SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1)...

22
SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD BONIFACIO SANDÍN, P ALOMA CHOROT , MIGUEL A. SANTED, ROSA M. V ALIENTE Y MARGARITA OLMEDO Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Educación a Distancia, Madrid Resumen: Aunque en los últimos años se ha producido un creciente interés por la investigación so- bre el papel de la sensibilidad al asco en psicopatología, y en particular en los trastornos de ansie- dad, la evidencia no es concluyente y presenta diversas controversias. En este trabajo llevamos a cabo una revisión sobre la relación entre la sensibilidad al asco y diversos aspectos relacionados con la ansiedad, y los trastornos de ansiedad. Tras clarificar el significado del concepto del asco como emoción básica, se analiza su relación con síntomas y trastornos relativos a ciertas fobias específi- cas (i.e., miedos y/o fobias a los «animales repugnantes» —incluidas las fobias a las arañas— y fo- bias del tipo sangre-inyecciones-daño) y al trastorno obsesivo-compulsivo. Finalmente se discute el papel psicopatológico del asco y algunos aspectos emergentes, tales como la implicación de las distintas dimensiones del asco, la separación entre propensión y sensibilidad al asco, y la función y ubicación de la propensión/sensibilidad del asco como factor de vulnerabilidad en el marco del modelo jerárquico de los miedos y las fobias(S. Taylor, 1998; B. Sandín & P. Chorot, 1999). Palabras clave: Sensibilidad al asco, propensión al asco, miedos, fobias, fobia a las arañas, fobia a la sangre-inyecciones-daño, trastorno obsesivo-compulsivo, miedo a la contaminación, trastornos de ansiedad. Disgust sensitivy: Concept and relationship with fears and anxiety disorders Abstract: There is an increasing research interest on the role of disgust in psychopathology. Although in the last few years one major area of research has investigated the role of disgust in anxiety dis- orders and anxiety disorder symptoms, this line of research is not without controversy. In this work we accomplish an evaluative review on relationship between disgust sensitivity and some anxiety symptoms, fears and anxiety disorders. Following a clarification of the concept of disgust as a ba- sic emotion, we examine it association with symptoms and disorders related to specific phobias (i.e., phobias to «repulsive animals» —including spider phobias— and blood-injection-injury pho- bias) and obsessive-compulsive disorder. Finally, we discuss some emerging issues such as the role of disgust domains, the separation between propensity and sensitivity, and the position of disgust propensity/sensitivity as a vulnerability factor in the hierarchic model of fears (S. Taylor, 1998; B. Sandín & P. Chorot, 1999). Keywords: Disgust sensitivity, disgust propensity, fears, phobias, spider phobia, blood-injection- injury phobia, obsessive-compulsive disorder, contamination fear, anxiety disorders. nación y la enfermedad (Rozin y Fallon, 1987). Ha sido definido como la repugnancia ante la po- sible incorporación oral de algún objeto repe- lente; los objetos repelentes son contaminantes (si tienen contacto con los alimentos hacen que éstos se conviertan en inaceptables). Los obje- tos calificados como asquerosos generalmente son animales (o partes de estos) o productos de sus cuerpos (orina, etc.) (Sandín, 1997). En el lenguaje anglosajón, disgust (asco) significa mal gusto o sabor («bad taste»), lo cual denota INTRODUCCIÓN: ASCO Y SENSIBILIDAD AL ASCO El asco es una emoción básica con compo- nentes cognitivos, fisiológicos y conductuales distintivos que actúa para prevenir la contami- Revista de Psicopatología y Psicología Clínica Vol. 13, N.º 3, pp. 137-158, 2008 ISSN 1136-5420/08 Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología AEP CP Recibido 4 abril 2008; aceptado 5 mayo 2008. Correspondencia: Bonifacio Sandín, Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), Facultad de Psicología, Juan del Rosal 10, 28040 Madrid. Correo-e: [email protected]

Transcript of SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1)...

Page 1: SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1) 2008(3).Sandin et al. (2008.RPPC... · 2011-05-16 · SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN

SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD

BONIFACIO SANDÍN, PALOMA CHOROT, MIGUEL A. SANTED, ROSA M. VALIENTE Y MARGARITA OLMEDO

Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Educación a Distancia, Madrid

Resumen: Aunque en los últimos años se ha producido un creciente interés por la investigación so-bre el papel de la sensibilidad al asco en psicopatología, y en particular en los trastornos de ansie-dad, la evidencia no es concluyente y presenta diversas controversias. En este trabajo llevamos a cabouna revisión sobre la relación entre la sensibilidad al asco y diversos aspectos relacionados con laansiedad, y los trastornos de ansiedad. Tras clarificar el significado del concepto del asco comoemoción básica, se analiza su relación con síntomas y trastornos relativos a ciertas fobias específi-cas (i.e., miedos y/o fobias a los «animales repugnantes» —incluidas las fobias a las arañas— y fo-bias del tipo sangre-inyecciones-daño) y al trastorno obsesivo-compulsivo. Finalmente se discuteel papel psicopatológico del asco y algunos aspectos emergentes, tales como la implicación de lasdistintas dimensiones del asco, la separación entre propensión y sensibilidad al asco, y la funcióny ubicación de la propensión/sensibilidad del asco como factor de vulnerabilidad en el marco delmodelo jerárquico de los miedos y las fobias (S. Taylor, 1998; B. Sandín & P. Chorot, 1999).

Palabras clave: Sensibilidad al asco, propensión al asco, miedos, fobias, fobia a las arañas, fobiaa la sangre-inyecciones-daño, trastorno obsesivo-compulsivo, miedo a la contaminación, trastornosde ansiedad.

Disgust sensitivy: Concept and relationship with fears and anxiety disorders

Abstract: There is an increasing research interest on the role of disgust in psychopathology. Althoughin the last few years one major area of research has investigated the role of disgust in anxiety dis-orders and anxiety disorder symptoms, this line of research is not without controversy. In this workwe accomplish an evaluative review on relationship between disgust sensitivity and some anxietysymptoms, fears and anxiety disorders. Following a clarification of the concept of disgust as a ba-sic emotion, we examine it association with symptoms and disorders related to specific phobias(i.e., phobias to «repulsive animals» —including spider phobias— and blood-injection-injury pho-bias) and obsessive-compulsive disorder. Finally, we discuss some emerging issues such as the roleof disgust domains, the separation between propensity and sensitivity, and the position of disgustpropensity/sensitivity as a vulnerability factor in the hierarchic model of fears (S. Taylor, 1998; B.Sandín & P. Chorot, 1999).

Keywords: Disgust sensitivity, disgust propensity, fears, phobias, spider phobia, blood-injection-injury phobia, obsessive-compulsive disorder, contamination fear, anxiety disorders.

nación y la enfermedad (Rozin y Fallon, 1987).Ha sido definido como la repugnancia ante la po-sible incorporación oral de algún objeto repe-lente; los objetos repelentes son contaminantes(si tienen contacto con los alimentos hacen queéstos se conviertan en inaceptables). Los obje-tos calificados como asquerosos generalmenteson animales (o partes de estos) o productos desus cuerpos (orina, etc.) (Sandín, 1997). En ellenguaje anglosajón, disgust (asco) significamal gusto o sabor («bad taste»), lo cual denota

INTRODUCCIÓN: ASCO Y SENSIBILIDAD AL ASCO

El asco es una emoción básica con compo-nentes cognitivos, fisiológicos y conductualesdistintivos que actúa para prevenir la contami-

Revista de Psicopatología y Psicología Clínica Vol. 13, N.º 3, pp. 137-158, 2008ISSN 1136-5420/08

Asociación Española de Psicología Clínica y PsicopatologíaAE

PCP

Recibido 4 abril 2008; aceptado 5 mayo 2008.

Correspondencia: Bonifacio Sandín, Universidad Nacionalde Educación a Distancia (UNED), Facultad de Psicología,Juan del Rosal 10, 28040 Madrid. Correo-e: [email protected]

18756_Psicopatologia_13_3:18756_sfk 6/2/09 15:11 P gina 137

Page 2: SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1) 2008(3).Sandin et al. (2008.RPPC... · 2011-05-16 · SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN

do un particular interés por el estudio de la sen-sibilidad al asco desde el punto de vista psico-patológico. La sensibilidad al asco ha sido de-finida en términos de diferencias individuales enla predisposición a experimentar la emoción deasco (p.ej., Berle y Phillips, 2006; Haidt et al.,1994; Olatunji y Sawchuk, 2005; Rozin, Haidty McCauley, 2000; Woody y Teachman, 2000;Woody y Tolin, 2002). Aunque algunos autores(p.ej., van Overveld, de Jong, Peters, Cavanaghy Davey, 2006) han indicado que este concep-to de sensibilidad al asco consiste más bien enpropensión que en sensibilidad, como norma,salvo que se indique lo contrario, adoptaremosel concepto indicado arriba para referirnos a lasensibilidad al asco de modo genérico (ya queeste es el concepto que ha prevalecido hastaahora), aun asumiendo una posible separaciónentre propensión y sensibilidad al asco (en re-lación con esta separación, véase también San-dín, Chorot, Olmedo y Valiente, 2008a). En tér-minos genéricos, por tanto, la sensibilidad alasco se referiría al grado en que un individuosiente asco en respuesta a diversos estímulos;en este sentido, la sensibilidad al asco es con-siderada como una variable de predisposiciónindividual (i.e., las personas con elevada sensi-bilidad al asco poseen una tendencia mayor queotras personas a experimentar reacciones deasco o repugnancia ante las diversas situacio-nes relevantes). Actualmente se asume que lasensibilidad al asco constituye una tendenciacon estabilidad temporal, que correlaciona mo-derada y positivamente entre padres e hijos (Da-vey, Foster y Mayhew, 1993).

MANIFESTACIONES O COMPONENTES DEL ASCO

De modo similar a lo que se ha indicado paralas respuestas de miedo y ansiedad, el asco,como emoción básica, posee sistemas o com-ponentes distintivos, entre los cuales al menospodrían diferenciarse los siguientes: (1) el fe-nomenológico, (2) el fisiológico o somático,(3) el conductual, y (4) el cognitivo. El com-ponente fenomenológico comprende la expe-riencia personal, o percepción personal de laemoción de asco (p.ej., experiencia de náusea

su asociación primigenia (evolutivo adaptativa)con el rechazo de la ingesta oral de alimentos,protegiendo de este modo al organismo de laincorporación oral de posibles sustancias peli-grosas y promoviendo la evitación de la enfer-medad. En general, la mayor parte de los auto-res han relacionado el asco con la comida y elsabor (incorporación oral de sustancias), ex-cepto Freud que lo relacionó esencialmente conel sexo (la reacción de asco serviría, según esteautor, para restringir las fantasías sexuales a lasprácticas sexuales aceptables socialmente). Sinembargo, como han señalado Haidt, McCauleyy Rozin (1994), la reacción de asco no se basaprimariamente en el sabor, sino más bien en elconocimiento sobre la naturaleza y origen deun alimento potencial; las cosas que saben malno poseen necesariamente la propiedad de sercontaminantes. El asco se ha entendido tambiéncomo una reacción primaria ante la intimidadno deseada.

Se ha sugerido que, al igual que ocurre conel miedo, el asco podría desempeñar una funciónclaramente adaptativa (Matchett y Davey, 1991).De modo similar al miedo, el asco parece poseerun papel protector al motivar la conducta de evi-tación ante estímulos o situaciones potencial-mente generadoras de enfermedad o contami-nación. Por tanto, similarmente a lo que ocurrecon el miedo, las respuestas de asco podrían serentendidas como respuestas emocionales pre-paradas filogenéticamente. En cierto modo, am-bos tipos de respuestas preparadas (i.e., el mie-do y el asco) podrían actuar sinérgicamente, almenos en ciertas circunstancias. Así mismo, elasco podría jugar un papel similar al del miedoen el mantenimiento de la jerarquía social, me-diante el desprecio hacia individuos de diferenteclase social, y reforzado las conductas sexua-les apropiadas (p.ej., el asco asociado a la vio-lación del tabú del incesto) (Woody y Teach-man, 2000). Este paralelismo en propiedadesprotectoras y comunicativas entre el miedo y elasco podría tener importantes implicacionespara comprender el hecho de que a veces unmismo estímulo (p.ej., la vista de la sangre) pue-da generar ambas formas de emoción.

Aparte de la atención que haya suscitado elestudio del asco desde su consideración comoemoción básica, recientemente se ha produci-

138 Bonifacio Sandín, Paloma Chorot, Miguel A. Santed, Rosa M. Valiente y Margarita Olmedo

Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2008, Vol. 13 (3), 137-158 © Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología

18756_Psicopatologia_13_3:18756_sfk 6/2/09 15:11 P gina 138

Page 3: SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1) 2008(3).Sandin et al. (2008.RPPC... · 2011-05-16 · SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN

magnetic resonance imaging), se ha constatadoque no es factible defender la dicotomía miedovs. asco en paralelo con la dicotomía amígdalavs. ínsula, ya que ambas emociones parecen re-lacionarse con estructuras cerebrales comunes(y posiblemente comunes también a otras emo-ciones). Diversos trabajos basados en neuroi-magen han constatado una correlación positivaentre el nivel de sensibilidad al asco y la acti-vación de ciertas estructuras cerebrales, talescomo la amígdala (una estructura que parecerelacionarse tanto con el miedo como con elasco) (véase Vaitl, Schienle y Stark, 2005).

Así mismo, cuando se tiene en cuenta el ni-vel de asco o miedo experimentado por los su-jetos (mediante autoinforme), el procesamien-to cerebral de los estímulos inductores de ascoo miedo parece que implica a regiones cere-brales similares y distintas a la vez. Ambos ti-pos de estímulos emocionales generan activacióndel córtex occipital, del córtex prefrontal y de laamígdala. Sin embargo, aunque tanto los nive-les subjetivos de miedo como de asco correla-cionaban positivamente con la activación de es-tas tres áreas cerebrales, la activación de la ínsulasólo correlacionó de forma significativa con elnivel subjetivo de asco (autoinforme), lo cualsugiere un posible papel específico de esta es-tructura cerebral en el procesamiento de la emo-ción de asco (Stark et al., 2007). Llama la aten-ción en este estudio que, aunque la amígdalaera activada por ambos tipos de estímulos, laactivación era mayor con los estímulos de ascoque con los estímulos inductores de miedo. Es-tos y otros resultados de este grupo sugierenque existen ciertos solapamientos en el proce-samiento cerebral del asco y del miedo en loque concierne a determinadas regiones cere-brales (i.e., amígdala, córtex occipital y córtexprefrontal). Sin embargo, el hecho de que la ac-tivación de la amígdala sea mayor para el pro-cesamiento del asco que del miedo supondríamodificar la creencia general que asigna a laamígdala un papel preponderante y específicode procesamiento del miedo. Por otra parte, dadoque el córtex insular parece relacionarse de for-ma específica con el procesamiento de las es-cenas inductoras de asco, los sistemas cerebra-les que procesan el miedo y el asco son también(al menos parcialmente) disociables.

o repugnancia); constituye el elemento centralde la emoción de asco, ya que sin él cualquie-ra de los restantes componentes perdería sig-nificado desde el punto de vista psicopatoló-gico. Generalmente suele evaluarse medianteprocedimientos de autoinforme (véase más ade-lante). La experiencia subjetiva de asco o re-pugnancia implica a los restantes componen-tes, esto es, síntomas somáticos (p.ej., síntomasde náuseas o vómito), síntomas cognitivos (p.ej.,preocupación o evaluación negativa de los sín-tomas somáticos del asco), y síntomas com-portamentales (p.ej., expresión facial o evita-ción). La experiencia de asco, al igual que laexperiencia de miedo, suele asociarse a ciertogrado de malestar emocional (experiencia emo-cional negativa).

El componente somático o fisiológico delasco se ha diferenciado del componente soma-tofisiológico del miedo. En contraste con el mie-do, se ha sugerido que el asco se asocia a una ac-tivación del sistema nervioso parasimpático, locual se ha evidenciado a través de reduccionesde la tasa cardiaca, de la presión sanguínea, dela tasa respiratoria y de la temperatura de la piel.También se ha constatado que durante las res-puestas de asco se incrementa la salivación y lamovilidad gastrointestinal, ambas precursorasde las náuseas y el vómito. (Olatunji y Saw-chuk, 2005; Woody y Teachman, 2000).

Actualmente se investiga la posibilidad deque la emoción de asco se asocie a mecanismosneurofisiológicos específicos, independientesde los que ocurren en otras emociones. En estesentido, se ha sugerido que el córtex insular (ín-sula anterior) podría constituir una estructuracerebral relacionada específicamente con el pro-cesamiento de las emociones de asco (p.ej., pro-cesamiento de las expresiones faciales de asco)(p.ej., Calder, Lawrence y Young, 2001; Phillipset al., 1997). Lo cual contrastaría y diferiría delprocesamiento de la emoción de miedo, locali-zado en la amígdala. La cuestión, sin embargo,no parece que sea ni tan clara ni tan simple. Porejemplo, la sensibilidad al asco (como variablede personalidad, evaluada mediante cuestiona-rio de autoinforme) parece que influye sobre lasrespuestas cerebrales que dan los individuos alos estímulos repugnantes. A través de estudiosbasados en neuroimagen (fMRI —functional

Sensibilidad al asco: Concepto y relación con los medios y los trastornos de ansiedad 139

© Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2008, Vol. 13 (3), 137-158

18756_Psicopatologia_13_3:18756_sfk 6/2/09 15:11 P gina 139

Page 4: SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1) 2008(3).Sandin et al. (2008.RPPC... · 2011-05-16 · SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN

140 Bonifacio Sandín, Paloma Chorot, Miguel A. Santed, Rosa M. Valiente y Margarita Olmedo

El componente comportamental del asco pre-senta una característica propia, i.e., la expresiónfacial típica, y una característica común al miedo,i.e., la respuesta de evitación o escape. Tanto la ex-presión facial como las respuestas de evitacióndenotan el aspecto básico del asco, esto es, su ca-rácter de rechazo del estímulo relevante (inicial-mente el asco fue definido como el rechazo de lacomida debido a la naturaleza u origen de ésta; Ro-zin y Fallon, 1987). Ambos fenómenos (expre-sión facial y evitación) reflejan el valor funcio-nal adaptativo de las respuestas de asco,protegiendo al individuo del contacto no deseadoo de la incorporación inapropiada de sustancias po-tencialmente peligrosas o en mal estado.

La expresión facial típica de la experienciade asco o repugnancia es única y puede identi-ficarse fácilmente a través de cualquier cultura,lo que sugiere su valor filogenético adaptativo.Tal expresión favorece el rechazo de sustanciasque puedan ser incorporadas por las vías gus-tativa y olfativa, o la expulsión inmediata desustancias nocivas que acaban de ser incorpo-radas (Rozin et al., 2000).

La principal tendencia a la acción que moti-va la experiencia de asco es la evitación. En estesentido, parece haber cierto paralelismo entre elmiedo y el asco. Ambas emociones suelen mo-tivar la evitación o retirada, la primera (miedo)para reducir la sensación de peligro general, y lasegunda (asco) para repeler cierta incorporaciónsensorial (olor, sabor, vista, sonido o tacto delestímulo). No obstante, ambas formas de evita-ción difieren en su finalidad; mientras que laevitación motivada por el miedo protege a la per-sona del peligro percibido, la evitación motiva-da por el asco se asocia con mayor frecuencia ala sensación o imaginación (Woody y Teachman,2000). Estos autores asumen, sin embargo, quelas dos formas de evitación pueden solaparse.Por ejemplo, la evitación motivada por el miedoen respuesta a las sensaciones es evidente en lasreacciones a estímulos dolorosos, mientras quela evitación motivada por el asco en respuesta apeligro percibido es evidente en las reaccionesa estímulos contaminantes.

Finalmente, el componente cognitivo del ascose ha investigado en menor grado que los com-ponentes subjetivo (fenomenológico), fisioló-gico y conductual (Teachman, 2006). Como

punto de partida para una posible diferencia-ción entre el miedo y el asco, Woody y Teach-man (2000) sugirieron que la evaluación cog-nitiva de un estímulo como un peligro o unaamenaza potenciales suele asociarse a una res-puesta de miedo. Aunque las evaluaciones aso-ciadas al asco pueden solaparse con el miedo(por compartir componentes de peligro), lasevaluaciones de asco suelen focalizarse más es-pecíficamente en amenazas de contaminación(física o simbólica/social) que en rangos am-plios de amenazas percibidas. En este sentido,se ha sugerido que las creencias de contamina-ción pueden mantenerse de forma rígida en el in-dividuo, incluso aunque éste disponga de evi-dencia objetiva de lo contrario, lo cual ha sidoetiquetado en forma de dos leyes mágicas («lawsof sympathetic magic»), la ley del contagio yla ley de similitud (Rozin y Fallon, 1987; Roziny Nemeroff, 1990). La ley del contagio indicaque las cosas transfieren algunas de sus pro-piedades cuando tocan otras cosas, de modo queel efecto debido al contacto permanece aunquese haya eliminado la posible conexión («una vezen contacto siempre en contacto»). Por ejem-plo, un objeto ensuciado por otro objeto se per-cibe siempre como sucio aunque posteriormentehaya sido incluso esterilizado. La ley de simili-tud sugiere que las cosas que se asemejan a otracomparten propiedades fundamentales («con-tagio mágico»). De acuerdo con esta ley, los ob-jetos objetivamente sanos son rechazados si re-cuerdan a otros objetos relevantes al asco. Porejemplo, un dulce con forma de excremento deperro suele ser rechazado sistemáticamente.

La implicación de la evaluación cognitiva enla determinación las cosas que nos gustan y dis-gustan (o nos repugnan) denota, así mismo, queen las respuestas de asco el condicionamientoevaluativo (véase Levey y Martin, 1987; Merc-kelbach, de Jong, Arntz y Schouten, 1993) po-dría desempeñar un papel preponderante, encontraste con el condicionamiento pavlovianoque está más implicado en las respuestas de mie-do. Aunque la topografía de las respuestas deasco parecen ser universales, y aunque algunasde estas respuestas pueden darse de forma cua-si automática ante estímulos relevantes al ascopreparados filogenéticamente, no cabe duda queexisten grandes diferencias inter e intra culturales

Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2008, Vol. 13 (3), 137-158 © Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología

18756_Psicopatologia_13_3:18756_sfk 6/2/09 15:11 P gina 140

Page 5: SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1) 2008(3).Sandin et al. (2008.RPPC... · 2011-05-16 · SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN

Sensibilidad al asco: Concepto y relación con los medios y los trastornos de ansiedad 141

sobre lo que es asqueroso y sobre lo que no loes, así como sobre las reacciones de los indivi-duos a los estímulos desencadenantes de res-puestas de asco.

EVALUACIÓN Y DIMENSIONES RELEVANTES

Como indicamos atrás, no todas las personastienen la misma tendencia a experimentar reac-ciones de asco ante las mismas situaciones po-tencialmente desencadenantes. Por ello, la eva-luación de las diferencias individuales en lapredisposición al asco ha constituido un aspec-to central de la investigación focalizada en elasco. Tal aspecto ha sido entendido como sen-sibilidad al asco; es decir, los individuos conmayor predisposición al asco serían los más sen-sibles a experimentar reacciones de asco. Laelaboración de instrumentos apropiados paraevaluar este constructo constituye, por tanto, unaspecto central en el momento actual de la in-vestigación sobre el asco.

Un problema potencial, y una posible razón,de las controversias e inconsistencias que sehan observado en algunos de los estudios lle-vados a cabo sobre la sensibilidad al asco y lossíntomas y/o trastornos psicopatológicos po-dría consistir en la inadecuación de los instru-mentos de evaluación disponibles. Rozin, Fallony Mandell (1984) desarrollaron inicialmenteuna prueba de autoinforme de 24 elementos, elDisgust and Contamination Sensitivy Questio-naire, primer instrumento para la evaluaciónde las experiencias de asco en el campo de lapsicopatología. Puesto que esta escala única-mente se centraba en la evaluación de aspec-tos asociados a la comida, ha resultado de esca -sa utilidad para la evaluación de la sensibilidadal asco.

Haidt et al. (1994) elaboraron la Disgust Sca-le (DS) con la finalidad de proporcionar un ins-trumento de autoinforme más comprehensivo.Consta de 32 elementos que posibilitan evaluarlas 8 dimensiones o áreas de sensibilidad al ascosiguientes: (1) comida (p.ej., tomar comida enmal estado), (2) animales (p.ej., animales que vi-ven en condiciones de suciedad, tales como lasarañas o los gusanos), (3) productos corpora-

les (p.ej., orina, saliva), (4) sexo (p.ej., incestou otras conductas sexuales desviadas cultural-mente), (5) trasgresión de la envoltura corporal(p.ej., ver los intestinos de una persona o cuer-pos mutilados), (6) muerte (o cuerpos muertos),(7) contaminación mágica (contaminación im-probable; p.ej., un trozo de chocolate con as-pecto de excremento de perro), y (8) higiene(p.ej., tocar el asiento de la taza del water). Nues-tro grupo ha traducido y validado este cuestio-nario a través de diversos trabajos (Sandín, Va-liente y Chorot, 1999; Valiente, Sandín, Chorot,y Santed, 2004). Cada una de estas dimensionesse evalúa a través de 4 items, dos de los cualesson estimados dicotómicamente y dos segúnuna escala tipo Likert.

Aunque la DS es la escala de sensibilidad alasco que hasta este momento más se ha emple-ado, no ha estado exenta de importantes críticas.Aparte de que la escala no parece cubrir ade-cuadamente las distintas facetas relacionadascon las experiencias de asco (Olatunji, Cisler,Deacon, Connolly y Lohr, 2007a; Olatunji etal., 2007e) y de la limitada fiabilidad de las sub -escalas, dos de sus principales críticas han tenidoque ver con su estructura formal [los primeros16 items se contestan según un formato de ver-dadero-falso, mientras que los 16 restantes seresponden según una escala de repugnancia de3 puntos (0/1/2)] y con sus dimensiones. Nohan sido replicados los 8 factores sugeridos ini-cialmente por Haidt et al. (1994) (no hay acuer-do sobre el número de sus dimensiones). Rozinet al. (2000) propusieron como alternativa unaestructura de dos factores, que denominaron«asco esencial» (core disgust) y «recuerdo ani-mal» (animal reminder disgust). El asco esen-cial se refiere a amenazas relacionadas con lacontaminación, mientras que el asco de la di-mensión de recuerdo animal reflejaría la aver-sión hacia los estímulos que sirven como re-cordatorios del origen animal de los humanos(p.ej., «Me molestaría tremendamente tocar uncuerpo muerto»).

Partiendo de las inconsistencias observadasen la DS, Olatunji et al. (2007e) llevaron a caborecientemente una profunda revisión de la escala(Disgust Scale–Revised, DS-R), mediante lacual se han eliminado algunos items problemá-ticos de la DS y se ha uniformado el formato

© Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2008, Vol. 13 (3), 137-158

18756_Psicopatologia_13_3:18756_sfk 6/2/09 15:11 P gina 141

Page 6: SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1) 2008(3).Sandin et al. (2008.RPPC... · 2011-05-16 · SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN

142 Bonifacio Sandín, Paloma Chorot, Miguel A. Santed, Rosa M. Valiente y Margarita Olmedo

de respuesta. De este modo, la DS-R se ha re-ducido a 25 items. Los análisis finales efectua-dos sugieren tres dimensiones de sensibilidadal asco: (1) asco esencial, (2) recuerdo animal,y (3) contaminación interpersonal, las cualeshan sido validados recientemente (Olatunji,Haidt, McKay y David, 2008). Esta nueva ver-sión revisada (DS-R) ha sido adaptadaal español recientemente por nuestro grupo (Sandín, Valiente y Chorot, 2008b; véase también la dirección web de la escala:http://people.virginia.edu/~jdh6n/disgustscale.ht -ml). La dimensión de asco esencial incluye larepugnancia a alimentos, animales y productoscorporales (p.ej., «Si veo a alguien vomitar seme pone mal el estómago»). La dimensión de re-cuerdo animal incluye la repugnancia asociadaa la muerte y a violaciones de la envoltura cor-poral («Me molestaría tremendamente tocar uncuerpo muerto»). La dimensión de contamina-ción interpersonal se refiere al asco ante la po-sible transmisión interpersonal de productoscontaminantes («Evitaría ir a mi restaurante fa-vorito si descubriera que el cocinero tiene cata-rro»). Los resultados de los estudios factoria-les sobre la DS-R no apoyan consistentementela estructura de tres factores sugerida por Ola-tunji et al. (2007e), habiéndose sugerido entreuno (van Overveld, 2008) y tres o cuatro facto-res (Valiente, Sandín, Olmedo, Chorot y San-ted, 2008a; Valiente et al., 2008b). Los datos so-bre fiabilidad y validez con la versión españolasugieren aceptables niveles de fiabilidad (Va-liente et al., 2008a,b) y de validez convergentey discriminante a través de correlaciones conotros constructos como la afectividad positiva ynegativa, los tipos de miedos, y los síntomasobsesivo-compulsivos (Valiente et al., 2008a).

La Disgust Emotion Scale (DES; Kleinknecht,Kleinknecht, y Thorndike, 1997) fue presenta-da como una alternativa a la DS. A partir de 30items permite evaluar cinco áreas o dimensio-nes de contenido del asco (comida, pequeñosanimales, inyecciones/sangre, mutilaciones ymuerte, y olores). Cada una de estas subescalasestá constituida por 6 items, los cuales son es-timadas por el sujeto según una escala tipo Li-kert de 5 puntos (0-4). Aunque se han indicadoque la DES posee buenos niveles de fiabilidad(consistencia interna), se ha señalado que ésta

aparece sobreestimada por la existencia de itemsredundantes (correspondientes fundamental-mente a las dimensiones de inyecciones/sangrey mutilación/muerte) (Olatunji, Sawchuk, deJong y Lohr, 2007c). No obstante, tal vez elprincipal problema de la DES sea su elevadonivel de confusión de medidas: no pocos de susitems se confunden con síntomas de ansiedado miedo. Si a esto añadimos que, aun siendocontextualmente dependiente (la DES única-mente evalúa reacciones de asco a estímulos osituaciones específicos), la escala evalúa un bajoabanico de dominios o áreas del asco, podríamosdecir que su utilidad para la investigación y laaplicación clínica es limitada.

En general, aunque en distinto grado, todas lasescalas comentadas arriba evalúan el asco aso-ciado a desencadenantes específicos. Este hechotiene el problema de que pueden solaparse laevaluación de la sensibilidad al asco y la eva-luación de síntomas psicopatológicos (p.ej., através de cuestionarios que miden síntomas deansiedad), debido a que en ambos casos los itemsse refieren a objetos similares (la sangre, heri-das, inyecciones, animales, etc.) (fenómeno co-nocido como confusión de medidas). Como al-ternativa a estos instrumentos, Cavanagh yDavey (2000) desarrollaron una nueva escalade autoinforme que denominaron Disgust Pro-pensity and Sensitivity Scale (DPSS). Esta escalafue concebida como una escala de propensión alasco libre contextualmente, con objeto de evi-tar dicha confusión. Por otra parte, los autoresincluyeron la evaluación negativa que suele ha-cer el individuo sobre las experiencias de asco.De este modo, los autores separan entre la ten-dencia a experimentar asco (propensión al asco)y el desagrado o preocupación ante tal expe-riencia (sensibilidad al asco). La idea, aunqueimportante, no es nueva, pues es similar a ladistinción que se ha hecho entre propensión a laansiedad (rasgo de ansiedad) y sensibilidad a laansiedad (Chorot et al., 1997; Sandín, Choroty McNally, 2001; Sandín, Chorot, Santed y Va-liente, 2002; Sandín, Chorot, Valiente, Santed yLostao, 2004; Sandín, Valiente, Chorot y San-ted, 2005, 2007a,b; Taylor, 1999).

Tal distinción supone una ruptura con lo quecomúnmente ha venido suponiendo una identi-ficación de la sensibilidad al asco con la pre-

Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2008, Vol. 13 (3), 137-158 © Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología

18756_Psicopatologia_13_3:18756_sfk 6/2/09 15:11 P gina 142

Page 7: SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1) 2008(3).Sandin et al. (2008.RPPC... · 2011-05-16 · SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN

Sensibilidad al asco: Concepto y relación con los medios y los trastornos de ansiedad 143

disposición o vulnerabilidad al asco. Partiendode este presupuesto, la escala pretende evaluarestas dos características, es decir, hasta qué pun-to el individuo siente repugnancia con facilidadante cualquier estímulo (propensión), y en quémedida experimenta como desagradable o mo-lesta la experiencia de sentir el asco (sensibili-dad). Esta diferenciación es interesante, aunqueapenas ha sido investigada todavía (aparte del pe-ligro de poder confundirse la sensibilidad alasco con la sensibilidad a la ansiedad). Al mar-gen de este posible problema, tal separación esconceptual y operativamente asumible científi-camente. Recientemente se ha publicado unaforma depurada de la escala, la Disgust Pro-pensity and Sensitivity Scale-Revised (DPSS-R), pasando de 23 items (forma inicial experi-mental; Cavanagh y Davey, 2000) a los 16 itemsde esta nueva versión revisada por van Over-veld et al., 2006). Cada subescala (propensiónal asco y sensibilidad al asco) consta de 8 items,los cuales son estimados por el sujeto según unaescala Likert de 1-5.

Existen datos que apoyan la estructura fac-torial (dos factores separados de propensión ysensibilidad, respectivamente), la fiabilidad yla validez convergente y discriminante de lasversiones holandesa (véase van Overveld, 2008),inglesa (Olatunji et al., 2007a) y española (San-dín et al., 2008a) de la DPSS-R. Nuestros aná-lisis factoriales exploratorios y confirmatoriosapoyan la hipótesis de que las diferencias indi-viduales en la emoción del asco pueden enten-derse desde dos planos diferentes, aunque rela-cionados, denominados propensión (opredisposición) y sensibilidad. Según esto, unapersona puede ser muy propensa a experimen-tar reacciones de asco, y sin embargo no sersensible (o ser poco sensible) a los síntomas delasco. Nuestros datos proporcionan también evi-dencia empírica suficientemente relevante enapoyo de la validez predictiva, ya que tanto lapropensión como la sensibilidad contribuían deforma única en la predicción de los miedos ylos síntomas del trastorno obsesivo-compulsi-vo (véase Sandín et al., 2008a, para una expo-sición más amplia y detallada). Así mismo, caberesaltar que uno de nuestros resultados sobre lavalidación factorial de la DPSS-R fue la depu-ración de ésta y la propuesta de una forma re-

visada de la misma que hemos denominadoDPSS-R-12. Las correlaciones entre ambas for-mas (i.e., entre subescalas similares) son eleva-das, lo que indica que pueden emplearse de for-ma intercambiable. Sin embargo, la valoraciónde los diferentes datos presentados en este tra-bajo sobre esta forma abreviada sugiere que enmuchos aspectos es superior psicométricamen-te a la versión completa. Por ejemplo, su es-tructura factorial es más coherente y robusta, yel solapamiento entre sus dos subescalas es me-nor. Si a esto añadimos que la forma abreviadaposee un 25% menos de items, parece razona-ble y justificado sugerir que la DPSS-R-12 po-dría ser la escala de elección tanto para la in-vestigación como para la aplicación clínica (enambos ámbitos es necesario disponer de ins-trumentos válidos y fiables, pero de rápida apli-cación) (Sandín et al., 2008a).

Partiendo de que la emoción de asco no pa-rece ser homogénea y retomando la idea sobrelas posibles dimensiones o dominios del asco,si bien no existe actualmente un claro acuerdosobre su número y/o identificación, parece exis-tir cierto consenso sobre el mínimo de dimen-siones relevantes. En este sentido, diversos au-tores han señalado la conveniencia de asumir almenos tres tipos de áreas o dimensiones sepa-radas relacionadas con la emoción del asco, lascuales han sido denominadas como: asco esen-cial (core disgust), recuerdo animal (animal-re-minder disgust) y socio/moral (Simpson, Carter,Anthony y Overton, 2006; Olatunji y Sawchuk,2005; Olatunji et al., 2008; van Overveld, 2008).Olatunji et al. (2007e, 2008) sugieren la exis-tencia de una dimensión adicional que denomi-nan asco interpersonal, o contaminación inter-personal (véanse atrás nuestros comentariossobre la DS-R), si bien los datos son menos con-sistentes para esta dimensión. El denominadoasco socio/moral se produce cuando se violan lasnormas morales o sociales (violaciones de laautonomía y/o dignidad de otras personas) (p.ej.,asco asociado al racismo, hipocresía, desleal-tad, incesto, abuso sexual, etc.). En contrastecon las restantes formas de asco, el asco socio-moral es más dependiente de las normas cultu-rales y suele asociarse a emociones de ira másque a emociones de ansiedad o miedo (Simpsonet al., 2006). En suma, las diferencias indivi-

© Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2008, Vol. 13 (3), 137-158

18756_Psicopatologia_13_3:18756_sfk 6/2/09 15:11 P gina 143

Page 8: SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1) 2008(3).Sandin et al. (2008.RPPC... · 2011-05-16 · SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN

144 Bonifacio Sandín, Paloma Chorot, Miguel A. Santed, Rosa M. Valiente y Margarita Olmedo

duales en la emoción del asco pueden enten-derse tanto desde dimensiones establecidas con-textualmente (tres o cuatro dimensiones bási-cas) como desde dimensiones más generales novinculadas a estímulos u objetos específicos(dimensiones de propensión y sensibilidad).

Sensibilidad al asco y psicopatología: Síntomas y trastornos de ansiedad

Si el asco actúa para prevenir la contamina-ción y la enfermedad (Rozin y Fallon, 1987),cabe pensar que éste podría jugar un papel im-portante en aquellos trastornos de ansiedad, uotros trastornos psicopatológicos, que implicancomponentes de contaminación y enfermedad,o en relación con los estímulos asociados a unaposible contaminación o enfermedad. Debe se-ñalarse, sin embargo, que el estudio de la emo-ción del asco desde el punto de vista psicopa-tológico ha recibido mucha menos atención queotras emociones negativas básicas, tales comoel miedo (o ansiedad), la tristeza (o depresión)y la ira (o agresión). El célebre artículo de Phi-llips, Senior, Fahy y Davey (1998) «Disgust:The forgotten emotion in psychiatry» es sóloun signo de la actual preocupación sobre estacuestión. Así, desde la publicación de este ar -tículo hasta el posterior artículo de McNally(2002) «Disgust has arrived» sólo pasaron cua-tro años, lo cual denota el creciente interés porla investigación sobre el asco y su relación conla psicopatología. Aunque, como señalaron Phi-llips et al. (1998), el asco parece relacionarsecon la mayor parte de los trastornos psicológi-cos, recientemente se ha desarrollado un cuer-po de evidencia relevante que sugiere una es-trecha relación entre la sensibilidad al asco ydiversos trastornos de ansiedad, particularmen-te ciertas fobias y miedos específicos y deter-minados tipos del trastorno obsesivo-compul-sivo.

Sensibilidad al asco y miedos y fobias a losanimales

El interés por la investigación sobre las re-laciones entre el asco y los trastornos de an-

siedad parte básicamente de los estudios delgrupo de Davey (p.ej., Davey, 1992, 1994; Da-vey et al., 1993; Matchett y Davey, 1991; Ware,Jain, Burgess y Davey, 1994). Partiendo de laobservación de que los individuos con fobiasa ciertos animales, aparte de sus reacciones tí-picas de miedo, suelen experimentar tambiénreacciones de asco, Matchett y Davey (1991)propusieron que la conducta de evitación dedichos individuos no es motivada únicamentepor el miedo sino también por el asco. Estos au-tores evaluaron la sensibilidad al asco y la con-taminación y encontraron que correlacionabande forma elevada con los niveles de miedo aciertos tipos de animales, en concreto a los ani-males «relevantes al miedo» pero no peligro-sos, tales como las arañas, las ratas, y las cu-carachas. En cambio, la sensibilidad al ascono correlacionaba con el miedo a los animalesdepredadores, tales como el tigre, el león, eloso o el tiburón. Posteriormente Davey (1992)demostró que el asco se asociaba de modo si-milar a dichos animales relevantes al miedo(no peligrosos) y a los animales que suelenprovocar el asco de modo natural (p.ej., babo-sas, caracoles, orugas, gusanos, ranas, etc.).Con objeto de examinar la posible relacióncausal entre la sensibilidad al asco y el miedoa los animales, Webb y Davey (1992) evalua-ron experimentalmente el nivel de miedo aso-ciado a escenas «asquerosas» (video con es-cenas repugnantes), y demostraron que lainducción de asco producía un incremento delmiedo sólo a los animales considerados nor-malmente como relevantes al miedo pero nopeligrosos (rata, araña, culebra) o relevantesal asco (babosa, caracol, gusano), no a los ani-males relevantes al peligro (león, tigre, tibu-rón); lo cual sugiere una relación causal entreel asco y el miedo. Finalmente, otra de las im-portantes aportaciones del grupo de Davey fuedemostrar que existía una transmisión fami-liar de la sensibilidad al asco, caracterizadapor una notable semejanza en la sensibilidad alasco entre padres e hijos, en la que participa-ban tanto elementos genéticos como mecanis-mos de aprendizaje (Davey et al., 1993). Eneste estudio, Davey et al. no sólo constaron co-rrelaciones significativas en las puntuacionesde asco entre padres e hijos, sino que también

Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2008, Vol. 13 (3), 137-158 © Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología

18756_Psicopatologia_13_3:18756_sfk 6/2/09 15:11 P gina 144

Page 9: SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1) 2008(3).Sandin et al. (2008.RPPC... · 2011-05-16 · SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN

Sensibilidad al asco: Concepto y relación con los medios y los trastornos de ansiedad 145

demostraron que la sensibilidad al asco de lospadres predecía el nivel general de miedo en loshijos, y especialmente el miedo a las arañas.

Tras estas series de estudios en los que se de-mostraba una estrecha relación (incluida la re-lación etiológica) entre la sensibilidad al asco yel miedo/fobia a ciertos animales, los autoresconcluyeron que la sensibilidad al asco favore-ce la adquisición de miedos a determinados ani-males asociados a la transmisión de suciedad, en-fermedad e infección, sugiriendo la denominada«hipótesis de evitación de la enfermedad» (Da-vey, 1992, 1994; Ware et al., 1994), hipótesisque, aunque ha sido sugerida como alternativaa la teoría de la preparación de las fobias (evi-tación de animales peligrosos —animales de-predadores), en realidad representa más bienuna extensión de ésta (véase Davey, 1992; San-dín, 1997; Sandín y Chorot, 1999; Sandín, Cho-rot, Valiente y Santed, 1998; Valiente, Sandín yChorot, 2003; Valiente, Sandín, Chorot y Tabar,2003).

Las investigaciones sobre la estructura de losmiedos a los animales han indicado la presen-cia de al menos dos factores de orden inferior:(1) miedos a los animales de tipo depredador(lobos, osos, etc.), y (2) miedos a pequeños ani-males no depredadores pero repugnantes (ratas,arañas, serpientes, etc.) (Valiente, 2001; Valienteet al., 2003; Ware et al., 1994). En un estudiotranscultural que incluía a siete países (ReinoUnido, India, USA, Holanda, Corea, HongKong, y Japón; Davey et al., 1998), dirigido a es-tudiar las dimensiones de los miedos, se cons-tató que éstos se agrupaban de forma consis-tente en los tres factores siguientes (Sandín,1999): (1) Miedos a animales inofensivos (ani-males irrelevantes al miedo). Constituía el pri-mer factor, e incluía animales más o menos co-munes/domésticos y poco relevantes al miedo,tales como el perro, el cerdo, la oveja, el gato,la vaca, etc. (2) Miedos a animales depredado-res (animales fóbico-relevantes). Esta dimen-sión configuraba el segundo factor, y se referíaa miedos a animales considerados habitualmentecomo peligrosos por su fiereza, como el león, eloso, el caimán, el cocodrilo, el tigre, el lobo, eltiburón, etc. Y (3) miedos a los animales re-pugnantes (animales relevantes al asco). La di-mensión constituida por los miedos a animales

asquerosos determinaba el tercero de los facto-res. Pertenecían a este factor los miedos a ani-males como la cucaracha, la araña, el escara-bajo, el gusano, la lombriz, la lagartija, elmurciélago, la rata, etc. La obtención de estetipo de factor a través de las seis culturas indi-cadas, como dimensión separada de otras cate-gorías de miedos a los animales, es consistentecon el concepto de «sensibilidad al asco» y conla hipótesis de que el asco es una emoción uni-versal que puede asociarse de forma consisten-te a estímulos (animales) que podrían estar vin-culados a la contaminación y transmisión deenfermedades, o que poseen características querecuerdan estímulos primarios de asco como lamucosidad (Davey, 1992; Matchett y Davey,1991; Sandín, 1997, Sandín y Chorot, 1999).

La hipótesis de evitación de la enfermedadsugerida por Davey es consistente con el hechode que muchos pequeños animales no son peli-grosos en absoluto (McNally, 2002), y propor-ciona una nueva perspectiva psicopatológica so-bre ciertas fobias basada en la emoción del asco.Aunque esta hipótesis puede aplicarse a variostipos de fobias, la mayor parte de la investiga-ción sobre sensibilidad al asco y fobias a losanimales ha gravitado sobre la fobia a las ara-ñas. Actualmente existe abundante evidenciaque sugiere que el asco y la sensibilidad al ascocovarían y/o están implicadas de forma consis-tente en la etiología y/o mantenimiento de la fo-bia a las arañas o del elevado miedo a las ara-ñas (véase, p.ej., Olatunji y Sawchuk, 2005;Woody y Teachman, 2000; van Overveld, 2008).En este sentido, la sensibilidad al asco se ha en-contrado sistemáticamente elevada en los pa-cientes con fobia a las arañas (p.ej., de Jong yMerckelbach, 1998; Merckelbach, de Jong,Arntz y Schouten, 1993; Mulkens, de Jong yMerckelbach, 1996; Sawchuk, Lohr, Tolin, Leey Kleinknecht, 2000), incluso en niños y ado-lescentes con este tipo de fobia (de Jong, Andreay Muris, 1997). Este tipo de evidencia sugiereque la sensibilidad al asco puede predisponeral miedo a las arañas.

En diversos estudios, con distintos paradig-mas metodológicos, se ha evaluado la sensibi-lidad al asco y/o las respuestas de asco asocia-das a las respuestas de miedo. Se ha demostradoque la sensibilidad al asco está estrechamente re-

© Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2008, Vol. 13 (3), 137-158

18756_Psicopatologia_13_3:18756_sfk 6/2/09 15:11 P gina 145

Page 10: SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1) 2008(3).Sandin et al. (2008.RPPC... · 2011-05-16 · SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN

146 Bonifacio Sandín, Paloma Chorot, Miguel A. Santed, Rosa M. Valiente y Margarita Olmedo

lacionada con la conducta de evitación a las ara-ñas (Olatunji y Deacon, 2008), así como tambiénque la tendencia a evitar las arañas es mejor pre-dicha por el asco que por el miedo (Woody,McLean y Klassen, 2005). Cuando los pacien-tes con fobia a las arañas, a con elevado nivel demiedo a las arañas (análogos clínicos), son ex-puestos a estímulos relevantes (p.ej., imágenesde arañas), suelen experimentar tanto emocio-nes de miedo como de asco (p.ej., Sawchuk,Lohr, Westendorf, Meunier y Tolin, 2002; Thor-pe y Salkovskis, 1998; Vernon y Berenbaum,2002). También se ha visto, mediante paradig-mas de asociación implícita (implicit associtiontasks, IAT), que los individuos con miedo/fobiaa las arañas suelen asociar las arañas a atribu-tos de miedo y de asco (p.ej., Huigding y deJong, 2007; van Overveld, de Jong y Peters,2006), pudiendo ser estos modificados medianteterapia de conducta (la reducción del miedo esparalela a reducción del asco a las arañas; deJong et al., 1997).

En conjunto, la investigación sobre los mie-dos y fobias específicas sugieren que existe unarelación muy estrecha entre los miedos y/o fo-bias a ciertos tipos de animales (animales pe-queños no peligrosos, incluidas especialmentelas arañas) y la sensibilidad y reacciones deasco. Las fobias a estos animales no parece quese basen únicamente en respuestas de miedo,pues de hecho la conducta de evitación típica deestas fobias parece deberse a ambas emocio-nes (asco y miedo). La experiencia de las res-puestas fóbicas implica una combinación deasco y miedo. La sensibilidad al asco pareceser un factor de riesgo para el desarrollo y man-tenimiento de las fobias a estos tipos de ani-males. La evaluación de la amenaza que llevana cabo los individuos con fobias a las arañasparece incluir tanto atributos de miedo comode asco. Se han sugerido diversas vías a travésde las cuales ciertos animales adquieren la pro-piedad de desencadenar asco, entre las que seincluyen las siguientes: (1) por asociarse di-recta o indirectamente con la transmisión deenfermedad e infección (p.ej., las ratas); (2)para algunos animales porque poseen caracte-rísticas que recuerdan a los estímulos evoca-dores naturales de respuestas de asco, talescomo las heces o la mucosidad (p.ej., las ba-

bosas, los gusanos); (3) la tercera categoría serefiere a aquellos animales que, bien se aso-cian contingentemente a la suciedad, la enfer-medad o el contagio, o bien actúan como se-ñales de suciedad, enfermedad o infección (aesta categoría podrían corresponder las arañas,animales que, desde la Edad Media, han sidoasociados a la muerte, la enfermedad y las pla-gas) (Ware et al., 1994).

Sensibilidad al asco y miedos y fobias a la sangre-inyecciones daño

Como vimos en el epígrafe anterior, las re-acciones fóbicas no siempre implican reaccio-nes estrictas de miedo, pues a veces (en ciertasfobias a los animales) implican también, y deforma considerable, las reacciones de asco. Unejemplo claro de fobia específica en la que es-tán implicadas las reacciones de asco es la fo-bia del tipo sangre-inyecciones-daño (SID). Page(1994) sugirió que en las fobias SID el asco ju-gaba un papel incluso más relevante que en lasfobias a los animales (véase Sandín, 1997). Laexposición a la sangre, mutilaciones, heridas yotras situaciones similares suele desencadenarreacciones de náusea, aversión y asco, a vecesincluso en ausencia completa de reacciones demiedo.

De modo similar a lo que se ha observado enlos estudios sobre miedos y fobias a los anima-les, la evidencia actual sugiere una estrecha aso-ciación entre el asco y las fobias SID. Esta asociación se ha demostrado a través de diver-sos tipos de evidencia, entre los que se incluye(1) la observación de elevados niveles de sen-sibilidad al asco en individuos con fobias SID(Olatunji, Sawchuk, Lohr, y de Jong, 2004; Page,1994; Sawchuk et al., 2000; Schienle, Schäfer,Walter, Stark y Vaitl, 2005; van Overveld, 2008);(2) la generación de respuestas emocionales deasco ante la exposición a estímulos relevantes(estímulos SID), en individuos fóbicos o aná-logos clínicos SID (Page, 1994, 2003; Sawchuket al., 2002; Schienle, Stark y Vaitl, 2001; Tolin,Lohr, Sawchuk y Lee, 1997; van Overveld,2008); y (3) la asociación de expectativas deasco ante estímulos SID (de Jong y Peters, 2007;van Overveld, 2008). Un aspecto a resaltar so-

Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2008, Vol. 13 (3), 137-158 © Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología

18756_Psicopatologia_13_3:18756_sfk 6/2/09 15:11 P gina 146

Page 11: SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1) 2008(3).Sandin et al. (2008.RPPC... · 2011-05-16 · SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN

Sensibilidad al asco: Concepto y relación con los medios y los trastornos de ansiedad 147

bre la provocación de respuestas de asco antela presencia de estímulos fóbicos relevantes esque, en individuos con fobia SID, la presentaciónde material SID suele provocar mayores res-puestas de asco que de miedo; lo cual contras-ta con las respuestas de los fóbicos a las arañas,los cuales suelen emitir respuestas similares deasco y de miedo ante la presentación de estí-mulos relevantes (i.e., arañas) (Sawchuk et al.,2002; Tolin et al., 1997). Esto sugiere que, mien-tras que en las fobias a los animales el asco y elmiedo parecen estar igualmente implicados, enlas fobias SID el asco podría desempeñar unpapel más importante que el miedo, jugandoaquél un papel destacado como factor de ries-go para el desarrollo y/o mantenimiento de estetipo de fobias.

Una característica de las fobias SID, que nosuele darse en otros tipos de fobia, es su aso-ciación con el desmayo o síncope vasovagal (lamayoría de los individuos con fobia SID sueleexperimentar episodios parciales o totales dedesmayo). El síncope vasovagal incluye una se-gunda fase en la se produce un incremento de laactividad del sistema nervioso parasimpático(activación del vago; la primera fase se asociaa un incremento del simpático) que suele llevara la ocurrencia del desmayo (asociado a unafuerte caída de la presión sanguínea). Las si-militudes entre las respuestas fisiológicas ca-racterísticas que se dan en las fobias SID y lasrespuestas asociadas a las reacciones de asco(en ambos casos se dan las dos fases indicadas)constituyen la base del modelo de Page (1994,2003) sobre la conexión entre el asco, el des-mayo y las fobias SID (véase Sandín, 1997).Desde este punto de vista, este autor ha pro-puesto que el asco, a través de las respuestasparasimpáticas, actuaría como mediador de lasrespuestas fóbicas SID.

Sensibilidad al asco y trastorno obsesivo-compulsivo

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) im-plica diversos tipos de síntomas, entre los que seincluyen los relacionados con la limpieza y lacontaminación (obsesiones de limpieza y com-pulsiones de lavado) (Belloch, Morillo y García-

Soriano, 2006). Los pensamientos intrusos re-currentes de contaminación suelen afectar al50% de los pacientes diagnosticados de TOC, yson especialmente frecuentes entre los pacien-tes con rituales compulsivos de limpieza y lavado(Olatunji y Sawchuk, 2005; Olatunji et al., 2004).Un aspecto importante en relación con esta cues-tión es que bastantes pacientes diagnosticadosde TOC, entre los que predominan las compul-siones de lavado, no suelen exhibir sentimien-tos de miedo sino más bien sentimientos de ascoreferidos a los objetos «contaminantes» (sue-len etiquetar a estos objetos como asquerosos,más que como objetos temidos) (Tallis, 1996).Esta conexión que parece darse entre miedo a lacontaminación, reacciones de asco y TOC podríainterpretarse desde el modelo de evitación dela enfermedad planteado originalmente por Da-vey (Davey, 1992, 1994; Ware et al., 1994) paraexplicar ciertas fobias específicas (véase atrás).De hecho, estos autores (Ware et al., 1994) yahabían constatado que el miedo a los animalesrelevantes al asco, aunque no el miedo a los animales depredadores, correlacionaba con las compulsiones de limpieza, pero no con otrossíntomas del TOC no relacionados con la con-taminación. Si, como indica la teoría de evita-ción de la enfermedad, las respuestas de ascoconstituyen un mecanismo para prevenir la trans-misión de enfermedad, cabe suponer que exis-tan niveles elevados de sensibilidad al asco aso-ciados tanto a las obsesiones de contaminacióncomo a las compulsiones de limpieza.

Diversos estudios han observado correlacio-nes positivas y moderadas entre el nivel de sen-sibilidad al asco y la sintomatología obsesivo-compulsiva (véase Berle y Phillips, 2006). Talescorrelaciones se han documentado a partir demuestras de población no clínica (p.ej., Olatunjiet al., 2004; Tolin, Woods y Abramowitz, 2006;Thorpe, Patel y Simonds, 2003) y con pacien-tes diagnosticados de TOC (Woody y Tolin,2002), así como también a partir de muestrasde niños y adolescentes (Muris et al., 2000; Mu-ris, Merckelbach, Schmidt y Tierney, 1999; Mu-ris, van der Heiden y Rassin, 2008); también sehan encontrado correlaciones significativas en-tre sensibilidad al asco y contaminación mental(Herba y Rachman, 2007). No obstante, el ta-maño de estas correlaciones suele reducirse sig-

© Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2008, Vol. 13 (3), 137-158

18756_Psicopatologia_13_3:18756_sfk 6/2/09 15:11 P gina 147

Page 12: SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1) 2008(3).Sandin et al. (2008.RPPC... · 2011-05-16 · SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN

148 Bonifacio Sandín, Paloma Chorot, Miguel A. Santed, Rosa M. Valiente y Margarita Olmedo

nificativamente cuando se controla el efecto delrasgo de ansiedad, permaneciendo relevantesfundamentalmente las correlaciones para lossíntomas del TOC relacionados con el miedo ala contaminación (preocupaciones de contami-nación ) y las compulsiones de limpieza (p.ej.,Tolin et al., 2006). Las obsesiones de contami-nación y las compulsiones de limpieza se rela-cionan de forma particularmente intensa con lasensibilidad al asco (Berle y Phillips, 2006), locual es consistente con el modelo de evitaciónde la enfermedad.

Tanto los pacientes con diagnóstico de TOC(Woody y Tolin, 2002), como los individuos conelevado nivel de miedo a la contaminación (aná-logos clínicos; Deacon y Olatunji, 2007; Ola-tunji, Lohr, Sawchuk y Tolin, 2007b), tiendena exhibir superiores niveles de sensibilidad alasco que los individuos normales. Más aun, lasensibilidad al asco ha resultado ser un buenpredictor de las conductas de lavado compulsi-vo y chequeo (Manzini, Gragnani y D’Olimpio,2001; Olatunji et al., 2004; Thorpe et al., 2003),así como también del miedo a la contaminacióny la conducta de evitación en individuos some-tidos a pruebas de evitación conductual tras lapresentación de material inductor de asco (De-acon y Olatunji, 2007). Varios estudios han su-gerido que la sensibilidad al asco puede actuarcomo mediador entre las preocupaciones de con-taminación y la conducta de evitación (Deacony Olatunji, 2007; Olatunji et al., 2007b). Asípues, el asco parece poseer un valor funcionalen la etiología y mantenimiento de las obsesio-nes y compulsiones relacionadas con la conta-minación, a partir de su papel mediacional en-tre la percepción de contaminación y lasrespuestas de evitación (p.ej., compulsiones delimpieza), y a través de un incremento de la per-cepción de amenaza (preocupación o miedo a lacontaminación). Las dos leyes mágicas pro-puestas por Rozin (ley de similitud y ley de con-tacto; Rozin y Fallon, 1987; Rozin y Nemeroff,1990), descritas atrás, podrían estar particular-mente implicadas en la percepción de la amenazade contaminación en los individuos con TOC.Aparte del estudio de Tolin, Worhunsky y Maltby(2004) centrado en la ley de contagio, no co-nocemos otros trabajos que hayan investigado di-rectamente estas leyes asociadas al TOC.

ALGUNOS PUNTOS DE INTERÉS QUE EXIGEN ULTERIORES

INVESTIGACIONES

Hasta aquí hemos visto que el asco y la sen-sibilidad al asco se relacionan de forma muyestrecha con determinados síntomas y trastor-nos de ansiedad, en concreto con ciertos tiposde miedos y fobias y con los síntomas y tiposdel TOC en los que tienen una papel prepon-derante las manifestaciones relacionadas conel miedo a la contaminación (obsesiones decontaminación y compulsiones de lavado), pu-diendo desempeñar un papel relevante en laetiología y mantenimiento de estos trastornos.Los estudios llevados a cabo sobre la sensibi-lidad al asco desde el marco de la psicologíaclínica y de la salud reflejan algunas cuestionesimportantes que necesariamente exigen unamayor atención, y que sin duda justifican pos-teriores estudios. Vamos a referirnos breve-mente a estos aspectos.

Sobre las dimensiones de sensibilidad al asco

Una primera cuestión que justifica mayoratención es la investigación sobre las dimen-siones de sensibilidad al asco. La heterogenei-dad de los estímulos desencadenantes de reac-ciones de asco sugiere que éste es un fenómenomultidimensional. Teóricamente se han pro-puesto las cuatro dimensiones siguientes: (1)asco esencial (core disgust), (2) recuerdo animal(animal-reminder disgust), (3) asco interperso-nal y (4) asco sociomoral (Olatunji et al., 2008;Rozin et al., 2000; van Overveld, 2008). Losdesencadenantes del asco esencial se caracteri-zan por una amenaza real o percibida respectoa una posible incorporación oral junto a una re-acción de repugnancia. Comidas en mal esta-do, productos orgánicos de desecho (p.ej., heces)y pequeños animales, particularmente aquellosasociados a la basura y restos orgánicos (p.ej.,ratas, cucarachas) corresponden a esta catego-ría. Esta forma de asco ha dado lugar a otrasformas (tal vez por influencias culturales-evo-lutivas) de asco, tales como el asco de recuerdoanimal, el asco interpersonal y el asco socio-moral. Los estímulos desencadenantes de asco

Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2008, Vol. 13 (3), 137-158 © Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología

18756_Psicopatologia_13_3:18756_sfk 6/2/09 15:11 P gina 148

Page 13: SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1) 2008(3).Sandin et al. (2008.RPPC... · 2011-05-16 · SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN

Sensibilidad al asco: Concepto y relación con los medios y los trastornos de ansiedad 149

de recuerdo animal son «recordatorios» de nues-tra propia mortalidad inherente a nuestra natu-raleza animal (p.ej., violaciones de la envoltu-ra corporal, la muerte y prácticas relacionadascon el sexo). El asco interpersonal se asocia asituaciones en las que se produce contacto conindividuos desconocidos, enfermos, o contami-nados por la enfermedad o el infortunio, o antela posibilidad de intimidad con ciertas perso-nas. Finalmente, el asco sociomoral es una re-acción a las clases sociales inferiores o a viola-ciones de la moral (p.ej., racismo, paidofilia,etc.; contribuye a la conservación de los valoressociales).

Aunque se han propuesto clasificaciones de-rivadas teóricamente, como indicamos atrás losestudios factoriales basados en las escalas deevaluación actuales no son totalmente consis-tentes a la hora de determinar las dimensioneso dominios básicos del asco o sensibilidad alasco. No obstante, la determinación precisa deestas dimensiones es un reto importante, ya quecada dimensión o faceta del asco podría rela-cionarse de forma diferente con los distintosproblemas psicológicos o trastornos. En estesentido, se ha sugerido que las dos formas prin-cipales de sensibilidad al asco (esencial y re-cuerdo animal) parecen relacionarse de forma di-ferencial con la psicopatología. Por ejemplo, lafobia a las arañas se ha asociado con la predis-posición al asco esencial, mientras que las fobiasSID se ha relacionado más estrechamente con lapropensión al asco de recuerdo animal (de Jongy Merckelbach, 1998). No obstante, los datossobre la diferenciación entre las dimensionesde asco y los distintos síntomas y trastornos fó-bicos aún no son concluyentes (véase van Over-veld, 2008).

También se ha investigado la posibilidad deque las distintas formas de asco se asocien di-ferencialmente a los síntomas del TOC. A esterespecto, aunque Olatunji et al. (2004) no en-contraron diferencias en un estudio con parti-cipantes no clínicos (cualquier tipo de asco pre-decía por igual los síntomas de contaminación),Woody y Tolin (2002), partiendo de una mues-tra clínica, constataron que los pacientes TOCcon compulsiones de limpieza puntuaban deforma más elevada que los controles sólo en lassubescalas de sensibilidad al asco de animales,

productos corporales, y contaminación mágicade la DS. Tolin et al. (2006) encontraron, en unamuestra de participantes no clínicos, que lossíntomas de compulsiones de lavado correla-cionaban de forma significativa con todas lassubescalas de la DS, excepto con trasgresión dela envoltura corporal; no obstante, las correla-ciones más elevadas fueron con las subescalasde higiene y productos corporales. En un tra-bajo más reciente, Olatunji et al. (2007b) con-cluyeron que los análogos TOC exhibían eleva-dos niveles de sensibilidad al asco en la mayoríade las subescalas de la DS, si bien las principa-les diferencias entre los análogos TOC y los quepuntuaban bajo en síntomas TOC se dieron paralas subescalas de productos corporales, higiene,y animales.

Se observa, por tanto, que aunque la investi-gación sobre la implicación diferencial de lasfacetas del asco es preliminar, ciertas dimen-siones de la sensibilidad al asco parecen rela-cionarse de forma más específica que otras conlos síntomas y trastornos psicopatológicos (mie-dos, fobias y TOC). Una dimensión de sensibi-lidad al asco no incluida en la DS, el asco socio-moral, parece diferir notablemente del ascoesencial, ya que se ha asociado más estrecha-mente con reacciones de ira y depresión, en con-traste con las reacciones de miedo (más estre-chamente relacionadas con el asco esencial)(Simpson et al., 2006). Futuras investigaciones,no obstante, deberán clarificar mejor el alcan-ce psicopatológico de las diferentes dimensio-nes del asco.

Propensión versus sensibilidad

Una segunda línea de desarrollo futuro con-cierne a la separación entre propensión y sensi -bi lidad al asco. Aunque aún se sigue identifican-do la sensibilidad al asco con la predisposición(propensión) a experimentar reacciones de asco,recientemente van Overveld (2008; van Overveldet al., 2006; véase también Sandín et al., 2008a)ha sugerido una separación entre propensión ysensibilidad. Como indicamos atrás, la propen-sión al asco es definida como la tendencia in-dividual general a experimentar la emoción deasco (con independencia de cuales sean las si-

© Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2008, Vol. 13 (3), 137-158

18756_Psicopatologia_13_3:18756_sfk 6/2/09 15:11 P gina 149

Page 14: SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1) 2008(3).Sandin et al. (2008.RPPC... · 2011-05-16 · SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN

150 Bonifacio Sandín, Paloma Chorot, Miguel A. Santed, Rosa M. Valiente y Margarita Olmedo

tuaciones evocadoras). La sensibilidad al asco,en contraste, se define como la tendencia delindividuo a experimentar como desagradable laexperiencia del asco. Los niveles elevados desensibilidad al asco pueden motivar al indivi-duo a evitar objetos o situaciones específicosdebido al malestar producido por el asco expe-rimentado. Aunque la información es aún pre-liminar, los trabajos llevados a cabo por vanOverveld et al. (van Overveld, 2008) sugierenque la propensión y la sensibilidad podrían re-lacionarse diferencialmente con algunos pro-blemas psicopatológicos. Específicamente ha-blando, y según estos autores, la propensión ysensibilidad tienen en común su relación posi-tiva (así como también su capacidad predicti-va) con los miedos SID y con los síntomas delTOC. Sin embargo, difieren en algunos aspec-tos: el miedo a las arañas es mejor predicho porla propensión, mientras que el miedo a vomitary los síntomas de trastornos alimentarios se aso-cian más específicamente con la sensibilidad alasco (véase van Overveld, 2008).

En nuestro reciente trabajo con población noclínica sobre la sensibilidad al asco y los sínto-mas de ansiedad (Sandín et al., 2008a) encon-tramos que, tras controlar el efecto del afectonegativo y la sensibilidad a la ansiedad, tanto lapropensión como la sensibilidad al asco corre-lacionaban de forma moderada y significativacon los miedos (interpersonales, SID, a los ani-males, y agorafóbicos) y síntomas globales delTOC. Cuando examinamos las correlacionesentre propensión y sensibilidad y los distintos ti-pos de síntomas TOC, la principal diferenciaque observamos entre predisposición y sensi-bilidad fue que únicamente la sensibilidad co-rrelacionaba de forma significativa con los pen-samientos obsesivos de daño a sí mismo/otros,a la vez que las obsesiones de contaminación ylas compulsiones de lavado se relacionaban deforma más intensa con la propensión que conla sensibilidad. Los análisis de regresión indi-caron que (1) la sensibilidad predecía mejor quela propensión los miedos interpersonales, (2) lapropensión predecía mejor que la sensibilidad losmiedos SID, (3) los miedos a los animales yagorafóbicos eran similarmente predichos porambas variables, y (4) el miedo a la evaluaciónnegativa no era predicho por ninguna de las dos

variables. Por otra parte, aunque tanto la pro-pensión como la sensibilidad al asco predecíanlos síntomas totales de TOC, cuando se consi-deraban las subescalas de TOC por separado,las obsesiones de contaminación y compulsio-nes de lavado eran predichas por la propensión,mientras que los pensamientos obsesivos dedaño a sí mismo/otros lo era por la sensibilidadal asco. Puede observarse que existen algunas si-militudes entre nuestros resultados y los obte-nidos por van Overveld y colaboradores, aunquetambién existen algunas diferencias que debenser clarificadas con posteriores estudios. Noobstante, tanto los datos referidos por van Over-veld (2008) como obtenidos por nosotros (San-dín et al., 2008a) ponen de relieve que la pro-pensión al asco y la sensibilidad al ascoconstituyen dos constructos separados que pue-den relacionarse de forma diferente con las va-riables psicopatológicas.

Sensibilidad al asco y estructurajerárquica de los miedos y las fobias

Algunos autores han sugerido que la relaciónentre la sensibilidad al asco y los síntomas (mie-dos, etc.) y trastornos de ansiedad es un mero ar-tefacto metodológico, o un epifenómeno, debi-do a la varianza que comparte la sensibilidad alasco con el rasgo de ansiedad o afecto negativo(p.ej., Kleinknecht et al., 1997; Muris et al.,1999; Thorpe y Salkovskis, 1998). En este sen-tido, la relación etiológica entre el asco y lostrastornos de ansiedad que ha sido sugerida se-ría algo ilusorio, no sería una relación única sinouna función de varianza compartida entre elasco y el rasgo de ansiedad. Otros autores (p.ej.,Davey y Bond, 2006), sin embargo, han recha-zado esta crítica, y defienden que el rasgo deansiedad y la propensión al asco son construc-tos independientes, cada uno de los cuales tie-ne una relación única con los síntomas y tras-tornos de ansiedad. En apoyo de la hipótesis deDavey y Bond están los resultados de la mayorparte de la investigación llevada a cabo sobreel asco y los trastornos de ansiedad, en la que sehan incluido medidas de rasgo de ansiedad (p.ej.,Deacon y Olatunj, 2007; McDonald, Hartman yVrana, 2008; Muris et al., 2008; Olatunji et al.,

Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2008, Vol. 13 (3), 137-158 © Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología

18756_Psicopatologia_13_3:18756_sfk 6/2/09 15:11 P gina 150

Page 15: SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1) 2008(3).Sandin et al. (2008.RPPC... · 2011-05-16 · SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN

Sensibilidad al asco: Concepto y relación con los medios y los trastornos de ansiedad 151

2007d; Tolin et al., 2006; Sandín et al., 2008a;van Overveld, 2008). En estos estudios se hademostrado que la asociación entre la propen-sión o sensibilidad al asco y los síntomas de an-siedad se mantiene (al menos para ciertos sín-tomas o trastornos) a pesar de haber sidocontrolado el efecto del rasgo del ansiedad (oneuroticismo o afecto negativo). La sensibili-dad o propensión al asco parece mediar entreel rasgo de ansiedad y los síntomas de ansiedad(Olatunji et al., 2007d).

La propensión/sensibilidad al asco podría in-terpretarse como un factor de vulnerabilidadhacia los miedos/fobias. En este sentido, par-tiendo del modelo original de Taylor (1998) so-bre la estructura jerárquica de las fobias, pro-pusimos un modelo jerárquico sobre la etiologíade los miedos y fobias basado en cuatro cons-tructos (factores) de vulnerabilidad asociadosa los cuatro principales tipos o factores de mie-dos (miedos a los animales, miedos SID, mie-dos sociales, y miedos situacionales o agorafó-bicos) (véase Sandín, 1999; Sandín y Chorot,1999). De acuerdo con este modelo, la estruc-tura y etiología de los miedos y las fobias podríainterpretarse desde cuatro factores de vulnera-bilidad más o menos específicos denominadossensibilidad a la ansiedad (vulnerabilidad ge-neral para la mayoría de los miedos), sensibili-dad al asco (vulnerabilidad a los miedos SID ya ciertos animales —animales relevantes al asco),sensibilidad a la evaluación social (vulnerabili-dad a la fobia social), y sensibilidad al daño(vulnerabilidad a los miedos a ciertos animales—animales depredadores— y a miedos situa-cionales), y un factor más general (afecto ne-gativo, neuroticismo, o rasgo de ansiedad; San-dín, 2003; Sandín et al., 1999). Del recienteestudio de McDonald et al. (2008) se despren-de que, aunque tanto la sensibilidad al asco comoel rasgo de ansiedad parecen contribuir inde-pendientemente en la explicación de la varian-za de los cuatro tipos de miedos indicados, otrosfactores de vulnerabilidad deben estar necesa-riamente implicados (los autores identificaronun «factor general de miedo»). Estos resulta-dos apoyan indirectamente nuestro modelo devulnerabilidad de los miedos (Sandín y Chorot,1999), pudiendo estar constituido este factorgeneral de miedo posiblemente en su mayor par-

te por la sensibilidad a la ansiedad. En nuestroreciente estudio (Sandín et al., 2008a) consta-tamos que la sensibilidad a la ansiedad estabaimplicada básicamente en la predicción de todoslos tipos de miedos y síntomas TOC (en con-traste, la propensión y/o sensibilidad al asco yel afecto negativo se asociaban a síntomas máslimitados). Esta especial relación entre la sen-sibilidad a la ansiedad y los miedos ha venidosiendo señalada por nuestro grupo a través de di-versos estudios (p.ej., Sandín, 1997; Sandín,Chorot, Valiente y Santed, 2002; Valiente, San-dín y Chorot, 2002a,b).

COMENTARIOS FINALES

Tras el análisis que hemos presentado en es-tas páginas parece claro que el asco (propen-sión y/o sensibilidad) se relaciona de forma con-sistente con algunos síntomas y trastornos deansiedad, fundamentalmente con los miedos yfobias a ciertos animales (animales «repulsi-vos» y generalmente no peligrosos, tales comolas arañas) y a estímulos relacionados con lasangre y el daño, así como también con el tras-torno obsesivo-compulsivo. Esta relación se hainterpretado en términos de que el asco consti-tuye un factor de vulnerabilidad, y está implicadoen la etiología y mantenimiento de estos tras-tornos. Aunque en la última década se han lle-vado a cabo importantes estudios, y existe uncúmulo importante de datos al respecto, el co-nocimiento que se tiene actualmente sobre estacuestión es únicamente preliminar. Por tanto,antes de finalizar con nuestra presentación, cree-mos necesario hacer algunas consideracionessobre esta nueva frontera de investigación.

En un artículo reciente, Teachman (2006) sehacía eco de que aún no existe un claro acuer-do sobre como definir el asco patológico; nitampoco sobre cómo influye el asco en la psi-copatología. La definición del miedo patológi-co se apoya en la idea de que el miedo y la evi-tación sean excesivos e irracionales, dadas lascaracterísticas objetivas de la situación. No estáclaro, sin embargo, que pueda utilizarse un cri-terio similar para definir el asco patológico.Existen muchas circunstancias en las que losindividuos sanos experimentan la amenaza de

© Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2008, Vol. 13 (3), 137-158

18756_Psicopatologia_13_3:18756_sfk 6/2/09 15:11 P gina 151

Page 16: SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1) 2008(3).Sandin et al. (2008.RPPC... · 2011-05-16 · SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN

152 Bonifacio Sandín, Paloma Chorot, Miguel A. Santed, Rosa M. Valiente y Margarita Olmedo

contaminación y asco sin que exista un peligroreal, por lo que no parece que sea suficienteidentificar el asco patológico en términos de re-acciones irracionales. Aunque a este respectoaún no disponemos de unos criterios claros,como punto de partida para futuras investiga-ciones merece la pena tener en consideraciónlos tres criterios siguientes sugeridos por Teach -man (2006) para la delimitación del asco pato-lógico: (1) La evaluación de la amenaza (p.ej.,percepción de contaminación) o la respuesta alestímulo evocador debe ser excesiva (compara-da con otras personas; no debe ser simplemen-te parte de una respuesta aceptada en una sub-cultura determinada). (2) La respuesta de ascodebe causar malestar clínicamente significativoo perturbación, generalmente a través de con-ductas de evitación excesivas. Y (3) la simpleinformación sobre la baja probabilidad de dañodebido a la amenaza de contaminación (física,psicológica o moral) es insuficiente para redu-cir el malestar emocional o la evitación (creen-cias rígidas a pesar de la evidencia objetiva delo contrario).

Si aún no conocemos a través de qué meca-nismos influye el asco sobre los síntomas y tras-tornos de ansiedad aquí discutidos (aunque elgrueso de la evidencia tiende a indicar que pue-de estar implicado en su etiología y manteni-miento, constituyendo un importante factor deriesgo), tampoco sabemos su alcance psicopa-tológico respecto a otros posibles problemas otrastornos. En concreto, hace exactamente diezaños que Phillips et al. (1998) alertaron sobre laposibilidad de que el asco influyera en la psico-patología de muchos otros trastornos, aparte deciertas fobias específicas. Estos autores sugirie-ron que el asco, por sus características y rela-ción con la amenaza o miedo a la contamina-ción, debería en principio relacionarse con otrascondiciones psiquiátricas como los trastornosobsesivo-compulsivos (como aquí hemos pre-sentado, se ha producido un interés creciente so-bre este tema en los últimos años), los trastornosalimentarios (por definición el asco se ha aso-ciado básicamente a la comida), la fobia social(la sensibilidad al asco podría asociarse al temoral contacto físico con desconocidos), y las fo-bias situacionales y agorafobia (p.ej., por in-fluencia de suciedad de los lugares públicos).

Aunque existe escasa investigación sobre la co-nexión del asco con otros trastornos, algunos es-tudios recientes han puesto de manifiesto que lasensibilidad al asco también parece asociarse aotros síntomas y/o trastornos psicológicos, entrelos que se incluyen los trastornos alimentarios(Davey, Buckland, Tantow y Dallos, 1998; Troop,Treasure y Serpell, 2002; van Overveld, 2008),la hipocondría (Davey y Bond, 2006), diversasfobias situacionales, la fobia social y la ago -rafobia (Davey y Bond, 2006; Muris et al., 2008;Sandín et al., 2008a), y la fobia a vomitar (vanOverveld, de Jong, Peters, van Hout y Bouman,2008).

Si partimos de las peculiaridades que parecetener la emoción de asco, cabe suponer que lasensibilidad al asco podría estar implicada enun amplio abanico de problemas o trastornospsicológicos que la investigación futura deberáclarificar, entre los cuales, aparte de los aquítratados, al menos merecería la pena resaltar lossiguientes: trastornos somatoformes (García-Campayo, Pascual, Alda y Oliván, 2005; Car-mona, Pascual, Sánchez, Maldonado y Pereira,2007), transexualismo y otros trastornos se-xuales (Hurtado, Gómez y Donat, 2007; Ola-tunji y Sawchuk, 2005), trastornos alimentarios(Jorquera, Baños, Perpiña y Botella, 2005; Per-piñá, 1999), evitación interoceptiva (Sandín,2005), sida y exclusión social (Ballester, 2005;Edo y Ballester, 2006; Flores, Borda y Sangre-gorio, 2006; Piña y Robles, 2005), cáncer y sín-tomas asociados a la quimioterapia (Méndez,2005; Vega et al., 2004), fobias sociales y ago-rafobia (Bados, 2000; Botella y Gallardo, 1999;Echeburúa y de Corral, 1993; Gallego, Botella,Quero, Baños y García-Palacios, 2007; Sandín,Rodero, Santed y García-Campayo, 2006; Zu-beidat, Sierra y Fernández-Parra, 2007), ansie-dad de separación (Echeburúa, 1993; Méndez,Orgilés y Espada, 2008; Orgilés, Espada y Mén-dez, 2008; Sandín, 1997), y estrés postraumáti-co (McNally, 2002; Talarn, Navarro, Rossel yRigat, 2006).

Aunque existen diversas escalas de autoin-forme validadas para medir la sensibilidad alasco, la mayor parte de ellas son estímulo-de-pendientes, lo cual supone que puede darse cier-ta confusión de medidas al relacionarlas con sín-tomas de ansiedad (p.ej., con miedos a los

Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2008, Vol. 13 (3), 137-158 © Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología

18756_Psicopatologia_13_3:18756_sfk 6/2/09 15:11 P gina 152

Page 17: SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1) 2008(3).Sandin et al. (2008.RPPC... · 2011-05-16 · SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN

Sensibilidad al asco: Concepto y relación con los medios y los trastornos de ansiedad 153

animales o a estímulos SID). Este problema esimportante controlarlo, ya que de lo contrarioestaríamos «inflando» de forma artificial las co-rrelaciones entre asco y psicopatología. La re-ciente propuesta de van Overveld et al. (2006; vanOverveld, 2008; Sandín et al., 2008a) basada enla introducción de una escala de propensión ge-neral, libre del efecto contextual, supone una so-lución al problema, aunque no invalida el usode las escalas contextuales (necesarias para eva-luar los dominios o áreas del asco). Así mismo,la propuesta de estos autores de separación con-ceptual de la propensión vs. sensibilidad del asco,abre una nueva frontera de investigación en elcampo de la psicopatología del asco. Por otraparte, apenas se ha prestado interés a la dimen-sión de asco sociomoral (no está incluida en lasescalas de evaluación al uso), ni a la contami-nación mental (véase Herba y Rachman, 2007).

A nuestro juicio deberían mejorarse los pro-cedimientos experimentales utilizados para es-tudiar las leyes mágicas del asco (leyes de con-tacto y similitud) y otros problemas en los quese emplean procedimientos de inducción deasco. Como ha sugerido McNally (2002), unproblema con los métodos usados habitualmentepara probar hipótesis sobre sensibilidad al ascoes que no se consideran los incentivos que pue-den contrarrestar el efecto de los estímulos deasco. Por ejemplo, un método común usado enla investigación puede consistir en pedir a losparticipantes que coman una galleta después dehaber sido tocada por algún gusano. La cues-tión es, ¿porqué alguien debe comer una galle-ta después de que un gusano se haya arrastradosobre ella? La única razón para hacerlo es elhambre, o bien el afán de complacer al experi-mentador. Puesto que pocos sujetos experi-mentales suelen estar hambrientos, el hecho decomer galletas «contaminadas» en el laborato-rio puede informarnos más sobre las tendenciasde aquiescencia social que sobre la sensibilidadal asco.

Finalmente, el enfoque psicopatológico delpresente artículo necesariamente nos lleva aconsiderar de qué manera podría beneficiarsela terapia de los trastornos aquí discutidos. Enprincipio, lo que resulta claro es que incluso lasfobias específicas no parece que se basen enemociones puras (p.ej., el miedo), algo que sue-

le ocurrir también en otras emociones (Muela,García-León y Jiménez, 2007; Rueda y Pérez-García, 2007). Más bien, parece que las fobiasy otros trastornos de ansiedad pueden consistiren una combinación de emociones negativas, yen concreto, en algunos casos, en una combi-nación de miedo y asco. La implicación queesto pueda tener a la hora de llevar a cabo la te-rapia depende del papel que jueguen ambas emo-ciones. Si el asco opera de modo similar al mie-do, la distinción entre ambas emociones tendríaescaso valor práctico (Woody y Teachman,2000). Sin embargo, las diferencias que se han ob -servado entre el asco y el miedo respecto a susdiversos componentes (subjetivo, cognitivo, fi-siológico y conductual), así como las discre-pancias en su adquisición y mantenimiento, su-gieren que el manejo centrado en cada emoción(p.ej., induciendo respuestas de miedo o de asco)puede ser crítico para maximizar la eficiencia te-rapéutica. Por ejemplo, ignorar las respuestasde asco ante un determinado tratamiento de lasfobias SID basado en la exposición (en vivo oimaginada), puede producir efectos negativosen el paciente e interferir en el proceso tera-péutico. Lógicamente, para poder determinarqué tratamientos pueden beneficiarse manipu-lando o basándose en las respuestas de asco, de-pende del papel causal o funcional que tenga elasco en el trastorno específico. Si el asco estáimplicado en las creencias de contaminación oen los rituales compulsivos de un paciente condiagnóstico de TOC, el tratamiento podría me-jorarse abordando específicamente el asco enel paciente (Berle y Phillips, 2006). Aunque lastécnicas de exposición diseñadas para el trata-miento del miedo, también podrían, en ciertoscasos, reducir los niveles de asco, no está tanclaro que las intervenciones cognitivas del mie-do (p.ej., las distintas formas de reestructura-ción cognitiva) puedan ser efectivas para redu-cir o suprimir el asco patológico, ya que lareevaluación cognitiva, por ejemplo de la idea-ción de contaminación, no es eficaz para mo-dificar la evaluación del estímulo inductor deasco. Esta asincronía parece implicar que lostratamientos (o procedimientos) cognitivos uti-lizados para reducir el miedo pueden requerircierto reajuste previo para que sean efectivospara el asco (Woody y Teachman, 2000). En

© Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2008, Vol. 13 (3), 137-158

18756_Psicopatologia_13_3:18756_sfk 11/2/09 20:25 Página 153

Page 18: SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1) 2008(3).Sandin et al. (2008.RPPC... · 2011-05-16 · SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN

154 Bonifacio Sandín, Paloma Chorot, Miguel A. Santed, Rosa M. Valiente y Margarita Olmedo

cualquier caso, y aunque sólo nos encontremosen el principio del comienzo, la evidencia dis-ponible apunta que el asco puede desempeñar unpapel relevante en la etiopatogenia de determi-nados trastornos (fobias a los animales, fobiasSID, TOC, etc.), por lo que el tratamiento de es-tos problemas necesariamente debería tener encuenta este hecho y actuar en consecuencia.Todo sea para mejorar el actual arsenal de téc-nicas terapéuticas aplicadas al tratamiento de laansiedad validadas empíricamente (véase Pele-chano, 2007); y de paso para librarnos de caeren la fácil tentación de recurrir al empleo de lasmal llamadas «terapias de tercera generación»(véase Öst, 2008).

REFERENCIAS

Bados, A. (2000). Agorafobia y ataques de pánico. Madrid:Pirámide.

Ballester, R. (2005). Aportaciones desde la psicología altratamiento de las personas con infección porVIH/SIDA. Revista de Psicopatología y Psicología Clí-nica, 10, 53-69.

Belloch, A., Morillo, C., & García-Soriano, G. (2006).Obsession subtypes: Relationships with obsessive-com-pulsive symptoms, dysfunctional beliefs and thoughtcontrol strategies. Revista de Psicopatología y Psico-logía Clínica, 11, 65-78.

Berle, D., & Phillips, E.S. (2006). Disgust and obsessive-compulsive disorder: An update. Psychiatry, 69, 228-238.

Botella, C., y Gallardo, M. (1999). La fobia social. Madrid:Klinik.

Calder, A. J., Lawrence, A. D., & Young, A. W. (2001).Neuropsychology of fear and loathing. Nature ReviewsNeuroscience, 2, 352-363.

Carmona, J., Pascual, L. M., Sánchez, J. L., Maldonado,J. A., y Pereira, A. (2007). El papel de la amplificaciónsomatosensorial en la predicción de síntomas respira-torios. Revista de Psicopatología y Psicología Clíni-ca, 12, 15-22.

Cavanagh, K., & Davey, G. C. L. (2000). The developmentof a measure of individual differences in disgust. Paperpresented to the British Psychological Society, Win-chester, UK.

Chorot, P., Sandín, B., Valiente, R.M., Santed, M. A., yRomero, M. (1997). Actitud hacia la enfermedad, an-siedad y sintomatología somática en pacientes con tras-torno de pánico e hipocondría. Revista de Psicopato-logía y Psicología Clínica, 2, 123-136.

Davey, G. C. L. (1992). Characteristics of individuals withfear of spiders. Anxiety Research, 4, 299-314.

Davey, G. C. L. (1994). Self-reported fears to common in-digenous animals in an adult UK population: The roleof disgust sensitivity. British Journal of Clinical Psy-chology, 85, 541-554.

Davey, G. C. L., & Bond, N. (2006). Using controlled com-parisons in disgust psychopathology research: The caseof disgust, hypochondriasis and health anxiety. Journalof Behavior Therapy and Experimental Psychiatry, 37,4–15.

Davey, G. C. L., Buckland, G., Tantow, B., & Dallos, R.(1998). Disgust and eating disorders. European Eat-ing Disorders Review, 6, 201–211.

Davey, G. C. L., Forster, L., & Mayhew, G. (1993). Fa-milial resemblances in disgust sensitivity and animalphobias. Behaviour Research and Therapy, 31, 41–50.

Davey, G. C. L., McDonald, A. S., Hirisave, U., Prabhu, G.G., Iwawaki, S., Jim, C. I., Merckelbach, H., de Jong,P.J., Leung, P.W.L., & Reimann, B.C. (1998). A cross-cultural study of animal fears. Behaviour Research andTherapy, 36, 735-750.

de Jong, P. J., & Merckelbach, H. (1998). Blood-injection-injury phobia and fear of spiders: Domain specific in-dividual differences in disgust sensitivity. Personalityand Individual Differences, 24, 153–158.

de Jong, P. J., & Peters, M. L. (2007). Blood-injection-in-jury fears: Harm- vs. disgust relevant selective out-come associations. Journal of Behavior Therapy andExperimental. Psychiatry, 38, 263−274.

de Jong, P. J., Andrea, H., & Muris, P. (1997). Spider pho-bia in children: Disgust and fear before and after treat-ment. Behaviour Research and Therapy, 35, 559-562.

Deacon, B., & Olatunji, B. O. (2007). Specificity of dis-gust sensitivity in the prediction of behavioural avoid-ance in contamination fear. Behaviour Research andTherapy, 45, 2110-2120.

Echeburúa, E. (1993). Trastornos de ansiedad en la in-fancia. Madrid: Pirámide.

Echeburúa, E., y de Corral, P. (1992). La agorafobia. Nue-vas perspectivas de evaluación y tratamiento. Valen-cia: Promolibro.

Edo, M.T., y Ballester, R. (1996). Estado emocional y con-ducta de enfermedad en pacientes con VIH/SIDA y en-fermos oncológicos. Revista de Psicopatología y Psi-cología Clínica, 11, 79-90.

Flores, E., Borda, M., y Sangregorio, M. A. (2006). SIDAy exclusión social: Alteraciones emocionales. Revistade Psicopatología y Psicología Clínica, 11, 37-49.

Gallego, M. J., Botella, C., Quero, S., Baños, R., y García-Palacios, A. (2007). Propiedades psicométricas de laEscala de Miedo a la Evaluación Negativa versión bre-ve (BFNE) en muestra clínica. Revista de Psicopatologíay Psicología Clínica, 12, 163-176.

Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2008, Vol. 13 (3), 137-158 © Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología

18756_Psicopatologia_13_3:18756_sfk 6/2/09 15:11 P gina 154

Page 19: SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1) 2008(3).Sandin et al. (2008.RPPC... · 2011-05-16 · SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN

Sensibilidad al asco: Concepto y relación con los medios y los trastornos de ansiedad 155

García-Campayo, J., Pascual, A., Alda, M., y Oliván, A.(2005). Tratamiento psicológico en el trastorno de so-matización: Eficacia y propuestas de intervención. Re-vista de Psicopatología y Psicología Clínica, 10, 15-23.

Haidt, J., McCauley, C., & Rozin, P. (1994). Individualdifferences in sensitivity to disgust: A scale samplingseven domains of disgust elicitors. Personality and In-dividual Differences, 16, 701-713.

Herba, J. K., & Rachman, S. (2007). Vulnerability to men-tal contamination. Behaviour Research and Therapy,45,2804-2812.

Huijding, J., & de Jong, P. J. (2007). Beyond fear and dis-gust: The role of (automatic) contamination-related as-sociations in spider phobia. Journal of Behavior Ther-apy and Experimental Psychiatry, 38, 200−211.

Hurtado, F., Gómez, M., y Donat, F. (2007). Transexualismoy salud mental. Revista de Psicopatología y PsicologíaClínica, 12, 43-58.

Jorquera, M., Baños, R.M., Perpiña, C., y Botella, C.(2005). La Escala de Estima Corporal (BES): Valida-ción en una muestra española. Revista de Psicopato-logía y Psicología Clínica, 10, 173-192.

Kleinknecht, R. A., Kleinknecht, E. E., & Thorndike, R. M.(1997). The role of disgust and fear in blood and injec-tion-related fainting symptoms: A structural equationmodel. Behaviour Research and Therapy, 35, 1075–1087.

Levey, A. B., & Martin, I. (1987). Evaluative conditioning:A case for hedonic transfer. In H.J. Eysenck & I. Mar-tin (Eds.), Theoretical foundations of behavior thera-py (pp. 113-131). New York: Plenum Press.

Mancini, F., Gragnani, A., & D’Olimpo, F. (2001). Theconnection between disgust and obsessions and com-pulsions in a non-clinical sample. Personality and In-dividual Differences, 31, 1173-1180.

Matchett, G., & Davey, G. C. (1991). A test of a disease-avoidance model of animal phobias. Behaviour Re-search & Therapy, 29, 91–94.

Mayer B., Bos, A. E. R., Muris, P., Huijding, J., &Vlielander, M. (2008). Does disgust enhance eatingdisorder symptoms? Eating Behaviors 9, 124–127.

McDonald, S. D., Hartman, N. S., & Vrana, S. R. (2008).Trait anxiety, disgust sensitivity, and the hierarchicstructure of fears. Journal of Anxiety Disorders, 22,1059-1074.

McNally, R. (2002). Disgust has arrived. Journal of Anx-iety Disorders, 16, 561-566.

Méndez, J. (2005). Psicooncología infantil: Situación ac-tual y líneas de desarrollo futuras. Revista de Psico-patología y Psicología Clínica, 10, 33-52.

Méndez, X., Orgilés, M., y Espada, J. P. (2008). Ansiedadpor separación: Psicopatología, evaluación y trata-miento. Madrid: Pirámide.

Merckelbach, H., de Jong, P.J., Arntz, A., & Schouten, E.(1993). The role of evaluative learning and disgust sen-

sitivity in the etiology and treatment of spider phobia.Advances in Behaviour Research and Therapy,15, 243-245.

Muela, J. A., García-León, A., y Jiménez, M. D. (2007). Re-lación de la esquizotipia psicométrica con variablesemocionales y socioambientales. Revista de Psicopa-tología y Psicología Clínica, 12, 199-212.

Mulkens, S. A. N., de Jong, P. J., & Merckelbach, H. (1996).Disgust and spider phobia. Journal of Abnormal Psy-chology, 105, 464-468.

Muris, P., Merckelbach, H., Nederkoorn, S., Rassin, I. C.,Candel, I., & Horselenberg, R. (2000). Disgust andpsychopathological symptoms in a nonclinical sample.Personality & Individual Differences, 29, 1163–1167

Muris, P., Merckelbach, H., Schmidt, H., & Tierney, S.(1999). Disgust sensitivity, trait anxiety and anxietydisorders symptoms in normal children. Behaviour Re-search and Therapy, 37, 953–961.

Muris, P., van der Heiden, S., & Rassin, E. (2008). Disgustsensitivity and psychopathological symptoms in non-clinical children. Journal of Behavior Therapy and Ex-perimental Psychiatry, 39, 133-146.

Olatunji, B. O., & Deacon, B. (2008). Specificity of dis-gust sensitivity in the prediction of fear and disgust re-sponding to a brief spider exposure. Journal of AnxietyDisorders, 22, 328−336.

Olatunji, B. O., & Sawchuk, C. N. (2005). Disgust: Char-acteristic features, social manifestations, and clinicalimplications. Journal of Social and Clinical Psychol-ogy, 24, 932-962.

Olatunji, B. O., Cisler, J. M., Deacon, B. J. Connolly, K.,& Lohr, J. M. (2007a). The Disgust Propensity and Sen-sitivity Scale-Revised: Psychometric properties andspecificity in relation to anxiety disorder symptoms.Journal of Anxiety Disorders, 21, 918-930.

Olatunji, B. O., Haidt, J., McKay, D., & David, B. (2008).Core, animal reminder, and contamination disgust:Three kinds of disgust with distinct personality, be-havioural, physiological, and clinical correlates. Per-sonality and Individual Differences, 42, 1243-1259.

Olatunji, B. O., Lohr, J. M., Sawchuk, C. N., & Tolin, D.F. (2007b). Multimodal assessment of disgust in con-tamination-related obsessive compulsive disorder. Be-haviour Research and Therapy, 45, 263–276.

Olatunji, B. O., Sawchuk, C. N., de Jong, P. J., & Lohr, J.M. (2007c). Disgus sensitivity and anxiety disordersymptoms: Pychometric properties of the Disgust Emo-tion Scale. Journal of Psychopathology and BehavioralAssessment, 29, 115-124.

Olatunji, B. O., Sawchuk, C. N., Lohr, J.M., & de Jong, P.J. (2004). Disgust domains in the prediction of contam-ination fear. Behaviour Research and Therapy, 42, 93-104.

Olatunji, B. O., Williams, N. L., Lohr, J. M., Connolly, K.M., Cisler, J., & Meunier, S. A. (2007d). Structural dif-

© Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2008, Vol. 13 (3), 137-158

18756_Psicopatologia_13_3:18756_sfk 6/2/09 15:11 P gina 155

Page 20: SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1) 2008(3).Sandin et al. (2008.RPPC... · 2011-05-16 · SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN

156 Bonifacio Sandín, Paloma Chorot, Miguel A. Santed, Rosa M. Valiente y Margarita Olmedo

ferentiation of disgust from trait anxiety in the predic-tion of specific anxiety disorder symptoms. BehaviourResearch and Therapy 45, 3002-3017.

Olatunji, B. O., Williams, N. L., Tolin, D. F., Abramowitz,J. S., Sawchuk, C. N., Lohr, J. M., & Elwood, L.S.(2007e). The Disgust Scale: Item analysis, factor struc-ture, and suggestions for refinement. Psychological As-sessment, 19, 281-297.

Orgilés, M., Espada, J. P., y Méndez, X. (2008).Trastornode ansiedad por separación en hijos de padres divor-ciados. Psicothema, 20, 383-388.

Öst, L. G. (2008). Efficacy of the third wave of behavioraltherapies: A systematic review and meta-analysis. Be-haviour Research and Therapy 46, 296–321

Page, A. C. (1994). Blood-injury phobia. Clinical Psy-chology Review, 14, 443-461.

Page, A. C. (2003). The role of disgust in faintness elicit-ed by blood and injection stimuli. Journal of Anxiety Dis-orders, 17, 45–58.

Pelechano, V. (2007). Viejas y nuevas cuestiones en lasviejas y nuevas terapias psicológicas. Revista de Psi-copatología y Psicología Clínica, 12, 71-90.

Perpiñá, C. (1999). Trastornos alimentarios: Anorexia y bu-limia. Madrid: Klinik.

Phillips, M. L., Senior, C., Fahy, T., & David, A. S. (1998).Disgust—The forgotten emotion in psychiatry. BritishJournal of Psychiatry, 172, 373-375.

Phillips, M. L., Young, A. W., Senior, C., Brammer, M.,Andrews, C., Calder, A.J., et al. (1997). A specific neu-ral substrate for perceiving facial expressions of dis-gust. Nature, 389, 495-498.

Piña, J. A., y Robles, S. (2005). Psicología y VIH/SIDA enMéxico: Su prevención con base en un modelo psico-lógico de salud biológica. Revista de Psicopatología yPsicología Clínica, 10, 71-83.

Rozin, P., & Fallon, A. E. (1987). A perspective on dis-gust. Psychological Review, 94, 23-41.

Rozin, P., & Nemeroff, C. (1990). The laws of sympatheticmagic: A psychological analysis of similarity and con-tagion. En J.W. Stigler, R.A. Shweder & G. Herd (Eds.),Cultural psychology: Essays on comparative humandevelopment (pp. 205-232). Cambridge: CambridgeUniversity Press.

Rozin, P., Fallon, A. E., & Mandell, R. (1984). Family re-semblance in attitudes to food. Developmental Psy-chology, 20, 309−314.

Rozin, P., Haidt, J., & McCauley, C. (2000). Disgust. In M.Lewis & J. M. Haviland (Eds.), Handbook of emotions.New York: Guilford Press.

Rueda, B., y Pérez-García, A. M. (2007). Estudio de laalexitimia y de los procesos emocionales negativos enel ámbito de los factores de riesgo y la sintomatologíacardiovascular. Revista de Psicopatología y PsicologíaClínica, 12, 105-116.

Sandín, B. (1997). Ansiedad, miedos y fobias en niños yadolescentes. Madrid: Dykinson.

Sandín, B. (1999). Diagnóstico y fenomenología. En B.Sandín (Ed.), Las fobias específicas (pp. 43-55). Ma-drid: Klinik.

Sandín, B. (2003). Escalas PANAS de afecto positivo ynegativo para niños y adolescentes (PANASN). Revis-ta de Psicopatología y Psicología Clínica, 8, 173-182.

Sandín, B. (2005). Evitación interoceptiva: Nuevo cons-tructo en el campo de los trastornos de ansiedad. Re-vista de Psicopatología y Psicología Clínica, 10, 103-114.

Sandín, B., y Chorot, P. (1999). Etiología de las fobias. EnB. Sandín (Ed.), Las fobias específicas (pp. 69-87).Madrid: Klinik.

Sandín, B., Chorot, P., Lostao, L., Joiner, T.E., Santed,M.A., y Valiente, R.M. (1999). Escalas PANAS de afec-to positivo y negativo: Validación factorial y conver-gencia transcultural. Psicothema, 11, 37-51.

Sandín, B., Chorot, P., & McNally, R.J. (2001). Anxietysensitivity index: Normative data and its differentia-tion from trait anxiety. Behaviour Research and Ther-apy, 39, 213-219.

Sandín, B., Chorot, P., Olmedo, M., y Valiente, R. M.(2008a). Escala de Propensión y Sensibilidad alAsco–Revisada (DPSS-R): Propiedades psicométricasy relación del asco con los miedos y los síntomas ob-sesivo-compulsivos. Análisis y Modificación de Con-ducta, 34, 93-136.

Sandín, B., Chorot, P., Santed, M. A., y Valiente, R. M.(2002). Análisis factorial confirmatorio del Índice deSensibilidad a la Ansiedad para Niños. Psicothema, 14,333-339.

Sandín, B., Chorot, P., Valiente, R. M., y Santed, M. A.(1998). Frecuencia e intensidad de los miedos en los ni-ños: Datos normativos. Revista de Psicopatología yPsicología Clínica, 3, 15-25.

Sandín, B., Chorot, P., Valiente, R. M., y Santed, M. A.(2002). Relación entre la sensibilidad a la ansiedad yel nivel de miedos en niños. Psicología Conductual,10, 107-120.

Sandín, B., Chorot, P., Valiente, R. M., Santed, M. A., y Los-tao, L. (2004). Dimensiones de sensibilidad a la ansie-dad: Evidencia confirmatoria de la estructura jerár-quica. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica,9, 19-33.

Sandín, B., Valiente, R. M., y Chorot, P. (1999). Materialde apoyo para la evaluación de los miedos y fobias. EnB. Sandín (Ed.), Las fobias específicas (pp. 161-188).Madrid: Klinik.

Sandín, B., Valiente, R. M., y Chorot, P. (2008b). Instru-mentos para la evaluación de los miedos y las fobias.En B. Sandín (Ed.), Las fobias específicas (Ed. rev.,pp. 165-205). Madrid: Klinik.

Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2008, Vol. 13 (3), 137-158 © Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología

18756_Psicopatologia_13_3:18756_sfk 6/2/09 15:11 P gina 156

Page 21: SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1) 2008(3).Sandin et al. (2008.RPPC... · 2011-05-16 · SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN

Sensibilidad al asco: Concepto y relación con los medios y los trastornos de ansiedad 157

Sandín, B., Valiente, R. M., Chorot, P., y Santed, M. A(2005). Propiedades psicométricas del Índice de Sen-sibilidad a la Ansiedad. Psicothema, 17, 478-483.

Sandín, B., Valiente, R. M., Chorot, P., y Santed, M. A.(2007a). ASI-3: Nueva escala para la evaluación de lasensibilidad a la ansiedad. Revista de Psicopatología yPsicología Clínica, 12, 91-104.

Sandín, B., Valiente, R. M., Chorot, P., y Santed, M. A.(2007b). Sensibilidad a la ansiedad versus rasgo de an-siedad en la predicción del nivel de miedos. Análisis yModificación de Conducta, 33, 139-158.

Sawchuk, C. N., Lohr, J. M., Tolin, D. F., Lee, T. C. &Kleinknecht, R. A. (2000). Disgust sensitivity and con-tamination fears in spider and blood-injection-injuryphobias. Behaviour Research and Therapy, 38, 753-762.

Sawchuk, C. N., Lohr, J. M., Westendorf, D. H., Meunier,S. A., & Tolin, D. F. (2002). Emotional responding tofearful and disgusting stimuli in specific phobics. Be-haviour Research and Therapy, 40, 1031−1046.

Schienle, A., Schafer, A., Walter, B., Stark, R., & Vaitl, V.(2005). Elevated disgust sensitivity in blood phobia.Cognition and Emotion, 19, 1229−1241.

Schienle, A., Stark, R., & Vaitl, D. (2001). Evaluative con-ditioning: A possible explanation for the acquisition ofdisgust responses? Learning and Motivation, 32, 65−83.

Simpson, J., Carter, S., Anthony, S. H., & Overton, P. G.(2006). Is disgust a homogeneous emotion? Motiva-tion and Emotion, 30, 31-41.

Stark, R., Zimmermann, M., Kagerer, S., Schienle, A.,Walter, B., Weygandt, M., & Vaitl, D. (2007). Hemo-dynamic brain correlates of disgust and fear ratings.NeuroImage, 37, 663-673.

Talarn, A., Navarro, N., Rossel, L., y Rigat, A. (2006).Propuesta de especificadotes diagnósticos vinculadosal estrés y el trauma: Una aportación a la nosología psi-copatológica. Revista de Psicopatología y PsicologíaClínica, 11, 107-114.

Tallis, F. (1996). Compulsive washing in the absence ofphobic and illness anxiety. Behaviour Research andTherapy, 34, 361-362.

Taylor, S. (1998). The hierarchic structure of fears. Be-haviour Research and Therapy, 36, 205–214.

Taylor, S. (Ed.) (1999). Anxiety sensitivity: Theory, re-search, and treatment of the fear of anxiety. Mahwah,NJ: LEA.

Teachman, B.A. (2006). Pathological disgust: In thethoughts, not the eye, of the beholder. Anxiety, Stress andCoping, 19, 335-351.

Thorpe, S. J., & Salkovskis, P. M. (1998). Studies on therole of disgust in the acquisition and maintenance of spe-cific phobias. Behaviour Research and Therapy, 36,877–893.

Thorpe, S. J., Patel, S. P., & Simonds, L. M. (2003). Therelationship between disgust sensitivity, anxiety and

obsessions. Behaviour Research and Therapy, 41, 1397-1409.

Tolin, D. F., Lohr, J. M., Sawchuk, C. N., & Lee, T. C.(1997). Disgust and disgust sensitivity in blood-injec-tion-injury and spider phobia. Behaviour Research andTherapy, 35, 949−953.

Tolin, D. F., Woods, C. M., & Abramowitz, J. S. (2006). Dis-gust sensitivity and obsessive-compulsive symptomsin a non-clinical sample. Journal of Behavior Therapyand Experimental Psychiatry, 37, 30-40.

Tolin, D. F., Worhunsky, P., & Maltby, N. (2004). Sympa-thetic magic in contamination related OCD. Journal ofBehavior Therapy and Experimental Psychiatry, 35,193−205.

Troop, N. A., Treasure, J. L., & Serpell, L. (2002). A fur-ther exploration of disgust in eating disorders. Euro-pean Eating Disorders Review, 10, 218.226.

Vaitl, D., Schienle, A., & Stark, R. (2005). Neurobiologyof fear and disgust. International Journal of Psy-chophysiology, 57, 1-4.

Valiente, R. M. (2001). Estructura y adquisición de losmiedos en la infancia y la adolescencia. Madrid: Uni-versidad Nacional de Educación a Distancia.

Valiente, R. M., Sandín, B., y Chorot, P. (2002a). Miedoscomunes en niños y adolescentes: Relación con la sen-sibilidad a la ansiedad, el rasgo de ansiedad, la afecti-vidad negativa y la depresión. Revista de Psicopatolo-gía y Psicología Clínica, 7, 61-70.

Valiente, R. M., Sandín, B., y Chorot, P. (2002b). Miedoscomunes en niños y adolescentes: Su relación con la sen-sibilidad a la ansiedad y otras emociones negativas.Psiquis, 23, 217-225.

Valiente, R. M., Sandín, B., y Chorot, P. (2003). Miedos enla infancia y la adolescencia. Madrid: UNED.

Valiente, R. M., Sandín, B., Chorot, P., y Santed, M. A.(2004). Cuestionario español de miedos para niñosFSSC-E. Ponencia. VII European Conference on Psy-chological Assessment. Benalmádena Costa (Málaga),1-4 de abril.

Valiente, R. M., Sandín, B., Olmedo, M., Chorot, P., y San-ted, M. A. (2008a). Spanish version of the Disgust Scale-Revised. Poster. XXIX International Congress of Psy-chology. Berlin (Alemania), 20-25 de julio.

Valiente, R. M., Sandín, B., Olmedo, M., Chorot, P., San-ted, M.A., y Magaz, A. (2008b). Confirmatory factoranalisys of the Disgust Scale-Revised. Poster. 38thEABCT Annual Congress. Helsinki (Finlandia), 10-13de septiembre.

Valiente, R.M., Sandín, B., Chorot, P., y Tabar, A. (2003).Diferencias según la edad en la prevalencia e intensidadde los miedos durante la infancia y la adolescencia: Da-tos basados en el FSSC-R. Psicothema, 15, 414-419.

van Overveld, M. (2008). Disgust in specific phobias: A dirtroad to anxiety disorders. Maastrich: UPM.

© Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2008, Vol. 13 (3), 137-158

18756_Psicopatologia_13_3:18756_sfk 6/2/09 15:11 P gina 157

Page 22: SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN CON LOS MIEDOS Y …aepcp.net › arc › (1) 2008(3).Sandin et al. (2008.RPPC... · 2011-05-16 · SENSIBILIDAD AL ASCO: CONCEPTO Y RELACIÓN

158 Bonifacio Sandín, Paloma Chorot, Miguel A. Santed, Rosa M. Valiente y Margarita Olmedo

van Overveld, M., de Jong, P. J., & Peters, M. L. (2006).Differential UCS expectancy bias in spider fearful in-dividuals: Evidence toward an association between spi-ders and disgust-relevant outcomes. Journal of Behav-ior Therapy and Experimental Psychiatry, 37, 60-72.

van Overveld, M., de Jong, P. J., Peters, M. L., Cavanagh,K., & Davey, G. C. L. (2006). Disgust propensity anddisgust sensitivity: separate constructs that are differ-entially related to specific fears. Personality and Indi-vidual Differences, 41, 1241–1252.

van Overveld, M., de Jong, P. J., Peters, M. L., van Hout, W.J. P. J., & Bouman, T. K. (2008). An internet-based studyof the relation between disgust sensitivity and emeto-phobia. Journal of Anxiety Disorders, 22, 524-531.

Vega, M. E., de Juan, A., García, A. López, J. M., López,C., López, A., Rivera, F., y Ramos, J. (2004). Aspectospsicológicos de la toxicidad de la quimioterapia. Psi-cooncología, 1, 137-150

Vernon, L. L., & Berenbaum, H. (2002). Disgust and fearin response to spiders. Cognition and Emotion, 16, 809-830.

Ware, J. W., Jain, K., Burgess, I., & Davey, G. C. L. (1994).Disease-avoidance model: Factor analysis of common an-imal fears. Behaviour Research and Therapy, 32, 57-63.

Webb, K., & Davey, G. C. L. (1992). Disgust sensitivity andfear of animals: Effect of exposure to violent or revul-sive material. Anxiety, Stress and Coping, 5, 329-335.

Woody, S. R., & Teachman, B. A. (2000). Intersection ofdisgust and fear: Normative and pathological views.Clinical Psychology: Science and Practice, 7, 291-311.

Woody, S. R., & Tolin, D. F. (2002). The relationship be-tween disgust sensitivity and avoidant behavior: Stud-ies of clinical and nonclinical samples. Journal of Anx-iety Disorders, 16, 543–559.

Woody, S. R., McLean, C., & Klassen, T. (2005). Disgustas a motivator of avoidance ofspiders. Journal of Anx-iety Disorders, 19, 461−475.

Zubeidat, I., Sierra, J. C., y Fernández-Parra, A. (2007).Subtipos de ansiedad social en población adulta e in-fantojuvenil: Distinción cuantitativa versus cualitati-va. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 12,147-162.

Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2008, Vol. 13 (3), 137-158 © Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología

18756_Psicopatologia_13_3:18756_sfk 6/2/09 15:11 P gina 158