La tragedia y la comedia como límites de la política, Rinesi en Rosario

Por qué la tragedia para pensar la política:

1. Porque lidia con el conflicto

-Conflictos entre dioses enfrentados (los del hogar y los del Estado: Antígona; los hombres como marionetas) Subjetividades extremadamente simples: ser de una sola pieza. Valores radicalmente enfrentados.

La tragedia es los dioses diciéndole a los humanos: reventareis, todos, como dice Poseidón al final de Las troyanas. Como en el final de Las troyanas, de Eurípides. En la tragedia los muertos se imponen a los vivos, los padres a los hijos, los viejos a los jóvenes. En las comedias, al revés, porque los dioses no son tan omnipotentes (Hegel la pone como superadora de la tragedia, porque hay libertad humana), han desaparecido (Poderosa Afrodita, de Woody Allen, como reflexión sobre la diferencia entre la tragedia y la comedia). En las comedias, los vivos se oponen a los muertos, los jóvenes a los viejos.

La comedia: leer Las aves, de Aristófanes. Prometeo viaja del mundo de los dioses al mundo de las aves, que está prohibida por Zeus. Como Prometeo está temeroso de Zeus, cuando habla con Pistetero, le pide un paraguas para que Zeus no lo vea. Le cuenta lo que pasa allá arriba: Zeus es ridiculizado; se le pasa no ver un titán debajo del paraguas.

Toda la obra de Shakespeare es una reflexión sobre la oposición viejos-jóvenes. Los jóvenes terminan muertos por las ambiciones bélicas de los padres.

-Conflictos en la tragedia moderna renacentista: los valores se disputan el alma (Shakespeare) Un sistema de valores medievales: venganza, honor. Y otra moral: si lo matas, te convertirás en él (el modo de sucesión política será el mismo). Hamlet es un neurótico que no actúa, procrastina.

El conflicto trágico necesariamente termina mal. Por suerte política no es sinónimo de tragedia. Inventaron la política para que el mundo no sea trágico. Construcción de hegemonía como permanente y siempre fallido intento de suturar heridas. Nunca el trabajo del duelo termina de terminar.

2. Porque reflexiona sobre la constitutividad precaria y frágil de la vida individual y colectiva.

Comedias sobre el nazismo

“Ser o no ser” Lubitsch.

Edipo: El infortunio como resultado de su propio juicio. Judicializa al oráculo, descifrando en términos legales, no rituales. El oráculo habla de mancha y purificación; Edipo, de ley, crimen y castigo. La ironía

trágica (Menke) es que su propio juicio lo condena. No hay modo en que Edipo aprenda la lección de su propia desgracia, o se aprende cuando es tarde. La prudencia que nos enseña es una meta-prudencia, el conocimiento de su aporía, de la inutilidad de la fe en la justicia del mundo.

Las explicaciones que conocemos buscan explicaciones subjetivas, cuando los personajes son pura superficie. Actúan, realizan su propio ser en la medida en que actúan. Lo trágico como reflexión de la propia forma dramática: todo lo que el personaje hace y dice está atado a un destino inevitable. La tragedia ES autorreflexión.

Lo que nos permite percibir lo trágico es la distancia. Las subjetividades no son trágicas, sino la situación, pero se perciben desde afuera. O bien (modo clásico) nos provoca placer la contemplación de la belleza Lo teatral como suspensión estética de lo trágico, o bien, la reflexión sobre la propia operación de la representación (tragedia shakespereana: metatragedia).

¿Qué es lo que Hamlet hace, que precipita su desgracia? Buscar fundamentos, tratar de conquistar una certeza. Las apariencias que engañan. Paralelo entre Hamlet y Descartes: el genio maligno que engaña. Horacio es Descartes: no cree en los fantasmas hasta que los ve, que es el que no muere, junto con Fortinbras, los dos modernos. El problema es que Claudio no logró construir un relato verosímil sobre su llegado al poder, no que sea un asesino. Pero Hamlet es en parte Descartes, busca un fundamento más seguro que las apariencias.