Era un veintinueve de Junio, 1989 como al medio día, en una celda del Condado de El Paso en el estado de Texas. La acusación del delito; intento de asesinato de mi familia. En la mente había mil y una preguntas entre ellas: ¿Qué sigue en mi vida ahora? ¿Cómo voy a vivir en una cárcel por hasta quince años en una prisión? –Así lo había escuchado de una juez la noche que se me impuso la fianza de muchos miles de dólares para salir y esperar mi corte futura-. Me sentía tan miserable y tan poca cosa allí en donde jamás Dios desea que estemos por muy pecadores que seamos. Pero las leyes se hicieron para cumplirlas y mi delito ameritaba el que yo enfrentara y pagara mis acciones fuera de la ley. Cabe hacer mención que varias veces vino la pregunta, ¿No habrá una oportunidad más para mi vida? Si tan solo –decía yo- fuera una por muy pequeña que sea, no la desaprovecharía. Amados, creo que todos hemos tenido muchas oportunidades de cambiar a tiempo nuestras vidas antes de que vengan o atravesemos por circunstancias por demás desastrosas pero, triste mente no hemos aprovechado las múltiples misericordias de dios en nuestros matrimonios, tra-bajo, escuela, sociedad y cualquier otra área de nuestras vidas.Judas, Apóstol escogido por cristo mismo para que caminara con él, tuvo muchas oportunidades para arrepentirse, pero, prefirió suicidarse. El amor de Jesús que llamo a Pedro, Mateo, el enton-ces hijo del trueno, Juan –quien después se tornó en el discípulo amado- además de los otros muchos que Cristo llamo. Todos tuvieron las oportunidades que fueron necesarias para enmendar y accionar de la manera que ameritaba para beneficio de ellos. ¿Cuál fue la grande diferencia? La forma de reaccionar ante las oportunidades, simple y sencillamente, la actitud que se necesita.

Pedro reacciono a la voz que le dijo: “Ven y sígueme deja tus redes que yo te hare pescador de hombres”.Mateo se olvidó del puesto público que tenia ante la sociedad y abandonó las mesas de los impuestos y siguió a Cristo.Nicodemo un principal de los judíos no le importo su posición que tenía entre “los grandes” y

(Levítico 13:45 y 46)-Pastor Dr. Miguel Barragan

DE LA MALDITA LEPRA A LA BENDITA SANTIDAD

(Levítico 13:45 y 46)-Pastor Dr. Miguel Barragan

siguió al mejor Maestro.Pablo tuvo la oportunidad de decir: “no así me quiero quedar ciego pero, con mi doctrina que recibí de mis padres”, mas ante ésta oportunidad de tener un encuentro con Cristo, no la desaprovecha y le dice: “¿Qué quieres que haga Señor?”Mire amado mío, la tragedia de que yo estuviera en la cárcel, no fue porque nadie me había hablado de que había una esperanza, una senda diferente y un destino eterno de gozo y paz. La tragedia fue que me aferre a mis cadenas de pecado que podían más que mis fuerzas y mi voluntad. Creo que mi habilidad para los deportes, ser popular entre mis “amigos”, tener un buen empleo, tener fuerza para durar días embriagándome y sobresalir en áreas donde algunos no podían hacerlo, me hizo sentir una falsa seguridad hasta para sentir que el cielo no podría estar lejos de mí, y para redondear esa “seguridad” que según yo tenía, era un hombre que decía creer en un Dios que era bueno. ¡Pero qué gran tragedia! Es creer esas mentiras que opacan nuestro entendimiento, y hace que oigamos todo, menos la verdad que es dicha por medio del Espirita Santo que constantemente nos dice con amor: “Acercaos a mí y yo me acercare a vosotros”.

¿Cuántas veces quizá has desaprovechado la oportunidad de obedecer al Señor, para que cambies tu vida y dejes de ser un infeliz que da lástima, un hombre vicioso, conformista y sin aspiración alguna en la vida? Es triste saber que Judas convivió con Jesús y los demás discípulos, que tuvo la oportunidad -como ya mencione antes-, de mostrar una actitud diferente a la que mostro, ¿Qué es lo que hace que un hombre actúe como Judas y vaya y se mate asimismo? Sin lugar a dudas que un corazón endurecido por jugar con las cosas que ameritan dedicación y disciplina. Fue entrando a la tierra de nadie, en el valle de la insensibilidad y en el país del no retorno, pero digo y pregunto una vez mas: ¿Cómo le iba a ir bien a éste hombre?, si resistimos la voz de Dios, solo habrá muerte, eso es lo que el diablo quiere, que seamos unos miserables pordioseros y que demos lastima entre las gentes.

Amado, ¿Será que hoy es el último día que puedes tener una oportunidad y, no quieres desaprovecharla, pues quizá mañana no tendrás una mas y deseas hacer un alto en tu caminar e invitar al Señor Jesús a que entre a tu vida?, bueno pues invítalo allí donde estas y aprovecha que él está en todo lugar, solo cierra tus ojos y dale gracias por ésta nueva oportunidad de llamarle. Él te perdonara y te consolara además de ponerte aceite en tus heridas. ¡Gloria a Dios por su gran amor y misericordia! Entonces sé feliz y has feliz a los que te aman, háblale a los demás delo que paso éste día.

Dios les bendiga y que sean bendecidos con éste nuevo pensamiento. pastorbarragan@yahoo.com