~ INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS

M BOLETIN TECNICO N2 138

RINCOSPORIOSIS O ESCALDADURA DE LA HOJA DE LA CEBADA

Rhynchosporium secalis (Oud.) J. J. Davis, EN LA ZONA SUR DE CHILE

Sintomatología, condiciones predisponentes, daño y control.

ORLANDO ANDRADE VILARO Ingeniero Agrónomo

Programa Fitopatología.

ESTACION EXPERIMENTAL CARILLANCA Temuco, Chile, Enero, 1989.

Editor: Elizabeth Kehr M lng Agronomo

Consultores técnicos: Mano Alvarez A, lng Agronomo, Ph D Edmundo Beratto M , lng Agronomo M S

Comité Editor: Mano Alvarez A , lng Agronomo, Ph D Edmundo Beratto M , lng Agronomo, M S Rodolfo P1han S lng Agronomo Jaime Guerrero C lng Agronomo

Fotografla: Orlando Andrade V, lng Agronomo

Dibu¡o: Sergio Hernandez M

Diagramac1ón e Impresión: Telstar Impresores Soc Ltda

Ausp1c1ado por: BAYER DE CHILES A

Perm1t1da su reproducc1on total o parcial citando la fuente y el autor

La publicidad de productos no 1mpl1ca recomendac1on de la Estac1on Experimental Canllanca

INDICE

Pág.

INTRODUCCION......................................................................................... 5

ANTECEDENTES SOBRE LA ENFERMEDAD ............................................ 7

SINTOMATOLOGIA .................................................................................... 7

EFECTO DE LA ENFERMEDAD SOBRE EL RENDIMIENTO Y CALIDAD DEL GRANO .............................................................................. 8

CONDICIONES CLIMATICAS Y DAÑO CAUSADO POR R. secalls ..................... ... . ..... .... ............... ... ........ ........... .... ....... ........ ....... 1 O

EFECTO DE LA EPOCA DE SIEMBRA SOBRE EL DAÑO CAUSADO POR R. secalls ....................................................................... 11

CONTROL DE LA ENFERMEDAD .............................................................. 11

Variedades tolerantes o resistentes...................................................... 12

Rotación de cultivos ........................................................................... 12

Desinfección de semilla ...................................................................... 13

Aplicación foliar de fungicidas .............................................................. 13

Desinfección de semillas más aplicación foliar de fungicida ........................ 15

BIBLIOGRAFIA CITADA ............................................................................. 17

INTRODUCCION

La escaldadura de la hoja de la cebada o rincosporiosis, es una de las en­fermedades foliares más importantes que afectan a este cultivo en la zona sur de Chile.

Su importancia radica tanto por la condición de enfermedad endémica -se presenta prácticamente todas las tempo­radas-, como por el fuerte impacto que tie­ne sobre el rendimiento y calidad de grano en años de alta infección.

En el presente Boletín se entrega a los agricultores, técnicos y profesiona­les del agro, los antecedentes recopilados sobre esta enfermedad y los resultados de investigación obtenidos en el estudio de este problema en cinco temporadas agrícolas (1982/83 a 1986/87).

Los trabajos de los cuales se ori­gina esta información corresponden a par­te del Contrato de Investigación suscrito entre el Instituto de Investigaciones Agro­pecuarias (INIA) y la Compañía de Cerve­cerlas Unidas (CCU).

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ANTECEDENTES SOBRE LA ENFERMEDAD

La escaldadura de la hoja de la cebada causada por el hongo Deutero­mycete Rhynchosporium seca/is (Oud.) J.J. Dav1s fue reportada por primera vez en el país en 1970 (Tollenaar y ot•os, 1970).

En estudios de prospección so­bre enfermedades de la cebada en Chile, se determinó una amplia d1stríbuc1ón de la misma, desde Limarí a Cautín (G1lchrist, 1979 y 1980).

El hongo permanece de una tem­porada a otra en el suelo como micelio (estructura filamentosa microscópica que constituye el cuerpo del hongo) en rastro­JO infectado, correspondiendo esta forma a la principal fuente de inóculo o foco pn­mano de 1nfecc1ón para el cultivo de la ce­bada Igualmente, la infección primana puede provenir de plantas de cebada vo­luntarias afectadas por la enfermedad y de algunas gramíneas silvestres donde el agente causal puede sobrevivir durante el invierno La enfermedad puede ser trans­mitida por la semilla, sin embargo se le atribuye una importancia secundaria como fuente de infección.

El hongo una vez que penetra en el te¡1do y produce la infección, se desa­rrolla utilizando como sustrato el te¡1do del hospedero (planta de cebada) de donde obtiene los nutrientes necesarios para su crecimiento. En las hojas produce necro­sis (muerte de tejido) y da origen a las es­poras (estructuras de diseminación) las cuales se distribuyen al resto del cultivo a través del viento y la lluvia causando nue­vas infecciones.

El hongo se desarrolla bajo con­diciones de temperaturas frías a levemen­te templadas (10-18' C), con una alta plu­viometrla y alta humedad relativa, situa­ción climática que caracteriza a la zona sur del país.

SINTOMATOLOGIA

Los primeros síntomas de esta enfermedad corresponden a manchas

ovaladas de aspecto acuoso, de color verde grisáceo. Posteriormente toman una colorac1ón café claro en el centro, ro­deadas por un halo irregular de coloración más oscura (Figura 1 ). Estas manchas aumentan de tamaño y coatescen !legan­do a afectar la totalidad de la lámina foliar incluyendo las zonas de inserción de las hojas y las vainas (Figura 2). Bajo condi­ciones de epifitia (infección) severa, el hongo puede atacar la espiga infectando aristas y glumas.

Figura~

En la zona sur los primeros sínto­mas pueden aparecer desde el comienzo de encañado en adelante, v la magnitud del daño dependerá del momento de apari­ción de la enfermedad y la cantidad de área foliar afectada al momento de emi­sión de la espiga.

El desarrollo de la enfermedad es de tipo ascendente, desde las hojas ba­sales hacia las superiores. La lluvia juega un papel importante en este aspecto, da-

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do que el impacto de las gotas de agua so­bre las lesiones foliares produce la remo­ción de las esporas (Figura 3) y su poste­rior distribución por el viento, al resto del cultivo.

Figura 2

Bajo situaciones de ataques se­veros se(produce además quebradura de cañas producto de la debilidad de las mis­mas, lo cual aumenta las pérdidas al que-

Figura 3

8

dar las espigas a nivel de suelo y no ser tomadas por la automotriz (Figura 4).

EFECTO DE LA ENFERMEDAD SOBRE EL RENDIMIENTO Y CALIDAD DEL GRANO

En los primeros estudios tendien· tes a estimar el efecto de la enfermedad sobre el rendimiento y calidad del grano, se determinó una pérdida promedio de 22o/o en rendimiento y una significativa caída del peso de grano y mallaje (cla­sificación mecánica de los granos de ce­bada de acuerdo a su tamaño y grosor) (Gilchrist, 1979).

En trabajos efectuados desde el año 1982 en adelante con ensayos sem­brados entre el 1 y 4 de septiembre de ca­da año, con las variedades Aramir y Cari­na, se observó un fuerte impacto de la en­fermedad en dos temporadas agrícolas, 1982/83 y 1984/85, lo cual se tradujo en fuertes pérdidas de rendimiento. (Cuadro 1 ).

Las pérdidas más altas determi­nadas a través de estos ensayos corres­pondieron a un 41,7% (20,7 qq/ha) en la temporada 1982/83 con la variedad Ara­mir, y a un 40,4% (20,8 qq/ha) en la tem­porada 1984/85 con la variedad Carina. Estas cifras se encuentran entre las más altas informadas para esta enfermedad en el extranjero (Shipton, 197 4).

El daño de R. seca/is sobre la

yor infección. calidad del grano está refle1ado en los da­tos presentados en el Cuadro 2, para las últimas cinco temporadas agrícolas. El mayor impacto se produjo en el peso del grano y en el mallaje con altos valores de pérdidas en aquellas temporadas de ma-

El mallaje juega un rol importante en la comercialización del grano de cebav da para malta. A partir de este valor se determina el rendimiento comercial, e! cual es una corrección de! rendimiento de camv

Figura 4

Cuadro 1. Disminución de rendimiento causado por R. secalis en dos variedades de cebada*, en cinco temporadas agrlcolas. Es-taclón Experimenta! Carillanca.

Temporada Aramir., Carina* qq71ia óJo qq/lia %

1982/83 20,7 41,7 1983/84 4,4 7,2 5,9 1o,1 1984/85 14,5 31,6 18,4 37,2 1985/86 4,9 8,4 6,3 10,3 1986/87 3,2 4,8

Cuadro 2. Porcentajes de disminución de peso de grano y mal/aje (2,8 + 2,5 mm) causado por R. seca/is en dos variedades de ce­bada•, en cinco temporadas agrlcolas. Estación Experimen­tal Carlllanca.

Temporada

1982/83 1983/84 1984/85 1985/86 1986/87

Ara mir* Peso de grano Mal/aje

12,0 2,9

10,8 8,6 2,6

34,3 5,7

22,8 4,0 1,9

Carina• Peso de grano Mallaje

8,7 16, 1

5,7

8,9 16,8

1,9

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po cuando el mallaje sobre la criba de 2,5 mm es inferior a 80o/o, o cuando el porcen­taje de granos clasificados como restos (bajo la malla o criba de 2,2 mm) es supe­rior al 3% (Beratto, 1987).

De acuerdo a lo anterior, y to­mando los resultados de las dos tempora­das con mayor Infección, las pérdidas por efecto de la transformación del rendimien­to de campo a rendimiento comercial fue­ron de un 38,2% (11, 1 qq!ha) en Aramir en la temporada 82/83, y de un 6,6% (2,2 qq/ha) en promedio, de las variedades estudiadas, en la temporada 84/85. (Cuadro 3).

sarrollo como !a propagación de los agen­tes patógenos.

Se mencionó anteriormente las condiciones ambientales bajo las cuales R. seca/is se desarrolla activamente, es­to es alta pluviometría, alta humedad rela­tiva y temperaturas frías. En el Cuadro 4 se observa que fueron precisamente és­tas las condíciones existentes en los dos años de fuerte infección y altas pérdidas causadas por la enfermedad. Los años 1982 y 1984 se caracterizaron por una mayor pluviometría, mayor número de días -lluvia, una sumatoria de humedad relati­va media total más alta y una sumatoria de

cuadro 3. Efecto de R. seca/Is sobre el rendimiento comercial de ce­bada para malta. Estación Experimental Carillanca.

Temporada Variedad Rendimiento campo (qqiha)

Rendimiento comeroial

(qq/ha)

Pérdidas

(%)

1982/83 1984/85

Aramir Aramir Carina Aramir Carina

28,8 29,7 31,4 33,2 42,2

CONDICIONES CLIMATICAS Y DA­ÑO CAUSADO POR R. secal/s

' Las condiciones climáticas jue­

gan un rol fundamental en la expresión de las enfermedades, regulando tanto el de-

17,8 28,3 30,4 27,4 41,7

38,2 4,7 3,2

17,5 1,2

temperaturas máximas más baja. Lo anterior se explica conjunta­

mente con los niveles de ataque y período bajo el cual las plantas están sometidas a infección, estando estos aspectos direc­tamente relacionados con las condiciones

Cuadro 4. Relación entre las condiciones climáticas existentes entre los estados de desarrollo E2 y E 10.0 F.L. (1) de la cebada y las pérdidas de rendimiento por R. seca/is, en cinco tempo­radas agrlcolas. Estación Experimenta! Carillanca . .

Temporada CONDICIONES CLIMATICAS Pérdidas

Preclpi- N2 días H.R. media Tg máx. Hr~. frfo Rdto. por taclón lluvia r (2) r (2) (2) R. seca/is (mm) {º/o)

1982/83 204,7 28 4.867 1.006 262,7 41,7 1983/84 160,2 13 4.719 1.086 206,8 8,6 1984/85 287,1 27 4.936 1.009 215,5 34,4 1985/86 196,1 18 4.709 1.094 200,2 9,3 1986/87 127,2 18 4.794 1.140 135,2 4,8

(1) Valores tomados entre el 20 de septiembre (E2 F.L.) y 20 noviembre (E 10.0 F.L.) de cada año. (2) Suma de los valores diarios

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cl!maticas de cada temporada Como se observa en el Cuadro 5, las perdidas de rendimiento o daño causado por la enfer­medad estan explicados fundamentalmen­te por la 1nfecc16n acumulada al estado de ho¡a bandera (E 1 O O F L) (1nfecc1on acumulada) y por el tiempo que las plantas estuvieron sometidas a esa 1nfecc1on (N' de d1as con mfecc1on)

siembras tempranas eran mas afectadas por la enfermedad, con una s1gn1f1cat1va reducc1on en el rend1m1ento y en la calidad del grano (Cuadro 6) Igualmente, los por­centajes de cañas quebradas por efecto de la 1nfecc1on, fueron muy superiores en la siembra temprana. lo que se observo claramente en !a temporada de alta 1nfec­c1on (1984/85) En el periodo s1gu1ente, la

Cuadro 5. Relación entre infección foliar, Infección acumulada y dlas de infección, y las pérdidas de rendimiento en cebada por R. seca/is, en cinco temporadas agrfcolas. Estación Experi­mental Carillanca.

Temporada Area follar (1) lnfeccion (1) (2) N' días (1) (3) Pérdidas afectada (%) acumulada infecc1on Rdto. (5%)

1982/83 54,3 1 370,9 39 41,7 1983/84 17,5 260,0 24 8,7 1984/85 27,9 565,3 30 33,6 1985/86 34, 1 380,9 20 9,6 1986/87 6,7 44,6 14 4,8

(1) Datosal20nov (E !OOFL) (2) Sumatoria de las infecciones dianas (3) Numero de d1as entre 1rnc10 de 1nfec.c1on y el 20 noviembre de cada año

Los anal1s1s efectuados con da­tos tomados hasta los estados de desa­rrollo más avanzados, no rndtcaron una buena correlac1on con los parametros an­teriormente mencionados, 1nd1cando que el período mas susceptible del cultivo al ataque de R seca/Js se encuentra entre 1n1c10 de encañado y ho1a bandera

EFECTO DE LA EPOCA DE SIEMBRA SOBRE EL DAÑO CAUSADO POR R. seca/is

La epoca de siembra es una de las practicas culturales empleadas para evitar o d1sm1nu1r el ataque de rincospono­s1s, ya que, a traves de esta se puede ha­cer un control 1nd1recto de los factores c11 maticos -mencionados anteriormente- que favorecen el desarrollo del patogeno y, por ende de la enfermedad

Ensayos efectuados en la Esta­c1on Experimental Carillanca durante las temporadas 1984/85 y 1985/86, con dos épocas de siembra determinaron que las

1nfecc1on comenzo mas tard1amente, afectando en menor grado los rend1m1en­tos y calidad de grano, sin embargo, igual­mente se determino una perdida mayor en la siembra temprana

Considerando lo anterior, debe tenerse en cuenta que aun cuando las siembras tardías tienen una alta probabi­lidad de escapar al ataque del patogeno, los rendimientos pueden d1sm1nu1rse debi­do, principalmente, a la menor d1spon1b1-l1dad de humedad en periodos crit1cos (Be­ratto y Rouanet, 1987)

CONTROL DE LA ENFERMEDAD

La me¡or forma de prevenir pro­blemas de tipo sanitario en un predio, es la mantencion de un sistema productivo en el cual todos los aspectos de mane¡o sean efectuados oportuna y eficientemente Al respecto, desde el punto de vista de las enfermedades, cobra especial importan­cia la rotac1on de cultivos, elecc1on de la variedad, epoca de siembra, fert1l1zac1ón,

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empleo de semilla de buena calidad y con­trol de malezas.

Se debe tener claro igualmente que los organismos que causan enferme­dad en los cultivos varían en su comporta­miento de una temporada a otra, de tal for­ma que, bajo una óptima condición climáti­ca para el desarrollo de la infección, o en­tre la eventual pérdida de resistencia o to­lerancia de una variedad frente a la enfer­medad, el uso de pesticidas agrícolas, co­mo los fungicidas para el control de hon­gos, constituye una herramienta de gran utilidad.

grano; variedades resistentes las cuales se atacan en un nivel muy bajo sin alterar su producción, y las variedades inmunes, a las cuales el hongo no es capaz de infectar.

Rotación de cultivos

La rotación de cultivos, desde el punto de vista sanitario, cumple con el im­portante papel de evitar el aumento de las poblaciones de microorganismos fitopató­genos en los potreros. Lo anterior se lo­gra al intercalar hospederos (cultivos) en

cuadro 6. Pérdidas en rendimiento, peso de grano y mallaje (2,8 + 2,5), y efecto en quebradura de cañas provocados por R. seca/is en cebada, en dos épocas de siembra, en dos temporadas agrlcolas. Estación Experimental Carillanca.

Temporada Fecha de ºlP de Pérdidas Cañas siembra Rdto. Peso grano Malla je quebradas

(qqlha) (mg)

1984/85(1) 1 junio 41,4 22,8 23,3 71 28 agosto 20,4 14,9 18,6 21

1985/8612) 29 mayo 9,0 11,0 5 sept. 6,1 1,7

(1) Promedio de 3 variedades: Granifén, Aramir y F. Unión (2) Promedio de 2 variedades: Granifén, Aramir.

Variedades tolerantes o resistentes

La elección de la variedad tiene gran importancia desde el punto de vista de su reacción a las enfermedades. Esto obedece a que las enfermedades predomi­nantes en cada zona agroecológica ofre­cen algunas variantes, y también porque frente a una misma enfermedad, !as varie­dades tienen un diferente comportamien­to. Es así como existen variedades susceptibles, en las cuales junto con una alta infección se produce una signifi­cativa disminución del rendimiento y cali· dad del grano; variedades toleran­tes, en las que frente a una presión simi­lar de la enfermedad no se afecta en forma importante el rendimiento y la calidad del

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los cuales los patógenos no pueden desa­rrollarse o multiplicarse.

Sin embargo, existen igualmente otras consideraciones a evaluar en cuan­to a las rotaciones como es el aspecto económico, toda vez que existen herra­mientas como para contrarestar el impac­to de muchas enfermedades a través del uso de pesticidas. Lo anterior puede ser especialmente válido en condiciones de agricultura intensiva, con un alto valor de la tierra y alternativas de cultivos altamen· te rentables.

En el caso de la zona sur, donde gran parte del sistema productivo se basa en el cultivo de trigo, raps, avena, empas­tadas, cebada y lupino por citar aquellos con mayor superticie, y en donde la renta­bilidad está dada más por la extensión cul-

t1vada que por el tipo de cultivo, la rota­ción cumple un papel fundamental, espe­cialmente por el problema de pudrición ra­dicular, enfermedad de amplia d1spers1ón cuyo agente causal principal puede afec­tar un gran número de gram1neas cult1va­das y silvestres

En lo que respecta a la escalda­dura de la ho¡a de la cebada, la rotación de cultivos permite reducir el potencial de móculo del hongo, evitando con esto la aparición temprana y violenta de la enfer­medad Cabe recordar que el centeno pue­de actuar como huésped del hongo

En estudios realizados en siem­bras de agricultores se ha comprobado que el monocultivo de la cebada o la repe­t1c16n de esta especie en una segunda temporada, presenta siempre una mayor 1nfecc1ón de escaldadura y de pudrición radicular

Desinfección de semilla

La des1nfecc1ón de la semilla es un aspecto importante a considerar dentro del mane¡o del cultivo, dado que previene la pérdida de plantas por orgarnsmos del suelo, evita la transm1s16n de enfermeda­des a través de la semilla, y previene con­tra ataques tempranos de algunas enfer­medades foliares.

En cuanto a la escaldadura de la ho¡a de la cebada, existe efectivamente la transm1s1ón del hongo a través de la semi­lla, y aún cuando los antecedentes al res­pecto 1nd1can que esta fuente de 1nfecc1ón es menos importante que el inoculo prove­niente del rastro¡o contaminado, la des1n­fecc1on de la semilla srempre se JUSt1f1cara

por la prevención que ejerce contra esta y otras enfermedades

Entre los desmfectantes de se­milla que existen en el mercado, hay algu­nos que permiten prevenir contra ataques foliares tempranos de R secahs En en­sayos efectuados durante tres tempora­das, con diferentes desinfectantes de se­milla, se determinó que el fung1c1da triad1-menol (Baytan 15 OS, Baytan 7 5 OS), presentó una efectiva acción protectora durante !os primeros estados de desarro­llo de las plantas de cebada, retardando la aparición de la escaldadura (Cuadro 7) De acuerdo a la fecha de siembra de los en­sayos y al momento de aparición de la en­fermedad, el efecto protector de la des1n­fecc1ón de semilla se prolongó por aproxi­madamente 60 días Esta protección se tradujo en s1gn1f1cat1vas diferencias en rend1m1ento, con aproximadamente 7 qq/ha a favor de los tratamientos con el fungicida a la semilla (Cuadro 8).

Estos antecedentes confirman que los ataques tempranos de nncos· ponos1s causan un importante daño al cul­tivo, como se demostró anteriormente, los que se 1n1c1an al comienzo del encañado con la presencia de R. seca/is.

Los resultados se han repetido en tres temporadas agrícolas con idénti­cas respuestas. Todos los análisis esta­dísticos a que se han sometido los ensaM yos han refle¡ado claras d1ferenc1as a fa­vor de la des1nfecc1ón de semilla

Aplicación foliar de fungicidas

Entre Jas alternativas de control químico de la escaldadura de la ho¡a de la

Cuadro 7. Efecto de la desinfección de semilla con triadimenol en el porcentaje de área foliar afectada por R. seca/is, en tres estados fenológ leos de la cebada. Promedio de tres varie­dades. Estación Experimental Carillanca.

Tratamiento º/o infección área foliar 21 de octubre

Testigo sin des1nfecc1ón 4 Triad1menol <11 O

( 1) Dosis tnad1menol Fecha de siembra Vanedades

30 g 1 a /100 kg semilla 04 de septiembre 1984 Aram1r, Canna y F Unión

06 novíembre

24 2

27 noviembre

35 27

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cebada se tiene igualmente la aplicación foliar de fungicidas, los cuales empleados oportuna y eficientemente permiten un sa­tisfactorio control del problema.

del ataque, de las condiciones ambienta­les y la oportunidad de aplicación del fun­gicida, con una pulveriz::i.ción de la tempo­rada puede obtenerse igualmente un sa-

cuadro 8. Efecto de la desinfección de semilla con triadimenol sobre la escaldadura de la hoja de cebada expresado en rendi­miento, peso de grano y mallaje (2,8 + 2,5). Promedio de tres variedades. Estación Experimental Carillanca.

Tratamiento Rendimiento (qqlha)

Peso de grano (mg)

Mallaje (%)

Testigo sin desinfección Triadimenol (1)

35,4 42,4

36,4 39,4

77,7 91, 1

{ 1) Dosis triadimenol ~echa de siembra Variedades

: 30 g. i. a./100 kg semilla : 04 de septiembre de 1984 : Aramir, Carina y F. Unión.

En varios ensayos tendientes a evaluar diferentes fungicidas existentes en el mercado, se ha obtenido un efectivo control de la enfermedad con los fungici­das Tilt 250 EC (propiconazole) 500 ce p.c./ha, lmpact (flutriafol) 1 lt p.c./ha, Bayleton 25 (triadimefon) 500 g.p.c./ha, Sportak 40 EC (Prochloraz) 1 lt p.c./ha. En estos trabajos se efectuó un total de dos pulverizaciones en la temporada. Sin embargo, dependiendo de la intensidad

tisfactorio control de la enfermedad. En el Cuadro 9 se presentan re­

sultados de dos ensayos efectuados du­rante la temporada 1984/85, con una alta infección de R. seca/is . Se realizaron dos aplicaciones con cada uno de los pro­ductos fungicidas. Se observó un efectivo control de la escaldadura con los fungici­das propiconazole, flutriafol y triadimefon los cuales aumentaron significativamente el rendimiento y la calidad del grano, com-

Cuadro 9. Efecto de dos aplicaciones foliares de fungicidas sobre la escaldadura de la hoja de la cebada, expresado en rendi­miento, peso de grano y mallaje (2,8 + 2,5) en dos varieda­des comerciales. Estación Experimental Carillanca.

Variedades Tratamiento/Dosis (1)

Aramir Propiconazole 125 Flutriafol 125 Triadimefon 125 Carbendazim 300 Testigo sin fungicida

Carina Propiconazole 125 Flutriafol 125 Triadimefon 125 Carbendazim 300 Testigo sin fungicida

(1) Dosis expresada en g.i.aJha

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Rdto. Peso de grano Mallaje (qqlha) (mg) (%)

42,2 39,2 92,0 41,5 39,2 90,3 41,3 38,2 88,4 36,7 36,0 '84,4 29,7 34,8 74,0

47,4 41,1 94,4 46,5 41,7 93,8 46,1 40,3 92,6 37,1 38, 1 89,2 31,4 35,5 80,3

parados con el testigo sin control químico El fung1c1da carbendazim, s1 bien incre­mentó el rend1m1ento y los valores de peso de grano y malla¡e, tuvo un comportamien­to infenor a los mencionados antenormen­te

Desinfección de semilla más aplicación foliar de fungicida

Una efectiva alternativa de con­trol químico de la escaldadura de la ho¡a de la cebada, la constituye la complemen­tación de la desinfección de semilla con fung1c1das aplicados fol1armente Con la primera se protegen los estados tempra­nos y se tiene además la pos1b1hdad de efectuar una apl1cac1ón follar cuando las condiciones de 1nfecc1ón sean altas

En la Figura 5 se aprecia este

efecto cornp!ernentano al mantener un ba­JO porcenta¡e de 1nfecc1ón en las plantas, comparado con el testigo sin fung1c1das

En el Cuadro 1 O se observa el efecto de estos tratamientos sobre el ren­d1m1ento y calidad del grano Los me¡ores resultados se obtuvieron con la des1nfec­c1ón de semilla y aplicación follar de fung1-c1da Aún as(, el sólo tratamiento a la se­milla fue muy superior al testigo sin con­trol

La desinfección de semilla ofrece la venta¡a de d1sm1nu1r el número de apl1cac1ones foliares, e incluso de no apli­car en temporadas de ba¡a infección Con­siderando que la práctica de des1nfecc1ón del grano debe ser efectuada de todas for­mas, y que su costo es 1nfenor al de una apl1cac1ón follar, es posible concluir que este tipo de tratamiento es una alternativa importante de considerar.

Figura 5. Efecto de dos tratamientos qufmicos sobre la infección de R. seca/is. Estación Experimental Carillanca.

70 var Aram1r

60

50

40

30

20

10

" - -·-·-·,.,.,

º"

,'

, , ,./~ ....... •'

. .,,·;"-;~ .... ,,

70 ver Canna

60

50

40

30

" 20 .. , ., " " " ., 10

Testigo sin fung1c1da

Desmfecc1ón semilla Tnad1meno!

º"

oesmfec(..1ón wm1lla Triad1meno! - apile foliar Tnad1mefon

15

cuadro 10. Efecto de dos tratamientos fungicidas sobre la escaldadura de fa hoja de fa cebada, expresado en rendimiento, peso de grano y mallaje (2,B + 2,5), en dos temporadas agrlcolas. Estación Experimental Carillanca.

Temporada Tratamiento Rdlo. Peso Mallaje grano

(qq/ha) (mg) (%)

1984/1985 1 Testigo sin fungicida 31,9 35,4 74,9 Triadimenol a la ~emilla 3 39,0 38,4 91,2 Triadimenol semilla+ 1 aplicación foliar 4 43,5 40,4 93,3

1985/1986 2 Testigo sin fungicida 61,4 44,9 90,7 Triadimenol a la semilla 67,8 48,7 93,6 Triadimenol semilla+ 1 aplicación foliar 4 66,7 48,9 95,0

(1) Promedio de 3 variedades comerciales Aram1r, Carina y F Unión (2) Promedio de 2 variedades comerciales Granifén y F Unión (3) Dosis triadtmenol 30 g i.a /100 kg semilla (4) 1 aplicación follar con triadimefón (125 g 1 a /ha)

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BIBLIOGRAFIA CITADA

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