Segunda parte del resumen de Stuart Fiedel

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Síntesis El anterior resumen nos abocó al origen y desarrollo del hombre en América, tomando diferentes perspectivas y teorías que se han planteado. Llegamos a aceptar la que hoy es la más generalizada, propuesta de manera científica por el antropólogo checo Alex Hrdlicka, aunque ya diversos autores habían propuesto algo similar, como fray José de Acosta en el siglo XVI. Partiendo de ahí, vimos cómo se dio el origen y evolución del hombre en América, pasando de las bandas de cazadores-recolectores a los primeros indicios de cacicazgos y señoríos. El andar del ser humano en América se dio independiente del Viejo Mundo, su desarrollo fue autónomo y sin intervención alguna de otras poblaciones como en el Viejo Mundo, donde el contacto continuo entre diferentes poblaciones hizo que crecieran y florecieran más rápido, gracias a una interacción profunda y nutrida. Esto no quiere decir que en América las poblaciones se hayan aislado y encapsulado sin ninguna interacción unas y otras, al contrario, las comunidades se nutrieron mutua y fecundamente. Lo que se intenta decir es que en el Viejo Mundo la interacción se dio entre diferentes pueblos que se desarrollaron en un principio con independencia pero que gracias al intercambio de técnicas, en todos los ámbitos de la vida, hicieron que las mismas tuvieran un desarrollo más rápido, la competencia y la conquista de territorios por sobresalir incrementaron el intercambio e interacción. El cambio climatológico de la Tierra produjo una alteración significativa en el ser humano. La glaciación, o períodos de ellas, 1

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Resumen de la segunda parte de América antigua

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Síntesis

El anterior resumen nos abocó al origen y desarrollo del hombre en América, tomando

diferentes perspectivas y teorías que se han planteado. Llegamos a aceptar la que hoy es la

más generalizada, propuesta de manera científica por el antropólogo checo Alex Hrdlicka,

aunque ya diversos autores habían propuesto algo similar, como fray José de Acosta en el siglo

XVI. Partiendo de ahí, vimos cómo se dio el origen y evolución del hombre en América, pasando

de las bandas de cazadores-recolectores a los primeros indicios de cacicazgos y señoríos.

El andar del ser humano en América se dio independiente del Viejo Mundo, su desarrollo fue

autónomo y sin intervención alguna de otras poblaciones como en el Viejo Mundo, donde el

contacto continuo entre diferentes poblaciones hizo que crecieran y florecieran más rápido,

gracias a una interacción profunda y nutrida. Esto no quiere decir que en América las

poblaciones se hayan aislado y encapsulado sin ninguna interacción unas y otras, al contrario,

las comunidades se nutrieron mutua y fecundamente.

Lo que se intenta decir es que en el Viejo Mundo la interacción se dio entre diferentes pueblos

que se desarrollaron en un principio con independencia pero que gracias al intercambio de

técnicas, en todos los ámbitos de la vida, hicieron que las mismas tuvieran un desarrollo más

rápido, la competencia y la conquista de territorios por sobresalir incrementaron el intercambio e

interacción.

El cambio climatológico de la Tierra produjo una alteración significativa en el ser humano. La

glaciación, o períodos de ellas, hicieron que el hombre se adaptara y que los animales de gran

tamaño crecieran y se desarrollaran en un medio propicio, pero la entrada al Holoceno condujo

a la extinción de la mega-fauna, y a la especie humana a cambiar sus mecanismos de

sobrevivencia, como dejar la caza-pesca-recolección por la agricultura.

La dependencia del hombre a la tierra, o sea, la agricultura, se produjo por el cambio de era en

la Tierra. Pero como veremos aquí, la agricultura no surgió por gusto sino por necesidad,

producto de diversos factores. Uno de ellos fue el cambio del Pleistoceno al Holoceno, que

alteró el ambiente provocando la extinción de la mega-fauna y una explosión demográfica.

La agricultura a su vez hizo, a pesar de que en un principio era pobre e insuficiente, que los

seres humanos se volvieran sedentarios y con ello se produjo una revolución demográfica. Y

aquí el meollo de este trabajo: el desarrollo de las sociedades complejas a partir de que el ser 1

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humano a travesó diversos estadios anteriores. Veamos cómo el ser humano se desarrolló y

cómo fue que pasó de una sociedad tribal a la organización señorial o cacical y en algunas

regiones a verdaderos Estados que no le pedían nada a los antiguos Estados del Viejo Mundo.

Para ello nos remitiremos a diferentes sociedades del continente Americano que se

desenvolvieron según las circunstancias medioambientales que se les presentaban.

La agricultura fue un factor importante para el desarrollo de sociedades complejas, pero no por

ello generalizada, ya que si bien en la región de Mesoamérica, Andina e Intermedia, las

respuestas al clima de cada región hicieron de la agricultura el principal sustento, en la región

Norte del continente la agricultura no tuvo ese peso significativo, sino que la abundancia de

recursos de recolección y caza lograron formar, si bien no Estados, sí grandes señoríos y

cacicazgos.

El siguiente trabajo abordará el análisis de tres zonas específicas del continente en que se

desarrollaron las sociedades más complejas según el libro de Stuart Fiedel Prehistoria

Americana, ellas son: la zona del sureste de Norteamérica, la América Intermedia y la cultura de

los Andes.

Además de identificar la evolución de las sociedades primitivas a sociedades más complejas,

trataremos de ver la relación que existía entre ellas, tratando de rescatar los elementos más

representativos que nos pueden dar una visión o un panorama muy general y decir que sí hubo

un contacto entre las diferentes regiones. El intercambio realizado por estas poblaciones, ya

hubiesen sido jefaturas o Estados, logró conectar regiones distantes. La influencia lograda por

unas y otras se deja sentir en cada región: Mesoamérica con el suroeste Norteamericano,

Mesoamericana con la zona Central y ésta con los Andes.

Análisis

De sociedades tribales a cacicazgos y Estados

La organización de las poblaciones del suroeste estadounidense, la zona intermedia americana

y el Caribe se constituyeron en señoríos donde “el jefe funge como redistribuidor gracias a la

abundancia de los alimentos y a su posibilidad de ser almacenados”.1 Un señorío lo podemos

clasificar como un principio multi-comunitario de integración de la sociedad, en donde la

autoridad es reconocida en un jefe y su linaje es quien tiene el derecho de decidir sobre las

1 Stuart J. Fiedel, Prehistoria de América, Barcelona, Crítica, 1996, pág. 256.2

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cuestiones políticas, religiosas y económicas. El jefe funge como redistribuidor de los bienes. La

organización social está basada en rangos y en pequeños clanes (parentesco). La

especialización en actividades como la artesanía está desarrollada. Los asentamientos de los

señoríos pueden ser comunidades locales pero hay una que se desempeña como capital o

centro, donde están situados los recintos sagrados y la residencia del jefe, la población puede

incluir a miles de individuos.2

Con la definición arriba planteada veremos que en las sociedades del suroeste norteamericano

hubo esos rasgos, porque la población residía en pequeñas aldeas y sólo viajaban al lugar

central para las ceremonias sagradas en las cuales se hacía la redistribución de bienes.3 Los

jefes, además de hacerla de poder político, también la hacían de sacerdote, y mucho de su

funcionariado estaba ligado por parentesco con el jefe, ese poder y capacidad de coerción de la

población hizo posible la construcción de edificios cuasi-monumentales que servían para la

celebración de ceremonias o como tumba de la élite.

Entre estas definiciones podemos localizar también a la América Intermedia en las cuales el

Poder emana del centro político, el jefe, y la población se encuentra jerarquizada en nobles,

burocracia, guerreros, artesanos especializados y agricultores. Un rasgo importante es que la

comunidad principal, la capital, se ve rodeada de comunidades satélite que le tributan a la

principal. También las comunidades del Caribe entran en esta clasificación.

Al contrario de las sociedades agricultoras, la población del suroeste se encontró con un medio

ambiente ideal con el cual se pudieron sostener, gracias a los recursos que encontraban, y

complementándolo con la vege-cultura o una agricultura incipiente, hubo sociedades que se

vieron obligadas a subsistir de la agricultura y con ello vino una centralización del poder,

jerarquización de la población y especialización de mecanismos que les ayudaran a mejorar la

agricultura.

Ello dio como resultado el origen de una sociedad mucho más compleja que se transformó en

señoríos y luego en Estados. Un Estado antiguo es en el que podemos encontrar la mayoría de

los principios del señorío (reglas suntuarias, sistemas de rangos, la dicotomía entre población

central y periférica), pero a diferencia de éste, el Estado es altamente centralizado y el territorio

que controla es considerado propiedad de el jefe y su linaje.4 Además se crea todo un aparato

2 Sanders, William y J. Marino, Prehistoria del Nuevo Mundo, Barcelona, Labor, 1973, pág. 15 y 16.3 Stuart J. Fiedel, op. cit., pág. 258.4 Sanders, William y J. Marino, op. cit., pág. 17 y 18

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coercitivo y coactivo, y se cuenta con edificios monumentales. El estado Inca será el que nos dé

ejemplo de cómo era un Estado primitivo en América antes de la Conquista.

Las jefaturas o señoríos: Adena, Hopewell y Mississippi

En América del Norte, el desarrollo de la agricultura no fue una necesidad tan imperante como

en otras zonas de América, pero ello no significa que no hubiese sociedades con un grado

complejo, al contrario, la riqueza en recursos naturales hizo que florecieran culturas muy

avanzadas. Se dio la evolución de las bandas a la tribu y de la tribu a sociedades con una

jefatura, en el suroeste de los Estados y en California.

El desarrollo de la cultura Adena primero, la Hopewell después y la Mississippi como

culminación, fue un avance de un estadio a otro, se ha querido ver como algo ajeno del lugar, y

se han propuesto diferentes teorías para explicar los rasgos culturales originados ahí, desde la

influencia del Viejo continente hasta la más probable: la influencia Mesoamericana. Pero gracias

a los nuevos descubrimientos se puede decir que el desarrollo de estas formas culturales se dio

independientemente y que la agricultura no jugó aquí el papel importante de crear el excedente

para poder dedicarse a otra cosa, centralizar a la población y el poder; al contrario, como

veremos, la agricultura jugó un papel separatista.

Los cúmulos encontrados en las regiones donde se desarrollaron esas culturas dan ejemplo del

paso de una sociedad nómada y dependiente de la caza-recolección a una sociedad sedentaria

dependiente de una economía de amplio espectro, “donde una recolección eficiente de plantas

silvestres produjo un uso social del excedente”.5 Los túmulos creados con fines ceremoniales

nos muestran un ejemplo del sedentarismo de los pueblos. Adena es el primer ejemplo de la

construcción de los túmulos con fines funerarios y la organización de jefatura. Dentro de los

ritos ceremoniales de Adena podemos encontrar algunos rasgos de influencia Caribe, ya que

las cabezas-trofeo eran un rasgo fundamental en los rituales entre los habitantes de la Antillas y

vemos que en Adena hay algunos ejemplos de ello. Como jefatura vemos que el papel

redistributivo del jefe se hacía en ceremonias en los cuales las diferentes poblaciones satélites

se reunían esporádicamente.

La influencia adena se extendió por gran parte de la zona Norte de Estados unidos ya que se

han encontrado túmulos parecidos en regiones algo distantes del lugar de origen, lo que

significa o nos muestra la influencia que tuvieron estos centros poblaciones de Adena. Por su

5 Stuart J. Fiedel, op. cit., pág. 263.4

Page 5: Segunda parte del resumen de Stuart Fiedel

parte, Hopewell podemos verla como la continuación de Adena, los rasgos que se diferencian

es la forma del cráneo que pudo haber sucedido por intencionalidad en Adena y que Hopewell

ya no la continuara. Hopewell “como el caso de Adena, la evidencia evaluada apunta a la

recolección intensiva de plantas y a la caza como actividades permanentes para la

subsistencia”.6 A pesar de que se conocieran ya algunos cultivos como el maíz y frijol, éstos no

tenían gran preponderancia.

La construcción de grandes túmulos funerarios muestra que la organización Hopewell, como

antes Adena, estaba jerarquizada, ya que para su construcción se necesitaba una gran mano

de obra y esto sólo se lograría con una centralización del poder. Entre el linaje principal

podríamos hablar de una forma de eugenesia ya que se ha encontrado que los miembros de la

élite eran más altos que el resto de la población.

La decadencia de la cultura Hopewell, a pesar de tener una gran esfera de influencia, pudo

haberse debido al desarrollo y mayor dependencia hacia la agricultura: “las aldeas con un

excedente almacenado de maíz tuvieron menos motivos para participar en las ceremonias

funerarias colectivas y de redistribución”.7 Esa dependencia, como se ha visto, pudo ser

ocasionada por el cambio climático, el cual pudo causar más frío y con ello reducir los productos

silvestres.

La cultura Mississippi se puede ver como una continuación de la Hopewell, los Mississippi ya

dependen más de la agricultura y su sistema religioso es mucho más avanzado que el de sus

antecesores. En esta cultura podemos encontrar ya una fuerte influencia mesoamericana,

donde se le rinde tributo al sol y al fuego. Subsistían principalmente de una economía de amplio

espectro, seguía jugando un papel importante la recolección, pero cada vez más se volcaban a

la agricultura, ello como una respuesta al incremento poblacional. El incremento de individuos

trajo consigo el reforzamiento de los señoríos o la necesidad de ellos, pero también algo

inherente: la guerra por tierra.

El área intermedia

Como hemos mencionado más arriba, en el Área Central de América (Área Intermedia) se

desarrollaron algunas poblaciones de gran importancia que a pesar de no construir edificios

monumentales, en la metalurgia y cerámica eran muy avanzados. Se localizaban en medio de

dos grandes zonas como lo es Mesoamérica y el Área Andina Central, de las cuales tuvieron

6Ibíd., pág. 268.7 Ibíd., pág. 276.

5

Page 6: Segunda parte del resumen de Stuart Fiedel

una influencia considerable pero en las que ellos también influyeron. Veamos algunos rasgos de

las poblaciones ahí asentadas y su interrelación con otras poblaciones.

El Área Intermedia es comprendida por lo que hoy es Ecuador, Colombia y América Central

hasta Honduras.8 El área estaba dividida en cientos de pequeñas comunidades organizadas de

manera tribal y una causa de que no se desarrollaran más debió ser la constante guerra que

había entre unos y otros. Las organizaciones más avanzadas las podemos encontrar en

Ecuador y Colombia. Su técnica en cerámica era de la más avanzada pero también los trabajos

en oro eran excepcionales. Ellos crearon una aleación de cobre con oro llamada tumbaga de

gran aprecio en la región.

Uno de los sitios más representativos es la cultura es San Agustín, sus restos nos dejan

observar lo que pudo ser un Estado: “montículos, terrazas, canales, diques de drenaje y

caminos”9 que comunicaban extensas zonas. Pero la mayoría de las sociedades de Colombia y

Ecuador, incluyendo San Agustín, estaban organizadas “en jefaturas, con grandes sitios

ceremoniales (…) su población era sostenida por la agricultura extensiva”.10 Para lo cual se

valieron de un complejo sistema de riego y la construcción de terrazas. La gran habilidad para

trabajar los metales por parte de la zona Intermedia se difundió a Mesoamérica por parte de

artesanos ecuatorianos que navegaban a través del pacífico hasta México. Entre las técnicas

utilizadas para el trabajo metalúrgico estaban la cera pérdida, el soldado, templado y martillado.

Jefaturas caribeñas

Los pobladores del Caribe eran de origen arawaka, que emigró desde el extremo Sur y se

asentó en las Antillas, llegando ahí desde Venezuela. En las jefaturas de esta región se

encuentra una influencia preponderante de los mesoamericanos, ya que el juego de pelota se

practicaba con fines rituales y ceremoniales. Su religión estaba basada en el totemismo y

animismo; se creía que los zemis, que eran espíritus ancestrales manifestados en piedra o

madera, permanecían en la casa de los familiares y los zemis de los jefes eran adorados. La

agricultura de esta zona era realizada por la roza y quema; su principal alimento provenía de la

yuca amarga, de donde preparaban una harina que servía para hacer pan. Su organización

estaba en orden ascendente, había un jefe local que respondía a un jefe superior y como se ha

visto en los señoríos anteriores, la familia del jefe es quien decidía sobre los demás.

8 Ibíd., pág. 344.9 Ibíd., pág. 346.10 Ibíd., pág. 347.

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Page 7: Segunda parte del resumen de Stuart Fiedel

Dentro de la organización caribeña había dos elementos importantes. Primero, el zemi o

cemíes, que eran los ídolos espíritu de los antillanos y, como mencionamos arriba, eran parte

del ritual diario, que cuando moría un jefe o cacique se le convertía en zemi y eran adorados,

eran espíritus de la naturaleza, ellos son espíritus “que hacen nacer las cosas que comen [los

pobladores], y otros que hacen llover, otros que hacen soplar el viento”.11 Y segundo, el

behique, que cumplen una doble función dentro de la sociedad antillana, ya que son médicos

que llevan la misma dieta que el enfermo, el cual debe aspirar cohoba, un polvo que lo

embriaga y hace hablar con los cemíes.12 La segunda función se ve en la cita arriba, y es

hacerla de chamán, médico-chaman, que sufrirá la misma suerte que el enfermo si no logra

salvarlo. La relación entre el cemíe y el behique es mutua, ya que uno debe hacer al otro, el

espíritu manda a traer al behíque.

El Estado primitivo

La organización de un Estado primitivo se parece mucho a la del señorío, pero ya destacamos

los elementos que los caracterizan, primero una centralización fuerte, un sistema de

mecanismos coactivos y coercitivos como un ejército preparado y permanente y la creación de

leyes, así como un aparato burocrático donde las poblaciones satélite dejan de existir y se

convierten en propiedad del jefe.

Aquí veremos dos ejemplos de Estado, según Stuart Fiedel, autor de Prehistoria Americana,

uno con muchas dudas, pero que gracias a la evidencia puede decirse que sí fue un Estado, y

lo podemos localizar en el suroeste de los Estados Unidos, cuya capital fue Cahokia. Un

segundo Estado que veremos es el Inca, pero antes de eso veremos la evolución que hubo en

la zona Andina Central.

Cahokia

A pesar de que se considera que en Norteamérica no existió Estado alguno, algunos

arqueólogos y antropólogos sostienen que donde se desarrollaron las culturas Adena, Hopewell

y Mississippi sí nació un Estado, y que tuvo como capital Cahokia; heredó de sus predecesores

la construcción de grandes túmulos, ya no con fines funerarios sino ceremoniales y como realce

de la élite. Se puede decir y afirmar que hubo un Estado por la jerarquización política y por la

existencia de una subordinación de las comunidades a una principal.

11 Ramón Pané, Relación acerca de las antigüedades de los indios, 8ª edición, ed. por J. J. Arrom, México, Siglo XXI, 1988, pág. 2612 Ibíd., pág. 27.

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Page 8: Segunda parte del resumen de Stuart Fiedel

Los Natchez dan un panorama de cómo pudo haberse compuesto la organización Cahokia,

donde un jefe supremo y un jefe guerrero eran los principales y en quienes recaía el poder, en

esto podemos ver, al igual que en la población de las Antillas, una influencia Mesoamericana.

Los Natchez tenían una clara distinción social o un germen de castas, único en América, ya que

cada uno tenía un rol específico en torno al jefe. En los trabajos que realizaban había una

influencia mesoamericana. En la división de los trabajos que hacían parecía que ya venían

predestinados.13 A pesar de ello un rasgo interesante de la población era la movilidad social por

ritual, ya que los miembros de las clases altas debían casarse con alguno de la clase baja.

El Área Andina Central

La zona Andina la podemos dividir según el clima que tiene en: Costera, Sierra y Puna, cada

una con condiciones extremas. La zona costera está dominada por un gran desierto que hace

casi imposible la agricultura, pero con un sistema de riego pudo lograrse. La Sierra o quishua es

una zona de montañas estrepitosas que hacen muy difícil el cultivo, ya que la altura hace que

se congele, además que impide el florecimiento de algunos especímenes, como el maíz. La

tercera zona es la Puna, que es una llanura enorme donde el clima caluroso en el día y los fríos

extremosos en la noche hacen que la agricultura sea imposible, pero bien sirve para el

pastoreo.

Con estos tres climas tan diferentes en una misma región, tenemos un mosaico de diferentes

poblaciones adaptadas al medio que encontraron. Dentro de la zona que comprende los Andes

se desarrollaron culturas muy avanzadas, interrelacionadas e influyentes entre ellas. Todas

ellas fueron cohesionados con la conquista de los de diferentes estados, pero unificados en uno

solo: el Inca. El Estado naciente de la cohesión de toda la población en torno a un solo jefe creó

un Estado tan fuerte y bien organizado que constituye una de las dos grandes civilizaciones de

América.

La evolución de las primeras poblaciones ocurrió, como se ha mencionado, gracias a que las

personas se volcaron a una dependencia cada vez mayor de la agricultura,14 ello debido al

cambio climático y a la población en aumento. El cambio de la caza-pesca-recolección a la

agricultura se acompañó de un desarrollo de la cerámica que tenía fuertes rasgos de la

ecuatoriana. La organización de las primeras sociedades complejas se debió a que se obligaba

al pueblo llano a dar un trabajo personal al jefe, como la mita Inca.

13 Walter Krickeberg, Etnología de América, México, FCE, 1974, p. 124.14 Stuart J. Fiedel, op. cit., pág. 354

8

Page 9: Segunda parte del resumen de Stuart Fiedel

Las jefaturas y pequeños Estados creados en la zona Andina Central fueron desapareciendo

por motivos de guerra, ya que un Estado más fuerte, militarmente hablando, los conquistaba y

anexaba a su territorio o propiedad. Pero entre ellos seguían existiendo rasgos comunes como

la cerámica y trabajos metalúrgicos, así como rasgos culturales o rituales como las cabeza-

trofeo, que es una influencia araukana o del Caribe. Uno de esos Estados militaristas era “la

gente del Cerro Sechín” que introdujo rasgos innovadores a la zona, como el maíz, los cuyos y

las llamas.15

Una de las culturas más representativas antes de la Conquista de la región por parte de los

Incas es la tradición Chavín, que es una forma interregional estilística tanto política como

socialmente.16 Un elemento para afirmar eso es encontrar al Dios de los báculos en diferentes

regiones. Lo cual muestra una forma de integración de bastas regiones en torno a elementos

característicos, y que pudo sobrepasar el arte estilístico y pasar al terreno socio-político-

económico. Después de la caída de Chavín como sistema de integración, vino la creación y

formación, en la zona, de los Estados más complejos. Y ya ahí podemos encontrar un “sistema

de irrigación a gran escala, grandes poblaciones, especialización avanzada, construcciones

monumentales”17 y lo característico de todo Estado: la guerra.

La regionalización de las técnicas de cultivo debido al clima que imperaba en cada región logró

forjar los primeros Estados, entre ellos podemos encontrar al Mochica, en el sitio Moche

podemos ver dos ejemplos de construcciones monumentales, la Huaca del sol y de la luna, la

huaca era en general cualquier lugar sagrado.

Ese tipo de construcciones necesitaba una gran mano de obra y sobre todo que estuviera

centralizado el poder. La jerarquización de la sociedad en soberanos, nobles, sacerdotes,

guerreros, esclavos, cazadores y agricultores18 son ejemplo de la estratificación social del

Estado. El Estado Moche fue un Estado Costero. Después del florecimiento Moche vino, como

para todo Estado, su decaimiento debido a factores naturales como inundaciones y terremotos.

Los espectros que quedaron de Moche fueron absorbidos por el imperio Huari.

La cultura Nazca, conocida por sus grandes dibujos, es contemporánea de la Moche y también

sería absorbida con el tiempo. Las más importantes sociedades surgidas después fueron la

Tiahuanaco y Huari. Tiahuanaco constituyó una verdadera ciudad. Este poblado recurrió, por

15 Ibíd., pág. 357.16 Ibíd., pág. 358.17 Ibíd., pág. 361.18Ibíd., pág. 363.

9

Page 10: Segunda parte del resumen de Stuart Fiedel

estar cercano al lago Titicaca, a una forma de agricultura parecida a la de los aztecas, las

chinampas. Dentro de los rasgos culturales de Tiahuanaco podemos ver una gran influencia de

Chavín. La arquitectura y construcción monumental estaban ya presentes aquí. Se menciona

que Tiahuanaco y Huari estuvieron interconectadas y que ambas pudieron ser ciudades de un

mismo imperio.19

Dentro del valle del Moche volvió a surgir una cultura que sería absorbida por los Incas. Los

Chimú iniciaron una campaña de conquista de los pequeños caseríos que se crearon a partir de

las desarticulaciones de los grandes centros Tiahuanaco y Huari, de ese modo los Chimú

fueron un poder centralizador de las sociedades pequeñas y resurgieron en un gran centro de

poder. Se construyeron grandes canales que pretendían atravesar los valles de río a río. El

reparto de la herencia se hacía a través del linaje principal, pero esa herencia era sólo del poder

político, ya que edificios y demás debían ser forjados desde el comienzo.

Después del florecimiento de las poblaciones o Estados pequeños, surgió lo que sería el poder

más eficiente y cohesionador de todos, el imperio Inca, que absorbería a todos los pequeños

Estados, jefaturas y tribus en torno al jefe. Un gran Estado surgió en ese momento, con los

diferentes climas y regiones del Perú. El imperio Inca estaba dividido en cuatro zonas o

regiones, y cada una de ellas constituía una gran provincia con la burocracia y ejército Inca. El

emperador era el jefe supremo, y el funcionariado era parte del linaje principal o reclutado entre

los nobles de los pueblos conquistados, lo que constituyó un elemento unificador, ya que

procuraron no alterar el orden en los pueblos subyugados sino que éstos le ofrecieran sus

servicios, la mita, y tributo al soberano Sol, que asimismo era el emperador.

Una vasta red de caminos interconectaban al imperio, todos los caminos llevaban a Cuzco, y

aunque no lograron crear una escritura, su sistema de administración era muy avanzado. El

campesinado era dueño de su propia tierra pero respondía al Caraca jefe del núcleo provincial

llamado ayllu. Se le debía un trabajo al Estado llamado mita, esta parte de cultivo pedida por el

Estado era para alimentar al ejército, para los trabajadores que se dedicaban a limpiar caminos

o construirlos y también para aliviar hambrunas.20

El maíz tenía una función ceremonial y elitista. La papa era el principal cultivo, el chuño era la

conserva de la papa. Los incas para sembrar utilizaban el palo sembrador o taclla, debido a que

el suelo era muy duro y en la sierra era muy difícil, por lo sinuoso, usar a la llama como “yunta”.

Una diferencia con Mesoamérica es que a pesar de que era Estado, los incas no construyeron

19 Ibíd., pág. 370 y 371.20 Ibíd., pág. 377.

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Page 11: Segunda parte del resumen de Stuart Fiedel

ciudades, su capital era Cuzco y estaba rodeado de pequeñas o grandes comunidades satélites

que le tributaban.21

Conclusiones

Los orígenes de las sociedades complejas en América se dieron como resultado del avance

natural, evolución y cambios de la Tierra. Pero ¿por qué? Pues serían los cambios en el medio

los que hicieron a las poblaciones cambiar sus hábitos alimenticios. El ya no depender de los

recursos silvestres de la tierra hizo que la agricultura se desarrollara y pudiera acrecentar a las

poblaciones, asegurándose con ello un excedente que le proporcionaba un uso de tiempo libre

a esos primeros seres humanos.

El tiempo libre aprovechado en la creación de ceremonias-rituales hizo que los seres humanos

se complejizaran y se especializaran en diferentes ramos, como el arte y la religión. La

agricultura como factor de suma importancia para la creación de Estados, pues hemos visto que

en busca de nuevas tierras creó la necesidad de apropiarse de nuevos terrenos, más fértiles o

para mantener a una población creciente. Una población en aumento necesitaba forzosamente

un complejo burocrático para mantenerse y de ahí el origen del Estado. Primero los cazadores

más audaces se hicieron con el poder central. Después los guerreros se hicieron con él.

La respuesta de esa incipiente jerarquización concluyó con la formación de jefaturas que por

evolución pasaron a ser un Estado. Las variaciones climáticas de las diferentes zonas

contribuyeron, como en el desarrollo de la agricultura, a que las poblaciones adoptaran maneras

diferentes de organización, desde las que se quedaron como sociedades recolectoras

especializadas hasta las que no pudieron subsistir sin la agricultura. Pero esta última era

diferente en las regiones, por ejemplo en el Caribe la yuca fue el alimento principal, en los

Andes la papa, que soportaba bien las bajas temperaturas y la altura, al contrario de

Mesoamérica, donde el maíz era fundamental.

Las cuestiones rituales jugaron un papel fundamental; por ejemplo, el maíz siempre fue

considerado sagrado en los Andes y en el área Intermedia. Para concluir podemos decir que el

paso de un estadio a otro fue a causa de las variaciones del clima en el mundo, pero también

como una respuesta cultural para poder subsistir en un mundo violento y agreste. Y que cada

población respondió según sus necesidades de acuerdo a la zona.

21 Ibíd., pág. 378.11

Page 12: Segunda parte del resumen de Stuart Fiedel

Bibliografía consultada para los dos resúmenes

Acosta, Joseph, Historia natural y moral de la indias, ed. Por E. O’Gorman, México, Fondo de

Cultura Económica, 1979.

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Page 13: Segunda parte del resumen de Stuart Fiedel

Bate, Luis Felipe, “Sobre el poblamiento temprano de Sudamérica (resumen)” en Unión

Internacional de Ciencia Prehistóricas y Protohistóricas. X congreso. Actas, México, UISPP

1982.

Jonathan Norton Leonard, América precolombina, Amsterdam, Time-Life, 1968.

Ramón Pané, Relación acerca de las antigüedades de los indios, 8ª edición, ed. por J. J. Arrom,

México, Siglo XXI, 1988

Kyszard Kapuscinski, Encuentro con el otro, México, Anagrama, 2009.

Paul Rivet, Los orígenes del hombre americano, México, FCE, 1990, pág. 14.

Sanders, William y J. Merlino, Prehistoria del Nuevo Mundo, Barcelona, Labor, 1973.

Stuart J. Fiedel, Prehistoria de América, Barcelona, Crítica, 1996.

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