Sobre el origen neural del de células

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Rev. Mer!. Univ. Navarra X; 253, 1966 UNIVERSIDAD DE NAVARRA - FACULTAD DE MEDICINA DEPARTAMENTO DE ANATOMIA PATOLOG!CA Sobre el origen neural del llamado miohlastoma de células granulares ']-. ']-. Vázquez y P. Herranz RESUMEN Se estudia morfológicamente, en cortes seriados, un mioblastoma de células granulares localizado en la piel del antebrazo y sin ninguna relación con músculo esquelético. El estudio ha revelado una íntima asociación de las células granulares con los filetes nerviosos, tanto en el interior del tumor, como en su vecindad. Estos hallazgos apoyan la hipótesis del origen neural del llamado "mioblastoma ele células granulares". El mioblastoma de células granulares es una lesión poco frecuente, que encierra, en cambio, cierto interés, ya que su na- turaleza (tumoral o degenerativa) no se halla aún esclarecida y su origen está so- metido a controversia Las primeras descripciones corresponden a Abrikossoff i. 2 que lo consideró como un tumor originado a partir de las fibras musculares .estriadas, vueltas al estado embrionario (mioma mioblástico). Las publicaciones posteriores se adhirieron fácilmente a la teoría miogénica de Abri- kossoff, aún cuando estas lesiones co- menzaron a ser descritas con cierta fre- cuencia en regiones desprovistas de te- jido muscular estriado, lo que Abrikos- scff 2 intentó explicar considerándolo co- mo derivado de restos embrionarios de mioblastos localizados en distintas regio- nes, idea aceptada por la mayor parte de los investigadores. Gray y Gruenfeld 10 no admiten la comparación de los mio- blastomas con las células granulares, re- chazando la teoría miogénica para las lesiones de otras localizaciones distintas a la lingual. El origen neural ha sido inicialmente defendido por Fust y Custer 7 8 basándo- se en la existencia de masas concéntri- cas de células granulares, en cuyos cen- tros se encuentran haces de fibras ner- viosas .. Estructuras de este tipo las en- cuentrán dentro y en los márgenes del ü d q (J S·I a e e li c p e ti r c s L F r f

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Rev. Mer!. Univ. Navarra X; 253, 1966

UNIVERSIDAD DE NAVARRA - FACULTAD DE MEDICINA DEPARTAMENTO DE ANATOMIA PATOLOG!CA

Sobre el origen neural del llamado miohlastoma de células granulares

']-. ']-. Vázquez y P. Herranz

RESUMEN

Se estudia morfológicamente, en cortes seriados, un mioblastoma de células granulares localizado en la piel del antebrazo y sin ninguna relación con músculo esquelético. El estudio ha revelado una íntima asociación de las células granulares con los filetes nerviosos, tanto en el interior del tumor, como en su vecindad. Estos hallazgos apoyan la hipótesis del origen neural del llamado "mioblastoma ele células granulares".

El mioblastoma de células granulares es una lesión poco frecuente, que encierra, en cambio, cierto interés, ya que su na-turaleza (tumoral o degenerativa) no se halla aún esclarecida y su origen está so-metido a controversia

Las primeras descripciones corresponden a Abrikossoff i. 2 que lo consideró como un tumor originado a partir de las fibras musculares .estriadas, vueltas al estado embrionario (mioma mioblástico). Las publicaciones posteriores se adhirieron fácilmente a la teoría miogénica de Abri-kossoff, aún cuando estas lesiones co-menzaron a ser descritas con cierta fre-cuencia en regiones desprovistas de te-jido muscular estriado, lo que Abrikos-

scff 2 intentó explicar considerándolo co-mo derivado de restos embrionarios de mioblastos localizados en distintas regio-nes, idea aceptada por la mayor parte de los investigadores. Gray y Gruenfeld 10

no admiten la comparación de los mio-blastomas con las células granulares, re-chazando la teoría miogénica para las lesiones de otras localizaciones distintas a la lingual.

El origen neural ha sido inicialmente defendido por Fust y Custer 7• 8 basándo-se en la existencia de masas concéntri-cas de células granulares, en cuyos cen-tros se encuentran haces de fibras ner-viosas .. Estructuras de este tipo las en-cuentrán dentro y en los márgenes del

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Fig. 5.-Vista panorá-mica parcial del tumor. Arriba y a la izquier-da epidermis y algunos bulbos pilosos. Arriba y a la derecha zona de ulceración. Abajo y a la izquierda (flecha) se aprecia un filete nervioso ocupado por células tumorales en el momento de entrar en la tumoración (tri-crómico de Mallory, luminar de 25 mm.)

la mielina. Con el azul de toluidina des-tacan notablemente los gránulos, que no muestran metacromasia. Con esta tinción se ven abundantes células cebadas en el estroma de la lesión. Con la impregna-ción argéntica se pueden distinguir dos tipos de gránulos, unos de pequeño ta-maño y otros ligeramente mayores y más pálidos. Los núcleos son redondeados o ligera-mente ovoides y la mayoría muestran

uno o dos nucleolos, que destacan v1s1-blemente con el verde de metilo pironina. Se han visto algunas figuras de mitosis (fig. 4). El aspecto que merece una mayor aten-ción es el de las relaciones observadas entre las células propias de la lesión y los filetes nerviosos, relaciones que pue-den cbservarse tanto en el interior del tumor como a cierta distancia del mis-mo (fig. 5 a 9). La mayor parte de los

Fig. 6.-Detalle de ·a entrada en la tumora-ción del nervio a dife-rente altura (cortes se-riados). La mayor par-te del nervio ha sido ocupada por células granulares. Las flechas señalan la presencia de filetes nerviosos resi-duales (Hematoxilina-cosina. objetivo de 10)

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haces situados fuera de la tumoración propiamente dicha se hallan ocupados parcial o totalmente por células granu-lares de iguales características que aque-llas observadas en plena tumoración. En los filetes parcialmente ocupados pue-den identificarse, aún, grupos de fibras nerviosas, muchas de ellas con su vaina de mielina. Generalmente, las células granulares circundan los haces nerviosos, encontrándose sólo ocasionales células

Fig. 8.-Detalle de un f i 1 et e parcialmente ocupado por células granulares de la figura anterior. (PAS, objeti-vo de 40).

Fig. 7.-Filetes nervio-sos a distancia de la tumoración cortados de través. Todos ellos se hallan ocupados total o parcialmente por célu-las granulares (PAS, objetivo de 1 O).

que se encuentran en el interior del haz (figuras 7 y 8). En algunos filetes, la ocu-pación a cargo de las células granula-res es casi total, quedando sólo algunos hacecitos dentro, que, en ocasiones, re-quieren cortes seriados para conseguir su identificación (fig. 9). Finalmente, otros filetes se hallan totalmente ocupa-dos por los elementos granulares, ha-biendo desaparecido todo vestigio de fi-bra nerviosa.

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En algunas células granulares se identi-fican estructuras que tienen el mismo as-pecto que los cilindroejes, especialmente en la vecindad de filetes conservados.

De las tinciones utilizadas para la mieli-na, el sudán ha dado los mejores resultados. La mielina se halla presente sólo en torno a algunos cilindroejes, en-contrándose en parte bien conservada, especialmente en las fibras de situación más central en los haces. Otra buena parte se halla alterada formando estruc-turas arrosariadas y bolas sueltas, prin-cipalmente en la vecindad de las células granulares. En el citoplasma de los ele-mentos granulares no se ha podido iden-tificar material que se tiña de manera similar al de la mielina. Unicamente los gránulos se tiñen ligeramente con el su-dán. en una coloración gris pizarrosa.

Las estructuras correspondientes a file-tes nerviosos ocupados parcial o total-mente por células granulares pueden ser seguidos un cierto trayecto en el interior de la tumoración, en donde se distin-guen por su contorno redondeado. Sola-mente los cortes seriados permiten iden-tificarlos como tales, al demostrar su continuidad con tramos extratumorales.

DISCUSIÓN

Los hallazgos que acabamos de describir ::e encuentran en consonancia con un ori-gen neural de la lesión hasta ahora de-nominada "mioblastoma de células gra-nulares". Sus elementos celulares se ha-llan en estrecha relación con los nervios, llegando a ocupar parcial o totalmente los mismos, hasta una buena distancia de la tumoración. A su vez, la mayor parte de los nervios se hallan afectados. Las imágenes que ofrecen no son convin-centes de invasión, sino de que las célu-las granulares se originan in situ, por transformación de algún tipo celular que normalmente forma parte del nervio.

Además de esta estrecha relación entre elementos tumorales y nervios, tenemos la pres·encia de "mioblastomas" en re-

de:prnvista> de fibras muscula-res estriadas e inclu-:o en zonas como la neurohipófisis 12 · 14• 20 • en donde es difícil exvlica;las por otro origen que no sea el neiVÍOSO.

La teoría que defiende el origen miogé-nicc de estas lesiones se basa, principal-mente. en la aparente transición de ele-mentos tumorales y fibras musculares.

Fig. 9.-Dos filetes ner-viosos en la vecindad del tumor. El de la iz-quierda muestra un pe-queño haz de fibras nerviosas en el centro. El de la derecha apa-rece totalmente ocupa-do (PAS, objetivo de 40).

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Con el microscopio de luz resulta muy difícil, sino imposible, el comprobar una verdadera transición y descartar el que se pueda tratar de una fibra muscular que cubre una célula granular y es cor-tada transversalmente 8• 15• 18 hecho que, por otra parte, sería un acontecimiento extraordinario para una neoplasia 22 .

Haisken y Langer n, quienes, no aceptan la naturaleza neoplásica de la lesión, consideran un posible origen múltiple para las células granulares. No obstante, esta idea del origen múltiple parece poco probable, ya que no se ha encontrado di-ferencia alguna entre las lesiones locali-zadas en relación con tejido muscular es-triado y las localizadas en otros terri-torios 5· 6· 8.

Con el microscopio electrónico, Fisher y Wechsler 6 encuentran en el citoplasma de las células tumorales estructuras muy semejantes a cilindroejes. Estos au-tores observan también gran semejanza entre las células tumorales y las células de Schwann en la degeneración Walle-riana. Por todo ello, consideran a las cé-lulas granulares como derivadas de las células de Schwann. Las estructuras que tienen el aspecto de cilindroejes, obser-vados en el citoplasma de los elementos granulares, apoyan este punto de vista.

La verdadera naturaleza de esta lesión es un asunto todavía sometido a contro-versia. Algunos autores dudan de su na-turaleza neoplásica, considerándola más bien como un disturbio metabólico o le-sión degenerativa, tratándose de células (¿histiocitos?) que almacenan alguna substancia desconocida, o de fibras mus-culares degeneradas 4, n, 13, 21, 22.

Sin embargo, la mayor parte de los auto-res aceptan su naturaleza neoplásica. Nuestros hallazgos no permiten inclinar-

se en un sentido ni en otro. Unicamente podemos citar la presencia de algunas mitosis, que según Willis no se encuen-tran nunca (fig. 4). Por otra parte, la presencia de marcados nucleolos y el contenido en RNA de las células indi-can una notable actividad de síntesis proteíca, lo que, unido a la pobreza en reticulina, hace poco probable el que se trate de una lesión de naturaleza degene-rativa y menos aún constituida por his-tiocitos.

Un hecho que merece un comentario adi-cional es el de la pironinofilia de los gránulos citoplasmáticos, lo que indica un elevado contenido en RNA. Según Fisher y Wechsler 6 únicamente existen pequeños fragmentos de retículo endo-plasmático con algunos ribosomas en el citoplasma de las células. En cambio, encuentran frecuentes partículas osmió-filas uniformes, que semejan virus, y par-tículas menos osmiófilas e irregulares en tamaño. Las partículas que estos auto-res consideran como posibles virus dan la impresión de hallarse constituidas por RNA. El demostrar que estas partículas son realmente virus tiene cierto interés desde el punto de vista etiológico, ya que, como señalan Fisher y Wechsler, tales virus podrían ser los agentes cau-sales de la lesión, sea ésta de origen tu-moral o no. Naturalmente, no se puede descartar la posibilidad de una parasita-ción secundaria de las células granulares.

Si estas lesiones no tienen su origen en las fibras musculares, como parece ser, la denominación de "mioblastoma" re-sulta inadecuada, aún cuando se acepte su naturaleza neoplásica. No obstante, una denominación totalmente correcta no es posible, mientras no sea reconoci-da la estirpe celular de la cual proceden las células granulares.

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SuMMARY

On the neurogenesis of the so-called granular cdl myoblastoma

The morphological study of an granular cell myoblastoma of the skin of the fore-arm, with no connection to skeletal muscle, has revealed an intimate admixture of the gra-

nular cells with small nerves within and in the vicinity of the tumor. This findings support the hypothesis of the neural origen of the so-called "granular cell myoblastoma".

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