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  • 8/6/2019 Revista Gestin Cultural N00

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    GestinCulturalEDITORIAL / pag. 3Por qu Gestin Cultural? ACTUALIDAD / pag. 5

    Presentacin del nuevo Gabinetede Cultura.Encuentro Internacional sobre Industrias Culturales.

    DOSSIER / pag. 9Profesionalizar la GestinCulturalLa enseanza de la Gestin Cultural / Oscar Moreno.Formacin profesional en gestin socio-cultural a travs delas aulas satelitales de Tikal Ideas / Magister Gerardo D.Neugovsen.

    CASOS & ENTREVISTAS / pag. 42Estudiode caso: V Festival Buenos Aires Tango /JorgeZuzulich y Pablo Mendes Calado.

    POLITICAS CULTURALES / pag. 59Polticas de conservacin y difusin del patrimonio cultu-ral en Francia / Andrs Gribnicow..

    RESEAS / pag. 76 Anuario de Indicadores Culturales 2003 coordinado porPatricio Lizaga.Industrias Culturales: mercado y polticas pblicas en Ar-gentina publicacin de Secretara de Cultura de la Nacin.

    Creencia artstica y bienes simblicos. Elementos para unasociologa de la cultura, de Pierre Bourdieu.

    AGENDA / pag. 84

    A O 1 N U M E R O 0

    R E V I S T A

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    Staff

    Grupo Edi tor

    A l e j a n d r a S n c h e z A n t e l o

    M e l i s a C a t a l

    A n d r e s G r i b n i c o w

    P a b l o M e n d e s C a l a d o

    J o r g e Z u z u l i c h

    Diseo

    J o r g e S a l a s

    C o l a b o r a c i o n e s

    O s c a r M o r e n o

    G e r a r d o N e u g o v s e n

    G r a c i e l a M a n c i n e l l i

    E s t a p u b l i c a c i n e s p o -

    s i b l e g r a c i a s a l a p o y o d el a U n i v e r s i d a d N a c i o n a l

    d e T r e s d e F e b r e r o

    [email protected]

    o c t u b r e 2 0 0 3

    (

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    Editorial

    La designacin del titular de laSecretaria de Cultura de la Nacinresulta ser una vez ms, por lomenos, pintoresca. Recurdese ental sentido el mes de demora de-

    signacin de Rubn Stella.

    Cinco das antes de la asuncin pre-sidencial los medios de comunica-cin anuncian el paso de la Secre-tara de Cultura a dependencias delMinisterio de Educacin. En losdas subsiguientes numerosas vo-

    ces del mbito de la cultura mani-fiestan su descontento con tal de-terminacin. Poco antes de asumir,el por entonces presidente electoanuncia la no modificacin y nom-bra a su actual titular.

    Pareciera ser que, si la cultura no

    justificaba el trabajo de tener quedesignar un Secretario, menos jus-tifica el formar opinin adversa,

    por ms que se trate de un gruposin mucha trascendencia en la opi-nin pblica. As la cultura recibiun doble gesto de desprecio porparte del presidente de la Nacin

    en el curso de tan slo cinco das.

    Culpable? No. Al menos no msque todos sus antecesores y segu-ramente no ms que cualquiera desus ocasionales adversarios en lareciente eleccin. La cultura resul-ta ser el lastre del aparato estatal y

    que ello cambie no puede quedarlibrado a esperanzas mesinicas,ser el trabajo sostenido del sectormismo el nico capaz de modifi-

    car la agenda poltica.

    Por suerte al presidente le restan

    cuatro aos para demostrar queentiende a la cultura como un reaestratgica de desarrollo

    Doble gestode desprecio)

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    5Actualidad

    Presentacindel nuevo

    Gabinetede Cultura

    El pasado 18 de junio, fue presentadoen pleno el gabinete de Cultura en el Palaisde Glace, ante nutrida concurrencia. El Se-cretario Torcuato Di Tella puso en funcio-nes a Magdalena Faillace, nueva Subsecreta-

    ria del rea, quien a su vez hizo lo propiocon los directores nacionales.

    Di Tella, aquel que una generacin, acostum-brada ya a llevar canas, asocia al institutohomnimo, y que para los que empiezan alucirlas es sinnimo de pantalla gigante en elCBC, utiliz la oportunidad para reiterar su

    no pertenencia al mbito de la funcin p-blica. Para constatarlo estuvo la brevedad desu discurso, en el cual plasm una nica lnea

    Actualidad

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    poltica, desacartonar y quitarle so-lemnidad a la cultura argentina.

    Complementariamente, dej enclaro que para su gestin la cultu-ra no es slo la cultura de elite, que tienesu rol, sino que tambin lo es la cultura

    del pueblo, que se manifiesta en las fies-

    tas populares, las actividades modestas,

    los sectores obre-

    ros,....

    La Subsecretaria

    Faillace, por suparte, se ocupdel nombramien-to de todo el equi-po de directoresque la acompaa-r en su gestin,tras lo cual, pro-

    nunci un exten-so discurso(Faillace s perte-nece de larga dataal mbito de lafuncin pblica).

    Entre los conceptos vertidos en

    su discurso se destacan, la premi-sa que los cargos no son para servirse,sino para servir a la gente, ponien-do el acento en una tica de servi-cio, y apostar siempre a la excelen-cia, como pauta de gestin.

    El sector social y el Mercosur no

    son ajenos a la agenda de trabajoque plantea la Subsecretaria, as lodej expresado cuando les pidi

    a los Directores que generaran,aunque sea algo chiquitito (sic), peroun proyecto social y un programacon el Mercosur.

    Flotando en todo su discurso es-tuvieron las ideas de cultura comoherramienta de integracin socialy de democratizacin de la cultu-

    ra. Estas ideas quedesde lo enunciativoreciben al ms abso-luto consenso, peroque desde lo concep-tual, y ms aun, des-de la praxis, no siem-pre resultan cabal-mente aprehendidas,se prestan como te-rreno frtil a caer en

    simplificaciones yreduc-cionismos est-riles. Desafortunada-mente, algo de esorond el Palais esamaana.

    Tal vez, un discurso de presenta-cin, con fuerte carga emotiva, nohaya sido el mejor vehculo paraclarificar tales temas.

    El cierre de la jornada, en total con-sonancia con el espritu popular ynacional que embargaba el am-biente, fue con empanadas y vino

    tinto. Aunque, por lo bajo, algunoque otro desliz el pedido de unacopa de champagne

    El Secretario Torcuato

    Di Tella puso en

    funciones a Magdalena

    Faillace, nueva Subse-

    cretaria del rea, quien

    a su vez hizo lo propio

    con los directores

    nacionales.

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    Del 28 al 30 de mayo se desa-rroll en el Centro Cultural Gene-ral San Martn el Encuentro In-ternacional sobre Industrias Cultu-rales: Las industrias culturales en la

    globalizacin, organizado por la

    Subsecretara de Gestin e Indus-trias Culturales del Gobierno de laCiudad, el encuentro result nutri-do en participantes, tantoexpositores como de pblico, res-ponsables polticos del rea de dis-tintas ciudades. Representantes deorganizaciones que nuclean a pro-ductores, realizadores y de defen-sa de la diversidad; oriundos de

    EncuentroInternacionalsobre

    IndustriasCulturales

    Uruguay, Brasil, Bolivia, Chile,Francia, Canad y, por supuesto,

    Argentina, se dieron cita por esosdas para analizar la no poco con-flictiva relacin local - global, ladefensa de la diversidad cultural

    frente a las aspiraciones de un mer-cado nico y homogeneizado, amedida de los oligopolios interna-cionales, el doble carcter econ-mico y simblico del producto delas industrias culturales y demscuestiones conexas.

    La problemtica transversal de lasjornadas fue, en definitiva, comohacer frente al desequilibrio de

    Actualidad

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    nuestras balanzas culturales, par-ticularmente, en relacin a la indus-tria norteamericana. Cabe notarque, en estos temas, nuestros com-paeros de causa no son slo lospases latinoamericanos o el mun-do del subdesarrollo en general (alcual parece que hemos hecho usode nuestro pasaje de vuelta), Fran-

    cia y Canad expresaron aqu supreocupacin coincidente en rela-cin con la temtica y losindicadores se ocupan de demos-trar su condicin de vctimas.

    Si bien con tantos matices diferen-tes como expositores, las posicio-nes expuestas pueden nuclearse endos. Por un lado, sostener la exclu-sin de los productos culturales delos tratados de libre comercio, elconocido criterio de exencin, ental sentido, la particular preocupa-cin lo constituyen el ALCA, y lostratados de la OMC; podramos

    decir que tal es la postura de losrepresentantes de los Foros y Coa-liciones para la Diversidad, y de los

    representantes de la industriaaudiovisual.

    Por otro lado, la postura de aque-llos expositores ligados a la fun-cin pblica, en tanto, resulta algoms moderada, al decir demonsieur Olivier, de la embajadade Francia (tal vez el ms modera-do), la diversidad cultural como

    objetivo, la exencin como medi-da provisional, lo definitivo es laconsagracin de derechos, tal vezpueda interpretarse esta posturacomo un paso ms avanzado ha-cia una situacin ms justa y dura-dera, o tal vez sea el decir de aque-llos con mayor conciencia que la

    exclusin de los bienes culturalesde las mesas de negociacin nopodr ser sostenida por muchotiempo. Si as fuese, lo paradjicoes que la extensin de ese tiempodepender en buena medida de lalucha que lleven adelante quienes

    sostienen posturas msradicalizadas, una vez ms la uto-pa como motor

    Representantes de organizaciones se dieron cita por

    esos das para analizar la no poco conflictiva relacin

    local - global, la defensa de la diversidad cultural frentea las aspiraciones de un mercado nico y homogeneizado.

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    Sin pretender un profundo abordaje, mencionaremos seguidamente al-gunos rasgos distintivos que la capacitacin en gestin cultural presentahoy en nuestro medio.

    Actores comprometidos en la tarea.

    Numerosas son hoy las instituciones comprometidas con laprofesionalizacin del sector, una posible estructura de anlisis es su iden-tificacin con determinados actores sociales.

    Podemos entonces agrupar los esfuerzos entre los llevados adelante porel Estado, las Organizaciones no Gubernamentales y las Universidades.

    Al referirnos al Estado hacemos alusin a los proyectos generados eninstancias gubernamentales. Cabe hacer mencin aqu del aporte realiza-do por algunos organismosintergubernamentales, particularmenteen nuestro medio es significativo el rea-lizado por la UNESCO y por la OEI.

    Ambito acadmico.

    En cuanto al origen de las institucionescomprometidas encontramos que in-distintamente tanto Universidades p-blicas como privadas presentan ofertaacadmica especializada en GestinCultural. S se percibe un corte abrup-to entre las ofertas de grado yposgrado, slo una institucin ofrece

    una licenciatura, el resto presentan distintas modalidades de posgrado.

    Mientras que en otras latitudes, Espaa, por ejemplo, se ofrecen currculasmuy especificas (comisariados, gerenciamiento teatral, integracin cultu-ral, etc.), en la Argentina el abordaje es ms bien genrico, extenso, y porconsiguiente ms vago. Bsicamente, las Universidades se encuentran hoyabocadas a la tarea de formacin de profesionales especializados en lamateria, pero cabe recordar que sobre estas pesa el mandato de comple-

    mentar la actividad formativa con las de investigacin y transferencia.

    Dossier

    Universidades pblicas

    como privadas presentan

    oferta acadmica especiali-

    zada en Gestin Cultural.

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    Voluntariado.

    A nadie escapan los altos ndices de voluntariado que presenta el sectorcultural, rasgo por otra parte muy saludable, tanto desde la perspectivasocial como econmica.

    Sin embargo, existe latente la idea de voluntario asociada a la de amateur,mientras que aquel que percibe renta por su trabajo es un profesional.Existen numerosos contra ejemplos para desmentir esto, afortunada-mente en un caso y lamentablemente en el otro.

    Las ideas de voluntariado y profesionalismo no tienen en modo algunopor que estar divorciadas. Pero a la hora de la profesionalizacin, pen-sndola en trminos de capacitacin, presenta rasgos caractersticos que

    le son propios, tiempo de dedicacinlimitado, formacin previa muyheterognea, no debiera correr con loscostes de su capacitacin, sectores deinters bien definidos y acotados; es-tos y otros muchos son condicionantesque deben ser estudiados de cara a la

    profesionalizacin del sector.Campo laboral.

    Un modo de ver la capacitacin pro-fesional es como etapa previa a la in-sercin laboral, insercin que se da atravs del mercado de bsqueda deempleo, en el que dos agentes, emplea-

    do y empleador, en general annimos el uno para el otro, buscan hastaencontrar con quien compatibilizar sus ofertas y demandas.

    El sector cultural presenta en este sentido un fuerte disloque, histrica-mente ante la creacin de un puesto de trabajo, el empleador lo cubremediante la colocacin de una persona de su conocimiento o bien dereferencia directa. Esta prctica tiene plena justificacin en la, hasta fechasmuy recientes, no existencia de una fuerza laboral plenamente capacitada

    y annima.En la medida que se formen individuos ajenos al mbito de la cultura,

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    Un modo de ver la

    capacitacin profesional es

    como etapa previa a la

    insercin laboral

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    ser necesario, o bien que estos entren en conocimiento con aquellosagentes capaces de ofrecerles una posibilidad laboral, o bien que estosltimos tomen conciencia de la existencia de los primeros y se aboquen asu bsqueda. Caso contrario cabe preguntarse si no se estarn malgastan-do recursos y generando frustraciones.

    Estado.

    En relacin al tema aqu tratado, la labor del Estado (no estamos consi-

    derando aqu las Universidades pblicas, sino la accin de gobierno atravs de programas especficos) puede pensarse como dos frentes deaccin, uno interno y otro externo.

    Por frente interno consideramos la accin de capacitacin de los pro-pios agentes en funcin, aqu el gobierno tiene un inters especifico decorto plazo de cara a la optimizacin del uso de los recursos, en esesentido trabajan los programas de modernizacin de la gestin pbli-

    ca.En lo referente al frente externo, consideramos los programas de trans-ferencia llevados adelante desde el mbito pblico y destinado funda-mentalmente al tercer sector. Accin esta de gran trascendencia si se tieneen cuenta el proceso de retraccin del mbito pblico dado en la dcadapasada, y el crecimiento de la sociedad civil como necesario sustituto.

    Sin pretender dilucidar tan extensa como intrincada problemtica, pero

    si buscando aportes de vala es que presentamos a continuacin los tra-bajos de Oscar Moreno y Gerardo Neugovsen, ambos profesionales delarga experiencia en relacin a la problemtica aqu tratada.

    En relacin al tema aqu tratado, la labor del Estado puede

    pensarse como dos frentes de accin, uno interno y otro externo.

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    La enseanza

    de la GestinCultural

    La Gestin Cultural, que tambin ha recibido y recibe, indistinta-mente, la denominacin de animacin socio cultural, planificacin cultu-ral, administracin sociocultural es un modo empresarial de encarar yresolver, fundamentalmente, las cuestiones del consumo cultural. La pre-gunta mas obvia que puede formularse a esa definicin seria entonces,por qu no se ensea la gestin cultural en una Escuela de Negocios?.

    La respuesta a aquel interrogante, que de alguna manera ha de guiar todaesta comunicacin, est dada porque la cultura no es slo un negocio, esparte importante del canon de regulacin de la produccin ideolgica de

    la sociedad en que se desarrolle.Hace unos aos, en la presentacin del programa de Cultura + Trabajo(**) de la Secretaria de Cultura del Gobierno de la Ciudad se puede leerque: .. Las artes como parte integrante de la cultura, se relacionan con la

    [*] Profesor de Desarrollo de Fondos y Cooperacin Internacional y a cargo del Taller de Anlisis y Diseo de las InstitucionesCulturalesen la Licenciatura en Gestin del Arte y la Cultura de la Universidad Nacional de Tres de Febrero.

    (**) El programa de Cultura + Trabajo se desarrollo, en el ao 2000, en dos ciclos para la capacitacin del personal

    tcnico de centros culturales, teatros y otros organismos dependientes de la Secretaria de Cultura del Gobierno dela Ciudad y desarrollado en base a la capacidad almacenada por los tcnicos de los Grandes Teatros. Lamentable-mente la administracin siguiente de la Secretaria, caracterizada por el impulso a los grandes eventos masivos,abandono las propuestas y los proyectos de capacitacin.

    Por Oscar Moreno [*]

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    creatividad, la innovacin y la emocin que estimula permanentementelo mejor de la imaginacin humana; pero, a su vez, ocupan de maneracreciente un espacio en la economa de los pases..

    Las artes y la cultura pertenecen desde siempre al campo de la tensin

    entre la poltica y el orden prevaleciente. Sirvieron a los poderes msdiversos, ya fueron eclesisticos o mundanos. Aun as lograron sustraerseuna y otra vez a su influjo: fueron y son rebeldes, inadaptadas,inclasificables, lisa y llanamente imposibles de eliminar. Aquella ubicacinen el campo de la tensin ha atravesado por diversas etapas histricas yfuente de consideracin de los distintos movimientos en la historia de lasartes en el desarrollo humano. (Kathinka Dittrich, 2001)

    El primer paso para identificar un aproximacin a la Gestin Cultural espreguntarse que se entiende por cultura. Porque en el pasado, no tanremoto, ella apareci - segn una vieja tradicin aristocrtica - vinculadaal concepto de bellas artes, a los suplementos dominicales de los grandesperidicos urbanos y con el consumo, ms o menos conspicuo, de obrasy smbolos revestidos de un urea luminosa (Martner, Gonzaalo, 1986).Esta antigua, pero con muchos efectos sobre el presente, concepcion dela cultura implica una doble negacin: por una parte niega la existencia de

    aquello que algunos de los intelectuales del siglo XX caracterizaron comoel arte de masas, que tanto ha hecho por el desarrollo de las industriasculturales y la comunicacin. Por la otra, y ms grave an, separa la esferatcnica del progreso de la esfera de los sentidos intersubjetivamente ela-borados y comunicados.

    Las consecuencias de aquella doble negacin son que, a travs de la pri-mera la cultura se ha transformado, desde aquel concepto, en un bastin

    resistente a la modernizacin y por la segunda elimina a la cultura de larazn analtica y la encierra en un mundo esotrico, cargado de intuicio-nes, misterios y quizs fe.

    Desde el otro extremo de las concepciones acerca de la cultura se puedeubicar aquellas que, como la de la UNESCO, la vinculan al desarrollo, laeducacin y el cambio de las condiciones de distribucin de la riqueza enel mundo. En fin, antropolgicamente la cultura es casi todo lo que los

    hombres y las mujeres realizan cotidianamente.Desde ese arco, del que se han sealado solo sus dos puntas, Cul sera

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    la definicin de la cultura, que sin perder su carcter de productor devalores simblicos, ubique el espacio de la gestin Cultural?

    Si se aceptara que slo se puede gestionar aquella cultura capaz deinstitucionalizarse y que en ella est imbricada desde su origen la tensin

    entre lo pblico (Estado/Gobierno) y el negocio, la gestin cultural de-ber incluir necesariamente un registro de las polticas pblicas, el reco-nocimiento del carcter regulatorio de aquella y la participacin del sec-tor privado. En conclusin: la polticas publicas, el carcter regulatoriode la cultura y la participacin del sector privado constituyen el trpode

    sobre el que se instala una definicin de lamateria, cuya enseanza cubre esta comuni-cacin.

    La Gestin Cultural, en tanto modelo deaccin, est vinculado a una nueva fase deldesarrollo del capitalismo que se puede ubi-car a partir de la mediados de la dcada del70 del siglo pasado. Esta etapa del desarro-llo capitalista parte de reconocer una hege-mona norteamericana, mucho mas configu-

    rada que en cualquier etapa anterior, y sereferencia en el capitalismo financiero y laideologa neoliberal, lo que articula un mo-vimiento de acumulacin y concentracin deriquezas, con un nuevo sistema de valoresque la justifican y la orientan (Sader, Emir,2001). Esta fase histrica del desarrollo delcapitalismo se caracteriza por la retirada del

    Estado de la mayora de la obligaciones que haba asumido en la etapadel Bienestar. Esta retirada, se suple ideolgica y polticamente con laaparicin de lo que se puede denominar la cultura organizacional, esaquella que en la salud deja de hablar de enfermos para referirse a camas,los alumnos se transforman vacantes y que en la cultura el pblico o laaudiencia fueron substituidos por los clientes.

    En este esquema de la cultura organizacional aparece un modelo donde

    la formacin sistmica del profesional se hace imprescindible para elmanejo no slo de las instituciones pblicas de la Cultura, sino tambin

    La Gestin Cultu-ral, en tanto modelo

    de accin, esta vincu-

    lado a una nueva

    fase del desarrollo

    del capitalismo que

    se puede ubicar a

    partir de la media-

    dos de la dcada del

    70 del siglo pasado.

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    para la organizacin de quienes producen las artes y el espectculo.

    Captulo aparte de este manejo merecen las industrias culturales, tanto enlo que se refiere a los estrictamente cultural, como al entretenimiento. Sinpretensin de definir las industrias culturales (el cine, el disco, el libro, la

    televisin, el vdeo, la msica grabada, etc.) y aceptando esa enumeracinejemplificatoria, se puede decir que ellas son hoy una fuente muy impor-tante de generacin de empleo y de movimiento de la economa real. Sia ello se le agrega que en la actualidad los Museos, los Centros Culturalesy los Teatros en la grandes Ciudades del Mundo se han transformado enuna de las principales atracciones del movimiento turstico, que a su vez,es una de las mayores fuentes de ingresos de esas metrpolis, se tendrquizs la justificacin emprica de la necesidad de la profesionalizacindel manejo de la cultura.

    En consecuencia quien trabaja en la Gestin Cultural es un mediador queopera entre los diversos actores, disciplinas y especialidades puestas enjuego en las distintas fases de los procesos culturales (Bayardo, Rubens,2001).

    Para poder superar la experiencia actual donde la gestin de la culturaest mas centrada en la repeticin de experiencias exitosas o en apuestas

    demasiado arriesgadas, se hace necesaria una slida formacin terica yprctica, que permita el camino de un encuadre reflexivo y de aprecia-ciones slidamente fundadas.

    Podra decirse que en la Argentina el proceso de formacin en esta reaaparece al principio de la dcada de los 80 del siglo pasado con una serieimportante de cursos y seminarios cortos realizados a partir de la expe-riencia extranjera en esta materia. Formalmente las primeras iniciativasestuvieron en la tarea del Instituto Nacional de la Administracin Publica(INAP) que cre distintas instancias de la formacin en el rea de lacultura.

    En la actualidad existen varias experiencias terciarias y universitarias en laeducacin formal y una innumerable cantidad de experiencias en la edu-cacin no formal (Cursos Breves, Talleres, Seminarios).

    En la educacin formal , a los efectos de esta comunicacin, se han de

    analizar slo experiencias de la Licenciatura en Gestin del Arte y laCultura, de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. El diploma deEstudios Avanzados en Gestin Cultural , del Instituto de Altos estudios

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    Sociales (IDAES) de la Universidad Nacional de General San Martn. LaMaestra en Administracin Cultural, de la Facultad de Filosofa y Letrasen la Universidad de Buenos Aires y el Diploma de postgrado en Ges-tin de Cultura y Comunicacin de la Facultad Latinoamericana de Cien-

    cias Sociales (FLACSO).Lo que aparece en los fundamentos de todas ellas en primer lugar y condistintas denominacin es la necesidad de formacin de recursos huma-nos idneos para gestionar la cultura. Estas expresiones de los objetivosestn vinculados a la necesidad de profesionalizar el manejo de las institu-ciones culturales. Lo que abre un primer planteo de discusin hacia laprctica misma de la gestin. Estos recursos formados en estas expe-riencias tienen empleabilidad?. Planteado desde otro lado El mercadoargentino de las instituciones culturales, pblicas y/o privadas demandaneste tipo de profesional?. O an mas directamente fuera del espacio delconocimiento que se genera en las instituciones educativas se reclama laprofesionalizacin?.

    Esta cuestin, que aqu slo se deja anotada, hace diferente la experienciaeducativa que se viene analizando con las experiencias de los paseseuropeos. Los egresados del Joint School of Theatre Studies (University ofWarwick) por tomar un solo ejemplo, estn tan vinculados al concepto deempleabilidad que el eje de todo el Curso que contiene las asignaturastradicionales (Teora Cultural / Poltica Cultural / Industrias Culturales /Gerenciamiento Financiero / Marketing/ Gerenciamiento de artes apli-cadas, etc.) es la realizacin de una investigacin en un rea cultural espe-cfica, que concluya en una planificacin en el marco de un proyectocultural concreto (La presentacin es de 15.000 palabras). Claramenteese trabajo es una de las llaves luego para concursar por un puesto detrabajo en el rea especfica seleccionada. Porque, por otra parte en aque-llos pases la profesionalidad no esta en discusin y por tanto su prcticaes una carrera profesional con concursos de antecedentes, antigedad,etc.

    El problema antes mencionado, de los criterios tan dismiles acerca de laprofesionalidad entre la oferta y la demanda en el mercado de la admi-nistracin cultural tiene una fuerte influencia en el diseo curricular que

    componen las experiencias bajo anlisis. Primero se encuentra un dife-rente clculo del tiempo necesario. En la Maestra de la UBA, se plantea

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    una carrera de tres aos (dos para el cursado de actividades y uno para laelaboracin de la Tesis), mientras que el postgrado de FLACSO se reali-za de manera intensiva en seis semanas a los largo de seis meses y elDiploma del IDAES es de un ao y se cursa de tambin de manera

    intensiva todos los viernes y sbados de los diez meses que ocupa sudictado. Esta cuestin hace pensar seriamente en las caractersticas quetiene cada uno de los egresados, pero tambin donde se pone el acentoen la formacin.

    La formacin claramente es terico prctica en todos los casos, perode las currculas no surge el acento en cada formacin. Un gestor es unhombre de las Artes y la Cultura, pero tambin de la Administracin(Finanzas y Presupuesto) y hacedor de polticas. En esa trada cul de-bera ser lo predominante: las artes y la cultura, la administracin o lapoltica?. Pero si se avanza en este cuestionamiento la definicin deber

    venir slo de la prctica, del mercado? o debe influir en la definicin delperfil educativo tambin la concepcin que se tenga sobre la gestin, dela que se habla en los primeros prrafos de esta comunicacin.

    La formacin terica, en este campo, es bastante complicada fundamen-talmente en el nivel de postgrado. Porque si se aceptan egresados de la

    Universidad de las disciplinas humansticas se deben ensear los llama-dos lenguajes artsticos?. Porque si la respuesta es no, se estara en la es-cuela de negocios de la que se hace mencin en la primera pregunta. Perosi la respuesta es afirmativa, con que nivel y profundidad se debe ensear.

    Pero aquel no es el nico problema, sino tambin se aproxima el pro-blema cuando se habla de Economa de la Cultura o Sociologa de laCultura, donde se pondra el acento y porqu.

    Por supuesto que lo que se denomina la prctica plantea otros problemasque estn relacionados con las instituciones y el mercado. La prctica esconocer acerca de la iluminacin de una muestra de arte, pero tambinde cmo se hace un presupuesto planificado de una compaa de teatroo el plan de marketing de una nueva institucin cultural. Esas prcticasson de difcil sntesis, pero de imposible desarrollo completo.

    Volviendo de este rodeo de los problemas que hacen a la definicin de

    una currcula para la enseanza de la gestin cultural, se han de planteardos ideas centrales a manera de conclusin:

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    La gestin cultural no se puede ensear en una escuela de negocios, entanto el gestor trabaja con una materia que es el sentido. Eso viene articu-lado con la enseanza de las artes y de la cultura.

    El perfil del egresado obliga a pensar la enseanza en funcin del trpode

    que se forma con las artes y la cultura, la definicin de las polticas pbli-cas y la participacin del sector privado.

    Estas dos conclusiones se quedaran slo en el campo de lo formal sinose establece un compromiso de quienes trabajan en el campo de la ense-anza de la gestin cultural de abrir un campo de empleabilidad para losgraduados. Ese compromiso debe pasar, fundamentalmente, por traba-jar hacia afuera (opinin publica general y especifica de las autoridades y

    los empresarios) explicando que solo podr darse un salto cualitativo enel desarrollo del la cultura en el campo de la economa, si aquella segestiona de una manera profesional. Es el actual momento del desarrollodel capitalismo en la Argentina que hace falta plantearse seriamente losproblemas que traban su desarrollo, uno de los que aparecen como b-sicos es la falta de profesionalidad en el ejercicio de las diversas activida-des. Ese es clima que debe crearse para poder enfrentar una discusinseria sobre el tipo y las calidades de los egresados de estas escuelas, facul-

    tades o postgrados

    Notas Bibliogrficas

    Kathinka Dittrich Van Wering (20 / 06 / 01) La Cultura como factor econmico.

    desgravacin de la conferencia que dictara en IDAES.

    Martner, Gonzalo, Los estilos de desarrollo en la Agenda de Discusiones, pag. 15,en Faletto, Enzo y Martner, Gonzalo, Repensar el Futuro, Editorial Nueva

    Sociedad, 1986.

    Sader, Emir, Hegemona y contra hegemona para otro mundo posible. En

    Seoane, J. y Taddei, E. Resistencias Mundiales De Seattle a Porto Alegre. Clacso,

    2001

    Bayardo, Rubens Cultura, arte y gestin cultural. La profesionalizacin de lagestin cultural. Trabajo presentado a las III Jornadas de Investigacin del Instituto

    de Historia del Arte Argentino y Latinoamericano. FFyL,UBA (2001)

    Dossier

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    Introduccin

    Tengo muchas expectativas puestas en este curso. La forma de ense-

    anza es muy enriquecedora a travs de los distintos invitados, puesellos muestran que los sueos tambin se cumplen en la Argentina,ello hace que contine con los propios y que busque la forma de

    hacerlos una realidad. Muchas Gracias.Mirta G. Ortiz. Estudiante del Diploma en Gestin So-cial y Cultural sin distancias - Comentarios de evaluacinmdulo 1 - Junio 2003 - Aula Neuquen, Neuquen.

    Se asevera que las crisis y las dificultades encierran excelentes oportunida-des para crecer. Se sugiere asimismo que el aprovechamiento de las mis-

    Por Gerardo D. Neugovsen

    de artesanos a profesionales de la gestin socio-cultural

    Formacin profesionalen gestin

    socio-cultural a travs de

    las aulas satelitales deTikal Ideas

    (

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    mas depende en gran medida de la actitud con la que se aborden lassituaciones problemticas. El registro de posibilidades actitudinales antelas crisis es muy amplio: desde la pasividad de quien se siente vctima delas circunstancias hasta la actitud proactiva de quien decide tomar las

    riendas de su propio destino y trabajar para convertir la dificultad enuna oportunidad, pasando por el facilismo de la corrupcin y las gestasheroicas de quienes todo lo sacrifican en aras de la comunidad.

    En el actual escenario latinoamericano, y en particular en Argentina de losltimos tres aos, las dificultades se han visto multiplicadas por doquier.De acuerdo a lo formulado ms arriba, podramos inferir que en estasituacin se encuentran suficientes motivos de aprendizaje y de creci-miento tanto en la esfera personal como en la comunitaria. El gran desa-fo parece ser no slo poder identificar las oportunidades, sino ademssaber tambin qu hacer con ellas.

    Frente a tasas de desempleo y exclusin ticamente incalificables y ante laastronmica cifra de deuda externa con la inmoral secuela de deteriorohumano y social, la bsqueda de horizontes ms optimistas parece con-

    vertirse a veces en una suerte de quimera. Son muchos los que, abatidospor la falta de respuestas, han decidido probar suerte en otras latitudes,

    an a costa de pagar el elevado precio del exilio. Otros eligen diversasvas de protesta social. Pero tambin son muchsimas las personas que,sacando fuerzas de lugares insospechados, logran abrirse camino en mediode las tempestades y alcanzan importantes logros personales a travs deorganizaciones que trabajan en pro del bien comn abonando as nuevosdesarrollos futuros.

    Se trata entonces de posibilitar las condiciones para la formacin de

    personas que se encuentren en condiciones de construir organizacionespoderosas y socialmente comprometidas, capaces de producir cambiosen las estructuras actuales de la distribucin del poder. El poder concebi-do como factor que produce cosas, induce placer, forma saber, produce discur-sos, al decir de Michel Foucault1 .

    Y sobre este tema trata el presente escrito, en el cual se presenta unaexperiencia de formacin profesional en el campo de la gestin de orga-

    nizaciones que operan en el campo socio-cultural. Esta experiencia tiene1 Foucault, M; Un dilogo sobre poder, Ed. Alianza, Bs.As. 1992

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    como objetivo no slo la transmisin sistemtica y organizada de cono-cimientos y el entrenamiento en el uso de herramientas de gestin utili-zando los recursos provistos por las modernas tecnologas de comuni-cacin y de informacin. Por sobre todo, se busca que los participantes

    de la experiencia educativa recobren la cuota de dignidad humana de la que se hanvisto privados por los motivos mencionados y que descubran en su propia persona y ensu entorno directo las capacidades de producir, de vivir placenteramente, de aprender y

    de comunicar.

    La Gestin de organizaciones socio-culturales es una actividad compleja,llevada adelante por actores que en el presente contexto denominaremosResponsables de Gestin Socio-Cultural(de ahora en ms RGSC): En la mayo-ra de los casos, estas personas no han llevado adelante trayectos educa-tivos formales para realizar esta funcin debido a que la aparicin deestas formaciones es relativamente reciente. La creciente relevancia eco-nmica y social de esta actividad, en particular en pases en donde losaspectos vinculados con el desarrollo son de extrema sensibilidad,incrementa la demanda que la sociedad ejerce sobre estos actores entrminos de desempeo profesional.

    A fin de crear las condiciones que permitan el desarrollo constante de las

    aptitudes profesionales de los RGSC, es necesario formular propuestasde formacin profesional adecuadas a las caractersticas de aprendizaje yde desempeo de estas personas. Estas propuestas, analizadas desde elpunto de vista de los contenidos as como desde las metodologas peda-ggicas a utilizar, slo pueden ser definidas de manera ptima luego deun proceso de investigacin y diagnstico de los campos ocupacionales.

    Personas a cargo de proyectos y organizaciones socio-culturales han lle-

    vado adelante sus tareas por decenios desarrollando estilos de liderazgoy de gestin propios. Ellos y ellas han aprendido en la prctica los distin-tos aspectos de su profesin, vindose en la actualidad urgidos de nue-

    vos horizontes en materia de formacin. Esta situacin crea camposmuy prsperos para el desarrollo de nuevas posibilidades educativas,incorporando, como es el caso de la experiencia que aqu se presenta, lautilizacin de las modernas tcnicas de comunicacin y de manejo de lainformacin. Pero si deseamos que estas propuestas sean efectivas, de-

    bemos conocer ms acerca de las caractersticas de trabajo y de aprendi-zaje de estos actores.

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    Internet: el Sexto Continente

    Construyendo comunidades de aprendizaje.

    Despus de casi 20 aos de no tocar los libros, comenc esta

    Diplomatura como un escaln para que despierte en m las ganas de

    continuar mi perfeccionamiento y alcanzar un ttulo que me haga

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    Solo tengo palabras de elogios para ustedes, felicitaciones por el

    modo en que desarrollan los temas y las tcnicas que usan para

    ensear.

    Quisiera comentarles que en lo personal, han logrado que yo descu-

    bra en mi un potencial escondido (no es falta de humildad) ahora

    pienso que desde el lugar donde estoy (Caritas) con una tarea

    profesionalizada, puedo mejorar, aunque sea un poquito, el accionar

    de la institucin.

    Mara C.Fernndez. Estudiante del Diploma en GestinSocial y Cultural sin distancias Comentarios de evalua-cin mdulo 1 - Junio 2003 - Aula Malargue Mendoza

    La experiencia que se describe, denominada Diploma en Gestin Socialy Cultural Sin Distancias, forma parte del Programa Nacional de Capa-citacin para el Desarrollo Sustentable ideado y dirigido por Tikal Ideas,rea de educacin y asistencia tcnica de Fundacin COPPLA, con elaval acadmico de la Universidad Nacional de Tres de Febrero y de laInterfaculty of Economy and Artde la Utrecht High School of Artde Holanda

    y en asociacin con UNESCO.Este Programa integra a diversos actores de la sociedad en la bsquedade opciones viables para estimular el desarrollo sustentable basado en losconceptos de identidad local tal como los postula UNESCO en diver-sos documentos2 . Se trata de la visin y prctica de una organizacin nogubernamental, que en asociacin estratgica con organismos locales einternacionales ha desarrollado el Diploma en Gestin Social y Culturaldel cual se describen sus caractersticas.

    (

    2 Ver: www.unesco.org

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    sentir realizada. Cuesta mucho pasar del profesor frente al piza-

    rrn, al profesor en la TV, comunicada por telfono y que mis

    dudas sean escuchadas en todo el pas. asombroso!! El grupo con-

    formado en Ushuaia tambin facilita y entusiasma mi continui-

    dad.Miriam Imbert - Estudiante del Diploma en GestinSocial y Cultural sin distancias Comentarios de evalua-cin mdulo 1 - Junio 2003 Ushuaia -Tierra del Fuego.-

    La humanidad del Siglo XXI es testigo y artfice de la construccin de unnuevo continente en el Planeta Tierra. Un continente virtual, constituido

    por millones de habitantes en todo el mundo, en donde ocurren y trans-curren toda clase de intercambios econmicos, amorosos, estratgicos,de aprendizaje, de placer, de salud, de hacer poltica, familiares y deamistad. Internet se va convirtiendo rpidamente en un enorme espejo

    virtual de todas los modos de relacin humanas.

    Al decir de Sam Lanfranco, doctor en Economa de la Universidad deBerkeley y profesor de la Universidad de York, en Toronto, Canad

    Antes que una aldea global, el mundo se parece ms a un lago con peces. Es un granlago, todos compartimos el agua y nos comunicamos a travs del agua. Lo que permite

    el espacio electrnico es la existencia de muchas aldeas y poder estar en muchas aldeas

    a la vez: usted puede ser padre, profesor, alumno y activista social en la computadora.

    En vez de una aldea global con un sistema nervioso central que conecta a todos, hay

    mltiples sistemas nerviosos, cada individuo y comunidad con mltiples personalidades

    simultneas, segn lo que cada uno haga en ese momento. Y si observa a alguien que use

    bien este espacio, en un determinado momento ensea, en otro momento aprende, al

    momento siguiente investiga, al siguiente da instrucciones, a continuacin recibe instruc-ciones. O sea que es un constante salto adelante y otro atrs sin moverse de la silla.3

    Todos tenemos conciencia del impacto que significa esta nueva puertaabierta a la comunicacin y al intercambio de informacin y conoci-mientos en gran cantidad de planos de nuestras vidas. Se trata de undesarrollo que recin comienza pero en donde ya es posible combinarlas tecnologas familiares de los medios masivos de comunicacin como

    la televisin, la radio y los peridicos con la interactividad en tiempo realcomo el telfono y modos innovadores como la videoconferencia.

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    La pregunta central es de qu manera es posible combinar estos desarro-llos tecnolgicos con los dilemas centrales de las sociedades del hemisfe-rio sur del planeta. Sera sumar una nueva injusticia a la grave desigualdadreinante en el mundo si estas tecnologas slo pudieran ser aprovechadas

    en aquellas regiones que cuentan con los recursos para afrontar las nece-sarias inversiones de infraestructura. Lanfranco3

    manifiesta al respectoLas computadoras inauguran nuevas formas de ciudadana. Las tecnologas de la

    informacin y la comunicacin (TICs) crearon una nueva esfera de la realidad en la

    cual podemos tratar problemas y desarrollar identidades democrticas ms robusteci-

    das. La tecnologa puede reproducir la lgica de la

    exclusin, la exclusin digital el trmino que usa-

    mos es divisoria digital, o puede ser utilizada

    para disminuirla. Cuando hablamos de tecnologasde la informacin nos referimos al hardware, la com-

    putadora, el disco duro. La tecnologa de la comuni-

    cacin es la capacidad de conectar esas actividades en

    el tiempo y el espacio. Mucha gente cree que es slo

    Internet, pero es mucho ms que eso. Y la revolucin

    ms importante no fue una u otra sino la tecnologa

    que permiti la alianza de una con otra. Es el lla-

    mado protocolo Internet que est detrs de las re-

    des Web, ms las comunicaciones y telfonos celulares,

    ms el correo electrnico. Estas, por separado, no

    eran tan potentes como juntas. Porque unindolas, se

    configura un nuevo territorio en el cual se desarrollan

    nuevas actividades o viejas actividades de otro modo.

    (...) Esto es posible porque tenemos tecnologa de la

    informacin y de la comunicacin actuando juntas. Y eso produce un espacio electr-nico que se suma a los dems espacios existentes y es tan real como el espacio fsico. Y lo

    que aparece es la posibilidad de compartir, pensar en conjunto qu nos gustara y qu

    podemos obtener, y tratar de unir ambas cosas. Ahora bien: cuando hablamos de

    comunidades, las pensamos no slo como un espacio fsico, sino como un grupo de

    personas quizs en un espacio fsico o diseminadas por la ciudad o por el mundo

    que encuentran algo en comn.

    En absoluta coincidencia con las ideas vertidas por el Dr. Lanfranco, es

    que Tikal Ideas ha comenzado con la implementacin del Programa3 Entrevista en diario Clarin de Buenos Aires, 25/5/03

    La humanidad del

    Siglo XXI es testigo

    y artfice de la cons-

    truccin de un nuevo

    continente en el Pla-

    neta Tierra. Un

    continente virtual

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    cia de formacin y en donde cada participante desarrolla adems unanueva capacidad de aprender

    En vista de los ptimos resultados obtenidos a lo largo de cuatro aosde dictado de cursos, charlas y conferencias en diversos pases aplicando

    esta metodologa, surge la posibilidad de establecer una alianza estratgi-ca con una empresa argentina dedicada a la creacin y desarrollo de unared nacional de aulas satelitales, Red Media Educativa. Estas aulas seencuentran ubicadas en instituciones educativas en diversas ciudades delpas que cuentan con una conexin por antena a un satlite o a travs deInternet y que han dispuesto en el aula un televisor de grandes propor-ciones, una computadora y un telfono. Desde un estudio ubicado en laCiudad de Buenos Aires, docentes dictan la clase frente a cmara cuyaseal es recibida de manera simultnea en las aulas satelitales. Al comien-zo de la experiencia, la red se encuentra constituida por 55 aulas distribui-das en 18 provincias argentinas.

    La particularidad ms relevante es la posibilidad de crear interactividad entiempo realentre docente y estudiantes. Los estudiantes que lo desean pue-den llamar por telfono al docente y formular preguntas o hacer comen-tarios. Estos son simultneamente escuchados por toda la red, as como

    la respuesta que brinda el docente quien puede ser visto por todos losestudiantes, pero no puede verlos a ellos. Otro canal de interactividad esa travs de un mensajero electrnico tal como Messenger, que permite elenvo de preguntas va Internet en aquellos lugares donde no cuentan conlnea telefnica en el aula.

    El proceso se completa con la utilizacin de un Campus Virtual disponi-ble en Internet para los estudiantes acreditados. Desde all se comunican

    directamente con el docente y tutores, as como entre los estudiantes, pormedio de correo electrnico, chat y foros virtuales. El legajo virtual decada estudiante se mantiene en este campus, en donde puede ver su his-torial acadmico, recibir las ltimas novedades, consultar bibliografa,recibir y enviar trabajos prcticos, evaluaciones y materiales de estudio yotros servicios tiles.

    Esta propuesta apunta a resolver algunos puntos clave que limitan el

    desarrollo socio-cultural en un pas de enormes extensiones geogrficas,baja densidad poblacional con una fuerte concentracin en la Ciudad deBuenos Aires y alrededores y por ende con poca estructura federal. Se

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    4) La interaccin con sus colegas en el Aula Le ha sido

    til? Por qu?Es sumamente til. Primero porque comparto diferentes aspectos y

    criterios no solo del grupo de Malarge que realizamos la Diploma-

    tura, sino tambin con personas de otras partes del pas. A mis 72

    aos compartir estos contenidos es ms que gratificante no solo por

    los conocimientos que recibo sino tambin porque conocer es una

    saludable forma de crecer.

    Efran Rivarola Estudiante del Diploma en Gestin So-cial y Cultural sin distancias Comentarios de evaluacinmdulo 1 - Junio 2003 Aula Malarga, Mendoza.

    A su vez se constituye una gran aula virtual compuesta por el total deinscriptos que intercambian experiencias, comparten torbellinos de ideasque se realizan durante la clase con sus compaeros de cursada y se espe-ra poder construir una efectiva red de intercambio de experiencias y de

    saberes que pueda perdurar en el tiempo.

    (

    busca llevar la posibilidad de formacin profesional tambin a los rinco-nes ms lejanos de este pas, como puede ser el extremo sur (Tierra delFuego), norte (Jujuy) y otras provincias distantes entre s como Misionesy San Juan.

    Tambin se pretende superar algunos puntos lgidos de la educacin porInternet. Las estadsticas demuestran que las tasas de desercin en cursosseguidos slo por Internet sin espacio de presencialidad, son elevados. Secalculan superiores al 30% sobre la matrcula inicial.5 Si bien existe laflexibilidad horaria y disponibilidad apropiada de tutoras y sistema deconsultas, el sistema requiere que el estudiante sostenga un alto nivel dedisciplina de estudio y de perseverancia, a lo cual se suma el hecho de queel individuo se encuentra fsicamente aislado, lo cual no favorece los pro-cesos de aprendizaje. Es sabido que en situacin grupal, los procesos deaprendizaje se ven mejor estimulados.La metodologa elegida permite lacreacin de grupos locales por cada una de las aulas que permiten cons-truir espacios de aprendizaje colectivo, dado que se propone de manerapermanente el trabajo en equipo, como se ver seguidamente.

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    5 Fuente: Red Media Educativa

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    Proyecto propio y cuaderno de bitcora

    Tal vez el plano ms complejo de resolver consista en otorgarle pertinen-cia y sentido de pertenencia a todos y a cada uno de los estudiantes.

    Desde un principio se plante la necesidad de que este Diploma tuvieraun carcter personalizado y diferenciado, de manera que cada participan-te pudiera desarrollar su experiencia de formacin de acuerdo a sus pro-

    Sus comentarios:La dinmica de las clases y el acompaamiento que nos dan, hace

    que uno se contagie del entusiasmo de seguir adelante.

    Paula Picardi Estudiante del Diploma en Gestin Socialy Cultural sin distancias - Comentarios de evaluacin m-dulo 1 - Junio 2003 - Aula Neuquen, Neuquen.(

    Dossier

    rencia. Una vez concluido el tiempo, las aulas tienen la posibilidad derealizar las devoluciones. Estas generalmente se combinan entre s, cons-truyendo de esta manera un torbellino de ideas en el mbito nacional queincluye miradas semejantes y divergentes. Tambin se da espacio para

    debates y polmica, generalmente a partir de la opinin de los invitados.El Diploma cuenta con el material de estudio que consiste en un conjun-to de mdulos redactados por el autor y que ya se han utilizadoexhaustivamente en cursos presenciales. Los estudiantes reciben semanal-mente los materiales que constituyen un cuerpo de aproximadamente600 carillas en donde se encuentran los aspectos tericos, los ejercicios yevaluaciones. El material de estudio incorpora cuadros, grficos y biblio-grafa utilizada y propuesta.

    Las evaluaciones son de tipo cualitativo conceptual y se busca analizar enprimera instancia el grado de comprensin de los contenidos, la capaci-dad de aplicacin de los contenidos a las realidades propias y la reflexinacerca de los propios procesos de aprendizaje.

    La alianza estratgica con la Universidad Nacional de Tres de Febreropermite otorgar un Diploma avalado por una institucin de esta catego-

    ra, en el marco de Extensin Acadmica. El Diploma es organizado enasociacin con UNESCO y con la Interfaculty of Economy and Art dela Utrecht High School of Art de Holanda.

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    5) Respecto al posicionamiento profesional del respon-sable de Gestin Socio-Cultural en la sociedad se hamodificado su visin? Cmo?Si, mi visin se ha modificado en el sentido de la importancia que

    tiene saber gestionar y llevar a buen puerto las buenas ideas que

    siempre tenemos pero que naufragan en la imaginacin. Creo que esuna profesin que va a tener mucho futuro. Ser los constructores del

    tejido social y cultural de una sociedad es apasionante.

    Julian Quintella. Estudiante del Diploma en Gestin So-cial y Cultural sin distancias - Comentarios de evaluacinmdulo 1 - Junio 2003 - Aula Santa Rosa, La Pampa.

    (

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    pias capacidades, conocimientos y experiencia previa y dedicacin. Paraesto se entrega a los estudiantes una gua resumen de proyecto. Comoprimer trabajo prctico, en el marco de una profunda reflexin indivi-dual acerca de las propias caractersticas profesionales, se les propone

    elegir un proyecto sobre el cual habrn de trabajar a lo largo del Diplo-ma. El material de evaluacin final, sobre el cual se les habr de otorgarel Diploma, consiste en la presentacin de este proyecto reelaborado deacuerdo a lo estudiado en el curso, con ciertas caractersticas de diseoque se formulan ms adelante en el Diploma..

    Este ejercicio permite que cada uno de los estudiantes recurra a su pro-pia batera de conocimientos y se vincule con el Diploma desde unaperspectiva personal. Si la persona valora su proyecto, valorar tambinla posibilidad de incorporar herramientas de mejora y desarrollo.

    Otro elemento de apoyo al proceso de formacin consiste en el uso de

    un cuaderno de bitcora. Consiste en una suerte de diario personal endonde se les solicita a los estudiantes que realicen anotaciones referidas amomentos relevantes de sus propios procesos de aprendizaje. Estospueden estar relacionados con la toma de conciencia respecto de nuevasdimensiones de la profesin, o la incorporacin de nuevos procesos deaprendizaje. Al final del Diploma se le solicitar a los estudiantes presen-tar un informa de este libro en donde quedar plasmado el recorridodentro de esta experiencia educativa. Se espera que con una lectura pos-

    terior y la realizacin de un informe se podrn descubrir nuevas posibi-lidades que han pasado desapercibidas, as como la consolidacin delproceso realizado.

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    Quera crecer y ampliar mis conocimientos. En lo que llevo de este

    Diploma me he dado cuenta que en todos los rubros: proyectos,comercio, industria, docencia, etc., se necesita de un Responsable de

    Gestin Social y Cultural (RGSC), para mejorar y enaltecer el

    rubro, veo que cualquier cualidad (artesano) que uno tenga se puede

    enaltecer y hacer un aporte a la comunidad, como tambin mejorar

    los ingresos de un microemprendimiento.

    Rosario Mansegosa, Estudiante del Diploma en GestinSocial y Cultural sin distancias Comentarios de evalua-cin mdulo 1 Aula Malarge Mendoza

    La experiencia educativa que aqu se describe tiene sus orgenes en 1996y surge de la observacin directa en campo, con motivo del retorno alpas del autor de este trabajo, luego de 20 aos de vida en Europa. Seobserv entonces una gran movilidad social en Argentina y luego en

    Latinoamrica, vinculada a la actividad cultural en todos los niveles de lasociedad.

    Llam la atencin del autor un relativo alto nivel de eficacia en el manejoy desarrollo de proyectos por parte de los emprendedores culturales. Seobserv asimismo un bajo nivel de eficiencia, referido al uso yoptimizacin de recursos y de tiempos, con un alto grado de entropa:durante la accin la energa tiende a dispersarse. La sustentabilidad de lasacciones y de las organizaciones no se encuentra adecuadamente consi-derada en la prctica de estas personas.

    Por observacin directa y por anlisis posteriores, qued claro que losactores analizados daban muestras de haber llevado a cabo procesos deaprendizaje organizacional de manera intuitiva que les permita expandirlas fronteras de sus proyectos de manera sistemtica. El hecho de queestos aprendizajes se realizaban sobre base de la propia prctica, podaser causa del mencionado efecto entrpico: los mismos ocurran sin te-

    ner en cuenta marcos tericos de referencia. Pero indudablemente seobservaba una manera inteligente de conducir proyectos y organizacio-

    Definicin del campo problemtico: a la bsqueda de una

    pedagoga del sector socio-cultural

    (

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    nes surgidos de manera espontnea en la mayora de los casos que mos-traban caractersticas comunes aunque difusas. Al decir inteligente nosreferimos a la capacidad de modificacin de la propia conducta a partirde aprendizajes sucesivos que llevan a nuevos niveles de conciencia y de

    capacidad de accin.Dadas las similitudes encontradas en los procesos cognitivos entre unagran cantidad de casos estudiados, se plantea entonces como tesis quedetrs de estos procesos espontneos debera existir un proceso naturalde aprendizaje en materia de gestin organizacional: Si fuera posible de-tectar y sintetizar este proceso de aprendizaje, se podra estar frente a unapedagoga propia del sector, apta para ser utilizada en al campo de laformacin profesional.

    En tanto este proceso iba tomando forma, se fueron consolidando pro-puestas de formacin profesional generalmente en los tramos de educa-cin superior, en diversos pases del mundo, tambin en Argentina. Sedecide entonces analizar paralelamente las currculas de estas propuestas,a fin de evaluar contenidos y mtodos y verificar la pertinencia de estaspropuestas con lo observado en la prctica. Se realiza un trabajo deinvestigacin para UNESCO desde la Facultad de Ciencias Econmicas

    de la Universidad de Buenos Aires denominado Estudio de perfilesprofesionales del personal cultural en Amrica Latina y el Caribe. Elestudio tiene sus antecedentes en la documentacin producida en diver-sas oportunidades por UNESCO y en las investigaciones de los autoresy de otros investigadores de diversos pases. En el Primer EncuentroLatinoamericano y del Caribe de Administradores de Servicios Cultura-les y Animadores Culturales (CLACDEC, Caracas, 1985) ya se establecaen su Documento Base6 , varias tendencias en Amrica Latina.

    Del estudio realizado para UNESCO en aquella oportunidad, se des-prende que existe una brecha significativa entre las propuestas de forma-cin profesional elaboradas y la prctica cotidiana de los responsables degestin. De all la necesidad considerada de armonizar oferta educativacon la demanda (latente) de formacin profesional.

    6 Cceres, Jorge. Los Agentes Pblicos para el Desarrollo Cultural en Amrica Latina y el Caribe. Documento Basepara el Primer Encuentro Latinoamericano y del Caribe de Administradores de Servicios Culturales y AnimadoresSocioculturales. Consejo Nacional de la Cultura. Centro Latinoamericano y del Caribe para el Desarrollo Cultural(CLACDEC). Caracas. 1985.

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    Hacia una definicin del campo de actividad socio-cultural

    Vivimos en un mundo de extremos contrastes. Los modernos avancestecnolgicos conviven con situaciones en donde grandes grupos de per-sonas son excluidas de estos beneficios. La globalizacin ha fomentado

    la imposicin de conceptos a lo largo y ancho del planeta vinculados conla idea de la eficiencia en la economa, y teniendo como corolario laasignacin al Estado de un papel de garante de la seguridad jurdica, decontrol de las transacciones individuales y de observador en el cumpli-miento de la ley. Cualquier otra actividad es considerada superflua y debeser detenida. De acuerdo a estas ideas, slo la existencia de un Estadomnimo puede ser compatible con los derechos individuales y el juegolibre de las fuerzas de la economa (Gonzalez Bombal, 1998).

    Las organizaciones relacionadas con la actividad socio-cultural en todo elplaneta han adquirido una importancia renovada en este escenario.Emergiendo desde el seno de la sociedad civil, ellas llevan adelante tareasespecficas otrora realizadas por el Estado: educan, promueven valores,dinamizan la economa, defienden los derechos ciudadanos y luchan contrala violencia y la marginalidad, estimulan el desarrollo del arte y la culturay velan por la salud fsica, emocional y espiritual de la comunidad. Estn

    activas en campos tan diversos como la poltica, la religin, los deportes,el turismo, la ecologa, las leyes, las artes modernas y el folklore, entreotros. Los lderes de estas organizaciones han aprendido a desempearseexitosamente en realidades de rpido cambio y alto nivel de incertidum-bre: recaudan fondos, planifican estratgicamente y comunican la misinde sus organizaciones a la comunidad.

    El concepto socio-cultural y una interpretacin propia

    El concepto socio-cultural utilizado aqu deriva del campoantropolgico-cultural, con una definicin propia que veremos ensegui-da. Se basa en los conceptos definidos por el antroplogo ingls EdwardB. Tylor quien define a la cultura como todo complejo que incluye co-nocimientos, creencias, arte, leyes, moral, tradiciones y cualquier otra ca-pacidad y hbito adquirido por las personas, en cuanto miembros de

    una sociedad. (Tylor, 1871). Esto incluye tcnicas, procedimientos y afi-nes que pueden ser transmitidos y adquiridos a travs de procesos edu-

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    cativos. Nos referimos entonces a un concepto amplio de la cultura,indicando la informacin que transmitida social y no biolgicamente.(Trilla-Benet, 1997).

    A los efectos prcticos de las formaciones, el autor ha desarrollado un

    concepto que resulta de suma utilidad en el marco de las propuestaspedaggicas aqu presentadas. Basada en las definiciones anteriores, sepropone una analoga entre la cultura y la electricidad. La electricidad esun intangible que circula en todo sentido a lo largo y ancho de una comu-nidad. Es generada y transportada por medio de tendidos de cablesgeneralmente ocultos y regulada por transformadores, interruptores yafines. Se manifiesta de diversas maneras: en luz, calor, movimiento, soni-do, imagen, trabajo y otros lo cual enriquece y mejora la calidad de vidade los miembros de una comunidad

    De la misma manera podemos pensar que la cultura es un intangibleexistente en todo grupo social, que circula de manera oculta a travs delas organizaciones, instituciones y proyectos que cada grupo humano crea.La Cultura se manifiesta por medio de las artes, de los valores, de laeducacin, de los sistemas legales, sanitarios, de justicia, de esparcimientoy afines. La cultura es vista aqu como una energa transformadora que

    dar forma a las identidades locales circulando a travs del tendido socialconstituido fsicamente por la red de organizaciones que esa sociedadcrea en su seno.

    La gestin socio-cultural puede ser definida como la integracin de unrango amplio de actividades, que incluye disear, liderar, administrar,implementar y evaluar proyectos y organizaciones socio-culturales. Setrata entonces de crear caminos de circulacin y de modulacin de esta

    energa. Queda claro entonces que la figura del Responsable de GestinSocio-Cultural cumple un papel de diseador y de modulador de dichaenerga a travs de estas vas de circulacin.

    Aspectos relacionados con el diseo de polticas, planificacin estratgicay una profunda comprensin de las temticas y de las realidades espec-ficas en donde ocurren las acciones, determinan la necesidad de que estasresponsabilidades de gran relevancia comunitaria sean desarrolladas y

    lideradas por profesionales adecuadamente formados y entrenados. Estova ms all de los conceptos de efectividad y eficiencia, que son tambinaspectos a considerar. El RGSC debe ser consciente de la relevancia de

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    La gestin socio-cultural puede ser entendida entonces como una me-todologa, que puede ayudar al desarrollo humano a travs del progresogrupal. La comunicacin humana, las relaciones, el trabajo en equipo, laaceptacin del individuo por parte del grupo y la contribucin del grupoa la comunidad, son algunos de los objetivos principales de la gestinsocio-cultural. Es el desafo de construir cultura a travs de una accinsocial intencionada. (Polles Bosch,. 1997). Debido a que esta actividad

    se encuentra directamente ligada a su entorno, a fin de poder compren-der el papel del RGSC, es necesario tomar en cuenta el entorno, consti-tuido por un complejo sistema de organizaciones, agentes, medios,financistas, gobiernos y reglas, todos ellos puestos al servicio de la comu-nidad.

    El perfil de egresado del RGSC

    El concepto de campo o familia ocupacional utilizado aqu (Costanzo,2000), incluye todas las actividades y tareas realizadas durante los diver-

    Yo creo que el compromiso y responsabilidad con que el RGSC se

    mueve y se desarrolla en la comunidad lo convierten en un profesio-

    nal , aunque no se lo vea como tal. Y que su funcin es precisamente

    lograr que la sociedad los acepte como tales demostrando con su

    accionar los valores que los mueven, el deseo constante de superacin,

    la responsabilidad en el desempeo de sus tareas y sobretodo laseriedad con que las realiza. En definitiva todo eso lo encuadra en la

    categora de profesionales.

    Carmen Spinelli, Estudiante del Diploma en Gestin So-cial y Cultural sin distancias Comentarios de evaluacinmdulo 1 - Junio 2003 - Aula Neuquen.

    (

    esta actividad en trminos de desafos y valores vinculados con su fun-cin as como con su papel social y moral en el entorno comunitario ycultural en el cual se desenvuelve (...) Esta persona debe ser creativa,multifactica y estar profundamente compenetrado con las diversas rea-

    lidades de este campo. (UNESCO; 2000).

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    sos procesos que pueden ser identificados en el campo laboral socio-cultural. Las actividades o formaciones educativas pueden ser diseadasuna vez que se han identificado estas actividades y tareas. Se expresan entrminos de competencias e incluyen habilidades, conocimientos, valo-

    res, actitudes, experiencia acumulada y emociones.El campo ocupacional involucrado en la actividad socio-cultural, es esen-cialmente diferente de otros campos ocupacionales. Esto se debe a quese encuentra constituido por perfiles laborales y espacios de trabajo quepueden ser claramente identificados. A fin de convertir estas actividadesen contenidos de una propuesta educativa, se requiere de procesos peda-ggicos especficos. Estos procesos no son obvios y demandan el anli-sis de diferentes aspectos de la prctica diaria de los RGSC.

    Los diagnsticos en diversos pases demuestran que la cantidad de per-sonas que han recibido adecuada formacin en este campo es relativa-mente baja (UNESCO, 2000). La mayora de las personas arriban a estaactividad guiados por buenas intenciones, desarrollando sus propias es-trategias y habilidades de manera similar en que los artesanos aprenden ydesarrollan sus propias tcnicas y herramientas. A travs de procesosintuitivos, la experiencia acumulada es procesada y este artesano se con-

    vierte en hbil gestor en el campo socio-cultural pero est an lejos depoder ser considerado un profesional, hasta tanto sean definidos ade-cuadamente los estndares y las calificaciones comnmente aceptadas.

    A medida que la incertidumbre crece y que los problemas socio-cultura-les se complejizan, crece tambin la necesidad de mejorar los procesosde gestin de la organizacin. Las demandas de la sociedad se refieren auna mayor transparencia y responsabilidad (accountability) hacia la comu-

    nidad acerca de las actividades realizadas (Thompson, 1995). Las nuevasnecesidades organizacionales llevan a nuevas necesidades educativas (Gore,1996). Parte de la misin de la educacin profesional y la capacitacin, serefiere a que los RGSC sean capaces de incorporar los conceptos deaprendizaje permanente a fin de poder manejar el conocimiento y poderas enfrentar los rpidos cambios del entorno y la incertidumbre (Argyris,1978), Los conocimientos de gestin deben ser reformulados de mane-ra permanente.

    En nuevos contextos cambiantes y plenos de incertidumbre, las facilida-des de capacitacin deben ser adaptadas a los requerimientos de estos

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    entornos. Thurow identifica 4 habilidades centrales (Thurow, 1992):

    1) Desarrollar la capacidad de pensamiento abstracto;

    2) Implementar el pensamiento sistmico y estratgico, como una

    forma de gerenciar la incertidumbre;3) Probar nuevas ideas y conceptos, apelando a la capacidad de abor-dar lo desconocido y estando en condiciones de tomar distancia depatrones conocidos;

    4) Trabajar en equipos, liderndolos en tiempos de alta turbulencia.

    Los nuevos conceptos de gestin organizacional o management, con Henry

    Mintzberg como uno de sus mayores exponentes, desafan el viejo con-cepto de que el manageres slo un administrador y lo ubica como unsocio estratgico, capaz de tomar decisiones estratgicas.

    La gestin socio-cultural: disciplina tcnica o humanstica?

    Surge entonces la pregunta referida a qu se debe ensear y de qu modo.La educacin tradicional crea una fuerte dicotoma entre las ciencias so-ciales/humansticas y las tcnicas o duras. Los problemas que afectan a lahumanidad en el Siglo XXI demandan una aproximacin ms integradoray transdisciplinaria de los conocimientos (Tanner y Tanner, 1980). Msan en el campo de la gestin socio-cultural. Una persona que debetomar decisiones vinculadas con diseo de polticas socio-culturales, debeestar consciente de las conductas sociales, las dinmicas de grupo, debemanejar tcnicas de negociacin as como poder identificar motivos sub-

    jetivos y necesidades latentes. Disciplinas sociales tales como la sociolo-ga, la psicologa, la antropologa y afines, analizan estos dilemas funda-mentales: tratar de dar respuesta a hechos no racionales que no puedenser medidos de manera directa (Ander-Egg, 1992). A fin de poder en-contrar las respuestas correspondientes a estas temticas, se implementanaproximaciones a la realidad de carcter heurstico, lo cual significa pro-cesos menos lineales y de paso a paso. (...) La resolucin de problemasincluye muchos saltos aleatorios, basados en visualizaciones repentinas,

    en constante proceso de retroalimentacin a fin de completar o alterarpasos dados anteriormente.(Romiszowski, 1992). Desde este punto de

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    vista, la gestin socio-cultural se convierte en un instrumento adecuadopara promover transformaciones sociales, centrado en comunicacionesinterpersonales (Mintzberg, 1973).

    La gestin socio-cultural tiene la obligacin moral de trabajar por la

    construccin de una sociedad en donde cada miembro sepa que tieneuna voz. Las decisiones que afectan la vida individual o comunitaria,deben respetar los intereses de ambos casos. (Simpson, 1980). Estoimplica necesariamente considerar los aspectos vinculados con los Dere-chos Humanos y los valores relacionados con la libertad, solidaridad,justicia, ecuanimidad, transparencia, tica, democracia, participacin ypluralismo. Debido al tipo de conocimiento que se crea o se expresa atravs de la actividad socio-cultural (poltica, sociolgica, artstica, con-ceptual, etc.) podemos concluir que esta actividad se encuadra dentro delas ciencias sociales (Froufe y Sanchez, 1990).

    Por otra parte, actividades tales como administracin financiera, proce-sos econmicos, planificacin y necesidades tcnicas para infraestructura,se ven relacionados con aspectos tcnicos racionales lgicos, mensurablesy repetibles., los cuales requieren procesos mentales diferentes que losanteriores. Desde esta perspectiva la gestin socio-cultural debe ser un

    instrumento, una tecnologa al servicio de una cultura dominante, o tam-bin un vehculo, un canal para la expresin popular, (Besnard, 1992).Bajo este paradigma, la gestin socio-cultural es vista como un sistemajerrquico, naturalmente estructurado y organizado, que trata a la socie-dad tal como es, ms cercano a las ideas de Weber.

    Se convierte as en una tecnologa de planificacin, comparable con unproceso de ingeniera (Ucar, 1992). La planificacin estratgica es una

    forma de manejarse con incertidumbres, conflictos e intereses opuestos.Esta manera de comprender la sociedad impone una aproximacin ra-cional y tecnolgica a los temas socio-culturales. La eficiencia prevalecepor sobre la moral. La cultura es transmitida de manera vertical. Unacondicin necesaria a fin de poder articular con la realidad, es la acepta-cin de los hechos. (Habermas, 1992). Los procedimientos responden auna estructura algortmica de solucin de problemas, implementado comouna secuencia de tareas de manera que si son realizadas de manera apro-

    piada, llevan a la solucin correcta. (Romiszowski, 1999).

    Cerrando la brecha entre ambos extremos, autores como Marcuse,

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    Schmidt y Habermas, proponen una nueva teora del racionalismo, basa-da en la accin comunicacional y un desarrollo universal de los principiossocio-ticos. La realidad social construye su historia de manera holstica,dialctica y compleja. Se encuentra permanentemente expuesta a presio-

    nes debido a los diversos modos de interpretar los sistemas de produc-cin, ideolgicos y de poder. La gestin socio-cultural es vista entoncescomo una metodologa y una prctica ligadas a opciones morales, pol-ticas, organizacionales e institucionales. (Caride, Gmez, 1997).

    La propuesta formativa de Tikal Ideas para los Responsables de

    Gestin Social y Cultural

    De acuerdo a lo formulado, la actividad del RGSC alterna entre diferen-tes clases de racionalidades, que se encuentran vinculadas con las descrip-ciones realizadas. La misma persona implementa una racionalidad decarcter heurstico en determinados momentos y ms tarde utilizar unalgica algortmica para tratar el mismo asunto. Esta alternancia se repiteen el tiempo. A fin de definir los campos ocupacionales, es relevanteidentificar estos patrones de conducta. Las conclusiones extradas sobre

    la base de las observaciones de campo, llevaron a formular el Mtodo Tikal de formacin profesional, que permite identificar los camposocupacionales vinculados con la gestin socio-cultural y que se vinculancon:

    a) disciplinas humansticas, sociolgicas, de carcter heurstico;

    b) disciplinas tcnicas, tecnolgicas, de carcter algortmico y

    c) Transdisciplinas integradoras.

    Para finalizar diremos que, tomando en cuenta las cuatro actividadesbsicas identificadas aqu, esas pueden ser agrupadas en cinco reas prin-cipales de trabajo:

    a) capacidad para identificar necesidades comunitarias, deseos, anhe-

    los, tanto explcitos como latentes;b) Capacidad para formular ofertas adecuadas a los elementos iden-

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    Los conocimientos impartidos han mejorado mi desarrollo profesio-

    nal para abordar situaciones y problemticas desde una perspectivaheurstica y no lineal o personal. He podido realizar mejores diag-

    nsticos, interpretar la realidad e identificar las necesidades inme-

    diatas bajo un trabajo grupal e interdisciplinario buscando un con-

    senso entre los participantes del grupo.

    Efran Rivarola Estudiante del Diploma en Gestin So-cial y Cultural sin distancias Comentarios de evaluacinmdulo 1 - Junio 2003 Aula Malarge, Mendoza.

    tificados en el punto anterior, o actuando en un modo totalmenteinnovador, como es en el caso del arte;

    c) La infraestructura y la tecnologa juegan un papel esencial, Deter-minar las mejores condiciones es parte de la tarea.

    d) Capacidad para disear y gerenciar adecuadamente sistemas degestin que permitan controlar, monitorear, tomar decisiones, eva-luar y planificar los aspectos sensibles de las actividades de la organi-zacin.

    Todo lo anterior cae bajo el marco de las polticas socio-culturales que sehan definido previamente y expresado en la misin de la organizacin yque se podr ir adaptando a las circunstancias.

    Conclusiones

    En qu medida considera que el Mdulo 1 ha contribuido con sudesarrollo profesional?

    Estas palabras de uno de los estudiantes del Diploma sintetizan la aspira-cin de los responsables del mismo, esperando que efectivamente estanueva metodologa que combina tradiciones muy antiguas de gestinsocial y cultural con las ms modernas tecnologas de comunicacin y deinformacin, conformen un aporte significativo a la mejora de la calidadde vida de los habitantes de Latino Amrica.

    (

    Dossier

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    42Casos&E

    ntrevistas

    Por Jorge Zuzulich y Pablo Mendes Calado

    Estudio

    de caso:V FestivalBuenos

    AiresTango

    Del 1 al 9 de marzo de 2003 se

    realiz en la Ciudad Autnoma de Bue-nos Aires el V Festival Buenos Aires Tan-go, ser objeto del presente trabajo elrealizar un anlisis descriptivo y, cuandolos datos lo permitieran, comparativo,de todo lo referente a la gestin delmencionado evento.

    No se pretende efectuar juicio crtico ovalorativo alguno en relacin a la cali-dad artstica de la propuesta sino, ms

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    1 Garca Canclini; Nstor; Consumidores y ciudadanos, Ed. Grijalbo, Mxico, 1995, Pg. 107.

    2 Pujol, Sergio; Las canciones del inmigrante, editorial Almagesto, Buenos aires, 1989, Pg. 130.3 dem, Pg. ?4 Garca Canclini, Nstor, op. Cit.; Pg. 107.

    Casos & Entrevistas

    bien, centrarnos en la problemtica relativa a los elementos propios quepuedan darnos una dimensin de cmo se gestiona dentro de la admi-nistracin pblica, un festival dentro, a su vez, de un marco mayor que esel Programa de Festivales de la Ciudad.

    De qu hablamos cuando hablamos de tango

    Si la identidad es una construccin que se relata1 , la narracin que establece elsustento , sobre todo de la porteidad, podemos encontrarla en un g-nero musical danzable: el tango.

    Segn Sergio Pujol, l mismo lo tena todo: un perfil criollo innegable, un origen

    mtico que hunda sus races en el pasado argentino, el aporte musical de Espaa eItalia, la participacin de los inmigrantes, (y, sobre todo, sus hijos) en la produccin y

    difusin y un significado de nacionalidad por todos compartido.2

    Si bien los orgenes del gnero se remontan, difusamente, hacia finalesdel siglo XIX, no hay duda acerca de su gran popularidad a mediados dela dcada del 10.

    El tango naci entre el campo y la ciudad y en su urbanizacin desempe un papel

    importante el elemento inmigratorio. 3

    Hay un elemento central en el acelerado crecimiento que sufre el tango enesos aos: la expansin de las industrias culturales. La industria discogrfica,la radiofona, el cine, la industria del espectculo, apuntalan este dinmicoproceso.

    En relacin al rol desempeado por las industrias culturales en la cons-truccin de la identidad nacional, Garca Canclini seala: La radio y el

    cine contribuyen en la primera mitad de este siglo a organizar los relatosde la identidad y el sentido ciudadano en las sociedades nacionales. 4

    La legitimacin del tango, msica y danza, vehiculizado por las industriasculturales, provocarn un efecto identitario homogeneizador.

    En este sentido puede vrselo como un dato de la integracin cultural de los inmigrantes

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    5 Pujol, Sergio; Op. Cit., Pg. 130.

    6 Gravano, Ariel; El silencio y la porfia, Ed. Corregidor, Buenos Aires, 1985, Pg. 90.

    Casos & Entrevistas

    a un cuerpo social ms homogneo y definido. Con la difusin de una msica popular

    dominante en el gusto de la poblacin, Buenos Aires ingresaba a una sociedad cultural

    de masas (...) 5

    Al crecimiento de las primeras dcadas, sucede el apogeo de los 40 y

    50. Las grandes orquestas dominan el panorama local. Pero a su vez, apartir de la dcada del 40 observamos un ascenso paulatino del cultivo de nuestra

    cultura popular de raz folclrica, sea por el fomento oficial (...), sea por la constitucin

    de un mercado apetente de msica provinciana, el hecho de lo que ha de ser el boom del

    folclore de los aos sesenta comienza a cimentarse lentamente en esta poca (...)6

    Cuentan aqu las corrientes migratorias que, desde el interior, se despla-zan a la Capital y que configuran nuevos datos en el trazado del mapacultural de la poca.

    Cabe sealar que la danza popular sufre el mismo movimiento que loapuntado para el campo musical. Progresivamente, las danzas criollas

    van a desplazar al tango, corren ya los aos 60 donde las peas son unode los vitales exponentes de la denominada folclorizacin de masas.

    Pero es en el mismo seno de esta dcada, los 60, donde se produce unadinmica contradictoria. Por una parte, esta creciente folclorizacin que

    acenta los rasgos identitarios nacionales o locales y, por otra, los proce-sos de internacionalizacin propios de los desarrollismos de esos aos,provocan, sobre todo en el caso del tango, una creciente hibridacin.Quiz Piazzolla sea el paradigma de este proceso, ya que pone en escenala caracterizacin del gnero como msica para escuchar, desdeando elcostado danzable del mismo y, adems, lo mixtura con guios prove-nientes del jazz y la msica culta.

    El avance tecnolgico tiene impacto sobre la conformacin de los gru-pos musicales, se pasa de las grandes orquestas a pequeas formacionescon instrumentos elctricos. La mejora en la calidad de grabacin y en losequipos reproductores expulsa a las orquestas de los bailes y reunionessociales. Los equipos hogareos llevan la msica al living de los escuchas.

    Comienza, de esta manera, la decadencia del gnero, que se extiende atravs de los 70 y los 80.La recuperacin de la democracia impuls, amediado de los ochenta, entre otras cosas, un redescubrimiento de la

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    Edad Hasta 30 aos 28,3%30 a 49 30,9%50 a 64 29,4%65 y ms 11,4%TOTAL OBS. 100%

    propia identidad. Dentro de este proceso de desocultamiento, lo culturalocupa un rol central. Se recuperan espacios y voces que llegan desde elexilio, pero que generalmente estn poco ligadas a lo tanguero exceptoalgunos casos.

    El tango, que no se mantiene ajeno a este proceso, comienza un lentodespertar. En primera instancia a travs de la danza, la cual germina en lasnuevas generaciones, luego a travs de una camada de nuevos msicosque tienden a revalorizar y a conservar la memoria del gnero. Una gene-racin que tambin vive a Piazzolla como un clsico, superando viejasantinomias, e intenta rescatar el estilo de las viejas orquestas del pasado.Quizs recin en la actualidad se est comenzando a constituir una nuevamirada que renueve la sonoridad tanguera.

    El xito de compaas que recorren el mundo apuntalan esta nuevaapuesta.Del tango podra decirse que ha sufrido un proceso dehiperterritorializacin.

    Por una parte es significativo el proceso expansivo que ha protagonizadoen la Ciudad de Buenos Aires, en el interior del pas y, por otra, el signi-ficativo desarrollo que ha experimentado en el exterior, sobre todo a

    partir del inters que ha suscitado su forma danzable. No es extraoencontrar milongas en los puntos ms alejados del planeta donde noslo encontramos pblico argentino all radicado sino, tambin, nativosque han adoptado este hbito.

    Otro campo de expansin significativo del tango en los ltimos aos esel etario, el pblico que hoy se acerca a sus diferentes manifestacionesresulta ser de lo ms heterogneo, as lo demuestra una encuesta realizadapor Eduardo Lauzn & Asociados entre los participantes del festival,que tuvo los siguientes resultados:

    Como puede constatarse el pblico se distribuye homogneamente pordebajo de los 65 aos entre los tres rangos establecidos; cabe considerar

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    Ley N130, Legislatura de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires, BOCBA 615 Publ. 22/01/1999.8 Decreto N 680/998, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, BOCBA 457 Publ. 01/06/1998.

    9 Idem.

    Casos & Entrevistas

    * Graciela Mancinelli, abogada, estudiante de Gestin del Arte y la Cultura, UNTREF.

    ante el porcentaje reducido de pblico de edad avanzada que a determi-nado grupo etario corresponde un menor porcentaje de la poblacin,por un lado, y por otro el fenmeno que a mayor edad resulta msdificultoso el acceso a lugares pblicos.

    Es as como el tango se ha expandido y se ha reubicado en un lugarcentral de la vida cultural de los argentinos.

    El tango es, en palabras de Ernesto Sbato, el ms autntico productocultural de los argentinos; si bien la cita al intelectual indiscutido es lugarcomn, cabe destacar que en este caso la afirmacin da cuenta de lasdimensiones de este fenmeno popular.

    Lo hasta aqu desarrollado pretende dar cuenta de algunos aspectos de ladimensin social que el tango, en su ms amplio sentido, alcanza en nues-tros das, dimensiones a las que el festival de tango ms importante delmundo, en palabras de Jorge Telerman, ex Secretario de Cultura, hoy

    Vicejefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, debe hacer lugar,porque el festival es el lugar ms propicio para potencializar uno de loselementos que mejor definen el perfil identitario porteo. Pero, tambin,porque as lo exige la norma legal que da origen al festival: La Fiesta

    Popular del Tango tendr por objeto la exposicin, promocin y difu-sin de todos los productos artsticos, culturales y cientficos relativos algnero tango en su ms amplia acepcin.7

    Orgenes del Festival /Sustento Legal

    Colaboracin Graciela Mancinelli*

    En 1998, mediante el decreto n 680/998, el Poder Ejecutivo de la Ciu-

    dad establece la creacin de un encuentro internacional de Tango, concarcter bianual8 . La norma determinaba como fecha de realizacin el2 al 4 de octubre, como as tambin el encomio de su realizacin concarcter permanente a la Secretaria de Cultura9

    Del martes 8 al sbado 12 de diciembre de 1998 se realiza la primer

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    10 Ley N130, Legislatura de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires, BOCBA 615 Publ. 22/01/1999.

    11 Idem.

    Casos & Entrevistas

    edicin del Festival de Tango, con una propuesta que en esencia no difie-re mucho de la actual; este primigenio evento se distribuye en numerososescenarios, tanto del mbito pblico como privado, ubicados por todala ciudad.

    El 22 de enero de 1999 la Legislatura de la Ciudad de Buenos Airessanciona la ley n130, que en su articulo 1, bajo Titulo I destaca:

    Art. 1 - La Ciudad reconoce al Tango como parte integrante de su patrimonio

    cultural, por lo tanto garantiza su preservacin, recuperacin y difusin; promueve,

    fomenta y facilita el desarrollo de toda actividad artstica, cultural, acadmica, educa-

    tiva, urbanstica y de otra naturaleza relacionada con el tango.10

    Los siguientes nueve artculos (todos los que componen el Titulo I) dancuenta de las actividades que la Ciudad debe llevar adelante para el cum-plimento de lo establecido en el artculo 1; organizacin de archivos,difusin, investigacin, inclusin del tango en programas educativos, pre-servacin de espacios urbanos, estimulo a la fabricacin de bandoneones,etc. Es de destacar el articulo 10 por ser el nico que explcitamenteescapa al concepto de preservacin del patrimonio como custodia deregistros del pasado, por el contrario establece que este patrimonio cul-

    tural tiene aun por delante un pendiente desarrollo histrico, y lo explicitaen los siguientes trminos:

    Art. 10 - El Gobierno de la Ciudad, estimular, promover y difundir las co-

    rrientes de vanguardia del tango - Msica, letra, interpretacin y danza- como una

    manera de asegurar su desarrollo histrico.11

    Por otra parte resultan para nosotros de particular inters los art. 4, 5 y7, por tratar ellos de temas referidos a la gestin que la ciudad puede

    llevar adelante en relacin al universo del tango. El art. 4 otorga al Eje-cutivo de la Ciudad la facultad de crear un rgano descentralizado quetenga por objeto la implementacin de la Ley 130. El art. 5 faculta alGobierno de la Ciudad a subsidiar organizaciones sin fines de lucro cuyaactividad se halle en coincidencia con el espritu de la ley, en relacin aorganizaciones con fines comerciales podr disponer la adhesin a (es-tas) entidades. El art. 7 por su parte destaca el valor turstico del tango,y convoca al Gobierno de la Ciudad actuar en tal sentido en combina-

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    12 Idem

    13 idem

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    cin con su propia Secretara de Turismo y con el Gobierno Nacional.

    Bajo Titulo II (Art. 11 a 18) la Ley 130 establece la creacin del Festival,cuyo ttulo originario era Fiesta Popular del Tango,