Revista Lux Huelga 1936

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Director: C. Fernando Oliva Quiroz Julio 2011 No. 619

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Revista Lux conmemorativa a los 75 años de la Huelga del SME en 1936

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Director: C. Fernando Oliva QuirozJulio 2011 No. 619

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En 1939 se encarga a un grupo de artístas plásticos, encabezado por David Al-faro Siqueiros, pintar un mural en el edificio sin-dical de Antonio Caso, el lugar elegido fue el cubo de las escaleras. El equi-po estuvo conformado por Antonio Pujol, Luis Arenal (mexicanos), Josep Renau, Miguel Prieto y Antonio Rodríguez Luna (españo-les). El edificio sindical y el mural hoy forman parte del patrimonio cultural de la clase trabajadora.

“Retrato de la

Burguesía”

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83 AÑOS INFORMANDO15 de enero de 1928

Fundadores:Director: Gabriel Álvarez,

Secretario: Pedro Ruiz, Secretario General: Magdiel Romero,

Edificio Social:Primera República de Colombia no. 9 Tel. Eric. 95-

32 Méx. 1-28 Neri

Secretario GeneralC. Martín Esparza Flores

Director y Editor ResponsableC. Fernando Oliva Quiroz

Comité Central yComisiones Autónomas

Coordinación GeneralRoberto Castillo López

Coordinación Revista LUXClaudia Durán García

Coordinación LUX TelevisiónJavier Barragán Guerra

Coordinación PeriódicosLa Resistencia y Ofensiva

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Equipo de Redacción,Fotografía, Video y Diseño

Luis Castillo FarjatRené Díaz Gámez

Mahentzi Romero CruzGabriela Barragán Martínez

Juan Cervantes MartínezFelipe Sánchez Ramírez

Fortino de la Rosa BrionesGuillermo Martínez De Nova

Jaime Josué JiménezOrlando Hurtado Domínguez

Ezequiel Ríos Ugarte

ColaboradoresTodos los miembros en resistencia

del Sindicato Mexicano de Electricistas

Impresión y distribuciónTalleres Gráficos SME

Domicilio3a. de Antonio Caso No. 45

Col. Tabacalera, Del. CuauhtémocApartado postal 10439Codigo Postal 06470

Certificados: Licitud de Título 14035,Licitud de Contenido 11608, Derecho deAutor: Reserva 04-2007-120311015100.

Registrado como artículo de la 2a. clase en la administración de correos No.1 de México, D.F., con

fecha 5 de octubre de 1936

Revista de Aniversario

Editorial

Contextos Internacional y Nacional

Los turbulentos años treinta. Dra. Josefina Morales Ramírez

Los electricistas en la consolida-ción de un Estado posrevolucio-nario y el paso a un régimen de instituciones.Mtro. Arturo Luis Alonzo Padilla

La Huelgadel 16 al 25 de julio de 1936

Manifestación del 22 de diciem-bre de 1935.

Organización del movimieto.

Motivos y consideraciones acer-ca del conflicto.

Se comunica al C. Presidente Cárdenas que la huelga es inminente.

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JULIO2011

No.619

Diseño portada:Armando Ramos Flores

ÓRGANO OFICIALDEL SINDICATOMEXICANO DE

ELECTRICISTAS

sitio Web:www.revistalux.org.mx

correo electrónico:[email protected]

Interviene la Secretaría particular de la presidencia.

Estalla la huelga.

Franco apoyo a nuestro movimiento.

Se soluciona el conflicto.

Breve reseña de los resulta-dos.

La Huelga del Sindicato Mexi-cano de Electricistas.

Mario Pavón Flores, asesor de la huelga de 1936.

Santos Balmori.Facsimil

Histórico relato del Ingeniero Manuel Paulín Ortíz.

2009-2011Movimiento actual

La resistencia electricista y su contribución a lo social.

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Recordar la gloriosa huelga de 1936, es remitirnos a uno de los pasajes históricos más importantes de nuestra organización; el país atravesaba por un periodo de definiciones institucionales donde los sectores obrero y campesino contribuyeron con su unidad a la consolidación del gobierno del general Lázaro Cárdenas. Eran momentos coyunturales donde muchas de las empresas extranjeras que detentaban el manejo de nuestro petróleo y de nuestra industria eléctrica, concesionados desde el gobierno de Porfirio Díaz, creían tener en sus manos el manejo de la economía nacional y, por ende, de los trabajadores.

Fue entonces que la unidad del movimiento obrero dio muestras palpables de su fuerza y consolidó su lucha en acciones concretas; primero, los electricistas del SME, iniciaron una serie de movilizaciones para defender sus derechos ya consagrados en el artículo 123, uno de ellos, el Derecho a Huelga, que se mostró con toda intensidad, apoyado por la inmensa mayoría de los sindicatos de aquellos años.

Dos años más tarde, otro grupo de valerosos trabajadores mexicanos apoyaron la histórica decisión del presidente Cárdenas para amalgamar con su esfuerzo la expropiación petrolera. Años gloriosos en que miles de obreros desfilaban unidos por las calles de la ciudad de México.

Por eso, remitirnos a la Huelga del 36, es recordar el nombre del entonces Secretario General del SME, Francisco Breña Alvírez y de su esforzado comité. Su lucha es ejemplo, hasta nuestros días, de lo que representa la capacidad de nosotros mismos para hacer triunfar y hacer valer nuestros derechos y conquistas.

Así como los heroicos electricistas de entonces lucharon con la frente en alto para hacer entender a los gerentes de las Compañías que los beneficios de nuestro Contrato Colectivo de Trabajo eran sagrados y que el cabal cumplimiento de nuestros derechos laborales no admitía concesión alguna a favor de los patrones, así también hoy, los electricistas de éste gran sindicato no debemos bajar la guardia y luchar unidos por recuperar nuestra fuente de empleo.

Que este ejemplar dedicado a la Huelga del 36, sirva de aliciente a todos para no claudicar, el pasado histórico que nos heredaron nuestros antecesores nos reclama hoy luchar unidos.

Fraternalmente“Por el Derecho y la Justicia del Trabajador”

México D.F., Julio de 2011

Martín Esparza FloresSecretario General

Editorial

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Internacionaly Nacional

Contexto

Las luchas sociales eran mías, como era mío también ese anhelo

de mayor justicia y menos sufri-miento del hombre explotado, que

quería liberarse para terminar, por lo menos con su condición de

bestia frustrada.

Santos Balmori1

1 Helena Jordan de Balmori, Remembranzas, silencios y charlas con Santos Balmori, UNAM, Coord. General de Artes Plasticas, Dirección General de Literatura, 2003. p. 40 LUX la Revista de los Trabajadores, año IX, no. 11,

México D.F., noviembre de 1936, Portada

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Huelga de 1936

Fuente: Internet. Efectos de la crisis de 1929

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Los turbulentosaños treintaDra. Josefina Morales Ramírez*

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Entre 1914 y 1945, el capitalismo internacional atravesó por dos guerras mundiales, el desafío de la revolución de octubre en 1917 y la crisis más profunda de su historia, 1929-1933, que algunos historiadores señalan que terminó hasta 1945; procesos que redefinieron la hegemonía mundial y una nueva correlación internacional de fuerzas.

El fin de la primera guerra mundial en 1917 abrió nuevos desafíos a Inglaterra que veía declinar su hegemonía mundial ejercida durante el largo siglo XIX y el poderoso surgimiento de los Estados Unidos que con su intervencionismo durante la guerra de independencia cubana consolidó su dominio sobre el continente americano, cumpliendo la doctrina Monroe de América para los americanos, al tiempo que dominaba el caribe y extendía su dominio hasta el pacífico con las Filipinas; a ello contribuía, además, su dinamismo industrial, que después de su guerra civil, impulsó una nueva revolución industrial. El auge estadounidense llevó a los alegres y despreocupados veintes, la revolución del automóvil y el crecimiento de los monopolios, ignorando que el capitalismo se reproduce con crisis periódicas. El saldo de la primera guerra mundial impuso a la derrotada Alemania unas demandantes condiciones de guerra, el pago de una deuda impagable, sobre una economía en crisis con una inflación sin precedente y una contrarrevolución triunfante a principios de los años veinte. Situación similar atraviesa Italia que enfrenta una grave crisis después de la guerra.

El movimiento obrero viene de un avance formidable antes de la primera guerra mundial: los trabajadores sindicalizados pasaron en Estados Unidos de medio millón en 1900 a dos millones en 1907, en Alemania de 260 000 en 1895 a 1 700 000 en 1906 y en Francia de 140 000 en 1890 a 850 000 en 1906: en América Latina también se registra un avance en Argentina, Chile y Uruguay, con la llegada de miles de trabajadores europeos y con la influencia de socialistas, comunistas y anarcosindicalistas.

Entre 1917 y 1940, el movimiento obrero atraviesa por grandes movilizaciones, huelgas, triunfos, formación de organizaciones gremiales, nacionales e internacionales, y al mismo tiempo sufre grandes derrotas, sobre todo en Europa, tanto por la crisis de 1929-1933 como por el ascenso del fascismo en Italia desde 1924 y en Alemania a partir de 1933.

El fascismo implica la completa corporativización del movimiento obrero, bajo el control total del Estado, que en los casos de Italia y Alemania llevaron a militarizar la economía y a un expansionismo militarista que desembocó en la segunda guerra mundial. En Alemania se impone un nuevo código del trabajo que subordina en forma absoluta al trabajo frente al capital y el Estado. Italia desde los años veinte enfrentaba con el fascismo en ascenso, la derrotada del movimiento obrero comunista, encabezado por Gramsci, y la crisis económica, social y política, posterior a la primera guerra mundial.

*Investigadora titular de la Unidad de Economía Política del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.

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Fuente: Internet. Lucha contra el fascismo

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La crisis que estalló en el mercado de valores estadounidense en octubre de 1929, sólo prevista por el economista soviético Eugenio Varga, arrastró a la economía mundial y durante largos cuatro años destruyó en gran medida el mundo del trabajo. La crisis registró quiebra de bancos y empresas, caída de precios, caída de la producción, desempleo, pobreza, hambre y hasta suicidios de empresarios.

El desempleo en Estados Unidos pasó de 1.5 millones de trabajadores, 3.1% del total, en 1929 a 12.8 millones, 24.8% del total, en 1933; baja al 20% en 1935 y registra 17.1% en 1939; el número de trabajadores en la industria manufacturera bajó de 10.4 millones en 1929 a 7.2 en 1933. Frente a ello avanza la organización nacional y se forma en 1935 el Consejo de Organizaciones Industriales; entre las huelgas que se destacan están las de los trabajadores del hule que realizan más de 48 paros de 24 horas. En Alemania, a principios de los años treinta, llegaron a registrarse siete millones de trabajadores sin empleo.

La trascendencia de la crisis llevó en Estados Unidos a una nueva política económica, a la intervención del Estado, para recuperar el empleo y el crecimiento, abriendo las condiciones de un nuevo contrato social, el Estado del bienestar, que se consolidaría después de la segunda guerra mundial. Y en Europa llevó a la militarización de la economía alemana y al ascenso del fascismo.

En España las fuerzas populares lograron el triunfo de la Segunda República en 1931 y en 1934 y, a partir de esa fecha, enfrentaron la contrarrevolución franquista y el país atravesó por la guerra civil española que encontró una gran solidaridad internacional popular hasta que la derecha, apoyada por los nazis, derrotó a la República en 1939.

El avance de fascismo se enfrentó internacional-mente con la formación de los frentes populares, a partir del impulso que la III Internacional dio a la formación de los partidos comunistas en cada país; si bien el movimiento comunista internacional se dividió con la formación de la IV Internacional por Trostky, mientras en la Unión Soviética se consolidaba el estalinismo.

En América Latina, varios países atravesaron en esos turbulentos años treinta por experiencias revolucionarias que tuvieron diferentes desenlaces. México, que venía de la Revolución de 1910-1917 y de un movimiento obrero en ascenso, alcanzó profundas transformaciones durante el cardenismo; la república socialista de Chile durante 12 días en 1932 y el gobierno de los 100 días en Cuba en 1933 fueron derrotados por golpes militares. En Uruguay, por el contrario, se impuso la dictadura de Terra en 1933. En 1936 se crearon organizaciones nacionales, en México la Confederación de Trabajadores Mexicanos y en Chile la Confederación de Trabajadores de Chile. En México la lucha obrera

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Fuente: Internet. Guerra civil española

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por sus derechos y su organización es intensa en esos años y va de la huelga del SME en 1936 a la lucha de los petroleros que desemboca en la nacionalización del petróleo en 1938.

Desde mediados de los años setenta del siglo XX, los trabajadores del mundo enfrentamos una nueva ofensiva del capital como respuesta primaria a su crisis de largo plazo, iniciada desde entonces, y que se ha manifestado en recesiones mundiales y nacionales recurrentes.

La ofensiva contra el trabajo se ha expresado en la destrucción de los contratos colectivos, en la pérdida de fuerza de las organizaciones sindicales, en el desempleo recurrente que acompaña a las recesiones, en la pérdida de los derechos y prestaciones alcanzadas después de décadas de luchas sindicales; en la caída del poder de compra de los salarios y en el descenso del nivel de vida, agravado por la privatización de los servicios públicos.

Particular ofensiva han sufrido los trabajadores del sector público y de las empresas públicas, desde la política de la Sra. Tatcher en Inglaterra contra los mineros y de Reagan contra los controladores aéreos en Estados Unidos, a principios de los años ochenta; política que se acentuó a partir de la desintegración de la Unión Soviética y la reconversión al capitalismo de los países del antiguo socialismo real en Europa, abriendo paso al pensamiento único neoliberal en los primeros años de la década del 90 y acelerando las privatizaciones de la empresa y servicios públicos en América Latina.

Política antiobrera en México que inició el ocho de mayo de 1983 con el cierre de Fundidora Monterrey que, sin previo aviso, dejó sin trabajo a 9 mil trabajadores, y que en este sexenio se renueva con la desaparición fulminante de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro en octubre de 2009, que dejó sin trabajo a más de 44 mil electricistas, contra los mineros de Cananea y el cierre de Mexicana de Aviación que dejó a más de 9 mil trabajadores sin empleo desde junio de 2010.

La situación internacional actual, a principios del siglo XXI, de la ofensiva imperialista estadounidense contra Afganistán y contra Irak, el profundizado conflicto palestino-israelí, y la crisis económica detonada en 2008 en el ámbito financiero-inmobiliario en Estados Unidos y transformada en una crisis generalizada de la economía-mundo capitalista, obliga a una revisión histórica de la crisis de los años treinta.

El desempleo en Estados Unidos se elevó del 4% en el año 2000 al 9% en enero de este año, mientras en Europa los trabajadores indignados resisten los draconianos programas de ajuste, por el problema de la deuda causado en gran medida por el capital especulativo internacional, similares a los que vivimos los trabajadores de América Latina durante la década perdida de los años ochenta. Programas que pretenden hacer recaer todo el peso de la crisis sobre los trabajadores, con el desempleo, la pérdida de prestaciones, la privatización de la seguridad social, la educación y el cambio de régimen de las jubilaciones. La movilización y la resistencia se multiplican en España, Irlanda, Grecia, Inglaterra, Italia y Francia.

Los trabajadores del mundo hoy enfrentamos con la crisis económica, el desempleo crónico, la profundización del neoliberalismo que favorece al capital financiero, la especulación financiera con los recursos de la seguridad social y nuestras jubilaciones y, sobre todo, la falta de futuro para nuestros hijos.

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El Dictador Díaz en la hidroeléctrica Necaxa. Archivo Revista LUX

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Los electricistas en la consolidación de unEstado posrevolucionario y el paso a unrégimen de institucionesMtro. Arturo Luis Alonzo Padilla*

Entender porqué los trabajadores electricistas apo-yaron al gobierno de Cárdenas en 1935 es una ta-rea de contexto, un contexto sin el cuál sería difí-cil entender los motivos, las razones políticas y de clase, por las cuales los electricistas inclinaron la balanza a favor de Cárdenas en contra de Plutarco Elías Calles.

Una reflexión que no deja de tener importancia en el contexto actual, dado que los gobiernos panistas han elaborado todo un discurso sobre el “autori-tarismo” del Estado posrevolucionario, haciendo tasa rasa de la historia y tratándolo de vincular todo a la llamada Era priísta.

La mera mención de que el PRI fue un régimen po-lítico de 70 años, pretende homogenizar de manera anacrónica, los procesos y la participación de la sociedad en la construcción de un Estado posrevo-lucionario que tuvo momento diferentes y conflic-tos sociales permanentes en el que participaron no sólo los revolucionarios, sino las diferentes clases sociales de principios del siglo XX.

La construcción del Estado no es sólo la imposi-ción de un grupo pequeño de revolucionarios o liberales como nos propone Jean Meyer (Meyer, 2003 pág. 216).

El Estado nacional se construye entre los conflic-tos, los riesgos potenciales, los connatos de en-frentamiento, los enfrentamientos reales y las ba-tallas de guerras que se libran entre los diferentes componentes de la sociedad. Recordemos que la situación inmediatamente anterior a los procesos de los años 20 proviene de una guerra civil que duró en intervalos 10 años y que aniquiló a más de un millón de personas de nuestro país. Los sectores

sociales moldean al Estado en una permanente lu-cha por su reconocimiento. Las leyes se imprimen en esos conflictos sociales, como medio de darles salida. (Honneth, 1997)

Estado y clase obrera.

La clase obrera en nuestro país tiene una forma-ción lenta que acompaña a un pausado proceso de industrialización y a una accidentada formación de un Estado nacional.

El siglo XIX se caracterizó por una recurrente apa-rición de rebeliones, motines, pronunciamientos yplanes. Esta situación hizo crisis en 1848, cuando

*Profesor-investigador de tiempo completo del Instituto Nacio-nal de Antropología e Historia. Especialista en la formación de sociedades industriales y en historia contemporánea de México.

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Primera guardia en Nonoalco. Foto: Díaz. Archivo Revista LUX

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la invasión norteamericana despertó a una socie-dad mexicana con un 16 de septiembre en el zócalo capitalino ondeando la bandera de las barras y las estrellas en el asta bandera capitalina. Celebración triste de una independencia que se veía amenazada por la ocupación de la que sería la nación más po-derosa del mundo.

Habiendo sido despojados de más de la mitad del territorio, el país corría el riesgo de ser víctima de las rebeliones internas o de las invasiones extranje-ras. Por ello, a partir de 1856, con la Revolución de Ayutla, se sabía que no habría más camino que la “modernización” nacional y la construcción de un Estado que garantizara la soberanía del territorio, para mantenernos a salvo de los “barbaros” o las potencias extranjeras.

De manera lenta, los ferrocarriles se fueron cons-truyendo y la electrificación apareció. Con ellos, nuevos hombres y nuevas formas de producir, má-quinas textiles y alumbrado. Estos hombres arran-cados del campo mexicano fueron los nuevos obre-ros que llevaban adelante la fuerza modernizadora de la industrialización.

Se construyó después de 1873 un Estado nacional que tenía como antecedente años de guerras, las guerras de Reforma, pero dicho Estado estaba for-mado para proteger solamente a las élites del poder y a sus asociados, los inversionistas extranjeros. El llamado por los historiadores Estado porfirista no tomó en cuenta a la fuerza humana que crecía pro-duciendo un trabajo colectivo, una maquinaria hu-mana que movía los medios y generaba una cuan-tiosa riqueza.

Paralelamente a estas ínsulas urbanas, el campo mexicano se veía rebasado por una modernización que no respondía, brindaba alternativa a formas antiguas y que no las incorporaba a las formas mercantiles de un modelo de agro exportación.

Un capitalismo insuficiente que mostraba cada vez más su imposibilidad para transformar de fondo las relaciones sociales y que a su vez marginaba a la mayoría del proceso.

La Revolución Mexicana fue un movimiento

social en el que la combinación de antiguo régimen y nuevas clases sociales derribaron a un Estado na-cional liberal que no pudo resistir la embestida de las masas obreras y campesinas del país. La Cons-titución del 17 estaba impresa con las razones fun-damentales de este movimiento social. Un artículo 27 que reconocía la necesidad del reparto agrario y la restitución de las tierras y un artículo 123 que contenía las demandas magonistas del Partido Li-beral Mexicano y de las luchas obreras que venían desde Cananea y que atravesaban las huelgas de Puebla y la represión de Río Blanco. La Constitu-ción fue el fiel testimonio de que en la Revolución, las luchas obreras estuvieron presentes.

Para 1920, una clase obrera con presencia más só-lida y evidente ponía a prueba un nuevo contexto en el que se comenzaba a construir un Estado na-cional que no podía omitir en esta ocasión la pre-sencia de la clase obrera mexicana.

Se trataba ya no de meramente administrar el con-flicto y terminar reprimiendo, sino de canalizar el descontento, inducir, cooptar o disolver selectiva-mente. El gobierno de Obregón puso en marcha los primeros experimentos de controlar en lugar de disolver y reprimir. Se tendría que permitir la for-mación de sindicatos, pero esta forma entraría en una estira y afloja en la que los obreros buscaban formas de organización independiente y el gobier-no realizaba acciones para permitir sólo sindicatos que no le resultaran peligrosos.

A diferencia del régimen de Porfirio Díaz, los tra-bajadores se podían organizar y la organización era una posibilidad que estaba contenida por derecho en la Constitución de la República. Tenían derecho a huelga y a reclamar mejores salarios y presta-ciones. Si bien el gobierno inducía, cooptaba a las organizaciones, organizarse ya no era confrontarse directamente. Estaban excluidas las organizaciones

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anarquistas y era reprimida la acción directa, pero los trabajadores podían descubrir que no era im-posible ganar huelgas a patrones que antes habían sido protegidos incondicionalmente por el gobier-no. En este sentido, a diferencia de los gobiernos actuales, los trabajadores podían ver a los gobier-nos en momentos como aliados y no como sus ene-migos seguros.

No había aún un Estado. La destrucción del Estado en el porfiriato había derivado en una pulveriza-ción que trajo la aparición de caudillos regionales y nacionales que se habían producido en las bata-llas revolucionarias o en su aparición tras el vacío creado por la destrucción del Estado anterior. Un México de caudillos, con gobierno pero sin Estado y una debilidad que tenía como elementos comu-nes la rebelión y confrontación entre los caudillos y el gobierno en turno. (Meyer, 2003 pág. 216).

La domesticación del movimiento obrero por el gobierno de revolucionarios implicaba concesio-nes y mecanismos, incorporación y exclusión, re-presión y protección. La Confederación Regional de Obreros de México (CROM), fue la primera organización sindical en entrar a esta forma que el gobierno inducía a través de sus mecanismos lega-les y sus juntas de conciliación.

La forma fue moldeando y a la vez imponiendo la relación entre el gobierno y la clase obrera mexica-na. Era un gobierno de revolucionarios cuya con-vicción fue establecer un Estado nacional al que se oponían las condiciones de jefes militares rebela-dos, devenidos en caudillos y poderes locales de facto que ejercían el caciquismo en las comunida-des.

Papel de los sindicatos en la conformación del régimen.

Para los gobiernos panistas actuales, que todo lo califican de autoritario, es difícil explicar cómo se podría resolver el obstáculo de un país de caudi-llos. Generales con privilegios, poder local, a los que había que comprar para mantener la paz, pro-pensos a levantarse en cualquier momento. Una Iglesia católica que se volcaba en contra del go-bierno cada vez que sentía que sus intereses serían trastocados. Corporación que conocía la debilidad

del gobierno y ejercía su influencia aún poderosa sobre una grey de más del 98 % de fieles adictos a su institución.

Desde la aparición de la Casa del Obrero Mundial, las organizaciones obreras no habían comulgado con las organizaciones adictas a la Iglesia, por el contrario, esas organizaciones habían mantenido incluso conflictos con las organizaciones sociales de la Iglesia.

Por ello, el movimiento obrero agrupado en sindi-catos había sido un aliado de los revolucionarios, más que su adversario. Propugnaba la aplicación de la ley contenida en el Artículo 123 constitucio-nal y la protección del gobierno en los casos de los conflictos laborales.

Para el régimen callista, poco afectó a la indepen-dencia obrera, la construcción del Estado requería la configuración de varias piezas:

El monopolio de la fuerza y la despolitización del ejército, sacándolo de las partidas militares de los revolucionarios armados y concentrándolo en la formación de un ejército constitucional profesional y apolítico que apoyara al nuevo régimen.

La agrupación de las principales fuerzas socia-les movilizadas en la Revolución. El movimiento campesino, el movimiento obrero y el cuerpo de veteranos de la Revolución.1

Se trataba de pasar de un régimen inestable de Caudillos a un régimen de instituciones. A la muer-te de Obregón en 1929, Calles decidió monopoli-zar la opción electoral a partir de la creación de un partido hegemónico apoyado desde el gobierno, el Partido Nacional Revolucionario PNR.

El PNR, no era como el PRI actual y ni siquiera como el PRI de los años 70-60, era una especie de confe-deración de partidos y gobernadores que se adherían a la maquinaria oficial. Cuando Emilio Portes Gil culminó su interinato presidencial, tras la muerte de Obregón, Pascual Ortíz Rubio ganó aplastante-mente por la recién estrenada maquinaria electoral.1 Recordemos que en 1929, habían pasado 19 años después del primer movimiento armado, así que había una cantidad importante de ex com-batientes que habían apoyado la revolución combatiendo con las armas.

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Sin embargo, algunos autores advierten que la for-mación del PNR trajo más un distanciamiento con el régimen que un acercamiento. (Marván, 1986), lo que los colocó en franca oposición. Esto nos ex-plicaría el alineamiento de los trabajadores elec-tricistas contra Plutarco Elías Calles, a favor de Lázaro Cárdenas.

La propia creación del PNR supuso golpear dos or-ganizaciones obreras en ese momento: la CROM y el Partido Laboral Mexicano PLM. (Marván, 1986 pág. 516).

No obstante durante el maximáto se empujó la primera Ley Fede-ral del Trabajo en 1931 (Bensunsan, 1986 pág. 263), los conflictos con la CROM y el distan-ciamiento que de ésta tuvieron los partidarios de Obregón, afectaron sobre todo las relacio-nes con la CROM du-rante la formación del PNR. La respuesta de la CROM fue la postula-ción del PLM como el partido obrero, lo que la contrapuso al gobierno y al partido de reciente formación.

Existe un gran consenso en torno a que el gobierno cardenista representó la consolidación del régimen posrevolucionario y a la vez consolidó al Estado nacional que aún tenemos. Sin embargo, el go-bierno cardenista heredó del maximáto la escalada obrera que venía subiendo desde 1933 y que en-contró su cúspide en 1936, año en que se produjo la huelga de los electricistas.

La confrontación de la CROM con el gobierno ter-minó fracturándola y consolidando el viraje a la izquierda. Los electricistas contrarios a la CROM formarán en 1933 junto a Lombardo Toledano la Confederación General de Obreros y Campesinos de México CGOCM. (Knight, 2003 pág. 239).

Este viraje es el marco de los ataques que Plu-

tarco Elías Calles dirige en contra de los comu-nistas, que desde la clandestinidad construían la Confederación Sindical Unitaria de México CSUM. La organización de los trabajadores cre-cía y demandaba que el Estado se incorporara en una defensa más decisiva de los trabajadores, esta escalada obrera llega a su cenit con la Formación del Comité Nacional de Defensa Proletaria CNDP. (Carr, 2000 pág. 107).

El crecimiento de la agitación obrera es propor-cional al crecimiento de la clase obrera y la im-

portancia que comienza a tomar en el país. A mediados de los 30 las empresas industriales crecen y se multiplican, algunos economistas toman este hecho para debatir que el proceso de industrialización se hubiese dado durante la coyuntura de la 2ª gue-rra mundial, señalan-do que desde los 30 se formaban instituciones y empresas importan-tes para el lanzamiento industrial posterior a

1940. (Cárdenas, 1998).

Por su número o por la percepción de su importan-cia social, el movimiento obrero seguirá la ruta de la izquierda encontrándose primero en la CGOCM y más tarde con la CSUM del Partido Comunista el apoyo necesario para una alianza con el gobierno cardenista en contra de Plutarco Elías Calles.

En lo Internacional.

Estos sucesos no son aislados de un contexto in-ternacional específico. En el mundo existe un am-biente particular que viene produciéndose después de la crisis de 1929 en Estados Unidos.

Algunos autores como Joachim Hirsch nos seña-lan que los cambios producidos en 1929 vienen de los resultados de la oleada de revoluciones obreras entre 1917 y 1923. En Rusia, Alemana, Hungría e

…los trabajadores podían descubrir que no era imposible ganar huelgas a patrones que antes habían sido protegidos incondicionalmente por el gobierno. En este sentido, a di-ferencia de los gobiernos actuales, los trabajadores podían ver a los gobiernos en momentos como alia-dos y no como sus enemigos seguros.

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Grupo de tranvías paralizados en la avenida Chapultepec. Foto : Enrique Díaz. Archivo Revista LUX

Manifestación de 22 de dic. de 1935. Archivo Revista LUX

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El Estado en algunos casos se convertiría en palan-ca del desarrollo.

En los años 30 tenemos también como anteceden-tes el advenimiento de modelos fascistas en Euro-pa.

En 1926 los fascistas italianos se habían apode-rado del gobierno y tras el asesinato de Giaco-mo Matteotti en 1924, Benito Mussolini se había consolidado en el poder instaurando una dicta-dura que perseguía y reprimía toda posibilidad de una revolución obrera. Para ello habría sometido a los sindicatos e impuesto dirigentes fascistas.

En 1932 se celebran elecciones en Alemania y el descrédito del modelo económico del Partido So-cialdemócrata Alemán SPD por sus siglas en ale-mán, preparó el camino para el ascenso de partido nazi o NSDAP a la cancillería. Para 1933 el incen-

Italia se produjeron rebeliones obreras importantes que lle-varon a la creación de Conse-jos Obreros y de los llamados Partidos Comunistas.

Los norteamericanos particu-larmente reaccionaron aislán-dose de Europa e instaurando gobiernos liberales conserva-dores desde los años 20. En el primer terror a los rojos o red scare, expulsaron a mi-les de inmigrantes europeos y hasta ciudadanos norteamericanos acusados de ser socialistas. Los casos de Sacco y Vanzetti, dos trabajadores anar-quistas italianos acusados de un homicidio que no cometieron ilustra la reacción de las elites nor-teamericanas.

Parte de esta reacción fue evitar que los obreros se sublevaran y para ello experimentaron un modelo de permitir un consumo creciente entre los traba-jadores y crear una línea de producción masiva de bienes, conocida como fordismo.

El fordismo consolidó los grandes sindicatos in-dustriales norteamericanos a la vez que elimina-ron los sindicatos rojos, las IWW o International Workers of the World. Sin embargo, a pesar de que el crecimiento acelerado de la producción trajo la expansión industrial en los años 20, esa expansión se vio frenada por la crisis de 1929 y luego la re-cesión de 1932.

Después de 1929, el triunfo demócrata permitió el establecimiento del llamado modelo keynesiano con las políticas de New Deal de Franklin D. Roos-velt. Estas políticas consisten en el abandono de la política liberal de no intervención en el mercado y el establecimiento de políticas gubernamentales de intervención y regulación de la vida económica.

Se trata de que el Estado reequilibre a través de su intervención y su regulación los desequilibrios provocados por las crisis cíclicas del capitalismo.

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Guardia en el edificio de Gante. A. Revista LUX

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dio del Reichtag por un solitario obrero de origen holandés de ideología comunista, permitía a Hitler culpar al Partido Comunista Alemán KPD de una supuesta conspiración, dotar a los nazis de poderes excepcionales y terminar instaurando la dictadura nazi en Alemania.

El éxito de los nazis en Alemania consistió en la regulación del Estado y en la producción bélica de los años 30. Para 1936 Hitler se había consolidado en el poder y se preparaba para el proceso de ex-pansión contra Europa.

En 1936 rebelión de Sanjurjo llevó a la Guerra Ci-vil Española. La República española fue apoyada por los obreros en lo que se denominó el Frente Popular Español. Los nacionalistas españoles, ha-bían configurado un modelo de corte fascista que desembocó en la dictadura de Francisco Franco.Estos sucesos internacionales no son ajenos a lo que sucede en México.

Si bien es cierto, que los camisas doradas no pue-den compararse a los falangistas españoles. En México se puede constatar entre los editorialistas de prensa, un debate en el que la derecha simpatiza con los movimientos fascistas y la izquierda con la URSS y la República Española.

Los actos de gobierno en los 30 van conformando alineamientos contra el fascismo:

Cuando Cárdenas apoya a la República Española en contra del falangismo y no sólo con declaracio-nes.

El gobierno condenó tres de los movimientos fas-cistas en los 30: La anexión de Austria, la anexión de Checoslovaquia y la invasión italiana a Abisi-nia.

Cuando se formula el Partido Acción Nacional en 1939, sectores numerosos de ese partido se mani-fiestan en el órgano del partido, La Nación, a favor del falangismo, de Franco y en contra de todo lo que suene a socialismo. Se construyen como fuer-za política en contraposición a la revolución mexi-cana, la cual identifican con el Partido Revolucio-nario Institucional a partir de los años 40.

Los cardenistas no son socialistas en el sentido más llano, sino revolucionarios mexicanos partidarios del fortalecimiento del Estado, su uso como palan-ca de desarrollo y como armonizador del conflicto entre capital y trabajo. Si bien, en planes educati-vos utilizaron la palabra socialista, para calificar a la educación, en realidad promovían planes estata-les educativos de gran alcance.

La izquierda por su parte tiene dos núcleos cen-trales y se dispersa en una multitud de corrientes. Por una parte está el lombardismo que es parti-dario de la subordinación del movimiento obrero al esfuerzo de la industrialización y el desarrollo nacional, en la idea de que sentaría las bases para la transformación social y en el otro extremo tene-mos la existencia del Partido Comunista Mexicano que está subordinado a la línea de Moscú, aunque a principios de los 30 el browderismo representa una visión dentro del partido. Esta corriente supone que la expansión norteamericana daría una expan-sión a Latinoamérica y que la industrialización del continente era un compromiso de los comunistas. (Carr, 2000 pág. 117)

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de Lula consiste en que los sindicatos forman parte de la reestructuración productiva y del trabajo que lleva adelante su gobierno.

Los trabajadores son esenciales para mejorar y desarrollar tecnológicamente los procesos produc-tivos, son el capital social que tiene una nación. Un Estado que no se apoya en las organizaciones laborales es hoy en día un Estado dónde el país se encamina al trabajo precario, al crecimiento insu-ficiente y a la expulsión masiva de mano de obra, como acontece en nuestro país.

Las organizaciones sindicales que pudieron soste-ner el esfuerzo de la industrialización, el fortaleci-miento del Estado y la vida social mexicana, son indispensables ayer como hoy. Esto es lo que es una nueva cultura laboral y no la precarización del trabajo que nos estanca económicamente y a nadie beneficia.

Trabajos citados

Bensunsan, Graciela. 1986. La legislación laboral heredada de las luchas revolucionarias: Del constituyente a la Ley Fe-deral del Trabajo en 1931. [aut. libro] INEHRM. 75 años de sindicalismo en México. México: INEHRM, 1986.

Cárdenas, Enrique. 1998. IX. La gran depresión y la indus-trialización: el caso de México. [aut. libro] Rosemary Thorp. América Latina en los años treintas. México : Fondo de Cul-tura Económica, 1998.

Carr, Barry. 2000. La izquierda mexicana a través del siglo XX. México: Era, 2000. 968.411.387.0.

Honneth, Axel. 1997. La lucha por el reconocimiento. Barce-lona: Crítica, 1997. 84-7423-676-2.

Knight, Alan. 2003. La última fase de la revolución: Cárde-nas. [aut. libro] Anna Timothy, y otros. Historia de México. Barcelona: Crítica, 2003.

Marván, Ignacio. 1986. El PNR y el movimiento obrero: mi-tos y realidades del “Desmoronamiento” y de la “Institucio-nalización”. [aut. libro] INHERM. 75 años de sindicalismo mexicano. México: INHERM, 1986.

Meyer, Jean. 2003. La reconstrucción de los años veinte: Obregón y Calles. [aut. libro] Timothy Anna, y otros. His-toria de México. Barcelona: Crítica, 2003, 5, págs. 214-249.

Meyer, Lorenzo. 2003. La visión general. [aut. libro] Ilan Bizberg y Meyer Lorenzo. Una historia contemporánea de México. México: Oceano, 2003, págs. 13-101.

Así tenemos que la década de los 30 es clave para entender la formación de las corrientes políticas actuales. El Partido Comunista terminó una larga convivencia con el cardenismo fusionándose con el Partido de la Revolución Democrática en 1989. La ideología del PRD y de la izquierda electoral mexicana sostiene aún la importancia del papel del Estado como palanca de la vida económica, como regulador social y como gestor del bienestar social.Acción Nacional es el mayor adversario ideo-lógico de la revolución mexicana. Contra-rio al uso del Estado como instituciones del bien público y del interés general, persiste en la creencia de que sólo el mercado y los ciu-dadanos garantizan la democracia en el país.

El PRI actual se desprendió de la ideología carde-nista, del nacionalismo revolucionario. La visión priísta a partir de 1988 es la de gobiernos que faci-liten la inversión extranjera y apoyen los negocios exitosos de una elite empresarial vinculados con su reproducción del poder.

Epílogo.

¿La relación entre los sindicatos y el Estado debe ser de destrucción de los primeros por el Estado?

México debe voltear de nuevo a América Latina. El crecimiento económico del gobierno del Partido del Trabajo, partido de izquierda que gobierna el Brasil no ha sido el de desmantelar las organiza-ciones de los trabajadores. Por el contrario, el éxito

Los trabajadores son esenciales para mejorar y desarrollar tecnológicamente los procesos productivos, son el capital social que tiene una nación. Un Estado que no se apoya en las organizaciones laborales es hoy en día un Estado dón-de el país se encamina al trabajo preca-rio, al crecimiento insuficiente y a la ex-pulsión masiva de mano de obra, como acontece en nuestro país.

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Representantes obreros en la última sesión del Comité de Defensa Proletaria. Archivo Revista LUX

Guardia en la planta de Nonoalco. Archivo Revista LUX

Representantes de Centrales Obreras preparando una respuesta a las declaraciones de Calles. 12 de junio de 1935 Archivo Revista LUX

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La Huelga(del 16 al 25 de Julio de 1936)

LUX la Revista de los Trabajadores, año IX, no. 9,México D.F., septiembre de 1936, Portada

Los sindicatos eran ágiles, com-batientes y una mística revolucio-

naria parecía agitar todo; tenía aspecto de una avance irreversible

de ola magnífica de fé… todo se veía pleno de joven vitalidad. Me entregué sin reservas, con devo-ción, con fé en una patria al fin recuperada. Me puse a trabajar

con ímpetu total.

Santos Balmori1

1 Helena Jordan de Balmori Remembranzas, silencios y charlas con Santos Balmori, UNAM, Coord. General de Artes Plásticas, Dirección General de Literatura, 2003. p.46

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La manifestación del22 de diciembre de 1935LUX la Revista de los Trabajadores, año IX, no. 1,México D.F., enero de 1936, p. 5,6,23.

Entre los acontecimientos registrados últimamente destaca en forma prominente la magna manifestación proletaria de respaldo a la política obrerista del Presidente Cárdenas, convocada y organizada por el Comité Nacional de Defensa Proletaria. Sin exageración puede decirse que esta formidable demostración de los obreros organizados de México no tiene precedente. En efecto, aun cuando el número de participantes –unos cien mil aproximadamente- es uno de los mayores (si no el mayor) registrados, la doble característica de su absoluta e insospechable espontaneidad y de su composición múltiple en la que aun cuando predominaban los trabajadores, participaron todos los representativos del pueblo, es lo que permite decir que EL DOMINGO 22 DE DICIEMBRE DE 1935 EL PUEBLO DE MÉXICO SE ECHO EN MASA A LA CALLE para protestar enérgicamente contra las actividades desplegadas por la facción reaccionaria que pretendía adueñarse nuevamente del poder público con el claro objeto de implantar en nuestro país una dictadura de tipo francamente fachista, y para hacer presente de manera entusiasta y definitiva su más COMPLETO RESPALDO A LA POLÍTICA OBRERISTA DEL PRESIDENTE CÁRDENAS. En esta ocasión, los oradores obreros explicaron al pueblo aglomerado en la plaza de la Constitución, por qué el proletariado nacional combate al grupo encabezado por los señores Calles y Morones, y por qué respalda en forma absoluta la política obrerista del Presidente Cárdenas; nuestro secretario General, el compañero Francisco Breña Alvírez, pronunció, a nombre del Sindicato Mexicano de Electricistas, las siguientes palabras: “Se nos ha pedido, camaradas, que nos limitemos a hablar de lo que significa en el país la estancia del general Calles, del motivo por el que respaldamos los trabajadores la política del Presidente Cárdenas, y qué es lo que demandamos de éste”.Podemos resumir la cuestión diciendo que respaldamos la política de Cárdenas PORQUE HA TENDIDO A FAVORECER LOS DERECHOS Y LOS INTERESES DE NUESTRA CLASE, que si este respaldo se ha intensificado a últimas fechas y se está haciendo palpable en estos momentos, es justamente PORQUE NOS HEMOS DADO CUENTA DE LO QUE SIGNIFICA LA VUELTA DE CALLES Y SU ESTANCIA EN EL PAÍS y, finalmente, que lo que pedimos a Cárdenas es QUE CONTINUE SU CAMINO, CADA VEZ MÁS HACIA LA IZQUIERDA.

Calles fue el representativo de una facción eminentemente demagógica, es decir, una facción que se distinguió POR EL COMPLETO DIVORCIO QUE EXISTÍA ENTRE LOS PRINCIPIOS Y LOS PROPÓSITOS QUE

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PUBLICAMENTE DECÍA SUSTENTAR Y DEFENDER, Y LOS ACTOS QUE LLEVABA A CABO. La demagogia es justamente eso, camaradas: se proclama la liberación de los campesinos y se roban grandes latifundios para monopolizar la explotación del azúcar, del arroz, del garbanzo o de la leche y se pagan salarios de hambre; se ataca la injusta repartición de la riqueza y se mandan construir lujosos palacetes para pasar los ratos de ocio; se predica el absoluto respeto a las instituciones y se ordena el asesinato de los adversarios políticos a la orilla de un camino; se habla de moralidad y se vive en una vida de orgías; de honradez y se explotan garitos; de integridad y se organiza la venta de las concesiones y de los puestos públicos; de libertad del pensamiento y se envía a los comunistas a las Islas Marías, etc. Como un régimen así no puede sostenerse indefinidamente a base de engaño, una vez que éste es conocido de la mayoría, entonces se tiene que recurrir a la violencia y se inicia la organización de “Camisas Doradas”, grupos “Acción” y otras pandillas de esbirros y pistoleros por el estilo. LA VUELTA DE CALLES AL PAÍS SIGNIFICA, PUES, EL INTENTO DE RESTAURAR UN RÉGIMEN COMO EL QUE ACABAMOS DE DESCRIBIR.

Si los trabajadores respaldamos la política del Presidente Cárdenas, es precisamente PORQUE HA HECHO Y CONTINUA HACIENDO ESFUERZOS PARA PONER TERMINO AL ANTERIOR ESTADO DE COSAS. Cárdenas ha cerrado los garitos, no tiene latifundios, ni palacetes, ni ha mandado a asesinar a nadie. CÁRDENAS NO HA DEFRAUDADO AL PUEBLO CON PROMESAS ENGAÑOSAS PARA DESPUÉS, UNA VEZ EN EL PODER, ROBARLO. CÁRDENAS, CON SU EJEMPLO, HA HECHO RENACER LA CONFIANZA DE LA CLASE TRABAJADORA, QUE HABÍA PERDIDO YA TODA LA FE EN LA HONESTIDAD Y EN LA SINCERIDAD DE NUESTROS MANDATARIOS. Los trabajadores pedimos a Cárdenas QUE CONTINUE ADELANTE. Le pedimos, no sólo que termine la limpia de bandidos callistas y moronistas que han explotado los puestos públicos para su propio beneficio SI NO TAMBIÉN QUE LOS OBLIGUE A DEVOLVER AL PUEBLO LO QUE LE HAN ROBADO Y QUE CASTIGUE, COMO SE MERECEN, A QUIENES HAN ASESINADO.

Le pedimos, no sólo que no permita que la Ley del Trabajo sea reformada restando derechos a los trabajadores sino que lo sea en el sentido de AMPLIAR ESOS DERECHOS PRINCIPALMENTE EL DE HUELGA, que él sabe bien es nuestra única arma. Le pedimos QUE NO CONSIENTA QUE SE CONTINUE DESORIENTANDO A LAS MASAS LABORANTES pretendiendo hacerles creer que dentro del sistema capitalista podrán alcanzar plenamente el bienestar que persiguen, sino que, fiel a los principios que informan el Plan Sexenal y cumpliendo las repetidas promesas que ha hecho de ajustarse a él, declare una vez más QUE LA PROPIEDAD PRIVADA DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN, ES DECIR, EL CAPITALISMO, REPRESENTA “UNA ETAPA TRANSITORIA EN EL DESARROLLO DE LAS REFORMAS SOCIALES Y SOLO LLEVADERA EN LA MEDIDA EN QUE ES ELEMENTO DE PROSPERIDAD COLECTIVA”, pero nunca como “un instrumento definitivo de explotación de las mayorías por unos cuantos”. Le pedimos,

“Todo indiviuo tiene derecho al trabajo que le permita satisfacer sus necesi-dades y placeres honestos, como consecuencia de la obligación que la sociedad le impone de contribuir con su esfuerzo al desenvolvimiento colectivo”

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Oficinista durante la huelga. Foto Díaz. Archivo Gral. Nación

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también de acuerdo con el Plan Sexenal, que repita públicamente que ”entre tanto se logra que se efectúe la transformación del régimen de la propiedad para ajustarla a los nuevos sistemas de la producción”, hará efectivo el primer principio que sustenta el Partido Nacional Revolucionario en materia de trabajo, o sea que: “TODO INDIVIDUO TIENE DERECHO AL TRABAJO QUE LE PERMITA SATISFACER SUS NECESIDADES Y PLACERES HONESTOS, COMO CONSECUENCIA DE LA OBLIGACIÓN QUE LA SOCIEDAD LE IMPONE DE CONTRIBUIR CON SU ESFUERZO AL DESENVOLVIMIENTO COLECTIVO”. Eso es lo que queremos, Presidente Cárdenas, trabajo que permita a todos los proletarios satisfacer sus necesidades y placeres honestos, y no que sirva sólo para enriquecer a nuestros amos.

Y queremos repetirle a Cárdenas que EL APOYO DE LOS TRABAJADORES CONSCIENTES NUNCA ES INCONDICIONAL. Que en tanto que continúe cumpliendo sus promesas, que en tanto que sus declaraciones obreristas sean respaldadas con actos, que en tanto que considere que su principal obligación es estar atento y satisfacer las necesidades del pueblo trabajador, ESTAREMOS CON ÉL Y SEREMOS SUS AMIGOS. Pero que no olvide que un verdadero amigo no es el adulador incondicional, ni el servidor abyecto que todo lo aprueba y todo lo aplaude, sino aquel que con su valor y lealtad señala nuestros errores y defectos Y PREFIERE APARTARSE ANTES DE TRAICIONAR LOS PRINCIPIOS COMUNES QUE HAN SERVIDO DE BASE A LA MUTUA AMISTAD.

¿Cuál es, en el caso actual, el principio común que sirve de base a la amistad de Cárdenas con los trabajadores? El “IMPEDIR” -como lo dice el Plan Sexenal y como lo deseamos nosotros- “QUE LA PROPIEDAD PRIVADA DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN SEA UN INSTRUMENTO DEFINITIVO DE EXPLOTACIÓN DE LAS MAYORÍAS POR UNOS CUANTOS”.

Después de escuchar a los oradores obreros, el Presidente Cárdenas, indudablemente impresionado por la enorme masa de trabajadores congregados

para demostrarle su adhesión, pronunció un interesantísimo discurso -uno de los discursos más trascendentales que se hayan pronunciado en México en el que empezó por denunciar ante el pueblo, en forma enérgica y decidida, las verdaderas causas de la última acometida de la facción Calles-moronista, causas que no son en síntesis sino el descontento provocado entre los representantes de ese grupo, por la acción desarrollada por el actual Gobierno de la República, tendiente a poner fin al DESCARADO SAQUEO QUE DE LAS RIQUEZAS NACIONALES HACIAN AMIGOS Y FAMILIARES DE UN HOMBRE a quien sus incondicionales han mareado a fuerza de incensarlo con títulos altisonantes; para finalizar, el Presidente Cárdenas reiteró una vez más su profesión de fe obrerista y su propósito inquebrantable de seguir laborando -sin importarle la alarma del sector capitalista- por el efectivo mejoramiento de los trabajadores de la ciudad y del campo de toda la República.

La memorable jornada que comentamos representa indudablemente un triunfo legítimo del pueblo de México y de la política obrerista del Presidente Cárdenas sobre el grupo reaccionario encabezado por los señores Calles y Morones. Después de ella, el Presidente Cárdenas, si continúa en la línea de conducta que hasta la fecha ha venido observando, deberá contar con el completo respaldo de las masas laborantes del país, y nosotros, los trabajadores, DEBEREMOS SEGUIR LUCHANDO POR NUESTROS DERECHOS, MÁS SEGUROS Y MÁS CONSCIENTES DE NUESTRA PROPIA FUERZA.

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Organizacióndel movimientoLUX la Revista de los Trabajadores, año IX, no. 9,México D.F., septiembre de 1936, p. 35.

Todos los miembros activos del Sindicato, a excepción de los que integrarían los organismos directores y jefes de comisiones, se considerarían agrupados dentro de los siguientes cuerpos: de guardias, de maniobras y de comisiones especiales.

Todos los trabajadores de un mismo departamento o sección de las compañías constituirían una “sección”, integrada a su vez por “grupos” de no más de diez trabajadores. El cuerpo de guardias así formado, bajo el mando de los jefes y sub-jefes de grupo, de los jefes y sub-jefes de sección y de un jefe y un subjefe de personal, proporcionarían los contingentes necesarios para montar las guardias en todas y cada una de las dependencias de las compañías, por turnos de seis horas.

El cuerpo de maniobras, a las órdenes de un jefe y un sub-jefe, estaría dividido en secciones y sub-secciones, integradas por el personal que presta sus servicios en los siguientes departamentos: Subestaciones, Operación y Mantenimiento; Plantas Térmicas; Líneas Aéreas; Alumbrado Público; Cables, Operación y Mantenimiento; Foráneo y Teléfonos. Este cuerpo tendría la misión de ejecutar, durante la huelga, todas las maniobras y operaciones en el equipo eléctrico con el fin de suspender, reanudar o mantener los servicios de suministro de energía eléctrica.

Entre las comisiones especiales, figurarían las siguientes: la de aprovisionamientos, que se encargaría de proveer a los trabajadores de guardias, comisiones, etc., de provisiones de boca, de lonas, bancas, etc., y la de transportes, encargada de proporcionar los vehículos necesarios a los otros cuerpos.

En cuanto a los organismos directivos, éstos quedarían integrados por un Comité de Huelga constituido por los miembros del Comité Central, teniendo como presidente al propio Secretario General, y como ayudantes inmediatos a los Secretarios del Trabajo y de Educación y Propaganda; y por un Sub-Comité General de Huelga con residencia en la ciudad de México y un Sub-Comité de Huelga residente en cada una de las siguientes divisiones: Alameda, Cuernavaca, El Oro, Ixtapantongo, Juandhó, Necaxa, Pachuca, San Ildefonso, Temascaltepec, Tepuxtepec, Toluca, Los Reyes y los demás que el Comité de Huelga juzgare necesario.

El Sub-Comité General de Huelga estaría integrado por: un jefe de información, un jefe de personal, un jefe de sistema, un jefe de aprovisionamientos y un jefe de transportes.

Para determinar perfectamente los deberes y atribuciones de todos y cada uno de los Organismos, Cuerpos, Secciones, Sub-Secciones, etc., y de quienes los integraban, se formuló un reglamento que oportunamente se dio a conocer a todos los interesados.

Al final de dicho reglamento se prevenía a todos los trabajadores que la orden para suspender o transferir la fecha del movimiento de huelga solamente debería acatarse cuando llenara los siguientes requisitos:

1. Que el Jefe de Grupo extendiera una orden por escrito, para suspender, o transferir la fecha del movimiento de huelga, a cada uno de los trabajadores que integraren su Grupo.

2. Que dicho Jefe de Grupo mostrara a cada uno de los trabajadores la orden escrita que hubiera recibido al respecto, autorizada con la firma del Secretario General del Sindica-to, Presidente del Comité de Huelga, cama-rada Francisco Breña Alvírez.

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Motivos y consideracionesacerca del conflicto

A TODOS LOSTRABAJADORESDE LA REPÚBLICA:

LUX la Revista de los Trabajadores, año IX, no. 9,México D.F., septiembre de 1936, p. 36,37,38.

Camaradas, Salud:

Por considerarlo de importancia para todos los tra-bajadores del país, y en demanda de solidaridad, hacemos a ustedes una breve exposición de ante-cedentes, motivos y consideraciones, acerca del conflicto entre nuestro sindicato y las Compañías Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. y Subsidia-rias que, por su importancia y por las peculiarida-des del mismo, tiene las características de una lucha de carácter general entre la clase patronal y la clase trabajadora.

A. ANTECEDENTES

1. En el año de 1934, el Sindicato Mexicano de Electricistas celebró un nuevo Contrato Colec-tivo de Trabajo que entró en vigor el día prime-ro de mayo de dicho año. Con toda oportunidad, en febrero pasado, el Sindicato solicitó la revi-sión del mismo peso, debido a una reglamenta-ción más detallada del contrato y a la actitud de las empresas, las discusiones sobre el proyecto presentado por el Sindicato no pudieron termi-narse en fecha oportuna, conviniendo éste, en tres ocasiones, en prorrogar las pláticas y vigen-cia del Contrato.

2. A mediados del pasado junio, las empresas pro-pusieron al Sindicato una “transacción” consis-tente en aumentar los salarios de los trabajadores en la cantidad de doscientos mil pesos anuales, a cambio de que el Sindicato cediera ciertos derechos relativos a los trabajadores que ocu-pen los puestos de Dirección y de Inspección y renunciara a las prerrogativas económicas

de carácter general que solicita: aumentos en las vacaciones, en las jubilaciones, en las in-demnizaciones por riesgos, etc., las cuales de-berían quedar tal y como están en el contrato celebrado el año de 1934. Por motivos fáciles de comprender, que se expondrán con más cla-ridad en lo que sigue, el Sindicato rechazó esa “transacción”.

3. Como viera el Sindicato que estaba próximo a vencerse, el 30 de junio, el plazo de la tercera prórroga, sin que las empresas hubieran conce-dido ninguna de las peticiones de alguna impor-tancia que les había hecho, y como los repetidos esfuerzos que hizo para llegar a un arreglo por la vía conciliatoria fracasaron ante la obstinación de aquéllas, no quedó a los trabajadores otro ca-mino que el uso de su derecho constitucional de huelga, la cual, con el pleno conocimiento y respaldo de la Confederación de Trabajadores de México, y fundándose en las fracciones I, II y III del artículo 260 de la ley, fue emplazada el día 30 de junio, para dar principio el jueves 16 del corriente julio a las doce horas.

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Gran Congreso Constituyente de la CTM. Archivo Revista LUX.

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4. Por motivos inoportunos de explicar, el Sindicato no ha hecho uso de este derecho durante los últimos años, tomando muy principalmente en cuenta la gra-vedad que encierra la suspensión de actividades de sus agremiados. Los servicios de luz, fuerza y ca-lefacción, públicos, industriales y privados, en una región que comprende cerca de millón y medio de habitantes, quedarán automáticamente suspendidos. Careciendo de datos precisos, estimamos que más de cincuenta mil trabajadores tendrán que paralizar sus labores como consecuencia de la suspensión del suministro de la energía eléctrica industrial.

5. Las peticiones que el Sindicato está haciendo a las empresas no son, ni con mucho, imposibles de satis-facer pues, debido a la potencialidad económica de aquéllas y al corto número de sus trabajadores, no requieren erogaciones relativamente considerables. El Sindicato nunca hubiera decidido ir a una huelga de las consecuencias de la suya, si sólo estuviera tratando de obtener ventajas para sus agremiados pero, como se verá más adelante, sus principales pe-ticiones son de tal carácter, que las conquistas que implican pueden posteriormente extenderse a la cla-se trabajadora en general.

B. POR QUE VA A LA HUELGA EL SINDICATO

6. El primer punto de pliego de peticiones exige la aceptación, por parte de las em-presas, de las partes pendientes de apro-bación del proyecto de contrato colectivo formulado por el sindicato. He aquí las principales:

IRRENUNCIABILIDAD.- No son renun-ciables las prerrogativas que establece el contrato en favor de los trabajadores. Cualquier arreglo en contrario, verbal o escrito, individual o colectivo, es nulo.

TRABAJADORES POR CONTRATO.- Las empresas no podrán dar trabajo por contrato a terceras personas, a menos que no puedan ejecutarlos con sus propios tra-bajadores, y que el contratista pague a los suyos los mismos salarios que las empre-sas pagan en trabajos similares.

PROMOCIÓN.- Es causa de aumento de sa-lario el hecho de haber desempeñado sa-tisfactoriamente un mismo puesto durante cierto tiempo.

BAJA DE CATEGORÍA.- Se establece la baja de categoría, como forma substituti-va del despido, en todos aquellos casos en que sea posible hacerlo así.

DESPIDOS.- Los trabajadores con quince o más años de servicios no podrán ser des-pedidos por las causas a que se refiere el artículo 121 de la ley, sino cuando sus fal-tas fueren de cierta gravedad.

IMPLANTACIÓN DE NUEVA MAQUI-NARIA.- La implantación de maquinaria o de nuevos procedimientos de trabajo no podrá ser motivo de reajuste de personal o de salarios, sino que, en tales casos, las partes convendrán en reducir la jornada de

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trabajo o en crear puestos nuevos de igual salario.

JORNADAS DE TRABAJO.- No habrá dis-tinción entre las jornadas de trabajo de los obreros y las de los empleados. Las jorna-das semanales normales serán: 42 horas la diurna; 39 horas la mixta y 36 horas la noc-turna. En trabajos especialmente penosos como perforación de túneles, de pozos pro-fundos, a temperatura elevada, etc., dichas jornadas serán tres horas menores.

PERMISOS SINDICALES.- Los Represen-tantes del sindicato tendrán derecho a per-miso con goce de salario, mientras duren en su cargo sindical, conforme se prescri-be. (Se omiten detalles reglamentarios)

VACACIONES ANUALES.- Trabajadores con más de diez años de servicios: 15 días, con más de quince años de servicios: 18 días; con más de veinte años: 24 días; con más de veinticinco años: 30 días; con más de treinta años: 45 días.

TIEMPO DE SERVICIOS.- En los casos de servicios interrumpidos, se adicionarán los diversos períodos para calcular el tiempo de servicios.

JUBILACIONES.- Trabajadores no incapa-citados: edad mínima 50 años; cuotas de jubilación que varían entre 40% del sala-rio para veinte años de servicios, y 100% del salario para treinta y dos o más años de servicios.Trabajadores incapacitados por riesgo no profesional: las mismas cuotas de jubila-ción, cualquiera que sea la edad que tengan. Trabajadores incapacitados por riesgo pro-fesional: las mismas cuotas de jubilación y, además, cuotas que varían entre el 30 y el 40% del salario para tiempos de servicios comprendidos entre diez y veinte años, cualquiera que sea la edad que tengan.

MEDICO DEL SINDICATO.- Habrá un Médico pa-gado por las empresas, pero nombrado por el sindi-cato, que represente y defienda profesionalmente a los trabajadores.

ATENCIÓN MÉDICA.- Mayores prerrogativas de atención médica en los casos de riesgos no profesio-nales, para los trabajadores de menor salario y para los que residan lejos de los centros urbanos.

RIESGOS PROFESIONALES.- En casos de muerte, la indemnización consistirá en mil cien días de sala-rio, u opción a una pensión de medio salario duran-te un período de ocho años. En caso de incapacidad permanente y total, indemnización de mil quinientos días de salario, o una pensión de medio salario duran-te un período de doce años.En casos de incapacidad permanente y parcial, los porcentajes se determinarán sobre la base de mil qui-nientos días de salario. Los trabajadores parcialmente incapacitados tendrán derecho a ocupar otros puestos que puedan desempeñar, haciendo caso omiso de de-rechos de tercero en el escalafón; y a que las empre-sas les proporcionen y repongan los miembros u ór-ganos artificiales o los aparatos que ayuden a corregir su incapacidad.

TRABAJADORES DE OBRA DETERMINADA.- Tendrán, en cuanto sea posible, las mismas prerroga-tivas que los trabajadores de planta.

MOVIMIENTOS DE PERSONAL.- Los movimientos de personal, cualquiera que sea el carácter de los tra-bajadores, serán hechos por acuerdo entre empresas y sindicato, respetando los derechos de escalafón y atendiendo a las preferencias legales, a las de aptitud y a las de antigüedad.

PUESTOS DE DIRECIÓN Y DE INSPECCIÓN.- Los trabajadores que ocupen los puestos a que se refiere el artículo 48 de la ley, no gozarán de las prerrogati-vas del contrato superiores a las que ella establece, a menos que pertenezcan al sindicato.Como puede verse, el sindicato está luchando por conquistar prerrogativas de carácter general, algunas de ellas de suma importancia, aplicables no sólo a los electricistas, sino a todos los trabajadores.

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Esperando el fallo sobre la existencia de la huelga afuera del Depto. del Trabajo. Foto Enrique Díaz. Archivo Revista LUX.

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7. El segundo punto del pliego de peticiones pide que las empresas destinen adicionalmente una cantidad anual equivalente al 3½ por ciento de los ingresos que tuvieron durante el año de 1935, para satisfacer el costo de nuestras de-mandas. La cantidad que se pide equivale a la que ingresa a las Compañías en un período me-nor de trece días.

8. Los puntos tercero y cuarto del pliego de peti-ciones piden que, una vez satisfecho el costo de las demandas económicas generales, se destine la cantidad sobrante para los aumentos de sala-rio que ambas partes acuerden, a los trabajado-res que lo ameriten.

9. Conforme a los datos publicados oficialmente en mayo pasado, se ve que la empresa de los Fe-rrocarriles, por cada peso que recibe, destina 61 centavos al pago de salarios de sus trabajadores, en tanto que, según los datos que las compañías de Luz y Fuerza nos han proporcionado, por cada peso que reciben destinan sólo 17½ centa-vos para el pago de nuestros salarios, mientras que dedican 32 centavos para el pago de intere-ses a tenedores extranjeros de bonos.Todo lo que les estamos pidiendo para satisfacer nuestras demandas económicas y para aumen-tos de salario equivale, pues, a que nos den 3½ centavos más, o sea, en total, 21 centavos por cada peso que reciben.

C. QUÉ ES Y QUÉ HA HECHO EL SINDICATO

10. El Sindicato Mexicano de Electricistas consti-tuido en el año de 1914, es un sindicato indus-trial integrado por los trabajadores de la Com-pañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S. A.; de la Cía. de Luz y Fuerza de Pachuca, S. A.; de la Cía. Mexicana Meridional de Fuerza, S. A.; de la Cía. de Fuerza del Suroeste de México, S. A.; y de la Cía. de Luz y Fuerza Eléctrica de Toluca, S. A., empresas que suministran la energía eléctrica a la Ciudad de México, al Dis-trito Federal y a varios puntos de los estados de Guerrero, Hidalgo, México, Michoacán, More-los, Puebla y Veracruz, incluyendo las regiones

mineras de Pachuca, el Oro, Tlalpujahua, Tax-co, etc.

El sindicato controla aproximadamente el 98% de los trabajadores de las mencionadas empre-sas incluyendo técnicos y especializados, pero, debido a la naturaleza de la industria eléctrica que, en relación con el capital invertido, requie-re un número relativamente reducido de traba-jadores, el total de sus miembros activos fluctúa alrededor de dos mil quinientos.

Esto no obstante, debido a su antigüedad y a la unión que existe entre todos sus agremiados, el Sindicato es una de las agrupaciones más fuertes y mejor organizadas del país. Posee un edificio en la calle de Colombia y ha adquiri-do recientemente otro, cuatro veces más exten-so, para instalar sus nuevas oficinas sindicales, salón de asambleas, cooperativa, escuela para los trabajadores y para sus hijos, biblioteca, etc., cuya amplitud actual ya no basta para satisfacer las necesidades de sus miembros.

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Magna manifestación del 19 de julio. Foto Enrique Díaz. AGN

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11. En junio de 1935, cuando Calles amenazó con sus declaraciones los derechos fundamentales de la clase trabajadora, el Sindicato convocó violentamente a las principales organizaciones obreras del país, las cuales respaldaron franca y públicamente la política obrerista del presiden-te Cárdenas, y lograron que en sólo cuatro días

se constituyera el Comité Nacional de Defensa Pro-letaria del que, posterior-mente nació la Confede-ración de Trabajadores de México. Con uno y otro organismos el Sindica-to colaboró y continuará colaborando, habién-dose distinguido por el fiel cumplimiento de sus obligaciones estatutarias.

En varias ocasiones, el Sindicato ha prestado ayuda solidaria, moral y económica a otras agru-paciones, sin tomar en cuenta que formaran ono parte del C.N.D.P. o de la C.T.M. Entre otroscasos, citaremos la huelga de los camaradas Tranviarios a quienes el Sindicato ayudó, en abril de 1935, con la cantidad de doce mil pesos.

Por su situación económica, por sus estatutos, por su Contrato Colectivo de Trabajo, y por su pasada actuación, el Sindicato puede amplia-mente comprobar que, aunque no muy numero-so, constituye una agrupación fuerte, seria, bien organizada y de vanguardia.

D. SIGNIFICADO DEL CONFLICTO

12. Como las empresas se han negado sistemáti-camente a aceptar nuestras demandas, inclu-sive aquéllas económicamente insignificantes; como no han podido ni podrán demostrar que nuestras peticiones sean exageradas o injustas, y como ellas mismas nos han ofrecido la can-tidad de doscientos mil pesos anuales (oferta que ellas estiman, les traerá consigo aparejado

un aumento de gastos anuales, “superior, segu-ramente, a cuatrocientos mil pesos”), siempre que sea destinada exclusivamente para aumen-to de salarios, y siempre que los trabajadores renunciemos a las prerrogativas económicas y no económicas de carácter general que estamos exigiendo, está absolutamente claro que la ne-

gativa de la empresa no se basa en motivos económicos sino que ésta ha tomado la re-presentación y defen-sa de la clase patronal del país para impedir que los trabajadores logremos las conquis-tas de carácter gene-ral por las que el Sin-dicato está luchando.

13. Y está también abso-lutamente claro, que si los trabajadores del Sindicato hemos re-chazado el aumen-to de salarios que la empresa nos ofreció y estamos completa-

mente decididos a ir a la huelga por deman-das de carácter general, es porque nuestra lu-cha no persigue un mejoramiento exclusivo para nuestros agremiados sino que, a nuestra vez, hemos debido tomar la representación y defensa de la clase trabajadora del país, para conquistar puestos avanzados que sirvan para precedente a nuestros hermanos de clase.

14. No se trata, pues, sólo de una lucha entre Com-pañía de Luz y Sindicato Mexicano de Elec-tricistas. Se trata típicamente, de una impor-tante fase de la lucha general entre la clase patronal y la clase trabajadora de la República.

E. LO QUE PIDE Y LO QUE OFRECE EL SINDICATO A LOS TRABAJADORES

15. Consciente de sus derechos y de su papel en los momentos actuales, el Sindicato ofrece a la cla-se trabajadora del país que luchará hasta donde sus fuerzas le alcancen, y si desgraciadamente,

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no creemos que suceda, se pretendiere atrope-llar su derecho de huelga, el Sindicato declara que está firmemente resuelto a resistir, sin recu-rrir a la violencia pero hasta el último extremo, en defensa del más fundamental de los dere-chos de la clase trabajadora y de las garantías individuales que a sus miembros concede el artículo 5º Constitucional. Pero, por fuerte que sea y por unido que este, el Sindicato no puede él solo resistir la ofensiva de la clase patronal en conjunto, especialmente si ésta mueve sus influencias para lograr, por cuantos medios es-tén a su alcance, el apoyo de otros sectores o de personalidades aisladas. El Sindicato necesita la solidaridad de todos aquellos trabajadores conscientes de que nuestro mejoramiento ha de ser obra de nosotros mismos, y pide que se la dén en la medida de sus posibilidades.

16. El Sindicato necesita y pide, ante todo, solida-ridad moral: distribución del presente escrito a los agremiados; lectura del mismo ante las asambleas: comunicaciones de respaldo dirigi-das a nosotros, y a las autoridades, con copia a nosotros; mítines, manifestaciones, etc., todo ello según las propias agrupaciones lo juzguen oportuno.

A los trabajadores que se vean directamente afectados por la suspensión del servicio de ener-gía eléctrica, y que pertenezcan a la Confede-ración de Trabajadores de México, el Sindicato pide que se disciplinen a los acuerdos que ésta tome. A los que, siendo afectados, no pertenez-can a la citada Confederación, el Sindicato pide que consideren que, por encima de divergencias de ideología, de métodos, o de Centrales, están los intereses de la clase trabajadora en conjunto y que el Sindicato, de quien estamos seguros no tienen ninguna queja pasada, está actual-mente luchando por esos intereses de clase.

Y puesto, que, como ya expusimos en el punto 12, este conflicto se ha suscitado principalmen-te debido a que las Compañías han asumido la defensa de la clase patronal, el Sindicato estima

de estricta justicia que todos los trabajadores afectados por nuestra huelga, exijan de sus res-pectivos patrones el importe de los salarios co-rrespondientes al tiempo que dejen de laborar.

17.El Sindicato no pide en estos momentos soli-daridad económica pero, desde luego, aceptará y agradecerá sinceramente cualesquiera canti-dades, grandes o pequeñas, que otras agrupa-ciones o trabajadores aislados puedan y quieran enviarle –consignándolas a nuestro Secretario Tesorero, C. Baldomero Alfaro. Si gana la huelga el Sindicato ofrece, y lo cumplirá, de-volver íntegramente, dentro de un plazo de un mes después de la terminación de la huelga, todas las cantidades que hubiere recibido por concepto de solidaridad económica. Si pierde la huelga, y subsiste, el Sindicato ofrece devol-ver íntegramente dichas cantidades cuando las agrupaciones remitentes, estando a su vez en huelga, así lo solicitaren, independientemente de las sumas con las que el Sindicato pueda darles ayuda en su movimiento.

18. Tomando en consideración que las agrupaciones obreras tenemos constantemente dificultades y problemas propios y que apenas nos alcanzan las fuerzas para atenderlos y resolverlos, el Sin-dicato tampoco pide que otras agrupaciones de-claren huelgas exclusivamente por solidaridad. Si los acontecimientos posteriores indican que se está en el caso a que se refiere la fracción II del artículo 46 del Estatuto de la Confederación de Trabajadores de México, el Sindicato solici-tará de la misma que estudie y considere el con-flicto, a fin de que resuelva lo que haya lugar.

El Sindicato Mexicano de Electricistas estima ha-ber cumplido con su deber exponiendo ante los trabajadores de la República, con sinceridad y sin violencias, la importancia del conflicto en que se ve envuelto en la actualidad. El Sindicato los invita a que lo consideren y mediten serenamente, y a que tomen las resoluciones que estimen justas.

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Pavón, Roldán, Breña, Toledano. Foto: Díaz. Archivo General de la Nación

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La campaña en contra nuestra que, por motivos puramente circunstanciales, apenas se ha iniciado, pero que indudablemente llevarán a cabo la clase patronal y sus aliados, usando todos los medios de que disponen tendrá seguramente por objeto desprestigiar nuestro movimiento atribuyéndole finalidades que no tiene, exagerando y ridiculizando nuestras peticiones, sin retroceder ante ninguna mentira, ni calumnia. Por amar-ga experiencia, los trabajadores conocemos ya demasiado bien los métodos que usan nuestros enemigos y qué crédito puede concederse a sus aseveraciones.

Para terminar, el Sindicato hace notar a los trabajadores que, si bien es cierto que nuestro mejoramiento ha de ser obra de nosotros mismos, no es menos cierto que también nuestros fracasos se deben, por nuestra falta de solidaridad, principalmente a nosotros mismos.

México, D.F., julio 8 de 1936“POR EL DERECHO Y LA JUSTICIA DEL TRABAJADOR”

Guillermo PeñaSecretario del Exterior

Miembro del Comité de Huelga

Manuel Paulín OrtízSrio. de Educación y PropagandaMiembro del Comité de Huelga

Francisco Breña AlvírezSecretario General

Presidente del Comité de Huelga

David Roldán G.Secretario del Trabajo

Miembro del Comité de Huelga

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Se comunica al C. PresidenteCardenas que la huelga es inminenteLUX la Revista de los Trabajadores, año IX, no. 9,México D.F., septiembre de 1936, p. 39.

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Interviene la Secretaría Particularde la Presidencia

Estalla la Huelga

LUX la Revista de los Trabajadores, año IX, no. 9,México D.F., septiembre de 1936, p.39.

El día 15 en la mañana se recibió un aviso telefónico y, posteriormente, un correograma diciendo que el Señor Licenciado Luis I. Rodríguez, Secretario Particular del Presidente de la República, deseaba hablar con los representantes obreros. En vista de que el compañero Roldán estaba dedicado a estudiar los servicios que se habrían de dar durante la huelga y el compañero Paulín se encontraba en el Departamento del Tra-bajo, se decidió que fuera el camarada Breña Alvírez a hablar con el Licenciado Rodríguez quien le mostró un telegrama del señor Presidente –contestación a uno que le habían dirigido los representantes patronales pidiendo que el Primer Magistrado los recibiera- en donde contestaba que, puesto que ya no había tiempo para tal entrevista, pasaran a hablar con su Secretario Particular.

Habiéndose convenido celebrar nuevas pláticas para buscar una solución al movimiento próximo a estallar, desde las 4 de la tarde de ese día hasta las 10 de la noche, los representantes de las partes estuvieron en las oficinas de la secretaría particular, discutiendo ampliamente el asunto en presencia del señor Licenciado Rodríguez, del Licenciado Genaro V. Vázquez y del Licenciado José Cantú Estrada, quienes hacían toda clase de esfuerzos para que obreros y patrones llegaran a un avenimiento.

En el curso de las pláticas, el Licenciado Rodríguez preguntó a los representantes obreros, cuáles eran las concesiones máximas que podía hacer el Sindicato a fin de que no estallara el anunciado movimiento, infor-mando aquéllos que los únicos puntos en que se podía ceder un tanto eran los relacionados con la cuestión económica, admitiendo que sus demandas fueran aceptadas condicionalmente por las Compañías, a reserva de que una Comisión Técnica de la Secretaría de la Economía Nacional dictaminara acerca de las posibili-dades económicas de aquéllas y de que otra comisión estudiara los efectos de la expedición de un decreto conteniendo medidas contra el uso indebido de la energía eléctrica.

Cerca ya de las diez de la noche, los representantes del Sindicato se excusaron con el objeto de ir a informar a la asamblea que ya estaba reunida en el teatro del Pueblo, sito en los altos del mercado Abelardo Rodrí-guez.

El día 16, momentos antes de las doce horas, los trabajadores abandonaron en completo orden sus labo-res, no habiéndose registrado absolutamente ningún incidente cuando, una vez abandonados los diversos departamentos de las Compañías, fueron colocadas las banderas de huelga, precisamente a las doce horas, ocupando los lugares respectivos los compañeros del primer turno de guardia.

Los primeros momentos de la huelga causaron una gran expectación en el público metropolitano ya que la mayor parte de él tenía la impresión de que el movimiento se podría evitar en el último momento. Debido a que la reconcentración de los tranvías eléctricos en los depósitos respectivos no se hizo con la suficiente oportunidad, una gran cantidad de ellos quedó paralizada en las calles, siendo la suspensión de este servicio público uno de los primeros efectos palpables de la huelga.

LUX la Revista de los Trabajadores, año IX, no. 9,México D.F., septiembre de 1936, p. 42.

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Presidencia de la Asamblea del 16 de julio. Archivo Revista LUX

Manifestación de la CTM en apoyo a la huelga. Archivo Revista LUX

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Franco ApoyoSolidario a Nuestro

MovimientoLUX la Revista de los Trabajadores, año IX, no. 9,

México D.F., septiembre de 1936, p. 42.

La tarde del mismo día 16 se reunieron los repre-sentantes de las diversas organizaciones sindicales del Distrito Federal pertenecientes a la C.T.M., en una reunión presidida por el Comité Nacional de la Confederación. Los diversos oradores que hicieron uso de la palabra ofrecieron, a nombre de sus repre-sentados, su franco respaldo a la huelga de los elec-tricistas, haciendo diversas sugestiones tendientes no sólo a que triunfara dicho movimiento sino tam-bién a la solución del problema que se presentaba a los numerosos trabajadores que se habían visto obligados a parar por la falta de energía eléctrica. Los representantes de la F.R.O.C. solicitaron que los electricistas no levantaran su huelga hasta tanto que no recibieran el pago íntegro de sus salarios durante el tiempo que faltare la energía eléctrica los trabajadores parados por falta de suministro de la misma. Esta proposición quedó sin discutirse.

Los representantes del Sindicato Mexicano de Electricistas, después de rendir un amplio infor-me acerca de los últimos acontecimientos relacio-nados con la huelga, declararon que el Sindicato que representaban estaba firmemente decidido a seguir adelante la lucha, la cual no se resolvería, en ningún caso, por medio del arbitraje. Finaliza-ron expresando su opinión en el sentido de que el problema presentaba dos aspectos diferentes se-gún que su movimiento fuera declarado existente o inexistente; que, en el primer caso, estimaban que para el triunfo se requería solamente un am-plio apoyo moral de todos los trabajadores organi-zados de la República, y que, en cuanto al segundo, se provocaría una situación al movimiento obrero organizado que posiblemente podría considerarse como uno de los casos previstos en la fracción II del artículo 46 del Estatuto de la Confederación,

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Camarada Breña Alvírez rindiendo su informe como encargado de Acuerdos y Correspondencia del Comité de Defensa Proletaria en la sesión inaugural del Congreso Nacional de Unificación Proletaria. Foto: E. Díaz. Archivo Revista LUX

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la cual establece que cuando se pretenda restrin-gir o abolir los derechos fundamentales de la clase trabajadora como el de huelga, los elementos de la Confederación de Trabajadores de México deberán ir a un movimiento de huelga general.

Como resultado de las proposiciones concretas que se presentaron en el curso de esta sesión, el Comi-té Nacional de la Confederación expidió al día si-guiente su circular número 22 que a continuación copiamos:

México, D.F., julio 17 de 1936.

Circular número 22.

A LOS SINDICATOS YFEDERACIONES NACIONALES;

A LAS FEDERACIONES LOCA-LES Y ESTATALES;

A LOS SINDICATOS Y AGRUPA-CIONES EN GENERAL QUE IN-TEGRAN LA CONFEDERACIÓN DE TRABAJADORES DEMÉXICO.

Salud:

La huelga acordada por el Sin-dicato Mexicano de Electricistas en contra de la Compañía Mexi-cana de Luz y Fuerza Motriz y empresas subsidiarias, con acuerdo del Comité Nacional de la Confederación de Trabajadores de México, se declaró ayer a las doce horas, en virtud de la intransigencia de las mencionadas empresas para aceptar los puntos petitorios que oportu-namente se les habían presentado y no obstante la inter-vención del Secretario Particular del C. Presidente de la República, del Jefe del Departamento del Trabajo y del Secretario General de esta última institución. Dada la importancia que por su magnitud tiene para la Con-federación de Trabajadores de México este movimien-to, así como para todos los trabajadores del país y para el pueblo en general, este Comité Nacional en sesión extraordinaria celebrada hoy, y después de haber escu-chado diversas sugestiones de los Comités Ejecutivos de los Sindicatos y Federaciones nacionales de industria

así como de algunas de las Federaciones Locales y Estatales, tomó los siguientes acuerdos que roga-mos a ustedes se sirvan dar a conocer a todas las agrupaciones y secciones que integran sus organis-mos, y cumplir fielmente para el mayor éxito tanto de la huelga como de la causa que ella entraña para la masa trabajadora de la República, la cual fue dada a conocer oportunamente en nuestra circular anterior.

Acuerdos

1º. El Comité de la Confedera-ción de Trabajadores de México resuelve que debe llevarse a cabo el próximo domingo 19 de los co-rrientes una manifestación públi-ca en todo el país que tendrá los siguientes propósitos:a) Explicar no solamente a los

trabajadores sino al pueblo en general las causas de la huel-ga.

b) Hacer ver que la responsabi-lidad del movimiento se debe exclusivamente a la actitud de intransigencia de la empresa.

c) Prestar apoyo a los trabajado-res en huelga así como a los trabajadores que han suspen-dido su trabajo en virtud de la

falta de energía eléctrica.d) Pedir al Gobierno, si la huelga no ha sido

declarada existente todavía, que se tome esta determinación por la Junta de Conci-liación y Arbitraje.

e) Pedir la cooperación del pueblo en apoyo de esta huelga para que sea rectificada la política económica y social de la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A., a efecto de que la misma deje de ser un mo-nopolio y se convierta en un verdadero ser-vicio público.

2º. Por lo que se refiere a la manifestación en la Ciudad de México, comunicar inmediata-mente el acuerdo a las centrales del Distrito

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Federal, en la inteligencia de que el programa será el siguiente:a) La manifestación recorrerá el trayecto com-

prendido entre la estatua de Carlos IV (el caballito) hasta la plaza de la Constitución.

b) Los contingentes de la Confederación de Trabajadores de México en el Distrito Fe-deral deberán colocarse en la avenida del palacio Legislativo, calle de Rosales, Paseo de la Reforma, calle de Balderas, y calle de Iturbide y en los lugares contiguos a la mis-ma estatua de Carlos IV.

c) Los contingentes de la Confederación de Trabajadores de México, en el Distrito Fe-deral, deberán reunirse oportunamente para que el desfile se inicie a las 11 horas en pun-to de la mañana.

d) Al llegar la manifestación a la plaza de la Constitución, se realizará un mitin frente al Palacio Nacional y harán uso de la pa-labra 6 oradores en nombre del Comité Nacional de la Confederación de Traba-jadores de México, del Sindicato Mexi-cano de Electricistas, y de los trabajado-res del propio Distrito Federal. Se darán a conocer oportunamente por el Comité Nacional los nombres de dichos oradores.

e) La manifestación se disolverá en la misma plaza de la Constitución terminado el mitin.

f) Deben invitarse a participar en la manifes-tación a todos los trabajadores del Distrito Federal, sean o no miembros de la Confede-ración de Trabajadores de México.

3º. El Comité Nacional acuerda lanzar desde luego un manifiesto a la clase trabajadora y a la opinión pública del país, dando a conocer los motivos de la huelga, la actitud de la empresa y la importancia que tiene para el movimiento obrero de México así como para el pueblo en general, este conflicto.

4º. Se acuerda también que tanto en la Ciu-dad de México como en los lugares afectados por la huelga, las organizaciones que perte-necen a la Confederación de Trabajadores de México, deberán nombrar, con toda urgencia, comisiones que informen al pueblo, princi-

palmente en los lugares de reunión, como mercados pú-blicos, escuelas, etc., la causa de la huelga y la responsa-bilidad que en la misma tienen la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz y empresas subsidiarias.

5º. Acuerda, asimismo, pedir a todas las agrupaciones del país especialmente a las Federaciones Locales y de Esta-do, que inmediatamente se dirijan al Jefe del departamen-to del Trabajo y al Presidente de la República, así como al Secretario de la Economía Nacional, solidarizándose con la huelga, y haciendo ver la responsabilidad que la empresa tiene en este caso.

6º Acuerda, de igual modo, pedir a todas las agrupaciones que integran la Confederación de Trabajadores de México se abstengan de llevar a cabo actos que tengan relación con este mismo conflicto, si no es con previa autorización del propio Comité Nacional, el cual comunicará diaria-mente, por telégrafo, las medidas que sean necesario em-plear en defensa de los intereses de los compañeros huel-guistas y de los trabajadores afectados por el movimiento.

7º. Acordó recomendar a todos los trabajadores afec-tados por la huelga, que permanezcan en los lugares de su ocupación, en la inteligencia de que si se les im-pide la entrada deberán levantar acta en la que cons-te este hecho, bajo la fé de cualquiera autoridad y, si esto no es posible, con el testimonio de la policía.

8º. Acordó recomendar a todas las organizaciones que in-tegran la Confederación de Trabajadores de México, que denuncien el alza de los precios y protesten ante las au-toridades correspondientes por esta medida a todas luces injustificada, informando oportunamente al Comité Na-cional del abuso que cometan los comerciantes.

Las medidas anteriores se entienden como medidas ur-gentes inmediatas. El Comité Nacional indicará lo que deba hacerse durante el curso de la huelga.

Agradeciendo a ustedes el cumplimiento de los acuerdos anteriores y el informe correspondiente, aprovechamos la ocasión para repetirnos vuestros.

Fraternalmente“POR UNA SOCIEDAD SIN CLASES”Comité Nacional de Defensa Proletaria

Vicente Lombardo ToledanoSecretario General

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Cortesía: Hemeroteca “El Universal”

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Se Solucionael Conflicto

LUX la Revista de los Trabajadores, año IX, no. 9,México D.F., septiembre de 1936, p. 64,65,66.

Como ya dijimos antes, a las cuatro de la tarde del viernes 24 se reanudaron las pláticas entre los re-presentantes de las partes, terminando a las siete horas del día siguiente, sábado 25. A las 8:20 de la noche del vienes, nuestros representantes recibie-ron del C. Presidente de la República el siguiente telegrama:

Por su parte, los representantes patronales recibie-ron del mismo señor Presidente un telegrama cuyo texto ignoramos pero en el que –suponemos- se les urgía a llegar a un pronto entendimiento.Iniciadas las pláticas, los representantes de las Compañías quisieron discutir algunas de las cláusu-las pendientes, a lo cual accedieron los compañeros Breña Alvírez y Paulín, sin dejar de hacer ver que era imposible llegar a un arreglo sobre todos y cada uno de los puntos pendientes y que, en su opinión,

lo indicado era discutir concretamente sobre los puntos del pliego de peticiones. Finalmente, en la madrugada del sábado 25 las compañías aceptaron el parecer de los representantes obreros, habiendo hecho desde luego una serie de proposiciones que éstos rechazaron categóricamente, advirtiendo a los representantes de las empresas que si no aceptaban sus puntos de vista lo telegrafiarían así al señor Presidente de la República, con el objeto de que el Ejecutivo Federal tomara las medidas que estimara pertinente para dar fin a una situación que por mo-mentos se hacía ya insostenible.

Ante la firme actitud de los delegados obreros, los representantes de la empresa, después de deliberar largamente, acordaron aceptar las proposiciones de los trabajadores quienes expresaron sus peticiones en el siguiente convenio que fue firmado por las partes a las siete y medio de la mañana del sábado 25:

CONVENIO QUE CELEBRAN, POR UNA PARTE, LAS COMPAÑÍAS MEXICANA DE LUZ Y FUERZA MOTRIZ, S.A., DE LUZ Y FUERZA DE PACHU-CA, S.A., MEXICANA MERIDIONAL DE FUERZA, S.A., DE FUERZA DEL SUROESTE DE MÉXICO, S.A.,Y DE LUZ Y FUERZA ELÉCTRICA DE TO-LUCA, S.A., Y, POR OTRA PARTE, EL SINDICA-TO MEXICANO DE ELECTRICISTAS, PARA DAR FIN AL MOVIMIENTO DE HUELGA DECRETADO POR ESTE ÚLTIMO.

En relación con el pliego de peticiones presenta-do por el Sindicato a las Compañías en su oficio número 1643 fechado el 30 de junio del corriente año, se conviene lo siguiente:

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En la antesala de la Vicepresidencia, Mr. G. Conway. Foto Díaz. Archivo General de la Nación

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1. Las compañías aceptan el punto uno del pliego de peticiones, con excepción de las cláusulas o partes de cláusula que se especifican en se-guida, las cuales ambas partes se compromete a depositar ante la Junta Federal de Concilia-ción y Arbitraje antes de las 12 horas del próxi-mo viernes 31. Dichas cláusulas son: 10; 14; 18; 19; 20; 25, fracción I; 28, fracción I; 28, incisos a) de las fracciones II y III; 30; 32, fracción VII; 37, fracción II y V inciso b); 41, fracción 1era.; 46; 47; 60; 62; 82, y 83. Las Compañías y el Sindicato discutirán la redacción definitiva de las cláusulas del Contrato y los detalles de al-gunas de ellas, dentro de un plazo que fenecerá el día 31 de agosto próximo; en la inteligencia de que, si dentro de dicho plazo no se ponen de acuerdo, las cláusulas quedarán como están redactadas en el Anexo 1 al mencionado pliego de peticiones.

2. Las Compañías aceptan en sus términos la peti-ción II del citado pliego de peticiones.

3. Las Compañías aceptan en sus términos la peti-ción III del pliego de peticiones, con la salvedad de que el plazo que en el tercer párrafo de dicha petición se fija hasta el día 31 de agosto, queda ampliado hasta el día 30 de septiembre.

4. Las Compañías aceptan en sus términos la pe-tición IV del pliego de peticiones.

5. Las Compañías aceptan en sus términos la peti-ción V del mencionado pliego de peticiones.

Por lo que respecta a los trabajadores para Obra Determinada, separados durante el período com-prendido entre los días 1º y 16 del corriente mes, las Compañías pagarán los salarios caídos de todos aquellos cuyos contratos de trabajo no hu-bieren terminado o no hubieren dado fin las obras para las cuales fueron contratados.

El Sindicato se compromete a que sus agremiados que no están actualmente en servicio, reanuden sus labores tan pronto como sea posible durante el día de hoy, salvo casos de fuerza mayor.

México, D.F., a 25 de julio de 1936.

POR EL SINDICATO:

Francisco Breña Alvírez, Secretario General y Presidente del Comité de Huelga. David Roldán, Secretario de Trabajo y Miembro del Comité de Huelga. Manuel Paulín, Secretario de Educación y Propaganda y Miembro del Comité de Huelga

POR LAS COMPAÑÍAS:

G. R. G. Conway, Presidente. W. H. Fraser, Ge-rente General. Jean Bernier, Ayudante del Presi-dente, Apoderado General

NOTA IMPORTANTE: Para la vigencia y aplicación del nuevo Contrato Colectivo de Trabajo, las par-tes estarán a lo pactado en el convenio celebrado el 17 de abril del corriente año, copia del cual que-dó depositada ante la H. Junta Federal de Conci-liación y Arbitraje.

Inmediatamente después el compañero Paulín se dirigió a la Junta Federal de Conciliación y Arbi-traje para que este tribunal registrara y autorizara debidamente el Convenio celebrado, lo que desde luego se hizo en los siguientes términos:

México, D.F., a 25 de julio de 1936

Visto el convenio que antecede, celebrado por las Compañías Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A., de Luz y Fuerza de Pachuca, S.A., Mexica-na Meridional de Fuerza, S.A., de Fuerza del Su-roeste de México, S.A., de Luz y Fuerza Eléctrica de Toluca, S.A., y por el Sindicato Mexicano de Electricistas, para dar fin al movimiento de huelga

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Cortesía: Hemeroteca “El Universal”

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decretado por éste y declarado legalmente exis-tente, por esta propia Junta, en virtud de que dicho convenio no contiene ninguna cláusula contraria a la Ley, a la moral o a las buenas costumbres y de que precisamente la Ley Federal del Trabajo en el artículo 273, fracción primera, establece que la huelga terminará por arreglo entre patrones y trabajadores, de acuerdo con lo que disponen los artículos 98, 516 Y 585 del mismo ordenamiento, se aprueba en todas y cada una de sus cláusulas el Convenio de referencia, condenando a las par-tes a estar y pasar por él con todos los efectos ju-rídicos inherentes a un laudo pasado en autoridad de cosa juzgada. Notifíquese personalmente a la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. y Subsidiarias y al Sindicato Mexicano de Electri-cistas entregándoles a cada una de las partes, co-pia del Convenio y de este acuerdo por el cual se aprueba, en el concepto de que todos los trámites que fueren necesarios dictar en ejecución forzo-sa del mismo, quedarán a cargo del Presidente de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. Así lo resolvieron y firmaron los CC. Representantes del Gobierno, del Trabajo y del Capital que integran la Junta Especial número cinco de esta Federal de Conciliación y Arbitraje. Doy fé.

El Presidente de la JuntaLic. Romero León OrantesRepresentante del TrabajoJuan Best

Representante del CapitalLic. Bueno y Urquidi

Secretario Lic. Mariano Ramírez Vázquez

En la misma fecha estando presente el C. Ing. Ma-nuel Paulín, Miembro de los Comités Central y de Huelga del Sindicato Mexicano de Electricistas, le notifique el acuerdo que antecede y dijo: que lo oye y esta conforme, recibe las copias a que el propio acuerdo se refiere y firma al margen para constancia. Doy Fé. M. Paulín, firmado.

Por su parte, los compañeros Breña Alvírez y Rol-dán se dedicaron a firmar y enviar las órdenes re-lativas a la reanudación de los servicios, lo cual se hizo paulatinamente. Los tranvías eléctricos empe-zaron a circular a las nueve horas y el suministro de

energía quedo prácticamente reanudado en el curso de la mañana.

La noticia de la terminación de la huelga, y, sobre todo, el conocimiento del Convenio que le puso fin, fueron motivo de indescriptible regocijo entre los trabajadores no sólo del Sindicato Mexicano de Electricistas sino de todas las organizaciones obre-ras del Distrito Federal y del resto del país que ha-bían hecho suyo nuestro movimiento. En nuestro edificio social el júbilo se tradujo en felicitaciones mutuas, en abrazos y, en toda clase de manifesta-ciones de alegría y buen humor, olvidándose ins-tantáneamente las largas horas de inquietud y so-bresalto que precedieron a la firma del Convenio. Apresuradamente los jefes de grupo distribuían sus órdenes escritas a sus respectivos camaradas para que, cumplidas hasta el último momento las preci-sas instrucciones que previamente había dictado el Comité de Huelga, volvieron a sus labores. Así fue como, con el mismo orden y consciente disciplina con que el día 16 se inicio la huelga, con ese mismo orden y con esa misma disciplina los componen-tes todos del Sindicato Mexicano de Electricistas, desde el más competente de sus técnicos hasta el humilde peón, volvieron al trabajo satisfechos de haber logrado mejores condiciones de contratación y satisfechos más todavía de haber logrado sentar precedentes que beneficiarán indudablemente al movimiento obrero organizado de la República.

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Breve reseñade los resultados

obtenidosLUX la Revista de los Trabajadores, año IX, no. 9,

México D.F., septiembre de 1936, p. 68,69,70.

Según los convenios firmados el 25 y 30 de julio respectivamente, se puede resumir los resultados inmediatos de la huelga en los siguientes términos:

PRIMER PUNTO DEL PLIEGO DE PETICIO-NES.- El Sindicato convino en retirar:

La cláusula 10, que contenía ciertas restricciones para que las Compañías diesen trabajos por contra-to; la fracción V de la cláusula 30, así como la transi-toria, referentes una y otra al aumento de salario, de 25 centavos diarios por cada dos años de servicios, a aquellos trabajadores que hubieren desempeñado satisfactoriamente las labores de su puesto; el inci-so b) de la fracción V de la cláusula 37 que contenía ciertas prerrogativas para trabajadores con quince o más años de servicios. (En realidad las estipulacio-nes retiradas no eran necesarias puesto que, por una parte, el inciso a) de la misma fracción V estable-ce que los trabajadores no podrán ser separados de sus labores sino por causas infamantes cuando les falten cinco o menos años para ser jubilados, y, por otra, la cláusula 64 establece que cualquier trabaja-dor podrá solicitar y obtener su jubilación cuando haya cumplido 20 años de servicios).

Por lo que respecta a las cláusulas 14; 18; 19; 20; 25 fracción I; 28 fracción I e incisos a) de las frac-ciones II y III; 32 fracción VII; 37 fracción II; 41 fracción I; 46, 47, 60, 62, 82 y 83, el Sindicato con-vino en modificar un tanto su redacción en los si-guientes términos:

Cláusula 14.- IRRENUNCIABILIDADSe agregó un párrafo que dice: “Sin embargo, las partes podrán, exclusivamente de manera temporal y transitoria, establecer situaciones diversas de las

propuestas en el Contrato, cuando así lo exijan las circunstancias”.

Cláusula 18.- REPRESENTANTES O INTERME-DIARIOS DE LAS COMPAÑÍAS. Se aumentaron dos puestos más de representantes o intermediarios de las Compañías, denominados: ayudante del Presidente apoderado general, y ayu-dante del Gerente General. Los propuestos origi-nalmente por el Sindicato eran 15.

Cláusula 19.- PUESTOS DE DIRECCIÓN Y DE INSPECCIÓN DE LAS LABORES, Y PUESTOS ESPECIALES DE CONFIANZA. Se formaron 2 grupos denominados: puestos de Di-rección y de Inspección de las labores, y puestos especiales de confianza; se aumentaron 11 puestos que quedaron comprendidos en el primero de di-chos grupos, siendo sus denominaciones como si-gue: Agente de contratos foráneos, Agente local de contratos, Ayudante del Auditor General, Ayudan-tes del Superintendente de Construcción, Encar-gado de estados especiales, Encargado de quejas y reclamaciones, Encargado de la sección de listas de raya, Jefe del departamento Mecánico, Jefe de la sección de Estadística, Superintendente de Líneas de Transmisión, y Tenedor de libros en Jefe. El nú-mero originalmente propuesto por el Sindicato era de 19.

Por lo que toca a la aplicabilidad del Contrato, el Sindicato pedía que el mismo no se aplicara, en todo aquello que contuviera prerrogativas superio-res a las de la Ley, a los trabajadores actuales o fu-turos que ocupen los puestos a que se refiere esta cláusula. Finalmente, aceptó que las Compañías incluyeran, como cosa suya, la siguiente nota: “Sin

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embargo de que este Contrato rige únicamente en-tre las partes, las Compañías se obligan con las per-sonas que ocupen los puestos a que esta cláusula se refiere, que no sean miembros del Sindicato y que, por tanto, no están representadas por él, a otorgarles las prerrogativas de este Contrato”.

Cláusula 20.- PUESTOS TÉCNICOS Y DE RES-PONSABILIDAD. Se crearon 10 nuevos puestos técnicos y de respon-sabilidad, siendo los que el Sindicato había pro-puesto anteriormente 17.

Cláusula 25.- VACANTES. Fracción I. Puestos de la cláusula 19. El Sindicato pedía que para cubrir los puestos de la Cláusula 19 se prefirieran, en primer lugar, a los miembros de la agrupación respecto de quienes no lo fueran, y en seguida ponía las preferencias de Ley; finalmente convino en retirar la primera parte de dicha cláusu-la. En el inciso b) de esta misma fracción, el Sindi-cato pedía que, en caso de que las partes no llegarán a un acuerdo sobre un primer candidato, propusiera cada una de ellas otros tres de entre los cuales de-bería seleccionarse al que fuera a cubrir la vacante pero, después de algunas discusiones, convino en que las Compañías designen por sí mismas al can-didato, dando aviso al Sindicato de quien escucha-rán las observaciones que formule, tomándolas en consideración y atendiéndolas dentro de lo que sea justo y razonable. Otros cambios de menor impor-tancia se introdujeron en esta cláusula.

Cláusula 28. ADMISIÓN. Fracción I, exclusión de elementos no sindicaliza-dos. Se admitió que los trabajadores que vayan a ocupar puestos de la cláusula 19 podrán o no ingre-sar previamente al Sindicato según les convenga.Inciso a) de las fracciones II y III. Se modificaron estas estipulaciones para ponerlas de acuerdo con lo aceptado respecto de la fracción I de la cláusula 25.

Cláusula 32. CAMBIOS. Fracción VII. Reducción de trabajo. Se convino que cuando por reducción de trabajo, haya que su-primirse cierto número de puestos, las Compañías

crearán otros de igual o mayor salario para ocupar los trabajadores que hayan quedado sin ocupación, siempre que no excedan de 35, pues en este caso serán aplicables las estipulaciones de la fracción I de la cláusula 37 (reducción de personal). Como es muy remoto que esta última eventualidad llegue a producirse, prácticamente se logró el objetivo que se pretendía.

Cláusula 37. DESPIDOS Y SEPARACIONES. Fracción II. Implantación de maquinaria o de nue-vos procedimientos de trabajo. Las Compañías aceptaron íntegramente esta fracción en la que se estipula que la implantación de maquinaria no po-drá en ningún caso ser motivo de reajuste, de per-sonal o de salario pues, como antes lo hemos hecho notar, se tiende a prevenir la causa principal de la desocupación.

Cláusula 41. SALARIO POR HORA Y PAGO DEL TIEMPO EXTRAORDINARIO. Fracción I. Salario por hora. Las Compañías acep-taron también la redacción propuesta por el Sindi-cato para esta fracción sobre la forma de computar el salario por hora.

Cláusula 46. CLASIFICACIÓN DE LOS TRABA-JADORES SEGÚN SU JORNADA NORMAL. Se añadió un tercer párrafo a la fracción III espe-cificando que: “cuando las Compañías tengan que llevar a cabo trabajos como los antes mencionados (especialmente penosos), discutirán el caso con el Sindicato con el objeto de fijar la reducción que deba hacerse a las jornadas de trabajo, en vista de la naturaleza y circunstancia de las labores por eje-cutar”.

Cláusula 47. DURACIÓN DE LAS JORNADAS NORMALES. En consideración al párrafo añadido a la fracción III de la cláusula 46, que acabamos de transcribir, se suprimió de la tabla de jornadas las correspon-dientes a los trabajadores de la clase “C” o sean aquéllos que desempeñan “trabajos especialmente penosos”.

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Manifestación de solidaridad, elementos de la C.T.M. Foto Díaz. Archivo General de la Nación

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Cláusula 60. TIEMPO DE SERVICIOS. Se modificó la fracción IV en el sentido de que las prescripciones de esta cláusula se aplicarán única-mente a los antiguos trabajadores de la Compañía de Tranvías que se encontraban al servicio de las Compañías el día primero de mayo de 1936, y de que a los que ingresen posteriormente no se les aplicarán tales prescripciones.

Cláusula 62. COMPENSACIÓN POR ANTIGÜE-DAD. Se modificó el primer párrafo de esta cláusula am-pliando su redacción de tal modo que, aun cuando fue retirada la palabra “propiedad” se garantizó ple-namente el monto de la compensación por antigüe-dad a que tienen derecho los trabajadores, en caso de traspaso o de liquidación de las Compañías.

Cláusula 82. DEFINICIÓN. Se modificó la definición de trabajos “para Obra Determinada” ajustándose más a la realidad de los trabajos de esta naturaleza que se llevan a cabo por las Compañías.

Cláusula 83. GENERAL. El Sindicato obtuvo de las Compañías la acepta-ción de la redacción propuesta para esta cláusula que establece -como antes lo hemos dicho ya- que, en términos generales, todo el Contrato es aplicable a los trabajadores para Obra Determinada, excepto las partes de aquellas cláusulas, fracciones, incisos o párrafos expresamente mencionados y reforma-dos por el capítulo noveno.

SEGUNDO PUNTO DEL PLIEGO DE PETICIONES. Aceptado en sus términos.TERCER PUNTO DEL PLIEGO DE PETICIONES. Aceptado en sus términos.CUARTO PUNTO DEL PLIEGO DE PETICIONES. Aceptado en sus términosQUINTO PUNTO DEL PLIEGO DE PETICIONES. Las Compañías convinieron en aceptarlo en una forma más amplia que la que aparece en el pliego de peticiones en lo que respecta a los trabajadores para obra determinada separados durante el perío-do comprendido entre los días primero y dieciséis de julio, pues las Compañías pagarán los salarios caídos de todos aquellos cuyos contratos de trabajo

no hubieren terminado o no hubiere dado fin la obra para la que hubieren sido contratados.

Aun cuando todavía no es tiempo de que nos de-mos cuenta completa de todas las consecuencias de diversos órdenes que para nuestra organización en particular y para el movimiento obrero organizado de la República en general tendrá nuestro último movimiento, sí creemos que puede asegurarse que el mismo constituyó una brillante victoria del pro-letariado nacional, la cual fue lograda gracias a la actitud levantada, a la firme disciplina y espíritu de sacrificio de nuestros agremiados, al vigoroso res-paldo que nos fue prestado por los trabajadores or-ganizados y otros núcleos revolucionarios del país y también al respeto a las leyes observado por el Gobierno presidido por el señor General de Divi-sión, Lázaro Cárdenas.Sin embargo, podemos asentar que nuestra huelga tuvo desde luego las siguientes importantes conse-cuencias:

Primera. La declaratoria oficial de existencia y li-citud de una huelga de proporciones y efectos tan considerables como los de la nuestra, VINO A DE-JAR CLARAMENTE SENTADA LA EXISTEN-CIA DEL DERECHO DE HUELGA EN MÉXI-CO. (La importancia de la declaratoria de licitud de nuestro movimiento crece si se tiene en cuenta que la misma fue hecha poco tiempo después de haber-se declarado inexistente el movimiento efectuado por los compañeros del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana.)

Segunda. Nuestra huelga se desarrolló libremente y TERMINO MEDIANTE UN ARREGLO DIREC-TO DE LAS PARTES, y

Tercera. LAS EMPRESAS ACEPTARON, PRAC-TICAMENTE EN TODA SU INTEGRIDAD EL PLIEGLO DE PETICIONES que les fue presenta-do por los Representantes del Sindicato.

Es éste, por decirlo así, el PRIMER BALANCE DE LA HUELGA DEL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS, QUE SE INCIO A LAS DOCE HORAS DEL DÍA 16 DE JULIO DE 1936 Y TER-MINO EN LA MAÑANA DEL 25 DEL MISMO MES.

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Penunbras en la farmacia Bustillos. Foto Díaz. Archivo General de la Nación

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La Huelga del SindicatoMexicano de Electricistas*25 de julio de 1936

Estamos razonablemente seguros de que entre las diversas acciones emprendidas con el objeto de lograr una mejor acomodación de intereses de trabajadores y patrones, no había habido ninguna de la importancia de nuestra última huelga. En efecto, basta considerar, por una parte, que el empleo de la energía eléctrica ha venido a hacerse prácticamente indispensable en las diversas actividades de la vida humana y, por otra, la situación especial en que se encuentran colocadas las Compañías a las que nuestros agremiados prestan sus servicios, ya que las mismas son las únicas que en la actualidad proporcionan dicha energía al Distrito Fe-deral y a parte de seis Estados circunvecinos, región que representa en realidad el corazón de la República, no sólo porque en ella se asientan los Poderes Federales sino, principalmente, porque en ella se concentra aproximadamente una sexta parte de la población total del país, y porque es esta zona, sin duda alguna, una de las más desarrolladas industrialmente.

A mayor abundamiento, hacía más de veinte años que el Sindicato Mexicano de Electricistas no llevaba a cabo una huelga y, desde luego, el natural desarrollo de las empresas, ocasionado por el considerable au-mento del número de sus clientes, hace imposible ninguna comparación, por lo que a sus consecuencias se refiere, de la huelga de hace veinte años con nuestro último movimiento.

Pero no solamente fueron sus enormes efectos de orden material los que determinaron la trascendental im-portancia de esta huelga, sino más bien las peculiaridades de la misma ya que en ella, según se desprende del examen de los hechos, se entabló una lucha general entre la clase patronal, representada por las Compañías Mexicana de LUZ Y Fuerza Motriz, S.A. y Subsidiarias, y la clase trabajadora, representada por el Sindicato Mexicano de Electricistas.

Estimamos que aún no es tiempo de hacer un balance definitivo de las múltiples consecuencias de diversos órdenes que para el movimiento obrero organizado de México tendrá nuestra huelga y, por lo tanto, nos limitaremos en este número de “LUX”, a hacer una simple relación objetiva de la misma –sin prejuicio de volver más tarde sobre algunos de sus aspectos particulares- a partir de la iniciación de las discusiones para la nueva contratación colectiva de trabajo hasta el momento que se firmaron los convenios que pusieron fin al movimiento.

Tomando en cuenta que la experiencia adquirida por nuestra agrupación durante la huelga que nos ocupa puede resultar sumamente valiosa para otros sindicatos y considerando, por otra parte, que las noticias que de dicho movimiento dio la prensa de la capital son necesariamente fragmentarias y, a veces, hasta tenden-ciosas, “LUX” considera haber cumplido con su deber como revista de trabajadores al dedicar su presente número para dar una información, con una extensión y fidelidad mayores, de un movimiento huelguístico que interesó profundamente no sólo a nuestros agremiados sino a todos los trabajadores organizados de la República, que hicieron suyo nuestro movimiento y, tal vez, hasta a los de más allá de nuestras fronteras.

Director*Editorial elaborada por el entonces Director de Lux, la Revista de los Trabajadores Manuel Paulín Ortíz

número 9, año IX, México, D.F., septiembre de 1936.

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Fuente: Internet

Mario Pavón FloresTres décadas asesorando jurídica-mente los movimientos obreros.

Experto en problemas sindicales y militante del movimiento obrero. Elaboró y publicó en 1937 el ABC de las huelgas, texto que representa el primer tratado serio que se ha escrito en México sobre las huelgas, dijera Enrique González Aparicio, en él hace un despliegue de conocimiento y de forma de proceder de acuerdo a las circunstancias, e in-cluso si se debe o no contemplar ésta como una estrategia ante la embestida patronal. Con sólida formación socialista fue un hombre clave para el desarrollo del movimiento obrero hasta 1954.

Huelgas más importantes en las queparticipó como asesor jurídico

1934-Huelga de los Sindicatos de Obreros y Em-pleados de la Compañía Mexicana de Petróleo “El Águila”, S.A. de Minatitlán, Agua Dulce, Las Choapas, Francita, Nanchital, Estibadores de Mi-natitlán y trabajadores de la Compañía Construc-tora “Martín”.

1935-Huelga del Sindicato de Obreros Progresis-tas de la “Peñoles”, S.A., de Torreón, Coahuila.

1935-Huelga del Sindicato de Obreros y Obreras de la Fábrica “La Fé”, de Torreón, Coahuila.

1936-Huelga de secciones del Sindicato de Tra-bajadores Petroleros de la República Mexicana en Ebano, San Luis Potosí, Mata Redonda y Cerro Azul, Veracrúz, en contra de la Huasteca Petro-leum Company.

1936-Huelga del Sindicato Mexicano de Electri-cistas en contra de la Compañía de Luz y Fuerza Motriz del Distrito Federal y sus Subsidiarias del Suroeste, Toluca, Pachuca, etc.

1936-Huelga general campesina de la Región La-gunera, decretada por la FROC de Gómez Palacio, Durango, Federación Sindical Revolucionaria y Cámara del Trabajo de Torreón, Coahuila, en con-tra del Sindicato Patronal de Agricultores de La Laguna.

El pliego de peticiones debe ser el resultado de la cooperación más amplia de todos los obreros, porque este documento cuando ha sido formulado por la masa, representada por sus miembros más capacitados en la industria y en el sindicalismo re-volucionario, llega a ser en tal forma obra de la masa misma, que habrá de defenderla con el ma-yor ahínco y a costa de los más grandes sacrificios. Y, además, porque el trabajo colectivizado tiende a producir un pliego de peticiones que represente, de abajo hacia arriba, los intereses vitales de toda la organización obrera y que siendo la expresión de las necesidades de la base, atrae a otros grupos conexos.

[…] Pero el pliego de peticiones no debe conte-ner además reivindicaciones exageradas que anti-cipadamente se sabe que habrán de reducirse en el momento oportuno. La burguesía y su prensa mercenaria se apoderan siempre de estas fallas tácticas del proletariado, con fines de propaganda anti-huelguística.1

1Mario Pavón Flores, El ABC de las huelgas, editorialMasas, México, Primera edición 1937, páginas 75.

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LUX la Revista de los Trabajadores, año VIII, no. 11 y 12México D.F., noviembre y diciembre de 1935, Portadas

Santos Balmori

Artista plástico formado en Europa. Hijo de padre español – asturiano republi-cano- y madre mexicana, Santos Balmori deja México a los 4 años, para vivir su niñez en el campo asturiano. Trabajó con un grupo dirigido por Lorca llamado la Barraca. Formó parte de una fraternidad de artistas de todas las ramas llamada “La Peña”; esto les dio fuerza para más tarde participar activamente en la Guerra Civil Española.

Colaboró para la revista Le Monde, donde a su vez participaban Barbusse, Albert Einstein, Albert Camus y Máximo Gorki, entre otros. Siempre activo política-mente, se reunía con César Vallejo y Haya de la Torre para tratar de los temas del Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), fue el diseñador de la insignia de ésta. Fue alumno de Bourdelle, en esos años trabajó diseñando telas, dibujando trajes para Voge, Harper’s Bazar. Conoció a un Siqueiros joven que llegaba a París, desde el primer momento sus afinidades políticas chocaron, y así sería para siempre, en esos años ocurrió el primer contacto con Vasconcelos de quien aprendió mucho. Todo este tiempo trabajó diseñando carteles y revistas de protesta.

Regresó a México a los 36 años, deseoso de contribuir en los diferentes procesos que se estaban desarrollando; de inmediato se introdujo al ambiente político del país. En esta época conoció a Lombardo Toledano. Formó parte de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR) donde militaba la mayoría de los intelectuales de izquierda mexicana de aquellos tiempos.

Su primera exposición en México, en el lobby de Bellas Artes, fue una experiencia muy negativa. Fuertemente atacado por sus colegas, a excepción de Carlos Mé-rida, que le reprochaban su formación europea, llegó a sentirse extranjero en su propia tierra, pero no se rindió. Nunca comulgó con la famosa frase de Siqueiros: “No hay mas ruta que la nuestra”, este alejamiento le costó la exclusión de varios espacios como artista. Encontró acomodo como profesor en la SEP dando clases de dibujo y pintura, simultáneamente daba clases de arte en una escuela para trabajadores. Trabajó para la revista “Futuro” de Vicente Lombardo Toledano, su mayor contribución social fue el diseño de carteles y gráfica para las diferentes luchas de su país y para la Guerra Civil Española. Entre sus aportaciones en este rubro están las portadas que realizó para esta publicación de Lux, la Revista de los Trabajadores, particularmente durante el movimiento de 1936.

La obra de Santos Balmori se puede encontrar en el Museo de Arte Moderno de Toluca, Museo de Universitario de Artes y Ciencias (MUCA), Museo de la Estampa, Museo de Arte Moderno de Madrid y en el Museo de Bellas Artes de Asturias.

Cd. de México1899 - 1992

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El SME y la década de los 30 narrada por el

Ing.Manuel Paulín Ortíz

1.-VALOR DE LA UNIFICACIÓN

La unificación de los trabajadores valdrá muy poco sino va acompañada de una labor tenaz y

constante de organización, disciplina y ele-vación de la conciencia colectiva. El hecho de que el proletariado, cuya superioridad numé-rica sobre la burguesía es abrumadora, haya estado y continue estando sojuzgado por ella, es prueba evidente, amén de otras muchas, de su desorganización y de la falta de conciencia

clara de los objetivos que deben perseguir.

Francisco Breña AlvírezManuel Paulín Ortíz

“10 Puntos sobre la formaciónde los sindicalistas”

LUX la Revista de los Trabajadores, año IX, Número 3, México , D.F., Marzo 1936, Pag. 31

LUX la Revista de los Trabajadores, año IX, no. 2,México D.F., febrero de 1936, Portada

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El siguiente texto seleccionado para esta revista es un documento escrito por Manuel Paulín Ortíz alrededor del año 1985, cuando contaba con 82 años de edad. Es un recuento histórico de lo que vivió como integrante del Comité Cen-tral y del Comité de Huelga de 1936. Su narración abarca los años 30 y los acon-tecimientos de esta década, a lo largo de sus páginas hace críticas y reflexiones sobre dicho momento. El documento fue ya publicado en un suplemento de la Re-vista Lux en el año 2001 pero transcrito, ahora te lo presentamos en forma de fac-símil, es un documento de primera fuen-te, al igual que toda la revista que hoy ponemos en tus manos.

C. Fernando Oliva Quiroz

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Ing. Manuel Paulín OrtízSecretario de Educación y

Propaganda1934, 1935 y 1936

Secretario General Dic. 14, 1936-Dic. 14, 1937Dic. 14, 1937-Jul. 21, 1938

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Mario Pavón FloresAsesor Jurídico

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2009-2011Movimiento

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Fuerte como el acero, transparen-te como el aire, sonoro como el

agua, luminoso como el amor, así hay que ser: todo silencio para que las hojas del árbol suban al

cielo: sé fuerte vigoroso y atrevido en tu silencio (color, vida, idea,

eso debe ser tu arte).

Santos Balmori1

1 Helena Jordan de Balmori, Remembranzas, silencios y charlas con Santos Balmori, UNAM, Coord. General de Artes Plásticas, Dirección General de Literatura, 2003. p.35.

LUX la Revista de los Trabajadores, año IX, no. 3,México D.F., marzo de 1936, Portada

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Archivo Revista LUX. Foto: Claudia Durán García

La resistencia electricista y su contribución a lo social

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Edgar Belmont*

El Sindicato Mexicano de Electricistas es un referente importante en el espectro del sindicalismo mexicano. En el curso de su historia ha acumulado un repertorio de luchas y de conquistas que se plasman en su me-moria con el conjunto de acciones colectivas. En las últimas décadas el SME ha ejercido, sin titubeos, el derecho a disentir, oponiéndose abiertamente a las po-líticas económicas y energéticas de corte neo-liberal y, en particular, al proceso de desmantelamiento de la empresa pública integrada; sin embargo, en este es-cenario, la convergencia de intereses entre el sector empresarial y gubernamental alrededor de la llamada “agenda de la competitividad” se expresa con agudeza no sólo en el golpe constante a los referentes del sindi-calismo (huelga, bilateralidad centrada en la contrata-ción colectiva, estabilidad y seguridad en el trabajo), en la simulación del acceso a la justicia laboral y en la intervención del Estado en las relaciones laborales; sino también, en este caso, en la ocupación violenta de las instalaciones de la empresa pública Luz y Fuerza del Centro y en el despido masivo de los electricistas.

La resistencia electricista se sitúa en un contexto histó-rico en el que fuertes intereses económicos buscan libe-rar el mercado eléctrico de las “ataduras” constituciona-les, ampliando la participación de capital privado en las distintas actividades que se coordinan en la prestación del servicio público y en su convergencia con el sector

de las telecomunicaciones; así como en el interés empresarial de relajar las obligaciones patronales en la contratación y el despido. En medio de este jue-go de intereses y de poder se encuentran las familias de electricistas, pero también una organización que no ha cesado en el intento por restablecer los equi-librios y por re-construir las mediaciones que per-mitan restablecer el vínculo con el trabajo y acabar con el juego de simulaciones que existen alrededor del marco del servicio público de energía eléctrica. En este sentido, el conflicto entre el SME y el Gobierno Federal va más allá de las razones que alude el Poder Ejecutivo en el decreto de extinción y de la promesa de mejorar el servicio, pues, en el fondo, es el horizonte de sociedad lo que se encuentra en juego en el entendido que el golpe al SME es un golpe a la clase trabajadora.

Frente a ello, la resistencia electricista ejerce presión a los actores políticos, principalmente a los legisladores, para que asuman su responsabilidad en aras del bien co-lectivo y para que acoten el amplio margen de maniobra del Poder Ejecutivo en la administración de los recursos energéticos del país, pero también para restablecer el equilibrio de poderes; como bien apunta el movimiento de resistencia, el decreto de extinción de LyFC pone a prueba el respeto de los derechos colectivos y la trayec-toria de las instituciones. Asumir estos compromisos implica revertir los retrocesos y el daño que se ha hecho

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LUX Revista de Aniversario

Archivo Revista LUX. Foto donada por: Luis M. Martínez García

* Profesor-Investigador en la Universidad Autónoma de Queré-taro. Unidad Multidisciplinaria de Estudios sobre el Trabajo y Facultad de Filosofía.

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a nuestras endebles instituciones, así como la indis-posición de la clase política en general para crear las mediaciones que permitan salir de una lógica de cor-to plazo y para sentar las bases que permitan acabar con la simulación del México moderno y democrático.Ahora bien, el espíritu crítico de la comunidad de elec-tricistas y su capital político se expresan en el movi-miento de resistencia electricista, pues si bien el cie-rre de la fuente de trabajo afectó a poco más de 44 mil asalariados, son más de 16 mil trabajadores los que integran la resistencia al experimentar más que un sentimiento de injusticia, el deseo de actuar y de intervenir en el terreno jurídico, legislativo y político para preservar el trabajo y los derechos colectivos, pero también las aspiraciones de un mejor futuro para sus familias; esta decisión, la de mantenerse en la lucha para recomponer la situación que enfrenta en lo coti-diano, los convierte en actores de la historia. Esto es relevante porque la resistencia electricista se expresa en diferentes planos, primero, en oposición a la do-minación de la esfera económica sobre lo político y lo social, segundo, en resistencia a un modelo cultural en el que impera el individualismo y la méritocracia.Así, más allá de la labor que desempeñan los dirigen-tes sindicales en las mesas de negociación, en los juz-gados o en el Congreso de la Unión, la negociación de un orden justo comienza con los electricistas que mantienen con vida a la organización sindical, con los jubilados que se han solidarizado con sus hijos y con el movimiento, con todos aquellos, incluyendo socios comisionados, que participan en las organización de pintas, en los mítines, en las guardias de los campa-mentos, en las mesas de atención a usuarios/clientes afectados por las tarifas eléctricas, por las interrupcio-nes del servicio y por las variaciones de voltaje, con el esfuerzo diario de llevar el sustento a sus familias sin haber renunciado al reclamo de sus derechos y con todos aquellos que se han solidarizado y que mantie-nen la convicción de llegar hasta el final, con el áni-mo y la esperanza de mirar la solución del conflicto y un mejor futuro, tales como las esposas y los fami-liares de los trabajadores en resistencia. En este senti-do, la resistencia electricista es una lucha por mante-ner más que el vínculo con el trabajo y por preservar los derechos adquiridos, tales como la antigüedad, es un rechazo a la precariedad laboral y un esfuer-zo por mantener vigente un horizonte de vida mejor.

En este proceso, los electricistas en resistencia han he-cho frente a un aparato de poder y de control mediático, a la estigmatización, la censura y el golpeteo incesan-te del gabinete presidencial, pero también, han dado muestras de dignidad en el reclamo de justicia o de solución a un conflicto que exige, insistimos, más que reequilibrar los poderes del estado, imaginarnos un ho-rizonte de sociedad más equilibrado. De ahí que la re-sistencia electricista contribuya en lo social al negociar

en el cotidiano lo que se considera un orden justo y al mantener viva la esperanza de un futuro mejor. Sabe-mos que ésta tarea no ha sido sencilla y que el cierre de la empresa ha producido altos costos sociales, no sólo para los electricistas, al trastocar y poner a prueba la es-tabilidad y la integración familiar, la economía y los há-bitos de consumo, la salud, la educación de los hijos y el estado emocional de los que integramos el movimiento de resistencia; sino también para las comunidades y regiones en las que operaba Luz y Fuerza del Centro.

Todo ello nos permite afirmar que el golpe a los electri-cistas, el proceso de privatización de la industria eléc-trica y la flexibilización del mercado laboral representa una crisis de la política en la medida que nuestro hori-zonte de sociedad es poco visible y que la política se encuentra sumergida en una lógica de corto plazo, por ello queda claro que de perder los electricistas, perde-mos todos, y que de ganar, ganamos todos. Finalmen-te, cabe mencionar que el capital político del SME va más allá de las redes de solidaridad y de las alianzas políticas que se entretejen alrededor de la organiza-ción sindical, pues si bien la resistencia electricista es una contribución a lo social, es también, para muchos, una experiencia y aprendizaje en el quehacer políti-co. En este sentido, la conversión de trabajadores en militantes es quizás un efecto no deseado del decreto de extinción de la empresa, pero, en otro sentido, un aliciente para resignificar la política frente a la domi-nación de las reglas del juego económico, vale pues mantenerse en la lucha y convocar a la solidaridad de la clase trabajadora como día a día lo demuestran los hombres y mujeres que integran la resistencia electri-cista. Porque lo ganado ayer, no lo podemos perder hoy.

¡VIVA EL SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS!

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Archivo Revista LUX. Fotos: Fortino de la Rosa Briones

Archivo Revista LUX. Foto donada: Luis M. Martínez García

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Foto: Juan Cervantes Martínez. Archivo Revista Lux

¡Presos Políticos Libertad!

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Pretendo señalar con esto la imposibilidad de encontrar una naturaleza permanente y eterna en la arquitectu-ra, desligada del fenómeno económico. Por esto es absurda la actitud de pretender producir arquitectura sin darle color político, en nuestros días de transición, entre dos regímenes harán arquitectura tradicionalista, es decir artística, los que pretendan la conservación de un sistema de privilegio o estén aún en posibilidad de gozar de él y harán arquitectura funcional es decir útil y científica los trabajadores, el estado socialista o los simpatizadores del régimen futuro.

El programa objeto de esta tesis pertenece ya a la nueva temática de la arquitectura, es decir debe resolverse con el principio fundamental de economía antes señalado. He tratado de marcar en la memoria descriptiva el proceso de la composición cuyos principios son probablemente los mismos preconizados por los tratadistas clásicos, pero no obstante, lo característico en el procedimiento es la supresión de uno: la belleza como necesidad de programa.*

*Enrique Yáñez de la Fuente, Proyecto arquitectónico del edificio del Sindicato Mexicano de Electricistas, UNAM-SME, México, D.F., enero de 1933, Inédito.

Edificio Sindical de Antonio Caso

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Cortesía: Hemeroteca “El Universal”, 12 de junio 1935

Sindicato Mexicano de Electricistas