como amenazante o desbordante de sus recursos. A menudo los hechos que lo ponen en marcha son los que están relacionados con cambios, exigen del individuo un sobreesfuerzo y por tanto ponen en peligro su bienestar personal.

El estrés no siempre tiene consecuencias negativas, en ocasiones su presencia permite para poner en marcha nuevos recursos personales, fortaleciendo la autoestima y mejorando el modo de afrontar situaciones.

¿De qué depende? Un mismo hecho no resulta igual de estresante para

todas las personas, ni siquiera en todas las circunstancias o momentos de la vida para el mismo sujeto. Varios son los factores que lo determinarán:

- La forma de evaluar el suceso y/o las capacidades para hacerle frente: mientras alguien, por ejemplo, puede considerar un ascenso laboral como una amenaza, para otro puede suponer un reto personal. - La manera de hacer frente a las dificultades: negar el problema, aplazarlo o poner en marcha conductas de autocontrol, por citar sólo algunas, conlleva distintas consecuencias en la percepción del estrés. - Características personales: las personas tenemos diferentes estilos de reaccionar ante las circunstancias que demandan un esfuerzo de nuestra parte. Son rasgos que, si bien no pueden considerarse como definitivos, sí es cierto que se van consolidando con la acumulación de experiencias. El nerviosismo, por una parte, o la paciencia o la indolencia, por otra son variables individuales que influyen en el afrontamiento del estrés. - Apoyo social: el número y calidad de relaciones que el individuo mantiene puede servir como amortiguadores o amplificadores de los acontecimientos potencialmente estresantes, así como la habilidad para pedir consejo o ayuda.

Si bien el ambiente físico puede ser un generador de estrés, es en el social

donde se dan la gran mayoría de las situaciones que lo provocan. Mientras algunos autores han considerado los cambios vitales, pérdidas de personas o relaciones importantes, nueva situación laboral o nacimiento de un hijo, por poner unos ejemplos, como los desencadenantes del estrés, otros señalan que los acontecimientos diarios, pequeñas contrariedades, al ser más frecuentes y próximos a la persona pueden alterar en mayor medida la salud. Es posible, que ambos tipos se relacione y determinen de forma mutua.

¿Cómo se manifiesta? Ante estímulos amenazantes, particularmente si éstos son de naturaleza emocional, el organismo reacciona a través de diferentes sistemas neuroendocrinos, p.e., segregando adrenalina. Esta reacción que en principio es adaptativa y natural, tendrá unas consecuencias tremendamente negativas para la salud cuando se presente con demasiada frecuencia o simplemente dicha preparación y el exceso de energía que supone no son necesarios. Las respuestas psicofisiológicas son el aumento del ritmo cardíaco, la presión sanguínea o la actividad respiratoria.

Además, es importante el número de reacciones psicológicas asociadas al estrés. Existen las emocionales, somáticas, cognitivas y comportamentales. Los indicadores emocionales están muy relacionados con los somáticos y con frecuencia son unos causa de los otros o viceversa. Las emociones asociadas al estrés son las negativas: ansiedad, depresión, ira, etc. y estados de ánimo como la impaciencia, la frustración, etc. Los indicadores somáticos son percibidos por los sujetos y expresados como quejas, siendo los más habituales la fatiga, el insomnio, el temblor, y dolores de distinto tipo.

Los indicadores cognitivos y comportamentales pueden convertirse en formas de afrontar el estrés más o menos eficaces. Entre los cognitivos destacan, como más habituales, la indecisión, actividad mental acelerada, pérdida del sentido del humor, la memoria, etc. Entre los comportamentales estados de nerviosismo diversos como morderse las uñas o no poderse estar quieto, trastornos alimenticios, fumar, etc.

¿Cómo prevenir los efectos negativos del estrés? El estrés es necesario, es la fuerza que nos ayuda a avanzar en nuestra vida. La clave entonces consiste en aprovechar la fuerza que proporciona la activación psicofisiológica que surge al encontrarnos ante situaciones que demandan nuestro esfuerzo, así como saber detectar cuando este estado se repite con demasiada frecuencia y de manera inútil, poniendo en peligro el bienestar y la salud.

En ocasiones es necesario revisar la forma como se está evaluando la situación. Hay algunas personas, o momentos en nuestra vida, en que cualquier situación o asunto lo percibimos como amenazante, dejando de actuar y perpetuando el problema. En otras se vive como desafío o reto, un hecho que si lo analizásemos más ampliamente o desde otro punto de vista nos daríamos cuenta que el derroche de energía que empleamos en su resolución no es necesario.

Algunas estrategias como la resolución de problemas o la toma de decisiones se hacen necesarias cuando el actuar ciertas el cambio de una situación o problema. Sin embargo, en otras ocasiones, por ejemplo, pérdidas

de seres queridos o finalización de relaciones importantes los esfuerzos se deben encaminar a amortiguar o cambiar el estado emocional o el malestar fisiológico. En estos casos realizar actividades placenteras, pasear o hacer deporte, mantener relaciones gratificantes o aprender y poner en práctica ejercicios de relajación, son algunas soluciones eficaces.

¿Cómo afecta a la salud? El estrés afecta de una manera directa a la salud, facilitando la aparición de determinadas enfermedades o acelerando el progreso de una enfermedad ya crónica, o de forma indirecta, bien estimulando la realización de conductas nocivas o reduciendo la probabilidad de que aparezcan conductas saludables. Una conducta de salud es cualquier actividad llevada a cabo por una persona con el fin de proteger, promover o mantener la salud. Son conductas incompatibles con e estilos de vida saludables, el fumar, beber, la vida sedentaria, los malos hábitos alimentarios, etc.

Muchos estudios han demostrado que el estrés reduce la competencia inmunológica del organismo. Puede reducir la resistencia a las enfermedades, las personas sometidas a altos niveles de estrés sufren un mayor número de enfermedades infecciosas de todo tipo. También influye en la aparición de trastornos gastrointestinales, así como en enfermedades o trastornos cardiovasculares.

7.2. La frustración. ¿Qué es? La frustración puede categorizarse como una respuesta

primaria o instintiva. Es una reacción que de forma natural produce un estado emocionalmente desagradable cuando se da no se logra un objetivo ante la persecución de un objetivo propuesto.

Considerando como un aspecto inherente a la vida humana el hecho de asumir la imposibilidad de lograr todo aquello que uno desea y en el momento en que se anhela, el punto clave reside en la capacidad de gestionar y aceptar esta discrepancia entre lo ideal y lo real. Así, el origen de la frustración no se encuentra en las situaciones externas en sí mismas, sino en la forma en la que el individuo las afronta. Se entiende, desde esta perspectiva, que la frustración se compone tanto de una situación real ocurrida como de la vivencia a nivel emocional elaborada a partir de dicha situación.

¿Cómo afrontar con éxito la sensación de frustración? La adecuada gestión de la frustración deviene una actitud y, como tal, esta puede trabajarse y desarrollarse. Una adecuada gestión de la frustración consiste en entrenar al individuo en la aceptación tanto del evento externo, lo que ha ocurrido, como del interno, la vivencia emocional de ello.

¿Qué es la baja tolerancia a la frustración? A las personas que de forma usual reaccionan manifestando frustración se les atribuye una característica funcional llamada baja tolerancia a la frustración. Este estilo parece ser más prevalente en la sociedad actual occidental, donde la mayor parte de los fenómenos que la componen se basan en la inmediatez y la incapacidad de espera.

Los individuos que presentan este modo de hacer se caracterizan también por poseer un razonamiento rígido e inflexible, con escasa capacidad de adaptación a los cambios no programados. Por otra parte,

suelen disponer de una serie de cogniciones distorsionadas que no se adecuan a la realidad, que les llevan a elaborar una serie de expectativas previas alejadas de lo racional, desmesuradas y extremamente exigentes.

¿Cómo se comportan las personas con baja tolerancia a la frustración? Por lo general presentan las siguientes características:

. Son más impulsivas, impacientes y exigentes.

. Buscan satisfacer sus necesidades de forma inmediata, de forma que cuando se tienen que enfrentar a la espera o a la postergación de estas pueden reaccionar de forma explosiva con ataques de ira o retraimiento y tristeza extremos. . Pueden desarrollar con más facilidad que otros individuos cuadros de ansiedad o depresión ante los conflictos o grandes dificultades. . Creen que todo gira a su alrededor y que merecen todo aquello que demandan, de forma que sienten cualquier límite como injusto puesto que va en contra de sus deseos. Les cuesta comprender por qué no se les da todo lo que desean. . Tienen una baja capacidad de flexibilidad y adaptabilidad. . Manifiestan una tendencia a pensar de manera radical: una cosa es blanca o negra, no hay punto intermedio. . Se desmotivan fácilmente ante cualquier dificultad. . Realizan chantaje emocional si no se cumple lo que desean inmediatamente, manipulando a la otra persona con mensajes hirientes.

¿Cómo se aprende a reducir la frustración? La tolerancia a la frustración es un aprendizaje que debe consolidarse ya durante etapas tempranas del desarrollo infantil.

Los niños muy pequeños no poseen aún la capacidad de esperar o de comprender que no todo puede producirse de forma inmediata. La reacción natural en el niño que no puede disponer de lo que desea y manifiesta una reacción de catastrofismo exagerado por ese motivo.

Primero interpreta la situación como algo insoportable, y empieza a generar una serie de verbalizaciones internas autodirigidas de rechazo (“no quiero hacer/esperar…”), punitivas (culpar a otros), valoraciones catastrofistas de la situación (“es insoportable”), demandas (“no es justo que...”), autodesprecio (“ me odio a mí mismo”).

En segundo lugar, aparecen respuestas a nivel conductual en forma de rabietas, llantos, quejas, comportamientos oposicionistas u otras manifestaciones similares.

Todo ello puede perpetuarse hasta la edad adulta si la persona no ha sido instruida en el aprendizaje relativo a modificar esquemas cognitivos e interpretaciones emocionales que le faciliten la adopción de un estilo más tolerante y flexible.

Entre las medidas principales que suelen formar parte del entrenamiento para potenciar una adecuada tolerancia a la frustración se encuentran componentes como las técnicas de relajación, el aprendizaje en la identificación de emociones, realización de ensayos conductuales controlados en los que se simulan escenarios potenciales, refuerzo positivo de los logros conseguidos. Etc.