Sermones Culto Adoración Joven

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Transcript of Sermones Culto Adoración Joven

  • ndiceUn hombre de confianza

    Frentes estratgicos

    24 horas de mayordoma

    Sermonario de mayordoma para culto de adoracin y culto joven

    Una vida destruida

    Cristo es el lder!

    Creados para multiplicar

    Usemos lo que tenemos

    Nombrado para gobernar la vida

    Un pacto de oracin

    Vida saludable en el siglo XXI

    Gimnasia espiritual

    Reflectores de su gracia

    Pacto de fidelidad a la Biblia

    A la sombra de su sabidura

    Cul es mi salario?

    El dueo del mundo

    Cansados de esperar

    Una obligacin mayor

    Existe algn futuro en sus planes?

    Dueo de mi adoracin

    Comprometidos con el reino

    Inmensamente ricos

    Un pueblo prspero

    Notas

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  • El pueblo haba experimentado una reforma espiritual extraordinaria reciente-mente a manos del nuevo joven rey. Las cosas comenzaron a funcionar ms rpido de lo que ellos imaginaban, y se perciba un clima completamente diferente, positivo y reflexivo en cada habitante del pueblo. Sin embargo; pronto pasaran por una prueba dursima. El ejrcito enemigo era conocido por su crueldad y excesiva vileza al tratar con todos sus opositores. Nadie lo haba derrotado hasta aquel momento. Todos preferan negociar y pagar pesados tributos a cambio de preservar sus vidas. El joven rey contaba con un pequeo ejrcito, pocas armas y muchas desventajas; no exista forma de equipararse con el ejrcito enemigo. Empero; haba algo que tena este rey que inspiraba. Sin mayor prdida de tiempo reuni al pueblo y organiz a su ejrcito y les dijo: Esforzaos y animaos; no temis, ni tengis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con l viene; porque ms hay con nosotros que con l. Con l est el brazo de carne, mas con nosotros est Jehov nuestro Dios para ayudarnos, y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequas rey de Jud 2 Crnicas 32:7-8

    ste nuevo rey tena algo que pocos tienen, pero que marca la diferencia: CONFIANZA. Ezequas confiaba en Dios. No tena a nadie ms. No contaba con un gran ejrcito, no contaba con sofisticadas armas, no contaba con dinero, y menos

    Un hombre deConfianza

    an contaba con experiencia. Pero Ezequas contaba con Dios. Suficiente! Quien cuenta con Dios cuenta con todo. Ya te preguntaste quin es un mayordo-mo? Te respondo. Un mayordomo es un HOMBRE DE CONFIANZA, es alguien que confa en Dios completamente. Es alguien que aunque la adversidad se muestre dursima, l confa y confa, y sigue confiando en Dios. Pero hay algo ms. Notaste cmo termina el versculo ocho? Dice: Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequas rey de Jud. Un hombre que confa en Dios, tambin es un hombre de confianza para su pueblo. Si Ezequas deca que se poda, entonces el pueblo le crea. Un mayordo-mo es un hombre de confianza para Dios y para su pueblo.

    Quieres otro ejemplo? Recuerdas la historia de Jos? Nota lo siguiente: As hall Jos gracia en sus ojos, y le serva; y l le hizo mayordomo de su casa y entre-g en su poder todo lo que tena Gnesis 39:4

    Jos era un esclavo, un extranjero, un desconocido. Pero Potifar le entreg todo lo que tena a l Por qu? Porque Potifar confiaba en l, y porque Jos era un hombre de confianza. No se olvide: Un mayordomo es un hombre que confa en Dios y es un hombre de confianza para Dios y para su pueblo.

    La iglesia lo eligi a usted para liderar un rea delicada y con mucho desafo porque cree que usted es un hombre de confian-za. Dios ha puesto sus ojos en usted porque confa en que usted har un extraordinario trabajo. Dios confa que usted es la persona que faltaba para que todo resulte en su iglesia. Dios quiere utilizarlo poderosamente. Por favor; no deje de confiar en Dios, porque Dios ya coloc toda su confianza en usted.

    Bienvenido al equipo de Mayordoma Cristiana.

    Pr. DANIEL VILLAR E.Ministerio de Mayordoma Cristiana

    Unin Peruana del Sur

    Este da traigo conmigo dos exquisitas frutas (o algo saludable). Uno es para un nio y el otro para una nia. Se los van a ganar contestando dos preguntas fciles. Veamos, levante la mano el nio y la nia que van a contestar las preguntas. Muy bien, ya tenemos a los dos. La primera pregunta es a la nia: Cunto es cinco ms cinco? Ahora la pregunta para el nio: Cunto es cinco por cinco? Excelente: cinco ms cinco es igual a diez, y cinco por cinco es igual a veinticinco. Observen la gran diferencia: Cuando multiplicamos cinco por cinco obtenemos un 150 por ciento ms que cuando sumamos cinco ms cinco!

    Esta maana queremos mostrar que el principio milagroso de la multiplicacin es divino. Si en trminos humanos la multipli-cacin es una operacin matemtica, en trminos bblicos la multiplicacin es una operacin divina. Vamos a mostrar que en trminos del reino de los cielos, el significado de la multiplicacin difiere del significado que se le da en trminos de la tierra. En qu consiste esta diferencia? En que Dios multiplica para bendecir a otros, en tanto que el hombre multiplica para s mismo.

    ORIGEN DEL CONCEPTO DE MULTIPLICACINSe dice que Pitgoras, un filsofo griego que vivi en el siglo VI antes de Cristo, fue el primer matemtico puro de la historia. A l se le atribuye la invencin de las tablas de multiplicacin que todos aprendemos en la escuela primaria, y por eso, de alguna manera, se asocia su genio matemtico con los orgenes de la multiplicacin. Sin embargo, antes de Pitgoras, Dios ya era Dios, y al remontar-nos a la semana de la creacin, lo encon-tramos dando origen al principio bblico de la multiplicacin.En efecto, en la semana de la creacin, Dios orden que todo fuera multiplicado. La orden se cumpli, y efectivamente todo fue multiplicado. Ha sido curioso en preguntarse por qu Dios orden que todo fuera multiplicado? Ser que lo hizo para beneficio de s mismo, como tende-mos a hacer los seres humanos? No! Dios multiplic para bendicin de todos los seres que poblaran la tierra, es decir, a favor de los dems.

    Por ejemplo, cuando usted lee Gnesis captulo uno, encuentra que en el tercer da de la creacin Dios hizo la vegetacin, que incluye hierba, plantas y rboles de toda especie, la cual deba producir semilla para multiplicarse: Y dijo Dios: Que haya vegetacin sobre la tierra!; que esta produzca hierbas que den semilla, y rboles que den su fruto con semilla, todos segn su especie (Gnesis 1:11). Pero toda esta creacin vegetal, an desde la humilde hierba, deban producir semilla para multiplicarse con un claro propsito: que animales y seres humanos

    tuvieran siempre alimento. Dios dijo: Yo les doy de la tierra todas las plantas que producen semilla y todos los rboles que dan fruto con semilla; todo esto les servir de alimento. Y doy la hierba verde como alimento a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo y a todos los seres vivientes (Gnesis 1:29, 30).

    En realidad, todos sin excepcin, deban multiplicarse. Cuando en el quinto da Dios hizo las aves y los peces dijo: Sean fructferos y multiplquense; llenen las aguas de los mares. Que las aves se multipliquen sobre la tierra! (Gnesis 1:22). Al da siguiente, el sexto de la creacin, Dios hizo a los animales terres-tres segn su especie, porque tambin deban multiplicarse: Que produzca la tierra seres vivientes; animales domsti-cos, animales salvajes, y reptiles segn su especie (Gnesis 1:24). As que por donde se mire, el relato de la creacin est saturado de un principio que es de origen divino: la multiplicacin; y la abundancia que resulta por el efecto multiplicador del Dios Creador, es para beneficiar de una u otra manera a todas sus criaturas. Albenlo! Porque Dios es bueno.

    EL HOMBRE Y LA MULTIPLICACINPero el hombre no poda quedar fuera del efecto multiplicativo de la bendicin del Creador. Por eso, despus de crearlos, el relato bblico nos dice que Dios los bendijo con estas palabras: Sean fructfe-ros y multiplquense (Gnesis 1:28). Entindase bien lo que acabamos de leer. El texto dice que Dios bendijo al hombre con dos palabras: fructificar y multiplicar; por lo tanto, la capacidad de fructificar, de

    multiplicar, le ha sido dada al hombre como una bendicin de su Creador. Es crtico y vital que este punto quede bien claro en nuestra mente: Dios nos cre con la capacidad de fructificar y multiplicar!

    Por otro lado, debemos aclarar, que esta bendicin multiplicativa no solo implicaba que el hombre y la mujer podan engen-drar hijos, sino que tambin inclua que fueran fructferos en la administracin de los vastos recursos que Dios recin haba creado. La palabra de Dios dice, que l someti al dominio del hombre todo lo creado, ponindolo en el jardn del Edn para que lo cultivara y lo cuidara(Gnesis 2:15). Por eso es que Dios le dio la capacidad de fructificar y multiplicar, pues para que el hombre pudiera cultivar y cuidar aquellos vastos recursos, deba tener capacidad administrativa para hacer-los productivos. Por ejemplo, solo piense en la enorme capacidad que Adn y Eva deban tener para inventariar todos esos recursos. Imagnelo!

    Como efecto del pecado, el principio bblico de la multiplicacin fue alterado en el hombre. A esto se debe que tendamos a multiplicar para nosotros mismos, en lugar de hacerlo para beneficiar a otros, como lo hace Dios. El hombre, ha tenido que reaprender los fundamentos de la multiplicacin a lo largo de su historia. Por ejemplo, aunque los babilonios gozan del reconocimiento de haber sido grandes recopiladores de tablas aritmticas, y se les reconoce su mayor gusto por la multiplicacin que por la divisin, su dominio de la ciencia de multiplicar era rudimentario.

    Los griegos gozan del prestigio de haber hecho de la multiplicacin su gua para ordenar su conocimiento matemtico. Pitgoras era griego, pero aun as, la multiplicacin segua en paales. Si dejamos el viejo continente y nos traslada-mos a Amrica, antes de que fuera coloni-zada por los espaoles, es cierto que encontramos que entre los nativos del Per y otros pueblos haba dominio de ciertos conocimientos bsicos sobre la multiplicacin, pero tambin eran rudimentarios. En nuestro tiempo, es hasta que vamos a la escuela primaria, entre el segundo y tercer grado, que se nos ensean los fundamentos de la multiplicacin. Esto ocurre alrededor de los ocho aos de edad.

    Ahora bien, todo este desarrollo del conocimiento sobre la multiplicacin a lo largo de la historia, y luego el dominio de sus fundamentos en la escuela primaria, es cierto que es bsico e importante, pero el principio de aprender a multiplicar como lo hace Dios, que multiplica para hacer crecer su obra redentora y para beneficiar a otros, es mucho ms importante y bsico, por lo que debe ser aprendido en cualquier etapa de la vida y practicado a lo largo de toda la vida.

    EL HOMBRE DEBE SABER MULTIPLICARCuidar y cultivar los recursos, es adminis-trarlos con eficiencia multiplicativa, fructfera. Dios mismo es fructfero en todo cuanto hace. Su plan para la creacin del mundo fue fructfero. Su plan para la salvacin del pecador es fructfero, pues cada da se siguen aadiendo a la iglesia los

    nombres de los que sern salvos. A su hijo Jacob, que es Israel, su pueblo, le garanti-za diciendo: Yo te har crecer, y te multiplicar (Gnesis 48:4). Por eso usted y yo somos parte del crecimiento y la multiplicacin que da Dios. La capacidad de multiplicar, de hacer fructificar ya nos ha sido dada, pero no estamos solos para lograrlo, pues Dios ha empeado su palabra de hacernos crecer y multiplicar-nos en todas las reas del desarrollo humano y cristiano.

    Cuando Jacob bendice a su hijo Jos le dice: Rama fructfera es Jos, rama fructfera junto a una fuente (Gnesis 49:22). Luego Jos traslad esta bendi-cin multiplicativa a su descendencia por medio de su segundo hijo, a quien llam Efran, que significa fructfero!. Note, observe, que el ser fructfero sigue siendo una bendicin, exactamente de acuerdo a la intencin de Dios al bendecir al hombre dndole la capacidad de fructificar y multiplicar cuando lo cre. Jacob coloc sus manos sobre su hijo Jos para bende-cirlo dicindole: Rama fructfera es Jos, rama fructfera junto a una fuente. Se cumpli esa bendicin? Fue fructfero Jos? La Biblia dice que el Seor estaba con Jos y lo haca prosperar en todo! (Gnesis 39:3).

    Pero Jos quiso asegurarse de trasladarle esta bendicin a su hijo. Sabemos lo significativo que eran los nombres en la antigedad, y Jos, al buscar un nombre para su hijo, encontr uno en el que iba la semilla de la multiplicacin: Efran, fruct-fero . Esa fue la herencia que haba recibi-do de su padre; esa fue la herencia que le

    leg a su hijo. Es que la consigna de ser fructferos y multiplicativos, se transmite de generacin en generacin, desde Adn y hasta nuestros das. Por eso, a los que vivimos en esta generacin, se nos ha heredado la capacidad de fructificar y multiplicar que Dios le dio al hombre al crearlo, y esto, con un claro propsito: cuidar y cultivar con efecto multiplicativo todo lo que Dios ha puesto bajo nuestra mayordoma. Usted es Efran, fructfero, porque esa es la herencia que le ha legado su padre que est en los cielos. Lo hizo desde los das de la creacin.

    CONCLUSIN Y LLAMADOJess, en cuyo nombre Dios redime a su pueblo, naci en una pequea aldea llamada Beln Efrata. De dnde viene lo de Efrata? Le viene de Efran, fruct-fero , lo cual indica que de su seno, no pudo nacer nada ms fructfero que Jess, el Autor de nuestra salvacin. Puede haber algo ms fructfero que esto? Cuando Jos fue nombrado gobernador de Egipto, bajo la bendicin del Dios multiplicador, la Biblia dice que junt alimento como quien junta arena del mar, y fue tanto lo que recogi que dej de contabilizarlo. Ya no haba forma de mantener el control! (Gnesis 41:49). Puede usted creerlo? Solo Dios puede multiplicar de tal manera que ya no haya forma de contabilizar tanta abundancia. En otra ocasin, Jess tuvo que echar mano de su capacidad multiplicativa, para alimentar a una multitud de cinco mil hombres hambrientos, sin contar las mujeres y nios.

    Estos dos eventos ilustran, que cuando Dios multiplica lo hace de manera geom-trica. Hace sobreabundar! S, Dios est empeado en fructificarnos y multiplicar-nos, porque somos parte de la descen-dencia que l prometi hacer crecer y multiplicar; y ya sabemos que lo que l promete, lo cumple. Yo te har crecer, y te multiplicar, dice el Seor en Gnesis 48:4.Uno de los requistos bblicos que Dios exige para multiplicar su benciones en usted y para otras personas, es el diezmo. Dios lo bendice a usted dndole un trabajo, una pensin, o alguna otra bendi-cin. Luego usted al diezmar multiplica la bendicin de Dios para otros; porque con el diezmo se sustenta el avance del evangelio en muchos lugares; y an en zonas remotas e inaccecibles, y si alcanza a personas que nunca conocieron de Jess.

    Quin desea que el Seor lo haga crecer? Levante su mano por favor. Quin quiere que el Seor le multiplique? Diga, yo quiero, levantando su mano. Ahora bien, hay alguien que quiera decirle al Seor: Seor, s que me has bendecido con la capacidad de fructificar y multiplicar. Por favor, te ruego que me ayudes a ser como Jacob, como Jos, como Efran. Aydame a ser fructfero, a ser multiplicador de bendicin, para beneficiar a tu iglesia y a los dems. Hay alguien que quiere hacerle esta oracin al Seor? Por favor, pngase en pie y acrquese al altar todo aquel que quiera hacerle esta oracin al Seor. Vamos a orar.

    Fuente: Unin Mexicana Central

    ApreciadoDirector de Mayordoma________________________________

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  • El pueblo haba experimentado una reforma espiritual extraordinaria reciente-mente a manos del nuevo joven rey. Las cosas comenzaron a funcionar ms rpido de lo que ellos imaginaban, y se perciba un clima completamente diferente, positivo y reflexivo en cada habitante del pueblo. Sin embargo; pronto pasaran por una prueba dursima. El ejrcito enemigo era conocido por su crueldad y excesiva vileza al tratar con todos sus opositores. Nadie lo haba derrotado hasta aquel momento. Todos preferan negociar y pagar pesados tributos a cambio de preservar sus vidas. El joven rey contaba con un pequeo ejrcito, pocas armas y muchas desventajas; no exista forma de equipararse con el ejrcito enemigo. Empero; haba algo que tena este rey que inspiraba. Sin mayor prdida de tiempo reuni al pueblo y organiz a su ejrcito y les dijo: Esforzaos y animaos; no temis, ni tengis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con l viene; porque ms hay con nosotros que con l. Con l est el brazo de carne, mas con nosotros est Jehov nuestro Dios para ayudarnos, y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequas rey de Jud 2 Crnicas 32:7-8

    ste nuevo rey tena algo que pocos tienen, pero que marca la diferencia: CONFIANZA. Ezequas confiaba en Dios. No tena a nadie ms. No contaba con un gran ejrcito, no contaba con sofisticadas armas, no contaba con dinero, y menos

    an contaba con experiencia. Pero Ezequas contaba con Dios. Suficiente! Quien cuenta con Dios cuenta con todo. Ya te preguntaste quin es un mayordo-mo? Te respondo. Un mayordomo es un HOMBRE DE CONFIANZA, es alguien que confa en Dios completamente. Es alguien que aunque la adversidad se muestre dursima, l confa y confa, y sigue confiando en Dios. Pero hay algo ms. Notaste cmo termina el versculo ocho? Dice: Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequas rey de Jud. Un hombre que confa en Dios, tambin es un hombre de confianza para su pueblo. Si Ezequas deca que se poda, entonces el pueblo le crea. Un mayordo-mo es un hombre de confianza para Dios y para su pueblo.

    Quieres otro ejemplo? Recuerdas la historia de Jos? Nota lo siguiente: As hall Jos gracia en sus ojos, y le serva; y l le hizo mayordomo de su casa y entre-g en su poder todo lo que tena Gnesis 39:4

    Jos era un esclavo, un extranjero, un desconocido. Pero Potifar le entreg todo lo que tena a l Por qu? Porque Potifar confiaba en l, y porque Jos era un hombre de confianza. No se olvide: Un mayordomo es un hombre que confa en Dios y es un hombre de confianza para Dios y para su pueblo.

    La iglesia lo eligi a usted para liderar un rea delicada y con mucho desafo porque cree que usted es un hombre de confian-za. Dios ha puesto sus ojos en usted porque confa en que usted har un extraordinario trabajo. Dios confa que usted es la persona que faltaba para que todo resulte en su iglesia. Dios quiere utilizarlo poderosamente. Por favor; no deje de confiar en Dios, porque Dios ya coloc toda su confianza en usted.

    Bienvenido al equipo de Mayordoma Cristiana.

    Pr. DANIEL VILLAR E.Ministerio de Mayordoma Cristiana

    Unin Peruana del Sur

    Este da traigo conmigo dos exquisitas frutas (o algo saludable). Uno es para un nio y el otro para una nia. Se los van a ganar contestando dos preguntas fciles. Veamos, levante la mano el nio y la nia que van a contestar las preguntas. Muy bien, ya tenemos a los dos. La primera pregunta es a la nia: Cunto es cinco ms cinco? Ahora la pregunta para el nio: Cunto es cinco por cinco? Excelente: cinco ms cinco es igual a diez, y cinco por cinco es igual a veinticinco. Observen la gran diferencia: Cuando multiplicamos cinco por cinco obtenemos un 150 por ciento ms que cuando sumamos cinco ms cinco!

    Esta maana queremos mostrar que el principio milagroso de la multiplicacin es divino. Si en trminos humanos la multipli-cacin es una operacin matemtica, en trminos bblicos la multiplicacin es una operacin divina. Vamos a mostrar que en trminos del reino de los cielos, el significado de la multiplicacin difiere del significado que se le da en trminos de la tierra. En qu consiste esta diferencia? En que Dios multiplica para bendecir a otros, en tanto que el hombre multiplica para s mismo.

    ORIGEN DEL CONCEPTO DE MULTIPLICACINSe dice que Pitgoras, un filsofo griego que vivi en el siglo VI antes de Cristo, fue el primer matemtico puro de la historia. A l se le atribuye la invencin de las tablas de multiplicacin que todos aprendemos en la escuela primaria, y por eso, de alguna manera, se asocia su genio matemtico con los orgenes de la multiplicacin. Sin embargo, antes de Pitgoras, Dios ya era Dios, y al remontar-nos a la semana de la creacin, lo encon-tramos dando origen al principio bblico de la multiplicacin.En efecto, en la semana de la creacin, Dios orden que todo fuera multiplicado. La orden se cumpli, y efectivamente todo fue multiplicado. Ha sido curioso en preguntarse por qu Dios orden que todo fuera multiplicado? Ser que lo hizo para beneficio de s mismo, como tende-mos a hacer los seres humanos? No! Dios multiplic para bendicin de todos los seres que poblaran la tierra, es decir, a favor de los dems.

    Por ejemplo, cuando usted lee Gnesis captulo uno, encuentra que en el tercer da de la creacin Dios hizo la vegetacin, que incluye hierba, plantas y rboles de toda especie, la cual deba producir semilla para multiplicarse: Y dijo Dios: Que haya vegetacin sobre la tierra!; que esta produzca hierbas que den semilla, y rboles que den su fruto con semilla, todos segn su especie (Gnesis 1:11). Pero toda esta creacin vegetal, an desde la humilde hierba, deban producir semilla para multiplicarse con un claro propsito: que animales y seres humanos

    tuvieran siempre alimento. Dios dijo: Yo les doy de la tierra todas las plantas que producen semilla y todos los rboles que dan fruto con semilla; todo esto les servir de alimento. Y doy la hierba verde como alimento a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo y a todos los seres vivientes (Gnesis 1:29, 30).

    En realidad, todos sin excepcin, deban multiplicarse. Cuando en el quinto da Dios hizo las aves y los peces dijo: Sean fructferos y multiplquense; llenen las aguas de los mares. Que las aves se multipliquen sobre la tierra! (Gnesis 1:22). Al da siguiente, el sexto de la creacin, Dios hizo a los animales terres-tres segn su especie, porque tambin deban multiplicarse: Que produzca la tierra seres vivientes; animales domsti-cos, animales salvajes, y reptiles segn su especie (Gnesis 1:24). As que por donde se mire, el relato de la creacin est saturado de un principio que es de origen divino: la multiplicacin; y la abundancia que resulta por el efecto multiplicador del Dios Creador, es para beneficiar de una u otra manera a todas sus criaturas. Albenlo! Porque Dios es bueno.

    EL HOMBRE Y LA MULTIPLICACINPero el hombre no poda quedar fuera del efecto multiplicativo de la bendicin del Creador. Por eso, despus de crearlos, el relato bblico nos dice que Dios los bendijo con estas palabras: Sean fructfe-ros y multiplquense (Gnesis 1:28). Entindase bien lo que acabamos de leer. El texto dice que Dios bendijo al hombre con dos palabras: fructificar y multiplicar; por lo tanto, la capacidad de fructificar, de

    multiplicar, le ha sido dada al hombre como una bendicin de su Creador. Es crtico y vital que este punto quede bien claro en nuestra mente: Dios nos cre con la capacidad de fructificar y multiplicar!

    Por otro lado, debemos aclarar, que esta bendicin multiplicativa no solo implicaba que el hombre y la mujer podan engen-drar hijos, sino que tambin inclua que fueran fructferos en la administracin de los vastos recursos que Dios recin haba creado. La palabra de Dios dice, que l someti al dominio del hombre todo lo creado, ponindolo en el jardn del Edn para que lo cultivara y lo cuidara(Gnesis 2:15). Por eso es que Dios le dio la capacidad de fructificar y multiplicar, pues para que el hombre pudiera cultivar y cuidar aquellos vastos recursos, deba tener capacidad administrativa para hacer-los productivos. Por ejemplo, solo piense en la enorme capacidad que Adn y Eva deban tener para inventariar todos esos recursos. Imagnelo!

    Como efecto del pecado, el principio bblico de la multiplicacin fue alterado en el hombre. A esto se debe que tendamos a multiplicar para nosotros mismos, en lugar de hacerlo para beneficiar a otros, como lo hace Dios. El hombre, ha tenido que reaprender los fundamentos de la multiplicacin a lo largo de su historia. Por ejemplo, aunque los babilonios gozan del reconocimiento de haber sido grandes recopiladores de tablas aritmticas, y se les reconoce su mayor gusto por la multiplicacin que por la divisin, su dominio de la ciencia de multiplicar era rudimentario.

    Los griegos gozan del prestigio de haber hecho de la multiplicacin su gua para ordenar su conocimiento matemtico. Pitgoras era griego, pero aun as, la multiplicacin segua en paales. Si dejamos el viejo continente y nos traslada-mos a Amrica, antes de que fuera coloni-zada por los espaoles, es cierto que encontramos que entre los nativos del Per y otros pueblos haba dominio de ciertos conocimientos bsicos sobre la multiplicacin, pero tambin eran rudimentarios. En nuestro tiempo, es hasta que vamos a la escuela primaria, entre el segundo y tercer grado, que se nos ensean los fundamentos de la multiplicacin. Esto ocurre alrededor de los ocho aos de edad.

    Ahora bien, todo este desarrollo del conocimiento sobre la multiplicacin a lo largo de la historia, y luego el dominio de sus fundamentos en la escuela primaria, es cierto que es bsico e importante, pero el principio de aprender a multiplicar como lo hace Dios, que multiplica para hacer crecer su obra redentora y para beneficiar a otros, es mucho ms importante y bsico, por lo que debe ser aprendido en cualquier etapa de la vida y practicado a lo largo de toda la vida.

    EL HOMBRE DEBE SABER MULTIPLICARCuidar y cultivar los recursos, es adminis-trarlos con eficiencia multiplicativa, fructfera. Dios mismo es fructfero en todo cuanto hace. Su plan para la creacin del mundo fue fructfero. Su plan para la salvacin del pecador es fructfero, pues cada da se siguen aadiendo a la iglesia los

    nombres de los que sern salvos. A su hijo Jacob, que es Israel, su pueblo, le garanti-za diciendo: Yo te har crecer, y te multiplicar (Gnesis 48:4). Por eso usted y yo somos parte del crecimiento y la multiplicacin que da Dios. La capacidad de multiplicar, de hacer fructificar ya nos ha sido dada, pero no estamos solos para lograrlo, pues Dios ha empeado su palabra de hacernos crecer y multiplicar-nos en todas las reas del desarrollo humano y cristiano.

    Cuando Jacob bendice a su hijo Jos le dice: Rama fructfera es Jos, rama fructfera junto a una fuente (Gnesis 49:22). Luego Jos traslad esta bendi-cin multiplicativa a su descendencia por medio de su segundo hijo, a quien llam Efran, que significa fructfero!. Note, observe, que el ser fructfero sigue siendo una bendicin, exactamente de acuerdo a la intencin de Dios al bendecir al hombre dndole la capacidad de fructificar y multiplicar cuando lo cre. Jacob coloc sus manos sobre su hijo Jos para bende-cirlo dicindole: Rama fructfera es Jos, rama fructfera junto a una fuente. Se cumpli esa bendicin? Fue fructfero Jos? La Biblia dice que el Seor estaba con Jos y lo haca prosperar en todo! (Gnesis 39:3).

    Pero Jos quiso asegurarse de trasladarle esta bendicin a su hijo. Sabemos lo significativo que eran los nombres en la antigedad, y Jos, al buscar un nombre para su hijo, encontr uno en el que iba la semilla de la multiplicacin: Efran, fruct-fero . Esa fue la herencia que haba recibi-do de su padre; esa fue la herencia que le

    leg a su hijo. Es que la consigna de ser fructferos y multiplicativos, se transmite de generacin en generacin, desde Adn y hasta nuestros das. Por eso, a los que vivimos en esta generacin, se nos ha heredado la capacidad de fructificar y multiplicar que Dios le dio al hombre al crearlo, y esto, con un claro propsito: cuidar y cultivar con efecto multiplicativo todo lo que Dios ha puesto bajo nuestra mayordoma. Usted es Efran, fructfero, porque esa es la herencia que le ha legado su padre que est en los cielos. Lo hizo desde los das de la creacin.

    CONCLUSIN Y LLAMADOJess, en cuyo nombre Dios redime a su pueblo, naci en una pequea aldea llamada Beln Efrata. De dnde viene lo de Efrata? Le viene de Efran, fruct-fero , lo cual indica que de su seno, no pudo nacer nada ms fructfero que Jess, el Autor de nuestra salvacin. Puede haber algo ms fructfero que esto? Cuando Jos fue nombrado gobernador de Egipto, bajo la bendicin del Dios multiplicador, la Biblia dice que junt alimento como quien junta arena del mar, y fue tanto lo que recogi que dej de contabilizarlo. Ya no haba forma de mantener el control! (Gnesis 41:49). Puede usted creerlo? Solo Dios puede multiplicar de tal manera que ya no haya forma de contabilizar tanta abundancia. En otra ocasin, Jess tuvo que echar mano de su capacidad multiplicativa, para alimentar a una multitud de cinco mil hombres hambrientos, sin contar las mujeres y nios.

    Estos dos eventos ilustran, que cuando Dios multiplica lo hace de manera geom-trica. Hace sobreabundar! S, Dios est empeado en fructificarnos y multiplicar-nos, porque somos parte de la descen-dencia que l prometi hacer crecer y multiplicar; y ya sabemos que lo que l promete, lo cumple. Yo te har crecer, y te multiplicar, dice el Seor en Gnesis 48:4.Uno de los requistos bblicos que Dios exige para multiplicar su benciones en usted y para otras personas, es el diezmo. Dios lo bendice a usted dndole un trabajo, una pensin, o alguna otra bendi-cin. Luego usted al diezmar multiplica la bendicin de Dios para otros; porque con el diezmo se sustenta el avance del evangelio en muchos lugares; y an en zonas remotas e inaccecibles, y si alcanza a personas que nunca conocieron de Jess.

    Quin desea que el Seor lo haga crecer? Levante su mano por favor. Quin quiere que el Seor le multiplique? Diga, yo quiero, levantando su mano. Ahora bien, hay alguien que quiera decirle al Seor: Seor, s que me has bendecido con la capacidad de fructificar y multiplicar. Por favor, te ruego que me ayudes a ser como Jacob, como Jos, como Efran. Aydame a ser fructfero, a ser multiplicador de bendicin, para beneficiar a tu iglesia y a los dems. Hay alguien que quiere hacerle esta oracin al Seor? Por favor, pngase en pie y acrquese al altar todo aquel que quiera hacerle esta oracin al Seor. Vamos a orar.

    Fuente: Unin Mexicana Central

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  • Estratgicos

    El 2015 continuaremos trabajando con cinco estrategias claras en mayordoma cristiana:1. Seminarios de Enriquecimiento Espiri-

    tual. Despus que una persona es bautizada inmediatamente debe realizar el SEE I y de esta manera consolidar su nueva vida espiritual. Adems; daremos un nfasis especial para toda la feligresa con el SEE V Comunin y Profeca.

    2. Probad y Ved. Cada sbado los testimonios Probad y Ved deben ser proyectados. Ninguna iglesia urbana tiene justificacin para dejar de proyec-tarlos. Adems; ningn programa de aniversario, ceremonia, u otra liturgia debe desplazar la visualizacin de estos testimonios.

    3. 24 Horas de Mayordoma. Cada tercer sbado o segn indique el calendario denominacional desarrollamos un sbado completo a la educacin y promocin de la mayordoma cristiana por medio de la Recepcin de Sbado, Estudio en Grupos Pequeos, Sermn del Culto de adoracin y Sermn para Culto Joven.

    4. Semana de Mayordoma. Durante el ao tenemos 02 semanas de mayor-doma: Revive2.0 y el Impacto Mayor-doma. Revive es la semana de mayor-doma va satlite; aqu un solo pastor

    Frentes

    Mayordoma24 Horas de

    experimentado en mayordoma llega a todas las iglesias por medio del satlite durante las noches; mientras las familias son visitadas durante el da. Por otra parte; Impacto mayordoma tiene un predicador para cada iglesia durante las noches y un equipo especial de visitacin durante el da. Adems; cada campo selecciona una zona o ciudad para realizar el impacto durante la semana y cerrar con un programa estelar el sbado final por la tarde.

    5. Equipo Distrital de Mayordoma. Los EDM ya comenzaron en un 30% a 40% de los distritos de cada campo. Los distritos con EDM tienen el desafo de llegar a la iglesia 1 a 2 veces al ao con el programa Un Da de Reaviva-miento.

    Ahora permtame detallar en qu consiste 24 horas de mayordoma. Como mencio-namos anteriormente cada tercer sbado del mes, o segn indicare el calendario denominacional, dedicamos 24 horas al estudio, promocin, y predicacin del ministerio de mayordoma cristiana, por medio de devocionales, estudios interacti-vos y sermones a travs de cuatro actividades bsicas:a. Recepcin de sbado. Cada viernes se

    recibe el sbado en Familia utilizando el libro Meditaciones para la Recepcin de Sbado.

    b. Estudio de Mayordoma en Grupos Pequeos. Cada tercer viernes del mes, o segn indique el calendario denominacional, se desarrolla un tema de mayordoma en Grupos Pequeos utilizando el libro Estudios para Grupos Pequeos.

    c. Sermn de Mayordoma para Culto de Adoracin. Cada tercer sbado del mes o segn indique el calendario denominacional se predica el sermn de mayordoma para la iglesia utilizan-do el libro Sermonario de Mayordo-ma para Culto de Adoracin y Culto Joven.

    d. Sermn de Mayordoma para Culto Joven. Cada tercer sbado del mes o segn indique el calendario denomina-cional se predica el Tema de Mayordo-ma para el Culto Joven [antes llamada Sociedad de Jvenes Adventistas]. Aqu nuevamente utilizamos el libro Sermonario de Mayordoma para Culto de Adoracin y Culto Joven.

    Los sermones de mayordoma han sido seleccionados de diferentes fuentes como la Unin Mexicana Central, Union Colle-ge, Divisin Euroafricana, Loma Linda University y Unin Peruana del Sur, en su

    mayora y otros. Agradecemos la colabo-racin de quienes participaron de la produccin de estos enriquecedores temas.A continuacin presentamos algunas recomendaciones:

    CULTO DE ADORACINa. El sermn de mayordoma debe ser

    predicado en el Culto de Adoracin el sbado de maana y segn indique la fecha establecida.

    b. Puede ser predicado por el Director de Mayordoma de la iglesia local o por algn otro lder o hermano. Lo impor-tante es que quien predique se prepare cabalmente y con responsable anterio-ridad.

    c. Si ya existe un rol de predicadores para su iglesia local comparta el sermn correspondiente del mes con la perso-na responsable, y anmelo a predicar fervorosamente.

    d. Antes de los anuncios y despus de la Escuela Sabtica, el rea de Tesorera podra dar un pequeo informe de diezmos, ofrendas y nuevos donantes. Este informe no debera durar ms de 10 minutos.

    e. Antes de la recepcin de diezmos y ofrendas no olvide proyectar los testimonios Probad y Ved. Nunca debe pasarse por alto esta seccin. Hay hermosos e impactantes testimonios que visualizados en 3 a 5 minutos podran ayudar a un hermano que est luchando por ser fiel.

    CULTO JOVENa. El sermn de mayordoma para Culto

    Joven debe ser predicado como

    mensaje central del Culto Joven el sbado por la tarde, y segn indique la fecha establecida.

    b. Puede ser predicado por el Director de Mayordoma, Director de Jvenes u otro lder o hermano de la iglesia local. Lo importante es que quien predique se prepare cabalmente y con responsa-ble anterioridad.

    c. Comparta el sermn correspondiente del mes con el Director de Jvenes o la persona responsable, y anmelo a predicar fervorosamente.

    d. Inmediatamente despus del Sermn debera proyectarse los testimonios Probad y Ved. Luego los diconos pueden recibir las ofrendas.

    Cada sermn para el Culto de Adoracin como Culto Joven es sugerente. Sin embargo; esperamos que quien predique

    en el da de 24 horas de Mayordoma predique tambin sobre mayordoma. Recuerde que es el nico sbado que se habla de mayordoma durante el mes. A veces nos sorprenden visitas o predicado-res itinerantes; a veces tambin algn programa de la iglesia local compite con este sbado de mayordoma. Nuestro ruego es que usted como Director de mayordoma coordine previamente con el pastor distrital y el anciano de turno para que se cumplan los objetivos de mayordoma en cada sbado correspon-diente del mes.Que Dios lo bendiga ricamente. Desde la Unin Peruana del Sur estaremos orando por usted y su familia; por su vida espiritual y por su mejor desempeo en este ministerio.

    Pr. DANIEL VILLAR E.Ministerio de Mayordoma Cristiana

    Unin Peruana del Sur

    Este da traigo conmigo dos exquisitas frutas (o algo saludable). Uno es para un nio y el otro para una nia. Se los van a ganar contestando dos preguntas fciles. Veamos, levante la mano el nio y la nia que van a contestar las preguntas. Muy bien, ya tenemos a los dos. La primera pregunta es a la nia: Cunto es cinco ms cinco? Ahora la pregunta para el nio: Cunto es cinco por cinco? Excelente: cinco ms cinco es igual a diez, y cinco por cinco es igual a veinticinco. Observen la gran diferencia: Cuando multiplicamos cinco por cinco obtenemos un 150 por ciento ms que cuando sumamos cinco ms cinco!

    Esta maana queremos mostrar que el principio milagroso de la multiplicacin es divino. Si en trminos humanos la multipli-cacin es una operacin matemtica, en trminos bblicos la multiplicacin es una operacin divina. Vamos a mostrar que en trminos del reino de los cielos, el significado de la multiplicacin difiere del significado que se le da en trminos de la tierra. En qu consiste esta diferencia? En que Dios multiplica para bendecir a otros, en tanto que el hombre multiplica para s mismo.

    ORIGEN DEL CONCEPTO DE MULTIPLICACINSe dice que Pitgoras, un filsofo griego que vivi en el siglo VI antes de Cristo, fue el primer matemtico puro de la historia. A l se le atribuye la invencin de las tablas de multiplicacin que todos aprendemos en la escuela primaria, y por eso, de alguna manera, se asocia su genio matemtico con los orgenes de la multiplicacin. Sin embargo, antes de Pitgoras, Dios ya era Dios, y al remontar-nos a la semana de la creacin, lo encon-tramos dando origen al principio bblico de la multiplicacin.En efecto, en la semana de la creacin, Dios orden que todo fuera multiplicado. La orden se cumpli, y efectivamente todo fue multiplicado. Ha sido curioso en preguntarse por qu Dios orden que todo fuera multiplicado? Ser que lo hizo para beneficio de s mismo, como tende-mos a hacer los seres humanos? No! Dios multiplic para bendicin de todos los seres que poblaran la tierra, es decir, a favor de los dems.

    Por ejemplo, cuando usted lee Gnesis captulo uno, encuentra que en el tercer da de la creacin Dios hizo la vegetacin, que incluye hierba, plantas y rboles de toda especie, la cual deba producir semilla para multiplicarse: Y dijo Dios: Que haya vegetacin sobre la tierra!; que esta produzca hierbas que den semilla, y rboles que den su fruto con semilla, todos segn su especie (Gnesis 1:11). Pero toda esta creacin vegetal, an desde la humilde hierba, deban producir semilla para multiplicarse con un claro propsito: que animales y seres humanos

    tuvieran siempre alimento. Dios dijo: Yo les doy de la tierra todas las plantas que producen semilla y todos los rboles que dan fruto con semilla; todo esto les servir de alimento. Y doy la hierba verde como alimento a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo y a todos los seres vivientes (Gnesis 1:29, 30).

    En realidad, todos sin excepcin, deban multiplicarse. Cuando en el quinto da Dios hizo las aves y los peces dijo: Sean fructferos y multiplquense; llenen las aguas de los mares. Que las aves se multipliquen sobre la tierra! (Gnesis 1:22). Al da siguiente, el sexto de la creacin, Dios hizo a los animales terres-tres segn su especie, porque tambin deban multiplicarse: Que produzca la tierra seres vivientes; animales domsti-cos, animales salvajes, y reptiles segn su especie (Gnesis 1:24). As que por donde se mire, el relato de la creacin est saturado de un principio que es de origen divino: la multiplicacin; y la abundancia que resulta por el efecto multiplicador del Dios Creador, es para beneficiar de una u otra manera a todas sus criaturas. Albenlo! Porque Dios es bueno.

    EL HOMBRE Y LA MULTIPLICACINPero el hombre no poda quedar fuera del efecto multiplicativo de la bendicin del Creador. Por eso, despus de crearlos, el relato bblico nos dice que Dios los bendijo con estas palabras: Sean fructfe-ros y multiplquense (Gnesis 1:28). Entindase bien lo que acabamos de leer. El texto dice que Dios bendijo al hombre con dos palabras: fructificar y multiplicar; por lo tanto, la capacidad de fructificar, de

    multiplicar, le ha sido dada al hombre como una bendicin de su Creador. Es crtico y vital que este punto quede bien claro en nuestra mente: Dios nos cre con la capacidad de fructificar y multiplicar!

    Por otro lado, debemos aclarar, que esta bendicin multiplicativa no solo implicaba que el hombre y la mujer podan engen-drar hijos, sino que tambin inclua que fueran fructferos en la administracin de los vastos recursos que Dios recin haba creado. La palabra de Dios dice, que l someti al dominio del hombre todo lo creado, ponindolo en el jardn del Edn para que lo cultivara y lo cuidara(Gnesis 2:15). Por eso es que Dios le dio la capacidad de fructificar y multiplicar, pues para que el hombre pudiera cultivar y cuidar aquellos vastos recursos, deba tener capacidad administrativa para hacer-los productivos. Por ejemplo, solo piense en la enorme capacidad que Adn y Eva deban tener para inventariar todos esos recursos. Imagnelo!

    Como efecto del pecado, el principio bblico de la multiplicacin fue alterado en el hombre. A esto se debe que tendamos a multiplicar para nosotros mismos, en lugar de hacerlo para beneficiar a otros, como lo hace Dios. El hombre, ha tenido que reaprender los fundamentos de la multiplicacin a lo largo de su historia. Por ejemplo, aunque los babilonios gozan del reconocimiento de haber sido grandes recopiladores de tablas aritmticas, y se les reconoce su mayor gusto por la multiplicacin que por la divisin, su dominio de la ciencia de multiplicar era rudimentario.

    Los griegos gozan del prestigio de haber hecho de la multiplicacin su gua para ordenar su conocimiento matemtico. Pitgoras era griego, pero aun as, la multiplicacin segua en paales. Si dejamos el viejo continente y nos traslada-mos a Amrica, antes de que fuera coloni-zada por los espaoles, es cierto que encontramos que entre los nativos del Per y otros pueblos haba dominio de ciertos conocimientos bsicos sobre la multiplicacin, pero tambin eran rudimentarios. En nuestro tiempo, es hasta que vamos a la escuela primaria, entre el segundo y tercer grado, que se nos ensean los fundamentos de la multiplicacin. Esto ocurre alrededor de los ocho aos de edad.

    Ahora bien, todo este desarrollo del conocimiento sobre la multiplicacin a lo largo de la historia, y luego el dominio de sus fundamentos en la escuela primaria, es cierto que es bsico e importante, pero el principio de aprender a multiplicar como lo hace Dios, que multiplica para hacer crecer su obra redentora y para beneficiar a otros, es mucho ms importante y bsico, por lo que debe ser aprendido en cualquier etapa de la vida y practicado a lo largo de toda la vida.

    EL HOMBRE DEBE SABER MULTIPLICARCuidar y cultivar los recursos, es adminis-trarlos con eficiencia multiplicativa, fructfera. Dios mismo es fructfero en todo cuanto hace. Su plan para la creacin del mundo fue fructfero. Su plan para la salvacin del pecador es fructfero, pues cada da se siguen aadiendo a la iglesia los

    nombres de los que sern salvos. A su hijo Jacob, que es Israel, su pueblo, le garanti-za diciendo: Yo te har crecer, y te multiplicar (Gnesis 48:4). Por eso usted y yo somos parte del crecimiento y la multiplicacin que da Dios. La capacidad de multiplicar, de hacer fructificar ya nos ha sido dada, pero no estamos solos para lograrlo, pues Dios ha empeado su palabra de hacernos crecer y multiplicar-nos en todas las reas del desarrollo humano y cristiano.

    Cuando Jacob bendice a su hijo Jos le dice: Rama fructfera es Jos, rama fructfera junto a una fuente (Gnesis 49:22). Luego Jos traslad esta bendi-cin multiplicativa a su descendencia por medio de su segundo hijo, a quien llam Efran, que significa fructfero!. Note, observe, que el ser fructfero sigue siendo una bendicin, exactamente de acuerdo a la intencin de Dios al bendecir al hombre dndole la capacidad de fructificar y multiplicar cuando lo cre. Jacob coloc sus manos sobre su hijo Jos para bende-cirlo dicindole: Rama fructfera es Jos, rama fructfera junto a una fuente. Se cumpli esa bendicin? Fue fructfero Jos? La Biblia dice que el Seor estaba con Jos y lo haca prosperar en todo! (Gnesis 39:3).

    Pero Jos quiso asegurarse de trasladarle esta bendicin a su hijo. Sabemos lo significativo que eran los nombres en la antigedad, y Jos, al buscar un nombre para su hijo, encontr uno en el que iba la semilla de la multiplicacin: Efran, fruct-fero . Esa fue la herencia que haba recibi-do de su padre; esa fue la herencia que le

    leg a su hijo. Es que la consigna de ser fructferos y multiplicativos, se transmite de generacin en generacin, desde Adn y hasta nuestros das. Por eso, a los que vivimos en esta generacin, se nos ha heredado la capacidad de fructificar y multiplicar que Dios le dio al hombre al crearlo, y esto, con un claro propsito: cuidar y cultivar con efecto multiplicativo todo lo que Dios ha puesto bajo nuestra mayordoma. Usted es Efran, fructfero, porque esa es la herencia que le ha legado su padre que est en los cielos. Lo hizo desde los das de la creacin.

    CONCLUSIN Y LLAMADOJess, en cuyo nombre Dios redime a su pueblo, naci en una pequea aldea llamada Beln Efrata. De dnde viene lo de Efrata? Le viene de Efran, fruct-fero , lo cual indica que de su seno, no pudo nacer nada ms fructfero que Jess, el Autor de nuestra salvacin. Puede haber algo ms fructfero que esto? Cuando Jos fue nombrado gobernador de Egipto, bajo la bendicin del Dios multiplicador, la Biblia dice que junt alimento como quien junta arena del mar, y fue tanto lo que recogi que dej de contabilizarlo. Ya no haba forma de mantener el control! (Gnesis 41:49). Puede usted creerlo? Solo Dios puede multiplicar de tal manera que ya no haya forma de contabilizar tanta abundancia. En otra ocasin, Jess tuvo que echar mano de su capacidad multiplicativa, para alimentar a una multitud de cinco mil hombres hambrientos, sin contar las mujeres y nios.

    Estos dos eventos ilustran, que cuando Dios multiplica lo hace de manera geom-trica. Hace sobreabundar! S, Dios est empeado en fructificarnos y multiplicar-nos, porque somos parte de la descen-dencia que l prometi hacer crecer y multiplicar; y ya sabemos que lo que l promete, lo cumple. Yo te har crecer, y te multiplicar, dice el Seor en Gnesis 48:4.Uno de los requistos bblicos que Dios exige para multiplicar su benciones en usted y para otras personas, es el diezmo. Dios lo bendice a usted dndole un trabajo, una pensin, o alguna otra bendi-cin. Luego usted al diezmar multiplica la bendicin de Dios para otros; porque con el diezmo se sustenta el avance del evangelio en muchos lugares; y an en zonas remotas e inaccecibles, y si alcanza a personas que nunca conocieron de Jess.

    Quin desea que el Seor lo haga crecer? Levante su mano por favor. Quin quiere que el Seor le multiplique? Diga, yo quiero, levantando su mano. Ahora bien, hay alguien que quiera decirle al Seor: Seor, s que me has bendecido con la capacidad de fructificar y multiplicar. Por favor, te ruego que me ayudes a ser como Jacob, como Jos, como Efran. Aydame a ser fructfero, a ser multiplicador de bendicin, para beneficiar a tu iglesia y a los dems. Hay alguien que quiere hacerle esta oracin al Seor? Por favor, pngase en pie y acrquese al altar todo aquel que quiera hacerle esta oracin al Seor. Vamos a orar.

    Fuente: Unin Mexicana Central

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  • El 2015 continuaremos trabajando con cinco estrategias claras en mayordoma cristiana:1. Seminarios de Enriquecimiento Espiri-

    tual. Despus que una persona es bautizada inmediatamente debe realizar el SEE I y de esta manera consolidar su nueva vida espiritual. Adems; daremos un nfasis especial para toda la feligresa con el SEE V Comunin y Profeca.

    2. Probad y Ved. Cada sbado los testimonios Probad y Ved deben ser proyectados. Ninguna iglesia urbana tiene justificacin para dejar de proyec-tarlos. Adems; ningn programa de aniversario, ceremonia, u otra liturgia debe desplazar la visualizacin de estos testimonios.

    3. 24 Horas de Mayordoma. Cada tercer sbado o segn indique el calendario denominacional desarrollamos un sbado completo a la educacin y promocin de la mayordoma cristiana por medio de la Recepcin de Sbado, Estudio en Grupos Pequeos, Sermn del Culto de adoracin y Sermn para Culto Joven.

    4. Semana de Mayordoma. Durante el ao tenemos 02 semanas de mayor-doma: Revive2.0 y el Impacto Mayor-doma. Revive es la semana de mayor-doma va satlite; aqu un solo pastor

    Sermonario deMayordoma para

    Culto de Adoraciny Culto Joven

    experimentado en mayordoma llega a todas las iglesias por medio del satlite durante las noches; mientras las familias son visitadas durante el da. Por otra parte; Impacto mayordoma tiene un predicador para cada iglesia durante las noches y un equipo especial de visitacin durante el da. Adems; cada campo selecciona una zona o ciudad para realizar el impacto durante la semana y cerrar con un programa estelar el sbado final por la tarde.

    5. Equipo Distrital de Mayordoma. Los EDM ya comenzaron en un 30% a 40% de los distritos de cada campo. Los distritos con EDM tienen el desafo de llegar a la iglesia 1 a 2 veces al ao con el programa Un Da de Reaviva-miento.

    Ahora permtame detallar en qu consiste 24 horas de mayordoma. Como mencio-namos anteriormente cada tercer sbado del mes, o segn indicare el calendario denominacional, dedicamos 24 horas al estudio, promocin, y predicacin del ministerio de mayordoma cristiana, por medio de devocionales, estudios interacti-vos y sermones a travs de cuatro actividades bsicas:a. Recepcin de sbado. Cada viernes se

    recibe el sbado en Familia utilizando el libro Meditaciones para la Recepcin de Sbado.

    b. Estudio de Mayordoma en Grupos Pequeos. Cada tercer viernes del mes, o segn indique el calendario denominacional, se desarrolla un tema de mayordoma en Grupos Pequeos utilizando el libro Estudios para Grupos Pequeos.

    c. Sermn de Mayordoma para Culto de Adoracin. Cada tercer sbado del mes o segn indique el calendario denominacional se predica el sermn de mayordoma para la iglesia utilizan-do el libro Sermonario de Mayordo-ma para Culto de Adoracin y Culto Joven.

    d. Sermn de Mayordoma para Culto Joven. Cada tercer sbado del mes o segn indique el calendario denomina-cional se predica el Tema de Mayordo-ma para el Culto Joven [antes llamada Sociedad de Jvenes Adventistas]. Aqu nuevamente utilizamos el libro Sermonario de Mayordoma para Culto de Adoracin y Culto Joven.

    Los sermones de mayordoma han sido seleccionados de diferentes fuentes como la Unin Mexicana Central, Union Colle-ge, Divisin Euroafricana, Loma Linda University y Unin Peruana del Sur, en su

    mayora y otros. Agradecemos la colabo-racin de quienes participaron de la produccin de estos enriquecedores temas.A continuacin presentamos algunas recomendaciones:

    CULTO DE ADORACINa. El sermn de mayordoma debe ser

    predicado en el Culto de Adoracin el sbado de maana y segn indique la fecha establecida.

    b. Puede ser predicado por el Director de Mayordoma de la iglesia local o por algn otro lder o hermano. Lo impor-tante es que quien predique se prepare cabalmente y con responsable anterio-ridad.

    c. Si ya existe un rol de predicadores para su iglesia local comparta el sermn correspondiente del mes con la perso-na responsable, y anmelo a predicar fervorosamente.

    d. Antes de los anuncios y despus de la Escuela Sabtica, el rea de Tesorera podra dar un pequeo informe de diezmos, ofrendas y nuevos donantes. Este informe no debera durar ms de 10 minutos.

    e. Antes de la recepcin de diezmos y ofrendas no olvide proyectar los testimonios Probad y Ved. Nunca debe pasarse por alto esta seccin. Hay hermosos e impactantes testimonios que visualizados en 3 a 5 minutos podran ayudar a un hermano que est luchando por ser fiel.

    CULTO JOVENa. El sermn de mayordoma para Culto

    Joven debe ser predicado como

    mensaje central del Culto Joven el sbado por la tarde, y segn indique la fecha establecida.

    b. Puede ser predicado por el Director de Mayordoma, Director de Jvenes u otro lder o hermano de la iglesia local. Lo importante es que quien predique se prepare cabalmente y con responsa-ble anterioridad.

    c. Comparta el sermn correspondiente del mes con el Director de Jvenes o la persona responsable, y anmelo a predicar fervorosamente.

    d. Inmediatamente despus del Sermn debera proyectarse los testimonios Probad y Ved. Luego los diconos pueden recibir las ofrendas.

    Cada sermn para el Culto de Adoracin como Culto Joven es sugerente. Sin embargo; esperamos que quien predique

    en el da de 24 horas de Mayordoma predique tambin sobre mayordoma. Recuerde que es el nico sbado que se habla de mayordoma durante el mes. A veces nos sorprenden visitas o predicado-res itinerantes; a veces tambin algn programa de la iglesia local compite con este sbado de mayordoma. Nuestro ruego es que usted como Director de mayordoma coordine previamente con el pastor distrital y el anciano de turno para que se cumplan los objetivos de mayordoma en cada sbado correspon-diente del mes.Que Dios lo bendiga ricamente. Desde la Unin Peruana del Sur estaremos orando por usted y su familia; por su vida espiritual y por su mejor desempeo en este ministerio.

    Pr. DANIEL VILLAR E.Ministerio de Mayordoma Cristiana

    Unin Peruana del Sur

    Este da traigo conmigo dos exquisitas frutas (o algo saludable). Uno es para un nio y el otro para una nia. Se los van a ganar contestando dos preguntas fciles. Veamos, levante la mano el nio y la nia que van a contestar las preguntas. Muy bien, ya tenemos a los dos. La primera pregunta es a la nia: Cunto es cinco ms cinco? Ahora la pregunta para el nio: Cunto es cinco por cinco? Excelente: cinco ms cinco es igual a diez, y cinco por cinco es igual a veinticinco. Observen la gran diferencia: Cuando multiplicamos cinco por cinco obtenemos un 150 por ciento ms que cuando sumamos cinco ms cinco!

    Esta maana queremos mostrar que el principio milagroso de la multiplicacin es divino. Si en trminos humanos la multipli-cacin es una operacin matemtica, en trminos bblicos la multiplicacin es una operacin divina. Vamos a mostrar que en trminos del reino de los cielos, el significado de la multiplicacin difiere del significado que se le da en trminos de la tierra. En qu consiste esta diferencia? En que Dios multiplica para bendecir a otros, en tanto que el hombre multiplica para s mismo.

    ORIGEN DEL CONCEPTO DE MULTIPLICACINSe dice que Pitgoras, un filsofo griego que vivi en el siglo VI antes de Cristo, fue el primer matemtico puro de la historia. A l se le atribuye la invencin de las tablas de multiplicacin que todos aprendemos en la escuela primaria, y por eso, de alguna manera, se asocia su genio matemtico con los orgenes de la multiplicacin. Sin embargo, antes de Pitgoras, Dios ya era Dios, y al remontar-nos a la semana de la creacin, lo encon-tramos dando origen al principio bblico de la multiplicacin.En efecto, en la semana de la creacin, Dios orden que todo fuera multiplicado. La orden se cumpli, y efectivamente todo fue multiplicado. Ha sido curioso en preguntarse por qu Dios orden que todo fuera multiplicado? Ser que lo hizo para beneficio de s mismo, como tende-mos a hacer los seres humanos? No! Dios multiplic para bendicin de todos los seres que poblaran la tierra, es decir, a favor de los dems.

    Por ejemplo, cuando usted lee Gnesis captulo uno, encuentra que en el tercer da de la creacin Dios hizo la vegetacin, que incluye hierba, plantas y rboles de toda especie, la cual deba producir semilla para multiplicarse: Y dijo Dios: Que haya vegetacin sobre la tierra!; que esta produzca hierbas que den semilla, y rboles que den su fruto con semilla, todos segn su especie (Gnesis 1:11). Pero toda esta creacin vegetal, an desde la humilde hierba, deban producir semilla para multiplicarse con un claro propsito: que animales y seres humanos

    tuvieran siempre alimento. Dios dijo: Yo les doy de la tierra todas las plantas que producen semilla y todos los rboles que dan fruto con semilla; todo esto les servir de alimento. Y doy la hierba verde como alimento a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo y a todos los seres vivientes (Gnesis 1:29, 30).

    En realidad, todos sin excepcin, deban multiplicarse. Cuando en el quinto da Dios hizo las aves y los peces dijo: Sean fructferos y multiplquense; llenen las aguas de los mares. Que las aves se multipliquen sobre la tierra! (Gnesis 1:22). Al da siguiente, el sexto de la creacin, Dios hizo a los animales terres-tres segn su especie, porque tambin deban multiplicarse: Que produzca la tierra seres vivientes; animales domsti-cos, animales salvajes, y reptiles segn su especie (Gnesis 1:24). As que por donde se mire, el relato de la creacin est saturado de un principio que es de origen divino: la multiplicacin; y la abundancia que resulta por el efecto multiplicador del Dios Creador, es para beneficiar de una u otra manera a todas sus criaturas. Albenlo! Porque Dios es bueno.

    EL HOMBRE Y LA MULTIPLICACINPero el hombre no poda quedar fuera del efecto multiplicativo de la bendicin del Creador. Por eso, despus de crearlos, el relato bblico nos dice que Dios los bendijo con estas palabras: Sean fructfe-ros y multiplquense (Gnesis 1:28). Entindase bien lo que acabamos de leer. El texto dice que Dios bendijo al hombre con dos palabras: fructificar y multiplicar; por lo tanto, la capacidad de fructificar, de

    multiplicar, le ha sido dada al hombre como una bendicin de su Creador. Es crtico y vital que este punto quede bien claro en nuestra mente: Dios nos cre con la capacidad de fructificar y multiplicar!

    Por otro lado, debemos aclarar, que esta bendicin multiplicativa no solo implicaba que el hombre y la mujer podan engen-drar hijos, sino que tambin inclua que fueran fructferos en la administracin de los vastos recursos que Dios recin haba creado. La palabra de Dios dice, que l someti al dominio del hombre todo lo creado, ponindolo en el jardn del Edn para que lo cultivara y lo cuidara(Gnesis 2:15). Por eso es que Dios le dio la capacidad de fructificar y multiplicar, pues para que el hombre pudiera cultivar y cuidar aquellos vastos recursos, deba tener capacidad administrativa para hacer-los productivos. Por ejemplo, solo piense en la enorme capacidad que Adn y Eva deban tener para inventariar todos esos recursos. Imagnelo!

    Como efecto del pecado, el principio bblico de la multiplicacin fue alterado en el hombre. A esto se debe que tendamos a multiplicar para nosotros mismos, en lugar de hacerlo para beneficiar a otros, como lo hace Dios. El hombre, ha tenido que reaprender los fundamentos de la multiplicacin a lo largo de su historia. Por ejemplo, aunque los babilonios gozan del reconocimiento de haber sido grandes recopiladores de tablas aritmticas, y se les reconoce su mayor gusto por la multiplicacin que por la divisin, su dominio de la ciencia de multiplicar era rudimentario.

    Los griegos gozan del prestigio de haber hecho de la multiplicacin su gua para ordenar su conocimiento matemtico. Pitgoras era griego, pero aun as, la multiplicacin segua en paales. Si dejamos el viejo continente y nos traslada-mos a Amrica, antes de que fuera coloni-zada por los espaoles, es cierto que encontramos que entre los nativos del Per y otros pueblos haba dominio de ciertos conocimientos bsicos sobre la multiplicacin, pero tambin eran rudimentarios. En nuestro tiempo, es hasta que vamos a la escuela primaria, entre el segundo y tercer grado, que se nos ensean los fundamentos de la multiplicacin. Esto ocurre alrededor de los ocho aos de edad.

    Ahora bien, todo este desarrollo del conocimiento sobre la multiplicacin a lo largo de la historia, y luego el dominio de sus fundamentos en la escuela primaria, es cierto que es bsico e importante, pero el principio de aprender a multiplicar como lo hace Dios, que multiplica para hacer crecer su obra redentora y para beneficiar a otros, es mucho ms importante y bsico, por lo que debe ser aprendido en cualquier etapa de la vida y practicado a lo largo de toda la vida.

    EL HOMBRE DEBE SABER MULTIPLICARCuidar y cultivar los recursos, es adminis-trarlos con eficiencia multiplicativa, fructfera. Dios mismo es fructfero en todo cuanto hace. Su plan para la creacin del mundo fue fructfero. Su plan para la salvacin del pecador es fructfero, pues cada da se siguen aadiendo a la iglesia los

    nombres de los que sern salvos. A su hijo Jacob, que es Israel, su pueblo, le garanti-za diciendo: Yo te har crecer, y te multiplicar (Gnesis 48:4). Por eso usted y yo somos parte del crecimiento y la multiplicacin que da Dios. La capacidad de multiplicar, de hacer fructificar ya nos ha sido dada, pero no estamos solos para lograrlo, pues Dios ha empeado su palabra de hacernos crecer y multiplicar-nos en todas las reas del desarrollo humano y cristiano.

    Cuando Jacob bendice a su hijo Jos le dice: Rama fructfera es Jos, rama fructfera junto a una fuente (Gnesis 49:22). Luego Jos traslad esta bendi-cin multiplicativa a su descendencia por medio de su segundo hijo, a quien llam Efran, que significa fructfero!. Note, observe, que el ser fructfero sigue siendo una bendicin, exactamente de acuerdo a la intencin de Dios al bendecir al hombre dndole la capacidad de fructificar y multiplicar cuando lo cre. Jacob coloc sus manos sobre su hijo Jos para bende-cirlo dicindole: Rama fructfera es Jos, rama fructfera junto a una fuente. Se cumpli esa bendicin? Fue fructfero Jos? La Biblia dice que el Seor estaba con Jos y lo haca prosperar en todo! (Gnesis 39:3).

    Pero Jos quiso asegurarse de trasladarle esta bendicin a su hijo. Sabemos lo significativo que eran los nombres en la antigedad, y Jos, al buscar un nombre para su hijo, encontr uno en el que iba la semilla de la multiplicacin: Efran, fruct-fero . Esa fue la herencia que haba recibi-do de su padre; esa fue la herencia que le

    leg a su hijo. Es que la consigna de ser fructferos y multiplicativos, se transmite de generacin en generacin, desde Adn y hasta nuestros das. Por eso, a los que vivimos en esta generacin, se nos ha heredado la capacidad de fructificar y multiplicar que Dios le dio al hombre al crearlo, y esto, con un claro propsito: cuidar y cultivar con efecto multiplicativo todo lo que Dios ha puesto bajo nuestra mayordoma. Usted es Efran, fructfero, porque esa es la herencia que le ha legado su padre que est en los cielos. Lo hizo desde los das de la creacin.

    CONCLUSIN Y LLAMADOJess, en cuyo nombre Dios redime a su pueblo, naci en una pequea aldea llamada Beln Efrata. De dnde viene lo de Efrata? Le viene de Efran, fruct-fero , lo cual indica que de su seno, no pudo nacer nada ms fructfero que Jess, el Autor de nuestra salvacin. Puede haber algo ms fructfero que esto? Cuando Jos fue nombrado gobernador de Egipto, bajo la bendicin del Dios multiplicador, la Biblia dice que junt alimento como quien junta arena del mar, y fue tanto lo que recogi que dej de contabilizarlo. Ya no haba forma de mantener el control! (Gnesis 41:49). Puede usted creerlo? Solo Dios puede multiplicar de tal manera que ya no haya forma de contabilizar tanta abundancia. En otra ocasin, Jess tuvo que echar mano de su capacidad multiplicativa, para alimentar a una multitud de cinco mil hombres hambrientos, sin contar las mujeres y nios.

    Estos dos eventos ilustran, que cuando Dios multiplica lo hace de manera geom-trica. Hace sobreabundar! S, Dios est empeado en fructificarnos y multiplicar-nos, porque somos parte de la descen-dencia que l prometi hacer crecer y multiplicar; y ya sabemos que lo que l promete, lo cumple. Yo te har crecer, y te multiplicar, dice el Seor en Gnesis 48:4.Uno de los requistos bblicos que Dios exige para multiplicar su benciones en usted y para otras personas, es el diezmo. Dios lo bendice a usted dndole un trabajo, una pensin, o alguna otra bendi-cin. Luego usted al diezmar multiplica la bendicin de Dios para otros; porque con el diezmo se sustenta el avance del evangelio en muchos lugares; y an en zonas remotas e inaccecibles, y si alcanza a personas que nunca conocieron de Jess.

    Quin desea que el Seor lo haga crecer? Levante su mano por favor. Quin quiere que el Seor le multiplique? Diga, yo quiero, levantando su mano. Ahora bien, hay alguien que quiera decirle al Seor: Seor, s que me has bendecido con la capacidad de fructificar y multiplicar. Por favor, te ruego que me ayudes a ser como Jacob, como Jos, como Efran. Aydame a ser fructfero, a ser multiplicador de bendicin, para beneficiar a tu iglesia y a los dems. Hay alguien que quiere hacerle esta oracin al Seor? Por favor, pngase en pie y acrquese al altar todo aquel que quiera hacerle esta oracin al Seor. Vamos a orar.

    Fuente: Unin Mexicana Central

    6

  • El 2015 continuaremos trabajando con cinco estrategias claras en mayordoma cristiana:1. Seminarios de Enriquecimiento Espiri-

    tual. Despus que una persona es bautizada inmediatamente debe realizar el SEE I y de esta manera consolidar su nueva vida espiritual. Adems; daremos un nfasis especial para toda la feligresa con el SEE V Comunin y Profeca.

    2. Probad y Ved. Cada sbado los testimonios Probad y Ved deben ser proyectados. Ninguna iglesia urbana tiene justificacin para dejar de proyec-tarlos. Adems; ningn programa de aniversario, ceremonia, u otra liturgia debe desplazar la visualizacin de estos testimonios.

    3. 24 Horas de Mayordoma. Cada tercer sbado o segn indique el calendario denominacional desarrollamos un sbado completo a la educacin y promocin de la mayordoma cristiana por medio de la Recepcin de Sbado, Estudio en Grupos Pequeos, Sermn del Culto de adoracin y Sermn para Culto Joven.

    4. Semana de Mayordoma. Durante el ao tenemos 02 semanas de mayor-doma: Revive2.0 y el Impacto Mayor-doma. Revive es la semana de mayor-doma va satlite; aqu un solo pastor

    experimentado en mayordoma llega a todas las iglesias por medio del satlite durante las noches; mientras las familias son visitadas durante el da. Por otra parte; Impacto mayordoma tiene un predicador para cada iglesia durante las noches y un equipo especial de visitacin durante el da. Adems; cada campo selecciona una zona o ciudad para realizar el impacto durante la semana y cerrar con un programa estelar el sbado final por la tarde.

    5. Equipo Distrital de Mayordoma. Los EDM ya comenzaron en un 30% a 40% de los distritos de cada campo. Los distritos con EDM tienen el desafo de llegar a la iglesia 1 a 2 veces al ao con el programa Un Da de Reaviva-miento.

    Ahora permtame detallar en qu consiste 24 horas de mayordoma. Como mencio-namos anteriormente cada tercer sbado del mes, o segn indicare el calendario denominacional, dedicamos 24 horas al estudio, promocin, y predicacin del ministerio de mayordoma cristiana, por medio de devocionales, estudios interacti-vos y sermones a travs de cuatro actividades bsicas:a. Recepcin de sbado. Cada viernes se

    recibe el sbado en Familia utilizando el libro Meditaciones para la Recepcin de Sbado.

    b. Estudio de Mayordoma en Grupos Pequeos. Cada tercer viernes del mes, o segn indique el calendario denominacional, se desarrolla un tema de mayordoma en Grupos Pequeos utilizando el libro Estudios para Grupos Pequeos.

    c. Sermn de Mayordoma para Culto de Adoracin. Cada tercer sbado del mes o segn indique el calendario denominacional se predica el sermn de mayordoma para la iglesia utilizan-do el libro Sermonario de Mayordo-ma para Culto de Adoracin y Culto Joven.

    d. Sermn de Mayordoma para Culto Joven. Cada tercer sbado del mes o segn indique el calendario denomina-cional se predica el Tema de Mayordo-ma para el Culto Joven [antes llamada Sociedad de Jvenes Adventistas]. Aqu nuevamente utilizamos el libro Sermonario de Mayordoma para Culto de Adoracin y Culto Joven.

    Los sermones de mayordoma han sido seleccionados de diferentes fuentes como la Unin Mexicana Central, Union Colle-ge, Divisin Euroafricana, Loma Linda University y Unin Peruana del Sur, en su

    mayora y otros. Agradecemos la colabo-racin de quienes participaron de la produccin de estos enriquecedores temas.A continuacin presentamos algunas recomendaciones:

    CULTO DE ADORACINa. El sermn de mayordoma debe ser

    predicado en el Culto de Adoracin el sbado de maana y segn indique la fecha establecida.

    b. Puede ser predicado por el Director de Mayordoma de la iglesia local o por algn otro lder o hermano. Lo impor-tante es que quien predique se prepare cabalmente y con responsable anterio-ridad.

    c. Si ya existe un rol de predicadores para su iglesia local comparta el sermn correspondiente del mes con la perso-na responsable, y anmelo a predicar fervorosamente.

    d. Antes de los anuncios y despus de la Escuela Sabtica, el rea de Tesorera podra dar un pequeo informe de diezmos, ofrendas y nuevos donantes. Este informe no debera durar ms de 10 minutos.

    e. Antes de la recepcin de diezmos y ofrendas no olvide proyectar los testimonios Probad y Ved. Nunca debe pasarse por alto esta seccin. Hay hermosos e impactantes testimonios que visualizados en 3 a 5 minutos podran ayudar a un hermano que est luchando por ser fiel.

    CULTO JOVENa. El sermn de mayordoma para Culto

    Joven debe ser predicado como

    mensaje central del Culto Joven el sbado por la tarde, y segn indique la fecha establecida.

    b. Puede ser predicado por el Director de Mayordoma, Director de Jvenes u otro lder o hermano de la iglesia local. Lo importante es que quien predique se prepare cabalmente y con responsa-ble anterioridad.

    c. Comparta el sermn correspondiente del mes con el Director de Jvenes o la persona responsable, y anmelo a predicar fervorosamente.

    d. Inmediatamente despus del Sermn debera proyectarse los testimonios Probad y Ved. Luego los diconos pueden recibir las ofrendas.

    Cada sermn para el Culto de Adoracin como Culto Joven es sugerente. Sin embargo; esperamos que quien predique

    en el da de 24 horas de Mayordoma predique tambin sobre mayordoma. Recuerde que es el nico sbado que se habla de mayordoma durante el mes. A veces nos sorprenden visitas o predicado-res itinerantes; a veces tambin algn programa de la iglesia local compite con este sbado de mayordoma. Nuestro ruego es que usted como Director de mayordoma coordine previamente con el pastor distrital y el anciano de turno para que se cumplan los objetivos de mayordoma en cada sbado correspon-diente del mes.Que Dios lo bendiga ricamente. Desde la Unin Peruana del Sur estaremos orando por usted y su familia; por su vida espiritual y por su mejor desempeo en este ministerio.

    Pr. DANIEL VILLAR E.Ministerio de Mayordoma Cristiana

    Unin Peruana del Sur

    Este da traigo conmigo dos exquisitas frutas (o algo saludable). Uno es para un nio y el otro para una nia. Se los van a ganar contestando dos preguntas fciles. Veamos, levante la mano el nio y la nia que van a contestar las preguntas. Muy bien, ya tenemos a los dos. La primera pregunta es a la nia: Cunto es cinco ms cinco? Ahora la pregunta para el nio: Cunto es cinco por cinco? Excelente: cinco ms cinco es igual a diez, y cinco por cinco es igual a veinticinco. Observen la gran diferencia: Cuando multiplicamos cinco por cinco obtenemos un 150 por ciento ms que cuando sumamos cinco ms cinco!

    Esta maana queremos mostrar que el principio milagroso de la multiplicacin es divino. Si en trminos humanos la multipli-cacin es una operacin matemtica, en trminos bblicos la multiplicacin es una operacin divina. Vamos a mostrar que en trminos del reino de los cielos, el significado de la multiplicacin difiere del significado que se le da en trminos de la tierra. En qu consiste esta diferencia? En que Dios multiplica para bendecir a otros, en tanto que el hombre multiplica para s mismo.

    ORIGEN DEL CONCEPTO DE MULTIPLICACINSe dice que Pitgoras, un filsofo griego que vivi en el siglo VI antes de Cristo, fue el primer matemtico puro de la historia. A l se le atribuye la invencin de las tablas de multiplicacin que todos aprendemos en la escuela primaria, y por eso, de alguna manera, se asocia su genio matemtico con los orgenes de la multiplicacin. Sin embargo, antes de Pitgoras, Dios ya era Dios, y al remontar-nos a la semana de la creacin, lo encon-tramos dando origen al principio bblico de la multiplicacin.En efecto, en la semana de la creacin, Dios orden que todo fuera multiplicado. La orden se cumpli, y efectivamente todo fue multiplicado. Ha sido curioso en preguntarse por qu Dios orden que todo fuera multiplicado? Ser que lo hizo para beneficio de s mismo, como tende-mos a hacer los seres humanos? No! Dios multiplic para bendicin de todos los seres que poblaran la tierra, es decir, a favor de los dems.

    Por ejemplo, cuando usted lee Gnesis captulo uno, encuentra que en el tercer da de la creacin Dios hizo la vegetacin, que incluye hierba, plantas y rboles de toda especie, la cual deba producir semilla para multiplicarse: Y dijo Dios: Que haya vegetacin sobre la tierra!; que esta produzca hierbas que den semilla, y rboles que den su fruto con semilla, todos segn su especie (Gnesis 1:11). Pero toda esta creacin vegetal, an desde la humilde hierba, deban producir semilla para multiplicarse con un claro propsito: que animales y seres humanos

    tuvieran siempre alimento. Dios dijo: Yo les doy de la tierra todas las plantas que producen semilla y todos los rboles que dan fruto con semilla; todo esto les servir de alimento. Y doy la hierba verde como alimento a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo y a todos los seres vivientes (Gnesis 1:29, 30).

    En realidad, todos sin excepcin, deban multiplicarse. Cuando en el quinto da Dios hizo las aves y los peces dijo: Sean fructferos y multiplquense; llenen las aguas de los mares. Que las aves se multipliquen sobre la tierra! (Gnesis 1:22). Al da siguiente, el sexto de la creacin, Dios hizo a los animales terres-tres segn su especie, porque tambin deban multiplicarse: Que produzca la tierra seres vivientes; animales domsti-cos, animales salvajes, y reptiles segn su especie (Gnesis 1:24). As que por donde se mire, el relato de la creacin est saturado de un principio que es de origen divino: la multiplicacin; y la abundancia que resulta por el efecto multiplicador del Dios Creador, es para beneficiar de una u otra manera a todas sus criaturas. Albenlo! Porque Dios es bueno.

    EL HOMBRE Y LA MULTIPLICACINPero el hombre no poda quedar fuera del efecto multiplicativo de la bendicin del Creador. Por eso, despus de crearlos, el relato bblico nos dice que Dios los bendijo con estas palabras: Sean fructfe-ros y multiplquense (Gnesis 1:28). Entindase bien lo que acabamos de leer. El texto dice que Dios bendijo al hombre con dos palabras: fructificar y multiplicar; por lo tanto, la capacidad de fructificar, de

    multiplicar, le ha sido dada al hombre como una bendicin de su Creador. Es crtico y vital que este punto quede bien claro en nuestra mente: Dios nos cre con la capacidad de fructificar y multiplicar!

    Por otro lado, debemos aclarar, que esta bendicin multiplicativa no solo implicaba que el hombre y la mujer podan engen-drar hijos, sino que tambin inclua que fueran fructferos en la administracin de los vastos recursos que Dios recin haba creado. La palabra de Dios dice, que l someti al dominio del hombre todo lo creado, ponindolo en el jardn del Edn para que lo cultivara y lo cuidara(Gnesis 2:15). Por eso es que Dios le dio la capacidad de fructificar y multiplicar, pues para que el hombre pudiera cultivar y cuidar aquellos vastos recursos, deba tener capacidad administrativa para hacer-los productivos. Por ejemplo, solo piense en la enorme capacidad que Adn y Eva deban tener para inventariar todos esos recursos. Imagnelo!

    Como efecto del pecado, el principio bblico de la multiplicacin fue alterado en el hombre. A esto se debe que tendamos a multiplicar para nosotros mismos, en lugar de hacerlo para beneficiar a otros, como lo hace Dios. El hombre, ha tenido que reaprender los fundamentos de la multiplicacin a lo largo de su historia. Por ejemplo, aunque los babilonios gozan del reconocimiento de haber sido grandes recopiladores de tablas aritmticas, y se les reconoce su mayor gusto por la multiplicacin que por la divisin, su dominio de la ciencia de multiplicar era rudimentario.

    Los griegos gozan del prestigio de haber hecho de la multiplicacin su gua para ordenar su conocimiento matemtico. Pitgoras era griego, pero aun as, la multiplicacin segua en paales. Si dejamos el viejo continente y nos traslada-mos a Amrica, antes de que fuera coloni-zada por los espaoles, es cierto que encontramos que entre los nativos del Per y otros pueblos haba dominio de ciertos conocimientos bsicos sobre la multiplicacin, pero tambin eran rudimentarios. En nuestro tiempo, es hasta que vamos a la escuela primaria, entre el segundo y tercer grado, que se nos ensean los fundamentos de la multiplicacin. Esto ocurre alrededor de los ocho aos de edad.

    Ahora bien, todo este desarrollo del conocimiento sobre la multiplicacin a lo largo de la historia, y luego el dominio de sus fundamentos en la escuela primaria, es cierto que es bsico e importante, pero el principio de aprender a multiplicar como lo hace Dios, que multiplica para hacer crecer su obra redentora y para beneficiar a otros, es mucho ms importante y bsico, por lo que debe ser aprendido en cualquier etapa de la vida y practicado a lo largo de toda la vida.

    EL HOMBRE DEBE SABER MULTIPLICARCuidar y cultivar los recursos, es adminis-trarlos con eficiencia multiplicativa, fructfera. Dios mismo es fructfero en todo cuanto hace. Su plan para la creacin del mundo fue fructfero. Su plan para la salvacin del pecador es fructfero, pues cada da se siguen aadiendo a la iglesia los

    nombres de los que sern salvos. A su hijo Jacob, que es Israel, su pueblo, le garanti-za diciendo: Yo te har crecer, y te multiplicar (Gnesis 48:4). Por eso usted y yo somos parte del crecimiento y la multiplicacin que da Dios. La capacidad de multiplicar, de hacer fructificar ya nos ha sido dada, pero no estamos solos para lograrlo, pues Dios ha empeado su palabra de hacernos crecer y multiplicar-nos en todas las reas del desarrollo humano y cristiano.

    Cuando Jacob bendice a su hijo Jos le dice: Rama fructfera es Jos, rama fructfera junto a una fuente (Gnesis 49:22). Luego Jos traslad esta bendi-cin multiplicativa a su descendencia por medio de su segundo hijo, a quien llam Efran, que significa fructfero!. Note, observe, que el ser fructfero sigue siendo una bendicin, exactamente de acuerdo a la intencin de Dios al bendecir al hombre dndole la capacidad de fructificar y multiplicar cuando lo cre. Jacob coloc sus manos sobre su hijo Jos para bende-cirlo dicindole: Rama fructfera es Jos, rama fructfera junto a una fuente. Se cumpli esa bendicin? Fue fructfero Jos? La Biblia dice que el Seor estaba con Jos y lo haca prosperar en todo! (Gnesis 39:3).

    Pero Jos quiso asegurarse de trasladarle esta bendicin a su hijo. Sabemos lo significativo que eran los nombres en la antigedad, y Jos, al buscar un nombre para su hijo, encontr uno en el que iba la semilla de la multiplicacin: Efran, fruct-fero . Esa fue la herencia que haba recibi-do de su padre; esa fue la herencia que le

    leg a su hijo. Es que la consigna de ser fructferos y multiplicativos, se transmite de generacin en generacin, desde Adn y hasta nuestros das. Por eso, a los que vivimos en esta generacin, se nos ha heredado la capacidad de fructificar y multiplicar que Dios le dio al hombre al crearlo, y esto, con un claro propsito: cuidar y cultivar con efecto multiplicativo todo lo que Dios ha puesto bajo nuestra mayordoma. Usted es Efran, fructfero, porque esa es la herencia que le ha legado su padre que est en los cielos. Lo hizo desde los das de la creacin.

    CONCLUSIN Y LLAMADOJess, en cuyo nombre Dios redime a su pueblo, naci en una pequea aldea llamada Beln Efrata. De dnde viene lo de Efrata? Le viene de Efran, fruct-fero , lo cual indica que de su seno, no pudo nacer nada ms fructfero que Jess, el Autor de nuestra salvacin. Puede haber algo ms fructfero que esto? Cuando Jos fue nombrado gobernador de Egipto, bajo la bendicin del Dios multiplicador, la Biblia dice que junt alimento como quien junta arena del mar, y fue tanto lo que recogi que dej de contabilizarlo. Ya no haba forma de mantener el control! (Gnesis 41:49). Puede usted creerlo? Solo Dios puede multiplicar de tal manera que ya no haya forma de contabilizar tanta abundancia. En otra ocasin, Jess tuvo que echar mano de su capacidad multiplicativa, para alimentar a una multitud de cinco mil hombres hambrientos, sin contar las mujeres y nios.

    Estos dos eventos ilustran, que cuando Dios multiplica lo hace de manera geom-trica. Hace sobreabundar! S, Dios est empeado en fructificarnos y multiplicar-nos, porque somos parte de la descen-dencia que l prometi hacer crecer y multiplicar; y ya sabemos que lo que l promete, lo cumple. Yo te har crecer, y te multiplicar, dice el Seor en Gnesis 48:4.Uno de los requistos bblicos que Dios exige para multiplicar su benciones en usted y para otras personas, es el diezmo. Dios lo bendice a usted dndole un trabajo, una pensin, o alguna otra bendi-cin. Luego usted al diezmar multiplica la bendicin de Dios para otros; porque con el diezmo se sustenta el avance del evangelio en muchos lugares; y an en zonas remotas e inaccecibles, y si alcanza a personas que nunca conocieron de Jess.

    Quin desea que el Seor lo haga crecer? Levante su mano por favor. Quin quiere que el Seor le multiplique? Diga, yo quiero, levantando su mano. Ahora bien, hay alguien que quiera decirle al Seor: Seor, s que me has bendecido con la capacidad de fructificar y multiplicar. Por favor, te ruego que me ayudes a ser como Jacob, como Jos, como Efran. Aydame a ser fructfero, a ser multiplicador de bendicin, para beneficiar a tu iglesia y a los dems. Hay alguien que quiere hacerle esta oracin al Seor? Por favor, pngase en pie y acrquese al altar todo aquel que quiera hacerle esta oracin al Seor. Vamos a orar.

    Fuente: Unin Mexicana Central

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  • INTRODUCCINEn poco tiempo Sal olvid de dnde haba venido. Descenda de la tribu ms pequea, la de Benjamn; adems, dentro de las tribus, su familia era una familia comn. Aunque era el ms alto de todos, su autoestima era pequea. Sin embargo; pronto cambiara su vida. Despus de recibir de parte de Dios, los honores como rey y tener una posicin, su vida dio un giro completo. De ser sencillo y humil-de se volvi en un hombre soberbio y petulante; de un ser tmido en un hombre amenazador; de seguro y tranquilo en un hombre celoso y desesperado. Demasia-do pronto se olvid quin era y de dnde haba venido; pero sobretodo se olvid de Dios. Sal no supo administrar las bendiciones y privilegios que Dios le haba concedido. Dios le otorg un nombre, un lugar, reconocimiento, y mucho ms; pero l no supo ser un fiel mayordomo de todo lo que Dios le regal.

    Dios le dara a Sal repetidas oportunida-des para cambiar, repetidas ocasiones para comenzar de nuevo; lamentable-mente las desaprovech todas. En su inmenso amor Dios le habl una y otra vez. Dios siempre habla, lamentablemen-te el hombre no siempre escucha. Escuch la reprensin de Dios por medio del profeta Samuel, por medio de su hijo Jonatn, por medio de su hija Mical, por medio de su ejrcito israelita, por medio de batallas perdidas, por medio de su vida salvada por quien l consideraba su mayor enemigo, David; pero todo esto slo trajo

    CULTO DE ADORACINSbado 24 de enero

    Una vidaDestruida

    apenas un pequeo momento de reflexin, o quiz mejor un momento de remordimiento de unos cuantos das de duracin; pero pronto ese sentido de reflexin fue ahogado por el sentimiento de celos irracionales, por un espritu de persecucin sin sentido a un hombre inocente.

    CONTENIDOEl captulo 10 de 1 Crnicas es muy similar al captulo 31 de 1 Samuel. Existen apenas pequeos detalles que suman la historia; pero en su mayora son casi idnticos. 1 Crnicas describe el ocaso de un rey que por sus malas decisiones, su testarudez, su obstinacin, su rebelda absurda, su resistencia al Espritu Santo, y su persistencia en hacer su propia volun-tad, trajo ruina para su vida, para el pueblo de Israel y para su propia familia. Ojal las consecuencias del pecado cayeran slo sobre el pecador. Ojal slo el pecador afrontara con su desdicha; pero esto no es cierto. El pecado siempre arrastra conse-cuencias sobre otros; y muchas veces sobre quienes ms amamos. Una mala administracin o mayordoma de la vida misma trae grandes prdidas.

    UN PUEBLO DESTRUIDOEl v. 1 comienza describiendo la derrota de los israelitas a mano de los filisteos. Slo ser derrotado ya es un gran motivo de tristeza; pero tener que huir del enemigo es ms humillante. Parece que filisteos e israelitas protagonizaban una batalla clsica de sus tiempos. Perder ante su clsico rival duele ms. Ahora; en aquellos tiempos la derrota de una nacin no era apenas la derrota de un pueblo. En el Antiguo Cercano Oriente (ACO) las

    batallas significaban la lucha de los dioses mismos. Por lo tanto; aqu no se trataba apenas de filisteos e israelitas sino de Jehov versus Dagn. El texto bblico narra que los israelitas fueron heridos y cayeron finalmente en el monte de Gilboa. El lder de Israel era Sal. El responsable en gran medida de las victorias o derrotas de su nacin era l mismo. El pueblo llega hasta donde el lder alcanza. Si tan slo Sal hubiera buscado a Jehov, entonces, Jehov lo hubiera librado de todas sus batallas. Pero quien decide alejarse de Dios queda a merced de sus enemigos. Estar lejos de Dios le cost la derrota de su misma nacin.

    UNA FAMILIA DESTRUIDAEl v. 2 registra de forma intencional que los filisteos no estaban contentos con ganar slo la batalla, ellos queran al rey y sus hijos. No quedaran satisfechos slo con ganar, ellos los seguiran hasta destruirlos. Aqul da moriran los tres hijos de Sal: Jonatn, Abinadab y Malqui-sa. Seguramente al oyente le doler ms la muerte de Jonatn Por qu tuvo que morir un valiente y buen hijo? No podemos explicarlo. Pero la terca y oscura vida espiritual de Sal trajo destruccin tambin para su familia. As es el pecado. No slo afecta al hijo consumidor de drogas, afecta tambin a la dignidad de sus padres; no slo afecta al esposo borracho, afecta tambin a la salud de la esposa; no slo a la mujer celosa, tambin a la estabi-lidad de los hijos; no slo al feligrs con un mal testimonio, tambin al buen nombre de la iglesia. Las consecuencias de un pecado nunca son aislados. Un pecado puede destruir una familia, una empresa,

    un equipo, una nacin, una sociedad, el mundo entero. Por el pecado de Sal sus tres hijos murieron en un mismo da.

    UN REY DESTRUIDOLos vv. 3-4 describen los minutos finales de la existencia del rey Sal. El texto bblico es ahora ms enftico y declara que la batalla arreciaba contra Sal mismo. Parece que los filisteos no descansaran hasta verlo muerto. Los flecheros lo alcanzaron a cierta distancia mientras l hua. Entonces una flecha atraviesa parte de su cuerpo. Ahora slo queda pedir auxilio divino. Seguir huyendo es casi imposible. Slo queda quebrantarse ante Dios, confesar todos los pecados y pedir la misericordiosa mano de Dios.

    Sal al igual que Sansn, en la ltima oportunidad de su vida, pudo haber implorado el perdn de todos sus pecados y solicitar la ayuda divina, pero no lo hizo. Sal no sera el nico rey que registrase la Biblia que haya sido herido en batalla: Josas (2Crnicas 35:23), y Acab tambin pasaron la misma experiencia. Incluso Manass; considerado el peor de los peores reyes de Israel despus de ser capturado por los asirios y llevado a Babilonia con cadenas y puesto en angus-tias, se humill y or al Seor. Despus de haberse humillado Jehov le restaur el reino y el rey comenz una reforma completa en todo su gobierno. Por lo tanto; Sal no estaba an perdido. Dios le estaba concediendo una ltima oportuni-dad. Lamentablemente l no quiso aceptarla. Prefiri suicidarse que rendirse en el ltimo momento a Dios. Prefiri quitarse la vida que entregarla a Jehov.

    UN SERVIDOR DESTRUIDOEs triste que an en su misma muerte Sal influy en su escudero para morir tambin (v. 4). El suicidio de uno gener el suicidio de otro. Pareciera el noticiero de las 10:00 pm o la portada del diario principal de la ciudad: Rey se suicida y su protector tambin. La muerte de Sal no acabara all. An muerto sigui trayendo muerte para otros. En vez de inyectar vida en otros ocasion dolor, sufrimiento y