TATUAJE

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¡A trabajar! Entre los escritores de minicuentos más importantes de Venezuela, se encuentra Ednodio Quintero (1947-), quien publicó uno de los mejores libros de minicuentos de la época, La muerte viaja a caballo (1973). Quince años después, retoma Los cuentos de la muerte y los reelabora para La línea de la vida (1988). Entre los años noventa en Cabeza de cabra y otros relatos retoma y reescribe siete de sus minicuentos de los años setenta. Completen el cuadro basándose en el texto Tatuaje del autor Ednodio Quintero, y resuman las etapas por las que atraviesa el proceso de la lectura, apoyándose en las preguntas: ¿Qué sabemos? ¿Qué queremos saber? ¿Qué aprendimos? Tatuaje Cuando su prometido regresó del mar, se casaron. En su viaje a las islas orientales el marido había aprendido con esmero el arte del tatuaje. La noche misma de la boda, ante el asombro de su amada, puso en práctica sus habilidades: armado de agujas, tinta china y colorantes vegetales y dibujó en el vientre de la mujer un hermoso, enigmático y afilado puñal. La felicidad de la pareja fue intensa, y como ocurre en esos casos, breve. En el cuerpo del hombre revivió alguna extraña enfermedad contraída en las islas pantanosas del oeste. Y una tarde, frente al mar, con la mirada perdida en la línea vaga del horizonte, el marinero emprendió el ansiado viaje a la eternidad. En la soledad de su aposento, la mujer daba rienda suelta a su llanto y a ratos, como si en ello encontrase algún consuelo, se acariciaba el vientre adornado por el precioso puñal. El dolor fue intenso, y también breve. El otro, hombre de tierra firme, comenzó a rondarla. Ella, al principio esquiva y recatada, lentamente fue cediendo terreno. Concertaron una cita; y la noche convenida ella lo aguardó desnuda en la penumbra del cuarto. Y en el fragor del combate, el amante, recio e impetuoso, se le quedó muerto encima, atravesado por el puñal. Quintero, Ednodio. Cabeza de cabra y otros relatos, Monte Ávila Editores Latinoamericana, Caracas, 1993, p.31. ¡A trabajar! Entre los escritores de minicuentos más importantes de Venezuela, se encuentra Ednodio Quintero (1947-), quien publicó uno de los mejores libros de minicuentos de la época, La muerte viaja a caballo (1973). Quince años después, retoma Los cuentos de la muerte y los reelabora para La línea de la vida (1988). Entre los

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¡A trabajar!

Entre los escritores de minicuentos más importantes de Venezuela, se encuentra Ednodio Quintero (1947-), quien publicó uno de los mejores libros de minicuentos de la época, La muerte viaja a caballo (1973). Quince años después, retoma Los cuentos de la muerte y los reelabora para La línea de la vida (1988). Entre los años noventa en Cabeza de cabra y otros relatos retoma y reescribe siete de sus minicuentos de los años setenta.

• Completen el cuadro basándose en el texto Tatuaje del autor Ednodio Quintero, y resuman las etapas por las que atraviesa el proceso de la lectura, apoyándose en las preguntas: ¿Qué sabemos? ¿Qué queremos saber? ¿Qué aprendimos?

TatuajeCuando su prometido regresó del mar, se casaron. En su viaje a las islas orientales el marido había

aprendido con esmero el arte del tatuaje. La noche misma de la boda, ante el asombro de su amada,

puso en práctica sus habilidades: armado de agujas, tinta china y colorantes vegetales y dibujó en el

vientre de la mujer un hermoso, enigmático y afilado puñal. La felicidad de la pareja fue intensa, y como

ocurre en esos casos, breve. En el cuerpo del hombre revivió alguna extraña enfermedad contraída en las

islas pantanosas del oeste. Y una tarde, frente al mar, con la mirada perdida en la línea vaga del

horizonte, el marinero emprendió el ansiado viaje a la eternidad. En la soledad de su aposento, la mujer

daba rienda suelta a su llanto y a ratos, como si en ello encontrase algún consuelo, se acariciaba el

vientre adornado por el precioso puñal. El dolor fue intenso, y también breve. El otro, hombre de tierra

firme, comenzó a rondarla. Ella, al principio esquiva y recatada, lentamente fue cediendo terreno.

Concertaron una cita; y la noche convenida ella lo aguardó desnuda en la penumbra del cuarto. Y en el

fragor del combate, el amante, recio e impetuoso, se le quedó muerto encima, atravesado por el puñal.Quintero, Ednodio. Cabeza de cabra y otros relatos, Monte Ávila Editores Latinoamericana, Caracas, 1993, p.31.

¡A trabajar!

Entre los escritores de minicuentos más importantes de Venezuela, se encuentra Ednodio Quintero (1947-), quien publicó uno de los mejores libros de minicuentos de la época, La muerte viaja a caballo (1973). Quince años después, retoma Los cuentos de la muerte y los reelabora para La línea de la vida (1988). Entre los años noventa en Cabeza de cabra y otros relatos retoma y reescribe siete de sus minicuentos de los años setenta.

• Completen el cuadro basándose en el texto Tatuaje del autor Ednodio Quintero, y resuman las etapas por las que atraviesa el proceso de la lectura, apoyándose en las preguntas: ¿Qué sabemos? ¿Qué queremos saber? ¿Qué aprendimos?

TatuajeCuando su prometido regresó del mar, se casaron. En su viaje a las islas orientales el marido había

aprendido con esmero el arte del tatuaje. La noche misma de la boda, ante el asombro de su amada,

puso en práctica sus habilidades: armado de agujas, tinta china y colorantes vegetales y dibujó en el

vientre de la mujer un hermoso, enigmático y afilado puñal. La felicidad de la pareja fue intensa, y como

ocurre en esos casos, breve. En el cuerpo del hombre revivió alguna extraña enfermedad contraída en las

islas pantanosas del oeste. Y una tarde, frente al mar, con la mirada perdida en la línea vaga del

horizonte, el marinero emprendió el ansiado viaje a la eternidad. En la soledad de su aposento, la mujer

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daba rienda suelta a su llanto y a ratos, como si en ello encontrase algún consuelo, se acariciaba el

vientre adornado por el precioso puñal. El dolor fue intenso, y también breve. El otro, hombre de tierra

firme, comenzó a rondarla. Ella, al principio esquiva y recatada, lentamente fue cediendo terreno.

Concertaron una cita; y la noche convenida ella lo aguardó desnuda en la penumbra del cuarto. Y en el

fragor del combate, el amante, recio e impetuoso, se le quedó muerto encima, atravesado por el puñal.Quintero, Ednodio. Cabeza de cabra y otros relatos, Monte Ávila Editores Latinoamericana, Caracas, 1993, p.31.