Suplemento Literario N°937

9
suplemento cultural tres mil · diario colatino · febrero 9 de 2008 Sábado 9 de febrero de 2008  l  N o 3680 del año XVII segundo centenario l www.diariocolatino.com DIARIO CO LATINO, MÁS DE UN SIGLO DE CREDIBILIDAD Nº 937 Oración de un niño refugiado Señor Yo soy un niño cansado de caminar tengo miedo de los caminos y de las sombras de la noche He dormido sobre almohadas de piedra puestos los ojos en las estrellas Acaso, Señor, tú rondas de estrella en estrella como un niño refugiado y todos te miran de reojo y te dan puntapiés y te piden papeles de identificación y te alejan de tu osito de felpa y tu tractorcito de madera Ojalá que no… Las estrellas tiritan, Señor y yo quiero creer que son tus ojos que tienen ganas de despertar El cuerpo de mi padre quedó en el jardín  junto al árbol de ce rezas Madre llora y acaricia mis cabellos ondulados y aprieta mis manos y me cubre con su cuerpo Ya nada saben mis ojos sólo de la llama que todo lo abraza Caminamos caminamos caminamos y el fuego nos persigue Ya no hay lugar en tu tierra, Señor Los caminos están sembrados de lágrimas y minas y allá donde los caminos terminan dicen que no hay lugar para niños con cara de espantapájaros Estoy cansado, Señor he olvidado los cuentos de piratas y ballenas azules que mi abuelo nos contó en tiempos de antes de la guerra Señor cuando mi madre y yo lleguemos al final del camino dile a la gente que mis pies son ampollas a punto de reventar Diles que soy pequeño y la Tierra es grande Diles que yo quiero volver a jugar a la gallina ciega y al puente está quebrado con qué lo curaremos con cáscaras de huevo, con cáscaras de huevo Diles que es mentira que Tú has dibujado sobre la Tierra líneas que separan a la gente VÍCTOR ROJAS

Transcript of Suplemento Literario N°937

Page 1: Suplemento Literario N°937

8/15/2019 Suplemento Literario N°937

http://slidepdf.com/reader/full/suplemento-literario-n937 1/8

suplemento cultural tres mil · diario colatino · febrero 9 de 2008

Sábado 9 de febrero de 2008 l N o 3680 del año XVII segundo centenario l www.diariocolatino.com

DIARIO CO LATINO, MÁS DE UN SIGLO DE CREDIBILIDAD

Nº 937

Oración de un niño refugiadoSeñor

Yo soy un niño cansado de caminartengo miedo de los caminosy de las sombras de la noche

He dormido sobre almohadas de piedra

puestos los ojos en las estrellasAcaso, Señor, tú rondasde estrella en estrellacomo un niño refugiadoy todos te miran de reojoy te dan puntapiésy te piden papeles de identificacióny te alejan de tu osito de felpay tu tractorcito de madera

Ojalá que no…

Las estrellas tiritan, Señory yo quiero creer que son tus ojos

que tienen ganas de despertarEl cuerpo de mi padrequedó en el jardín

junto al árbol de cerezas

Madre llora y acaricia mis cabellos onduladosy aprieta mis manos y me cubre con su cuerpo

Ya nada saben mis ojossólo de la llama que todo lo abrazaCaminamoscaminamoscaminamos

y el fuego nos persigue

Ya no hay lugar en tu tierra, Señor

Los caminos están sembradosde lágrimas y minas

y allá donde los caminos terminan

dicen que no hay lugarpara niños con cara de espantapájaros

Estoy cansado, Señorhe olvidado los cuentos

de piratas y ballenas azulesque mi abuelo nos contó

en tiempos de antes de la guerra

Señocuando mi madre y yo

lleguemos al final del caminodile a la gente que mis pies son ampollas

a punto de reventar

Dileque soy pequeñoy la Tierra es grande

Dileque yo quiero volver a jugar

a la gallina ciegay al puente está quebrado

con qué lo curaremoscon cáscaras de huevo, con cáscaras de huevo

Diles que es mentira que Tú has dibujadosobre la Tierra

líneas que separan a la gente

VÍCTOR ROJAS

Page 2: Suplemento Literario N°937

8/15/2019 Suplemento Literario N°937

http://slidepdf.com/reader/full/suplemento-literario-n937 2/8

suplemento cultural tres mil · diario colatino · febrero 9 de 2008

Comenzó de repente, sin ima-ginarse que aquella práctica se leconvertiría en algo serio en suvida, en algo tan cotidiano, tannecesario y adictivo; que si no lohacía: caía en depresión.

En aquel tiempo, para relajarse,subía y bajaba las escaleras de sucasa, como una forma de escabu-llirse del hueco que le ocasiona-ban los terremotos económicos,las angustias de pensar en un acia-go futuro. Tuvo la suerte, entreotras cosas, de ser asentado comoSísifo Cruz, por su padre el capi-tán Manuel de Jesús Cruz, que eraun diletante de los filósofos exis-tencialistas Camus, Sartre, Simo-ne...

Al principio que la gente lo veíasubir y bajar las gradas a la carre-ra, se quedaban extrañados. Des-pués, la gente ya no se detenía, pa-saban indiferentes ante las subi-das y bajadas del angustiado Sísifo.Era tan común verlo al final deldía, correr insistentemente, en-frascado en una carrera sinmeta; sin premio, sin incentivo,sólo el de tratar de inhabilitar asu afligido cerebro, de cansarlo,para que no molestara tanto.

Sísifo Cruz, había vivido siempreen la abundancia económica, eraun comerciante próspero, radia-ba energía, poseía el carácter deun futuro empresario. Hasta queun día, llegó a gobernar un jovene inexperto presidente. Se priva-tizó hasta la dignidad y los media-nos y pequeños empresarios, fue-ron sufriendo las consecuenciasdel neófito dirigente.

En los primeros síntomas de suansiedad, Sísifo entró a la biblio-teca de su padre (que en paz des-canse) con un sentimiento de cul-pa, que no lo dejaba vivir tranqui-lo. Su padre le había dejado comopatrimonio un par de haciendasricas en ganado vacuno y algunosque otros almacenes de ropa. Lasvacas lecheras no le producían lomismo que antes y tuvo que re-currir al contrabando del queso,que se traía desde Nicaragua porpaso ciego (así le llaman a los lu-gares que no son la aduana) o porlanchas clandestinas que sorteana un sin fin de cercos militares dela marina de su país. Recurrió tam-bién al contrabando de ropa, traí-da desde un canal que une a dosocéanos y que servía como lugarde reunión a multitudes de con-trabandistas.

Sísifo CruzSísifo CruzSísifo CruzSísifo CruzSísifo CruzDANILO VÁSQUEZ

En momentos de lucidez, Sísifose peleaba con su conciencia; pues,la educación que había recibido enuna de las más prestigiosas uni-versidades de su país, con un altocontenido de humanismo y derelaciones sociales, lo metían enserios conflictos con su concien-cia; ya que ahora tenía por impe-rativo que relacionarse con todasuerte de hampones para que lehicieran los “trabajitos” que suforzada ocupación actual le exi-gía. Pero como a “todo mono pormuy listo que sea, se le cae la fru-ta”, a Sísifo Cruz se le cayó. Dis-cutiendo y peleando con su con-ciencia estaba, cuando pasó porsus ojos un libro de pasta verdey vetusto con el título: “El extran-

jero” de Albert Camus; en esamisma librera, de madera y reli-giosamente barnizada con barnizde muñeca, reposaban otros títu-los: “La peste”, “Calígula”, “ El mitode Sísifo” y otros; pero el que lollamó y lo hizo que se apoltronaraen el sillón de lectura de la biblio-teca de su padre y en la que él nohabía reparado, fue en «El Extran-

jero». Y dedujo entonces que sunombre provenía de esos libros.

Comenzó la lectura del “Extran- jero”, obra de Albert Camus, conun interés inusitado. En cada síla-ba que tragaba, sentía que le re-llenaba el hambre de su rapaz con-ciencia, impaciente por comérselo,por destruirlo.

Había vivido siempre en la abun-dancia económica. Por lo tanto vi-vía feliz y contento con su con-ciencia. Pues su máxima era la deser ante todo el primero, el se-gundo y el tercero. Y si él estabacompleto, satisfecho, iba a dar alos demás sus alegrías y satisfac-ciones. Era en todo caso la teoríadel rebalse. Pero un día sus nego-cios comenzaron a sufrir las con-secuencias de las políticas econó-micas implantadas por el novelpresidente. Entonces empezó asufrir lo que la gran mayoría su-fría desde hacía mucho tiempo. Yla luna de miel entre su concien-cia y él, terminó.

Ella, herida por el desastre finan-ciero de Sísifo, inició su venganza,echó mano de la formación hu-manista que él había recibido enuna de las universidades de ma-yor prestigio de su nación y deci-dió atacarlo en sus puntos másvulnerables; es decir, en aquellostérminos de comunidad, de colec-tividad, del bien común, en el quelos seres más dotados deben por

consecuencia que trabajar paraconstruir una sociedad más justay equitativa.

Sísifo había caído en un indivi-dualismo rapaz e inconsecuente.Llenaba sin miramientos sus arcasy su ego, que lo llevó a creerse enun ser único y elegido por un Dios,que a saber dónde diablos se lohabía encontrado.

Desde que comenzó el primerlibro, sintió repudio de sí mis-mo... Hoy ha muerto mamá. Oquizá ayer; no sé. He recibido untelegrama del asilo: “Madre muer-ta. Entierro mañana. Sentido pé-same”... El libro transcurre tran-quilo, sin brusquedades, hasta elpunto de llegar a dormir a la im-paciente y atribulada concienciade Sísifo, quien se encerró y seentregó profunda y serenamentea la lectura de los existencialistas,cuarenta días y cuarenta noches.Pero la realidad no fue tan apaci-ble, en ese lapso se enfrentó a suconciencia, que le decía... Para sa-lir de tus graves y grandes pro-blemas económicos, es tan senci-llo, que sólo es cuestión de armary preparar bien a tus trabajado-res en una banda de sanguinariossecuestradores. Comenzá con unempresario próspero. Diez millo-nes en pago por el rescate y so-lucionás al instante tus dificulta-des monetarias, o matás de apa-rente muerte natural a cada uno

de tus acreedores... Así, los pleite-citos de Sísifo con su inseparableconciencia. El, le decía que esosremedios no eran los humana-mente viables, había otros... Sí -lecontestaba la puñetera- habránotros, pero diferentes. Rápidos yefectivos como los que yo teofrezco, no. Aparecerán los mo-ralistas, los de corte religioso, losaparentemente legales, en fin..., ahí te va uno distinto: “Manuel Rufio,es tu amigo, o dice serlo; pero site fijás, Rufio goza de solvenciaeconómica y además de prestigio,es hasta filántropo, ayuda a or-fanatos y asilos, tiene excelentesamistades en el clero y en las igle-sias protestantes, amigos diputa-dos y ministros, no digamos alcal-des. Y todo eso no lo ha logradocon sus tiendas de enseres do-mésticos. No, lo ha logrado conel oro blanco, vos sabés a lo queme refiero; y se me olvidaba de-cirte, tiene la protección de poli-cías y militares y, siempre lo vas aver rodeado de niños e indigentes;porque para eso sirven los desa-rrapados del mundo, para resal-tar a futuros “santos”, porque noestá lejos que desde ya comiencea tramitar su beatificación en lasanta sede...

Hubo momentos en que el des-graciado y débil Sísifo se animó,quiso dejar la lectura y su encie-rro, salir de su caverna converti-da en biblioteca, para cumplir con

los dictados de su osada amientre comillas. Hubieron momtos, en que deseaba salir corriedo pelado por las calles de la cdad, y gritar feliz, sin reparar las miradas y los decires de gentes, porque ya lo tenían cansdo, fastidiado y casi loco.Aterrado, desesperado y ya cvencido por los contundentes gumentos de su Sísifa, Sísifo psó en no preocuparse; en quedase completamente en blanco pano ver jamás las sombras pesadadel ayer y del mañana. En su cverna, al menos gozaba de usoledad sin miradas; pero havoces, rumores de tantos muetos vivos, en el sepulcro respladeciente de los libros. Cansadvulnerable, cerró fuerte los ojcomo decidido a ver y a oír pfundamente a su maldita conciecia, que le insistía con inviolanitidez...” Te brindo la frescurala imagen del chele EgdomCanjura. Él, como nadie, ha sdo conducir la empresa, de la cues único presidente. Pero vos bisabés que el chele Egdomilio, nca ha perdido su imagen “elegate” y no es más que un prestnombre, como todos los falnombres que se prestan a falsalicitaciones y a truculentos e itos negocios.

Y Sísifo se durmió, dejó caecuerpo y su alma y voló en idey sentimientos nobles, alcanzado la plenitud en la ciudad deutopía. Y se decidió por otromino, contrario al de Fosca, el qganó tantas batallas y al final siempre perdió; el que conquistedificó tantos pueblos y siempse le derrumbaron; el que tutantas mujeres y tantos hijos; siempre Fosca, que nunca puvencer a la vida, porque nunca pdo morir: El personaje eternola Simone de Beauvoir.

Sísifo, pudo haber escogidcamino de la rata eterna, el otpersonaje que vaga por el mudo sin poder morir. Pero no, cogió el de hombre nuevo. El qdespués de haber cruzado las my una historias, decide vivir comun simple mortal, pudiendo extir como un Dios, con el podla gloria en sus manos para dedir la vida de cinco, seis o tanmillones de seres humanos; déles, masoquistas, indiferentes patavismo genealógico. Escomejor, el tal Sísifo Cruz, subbajar por siempre las escaleras dsu pequeña casa.

Page 3: Suplemento Literario N°937

8/15/2019 Suplemento Literario N°937

http://slidepdf.com/reader/full/suplemento-literario-n937 3/8

suplemento cultural tres mil · diario colatino · febrero 9 de 2008

Reunión casi secreta entre elpresidente Saca con algunosmiembros de su entorno, repre-sentantes del patronato, dirigen-tes y propietarios de medios decomunicación, esto sucedió haceya algunos meses antes, mucho

antes de que el tema electoral co-brara impulso. Los representantesdel patronado y de su propio par-tido le pidieron a Saca modera-ción, es lo que se dijo en un se-manal cibernético. El mismo sema-nal señaló la existencia de diver-gencias en el seno de la derechasobre la manera de mantenerseen el poder. En todo caso se defi-nió ahí y tal vez en otros lugaresde reflexión de la derecha queexisten dos temas en los que hayque insistir, el tema de la libertady el otro el de la discontinuidaddel nuevo candidato de Arena a lapresidencia.

Desde hace ya cierto tiempoeditorialistas, periodistas, comoministros, el presidente mismorepiten la palabra mágica «liber-tad». Pero esta libertad tan pre-ciada la limitan a poca cosa: la li-bertad de emprender y a la pro-piedad privada. Pero al mismotiempo que machacan sobre la li-bertad, han ido preparando el te-rreno para arrinconarla en el te-rreno de la actividad social. Se hanmultiplicado leyes cuya principalfinalidad no es el tema anunciadoen el título de la ley, sino que la

restricción de los derechos ciu-dadanos. La ley anti-terrorista esla muestra más visible. ¿Qué ac-tos terroristas se han cometidoen el país después de los Acuer-dos Chapultepec? Simplemente,ninguno.

Pero la principal campaña queconducirá la derecha alrededordel tema de la libertad, no serápositiva, no será de propuestaspara ampliar las libertades públi-cas, para ampliar los derechos ciu-dadanos y ofrecerles las garantíascon las instituciones del Estado.

El nuevo Código Procesal Penales denunciado como atentatoriocontra la independencia de la jus-ticia, otorgándole derechosdesproporcionados al fiscal ymarginalizando el papel jugadohasta hoy por los jueces; el Códi-go Procesal Penal alarga de ma-nera exagerada el tiempo de re-clusión preventiva y de investiga-ción del delito imputado. ¿Puedeser esto una ampliación de la li-bertad? Claro que no. Es natural

Libertad y discontinuidadLibertad y discontinuidadLibertad y discontinuidadLibertad y discontinuidadLibertad y discontinuidadCARLOS ABREGO

que no haga un análisis más am-plio aquí sobre este Código, perosu filosofía rompe drásticamentecon la tradición de nuestro dere-cho, obedeciendo a cánones ex-traños, los que tal vez pudieranaplicarse aquí, en el país, pero paraello sería necesario una previapreparación de abogados, fiscalesy jueces. Pero su clara tendenciaes esencialmente represiva y contintes sumarios.

La derecha pues no puede lle-var adelante una campaña de lalibertad positiva, propositiva. Essimplemente declaratoria ymachacadora. No obstante su ejeprincipal será de acusar al candi-dato del principal partido de opo-sición de atentar por principio ala libertad. Sin mayor prueba oargumento que la repetición de laacusación. Muchos comentaristashacen votos por que la campañano sea una letanía de diatribas einsultos, piden altura y que duran-te la campaña se aborde los te-mas más acuciosos que atañen alpaís. Un tema es justamente el dela libertad. Todos nos hemos dadocuenta como es atropellada la li-bertad actualmente, por elirrespeto en que se tienen las ins-tituciones del Estado. La indepen-dencia de los tres poderes ennuestro país es pura ficción. Lamayoría de Arena no delibera lasleyes, ni las modifica, se limitansimplemente a aprobarlas, a darel voto. Las proposiciones de laoposición nunca son atendidas, nisiquiera en las comisiones. El máxi-mo órgano de deliberación nacio-

nal es mudo. Acaso no se restrin-ge con ello muchas libertades.

El Poder Judicial representadopor la actividad de la Corte Su-prema de Justicia pues ha queda-do demostrado por muchos sucarácter de cipote de los manda-dos del Ejecutivo. Sus fallos sonlentos o inexistentes. Y muchos desus fallos son capciosos, amaña-dos, dejando a la Constitucióncomo un trapo para limpiarse loszapatos enlodados.

Los jueces son agredidos por elpresidente Saca, por el ministroFigueroa, por el ex-director de laPCN, Ávila, ahora precandidato ala candidatura presidencial, sin queel presidente de la Corte Supre-ma de Justicia los defienda y exijade esos miembros del Ejecutivoque cumplan con la independen-cia de poderes enmarcada ennuestra Constitución. Las agresio-nes fueron siempre las acusacio-nes de proteger a los delincuen-tes, de no condenarlos sin las ne-cesarias pruebas, como ha sido sudeseo. Esas constantes agresio-nes preparaban mayores ataques.El nuevo Código Procesal Penaltiene, entre otros objetivos, some-ter a los jueces a la ineficacia dela Fiscalía y de la PCN. ¿Esto aca-so no atenta a las libertades ciu-dadanas?

Un tema de la campaña presi-dencial puede ser la libertad. Perono como simple divisa publicita-ria, como simple cartel. Nuestropaís se caracteriza por su autori-

tarismo en todos los ámbitos so-ciales, empezando la familia, pasan-do por la escuela, en el trabajo, enla calle con la conductaprepotente de los policías y deotras personas, llegando hasta elejercicio mismo del poder del Es-tado. Nuestro país urge de unaampliación del ámbito de la liber-tad.

La gente está inconforme

El otro tema es el de la discon-

tinuidad. En parte Saca lo usó yaen su campaña afirmando que suestilo iba a ser distinto, que el ejede su política iba a ser social. Aun-que también hablo de seguir eltrabajo iniciado por Flores. Estoúltimo lo hizo y el país sigue va-ciándose, la inflación dejó de ga-lopar para llegar a una carreradesenfrenada. La criminalidad sedisparó a pesar de su mano «sú-per dura». Las penas carcelariasson extravagantes. Los ataques ala libertad constantes y repetidos,pero lo que es peor metidos enel Código Penal con una reformaimpuesta e inconsulta. Su injeren-cia permanente en la actividad delos órganos judiciales. Bueno la lis-ta la puede continuar cada uno.

Todo este desastre tiene a lagente inconforme. Muchos elec-tores de Arena se cuestionan so-bre la eficacidad de sus votos, so-bre el sentido de una fidelidad aun partido que no cumple con loque promete y degrada la vidapolítica y social del país. Los diri-gentes de Arena saben de esto, lo

analizan y piensan que tal vez npodrán revertir este movimiende desgaste. Una de las primermedidas fue preparar el fraulegalmente, la reforma del Cógo Electoral es más que elocuete. Pero puede que el fraude tam

poco alcance. Entonces van a tentar de convencer a los electres de Arena, que piensan probcon otros candidatos un medestino para el país, que el candato de Arena no tiene nada qver con la política que ha llevaSaca y que ha conducido a la dsastrosa situación actual.

El tema es pues discontinuidse trata de un hombre nuevo, conuevos proyectos, con nuevos pnes. Se trata de un hombre dpuesto a servir al país, a sacarde donde lo han puesto los gbiernos de A... ¡No, no lo vdecir de esta manera! Van a acusar al destino, a la situación intenacional, al precio del petróleootro montón de cosas. Porqtampoco se van a denunciar todo lo que han hecho en condel país.

¿Pero se puede concebir remente que Arena deje de ser Ana? ¿Se puede concebir que nuevo presidente arenero cambde rumbo, que destape todo podrido que hay detrás de la soriente fachada del Estado arenerEllos seguirán protegiendo a

antecesores, seguirán ocultandverdades. Pero lo que es aún peoseguirán metiendo al país en callejón sin salida. Arena no pde ofrecerle al país una perspetiva de progreso. Si tuvieran plan, preguntémonos, ¿por qué nlo han aplicado hasta hoy?

Ninguno de los seis precanditos actuales es un hombre nueven política, todos han participaactivamente a poner en práctila política que ha conducido al pal desastre en que vivimos. ¿dejarán de nuevo engañar porpropaganda los electores de Ana que dudan? Creo que cada unde nosotros puede contribuir pláticas con los vecinos, con amigos a demostrar que para quhaya un cambio real en el país urgente poner al país a salvo los ataques de Arena. No pomos seguir consintiendo qnuestra juventud se vaya al extra

jero porque somos incapaces construirle un futuro decenArena no puede hacerlo, no lohecho. ¡Que venga el cambio!

Page 4: Suplemento Literario N°937

8/15/2019 Suplemento Literario N°937

http://slidepdf.com/reader/full/suplemento-literario-n937 4/8

suplemento cultural tres mil · diario colatino · febrero 9 de 2008

El Diablo Mayor recitó de me-moria un resumen de las indica-ciones para ganar almas al grupode diablillos que finalizaba el Cur-so Intensivo para Perder a SeresHumanos, obligatorio para traba-

jar en la superficie de la Tierra:“Recuerden, los seres humanosson por naturaleza, egoístas, co-diciosos, ambiciosos, envidiosos,lujuriosos, y está de moda, graciasal neoliberalismo, el aplastar aotros para tener riquezas y po-der. Aprovechen que hay predis-posición en los humanos graciasa los medios de comunicación querepiten hasta la saciedad las bon-dades, ¡ejem!, quiero decir, hastala locura, del consumismo. Todosustedes fueron preparados debi-damente para mentir, tienen to-das las herramientas para ganarincautas almas”.

Los diablillos chiflaron el discur-so final, porque en el Infierno todoes contrario a la alegría. Le lanza-ron tomates podridos y variedadde verduras en igual condición alcomplacido Diablo Mayor, quienya frotaba sus manos ante seme-

jante manifestación de decididoempeño para el trabajo de per-der almas.

Miles y miles de diablillos em-pezaron a caminar hacia la salidadel Infierno, que ex profeso pasa-ba por la mejor muestra del tra-bajo realizado por otros diablillospara animar a los novatos. A unou otro lado observaban los casti-gos eternos a que estaban some-tidos políticos, presidentes, dipu-tados, ministros, empresarios,ideólogos, pastores protestantes,curas, arzobispos, uno que otroPapa, publicistas mentirosos, mili-tares, extremistas religiosos, te-rroristas, motoristas de buses ymicrobuses, taladores, secuestra-dores... en fin, una variopintamuestra de aquellos que, ilusiona-dos con la vida material, pagabansus pecados, hasta el de la igno-rancia.

Bien inspirados con semejantemuestra, antes de marcharse, losdiablillos recogían la carta en laque les describían su misión.Nuestro diablillo, tomó la suyapara leerla en lo que se dirigía a lasuperficie, al tiempo que su apa-riencia dejaba de ser la de un dia-blillo feo y cachudo, de piel rosa-da y arrugada, pelón y mal enca-rado, de pies como cascos de ca-ballo, con tres dedos en las ma-nos y una cola puntuda, para trans-formarse en un joven agradable,moderno, blanco, sonrisa de pas-ta dental, con anillo de diamante

en uno de sus dedos debidamen-te arreglados, peinado en el másmoderno estilo y con un traje deúltima moda.

Según la carta, que memorizórápido, su misión la realizaría conlos vendedores y las vendedorasque están en todas las calles, pla-zas y parques de la ciudad con-vertida en mercado. Una reco-mendación decía que empezaracon casos fáciles para agarrar con-fianza, y les deseaban la mala suer-te de todo el mundo, porque en-tre los diablos no existe la buenasuerte, es en contra de sus prin-cipios.

Paseaba el diablillo por el cen-tro de la ciudad, cuando un ven-dedor de lotería le ofreció el pre-mio mayor. Nuestro diablillo son-rió, como en los anuncios de pas-ta dental, aparentando interés, quesi él quisiera lo sacaría todos losmeses, pero su intención era otra.Escogió varios billetes, ante la mi-rada alegre del vendedor, quienanticipaba una venta grande.

– Usted no me parece tenercara de vendedor de lotería –, leespetó zalamero el diablillo al sor-prendido vendedor, quien no re-sistió contarle su breve historia.

– En realidad soy licenciado enadministración de empresas, pero

trabajo no se tiene, si no es porconectes, usted sabe, además hayabundancia de licenciados maletaque se venden por unos centavos,pues uno tiene que conformarsecon buscar un trabajito como estepara sobrevivir en lo que llegantiempos mejores, si es que llegan.

– ¿Cuál es su nombre? –, dijo eldiablillo con interés.

– Francho Huerta –, dijo el ven-dedor, extrañado por la amabili-dad del diablillo.

– Bien señor Huerta, ¿qué de-searía para triunfar en la vida? –,preguntó el diablillo empezandoa picarlo.

– Bueno, un capitalito para ini-ciar una venta de repuestos, por-que como usted ve, hay carros portodos lados y siguen entrando alpaís, ya que los mandan o los traenlos hermanos que viven en el ex-terior. Pienso que sería un primerpaso. Luego extendería operacio-nes en todo el país. Ese es mi sue-o si tuviera dinero –, propuso elvendedor, quien ya pensaba en unaligera posibilidad al ver el inusita-do interés del diablillo.

– ¡Hum! –, pensó el diablillo, –este caso está fácil, y siguió revol-viendo los billetes, escogiendodiez completos.

El diablillo vio el reflejo de la

codicia incrementada cuando des-preocupado sacó un racimo debilletes de banco de varias nomi-naciones. Buscó unos cuantos ypagó. El vendedor abrió los ojos,pues nunca pensó encontrar uncliente con tanto dinero en lascalles de la ciudad, abundantes deladrones.

– Estoy dispuesto a creer en sucapacidad, y le ayudaré con lo quenecesite –, dijo el diablillo, – soyinversionista y veo que usted tie-ne una capacidad...

– ¡Vendería hasta mi alma al Dia-blo por una oportunidad! –, le in-terrumpió Francho.

– No se anticipe –, le dijo el dia-blillo – aún no le doy nada. Comousted sabe, tiene que firmar uncontrato para asegurarme que novoy a perder.

– Tiene razón señor... eee, ¿cuáles su nombre?

– Sólo dígame Señor Blodia.– Bien Señor Blodia. ¿Cuándo

firmamos el contrato?– En este momento –, dijo el

diablillo sacando un legajo de pa-peles con letra menudita. – Firmey ¡listo!

Como todos los actuales licen-ciados, el vendedor de billetes delotería ni leyó por pereza la letramenuda, y estampó su firma. Porcierto, ya no era necesario, comoen los tiempos antiguos, firmarcon sangre, ya que al recurrir aese tipo de firma los clientes en-traban en sospechas imponiéndo-se el criterio religioso, perdiendomuchas almas ya ganadas, así queel proceso era menos burocráti-co.

Aún húmeda la tinta de la firma,y ya el diablillo blandía un chequepor varios miles de dólares, quetembloroso, el vendedor guardóen su bolsillo.

A punto estuvo el diablillo dedesearle suerte por error, y co-rrigió diciéndole que a su debidotiempo le pasaría la factura por elpréstamo.

Con la debida asesoría del Se-ñor Blodia, Francho Huerta sevolvió millonario en poco tiem-po. Comprando favores políticosamplió sin problemas su negocioa todo el país, y luego al mundo.

Así, el diablillo impulsó a unavendedora de dulces, a quien con-virtió en la reina de las dulcerías;otro tanto hizo con una vende-dora de ropa, con un vendedorde minutas, con otro que vendíaperiódicos, con una prostituta...con todo aquel o aquella que bus-caba salir de la miseria. Ganabaalmas a montones realizando los

imposibles de la gente.Satisfecho de su trabajo, un bu

día, perdón, un mal día, bebía caamargo, cuando vio a una muchcha que buscaba trabajo en páginas de anuncios clasificados varios periódicos. Con un círcrojo estaban marcadas algunofertas, entre ellas la de un salóde masaje, otra de damas de compañía, solteras y con deseos ganar un buen salario en turnde su conveniencia.

- Otra víctima-, pensó, y sacercó blandiendo su sonrisa pasta dental.

- ¿Puedo? -, preguntó.La muchacha soltó una son

llena de inocencia, alegría, y cofianza.

- ¡Por supuesto! De todos mdos no me parece mala gente -, dijo, haciéndole creer al diabque había perdido su encanto ifernal.

- Me parece que necesita epleo -, comentó el diablillo, alándole los círculos rojos.

- Así es -, respondió la muccha, sin dejar de revisar de arrihacia abajo, y de abajo hacia arba las columnas de clasificados

- Estos tiempos son difícilcomentó la muchacha. - Fíjese uted, sólo anuncios sospechossolicitando muchachas y con bunos pagos. Creo que no me vtocar otra cosa. Las cuentas mestán acosando. La otra forma hallar un marido, pero ahora hombres quieren que una mantenga.

- Eso es cierto -, respondiódiablillo, - creo que puedo ayudle.

- ¿De verdad? -, respondimuchacha mirando en detallediablillo con sus ojos color de mque reflejaban el rosado atardcer.

- ¿Cuáles son sus deseos? -, pguntó el diablillo, para explorardeseos insanos de la muchacha

- La verdad es que no quinada grandioso, sino algo senciun buen trabajo, de mi agradoun novio que no sea exigenteceloso, ni presuntuoso. Que ay punto, porque me parece qno soy fea y que lo merezcorespondió la muchacha sacandorelucir su autoestima.

- Me parece que usted es poambiciosa -, replicó el diablilcreo que puede llegar a ser mde lo que desea, por ejemplo, uempresaria, una líder política…

- No traigo para tanto. Codice el cantante Facundo Cabraldeseo poco y lo poco que des

El Diablo conquistadoEl Diablo conquistadoEl Diablo conquistadoEl Diablo conquistadoEl Diablo conquistadoNESTOR MARTÍNEZ

Especial para el Tres Mil

Page 5: Suplemento Literario N°937

8/15/2019 Suplemento Literario N°937

http://slidepdf.com/reader/full/suplemento-literario-n937 5/8

suplemento cultural tres mil · diario colatino · febrero 9 de 2008

lo deseo poco. Eso de andar am-bicionando grandes cosas no espara mí. Yo quiero descansar, dis-frutar de la vida, gozar las ma-anitas, los atardeceres, ver las es-trellas, la luna y soñar, en especialsoñar. Esas pequeñas cosas queengrandecen el espíritu, cosa queno hace el dinero.

- La cosa se pone difícil - pensóel diablillo. Recordó las recomen-daciones y decidió probar con elamor, ¡ejem!, con la mentira deenamorar a la muchacha. Hay querecordar que el amor no existeen el Infierno.

- ¿Puedo invitarla a salir? -, dijoel diablillo ensayando su mejorsonrisa de pasta dental, -para mí será un placer compartir esosmomentos con usted, si no lemolesta, por supuesto.

- Usted va demasiado rápido -,observó la muchacha, - ni sé sunombre, y usted no sabe el mío.

- Por lo general me llaman Se-ñor Blodia, pero para usted Blodia,con toda confianza. Por favor, dé-

jeme probarle que soy sincero,este... quiero decir, que estoy dis-puesto a lo que usted mande, ledejo la posibilidad de que si no lesatisfago tome la decisión de de-

jar mi compañía.– Me parece que usted es ho-

nesto. Acepto su propuesta. Mellaman Gloria –, dijo sonriendo lamuchacha, estremeciendo al dia-blillo ante la palabra “honesto”.

– No es para tanto, pero sentí atracción a la primera vista. Espe-ro no defraudarla.

– Sólo una condición –, propu-so la muchacha –, usted no meayudará en nada de lo que yo pue-da alcanzar con mis manos e in-

teligencia.Un poco decepcionado el dia-

blillo, dijo: – Acepto – Y no sospe-chó que firmaba su sentencia demuerte, aunque jurar en vano escondición de los diablos.

Día tras día, el diablillo y Gloriasalían de paseo. Gloria ya tenía enquien confiar, no dejaba de con-tarle sus aspiraciones, con las quesolo se conformaba el diablillo, yaque prometió no ayudarle. Sentíaque estaba atado de las manospara encantarla y ganar su alma,pues Gloria no era como los de-más seres humanos: un brillo demariposa le hacía suspirar, el des-tello de las gotas de rocío le emo-cionaba tanto que terminaba es-cribiendo poemas, ante el disgus-to del diablillo, que ya pensaba enromper su promesa.

De tanto salir con Gloria, el dia-blillo le fue agarrando gusto a lavida de los humanos. Por esa épo-ca recibió su primera amonesta-ción. Tenía ratos de no ganar al-mas, sino que estaba empe-adocon una sola, con el agravante deque ésta ni siquiera le pedía nada,no le daba espacio al diablillo paraactuar.

Sucedió que Gloria se enamo-ró del diablillo, prometiéndoseque le amaría para siempre. Dise-ó un plan para conquistarlo, yaque, como toda mujer, un tipoguapo, con sonrisa de pasta den-tal, no debe atraer a otras muje-res. Tenía que ser sólo para ella.

No fue difícil. Su paciencia y cari-o dio resultado: el diablillo fuecediendo poco a poco. Así, llegó aanhelar la compañía de Gloria másque estar en el Infierno; su sonri-sa, más que el discurso del Diablo

Mayor; sus caricias más que las delas llamas infernales.

Recibió la segunda amonesta-ción. En seis meses ° nada! Ni unalma, por el contrario, ni siquierapasaba sus informes mensuales deprogreso.

“Si persiste en seguir con suactitud, deberá de presentarse, enel plazo de tres meses al Infiernopara el Curso Intensivo de Co-rrección”, amenazaba la amones-tación. El diablillo ya sabía lo queera ese Curso Intensivo, los dia-blillos que vio salir de allí eran másmalos que los diputados de laAsamblea Legislativa o que los po-licías arremetiendo contra losobreros y trabajadores en lasmarchas de protesta. Era un Cur-so bien duro, y él ya gozaba lasdelicias del amor.

Muchas noches pasó desveladoel diablillo, ya que, contrario a susprincipios de infierno, le remor-dió la conciencia por ser un dia-blillo sin que Gloria lo supiera.

– No, Gloria no merece esteengaño –, se dijo una de esas no-ches. Decidió contarle la verdaddiabluna, incluso transformarse enquien verdaderamente era paraasustarla y alejarla de él para siem-pre.

– De todos modos, mi destinoes ser siempre diablillo –, pensócon resignación.

Al día siguiente, Gloria lo reci-bió con la seguridad de una con-quista segura.

Siguiendo su plan, el diablilloaprovechó la semioscuridad de lahabitación de Gloria. Mientras ellaempezaba a desnudarse dentrodel ba-o, para darle la mayor prue-ba de amor, el diablillo volvía a serel de antes: feo y cachudo, de pielrosada y arrugada, pelón y malencarado, de pies como cascos decaballo, con tres dedos en las ma-nos y una cola puntuda.

Gloria salió del ba-o, rodeada deun extra-o brillo blanco, lo mirócompasiva. Se le acercó sin per-turbarse, lo acarició, lo besó conternura, estremeciendo al diabli-llo hasta la punta de los cachos.Lo elevó al paraíso al susurrarle:

– Pobrecito, cómo te hacen su-frir en el Infierno.

Entonces el diablillo compren-

dió todo. Estaba en su propiatrampa con los colores invertidos,y él se dejaba aprisionar sin resis-tencia. Poco a poco su feo aspec-to empezó a desaparecer y Glo-ria no dejaba de acariciarlo.

– Te amo –, susurro el diablillo asu vez.

Mientras los dos flotaban rodea-dos de un coro de querubineshacia las regiones celestiales pen-só: “qué tontos son los pecado-res”.

El NegocioEl NegocioEl NegocioEl NegocioEl NegocioMAURICIO VALLEJO MÁRQUEZ

Era una noche tranquila. Los árboles se dibujaban como diminu-tas sombras a la distancia. Los grillos le cantaban a la noche con-fundiendo su canto con la melodía del viento. En la casa, una velailuminaba los cansados ojos de un anciano.

A pesar de sus años tenía una apariencia de roble. Vestía unacamisa café y un pantalón ocre. Su barba se iluminaba con majes-tad. Parecía, por momentos, que iba a arder junto a la llama de lavela. Sus manos parecían ser las de un oso y no las de un hombre.Parecía un vikingo, que meditaba frente a una vela.

La noche avanzaba y el hombre no perdía la compostura a pesarde sus problemas, continuaba observando la ligera llama de la velaque se extinguía.

Cuando dieron las tres de la mañana alguien tocó su puerta. Elhombre giró su rostro, como si alguien tocara sobre su hombro.Se levantó de la mesa y observó la puerta. Era muy noche paraque fuera un amigo. Seguramente se trataba de algún ladrón, ennoches anteriores había recibido varias visitas de esos irrespe-tuosos visitantes. El hombre se acercó a la puerta intentando nohacer ningún ruido. Afuera volvieron a tocar, una vez más otra, yotra más. El hombre comenzó a temblar, “¿Quién podrá ser?, sepreguntó.

-Marcos, soy yo, Fabricio. Abrime la puerta que me andan bus-cando.

-Te creía en El Salvador. ¿Qué estás haciendo aquí? ¿No sabésque te pueden matar? –dijo el anciano.

-Ya es muy tarde para eso. Hoy di el gran golpe.-¿Tenías que hacerlo? ¡Qué decepción me das! No era necesa-

rio. Me has tenido por dos meses lleno de temor. Creí que tehabían asesinado.

Marcos invitó a pasar a su hermano. Cuando se le permitió en-trar llamó a siete hombres que estaban a los alrededores.-Y, ¿ellos quienes son? –preguntó Marcos.-Son apoyo, varón. Uno tiene que cuidarse las espaldas, vos sabés.

Aquí sólo están siete, pero hay diez más al otro lado de San Anto-nio.

En realidad eran nueve los que esperaban en san Antonio. Unohabía muerto alcanzado por el proyectil de un policía.

Marcos observó detenidamente a Fabricio con incredulidad. Sa-bía que no era hombre de fiar. Siempre contaba “cuentos extra-ños” sobre el amor y la esperanza, y se dedicaba a vender droga ya asaltar bancos.

Así que extendió sus manos hacia los hombros de Fabricio y alasirlo le dijo:

-Hermanito, no puedo seguir cuidándote. ¿Cuándo vas a cam-biar?

-Vos no sabés nada, oís-No te voy a alojar en mi casa. Quiero que aprendás. Lo que

hiciste está mal y no quiero meterme con ladrones. Me avergüen-za que seas mi hermano. Fabricio tragó saliva y le dijo:

-Bueno Marcos, me tengo que ir. Pero quiero que sepás que tequiero.

Horas más tarde ocho hombres cruzaban Puebla callados, sepodía escuchar a kilómetros de distancia el motor del Jeep, cuan-do uno de los hombres le dijo al salvadoreño:

-No lo hubieras matado, mano, no era necesario.El salvadoreño guardó silencio y observó hacia el cielo y dijo:-Este es un asunto de hermanos.

Y volvió a guardar silencio.

Page 6: Suplemento Literario N°937

8/15/2019 Suplemento Literario N°937

http://slidepdf.com/reader/full/suplemento-literario-n937 6/8

suplemento cultural tres mil · diario colatino · febrero 9 de 2008

Nos habían dicho que este erael invierno más cálido que ha te-nido Suecia en toda su historia, sinembargo, asimilar este medio entoda su magnitud se nos ha he-cho un tanto difícil. De las cosas

que más nos han sorprendido esla capacidad que tienen los ciuda-danos suecos para resistir losembistes del frío. Por eso senti-mos envidia sana cuando nos en-teramos que el poeta Víctor Ro-

jas viajará próximamente a nues-tra cálida patria para participar enel X Encuentro Internacional deEconomistas sobre Globalizacióny Problemas del Desarrollo. Esteevento se realiza con la presenciade delegados, procedentes de di-ferentes países, donde se analizael crecimiento económico globaly las posibilidades para un creci-miento endógeno de las naciones.Es un encuentro entre economis-tas, sociólogos, politólogos y otroscientistas sociales. En dicho even-to se crea un espacio excepcionalpara que desde diferentes concep-ciones y escuelas de pensamien-to, se fomente el análisis con elobjetivo de lograr el entendimien-to y la búsqueda de soluciones alos problemas globales. El encuen-tro tiene como sede La Habana,Cuba y se realiza entre los días 3al 7 de marzo del 2008. Ahora nospreguntamos: ¿Qué va a hacer unpoeta en una conferencia comoesta? Esa inquietud se la transmi-

timos al colombiano Víctor Rojas,a sabiendas de su amplia forma-ción profesional: Estudió Derechoen Colombia, se graduó de peda-gogo social en la Escuela Superiorde Jönköping y en la Universidadde Gotemburgo obtuvo unaMaestría en literatura. Actualmen-te el poeta trabaja en el Departa-mento de Asistencia Penitenciariade Suecia, con el cargo de Inspec-tor de Libertad Vigilada. Así res-pondió nuestro entrevistado:

“Los organizadores me han in-vitado porque tienen interés enconocer cómo la literatura suecaha sido uno de los motores en eldesarrollo y modernización de lasociedad. Hasta hace muy pocoSuecia era una nación tremenda-mente pobre. Su economía esta-ba basada en la producción agra-ria. Y las relaciones laborales erande las más ignominiosas que unose pueda imaginar. Acá había unsistema de explotación de la manode obra en el campo, que fue abo-lido hace apenas 60 años, el abe-rrante sistema “statare”. Mientras

Un poeta entre economistasUn poeta entre economistasUn poeta entre economistasUn poeta entre economistasUn poeta entre economistasESCRIBEN: YUDY AGUILA CUDEIRO Y CARMEN ROSA PRENDES REY.* FOTO:MARIA KALLIN

los campesinos pobres de otrasnaciones, como la rusa y la china,se levantaron en armas contra laclase terrateniente, en Suecia sededicaron a aprender a leer y aescribir. Y cuando dominaron elarte de la palabra escrita, enton-ces hicieron la revolución. ¡Conlibros! Caso único en el mundo. Ypor eso nadie fue perseguido, niencarcelado ni torturado y mu-cho menos obligados al exilio. Hayuna generación de escritores, la

llamada generación de los años 30,que con sus escritos levantaronlas paredes del famoso Hogar del pueblo , que es como se conoce elmodelo político sueco. De esegrupo de escritores sobresalen,tanto por su obra como por sumanera de vivir, los “escritoresproletarios”. Y ahí están, comopunta de lanza, Wilhem Moberg,Moa Martinsson, Ivar Lo-

Johanssson y Jan Fridegård. Ellosse limitaron a narrar el hambre,el sufrimiento y la despiadada ex-plotación a que eran sometidoslos jornaleros agrícolas. Gracias asus escritos, los gobernantes fue-ron obligados a implantar refor-mas que le garantizaban al pueblotecho, comida y esparcimiento.”

Aprovechamos también parapreguntarle a Víctor Rojas por quéla Academia Sueca se ha interesa-do en financiar sus charlas enCuba. El poeta cuenta:

“Por supuesto que hay un inte-rés por parte de la Academia Sue-ca en ayudar a la promulgación de

la cultura y la literatura sueca enel extranjero. Yo le hice saber a laAcademia de la invitación que mehabían cursado los cubanos y ellosdecidieron financiar el viaje. Así que mi participación no sólo seenmarcará en el X Encuentro In-ternacional de Economistas sobreGlobalización y Problemas delDesarrollo, sino que también in-cluirá una serie de charlas en laUniversidad de Cienfuegos “Car-los Rafael Rodríguez”. Se está or-

ganizando un conversatorio conestudiantes de la carrera de De-recho en la Facultad de CienciasSociales y Humanísticas sobre eltratamiento penal de los delitosen Suecia. Creo que se hace ne-cesario dar a conocer la actual fi-losofía del castigo penal en Sue-cia. Al contrario de lo que sucedeen muchas sociedades, la medidapenitenciaria en Suecia no es lade la retaliación de sociedad con-tra el delincuente, sino más bienes una medida encaminada a evi-tar la reincidencia delictiva. Al pa-recer habrá también una charla enlos Departamentos de Historia,Español y EstudiosSocioculturales. ”

La curiosidad hace que le pre-guntemos si todas esas activida-des en Cuba y especialmente enCienfuegos obedecen a un obje-tivo más grande. El poeta respon-de sin ambigüedades: “Sí, es posi-ble, que en la Universidad deCienfuegos pueda culminar undoctorado que trunqué hace unosaños en la Universidad de

* Yudy Aguila Cudeiro : fesora asistente de la Univer-sidad de Cienfuegos “CarlosRafael Rodríguez”. Master enDesarrollo.

Carmen Rosa Prendes ReyProfesora asistente de la Uni-versidad de Cienfuegos “Car-los Rafael Rodríguez”. Masteren Ciencias Pedagógicas.

A la izquierda Yudy Aguila, en el centro Víctor Rojas, a la derecha Carmen Rosa Prendes

Gotemburgo. Ya veremos”, remta.

Mientras vemos que Víctor jas empieza a empacar en su mleta de viajero algunos de sus

bros y muchas camisas de mancorta, nosotras nos apresurama forrarnos de pies a cabeza paenfrentar el inclemente frío decalle.

Víctor Rojas Nació en Bogotá, Colombia, donde cursó estudios de Derecho y

Ciencias políticas. Durante gran parte de su juventud estuvo dedi-cado a la actividad política razón por la cual tuvo que abandonar el

país a principios de los años 80. Después de vivir un corto tiempoen Ecuador, fue incluido en el programa de asilados políticos de la

Naciones Unidas y reubicado en Suecia. En el nuevo país se esta- bleció en la región de Småland, de donde coincidencialmente pro-viene el escritor Pär Lagerkvist a quien había leído y admirado ensus años de adolescente. En Suecia, después de aprender el idioma,se dedicó a estudiar Pedagogía Social y Sociología en la EscuelaSuperior de Jönköping. Sin embargo, sería la literatura la que ledespertaría el fervor de su existencia. Irrumpe en el acontecer lite-rario al ganar el concurso de cuento organizado por Radio SueciaInternacional en 1989.

En 1996, al tiempo que incursionaba en el campo del periodismocultural, colaborando con las más prestigiosas revistas literarias del

país nórdico como OrdFront , Folket i Bild , 90-tal y Karavan , detaba en su tierra natal con el libro de cuentos Los suicidas no van cielo . Por esa época el suplemento dominical del periódico El nvo diario de Nicaragua , empieza a contar con su colaboración.

Un año más tarde apareció en Suecia su primer poemario bilingüe bajo el título Poemas para un pájaro ciego . Por esos días comiena desempeñarse como docente adjunto en los cursos de literatura ysueco para creadores de la Escuela de Pedagogía de Jönköping. Esemismo año es invitado al Festival Internacional de Narradores enLjungby y la ciudad donde reside le concede el Premio Anual de laCultura por «su obra literaria impregnada tanto de los valores so-ciales de Latinoamérica como de Suecia».

La Federación de Escritores le concede en 1998 el premio Klas deVylder. «En la obra literaria de Victor Rojas confluye la dureza delexilio con la alegría de descubrir un nuevo país. El humor y la tradi-ción narrativa de Colombia conjugados en los días cotidianos enSmåland son su particularidad.», reza la motivación al premio. Conel dinero recibido funda una pequeña editorial, Simon Editor, con-

juntamente con la traductora sueca Maria Kallin, para publicar es-critores suecos traducidos al castellano y escritores latinoamerica-nos traducidos al sueco. Ese mismo año ganó el premio literarioCuento Escandinavia en Oslo, Noruega y regresa por primera vez aColombia después de quince años de ausencia obligada.

Desde hace tres años es colaborador de Tres Mil, SuplemeCultural del Diario Co Latino, El Salvador.

Page 7: Suplemento Literario N°937

8/15/2019 Suplemento Literario N°937

http://slidepdf.com/reader/full/suplemento-literario-n937 7/8

suplemento cultural tres mil · diario colatino · febrero 9 de 2008

Director de Diario Co LatinoFrancisco Elías Valencia

Coordinador deSuplemento Cultural Tres Mil

Otoniel [email protected]

Coordinador de Aula AbiertaVladimir Baiza

[email protected]

DIRECTORIO

Equipo de producción editorialTomás Andreul [email protected] Derasl [email protected] Juárezl [email protected] Benítezl [email protected]

Marcos Navarretel [email protected] Cañasl rcañ[email protected]

Colaboradores en El SalvadorEdgar Alfarol René Chacónl Norman Duglas B.Néstor Duránl Angel Portillol Jennifer Valiente

Colaboradores en el mundoCarlos Ábrego en Francia.

Luis Manuel Pérez Boitel en La Habana.Javier Campos en Connecticut.Gabriel Jaime Caro en Medellín.

Dirección:Suplemento Cultural Tres Mil,

Diario Co Latino23a Avenida Sur, # 225,

San Salvador, El Salvador, C. A.

Telefax:(503) 22 71 08 22

Las opiniones vertidas en los artículos sonresponsabilidad de sus autores.

No nos responsabilizamos por la devolución deoriginales no solicitados, ya sean textoso imágenes en cualquier soporte posible.

Toda colaboración deberá enviarsepor correo electrónico a:[email protected]

“Paraíso travel”(2007)

¿Qué hacer cuando el pueblo emigra hacia el Imperio Yanqui?¿Qué hacer cuando el pueblo emigra hacia el Imperio Yanqui?¿Qué hacer cuando el pueblo emigra hacia el Imperio Yanqui?¿Qué hacer cuando el pueblo emigra hacia el Imperio Yanqui?¿Qué hacer cuando el pueblo emigra hacia el Imperio Yanqui?GABRIEL JAIME CARO (GAJAKA)

[email protected]

Un filme con una imagen patéti-ca. Que todavía es contexto ver-gonzoso de emigrantes que llegana la USA por la mierda gringa. Asobrevivir porque las democraciasneoliberarles y mamertas no ha-cen nada para soliviantar, un poco,la miseria, que el mismo Estadocon la iglesia alimentan, para queen el día de mañana nos toque lahecatombe de matarnos unos aotros, y así tratar de reiniciar lavida con la esquizofrenia, mas quenada.

Con esta reflexión comenzamosesta crítica a una película, “ Paraí-so travel ” (2007), del directorlatino, de origen colombiano, Si-món Brand, que esperaban losemigrantes y exiliados colombia-

nos, que en nada difiere de otrasemigraciones, sean chinas, salvado-reñas o africanas, sometidas a lamisma bajeza humana, haciendoretroceder la humanidad a viejasdinastías y monarquías, que man-tenían a sus pueblos en la miseriapara poder simular la divinidad enpalacios de mamelucos.

Basado en el libro del mismonombre de Jorge Franco, que hizoel guión para el trabajo cinema-tográfico, logrando hacer algomejor que la edición impresa enaños antes, el equipo de produc-ción, que laboró con Franco die-ron en el blanco al asumir para laficción hechos que todos identifi-camos como apocalípticos, la pa-labra de moda desde los cataclis-mos que devoraron La Atlántida,el continente perdido.

Todos los colombianos de lapelícula, unidos a los boricuas ymexicanos, entre otros, mantuvie-ron el criterio firme de enfrentarla situación con sacrificio, parapoder sobrevivir, con algo de vio-lencia y de enajenación gringa.Con actores nuevos y algunosconsagrados, aportando su talen-

to, a esta recreación, volcada aretratarnos con ese humor san-grado, como se dice, y ese amorperdido que mantiene el filme con

anonimatos sorprendentes. Es elcaso del protagonista, Marlon, in-terpretado por Aldemar Correa,entregado a un fetiche erótico,hasta el final, cuando tratamos deacomodarnos con las historiasbanales e inverosímiles, donde unsuperhombre deambula por lascalles esperando redimirse y re-dimirnos, hasta la saciedad, y así respirar con la devastación delespíritu y la carne. Y todo alcanzapara contar el cuento a sus máscercanos familiares.

Parece que le ha llegado el tur-no al cine latinoamericano, porqueeste concepto cada vez se pierdepor los nacionalismos absurdos, yel cine lo mantiene como resis-tencia ante el cine de Hollywood“controlado paso a paso por los

judíos, que poco les interesa elarte, solo el dinero para mante-

ner su farsa primitiva, la misma quese agita en la mezquita de las suer-tes”.

Jhon Leguizamo, el actor cómi-co que ha brillado en Hollywoody la televisión anglo, se sacude unpoco de este yugo académico, ynos brinda un personaje sin mu-cha pompa, pero si con mucharealidad, lo mismo María Rosa deFrancisco ( Con aroma de café ),que es un desastre, y quedó igua-litica a la mujer del gurre.

En el reciente encuentro de nue-vas películas latinoamericanos enel teatro QUAD de Nueva York,unos y otros, digo los espectado-res latinos, se sentían orgullososde ver tanto cine bueno, por par-te de Colombia, México, Argenti-na, Chile, Perú, Cuba, todos uni-dos en una inmanencia poderosa;pues los directores venidos des-de afuera, se unían a los que yaviven en Estados Unidos, y hacensus trabajos con cierta honesti-

dad, manteniendo su independen-cia, algo que solo el cine y el artepueden mantener. Allí públicos yautores disfrutaban del trabajo

tivales independientes comoSundance, que acogen con marcdo interés el talento desplegaden filmes, con otra escritura y otscript; es el caso de películas comApocalipsur, Al final del es-pectro, El método, Madeinusacolmaron las expectativas y gutos por un cine arte, muy narravo, y poco comercial; pero vaina, ¿cuándo el cine narratlatinoamericano va ha ser comcial, si los mejores filmes lo so

Le preguntaron a varios crítilatinoamericanos que como parecía Paraíso Travel,Burbano del Hierro, Judy Clos de Maradona Cine, enotros, y dijeron que era buemuy superior a la comedia vergo

zante de Soñar no cuesta nada2006, y estuve tan de acuerdo, qudejé la seducción por la rigurmirada.

Esperamos todos los cinéfque Paraíso Travel lleguedos los países centroamericanoincluyendo México y USA, pola realidad es esquiva, y el guerrro esta siendo masacrado en lbordes.

acometido. Son dos o tres festi-vales por año, que mantienen laexpectativa, para la entrada a fes-

Paraíso travel

Todos los colombianos de la película, unidos a los boricuas y mexicanos, entre otros, mantuvieron el criterio firme deenfrentar la situación con sacrificio, para poder sobrevivir, con algo de violencia y de enajenación gringa.

País : Colombia, Estados UnidosAño: 2008Género : DramaDirección : Simon BrandGuión :Jorge Franco Ramos, Juan Manuel RendonIntérpretes : Angélica Blandon (Reina), Raúl Castillo (Carlos),Aldemar Correa (Marlon), Margarita Rosa de Francisco (Raquel),Ana de la Reguera (Milagros), John Leguizamo (Roger Peña)

Page 8: Suplemento Literario N°937

8/15/2019 Suplemento Literario N°937

http://slidepdf.com/reader/full/suplemento-literario-n937 8/8

suplemento cultural tres mil · diario colatino · febrero 9 de 2008

El alma llena de balasEl alma llena de balasEl alma llena de balasEl alma llena de balasEl alma llena de balasGABRIEL MORAES

En un país tan pequeño comoun soplo, donde la riqueza tieneel poder de convertir el infiernoen un paraíso...

Muchos lloraban y padecían elinfierno de la pobreza, pero po-cos reían de oreja a oreja en elparaíso que da la riqueza.

Y siempre hay personajes quehacen fila para complacer los gus-tos y aficiones de los que tienenla corona en su cabeza.

El poder corrompe y las armasde fuego llegaron a dominar el díay la noche, y no había fotografíaen los periódicos donde no salie-ran contentas y saludando a susseguidores.

Hacían lo que querían y cuando

los problemas aparecían, personal-mente llegaban las armas en lahora menos pensada para callar-les el corazón.

El miedo hacía dormir a cual-quiera y con los ojos cerradosnadie miraba lo que estaba pasan-do.

Con la lámpara del sol en lamano, vigilaban hasta el más míni-mo movimiento, y en el alumbra-miento sigiloso de la luna, cuandosu ejército de traición pone susoídos en vela, se reunían para ha-blar de sus progresos y avances.

Un perro no devora otro perro,pero las armas de fuego, ni aún así se dejaban de mirar con descon-fianza, no vaya a ser que por suesencia de matar, alguna se enlo-quezca, apriete el gatillo y se leescape un tiro.

Se juntaban para alardear y re-cordar sus desenfrenos y alucina-ciones disparando sobre espaldasajenas; con las correrías hechas,gozar su enfermizo culto de de-rramar la copa de la sangre, re-afirmando su obediencia ciega alDios que da la orden de romperel recipiente que contiene los sue-ños de cada latido, sobre todo sies un palpitar común y corriente,una pobre vida de abajo... dondeun sufrimiento menos a nadie leimporta.

Le dijo el revólver a la pistola:-Viste como quedó con la boca

abierta, como queriendo implorarperdón... si ni ¡ay! alcanzó a decir.

-Puta, en qué mente cabe queno lo vamos a despachar al otromundo, si hemos sido hechas pre-

cisamente para eso; nosotras notenemos hígado, somos insensi-bles como el hierro, el espíritu quenos provoca y mueve es puro odiofundido en metal, y el alma la te-nemos llena de balas.

-A mí me encanta, desde el an-sia de mi cómplice cayéndosele lababa, ver, oír o leer las noticias deltrabajito realizado; no hay comoganarse el pan con el fuego de tualiento, hasta más sabroso se sien-te el plomo con la satisfacción deldeber cumplido, y qué galán echar-se su descansito cuando tu barri-ga está llena de cartuchos, lista ycargada para responder en cual-quier momento.

-Me eleva al enésimo furor, tem-blar con la explosión del proyec-til saliendo de mi ánima, rompien-do el silencio, desgarrando y pe-netrando la piel del siguiente di-funto, porque a nosotras nadie se

nos va...

Al elegido siempre lo hallamos,se meta donde se meta, y si no esel del santo y señas buscado, por-que hubo equivocación, tambiénlo dejamos contando estrellaspara no perder la costumbre; noen balde somos hermanitas depapá y mamá con la muerte .

-Lo que soy yo, siento un placer,parecido al de echarse una ruleta

rusa.Cuando el humo del último sus-

piro se me sale con el olor a pól-vora, como que me invade un hor-migueo, y me dan ganas de volvera matar; ganas de ser zapatos do-ble suela bien amarrados, y san-grarlo a patadas, a modo dechonga para terminar de cerrarel regalo...pero qué lástima quesólo una vez se muere el cuerpo.

-Ni modo, hay que seguir hacien-

do esta noble limpieza para cotinuar sintiendo cosquillas, senciones y estremecimientos que ntienen igual que se les compar

Valerosa profesión de afinapuntería y contribuir a mantenlas cosas como están, una formno tan común y corriente de obdecer y guardar fidelidad a nutros mecenas, y que ya tienen suaños cumplidos de mandar a hcer esto y lo otro, porque conplata se pone a bailar el mono.

-No es que me la pique dnana de los muertitos, pero tego demanda y soy afamada por módico precio de mis calibrehasta al velorio voy a dar el pésme .

-Conmigo pocas y buenas,soy especialista y al chas chas m

echo al olvido a cualquiera; yo ando con cuentos, remilgos y cotemplaciones.

Soy casi como la amante qcabeza a cabeza quiere adivinar lpensamientos de su amado. Comesa caricia desnuda, deslizándoemocionada para entregarse y dael tiro de gracia...

La escopeta, sin perder la defesiva, miraba de reojo a las pistoy revólveres, y allá en su adentde cañón recortado, escuchala vuelta y vuelta de los tambory cargadores de sus parientmata gentes, que chasquido trachasquido, chistaban a cacha sueta; y aunque muchos no lo quren creer, hacen de las veinticutro horas del respirar su merieda de vivos, porque se los prepran y se los sirven en cualqucalle o casa, y les comen la volas palabras.

3 TEXTÍCULOSde Ricardo Castror r i vas

CUENTISTA PERDIDO EN UNA BIBLIOTECA

Entró por «El Túnel» de Sábato y nunca más volvimos a verlo.

MICO SAPIENS

De los diccionarios siempre viviré pendiente.Mico feliz colgado de los bejucos del idioma.

PLATÓN A DIETA

El amor platónico perfecto es aquel donde todo está ya bien cocinado; pero no hay nada en los platos.