Revista COLMEVET Número 01

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Propuestas para Fortalecer la Legislación de Alimentos en Chile Claudio Poblete Amaro / Médico Veterinario Peste de los Pequeños Rumiantes. Enfermedades Emergentes y Reemergentes (EEyRE). 60 años del Colegio Médico Veterinario de Chile A.G. Normalidad-Anormalidad, Salud-Enfermedad. Cecilia Henríquez C. Eduardo Álvarez P. Patricia Escárate C. Felipe Cerpa Á. Colme Vet Colme Vet Revista del Colegio Médico Veterinario de Chile Nº1 DIC 2015 1955 | 2015 60 años al servicio de la Medicina Veterinaria en el país

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Primera Edición de la Revista ColmeVet.

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Propuestas para Fortalecer la Legislación de Alimentos en Chile

Claudio Poblete Amaro / Médico Veterinario

Peste de losPequeños Rumiantes.

Enfermedades Emergentes y Reemergentes

(EEyRE).

60 años delColegio Médico Veterinario

de Chile A.G.

Normalidad-Anormalidad,Salud-Enfermedad.

Cecilia Henríquez C. Eduardo Álvarez P. Patricia Escárate C. Felipe Cerpa Á.

ColmeVet

ColmeVet

Revista del Colegio Médico Veterinario de Chile

Nº1DIC2015

1955 | 2015

60 años al servicio de la Medicina Veterinaria en el país

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Colegio Médico Veterinario de Chile A. G.Av. Italia 1045, Providencia, Santiago, Chile.Fono: (56-2) 2209 3471Fono: (56 -2) 2209 3473www.colegioveterinario.cl

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Claudio Poblete Amaro Propuestas paraFortalecer la Legislación de Alimentos en Chile

Cecilia Henríquez C.Peste de losPequeños Rumiantes

Eduardo Álvarez P.Enfermedades Emergentes y Reemergentes (EEyRE).

Patricia Escárate C.60 años del Colegio Médico Veterinario de Chile A.G.

Felipe Cerpa Á.Normalidad-Anormalidad,Salud-Enfermedad

Sociales

Índice

Comité EditorialPatricia Escárate CortésClaudio Poblete AmaroNicolás Rocha Díaz

Producción GeneralKontakto Comunicacioneswww.kontakto.cl

Venta PublicitariaFelipe Gómez [email protected]

DiseñoAndrés Ramírez [email protected]

Derechos Reservados Prohibida su reproducción sin mencionar la fuente.Publicación trimestral.

Nº1DIC2015

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Con gran satisfacción tenemos el agrado de presentarles el nuevo medio de comunicación de nuestro

Colegio Médico Veterinario al cumplir 60 años desde su creación.

La presente publicación tiene entre otros, el propósito de afianzar los lazos con los médicos veterinarios actualmente inscritos en la organización gremial, invitar a participar a los colegas que todavía no están registrados en el Colegio y crear vínculos con la sociedad en la cual estamos insertos.

Sabemos que el campo de acción de la profesión médico veterinaria es extraordinariamente amplio y esperamos que este espectro de actividades se vea reflejado en el contenido de los futuros números de la revista. Para cumplir este objetivo, la revista del Colegio invitará a los profesionales a participar enviando artículos relacionados con las diferentes áreas en las cuales se

desempeñan. Pretendemos que exista un equilibrio entre ellas, para que la sociedad sepa que los médicos veterinarios desarrollan actividades médicas (clínica de animales menores y mayores), de producción animal, de investigación científica, en vida silvestre, en biología marina y pesca, en protección de recursos naturales, en inocuidad de alimentos, en salud pública y muchos otros campos de acción difíciles de mencionar.

Actualmente existe un conjunto de establecimientos de educación superior, que ofrecen un amplio número de programas de formación médico veterinaria. Es nuestro interés presentar en futuros números de la revista, la opinión del Colegio sobre estos programas. Al mismo tiempo analizaremos las ofertas de trabajo y la tasa de ocupabilidad de los médicos veterinarios y, las oportunidades que se presentaran a los actuales estudiantes una vez titulados.

Consideramos no menos importante proponer actividades que fortalezcan la calidad del ejercicio profesional y en este aspecto a través de las páginas de esta revista, estimularemos, entre otras actividades, la creación de sistemas de acreditación de especialidades profesionales y la certificación de lugares de atención veterinaria.

Confiamos que nuestros colegas puedan ser informados de diferentes temas que tengan relación con su desarrollo profesional y que además aprovechen estas páginas, para entregar sus opiniones y experiencias. Por tratarse de la revista de la organización gremial de la profesión, esperamos también poder mantener informados a los médicos veterinarios de aquellos aspectos que sean de importancia para su práctica diaria, en cualquier ámbito en que desempeñen sus actividades.

EditorialPresidenta del Colegio Médico

Veterinario de Chile

Patricia Escárate Cortés

Editorial

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Chile se ha caracterizado en los últimos años por haber implementado

una política muy dinámica en el ámbito internacional. Esta política apuesta por participar muy fuertemente en los circuitos de comercio internacional, para lo cual ha establecido acuerdos de libre comercio con una variada cantidad de países. Incluso se ha hablado directamente de convertir al país en una potencia agroalimentaria y forestal.

El resultado de esta política se ha traducido en que las exportaciones chilenas de productos alimenticios han aumentado y cada día que pasa tienen más importancia en el desarrollo de la economía chilena.

En el rubro de alimentos de origen animal las exportaciones comenzaron tímidamente en los años 80, con embarques de carne ovina hacia Europa. En la actualidad, el desarrollo de una potente industria avícola y porcina, permiten que grandes volúmenes de carnes de estas especies se dirijan a los mercados internacionales, llegando en el caso de la carne de cerdo a estar entre los 10 principales exportadores a nivel mundial.

Desde un punto de vista político se plantea la idea de convertir a Chile en una potencia agroalimentaria y forestal lo que está apoyado por el gran crecimiento de las exportaciones de productos alimenticios.

Pero es necesario desarrollar instancias que permitan sustentar el proceso exportador y para esto es necesario entre otros aspectos, fortalecer el aparato legal y reglamentario, para poder asegurar a los socios comerciales de nuestro país, que los productos alimenticios son elaborados en un sistema que da garantías de seguridad e inocuidad. Al mismo tiempo se deberá contar con regulaciones que sean reconocidas como equivalentes por los socios comerciales.

En este sentido debe destacarse el hecho que la Agencia Chilena de Inocuidad de Alimentos (1), en su documento sobre Políticas de Inocuidad de alimentos, plantea en forma general en sus Objetivos: “Perfeccionar el marco regulatorio haciéndolo más consistente con el objetivo de proteger la salud de las personas y los derechos de los consumidores”. Este objetivo se complementa con una línea de acción que define explícitamente la “Creación por Ley de la Agencia Chilena de Inocuidad de los Alimentos”.

Para fortalecer el sistema legislativo alimentario chileno

se propone que se incorporen una serie de conceptos que en la actualidad no se encuentran claramente definidos por el conjunto de las regulaciones existentes.

Se puede aprovechar la propuesta de la ACHIPIA, para desarrollar una verdadera Ley de Alimentos que a semejanza del Reglamento 178/2002 (2) de la Unión Europea se preocupe de dar un enfoque global al tema alimentario, contemplando diferentes aspectos que en la actualidad la legislación chilena no contempla en forma explícita.

Debemos mencionar que el reglamento 178/2002 se origina en parte en las preocupaciones planteadas por los consumidores europeos como consecuencia de las diferentes crisis alimentarias que se produjeron en Europa a finales del siglo XX. Estas preocupaciones reunidas en el Libro Blanco de la Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea (3), definieron lo que debía ser la doctrina de alimentos de Europa.

Después de una cuidadosa revisión de los principales cuerpos regulatorios de alimentos de Chile se observa que existe la necesidad

Propuestas paraFortalecer la Legislación

de Alimentos en Chile

Médico Veterinario,Master of Science. University of California, Davis.

Claudio Poblete Amaro

http://www.c olmevet.cl

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de incorporar explícitamente un conjunto de conceptos que no están contemplados en la legislación actual. Los siguientes conceptos fueron planteados por el autor en una mesa redonda que formó parte de un seminario organizado por la FDA (4), en Sao Paulo en julio de 2011.

Si bien es cierto que la Ley 19.162 (5) modificada por la Ley 20.358 incorporó la exigencia de desarrollar un “Sistema de Trazabilidad del ganado y carnes”, que vino a solucionar

una insuficiencia sanitaria, el hecho de restringir el concepto al ganado y las carnes no permite utilizarlo para desarrollar de sistemas de trazabilidad más amplios como el definido por el Reg. 178/2002. Es necesario agregar a la legislación chilena de alimentos el concepto integral de trazabilidad, que defina la necesidad de poder conocer el origen y seguir el rastro a través de todas las etapas de producción, transformación y distribución de, los alimentos, piensos, animales destinados a la producción de alimentos o de sustancias

destinadas a ser incorporadas en los alimentos o que tenga la probabilidad de serlo.

Este instrumento ampliamente utilizado en la seguridad de los alimentos, paradojalmente no se menciona en ningún reglamento o ley relacionada con los alimentos. Es necesario que esta metodología esté contemplada en la legislación de alimentos, como sucede en numerosas normas nacionales e internacionales de alimentos. Especialmente es necesario definir quiénes serán los actores responsables de efectuar la determinación, la gestión y la comunicación del riesgo. En el caso de la comunicación del riesgo la Autoridad Competente debe definir al actor responsable de preparar y difundir la información resultante del análisis de riesgo, dirigida al consumidor para prevenirlo, aconsejarlo y también tranquilizarlo cuando se produzcan eventos que afecten la inocuidad de los alimentos.

Existen ocasiones en las que se debe suspender el ingreso de un producto alimenticio ante el cual no existe certeza de que sea inocuo y al mismo tiempo se carece de la información científica que permita decidir

que es peligroso para el consumo humano. En estas circunstancias se opta por no autorizar el ingreso aludiendo al principio de cautela. Para poder utilizar este principio con mayor tranquilidad debiera estar incluido en la legislación nacional de alimentos.

El principio de precaución puede definirse como la premisa que aspira a orientar las medidas a tomar cuando se sospecha que determinados productos o tecnologías crean un riesgo grave para la salud pública o el medio ambiente, pero todavía no se cuenta una prueba definitiva para tal riesgo (6).

En el Reglamento 178/2002 de la Unión Europea, se define lo que es la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA). En nuestro país se ha definido a través de un Decreto (7) del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, la Agencia Chilena para la Inocuidad Alimentaria. En este sentido la línea de acción de la ACHIPIA sobre la Creación de una Ley que defina la Agencia Chilena de Inocuidad de Alimentos puede servir para diseñar una Ley de Alimentos que transforme esta Agencia en una real Autoridad de Alimentos y defina su estructura, responsabilidades, dependencia

Propuestas para Fortalecer la Legislación de Alimentos en Chile

1.-Trazabilidad

2. Análisis de Riesgo

3. Principio de Cautela

4. Autoridad deSeguridad Alimentaria

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y ámbito de acción. Además de incorporar los conceptos planteados en este trabajo.

Para que la Autoridad pueda ejercer en la forma más eficiente posible sus tareas de vigilancia de los riesgos sanitarios y nutricionales derivados de los alimentos, debe existir un sistema que permita trasmitir rápida y expeditamente todas las comunicaciones que informan la detección de eventos de riesgo de la inocuidad alimentaria, este sistema recibe el nombre Sistema de Alerta Rápida. En este sentido las acciones de alerta rápida, que actualmente se realizan en el país, deben estar explícitamente incorporadas en la Legislación de Alimentos. La Autoridad analizará el contenido de los mensajes con el fin de proporcionar a los servicios

operacionales la información necesaria para una adecuada gestión del riesgo.

El año 2006 se incorporó en el Reglamento Sanitario de los Alimentos el artículo 69 que establece: los establecimientos de producción, elaboración, preservación y envase de alimentos deberán cumplir con las Buenas Prácticas de Fabricación (BPF) mencionadas en este reglamento en forma sistematizada y auditable. Además, aquellos que la autoridad sanitaria determine dentro de su correspondiente área de competencia, según los criterios establecidos en la norma técnica que para tales efectos dicte el Ministerio de Salud, deberán implementar las metodologías de Análisis de Peligros y Puntos Críticos

de Control en toda su líneas de producción conforme a lo establecido en la Norma Chilena Oficial NCh 2861 Of. 2004, declarada oficial de la República de Chile por resolución exenta N° 241, de 14 de abril de 2004, del ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, publicada en el

Diario Oficial del 21 de abril de 2004.

La legislación debiera incluir también contener los requisitos que deben cumplir las importaciones de alimentos y piensos.

1. ACHIPIA.-Política Nacional de

Inocuidad de Alimentos. Santiago de

Chile mayo de 2009.

2. Parlamento Europeo y Consejo

Europeo. Reglamento (CE)N°

178/2002, de 28 de enero de 2002.

Diario Oficial de las Comunidades

Europeas. Parlamento Europeo 2002.

3. Comisión de las Comunidades

Europeas. El Libro Blanco de la

Seguridad Alimentaria. Bruselas,

2000.

4. Poblete, Claudio. Desafíos para

Mejorar el Sistema de Inocuidad

de Alimentos de Origen Animal

en Chile. Moción presentada a la

Mesa Redonda “Strengthening core

elements of regulatory system in

developing countries”. Organizada

por la FDA y el Instituto de Medicina

de la Academia de Ciencias de

Estados Unidos de América. Sao

Paulo, 20 Junio 2011.

5. República de Chile.- Ley 19.162.-

Establece un Sistema Obligatorio de

Clasificación de Ganado, Tipificación

y Nomenclatura de sus carnes y regula

Funcionamiento de Mataderos,

Frigoríficos y Establecimientos de

la Industria de la Carne. Santiago,

1992.

6. Pinochet, Nicolás.- El Principio

Precautorio: del Derecho

Internacional a Chile. Columna del

sitio @lexweb. 2013.

7. Ministerio Secretaría General

de la Presidencia de Chile. Decreto

N° 83 de 2005.- Crea Comisión

Asesora Presidencial Denominada

Agencia Chilena para la Inocuidad

Alimentaria.

http://www.colmevet.cl

Bibliografía Consultada

5. Sistema de Alerta 6. Sistemas de Autocontrol

7. Legislación

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La FAO y la OIE han comenzado el 2015 a movilizar a la comunidad científica y profesional a nivel internacional en torno a una nueva iniciativa mundial: la lucha para erradicar la peste de los pequeños rumiantes en 2030, luego de su exitosa campaña de erradicación de la Peste bovina finalizada el 2011. La peste de los pequeños rumiantes (PPR), es una enfermedad animal viral (re)emergente, no zoonótica, transfronteriza, virulenta, y altamente contagiosa que afecta a los pequeños rumiantes. Presenta una alta morbilidad (que puede llegar al 90%) y una alta mortalidad (30-70%) una vez introducido el virus en el rebaño

(FAO, 2015).La PPR fue descrita por

primera vez en 1942 en Costa de Marfil y desde entonces, se ha extendido a más de 76 países en amplias regiones de África, Oriente Medio y Asia. Estas regiones albergan aproximadamente 1 900 millones de cabezas de ganado, ante lo cual, cerca del 80 por ciento de la masa mundial ovina y caprina podría estar en riesgo de padecer esta devastadora enfermedad. Según informaciones de la OIE, en 2007 se detectó por primera vez en China y en 2008 en Marruecos. Los últimos antecedentes de su expansión, muestran que ha sido aislada además en Moldavia, Bután, Argelia, Angola y en las

islas Comoras, lugares donde se la considera una enfermedad emergente. Se estima que la PPR causa más de 2.000 millones de dólares en pérdidas cada año en las zonas afectadas, siendo además un factor importante de inseguridad alimentaria y de medios de existencia para el 70% de las poblaciones más pobres y vulnerables que dependen de la ganadería en el mundo. Debido a su transmisibilidad, impacto sanitario y sus consecuencias económicas, la PPR está clasificada como enfermedad de declaración obligatoria por la OIE. En mayo del 2014, solo 44 países se encontraban libres de esta enfermedad, entre ellos, Chile (OIE/FAO, 2015).

El virus de la PPR es un Morbillivirus de la familia Paramyxoviridae, se caracteriza por ser un virus envuelto, pleomorfo, de 400 a 500 nm y ARN simple de polaridad negativa. Pertenece a la misma familia de la PB, del moquillo canino y del sarampión en humanos. Sin embargo, el aislamiento del virus de la PPR en 1962 y los estudios realizados en 1970 sobre la protección serológica cruzada han permitido

concluir que la PB y la PPR son dos virus distintos, pero muy próximos, pese a su semejanza clínica y a su fuerte inmunidad cruzada.

El virus está presente en las lágrimas, secreciones nasales, expectoraciones, las heces y la orina de los animales infectados. La transmisión puede realizarse de forma directa por contacto estrecho entre animales, especialmente por la inhalación de aerosoles. Y de forma indirecta a través de los fómites, donde el virus puede sobrevivir hasta 72 horas. Cabe destacar que una de las principales vías de transmisión es través del movimiento de animales, en especial durante las migraciones o el comercio.

Afecta principalmente a cabras y ovejas domésticas, siendo los caprinos y los animales jóvenes los más afectados, igualmente puede afectar a pequeños rumiantes salvajes como gacelas, además de búfalos, ciervos y camellos. El período de incubación puede variar de 2 a 10 días; en la mayoría de los casos, los signos clínicos aparecen entre 2 y 6 días.

La PPR es clásicamente una enfermedad respiratoria aguda.

Peste de losPequeños Rumiantes

Médico veterinario M.Sc en salud animal y vigilancia epidemiológica de los países en desarrollo, M.Sc en ganadería, medioambiente y

desarrollo rural sostenible en los países en desarrollo, UM2, Francia.

Cecilia Henríquez Coronado

Peste de los Pequeños Rumiantes

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Se caracteriza clínicamente por una depresión del animal, fiebre repentina y pérdida del apetito. Rápidamente aparece secreción nasal causando dificultad respiratoria. Pudiendo presentarse tos húmeda y productiva, además de secreciones oculares. Puede haber inflamación de los tejidos bucales con formación de úlceras o placas diftéricas en las mucosas, 4 a 5 días luego del inicio de la enfermedad. Algunos animales presentan una diarrea profusa, con la consecuente deshidratación y pérdida de peso. La neumonía es común en las fases ulteriores. Las hembras preñadas pueden presentar lesiones en la vulva y abortar. El pronóstico es reservado y la muerte puede producirse entre 5 y 10 días después de aparecer la fiebre. Las tasas de morbilidad y de mortalidad varían considerablemente (30 - 100%) dependiendo de la especie infectada, la edad del animal, la raza, la prevalencia de agentes infecciosos secundarios y del linaje de la PPR. Existe además la forma sobreaguda, principalmente en animales jóvenes de más de 3 meses. En el 100% de los casos, los

animales mueren 5 días después de comenzada la enfermedad, incluso antes de la aparición de los signos de bronconeumonía y de lesiones erosivas necrosantes. En la forma subaguda, los signos clínicos son poco marcados o ausentes en algunos casos, pasando casi inadvertida la enfermedad.

El diagnóstico diferencial debe considerar enfermedades como: lengua azul, ectima contagioso, fiebre aftosa, hidropericarditis (cowdriosis), coccidios, pleuroneumonía contagiosa caprina o pasteurelosis e intoxicación por minerales. Asimismo, el diagnóstico clínico debe ser siempre confirmado por otras pruebas específicas inmunológicas y/o de aislamiento viral. Para el aislamiento del virus es importante tomar las muestras en la fase aguda de la enfermedad cuando aún son evidentes los signos clínicos. Las muestras pueden proceder de frotis de secreciones nasales, de las mucosas bucales y rectales y de sangre no coagulada (heparina o EDTA). Las pruebas serológicas empleadas rutinariamente incluyen la neutralización vírica y la técnica

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ELISA de competición. También pueden utilizarse otras como la contrainmunoelectroforesis, la prueba de inmunofluorescencia indirecta para anticuerpos y la inmunodifusión en gel de agar. Todas estas pruebas permiten determinar el estado serológico para PPR de las especies susceptibles de hacer una seroconversión, pero no permiten hacer la distinción entre animales

vacunados e infectados (Salami, 2015).De animales vivos, se deben recolectar hisopados de las descargas oculares y nasales y los residuos de lesiones orales. Las muestras de biopsia de los nódulos linfáticos o el bazo, pueden ser útiles. Ante la sospecha de un caso, la PPR debe notificarse a la autoridad sanitaria nacional y a la OIE.

Cuando la enfermedad

aparece en una zona anteriormente indemne con focos epizoóticos, a los animales enfermos y aquellos en contacto se les debe aplicar el sacrificio sanitario, sus carcasas deben ser quemadas o enterradas. Deben aplicarse además, medidas de cuarentenas estrictas y controles de los movimientos animales. La limpieza y desinfección puede realizarse a través de desinfectantes

comunes. Una vacunación peri-focal estratégica de los animales con alto riesgo puede realizarse seguido de un control de los animales salvajes y en cautiverio. Cuando la enfermedad reaparece en una zona endémica, el medio de control más frecuentemente utilizado es la vacunación de urgencia.

1. FAO/OIE.2015. Global control

and eradication of peste des petits

ruminants Investing in veterinary

systems, food security and poverty

alleviation

2. OIE/FAO 2015, Global strategy

for the control and eradication of

PPR. Disponible on line: http://

www.fao.org/documents/card/

en/c/6d14cbc5-b7c1-4213-bb1f-

78690e805c95/

3. Salami H. 2015. Montpellier :

UM2, 111-[14] p. Diffusion d’un

virus et évolution de son génome

dans les populations de ruminants

domestiques. Application à

l’épidémiosurveillance de la ‘‘Peste

des petits ruminantsˮ. Thèse de

doctorat : Systèmes intégrés en

biologie, agronomie, géosciences,

hydrosciences et environnement

(SIBAGHE). Microbiologie

parasitologie.

Bibliografía Consultada

Peste de los Pequeños Rumiantes

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http://www.colmevet.cl

De acuerdo con las Estadísticas Sanitarias Mundiales 2014,

publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la esperanza de vida a nivel global para un niño/a en el 2012 es seis años mayor que la de un niño/a en 1990, mejora que se debe fundamentalmente por la permanente disminución de las muertes de niño/as menores de cinco años.

Sin embargo, en el ámbito de la salud – y también en otros -, persisten las diferencias entre los países desarrollados con altos ingresos y los en desarrollo de bajos ingresos. En los primeros, las principales causas de muerte la constituyen las enfermedades crónicas, entre ellas los accidentes cardiovasculares y entre los segundos las infecciosas.

Por otra parte, en los últimos decenios han venido registrándose cada vez con mayor frecuencia – aproximadamente una cada 10 meses – una nueva de las denominadas enfermedades emergentes y reemergentes- las cuales son el resultado de la evolución o cambio de un agente patógeno existente, de una infección conocida que

se extiende a una nueva área geográfica o población, ser un agente patógeno no reconocido previamente o una infección o una enfermedad diagnosticada por primera vez con un significativo impacto en la salud humana y animal.

Previamente, tal vez sea de interés tener presente la diferencia entre infección y enfermedad. La primera implica que el agente – supongamos un virus o una bacteria - se ha hospedado en un anfitrión u hospedero el cual no demuestra signos o síntomas de enfermedad. Por el contrario, el individuo enfermo si muestra signos y son estos los que suelen ser motivo de mayor preocupación.

.Las EEyRE reflejan la lucha de los microorganismos por sobrevivir a las “presiones” de múltiples factores entre los cuales cabe mencionar cambios demográficos y globalización, cambios en el uso de la tierra, tecnológicos e industriales, cambio climático, alimentos exóticos, intensificación en el uso de la tierra, uso – no siempre apropiado - de antibióticos e insecticidas, tenencia irresponsable de

animales de compañía y mascotas exóticas, pérdida de biodiversidad, migraciones humanas y de animales, ecoturismo, intensificación de los movimientos internacionales de personas y animales, productos y subproductos de origen animal, migración de microorganismos entre especies por citar algunos, los cuales pueden contribuir a la selección de ciertas mutaciones, adaptaciones y migraciones que permiten proliferar a los microorganismos y, a los no patógenos, adquirir virulencia.

A inicios del siglo XXI se contaba con un listado de más de 1.415 patógenos infecciosos humanos de los cuales, casi dos tercios (61%) eran zoonosis, esto

es, reconocen como reservorio animales, principalmente silvestres, 175 son patógenos emergentes y, de estos, 75% zoonóticos.

Lo anterior implica que hay EEyRE que han afectado solamente a la población humana como ha sido el caso del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) y el cólera; solo a especies animales como sería el caso si en Chile apareciera fiebre aftosa o peste porcina o tener el carácter de enfermedades comunes a los hombres y animales, es decir, zoonosis.

Entre las muchas EEy RE aparecidas en los últimos decenios, a modo de ejemplo a continuación se mencionan

Enfermedades Emergentes y Reemergentes

(EEyRE).

Médico Veterinario,Facultad de Ciencias Pecuarias de la Universidad de Chile

Eduardo Álvarez P.

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algunas de las que han tenido mayor impacto social y económico, figurando por ello con frecuencia en los medios de difusión pública.

El Síndrome de la Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA)

Diagnosticado por primera vez en 1981 en Nueva York y San Francisco, si bien hay estudios que señalan su origen en África Central hacia la década de 1920. Hay dos tipos de retrovirus que producen inmunodeficiencia, siendo el VIH1 el más virulento y extendido, muy semejante al virus de la inmunodeficiencia de los simios, atribuyéndose su paso a los humanos por el consumo de carne de chimpancé.

La Encefalititis Espongiforme Bovina (BSE),

También conocida como la “enfermedad de las vacas locas”. Su modo de transmisión de ovinos a vacunos a través de la cadena alimentaria, registrada en Inglaterra en 1985, sería consecuencia de un cambio fundamental en los procesos de fabricación de harinas para

engorda animal. Dichas harinas contenían una forma alterada de proteína celular denominada prión, causante en mamíferos de un grupo de patologías neurodegenerativas letales y que en ovinos causa la enfermedad del “scrapie”. La importancia económica de la BSE para la

industria derivada de la economía ganadera aumentó enormemente al considerar los riesgos potenciales para el hombre, lo cual se vio confirmado por la muerte de dos adolescentes en 1995 con síntomas de la Enfermedad de Creutzfeld Jacob.

Enfermedades causadas por el Virus Hanta

Existen dos tipos: la Fiebre

Hemorrágica con Síndrome Renal (FHSR) que es del Viejo Mundo, la cual se describe desde la década de 1930 y el Síndrome Cardiopulmonar Renal (SCPR) que es propia del Nuevo Mundo. Esta última, causada por una serie de virus del género Hanta (Virus Sin Nombre, Andes virus,

Laguna Negra, Choclo, entre otros), reconocido por primera vez en 1993, es transmitido por inhalación de saliva, orina o excretas de roedores infectados. En Chile, sus portadores son el Olygartus longicaudatus, (ratón cola larga) y el Akodon olivaceus, siendo el primer caso clínico diagnosticado en 1995, si bien una investigación retrospectiva serológica demostró que existía

desde a lo menos 1993.

Influenza Aviar altamente patógena

La influenza aviar causada por el virus influenza tipo A del cual existen 159 subtipos en función de las combinaciones de 17 diferentes hemoaglutininas (H) y 17 neuroaminidasas (N). Las altamente patógenas corresponden a las combinaciones H5 y H7, siendo en Hong Kong en 1997 identificada la primera asociación del virus H5N1. Sus principales reservorios son las aves silvestres acuáticas, cuyas migraciones estacionales son materia de permanente observación y vigilancia sanitaria tanto por los servicios de salud pública como por los de salud animal.

El Síndrome Hemolítico Urémico

Detectado inicialmente en Alemania, causado por un tipo particular de E.coli, el O104 - Eischerichia coli enterohemorrágico – fue motivo de serias disputas comerciales entre países europeos al atribuirse, inicialmente, al consumo de verduras contaminadas – pepinos

Enfermedades Emergentes y Reemergentes (EEyRE).

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procedentes de España - que producen toxinas que dañan los glóbulos rojos y los riñones.

La Enfermedad viral Chikinguya

Descrita por primera vez en el sur de Tanzania en 1952, transmitida por la picada de mosquitos (Aedes aegypti y Aedes albopictus), también transmisores del virus del dengue. Su nombre en idioma makonde significa “espalda doblada” aludiendo a la postura de los pacientes por el intenso dolor que genera en las articulaciones. En África se mantiene un ciclo selvático entre primates no humanos y mosquitos. A partir de intensos brotes en África (2004) la enfermedad se propagó a Islas del Océano Índico incluido Australia. En el 2007 se diagnostica en Italia y luego en Francia y en el 2013 en América Latina, registrándose en el Caribe, Centroamérica y la mayoría de los países de Sudamérica. En Chile no se ha presentado.

Últimamente se conoce la existencia del Síndrome Respiratorio del Oriente Medio (MERS), corona virus aparentemente de origen

zoonótico detectado en Arabia Saudita (2012) por transmisión desde camellos al hombre y entre humanos por estrecho contacto entre ellos, siendo diagnosticado en más de una veintena de países, tales como Corea del Sur, Irán, Jordania, Algeria, Austria, China, Egipto, Francia, Grecia, Italia, Turquía, Inglaterra y Estados Unidos.

Sin duda las EEyRE seguirán presentándose y prevenirlas y controlarlas requiere la integración de redes nacionales e internacionales de vigilancia epidemiológica con participación de muy diferentes actores entre otros los servicios de salud pública, salud animal y medio ambiente y un fuerte componente comunitario.

En ese contexto desde mediados de los años 80 y especialmente en los últimos quinquenios se ha retomado y promovido el concepto de Una Salud, cuya implementación lamentablemente ha sido muy limitada. Al menos en nuestro medio.

Asimismo, el 23 de mayo de 2005, durante la 58º la Asamblea Mundial de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 193

países – incluido Chile, adoptaron una resolución aprobando la nueva versión del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) que cambia el paradigma que regía anteriormente, estableciendo nuevos enfoques para la prevención, control y eliminación de los llamados Eventos de Salud Pública de Importancia Internacional, ESPII, cuando ellos puedan tener graves repercusiones para la salud pública, son inusitados o

imprevistos, conllevan un riesgo significativo de propagación internacional y/o constituyan un riesgo de restricción internacional a los viajes y al comercio.

Indudablemente que le corresponde a la medicina veterinaria y a los médicos veterinarios jugar un papel protagónico en la detección rápida y respuesta oportuna ante el riesgo y presencia de las EEyRE.

http://www.colmevet.cl

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Presidenta del Colegio MédicoVeterinario de Chile

Patricia Escárate Cortés

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Para cualquier ser humano, sesenta años de vida es un momento

importante para reflexionar sobre los caminos y sendas recorridas, los principales compañeros de viaje, los aciertos y los errores y más importantemente sobre los desafíos futuros. Es por así decirlo un momento para construir el futuro sobre la base de las experiencias pasadas. Esa misma lógica aplica para nuestra profesión y para nuestro colegio profesional, al cumplirse 60 años del Colegio Médico Veterinario.

En primer lugar, y muy por el contrario a lo que la gran mayoría de las personas cree, el ámbito de desempeño de los médicos veterinarios es muy amplio. A

partir del establecimiento de nuestra profesión en el año 1928, hemos contribuido fuertemente al desarrollo de nuestra república. Desde la aplicación de procedimientos de erradicación de enfermedades animales y humanas, la generación de vacunas, la creación de instituciones y desarrollo de políticas públicas, el origen y desarrollo de las ciencias ecológicas, la participación en foros multilaterales ambientales, la provisión de alimentos de calidad para la comunidad, entre muchas y muy variadas importantes tareas, médicos veterinarios han sido pioneros y ejes estructurales en dichos procesos.

Citar nombres sería difícil, y potencialmente ingrato, ya que son muchos quienes han contribuido en estas tareas, por lo que más que los actores y actrices preferimos, por esta vez, recordar sus obras y legado, colectivamente, a nivel nacional y especialmente gremial.

Durante ese recorrido, y por extensión en los 60 años de existencia de nuestra orden, a partir de su creación en 1955, los enfoques de nuestra profesión han ido variando, respondiendo en gran medida a los requerimientos establecidos por la sociedad. Desde miradas más orientadas hacia la salud pública, pasando por aproximaciones más productivistas o de desarrollo

tecnológico, los temas abordados por los médicos veterinarios han sido múltiples y muy variados, contrastando la percepción que la comunidad tiene sobre nuestra profesión.

En la actualidad, sesenta por ciento o más de las enfermedades emergentes y reemergentes son de naturaleza zoonótica, lo que sumado al reconocimiento existente entre las interacciones entre el medio ambiente, la salud animal y la salud humana, han determinado la generación de un nuevo paradigma sanitario “Una Salud” (One Health). Lo anterior nos llama a integrar esos conceptos en nuestra práctica cotidiana y reflexionar sobre los desafíos que tanto

60 años delColegio Médico Veterinario

de Chile A.G.

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profesional como gremialmente enfrentaremos en los años por venir.

En el contexto anterior, dichos desafíos se encuentran en distintos niveles, entre los que se incluye, abordar temas de interés nacional, de naturaleza profesional y también otros relacionados con el ámbito gremial.

Entre los primeros, a nivel nacional, resulta de la mayor importancia abordar temas clave tales como la contaminación, fragmentación de hábitat, introducción de especies exóticas y cambio climático, los que tienen un efecto directo en la pérdida de biodiversidad en el país, expresada como la afectación o menoscabo significativo de especies de fauna terrestre y marina.

Lo anterior tiene un claro correlato en la generación y aplicación de políticas públicas que den cuenta de estos temas. En ambos casos la medicina veterinaria tiene un rol clave a desempeñar.

Una de sus principales aspiraciones es ser reconocidos como profesionales de la salud, dado que en la actualidad los

médicos veterinarios constituyen un elemento crítico en la estructura de los sistemas de gestión sanitaria y de higiene alimentaria de todos los países, además tienen una importante participación en el comercio internacional de insumos pecuarios.

Otra de las demandas gremiales dice relación con el uso de forma expedita de medicamentos psicotrópicos y estupefacientes, las restricciones y falta de fluidez al acceso de estos fármacos atenta contra el efectivo y eficaz ejercicio de la práctica clínica veterinaria especialmente en especies menores y equinos, imprescindibles para el tratamiento de ciertas patologías.

A nivel profesional, existen diversas dimensiones, donde resulta de la mayor importancia que los médicos veterinarios incorporen en su formación nuevas herramientas, orientadas a dar cuenta de las necesidades imperantes. A modo de ejemplo, se debe incorporar en la formación de los futuros veterinarios herramientas tecnológicas para su aplicación en el ejercicio cotidiano. A nivel práctico, se debe retomar temas

relacionados con medioambiente y los impactos sobre éste, área nacida en el país al alero del ejercicio profesional de connotados representantes de nuestra profesión, entre muchas otras. Lo anterior requiere una reflexión por parte de nuestra profesión para definir nuevos derroteros y sus formas de abordaje.

Otra de nuestras preocupaciones es relacionarnos con los estudiantes de todas las Universidades, para lo cual hemos establecido vínculos con ANEVET (Asociación Nacional de Estudiantes de Medicina Veterinaria) y en general con todas aquellas Universidades que han requerido de nuestra participación.

Finalmente, pero no menos importante, a nivel gremial, se debe abordar el excesivo crecimiento de escuelas de medicina veterinaria en el país, que no se condice con las oportunidades laborales; la calidad de la formación recibida en ellas por nuestros futuros profesionales; y la certificación de especialistas, entre otros aspectos, que ya estamos desarrollando. Además,

fortaleceremos a la vez que facilitaremos los mecanismos que permitan colegiarse y participar de esta forma, activamente, de los destinos de nuestra profesión.

Relacionado con lo anterior y como desafíos futuros, el Colegio de Médico Veterinario aboga por la colegiatura obligatoria de los profesionales, entendiendo que esto contribuye a la consolidación de la profesión y a fortalecerla para poder influir en las políticas públicas que nos competen.

Todo lo expuesto permitirá que honremos a quienes nos precedieron en la conformación de nuestro colegio profesional hace ya 60 años, así como cumplir con los objetivos de su creación, fundamentalmente en lo que dice relación con promover el perfeccionamiento profesional, ético y científico de sus miembros, así como velar por el desarrollo de las ciencias médico veterinarias y por el prestigio y prerrogativas de la profesión de Médico Veterinario.

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En el presente ensayo se revisarán los conceptos de

normalidad-anormalidad y salud-enfermedad en base al capítulo 2: “Fundamentos de los conceptos Norma l idad -Anorma l idad , Salud-Enfermedad” del libro Psicopatología Y Semiología Psiquiátrica de Ricardo Capponi.

En el afán de encontrar una norma o regla, el hombre ha buscado diversos parámetros para cimentar y validar sus criterios.

Los conceptos de normalidad/anormalidad son un invento humano para facilitarle, mediante un juicio valorativo

(mejor-peor / bueno-malo), la elección de acciones frente a un determinado fenómeno. Permiten discriminar según los parámetros de bienestar con que cuenta un individuo que se traducen en un constante deseo de “lo mejor para”.

Sin embargo está efectuado en base a la norma vigente en la época, considerando anormal a quien no es como todos, no corresponde al promedio, a la medida “impuesta”.

De este modo el juicio ético se transforma en un mecanismo de aceptación o rechazo frente a diversos fenómenos mediante

su valorización. Lo que permite categorizar el evento para tomar decisiones, comprometiendo el accionar de quien emite el juicio.

Normalidad: Un Juicio Los conceptos de

normalidad/anormalidad no pueden ser aplicados sin un contexto.

Están condicionados al momento cultural de la civilización de quien emite el juicio y de su deseo latente de “lo beneficioso o bueno”.

Por ejemplo, hacia fines de la edad media, la explicación del orden natural estaba impuesto por dios y era incuestionable, lo normal era el orden divino. Lo bueno era dios y lo malo el diablo.

La enfermedad era castigo divino y los trastornos psicológicos eran ocasionados por el diablo.

Lo NormalLos conceptos de

normalidad-anormalidad, salud-enfermedad en la praxis han sido vitales para la sobrevivencia de los grupos humanos a lo largo de la historia del hombre. Estos han ido cambiando según los elementos ambientales que le permiten al ser humano formar un juicio personal y colectivo de su realidad, condiciones alojadas principalmente en la cultura de la época que experimentan los integrantes de esa sociedad. De este modo la discriminación de quienes no son “compatibles”

Normalidad-Anormalidad,Salud-Enfermedad

Estudiante de Medicina Veterinaria, Universidad de Chile

Felipe Cerpa Á.

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con el modo de vida adoptado por cierta cultura, resulta funcional para su continuidad.

Frente a esto surge la siguiente pregunta ¿se puede juzgar sobre quien es normal y quien es anormal? La respuesta es sí y lo hacemos todo el tiempo.

Cada uno de nosotros tiene un parámetro de normalidad, que está conformado por múltiples factores relacionados entre sí con el hilo conductor del marco cultural en que vivimos. Para cada uno, su normalidad tiene una funcionalidad o utilidad que podría explicar su conducta. En términos simples y desde una visión subjetiva, lo que yo no haría, para mí es anormal. Aquí radica la maravillosa variedad de gustos, personalidades y visiones de la vida que otorga la elaboración de un juicio de

normalidad para cada individuo.Debo acotar que me parece

muy gracioso que el mismo acto de elaborar y comunicar un juicio produce en el enjuiciado un cuestionamiento casi automático, dependiendo de la significancia o el valor emocional relativo que tiene para este, quien lo enjuicia. El mismo acto de enjuiciar es enjuiciable.

Ahora bien, esa oportunidad aparentemente inherente al ser humano de formar un juicio para “ver el mundo con sus propios ojos” no es puramente interpretación y subjetividad individual, ya que está condicionada a su vez, por los juicios de normalidad de los otros integrantes (significativos o influyentes) de su círculo social.

Desde un punto de vista parental o tutorial, quien guía

y orienta a un nuevo individuo social induciéndole las normas conductuales y funcionales para sobrevivir adecuadamente en un cierto contexto sociocultural, deberían ser los padres. Que en este caso significarían experiencia y aprendizaje acumulado que mediante la enseñanza pueden trascender en un ser distinto a ellos, entregándole herramientas para su desenvolvimiento “normal” (adecuado y funcional) en “la vida que le tocó vivir”. Norma que a su vez, tuvieron que aprender de otros o según su propio empirismo por “los embates de la vida”.

De este modo y en relación a la relatividad de la norma, concuerdo que el “comportamiento anormal es sólo aquel que se desvía de la norma de una cierta cultura, en un

momento histórico dado”, pero le agregaría que está fuertemente condicionado por los parámetros de normalidad que posean quienes los anteceden (son mayores y ya han aprendido) y educan (interactúan de manera tal, que el individuo aprende activa o pasivamente su norma).

Es decir, inculcan la norma de la cultura en que están inmersos, condicionando la conducta funcional básica del individuo para insertarse posteriormente a la sociedad. Desde la enseñanza de los valores, para contribuir a formar la ética del individuo y este a su vez tendrá herramientas para juzgar “lo bueno” y “lo malo”.

Normalidad/Anormalidad Relativa a la Cultura

Según la definición

Normalidad-Anormalidad, Salud-Enfermedad

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entregada desde el punto de vista de la psiquiatría transcultural podemos desprender que: “el concepto de normal sería una variante del concepto de bueno, y una acción buena es aquella que es aprobada por la colectividad, de acuerdo a sus consecuencias, creencias e ideales”. Aquí (a mi entender) se expresa con claridad la relación entre los individuos como seres sociales (que componen una cultura) y cómo sus criterios están condicionados en base a una norma funcional (cultural) para las condiciones (recursos) que disponen y hacen viable su sobrevivencia.

Sin embargo, esta definición adscribirse al concepto de norma estadística, consideraría anormales a todos los individuos que están en los extremos de la distribución normal (escapan del promedio). Asumiendo que lo más frecuente debiese ser lo más adecuado/aceptado para cada cultura.

Al ceñir los parámetros de normalidad individual a una determinada cultura, evidentemente resultarán anormales fenómenos que son normales en otra, esto, a mi entender, es el enfoque más

empático. Esto aparentemente permite

clasificar a los individuos más objetivamente (puesto que los restringe a los patrones conductuales de una determinada cultura), pero las limitantes implícitas que tiene relativizar la norma sólo con criterios internos de la cultura o condiciones de vida de las personas es un problema al considerar que la norma es lo más aceptado o “mejor”.

A modo personal, me resulta casi imposible aceptar ciertas conductas normales de diversas culturas, puesto que mi matriz valórica está constantemente juzgando las cosas, y si bien, puedo “entender” los por qué o para qué de algunas conductas, no las adoptaría como propias (normales).

Entender no es lo mismo que aceptar o sentir.

De este modo, concuerdo con la visión de la antropología cultural de evaluar a los sujetos en relación a su ambiente, donde “se reconoce el error de quien pretende enjuiciar otra civilización con los criterios de la suya propia. El relativismo

étnico plantea que no existe una cultura superior a otra, cada una de las cuales tiene su sentido y coherencia interna”. Evaluando cada cultura como una entidad autónoma respecto de otras, a pesar de las limitantes inherentes a este enfoque.

Según lo anteriormente expuesto, podría aventurarme con una definición de normalidad como un estado funcional de un individuo, que se enmarca en parámetros adoptados por los integrantes de una cultura. En un ambiente social (sometido a juicios de valor) sería algo esperable para el funcionamiento colectivo congruente.

EnfermedadConsidero que la acepción

de Cuzzolaro es integradora y me gusta desde el punto de vista médico, puesto que al considerar “sustituciones de órdenes naturales” entre el estado de sano y enfermo donde el enfermo es inferior o menos deseado que la condición de sanidad.

El hecho que la enfermedad esté regida por las leyes de la biología y su interacción con el ambiente me hace mucho sentido con las aseveraciones de este

autor también.Sin embargo, el enfermo

eventualmente también es considerado anormal, asumiendo que un enfermo tendría “menos valor biológico” o sería una condición no deseada. Cito: “El tumor, el infarto, la locura, no son una transgresión a las normas naturales del hombre, sino desilusiones de sus deseos”.

Observaciones sobre la normalidad occidental

Considero que el actual marco ético y filosófico que rige nuestra cultura occidental sustentada en el modelo económico del neoliberalismo, está en crisis y su propia normalidad está cambiando hacia un paradigma donde lo normal sea considerar otros participantes en el impacto de nuestras acciones y no meramente las consecuencias individuales que esto conlleva.

Hans Jonas, filósofo Alemán, creador de la ética de la responsabilidad, le agrega (a mi entender) un factor que estaba desconsiderado en la valoración ética del quehacer humano, el medio ambiente.

La acción del hombre sobre

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la naturaleza y el impacto que conlleva sobre el uso y abuso (dominio) del medio ambiente, está regida por líneas éticas centradas en la moralidad de la sociedad industrializada que se sustenta en las siguientes premisas:1) La condición humana, resultante de la naturaleza del hombre y de las cosas, permanecía fundamentalmente inmutable para siempre.2) Con base en ese presupuesto, se podía determinar con claridad y sin dificultad el bien humano.3) El alcance de la acción humana y de su consecuente responsabilidad estaba perfectamente delimitado.

Esto se traduce prácticamente en que “todo bien o mal que su capacidad inventiva pudiera proporcionar, se encontraba siempre dentro de los límites de la acción del ser humano, sin afectar la naturaleza de las cosas extrahumanas.”

La ética tenía que ver con el aquí y ahora. A cambio de los

antiguos imperativos éticos, entre los cuales el imperativo kantiano (deontológico) constituye el parámetro ejemplar “Actúa de tal modo que el principio de tu acción se transforme en una ley universal”, Jonas parafraseando a Kant propone: “Actúa de tal modo que los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana auténtica”, o expresándolo de modo negativo: “No pongas en peligro la continuidad indefinida de la humanidad en la Tierra”.

Esto lo explican por la pérdida en el objetivismo científico, en el cual se genera conocimiento técnico pero ajeno a la subjetividad humana. “El humano se volvió ciego a la marcha de la propia ciencia, pues la ciencia no puede conocerse, no puede autoanalizarse, con los métodos que dispone hoy en día”.

Se genera conocimiento científico en pos del poder, los sujetos quedan privados de libertad en provecho de un determinismo.

En síntesis la creencia de que con la ciencia se puede prescindir de los valores, lo que entonces pasa a ser, paradójicamente, el nuevo sistema de valores. La sociedad se olvidó de considerar que la técnica es autónoma con relación a la moral, a la cual no sólo no le debe atención, sino que no soporta ningún tipo de juicio moral.

Finalmente me gustaría dejar un mensaje “La responsabilidad del ser humano consigo mismo es indisociable de la que debe tenerse en relación con todos los demás. Se trata de una solidaridad que lo conecta a todos los hombres y a la naturaleza que lo rodea”.

ConclusiónEl ser humano como ser

racional, emocional y gregario ha tenido que identificar, clasificar y enjuiciar los diversos actores que componen e integran su ambiente para permitirle vivir con un nivel de funcionalidad acorde a su propia noción de la realidad. Esa “normalidad relativa” puede ser juzgada cuando es vista en un contexto colectivo o social y en un momento histórico determinado.

Por lo tanto no es posible establecer un estándar único para discernir si una persona es normal o anormal, ya que está sujeto a la subjetividad de quien emite el juicio y lo que finalmente este considere apto o no.

Sin embargo no debemos confundir la normalidad con la funcionalidad, puesto que acciones o condiciones anormales para un contexto pueden ser perfectamente funcionales si le prestan utilidad a quien las realiza.

1.- DE SIQUEIRA, J. 2001. EL

PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD

DE HANS JONAS. Acta bioeth.

[online]. vol.7, n.2, pp. 277-285.

ISSN 1726-569X.

2.- CAPPONI, R. 2006. Fundamentos

de los conceptos normalidad-

anormalidad, salud-enfermedad.

In: Psicopatología Y Semiología

Psiquiátrica. Editorial Universitaria.

Santiago, Chile. pp. 17-39

Bibliografía Consultada

Normalidad-Anormalidad, Salud-Enfermedad

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El Colegio Médico Veterinario de Chile celebró sus 60 años en grande, el evento contó con la presencia del Subsecretario de Agricultura Dr. Claudio Ternicier, la presidenta de nuestro colegio Dra. Patricia Escárate, decanos y directores de Escuelas de Medicina Veterinaria de Chile.

En la ocasión se premiaron a destacados profesionales por su reconocida trayectoria a nivel nacional e internacional como la Dra. Carmen Gallo, como también a los profesionales que cumplieron 30, 40 y 50 años de carrera, y a los mejores titulados de cada casa de estudios.

SocialesColmeVet

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Santiago

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Sociales

Los consejos regionales también realizaron diversas actividades durante todo el 2015.A continuación va un resumen en imágenes de Chillán, Concepción, Temuco y Valdivia.

Chillán

Concepción

Temuco

Valdivia

ColmeVet en Regiones

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