Te Lancé Un Hechizo

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Te lancé un hechizo Yo me encontraba en aquel edificio de oficinas a donde me presentaba en mi primer día a laborar, mi lugar de trabajo estaría en el tercer piso, en la ultima oficina, al final del pasillo, todavía no había tenido ningún contacto no nadie, salvo mi jefe inmediato, que me explicó los deberes que realizaría ese mismo día, justo cuando regresaba de la hora del almuerzo y ya en el pasillo rumbo a mi oficina, la vi saliendo de la misma, lo extraño es que la puerta abrió en la dirección contraria, algo imposible por que aquella puerta sólo batía hacia adentro, ella caminaba por las paredes, por el viento, por las ventanas, ella transformaba el tiempo, lo deformaba, lo primero que note era su vestido que la desvestía en ella misma, su sonrisa sin labios, sus manos diez años más joven que su propia edad, paso a mi lado y envejecí cincuenta años viendo mi vida pasar, adquirí recuerdos de una vida que aun no vivía, eran proyecciones incomprensibles, con personas desconocidas, con conocidos igual de envejecidos, al instante de alejarse de mi, me volvió la propia edad, fui cincuenta años más joven y más feliz. Decididamente sin que nadie la notara, yo la seguí despacio y deprisa, para que no perdiera detalle de sus labios que la guían por el sendero de lo imposible, caminó hasta el final del corredor y dio vuelta a la izquierda, posteriormente cruzó un pequeño vestíbulo y se dirigió hacia el área de las escaleras, bajó con cadencia peldaño a peldaño sin apresurarse en ello, y finalmente al descender hasta el fondo, caminó unos pasos por un pequeño corredor de unos dos metros de largo y entró por aquella puerta, demasiado gris y demasiada fría; yo, al entrar detrás de ella por la misma puerta, cruce el umbral del tiempo, me ocurrió lo inexplicable, lo inimaginable, me encontré nuevamente en aquel corredor a donde tuve un encuentro conmigo mismo, es decir, otra persona idéntica a mi estaba en aquel corredor de pie, justo a donde yo estaba instantes antes; yo estaba viendo toda esa escena desde el otro extremo, vi el pasar de aquella chica por aquel corredor dirigiéndose hacia mi otro yo, ella camina por las paredes, por el viento, por las ventanas, ella transformaba el

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Cuento de ficción y armado como un fractal escrito por Jesús Urbina Rz.

Transcript of Te Lancé Un Hechizo

Inmemorable memoria

Te lanc un hechizoYo me encontraba en aquel edificio de oficinas a donde me presentaba en mi primer da a laborar, mi lugar de trabajo estara en el tercer piso, en la ultima oficina, al final del pasillo, todava no haba tenido ningn contacto no nadie, salvo mi jefe inmediato, que me explic los deberes que realizara ese mismo da, justo cuando regresaba de la hora del almuerzo y ya en el pasillo rumbo a mi oficina, la vi saliendo de la misma, lo extrao es que la puerta abri en la direccin contraria, algo imposible por que aquella puerta slo bata hacia adentro, ella caminaba por las paredes, por el viento, por las ventanas, ella transformaba el tiempo, lo deformaba, lo primero que note era su vestido que la desvesta en ella misma, su sonrisa sin labios, sus manos diez aos ms joven que su propia edad, paso a mi lado y envejec cincuenta aos viendo mi vida pasar, adquir recuerdos de una vida que aun no viva, eran proyecciones incomprensibles, con personas desconocidas, con conocidos igual de envejecidos, al instante de alejarse de mi, me volvi la propia edad, fui cincuenta aos ms joven y ms feliz.Decididamente sin que nadie la notara, yo la segu despacio y deprisa, para que no perdiera detalle de sus labios que la guan por el sendero de lo imposible, camin hasta el final del corredor y dio vuelta a la izquierda, posteriormente cruz un pequeo vestbulo y se dirigi hacia el rea de las escaleras, baj con cadencia peldao a peldao sin apresurarse en ello, y finalmente al descender hasta el fondo, camin unos pasos por un pequeo corredor de unos dos metros de largo y entr por aquella puerta, demasiado gris y demasiada fra; yo, al entrar detrs de ella por la misma puerta, cruce el umbral del tiempo, me ocurri lo inexplicable, lo inimaginable, me encontr nuevamente en aquel corredor a donde tuve un encuentro conmigo mismo, es decir, otra persona idntica a mi estaba en aquel corredor de pie, justo a donde yo estaba instantes antes; yo estaba viendo toda esa escena desde el otro extremo, vi el pasar de aquella chica por aquel corredor dirigindose hacia mi otro yo, ella camina por las paredes, por el viento, por las ventanas, ella transformaba el tiempo, lo deformaba, y yo desde el extremo opuesto fui testigo de aquello, me vi en mi otro yo envejeciendo cincuenta aos y regresando a la normalidad, todo en un suspiro, en unas milsimas escasas de tiempo, pero cuando eso me haba ocurrido a mi, aquello me pareci toda una eternidad. Pero haba algo diferente en aquella escena que de por si ya era sorprendente, cuando lo ocurrido me sucedi a mi, minutos antes, aun era de da, no sabra decir la hora exacta pero casi daban las dos de la tarde, el sol penetraba en los umbrales de las ventanas y las partculas sueltas que viajan por el aire se iluminaban, lo extrao pese a todo, era que en est ocasin yo no bestia la misma ropa que incluso llevaba puesto, era una vestimenta que jams haba visto y ella caminaba desnuda, y su desnudez la bestia de nuevos encuentros, pero tambin, lo era por la hora en lo que esto suceda, era de noche, pude incluso escuchar los grillos que en las profundidades de las noches vacas y tranquilas pueden escucharse, las luminarias estaban encendidas y por las ventanas no poda verse sino el reflejo de una ciudad encendida, y cuando mi otro yo dio vuelta y comenz a seguirla, yo intente hacer lo mismo desde el otro extremo del corredor, pero no pude avanzar, mi cuerpo no me obedeca, las piernas me pesaban toneladas, el nico movimiento posible era el de mi mirada que husmeaba y barra todo el corredor, intentando buscar a alguien, pero fue intil, estaba vaci el edificio, pronto me di cuenta que nadie vendra, asi que estaba dispuesto a repasar lo sucedido, cuando de pronto se escucho sbitamente como se comenzaban a azotar todas las puertas y las ventanas, pero las puertas y las ventanas no se movan, eso me pareci de primera intencin, pero al aguzar la vista, pude ver como pequeas estelas blancas y casi transparentes se agitaban, era como si el alma de las puertas y las ventanas se abrieran y se cerraran con una brutalidad estrepitosa, y no sabra como describir lo que a continuacin sucedi, pero fue como si el tiempo de pronto cambiara su velocidad, comenz lentamente a acelerarse, y luego de un instante a otro, amaneci, en otro instante atardeci y en otro instante anocheci, al principio pude notar el alba y el crepsculo, pero el tiempo avanzaba cada vez ms deprisa hasta tal punto que ya slo distingua en milsimas de segundos, cuando amaneca y cuando anocheca en el exterior, en el interior de aquel corredor continuaba el estrpito de puertas y ventanas, despus de unos momentos, todo se calmo, las puertas y las ventanas se calmaron, y el tiempo se calmo, afuera era de da, un da caluroso y despejado de nubes pasajeras, el sol apuntaba hacia el medio da, y en el interior todo haba envejecido, probablemente el tiempo avanzo tanto que aquel edificio ya slo era la ruina de lo que haba sido, ya slo quedaban los umbrales sin marcos en donde antes estaban las ventanas, las puertas, las paredes carcomidas, el parquet levantado dejaba ver el concreto en el piso; y yo, yo tambin haba envejecido, era tan viejo como el mismo edificio deba de serlo, entonces pude por fin moverme, pero me costo trabajo, los huesos me dolan, me dolan las articulaciones, mis manos duras, brillosas y arrugadas, mis uas estaban gruesas y rasgadas, mi ropa tambin estaba desgastada, camine como pude hacia el final del corredor, llegu como pude al vestbulo y lo pas, y finalmente, al acercarme a las escaleras note el mal estado de los escalones, de la balaustra metlica estilo minimalista ya slo quedaban algunos tramos oxidados, y comenc a bajar con toda calma y con extrema precaucin, pero incluso mis habilidades haban desaparecido, no era ms que un anciano decrepito, desdentado y con cabello largo y blanco, baje lo ms cauteloso que pude, pero las huellas de los escalones estaban incompletas, agrietadas, baje haciendo la misma travesa que unos instantes o dcadas antes haba hecho, y cuando por fin pude ver el umbral a donde estaba aquella puerta que haba cruzado con anterioridad, se escucho un crujido y el escaln se colapso, yo resbale y rod por la escalera, lentamente rod y comenc a flotar por el espacio, mis manos se aligeraban, mis pies no necesitaban apoyarse en nada, en definitiva, estaba flotando, la gravedad no causaba ningn efecto en mi, unas gotas de sangre de una herida en la cabeza que me haba hecho al estrellarme contra el filo de los escalones, flotaban redondas y brillosas a mi lado, incluso la sangre que todava derramaba, comenz a elevarse por el aire, a mecerse en el viento, y yo tuve que improvisar un especie de nado en el aire, como cuando estamos en una alberca grande y honda e intentamos sumergirnos hasta el fondo de la misma, y comenc lentamente a avanzar, y llegue a aquel umbral, y al estar demasiado cerca, con mis manos me agarre del marco y de un tirn atraves por el umbral, que se iluminaba por una resplandeciente luz de da colaba dbilmente al interior, y al cruzar mis ojos quedaron totalmente deslumbrados, y ca al suelo repentinamente, con la agresividad que slo la gravedad puede engendrar a todos los objetos que afecta, cuando mis ojos se acostumbraron a la luz exterior, me di cuenta que yo haba regresado a la normalidad, que incluso el edificio haba regresado a la normalidad, ah estaba esa puerta gris y fra, y al mirar hacia delante, estaba ella, caminando con la misma tranquilidad como lo hacia con anterioridad.

No pude comprender lo que ocurra, pero una fuerza casi magntica y una gran curiosidad que me invada, me hicieron levantarme del suelo y seguir a aquella chica, asi que corr tras de ella, atravesamos el estacionamiento, poda ya escucharse el bullicio de la gente y el escndalo de los automviles circulando, la puerta al final del patio que comunicaba con el exterior estaba cerrada y el guardia dorma la siesta, recargado en su silla, pens que cuando ella se detuviera a pedirle al guardia que le abriera, yo podra alcanzarla, pero no ocurri asi, como si se tratara de un espectro, atraves sbitamente la puerta, que hizo un movimiento oscilante, como cuando golpeamos una gelatina y esta se tambalea, aquello hizo que mi curiosidad aumentara y no quise perderla de vista, yo slo poda pensar en una cosa, alcanzarla, descubrir quien demonios era ella, quera una explicacin para lo que me haba sucedido, al llegar a la puerta, el guardia ya no estaba, slo quedaba la silla vaca, y un ventilador encendido con unas tiras de papel que se mecan por el viento producido, introduje mi mano por la pequea ventana por donde el guardia atenda a los trabajadores y visitantes al edificio y con un gran esfuerzo y agilidad pude asir las llaves que se mostraban por encima del mostrador, cuando me hice con las llaves, rpidamente fui descartando una por una, hasta que en la tercera que cog se abri la puerta, al salir un silencio insoportable, estaba vaca la calle, aquel sonido previo de bullicios y autos haba desaparecido, y del otro lado de la acera estaba aquella chica, desnuda, caminado hacia el final de la cuadra, el viento remova la basura que yaca sobre el asfalto, al llegar a la esquina dio vuelta, yo corr tras de ella, con una desesperacin nunca antes vista en la historia de la humanidad, al dar la vuelta en la misma esquina, ella ya no estaba, mir hacia todas direcciones, su piel dorada desnuda se haba perdido en una inmensidad de calles vacas y edificios abandonados.Camin aguzando la vista, intentando ver a donde se haba marchado aquella chica, por aquella calle vaca de personas, no asi de todos los elementos que componen y forman parte de una calle, estaban estacionados perfectamente los automviles, no parecan abandonados, ms bien, pareca que apenas los hubieran estacionado, en los semforos las luces cambiaban de color, el rojo parpadeaba y le segua el mbar y por ultimo la luz verde, pero no haba transito vehicular que avanzara, lo mismo con las luces peatonales, una figura humana de pie y firme color roja designaba no cruzar, pero una figura mvil, simulando una persona en movimiento y de color verde invitaba a los peatones a cruzar, pero excepto yo, no haba ms peatones, lo mismo, poda observarse, dentro de los edificios altos y las casas de dos o tres niveles, de los locales comerciales, todos estaban abiertos y en funcionamiento, en el interior, televisores, radios, luces, ventiladores, refrigeradores, todo estaba funcionando perfectamente, el nico habitante en aquella desoladora escena era yo, camin por en medio de la calle, sin preocuparme de lo que usualmente seria una locura, miraba atento hacia mi izquierda, hacia mi derecha, pero ella haba desaparecido, todos en esta ciudad haban desaparecido, no haba rastro ni de ella ni de nadie, al pasar cerca de los aparadores de una vitrina que daba a la calle, estaban exhibindose televisores encendidos, todos transmitan la misma seal, en blanco y negro, era como una vieja pelcula americana, como de los aos cincuenta, y todos los actores eran la misma persona, el camarero, los clientes, el cantinero, todos eran el mismo y nico actor, que interpretaba los mismos papeles y la escena era dentro de un restaurante, los clientes sentados en sus comensales, rean, conversaban, ordenaban, los camareros traan los platillos a las mesas y se llevaban los platos vacos, servan ms caf, todo era una escena cotidiana, no se distingua algn actor principal o ninguna historia profunda que argumentara aquella escena, de pronto, algo llamo mi atencin, algo que no haba notado, en el interior del restaurante, haba un nico actor que era totalmente diferente, no lo haba notado, por que estaba en la mesa ms alejada, oscura y casi salida de cuadro, al acercarme a uno de los televisores, para poder distinguir bien quien era, pude notar que aquella era una figura femenina, una mujer de edad, entre los cuarenta y cinco y cincuenta aos, llevaba un vestido escotado y lo nico que haba en su mesa era una taza, el recipiente del azcar, una cuchara, una cajetilla de cigarrillos, un cenicero, y una revista, ella fumaba lentamente, y con toda naturalidad, cuando me acerque demasiado a la pantalla, ocurri que toda la escena se detuvo, todos los actores, salvo ella, voltearon a verme, los clientes, los camareros, incluso el cantinero dejo de limpiar los tarros y volteo a verme, todos tenan una mirada fija en mi, a ella no pareca extraarle en nada lo que estaba ocurriendo, se termino su cigarrillo, cogi la cajetilla, saco de su bolso un billete que dejo sobre la mesa y se marcho, mientras que todos seguan mirndome fijamente, cuando ella salio de cuadro, ya no me importo mirar aquel televisor y me aleje, cuando lo hice todos los actores regresaron a lo suyo, como si un forastero desubicado, de pronto hubiera ingresado a aquel local y todos lo miraran extraados y una vez que se da cuenta que no debera estar ah saliera inmediatamente apenado y todos en el interior regresaran a su cotidianidad.

Llevaba casi tres horas vagando, de un lado a otro, no haba rastro de nadie, la ciudad estaba desolada, abandonada, pero con vida, en las luces del semforo, en los locales abiertos, en las luces de las oficinas, comenz a darme sed y note que tenia resecos los labios, dado que no haba nadie, decid entran en uno de esos expendios que hay en todas las grandes ciudades, entr en un 7 up, y me dirig hacia los refrigeradores del fondo, pase por un estrecho pasillo a donde se mostraban toda clase de productos, al llegar al fondo del local, nada me pareca extrao, tantas veces haba atravesado por esta clase de pasillos, que mi presencia ah, podra tratarse la de un cliente normal en un da comn y corriente, me detuve frente a los refrigeradores y contemple la inmensidad de marcas de bebidas que se exhiban, tena un mundo de posibilidades, podra asir cualquier botella, destaparle y beberla ah mismo, sino me gustaba, la cerrara y la dejara en su mismo lugar y tomara otra, pero no lo hice, tome una botella de agua natural, de un litro, la destape y me la beb toda completamente y de un solo jaln, como si no hubiera bebido en das ni una gota de agua, al terminarme la botella, note que no haba comido nada y que solamente tenia que extender mi mano y agarrar lo que se me antojara, destape una bolsa de papas, me las com, luego met un burrito de carne en el microondas, mientras se calentaba destape una bolsa de cacahuates, los batane, cuando dejo de girar el burrito dentro del horno y el sonido anunciaba que el tiempo haba expirado, abr el horno y saque con cuidado el burrito, lo abr un poco y le met los cacahuates por un costado, mientras me coma el burrito, camin nuevamente hacia el fondo del local y abr el refrigerador de las cervezas, destape una corona y me la beb combinndola con mi burrito, una vez saciada mi hambre, me dirig hacia el aparador, tome un paquete de cigarrillos, busque en un cajn y encontr un encendedor, destape la cajetilla y tome un cigarrillo y lo encend, met la cajetilla y el encendedor en mis bolsillos y sal del expendio.

Una brisa hizo moverse las ramas de los rboles y de los pequeos arbustos que crecan por las banquetas quebradas, al fondo de la cuadra se vea un pequeo parque, me dirig hacia l y entr, me sent en un columpio y termin mi cigarrillo, pens en todo lo que me haba ocurrido, los recuerdos de una vida que aun no he vivido, mi primer da de trabajo, la inmensa soledad en la que me encontraba, pero sobre todo, pensaba en aquella chica, en ella, particularmente en ella, quin era, qu era todo esto, seguramente es un sueo pens, pero no poda serlo, todo era normal, el tiempo avanzaba normal, y salvo el hecho de que yo era el nico sujeto en las calles, todo era normal. Cuando comenzaba a oscurecer, recobre la sensacin del tiempo, tenia que volver a casa por lo menos, pero algo que no haba notado hasta entonces, es que la ciudad en la que me encontraba, ya no era la ma, era una ciudad de calles y edificios comunes, de automviles comunes, todo era cotidiano, pero no era mi ciudad, ni siquiera sabia como regresar al lugar donde se encontraba el edificio de mi nuevo trabajo, otra cosa extraa es que los letreros de los hoteles, de los restaurantes, de los expendios, de todos los locales, comenzaban a encenderse tranquilamente, como si alguien realmente habitar cada uno de los edificios y continuar con su andar itinerante, todo aquello, sin duda alguna, era una escena cotidiana, incluso al salir del parque los automviles que estaban estacionados en las calles ya no estaban, no caba ninguna duda, ah la gente segua, tal vez yo estaba atrapado en otra dimensin en otro instante, en esta dimensin yo no poda presenciar las figuras corpreas humanas y viceversa, eso es en lo que pensaba, pero tambin, era probable que todo fuera nada ms que un simple sueo.

Cuando anocheci, un fri cubri toda la ciudad, un espantoso y tiritante fri, asi que, decid entrar, en un hotel y pasar la noche en alguna habitacin, quizs al despertar, yo amanecera en mi cama y todo esto no habra sino si no una pesadilla, una hermosa pesadilla, me dirig a un hotel cuyo letrero iluminado con nen lo designaba Hotel, El Crepsculo ste se encontraba frente al 7 up, donde com y beb con anterioridad, al entrar me dirig a la recepcin, abr la puerta y cog del mostrador la llave de la habitacin numero 6, que seguramente estara ubicada en planta baja, busque la habitacin y al encontrarla, ingres la llave, la gire y abr la puerta, ingres en aquella estrecha habitacin, me sent a un costado de la cama, saqu otro cigarrillo del bolso y lo encend sin darme prisa, mientras el cuarto se llenaba de humo, yo segua analizando todo lo que me estaba ocurriendo, sin duda alguna, un absurdo, un sueo y nada ms, cuando se termino mi cigarrillo, me dirig al bao, sub la tapa del retrete y orine, luego tome una toalla del closet empotrado, me desvest, y me met a la ducha, abr la llave de agua caliente y no me pareci extrao que si hubiera agua caliente, luego abr la llave del agua fra y la fui templando, una vez tibia el agua, me di un regocijante bao, al terminar de ducharme, me seque con la toalla, me la amarre a la cintura y sal del bao, destend la cama, me quite la toalla y me met desnudo en ella, me arrope perfectamente y un sueo tremendamente pesado me invadi y quede en pocos minutos totalmente dormido.

De pronto, un escandaloso ruido que pareca provenir de la recepcin sbitamente me despert, sal al pasillo a toda prisa para ver lo que haba sucedido, quizs haba alguien ms, y si era asi, quera averiguarlo, lo primero que pens es que se trataba de ella, la mujer por la que probablemente estaba yo atrapado aqu, atraves el pasillo corriendo y cuando estuve a punto de llegar a la recepcin resbal con una mancha de sangre en el piso, mi cuerpo desnudo patino hasta topar con pared, todo el piso de la recepcin estaba inundado de sangre roja y brillosa, de un ftido olor, y aun estaba tibia, no slo eso, haba sangre salpicada por las paredes y por el techo, y la puerta de acceso haba sido derribada, me levante cuidadosamente y con las manos sacud de mi piel el exceso de sangre, camin sostenindome de la pared para no caerme en aquel piso resbaloso por la sangre y me acerque a la puerta, aquella era una escena brutal, mientras caminaba iba dejando un rastro de sangre con la forma de la palma de mis manos sobre la pared, al acercarme a la puerta de acceso, note que en el piso haba rastros de sangre, como si hubiesen arrastrado algo por aquel piso, lo mismo por los tres escalones que comunicaban el acceso del edificio con la banqueta, haba un rastro continuo, como si hubiesen arrastrado algo o a alguien, al descender por las escaleras segu el rastro que continuaba por la banqueta, era extrao, no haba huellas, slo el rastro de sangre por el piso, no me importo mucho caminar desnudo y con manchas de sangre escurriendo por mi cuerpo, si haba alguien ms yo quera descubrirlo, adems, en la oscuridad de la noche, no pareca haber otro habitante salvo aquel rastro de sangre en aquella desolada ciudad, al llegar a la esquina, el rastro continuaba por la calle, hasta llegar a la otra banqueta, all el rastro giro hacia la derecha y a unos pocos metros adelante giraba hacia la izquierda y llegaba hasta la fachada de un edificio de unos quince pisos, el rastro suba por la pared, de la misma manera como estaba marcado en el piso, suba por aquella pared poco iluminada y en la oscuridad se perda aquel rastro, creo que llegaba hasta el techo, la puerta de aquel edificio estaba abierta, como s aquel rastro en realidad fuera una seal que deba seguir, que alguien haba dejado para mi, las luces en el interior estaban encendidas, como si estuviera dando servicio a esas horas el edificio, entr con mucho sigilo, lo primero que note fue la recepcin y el control de seguridad, donde probablemente en la realidad se encontraban uno o dos vigilantes que resguardaban el acceso al edificio, tambin haba un sof, una mesita y adornaban aquel espacio de recepcin, unas plantas, al fondo, se observaba una luz parpadeante, era el rea donde se encontraban los elevadores, nuevamente, como si la luz que parpadeaba de la luminaria, fuera otra seal y me guiar, pas un estrecho corredor y llegu hasta donde se encontraban los elevadores, al situarme debajo de esa luz, gir haca un extremo y oprim el botn de uno de los cuatro elevadores que haba, se encontraba todos en el sexto piso, mientras observaba aquella cuenta regresiva de nmeros, pens en que demonios estaba haciendo siguiendo aquel rastro de sangre, sin embargo, aquel rastro de sangre era lo nico que me conectaba de alguna manera con aquella realidad, era lo nico que me hacia pensar en la presencia de otras personas, aunque la idea era descabellada, cmo haban subido aquello que arrastraban por la pared de aquel edificio, al momento se abri la puerta del elevador y yo pas, al estar dentro de la cabina, puls el botn que llevaba a la azotea, cuando se cerraron las puertas y el elevador comenz a ascender, pude ver el reflejo de mi cuerpo, ya que el elevador contaba con un espejo de piso a techo en uno de los lados de la cabina, contempl mi cuerpo desnudo y todo lleno con manchas de sangre secndose, se iban oscureciendo conforme se secaban y dejaban una ligera costra, como si las heridas estuvieran en mi piel, finalmente llegu a la azotea, la puerta se abri y yo sal de la cabina, me encontraba en la azotea de aquel edificio, desde donde se podan ver todos los edificios iluminados de toda la ciudad, al acercarme al pretil que daba a la calle pude encontrar el rastro, efectivamente llegaba hasta la azotea de ese edificio, luego descenda al piso de la azotea, y segua, pareca llegar hasta la parte de atrs en donde se encontraban los elevadores, continu sigiloso, al llegar a la parte de atrs de las cabinas, el rastro daba vuelta y se continuaba por detrs de las cabinas, y de pronto, al acercarme lentamente, pude verlo, aunque me costo trabajo distinguirlo por la escasa luz que daba en esta parte de la azotea, se trataba de un bulto, al acercarme, lo vi con claridad, sin duda alguna se trataba de una persona, del cuerpo de una persona, y al acercarme ms todava pude distinguir que aquel cuerpo inerte sobre el piso de la azotea era el mi, es decir, era mi cuerpo, quizs el otro yo que haba visto antes, llevaba la misma ropa con la que lo haba visto en el corredor del edificio, el que estaba en aquel rincn, sin vida, con raspaduras y sangre, era yo, en otro cuerpo, lo arrastre hacia la parte de adelante de las cabinas de los elevadores, donde haba una buena iluminacin, al hacerlo dejaba un rastro de sangre por el piso idntico al que estaba siguiendo, era yo, no haba duda, el cuerpo inerte y sin vida era el mi o por lo menos un cuerpo idntico al mi, el impacto me dejo sin aliento y una brisa me hizo tiritar, no s exactamente, si tiritaba de miedo o de fri, lo ms probable es que fueran ambos, el cielo que por la tarde estaba despejado y claro, en aquel momento se mostraba nublado, la luna se asomaba por resquicios que iluminaban brevemente la ciudad hasta que se volva a ocultar tras el biombo de nubes, de pronto el cielo comenz a relampaguear, y la ligera brisa de hace unos momento se convirti en una fuerte rfaga de viento, pareca que de un momento a otro el cielo se caera a pedazos, yo contemplando el cadver de mi cuerpo, de un cuerpo que hacia unos instantes antes haba observado con detenimiento en el reflejo del espejo en el elevador por donde haba subido hasta ah, en todos los aspectos aquel cuerpo era el mi, un fri terrible comenz a invadirme, al igual que un temor inexplicable, decid volver al hotel por mi ropa y buscar una manera de largarme de ah, ya no poda estar en ese extrao lugar por ms tiempo, ahora no me quedaban dudas, no era una pesadilla, no despertara al da siguiente y continuara con mi vida, est terrible y desolada realidad era tan verdadera como el vaho que expulsaba de mi boca a causa del fro de la noche, descend por el elevador y sal de aquel edificio a toda prisa, de pronto una lluvia feroz azoto la ciudad, el viento hacia mecer estrepitosamente las ramas de los rboles, corr desnudo bajo la lluvia, mientras lo hacia, el agua lavaba la sangre de mi plido cuerpo, corr siguiendo el rastro de sangre, lo ms lgico para regresar al hotel era siguiendo aquel rastro, si lo segua en sentido contrario llegara hasta el hotel a donde haba dejado mi ropa, mis ojos nicamente estaban fijos sobre el rastro de sangre, que poco a poco se desvaneca a causa de la lluvia, finalmente, el rastro terminaba en el prtico de un edificio, cuando levante la mirada para observar el acceso del edificio me entro el espanto por la mirada, se trataba del mismo edificio que acababa de abandonar y donde en su azotea, estaba el cadver inerte de un yo desconocido, al voltear hacia los lados, la configuracin de las calles haba cambiado, me encontraba en otra calle, con edificios altos, y lo nico que reconoca era aquel edificio, con la puerta abierta, invitndome a entrar, yo estaba desnudo, bajo una lluvia brutal, y con los brazos abrasndome para no tener tanto fri, pens por un segundo en entrar nuevamente, incluso, pens en subir y encontrar nuevamente aquel cadver, pero luego pens, que qu podra ganar con eso, solamente estara de pie observando el cadver de un hombre muerto, el cadver mi, as que decid caminar sin rumbo bajo la lluvia, que continuaba con su castigadora furia, el viento meca las ramas y muchas hojas se desprendan y caan en tirabuzn al piso, para ser nuevamente levantadas y mecidas por el viento, otras se iban arrastrando por los pequeos riachuelos que se formaban en los extremos de la calle, no paraba el cielo de centellear, el sonido que provocaban los truenos era aterrador.

Continu caminando un largo rato, con la mirada agachada, resignado a vagar por toda la eternidad de ser necesario, mientras lo hacia miles de ideas surcaron mi cabeza, ninguna trascendental, la intensidad de la lluvia fue ms ligera, slo una pequea llovizna, el viento ya no arrasaba como antes, y el cielo todava nublado dejo de centellear, mientras caminaba por en medio de la calle, llegu a una zona residencial, de casas bajas de dos niveles, tamaos y colores similares, casas cuyos jardines estaban al frente de las mismas, con una entrada pavimentada donde el coche poda llegar hasta la cochera y aparcar en ella, decid entrar para refugiarme en una de ellas, no importaba cual, entrara por la puerta, si estaba cerrada la forzara, o rompera un cristal de alguna de las ventanas en planta baja, al decidirme por la casa que estaba ms prxima a mi, camin atravesando el jardn hacia la entrada, cuando me estuve frente a la puerta gire el pomo y comprob que estaba cerrada por dentro, azote con fuerza mi hombro sobre la misma varias veces hasta que est cedi, pas y busque el apagador, al encontrarlo lo presion y se encendi la luz del vestbulo, camin hacia las escaleras que estaban frente al vestbulo, mis pasos dejaban rastro de agua sobre el piso de loseta blanco, al llegar a la escalera coloque mi mano sobre el pasamanos de acero, y comenc a subir cuidadosamente, mientras lo hacia el ruido que causaban mis pisadas sobre los escalones de madera rechinaban por toda la casa, era notoria mi presencia invasora en aquella casa, al llegar a la planta alta, pude notar la presencia de otro apagador que presion y encend la luz del corredor, camin por l y al llegar a la primer puerta la abr, esta vez no ofreci resistencia, estaba abierta, al entrar a aquella alcoba, busque el apagador y lo presion, con la luz encendida, pude notar que se trataba de la alcoba principal, la cual era conformada por una cama matrimonial, un bur a cada extremo de la misma, un closet empotrado a la pared, tenia un balcn con vista hacia la calle, tambin haba una silla de metal sencilla, sobre el respaldo yaca una toalla de color blanca colgada, nada extraordinario, sin embargo todo aquello me pareca muy familiar, yo ya haba estado ah, en un tiempo que aun no ha pasado, es decir, yo estar ah en unos aos y sin embargo ya tengo el recuerdo de haber estado, de pronto vinieron a mi recuerdos de sucesos que no pertenecan al pasado sino al tiempo que est por venir, me mir ah mismo, recostado sobre esa cama y con una chica que no pude reconocer a mi lado, ambos estbamos desnudos, bromebamos, reamos, yo deba de tener por lo menos unos quince aos ms que ahora; una vez se desvaneci de mi mente aquel recuerdo por llamarlo de algn modo, cog la toalla que estaba en el respaldo de la silla y me sequ el cuerpo perfectamente, volv a dejar la toalla sobre la silla, de pronto, como por intuicin abr el segundo cajn del closet de arriba para abajo, y haba ropa interior limpia, me puse unos calzoncillos azul marino, luego abr la puerta del closet y descolgu un traje negro y una camisa blanca, me los puse, me ajustaron perfectamente, tambin saque un par de calcetines grises del cajn y en la parte inferior del closet, estaban varios pares de zapatos, me puse unos color negro, que me calzaban perfectamente, estaba seguro que aquella casa a la que haba entrado como un criminal en la oscuridad de la noche, no haba sido por casualidad, aquella casa me haba elegido a mi para entrar, una vez que estaba vestido, siguieron viniendo a mi recuerdos que no eran mos, o por lo menos todava no lo eran, como si algn yo del futuro me los enviar a travs de una lnea en el tiempo que era atravesada, recordaba mis rutinas, probablemente aquella mujer era mi esposa, no, estaba seguro, ella sera mi esposa en ese futuro que aun no llega, me deslice hacia la habitacin continua, pero estaba vaca, abandonada, no pareca que alguien la hubiese habitado en aos, y nada ah se me haca familiar, salvo el olor a viejo que se postra en esas habitaciones que estn completamente abandonadas, decid bajar y ver si haba algo en la cocina, tena un poco de hambre, hacia horas que no coma nada y estar vagando tanto tiempo bajo la lluvia me agoto y tenia hambre, record dnde y cmo estaban acomodados cada mueble de la casa, incluso, me llegaban vagos recuerdos de cmo los haba comprado, o conseguido, en fin, yo tenia un hambre atroz y al bajar las escaleras gire hacia la derecha y me dirig hacia la cocina que se situaba a un costado del comedor, abr la puerta de la cocina, prend la luz, y me dirig directamente hacia el refrigerador, en mis recuerdos enviados desde el futuro recordaba incluso lo que haba comprado ese da en especifico en el supermercado, yo no estaba viviendo otra vida, era esa otra vida la que me estaba viviendo a mi, y efectivamente, cuando abr el refrigerador, estaban los artculos que yo haba comprado, saque el bote de la leche y cerr el refrigerador, luego me dirig a la despensa, la abr y tome una caja de galletas, la destape y tambin el bote de leche, saque las galletas y me las fui comiendo y le daba tragos a la leche directamente del bote, una vez, me sent satisfecho, me dirig haca la estancia, prend la luz, y me sent sobre el silln mediano, estaba completamente fatigado y no saba que hora era, en toda la casa no haba ningn reloj, el sueo comenz a ganarme y me quede dormido en el silln.Despierto, ya es de da, bostezo y estiro las manos, al principio no adivino donde estoy, todava no he prestado atencin a mi alrededor, lo primero que viene a mi mente es que todo lo que me haba sucedido fue tan slo un sueo o una pesadilla, inmediatamente cambio de parecer, identifico en donde me encuentro, en aquella estancia a donde me haba desplomado de cansancio, el sol se colaba por entre las cortinas y decid abrirlas, al parecer era medio da, lo intu por la posicin del sol en el cielo, observe el vecindario, estaba lleno de casas parecidas, pero no pareca haber rastro de nadie, estaba deshabitado aquel lugar, decid ir por algo para almorzar, al abrir el refrigerador estaba completamente vaco, lo mismo con la alacena, todo pareca una escenografa, no haba nada en los muebles, estaban completamente vacos, repentinamente se escucho un ruido proveniente de la planta de arriba, sub con cautela y un miedo profundo comenz a invadirme, record el encuentro que tuve con aquel cadver, el encuentro que tuve con mi propia muerte, por llamarla de algn modo, al subir tan cautelosamente, los escalones delataban mi presencia, rechinaban con cada paso que daba, yo intentaba no hacer el menor sonido posible, al llegar por fin a la planta alta, camin por el pasillo y gire lentamente el pomo de la alcoba principal, estaba como la haba dejado en la madrugada, la toalla en sima de la silla, la cama tendida, el closet con la puerta entreabierta y los ganchos colgados, nuevamente se escucho un sonido, fue como un golpe contra la pared, como si alguien se hubiese azotado con fuerza contra la pared, y provena de la habitacin de al lado, me dirig hacia sta e intente abrir el pomo de la puerta, pero ste no giro, estaba cerrada por dentro, nuevamente se escucho aquel azote contra la pared, intente asomarme por el cerrojo de la puerta pero no se observaba nada con claridad, asi que me tir al suelo e intente asomarme por el espacio que queda entre la puerta y el piso, alcance a distinguir una sombra, no caba ninguna duda, era una sombra, pero no pareca nada humano, era algo grotesco, deforme, de pronto volvi a azotarse contra la pared, y como si notara mi presencia, se dirigi hacia la puerta, alcanc a ver sus pies, no tenan forma humana, eran unos pies gruesos, peludos, y algunos de los dedos estaban cercenados, aquello, definitivamente no era humano, se comenzaron a escuchar azotes contra la puerta, como si sus puos trataran de derribarla, aquello me asusto tanto, que mi reaccin inmediata fue la de correr lo antes posible, sal corriendo de aquella casa con una intensidad que asombraba, mientras corra, escuchaba aquellos azotes contra la puerta, al salir de la casa, corr por todo el vecindario, lo atraves en un abrir y cerrar de ojos, de pronto me encontraba cerca de un parque al que entre a toda prisa, y me escond detrs de unos arbustos, mi corazn lata a toda prisa, en cualquier momento sufrira de una taquicardia, en mi mente estaba la forma de esos pies, que no tenan forma, trat de tranquilizarme, comenc a respirar profundamente y a exhalar, pasaron varios minutos, yo ni siquiera quera asomar mi cabeza por encima de los arbustos, me senta totalmente refugiado en aquel escondite, pero algo en mi quera regresar, me entraron unas ganas enormes de regresar y abrir aquella puerta, ver que haba en su interior, por qu no tenia ningn recuerdo de aquella habitacin, todo en esa casa se me hizo tan familiar como si la hubiera habitado desde hacia aos, me la sabia de memoria, todo, excepto aquella habitacin vaca y abandonada, y ya no me poda contener ms, tena que ir, tena que regresar y enfrentarme contra lo que habitara en su interior, y lo hice, abandone aquellos arbustos, tome una rama gruesa y grande que yaca inerte en el csped, sal de aquel parque y me dirig nuevamente a aquella casa, entr decidido, casi se podra decir que estaba furioso, una fuerza extraa se apodero de mi, me posea, solamente quera llegar a esa habitacin, derribar la puerta y enfrentarme contra aquella criatura, sub por las escaleras con una determinacin fulgorosa, llegu a la planta alta, atraves el corredor y al acercarme a la dichosa habitacin, sta estaba abierta, de pronto todo ese valor que se haba apoderado de mi desapareci, fui ms bien cauteloso, la puerta estaba semiabierta, asi que la empuje con una mano y con la otra sostena la rama que me haba encontrado en el parque, pero la habitacin estaba vaca, sin embargo haba rasgaduras en las paredes, que desprendan el papel tapiz, eran las marcas de unas garras que haban rasgado todo el interior, incluso la puerta estaba rasgada por su interior, como si un oso o algn animal enorme las hubiese rasgado, la habitacin tenia un ligero aroma a sangre, pero no haba rastros de ella por ninguna parte, aquella criatura tal vez haba logrado abrir la puerta y escap, fue lo primero que vino a mi mente, no haba nada ms que contemplar en aquella habitacin, decid investigar en todos los cuartos de la casa, pero todo estaba en su lugar, incluso, ningn mueble tenia nada en su interior, no solt la rama para nada, incluso al ir al bao, no la solt, no s que tan protectora pudiera ser, en aquel lugar tan extrao y a la vez cotidiano, orine y me dirig al lavabo, al mirarme en el espejo me di una cachetada y me pregunt que demonios estaba sucediendo, como si mi reflejo supiera la respuesta, me lave las manos y sal, al salir del bao descubr que no estaba solo, haba alguien observndome desde la ventana, por fuera de la casa, mi primera impresin fue un repentino espanto, se trataba de una mujer, no de cualquier mujer, era la mujer que haba visto en la pantalla del televisor el da anterior, yo no me mov por la impresin, y ella tampoco, no hacia sino observarme, pasados unos cuantos minutos despus de la impresin que tuve, quise llamarla, pero no sabia su nombre, ella simplemente me miraba, su mirada me hipnotizaba, me dejaba quieto, inmvil, cuando recuper la movilidad, lo primero que quise hacer fue salir a buscarla, pero cuando abr la puerta principal para salir al jardn, al atravesarla una luz ceg mi mirara, como la luz que se cuela al final de un tnel y al atravesarlo te ciega la luz del da, cuando mi vista se adapto a la luz, yo ya me encontraba en otra parte.

En lugar de salir de aquella casa cotidianamente extraa, me di cuenta que no me encontraba afuera, en el jardn, donde estaba aquella mujer que me paralizaba, sino todo lo contrario, yo estaba dentro de un local, de un restaurante para ser ms preciso, era el mismo local que haba visto por el aparador en las televisiones que se exhiban, lo reconoc, pero no haba nadie, las sillas se encontraban volteadas y colocadas sobre las mesas, la cantina estaba cerrada, y solamente la msica de una rockola poda escucharse, era una msica de blues, reconoc quien estaba cantando, era Screamin Jay Hawkins, interpretando I put a spell on you, cuando se termin la cancin la rockola se apago, todo quedo en un silencio austero, la nica mesa que no estaba obturada por la sillas sobre de ella, era la mesa en donde estaba aquella chica que yo mir por el televisor, se encontraba en un rincn y desde mi posicin era difcil ver aquel lugar, me acerque esquivando las otras mesas y llegu hasta ah, haba un cenicero sucio y una revista con la portada muy maltratada, se observaba escasamente el rostro de una chica, pero no se entenda el nombre de la misma, cog la revista y desprendi polvo, como si llevara dcadas sin ser tocada, lo que me hizo toser por unos instantes, me acerque el puo cerrado a la boca y tos unas seis o siete veces, ya recuperado, al abrir y hojear la revista, todas las imgenes de la misma haban sido recortadas, y los artculos apenas eran legibles, como no me interes, la deje nuevamente sobre la mesa, alce la cabeza y con la mirada volv a recorrer todo el local, al no encontrar nada interesante en aquel local decid salir del mismo, me acerque nuevamente a la puerta por donde haba accedido a ese lugar, era una puerta de dos hojas, de madera color guinda, al intentar abrirla no pude, estaba cerrada con llave, la cerradura se vea bastante resistente, era de fri metal y estaba bastante reforzada, despus de unos intentos forcejeando, decid que tal vez debera romper alguna ventana, junto a la puerta haba una grande, que iluminaba perfectamente mi posicin, al acercarme note que tenia barrotes externos, y al revisar las dems ventanas comprend que eso tambin seria intil, de pronto el ruido de un cristal rodando me hizo poner toda mi atencin sobre la barra de la cantina, se trataba de una botella de vodka que estaba rodando por la barra, hasta que lleg a un extremo de la misma y call sobre el suelo, al hacerlo se revent en mil pedazos y el liquido se derramo sobre el parquet, se mezclo con los cristales, se iba esparciendo siguiendo las ranuras entre cada madera del suelo que formaban el parquet, pero hacia unos instantes yo haba pasado por ah y no haba nada sobre la barra, estaba totalmente limpia, yo observ todo desde el otro extremo, asi que me acerque lentamente, primero hasta donde estaba la botella hecha aicos en el suelo y luego segu su recorrido a la inversa, finalmente llegue a donde comenz a rodar, puse mis dos manos sobre la barra, me levante en cunclillas, y me asome por el otro lado de la barra, mir hacia el interior, mir hacia un extremo y hacia el otro, pero ah no haba nada extrao, todo era sutil y cotidiano; decid, ir hacia la cocina, quizs habra una puerta trasera en el local, camin por un corredor un poco estrecho, el mismo que tenan que seguir los camareros para llegar hasta la cocina, por su estreches supuse que los camareros tenan que tener un ritmo y conocerse perfectamente, para que no se estorbaran los que salan de la cocina con los platillos recin servidos y los que regresaban con los platos sucios, al llegar a la cocina abat hacia el interior la puerta, al entrar solt la puerta y esta regreso a su posicin haciendo un pndulo entre el interior y el exterior, era una de esas puertas clsicas en las cocinas que son de doble abatimiento, al entrar a la misma est estaba totalmente iluminada, todo estaba en su lugar, vi por un estrecho corredor una puerta al fondo, atraves la cocina y llegu hasta este punto, al girar el pomo la puerta se abri, al atravesarla la luz del exterior me ceg un par de segundos, nuevamente cuando mis ojos se adaptaron al cambio drstico de luz que haba entre la luz artificial de la cocina y la luz natural del da, estaba sobre el jardn de aquella casa, mi casa futura seguramente, o una casa que yo recordaba como ma pero que aun no lo era, es como si nunca hubiera estado en aquel restaurante y no hubiera pasado nada, pero no, yo saba que haba estado ah, aun recordaba el sutil olor que emanaba del piso, olor a madera mojada y olor a vodka, aun recuerdo el olor a cenizas del cenicero sucio y el polvo de la revista que me haba hecho toser, sin embargo, ahora estaba en donde quera estar, en el jardn de la casa, lo primero que hice cuando record la razn por la que quera salir tan rpidamente fue el encontrarme con aquella mujer, pero no haba nadie en el jardn, estaba totalmente vaco, sin embargo, al estar en el jardn, todo verde y con vida, todo me pareca normal o por lo menos cotidiano, as haba estado el jardn cuando yo lo mir por primera vez, la noche anterior, pero al voltear y mirar el vecindario, este haba envejecido, todos los dems jardines estaban muertos, no haba csped, los rboles y arbustos estaban sin hojas, los colores de las casas estaban desgastados, sucios, descuidados, algunas puertas estaban colgadas, otras yacan en el piso, las ventanas estaban en su mayora rotas, como si un tornado hubiera pasado y destrozado todas las casas, salvo una, la ma.

Todo aquello me dio una mala espina, como si no fuera ya todo extrao, ahora esto, no quise entrar en aquella casa, quera alejarme y olvidarme de ella, de los falsos recuerdos que tenia de ella, era imposible que yo pudiera recordar hechos de otro tiempo que todava no ha llegado, comenc a caminar por el vecindario, al pasar junto a cada casa abandonada y carcomida, senta que estaban habitadas, que desde sus resquicios me observaban, todo aquello me incomodaba, asi que acelere el paso, y mientras lo hacia, pensaba en la chica que sali de mi oficina, pens en la chica que observe en aquel restaurante por los televisores, y que se me apareci en el jardn, cada una tenia una edad diferente, la chica que sali de mi oficina deba de tener ms o menos mi edad, entre veintitrs a veinticinco aos, la que estaba en el restaurante deba de tener entre cuarenta y cinco y cincuenta aos, y la que recordaba en la cama junto a mi entre treinta y treinta y cinco aos, pero todas tenan rasgos en comn, despus de pensarlo detenidamente, todo se aclaro, como un chispazo de iluminacin, no haba ninguna duda, todas ellas eran la misma persona, pero en distintas edades, entonces si eran la misma persona, si todas las apariciones se trataban de la misma aparicin, por qu?, me hice la pregunta, por qu aqulla mujer me estaba haciendo esto?, en definitiva, todo esto era causa suya, para salir de esto, debo encontrarla, aunque no s que hacer despus de eso, lo principal es encontrarla, a todas ellas de ser necesario, asi que mientras sigo andando por aquellos desolados jardines, por aquellas viejas casas, tambin el sol avanza, me acompaa con su condena de fuego, dejo atrs aquel desolado vecindario y entro en un rea dominado por edificios mixtos, de alturas similares, y su sombra proyectada sobre el asfalto hace que descans un poco del incesante sol que hasta ahora era mi nico viga, y de pronto paso por calles antes ya recorridas, no hay duda, son las calles por las que el da anterior haba pasado, y entonces reconozco el sonido de una cancin, una cancin que hacia poco haba escuchado, el sonido me lleva hasta el aparador de una tienda de electrodomsticos donde se encontraban aquellos televisores del da anterior todava transmitiendo, al acercarme a la vitrina en donde estn expuestos, me asomo y veo el restaurante en donde hacia poco yo tambin haba estado, y me quedo paralizado, lo que estoy viendo ahora me causa una mezcla de sentimientos y emociones, siento un temible espanto mezclado con un hormigueante tiritar, lo que transmiten esos televisores que parecen captar perfectamente la escena pero en blanco y negro; hacen que me rinda ante las imgenes, me estoy exhibiendo en ellos mismos, o para ser ms preciso, me estn exhibiendo en ellos, soy yo entrando al restaurante, es como si se tratase de una seal con retraso o como si fuera una seal en vivo, yo no sabra distinguirlo, lo importante esta en que yo estoy participando en la escena, realiz los mismos movimientos, los mismos pasos que haba realizado instantes antes, cuando tratando de salir al jardn haba ingresado a ese restaurante, me estoy mirando, todo lo que haba hecho estaba ocurriendo, de pronto la msica de la rockola deja de tocar la cancin de Screamin Jay Hawkins, y yo avanzo hacia aquella mesa, recojo la revista, estornudo, intento salir, forcejeo con la puerta, me asomo a la ventana, hasta aqu todo era predecible, no haba ninguna duda, era yo, me haban gravado y ahora me estaban retransmitiendo o por efectos de tiempo-lugar estaba viendo aquella transmisin en vivo, aunque pareciera una transmisin venida del pasado, podra ser tambin que se tratase de una transmisin en vivo y que me estuviera viendo a mi mismo por una rendija del tiempo, por un tnel que me permita verme a mi mismo a travs del televisor, no importa mucho inferir en ello, de todos modos me encontraba en un lugar donde al parecer todo poda ser posible; entonces mi atencin se centro en la barra de la cantina, aguce mi vista sobre la barra y de pronto fue apareciendo la silueta de una persona, era ella, la misma mujer que haba ocupado aquella mesa, de pronto apareci a un costado de la barra, mientras tanto yo, el yo que esta viviendo aquellos acontecimientos en el restaurante, esta ms interesado por encontrar una ventana por donde salir de ese lugar que lo que ocurre dentro, por eso no se percata de la presencia de aquella mujer, ella toma un vaso y una botella de vodka, la destapa, se sirve a la mitad y beb de un solo trago el liquido, mientras esto ocurre yo me acerco ms al televisor para no perderme ningn detalle y cuando me acerco demasiado, ella voltea y me observa, entre tanto con una mano sostiene el vaso y con la otra la botella de vodka, me mira fijo sabiendo que la estoy observando desde la pantalla, me guie con su ojo derecho, sonre, y hace rodar la botella sobre la barra, en ese mismo momento mi yo que est participando en la escena, se da cuenta por el sonido, voltea y ve sobre la barra deslizarse la botella, hasta que esta cae al piso y se revienta, lo curioso es que la chica todava est presente y me sigue observando, mi yo que est dentro de la escena al parecer no puede verla, se acerca a donde la botella yace quebrada en el suelo, observa ignoto el parquet, luego avanza por la barra, incluso pasa frente a ella, la atraviesa como si fuera un espectro, un fantasma, en definitiva, l no puede verla, cuando l llega hasta el punto donde cre que comenz a rodar la botella, se asoma por la barra, mientras tanto la mujer se va hacia la mesa donde estaba sentada el da anterior, jala una silla y se sienta, luego saca de su bolsa una cajetilla de cigarros, se acerca el cenicero y luego saca un encendedor, se prende el cigarrillo, mientras tanto mi otro yo se asoma por la barra, mira su interior, alza la cabeza y observa todo el lugar, en definitiva no encuentra nada extrao, ellos dos estn cohabitando el mismo lugar, el mismo espacio y el mismo tiempo, pero parece que lo hacen en planos dimensinales distintos, y que solamente yo puedo observar a travs de la seal de los televisores estos planos materializados en uno solo, cuando mi otro yo sale de la escena, es decir cuando se dirige a la cocina y ya no es visible en pantalla, ella aun continua sentada, se termina su cigarrillo, apaga la colilla restregndola sobre el cenicero, se levanta, coge su bolsa, se lo coloca sobre su hombro, cierra la silla contra la mesa, y se dirige hacia la salida, abre tranquilamente la puerta y se va. Entonces queda una transmisin vaca, solamente se puede observar la tranquilidad de aquel local abandonado, as que dejo de prestarle atencin a los televisores, y continuo mi andar, avanzo sin rumbo fijo, despus de unas horas, ya comenzaba a oscurecer, y de pronto, casi milagrosamente, me encontr parado en frente del 7 up del da anterior, asi que decid entrar en l, tome una botella de cerveza y una bolsa de papas saladas, sal a la calle, me sent en el peralte que hay entre la banqueta de concreto y el asfalto, destape la bolsa, mientras coma una por una las papas, destape tambin la botella de cerveza y le iba dando tragos, mientras tanto, mi mirada estaba centrada en mirar las luces de nen apagadas del hotel donde haba pasado gran parte de la noche anterior, Hotel, El Crepsculo entonces pens en esa gran mancha de sangre regada en el vestbulo del hotel y en ese rastro que segu hasta ese otro edificio, al terminarme las papas y al dar el ultimo gran trago a la cerveza, decid que entrara al hotel, quera ver si segua ah la mancha de sangre, as que deposite la bolsa y la botella vacas en el bote de basura del 7 up, y me dirig hacia el hotel, mientras cruzaba la calle y como ya estaba casi oscuro, de pronto comenzaron a encenderse la luz de todos los letreros, comenzado por el del hotel, cmo si entendiera que me diriga hacia l, las letras de nen que formaban la palabra, Hotel, El Crepsculo parpadearon unos segundos hasta que quedaron totalmente encendidos, lo mismo con los dems letreros, incluso las luminarias de los postes se fueron encendiendo, la calle quedo totalmente iluminada, aquello hizo que me detuviera a contemplar aquel espectculo, que de no ser por que me encontraba en aquel extrao sitio, me hubiera parecido tan cotidiano y no le habra prestado ninguna clase de atencin, continu en mi andar y sub los escalones que separaban la puerta del hotel de la banqueta de la calle, abr la puerta y pase, aunque debo reconocer que eso ya era raro, por que la puerta cuando sal la noche anterior haba sido arrancada, entr, pero no haba ningn rastro de sangre sobre el vestbulo, decid ir a la habitacin en donde haba pasado la noche hasta aquel incidente, al acercarme a la habitacin numero seis, estaba la puerta abierta, la luz encendida, pas y observ que estaba la cama destendida, al ir al bao encontr mi ropa, justo donde la haba dejado, tom mis pantalones y saqu de uno de los bolsillos la cajetilla de cigarros y el encendedor, me dirig nuevamente a la habitacin, me sent sobre la cama, saqu un cigarrillo de la cajetilla, me lo puse lentamente entre la comisura de los labios, luego gir la rueda metlica del encendedor, este saco un chispa, pero no encendi, agit un poco el encendedor, y nuevamente hice lo anterior, esta vez si encendi, me acerque la llama lentamente hasta el cigarrillo, deje que el fuego encendiera la punta del cigarrillo e inhal un poco para que no se apagara, quite mi dedo de la rueda metlica y el fuego se extingui, me fumaba tranquilamente aquel esplndido cigarrillo, cundo escuche un ruido extrao en el vestbulo de la recepcin del hotel, me dirig a la recepcin sabiendo que ya haba escuchado ese sonido, al encontrarme ah, no haba nada raro o eso me pareci de principio, pero luego advert que la puerta principal del edificio por donde yo haba ingresado estaba totalmente desprendida y sobre el piso, y sent un fro glido que recorri mi cuerpo, de pronto sent una presencia a mis espaldas y volte inmediatamente, ah estaba, era la chica que yo haba seguido desde mi trabajo, estaba desnuda, inmvil frente a mi, y yo estaba totalmente paralizado, intent acercarme a ella, pero ningn miembro del cuerpo me responda, de pronto note que sus ojos brillaban como si estuviera a punto de llorar, y de un momento a otro, unas gotas de sangre comenzaron a escaprsele y a rodar lentamente por sus mejillas dejando un rastro rojo sobre su cara, posteriormente el llanto fue ms caudaloso, y la sangre le recorra su hermoso cuerpo desnudo y llegaba hasta el piso, inmediatamente a esto, el tiempo comenz a alterarse, como aquella vez en el corredor del edificio donde yo trabajaba, poda ver a mis espaldas como se aceleraba rpidamente, de pronto amaneci y la luz penetraba por la puerta abierta dibujando nuestras sombras sobre el suelo ensangrentado, luego comenzaba a atardecer y nuestra sombra cambiaba de posicin, llegaba el crepsculo, luego la noche, y el tiempo se aceleraba cada vez ms aprisa, nuestras sombras tan slo bailaban por el vestbulo, la luz penetraba ardientemente, luego decencia su intensidad y de nuevo la oscuridad, yo no saba ciertamente si el tiempo avanzaba o retroceda, mientras el tiempo se alteraba, ella continuaba llorando y la sangre que a sus pies se derramaba avanzaba lentamente en todas direcciones, lentamente se fue acercando hasta donde yo me encontraba, aquel liquido rojo y brilloso llego a tocar la punta de mi dedo gordo del pie derecho, el contacto con aquel liquido fue muy parecido a cuando verificamos la temperatura de una piscina y metemos lentamente alguno de nuestros pies comenzando por el dedo gordo y rpidamente comprobamos que el agua esta totalmente helada y lo sacamos de golpe, aquella sangre estaba totalmente helada, incluso la temperatura de la recepcin descendi sbitamente, poda ver el vaho que desprendan nuestras respiraciones, pronto el liquido me rodeo y sigui avanzando, el piso de la recepcin comenz a llenarse de sangre, y el tiempo lentamente fue calmndose, siguiendo el proceso contrario a cuando sbitamente avanzo, nuevamente el tiempo se tranquilizo, era de noche, yo segua totalmente inerte, repentinamente ella dejo de llorar sangre, ceso el llanto, en su cuerpo estaban las marcas como de ros rojos que serpenteaban desde su cara, continuaban evadiendo en curva sus senos, pasaban por su vientre, y recorran por sus muslos en direcciones variadas, descendan por sus piernas hasta llegar al suelo, eran las marcas de sangre que comenzaban a secarse sobre su piel, y la tatuaban de recorridos y paisajes ensangrentados, y tan pronto como ceso el llanto, comenz a avanzar lentamente hacia mi, un paso a la vez, lentamente, y sent como si la temperatura hubiera descendido varios grados ms, a pesar de no poder moverme voluntariamente, mi cuerpo instintivamente reaccionaba ante el cambio de temperatura, pronto mi piel se puso de gallina y comenc a tiritar sin cambiar de posicin, yo estaba esttico de pie frente a ella mientras ella avanzaba hacia m y con cada paso, mi cuerpo tiritaba ms fuerte, el vaho sala de mi nariz cada vez que exhalaba, mi corazn comenz a acelerarse a ritmos desproporcionados, lata cada vez ms rpido y ms fuerte, senta como si fuera a estallar de mi propio pecho, finalmente ella estuvo a centmetros de mi, poda sentir su respiracin fra sobre mi cuerpo, ella levanto lentamente la mano derecha en direccin hacia mi cara y con la delicadeza de su dedo ndice me empujo ligeramente en medio de la frente, yo ca en cmara lenta hacia atrs, desplomado como un rbol recin talado que es atrado por la fuerza de gravedad, cuando mi cuerpo hizo contacto con el piso se escucho un estrpito escandaloso como si mi cuerpo pesar varias toneladas y colisionar con el piso, tal fue el impacto contra el piso, que la sangre salpico en todas direcciones, de pronto record que ese haba sido el sonido que haba escuchado cuando me levante la noche que dorm en ese hotel a toda prisa para ver lo que haba sucedido, ella camino unos pasos y sus pies ya estaban junto a mi cabeza, yo segua sin poder moverme, y el cuerpo me dola como si me hubiera cado de una altura considerable, ella se agacho un poco y con su mano izquierda me tomo por el cabello, avanzo hacia la salida y comenz a arrastrarme sujeta a mi cabellera y yo avance con ella, arrastrado, yo estaba inmvil y aturdido por el terrible golpe, mi cuerpo inerte no opona ninguna resistencia, como si la sangre lubricar el piso y mi traslado por el mismo fuera muy fcil, aguc mi odo y comenc a escuchar como alguien corra a toda prisa por el corredor, pude verme a mi mismo salir desnudo del corredor y resbalar con el charco de sangre, la escena vista desde arriba debi de haber sido un extrao espectculo, mientras yo era arrastrado hacia afuera, mi otro yo, el yo que durmi alguna vez en ese hotel se haba despertado por aquel estrpito que hizo mi cuerpo contra el suelo, eso le hizo levantarse repentinamente y correr a toda prisa hacia la recepcin, de no haber tropezado, l, mi otro yo que cohabitaba en la misma porcin de espacio y tiempo que yo, me hubiera visto como era arrastrado por el piso, pero resbal con la sangre que ella haba llorado y fue a dar contra la pared y en lnea recta, hasta el otro lado del vestbulo de la recepcin, quedando de espaldas hacia donde yo era arrastrado, finalmente ella me saco arrastras por el suelo de aquel hotel, perdiendo de vista a mi otro yo.

Seguramente cuando se levante l, un poco aturdido por el golpe contra la pared, ya saba yo lo que l hara inmediatamente cuando se pusiera en pie, l seguir el rastro de sangre que deja mi cuerpo inerte sobre el suelo al ser arrastrado, caminar varias calles, doblar en alguna esquina y finalmente me encontrar en la azotea de aquel edificio, totalmente muerto.Ella me arrastra por la fachada de aquel edificio, ella camina por la pared vertical de la misma manera y con la misma sencillez con la que lo haca sobre el suelo horizontal, mi cuerpo es arrastrado hacia arriba, ocultndose en las penumbras del edificio, desde est posicin puedo ver como se acerca mi otro yo, cuando lleg a la azotea, ella me arroja violentamente contra el suelo, y por el impacto voy a parar hasta detrs de los ascensores, ella se acerca lentamente, me sonre y se recuesta junto a mi. Ahora s quin es ella. Pero no queda tiempo para contarlo.