Revista Universidad Empresa Estado. Ed. 2

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En aras de cristalizar una visión compartida de región 2 Unir voluntades, ante la urgente tarea de construir el futuro de la región y del país. Jorge Jaramillo Pérez 7 Las universidades aportan talento joven y creativo al desarrollo empresarial. Darío Valencia Echeverri 10 4 Un nuevo reto se impone para las universidades. Óscar Almario García 14 En un mundo complejo, facilitar el diálogo es el papel del nuevo Estado. Nicola Crosta 16 Es necesario crear un modelo educativo que incorpo- re experiencias de aprendizaje ligadas a la creación de valor. Guillermo Aguirre Esponda 18 Antioquia tendrá una Dirección de Ciencia, Tecnolo- gía e Innovación. Luis Alfredo Ramos Botero 20 Un reto para el desarrollo Maximiliano Valderrama 21 contenido Tenemos que desarrollar el pensamiento crítico y científico, a partir de revolucionar todo el sistema educativo. Cecilia María Vélez White 22 Para convertirse en un país competitivo, Colombia requiere una profunda transformación productiva. Sergio Díazgranados Guida 24 VI Encuentro Universidad-Empresa-Estado. Desarrollo Regional basado en innovación. Declaración Final. Medellín, Colombia. Octubre 1, 2 y 3 de 2008 25 Hoy, el tema de las agendas regionales de competiti- vidad es fundamental. Francisco Miranda Miranda 28 Red Motiva. Acción conjunta de universidades ibero- americanas para fortalecer la cultura emprendedora G-8. Universidades de Antioquia. Soluciones concertadas a problemas comunes. Carlos Felipe Londoño Álvarez 30 32 Sociedad Gestora de Fondos de Capital de Riesgo. Apoyo del G-8 para su creación 34 Fondo de Capital de Riesgo PROGRESA CAPITAL David Bojanini 36 4ª Rueda de Negocios de Innovación Tecnológica –TECNNOVA 2008–. Juan Camilo Quintero 38 Colombia ya entendió que la innovación y la tecnolo- gía construyen futuro. Luis Carlos Villegas 40 La Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación tiene como propósito modificar el modelo productivo de Colombia. Jaime Restrepo Cuartas 42 CIIEN Energía para la investigación científica 48 Por primera vez en la historia de Medellín, el 1.0% del presupuesto será destinado a ciencia y tecnolo- gía. Alonso Salazar Jaramillo 46 Primera planta en Colombia de captura y combustión eficiente de gases de efecto invernadero. Concreción del vínculo Universidad-Empresa-Estado 50 Resumen Documento Conpes 3527. Política Colom- biana de Competitividad y Productividad 52 El fortalecimiento de la Educación: otra dimensión de las relaciones UEE. Carlos E. Arroyave P. 56 Los Comités Universidad-Empresa-Estado, espacios privilegiados para dinamizar la transferencia de tec- nología. Iván Montenegro Trujillo 58 Conferencia Mundial sobre Educación Superior * París 2009. Plataforma global sobre pensamiento innovador Ley de innovación no es simplemente un “elefante rosado”. David H. Guston Política Pública de EMPRENDIMIENTO Luis Guillermo Plata Páez Parque E Conocimiento al servicio de la sociedad en el siglo XXI La Alcaldía de Medellín, la Universidad de Antioquia y el YABT de la OEA suscriben convenio para fortalecer la cultura emprendedora La experiencia productiva de la Fundación Universidad Central de Venezuela. Luis Genaro Mosquera Castellanos Conexiones Estratégicas. Emprender es más que una opción para evitar el desempleo III Encuentro UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO. “La empresa base de la competitividad regional en un mundo globalizado” 60 64 66 68 72 74 70 76 El segundo número de Revista UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO ofrece a los lectores –en la propia voz de los protagonistas–, las motivacio- nes que llevaron a la creación de la Alianza UEE hace cinco años en Antioquia. El objetivo no es otro que dar a conocer en detalle los aspectos centrales de esta exitosa experiencia, con el fin de que sea replicada en otras regiones del país donde estén dadas las condiciones para ello. Testimonios 13 / 45 / 51 / 62 Programa Gestión Tecnológica Vicerrectoría de Extensión Edición de 3.000 ejemplares Informes: Programa Gestión Tecnológica • Vicerrectoría de Extensión • Universidad de Antioquia Dirección: Parque del Emprendimiento Calle 65 N° 55 - 46 • Conmutador (4) 2192000 • Medellín-Colombia http://gestiontecnologica.udea.edu.co — E-mail: [email protected] Editor ALBERTO GONZÁLEZ MASCAROZF. Departamento de Información y Prensa. Universidad de Antioquia Director JORGE JARAMILLO PÉREZ. Programa Gestión Tecnológica, Vicerrectoría de Extensión. Universidad de Antioquia Coordinación temática y periodística: Con el apoyo de: Astrid Giraldo Gómez, Comunicadora Programa Gestión Tecnológica; Juan Camilo Vélez Rodríguez, diagramador; Elizabeth Correa Londoño, correctora de textos. Fotografía: Luis Javier Londoño Balbín; Gabriel Buítrago Mejía; archivo Universidad de Antioquia Carátula: Astrid Giraldo Gómez y Jorge Jaramillo Pérez Cofinancian

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Una publicación que describe algunos resultados de la alianza entre academia, Gobierno y empresarios en Colombia.

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Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 1

En aras de cristalizar una visión compartida de región2

Unir voluntades, ante la urgente tarea de construir el futuro de la región y del país. Jorge Jaramillo Pérez7Las universidades aportan talento joven y creativo al desarrollo empresarial. Darío Valencia Echeverri10

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Un nuevo reto se impone para las universidades. Óscar Almario García14En un mundo complejo, facilitar el diálogo es el papel del nuevo Estado. Nicola Crosta16Es necesario crear un modelo educativo que incorpo-re experiencias de aprendizaje ligadas a la creación de valor. Guillermo Aguirre Esponda

18

Antioquia tendrá una Dirección de Ciencia, Tecnolo-gía e Innovación. Luis Alfredo Ramos Botero20Un reto para el desarrolloMaximiliano Valderrama21

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enid

o

Tenemos que desarrollar el pensamiento crítico y científico, a partir de revolucionar todo el sistema educativo. Cecilia María Vélez White

22

Para convertirse en un país competitivo, Colombia requiere una profunda transformación productiva. Sergio Díazgranados Guida

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VI Encuentro Universidad-Empresa-Estado. Desarrollo Regional basado en innovación. Declaración Final. Medellín, Colombia. Octubre 1, 2 y 3 de 2008

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Hoy, el tema de las agendas regionales de competiti-vidad es fundamental. Francisco Miranda Miranda28Red Motiva. Acción conjunta de universidades ibero-americanas para fortalecer la cultura emprendedora

G-8. Universidades de Antioquia. Soluciones concertadas a problemas comunes. Carlos Felipe Londoño Álvarez

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32Sociedad Gestora de Fondos de Capital de Riesgo. Apoyo del G-8 para su creación34Fondo de Capital de Riesgo PROGRESA CAPITAL David Bojanini364ª Rueda de Negocios de Innovación Tecnológica –TECNNOVA 2008–. Juan Camilo Quintero 38

Colombia ya entendió que la innovación y la tecnolo-gía construyen futuro. Luis Carlos Villegas40La Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación tiene como propósito modificar el modelo productivo de Colombia. Jaime Restrepo Cuartas

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CIIENEnergía para la investigación científica48

Por primera vez en la historia de Medellín, el 1.0% del presupuesto será destinado a ciencia y tecnolo-gía. Alonso Salazar Jaramillo

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Primera planta en Colombia de captura y combustión eficiente de gases de efecto invernadero. Concreción del vínculo Universidad-Empresa-Estado

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Resumen Documento Conpes 3527. Política Colom-biana de Competitividad y Productividad52El fortalecimiento de la Educación: otra dimensión de las relaciones UEE. Carlos E. Arroyave P.56Los Comités Universidad-Empresa-Estado, espacios privilegiados para dinamizar la transferencia de tec-nología. Iván Montenegro Trujillo

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Conferencia Mundial sobre Educación Superior * París 2009. Plataforma global sobre pensamiento innovador

Ley de innovación no es simplemente un “elefante rosado”. David H. Guston

Política Pública de EMPRENDIMIENTOLuis Guillermo Plata Páez

Parque EConocimiento al servicio de la sociedad en el siglo XXI

La Alcaldía de Medellín, la Universidad de Antioquia y el YABT de la OEA suscriben convenio para fortalecer la cultura emprendedoraLa experiencia productiva de la Fundación Universidad Central de Venezuela. Luis Genaro Mosquera Castellanos

Conexiones Estratégicas. Emprender es más que una opción para evitar el desempleo

III Encuentro UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO. “La empresa base de la competitividad regional en un mundo globalizado”

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El segundo número de Revista UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO ofrece a los lectores –en la propia voz de los protagonistas–, las motivacio-nes que llevaron a la creación de la Alianza UEE hace cinco años en Antioquia. El objetivo no es otro que dar a conocer en detalle los aspectos

centrales de esta exitosa experiencia, con el fin de que sea replicada en otras regiones del país donde estén dadas las condiciones para ello.

Testimonios 13 / 45 / 51 / 62

Programa Gestión Tecnológica Vicerrectoría de Extensión

Edición de 3.000 ejemplares

Informes: Programa Gestión Tecnológica • Vicerrectoría de Extensión • Universidad de Antioquia Dirección: Parque del Emprendimiento Calle 65 N° 55 - 46 • Conmutador (4) 2192000 • Medellín-Colombiahttp://gestiontecnologica.udea.edu.co — E-mail: [email protected]

Editor ALBERTO GONZÁLEZ MASCAROZF. Departamento de Información y Prensa. Universidad de Antioquia

Director JORGE JARAMILLO PÉREZ. Programa Gestión Tecnológica, Vicerrectoría de Extensión. Universidad de Antioquia

Coordinación temática y periodística:

Con el apoyo de: Astrid Giraldo Gómez, Comunicadora Programa Gestión Tecnológica; Juan Camilo Vélez Rodríguez, diagramador; Elizabeth Correa Londoño, correctora de textos.

Fotografía: Luis Javier Londoño Balbín; Gabriel Buítrago Mejía; archivo Universidad de Antioquia

Carátula: Astrid Giraldo Gómez y Jorge Jaramillo Pérez

Cofinancian

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Notas1. “Spin-off” es un término anglosajón que expresa la idea de la creación de nuevas empresas en el seno de otras empresas u organizaciones ya existentes, sean públicas o privadas, que actúan de incubadoras. Con el tiempo acaban adquiriendo independencia jurídica, técnica y comercial. Conocida también como Empresa de Base Tecnológica, suele estar ligada a la universidad y contribuir a la transferencia de hallazgos científicos desde ésta al sector social en forma de productos innovadores.

En aras de cristalizar una visión compartida de región

EDITORIAL

Asistimos hoy en Colombia a un proceso de aprendizaje de como se relacionan la universidad, la empresa y el Estado, proceso originado por la dinámica de la globali-zación y enmarcado en la llamada economía del conocimiento. Visto de otra manera, a los factores clásicos de la producción, como son la tierra, el capital y el trabajo, se ha agregado un cuarto elemento, el conocimiento, considerado cada vez más como el factor clave y necesario para producir bienes y servicios de alto valor agregado y mejorar la productividad y la competitividad empresarial y regional.

De esta forma, el modelo conocido como la Triple Hélice asume la innovación como un proceso social interactivo, el cual se expresa en el desarrollo de relaciones recíprocas y cíclicas entre la universidad, la empresa y el gobierno. Estas tres esferas, que durante mucho tiempo trabajaron separadas en América Latina, en los últimos años vienen colaborando conjuntamente.

En Antioquia, a la vez que en otras regiones de Colombia, este relacionamiento viene dando sus primeros frutos en lo que va corrido del presente siglo, después de un largo distanciamiento acaecido desde los años setenta, debido, principalmente, a los prejuicios de tipo ideológico y político que condujeron tanto a las instituciones de educación superior –especialmente a las públicas– como a las empresas, a encerrarse en sí mismas, y a rechazar y hasta ufanarse de no tener vínculos entre sí, lo que se tradujo en un detrimento de la calidad y pertinencia de la actividad académica y en falta de competitividad de algunas empresas, hasta el punto de que unas y otras llegaron a ser severamente cuestionadas.

Al comenzar el siglo XXI –después de casi una década de fortalecimiento del Sistema Universitario de Investigación–, la Universidad de Antioquia, desde el Programa Gestión Tecnológica, adscrito a la Vicerrectoría de Extensión, emprendió un proceso deliberado y sistemático de integración de la academia a la sociedad, en particular con el sector productivo, en el marco de la llamada “tercera misión” de la universidad.

Tal determinación, apalancada en las capacidades de los grupos de investiga-ción, ha comenzado a fomentar la cultura del emprendimiento, la innovación y la transferencia de los resultados de investigación, buscando incidir positivamente en la productividad y competitividad de las empresas, al tiempo que busca generar las spin off1 universitarias, como una de las formas más avanzadas de la transferencia del conocimiento, forma nueva de emprender y de investigar para contribuir al de-sarrollo socioeconómico de la región y del país.

Varios hechos significativos han venido apuntalando esta estrategia desde el año 2001. El Encuentro Universidad-Empresa-Estado, espacio de sensibilización e intercambio de buenas prácticas colaborativas, en el presente año ha realizado su sexta versión: “Desarrollo Regional basado en innovación”. El Comité Universidad-Empresa-Estado, que empezó a funcionar en febrero de 2003, con una creciente participación de los presidentes de las empresas más grandes de la región, los rectores de una docena de universidades públicas y privadas, los funcionarios de los gobiernos regional y local, los representantes de los Centros de Desarrollo Tecnológico y de varios directivos gremiales.

Gracias a esta labor y al reconocimiento que el Comité ha alcanzado a lo largo y ancho del país, el Ministerio de Educación Nacional y el Departamento Nacional de Planeación vienen promoviendo asociaciones semejantes en regiones

y ciudades como el Eje Cafetero (Manizales, Pereira y Armenia), Cali, Bogotá, Bucaramanga, Cartagena y, más recientemente, en Popayán y Villavicencio. Es de anotar que el Documento CONPES 3484, de agosto de 2007, recomienda a Colciencias la creación y fortalecimiento de estos espacios de relacionamiento en el país, como parte de la formulación de una política pública de apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas.

En cuanto a los logros del Comité UEE, a lo largo de estos años, quizás el más significativo sea la creación en junio de 2007 de la Corporación TECNNOVA Universidad-Empresa-Estado, la cual sirve de conector entre las Instituciones de Educación Superior y las empresas, con el propósito de concretar proyectos de I+D+i. De igual forma, cabe mencionar otro de los procesos que ahora lleva a cabo la Corporación y es la Rueda de Negocios de Innovación y Desarrollo Tecnológico, que este año realizó su cuarta versión como espacio dedicado a promover y fomentar el acercamiento entre los grupos de investigación de las universidades y las empresas.

Corresponde, igualmente, destacar la creación del Parque del Emprendimiento, iniciativa de la Alcaldía de Medellín y de la Universidad de Antioquia, que desde octubre de 2006 es orientada y operada por el Programa Gestión Tecnológica. El objetivo principal es lograr la difusión de la cultura emprendedora y apoyar la creación de empresas innovadoras en la comunidad universitaria y en la ciudad, como parte del Programa Cultura E de la Alcaldía de Medellín. Por otro lado, recien-temente está el resultado del convenio entre las universidades del llamado Grupo de los 8, que promovió la creación de la sociedad gestora de un Fondo de Capi-tal de Riesgo, denominado “Progresa Capital”. Dicho fondo fue materializado por Inversiones Suramericana bajo la operación de la Promotora de Proyectos, en convenio con UNINVEST de la Universidad Santiago de Compostela. Esta práctica, identificada por el Programa ERICA, es apoyada, además, por la Agencia Española de Cooperación Internacional –AECI–.

Estos logros nos deben animar a continuar uniendo voluntades, ante la urgente tarea de construir el futuro de la región y del país, asumiendo el apremiante reto del establecimiento de una sociedad emprendedora e innovadora, en convergen-cia integradora y respetuosa con la diversidad cultural de la nación. Por lo tanto, debemos enfatizar en el rol preponderante de la cultura, de la educación, de la ciencia, la tecnología y la innovación en la creación de empleo, riqueza y bienestar para toda nuestra población.

Por todo lo anterior, desde el Programa Gestión Tecnológica de la Universidad de Antioquia, con el patrocinio del Ministerio de Educación Nacional, se entre-ga este segundo número de la Revista Universidad-Empresa-Estado, con el registro de testimonios de los actores y de los resultados de proyectos exitosos de I+D+i, producto de la colaboración entre las universidades, las empresas y el Estado, agentes sociales que están contribuyendo a consolidar un nuevo espacio de interlocución e intercambio de experiencias exitosas de aprendizaje, que permitirá seguir afianzando el necesario clima de confianza y cooperación interinstitucional en aras de cristalizar una visión compartida de región, de suerte que en el mediano y largo plazo Antioquia logre transformarse en un territorio innovador, ejemplo para todas las otras regiones del país.

UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO2 Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 3

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Éxito rotundoEl VI Encuentro Universidad-Empresa-Estado, que

durante los días 1, 2 y 3 de octubre abordó en Medellín el tema “Desarrollo regional basado en

innovación”, se constituyó en un éxito rotundo no sólo para los organizadores sino para Medellín, para Antioquia, para Colombia

e, incluso, para el Centro Internacional de Convenciones Plaza Mayor que brindó una atención excelente y de calidad a los más de 300 asistentes.

Nómina de lujoExpertos de talla mundial, proce-

dentes de Norteamérica, Sura-mérica y Europa, hicieron parte de la nómina de invitados inter-

nacionales: Edoardo Calia, del Instituto Superior Mario Boella, Turín (Italia); Genaro Mosquera

Castellanos, presidente de la Fundación Universidad Central de Venezuela; Guillermo Aguirre, di-rector de Latipnet (Red Latinoa-

mericana de Innovación); Bárbara Blake, investigadora de la Uni-

versidad de California; Federico Sarti, experto del Politécnico di

Torino, Turín (Italia); Rubén Darío Siniestra, investigador y direc-tivo de la Universidad Federal

de Minas Gerais, Brasil; y Nicola Crosta, de la Organización para

la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Los nuestrosLa nómina de expositores nacionales la conformaron el ahora ex vicemi-nistro de Desarrollo Empresarial del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados Guida; el director de Colciencias, Francisco Miranda Miranda; el representante a la Cámara y ponente del proyec-to de Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación, Jaime Restrepo Cuartas; el presidente de Suramericana de Inversiones; David Bojanini Gracía; Francisco Mira Aguilar, presidente de la Promotora de Proyectos; Juan Camilo Quintero, director de la Cor-poración TECNNOVA; Santiago Echa-varría, director del Centro de Ciencia y Tecnología de Antioquia (CTA); Gabriel Castaño y Paula Botero, in-vestigadores del Instituto Tecnológico Metropolitano (ITM); y Jaime Poveda, director de la IPS Universitaria.

Acompañamiento ejemplarAsimismo, el equipo de expositores nacionales lo integraron la ministra de Educación Nacional, Cecilia María Vélez White; el gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos

Botero; el alcalde de Medellín, Alonso Salazar Jaramillo, el gerente general de Haceb, Darío Valencia Echeverri; el vicerrector de la Universidad Nacional Sede Medellín,

Óscar Almario García, y el director del Encuentro y del Programa Gestión Tecnológica de la Universidad de Antioquia, Jorge Jaramillo Pérez. En realidad merece destacarse

el acompañamiento ejemplar que le brindaron al certamen la ministra Vélez White, el gobernador Ramos y el alcalde Salazar, cuyas intervenciones fueron atinadas y muy

bien recibidas por la comunidad académica y el sector empresarial.

Suficientes Las tres jornadas del certamen (un día para las universidades, otro para las empre-sas, y el tercero para el Estado) fueron suficientes para abarcar con propiedad las temáticas acordadas, al final de las cuales se concluyó que es necesario potenciar las políticas de innovación en el país y, a la vez, internacionalizarlas, buscando no sólo el reconocimiento sino también la posible transferencia de oportunidades y experiencias.

En forma unánime, este VI Encuentro acordó entregarle al profesor Jorge Jaramillo Pérez la siguiente moción de felicitación:

Los sueños y los propósitos son el punto de partida de las realizaciones.Existen hoy aprendizajes de la mane-ra como se relacionan la Universidad, la Empresa y el Estado determinados por las nuevas realidades sociales, económicas y políticas, de índole mundial y propias de la región que, en general, apuntan a mejorar la calidad de vida de la sociedad.El Comité Organizador del VI Encuen-tro Universidad-Empresa-Estado exal-ta la labor del ingeniero Jorge Jara-millo Pérez, gestor y líder de espacios de interacción que han propiciado el proceso asociativo e interinstitucional en el contexto del modelo de la triple hélice, contribuyendo así al fortaleci-miento de las relaciones de confianza entre los actores representativos del desarrollo de la región y del país.Por lo anterior, agradece pública-mente su comprometida labor que propende por el bienestar de la socie-dad, y lo presenta como un referente para ella, por su espíritu emprende-dor y capacidad de liderazgo, hacien-do que cobre sentido “lo que somos y lo que hacemos”.

Comité Organizador VI Encuentro Universidad-Empresa-Estado:

Luis Carlos Uribe JaramilloPresidente Comité UEE

Darío Valencia EcheverriRepresentante Empresarios

Óscar Almario GarcíaRepresentante Universidades

Medellín, 3 de octubre de 2008.

Moción de felicitación Algunas experiencias Las ponencias y casos exitosos pre-sentados durante el VI Encuentro UEE estuvieron ligados a experiencias e iniciativas para transferir buenas prác-ticas en materia de innovación en las ciudades y las regiones. Por ejemplo: Genaro Mosquera Castellanos, pre-sidente de la Fundación Universidad Central de Venezuela, mostró cómo a través de esta Fundación, la UCV ha incrementado en enorme cuantía los recursos y ha estado presente en la sociedad venezolana. También se dieron a conocer experiencias exitosas de investigación, desarrollo tecnoló-gico e innovación en los sectores de energía, construcción, metalmecánica y farmacéutica, entre otros, donde se resaltó la importancia de los centros de desarrollo tecnológico como articu-ladores para la innovación. Luis Fernando Causado, de Industrias FAACA, perteneciente al sector metal-mecánico, explicó de forma detallada el impacto positivo de un proyecto para la fabricación en Colombia de conden-sadores de aires acondicionados.

Ana María Mesa, en representación de Conconcreto, habló sobre las buenas prácticas para mejorar la productivi-dad en el sector de la construcción a través de la incorporación de las TIC`s a los procesos de gestión de la calidad y el conocimiento. Esta herramienta, desarrollada por los grupos de investi-gación Gici (Universidad de Medellín), Estructuras y Construcción (Escuela de Ingeniería de Antioquia) y Labora-torio de Estudios y Experimentación Técnica en Arquitectura (Universidad Pontificia Bolivariana), “mejora la productividad y la competitividad del sector de la construcción ofreciendo un modelo único y eficiente para la atención de las reclamaciones, de tal manera que se administre y disminuya el impacto de las posventas y se logre un mayor posicionamiento en el mer-cado de las empresas pertenecientes a este cluster”.

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Unir voluntades, ante la urgente tarea de construir el futuro de la región y del país

Por JORGE ALBERTO

JARAMILLO PÉREZDirector Programa

Gestión Tecnológica Universidad de

Antioquia

Debemos enfatizar en el rol preponderante de la cultura, de la educación, de la ciencia, la tecnología y la innovación en la creación de empleo, riqueza y bienestar para toda nuestra población

El VI Encuentro Universidad-Empresa-Estado: Desarro-llo regional basado en Innovación, realizado entre el 1 y el 3 de octubre en Medellín, es el resultado del esfuerzo organizativo de 10 instituciones de Educación Superior: Universidad Nacional Sede Medellín, Universidad de Medellín, Universidad Pontificia Bolivariana, Universidad Lasallista, Universidad San Buenaventura, Universidad CES, Universidad Eafit, Politécnico Jaime Isaza Cadavid, Escuela de Ingeniería de Antioquia y Universidad de An-tioquia, lo mismo que del Centro de Ciencia y Tecnología de Antioquia y los Centros de Desarrollo Tecnológico: Cidico, Cecif, Corpoeco, Cnpml y Cidet.

Este certamen recibió el patrocinio del Ministerio de Educación Nacional, la Gobernación de Antioquia y su Secretaría de Productividad y Competitividad, la Alcaldía de Medellín y su Departamento Administrativo de Planeación, Colciencias, Industrias Haceb, el Sena y Nicol Unicilindros.

Organizadores y patrocinadores han comprendido que asistimos hoy a un proceso de aprendizaje de la ma-nera como se relacionan la Universidad, la Empresa y el Estado, empujados por los nuevos cambios traídos por la globalización, que se enmarcan en la llamada economía del conocimiento.

Visto de otra manera, a los factores clásicos de la producción, tierra, capital y trabajo, se ha agregado en los últimos años un cuarto elemento –el conocimiento–, considerado cada vez más como el factor clave y necesario para producir bienes y servicios de alto valor agregado y

para mejorar la productividad y la competitividad empre-sarial y regional.

Diferentes instituciones y autores (Krugman, Ohmae, Porter, entre otros) vienen destacando la importancia de las regiones o espacios subnacionales, como el escenario donde se localizan y consolidan los sectores y empresas competitivas. Para ello tienen en cuenta que la competi-tividad se relaciona cada vez más con el propósito central de la concepción humanista del desarrollo, que establece su cometido en el mejoramiento del bienestar del hombre, expresado en mejores niveles de calidad de vida.

Por consiguiente, la competitividad no se refiere sola-mente a lo que un país o una región poseen y antes que

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aumentar la rentabilidad de las empresas, el objetivo econó-mico de una nación o una región es mejorar el nivel y calidad de vida de sus habitantes, incrementando el valor de lo que pueden aportar a la economía mundial. Lo que importa no es lo que poseemos, sino lo que somos y lo que hacemos.

Es por ello que la fuente de la competitividad es la inno-vación. Innovar es la acción de producir un bien, ofrecer un servicio, usar un método o un nuevo insumo que representa un cambio tecnológico. Por eso la construcción de la ventaja competitiva está asociada al desarrollo del conocimiento.

Las economías mundiales de primer orden son aquellas basadas en la generación y aplicación del conocimiento de frontera, y los impactos económicos y sociales derivados de los avances científicos son notables.

En todo el mundo, las regiones más activas consideran la innovación como el principal motor de desarrollo económico, de creación de empleos y de competitividad; procuran integrar las políticas públicas, los resultados de investigación, la crea-ción y fortalecimiento de empresas e incentivos financieros, en un círculo virtuoso; y desean implementar instrumentos y mecanismos para optimizar el uso de los recursos.

Y, el fundamento de la competitividad es la productividad. El desarrollo de la productividad laboral sigue siendo determi-nante, más no concebido solamente en su relación con el trabajo productivo propiamente dicho, sino en sus múltiples relaciones con la cultura, el comportamiento humano y la política.

También conviene agregar que la competitividad es específica y reconoce dos aspectos fundamentales: sólo se presenta en algunas industrias o sectores y se localiza en espacios subnacionales.

En relación con el primer aspecto, se reconoce que ningún país, y por consiguiente ninguna región puede ser productiva en todo; los países y regiones con los más altos niveles de vida tienen muchas industrias en las cuales las empresas locales no son competitivas. En relación con el segundo aspecto, según Kenichi Omhae, hablar de la competitividad a nivel nacional es equivocado, la escala de la eficiencia se encuentra a nivel regional, no nacional. Este factor es de gran importancia porque son las técnicas de mercado modernas y la tecnología las que definen la economía del Estado – región.

La producción a escala flexible y diferenciada para segmentos cada vez más personalizados y exigentes, en principio puede ser mejor atendida en espacios regionales que constituyen lugares de demanda exigentes, los cua-les permiten crecer haciendo escalamientos y ajustes de producción, control y retroalimentación, antes de salir a conquistar mercados más grandes.

Es por ello que el éxito de la competitividad es localiza-do. No se extiende a través de toda la nación. Las compañías de clase mundial y sus clientes y proveedores están muchas veces concentrados en un área reducida geográficamente.

¿Por qué es el éxito competitivo tan localizado en estos días? Porque cuando se tienen competidores, clientes, pro-veedores y programas especializados universitarios de inves-tigación, todos en la misma área geográfica, se tiene un clima extremadamente positivo para la mejoría y la innovación. Es una situación donde las líneas de comunicación son cortas, donde las presiones están sentidas muy agudamente, porque es su vecino compitiendo contra uno, y no es alguien de un lugar distante. Lo que encontramos en el mundo, es que el

lugar relevante del éxito competitivo es cada vez más local. La habilidad de crear una concentración única de talento local, de tecnología local, de infraestructura local, de proveedores locales y de competidores locales en campos relevantes, le da uno de los ingredientes para el éxito competitivo.

Se necesita concentración para los talentos especializados y pericia para impulsar la competitividad. Se necesita que el nivel local y estatal estén donde está la acción verdadera. Eso implica unos cambios muy profundos en cómo pensamos sobre la política gubernamental y la estrategia empresarial.

Es así como el modelo conocido con el nombre de Tri-ple Hélice, asume la innovación como un proceso social interactivo, el cual se expresa en el desarrollo de relaciones recíprocas y cíclicas entre la universidad, la empresa y el gobierno. Estas tres esferas, que durante mucho tiempo trabajaron separadas en América Latina, en los últimos años vienen colaborando de manera conjunta.

En Antioquia y en Colombia, este relacionamiento tri-partito viene dando sus primeros frutos en lo que va corrido del presente siglo, después de un largo distanciamiento acaecido desde los años setenta, debido principalmente a los prejuicios de tipo ideológico y político que condujeron tanto a las instituciones de educación superior –especialmente a las públicas– como a las empresas, a encerrarse en sí mismas, y a rechazar y hasta ufanarse de no tener vínculos entre sí, lo que se tradujo en un detrimento de la calidad y pertinencia de la actividad académica y en falta de competitividad de las empresas, hasta el punto de ser severamente cuestionadas.

Según el Planea –Plan Estratégico de Antioquia–, “el territorio es un elemento esencial en la vida de los pue-blos y un concepto fundamental para la comprensión del Estado moderno. Es geografía moldeada por la cultura y demarcada por las relaciones de poder, económico, social, político y religioso. Y son los grupos humanos que habitan el territorio, los verdaderos protagonistas de la vida territorial y los principales agentes de su desarrollo. Y es a través de la cultura, como individuos y colectivos se transforman en sujetos, actores de su propio desarrollo”.

La comunidad científica y empresarial, de la mano de los organismos del Estado, deben aportar a la formulación de las políticas en materia de ciencia, tecnología e innovación, en la definición de prioridades que ayuden a disminuir las brechas entre la ciencia y la tecnología, para poder competir

en los mercados internacionales, con los países industriali-zados, orientando y participando en la creación y desarrollo de capacidades regionales en C&T más pertinentes.

Pero favorecer la transferencia de los resultados de la investigación a las empresas para lograr nuevas innovaciones que las hagan más productivas y competitivas y promover la cultura del emprendimiento y la creación de nuevas empresas de alto valor agregado, conduce a nuevos retos en las políticas públicas y gubernamentales, entre ellas: a la creación de condi-ciones estructurales (marcos regulatorios, entornos financieros y fiscales competitivos); a la inversión de recursos públicos para la infraestructura científica y tecnológica; al fomento de la educación y desarrollo de la formación y capacitación del capital humano de alto nivel; a la investigación y el desarrollo tecnológico; al fomento de la comercialización y escalamiento a nivel industrial de los resultados de la investigación; al apoyo para la generación de empresas de base tecnológica; y a desa-fíos en las políticas del sector privado, tales como: incremento de la inversión en investigación y desarrollo tecnológico, la identificación de mercados para servicios basados en I+D y la creación de lazos interinstitucionales para esfuerzos conjuntos, compartir riesgos mediante el trabajo en red y aprovechamiento de la cooperación internacional.

Estos retos nos deben animar a unir voluntades, ante la urgente tarea de construir el futuro de la región y del país, asumiendo el apremiante reto del establecimiento de una sociedad emprendedora e innovadora, en convergencia inte-gradora y respetuosa con la diversidad cultural de la nación. Por lo tanto, debemos enfatizar en el rol preponderante de la cultura, de la educación, de la ciencia, la tecnología y la innovación en la creación de empleo, riqueza y bienestar para toda nuestra población.

Este VI Encuentro tiene como objetivo continuar contribuyendo a la construcción de tejido social y em-presarial para el desarrollo del territorio, convencidos de que son las regiones, y dentro de éstas las empresas, a partir de las cuales el país puede soportar su desarrollo; porque son las empresas de una región el agente social capaz de darle valor agregado al conocimiento y ponerlo al servicio de la sociedad. Son ellas las que compiten y las que incorporan las ventajas científicas y tecnológicas derivadas del proceso de innovación y las que generan el empleo, que se necesita para mejorar la calidad de vida de la población.

Este espacio de intercambio de experiencias nacionales e internacionales, se constituye en uno de los escenarios más importantes de reflexión y orientación de las decisiones de inversión, para la vinculación de la academia, el sector pro-ductivo y los gobiernos, con el fin de emprender proyectos conjuntos de I+D+i.

Es por ello que “no podemos concebir un desarrollo integral y sostenible del país, sino logramos una efectiva articulación de esfuerzos, un trabajo en red que nos conduzca a la celebración de alianzas estratégicas y un pensamiento global que nos facilite estar abiertos a los nuevos rumbos que genera la realidad histórica imperante en el país”.

Las universidades, las empresas y el Estado, agentes sociales que contribuyen a consolidar un nuevo espacio de interlocución e intercambio de experiencias exitosas de aprendizaje, que permitirá seguir afianzando el necesario clima de confianza y cooperación interinstitucional en aras de cristalizar una visión compartida de región, de suerte que en el mediano y largo plazo se logre transformaciones de la región y del país, en territorios innovadores.

Son las empresas de una región el agente social capaz de darle valor agregado al conocimiento y ponerlo al servicio de la sociedad. Son ellas las que compiten y las que incorporan las ventajas científicas y tecnológicas derivadas del proceso de innovación y las que generan el empleo, que se necesita para mejorar la calidad de vida de la población

Aspecto parcial de una de las sesiones del VI Encuentro UEE, realizado en el Centro Internacional de Convenciones Plaza Mayor de Medellín

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En primer lugar, permítanme re-ferirme a la experiencia de Industrias Haceb en su relación con las universi-dades y demás entes educativos, y a la trascendencia de esta alianza en los procesos de innovación y mejora de la competitividad en nuestra Empresa. Esta relación, que data de tiempo atrás, se ha intensificado desde el momento en que fuimos invitados por el doctor Manuel Santiago Mejía a participar en el Comité UEE.

Nuestra Compañía, como la gran mayoría que enfrenta los retos de una economía global, tiene definida la in-novación como uno de sus principales objetivos para lograr diferencia compe-titiva. Pero no basta con enunciarlo en un ejercicio académico, hay que tomar acciones y una de ellas, en nuestro caso, fue establecer alianzas con las universi-dades y otras entidades educativas que hoy nos aportan talento joven y creativo, que unido a la experiencia de nuestro personal está dando excelentes resulta-dos como lo veremos más adelante.

Permítanme hacer un resumen de los hechos más relevantes sucedidos al respecto en los tres últimos años:

Las universidades aportan talento joven y creativo al desarrollo empresarial

La alianza con la universidad ha mejorado nuestra competitividad

por la vía de la innovación de nuestros productos y procesos,

dijo el Gerente General de Industrias Haceb, Darío Valencia

Echeverri, ante el VI Encuentro Universidad-Empresa-Estado,

donde habló en representación de la empresa privada.

Por la Compañía ha pasado un total de 128 estudiantes de práctica. Quince de estos jóvenes, hoy están vinculados la-boralmente, trabajando con nosotros en proyectos corporati-vos. A otros practicantes con aptitudes y vena de emprendimiento los hemos apoyado en la creación de sus propias empresas. Fruto de lo anterior, actual-mente seis nuevas empresas dirigidas por estos jóvenes emprendedores son proveedoras nuestras de servicios de ingeniería y diseño.

Hemos patrocinado el desarrollo de 15 tesis de grado aplicables a nuestros procesos y productos, mediante aseso-rías de nuestros ingenieros, suministro de materiales y préstamos de equipos.

Con cuatro universidades del país trabajamos en un proyecto denominado CREA, que tiene como fin apoyar y mo-tivar a estudiantes de diseño de último semestre en trabajos de prospectiva.

Concluimos 4 proyectos espe-ciales de investigación aplicada en los cuales participaron activamente centros de desarrollo tecnológico y

grupos de investigación de diferentes universidades.

Dentro de un convenio marco con una universidad local, un grupo im-portante de trabajadores nuestros se forman actualmente como ingenieros industriales con un pensum ajustado a la medida de nuestras necesidades. En ese mismo convenio se incluye, entre otros, la formación del supervisor para la industria del futuro.

Ahora bien, ¿qué ha ganado con todo esto la Compañía? Mucho… y mucho es mucho. Como lo dije al principio, esta alianza hace parte muy importante de las acciones emprendidas para mejorar nuestra competitividad por la vía de la innovación de nuestros productos y procesos. Objetivo que hemos cumplido con resultados que saltan a la vista.

En los tres años mencionados hemos renovado todo el portafolio de productos mediante mejoras sustan-

ciales o nuevos diseños ofrecidos al mercado. Se destaca una patente de invención en trámite que dará lugar a la fabricación futura de un nuevo producto sustitutivo de importaciones al país. Además de lo anterior, se han introducido cambios sustanciales en procesos claves en la organización.

Pero el gran juez es el mercado, cuyos registros conocidos públicamente muestran a nuestra Compañía como la de mejor desempeño en los últimos años dentro del sector de electrodomésticos en el país, no obstante, estar compitien-do con los grandes del mundo. Además, continuamos nuestra expansión expor-tadora haciendo presencia en la región Andina, Centro América y México.

Todo lo que acabo de decir tiene como único propósito ofrecer un testi-monio de hechos tangibles, que contri-buyan a generar credibilidad en muchos empresarios que aún son escépticos frente a los beneficios de estas alianzas con nuestras entidades educativas.

Desde luego que no es suficiente

buscar ser competitivos aisladamen-te, bien sea a nivel de empresas o aún de sectores, pues ese esfuerzo termina perdiéndose en el tiempo si el país no logra mejorar la posición muy regular, por no decir mala, que

hoy ocupa en las estadísticas mun-diales de competitividad.

Somos conscientes que tenemos un país pobre, que nos falta infraestructura y que tenemos problemas de violencia interna muy serios aún. Pero también sabemos que somos privilegiados en po-seer la principal fortaleza que se requie-re para ser competitivos en un mundo tan complejo: el talento humano.

En todas partes del mundo vemos colombianos destacados. Los hay en medicina, en informática, en inge-niería y muchas otras actividades. Hace poco El periódico El Colombiano publicó una noticia donde daba cuenta que dos colombianos de la Universi-dad Nacional podrían llegar a ser los diseñadores del carro del futuro. Y eso no es mera casualidad. Según un in-forme del Instituto Internacional para el Desarrollo Gerencial, con sede en Suiza, Colombia ocupa el primer lugar en América Latina en disponibilidad de trabajo calificado y el tercero, solo después de Chile y Brasil, en gerentes

Desde luego que no es suficiente buscar ser competitivos aisladamente, bien sea a nivel de empresas o aún de sectores, pues ese esfuerzo termina perdiéndose en el tiempo si el país no logra mejorar la posición muy regular, por no decir mala, que hoy ocupa en las estadísticas mundiales de competitividad.

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competitivos. Lo que ocurre es que como humanos tenemos defectos y uno de ellos es el individualismo, el no aceptar aliarnos con nuestra gente cuando se trata de los negocios o como decían nuestros abuelos “seguimos siendo muy cusumbo-solos”. El In-forme Monitor sobre com-petitividad de comienzos de los años noventa, nos criticaba lo mismo, dicho en otras palabras.

Por donde se mire es indispensable estar unidos y apoyarnos mutuamente, para poder competir en un mundo dominado por las grandes multinacionales. De lo contrario, tendremos que seguir viajando a otros países a buscar productos y servicios y hacer parte de los 10.000 colombianos que solicitan visa cada año para viajar a la Chi-na, la mayoría buscando cómo importar productos que incorporan mano de obra extranjera a costa, en muchos casos, de nues-tra propia mano de obra. Además, nuestros jóvenes estudiantes, mujeres y hombres, tendrán que mirar hacia fuera y los más brillantes como ya lo están haciendo, participar con su talento del enriquecimiento y desa-rrollo de otros países.

Debemos luchar por ese cambio de cultura y trabajar más en equipo. El Comité ha hecho muchas cosas buenas como es la creación de la Corporación TECNNOVA, que con la acertada dirección del doctor Juan Camilo Quintero, consideramos que cumplirá el objetivo esencial de faci-litar los procesos de relacionamiento entre grupos de investigación y las empresas, para concretar proyectos de investigación aplicada.

Debemos reconocer, sin embargo, que falta mucho trabajo por hacer y, como decía en un escrito el doctor Ricardo Mejía Cano, evaluar perma-nentemente la real efectividad del trabajo del Comité, de cara a la com-petitividad nacional en sus diferentes aspectos. Para ello, debemos contar con objetivos e indicadores claros y metas alcanzables en el tiempo.

Para finalizar, quiero hacer una res-petuosa invitación a mis compañeros de Comité y a muchos más que, estan-do por fuera de él, ocupan posiciones en instituciones privadas u oficiales, a que influyamos positivamente en el destino del país.

A los dirigentes empresariales, incor-porar en sus estrategias de innovación y productividad las alianzas con nuestras instituciones educativas y acercarse más a ellas con los Presidentes y Gerentes a la cabeza, para con ello generar com-promiso y credibilidad al interior de sus propias empresas. Tengamos confianza en la docencia y en los equipos de in-vestigación de nuestras instituciones educativas; pero sobre todo, creamos en el talento de nuestra juventud, ávida de mostrar sus condiciones y capacidades para asumir en un futuro no muy lejano el liderazgo empresarial del país.

A los rectores y equipos de docencia e investigación, ejercer más protago-nismo; salir de las aulas para visitar las empresas privadas e interactuar directamente con sus presidentes y

gerentes, con seguimiento a los pro-yectos en desarrollo y aportando nuevas ideas. Esto sería muy conveniente para vencer de una vez por todas el distanciamiento que aún existe entre la universidad y la empresa, fruto de la timidez o la desconfianza.

A nuestros gobernantes en repre-sentación del Estado, solicitarles que se conviertan en los grandes facilitado-res de este proceso, con presencia en los comités, apoyando sus iniciativas y promoviendo nuevas leyes de respaldo a la innovación, que incorporen estímu-los financieros y tributarios en benefi-cio de la competitividad del país.

Creo que no existen dudas sobre la importancia para cualquier Nación de tener una alianza Universidad-Empre-sa-Estado. Nosotros tenemos gente, y muy buena, para hacerlo de manera efectiva, pero hay que trabajar unidos, con decisión y orden, seguros que tendremos los resultados esperados en beneficio de un país más próspero, con menos desempleo y mejor calidad de vida para los colombianos.

Según un informe del Instituto Internacional para el Desarrollo Gerencial, con sede en Suiza, Colombia ocupa el primer lugar en América Latina en disponibilidad de trabajo calificado y el

tercero, solo después de Chile y Brasil, en gerentes competitivos. Lo que ocurre es que como humanos tenemos defectos y uno

de ellos es el individualismo, el no aceptar aliarnos con nuestra gente cuando se trata de los negocios o como decían nuestros

abuelos “seguimos siendo muy cusumbo-solos”.El Gerente Gene-ral de la empresa Haceb S.A., Darío

Valencia Echeverri, llevó la vocería del empresaria-

do antioqueño en el VI Encuentro

Universidad-Em-presa-Estado, en

reconocimiento de sus colegas a su participación activa,

permanente y propositiva en el Co-mité UEE. En el anterior número de

esta revista, Valencia Echaverry contó que hace seis años él hizo parte de los escépticos en torno al resultado prác-tico que arrojaría la naciente relación del mundo académico y empresarial. Hoy, no sólo es un convencido sino un

pregonero de las bondades de esta alianza estratégica. Haceb es una de

las empresas que más ha contribuido a dinamizar la política económica inter-

nacional de Colombia.

Por su parte, los rectores

de las univer-sidades del

Departamento de Antioquia

delegaron su represen-tación en el Vicerrector

General de la Universidad Nacional Sede

Medellín, Óscar Almario García, debido a su compro-

miso con la llamada “tercera misión de la Universidad”, y

en respaldo a su actitud pon-derada y crítica frente a la

senda que debe recorrer ha-cia el futuro el Comité UEE

y la Corporación TECNNOVA. El público respondió a su

intervención con un aplauso fuerte y prolongado.

Reconocimiento de sus colegas empresarios

Reconocimiento de sus colegas rectores

Una propuesta bien recibidaJuan Rafael Cárdenas Gutiérrez, Vicepresidente Admi-

nistrativo de Coltabaco y con más de cincuenta años de servicio en esta compañía (ahora propiedad de Philip

Morris), se declara convencido de que el sector produc-tivo cada vez encuentra más soporte en el Comité UEE,

así como en TECNNOVA, “verdadera promotora de la investigación y la innovación en Colombia”. Propuso al Comité impulsar la gestión individual de cada empresa y no limitar la tarea a la innovación en el campo de la

manufactura, pensando también en posibilidades en las áreas administrativa y de ventas, entre otras. La pro-

puesta fue bien recibida, sobre todo proviniendo de un ejecutivo a quien se le reconoce su vocación de servicio a la empresa antioqueña y colombiana, a la actividad gremial, a la comunidad y al sector académico. Cárdenas Gutiérrez está en el corazón del Consejo Su-perior de Eafit y de la Escuela de Ingeniería de Antioquia. Es cofundador de la Universidad de La Salle, miembro de la SAI y gestor de las tareas de la Funda-

ción Carla Cristina, el Club Rotario y Medellín Cultural.

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De izquierda a derecha Óscar Almario García, vicerrector de la Universidad Nacional Sede Medellín; Luis Carlos Uribe Jaramillo, presidente ejecutivo del Comité UEE; Luis Alfredo Ramos Botero, gobernador de Antioquia;

Sergio Diazgranados, viceministro de Desarrollo Empresarial, Ministerio de Industria y Comercio; Alonso Salazar Jaramillo, alcalde de Medellín; Jorge Jaramillo Pérez, director del Programa Gestión Tecnológica Universidad de

Antioquia y director del VI Encuentro UEE; y Darío Valencia Echeverri, gerente general de Haceb.

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UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO14 Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 15

Para las universidades es muy claro que en los últimos veinte o treinta años se ha iniciado un tránsito de las universidades de formación a las uni-versidades de investigación.

Pero justamente, cuando todavía estamos haciendo los esfuerzos necesa-rios para centrar ese tránsito, en lo que constituye como mostrare con datos enseguida una autentica transformación del Sistema Universitario Nacional, se impone a las universidades un nuevo reto, posiblemente, el más exigente de los últimos treinta años, cual es asegu-rar el desarrollo del país, a través de la transferencia tecnológica, la innovación y la gestión del conocimiento.

Sobre lo primero que quiero llamar la atención es que el Sistema Universitario Nacional está profundamente exigido, y uno podría decir que eso es bueno, pero no es suficientemente bueno, cuando esa exigencia no tiene un conjunto sis-témico que garantice precisamente que la transformación será sostenible, segura, creíble; y que será una garantía de desa-rrollo para las regiones y del país.

Quiero sostener como hipótesis desde el punto de vista de las univer-sidades, es que el esfuerzo que éstas vienen haciendo es descomunal, pero que la respuesta de políticas públicas, y de posibilidades para la transformación del sistema educativo colombiano en general, es todavía insuficiente y en buena medida no estimulante.

El reto aquí consiste, precisamente, en que logremos que esos factores no estimulantes, cedan el paso a aquellos que permiten a las universidades dar el salto a los grandes elementos de cambio, de conocimiento y de trans-formación tecnológica.

Es indudable que en las últimas dos décadas el país ha tenido un crecimiento significativo de sus capacidades científicas

Por ÓSCAR ALMARIO GARCÍAVicerrector Universidad Nacional Sede Medellín

Asegurar el desarrollo del país a través de la transferencia tecnológica, la innovación y la gestión del conocimiento

Un nuevo reto se impone para las universidades

y tecnológicas, garantizadas fundamental-mente por el cambio universitario.

Esto está representado por una población en ascenso que investiga y que se reúne para formar grupos de investigación que desarrollan proyectos en diversas áreas del conocimiento.

Actualmente, los datos de Colcien-cias registran un total de 7.083 grupos de investigación, cifra que supera en más de cien veces el número de grupos que existía en los años 80 en el país.

Este esfuerzo se está traduciendo en publicaciones e innovaciones y está ligado tanto a la financiación de proyec-tos como a estimular la formación, en particular la posgraduada, a través de créditos y becas especiales, en los cuales las universidades privadas y públicas ve-nimos haciendo un esfuerzo infinito.

Una de las principales estrategias para fomentar la investigación, y pasar de una educación superior de formación a una educación superior de investiga-ción, ha sido el aumento de programas de posgrado básicamente asegurados y garantizados por las universidades.

Según el Sistema Nacional de Infor-mación, en la Educación Superior para el año 1999 existían en el país 244 maestrías y 26 doctorados; en el año 2003, había

315 maestrías y 43 doctorados; en 2006, 331 maestrías y 60 doctorados. En 2007, llegaron a 624 los programas de maestría y a 105 los de doctorado. Esto constituye una auténtica base científica, tecnológica y sistémica, donde se está formando el recurso humano y el talento humano del país de las próximas generaciones.

Por supuesto, una parte de este ta-lento humano se está formando en el ex-terior, pero con un gran y enorme riesgo. Ese riesgo es la incapacidad que todavía presenta nuestro sistema económico y de estímulos y de creación de puestos de trabajo de alta especialidad, para atraer a aquellos que han sido precisamente formados en los grandes centros de de-sarrollo académico del mundo.

Colombia es uno de los países de América Latina con menor presupues-to estatal para desarrollo de la ciencia y la tecnología, llegando a duras penas al 0.5% de PIB.

En Suramérica, el país con el más alto presupuesto es Venezuela, que acaba de aprobar el 2.0 por ciento. Le sigue Bra-sil, con el 1.3 por ciento; y Chile con el 1.0 por ciento. Un reflejo de ello, entre otros aspectos, es que Colombia ocupa el octavo lugar en Iberoamérica en la pro-ducción de artículos científicos, según entes especializados en seguimientos de este tipo de producciones.

El país sólo produjo 3.531 artículos científicos entre 1990 y 2004, mientras un país como Brasil produjo en ese mismo período 168.648 artículos.

En cuanto a la inversión en ciencia y tecnología, según el Departamento de Planeación Nacional, el presupuesto asignado a Colciencias en 1990 era de 18.312 millones de pesos. Con la diná-mica de la investigación y el interés de los gobiernos y la evidente necesidad de desarrollar la ciencia y la tecnología, para 1996 había aumentado a 140.901

millones, el más alto presupuesto que ha tenido en su historia.

Para 1998, la asignación de recursos bajó hasta 67.000 millones de pesos, y a septiembre de 2006 este monto no se ha-bía superado e incluso se estableció como el más bajo en los últimos 16 años, porque llegó a 64.312 millones de pesos.

Es decir que, a pesar de los esfuerzos, el presupuesto asignado para ciencia y educación sigue repartiéndose entre el desarrollo, la investigación y otras activi-dades relacionadas, como la capacitación de doctores e investigadores.

En estas condiciones, y, evidente-mente en torno a la trascendencia del evento que nos reúne, que tiene un foco particular de mostrar las buenas prácticas que acercarían un salto hacia el desarrollo sostenible con base en las regiones y con impacto nacional, no hay duda que la experiencia de Antioquia es relevante. Por supuesto, que no suficiente, pero relevante.

El Comité Universidad-Empresa-Es-tado y la formación de una nueva cadena de valor, es la manera como personalmen-te resumo el aporte de estos años del Comité para esta región y para el país.

La Universidad de Antioquia tiene el mérito, y a su vez la transciende, de haber hecho la primera convocatoria y atraído el interés de universitarios, empresarios y gobiernos alrededor de esta iniciativa.

Hoy la compartimos todos los universitarios, los empresarios, los distintos gobiernos, y hemos logrado superar el hecho de si esta propuesta es valida para uno otro gobierno; se han producido cambios de gobierno, sin embargo la idea de que esta alianza sea fundamental para la transformación regional y nacional sigue vigente.

Lo único que hace seguro el desa-rrollo es que éste tenga equidad social y respeto por el medio ambiente. Sólo una alianza estratégica entre el conocimien-to, la capacidad empresarial y las políticas públicas está en condiciones de asegurar cambios regionales significativos.

En este sentido es que hablo de la creación de una cadena de valor en la región.

El Comité Universidad-Empresa-Es-tado ha trabajado precisamente sobre una idea que ya estaba en el teórico que los expertos de la economía reconocen como el fundador de la economía moderna, Adam Smith. En él, era la metáfora de la mano invisible del mercado. En el lengua-je nuestro de hoy es la palabra confianza. Solamente sociedades que construyan confianza, solamente actores que trabajen sobre la confianza están en condiciones de producir cambios significativos, están en capacidad de producir encadenamientos hacia adelante y hacia atrás como indican los expertos, están en capacidad de crear cadenas de valor e impactar en el nivel de vida, en los ingresos, en los empleos.

Lo que se está reventando en los mercados del mundo no es solamente una crisis del valor de las bolsas. Lo que se está reventando es algo más grave todavía: la confianza en el sistema. Y el problema precisamente radica en aquellos sistemas económicos que des-cansan en la especulación financiera.

Las crisis que nosotros estamos viviendo localmente, no solamente en lo político, también nos enseñan que tenemos que construir un nuevo mode-lo económico. No basta con que seamos capaces de producir etanol a partir de la caña de azúcar, si eso no incluye a los trabajadores azucareros que necesitan mejorar sus condiciones de vida y, a su vez, si no creamos universidades social-mente responsables, pero también un empresariado socialmente responsable con la calidad de vida de los colom-bianos, con el medio ambiente, con la equidad y con inclusión de todos los sectores sociales en los beneficios de la economía y del desarrollo.

La cadena de valor que se está crean-do en Antioquia ha incluido la creación de TECNNOVA el año pasado, como un acuerdo entre universitarios y empre-sarios. El intento es aproximar oferta y demanda a partir de las necesidades y de los cuellos de botella de los empresarios, y lo que podemos ofrecer los universita-rios desde los grupos de investigación. Pero la cadena de valor no se detuvo allí. Llegó hasta la frontera donde muchos se han detenido y han fracasado, al no

asegurar capitales de riesgo que permitan precisamente que el desarrollo tecnoló-gico encuentre, en nuevas empresas de bienes y servicios, la capacidad para dar un salto tecnológico. Y esto lo estamos haciendo con aliados internacionales que nos están permitiendo acortar la curva del aprendizaje.

¿Qué resta? ¿Qué se necesita? Se necesita una decisión más clara de políticas públicas que asegure que ésta sea una agenda constante para el país. Necesitamos políticas públicas explícitas y concretas que estimulen el desarrollo tecnológico. El país, monote-máticamente centrado en su conflicto interno, ha renunciado a tener una agen-da abierta, permanente y sistemática sobre los retos de su desarrollo.

Los universitarios hemos visto con muy buenos ojos y hemos apoyado el proceso que en este momento lideran en el Congreso la senadora Marta Lucía Ramírez y el representante Jaime Res-trepo sobre una nueva Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación que dote al país de un instrumentos eficaz y de mediano plazo que haga que esta alianza de la universidad, la empresa y el Estado sea una alianza sostenible en el tiempo.

Pero necesitamos también que en el nivel local y regional se aprovechen las oportunidades y las expectativas. Los líderes locales y regionales tienen la oportunidad de convertir sus progra-mas de gobierno en algo mucho más que eso: en verdaderas plataformas de consenso para reorientar el desarrollo regional y asegurarnos un futuro.

Los grandes retos de Medellín, que tiene que seguir siendo una ciudad industrial como lo fue histó-ricamente, al tiempo que una ciudad que innove en servicios, requieren de un enorme esfuerzo de imaginación y de la creación de las condiciones de infraestructura para hacerlo.

De igual forma, el desarrollo regio-nal de Antioquia, los megaproyectos de Antioquia, tienen que servir para una gran transformación educativa y una gran transformación social y cultural, que nos permita convivir en paz, con desarrollo y con justicia social.

Quiero sostener, como hipótesis desde el punto de vista de las universidades, que el esfuerzo que éstas vienen haciendo es descomunal, pero que la respuesta de políticas públicas, y de posibilidades para la transformación del sistema educativo colombiano en general, es todavía insuficiente y en buena medida no estimulante.

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UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO16

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico –OCDE– que reúne a los treinta países más industrializados del mundo, estuvo presente en el VI Encuentro UEE por medio de su delegado Nicola Crosta, responsable del Programa de Desarrollo de Competitividad Regional. Con estudios en Oxford, París y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Crosta es reconocido como autoridad internacional en la materia.

En un mundo complejo, facilitar el diálogo es el papel del nuevo Estado

En el nuevo paradigma,

el Estado actúa como

facilitador de la

cooperación entre los

diferentes actores

Para definir el papel actual del Estado, hay que entender el contexto en el cual el Estado se

mueve. Hoy vivimos en un mundo caracteriza-do por cambios muy rápidos y por una serie de

factores que influencian la dinámica y el desarrollo de la región. Son factores muy complicados con

interacciones entre ellos, los cuales tienen que ver con la globalización, los procesos migratorios y la transformación de la estructura económica de las regiones tanto urbanas como rurales, entre otros.

El Estado tiene que entender primero la comple-jidad del mundo, razón por la cual debe mejorar su capacidad analítica y de comprensión del cambio.

Pero ahora no se puede hablar solamente de Estado. Las dinámicas del desarrollo regional más exitosas se basan hoy en la interacción del Estado

con un gran número de actores. Eso hace que el papel del Estado deba cambiar de manera funda-

Nos encontramos frente a un cambio importante respec-to a lo que es necesario para financiar el desarrollo económico local. Las oportunidades globales para las ciudades y las localidades han llevado a un renovado ímpetu para nuevas herramientas financieras. La nueva idea es discutir cómo se puede utilizar de mejor manera los activos públicos para generar co-inversión privada (más que venderlos por única vez a su valor corriente), y se ha impuesto una línea de pen-samiento sobre los vehículos organizacionales necesarios a nivel local y regional para promover la innovación financiera. A medida que las ciudades deben ayudar a las naciones a responder a las modificaciones en las nuevas cadenas de valor globales, aparece un renovado interés en respaldar la inversión en las ciudades.

Sin embargo, mejorar la inversión local y regional no se trata sólo de aumentar la oferta de financiamiento. Se basa mucho más en la calidad de las propuestas, la forma en que se gestiona su implementación y los retornos que pueden ofrecer a los inversores públicos y privados.

Estrategias de inversión y herramientas financieras para el desa-rrollo local brinda un estudio exhaustivo de los instrumentos financieros y estrategias de inversión en los países miembros y no miembros de la Organización para la Cooperación y el De-sarrollo Económico. La publicación destaca las herramientas efectivas, explora los roles y responsabilidades de los gobier-nos, agencias públicas y organizaciones intergubernamentales. Las lecciones de este estudio constituyen una lectura esencial para los que determinan las políticas, los profesionales y todos los actores involucrados en el desarrollo local.

Esta publicación fue traducida al español por la Corpo-ración Andina de Fomento (CAF), miembro del Programa LEED de la OCDE. La presentación de esta versión se llevo a cabo en la Conferencia OCDE LEED-CAF organizada en Bogotá en septiembre de 2008.

Contexto de la conferenciaHoy en día, la importancia de responsabilizar a la gente

y el papel que juegan las autoridades locales para asegurar un desarrollo económico y social integrados, son reconocidos como esenciales por los académicos y los diseñadores de políticas a nivel mundial. Colombia ha demostrado tener mucho que compartir en materia de desarrollo económico local y en inclusión social. La experiencia de este país puede contribuir de forma significativa a la identificación de factores de éxito en el diseño de políticas eficientes, basándose en las buenas prácticas implementadas en varias de las principales ciudades colombianas.

Recientemente, Colombia ha atravesado de manera exitosa por un proceso arduo de descentralización. Ahora la necesidad principal recae en fortalecer las capacidades de las regiones, estimulando la economía local y el desarrollo de empleos, para lograr la competitividad y la productividad de las municipalidades y regiones.

(Texto publicado por el Programa LEED de la OCDE. Versión en español producida por la Corporación Andina de Fomento –CAF–. Consultar: http://www.oecd.org/document/34/0,3343)

Estrategias de inversión y herramientas financieras

para el desarrollo local

mental, dejando de actuar bajo el antiguo paradig-ma donde todo lo hacía de manera centralizada y

sectorial, pensando las políticas de manera aislada. En consecuencia, debe proceder bajo el nuevo pa-radigma donde el Estado actúa como facilitador de la cooperación entre muchos actores, entre ellos el

sector público, el sector privado, el sector acadé-mico y las instituciones financieras. En un mundo complejo, facilitar el diálogo es el papel del nuevo Estado. Esta facilitación involucra asimismo a los

diferentes actores públicos locales.

Hay un punto fundamental y es que cuando hablamos de dinámicas de desarrollo regional, de falta de desarrollo en muchas regiones, hay

muchos que piensan que el mercado se ocupará de ello porque simplemente eso es el resultado

de impactos asimétricos de la globalización, para los cuales el mercado encontrará más tarde la

distribución más eficaz de recursos. En mi opinión, esas son posiciones ideológicas, porque nuestros

análisis realizados en más de treinta países nos muestran que, por ejemplo, el nivel de disparidades

entre regiones, pero también entre individuos, no está referido sólo a los fenómenos del crecimiento

económico. Una cosa es que el mercado ayude al crecimiento económico de una nación, y otra cosa es

creer que de esa forma se van a disminuir tales dis-paridades. De ahí se infiere que el papel del Estado es fundamental para actuar de manera eficaz frente

a las disfuncionalidades del mercado.

El enfoque sectorial estrecho es propio de los Estados divididos en compartimentos, tales como

ministerios o secretarias que consideran sus políti-cas aisladas de las otras. Para el desarrollo local es

necesaria una coordinación estratégica entre políti-cas sectoriales. De lo contrario, el impacto de estas

políticas se reduce al mínimo.

Entender la relación entre estas políticas y la capacidad de hacer que cada una de ellas tenga un papel al interior de una estrategia de desarrollo re-gional, aumenta muchísimo la eficacia y reduce los

conflictos propios de políticas enfrentadas.

Sucede que por falta de una visión estratégica del territorio, los Estados ponen en marcha políticas

sectoriales que están en contradicción entre ellas mismas. Por ejemplo, en una región rural se otorgan

subsidios a una agroindustria que produce conta-minación del suelo y de las fuentes de agua, a la

vez que se invierte en turismo rural que es todo lo contrario a un ambiente contaminado.

En cuanto al papel de la universidad, ésta no tiene sentido si no está inserta en el contexto

económico y social en el que despliega su acción. Su función no es únicamente ocuparse de sus estudian-

tes. Su función es mucho más amplia. La universi-dad tiene un capital en términos de conocimiento,

de capacidad analítica, de relaciones. Y ése es un ca-pital fundamental para concebir políticas públicas.

El mundo es demasiado complejo hoy. Hay nece-sidad de conocimiento de esa complejidad. Y las ex-

plicaciones a ello no se le pueden pedir al político. El político simplemente hace su trabajo. Él no es un

investigador. Esa capacidad la tiene la universidad, que se convierte en fundamental cuando el político

quiere buscar el consenso.

De lo que se trata es de llevar las ventajas comparativas de las universidades al momento decisional que luego va a ser la síntesis de este conocimiento. Es fundamental que este legado exista y que exista en función de las empresas,

porque al final de cuentas el desarrollo económico en un territorio lo hacen las empresas. No lo hacen

ni el Estado ni la universidad. Por eso la empresa no puede estar por fuera de esta mesa.

Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 17

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UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO18 Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 19

Creo firmemente en la virtud de la triple hélice que conforman el gobierno, la univer-sidad y la empresa. Nuestro trabajo en LatIPnet, Red Latina de Innovación y Negocios, está orientado a crear expresiones prácticas de esa conjunción de actores.

Ante el VI Encuentro Universidad-Empresa-Estado realizado en Medellín, expresé tres puntos que tienen que ver con ello. En el caso de la universidad, es necesario crear un modelo educativo que incorpore experiencias de aprendizaje ligadas a la creación de valor. Estas experiencias se llevan a cabo durante toda la carrera, o sea en el pregrado y en el doctorado, lo mismo que en el ciclo previo al pregrado. Las experiencias de creación de valor son un mecanismo para llevar al salón de clase la posibilidad de que los muchachos ejecuten proyectos y ejecuten actividades que los vinculen con la realidad del país, tanto social como empresarial. Que los acerquen al uso de la ciencia y a la solución de proble-mas en ese poder inexplorado que es la predicción del futuro. El modelo que LatIPnet presentó en la plática de Medellín se está implementando en México y tiene como ejes de crecimiento la transdisciplinariedad, es decir que los muchachos se eduquen en un ambiente realmente universitario, que conozcan e interactúen con todas las ramas del conocimiento y no sólo las propias de su carrera.

Un segundo eje de crecimiento está referido a que sus experiencias estén vinculadas cada vez a las realidades sociales y empresariales del país. En los primeros tres semestres de la carrera los estudiantes tienen el acercamiento al poder predictivo de la ciencia, en los tres siguientes se acercan a los estudios de casos, y en la parte final de la carrera ejecutan de manera progresiva proyectos asociados a las empresas, que incluyen pasantías en las propias empresas.

En el caso del gobierno, proponemos una participación desde la perspectiva de que el gobierno en todos los casos es el depositario de los problemas más graves de la sociedad. No vemos al gobierno como proveedor de recursos, ni como director de políticas, sino como depositario de los problemas sociales más pertinentes como seguridad, salud, educación, contaminación, transporte. En ese sentido, necesitamos que la Universidad esté dispuesta a ser receptora de esos problemas y los incorpore en sus líneas de investigación, en sus líneas de trabajo y en sus actividades educativas con la finalidad de que sean estudiados y analizados. En México nos hemos abocado hoy a estudiar la inseguridad porque es un tema al que el Gobierno le ha dado la mayor prioridad.

Y, en el caso de la empresa, proponemos que ésta, para tener procesos de innovación, necesita una transformación equivalente a la que tuvo cuando se empezaba a hablar del tema de la calidad, hace aproximadamente veinte años. Primero fue necesario entender el concepto para transformarlo en actividades prácticas y, luego, proceder a expedir los procedimientos como son las normas ISO y otras.

Algo similar está ocurriendo con la innovación. La innovación es un proceso empre-sarial y lo que hemos desarrollado en LatIPnet es el equivalente a un ISO 9000, llamado proceso de reconversión empresarial hacia la tecnología y la innovación. Este proceso,

GUILLERMO AGUIRRE ESPONDA

Es necesario crear un modelo educativo que incorpore experiencias de aprendizaje ligadas a la creación de valor

La innovación es un proceso empresarial y lo que hemos desarrollado en LatIPnet es el equivalente a un ISO 9000, llamado proceso de reconversión empresarial hacia la tecnología y la innovación. Este proceso, que liga de manera práctica a la empresa, al gobierno y a la universidad, tiene tres etapas y se implementa en un periodo de quince meses.

Como director de tecnología de CONACYT, entre los años

2000 y 2006, en donde trabajó para incentivar la innovación y el desarrollo

tecnológico en el sector productivo mexicano, el investigador Guillermo

Aguirre destaca que “bajo su responsabilidad se quintu-

plicó la inversión privada en ciencia y tecnología en

México y se diseño un Siste-ma Nacional de Innovación”.

Actualmente es director del Grupo de Innovación Aguirre

y de LatIPnet –Red Latina de Innovación y Negocios–.

Es creador del Enfoque Apodíctico del Diseño y la

Innovación, “aplicado en al-gunas de las organizaciones

más grandes del mundo para diseñar productos, procesos y modelos de negocios que han generado millones de dólares

en ingresos sostenibles de nuevos negocios”.

que liga de manera práctica a la empresa, al gobierno y a la universidad, tiene tres etapas y se implementa en un periodo de quince meses.

En este proceso de reconversión empresarial hacia la tecnología, lo que estamos proponiendo es que también la universidad sea un vehículo mediante el cual las empresas en-cuentren apoyo para hacer la reconversión, teniendo en cuenta que ello demanda un accionar sistemático y pertinente.

Cuando se implementan estas formas de trabajo, lo primero que se advierte es que se enriquecen los temas y los procesos de investigación. Los investigadores, antes que perder rigor o pertinencia en su actividad científica, la enriquecen. Un estudio que hicimos muestra que más de la mitad de los ganadores del Premio Nobel otorgado en ciencias duras, basaron sus estudios no en una curiosidad científica pura sino en la búsqueda de solución a problemas empresariales. Eso habla de que la ciencia, la innovación y

la actividad empresarial no tienen por qué estar separadas, antes por el contrario, si se articulan, la sociedad obtiene importantes beneficios.

Dentro del modelo existen formas específicas para ligar la investigación con las actividades descritas, lo que da como resultado los laboratorios empresariales, donde las empresas aportan sus problemas como temas de investigación. Igual a como acontecería con el gobierno.

Es necesario anotar que una de las actividades específi-cas de la Red Latina de Innovación y Negocios, además del enriquecimiento del ambiente universitario, empresarial y de gobierno, es darle salida a las mejores oportunidades que se generan en nuestros sistemas educativos a través de una red que crea empresas globales, llevando las propuestas científicas y de desarrollo tecnológico a un mercado amplio donde son apreciadas porque encuentran el valor comercial que necesitan tener.

En ese sentido hemos estamos trabajando en casos regionales en México, Panamá y Argentina, y esperamos hacerlo en Colombia para que los beneficios se traduzcan en la dimensión que deben de tener. Hemos incidido en desarrollos regionales con un valor de producción y de ventas muy bajo, logrando en poco tiempo convertirlos en empre-sas globales con un crecimiento inimaginable. Para ello fue necesario superar carencias, procedimientos y procesos bastante artesanales.

En síntesis, LatIPnet tiene un interés muy grande de poner a Latinoamérica en el mapa de la innovación con propuestas de valor agregado.

Un estudio que hicimos muestra que más de la mitad de los ganadores del Premio Nobel otorgado en ciencias duras, basaron sus estudios no en una curiosidad científica pura sino en la búsqueda de solución a problemas empresariales. Eso habla de que la ciencia, la innovación y la actividad empresarial no tienen por qué estar separadas, antes por el contrario, si se articulan, la sociedad obtiene importantes beneficios.

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UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO20 Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 21

El Gobierno de An-tioquia resalta la impor-tancia que tienen para el Departamento todas aquellas actividades don-de interactúan, de manera armónica, la academia, la empresa privada y el gobierno, así como las actividades que, propen-diendo por el desarrollo sostenible, incluyente y equitativo, tienen el componente de ciencia, tecnología e innovación.

Para el Gobierno de Antioquia es de suma importancia, a través de la Secretaría de Compe-

LUIS ALFREDO RAMOS BOTERO, Gobernador de Antioquia

Antioquia tendrá una Dirección de Ciencia, Tecnología e Innovación

titividad y Productividad, apoyar las iniciativas que en tal sentido provengan de la academia, y las que se formulan y se esta-blecen desde el Plan de Desarrollo de Antioquia, en pro de las distintas subregiones.

Reiteramos nuestro compromiso para generar grandes oportunidades en el Departamento y destacamos algunos de esos grandes proyectos donde tienen cabida la ciencia, la tecnología y la innovación. El proyecto Pescadero-Ituango, que

se convierte en la obra más importante en la historia de Antioquia y del país, y que dará lugar, también, a una fábrica de aluminio.

De igual manera, par-ticiparemos en la creación de microcentrales en dife-rentes municipios con gran potencial. Así lograremos ingresos adicionales, y, sobre todo, aprovecha-remos una fortaleza que tiene Antioquia como es el recurso hídrico.

También trabajaremos en otros frentes, como la rehabilitación del Ferroca-

rril de Antioquia, la pues-ta en funcionamiento de un tren de cercanías, el transporte de desechos sólidos, la construcción del túnel de Oriente que unirá los valles de Aburrá y de San Nicolás, y la construcción del Puerto de Urabá, cuya junta pro-motora está en confor-mación y donde además del gobierno estará fun-damentalmente el sector privado. El Departamento de Antioquia no será in-versionista sino un mero promotor y facilitador de esta obra clave para la

internacionalización y la conectividad de nuestra región y del país.

El emprendimiento, la ciencia, la tecnología y la innovación son nuestra preocupación en todas las subregiones, donde hoy hacen presencia la Uni-versidad de Antioquia, el Politécnico Jaime Isaza Cadavid y el Tecnológico de Antioquia.

En ese sentido es im-portante resaltar que en el Plan de Desarrollo in-cluimos la creación de la Dirección de Ciencia, Tec-nología e Innovación, y que además, brindaremos un claro fortalecimiento a los proyectos producti-vos, para que realmente pasemos de un tradi-cional asistencialismo a proyectos sostenibles.

Como socios impor-tantes del desarrollo de Antioquia, en este cua-trienio tendremos a la empresa privada, a la aca-demia y al Sena. El Sena se vinculará no sólo con recursos sino con progra-mas de innovación.

En concordancia con lo anteriormente expues-to, es por lo que le hemos dado toda la importan-cia y el respaldo al VI Encuentro Universidad-Empresa-Estado y a la IV Rueda de Negocios y de Innovación realizada por TECNNOVA.

No quepa duda de que el Departamento de Antioquia estará listo a responder a los retos del mundo actual.

En la actualidad, y de manera muy afortunada para nuestro departamento, los asuntos relacionados con la ciencia, la tecnología y la innovación están tomando fuerza en distintos escenarios: académicos, empresariales y guber-nativos tanto dolientes como interesados en promover desarrollo basado en innovación y en la apropiación de lo tradicionalmente científico, lo anterior con miras a mejorar procesos y actividades en las diferentes industrias y sectores que poco a poco van confiando en que los recursos que destinan para ello, más que un gasto, se convierten en una muy rentable inversión.

Existen así mismo múltiples discursos, algunos obsoletos o recalentados por la falta de eco, o por las ganas de generar impactos en posibles electores, que hablan que estamos en un país rezagado, donde los recursos para la ciencia, la tecnología y la innovación en términos porcentuales respecto al PIB, son escasos, comparándonos con otras naciones cuyos indicadores de pobreza, subdesarrollo e inequidad, entre otros, son sustancialmente mejores , o, con otros estados que, como protagonistas de este mundo cada vez más homogéneo en términos de libre comercio, generan crecimientos económicos soportados en usos desmesurados de sus recursos: los naturales, agotándolos, y los humanos, remunerándolos con salarios miserables. Sin embargo, esta brecha significativa en cuanto a inversión en ciencia, tecnología e innovación, superior en la mayoría de los casos en 1% respecto a un ideal (Colombia 0.37% sobre el PIB v.s. Israel 4,55%, Japón 3,2, Corea del sur 2,63 %, China 1,23%, Estados Unidos 2,66% según datos del Anuario Mundial de Competitividad de 2006), podría decirse que no debe preocuparnos, porque con algunas interesantes iniciativas desde el legislativo, con el apoyo decidido desde el ejecutivo, lograremos que Colombia (y Antioquia, como ese departamento al que apostamos recuperará su liderazgo), pueda llegar a esos niveles óptimos de inversión que pueda generar desarrollo con valor agregado.

Ahora bien, lo que sí debería preocuparnos y ameritar toda nuestra atención es cómo vamos a optimizar estos recursos, dónde se requerirá, y con suma urgencia, cambiar de mentalidad a quienes tradicionalmente aspiran ejecutar estos recursos, por demás considerables.

¿Y quienes aspiran a ello?...en principio las universidades y sus centros de investigación (propios o de extensión), quienes en la mayoría de los casos, con algunas y muy interesantes excepciones, pretenden seguirle apuntando al entendimiento o a la solución de planteamientos, problemas o situaciones que redundan en lo abstracto, en consideraciones poco concretas, que si bien mejoran con ello las “competencias investigativas” de sus investigadores, o les permi-ten publicar para cumplir con algún requisito para mejorar su escalafón, no logran impactar en los aparatos productivos de un país, que con el pasar de los años se ha, no solamente gastado millones, si no que se ha rezagado en lo concerniente a procesos de apropiación tecnológica, a solución de problemas reales y palpables, así como de innovaciones que puedan permitir ser cada vez más productivos y competitivos.

Tenemos un reto inmenso por afrontar: impulsar la ciencia, la tecnología y la innovación para el desarrollo equitativo, incluyente y sostenible, es decir, consolidar toda esa capacidad instalada en las universidades, los centros de investigación, las corporaciones y comunidad científica en general, para la investigación aplicada, ya que es preocupante que en un país con tanta necesidad, tanta inequidad y con falta de oportunidades, la participación de este tipo de investigaciones, sobre el total realizadas, sea cercana a solo un 15% del total.

El asumir este desafío con un trabajo articulado y el compromiso de cada una de las aspas de la llamada triple hélice: “lo academia, la empresa y el gobierno”, permitirá que podamos dar un salto significativo en lo económico y lo social, asegurando la debida inclusión de la economía nacional en un mundo cada vez más exigente, más competido, más global, mundo que no permite que se siga pensando en diminutivo y que requiere de acciones precisas y pragmáticas, que permitan optimizar los recursos disponibles con el fin de ser: pertinentes, coherentes, responsables y sensatos con una sociedad que de seguro se verá positivamente beneficiada en el corto, mediano y largo plazo.

La apuesta entonces será, además de conseguir muchos recursos, entender, sensibilizarse y apropiarse de la ciencia, la tecnología y la innovación, para que sea ese motor que dinamice los actuales esquemas productivos, con un enfoque simple más no simplista, siendo eficaces y efi-cientes en las propuestas, teniendo enfoques hacia los mercados y con una filosofía de propender por un manejo gerencial.

Un reto para el desarrolloPor MAXIMILIANO VALDERRAMASecretario de Productividad y Competitividad. Gobernación de Antioquia

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Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 23

El Comité UEE de Antioquia le hizo claridad al país sobre la estrategia para fomentar el acercamiento entre el sector académico y la empresa. Estrategia que el Ministerio de Educación adoptó como política a nivel nacional.

En el país estos acercamientos han sido muy útiles pero obviamente nos falta consolidarlos más, sobre la base de investigaciones que den resultados mayores. Sé que en Antioquia hemos avanzado mucho y los resultados alcanza-dos han permitido fomentar en otras regiones las formas de acercamiento mutuo.

Este acercamiento, obviamente, se ha centrado mucho en las problemáticas que tienen las empresas y que pueden ser resueltas por las universidades. Ése debe seguir siendo un foco fundamental. Sin embargo, creo que también hay que escuchar cuáles son las demandas del sector producti-vo frente a las competencias que requieren sus empleados. Esto lo viene haciendo el Sena desde siempre, pero la uni-versidad y el sector educativo en general han sido reacios porque sienten que la educación va más allá de una res-puesta inmediata a unas necesidades productivas. Aunque el país en esto ha cambiado algo, debido a las exigencias de la globalización y de la sociedad del conocimiento, lo cierto del caso es que la actitud de las universidades ha propiciado un distanciamiento frente al sector productivo.

O sea que el sector de la educación formal tiene que ofre-cer una respuesta estructural y de largo plazo para formar el personal que el país está requiriendo en el sector productivo.

Y, como muy bien lo ha explicado al país el represen-tante a la Cámara, Jaime Restrepo Cuartas, gestor del pro-yecto sobre la Ley de Ciencia, Colombia necesita cambiar su modelo productivo por uno que esté basado en ciencia, tecnología e innovación. Esta es una exigencia para todos los países y en la medida en que más rápido lo hagamos vamos a lograr importantes ventajas comparativas. Creo que de alguna manera desde varios sectores hemos venido respondiendo a esas necesidades, pero no podemos decir que sea todo el país el que le está agregando valor o elementos novedosos o innovativos a los productos para hacerlos más competitivos.

El reto para todos es ser innovadores. Todos, en desa-rrollo del pensamiento científico, debemos contribuir a que el bachiller, el universitario y el investigador desarrollen la capacidad investigativa relacionada con el medio, que permita estar permanentemente transformado.

En el Ministerio de Educación hemos recibido una buena y una mala noticia. En una medición de la actitud

CECILIA MARÍA VÉLEZ WHITE, Ministra de Educación

Tenemos que desarrollar el pensamiento crítico y científico, a partir de revolucionar todo el sistema educativo

de los niños colombianos frente a la ciencia, Colombia clasificó en el primer lugar entre 60 países. Es un resultado que sorprende y anima, porque nos está diciendo que a nuestra niñez le gusta la ciencia más que a los niños de Finlandia. Pero la mala noticia es que en otra medición sobre competencia científica quedamos entre los últimos países latinoamericanos. La deducción nuestra es que hay que desarrollar el pensamiento crítico y científico, a partir de revolucionar todo el sistema educativo. Tales medicio-nes fueron realizadas para educación básica y media, pero probablemente si hubiera una prueba internacional para la educación superior también tendríamos el mismo problema sobre el desarrollo de competencias en la ciencia.

De otro lado, nosotros hemos encontrado que el país está demandando la formación de un mayor número de téc-nicos y tecnólogos, pero también nos ha llamado la aten-ción una problemática del mercado muy interesante y que hay que mirar cómo la enfrentamos. El Ministerio de Educa-ción y Colciencias han sido muy entusiastas en formar más doctores, y creemos que esa es la apuesta. Pero cuando miramos al mercado, éste no nos da una señal clara de que haya una demanda creciente de doctores por parte de las empresas. El caso contrario ocurre con las universidades donde la demanda es creciente, debido a sus sistemas de aseguramiento. En realidad tenemos que preguntarnos, en relación con los doctores que no pueden vincularse con las universidades: ¿entonces dónde los ponemos?

Lo anterior lo digo con respecto a los doctores que se gradúan en Colombia. Nos falta vincular al Observatorio los doctores que estamos formando en el exterior. De todas maneras ya hay unos primeros campanazos.

Nosotros sabemos que la investigación se hace a través de los doctorados y que jalonar todo el sistema educativo hacia la calidad se hace desde la investigación.

Ahora, si sabemos que los programas básicos sólo serán mejores en calidad si nos articulamos con la investigación de las universidades, ¿qué estamos haciendo entonces para jalonar el sistema educativo hacia la investigación? El Gobierno Nacional, además de la destinación de recursos, es consciente de que debemos fortalecer bibliotecas, labo-ratorios y grupos de investigación que vienen creciendo de manera importante.

Ése es uno de los caminos para estar en los escalafones internacionales donde figuran las universidades más presti-giosas del mundo, pero es imprescindible mejorar las produc-ciones más que los procesos. O sea que llegó el momento de pasar de los procesos al mundo de las patentes y de los reconocimientos internacionales. Obviamente, eso será el resultado de un proceso que demanda un trabajo conjunto.

Jaime Restrepo y Cecilia María Vélez

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UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO24 Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 25

Para el Gobierno Na-cional y para el Ministe-rio de Comercio, Indus-tria y Turismo es grato y satisfactorio constatar la eficiencia que caracteriza en Antioquia a la alianza Universidad-Empresa-Estado. Esta alianza, por medio del Comité UEE y de los Encuentros que periódicamente realiza, es faro que ilumina el camino hacia adelante en lo que respecta a la llamada “Triple Hélice”. Aquí se ha demostrado el valor de la confianza como sustento o eje del crecimiento económico colombiano.

Este hecho se con-vierte en un aliciente de la meta que este Gobierno le ha trazado a Colombia para conver-tirla, en el año 2019, fecha del Bicentenario, en uno de los países más competitivos de América Latina.

He ahí la razón por la cual, a partir de 2006, hay en funcio-namiento un Sistema Nacional de Competiti-vidad. Un sistema que está constituido por el conjunto de los actores públicos, privados y de la sociedad civil que afectan la competiti-vidad del país, y que incorpora el conjunto de las reglas de juego

SERGIO DÍAZGRANADOS GUIDA, ex Viceministro de Desarrollo Empresarial

Para convertirse en un país competitivo, Colombia requiere una profunda transformación productiva

La alianza Universidad-Empresa-Estado en Antioquia ha demostrado el valor de la confianza como sustento o eje del crecimiento económico

que rigen las interacciones entre todos ellos.

En ese sentido, entonces, coordina las actividades rela-cionadas con la formulación, ejecución y seguimiento de las políticas necesarias para fortalecer la posición competitiva del país en los mercados interno y externo.

Tal como quedó definido, la Agenda Interna para la Productividad y la Competi-tividad es un acuerdo de vo-luntades y decisiones entre la Nación, las entidades territo-riales, el sector privado, los actores políticos y la socie-dad civil sobre el conjunto de acciones estratégicas que el país debe realizar en el corto, mediano y largo plazo, para mejorar la productividad y competitividad de su aparato productivo.

El Gobierno Nacional justifica la existencia de la Agenda Interna porque es necesario que el país se prepare para aprovechar al máximo los resultados de los diferentes tratados de inte-gración que se han firmado o que se adelantan actual-mente; y, al mismo tiempo, para tener una base sobre las necesidades de reconversión que puedan requerir algunos sectores productivos para ser competitivos dentro de un nuevo marco comercial.

El proceso de construc-ción de la Agenda Interna tiene tres ejes temáticos:

el sectorial, el regional y el transversal.

Para la Comisión Nacional de Competitividad es necesa-rio pasar de las actitudes ac-tivas a las proactivas; de las excluyente a las incluyente, y del capital físico al basado en el conocimiento.

Frente a la visión trazada para el año 2019, el Sistema Nacional de Competitividad adoptó una política que dice que para poder convertirnos en un país competitivo, con una economía exportadora de bienes y servicios de alto valor, se requiere hacer una profunda transformación productiva.

Transformación que a su vez tiene que reposar sobre otras estrategias: ciencia, innovación y tecnología. Es una estrategia transversal que soporta todo el ejercicio de esa política de largo plazo.

Por esa razón el Gobierno Nacional no ha dudado en darle cada vez más autono-mía y más sostenibilidad a la inversión pública en ciencia, investigación, innovación y tecnología, para contrarres-tar así el efecto de la inesta-bilidad con la que se respaldó la ciencia y la tecnología en el pasado, cuando se hicie-ron esfuerzos importantes pero no sostenidos. Y lo que se requiere, justamente, es sostenibilidad.

Adicionalmente hay otras estrategias que buscan im-pulsar la productividad para

controlar la informalidad empresarial en Colombia. Una informalidad alta por muchísimas razones y por muchísimas causas. Ello re-querirá de un ejercicio com-binado de todo el Gobierno y de entidades como las cámaras de comercio, las cajas de compensación y otras similares.

También el país tiene que crear condiciones para la maduración y el crecimien-to de sectores que apenas empiezan a despuntar en la economía.

Todo lo anterior está so-portado sobre la estabilidad macroeconómica, sobre la seguridad y sobre la capaci-dad de los colombianos para hacer más ahorro.

De esta manera se cons-truyó la visión para los próxi-mos 25 años y se estructuró una política que no es de piedra, una política que es dinámica, que reconoce la coyuntura y que trabaja sobre ella.

También se definieron unas tareas específicas para poder darle al país lo que ya tiene Antioquia después de seis Encuentros Universidad-Empresa-Estado: sostenibili-dad labrada entre empresa-rios, academia y gobierno, con miras a generar el pro-ceso productivo sobre el cual descansa un gran consenso nacional que es necesario y urgente llevarlo a cabo.

Medellín, Colombia. Octubre 1, 2 y 3 de 2008

Desarrollo Regional basado en innovación

Declaración Final

Las Instituciones de Educación Superior1, organizadoras de este certamen, así como el Centro de Ciencia y Tecnología de Antioquia y los Centros de Desarrollo Tecnológico: CIDICO, CECIF, CORPOECO, CNPML y CIDET, reconocen que:

Asistimos hoy a un proceso de aprendizaje de la manera como se relacionan la universidad, la empresa y el Estado, empujados por los nuevos cambios traídos por la globalización, que se enmarcan en la llamada economía del conocimiento. Visto de otra manera, a los factores clásicos de la producción, tierra, capital y trabajo, se ha agregado en los últimos años un cuarto elemento –el conocimiento-, considerado cada vez más como el factor clave y necesario para producir bienes y servicios de alto valor agregado y para mejorar la productividad y la competitividad empresarial y regional.

El conocimiento es reconocido como el factor clave y necesario para producir bienes y servicios de alto valor agregado y para mejorar la productividad y la competitividad empresarial y regional, ésta última relacionada, cada vez más, con el propósito central de la concepción humanista del desarrollo que establece su cometido en el mejoramiento del bienestar del hombre, expresado en mejores niveles de calidad de vida.

La fuente de la competitividad es la innovación. Y la innovación entendida no sólo como la introducción al mercado de nuevos equipos, sino como la transformación de la sociedad y sus sistemas de valores, lo cual depende a su vez de los modos de aprendizaje, de la adaptación de nuevas tecnologías, de los sistemas de educación, de las políticas industriales, de las políticas en ciencia y tecnología, de la naturaleza y composición del sector privado y de las capacidades inherentes al sector público.

La construcción de una sociedad basada en conocimiento en un país diverso como el nuestro, requiere de la creación de estructuras de gobierno que reflejen una transformación dinámica de sus instituciones y de nuevas políticas públicas. Por tanto, es necesario que sus regiones desarrollen sus propias capacidades para la ciencia, la tecnología y la innovación. Entonces conviene concentrar los talentos especializados y pericia para impulsar la competitividad, y esto requiere que el nivel local y estatal intervengan propiciando cambios profundos en la política gubernamental y la estrategia empresarial.

El éxito económico de los países de reciente desarrollo industrial del este asiático dependió más del es-fuerzo para usar de manera eficiente las tecnologías existentes que de lograr avances científicos novedosos. Si vemos lo que ocurre en algunas regiones más avanzadas del mundo, podemos dar testimonio que: “los clusters o conglomerados de innovación, tales como, Silicon Valley en California, Dalian y Shangai en China, o Bangalore en India, se han desarrollado por la estrecha colaboración, comunicación y efectiva utilización de redes entre la universidad, la empresa y el Estado.

Se acepta también que no se puede concebir un desarrollo integral y sostenible del país, sino se logra una efectiva articulación de esfuerzos, un trabajo en red que conduzca a la celebración de alianzas estratégicas y con un pensamiento global que facilite estar abiertos a los nuevos rumbos que genera la realidad histórica imperante en el país.

Por lo tanto declaramos que:

La universidad tiene un papel fundamental en este proceso de aprendizaje; son las instituciones académicas las llamadas a estudiar las experiencias y logros alcanzados por otros sistemas sociales, de manera que se pue-dan hacer propuestas al gobierno y al sector privado para encontrar las vías hacia un desarrollo sostenible. Lo anterior no significa que le corresponda a las universidades del país, dar solución a los problemas de pobreza e

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UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO26 Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 27

1. Universidad Nacional Sede Medellín, Universidad Pontificia Bolivariana, Universidad de Medellín, Universidad Lasallista, Universidad San Buenaventura, Universidad CES, Politécnico Jaime Isaza Cadavid, Escuela de Ingeniería de Antioquia, Universidad EAFIT y la Universidad de Antioquia.

inequidad existentes, ésta es una función fundamentalmente del gobierno, pues son de tal magnitud las tareas a realizar que es a éste al que le corresponde proponer, liderar y desarrollar actividades en tal sentido.

La universidad estuvo centrada en la búsqueda de la verdad y del conocimiento per se, visualizado como un bien público. En la actualidad se extiende su misión a la solución de problemas y demandas de mediano y largo plazo, del sector empresarial y de la sociedad en general. Esta ampliación del propósito, a su vez, exige a la universidad una reconceptualización y reorganización para realizar los procesos de producción, almace-namiento y transferencia del conocimiento, siendo permeados por la lógica del mercado, e incorporándole al conocimiento características propias de los productos comercializables.

Es preciso que las instituciones de educación superior se transformen en organizaciones flexibles e innovado-ras, para fomentar la cultura emprendedora, transferir los resultados de sus investigaciones y apoyar la creación de nuevas empresas de alto valor agregado, al estilo de las nuevas formas de organización social e institucional en la sociedad de la información y del conocimiento y participar en el desarrollo del territorio.

Los gobiernos no sólo deben preocuparse por mantener las condiciones económicas adecuadas o por crear políticas de apoyo, si no pasar a ser participes directos en proyectos de desarrollo científico y tecnológico, con apuestas de largo plazo, en campos estratégicos, jugando un papel protagónico, orientando la inversión de recursos públicos al fomento de la educación y desarrollo de la formación y capacitación del capital humano de alto nivel, la construcción de infraestructura científica y tecnológica; el fomento de la investigación, el desarrollo tecnológico, la comercialización y el escalamiento a nivel industrial de los resultados de la investigación; al apoyo para la generación de empresas de base tecnológica, y a desafíos en las políticas para el sector privado.

Los procesos de educación, formación de talento humano de alto nivel, fomento de la cultura emprendedora y apoyo a la creación de empresas, al igual que la construcción de infraestructura para la investigación y el desarrollo tecnológico y su funcionamiento no son autofinanciables, como lo demuestran las experiencias de los países desa-rrollados; por tanto requieren del apoyo decidido de los organismos del Estado para lograr su sostenibilidad.

La comunidad científica y empresarial, de la mano de los organismos del Estado, deben aportar a la formulación de las políticas en materia de educación, ciencia, tecnología e innovación; en la definición de prioridades y focaliza-ción sectorial para la inversión de recursos, a fin de poder competir en los mercados internacionales con los países industrializados; y orientar y participar del desarrollo de capacidades regionales en C&T más pertinentes.

Las empresas que colaboran con las universidades, de acuerdo con experiencias nacionales e internacionales, obtienen mejores resultados que las que no lo hacen. Entre otros aspectos, pueden aumentar su participación en el mercado, mejorar la calidad de los bienes y servicios que ofrecen y bajar los costos de sus productos, producir nuevos productos y, en general, ser más competitivas para buscar la sostenibilidad.

El sector financiero con la puesta en marcha de fondos de capital de riesgo, juega también un factor preponderante como palanca para el desarrollo, especialmente para la creación de empresas de nueva generación en las etapas interme-dias, en las que existe una alta tasa de mortalidad por la falta de recursos económicos. Lo que implica ser más creativos para generar estímulos a los inversionistas que arriesgan su capital y experiencia en estos emprendimientos.

En un mundo caracterizado por cambios rápidos y de mucha complejidad ningún actor social tiene todo el conocimiento y la capacidad para, por sí mismo, diseñar y ejecutar políticas de desarrollo y de innovación. Sólo una cogestión pública, privada y comunitaria de estos asuntos –lo que se puede denominar una nueva gobernanza para el desarrollo regional-, puede atinar a tomar las decisiones más apropiadas a las condiciones económicas, políticas y socio-culturales del territorio.

Concebir la innovación y el desarrollo regional desde un enfoque Triple Hélice de la relación universidad-empresa-Estado no es suficiente, dado que recursos esenciales como los valores, las normas, la confianza y la trayectoria histórica, están depositados en el conjunto de la sociedad y no sólo en unos cuantos actores sociales. A los recursos que aporta la Triple Hélice al desarrollo regional basado en la innovación, es necesario añadir los que aportan la cultura y la tradición histórica.

Estos retos nos deben animar a unir voluntades, ante la urgente tarea de construir el futuro de la región y del país, asumiendo el apremiante reto del establecimiento de una sociedad emprendedora e innovadora, en convergencia integradora y respetuosa con la diversidad cultural de la nación. Por lo tanto, debemos enfatizar en el rol preponderante de la cultura, de la educación, de la ciencia, la tecnología y la innovación en la creación de empleo, riqueza y bienestar para toda nuestra población.

Finalmente, debemos entender que:

“En un mundo globalizado sólo es posible subsistir si somos competitivos y esta competitividad se basa en la tecnología y la aplicación del conocimiento en busca de la innovación”.

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El Comité Universidad-Empresa-Estado de Antioquia es pionero en el país, es un ejemplo para todas las regio-nes de Colombia y está mostrando que sí es posible el trabajo entre la universidad, la empresa y el Estado, y que se puede ser efectivo en el proceso.

Quiero puntualizar varios aspectos. El primero es que el Gobierno ha venido trabajando para crear las condiciones que permiten la existencia de un desarrollo basado en el conocimiento y que el desarrollo regional pueda estar basado en la innovación. Más allá de lo que dicen los planes de desarrollo, es necesario resaltar la política de competitividad que ha permitido la transformación productiva del país, porque en torno a ella está alineado todo el Estado y con base en ella está trabajando el Consejo Privado de Competitividad, al igual que el empresariado colombiano. En la base de esa política está la ciencia, la tecnología y la innovación.

En consecuencia, hemos venido trabajando en resolver uno de los problemas más importantes que debe confrontar el desarrollo científico, tecnológico y de la innovación, cual es el aumento de los recursos. En eso hemos avanzado bas-tante. Hoy hay nuevos aportantes al desarrollo científico, entre ellos el Ministerio de Defensa, que luego de la decisión política de fortalecer con importantes recursos económicos la capacidad nacional en el desarrollo de materiales y en el campo de la electrónica, presenta otra faceta bien interesante. Tales recursos, disponibles en la actualidad, sobrepasan los 700 millones de dólares. Eso es una acción totalmente definida y decidida. Otro nuevo participante en los programas de investigación y desarrollo, en alianza con Colciencias, es el Ministerio de Comunicaciones. Y entre los tradicionales financiadores están el Ministerio de la Protección Social, el Sena, el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Comercio e Industria, el Ministerio de Educación y Colciencias, cuyo presupuesto se ha duplicado en el último año y que seguirá creciendo de acuerdo con las decisiones del Gobierno. Así las cosas, un punto fundamental, entonces, es constatar cómo han venido incrementándose los financiadores por parte del Estado, además de la decisión de las regiones de asignar recursos de regalías para su desarrollo en ciencia, tecnología e innovación.

En este contexto se preparó y se discutió a nivel nacional lo que se denomina la Política de Investigación e Innovación “Colombia construye y siembra futuro”. Ése es un paso más en el diseño de políticas.

Diversas voces han dicho que en Colombia no se tienen políticas de ciencia y de tecnología. Debo discrepar de esas

FRANCISCO MIRANDA MIRANDADirector de Colciencias

Hoy, el tema de las agendas regionales de competitividad es fundamental

Hoy, el tema de las agendas regionales de competitividad es fundamental

Nuestro deber es promoverlo y desarrollarlo, pero además debemos estudiar la posibilidad de que con claridad se piense en cómo cambiar la región a partir del conocimiento

voces. Somos un país pionero formulando políticas de ciencia y de tecnología desde los años ochenta. Lo que no había en el pasado era suficientes recursos para implementarlas.

Hoy, la decisión del Estado, del empresariado y de la univer-sidad es juntar sus recursos para que eso sea posible. La política nacional de investigación y de innovación se basa en seis estra-tegias fundamentales.

La primera apunta a cómo hacer una transformación produc-tiva del país. Dicha política es perfectamente consecuente con la política de competitividad. Transformar productivamente al país requiere que tengamos sectores de talla mundial. Y sectores de talla mundial son sectores que compiten en el conocimiento y que son sólo factibles en el mediano y en el largo plazo a partir de desarrollos en el conocimiento que le sirvan al empresariado, para competir y mantenerse en la frontera. Ese es una tarea en la cual debemos trabajar todos. La biodiversidad es un conjunto de campos en los cuales Colombia tiene ventajas comparativas por la gran riqueza natural. Pero para ello debe desarrollar el conocimien-to que permita generar riqueza y condiciones de equidad.

Otros sectores que se consideran estratégicos son los de materiales y de electrónica, a los cuales estarán aplicados los recursos del Ministerio de Defensa.

El Ministerio de Comercio Exterior ha promovido una primera ola de sectores estratégicos que nos permitirían ingresar a los mer-cados mundiales. Allí está el software, los servicios que se prestan a distancia como los call center y la industria cosmética.

Otros elementos para poder hacer la transformación productiva es apoyar la industria que tenemos. ¿Cómo hacemos para que la industria pueda desarrollar mejor innovación cuando esté a su alcance? La gran industria nuestra requiere estrategias adecuadas de transferencia de tecnología, de apropiación de tecnología, de mejoras continuas. ¿Cómo hacemos para que la industria tenga adecuados servicios para mejorar y controlar la calidad, y para pro-teger su propiedad intelectual? ¿Qué formas organizativas necesi-tamos, qué nuevas ideas requerimos para vincular a las pequeñas empresas y a todo el sector informal a un proceso más complejo de economía? Esos son retos que tenemos que abordar.

Ahora, hacer eso requiere que tengamos de respaldo, en el mediano plazo, unas capacidades adecuadas para desarrollar conocimiento. Este Comité es un magnífico ejemplo de cómo eso es posible. De cómo se pueden obtener resultados a partir de cosechar un trabajo sistemático que se venía haciendo en las universidades de Antioquia.

El proceso de formación de investigadores que se inició en el año 1992 hoy muestra sus resultados y permite que haya una producción de las universidades al servicio del sector empresa-rial. Pero también muestra el cambio del empresariado, en el sentido de que ya demanda conocimiento y está interesado en socializar el desarrollo.

Estos son hechos que tenemos que abordar y por eso un ele-mento fundamental de la política es definir cómo formamos una masa mayor de investigadores, campo en el cual lamentablemente vamos muy lento y nos hemos retrasado. Sin embargo, los esfuer-zos que se están haciendo a través de las becas que administra el Icetex, los programas de formación de Colciencias y los programas de Colfuturo van a ayudar sin lugar a dudas a acelerar el paso.

Otro elemento es consolidar la capacidad de investigación en las universidades y centros de investigación. Tenemos que tener equipos, tenemos que tener la infraestructura necesaria para hacer investigación. Esos elementos sólo son posibles si tenemos otras partes de la política, como es fortalecer el sistema, aspecto

para el cual resulta clave la Ley de Ciencia y de Tecnología que actualmente tramita el Congreso de la República.

La Ley de Ciencia y Tecnología va a contribuir a que tengamos capacidades nacionales para poder usar el cono-cimiento para el desarrollo. Esta ley convierte la ciencia y la tecnología en un tema de la política nacional, al llevarlo a que sea una variable explícita de la discusión del Consejo de Ministros y del Consejo de Política Económica. Pero necesitamos que esa política sea capaz y que tenga los instru-mentos para resolver problemas que hoy tenemos. Y uno de esos problemas es que las agencias del Estado que invierten en ciencia y tecnología no actúan coordinadamente. Reque-rimos los instrumentos para lograr tal propósito, porque por muchos recursos que tengamos, si no los concentramos y si no los articulamos, corremos un tremendo riesgo porque en la práctica su cuantía es inferior frente a las cifras que invierten nuestros competidores.

La política, además, tiene un instrumento de fomento muy poderoso que es el instrumento financiero que se le ha creado. Yo invito a que nos ayuden y nos acompañen en el proceso que sigue, cual es la discusión de la Ley de Ciencia y Tecnología en la Comisión Sexta y en la Plenaria del Senado. Repito que esa ley es una necesidad para todos.

Hay otros elementos que debería abordar, pero déjenme detenerme en el tema de la regionalización. Me parece que Colombia tiene claro que es un país de regiones. Las regiones han tomado la decisión de utilizar sus posibilidades para el desarrollo. Y por supuesto que tenemos desarrollos distintos en las diferentes regiones del país, por las formas como se fue dando el desarrollo histórico de cada una de ellas. Hoy, el tema de las agendas regionales de competitividad es fundamental. Nuestro deber es promoverlo y desarrollarlo, pero además debemos estudiar la posibilidad de que con claridad se piense en cómo cambiar la región a partir del conocimiento. En La Guajira, por ejemplo, se están planteando seriamente el uso de parte de las regalías, en una suma superior a los 20.000 millones de pesos anuales, para el desarrollo de capacidades investigativas. Esa es una forma de cambiar la estructura regional del país y permitir que Colombia tenga desarrollo de primera línea en sus regiones.

Un ejemplo absolutamente sobresaliente de Colombia es que sus centros de investigación más importantes sobre el café están en Chinchiná, una población del departamento de Caldas. De esos ejemplos tenemos que aprender para darle un vuelco a la realidad nacional.

Discrepo de quienes afirman que Colombia no tiene políticas de ciencia y de tecnología. Somos un país pionero formulando políticas de ciencia y de tecnología desde los años ochenta. Lo que no había en el pasado era suficientes recursos para implementarlas.

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Acción conjunta de universidades iberoamericanas para fortalecer la cultura emprendedora

DECLARACIÓNPRIMER ENCUENTRO

DE RECTORES RED MOTIVARed Universitaria Iberoamericana para la Creación de Empresas y Entrepreneurship3 y 4 de abril de 2008 • Medellín, Colombia

Los rectores reunidos en la ciudad de Medellín consideramos que el emprendimiento empresarial constituye una respuesta de las institucio-nes universitarias y gubernamentales a la necesidad de reconstruir el tejido social y empresarial, como aporte estratégico hacia la solución de los graves problemas de desempleo que padece el país.

La Red MOTIVA –Red Universitaria Iberoamericana para la Creación de Empresa y Entrepreneurship–, surgió en 1999 dentro del programa Alfa, liderado por la Universidad de Valencia (España), como un espacio de colaboración en el ámbito del emprendimiento, conformado por di-versas instituciones Iberoamericanas de educación superior, a saber:

Universidad Nacional del Mar de Plata (Argentina), Centro Univer-sitario Municipal de Sao José (Florianópolis – Brasil), Instituto Tecno-lógico de Costa Rica, UNA de Costa Rica, Universidad de Concepción (Chile), Universidad de Valencia (España), Universidad de Guanajuato (México), Universidad Central de Venezuela, Universidad Metropolitana (Venezuela), Universidad de Oriente (Venezuela), Universidad Nacional de Costa Rica, Universidad de Antioquia (Medellín-Colombia).

La Universidad de Antioquia coordina el nodo Colombia, del que forman parte las siguientes instituciones: Universidad de Medellín, Universidad Pontificia Bolivariana, Escuela de Ingeniería de Antio-quia, Corporación Universitaria Lasallista, Universidad Nacional de Colombia sede Medellín, Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid, Universidad EAFIT y Universidad CES.

LOS RECTORES DECLARAMOS QUE:Aunque la Red no ostenta un carácter institucional, sus miembros

colaboran activamente en sus universidades, en programas académicos, de investigación y de extensión relacionados con la creación de empresas y con el fomento del espíritu emprendedor; por tanto, el apoyo de la alta dirección a proyectos como la Red Motiva siempre representará una política que encauzará los destinos de la universidad del mundo.

En este contexto es nuestro interés:1. Desde el ámbito universitario, reforzar la política institucional

Los rectores de las universidades iberoamericanas que hacen parte de la Red MOTIVA, acordaron estrechar las relaciones de cooperación para fomentar la cultura del emprendimiento y apoyo a la creación de empresas de base tecnoló-gica desde el ámbito universitario.

Con tal propósito celebraron una reunión los días 3 y 4 de abril de 2008 en el campus de la Universidad de Medellín, durante la cual fue firmado un convenio marco de cooperación que

facilitará el logro de los compromisos y permitirá la movilidad de profesores, estudiantes y personal administrativo vinculado a los programas de empren-dimiento y de apoyo a la creación de empresas universitarias. Asimismo, hará posible el intercambio de buenas prácticas en dichas materias.

Desde el año 2000, la Red celebra encuentros anuales en las ciudades donde están ubicadas las universidades socias. Aunque no tiene carácter institucional,

sus miembros colaboran activamente en torno a programas académicos, de investi-gación y de extensión relacionados con el fomento de la cultura emprendedora.

Los encuentros anuales tienen por objetivo convertir el tema en una política institucional.

Al término de la reunión de los rec-tores de las universidades miembros de la Red Motiva fue expedido el siguien-te documento de compromiso:

de respaldo a la cultura emprendedora y de apoyo a la creación de empresas de base tecnológica.

2. Crear una sinergia entre las instituciones de educación su-perior, en particular entre aquellas que conforman la Red MOTIVA, para desarrollar actividades que fortalezcan la movilidad estudiantil, profesoral y del personal administrativo.

3. Posibilitar el intercambio de servicios y realizar actividades conjuntas, como diplomados, talleres, investigaciones, transferencia de conocimiento, posgrados y dobles titulaciones.

4. Unir y coordinar esfuerzos institucionales para fomentar la

Don Francisco Tomás Vert, UNIVERSIDAD DE VALENCIA. Don Alberto de Jesús Uribe Correa, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA. Don Senén Barro Ameneiro, UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE COM-POSTELA (Invitada). Arquitecto Daniel Ricardo Medina, UNIVERSIDAD NACIONAL DE MAR DEL PLATA. Doctora Milena Bravo de Romero, UNIVERSIDAD DE ORIENTE (Venezuela). Doctor Antonio París Pantal, UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA. Doctor Óscar Almario García, UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA SEDE MEDELLÍN. Fray Miguel Ángel Builes, UNIVERSIDAD DE SAN BUE-NAVENTURA. Doctor Juan Luis Mejía Arango, UNIVERSIDAD EAFIT. Don Néstor Hincapié Vargas, UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN. Don Carlos Felipe Londoño Álvarez, ESCUELA DE INGENIERÍA DE AN-TIOQUIA. Monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA. Doctor José María Maya Mejía, UNIVERSIDAD CES. Don Alejandro Montalvo, UNA COSTA RICA. Don Efrén Barrera Restrepo, POLITÉCNICO COLOMBIANO JAIME ISAZA CADAVID.

El Programa Gestión Tecnológica de la Universidad de Antioquia, coordinó el VI

Encuentro Internacional de Emprendimien-to y Creación de Empresas “Tejiendo la red

de emprendedores iberoamericanos”, que se realizó en las instalaciones del Paranin-

fo de la U. de A de la ciudad de Medellín, entre el 14 y 15 de septiembre de 2005.

creación y el desarrollo de empresas que contribuyan directamente al bienestar social de los países Iberoamericanos.

5. Crear y desarrollar actividades de formación empresarial.

6. Definir y apoyar líneas de investigación concernientes a la empresa, y divulgar sus resultados.

7. Generar y divulgar información sobre experiencias que se generen por medio de las diversas actividades de la Red.

8. Incorporar nuevos miembros a la Red, tanto académicos como empresariales.

9. Facilitar y coordinar las actividades tendientes a fortalecer relaciones institucionales entre las organizaciones integrantes.

10. Gestionar, ante los diversos organismos internacionales, la consecución de recursos económicos que permitan el desarrollo de actividades de la Red.

11. Brindar orientación en la asistencia técnica a las empresas que lo requieran.

Para constancia se firma a los 4 días del mes de abril de 2008, en la ciudad de Medellín, Colombia.

1er encuentro de Rectores Red Motiva, 3 y 4 de abril de 2008 Medellín - Colombia

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El G-8 es el grupo conformado hace cinco años por los rectores de las ocho prin-cipales universidades del departamento de Antioquia, que, por iniciativa del rector de la Escuela de Ingeniería de Antioquia (EIA), Carlos Felipe Londoño Álvarez, “nació del convencimiento de que las instituciones de educación superior de esta región del país tenían problemas comunes pero soluciones muy compartimentadas”.

Según explica el directivo, cada rector, actuando con buena intención, “creía encontrar la solución individual adecuada, creía tener la idea precisa, o, en términos figurativos, actuaba como un llanero solitario”.

Cambiar esa actitud fue el motivo que integró en un bloque sólido a los equipos directivos de la Escuela de Ingeniería, la Universidad de Antioquia, la Universidad Nacional Sede Medellín, EAFIT, la Pontificia Bolivariana, la Universidad de Medellín, el CES y La Salle.

“La convocatoria fue exclusiva para los rectores con el fin de tener la claridad y el compromiso total de cada institución, en torno a objetivos comunes, que impacten de forma positiva a las propias instituciones y a nuestra región, en asocio con el gobierno departamental, los gobiernos locales y el gobierno nacional”, afirma el

rector Londoño, quien destaca que “el G-8 no tiene personaría jurídica, pero sí una firme decisión de compromiso. No somos más que un grupo de amigos de la educación superior”, precisa.

Entre los logros de esta acción concertada sobresale la búsqueda –sin personalismos– de elementos comunes para la solución de los problemas y, también, un criterio firme de que es necesario racionalizar los recursos. “Si nos movemos en la complejidad de un mundo global y, además, somos conscientes de que nuestras universidades son sumamente pequeñas en rela-ción con las más importantes y prestigiosas del mundo, necesariamente tenemos que dejar la costumbre de estar mirándonos el ombligo no más”, explica.

En la actualidad, las bibliotecas de estas ocho universidades funcionan para los estudiantes de cualquiera de ellas, sin distingos de ninguna clase. “Tener una biblioteca para uso exclusivo es esconderles el conocimiento a los otros, es ponerle barreras inconcebibles al conocimiento”, dice el profesor Londoño.

Igual ocurrirá con los laboratorios, con el fin de que Antioquia disponga de una dotación ex-celente de equipos en el campo investigativo. “Nadie entendería, ni aquí ni en el exterior, que la Universidad de Antioquia y la Universidad Nacional Sede Medellín estén a menos de un kilómetro de distancia una de la otra, y no compartan recursos, siendo las dos estatales”, argumenta.

Y si Antioquia tiene hoy una Red de Alta Velocidad ello se debe al G-8, que actuó como motor de la conectividad –acción que celebró el Ministerio de Comunicaciones–, evitando de esta forma que el departamento se mantuviera en un peligroso estado de aislamiento.

El proyecto Expedición Antioquia 2013, liderado por el Gobierno Departamental, es otro campo de actuación conjunta en el que se ha comprometido el G8.

“Más que demandar, pedir, criticar o exigir, estamos actuando con criterio sano a través del consenso, sin protagonismos de nadie porque eso resulta fatal para cualquier proyecto colectivo”, afirma el rector de la EIA.

El Ministerio de Educación Nacional, a través de su titular, Cecilia María Vélez White, valora el G8 porque encuentra en él “un punto de apoyo”.

Las reuniones del grupo se realizan cada mes en forma rotatoria, y el rector anfitrión actúa como presidente. La asistencia no es delegable.

Soluciones concertadas a problemas comunes

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Carlos Felipe Londoño Álvarez

La mayor autocrítica que

yo tengo para la academia está

centrada en los impedimentos

para avanzar a un buen ritmo. Avanzamos sí,

pero a veces con una gran

lentitud. De esa forma, la brecha

entre nosotros y el mundo

desarrollado no la recortaremos

sino que la profundizaremos.

En eso no nos podemos engañar.

El mérito más grande del encuentro entre la Universi-dad, la Empresa y el Estado es, precisamente, poder sen-tar en la misma mesa a los tres actores más determinantes para el desarrollo de una sociedad. Asimismo, es suma-mente importante que haya sido la universidad estatal la que lideró la convocatoria. El distanciamiento, la descon-fianza mutua y la crítica poco constructiva entre el sector productivo y la universidad no podían ser las herencias que nos dejara el siglo pasado. Incluso hubo posturas entre la empresa y la universidad que las asemejaba como a enemigos, mientras el Estado simplemente permanecía desentendido de este asunto.

La estabilidad que tiene el Comité es algo que se debe realzar porque previamente y de manera esporádica se hicieron muchas reuniones que no condujeron a nada o sólo se alcanzaban resultados coyunturales.

El actual Comité tiene estructura, metas, resultados, lo cual es producto de la continuidad en el ejercicio de su labor. Además, los tres actores han entendido el papel que debe jugar cada uno a partir de sus propias características.

La armonía que hoy existe no quiere decir que se haya prescindido de la actitud crítica. Con mayor razón la empresa le debe señalar a la universidad sus falencias, y ésta debe seguir reclamándole a la empresa y al Estado sobre su responsabilidad social y sobre el compromiso frente al país.

El Comité no pretende borrar la esencia de lo que es cada sector. La universidad nunca podrá actuar con la velocidad del mundo empresarial y pretenderlo es un error. La universidad jamás podrá ser una empresa en términos estrictamente afines al sector productivo. Que tenga elementos comunes a una empresa eso es otra cosa, como por ejemplo que sea funcional, operativa, eficiente y eficaz en su manejo como organización y en el manejo de sus recursos financieros. Pero sus objetivos son distintos, aunque, obviamente, hay algunos que confluyen. En esto ha ganado muchísimo el Comité UEE.

CARLOS FELIPE LONDOÑO ÁLVAREZ, Rector EIA

El Comité UEE frente al reto de la vocación económica de la región

El objetivo de la primera etapa del Comité UEE ya se alcanzó. Ese objetivo era poner en contacto a la comunidad de investigadores con el sector productivo. Para la segunda etapa tenemos que girar la dirección del análisis y de la discusión, y para ello hay que reclamar como absolutamente indispensable la representatividad de nuestros gobiernos locales. Ello contribuiría a evitar un eventual desvío hacia intereses particulares. No porque esa sea la intención del Comité, sino porque nosotros tenemos que pensar como ciudad, como departamento, como región, como país. No podemos actuar de forma reactiva sino proactivamente. Y esa proactividad tiene que involucrarnos a todos.

Ahora, luego de seis años de funcionamiento del Comité, es pertinente hacer las siguientes precisiones. Se ha cum-plido una primera etapa donde ha habido diálogo sincero, se ha orientado la investigación hacia un beneficio que es de la sociedad más que de la empresa, así la empresa sea la que produzca ese bien o ese servicio. Y también ha habido beneficios económicos, necesarios para que haya rentabi-lidad y generación de empleo y de riqueza.

Pero, a mi juicio, falta todavía una compenetración mayor, especialmente con las fuerzas del Estado, en-tendiendo el Estado tanto en el plano nacional como departamental y municipal. Nuestros gobernantes deben entender claramente el gran potencial que encierra esta alianza, que mucho tiene que ver con los retos de nuestra vocación económica como ciudad y como departamento. Esta vocación no va a poder encontrarse si no hay esa confluencia de los esfuerzos de estos tres estamentos. Y allí, tanto el gobierno departamental como el gobierno municipal tienen que tener un claro compromiso y un claro liderazgo para que, aprovechando este canal ya existente, pueda delinearse el norte de nuestro futuro.

El Comité tiene que pasar de beneficios un poco localizados en una empresa o en un sector industrial a algo que impacte un poco más como es la vocación eco-nómica de la región. Y frente a ésta hay un reto grande del cual no pueden sentirse excluidos ni la universidad, ni la empresa, ni el estado.

No podemos atender solo a demandas coyunturales. Por supuesto que las debemos atender, porque esas soluciones redundan en mejorías, pero el Comité debe entender que su horizonte es mucho más amplio hoy.

Universidades de Antioquia

UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO32 Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 33

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Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 35

La firma del convenio de colaboración para la creación de un Fondo de Capital de Riesgo se constituyó en un momento histórico para la educación superior

colombiana. Los rectores Alberto Uribe Correa (a la izquierda) y Senén Barro Ameneiro (a la derecha) estrecharon sus manos en señal de plena satisfacción.

En Antioquia operará la primera Sociedad Gestora de Fondos de Capital de Riesgo que se crea en Colombia.

El documento de constitución lo suscribieron las institu-ciones de educación superior del departamento que confor-man el G-8 (Universidad de Antioquia, Universidad Nacional Sede de Medellín, Eafit, Medellín, Pontificia Bolivariana, Escuela de Ingeniería, CES y Corporación Universitaria Lasa-llista), lo mismo que la Universidad Santiago de Compostela (Galicia, España) y la Sociedad Gestora de Fondos de Capital de Riesgo de dicha institución, UNINVEST.

Un segundo convenio contempla el compromiso de la Universidad Santiago de Compostela y UNINVEST de prestar su apoyo para la formación de profesionales en análisis de inversiones.

El ámbito de actuación inicial y preferente de la Sociedad UNINVEST-COLOMBIA será la región de Antioquia, sin descartar su actuación en las demás regiones del país, si el desarrollo de ésta así lo propicia.

Tales decisiones fueron tomadas en el marco de la re-unión mensual del Encuentro Universidad-Empresa-Estado

Sociedad Gestora de Fondos de Capital de Riesgo

Apoyo del G-8 para su creación

El Rector de la Universidad Santiago de Compostela, Senén Barro Ameneiro, declaró ante el Comité UEE de Antioquia –correspondiente al mes de abril de 2008– su admiración profunda por los logros de esta alianza estratégica y ofreció todo el apoyo de su institución y de UNINVEST a la naciente Sociedad Gestora de Fondos de Capital de Riesgo, en la que también participa la Agencia Española de Cooperación Internacional –AECI–.

Antioquia, que contó, entre otros, con la presencia como invitados internacionales de Francisco Tomás Vert, rector de la Universidad de Valencia; Senén Barro Ameneiro, rector de la Universidad Santiago de Compostela; Daniel Ricardo Me-dina, rector de la Universidad Nacional de Mar del Plata, Ar-gentina; Vicente Ramón Torcal, director de la Red MOTIVA; Carlos Hernández Sade, consejero delegado de UNINVEST; y Rosa Elcarte López, directora de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

La señora Elcarte López se refirió al Programa ERICA (España y sus Regiones Intercambian Conocimientos con Antioquia), el cual es fruto de un convenio suscrito por la AECID, la Gobernación de Antioquia, la Alcaldía de Medellín, Comfama y la Universidad de Antioquia, cuya finalidad es apoyar la realización de proyectos asociativos que contribuyan a la reducción de la inequidad social en Antioquia. Éste cubre tres ejes: desarrollo territorial, emprendimiento y desarrollo tecnológico e innovación, e incluye la transferencia de buenas prácticas españolas en asuntos relacionados con los tres ejes.

La Universidad de Antioquia coordina la transferencia de la buena práctica de emprendimiento empresarial.

UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO34

“Una universidad investigadora, innovadora y humanista al servicio de las regiones y el país”

Universidad de Antioquia / Calle 67 Número 53 - 108 / Apartado Aéreo 1226 / Conmutador : 219 83 32 / http://www.udea.edu.co

Foto Zalo. Cortasía Gobernación de Antioquia

Edificio de Extensión Parque del Emprendimiento Sede de Investigación Universitaria –SIU–

Page 19: Revista Universidad Empresa Estado.  Ed. 2

UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO36 Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 37

Este fondo tiene un origen muy especial. En la región ha habido mucho emprendimiento y han surgido nuevas empresas principalmente en las universidades, gracias a la tarea desarrollada en Medellín por el Comité Universidad-Empresa-Estado, que ha funcionado muy bien.

En dicho Comité se ha fomentado mucho la investiga-ción y la participación conjunta de estos tres actores tan importantes: las universidades que proveen investigación y tecnología, los empresarios con la experiencia y el deseo de innovar, y el Estado participando con iniciativas y su-gerencias muy pertinentes.

De ese Comité, lo mismo que de la Promotora de Proyectos y de las diferentes incubadoras de empresas que tenemos en Antioquia, han surgido proyectos de emprendimiento.

Pero las nuevas empresas enfrentan muchos obstáculos. Tal vez el principal de ellos es el financiero, porque no es fácil conseguir recursos económicos para sacarlas adelante.

Sin embargo, ése no es el único obstáculo que enfren-tan los emprendedores. Hay otros, como por ejemplo, no tener todo el talento o las competencias administrativas que se requieren.

DAVID BOJANINI, Presidente de Suramericana de Inversiones

Las universidades en esta alianza juegan un papel

fundamental

Muchos emprendedores son excelentes investigadores, tienen ideas brillantes, pero resulta que no son buenos en el mercado o no son buenos en lo financiero.

Éste fondo se ha creado precisamente para ayudarle a los emprendedores a vencer los obstáculos que representa la carencia de recursos de financiación.

Muchos emprendedores son excelentes investigado-res, tienen ideas brillantes, pero resulta que no son bue-nos en el mercado o no son buenos en lo financiero.

Este fondo se ha creado precisamente para ayudarle a los emprendedores a vencer los obstáculos que representa la carencia de recursos de financiación.

El Fondo Progresa Capital lo que pretende es entrar como socio temporal en los proyectos de emprendimiento que califiquen para invertir en ellos, con el propósito de lle-varlos a otras etapas posteriores que les permitan crecer.

Esto quiere decir que el Fondo tiene criterios de rentabilidad. Éste no es un fondo de donaciones. Es un fondo de inversión y los inversionistas esperamos ob-tener rentabilidad de nuestras inversiones.

Si un fondo no fuese rentable, se irían agotando sus recursos y no sería posible que los inversionistas siguieran haciendo aportes permanentemente.

La rentabilidad es una de las razones por las cuales estos fondos pueden soste-nerse en el tiempo, prevalecer, y seguir apoyando cada vez con mayor fortaleza el emprendimiento.

El Fondo de Capital de Riesgo PRO-GRESA CAPITAL se ha creado mediante una alianza entre diferentes actores. Tene-mos un grupo de empresas inversionistas que decidimos tomar esta iniciativa y hacer unos aportes importantes por $15.000 mi-llones, los cuales esperamos incrementar

en un segundo tramo hasta 10 ó 20 millones de dólares. En ese segundo tramo tenemos expectativas y hemos hecho invitaciones a otras empresas nacionales y extranjeras, lo mismo que a algunas organizaciones multilaterales que han mostrado interés de participar.

También están participando como gestores de Progresa Capital, la Promotora de Proyectos que tiene una experiencia importante en el análisis de proyectos de inversión y que la va a poner al servicio de esta nueva iniciativa.

También hemos invitado a participar como gestor a UNINVEST, una entidad con una experiencia muy exitosa en España y cuyo conocimiento y bagaje acumulados lo vamos a tener al servicio de Progresa Capital.

Dentro de esta alianza entra asi mismo la Agencia Espa-ñola de Cooperación Internacional para el Desarrollo–AE-CID–, que va a hacer unos aportes valiosos al proyecto.

Y, muy importante, las universidades. Tenemos a las universidades principales de la región que se han dado en llamar Grupo de los 8, que han venido trabajando conjunta-mente y que fue un clamor de ellas también que esta idea progresara y se convirtiera en una realidad.

Las universidades tienen una responsabilidad muy gran-de, porque la fuente de proyectos nuevos principalmente nace en ellas, donde hay muchos jóvenes profesionales in-vestigando y creando proyectos para construir en el día de mañana nuevas empresas que generen desarrollo al país.

Entonces, las universidades para nosotros en esta alianza juegan un papel fundamental.

En países como Estados Unidos, donde el emprendi-miento ha sido promovido históricamente, vemos cómo hoy las nuevas empresas pueden estar representando alrededor del 20% del producto interno bruto y el 9% del empleo privado. Eso es bien importante para el desarrollo de un país.

O sea que estamos muy contentos por haber puesto en marcha a Progresa Capital. Tenemos mucha confianza en que este Fondo de Capital de Riesgo va a ser exitoso y le va a permitir a nuestra región y al país incrementar su productividad, su competitividad y su desarrollo.

Todos tenemos el gran reto de que sea el principio de muchos otros mecanismos que ayuden a promover el em-prendimiento en nuestro país.

El acto de presentación del Fondo de Capital de Riesgo PROGRESA CAPITAL se realizó el 19 de junio de 2008 en el Club Campestre de Medellín.

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UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO38 Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 39

A partir de 2009, la Rueda de Negocios y de Innovación Tecnnova ampliará su radio de acción a las ciudades de Bogotá, Cali y Barranquilla. El director de la Corporación Tecnno-va, Juan Camilo Quintero, dijo que si se tiene la tecnología, los software, la experiencia de cuatro años de estar desarrollando las ruedas de negocios y una demanda creciente, es el momento de que el país entero se beneficie de toda la capacidad que tienen los grupos de investigación y los centros de desarrollo tecnológicos.

El directivo propuso ante el pleno de la reunión 61 del Comité UEE –realiza-do como antesala de la 4ª Rueda– que el Gobierno destine para la investigación el 0.5 por ciento de los contratos estatales que superen los mil millones de pesos. Tal iniciativa –dijo– podría ser incluida en el proyecto de Ley de Ciencia, Tecnología e Inno-vación que tramita el Congreso de la República. “Este dinero, equivalente a cinco millones de pesos por cada mil millones, se destinaría a desarrollo y transferencia tecnológica”, anotó.

El director de Tecnnova también se refirió a las tres áreas específicas hacia las cuales se ha enfocado su labor. La primera, juntar oferta y demanda que fue la razón por la cual nació la Corporación hace un año, a partir del Comité Universidad-Empresa-Estado. La segunda, continuar realizando las ruedas de negocios. Y, la tercera, “dedicada a la gestión de la innovación por medio de la cual le ayudamos a las empresas a identificar las tecnologías medulares y a montar toda la estructura de redes para articularse con las universidades y los centros de desarrollo tecnológico”.

Con relación a este último punto, citó los proyectos actualmente en proceso con New Stetic, Argos, Ladrillera San Cristóbal y Sofasa, en los cuales participan científicos de la Universidad de Antioquia y la Uni-versidad Nacional Sede Medellín. Algunos de ellos tienen cofinanciación de Colciencias y están en el rango de acceso a exenciones tributarias. Asimismo, hay proyectos listos para firmar con Ecopetrol y la Universidad de Antioquia, en el tema de producción de acroleina; con Cipa y la Universidad Nacional, en un proyecto de hidrólisis; y con Argos y la Universidad Nacional, en un tema de mejoramiento de calidad del cemento.

Quintero explicó que lograr los resultados que presenta Antioquia “no se hace sólo a través de un Comité Universidad-Empresa-Estado, o simplemente con la realización de una rueda de negocios y el apoyo de una serie de instituciones. Esto se logra con sinergias y en este caso con instituciones tan importantes como Colcien-cias y el Sena, cuyo respaldo a la rueda de negocios y a las estrategias de Tecnnova han sido fundamentales”.

La 4ª Rueda, realizada en Medellín los días 1 y 2 de septiembre de 2008, atendió 1.200 citas de negocios. En el certamen participaron 172 grupos de investigación de 20 universidades y 250 empresas.

“Montar un centro de desarrollo tecnológico en una empresa –ano-tó– puede resultar costoso. Por eso le hemos dicho a los empresarios que

en TECNNOVA ellos tienen el centro de desarrollo tecnológico más grande del país, con más de 800 grupos de investigación articulados a través de las diferentes universidades, y donde nosotros nos encargamos de hacer todos los trámites de la propiedad intelectual, gestionamos la cofinanciación y exención tributaria, e inclusive hacemos todas las auditorías de innovación para identificar los problemas críticos y así ayudar a las empresas a no malgastar los recursos y a conectarse con áreas medulares que les permitan generar nuevas capacidades”.

En el Centro Internacional de Convenciones Plaza Mayor de Medellín, se realizó la IV Rueda de Negocios

de Innovación Tecnológica –TECNNOVA 2008–

En el Centro Internacional de Convenciones Plaza Mayor de Medellín, se realizó la IV Rueda de Negocios

de Innovación Tecnológica –TECNNOVA 2008–

de Innovación Tecnológica 2008 4ª Rueda de Negocios

Antioquia renovó el compromiso con Colombia de convertir la ciencia, la tecnología y la inno-vación en fuente de progreso social, económico y cultural. El 1 y 2 de septiembre, Medellín fue

sede de la 4ª Rueda de Negocios de Innovación Tecnológica –TECNNOVA 2008– La Rueda de Negocios de Innovación Tecnológica

estará presente en otras ciudades del país

Fotos Archivo Parque E

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UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO40 Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 41

La relación que la ANDI tiene con TECNNOVA es una de las más gratas en los dis-tintos campos que atendemos, porque hemos encontrado que la innovación y el espíritu emprendedor es algo que no solamente consiste en tener buenas ideas, sino en saber gestionarlas y volverlas practicables y aplicables.

O sea que innovar no consiste solo en reflexionar, en pensar, en crear desde el punto de vista teórico, sino en convertir la creación en aplicabilidad. Inclusive, dejando de lado aquel juicio que nos acompañó durante tantos años en la academia, en el sentido de que la investigación y el desarrollo de nuevas ideas no podían ser fuentes de nuevos ingresos para la universidad.

Ser innovador es rentable. Pero ser innovador significa también la capacidad de en-frentar el riesgo. Entender que asumir el riesgo hace parte del emprendimiento y hace parte de la innovación. Eso lo ha entendido en Antioquia nuestro Comité Universidad–Empresa–Estado, que además es el que mejor funciona en el país.

Desde la educación, innovar significa un cambio de cultura, significa darle aprecio nuevamente al hecho de ser empresario, y que ser empresario signifique un paradigma para las nuevas generaciones. Significa también que ser un empresario exitoso es algo bien recibido por el resto de la sociedad, que el fracaso en las nuevas ideas hace parte de la calidad de empresario, y que los fracasos en el empresarismo deben ser mirados más como una oportunidad de aprendizaje que como un defecto. Por eso TECNNOVA es un ejemplo muy exitoso de la aplicación de una nueva actitud del sector académico y

Este texto corresponde a la intervención del presiden-te de la Asociación Nacional de Industriales –ANDI–, Luis Carlos Villegas Echeverri, en el acto inaugural de la IV Rueda de Negocios de Innovación Tecnológica –TECNNOVA 2008– y de la sexagésima primera reunión del Comité Universidad-Empresa-Estado.

LUIS CARLOS VILLEGAS, Presidente de la ANDI

Colombia ya entendió que la innovación y la tecnología construyen futuro

TECNNOVA es un ejemplo muy exitoso de la aplicación de

una nueva actitud del sector académico y productivo

educativo frente a lo que es la empresa privada y a la libertad con que se debe ejercer.

Desde el punto de vista del Estado hay también una nueva actitud, al oír al direc-tor de Colciencias, al conocer la orientación del Sena y de la universidad pública, y al saber que los gobernadores y los alcaldes han entendido que la ciencia, la tecnología y la innovación son temas que hacen parte de la agenda de los gobiernos regionales y locales.

Me parece que en ese ho-rizonte el país tiene también excelentes oportunidades. Lo que sí creo es que hay que ahondar es la capacidad para que las instituciones públicas se coordinen entre sí. Sena y Col-ciencias, gobernación y las alcaldías de su jurisdicción, mi-nisterios de Educación, de Medio Ambiente, de Agricultura, de Transporte e inclusive de Defensa que hoy tiene un gran departamento de investigación y desarrollo. Es necesario que podamos coordinar las distintas experiencias para trasladar ese conocimiento vuelto práctico a toda la sociedad.

Hemos hecho en la ANDI la encuesta sobre competi-tividad y su capítulo de investigación y desarrollo, y creo que ya documentados podemos decir que el sector privado colombiano, en esta materia, va por buen camino.

En la encuesta de finales del año pasado, a la pregunta si las empresas tenían un departamento de investigación y desarrollo propio, la respuesta sorprendentemente po-sitiva es que el 67% de las empresas encuestadas, o sea dos tercios de esas empresas, afirman tenerlo. En ese departamento de investigación y desarrollo las empresas ocupan el 4% de su plantilla de personal y el 3% del pre-supuesto total de la empresa.

A mí me parece que esa medición que vamos a seguir haciendo anualmente abrirá un muy buen horizonte en torno a la comprensión de la importancia de la innovación en el mundo empresarial colombiano.

Igualmente dicen las empresas encuestadas que el 19% de ellas ha producido algún tipo de innovación en los últimos dos años, en los bienes y servicios que pone en manos del consumidor.

Y, hoy, de esas empresas encuestadas, el 10% de sus ventas corresponden a productos nuevos, es decir, productos que no existían en esa empresa hace dos años.

Hay estrategias para los mercados domésticos e inter-nacionales, Y, algo que también es muy importante, en los campos de tecnología de la información, líneas de produc-ción, de comercialización y de logística, más del 65% de las empresas dicen usar tecnología de punta internacional.

De manera que, por primera vez, tenemos ya una medi-ción que será puesta al día anualmente, que nos permite ser muy optimistas sobre cómo estos temas de innovación, de investigación y de conversión de esa investigación en cosas prácticas, ha permeado la agenda empresarial.

Termino con un comentario. Yo creo que una de las maneras más eficientes de que las instituciones que hoy dependen de los aportes parafiscales defiendan esa para-fiscalidad frente al debate que se viene, es innovando. Por eso mi llamado al Sena es que después de haber logrado esa revolución en la cobertura, esa revolución en la perti-nencia de las agendas tecnológicas para el sector privado, demos un nuevo salto innovando en lo científico. Que cada carrera tecnológica tenga un capítulo de investigación. Que podamos hablar en el Sena de financiación del posgrado sin ninguna vergüenza. Que permitamos que los jóvenes que han entrado a esas carreras tecnológicas puedan ir a un cur-so de posgrado en la universidad pública. Ese creo yo que podría ser el nuevo salto que diera el Sena como defensa de su propia parafiscalidad.

Agradezco mucho esta invitación. Los felicito por la asistencia masiva y de altísima calidad. A los responsables de TECNNOVA mis felicitaciones también. Cuenten con la ANDI para hacer, como ya empieza a ser TECNNOVA, una idea que real-mente ponga a Colombia a pensar en la innovación y en la tecnología para construir su futuro.

Reunión 61 del Comité UEE Antioquia. Centro Internacional de Convenciones Plaza Mayor de Medellín.

Reunión 61 del Comité UEE Antioquia. Centro Internacional de Convenciones Plaza Mayor de Medellín.

Reunión 61 del Comité UEE Antioquia. Centro Internacional de Convenciones Plaza Mayor de Medellín.

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UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO42 43Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2

En Colombia es prioritario pasar de un mo-delo productivo que se fundamenta en bienes primarios de la economía, sin valor agregado, a un modelo que genere dos elementos claves: una productividad sostenible del desarrollo económico, y un empleo creciente y estable. Esa es la razón por la cual la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación tiene como propósito modificar el modelo productivo de Colombia.

La investigación permite generar valor agregado y éste se traduce en empresas nuevas. Hoy en día poco valor agregado le damos a lo que tenemos. El banano, el plátano, el café y en general los productos agrícolas, lo mismo que nuestros recursos naturales no renovables, se exportan tal como los produce la tierra y se extraen bajo tecnologías supremamente atrasadas y bajo condiciones de miseria de la gente muy graves.

En tal sentido, la nueva ley pretende modificar la Ley 29 de 1990 que es obsoleta y que nunca tuvo recursos suficientes, y también busca generar un modelo sisté-mico de ciencia, tecnología e innovación, y fortalecer el proceso de regionalización del desarrollo científico para que éste no sea exclusivo de las grandes ciudades ni de los grandes departamentos. Adicionalmente se busca que se desarrolle una sólida relación entre el sector científico, el sector productivo nacional, el sector privado en general y el sector financiero.

Un aspecto importante del proyecto es que no descuida ni siquiera en la innovación el tema de las ciencias sociales y humanas, que son un factor fundamental en el desarrollo de una nación. O sea que hay una preocupación por los temas sociales y humanísticos con miras a la solución de los grandes problemas nacionales en el campo social.

También el proyecto propende por el fortalecimiento

JAIME RESTREPO CUARTAS

La Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación tiene como propósito modificar el modelo productivo de Colombia

Asimismo, fortalecer el proceso de regionalización del desarrollo científico para que éste no sea exclusivo de las grandes ciudades ni de los grandes departamentos

de una comunidad científica, que por supuesto tiene que recorrer todos los niveles de la formación, desde la formación técnica y tecnológica hasta la formación de alto nivel científico en maestrías y doctorados.

Este proyecto de ley se comen-zó a discutir desde un principio con toda la comunidad académica y científica del país. El foro en Maloka congregó a grupos y cen-tros de investigación, a rectores y vicerrectores de investigación de las universidades, al Sena, a Col-ciencias, a la Dirección Nacional de Planeación, al Ministerio de

Educación, generándose una relación estrecha con todos los sectores que tienen que ver con el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación.

La investigación es un proceso que tiene diferentes etapas, las cuales van desde la investigación básica hasta la aplicabilidad del conocimiento adquirido. El conocimiento es necesario para el desarrollo de todos los elementos del sistema, incluida la innovación. Es mejor no tener esa di-ferenciación tajante entre las diferentes etapas de la inves-tigación, porque las unas requieren de las otras. Todo país que ha logrado un importante desarrollo productivo a largo plazo, como por ejemplo Japón, Corea y China, ha requerido de todas maneras de un fortalecimiento de la investigación desde lo básico. Por eso no se debe descuidar ninguna etapa del proceso de investigación, aunque hay que poner unos énfasis de acuerdo con el sector al cual queremos darle nuestro principal aporte –el sector productivo nacional– para que logre ese valor agregado que se requiere a partir de la investigación, abriéndose la posibilidad de aquí haya un gran desarrollo industrial diferente al tradicional, que

nos permita un crecimiento sostenible de la economía, que es lo que nos dará los recursos necesarios para iniciar en gran escala los procesos de solución a la enorme inequidad social que el país todavía tiene.

El proyecto contempla una elevación del nivel de Col-ciencias en la estructura del Estado. Hubiéramos querido que fuera un Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. Por problemas más que todo políticos eso no fue posible. Pero creemos que siendo un departamento administrativo del orden nacional, que depende directamente de la Presi-dencia de la República, y cuyo director pueda participar en el Consejo de Ministros y en el Consejo Nacional de Política Económica y Social –Conpes–, permite que haya un nivel en la estructura con capacidad de gestión, con capacidad de presentación de políticas, con capacidad de desarrollar alternativas para la búsqueda de recursos en la comunidad nacional e internacional, y de incidir con los demás actores del sistema en la coordinación de un modelo sistémico de ciencia, tecnología e innovación.

De igual forma busca que haya más recursos para la investigación. Ese punto todavía es un poco flaco. Aún no hemos logrado lo que quisiéramos para que este proyecto permita una gran transformación del país y que nos ponga a competir por lo menos con los países latinoamericanos. Con Brasil, que tiene 1.2% de su PIB dedicado a ciencia, tecnología e innovación. O con Chile, que acaba de aumen-tar del 0.7 al 1.0%. O con Venezuela, que está diciendo que va a aportar el 2.0%. Nosotros en Colombia necesitamos una cantidad de recursos que siquiera sean del 1.0% del

PIB en el 2010, con tendencia a seguir creciendo al 1.5% en el 2014 y ojalá fuera del 2.0% para que podamos tener un proceso de crecimiento sostenible.

¿Qué hemos alcanzado hasta ahora en los temas finan-cieros? Primero, y no es una cosa nimia, que el director de Colciencias esté en todos los niveles del Estado gestionan-do la posibilidad de recursos. Eso es un avance. Segundo, la creación de un fondo que nace como patrimonio autó-nomo, manejado a través de una fiducia que se contrata, de tal manera que los recursos que tenga Colciencias o los recursos que del Estado provengan para el desarrollo científico, tecnológico y la innovación, puedan ser recursos manejados de una manera más ágil, como un fondo privado. Eso, indudablemente, facilitará que muchas entidades del orden nacional o internacional aporten recursos para investigación. Hay que hacer un llamado para no quedar-nos solamente en conocimientos publicados en revistas arbitradas de alto nivel científico. Es necesario que tales conocimientos sirvan para ser aplicados a la solución de los problemas concretos del país, entre ellos los de las empre-sas. De ahí que las empresas deberían participar con un mayor porcentaje en el desarrollo de todo este proceso.

En cuanto a regalías, hemos empezado a arañar el tema. Habrá unos recursos que se transferirán directamente a dicho fondo, y, además, a través de la ley, se obligará a los departamentos y municipios, entre ellos los que reciben regalías, a participar en proyectos de ciencia, tecnología e innovación, lo cual va a permitir que las regiones y los muni-cipios inyecten recursos al sistema. Antioquia y Medellín son

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UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO44 45Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2

un ejemplo en Colombia, porque aquí desde hace tiempo se viene invirtiendo en desarrollo científico, pero eso no es lo común entre nosotros, ni tampoco en muchos países.

Hay otras propuestas que ojalá surtieran efecto. Por ejemplo, que el 10% de los recursos que provienen de las acciones que tiene el Estado en Ecopetrol, en Isa e Isagen, ingresen al fondo. O que los biocombustibles que se van a empezar a desarrollar de manera fuerte en el país, des-tinen un porcentaje para consolidar la investigación. Ese sería un elemento bien importante. Con el mismo espíritu estamos trabajando un proyecto de reforma legislativa que busca que el 30% del Fondo Nacional de Regalías pase a Colciencias, a través de dicho fondo.

Qué bueno que el país pensara en diversificación de su productividad. Que, por ejemplo, en el tema de los bio-combustibles no pensara sólo en la palma africana y en el azúcar como fuentes de producción, sino que utilizáramos otros productos que en el mundo se están investigando a fondo y que tienen a muchos países bastante avanzados en el tema. Que bueno que fuéramos capaces de darle valor agregado al oro, al carbón, al petróleo, al café, al banano, al plátano, a las flores y demás productos fundamentales de nuestra economía.

La nueva ley propone la creación de un Consejo Ase-sor de Ciencia, Tecnología e Innovación, donde va estar presente el Ministerio de Educación con el papel de for-talecer el engranaje de investigación y educación, porque indudablemente tiene que ser muy sólida la relación del sector de investigación con el sector académico. No per-

El Director Ejecutivo de la Corporación Calidad, Luis Emilio Velásquez Botero, expuso ante el Comité UEE, en su reunión 59, los alcances de esa entidad que actúa como centro de desarrollo tecnológico en temas de gerencia moderna, y cuyo propósito central es la innovación en gestión, la alianza con los sectores público y privado, y el traba-jo con gremios y CDT’s. La sede principal de la Corporación está en Bogotá y tiene una oficina en Tecnoparque Medellín. “Hacer gestión es desarrollar el arte de descubrir y cerrar brechas, lo cual se logra a través de conocimientos, competencias, disciplina y modelos de referencia”, dijo el directivo. La Corporación Calidad recibió el año

pasado, con sobrados méritos, el Premio Colombiano a la Calidad de la Gestión.

El arte de hacer gestión

No es fácil que un gobierno municipal en Colombia, incluso ni en América Latina, hable con

tanta propiedad de temas de desarrollo económico e innovación, como lo puede hacer el Gobierno Municipal de

Medellín, al que hay que reconocerle y aplaudirle una preocupación real por el for-talecimiento del Sistema Regional de Innovación y el fortalecimiento empresarial de la capital antioqueña, toda vez que, en el Plan de Desarrollo 2008-2011, Medellín es

Solidaria y Competitiva, hacia esa metas apuntan los Centros de Desarrollo Empre-sarial Zonal (Cedezo), los concursos de planes de negocio, el Parque del Emprendi-

miento, Medellín Mi Empresa, la Comunidad Clusters, el Banco de las Oportunidades y los concursos Inngenio, IDEAR y NERI’s, lo mismo que el apoyo a TECNNOVA.

Una preocupación real

damos de vista el compromiso de la formación de personal de alto nivel científico en el tema de especialización, maestrías y doctorados. Van a estar también el Departa-mento de Planeación Nacional, el Sena, el Ministerio de Agricultura que viene aportando importantes recursos para investigación en los últimos años, al igual que re-presentantes del sector académico y de investigación, y una representación importante del sector empresarial y de los grupos y centros de investigación de las diferentes regiones del país.

Sobre cómo va el proyecto de ley hasta este mes de octubre, debo informar que fue aprobado ya en los debates de la Cámara de Representantes, con amplia participación de los parlamentarios. Fue firmado por 60 de ellos, fue apoyado por todas las bancadas y se aprobó por unanimi-dad. Las discusiones que había con el Sena se resolvieron en la plenaria, y hubo unos acuerdos sobre lo fundamental. De modo que tampoco ahí se puede decir que haya una disparidad en los criterios. Puede haber conceptos que nos alejan un poco, pero esperamos que seamos capaces de clarificarlos en los dos debates que faltan.

El proyecto en este momento está en el Senado de la República, en la Comisión Sexta. Tiene ponente y la ponencia está prácticamente lista para darle el tercer debate. Esperamos que se le dé el cuarto debate en la plenaria antes de finalizar este año y que a partir de 2009 comience a regir la nueva Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación que, repito, tiene como propósito modificar el modelo productivo de Colombia.

Red de Emprendimiento CulturalEl convenio de cooperación cultural suscrito

el pasado mes de mayo entre los gobiernos de España y Colombia, por 250 mil euros (aproxi-madamente 750 millones de pesos), permitirá

darle un gran impulso a la consolidación de la primera Red de Emprendimiento Cultural,

lo mismo que al desarrollo de cinco planes de trabajo para llevar a cabo laboratorios de

emprendimiento regional. El convenio se logró gracias al trabajo conjunto entre el Ministerio

de Cultura de Colombia, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo –AECID– y la Organización de Estados Ibero-

americanos –OEI–. También está prevista la realización de un foro de discusión académica sobre el emprendimiento cultural. “Queremos apoyar áreas de la cultura que nos parece

que en Colombia están teniendo un auge y un desarrollo muy notables, y mostrar todo nuestro apoyo a los sectores de creadores y gestores culturales que las están impulsan-

do”, afirmó el Embajador de España en Colombia, Andrés Collado González. La Ministra de Cultura, Paula Marcela Moreno, dijo que el Gobierno español, la AECID y la OIE son aliados

internacionales de la cultura colombiana, a los que hay que agradecer el beneficio que el nuevo convenio traerá para 1.600 gestores culturales y para cerca de doce millones de

colombianos que tendrán mayor acceso a la cultura. Según el embajador Collado, “este proyecto de formación y asistencia técnica en Colombia es uno de los más significativos y de mayor alcance desarrollados en el marco de nuestro programa de formación en el

ámbito de la cultural”. Además del emprendimiento o industrias culturales, otros compo-nentes del convenio son: artes escénicas, cinematografía, gestión cultural y patrimonio.

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UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO46 Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 47

La ciudad de Medellín recibe con mucho beneplácito la realización de certámenes de gran trascendencia como lo es el Encuentro Universidad-Empresa-Estado, el cual reúne a im-portantes conferencistas nacionales e internacionales.

El tema que convoca este evento concuerda con la búsqueda, por parte de la Administración Municipal, de las condiciones básicas para el crecimiento de la economía y del producto interno bruto de la ciudad de Medellín.

Entre los elementos fundamentales que se plantea para ello está la inversión en ciencia y tecnología, aspecto sobre el

ALONSO SALAZAR JARAMILLO

Por primera vez en la historia de Medellín, el 1.0% del presupuesto será

destinado a ciencia y tecnología

cual existe un gran consenso. Pero debe preocuparnos la necesidad de dos tipos de infraestructura para la ciudad y para la región. La infraestructura vial, que nos está manteniendo no sólo lejos de los puertos sino de nuestro principal mercado nacional, Bogotá, y en general de todos los puntos de nuestra geogra-fía. Y, en segundo lugar, la infraestruc-tura requerida para la conectividad y el desarrollo de las TICs, aspecto en el que venimos avanzando pero que aún estamos lejos de los promedios y de los estándares adecuados.

A ésos y otros elementos quiere aportar el Plan de Desarrollo de la ciudad de Medellín.

Pero hay algo que debemos tener en cuenta y es que si no hay confianza y si lo público no es generador de confian-za, las posibilidades del crecimiento son mucho más esquivas. Las sociedad de alto desarrollo son sociedades donde la institucionalidad, con esquemas jurídicos bastante simples, cumplen a cabalidad la función de que la gente actúe dentro de los marcos de la norma-tividad. A nosotros nos sucede un poco al contrario. Dentro de marcos jurídicos bastante complejos y engorrosos, ten-demos a indisciplinas y a procesos de comportamientos sociales anómalos.

En cuanto a los propósitos del En-cuentro Universidad-Empresa-Estado,

es conocido por el país los compromisos de Medellín con estrategias como la del emprendimiento que venimos desarro-llando con la Universidad de Antioquia a través del Parque del Emprendimien-to, el cual queremos que derive en la gran Manzana del Emprendimiento, con una inmensa infraestructura que sirva a toda la ciudad y a la región.

La estrategia del emprendimiento la hemos popularizado por medio de los Centros de Desarrollo Zonal. Ac-tualmente tenemos12 y esperamos llegar a 18. Allí convergen varias ins-tituciones que forman microempresa-rios, con facilidades de capacitación y de acceso al microcrédito.

También el Plan de Desarrollo que aprobó el Concejo Municipal, decidió por primera vez en su historia que el 1.0% del presupuesto será dedicado al desarrollo de la ciencia y la tecno-logía. Hay quienes nos dicen que es todavía una cifra insuficiente, pero por lo menos hemos emprendido la marcha hacia ese loable propósito. Por supuesto que tales recursos no serán para crear una nueva burocracia, sino para que contribuyan a fortalecer to-dos los propósitos y proyectos que ya están en marcha en la región.

De otro lado, en la formación de capital humano hemos hecho unas apuestas extraordinarias. Con la in-tegración del Instituto Tecnológico Metropolitano, el Colegio Mayor de Antioquia y el Pascual Bravo, el siste-ma tecnológico adscrito al Municipio de Medellín llegará en fecha próxima a 40.000 estudiantes, una cifra realmen-te histórica, esperando redireccionar de acuerdo a las vocaciones producti-vas de la región.

Adicionalmente, para formación de capital humano, fue creado con recursos de Empresas Públicas de Me-dellín el Fondo Camino a la Educación Superior, administrado por Comfama, que aspira en tres años a tener 12.000 estudiantes de estratos 1, 2 y 3 finan-ciados en su matrícula y en la cuota de sostenimiento, en universidades pú-blicas y privadas. Esa es una forma de democratizar el conocimiento porque, en nuestra concepción, la educación es la gran palanca de la productividad y de la equidad. En eso tenemos que perseverar en el largo plazo.

A lo anterior se suman dos grandes desafíos. En primer lugar, las Empresas Públicas de Medellín han creado un fondo de investigación, al que le des-

tinará 9 millones de dólares por año, que desde luego serán aplicados a lo que son sus propias áreas de desarrollo, especialmente aguas y energía, aunque yo le he solicitado a EPM que también incluya el tema de desarrollo de tecno-logías para la explotación del carbón del Suroeste y el tema de investigación para el desarrollo de biocombustibles con plantas apropiadas al entorno de la región antioqueña.

Y, en segundo lugar, hay un proyec-to de acuerdo que la Administración Municipal está dispuesta a apoyar, mediante el cual se financiaría a es-tudiantes de posgrado en áreas espe-cíficas. A ese asunto hay que echarle cabeza para que el proyecto quede bien reglamentado.

No me he referido a otras iniciativas en marcha, pero recuerden que para convertir a Medellín en la capital del emprendimiento y la innovación en América Latina, están en marcha proyectos como: Medellín Mi Empresa, en asocio con la Cámara de Comercio, ACOPI y Esumer, que cuenta con 172 grupos de investigación; Cultura E, que definió una línea clara para apoyar el desarrollo de la región a través de la

consolidación de los cluster, con una inversión de $2.000 millones; Nuevas empresas a partir de resultados de in-vestigación, NERI, concurso en el que la Alcaldía invirtió en su primera fase $1.000 millones con el fin de potenciar la creación de empresas a partir de la investigación de grupos y centros afi-liados a Colciencias; Ingenio, concurso realizado en 2007 y que tuvo 32 parti-cipantes y 7 ganadores, los cuales están en la etapa final de acompañamiento y algunos de ellos están presentes en TECNNOVA; y Concurso Idear, dirigido al sector de la salud y específicamente al desarrollo de prototipos biomédicos y biomecánicos.

Así, con hechos reales, es como queremos contribuir a la estrategia de innovación, investigación, cien-cia y tecnología, razón por la cual el conjunto de las diez universidades organizadoras del VI Encuentro Uni-versidad-Empresa-Estado, al igual que las empresas participantes y patroci-nadoras, y la comunidad académica, merecen todos los honores porque están demostrando que vale la pena apostarle, con decidida vocación, al proyecto de Universidad-Empresa-Estado y al proyecto TECNNOVA.

Pero hay algo que debemos tener en cuenta y es que si no hay confianza y si lo público no es generador de confianza, las

posibilidades del crecimiento son mucho más esquivas. Las sociedad de alto desarrollo son sociedades donde la institucionalidad, con

esquemas jurídicos bastante simples, cumplen a cabalidad la función de que la gente actúe dentro de los marcos de la normatividad. A nosotros nos sucede un poco al contrario. Dentro de marcos

jurídicos bastante complejos y engorrosos, tendemos a indisciplinas y a procesos de comportamientos sociales anómalos.

Alonso Salazar Jaramillo, Alcalde de Medellín

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UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO48 Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 49

El 15 de julio de 2008 se con-virtió en una fecha memorable para la actividad científica, académica y empresarial no sólo de Colombia sino de América Latina.

Ese día, al amparo de la decisión de Empresas Públicas de Medellín (EPM) de emprender la búsqueda de nuevas fuentes de energía, fue constituido el Centro de Investigación e Innovación en Energía (CIIEN), mediante un convenio de alianza estra-tégica con la Universidad de Antioquia, la Universidad Pontificia Bolivariana, la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín y el Instituto Tecnoló-gico Metropolitano, que permitirá “el estudio, monitoreo y experimentación con tecnologías de aprovechamiento energético en Antioquia”.

El CIIEN contará con un presu-puesto inicial de 6 millones de dólares, provenientes de EPM –como socio gestor e impulsor–, y de las cuotas apor-tadas por las entidades universitarias.

Energía para la investigación científicaUna alianza estratégica entre Empresas Públicas de Medellín, la Universidad de Antioquia, la Universidad Nacional Sede Medellín, la Universidad Pontificia Bolivariana y el Instituto Tecnológico Metropolitano permitió la creación del Centro de Investigación e Innovación en Energía –CIIEN–.

De izquierda a derecha: José Marduck Sánchez,

rector del ITM; monseñor Luis Fernando Rodríguez,

rector de la UPB; Fede-rico Restrepo, gerente

de EPM; Alberto Uribe, rector U. de A.; y Óscar

Almario, vicerrector Uni-versidad Nacional Sede

Medellín, refrendaron el compromiso de poner en funcionamiento el CIIEN.

Asimismo, de otros recursos derivados de la explotación de derechos de pro-piedad intelectual de los proyectos que desarrolle el Centro.

La Universidad Nacional Sede Medellín, participa con 17 grupos de investigación, la Universidad de Antio-quia con 13, la Universidad Pontificia Bolivariana con 10 y el Instituto Tec-nológico Metropolitano con 5. Todos ellos cuentan con el reconocimiento de Colciencias, derivado de sus aportes científicos y tecnológicos en procesos fisicoquímicos aplicados, gestión am-biental, biotecnología, bioprocesos, au-tomática y diseño, combustibles alter-nativos, electroquímica, geomecánica, termodinámica, energías alternativas y propiedad intelectual.

“El CIIEN nace en un momento en el que en el mundo se hace cada vez más urgente la búsqueda de nuevas soluciones en el campo energético, que aprovechen mejor los recursos con-vencionales, utilicen nuevas fuentes

de energía y disminuyan el deterioro ambiental. EPM ha sido pionera en esta búsqueda, con la generación de energía en ciclos simple y combinado en la termoeléctrica La Sierra, la opti-mización de procesos productivos en sus plantas de producción y distribu-ción de energía y con el parque eólico Jepírachi, primero y único en su género en Colombia”, manifestó el gerente general de EPM, Federico Restrepo Posada, quien valoró la integración de los 45 grupos de investigación vincu-lados al proyecto.

Anunció que pronto se conocerán tres pre-proyectos de importancia pro-ductiva para la ciudad y la región.

El CIIEN –explicó Restrepo Po-sada– es un proyecto novedoso de innovación colaborativa de largo plazo, que se estructura desde una propues-ta dinamizadora de conocimiento, innovación tecnológica y crecimiento conjunto, el cual pretende aprovechar las capacidades empresariales de EPM,

las fortalezas académicas de Medellín y Antioquia y la variedad de recursos naturales de Colombia, con foco en la búsqueda de soluciones para el mer-cado energético.

Para ello propenderá por el desa-rrollo de nuevos productos, servicios y líneas de negocio a partir de la in-

El CIIEN tiene tres programas, cada uno con sus respectivas líneas de investigación. El primero, soluciones para el uso eficiente de energía, se concentra en el desarrollo de tecnologías avanzadas para este uso, los materiales que ayuden a ello y la diversificación del uso de la electricidad en procesos electrointensivos.

En el segundo, producción ecoeficiente de energía, los grupos trabajarán en la valoración ener-gética de las fuentes renovables, el desarrollo de sistemas hidroeléctricos de última generación y la producción energética con biotecnología.

El tercer programa, mercados energéticos, comprende líneas de investigación relacionadas con la planeación, escenarios y análisis de políticas, regulación energética y la energía como fuente de crecimiento y competitividad regional.

Con la alianza que así se consolida, se fomentará el desarrollo científico y tecnológico en el campo energético, con visión internacional, en un ambiente de interacción y aprendizaje con la comunidad, las instituciones educativas, los centros de investigación y EPM.

vestigación, el desarrollo experimental, el escalamiento y la comercialización, para satisfacer las necesidades energé-ticas del mercado.

“El mejor complemento para esta búsqueda es la alianza con las institu-ciones académicas hoy agrupadas en la iniciativa CIIEN, pues la suma de las

capacidades empresariales, técnicas y científicas, en un marco de colaboración, permitirá, sin duda, hacer de Medellín y de Antioquia referentes exitosos en investigación, desarrollo tecnológico e innovación en el campo de la energía, aplicadas al desarrollo regional y a la competitividad”, agregó el directivo.

Programas, líneas y grupos de investigación

El CIIEN nace en un momento en el que en el mundo se hace cada vez más urgente la búsqueda de nuevas soluciones en el campo energético, que aprovechen mejor los recursos convencionales, utilicen nuevas fuentes de energía y disminuyan el deterioro ambiental.

Federico Restrepo, gerente de EPM

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UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO50 Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 51

Concreción del vínculo Universidad-Empresa-Estado

Medellín ya dispone de una planta que además de capturar en rellenos sanitarios gases de efecto invernadero, permite quemarlos de manera eficiente a altas temperaturas. Este es uno de los resultados del proyecto que desde hace dos años desarrollan en forma conjunta la Universidad de Antioquia, la Alcaldía de Medellín a través de Empresas Varias y la empresa multinacional alemana Green Gas Germany.

El proyecto, que permitirá una reduc-ción significativa de emisiones causantes del cambio climático, se destaca por aplicar un moderno y eficiente sistema de captura y combustión, con base en los lineamientos de Mecanismo de Desarro-llo Limpio –MDL– contemplados en el Protocolo de Kioto. Asimismo, es el pri-mer proyecto MDL en rellenos sanitarios en Colombia en conseguir la aprobación nacional del Ministerio de Ambiente, e iniciar el trámite para obtener el registro ante la Junta Ejecutiva del MDL, en las Naciones Unidas.

El gobernador Luis Alfredo Ramos; el rector Alberto Uribe; la secretaria de Medio Ambiente de Medellín, Clara

Restrepo; el gerente de Empresas Varias de Medellín, Andrés de Bedout Jara-millo; el gerente general de Green Gas Germany, Markus Francke; y el vicerrec-tor de Investigación de la Universidad de Antioquia, Alfonso Monsalve (ver foto), inauguraron esta primera planta el 7 de octubre de 2008.

Esta primera planta, instalada en el clausurado relleno sanitario de la Curva de Rodas, hace parte de un sistema diseñado para captar los gases que se pro-ducen por la descomposición anaerobia de los residuos, extraerlos por medio de pozos cavados en la masa de residuos y conducirlos por una red de tubería, con la ayuda de compresores, a un quemador.

Según las proyecciones, se calcula que el proyecto generará anualmente entre 140 mil y 150 mil Certificados de Reducción de Emisiones (CER´s).

“Los CER´s son bonos que se obtie-nen por la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmós-fera, ya sea mediante optimización de procesos industriales o cambio de tec-nología. Dichos bonos se tranzan en el mercado del carbono, que es el ámbito

donde se negocian e intercambian uni-dades representativas de derechos de emisión de gases de efecto invernadero entre gobiernos, empresas, corporacio-nes privadas, organismos internaciona-les, bancos e individuos”, informaron los responsables del proyecto.

Empresas Varias de Medellín, propie-taria de los rellenos sanitarios y deposi-taria de la licencia ambiental, aportó los terrenos y la idea del negocio. La Uni-versidad de Antioquia, por intermedio de la SIU e investigadores de la Facultad de Ingeniería, escaló el proyecto y consi-guió como socio estratégico a través de una licitación pública internacional a la empresa Green Gas, que adquirió como compromiso hacer la inversión y poner la tecnología necesaria.

La basura enterrada produce altas cantidades de gas meta-no que contamina seriamente

el ambiente • El proceso de cierre, clausura y postclausura del relleno sanitario de la Cur-

va de Rodas se inició en 2003, luego de acumular durante

un periodo de veinte años 8.5 millones de toneladas de

residuos sólidos • En 2005 fue-ron instaladas 200 chimeneas

extractoras del gas, procedi-miento que resultó artesanal, si se le compara con la tecnolo-

gía de punta instalada por la empresa Green Gas Germany

• El actual proceso contem-pla 84 pozos enterrados y

distribuidos en 20 hectáreas de las 73 que tiene el terreno • En noviembre próximo será

puesta en funcionamiento una segunda planta, en el

relleno sanitario La Pradera, por cuenta de los mismos socios • Se estima que el proyecto

permitirá en su primera fase (a 2014) obtener 1,3 millones de

toneladas de gases y, en la segunda (a 2027), 2,8 millones de toneladas • El costo inicial del proyecto asciende a seis

millones de dólares.

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El desarrollo de políticas de ciencia, tecnología e innovación y la discusión en el Congreso de un proyecto de modificación de la Ley de Ciencia y Tec-nología, hacen parte de las iniciativas que se promueven para que el país

haga transición hacia una sociedad del conocimiento. La innovación tecno-lógica, un nuevo concepto productivo indispensable para la competitividad regional y del país, ha venido creando nuevos espacios para la cooperación

Universidad-Empresa. Los proyectos de innovación, cofinanciados con las empresas, y la participación de éstas en la planificación de la investigación, contribu-

yendo a mejorar la pertinencia del quehacer académico, son un buen ejemplo. Pero no es sólo el afán de elevar la competitividad lo que estimula los vínculos mencionados. La ética en los negocios, base de la responsabilidad social empresarial, se expresa a

través de principios y valores practicados por la organización; en alianza con la univer-sidad, ésta práctica se hace más efectiva: Bernardo Rivera Sánchez, Director Ejecu-

tivo de ASCUN (En ALMA MATER 565. Medellín, mayo de 2008, páginas 15 y 16).

Pese a nuestro atraso relativo, insisto en ello, porque no basta con mejorar con respecto a nosotros mismos, se están haciendo algunas cosas impor-tantes en términos de la relación Universidad-Empresa-Estado en el país, que merecen difundirse, apoyarse y replicarse hasta donde sea posible.

En particular, los comités Universidad-Empresa-Estado que se han veni-do instalando en las regiones se convierten en una promesa para avanzar en la perspectiva de una real interacción con el sector productivo, donde la universidad y los empresarios encuentren el eslabón perdido.

El Comité de Antioquia, con la Universidad de Antioquia a la cabeza, ha sido el pionero y de él hay mucho que aprender. De hecho, los demás comités como el de Bogotá Región, el de los Santanderes y el del Valle del Cauca, han bebido de su experiencia.

Lo mismo puede decirse de aquellos que dan los primeros pasos como el Comité del Eje Cafetero, que le corresponde jurisdiccionalmente a la Universidad Tecnológica de Perei-ra, y los de la Costa Caribe, el Tolima y el de Nariño-Cauca.

¿Cómo propiciar un lugar de encuentro entre empresarios e investigadores que a través de una metodología adecuada permita el surgimiento de acuerdos y apuestas en conjunto?

¿Cómo generar la confianza en el sector empresarial, y viceversa, para que surjan las sinergias que provoquen el emprendimiento y la innovación? Estos son parte de los retos que asume el sistema universitario en conjunto con el empresariado y el gobierno.

¿Cómo encontrar mancomunadamente los recursos y los proyectos que deriven en innovaciones y desarrollos que alimenten el entramado económico colombiano en términos competitivos?

He ahí las preguntas que agitan a la sociedad colombiana y al gobierno y sobre las cuales se vienen produciendo avances importantes, dignos de mostrarse, como ocurri-rá durante este evento.

Los antioqueños por ejemplo, nos sorprenden a diario con su audacia; no acaban de fundar a TECNNOVA, una corporación sin ánimo de lucro, cuyo objetivo es asesorar el emprendimiento y la innovación desde todos los ángulos, cuando nos informan de la decisión del Grupo Empre-sarial Antioqueño de constituir un fondo de capital de riesgo por 10.000 millones de pesos.

Estas señales, reveladoras del buen momento que vive Antioquia en su relación Universidad-Empresa-Estado, deben actuar como estímulo y ejemplo para lo que estamos haciendo en las regiones: Luis Enrique Arango Jiménez, rector Universidad Tecnológica de Pereira (En ALMA MATER 565. Medellín, mayo de 2008, páginas 17 y 18).

Los antioqueños nos sorprenden a diario con su audacia

La nueva alianza

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El 23 de junio de 2008, el Gobierno Nacional expidió el Documento Conpes 3527 que define la Política Colombiana de Competitividad y Productividad (PCCP). Tal determinación se produjo bajo el siguiente marco conceptual:

“El objetivo de la política de competitividad es lograr la transformación productiva del país. Un país puede aumentar el valor de su producción por tres vías: produciendo más (au-mentando la productividad), produciendo mejor (aumentando la calidad) o produciendo nuevos productos (transformación productiva). Aunque, en general, ninguno de esos tres frentes puede ser despreciado, Colombia debe hacer un esfuerzo relativo mayor en el tercero, ya que prácticamente ha agotado las fuentes de crecimiento en los dos primeros”.

La Política de Competitividad y Productividad estará so-portada en los siguientes 15 planes de acción:

1. Sectores de clase mundial.

2. Salto en la productividad y el empleo.

3. Competitividad en el sector agropecuario.

4. Formalización empresarial.

5. Formalización laboral.

6. Ciencia, tecnología e innovación.

7. Educación y competencias laborales.

8. Infraestructura de minas y energía.

9. Infraestructura de logística y transporte.

10.Profundización financiera.

11. Simplificación tributaria.

12. TIC´s (Tecnologías de la Información y la Comunicación).

13. Cumplimiento de contratos.

14. Sostenibilidad ambiental como factor de competitividad.

15. Fortalecimiento institucional de la competitividad.

Visión“En 2032 Colombia será uno de los tres países más competitivos de América Latina y tendrá un elevado nivel de ingreso por persona, equivalente al de un país de ingresos medios altos, a través de una economía exportadora de bienes y servicios de alto valor agregado e innovación, con un ambiente de negocios que incentive la inversión local y extranjera, propicie la convergencia regional, mejore las oportunidades de empleo formal, eleve la calidad de vida y reduzca sustancialmente los niveles de pobreza”.

Resumen

“En este documento se entiende que, siendo el sector privado el principal responsable de la productividad, el papel del Estado es facilitar los esfuerzos

productivos del sector privado. Esta facilitación se puede dar en por lo menos tres niveles: 1. la provisión de bienes públicos que juegan el papel de insumos

de producción para mejorar la productividad y competitividad de las firmas colombianas; 2. la promoción de alianzas productivas público-privadas, y 3. el fomento de la dimensión regional de la competitividad. En este documento se

entiende que los aumentos en la rentabilidad del sector privado deben provenir esencialmente de aumentos en la productividad, y no de fuentes indeseables,

como la caza de rentas o la reducción de costos laborales. Por el contrario, se espera que sea el aumento de la productividad el que permita un aumento

sostenido de los ingresos reales de los colombianos. Se entiende, además, que el objetivo de largo plazo de una política de competitividad debe ser reducir la

protección y promover la competencia en el aparato productivo”.

Papel del Estado en la mejora de la productividad

El propósito del Documento Conpes 3527 es desarrollar los lineamientos aprobados por la Comisión Nacional de Com-petitividad (CNC) el 13 de julio de 2007, que estableció los siguientes cinco pilares para la política de competitividad:

1. Desarrollo de sectores o clusters de clase mundial.

2. Salto en la productividad y el empleo.

3. Formalización empresarial y laboral.

4. Fomento a la ciencia, la tecnología y la innovación.

5. Estrategias transversales de promoción de la compe-tencia y la inversión.

Según el Conpes, “la competitividad es un término com-plejo, que admite múltiples definiciones” y “la forma menos controversial de medirla es por medio de la productividad”.

“La competitividad –dice el Documento– se entiende como un complemento a las condiciones de entorno para el crecimiento. En particular, el crecimiento tiene unas condi-ciones necesarias, que tienen que ver con la seguridad física y jurídica, y con la estabilidad macroeconómica. La importancia de esas condiciones es vital. En este documento no se hacen consideraciones sobre las condiciones de entorno, en el en-tendido de que éstas deben ser satisfechas”.

Para mejorar su competitividad –agrega– Colombia debe enfrentar el reto que supone su baja productividad por hora trabajada. “En términos promedio, la productividad relativa del país, ajustada por poder de compra, es tan sólo una quinta parte de la de Estados Unidos. Por sectores, el de servicios financieros, que es el más productivo en términos relativos, apenas tiene el 50% de la productividad del mismo sector en la economía de Estados Unidos. Los sectores más rezagados en productividad, tales como agricultura y servicios inmobi-liarios, no superan el 10% de la productividad exhibida por el mismo sector en Estados Unidos”.

El Conpes también advierte que la baja productividad de

la economía nacional se refleja en una pérdida de competi-tividad frente a otros países del mundo, que han avanzado más rápidamente que Colombia en el crecimiento del ingreso por habitante. “Es así como, por ejemplo, para una muestra de 111 países, la posición del PIB por habitante de Colombia cayó del puesto 55 en 1980 al 60 en 2005. Si las tendencias de crecimiento de esos 25 años se mantuvieran, en otros 25 años Colombia sería superada en PIB per cápita por el 70 por ciento de la población del mundo”.

“Colombia –agrega– todavía tiene un largo trecho por recorrer para ser clasificado como un país de ingresos me-dios altos (18.000 dólares de ingreso per cápita). El tiempo

El Documento Conpes 3527 describe, para cada uno de los 15 planes de acción propuestos, los ejes estra-tégicos, los objetivos específicos asociados y una matriz de productos y actividades, que incluye indicadores de seguimiento, metas, plazos y responsables. Esta información le permitirá al Sistema Nacional de Competitividad realizar un seguimiento permanente de los avances de los planes.

En lo que respecta al plan de acción para la ciencia, la tecnología y la innovación, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, en su sesión del 8 de mayo de 2008, aprobó la Política Nacional de Fomento a la Investigación y la Innovación cuyo objetivo es crear las condiciones para que el conocimiento sea un instrumento del desarrollo.

Para su adecuada implementación, el Gobierno Nacional se encuentra elaborando un documento Conpes encaminado a fortalecer las capacidades de generación, uso y transferencia de conocimiento pertinente para la competitividad y el desarrollo. Simultáneamente, el Gobierno Nacional está apoyando la iniciativa parlamentaria de proyecto de Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación, mediante el cual se fortalece institucionalmente el Siste-ma Nacional de Ciencia y Tecnología y se definen esquemas operativos para el manejo y asignación de recursos financieros crecientes y sostenibles para el fomento de actividades de investigación, desarrollo e innovación.

Esta política se estructurará alrededor de los siguientes seis ejes estratégicos:

1–. Apoyo a la formación para la Ciencia, la Tecnología y la Innovación (I+D+i) • Desarrollar las competencias científicas en los niños y jóvenes.

• Fortalecer la política de fomento y el sistema de aseguramiento de la calidad de la educación superior.

que nos tome llegar a esa meta depende de la tasa de creci-miento. Para llegar a la meta en los próximos 25 años, el PIB per cápita debe crecer a una tasa próxima al 6 por ciento. En cambio, si crecemos a la tasa de crecimiento promedio del período 2002-2007 (3,3 por ciento), nos tomará 50 años alcanzar ese objetivo”.

“En síntesis, para cambiar nuestras posibilidades de desa-rrollo, es crucial sostener durante largos periodos los niveles de crecimiento que la economía colombiana ha venido mos-trando recientemente. La promoción de la competitividad es una preocupación de largo plazo, pero no es una preocupación que podamos dejar al largo plazo”, concluye el documento.

Plan de acción para la ciencia, la tecnología y la innovación

UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO52 Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 53

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Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 55

• Continuar el esfuerzo de formación de técnicos y tecnólogos especializados para la I+D+i.

• Mediante el Programa Nacional de Formación de Investigadores se busca la formación de jóvenes investigadores e innovadores; la formación de doctores (créditos condonables); las tesis doctorales y las pasantías post-doctorales.

2–. Consolidación de capacidades para CTI • Apoyar la investigación (generación de conocimiento) en universidades y centros de investigación y desarrollo tecnológico, mediante el financiamiento de proyectos de investigación básica y aplicada.

• Fortalecer el apoyo a redes y programas de investigación de mediano plazo en temas específicos.

• Fomentar las alianzas de grupos de investigación consolidados con grupos incipientes, con miras a cerrar las brechas de capacidades de CTI entre las regiones del país.

• Fortalecer institucionalmente los centros de investigación y desarrollo tecnológico, sean estos pú-blicos, privados, universitarios o autónomos.

• Establecer una política para el reconocimiento del overhead en los proyectos financiados.

• Apoyar la adquisición de equipos “robustos” de investigación, y facilitar que éstos sean compartidos entre los diferentes actores del SNCTI.

• Apoyar a los investigadores y sus instituciones en la protección y explotación de los resultados de investigación.

• Apoyar la adquisición y el acceso a bibliografía especializada.

• Apoyar la movilidad de investigadores.

• Establecer un proceso de mejora continua en el proceso de registro y clasificación de grupos e instituciones de investigación.

• Consolidar la red de instituciones académicas y de investigación RENATA.

• Actualización de planes de los programas nacionales de CTI.

3–. Transformación productiva mediante el fomento de la innovación y el desarrollo tecnológico del sector productivo

• Apoyar a las empresas en sus actividades de búsqueda, evaluación, negociación y apropiación de tecnología.

• Incrementar los esfuerzos en educación y capacitación que apoyen los procesos de aprendizaje, traducción y apropiación de conocimiento en las empresas.

• Apoyar al desarrollo de clusters y otras formas de aglomeraciones empresariales, como mecanismo fundamental para competir en mercados globalizados.

• Apoyar programas de investigación, innovación y formación de alto nivel que contribuyan al surgi-miento y desarrollo de sectores de talla mundial basados en conocimiento.

• Apoyar y consolidar las alianzas entre entidades del conocimiento – empresas y las redes de inno-vación y sistemas regionales de innovación que se han venido formando en el país.

• Apoyar el fortalecimiento del sistema de propiedad intelectual.

• Apoyar el fortalecimiento del Sistema Nacional de Calidad.

4–. Consolidación de la institucionalidad del SNCTI • Consolidar a Colciencias como la entidad rectora del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología y garantizar los instrumentos políticos, legales y administrativos para que pueda cumplir su tarea.

• Asegurar fuentes de recursos estables y suficientes para la CTI.

• Desarrollar un esquema financiero que facilite la financiación de investigación e innovación mediante la articulación de recursos internacionales, públicos y privados

• Fortalecer los sistemas de información y estadísticas de CTI.

5–. Fomento a la apropiación social de la CTI en la sociedad colombiana • Fomentar proyectos para la divulgación de temas científicos y tecnológicos y los procesos de inno-vación a través de medios de comunicación tanto escritos como audiovisuales y virtuales

• Apoyar la realización de debates y foros públicos sobre temas de interés nacional y regional rela-cionados con CTI.

• Generar y difundir nuevo conocimiento acerca del desarrollo histórico, estado actual y prospectiva de la ciencia, la tecnología y la innovación en Colombia, así como de los procesos mismos de la so-cialización de la CTI.

• Promover la creación de cursos y programas de posgrado en distintas regiones del país que fomenten la reflexión acerca de la relación entre ciencia, tecnología, naturaleza y sociedad.

• Ampliar el apoyo a la creación de vocaciones científicas en los niños y niñas a través de proyectos de aprendizaje por indagación (como el Programa Ondas).

6–. Desarrollo de las dimensiones regional e internacional de la CTI• Consolidar un Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología descentralizado, avanzar en la auto-nomía territorial y el fortalecimiento de las capacidades regionales para la generación, gestión y uso del conocimiento.

• Consolidar la proyección internacional de la CTI colombiana, al facilitar el acceso de los grupos y centros de investigación y desarrollo tecnológico del país a recursos tanto intelectuales como financieros del orden regional e internacional, con el fin de favorecer la inserción de la CTI co-lombiana en redes internacionales.

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El fortalecimiento de la Educación: otra dimensión

de las relaciones UEE

CARLOS E. ARROYAVE P.Universidad de Antioquia [email protected]

Gracias a la Globalización, se puede afirmar sin ninguna duda que, la deno-minada Sociedad del Conocimiento, la organización social fundamentada en la economía del conocimiento, tal como se describe a partir de los trabajos del Premio Nobel en 1987, Robert Solow,1 ha irrumpido de lleno en la vida de países como el nuestro, que muchas veces, a lo largo de la historia, habían permanecido al margen de los grandes cambios de pa-radigmas que experimentaban los pueblos de la metrópoli, los países más desarro-llados y poderosos de cada época. Como resultado, en la actualidad, los actores sociales colombianos más relevantes, en particular los económicos, han comenzado a preguntarse acerca de cómo responder a las nuevas exigencias de supervivencia de las empresas en el mundo de hoy y del futuro, las cuales se resumen en frases tan lapidarias como “innovar o morir”.

Característica particular de las em-presas en este nuevo entorno econó-mico es la necesidad, casi sin límite, de competir con sus productos, aquí y acullá, pues en la “Aldea Global” las dis-tancias han desaparecido o minimizado, superando casi cualquier tipo de barrera geográfica, de manera que la competen-cia por el mercado local, por más cercano que éste sea, es bastante similar, sino idéntica a la competencia en cualquier otro rincón del mundo. Como rezan las teorías económicas actuales, muy buena parte de esa competitividad habrá que buscarla entonces en el conocimiento incorporado en los productos, el que de alguna manera se torna mercancía, comprable o vendible, intercambiable en general, pero también generable a través de procesos que la mayoría de las veces requieren esfuerzos mucho más allá de los individuales, de personas o empresas; a fin de cuentas, se necesitan esfuer-zos conjuntos entre las empresas, sus proveedores, clientes, competidores y demás, y se conforman figuras hoy tan en boga como los clusters empresariales.

Obviamente, reconociendo a la universidad y en general al mundo académico como la empresa del conoci-miento por excelencia, donde se genera, transfiere y aplica el saber científico, ésta se convierte en un referente más importante que nunca para las empre-sas que aspiran a subsistir. Por lo tanto, esa colaboración entre la empresa y la universidad se torna en una necesidad universal, que para satisfacerse con más

1. Solow, R. “A Contribution to the Theory of Economic Growth”. Quarterly Journal of Economics, 70, 65-94. 1956.2. Sábato, J. (Edit.). “El Pensamiento Latinoamericano en la Problemática Ciencia - Tecnología - Desarrollo – Dependencia”. Editorial PAIDOS, Buenos Aires. 1975.3. Leydesdorff, L., Etzkowitz, H. “Emergence of a Triple Helix of university-industry-government relations”. Science and Public Policy, 23 (5), 279-286. 1996.4. Documento CONPES 3527. “Política Nacional de Competitividad y Productividad”. Bogotá, 23 de junio de 2008.

Obviamente, reconociendo a la universidad y en general al mundo académico como la empresa del conocimiento por excelencia, donde se genera, transfiere y aplica el saber científico, ésta se convierte en un referente más importante que nunca para las empresas que aspiran a subsistir. Por lo tanto, esa colaboración entre la empresa y la universidad se torna en una necesidad universal, que para satisfacerse con más facilidad, normalmente aspira a que el Estado juegue el papel facilitador que le corresponde como responsable final del desarrollo y del bienestar de todos y cada uno de los ciudadanos.

facilidad, normalmente aspira a que el Estado juegue el papel facilitador que le corresponde como responsable final del desarrollo y del bienestar de todos y cada uno de los ciudadanos. Ésta es la relación Universidad-Empresa-Estado (UEE) descrita hace ya varias décadas en el modelo de política científica y tecnológica desarrollada por Sábato,2 luego remozada con la teoría de la triple hélice,3 para representar mejor la complejidad de las múltiples interacciones que se pueden dar entre estos tres actores sociales.

Con frecuencia, dicho tipo de relaciones también se puede asociar a las interac-ciones públicas y privadas (“public-private partnerships – ppp”), que comienzan a aflorar en nuestro entorno y de las cuales una muestra fehaciente es la recién proclamada política colombiana de competitividad, documento que recoge el consenso logrado entre representantes de diferentes grupos del quehacer nacio-nal y que luego fue refrendado por el Gobierno Nacional a través de un reciente documento CONPES.4

En consecuencia, hoy se puede decir que Colombia tiene un sueño de consenso: lograr que en 25 años el país alcance el desarrollo económico y social que lo ubique entre el grupo de los de nivel medio-alto o, en otras palabras, que tenga una calidad de vida semejante a la de España, con un alto grado de equidad e ingresos medios anuales del orden de US $18.000.

La política incluye las condiciones que se deben generar para garantizar que se llegará a esa meta. Por encima de todo, se debe lograr la transformación del aparato productivo nacional y así poder tener la competitividad internacional que el país requiere. A su vez, ésta se debe basar en cinco grandes pilares, o estrategias que incluyen: 1) el desarrollo y consolidación de un grupo de factores transversales, que se tornan en cimientos del resto de los desarrollos, 2) la consolidación de la ciencia, la tecnología y la innovación como espacios básicos para la búsqueda y entrega de soluciones frente a los problemas generales del desarrollo económico y social, en sus más variadas facetas; 3) el desarrollo de sectores/clusters de talla mundial; 4) un salto en la productividad y, 5) la formalización empresarial y laboral. Para desarrollar estas estrategias, se han previsto 15 planes de acción, a los que se les

han establecido sus correspondientes ejes estratégicos. En particular, el Plan VII, sobre “Educación y Competencias Laborales”; relacionado con el primero de los pilares, tiene entre sus ejes estra-tégicos, el trabajo sobre competencias laborales, la articulación del sistema educativo y la formación a lo largo de la vida y el fortalecimiento de la educación técnica y tecnológica.

La mayoría de las veces, cuando se habla de la relación UEE, se asocia a la interacción en torno a la generación y uso del conocimiento, o lo que es lo mismo, al pilar relacionado con la cien-cia, la tecnología y la innovación y muy especialmente sobre esta última, pues finalmente es la que más cerca está de la generación de riqueza, fin último de una empresa económica cualquiera. Sin embargo, el origen mismo de la política nacional de competitividad, nos mues-tra que dicha interacción tiene otras dimensiones, fáciles de identificar si se piensa en los requerimientos para lograr la transformación productiva colombiana; los ejes citados en el caso del plan de acción sobre Educación y Competencias Laborales, son muestra palpable al respecto. En otras palabras, la consecución de la meta dentro de 25 años tiene también que ser fruto de una alianza pública-privada, que atienda las diversas facetas de la tarea global, incluidas las concernientes con el mejoramiento de la educación de todos los conciudadanos.

Sobre este último aspecto, a finales de 2005, el Ministerio de Educación Nacional –MEN– invitó a la presen-tación de propuestas conducentes al fortalecimiento de los programas téc-nicos y tecnológicos, de manera que se pudieran ofrecer nuevos programas, por competencia y ciclos propedéuticos, de calidad internacional y con la perti-nencia suficiente para responder a los requerimientos reales de los principales sectores de la economía nacional. En respuesta, se constituyó la “Alianza Industria” entre 28 entidades, liderada por la Universidad de Antioquia y con la participación de otras dos instituciones de educación superior (Sena e Instituto Tecnológico Pascual Bravo), cinco em-presas (Corbeta, Sofasa, Coservicios, Cerromatoso e Industrias Médicas San Pedro), cuatro entidades empresariales (Andi, Comfama, Corposabaneta y

Acoisanj), las secretarías de Educación de Antioquia y Córdoba, las alcaldías de cinco municipios del primero de dichos departamentos (Caldas, Itagüí, Sabaneta, La Estrella y Caucasia) y uno del segundo (Montelíbano), y ocho instituciones de educación media de tales localidades.

Esta Alianza logró que el MEN aprobara la cofinanciación del proyecto denomina-do “Desarrollo y Fortalecimiento de Ciclos de Formación basados en Competencias para el Sector Industria”, el cual debe ser desarrollado en tres años y medio y, para lograrlo, cuenta con un presupuesto superior a los $3.000 millones, $1.500 millones provenientes del Ministerio y el resto aportados por los miembros de la Alianza.

El objetivo general del proyecto es diseñar y aplicar un modelo de formación por ciclos propedéuticos y competencias, que articule los niveles de educación media técnica, técnica profesional, tecnológica e ingenieril, en las áreas mecánica, electrónica, sanitaria e industrial, que responda con calidad y pertinencia a las necesidades de fortalecimiento de las empresas industriales del Bajo Cauca, el Alto San Jorge y el Sur del Valle de Aburrá.

La principal responsabilidad de las instituciones educativas en el proyecto se centra en el direccionamiento académico riguroso de los programas a construir y ofrecer, pero como particularidad, las empresas están comprometidas a incidir claramente en dichas construcciones, aportando sus conocimientos, problemas y necesidades de formación de recursos humanos para sobrevivir exitosamente en la Sociedad del Conocimiento. Eso se complementa con otros compromisos empresariales acerca de la generación de espacios de práctica para los estudian-tes, pasantías para los profesores, etc. Por su parte, el Estado debe financiar lo que le corresponda, lo mismo que vigilar por la calidad y el cumplimiento de lo prometido. Finalmente, se espera estar presentando al país una nueva opción de mejoramiento del sistema educativo, de calidad internacional, de alta pertinencia, que brinde mayor cobertura, que reduzca los niveles de deserción y de retención en los diferentes programas, que contribuya a resolver el problema del bajo número de técnicos y tecnólogos, que se pueda sostener en el tiempo y que sirva de modelo para replicarlo en otras áreas de la ingeniería y en otras regiones.

Evidentemente, un proyecto como el citado, sólo será posible en el marco de una efectiva unión UEE, y para que Colombia alcance su sueño en 2032, será indispen-sable contar con muchos más proyectos como el que ejecuta la “Alianza Industria”. Esto significa un esfuerzo decidido de las empresas por acompañar de cerca, con sus esfuerzos, la formación de los profesionales, técnicos, tecnólogos e ingenieros que ellas mismas requerirán en los próximos tiempos. Las reuniones UEE tendrán que asumir el papel que les corresponde en este sentido y no solamente quedarse en el plano de los proyectos de investigación, asesoría y consultoría, como hasta ahora ha sido.

El objetivo general del proyecto (“Desarrollo y Fortalecimiento de Ciclos de Formación basados en Competencias para el Sector Industria”) es diseñar y aplicar un modelo de formación por ciclos propedéuticos y competencias, que articule los niveles de educación media técnica, técnica profesional, tecnológica e ingenieril, en las áreas mecánica, electrónica, sanitaria e industrial, que responda con calidad y pertinencia a las necesidades de fortalecimiento de las empresas industriales del Bajo Cauca, el Alto San Jorge y el Sur del Valle de Aburrá.

UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO56 Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 57

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Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 59

En Colombia, uno de los descriptores del problema de la escasa transferencia de tecnología desde las universi-dades a la sociedad tiene que ver con el grado de paten-

tamiento a nivel nacional e internacional.

De acuerdo con los datos de la primera encuesta de innovación en el sector de servicios2, de 163 universida-des encuestadas en el periodo 2004-2005 se solicitaron 11 patentes, se obtuvieron 2 y 9 figuraban en proceso.

Un estudio de vigilancia tecnológica en las bases de datos de UPSTO, ESPACENET y la WIPO3, a lo largo del

periodo 1968-2007, localizó 7 patentes provenientes de universidades colombianas que se concentraron en tres

de ellas. Sabemos que recientemente hay un cierto dina-mismo en algunas universidades que permite pensar con moderado optimismo que dicha inmovilidad de la tecno-

logía se empieza a superar.

En general, el grado de vinculación Universidad-Empresa-Estado hacia la innovación en Colombia es

incipiente, aunque cabe destacar: el caso antioqueño, la utilización de instrumentos de realización de proyec-tos y actividades de innovación entre las empresas y la universidad, la modernización de algunos mecanismos de gestión de la vinculación y la decisión en algunos

comités Universidad-Empresa-Estado por consolidar este fundamental espacio para el desarrollo regional.

Según los empresarios del sector de servicios4, el 1,9% de ellos considera a las universidades como fuentes muy importantes o importantes de ideas para la innovación,

por debajo de los directivos de empresas con el 30,8%, los trabajadores con el 10,7 %, los clientes el 5,5 %, Internet con el 3,6%, y los departamentos de I&D de las empresas

con el 2,5%, entre otros actores del sistema.

En cuanto a la percepción de la satisfacción por parte de los empresarios frente a su relación con los actores del sistema nacional de innovación, el 6,3 % de los empresa-

rios del sector de servicios que respondieron con rela-ción a las universidades, el 64 % de ellos considera esta relación con un grado de satisfacción como totalmente

satisfactorio o satisfactorio. Como punto de comparación, en el caso de COLCIENCIAS, los resultados son: el 3,4 % de los empresarios responden frente a su relación con el Instituto, y el 64,7 % de ellos califican su relación con

un grado de totalmente satisfactorio o satisfactorio.

En 2001 los investigadores Luis Eduardo Mora Osejo y Orlando Fals Borda ejerciendo un liderazgo pione-

ro, instaban a la construcción de marcos de referencia científicos a partir de una fundamentación e inspiración en contextos geográficos, culturales e históricos concre-tos, con el propósito de búsqueda de plenitud de vida y satisfacción espiritual y material de los participantes en el proceso investigativo y creador5. Esta hipótesis sobre el quehacer científico es convergente con la necesidad

Los Comités Universidad-Empresa-Estado, espacios privilegiados para dinamizar la transferencia de tecnología

Por IVÁN MONTENEGRO TRUJILLOAsesor de COLCIENCIAS1

Notas1. Los planteamientos son de mi entera responsabilidad.2. DANE, DNP, COLCIENCIAS, Encuesta de Innovación de Servicios, mimeo, 2008.3. Sánchez, Jenny Marcela, y otros, Publicación internacional de pa-tentes por organizaciones e inventores de origen colombiano, Cuader-nos de Economía, No. 47, Universidad Nacional de Colombia, 2008. 4. DANE, DNP, COLCIENCIAS, ibídem.5. Mora O, Luis Eduardo, Fals B., Orlando, La Superación del Euro-centrismo, 2003.

social de la resolución de problemas y el aprovechamiento de oportunidades, en particular con los requerimientos de

un empresariado moderno.

La justificación de que el trabajo científico y tecnológico esté centrado en nuestras realidades y en diálogo con el co-nocimiento global, dinamiza la proyección de los resultados de investigación hacia la sociedad, y, al hacerlo, contribuye

a una mejor calidad de vida y al crecimiento económico.

Es preciso generar mayor conciencia en el empresaria-do en que la competividad estratégica se logra primor-

dialmente con la innovación –tecnológica, en modelos de negocios y social–, lo cual potenciará la demanda de in-

novación, que a su vez requiere de investigación aplicada y básica como fundamento de la innovación tecnológica.

Dadas las fallas de mercado y de Estado, éste encuentra justificación para actuar en su superación, lo cual implica

una ingeniería institucional adecuada a los contextos refe-ridos que catalice y facilite la articulación de los actores,

la creación de una cultura de diálogo y del consenso.

La actuación estatal debería incluir una decisión para adelantar un proceso de experimentación de

política pública de apoyo a la innovación con el fin de mejorar y calibrar el alcance, la efectividad de los ins-

trumentos y el impacto de aquella.

A corto plazo, puede ser conveniente. Y mientras con-tamos con trabajo de planeamiento a largo plazo de inves-tigación e innovación, es preciso adelantar en los ámbitos

de los procesos regionales de vinculación Universidad-Empresa-Estado, de una parte, un trabajo para evaluar la

potencialidad del mercado y el desarrollo de las tecnologías generadas en las universidades de investigación con el pro-

pósito de promocionar su utilización por el empresariado. Y, de otra parte, dimensionar el perfil tecnológico de aglo-meraciones empresariales comprometidas en el proceso, y

la brecha tecnológica de ellas con relación a las tendencias a nivel global, con el fin de hacer explícita dicha demanda

de innovación hacia las universidades y/o definir estra-tegias de transferencia internacional de tecnología que

faciliten la innovación y en algunos casos el alcance.

Los Comités Universidad-Empresa-Estado son espa-cios privilegiados para dinamizar la transferencia de tec-nología, con base en la articulación de actores cruciales

en el desarrollo regional.

UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO58

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Conferencia Mundial sobre Educación Superior * París 2009

Los países de América Latina y del Caribe llevan una posición clara y de consenso en torno a la educación científica y humanística y el desarrollo integral sustentable

Concebida como una plataforma global sobre pensamiento innovador, París realizará del 6 al 8 de julio de 2009 la Conferencia Mundial sobre Educación Superior, la cual tiene lugar cada diez años.

Según la UNESCO, organizadora del certamen, “los participantes harán un balance de los cambios ocurridos en la educación superior y en la investigación desde la última conferencia, celebrada en 1998. También examinarán la diná-mica que configura el desarrollo de la educación superior y determinarán qué acciones concretas son susceptibles no sólo de facilitar el alcance de los objeti-vos nacionales en materia de desarrollo, sino también de satisfacer las aspiracio-nes individuales de las personas”.

Previo a este encuentro orbital, y con la colaboración de los gobiernos de Brasil, España, México y Venezuela, Colombia fue sede en junio de 2008 de la Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe (CRES), en la que participaron más de 3.500 integrantes de la comunidad aca-démica regional.

La directora del Instituto Interna-cional de la UNESCO para la Educa-ción Superior en América Latina y el Caribe (UNESCO-IESALC), Ana Lucia Gazzola, expresó que la emigración de jóvenes profesionales a países in-dustrializados, la llamada “fuga de ce-rebros” está limitando la construcción de desarrollo en la región. “Queremos que la inversión de nuestros países para formar jóvenes tenga sus resultados en la región”, afirmó. “Esto sólo es posible a través de programas y políticas pú-blicas que estimulen a los estudiantes y profesionales a permanecer en sus países de origen”, agregó.

La declaración aprobada y que será presentada en París en nombre de los países de América Latina y del Caribe, precisa que “en un mundo donde el conocimiento, la ciencia y la tecnolo-gía, juegan un papel de primer orden,

el desarrollo y el fortalecimiento de la Educación Superior es un elemento in-sustituible para el avance social, la gene-ración de riqueza, el fortalecimiento de la identidad cultural, la cohesión social, la lucha contra la pobreza y el hambre, la prevención del cambio climático y la crisis energética, así como para la pro-moción de la cultura de paz”.

El siguiente es el consenso logrado en torno al tema “La educación científi-ca y humanística y el desarrollo integral sustentable”:

1-. La educación superior tiene un papel imprescindible en la superación de las brechas científicas y tecnológicas con los países hoy más desarrollados y al interior de la región. La existencia de dichas brechas amenaza con perpe-tuar en nuestros países situaciones de subordinación y pobreza. Se requiere

incrementar la inversión pública en cien-cia, tecnología e innovación, así como la formulación de políticas públicas para estimular una creciente inversión por parte de las empresas. Estas inversiones deben estar dirigidas al fortalecimiento de las capacidades nacionales y regiona-les para la generación, transformación y aprovechamiento del conocimiento, incluyendo la formación calificada, el acceso a la información, el equipamiento necesario, la conformación de equipos humanos y de comunidades científicas integradas en red.

2. Las políticas nacionales, regionales e institucionales deben estar encami-nadas fundamentalmente a lograr una transformación de los modelos de re-lación entre los grupos de investigación académica y los usuarios del conoci-miento, sean éstos empresas de produc-

ción, servicios públicos o comunidades, de forma que las necesidades sociales y productivas se articulen con las capaci-dades académicas conformando líneas de investigación prioritaria.

3. El desarrollo de las capacidades científicas, tecnológicas y humanísti-cas con clara y rigurosa calidad debe estar vinculado a una perspectiva de sustentabilidad. El agotamiento del modelo predominante de desarrollo se evidencia en la contraposición entre las necesidades humanas, los modelos de consumo y la conservación de la habita-bilidad del planeta. Se trata de propiciar enfoques que apunten a combinar la atención de los problemas sociales, económicos y ambientales, reduciendo el hambre, la pobreza y la inequidad, a la vez que se mantiene la biodiversidad y los sistemas de soporte de la vida en el planeta. La educación es crucial para transformar valores que hoy estimulan un consumo no sustentable. Las ins-tituciones de conocimiento tienen un papel fundamental en la orientación de las nuevas tecnologías y la innovación hacia sistemas de consumo/producción que no condicionen las mejoras en el bienestar al consumo creciente de energía y materiales.

4. Las nuevas tecnologías convergen-tes forman parte de la dinámica contem-

poránea del desarrollo científico-técnico, que transformará a las sociedades en el curso de las próximas décadas. Nuestros países deberán sortear nuevos y difíciles desafíos para poder generar y utilizar este conocimiento e introducirlo y adaptarlo a metas sociales y económicas. Es necesario prestar especial atención a las barreras para su uso y potenciar la construcción de bases y plataformas científico-tecnológicas endógenas.

5. El proceso de construcción de una agenda de ciencia, tecnología e innovación compartida por la univer-sidad latinoamericana y caribeña debe apuntar a generar el conocimiento que nuestro desarrollo y el bienestar de nuestros pueblos demanda, propiciar una actividad científica fundada en las necesidades sociales y una creciente comprensión de la ciencia como un asunto público que concierne a la so-ciedad en su conjunto.

6. Debe incrementarse la difusión y la divulgación del conocimiento cien-tífico y cultural a la sociedad, dando al ciudadano la oportunidad de participar en las decisiones sobre asuntos científi-cos y tecnológicos que puedan afectarlo directa o indirectamente, y convertirlo en soporte consciente de ellas, al mismo tiempo que permita abrir el sistema científico a la crítica social.

7. Tan importantes como la genera-ción y socialización del conocimiento en las áreas de ciencias exactas, natu-rales y tecnologías de producción, son los estudios humanísticos y sociales, con el fin de fortalecer perspectivas propias para el abordaje de nuestros problemas, responder a los retos en materia de derechos humanos, eco-nómicos, sociales y culturales, equidad, distribución de la riqueza, integración multicultural, participación, construc-ción democrática y equilibrio interna-cional, así como de enriquecer nuestro patrimonio cultural. Es indispensable acortar las distancias entre los campos científicos, técnicos, humanísticos y sociales, entendiendo la complejidad y multidimensionalidad de los problemas y favoreciendo la transversalidad de los enfoques, el trabajo interdisciplinario y la integralidad de la formación.

8. La formación de posgrado resulta indispensable para el desarrollo de la investigación científica, tecnológica y humanística. El posgrado ha de estar fundamentado en líneas activas de investigación y creación intelectual, para garantizar que sean estudios que promuevan las más altas calificaciones profesionales y contribuyan efectiva-mente a la generación, transformación y socialización del conocimiento.

Ana Lucia Gazzola, directora del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (UNESCO-IESALC)

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Conferencia Regional de Educación Superior –CRES 2008–Muestra de mejores prácticas en América Latina y el Caribe

Esta fue una convocatoria abierta en los 33 países miembros de la UNESCO de América Latina y el Caribe. Par-ticiparon 175 propuestas. Las 61 mejores prácticas de la muestra fueron calificadas como excelentes por el comité

evaluador internacional. El Programa Gestión Tecnológica de la Universidad de Antioquia presentó del relaciona-miento Universidad-Empresa-Estado tres propuestas que fueron seleccionadas entre las 61 mejores prácticas:

1. Comité Universidad Empresa Estado, 5 años de una experiencia de una innovación social.2. Parque del Emprendimiento, conocimiento al servicio de la sociedad en el siglo XXI.

3. Programa de fomento e industrialización de la yuca en la región de Urabá.

UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO60 61Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2

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UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO62 Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 63

Para Medellín, 2008 fue un año pleno de cer-támenes de carácter científico, investigativo, tecnológico, de innovación y emprendimiento:

• El 24 y 25 de abril, la Asociación Colom-biana de Universidades (ASCUN), el Minis-terio de Educación Nacional, la Universidad Pontificia Bolivariana y la Universidad de Antioquia realizaron el Foro: La relación Universidad-Empresa-Estado en Colombia. La sede fue la UPB.

• El 15 de julio, en ceremonia especial y masiva en el Auditorio Himerio Pérez López, se firmó el acta de constitución del Centro de Investigación e Innovación en Energía (CIIEN), liderado por EPM, la Universidad de Antioquia, la Universidad Nacional Sede Medellín, la Universidad Pontificia Bolivariana y el Instituto Tecnológico Metropolitano.

• Del 21 al 24 del mismo mes, se realizó el 4° Simposio Nacional de Biocombustibles, organizado por el Instituto de Planificación de Soluciones Energéticas –IPSE–, EPM y la Univer-sidad de Antioquia, con la presencia del Vice-presidente de la República y de los ministros de Agricultura, Energía y Medio Ambiente.

• El 1 y el 2 de septiembre se llevó a cabo en el Centro Internacional de Convencio-nes Plaza Mayor de Medellín la IV Rueda de Negocios e Innovación TECNNOVA, y allí mismo la sesión 61, masiva y abierta al público, del Comité UEE.

• El VI Encuentro UEE, los días 1, 2 y 3 de octubre, tuvo como escenario dicho Centro

Un año de certámenes de interés nacional e internacionalde Convenciones, acogiendo a cerca de 300 parti-cipantes y a una nómina estelar de conferencistas nacionales e internacionales.

• La Universidad Pontificia Bolivariana realizó dos Encuentros de Empresarismo. Al primero asis-tió el Presidente de la República y al segundo el Ministro de Hacienda. El objetivo fue analizar el desarrollo de la economía en el periodo 2008-2009 y su impacto en la región.

• A estos certámenes hay que sumarles otros en el país, como por ejemplo: • Seminario Internacional sobre Políticas de Ciencia, Tecnología e Innovación, organizado el 14 de abril en el Centro de Conven-ciones Gonzalo Jiménez de Quesada, de Bogotá, por Colciencias, el Ministerio de Educación Nacional y el Departamento Nacional de Planeación • Conferen-cia Regional de Educación Superior (CRES 2008), certamen preparatorio de la Conferencia Mundial de Educación Superior que se realizará en París en el año 2009. La Conferencia tuvo lugar del 4 al 6 de junio, en Cartagena • “Conferencia internacional sobre estrategias eficientes de desarrollo local: Intercambio de experiencias entre América Latina y la OCDE”, organizado por el Programa LEED de la OCDE y la Corporación Andina de Fomento (CAF), con el apoyo del Departamento Nacional de Planeación de Colombia, el 16 de septiembre en la Universi-dad de los Andes • “Tercer Encuentro Académico Universidad-Estado-Empresa: Responsabilidad social conjunta”, realizado en Bogotá, el 21 y 22 de octubre, por el Observatorio de Responsabilidad Social Universitaria, en cabeza de la Pontificia Uni-versidad Javeriana, la Universidad de la Sabana, la Universidad Católica de Colombia y Universia •

Logros y retos“En el sistema de educación superior se ha notado un avance en el desarrollo de la investigación; en el momento el país cuenta

con 2.450 grupos de investigación reconocidos por Colcien-cias, 1.906 más que en el año 2002; de igual manera, entre el año 2002 y 2007 se ha brindado apoyo a 8.258 estudiantes en

programas de maestrías y doctorados dentro y fuera del país. En cuanto a la oferta académica cabe destacar que hemos pasado

de 32 programas de doctorado para el 2002 a 105 programas en el 2008, repartidos en las universidades del país. Somos concientes de que para que el país siga por este camino es

necesario formular una política clara y ambiciosa de ciencia, tecnología e innovación”, afirmó el Viceministro de Educación

Superior, Gabriel Burgos Mantilla, para quien es prioritario trabajar en pro de “una economía exportadora de bienes y

servicios con alto valor agregado e innovación, una economía cimentada en la producción, difusión y uso del conocimiento como base de la competitividad y la productividad; visión

que le impone como reto al sistema educativo formar egresados en la cantidad y con la calidad suficiente para responder a la necesidades de una economía en crecimiento”.

Page 33: Revista Universidad Empresa Estado.  Ed. 2

La ley de la innovación puede ser vista como una paradoja, como un “secreto público” o como un “elefante rosado” que el ya fallecido comediante George Carling comparó con la “inte-ligencia militar” al decir que estas dos palabras simplemente no pueden ir juntas. La ley de innovación produce una línea de conflicto. ¿Cómo se dirige y se predice algo que por naturaleza es impredecible y por necesidad y a menudo inmanejable?

Por supuesto, el conflicto en la innovación es más profundo de lo que la palabra misma señala. La leyes están hechas dema-siado tarde para cambiar la realidad que las requería y demasiado temprano para entender el futuro a que se supone deben dar lugar. La innovación suscita la diferencia entre pasado y futuro. Las leyes son adiciones pero los objetivos de la innovación a menudo tienden a ser revolucionarios. Un objetivo específico de iniciativas recientes en nanociencia, por ejemplo, ha sido anunciar la próxima “revolución industrial1”, lo cual resulta no ser tan descabellado como uno podría imaginar. Dado que la transformación asociada a la energía producida por vapor y tecnología de información ha afectado tanto la industria como cada aspecto de la sociedad y familia, idioma y arte, política, guerra y mucho más.

La política de innovación debería promover la empresa de base científica dinámica a contribuir con la identificación de resultados sociales en áreas como la salud, energía y medio ambiente.

Pero la investigación ocasionalmente genera cambios ra-dicales que resultan impredecibles y con frecuencia desligados de los objetivos sociales predefinidos.

Algunas naciones invierten en investigación para fines sociales que a menudo son frustrados por la naturaleza misma de su proceso investigativo. La Inversión para investigación en el área de la salud, por ejemplo, puede producir gran cantidad de textos científicos de alta calidad, pero a la vez no mucho en cuanto a mejoramientos accesibles y asequibles en salud. Prueba clara de estas contradicciones está en las leyes de innovación para la nanotecnología.

Iniciativas de investigaciónLa ley de Investigación y desarrollo de nanotecnología

de Los Estados Unidos de 2003, aprueba una Iniciativa en Nanotenología Nacional (NNI en inglés) para que maneje

Notas

1. National Science and Technology Council Interagency Group on Nanoscience, Engineering and Technology. National Nanotechnology Initiative: Leading To the Next Industrial Revolution (2000).

2. Fisher E & Mahajan, R. L. Sci. Pub. Pol. 33, 5-16 (2006).

3. Barben, D,. Fisher, E., Selin C. &Guston, D. en “The Handbook of Science and Technology Studies” 3° edición. (Hakett, E. J. Amsterdamska. O. Lynch, M. E. &Wajcman, J. 979-1000 (MIT Press, 2008).

4. Bozeman, B. Public Values and Public Interest: Counterbalancing Economic Individualism (George Town University Press, 2007).

5. Sarewitz, D. Environ. Sci. Pol. 7, 385-403 (2004).

6. Polanyi, M. Minerva 1, 54-74 (1962).

7. Roco, M.J. Nanopart. Res. 6, 1-10 (2004).

Para enviar sus comentarios sobre este artículo y otros en nuestra serie sobre innovación, visite la página http//tinyurl.com/5oulx2.

Análisis

Ley de innovación no es simplemente un “elefante rosado”

Subestimamos ampliamente nuestra capacidad para darle forma a la empresa científica

Las leyes que predicen y dirigen la investigación innovativa parecen ser un imposible en la práctica, dice David H. Guston, pero las ciencias políticas apuntan hacia una solución.

Por DAVID H. GUSTONProfesor de Ciencias Políticas en la Universidad Estatal de Arizona

e-mail: [email protected]

cerca de 1.5 billones de dólares en investigación por medio de algunas decenas de agencias. En actual revisión del Congreso, la norma hace énfasis de un lado en la comercialización para la competitividad internacional como fundamento impulsor, y del otro, paralelamente requiere investigación sobre los impactos sociales2. Lo interesante es que la investigación social promovida por el NNI puede proporcionar maneras de tratar las contradic-ciones propias de las leyes de innovación.

El NNI ha financiado la investigación para desarrollar un “go-bierno anticipatorio”3 que funcione corrigiendo tres premisas no expresas y mal formadas que sostienen estas contradicciones.

La primera de estas tres premisas es que la ley debería tener una relación clara de causa y efecto en la sociedad. Pero limitar las leyes a instrumentos efectivos deja de lado la innegable na-turaleza de la deliberación política y la elección. Las leyes son y deberían ser hechas para articular valores públicos.4

Aunque muchos párrafos de la legislación básica contienen claras articulaciones de los valores públicos, la ley del NNI no deja ver ninguna. Sin embargo, una lectura profunda del texto de la ley revela varios valores públicos a seguir: la investigación en nanocien-cia debería ser llevada a cabo de manera interdisciplinaria. Debería estar orientada a mejorar la competitividad económica de los Esta-dos Unidos. Debería ser sujeto de una supervisión administrativa adecuada. Debería ser realizada de la mano con un compromiso público e investigación de las implicaciones sociales. Pero estos valores siguen siendo controversiales o incluso desconocidos entre las comunidades que implementan la ley, en parte debido a que deben ser descubiertos apenas con la lectura del texto.

La segunda premisa es que la ley debe estar basada en el en-tendimiento claro del mundo natural. Es necesario considerar tanto los defectos de nuestro entendimiento del mundo natural como las fortalezas de nuestro entendimiento del mundo social. Como lo dijo el físico danés Niels Bohr “La predicción es muy difícil, especialmente cuando se trata del futuro”. En cualquier punto del tiempo la ciencia proporciona un retrato incompleto y cambiante del mundo natural. En asuntos relacionados con la ley como el cambio climático, no tiene nada que ver la cantidad de datos obtenidos con una ciencia más completa políticamente5. Y aún cuando los científicos pudieran gozar de algún monopolio sobre el conocimiento técnico en sus campos, no tienen de todos modos responsabilidad alguna en los amplios compendios de conocimiento y en la práctica que implica llevar sus descubrimientos a innovaciones reales o decisiones de ley.

Afortunadamente, el descarte de la predicción basada en la ciencia como contribuyente exclusivo para la acción legislativa

no desarma a los políticos. El entendimiento del mundo social de conceptos como la precaución y la anticipación puede ayudar a que la impredecibilidad sea tomada como un puesto control de carretera. La precaución como se ve en el manejo del riesgo am-biental connota acción para evitar riesgos previstos pero inciertos. La anticipación en cambio, denota la construcción de la capacidad para responder a riesgos impredecibles e imprevistos. Muchos de nosotros frecuentamos los gimnasios para ejercitar nuestro cuerpo levantando pesas; sin embargo, nunca predecimos que nuestra vida dependerá de nuestra habilidad para hacer abdominales, dorsales o flexiones de bíceps, pero ciertamente creemos que esos ejercicios nos darán la capacidad corporal para soportar cualquier tipo de estrés físico o emocional al que nos veamos sometidos.

Dejar de un lado las predicciones no significa dejar de lado la anticipación. Es necesario ejercitar las amplias capacidades intelectuales e imaginativas que nos prepararán para los cambios que la innovación seguramente traerá.

La tercera premisa errónea es que el cambio continuo y en ocasio-nes revolucionario es inherente a la empresa científica. Subestimamos ampliamente nuestra capacidad para darle forma a la empresa cien-tífica y conducirla de manera efectiva. Los políticos, sus consejeros científicos y los miembros de la comunidad científica, muy a menudo se aferran a la lógica del erudito hungaro-británico Michael Polanyi de que “se puede destruir o mutilar el avance de la ciencia pero nunca darle forma”6. La empresa científica que tenemos con sus enfoques, productividad, contribuciones, fortalezas y defectos, se le atribuye como mínimo a las fuerzas gobernantes de personalidades, leyes e instituciones igual que al rol autónomo de los investigadores.

Soluciones prácticasUn gobierno de anticipación trata estos tres defectos. Prescribe la

inclusión explicita de valores en deliberaciones, a menudo a través del compromiso directo de varios grupos incluyendo el público. El compro-miso público ha sido un tema mayor en los programas de investigación social para la nanotecnología apoyados por el Estado, incluyendo la red Nanoscale Informal Science Education (NISE) de Estados Unidos, financiada por la Fundación Nacional para la Ciencia, la red NISE busca transformar el rol de los museos de ciencia de educadores informales del público a ente convocante de deliberación pública. El Centro para la Nanotecnología en Sociedad (CNS) en la Universidad Estatal de Arizona en la ciudad de Tempe, recientemente condujo el primer “Foro Nacio-nal de Tecnología de los Ciudadanos” que se llevó a cabo en Estados Unidos. Actividades de compromiso público similares se han llevado a cabo en cuanto a políticas de nanotecnología de la Unión Europea; Reino Unido, Francia y Bélgica entre otros escenarios.

El próximo gobierno anticipatorio prescribe la creación de lo que uno podría llamar “conocimiento anticipatorio” particularmente por medio de ejercicios como desarrollo de escenario para desarrollar una amplia capacidad de reconocer y entender el cambio social y su relación con el cambio técnico y científico. Con base en varias hojas de ruta se elaboran las visiones técnicas del futuro de la nanotecno-logía tales como las cuatro etapas del desarrollo nanotecnológico7. No obstante, algunos proyectos de escenarios socio-técnicos más integrados han florecido, incluyendo desarrollo de escenario a cargo del Proyecto de Nanotecnología Emergente en el Woodrow Wilson International Center para becarios en Washington DC; así como el desarrollo de escenario de “fuente abierta” del proyecto Nano-Futures de la CNS y también escenarios para tecnologías convergentes desa-rrollados por el Institute James Martins de la universidad de Oxford en el Reino Unido. Particularmente al estar asociadas con actividades

de compromiso, la creación de tal conocimiento anticipatorio puede ayudar al público a manifestar sus inquietudes por la cercanía de cambios socio-técnicos.

El gobierno anticipatorio prescribe además la integración del compromiso y previsión con trabajo científico y técnico.

Esto da cuenta de las propias perspectivas de los científicos sociales con investigación de alta calidad. También incremen-ta la capacidad de los científicos naturales de entender los aspectos sociales de su propio trabajo, de ser más reflexivos respecto a sus prácticas y elecciones en el laboratorio, y en la medida de lo necesario de cambiar sus prácticas para alinear su investigación con las visiones y los valores públicos. Dichas actividades se han dado en muchas pruebas a pequeña escala. Los científicos sociales y humanistas se han “sumergido” en los laboratorios de investigación para volverse participantes más activos en las actividades de laboratorio para observar a los investigadores y para producir una disposición más reflexiva entre ellos, inclusive reorientando de manera leve su trabajo hacia objetivos más sólidos. Las actividades integradoras en la CNS por ejemplo, están empezando a catalogar consecuen-cias concretas y positivas dentro de los laboratorios. Nuestros colegas nanocientíficos reportan cambios saludables y quieren aún más de dicha interacción.

Más allá de lo nanoLas actividades de compromiso, visión y enumeradas en este

artículo son aún muy pocas. La escala de la empresa de investi-gación y el alcance de las políticas de innovación las empeque-ñecen. Sus pocos casos de éxito demostrados no se encuentran lo suficientemente diseminados y tampoco están unidos de una manera que sustente un gobierno anticipatorio. Sin embargo, estos primeros pasos ofrecen un acercamiento prudente en las leyes de innovación para la nanotecnología y otros campos, incluyendo la biología sintética y neuro-tecnologías.

La sociedad global necesita mucho de lo que tiene para ofrecer la innovación basada en el conocimiento.

El gobierno anticipatorio es un ejercicio necesario pues sufraga las constantes contradicciones inherentes de las políticas de innovación a la vez que asegura que los valores públicos y la previsión vayan de la mano con la práctica científica, evitando que la revolución se vuelva improductiva contra sí misma y contra nosotros.

• Dirige el Centro para la Nanotecnología en Sociedad y codirige el Consorcio para la Ciencia, Política y Resul-tados en el Estado de Arizona, EE.UU.

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El Ministerio de Comercio, Industria y Turis-mo, por medio del titular de esta cartera, Luis Guillermo Plata Páez, dio a conocer en mayo de este año la Política Pública que rige en Colombia sobre emprendimiento. Las líneas principales tienen como propósito:

Impulsar metodologías diferenciadas para cada nivel educativo relacionando la inves-tigación con el emprendimiento.

Generar autoempleo formal y sostenido de manera masiva de impacto económico y social.

Trabajar conforme a las necesidades y exi-gencias de los mercados (local o externo), principalmente hacia encadenamientos con grandes empresas.

Promover la creación de herramientas para financiar emprendimientos FKS, FKR, y en etapas de marcha: crédito.

Mayor participación de los entes territoria-les en programas articulados, con continui-dad y en redes.

Para fortalecer dicha política, el Ministerio de-sarrolla las siguientes acciones:

Financiación

–Crear y aumentar los fondos de capital público/privado.

–Premiar a las empresas y proyectos empren-dedores de alto nivel innovador y desarrollo tecno-lógico con recursos de capital semilla.

–Fortalecer el FOMIPYME.–Mejorar el entorno y la facilidad de hacer ne-

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Importancia del EmprendimientoPara el Gobierno colombiano, el emprendimiento

es un factor generador de innovación, crecimiento económico y riqueza. Asimismo, genera empleo y oportunidades de generación sostenible de ingresos; renueva el aparato productivo; genera capacidad de acumulación de capital, base para la capacidad de generar inversión productiva.

gocios en Colombia. En el reporte “Doing Business 2008” del Banco Mundial, Colombia es uno de los 10 países del mundo que más mejoras ha hecho en su clima de negocios: primer reformador en América Latina; sexto país más reformador del mundo; segundo país que más posiciones mejoró en el ranking. No obstante, Colombia ha pasado del puesto 83 al 66 entre 178 países.

Articulación

–Reglamentación acertiva de la Ley 1014.–Consolidar y fortalecer la Red Nacional de Em-

prendimiento y las redes regionales (6 creadas).–Articular los planes de desarrollo con iniciativas

emprendedoras locales de alto impacto y facilitar su sostenibilidad.

–Incrementar la responsabilidad local en el em-prendimiento.

–Involucrar a las entidades territoriales en la conformación de las redes regionales.

–Realizar alianzas estratégicas con otros acto-res nacionales e internacionales.

Según el ministro Plata Páez, el Ministerio dejó de ser sólo de Comercio Exterior para convertir-se, además, en Ministerio de Comercio “Interior”, en Ministerio de la pyme y de la microempresa, en Ministerio del microcrédito y del crédito pro-ductivo, en Ministerio de los inversionistas do-mésticos y extranjeros, en Ministerio del turismo doméstico e internacional, en Ministerio de la com-petitividad en las regiones y en el Ministerio del em-prendimiento.

NOTA. El Ministerio recomienda a los interesados consultar la página http://www.mincomercio.gov.co/eContent/Docu-mentos/intervenciones/2008/PoliticaEmprendimiento.pdf

Emprendimiento en Colombia

En concepto del Ministerio, existen muchas iniciativas del sector público, académico y pri-vado, pero desarticuladas. Las institucio-nes de Educación Superior tienen diferentes mo-delos de formación en emprendimiento. Las iniciativas locales de emprendimiento no están articuladas con el Plan Nacional de Desarrollo. Hace falta homogenizar los criterios de parti-cipación para acceder a capital semilla a tra-vés de programas o concursos.

Aunque Colombia es uno de los primeros países del mundo en creación de nuevas em-presas, también lo es en la tasa de cierre de empresas. Su tasa de creación es de 22.48, frente al 10.52 de cierre. Le siguen Filipinas (20.44 - 8.22), Indonesia (19.28 -5.85), Tai-landia (15.2 - 3.32), Malasia (11.09 - 1.43) y Chile (9.19 - 3.32).

Empresas listadas en bolsas de valores

Según datos de Worldbank, World Fe-deration of Exchanges –dice el informe del Ministerio– Colombia sólo tiene 90 empresas listadas en las bolsas de valores de algunas economías emergentes. En cambio Bombay tiene 4.887, Corea 1.757, India 1.330, Hong Kong 1.241, Malasia 986 y Shanghai 860. La ciudad de Sao Paulo figura en dicho listado con 404, México con 367, Santiago de Chile con 241 y Lima con 226.

De otro lado, Colombia viene disminuyendo el número de empresas listadas en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC). El decrecimiento ha sido progresivo desde 1995. Mientras en ese año sumaban 190 empresas, en 2007 la cifra era de 90.

Barreras al emprendimiento

–Difícil acceso al financiamiento.–Entorno regulatorio inapropiado.–Acceso a mercados restringido.–Elevada carga tributaria.–Restringido acceso a TIC`s.–Falta formación y capacitación.–Resistencia a ceder propiedad (aspectos culturales).

El Sistema Administrativo Nacio-nal de Competitividad (SNC), cuyo eje central es la Comisión Nacional de Competitividad (CNC), está cons-tituido por el conjunto de los actores públicos, privados y de la sociedad civil que afectan la competitividad del país. Así mismo, incorpora el conjunto de las reglas de juego que rigen las interacciones entre todos ellos.

En ese sentido, el SNC coordina las actividades relacionadas con la formu-lación, ejecución y seguimiento de las políticas necesarias para fortalecer la posición competitiva del país en los mercados interno y externo.

La Agenda Interna para la Pro-ductividad y la Competitividad es un acuerdo de voluntades y decisiones entre la Nación, las entidades territo-riales, el sector privado, los actores políticos y la sociedad civil sobre el conjunto de acciones estratégicas que el país debe realizar en el corto, mediano y largo plazo, para mejorar la productividad y competitividad de su aparato productivo.

El Gobierno Nacional justifica la existencia de una Agenda Interna para Productividad y Competitividad “porque es necesario que el país se prepare para aprovechar al máximo los resultados de los diferentes tratados de integración que se han firmado o que se adelantan actualmente; y, al mismo tiempo, para tener una base sobre las necesidades de reconversión que pue-dan requerir algunos sectores produc-tivos para ser competitivos dentro de un nuevo marco comercial”. El proceso de construcción de la Agenda Interna tiene tres ejes temáticos: el sectorial, el regional y el transversal.

Para la Comisión Nacional de Competitividad (CNC), es necesario “pasar de activo a proactivo; de exclu-yente a incluyente; del capital físico al basado en el conocimiento”.

Tengo en cuenta que…

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Luis Guillermo Plata Páez, Ministro de Comercio, Industria y Turismo

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Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 69

E-Lexia es una línea de negocios de la Compañía Colombiana de Contenidos Ltda., especializada en comunicación y perio-dismo electrónico, que opera como proveedor de conteni-dos para Internet y cualquier medio electrónico. Su función principal es generar y gestionar contenidos digitales (texto, imagen, audio y animación), que cumplen con estándares de producción, publicación y distribución internacional.

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Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 71

“Es un proyecto de vida que trasciende. Es una pasión. Es un gusto. Es un encarrete.

Ésa es la clave del emprendimiento”

Conexiones Estratégicas es una nueva empresa de forma-ción y asesoría empresarial dedicada a la consultoría y a llevar procesos en gestión humana y competencias organizacionales y profesionales. Basados “en una metodología propia que involucra elementos constructivistas, educación experiencial, andragogía y formación por competencias”, asesoran y forman el talento humano de las empresas.

Esta empresa surgió de la idea empecinada de montar negocio de Carlos Ignacio Gallego, profesional en comunica-ción y relaciones corporativas de la Universidad de Medellín y candidato al título de especialista en Alta Gerencia. Desde que estaba en la universidad tenía entre ceja y ceja la idea de crear empresa. “Allí los compañeros y todo el mundo hablaba de trabajar en la gran empresa, y yo decía no, yo quiero ser consultor, yo quiero ser asesor”, declara Carlos Ignacio.

Para crear empresa se necesita pasión y a Carlos Ignacio le sobraba. Sin terminar el pregrado empezó a buscar socios que les gustara el mismo “cuento”. Encontró a un amigo del colegio a quien le propuso el negocio con el que tanto había soñado.

El gusto por participar en procesos formativos y la experiencia en

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programas de liderazgo le sirvió para orientar las líneas estratégicas. “Hicimos una investigación para saber qué era lo que querían los jóvenes, porque inicialmente ese era nuestro público”. Y lo que querían los jóvenes y lo que hacia falta, según la investigación “eran progra-mas que acompañaran los procesos formativos en las universidades, entonces dijimos, montemos temas que hacen falta: expresión oral, creatividad e innovación, gestión de proyectos, negociación y solución de conflictos, visión empresarial y emprendimiento”.

Carlos y sus socios empezaron a realizar talleres abiertos en las universidades. En eso se gastaron tres años, al tiempo que terminaban los estudios en la universidad. Buscaron un elemento diferenciador basado en una metodología propia y en un equipo de trabajo interdisciplinario. “Dijimos: vamos a hacer algo dife-rente, busquemos metodología, busquemos evaluación, busquemos diagnóstico, busquemos equipo de trabajo, entonces así surgió todos esos factores que uno ve como diferenciadores”.

La primera oficina fue la misma casa de Carlos, lo que propi-ció que su familia conociera de primera mano el nuevo negocio. Después de convencerla de que el emprendimiento era una buena opción, aún más que trabajar para una gran empresa, se dedicó a buscar apoyo para la consolidación del negocio. A finales de 2006 el equipo decidió acudir al Parque del Emprendimiento. “Al llegar al Área de Apoyo a la Creación de Empresas nos preguntaron por el plan de negocio. Ya lo teníamos y entonces empezamos a adelantar los pasos para la conformación de la organización. Y como ya la teníamos fue muy fácil y sencillo. A la vez que hacíamos convenios con el Parque del Emprendimiento, nosotros nos convertimos en formadores del propio Parque, creando programas de capacitación y sensibilización en emprendimiento para los jóvenes de la ciudad”.

Tras recibir el título universitario, Carlos alternaba la gerencia de Conexiones Estratégicas y la administración de centros comer-ciales. Luego de año y medio de combinar las dos actividades optó por dedicarse de lleno a Conexiones. “Voy a renunciar a todo. Esto no puede ser de medio tiempo o por las noches, esto tiene que ser dedicación completa. Hay que meterle todas las ganas y la pasión a eso”, Afirma con contundencia.

Para Carlos Ignacio, y lo reitera con evidente entusiasmo, “emprender es más que una opción para evitar el desempleo. Es un proyecto de vida que trasciende. Es una pasión. Es un gusto. Es un encarrete. Ésa es la clave del emprendimiento”.

Ahora Conexiones Estratégicas tiene su propio espacio en el Centro Ejecutivo El Poblado y, al mirar atrás, Carlos Ignacio ve la fortaleza de haber estado en el Parque del Emprendimiento, un campamento base en el que adquirió los recursos necesarios para iniciar el exitoso proyecto, lo mismo que elementos for-mativos para crecer como personas. “Este apoyo de Parque E, desde el punto de vista personal, me ayudó muchísimo a tener confianza, a comprender que a nuestro lado tenemos personas que están compartiendo un mismo sueño”.

Esta empresa estuvo incubada durante seis meses en el Área de Apoyo a la Creación de Empresas del Parque del Emprendimiento. Allí obtuvo valiosos elementos para consolidar su negocio.

“El Parque para mí fue un soporte espiritual y de soporte intelectual. Adicional a esto, como se convirtió en cliente de ciertos programas, me ayudó a saber que cuento con personas que apoyan la cultura del emprendimiento”.

La Fundación Universidad de Antioquia es una entidad sin ánimo de lucro dedicada a apoyar a la Universidad de Antioquia, ejerciendo funciones que coadyuven a su desarrollo, actuando como una entidad de consulta, promoción y vinculación de la Universidad con el

sector empresarial y la comunidad en general.

—Adminstración de proyectos de interés de la Universidad de Antioquia.—Promoción integral de proyectos y congresos, gestión administrativa, financiera y logistica a nivel nacional e internacional.

Edificio San Ignacio. Carrera 44 Nº 48-72 of. [email protected], teléfono 216 46 66

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73Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2

La Alcaldía de Medellín, la Universidad de Antioquia y el YABT de la OEA suscriben convenio para fortalecer la

Cuatro razones confluye-ron en Medellín para la fir-

ma –el 28 de mayo de 2008– de un convenio marco de

cooperación internacional que establece un esquema

para trabajar conjuntamente en la planeación, soporte,

implementación y desarrollo de programas y actividades diseñadas para fortalecer la

cultura del emprendimiento en la región.

La primera de tales razo-nes estuvo relacionada con la realización en la ciudad de la Mesa Redonda sobre Ciencia y Emprendimiento Parque-E,

antesala de la trigésima octava Asamblea General de la Organización de Estados

Americanos, OEA.

La segunda, con la polí-tica de desarrollo económi-

co de la Alcaldía de Me-dellín encaminada a crear

una cultura emprendedora, formando líderes con

competencias en trabajo en equipo, toma de decisiones

y creación de empresas.

La tercera razón tuvo que ver con la determina-ción de la Universidad de Antioquia de formar em-

prendedores y empresarios, y no exclusivamente futuros

empleados, estimulando la creatividad tecnológica y

empresarial entre profesores y estudiantes, sin que éste

sea el único fin en sí.

Y la cuarta, con el propósi-to de la organización no guber-

namental Young Americas Business Trust (YABT) de

promover el desarrollo social y económico de los países del hemisferio occidental,

respaldando aquellos proyec-tos y actividades que permi-

tan articular esfuerzos para mejorar la calidad de vida de la juventud y de los adultos jóvenes, especialmente de

aquellos que viven en condi-ciones de pobreza.

El punto de confluencia de estos cuatro aspectos

hizo posible la firma del con-venio por parte del alcalde Alonso Salazar Jaramillo, el

rector Alberto Uribe Correa y el director ejecutivo de

YABT, Roy L. Thomasson, quienes se comprometieron a sacar adelante un modelo

piloto de gestión desde el Parque del Emprendimien-

to, espacio coordinado por el Programa Gestión Tecnoló-

gica de la Vicerrectoría de Extensión de la Universidad

de Antioquia, “en el que converge una nueva forma de concebir el desarrollo a

partir del fomento a la cul-tura emprendedora, la inves-

tigación y la innovación”.

El convenio hará posi-ble el fortalecimiento y la creación de empresas con

alto valor agregado, surgi-das a partir de las oportuni-dades de negocio, los resul-tados de la investigación y

la actividad académica, y en el marco de las nece-

sidades del mercado y las dinámicas de las cadenas

productivas regionales.

Igualmente, el resul-tado de las acciones debe

propender por el desarrollo tecnológico, empresarial, económico y social de la

ciudad, la región y el país.

La Alcaldía, la Univer-sidad de Antioquia y YABT

comparten el criterio de que este modelo asociativo

“rompe los tradicionales paradigmas de búsqueda

individual de protagonismo y falta de cooperación em-

presarial e institucional”.

La apuesta, entonces, según convinieron los

firmantes, “se enfoca hacia la masificación de una

nueva cultura del empren-dimiento que reconozca en

la sociedad colombiana la

excepcional capacidad de transformar el conocimien-

to en actividad productiva”.

Entre los acuerdos del pacto firmado se contempla la instalación de una oficina

satélite de YABT en Me-dellín, directamente en el

Parque del Emprendimien-to, hecho que configura una oportunidad para facilitar la inserción de los desarrollos

de los emprendedores de la ciudad y del país en el

mercado internacional.

La Mesa Redonda sobre Ciencia y Emprendimiento

Parque-E contó además con la presencia del em-bajador Albert Ramdim,

secretario general adjunto de la OEA; el embajador

Reynaldo Cuadros Anaya, representante permanente de Bolivia ante la OEA; el

director del Departamento de Ciencia y Tecnología de

la OEA, Clovis Baptista; y el secretario de Educa-ción de Medellín, Felipe

Andrés Gil Barrera.

UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO72

Page 38: Revista Universidad Empresa Estado.  Ed. 2

Luego de explicar que el proceso de asignación del presupuesto a las universidades estatales en Venezuela “es en general insatisfactorio y limitado y está caracterizado por una política oficial de larga data que fija presu-puestos no equilibrados, que conduce casi inevitablemente a conflictos uni-versitarios y sociales”, el presidente de la Fundación Universidad Central de Venezuela (FUCV), Luis Genaro Mosquera Castellanos, dio a conocer ante el VI Encuentro Universidad-Em-presa-Estado, realizado en Medellín los días 1, 2 y el 3 de octubre de 2008, las razones por la cuales, “la universidad venezolana ha diversificado sus fuentes de financiamiento, creando fondos de jubilados, institutos de previsión social, fundaciones para el desarrollo de las infraestructuras de sus propias organi-zaciones y de terceros, lo mismo que fundaciones empresariales, todas ellas orientadas a contribuir con el financia-miento del presupuesto universitario a través de redes empresariales”.

En el caso concreto de la FUVC, según Mosquera Castellanos, dicha entidad está constituida como “una sólida corporación universitaria, que reúne empresas, laboratorios, unidades técnicas, investigadores y trabajadores, para ofrecer servicios y productos de al-

“La universidad venezolana ha diversificado sus fuentes de financiamiento, creando fondos de jubilados, institutos de previsión social, fundaciones para el desarrollo de las infraestructuras de sus propias organizaciones y de terceros, lo mismo que fundaciones empresariales, todas ellas orientadas a contribuir con el financiamiento del presupuesto universitario a través de redes empresariales”.

tísima calidad generados en la UCV, que le merecen reconocimiento nacional e internacional en el campo científico, tec-nológico, humanístico y económico”.

Para llevar a cabo la instrumenta-ción de las políticas, la misión y la vi-sión de la FUCV, el directivo venezola-no dijo que fue necesario “perfeccionar una organización de derecho privado, sin fines de lucro, con personalidad jurídica propia, con la más amplia capacidad para realizar todos los actos que sean necesarios o conducentes al cumplimiento de sus fines, bajo los auspicios de la Universidad Central de Venezuela, quien es su ente tutelar a través de las políticas formuladas por el Rectorado y el máximo organismo de decisión, el Consejo Universitario”.

En la actualidad, la Fundación Universidad Central de Venezuela –creada por el Consejo Universitario en julio de 1982–, “orienta su acción a comercializar el producto de las investigaciones de la Universidad, los desarrollos tecnológicos y el uso de su infraestructura, todo ello con la mira de fortalecer los procesos de investigación y la propia infraestructura universita-ria, como aporte complementario a la obligación del Estado de financiar a la universidad”, según explicó Mosquera Castellanos, quien dijo que la estruc-

tura mediante la cual la FUCV ejecuta su gestión, puede sintetizarse en los siguientes términos:

—Ejecución empresarial

Promoción, comercialización y ope-ración de la infraestructura deportiva integrada por los estadios de béisbol y del fútbol, y el gimnasio cubierto para baloncesto y disciplinas asociadas. Ello incluye la publicidad, televisión y promoción.

—Desarrollo de proyectos de investigación y consultoría

Entre ellos se destacan: Estudio ambiental específico para la microlo-calización de la Refinería de Cabruta, Estado Guárico; Evaluación ambiental del medio marino costero; convenio marco regulatorio con PDVSA (Gas); convenio marco regulatorio con PDVSA (Ambiente); convenio marco regula-torio PDVSA (Refinación); convenio marco regulatorio CORPOELEC.

—Empresas integradas como holding

• BIOTECFAR, S.A. Fa-cultad de Farmacia. Dedicada a la producción y distribución de productos biotecnológicos y al asesoramiento técnico y científico. Comercializa pro-

ductos e importa materia prima, maquinaria y equipo. De gran importancia es la producción de sueros antiofídicos y anties-corpiónicos.

• CENEAC PRODUC-CIONES, C.A. Facultad de Ciencias. Empresa de produc-tos y servicios en el área de in-formática y, en particular, en el campo de la enseñanza asistida por computador.

• LABORATORIO CLÍ-NICO Y FARMACOLÓ-GICO CLINIFAR, C.A. Escuela de Medicina. Ofrece servicios en el área de salud, en la determinación de nive-les plasmáticos de fármacos y drogas. Realiza control sérico de pacientes con trasplantes de órganos e interacciones de medicamentos. Brinda aten-ción al fármacodependiente y a pacientes con tratamiento de anticonvulsionantes, litio o antidepresivos.

• CORPORACION CON-SULTORA EN PETRÓ-LEO CORPOMENE, C.A. Presta servicios de consultaría y asesoría técnica en petróleo y pe-troquímica, impacto ambiental, geología, geofísica y geoquímica, atendiendo empresas públicas, privadas o de carácter mixto. Cuenta con especialistas en in-dustria petrolera, petroquímica, carbonífera y minera.

• CORPÓREA PRODUC-CIONES, C.A. Dedicada a la producción y comercialización, en el país y en el exterior, de prótesis, implantes, y dispo-sitivos biomédicos de calidad, usados en el tratamiento de patologías y lesiones que afec-ten el organismo humano. Estos dispositivos son desarrollados a partir de las actividades de in-vestigación del Centro de Bio-Ingeniería, institución creada bajo los auspicios de las Facul-tades de Ingeniería y Medicina de la U.C.V.

• FACFAR DISTRIBUI-DORA L.T.I. C.A. Facultad de Farmacia. Se dedica a la producción de una línea de

medicamentos genéricos en tabletas, cápsulas y jarabes.

• PROMOARTE U.C.V. C.A. Encarga de comercializar las siglas y símbolos propios de la Universidad Central de Venezuela

• RENFAGRO, S.A. Encar-ga de desarrollar y comercializar tecnologías y servicios en el área de la producción agropecuaria y agroindustrial.

• EMPRESA VETERI-NARIA, S.A. Facultad de Ciencias Veterinarias. Produce, transforma y comercializa pro-ductos de origen agropecuario. Desarrolla tecnología en las áreas de la producción agrope-cuaria, medicina veterinaria, salud pública, preservación y procesamiento de recursos naturales. Ofrece consultarías, servicio y asistencia técnica al productor ganadero.

• INSURBECA, C.A. Crea-da para prestar servicios a en-tidades públicas o privadas en el ámbito de los problemas urbano-regionales y de plani-ficación.

• REPRODUCCIÓN BIO-TECNOLOGICA “RE-BIOTEC, S.A.” Facultad de Ciencias Veterinarias. Dirige y desarrolla actividades en repro-ducción animal.

• SERVICIO UNIVERSI-TARIO DE REFEREN-CIA EN BIOANALISIS. Escuela de Bioanálisis y Facul-tad de Medicina. Se encarga de prestar servicios de bioanálisis

a la comunidad universitaria, entidades públicas y privadas, y al público en general.

• TEXNE CONSULTO-RES DE ARQUITEC -TURA, S.A. Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Es una sociedad que tiene por objeto principal la prestación de servicios a terceros vinculados al campo de la arquitectura, la ingeniería y profesiones afines.

Finalmente, el presidente de la FUCV, Luis Genaro Mosquera Cas-tellanos, informó que las autoridades universitarias, encabezadas por la actual rectora Cecilia García Arocha, “plantearon a la comunidad universi-taria dentro de su programa de acción para el periodo 2008-2012, un relan-zamiento de la Fundación”, para lo cual “formularon una política general consistente en potenciar las acciones de la Universidad para vincularse más efectivamente y actuar dentro del sector productivo con suficiente agilidad, autonomía y eficiencia en la consecución de recursos financieros necesarios para su desarrollo”.

Tal como lo plantea la política ge-neral de la Fundación, dijo Mosquera Castellanos, “desde el punto de vista de la articulación de la universidad con los segmentos de la sociedad, centrada en un entorno económico social en crisis, el sistema de la educación su-perior debe orientarse hacia un trabajo conjunto con los sectores productivos, en un ambiente de oferta de soluciones profesionales de mayor calidad y perti-nencia, donde la sociedad perciba que los recursos se aprovechan dentro de la planeación y metas establecidas en un sentido prospectivo correcto”.

“Las partidas presupuestales por lo general se entregan tarde a las universidades venezolanas, las cuales

finalmente resuelven sus problemas operativos con gran dificultad, dentro de un ambiente de entrabamiento de la

gerencia con mecanismos de gobernabilidad altamente restrictivos. El mayor desafío en el país, que incide

directamente sobre la universidad, está referido a la necesidad de una reforma y la consiguiente adaptación al cambio, lo cual incide en la sociedad en general y en

particular sobre la economía y la tecnología”.

UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO74 75Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2

Luis Genaro Mosquera Castellanos

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hivo

Par

que

E

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Memoriaque existe, valorar lo local, y potenciar proyectos que nazcan del reconocimiento de tales características específicas.

Estas fuentes de conocimiento pueden ser empresas, institutos de investigación públicos y privados, univer-sidades e instituciones de desarrollo tecnológico. Los entes innovadores son aquellos que operan dentro de una compleja red de cooperación y competencia, construyen-do alianzas con su entorno, en un tejido empresarial e institucional positivo y creativo. Por ello, los determinantes del éxito de las empresas y de las economías se tornan cada vez más dependientes de la efectividad que tienen éstas de utilizar y orientar el conocimiento y de abrirle las puertas hacia el sector privado, público y académico.

La ausencia de estructuras orgánicas e institucionales para conectar y hacer converger los esfuerzos del desarro-llo, requiere una concepción sistémica que permita que los mejoramientos en la productividad y el trabajo innovador para la competitividad, se transfieran al territorio. Por ello es necesario superar enfoques simplistas y fragmentarios, y avanzar en la construcción de sistemas territoriales de promoción competitiva que permitan modelos orgánicos de creación de sentido al desarrollo regional y nacional. El éxito se logra en un proceso sistémico de aportes colectivos; y el poder se sustenta en el respeto y reconocimiento del otro, en la combinación de fuerzas.

3. Cooperación y asociatividad para una ética del desarrollo

Si bien la cooperación o la asociación no activan el desarrollo, ni son la explicación última del éxito de éste en un país o un territorio, sí plantean un imperativo ético que configura el sentido de un nuevo modelo basado en las sinergias dirigidas hacia un desarrollo equitativo e integrador por definición.

La calidad de las instituciones y sus ventajas dependen en gran medida de que tengan capacidad de cooperación, y la cooperación entre ellas refleja en cierta medida los niveles o la calidad de la asociación interna, no son aspectos indepen-dientes. Las empresas más innovadoras y competitivas esta-blecen organigramas apoyados en la cooperación más que en las jerarquías. Otras entidades padecen fuertes dificultades para establecer mecanismos internos de cooperación como la mayoría de administraciones públicas, con estructuras rígidas y complejas relaciones internas de poder.

Es posible describir la cooperación como un proceso de aprendizaje entre los actores que cooperan mediante el cual se establecen relaciones de confianza basadas en la colaboración. No se trata de un proceso lineal, acumulativo, mediante el cual se alcanzaría un modelo de “cooperación máxima”: se debe gestionar a largo plazo, de forma persistente, que trascienda la coyuntura.

Se trata entonces de un desafío en el que se evidencia la

maduración de las iniciativas locales de desarrollo, impulsadas por una organización colectiva para alcanzar metas comunes en el territorio. Se puede hablar de la existencia de una geografía de la cooperación y de las redes, variable en función de los ámbitos y sectores de acción comunes a los actores.

Es necesario, entonces, promover factores y actitudes como la construcción de relaciones y cooperaciones rentables y duraderas, la gestión del cambio, el diálogo y las políticas interministeriales de los distintos gobiernos, así como la cooperación universitaria; incorporar las universidades en el análisis y las propuestas de la política regional, y fomentar la profesionalización de la gestión y la relación Universidad-Empresa-Estado.

4. Universidad-Empresa-Estado: un encuentro pertinente y permanente

Colombia debe hacer que la ciencia y la tecnología se conviertan en factores primordiales de las aspira-ciones culturales de sus ciudadanos, esto significa que las universidades, los empresarios y el estado inviertan en relaciones sociales e institucionales basadas en una significativa valoración del conocimiento.

El mundo empresarial experimenta una transformación radical: la aplicación tecnológica y técnica de los saberes no da espera, y lo que está en juego es la necesidad de imple-mentar conocimientos para agregar valor a los productos y ser competitivos en los mercados nacionales e internacionales. La universidad no puede quedarse atrás: debe construir capaci-dades intelectuales que permitan a la comunidad universitaria adaptarse a los cambios tecnológicos, económicos y cultura-les del mundo actual, y adoptar un espíritu emprendedor, de iniciativa y de empresa, hacia la innovación.

Por ello, es sensato propiciar un acercamiento de las instituciones educativas al sector empresarial, cuyo resultado serán profesionales que comprenden los re-quisitos de nuestras estructuras productivas, así como empresarios relacionados con centros de investigación, desarrollo tecnológico e innovación, y apoyados por un Estado efectivo en la implementación de políticas públicas favorables al desarrollo productivo y competitivo.

En este sentido, el Encuentro es un espacio común de reflexión e intercambio de experiencias, que debe ser permanente, propicio para fortalecer las relaciones Uni-versidad-Empresa-Estado, y para emprender proyectos de interés común −con la suficiente confianza entre las partes− que respalden la formación de tejido social.

Se deduce entonces que en la comunidad académica se requiere un proceso de autoevaluación para acelerar la reorganización de la vida académica e institucional. En el ámbito empresarial es fundamental fomentar la inversión en la investigación, el desarrollo tecnológico y la innova-ción como estrategias para buscar la productividad y la competitividad. Y en el Estado deben definirse lineamien-

“La empresa base de la competitividad regional en un mundo globalizado”

PRESENTACIÓN

El III Encuentro Universidad-Empresa-Estado fue con-vocado por nueve Instituciones de Educación Superior1, Asociación Colombiana de Universidades ASCUN, Fun-dación Vínculo, Municipio de Medellín, Corporación para las Investigaciones Biológicas (CIB), Centro de Ciencia y Tecnología de Antioquia (CTA), Caja de Compensación Familiar Comfenalco Antioquia, y Asociación Colombiana de Medianas y Pequeñas Industrias Acopi, los Centros de Desarrollo Tecnológico2, Inexmoda, la Incubadora de Empresas de Base Tecnológica de Antioquia (IEBTA), el Parque Tecnológico de Antioquia (PTA); y el 3er Seminario Iberoamericano Universidad-Sector Productivo −auspiciado por la Asociación Universitaria Iberoamericana de Posgrado (AUIP)−. Se realizó en Medellín, Colombia, entre el 15 y el 17 de septiembre de 2003 en el marco de la conmemoración de los 200 años de la Universidad de Antioquia. Cerca de 600 participantes procedentes de instituciones universitarias, em-presas, organizaciones sectoriales, instituciones gremiales, entidades gubernamentales y organismos internacionales se reunieron, y luego de las reflexiones, los debates, las proposiciones y los compromisos expresados durante el Encuentro llegaron a las siguientes conclusiones:

1. Conocimiento y cultura: imperativos en sistemas globalizados

La intensificación de las conexiones y los flujos entre los mercados y las tecnologías, establecen procesos de acumulación de desigualdades, y transforman el sentido y contexto de las oportunidades para un desarrollo sensible a la calidad de vida de la población. En este reordenamiento global de los sistemas económicos y políticos surgen de-safíos de alta significación. Al menos dos retos cruciales pueden considerarse como ejes de resistencia: El primero es el potencial adquirido por las sociedades efectivamente

basadas en el conocimiento –científico, tecnológico, tradi-cional, transdisciplinar–; y el segundo se refiere al fortaleci-miento de la cultura y de las relaciones interculturales para hacer frente a las dinámicas desintegradoras, y estructurar capacidades de bienestar colectivo.

Así, el conocimiento, como bien común de la hu-manidad, es un factor clave en la generación de riqueza y, por ende, un elemento decisivo en el desarrollo. Co-munidades informadas e identificadas socialmente con la importancia del saber, de la ciencia y de la tecnología, pueden establecer procesos en los que el aprendizaje colectivo, la innovación, la cooperación, la asociatividad y la transformación de las restricciones en potencialidades constituyen experiencias significativas de las identidades culturales de un territorio y de un país capaz de crear un nuevo contexto para sus relaciones, y de establecer bitácoras positivas en la inserción internacional.

En el contexto actual de globalización, la capacidad para poner en práctica estrategias de desarrollo apoyadas en con-textos nacionales, orientadas regionalmente y conocedoras de la realidad global, basadas en un tejido social y cultural presente en los territorios, es decisiva para impulsar los cambios necesarios y construir políticas públicas certeras en el abordaje de problemas coyunturales y estructurales.

2. La región como territorio innovador

En la era de la mundialización se ha incrementado la importancia de los actores regionales en relación con la información, la capacidad de análisis y la toma de decisio-nes. Numerosos estudios reconocen que la combinación de características tangibles, tácitas y codificadas, depen-dientes de la localización, juegan un papel determinante en el potencial de desarrollo socioeconómico de las regiones. Trabajar sobre las fortalezas regionales significa conocer lo

Medellín, Colombia, 15 al 17 de septiembre de 2003

UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO76 Medellín-Antioquia-Colombia / Julio - Diciembre 2008 / Año 1 - Edición Nº 2 77

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Memoriacada vez más abierto, hacia una sociedad donde las organi-zaciones públicas deben incorporar a su análisis la pluralidad de intereses, derechos y expectativas de los ciudadanos. La administración pública no podrá satisfacer las demandas de forma eficiente, si no avanza a un gobierno de colaboración entre líderes de todos los sectores de la sociedad, donde la apertura, el consenso y la innovación son las claves para estimular un cambio en las reglas de juego.

8. Gestión tecnológica para el desarrollo

La competitividad descansa cada vez más en el cono-cimiento (científico, técnico, la capacidad de diseño, los sistemas de información) y en la gestión tecnológica que vincula la ciencia, la ingeniería y la gestión empresarial. Hoy en día la gestión tecnológica constituye una dimen-sión estratégica de la empresa, que abarca de conjunto su modo de accionar: proveedores de materias primas, componentes y equipos; servicios de ingeniería, diseño y organización; investigación contratada o cofinanciada con la universidad y centros de desarrollo tecnológico, entre otros, caracterizados por la cooperación empresarial.

Dadas las claras diferencias en las formas organizativas y de funcionamiento de las universidades y las empresas, la creación de una estructura intermedia, comúnmente deno-minada de interfaz para la gestión tecnológica, que genere una relación fluida entre ambos organismos, es práctica común en España y ha comenzado a desarrollarse en varios países de América Latina, por ejemplo, en Brasil, México, Chile y Argentina. Estos centros pueden estar en cualquiera de los dos organismos, o en un tercero asociado al Estado y adoptar diferentes formas de acuerdo con el énfasis que pongan en uno u otro aspecto de la cooperación.

Uno de los aspectos que deben encarar estas nuevas estructuras de interfaz universidad - empresa, tiene que ver con la propiedad intelectual. En virtud de la misión que caracteriza a las universidades públicas, las innovaciones tecnológicas que se generan allí deben ponerse al servicio de la sociedad. La protección de la propiedad, resultado del trabajo intelectual, es un medio que permite a las universidades transferir conocimientos y tecnologías en forma ordenada y eficaz, hacia el sector productivo que los demanda. Este tema se relaciona entonces con todos los esfuerzos de cooperación con el sector productivo que realizan las universidades, razón por la que su de-bida comprensión permite diseñar políticas, estrategias y acciones adecuadas en este campo, para conciliar la visión universitaria con la realidad del medio.

9. Emprendimiento y socialización del tejido em-presarial

Los cambios económicos, políticos, culturales, cientí-ficos y tecnológicos que se vienen dando en el mundo en los últimos años, demandan de la universidad colombiana la formación de un nuevo profesional más ligado a la ge-

neración de conocimiento novedoso y a su incorporación en los procesos sociales y productivos. Es necesario proveer a los estudiantes de las herramientas adecuadas para incursionar como actores en el mundo empresarial, y fomentar una mentalidad emprendedora, que parta del conocimiento como factor decisivo en un enfoque de inno-vación, responsabilidad social y desarrollo sostenible.

El emprendimiento, entendido como la competencia que tienen personas para generar ideas y potenciar la voluntad para iniciar o desarrollar proyectos innovadores, está asociado con la capacidad de trabajo en equipo, la creatividad, el liderazgo, la responsabilidad social, la tenacidad, visión de largo plazo y la capacidad de asumir riesgos, entre otras. El emprendimiento permite al Estado construir un tejido empresarial, y es la base productiva que debe tener un país para su crecimiento y desarrollo.

Ante ello, crece la importancia de disponer de em-prendedores para las regiones. El reto es aprender a hacer cosas nuevas a partir de programas para el fomento del espíritu emprendedor, y la promoción y creación de em-presas innovadoras en todos los sectores. Sus actividades abarcan la sensibilización, capacitación y asesoría, hasta facilitar al equipo emprendedor los servicios de apoyo ne-cesarios para la planeación estratégica (plan de negocios y asesoría para su gestión empresarial).

El novedoso concepto de pre-incubación de empresas, busca proporcionar un modelo que ayude a mejorar el éxito de los “spin-offs”3 y “start-ups” universitarios, y requiere recursos económicos para apalancar sus planes de negocios, como los fondos de capital semilla para las iniciativas universitarias.

La creación de nuevas empresas a partir de las tecno-logías que se generan en las universidades, constituye un modelo de vinculación universidad - sector productivo de gran interés por su potencial contribución al desarrollo eco-nómico de la región y del país. Una condición para el éxito de este modelo de cooperación es la formación y promo-ción de las actitudes y habilidades para el emprendimiento en aquellas personas que gestarán las nuevas empresas. Así surgirán actores capaces de percibir la oportunidad y de asumir riesgos para conquistar nuevos mercados, diseñar productos distintos, consolidar procesos innovativos en empresas con potencial crecimiento.

10. Reconocimiento de iniciativas regionales para el desarrollo

Es necesario reconocer que históricamente en nuestra región se han realizado esfuerzos importantes por articular estas tres dimensiones de la sociedad con iniciativas4 que han reconocido al Plan Estratégico de Antioquia -PLANEA- como aquella que reúne los diferentes esfuerzos. Mediante propuestas y líneas estratégicas el PLANEA busca integrar territorialmente a Antioquia desde la diversidad, revitalizar la economía departamental, lograr

tos de integración de los sectores Universidad - Empresa para avanzar en la misma dirección, con políticas que promuevan y faciliten estos procesos.

5. La Universidad como entorno de conocimiento

La universidad es un centro con capacidad para pre-venir el futuro, por ello la prospectiva es una función que todo centro universitario ha de implementar.

La universidad del siglo XXI, donde quiera que esté, debe tener como visión un entorno donde la razón se imponga sobre la fuerza, y se debe consolidar como una institución científica, tecnológica y humanista. Desde la educación preescolar hasta la educación superior se precisa lograr que las nuevas generaciones aprendan a conocer, a hacer, a vivir juntos y a ser, tal y como ha sido propuesto por la UNESCO.

Es indudable que en las últimas décadas, se han incre-mentado los proyectos conjuntos universidad − territorio y universidad – entorno. La universidad se está abriendo, y se considera un factor clave para la competitividad de ciuda-des, regiones y territorios en la sociedad del conocimiento y la información. Sin embargo, todavía hace falta mejorar las interrelaciones y los mecanismos de cooperación a partir de la creación de espacios de integración entre universidades – territorio – empresas – sociedad civil, y relaciones estables para consolidar regiones del conocimiento.

Todas las competencias empresariales pueden ser aprendidas. Sin embargo, el sistema educativo colabora muy poco para que así sea. Los empresarios, especialmente de las pymes, se hacen en la calle, aprenden por imitación, por autoformación y con un alto riesgo. Salen del sistema escolar desprovistos de herramientas y con competencias básicas muy incipientes. Si la experiencia laboral es la principal fuente de adquisición de competencias, entonces, la formación em-presarial debe comprender momentos prácticos (aprender a ser, a hacer y aprender haciendo). Es necesaria (y deseable) la práctica en las empresas.

En la educación primaria y secundaria las competencias básicas deben ser vistas como una gama de aprendizajes que se van haciendo gradualmente más complejos y que se relacionan de manera directa con el desempeño laboral. La educación tiene, entonces, una pertinencia superior en la transformación del hombre, pues define su forma de entender el funcionamiento del mundo. La universidad puede y debe ser motor dinamizador, agente de desarrollo de políticas de promoción económica y urbana, instrumento de formación de capital humano y atracción empresarial, y centro de innovación y difusión del conocimiento, para fomentar la creación de nuevas empresas y contribuir al desarrollo y la riqueza.

6. La Empresa base de la competitividad regional

El éxito de la competitividad es localizado, no se extiende a lo largo de la nación. Las compañías de clase mundial, sus clientes y proveedores están muchas veces concentrados

en un área geográficamente reducida, lo que se traduce en un clima positivo para la mejoría y la innovación.

La competitividad se relaciona cada vez más con el propósito central de la concepción humanista del desarro-llo que promueve el mejoramiento del bienestar del hom-bre, expresado en mejores niveles de vida. Dicha relación consiste en que el logro del desarrollo es interdependiente con el incremento de la productividad, la sustentabilidad ambiental, y el tipo y grado de inserción de la economía de una región o país, en el contexto mundial.

Por lo tanto, la tendencia mundial es a la integración de empresas y de instituciones de apoyo alrededor de los clusters y cadenas productivas, que reemplazarán a las grandes empresas como agentes productivos de primera importancia. También se vislumbran iniciativas en el campo de la diversificación industrial y de servicios, en el repunte de la pequeña y mediana industria, en in-vestigación y modernización tecnológica.

En consecuencia, es necesario un cambio cultural en la formación del capital humano en las regiones, para promover una visión compartida, las nuevas actitudes y el aprendizaje a lo largo de la vida, nuevas habilidades y ca-pacidades, y perfeccionar los recursos para ajustarse a los requerimientos del mercado mundial, ese es el desafío.

7. El Estado y el liderazgo público en la construcción de políticas

¿Cómo puede una sociedad y un territorio heterogéneo, con intereses en conflicto, encontrar vías para avanzar hacia acuerdos y pactos más equitativos y eficaces?

Al Estado le corresponde desempeñar una función importante, no sólo porque es el agente que puede promover mayores articulaciones entre la academia y la empresa, sino porque las inversiones en investigación y desarrollo exigen cuantiosos recursos, los cuales deben, en su mayoría, provenir del sector público.

Es evidente que para impulsar el desarrollo territorial en el contexto actual, los gobiernos regionales y locales deben realizar una gestión eficaz de los bienes públicos y ser capaces de actuar como líderes de la gobernabilidad, que es la capacidad de un conjunto social o comunidad para autogobernarse enfrentando positivamente los retos y oportunidades que tenga planteados. Una estrategia de gobernabilidad es una de construcción de capacidades, que dependen de la interrelación entre el sistema institucional existente, las capacidades de los actores presentes, y la capacidad y calidad del liderazgo disponible. El valor creado por el gobierno no es sólo la utilidad o satisfacción individual procurada por sus servicios, sino la arquitectura social en la que los individuos y grupos buscarán su utilidad.

En cuanto al gobierno local, hay que recordar que esta-mos evolucionando hacia un sistema económico y territorial

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Memoria

UNIVERSIDAD-EMPRESA-ESTADO80

Notas1. Universidad de Antioquia, Universidad de Medellín, Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, Universidad Pontificia Bolivariana, Universidad de San Buenaventura, Corporación Universitaria Lasallista, Es-cuela de Ingeniería de Antioquia, Politécnico Jaime Isaza Cadavid y el Sena Regional Antioquia.2. CIAL, Fedemadera, Cidico, CTF-IME y Cidet.3. Expresa la idea de nuevas actividades económicas creadas en el seno de empresas existentes que acaban adquiriendo independencia y viabilidad propias, en términos de estructura jurídica, técnica y comercial. El fin de esta estrategia industrial es favorecer el empleo, potenciando la creación de nuevas empresas innovado-ras que generan valor añadido y riqueza en el entorno industrial en el que actúan.4. Algunas de ellas son Visión Antioquia Siglo XXI, el Plan Estratégico de Medellín y el Área Metropolitana, Antioquia Convergencia y Desarrollo, Encuentros de Dirigentes Subregionales y Antioquia Toda Conversando.

el desarrollo humano, equitativo y sostenible, y reconstruir el tejido social, con un enfoque de cooperación y confianza en las pequeñas comunidades.

Si bien Antioquia fue un departamento modelo para el resto de regiones de nuestro país, a la fecha sus diferentes sectores requieren acciones urgentes y estratégicas. La búsqueda de alternativas de solución a las diferentes problemáticas del desarrollo, demanda la existencia de un estado líder y facilitador; de un cuerpo empresarial inno-vador y competitivo, y de una universidad que consolide su presencia en la sociedad, mediante la aplicación del conocimiento y su contribución a los avances científicos, técnicos, productivos y culturales de la región y el país.

Para que esta unión sea real, eficaz y honesta, se debe partir del principio del respeto a la diferencia, de disponer de información completa, veraz y oportuna en cada uno de los sectores para que los diferentes enfoques, ideas e intereses sean la base de una visión integradora de los diferentes actores del proceso; toda concertación debe hacerse por el bien común.

La conservación y el aprovechamiento lícito de la vitalidad y la biodiversidad de la tierra en forma sostenible, la integración económica entre las diversas regiones y sectores de la producción, la promoción equitativa del desarrollo rural, la articulación y trabajo en red de las diferentes universidades, y empresas de la región en pro de una mejor calidad de vida de sus habitantes, deben ser objetivos de permanente seguimiento y evaluación que lograrán el propósito total de un bienestar equilibrado y sostenible de nuestras regiones.

11. La importancia de una Agenda Regional de Innovación y Desarrollo Tecnológico

Los países que han logrado transformaciones reales han integrado el conocimiento, la capacidad de hacer nuevos productos con mayor valor agregado, el robuste-cimiento de las instituciones, el desarrollo de un sistema coherente de innovación y el proceso de formación del talento humano, a la vocación de desarrollo unificada de la región. En dicha integración han trabajado el estado, la empresa y las instituciones de educación.

En este sentido, las acciones que conglomerados, como el que convoca el III Encuentro Universidad-Empresa-Esta-do, deben ejecutar, estarán orientadas a apoyar y contribuir al desarrollo de una Agenda de Innovación y Desarrollo Tec-nológico Regional de largo plazo, formulada por un sistema coherente de desarrollo, acorde con las políticas regionales y nacionales, y con la vocación de la región.

Se requiere un compromiso de ciudadanos, de pro-fesionales, de empresarios, de empleados públicos al servicio de la sociedad, de gobernantes y estadistas con visión del futuro, de los gremios asociados conformando un bloque unificado sin perder su identidad, se requiere

un compromiso de trabajo por la región, por el futuro. Se requiere dejar en segundo plano los intereses particulares y anteponer los intereses sociales, algo utópico pero necesario. Se necesita el trabajo continuo y permanente, coherente y alineado con los objetivos propuestos por parte de los actores involucrados.

12. Las universidades y el futuro empresarial de la región

En el futuro inmediato, y ante una mayor apertura por efectos del ALCA, TLC con Estados Unidos o inte-gración CAN-Mercosur, se requiere una mejor formación en competencias y profesional, acorde con las posibi-lidades y limitaciones de nuestras empresas. El grado de especialización será fundamental por la velocidad con que deberemos responder a los nuevos retos. Esto puede lograrse si en los últimos semestres académicos se abre un espacio para la especialización sectorial, consultadas previamente las necesidades del mercado laboral por competencias.

No sobra hacer un llamado frente al reto de la interna-cionalización de nuestras empresas: Las compañías colom-bianas, inclusive las más grandes, son muy pequeñas para el escenario internacional, sus posibilidades en el exterior son limitadas, y su grado de diferenciación es escaso. Por ello, la formación profesional en algunas áreas no debe concentrarse tanto en la adopción de modelos importados, pues los egresados del futuro, en su inmensa mayoría, serán requeridos por las pequeñas y medianas empresas.

En Colombia no se están desarrollando nuevos proyectos de verdadera importancia. Por el momento, los resultados se concentran en las Mipymes, y es hacia éstas hacia donde se debe dirigir la formación de nuestros nuevos profesionales, quienes además podrán visualizar posibilidades diferentes a las del empleo a partir de la creación de sus propias empresas.