Tema 4 Aparato urinario y sistema linfático 2014 15 · El sistema circulatorio linfático. 5.1.-...

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TEMA 4: Aparato urinario y sistema linfático


ESQUEMA DE LA UNIDAD

1.- La excreción y el aparato urinario.

1.1.- La excreción.

1.2.- El aparato urinario.

1.2.1.- Los riñones.

1.2.2.- Las vías urinarias.

2.- El funcionamiento de los riñones.

2.1.- Las nefronas.

2.2.- Formación de la orina.

3.- Enfermedades del aparato urinario.

3.1.- Insuficiencia renal.

3.2.- Cólico nefrítico.

3.3.- Cistitis.

3.4.- Gota.

4.- El medio interno.

5.- El sistema circulatorio linfático.

5.1.- Funciones del sistema linfático.

5.2.- Anatomía del sistema linfático.

5.3.- Órganos anexos del sistema linfático.

6.- Enfermedades del sistema linfático.

6.1.- Linfedema.

6.2.- Esplenomegalia.

1.- LA EXCRECIÓN Y EL APARATO URINARIO

1.1.- La excreción

La acumulación en el organismo de grandes cantidades de sustancias de desecho (las principales son dióxido de carbono, urea, ácido úrico y sustancias tóxicas ingeridas) puede envenenarlo, por eso es necesario expulsar estas sustancias.

La excreción es el proceso por el cual el organismo elimina de la sangre las sustancias de desecho que producen nuestras células y las que se encuentran en exceso.


La situación sería esta:

Células producen desechos → Desechos pasan a la sangre → La sangre los lleva a los órganos encargados de expulsar los desechos

Los principales órganos encargados de expulsar los desechos de nuestro organismo son:

� El hígado

Ya sabemos que una de las funciones del hígado es eliminar algunas sustancias tóxicas como el alcohol, además de algunos fármacos y residuos procedentes de la digestión.

� Los pulmones

También sabemos que los pulmones se encargan de expulsar el CO2 procedente de la respiración celular.

� Glándulas sudoríparas

Son glándulas exocrinas (vierten las sustancias que fabrican directamente al exterior) con forma de tubos muy finos situados en el interior de la piel y conectados con el exterior a través de poros. Aunque se encuentran repartidos por toda la piel, son más abundantes en las palmas de las manos, en las plantas de los pies y en las axilas.

Estas glándulas están rodeadas de capilares que depositan en ellas las sustancias de desecho que transporta la sangre con las que se forma un líquido llamado sudor que está formado por el mismo tipo de sustancias que forman parte de la orina, aunque en cantidades distintas.

El sudor, además de expulsar sustancias de desecho, regula la temperatura corporal: cuando nuestra temperatura corporal aumenta (por ejemplo al hacer ejercicio físico) sudamos porque el sudor, al entrar en contacto con el aire se evapora y enfría la superficie de nuestro cuerpo.

Además de los órganos anteriores, también interviene en la excreción de sustancias de desecho

el aparato excretor.

1.2.- El aparato urinario

El aparato urinario está formado por los riñones y las vías urinarias.

1.2.1.- Los riñones

Son dos órganos con forma de judía o haba, cada uno de los cuales pesa entre 120 y 170 gramos y que están envueltos por una membrana muy fina y resistente llamada cápsula. Aunque lo normal es tener dos, hay personas que nacen solo con uno o sin ellos y también hay personas que nacen con más riñones de lo normal; es decir, con tres o cuatro riñones.


Estos órganos están situados en la parte trasera de la cavidad abdominal (zona lumbar), a los lados de la columna vertebral. El riñón derecho, además de ser más pequeño que el izquierdo, está situado unos 2 cm más abajo que el otro.

Sobre cada riñón hay una glándula (llamada glándula suprarrenal) que segrega hormonas (cortisol y adrenalina fundamentalmente) cuya función es la de regular las respuestas del organismo ante al estrés. Además los riñones están rodeados por dos capas de grasa que ayudan a amortiguarlos, a protegerlos de los golpes.

Dentro de un riñón se distinguen tres partes:

� La corteza renal: es la parte más externa y está envuelta por un trozo de tejido conectivo llamado cápsula renal (que sirve para aislar el riñón de posibles infecciones). La corteza renal tiene un grosor aproximado de 1 cm y es de color pardo. Tiene aspecto granuloso (es decir, parece que está formado como por granitos).

� La médula renal: es la parte intermedia del riñón y el lugar donde se produce la orina. Es de color más oscuro que la corteza y en ella se distinguen entre 8 y 18 estructuras en forma de pirámide llamadas pirámides renales o de Malpighi. Cada pirámide está separada de la siguiente por unos tabiques llamados columnas renales o de Bertin. Cada pirámide tiene la base dirigida a la corteza y por el vértice de la pirámide el contenido de la misma se vacía en una especie de embudo llamado cáliz menor. Dos o más cálices menores forman el cáliz mayor (hay unos 5 cálices mayores), los cuales desembocan en la pelvis renal. Tiene aspecto estriado.

� La pelvis renal: es la parte más interna del riñón, se trata de una especie de embudo de color blanco que recoge la orina que se va formando en los riñones y la conduce hacia las vías urinarias.

1.2.2.- Las vías urinarias

Las vías urinarias son los conductos por los que pasa la orina desde que se forma en los riñones hasta que sale al exterior. Están formadas por:

� Los uréteres: son dos conductos de entre 20 y 30 cm de longitud y un diámetro de aproximadamente 3 mm que unen cada uno de los riñones con la vejiga. Su función es llevar la orina desde los riñones hasta la vejiga.

� La vejiga: es una especie de bolsa hueca y musculosa, con forma esférica cuando está llena y cuando está vacía se encuentra comprimida por los demás órganos (próstata, recto, vagina) y se asemeja a un tetraedro (es una figura geométrica formada por cuatro caras que son triángulos equiláteros) en la que se almacena la orina procedente de los riñones hasta que se llena, momento en el que es expulsada al exterior. La capacidad fisiológica de la vejiga urinaria o hasta que aparece el deseo de orinar oscila entre los 300 y 350 centímetros cúbicos, aunque puede llegar a almacenar de 2 a 3 litros en caso de retención aguda de orina.


� La uretra: es el conducto por el que sale la orina acumulada en la vejiga hacia el exterior. La uretra masculina y la femenina presentan algunas diferencias: por un lado la masculina forma parte tanto del aparato excretor como del reproductor (por lo que además de expulsar la orina, al hombre le sirve para expulsar el

semen) mientras que la femenina solo forma parte del aparato excretor, y por otro lado la masculina es más larga que la femenina (masculina unos 20 cm, femenina unos 4 cm), ya que la masculina tiene que atravesar el pene. Este último hecho es el motivo por el que la mujer es más sensible a la hora de coger infecciones.

2.- EL FUNCIONAMIENTO DE LOS RIÑONES

Los riñones contribuyen a que las características del medio interno no varíen, para ello regula o controla la cantidad de agua que eliminamos y por otro lado, al eliminar sustancias de desecho en forma de orina consigue mantener constante la composición de la sangre.

2.1.- Las nefronas

La orina se forma en unas estructuras muy pequeñas, microscópicas llamadas nefronas y que se encuentran repartidas por los riñones. Cada uno de ellos contiene alrededor de un millón de nefronas.

En una nefrona se distinguen las siguientes partes:

� El glomérulo: conjunto de capilares sanguíneos apelotonados formando como un ovillo por los que circula la sangre de la que se van a eliminar los desechos.

� La cápsula de Bowman: especie de bolsa formada por una doble

membrana y que rodea al glomérulo.

� El corpúsculo renal o de Malpighi:es el nombre que recibe el conjunto formado por la cápsula de Bowman con su glomérulo.

� El túbulo renal: tubo largo rodeado de capilares y doblado muchas veces donde se distinguen a su vez varias partes, el túbulo renal proximal (la parte más cercana al glomérulo), el túbulo renal distal (la parte más cercana al conducto colector) y el asa de Henle (una parte intermedia que contiene una gran doblez).

� El conducto colector: tubo conectado con muchas nefronas que recoge la orina que se ha formado en cada una de ellas y la lleva hasta la pelvis renal.


Las nefronas están colocadas en los riñones de manera que los glomérulos, cápsulas de Bowman y los túbulos renales se sitúan en la corteza renal (por eso tiene aspecto granuloso) y el asa de Henle y los túbulos colectores en la médula renal (por eso tiene aspecto estriado).

2.2.- Formación de la orina

La orina es una sustancia cuyo componente principal es el agua (el 95% de la orina es agua), y que contiene además urea (cerca del 3% de la orina es urea, sustancia formada principalmente en el hígado derivada de la destrucción de las proteínas) y otras sustancias como sales minerales y ácido úrico.

La orina se forma en la nefrona en dos etapas:

� Filtración: una vez que la sangre llega al riñón (a través de la arteria renal), pasa al glomérulo de las nefronas donde ciertas sustancias, las formadas por moléculas más pequeñas (el agua, las sales minerales, la urea, el ácido úrico y la glucosa) pasan desde la sangre a la cápsula de Bowman y forman como una primera orina que no es la definitiva. Las moléculas más grandes (como las proteínas y los lípidos) quedan sin filtrarse y siguen su recorrido por los capilares que rodean la nefrona.

� Reabsorción: mediante señales químicas el organismo informa sobre las necesidades de agua y sales, y en su recorrido por el túbulo renal, la cantidad de agua y sales requeridas por el organismo son reabsorbidas, es decir, retornan a la sangre de los capilares que rodean el túbulo, en concreto el agua se reabsorbe en el asa de Henle y las sales en el túbulo renal proximal. El líquido que no ha sido reabsorbido, sigue su camino por el túbulo renal y a su paso por la parte ascendente del asa de Henle se le incorporan desde los capilares que rodean este asa las sustancias que por su tamaño no fueron filtradas en la cápsula de Bowman terminándose


así de formar la orina definitiva, que será depositada en el conducto colector desde donde pasará a la pelvis renal para salir del riñón. La sangre depurada saldrá del riñón a través de la vena renal.

Normalmente los riñones filtran diariamente unos 200 litros de sangre con

la que se forman aproximadamente entre un litro y medio y dos de orina al día, aunque la cantidad de orina que cada persona suele eliminar puede variar dependiendo de muchos factores como la cantidad de agua bebida, la temperatura ambiental…

3.- ENFERMEDADES DEL APARATO URINARIO

3.1.- Insuficiencia renal

Se trata de una filtración insuficiente de la sangre en los riñones (es cuando los riñones no funcionan bien). Si esta insuficiencia afecta solo a un riñón, el otro puede desempeñar perfectamente la función de los dos, pero si afecta a los dos riñones, entonces es necesario limpiar la sangre de manera

artificial con una máquina mediante un proceso llamado diálisis o hemodiálisis y si se agrava la situación realizar un transplante. Hay dos tipos de insuficiencia renal: aguda (que es temporal provocada habitualmente por otra enfermedad) y crónica (cuando no tiene cura ya que el problema está en los riñones).

3.2.- Cólico nefrítico

Es un dolor intenso, de los más intensos que existen, producido por la presencia de cálculos o piedras en el riñón o en las vías urinarias. Los cálculos renales se forman cuando las sales minerales que forman parte de la orina se acumulan en la pelvis renal y se solidifican o cristalizan.

Una vez formado el cálculo puede permanecer en el riñón un tiempo variable, habitualmente aumentado su tamaño hasta tal punto que en ocasiones no pueden salir del mismo, o por el contrario bajar a través de los uréteres hasta la vejiga, en cuyo caso pueden causar daños en las zonas por las que pasa. En caso de quedarse en el riñón y obstruirlo mucho tiempo (semanas, meses), puede deteriorarlo o incluso destruirlo.


Además del intenso dolor se pueden presentar otros síntomas como sudoración, nauseas, vómitos y presencia de sangre en la orina. El cólico nefrítico es más frecuente en los hombres que en las mujeres. Predomina también en personas con hábitos sedentarios o en personas con gran exposición al calor. Para tratar esta enfermedad se mandan analgésicos para el dolor, aumento de la ingestión de agua, dieta blanda y reposo, antiinflamatorios que evitan el edema (acumulación de líquido) y también se suele administrar antibiótico para prevenir una infección, ya que podría complicar la evolución de la enfermedad.

También hay medicamentos que sirven para reducir el tamaño de las

piedras. Las piedras de tamaño inferior a 5-6 mm de diámetro suelen ser expulsados de forma espontánea antes de los 15 días, o como mucho antes de los 2 meses. Cuando el cálculo es demasiado grande, crece o bloquea las vías urinarias se intenta reducir con rayos láser o ultrasonidos para que pueda ser expulsado espontáneamente y en situaciones extremas se quitan.

3.3.- Cistitis

Es una infección de la vejiga o de las vías urinarias producida fundamentalmente por bacterias que irritan e inflaman estas zonas. Más del 90 % de los casos de cistitis son provocados por una bacteria que vive en el intestino llamada Escherichia Coli, que es inofensiva para los intestinos pero si se introduce en las vías urinarias produce esta enfermedad, si bien también la pueden causar otras bacterias que alcanzan las vías urinarias desde el exterior, por eso es más frecuente en las mujeres, ya que al tener la uretra más corta y próxima al ano, es más fácil que este tipo de bacterias alcancen las estas vías y la vejiga.

Otras causas que pueden provocar cistitis son la retención de orina (es decir, cuando una persona no vacía por completo la vejiga al orinar), ya que una pequeña cantidad de orina que queda siempre en la vejiga puede acabar contaminándose de bacterias, o el aumento de tamaño de la próstata, lo que impide que la vejiga se vacíe por completo.

Los síntomas más significativos son escozor o dolor al orinar y sensación continua de necesitar

orinar, aunque cuando se intenta apenas se expulsa orina. Si no se trata puede complicarse y aparecen otros síntomas como presencia de sangre en la orinar y fiebre. La cistitis suele tratarse con antibióticos.

3.4.- Gota

Consiste en un exceso de ácido úrico en el organismo que se acumula en forma de cristales en las articulaciones provocando dolor e hinchazón, fundamentalmente en el dedo gordo del pie.


Aunque cualquier persona puede padecerla, es más probable que se presente en personas con antecedentes de esta enfermedad, en los varones de entre 40 y 50 años, en las personas con

sobrepeso, en las que consumen alcohol en exceso (ya que las bebidas alcohólicas aumentan los niveles de ácido úrico en el organismo), en las que comen demasiados alimentos ricos en purinas o en las que están expuestas al plomo medioambiental, ya que el plomo impide la eliminación de ácido úrico por el riñón.

4.- EL MEDIO INTERNO

Las células de los organismos pluricelulares, al no estar en contacto con el medio externo, no pueden captar de él los nutrientes y las sustancias que necesitan y tampoco pueden verter al medio los desechos y el dióxido de carbono que producen. Ya sabemos que los aparatos digestivo y respiratorio captan del exterior los nutrientes y el oxígeno para las células y que es la sangre la encargada

de distribuirlos por el organismo y de recoger los desechos que transportará hasta los órganos encargados de eliminarlos.

Sabemos también que este intercambio de sustancias tiene lugar gracias a las finas paredes de los capilares sanguíneos. Sin embargo el intercambio no se produce directamente entre la sangre y las células, ya que los capilares y las células del organismo no están en contacto, lo hacen gracias a un líquido que existe entre ellos llamado líquido o plasma intersticial.

El plasma intersticial es por tanto un líquido que rodea a las células del organismo del que captan el oxígeno y los nutrientes que necesitan y al que estas vierten los desechos que producen. Este líquido o plasma intersticial no es más que una parte del el plasma sanguíneo que al circular por los capilares escapa de ellos y queda repartido por el espacio que existe entre las células de nuestro

cuerpo. Por otro lado, el organismo trata de recuperar este líquido que se escapa de los capilares y devolverlo a la sangre, de hecho es capaz de recoger una parte del mismo que el sistema linfático devolverá al lugar del que escapó. Ese líquido intersticial que es devuelto al riego sanguíneo se llama linfa.

El líquido intersticial junto con la linfa y la sangre forman lo que se denomina medio interno; es decir, el medio interno es un conjunto de líquidos (líquido intersticial, linfa y sangre) que rodean a las células y del que las células extraen los nutrientes y sustancias que necesitan y al que vierten los desechos y el dióxido de carbono que producen.

Las características del medio interno (temperatura, composición…) deben mantenerse constantes, ya que cualquier variación en el mismo puede alterar el funcionamiento de las células o llegar a ser mortal para ellas. El proceso mediante el cual el organismo mantiene constantes las características del medio interno se denomina homeostasis, y entre los órganos que se contribuyen a que las características del medio interno no varíen están los riñones, que por un lado regulan o controlan la cantidad de agua que eliminamos y por otro lado, al eliminar sustancias de desecho en forma de orina consigue mantener constante la composición de la sangre.


5.- EL SISTEMA CIRCULATORIO LINFÁTICO 5.1.- Funciones del sistema linfático

El sistema linfático está formado por un conjunto de órganos que desempeñan las siguientes funciones:

� Recupera el exceso de plasma intersticial: cuando la sangre vierte al plasma intersticial el oxígeno y los nutrientes que necesitan las células del organismo, se suelen escapar otras sustancias que transporta la sangre. El sistema linfático se encarga de recuperarlas y devolverlas a los vasos sanguíneos de los que no debieron salir.

� Transporta grasas: la mayor parte de las grasas son absorbidas en el intestino por el sistema linfático y transportadas al sistema circulatorio.

� Participa en la defensa del organismo: las sustancias transportadas por la sangre que se pierden y el sistema linfático recoge para devolverlas a los vasos sanguíneos, se pueden "contaminar" al entrar en contacto con algún microorganismo extraño. El sistema linfático produce unas células inmunitarias que destruyen esos posibles microorganismos, ayudando así a evitar infecciones.

5.2.- Anatomía del sistema linfático

El sistema linfático está formado por:

� Capilares linfáticos: son pequeños vasos ciegos (es decir, cerrados por un extremos) muy finos que penetran en la mayoría de los tejidos y que se encargan de recoger el líquido intersticial que sobra.

� Vasos linfáticos: presentan estructuras parecidas a las de las venas y desembocan en dos grandes conductos llamados la gran vena linfática y el conducto torácico que desembocan a su vez en el sistema circulatorio sanguíneo donde vierten su contenido.

� Ganglios linfáticos: son pequeños ensanchamientos que se forman a lo largo de los vasos linfáticos. Contienen dos tipos de linfocitos que serán las células defensivas

encargadas de eliminar las sustancias extrañas y los microorganismos de la linfa (que circula por los vasos linfáticos). Son más numerosos en zonas como las axilas, las ingles o el cuello.


5.3.- Órganos anexos del sistema linfático

� El bazo: es un órgano situado en la zona izquierda del abdomen, de 200 gramos de peso aproximadamente.

Funciones:

- Destrucción de los glóbulos rojos viejos, que presentan alguna anomalía o que están en mal estado.

- Durante la gestación el bazo es un importante productor de glóbulos rojos en el feto. En los adultos esta función cesa y solo vuelve a iniciarla cuando la persona desarrolla enfermedades que impiden que la médula ósea fabrique la cantidad necesaria de glóbulos rojos.

- Almacenan glóbulos rojos, actuando como una especie de reserva de sangre. Los libera según las necesidades de nuestro organismo.

- Eliminación de sustancias extrañas.

Este órgano se suele extirpar cuando se daña o rompe por ejemplo al ser golpeado. Aunque se puede vivir sin él, ya que parte de sus funciones las pueden realizar otros órganos como el hígado, el organismo de las personas que no lo tienen pierde capacidad para combatir infecciones.

� Las amígdalas: las amígdalas son una masa de tejido a ambos lados de la garganta. Su función es retener las bacterias y los virus que entran por la garganta (especialmente en los primeros tres años de vida) y fabricar anticuerpos que ayudan a luchar contra las infecciones. Gracias a ellas se puede decir que el hombre es vacunado constantemente contra distintas enfermedades en los primeros años de la vida.

Por otro lado las amígdalas suelen ser blanco frecuente de infecciones. Cuando se produce alguna, estas se inflaman y aparece fiebre alta. Se produce dolor o molestias al tragar y también malestar general. En los casos más serios, aparecen placas de pus en la garganta y los ganglios del cuello se inflaman.

Estos órganos se suelen extirpar cuando se da alguna de estas circunstancias:

- Aumento significativo del tamaño de las amígdalas, lo que produce dificultad para tragar e incluso respirar.

- Cuando se padecen más de cinco amigdalitis (inflamación de las amígdalas) al año.


� El timo: es un pequeño órgano formado por dos lóbulos y situado en el pecho entre el corazón y el esternón. Su estructura aparece completamente desarrollada en el tercer mes de gestación y continúa creciendo hasta la pubertad donde alcanza su tamaño máximo. A partir de la pubertad comienza a “encogerse” y atrofiarse poco a poco, de modo que en la edad adulta la mayor parte del tejido que formaba este órgano ha sido sustituido por tejido adiposo.

En el timo se produce la maduración de los linfocitos que llegan procedentes de la médula ósea para ser enviados posteriormente a la sangre con idea de que los transporte hacia el bazo, las amígdalas y los ganglios linfáticos. También se encarga de eliminar los linfocitos T defectuosos.

El timo también puede considerarse un órgano del sistema endocrino.

6.- ENFERMEDADES DEL SISTEMA LINFÁTICO 6.1.- Linfedema

Un linfedema es un exceso de linfa en los espacios que existen entre las células. Puede ser de dos tipos: primario o secundario. El linfedema primario ocurre cuando los conductos o ganglios linfáticos de una zona tienen dificultades o son incapaces de transportar las sustancias que deben ser devueltas a la sangre. El linfedema secundario es consecuencia de una operación o una radioterapia que hayan requerido la extirpación o la radiación de los ganglios linfáticos, provocando un mal funcionamiento de los ganglios linfáticos. Como consecuencia del linfedema la zona afectada se inflama.

6.2.- Esplenomegalia

La esplenomegalia es un aumento de tamaño del bazo que puede ser motivado por diversas causas como por ejemplo por enfermedades bacterianas o víricas (como la mononucleosis o enfermedad del beso), enfermedades hepáticas como la cirrosis, enfermedades de la sangre como algunos tipos de anemia, la leucemia u otros tipos de cáncer…

Los síntomas más significativos de esta enfermedad son hipo, incapacidad para ingerir trozos de comida grandes y dolor en la zona donde se localiza el bazo.

Además de tratar las causas que han provocado el agrandamiento de este órgano, se debe evitar cualquier golpe en la zona donde se encuentra, ya que es muy fácil que se rompa en caso de traumatismo.

FIN DEL TEMA

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