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CAPÍTULO 1

UNA EVOLUCIÓN CONTRASTADA

A lo largo de las últimas décadas, la epistemología y la historia de la geogra-fía han sido objeto de numerosos trabajos, que justifican la permanencia, desde1968, de la Comisión de Historia del Pensamiento Geográfico de la UGI.

Algunos geógrafos encuentran en la historia de su disciplina, si no el origen,sí al menos la j ustificación de sus propias concepciones. Sitúan las innovacionesbajo la garantía de los gloriosos antepasados: Herodoto patrocina una revista devanguardia, Amerigo Vespucio un Festival internacional de Geografía, EliseoReclus una Casa de la Geografía.

En esta obra con finalidad práctica, orientada hacia el futuro, este capítulobusca sólo captar las grandes fases de una notable alternancia entre los componen-tes científicos y utilitarios de la geografía, que ha provocado en esta última unaevolución contrastada. Hasta la primera guerra mundial domina el pragmatismo,para ser luego suplantado, incluso eliminado, por el culto que los universitariosdedican a la ciencia. Después del segundo conflicto mundial, serán necesarias múl-tiples iniciativas individuales antes de que el Coloquio de Geografía Aplicada deEstrasburgo en 1961, y la creación de la Comisión de Geografía Aplicada de laUGI en 1964, señalen un resurgimiento de la componente pragmática.

Sin embargo, la concepción misma de la geografía aplicada choca con lasconsideraciones deontológicas, con la geografía activa, ideológicas, con la geo-grafía radical, la geografía de influencia marxista, y con una reactivación delcientificismo, marcado por el «dios» ordenador. El instrumento domina el pensa-miento. Surgida de la geografía cuantitativa, la nueva geografía hubiese podidoprovocar, después de una crisis que ha sido efectiva, una fragmentación, inclusouna desaparición de la geografía, sin un nuevo esfuerzo de integración marcadopor la utilización de las nuevas técnicas y métodos para la solución de problemasprácticos.

Los ámbitos de aplicación se amplían y se multiplican. Los universitarios seinteresan por ellos, responden a la demanda de los usuarios a través de los trabajoscontratados, y la creación de enseñanzas orientadas hacia la profesionalización.Estas se multiplican hasta tal punto que, para los futuros geógrafos profesionales,se plantea el problema del empleo.

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GEOGRAFÍA APLICADA

1. De la dominante utilitaria a la dominante científica

Buen conocedor del pensamiento geográfico, Ph. Pinchemel ha percibido bieneste tránsito de una dominante a la otra: «En las últimas décadas del siglo xix, lageografía aparecía al mismo tiempo como disciplina profesional y en concordanciacon los problemas políticos y económicos del momento... La geografía era enton-ces una ciencia aplicada que llamaba la atención de los responsables políticos yeconómicos. Desde entonces, la geografía, al convertirse en una disciplina cada vezmás universitaria, se desprofesionalizó en beneficio de la formación de los profe-sores.»

1.1. DEL DESCUBRIMIENTO

La geografía surgió como ciencia aplicada mucho antes de que finalizase elsiglo xlx. Geografía y acción subrayaba que, en todas las épocas, la geografíahabía ofrecido a la humanidad el doble servicio de ampliar su dominio a través delas exploraciones, y de convencer a los que deciden, los políticos, para que contri-buyesen a la ordenación de su medio de vida.'

Desde la Antigüedad, la ordenación racional de los conocimientos adquiridosacerca de las regiones recién descubiertas favoreció el trabajo de exploración, per-mitiendo su recuperación siglos más tarde, mientras que, por falta de relacionescientíficas, las exploraciones de los marineros escadinavos no contribuyeron a re-descubrir un nuevo continente.

Cuando en la época de los grandes descubrimientos el mundo se amplió, lasrelaciones eran estrechas y de doble sentido entre las exploraciones y los geógra-fos, hombres de acción de los que sus soberanos se aseguraban los servicios, o fun-cionarios cuyas publicaciones, sobre todo cartográficas, despertaban nuevas voca-ciones, facilitaban las nuevas expediciones. En el siglo xix, la primera de las Socie-dades de Geografía, la de París, responde «al racionalismo de las Luces». Consi-dera que «unida a todas las ciencias, la geografía sirve de introducción a cada unade ellas», lo que explica su carácter interdisciplinar y su espíritu universalista. Paraampliar el círculo de nuestros conocimientos, la Sociedad debe constituir un refe-rente central, capaz de suministrar las informaciones a los exploradores. Espera acambio resultados que serán transmitidos al mundo científico.'

La organización científica de los conocimientos resultó eficaz. La Sociedad deGeografía, que había otorgado 68 medallas de oro para exploraciones y viajes dedescubrimiento entre 1829 y 1939, no pudo otorgar más que 11 desde entonces,dirigidas fundamentalmente a los espacios deshabitados, desde los grandes fondosoceánicos hasta la luna.

1. Pinchemel, Ph. «Introduction», en Robic, M.-Cl. et al., Geographes face au monde, París, L'Harmat-tan, 1996, p. 13.

2. Phlipponneau, M., Géographie et action. Introduction à la géographie appliquée, París, A. Colin,1960 (cap. 1, «Los orígenes y Bibliografía»).

3. Acta Geographica, n.° 111 (número especial), 1997 y dos números fuera de la serie para el 175 ani-versario de la Sociedad de Geografía. Cf. Sanguin, A.-L., Les sociétés de geographie. Leur rôle dans la decou-verte du monde, dans la popularisation de la géographie et dans l'emergence d'une discipline scientifique.

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Sin embargo, no fueron sólo consideraciones científicas las que incitaron alhombre a ampliar sus conocimientos sobre la tierra. ¿No buscaban los navegan-tes griegos y fenicios, antes que nada, nuevas rutas comerciales? La colonizaciónromana procede de un plan sistemático que se fundamenta sobre un conocimien-to preciso del medio. La elección del trazado de las futuras vías romanas prece-de, a menudo, a la conquista. En la época de los grandes descubrimientos, lafinalidad práctica triunfa abiertamente, y con diferencia, sobre las consideracio-nes científicas. Tanto en el hemisferio occidental como en Oceanía, el descubri-miento prepara la conquista de nuevos territorios. En el siglo de las Luces, másallá de las consideraciones científicas, las competiciones de velocidad entre losmarineros franceses y británicos en el Pacífico ponen de manifiesto otras finali-dades: el levantamiento cartográfico constituye el primer acto de una toma deposesión.

En el siglo xIx, en África, los escasos medios de los primeros exploradores,animados por el afán de aventura, por preocupaciones científicas o religiosas, seincrementaron a través de las sociedades de geografía, sostenidas a su vez por losgobiernos y los medios empresariales. La exploración llegó a ser un asunto deEstado.

Las sociedades de geografía no pueden contar únicamente con sabios y mece-nas ilustrados. Han logrado también el apoyo de altas personalidades gubernamen-tales, administrativas, militares, y de medios financieros. La Sociedad de Geogra-fía de París estuvo presidida por un ministro de Marina, luego de Colonias desde1864 a 1872, por siete almirantes, cuatro generales, y un Mariscal de Francia. Fer-dinand de Lesseps, laureado por la Emperatriz Eugenia en 1869, preside la Socie-dad de 1881 a 1891 y en ella prepara la apertura del canal de Panamá. Los víncu-los son estrechos entre la Sociedad y la política escolar y colonial de Jules Ferry.A partir de 1871, los jóvenes franceses tienen que saber que la patria, a la que sele han amputado Alsacia y Lorena, se constituye en imperio colonial. En 1885, laSociedad cuenta con 2.500 afiliados. Las 30 sociedades provinciales, creadas de1873 a 1899, cuentan ya entonces con más de 20.000. Con su influencia sobre laprensa, por aquel entonces el único medio de comunicación de masas, las socieda-des popularizan esta política marítima y colonial.

El movimiento no es exclusivo de Francia. La Royal Geographical Society

está patrocinada, desde su origen, por Buckingham: «En la RGS tuvo lugar unaverdadera fiebre expedicionaria... A lo largo de toda la era victoriana, la geografíafue la ciencia del imperialismo británico.» (A.-L. Sanguin.) La Sociedad de Geo-

grafía de San Petersburgo, creada en 1845, patrocina a los exploradores que, en losconfines del imperio, preparan su extensión. La Sociedad Belga de Geografía, fun-dada en 1876, después de que Leopoldo II manifestase su interés por los asuntosafricanos, no pudo, quizás, servir como garantía científica a un soberano, granhombre de negocios, pero por lo menos familiarizó a la opinión pública con la pre-sencia belga en África central (H. Nicolaï). En 1914, fuera de Francia, existen 54sociedades de geografía en 33 países. Éstas no se interesan sólo por el descubri-miento de nuevos territorios, sino también por aquellos otros de antigua ocupacióny ya por la mundialización de la economía.

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GEOGRAFÍA APLICADA

1.2. ... A LA ORDENACIÓN

Más allá de las zonas totalmente desiertas, la ordenación de un territorio sehace siempre mediante la sustitución de un poder y de un modo de ocupación porotro, sustitución a menudo más sistemática que empírica. La ordenación del Imperioromano, como la del hemisferio occidental, debe mucho a los geógrafos. Si el maris-cal de Vauban, hombre de acción y que consideraba él mismo como «ociosidades»sus investigaciones inspiradas por un verdadero espíritu geográfico, puede ser consi-derado como el «padre de la Geografía aplicada», es porque parece haber sido el pri-mero que preconizó el empleo sistemático de los métodos geográficos para la orde-nación de los territorios . 4 El puso también a punto cuestionarios, modelos de encues-tas y cuadros estadísticos, ilustrando a través de ejemplos precisos qué resultadosprácticos podían derivarse. Si su informe «sobre los medios de recuperar nuestrascolonias de América y de ampliarlas en poco tiempo» constituye un modelo deinvestigación previa a la puesta en valor de un país nuevo, su «descripción geográfi-ca de la Elección de Vezelay», en la base de su Proyecto de Dixme real, ilustra cómola investigación, la utilización del aparato estadístico, las monografías locales yregionales, las visiones prospectivas, tienen que preparar las decisiones del hombrede acción, aunque éste no tome siempre en cuenta las recomendaciones del geógra-fo. La Dixme real fue condenada en el Consejo y sus ejemplares secuestrados.

En la actualidad, las enseñanzas orientadas a la profesionalización podrían con-sagrar algunas sesiones al análisis crítico de los trabajos de Vauban, al Tratado de laPolicía de Nicolás Delamarre, al Viaje por Francia de Arthur Young, a los Cuader-nos de Reclamaciones y de debates que acompañan la elaboración de una nuevageografía administrativa de Francia que, en dos siglos, apenas fue modificada.

Napoleon I podría cerrar esta antología. El mapa del estado mayor, los censosde la población, el aparato estadístico con los que dotó a la administración pública,no tienen sólo una finalidad militar. «Manifestando bastante interés por la geogra-fía», quiso dotar al Colegio de Francia con cuatro cátedras de geografía que, paracada parte del mundo, permitirían «tener bajo control los conocimientos más exac-tos, las nociones precisas de los nuevos descubrimientos y de los cambios acaeci-dos. Cada uno de estos profesores sería, por así decirlo, un libro vivo y sus cursosofrecerían a cualquier persona que tuviera el deseo o la necesidad de instruirse,mucha utilidad e interés».' Esta concepción de una sección del Colegio de Franciaque desempeñase la función de una ventanilla de información geográfica, bajo con-trol del poder, desde luego, pero también para el público cultivado, habría podidosuponer un impulso decisivo para las investigaciones geográficas, tanto puras comoaplicadas.

La creación de la Sociedad de Geografía de París, en 1821, el mismo año dela muerte del Emperador, respondía al interés que éste tenía por esta disciplina. Sinduda, bajo la Restauración, su finalidad oficial es de orden científico. Pero estadocta sociedad, abierta a los políticos, a los diplomáticos, a los militares, a los«negociantes», responde a las concepciones utilitarias napoleónicas. Éstas serán

4. Philiponneau M., op. cit., pp. 20-24, «Bibliographie».5. Correspondance de Napoleon. 600 lettres de travail, presentadas por Maximilien Vox, París, Galli-

mard, NRF, 1923, p. 200.

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naturalmente retomadas de forma enérgica, tanto durante el segundo Imperio comodurante la tercera República. El príncipe Roland Bonaparte, que preside la Socie-dad desde 1910 hasta su muerte en 1924, llega también a ser en 1922 el primer pre-sidente de la Unión Geográfica Internacional. Pero con el nacimiento de esta aso-ciación de especialistas, durante medio siglo, el espíritu pragmático de la geografíava a desaparecer, sobre todo en Francia, frente a las preocupaciones exclusivamen-te científicas.

1.3. LA GEOGRAFÍA, PATRIMONIO EXCLUSIVO DE LOS UNIVERSITARIOS

Si su dominante pragmática caracterizó a la geografía hasta la primera guerramundial, los geógrafos no desatendieron, entretanto, nunca su componente cienti-fíco, buscando precisamente describir y explicar los materiales que les aportabanlos descubrimientos. Malte-Brun, uno de los fundadores de la Sociedad de Geo-grafía de París, publica en ocho volúmenes una primera Geografía Universal,Humboldt redacta en París su famoso Viaje a las regiones equinocciales del nuevocontinente y la Sociedad de Geografía otorga, en 1892, su gran medalla de oro aEliseo Reclus por su Nueva Geografía Universal.

La popularización de la geografía no se hace más que a través de esas socie-dades, en aquellos países donde no figura o apenas aparece en los programas esco-lares, como es el caso de los Estados Unidos. Es más fácil cuando se integra enellos. La Sociedad de Geografía de París utiliza su influencia entre las altas esferasgubernamentales para que la geografía figure en todos los programas, a todos losniveles. Apoya la creación de cátedras universitarias cuyos titulares contribuyen alprogreso de la investigación, forman profesores de enseñanza media, de escuelasnormales y, a través de éstas, de maestros de escuela. Preparan y dirigen coleccio-nes de libros escolares. Para generaciones de alumnos franceses, Vidal de la Blacherecuerda la imagen de los mapas que acompañaron todo su periodo escolar.

En Gran Bretaña, es la RGS quien consigue que se creen en 1887 las prime-ras cátedras en Oxford y Cambridge. En Japón, la Sociedad de Geografía de Tokiopermite a la geografía penetrar en las universidades japonesas a partir de 1886. EnEstados Unidos, la Sociedad Americana de Geografía, fundada en 1851, consiguela creación de 7 departamentos de geografía en las universidades americanas entre1883 y 1906.

Las sociedades de geografía para las cuales, por principio, la ciencia no tienefronteras y que se abren ampliamente a los especialistas extranjeros, tenían queorganizarse necesariamente a nivel internacional. En 1871, la Sociedad de Geogra-fía de Amberes organiza el primer congreso internacional que reunió a 600 repre-sentantes de una quincena de sociedades. Diez congresos se suceden hasta 1913. 6

Pero, paradójicamente, al favorecer el nacimiento de la geografía universita-ria, las sociedades de geografía se van a privar de una base científica sólida. Ellashabrían podido reforzarse conservando el pluralismo de su composición y de sufinalidad, si los universitarios, que les debían mucho, hubiesen continuado apor-

6. Robic, M.-Cl., et al., op. cit., cap. VI.

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GEOGRAFÍA APLICADA

tando su autoridad científica. Pero los universitarios se van a consagrar a la inves-tigación y a la formación de profesores. Consideran que la geografía se convierteen un asunto de verdaderos profesionales y no de simpáticos aficionados, apasio-nados por los relatos sobre exploraciones, por otra parte casi terminadas. Algunosestiman que éstos sirven de tapadera, con un ropaje científico, a intereses militares,políticos y, sobre todo, económicos.

Los universitarios van a publicar sus trabajos en su propia revista: los Analesde Geografía, creados por Vidal de la Blache en 1891, que llega a ser la revista dereferencia, eclipsando a La Geografia. Boletín de la Sociedad de Geografía. Se agru-pan en el seno de sus propias asociaciones científicas. La Asociación de GeógrafosFranceses, creada en 1923, publica el Boletín de la AGE El fenómeno no es espe-cífico sólo de Francia. H. Nicolaï lo recuerda con humor también para Bélgica.Después de la creación en 1929 de una enseñanza universitaria que no había deja-do de reclamar la Sociedad Belga de Geografía, los universitarios constituyen supropia asociación específica, a la que reservan sus publicaciones. «A sus ojos, laantigua sociedad parecía representar una forma anticuada de geografía, próxima ala de los salones burgueses del siglo xix.» 7

El número de los afiliados a la Sociedad de Geografía de París, que llegó a serde 2.504 en 1885, se redujo a 2.003 en 1913, 1.300 en 1939 y 379 en 1991, conuna clara recuperación desde entonces (535 en 1998, pertenecientes a 28 países).En Gran Bretaña, los universitarios cuyas cátedras deben mucho a la Sociedad Realde Geografía (RGS) crean el Instituto Británico de Geógrafos, que, sesenta añosmás tarde, se fusiona con la RGS. En Estados Unidos, donde, desde 1883 se mul-tiplican los departamentos de geografía en las universidades, se crea en 1904 laAsociación de Geógrafos Americanos (AAG), cuyos Anales publican a partir de1991 artículos con carácter científico, mientras que la Sociedad Geografca Nacio-nal (NGS) conquista desde 1878 un enorme mercado con la National Geographicy sus artículos de divulgación.

En el plano internacional, la primera guerra mundial, al interrumpir proyectosde creación de una unión de las sociedades de geografía, favorece una organizaciónestatal con dirección universitaria. Se ha visto en ello «la revancha de las AcIde-mias de Ciencias y de los universitarios frente a las sociedades científicas». Lacreación de la Unión Geográfica Internacional en 1922, por los delegados de ochocomités nacionales, «se hace a expensas de las sociedades de geografía», avala unaciencia oficial y refuerza la presencia de los Estados. Ciertamente, la ruptura no seproduce de forma inmediata y total. Se condecora a los miembros más prestigiosos.El príncipe Roland Bonaparte, presidente de la Sociedad de Geografía, preside tam-bién el comité francés y llega a ser el primer presidente de la UGI. Emmanuel deMartonne, secretario general de la UGI desde 1931 hasta 1938, y después presiden-te de 1938 a 1949, preside también la Sociedad de Geografía de 1947 hasta 1952.

Las aplicaciones prácticas, uno de los objetivos de las sociedades de geografía,tienen todavía su lugar cuando se funda la UGI. Los geógrafos cumplen una funcióncomo expertos al lado de sus gobiernos en 1919, en el seno de la Conferencia de

7. Nicolai, H., Acta Geographica, 1 997/111, n.° 111, p. 44

8. Robic, M.-CI. et al., op. cit., p. 38.

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Paz, caso de Isaiah Bowman y de E. de Martonne. Para G. Chabot, quien desempe-

ñó la secretaría de una sesión de la Conferencia, se trata «de un notable ejemplo degeografía aplicada».' Sin embargo, la discreción de E. de Martonne contrasta con la

actitud de I. Bowmann, de quien se pudo decir «nunca un geógrafo fue llamado por

su gobierno tan a menudo y con tanta utilidad». 10 ¿Por qué estos dos líderes de la

geografía mundial, que presidieron la UGI, adoptaron a partir de 1920 una actitudtan diferente con respecto a las aplicaciones de la geografía? E. de Martonne denun-

ció muy pronto, antes de la llegada al poder de A. Hitler, las derivaciones de la geo-

grafía alemana, sus graves faltas de ética científica, con la Geopolitik del general

Karl Haushofer, máquina de guerra al servicio del pangermanismo.11

De esta manera, se puede comprender que la escuela geográfica francesa bus-case a convertir la UGI en una «ciudadela» (cité savante) que contribuyese a la ela-boración de una disciplina científica, buscando organizar debates entre los expertosy manteniendo a distancia a los «aficionados» de las sociedades de geografía, quepodían derivar hacia la geopolítica. Es tan sólo al final del periodo, en los congre-sos de Varsovia y, sobre todo, de Amsterdam, cuando reaparecen los temas de lageografía aplicada, desarrollados por I. Bowman con las implicaciones geográficasdel New Deal de Roosevelt, a través de Dudley Stamp con la Land Utilization Sur-vey y la Town and Country Planning Act. «Entre los geógrafos, cuya ausencia esnotable en este ámbito, figuran los franceses.» 12

El temor a las desviaciones a que podían conducir las aplicaciones de la geo-grafía no constituye, sin embargo, la única razón para la abstención de los geógra-fos franceses. Los universitarios son poco numerosos. En 1920, existían 20 profe-sores, y 3 eneencargados de curso o asistentes. Sólo a partir de 1945 su númerosensi ente

s

aumentó Pero, aún en 1956, los 41 profesores y los 30 encargadosde curso y asistentes deben, al mismo tiempo, hacer progresar la investigación yformar estudiantes cuyo número aumenta para satisfacer las necesidades de laenseñanza secundaria. El escaso número de departamentos de geografía que poseenvarios profesores justifica la obligación de la tesis complementaria, garantizandoque podrán enseñarse todas las asignaturas de geografía. Del mismo modo, la geo-grafía sólo puede asociarse a la historia, puesto que los profesores impartirán lasdos disciplinas en los centros de enseñanza media, mientras que para las aplicacio-nes serán también útiles otras disciplinas.

Para la geografía aplicada la situación es, por tanto, menos favorable que enlos países donde los geógrafos universitarios son más numerosos y el lugar de lageografía en los programas escolares más limitado. Los estudiantes tienen que bus-car otras salidas profesionales fuera de la enseñanza, como es el caso de Gran Bre-taña o de los Estados Unidos. Sin embargo, son sobre todo consideraciones teóri-cas, incluso filosóficas, las que justifican el ostracismo de algunos maestros de la

9. Ibid. Véase también Chabot, B., «La geographie appliquée à la conférence de la Paix en 1919». Unasesión franco-polaca, en Lapensée géographique contemporaine. Mélanges Meynier, Saint-Brieuc, PUB, 1972.

10. Barthon Thomas, P. y Karan, P. P., Leaders in American Geography, New-Mexico GeographicalSociety, 1992.

11. Rossler, M., en Géographes face au monde, op. cit., pp. 248-251.12. Robic, M.-CI., en Géographesface au monde, op. cit., p. 223.13. Cholley, A., «Tendances et organisation de la géographie en France», en La géographie française au

milieu du XX siècle, Paris, Baillère, 1957, p. 325.

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geografía francesa respecto a «esta geografía aplicada en la que piensan los cole-

gas jóvenes. Ella debería decir a los que están a la cabeza del gobierno: he aquícómo hay que distribuir a las personas, distribuir las fuerzas, centralizar o descen-

tralizar, crear aquí un polo industrial, aquí una agrociudad, porque nosotros, los

geógrafos, hemos decidido que éstas serían las condiciones en las que la eficacia dela acción del Estado y de los grupos humanos se ejercerían con el máximo prove-

cho... Algunos piensan que se pueden hacer planes y que la geografía es útil para

hacer planes. Desconfío de los planes porque no me considero llamado a recons-

truir el mundo. No creo que sea éste el objeto propio de la geografía humana. Creoque tiene algo mejor que hacer». 14

Esta ejecución de la geografía aplicada, o por lo menos de sus formas carica-turizadas, es menos peligrosa que las sordas maniobras que buscan, cuando sedefiende la tesis, impedir que los geógrafos jóvenes accedan a la enseñanza supe-rior. Pero esta fase, que duró más de medio siglo, marcada por el dominio casiexclusivo, por lo menos en Francia, del componente científico, universitario, sobreel componente utilitario, no podía perpetuarse cuando la evolución del mundosituaba en el primer plano de la actualidad problemas de orden geográfico.

2. Regreso y generalización de un componente utilitario

En el primer congreso de geografía posterior a la guerra, celebrado en Lisboaen 1949, según el joven geógrafo canadiense Louis-Edmond Hamelin «el afrance-samiento de la geografía internacional parecía un hecho aceptado» (véase Robic,p. 284). No obstante, la Escuela geográfica francesa ¿no va a perder su supremacíaal descuidar las aplicaciones prácticas que constituyen ya la fuerza de las escuelasextranjeras?

2.1. LAS CONSECUENCIAS DE LA ABSTENCIÓN DE LOS GEÓGRAFOS

Esta abstención de los geógrafos era comprensible cuando no se sentía lanecesidad de estudiar las relaciones entre el espacio y una economía liberal enestancamiento. La abstención no se justifica, después de la guerra, cuando enormesmutaciones técnicas, económicas y sociales exigen el estudio de sus implicacionesespaciales, de una ordenación racional del territorio." En muchos países, sobretodo, con la crisis de los años treinta, los geógrafos habían sabido responder a lasnecesidades de los dirigentes políticos. En Francia, en plena reconstrucción, cuan-do el «baby-boom» garantizaba una reanudación duradera de la expansión y cuandoel principio de la planificación se imponía ampliamente, podía resultar natural quelas políticas se interesasen por los fenómenos espaciales, al tener necesidad deestudios, de informes técnicos realizados por especialistas a tiempo completo: exis-tía un campo enorme de aplicaciones para la geografía.

14. Sorre, M., «L'orientation actuelle de la géographie humaine», Norois, 1954, pp. 125-126.15. Phlipponneau, M., op. cit., p. 68.

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Pero sería díficil dibujar ahora una situación comprometida entonces por lasreticencias de los propios geógrafos, por la ignorancia de los potenciales usuariosy por el dinamismo de los representantes de otras disciplinas que comprendían elinterés de estos problemas espaciales. Al presentar el estado de la geografía fran-cesa en el congreso de Río, A. Cholley constataba, sin inmutarse: «La cartografíarepresenta, en la actualidad, la única rama de la geografía francesa que abre salidasprofesionales a los geógrafos jóvenes, aparte de la enseñanza.»

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No obstante, algunos ya lamentaban que los usuarios no recurrieran a ellos.R. Blanchard, constatando el desarrollo de la geografía aplicada en Bélgica, señala-ba a los geógrafos de Lieja: «Tienen suerte: su gobierno les aprecia y les emplea.Me siento celoso porque no se nos pide nada parecido en Francia, donde el gobier-no y la administración nos ignoran. El geógrafo está considerado como un aficio-nado, del mismo modo que el filósofo.»" ¿Pero, comprendieron los universitariosque al reservarse la exclusividad científica, absteniéndose de frecuentar en el senode las sociedades de geografía a esos «aficionados» que eran los políticos, los altosfuncionarios, los banqueros, los directores de empresas, se privaban de los contac-tos que hubiesen podido abrir campo de aplicación a la geografía?

Los que deciden se organizaron para hacer que se estudiasen los problemas deorden geográfico por los no geógrafos. Algunos representantes de otras disciplinas,más realistas, completaron por sí mismos, mejor o peor, su formación sobre los asun-tos espaciales y ocuparon los puestos que hubieran debido corresponder a losgeógrafos. Con el espíritu de escuela que caracterizaba la selección en la alta admi-nistración y las grandes empresas, los mandos superiores pertenecieron durantealgunas generaciones a la formación de origen del primer titular. Entre los puestosreservados a los titulados de alto nivel, los geógrafos quedaron excluidos, al igualque lo fueron también en las propias grandes escuelas."

En los años sesenta, la comparación con otros países era ya significativa.

¿Cuántos geógrafos existen en el Ministerio de Obras Públicas y en su Dirección

General de Ordenación del Territorio, o en la Comisaria del Plan, en comparación

con el Ministry of Town and Country Planning británico, o con el Waterstaat holan-

dés? ¿Cuántos geógrafos hay en los ministerios técnicos, Obras Públicas, Agricul-

tura, Industria, en las grandes empresas públicas, en comparación con la URSS?

¿Cuántos geógrafos están empleados por las Cámaras de Comercio y por lasempresas privadas en comparación con los Estados Unidos, donde la geografía

aplicada significa ante todo Business Geography?Esta abstención en la organización y la gestión de la ciudad plantea al geó-

grafo una cuestión de ética. ¿Puede éste permanecer indiferente cuando constataque la ausencia de preocupaciones geográficas al elaborarse los primeros Planes setraduce en un incremento de los desequilibrios regionales, que ciertos erroresmanifiestos en la reconstrucción y la ordenación de las ciudades, la modernizaciónbrutal de las estructuras agrarias, la localización de las actividades, hubieran podi-do evitarse mediante investigaciones previas, dirigidas por un espíritu geográfico?

16.

Cholley, A., op. cit., p. 2517. Blanchard, R., en 50`Anniversaire du seminaire de Géographie de l'université de Liège, Lieja,

1953, p. 51.18. Phlipponneau, M., op. cit., pp. 65-66.

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Para preservar el carácter de «ciencia pura», de disciplina cultural por parte de lageografía, ¿se debe observar con serenidad, indiferencia e ironía, los efectos de unapolítica de planificación, basada en medidas mal estudiadas? La geografía, conce-bida como disciplina puramente científica, como disciplina cultural para la forma-ción de los jóvenes, ¿no está ella misma amenazada?

En primer lugar, por la invasión de otras disciplinas en su ámbito tradicional.He descrito cómo los geógrafos que hubieran podido asociarse a la creación de ins-titutos de administración de empresas, comparables con las Business Schools nor-teamericanas, dejaron a los economistas casi en exclusiva la responsabilidad de for-mar los cuadros administrativos de las empresas francesas.

1 9 Pero, partiendo deinvestigaciones teóricas y de modelos matemáticos, éstos crean también con WalterIsard una Ciencia regional y se consideran en este sentido como los grandes espe-cialistas en los problemas relativos a la localización de las actividades, la planifi-cación regional y la ordenación del territorio. E. Juillard observa, en 1958, los ries-gos que corría la geografía con esta invasión de otras disciplinas y temía que secreara de nuevo «al margen de los geógrafos, una enseñanza de la geografía que nose atreviese a decir su nombre».

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Pero, al mismo tiempo, la geografía se arriesga a fragmentarse como conse-cuencia de una especialización cada vez más estimulada por los geógrafos que seinteresan tan sólo por el progreso científico. A menudo, los geógrafos, después dehaberse apoyado en las ciencias conexas, dan un paso adelante y abandonan unadisciplina que consideran enquistada en su academicismo, en su pretensión de rea-lizar síntesis, y optan por una disciplina nueva, más dinámica y con mucho futuro.Después de la guerra, los geógrafos «generalistas», capaces de estar al corrientecon trabajos que interesan a todas las ramas de la geografía, eran ya poco numero-sos. Por lo general, se habían formado realizando trabajos de geografía regionalque exigían, efectivamente, un verdadero conocimiento de todas las ramas de lageografía. ¿No hubiera sido impulsando, a través de las aplicaciones, una renova-ción de esas investigaciones regionales y revalorizando los trabajos de los geógra-fos generalistas como hubieran podido reducirse unos riesgos de fragmentación yabastante evidentes?

Pero esa abstención con respecto a las aplicaciones amenaza de igual maneraa la geografía como disciplina cultural. Antes de integrarse en la vida activa, de lle-gar a ser ciudadanos y productores, los jóvenes deben conocer los mecanismos ele-mentales de la economía moderna, tener algunas nociones acerca de las estructurassociales y políticas del mundo. Ph. Pinchemel señala que la geografía es entoncesla única ciencia humana entre las que se estudian en la enseñanza media que seinteresa por los fenómenos contemporáneos." Pero se podía ya prever que, si losgeógrafos no ponían de manifiesto, tal como hacían otros especialistas, ejemplosde aplicaciones de su disciplina, su contribución a la organización de la sociedadcontemporánea, la geografía podía tener en el ámbito escolar la suerte del griego ydel latín. Ya a finales de los años cincuenta, algunos proyectos que implicaban la

1 9. Ibid., p. 6920. Juillard, É., «Utilité de la géographie», Cahiers pédagogiques pour l'enseignement du second degré,

febrero de 1958.21. Pinchemel, Ph., «La géographie de l'enseignement», Cahiers pédagogiques, febrero de 1958.

UNA EVOLUCIÓN CONTRASTADA 21

penetración de nuevas disciplinas en la enseñanza, pusieron de manifiesto a losgeógrafos que había llegado la hora de reaccionar.

2.2. ALGUNAS INICIATIVAS INDIVIDUALES

El coloquio de geografía aplicada de Estrasburgo, que supone a través de unavoluntad colectiva el veradero comienzo de la geografía aplicada en las universida-des francesas, fue preparado por múltiples iniciativas individuales y por un intentode problemática.

Las iniciativas individuales fueron a menudo inspiradas por los ejemplosextranjeros. Si Jean Gottman comenzó su carrera como asistente de Albert Deman-geon, es a partir de sus experiencias americanas cuando trabajó como experto parael gobierno francés al acabar la guerra y cuando propuso, en el congreso de Lisboade 1949, la creación de la Comisión de Planificación Regional de la UGI, cuyostrabajos inspiraron mucho a los jóvenes geógrafos franceses. Diez años más tarde,puede hacer constar a los geógrafos americanos los progresos realizados en Fran-cia.`

Personalmente, son los contactos habidos con geógrafos británicos, belgas,holandeses, con ocasión de comparaciones entre la vida rural de la periferia parisi-na y de otras periferias extranjeras, y más tarde una estancia en Estados Unidos, losque me hicieron comprender el interés por la geografía aplicada.` En la obracolectiva sobre el estado de la geografía francesa, destinada al congreso de Río,André Meynier consagró un capítulo a la geografía aplicada; lamentando las reti-cencias de algunos compañeros, constató que, «a pesar de la ignorancia y el escep-ticismo, la geografía aplicada ha demostrado ya el movimiento andando». A. Allixsubrayó el interés de los trabajos de Jean Labasse y el protagonismo alcalvado porlos geógrafos lioneses en el Comité Lionés de Ordenación del Territorio.

En 1956, Omer Tulippe dedicó un amplio espacio a las primeras realizacionesfrancesas en el estudio que consagró a la geografía aplicada . 25 Sobre el mapa uni-versitario, el Centro de geografía aplicada de Estrasburgo, creado en 1947 con unlaboratorio de geografía física y un laboratorio de geografía humana, dirigidos porJean Tricart y Etienne Juillard respectivamente, supuso un destacado avance encomparación con las iniciativas más modestas de otros departamentos de geografía.

De esta manera, a finales de los años cincuenta el espíritu pragmático reapa-rece en la geografía francesa y son los propios universitarios quienes toman la ini-ciativa, al ser muy pocos los que utilizan su formación fuera de la enseñanza, den-

22. Gottman, J., Essais sur l'aménagement de l'espace habité, París, 1966; L'aménagement de l'espace:planification régionale et géographie, Paris, A. Colin, 1952; «Regional planning in France», Geogr. Review,1958, n.° 2, pp. 257-261.

23. Phlipponneau, M., Géographie régionale et géographie appliquée, 50 Anniversario, Laboratoire degéographie de Rennes, Rennes, 1952, pp. 105-118. «La géographie, science appliquée», Geographica, octubre-

noviembre, 1955.24. Meynier, A., «La géographie appliquée», en La Géographie française au milieu du XXe siècle, París,

Baillèrre, 1952. Allix A., «Géographie appliquée et géographie régionale», en La géographie française aumilieu du XXe siècle, pp. 289-294.

25. Tulippe, O., «La géographie appliquée», Bull. Soc. belge d'études géographiques, 1956, pp. 59-113.

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GEOGRAFÍA APLICADA

tro de la administración, los organismos públicos o privados. Pero estos geógrafos«profesionales» ejercen una acción cuya importancia hace lamentar su reducidonúmero. El caso más conocido es el de Jean-François Gravier, cuya obra sobreParís y el desierto francés, aparecida en 1947 y actualizada en varias ediciones,llegó a ser el libro de cabecera de generaciones de responsables locales e inspiró demodo visible, en un sentido u otro, la política de ordenación del territorio. Pero esen el Conservatorio de artes y oficios y no en la Sorbona donde J. F. Gravier dioclases de 1965 a 1983, así como Jean Gottman debió enseñar en la Escuela prácti-ca de Altos Estudios antes de tener la cátedra de la Escuela de geografía de Oxford.Jean Labasse, cuya tesis se publicó en 1955, es al mismo tiempo banquero y uni-versitario, miembro de numerosos organismos de ordenación y de consejos deadministración. 26 Pierre Coutin desempeña un papel importante en la evolución dela política agrícola francesa. F. Raillet, antes de trabajar en el ministerio de laReconstrucción, crea en Reims el primer comité de desarrollo local, y M. Laferrè-re dirige durante un tiempo los comités de desarrollo de la región lionesa. Sinembargo, si bien se cuenta con algunos geógrafos en la administración, la banca, oel periodismo, en 1961 el número de geógrafos «profesionales» censados en elcongreso de Estrasburgo se reduce a menos de veinte.

Son, por tanto, los universitarios los que desempeñan un papel casi exclusivobajo diferentes formas. No obstante, salvo el Centro de geografía aplicada deEstrasburgo, no existen más centros de enseñanaza específica, por lo que los futu-ros profesionales deben adquirir por sí mismos, de manera empírica, los conoci-mientos que les faltan.

2.3. GEOGRAFÍA Y ACCIÓN: UNA PROBLEMÁTICA DE LA GEOGRAFÍA APLICADA

A finales de los años cincuenta se impone una acción colectiva, pero tiene queorganizarse para ofrecer una primera visión de conjunto, finalidad específica deGeografía y acción. Introducción a la geografía aplicada, cuya problemática man-tiene una sorprendente actualidad. La presente obra ilustra mediante múltiplesejemplos las ideas que, cuarenta años antes, se deducían de experiencias aún muyli mitadas.

Entonces no dedicaba un espacio importante a las cuestiones de terminología.El término de Geografía aplicada traduce sencillamente una expresión británicaque habría sido empleada por primera vez por H. J. Heberston hacia 1890 y popu-larizada por la escuela de L. Dudley Stamp. 27 Al ser un término ampliamente utili-zado ya en la literatura geográfica internacional, me pareció normal adoptar la tra-ducción francesa. No pensaba verdaderamente en 1960 que esta expresión suscita-ría tantas polémicas, concretadas en la introducción de la Geografía activa de Pie-rre George, de la Geografía voluntaria de Jean Labasse, de la Geografía aplicablede Jacqueline Beaujeu-Garnier, de la Geografía implicada de Armand Frémont, o

26. Gravier, J.-F., Paris et le désert fiançais, París, Flammarion, 1947. Labasse J., Les capitaux de laregión, París, A. Colin, 1955.

27. House, J. W., «Great Britain. Origin and Evolution of Applied Geography», en La géographie appli-quée dans le monde, Praga, CGA, 1965.

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de la Geografía ciudadana de Denis Retaillé. Siempre pensé que los geógrafostenían cosas más importantes que hacer que intentar determinar el sexo de losángeles.

La problemática me pareció siempre igual de sencilla. El término de geogra-fía aplicada pretende, simplemente, diferenciar los trabajos de «ciencia pura» quepueden, ciertamente, dar lugar a aplicaciones pero que no fueron concebidos paraesta finalidad, de aquellos otros trabajos concebidos con una finalidad práctica,para responder a la demanda de un usuario, o que puedan, al menos, desembocarde forma directa en una utilización.

Ciertamente, el éxito de las aplicaciones depende del avance de las investiga-ciones de carácter puramente científico, de la puesta a punto de nuevos métodos.Se puede asimismo considerar que toda obra, artículo, mapa, puede tener una utili-zación práctica, aunque no sea ésta su finalidad. Aun así, sería necesario que suautor hiciese el esfuerzo de enseñar a un posible usuario cómo sacarle provecho.

Considero siempre como un falso problema la oposición entre ciencia pura yciencia aplicada. ¿Por qué un estudio geográfico comenzado con un propósito prác-tico debería tener un valor menor que un estudio emprendido con un propósito per-fectamente desinteresado? ¿No debe realizarse con un rigor tanto mayor cuantoque sus repercusiones pueden resultar más considerables? Así pues, un estudio degeografía aplicada no se debe diferenciar, en cuanto a sus métodos, de un estudiode ciencia pura. E. Juillard señala que «los mismos métodos de investigación, lamisma necesaria objetividad presiden los trabajos en ambos casos, puesto que losfactores que están en juego no cambian de naturaleza, según desemboquen o no enun problema de acción. Las conclusiones en los dos casos se presentan bajo unaforma análoga. Lo más frecuente es que sean posibles varias soluciones, según seelija actuar sobre un determinado factor antes que sobre otro..., pero en el marcode estas posibles hipótesis, las opciones esenciales escapan al geógrafo, al pertene-cer al político, al administrador, al urbanista, en una palabra, al hombre deacción». 28

Distinción esencial: el geógrafo analiza las posibles consecuencias de la apli-

cación de las diferentes hipótesis, prepara las decisiones del hombre de acción, delpolítico, pero no las toma. Vauban debió de comprenderlo cuando su Dixme Realfue incautada después de haber sido condenada en Consejo. Sin duda, si el geógra-

fo piensa que la elección del político no se ajusta al bien común, puede compro-

meterse él mismo recurriendo a la opinión pública, entrando incluso en el ámbitode la política, pero en este caso como ciudadano.

Las investigaciones geográficas aplicadas que, por sus impactos, deben ser lle-vadas con un rigor por lo menos igual al de las investigaciones clásicas, puedencontribuir además al progreso de los conocimientos científicos. Pueden ofrecer elacceso a fuentes documentales a menudo negadas al investigador puro. Los ejem-plos abundan y serán desarrollados a propósito de los trabajos contratados.

Incluso cuando las investigaciones aplicadas exigen al geógrafo una discre-ción que puede ir hasta abstenerse de su publicación, la experiencia así adquiridaserá valiosa tanto para trabajos posteriores como para la formación de los alumnos,

28. Juillard, E., «Utilité de la géographie», Cahiers pédagogiques, febrero de 1958.

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GEOGRAFÍA APLICADA

los futuros profesionales. Las universidades americanas reconocen el interés deque los geógrafos participen en investigaciones aplicadas. Ser consejero de unaadministración o de una gran firma aumenta la reputación y el nivel de remunera-ción del universitario. Del mismo modo, la movilidad, la alternancia entre las fun-ciones de consultoría, las funciones administrativas y las funciones universitariasse concibe como un medio de evitar el anquilosamiento de la universidad.

Otro elemento positivo de la investigación aplicada con respecto a la investiga-ción pura: las ventajas de orden material que permiten, en primer lugar, emprendermás investigaciones que exigen gastos de estancia y desplazamiento que no estáncubiertos por los organismos oficiales de investigación. Mejoran las condiciones defuncionamiento y favorecen el empleo de un personal técnico y administrativo.

Un elemento esencial es el hecho de que la investigación aplicada permiteexperimentar. La hipótesis avanzada por el investigador para una aplicación seráconfirmada o refutada por los hechos que resultan de la decisión tomada, lo que noocurre con las teorías explicativas o con las especulaciones abstractas. Esto resultaparticularmente nítido en el caso de la geografía física. La respuesta de la natura-leza a las hipótesis del investigador puede sancionar rápidamente la validez de suenfoque científico. Sin la investigación aplicada, el conocimiento científico progre-saría mucho más lentamente. En materia de investigación regional, el tiempo derespuesta es naturalmente mayor, tal como pone de manifiesto el caso de Bretaña.`

El paso de la fase de investigación pura a la de investigación aplicada secaracteriza por la adopción de una actitud prospectiva. A. Cholley comparó elcampo de estudio del geógrafo con el del biólogo. Como aquél, analiza los facto-res que se combinan para otorgar su prodigiosa complejidad a un fenómeno geo-gráfico, a una ciudad, a una región. También se le puede comparar con un médicoque busca descubrir, tras un fenómeno superficial, el sutil juego de los órganosinternos. Pregunta, compara, antes de avanzar un diagnóstico.

Pero el médico, ¿puede considerarse satisfecho sólo con haber establecido eldiagnóstico de un «caso interesante»? ¿No debe aconsejar los remedios suscepti-bles de mejorar el estado del paciente o enviarlo a un especialista más competen-te? Es al geógrafo de la geografía regional, que posee un conocimiento directo yglobal del medio, al que le corresponde la tarea de establecer ese diagnóstico. ParaG. Chabot «es un poco el médico de medicina general. Necesita saber un poco detodo, aunque pueda dirigirse a sus colegas para los casos complicados». 31

La ordenación del espacio es, efectivamente, el ámbito esencial de aplicaciónde la geografía, de intervención del geógrafo profesional, que raramente está aisla-do y trabaja a menudo en el seno de un equipo pluridisciplinar en un gabinete deurbanismo, una gran empresa, un organismo territorial. En 1952, Ph. Pinchemeldefinía cuál podría ser el papel del geógrafo en estos equipos pluridisciplinares.`

29. Le Lannou, M., Géographie de la Bretagne, Rennes, Plihon, 1958. Phlipponneau, M., Inventaire des

possibilités d'implantations industrielles en Bretagne, Rennes, CELIB, 1956. Phipponneau, M., Le modèle

industriel breton, 1950-2000, PUR, Rennes, 1993.30. Cholley, A., «Remarques sur quelques points de vue géographiques», Inform. Géographique, 1948,

pp. 85-90 y 127-135.31. Chabot, G., Les concepcions françaises de la science géographique, Norsk Geografisk Tidskrift,

1950, pp. 309-321.32. Pinchemel, Ph., «L'aménagement du territoire», Inform. Géographique, enero-febrero, 1952.

UNA EVOLUCIÓN CONTRASTADA

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Finalmente, ya a partir de 1960 la cuestión de la independencia del geógrafome parecía un elemento esencial de la problemática, mucho antes de que intervi-niesen los escrúpulos deontológicos de los puristas de la Geografía activa. «Estaorientación de la geografía presenta un peligro que no se debe subestimar: el geógra-fo se arriesga a perder su independencia, el bien más valioso del universitario ycondición absolutamente necesaria de la objetividad, del rigor científico de su tra-bajo.» 33 Constatación que sigue siendo válida, aunque el peligro es distinto para elgeógrafo profesional y para el geógrafo universitario.

2.4. EL COLOQUIO NACIONAL DE GEOGRAFÍA APLICADA DE ESTRASBURGO(20-22 DE ABRIL DE 1961)

Este coloquio del CNRS (Centre Nationale de la Recherche Scientifique),cuyos resultados se publicaron en Actas, organizado por el Centro de geografíaaplicada de Estrasburgo, señala realmente el punto de partida de la geografía apli-cada en la mayoría de las universidades francesas. Bajo la presidencia de GeorgesChabot, reunió a 60 universitarios franceses que representaban a 22 departamentosde geografía u organismos científicos, 15 estudiantes del tercer ciclo y 15 personascon capacidad de decisión, interesadas por las aplicaciones de la geografía (Comi-saría del Plan, Dirección General de la Ordenación del Territorio, EDF, bancos...).De ámbito oficialmente nacional, también participaron 15 universitarios extranje-ros representantes de nueve países. El informe internacional, que representa casi untercio de las Actas del coloquio, favoreció la creación de la Comisión de GeografíaAplicada de la UGI en el congreso de Londres de 1964.

Para ese coloquio de tres días se eligió un sistema que permitía, al mismotiempo, tener en cuenta las ideas expresadas por colegas ausentes y entablar verda-deros debates entre los participantes efectivos. Como resultado de reuniones prepa-ratorias, se eligieron 11 ponentes en función de su centro de interés y los trabajosya realizados. A partir de un esquema general, cada uno de los ponentes definió uncuestionario adaptado al tema a tratar. Se apoyó en las respuestas recibidas paradestacar las ideas generales y las recomendaciones. Después de una rápida presen-tación, difundida previamente, quedó un amplio espacio para el debate.

Para ejemplificar la primera sesión dedicada a las aplicaciones de la geografíafísica, J. Tricart señaló los diez puntos del cuestionario difundido en todos losdepartamentos de geografía. De un total de 18 respuestas, se desprendieron lasorientaciones generales. Algunos ejemplos del informe internacional se tomaron dePolonia, URSS, y Bélgica; quedó tiempo suficiente para el debate: se contaron 27intervenciones y 5 contestaciones de J. Tricart.

La misma técnica se utilizó también para la ordenación rural con Pierre Bru-net, los países tropicales (Louis Papy y Guy Lasserre), la ordenación urbana (Phi-lippe Pinchemel), las relaciones con las actividades económicas (Michel Phlippon-neau), los transportes (Gilles Sautter), el turismo (Bernard Kaiser), la ordenaciónregional (Etienne Juillard), la formación y las salidas profesionales (Michel Cheva-

33. Phlipponneau, M., Géographie et action, op. cit., p. 80.

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GEOGRAFÍA APLICADA

lier y Jean Pelletier). Jean Labasse, encargado de las relaciones con los usuarios,tuvo a su cargo las conclusiones, con Omer Tulippe en la parte internacional.

Esos diferentes informes sirvieron, efectivamente, como punto de partida paralas formas y áreas de aplicación de la geografía. Pueden deducirse algunas ideasdel informe final de Jean Labasse, que se reconoció a sí mismo como «usuario» entanto que banquero, y a la vez como «universitario a tiempo parcial». Algunascuestiones siguen siendo de una asombrosa actualidad. Por lo menos para la orde-nación, el campo más importante, «no se espera solamente del geógrafo una res-puesta precisa a una pregunta contractual, sino un testimonio espontáneo, una cier-ta actitud prospectiva en lo que se refiere a la diversidad de los problemas que sediscuten». La posición del geógrafo es incómoda puesto que ha establecido unabisagra entre ciencias de la naturaleza y ciencias humanas, pero tiene en este sen-tido una vocación integradora que algunos le reprochan. Se le quiere ignorar, aun-que se plagien al mismo tiempo sus trabajos. Pero al manifestar un cierto «puris-mo», ¿no se resiste, de hecho, a abandonar la comodidad de la universidad paraabordar el mundo real, con sus problemas económicos y sociales?

Este regreso del geógrafo a las preocupaciones utilitarias es reciente, los contra-tos formales son todavía escasos y el número de geógrafos profesionales extremada-mente limitado: un ponente no consiguió censar más que dieciocho; el representantede una gran entidad bancaria no ocultó que estaba poco satisfecho de los serviciosofrecidos por algunos geógrafos que había reclutado. Pero las observaciones de losusuarios facilitan una autocrítica que pueden desembocar en propuestas de mejoras.

Al presidir la última sesión, Omer Tulippe deseó que se incrementase eseesfuerzo de coordinación manifestado a escala internacional, cuestión a la quehabría efectivamente de responder la creación de la Comisión de Geografía Apli-cada dentro de la UGI.

3. Una recuperación del cientificismo

En 1960, en el congreso de Estocolmo, cuando se prepara la creación de laComisión de Geografía Aplicada, que será oficialmente constituida en Londres, en1964, geógrafos británicos, americanos y escandinavos, ya apasionados por el uso delas matemáticas y de las estadísticas, confrontan las enormes posibilidades ofrecidaspor el ordenador y preparan la revolución cuantitativa, base de una nueva geografíaque marca el retorno de un cientifismo que hubiera podido fragmentar esta disciplina.

En 1961, mientras representantes de casi todos los departamentos de geogra-fía de las universidades francesas participan en el co}~4quio de Estrasburgo, PierreGeorge se pregunta: ¿Existe una geografía aplicada La respuesta, evidentemen-te negativa, es ampliamente explicitada en una obra colectiva, que añade un nuevocalificativo a la geografía. La Geografía activa, por el sesgo de las preocupacionesdeontológicas, justifica el retorno en exclusiva a las preocupaciones científicas, quese manifiestan por la nueva geografía.

34. George, P., «Existe-t-il une géographie appliquée?», Ann. Géographie, 1961, pp. 337-345.35. George, P., Guglielmo R., Kaiser B. y Lacoste Y., Lagéographie active, París, PUF, 1964.

3.1. LA GEOGRAFÍA ACTIVA

UNA EVOLUCIÓN CONTRASTADA 27

Al comparar los títulos de Geografía y acción y Geografía activa, compartídurante mucho tiempo la opinión de André Meynier para quien «no existiría undesacuerdo fundamental sobre esta nueva orientación de la geografía». 36 Nunca hecriticado la noción de Geografía voluntaria de Jean Labasse, que había presididola sesión de clausura del coloquio de Estrasburgo, ni la de Geografía aplicable deJacqueline Beaujeu-Garnier que, publicando una valiosa colección de obras bajoeste título, participó siempre desde muy cerca en los trabajos de la Comisión deGeografía Aplicada . 37 Para Jean Labasse, la Geografía voluntaria «es una re-flexión, orientada hacia la acción, sobre los esfuerzos que el hombre emprendedeliberada y voluntariamente con objeto de modificar las condiciones espacialesde existencia de una comunidad». Para la Geografía aplicable, «en un momentoen que los geógrafos están cada vez más comprometidos con las múltiples activi-dades que afectan a la ordenación y la organización del espacio, es necesario defi-nir mejor la posible función de la disciplina, poner de manifiesto que los geógra-fos son auxiliares inseparables de cualquier organizador, de cualquier responsableadministrativo o político. Geografía voluntaria y Geografía aplicable no ponenen cuestión la Geografía aplicada: representan una forma preparatoria, y la últi-ma se caracteriza simplemente por el hecho de que responde a la demanda de unusuario».

No sería necesario recordar todavía en la actualidad esta Geografía activa,

para Pierre George «la única geografía», si no hubiera cuestionado profundamentela orientación pragmática, el componente utilitario de la geografía, que conduce aresponder de forma adecuada a un problema planteado por el hombre de acción.Con argumentos deontológicos a los que los jóvenes son muy sensibles, se les invi-ta a mantener una absoluta confianza en las posibilidades que la ciencia ofrece aldescubrimiento de la verdad, a apartarse de una carrera profesional, tan interesantepara ellos como útil para la sociedad. Se muestra la geografía aplicada bajo formascaricaturescas: la del geógrafo «enganchado al carro de un equipo de planificado-res regionales o nacionales, que ha dejado imprudentemente su posición objetivacomo experto, para venderse al poder administrativo o integrarse en él». Es paraevitarle «a la geografía, las crueles muestras del desprestigio engendrado por laatribución del calificativo de geográfico a empresas de otro orden y por la aliena-ción que supone un cierto retorno a la geopolítica», por lo que el concepto de Geo-grafía aplicada debería sustituirse por el de Geografía activa.

Al mismo tiempo, reconociendo que los jóvenes geógrafos están «impacientespor confirmar su utilidad para el desarrollo económico y social..., e incluso envi-dian las oportunidades que ofrecen carreras planteadas de modo similar a las de losingenieros y los técnicos», se quiere evitar una «geografía estrictamente contem-plativa». Por eso, «la Geografía activa será el ámbito del universitario, del investi-gador, independiente por completo, libre para elegir sus temas de investigación, el

36. Meynier, A., Histoire de la pensée géographique en France, París, PUF, 1969, p. 188.37. Labasse, J., L'organisation de l'espace, París, Hermann, 1966. Beaujeu-Garnier, J., La géographie,

méthodes et perspectives, París, Masson, 1972 y «Préface» en J. Tricart, Géomorphologie applicable, París,Masson, 1977.

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GEOGRAFÍA APLICADA

ritmo de sus trabajos, cuyo valor será tan evidente que los que deciden, los hom-bres de acción, aplicarán con la mayor naturalidad sus enseñanzas.

Impregnados todavía por el marxismo, los promotores de la geografía activapiensan evidentemente en las condiciones que la Academia de Ciencias de la URSSofrece a sus investigadores, que trabajan mucho más sobre las aplicaciones quesobre cuestiones de ciencia pura. Pero esas investigaciones, ¿estarían al abrigo dela ideología propia del investigador o impuesta, y de teorías generalmente admiti-das y no sometidas a discusión? Se podrían multiplicar los ejemplos de trabajosrealizados por los autores de la Geografía activa donde se hace patente la ideolo-gía, la ausencia de espíritu crítico con respecto a las admirables realizaciones «vin-culadas a la instauración del régimen socialista que quebró el poder de los privile-giados», o «las enseñanzas fundamentales de la experiencia china, válidas para elconjunto del Tercer Mundo».

Pero, sobre todo, esa concepción de la geografía activa, que ofrece al investi-gador independiente medios ilimitados, descansaba sobre una peligrosa ilusión talcomo la mostrado la evolución de los efectivos y de las condiciones profesionalesde los investigadores del CNRS y de la ORSTOM. El responsable político, quedebe solucionar un problema inmediato y muy concreto de ordenación del espacio,el gerente de empresa que debe localizar una nueva unidad de producción, ¿setoman el tiempo necesario para llevar a cabo trabajos científicos generales sobrelos elementos que puedan inspirar su acción? El que decide necesita respuestasrápidas a cuestiones precisas, que le permitan elegir. Si los geógrafos juzgan con-trario a su dignidad, a su ética profesional, responder a esas cuestiones, otros loharán con una cualificación menor y los jóvenes se orientarán hacia otras discipli-nas que penetrarán también en la enseñanza de segundo grado, puesto que éstas, aldestacar sus aplicaciones prácticas, se beneficiarán de los favores concedidos porlos medios de comunicación de masas.

De esta manera, las críticas infundadas acerca de la geografía aplicada y laapología de una geografía «activa» ejercieron una influencia fuertemente negativa,al desviar a muchos jóvenes de este componente utilitario, mientras que fueronmuchos, en esta época de integración en la universidad, los que centraron suesfuerzo en la adopción de nuevos métodos científicos.

3.2. LA «NUEVA GEOGRAFÍA» Y SUS RIESGOS DE FRACCIONAMIENTO

La explosión demográfica que caracterizó al profesorado de la enseñanzasuperior, cuyos efectivos se duplicaron en 15 años, pasando de apenas 336 en 1968a 663 en 1983, está vinculada fundamentalmente a las necesidades de formación delos futuros profesores de enseñanza secundaria y no al desarrollo de las investiga-ciones aplicadas o a la formación de futuros geógrafos profesionales. Las activida-des docentes aventajan con mucho a las actividades de investigación. Se invita a losprofesores a aceptar horas extras, menos costosas que la creación de nuevos pues-tos de trabajo, y en 1984 se aumenta oficialmente la duración de los servicios,reduciendo por tanto el tiempo que podría dedicarse a la investigación. El personalpermanente del CNSR y del ORSTOM se estabiliza, envejece con la escasez denuevas incorporaciones y no se ve incentivado a participar en investigaciones apli-

UNA EVOLUCIÓN CONTRASTADA 29

cadas que hubieran podido, a través de un sistema de contratos, reforzar sus mediosy permitir reclutar algunos jóvenes.

Los geógrafos jóvenes más dinámicos también orientan sus trabajos hacia laciencia pura y no hacia las aplicaciones, aun cuando estas últimas llegarán mástarde. Intentan ante todo poner de manifiesto su capacidad de adaptación a las nue-vas técnicas y métodos. Dentro de la atmósfera postsesenta y ocho, y con la eufo-ria que provoca el descubrimiento al joven investigador, éstos confunden fácilmen-te el fin con los medios y consideran con un sentimiento de superioridad, y mástarde con cierta conmiseración, el arcaísmo de los métodos aplicados por los man-darines, atreviéndose a veces a recordarles que lo útil tendría que permanecersubordinado al pensamiento.

El desarrollo de esta nueva geografía, importada de los países anglosajones,habría podido provocar una crisis mortal, si no se hubiera hecho el esfuerzo de vol-ver a centrar la disciplina."

Hasta el congreso de Montreal, en 1972, los geógrafos franceses mostraron unevidente retraso en comparación con sus colegas anglosajones que, desde los añossesenta, habían intentado sacar partido del formidable instrumento que representael ordenador. De la confrontación de experiencias entre los investigadores america-nos, británicos y escandinavos nació la revolución cuantitativa. Incluso si, al prin-cipio, el ordenador tenía un lugar reducido, favoreció el recurso sistemático a losdatos y métodos estadísticos, a la traducción matemática de elementos que debíanpermitir construir y verificar la validez de los modelos.

La nueva geografía penetró más rápidamente en países nuevos como Brasilque en la propia Francia. En 1972, en la obra que presentaba la geografía francesaen el congreso de Montreal, la penetración de los nuevos métodos resultaba toda-vía muy débil. Charles-Pierre Péguy, uno de los geógrafos más matemáticos,lamentó no haber conocido el ordenador veinte años antes. Étienne Juillard, a pro-pósito de la regionalización, constata en una página que la geografía francesacomienza a acceder, con un grave retraso, a los diferentes métodos cuantitativos, yamuy utilizados por los geógrafos escandinavos, ingleses y norteamericanos. En elmismo año, Pierre George, pese a su preocupación por privilegiar la ciencia conrelación a sus aplicaciones, denuncia la ilusión cuantitativa en geografía."Sin

embargo, el avance de la nueva geografía se acelera en la atmósfera gene-ral de contestación posterior a 1968. La traducción francesa de la obra de P Hag-gett sobre el análisis espacial en geografía humana precipita el movimiento .40 Enel seno de la Comisión Nacional de Geografía, una Comisión de geograffa teórica

y cuantitativa, creada en 1975, llega a ser veinte años más tarde una de las másactivas e interesa a más de 80 investigadores de una veintena de universidades.

38. Pinchemel, Ph. y G., La face de la terre, París, A. Colin, 1996 (bibliografía y cap. 1). Calval, P., La

nouvelle géographie, París, PUF, 1977. Id., Geographic humaine et économique contemporaine, París, PUF,

1984. Scheibling, J., Qu'est-ce que la géographie?, París, Hachette, 1994. La pensée géographique contempo-raine. Mélanges Meynier, Saint-Brieuc, PUB, 1972. La recherche géographique française, Comité national de

géographie, París, 1972-1976-1980-1984. Clavai, P., Histoire de la géographie française de 1870 à nos jours,París, Nathan, 1998. Marconis, R., Introduction à la géographie, París, A. Colin, 1996.

39. George, P., «L'illusion quantitative en géographie», en La pensée géographique contemporaine, op.

cit., 1972, pp. 121-132.40. Haggett, P., L'analyse spatiale en géographie humaine, París, A. Colin, 1973.

EOGRAFÍA APLICADA

A partir de 1972, una nueva revista, L'Espace Géographique, difunde trabajos orien-tados hacia la geografía teórica y cuantitativa, favorece los contactos, suscita lacreación de grupos de investigadores (Groupe Dupont), de prácticas, de coloquios(Géopoint). El análisis de datos, los SIG, la modelización, la cartografía automáti-ca, las imágenes de satélite, interesan a un número cada vez mayor de geógrafos.La multiplicación de artículos, libros, más tarde de tesinas y, por fin, de tesis, ponede manifiesto que el estado de asimilación de los métodos anglosajones se ha supe-rado ya ampliamente, que trabajos originales adquieren una calidad internacional yque los estudiantes cuentan con directores de investigación perfectamente cuali-ficados.

Todas las ramas están incluidas, con un claro predominio de la geografíahumana y en particular de los problemas urbanos, tal como ya se había observadoen los trabajos de los geógrafos anglosajones. En una segunda fase, al separarse dela orientación teórica y cuantitativa, las nuevas técnicas como SIG, teledetección ocartografía automática abren directamente, por sí mismas, nuevas salidas profesio-nales a los geógrafos.

Esta penetración de nuevas técnicas y métodos se combina con una efer-vescencia de ideas filosóficas y políticas, prolongación del mayo de 1968, y se vefavorecida por las reformas universitarias y la creación de nuevas universidades. Lasdiversas interpretaciones del marxismo conducen a privilegiar el estudio de las desi-gualdades sociales, que son también desigualdades espaciales y, por tanto, geográfi-cas. La política penetra con fuerza en la geografía francesa y el estilo académicodeja su lugar a un estilo polémico. En 1976, a raíz de una investigación de geogra-fía aplicada en el golfo de Tonkin, Yves Lacoste, coautor de la Geografía activa,publica una obra panfletaria, Hérodote, una revista de geopolítica que alcanza laextraordinaria tirada de 4.000 ejemplares y que reagrupa a los geógrafos más hosti-les a la «vieja geografía», demasiado descriptiva y que oculta «la geografía de losestados mayores, militares, políticos y económicos», totalmente incapaz por falta debases teóricas de proponer perspectivas mejores para el futuro próximo.`

Pero para dar una base sólida a esta geografía teórica, el geógrafo debe hablarde igual a igual con los especialistas de ciencias conexas, adoptar sus técnicas, loque conduce a disociar aún más las diversas áreas de la geografía física y humana.Esta hiperespeci alización conduce de igual manera a disociaciones institucionales,tanto en el CNRS como en el Consejo superior de universidades. Y en el seno delos geógrafos se constituye en 1982 una Asociación para el Desarrollo de la Geo-grafa (AFDG), cuyo nombre evoca por sí mismo el ardor y la impaciencia de losgeógrafos jóvenes, muy críticos respecto de un Comité Nacional de Geografíademasiado timorato, que se obstina entonces en permanecer abierto sólo para losdoctores y se interesa poco por las nuevas formaciones profesionales, pese a ser unelemento esencial para el desarrollo de la geografía.

A comienzos de los años ochenta, esta tentativa de renovación de la geografía,favorecida por la explosión demográfica y el rejuvenecimiento de los cuerpos de laenseñanza, parece que deberá conducir a una verdadera fragmentación, incluso a

41. Lacoste, Y., La géographie, ça sert d'abord à faire la guerre, París, La Decouverte, 1976 y 1985.Véase Hérodote, «Tables 1976-1996, Vingt ans de géopolitique», mayo de 1996.

UNA EVOLUCIÓN CONTRASTADA 31

un cuestionamiento de la propia existencia de la disciplina, absorbida por otras dis-ciplinas conexas cuyo carácter científico parece más riguroso y seduce a los jóve-nes geógrafos.

3.3. UNA REORIENTACIÓN NECESARIA

En 1967, Ph. Pinchemel manifestaba que «la primera condición del éxito de la

geografía aplicada es el rápido progreso de la geografía como ciencia humana»,

pero veinte años más tarde se pregunta sobre las consecuencias de este periodo

revolucionario. Si Ph. y G. Pinchemel proponen volver a centrar la imagen de la

geografía, es porque su diagnóstico es severo: degradación de la imagen de una

disciplina que se fragmenta entre las ciencias naturales y diversas ciencias econó-

micas y sociales. Su contenido se convierte en «una asociación híbrida, de ecolo-

gía, demografía, sociología, economía enriquecida con historia... Todo esto se veacompañado por querellas ideológicas y de un gusto bastante acusado por la fra-

seología hermética. Ya no se hace geografía, pero se defienden corrientes ideológi-

cas opuestas».42

Cuando se preparaba el congreso de París, en 1984, después de haber recono-cido la realidad de esta crisis profunda, tres análisis investigan los medios parasuperarla y Jacqueline Beaujeu-Gamier concluye con una nota optimista: «Despuésde una fuerte rivalidad, a veces expresada en términos poco gratos entre los anti-guos y los modernos, llegó la era de la coexistencia pacífica. La multiplicación delas corrientes es una prueba de vitalidad y de riqueza y toda crisis, cuando se supe-ra, puede tener consecuencias beneficiosas.» 43 Cinco años más tarde, en 1989, laComisión de evaluación de la geografía, que integra a los líderes de la «nueva geo-grafía», constata que «la crisis está en vías de resolución», que la permanencia dela geografía y su unidad ya no se pueden cuestionar, aun cuando llegue a ser cadavez más «plural».

44 Para M.-C. Robic, y para P. Claval, se puede hablar de «salidade la crisis», del «fin del eclipse».

La pluralidad se desarrolla, efectivamente, con nuevas formas de considerar elespacio, nuevas tendencias filosóficas, nuevas técnicas adaptadas a nuevos ámbitosde investigación. La Asociación de Geógrafos Franceses favorece notablemente estatendencia al multiplicar los coloquios, las sesiones y los números temáticos de susrevistas. Se rehabilita la geografía política, se dedica una gran atención a la geo-grafía cultural, al estudio de los paisajes, al medio aljbiente, lo que reestablece asílos vínculos entre los problemas físicos y humanos.

Para la presentación de la geografía francesa en el congreso de La Haya de1996, los trabajos de investigación se clasifican en 12 Comisiones de geografía

42. Pinchemel, Ph., «Libres propos sur la géographie, science humaine», en Mélanges O. Tulipe, t. 2,Universidad de Lieja, 1967, p. 517. Pinchemel, Ph. y G., op. cit., p. 10.

43. Comité national de géographie, La recherche géographique française, artículo de Ph. Pinchemel,M. Drain, L. Faugères y conclusión de J. Beaujeu-Garnier.

44. Comité national d'évaluation, La géographie dans les universités françaises, París, 1989.45. Robic, M.-CI. et al., Géographes face au monde, París, L'Harmattan, 1996. Comité national de géo-

graphie, Les Français dans leur environnement, París, Nathan, 1996. Association de géographes français,Tables décennales BAGF, 1996, n.° 3.

3 2

GEOGRAFÍA APLICADA

física y 17 de geografía humana y regional. Una obra colectiva en la que colaboran36 geógrafos presenta Los franceses en su medio ambiente. Otra sobre Losgeó-grafos frente al mundo permite apreciar la función cumplida por los geógrafosfranceses en el seno de la UGI. Jean-Robert Pitte, presidente de la CNG, ve enestas publicaciones, con un evidente optimismo, el sello «de una geografía reunifi-cada, que avanza por caminos nuevos. La imagen de crisis que acompañaba a lageografía francesa % desdibuja rapidamente. El punto de vista que adopta es másamplio que nunca».

4. De la reorientación a la explosión de la geografía profesional

Esta recuperación, esta reorientación, esperada por toda la comunidad geográ-fica tal como ponen de manifiesto las reediciones sucesivas de La faz de la tierra,¿no está vinculada también a la desparición de la exclusividad concedida a laspreocupaciones científicas, y a la afición al cientifismo de los geógrafos jóvenes?¿No está ligada a la integración de nuevas técnicas y métodos para las investigacio-nes aplicadas, a la reafirmación sin complejos de preocupaciones utilitarias? Sellama como expertos a los especialistas de la geografía cuantitativa, que no se resis-ten a las solicitudes de las administraciones, incluso de las revistas destinadas al«gran público». Las adquisiciones de la «nueva geografía» hacen más eficaz laacción del geógrafo. Se recurre a él porque domina nuevas técnicas, instrumentos degran rendimiento. Para responder a la demanda, los departamentos de geografía mul-tiplican las investigaciones aplicadas y, sobre todo, las materias orientadas a la pro-fesionalización, con lo que estas últimas registran una verdadera explosión.

4.1. LA AMPLIACIÓN DE LAS INVESTIGACIONES APLICADAS Y LA INTEGRACIÓN

DE LOS NUEVOS MÉTODOS

Mientras los enfrentamientos entre las diversas tendencias científicas ocupanel primer plano de la escena, el trabajo en profundidad, comenzado en el colo-quio de geografía aplicada de Estrasburgo, prosigue incluso dentro de los depar-tamentos de geografía más afectados por las polémicas entre antiguos y modernos,y entre los modernos entre sí, que no son menos vivas.

Compañeros jóvenes orientan sus investigaciones hacia cuestiones que pre-sentan un interés práctico, realizan, junto con sus estudiantes, trabajos contratados,informes, se interesan por los problemas locales y regionales, por la vida de la ciu-dad, por una geografía que sería ciudadana y no permanecen indiferentes a lasconsecuencias geográficas de las decisiones políticas, lo que les puede llevar a serellos mismos actorespolíticos. A menudo, ellos mismos provocan la creación deorganismos de estudios locales y regionales, donde aportan rápidamente su partici-pación. A este respecto, el lanzamiento de los Atlas regionales, de los que J. Beau-jeu-Garnier realizó la coordinación a escala nacional, tuvo un papel determinante.

46 . Pitte, J.-R., «Avant-propos. La recherche géographique française», BAGF, n.° 3, 1996.

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UNA EVOLUCIÓN CONTRASTADA

33

Los tipos de intervención de los geógrafos universitarios existen desde hacemucho tiempo y su evolución abunda en enseñanzas. Henri Nonn lo recuerda a par-tir de su experiencia personal. Su compromiso con la Geografía implicada seremonta al coloquio de Estrasburgo para terminar en una estrecha colaboración conla DATAR.

47

La evolución general de la civilización conduce naturalmente al geógrafo aintervenir en nuevos ámbitos, a medida que, al generalizarse, múltiples innovacionesllegan a ser fenómenos geográficos. La Comisión de Geografía Aplicada de la UGIpone de esta manera a la orden del día de sus trabajos una sucesión de temas: orde-nación rural y alimentación en los países tropicales (1968); geografía y perspectivasa largo plazo (1971); medio ambiente (1972); renovación urbana y urbanismocomercial (1975), y localización industrial (1977). La Comisión contribuye con todoesto a ampliar las áreas de intervención en varios países. En Francia observaremosen los capítulos siguientes que las leyes territoriales de 1967 (con los SAU y losPOS), y más tarde las leyes de descentralización de 1982, desempeñaron un papeldeterminante para multiplicar las investigaciones aplicadas en el ámbito de la orde-nación territorial, después del desarrollo local y en la actualidad de los problemas deintermunicipalidad, que abren un extenso campo a las aplicaciones. Los nuevos ins-trumentos, los nuevos métodos, objeto de vivas polémicas científicas son, no obs-tante, rápidamente adoptados por las aplicaciones. La mediatización de esos debatesacelera la utilización de los nuevos medios para las investigaciones aplicadas, refor-zando por ello su eficacia, y después, la mediatización de estas investigacionesaumenta de una manera inesperada el ámbito de la geografía científica y aplicada.

Con todo esto, los adeptos a la nueva geografía asimilan con agrado las inves-tigaciones aplicadas a las prácticas «de moda» de la geografía tradicional. Almismo tiempo, Roger Brunet, después de haber lanzado en Reims en 1972 L'Es-

pace Géographique, tribuna de los nuevos métodos, pone de manifiesto que éstosse adaptan a las investigaciones aplicadas y mejoran su eficiencia. Después de1981, con la descentralización, la geografía se muestra como una disciplina impor-tante para el poder político a todos los niveles. La operación dirigida por RogerBrunet, con la creación de la Casa de la Geografía en Montpellier y del GIPRECLUS (Red de estudios de los cambios en las localizaciones y las unidadesespaciales), acrónimo del geógrafo contestatario, presenta alguna similitud con elproyecto napoleónico de una sección de geografía del Colegio de Francia. La loca-lización en una ciudad tecnopolitana, considerada inaceptable por los dominadoresde la ciencia parisina, responde a una voluntad de descentr alización. Los 25 miem-bros fundadores del GIP son todos instituciones públicas. La investigación deberesponder a sus necesidades: necesidad de un buen conocimiento, tanto del territo-rio nacional con el Atlas de Francia, como del conjunto del planeta con la Geo-grafia universaly decenas de trabajos sobre temas diversos.

Estas necesidades de conocimiento por parte de los poderes públicos, de losque deciden, pero también de los profesores y del gran público, deben apoyarse enun trabajo teórico profundizado, en nuevos medios para tratar la información según

47. Nonn, H., «Témoignage d'un engagement dans la géographie "impliquée"», AFDG, Géographesassociés, n.° 19, 2.° semestre 1996.

34

GEOGRAFÍA APLICADA

reglas rigurosas, pero con el empleo de ilustraciones asequibles al gran público, loscoremas. R. Brunet podía afirmar en 1988 que «RECLUS constituía la más impor-tante novedad institucional de los años ochenta en la geografía francesa». 48 Descu-brió el interés por la geografía tanto a los que deciden como al gran público y, concorresponsales en muchas universidades, influyó fuertemente en la comunidad geo-gráfica, hasta en los manuales escolares.

Pero hubiese resultado sorprendente que el éxito de RECLUS y de métodoscomo la «coremática» no entrañasen reacciones por parte tanto de los mismos geó-grafos, como de responsables políticos e institucionales inquietos ante la influenciaejercida sobre la opinión pública por geógrafos que conservaban en su alejada pro-vincia una total independencia de espíritu. En 1995, un número especial deHe-

-desbordando la crítica amable, denuncia esta «deriva perniciosa de la geogra-fía» que representa la coremática y las consecuencias políticas de los "efectos deldiscurso" del gran coremático». 49 Ante el catálogo de las publicaciones del GIPcorrespondientes a 1997-1998, se entiende mal la actitud de los poderes públicosque acabaron bruscamente con la actividad de un organismo que contribuyó a ladifusión de la geografía francesa en el mundo y al reconocimiento del papel quepuede desempeñar en la sociedad, respondiendo, mediante la realización de traba-j os contratados y la formación de geógrafos profesionales, a la demanda de loshombres de acción.

4.2. DEL DOMINIO ACADÉMICO AL DOMINIO-PROFESIONAL

Tras el coloquio de Estrasburgo y a pesar de los efectos negativos de las polé-micas de orden deontológico y científico, los trabajos universitarios con el objetivode deducir aplicaciones se desarrollaron ampliamente y dominaron con diferenciasobre los trabajos de investigación fundamental, alimentando a estos últimos tantoen el plano material con el producto de los contratos, como en el plano científico,por el acceso a fuentes a menudo inaccesibles al investigador «puro». Los adeptosde la nueva geografía no descuidaron, por otra parte, las posibilidades de aplica-ción de sus trabajos.

Pero el hecho más importante y del que muchos geógrafos no tomaron real-mente conciencia, ha sido la mutación de la finalidad misma de los departamentosde geografía, que pasaron de la formación casi exclusiva de profesores de ense-ñanza media a la de geógrafos profesionales. En la actualidad, son mucho másnumerosos los que siguen formaciones orientadas hacia la profesionalización quelos que siguen cursos de preparación a las oposiciones de enseñanza secundaria.

Hacia 1960, el número anual de geógrafos profesionales no superaba algunasunidades y hacia 1970 se podía estimar entre 60 y 80. Diez años más tarde, supe-raba ciertamente los 150 y desde entonces se registró una verdadera explosión. En1990, se logró superar la cifra de mil estudiantes que habían obtenido un título detipo profesional, para alcanzar hoy más de 1.500.

48. Brunet, R., «RECLUS: contenu et signification d'une entreprise géographique», Cahiers de Géo-graphie de Quebec, septiembre de 1988.

49. «Les géographes, la science et l'illusion», Hérodote,n.'76,

1.` trimestre, 1995.

UNA EVOLUCIÓN CONTRASTADA 35

El capítulo 4 se dedicará al análisis de esta evolución, asociada a múltiplesfactores. Si las experiencias extranjeras fueron tomadas en cuenta en el origen, sir-vieron para impulsar la orientación de los trabajos universitarios hacia las aplica-ciones. Hasta los años setenta, la preparación de los profesionales se hizo «en eltajo», al participar los estudiantes en las investigaciones aplicadas en el marco delas tesinas y las tesis de tercer ciclo, completando por sí mismos las lagunas de suformación. Después, progresivamente, los universitarios, para responder a una cier-ta ampliación de las salidas profesionales y a una limitación del número de pues-tos de profesores en la enseñanza media, intentaron acelerar esta formación y, trashaber introducido elementos complementarios, crearon una preparación específica.Ha resultado una modificación profunda en la organización de los estudios degeografía, sin duda más pronunciada en Francia que en otros países extranjeros,donde desde hacía mucho tiempo las universidades ya formaban geógrafos pro-fesionales.

CAPÍTULO 2

LA GEOGRAFÍA UNIVERSITARIA Y SUS APLICACIONES(DE LA GEOGRAFÍA APLICABLE A LA GEOGRAFÍA APLICADA

A diferencia de otros países, en Francia, durante los años sesenta, el geógrafouniversitario desempeñaba un papel casi exclusivo en el ámbito de las aplicaciones.Con la extraordinaria progresión del número de geógrafos profesionales, ésa ya no esla situación actual. Sin embargo, el universitario desempeña siempre una funciónclave, no solamente por llevar a cabo la tarea de formar profesionales, sino tambiénporque les abre salidas profesionales como experto, consultor y, sobre todo, al reali-zar él mismo o en equipo investigaciones aplicadas, que hacen progresar los métodosy dan a conocer ante los que deciden el interés de la intervención del geógrafo.

Se pueden distinguir varios grados en la realización de trabajos aplicados. Elgeógrafo, a partir de una investigación con fines científicos, puede derivar posiblesaplicaciones capaces de interesar a un usuario potencial. Puede también, de formaespontánea, estudiar una cuestión cuyo interés práctico parece apriori evidente. Siel estudio no interesa directamente al usuario, puede ser considerado como aplica-ble, para convertirse en aplicado si es tomado en cuenta por alguno de los quedeciden, que lo incluye en un programa de acción. El estudio es directa e indiscu-tiblemente aplicado, si se encarga al geógrafo mediante contrato, tácito o formal,aun cuando el que lo encarga no siga luego las sugerencias del estudio.

De hecho, este intento de clasificación responde, sobre todo, a una preocupa-ción didáctica. La importancia de estas categorías ha variado con el paso del tiem-po. En una primera fase se sacaron conclusiones prácticas de investigaciones confinalidad científica, aún se continúa haciéndolo, pero orientando espontáneamentelas investigaciones hacia sus posibles aplicaciones. Los trabajos mediante contrato,bastante escasos en el inicio, llegaron a ser más numerosos a medida que los usua-rios comprendieron el interés práctico de la intervención del geógrafo y sus méto-dos se perfeccionaron.

1. Deducir las conclusiones prácticas de una investigacióncon finalidad científica

En la actualidad, al presentar una tesis cuya conclusión podría desembocar enuna aplicación, un investigador joven no temería que un miembro del tribunalrechazase la calificación de apto cum laudae, por considerar que un planteamiento

38

GEOGRAFÍA APLICADA

prospectivo no respeta las sacrosantas reglas científicas y debería considerarse máspropio de un trabajo de periodista.

1.1. EXPERIENCIA PERSONAL Y PRIMERAS INICIATIVAS

En 1955, ¿en qué diferían de las tesis clásicas tanto la que realicé sobre lavida rural de las afueras de París, como la complementaria sobre la bahía delMont-Saint-Michel, estudio de morfología litoral, que exigieron casi diez años deinvestigaciones compartidas con la enseñanza, y que respetaban escrupulosamentelos estrictos métodos de un trabajo universitario?' Simplemente, porque sus con-clusiones desembocaban en eventuales aplicaciones, relevaban también una actitudprospectiva que no se limitaba a prolongar las tendencias, sino que proponía a losque deciden intervenir sobre los factores de la evolución, en el caso de que resul-tara deseable reorientar esta última.

De esta manera, si los responsables de ordenación territorial de la región pari-sina juzgaban que era útil mantener las producciones agrícolas intensivas, vincula-das al abastecimiento de París en productos frescos, descongestionando de paso eltejido de la aglomeración, deberían limitar las empresas urbanas y orientarlas hacialos sectores donde no destruyesen los sistemas agrícolas más frágiles. Limitar lasempresas urbanas significaba adoptar una política general de ordenación del territo-rio. Orientarlas espacialmente suponía frenar al máximo la colonización individualmediante naves industriales y almacenes de los terrazgos situados en las colinas ylos valles: de ocurrir, los cultivos campesinos de frutas y hortalizas, herederos de laviña, ya no se reconstituirían. La urbanización sobre las tierras ocupadas por losgrandes monocultivos cerealistas en las mesetas no presentaba el mismo peligro.

Esa investigación espontánea, no encargada por los responsables políticos, fueignorada por los mismos, por lo que el crecimiento parisino se aceptó en nombredel interés nacional, para que París diese la talla en comparación con las grandesmetrópolis mundiales. Si la política de las ciudades nuevas concentró las empresasurbanas sobre las tierras cerealistas, fue únicamente por razones técnicas y no paraproteger los cultivos campesinos. Una lección a recordar. Para ser eficaz, la con-clusión práctica de un estudio científico, que no es requerido por un político, debeser ampliamente difundida, con objeto de que la opinión pública pueda conocerla,expresar su punto de vista y, de ese modo, interesar al político.

En materia de geografía física, la conclusión de mi tesis complementariasobre la bahía del Mont-Saint-Michel se titulaba Aplicaciones prácticas de unestudio de morfología litoral. Una investigación clásica, que utilizaba la documen-tación del SEUM (Servicio de estudios sobre la utilización de las mareas) y delEDF, que estudiaba el proyecto de la gigantesca empresa mareomotriz de las IslasChausey, que debía suceder a la de la Rance, interesaba efectivamente al EDF, quelibremente ofreció el acceso a sus propios trabajos y subvencionó la publicación dela tesis. Ésta mostraba cómo el análisis de las diferencias entre las formas de la

1. Phlipponneau, M., La vie rurale de la banlieue parisienne, París, A. Colin, 1956; La baie du Mont-Saint-Michel. Étude de morphologie littorale, Rennes, Mém. Soc. Géologique et Minéralogique de Bretagne,1956.

LA GEOGRAFÍA UNIVERSITARIA Y SUS APLICACIONES

39

ensenada y la acción de las mareas y los ríos, podría limitar los riesgos de colma-tación, capaces de afectar al paisaje y la rentabilidad de la fábrica. El SEUM esta-ba muy interesado por el desarrollo de un programa de investigación, que se inte-rrumpió cuando la electricidad de origen nuclear llevó a EDF a renunciar a lamareomotriz. Se hubiese podido recuperar cuando la elaboración del proyecto quetrataba de restablecer la insularidad del Mont-Saint-Michel, pero los responsablespolíticos se vieron atraídos por las propuestas de algunas consultoras, arriesgándo-se a provocar un derroche escandaloso.

Las críticas relativas a las conclusiones de mis tesis hubiesen podido inte-rrumpir mi carrera universitaria, si no hubiesen llamado la atención, precisamente,de Gaston Berger, que veía en estas investigaciones aplicadas una orientación con-forme a sus ideas sobre la prospectiva. De hecho, derivar aplicaciones prácticas enla conclusión de un trabajo científico no era una idea nueva. Muchas «grandestesis», en su conclusión, habían propuesto soluciones prácticas a los problemas quese planteaban después de una larga investigación. El mismo Max Sorre, hostil a laconcepción de un «geografía útil para hacer planes», había elaborado en 1913,como conclusión de su tesis sobre Los Pirineos mediterráneos, un plan regional deordenación y de desarrollo.'

Entre los compañeros que participaron en el coloquio de geografía aplicadade Estrasburgo, muchos habían deducido aplicaciones prácticas como conclusión desu tesis y, en los años siguientes, esta orientación se generalizó. El interés queresulta de trabajos con finalidad científica se hace pronto tan evidente que los agen-tes decisores piden al geógrafo que pase del caso particular de una región a unestudio que pueda tener el carácter de investigación aplicada al conjunto del terri-torio nacional. La tesis de Michel Rochefort sobre La Organización urbana deAlsacia (1960) animó al gobierno a encargarle el famoso Informe Hautreux-Roche-fort que, al elaborar una jerarquía de ciudades francesas con más de 100 000 habi-tantes, llevó a la elección de ocho metrópolis de equilibrio. 3

Treinta y cinco años más tarde, tras las tesis de Bernard Dézert (1969), yRoland Schwab (1980), Henri Nonn, como conclusión a sus trabajos realizados enequipo con un economista, aportó «una nueva contribución a las estrategias de orde-nación y de desarrollo que los políticos de hoy tienen que definir y promover». 4

1.2. DAR A CONOCER MEJOR LAS APLICACIONES PRÁCTICAS

DE LAS INVESTIGACIONES GEOGRÁFICAS

No obstante, todavía muy a menudo, los autores de investigaciones con fina-lidad científica, que podrían fácilmente desprender de sus trabajos conclusionescon carácter práctico, se niegan a hacerlo como si, al desarrollar esas conclusiones,

2. Sorte, Max, Les Pyrénées méditerranéennes, París, A. Colin, 1913.3. Rochefort, M., L'organization urbaine de l'Alsace, París, 1960. Hautreux, J. y Rochefort, M., Les métro-

poles et la fonction régionale dans l'organisation urbaine française, París, Ministère de la Construction, 1964.4. Dézert, B., La croissance industrielle et urbaine de la Porte D'Alsace, Parfs, SEDES, 1969. Schwab,

R., De la cellule rurale à la región. L'Alsace 1825-1960, Estrasburgo, 1 980. Nonn, H. y Héraud, J. A., Les éco-nomies industrielles en France de l'Est, Estrasburgo, PUS, 1995.

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GEOGRAFÍA APLICADA

sus investigaciones perdieran su carácter y valor científicos. Es el caso de numero-sas comunicaciones presentadas en congresos y coloquios, en artículos de revistas,o en obras personales o colectivas. Las obras colectivas del Comité Nacional deGeografía preparadas para los congresos son lamentables en este sentido. Los geó-grafos de todo el mundo a quienes están destinadas estas obras podrían pensar quesólo la Comisión de Geografía Aplicada se interesa por estas aplicaciones, mientrasque todas podrían multiplicar los ejemplos de trabajos que presentan un interéspráctico. Es también la paradoja de la revista especializada Applied Geography,que presenta investigaciones de un gran interés, cuyas conclusiones podrían desem-bocar en aplicaciones, sin que se sepa si se pusieron efectivamente en práctica, através de qué métodos y con qué resultados.'

Se tiene la impresión de que las críticas de los adeptos de la geografía activay de la nueva geografía todavía producen un efecto paralizador, e impiden al autorseñalar que los problemas que resultan de sus investigaciones podrían encontraruna solución gracias a nuevos trabajos contratados o si se recurre a un geógrafoprofesional. Esta timidez explica por qué sus eventuales usuarios ignoran muy amenudo los trabajos universitarios. Aun cuando se interesen considerablemente porel tema, región, ciudad, ámbito rural, o sistema de transporte tratado en la investi-gación universitaria, no van a iniciar la lectura, a menudo ardua, de estos trabajossi el mismo autor no señala muy claramente qué aplicaciones prácticas se puedendeducir. Pero otros se encargarán de hacerlo.

¡ Cuántos compañeros ven sus trabajos y los de sus estudiantes, desde la tesisa la memoria de licenciatura, saqueados por múltiples consultoras, al servicio de los«estados mayores» denunciados por Yves Lacoste: administraciones del Estado, co-lectividades territoriales, grandes empresas! Estas consultoras, que pueden emplear,por otra parte, a geógrafos profesionales, no siempre se toman la molestia de citarsus fuentes, mientras que estos trabajos geográficos representan a veces una buenaparte de los informes, cuyo volumen puede hacer pensar que los pagaron a peso.

Pero al lado de estos plagios que podrían evitarse en gran parte si los geógra-fos se tomasen el tiempo necesario para dar a conocer el interés práctico de susinvestigaciones, cuántos trabajos que podrían dar lugar a utilizaciones prácticassiguen siendo totalmente desconocidos. Las publicaciones geográficas son siemprede tirada muy limitada y muchas tesis, así como todas las memorias de licenciatu-ra o trabajos de investigación, incluso cuando están adecuadamente conservadospor los departamentos de geografía, lo que no siempre ocurre por falta de medios,representan a menudo archivos muertos si no están orientadas hacia aplicaciones yseñaladas como tales. En este caso, ¡más vale tal vez ser plagiado que desaparecerbajo las arenas de la indiferencia!

2. Los trabajos espontáneos orientados hacia las aplicaciones

Si numerosos trabajos aplicables o aplicados están vinculados a las conclusio-nes de una investigación con finalidad científica, muchos se emprenden espontá-

5. Applied Geography, James D. Hansom (ed.), Oxford, Buttenworth, Heinemann.

LA GEOGRAFÍA UNIVERSITARIA Y SUS APLICACIONES

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neamente por el geógrafo, sin haber sido encargados por un usuario potencial. LaComisión de geografía aplicada de la UGI, al definir los «contornos» y el «conte-nido» de la geografía aplicada, estimaba que podía ser considerado como aplicadocualquier trabajo encargado por un usuario o susceptible de serlo. Es a raíz de estainvestigación espontánea cuando el usuario potencial puede interesarse y deducirde estos trabajos ciertas orientaciones para su acción. Pero también puede conside-rar muy negativamente la iniciativa del geógrafo, tratándole como irresponsable alinteresarse por cuestiones que no le incumben. Es éste uno de los aspectos de lageografía ciudadana que será analizado en un capítulo próximo.

Sin estos trabajos espontáneos, es cierto que la geografía aplicada, las investi-gaciones mediante contrato, el recurso al geógrafo experto y, sobre todo, al geó-grafo profesional, no hubieran conocido un desarrollo semejante. Podemos apoyar-nos sobre experiencias pasadas para promover actuaciones en los ámbitos dondeaún podrían desarrollarse ampliamente las aplicaciones, abriendo de esta maneraperspectivas de empleo a los jóvenes geógrafos en formación.

2.1. EL CARÁCTER MOTRIZ DE LOS TRABAJOS ESPONTÁNEOS:

LAS EXPERIENCIAS VIVIDAS

Estos trabajos espontáneos implican múltiples variantes, desde trabajos de losestudiantes, en el marco de una actividad de prácticas, o una memoria de licencia-tura, a la tesis, los artículos y obras de geógrafos veteranos, hasta colecciones detrabajos del CNRS y del ORSTOM, la «literatura gris» de un laboratorio modesto,e incluso un best-seller como París y el desierto francés, que durante medio sigloconstituyó la biblia de todos los responsables del desarrollo local.'

Me apoyaría en experiencias personales para poner de manifiesto cómo, a par-tir de una investigación espontánea, se pudieron desarrollar en cadena, en la regiónde Bretaña, múltiples aplicaciones que superaron el propio marco de la región acuyo resurgimiento contribuyeron. Se ha podido hablar del modelo bretón, e inclu-so del milagro bretón. Este último término es, sin duda, exagerado, pero las inves-tigaciones geográficas aplicadas contribuyeron indudablemente a esa extraordinariamutación de Bretaña.'

En 1952, un estudio realizado sobre un cantón-test de la Ille-et-Vilaine, elde Montfort-sur-Meu planteó un problema fundamental, válido para el conjunto deBretaña. Mientras la agricultura emplea todavía al 40 % de la población activa, ¿aqué se dedicará la masa de jóvenes liberada por una evolución inevitable y desea-ble de la agricultura? ¿Se puede retener en Bretaña a estos jóvenes que llegarán enmasa hacia 1 965 a la edad de trabajar? ¿Dónde, cómo, generando qué empleos,realizando qué equipamientos?

8

Al mismo tiempo, la preparación de artículos sobre los efectos geográficos delPlan Monnet, con la acentuación de los desequilibrios regionales y sobre los

6. Gravier, J.-F., París et le désert franççais, París, Flammarion, 1947.7. Le Boudonnec, Le miracle breton, París, Calmann-Levy, 1997.8. Phlipponneau, M., Etudes sur le canton de Montfort-sur-Meu, Comité d'études rurales d'Ille-et-Vilai-

ne, Rennes, 1952.

42 GEOGRAFÍA APLICADA

medios para invertir esas tendencias mediante una planificación surgida de lamisma región, puso de manifiesto las posibles soluciones a los problemas plantea-dos por el superpoblamiento agrario y el bajo nivel de equipamiento de Bretaña. Lacoincidencia entre esos estudios espontáneos y la acción emprendida por el CELIB(Comité de estudios y de unión de los intereses bretones), uno de los primeroscomités regionales de expansión que se constituyeron por aquel entonces pararemediar los desequilibrios denunciados por Jean-François Gravier, hará de Breta-ña una región experimental para la geografía aplicada. Esos trabajos espontáneosconvencieron al CELIB de que me encargase la preparación de una síntesis denumerosos informes presentados por los responsables de la economía bretona. Estetrabajo de síntesis constituyó la base del Primer Plan de modernización, de equi-pamiento y de ordenación de Bretaña (1953), origen de toda la planificación regio-nal en Francia y cuyas grandes líneas fueron recogidas por el primer programa ofi-cial de acción regional en 1956. 9

A partir de ese informe se multiplican los trabajos realmente aplicados, alser demandados por el CELIB, como el Inventario de posibilidades de implanta-ciones industriales en Bretaña, que tuvo una gran influencia para atraer empre-sas descentralizadas, así como El problema bretóny ' el programa de acción regio-nal, análisis crítico de las primeras medidas relacionadas con la ordenación delterritorio.

Estos trabajos aplicados llevaron a los responsables políticos y económicosregionales a confiarme la presidencia de la Comisión regional de desarrollo econó-mico, una de las dos grandes Comisiones del CELIB y, por esa razón, a prepararun proyecto de ley-programapara Bretaña, que debía integrarse en el IV Plan deDesarrollo y que garantizaba que las inversiones imprescindibles serían realizadasa tiempo, a fin de que la recuperación económica, simplemente esbozada hastaentonces, se hiciese irreversible y respondiese a la llegada a la edad activa de lanumerosa generación de posguerra.`

A esta elaboración del proyecto de ley-programa, incorporé a todos mis estu-diantes que preparaban memorias de licenciatura y tesis de tercer ciclo, que serepartieron el análisis de los múltiples aspectos de la economía y la ordenación deBretaña. Más allá de la elaboración del proyecto de ley-programa, todos ellos pro-siguieron los mismos tipos de investigaciones sobre múltiples temas. Son losmapas elaborados de forma sistemática por estos estudiantes los que ilustran ¡Ade-lante Bretaña!, que, en 1970, hizo por primera vez el balance de esta acción regio-nal y propuso algunas perspectivas para el resurgimiento bretón." Estos trabajosorientaron a ciertos estudiantes hacia la profesión de geógrafo, o hacia funcionespolíticas a todos los niveles, de alcalde a ministro, llegando a ser el mismo geógra-fo un actor político, sin olvidar su formación.

No obstante, la distancia entre el estudio regional apolítico, entre el estudioaplicado, encargado por un organismo que pretende ser apolítico, y la acción polí-

9. CELIB, Rapport d'ensemble sur un plan d'aménagement, de modernisation y d'équipement de laBretagne, Rennes, 1953.

10. Phlipponneau, M., «Rapport sur un projet de loi-programme pour la Bretagne», Rennes, CELIB, LaVie Bretonne, abril, 1962.

11. Phlipponneau, M., Debout Bretagne!, Saint-Brieuc, PUB, 1970.

tica es reducida. La aplicación de una investigación geográfica puede conducir a laetapa de la geografía ciudadana.

2.2.

LA GEOGRAFÍA UNIVERSITARIA Y SUS APLICACIONES

LA GENERALIZACIÓN DEL PROCESO

43

Si como consecuencia de sus características específicas, Bretaña suscitó muypronto investigaciones geográficas aplicadas a la planificación regional, en el con-junto del país este proceso se generalizó a medida que los problemas de desarrolloy de ordenación del territorio interesaron al mismo tiempo a los geógrafos, la opi-nión pública y los responsables económicos y políticos.

Como respuesta a una encuesta de la Comisión de Geografía Aplicada delCNG en 1992, Jacqueline Beaujeu-Garnier puso de manifiesto cómo se había pro-ducido en la mayoría de regiones francesas el paso de la geografía clásica a la geo-grafía aplicable y aplicada.` La elaboración de los atlas regionales que coordinó aescala nacional desempeñó a menudo un papel determinante. Permitió reunir alre-dedor del geógrafo, como director, a representantes de diversas administraciones,servicios y colectividades territoriales. Al participar ellos mismos en la preparaciónde los mapas, y constatar cómo, a partir de datos brutos, de estadísticas aburridas,los geógrafos podían hacer aparecer los caracteres vivos, los problemas de ordena-ción y de desarrollo de una región y de sus componentes locales, los representan-tes de los organismos solicitados para suministrar información llegaron a ser ellosmismos demandantes de nuevos estudios geográficos, al tiempo que se desarrollóun espíritu interdisciplinar. Fue a partir de estas investigaciones aplicables repre-sentadas por los atlas y su interpretación cuando surgieron fructíferas colaboracio-nes y nuevas investigaciones geográficas aplicadas.

Los departamentos de geografía comienzan a interesarse por esta políticaregional. Con la reforma regional de 1964, la creación de la DATAR, las misionesregionales, la regionalización del plan, las organizaciones dedicadas a estudiossobre las áreas metropolitanas (OREAM), las metrópolis de equilibrio, o los gru-pos de estudio y programación (GEP) de las direcciones de Obras públicas, losgeógrafos fueron llamados para participar en diferentes tipos de estudios y así apa-recen los primeros trabajos contratados. Los departamentos de geografía crean aso-ciaciones «ley 1901 » como la Asociación bretona de geografía aplicada (ABGA)de Rennes y la Asociación universitaria de investigación y estudios geográficos(AUREG) de París, con el fin de gestionar los contratos.

En París, es a partir de la elaboración del Atlas de París cuando la AUREGmultiplica los trabajos contratados, los informes para la APUR (Taller parisino deurbanismo), luego para la IAURIF (Instituto de ordenación y de urbanismo de laregión ¡le-de-France) y varios ministerios entre los que se incluye el de Comerciopara las cuestiones de urbanismo comercial, posteriormente con el CREPIF (Cen-tro de investigación y de estudios sobre París e Île-de-France), dirigido por JeanBastié que organiza investigaciones, coloquios y publica un notable Boletín sobre

12. Phlipponneau, M., «Une relance de recherches sur lagéographie appliquée», /ntergéo Bull., n.° 108,

1992.

44 GEOGRAFÍA APLICADA

París e ¡le-de-France. La AUREG tiene estrechas relaciones con los centros uni-versitarios de investigación y con las primeras titulaciones orientadas a la profesio-nalización. Las investigaciones aplicadas que se contratan llegan a ser, de estamanera, un elemento importante para la formación de los investigadores y de losgeógrafos profesionales.

Pero París no tiene el monopolio de estas iniciativas, como puso de manifies-to el coloquio de Estrasburgo. Si el Instituto de geografía alpina realiza en la actua-lidad muchos trabajos contratados y forma a numerosos geógrafos profesionales,esta evolución se explica especialmente por el compromiso personal de algunosuniversitarios en la acción. Jean Billet señala que los cargos externos asumidos porlos profesores-investigadores permiten «aperturas» hacia el mercado laboral y la«credibilidad» de la formación geográfica en el mundo socioeconómico y en lascolectividades territoriales. La investigación orientada hacia la acción permite algeógrafo ser considerado como un experto de forma puntual en relación a un pro-blema particular, pero también de una manera permanente a través de los cargos de«personas cualificadas» en los organismos oficiales. Por esta razón, Jean Billet, enel reciente coloquio realizado en el Senado, analizó su doble experiencia desdehace 15 años en el Consejo económico y social de la región Rhône-Alpes, del quepreside la Comisión «Turismo, deportes, ocio» y en el Consejo económico y socialnacional, del que es ponente en la Comisión especial del plan." En estas asambleasconsultivas, organismos de reflexión, de propuesta y no de decisión, el geógrafopone de manifiesto su aptitud para «confrontar una aproximación teórica a los pro-blemas económicos o sociales con la realidad del terreno», su capacidad de escu-cha y de síntesis, así como su capacidad para dominar los instrumentos cartográfi-cos e informáticos, tener en cuenta el espacio natural y el medio ambiente. De estamanera, el geógrafo, reconocido como experto, puede suscitar demandas por partede los que deciden.

2.3. DE LA TESIS DOCTORAL A LA INVESTIGACIÓN ADAPTADA A LAS APLICACIONES

El paso de la investigación tradicional a la investigación aplicada se ha vistofacilitado también por las reformas del sistema de tesis y de acceso a la enseñanzasuperior en 1984 y 1988. A raíz de la muy larga preparación de una tesis doctoral,el autor puede reconocer que no pudo presentar más que un diagnóstico, que exis-ten numerosos remedios posibles, pero que el análisis de sus efectos exige nuevasinvestigaciones que el que decide podría requerirle o proponer a otros para que lasemprendan en el marco de un contrato.

Indudablemente, la lentitud de las tesis de Estado no se ajustaba a las investiga-ciones aplicadas. Su preparación duraba demasiado como para incitar a un potencialusuario a que se interesase por ellas. A este respecto, las tesis conocidas como de«nuevo régimen», más cercanas al sistema anglosajón, presentan una ventaja. Inclu-so existen colectividades territoriales, administraciones públicas y empresas que sub-

13. Billet, J., «Le géographe et les organismes de planificación régionale. Conseils économiques etsociaux, nationaux et l'Europe», Colloque Sénat, 9 enero 1998. Société de géographie, París, 1999.

LA GEOGRAFÍA UNIVERSITARIA Y SUS APLICACIONES

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vencionan los trabajos de jóvenes doctorandos a través de becas CIFRE (Convenciónindustrial de formación para la investigación) de tres años, para la preparación de unatesis cuyo tema les interese. La operación puede efectivamente resultar para ellosmás ventajosa que un trabajo requerido a una empresa consultora. Pueden, asimismo,contratar con los centros de investigación, permitiendo el producto de tales contratosorganizar un equipo de investigadores jóvenes trabajando sobre el tema.

Para poner un ejemplo regional, la tesis de Corentin Canevet sobre el modeloagrícola bretón fue realizada durante los treinta años en que se elaboró progresiva-mente este modelo, desde el diploma de estudios superiores de 1965 a la tesis detercer ciclo de 1972 y hasta la tesis doctoral de l993.

14El conocimiento profundo

de su funcionamiento le permitió poner de manifiesto la urgencia de reemplazar unsistema que, sin embargo, desempeñó un papel capital en el resurgimiento de Bre-taña. Pero elegir adecuadamente entre las soluciones de reemplazo que deberíanconciliar las preocupaciones medioambientales, económicas y humanas, exigiríanuevas investigaciones, más breves, que el autor podría dirigir y que, bajo la formade tesis de «nuevo régimen», se prestan mucho mejor a realizaciones mediantecontrato. Algunos compañeros de universidades próximas ya dirigen trabajosencargados por instancias regionales, nacionales y europeas. En Caen, R. Calmestiene la responsabilidad de tres contratos muy importantes sobre sistemas agrícolasalternativos, la evaluación de las ayudas europeas para el desarrollo regional, o laimagen de los productos de calidad de un nuevo tipo de agricultura. En Nantes,Jean Renard, que preside la Comisión de geografía rural del CNG y puede de estamanera multiplicar los estudios comparativos, dirige también los trabajos contrata-dos sobre la adaptación de la agricultura regional a la reforma de la PAC y sobre eldinamismo de los espacios rurales. Georges Mareé acaba de analizar de maneraconceptual tres sistemas agrarios del Oeste francés.`

La lista de las tesis de nuevo régimen pone de manifiesto, por la propia elec-ción del tema, que el autor se interesa visiblemente por las aplicaciones prácticasde su trabajo. Pero en muchos casos se pasa precisamente de la investigaciónespontánea, aplicable, a la investigación aplicada, ya que estos trabajos son amenudo objeto de un contrato, es decir, están encargados por un usuario.

3. Los trabajos mediante contrato

Los trabajos realizados mediante contrato ocupan una posición central en elenfoque del universitario que se interesa por las aplicaciones. A menudo, estos tra-bajos son el resultado de investigaciones espontáneas, necesarias para iniciar elproceso. Están también en el origen del papel desempeñado por el geógrafo exper-to y de la selección del geógrafo profesional. El demandante, al apreciar el trabajorequerido mediante un contrato, busca la participación puntual de un experto, opermanente de un geógrafo profesional.

14. Canevet, C., Quarante ans de révolution agricole en Bretagne, Rennes, Institut culturel de Bretagne,1991; Le modèle agricole breton, Rennes, PUR, 1993.

15. Macé, G., «Les systèmes d'agriculture dans l'Ouest français», Acta Geographica, n.° 116, 1998, IV,pp. 65-84.

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GEOGRAFÍA APLICADA

El contrato, del que existen múltiples variantes, desde el compromiso tácito alj urídico y formalizado, presenta, a la vez, beneficios de orden científico al favore-cer el acceso a fuentes documentales a menudo prohibidas al investigador «puro»,junto a ventajas materiales sin cuya ayuda el geógrafo, a veces, no podría empren-der la investigación. A las experiencias individuales, en el origen del proceso, hansucedido acciones colectivas: en la actualidad, el productos de tales contratos sueleser la principal fuente de financiación de los centros de investigación.

3.1. CUESTIONES DE DEONTOLOGÍA

Las ventajas materiales y ventajas científicas, a menudo inseparables, habíansido ya debatidas en el coloquio de geografía aplicada de Estrasburgo, en 1961. 16

En nombre de la ética científica, algunos colegas rechazaron que se pudieran remu-nerar las consultas, o los informes solicitados mediante contrato, tal como hacenlos profesores de las facultades de medicina y derecho. Este punto de vista, no obs-tante, no fue compartido por la mayoría. Se decidió, incluso, estudiar la cuestión delos honorarios de los geógrafos consultores. Pero fue sobre todo la cuestión de loscontratos de investigación la que más interesó a los participantes. En algunoscasos, los pagos se hacen a través de la gerencia de la universidad. En Rennes,Caen y París, funcionan asociaciones de tipo «ley 1901». En Rennes, la Asociaciónbretona de geografía aplicada (ABGA) abona el 70 % y hasta el 80 % de las canti-dades ingresadas a los estudiantes o compañeros que efectúan la investigación,mediante la forma de gastos de desplazamiento, mientras el saldo restante alimen-ta una caja común para investigaciones no subvencionadas, costes generales, secre-taría, etc.

Este sistema, que permitió gestionar contratos importantes como el realizadocon la OCDE para un estudio de planificación regional sobre la Tracia turca, fue amenudo sustituido, tras una serie de observaciones de los servicios fiscales y delCNRS, primero por contratos con la universidad, luego con los centros de investi-gación vinculados al CNRS. En ambos casos, las restricciones impuestas por lacontabilidad pública les privaron de mucha flexibilidad.

Estas cuestiones materiales ya planteadas en Estrasburgo fueron retomadaspor los defensores de la «geografía activa», que vieron en estos trabajos remune-rados una pérdida de la independencia material y moral por parte del geógrafo.Los jóvenes son muy sensibles a las críticas realizadas contra los «que ponen lageografía en venta», que están siempre «en busca de un contrato». Mientras que enla actualidad, la mayor parte de los centros de investigación y de formación nopodrían funcionar sin contratos, Roger Brunet debe convencer a los jóvenes en for-mación de que su implicación «en la investigación mediante contratos para el Esta-do, las colectividades locales, incluso las empresas, no tiene nada de despreciable,no importa cuál sea el color político del contratista, puesto que es demócrata, nopretende imponer la respuesta y no busca más que una justificación a sus decisio-nes, por lo que es posible trabajar con total independencia científica. Se trata de no

16. Colloque national de gégraphie appliquée, Estrasburgo, CNRS, 1961.

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ceder en nada que hiera la propia conciencia y conservar la libertad de pensa-miento». 17

Estos problemas deontológicos pueden incluso plantearse cuando los trabajoscontratados se emprendieron para asegurar la continuidad en el funcionamientodel centro y del equipo de investigación. Es, particularmente, lo que ocurre cuandoel centro de investigación funciona como una verdadera empresa que debe, por faltade financiación pública, mantener así su equilibrio financiero. Bernadette Mérenne-Schoumaker que creó como anexo al seminario de geografía de Lieja, con el SEGE-FA, un instrumento notable que será analizado más adelante, subraya sus aspectosnegativos.` Si la casi totalidad de contratos presentan un interés científico, puedeocurrir que entre dos contratos importantes que presentan esta característica, setenga que aceptar contratos «alimenticios», para mantener la continuidad sin despe-dir al personal. De forma aún más habitual, para asegurar siempre a tiempo la entre-ga del trabajo contratado, se da prioridad a los resultados concretos en comparacióncon la reflexión, y podemos alejarnos progresivamente del mundo tradicional de lainvestigación por falta de tiempo para la lectura, para participar en los congresos.

En Estrasburgo, tras la época pionera representada por Jean Tricart y EtienneJuillard, pese a que el término de «geografía aplicada» ya no se utilizó más, lasactividades de ordenación y el Centro de estudios e investigación ecogeográficafuncionaron siempre con contratos cuyo producto puede representar tres cuartaspartes de un presupuesto que asegura un muy buen nivel de equipamiento. No obs-tante, si esta orientación permite hacer también un sitio importante a los doctoran-dos y posdoctorandos, remunerados gracias a los contratos, no debe disminuirdemasiado la parte de la investigación fundamental cuya falta comprometería labuena salud científica de un Instituto de antigua reputación. Se debe asimismo ele-gir antes los encargos que puedan ser interesantes para la investigación que lasprestaciones de servicios.

En el año 1997, en Rennes, donde el laboratorio Costel, especializado en lateledetección y sus aplicaciones, funcionaba en un 79 % a base de contratos, Jean-Pierre Marchand dio prioridad también a aquellos contratos que tenían implicacio-nes científicas generales, provenientes en particular de los organismos europeosinteresados por el medio ambiente, con relación a los que podrían ser realizadospor consultoras especializadas. Éstas pueden, posteriormente, ofrecer empleo a losespecialistas formados por Costel, que cuenta con cinco becarios de doctoradoentre los 13 miembros del equipo. La colocación de los estudiantes ya formados esbastante difícil, porque se evita una competencia que sería desleal, puesto que Cos-telutiliza fondos públicos y el mantenimiento de su personal científico permanen-te está asegurado por el Estado.

Los responsables universitarios deben, por tanto, permanecer despiertos enmateria de deontología, pero es indudable que estas investigaciones contratadaspresentan siempre las ventajas materiales y científicas aparecidas desde las prime-ras experiencias, antes de que el sistema se generalizara.

17. Brunet, R., «Géographie et citoyenneté», Géographes associés, n.° 19, 1996, pp. 39-46.

18. Mérenne-Schoumaker, B., «L'expérience du SEGEFA en géographie appliquée», Géographes asso-

ciés, n.° 19, 1996, pp. 25-29.

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GEOGRAFÍA APLICADA

3.2. LAS EXPERIENCIAS VIVIDAS

Los contratos informales y los compromisos morales con la institución deman-dante preceden casi siempre a los contratos formales. Aun cuando en la actualidadel procedimiento contractual ha llegado a ser banal, casi obligatorio, para el univer-sitario, el investigador podrá a menudo iniciarse en el sistema mediante un simplecontrato tácito con el demandante.

A menudo, este último duda en comprometer mediante un acta escrita a suempresa, su colectividad, o su administración. La mayor parte de los trabajos rea-lizados por el CELIB fueron contratados mediante un simple acuerdo verbal. De1969 a 1971, el director del GEP de Obras públicas, encargado de la elaboracióndel Esquema Director de Ordenación Territorial del distrito de Rennes, acordó, sincontrato escrito, pero de un modo casi sistemático, una subvención a las memoriasde licenciatura que enriquecían la documentación de su servicio. Lo mismo ocurriócon trabajos que interesaban a la AUDIAR, la agencia de urbanismo del distrito deRennes, y al servicio de urbanismo de la ciudad de Rennes, utilizándose diversasfórmulas. Así, un estudiante originario de Isla Mauricio trabajó durante dos años atiempo parcial, como agente contractual al servicio del urbanismo de la ciudad deRennes, para seguir una operación sobre «hábitat, vida social», y pudo así prepararen excelentes condiciones una muy buena tesis doctoral sobre el barrio de Cleunay.

Fue, no obstante, el sistema de la asociación «ley 1901», ya comentado, el quepermitió una buena gestión de los contratos formales, antes que se utilizasen fór-mulas administrativas más rígidas.

Un primer ejemplo pone de manifiesto el doble interés material y científico deestos trabajos contratados. En 1965, un contrato entre la Asociación bretona degeografía aplicada y la OCDE llevó a la elaboración de un Programa de desarro-llo económico y social de la Tracia oriental (Turquía).`

La OCDE se encargó de la financiación del equipo francés, mientras el minis-terio turco de la Construcción lo hizo con la del equipo turco y la logística, y laABGA seleccionó a los investigadores del departamento de geografía de la univer-sidad de Rennes. Durante el verano de 1965, 13 participantes de Rennes, casi todosgeógrafos, profesores, ayudantes, investigadores, estudiantes avanzados, trabajaronen la oficina de Estambul y sobre el terreno, en colaboración con un equipo turcode la misma importancia, pero más pluridisciplinar y cuyos miembros hablabantodos francés o inglés. A partir de los informes individuales de los investigadoresfranceses y la documentación reunida por el equipo turco, junto a una estanciacomplementaria, presenté al gobierno turco y a la OCDE un voluminoso informede 849 páginas y 156 mapas, resumido en una obra de 172 páginas publicada enfrancés y en inglés por la OCDE.

Este ejemplo pone de manifiesto la doble ventaja del sistema. Un trabajo deesta amplitud, que permitió a los investigadores franceses trabajar en un país cuyoidioma no conocían, no se podría haber realizado sin este tipo de contrato. Venta-jas científicas: el contrato dejaba plena libertad a los autores del informe para uti-

19. Phlipponneau, M., Programme de développement économique et social de la Thrace orientale (Tur-quie), París, OCDE, 1968.

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lizar sus investigaciones posteriormente con otros fines científicos. Fue la propiaOCDE quien publicó el resumen. Algunos geógrafos jóvenes pudieron de esta ma-nera completar su formación.

Yo me beneficié también de ventajas materiales y de la misma libertad deespíritu y de expresión en un trabajo del mismo tipo pero mucho más modesto,sobre el futuro económico y social de los Cantones del Este (Quebec), 20 preparadodespués de una estancia como profesor invitado en Montreal, para iniciar a losestudiantes en los trabajos de geografía aplicada.

En todos los trabajos realizados sobre Bretaña, la garantía del demandante, elCELIB, y más tarde el Consejo económico y social, nos facilitaron a mí y a misalumnos el acceso a documentos, por lo general no confidenciales, pero que seabrieron con mucha más libertad para una investigación aplicada.`

Más que las facilidades materiales ofrecidas por los contratos y sin cuya apor-tación las investigaciones en países extranjeros, sobre todo los de difícil acceso,serían generalmente imposibles, las ventajas científicas son esenciales. Están liga-das a las facilidades de acceso a una documentación a la que un investigador«puro» no tendría acceso. Desde 1960, puse de manifiesto diversos ejemplos quese relacionaban con los trabajos de localización de firmas industriales." El accesoa toda la contabilidad de la empresa, imprescindible para justificar una elección,estaría seguramente prohibido a un investigador «puro» y, sin embargo, yo aprendímucho más sobre las cuestiones de geografía industrial a través de un pequeñoestudio realizado mediante contrato, que implicaba el conocimiento preciso delfuncionamiento de la empresa, que mediante toda la literatura existente sobre estamateria, aunque sea necesario haberla asimilado antes. Éste es también el casoespecífico para las cuestiones de urbanismo comercial. Representé al distrito deRennes en las Comisiones departamentales de urbanismo comercial, emitiendo uninforme sobre las implantaciones de grandes superficies. ¿Existe un campo deobservación mejor para comprender procesos muy alejados de las teorías económi-cas? El estudio geográfico científico de todos los sectores de actividad económicano se puede nutrir sólo de estadísticas y de consideraciones generales. El análisisen profundidad de casos precisos se ve facilitado cuando el geógrafo trabaja deacuerdo con el empresario o el responsable de las organizaciones profesionales,interesados por los resultados de sus investigaciones.

La dirección de una tesis de tercer ciclo representa un buen ejemplo del inte-rés de un proyecto contratado en materia de acceso a una fuente que se consideraconfidencial. Sobre las cuestiones de empleo industrial es a menudo difícil teneracceso al fichero de personal, que puede contener elementos que la empresa consi-dera como confidenciales (recomendaciones, encuestas de moralidad, pertenenciasindical o política, comportamiento desde la contratación). Tras los contactos quehice con Citroen, cuando realizaba trabajos sobre la industrialización de Bretaña,conseguí convencer a la firma, entonces famosa por ser muy «cerrada», de que un

20. Phlipponneau, M., L'avenir économique et social des Cantons de l'Est (Québec), Service de géo-graphie, Ministère du Commerce et de l'Industrie, Province de Québec, Quebec, 1960.

21. Phlipponneau, M., Inventaire des possibilités d'implantations industrielles en Bretagne, Rennes,CELIB, 1956; Le modèle industriel breton, Rennes, PUR, 1993.

22. Phlipponneau, M., Géographie et action, op. cit., pp. 142-145.

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estudio sobre la evolución del personal de la primera empresa instalada en Rennes,con 1.500 empleados, podría conducirla a definir mejor su política de selección delos 15.000 empleados de la nueva empresa de montaje en Chartres-de-Bretagne.Citroen aceptó financiar la preparación de una tesis de tercer ciclo, que permitiómejorar nuestros conocimientos sobre los problemas de la mano de obra.`

En todos estos casos de contratos, la libertad de elaboración del trabajo y depublicación era total, lo que debería ser una regla absoluta para un universitario,pero no lo es para un geógrafo profesional, ni tampoco para un geógrafo conside-rado como experto. Es el caso de los geógrafos que trabajan contratados por unorganismo internacional realizando informes cuya redacción es libre pero quedeben ser confidenciales. A petición de las Naciones Unidas, participé en dosmisiones en Haití y en una en Burundi para estudiar problemas de planificaciónregional. Respeté, como es natural, las condiciones de los contratos que preveían laconfidencialidad de los informes. Es cierto que una limitación semejante resultafrustrante, sobre todo cuando se observa que las recomendaciones del geógrafo nose toman en cuenta. No obstante, el geógrafo ¿debe rechazar un contrato que lepermita realizar una investigación de gran interés, y tener acceso a fuentes docu-mentales de acceso difícil? La experiencia que así se adquiere puede ser útil paraotros objetivos, para poder hacer comparaciones y algunos elementos pueden siem-pre utilizarse para la preparación de los estudiantes.

3.3. EL FRACASO DE UN SISTEMA CENTRALIZADO

PARA LAS INVESTIGACIONES APLICADAS

El análisis del papel desempeñado por la Academia de Ciencias en la URSS ylos países socialistas me llevó a sugerir, en 1960, la creación de una sección delCNSR especializada en las investigaciones aplicadas. Se debe constatar aquí el fra-caso de este sistema centralizado.

3.3.1. El éxito de las iniciativas dispersas

La idea se retomó en el coloquio nacional de geografía aplicada de Estrasbur-go, sobre todo, por J. Dresch que conocía bien el sistema soviético de la Academiade Ciencias.`

Pero muchos compañeros fueron escépticos, incluso hostiles, con respecto auna «investigación funcionarizada» y Jean Tricart pensaba que «los burócratas delCNRS matarían a la geografía aplicada». Una mayoría se separó al estimar que elsistema de los contratos realizados por los departamentos de geografía debería,sobre todo, favorecer la preparación de los estudiantes para las tesis de tercer ciclou otros trabajos que les permitiesen llegar a ser profesionales. Después de haberparticipado en trabajos contratados, deberían buscar a continuación un empleo a

23. Oizon, R., Problèmes de recrutement de main-d'oeuvre en Bretagne, tesis, 3.` ciclo, Rennes, 1963.24. CNSR, Colloque de Strasbourg, op. cit., pp. 145-146.

tiempo completo en empresas, administraciones, o crear su propio gabinete deestudios como geógrafo-consultor.

Efectivamente, a partir de los años setenta se observa en casi todos los depar-tamentos de geografía el paso desde trabajos espontáneos a trabajos requeridosmediante contrato, generalmente tácitos, luego formalizados. Esta evolución sehace mediante la influencia de los contactos mantenidos entre los universitarios ylos usuarios, favorecidos a través de la elaboración de los atlas regionales. Mástarde, la política de descentralización refuerza las necesidades en conocimientosgeográficos y las competencias de las colectividades territoriales que llegan a serlos mayores proveedores de contratos. No obstante, las leyes de descentralizaciónno impiden a los servicios centrales seguir interesándose por las cuestiones geo-gráficas, ya sea para cubrir las carencias de iniciativas locales o, con más frecuen-cia, para controlarlas. Los ministerios, la DATAR, multiplican las convocatorias y,a partir de 1990, se añaden las propuestas de organismos europeos que disponen deimportantes presupuestos. Los universitarios responden a esta situación, e inclusose hacen la competencia: los ingresos de esos contratos permiten paliar la escasezde presupuesto por parte del ministerio de Educación nacional y del CNSR, lespermite equipar los laboratorios con material costoso, seleccionar personal técnicoy administrativo, cubrir gastos de desplazamiento y estancia, participar en congre-sos, coloquios y, sobre todo, ofrecer becas a investigadores jóvenes, doctorandos opostdoctorandos que al participar en la realización de estos trabajos completan suformación. Gracias a los contratos, las investigaciones aplicadas contribuyen asítanto a la formación de profesionales como al progreso de las investigacionespuras. Jacqueline Beaujeu-Garnier subraya el importante papel de los contratosrealizados con la AUREG en la organización de los estudios de geografía de la Sor-bona. Para una financiación de la universidad equivalente a 1, la del CNSR es de 3,y la de los contratos de 10. Son éstos los que permiten formar numerosos especia-listas.

En 1989, el Comité de evaluación señala la existencia de grandes centros deinvestigación aplicada en universidades de provincia como Toulouse y Estrasburgo.'

3.3.2. La experiencia de Lieja: el SEGEFA

El sistema se aproxima así al puesto en marcha dentro de la Universidad deLieja por Bernadette Mérenne-Schoumaker en 1985. Después de O. Tulippe, y mástarde de José Sporck, la tradición de la antigua geografía aplicada en este semi-nario de geografía desembocó en una experiencia notable. El SEGEFA (Serviciode estudios en geografía económica fundamental y aplicada) surge en la cátedra degeografía económica de la Universidad de Lieja. Dentro de la universidad estádirigido por un profesor titular y un asistente universitario, junto a la participaciónde tres consejeros científicos de la universidad, pero emplea mediante contratos adiez geógrafos encargados de la investigación, una secretaria y un grafista. 26 El

25. Mérenne-Schoumaker, B., op. cit.26. Mérenne-Schoumaker, B., op. cit.

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52 GEOGRAFÍA APLICADA

SEGEFA está especializado en cuatro ámbitos: localización de las actividades eco-nómicas (industrias, comercios, servicios), desarrollo local y regional, ordenacióndel territorio y mercados inmobiliarios. La distribución de las fuentes de financia-ción se relaciona con estas especializaciones. De los 79 contratos registradosdurante el periodo 1985-1996, 32 conciernen al sector privado, fundamentalmenteen relación con estudios sobre posibilidades de localización; 33 a las colectivida-des territoriales para las cuestiones de ordenación, el diagnóstico de una situacióneconómica regional o local, el desarrollo local y el empleo; 14 contratos se reali-zan con otros centros de investigación y organismos europeos. El SEGEFA diver-sificó fuertemente los ámbitos de estudio tradicionales de la geografía aplicada alconseguir una interesante apertura hacia el sector privado. El objetivo inicial, queera librar a la geografía de la salida tradicional que todavía suponía la enseñanza,se alcanzó con éxito. Numerosos graduados jóvenes pudieron adquirir una verda-dera formación profesional antes de llegar a puestos, a menudo de responsabilidad,en una administración o en una empresa.

Los aspectos positivos no implican solamente la oferta de empleo para losgraduados jóvenes. Al servir de trampolín en materia de inserción profesional, alampliar la audiencia de la geografía en el mundo de los profesionales y de los polí-ticos que deciden, estas investigaciones aplicadas también contribuyen a que pro-grese la ciencia pura a través del acceso a datos generalmente inasequibles a loscientíficos en el mundo de los negocios, y por el tratamiento de verdaderos proble-mas con datos verdaderos. La obra científica de B. Mérenne pone de manifiestocómo el geógrafo saca partido de estos trabajos aplicados para hacer progresar lainvestigación pura. 27 No obstante, tal como observamos anteriormente, B. Mérennereconocía los aspectos negativos del sistema, en relación con un modo de funcio-namiento que es el de una cuasiempresa a la que se debe asegurar la continuidad.

3.3.3. El desinterés del CNSR y del ORSTOM

De la misma manera que los geógrafos, el CNRS tampoco intentó organizarun sistema que permitiese responder eficazmente a las demandas de investigacio-nes aplicadas, lo que habría podido permitir el desarrollo de grandes laboratoriospropios y, en el caso de los países de ultramar, la ORSTOM habría podido desem-peñar un papel análogo. Hasta 1975, la mayor parte de los investigadores delCNSR se seleccionaban desde una perspectiva universitaria, con un empleo con-tractual muy limitado en el tiempo. Eso permitía a los jóvenes investigadores pre-parar una tesis en un país lejano, y más a menudo disponer de un año o dos paraacabarla. A veces, un contrato anual permitía al joven doctor acceder a un puestouniversitario desarrollando las innovaciones introducidas mediante su tesis.

Este sistema, que estaba bien adaptado a las necesidades universitarias, semodificó profundamente después de 1975, cuando el CNRS seleccionó investiga-dores ya muy cualificados para que desarrollasen su carrera en uno de sus labora-

27. Mérenne-Schoumaker, B., La géographie de l'énergie, París, Nathan, 1993; La localisation desindustries, Paris, Nathan, 1996; La localisation des services, París, Nathan, 1996.

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torios. Pero la selección resultó tan escasa que condujo a un acusado envejeci-miento, observado ya por el Comité de evaluación de 1989. La investigación llegóa ser, cada vez en mayor medida, un asunto de los universitarios y no de los espe-cialistas.`

El estancamiento de los efectivos del CNSR se perpetuó. Desde 1992 hasta1995 se seleccionaron 15 investigadores que apenas compensaban las jubilacionesy había solamente 118 investigadores y 130 ITA (ingenieros, técnicos, administra-tivos) para las dos secciones 31 y 39.

Al mismo tiempo, el CNSR abandonó el sistema de grandes laboratorios pro-pios que, bien dotados en material y en personal, sobre todo en ITA, hubieran podi-do responder a las demandas de investigaciones aplicadas.`

3oLos cinco laboratorios propios que existían en 1990 desaparecieron todos.

Así, el laboratorio de geomorfología de Caen, creado en 1964 por André Journax yque contaba en los años setenta con 35 investigadores e ITA, servía como labora-torio de apoyo para numerosos investigadores y hubiera podido continuar realizan-do investigaciones aplicadas como las que interesaban al ministerio de ObrasPúblicas o las compañías de gas, desapareció después de 1992. Del mismo modo,el CEGET, creado en 1968 en Bordeaux por Guy Lasserre y que en 1972 tenía 9investigadores del CNSR a tiempo completo y 28 ITA, desempeñó un papel impor-tante en el ámbito de la geografía tropical, «asociando estrechamente investigaciónfundamental y las aplicaciones de la investigación al ser particularmente artificialla separación entre ambas en el caso específico de la geografía».` El CEGET apor-tó una contribución destacada a la política de cooperación y desarrollo para el Ter-cer Mundo tropical. Pero, en 1995, el CNRS sacrificó este formidable instrumento.Dos laboratorios de acogida de alumnos de tercer ciclo, con medios mucho másreducidos, pueden difícilmente ofrecer los mismos servicios.

La actitud del CNSR con respecto al GIP RECLUS es aún más incomprensi-ble. Tal como señalamos, esta agrupación de interés público se esforzó en respon-der a las demandas de investigaciones aplicadas dirigidas a los geógrafos por dife-rentes tipos de usuarios, pues sus vinculaciones con numerosos centros de investi-gación le permitían precisamente conocer esas ofertas. Está en proceso de liquida-ción en 1998, sin reacción alguna por parte de la comunidad geográfica francesa ycon gran asombro de la comunidad geográfica internacional.

Al margen del CNSR, la ORSTOM hubiera podido desempeñar un importan-te papel para el desarrollo de la investigación geográfica aplicada en los países deultramar, esencialmente en los países tropicales. La sección de geografía de laORSTOM, creada en 1964, contaba en 1972 con 51 investigadores activos de loscuales 31 estaban situados en África negra, 7 en Madagascar y sólo 10 en la metró-poli. Entonces, algunos trabajos resultaron directamente aplicados, fundamental-mente los que se referían a la planificación regional. Después de la economía ruraly los problemas de desarrollo, las investigaciones sobre la urbanización se desarro-

28. Comité d'évaluation, op. cit.29. Comité national de géographie, Recherches géographiques en France, París, 1972, 1980, 1984.30. Annuaire 1997, CNSR, département Sciences de l'homme et de la société.31. Lasserre, G., Le Centre d'études de géographie tropicale, Recherches géographiques en France,

CNG, 1972.

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GEOGRAFÍA APLICADA

liaron en paralelo con la explosión urbana de las ciudades del Tercer Mundo. Perola ORSTOM, que proporcionaba una interesante carrera a jóvenes geógrafos, limi-tó la selección de nuevos candidatos a partir de 1980: en 1982 se contaban 60investigadores, y 66 tanto en 1990 como en 1996, lo que condujo inevitablementea un envejecimiento del cuerpo. Y a los «geógrafos de campo», tan queridos porJoel Bonnemaison, que pasaban uno o dos años en plena sabana, les sucedieron enmás de la mitad de los casos investigadores que trabajaban en laboratorios de lametrópoli. Tras el abandono de los trabajos que podían ser directamente aplicados,ahora investigaciones más teóricas sirven para alimentar los centros de investiga-ción de los países sobre los que trabajan los investigadores de la ORSTOM, parti-cularmente, América Latina. No obstante, una nueva tendencia parece esbozarse enel sentido de reorientar la investigación hacia aplicaciones más directas.`

Así, frente a lo que podía pensarse tras el coloquio de Estrasburgo, la investi-gación aplicada no se «funcionarizó». A pesar del desarrollo espectacular de lasaplicaciones de la geografía, un geógrafo joven no puede confiar razonablementeen hacer carrera en la investigación, ni en el CNSR ni en un organismo como laORSTOM que, en conjunto, no seleccionan más de diez investigadores por año. Lainvestigación pura o aplicada se convierte esencialmente en asunto de los universi-tarios, de los profesores-investigadores. Pero no está solamente alimentada por lasaplicaciones, sino que sirve también a la formación de los geógrafos profesionales.

3.4. INVESTIGACIÓN PURA Y APLICADA, Y FORMACIÓN

DE LOS GEÓGRAFOS PROFESIONALES

¿Acaso se debe lamentar la ausencia de un cuerpo de geógrafos funcionarios,especializados en las aplicaciones? ¿El sistema de la Academia de Ciencias que,desde Europa del Este, se extendió a China y a Cuba, no entraña casi automática-mente los riesgos inherentes a un pensamiento científico único? El individualismodel sistema francés pone al abrigo de esos riesgos y parece normal que los mediosque el Estado concede a la investigación estén destinados casi en exclusiva al avan-ce de nuevas técnicas y métodos que, posteriormente, puedan dar lugar a aplica-ciones. Sin los progresos realizados en el ámbito de la ciencia pura, las investiga-ciones aplicadas no hubiesen podido conocer un desarrollo tan amplio. Los res-ponsables de trabajos aplicados se verían rápidamente desacreditados al emplearmétodos obsoletos. Así, los métodos empleados en geografía cuantitativa, las téc-nicas relativas a la interpretación de imágenes de satélites, antes de dar lugar, comoocurre en la actualidad, a múltiples trabajos contratados, necesitaron un periodo deinvestigación y de puesta a punto, exigiendo la intervención y la concentraciónde medios provenientes de la investigación pública.

Para el CNSR, esta prioridad otorgada a la investigación pura se manifiestapor la concentración de los medios en personal y recursos en los centros especiali-zados en técnicas y nuevos métodos relacionados con la geografía cuantitativa, la

32. Bonnemaison, J., L'ORSTOM. Géographes sans frontières, CNG, Journées géographiques, Burdeos,abril 1990. Champaud, J., «Les géographes de l'ORSTOM, 1990-1995», Intergéo Bull., n.° 123, 1996.

LA GEOGRAFÍA UNIVERSITARIA Y SUS APLICACIONES

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informática, los SIG, las imágenes de satélites y los problemas del medio ambien-te. Sólo unas pocas URA (unidades de investigación asociadas), situadas esencial-mente en París, disponen de una fuerte proporción de personal del CNSR.

Pero en la gran mayoría de las URA, la parte del personal correspondiente alCNSR no representa más de un 10 % del personal permanente, tanto para la inves-tigación como en el caso del personal técnico y administrativo. A menudo, elmismo director es un universitario con una completa dedicación a la enseñanza. Dehecho, aún en 1989, cuando el Comité de evaluación estimaba que el 87 % de losinvestigadores en geografía eran profesores-investigadores, la investigación era enlo esencial el dominio de los universitarios; su proporción debe de superar ya en laactualidad el 90 % de los puestos, al crearse aún algunos para universitarios, mien-tras no existe prácticamente la creación de «nuevas plazas» en las unidades deinvestigación.

Más grave todavía resulta la reducción masiva del tiempo que los universita-rios pueden dedicar a la investigación. Hasta 1983, para los profesores el tiempo deservicio dedicado a la enseñanza era de 75 horas anuales, es decir, 3 horas sema-nales durante 25 semanas, mientras para los profesores-asistentes y asistentes erade 150 horas anuales, es decir, 6 semanales. Esta disposición permitía efectivamen-te al universitario dedicar tiempo a la investigación. Aumentar hasta un tercio eltiempo de servicio obligatorio sirvió a menudo para reducir las horas suplementa-rias, pero más aún el tiempo realmente destinado a la investigación. Y, en actuali-dad, el ministro de Educación Nacional e Investigación, que conocía no obstante lacuestión, considera que una docencia de 4 horas semanales, ¡es muy escasa! Losuniversitarios no parecen reaccionar, como no lo hicieron en 1983. ¿Temerán quela opinión pública apoye las declaraciones del ministro de Investigación, quienestimaba, no obstante, que la investigación debe ser realizada esencialmente por losuniversitarios, situación que ya existe en geografía? Un nuevo aumento del tiempode dedicación a la enseñanza sería más catastrófico para la investigación que elestancamiento de los efectivos del CNSR.

Este último intentó paliar la insuficiencia de medios materiales y de personasincorporando a un gran número de centros de investigación vinculados a los depar-tamentos de geografía. Este despliegue fue posible por la supresión de los centrospropios. En 1991, la nueva división de las secciones del CNRS, que intentaba favo-recer la interdisciplinariedad, llevó consigo la fragmentación de la geografía en dossecciones principales, la sección 31 Hombresy espacios, evolución e interacciones,con predominio de la geografía física, y la sección 39 Espacios, Territorios ySociedades].

U Muchos centros de investigación cuentan con las dos secciones y enla misma universidad se cuenta con laboratorios pertenecientes a ambas. Un fun-cionamiento en red intenta en ocasiones corregir esta dispersión. En la actualidad,prácticamente todos los departamentos de geografía disponen de un centro deinvestigación afiliado al CNRS, que responde a las especializaciones de los profe-sores-investigadores. Pero estos últimos representan, por lo general, más delnoventa por ciento de los investigadores contratados, a menudo incluso la totalidad

33. CNSR, «Bilan 1991-1995. Sections 31-39», Intergéo Bull., n.° 120, 1995. CNRS, Rapports de con-jonctures. Sections 31 et 39, 1996. Annuaire 1997, CNRS, département Sciences de l'homme.

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GEOGRAFÍA APLICADA

del equipo, que no dispone siempre de una ITA del CNRS. Al mismo tiempo, lafinanciación del centro está asegurada en proporciones análogas por recursos delCNRS y de la universidad, procedentes del Ministerio de Educación Nacional, queson, por lo general, muy inferiores a los que resultan de los contratos. Así, enmuchos casos, el CNRS sirve, sobre todo, de garantía moral al centro de investiga-ción, en tanto su participación material resulta extremadamente reducida. Curiosa-mente, la situación coyuntural de las secciones parecen ignorar totalmente el papelde las investigaciones aplicadas y no se interesan más que por los aspectos pura-mente científicos de la investigación.

3.5. ESTRUCTURAS GEOGRÁFICAS ADAPTADAS A LAS ESTRUCTURAS URBANAS

En el oeste de Francia, la estructura universitaria, reflejo de su estructuraurbana, está fragmentada en 6 departamentos de geografía (sin contar los centrosdonde se cursa el primer ciclo). Se intentó reagrupar los laboratorios creados poriniciativa de investigadores locales en dos UMR multilocalizadas. De hecho, loslaboratorios conservan su autonomía gracias a los recursos que les aseguran los con-tratos particulares.

La UMR 6554, sobre Litoral, medio ambiente, teledetección, geomática, depen-de de las dos secciones 31 y 39, y recupera tres antiguas URA y un equipo de coor-dinación en Brest, Rennes, Nantes y Caen. El objetivo de este reagrupamiento es«hacer surgir un proyecto científico federativo a través de reuniones, circulación dela información, e intercambios entre los investigadores». La localización de los labo-ratorios de información explica evidentemente el lugar que corresponde al litoral, lainterfaz Tierra-Mar en el programa. El medio ambiente llegó a representar una preo-cupación mayor y las interacciones sociedad-naturaleza dan lugar a experiencias.

El ejemplo del laboratorio Costel (Clima y utilización del sol mediante tele-detección), creado en Rennes en 1980 para aplicar una nueva técnica, pone demanifiesto la importancia de los trabajos mediante contrato. Desde su origen, Cos-tel se benefició de una participación financiera importante de la región de Bretañapara la adquisición de un material costoso, ya que la agricultura bretona tenía queestar interesada por la interpretación de las imágenes de satélite. Los trabajos rea-lizados por el equipo de Costel j ustificaron la permanencia de las intervenciones dela Región para la adquisición de material, los contratos de estudio y la concesiónde becas de investigación. En 1977, sobre un presupuesto de funcionamiento de1.228.000 francos, la parte del CNRS fue del 4 %, la del Ministerio de EducaciónNacional del 17 %; las colectividades territoriales participaron con un 63 %; losFondos europeos con un 12 %, y el Ministerio del Medio Ambiente con un 2 %.

Costel participa en el programa nacional de investigación sobre zonas húmedas,conjuntamente con otros centros de investigación regionales (el INRA, que dirigeel programa), en un programa sobre Sistemas ecológicos y acciones humanas, querealiza un análisis de las estructuras paisajísticas mediante la teledetección, y en elgran programa Bretaña agua pura, promovido por el Consejo regional de Bretaña.Es difícil distinguir la parte de la investigación pura y la de las aplicaciones.

En la Francia occidental, el segundo gran centro multilocalizado es la UMR

6590, Espacios geográficos y Sociedades (ESO). Dependiente de la sección 39,

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incluye a los cinco departamentos de geografía de Angers, Caen, Le Mans, Nantesy Rennes-2; fue el continuador, en 1995, de la URA 915 creada en 1982. Cadalaboratorio propio de un departamento de geografía conserva su individualidad. Laparte de personal propio del CNSR es aún más limitada respecto a la UMR 6554,con sólo 3 investigadores y 6 ITA, frente a los 15 profesores, 30 encargados decurso y 10 ATOS de las universidades. Se cuenta asimismo con casi un centenar dejóvenes investigadores e investigadores asociados. Del mismo modo, la dotaciónfinanciera del CNRS, en disminución desde 1995, es del orden de 100.000 francospara la UMR y de 500.000 francos para el funcionamiento del conjunto de loslaboratorios. Los recursos obtenidos de contratos varían mucho de un año a otro ysegún los laboratorios en función de su orientación. Entre 1995 y 1997, el produc-to anual de los contratos llegó a 16.000 francos en Angers, 100.000 francos enRennes y en Nantes, 134.000 francos en Le Mans y a 856.000 francos en Caen,donde se participó en importantes programas europeos durante 2 o 3 años, querepresentaron más de 2 millones de francos en ingresos.

Entre los trabajos científicos que afectan a las tres grandes áreas de las socie-dades y su medio ambiente, los sistemas productivos, las sociedades y sus territo-rios, figuran importantes contratos con la DATAR sobre las ciudades y redes deciudades. También se firmaron contratos con organismos europeos en el ámbito deldesarrollo rural, con el Ministerio de Medio Ambiente sobre las medidas agroam-bientales, con el Consejo regional de los Países del Loira sobre el dinamismo delos espacios rurales y la adaptación de la agricultura regional a la reforma de laPAC, junto a muchos estudios e informes técnicos realizados a escala local.

Si la estructura de las UMR multilocalizadas está bien adaptada a la disper-sión de los departamentos de geografía del oeste de Francia, grandes unidadescaracterizan a las regiones con estructura metropolitana, como es el caso del Sur-Oeste. El ejemplo de Toulouse es el más típico, con dos centros importantes en elmismo departamento de geografía. El CIEU (Centro interdisciplinario de estudios

urbanos. ESA 5053), con 15 investigadores de los que 3 son del CNRS y 15 ITA,todos del CNRS, realizaba en 1996 investigaciones objeto de 19 contratos; los prin-cipales demandantes eran el Plan urbano, la división XIII de la Comisión Europea,el FEDER, la DATAR, el SGAR de Midi-Pyrénées, la ciudad de Toulouse, y laCámara Regional de Comercio e Industria. En paralelo, el grupo Geode ( Geogra-

fía del medio ambiente), con 17 investigadores de los que 5 son del CNRS y 5 ITAdel CNRS, gestiona una docena de contratos financiados por el Ministerio deMedio Ambiente, el de Agricultura, el Consejo regional y las colectividades terri-toriales.

3.6. INVESTIGACIÓN Y FORMACIÓN DE LOS GEÓGRAFOS PROFESIONALES

Los trabajos contratados, no presentan sólo un interés financiero, al permitir alos centros de investigación funcionar con unos medios muy superiores a los quepodrían esperar del CNRS y del Ministerio de Educación. Sirven también, directae indirectamente, a la formación de los doctorandos. Muchos están asociados aestas investigaciones y pueden incluso ser los principales participantes en todas susetapas, desde la recogida de datos a su explotación e, incluso, la redacción final. Ya

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sigan una carrera universitaria, o, más a menudo, una carrera de geógrafo profesio-nal, aprenden de esta manera su futuro trabajo. Los contactos personales que seconsiguen en el marco del contrato pueden serles particularmente útiles.

Para volver a mencionar el ejemplo de Costel, entre 1995 y 1997 se defendie-ron 5 tesis, y en 1997 se dirigieron 12 tesis y se presentaron 8 memorias de licen-ciatura. Para los dos laboratorios Geolitorales de Brest y de Nantes, se presentaron11 tesis de 1995 a 1997 y, actualmente, se realizan otras 25 tesis.

En Toulouse, los alumnos preparan el título de ingeniero-especialista en orde-nación y desarrollo territorial, y los que preparan tesis y memorias de licenciaturapueden participar en diferentes trabajos, objeto de investigación mediante contrato.

En muchos ámbitos, si bien hay salidas evidentes para los geógrafos profesio-nales, no existen todavía formaciones orientadas a esa profesionalización. Son, dehecho, los centros de investigación los que aseguran la formación de estos futurosprofesionales con la preparación de las tesinas y tesis del nuevo estilo, en mayormedida que con las tesis clásicas, con el conocimiento de técnicas avanzadas, juntoa una iniciación orientada hacia los métodos de investigación, el trabajo en equipoy la elaboración de un trabajo personal de investigación. Esta preparación hará algeógrafo joven perfectamente apto para llegar a ser un profesional en una consul-tora, una administración pública, o una colectividad territorial.

Otra orientación de la preparación que se ofrece en los centros de investiga-ción al futuro profesional que posee ya unos conocimientos generales, relacionadospor ejemplo con la ordenación del territorio, consiste en completar su formación enciertas técnicas o métodos muy especializados con amplia demanda en el mercadolaboral, del tipo SIG, cartografía automática, o interpretación de imágenes de saté-lite. Estas técnicas, indispensables tanto en muchos ámbitos de la investigacióngeográfica, como en sus aplicaciones, pueden por sí mismas conducir a carrerasespecíficas, para las cuales las salidas profesionales parecen importantes.

Las estadísticas ministeriales relativas a los licenciados en geografía ponen demanifiesto el éxito de esta fórmula de iniciación a la investigación que prolonga,evidentemente, la duración del periodo de preparación, pero debería garantizar elacceso al empleo y a un buen nivel. En 1995, se titularon con memoria de licen-ciatura un total de 811 estudiantes en el conjunto de centros de investigación geo-gráfica, pero en ese mismo año, sólo se leyeron 72 tesis del nuevo estilo, entre lasque 37 fueron defendidas por estudiantes extranjeros. La disminución del númerode doctorados es muy sensible en comparación con los años anteriores: se defen-dieron 668 tesis del nuevo estilo desde 1990 hasta 1994, lo que supone una media133 cada año.

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Si esta disminución se mantuviera en el futuro, el hecho sería inquietante. Pro-longar los estudios hasta la tesis doctoral podría hacerse mediante ayudas al estudioy el aumento del número de becas doctorales concedidas por organismos públicos oempresas interesadas por una investigación aplicada, por los contratos CIFRE, o porla adopción de un sistema comparable a la SEGEFA de la Universidad de Lieja.

34. Douzant-Rozenfeld y Raison, J., «La production scientifique en géographie à partir des thèses»,pp. 158-160 y cap. V «Géographes et géographie à partir des thèses de doctorat», pp. 157-217, en Knafou R.,L'état de la géographie, París, Belin, 1997.

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De este modo, el universitario, mediante la investigación aplicada, vuelve adesempeñar su papel tradicional de formador no sólo de profesores de enseñanzamedia, sino también de geógrafos profesionales. Y para prepararse en esta nuevavocación, debe realizar y dirigir él mismo trabajos aplicados mediante contrato.Porque no existe enseñanza universitaria que prepare a los formadores de geógra-fos profesionales. Si las investigaciones aplicadas no deben, en principio, diferen-ciarse de las investigaciones puras en sus características esenciales, incluyen, noobstante, algunos elementos específicos, que responden a normas y necesidadesque no son las propias de las tesis universitarias. El «oficio» de geógrafo profesio-nal no coincide con el del geógrafo universitario, aun si el paso de uno a otro esposible y deseable.

Los primeros universitarios que realizaron trabajos mediante contrato se for-maron a sí mismos, debiendo adquirir los complementos a su formación clásica degeógrafo que preparaba las oposiciones para acceder a la enseñanza media y debie-ron «trabajar en el tajo». Los actuales deben también realizar trabajos aplicadospara comprender bien lo que los demandantes, los futuros empleadores, requierendel geógrafo profesional.

Los universitarios deben también aprender a valorar los trabajos de geografíaaplicada, para encontrar contratos y empleos para sus alumnos. Y con este fin,deben evitar el temor a tropezar con una comunidad geográfica que tiene siempretendencia a reconocer sólo los trabajos de «ciencia pura». Deben, naturalmente,asociar a los demandantes de investigaciones aplicadas a la valoración del trabajouniversitario que está en su origen, desde el informe de prácticas, a la memoria delicenciatura o la tesis. Todas las formas de revalorizar la geografía aplicada revalo-rizan también al conjunto de la disciplina y, a través de ella, pueden abrir nuevassalidas a los geógrafos profesionales y aumentar el número y los medios de losgeógrafos universitarios. También en esto debe ocuparse el geógrafo universitario,cuando llega a ser geógrafo-experto, geógrafo-ciudadano, geógrafo-actor político.