SUELTA EL DOLOR Y LA IRA...En Efesios 4:31 nos dice: “Abandonen toda amargura, ira y enojo”. Y...

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ENEMIGOS DEL CORAZÓN Cita Bíblica: Efesios 4:25 - 32 El segundo enemigo del corazón es la ira. Nos airamos cuando no obtenemos lo que queremos. Observa a una persona airada y podrás ver a una persona herida. Y es muy posible que esa persona está herida porque le quitaron algo. Alguien le debe algo. Todos conocemos a personas cuya ira se podría verbalizar en alguna de las siguientes maneras: “Te robaste mi reputación”, “Te robaste mi familia”, “Te robaste los mejores años de mi vida”, “Te robaste mi primer matrimonio”, “Te robaste mi juventud”, “Te robaste mi pureza”, “Me debes una promoción”, “Me debes una oportunidad para intentar”, “Me debes una segunda oportunidad”, “Me debes afecto”. La raíz de la ira es la percepción o sentimiento de que algo te ha sido quitado. Te deben algo. Y por ende se ha establecido una relación de deuda y deudor. ¿Te identificas? ¿Qué deuda está causando la ira que sientes? ¿Cuánto tiempo vas a permitir que las personas que te hirieron controlen tu vida? ¿Otro mes? ¿Otro año? ¿Otra etapa de tu vida? ¿Cuánto tiempo? ¡Me gustaría proponerte que hoy pudiera ser el día que dejes de cargar con este dolor! Es verdad que no puedes deshacer lo hecho, pero también es verdad que no tienes que permitir que el pasado controle tu futuro. En Efesios 4:31 nos dice: “Abandonen toda amargura, ira y enojo”. Y luego nos indica cómo hacerlo: “…perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo”. El remedio para la ira es el perdón. Si esperamos que nos paguen por los males que nos han hecho, nosotros seremos quienes pagamos. Si por el otro lado cancelamos las deudas que nos deben, seremos liberados. SUELTA EL DOLOR Y LA IRA

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ENEMIGOS DEL CORAZÓN

Cita Bíblica: Efesios 4:25 - 32

El segundo enemigo del corazón es la ira. Nos airamos cuando no obtenemos lo que queremos. Observa a una persona airada y podrás ver a una persona herida. Y es muy posible que esa persona está herida porque le quitaron algo. Alguien le debe algo. 

Todos conocemos a personas cuya ira se podría verbalizar en alguna de las siguientes maneras: “Te robaste mi reputación”, “Te robaste mi familia”, “Te robaste los mejores años de mi vida”, “Te robaste mi primer matrimonio”, “Te robaste mi juventud”, “Te robaste mi pureza”, “Me debes una promoción”, “Me debes una oportunidad para intentar”, “Me debes una segunda oportunidad”, “Me debes afecto”.

La raíz de la ira es la percepción o sentimiento de que algo te ha sido quitado. Te deben algo. Y por ende se ha establecido una relación de deuda y deudor. 

¿Te identificas? ¿Qué deuda está causando la ira que sientes? 

¿Cuánto tiempo vas a permitir que las personas que te hirieron controlen tu vida? ¿Otro mes? ¿Otro año? ¿Otra etapa de tu vida? ¿Cuánto tiempo? 

¡Me gustaría proponerte que hoy pudiera ser el día que dejes de cargar con este dolor! 

Es verdad que no puedes deshacer lo hecho, pero también es verdad que no tienes que permitir que el pasado controle tu futuro.

En Efesios 4:31 nos dice: “Abandonen toda amargura, ira y enojo”. Y luego nos indica cómo hacerlo: “…perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo”.

El remedio para la ira es el perdón. Si esperamos que nos paguen por los males que nos han hecho, nosotros seremos quienes pagamos. Si por el otro lado cancelamos las deudas que nos deben, seremos liberados. 

SUELTA EL DOLOR Y LA IRA

De los temas que estaremos platicando, quizás este (la ira no resuelta causada por heridas intencionales o no intencionales) es el más devastador. Sin embargo, de cierta manera es la más fácil de vencer. Simplemente requiere tomar la decisión de cancelar la deuda. Decides y has una declaración como esta: “Tú ya no me debes nada”. PUEDES SEGUIR CON ESTE PROCESO HOY:

1. Identifica con quién estás enojado.

2. Determina qué te deben.

3. Cancela la deuda perdonándolos.

4. No permitas que crezca nuevamente la ira. 

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ENEMIGOS DEL CORAZÓN

Cita Bíblica: Efesios 4:25 - 32

El segundo enemigo del corazón es la ira. Nos airamos cuando no obtenemos lo que queremos. Observa a una persona airada y podrás ver a una persona herida. Y es muy posible que esa persona está herida porque le quitaron algo. Alguien le debe algo. 

Todos conocemos a personas cuya ira se podría verbalizar en alguna de las siguientes maneras: “Te robaste mi reputación”, “Te robaste mi familia”, “Te robaste los mejores años de mi vida”, “Te robaste mi primer matrimonio”, “Te robaste mi juventud”, “Te robaste mi pureza”, “Me debes una promoción”, “Me debes una oportunidad para intentar”, “Me debes una segunda oportunidad”, “Me debes afecto”.

La raíz de la ira es la percepción o sentimiento de que algo te ha sido quitado. Te deben algo. Y por ende se ha establecido una relación de deuda y deudor. 

¿Te identificas? ¿Qué deuda está causando la ira que sientes? 

¿Cuánto tiempo vas a permitir que las personas que te hirieron controlen tu vida? ¿Otro mes? ¿Otro año? ¿Otra etapa de tu vida? ¿Cuánto tiempo? 

¡Me gustaría proponerte que hoy pudiera ser el día que dejes de cargar con este dolor! 

Es verdad que no puedes deshacer lo hecho, pero también es verdad que no tienes que permitir que el pasado controle tu futuro.

En Efesios 4:31 nos dice: “Abandonen toda amargura, ira y enojo”. Y luego nos indica cómo hacerlo: “…perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo”.

El remedio para la ira es el perdón. Si esperamos que nos paguen por los males que nos han hecho, nosotros seremos quienes pagamos. Si por el otro lado cancelamos las deudas que nos deben, seremos liberados. 

De los temas que estaremos platicando, quizás este (la ira no resuelta causada por heridas intencionales o no intencionales) es el más devastador. Sin embargo, de cierta manera es la más fácil de vencer. Simplemente requiere tomar la decisión de cancelar la deuda. Decides y has una declaración como esta: “Tú ya no me debes nada”. PUEDES SEGUIR CON ESTE PROCESO HOY:

1. Identifica con quién estás enojado.

2. Determina qué te deben.

3. Cancela la deuda perdonándolos.

4. No permitas que crezca nuevamente la ira. 

www.masvida.org

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