Tapatío 30 d diciembre

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Supervisor: Eduardo Castañeda H. [email protected] / Ana López [email protected] CUADERNO DE LECTURA SECCIÓN B GUADALAJARA, JAL., DOMINGO 30 DE DICIEMBRE DE 2012 AÑO XCVI TOMO CCCLXVI NÚMERO 34268 FUNDADORES Jesús Álvarez del Castillo V. Jorge Álvarez del Castillo Z. EDITOR-DIRECTOR Carlos Álvarez del Castillo G. omo ocurre con todo en internet, nadie sabe cómo empezó la broma, pero todos la conocen. Un día co- menzó a circular un aviso que parecía real: “Por ca- da cigarro que te fumas”, advertía con insistencia de propaganda médica, “Dios te quita un año de vida… para dárselo a Chabelo”. No era el pri- mer chiste pero a nadie le importaba: de allí en adelante, Chabelo se convirtió en el per- sonaje favorito de las redes sociales para los mexicanos —y otros que no lo son— por un dato obvio: es uno de los animadores de la televisión en habla hispana que más tiem- po ha permanecido al frente de su progra- ma, en forma ininterrumpida, y sigue ha- ciendo ese mismo personaje al que bautizan el Amigo de Todos los Niños: un crecido muchachito de pantalones cortos, con la voz aguda de un chiqui- llo travieso, que llama “cuates” a los demás. Lo ven los niños de hoy y lo vieron sus abuelos, en la tele, exac- tamente en el mismo programa, que está por cumplir 44 años. Ya tie- neunrécordGuinnessperoelasun- to, para internet, es mucho más que una anécdota sobre la poderosa in- dustria mexicana de la televisión. Algo debe haber hecho Chabelo pa- raextendersuimperioportantasge- neraciones, concluyeron los inter- nautas con ganas de agarrarlo de bajada. El chiste comenzó a circular por la red, creciendo y alterándose. Hasta que alguien abrió el ataúd del vampiro y reveló el secreto: sólo hay una explicación: Chabelo es inmortal. Típico que naces y ves En Familia con Cha- belo. Creces. Te reproduces. Tus hijos ven a Chabelo. Tus nie- tos ven a Chabelo. Mueres. Chabelo va a tu funeral. Xavier López nació en 1935 y el 17 de febrero que viene cumplirá 78 años. Cuando él nació la esperanza de vida para un mexicano promedio era de 34 años nada más, pero hoy es de casi 76 años. No sólo ha superado esa estadística del Ine- gi sino que parece estar muy sano. Está lleno de arrugas y una venerable papada de abuelito le protege el cuello; no permi- te que se le vea una sola cana y se peina con un rulito de ca- bello sobre la frente. Más o menos así era el personaje de mimo que inventó en 1955, y que fue poco a poco transformándose en un favo- rito de la televisión aunque en el origen era más bien pícaro y hasta algo malhablado. El anecdotario de Televisa quiere que Chabelo naciera por casualidad: Xavier López estudiaba me- dicina y al mismo tiempo trabajaba como asistente de cámaras en los estudios del na- ciente gran conglomerado, en el Distrito Fe- deral, cuando un buen día le faltó un actor a otro tótem de la empresa, el Tío Gamboín, para un programa en vivo. Xavier López era famoso por hacer voces cómicas y salió al quite; el personaje que debía interpretar se llamaba Chabelo y el niño se le quedó a Xa- vier López, que empezó a vestir trajes infan- tiles para llevar a su creación a otros progra- mas, a algunas películas, a shows… No está clara la genealogía de Chabelo. Si es un vampiro, internet entonces ya lo identificócomopartedelclanCullen,delque desciende el personaje protagonista de las novelas Crepúscu- lo. Pero la hipótesis es dudosa, porque entonces a Chabelo le brillaría la piel, igual que a Robert Pattinson en las películas. Hay una foto donde Lestat y Louis, los personajes de En- trevista con el vampiro que interpretaron Tom Cruise y Brad Pitt, miran de lejos a Chabelo: “¿Él es uno de nosotros?”, pre- gunta Louis. El cruel Lestat contesta: “No, Louis: es algo mu- cho más cabrón”. Y Chabelo se ríe de los vampiros. Internet tiene la memoria más poderosa del mundo. Na- da de lo que hagas allí será jamás olvidado. Y los internautas ya encontraron a Chabelo en la Historia: lo identificaron en la foto de Zapata y Pancho Villa sentados en la silla presiden- cial y con Hitler en uno de los congresos del Partido Nazi. Ya lo vieron con gorro de pastorcito, en medio de María y de Jo- sé, la noche en que nació el niño Jesús. Pero la teoría más escandalosa recuerda que las abrevia- turas AC y DC que utilizamos para datar las fechas del mun- do —antes de Cristo y después de Cristo— significan, en rea- La unidad básica del humor ci- bernético es el meme, que sirve para más cosas que las humo- rísticas. En internet, un meme es un signo cuyo significado puede cambiar infinitamente sin que su forma cambie. El autor del tér- mino lo emplea para una teoría sobre la difusión de la informa- ción. En internet la cosa es más simple: un meme es un dicho, un texto o una imagen que los usua- rios parodian de forma incansa- ble. Lo visten, lo pintan, le ponen textos nuevos y cuentan decenas de chistes distintos, por ejemplo, con la misma foto. Jesús crucifi- cado, en sus múltiples versiones gráficas, es el meme ideal, ex- plotado hasta el hartazgo, por- que permite todas las posibles parodias. Igual que la broma de que Chuck Norris es invencible. Pero en el mundo de los memes cabe cualquier fenómeno: diálo- gos cómicos entre Hitler y Ana Frank que se aprovechan de las fotos de ambos sonriendo, las caras que hace el gesticulador Barack Obama, un gato al que le pusieron una corbata, un perrito de las praderas que mira hacia la cámara, un niño con aspecto nerd al que le inventan toda la mala suerte del mundo. Hay, in- cluso, una industria informal de los memes: alguien dibujó una serie de monitos de trazo simplí- simo, en blanco y negro con el sencillo programa Paint, que cualquier adolescente con cuen- ta en Facebook identifica hoy con toda facilidad: “Like a boss”, “Forever alone” o “Cha- llenge accepted” gobiernan las redes sociales desde la perspec- tiva de los adolescentes. Chabelo meme entre los memes ¿Qué es un meme? No es inmortal, pero internet opina lo contrario: el animador Xavier López está por cumplir 44 años al frente de su programa dominical; el Récord Guinness que ya le concedieron. Su longevidad televisiva lo ha hecho objeto de una divertida sorna en las redes sociales C lidad, “antes de Chabelo” y “después de Chabelo”. Y tiene sentido. Porque cuentan que, cuando Dios dijo “Hágase la luz”, Chabelo ya debía dos recibos. Qué suerte que Chabelo es un eterno niño: en internet el humor funciona de una manera que quizá muchos adultos ya no entenderían. Chabelo es un meme entre los memes. Algunos medios de comunicación lamentan que el actor Xavier López (“Don Xavier López”, le ponen respetuosamente) sufra esta forma de “ciberbullying” que supone ser protagonista de chistes recurrentes con popularidad periódica. En su momento, Twitter ha experimentado ya más de una vez la fiebre del hashtag “#RIPChabelo”, que implica que alguien decide matar al longevo artista para que luego la tele o la radio ten- gan que salir a desmentirlo, celosas de que alguien ose to- car a la Vetusta Morla de Televisa. Porque el aspecto físico de Chabelo ha variado más bien poco. Por supuesto que las arrugas son evidentes, pero Xavier López se ha esforzado por mantener la identidad de su programa. Con singular éxito, reflejo en datos como que sólo ha fal- tado siete veces a las emisiones en vivo — según dice la santa Wikipedia, terror de la precisión y salvación de las tareas de se- cundaria—. Sigue vistiéndose práctica- mente igual que en cuando empezó En Fa- milia, en 1968, y la lógica del show es muy parecida: hay mexicanos de 60 años de edad que, si este domingo encendieran la tele a las siete de la mañana, lo encontrarían familiar. Cha- belo canta vestido en overol de mezclilla, comienzan los concursos y las cápsulas y vienen los anuncios de los patro- cinadores y el cantante invitado; hay catafixias y espanto- sas equis y edecanes con shortcitos y luego Chabelo canta y adiós, hasta el domingo siguiente. Entre los anunciantes hay otros notorios inmortales, hijos de un México al que la industria y la televisión alimen- taron en el siglo XX: la marca de golosinas Ricolino va pa- ra las cuatro décadas y es una estrella del Grupo Bimbo ori- ginal fundado por Lorenzo Servitje, que tiene su récord en el Gansito de Marinela, originario de 1957. Porque, ¿se acuerdan de que antes nada más había una televisión en México? Los 44 años de En Familia con Chabe- lo están vinculados a la hegemonía y el poder de Televisa co- mo centro mediático del país, y la relación de la televisión con la industria de la publicidad necesariamente toca al progra- ma de Xavier López. Es difícil pensar en un juguete que Cha- belo no haya anunciado. ¿O no, en los ochenta, se subía a una Avalancha y regalaba triciclos Apache? ¿No ofrecía zapatos Bubble Gummers y cantaba la canción del Osito Montes? El meme que persigue a Chabelo es, por supuesto, el de Muebles Troncoso, su eterno patrocinador. En los ochenta, los niños de los concursos se ganaban su Avalancha y el ma- ñoso Chabelo les ofrecía catafixiarla por una sala con el ries- go de perderlo todo. Los padres brincaban de gusto ante las cámaras: Ándale, mijo, ve por la sala Troncoso. El niño que- ría su Avalancha. Así éramos hace unos años: Chabelo ilus- tró con acierto nuestra de por sí folclórica comedia nacional. La leyenda dice que el Arca de Noé era de Mue- bles Troncoso. Guardando las distancias: la televisión mexicana es co- partícipe de la fama y el respeto que mexicanos como Can- tinflas consiguieron en el mundo. Si a éste le inventaron un verbo, ¿no podríamos reconocerle tal derecho, que de todos modos la gente ya le prodiga, al eterno Chabelo? “Catafixiar” es verbo y sustantivo y adjetivo y se conjuga con suma facili- dad: yo catafixio, tú catafixias, nosotros catafixiamos. La gran sorpresa de cualquier televidente mexicano bien educado —por la tele, pues— es cuando escucha a Xa- vier López con su voz real, no la de Chabelo. Es una voz grue- sa y formal que, ni modo, no parece salir de ese actor. Xavier López ha hecho otras cosas: salía en La criada bien criada de los setenta y en La Carabina de Ambrosio de los setenta y ochenta como una versión un poco más pícara y agresiva de Chabelo; “Pujitos”, un muñeco de ventrílocuo, hacía sufrir a César Costa en El show del Loco Valdés, criticando a la Se- lección Mexicana y a la inflación de los años setenta. Más re- cientemente apareció en un capítulo de la serie Los simula- dores. La tele se recicla a sí misma. Allí está YouTube, lleno devideosdeljovenXavierLópez,comocuandoVerónicaCas- tro, que fue la primera edecán de En Familia, develó la placa conmemorativa de los 40 años del programa. Si el 21 de diciembre se cumplía la profecía maya y se acababa el mundo, al día siguiente iba a haber un solo super- viviente. Dios creó al hombre y a la mujer para que Chabelo no estuviera tan solo.Nada es imposible para Dios. Excepto matar a Chabelo. Y adivinen en quién se inspiraba Mum-Ra, el villano de los Thundercats. El actor sabe que un día tendrá que retirarse. Acercarse a los 80 años de edad puede que sea un buen aviso, pero le di- jo a un entrevistador en 2010, cuando se celebraban las mil 200 emisiones de su programa: “Una actividad de tantos años no se puede soltar tan fácilmente. Estoy consciente de que no soy eterno; el aviso del fin tal vez llegará de parte del público o del señor que trabaja de dueño en la empresa, no lo sé”. vivir sin celular, DESCONECTADoS Páginas CUATRO Y CINCO CRÓNICA: LA BASURA NUEVA DEL AÑO VIEJO VARGAS LLOSA, SOBRE SARTRE Y SUS EX AMIGOS Página TRES Página TRES Por Iván González Vega La teoría más escandalosa recuerda que las abreviaturas AC y DC que utilizamos para datar las fechas del mundo —antes de Cristo y después de Cristo— significan, en realidad, “antes de Chabelo” y “después de Chabelo” PARA SABER EL INFORMADOR • J. LÓPEZ

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Supervisor: Eduardo Castañeda H. [email protected] / Ana López [email protected]

CUADERNO DE LECTURA

SECCIÓN

BGUADALAJARA, JAL.,

DOMINGO30 DE DICIEMBRE

DE 2012

AÑO XCVI TOMO CCCLXVI NÚMERO 34268

FUNDADORESJesús Álvarez del Castillo V.Jorge Álvarez del Castillo Z.

EDITOR-DIRECTORCarlos Álvarez del Castillo G.

omo ocurre con todo en internet, nadie sabe cómoempezó labroma,pero todos laconocen.Undíaco-menzóacircularunavisoqueparecíareal:“Porca-dacigarroquetefumas”,advertíaconinsistenciadepropagandamédica, “Dios tequitaunañodevida… para dárselo a Chabelo”. No era el pri-mer chiste pero a nadie le importaba: de allíen adelante, Chabelo se convirtió en el per-sonaje favorito de las redes sociales paralosmexicanos—yotrosquenoloson—porun dato obvio: es uno de los animadores dela televisión en habla hispana que más tiem-po ha permanecido al frente de su progra-ma, en forma ininterrumpida, y sigue ha-ciendo ese mismo personaje al quebautizan el Amigo de Todos los Niños:un crecido muchachito de pantalonescortos,conlavozagudadeunchiqui-llo travieso, que llama “cuates” a losdemás. Lo ven los niños de hoy y lovieron sus abuelos, en la tele, exac-tamente en el mismo programa,queestáporcumplir44años.Yatie-neunrécordGuinnessperoelasun-to,para internet,esmuchomásqueuna anécdota sobre la poderosa in-dustria mexicana de la televisión.AlgodebehaberhechoChabelopa-raextendersuimperioportantasge-neraciones, concluyeron los inter-nautas con ganas de agarrarlo debajada. El chiste comenzó a circularpor la red, creciendo y alterándose.Hasta que alguien abrió el ataúd delvampiro y reveló el secreto: sólo hay unaexplicación: Chabelo es inmortal.

TípicoquenacesyvesEnFamiliaconCha-belo. Creces. Te reproduces. Tus hijos ven a Chabelo. Tus nie-tos ven a Chabelo. Mueres. Chabelo va a tu funeral.

Xavier López nació en 1935 y el 17 de febrero que vienecumplirá 78 años. Cuando él nació la esperanza de vida paraun mexicano promedio era de 34 años nada más, pero hoy esde casi 76 años. No sólo ha superado esa estadística del Ine-gisinoquepareceestarmuysano.Estállenodearrugasyunavenerable papada de abuelito le protege el cuello; no permi-te que se le vea una sola cana y se peina con un rulito de ca-bello sobre la frente.

Más o menos así era el personaje de mimo que inventóen 1955, y que fue poco a poco transformándose en un favo-rito de la televisión aunque en el origen era más bien pícaro yhastaalgomalhablado.ElanecdotariodeTelevisaquierequeChabelonacieraporcasualidad:XavierLópezestudiabame-dicina y al mismo tiempo trabajaba comoasistente de cámaras en los estudios del na-ciente gran conglomerado, en el Distrito Fe-deral, cuando un buen día le faltó un actor aotro tótem de la empresa, el Tío Gamboín,para un programa en vivo. Xavier López erafamoso por hacer voces cómicas y salió alquite; el personaje que debía interpretar sellamaba Chabelo y el niño se le quedó a Xa-vier López, que empezó a vestir trajes infan-tilespara llevarasucreaciónaotrosprogra-mas, a algunas películas, a shows…

No está clara la genealogía de Chabelo.Si es un vampiro, internet entonces ya loidentificócomopartedelclanCullen,delquedesciendeelpersonajeprotagonistadelasnovelasCrepúscu-lo. Pero la hipótesis es dudosa, porque entonces a Chabelo lebrillaría la piel, igual que a Robert Pattinson en las películas.

HayunafotodondeLestatyLouis, lospersonajesdeEn-trevista con el vampiro que interpretaron Tom Cruise y BradPitt, miran de lejos a Chabelo: “¿Él es uno de nosotros?”, pre-gunta Louis. El cruel Lestat contesta: “No, Louis: es algo mu-cho más cabrón”. Y Chabelo se ríe de los vampiros.

Internet tiene la memoria más poderosa del mundo. Na-da de lo que hagas allí será jamás olvidado. Y los internautasya encontraron a Chabelo en la Historia: lo identificaron enla foto de Zapata y Pancho Villa sentados en la silla presiden-cial y con Hitler en uno de los congresos del Partido Nazi. Yalo vieron con gorro de pastorcito, en medio de María y de Jo-sé, la noche en que nació el niño Jesús.

Perolateoríamásescandalosarecuerdaquelasabrevia-turas AC y DC que utilizamos para datar las fechas del mun-do —antes de Cristo y después de Cristo— significan, en rea-

La unidad básica del humor ci-bernético es el meme, que sirvepara más cosas que las humo-rísticas. En internet, un meme esun signo cuyo significado puedecambiar infinitamente sin que suforma cambie. El autor del tér-mino lo emplea para una teoríasobre la difusión de la informa-ción. En internet la cosa es mássimple: un meme es un dicho, untexto o una imagen que los usua-rios parodian de forma incansa-ble. Lo visten, lo pintan, le ponentextos nuevos y cuentan decenasde chistes distintos, por ejemplo,con la misma foto. Jesús crucifi-cado, en sus múltiples versionesgráficas, es el meme ideal, ex-plotado hasta el hartazgo, por-que permite todas las posiblesparodias. Igual que la broma deque Chuck Norris es invencible.Pero en el mundo de los memescabe cualquier fenómeno: diálo-gos cómicos entre Hitler y AnaFrank que se aprovechan de lasfotos de ambos sonriendo, lascaras que hace el gesticuladorBarack Obama, un gato al que lepusieron una corbata, un perritode las praderas que mira haciala cámara, un niño con aspectonerd al que le inventan toda lamala suerte del mundo. Hay, in-cluso, una industria informal delos memes: alguien dibujó unaserie de monitos de trazo simplí-simo, en blanco y negro con elsencillo programa Paint, quecualquier adolescente con cuen-ta en Facebook identifica hoycon toda facilidad: “Like aboss”, “Forever alone” o “Cha-llenge accepted” gobiernan lasredes sociales desde la perspec-tiva de los adolescentes.

Chabelomeme entre los memes

¿Qué es un meme?

No es inmortal, pero internet opina lo contrario: el

animador Xavier López está por cumplir 44 años al frente

de su programa dominical; el Récord Guinness que ya le

concedieron. Su longevidad televisiva lo ha hecho objeto

de una divertida sorna en las redes sociales

C

lidad, “antes de Chabelo” y “después de Chabelo”.Y tiene sentido. Porque cuentan que, cuando Dios dijo

“Hágase la luz”, Chabelo ya debía dos recibos.QuésuertequeChabeloesuneternoniño:eninternetel

humor funciona de una manera que quizá muchos adultosya no entenderían.

Chabeloesunmemeentre losmemes.AlgunosmediosdecomunicaciónlamentanqueelactorXavierLópez(“DonXavierLópez”, leponenrespetuosamente)sufraestaformade “ciberbullying” que supone ser protagonista de chistesrecurrentes con popularidad periódica. En su momento,Twitter ha experimentado ya más de una vez la fiebre delhashtag “#RIPChabelo”, que implica que alguien decidematar al longevo artista para que luego la tele o la radio ten-gan que salir a desmentirlo, celosas de que alguien ose to-

car a la Vetusta Morla de Televisa.Porque el aspecto físico de Chabelo

ha variado más bien poco. Por supuestoquelasarrugassonevidentes,peroXavierLópez se ha esforzado por mantener laidentidad de su programa. Con singularéxito,reflejoendatoscomoquesólohafal-tado siete veces a las emisiones en vivo —según dice la santa Wikipedia, terror de laprecisión y salvación de las tareas de se-cundaria—. Sigue vistiéndose práctica-mente igualqueencuandoempezóEnFa-milia, en 1968, y la lógica del show es muyparecida: hay mexicanos de 60 años deedad que, si este domingo encendieran la

tele a las siete de la mañana, lo encontrarían familiar. Cha-belo canta vestido en overol de mezclilla, comienzan losconcursos y las cápsulas y vienen los anuncios de los patro-cinadores y el cantante invitado; hay catafixias y espanto-sas equis y edecanes con shortcitos y luego Chabelo cantay adiós, hasta el domingo siguiente.

Entre los anunciantes hay otros notorios inmortales,hijos de un México al que la industria y la televisión alimen-taron en el siglo XX: la marca de golosinas Ricolino va pa-ra las cuatro décadas y es una estrella del Grupo Bimbo ori-ginal fundado por Lorenzo Servitje, que tiene su récord enel Gansito de Marinela, originario de 1957.

Porque, ¿se acuerdan de que antes nada más había unatelevisión en México? Los 44 años de En Familia con Chabe-lo están vinculados a la hegemonía y el poder de Televisa co-mocentromediáticodelpaís,ylarelacióndelatelevisiónconla industria de la publicidad necesariamente toca al progra-madeXavierLópez.EsdifícilpensarenunjuguetequeCha-

belonohayaanunciado.¿Ono,enlosochenta,sesubíaaunaAvalancha y regalaba triciclos Apache? ¿No ofrecía zapatosBubble Gummers y cantaba la canción del Osito Montes?

El meme que persigue a Chabelo es, por supuesto, el deMuebles Troncoso, su eterno patrocinador. En los ochenta,los niños de los concursos se ganaban su Avalancha y el ma-ñoso Chabelo les ofrecía catafixiarla por una sala con el ries-go de perderlo todo. Los padres brincaban de gusto ante lascámaras: Ándale, mijo, ve por la sala Troncoso. El niño que-ría su Avalancha. Así éramos hace unos años: Chabelo ilus-tró con acierto nuestra de por sí folclórica comedia nacional.

La leyenda dice que el Arca de Noé era de Mue-bles Troncoso.

Guardando las distancias: la televisión mexicana es co-partícipe de la fama y el respeto que mexicanos como Can-tinflas consiguieron en el mundo. Si a éste le inventaron unverbo, ¿no podríamos reconocerle tal derecho, que de todosmodoslagenteyaleprodiga,aleternoChabelo?“Catafixiar”es verbo y sustantivo y adjetivo y se conjuga con suma facili-dad: yo catafixio, tú catafixias, nosotros catafixiamos.

La gran sorpresa de cualquier televidente mexicanobien educado —por la tele, pues— es cuando escucha a Xa-vierLópezconsuvozreal,no ladeChabelo.Esunavozgrue-sa y formal que, ni modo, no parece salir de ese actor. XavierLópezhahechootrascosas:salíaenLacriadabiencriadadelos setenta y en La Carabina de Ambrosio de los setenta yochenta como una versión un poco más pícara y agresiva deChabelo; “Pujitos”, un muñeco de ventrílocuo, hacía sufrir aCésar Costa en El show del Loco Valdés, criticando a la Se-lección Mexicana y a la inflación de los años setenta. Más re-cientemente apareció en un capítulo de la serie Los simula-dores. La tele se recicla a sí misma. Allí está YouTube, llenodevideosdeljovenXavierLópez,comocuandoVerónicaCas-tro, que fue la primera edecán de En Familia, develó la placaconmemorativa de los 40 años del programa.

Si el 21 de diciembre se cumplía la profecía maya y seacababaelmundo,aldíasiguiente ibaahaberunsolosuper-viviente. Dios creó al hombre y a la mujer para que Chabelono estuviera tan solo.Nada es imposible para Dios. ExceptomataraChabelo. Yadivinen en quién se inspirabaMum-Ra,el villano de los Thundercats.

El actor sabe que un día tendrá que retirarse. Acercarsea los80añosdeedadpuedequeseaunbuenaviso,pero ledi-jo a un entrevistador en 2010, cuando se celebraban las mil200emisionesdesuprograma:“Unaactividaddetantosañosnosepuedesoltartanfácilmente.Estoyconscientedequenosoy eterno; el aviso del fin tal vez llegará de parte del públicoo del señor que trabaja de dueño en la empresa, no lo sé”.

vivir sin celular, DESCONECTADoSPáginas CUATRO Y CINCO

CRÓNICA: LA BASURA NUEVADEL AÑO VIEJO

VARGAS LLOSA, SOBRE SARTREY SUS EX AMIGOS Página TRESPágina TRES

Por Iván González Vega

La teoría más escandalosarecuerda que las abreviaturasAC y DC que utilizamos paradatar las fechas del mundo

—antes de Cristo y despuésde Cristo— significan, en

realidad, “antes de Chabelo”y “después de Chabelo”

PARA SABER ELIN

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PÁGINA 2-B Domingo 30 de diciembre de 2012EL INFORMADOR

Estaba ordenando el escritorio y un libro cayó de un estante a mispies. Era el cuarto volumen de Situations (1964), la serie que reú-ne los artículos y ensayos cortos de Sartre. Lo encontré lleno deanotaciones hechas cuando lo leí, el mismo año que fue publicado.Comencé a hojearlo y me he pasado un fin de semana releyéndo-lo. Ha sido un viaje en el tiempo y en la historia, así como una pe-regrinación a mi juventud y a las fuentes de mi vocación.

Sus libros y sus ideas marcaron mi adolescencia y mis añosuniversitarios,desdequedescubrí suscuentosdeElmuro, en1952,mi último año decolegio. Debo haber leído todo lo queescribió has-ta el año 1972, en que terminé, en Barcelona, los tres densos tomosdedicados a Flaubert (El idiota de la familia),otra de las tetralogías que dejó incompletas, co-mo las novelas de Los caminos de la libertad ysuempeñoenfundirelexistencialismoyelmar-xismo, Crítica de la razón dialéctica, cuya sín-tesis final, prometida muchas veces, nunca es-cribió.Despuésde20añosde leerloyestudiarlocon verdadera devoción, quedé decepcionadode sus vaivenes ideológicos, sus exabruptos po-líticos, su logomaquia y convencido de que bue-napartedelesfuerzo intelectualquedediquéasusobrasde ficción,sus mamotretos filosóficos, sus polémicas y sus úcases, hubiera si-do tal vez más provechoso consagrarlo a otros autores, comoPopper, Hayek, Isaías Berlin o Raymond Aron.

Sin embargo, confieso que ha sido una experiencia estimulan-te —algo melancólica, también— la relectura de su polémica conAlbert Camus del año 1952, sobre los campos de concentración so-viéticos, de su recuerdo y reivindicación de Paul Nizan, de marzode 1960, y del larguísimo epitafio (casi un centenar de páginas) quededicó a la memoria de su compañero de estudios, aventuras polí-ticasyeditoriales, amigoyadversario, el filósofoMauriceMerleau-Ponty (1961).

Era un soberbio polemista y su prosa, que solía ser siempre in-teligente pero seca y áspera, en el debate se enardecía, brillaba yparecía insaciable su afán de aniquilación conceptual de su con-trincante. No se equivocó Simone de Beauvoir cuando dijo de élque era “una máquina de pensar”, aunque habría que añadir queese intelecto desmesurado, esa razón razonante, podía ser tam-bién, por momentos, fría y deshumanizada como un arenal. Leídahoy, no cabe la menor duda de que su respuesta a Camus era equi-vocada e injusta, y que fue el autor de El extranjero quien defendióla verdad, condenando la muerte lenta a que fueron sometidos mi-llones de soviéticos en el Gulag por el estalinismo a menudo porsospechas de disidencia totalmente infundadas y sosteniendo quetoda ideología política desprovista de sentidomoralseconvierteenbarbarie.Pero,aunasí, losargumentos que esgrime Sartre, pese a su en-traña capciosa y sofística, están tan espléndida-mente expuestos, con retórica tan astuta y per-suasiva, tan bien trabados e ilustrados, quesuscitan la duda y siembran la confusión en ellector. Arthur Koestler pensaba en Sartre cuan-do dijo que un intelectual era, sobre todo enFrancia, alguien que creía todo aquello que po-día demostrar y que demostraba todo aquello en que creía. Es de-cir, un sofista de alto vuelo.

La evocación de Paul Nizan (1905-1940), su condiscípulo en elliceo Louis le-Grand y en la École normale supérieure, a quien lounió una amistad tormentosa, es soberbia y —adjetivo que rara vezmerecían sus escritos— conmovedora. Hijo de un obrero bretónque, gracias a su talento, recibió una educación esmerada, Nizanfue muchas cosas —un dandy, un anarquista, autor de panfletosdisfrazados a veces de novelas que seducían por su violencia inte-lectual y su fuerza expresiva— antes de convertirse en un discipli-nado militante del Partido Comunista. Cuando el pacto de la URSScon la Alemania nazi, Nizan renunció al partido y criticó con dure-za esa alianza contra natura. Poco después, apenas comenzada lasegunda guerra mundial, murió en el frente de una bala perdida.Pero su verdadera muerte fue la pestilencial campaña de descrédi-to desatada por los comunistas para envilecer su memoria.

Camus rompió con Sartre por la cercanía de éste con el Parti-do;Nizan,porlasdiferenciasyreticenciasque guardabaconaquél.En su ensayo, que sirvió de prólogo a Aden, Arabie, Sartre hace unrecuento muy vivo de la fulgurante trayectoria de ese compañeroque parecía destinado a ocupar un lugar eminente en la vida cul-

tural y que cesó, de aquella manera trágica, a sus 35 años. En tan-to que, cuando refuta a Camus, aparece como un perfecto compa-ñero de viaje, en el que dedica a defender la vida y la obra de Ni-zan, Sartre es un debelador implacable del sectarismo dogmáticoque cubría de calumnias infames a sus críticos y prefería descali-ficarlos moralmente antes que responder a sus razones con razo-nes. El ensayo es también una premonición de lo que podría lla-marse el espíritu de mayo de 1968, pues en él Sartre propone aNizan como un ejemplo para las nuevas generaciones, por habersido capaz de romper los moldes ideológicos y las convenciones yesquemas dentro de los que se movía la izquierda francesa, y ha-

ber buscado por cuenta propia y a través de laexperienciavividaunmododeacción—unapra-xis— que acercara el medio intelectual a los sec-tores explotados de la sociedad.

ElensayosobreMerleau-Pontyes, también,una autobiografía política e intelectual, un re-cuento de los años que compartieron, como es-tudiantes de filosofía en la École normale supé-rieure, su descubrimiento de la política, delmarxismo, de la necesidad del compromiso, y,

sobre todo, su toma de conciencia del odio que les inspiraba el me-dio burgués de que ambos provenían. Este odio impregna todas lasfrases de este ensayo y se diría que, a menudo, es él, antes que lasideas y las razones, y antes también que la solidaridad con los mar-ginados, el que dicta ciertas tomas de posición y pronunciamien-tos de los dos amigos. Sartre es muy sincero y poco le falta parareconocer que, en su caso, la revolución no tiene otro objetivo pri-mordial que borrar de la tierra a esa clase social privilegiada, due-ña del capital y del espíritu, en la que nació y contra la que alientauna fobia patológica. En este ensayo aparece la famosa afirmaciónsartreana (“Todo anticomunista es un perro”) que llevó a RaymondAron a preguntar a Sartre si había que considerar a la humanidaduna perrera.

Merleau-Ponty fue el último de los intelectuales de alto nivelcon los que Sartre fundó Les Temps modernes, en romper con larevista que, durante años, fue para muchos jóvenes de mi genera-ción una especie de Biblia política. A partir del alejamiento de Mer-leau-Ponty, en los años cincuenta, sólo quedarían con Sartre los in-condicionales, que, durante toda la guerra fría, aprobarían sus idasy venidas y sus retruécanos a veces delirantes en esa danza sadomasoquista que vivió hasta el final con todas las variantes comu-nistas (incluida la China de la revolución cultural).

Este ensayo impresiona porque muestra la fantástica evolu-ción de Europa en el medio siglo transcurrido desde que se escri-

bió. Cuando Sartre lo publica, la URSS parecíauna realidad consolidada e irreversible. La gue-rra fría daba la impresión de poder transformar-se en cualquier momento en guerra caliente y,aunque Sartre y Merleau-Ponty discrepan sobremuchas cosas, ambos están convencidos de quela tercera guerra mundial es inevitable y que,una vez que estalle, el Ejército soviético tardarámuy poco en ocupar toda Europa occidental.

La política impregna hasta los tuétanos la vi-da cultural en todas sus manifestaciones y los extremos apenas dejanespacio a un centro democrático y liberal que tiene pocos defensoresen el mundo intelectual. No sólo Sartre y Merleau-Ponty ven en deGaulle y la Quinta República a un fascismo renaciente y en EstadosUnidos a un nuevo nazismo. Semejante disparate es en aquellos añosde esquematismo e intolerancia un lugar común. Produce vértigo quepensadores que nos parecían los más lúcidos de su tiempo se dejarancegar de ese modo por los prejuicios políticos.

Ahora bien. Pese a las orejeras ideológicas que delatan, aque-llos debates tienen algo que en el mundo de hoy ha sido barridopor, de un lado, la banalidad y la frivolidad, y, por otro, el oscuran-tismo académico: la preocupación por los grandes temas de la jus-ticia y la injusticia, la explotación de los más por los menos, el con-tenido real de la libertad, cómo conciliar ésta con la justicia eimpedirqueseasólounaabstracciónmetafísica,etcétera.Ennues-tros días los debates intelectuales tienen un horizonte muy limita-do y transpiran una secreta resignación conformista, la idea de queaquellas utopías de los tiempos de Sartre y Camus han quedado pa-ra siempre erradicadas de la historia. Hoy por hoy, tratándose depolítica, el sueño está prohibido, ya sólo son admisibles los sueñosliterarios y artísticos.

Sartre y sus ex amigos

PIEDRA DE TOQUE

Mario Vargas Llosa

Me gustan las historias de romanos y las de caba-lleros armados. Lo que no me gusta son los best se-llers. Y ya sea por culpa de la alineación de plane-tas o la ineptitud de nuestros libreros máscomerciales, las únicas obras visibles de tales ma-teriasennuestrasprincipales libreríashansidoes-critas por sujetos llamados Valerio Valierini oHortsvadt Mikaininentag, llevan títulos como Laslegiones malditas de César, Las malditas legionesde César o, por qué no, Las cesáreas malditas dellegionario y son best sellers clavados.

En la portada de tales volúmenes aparece uncenturión rubio y con claveles en el casco, comoimaginado por el sujeto que le compone las can-ciones a Enrique Iglesias. En la contraportada, el

Heraldo de Winchester o la inapelable revista Li-bros y librazos nos aseguran que la novela que te-nemos entre manos es “¡Apasionante!” y “¡Más ro-mana que la pizza!”. Se nos informa también, enla nota del editor, que el libro aborda las aventurasy desventuras de la familia Pepitorius, compuestapor un senador, un cónsul, tres matronas, una he-redera bella y romántica, cinco perros, un gladia-dor, varios esclavos nubios y un secreto. El secre-to, desde luego, es que el libro es horroroso y elsenador, los esclavos, la heredera y hasta los pe-rros se comportan como personajes de la seriepseudomédica de televisión Grace Anatomy. Esdecir, se acuestan unos con los otros (y de vueltacon los unos) y sufren mucho en busca del querer.

También hay historias artúricas de esa ca-laña. Se llaman El dragón y la doncella, La don-cella del dragón o El caballero con yelmo de dra-gón y una vecina doncella y el Heraldo deWinchester no duda en describirlas como“¡Apasionantes!”. En ellas, en todas ellas, cono-cemos al joven Ictus, humilde campesino conganas de ser paladín y más ganas de dormir en-tre los brazos de la bella Ylswerewara, noble he-redera del rumbo. A todo esto, el dragón no esel bicho con aspecto de iguana que hubiéramosquerido sino el apodo del conde Ylswerewaro,guerrero bruto y esforzado que, pese a deslomara latigazos a Ictus, tiene un corazón de oro. Conel que no contábamos era con el envidioso de

Wilsbaberto, noble arruinado y servil que no du-dará en recurrir a las peores mañas para hacer-se con los encantos de Ylswerewara.

¿Por qué medran estas bazofias, aplaudidasen medios risibles por reseñistas pagados e indig-nos de la menor confianza? Sencillamente porquela industriaeditorialestámás interesadaenhacer-nos comulgar con las ruedas de molino de una ra-lea infinita de best seller que en ofrecernos textosarriesgados. Y porque nuestra abulia como lecto-res nos lleva a aceptar historias manidas que nosdistraen y nos tranquilizan a la vez. Total, la revis-taLibrosy librazosyadeclaróquelasandanzasdelbuen Ictus son “Más britanas que el ceviche”. Quémás podemos pedir.

Los best sellers malditosEL MUNDO ALUCINANTE

Antonio Ortuño

Puede que la presente crisis económica (que también es social,educativa, cultural… y desde luego política) no nos enseñe que esnecesario cambiar de forma de vivir pero al menos nos va dandoseveras lecciones sobre como acostumbrarse a vivir peor. Por ejem-plo, en la España obligada a drásticos recortes y a sacrificar granparte de su presupuesto en enjugar su déficit con Europa, ya hayespañoles que confiesan: “Ahora comprendemos cómo se las hanvisto los países latinoamericanos durante tantos años con la dicho-sa deuda externa”. En efecto, ese inacabable débito bloquea el de-sarrollo, jibariza la protección social, aumenta la desigualdad entodos los campos (sobre todo en el fundamental de la educación)y deteriora sustancialmente laconfianza en las institucionesdemocráticas. Y cuando éstaspierden apoyo —porque no sóloson cuestión de razón sino tam-bién de fe, como casi todo— elvacío que dejan se rellena con sucaricatura, la mermelada popu-lista. Algunos han dicho —yo,sin ir más lejos— que el populis-mo es la democracia de los igno-rantes: añadamos, para ser jus-tos, que es también lademocracia de los decepciona-dos…

El populismo es el sueño deuna democracia sin trabas ni re-milgos, un sistema instantáneoen el que la voluntad generosa ysolidaria del pueblo se realizase sin interferencias. Pero lo malo esque precisamente son las trabas (es decir, los procedimientos, ga-rantías y contrapoderes) los que constituyen la democracia, mien-tras que la pretensión de que hay una sola voluntad popular (y quepor tanto lo que piense cada ciudadano es irrelevante o nocivo sal-vo que coincida con ella) es la negación misma del sistema demo-crático. Actualmente las instituciones democráticas dejan insatis-fechos a los ciudadanos en bastantes países europeos y por tantoel populismo gana terreno en ellos, como viene ocurriendo una yotra vez en América latina. Está pasando desde luego en Grecia,con el auge de un grupo neonazi como Amanecer Dorado, y en Hun-gría, donde la extrema derecha pide publicar la lista de los judíospor ser peligrosos para el país, pero también en Francia con unaderecha radicalizada y próxima a posturas xenófobas o en Italia,

donde no es impensable ya ni si-quiera el regreso político delaborrecible y recurrente Berlus-coni. Incluso en Gran Bretañacunde la desconfianza respectoa la BBC (lo que en ese país pre-ludia el vértigo del abismo), au-menta el número de aislacionis-tas euroescépticos y Escociapide la secesión para escapar dela quiebra del hasta ahora in-combustible reino.

En España, el populismotambién se reviste de gesticula-ción disgregadora. La apuestaseparatista de Artur Mas en laspasadas elecciones opuso a la le-galidad democrática de las insti-tuciones la expresión vocinglera

y sin trabas de un pueblo al que no podrían detener reglamentosconstitucionales. Por suerte los votantes se han mostrado bastan-te más cautos que los representantes políticos y han demostradoque sigue habiendo más partidarios de la ciudadanía que del olea-je populista. Sin embargo se han producido serias fisuras en nues-tro ordenamiento político que no van a ser fáciles de reparar a cor-to plazo. Mientras continúe el desasosiego laboral y los recortes enservicios públicos, la tentación populista seguirá activa, al acechode otras oportunidades. Y los ciudadanos tendremos que acostum-brarnos a vivir en peores condiciones políticas de lo que creíamosingenuamente ya consolidado por siempre jamás…

Aprendiendoa empeorar

Fernando Savater

En nuestros días los debatesintelectuales tienen un horizontemuy limitado y transpiran una

secreta resignación conformista

Mientras continúe eldesasosiego laboral y los

recortes en servicios públicos,la tentación populista seguirá

activa, al acecho de otrasoportunidades. Y los

ciudadanos tendremos queacostumbrarnos a vivir en

peores condiciones políticasde lo que creíamos

ya consolidado

Arthur Koestler pensaba en Sartrecuando dijo que un intelectual eraalguien que creía todo aquello quepodía demostrar y que demostraba

todo aquello en que creía

En una de las mejores novelas de Julio Verne, Matías Sandorf, laintriga comienza con una paloma que lleva un mensaje cifradode los patriotas húngaros que conspiran contra los austriacos yque cae en manos de los malos. El recado estaba escrito en un có-digo secreto que sólo podía entenderse con una rejilla que tapa-ba las letras inútiles del texto. Además de aprender nombres tanbonitos como Trieste y Ragusa, el lector se entera gracias a Ver-ne de los esfuerzos de los húngaros por sacudirse el yugo de losHabsburgos y adquiere una idea del panorama geopolítico de fi-nales del siglo XIX. Y, sobre todo, Matías Sandorf es una gran no-vela de aventuras. Pero el recuerdo más indeleble para el lectorinfantil es el del mensaje secreto.

Más de treinta años después de terminada la II Guerra Mun-dial, unos señores que decidieron arreglar la chimenea de su ca-sa en Surrey, Inglaterra, se hallaron los restos de una paloma quellevaba amarrada a una pata una cajita roja con un papel. Ahora

se cree que las 27 pequeñas secciones escritas, cada una com-puesta por mezclas de letras y números, contienen detalles de in-teligencia mandados desde el campo de batalla en Francia porun paracaidista de la Real Fuerza Aérea británica en que daba ala comandancia de los bombarderos las posiciones de los tanquesy la infantería alemanes, en vísperas del desembarco aliado enNormandía. Los ingleses tenían un “escuadrón” de un cuarto demillón de palomas mensajeras que cubrían distintas rutas y cu-ya información se mandaba por duplicado por si sucedía algúnpercance, como en el caso de este pájaro que quedó atorado enla chimenea.

Los dueños de la casa donde se hallaron los huesitos de lapaloma hicieron llegar el papel a Colin Hill, curador de una ex-posición titulada Palomas en Guerra, que organizó este año elejército británico en Bletchley Park, donde estuvo la sede de losservicios de inteligencia y de criptografía durante la guerra. El

pasado noviembre, el gobierno británico pidió a sus expertos quetrataran de descifrar el mensaje; también varios periódicos die-ron a conocer el encriptado y los lectores participaron con granentusiasmo en los intentos. El mejor resultado es al parecer elque logró un equipo canadiense que utilizó el código de un ma-nual de la Primera, no de la Segunda Guerra Mundial. Los ma-nuales y las máquinas usados para ese propósito en la SegundaGuerra fueron destruidos al acabar ésta.

Las instalaciones de Bletchley Park, que durante años hanpermanecido cerradas, albergaban un formidable grupo de es-pecialistas y espías que desempeñaron un papel probablementemucho más importante de lo que se sabe en la derrota alemana.Ahora los ingleses están restaurando el lugar para hacer un mu-seo en el que se cuente la historia de los servicios de inteligenciay el asombroso trabajo que se desarrolló en ese lugar durante va-rios años.

Códigos secretosDE LECTURASVARIAS

María Palomar

“Ahora comprendemos cómo selas han visto los países

latinoamericanos durantetantos años con la dichosa

deuda externa”. En efecto, eseinacabable débito bloquea el

desarrollo, jibariza laprotección social, aumenta la

desigualdad en todoslos campos

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Domingo 30 de diciembre de 2012 PÁGINA 3-BEL INFORMADOR

El año que cierra trajo muchas derrotas consigo. Algu-nas tan relevantes como la de Andrés Manuel LópezObrador, cuyo segundo intento fallido por la Presiden-cia terminó de romper la frágil alianza que manteníacon el PRD y decidió emprender el nuevo camino deformar un nuevo partido que lo postule en 2018. Otrofue Marcelo Ebrard, quien se fue apagando en la ago-nía de su gestión como jefe de gobierno en el DistritoFederal.UnoindiscutibleesFelipeCalderón,quienco-mociudadanovaaenfrentarunapersecución interna-cional, en las cortes y las calles.

Otras derrotas fueron menos obvias, pero no me-nosimportantes.Lamásvisible,alcierredelaño, fue lade la maestra Elba Esther Gordillo, que tras liquidar laalianzaconlosgobiernospanistas,quelediodossexe-niosdeprivilegios,pactóconelPRIyEnriquePeñaNie-to. Como Presidente no fabricó un nuevo quinazo –elarresto de Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”, alos 41 días de iniciar el gobierno de Carlos Salinas- pa-ra legitimarse, pero con su Reforma Educativa le mos-tró lapuertadesalidaparaunretiro,en lamedidade loposible, digno.

LafrialdadconlaquemanejóPeñaNietoesteprin-cipio del final de casi un cuarto de siglo de poder, pare-ce inspirado en la racional que utilizó con otro de losgrandes perdedores, Alejandro Quintero, el símboloperverso de Televisa ante los ojos públicos. Quintero,el menos visible de los perdedores, es reconocido co-mo la persona que mejor conoce a las audiencias enMéxico y desde hace tiempo encapsuló la política enpaquetes comerciales para trabajar electoralmente apartir de las personas, no de los programas. Es decir,vendía candidatos al público como, le gustaba decir alos suyos, Peña Nieto.

El nombre de Quintero se convirtió en una divisade uso común para mostrar la perversidad de la publi-cidad política en televisión.

Reportajes en la prensa internacional recogieronviejasdenunciasdemediosmexicanosquedibujabalaforma como Quintero vendía publicidad en forma deinformación.Fuetambiénprotagonistaanónimoenva-rios cables divulgados por WikiLeaks, en uno de loscualesen2009,diplomáticosestadounidensesapunta-ron que “es ampliamente aceptado que el monopoliotelevisivo de Televisa apoya al gobernador (Peña Nie-to) y le da un extraordinario tiempo al aire y otro tipode coberturas”.

Todas esas imputaciones afectaron a Peña Nieto,quien desde que esas acusaciones salieron por prime-ravezhacecasicincoañosenProceso, ledijoasuscer-canos que eran mentiras. El problema siempre fue depercepciones, y le costó al Presidente.

Pero fue peor para Quintero, quien casi fue des-pedidoenagostocomovicepresidentedeComercia-lización y Marketing, y que en la actualidad, deacuerdo con funcionarios del nuevo gobierno, estátotalmente marginado de todo convenio que se fir-me con Televisa.

Pero si la caída de Quintero fue vertical, la de Er-nestoZedillo fueasombrosa.Durante lacampañapre-sidencial,Zedilloerade todos losexpresidentesquienteníamásascendencia indirectasobreelequipodePe-ña Nieto. Sus incondicional Liébano Sáenz, estaba enel cuarto de guerra; otro muy cercano, Santiago Levy,había escrito parte del libro que publicó el entoncescandidato; Guillermo Ortiz se encontraba cerca en losasuntos financieros. José Antonio González se le me-tió personalmente a Peña Nieto, como también Rober-toMiranda,quefuejefedelEstadoMayorPresidencialdeZedillo,yhastaunode losmejoresamigoscercanosdelexpresidente, JaimeCamil, sehizo íntimodel futu-ro Presidente.

Salvo Camil, que sigue como gran amigo de PeñaNieto, nadie más quedó en su entorno cercano. El casomás simbólico es el de Sáenz, quien fue el único de losintegrantes del cuarto de guerra que se quedó sin car-go en la nueva administración. La influencia de Zedi-llo desapareció de manera aún no explicada, lo que noes el caso con otro de los grandes perdedores del año,Arturo Sarukhán, embajador en Estados Unidos.

Gran diplomático, Sarukhán debió haber sido elcanciller de Felipe Calderón, pero el ex presidente de-cidió utilizarlo para la segunda parte de su gobierno.Cuando el tiempo llegó, decidió no hacerlo por no per-der la relación con el presidente Barack Obama, concuyo equipo Sarukhán había forjado una amistad per-sonal desde los tiempos en que nadie apostaba por elentonces senador. El embajador, sin embargo, hizo loquealgunosdiplomáticosafirmanequivocado:rompióla institucionalidad. En varis giras por ese país acom-pañó a Alejandro Poiré, en sus diversas modalidadescomo funcionario de Calderón, para desprestigiar alPRIyconstruir la ideadequeunavictoriadePeñaNie-to era un regreso al pasado y a la negociación implíci-ta con el narcotráfico.

La campaña de Poiré se tuvo que enfrentar conuna contracampaña política y de relaciones públicas,pero la molestia contra el ex secretario de Goberna-ción,setrasladóaSarukhán.Elembajadorhadichova-rias veces en privado que él nunca fue más allá de loquesutrabajo loobligaba,ynegóhaberparticipadoja-más en una campaña de esa naturaleza. No le creen.

CuandofuePeñaNietoaWashingtoncomopresi-denteelecto,eliminóporcompletoaSarukhándelaco-mitiva que habló con el gobierno. El embajador sabíameses antes de la toma de posesión, que no tendría lu-gar en el nuevo gobierno, y abrirá una consultoría enWashington, donde se quedará a vivir.

Finalmente,quiendespuésdedosmesesenelex-tranjeroregresóaMéxico, fueJosefinaVázquezMota.PeroenlasantípodasdeLópezObrador,nosereinven-tó . Con el descrédito del presidente Calderón dentrode su partido y el choque interno por el liderazgo na-cional, Vázquez Mota tenía la oportunidad de quedar-se al frente de él y reconstruir su vida pública, pero nolo hizo. Sigue pensando en qué hacer, y quiere anun-ciareneneroloquedecidió.Todoloquehagaserá,qui-zás, muy tarde.

A diferencia de todos los perdedores, ella sí tuvosu futuro en sus manos y no lo supo ver. La única per-sona de quienes salieron derrotadas en este año, au-mentósuspérdidasporerroresdediagnósticoyejecu-ción. En su caso, como nadie más de los perdedores,ella fue derrotada dos veces, por sus adversarios y porella misma.

[email protected]: @rivapa

Raymundo Riva Palacio

PORTARRETRATOCRÓNICA VANESA ROBLES

lcarretónhediondopasatodoslosdí-as por el barrio. La basura lo esperaen la esquina, con apariencia inofen-siva, escondida en bolsas negras co-mo pasas uvas en el gran ponche me-tropolitano. Las bolsas negras salen

delascasas.Unasvecesmadrugan;otras, lascar-gan mujeres presurosas, quienes las entregan alos muchachos sucios, a quienes ellas evitan to-car, a quienes ellas tiran las monedas desde lejos.La basura desaparece para siempre. Los del ba-rrio respiran cuando la ven irse. Al principio res-piran el tufo podrido que deja el carretón. Peroluego el tufo le deja el paso al monóxido de car-bono y los millones de partículas suspendidasque por suerte ni huelen ni se ven.

A las bolsas que se fueron las reemplazaránotras, el día siguiente y otras y otras. Siempre ha-brá bolsas en la esquina. Las bolsas encierranmonstruos de creación humana. ¿Ha mezcladousted una batería alcalina con la cáscara de unanaranja, con una toalla sanitaria usada?

CuandollegaelniñoDios;cuandoesmomen-to de despedirse de lo viejo para celebrar el AñoNuevo;cuandoMelchor,GasparyBaltazarvisitansu casa los monstruos aumentan en cantidad. Siantes eran diez ahora son trece. Si Jalisco genera-ba siete mil toneladas de basura diario, ahora ge-nera9,200,haadvertido laUniversidaddeGuada-lajara y se han quejado todos los ayuntamientosmetropolitanos.

No es Jalisco, son los jaliscienses. No seamargue: ¿Qué sería de la Navidad sin envoltu-ras y cartones y huesos de pavo?

Lo bueno es que la basura desaparece en uncamión, que la lleva lejos del barrio.

Por ejemplo, un poco de la que se genera enlascasasviajaalaestacióndetransferenciadeMa-tatlán, en Tonalá. Nunca se ha sabido bien cuántani por qué la llevan a una estación intermedia. Yano importa. El sitio arqueológico que hubo ahí hasido forrado por toneladas de huesos de pollo, pa-ñales y bolsas que encierran a otras bolsas que en-cierranaunejércitodelarvasdemosca,queensusestómagos encierran de todo.

A Matatlán, que desde 2007 recibe poco, ca-si nadie puede entrar. Lo impide la empresaCaabsa Eagle, a la que varios municipios le pa-gan por llevarse las bolsas del barrio y lo impi-den los líderes de los pepenadores, a los que laempresa les ha dicho que si se sabe lo que pasaahí dentro perderán su fuente de vida.

Quienes han entrado a Matatlán saben queun puñado de mujeres voluptuosas, hombres debuen músculo y niños pequeños han hecho supropio barrio a unos metros de la basura delnuestro. Las mujeres, los hombres y los niñosdestripan al monstruo y toman de sus entrañaslo que los de la ciudad despreciaron. Las latas ylos botes de leche son, para ellos, un tesoro pre-

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Año viejo,basura nueva

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HABITAT. En el basurero un puñado de familias han hecho su propio barrio a unos metros de la basura del nuestro.

ciado. Los rescatan con un gancho filoso que ha-cen de varilla o los rescatan con las manos pelo-nas. Los descubren de entre los papeles embarra-dosconmierday,enestosdías,desobrasde lacenade Navidad, papeles con estrellas y moños, queellos también desprecian. Y todo lo hacen muy rá-pido, antes de que la mano de un traxcavo se losarrebate para siempre.

¿Que cómo es Matatlán? Como una películadel fin del mundo, en la que aparecen muchos pe-rros sarnosos.

Y eso que a Matatlán llega poca cosa. En Za-popan,eleufemísticorellenosanitarioPicachosharecibido desde hace varios años mil 400 toneladasde basura diaria. Ahora, sus cerros desérticos queesconden gusanos, trapos y animales muertos hanapilado 5 millones de toneladas, según el propioayuntamiento. ¿Se imagina usted 5 millones de to-neladas de cualquier cosa?

En Zapopan, los campesinos alrededor de Pi-cachos afirman que sus tierras se pudren en la me-dida que llegan las bolsas negras y escurre al sub-suelo el caldo que cocinan la batería alcalina, lacáscara de la naranja y la toalla sanitaria.

El ayuntamiento lo niega todo. “El relleno sani-tario Picachos tiene bajo control los lixiviados”, afir-ma en sus comunicados de principios de diciembre.

En el otro basurero, el de Los Laureles, en loslímites de los municipios de Tonalá y El Salto,Caabsa prefiere guardar silencio. Cada día, laempresa deposita allá más de 3 mil toneladas debolsas que encierran bolsas que encierran gusa-

nos blancos que por suerte ni los del barrio ni na-die puede ver, pues todos tienen prohibida la en-trada al cerro inmundo, donde a veces al aire jue-ga con el plástico y lo lleva a los patios de losvecinos más cercanos.

Los vecinos han intentado cerrar Los Laureles.Cuando lo intentan lasautoridadesde lazonametro-politana de Guadalajara se muerden las uñas, mien-traslostapatíossientennáuseasnomásdeverquelasbolsassemosqueanen laesquinaconsuspanzasne-gras rellenas de huesos de pollo y papel sanitario.

No hay de qué preocuparse. El problemasiempre se resuelve en contra de los quejosos. Losdesechos vuelven a desaparecer de las esquinas.

Incluso en estos tiempos de tirar lo viejo la ba-sura desaparecerá rápido y para siempre de las es-quinas del barrio, presumen los responsable delaseopúblicode todos losmunicipios.En losdíaspa-sados el Ayuntamiento de Guadalajara se ufanó dehaber levantado con celeridad 13 toneladas de de-sechos de la zona comercial de Obregón y otras 12de la zona comercial de Medrano: empaques de ju-guetes,cajasdecartón,plásticosyenvasesdesecha-bles, además de los casi dos kilos que generó cadatapatíocadaunodeestosdías,cuandosuracióndia-ria de desperdicios aumenta 30 por ciento.

Ese 30 por ciento también se irá en el camiónapestoso, que se parece mucho a Santa Claus en elmisterio. Casi nadie sabe de dónde trae el gordopaquetes desechables. Casi nadie sabe a dónde selleva el carretón los empaques y los desperdiciosde las cenas que celebran el fin de año.

Lodiceunrefrán,apropósitode laspequeñasco-munidades: “Pueblos de godos, todos parientesy enemigos todos”. Las noticias que nos llegansobre los afanes separatistas de importantes re-giones españolas como Cataluña, nos lleva a re-flexionar en las paradojas de la historia de aque-lla nación tan emparentada con los paíseslatinoamericanos.

Mientrasque lodivididobuscóunirse,hablodel caso alemán, lo que estaba unido busca dis-gregarse: Yugoeslavia y antes Checoeslovaquia,la propia Rusia y ahora España, que es un casoespecial, pues al parecer todo el tiempo han bus-cado no lo que los une sino lo que los separa, y side momento no lo hallan, pues acuden a la histo-ria que los puede atiborrar de ejemplos. Los ca-talanes separatistas deben seguramente anhelarlaEdadMediaconpasiónincomparable,pueses-tán empeñados en volver a ella.

Que Barcelona fuera en los tiempos de laGuerra Civil un fuerte baluarte de los republica-nos izquierdistas, algo ha de influir en las deci-siones de ahora, pero en semejante postura sedan por lo menos dos paradojas bastante com-plejas: De haber triunfado la facción republica-na, sin duda que habrían tenido que pagar factu-ra a la Unión Soviética, y hoy, a la vista de loocurrido con esa potencia comunista y sobre to-do ante las secuelas para los países que la siguie-ron, España estaría como Albania, o en el mejorde los casos, como Polonia, que ya es mucho de-cir. Pero es raro el país que aprende de la histo-ria y muy común quienes en cambio gustan derepetir sus errores.

La segunda paradoja resulta del serio con-traste entre los catalanes de izquierda que en es-tricto apego a su ideología lucharon esa guerraen aras de un sistema económico, político y so-cial opuesto al capitalismo; no obstante hoy díase han convertido en magníficos exponentes deese odiado sistema, cuyo egoísmo histórico ex-plica el que no quieran estar “unidos” a un país“proletario”, por eso se quejan de lo que les cues-ta pertenecer a España, de la cual seguramenteno han recibido jamás nada a cambio. Por su-puestoqueesvergonzosoquerer formarpartede

España, tierrade godos

LOS COLORESDEL TIEMPO

Armando González Escoto

Perdedores

una nación cuando a ésta le va bien, y querer sepa-rarse de ella cuando las cosas empiezan a funcio-nar mal.

A partir del ingreso de España a la Unión Euro-pea todo mundo rebozaba felicidad, de pronto llega-ron los millonarios subsidios, apoyos y préstamosque se convirtieron en autopistas, redes urbanas, ae-ropuertos de primer nivel, cheques-bebé, en fin, el“estado de bienestar” que superaba con mucho lasquimeras comunistas. Todo fue ganar y gastar traba-jando menos, a nadie al parecer le avisaron que ha-bía que pagar lo bailado; cuando comenzaron a ven-cerse los plazos y llegó la hora de rendir cuentas encuanto a productividad, la fantasía se desvaneció,pronto se volvieron a acordar de que eran catalanes¿cómo que nos juntamos con aquéllos?

Ahora los catalanes quieren ser solamente eu-ropeos, ajenos a los gustos primitivos de la fiestabrava, y muy decididos a esperar un mínimo de 10años antes de ser admitidos a la Unión Europea co-monuevoestadomiembro,siesquedefinitivamen-te los separatistas logran imponer su punto de vis-ta para que surja un micro estado más en aquelvasto archipiélago de identidades obsesivas.

[email protected]

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PÁGINA 4-B Domingo 30 de diciembre de 2012EL INFORMADOR

or la Americana, Lomas de Polanco, laIndependencia, Providencia, dondesea, pasan miles como si hablaran so-los, presionando una cucaracha deMadagascarelectrónicasobre laoreja;otros van observando lo que sostienenen una mano y apretando pequeños

botones con la otra. Detallan su agenda de traba-jo, ajustan el lugar de encuentro para esa noche,cualquier cosa. Pero entre ellos también circulanlos “otros”, esos que no usan celular, que no tienenllamadas perdidas ni mensajes sin leer.

Estas son historias de ciudadanos que formanpartede los13decada100mexicanosquenocuen-tan con un móvil. Ligia, Uriel, Raúl, la señora Fre-goso y Marco Aurelio son un quinteto de exiliadospor las estadísticas de la Comisión Federal de Te-lecomunicaciones, que recientemente cuantificoel total de usuarios de telefonía celular en México.

Las gráficas de barras, flechas y númerosindican que en el primer semestre de 2012 habíaun total de 97.6 millones de usuarios en el país.Tal cantidad de mexicanos es mayor a 13 vecesla población total de Jalisco contabilizada en2010 por el Instituto Nacional de Estadística yGeografía (INEGI). Pero ellos no forman parteesos números. Cada uno tiene un porqué parauna misma convicción: no cargar en los bolsilloscon un teléfono móvil.

“Lo aborrezco, pero con odio jarocho. Nolo soporto”

En plena cena, mientras Lidia toma asiento allado de su esposo, un intruso interrumpe el mo-mentofamiliar.Sedisponíaacompartir losalimen-tos con sus dos hijas y un nieto, cuando arranca elsonsonetedeunteléfono. “¿Dequiénes?”,diceunavoz. “El mío no fue”, otra por allí. “Ya cámbiale detono porque es igualito que el mío.” Así es como searruina una buena cena. ¿Y quién fue el culpable?Claro, el celular.

“Loaborrezco,peroconodio jarocho.Noloso-porto.” En los aeropuertos, ve a las parejas embe-lesadas ante la pantalla del móvil, los pulgares dearriba para abajo con jiribilla. Ignorándose a tansólo unos centímetros el uno del otro. “No se plati-can, no ríen, no nada. Puro repicar del celular.”

Un coraje le entra cuando ve a los muchachosconduciendomientrassedesatanconunataquederisa por lo que acaban de escuchar del otro lado delauricular. Lo mismo le pasa cuando en pleno Cre-do, suena un ringtone, como queriéndole ganar ala voz del padre que celebra misa; o cuando el Deusex machina se representa en el proscenio del tea-

P

Ellos no tienen llamadas perdidas, ni

mensajes de texto sin leer. Mantienen

conversaciones sin ponerlo sobre la

mesa o mandar un tuit. No tienen

telefóno movil; están en el grupo de

los 13 de cada 100 que han escapado

de los ringtones

Desenchufados:la vidasin celular

tro y el aparatito ya está interfiriendo con la catar-sis del público.

“Me pone… no, no, no, no, no”, dice con cóleraenlosojos.Yparacolmo,sushijaslequisieroncom-prar uno:

-Mama, ¡pero cómo es posible! En estostiempos…

-¡En estos tiempos! Viví toda mi vida sin uno yviví muy feliz. ¡¿Ahora porqué me la voy a compli-car con un celular!?

“Mi marido es otra cosa”. En el sillón, Lidia ob-servaasuesposoconpicardía.Él,estrujando lavis-ta para mejor enfoque, maldiciendo cuando aprie-ta dos teclas en lugar de una. Ella se ríe. “Para quéme voy a querer mortificar como él. Y luego, comodesde chiquilla soy miope, tendría que agarrarlomientras me quito y me pongo los lentes.”

Lidia, la nativa del pueblo mágico sinaloensede Magdalena de Kino, en vez de entregarle sutiempo a la tecnología, prefiere pedirle al choferque la lleve a caminar a un parque en las tardes, co-cinar al mediodía o leer por las noches. O ir a misa,como acostumbra cada viernes primero del mes, eldía de la Divina Providencia y los martes de SanMartín de Porres.

Recién este septiembre cumplió 84 años. Sesigue dedicando al hogar, como lo ha hecho des-de que se casó. En su fiesta de cumpleaños no in-tentaron regalarle un teléfono portable, como enotras ocasiones. “Y que menos intenten darmeuno de esos dichosos iPhone, del que sacan unonuevo cada mes. No me gustan, pero bien que leosobre ellos y sé que son el oscuro objeto del de-seo de todo mundo”.

El poeta fuera de línea

Raúlhapasadosus59añosenelbarriodeSan-ta Tere, en el mismo hogar. “De la casa de tu vida ala tienda de la esquina’, como inmortalizó en unode sus poemas las memorias de su infancia. Desdechico, cuando le enseñaban en la escuela a escribircon manuscrita y los teléfonos locales eran nove-dad, se negaba por completo a atender una llama-da. Como una violación a la intimidad, al encantodel encuentro de dos pares de ojos para adivinarselo que hay de más en cada uno. Sí, prefería hacercaso omiso al timbre que salía del cuerno colgadosobre la mesita de la sala.

“Tenía una reserva tremenda para hablar porteléfono. Se me hacía una cosa extraña, que no eranatural. Al principio hablaba sólo cosas precisas.No me gustaba conversar por teléfono. Ya másgrande, si quería hablar con alguien, le pedía unacita.Nosepuedeplaticarpor teléfono.Sepuedeco-municar, pero el platicar implica otras cosas, se es-timula con todos los sentidos”.

Los vecinos guiaban su día con las campa-nadas del templo, las mujeres tomaban las callesmorenas, que se hacían lodo luego de las lluvias,para ir por el mandado y él salía a jugar con susamigos de la cuadra. Una vida sencilla y grataqueda en sus recuerdos. Luego comenzó a atra-vesar el barrio el primer autobús que venía des-de Zapopan. “Hablar del Centro Histórico era co-mo hablar de otro municipio”. Por eso, Raúl

Bañuelos bromea diciendo que el viene de San-ta Tere, Jalisco.

Llegó otro intruso más, la computadora, y Ra-úl se consideró desde entonces incapaz de mane-jarla. A pesar de que le enseñaron a usarla dos,tres veces, con pasos a seguir y todo, no pudo.Apuntó en libretas, lo intentó, pero no, no pudo.Dejó de estudiar el uso de la computadora y siguióescribiendo con lápiz o plumaen los cuadernos; no concibela escritura de otro modo.Luego pasa en limpio a otra li-breta y de ahí pide auxilio pa-ra que alguien transcriba a te-clado. Con el celular es otrahistoria.

“El celular es un cence-rro electrónico, como decíami amigo Alejandro Vargas.Eres localizable como el re-baño: suspende e interrumpe tu soledad. Y a míme gusta mucho mi soledad”. Entre las normasque rigen su obra, se dice que el poema necesitaun vacío alrededor. “En mi caso soy yo el que ne-cesita el vacío, que mis distracciones generales,existenciales, se esfumen para poder concen-trarme. Octavio Paz decía que el problema fun-damental del artista actual son las distracciones.Reconozco la valía del celular, pero para mí ha

Por Rubén Gil

sido muy útil aislarme para leer y escribir”.Nuevas formas de transporte y comunicación

fueron poco a poco entrometiéndose en la coloniaSanta Tere hasta volverse algo común en la rutina.Raúl es parte de esa generación que le tocó transi-tar por el limbo tecnológico. En medio de esos quecrecieron sin una computadora de escritorio y losque revisan su correo electrónico cada dos minu-

tos a través del teléfono mó-vil. Por eso se enfrenta entreusar y no tecnología, mas elcelularharecibidoporsupar-te un rotundo no.

Rendido antela tentación

En 2006, Stephen Kinglanzó Cell, una novela que re-lataelpandemóniumalqueel

mundoenfrentaporculpadel teléfonomóvil.Laru-tina se ve frenada de imprevisto a causa de que laspersonas, luego de recibir una llamada, comienzanacomportarsedemaneraextraña,devorándoselosunos a los otros. Y sólo sobreviven los que no tie-nen celulares. Si Uriel, un jalisciense de 24 años,fuera un personaje en esta historia, formaría partede los que actúan como zombies.

Y todo por culpa de entregarle sus manos a un

Nokia con lamparita. Hasta sus 16 años de vida nohabía comprado uno de esos aparatos. Aunquebueno, en sus épocas de secundaria apenas surgíacomo hype mediático el consumo de los nuevos ymejoradosmodelos.AquelNokia3300,alqueleca-bían a lo mucho 17 canciones, era la cumbre de latecnología celular. Y eso que ni cámara tenía.

Pero Uriel, como sus demás compañeros de laprepa 12, terminó por hacerse de un móvil. Sin em-bargo, no duró por mucho tiempo. A tan sólo cua-tro meses de haber obtenido su portátil en segun-do semestre, una chica lo hizo perdidizo. “Fue unrobo muy tonto. Se lo presté a una chava para quehiciera una llamada y luego me dijo que no lo en-contraba”.

“Los odié a partir de ese momento”. Fue enton-ces que Uriel comenzó a ver el celular como una“responsabilidad” innecesaria. “Cuando tienesuno debes estar cuidando que no te lo vayan a ro-bar,debesestarpendientedelagentequeseteacer-ca y me parece que no puedo cuidarlos. Soy muydescuidado”.

Por eso ya no quiso volver a comprar un celu-lar. Terminó la prepa sin uno. Ingresó a la licencia-tura en Biología sin uno. Fue hasta sus 22 años queles dio una segunda oportunidad, con otro modelosimple. De esos que sólo sirven para llamar, man-dar mensajes de texto y jugar a la viborita comelo-na. Nada más.

Desechó la idea de volverse biólogo e ingre-só a la carrera de Letras. Seis años bastaron pa-ra que aligerara su opinión, puesto que los men-sajes de texto le parecieron una buena forma demantenerse en contacto con los demás. No obs-tante, afirma que sólo lo utiliza, a lo sumo, tresveces por semana.

Un objeto de poca importancia. “Hace poco ol-vidé mi celular en la escuela, pero bueno, le llama-ron a mi papá y me lo regresaron”. De no haber re-cibido esa llamada, tal vez otro sexenio hubierapasado para hacerse de un tercero. Mientras tantoallí lleva el celular, dentro de la bolsa de su panta-lón o en la mochila.

Para Stephen King, Uriel (aunque no lo co-nozca) es una de esas personas que él se imagi-nó como muertos vivientes que habitan las ca-lles. Forma parte de los cuatro de cada cincomexicanos que, según las estadísticas de 2011 dela firma de consultoría especializada en teleco-municaciones, The Competitive IntelligenceUnit (CIU), usan celular. Y por ello, a pesar deque no es muy afecto al móvil, es un zombie pa-ra el escritor norteamericano.

Una necesidad falaz

Allá en Nayarit, en el pueblito de Puente deCamotlán, para ser exactos, nació la Señora Frego-so. Recuerda que por aquellos años de infancia sedejaban caer unas lluvias que arrasaban con la luzde todas las casas. Y dice también que incluso demáspequeñani luzhabía.Asísecrecióypiensaquede aquellas tormentas salió la gota que derramó elvaso, y que por esa forma de vida decidió no utili-zar tecnología.

Hoy, a sus 54 años, casada, madre y jubiladadespués de ser maestra por tres décadas, vive enGuadalajara, desconectada, sin usar computadorani poseer un móvil. Decora su casa, la desempolva,corta y riega el césped, cocina y así es feliz. “En es-te momento no es algo que yo requiera, que nece-site. Veo que gente más grande que yo usa muchoel celular, pero yo no lo necesito”.

Prefiere no salir y cuando lo hace, es con su es-poso.Apesardemudarsea laciudad,dehaberejer-cido su profesión, no sintió que requiriera asirse ala tecnología para adaptarse a la urbe. En cambio,la historia en Puente de Camotlán es distinta.

Un objeto de poca importancia. “Hacepoco olvidé mi celular en la escuela,pero bueno, le llamaron a mi papá y

me lo regresaron”. De no haberrecibido esa llamada, tal vez otro

sexenio hubiera pasadopara hacerse de otro

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Domingo 30 de diciembre de 2012 PÁGINA 5-BEL INFORMADOR

“En el pueblito, que es un ranchito por allálejano, vieras qué actualizados andan. Muchosusan celular y mi hermano me dice ‘¡válgameDios! Tú vienes de la ciudad y cómo es posibleque no uses celular’, pero es que no lo necesito.Es indistinto, tanto puede usar el celular una per-sona de la ciudad como una del campo. Es cues-tión de gustos.”

Dos son las afirmaciones que componen elargumento de la Señora Fregoso para no usarlo:En primer lugar, el celular es para la gente quese crea la necesidad de tener uno, y en segundo,puede que esté afectando los lazos familiares.

Recuerda. “Mi papá en la tarde sacaba unasilla, la recargaba en un muro y nos contaba unmontón de historias, sobre los cerros que cono-cía o las cosas que hacía cuando se iba a caballo.Eso me gustaba mucho. Ahora yo intento hablarcon mis hijos, a veces lo logro, pero en generalla gente joven está muy pendiente de Twitter yFacebook. Tienen todo un mundo de conexión,pero a través de la pantalla, y siento que eso sílos aleja un poco”.

“Me parece impertinente que me llamenen cualquier momento”

Cuando se comienza a popularizar el teléfo-no celular, allá por el 95, se rompe con una reglabásica de la comunicación telefónica, dice MarcoAurelio Larios. Para él, en la clásica llamada porteléfono se marcaba a la casa o a la oficina; luga-res donde evidentemente se podía localizar al su-jeto buscado. Pero, cuando el celular aparece, yporque es portable, la persona que llama, de al-guna manera, tiene una injerencia en la vida per-sonal y resulta una verdadera impertinencia.

El escritor y profesor de literatura en la Uni-versidad de Guadalajara, Marco Aurelio, no tienecelular. “Me parece impertinente que me llamenen cualquier momento, cuando estoy haciendootro tipo de actividades. Ahora hay una irrupción,digo yo impertinente, por todos lados, todos tiem-pos, en todos los espacios. Y eso es lo que nome gusta”. Irremediablemente se ha visto en lanecesidad de llamar a alguien al móvil, pero unasensación de pena lo invade: ¿será el momentoadecuado, estará trabajando, en alguna reunión?Grave impertinencia.

Piensa, ¿cuántos mensajes de texto en el mun-do no han despertado conflictos? Viene a la menteuna escena: una cita romántica, cursi tal vez. Dosamantes comen manjares, dialogan, intercambiancaricias… suena el celular de carpeta. El amante lodesdobla, se pone a leer y algo en su mirada cam-bia. La amante se vuelve lectora profesional de len-guaje corporal: hay alguien más. “Supongo yo quese ha llegado hasta el divorcio por esa gran imper-tinencia que es el celular”.

Por eso y más, el profesor de 52 años prefiereotros medios de comunicación, como algunas re-des sociales. “Uso Facebook porque la conversa-ción se da cuando tú quieres y le quita el rasgo deimpertinencia que tiene el celular. Cuando está al-guien conectado, si tú quieres hablar con esa per-sona, le escribes, y la persona decide si te contes-ta. Los muros los veo como mesas de conversacióncon distintos agregados, donde tú, revisando Face-book, los lees. Si te interesa conversar sobre el te-ma agregas un comentario y si no, lo ignoras”.

“Evidentemente”, concluye Marco Aurelio, “laamistad y la conversación se establecen desde lasoledad de tu computadora. Eso modifica la forma

de ser social; si el hombre es social porque estable-ce comunicación con los demás, el Facebook lo hatransformado a la satisfacción en soledad”.

De nativos, migrantesy analfabetas digitales

En una sociedad de consumo, el uso de la te-lefonía móvil ha causado un efecto cultural dis-yuntivo. De acuerdo con el profesor investigadoren el departamento de sociología de la Universi-dad de Guadalajara, el doctor Mario Cervantes,hay personas que determinan poner un límite en-tre lo público y lo privado, por lo que no usan ce-lular, pues lo ven como una extensión de la per-sona mediante la cual pueden ser localizables entodas partes.

Por otra parte, también se genera la antítesis,quienes presentan cierta dependencia a las tec-nologías, hasta presentar rasgos de adicción. Yesto puede provocarse por las añadiduras socio-culturales, pues según indica el doctor, la mismasociedad ha establecido un estatus al uso del ce-lular. Teniendo en cuenta esto, junto con la mer-cadotecnia que ‘diviniza’ ciertos modelos telefó-nicos, por ciertas características técnicas, se caeen un deseo desmedido de consumo. También,destaca, esta distinción se debe a una brecha ge-neracional, que se clasifica en nativos, migran-tes y analfabetas digitales.

Los primeros se relacionan directamente, enmateria de axiología, con la sociedad de consumoque identifican al teléfono portátil no sólo por sus

servicios de comunicación, sino por su valor agre-gado y que nacieron rodeados de tecnología digi-tal; los segundos son aquellos de generacionesanteriores que desarrollaron la capacidad de uti-lizar las nuevas tecnologías; mientras que los úl-timos son los que las desconocen por completo.Así se llega a clasificar la sociedad en usuarios detecnologías, como el celular, y los que prefierenno serlo.

ELIN

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100%

Continenteamericano

Europa, Medio Oriente y África

Asia-Pacíficoy Japón

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Dispositivos inteligentes conectadosPorcentaje de unidades compradas, agosto de 2012

FUENTE: IDC

Smartphones Tablets Computadoras

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PÁGINA 6-B Domingo 30 de diciembre de 2012EL INFORMADOR

La gente estaba de mal

humor y las filas

parecían interminables,

pero se salió con la suya

Dos escenas del findel mundo en tiendasde autoservicio

1 El viacrucis por un mueble

Liliana extraña que ir a este autoserviciode membresía no sea lo mismo hoy queantes. Lo ha comprobado ya varias veceslos últimos meses, pero dice que estaocasión ya fue el colmo. Pasó casi mediahora buscando ayuda para que le aten-dieran. Cuando su paciencia casi se ago-taba, fue en busca de “alguien” y se topócon una mujer que jalaba un carro conuna pila de cajas. A medio pasillo y sin ira donde estaba el producto, la “asocia-da” le respondió de mala manera y sinresolverle sus dudas. Liliana fue enton-ces directamente al mostrador de aten-ción al cliente; una mujer con una secaamabilidad le resolvió su problema… amedias. Al final, pudo dejar “en custo-dia” el mueble que había comprado,pues era 25 de diciembre y no había ser-vicio de fletes.

Cuando pagaba en una de las cajas,luego de más de una hora de espera, elúnico empleado amable de ese día leconfesó: “Pues sí, andan todos de malasporque pues es Navidad y los hicieronvenir a trabajar, crudos y desvelados”.Sam Walton estará revolcándose en sutumba, pensó Liliana.

Tal como había quedado, al otro díafue a recoger el mueble que ya había pa-gado. Esperando en la misma estaciónde atención al cliente, le tocó aguardarmás de media hora (pensó que quizá la

FATIGA CRÓNICA DAVID IZAZAGA

Miles de personas, con excepción de los hoteleros y restauranteros de lazona maya que esos si están muy contentitos por las ventas, están tristes;pero yo hablo del estado de humor del infelizaje, que con la falla en la pre-dicción se encuentran muy desilusionados porque los mayas le fallaron ala raza en la fecha de la destrucción del mundo, vamos ni siquiera se vioesta en una destruccioncita chica como podía haber sido un temblorcitoo un eclipse, vamos, lo más tremendo que pasó fue que a algún turista lepresentaron una cuenta inflada y la tuvo que pagar.

Pero yo creo que es por falta de curiosidad científica, ya que haymiles de misterios por descubrir, todo es cosa de fijarse.

Durante la vacación decidí explorar mi filmoteca de joyas cinemato-graficas y opté por ver Santo en la venganza de las mujeres vampiro fil-mada en el año 1970 con subtítulos en inglés y francés y que si no recuer-do mal me la trajo mi tío Tolito en un viaje que hizo al festival de Cannes,donde obtuvo no se qué tantos premios, la película, no el tío, aunque de-bo decir que parece pirata, otra vez la película no el tío.

En ese filme, casi sin querer queriendo, se desvela uno de los mis-terios que podrían hacer que las universidades norteamericanas rea-lizaran un estudio sobre el final de los tiempos y digo las universida-des gringas porque las nacionales tienen que dedicarse a solucionar

problemas reales en cambio los delas facultades gabachas tienenque darles temas de platica a losex presidentes de los países bana-neros que después de gobernar seencuentran refugiados en las uni-versidades de ese país impartien-do cursos que les fabrican para ha-cer que gocen sus exilios dorados.

Pues en esta joya cinemato-gráfica se revela que Santo, el en-mascarado de plata, tuvo un an-cestro que en 1730, por los rumbosde Transilvania donde el solo aca-bó, aunque no de forma definitiva,con las vampiras, cuyos cadáveresfueron traídos a enterrar a nuestra

patria y eso me provoca dudas terribles tales como por qué el ances-tro del enmascarado no acabó con ellas en forma definitiva, ¿algún in-terés oculto? ¿Fue por un interés económico? ¿Cómo se arreglaron losque transportaron e importaron los cadáveres en la aduana? ¿Hubocochupos o tratos inconfesables, o nada más se dieron los arreglitoshabituales? ¿Quién tuvo la culpa de haberlas traído o de haberlas reha-bilitado, los virreyes o los mirreyes?, ¿la maestra Elba Esther pertene-ce al gremio de las redivivas?, porque hay que decirlo una gran multi-tud de maestros sospecha de dicha pertenencia.

Según esta historia la existencia de vampiras es una realidad in-negable, pero ¿no hay vampiros? ¿Drácula desapareció con todos susdraculitas?, existe acaso discriminación respecto de dichos hematófa-gos. ¿Tienen estos, carta de privacidad de datos personales de vampi-ros? porque los el ITEI como chupan sangre.

Como verán hay una gran cantidad de misterios que resolver, y nohay que esperar tanto tiempo para solucionarlos.

Misterios a descubrir

Carlos Enrigue

AYER DECÍAMOS

Los ímpetus conducen al consumismo, igual entre los particulares que en-tre las naciones. El fenómeno está de manifiesto en algunos países de laComunidadEuropea,conevidenteafectaciónaotrosde,aunquesanaeco-nomía, repercute en las relaciones comerciales. En cuanto a nosotros, ad-quiere vigencia aquello: “Cuando a Estados Unidos da gripe, en Méxicoel contagio se convierte en neumonía”.

Ser uno mismo sin caer en ilusiones y creencias falsas. Al leer estaslíneas habremos superado la fecha fatídica final del mundo que fincó in-quietudes y formó supuestos de indiferencia a hechos tan reales como elapetito a la dispersión y hasta del crédito de manera indiscriminada aje-na al juicioso empleo de los recursos.

Ser y valer por nosotros mismos representa preservar la tranquilidad. Yesto no se limita a lo económico, sino a la aplicación inteligente y creativa derecursosentodalaextensióndelconcepto:apreciarparapreservar.Porlomis-moespeligrosocontinuaractitudesdesimuladaimitaciónyhastaadquisiciónde tendencias conducentes al déficit de valores propios.

Recontar los activos y aplicarlos con oportunidad para sortear obstá-culos, es esencia de los mensajes pronunciados con intención de cambiode actitud pasiva por la propositiva,sustentada en la convicción de ge-nerar los elementos conductores alcrecimientocondesarrolloque,adi-cionalmente, produzcan el blindajede avatares como los de otras regio-nes y países.

Contamos con población joveny entusiasta mano de obra, marco li-toral superior a los 10 mil kilóme-tros, vecindad con el mayor consu-midor del mundo, atractivosturísticos, centros de estudios supe-riores con experimentada capaci-dad académica e investigación. Esmomento de eliminar lamentos y perversos mensajes desalentadores, re-troalimentados por intereses ajenos a la familia con hijos con auténticosdeseos de superación.

Palabras, propuestas y proyectos caben en el espíritu decembrino im-pregnado por tradición. Es tiempo de negar espacio a tantos mitos que en-ferman y envenenan el ambiente, reflexionando acerca de lo auténtico yconveniente, sin más razón que la propia sin imitación y sí con identidad.

Los mitos quedan para el anecdotario, como la falta de carácter con-vertido en estigma. Existencia y no mera subsistencia son paradigmas deun proceso donde se aprovechen los obstáculos de otros en el curso de losplanesestablecidospor lasautoridadesderecienteypróximaasimilación.

Concluyeron las Posadas y Navidad con su propia dosis de gozo y do-lor. Ambos pertenecen al pasado y la disposición debe ser hacia el año ve-nidero con auténticos propósitos para cumplir en el próximo, pues no to-do es fiesta y sí estricta responsabilidad compartida en el marco dederechos y obligaciones.

Dios nos guarde de la [email protected]

Simulación y disimulo

VISIÓNY DECISIÓN

Carlos Cortés Vázquez

Y la vida sigue adelante con su elegante prosapia. El tiempo si-gue su curso, y no se detiene ante nada. Las cosas seguirán su-cediendo, con nuestra voluntad o sin ella.Al final de cada año, hay personas que tienen la fina tarea de ha-cer el recuento de lo que ha hecho o dejado de hacer. Reflexio-na sobre lo sucedido y medita en lo bueno y en lo malo. En fin,hace un balance de lo acontecido y se revuelca de risa por mu-chas torpezas cometidas, y se remuerde la conciencia por lasofensas realizadas.Hay quien toma muy en serio terminar el año, mirando al pasa-do y hay quien prefiere solo mirar al futuro. Por supuesto queno faltan los que saben conjugar ambas y regodearse con la sa-tisfacción de hacer ambas.Para valorar lo acontecido, vale la pena preguntarse lo que hazaprendido. Realmente vivir, es una constante escuela, y año conaño nos llegan nuevas lecciones que incluir. Necios, tercos y de

cabeza dura, son los que no quieren dejar que el maestros de lavida loshagacrecer.Perosabiosyhumildes losquesedejancon-ducir por un orden superior que nos lleva de la mano a ser siem-pre mejores personas.¿Cómo haz tratado a los demás? ¿Haz hecho sentir bien a losque te rodean? Es tan importante el modo en que nos relaciona-mos con los demás y sobre todo, las actitudes y el estado emo-cional con el que nos comportamos, son vitales para la evalua-ción de lo hecho.Y finalmente no podemos dejar a un lado el optimismo, la ale-gría, el entusiasmo y la decisión de trabajar y alcanzar nuestrosobjetivos. El posponer, el derrotarse, aflojar la disciplina y eldesánimo, son verdaderos enemigos de nuestra prosperidad.Es un final y un principio, lo que ya no se hizo, se podrá hacer.Está en cada uno de nosotros el tener al tiempo de aliado paracrecer o para solo envejecer.

Un año másEXPLORANDO EL MUNDO

Guillermo Dellamary

Los mitos quedan para elanecdotario, como la falta de

carácter convertido en estigma.Existencia y no mera subsistencia

son paradigmas de un procesodonde se aprovechen los

obstáculos de otros en el curso delos planes establecidos

bodega de la que traerían su mueble seencontraba en El Salto). Mientras escu-chó decenas de reclamos, algunos deellos increíbles. Como el de una señoraque llegó a regresar unas trufas de cho-colate, porque las había comprado a mi-tad de precio, ¡en otra sucursal de la mis-ma tienda! Cuando se cansó de esperar,preguntó por su mueble y de mala ma-nera la empleada le dijo que se lo habíanido a traer. Un rato después, llegó un em-pleado, nervioso, a disculparse: le dijo aLiliana que a la mujer que el día anteriorle había vendido el mueble, se le olvidóponerlo en custodia. Es decir: no lo ha-bían guardado, aunque ya lo habían ven-dido. La tarea era ir a los pasillos a ver sino lo había comprado ya alguien más.

Afortunadamente no. El mueble es-taba ahí todavía. El viacrucis ahora con-sistió en hacer todo un trámite burocrá-tico para demostrar lo que habíasucedido: que si tenía un ticket de com-pra, no era porque ya se hubiera llevadoel mueble. Más copias y firmas y creden-ciales de identificación que si fuera a so-licitar un crédito PYME. De no ser por-que en verdad le gustaba el mueble yestaba a buen precio, hubiera —dice—dejado todo ya ahí.

Cuandosaliódeahí, satisfechapor te-ner por fin físicamente lo que había com-prado, un sabor amargo recorrió su bocaalrecordarqueapartedeloeconómicoha-bía invertido al menos tres horas de sutiempo en hacer una compra.

2 El tostador invendible

Unos días antes del episodio delmueble, Liliana había acudido a otro au-toservicio, pero de los comunes. No ibaespecíficamente a comprar nada, sino a

llevar a su madre a por algunas cosas pa-ra la cena de Nochebuena. Caminandopor los pasillos vio un tostador que legustó y recordó que el suyo alguien se lohabía descompuesto. Al parecer era elúnico en existencia. Preguntó a la encar-gada del área, que buscó donde Lilianaya había buscado y luego se fue. Cuan-do volvió, 20 minutos después, le dijoque no estaba la caja, que tendría que ir“hasta la bodega” a buscarla, quizá pen-sando que la frase funcionaría como bál-samo para que la clienta desistiera de sucompra. Pero no, Liliana, al contrario,tomó como reto al asunto y le dijo queesperaría lo que fuera. La empleada, en-cogida de hombros y malhumorada sefue a la bodega. Media hora después re-gresó sólo para decir que no estaba la ca-ja. Y como no estaba la caja no se podíatener el código del producto, o sea: no selo podía vender. Que lo dejara ahí. Cuan-do la empleada aquella se dio la vuelta,Liliana se fue a la caja con el tostadorque cargaba desde hace rato como sifuera su bebé de tres meses. Ya ahí, ex-plicó el caso, que la cajera no pudo resol-ver, por lo que llamó a la gerente o en-cargada de la tienda, quien se enfadócuando escuchó la historia que le relatóLiliana. Y tomó el caso como suyo: “¡Cla-ro que sí te lo puedes comprar!”, le dijocomo la personificación de Mamá Lu-cha. Y movilizó a varios empleados quevueltos locos fueron y vinieron con ca-jas y códigos. Hasta que uno fue el bue-no.

Liliana salió de ahí pensando que siun día de verdad se acaba el mundo, elfin seguramente empezará en las tien-das de autoservicio. Y con los empleadosnegándolo.

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Durante la vacación decidí explorarmi filmoteca de joyas

cinematograficas y opté por verSanto en la venganza de las

mujeres vampiro filmada en el año1970 con subtítulos en inglés y

francés y que si no recuerdo malme la trajo mi tío Tolito

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