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EL DÍA, domingo, 28 de diciembre de 2014 p1 revista semanal de EL DÍA del domingo A finales del siglo XVI, Fe- lipe II envió a Canarias al ingeniero italiano Leo- nardo Torriani con la misión de inspeccionar y mejorar las defensas militares de las islas. La Laguna era entonces la ciudad más importante del archipiélago. A pesar de la terrible mortandad causada por la peste de 1583, contaba con unos 5.000 habitantes, una actividad económica centrada en la agricultura y la ganadería, y un comercio relacionado con alguna de las rutas marítimas más importan- tes de su tiempo. Era también residencia de numerosos religiosos y lugar de tra- bajo de muchos de los constructores, artistas y artesanos más reputados del archipiélago. Torriani, además de ingeniero era hom- bre concienzudo y curioso, y a su paso por Aguere trazó en 1588 el primer plano conocido de La Laguna. Menos de un siglo después de su fundación, la ciu- dad estaba terminada. El proyecto ori- ginal se había completado. Las carac- terísticas, número de habitantes y lí- mites de la nueva urbe se correspon- dían con lo imaginado por sus funda- dores. La consecuencia de esta utopía posible fue un trazado urbano que per- manecerá prácticamente invariable du- rante los cinco siglos siguientes. Comparando el plano de Torriani con la planta actual, se advierte que, a pesar de que pocos de los edificios existen- tes son los que observó y dibujó el ita- liano, la ciudad se ha reconstruido a lo largo de los siglos respetando las cla- ves del diseño original. Y esta persis- tencia es lo que la particulariza. Exis- ten muchas otras con centros históri- cos y monumentales más antiguos y ricos. Existen también burgos y villas que han conservado importantes con- juntos medievales o renacentistas. Pero, a diferencia de La Laguna, son el producto de siglos de sedimentación urbana, del cruce de infinitos avatares de la historia europea que las han poblado y despoblado, destruido y reedificado, sometido y liberado, en un juego de decadencias y renacimientos ajeno al contexto de las islas. San Cristóbal de La Laguna se co- menzó en un lugar remoto, despoblado y sin historia urbana. En los límites de la Edad Media, y lo que es más impor- tante, pensada como un todo desde el principio. Lo relevante es que ese todo se construyó y se conserva. Esta cir- cunstancia es muy rara en la historia del urbanismo y solo tiene parangón en algunas ciudades americanas fun- dadas por los españoles. Por tanto, la excepción del legado lacu- nense es el trazado primigenio, la pre- cisa ubicación de plazas, iglesias, hos- pitales, palacios y conventos. El reco- rrido de las calles y la orientación del conjunto. De ahí que su valor esencial esté en todas partes y en ninguna. No se puede mostrar, fotografiar, ni seña- lar con el dedo, pues es la concreción del esfuerzo de pobladores, urbanis- tas y quizá también de geómetras. Con- cebida de esta manera, el alma de la ciudad es ante todo una abstracción. La historia de este trazado está bien documentada. Es posible seguir su desarrollo a lo largo del siglo XVI a través de edictos, ordenanzas muni- cipales y otros documentos comple- mentarios. Estas fuentes establecen que desde el comienzo existió un proyecto urbanístico complejo, y recogen el esfuerzo de las autoridades por llevarlo a buen fin. En este punto hay acuerdo entre los estudiosos que se han ocu- pado del tema. Ahora bien, de antiguo se ha especu- lado con la posibilidad de que, super- puesto al planeamiento estrictamente práctico, existiese también un proyecto esencialmente geométrico, una suerte de plan rector que guió el dibujo de la ciudad desde la sombra. El objetivo de este artículo es explorar tal posibilidad. A fecha de hoy, no se conoce ningún documento o registro histórico en el cual se haga referencia explícita o implí- cita a un plan de tales características. Por lo que la mayoría de los estudio- sos lo descartan como posibilidad histórica..., aunque con notables excepciones. En nuestra opinión, el asunto dista de estar zanjado y cree- mos nos asiste el derecho a preguntarnos: ¿hubo un plan geométrico? Los descubrimientos de la profesora Navarro. En 1999, María Isabel Navarro Segura, profesora de Historia del Arte de la Uni- versidad de La Laguna, publicó La La- guna 1500: la ciudad–república. La obra es un extenso estudio sobre las circuns- tancias económicas, sociales y simbólicas presentes en el periodo fundacional de la ciudad. En ella, la profesora Nava- rro dedica un amplio apartado a la dis- cusión de un plan geométrico que habría condicionado el diseño del nuevo asentamiento. Tal posibilidad se apoya en dos descubrimientos, de los cuales nos ocuparemos ampliamente. El primero tiene que ver con un hecho ocurrido el 24 de abril de 1500. Tras reu- nión del Cabildo, se hace pública una resolución que cambiará la vida de los recién instalados colonos: la ciudad se trasladaba [1]. La mayoría de las viviendas estaban agrupadas en torno al Lomo de la Concepción, y la ordenanza prohibía la actividad comercial y las nue- vas edificaciones en esta zona, empu- jando la vida urbana un kilómetro hacia el este, hasta el entorno de la plaza del Adelantado. La resolución se cumplió muy relativamente, pero basta contem- plar el plano de La Laguna para com- probar que urbanísticamente fue una revolución. Se detuvo la expansión del trazado intrincado, de raigambre me- dieval, para dar paso al trazado en da- mero, renacentista y racional. Y se fijó una frontera, un límite que figura en lo que puede considerarse el acta de nacimiento de la nueva ciudad. A par- tir de entonces, las construcciones debían levantarse desde “el Santespiritus ha- zia el logar de abaxo” [2]. El lugar de abajo era la plaza del Adelantado, y el Santo Spiritu, un hospital situado donde poco después se erigió el con- vento de los agustinos. La profesora Navarro cree que tal límite es un punto preciso, una suerte de ma- jano virtual situado en la confluencia de las actuales calles de San Agustín y Núñez de la Peña, justo frente a la puerta lateral de la quemada iglesia agus- tina. Estas son sus razones: Si desde este punto trazamos una cir- cunferencia imaginaria que pase por la iglesia de San Juan, lo hará también por el convento franciscano o santuario del Cristo. De la misma manera, si tra- zamos otra circunferencia que pase por la ermita de San Roque, cruzara igual- mente la de San Cristóbal. Así, las ubi- caciones de estas cuatro fundaciones religiosas del siglo XVI parecen guar- dar cierta simetría con el mencionado punto frontero, al que llamaremos punto cero (P0). Tal simetría también parece mani- festarse en las distancias (sobre plano) que las separan del punto central. El par S. Juan–S. Francisco dista 18 cuer- das justas del P0, mientras que tanto la ermita de S. Roque como la de S. Cris- tóbal están a 24 cuerdas de dicho punto. (figura 1) La cuerda era un instrumento de agri- mensura habitual en La Laguna del XVI, empleado en las mediciones de sola- res de cierta magnitud, y en deslindes de terrenos. No era, por tanto, una uni- dad de medida, pues dependiendo del propósito se utilizaban cuerdas de dife- rente longitud. La profesora Navarro opina que la utilizada en el replanteo de la ciudad fue la cuerda de 120 pies, que equivale a 33,432 metros [3]. Existía también en la época otra uni- dad llamada paso geométrico o de geómetra, que constaba de 5 pies, por lo que la cuerda propuesta por Nava- rro equivaldría igualmente a 24 pasos de geómetra. Sea como fuere, lo cierto es que la distancia entre el P0 y el par S. Juan-S. Francisco es de 601,77m. (18 cuerdas) , y la correspondiente a S. Cris- tóbal-S. Roque de 802,37m. (24 cuer- das), por lo que en este aspecto, la pro- puesta recoge hechos objetivos y veri- ficables. En conjunto, los datos son sugerentes. Nos hallaríamos ante un entramado, una urdimbre de valores y relaciones geométricas que involucraría a siete fun- daciones religiosas del XVI, y que abar- caría gran parte de la ciudad, desde S. Juan a S. Roque, desde el santuario del PRECOGNICIÓN, el conocimiento de las cosas antes de que ocurran. Miles de casos y la investigación lo confirman. 6/7 Texto: Fernando Herráiz Sánchez FIRMAMENTUM Del trazado geométrico de La Laguna (I) Foto Jesús Tremps

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EL DÍA, domingo, 28 de diciembre de 2014 p1

revista semanal de EL DÍAdel domingo

Afinales del siglo XVI, Fe-lipe II envió a Canarias alingeniero italiano Leo-nardo Torriani con lamisión de inspeccionar y

mejorar las defensas militares de lasislas. La Laguna era entonces la ciudadmás importante del archipiélago. A pesarde la terrible mortandad causada porla peste de 1583, contaba con unos 5.000habitantes, una actividad económicacentrada en la agricultura y la ganadería,y un comercio relacionado con algunade las rutas marítimas más importan-tes de su tiempo. Era también residenciade numerosos religiosos y lugar de tra-bajo de muchos de los constructores,artistas y artesanos más reputados delarchipiélago.

Torriani,ademásdeingenieroerahom-bre concienzudo y curioso, y a su pasopor Aguere trazó en 1588 el primer planoconocido de La Laguna. Menos de unsiglo después de su fundación, la ciu-dad estaba terminada. El proyecto ori-ginal se había completado. Las carac-terísticas, número de habitantes y lí-mites de la nueva urbe se correspon-dían con lo imaginado por sus funda-dores. La consecuencia de esta utopíaposible fue un trazado urbano que per-manecerá prácticamente invariable du-rante los cinco siglos siguientes.

Comparando el plano de Torriani conla planta actual, se advierte que, a pesarde que pocos de los edificios existen-tes son los que observó y dibujó el ita-liano, la ciudad se ha reconstruido alo largo de los siglos respetando las cla-ves del diseño original. Y esta persis-tencia es lo que la particulariza. Exis-ten muchas otras con centros históri-cos y monumentales más antiguos yricos. Existen también burgos y villasque han conservado importantes con-juntos medievales o renacentistas.Pero, a diferencia de La Laguna, sonel producto de siglos de sedimentaciónurbana, del cruce de infinitos avataresde la historia europea que las hanpoblado y despoblado, destruido yreedificado, sometido y liberado, en unjuego de decadencias y renacimientosajeno al contexto de las islas.

San Cristóbal de La Laguna se co-menzó en un lugar remoto, despobladoy sin historia urbana. En los límites dela Edad Media, y lo que es más impor-tante, pensada como un todo desde elprincipio. Lo relevante es que ese todose construyó y se conserva. Esta cir-cunstancia es muy rara en la historiadel urbanismo y solo tiene parangónen algunas ciudades americanas fun-dadas por los españoles.

Por tanto, la excepción del legado lacu-nense es el trazado primigenio, la pre-cisa ubicación de plazas, iglesias, hos-

pitales, palacios y conventos. El reco-rrido de las calles y la orientación delconjunto. De ahí que su valor esencialesté en todas partes y en ninguna. Nose puede mostrar, fotografiar, ni seña-lar con el dedo, pues es la concrecióndel esfuerzo de pobladores, urbanis-tas y quizá también de geómetras. Con-cebida de esta manera, el alma de laciudad es ante todo una abstracción.

La historia de este trazado estábien documentada. Es posible seguirsu desarrollo a lo largo del siglo XVI através de edictos, ordenanzas muni-cipales y otros documentos comple-mentarios. Estas fuentes establecen quedesde el comienzo existió un proyectourbanístico complejo, y recogen elesfuerzo de las autoridades por llevarloa buen fin. En este punto hay acuerdoentre los estudiosos que se han ocu-pado del tema.

Ahora bien, de antiguo se ha especu-lado con la posibilidad de que, super-puesto al planeamiento estrictamentepráctico, existiese también un proyectoesencialmente geométrico, una suertede plan rector que guió el dibujo de laciudad desde la sombra. El objetivo deeste artículo es explorar tal posibilidad.

A fecha de hoy, no se conoce ningúndocumento o registro histórico en elcual se haga referencia explícita o implí-cita a un plan de tales características.Por lo que la mayoría de los estudio-sos lo descartan como posibilidadhistórica..., aunque con notables

excepciones. En nuestra opinión, elasunto dista de estar zanjado y cree-mos nos asiste el derecho a preguntarnos:¿hubo un plan geométrico?

Los descubrimientos de la profesoraNavarro.

En 1999, María Isabel Navarro Segura,profesora de Historia del Arte de la Uni-versidad de La Laguna, publicó La La-guna 1500: la ciudad–república. La obraes un extenso estudio sobre las circuns-tancias económicas, sociales y simbólicaspresentes en el periodo fundacional dela ciudad. En ella, la profesora Nava-rro dedica un amplio apartado a la dis-cusión de un plan geométrico que habríacondicionado el diseño del nuevoasentamiento. Tal posibilidad se apoyaen dos descubrimientos, de los cualesnos ocuparemos ampliamente.

El primero tiene que ver con un hechoocurrido el 24 de abril de 1500. Tras reu-nión del Cabildo, se hace pública unaresolución que cambiará la vida de losrecién instalados colonos: la ciudad setrasladaba[1].Lamayoríadelasviviendasestaban agrupadas en torno al Lomode la Concepción, y la ordenanzaprohibía la actividad comercial y las nue-vas edificaciones en esta zona, empu-jando la vida urbana un kilómetro haciael este, hasta el entorno de la plaza delAdelantado. La resolución se cumpliómuy relativamente, pero basta contem-plar el plano de La Laguna para com-probar que urbanísticamente fue una

revolución. Se detuvo la expansión deltrazado intrincado, de raigambre me-dieval, para dar paso al trazado en da-mero, renacentista y racional. Y se fijóuna frontera, un límite que figura enlo que puede considerarse el acta denacimiento de la nueva ciudad. A par-tir de entonces, las construcciones debíanlevantarse desde “el Santespiritus ha-zia el logar de abaxo” [2]. El lugar deabajo era la plaza del Adelantado, y elSanto Spiritu, un hospital situadodonde poco después se erigió el con-vento de los agustinos.

La profesora Navarro cree que tal límitees un punto preciso, una suerte de ma-jano virtual situado en la confluenciade las actuales calles de San Agustíny Núñez de la Peña, justo frente a lapuerta lateral de la quemada iglesia agus-tina. Estas son sus razones:

Si desde este punto trazamos una cir-cunferencia imaginaria que pase porla iglesia de San Juan, lo hará tambiénpor el convento franciscano o santuariodel Cristo. De la misma manera, si tra-zamos otra circunferencia que pase porla ermita de San Roque, cruzara igual-mente la de San Cristóbal. Así, las ubi-caciones de estas cuatro fundacionesreligiosas del siglo XVI parecen guar-dar cierta simetría con el mencionadopunto frontero, al que llamaremos puntocero (P0).

Tal simetría también parece mani-festarse en las distancias (sobre plano)que las separan del punto central. Elpar S. Juan–S. Francisco dista 18 cuer-das justas del P0, mientras que tantola ermita de S. Roque como la de S. Cris-tóbal están a 24 cuerdas de dicho punto.(figura 1)

La cuerda era un instrumento de agri-mensura habitual en La Laguna del XVI,empleado en las mediciones de sola-res de cierta magnitud, y en deslindesde terrenos. No era, por tanto, una uni-dad de medida, pues dependiendo delpropósito se utilizaban cuerdas de dife-rente longitud. La profesora Navarroopina que la utilizada en el replanteode la ciudad fue la cuerda de 120 pies,que equivale a 33,432 metros [3].

Existía también en la época otra uni-dad llamada paso geométrico o degeómetra, que constaba de 5 pies, porlo que la cuerda propuesta por Nava-rro equivaldría igualmente a 24 pasosde geómetra. Sea como fuere, lo ciertoes que la distancia entre el P0 y el parS. Juan-S. Francisco es de 601,77m. (18cuerdas), y la correspondiente a S. Cris-tóbal-S. Roque de 802,37m. (24 cuer-das), por lo que en este aspecto, la pro-puesta recoge hechos objetivos y veri-ficables.

En conjunto, los datos son sugerentes.Nos hallaríamos ante un entramado,una urdimbre de valores y relacionesgeométricas que involucraría a siete fun-daciones religiosas del XVI, y que abar-caría gran parte de la ciudad, desde S.Juan a S. Roque, desde el santuario del

PRECOGNICIÓN, elconocimiento de las cosas antes deque ocurran. Miles de casos y lainvestigación lo confirman.�6/7

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Texto:Fernando Herráiz Sánchez FIRMAMENTUM

Del trazado geométrico deLa Laguna (I)

Foto Jesús Tremps

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domingo, 28 de diciembre de 2014, EL DÍAp2

Cristo hasta S. Cristóbal.¿Basta con lo anterior para concluir

que, efectivamente, hubo un plangeométrico?, o por el contrario, ¿se tratade meras coincidencias, hechos curio-sos, dignos incluso de mención, peroal fin y al cabo productos de un azarjuguetón que incita a buscar co-nexiones, descubrimientos..., revela-ciones?

Es cierto que nuestro cerebro está en-trenado para relacionar. Y que relacionarsucesos y circunstancias son cualida-des imprescindibles para la superviven-cia y el desarrollo de la cultura. Pero...,también lo es que gran número de acti-vidades humanas se han desarro-llado en base a relaciones que más tardese demostraron falsas. La decisión yel equilibrio no son fáciles, puespodría decirse que el espacio dedebate lo delimitan el Cándido de Vol-taire, y El Condenado por descon-fiado, de Tirso de Molina. En el fondo,el asunto depende del sentido que cadacual otorgue al adjetivo verosímil. Cree-mos que los datos anteriores no son sufi-cientes para concluir que, efectivamente,existió un plan geométrico, pero sí querevisten la objetividad, enjundia y vero-similitud necesarias para continuar inda-gando.

Las ermitas y el convento.Como problema geométrico, lograr

que cuatro puntos, tomados de dos endos, estén a igual distancia de un quintoconsiderado central no tiene especialdificultad. Basta con unir los pares conun segmento, y desde los puntos me-dios trazar las bisectrices. El lugar deintersección de estas tendrá la propiedadbuscada. Así, los pares propuestos porNavarro (S.Juan-S. Francisco, y S. Ro-que-S. Cristóbal), y el punto que defi-nen (P0), son en gran medida arbitra-rios, pues, como se muestra en la figura2, es posible, por ejemplo, invertir lospares, lo que dará lugar a otro punto(P1) con las mismas propiedades.

Ahora bien, un estudio detallado revelaque la disposición de los cuatro san-tuarios no es exactamente una de tan-tas posibles. Así, por ejemplo, como seaprecia en la figura 3, si intentamos situarsobre sendas circunferencias dos paresde puntos como los descritos (a,b-c,d)de tal manera que la bisectriz de dc cortela circunferencia menor en el mismopunto (s) que el segmento que une losotros dos (bc), la única solución es colo-car tres (a,b,d) en la posición que ocu-pan las ermitas de S. Juan, S. Cristó-bal y S. Roque [4]. Se trata por tantode una disposición con cierto grado de

coherencia geométrica, cuya lógicaapunta a desarrollos de los llamadosde escuadra y compás, tan cultivadosen la Edad Media y el Renacimiento.

Bien, aún asumiendo que tal cohe-rencia pude existir, no pasaría de pis-ta o indicio. No constituye un argumentodecisivo o una prueba en el sentido fuertedel término. Pero el asunto adquiereotro cariz si atendemos a un hecho anuestro juicio relevante: un observa-dor situado en el P0 en el amanecer delsolsticio de invierno verá levantarse elsol justo sobre la ermita de S. Roque.

Solsticios y equinoccios.Todos hemos aprendido que el Sol

sale por el Este y se pone por el Oeste.En realidad esto solo ocurre dos vecesal año. El día en que comienza la pri-mavera y el día en que comienza elotoño. A estos días se les llamanequinoccios. En ellos, el tiempo diurnoes igual al nocturno.

Un observador que mire hacia el Este,(figura 4) comprobará que a medidaque avanza la primavera, el Sol sale cadavez más a su izquierda, llegando a sumáxima elongación en torno al 22 dejunio. Es el solsticio de verano, día máslargo del año. Si continúa con sus obser-vaciones, advertirá que a partir de enton-ces los ortos solares cambian de sen-tido hasta alcanzar un punto de má-xima desviación en torno al 22 de diciem-bre. Es el solsticio de invierno, día máscorto del año.

Las puestas u ocasos solares son simé-tricos e inversos a los ortos, formandoel conjunto un esquema en cruz de SanAndrés (figura 5), donde la magnitudde los ángulos depende de la latitudy altura del observador. En La Laguna,unos 25,8º.

Pues bien, el antiguo convento de losagustinos tiene precisamente estaorientación. O más exactamente, su fa-chada principal sigue el rumbo 115,5º,es decir, apenas 0,3º grados de dife-rencia con respecto a la máxima des-viación angular registrada en LaLaguna. Tomando como margen de erroradmisible la magnitud estándar de ±1º,se puede afirmar que dicho conventoestá orientado hacía el orto del sols-ticio de invierno, y el ocaso del sols-ticio de verano. Sea por la disposicióndel convento, o por otros motivos, locierto es que todos los 22 de junio puede

verse desde el P0 la puesta de sol enca-jada entre las aceras de la calle de SanAgustín. Y hay más...

Si superponemos el esquema de lafigura 4, sobre el horizonte Este vistodesde el P0,(figura 6) se apreciará queel recorrido anual del sol coincide casiexactamente con la cordillera quecierra el valle de Aguere por el oriente,siendo sus extremos el pico de El Bronco,y la montaña y ermita de S. Roque. Sucentro coincidirá con la altitud mínimade dicha cordillera. En definitiva, quevista desde la confluencia de las callesde San Agustín y Núñez de la Peña (P0),la cadena montañosa podría utilizar-se como un sencillo y exacto calendario,donde los inicios de las cuatro estacionesestán señalados por tres accidentes cla-ramente distinguibles.

Bien, uno de los extremos está ocu-pado por una ermita del XVI, pero...,¿qué ocurre con el otro? En El Broncono hay ermita, pero sí existen algunosindicios que sugieren que quizá estepico jugó también un papel como mar-cador solar.

Viera y Clavijo, siguiendo al PadreQuirós, cuenta que los franciscanos quevinieron con Alonso de Lugo a la con-quista de Tenerife “...se retiraron a unterreno en la pendiente del cerro llamadoEl Bronco y construyeron una pequeñaermita con barro y piedra”. Alejada dela villa, “en los inviernos era necesariopasar un arroyo que aun se forma” [5].

En 1506 los monjes bajaron delpico para fundar su convento en la plazadel Cristo. Estuvieron, pues, alrededorde una década en este enclave incómo-do y apartado, mientras el Adelantadopagaba pregones en diferentes villasde la península para atraer nuevos colo-nos, pues tanto la ciudad como la islaestaban deficientemente pobladas.

De otra parte, a finales del siglo XV,el término bronco tenía el significadode “pedazo de rama cortada”, del latínvulgar bruncus, cruce de broccus, “ob-jeto puntiagudo” con truncus, “tronco”[6]. En otras palabras, una estaca, porlo que es posible que el cerro tomaseel nombre de un leño clavado en su cum-bre, visible desde la ciudad. O lo queparece más probable, tal estaca seríael resto de una cruz análoga a las quesalpican montañas y colinas en todaslas islas. Tras ella se levantaría el solel día del solsticio de verano. Hoy pue-

EN PORTADA

Figura 1. Figura 2. Figura 3.

Figura 4.

EL DÍA, domingo, 28 de diciembre de 2014 p3

HISTORIA

para encontrar trabajos de precisión equi-parable. En una comparación exhaus-tiva con la planimetría moderna, el ita-liano sale airoso en la gran mayoría delos casos. Solo le es achacable un defectoque, como se verá, también tiene supapel en esta historia: la orientacióncardinal yerra en casi 5º. En el planode Chevalier Isle la desviación del Norteverdadero es similar. Como se ve, noera sencillo encontrar los puntos car-dinales.

A comienzos del siglo XVI existíandiversos métodos para determinar ladirección de los puntos cardinales: labrújula, la estrella polar, el paso de elsol por el meridiano...., todos ellos aca-rreaban normalmente errores superioresa ±1º, como probablemente les ocurrióa Torriani y Chevalier. Para lograr re-sultados más precisos había otro pro-cedimiento: observar el orto solar el díade los equinoccios sobre un horizon-te perfectamente regular. Es decir, sobreel mar.

Pero... desde el casco histórico no eraposible realizar tal observación, habíaque desplazarse hacia el sur, hasta...,la iglesia de S. Juan. Dicho de otra ma-nera, la iglesia está ubicada en el puntomás cercano al casco desde el que podíaver el mar en dirección Este. Y deci-mos podía, porque hoy la visión estábloqueada por edificios modernos. Curio-samente, en su artesonado están plas-mados los únicos motivos iconográfi-cos explícitamente astronómicos exis-tentes en La Laguna: un sol, una luna

y una estrella.El orto solar de los equinoccios, visto

desde la iglesia de San Juan, tiene lugarsobre el mar, tras un accidente orográficobien perfilado: el Lomo de las Mesas,una elevación de corte piramidal so-bre el monte del mismo nombre. Porsu posición estratégica fue utilizado enel siglo XIX como vértice geodésico, delo cual dan fe las marcas que aún seconservan. Para conseguir una orien-tación cardinal exacta y permanente,bastaría con realizar una única obser-vación desde la iglesia, y tomar estaelevación como referente. A título decuriosidad, mencionar que en su cimase da un fenómeno de inversión mag-nética.

den verse en la cima de El Bronco variascazoletas, y un pequeño círculo de pie-dras de origen desconocido.

Como decimos, estos datos sitúan eldebate en un ámbito diferente. El si-guiente interrogante es obvio: ¿exis-ten otros indicios que apunten a unarelación entre el hipotético plan geo-métrico y los movimientos solares?

Las dos torres.Si trazamos una línea imaginaria en

dirección Este desde el lado Norte dela torre de la iglesia de la Concepciónpasará por la Pila Seca, la iglesia de LosRemedios y llegará hasta la ermita deS. Miguel, en la plaza del Adelantado(figura 7). Es decir, que unirá cuatroconstrucciones que Torriani considerórelevantes. Y lo más significativo, tallínea estará orientada hacia el orto solardel solsticio de invierno y el ocaso delsolsticio de verano.

Y esto es posible porque la propia torrede la Concepción apunta hacia ese rum-bo. Lo cual supone que en los días seña-lados, el sol sale y se pone por el cen-tro de los arcos de la columnata octo-gonal que corona el campanario, cosaque hemos comprobado.

En octubre de 2007 el profesor e inves-tigador del IAC César Esteban midió laorientación exacta de la iglesia y la torre.Los resultados fueron de 115,1º y115,5º, respectivamente. Así, la des-viación de la iglesia con respecto a lossolsticios es 0,7º, y la de la torre de 0,3º.Atendiendo al margen de error están-

dar, el conjunto también apunta a lossolsticios, resultando que la torre deLa Concepción tiene la misma orien-tación que la de S. Agustín.

Finalmente, ambas torres mantienenotra relación incluso más estrecha: lade San Agustín está situada justo al Estede la de La Concepción, y debido a suproximidad se produce un fenómenoque hemos podido observar en variasocasiones. En el momento de la puestade sol en los días de equinoccios, la som-bra de la torre de la Concepción se pro-yecta sobre la de San Agustín.

El sol en el marLa segunda consideración de la

profesora Navarro en relación a la pree-minencia o centralidad del P0 tiene vercon el hecho de que si desde dicho puntose traza una línea imaginaria en direc-ción Oeste cruzará la cabecera de la igle-sia de la Concepción, pasará sobre sualtar mayor y llegará hasta la ermita deSan Benito. La distancia entre lapuerta de esta última y el P0 es de 26cuerdas exactas. (figura1). Es claro queuna orientación Este-Oeste señalahacia los equinoccios, por lo que el con-junto de la ciudad incluiría referenciasexplicitas a los cuatro momentosesenciales del ciclo solar.

El plano levantado por el ingenieroTorriani, además de un notable ejer-cicio de dibujo y perspectiva, es de unacalidad sorprendente. Exceptuando elde otro foráneo, M. Chevalier Isle, 1779,hay que aguardar hasta finales del XIX

Figura 5.

Figura 6.

Figura 7.

NOTAS[1] Rafael Serra Rafóls. FRC. Acuerdos del

Cabildo de TenerifeVol.1. 1497-1507. pg. 31.Instituto de Estudios Canarios.

[2] Ibíd.[3] Juan Tous Meliá. Tenerife a través de

la cartografía. Pg. 14. Ayuntamiento de S.Cristóbal de La laguna.1996.

[4] Las coordenadas de los puntos aludidosson los siguientes. P0 R371060 E3152223. S.Francisco R371551,74 E3152569,88. S. JuanR370856,15 E3151656,8. S. Roque R371765,13E3151840,14. S. Cristóbal R371379,95E3151487,18. S. Benito R370190,77 E3152223.

[5] Viera y Clavijo. Noticias de la Histo-ria de Canarias. Tomo IV, lib.18, cap. VII.

[6] Joan Corominas. Breve diccionario eti-mológico de la lengua española. Gre-dos.1973.

domingo, 28 de diciembre de 2014, EL DÍAp4INVESTIGACIÓNEN PORTADA

EL DÍA, domingo, 28 de diciembre de 2014 p5

domingo, 28 de diciembre de 2014, EL DÍAp6

“Es algo que tras-ciende las barre-ras del espacio. Esalgo que tras-ciende las barre-

ras del tiempo. A través de la historia,ninguna otra experiencia paranor-mal ha despertado tanto asombro nitanto escepticismo como la precogni-ción”. Así se expresaba el escritor esta-dounidense Bernard Gittelson en suimprescindible Intangible evidence, obraque en el momento de su publicación,en 1987, fue definida como la mejory más actualizada síntesis del saberacumulado por la parapsicología a lolargo de su historia. Gittelson llegó aesa conclusión tras entrevistarse conmás de 250 investigadores, estudio-sos y protagonistas de lo paranormal,muchos de los cuales habían recogidopersonalmente evidencias sobre la exis-tencia de un fenómeno imposible, cien-tífica y filosóficamente inasumible: laanticipación paranormal al futuro.

La precognición se cuela en nues-tras vidas casi a diario a través de unsueño revelador, de una inesperaday fugaz visión o de un pálpito inexpli-cable que nos anticipa el futuro, pe-ro eso no significa que por frecuentey rotunda no ataque frontalmente alsentido común y a los pilares sobre losque se sustenta nuestra visión del mun-do. Parece obvio que la precognicióngenera una más que evidente fasci-nación por lo irrevocable que resultasu manifestación, pero también es evi-dente que esa misma manifestaciónimplica la necesidad de reconsiderarseriamente y por completo el modelode existencia comúnmente aceptado,algo a lo que pocos están dispuestosa enfrentarse. Poco después de queGittelson publicara su libro, el Jour-nal of Parapsychology recogía en susinfluyentes páginas una más que in-teresante aportación del prestigiosoparapsicólogo Charles Honorton y lapsicóloga Diane Ferrari, un estudio queen 1989 evidenciaría como nunca antesla realidad de este incómodo fenómeno.Ambos se habían embarcado en la rea-lización de un metaanálisis sobre lacuestión, un estudio evaluando la tota-lidad de las investigaciones científi-cas anteriores realizadas sobre laprecognición, tanto las que arrojaronresultados positivos como negati-vos, con el que buscaban datos reve-ladores y concluyentes sobre el mis-mo. Analizaron la friolera de 309 estu-dios diferentes realizados entre 1935y 1987, desarrollados por 62 investi-gadores, con cerca de dos millones depruebas acumuladas realizadas durantemás de medio siglo con 50.000 suje-tos. “Los resultados combinados de losestudios –escribe a este propósito elpsicólogo Charles Tart– produjeron unaprobabilidad de uno entre diez cua-trillones. ¿Qué es un cuatrillón? Es 10seguido de 24 ceros, es decir, 1024, lo queconvierte en absurda, dicho en otras pala-bras, cualquier afirmación que insista

en que los resultados de esa precogni-ción acumulada se deban al azar”.

Tal y como apuntábamos antes, enel fenómeno que nos ocupa el com-ponente espontáneo tiene un peso espe-cífico tan importante que llega a serirritante, por escapar del control delinvestigador y ser, como si de una bromase tratase, especialmente impredeci-ble su manifestación. Por lo observadoen el último siglo, el estado de sueñoparece facilitar su expresión. Tal es asíque ya en 1938 el psicólogo H.F. Sal-tmarsh estudió la precognición parala London Society of Psychical Research,logrando seleccionar 281 casos espe-cialmente significativos en los que elfenómeno se mostraba con rotundi-dad. De ellos, 123 se habían producidoen sueños o en estados de duermevela,lo que le condujo a suponer ya enton-ces que el sueño era el estado idóneopara anticiparse al futuro, estableciendoademás una serie de exigencias paradar validez a una precognición que aúnsiguen vigentes. En base a este estu-dio y a los realizados por el ingenieronaval y dotado John W. Dunne, la tam-bién psíquica e investigadora EdithLyttleton y el psiquiatra J.C. Barker,el ingeniero español Guillermo Serrano,de la ya extinta Sociedad Española de

Es posible que no exista un fenómeno paranormal tan controvertido como el de la precognición,aquel por el cual un ser humano es capaz de anticiparse al futuro haciendo saltar por los aires el

sentido común y con él las leyes que rigen la naturaleza. La historia está llena de ejemploscontundentes y la casuística se nutre a diario con las vivencias de miles de personas anónimas, al

tiempo que la investigación de laboratorio ha confirmado su existencia más allá de toda duda. Pero¿cómo es posible demostrar la existencia de algo imposible? ¿Cómo es posible conocer con precisión

algo que todavía no ocurrido?

Ensayo del doctorRhine con cartaszener.

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Precognición: el don imposible¿PODEMOS VER EL FUTURO?

Parapsicología, aseveraba a principiosde años ochenta del siglo pasado que“el 75% de los casos de precognición seproducen en estado de sueño, y en gene-ral siempre sobrevienen cuando la con-ciencia está en cierto modo alejada delmundo exterior”. Serrano no hacia sinorefrendar las conclusiones a las queya habían llegado autores de tanta in-fluencia en la parapsicología científicacomo la doctora Louisa Rhine, quiendesde la Universidad de Duke analizó1.324 precogniciones de las que nadamenos que el 68% habían cristalizadodurante el sueño.

Percepción inconsciente deemociones futuras

La inmensa mayoría de las evidenciasacumuladas en favor de la existenciade la precognición hasta la década delos noventa del siglo pasado proveníande los sesudos estudios con cartas zener,iniciados hacia 1938 en la Universidadde Duke por Joseph Rhine, así comode la casuística espontánea y anecdóticarecogida por los investigadores entreinfinidad de informantes a lo largo deltiempo. Las cartas zener tienen cincosignos grabados y los experimentosconsistían en que una persona fuesecapaz de decir qué símbolo aparecía

antes de descubrirse cada carta.Mientras que las series de prediccio-nes de cartas, mejoradas con los ge-neradores de eventos aleatorios intro-ducidos en la investigación psi por inves-tigadores como el físico Helmut Sch-midt se caracterizaban por su tedio yaridez, las evidencias acumuladas apartir de la casuística popular sepresentan en un escenario por com-pleto impredecible y ajenas a cualquiercontrol, aunque muchas veces resul-tasen abrumadoras y espectaculares.Tal vez por ello el enfoque que el inge-niero y doctor en psicología Dean Radindio a la investigación del fenómenoresultó tan revitalizante para la para-psicología y tan incómodo para aque-llos que persisten en negar apelandoa su imposibilidad la existencia del mis-mo.

A partir de 1996 Radin comenzó aexperimentar bajo estrictas condicionesde laboratorio con sujetos monitori-zados, a los que se les medían las cons-tantes vitales. A estos se les mostra-ban una serie de imágenes, emocio-nalmente neutras, junto a otras se-xualmente excitantes o bien violen-tas, todo ello por medio de procesoscomputerizados que garantizaban laaleatoriedad de la selección de fotos

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Texto: José Gregorio González

CLAVES DEL CAMINO

EL DÍA, domingo, 28 de diciembre de 2014 p7

que le eran mostradas a los sujetos.Como era de esperar, la respiración,la presión sanguínea, el latido cardiacoy la conductividad eléctrica de la pielde los mismos variaban sustancialmentecuando las imágenes con carga emo-cional aparecían en los monitores. Losorprendente y determinante para lainvestigación de la precognición eraque esa reacción en los parámetros fisio-lógicos a la que Radin denominó “efectopresentimiento” afloraba incluso se-gundos antes de que la imagen apare-ciera en pantalla o fuese seleccionadapor el programa informático. Defini-tivamente, “algo” en la psique de losindividuos monitorizados era capazde anticiparse a lo que estaba por venirsorteando, en primera instancia, el pen-samiento y la percepción conscientede los sujetos, y de paso dar al trastecon el sentido común que prevalece

en la ciencia. El camino trazado porestos y otros experimentos de Radinpropició más ensayos independientescon resultados que reforzaron los hallaz-gos iniciales. De esta forma, en 2002D.J. Bierman y H.S. Scholte incorpo-raron por primera vez la resonanciamagnética funcional al estudio del“efecto presentimiento”, revelando có-mo también se activaban de maneraanticipada ciertas regiones cerebralesen función del contenido emocionalde las imágenes que se iban mostrandoa los sujetos. Un año más tarde, losinvestigadores Spottiswoode y Mayharían lo propio, pero en este caso uti-lizando estímulos sonoros en vez deimágenes.

Sin embargo tendríamos que espe-rar al verano de 2010 para asistir a unvirulento repunte de la controversiasobre la precognición y el efecto pre-sentimiento. El ojo del huracán se cen-tró en el prestigioso psicólogo socialDaryl Bem, de la Universidad de Cor-nell, a raíz de la publicación en el Jour-nal of Personality and Social Psycho-logy de su estudio Sintiendo el futuro.En el mismo da cuenta de nueve expe-rimentos realizados con un millar dealumnos siguiendo un protocolo simi-lar al ya descrito. En ocho de los estu-

dios los resultados fueron estadísti-camente significativos. La polémicadesatada por estos hallazgos y su publi-cación en una revista de tanto pres-tigio motivó que poco después los inves-tigadores y activistas del movimientoescéptico Richard Wiseman, ChrisFrench y Stuart Ritchie asegurasen haberreplicado sin éxito los experimentosde Bem por medio de tres estudios.Sin embargo, tanto Bem como otrosanalistas independientes se percata-ron de que Wiseman y sus colabora-dores habían silenciado dos estudiosexitosos de los que tenían conocimiento.En 2013 ya era 8 las replicaciones posi-tivas de las investigaciones de Bem,aunque en esencia lo que estos estu-dios estaban demostrando experimen-talmente era algo que los parapsicó-logos ya sabían desde hace décadas,la potente y determinante influenciade lo emocional en el fenómeno pre-cognitivo. Tal es así que hace casi mediosiglo, en 1968, el gran y controvertidoparapsicólogo y jesuita español ÓscarGonzález Quevedo se refería a ello ensu clásico El rostro oculto de la menteal escribir que “analizando las colec-ciones de precogniciones espontáneas,se constata también de inmediato quela precognición es más fácil (o menos

difícil) y más frecuente (o menos rara)en relación con acontecimientos fuer-temente emocionantes: terremotos,suicidios, duelos, muertes, accidentes,o impresionantes en sentido inverso: coro-naciones de reyes, bodas fastuosas, vic-torias después de grandes guerras”

Anticipación fisiológica predictiva ante-rior a estímulos aparentemente impre-visibles: un metaanálisis. Ese fue el fríoy aséptico título con el que tres in-vestigadores publicaron en 2012 su deta-llado análisis sobre la precognición,un estudio con el que demostraron unavez más que los humanos parecemosser capaces de anticiparnos al futuro,y de hacerlo incluso antes de ser cons-cientes de ello, como ya hemos vistoen los trabajos de Radin y Bem. La dife-rencia en este caso es que se trató deun metaanálisis y que con el mismose logró estimar una pauta temporalde dicho efecto. Doce años antes, enel 2000, el físico y doctor en psicolo-gía de la Universidad de ÁmsterdamDick Bierman con sus propios expe-rimentos estimó que la reacción anti-cipatoria precedía en un segundo a laelección aleatoria del estudio. El aná-lisis de 2012 ampliaría sustancialmenteese rango temporal hasta los diez segun-dos, es decir, que nos anticipamos alfuturo sin ni siquiera saberlo hasta endiez segundos.

Julia Mossbridge, del Departamen-to de Psicología de la NorthwesternUniversity, en Illinois, su homólogoen Italia del Departamento de Psico-logía General en la Universidad de Pa-dova Patrizio Tressoldi, y JessicaUtts, del Departamento de Estadísticaen la Universidad de California, llevarona cabo un metaanálisis en el que escu-driñaron 26 experimentos científicosrealizados en una docena de labora-torios y publicados entre 1976 y 2010sobre el fenómeno que nos ocupa. Susresultados aparecieron en octubre de2012 en la revista Frontiers in PerceptionScience, y son especialmente intere-santes por proceder de un equipo queparece empatizar muy poco con la para-psicología. De esta forma Mossbridge,Tressoldi y Utts compararon datos pre-cisos referidos a la actividad electro-dérmica, la frecuencia cardíaca, el volu-men de sangre, la dilatación de la pupila,la actividad electroencefalográfica yel nivel de oxigenación de la sangremedido a nivel cerebral mediante reso-nancia magnética funcional, parámetrostodos ellos que escapan al control cons-ciente de los participantes. Y llegarona la conclusión de que, efectivamen-te, existe un efecto inexplicable de tipoanticipatorio que se manifiesta fisio-lógicamente con una antelación quevaría entre los 2 y los 10 segundos.

Dos años más tarde, en marzo de2014, estos autores sometieron su pro-pio metanálisis a una revisión críticaatendiendo a las puntualizaciones rea-lizadas por otros investigadores, lle-gando a conclusiones similares yplanteando que en los procesos cuán-ticos que parecen actuar a nivel bio-lógico se podría encontrar un marcoexplicativo a este inexplicable fenó-meno.

Dean Radin daríaun nuevo enfoque ala precognición..

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CLAVES DEL CAMINO

CLARISA BERNHARDT, la Dama de los Terremotos���Uno de los episodios más espectaculares que contribuirían a proyectar la imagen y fama de Clarisa Ber-nhardt tuvo lugar en noviembre de 1974 en la emisora estadounidense KIEV-FM, de Los Gatos, California, es-tación en la que conducía un programa de radio, Exploration. Con una semana de antelación tuvo una clara vi-sión sobre un terremoto y tras ponerla en conocimiento de varios periodistas e investigadores, finalmente lahizo pública dos días antes del hecho. Bernhardtanunció un martes que el Día de Acción de Gra-cias, que cae el último jueves de noviembre, unterremoto haría temblar el centro de California alas 3 de la tarde. Como inesperado testigo de ex-cepción de aquella predicción estaba el parapsi-cólogo Milan Ryzil, invitado en su programa. Lle-gó ese día y la tierra tembló en la ciudad exacta-mente a las 3:01. Al parecer esta psíquica veía uncalendario con fechas marcadas en rojo y la pala-bra terremoto sobre dichos días, para despuésver la magnitud y la localización del mismo. Suspredicciones fueron, según parece, muy precisas,pero no se limitaron a los temblores de tierra. En1975 contactó con el FBI y le dio la fecha del 5 deseptiembre como la de un intento de atentado contra el presidente Gerald Ford en Sacramento. Una visiónde una mujer cubierta con una capa roja y empuñando un arma la inquietó. En el FBI no tenía conocimientode ninguna visita a la ciudad, pero esa visita se produjo y solo la rapidez de un espectador impidió que Lynet-te Fromme, ataviada con la capa roja, atentara contra Ford. Para el capítulo de las anécdotas está la localiza-ción de una mujer que había desaparecido. Al cabo de quince días la mujer la llamó y le pidió que la volviera aencontrar, que tenía intención de volver a desaparecer.

Las leyes de la precognición���El fenómeno que nos ocupa pa-rece incontrolable e impredecible sumanifestación, por mucho que hayasurgido desde tiempos ancestralesun sector laboral especializado en elmismo, el de los videntes, agorerosy adivinos diversos. Salvo excepcio-nes, hoy en día estos sujetos des-pliegan, con mayor o menor acierto,profesionalidad y ética otras habili-dades que poco o nada tienen quever con una visión objetiva y para-normal del futuro. Lo que ellos ha-cen es otra cosa muy diferente. Lossueños son el canal por el que pare-ce colarse con mayor frecuencia elfuturo, de manera que deberíamosestar atentos tanto a los de tipo re-petitivo como a aquellos con unfuerte componente emocional o quea los contengan información muyespecífica. El problema está en ellenguaje simbólico de los mismos,difícil de comprender.

Otra vía de expresión muy habitualson las corazonadas y primeras impre-siones, ese pálpito que inexplicablementenos proporciona información certerasobre personas o situaciones. Teniendoen cuenta los estudios ya explicados sobrereacciones fisiológicas, tal vez debe-ríamos prestarles algo más de atenciónpues pueden ser la señal que nosaporte un margen de tiempo para to-mar decisiones más acertadas, aunquesin caer en los excesos. Tengamos encuenta, cuando abordemos este inte-resante y desestabilizador fenómeno,que las precogniciones tiene que cum-plir una serie de normas:

–Ser claras en su expresión y concretasen fechas y en detalles, de manera quela ambigüedad y simbolismo no las hagaválidas para cualquier hecho.

–Deben anticiparse en un tiempo con-siderable, cuanto más tiempo en prin-cipio mejor, pero sin excedernos dema-siado pues un tiempo demasiado pro-longado podría suponer que el azar jugaseun peso específico mayor.

–Deben describir hechos o circuns-tancias que no sean lógicas y deduci-bles a partir de una evolución norma-lizada del presente, es decir, que no pue-dan etiquetarse con facilidad como “loesperable”

–Debe quedar constancia escrita ypública, notarial, en medios de comu-nicación o con testigos fiables, deque fue formulada cumpliendo loscriterios anteriores antes de la fechaen la que en apariencia se ha cumplido.

domingo, 28 de diciembre de 2014, EL DÍAp8www.eldia.es/laprensawww.eldia.es/laprensa

Revista semanal de EL DÍA. Segunda época, número 960

demano”yloacompañaráhastasutrono.Comenzará el acto de rogativa con elrezo del santo rosario, letanía cantaday sermón, terminando con las precesdel rogatorio y oración del Nombre deJesús, y de otras imágenes si le acom-pañasen. Estos actos, cuando son derango menor, porque la categoría se leconcedesegúnelniveldenecesidadexis-tente, pueden hacerse a las imágenesque cuentan con mayores devociones.Cuando el rango se excede, se acudeal auxilio del patrón.

Llegadoelnovenodía,sinosehaalcan-zado el beneficio de la lluvia, por lamañana habrá comunión general y porlatardeprocesiónderogativarecorriendolas calles reales sin entrar en ningunaiglesia, cantándose letanías y retornandoa la catedral, las dos parroquias, her-mandades y ayuntamiento “bajomazas”.

Si a la siguiente jornada no hubiesellovido tampoco, después del coro de

la mañana vendrá a la catedralel Beneficio del Sagrario yllevarálasagradaimagenalcon-vento de Las Catalinas, des-pidiéndoseenlapuertadeltem-plo.

En esta iglesia se coloca laimagen en medio de la capillamayor. Allí permanecerá tresdías y dos noches. Acabada larogativa de la noche, se baja laimagen y se coloca delante delas rejas del coro para que lacomunidad la vele. La puertadel templo permanecerácerrada.

Si aún así no hubiese llovido,en la tarde del tercer día, elpárroco del Sagrario trasladarála imagen al convento de LasClaras. Puesto en la capilla ma-yor, los sacerdotes lo bajaránde la cruz y lo colocarán en lacruz en la que la imagen fuetraída a la isla, conservada porestasreligiosas.Acostadalaima-gen sobre la cruz, sale de esaiglesia y la entran por la puertaRegular, colocándola en elcoro bajo. Allí permaneceráhasta que llueva o llegue el Vier-nes Santo, día en que se ponenuevamente en la iglesia. Enella,conlasimágenesdelaDolo-rosa, San Juan y la Magdalena,

se verifica la procesión de la madrugada,la que se rinde en la iglesia del señor,o sea en la de San Francisco.

Desde el momento en que se hayalogrado el beneficio de la lluvia en can-tidad suficiente como para remediar lanecesidad presente, entonces con-cluye la rogativa. Desde la iglesia en laque se alcanzare el favor, la imagen serállevada en procesión de acción de gra-ciasa su capilla,visitandoa su pasoaque-llas en las que no hubiere estado.

Al traslado procesional que se realicedesde una iglesia a otra sólo acompa-ñará una comisión municipal, ademásdel séquito y pueblo. Como curiosidadpoco frecuente señalan algunos sacer-dotes que también se llegaron a cele-brar actos de esta índole para suplicarlo contrario, que cesaran las lluvias.

Nota documental:Archivo Municipal de San Cristóbal

de La Laguna. Signatura 10143, Doc. 35.

Rogativa frustrada alSantísimo Cristo lagunero

El Cristo de LaLaguna en unprograma de susfiestas

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El diccionario de la Real Aca-demiadelaLenguaEspañoladefine el término “rogativa”como una oración públicahecha a Dios para conseguir

el remedio de una grave necesidad. Elpueblo canario mucho de ello sabe. Losreiterados periodos de sequía, lassucesivas invasiones de langostas afri-canas (cigarrones) o las múltiples epi-demias sufridas a lo largo de su histo-ria así lo corroboran, ya que en el pasadose pensaba que eran castigos delSupremo por haber caído en pecado,y con ellas se imploraba su perdón.

Muchas han sido las rogativas ce-lebradas después de la introducción delcredo católico en las Islas. También elmundo aborigen supo de ellas, espe-cialmente en época de sequía, ce-lebrándose determinados ritos para susofoco,menoselaborados,peronomenosdesgarradores.

Este caso se inicia con la sesión cele-brada por el Ayuntamiento lagunero el5 de diciembre de 1917. En ella uno desus ediles, el Sr. Matías, a petición delpropio pueblo, propone la celebraciónde rogativas públicas al SantísimoCristo para implorar el beneficio de laslluvias y el término de la cruel contiendaque asola a Europa, y que tanto dañoacarreaba a las Islas. Se promueve deesta suerte porque era la autoridad civilla que, por medio de súplica, la solici-taba al clero. La guerra europea y la per-tinaz sequía amenazaban con asolar lossembrados y aumentar aún más la cala-midad.

Se interesa al vicario capitular paraque disponga de cuanto considereoportunoyconvenienteparalatraslaciónde la imagen del Santísimo Cristodesde su altar hasta la Catedral, al objetode que los habitantes de esta ciudad,“cuya fe se vivifica y acrecienta con lacontemplación de su Amado Redentor”,puedan rendirle los cultos que enanálogas necesidades se le han tribu-tado. El consistorio aprobó la mociónen los términos previstos. Ese mismodíaelalcalde,Sr.HernándezAbad,ordenasu cumplimiento.

Tresdíaspasados,SantiagoBeyroMar-tín informa a la autoridad civil de queel Cabildo Catedral, en sesión del díasiete del mismo mes y año, nombró unacomisión en su seno para sacar eldomingo día 9 la santa imagen y tras-ladarla al templo, para que durante ochodías, como es de costumbre, a las seishoras y quince minutos de la tarde sehagan rogativas públicas ante su tronopor una y otra causa de las solicitadas.Señala que si lloviese en ese periodotemporal la imagen será regresada a susantuario el domingo 16, después de laacción de gracias. En caso de que nose hubiese cubierto el objetivo, comoha sido tradición y vieja costumbre, seprocederá a la conducción de la ima-gen a los conventos de las religiosas dela ciudad.

La Vicaría Capitular informa al alcaldede que ha llovido en la noche del día8 y que, por tanto, procede el aplaza-miento de la procesión prevista para larogativa hasta ver si las dichas lluviascontinúan y son capaces de cubrir lasnecesidades presentes. Definitivamente,el acto rogatorio quedó en suspenso per-petuo.

El expediente añade un completoinforme de cómo se ha de realizar unarogativa de superior grado en la ciu-daddeSanCristóbaldeLaLaguna.Segúnesta fuente, el expediente se inicia conla petición por parte de la autoridad civila la eclesiástica, bien haya sido solici-tada por el propio consejo o por el vecin-dario, como ocurre con el caso que nosocupa.Lasolicitudtramitadadeberedac-tarse en términos de súplica de que sele conceda y comunique las órdenes alCabildo Catedral, parroquias, conven-tos y cofradías para que intervengan enlos actos que se programen.

Fijado el día en el que se ha de empe-zar, por la tarde y promediando la hora,a fin de que la imagen del Cristo lleguea la catedral a la oración, el traslado correa cargo del Beneficio del Sagrario, conuna representación municipal y elpueblo.

Una vez en la puerta catedralicia, lorecibirá el Cabildo Eclesiástico con “cera

Los actos rogatorios realizados para pedir en súplica el beneficio de la lluvia en este Archipiélago fueron muy abundantes, tanto en elmundo aborigen como después de la implantación del credo católico entre sus habitantes. La razón habrá que buscarla, de una parte, en

sus particularidades climáticas, y de otra, en la firme convicción existente de que los periodos de sequía eran castigos enviados por elHacedor por causa de haber cometido algún tipo de ofensa, pecado u olvido.

LUGARES SAGRADOS (XVI)

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Texto: Emiliano Guillén Rodríguez(periodista, cronista oficial y miembro del Instituto de Estudios Canarios)

Foto: Doña Julia