motociclismo valenciano

Aspar, del chaval de la Streaker al GP de Assen

MOTOS SETTER • LA BAÑEZA • VINARÓS • VALENCIANOS EN EN MUNDIAL

Genio y f La imagen de Ricardo Tormo se está convirtiendo cada vez más en algo próximo a

una leyenda. No sólo despertaba admiración como piloto sino también como persona

Desde el fallecimiento de Ricardo, cada vez que me tengo que sentar delante del ordenador para escribir unas líneas sobre él, siempre me

entra una desazón y un temor. ¿Como evo­carlo sin tener la sensación de no hacerle justicia? ¡Hay tantos aspectos que reclaman

nuestra atención!... Está el amigo; está el piloto admirado; pero por encima de todo queda el recuerdo de la persona que, por su humanidad y la nobleza de su corazón, supo subyugarnos a todos cuantos tuvimos la suerte de gozar de su amistad. Obvio es decir, que este texto no tiene ninguna pre­tensión enaltecedora, ni de ensalzarlo con

alabanzas innecesarias ni ser apologético, tan solo aspira a presentar su figura depor­tiva y al ser humano de forma objetiva, lo cual no significa que no se hayan podido escapar expresiones connotativas de admi­ración.

Cuando Nacho Santos se puso en con­tacto conmigo, con el fin de contar con mi

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AHÍ ESTÁ NIETO ... QUE CUANDO SE LE PREGUNTA QUIEN FUE EL RIVAL MÁS DURO

QUE TUVO, DE INMEDIATO RESPONDE QUE ÉSTE FUE TORMO.

Y FUERON MUCHOS Y MUY BUENOS Á

colaboración para esta publicación, fue el día siguiente a la celebración del GP de Inglaterra disputado bajo un autentico dilu­vio. De inmediato, me vino a la mente en el transcurso de esa carrera -la cual presencie junto a unos amigos- cuando se dio la salida a la segunda manga de 125 c e , bajo un fuer­te aguacero, la figura de Ricardo, y mi comentario fue: si estuviese en la pista uno que yo sé, ya sabíamos, sin temor a equivo­carnos, quien era el vencedor. Todos sabe­mos, seguro, de quien estoy hablando. Y es que Tormo con la pista mojada era imbati-ble.AI respecto, recuerdo haberle pregunta­do, en infinidad de ocasiones, cual era su secreto para rodar tan rápido en esas con­diciones, y su respuesta, siempre dicha con la sencillez que le caracterizaba y con su socarronería habitual, siempre fue la misma, "no hay ningún secreto, simplemente que yo voy igual y los demás se acojonan y cortan gas". Así de simple.

Ahora bien, sería injusto destacar sus méritos deportivos sólo por su habilidad para pilotar bajo la lluvia, ya que fue, por la calidad de su pilotaje, uno de los mejores pilotos de la historia.Y si no, ahí está Nieto (con su impresionante palmarás) que cuan­do se le pregunta quien fue el rival más duro que tuvo, de inmediato responde que este fue Tormo. Y fueron muchos y muy buenos, con los que Ángel se tuvo que enfrentar a lo largo de su dilatada vida deportiva.

XV Trofeo Bahía de los Naranjos, en Cutiera debutaba la Derbi CP. 80. Fue la única carrera que acabó Ricardo con ésta moto.

Personalmente, puedo dar fe de ello con la experiencia que me dan treinta y seis años en las carreras, en los que he tenido la suerte de ver y conocer a muchos de los mejores pilotos de las tres últimas décadas.

Soy una persona afortunada, porque fui testigo directo de una de las carreras más bonitas que se ha disputado en Grandes Premios. Fue en 1982 en el circuito británi­co de Silverstone, en la categoría de 125. Aquella fue una carrera "a muerte" (según palabras de Ricardo), con los dos pilotos, Nieto y Tormo, rodando "a saco" y dispu­tándose cada milímetro en las frenadas desde la bajada de bandera (aún no existía el semáforo). Los adelantamientos fueron

Ahora parece impensable, pero Ricardo llegó a correr en varias categorías a la vez. No solamente en fas cilindradas pequeñas de 50 y I2S,

sino que también se subió al cuarto de litro.

WlMMER EN UN PRINCIPIO, VIENDO LA PEQUEÑA MOTO

QUE PILOTABA EL VALENCIANO, SE LO TOMÓ A BROMA HASTA QUE YA, EN LAPISTA, EMPEZÓ

A VERSE APURADO PARA SEGUIR SU RUEDA

constantes y los carenados se tocaron en infinidad de ocasiones. El público inglés, tan escéptico a las cilindradas pequeñas, puesto en pie, rugía a cada paso por delante de sus tribunas. El final fue de infarto, con los dos pilotos en paralelo rozando sus motos y entrando en meta juntos. El jurado tardó bastante tiempo en dar como vencedor a Nieto por el margen de una milésima de segundo, y es que el zamorano, nada más cruzar la meta, alzó el puño el derecho en señal de victoria, factor este que fue decisi­vo para los jueces, ya que en aquellos t iem­pos no existían los sofisticados sistemas de cronometraje de hoy en día. Nieto jamás ha reconocido que ganó aquella carrera y siem­pre dice que no sabe quien fue el vencedor, sin embargo, una noche, estando en Montmeló, por la noche de tertulia en la cafetería del hotel, delante mío, de su mujer Pepa, de Agustín Pérez Calafat y del mecáni­co Blai Rubio, dijo que, aunque por escasísi­mo margen, Tormo había sido el ganador y que la victoria se la dieron a él por su hábil maniobra. Ricardo siempre estuvo convenci-

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CIRCUS i

R I C A R D O T O R M O

do de que el triunfo fue suyo. La lástima es que en aquella época TVE le prestaba poca o nula atención al motociclismo, y pese a la infinidad de gestiones que se han realizado no existe ninguna copia de aquella prueba, pero los que tuvimos la suerte de presenciarla in situ no la olvi­daremos jamás.

La grandeza de Tormo como piloto, es comprobable no sólo por su largo y dilatado palmarás, sino que ésta es refrendada por los más destacados pilo­tos que o bien se enfrentaron con él en la pista, o bien lo vieron en acción. Hay que reconocer que en España pese a que está considerado como uno de los más grandes de la historia, este reconoci­miento no llega a la altura que, merced a sus hazañas deportivas, con toda justicia se merece.Y es que para desgracia suya, sobre su figura siempre levitó el halo de la aureola de Nieto, sin culpar de ello, de ningún modo, al zamorano pero su impresionante palmarás siempre ensom­breció al resto de pilotos españoles con­

temporáneos suyos. El mérito de Ricardo es todavía mayor, si tenemos en cuenta de que le tocó vivir una época en la que los patrocinadores brillaban por su ausencia, por lo que conseguir un campeonato del mundo como el que lograron tres " locos" de la moto (Tormo, Carmona y Carsí) en 1981 tiene mucho más valor que el que nos pueden indicar unas frías cifras.

Puedo dar fe de que Tormo fue mucho más admirado fuera de España que en su propio país, hasta el extremo de que en Italia, aún se habla y se escribe

AQUELLA FUE UNA CARRERA "A MUERTE" CON LOS DOS PILOTOS, NIETO Y TORMO,

RODANDO "A SACO" Y DISPUTÁNDOSE CADA MILÍMETRO

EN LAS FRENADAS DESDE LA BAJADA DE BANDERA Á

Izquierda: el equipo Derbi con Aspar, Ricardo Santi Rabassa y Champí Herreros. Bajo izquierda: el Tormobús Bajo estas líneas vemos a Nieto persiguiendo a Ricardo Tormo con R.A.N. en Cutiera el 1974. Ocho Años más tarde en Silverstone rodaron igual en I2S c e , pero allí se dio por ganador a Nieto. La foto fue

UN ALEMÁN, DE MÁS DE SESENTA AÑOS DE EDAD, QUE LLEVABA PUESTO UN VIEJO MONO DE

CUERO NEGRO Y ABRAZÁNDOSE A RICARDO NO PARABA DE GRITAR

QUE ERA EL PILOTO CON MÁS COJONES QUE HABÍA VISTO

de sus gestas, de su valor y de su coraje. Al respecto, recuerdo una anécdotaen el 93 ocurrida en el viejo circuito de Salzburgring (Austria), donde estando él y yo juntos en el paddock, nos abordó un alemán, de más de sesenta años de edad, que llevaba pues­to un viejo mono de cuero negro, total ­mente ajado y raído por el uso, y abrazán­dose a Ricardo como muestra de afecto y admiración, no paraba de repetirle que era el piloto con más cojones que él había conocido en su vida. Nuestra sorpresa fue mayor, cuando de una bolsa que llevaba sacó una pegatina de 1982, con Tormo sobre la Sanvenero 125, para que se la f ir ­mase. El buen hombre, motero hasta la medula, no paró hasta que consiguió invi­tarnos a unas cervezas, manifestándonos que ese había sido el día más feliz de su vida, ya que había estado junto a su ídolo. Ricardo, con la sencillez que le caracteriza­ba, cuando ya posteriormente estábamos solos, trató de quitarle importancia al tema, pero estaba realmente emocionado y yo,

R I C A R D O T O R M O

LA FIGURA DE RICARDO TORMO PERMANECE VIVA EN EL

RECUERDO Y EN LA MEMORIA, PERO CORRREMOS EL PELIGRO DE

QUE, CON EL PASO DEL TIEMPO, ÉSTA VAYA DILUYÉNDOSE Á

24 de julio del 77, circuito de Anderstorp, Suecia. Ricardo Tormo escucha por primera vez el himno español en su honor. Nieto fue segundo y Lazzarini tercero. Abajo, el de Canals con la moto de I2S. En la página siguiente con la SO el mismo gesto y la misma técnica. En la siguiente foto el 23 de febrero de 1981 mientras el país se paraba por el intento de golpe de estado,Tormo firmaba en Vlllena el acuerdo con la firma Lot. Mal empezaba el año, pero al final de la temporada consiguió su segundo título mundial.

personalmente, puedo decir que ese hecho me congratuló en grado máximo, al ver la admiración que sentía un veterano (que no viejo) motero teutón por la grandeza de las dotes como piloto de mí amigo.

O t ro hecho, del que fui testigo, que viene a demostrar lo grande que fue como piloto, sucedió en Jerez en 1995, cuando Martin Wimmer contaba que en los inicios de su carrera deportiva y cuando ya había ganado varias pruebas, fue a Nurburgring a entrenar con una Yamaha 750 y ese día esta­ba allí también entrenando Ricardo con las Bultaco 50 y 125. Era en el viejo y largo tra­zado (22'835 kms.) y cuando su mecánico vio al de Canals, preparándose para salir a la pista le dijo que siguiese su rueda ya que ese tío era muy rápido.Wimmer en un principio, viendo la pequeña moto que pilotaba el valenciano, se lo tomó a broma, hasta que ya, en la pista, empezó a verse apurado para seguir su rueda. Al final de esa vuelta había ^ ^ T E R R I T O R I A L

U C l R C U S

bajado su mejor crono en casi un minuto. En la vida de las personas hay veces en

que una conversación, una imagen fotográfi­ca, o cualquier nimio detalle, motivan un cúmulo de sentimientos y recuerdos que provocan un alud de sensaciones no siem­pre fácilmente explicables a través de las palabras. Son situaciones que se recuerdan

porque algún mecanismo pone en marcha el resorte que despierta la memoria y la evo­cación. Por lo que a mi se refiere, he de afir­mar que son infinidad de ocasiones en las que no puedo evitar recordar las muchísi­mas horas y jornadas que tuve la fortuna de compartir con él, de las que guardo, en el disco duro de mi cerebro, un sinfín de anéc-

En febrero de I984 se tuvo la primera reunión para un posible circuito en la Comunidad Valenciana. Vicente Romos,

delegado de la federación en Valencia, Vicente A ñ ó , en la actualidad Consejero de los juegos del Mediterráneo,

el secretario de juventud y deportes, José Antonio Ivars, I Ricardo Tormo y Jorge Martínez "Aspar". Dos meses después £

Tormo sufrió el terrible accidente entrenando en un polígono de 1 Martorellas. El circuito tardó catorce años ser realidad, i

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CONSEGUIR UN CAMPEONATO DEL MUNDO COMO EL QUE

LOGRARON TRES LOCOS DE LA MOTO (TORMO, CARMONA Y

CARSÍ) EN 1981 TIENE MUCHO MÁS VALOR QUE EL QUE NOS

PUEDEN INDICAR LA FRÍAS CIFRAS f

dotas y acontecimientos, tanto en el aspec­to personal como en el deportivo. Muchas de ellas me las guardaré eternamente para mí, pues son tan íntimas que consideraría una inmoralidad el publicarlas, pero con las otras, no descarto, a medio plazo, publicar un nuevo libro que ayude, más aún, a perpe­tuar su grandeza.

La figura de Ricardo Tormo permanece viva en el recuerdo y en la memoria, pero corremos el peligro de que, con el paso del tiempo, ésta vaya diluyéndose. Es por tanto necesario, que todos nos esforcemos al máximo para que esta situación no llegue a producirse nunca.Y es que, como he dicho y escrito en infinidad de ocasiones, aTormo

piloto hay que admirarlo, pero a Ricardo persona, estamos obligados a estimarlo.

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CIPCUS 11