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    Polticas de estadoParticipacin y salud

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    Politicas de estado,

    Participacion y salud

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    Polticas de estadoParticipacin y salud

    Juan Pablo Abadie

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    Con el apoyo de la Organizacin Panamericana de la Salud (OPS-OMS)

    Fecha de realizacin: Octubre 2009

    Tirada: 500 ejemplares

    Autor: Juan Pablo Abadie

    Coordinadora editorial: Caty Iannello

    Diseo: Andrs Venturino

    Este documento puede ser reproducido en forma parcial sin permiso especialpero mencionando la fuente de informacin.

    Abadie, Juan Pablo Polticas de estado : participacin y salud . - 1a ed. - BuenosAires : Organizacin Panamericana de la Salud - OPS, 2009. 82 p. ; 24x17 cm.

    ISBN 978-950-710-121-2

    1. Polticas Pblicas. 2. Salud Pblica. I. Ttulo CDD 614

    Fecha de catalogacin: 16/10/2009

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    Prlogo..............................................................................................................................................

    Capitulo I- Fundamentos y dificultades para su realizacin...........................1.Una breve introduccin2.Tomemos nota del proceso histrico3.Las burocracias anulan la participacin4.Lo habitual no es el dilogo5.Instrumentando nuestra concepcin tica6.Resolvemos un modelo cultural mediante la educacin?7."Se requiere una dictadura ilustrada y democrtica8. La salud mental como culminacin

    Capitulo II - Perspectivas hacia una democracia ms participativa............1.Visin esquemtica del panorama sociopoltico actual2.Pasando de la representacin a la participacin3.Dos propuestas de procesos a desarrollar4..Algunas consideraciones adicionales5.Una cultura negativa6.Resumiendo7.Implicaciones para las polticas de salud, sus profesionales yel personal de salud

    Captulo III- xitos y fracasos en la gestin de estos proyectosAvatares personales.....................................................................................

    1.Gestacin de "Un modelo para la gestin local"2.Gnesis y gestin del proyecto "Hacia un nuevo modelo deejerciciode la poltica y del Gobierno"3.Un intercambio ejemplificador

    Conclusin......................................................................................................................................

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    Anexo I - Hacia un nuevo modelo de ejercicio de la poltica y delGobierno............................................................................................................................................

    Anexo II- Un modelo para estructurar desde el sistema de salud y losservicios de accin y asistencia social un proceso de participacindemocrtica ms efectivo y eficiente..............................................................................

    Referencias ....................................................................................................................................

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    Indice

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    A raz de una visita oficial a la Argentina de la Dra Mirta Roses, Directora de la

    OPS, tom el atrevimiento de interesarle en un libro editado en noviembre de 2007que titul "Hacia la participacin efectiva: dos propuestas" que haba producidocomo expresin de necesidades que estim indispensables resolver para mi pas,aunque considerndolas tambin aplicables a cualquier otra latitud y sociedadmodernas. Pero con datos y ejemplos esencialmente centrados en la realidad de mi

    pas, pues prefer ms que un "refrito" de informes y documentos referidos a nuestroContinente, y por ende ms alejados de la accin y las alternativas cotidianas, realizaruna descripcin ms "sangunea " y fresca de una situacin ms conocida por m, ysobre todo, vivenciada desde la primera lnea o poco menos. Estimo que as podrtransmitir mejor conceptos y vivencias que colegas y polticos de otros pases sabrninterpretar, adaptar y emplear para mejor descripcin de sus propias realidades yquizs entonces aportarles elementos para un mejor y ms eficaz accionar. En

    particular espero sirva de apoyatura a las polticas de salud, y ms especficamentecomo eventual disparador de ideas para los funcionarios de la Organizacin y de los

    pases, por lo cual intent enfatizar algunas de las implicancias que las propuestastienen al respecto.

    Esencialmente este pequeo libro constituye un alegato para promover dosproyectos que estimo importantes para desarrollar una democracia realmenteparticipativa, aspiracin que, al menos desde mi perspectiva (y ojal la de muchos,muchsimos ms) es un valor ticopoltico supremo. O sea dar un salto desde elactual modelo de democracia representativa, donde la participacin es un hecho msdeclamado que efectivo, y la democracia, o sea el gobierno del pueblo, para el

    pueblo, con el pueblo y por el pueblo, es por ende ms una expresin de deseo queuna realidad. Por tanto, no es un simple juego de palabras plantear establecer unademocracia participativa frente a la pretendida actual participacin democrtica,cualesquiera fuere el nivel de desarrollo sociopolitico que socilogos, politiclogosu otros analistas estimen que se haya logrado.

    Por cierto, considero tal aspiracin esencial para dar efectivo soporte yefectividad a las politicas de salud. Naturalmente, cambiar un modelo de pensa-miento y accin es a veces difcil, tanto desde quienes tienen posiciones de privilegio-porque sienten o creen que son atacados o disminudos, tanto ms si se sienten o

    Prlogo

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    creen ser los "dueos" naturales o necesarios del Poder- cuanto desde quienes somoslos espectadores o receptores ms o menos pasivos del sistema.

    Los dos procesos que propongo no son una panacea ni pretenden aportar unasolucin definitiva. Tal cosa estara fuera del alcance humano, sera tan slo unapropuesta fundamentalista ms. Tan slo son razonables procesos, fciles de com-prender y de apoyar por dirigentes esclarecidos, y aplicables y seguramente exitososen tanto creamos en definitiva en la capacidad humana para crear espacios msamplios para todos y cada uno, cuyo fundamento ms eficiente slo puede ser elamor al prjimo y a s mismo.

    Alguien dijo que la Historia la escriben los vencedores. Sin embargo, losvencedores suelen estar tan ufanos que dedican su tiempo a otros quehaceres. Y porotra parte, muchos perdedores no tienen otra tarea mejor que escribir sobre la razn

    de sus fracasos. Algunos grandes estadistas pudieron conjugar ambos planos: trasuna lucha en que lograron sus principales propsitos, la vejez o el olvido (ambascosas a veces se superponen y potencian) les posibilitaron dar otra perspectiva a sus

    pretendidos logros y manifiestos fracasos. De acuerdo con esta terminologa, creopertenecer a una categora mixta. Tanto ms cuanto lo de "vencedor" o "ganador" y"perdedor" son trminos propios de una concepcin triunfalista que estimo unobstculo hacia una Sociedad ms solidaria y eficiente para la proteccin de la vidaque, segn mi escala de valores, es el fundamento tico que todo ser humano debieraasumir.

    Creo como justificacin haber adquirido una razonable experiencia que

    espero me permita producir y transmitir en forma adecuada algunas ideas de prove-cho a ms de uno de mis potenciales lectores. En los ltimos aos he acumuladomuchas frustraciones respecto a lograr que se aplicaran en mi pas mtodos de

    planeamiento y de operacin social que estimo relevantes para facilitar el desarrollode los valores enunciados. Pero previamente y durante muchos aos logr atender lasnecesidades de muchos, mejorar la operacin de hospitales y servicios diversos,ensear a alumnos y colegas, aprender de errores y aciertos. Mi gran temor es nosaber, no poder, lograr que mi mensaje trascienda, esto es, que se lo entienda, se lovalore, se transforme en operacin efectiva. Mi esperanza, que este escrito supere esetemor.

    Prlogo

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    1. Una breve introduccin

    En los ltimos aos y cada vez con mayor frecuencia y rigor se insiste en lanecesidad de asignar a la ciudadana en general un papel ms efectivo en la conduc-cin de los negocios pblicos. Como otras consignas que se ponen de moda, escomplejo desentraar las motivaciones, los objetivos y los resultados obtenidos.

    Sin embargo, el primer punto es partir de los fundamentos ticos que debensustentar una propuesta de este orden, claro que tomando nota que no todos quienes

    pregonan el tema parten de similares fundamentos, o incluso han previsto teneralguno.

    A mi juicio (e indudablemente por suerte el de muchos ms, aunque no s side la mayora) se trata de que, en la mayor medida posible, los individuos, las fami-lias, los grupos, puedan hacerse cargo de sus propios destinos, al menos respecto delmanejo de los temas inmediatos de su comunidad local. Supuesto quizs un tantoingenuo, pues justamente quienes asumen el poder lo emplean habitualmente como

    poder sobre los otros, o sea capacidad para determinar lo que los otros pueden hacer ono, an lo que pueden ser o no, ...y hasta existir o no.

    Tambin en estos ltimos aos los expertos de el PNUD, el Banco Mundial,el FMI, la OCDE, la OEA y otros entes internacionales insisten en la importancia dela "gobernabilidad" y el gobierno eficiente, para lo cual sealan la necesidad deformular normas con participacin de la ciudadana. Se corre sin embargo el riesgode crear un nuevo parche que poco aporte a transformar el modelo de la democracia"representativa" hacia una democracia "participativa", ms all de una simple peroengaosa denominacin. En efecto: en la operacin efectiva, tal como entiendo seest intentando desarrrollar en nuestro medio, el punto consiste en que algunas

    1ONGs accedan a oficinas administrativas (Ministerios, subsecretaras, etc) comisio-nes legislativas, entes de control, etc., interviniendo en el proceso de toma dedecisiones a travs de audiencias pblicas, gestin participada de leyes y normas,comisiones consultivas, etc. En otros casos, se habla de "participacin ciudadana" a

    1No insisto aqu en el hecho que muchas de las ONGs, sino la mayora, distan mucho de ser democrticas,cualesquiera fuere el alcance de tal concepto.

    Captulo IFundamentos y dificultadespara su realizacin

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    procesos en los cuales se pide a la gente que llame a un telfono o concurra a unareunin, con la ventaja para el organizador de tales eventos que los medios electr-

    nicos disponibles posibilitan contar el nmero de concurrentes, ms all que enocasiones se les registre con su firma y documento, etc, y en rigor apenas puedanexpresarse no ms de algunos segundos. No es que crea que tales procesos seanintiles o mucho menos perjudiciales. Slo afirmo que son insuficientes y s los

    podramos denominar perjudiciales si slo sirven para poner un barniz participativo,pues dan una falsa sensacin de poder a quienes en la realidad estn siendomanipulados.

    La distancia existente entre el beneficiario (el ciudadano comn) y la Auto-ridad o el Ente que elabora, formula y aplica la norma determina como inalcanzablehacer or necesidades y sobre todo participar efectivamente en cmo resolverlas a

    travs de mecanismos comunitarios consensuados. Salvo que limitemos el consensoa un voto muy genrico que se produce cada cuatro aos, y est a su vez fuertementemanipulado desde el control por los Medios por parte de las lites que manejan elPoder. Con el aditamento que incluso los periodistas y medios "independientes"estn necesariamente inmersos en una cultura, que visualiza ciertos temas y no puedever o admitir otros, por lo cual su "independencia" es entonces un tema relativo a undeterminado marco histrico-cultural.

    Para suplir el dficit, muchos periodistas nos invitan a "participar" enviandomensajes telefnicos o de correo electrnico, incluso realizando "encuestas" entresus oyentes sobre temas de actualidad, con lo cual adems dimensionan su "rating",

    tema esencial al momento de recaudar de sus anunciantes. Los oyentes quedamoscon una falsa sensacin de participacin y ellos se apropian indebidamente de un

    papel de representantes de la "opinin" popular.

    2. Tomemos nota del pr oceso histr ico

    Este punto es esencial para entender cmo tenemos ahora estructurada,incorporada, internalizada, una forma de pensar y obrar, en funcin de lo cual, si no loasumimos adecuadamente, corremos el riesgo de repetir e insistir en un modelo alque slo aplicaremos una capa de barniz.

    Hasta 1810 decidir dnde se plantaba cada arbolito (como deca la cancin)2deba decidirlo el Rey de Espaa y disponerlo SU Virrey . Es cierto que haba

    Cabildos en las principales ciudades, todo de acuerdo con el modelo peninsular, quetuvo en el buen Felipe II el representante ms acabado de monarca absoluto y

    burocrtico, defensor mximo del Papado romano, y puntilloso y austersimofuncionario. Y si bien los Cabildos tenan autoridad para encarar los problemas

    2

    Aunque el relato que comienzo con este prrafo est centrado en la experiencia histrica argentina, conpequeas variantes es vlido para casi toda la Amrica Espaola, y espero que los eventuales lectores deMjico, Cuba o Brasil sepan corregirlos en el detalle para sus casos especficos

    Captulo I - Fundamentos y dificultades para su realizacin

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    Locales, vale la pena recordar que slo tenan voto los funcionarios y comerciantes"de pro", ordenados segn sus ttulos y antecedentes, todo ello valorado segn la

    voluntad del Monarca.Desde 1810 las funciones del Rey y su Virrey fueron asumidos por la aristo-cracia portea y/o los caudillos locales. Como para las guerras y otros propsitos serequera de numerario, se recurri a un gran emprstito y as Rivadavia y su ministroGarca nos crearon la primer gran deuda, por la cual se pag varias veces su valornominal original a lo largo de varias dcadas, sin que se cumplieran ninguno de susobjetivos originales ni se recibiera ninguna libra oro solicitada. Otros mecanismosfueron ms o menos compulsivos o "voluntarios", como los de San Martn en Cuyo,

    para proveer a la conformacin del Ejrcito de los Andes; los caudillos emplearonmtodos ms grotescos, como ejemplifica Sarmiento en su "Facundo": el pillaje, el

    monopolio de la provisin de carne a las ciudades, el juego obligatorio y fraudulento.No debe extraar por ello que Fray Mocho, alrededor de fines del siglo XIX-principios del XX recordara que un postulante a prebendas en las antesalas de uncaudillo-funcionario pudiera decir: "A m que no me dean, pero pnganmen donde

    3haiga!". Y luego, cuando el yrigoyenismo, se acu aquello de "Calma radicales:hay puestos para todos".

    La Constitucin de 1853 fue resultado y eplogo de guerras fraticidas. Que nohaba mucho respeto a la institucionalidad lo denuncia que slo en 1880 tras las

    batallas de Cepeda y Pavn se entr en un perodo de relativa paz interna, aunquevale la pena recordar que uno de nuestros ms distingidos y recordados prceres, don

    Bartolom Mitre, fue campen de mltiples levantamientos. Y que cuando hastahace no muchos aos se quera denunciar a alguien como prepotente y desinteresadode toda restriccin legal o normativa (pues se saba impune) se deca: "ste se cree

    4hijo'e Mitre". Las elecciones se resolvan a cuchilladas hasta la ley Senz Pea . Yluego volcando o reinventando las urnas o proscribiendo a los adversarios.

    Los analistas sociales y polticos estn contestes en que con el procesoinmigratorio de fines del siglo XIX y principios del XX pudieron desarrollarse en el

    pas nuevas formas de pensamiento y accin que pusieron en crisis el modelo de laclase ganadera terrateniente, exportadora de tasajo y charqui para los esclavos de loscaaverales y tabacales de Brasil y Cuba; y luego de carne enfriada, gracias alIngeniero Tellier, para Inglaterra. Se conform una clase media urbana, especial-

    5mente en Buenos Aires, y el radicalismo y tambin el socialismo (como partidos

    3Presidente argentino en dos oportunidades: 1916-22 y 1928 hasta su derrocamiento el 6 de setiembre de1930.4Consagr el voto universal (para varones mayores) obligatorio y secreto, gracias a lo cual gan Irigoyenla 1 eleccin5El socialismo se desarroll entre nosotros como un movimiento impulsado y dirigido por intelectuales declase media: Juan B. Justo, Nicols Repetto, Enrique Dickman, Aristbulo del Valle, Leopoldo Lugones

    en su juventud. El anarquismo en sus diferentes variantes tuvo tambin un importante papel en la creacinde los sindicatos obreros y en el desarrollo de un serio intento por despertar la conciencia de la claseobrera.

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    polticos) pasaron a representar las aspiraciones de tales conglomerados sociales.Con el peronismo la clase obrera urbana adquiri tambin el protagonismo que

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    nunca lograron las peonadas campesinas . Pero es obvio que tal representacinimplic slo dbiles o nulos procesos de participacin.Al menos que se entienda porparticipacin asistir o acompaar al caudillo o lder en ocasin de algn discurso oacto, con el agravante que muchas veces ello fuera (es) a expensas de "empanadas yvino", dinero en efectivo, u otras promesas o logros de algn beneficio inmediato.(En ocasin de una reciente eleccin en Catamarca, as lo plante explcitamente

    7Luis Barrionuevo segn me refiere un amigo que tuvo oportunidad de asistir a unode tales eventos). Con variantes ms modestas pero igualmente efectivas siguevigente este modelo de compra de voluntades al momento electoral; en los espaciosinterelectorales las prcticas son ms sutiles y destructivas.

    Por cierto, no slo los "pobres" o "ignorantes" aceptan el modelo (en realidadcasi no tienen otra opcin). Tambin nos incluye a los profesionales y gente "culta".Cuntas veces hemos asistido a congresos y otros eventos cintfico-acadmicos enque se nos habla desde el estrado de la magnfica participacin, y sta en realidad sereduce a escuchar una seguidilla de relatos (en la realidad quizs slo se llega aescuchar, entender al primero, pues al cabo de algunos minutos nuestra atencin hasido colmada) o exposiciones que nunca se discuten y debaten, a lo sumo se permiten

    plantear algunas preguntas que a su vez slo se responden con pararrespuestas? Ytodo pago por algn laboratorio o industria, un sindicato o ente patronal o elGobierno.

    Con Eva Duarte y su Fundacin se afirm un modelo segn el cual uncaudillo o figura maravillosa, investida de poderes casi divinos, distribuye prebendasa pedido de los demandantes, o incluso en forma de lluvia: colchones, chapas para eltecho, ropas, prstamos hipotecarios en cuotas ridculas, puestos pblicos, bene-ficios en negocios de todo tipo, casas, etc. Es obvio que as se establece y afirma elmodelo que no es con el trabajo y el ahorro, la organizacin de nuestros objetivos,una mayor formacin profesional, tcnica, cultural, como hemos de lograr "xito" yreconocimiento social y valoracin personal, sino por acercarnos a algn lder, yhasta participando en algn negocio o actividad de dudosa o ninguna legalidad.Cuando tal lder deja de tener vigencia, las reacciones son: realizar un autoanlisis

    para descubrir y hacer empleo de los recursos personal-familiar-grupales an noempleados o descubiertos hasta entonces (sera la respuesta "sana" desde nuestromodelo tico) reclamar por lo perdido por medios ms o menos violentos, desdecortar rutas a armarse y constituirse en grupos "revolucionarios" (segn la visindesde los propios grupos) o "subversivos" (desde quienes detenten el Poder) osimplemente desinteresarse de los asuntos "polticos".

    6La Patagonia trgica describe el aniquilamiento de los movimientos obreros campesinos, y de paso elde los indgenas sobrevivientes, en la Patagonia de la segunda dcada del siglo XX, todo ello empujado

    por el creciente valor de la lana, en funcin de lo cual se arrebataron tierras y se esclaviz la fuerza de

    trabajo remanente.7Se trata de uno de los principales referentes del gremialismo devenido en funcionarizado y vido denegocios , quizs ms estigmatizado que otros realmente corruptos o ms corruptos que l.

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    No me cabe duda que la reaccin mayoritaria es la ltima. La segunda tuvo ytiene repercusiones obvias y sus variantes las hemos visto y sufrido o estn operando.

    El gran interrogante es si puede tener peso significativo el primer modelo reactivo, ysobre todo qu podramos hacer para impulsarlo, y en vez de ser simplementereactivo, fuere un modelo o sistema que guiara nuestra conducta social. Quieroaprovechar para remarcar que se trata de un enorme proceso de marginacin social yes obvio que el mismo permite consolidar la pobreza, convirtindola en miseria, o seaun estadio en el cual se ha perdido el futuro, la posibilidad de soar o pensar un

    proyecto que no sea intentar la sobrevivencia inmediata. Esta dimensin del procesoest comenzando a ser considerada, toda vez que crecientemente asistimos a que los

    procesos o perodos de desarrollo-crecimiento econmico vuelcan los beneficiossobre los grupos de mayor ingreso, en tanto no se modifica y an aumenta la

    proporcin de pobres e indigentes (proceso que se exacerba en momentos deestancamiento o depresin econmica). Hay otra "pinza" del proceso histrico queme parece fundamental consignar. En el siglo XIX, segn los ms calificadosestudiosos (historiadores, politiclogos, socilogos) se configur el concepto y seorganiz lo que hoy definimos como Estado moderno. Una institucin emanada y ala vez organizadora-controladora de la Sociedad que no slo plantea el monopolio dela fuerza (FFAA, Polica) sino el control de la Economa: muchos Estados incluso"capitalistas", administran directamente 50% ms del PBI, regulan la vida de las

    personas (Cdigos Civiles, Penales, de Comercio, de Convivencia) el trnsito, eltransporte, el trfico de mercaderas y personas, calidad de los alimentos y de la

    salud, etc, etc.

    3. Las burocracias anulan la par ticipacin

    Casi insensiblemente la Sociedad ha ido delegando (y los individuosinternalizando) la "necesidad" de esa delegacin. Cada vez ms, se establecen y/o sereclaman nuevos controles, por complejas motivaciones: necesidad de seguridad deindividuos y familias (que se delega en el Poder superior del Estado) afn"buenstico" (deseo de lderes o grupos bienintencionados de imponer normas que

    estiman ms justas y/o saludables) o simplemente de Poder (afn de imposicinsobre los dems, hasta incluso la explotacin y la muerte) por parte de corpo-raciones, negocios, o grupos de fuerte ideologa autoritaria.

    El resultado es que una cantidad de responsabilidades y tareas que eran de laspersonas, las familias, los grupos, quedan absorbidas por el Estado o las corpora-ciones, con alcances que resultan muchas veces contraproducentes para el desarrollo

    8de tales personas, familias, grupos, la Sociedad en su conjunto.

    8Un ejemplo trgico fue (es) Kromaon (deformacin de Cromagnon ). Gran parte de la responsabilidad

    de las 200 muertes corresponde a las propias vctimas. El caso ms burdo fue el de las madres queconcurrieron a una aglomeracin en un espacio cerrado con sus bebs, dejndolos en un bao al fondo dellocal!. Sin embargo se insisti y aun se insiste) en culpar, incluso penalmente, y casi exclusivamente, al

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    Un ejemplo lo da la sobremedicalizacin de nuestra vida cotidiana. Tenemosincorporado que el parto debe realizarse en un hospital o clnica (casi el 100% de los

    partos de la RA son institucionales) y este hecho se lo tiende a interpretar como signode una "buena" cobertura mdica, lo cual es razonable cuando las condiciones hoga-reas no aseguran un mnimo de higiene y cuidados. Cuando ello es posible, como enBlgica, casi el 100% de los partos puede realizarse en los domicilios de las mujeres,

    pues a ms de indicarlo all as la tradicin, y contarse con un sistema de salud queasegura una adecuada atencin domiciliaria, se ha constatado que el riesgo de infec-ciones para las mujeres y los bebs es mucho menor; adems la proporcin decesreas es infinitamente ms baja que la que se da en nuestro pas, donde el manejo

    burocratizado de los partos, hace ms cmoda y conveniente esa tcnica al equipo deatencin (adems por aos era mejor remunerada la atencin por cesrea que la

    atencin del parto simple).Como ste, hay muchos procesos que apuntan a recuperar el protagonismo deindividuos y familias, seguramente porque se conjugan tanto aspectos de mejoratencin como un menor costo, para el Estado, las corporaciones y la gente.Efectivamente: las burocracias (pblicas o privadas) se han apropiado de derechos yresponsabilidades que tradicionalmente correspondieron a individuos, familias ycomunidades locales. Y ello abarca tanto a entes gubernamentales cuanto a empresasy organizaciones no estatales. El lector habr advertido ahora que estamos plan-

    9teando que podamos salir del lugar de "pedigeos" o "clientes" para pasar a sergestores de asuntos hoy en manos de funcionarios o empresas ms o menos

    burocratizadas.Un ejemplo: En 1978 se efectu en ALMA ATA, una ciudad turstica de la

    entonces URSS, la asamblea de la OMS que plante la famosa declaracin sobre labase de la cual se proclam llegar a salud para todos en el ao 2000, mediante laestrategia de atencin primaria, cuyo eje central pasa porque las comunidadeslocales escojan las vas de abordaje a sus problemas en funcin de sus conocimientosy recursos. El presidente de la reunin fue el delegado argentino; el Gobierno del

    entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad (porqu no al Ministro del Interior del Gobierno Nacional o alJefe de Polica Federal si est archidemostrado que reiteradamente haban sido coimeados agentes

    policiales para no cumplir con sus tareas de vigilancia y control, y las fuerzas policiales dependen en laCiudad del Ministro del Interior?). Adems las bengalas incendiarias fueron arrojadas por el pblico. Enresumen, hagamos una fiesta de casamiento con 300 invitados donde quepan en rigor slo 50, facilitandoque se prendan velas que derramen su fuego sobre alfombras, y chese luego culpa de los daos aladministrador del edificio!9Originalmente clientes eran quienes deban agolparse en el atrio de las casas de los patricios romanos

    para implorarles favores (entrega de trigo en aquel entonces). Con el tiempo, se nos dice clientes por pagar

    los servicios que una empresa nos suministra. El cliente tiene siempre razn ... aunque en la realidad nossigan tratando como simples pedidores a los que por un espritu dadivoso nos han dado .... lo que debemospagar puntillosamente.

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    10Proceso aplic entonces los programas de atencin mdica rural, que eranrealizaciones concebidas por funcionarios para atender -segn un modelo extrado

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    de las experiencias de Carlos Alvarado a las poblaciones marginales de la Puna-obviamente como ddiva (de bajo costo adems) para esas gentes de "segunda". Porsupuesto, cuando el Estado Argentino entr en severo dficit ante los organismosinternacionales de crdito, una de las primeras medidas de "ahorro" consisti endejar de retribuir a los agentes sanitarios contratados y as pasaron a languidecerdichos programas.

    Doy por conocidos y ampliamente comentados los referidos a la impotenciadel ciudadano comn ante la retencin de aportes jubilatorios, estafa en sus depsitos

    bancarios, gatillo fcil, terrorismo de Estado, etc.:Las consecuencias de la anulacin de la capacidad de autoorganizacin

    potencian el descuido de los servicios delegados en (o asumidos por) el Estado yotras organizaciones ms o menos burocratizadas.

    Intercalo otros ejemplos de mi pas :12Los servicios de salud , pblicos y privados se concentran en el rea realmente

    urbana de Moreno (el Partido tiene casi la misma superficie que la Ciudad deBuenos Aires). Los residentes de mi barrio deben trasladarse 10 Km hasta el Htal

    13de Moreno (uno de los peor equipados del Conurbano ); cuando yo sufr unaccidente deb por ello trasladarme 12 Km hasta el Htal de Gral Rodrguez, elcual entonces an mantena algn resabio de cuando fue de orden nacional.

    En marzo de 2001, al realizarse en la Ciudad de Buenos Aires un CongresoMundial de Epidemiologa, se inform desde el Ministerio Nacional que el 40%de los menores de 4 aos del Area Metropolitana de Bs Aires no haban comple-tado su esquema de vacunacin; cuando en febrero del 2002 intent colaborarcon el Municipio de La Matanza me inform que 150 000 escolares del distrito noestaban adecuadamente vacunados.

    10Autodenominacin que se dio el gobierno cvicomilitar (1976-83) que adems de anular los derechoscvicos, ejecutar a no menos de 8500 individuos (algunos aun creen que pudieron ser 30000) apropiarse de

    recin nacidos y otras atrocidades, realiz una notable destruccin de la industria y el trabajo nacionales, ams de organizar absurdos enfrentamientos internacionales y generar un desastre militar por intentarobtener por medios contrarios a nuestra tradicin y capacidad la recuperacin de las Islas Malvinas.11El Dr Carlos Alvarado, tras haber logrado eliminar el paludismo en la provincia de Tucumn, pas adesempearse como Director del primer programa de Lucha contra el Paludismo de la OMS, lo cual le

    permiti observar en forma inmediata las experiancias de los ingleses en Uganda, o las de Mao en la China12Es sta una expresin engaosa, pues se trata en realidad de establecimientos para atencin de laenfermedad y a lo sumo una no siempre adecuada asistencia a los procesos de embarazo, parto y puerperio,y por pocas vacunatorios de dudosa eficiencia.13Esta evaluacin, vlida al momento de escribirse por primera vez el texto, est fuertemente corregida enla actualidad, tras la provincializacin del establecimiento, la cual incluy la construccin de un nuevoedificio, su equipamiento y una mejor dotacin de personal..14

    Moreno y Matanzas son municipios inmediatos a la Ciudad-Distrito Federal con 500 000 y 1.400.000habitantes respectivamente; Rosario de Santa Fe es la 2da ciudad de la Repblica, con alrededor 1.500.000habitantes; La Angostura es una villa turstica en el rea de Bariloche.

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    No se aplica tomar masivamente la presin arterial a todas las personas de 40aos y ms, al menos una vez al ao, para prevenir as muertes que representan

    casi el 40% del total, etc.Ya se sabe que los planes de ayuda social (desde el PAN de la PresidenciaAlfonsn hasta el actual Jefas y Jefes de hogar) es arena de disputa entreIntendentes, Gobernadores (esposas en rigor de unos y otros) "punteros", ONGs,etc., pues implican poder y dinero. Y sin embargo tengo registrados testimoniosde experiencias locales en que se asign a las propias comunidades realizar el

    proceso, lo cual result en mayor eficiencia y justicia distributiva.

    Es obvio, a tenor de experiencias realizadas en otras partes del pas (y encualquier lugar del mundo donde se privilegian los hechos efectivos por sobre los

    decires de los funcionarios): cuando los vecinos se organizan y asumen como propioel sistema, en combinacin con los servicios pertinentes, el tema es encarado yresuelto en forma ms eficiente y satisfactoria.

    4. Lo habitual no es el dilogo

    Cuando he propuesto en Moreno o en Matanzas, pero tambin Rosario, La14Angostura o en la Ciudad de Buenos Aires poner en marcha un sistema de

    autogestin a cargo de los factores locales involucrados, se han cerrado las puertas, y15sobre todo los odos. Y en el autodenominado Dilogo Argentino ha ocurrido otro

    tanto.16Entindase: no es que la idea haya sido rebatida o rechazada , incluso con

    poco o ningn argumento: hay resistencia a emprender un proceso de dilogo real, locual implica no slo poner la cara ante el otro (o admitir recibirle un escrito) sinotratar de entender qu es lo que dice, metabolizarlo, esto es, analizarlo, descompo-nerlo en sus componentes, desentraar objetivos y mtodos (implcitos o explcitos)y luego asimilar, esto es, incorporar aquello que se evale como valioso y tratar dedesentraar el porqu de los aspectos confusos o rechazables; repreguntar acerca del

    porqu o cmo de los mismos, as como tambin precisar si los aspectos "enten-didos" se corresponden a lo expuesto por el interlocutor. As estaramos en

    15Unamuy importante iniciativa de la Comisin Episcopal Argentina, que se ha replicado en diversospases del Mundo

    16O quizs implcitamente s, como muy bien lo expresara mi amiga Emilce Vera Bentez, sanitaristaparaguaya, ex Directora Nacional de Maternidad e Infancia en el Mrio de Salud de la R.A, en uncomentario que me envi por correo electrnico el 27 de octubre 2003:Hola Juan Pablo, me volvi a la vida tu escrito. Considero que no habrs tenido xito en la presentacin alos decisores de turno: el miedo es, como lo decs, a la prdida de los controles y del cargo que ocupan, novaya a ser que la comunidad se organice eficientemente sin la participacin de los funcionarios; adems,ests poniendo la descentralizacion de los fondos, cuando actualmente cada vez es ms centralizado.

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    condiciones de devolver un mensaje enriquecido y enriquecedor, con lo cual, si losinterlocutores prosiguen el juego, se podrn construir sntesis ms abarcativas y

    seguramente ms comprensibles y aceptables (digeribles y asimilables) por parte deterceros.Muchos tenemos el convencimiento que los espacios de dilogo real son cada

    17vez menos frecuentes en nuestro medio. El "dilogo" no es tal: suelen ser mon-logos ms o menos coetneos, o slo disponer un escenario (en una plaza, en uncongreso, por radio o mejor en la pantalla de TV) a travs de la cual presentamos undiscurso al cual no queda otra opcin que adherir o ser indiferente, o provocar unarepulsa masiva, con lo cual, como dice un refrn anglosajn (o ms especficamenteyankee) corremos el riesgo de "tirar al bebe junto con el agua de su bao".

    Es notable que en tanto que se han multiplicado y extendido los medios de

    comunicacin (radio, TV, correo electrnico, Internet, telfonos celulares) crece laincomunicacin real, medular, entre los individuos y los grupos. Diariamente recibi-mos por correo electrnico decenas de avisos de reuniones, propagandas comer-ciales, etc, pero casi nunca se responde a nuestros pedidos y mensajes, salvo los SMSgeneralmente limitados a pedidos o comentarios totalmente superficiales o refe-rentes a operaciones inmediatas. Son escasos los intercambios referentes a temasms extensos y complejos, aunque sabemos de congresos internacionales organi-zados sobre la base de comunicaciones no presenciales, organizados en los pases"centrales". Los efectos combinados del no dilogo y la representacin a distanciason deletreas para un proceso de participacin democrtica.

    Alguno de los lectores puede intentar plantear un tema al Jefe de Gobiernode la Ciudad de Buenos Aires o a alguno de sus secretarios (lo mismo se repite en

    18reas menos complejas), a algn legislador o diputado sin alguna recomendacinespecial (o mejor con algn importante negocio entre manos)?Le resulta a Ud fcilacceder a los responsables de alguno de los entes de control?. Si a Ud le propusieranintervenir en una Audiencia pblica, por ejemplo para discutir una eventual suba detarifas, cree que tendra oportunidad de hablar? En los tres minutos que a lo sumo le

    podran conceder, cree que podran entenderle, as como responder a digamos 25oradores previos?. Cmo podra decirle -me refiero a expresarlo con argumentacinracional, no simplemente denostndolo- a un diputado que Ud vot (o a cualquier

    otro candidato o funcionario) que no est llenando sus expectativas? Le parecerazonable esperar cuatro aos para que nuevamente Ud deba elegir entre gente a laque slo conoce por imagen, por plpito, o porque Ud siempre estuvo con tal partido

    17Un doctorando lo expresaba grficamente as: hay dilogos (dos discursos lgicos, orgnicos) vs di a-logos (dos discursos contrapuestos ninguno de ellos lgico)18Desafo a quienes en el Gobierno de la Ciudad (Ejecutivo y Legislativo) se llenan la boca con que estncreando participacin porque elaboran la Ley de Comunas, o estn a cargo de la Oficina deDescentralizacin y Participacin Ciudadana, soportaran que se les demostrara que si tomamos 1000

    personas circulando por la Plaza de Mayo o el Obelisco, o la City o cualquier otro lugar en donde sea msobvio que en cualquier barrio encontrar gente informada, se constate que casi ninguno de losencuestados conoce el nombre de al menos tres legisladores actuales de la Ciudad.

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    19(as como es siempre de Boca o de River, salgan o no campeones)?Ud sabe que si el Estado le debe dinero a Ud (por ejemplo, Ud es un jubilado a

    quien el Estado le sustrajo el 13% de su retribucin) si se lo devuelven ser sin intersalguno. En cambio, si Ud se atras un da en el pago de servicios o impuestos, deberabonar no menos de un 2% mensual adicional (en donde el mes se cuenta a partir del

    primer da)El resultado inevitable es que el hombre comn se desentienda de la poltica,

    que considere con temor o reticencia a la Polica, la Justicia, y slo conciba acercarsea un diputado o funcionario a travs de algn "amigo" del mismo (llammosle"puntero", "intermediario", caudillo barrial, gestor) y ello para obtener un puesto, un

    beneficio jubilatorio, la realizacin de algn trmite que por la va comn nunca sera20resuelto: una prebenda .

    Quienes detentan el poder y los que pugnan por obtenerlo, no se hancaracterizado en nuestro medio por restablecer o propiciar procesos de dilogo . Porcierto, no me limito slo al poltico, referido a los niveles del gobierno del pas:incluye tambin los sistemas acadmico, gremial, empresario... Entendmonos: setrata de un problema cultural, que atraviesa, condiciona, forma y deforma a la

    21Sociedad y sus individuos. Se ha creado un sistema perverso segn el cual quienesse plantean actuar como polticos se ubican en donde deba acudir gente a solicitarfavores, en general para la simple realizacin de acciones que podran estar a cargode los mismos beneficiarios o de estructuras de un Estado organizado para asistir alos ciudadanos. Pero se trata en cambio de convertir ciudadanos en clientes. Y los

    ciudadanos no tienen otra opcin que transformarse en clientes. Con el obvioagravante que tal indebida concentracin de poder (en el sentido de indebido podersobre los dems, o sea todos nosotros) favorece el empleo discrecional del mismo

    para beneficio de funcionarios y allegados, con dao adicional al pblico en general(ms all del gran dao que implica el haberles despojado del derecho a decidir ygestionar lo que les debiera corresponder).

    Reflexiones a mediados de octubre del 2003:

    Este segundo fin de semana de octubre he recibido este correo de undistinguidsimo profesional argentino -a quien una Fundacin de reconocido

    prestigio internacional le confi la evaluacin de mi proyecto "Un nuevo modelopara la gestin local de servicios y proyectos para/por la comunidad"- correo queconsidero relevante para formular a partir del mismo algunas consideraciones:

    19Este prrafo y el siguiente estn fuertemente concentrados en ejemplos de mi pas. Acudo nuevamente ala inteligencia del lector para buscar sus equivalentes nacionales.20Argentina tiene el triste privelegio de estar en el pelotn de pases con mayor nivel reconocido decorrupcin segn la opinin de expertos y organizaciones internacionales especficas. Pero hay ms de un

    pas en la regin que la supera, y varios muy prximos.21

    Un caso grotesco se daba durante el Proceso, cuando los mensajes verbales de los gobernantes pedan oanunciaban el dilogo, en tanto se masacraba a miles a veces incluso por el simple supuesto que podaser pensar o actuar diferente a lo prescripto (aunque no hubiera sido explicitado).

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    "Estimado Juan Pablo: "He demorado en escribirte porque despus de 4meses afuera haba mucha cosa que arreglar y pagar, desde mi casa en NY. He ledo

    con detenimiento los dos documentos que me enviaste. Admiro tu entusiasmoincansable, capacidad de trabajo y deseo de ser til a la Argentina. Desgracia-damente, probablemente por razones de edad (77), no te puedo acompaar en tuentusiasmo. Creo que la Argentina sigue envuelta en un prolongado proceso deautodestruccin y sigue dominada por el oportunismo politico que otorga poder concorrespondientes posibilidades de corrupcin. Conozco bien lo que es lograr"participacin de la comunidad" a travs del sector salud: lo he aprendido,comprendido bien, estudiado y practicado en Manhattan durante 25 aos. Lo hehecho desde un ambiente acadmico sofisticado y acompaado por un equipo de

    profesionales interdisciplinarios. Participacin de la comunidad requiere, ante todo,

    un ambiente democrtico. Lo que existe ahora en Argentina es una pseudodemocracia. Creo que uno de los primeros pasos que debiera darse en Argentina, parafacilitar el desarrollo de un proceso poltico en el que la comunidad pueda participarconstructivamente son cambios en el sistema electoral: por ejemplo, es importantelograr la desaparicin del sistema de listas sbana! Mientras el proceso poltico estestructurado para lograr la perpetuacin de un partido determinado, cualquier cosaque uno quiera hacer en el sector salud va a estar contaminada por los intereses delgobernante del momento!

    "Es por todo esto que yo ahora estoy TOTALMENTE RETIRADO. Como elsector al cual pertenezco es el de la salud, y... por optimista que sea...a mi edad no veo

    esperanza de ver resultados. Con un abrazo, Samuel J. Bosch, Profesor emrito deMedicina Comunitaria. Mount Sinai School of Medicine, N.Y..

    Mi amigo quizs no utiliz con las "listas sbanas" el ejemplo ms feliz, peros dramticamente expresa en su frase final su impotencia respecto a modificar un

    22panorama nacional desfavorable. Quizs por haber alcanzado slo 69 aos, nohaber logrado un nivel de profesor de una acreditada universidad en USA niresponder a un grupo social de lite como mi amigo, an necesito aferrarme a unaesperanza. Cul es exactamente esa esperanza y qu se requerira para llegar conella, como el Dante, a las Puertas del Cielo, para all dejrsela a quienes vienen

    detrs?

    5. Instrumentando nuestr a concepcin tica

    Creo que el principal ingrediente es crear espacios reales para laparticipacin, entendidos como instancias en las cuales podamos pensar sobrenuestros problemas y nuestras actitudes al respecto en un ambiente de respeto y

    22A 9 de julio del 2003

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    elaboracin. Lo cual queda impedido toda vez que una dirigencia (poltica,empresarial, sindical, acadmica, religiosa) se constituye en poder "sabindolo todo"

    y se cierra a toda crtica o idea, pues en principio se las entiende como una accin "de23la contra" para sacarlos de su sitial. Eliminacin de listas sbanas , transparencia delos actos de Gobierno, difusin de la gestin de intereses, etc, sern herramientas

    poco eficaces en tanto los ciudadanos no perciban que pueden realmente ejercitarpoder en la toma de decisiones de los problemas que les efectan todos los das. Si ellono ocurre, la ciudadana se desentender y slo algunos pocos con alguna vocacinde poder entrarn en el juego.Tales individuos seguramente intentarn incorporarse alos partidos politicos, o ms modernamente -dado el desprestigio que tienen los

    polticos- conformar una ONG, con la ventaja adicional que las mismas no estnsujetas a casi control alguno, que su manejo puede ser tanto o ms autoritario que el

    del Estado, un sindicato, un partido poltico, un club de ftbol o una Universidad. Engeneral los socilogos estn interpretando de este modo el florecimiento de lasONGs en nuestro medio: una derivacin de una vocacin poltica que no se canalizahacia los partidos. Pero repite lo que se critica de ellos! Por ello es que nuestra

    propuesta plantea reemplazar el juego del poder por un proceso permanente departicipacin en la gestin diaria de los problemas locales: prevencin y atencin dela salud; la promocin, asistencia y accin social; microemprendimientos; recupe-racin de fbricas y lugares de trabajo de la vecindad; seguridad; programas devivienda; normas de convivencia; saneamiento vecinal...

    El modelo previamente descripto est firmemente incorporado en nuestra

    cultura y se denuncia permanentemente en la dificultad para escuchar, para dialogar.Los funcionarios y dirigentes creen que tienen ms poder por convertirse en elembudo de decisiones y pedidos, cuando lo cierto es que su poder sera socialmentems til si en vez de convertirnos a los dems en demandantes y clientes su tareafuera abrir espacios para que todos pudiramos aportar y hacer.

    En este sentido observo que al ser presentado el proyecto "Un modelo..."suele haber una primera respuesta de "comprensin positiva" que rpidamente sediluye en la falta de respuesta, obturacin del dilogo, argumentaciones incon-gruentes o hasta cobardes para "justificar" la naccin.

    En la historia humana y en la experiencia de todos los das muchos hemos

    aprendido que hay advertencias, ideas, etc, que requieren su tiempo para empezar aser consideradas. Quizs se las lee, se las escucha incluso, pero no mueven a laaccin. Hasta que de pronto se ponen de moda y todos, incluso a veces quienes mssistemticamente se haban resistido, se ubican como adalides de la "novedad". Qudebe hacerse entonces para provocar la iluminacin de las mentes respecto de untema tan obviamente trascendente y relativamente muy sencillo de comprender ytambin de poner en prctica (esto ltimo si hay voluntad "poltica" para aplicarlo)?

    23

    La objecin a la lista sbana es entendida aqu en su sentido vertical, esto es , con referencia a laeleccin simultneade una autoridad de un nivel (por ejemplo Presidente de la Nacin) junto con la de otrou otros niveles (gobernador, intendentes, consejos escolares y/o vecinales, etc).

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    Simultneamente intento poner en marcha un mtodo que puede ser deenorme utilidad para que las formulaciones de los partidos y las dirigencias en

    general tengan mayor racionalidad social, e indirectamente (o directamente?) servirpara la educacin al respecto de dirigentes, "acadmicos", medios de comunicacin,pblico en general.

    6. Resolvemos un modelo cultural mediante la educacin?

    Es habitual que cuando se plantea que hay un problema ante el cual se hanestrellado programas fundados en buenas intenciones, se alegue que es necesarioeducar a la gente. Todos los programas sociales, mdicos, asistenciales, etc, plantean,

    incluyen, procesos para educacin-adiestramiento-readiestramiento de medios,pblico, profesionales, beneficiarios. El "marketing" es la aplicacin prctica que serealiza para "vender" productos, sistemas, personalidades, "educando" a la pobla-cin o grupo "target" como consumidor. Denostar los horrores del mercantilismo esuna cosa, pero no tomar nota de los mtodos con los cuales sus agentes imponen sumodelo es poco inteligente.

    Lo que notablemente no se comprende, es que tales programas educativosson slo procesos de adiestramiento o informacin. Parten desde el dador del

    programa, quien pretende as imponer su modelo al beneficiario y los agentes omedios de su programa para hacerles llegar su visin para establecer el sistema de

    poder, la estructura de servicios o procesos. Si se incorporan beneficiarios comoagentes del proyecto, lo hacen slo en calidad de eslabones de ltimo orden de laestructura, como empleados (con retribucin monetaria o sin ella). As es como

    24recientemente el PAMI adiestra jubilados para que acten como agentes ante los25otros jubilados, o el programa Jefas y Jefes plante incluir "tutores" respecto de una

    determinada cantidad de mujeres con tres o ms hijos para que las "orienten" acercade cmo educar a sus hijos, manejar su emolumento, etc. En el primer caso seincorpora como empleados a quienes podran participar de un proceso barrial deautoadministracin que incluyera a todos los habitantes del mismo (cmo se hacecon los familiares del PAMI que no tienen derecho a recibir los beneficios delmismo?). En el segundo, se crea un escaln burocrtico ms de empleados de unaestructura para "dirigir" a la gente.

    Sin embargo, hay quienes incluso se oponen a la eleccin por lista nica por toda una jurisdiccin (porejemplo, diputados nacionales por las Pcias de Bs Aires, Capital, Crdoba o Santa Fe) sosteniendo quedebiera hacerse en forma individual, lo cual sera en la prctica desconocer tanto la jurisdiccin como

    posibilitar la supresin de las minoras y de la representacin proporcional, cual se aplic a fines de lasegunda presidencia de Pern y ahora en Santa Cruz y otras jurisdicciones.24Programa de Atencin Mdica Integral del Instituto Nacional para Jubilados y Pensionados, con unos 4,5

    Millones de beneficiarios. La referencia es a una propuesta de accin de algunos aos atrs con relacin ala actual edicin.25Designacin eufemstica de un programa de asistencia social.

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    Lo notable es que la moderna pedagoga (o simplemente la buena) marca que26lo importante del proceso educativo es el aprendizaje, ms que elenseaje . De all

    que se insista en que es esencial partir de las necesidades de los educandos, en tantoque habitualmente se parte de la necesidad o conveniencia o visin de loseducadores. Pues el educando tiene conocimientos y sobre todo actitudes y aptitudesque es necesario que salgan a luz y se analicen. De lo contrario slo incorporarn un

    barniz de informacin y quizs algunas tcnicas o aptitudes, pero no quedarnresueltos los aspectos fundamentales que debe encarar un proceso educativo:Formar actitudes, desarrollar aptitudes, proveer informacin, en ese orden de

    prelacin.Comprese con nuestra realidad acadmica predominante, tanto en la escuela

    secundaria como en las universidades (incluyendo los procesos de posgrado). Las

    evaluaciones para la promocin consisten en revisin de conocimientos, esto es deinformacin. Los estudiantes al trmino de cada examen expresan grficamentecmo toman el proceso: como una serie de vallados a sortear, "han zafado". Con locual queda claro que lo "aprendido" no es algo de lo que se han apropiado, sino tanslo algo ajeno que han debido memorizar para "vomitarlo" en el momentooportuno.

    Del mismo modo el cumplimiento de normas y leyes por la poblacin es asun requisito para no ser sancionados, para poder "circular"; en general se los entiendecomo imposiciones "para los giles" que establecen los que detentan el Poder (aquienes se percibe que estn "por fuera"). As lo expres recientemente un diputado

    (presidente de una comisin legislativa) casi taxativamente. Cuando se plantea quelos argentinos somos poco respetuosos de la ley, estimo que este mecanismo es el quems y mejor lo explica, ms incluso que el acudir a factores hereditarios (en unsentido amplio) de nuestra historia, de las caractersticas "culturales" de los gruposinmigrantes de los cuales derivamos, etc.

    7. " Se requiere una dictadura ilustrada y democrtica

    Aunque esta formulacin, en su forma explcita, tuvo su ltima formulacin

    en ocasin de la "Dictablanda" de Aramburu-Rojas (1956-62) tras la "dictadura" dePern, sigue prevalente en forma implcita, evidencindose en la conducta de losgrupos polticos, sindicales, empresariales, acadmicos.

    As, en ocasin de una de las ltimas elecciones presidenciales, una de lasplataformas polticas ms votadas planteaba "La construccin del poder en lademocracia pasa por el apoyo de la ciudadana con su voto a una opcin explicitadaclara y transparentemente". Enunciado que explicita el modelo conceptual dequienes limitan la democracia a una opcin electoral, desechando, o al menosrelegando a un segundo plano, implementar procesos para una participacin ms

    26Utilizo de propsito este neologismo para remarcar el punto.

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    efectiva, directa, diaria, de la ciudadana en la gestin de sus problemas y necesi-dades, que aquellos otros en cambio, ponen en manos de burocracias dependientes de

    una figura -un ente, un partido- paternalista-autoritaria. Para las elecciones de 2007,las formulaciones explcitas fueron en general aun ms limitadas, no han sido sujetasa anlisis y en cambio s fueron visibles consignas y acuerdos sobre distribucin decargos

    Y as cada grupo que aspira al Poder pretende obtener el manejo hegemnicopara imponer su "bondadoso sistema". Yo soy de los que creen que el Gral Videla ymuchos de los conductores del Proceso estuvieron (an creo que ntimamente loestn) convencidos que estaban salvando al pas. El "inefable" Presidente Bush sloes entendible si admitimos que es el mascarn de proa de una concepcin acerca delMundo y la Sociedad, que nos resulta odiosa, terrible incluso, para muchos, pero

    tiene su tica y moral propias, de la cual l es (fue) un convencido conductor yejecutor.El punto pasa entonces por comprender, y sobre todo asumir, cmo cada

    grupo (poltico, acadmico, estudiantil, sindical) asume "posiciones" cerrndose aldilogo y la elaboracin reales. Si se sientan a una mesa, es para "negociar": hastadnde se puede obtener acrecentar "mi" (su) poder y quitrselo a mi (el) oponente, locual es muy diferente a poner en claro pensamientos y actitudes para cuestionarlas yconstruir una sntesis diferente, apartndose del falso (por nico) eje sobre el cual seha establecido una polaridad de posiciones, que quizs, al tomar en cuenta otros ejesms eficaces para la solucin, permitiran encontrar una alternativa ms eficaz y

    adems superadora del desacuerdo-enfrentamiento.Quienes obtienen el Gobierno (mejor dicho, el ejercicio del Ejecutivo) actan

    para controlar-sobornar-disolver al Legislativo: los jueces son nombrados, remo-vidos en funcin de las necesidades de poder. Es tradicional intentar reemplazar losfuncionarios de los puestos claves (hasta incluso, por perodos, los de ms bajo nivel,como prebenda clientelstica). Lo central es ejercer o aplicar su Poder, debilitando elde los "oponentes". Este proceso crea un circuito paranoide-persecutorio, queconsume las mayores energas de los equipos dirigenciales en tal proceso, en tanto losgobernados quedamos a la deriva, en medio de las disputas de poder de estosdiferentes grupos, debiendo pagar todos los costos (incluso la vida, cuando las

    disputas se hacen por medios ms violentos). El proceso se repite en cualquierempresa cuando se produce un cambio de ejecutivos, y hasta en un simple consorcio.Bien dice el dicho: "los problemas del directorio se resuelven echando al portero oencargado del edificio".

    8. La salud mental como culminacin

    Quizs en parte como resultado de una deformacin profesional siempre hevalorado muy fuertemente la definicin de salud mental planteada por Vicente Galli,

    parafraseando la de un calificadsimo director del programa de Salud Mental de laOMS, el Dr Querido:

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    Estado de equilibrio e integracin de los elementos conflictivos constitu-27tivos del sujeto, de la cultura y de los grupos equilibrio e integracin progredientes ,

    con crisis previsibles e imprevisibles, resgistrables subjetiva u objetivamente, en lasque los grupos o personas par ticipan activamente en sus pr opios cambios o en los28

    del entorno social .Es que en rigor, lo ms valorble de nuestra vida no son acaso nuestros

    sentimientos y pensamientos, los que nos dan sentido ante nosotros, nuestros seresqueridos, los dems humanos, el Mundo? Y la definicin expuesta, no justifica yexplica acaso los procesos que proponemos para hacerla efectiva para todos y cadauno? Pues no puede haber salud mental para todos si todos y cada individuo, familia,grupo social, carece de proyecto de vida, porque slo puede subsistir, porque estahogado en un mundo mercantilista donde slo se estimulan los sentidos, donde el

    otro slo sea alguien para explotar o para darnos prestigio y poder con su voto o sutrabajo, o simplemente ignorado. Y disclpenme si mi valoracin de salud mentalla hace equivalente a vida digna de ser vivida

    27Neologismo resultante de condensar progresivo y por pasos sucesivos28La negrita es ma

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    1.Visin esquemtica del panorama sociopoltico actual

    Con las limitaciones de quien no es politiclogo ni socilogo y con lasinevitables distorsiones de quien ve "la realidad" desde el ngulo de sus actividades yexperiencias, presento estas consideraciones, esperando sirvan como aporte para

    plasmar acciones concretas, y sobre todo los cambios o procesos sociales requeridospara construir una sociedad ms justa, con el mayor protagonismo posible de susgrupos e individuos en la construccin de su destino, lo cual configura a mi juicio elrequisito y a la vez la cspide de un desarrollo humano sustentable deseable.

    Muchos hechos parecen sealar que estamos en un proceso de fuerte recupe-30racin nacional , aunque ms prudente fuera decir que estamos ante la perspectiva

    de cambios poltico-sociales e institucionales y de cambio cultural trascendentes,respecto de cuyo resultado final es prematuro formular pronsticos definidos.

    Se han desarticulado o al menos descabezado (o estn en proceso) fuertesgrupos de poder caracterizados por su manejo autocrtico y/o corrupto. Parece ma-nejarse el nuevo Ejecutivo Nacional con mayor sentido de las necesidades y posibi-lidades populares en relacin con los grandes acreedores externos, los organismosinternacionales de crdito y control financiero, la Banca y algunos de los grandesmonopolios que han aherrojado las fuerzas productivas y conducido al fuerte desem-

    pleo, y consiguientemente a la miseria y al hambre, de la mayora de la poblacin. Enestos momentos se implementan medidas que parecen razonables para contener lasms groseras manifestaciones del delito organizado, lo cual implica por cierto desar-ticular maraas de intereses que incluyen desde cuadros policiales y mbitos judicia-les a estructuras polticas de todo nivel. (Este prrafo es fuertemente opinable, pues

    para muchos, se dan a la vez elementos y hasta tendencias que tienden a concentrar elpoder econmico y poltico con simultnea expansin de prcticas corruptas).

    29Parafraseando una acertada expresin: Un buen novelista que describe lo que ocurre en un pequeopueblo o barrio o empresa, hace un aporte a la comprensin universal ms eficaz que quien intenta unasomera sntesis de la multiplicidad de casos locales. Mis lectores de otras latitudes sabrn adaptar esteCaptulo a sus realidades locales.30Este prrafofue esencialmente escrito desde 2003 al 2005

    Captulo IIPerspectivas hacia una democracia

    29ms participativa

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    Estamos asistiendo a la eclosin de autnticas movilizaciones ciudadanasautogestionadas: la movilizacin en Catamarca por el asesinato de Soledad Morales

    que determin el ocaso de la dinasta de los Saadi, luego reactualizada en Santiago31 32del Estero ; la movilizacin en San Luis frente al poder de los Rodrguez Sa ; losmovimientos piqueteros en demanda de trabajo y reivindicaciones sociales iniciadosdesde Cutral C y Tartagal, y luego extendidos al Conurbano; los "cacerolazos" quederribaron el ineficaz Gobierno Nacional de De la Ra, conlas asambleas barriales

    33 -como eplogo. Luego el caso Blumberg , que determin moviliza ciones multitu-dinarias como ningn aparato poltico o sindical pudo soar en realizar entonces. Lasmovilizaciones ciudadanas en Gualeguaych y Esquel, para defender el medioambiente que sienten agredido por grandes corporaciones. Y tambin vigorosasexpresiones artsticas y culturales, un aire de mayor inquietud en los medios por

    analizar y desentraar la complejidad de nuestra realidad. En resumen, fermentos enactividad que sealan que un viejo orden ha fenecido. Para muchos, se ha establecidotambin un "hiperprotestantismo", a cargo de grupos que slo saben acudir a laviolencia implcita en "piquetes", "marchas", "scraches" para imponerse... aunquequizs sea slo el nico modo conque en el modelo vigente se les tenga en cuenta.

    O sea, se ha creado nada menos que la posibilidad de emprender unaconstruccin, cuando antes slo podamos asistir a una continua desarticulacin y

    perversin de instituciones, a la expectativa de un sobrevivir como se pudiera, a laapropiacin de nuestro futuro por los ms codiciosos y desprejuiciados, y aunque

    persistan muchas de tales condiciones determinantes. Prrafo ste opinable, pues

    para muchos analistas se han acrecentado procesos de desarticulacin y perversininstitucional. Quizs debamos admitir que todos los procesos sealados se estndando simultneamente, lo cual no es contradictorio, sino expresin de complejidad.Por ende es de todas formas esencialmente vlido y remarcable el prrafo siguiente.

    Nos queda ahora la tarea de construir, que es bien diferente a la de sloreconstruir un mtico pasado, que por cierto, nunca posibilit lo que hemos ahoraaprendido como posible y necesario.

    Naturalmente, queda por delante definir qu futuro se quiere construir y,punto para m el central, cmohacerlo. Pues en tanto cada grupo tenga la pretensinde explotar las circunstancias tan slo en su favor, tratando de imponer sus propiasreglas de juego, pasaremos al fin s a otra estructura, sta asentada sobre la

    preeminencia de fuerzasque pueden no aparecer hoy claramente definidas, y queinclusotengan muy probablemente,fuerte preeminencia extraterritorial. Recorde-

    31A fines del 2005, la dinasta Jurez haba entrado en su ocaso, aunque no los factores econmico-empresarios que la sustentaban32Sin embargo luego se han atenuado las grandes movilizaciones de los maestros y empleados pblicos ysectores de la poblacin, en especial de la ciudad de San Luis, que tan fuertes fueron en el segundosemestre del 2005.33Se trat de un fuerte reclamo por medidas eficaces de seguridad tras un caso de secuestro seguido demuerte

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    mos cmo las grandes revoluciones histricas, tras derruir estructuras ya no viables,han solido desembocar, disolverse, en estructuras muy diferentes a las que plantea-

    ron sus actores principales en sus orgenes. La Revolucin Francesa de 1789 desem-boc en el mesianismo napolenico; tras la Comuna que pretendi establecer porsiempre la soberana popular se constituy el Imperio de Napolen III; la GranGuerra a la cual Woodrow Wilson acept al fin arrastar a los EEUU a pesar de sucredo pacifista, con el argumento de que as se acabaran todas las guerras, slo fue el

    prolegmeno de la hecatombe de 1939-1946; la Revolucin Rusa de octubre,esperanza en su momento para los desposedos e idealistas de todo el Planeta, seconvirti en una de las ms espantosas expresiones de la opresin y el horror.

    Se trata que no quede frustra la posibilidad de una construccin social detodos y por todos. Lo cual defino como opuesto a la pretensin de una construccin

    para todos, cual se encarna en las concepciones autoritario-paternalistas de todo g-nero, incluyendo por cierto las pretendidas dictaduras ilustradas o democrticas (!).

    Los frentes a desar rollar son mltiples

    Se necesita que quienes ni siquiera pueden adquirir por s sus alimentos ynecesidades bsicas para al menos sobrevivir puedan lograrlo: el principal capitalsomos los seres humanos, las personas, no las empresas, el PBI, el dinero, el podermilitar, cual implcitamente nos han culturalizado hasta el punto que ahora explcita-

    mente lo expresan y actan con total desparpajo los lderes del modelo mercantilistaque domina en el mundo. Claro que, para ser personas, inmediatamente deberlograrse que tengamos trabajo socialmente reconocido, lo cual incluye esencial-mente que los empleos sean adecuadamente remunerados -aunque algunos de stosson hoy socialmente intiles y hasta antisociales- y por cierto es y ser tema deconflicto si estn o no adecuadamente remunerados. Pero ms generalmente todaclase de tareas que produzcan rdito y valoracin sociales, aunque ello no se expreseen una retribucin monetaria o en especies inmediata, pues los seres humanos somosseres sociales, y nos desarrollamos y constituimos como personas y nos reconoce-mos y realizamos como tales siempre en un medio social.

    Y aqu debo remarcar un concepto que han expresado otros muy claramente yen particular, por ejemplo, el Ingeniero Martnez, presidente del INTI (Instituto

    Nacional de Tecnologa Industrial):No puede haber democracia poltica en tanto noexista democracia econmica, esto es en tanto los individuos, los trabajadores, los

    productores, no se sientan dueos o al menos partcipes en la gestin de empresassocialmente productivas. El restablecimiento de procesos de crdito para eldesarrollo de las PyMes, la potenciacin del sistema de Ciencia y Tcnica y de toda laestructura educativa son arduas empresas de gran complejidad que debernconjugarse entre s para asegurar empleos y trabajos de mayor rentabilidad econ-mica y social y sobre todo en pos de formar personas ms capacitadas para unesfuerzo sostenido para la creacin de un futuro individual y social ms pleno y nosimplemente empleados mejor remunerados sujetos a la "obediencia debida", a

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    34intereses que prefieren no conocer o dejar de lado en pos de una remuneracin.Y es que no basta la intencionalidad de los fundadores de un nuevo modelo

    sociopoltico si no se estructuran a la vez -e incluso como requisito para la nuevaconstruccin y el inevitable proceso de construccin/reconstruccin- los mecanis-mos para el continuo proceso de dilogo y elaboracin entre los grupos y sectores deuna sociedad moderna compleja, cuales son las de nuestro mundo actual. En tanto,resulta asombroso el predicamento que recientemente han logrado quienes sostienen"el fin de la historia" negando absurdamente el obvio hecho que las sociedades, cuallos individuos, estn vivos, y por ende sujetos a cambios, crecimiento, desarrollo... ymuerte. Como otros autores ms enjundiosos han sealado, tan slo quienes en suvisin con anteojeras se creen en la cima de las realizaciones posibles pueden hacertales afirmaciones, creer y convencerse de tales "verdades". Vaya en descargo que

    filsofos de muchas pocas as lo han entendido (un caso paradigmtico es el deAuguste Comte, hacia el 1800)

    Quienes creemos en la Utopa de un mundo ms humano, lo cual significapara m que d reales oportunidades para cada uno de desarrollar sus potencialidadespara vertirlas hacia sus semejantes (si no inmediatamente, en tiempos y/o espaciosdiferidos) debemos asumir la complejidad y dificultades que para ello proporciona el

    35mundo actual . Slo as podremos a la vez operar con las posibilidades que brinda laactualidad, comenzando por descubrirlas en nosotros mismos y alentarlas en nues-tros semejantes. El principal recurso para el cambio est en la mente humana; el"cemento", en el amor.

    Mi visin de los procesos y medidas impulsados en nuestro pas por losPoderes del Estado, las Universidades, las ONGs, las dirigencias en general, etc., esque los mismos estn centrados en lograr el control de las grandes instituciones delEstado, segn las cuales los ciudadanos seguimos limitados a participar tan slo enocasin de la eleccin de nuestros representantes y ahora (y este hecho no es menor)como (aparentes) controladores a travs de diversas nuevas instituciones: audiencias

    pblicas, auditoras ciudadanas, libre acceso a la informacin pblica, procesos degestin de leyes y acciones de Gobierno en general "a la luz del sol".

    Aunque se seala que somos "mandantes", que damos con nuestro voto un"mandato"a nuestros representantes, para que stos acten como "mandatarios", o

    sea responsables ante nosotros de actuar las acciones (programas, proyectos) que leshemos delegado, cualquier ciudadano comn dir que "mandatarios"son los quemandan, tanto se han deformado los fundamentos mismos de la representacin.Dicho en forma ms neta, hasta tal punto que la democracia r epresentat iva haderivado enhiperburocracias estatal y de grandes corporaciones privadas, inefi-cientes y ms o menos corruptas.

    34Como bien dice el tango se cuidan los zapatos andando de rodillas35Ahora es noviembre 2004 y estoy leyendo El sueo europeode Jeremy Rifkin, el cual contrasta elsueo americano centrado en el derecho de propiedad y el logro del desarrollo personal a lograr

    mediante la adquisicin de bienes, con el nuevo sueo que se est gestando segn l en Europa y queimperfectamente he esbozado ms arriba, y del cual expongo en captulos ulteriores tan slo dosinstrumentos concretos para hacerlo posible

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    2. Pasando de la representacin a la par ticipacin

    Para entender mejor el salto conceptual que se propone, una breve digresin yuna cita.La cita corresponde a George Soros y me permito parafrasearla: "En tanto que

    los ciudadanos de un pas votan cada cuatro aos a sus Autoridades, stas estnsometidas todos los das al "voto" de los mercados".

    En 1776 cuando se constituy la primer repblica moderna -sobre la base de lacual se conformaron incluso las "socialistas" y por cierto las de nuestros pasesamericanos- se plante la necesidad de elegir representantes del pueblo parareemplazar a la autoridad impuesta por reyes autocrticos representantes de Dios enla Tierra. Nuestra Constitucin establece que somos una Repblica representativa,

    donde "...el pueblo delibera y gobierna a travs de sus representantes". El punto no esmenor cuando tomamos nota que una de las plataformas polticas correspondiente auno de los candidatos ms votados en la ltima eleccin expresa taxativamente: "La

    propuesta de ......... es, no slo construir su poder para gobernar a travs de este36mecanismo de delegacin explcita para un programa de gobierno previamente

    expuesto,.....", lo cual ms que calificar a tal propuesta, vale como muestra que ladirigencia poltica (o la mayor parte de la misma, o el modelo tradicional, yseguramente tambin el pblico, la ciudadana) entienden que el "votado" haquedado "ungido".

    Es que:

    1. Votamos representantes (cuando nos han dejado) que se aduean del Poder (almenos as lo creen) aunque en rigor quedan fuertemente condicionados por los"mercados" cual lcida y algo cnicamente nos dice Soros y mejor an nos enseanuestra historia.Estos representantes han sido electos tradicionalmente por medios queaseguraban que lo fueran de determinados grupos e intereses muy minoritarios.En la prctica, hoy sigue siendo as prcticamente en todo el Mundo. La carrerahacia el Poder es ardua, exige dinero, despliegue de fuerza, empleo de los mediosmasivos de comunicacin, con ms o menos sofisticados medios de "marketing",etc, que slo muy pocos pueden afrontar y stos an requieren del apoyo o almenos del "dejar hacer" de quienes detentan el control real de dichos recursos.Como ciudadanos argentinos hemos recuperado el derecho de al menos vivir unacierta ilusin en cuanto a poder elegir entre los que llegan a postularse, aunquedesde el arranque nos hacen votar por "imgenes", no por proyectos. Por cierto,ntimamente sentimos que no nos representarn ("Total despus, cuando estnarriba, hacen lo que quieren"). Ni lo podrn hacer nunca totalmente no slo por lacondicin de seres humanos de unos y otros, sino porque interfieren toda una seriede procesos. Un claro ejemplo lo tuvimos cuando tras la fuerte lucha electoralDela Ra- Duhalde, terminamos teniendo a ambos en sucesin, algunos de tales

    36La negrita es ma

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    procesos -pero no a mi juicio los ms fundamentales- se est planteando corregir.As:

    -Es evidente que hay que eliminar la posibilidad de que nos trampeen conpadrones que impiden votar a algunos y en cambio posibilitan que otrosobtengan votos ilegtimos;-Es evidente que en la medida que se conozca mejor cmo se financian lascampaas y los antecedentes de conducta, los ingresos y patrimonio de loscandidatos, se facilitar una eleccin ms racional; al menos, el pblico podr

    37disponer de un elemento importante para evaluar a los candidatos.-Es evidente que restringir la expresin de grupos que desean intervenir en ladisputa por los espacios del poder es un mecanismo apto para perpetuar la

    permanencia de quienes hoy los detentan, y por ende deben eliminarse todas

    aquellas restricciones que acten en tal sentido.-Es necesario asegurar el libre acceso a la informacin pblica, tradicio-nalmente limitada al Boletn Oficial y algn trascendido periodstico,-Y en general todas las propuestas ya planteadas (y su perfeccionamientoincluso habiendo sido ya sancionadas y aplicadas)

    2. Todos estos procesos ampliarn la participacin al menos respecto de losindividuos y grupos ms educados y con mayor ansia de inclusin en la arena

    poltica. Pero si no hay ejercicio diario de la capacidad poltica sta tiende adelegarse. Esto es fcilmente consta-table desde la administracin de un edificiode propiedad horizontal hasta el de cualquier grupo vecinal, un sindicato, unacorporacin empresaria. Lograr la mayor participacin de todos en las decisionesy acciones exige un esfuerzo constante tanto de los lderes como de todos losmiembros, pero tambin demanda disear y redisear los procesos de articu-lacin.3. Las propuestas que presentamos son por ello un complementoindispensablede las que ya se han planteado.

    No pretenden la transformacin inmediata de todo el Sistema, pues elloconducira al rechazo por parte de quienes hoy detentan el poder. Como biendeca la historia del Prncipe de Lampedusa, cuando se pretende cambiar todo, nose cambia nada ("tout change, pas de change"). El rechazo de las lites de Poderlleva a una encrucijada: o stas se imponen u otra la reemplaza. El Poder zarista yla aristocracia rusa fueron aniquilados, para ser reemplazados por una litetambin omnipotente, autoritaria y cruel. El pensamiento sistmico nos enseaque un sistema puede ser fuertemente modificado por una accin aparentemente

    37Ante la ONG Poder Ciudadano cuatro candidatos a Jefe de Gobierno de la Ciudad Autnoma de BuenosAires en ocasin de las elecciones del ao 2003 se comprometieron a hacer pblicos el origen de losfondos para su campaa electoral, lo cual marca un cambio trascendente (as no se cumpliera en la prcticao ello fuere slo parcial) o resulte inicialmente poco eficaz (al formular esta nota acababa tambin de ser

    electo Intendente de San Miguel de Tucumn el Gral Bussi, reconocido genocida y ladrn de fondos delEstado al menos para un sector muy grande de la opinin pblica- no admitido en su momento comolegislador por el Congreso Nacional, etc.)

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    menor. La eliminacin de una especie puede alterar todo un ecosistema en formaimprevisible. Girar levemente la perilla de un termostato puede originar la

    explosin de una caldera y el derrumbe de un edificio. Un determinado perocalculado impacto en un alto piso de las Torres Gemelas determin que sederrumbaran hasta sus cimientos.

    3. Dos propuestas de pr ocesos a desarrollar

    Por todo lo anterior es que proponemos dos tipos de procesos, que aunquepueden desarrollarse en forma autnoma, se complementan y potencian entre s.(Aqu se presentan los lineamientos generales. Ver en los anexos un desarrollo ms

    extenso de los proyectos).Por el primero de ellos se plantea crear estructuras locales (que podrn ser a

    nivel municipal, submunicipal o supramunicipal) para la gestin (administracin) deprocesos (y los fondos correspondientes) comunitarios en el nivel pertinente,tomando el tema de atencin primaria de la salud y los programas de accin-

    38asistencia social como los de ms fcil motivacin para ello. Tales estructurasestaran a cargo de los profesionales y trabajadores a cargo de los servicios, de losentes financiadores -a travs de sus representantes locales- includos el del (de los)municipio(s) pertinentes, y sobre todo de los beneficiarios (este es un tema aexperimentar y que difcilmente pueda solucionarse de una vez, para todos igual ymenos an para siempre) y manejaran tanto fondos pblicos cuanto de la SeguridadSocial, de organismos privados, etc.

    Crear tales estructuras acercara enormemente a la gente los responsablesinmediatos de los servicios que reciben, con la importante condicin que stosestaran necesar iamente obligados a darles respuesta, dado que quedaran a la vistalos elementos requeridos para ello: no podran acudir al defensivo burocratismo "quetodo se decide en la capital de la Provincia, en Buenos Aires o en Nueva York y aquslo recibimos rdenes". Nadie puede actuar ya como representante de Dios, porqueDios (el poder hacer y responder?) est ahora en todos y cada uno, y aqu. Nada esms importante para ser responsable que el ejercicio de la responsabilidad. Nadafavorece ms conductas ticas apropiadas para la vida en sociedad que permanente-mente, diariamente, a cada momento, estar bajo el escrutinio de quienes recibennuestros servicios, si stos saben, sienten, que la administracin es suya, porque

    pueden intervenir en el diseo, en los proyectos, en el control de la gestin, y esto nose limita a una consulta espordica -as fuere la discusin del presupuesto anual- quedeja la gestin efectiva en manos de funcionarios ms o menos lejanos, sean stos

    pblicos o privados, para llegar a los cuales deben sortearse trabas que muy pocospueden sortear.

    38Aunque el tema de arranque puede ser cualquier otro que implique una demanda ms o menos urgentey/o masiva de una comunidad local

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    Ningn proceso educativo formal puede superar a la experiencia directa,mxime si sta adems se combinare con procesos educativos que remarquen una

    reflexin sistemtica sobre tal experiencia. En las "culturas primitivas" los nios songradualmente incorporados al mundo adulto. La enseanza va unida a un crecientereconocimiento y "status" social del educando. En qu medida nuestros procesoseducativos actuales, especialmente el del nivel secundario, cumplen con esta

    premisa tan fundamental?Pocos mecanismos ms aptos para formar ciudadanos y la emergencia de

    lderes de entre los mismos, imbudos de un sentimiento y una prctica necesaria-mente solidaria. O sea, un arma efectiva para reformar el Estado y la poltica haciauna democracia ms participativa.

    Y adems para aumentar seguramente en forma dramtica la eficiencia del

    sistema de salud, de los programas de asistencia-accin social; para impulsar ydesarrollar mltiples emprendimientos (planes de vivienda, cooperativas de consu-mo, control de servicios de seguridad, expresiones artsticas y deportivas) y engeneral todos los mltiples desarrollos que pueden esperarse de individuos y gruposa los que se les brindan condiciones para elaborar su propio destino.

    Un impacto ms inmediato est referido a temas de enorme conflictividad : elPAMI (en rigor el INSSJyP o sea el Instituto Nacional de Servicios Sociales paraJubilados y Pensionados) y las OOSS (Obras Sociles en Argentina; el o los SegurosSociales en general). En el caso del primero, ms all de la enorme deficultad delograr una autntica representatividad de los jubilados (si es complejo que la

    poblacin general elija al Presidente de la Nacin, mucho ms para 4 Millones de losjubilados elegir su directorio) y lograrle financiamiento (los U$A 400 millonesmensuales de 1985 se han reducido hoy a alrededor de $150 millones). Para el casode las OOSS mucho se ganara extendiendo al conjunto total de la poblacin del pasel criterio de solidaridad. Solidaridad limitada por las OOSS a sindicatos o empresas,

    por las prepagas a capacidades de pago, por el PAMI a los jubilados, pensionados ydiscapacitados, lo cual origina de arranque fuertes desigualdades de recursos por

    beneficiario, multiplicidad de administraciones, centralizacin en Buenos Aires y lascapitales de Provincia de los servicios y de la gestin, con un innecesario despilfarrode una masa gigantesca de dinero, equivalente al 8,5% del PBI, mediante la cual se

    malemplea el 10% de la fuerza laboral del pas. Y gastando anualmente (cifras de1997) U$A 27.000.000.000.000 (27 mil millones de dlares o 27 mil billones en

    39terminologa yanky).Un aspecto a remarcar. Todos los ingredientes del proceso a implementar

    estn en ejecucin o lo han estado en el pas, o los han desarrollado argentinos en el

    39Los porcentajes y valores absolutos son los de Argentina; en general los pases de A.L. disponen una

    proporcin menor de su PBI para salud (atencin mdica, esencialmente) y tambin es menor el gastopromedio por habitante, lo cual no impide que la eficiencia del gasto, o la perfomance del sistema de saludpueda ser sin embargo mucho mayor.

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    40exterior . No se requiere ninguna medida legislativa para iniciar una experiencia deeste orden. Se cuenta en el pas con organismos capacitados para poner en marcha los

    aspectos tcnicos del proceso, para mostrar desde all los beneficios del mismo, yadvertir, elaborar y sancionar las normas -leyes, resoluciones, etc- requeridos desdelos organismos legislativos pertinentes en razn de necesitarse seguramente enetapas ulteriores modificaciones en regmenes laborales, construccin de entidades

    41pblicas o semipblicas, etc., etc.

    Con respecto al segundo tipo de propuesta, consiste sta en formalizar unproceso permanente de elaboracin, anlisis, evaluacin, de plataformas electorales,procesos de Gobierno, propuestas y acciones dirigenciales en general (empresa-riales, sindicales, acadmicas, etc) a realizar en conjunto, con cada grupo y entre los

    mismos, a travs de procesos de dilogo a instrumentar -esencialmente por escrito- atravs de los cuales se exija a cada participante la explicitacin de sus principios ofundamentos ticos, y de los procesos o proyectos para su efectivizacin, incluyendoesencialmente la formulacin y aceptacin de indicadores para la evaluacin. Elobjeto no es juzgar los, sino determinar la coherencia lgica de los procesos y

    proyectos respecto de aquellos propsitos, determinar mediante indicadores aconsensuar el resultado de unos y otros, aprender a reconocer crticas y observa-ciones respondindolas con argumentos racionales.

    Este dilogo no se debe establecer en forma directa entre todos los partici-pantes reunidos a la vez: tal mtodo fue intentado por la Comisin Episcopal y sus

    resultados fueron muy limitados, y hasta deriv a mi juicio en la asuncin delproblema por un grupo parcial con una inevitable visin reducida; es adems muycostoso y si bien no impide, tampoco facilita una elaboracin por parte de los

    participantes. Por otro lado, ya tenemos el Congreso Nacional (y las legislaturasprovinciales y de la Ciudad Autnoma) para en principio cumplir tal propsito y talmtodo de confrontacin directa entre los representantes votados por la ciudadana.

    Y la experiencia seala que los mtodos presenciales de debate (asambleas,directorios, congresos, etc) derivan hacia la constitucin de "bloques", en donde seimponen reglas de "obediencia debida" a las consignas partidarias o de grupo, con locual se bloquea de arranque la elaboracin y el anlisis, se manifiestan liderazgos,

    muchas veces ms sobre la base de actitudes psicopticas que sobre la base deracionalidad operativa y conceptual, y se limitan as los beneficios de una pretendida

    participacin.

    40Este fenmeno es comn a todos los pases cuyas lites no han sabido poner en ejecucin las capacidadesde su poblacin y as consagran el subdesarrollo, subordinndose consecuentemente a las directivas de laslites de los pases centrales y las grandes multinacionales.41Generalmente nuestros Gobiernos adoptan el modelo denominado francs-napolenico de establecer la

    norma o la ley como punto de partida, en tanto en el denominado modelo anglosajn , en especial para elcaso ingls clsico, el camino es el inverso: la ley sanciona , establece por escrito, la experiencia favorableya ensayada y vigente. Est claro que para este proceso que propongo planteo este segundo modelo

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    Otras alternativas que peridicamente se plantean, son la constitucin de unConsejo Econmico Social, o la de un acuerdo estilo "Pacto de Moncloa". Ni una ni

    otra son desechables, pero incluyen riesgos a precisar.Consejos Econmico Sociales(con ese nombre o equivalente) funcionaron como nica estructura representativa yde apoyo a gobiernos dictatoriales fascistas (Italia de Mussolini y Espaa de Franco).Tambin en sistemas democrticos se han estructurado y funcionado con algn xitoen forma paralela a los Congresos. Plantean la dificultad de su conformacin: qui-nes se incluyen y quines no? Quin lo determina? Cmo se eligen y renuevan susintegrantes individuales? Cul es el alcance de sus consejos o resoluciones? Elriesgo de constituir un simple aparato formal de una dictadura o gobierno ms omenos autocrtico o un adorno ms o menos cosmtico es muy grande.

    El Pacto de la Moncloa (el acuerdo CGT-CGE-Gelbard en la 3ra Presidencia

    de Pern) fue un instrumento de momento para limitar y encuadrar conflictosempresario-laborales durante un perodo muy limitado de tiempo para posibilitar laaplicacin de politicas de impulso a la produccin brindando un marco de reglasrelativamente estables para los factores que la ejecutan. Pero es obvio que no pueden

    perdurar ms all de uno o dos aos sin derivar hacia otras formas ms abarcativas ycomplejas de acuerdo social.

    Nuestra propuesta en cambio es que un organismo tcnico-acadmico (mipretensin fue lograr que la Universidad de Buenos Aires lo hubiera asumido) recojalas postulaciones de cada grupo por separado; se las haga comentar a cada uno de losotros participantes, por escrito, y tambin las comente el grupo coordinador -repre-

    guntando, observando, asociando con otras propuestas, sealando contradiccciones-devolviendo as a cada grupo sus propuestas comentadas reiniciando un nuevo ciclode elaboracin.

    Se pretende as suministrar a las dirigencias un apoyo tcnico no despreciable,a la vez que favorecer un dilogo, difcil de establecer en la arena de la discusin delos espacios reales del Poder, donde las mayoras suelen establecer leyes o resolu-ciones en funcin de acuerdos momentneos por espacios de poder ms que pore