Sor Mónica de Jesus y su ángel custodio

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    P. NGEL PEA O.A.R.

    LA VENERABLE SOR MNICA DE JESS

    Y SU NGEL CUSTODIO

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    LIMA PER

    Nihil ObstatP. Ignacio Reinares

    Vicario Provincial del Per

    Agustino Recoleto

    Imprimatur Mons. Jos Carmelo MartnezObispo de Cajamarca (Per)

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    NDICE GENERAL

    INTRODUCCIN...............................................................................................5

    VIDA FAMILIAR...............................................................................................6

    ENTRADA AL CONVENTO.............................................................................8

    LOS PRIMEROS AOS...................................................................................10

    CAMBIO DE CORAZONES............................................................................12

    ALMAS DEL PURGATORIO.........................................................................14

    BILOCACIN..................................................................................................17

    LA PASIN EN SEMANA SANTA................................................................24

    LOS PECADORES...........................................................................................26

    ASOCIACIN DE VCTIMAS........................................................................30EXPERIENCIAS CON SU NGEL.................................................................34

    REFLEXIONES................................................................................................43

    CONCLUSIN.................................................................................................46

    BIBLIOGRAFA...............................................................................................47

    Nota .- Los datos del Summarium o de los Documentaestn recogidos del libro Positio super virtutibus ,presentado a la Congregacin para las causas de lossantos, Roma, 1987.

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    INTRODUCCIN

    Sor Mnica de Jess es una sierva de Dios cuyo proceso de

    beatificacin est en marcha y esperamos verla pronto en losaltares. Su vida ha sido una maravillosa obra de arte de Dios. Diosse ha glorificado en ella dndole dones y carismas extraordinarios.Jess era el centro de su vida y se le apareca frecuentemente. Enalgunas ocasiones, hasta le cambiaba su divino Corazn por elsuyo para hacerle sentir las delicias de su amor inefable. La VirgenMara se le apareca como madre o como nia (el da de sunatividad). Tambin hay otros santos de su especial devocin que

    se le presentaban de vez en cuando como san Jos, san Agustn,santa Mnica, santa Mara Magdalena...Pero quien ms aparece en su vida, de modo casi

    permanente, es su ngel custodio. Por eso, hemos querido hacer una recopilacin de lo que ella misma nos dice en las cartas a sudirector espiritual o de lo que su director u otras religiosas de suconvento nos dicen al respecto.

    Esperamos que este librito nos estimule en el amor a nuestrongel custodio y, de esta manera, podamos crecer ms en el amor a Jess, que siempre nos espera con Mara en la Eucarista.

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    VIDA FAMILIAR

    Sor Mnica de Jess se llamaba Basilia Cornago Zapater.Naci en la villa de Monteagudo (Navarra) el 17 de mayo de 1889.Sus padres eran muy buenos cristianos y tuvieron diez hijos; tresde los cuales, consagrados a Dios: sor Mnica, sor Sacramento,religiosa en su mismo convento, y el padre Toms. Todos de lamisma Orden de agustinos recoletos. Tambin tuvo una sobrinareligiosa, sor Dolores, de la misma Orden y dos sobrinos de laOrden hospitalaria de san Juan de Dios, Roque y Benjamn

    Sor Mnica fue bautizada el mismo da de su nacimiento en laiglesia parroquial de su pueblo. El sacramento de la confirmacin lorecibi antes de cumplir un ao de vida, en la misma iglesiaparroquial, por el obispo de Tarazona Juan de Soldevilla.

    Su madre contaba que, cuando tena tres o cuatro aos deedad, se puso delante de un caballo desbocado, que se detuvo enseco. Cuando su madre le ri, ella le dijo que el jinete iba a morir yestaba en pecado mortal. Ella quiso evitarlo y se metiprcticamente bajo las patas del caballo, que slo le hizo unapequesima cicatriz en el rostro, que no la afe en absoluto 1.

    Cuando tena cinco aos de edad le dieron en una casa unpoco de queso para merendar y, cuando se enter de que erarobado, le sent mal y fue a pedir perdn al sacerdote del pueblo ya sus padres por haber cometido, segn ella, un gran pecado 2.

    Ya desde muy nia tena inclinacin a la vida religiosa. Aveces, siendo ya jovencita, se pasaba toda la noche en la iglesia ysu madre tena que ir a recogerla en la madrugada. En algunaoportunidad, se equivoc de hora y fue a la iglesia a las tres de lamaana, queriendo llegar la primera al templo para estar conJess.

    Basilia era regordeta, de ojos grandes y algo alta; de carcter

    fuerte, pero alegre y simptica. Siempre dispuesta a hacer favores1 Summarium p. 3.2 Documenta p. 314.

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    a los dems. De los 16 a los 19 aos estuvo en la casa de suabuela Simeona, atendindola. Tambin estuvo varias nochesseguidas velando a una amiga, llamada Mara Planillo, que estabatsica, hasta que muri a los pocos das. Era tan caritativa que,

    algunas veces, les daba a los pobres hasta las patatas que supadre tena para sementera; pero al enterarse ste, ella se humilly le pidi perdn.

    Hizo su primera comunin el 16 de mayo de 1901, a los doceaos. Ese fue un gran da para ella. Dice su director espiritual: El da de su primera comunin vio al nio Jess en la hostia en el copn. Su ngel (a quien llamar siempre el hermano mayor) laacompa todo el da hasta la comida de la casa. Era muy

    pequeo, pero de esto nada dijo ella, porque crea que todos lovean3.Ella misma en una carta le deca a su director el padre

    Eugenio Cantera: La primera vez que recuerdo haber visto al ngel fue el da de mi primera comunin. Pasamos a comulgar con lasvelas encendidas en las manos y yo casi me enciendo el mantoblanco que llevaba, pues no me fijaba en nada y, entonces, fuecuando vino el ngel y me retir la vela y la tuvo todo el tiempo que

    haba que tenerla encendida. Lo mismo hizo en la procesin con lavela que, por cierto, recuerdo que en la procesin a una nia se leincendi el manto y se quem parte de la cabeza 4.

    3 Documenta p. 317.4 Carta del 20 de noviembre de 1915.

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    ENTRADA AL CONVENTO

    Entr al convento de las agustinas recoletas de Baeza (Jan)el 14 de agosto de 1908 a los 19 aos de edad. Ese mismo da alentrar, vio por primera vez al demonio en figura de un hombregrande entre las dos puertas del convento. Nada le dijo, pero losinti. Pareca que todo el convento se le vena encima por el disgusto que le daba al diablo 5 .

    Desde el mismo da de su entrada, el demonio empez ahacerle la guerra en toda la lnea. Su hermana sor Sacramentodice: El Seor permiti que, a los pocos das de llegar al convento,sor Mnica se llenase de miseria. Con este motivo, algunareligiosa, al verla as, le deca: Es que en tu casa no hay msque miseria?. Y ella contestaba con toda sencillez: No, en la casade mis padres todo era muy limpio. Al ver esto, la Madre Doloresmuy comprensiva y delicada, procuraba que sor Mnica se baasey asease todos los das a fondo. Y, a pesar de todo, cuanto ms selimpiaba parece que le sala ms miseria. Por ello, algunasreligiosas pensaron hasta en echarla del convento 6 . La MadreDolores, la Superiora, dice: Ella me confes que no haba tenidonunca tal cosa, pero que el demonio lo que pretenda era hacerlaodiosa y echarla del convento, ya que no poda quitarle la vida7 .

    Desde el principio, ella quiso ser hermana lega (hermana deobediencia o de velo blanco) y no hermana de coro, para poder asdedicarse a las labores ms humildes del convento. Por eso, casitoda la vida, adems de atender, a veces, en la cocina, se dedicsobre todo al cuidado de los animales de la granja. En una pocatenan hasta 3.000 gallinas y muchos conejos, abejas, cerdos... Por espritu de pobreza procuraba ahorrar hasta los hilos quesobraban, daba vuelta a los sobres de correo usados, arreglaba los

    5 Notas del padre Eugenio Cantera sobre sor Mnica en Documenta p.317.6 Documenta p. 227.7 Documenta p. 356.

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    zapatos de las hermanas y era curiosa para arreglar cualquier clase de utensilios.

    Hizo su profesin temporal el 6 de enero de 1910, escogiendoel nombre de sor Basilia de santa Mnica; pero, como haba otra

    religiosa que se llamaba sor Basilia, empezaron a llamarla sor Mnica de Jess. Ya desde el principio empezaron a manifestarseen su vida xtasis y otras cosas extraas. La Superiora la envi alconvento de Martos (Jan) donde estuvo dos aos y donde hizo laprofesin perpetua, aunque no se sabe la fecha, pues en la guerracivil se quemaron los libros.

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    LOS PRIMEROS AOS

    Mucho tuvo que sufrir por la incomprensin de algunasreligiosas que no entendan lo que le pasaba. Esto se agrav,porque el padre Alcal deca que todo eso era obra del demonio,que quera jugar con la Comunidad. Solamente la Priora, MadreDolores, trataba de comprenderla y ayudarla. Felizmente, en 1914consigue que el padre Cantera sea su director espiritual y, desdeese momento, ya ella misma tiene ms seguridad de ir por buencamino y lo mismo la Superiora. El padre Cantera, un agustinorecoleto, doctor en filosofa, doctor en derecho cannico ylicenciado en teologa, fue el instrumento de Dios para lanzarla avelas desplegadas por los caminos de la mstica.

    Sor Mnica centraba su vida en Jess Eucarista. El padreCantera pensaba que poda tener a Jess Eucaristapermanentemente en su corazn. Y en una de sus notas escribe:Ella me dice que desde que tengo a Jess en mi corazn, lo llamoy me responde y lo siento. Y aade l: Es por la incorrupcin delas especies sacramentales? 8 .

    El Seor le regal los estigmas de su pasin para queparticipara con l de sus sufrimientos por la salvacin de lospecadores. Dice el padre Cantera: Las llagas comenzaron en el noviciado (1908). A veces, corra mucha sangre y con trapos laempapaba. Comenzaban el jueves a las 12 de la noche y secerraban automticamente el viernes a la misma hora. En tiemposde la Cruzada (1936-1939) ces la sangre, pero tena los dolores,

    porque entonces viva con seglares 9.Deca ella: Qu alegra, padre mo, mi pecho es un sagrario y

    en el sagrario no hay nadie ms que Jess! Ay, qu dicha es sta! Cmo no morirme de amor! 10 . Y Jess, desde el sagrario o desdela custodia, la llamaba para que fuera a visitarlo y adorarlo. Durantela guerra, ella fue de las ms intrpidas. Iba a buscar la Eucarista8 Documenta p. 313.9 Documenta p. 331.10 Carta del 14 de julio de 1914.

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    al hospital o incluso a la ciudad de beda, para despus ellamisma dar la comunin a las religiosas que vivan en casasparticulares. Sor Clara Garrido, que la conoci, dice que cuandoestaba ante el Santsimo sacramento era tal su recogimiento que

    pareca un serafn11

    .

    11 Summarium p. 191.11

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    CAMBIO DE CORAZONES

    Ella le cuenta estos hechos a su director con toda naturalidad.Dice: Ayer, muy de madrugada, vino Jess... Jess se sac su Corazn y lo puso en el de sor Mnica y al de sor Mnica lo pusoen el hueco que qued en donde estaba el de Jess. As estuvo unbuen rato. Con qu violencia lata (su Corazn en m), pues el Corazn de Jess es tan grande que no caba en el agujero quetena el de sor Mnica, pero lata con tanta violencia que Jesssolo sabe lo que entonces pas... Y lo am muy deprisa. Despus,Jess se llev su Corazn y lo puso en su lugar y el otro, dondeestaba antes. El hueco que haba quedado era ms ancho y el corazn de sor Mnica todo el da lata muy fuerte; pero, comotena anchura, no haca tanto dao como otras veces 12 .

    Otro da vino Jess y me dijo: Quieres cambiar tu corazncon el mo un ratito?. Yo le dije que no quera ms que hacer su voluntad en todo, pero que le quera amar mucho. Me dej su Corazn un ratito, pero no s cmo pude resistir, pues cre que memora. Ni s cmo corazn tan pobrecito como el mo puedacontener tanto ardor. Slo le digo que entonces se rompi todo y ms que hubiera llevado. Llevaba 25 telas interiores ms lachaqueta, el santo hbito y el escapulario y, si ms hubiera llevado,ms se rompe, pero qu bien se le ama a Jess entonces,

    padre! 13.Despus de comulgar, sabe lo que hizo Jess? Me dijo:

    Trae tu corazn y toma el mo. El mo es ms grande, pero harque quepa en ese lugar. Ya sabe lo que pasa en esas ocasiones:se vive, porque Jess quiere 14.

    El ngel, en la maana, tuvo el atrevimiento de darme unabrazo. Estuve un buen ratito con mi cabeza sobre su pecho.Cuntas cosas me dijo y me dio a conocer de Jess! Bien conoc lo mucho que me quiere y el inters que se toma, para que a todo12 Carta del 28 de junio de 1924.13 Carta del 31 de diciembre de 1915.14 Carta del 7 de mayo de 1923.

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    trance sea buena. Eso es querer de verdad. Jess en la comuninno s qu hizo, su Corazn lata con mucha violencia y no caba enel lugar de mi corazn. Trabajillo cost, pero entr. No s explicar lo qu pas, pero s que amaba mucho y sufra. No se puede

    expresar 15

    .

    15 Carta del 8 de mayo de 1924.13

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    ALMAS DEL PURGATORIO

    Con frecuencia se le aparecan las almas del purgatorio paraagradecerle las oraciones que haba hecho por ellas. Nos dice: Al amanecer del da siete me dijo el hermano mayor que su padrehaba muerto. Yo llor al decirme el ngel: Nuestro abuelito hamuerto. Al momento no ca (en lo que me deca), pero despus l me lo dijo. Al verme llorar, el ngel me dijo: Ha sido la voluntad deJess el llevrselo y le ha hecho un beneficio. Entonces, dije:Cmplase la voluntad de Jess en todo.

    Le pregunt al ngel: Su alma, se ha salvado?. Y me dijoque s que se haba salvado, pero que haba sido llevada al

    purgatorio por un poco de tiempo y le dije que sala fiadora de l y que le dijese a Jess que me diese a m lo que l tuviera que sufrir y se lo llevase a gozar. De esto, ninguna respuesta tuve ni hetenido. El hermano mayor me dijo que comulgase nueve das por l con mucho fervor por la queja que Jess haba tenido de l por nohaberlo recibido con ms frecuencia, cuando poda hacerlo. Hoy mismo hace los nueve das. En estos das he ofrecido a Jesstodos mis sufrimientos por su alma con mucha paciencia y alegra,

    porque l haba tenido alguna impaciencia en los sufrimientos.Tambin he ofrecido algunos das tres y cinco disciplinas. Creo queest muy pronto a salir ya, segn me ha dicho el hermano mayor.

    Mi hermano mayor lo ha sentido, porque cuando me dio lanoticia, estaba tristecillo. Despus se puso natural. Me dice que led a usted, padre, su ms sentido psame 16 .

    Cuando muere la madre del padre Cantera, el ngel tambinse muestra triste. Dice sor Mnica: La muerte de su querida madreno lo supe de fijo hasta que usted escribi. Lo que pas fue losiguiente: Le deca yo a mi hermano mayor que la cuidase hasta laltima hora. Ese da 18, cuando se lo dije al ngel, se puso muy triste y a m me dio un vuelco el corazn. Le dije: Ha acabado yasus das?. No me contest y, como nada me dijo, todos los das leinsista en mi peticin y not que todos los das, despus de su 16 Carta del 15 de julio de 1919.

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    muerte, al pedirle al ngel, se mostraba con la cabeza baja einclinada como adorando la voluntad de Dios.

    Cuando usted escribi, le di las quejas por no habrmelodicho. Le pregunt si se haba salvado y me dijo que s, que estaba

    en el purgatorio, pero que saldra pronto, porque con su ltimaenfermedad haba purgado dos terceras partes de purgatorio. El ngel estuvo con ella en su ltima hora 17 .

    Mara Herrero Gallego declara: Al mes de morir mi madre, measegur sor Mnica que mi madre haba salido del purgatorio y queiba radiante de alegra y hermosura, como si tuviera treinta y tantosaos. Cuando yo le dije que ella no conoca a mi madre, merespondi que no la conoci en vida, pero que la haba visto en el

    purgatorio y al salir de l, y que el ngel de mi madre era quien lehaba dicho que ella era la madre de Mara y que el ngel habacumplido con el encargo que le haba confiado Dios,desapareciendo mi madre y el santo ngel 18 .

    Josefina Fernndez Centeno, cuya familia hosped a sor Mnica en Baeza durante la guerra civil, dice que pasado un ao,ms o menos, de la muerte de mi padre, llam expresamente sor Mnica a mi madre con el monjero del convento, porque tena algomuy importante que decirle. Mi madre fue acompaada de mi hermano Eliseo, y sor Mnica le dijo que ese mismo da de la

    Asuncin de la Virgen, estando en oracin, haba visto entrar gloriosa en el cielo el alma de mi padre19.

    La Madre Espritu Santo afirma: En una ocasin, yo meacercaba a comulgar y sor Mnica me dijo que aquella maana mi

    padre haba salido del purgatorio. Mi padre haba muerto haca unmes. Esta noticia me produjo una gran emocin. Cuando salimosdel coro, fui a la celda de sor Mnica. Yo lloraba de emocin. Sor Mnica me consolaba, pero yo le hice ver a ella que mis lgrimaseran lgrimas de alegra, porque me pareca que era demasiadocorto el purgatorio que haba padecido mi padre 20 .

    Sor Asuncin Delatte escribe: El 25 de marzo de 1963,estando sor Mnica enferma me llam a su celda. Me dijo queaquella noche haba estado mi madre en su celda. Mi madre haca17

    Carta del 10 de noviembre de 1919.18 Summarium p. 155.19 Summarium p. 28.20 Summarium p. 117.

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    8 meses que haba muerto. Sor Mnica me dijo que haba venido adarle las gracias. Sor Mnica la conoca por fotografa y me dijoque estaba especialmente radiante de hermosura y felicidad y quehaba entrado en el cielo 21.

    Sor Concepcin Roiz declara: A la maana siguiente de lamuerte del Papa Juan XXIII la vi sonriente y le pregunt por questaba tan contenta; y sor Mnica me contest radiante: Porque el Papa ya ha salido del purgatorio 22 .

    21 Summarium p. 51.22 Summarium p. 104.

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    BILOCACIN

    Unos de los fenmenos ms extraordinarios de la vida de sor Mnica es el don de bilocacin. Era llevada por su ngel a distintoslugares. El padre Cantera dice en sus notas: La noche del 28 al 29de junio de 1932 se convirtieron 29 pecadores, 10 de ellos eranespaoles. A uno le leyeron ella y el ngel la recomendacin del alma a las cuatro de la maana. Haca 27 aos que no seconfesaba. Esta recomendacin del alma la hacen los dos con el devocionario escogido que le regal Mercedes Burillo. A Ramn, el

    primo de esta Mercedes, se la leyeron por espacio de un mestodos los das 23.

    En otra oportunidad, parece que el ngel la llev al lugar delmartirio de 31 personas en la guerra civil. Dice Adriana Rubio:Mi hermano Baldomero muri con otras 30 personas que murieronejecutadas en la carretera a Ibros. De los 31, once eransacerdotes. Recuerdo que uno de ellos era Don FranciscoMartnez, cannigo penitenciario de la catedral de Baeza. Algunostestigos pudieron presenciar que Don Francisco Martnez dirigiunas palabras a sus compaeros de martirio con el fin de

    prepararse todos a bien morir. Sus palabras fueron tan inspiradas por Dios que los rojos quisieron perdonarle la vida, pero l noacept el privilegio y prefiri seguir con sus compaeros demartirio. De estos martirizados, sor Mnica nos inform que todosse haban salvado y que, estando sus cuerpos an calientes, yaestaban todos en la presencia del Seor. Tuvimos la impresin deque sor Mnica haba presenciado el martirio24.

    Ya hemos anotado el testimonio de Mara Herrero Gallego aquien sor Mnica le dijo que haba conocido a su madre en elpurgatorio. Luego quiere decir que estuvo all visitando a las almasbenditas.

    Sor Margarita Bustamante recuerda haberle odo decir alpadre Cantera que el Seor le haba permitido visitar y consolar en23 Documenta p. 319.24 Summarium p. 136.

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    Mxico a los presos durante el gobierno de Calle y en Marruecos,arengando a los soldados espaoles en una batalla que estaban

    perdiendo25 .La Madre Dolores escribe: Cuando los padres agustinos

    recoletos tuvieron captulo, ella asisti y oy las cosas que trataronen l y aquel mismo da del captulo dijo a Sor ngeles que al padre Benito Caas, que haba sido confesor suyo en el mundo, lomandaban a Amrica. Despus se supo que as fue...

    Tambin asisti a la consagracin de Espaa al SagradoCorazn hecha por su Majestad Alfonso XIII el da 30 de mayo de1919 en el Cerro de los ngeles. Su ngel le dijo: Vamos a ver una cosa muy hermosa. Y la llev a ver la estatua del Corazn de

    Jess. Me dijo que no vio a nadie, solo al Rey de lado y ella con lamirada fija en el Sagrado Corazn. Su hermano mayor le dijo queasistiera al rey, y estuvo a su lado mientras dur el acto. El rey naci el mismo da que sor Mnica, aunque en distinto ao. Y le

    pregunt un da, si Jess le haba encargado alguna vez que pidiera por el rey, y me contest: Muchas veces y espero que seha de salvar. Siempre habla del rey con afecto a su persona 26 .

    Ella misma refiere: El 30 de mayo (de 1919) pasaron muchascosas. Qu da tan hermoso! Mand a mi hermano mayor paraque le ayudase al rey y as lo hizo. Se coloc en su hombroderecho y lo hizo muy bien. Tambin me dio a entender cmoestaba el Sagrado Corazn en Getafe. Cunto goc ese da! Y mi hermano mayor fue tambin el que estuvo en una Junta de seorasde Madrid y l fue el que dijo que pidieran al rey que fuera laconsagracin de Espaa el da 30, y el rey aprob en seguidagustoso que fuera ese da. Ve usted qu bueno es mi hermanomayor! 27 .

    Cuando me enter que los reyes iban a visitar al Papa, lemanifest al ngel el gusto que tendra yo de ver la primeraimpresin de los reyes delante de Su Santidad. Y sabe lo quehizo? Me llev. Yo llegu en el momento de presentarse delantede Su Santidad. En seguida el rey se adelant a postrarse derodillas y le bes la mano y el pie, y lo mismo hizo la reina. Muy

    poco rato estuve, pues yo no quera, pero goc muchsimo de ver 25 Summarium p. 7.26 Documenta p. 350.27 Carta del 19 de junio de 1919.

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    las alegras de unos y de otros, no slo al exterior sino tambin al interior.

    Tenemos un rey muy bueno, mi ngel lo quiere mucho y tambin el ngel del rey me quiere mucho a m, porque, aunque en

    diferentes aos, nacimos el mismo da28

    .Pero algo realmente extraordinario es lo que ella misma noscuenta de que su ngel la llev a la guerra de Espaa contraMarruecos en 1921.

    El da 29 del pasado mes de setiembre 1921 vino el ngel adecirme que parte de las tropas de los nuestros retrocedan atrsy por esta causa haba muchas bajas. Qu pena me dio! Entonces le dije: Nunca he deseado salir de clausura, peroahora mismo iba yo de buena gana sin que nadie lo supiera,

    porque de lo contrario tampoco querra ir. Al instante, me dijo:S, ahora mismo te llevo. No s cmo fue ni por dnde fui, locierto es que me encontr en medio de varias filas de soldados, y efectivamente, decan que no queran pelear. Yo les dije:Cobardes! y otras muchas cosas y, al momento, no s por dnde, me vino una espada y me puse la primera de todos y deca: Adelante, adelante, no temamos!, y todos siguieron.Mucho susto tena, pero a todos los moros hubiera hecho tajos.Muchos, muchos murieron, y de los nuestros haban muertoantes muchos tambin, pero despus slo hubo algunos heridos.

    Yo no s el tiempo que estuve all, pues otra vez meencontr aqu. Me volvieron a llevar otra vez el da primero deste e hice lo mismo, pero ese da, todos los nuestros estabancon valor de luchar y vencer. Se adelant mucho terreno y slohubo seis bajas y varios heridos y una herida, que fui yo, en la

    pierna izquierda. Me traspas una bala o dos, pues el agujero erabastante grande, que se metan los dedos con facilidad. Yo nosent nada hasta que estuve aqu, pues medias y zapatos, todo,estaba empapado de sangre. En seguida el ngel me dio gasa,dicindome que era desinfectante mojado no s en qu. Yo tenaamor propio de andar coja, pero no poda andar de otra manera y esto con mucha dificultad, pues me dola mucho. El da de losngeles tena la pierna hecha un botijo de inflamada; pero yo,aunque coja, andaba y haca como que apenas tena nada. Medecan las madres: Qu tiene usted que est coja?. Yo les

    28 Carta del 20 de diciembre de 1923.19

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    deca: Se me ha inflamado la pierna; hasta que quieradeshincharse, ah est. Cuando ya se pasaron unos das, MadreDolores y sor ngeles, empezaron a decirme: sta se ha ido alos moros, y en todo esto, una noche me lo daban que lo saban

    y Madre Dolores tanto me apuraba y aseguraba que lo saba quele dije que s, que era verdad. No queran ms que curarme laherida entre las dos. Yo les dije que nadie me la vea, pues eramuy arriba y no me dejaba de ninguna de las maneras.

    La primera vez que vino mi hermano mayor, le di las quejas,y me contest: Jess lo ha permitido as, pero ellas curarte deningn modo, mucho cuidadito, que ninguna te lo vea. l me hatrado gasas y algodones todos los das. Lo que l me daba me

    lo pona. He pasado muy malos das y peores noches, pero ya latengo mejor y no ando coja. Todava me meto un clavo pequeode gasa. Llegaba el agujero hasta el hueso. Cuando meta la hila,rozaba el hueso y, estando as, fui cuatro o cinco veces despus,los das recuerdo que fueron el 7 y el 10 de este mes, los demsno s de fijo. Ya desde que lo supieron iba con disgusto y el ltimo da 12 me dijo el ngel que ya no ira ms y estarasepultada en el convento. Padre habr pecado?, yo no poda ir,

    me llevaron29

    .Las veces que estuve en aquellas tierras fueron cincoveces. Hablar no habl con nadie en particular sino el primer dacon todos los soldados que estaban. Les dije Cobardes!, y varias cosas de esas, y les dije que siguieran adelante y noretrocedieran. Vi varios jefes, en todos los regimientos haba unoal frente, y de grupo en grupo haba otro que, por los galones y cosas que llevaban colgadas, deban mandar tambin, pero nos quines eran ni cmo se llamaban, pues nunca les haba vistoni me met con ellos para nada.

    No s como se llaman aquellos terrenos, pues yo no ibamirando lo que haba por all, ni mucho menos, yo lo que mirabaera slo a los enemigos del nombre cristiano y de Jess. El ngel estaba a mi lado, le vea muchas veces y le deca: No me dejes,

    porque yo no conozco estos caminos para volver a casa. Slouna vez me dijo el ngel: Mira, este soldado es un hermano deuna monja de tu convento. Le mir yo entonces a ese soldado,era muy alto y estaba preparando un can y le meta muchas

    29 Carta del 24 de octubre de 1921.20

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    balas. Yo le dije entonces: Ser el hermano de sor Consolacin?, y me dijo que s era, pero yo al soldado nada ledije. Y al poco rato vi que mi ngel le deca a aquel soldado quefuera a Melilla, y despus me dijo el ngel que aquel can

    estaba muy desgastado y estallara. As fue, estall y mat a unsoldado y a otros dej heridos.Nadie me deca nada a m, porque antes de ir, el ngel me

    dijo que no temiera, que nadie me vera ni me echaran demenos aqu en el convento, pues l ocupara mi puesto, al mismotiempo que all me guardara dos das. Cuando todo termin, y los enemigos corrieron a su tierra, haba muchos muertos de losnuestros y muchos heridos. Ayud a vendar a siete de los

    heridos con mi ngel, otro da a tres, pues era tarde y no meentretena. El da que cercaron una montaa que hay muy grande, ese da ayud a curar a treinta y cinco, y cuando se tomtoda la montaa, hubo muchos muertos. Ese da cur yo sola acincuenta y siete. Era por la maana. La bala que me hiri no laguardo, ni s dnde fue. Me entr por un lado y me sali por otrosin saber a dnde fue, ni yo me di cuenta hasta estar aqu devuelta. No estaba la cosa para pararse. A m me llevaban,

    cuando ya estaban para comenzar el combate.Pocos o casi ningn soldado haba que al coger el fusil ocan no hicieran la seal de la cruz; levantaban los ojos al cielo,invocaban a Mara Santsima y muchos se ponan hasta derodillas con los brazos en cruz un momento. Padre, esos casosconmueven mucho y se ve la fe a montones; hasta losendurecidos lo hacen y en particular mentan a Mara Santsima,que venga en su auxilio. Cada uno llama a la suya segn losmuchos ttulos de Mara Santsima. Se les ve esa confianza tanhermosa. Otros muchos decan: Seor, perdnanos y cogenuestras almas en buena hora. Otros: Seor, danos fuerza y fortuna para matar a esta canalla que no os quiere. A gritos muy grandes decan: Seor, perdnanos nuestros pecados y tenmisericordia de nuestra Espaa!; Madre del Pilar, venid aqu,sois nuestra Capitana!. En fin, muchas cosas, padre, que partanel corazn y daban valor. Fui de da todas las veces, perosiempre me cogi la noche. Slo me di cuenta la primera vez quefue el 29 de setiembre. Entonces estuve 21 horas. Las demsveces no me pude dar cuenta ni cundo fui ni cundo vine ni lashoras que estuve.

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    La herida la tengo mejor, pero no bien. Por el centro estcerrado y slo meto hilas por los dos lados; antes era meter por un lado y sala por otro30 .

    La Madre Dolores escribe: El da 10 de octubre, creo que

    estando en el Oficio divino, tuve este pensamiento sobre sor Mnica: Debe haber ido a la guerra. Despus de cenar mereun con ella, y como en broma se lo dije. Al orme, se quedcortada. En esto se acerc sor ngeles y ya tom parte, y cadauna le decamos una cosa, total que casi lo confes. Al dasiguiente, seguimos trastendola hasta que nos confes que s y,

    poco a poco, hemos sabido que est herida en el musloizquierdo.

    El da 11, vspera de la Virgen del Pilar, me qued en el coro hasta las doce. Tambin haban pedido otras cuatrohermanas, entre ellas: sor Consolacin y sor Mnica. Las otrasdos hermanas estaban en un coro, y Consolacin y yo nosfuimos junto a sor Mnica en el coro ms pequeo. A poco de lasdiez, qued en xtasis y al poco rato hizo ademn de contar conlos dedos y empez a decir: Ese capitn que se vaya ya al quinto pino. Despus, dijo: Por la derecha no, que tendrnbajas. De los tres caminos, por el de la izquierda. Y repeta:Aunque haya despeadero, no importa, la veredita y call.Volvi del xtasis cerca de las once. Tengo en mi poder el

    pedazo de falda que tiene los agujeros por donde pas la balaque sor ngeles ha cortado, y otras dos faldas tiene tambinrotas. Las heridas no ha permitido que se las veamos y a usted no se lo ha dicho en la otra carta, para que no le mandase quenos las enseara 31.

    Sor Mnica escribi sobre la guerra en 1925: El da dos(octubre 1925) ped a los siete ngeles (de las vctimas) quefueran a pelear a favor de nuestra patria y, al instante, me dijeronque s se iban y que se daba la gran batalla y se ganara. Ellosme convidaron a m para que fuera tambin, pero yo les dije queera monja para estar en el convento y que deba estar encerradita, pero que pedira a Jess y a su bendita madre queles ayudase y se quedaron conformes. Mi ngel vino, seran lasonce de la maana y me dijo: Hemos triunfado, hemos ganado.

    30 Carta del 1 de noviembre de 1921.31 Carta de M. Dolores al padre Cantera de octubre de 1921.

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    Viva Espaa!. La alegra ma no s explicarla, padre, lo que sdecir es que goc mucho. El da fue completo. Se convirtieronsiete personas 32 .

    La Madre Dolores le dice al padre Cantera: Me dijo que la

    gran victoria (de Alhucemas) haba sido el da 2, da de losngeles custodios. En otra ocasin le hice unas preguntas sobreesto y me dijo que el mismo da dos lo supo ella que loshermanos mayores iban y venan al lugar del combate y que ledijeron que todo estaba asolado. Ella les dijo a los hermanosmayores que fueran a ayudar a los espaoles y que estosqueran que fuese ella, pero les dijo que no. Entonces yo leestuve diciendo que por qu no haba ido y me contest: Ya se

    ve que no ha estado nunca en la guerra y no sabe las penas quese pasan y despus lo que duran esas penas. Me dijo tambinque su ngel le haba querido llevar a la beatificacin de la MadreSacramento 33.

    32 Carta del 7 de octubre de 1925.33 Carta del 29 de setiembre de 1925.

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    LA PASIN EN SEMANA SANTA

    Durante los das de Semana Santa, desde el Jueves Santohasta el sbado de gloria viva en continuo xtasis. Muchasveces era su propio ngel el que actuaba en su lugar y bajo sufigura para que nadie se diera cuenta de nada. Veamos lo queella misma nos dice:

    El Jueves Santo, a las diez de la maana, Jess vino y sedespidi. Qu pena embarg todo mi ser hasta el sbado hacialas diez y media de la maana! De nada de esta vida me di cuenta, pero el ngel dice que l ha hecho como me prometi,que todo lo hara y no faltara y cumplira mis obligaciones. Por lovisto y por lo que me dicen, yo a todo he ido y todo lo he hecho,

    pero de nada me he dado cuenta. Dice el ngel que l lo hacaen m y yo nada de eso s. De lo nico que me acuerdo es deque me hablaba de Jes: En esta hora hicieron a Jess esto y aesta hora esto. Despus, el domingo muy tempranito vino Jessmuy resplandeciente y hermoso que apenas se le poda mirar.Las llagas las tena, pero sala luz de ellas. Pareca que me ibana abrasar. Despus ha estado la madre de Jess. Cun buenosson los dos y cunto merecen ser amados! 34.

    Cunto he sufrido estos das de Semana Santa! Se marchJess y no lo he visto hasta las tres de la maana del domingo.El ngel me deca: A esta hora entr Jess en el calabozo y lehicieron esto y lo otro. Slo Jess puede decir lo que en estosdas ha podido sufrir este corazn. Desde que Jess se despidide esta pobrecita, de nada me he dado cuenta sino de sufrir delas cosas que el ngel me deca de Jess. Hasta muy cerca delas once de la maana del sbado que me dijo el ngel: Yabasta de sufrir, Jess ya no est muerto. Aleluya. Se me quittoda pena...

    El domingo fueron ya las ltimas meditacin y pltica de mi hermano mayor. Qu bien me explic la resurreccin de Jess y cmo el alma debe resucitar tambin! Cunto me quiere!

    34 Carta del 3 de abril de 1923.24

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    Cunto le debo! Cuando vino Jess el domingo tempranovinieron con l los siete ngeles de las vctimas y otros ms.Todos cantaron muy contentos y alegres los Aleluyas, con unasvoces que la celda se vena abajo, pero qu bien lo hicieron! Yo

    los acompa tambin dos veces, pero ellos cantaron muchas y muy bien. Qu confusin me entr despus! Si me hubiera sido posible, me hubiera metido debajo de la tierra y all hubieraamado a Jess escondida. Slo la gran misericordia de Jess

    puede hacer tanto y tanto por esta gran pecadora 35 .

    35 Carta del 17 de abril de 1920.25

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    LOS PECADORES

    Su principal preocupacin era la salvacin de los pecadoresy con mucha frecuencia, cuando Jess le manifestaba que habaalgunos pecadores que le ofendan mucho y estaban en peligrode eterna condenacin, ella se ofreca a sufrir por ellos todo loque fuera necesario. A veces enviaba al propio ngel a que fuera

    junto a ellos para convertirlos.Dice: El otro da el ngel no se encontraba conmigo, porque

    haba ido a que se confesara y se arrepintiera un pecador queest obstinado hasta no poder ms. Ya lleva yendo tres veces y todava no lo ha podido conseguir y yo, al mismo tiempo, a todashoras, le aprieto a Jess y Jess me dice que aquel pecador nolo quiere y que l no tiene obligacin de querer a los que no loquieren. Estoy pasando unos das con el corazn partido con esehombre. Yo no s dnde est ni cmo se llama, pero Jess diceque le ofende mucho y que no lo quiere 36 . Padre, esto me datanta pena que me hace sufrir tremendamente. S es verdad que,casi todos los das, hay conversin de pecadores, pero los quese pierden, se pierden para siempre 37 .

    Un pecador estaba obstinado y me ech a los pies de Jessllorando, y le dije: No me retirar de vuestro lado, Jess, hastaque no lo perdones. Es un alma que es vuestra. Yo, padre, no scmo no me mor de pena, pues el corazn lata con tal violenciaque todava me duele en esa parte. Yo le dije: Dale otro aviso,Jess, ya os va a or. Y me contest que no iba ms que a usar de su justicia. Y se march.

    Yo me qued llorando mucho y se me apoder un dolor decabeza tan fuerte que no saba siquiera dnde estaba. Me habaquedado en el coro tres noches seguidas hasta las 12 y me iba aquedar tambin aquella noche, pero no pude. La Madre me

    mand acostar. Pero no se puede figurar la pena que embargaba36 Carta del 11 de diciembre de 1916.37 Carta del 14 de noviembre de 1932.

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    mi corazn. Estando acostada y llorando, vino el ngel. Al instante, le dije: Vos, ngel mo, sabris dnde est ese pecador que tanto ofende a Jess. Andad y decidle que sea bueno y queconozca al creador de cielos y tierra y que lo ame, y lo

    perdonar.El ngel me dijo que estaba muy obstinado y que de nadaserva y que ya no le quedaba ms que unas horas de vida. Y tambin se negaba a ir a ver cmo estaba. No le puedo explicar lo que pas y lo que el corazn sinti. Yo le deca al ngel:Llvame a donde est y yo se lo dir. Y me dijo: T no puedessalir fuera de la clausura. Qudate durmiendo; si no, no vas a

    poder recibir maana a Jess. Y queris que duerma estando

    a punto de perderse un alma que tanto cost a Jess? Eran las12 de la noche y le dije: Id y decidle a Jess que yo pagar loque esa alma le haya ofendido y que no se pierda. Y mecontest: Aunque padecieras todos los tormentos que ha habidoy habr todo el tiempo que vivieses, no lo podras sacar del

    purgatorio, si Jess le perdona. Y me dijo: chate a dormir y confa en el Amado.

    Entonces, me qued, al instante, dormida. Y a las tres de lamaana vino el ngel, me dio un golpecito en el hombro y medijo: Ha confesado y amado a Jess con mucha contricin desus pecados y ya ha expirado. Ests tranquila?. Me dio muchaalegra, padre, y he sentido una paz sin igual desde entonces.Creo que estar en el purgatorio, pero ya su alma se hasalvado38 .

    En mi da tuve ms de 30.000 conversiones. Han muertomuchos y el da del patrocinio de san Jos y de la Madre del Buen Consejo pasaron de 55.000. Por la noche ya haban muertoms de 42.000. Parece que fueron la mayor parte de las tierrasde la guerra los que se salvaron. No le parece a usted que es

    para morir de alegra y amar a Jess hasta morir? 39.El da 30 se convirtieron 12.000 pecadores. El da dos,

    14.000 y el tres, 2.000; y todos los das se convierten: cien,doscientos y mil muchas veces. Es raro el da que no sepa que

    se convierten, pero tambin tengo que decirle que se condenan38 Carta del 25 de febrero de 1915.39 Carta del 5 de mayo de 1944.

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    muchsimos. Creo que la mayora de estas almas son de las queestn en guerra 40 .

    Hoy los pecadores se portaron muy bien, se convirtieronms de mil y en los das de este mes pasan de 5.000. Esto me

    alegra muchsimo. Quisiera que no se quedara ninguno que noconociera al buen Jess, pues en conocindole es imposible queno lo amen41.

    El da ocho, nacimiento de nuestra amadsima madre, seconvirtieron muchos pecadores, pues pasaron de mil. Lamayora, me dijo mi hermano mayor, eran de los muy gordos por hacer muchos aos que eran muy pecadores y cinco hacan su

    primera comunin ya de muchos aos. Dos de ellos han muerto,uno de 80 aos y el otro de 93, y han muerto muy contentos 42 .

    El da dos de octubre la pasamos de primera. Vinieronmuchos hermanos mayores. A todos los felicit y les di unaestampita que tanto agradecieron. Primero muy tempranovinieron los siete hermanos mayores y les di las ms bonitas quetena. Ms tarde, vinieron los siete con los dems, que fueronmuchos. Hubo conversiones, cinco mil y pico, aunque le dije loque usted me deca: mil por cada uno. Yo procur ser buena,

    pero por lo visto no fui como usted me deca: Si era buena melos concederan. Qued muy contenta a pesar de no conseguir mil por cada uno. Cuando estuvieron los siete, les ped perdn

    por las siete vctimas43.La Madre Dolores escriba: La conversin de los pecadores

    es la vida de su vida y en lo que Jess quiere que se ocupe. Ellamisma, en sus diarias ocupaciones, se queja del trato que recibe

    de los malos. Muchas veces, lo ve cubierto de llagas y de sangre para moverla a compasin. No le dice ni quines son ni dndeestn, pero le encarga dos o tres o ms pecadores en particular.Entonces, ella con su ngel de la guarda, se conviene y lo mandaa los pecadores, que Jess o el mismo ngel le han encargado.

    Algunas veces, el ngel se resiste a ir, porque ya ha ido varias

    40

    Carta del 16 de noviembre de 1944.41 Carta del 23 de mayo de 1946.42 Carta sin fecha, hacia el 15 de setiembre de 1947.43 Carta del 10 de octubre de 1948.

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    veces sin conseguir la conversin del pecador y entonces ella sedisgusta y le dice muchas cosas que ella llama malas 44.

    Y sigue diciendo la M. Dolores: Hoy, 29 de julio de 1919, meha dicho que su hermano mayor ha salvado a un pecador que

    estaba ahogndose; a otro que, desesperado, se iba a ahorcar, y a otro que estaba enfermo ha impedido que entren en su habitacin amigos de sus vicios y pecados 45 .

    44 Carta del 27 de julio de 1919.45 Documenta p. 348.

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    ASOCIACIN DE VCTIMAS

    Algo muy importante en la vida de sor Mnica fue laformacin, por inspiracin de Jess, de un grupo de almasvctimas. Ella le dice a su director que Jess deseaba tener almas que lo acompaasen en los dolores internos de suCorazn46.

    El primer grupo fueron siete, llamadas vctimas mayorespara distinguirlas de las que vinieron despus, que se llamaranvctimas pequeas, con un compromiso menor. El padre Canteraescribi el reglamento por el que deban regirse y l mismoredact la frmula de consagracin. Firmaba con su sangre paraser as el padrino de cada una de las vctimas, que tambindeban firmar con su sangre para sellar el compromiso conJesucristo. Jess mismo bendijo las insignias preparadas paralas vctimas47.

    Las siete vctimas mayores fueron sor Mnica, el padreEugenio Cantera, su madre Mara Zapater (la madre carnal desor Mnica, que viva en Monteagudo), Jenara Anguita (seglar),Madre Dolores Martnez, sor ngeles Torres y sor Mara de laCruz. Cuando mora una de estas vctimas, sor Mnica, deacuerdo con Jess, escoga otra. A la muerte de sor Mnica, elgrupo fue desapareciendo segn iban muriendo, pero su espritude consagracin como vctimas al Corazn de Jess sigue vivoentre muchas religiosas y seglares que la conocieron o quesiguen sus huellas.

    La fecha de inicio de la Asociacin fue el 30 de marzo de1917, da en que hicieron su compromiso de vctimas con Jess.Por este motivo, todos los 30 de mes, estas vctimas locelebraban de modo especial.

    Hay que recalcar que, a partir de la consagracin de lassiete vctimas, los siete ngeles custodios estaban ntimamente

    46 Carta del 14 de julio de 1914.47 Carta del 3 de octubre de 1917.

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    unidos y, con frecuencia, sor Mnica los vea unidos dentro delmismo Corazn de Jess.

    Dice ella misma: Cada da estoy ms contenta con el Corazn de Jess. Padre, sabe usted lo que pas el viernes?

    Sub a mi celda y vi que en el Corazn de Jess aparecan sietecorazones ms, el de Jess era el mayor. Yo le dije al ngel, queestaba conmigo, que se fijara y me explicara lo que significabaaquello y qu corazones eran aquellos. El ngel me estuvodiciendo: T quieres saber cules son esos corazones? El del

    padre Cantera, el de la Madre, sor Mnica de Jess, Jenara deJess, sor Mara de la Cruz, Sor ngeles y tu madre carnal.Todos unidos quieren amar mucho a Jess en su Sacratsimo

    Corazn.El verlo dur poco, pero, si usted supiera la alegra que yo

    tena al ver siete corazones en medio del de Jess! El verlo dur poco rato, pero se me quedaron muy grabados en el pensamiento. Despus le dije al ngel: Por qu se los hallevado? Es que no los quiere Jess?. l me contest: Los hametido dentro, porque encerrados estn mejor 48 .

    Otro da, vino Jess y le ped perdn por todas las vctimasy Jess se mostr contento y amable como siempre. Dijo que loamsemos mucho, cada vez ms, que para eso nos encerr ensu Corazn. Cunto goc al ver los siete corazones uniditos! Y esto quin lo puede hacer? Slo el amor loco que l tiene a lascriaturas... Slo un rato estuvieron los ocho corazones enmovimiento. Jess deca: Ves cmo los amo a todos?. En esodel movimiento que tenan, conoc que los siete estaban amandoa Jess y el de Jess a los siete. Estuvo Jess mucho rato, peroa m se me hizo muy chico49.

    A las diez de la maana estaba en la celda y, de pronto,vinieron siete hermanos mayores. Mi ngel me los presenta. El

    primero, dijo el ngel: El del padre con su estampita en la mano.Me la ense con flores azules. Despus el de la Madre Dolorescon su estampita, despus el de Jenara con su estampita,despus el de mi madre y su estampita; y detrs el de sor Mara

    con su estampita. Los ltimos se presentaron el de Sor ngeles y el nuestro juntos con su medalla cada uno. El de sor ngeles con48 Carta del 3 de abril de 1917.49 Carta del 7 de abril de 1920.

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    el cordn y mi ngel con un imperdible que yo tena en laalmohada y que se puso l mismo con la medalla. Todava tienentodos sus regalos, porque el viernes pasado lo tenan cuandovolvieron a venir. Qu alegre y contenta me puse de haberles

    regalado a todos! 50

    Un da, el ngel me tapaba con una de sus alas. Despusme la quitaba, pero no crea que tena mucha vergenza, estabasan Joaqun con santa Ana y la madre de Jess. Todos medijeron que amara mucho a Jess y a su madre, que eracorredentora del gnero humano. Yo no s si todos los hermanosmayores que all haba cuidan de las almas, porque los queestaban junto a la madre de Jess tenan ms claridad que los

    otros, aunque todos tenan mucha. All estaban los de las sietevctimas; porque, cuando vinieron el da dos, los conoca.Dnde era todo aquello? Yo no lo s explicar. Era una cosa tangrande que yo estaba como tonta, ni conozco yo las cosasaquellas51.

    El da de la Virgen del Pilar en la noche, vinieron loshermanos mayores de las siete vctimas. Vi que el ngel deJenara no llevaba su medalla y en seguida me entr curiosidad de saber qu haba hecho con ella, pero como en la carta queJenara mand cuando las envi deca: Suyas son y puedenhacer lo que ellos quieran con ellas, yo me acordaba y no meatrev a decirle qu haba hecho con ella. Mi ngel se lo pregunty le dijo que se la haba dado a una anciana muy cristiana queestaba en Mxico y peda a Jess en comunin y un sacerdote; y ni le llevaban a Jess ni al sacerdote, ya que no haba sacerdotealguno. Y el ngel para su consuelo se la haba colgado al cuello52 .

    Sor Margarita Bustamante, que fue priora federal, recuerdaque, a finales de 1963, hizo su visita general al convento deBaeza y le pregunt a sor Mnica por la maana: Dgame, ques lo que ha pasado esta noche? Ella se ech a rer y me dijo:Pues mire, cuando terminamos de hacer la hora santa mi hermano mayor y yo, vinieron los otros hermanos mayores y mi hermano mayor fue a su celda y cogi la virgencita de Lourdes y

    50 Carta del 15 de octubre de 1919.51 Carta del 19 de octubre de 1919.52 Carta del 5 de noviembre de 1926.

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    la trajo a nuestra celda y, entonces, todos juntos comenzamos acantar a la Virgen con gran fervor, pero ellos armaban unaalgaraba tan grande que yo no haca ms que decirles:Cllense que se va a despertar la Madre y no va a poder

    dormir 53

    .El padre Cantera en sus notas personales escribi: Me dijosor Mnica: Esta noche vinieron los siete ngeles con un escudocada uno que deca: Viva Mara. Eran muy hermosos. Meinvitaron a amar mucho a Jess y a Mara... Quiero morir paraamar a Jess, slo por eso. Pero de vivir no quiero vivir sinsufrir... Cuando formamos la liga de vctimas, el primer viernesdespus de ir a comulgar me deca el ngel: Vamos, que ahora

    tengo que tirar, no de uno, sino de siete 54

    .Ciertamente, muchas veces aparecen los siete ngeles de

    las siete vctimas mayores en las apariciones de Jess o deMara en unin con su propio ngel. La unin entre estos sietengeles es algo muy hermoso. Ella los enviaba a convertir pecadores e incluso a la guerra 55. Y los ngeles peleaban a favor de su patria como ella se lo peda 56.

    53 Documenta p. 210.54 Documenta p. 315.55 Carta de sor Emilia de los Dolores al padre Cantera del 29 de setiembre

    de 1925.56 Carta al padre Cantera del 7 de octubre de 1925.

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    EXPERIENCIAS CON SU NGEL

    En mi da lo pas muy bien y muy obsequiada de todos.Jess estuvo muy tempranito y yo estuve bastante tiemporecostada en su pecho con su bendita madre cogida de la mano.Tambin el ngel me dio un abrazo y vinieron los siete de lasvctimas. Estuvieron muy alegres y contentos, felicitndome57 .

    En mi da, muy temprano, vino primero el hermano mayor. Al poquito rato vino Jess y sabe lo que hizo el hermanomayor? Siempre, cuando Jess viene, l se postra un poquitoretirado; pues en mi da no hizo eso. Me tom de la mano y me

    present a Jess, cosa que nunca haba hecho. Despus, vino lamadre de Jess e hizo lo mismo. Despus vino nuestra madresanta Mnica y me present tambin... Estuvieron un ratito lostres y todos me preguntaron cunto los amaba y me aconsejaronque amara a Jess. Como quera amarlo, les pregunt cmo loalcanzara ya que por ms que trabajaba y lo deseaba, no loconsegua. Y Mara Santsima me dijo: Cuando ests en el cielo. Todos se rean de todas mis palabras y me dijeron quesiguiese as y se marcharon todos juntos 58 .

    El da de Reyes lo pas muy contenta y muy bien. Por lamaana vino Jess con su bendita madre y mi ngel ese daestuvo a mi lado sin postrarse tanto como l acostumbra, cuandoviene Jess. Estuvimos un rato solos amndonos. DespusJess se quit la cruz del cuello y me la dio. Mi ngel me la pusoa m en el cuello, dicindome: Hoy te pusieron un anillo,desposndote (da de los votos) con el dulcsimo Jess y Jesste regala esta cruz como obsequio en tu aniversario 59.

    Al padre Cantera le dice, como aconsejndole: Ya veo queusted no conoce a mi hermano mayor... Es tan apacible, cariosoy simptico que se hace querer e inspira mucha confianza,

    57 Carta del 13 de mayo de 1925.58 Carta del 8 de mayo de 1918.59 Carta del 29 de enero de 1927.

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    aunque no lo conozca. Conocindole, mucho ms. Yo s lo temoalgunas veces por lo recto que es en todo; pero, aunque meregaa y castiga, lo quiero mucho. Lo hace por mi bien y l no seenfada por cualquier cosa... Se lo he dicho todo como usted me

    deca y slo hizo sonrer y atenderme con mucha atencin... El hermano mayor me aprieta, pues lleva unos das dicindome:Date prisa, amando al celestial esposo, porque el padre te va aganar. Mira que est corriendo y te va a ganar. Yo entonces ledeca: Vamos, ensame a amar muy deprisa, pues no quieroque me gane nadie en el amor a Jess. Yo quiero morir deamor. Entonces, si usted viera, padre, con qu velocidad andabael pobre corazn. Cundo ser el da que ame a Jess por completo?60

    A las doce de la noche vino el hermano mayor. Yo le felicit por su da (2 de octubre) y le colgu al cuello la cruz que usted sabe que me dio la Madre para que se la regalase. Me loagradeci mucho... Se sonri y todo el da la llev puesta y hoy tambin la lleva puesta. Qu hermoso estaba! Daba respeto el mirarle, mucho ms que otros das. Casi todo el da estuvoconmigo y yo no me cansaba de mirarlo. Lo hermoso que

    estaba! La cruz estaba oscurilla sobre el blanco de su vestido y mire que la cruz era bien blanca! Antes de comulgar, le dije:Cuando reciba a Jess y me coloques en mi sitio, quisiera quefueras a hacerle una visita al padre. Daos prisa por el camino,amando a Jess, que me parece que ahora voy a ganaros yo,amando a Jess. Se march y yo me qued amando a Jess.Qu alegra me dio esto! No lo puedo remediar, pero me alegromucho cuando le gano, lo peor es que son pocas veces 61.

    Yo le dije al ngel que no quera que l me ganase en amar a Jess. Y me dijo: Pues vamos a correr a ver quin va ms de prisa. Yo le dije: Vamos a pasar las hojas de un libro, el que pase ms deprisa es el que va ms adelantado y el que se quedeatrs tiene que correr. Sabe usted que gan al hermanomayor? l pas ciento mientras yo pas ciento cincuenta y ocho.Me puse muy contenta, pero me dijo que se iba a dar mucha

    prisa y que me ganara. Yo le dije que corriera, que yo tampocome dejara ganar, pues con mis horas de amor, a quin le iba a

    60 Carta del 19 de octubre de 1917.61 Carta del 3 de octubre de 1918.

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    temer? Y me contest: Algo les temo yo a esas horas de amor, pues ni siquiera me quieres atender a m lo que te digo y tequiero ensear... Se sonri mucho rato y me dijo: Vaya, vaya,cualquiera se mete contigo, pero rindose 62 .

    Hoy, da de los santos Reyes, he ganado al hermano mayor a amar a Jess. Le he ganado siete veces. Mire, tambin yo he perdido, pues 21 telas se rompieron. Esto fue de noche y otrastantas se rompieron de da. A este paso no s en qu vamos a

    parar, pues las telas estn muy caras 63.El da de Reyes (aniversario de mi profesin) hacia las tres

    de la maana, me dijo el hermano mayor: Hoy todas las vctimaste dan un abrazo por el da tan grande que fue para ti y tambin

    para m. Le dije: Aqu, slo estamos cuatro de las vctimas. Y dijo: Por los que no estn, lo har yo ahora. Al mismo tiempoech sus brazos sobre mis hombros, me dio un abrazo y dijo:ste por el padre, que tanto mira por tu alma y que tanto tequiere y yo tambin lo quiero y lo amo mucho por este motivo.ste por Jenara de Jess que te ama y te quiere mucho. ste por tu buena madre, que te llev en sus entraas y te ama como a lania de sus ojos y yo tambin la amar por toda la eternidad. Demuy buena gana le hubiera echado yo mis brazos sobre sushombros, aunque es ms alto, pero me dio mucha vergenza y no hice ms que recostar mi cabeza.

    El da 2, la Madre me regal unos caramelos. Estando en lacelda le dije al ngel: No quisiera que matachn (el diablo) melos quitara. Me dijo el ngel: Yo te ensear a esconderlos paraque no te los quite. Saqu una cajita y me dijo: chalos aqu.En la tapa puso una estampa de la madre de Jess y me dijo:No tengas miedo, que aqu no puede llegar 64.

    La vspera del da de los ngeles (2 de octubre) en el Oficiodivino daba gusto or a las hermanas con toda su voz. Envsperas me estaba fijando y vi a todos los hermanos mayores decada una, de todas las que estaban en el coro. Me dio muchaalegra, pero tambin tuve pena, porque todos estabancontentos, pero no todos alegres. Se lo pregunt a mi ngel y me

    62 Carta del 10 de julio de 1917.63 Carta del 7 de enero de 1918.64 Carta del 4 de octubre de 1923.

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    dijo que era por no rezar con todo el fervor que ellos queran quetuvieran sus almas 65 .

    Anteayer recib, padre, su carta de felicitacin para loshermanos mayores. La ley mi ngel, tan resalado y tan guapo.

    Qu bien lo hizo!. Yo, por mi parte, les ped perdn por todo lomalo y el mal comportamiento que habamos tenido en no amar aJess como le habamos prometido el ao pasado. Ellos son tanbuenos que me dijeron que todo nos perdonaban, si lo pedimosde todo corazn. Yo les di las gracias por todos los beneficiosrecibidos y por los que nos quedaban por recibir. Les di a todossus regalitos: estampas para todos y medallas para algunos.Tambin dieron las gracias a todos y lo agradecieron mucho.

    Pasamos una madrugada muy buena, amamos a Jess todos y todos hablaron, uno cada vez... Qu bueno es Jess y cmo loalaban y bendicen los ngeles! Cunta paciencia deben tener con nosotros los hermanos mayores! Cunto mal hacemos queellos no quieren que hagamos! 66 .

    Yo estoy muy contenta de los ngeles de la guarda. El dade la octava de los ngeles, se convirtieron tres pecadores. Hoy mi ngel me ha concedido y trabajado cinco convertidos. El dados por la noche pregunt a mi ngel cuntas almas habansalido del purgatorio en la misa que usted ofreca por las almasdel purgatorio como dijimos y me dijo que haban salido siete por los siete hermanos mayores de las vctimas. Ya ve usted queestuvo bien aprovechada la misa. Bendito sea Jess en todassus criaturas! 67 .

    Anteanoche, seran las ocho de la noche, y el ngel me dijo:Es hora de que descanses bien y sabe lo que hizo? Me dio unbeso en la frente y me dijo: A descansar!. Qued en seguidadormida. Despus de las diez, cuando sor ngeles subi, se vionegra para poderme hacer que tomara alimento 68 .

    La vspera del da 8 (Natividad de Mara) le dije al ngel queno tena nada que regalarle a la madre de Jess. Y me dijo: Yote regalar a ti misma. Ser buen regalo?. Yo le dije: Cosa

    65

    Carta del 4 de octubre de 1923.66 Carta del 3 de octubre de 1922.67 Carta del 12 de octubre de 1924.68 Carta del 28 de enero de 1926.

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    tan mala! No se merece acaso nuestra querida madre un regalobueno?. Yo casi me disgust, pero l, risa que risa, y as nosquedamos. En la madrugada me dijo: Vamos, que ya te voy aregalar. Sera la una de la maana y perd el conocimiento. No

    s por dnde me llev, lo cierto es que me encontr en unahabitacin, digo habitacin, pero no s si era, porque no se vea pared alguna. Estaba toda ella llena de hermanos mayores. Me pas por todos hasta que llegamos adonde estaban santa Anacon Mara santsima y me dijo el ngel: Aqu os presento estedon que, queriendo ella regalaros algo a Vos, no tena qu y, por eso, yo os presento a ella misma. Yo no poda hablar. Entonces,todo se volvi amor y nada ms, pero qu rato pas! No lo sexplicar ni decir. Despus me pas por delante de todos losngeles que se quedaban mirando, y, cuando yo me di cuenta,estaba ya en la tierra entre las cuatro y media de la maana.Cunto me quiere el ngel! Yo tambin lo quiero mucho a l.Despus de Jess y la madre de Jess, lo quiero a l 69.

    El da de los hermanos mayores (dos de octubre) gocmucho. Muy temprano vinieron los siete o sea los ngeles de lassiete vctimas. Qu hermosos estaban todos! Al principio, estuvo

    mi ngel solo, despus vinieron los dems. Les saqu lasestampas y escogieron una cada uno. Yo tena medallas preparadas para todos... Las dos veces que tomaron los regalosles dije a todos que con la estampa iba el corazn de cada unade las almas, que en su nombre se las daba y lo mismo les dijecuando las medallas y, al mismo tiempo, que nos ayudasen aamar a Jess cada vez ms. As lo prometieron y yo les promet en nombre de todas, amar a Jess sin medida hasta morir de

    amor. Qu dos ratos tan buenos pas! Me dijeron todos muchascosas de lo obligados que estamos a amar a Jess, adorarle y quererlo constantemente y lo mucho que Jess haba hecho y cmo debamos corresponder con el abandono total de nosotrosmismos en Jess 70 .

    Anteayer estuve todo el da en cama. Al hacer la comuninespiritual vino el ngel. Tena la palmatoria con la luz y otro

    69 Carta del 23 de setiembre de 1919.70 Carta del 7 de octubre de 1921.

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    ngel, que yo no haba visto ninguna vez, trajo a Jess. Sent ungusto tan exquisito como algunas veces se deja sentir Jess 71.

    El ngel me ha trado tres veces la comunin, cuando no poda bajar a comulgar y yo haca las comuniones espirituales.

    Yo lloraba, porque quera recibir a Jess sacramentalmente. Y estas tres veces me dijo: Preprate como cuando bajas. l estuvo tambin un rato preparndome y, antes de irse, encendiuna vela que yo tena y, poco despus, vino con Jess. Estastres veces lo vi (a Jess) en la hostia santa con los ojos de lacarne, pero otras veces no lo he visto, pero he sentido el gusto asangre en la boca como muchas veces la siento comulgandosacramentalmente 72 .

    Estuve unos das en cama y mi ngel me trajo a Jess por la maana. Su hermano mayor y el de la madre traan cada unouna vela, alumbrando a Jess. Cun bueno es mi ngel y cuntome quiere! 73

    La Madre me mand tomar la leche antes de las doce de lanoche y que me avisaran. As lo hizo el ngel todos los das. Si estaba durmiendo, me despertaba y, si estaba con Jess, medeca: Hay que obedecer y tomar la leche. Pero desde que el termo se rompi hace ocho das, le dije que ya no me llamaraque no iba a tomar, porque no me parece bien que a esas horasl baje a la cocina a calentar la leche para m. Yo me aguanto y nada he dicho a la Madre de que no tomo. Voy a tener decriado a mi hermano mayor, yo que soy menor? Y, como la lecheest fra, no me viene bien 74.

    Sor ngeles le escribi al padre Cantera: En este tiempo de

    Pascua, como estaba tan dbil, le mand nuestra Madre que denoche batiera un huevo y lo tomara antes de las doce y la nocheque se le olvidaba prepararlo, el ngel se lo bata y a su hora lallamaba para que lo tomara. La asiste y sirve como si fuera uncriado75 .

    71 Carta del 15 de setiembre de 1915.72

    Carta del 29 de setiembre de 1915.73 Carta del 22 de enero de 1923.74 Carta del 20 de diciembre de 1923.75 Carta sin fecha.

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    La Madre Dolores por su parte le escribi al padre Cantera:Desde que se encuentra peor de sus dolores, el ngel de su guarda le hace muchos das la cama, la cual se conoce muy bienque se la hace, porque se la pone muy primorosa 76 .

    Y sigue diciendo: Hoy, da 9 de setiembre de 1924, le pregunt y me dice que los hermanos mayores trajeron ayer a labendita nia Mara, pero que la medalla que tan bonita era y tanto brillaba, pareca de cobre en comparacin de los adornosque la Virgen tena. Estos eran del cielo y la medalla era de latierra. Tambin me dijo que le dio un beso a la nia y le compusola ropa que a ella le gustaba tocrsela 77 .

    Estando a solas en el coro con sor Mnica, a poco de dar las diez de la noche, qued extasiada y, despus de un tiempode silencio, comenz a decir: El padre celebrar misa de seis y media a siete a intencin de mi hermano mayor. Y hablando conste le deca: Vaya, cunto os quiere mi padre que celebrar lamisa a vuestra intencin 78 .

    Sor Espritu Santo que fue su Priora en la ltima parte de suvida, dice: Tena una especial devocin al ngel de la guarda.Quera que su imagen estuviera en todas las clases (del colegio)y nos recomendaba insistentemente que les hablramosfrecuentemente a las nias del ngel de la guarda. La presenciadel ngel ayudara mucho, deca sor Mnica, para evitar muchos

    pecados y especialmente los pecados contra la castidad. Sor Mnica viva profundamente esta devocin y la propagabamediante estampas y medallas. El oficio de la fiesta de los santosngeles fue propagado intensamente por ella 79.

    A su sobrino Benjamn, hermano de san Juan de Dios leescriba: Quiere mucho a tu ngel de la guarda que est siemprea tu lado. Escucha sus inspiraciones, obedece sus mandatos sin

    pensar en otra cosa y vers cmo eres feliz a pesar de tener miserias, porque estamos hechos de barro 80 .

    76 Carta de M. Dolores al padre Cantera del 2 de octubre de 1915.77

    Documenta p.358.78 Carta de M. Dolores al padre Cantera del 1 de octubre de 1923.79 Summarium p.112.80 Al hno. Benjamn, carta del 26 de setiembre de 1963.

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    Sor Gloria de la Eucarista Serrano declar: El ao 1959 enel incendio voraz que ocurri en el convento de la Magdalena y que amenazaba destruir el convento, ardieron 400 cargas delea. Las llamas eran espantosas y dificultaban totalmente el que

    pudieran actuar los bomberos, ya que las llamas y el humoimpedan el poder penetrar en el stano para poder introducir lamanga que llevara el agua necesaria para sofocar el incendioque cada vez era ms grande. En esas circunstancias, se

    present en el convento un nio de unos 15 aosaproximadamente con camisa verde. Este chico se puso un

    pauelo en la boca y arrastrndose, para no quedar sofocado por el humo espeso, pudo penetrar llevando consigo la manga con laque pudo introducirse el agua necesaria. Todas las personas queestbamos all, tanto religiosas como seglares que habanentrado para ayudarnos a sofocar el incendio, pudimoscomprobar la presencia de este muchacho al cual no conocamosni vimos ms.

    Despus de unos das, comentando las religiosas quin podra ser aquel muchacho, sor Mnica nos dijo que nosabramos nunca quien fue ese nio. Todas tuvimos la

    conviccin de que posiblemente aquel muchacho era el ngel dela guarda de sor Mnica81.Ella misma nos dice: Tuvimos incendio. Si hubiera sido de

    noche seguro que habamos amanecido en la eternidad. Qucosa ms espantosa! No dije palabras duras sino con muchoamor y fe, pero grit mucho: Jess, que es tu casa y queremosvivir en ella. Madre de la Consolacin, que es tu casa, cuida deella. A los ngeles, a toda la Orden, a todos los santos del cielo... Yo estaba sola all en el motor para que tuvieran agua.Fui de las primeras que vio la llamarada que sali... El fuegoestaba en medio de la casa y en lo ms hondo de ella. Seagotaron los pozos y era tanta la asfixia que nos llevaron a lacasa que da a las minas, cuando ya haba muchos hombres y bomberos. Qu milagro tan grande de Jess, de la Virgen, delos ngeles y de todos los santos, el que no se viniera al suelotodo el convento!

    Dicen que hubo momentos de mucho apuro, pues no podanllegar a echar el agua, pero hubo valientes que agachndose

    81 Summarium p. 197.41

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    llegaban. Y no estuve tranquila hasta que sacaron todo de lacantina. El da cuatro todava salieron ascuas encendidas y ahora es cuando ya est todo el suelo sin nada 82 .

    82 Carta del 3 de setiembre de 1959.42

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    REFLEXIONES

    La existencia de los ngeles no es opcional para un catlico,es una obligacin, porque es una verdad de fe. As lo dice elCatecismo de la Iglesia catlica: La existencia de seresespirituales, no corporales, que la Sagrada Escritura llamahabitualmente ngeles, es una verdad de fe (Cat 328). Por tanto,los ngeles no estn pasados de moda ni la Iglesia los ha dejadode lado. Son tan actuales y tan necesarios para nosotros como lo

    han sido siempre. En este sentido, la vivencia personal demuchos santos, que los vean frecuentemente, es para nosotrosun testimonio que confirma nuestra fe.

    Suele decirse que hay nueve coros de ngeles: ngeles,arcngeles, virtudes, principados, potestades, dominaciones,tronos, querubines y serafines. Entre ellos hay alguien muyimportante para nosotros. Nos referimos a nuestro ngelpersonal, a nuestro ngel guardin o ngel custodio. En la

    palabra de Dios se nos dice: Yo mandar un ngel delante de ti para que te defienda en el camino y te haga llegar al lugar que tehe dispuesto. Actale, escucha su voz y no le resistas (Ex 23, 20-22). Para el hombre hay un ngel, un protector entre mil, que lehaga ver al hombre su deber (Job 33, 23). El mismo Jess nosdice que los ngeles de los nios ven continuamente el rostro demi Padre celestial (Mt 18, 10).

    Todos los santos, sin excepcin, han credo en los ngeles yconcretamente en el ngel custodio. La Iglesia ha establecido unda para celebrar su fiesta: el dos de octubre, fiesta de losngeles custodios. Y el 29 de setiembre para festejar especialmente a los arcngeles Miguel, Gabriel y Rafael.

    Es interesante observar cmo a sor Mnica el ngel la llevaen bilocacin a diferentes lugares, incluso a la guerra. A veces,tomaba su figura para poder hacer sus veces, cuando ella nopoda hacer las cosas por estar extasiada; sobre todo, enSemana Santa. El ngel le llevaba la comunin, cuando estabaenferma y le haca pequeos servicios. Incluso, iba de parte desor Mnica a convertir a los pecadores por quienes ella rezaba.

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    Procuremos invocarlo cada da, dicindole la oracin: ngel de mi guarda, dulce compaa, no me desampares ni de noche ni de da. No me dejes solo que me perdera, asistidme en mi ltimaagona hasta que descanse en los brazos de Jess, Jos y

    Mara. No olvidemos que vivimos en nuestra casa con losngeles de nuestros familiares, a quienes podemos invocar ytambin pedir ayuda. A nuestro ngel podemos enviarlo a queayude a nuestros seres queridos que se encuentran lejos o estnen peligro.

    Es importante que le pongamos un nombre a nuestro gustopara poder llamarlo con ms cario. Cuando viajamos,invoquemos a los ngeles de nuestros compaeros de viaje y,

    especialmente, al del chofer. Cuando hablamos con alguien,saludemos tambin a su ngel. Si damos una conferencia,invoquemos a los ngeles de los presentes. Si vamos al hospitaly debemos someternos a una operacin, invoquemos al ngel delcirujano y de los ayudantes.

    Vemos en la vida de sor Mnica cmo los siete ngeles delas siete vctimas consagradas a Jess, estaban muy unidos. Y,con frecuencia, se le presentan los siete ngeles en lasprincipales fiestas para festejar y cantar. Sor Mnica solaregalarles estampas o medallas, que despus le devolvan y ellaregalaba a otras personas.

    El ngel de sor Mnica pareca ser el jefe de los otrosngeles del grupo de vctimas. Era el que lea la felicitacin que aellos les enviaba cada ao el padre Cantera para el da de sufiesta, dos de octubre. En una oportunidad, en 1959, cuando seincendiaron 400 cargas de lea y pareca que se iba a quemar todo el convento, sor Mnica invoc con fervor a Jess, a Mara ya todos los ngeles y santos; y un jovencito pudo ayudar asofocar el incendio. Ese jovencito parece que era el ngel de sor Mnica.

    Por eso, de cuntos peligros de enfermedades, accidenteso tentaciones pueden librarnos nuestros ngeles, si les pedimosayuda! Cuntos accidentes hay, por no orar antes de salir de

    viaje! Cuntos caen en las tentaciones, porque no piden ayuda yno oran! Cunto nos puede alegrar nuestro ngel y con cuntoamor puede llenar nuestro corazn, si lo invocamos ms

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    frecuentemente y lo consideramos como un amigo cercano,siempre presente a nuestro lado!

    Sin embargo, cuntas veces le habremos hecho sufrir connuestro mal comportamiento! Cuntas veces habr tenido que

    apartar su mirada de nosotros para no ver nuestras malasacciones! Cuntos disgustos le habremos dado con nuestrasoberbia y nuestro egosmo!

    Hagamos el propsito firme de amarlo y de ser sus amigos.Podemos consagrarnos a nuestro ngel para que nuestra uninsea ms fuerte de lo normal y sea como un compromiso mutuode amarnos, respetarnos y ayudarnos en todo momento.Tambin podemos, de vez en cuando, mandar celebrar una misaen su honor como haca el padre Cantera.

    Un da, iba yo por una avenida de la ciudad de Lima y, aldetenerse el coche en un semforo, vi que junto a m estabasentado en la acera un hombre pobre con una cara muy triste. Yolo mir, l me mir y yo le dije: Que Dios te bendiga,hermano . Aquel hombre se sonri y me dijo:Gracias, padre .Durante todo el da no pude olvidarme de ese hombrecito y lemand varias veces a mi ngel a darle mi bendicin. Estoyseguro que cumpli mi encargo. Y esto lo hago muchas veces,pidindole que bendiga en mi nombre a tal o cual persona quenecesita ayuda o que lo salude en mi nombre. Tambin, cuandoalguna persona conocida debe ir por la noche a su casa, le pido ami ngel que la acompae y s que lo hace y le da seguridad.

    No pensemos que los ngeles son seres totalmente seriosque estn todo el da con la cara larga. No, son seres felices, que

    viven la plenitud de la felicidad con Dios y transmiten su felicidad,aunque a veces tengan que llamar seriamente la atencin ycorregirnos para evitar que ofendamos a Dios. En la vida de sor Mnica se ve cmo su ngel se re con ella y cmo juegafrecuentemente a amar a Jess. Ella le ganaba a veces; otras,perda. En ocasiones, jugaba a amar a Jess con los ngeles delos siete y, a veces, tambin ganaba. Pero es hermoso ver lafrescura y naturalidad con que ella cuenta estas cosas sin

    creerse ms que los dems, sino con toda humildad,incentivando a todos a amar a Jess, a Mara y al ngel de laguarda, que eran los tres grandes amores de su vida.

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    CONCLUSIN

    Despus de haber visto tantas manifestaciones maravillosasy sobrenaturales del ngel de sor Mnica, podemos decir conalegra que la devocin al ngel de la guarda no es un inventopara hacer dormir a los nios ni es un cuento del siglo XIV paraconvertir a los incautos. La existencia del ngel custodio es unahermosa realidad. Y Dios ha querido que cada uno de nosotrostenga un ngel que nos cuide de parte de Dios. Y, si no creemos

    en su existencia y no lo invocamos, nos perderemos muchasbendiciones que Dios quiere darnos a travs de l.Como vemos en la vida real de sor Mnica, al igual que en

    la de otros muchos santos como santa Gema Galgani, santaFrancisca Romana o san Po de Pietrelcina, el ngel custodio, lehaca infinidad de servicios, especialmente cuando estabaenferma, como llevarle la comunin a su celda. Por eso, amar anuestro ngel e invocarlo pidindole ayuda, no slo es una buena

    accin sino una decisin importante de la que puede depender nuestro mayor o menor progreso espiritual.Pensemos, en los ngeles de nuestros familiares con

    quienes vivimos. Pensemos en los ngeles de las personas quenos rodean y con quienes nos comunicamos cada da.Saludmoslos con cario y recibiremos infinidad de bendiciones,muchas ms de las que podemos pensar o imaginar.

    Que Dios te bendiga por medio de Mara. No te olvides queen el camino de la vida tienes un ngel bueno que te acompaa.Buen viaje! Saludos de mi ngel y saludos a tu ngel

    Tu hermano y amigo para siempre desde Per.

    ngel Pea Benito O.A.R.Agustino Recoleto

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    BIBLIOGRAFA

    Ayape Eugenio, Sor Mnica de Jess y el padre Cantera , Ed.Augustinus, Madrid, 1986.

    Cartas de sor Mnica al padre Eugenio Cantera, tomos I, II y III. Entotal 582 cartas entre 1914 y 1955.

    Positio super virtutibus, presentado a la Congregacin para lascausas de los santos, Roma, 1987. En este libro se encuentrainformacin sobre sus virtudes, el Summarium (Sumario) y losDocumenta (documentos) a los que hacemos alusin en el texto.

    * * * * * Pueden leer todos los libros del autor en

    www.libroscatolicos.org