Seneca, Lucio Anneo - Medea (Ed. Bilingüe v. García Yebra)

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7/13/2019 Seneca, Lucio Anneo - Medea (Ed. Bilingüe v. García Yebra) http://slidepdf.com/reader/full/seneca-lucio-anneo-medea-ed-bilinguee-v-garcia-yebra 1/149 LUCIO ANNEO SENECA M E D E A EDICION BILINGÜE TRADUCCIÓN EN VERSO POR VALENTIN GARCIA YEBRA & TORIAL GREDOS MADRID

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LUCIO ANNEO SENECA - MEDEAEDICION BILINGÜE, TRADUCCIÓN EN VERSO POR VALENTIN GARCIA YEBRALa presente edición de la Medea de Séneca no tiene carácter' crítico, ni siquiera pretensiones eruditas. Hace veinticuatro años, cuando mi edad no había alcanzado aún esa cifra, caí en la ingenuidad de traducir en verso esta tragedia, pensando que no faltarían editores que quisieran publicar mi trabajo. Cuando, más tarde, conocí el oficio editorial desde dentro, comprendí las causas de mi desengaño. Y hasta me avergoncé un poco de mi simpleza.Desde aquel verano de 1940 ha pasado algo más de la mitad de mi vida. He traducido desde entonces muchas cosas, algunas con bastante éxito. Pero en ninguna he puesto más entusiasmo que en ésta, que, a pesar del tiempo transcurrido, a mí me sigue gustando; y eso que, desde hace mucho, soy contrario a las traducciones en verso. Esta mía tiene, indudablemente, defectos que yo mismo he censurado en las de otros, y, si tuviera que hacerla de nuevo, no la haría en versos de medida fija, sino en prosa rítmica o en versículos sueltos. Pero creo que tiene también algunas virtudes, que acaso compensan, al menos en parte, sus imperfecciones. Por eso me decido a publicarla ahora, anticipándome, por aquello de que quien da primero da dos veces, a los muchos homenajes que el año próximo (1965) se van a tributar a Séneca para conmemorar el XIX centenario de su muerte.Espero, amigo lector, que estas confidencias te ayuden a ver con simpatía los posibles aciertos y a excusar con generosidad las deficiencias de este trabajo... [la Selección bibliográfica, está muy incompleta y anticuada].V. García Yebra

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  • LUCIO ANNEO SENECA

    M E D E AEDICION BILINGE

    T R A D U C C I N E N V E R S O

    POR

    VALENTIN GARCIA YEBRA

    &TORIAL GREDOS

    MADRID

  • o VALENTIN GARCIA YEBRA, 1982.

    EDITORIAL GREDOS, S. A.

    Snchez Pacheco, 81, Madrid. Espaa.

    P r im e r a e d ic i n , noviembre de 1964. S eg u n d a e d ic i n , mayo de 1982.

    Depsito Legal: M. 14000 -1982.

    IS B N 84-249-0330-7.

    Impreso en Espaa. Printed in Spain.Grficas Cndor, S. A., Snchez Pacheco, 81, Madrid, 1982. 5500.

    ArmauirumqueArmauirumque

  • Lucio Anneo Sneca, filsofo y poeta

  • NOTA PRELIMINAR

    La presente edicin de la Medea de Sneca no tiene carcter' crtico, ni siquiera pretensiones eruditas. Hace veinticuatro aos, cuando mi edad no haba alcanzado an esa cifra, ca en la ingenuidad de traducir en verso esta tragedia, pensando que no faltaran editores que quisieran publicar mi trabajo. Cuando, ms tarde, conoc el oficio editorial desde dentro, comprend las cau- sas de mi desengao. Y hasta me avergonc un poco de mi sinv pieza.

    Desde aquel verano de 1940 ha pasado algo ms de la mitad de mi vida. He traducido desde entonces muchas cosas, algunas con bastante xito. Pero en ninguna he puesto ms entusiasmo que en sta, que, a pesar del tiempo transcurrido, a m me sigue gustando; y eso que, desde hace mucho, soy contrario a las traducciones en verso, Esta ma tiene, indudablemente, defectos que yo mismo he censurado en las de otros, y, si tuviera que hacerla de nuevo, no la hara en versos de medida fija, sino en prosa rtmica o en versculos sueltos. Pero creo que tiene tambin algunas virtudes, que acaso compensan, al menos en parte, sus imperfecciones. Por eso me decido a publicarla ahora, antici- pndome, por aquello de que quien da primero da dos veces,

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  • a los muchos homenajes que el ao prximo se van a tributar a Sneca para conmemorar el X IX centenario de su muerte.

    Espero, amigo lector, que estas confidencias te ayuden a ver con simpata los posibles aciertos y a excusar con generosidad las deficiencias de este trabajo.

    Madrid, noviembre de 1964.

    NOTA PARA LA SEGUNDA EDICION

    Esta es la primera traduccin que hice con intencin de publicarla. Es tambin, en cierto modo, mi predilecta. Por eso, agotada su primera edicin hace ya ms de un ao, no quiero que siga ausente del mundo de la lectura. Sale de nuevo a l con ligeros retoques en algunos versos y con una breve adicin a la nota 44. He rectificado tambin la transcripcin de un par de nombres propios. Dejo intactos el Prlogo y la Seleccin bibliogrfica, sta muy incompleta y anticuada.

    Como advierto en las primeras lneas de la Not preliminar, mi edicin bilinge de la Medea no tiene carcter crtico ni pretensiones eruditas. Cuando traduje esta obra, no me interesaba tanto la crtica ni la erudicin como reproducir en versos castellanos la fuerza expresiva de los versos de Sneca *. Si mi pasin de padre no me engaa, sigo creyendo que no fracas del todo. Hago, pues, esta segunda edicin. Y espero que no sea la ltima.

    Madrid, mayo de 1982.

    1 Quien busque ante todo la erudicin en una traduccin de la Medea, puede ver la incluida en : Sneca, Tragedias, Introd., trad, y notas de Jess Luque Moreno, vol. I, B. C. G., Madrid, Gredos, 1979 .

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  • P R O L O G O

    I

    BREVE NOTICIA BIOGRAFICA DE SENECA

    No se conoce con exactitud la fecha en que naci Lucio Anneo Sneca, situada generalmente entre los aos 8 y 4 a. de C. El lugar en que vino al mundo fue Crdoba, que ya por entonces era un foco de vida intelectual floreciente. Su familia perteneca a la clase de los caballeros. Su padre admiraba las costumbres de los antiguos romanos, pero amaba las letras e incluso las cultivaba personalmente. Escribi una Historia romana a partir de las guerras civiles, que no ha llegado hasta nosotros. Le interesaba principalmente la elocuencia, y haba odo a la mayora de los oradores y maestros de retrica notables en su tiempo. Lleg a componer para sus hijos una recopilacin en que reproduca, segn sus recuerdos personales, fragmentos de las mejores piezas oratorias odas a sus contemporneos. Esta obra, conservada, ha hecho que su autor sea conocido como Sneca el Retrico.

    La madre de Lucio Anneo se llamaba Helvia. Fue mujer de gran dignidad moral y llena de ternura para los suyos. Tuvo,

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  • adems de nuestro autor, otros dos hijos : uno mayor que l, Novato, y otro menor llamado Mela, que fue el padre del poeta Lucano. Sin ser extraordinariamente culta, supo infundirles a todos el amor al estudio.

    Siendo todava muy joven, Lucio Anneo fue llevado a Roma por una hermana de su madre, cuyo marido lleg a ser prefecto de Egipto. Esta mujer enrgica y sacrificada se consagr por completo a su sobrino, cuidando su dbil salud y abrindole, con sus relaciones, las puertas de la sociedad romana.

    Sneca se sinti muy pronto atrado por la filosofa. Un tal Sextio acababa de fundar en Roma una escuela de tendencias estoicas, que alcanz durante la juventud de Sneca toda la intensidad de su efmero brillo. Sneca sigui con entusiasmo sus enseanzas. Pero, aunque sus preferencias eran para el estoi- cismo, no se limit a esta doctrina ; escuchaba gustoso todas las que tuvieran alguna grandeza moral : al pitagrico Socin, igual que al cnico Demetrio. Con todo el apasionamiento de su juventud y de su temperamento btico, observaba las normas dictadas por estos filsofos hasta en sus detalles ms rigurosos. Tal austeridad inquiet a su padre, que, poco inclinado por naturaleza a la filosofa, tema sus consecuencias para la salud de su hijo, y tambin para su porvenir poltico, pues los filsofos eran mal vistos por Tiberio. Los ruegos paternos movieron al joven Sneca a alejarse de los estudios filosficos, dedicndose entonces con igual ardor al cultivo de la elocuencia.

    Esta decisin estuvo a punto de serle fatal. Sus comienzos fueron demasiado brillantes. Obtuvo la cuestura y pronto fue considerado como uno de los primeros oradores de su tiempo. Tales xitos suscitaron la envidia de Caligula, que tena pretensiones literarias y, sobre todo, oratorias. La mala salud de Sneca le salv la vida. Parece que Caligula, despus de orle defender elocuentemente una causa en el Senado, le habra condenado a muerte si no le hubieran asegurado que su rival se hallaba en el

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  • ltimo estadio de la tisis ; no vala la pena matarlo. Sneca juzg prudente abandonar la elocuencia pblica. Por lo dems, la fra- gilidad de su salud no le habra permitido aquella profesin du- rante mucho tiempo.

    Comienza entonces la segunda y definitiva etapa filosfica de Sneca. Andaba ya por los cuarenta aos, y decidi presentarse como maestro. Haba compuesto varias obras, cuando, el ao 41, cay sobre l la tremenda desgracia que trastorn por com- pleto su existencia. Tena abiertas de par en par las puertas ms distinguidas de la sociedad romana: Crispo Pasieno, marido de Agripina, era uno de sus mejores amigos, y mantena tambin estrecha amistad con las hermanas de Caligula. Celosa de estas relaciones, la impdica Mesalina le acus de adulterio con una de ellas, Julia Livila, haciendo que Claudio desterrase a los supuestos amantes. Sneca fue confinado en la isla de Crcega, entonces salvaje y semidesierta.

    Nuestro filsofo soport al principio su destierro con fortaleza; mas, a pesar de las doctrinas fundamentalmente estoicas que profesaba, su sensibilidad permaneca viva, y no tard en acusar los sntomas del desaliento. Para reaccionar contra l, se aplic ms intensamente a la filosofa, dedicndose especialmente a la lectura y meditacin de las mximas del estoicismo relativas al dominio del dolor. Parece que en el destierro cultiv tambin la poesa. Aunque los crticos no estn acordes sobre este punto, es posible que compusiera en Crcega algunas de sus tragedias; la insistencia con que en la Medea se refiere a lo temible que es la clera de los que mandan pudiera ser expresin de lo que el poeta haba experimentado en su propia vida. All escribi ciertamente el tratado Ad Helviam matrem de consolatione, dirigido tanto a s mismo como a su madre.

    Pero la desesperacin acab triunfando, como puede verse en aquellos versos patticos en que el poeta se contempla cual nuevo Prometeo, encadenado a una roca, sin que faltara el buitre de-

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  • vorador de sus entraas : un tal Mximo, individuo brutal y soez, que se complaca en atormentar a Sneca con sus burlas e insultos. La desesperacin indujo a Sneca a dedicar a Polibio, liberto de Claudio, una obra 1 en que, so pretexto de consolarle por la muerte de su hermano, llega a la adulacin, no slo frente a Polibio, sino tambin hacia Claudio, ordenador de su destierro ; claudicacin, por lo dems, intil, pues no logr ablandar al emperador.

    La cada y muerte de Mesalina y el casamiento de Claudio con Agripina cambiaron la fortuna de Sneca. En la primavera del 49 fue llamado del destierro, en el que haba pasado ocho interminables aos, aproximadamente la octava parte de su vida. Disgustado, y no sin motivo, de la vida poltica, se esforz ante todo en frenar su ambicin. Pero las tentaciones fueron ms fuertes que su voluntad. Agripina le ofreca la pretura y el precep- torado de su hijo Nern, que entonces tena 11 aos. Nunca faltan pretextos para justificar lo que se desea : no era una empresa noble guiar hacia el bien a un muchacho que, por los manejos de su madre, pareca llamado a muy altos destinos?

    La carrera poltica de Sneca ha sido expuesta por Tcito y por Din Casio. El ao 54 muere Claudio, envenenado por Agripina, y Sneca colabora entonces activamente con sta para facilitar el acceso de Nern al imperio, en detrimento de Britnico. En la Apocoloquintosis, poema burlesco contra el emperador difunto, parece haber liberado el odio, cuidadosamente disimulado durante largos aos, contra su omnipotente enemigo. Poco ms tarde, al cumplir Nern los 18 aos, compone un tratado sobre la clemencia, para ayudar al imperial muchacho a vencer la inclinacin a la ira y a la venganza, que ya se mostraba en l con fuerza inquietante. Por lo dems, su obra literaria se vio casi to

    1 Ad Polybium de consolatione.

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  • talmente paralizada durante este perodo por sus actividades polticas.

    La fuerza de Sneca se consolid rpidamente. Parece que lleg a obtener el consulado, y*. a lo largo de ocho aos, tantos como los de su destierro, goz en Roma, aliado con Burro, de un poder casi ilimitado. Durante los cinco primeros ejerci sobre Nern un influjo benfico; es el perodo llamado quinquennium Neronis. Sneca se propona reducir el funcionamiento del Estado a una colaboracin armnica entre el prncipe y el senado. Pero su vida cortesana estaba llena de peligros. Por un lado, la fiera que su imperial discpulo llevaba dentro poda en cualquier instante despedazar al que slo temporalmente la haba amansado. En efecto, Nern desarroll muy pronto su feroz instinto, llegando a asesinar a Agripina, que con sus entraas le haba dado la vida y con sus intrigas el imperio. De otra parte, sus enemigos polticos le atacaban cada vez ms abiertamente. No les faltaban pretextos. Sneca haba acumulado una fortura enorme. Viudo desde haca tiempo, y sin hijos, se haba vuelto a casar con la bella Pompeya Paulina, mucho ms joven que l e inmensamente rica. La envidia, como de costumbre, exageraba la realidad y recurra a la calumnia. A Sneca, que haba colaborado con Agripina para llevar a Nern al trono, se le acus de haber colaborado en cierto modo con Nern para llevar a Agripina a la tumba, redactando el mensaje imperial al Senado para justificar el matricidio \

    El peligro aviv en Sneca el gusto por la meditacin moral y despert su instinto de defensa. Emple su influjo en hacer condenar a sus enemigos, y Su talento en refutarlos. De vita beata, dirigido al retrico Galin, es aparentemente un tratado sobre la verdadera dicha ; en realidad, una apologa de su propia vida. Pero no tard en llegar el momento en que la teora sostenida

    1 Cfr. TX c An. X IV , 2.

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  • en De tranquillitate animi sobre la necesidad de cierta participa- cin en los asuntos pblicos le parecera inviable. Entonces, dirigindose al mismo Sereno ante quien haba defendido la conveniencia de cierta actividad poltica, le predicar el renunciamiento a los honores y la vida retirada.

    Estamos en el ao 62. La muerte de Burro, a principios de aquel ao, quebrant el poder poltico de Sneca, ya minado por la envidia y la calumnia. Arrecia la campaa denigratoria contra l 2. Sneca ofrece a Nern su fortuna y le pide venia para retirarse. El emperador rehsa ambas cosas. Pero las suntuossimas construcciones de Nern dan a su antiguo preceptor ocasin para devolverle indirectamente parte de lo recibido de l, y, poniendo como pretexto su delicada salud, Sneca abandona la vida poltica y se entrega por completo a la filosofa. Escribe entonces sus principales obras : De beneficiis, las Cartas a Lucilio, el tratado de fsica titulado Naturales Quaestiones. La muerte viene a interrumpir sus trabajos el ao 65. Acusado de participar en la conjuracin de Pisn, se le ordena el suicidio. Sneca se abri las venas. En sus ltimos momentos dict algunas pginas, revestidas por la situacin de trgica grandeza.

    II

    FILSOFO Y POETA

    A pesar de su agitada vida, Sneca fue uno de los escritores ms fecundos y polifacticos de la antigedad. En conjunto, es una de las figuras ms destacadas de su poca. El duro contraste entre el ideal y la realidad le hizo caer en errores y debilidades

    1 Cfr. TC., An. X V , 45-64.

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  • que agrietaron la coherencia de sus actos con sus doctrinas. Pero lo cierto es que, cuando vio el naufragio de su obra junto a Nern, supo renunciar espontnamente al poder y a la aparente grandeza. Y, en los momentos decisivos, fue verdaderamente grande y demostr la noble serenidad que aconsejaban sus preceptos.

    Sneca es conocido ante todo como filsofo, y especialmente como filsofo moral. Esta es, ciertamente, la faceta ms importante de su obra, por la cual ha ejercido en la posteridad un influjo profundo y duradero. La vida moralmente buena consiste para l en un absoluto rigor consigo mismo, en la fidelidad a los principios, en el amor al prjimo, manifestado en la compasin, en la dulzura, en el perdn de las ofensas y en las buenas obras. Predica la veneracin de un Dios personal, la inmortalidad del alma y la estimacin humana' de los esclavos. Por todo esto, se halla realmente cerca del cristianismo, al que, sin embargo, no lleg a pertenecer. Los escritores cristianos antiguos le llaman el venerable Sneca. San Jernimo no duda incluirlo en el nmero de los santos, y lo cita con frecuencia; su Epistola ad Iovinianum se basa en el tratado de Sneca De matri- mnio, hoy perdido. La correspondencia de Sneca con San Pablo (14 cartas), inventada por un cristiano probablemente en el siglo IV, parece haber sido conocida ya por San Jernimo y San Agustn. Estas cartas, en las que Sneca aparece como un cristiano que inicia a Nern en los secretos de la religin verdadera mediante la lectura de las epstolas de San Pablo, carecen de valor intrnseco, pero contribuyeron eficazmente a conservar los escritos autnticos de Sneca.

    Durante la Edad Media, Sneca fue considerado como un modelo. Es el Sneca morale de Dante, el escritor tico por excelencia. Su muerte lleg a ser interpretada como un episodio ms del martirologio cristiano. Su dramtico fin se narra en la Leggenda aurea de Iacopo da Varazze, en el Roman de la Rose y en el NovelUno.

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  • Al iniciarse el humanismo y difundirse cada vez ms el pensamiento antiguo gracias a los traductores, algunas obras de Sneca se leen ntegramente, con preferencia a los florilegios, tan en boga durante la Edad Media y , con mucha frecuencia, interpolados y falsificados. Gozaron de predileccin por este tiempo las Cartas a Lucilio y el tratadito De providentia, que se tradujo al francs y al toscano a principios del siglo X IV .

    Ecos especialmente numerosos y profundos despert Sneca en Espaa, donde siempre ha sido considerado como autor nacional: Hernn Lpez de Guzmn, el obispo Alonso de Cartagena, el rey Alfonso V, el condestable Pedro de Portugal, lo tradujeron e imitaron. Por otra parte, su nombre arraig muy pronto en la entraa del pueblo, que todava hoy lo usa como sinnimo de sabio. De todos nuestros escritores slo Quevedo, tan senequiano \ se acerca a Sneca en este aspecto.

    En el Renacimiento, al prevalecer en el arte la esttica sobre la tica, el poeta trgico llega a hacer sombra en Sneca al filsofo moral. Desde fines del siglo X V se repiten sin cesar las ediciones de sus tragedias. La prncipe se public en Ferrara el ao 1481. Adems de ella, se publicaron otras siete en el siglo X V , veintitrs en el X V I y treinta y cuatro en el X V II. Suman setenta y dos las consignadas en la que public la Sociedad Bipontina en 1785.

    La primera traduccin conocida de una tragedia de Sneca, si prescindimos de la metfrasis francesa del Agamemnon, hecha por Ch. Toustain, Pars, 1556, fue la del Thyestes al italiano, publicada en las Tragedie tradotte da M. L. Dolce, Venezia, 1560. Poco despus las tradujo todas a la misma lengua Jacinto Nani, de Siena. En 1566 public J. Sandley una metfrasis inglesa del

    1 Quevedo fue uno de los ms entusiastas admiradores de Sneca, que, a su juicio, es el ms feliz ingenio y la pluma de mejor sabor que se reconoce por todos en aquellas tinieblas de la gentilidad.

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  • Agamemnon. Conr. Fuchsinne las public todas en alemn, Frankfurt, 1620. El ao 1633 apareci en Madrid la versin es- paola de las T royanos, por don Jos. Ant. Gonzlez de Salas, con un apndice sobre la Nueva idea de la Tragedia y una Ejer- citacin escolstica sobre el Teatro. Martn Opitz tradujo en verso al alemn esta misma tragedia, que apareci incluida en sus Obras poticas, en Amsterdam, el ao 1646. Dos aos ms tarde, en 1648, apareci en Londres la versin inglesa de la Medea, por Ed. Sherburne. En 1660 vieron la luz en Pars las Senecae Tragoediae con traduccin francesa de Mich, de Marolles. Algunas escenas del Hercules furens y del Thyestes fueron elegantsima- mente traducidas al alemn por Lessing e incluidas en su excelente disertacin obre los trgicos latinos, publicada en la Lessings Theatralische Bibliothek, ed. por C. F. Voss, Berlin, 1754. Finalmente, para no ser prolijo, citar los dos vols, de la Tragische Bhne der Rmer, publicados por Onoldi en 1777 y 1778; el primero contiene la trad, alemana de Hercules furens, Medea y Troades; el segundo, la de Hippolytus, Oedipus y Thyestes.

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    LAS N U EV E TRAGEDIAS ATRIBUIDAS A SNECA

    Las nueve tragedias atribuidas a Sneca llevan los siguientes ttulos: Hercules furens, Troades (Hecuba en el Pseudoprobo), Phoenissae (Thebais en la recension A), Medea, Herctdes Oetaeus, Phaedra (Hippolytus en la rec. A), Oedipus, Agamemnon Thyestes. En el fundamental cdice Laurentianus X X X V II, 13o Etrusco, que las trae en este orden, su autor Anneus Seneca lleva dos prenombres: Marcus Lucius.

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  • Se ha discutido mucho la atribucin de todas o algunas de estas tragedias a Sneca el filsofo. Algunos opinaron que su autor era el hijo que Lucio Anneo tuvo de su primera mujer, llamado Marco Sneca, como su abuelo paterno, y mencionado por el filsofo en el cap. X V I de la Consolacin a Helvia. Pero consta por el mismo pasaje que este Marco muri siendo an muy nio, poco antes del destierro de su padre. Otros consideraron dudoso si las tragedias perteneceran al hijo, a uno de los hermanos o al sobrino de Lucio Anneo, el poeta M. Anneo Lucano. N o falt quien afirmase que haban sido escritas por otro Lucio Anneo Sneca distinto del filsofo, que habra florecido en tiempos de Trajano. Fue Sidonio Apolinar (Carm. IX, vv. 232 ss.) el primero en distinguir entre Sneca el filsofo y Sneca el trgico, y esta opinin tuvo abundantes seguidores hasta el siglo pasado, en que excelentes diccionarios latinos, como el de W. Georges, la consideraban como la ms fundada, citando en consecuencia los pasajes de las tragedias como de Sneca el poeta. Pero ya N icols Antonio, en el lib. I, cap. IX, de su Bibliotheca Hispana Vetus, afirma resueltamente la identidad de ambos Snecas. Los crticos actuales, basndose en las alusiones de los antiguos, en la evidente afinidad de pensamiento y estilo entre las tragedias y los escritos filosficos de Sneca y en otros argumentos, piensan que el filsofo y el poeta son la misma persona y le atribuyen casi unnimemente, con algunas dudas para el Hercules Oetaeus, la paternidad de las nueve tragedias.

    Estas y la titulada Octavia, muchas veces editada tambin bajo el nombre de Sneca, pero ya de antiguo segregada por los mejores crticos, son las nicas que han sobrevivido de toda la produccin trgica romana, slo representada, fuera de las diez mencionadas, por algunos fragmentos, a pesar de su abundante y varia floracin en el mejor perodo y de su ininterrumpida vitalidad incluso despus de l; Desde este punto de vista, las tragedias de Sneca son un documento valiossimo e insustituible.

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  • La materia del teatro de Sneca procede de la tradicin legendaria griega. De ella seleccion el poeta los temas que pudieran darle pie para estudiar a fondo la pasin humana. Sneca no es mero traductor o adaptador, ni siquiera un fiel imitador de los griegos. La rigidez o abstracin terica, casi matemtica, de hechos y personas, que se presentan como universales en la tragedia griega, se colorea y encarna, surgiendo predominantemente lo individual, lo personal... En finura y profundidad de observacin psicolgica supera enormemente el teatro de Sneca a la tragedia griega, aunque siga el filsofo cordobs la evolucin ya iniciada por Eurpides \ Eurpides fue, efectivamente, el iniciador de la tendencia humanizadora del teatro griego, pero Sneca hizo aVanzar este proceso de humanizacin hasta los lmites de la dramaturgia moderna.

    Las tragedias de Sneca son dramas de pasin intensa, a veces verdaderamente volcnica, muy de acuerdo con la poca en que fueron escritas. La violencia de la situacin dramtica se mitiga generalmente con los interludios corales, que, sin romper la conexin de la accin dramtica, se relajan en descripciones de carcter lrico.

    Se ha discutido desde antiguo si las tragedias de Sneca llegaron a representarse, e incluso si fueron escritas con este fin. Aunque no pueden descartarse absolutamente estas hiptesis, parece ms probable la opinin negativa. Y esto por razones externas y, sobre todo, internas. Sera bastante extrao que, habindose representado pblicamente, no se conservase acerca de ello ningn testimonio contemporneo, Por otra parte, la estructura misma de las tragedias las hace poco aptas para la representacin : el dilogo ocupa en ellas la menor, parte, siendo los mo

    1 J. F. Y e l a U t r i l l a , Sneca. Labor, 1947, p. 242.

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  • nlogos extraordinariamente abundantes y extensos. Si consideramos la Medea desde este punto de vista, vemos que, de los 1.027 versos de que consta, 258 corresponden a las cuatro intervenciones largas del coro; de los 769 restantes, 293 constituyen monlogos puros, en que el personaje habla sin interlocutor, y 282, parlamentos monologados, de los cuales algunos tienen ms de 40 versos (uno llega a los 84). Tenemos, pues, 833 versos monologados frerrte a slo 194 de autntico dilogo. Y a veces nos parece como si el dilogo no tuviera ms objeto que abrir el crter por donde la protagonista arroja, en largos soliloquios, la lava de su pasin arrolladora. En el acto IV, que es donde esta pasin culmina y se prepara el terrible desenlace, hay ausencia total de dilogo: consta de dos largos monlogos, uno de la Nodriza y otro de Medea, seguidos de la cuarta intervencin del coro.

    Se trata, pues, de obras ms aptas para la lectura que para la representacin escnica. Como obras de lectura, alcanzaron en la antigedad xito notable. Quintiliano, cuyo juicio les fue desfavorable, advierte que en su tiempo Sneca era casi el nico autor ledo por la juventud. Las tragedias de Sneca ejercieron influjo evidente en el poeta Lucano, sobrino del autor; en el epigramista Marcial y en Estacio. El mismo influjo se observa en el gran poeta cristiano Prudencio.

    En el Renacimiento, los crticos y fillogos les fueron generalmente adversos. Pero no faltaron voces en su defensa, algunas tn destacadas como la de Julio Csar Escalgero, que no dud en considerar su fuerza y elegancia superiores a las de los griegos. En los siglos X V I y X V II se suaviz la crtica, hallando las tragedias favorable acogida en los grandes dramaturgos de la poca: Shakespeare, Corneille, Racine. Los crticos de los siglos X V III y X I X reactivaron la oposicin, tachndolas de excesivamente filosficas y contraras a las leyes de la tragedia. En el siglo X X se ha observado alguna reaccin favorable, aunque no

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  • con la intensidad que poda esperarse de una poca que tanto estima la poesa de Gngora, tan afn, en muchos aspectos, a la de su gran paisano.

    IV

    LA M EDEA

    Estas reacciones favorables se dirigen principalmente a la Medea, considerada por gran mayora de los crticos, antiguos y modernos, como la mejor de las tragedias de Sneca. El motivo de la Medea es la terrible sed de venganza de una mujer abandonada por su marido. Sneca tuvo, sin duda, presente la obra de Eurpides sobre el mismo tem a; pero en la concepcin dramtica, en la economa de la accin, en el trazado de los Caracteres, en la actitud y en los movimientos del coro, hay notables diferencias frente al griego, debidas, no slo a la originalidad de nuestro poeta, sino tambin a influjo de otros modelos ; el poema de Apolonio de Rodas sobre la expedicin de los Argonautas, la Medea de Ovidio (perdida) y la Hervida X II del mismo autor. Una particularidad chocante de la tragedia de Sneca consiste en que la protagonista mata a sus hijos coram populo, ante los ojos de los espectadores, contra el principio formulado por Horacio en su Arte potica.

    A n t e c e d e n t e s l eg e n d a r io s

    Para comprender la Medea de Sneca es preciso conocer los antecedentes que la motivan. En la pequea ciudad de Yolcos, en Tesalia, reinaba Pelias, que haba desposedo del trono a su medio hermano Esn. Este haba tenido un hijo, llamado Jasn, que, igual que otros hroes de la leyenda griega, fue educado en la montaa, desde nio,. por el centauro Quirn. Llegado

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  • Jasn a edad y fuerzas convenientes, se present en Ja corte de Pelias a reclamar el trono de su padre. Pelias no rehus de plano las pretensiones de su sobrino, sino que le impuso, como condicin para acceder a ellas, una prueba en la que, a su juicio, el joven hroe sucumbira: Jasn tendra que conquistar y traer a Yolcos el clebre vellocino de oro, que era la piel del carnero sagrado que Jpiter haba enviado a Frixo y a su hermana Hele, perseguidos a muerte por su padre Afamante, para que, montados en l, huyeran por los aires 1.

    Acept Jasn la propuesta de Pelias, y convoc por heraldos a los hroes de Grecia que quisieran asocirsele para tan arriesgada empresa. Acudieron entre cincuenta y cincuenta y cinco (los catlogos no concuerdan en el nmero) d e . los ms esforzados.

    La primera dificultad consista en trasladarse a Clquid, situada en la regin oriental del Mar Negro. N o se poda pensar en un viaje por tierra, y la navegacin apenas exista entonces, pues los ms audaces marinos se limitaban la de cabotaje, por no atreverse a perder de vista la tierra protectora. Jasn pidi ayuda a Argos, hijo de Frixo, y Argos, dirigido por Palas Atenea, construy una nave de potencia extraordinaria para aquel tiempo, dispuesta para cincuenta remeros. Con intencin de honrar a su constructor, y simbolizando la calidad de la nave, se le dio el nombre de Argo, es decir, Rpida. Fue construida con madera del Pelio (el monte donde Jasn haba crecido y

    1 Durante el vuelo, la muchacha cay al mar y se ahog, dando su nombre al Helesponto. Pero Frixo lleg felizmente a Clquida y se refugi en la corte de Eetes, padre de Medea. Sacrific el carnero en honor de Jpiter, y regal a Eetes la piel con su velln de oro, asegurndole que el reino que lo poseyera sera dichoso e invencible. Eetes colg votivamente el preciado despojo en el bosque sagrado de A res y lo hizo custodiar por un dragn insomne y siempre alerta.

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  • se haba educado), excepto la pieza de proa, proporcionada por Palas, y tallada por ella misma de una encina sagrada de Do- dona. Esta pieza tena el don de la palabra y poda profetizar.

    Argo fue botada en medio de gran concurso de gente, y los hroes se hicieron al mar, despus de ofrecer un sacrificio a Apolo, con presagios favorables, interpretados por el adivino Idmn, uno de los expedicionarios.

    Hicieron su primera escala en la isla de Lemnos, poblada entonces slo por mujeres, que haban dado muerte a todos los hombres de la isla. Los Argonautas fueron bien recibidos por ellas y les dieron hijos. Navegaron luego hacia la isla de Samo- tracia, donde, por consejo de Orfo, que formaba parte de la expedicin, se hicieron iniciar en los misterios. Desde all, penetrando por el Helesponto, llegaron a la isla de Ccico ; por un error lamentable, dieron muerte a muchos de sus habitantes, incluso al rey, que los haba recibido como amigos. En la etapa siguiente alcanzaron la costa de Misia, situada ms al este. Fueron acogidos con presentes. Aqu se produjo el incidente a que alude el coro del acto III, vv. 647-651 : mientras los hroes preparaban la comida, Hrcules, que haba roto su remo de remar tan fuerte, se fue a un bosque vecino, en busca de un rbol para hacer otro. Mientras tanto, Hilas, un muchacho amado por l y que le acompaaba en la expedicin, fue enviado por agua dulce para la comida. Al borde de una fuente, hall a las Ninfas danzando. Prendadas ellas de la hermosura del muchacho, lo raptaron, y lo ahogaron en la fuente para darle enseguida la inmortalidad. Polifemo, otro de los Argonautas, que haba bajado tambin a tierra, oy el grito de Hilas al caer al agua, y corri a socorrerle. Por el camino se encontr con Hrcules, y ambos buscaron al muchacho en vano durante el resto del da y toda la noche siguiente. Mientras erraban por el bosque, los Argonautas, sin esperarlos, partieron antes del alba, e hicieron sin ellos el resto de la expedicin.

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  • Arribaron al pas de los bbrices, cuyo rey fue vencido por Plux, y, en una lucha posterior entre Argonautas y bbrices, fueron stos completamente derrotados y puestos en fuga. Al da siguiente, los Argonautas fueron sorprendidos en el mar por una tempestad que les oblig a efugiarse en la costa de Tracia, orilla europea del Helesponto. Era el pas de Fineo, gran adivino ciego, hijo de Posidn. All sucedi el clebre episodio de las Harpas, en que se distinguieron los hermanos Calais y Zetes (cfr. Indice de nombres geogrficos y mitolgicos). Fineo, agradecido por haber sido liberado de la maldicin que le oprima, revel a los Argonautas la parte del futuro que les era lcito conocer. Les puso en guardia contra las Rocas Azules (Cianeas) o Islas Entrechocantes (Simplgadas), aconsejndoles que, antes de intentar pasar entre ellas, enviaran un palomo explorador. Lo que sucediese al palomo les sucedera a ellos. El palomo pas si ms dao que un ligero aplastamiento de las plumas ms largas de su cola. Lo mismo hicieron los Argonautas, sin ms averia que unos roces sin importancia en la popa de Argo. Desde entonces las temibles rocas permanecieron inmviles.

    Navegando por el Mar Negro, llegan al pas de los marian- dinos, cuyo rey, Lico, los recibi amistosamente. All enferm y muri el piloto Tifis, siendo sucedido en su puesto por Anceo. Pasan luego la desembocadura del Termodonte, en cuyas orillas habitaban las Amazonas. Finalmente llegan a Clquida, 'en la desembocadura del Fasis, meta de la expedicin.

    Desembarcan los expedicionarios, y Jasn expone al rey Eetes la misin que le haba encomendado Pelias. Eetes no se neg a entregarle el vellocino de oro, pero le puso como condicin que unciera, sin ayuda de nadie, dos toros salvajes, de pies de bronce. Aquellos toros, jams sometidos al yugo, echaban fuego por narices y boca. Si Jasn lograba uncirlos, debera labrar con ellos cierto campo y sembrar all los dientes de un dragn.

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  • Se preguntaba el hroe cmo podra llevar a cabo tales empresas, cuando Medea, hija de Eetes, ciegamente enamorada de fasn desde el momento en que le viera, acudi en su ayuda. Hzole prometer que la tomara por esposa si ella le proporcionaba medios para superar las pruebas, y le dio un ungento mgico para untar su cuerpo y su escudo, con lo cual sera invulnerable al fuego durante todo un da. Al mismo tiempo le revel que de los dientes del dragn naceran guerreros, que trataran de matarle. Pero este peligro desaparecera con slo tirar de lejos una piedra en medio de ellos : acusndose unos a otros de haberla tirado, se mataran todos entre s.

    Con tales ayudas, no le fue difcil a Jasn cumplir las condiciones que le haba puesto Eetes. Pero ste, lejos de cumplir su palabra, quiso quemar la nave: y matar a los Argonautas. Antes de que pudiera hacerlo, Jasn, nuevamente ayudado por Medea, que con sus artes mgicas logr dormir al dragn que guardaba el vellocino de oro, se apoder de ste y se hizo al mar. Medea se fug con l, llevndose a su pequeo hermano Apsirto. Lnzase el rey a perseguirlos. Pero Medea descuartiza a su hermano y esparce por el mar sus restos, a fin de que su padre, detenindose a recogerlos y enterrarlos, diera a los fugitivos tiempo de alejarse. Eetes recogi y sepult los trozos de su hijo, y, comprendiendo que no podra dar alcance a la nave Argo, regres a Clquida, enviando en pefsecucin de Jasn y Medea varios grupos de coicos, con la amenaza de que, si regresaban sin ellos, los matara a todos.

    Los Argonautas navegan hacia el Danubio y, remontando su corriente, llegan al Adritico (en la poca en que se elabor la leyenda, el Danubio o Istro era considerado como una arteria fluvial que comunicaba los mares Negro y Adritico). Jpiter, irritado por el monstruoso crimen cometido con Apsirto, enva una tempestad que aleja a los Argonautas de su ruta. Argo revela a sus tripulantes la clera divina, que no cesara hasta que

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  • fuesen purificados por Circe. Remontan entonces el Eridano (P) y el Rdano, a travs del pas de los Jgures y de los celtas. De all regresan al Mediterrneo, bordean Cerdea y llegan a la isla donde moraba la gran hechicera. Circe, que era, como Eetes, hija del Sol, y por consiguiente, ta de Medea, purific a Jasn y a su sobrina, y mantuvo con sta una larga entrevista, pero se neg a hospedar a Jasn en su palacio.

    Argo emprendi de nuevo el viaje, y, guiada por Tetis mis- ma, que cumpla rdenes de Juno, cruz el Mar de las Sirenas. Al pasar junto a la isla habitada por stas, Orfeo cant tan divinamente que los Argonautas no sintieron el menor deseo de acercarse a la costa fatal. Despus de sortear el peligroso estrecho de Escila y de Caribdis, llegaron a la isla de Corcira (Corf), pas de los clebres feacios, sobre los que reinaba Alcnoo. All encontraron grupos de coicos perseguidores. Piden stos a Alcnoo que les sea entregada Medea. El rey consulta con su mujer Arete, y les contesta que Medea ser devuelta a su padre si todava es virg.en. Arete comunica secretamente este designio a los fugitivos amantes, y Jasn se apresura a cumplir la condicin que librar a Medea de ser entregada a los coicos. Estos, no osando volver sin ella a su patria, se establecieron en el reino de Alcnoo.

    Los Argonautas continuaron el viaje. Una tempestad los arroj a las costas de Libia, donde murieron dos expedicionarios, Canto y Mopso. De all siguieron hacia Creta, donde Medea, con sus hechizos, los libr del gigantesco y cruel autmata Talo, construido por Vulcano y al que Minos haba confiado la defensa de la isla. En el mar de Creta los sorprendi una extraa oscuridad, que les hizo correr gravsimos peligros. Jasn or a Febo Apolo, quien, disparando una flecha luminosa, les mostr un islote de las Espradas, donde pudieron echar el ancla ; lo llamaron Anaphe, es decir (Isla de la) Revelacin, y construyeron all un santuario a Apolo Resplandeciente. Luego, tras una escala en

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  • Egina, bordeando Eubea, llegaron por fin a Yolcos. El periplo haba durado cuatro meses.

    En Yolcos, Medea quiso vengarse de Pelias, que haba tratado de hacer perecer a Jasn envindole a conquistar el vellocino de oro. La venganza fue monstruosa. Hizo creer a las hijas del rey que, con las artes mgicas que ella les enseara, remozaran a su padre, ya achacoso por la edad. Para ello tendran que descuartizarlo y echarlo a cocer en el agua hirviente de una caldera. A fin de convencerlas mejor, les demostr su afirmacin haciendo ella el experimento con un carnero viejo, que sali de la caldera convertido en cordero retozn. Las hijas de Pelias siguieron las instrucciones de Medea; pero la macabra operacin fracas terriblemente.

    Jasn y Medea, perseguidos por Acasto, hijo y sucesor de Pelias, se refugiaron en Corinto. All vivieron tranquilos durante diez aos, hasta el da en que a Creonte, rey de la ciudad, le apeteci casar con Jasn a su hija Cresa. Las horribles consecuencias de esta boda constituyen el tema de la tragedia.

    E s t r u c t u r a d e la M e d e a

    La Medea consta de cinco actos, de los cuales el primero y el quinto son los ms breves, con 115 y 149 versos respectivamente. El segundo tiene 264 ; el tercero, 290, y el cuarto, 209. En total, 1.027 versos.

    Los actos primero y segundo son ms bien dos cuadros de un mismo acto, que se suceden sin interrupcin. Debemos suponer que la escena representa una plaza, a la que da la puerta principal del palacio de Creonte. A un lado de la escena se encuentra Medea, atrada all por la inminente realizacin de la nueva boda de su marido. La acompaa su Nodriza, que durante el primer acto permanece muda y un tanto retirada de su seora, Al otro lado se hallan los componentes del coro.

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  • El acto primero carece absolutamente de movimiento escnico. Se abre con un largo monlogo en que Medea invoca a los dioses del cielo y del infierno para que castiguen a Creonte y a Cresa, y ms duramente an al perjuro Jasn; al mismo tiempo se exhorta a s misma a superar sus crmenes pasados en la venganza que va a tomar de sus ofensores. A continuacin, un coro de jvenes corintios canta el himeneo en honor de Jasn y de Cresa.

    El acto segundo comienza con un nuevo soliloquio de Medea, preado de tremendas, amenazas. Interviene la Nodriza para aconsejar a la protagonista moderacin y prudencia. Pero los consejos de la vieja no hacen sino excitar ms la clera de Medea y su anhelo de venganza. El dilogo entre ambas mujeres se interrumpe al aparecer Creonte, y se entabla otro entre el rey y la protagonista. Creonte urge la ejecucin inmediata de su orden de destierro. Medea consigue al fin el plazo de un da. Se cierra el acto con una nueva intervencin del coro, slo aparentemente desligada del tema de la tragedia, en que se censura la audacia de los primeros navegantes de altura, es decir, de los Argonautas, que, como digno premio de su impa hazaa, trajeron consigo a Medea.

    El acto tercero se desarrolla ante la casa de la protagonista. La Nodriza trata de retener a esta mujer enloquecida por los celos. Pero Medea, en el paroxismo de la clera, amenaza con arrasarlo todo. Aparece Jasn lamentando su suerte, y trata de excusarse ante Medea por su involuntario abandono. Pero ella cubre a Jasn de insultos, le recuerda sus grandes beneficios, le suplica que la acompae al destierro, que le permita al menos llevarse a sus hijos. Al negarse Jasn a todo, con un sbito cambio de actitud, finge aceptar la decisin de su ex marido, mientras que, en realidad, perfecciona monstruosamente sus planes de venganza. Es el momento de mxima tensin de la tragedia. Interviene de nuevo el coro, que pondera la violencia del odio

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  • que arde en el pecho de la mujer repudiada. Temiendo que Medea vaya a ser instrumento de los dioses para imponer a Jasn el castigo que ya han sufrido o van a sufrir los dems Argonautas, pide clemencia para su nuevo prncipe.

    Los actos cuarto y quinto constituyen el lento y fatal desenlace de la tragedia. Comienza el cuarto con un largo monlogo de la Nodriza, que describe los terribles preparativos de Medea. Seguidamente la protagonista, tras invocar a los manes y a Ios- dioses propicios a sus artes mgicas, ejecuta los ritos de la hechicera y, por medio de sus hijos, enva a la recin casada regalos mortferos. El coro interviene ahora casi directamente en la accin, expresando su temor ante la furia de Medea y su. deseo de ver pronto a la ciudad libre de tan temible amenaza.

    Al comenzar el acto quinto, cuya accin se desarrolla tambin ante la casa de Medea, se ha consumado ya en parte la venganza. En rpido dilogo con el coro, un mensajero describe el voraz incendio del palacio de Creonte y la muerte del rey y de su hija envueltos en las llamas. La Nodriza aconseja a Medea una rpida huida; pero Medea, exaltada por lo ya conseguido, se dispone a coronar su venganza con la muerte de sus propios

    \ hijos. ' Mata a uno de ellos, y sube con su cadver y acompaada ^ ' por el otro a la terraza de su casa. Llega entonces Jasn con

    gente armada, dispuesto a castigar a M edea; pero ella mata al otro hijo ante los ojos del padre, arroja desde la terraza los cadveres de ambos, y huye por el aire en un carro tirado por dos dragones alados.

    LO S CARACTERES

    Sneca, que como filsofo cultiv principalmente la filosofa moral, estaba bien preparado para ahondar en el estudio psicolgico de sus personajes. Los caracteres de stos no son piezas monolticas, ni siquiera, en el caso extremo de Medea, que, por

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  • su temperamento y por las circunstancias de la tragedia, poda dejarse arrastrar a una clera permanente e inexorable. Si, como era de esperar, domina en ella el odio irreprimible, no faltan rasgos mitigadores, que humanizan un tanto esta figura tremen-- da. El torrente arrollador conoce a veces la quietud del remanso, y el voraz incendio remite cuando el viento se sosiega ; tambin el furor de Medea deja paso a otros sentimientos. As, en el solilo- quio que inicia el acto segundo, el ansia de venganza contra Jasn cede a una mezcla de compasin y de amor, que induce a la mujer postergada a desear que su infiel marido, al que declara inocente, conserve, con la vida, el buen recuerdo de su antigua esposa y cuide de los hijos que ella le ha dado. Es cierto que inmediatamente se reaviva la llama del odio, dirigido ahora contra Creonte, a quien Medea considera nico culpable de la ruina de su matrimonio. Pero, tambin en el dilogo que a continuacin mantiene con el tirano, el odio explosivo cambia de signo, y, aunque persiste reconcentrado en el fondo de su alma, queda recubierto por un manto de serenidad y cordura, que permite a Medea dar atinados consejos y mostrarse incluso suplicante, hasta ablandar el corazn de Creonte. En la primera escena del acto tercero vuelve a estallar la erupcin volcnica del odio, que alcanza aqu su mxima intensidad. Pero en el dilogo con Jasn, de la escena segunda, el odio remite de nuevo, para dejar paso a la queja dolorida, no exenta de amarga irona ; a la splica amorosa, al orgullo de casta, al amor materno, al fingimiento astuto. Todos estos sentimientos matizan esta alma femenina tremendamente violenta, que, si en la tragedia aparece dominada por el ardiente anhelo de venganza, en otras circunstancias se habra entregado, se haba entregado ya, al amor con igual violencia. En el acto cuarto, su figura aparece deshuma- nizada por la situacin, revestida del siniestro fulgor de los ritos mgicos; pero, todava en los ltimos versos que preceden al coro, el odio tiene un quiebro de dolor y ternura :

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  • vid, hijos.; id, retoos de una madre sin ventura. ..

    Y, en el acto quinto, | qu lucha tan atroz desgarra su corazn en algunos momentos!

    Mi alma se horroriza! Yertos estn mis miembros!

    H e de verter yo misma la sangre de mis hijos, fruto de mis entraas?...

    Perezcan! No son mos!...Que perezcan? Son mos! Y de nada culpables!...

    Corazn, por qu tiemblas? Por qu corren mis lgrimas?y, alternando, me arrastran el amor y la ira?

    Y sigue una espantosa escena, en que, perdido totalmente el juicio y hostigada por alucinantes visiones, la madre hunde al fin la espada en la garganta de uno de sus hijos, y prorrumpe en gritos de jbilo desgarrado, de arrepentimiento, de vergenza, de lamentacin y nuevamente de gozo dolorido, hasta que la presencia de Jasn vuelve a levantar la llamarada del odio y mueve la lengua de Medea a terribles sarcasmos y su mano a la consumacin feroz de la venganza. Las ltimas palabras de Medea, al emprender su fuga con apariencia de triunfo, fueron sin duda cortadas por un ronco y prolongado sollozo.

    Las dems figuras de la tragedia son, al lado de Medea, como pequeos arbustos junto a una encina poderosa. Pero esto no impide que sus caracteres resulten hondamente humanos.

    Jasn, el hroe que haba mandado la expedicin de los Argonautas, a quien el coro de corintios del primer acto ensalza como ms hermoso que Baco y que Apolo y que los dos gerne-

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  • los Castor y Plux, se nos presenta en un conmovedor desamparo, lamentndose de su suerte:

    /Cuntas veces los dioses remediaron mis malescon mayores desdichas!...

    Batido por los vientos contrarios del temor a la muerte y del remordimiento por su perjurio, quiere tranquilizar su concien' cia asegurndose a s mismo que slo por amor a sus hijos ha consentido en abandonar a Medea. Y va en su busca, despus de haber coronado el abandono con las nuevas nupcias, para intentar calmarla con sus ruegos. Pretende incluso convencerla de que le debe a l la vida, y le aconseja que lo antes posible se marche al destierro. ] Qu lejos este buen Jasn del hroe que aos atrs fuera jefe de jefes, con permanente riesgo de su vida I Aunque muy humana, | qu pobre resulta su figura al lado de Medea, volcnica para el amor lo mismo que para el odio ! El, como amante, nunca haba representado un papel muy airoso. El incidente de la corte de Alcnoo, donde slo para evitar la extradicin de Medea consum su unin con ella, re- vela un temperamento casi glacial. Y tampoco frente a Cresa mantiene una actitud muy gallarda: no la ha tomado por es- posa enamorado de ella, sino por amor a sus propios hijos. Teodoro Haecker, comparando las figuras de Dido y Eneas en su relacin amorosa, nos hace ver la mezquindad del hroe frente a la mujer apasionada: Si, al lado de una casa que arde por los cuatro costados, presenta uno su lmpara, asegurando que tambin ella arde y que nunca se apagar que es, poco ms o menos, lo que hace Eneas-, estticamente es un fracasado *. Medea, sin la gracia femenina de Dido, es, en el amor, tan honda como ella, o acaso ms honda que ella. Pero el pobre

    1 T h . H a e c k e r , Virgilio Padre de Occidente; trad. esp. de V . G .a Y eb rh, Madrid, 1945, p. 73.

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  • Jasn, al lado de Eneas, resulta... eso: un pobre hombre frente a un hroe. Si Eneas no llega a abrasarse en la hoguera amorosa que moral y fsicamente consumi a Dido, es porque, con un supremo esfuerzo de voluntad y siguiendo imperativos ms altos que los del amor, logra apagar con lgrimas y sangre la llama que tambin ha prendido en su pecho. Pero en Jasn no hay fuego que apagar? hay, a lo sumo, un calorcillo agradable, que recibe, a conveniente distancia, de las llamas que abrasan a Medea. Y qu torpeza la suya cuando, sin duda bien intencionado, hace a su abandonada esposa aquel ofrecimiento, que es una nueva ofensa :

    Si hay alguna cosaen casa de mi suegro que pudieraaliviarte el exilio,pdeme este consuelo !

    Tampoco como vengador de su nueva familia nos mueve a admiracin su actitud. Pero el sbito y doloroso cambio de la amenaza a la splica, que le es impuesto por la espantosa situacin con que se enfrenta, excita ciertamente nuestra compasin. Lo cual, segn Aristteles, es uno de los fines de la tragedia.

    Creonte es un rey fantoche, pagado de s mismo y de sus privilegios. N o le preocupa la justicia:

    ; Obedece el mandato del rey, justo o no justo/,

    le grita a Medea; pero quiere pasar por ecunime y generoso, y afirma no ser l de los que el cetro empuan con mano intemperante,

    ni de aquellos que apiadan con soberbia a los hombres cados.

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  • Es arrogante y dbil al mismo tiempo. Profiere contra Me- dea las ms graves amenazas, pero acaba cediendo a su astucia y aplazando su destierro por un da, que ella aprovechar para perderle.

    Su hija Cresa es un personaje invisible, que ofrece a nes- tra imaginacin muchas posibilidades. Su nombre (transforma- cin de Creontia, es decir, cda de Creonte, con el mismo cambio fontico que se produce en participios femeninos de la voz activa de los verbos griegos) y el silencio de la tragedia con relacin a posibles hermanos suyos nos hacen suponerla hija nica. Y podemos figurrnosla como una muchacha dulce y sumisa, que al unirse a Jasn acata rdenes de su padre (ste afirma en el v. 255 haber elegido l a su yerno), o bien como una joven mimada y voluntariosa, acostumbrada a imponer sus caprichos, uno de los cuales sera romper sin escrpulos el matrimonio de Jasn y Medea para tener por marido al hroe que haba capitaneado la expedicin ms sonada de la poca.

    La Nodriza es uno de los caracteres ms completos de esta tragedia. Fiel a su hija de leche y seora hasta la muerte, la ha seguido desde Clquida como la sombra al cuerpo, y est dispuesta a seguirla al destierro que le impone Creonte. La experiencia de sus muchos aos y la autoridad de los servicios prestados le permiten aconsejar a Medea, incluso con reproches :

    Frena tu lengua. Deja ya, demente, de amenazar. ..

    pero siempre con cario:.Hija, deten el mpetu furioso, pues ni quieta y callada ests segura!

    No es ms benigna, pero s ms cauta que Medea :

    El que sufre con nimo paciente

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  • y en silencio los ms fieros agravios,triunfa por fin: la iraque se oculta, consigue la venganza.

    Es la confidente absoluta de la protagonista ; una confidente singular, que, guardando fielmente sus secretos frente a todos los personajes de la tragedia, nos los descubre a nosotros, haciendo de narradora al comienzo del acto tercero y especialmente en el largo monlogo con que inicia el cuarto.

    Hay en esta tragedia dos personajes extraos, que se nos muestran repetidamente (fin de la escena 2.a del acto IV y escenas 2.a y 3.a del V) y desempean un papel importante, sin pronunciar una sola palabra. N i siquiera se nos dicen sus nombres. Son los hijos de Jasn y Medea, instrumento y vctimas de la venganza de su madre. A mi juicio, este silencio es un grave fallo psicolgico de la obra. Qu posibilidades de sentimiento ofrecan al autor estos dos seres inocentes e indefensos ! ] Qu fcil le hubiera sido, con slo unas palabras de ellos, estremecer de compasin a los espectadores o lectores de la tragedia! Pero los nios no tenan antiguamente, ni en la literatura ni en la vida, tanta importancia como ahora.

    Finalmente, nos falta considerar el coro, que, aunque mltiple y complejo, acta tambin como un personaje. En funcin propiamente coral, son cuatro sus intervenciones. Con cada una se cierran los actos primero, segundo, tercero y cuarto; al comienzo del quinto, el coro dialoga brevemente con el mensajero, para pedir detalles del incendio en que han perecido Creonte y su hija. A mi entender, no debemos imaginarnos el coro de esta tragedia como un conjunto invariable. En el acto primero, el que canta el himeneo en honor de Jasn y de Cresa puede ser un grupo de jvenes corintios de ambos sexos (no exclusivamente

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  • de mujeres, como indican algunas ediciones), que invocan a los dioses y entonan, probablemente en forma amebea, las alabanzas de los nuevos esposos; podran sealarse con probabilidad de acierto las partes cantadas por todo el coro y las reservadas a vo- ces masculinas o femeninas. Los conceptos plenamente conservadores del coro del acto segundo dicen mejor en boca de hombres maduros que de muchachos. (No podemos estudiar aqu el contenido de los cinco ltimos versos de este coro, interpretados por algunos como profeca del descubrimiento de Amrica \ Como muchos mitos y cuentos antiguos, estos versos expresan sin duda una experiencia perdida en el subconsciente de la humanidad y una esperanza oscuramente motivada por aquella experiencia). El coro del acto tercero podra estar compuesto de seguidores de Jasn, que habran quedado a cierta distancia mientras l dialoga con Medea. Lo mismo que el del acto cuarto* se muestra totalmente partidario de Jasn y condna la violencia de la protagonista.

    Contra lo que muchos han pretendido, los coros de esta tragedia no expresan las opiniones ni los sentimientos del autor, sino los que ste atribuye a los sbditos de Creonte.

    El carcter de la poblacin de Corinto, tal como se refleja en los coros que la representan en esta tragedia, es el de buenos y pacficos ciudadanos, amantes de la tradicin y adictos a su rey, que censuran como impo lo que tienda a alterar la situacin y las normas establecidas.

    1 Cfr. P. H . D am st, Seneca fatidicus, en Mnemosyne, 1918, p. 134.

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  • VSELECCIN BIBLIOGRFICA

    (Prescindo en esta breve seleccin bibliogrfica de los estu- dios sobre Sneca en general o sobre su filosofa, limitndome a indicar algunos trabajos relativos a sus tragedias, que tal vez puedan ayudar a quien desee profundizar en el tema.)

    1. Ediciones principales: a) edicin prncipe, Ferrara, 1481 ; b) ed. de G ronov , Leyden, 1661 ; c) ed. de R . P e ip e r y G. R ic h t e r , Leipzig, 1867 (2.a ed. 1902) ; d) ed. de Fr. L e o , Berln, 1878- 79; e) ed. de L. H erm a n n , Pars, 1924-26; al Prlogo de Hermann debe mucho la primera parte del mo, titulada Breve noticia biogrfica de Sneca.

    2. Estudios sobre el teatro de S.: A. PAIS, II teatro di Lucio Anneo Seneca, Turin, 1890; O. R ib b e c k , Geschichte der rmischen Dichtung. III. Estocolmo, 1892; O. R o s s b a c h , en Pa u l y - WissowA, Real-Encycl., I, col. 2244 ss. ; U . M o ricca , Le trage- die di S., en Riv. di fol. cl., 1918ss. y 41 Iss. ; 1920ss. ; 1921, 161ss. ; C. M a r c h e s i, Seneca, Mesina, 1920 (2.a ed. ibid. 1934); E. C e s r e o , Le tragedie di S., Palermo, 1932.

    3. Estudios sobre tragedias aisladas: C . M a r c h e si sobre el Tiestes (1908); I. H il l e b r a n d sobre el Agamenn (1859V K. L ie d l o f f sobre las Troyanos y Agamenn (1902); W. raun

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  • (1870), A. P a is (1888), A. Ba lsa m o (1902) y A. C ima (1904) sobre las Troyanas; O. E d e r t (1909) y A. M o r p u r g o (1929) sobre el Hrcules Eteo; L. CASTIGLION sobre la tragedia de H rcules en Eurpides y en Sneca (1926); A. C ima (1904) y U. M o- ricca (1917) sobre las Fenicias; C . W . S w a n (1857) y V. C r i- v e lla r i (1889) sobre Fedra; P. R ajna (1872), A. C ima (1904), H e r . L. C l e a s b y (1907) y Th. V e n t e (1909) sobre Medea.

    4. Sobre la mtrica y los coros: M. H o c h e , Die Metra des Tragikers S., H alle , 1862; Fr. L e o , en la edicin citada, I, pp. 135-146, y Die Composition der Chorlieder Senecas, en Rhein. Mus., L II, 1897, 509ss; G. Pr z y c h o c k i, Die metrische und lyrische Kunst in den Tragdien Senecas (cfr. Bull, de I Ac. Polon. des sciences et des lettres, diciem bre de 1932, p. 198).

    5. Sobre relaciones de las tragedias de S. con los modelos griegos y latinos: R. S c h r e in e r , Seneca als Tragdiendichter in seinen Beziehungen Zu den gr. Originalen, Munich, 1909; Fr. S t r a u s s , De ratione inter Senecam et antiquas fabulas romanas intercedente, Rostock, 1887.

    Villalba de Guadarrama, agosto de 1964

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  • D A

  • A C T O P R I M E R OESCENA PRIMERA

    MEDEA

    Oh dioses conyugales!Oh Lucina \ que guardasel tlamo nupcial! Y t, m aestra2de Tifis, que, siguiendo tus leccionesal pilotar su nave,logr domar las iras del Ocano!Y t, cruel tirano3 de los mares profundos!Oh Sol, que das al orbe la claridad del da!Oh Hcate triforme, que presidescon resplandor propiciolos nocturnos misterios silenciosos!

    A C T U S P R I M U S

    MEDEA

    Dii coniugales, tuque genialis tori,Lucina, custos, quaeque domitorem fretiTiphyn novam frenare docuisti ratem,et tu, profundi saeve dominator maris,darumque, Titan, dividens orbi diem, 5tacitisque praebens conscium sacris iubar,Hecate triformis, quosque iuravit mihi

    39

  • Oh dioses invocados al hacerme Jasn sus juramentos!Y vosotros, oh dioses que yo puedo llamar con ms razn en mi socorro:Caos sombro de la noche eterna,Reinos opuestas al celeste imperio 4,Manes despiadados,Seor del reino triste 5,Reina en hora mejor que yo raptada 6, escuchad todos mis aceptos lgubres!Venid, venid, h diosasvengadoras del crimen! 7Venid con la espantosa cabelleraformada de serpientes,trayendo en vuestras manos sangrentadasla negra tea, igual que, en otro tiempo,vinisteis pavorosas a mis bodas!Dad a la nueva esposa8muerte, y al suegro *, y a l a real estirpe!

    Pero es mayor el dao que deseo pedir para mi esposo 10 :

    deos Iason, quosque Medeae magisfas est precari : noctis aeternae Chaos,aversa Superis regna, Manesque impios, 10Dominumque regni tristis, et Dominam fidemeliore raptam, voce non fausta precor.

    Adeste, adeste, sceleris ultrices Deae, crinem solutis squallidae serpentibus, atram cruentis manibus amplexae facem. 15Adeste, thalamis horridae quondam meis quales stetistis. Coniugi letum novae, letumque socero et regiae stirpi date.Mihi peius aliquid quod precer sponso malum :

    40

  • Vwa, mas ande errante por ciudades ignotas, mendigando, desterrado, medroso, aborrecido, sin un hogar estable.Aore en m a su esposa.Al buscar hospedaje en casa ajena, sea ya conocido.Pido para l, de todas las desgracias, sta, que es la mayor: sean sus hijos semejantes al padre y a la madre!

    He parido, he parido la venganza!Soy madre! 11 Pierdo el tiempo hablando y lamentndome.Es que no he de atacar al enemigo?Arrancar las teas de sus manos y el fuego de los cielos!

    No ve lo que sucede el Sol, de quien procede nuestra estirpe? 12 Pues cmo puede verlo y, en su carro sentado,

    Vivat ; per urbes erret ignotas, egens, 20exsul, pavens, invisus, incerti laris;me coniugem optet; limen alienum expetat,iam notus hospes. Quoque non aliud queampeius precari: liberos similes patri,similesque matri. Parta, iam, parta ultio est ! 25Peperi ! Querelas verbaque incassum sero.Non ibo in hostes? Manibus excutiam faces coeloque lucem ! Spectat hoc nostri sator,Sol, generis? Et spectatur, et curru insidens,

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  • recorrer el sendero de costumbre por un cielo sin nubes?Cmo no vuelve a Oriente desandando el camino de este da?

    Permite, padre Sol, que por los aires en el paterno carro sea llevada.Entrgame las riendas;deja en mis manos las ardientes brifasde los corceles gneos,y Corinto, abrasada por las llamas,dejar libre el paso a los dos marescuyas aguas detiene!

    Esto tan slo falta: que yo misma con la tea nupcial alumbre el tlamo, y, despus de las preces rituales, sobre el altar inmole las vctimas votadas!

    Si vives, oh valor, busca el camino para vengarte en las entraas mismas!

    per solita puri spatia decurrit poli? 30Non redit in ortus et rmetitur diem?

    Da, da per auras curribus patriis vehi.Committe habenas, genitor, et flagrantibus ignifera loris tribue moderari iuga.Gemino Corinthos litori opponens moras, 35cremata flammis maria committet duo.Hoc restat unum : pronubam thalamo .feram ut ipsa pinum, postque sacrificas preces caedam dicatas victimas altaribus.Per viscera ipsa quaere supplicio viam, 40si vivis, anime ; si quid antiqui tibi

    42

  • Si algo te queda del vigor antiguo, desecha los temores mujeriles.Imita a los inhspitos habitantes del Cucaso.Contemple el Istmo ahoralos crmenes que vieron Ponto y Fasis!

    M i mente est tramando un crimen fiero, ignoto, pavoroso, que har temblar al cielo y a la tierra.Las heridas, la muerte,el esparcir los miembros del cadver 13,sern recuerdos nimios y livianos.Esos fueron mis hechos de doncella.Surja el furor ahora ms ardiente.Ahora que soy madre,quieren mis manos crmenes mayores!

    Corazn, monta en clera!Vstete de furor para esta ruina!Cuntese mi repudio como ejemplo

    remanet vigoris, pelle femineos metus, et inhospitalem Caucasum mente indue.Quodcumque vidit Phasis aut Pontus nefas,videbit Isthmos. Effera, ignota, horrida, 45tremenda coelo pariter ac terris malamens intus agitat. Vulnera et caedem et vagumfunus per artus: levia memoravi nimis.Haec virgo feci. Gravior exsurgat dolor.Maiora iam me scelera post partus decent. 50Accingere ira, teque in exitium para furore toto: paria narrentur tua

    43

  • no inferior a mis bodas!

    Mas cmo dejo a este hombre?Igual que lo he seguido.

    Date prisa. La casa cuyas puertasse abrieron por el crimen,por el crimen conviene abandonarla!

    ESCENA SEGUNDA

    C oroVenid, dioses celestes; venid, dioses marinos,

    para asistir propicios a las bodas reales, mientras asiente el pueblo, segn mandan los ritos.

    Vaya delante un toro de blanqusima espalda que a los dioses tonantes ha de ser inmolado, y arrogante camine con la cerviz erguida.

    Una vaca de cuerpo blanco como la nieve, que nunca sufri el yugo, nos aplaque a Lucina.

    repudia thalamis. Quo virum linquis modo?Hoc quo secuta es. Rumpe iam segnes moras :quae scelere parta est, scelere linquenda est domus. 55

    C h o r u s

    Ad regum thalamos numine prospero, qui coelum superi quique regunt fretum, adsint cum populis rite faventibus.Primus sceptriferis colla tonantibustaurus celsa ferat tergore candido. 60Lucinam nivei femina corporis, intentata iugo, placet. Et asperi

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  • Y la que ata las manos del sanguinario Marte, la. que concede pactos a los hombres en armas y guarda la abundancia en su prspero cuerno '4, reglese apacible con una tierna victima.

    Y t, que te presentas en las bodas legales 15 disipando la noche con tu diestra propicia, acrcate con paso trmulo por el vino, coronando tus sienes con guirnaldas de rosas.

    Lucero que denuncias la maana y la noche, y siempre sales tarde para los que se aman, las madres y las nueras con ansiedad desean que tus lcidos rayos les enves cuanto antes.

    Son con mucho inferiores 16 a la novia en belleza las vrgenes cecropias 17,

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    75

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    Martis sanguineas quae cohibet manus, quae dat belligeris foedera gentibus et cornu retinet divite copiam, donetur tenera mitior hostia.

    Et tu qui facibus legitimis ades, noctem discutiens auspice dextera, huc incede, gradu marcidus ebrio, praecingens roseo tempora vinculo.

    Et tu quae, gemini praevia temporis, tarde, stella, redis semper amantibus: te matres avidae, te cupiunt nurus, quamprimum radios spargere lucidos.

    Vincit virgineus decor longe Cecropias nurus,

  • y aquellas que ejercita del Taigeto en las cumbres, cual si fueran mancebos, la ciudad no m urada18, y las que lava el agua de la fuente Aonia, o del sagrado Alfeo.

    Si compite en belleza con el esonio je fe 19, se dar por vencido el hijo del Tonante, el que los tigres unce 20 ; y tambin el hermano ce la spera doncella, el que anima los trpodes21 y, con su hermano Cstor, Plux, nclito pgil.

    et quas Taygeti iugis xercet iuvenum modo muris quod caret oppidum; et quas Aonius latex

    Alpheosque sacer lavat.Si forma velit aspici, cedent Aesonio duci proles fulminis improbi, aptat qui iuga tigribus; nec non qui tripodas movet frater virginis asperae; cedet, Castore cum suo, Pollux, caestibus aptior.

  • Venza, oh dioses, la novia a todas las esposas, y supere el esposo a todos los varones.

    Cuando ella se presenta cercada de doncellas, el fulgor de su rostro las oscurece a todas; as, cuando el sol nace, las estrellas se apagan, y se ocultan los densos rebaos de las Plyades cuando brilla la luna con esplendor ho suyo, religando su mole con los cuernos en crculo.As el color d nieve se convierte, en rosado si se baa de prpura. As, con la alborada, cubiertos de roco, contemplan los pastores la gloria de la aurora, qu se enciende en los cielos.

    Esposo liberado del repugnante tlamo de la que al nacer eran las riberas del Fasis 22 ;

    Sic, sic, Coelicolae, precor, vincat femina coniuges, vir longe superet viros.

    Haec cum femineo constitit in choro,

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    unius facies praenitet omnibus. Sic cum sole perit sidereus decor, et densi latitant Pleiadum greges,

    95

    cum Phoebe solidum lumine non suoorbem, circuitis comibus, alligat. Ostro sic niveus puniceo colorperfusus rubuit, sic nitidum iubar pastor luce nova roscidus aspicit.

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    Ereptus thalamis Phasidos horridis,

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  • t, que abrazfir solas a tu feroz esposa sin quererlo tus manos, ahora, ya dichoso, estrecha entre los brazos a la virgen eolia23.Ahora tienes suegros que te quieren por yerno 2i.

    Mozos, hoy se permite: jugad a decir burlas; mancebos, ni un momento cesis en vuestras chanzas, pues rara es la licencia justa contra los amos.

    Hijo noble y hermoso del tirsgero Lieo 2, ya de encender es hora las astillas de pino.Haz con tus dedos lacios saltar fuego solemne.Que el dicaz fescenino cante bromas alegres 2e.Dse la turba al juego. Las calladas tinieblasvelen a la doncella que sale, fugitiva,para darse a los brazos de un marido extranjero 27.

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    effrenae solitus pectora coniugisinvita trepidus prendere dextera,felix Aeoliam corripe virginem,nunc primum soceris, sponse, volentibus.Concesso, iuvenes, ludite iurgio ;hinc illinc, iuvenes, mittite carmina :rara est in dominos iusta licentia.

    Candida thyrsigeri proles generosa Lyaei, multifidam iam tempus erat succendere pinum : excute solemnem digitis marcentibus ignem. Festa dicax fundat convicia Fescenninus.Solvat turba iocos. Tacitis eat' illa tenebris, si qua peregrino nubit fugitiva marito.

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  • A C T O S E G U N D OESCENA PRIMERA

    M e d e a . L a N odriza M. Perdida estoy! H a herido

    mis odos el canto de himeneo 2S.Apenas si, aun oyndolo yo misma, puedo creer en tan enormes males.

    Tal pudo hacer Jasn? Abandonarme en lugares extraos, habindome privado de mi padre, de mi patria y mi reino?Es que, orgulloso, mi poder desprecia quien vio rendidos a mis maleficios las llamas y los mares?O piensa que he agotado ya mis crmenes?

    A C T U S S E C U N D U S

    M e d e a , N u t r ix

    M . Occidimus! Aures pepulit Hymenaeus meas.Vix ipsa tantum, vix adhuc credo malum.Haec facere Iason potuit? erepto patre, patria atque regno, sedibus solam exteris deserere? Durus merita contempsit mea, 120qui scelere flammas viderat vinci et mare?Adeone credit omne consumptum nefas?

    49

  • Incierta, ardiendo en ira, busco en mi mente loca la ms feroZ manera de venganza.Si l tuviera un hermano!... Pero tiene una esposa29. Penetre en sus entraas el hierro! Mas no basta para vengar mi ofensa este castigo.Si mis manos ignoran algn crimen que hayan ejecutado las ciudades brbaras o pelasgas30, pnganlo aqu por obra.

    Mis maldades me animen! Vengan todas juntas a mi memoria: la gloria ilustre arrebatada al reino 31 ; el cuerpo de mi hermano32, que, nefanda, divid con la espada, mortal congoja que v.ifer a mi padre; el cadver sembrado por el ponto, y los miembros ancianos del rey Pelias cocidos en el bronce,

    Incerta, vecors, mente vesana feror partes in omnes; unde me ulcisci queam?Utinam esset illi frater! Est coniux. In hanc 125ferrum exigatur. Hoc meis satis est malis?Si quod Pelasgae, si quod urbes barbaraenovere facinus quod tuae ignorant manus,nunc est parandum. Scelera te hortentur tua,et cuncta redeant; inclitum regni decus 130raptum, et nefandae virginis parvus comesdivisus ense, funus ingestum patri,sparsumque ponto corpus, et Peliae senis

    50

  • y la funesta sangreque tantas veces derram, malvada.

    A todos estos crmenes no me movi la ira. Pero, ahora, el amor infeliz pide venganza.

    Mas qu pudo Jasn, puesto al arbitrio de poderes extraos?Debi ofrecer el pecho al hierro amenazante!...

    Habla mejor, dolor enloquecido!Viva Jasn, si puedevolver a ser, como antes lo fue, mo.Mas, si esto no es posible..., tambin viva, y conserve el regalo que le hice, guardando mi memoria.

    La culpa es de Creonte, que, abusando del cetro, disolvi mi casamiento y ahora priva a mis hijos de su madre, quebrantando la fe que se ligaba

    decocta aheno membra. Funestum impiequam saepe fudi sanguinem! At nullum scelus 135irata feci. Saevit infelix amor ...

    Quid tamen Iason potuit, alieni arbitrii iurisque factus? Debuit ferro obvium offerre pectus ! . . . Melius, ah melius, dolor furiose, loquere. Si potest, vivat meus, 140ut fuit, Iason; sin minus, vivat tamen, memorque nostri, muneri parcat meo.Culpa est Creontis tota, qui, sceptro impotens,coniugia solvit, quique genitricem abstrahitnatis, et arcto pignore adstrictam fidem 145

    - 51

  • con tan estrechos vnculos 33,De este slo vengarmequiero, y darle el castigo merecido.

    Reducir a cenizas su morada, y Malta, donde doblan los navios en su largo rodeo, contemplar los negros remolinos que formar la hoguera.

    N. Calla, te ruego, y guardalas quejas en tu pecho dolorido.El que sufre con nimo paciente y en silencio los ms fieros agravios, triunfa por fin: la ira que se oculta consigue la venganza; los odios manifiestos la malogran.

    M. Es el dolor ligero,si puede por consejos gobernarse, y esconderse. N o suelen permanecer ocultos grandes males.Yo anhelo la venganza!

    dirimit. Petatur solus hic; poenas luat quas debet ! . . . Alto cinere cumulabo domum.Videbit atrum vorticem flammis agi Malea, longas navibus flectens moras.

    Sile, obsecro, questusque secreto abditos 150manda dolori. Gravia quisquis vulnera patiente et aequo mutus animo pertulit, referre potuit. Ira quae tegitur, nocet; professa perdunt odia vindictae locum.

    Levis est dolor qui capere consilium potest 155et clepere sese : magna non latitant mala.Libet ire contra.

    N.

    M.

    52

  • N . Hija, detn el mpetu furioso,pues ni quieta y callada ests segura.

    M. La fortuna respeta a los valientes y oprime a los cobardes,

    N. Tan slo aquel valor debe alabarseque en momento oportuno se demuestra.

    M. Acaso puede haber para el valiente momento inoportuno?

    N. La esperanza no allana los caminosal nimo turbado.

    M. El que ya nada esperatampoco puede ya desesperarse.

    N . Estn lejos los coicos,y has sido por tu esposo abandonada.De tan grandes recursos nada tienes.

    M. An tengo a Medea!Y aqu ves mar y tierra, y hierro, y fuego,y a los dioses, y el rayo!

    N. Teme del rey las iras.

    N. Siste furialem impetum,alumna : vix te tacita defendit quies.

    M. Fortuna fortes metuit, ignavos premit.N. Tunc est probanda, si locum virtus habet. 160M. Nunquam potest non esse virtuti locus.N. Spes nulla monstrat rebus afflictis viam.M. Qui nil potest sperare, desperet nihil.N. Abiere Colchi ; coniugis nulla est fides,

    nihilque superest opibus e tantis tibi. 165M. Medea superest; hic mare et terras vides,

    ferrumque, et ignes, et deos, et fulmina.N . Rex est timendus.

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  • M. Pues no era rey mi padre?N. N o te asustan las armas?M. Nt aunque brotar las viera de la tierra.N. Morirs!M. Lo deseo!N . Huye!

    M. Me pesa ya el haber huido!Es que va a huir Medea?

    N. Eres madre!M. Ya ves

    para quin he parido yo a mis hijos!N. Dudars en huir?M. Huir; mas, antes,

    he de tomar venganza.N. , Te seguir el verdugo.M. Tal vez yo lo detenga!

    M. Rex meus fuerat pater.N. Non metuis arma?M. Sint licet terra edita.N . Moriere.M. Cupio.N . Profuge !

    Paenituit fugae. 170Medea fugiam?

    N . Mater es.M. Cui sim vides !N . Profugere dubitas?M. Fugiam ; at ulciscar prius !N . Vindex sequetur.M. Forsan inveniam moras.

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  • Frena tu lengua. Deja ya, demente, de amenazar. Aplaca tus furores.Hay que adaptarse d tiempo.

    Puede privar la suerte de riquezas;pero de nimo, nunca!...

    Mas a impulso de quin rechina l gozne de las puertas reales?...

    Es el mismo Creonte, que se ufana de dominar a las pelasgas gentes.

    ESCENA SEGUNDA

    C r e o n t e . M e d e a

    Todava no aleja sus pasos de mi reino Medea, hija malvada de Eetes, el de Clquida? Algo trama. Notorios son sus fraudes y crmenes. A quin perdonan stos? A quin dejan seguro Haba ya dispuesto poner fin a esa peste horrenda con la espada. Pero triunf mi yerno

    Compesce verba ; parce iam demens minis, animosque minue : tempori aptari decet.

    Fortuna opes auferre, non animum, potest...Sed cuius ictu regius cardo strepit?,..Ipse est Pelasgo tumidus imperio Creon.

    C r eo , M ed ea Medea, Colchi noxium Aeetae genus,

    nondum meis exportat e regnis pedem?Molitur aliquid : nota fraus, nota est manus.Cui parcit illa? quemve securum sinit?Abolere propere pessimam ferro luem equidem parabam; precibus evicit gener.

  • con sus ruegos. La vida le ha sido concedida.Pero que deje libres de temor mis dominios, marchndose tranquila! Mas qu es esto? Furiosa, llameando amenazas, se acerca para hablarme! 34 Siervos, echadla fuera! Lejos! Que no me toque! Imponedle silencio! Que alguna vez aprenda, a obedecer al rey! Vete de aqu ahora mismo!Aparta de mis ojos, visin cruel y horrible!

    M. Qu crimen, qu pecado castigas desterrndome?C r . Pregunta la inocente la causa del destierro!M. Escchame, si juzgas; pero, si reinas, manda.C r . Obedece el mandato del rey, justo o no justo!M. Poco duran los reinos que apoya la injusticia!C r . Ve a quejarte a los coicos!M. Llveme quien me trajo!C r . Y a est dado el decreto. Tarde llegan tus quejas.

    Concessa vita est. Liberet fines metu, 185abeatque tuta... Fert gradum contra ferox, minaxque nostros propius affatus petit ! . . .Arcete, famuli, tactu et accessu procul !Iubete sileat! Regium imperium patialiquando d iscat!... Vade veloci via, 190monstrumque saevum, horribile, iamdudum avehe!

    M. Quod crimen, aut quae culpa mulctatur fuga?Cr. Quae causa pellat, innocens mulier rogat !M. Si iudicas, cognosce; si regnas, iube.Cr. Aequum atque iniquum regis imperium feras. 195M. Iniqua nunquam regna perpetuo manent.Cr. I, querere Colchis.M. Redeo. Qui advexit, fetat.Cr. Vox constituto sera decreto venit.

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  • Quien dict la sentencia sin or a una parte, aun siendo justo el fallo, cometi una injusticia.

    C r . Diste atroz muerte a Pelias despus de haberle odo ? Mas habla; haz la defensa de tu excelente causa!

    M. Cun arduo es el dominio de un corazn airado, y cun honroso creen seguir por el camino que una vez emprendieron los que empuan un cetro con sus manos soberbias, lo aprend en mi palacio. Pues, aunque estoy ahora sumida en la desgracia, desterrada, llorosa, sola y abandonada, y por doquier batida, goc de noble cuna, y del Sol esplendente procede mi linaje.

    Cuanto fecunda el Fasis de plcidos meandros y cuanto el Ponto esctico contempla a sus espaldas,

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    210

    do las aguas palustres endulzan las marinas; cuanto el clibe ejrcito, con adargas armado 35,

    M. Qui statuit aliquid, parte inaudita altera,aequum licet statuerit, haud aequus fuit.

    Cr. Auditus a te Pelia supplicium tulit?Sed fare. Causae detur egregiae locus!

    M. Difficile quam sit animum ab ira flectereiam concitatum, quamque regale hoc putet sceptris superbas quisquis admovit manus, qua cepit, ire, regia didici mea.Quamvis enim sim clade miseranda obruta, expulsa, supplex, sola, deserta, undique afflicta, quondam nobili fulsi patre, avoque clarum Sole deduxi genus. Quodcumque placidis flexibus Phasis rigat, Pontusque quidquid Scythicus a tergo videt, palustribus qua maria dulcescunt aquis; armata peltis quidquid exercet cohors

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  • que vive en las riberas del Termodonte, aterra... todo esto es el imperio que obedece a mi padre.

    Tal mi sangre. Dichosa, brill como una reina, y tuve pretendientes que son hoy pretendidos.

    Mas siempre la fortuna fue ligera y mudable, y, quitndome el reino, me conden al destierro.

    No confes en reinos; que el azar inconstante puede volcar los tronos. Lo que tienen los reyes de ms alto y sublime, que no destruye el tiempo, es aliviar miserias y recibir, benignos, a los desamparados36. Esto slo me queda de mi reino de Clquida: el haber, por m misma, conservado la vida de los hombres gloriosos, nclita flor de Grecia, potente baluarte de la nacin aquea y progenie de dioses37.Orfeo, a cuyo canto se estremecen las rocas y le siguen los bosques, me es deudor de la v id a38.

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    inclusa ripis vidua Thermodontiis, hoc omne noster genitor imperio regit. Generosa, felix, decore regali potens fulsit Petebant tunc meos thalamos proci qui nunc peduntur. Rapida Fortuna ac levis, praecepsque regno eripuit, exsilio dedit. Confide regnis, cum levis magnas opes huc ferat et illuc casus... Hoc reges habent magnificum et ingens, nulla quod rapiat dies; prodesse miseris, supplices fido lare protegere. Solum hoc Colchico regno extuli: decus illud ingens, Graeciae florem inclitum, praesidia Achivae gentis et prolem deum servasse memet. Munus est Orpheus meum, qui saxa cantu mulcet et silvas trahit ;

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  • Doble deuda conmigo tienen Castor y Plux.Y los hijos d Breas 39. Y Linceo, que otea remotas lejanas ms all de los mares.Y todos los de Minias. Callo al jefe de jefes 40, por el que nada pido. Este me lo reservo.Quedaos con los otros; yo quiero ste tan slo.

    Ven ahora, y recuenta la serie de mis crmenes.Lo confieso: Un delito imputrseme puede:Es el retorno de Argo. Si hubiera preferido el virginal recato y el amor a mi padre,Grecia entera habra sido con sus jefes vencida, y el primero tu yerno habra sucumbido a las voraces llamas de la boca del to ro41.

    Que trate la fortuna como quiera mi causa.N o siento haber salvado el honor de tantos reyes.Todo el lucro que obtuve por este mi delito

    geminumque munus Castor et Pollux meum est; 230satique Borea, quique trans Pontum quoque summota, Lynceus, lumine immisso videt, omnesque Minyae. Nam ducum taceo ducem, pro quo nihil debetur: hunc nulli imputo.Vobis revexi ceteros, unum mihi. 235

    Incesse nunc et cuncta flagitia ingere.Fatebor. Obici crimen hoc solum potest :Argo reversa. Virgini placeat pudor,paterque placeat: tota cum ducibus ruetPelasga tellus. Hic tuus primum gener 240tauri ferocis ore flammanti occidet.Fortuna causam qua volet nostram premat.Non poenitet servasse tot regum decus.Quodcumque culpa praemium ex omni tuli.

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  • se guarda en tu palacio 40. Condname, si quieres, pero dame mi crimen...40. Soy culpable, Creonte.Por tal me conocas cuando, a tus pies postrada, implor, suplicante, la ayuda de tu brazo.Concdeme, te ruego, para llorar mis males, tan slo un vil refugio, un rincn en tu tierra.Si juzgas oportuno de tu corte arrojarme, dame un lugar remoto dentro de tus dominios.

    C r . Que no soy yo de los que el cetro empuan con mano intemperante, ni de aquellos que aplastan con soberbia a los hombres cados, pienso haberlo mostrado claramente al elegir por yerno a un desterrado 40, confuso y abatido por el miedo; pues Acasto, que ocupa el trono de Tesalia, quiere dar a tius crmenes castigo.

    hoc est penes te. Si placet, damna ream; 245sed redde crimen. Sum nocens, fateor, Creo.Talem sciebas esse, cum genua attigi fidemque supplex praesidis dextrae petii.Terra hac miseriis angulum et sedem rogo, latebrasque viles. Urbe si pelli placet, 250detur remotus aliquis in regnis locus.

    Cr. Non esse me qui sceptra violenter geram, nec qui superbo miserias calcem pede, testatus equidem videor haud clare parum, generum exsulem legendo, et afflictum, et gravi 255terrore pavidum, quippe te poenae expetit letoque Acastus, regna Thessalica obtinens.

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  • Te acusa de la muerte de su padre,dbil y por los aos achacoso,y del horrendo crimenque, por ti seducidas, sus hermanascometieron piadosas,desmembrando el cadver del anciano 4~.

    jasn puede salvarse, si separas tu causa de la suya.Sus manos inocentesno se han teido en sangre,ni empuaron la espada.Lejos de vuestro gremio, qued limpio.Pero t, que eres hembra en la maliciapara tramar los ms feroces crmenes,y varn por la audacia en cometerlos,ni te importa la fama,mrchate de mi reino. Quede limpiode ti! Lleva contigotus ponzoosas hierbas!

    Senio trementem debili atque aevo gravem patrem peremptum queritur, et caesi senis discissa membra, cum dolo captae tuo 260piae sorores impium auderent nefas.

    Potest Iason, si tuam causam amoves, suam tueri: nullus innocuum eruor contaminavit. Abfuit ferro manus,proculque vestro purus a coetu stetit. . 265Tu, tu, malorum machinatrix facinorum, cui feminea nequitia, ad audendum omnia virile robur, nulla famae memoria est, egredere, purga regna ; letales simul

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  • Aleja de mis sbditos el miedo!Irrita en otras tierras a los dioses!

    M. Me obligas a marchar? Dame la nave 4,\ y dame el compaero 40. Por qu sola habra de marchar? No vine sola!Si temes a la guerra,explsanos a entrambos de tu reino.Por qu distingues entre dos culpables?En favor de Jasn fue muerto Pelias, que no en provecho, mo.Aade a esto los robos y la fuga, mi padre abandonado, mi hermano hecho pedazos; todo lo que Jasn ensea siempre a sus nuevas esposas. . . 44 adt fue en mi provecho!Tantas veces culpable,ni una vez sola para m lo he sido!

    Cr. Debieras ya estar lejos. Por qu, hablando, demoras tu partida?

    tecum aufer herbas! Libera cives metu! 270Alia sedens tellure sollicita deos!

    M. Profugere cogis? Redde fugienti ratem, et redde comitem. Fugere cur solam iubes?Non sola veni. Bella si metuis pati,utrumque regno pelle. Cur sontes duos 275distinguis? Illi Pelia, non nobis iacet.Fugam rapinasque adice; desertum patrem, lacerumque fratrem. Quidquid etiamnum novas docet maritus coniuges, non est meum.Toties nocens sum facta, sed nunquam mihi. 280

    Cr. Iam exisse decuit. Quid seris, fando, moras?

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  • M. Al marchar, slo pido, suplicante,que no paguen mis hijos inocentes las culpas de su madre!

    C r. Descuida, que en m i senohe de acogerlos cual si fueran mos.

    M. Por el feliz sucesode estas bodas reales te lo pido;por tus futuros nietos, por la dichade tus reinos, que puede, en su inconstancia,trastornar la fortuna,concdeme algn tiempo, antes que huya,para, dar a mis hijoslos besos ltimos que da una madreque va a morir tal vez!

    Cr. Para tus fraudesme pides este tiempo.

    M. Pues qu engaopuedes temer en tiempo tan exiguo?

    C r. Cualquier tiempo es bastantepara que el odio se convierta en crimen.

    M. Supplex, recedens, illud extremum precor,ne culpa natos matris insontes trahat.

    Cr. Vade : hos paterno, ut genitor, excipiam sinu.M. Per ego auspicatos regii thalami toros, 285

    per spes futuras perque regnorum status,Fortuna varia dubia quos agitat vice, precor, brevem largire fugienti moram, dum extrema natis mater infigo oscula, fortasse moriens.

    Cr. Fraudibus tempus petis. 290M. Quae fraus timeri tempore exiguo potest?Cr. Nullum ad nocendum tempus angustum est malis.

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  • M. H asta el plazo ms breve rehsas a mis lgrimas?

    C r . Aunque temo el engao de tus splicas, aplazo por un da tu destierro.

    M. Con menos me bastara.Yo misma me apresuro.

    C r . Pagars tu traicin con la cabeza,si no sales del Istmo antes que el claro Febo traiga el da...

    Los ritos de la boda me reclaman, y las preces alegres de Himeneo requieren mi presencia.

    ESCENA TERCERA

    C o ro 45

    Audaz en exceso quien surca el primero los mares traidores en frgil barquilla,

    M. Parumne miserae temporis lacrimis negas?Cr. Etsi repugnat precibus infixus timor,

    Unus parando dabitur exsilio dies. 295M. Nimis est; recidas aliquid ex isto licet.

    Et ipsa propero.Cr. Capite supplicium lues,

    clarus priusquam Phoebus attollat diem nisi cedis Isthmo. Sacra me thalami vocant : vocat precari festus Hymenaeo dies. 300

    C h o r u s

    Audax nimium qui freta primus rate tam fragili perfida rupit,

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  • y, viendo su tierra quedar a la espalda, confa su vida a las (Luras volubles.

    Hendiendo las ondas con dudoso rumbo, en dbiles tablas navega tranquilo, mientras una linde demasiado estrecha separa las sendas de vida y de muerte.

    Nadie an los cielos haba observado, ni entonces marcaban caminos los astros que adornan el ter; an no podan las barcas hurtarse a las lluviosas Hiadas.

    N i la Cabra olenia 46, ni los Carros rticos 47 que sigue y dirige, con paso cansino, el viejo Boyero 48 ; ni el Breas, ni el Cfiro

    tenan an nombre.

    Mas Tifis, osado, despliega las velas

    terrasque suas post terga videns, animam levibus credidit auris, dubioque secans aequora cursu, potuit tenui fidere ligno, inter vitae mortisque vias nimium gracili limite ducto.Nondum quisquam sidera norat, stellisque, quibus pingitur aether, non erat usus; nondum pluvias Hyadas poterant vitare rates; non Oleniae sidera caprae, non quae sequitur flectitque senex arctica tardus plaustra Bootes ; nondum Boreas, nondum Zephyrus

    nomen habebant.Ausus Tiphys pandere vasto

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  • por los vastos mares, y dicta a los vientos leyes inauditas. Ya tiende las velas en toda su anchura; ya, largando escota, recibe las brisas que soplan de lado; ya en medio del mstil pone las antenas, ya, audaz, tos sujeta del palo al extremo, cuando el navegante, avaro en exceso, quiere toda brisa, y arriba flamean

    rojos gallardetes.

    Oh tiempos felices de nuestros mayores, que no conocieron malignos engaos! Viva contento cada uno en su tierra, y a viejo llegaba en los campos paternos. Con poco era rico; no ansiaba ms bienes

    carbasa ponto, legesque novas scribere ventis : nunc lina sinu tendere toto; nunc prolato pede transversos captare N otos; nunc antennas medio tutas ponere malo ; nunc in summo religare loco, cum iam totos avidus nimium navita flatus optat, et alto rubicunda tremunt

    suppara velo.

    Candida nostri secula patres videre, procul fraude remota.Sua quisque piger litora tangens, patrioque senex factus in arvo, parvo dives, nisi quas tulerat

  • que aquellos que brindan las tierras natales.La nave tesalia 49 perturb las leyes

    del mundo, que estaba bien distribuido, y dom los nutres a golpes de remo, volviendo las aguas motivo de espantos.

    Mas fue castigada con males terribles, sufriendo los miedos de muchos peligros, cuando ambas montaas que cierran el ponto 30, por sbito impulso de pronto agitadas, crujieron con ruido semejante al trueno, y el mar, oprimido, roci las estrellas

    y el cielo nuboso.

    El osado Tifis afloj las riendas con plido rostro y abatidas manos. Perdi su sonido la lira de Orfeo,

    natale solum, non norat opes.Bene dissepti foedera mundi traxit in unum Thessala pinus, iussitque pati verbera pontum, partemque metus fieri nostri mare sepositum. Dedit illa graves improba poenas, per tam longos ducta timores, cum duo montes, claustra profundi, hinc atque illinc subito impulsu, velut aetherio gemerent sonitu, spargeret astra nubesque ipsas mare deprensum.

    Palluit audax Tiphys, et omnes labente manu misit habenas; Orpheus tacuit torpente lyra,

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  • y quedse mudo el orculo de Argo.Al abrir a un tiempo sus mltiples fauces

    la scula virgen que en Peloro habita51, cercado su mentre de perros rabiosos,quin no sinti espanto por todos sus miembros, a tantos ladridos de un nico monstruo?

    Las falsas sirenas con su voz canora hechizaban crueles los mares ausonios 52; pero el tracio Orfeo, con ctara pieria 5\ por poco no atrajo detrs de la nave a la que cantando sola retenerlas.

    Y cul era el premio de tantas fatigas?Una piel dorada y un monstruo, Medea, ms madre de males que la mar maligna:digno cargamento del primer navio!

    Ahora los mares se sienten vencidos

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    ipsaque vocem perdidit Argo. Quid, cum Siculi virgo Pelori, rabidos utero succincta canes, omnes pariter solvit hiatus?Quis non totos horruit artus, toties uno latrante malo?Quid, cum Ausonium dirae pestes voce canora mare mulcerent, cum Pieria resonans cithara Thracius Orpheus solitam cantu retinere rates paene coegit Sirena sequi? Quod fuit huius pretium cursus? Aurea pellis, maiusque mari Medea malum, merces prima digna carina.Nunc iam cessit pontus, et omnes

  • y aceptan las leyes que dictan los hombres.N i es ya necesaria la clebre nave de remos potentes movidos por reyes, que fue construida por mano de Pal