Septiembre 2014 (2)

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Muchas veces se plantea y replan- tea la cuestión sobre la relación del hombre y el tiempo. La cosa es así: ¿es el tiempo el que pasa por el hombre, o es el hombre el que pasa por el tiempo? Debates me- tafísicos de envergadura discurren sobre estas cuestiones y proponen alternativas diversas. Desde la vi- vencia particular de un simple ―existente‖, sin pretensiones me- tafísicas ni siendo un filósofo de la naturaleza, creo que en realidad la respuesta es sencilla. Siendo que hombre y tiempo son dos variables dinámicas, móviles, es lógico pensar que puedan darse ambos procesos. Si uno de los dos fuera estático, sería posible pen- sar que uno ―pasara‖ por el otro. Es decir, creo que el tiempo pasa por nosotros y nosotros pasamos por el tiempo. Cuando el tiempo pasa por noso- tros deja sus huellas, inexorables e inevitables, aquellas mismas que llamamos ―envejecimiento‖ Las canas, las arrugas, los cambios físicos, todas ellas son señales de su paso. Del mismo modo, cuando nosotros pasamos por el tiempo, también dejamos huellas de nues- tro tránsito. Aquellas son inevita- bles y no podemos más que acep- tarlas. Pero estas, son responsa- bilidad genuina de nosotros mis- mos. Aquello que de testimonio final de nuestro paso, aquello que hablará de nosotros mismos, que revelará quienes somos y quienes hemos sido, aquello mismo es res- ponsabilidad indeclinable. Nuestras obras, aquello que hemos hecho y dejaremos para siempre en este mundo, el producto de nuestro trabajo, todas las sonrisas regaladas, la huella de nuestra presencia, todo eso y mucho más, dará cuenta de que ―hemos pasa- do‖ por este tiempo. Pero lo que mayor testimonio dejará de noso- tros, es aquello que hemos amado. Nuestra firma, nuestro sello, nues- tra huella digital más profunda, queda revelada a través de lo que amamos. Tal como cantaba el querido y siempre admirado Fa- cundo Cabral, ―si el hombre es lo que ama‖… me conocerán a través de lo que amo. Si les hablara ahora de alguien que amó tanto a la persona humana, que se entregó en el servicio; que amó tanto a su esposa, que juntos eran la luz y el calor; que amó tan- to a sus alumnos y a los jóvenes, que era incansable en el aula; que amó tanto a su Dios y a la vida, que era imbatible su esperanza… ¿podrían darse una idea de cómo es ese alguien? Claro que sí. Ante un nuevo aniversario del fa- llecimiento de Viktor Frankl (02 de septiembre de 1997- 2014), no pre- gunten cómo era, tengan en cuen- ta lo que amaba. Admirado Dr.Frankl, gracias por tanto trabajo. Querido Viktor, gra- cias por tanto amor. Descansa en Paz. La huella de Viktor EDITORIAL EDITORIAL La huella de Viktor Por Claudio García Pintos LENGUAJE, SALUD Y PSICOPATOLOGÍA (pp.3-5) AUNTES DE DOCENTE ¿ES LA LOGOTERAPIA UNA PSICOTERAPIA? (pág. 6-9) EL SENTIDO DE LA VIDA (pp. 10-17) MOBBING: CRÓNICAS DE VACILACIÓN (pp.18-19) LA PAGINA DE CAVEF (pág. 20-22) ENTRE LOS LIMITES Y LA LIBERTAD (pp. 23-24) VIKTOR FRANKL Y JUAN BAUTISTA TORELLÓ (pág.25-29) LA TERCERA ESCUELA VIENESA DE PSICOTE- RAPIA. UNA REVISIÓN MÁS ALLÁ DE FRANKL (pág. 30-44) LOGOTERAPIA VINCULAR LA ORIENTACIÓN VOCACIONAL DESDE LA LOGOTERAPIA VINCULAR (pp. 46-47) LA PAGINA DE LOGOFORO (pág. 48)

Transcript of Septiembre 2014 (2)

  • Muchas veces se plantea y replan-

    tea la cuestin sobre la relacin

    del hombre y el tiempo. La cosa es

    as: es el tiempo el que pasa por

    el hombre, o es el hombre el que

    pasa por el tiempo? Debates me-

    tafsicos de envergadura discurren

    sobre estas cuestiones y proponen

    alternativas diversas. Desde la vi-

    vencia particular de un simple

    existente, sin pretensiones me-

    tafsicas ni siendo un filsofo de la

    naturaleza, creo que en realidad la

    respuesta es sencilla.

    Siendo que hombre y tiempo son

    dos variables dinmicas, mviles,

    es lgico pensar que puedan darse

    ambos procesos. Si uno de los dos

    fuera esttico, sera posible pen-

    sar que uno pasara por el otro.

    Es decir, creo que el tiempo pasa

    por nosotros y nosotros pasamos

    por el tiempo.

    Cuando el tiempo pasa por noso-

    tros deja sus huellas, inexorables

    e inevitables, aquellas mismas que

    llamamos envejecimiento Las

    canas, las arrugas, los cambios

    fsicos, todas ellas son seales de

    su paso. Del mismo modo, cuando

    nosotros pasamos por el tiempo,

    tambin dejamos huellas de nues-

    tro trnsito. Aquellas son inevita-

    bles y no podemos ms que acep-

    tarlas. Pero estas, son responsa-

    bilidad genuina de nosotros mis-

    mos. Aquello que de testimonio

    final de nuestro paso, aquello que

    hablar de nosotros mismos, que

    revelar quienes somos y quienes

    hemos sido, aquello mismo es res-

    ponsabilidad indeclinable.

    Nuestras obras, aquello que hemos

    hecho y dejaremos para siempre

    en este mundo, el producto de

    nuestro trabajo, todas las sonrisas

    regaladas, la huella de nuestra

    presencia, todo eso y mucho ms,

    dar cuenta de que hemos pasa-

    do por este tiempo. Pero lo que

    mayor testimonio dejar de noso-

    tros, es aquello que hemos amado.

    Nuestra firma, nuestro sello, nues-

    tra huella digital ms profunda,

    queda revelada a travs de lo que

    amamos. Tal como cantaba el

    querido y siempre admirado Fa-

    cundo Cabral, si el hombre es lo

    que ama me conocern a travs

    de lo que amo.

    Si les hablara ahora de alguien que

    am tanto a la persona humana,

    que se entreg en el servicio; que

    am tanto a su esposa, que juntos

    eran la luz y el calor; que am tan-

    to a sus alumnos y a los jvenes,

    que era incansable en el aula; que

    am tanto a su Dios y a la vida,

    que era imbatible su esperanza

    podran darse una idea de cmo

    es ese alguien? Claro que s.

    Ante un nuevo aniversario del fa-

    llecimiento de Viktor Frankl (02 de

    septiembre de 1997- 2014), no pre-

    gunten cmo era, tengan en cuen-

    ta lo que amaba.

    Admirado Dr.Frankl, gracias por

    tanto trabajo. Querido Viktor, gra-

    cias por tanto amor. Descansa en

    Paz.

    La huella de Viktor EDITORIAL

    EDITORIAL

    La huella de Viktor

    Por Claudio Garca Pintos

    LENGUAJE, SALUD Y

    PSICOPATOLOGA (pp.3-5)

    AUNTES DE DOCENTE

    ES LA LOGOTERAPIA

    UNA PSICOTERAPIA? (pg. 6-9)

    EL SENTIDO DE LA

    VIDA (pp. 10-17)

    MOBBING: CRNICAS

    DE VACILACIN (pp.18-19)

    LA PAGINA DE

    CAVEF (pg. 20-22)

    ENTRE LOS LIMITES Y

    LA LIBERTAD (pp. 23-24)

    VIKTOR FRANKL Y

    JUAN BAUTISTA

    TORELL (pg.25-29)

    LA TERCERA ESCUELA

    VIENESA DE PSICOTE-

    RAPIA. UNA REVISIN

    MS ALL DE FRANKL (pg. 30-44)

    LOGOTERAPIA VINCULAR

    LA ORIENTACIN

    VOCACIONAL DESDE

    LA LOGOTERAPIA

    VINCULAR (pp. 46-47)

    LA PAGINA DE

    LOGOFORO (pg. 48)

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  • S alud y libertad estn siempre nti-mamente ligadas, ya que lo que ca-racteriza al hombre sano es el sen-timiento del uso de la libertad en su peculiar modo de existencia pero liga-

    da a la responsabilidad frente a la comu-

    nidad a la que pertenece. Cuando hace-mos coincidir nuestra libertad con el or-

    den asignado a nuestra vida personal en

    la comunidad, nos sentimos sanos.

    La enfermedad mental, en cambio, es el

    anuncio de nuestro apartarnos de la ex-

    presin autntica de nuestro proyecto y la constatacin de nuestra integracin a

    un mundo extrao, extranjero Cabe re-

    cordar aqu que, etimolgicamente, ex-

    tranjero est ligado al concepto de aquel que fue desterrado de la patria, el

    alienus, mas all de la linea demarca-toria de la Ciudad de Roma. Este con-cepto se relaciona con extrao (del la-tin estraneu y de all se deriva extranjero) que es aquel que viene de otro pas. Recordemos al gran Pinel quien ha creado el trmino alienacin para englobar a todas las psicosis, que-riendo significar que el enfermo mental

    se ha hecho extrao (alienus) a s mis-mo.

    En este trabajo continuamente opone-

    mos alteridad, como la posibilidad de ser uno mismo, libre y responsable, fren-te al otro, a alienacin como el poder ilegtimo de lo inautntico que ocupa el

    primer plano de su existencia e impide la

    plenitud del ser y el uso responsable de

    su libertad.

    El polmico campo de las neurosis nos muestra personas con distintos modos de

    condicionamiento de su libertad. Sus mani-

    festaciones se hallan impregnadas de an-gustia, tanto en el lenguaje como en su ex-

    presin significativa corporal. La ambiva-

    lencia es el sentimiento predominante. La angustia del neurtico es descripta por Von

    Gebsattel[1] como el barmetro que mide la nada. Y contina diciendo este au-tor:Que se es libre y no se es libre, que aunque se est no se es, que se desea huir,

    pero no se sabe de qu ni donde, en esto

    consiste la paralizante, acechante dualidad de la angustia, una osciliacin del hombre

    angustiado entre la posibilidad de querer y

    la impotencia de la voluntad, una disposi-cin de nimo que Kierkegaard llama con

    gran acierto vahdo de la libertad. En las entrevistas realizadas para nuestra Tesis hemos encontrado muchas referencias a

    este estado en los momentos previos a la

    decisin de partir hacia lo desconocido de la emigracin. Sujetos pasibles de recibir la

    influencia de personas cercanas a su cir-

    cunstancia, no deciden en libertad y res-

    ponsabilidad y son llevados hacia la partida sin su verdadero consentimiento. Una vez

    en el pas de acogida pueden permanecer

    en esta ambivalencia, bloqueando la reali-zacin autntica de un proyecto de vida.

    Este mundo del neurtico, plagado de me-

    canismos de defensa que pauperizan su creatividad y disminuyen los efectos de la

    libertad, casi siempre culmina en un colori-

    do repertorio de sntomas de origen hipo-condraco. Si predomina la negacin prefie-

    ren mimetizarse con el medio de acogida e

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    LENGUAJE, SALUD, Y PSICOPATOLOGA

    Por Jos MARTNEZ-ROMERO GANDOS

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    in tentar produc ir una imagen adaptada a las circunstancias del me-dio.

    Se nos muestra evidente en la enferme-dad la importancia de los signos, espe-

    cialmente los expresados por la palabra

    y el lenguaje. Este lenguaje nos exige desde su constitucin y cualifica nues-

    tras interpelaciones existenciales por la

    amplitud de su horizonte posible. La pa-labra y el lenguaje son nuestras princi-

    pales herramientas en las entrevistas

    psicolgicas.

    Cuando digo yo esta palabra, como sig-no, representa una parte de mi psique

    muy indiferenciada en la interpelacin que realiza el otro. Cuando agrego yo amo, el horizonte se ampla subjetiva-mente, casi hasta el infinito. Infinito del

    amor que solamente yo completo. Pero cuando digo Yo, Jos, amo a Pilar, la interpelacin no se limita a mi yo sino que compromete al otro, Pilar.

    Se pone en juego algo que debe centrar-

    se en la lectura cualificada. Pilar inter-

    pretar una cualidad existencial especial del signo amor. El espectador tendr su propia versin.

    El signo es la sombra proyectada de mi amor pero no debe negarse a compren-der lo que ella (la proyeccin) no ha pro-

    ducido como totalidad. Los distintos mo-mentos en que expreso mi amor contie-nen diferentes subjetividades emitidas

    por el mismo sujeto. All es donde se ins-taura la necesidad del otro que escucha.

    Y esta escucha puede ser pasible de anlisis objetivo. Solamente cabe pre-guntarse si este anlisis ser verdadera-

    mente objetivo, efectivo, legtimo y fe-

    cundo.

    En el despliegue de la existencia munda-

    na cada hombre se enfrenta con la sole-

    dad de su proyecto, una tarea formida-ble que intenta superar la angustia por

    la finitud de su propia empresa. Cada

    uno es nico e irrepetible frente a este

    proyecto. Y la tarea se presenta como una lucha constante por sostener el sen-

    tido de vida.

    Frente a la oscuridad que presenta la perso-na para la captacin de ese sentido, el signo

    intenta la universalizacin de lo que al saber

    objetivo le est vedado resear. Se estable-cen, as, conciliaciones posibles entre la vi-

    vencia subjetiva y la interpretacin de los

    signos que sta persona produce, de los cua-

    les el lenguaje es uno de los principales.

    El lenguaje es la expresin de la actividad de

    la conciencia que da cuenta de vivencias nicas e inenarrables en su verdadera di-

    mensin.

    Podramos apelar, como tantos colegas pres-tigiosos lo han hecho, a la proyeccin de es-

    tas vivencias. Utilizaramos pruebas proyec-

    tivas que daran cuenta de una parte del fenmeno. Porqu le damos, entonces, tan-

    ta importancia al lenguaje, si no es mas que

    la huella mundana de un trnsito vivencial?

    Por qu aceptar la ciencia que en nuestro trabajo hermenutico alcancemos una re-

    construccin aceptable de tantos fragmentos

    dispersos en el fondo endtimico personal de

    cada entrevistado?

    Creemos que la proyeccin, parcialmente,

    ilustra sobre la conflictiva subyacente. Pero

    es en la interpelacin en que confiamos.

    La interpelacin es la apelacin que uno rea-

    liza al otro, para llamarlo, valga la redun-dancia, a un destino comn. Apelamos al

    otro como investigadores y como psiclogos

    para que nos manifiesten, a travs del len-guaje, lo que sintieron, sienten y esperan en

    relacin a este proceso migratorio.

    En la apelacin al otro para que se exprese en relacin a este sentido especial, hacemos

    uso del conocimiento que poseemos sobre la

    emigracin y proponemos que servir para alertar a la humanidad sobre las consecuen-

    cias psicolgicas que enfrentan los migran-

    tes. Prometemos la solidaridad con quienes la padecieron desde nuestro compartir el

    mismo solum natal. Ofrecemos la cura (el cuidado) del otro sabiendo que, a travs de este vnculo especial establecido en el relato

    de su historia de vida, nos obliguemos a in-

    terpretar de la mejor manera su posibilidad

    de alteridad o alienacin.

    La interpretacin de los signos es una pre-

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    prediccin que la conciencia del investiga-dor realiza para acercarse a lo originario

    del saber. Al realizar una investigacin

    comprometida con el otro y su realidad histrica e inmediata, cumple con lo origi-

    nario de su saber. En nuestra calidad de

    psiclogos existenciales, este tipo de inves-tigacin nos acerca a nuestro deber esen-

    cial que es el de detenerse, escuchar y

    comprender al otro, con quien nos encon-tramos en una relacin de vnculo circuns-

    tancial.

    Llega a nuestra conciencia, es decir, so-mos concientes que esta tarea nos acerca

    tambin a un imaginario de poder. Tem-

    plados en la escuela de lo inexplicable

    cuando asistimos al otro que enfrenta la muerte, la enfermedad, la crisis o la an-

    gustia, nuestra interpretacin del fenme-no aprovecha la perplejidad que todo

    cientfico experimenta frente a lo real y se

    dirige a dar cuenta de muchos aconteci-mientos que desbordan el alcance de la

    razn y se acrecentan en la escucha de corazn para comprender cabalmente el sufrimiento del otro y el sentido de su vi-

    da.

    (Extracto del Capitulo de la Tesis Doctoral Emigracin y Psicologa Alteridad y alienacin en los emigrantes gallegos al Ro de la Plata 2005)

    Publicado por Martnez-Romero Gandos, Jos V.

    en mircoles, mayo 04, 2011

    logoterapiagalicia.blogspot.com.ar

    El deporte y el arte son instrumentos esenciales para EDUCAR a nios y jvenes, y

    dar testimonio vivo de que la PAZ es posible. GENERARTE y CAVEF acompaan el

    programa SCHOLAS OCURRENTES y participan de la iniciativa de SS.Francisco.

  • Pgina 6

    C ompartiendo la reflexin y el de-bate con colegas y amigos, mu-chas veces aparece la cuestin de s la Logoterapia frankliana es re-almente una psicoterapia. La duda aconte-

    ce a partir de algunas expresiones del pro-

    pio Frankl, refirindose a su propuesta co-

    mo complemento de la psicoterapia y, en ocasiones, como sustituto de la psi-coterapia. De tal modo, la cuestin es: si la

    complementa, no es psicoterapia; si la

    sustituye, no es psicoterapia.

    Creo que para poder comprender las ex-

    presiones franklianas y el propio lugar de la Logoterapia en el contexto de la Psico-

    loga moderna, primero deberamos dete-

    nernos en definir o delimitar las categoras con las que pretendemos clasificarla. Vea-

    mos.

    Salud/Enfermedad

    La temtica de la salud ha madurado a

    travs del tiempo, acorde a cmo se ha ido

    entendiendo y comprendiendo el hecho de enfermar (y, por ende, el de sanar/curar)

    Desde interpretaciones misteriosas y

    msticas, otras exclusivamente fisiolgicas u orgnicas, algunas psicosomticas, pa-

    sando por las eminentemente emocionales,

    enfermar y curar es mbito de interpreta-

    ciones variadas.

    Sin pretender (en absoluto) historiar la

    evolucin que ha sufrido la salud-enfermedad a lo largo de la evolucin de la

    Humanidad, simplemente refiero que par-

    timos de considerarla con ribetes de un cierto misticismo, un castigo de los dioses

    o una condena (o consecuencia) de debili-dades personales. Luego comprendimos

    que existen mecanismos fsicos, orgnicos,

    fisiolgicos, que justifican o explican los procesos mrbidos de una naturaleza

    humana corruptible, sea por agentes que

    la afectan o, simplemente, por usura (por

    el uso del cuerpo) Ms tarde, la irrupcin del componente emocional en el universo

    de las explicaciones, pudieron ampliar el

    horizonte de la cuestin, y supimos que, ms all de lo meramente orgnico y fi-

    siolgico, pueden identificarse resortes o

    mecanismos ms abstractos (por llamarlos de alguna manera) pero igualmente con-

    tundentes al momento de enfermar-curar,

    asociados con el misterio de las emocio-nes, vivencias, fantasas, impulsos, dese-

    os, etc. As, cremos por un tiempo que ya

    habamos completado el espectro de posi-

    bles desarrollos de la salud-enfermedad. Sin embargo, la aparicin del espritu en

    las ciencias de la salud (antes era exclusi-

    vo imperio de la filosofa o la religin), pate el tablero por decirlo de manera coloquial- y hace presente una nueva po-

    sibilidad: la de enfermar o curar por moti-

    vos espirituales.

    Sin atribuirle a Viktor Frankl la paterni-

    dad exclusiva de dicha revolucin (para no correr el riesgo de ser injusto con otros

    tantos cientficos), s es posible afirmar

    que ha sido uno de los principales expo-nentes de este giro copernicano en la com-

    prensin del enfermar humano.

    Lo cierto es que cada poca, no solo justifi-ca un estilo de vida particular (lo que vul-

    Apuntes de docente

    ES LA LOGOTERAPIA UNA

    PSICOTERAPIA?

    Por Dr. Claudio Garca Pintos

    Mail de contacto: [email protected]

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    garmente llamamos cultura, entendida como estilo de vida vigente, la cosmovisin

    de cada poca), sino tambin, una nueva

    modalidad para comprender y abordar el

    modo propio de enfermar de cada cultura.

    Inicialmente fueron los mdicos brujos de

    las tribus y curanderos, luego aparecieron los mdicos diplomados cientficamente,

    posteriormente los mdicos-filsofos que

    terminan deviniendo en psicoterapeutas, y, ltimamente, un conjunto variado de

    personas honestamente interesadas en el

    hombre, que, en un arco de propuestas amplsimo y de diferente sustento terico,

    hacen sus aportes desde las terapias alter-

    nativas, el new-age, la meditacin, hasta el mindfulness, la psicologa positiva, etc.

    Lo que me queda por claro es que el miste-

    rio de la persona humana es tan profundo

    e inabarcable, que la comprensin de sus manifestaciones se nos hace difcil, a par-

    tir de nuestra pretensiosa intencin de lo-

    grarla desde un solo punto de vista. Por eso mismo, ha habido y sigue habiendo,

    espacio para brujos, curanderos, mdicos,

    psicoterapeutas, terapeutas alternativos, etc. Todos conviven y hacen sus aportes,

    desde la ilusin de lograr la cura o sana-

    cin del sufrimiento del hombre.

    Esta sobresimplificacin del tema, no ex-

    enta de posibles inexactitudes puntuales

    (reitero que no pretendo historiar la cues-tin ni ser preciso) sirve como un amplsi-

    mo marco para detenerme en lo que s re-

    presenta mi inters actual. Esto es, si la

    Logoterapia es una psicoterapia.

    La primera presentacin que hace Frankl

    de su mtodo, lo refiere como un complemento de la psicoterapia. A partir de esta declaracin, muchos insisten en

    considerar que, entonces, no es una psico-

    terapia sino una simple tcnica que pue-de instrumentarse en el contexto psicote-

    raputico. Sin embargo, estas afirmaciones

    omiten un detalle de relevancia. Viktor Frankl se forma en un contexto cientfico

    copado por la figura de Sigmund Freud.

    Todos los jvenes, particularmente los vie-neses, queran ser Freud y, de hecho, su figura gener una revolucin cientfica de

    envergadura indiscutida. Si bien ya exist-an antecedentes de peso, tales como los

    trabajos de Charcot, por sealar solo uno

    de ellos, fue Sigmund Freud quien intro-duce un mtodo revolucionario para en-

    tender, comprender y actuar sobre el en-

    fermar humano, que terminar conocin-dose como psicoterapia. Obviamente, el abordaje de la psicodinamia no era sus-ceptible a travs del acto meramente clni-co-mdico, y necesit de un mtodo propi-

    cio (psicoterapia), tambin conocido o des-

    cripto como cura a travs de la palabra Ya no eran solo frmacos o intervenciones quirrgicas o prcticas de laboratorio, si-

    no que la psicodinamia se expresaba a travs de un nuevo y distinto lenguaje, y la palabra era el instrumento fundamen-

    tal para entrar en dilogo con ese misterio

    inconsciente (in/consciente, sin conoci-miento), develarlo, ordenarlo, hacerlo consciente (con/ciencia, con conocimiento)

    Lgicamente, el impacto cientfico del

    aporte freudiano fue tan profundo, que sacudi las estructuras del mbito de la

    salud mental. Superando resistencias ini-

    ciales (y lgicas), la psicoterapia termina siendo aceptada cientficamente. Pero, ob-

    viamente, por psicoterapia se entiende casi con exclusividad, aquello que define

    el psicoanlisis freudiano.

    En ese contexto, aparece Viktor Frankl

    tratando de proponer un modelo distinto, introduciendo lo espiritual como una

    cuestin teraputica. Esto significa una

    lucha por rescatar el concepto de espritu del mbito de la filosofa y llevarlo al

    mbito de la salud mental, y, por ello, su

    primer libro cientfico se llama La cura mdica de almas (Arztliche Seelsorge en el original, cuya traduccin al espaol

    lo presenta como Psicoanlisis y Existen-cialismo) Choca su propuesta con el des-lumbrante aporte freudiano, y este

    choque le significa a Frankl una vacila-cin personal y profesional importante.

    Recordemos que, regresado a Viena y gra-

    cias a la gestin de su querido amigo Paul

    Polak, Frankl ingresa a trabajar en la Po-liclnica de Viena de la calle Mariannen-

  • gasse 10, y es desde all desde donde pue-de impulsar su nueva teora. Si bien ya

    haba hecho experiencia antes de la guerra

    en el Rothschildspital y en Steinhof, ahora tiene una posicin personal y profesional

    ms dispuesta para hacerlo. Pero un am-

    biente psicoanalista le resulta hostil a sus propuestas ms filosficas por llamarlas de alguna manera. La hostilidad fue tal

    que, hasta lleg a sentirse burlado en am-bientes profesionales al plantear sus ideas.

    Tan es as que, en los primeros aos de la

    dcada del 50, hasta pens en salir de

    Viena y radicarse en Australia junto a su hermana Stella. Pero la intervencin opor-

    tuna (y providencial) del Rebe Schneerson

    (de Brooklyn, EE.UU.) hacindole llegar un mensaje a travs de Margaret Chajes, pi-

    dindole que contine en Viena y luche

    por sus ideas, augurndole que significar-an de gran provecho para la Humanidad,

    lo convence de persistir. Al poco tiempo es

    nombrado profesor titular de la Universi-dad de Viena y desde all, su trabajo cobra

    mayor envergadura y trascendencia.

    Desde esta brevsima semblanza del mo-mento, comprendemos por qu Viktor

    Frankl llama a su propuesta como

    complemento de la psicoterapia. Lo que pretende complementar no es el proceso psicoteraputico sino, el universo vigente

    de las propuestas teraputicas! Es decir,

    al margen, ms all de la psicoterapia (que por entonces era exclusivamente psicoan-

    lisis), Frankl nos propone otro mtodo, que complementa la oferta de posibles

    abordajes del sufrimiento humano.

    Ms tarde, en otro trabajo, habla de

    sustituto de la psicoterapia; debemos entenderlo en la misma lnea. Es decir, pa-

    ra aquellos casos en los cuales el sufri-

    miento del paciente no es ocasionado por los mecanismos descriptos por la psicodi-

    namia ortodoxa, el tratamiento con psico-

    terapia (lase, psicoanlisis, el freudiano y todas sus derivaciones), puede ser susti-tuido por otro tipo de abordaje teraputico, ms propicio y, por ende, efectivo, que es

    la logoterapia.

    Entonces, es psicoterapia?

    Tomando en consideracin lo anterior, en-

    tiendo que:

    1- No es psicoterapia en sentido es-

    tricto. Quiero decir, en el sentido or-todoxo. La psicoterapia es cura a travs de la palabra y por eso hace necesaria la interpretacin del len-guaje inconsciente. La Logoterapia

    es cura a travs del sentido, y solo hace necesaria la promocin de la

    c o n f r o n t a c i n c o n s c i e n t e -inconsciente, la confrontacin con la

    persona espiritual.

    2- Es psicoterapia en sentido am-

    plio, si por tal entendemos el trata-

    miento que tiene como objetivo el cambio de pensamientos, sentimien-

    tos y conductas.

    3- No es una tcnica complementa-ria de la psicoterapia, sino un mto-

    do psicoteraputico completo y dis-

    tinto, sostenido por un sistema (terico, filosfico y tcnico), que per-miti a Soucek llamarlo tercera es-cuela de psicoterapia de Viena, y a Allport denominarlo el tercer movi-miento.

    Es el propio Viktor Frankl quien puede

    aclarar esta cuestin, precisamente, en su

    primer libro terico, diciendo: Pues, hemos puesto de relieve la necesidad de complementar la psicoterapia tal y co-

    mo viene siendo practicada, con un

    mtodo psicoteraputico que se mueve, por as decirlo, ms all del complejo

    de Edipo y del de inferioridad o, en

    trminos ms generales, ms all de esa dinmica y que, por detrs de los pa-decimientos psquicos del hombre neurtico, se da cuenta de su combate espiritual. Se trata, por tanto, de una psicoterapia que arranca desde lo espiritual (de Psicoanli-sis y Existencialismo, FCE, 1991, pp. 30-

    31)

    Pgina 8

  • Pgina 9

    Ms all de todo, siempre prefiero la d e f i n i c i n d e I r v i n g Ya l om

    (Psicoterapia existencial, Herder, Bar-celona): La Logoterapia de Frankl no pertenece ni a las escuela psicoanalti-

    camente orientadas, ni a la psiquiatra

    formal, ni a los estudios religiosos, ni a la psicologa de orientacin conduc-

    tista y, ni siquiera, a los movimientos

    pop de desarrollo personal. La Logoterapia

    es, finalmente, Logoterapia

    En lo personal no me considero un

    psicoterapeuta, ni siquiera un terapeuta. Prefiero presentarme como un analista existencial que acompaa a aquel que busca sentido y al que sufre

    cuando no lo descubre.

    Jos SARAMAGO Premio Nobel Literatura

  • V iktor Frankl pertenece a la es-tirpe de los hombres con una misin. Se los reconoce por una mezcla de serenidad, apasiona-miento y grandeza. Y porque nunca ad-

    mitirn que la misin est cumplida.

    La fuerza interior de este neurlogo y psiquiatra de 85 aos, creador de la lo-

    goterapia y sobreviviente de los campos

    de concentracin, es la misma del joven de 19, a quien Freud public un artculo

    en la revista Internacional de Psicoanli-

    sis. La misma que lo retuvo en su Viena natal (la de Wittgenstein, Schnitzler y

    Popper) cuando irrumpi el nazismo.

    Frankl, de ascendencia juda, recorri tres campos de concentracin. En

    Auschwitz se convirti en el prisionero

    119.104 y estuvo frente a frente con

    Mengele. Enb los campos perdi a su es-posa, a sus padres y a un hermano. Y

    tambin el manuscrito de su primera

    obra: Psicoanlisis y Existencialismo.

    Cuando tuve que arrojar el manuscrito en Auschwitz me dije: ahora tengo la oportunidad no ya de escribir algunas ideas, sino de vivirlas. Vivir lo escrito cuenta durante su quinta visita a Bue-

    nos Aires- es algo pleno de sentido

    Pleno de sentido, una frase recurrente en la entrevista y en la obra de Frankl. En el con-

    cepto y la vivencia del sentido de la vida,

    Frankl encontr la piedra basal para la te-ora y prctica de la logoterapia (del griego

    logos, que en una de sus acepciones es sentido)

    Las dos primeras grandes corrientes de la

    psicologa concibieron un hombre condicio-

    nado. El psicoanlisis vio en l, un com-puesto psicosomtico gobernado por instin-

    tos y pulsiones. El conductismo, un conjun-

    to de respuestas a estmulos. Luego la psi-cologa humanista o existencial (con Abra-

    ham Maslow, Karl Rogers y Frankl) agreg

    al cuerpo y a la psiquis la dimensin espiri-

    tual e introdujo el concepto de libertad.

    El hombre explica Frankl en la confitera de un hotel porteo- se mueve en tres di-mensiones: la biologa, con sus causas org-nicas de enfermedad; la psicolgica, donde juegan las causas psquicas de las neurosis, y la noolgica o dimensin del fenmeno ver-daderamente humano, donde hay, por ejem-plo, conciencia moral y el amor diferenciado del sexo. En este plano, alguien que piensa que la vida no tiene sentido, puede desarro-llar una depresin por causas puramente existenciales

    Pgina 10

    EL SENTIDO DE LA VIDA

    Por Jorge Urien Berri

    Entrevista de Jorge Urien Berri

    Diario LA NACIN, 20 de enero de 1991, Buenos Aires

    Autor de Ante el vaco existencial, El hombre en busca de sentido, La pre-sencia ignorada de Dios, La psicoterapia al alcance de todos, El hombre do-liente y otros libros que le han granjeado gran notoriedad por su contribucin a la psicologa del ltimo medio siglo, el doctor Frankl expone para LA NA-

    CIN, aspectos sustanciales de su pensamiento

  • Pgina 11

    Como Freud y Adler, Frankl se aplic al estudio y cura de las neurosis. Slo que

    para l no todas derivan de lo sexual, co-

    mo sostuvo el padre del psicoanlisis. Ni de la voluntad de poder, como propuso

    Adler. Las neurosis nogenas sobrevie-

    nen cuando la vida se vaca de sentido, cuando vivir es apilar mecnicamente

    horas y das. Como destaca el doctor Os-

    car Oro, presidente de la Sociedad Argen-tina de Logoterapia, la actitud ante la vi-

    da puede ser el factor enfermante.

    Cundo pasamos de la angustia o de-

    sesperacin sanas al mbito de la en-

    fermedad mental? Enfermedad mental no es un diagnstico psiquitrico. Puede ser una neurosis, pero tambin una psicosis. La desesperacin nunca es sana, porque es sufrimiento, y el sufrimiento no es sano. Hay, s, una de-sesperacin fructfera en trminos existen-ciales, cuando no puede evitarse la causa del dolor y damos un sentido al sufrimien-to Arte y dolor a veces parecen necesit-

    yarse. Van Gogh y Dostoievsky volca-

    ron el dolor en sus obras. Exacto. Sufran epilepsia, una enferme-dad de causa orgnica. Pero el sufrimien-

    to no es indispensable para el arte. Si us-ted est condenado a sufrir sin ayuda, entonces tiene la oportunidad de hacer lo mejor que pueda con el sufrimiento. Subli-marlo, para usar el trmino acuado por Freud.- El logro espiritual de esos artistas consisti en que fueron grandes artistas, no a causa del sufrimiento sino a pesar de l. Si en vez de epilepsia hubieran sufrido profundas neurosis, les convendra

    haberse sometido a terapia?

    Un famoso poeta austraco dijo: No de-jar que el psicoanlisis cure mi neurosis, pues perder mis capacidades artsticas. Pero no puede tomarse en forma incondi-cional. Recuerdo, sin embargo, el caso de un hombre a quien no haba posibilidad de curar su neurosis obsesivo compulsiva

    pues era mayor. S de disminuir el sufri-miento, aunque al precio de que no pudiera dedicarse a su trabajo tanto como antes. Se trataba de una de las mximas autoridades mundiales en desciframiento de jeroglficos.

    Su compulsividad neurtica lo mantena in-merso en su mundo, y yo no quise quitrse-lo. Era preferible que la humanidad se be-neficiara de este especialista y no que l perdiera su neurosis. El amor tiene un papel importante en su

    sistema. Hay una escala tica para el

    amor? Muchos artistas hicieron sufrir a quienes los rodeaban, postergndolos en

    beneficio de una obra que, por el solo

    hecho de haber sido ejecutada, supone un cierto amor por la humanidad o el

    prjimo. Un amor perjudicara al otro?

    No lo creo. Pero el caso podra aplicrseme. Mi esposa tuvo que sacrificar su vida por m. Temblaba ante la posibilidad de que tu-viera un colapso en una conferencia, pues no puedo hablar ms que dndome por en-tero. De otro modo no tiene sentido para m, y mucho menos para mi audiencia. No se sacrific por m, sino por mi trabajo. Sabe que a mi edad tengo el privilegio de vivir lo que enseo. Sera uno de los sentidos de su vida Hay una voluntad de sentido, y en la medi-

    da en que haya una misin para llevarlo adelante, mi salud puede resistir los sacrifi-cios. Me arrogo el privilegio de poseer una voluntad de sentido. Estoy obsesionado, no psiquitrica sino humanitariamente obsesio-nado, porque siento que debo dar, debo de-jar algo Y no piensa que ya ha dejado bastante? Espero haberlo hecho, y que por algn tiem-po me sobrevivir. Cuando me invitaron a la Universidad de Stanford, mis colegas me enfrentaron con una mujer con cncer que saba que morira en un par de semanas. Tenan curiosidad por lo que yo poda decir-le. Dej que hablara. Ella, lamentaba aban-donar a su familia y a su hijo. Casi golpe la mesa con mis puos y le dije: Ahora esccheme, usted est desesperada, pero

  • Pgina 12

    yo le pregunto cun desesperada estara una mujer que no tuviera nada que dejar al mundo. En un momento ella compren-di su fortuna y empez a sonrer

    Qu ocurre cuando alguien tiene cla-

    ro el sentido de su vida, pero no lo puede realizar porque est ms all de

    su capacidad?

    Hay varias clases de realizaciones. A ve-ces la resignacin, el reconocer que hay una posibilidad ms all de mis limitacio-nes, es un logro an mas alto que crear algo con las propias dotes. Pero como psi-quiatra, agrego que no hay que resignarse antes de comprobar que se alcanzaron los

    lmites. Tuve un gran maestro, Rudolf Allers, que dijo: Hay que actuar como si todo fuera posible Solo entonces se llega al lmite donde las posibilidades estn fuera de nuestro alcance. Mantener la fic-cin de que todo es posible. Sin caer en el autoengao Tarde o temprano se sabe si los lmites se alcanzaron. Nunca hay que detener a al-guien antes de que sea evidente, tambin para l, que alcanz sus lmites, porque puede que hubiere alguna posibilidad. Y lo mismo es vlido en situaciones extre-mas de sufrimiento o desesperanza. Cuando llegu a Auschwitz y estuve fren-te a Mengele, ignoraba que la probabili-

    dad de sobrevivir era 1 en 29. Entonces desarroll una mxima: en la medida de que nada me garantiza absolutamente que morir aqu, tengo la responsabilidad de actuar como si fuera a sobrevivir con certeza. Nada pierdo manteniendo la ilu-sin de que vivir. En El hombre en busca de sentido, usted habla de su innato optimis-mo. Puede este optimismo haber condicionado, en el buen sentido, su

    obra y su pensamiento?

    Lo dije en el libro? Por primera vez lo dije en pblico ayer, en la conferencia, y habl de un optimismo heurstico: actuar y com-portarse como s (riendo) Habra que co-rregirlo entonces en el libro. Yo era pesi-mista

    No le creo An soy un pesimista. Escuche, lo soy en la medida, y me pregunto si usted estar de acuerdo, en que siempre espero lo peor, y, entonces, disfruto ms la sorpresa, la agra-

    dable sorpresa, si las cosas salen bien. De todos modos, su obra, hasta su forma

    de hablar, trasuntan optimismo Lo tengo en la medida en que conserv la conviccin de que cada situacin puede ser convertida en algo positivo y pleno de senti-do. Podemos convertir la tragedia en un triunfo personal. Recuerde que en el libro cuento que les dije a mis compaeros de ba-rraca: No slo deseamos vivir, sino tambin morir con un sentido. En ese aspecto, era optimista. Le pido disculpas porque la pregunta es un poco tonta Solo hay respuestas tontas Hoy parecen predominar las teoras so-

    bre la responsabilidad de los factores

    bioqumicos en algunas enfermedades

    mentales. Suponiendo que ciertas pato-logas puedan explicarse a partir de los

    neurotransmisores, no habra tambin

    personas orgnicamente optimistas y pesimistas?

    Hasta cierto punto es posible. Pero no con-

    fundamos neurosis con psicosis, como hacen no solo los legos sino tambin los psi-quiatras, especialmente, en los Estados Uni-dos. Usted habl hace un rato de gente des-esperada, de gente deprimida, podra decir-se, y yo me puse alerta, y usted lo not. Adems de las depresiones endgenas cau-sadas por factores internos, como agentes bioqumicos y hereditarios, estn las depre-siones reactivas o psicognicas o neurti-cas. En las primeras, la persona tiene eta-pas de semanas o meses de severa depre-sin, incluso con impulsos suicidas. En los intervalos se ve libre. Esta enfermedad es curable, excepto por la recurrencia. Se con-tra-ataca a los agentes qumicos con los agentes tricclicos o con carbonato de litio, que actan solo en este tipo de depresiones. Tenemos luego las depresiones psicgenas,

  • Pgina 13

    porque usted, por ejemplo, tiene una neu-rosis, o porque su matrimonio est por romperse. Pero, como ensea la logotera-pia, tenemos en tercer lugar las depresio-nes debidas a razones existenciales. Si al-

    guien est deprimido y desesperado con este tema haba empezado usted- porque piensa que la vida no tiene sentido, no es-tamos ante algo endgeno que requiere medicacin, tampoco ante algo psicgeno que requiere psicoterapia. En ese caso, hay que aplicar la logoterapia. Esa deses-peracin no es una enfermedad sino una equivocacin, porque no se arrib al cono-cimiento de que pese a todo, hasta el lti-mo momento, literalmente hasta el ltimo

    suspiro, la vida retiene un sentido poten-cial que es preciso actualizar.

    La falta de sentido es tambin una con-cepcin filosfica. Sera noolgica-

    mente patolgica?

    La desesperanza por la aparente falta de sentido no siempre es una neurosis, pero en ciertos casos puede convertirse en neu-rosis. Si para m, la vida carece de sentido, es comprensible que tenga insomnio y ca-rezca de energas e iniciativas, y me vuel-va aptico. Son sntomas de neurosis no-olgica, enraizada en una dimensin exis-tencial o espiritual.

    Hoy ninguna cosmovisin quiere preva-lecer sobre las otras Eso es lo que llamo relativismo una cierta clase de relativismo. Segn este esquema, hay casos que

    requieren la terapia freudiana, otros la

    adleriana y otros la logoterapia? (Sonriendo) Ahora convirti el relativismo en eclecticismo. Tiene razn hasta cierto punto. No tiene sentido que un freudiano dogmtico trate a quien se deprime porque su vida ha perdido sentido. Caricaturizan-do, el freudiano puede tenerlo en su divn cincuenta minutos, cinco veces por sema-na, durante cinco aos, porque piensa que, como escribi un freudiano de California, el sentimiento de la falta de sentido se de-be al complejo de castracin. Tras cinco

    aos de adoctrinamiento, el paciente dir: S, tiene razn, tom conciencia de que su-fro del complejo de castracin. Un sinsenti-do. Pero un paciente con una perversin sexual severa podra recurrir a un psicoa-

    nalista que lo retrotraiga a la niez tempra-na para producir algn alivio. La logotera-pia no es un sucedneo de otras escuelas, sino un complemento. Hay casos en que slo puede aplicarse la logoterapia. A un paciente no neurtico, pero desesperado por la aparente falta de sentido, sin perder tiempo, en dos o tres sesiones, se le puede ayudar a encontrar el sentido espontnea-mente, con las tcnicas logoteraputicas. Nunca drselo.

    Segn la logoterapia, qu circunstan-

    cias producen neurosis?

    He denominado trada trgica de la exis-tencia humana al sufrimiento, la transito-riedad de la vida y la culpa. Dolor, muerte y culpa. La logoterapia trata de mostrar al paciente que estos aspectos negativos pue-den ser positivos. Una vez les dije a los asesinos sentenciados a muerte de la pri-sin de San Quintn, California: ustedes fueron libres para cometer los crmenes, ahora son responsables para cambiar y convertirse en otros seres humanos, elevn-dose por encima del pasado, creciendo co-mo personas, cambindose a s mismos Y cuando uno dijo que aguardaba la silla elctrica, le respond que, en una situacin anloga, yo no abandon mi conviccin de que la vida tiene sentido. Dos aos ms tarde, le una entrevista que le hicieron el da previo a la ejecucin. Dijo que senta lstima por el gobernador de California, que estara agobiado por haber firmado la sentencia de muerte. Ocurre que a esos hombres, siempre les decan que eran vcti-mas de la educacin, o de sus complejos, pero no que tenan la libertad para cam-biar. Usted vino aqu por primera vez a la Ar-

    gentina en 1954. El 22 de octubre de

    ese ao, dio una conferencia sobre Un psiclogo en un campo de concentra-

    cin

  • Pgina 14

    Y tuve la sensacin de que Eichmann es-taba sentado en mi audiencia. Haba es-cuchado que viva cerca de Buenos Aires y hubiera sido muy propio de l, ir a curio-sear lo que este tipo podra decir.

    En aquel entonces nadie imagin que en la Argentina habra luego campos

    de concentracin y desaparecidos. Mu-

    chos militares piensan que esa forma de represin fue correcta. En cambio

    en Alemania hay S, sentimientos de culpa colectiva Y aqu no. Hace un rato usted habl de

    la culpa como un componente de la

    trada trgica. La ausencia de culpa, en este caso, es una patologa social

    peligrosa?

    Parece una represin en el sentido freu-diano, como si se reprimiera la memoria de lo que ocurri. Es peligrosa, o puede serlo en cualquier momento, si se reprime la memoria de esos hechos. Mantener el pasado histrico para aprender la leccin que entraa es la nica manera de preve-nir la represin de esos hechos. As actu Alemania posteriormente, Pero esa perma-nencia de la memoria no debe exagerarse al punto de generar culpa colectiva. No existe la culpa colectiva.

    Por qu? La culpa slo es personal. nicamente se permite el castigo cuando se acusa y con-dena a una persona concreta. Por eso la justicia investiga a los sospechosos y los castiga si son personalmente culpables. No tiene sentido decir que todo un grupo, que todas las fuerzas armadas son culpa-bles. Desde el primer da de mi liberacin me opuse al concepto de culpa colectiva. Actualmente me atacan una y otra vez porque dicen que abogo por la inocencia colectiva. No es verdad. Abogo por la cul-pa individual y el castigo individual. Se ha descubierto ahora, que tanto alemanes como austracos, sufrieron de culpa colec-tiva a lo largo de cuatro dcadas. Espe-cialmente los ms morales e inteligentes. Pensaban: Quiz fui culpable por no in-

    corporarme a la resistencia. Cualquiera pue-de reclamar eso siempre y cuando l haya integrado la resistencia, decidido a sacrificar su vida y su familia y a enfrentar la posibili-dad de ir a un campo de concentracin, o

    morir. Pero si no lo hizo y emigr, no puede reclamar herosmo a los dems. El herosmo es algo que siempre hay que reclamar a uno mismo, nunca a los dems, comprende? El 10 de marzo de 1988, habl a 40.000 perso-nas en la Plaza de la Intendencia, en Viena. Repet estos conceptos y hubo una increble sensacin de alivio entre la gente, entre la mejor gente. Jvenes socialistas de 15, 16, 17 aos lloraban y me agradecan que los aliviara porque se sentan colectivamente

    culpables. Aprovech la oportunidad. Como psiquiatra, como psicoterapeuta, tena que aliviar a miles de personas de ese complejo. Una terapia colectiva contra la neurosis co-lectiva. Qu ocurre con las culpas personales? Aqu se indult a muchos sospechosos y

    los pocos condenados, lo sern a la bre-

    vedad. Es correcto este tipo de perdn?

    (NR: esta entrevista se realiz un mes antes de los indultos de miembros de las fuerzas

    armadas, acusados de crmenes de lesa

    humanidad durante la dictadura militar de 1976-1983, del mes de febrero de 1991) Depende de si cada uno lo merece o no. En

    principio, veo en el castigo algo muy signifi-cativo, pues brinda al condenado una opor-tunidad de crecer por encima de s, de cam-biar y mejorar. Si lo hace a travs del arre-pentimiento sincero, el castigo cumpli su mi-sin. Entonces, bien puede merecer la liber-tad. Pero no si an afirma que estuvo bien lo que hizo. Usted aprecia la obra de Heidegger que

    segn algunos estuvo afiliado al nazismo Podemos separar la obra de las actitu-des morales? Parece ms fcil hacerlo

    con los escritores como Cline y Drieu La

    Rochelle, que fueron nazis, que con un

    filsofo. Simplificando, puede ser buena la obra, y malo el autor?

  • Pgina 15

    Hasta cierto punto. El ser humano no est absolutamente determinado ni por la bio-loga ni por la psicologa ni por la sociolog-a. Siempre permanece un mnimo de liber-tad para decidir en un sentido o en otro.

    Por eso nadie est totalmente libre de cul-pa. Pero al mismo tiempo somos capaces de reconocer una verdad objetiva: dos por dos equivale a cuatro, incluso si un idiota lo dice. Es una verdad objetiva. No pode-mos afirmar que todo cuanto dice el idiota es falso. O que si se afili al nazismo, co-mo Heidegger, su filosofa es falsa. Era, indudablemente, un genio. Ahora, si a ca-da ser humano normal hay que permitirle comprender su error y arrepentirse, por

    qu no a un genio? No se le permiten errores a un genio?No los cometi Freud? Heidegger se uni al Partido Nacionalso-cialista, creo que en 1938. Y un ao des-pus, bajo el rgimen nazi, abandon el partido ostensible y demostrablemente. Demand un gran coraje arrojar su carnet y decir no deseo permanecer afiliado Se arrepinti pblicamente de su na-

    zismo? Si no hubiera lamentado su pertenencia al partido, no habra tenido un ao despus el coraje de abandonarlo arriesgando su vida.

    Y despus de la guerra? Seguro, pero lo conoc personalmente y no iba a tirarse al suelo y decir fui un gran idiota. Evidentemente lo lament y tuvo canales para mostrar pblicamente que lo hizo. No se puede pretender humillar a un genio. Est el caso de Konrad Lorenz, el famoso bilogo. Cuando junto con Tinber-gen recibi el premio Nobel, los peridicos austracos lo atacaron duramente. Decan fue nazi y cosas por el estilo. No fue na-zi. En 1940, como un joven cientfico, hab-a publicado un artculo muy importante donde por primera vez delineaba su teora y hablaba de cualidades raciales. Deca que tales razas tienen esta cualidad y ta-les la otra. En una frase mencion el racis-mo en una forma que no estaba totalmente en contra de conceptos racistas. Pero lue-go sostuvo: Esa frase fue la mayor estu-

    pidez que comet en mi vida y lo lamento profundamente. Pero, qu puedo hacer? Lo dijo pblicamente y sin embargo lo ataca-ron. Qu pretenden? Estuvimos a punto de hacernos amigos. Cuando muri, en todas

    las necrologas no se mencion ms que ese hecho de 1940. La gente haba dicho que deba arrepentirse pblicamente. Cuando lo hizo, decan que igual era un nazi. En El hombre en busca de sentido, us-ted dice que los mejores no sobrevivie-

    ron a los campos de concentracin

    (Turbndose por un momento) Que no vol-vieron, s

    En qu sentido son los mejores?Los ms capaces, los ms inteligentes?

    Los mejores en lo moral. Los que siempre estaban compelidos a sacrificar desde su comida hasta su vida por los dems. Por ejemplo, el sacerdote catlico Maximiliano Kolbe, quien entreg su vida para salvar a un padre de familia. Hubo otros. Tambin entre los guardias hubo quienes me dieron su propio pan. Hay dos razas, la gente de-cente y la indecente, y la lnea divisoria en-tre ambas segua incluso dentro de las SS. Algunos SS salvaron vidas judas, estoy au-torizado para afirmarlo. Los decentes siem-pre fueron, son y continuarn siendo los me-nos, pero la lnea divisoria atraviesa todas

    las naciones y partidos polticos. Cul es su concepto de Dios?

    El concepto personal o la visin que la lo-goterapia tiene de la religin? Ambas cosas

    En el primer caso, debo rehusarme, porque hay un mbito de intimidad que debemos reconocer y preservar. Si fuera presidente prohibira que se fotografen y muestres tres cosas en los peridicos: una persona agoni-zando, la intimidad sexual y una persona en la iglesia, inmersa en la oracin. Siempre crey en Dios? Mi educacin en la religin juda no fue orto-doxa. Mis padres eran personas piadosas, pero no dogmticos o rgidos. Tuve plena li-bertad durante la pubertad, no vigilaban

  • Siempre hay una verdad, pero nadie alcanza la verdad total, entera. Cada uno ve otro as-pecto, ve la verdad desde otra perspectiva. La humanidad llegar a conocer la ver-

    dad absoluta?

    No. Los lmites del individuo humano son tambin los lmites de toda la humanidad Hace poco se suicid Primo Levi, un so-breviviente de los campos de concentra-

    cin S, en Italia Y se dijo que los sobrevivientes arrastra-

    ban una carga de conciencia, de culpa,

    por haberse salvado cuando tantos mu-rieron. Usted lo siente as?

    Un psicoanalista norteamericano propuso es-te concepto de la culpa del sobreviviente. Re-cientemente se lo ha abandonado. Nunca cre en este tipo de culpa. Yo experiment al-go distinto: la responsabilidad del sobrevi-viente. Si usted hubiera estado en la esta-cin ferroviaria de Auschwitz, con esa peque-a chance de supervivencia de 1 en 29, y si hubiera sobrevivido, sentira el peso de la responsabilidad, y se hara el propsito, ca-da maana, de vivir de acuerdo con esa gra-cia, y hacer el mejor uso de ese da. Esa ser-a su responsabilidad. Y a la noche debera confesarse que aunque lo haya hecho, solo

    habra sido parcialmente. No se trata de cul-pa, sino de emplear fructferamente esa res-ponsabilidad. Vio el documental de Claude Lanzman

    sobre los campos de concentracin?

    Si es el que pienso, me pareci muy poco se-lectivo. Debi incluir slo las entrevistas ms informativas. Vea usted, cuando Hitler anex Austria en 1938, en las paredes aparecan inscripciones en contra. Entonces apresaban a los judos y los obligaban a borrarlas. El ao pasado se inaugur cerca de la pera, un monumento con la figura de un judo lim-piando el suelo. El smbolo de la mxima humillacin. Inocentemente, los turistas se sentaban en la espalda del judo a comer sus viandas (re) Pero lo cercaron con alam-bre de pas, un sinsentido. Nunca debi ocu-

    Pgina 18

    cmo me desafiliaba de la religin institu-cionalizada. Vivimos en una sociedad pluralista, y hay gente religiosa, medio religiosa y no religiosa. Como mdico no impuse mis enfoques religiosos o irreligio-

    sos a mis pacientes. La religin no es slo un problema teolgico, sino tambin un fenmeno antropolgico. Desde el punto de vista de la logoterapia, hay una volun-tad, una bsqueda de sentido inherente al ser humano, pero en algunos seres tambin hay una voluntad y una bsque-da del sentido ltimo. Si esta bsqueda se combina con la presuncin de la hipottica existencia de un ser ltimo, a este ser generalmente se lo llama Dios.

    Un mismo Dios para las distintas

    confesiones?

    Las confesiones son como los idiomas. Ningn idioma puede proclamarse supe-rior a los dems porque todos sirven tan-to para encontrar la verdad como para mentir. Cada confesin es una cierta aproximacin a la divinidad desde un ngulo particular. Hay una sola verdad, pero diferentes aproximaciones o puntos de vista. Nadie puede conocer con absolu-ta certeza si su verdad es la correcta y las dems, falsas.

    Hay una sola verdad?

    Una sola, por eso no soy indulgente con el relativismo. Sin embargo, y esto se llama perspectivismo, s que cada uno ve la verdad en una perspectiva diferente. An as, no caigo en el relativismo. Usted se refiere ahora a las verdades

    de esta vida? En general, pero en este caso es aplicable tambin a la religin. El musulmn, el catlico y el judo, ignoran si su concepto de Dios es el correcto. Seguramente Dios es diferente, pero en la medida en que no puedo saber con absoluta seguridad que mi concepto es correcto, debo ser toleran-te. Hay para usted una sola verdad en

    ciencia, poltica, psicologa?

  • Pgina 17

    las pintadas?... Ah, qu buenos tiempos!

    LA NACIN, 20 de enero de 1991

    rrir. No hubo nada peor que Auschwitz. El monumento minimiz lo ocurrido, pero lo convirtieron en una gran cosa. Porque en las barracas habr amos dicho: Recuerdas, Hans, cuando los SS obliga-ban a los judos a limpiar las calles y borrar

    Nuestra direccin Associao Brasileira de Logoterapia e Anlise Existencial

    Rua Desembargador Ermelino de Leo, 15, Centro Curitiba, PR 08410-230

    Brasil

    Email: [email protected]

    Del 7 al 9 de noviembre de 2014

    SALON DE ACTOS de UFRGS, Porto Alegre (RS)

  • E l presenta trabajo de investiga-cin longitudinal, sobre Mobbing data de 3 aos de anlisis de da-tos. Es sabido que el Mobbing es una afeccin

    frecuentemente observada en la clnica.

    Esta afectacin influye funcionalmente,

    en el aspecto social, relacional, disposi-

    cin acadmica y/o laboral, falta de vi-

    sualizacin del proyecto de vida, a su vez

    en autocuidado y desempeo cognoscitivo

    existe desmedro posterior.

    Representa un desafo tanto en el dia-

    gnstico como el tratamiento y especial-

    mente para el tratamiento interdiscipli-

    nar. Despliegan dficits variados tanto

    biolgicos, psico-sociales, producido por

    agentes agresores que favorecen el des-

    gaste e imposibilidad en el afrontamiento

    ante el estrs. Inicialmente es necesario,

    diagnstico certero, clnico y neurocog-

    nitivos, a fin de no prolongar el desgaste

    que comienza con depresin, ansiedad,

    insomnio, fatiga, fallas de atencin, dfi-

    cits en memoria inmediata y funciones

    ejecutivas, surgen seguidas de intenso

    periodo de desprestigio, aislamiento e in-

    timidacin. As el lapso de vacilacin en-

    tre interconsulta y tratamiento, determi-

    nan el grado de deterioro cognitivo, el

    cual es de gran impacto y duracin en la

    recuperacin posterior. Son en s, las con-

    secuencias del vaco existencial, como con-

    secuencia de una profunda sensacin de fal-

    ta de sentido.

    Los mtodos empleados, a partir de la Es-

    cala Cisneros, se observa persistencia de

    conductas de acoso.

    El ndice otorga medios de valoracin de

    estrategias de acoso sufridas representa:

    (NEAP) son el nmero total de estrategias

    con puntuaciones mayores a la media.

    El segundo ndice de acoso psicolgico

    (IGAP), referido al grado de acoso sufrido.

    El tercero, el ndice medio de la intensidad

    de las estrategias de acoso (IMAP) y el ndi-

    ce NEAP revela la intensidad promedio de

    las estrategias de acoso sufridas.

    En esta muestra de 59 pacientes entre cui-

    dadores, docentes, mdicos y empleados

    Pgina 18

    MOBBING: CRNICAS DE VACILACIN

    Por Dra. Dides Iliana HERNNDEZ SILVERA

    Mail de contacto:

    [email protected]

  • comparando: alejamiento laboral, licencia y

    cambio de sector. Se observa, detrimento

    cognitivo posterior al estrs percibido, con

    significativas modificaciones orgnicas.

    Los efectos luego de dos a aos fueron con-

    tundentes, es necesaria una revisin legis-

    lativa y en el uso de medicamentos para la

    recuperacin de esta patologa poco estu-

    diada a la fecha, as como repensar estrate-

    gias logoteraputicas que insten al encuen-

    tro y logro de sentido.

    Referencias

    Frankl, Viktor E. (1983:61) La psicoterapia

    al alcance de todos, Barcelona: Herder.

    Fidalgo Angel; (2004) La escala Cisneros

    como herramienta de valoracin del mob-

    bing, Vol. 16, n 4, pp. 615-624, Psicothema.

    Hernndez Silvera Dides I. (2014)

    Caricatura Indicadores de Mobbing. Indi-

    to

    (1) Frankl, VE (1983:7) La Psicoterapia al alcance de todos, Herder: Barcelona

    administrativos, se observa a partir de los

    datos: deteccin de alto grado de insatis-

    faccin y desafeccin; sumamente com-

    prometidas todas en acciones laborales,

    caractersticas depresivas, fallas de aten-

    cin y memoria. Los mtodos diagnsticos

    empleados, son la Escala Cisneros, Esca-

    la de Beck y la Escala de Hamilton, de

    los cuales surgen indicadores que actan

    afectando la esfera cognitiva.

    El objetivo principal del estudio, fue: Eva-

    luar los factores relacionados con el

    mobbing, clasificados en tres grupos dis-

    tintos: Acoso Aislamiento emocional

    Abuso y maltrato

    El instrumento arroja 11 indicadores psi-

    cosomticos, entre los que se encuentran:

    trastornos de angustia, sueo, irritabili-

    dad y entre otros: trastornos bioqumicos

    y metablicos.

    El resultado del trabajo registra en los

    puntajes de corte presentan Alto ndice de

    licencias prolongadas, cambio de sector, y

    alejamiento laboral.

    En resumen, la respuesta al tratamiento

    clnico y terapia cognitiva, es evaluada

    Pgina 19

  • Concluy en Bogot (Colombia) el IV Con-

    greso Colombiano de Logoterapia y Anli-

    sis existencial, organizado por SAPS (Sociedad para el Avance de la Psicotera-

    pia Centrada en el Sentido). Con la presi-

    dencia del Dr. Efrn Martnez Ortiz, PhD. Y la secretara general del Lic. Juan Pablo

    Daz del Castillo, el evento transcurri

    durante tres intensas jornadas en el aco-

    gedor barrio de Usaqun.

    El evento cont con la participacin de

    ponentes internacionales, entre los que

    cabe mencionar a Domnico Bellantoni

    (Italia), Stephan Schulenberg (EE.UU.), Claudio Garca Pintos (Argentina), Paulo

    Kroeff (Brasil), Cuca Valero (Mxico) y

    Luca Copello (Argentina). Asimismo, po-nentes colombianos como el caso de Lu-

    ca Cuellar, Juan Carlos Carvajal, Clara

    Martnez, Juan Felipe Almario, Jorge

    Rodrguez, entre otros.

    Con distintos espacios de participacin

    (conferencias centrales, mesas redondas y aulas de trabajos libres), la actividad se

    desarroll contando con la presencia de un

    auditorio interesado y entusiasta.

    CAVEF adhiri al evento y siente el gusto de haberlo hecho, al tiempo que ya est

    dispuesta a adherir al prximo congreso co-

    lombiano que, seguramente SAPS, ya tiene

    en carpeta para dentro de dos aos.

    DISTINCIN

    En el congreso SAPS 2014, se inicia la tra-

    dicin de reconocer a aquellos que han

    hecho aportes para el crecimiento de la Lo-

    goterapia en Colombia.

    El Dr. Efrn Martnez se encarg de anun-ciar la iniciativa al auditorio, sealando que

    la pretensin es la de promover el agradeci-

    miento. Muchas veces ocurre que, una rela-cin se va convirtiendo en amistad, y cuan-do es amistad, obviamos agradecer. No s por qu, a los amigos es a quienes menos agradecemos... Queriendo subsanar ese error es que SAPS ha decidido otorgar este ao este reconocimiento como muestra de agradecimiento a un amigo que ha hecho una gran contribucin para que todos poda-mos entender la Logoterapia haciendo sim-ple lo complejo

    De tal modo, esta primera distincin SAPS, me fue concedida acompaada de una bo-

    nita placa que reza: La Sociedad para el Avance de la Psicoterapia centrada en el Sentido, reconoce al Doctor Claudio Garca,

    Pgina 20

    facebook.com/claudio.garciapintos.1

    La pgina de CAVEF

    Por Dr.Claudio Garca Pintos

  • Pgina 21

    d i o O l m p i c o d e R o m a . La gacetilla de prensa de la Agencia ZE-

    NIT, da cuenta de los detalles del progra-

    ma y de los horarios de transmisin televi-siva del evento (para Argentina).

    La invitacin a todos es que se sumen a la

    propuesta y se conviertan en "sembradores del encuentro por la paz en

    el mundo"

    Estrenar el himno oficial 'Sembradores del Encuentro'. Participarn jugadores de

    t o d a s l a s r e l i g i o n e s

    Argentina, a travs de la televisin pbli-

    ca, a las 15.45 local.

    Por Redaccin ROMA, 29 de agosto de 2014 (Zenit.org) -

    El Partido Interreligioso por la Paz, promo-

    vido por el Papa Francisco, que se reali-zar este prximo lunes 1 de septiembre,

    al anochecer de Roma en el Estadio Olm-

    pico, ver el estreno del himno oficial de uno de los promotores de la iniciativa,

    Scholas Ocurrentes.

    Lo inform en una nota llegada a la redac-

    cin de ZENIT, Arepago Asociacin Civil, que recuerda participarn del encuentro,

    futbolistas internacionales de todas las re-

    ligiones para mostrar que los deportistas, ms all de sus creencias, estn compro-

    metidos a promover la paz y el encuentro

    entre los hombres. Titulado Sembradores del Encuentro, la cancin ha sido elegida como el Himno

    Oficial de la iniciativa Scholas Occurren-tes, la red mundial de escuelas promovida

    por el Papa Francisco, que junto a la Fun-

    dacin Pupi, encabezada por el goleador

    argentino Javier Zanetti y su esposa Paula El himno tiene libro y msica de Chacho

    Garabal, Domingo Romano y Jano Piccar-

    do, quienes ya preparan las versiones en distintos idiomas de la cancin, para re-

    presentar a Scholas en todo el mundo

    Chacho Garabal y Domingo Romano can-tarn el Himno en el marco de este evento

    y han invitando a participar a artistas de

    todas partes del mundo para sumarse a la iniciativa de construir la Paz a travs de la

    msica. En una de sus estrofas, la can-

    Pintos, PhD., por su contribucin al desa-rrollo de la Logoterapia en Colombia

    Recibo con honra y gratitud este recono-cimiento de parte de SAPS y de todos

    aquellos que votaron para que as sea, la

    mayora de ellos ex-alumnos y actuales colegas, que tambin se hicieron presen-

    tes en la ceremonia.

    Me considero un formador, no soy un

    investigador (al menos de investigaciones duras cuantitativas) y, habiendo tenido

    el privilegio de conocer personalmente a

    Viktor Frankl, y sentirme como joven tan bien recibido por el Maestro, he asumido

    el compromiso de devolver lo recibido en

    la misin de transmitirlo de la manera ms fidedigna posible. Mi nica ilusin

    es que se cumpla aquello que para m

    siempre ha sido un objetivo, y es que los alumnos superen al maestro.

    En esta edicin del congreso no solo me

    llevo la distincin formal de SAPS, sino

    la satisfaccin de ver, a travs de dife-rentes ponencias, como este objetivo em-

    pieza a cumplirse.

    El compromiso se sostiene y, Dios me-diante, seguiremos llevando la tarea ade-

    lante.

    Al amigo y al presidente de SAPS, mi gratitud y, en su nombre, a todos los que

    decidieron este reconocimiento.

    PARTIDO POR LA PAZ

    Este lunes 1 de septiembre, tendr lu-

    gar el partido inter-religioso por la paz

    organizado por el Papa Francisco a travs del programa SCHOLAS OCU-

    RRENTES (elaborado y puesto en mar-

    cha por el propio Pontfice). En la ocasin, se estrenar el himno de

    Scholas Ocurrentes, "SEMBRADORES

    DEL ENCUENTRO", compuesto por GE-NERARTE (Chacho Garabal-Domingo

    Romano y Jano Piccardo)

    GENERARTE -CAVEF se sienten felices de ser parte del encuentro y la propuesta

    de SS.Francisco, y orgullosos de la parti-

    cipacin en particular de Chacho Gara-bal y Domingo Romano, cantando el

    himno para todo el mundo desde el esta-

  • Pgina 22

    cin dice: El cambio empieza hoy; busca en tu corazn. Somos Scholas por el mun-do, sembramos un olivo por la Paz. El partido ser emitido en vivo en varios pases del mundo. En el pas de los au-

    tores, Argentina, a travs de la televisin

    pblica, a las 15.45 local. En los pases

    latinoamericanos de la zona Pacfico os-cilar entre las 17,45 y 19,45 horas loca-

    les. El encuentro reunir a las estrellas

    de todo el mundo, de distintas religiones, para demostrar unin dentro del campo

    de juego. Martina Stoessel (Violetta)

    brindara un espectculo musical, sumndose solidariamente a la propues-

    ta Los jugadores y tcnicos del ms alto nivel

    que ya confirmaron su presencia son Lio-

    nel Messi, Neymar Jr, Gianluigi Buffon, Zinedine Zidane, Gabriel Batistuta, Rober-

    to Baggio, Francesco Totti, Andrea Pirlo,

    Filippo Inzaghi, Alessandro Nesta, Yuto Nagatomo, Samuel Eto'o, Suley Muntari,

    Andrea Ranocchia, Yosi Benayoun, Fer-

    nando Muslera, Roque Santa Cruz, Cris-tian Ledesma, Mikel Arteta, Maxi Rodr-

    guez, Gabriel Heinze y David Trezeguet, y

    los entrenadores Gerardo Martino, Arsne

    Wenger y Diego Simeone.

    INSCRIPCIN E INFORMES Para participar deber inscribirse mandando un mail a [email protected] o acercarse a la Secretara en la Fundacin Argentina de Logoterapia Vktor E. Frankl, de lunes a viernes de 12 a 20hs., Charcas 3151.

    La FUNDACION ARGENTINA DE LOGOTERAPIA anunciar la realizacin

    del XXIII Congreso Argentino de Logoterapia bajo el ttulo

    Logoterapia: actitud y profesin.

    Invitado especial Dr. Julio Csar Labak y la participacin de reco-

    nocidos Logoterapeutas de la Argentina y Latinoamrica.

    Nuestra intencinanunciaes enfatizar la integracin frankleana en-tre vida y obra en una tarea comprometida, que se abre al mundo hacia una transformacin de la realidad para el bien comn. Como es habitual

    en mbitos de la logoterapia, compartiremos un espacio para el inter-cambio de ideas y la profundizacin de conceptos

    Este evento se realizar los das 24 y 25 de octubre del corriente ao, en el aula magna y anexos de la Facultad de Psicologa y Psicopedagoga de

    la Universidad del Salvador, Marcelo T. de Alvear 1314, 1er. Piso (C.A.B.A.).

  • Pgina 23

    U na de las tareas ms difciles de la paternidad es lograr el equili-brio de marcar lmites que no sean ni exageradamente rgidos ni demasiado permisivos.

    Responder a las demandas de libertad

    que plantean los hijos debe ser uno de

    los desafos ms grandes con los que se

    encuentra cualquier padre.

    Las respuestas a esta demanda pueden

    ser muchas. Desde las que reprimen de

    tal modo que atrofian la libertad, hasta

    aquellas que, de tan permisivas, se transforman en promotoras del libertina-

    je.

    Sin embargo, la libertad de nuestros

    jvenes necesita respuestas que puedan ordenar un deseo ntimo, un caudal po-

    deroso que cuando se desborda nos

    plantea un dilema al que no siempre sa-

    bemos responder: los lmites.

    Que los chicos crezcan solos! Una bro-ma. Triste broma. La mnima verdad en-

    sea que se nace y se crece a la sombra de los otros que ah estn con nosotros,

    antes que nosotros, nos dice el profesor Jaime Barylko e ilumina el sentido pro-

    fundo que tienen los lmites, que no es

    otro que acompaar.

    El lmite acompaa el crecimiento, orde-

    na el caudal para que llegue a destino,

    es tutor para enderezar lo torcido, indica la manera ms conveniente de encarar la

    ruta de la vida, busca el bien del ser

    amado.

    El lmite contiene al ser humano, lo enfren-ta consigo mismo, con lo bueno y con lo

    malo, le permite al hombre conocerse tal

    cual es y, de esta manera, tener una real aceptacin de su persona. Ese conocimien-

    to le posibilita que, en el momento de elegir,

    lo haga desde su ser ms ntimo, y no des-de los condicionamientos internos o exter-

    nos, en definitiva, le permite ser verdadera-

    mente libre. La libertad humana no es slo

    una libertad de, sino tambin una liber-tad para. Para qu ser libres?

    Algunos piensan que los lmites daan la

    libertad, la condicionan, la traumatizan.

    Pero si no hay lmites, qu hay del otro la-do? A veces, la soledad; otras, el abismo del

    que cae al vaco sin ser contenido, del es-

    clavo de sus caprichos, o vctimas del per-misivismo. stas son puertas abiertas a

    conductas adictivas no deseadas para

    nuestros jvenes si de verdad los amamos.

    El amor exige firmeza y compromiso, si no se transforma en mero sentimentalismo o

    en pura afectividad.Firmeza es limitar y

    Cartas para gente muy ocupada

    ENTRE LOS LMITES Y LA LIBERTAD

    Por Lic.Adrin DallAsta

    Mail de contacto: [email protected]

  • exigir para lograr desarrollar lo que poten-cialmente est en aquel que amo, sostie-ne el Padre Antonio Cosp en su libro

    Firmeza y ternura.

    Existe una estrecha relacin entre amor y bien: porque te amo te cuido y porque te cuido muchas veces te digo no. Sin em-bargo, es cierto que hoy los lmites no tie-

    nen buena prensa.

    El correcto ejercicio de la autoridad es co-

    lumna vertebral del comportamiento

    humano. Ni el autoritarismo vaco de sen-

    tido ni el permisivismo facilista permiten un sano crecimiento y, mucho menos,

    una preparacin para la exigente vida mo-

    derna.

    Trabajosa, y a veces ingrata, la tarea de guiar, de enderezar, de corregir y de dar

    respuestas que, quizs, ni uno tiene. Pero,

    qu gusto da ver el rbol florecido, no?

    Adrin DallAsta es director ejecutivo de la Fundacin Proyecto Padres

    Fuente:

    Economa Para Todos

    (www.economiaparatodos.com.ar)

    Pgina 24

    Seguinos por FaceBook y mantenete informado acerca de

    nuestras prximas actividades y los anticipos del congreso

    2015. Ya estamos trabajando en su organizacin y en breve

    iremos publicando los primeros anticipos. No te los pierdas!

  • avisos uno no saba si Frankl era judo,

    catlico o agnstico!!

    Lejos del espritu del propio Frankl, que,

    en no pocas oportunidades, supo afirmar que la curiosidad sobre la creencia religio-

    sa de alguien era necia, tonta, impruden-

    te, irrespetuosa. Nunca declar formal-mente su fe, quiero decir, nunca hizo ban-

    dera con su creencia religiosa, porque lo

    consider innecesario. Quiero declarar pblicamente que soy judo y nunca pens

    en convertirme al catolicismo, hubiera si-do una tonta confesin en boca de Frankl. l mismo se hubiera sentido faltndole el

    respeto al auditorio que la recibiera y a su

    propia persona al hacerlo. De todos mo-

    dos, bien sabemos que era una persona extremadamente religiosa, de culto diario,

    de tradiciones firmes; un hecho contun-

    dente es que solicit ser enterrado en el viejo sector judo del cementerio municipal

    de Viena, circunstancia que su esposa Elly

    lamenta, porque cuando ella fallezca, sien-do catlica, no podr ser enterrada a su

    lado.

    Ms all de su creencia de fe, Frankl siem-pre manifest un espritu muy ecumnico

    (incluso en la ciencia, si nos permitimos

    ampliar el ecumenismo a la actitud cientfica ante los aportes de autores con

    pensamientos diferentes al suyo) Muy po-

    siblemente resultante de una educacin familiar que as lo permiti y promovi.

    Recordemos que los padres de Viktor, par-

    ticularmente Gabriel Frankl, eran tradicio-

    nalistas religiosos y que Frankl admiraba

    a su padre orando diariamente con los

    Pgina 25

    U na de las circunstancias ms in-slita e inexplicablemente polmi-cas de la vida de Viktor Frankl, es su creencia religiosa. De cuna, tradicin y conviccin juda, muchos han

    fantaseado con la posibilidad de su con-

    versin al catolicismo o han criticado que se casara con una mujer catlica que

    educ a su hija en el catolicismo.

    Recuerdo que una vez se organiz una jor-nada sobre Logoterapia en una institucin

    catlica, y los organizadores sugirieron que no se mencionara el libro El hombre en busca de sentido, por considerarlo pro-semita, lo que podra irritar la sensisibili-

    dad de la concurrencia!!. En otra ocasin,

    alguien me confes que haba convencido a muchos que Frankl se haba convertido

    al catolicismo, para que pudieran leerlo

    sin culpa!! Por el otro lado, he escuchado a algunos afirmar que la Logoterapia es

    una psicoterapia de judos para los ju-dos, como diciendo la logoterapia es nuestra y ustedes, catlicos, deben abste-

    nerse.

    La necedad lleg a tal punto que recuerdo que el 2 de septiembre de 1997, cuando

    Frankl fallece, en las noticias necrolgicas

    de uno de los diarios ms importantes de

    Argentina, aparecieron varios avisos de personas e instituciones vinculadas con la

    Logoterapia, anunciando su muerte y soli-

    citando oraciones por su descanso. Lo ms inslito es que algunos de esos avisos

    incluan una estrella de David, otros una

    cruz y otros nada. Es decir, leyendo los

    Viktor Frankl y

    Juan Bautista Torell

    Por Dr. Claudio Garca Pintos

    Mail de contacto: [email protected]

  • Pgina 26

    atributos (filacterias) tpicas con las que se invisten los judos al orar. Elsa Lion,

    su madre, era descendiente directa de dos

    rabinos de particular importancia en la tradicin del jasidismo, el Rabi Loew y el

    Rabi Rashi. Sin embargo, el nio Viktor

    cruzaba la calle del Prater algunas tardes, y corra hasta el convento de las Herma-

    nas Carmelitas, y despus de jugar con

    los nios en el patio, tomaba con ellos el chocolate caliente que ellas servan mien-

    tras, seguramente, les enseaban el cate-

    cismo catlico. Y los padres de ese nio,

    tradicionalistas judos, no encontraban

    inconveniente en ello.

    En una ocasin, de las varias visitas de

    Frankl a Buenos Aires, alguien encuentra al matrimonio Frankl rezando en la Cate-

    dral Metropolitana. l siempre era lleva-

    do hasta la Sinagoga Central de Buenos Aires, el hermoso templo ubicado en la

    calle Libertad. Ante la sorpresa de verlo

    rezando en una catedral catlica, quien lo cruza le pregunta por qu est all y no en

    la sinagoga. Frankl, con cara de ingenui-

    dad (solo la cara), solo respondi : Acaso Dios no est en todas partes? Alguna vez coment que le encantaba orar en la

    catedral metropolitana, porque tena una

    mstica propicia para el encuentro con

    Dios.

    Es ms, cuando uno entra al departa-

    mento de Frankl en la calle Mariannen-gasse 1, encuentra al lado de la puerta

    una pieza de cermica propia de los hoga-

    res judos. Esta mezuzah forma parte de las tradiciones religiosas ms comunes en

    y significa un pedido de proteccin del

    hogar y de uno mismo fuera de l. Del otro lado de la puerta, puede verse un

    hermoso crucifijo. Elly respetada y vene-

    raba la mezuzah, tanto como Viktor, lo

    haca con el crucifijo.

    Una de las versiones ms inslitas que

    pude escuchar, es cuando algunas perso-nas me preguntaron si era verdad que

    Viktor Frankl se haba convertido al cato-

    licismo, y se haba incorporado al movi-

    miento Opus Dei. Cuando dije que no era cierto, no solo no me creyeron sino que

    me afirmaron que estaba equivocado y que ellos tenan documentacin fidedigna que

    as lo demostraba.

    Creo que Viktor nunca habra pertenecido a movimiento religioso alguno, catlico ni

    judo, y nunca estuvo en su sentimiento

    abandonar su tradicin y fe juda. Bsica-mente porque no lo hubiera sentido necesa-

    rio. Su vnculo con la Trascendencia no re-

    quera de patente alguna que certificara

    desde qu vereda lo haca.

    Es cierto que tena relaciones estrechas, de

    respeto y afecto personal, con personalida-des reconocidas del universo catlico. Sen-

    ta gran simpata por la Madre Teresa de

    Calcuta (ella misma lo propuso como candi-dato al Premio Nobel de la paz), por

    SS.Juan Pablo II (Karol Wojtyla lo admiraba

    a Frankl, desde sus tiempos de profesor de

    filosofa en la Universidad de Cracovia, donde enseaba la logoterapia frankliana),

    admiracin por Maximiliano Kolbe, entre

    otros, y amistad personal con sacerdotes y cardenales. Recordemos su estrechsima

    vinculacin con el salesiano Eugenio Fizzot-

    ti, a quien muchos consideran uno de sus

    ms destacados y queridos discpulos.

    Pero dentro de todos esos vnculos, quiero

    recordar hoy, en un nuevo aniversario de su fallecimiento, a uno de ellos en particu-

    lar. Cuando en 1986 pude defender mi te-

    sis doctoral sobre la vejez, desde una mira-da logoteraputica (El crculo de la vejez. Sobre la psicologa normal de la persona que envejece, 1986), una de las primeras cosas que hice fue remitirle un ejemplar a Frankl.

    Con su generosidad habitual, inmediata-

    mente me respondi, agradeci el envo, me

    felicit por mi graduacin summa cum laude y me alent a seguir adelante con el tema. Para mi sorpresa, me pidi referen-

    cia sobre una cita de Hlderlin que haba incluido en el trabajo y me solicit permiso

    para pasrsela a un colega suyo que podra

    apreciarla mucho ms (en tanto el trabajo estaba escrito lgicamente en espaol) Ob-

    viamente, mi respuesta fue afirmativa. Ese

    colega al que Frankl haca referencia era

    Juan Bautista Torell.

  • Pgina 27

    Monseor Juan Bautista Torell, sacerdo-te, psiquiatra y escritor, vivi durante ca-

    si 46 aos en Viena, rector de la Iglesia de

    San Pedro (Peterskirche) y vicario regio-nal, precisamente, del Opus Dei en Aus-

    tria. Excelente pastor, profundo telogo y

    gran predicador, adquiri gran prestigio, no solo para la comunidad catlica, en

    funcin de su participacin activa en la

    cura de almas Supo desplegar una es-trecha amistad con Viktor Frankl, amis-

    tad que ambos apreciaban por igual.

    Fue l quien acompa a Frankl y su es-posa Elly a la entrevista con SS.Paulo VI

    en Vaticano y quien lo present a Jose-

    mara Escriv de Balaguer (fundador del

    Opus Dei), organizando una entrevista entre ambos que tuvo lugar cuando

    Frankl lo visit en la Villa Tevere. Des-

    pus de visitarlo, coment: Este hombre tiene en la cabeza una bomba atmica, al referirse al entusiasmo de Escriv de Ba-

    laguer vinculado con todos sus proyectos

    relacionados con el Opus Dei.

    Me detengo hoy en la relacin de amistad

    entre Viktor Frankl y Juan Bautista To-rell, porque hace 17 aos, cuando

    Frankl fallece, l supo escribir una nota

    necrolgica que me interesa compartir

    con los lectores de Logored en este nuevo

    aniversario.

    A continuacin, la nota:

    RECUERDO DE VIKTOR FRANKL

    Autor: Joan Baptista Torell

    Revista STUDI CATTOLICI

    Un encuentro querido

    Al trasladarme a Viena en 1964, trat de

    ponerme en contacto enseguida con el fa-

    moso psiquiatra Viktor E. Frankl, de quien haba ledo varias obras con gran

    satisfaccin y provecho. Encontr su

    nmero telefnico en el directorio y, al primer intento, he aqu que estaba l mis-

    mo, sin intermediarios, en el telfono, co-

    mo despus supe era su costumbre desde

    siempre y hasta su muerte.

    Nuestro primer encuentro tuvo lugar en su habitacin, vecina al Policlnico de Viena,

    donde durante veinticinco aos imparti

    sus lecciones de logoterapia. Inmediata-mente me envolvi su franqueza: que yo

    fuera un sacerdote catlico (con uniforme)

    no lo alej de m, por el contrario, me pare-ci que le agradaba. Como dos perros dicho

    sea con todo respeto se husmean para co-

    nocerse, as fue entre nosotros, decentsi-mamente, en aquella conversacin que ini-

    ci una amistad jams interrumpida ni nu-

    blada.

    No me referir a nuestras coincidencias en

    materia de antropologa y de psiquiatra

    (acerca del puesto eminente de Frankl en

    estas disciplinas habr que escribir mucho todava), sino dar a conocer algunos aspec-

    tos de su personalidad humansima y que-

    ridsima.

    Sobreviviente de cuatro campos de concen-

    tracin

    Discpulo de Rudolf Allers tambin psiquia-

    tra austraco, catlico y tomista, Frankl se

    gradu como neurlgo con patentes inter-

    eses sociales, tanto que rpidamente fund una cadena de consultorios para jvenes

    con dificultades, con la colaboracin de un

    notable, culto y celoso pastor de almas de la dicesis de Viena y de la psicloga Char-

    lotte Bhler, quien llegara a gozar de fama

    internacional.

    Como Freud, tuvo la oportunidad de huir

    del terror nazi yndose al extranjero, pero

    por fidelidad a su jovencsima esposa y a sus padres, prefiri quedarse en Viena. To-

    dos fueron arrestados y brutalmente con-

    ducidos a los campos de exterminio de los hebreos. Frankl conoci muy bien cuatro, y

    logr sobrevivir gracias a sus servicios

    mdico-psicoteraputicos que prest sin

    discriminaciones.

    Una tarde, mientras conversaba con l, me

    invit una vez ms a acompaarlo con su segunda mujer, Eleonor (Elly, su gran cola-

    boradora), a un paseo sobre la Rax, la mon-

    taa de cerca de mil metros de altura bas-

    tante prxima a la capital austraca, de la cual l era uno de los escaladores ms ex-

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    pertos. Objet que justamente aquel sbado deba celebrar un matrimonio en

    uno de los barrios ms populares de la

    ciudad: el Vigsimo. La noticia lo agit de modo evidente. Me explic que, exacta-

    mente detrs del bside de aquella igle-

    sia, haba vivido con su familia, y precisa-mente ah se haba despedido de los su-

    yos antes de ser llevado al confinamiento

    que se revelara mortal para todos, excep-to para l. Mientras celebraba aquel ma-

    trimonio, en un momento determinado, vi

    aparecer en la iglesia a Frankl, su mujer

    y su hijo, que permanecieron hasta el fi-nal de la liturgia y vinieron despus a la

    sacrista a felicitarme a m, dado que los

    esposos les resultaban totalmente desco-

    nocidos

    Frankl era as. No un sentimental, pero s

    un hombre de una afectividad riqusima, a la que su fuerte inteligencia y vasta cul-

    tura deban no poco: adhesin a lo real

    concreto, al paciente singular, al amigo. No slo con su conviccin de que cada

    persona y cada situacin vital poseen un

    significado (en ltima instancia, trascen-dente), sino tambin su temperamento

    abierto, aventurero e inalterable hicieron

    de l un intelectual y un ciudadano in-

    quebrantablemente fiel a s mismo y, al mismo tiempo, un hombre comprensivo,

    estimulante y siempre dispuesto a acudir

    en ayuda de cualquier necesidad o dolen-cia tambin en las circunstancias extre-

    mas, sin salida (recurdense sus conver-

    saciones con los presidiarios de San

    Quintn)

    l es el ltimo psicoterapeuta de nuestro

    siglo, creador de un sistema completo, terico y prctico, original, con races an-

    tropolgicas clsicas y modernas: en l se

    dan la mano, Scrates y Max Scheler, Toms de Aquino y Heidegger; todo junto

    a la pasin integradora de metafsica y

    fenomenologa de una Edith Stein y del

    Karol Wojtyla de Persona y accin.

    Muchos lectores de su obra escrita en un

    lenguaje vivo e impactante, lo han tenido por catlico, pero l permaneci fiel a la fe

    de sus padres y de su jovencsima mujer,

    mrtires de la persecucin nazi. La lectura de sus memorias de la vida en los campos

    de concentracin conmueve y sorprende

    porque, sin minimizar en efecto los horro-res de aquel infierno, revela su nimo gene-

    roso, libre de rencores y de espritu de ven-

    ganza, frecuente en la literatura del gnero; pero su persona sorprenda todava ms:

    siempre alegre, siempre acogedor, jams

    encerrado en etiquetas polticas. Fue un gran defensor del Presidente Kurt Wald-

    heim, vctima de una campaa calumniosa

    desencadenada por los socialistas austra-

    cos y victoriosamente conducida por un grupsculo de potentes hebreos estadouni-

    denses; y, al recibir la ms alta distincin

    honorfica austraca, no se recat de citar a Heidegger (colaborador del nazismo, an

    hoy casi innombrable en su patria) entre

    las personas a las que ms deba, no slo por su anlisis del existente, sino sobre to-

    do por su integridad intelectual que le impi-

    di la publicacin de la segunda parte de Sein und Zeit que habra sido un aconteci-

    miento, tambin de ventas porque no esta-

    ba convencido de su verdad filosfica.

    Frankl, que en tantas naciones tiene insti-

    tutos y ctedras sobre su logoterapia, vio

    surgir finalmente con gran retardo, en los

    aos ochenta, un centro dirigido por sus discpulos, que sin embargo, pocos aos

    despus debi desautorizar porque ellos,

    con tal de obtener la licencia de la burocra-cia oficial todava dominada por la vieja or-

    todoxia freudiana, llegaron a un acuerdo

    con procedimientos que Frankl consideraba incompatibles con sus tesis sobre la perso-

    na humana Y no se trataba de testarudez,

    sino de aquella coherencia y rectitud de conciencia que el mundo mundano puede

    considerar vanidades hipersensibles o, pos-

    modernamente, fundamentalismos. Pero

    Frankl tena razn y, aunque el parangn es un poco arriesgado, la juventud lo sigue

    como a Juan Pablo II: ambos han predicado

    lo contrario al relativismo absolutista y al hedonismo dominante, pero los jvenes tie-

    nen el olfato sano que husmea el sentido

    de la vida, tambin all donde se lo niega. Y es esto lo que jala, en torno a un Papa y a

    un cientfico, multitudes de personas jve-

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    nes y entusiastas.

    Frankl, profesor universitario en Viena,

    Pittsburgh, Harvard, Dallas, San Diego

    (California), con una ctedra que lleva su nombre en la Academia de Filosofa de

    Liechtenstein y con casi una treintena de

    doctorados honoris causa, autor de best-sellers internacionales, conferencista in-

    fatigable (en ms de 200 universidades de

    los cinco continentes),