Revista Centro de Estudios Sociales Techo Para Chile 9

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    Director CIS

    Jorge Atria

    Equipo Publicacin

    Constanza Cassanello

    Jorge Atria

    Manuel Ars

    Ruth Fernndez

    Colaboradores

    Javiera Jaln

    Sergio Ledezma

    Gonzalo Vial

    Diseo Grco

    Macarena Corts M.

    INDICE

    www.untechoparachile.cl/[email protected]

    Editorial 1

    Investigacin 2

    Dinmica de la pobreza en campamentosde la Regin MetropolitanaPor Nicols Mardones

    Artculo 12

    Acceso a salud en dierentes sectores de la capital

    Entrevista 16

    Mario Marcel,Economista y ex Director de la Direccin de Presupuestos

    Investigacin 21

    Casa propia: Vida nueva?Evaluacin de la calidad de vida en viviendas socialesPor Juan Cristbal Hermosilla y Constanza Santelices

    Historias de Latinoamrica 33

    Una vieja historia convertida en una nueva realidad

    Ctedra 36

    Chile 2010: La agenda social hacia el Bicentenario

    Investigacin 44

    Identicando discriminacin en el mercado laboralPor Claudia Sanhueza

    Seminario 48

    Quines manejan Chile?

    Tertulias 55

    Gonzalo Arroyo S.J.La e en Chile:Mirando el uturo con optimismo

    Jos Miguel InsulzaCrecimiento econmico e integracin regional:Pasos necesarios para superar la pobreza

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    EDITORIAL

    Diez aos han pasado desde que un grupo de jvenes que participaba en misiones uni-versitarias trabaj en el levantamiento de una mediagua que servira de capilla para una

    localidad. Y diez aos han pasado desde que esos mismos jvenes se dieron cuenta deque una mediagua, construida junto a los mismos pobladores, poda servir de un hogarde emergencia para amilias en situacin de extrema pobreza.Estamos a mitad de 2007, con el Bicentenario de la patria rente a nosotros, y podemosdecir que lo que hoy somos, una dcada despus, se debe al ruto de mucho trabajo,al compromiso y la motivacin de miles de jvenes voluntarios, innitas enseanzas ytambin algunos tropiezos, se debe a la refexin y discusin de las polticas pblicasenocadas a los sectores ms pobres de nuestro paspero sin duda el sello que ha ca-racterizado nuestra labor ha sido que no hemos trabajado por separado. Los habitantesde los campamentos han sido el motivo de todos nuestros esuerzos y los protagonistasde este cambio social. Junto a ellos hemos sido capaces de compartir experiencias, de

    criticarse y criticar, de construir una identidad de grupo, de mantener un sueo comn.Creemos que la sociedad civil en su conjunto puede ser gestora de sus propios cambios,y que para eso es undamental que se busquen las instancias de participacin que per-mitan expresar las ideas, proponer, exigir derechos y llevar a cabo sus deberes. Y es poreso que es esencial que la gente que vive en la extrema pobreza se manieste, se lesconsidere una voz validada dentro de la sociedad, que tiene la obligacin de exigir tantocomo de ser exigida, que est capacitada para representarse ante los dems sectores yexponer sus ideas, puntos de vista e inquietudes. Un gran ejemplo de esto es la Corpora-cin de Dirigentes de Campamentos Tambin Somos Chilenos.Muchas de las polticas pblicas van enocadas a mejorar la calidad de vida de los po-bladores, razn que hace imperante que su criterio y opinin sea considerada tras la

    gestacin de stas. Y la nica orma de lograr estos objetivos es que sus beneciados, laspersonas ms pobres de nuestro pas, se sientan parte de esto, se les den espacios, noseduquen y nos abran los ojos a su realidad.Este nmero incluye artculos e investigaciones que dan cuenta de que s es posible ge-nerar instancias de opinin y participacin donde los pobladores de campamentos, comointegrantes de la sociedad civil, puedan debatir, escuchar, ser escuchados, y compartirtemas en comn a otros sectores. El VII Seminario del Centro de Investigacin SocialQuines manejan Chile? se transorm en uno de estos espacios, en el que actores dedistintos sectores debatieron en torno a los poderes cticos en el pas, la orma de ejer-cer sus infuencias y la real participacin de la sociedad civil en la toma de decisiones. Porotra parte, en una de las investigaciones publicadas, los propios beneciarios de vivien-

    das sociales evalan su calidad de vida en sus nuevas casas. Siguiendo la misma lnea,el aniversario de la canonizacin de San Alberto Hurtado tom una orma de celebracinmuy especial: estudiantes de educacin superior y pobladores participaron juntos deuna clase universitaria donde, adems de intercambiar conocimientos, se cuestionaron laresponsabilidad que le cabe a las universidades de construir un pas ms justo, donde lasoportunidades sean iguales para todos.La participacin como medio y la voz del otro Chile como n. Esperamos que esta revistase entienda, simblicamente, como una reivindicacin acadmica de ello.

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    investigacin

    Es sabido que existe una porcin de amilias que per-manecen en un nico estado con el paso del tiempo;quienes nunca son pobres a lo largo de su ciclo vital ylos que lo son siempre. Sin embargo, entre estos casospolares, hay un grupo de personas que oscila permanen-temente entre estados de pobreza y bienestar. Es estaporcin dinmica la que se quiere estudiar, y para ello seplantea recopilar inormacin mediante muestreos espo-

    rdicos a lo largo del tiempo. El contexto de este estudiose presenta como la primera etapa de un estudio panel,encargado por el Centro de Investigacin Social (CIS) dela Fundacin Un Techo para Chile. Esta primera etapaconsisti en la generacin de una base de datos que per-mita la realizacin de este estudio panel, as como tam-bin conocer la situacin actual de las amilias que vivenen campamentos.La metodologa utilizada en esta investigacin ue decarcter cuantitativo, realizndose la recoleccin de la

    inormacin por medio de una encuesta aplicada a unamuestra representativa de amilias que viven en los cam-pamentos de la Regin Metropolitana. A partir de unaoperacionalizacin de variables se construy un cuestio-nario con ocho mdulos, uno para cada dimensin de-nida en el enoque de Vulnerabilidad Social adoptado porla investigacin.

    VULNERABILIDAD SOCIAL

    El problema de la pobreza y las estrategias para su supe-racin no son tema nuevo en la agenda econmica, socialo poltica, tanto a nivel nacional como internacional.Muchos especialistas coinciden respecto a que la pobrezaes un enmeno complejo y multidimensional, en lascausas que la generan y en los eectos que produce.El enoque de la Vulnerabilidad Social surge de la necesi-

    DINMICA DE LA POBREZA ENCAMPAMENTOS DE LA REGIN

    METROPOLITANA

    Nicols Mardones Ingeniero Civil Industrial, Universidad Los Andes

    Este trabajo de investigacin intenta responder cules son lascaractersticas y actores que explican la dinmica de la pobrezaen campamentos de la Regin Metropolitana. Para esto, se denela pobreza bajo el enoque de Vulnerabilidad Social, que consideraa la pobreza como un enmeno dinmico, compuesto por dimen-siones como el capital humano, sico, cultural, social y de trabajo.En este artculo se muestran los resultados ms importantes delestudio Dinmica de la Pobreza en Campamentos del ao 2006.

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    dad de ampliar la mirada sobre el problema de la pobrezaen nuestra sociedad. Tal como se desprende de lo sea-lado por Kaztman, los esquemas conceptuales basadosen el ingreso y en las necesidades bsicas insatisechasson insucientes para dar cuenta de la heterogeneidadde la pobreza, siendo necesario construir un mtododistinto de aquellos que ya existen para comprender demejor orma esta realidad.El enoque de Vulnerabilidad Social se presenta como res-puesta a esta necesidad, ya que la mayora de las polticaspblicas, si bien logran aportar un alivio rpido y necesa-rio a las situaciones dramticas, tienden a actuar sobrelos sntomas ms que sobre las causas del problema, alno potenciar capacidades de las amilias pobres y man-tenerse orientadas a polticas subsidiarias para satisa-cer carencias materiales, alimenticias u otras similares,no logrando un modo autnomo sostenido de ayuda alos hogares, que se prolongue en el tiempo y permita lasuperacin real del estado en el que se encuentran.

    Este enoque, segn el doctor en sociologa GuillermoWormald en su trabajo de 2002, analiza el problema dela pobreza segn una realidad ms compleja, que se rela-ciona con las consecuencias que tiene el uncionamientodel sistema econmico y social, sobre las oportunida-des de integracin al empleo y al bienestar social de losdierentes segmentos sociales, especialmente de los mspobres. De esta manera, analizar la pobreza segn esteenoque implica analizar las oportunidades que brindanel mercado, el Estado y la sociedad. Para analizar estasoportunidades es necesario ver las potencialidades,estrategias y limitaciones que tengan los hogares paraconvertir estos recursos en activos, para nalmente uti-

    lizar estos activos rente a las oertas de oportunidadesque brinden el mercado, el Estado y la sociedad.El enoque de Vulnerabilidad Social nos entrega dos ideascentrales para el desarrollo de nuestra investigacin:1. Este enoque reconoce el enmeno de la pobreza comoun proceso dinmico, que se da en un espacio y tiempo.2. La pobreza sera ms que una simple situacin decarencia material, es una condicin dinmica de vulne-rabilidad social.A continuacin, deniremos algunos de los elemen-tos principales que tiene el concepto de VulnerabilidadSocial:

    i) Activos: se entiende como activo al conjunto derecursos, materiales e inmateriales, sobre los cuales losindividuos y los hogares poseen control, y cuya movili-zacin permite mejorar su situacin de bienestar, evitarel deterioro de sus condiciones de vida, o bien disminuirsu vulnerabilidad1. De esta manera se puede hacer unasubdivisin de activos:

    a) Capital sico:dentro de este capital se distingueel capital nanciero y el sico. El nanciero se reere arecursos como los ahorros monetarios, rentas y accesoa crditos. El capital sico propiamente tal, se reere abienes materiales como la vivienda, animales, maquina-rias y medios de transporte.b) Capital humano:tiene dos dimensiones, a nivel indi-vidual y a nivel de los hogares. En la primera, podemosencontrar una serie de atributos que los caracteriza, talescomo: el estado de salud, las calicaciones, destrezas yhabilidades, como tambin algunos contenidos mentalestales como motivaciones, creencias y actitudes.c) Capital cultural:todo lo que tiene que ver con lascalicaciones intelectuales, ttulos acadmicos, aquelque se lleva en el cuerpo, aquellos que son presencia-les (obras de arte). Algunos actores que infuyen son:escolaridad de la madre y padre, nivel socioeconmico,grado de participacin de los padres en el proceso deescolaridad, relacin con sus pares y proesores dentro

    de la sala de clases, participacin de los proesores, etc.El capital cultural est directamente relacionado con laeducacin. Otra denicin ms simple de capital culturalpuede ser todo el conocimiento relacionado con lo arts-tico y cientco.d) Capital social:como ya lo vimos anteriormente, estecapital se reere al agregado de los recursos reales opotenciales ligados a la posesin de una red durable derelaciones ms o menos institucionalizadas de reconoci-mientos mutuos2.

    ii) Estructura de oportunidades: se dene comola probabilidad de acceso a bienes, servicios o activi-

    dades que inciden sobre el bienestar del hogar, porqueles acilitan el uso de recursos propios o les suministranrecursos nuevos, tiles para la movilidad e integracinsocial a travs de los canales existentes.Los principales oerentes de estas oportunidades son:el mercado, con la integracin por medio del trabajo; elEstado, por medio de oertas de salud, educacin, previ-sin y seguridad social; y la sociedad, oreciendo capitalsocial comunitario.Si bien se puede observar una disminucin considerableen los ltimos aos, tenemos una enorme cantidad depersonas que viven en campamentos. Segn el catastrohecho por Un Techo para Chile el ao 2007, actualmente

    existen en Chile 533 campamentos donde viven 28.578amilias, de las cuales en la Regin Metropolitana, dondese basa nuestro estudio, existen 122 campamentos conun total de 5.599 amilias. Observamos tambin queun 98,7% de los campamentos no tiene acceso a la redpblica de alcantarillado y slo posee principalmentehoyo negro y en menos proporcin osa sptica. Con

    1 Notas sobre la medicin de vulnerabilidad social, Rubn Kaztman.

    2 Capital cultural, escuela y espacio social, Pierre Bourdieu.

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    investigacin

    respecto al agua potable, se puede sealar que del totalde campamentos en Chile, slo un 30,6% tiene accesoa travs de la red pblica, el resto del porcentaje tieneacceso por medio de camiones aljibe o de otra orma irre-gular. Al analizar el acceso a energa elctrica, un 50,5%de los campamentos no tiene acceso a este serviciobsico. Todos estos datos son relevantes si se consideraque un deciente sistema de alcantarillado trae consigocondiciones higinicas decientes, pudiendo infuir en lasalud de las personas.Existe tambin una discriminacin presente prove-niente de las clases sociales superiores y adems desdeel mismo mundo de la pobreza, que tiende a excluir alas personas que viven o provienen de campamentos,generando principios de dierenciacin dentro de estemundo, observando a estas personas como individuosineriores o peligrosos. Existen pruebas de estudios quearman que la mayora de las personas que provienende asentamientos precarios se sienten discriminadas

    cuando llegan a las villas a las cuales han sido destina-das (Del Campo et al, 2003). En ese mismo estudio seseala tambin que no existe, o es muy bajo, el controlsocial donde viven amilias erradicadas, lo cual los llevaa la creacin de pandillas, peleas y rias, alcoholismo,drogadiccin y narcotrco en las calles, a dierenciade lo que ocurre en los campamentos, dado el mayorcontrol que la misma comunidad en stos ejerce, ya queen los campamentos se observan mayores niveles desolidaridad y control social. Lo anterior, la solidaridad ycontrol social, pueden ser vistos como un activo segnla vulnerabilidad, pero hay que tener cuidado, ya quetambin puede tener un sentido negativo si se mira de la

    orma en que trae un capital social deciente, ya que setiene un crculo muy pequeo y cerrado.A pesar que en los ltimos aos se ha reducido conside-rablemente la pobreza, llegando a un 13,7%, se puede

    deducir que casi uno de cada siete chilenos sigue siendopobre. Es por esto que estn pendientes muchos desa-os a nivel de pas rente a esta gran problemtica.

    METODOLOGA

    Se dise un estudio de tipo panel que observa la situa-cin de las amilias en dierentes momentos del tiempo,observando as la evolucin de la situacin amiliar, paradescribir y explicar los principales actores que aectan ala dinmica de la pobreza. Este artculo est reerido sloa la primera aplicacin del instrumento, por lo que en unprincipio slo tiene un objetivo descriptivo.Se aplic un cuestionario con 80 preguntas cerradas,aplicada a una muestra probabilstica y representativade los hogares de los campamentos de la Regin Metro-politana. En lo que se reere al diseo muestral, pode-mos decir que ue de carcter bietpico. La primera

    etapa const de un muestreo estraticado, generandodos grupos de campamentos: los que s tienen proyectode vivienda y los que no lo tienen. En la segunda etapase generaron tres grupos segn el tamao del campa-mento, considerndose como microcampamentos losque tienen menos de 20 amilias; campamentos media-nos, entre 21 y 100 amilias; y macrocampamentos losque tienen 101 amilias y ms. As se obtuvieron seissubdivisiones, donde se analiz segn porcentajes derepresentacin en la poblacin y se asign una muestrapara cada una de ellas. Luego se eligieron aleatoriamentedos campamentos por subdivisin, y se asignaron lasencuestas correspondientes a la representatividad que

    esa subdivisin tenga en el total de campamentos de laRegin Metropolitana. Una vez en terreno se seleccio-naban hogares de manera aleatoria. Los campamentosseleccionados ueron:

    NOMBRE COMUNA PROYECTO TAMAO

    Esuerzo (Cordillera) Puente Alto con micro

    El Badn Lampa con micro

    El Guerrillero (ex poema 20) Huechuraba sin micro

    El Arrayn Lo Barnechea sin micro

    Parcela 4 Renca con mediano

    Cerro la ballena Puente Alto con mediano

    Jess obrero II (Jorge Inostroza) Huechuraba sin mediano

    Emergencia I San Jos de Maipo sin mediano

    Transitorio Lo Barnechea con macro

    Los Areneros Puente Alto con macro

    Villa el Estero Lampa sin macro

    San Francisco San Bernardo sin macro

    CAMPAMENTOS SELECCIONADOS

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    Para calcular la muestra se utilizo una rmula3 de pobla-ciones nitas y se obtuvo un total de 361 encuestas. Seconsider un universo de 6.000 amilias4 y un error aso-ciado del 5%.

    RESULTADOS

    A continuacin se presentan los principales resultadosde esta investigacin:

    Descripcin de la muestra

    El promedio de edad de los jees de hogar de los cam-pamentos de la Regin Metropolitana es de 38,5 aos,cira que se puede comparar con los 48 aos de prome-dio segn la encuesta CASEN 2003 para la Regin Metro-politana. Este resultado da una pequea visin acerca

    de que en los campamentos existe una precocidad en laindependencia dentro de las amilias.Con respecto al estado civil de los mayores de 18 aosque habita en campamentos, un 44,3% de ellos son convi-vientes. Un 26,1% son casados, un 20,6% solteros, un 6,9%separados, un 1,9% viudos y slo un 0,1% es anulado.Del total de mayores de 18 aos en los campamentos dela Regin Metropolitana, slo un 16,6% ha terminado sueducacin media. Un 55% termin su educacin bsica,mientras un 41,6% no complet la educacin bsica,siendo un 5% de los habitantes de campamentos mayo-res de 18 aos quienes no ingresaron nunca al sistemaormal de educacin. Estos datos pueden ser comparados

    con los resultados obtenidos por la encuesta CASEN delao 2003, y se puede ver la real magnitud de la precarie-dad en los campamentos. Segn la encuesta CASEN, enla Regin Metropolitana un 48,7% de los mayores de 18aos ha terminado su enseanza media y solamente un29,5% del total no alcanz a llegar a la educacin media.

    Antigedad en el campamento

    El promedio obtenido ue de 8,6 aos, cira que nos dicemuchas cosas. Por una parte resulta sorprendente, yaque se ha considerado insistentemente a los campamen-

    tos como una realidad intermedia o de trnsito haciauna solucin habitacional y social denitiva. Este datoentonces se contradice a la condicin de transitoriedad

    que tengan los campamentos. Otro dato importantede este resultado es que existiendo campamentos quetienen ms de 50 aos de existencia y habiendo un pro-medio de 8,6 aos de antigedad, se puede deducir queel campamento es un constante, pero sus habitantes sonuna variable, puesto que un promedio de antigedad esmenor al de la edad de muchos campamentos, por ende,desprendemos que existe una constante entrada y salidade hogares hacia un campamento, lo que constituir deesta manera una realidad constante y dinmica a la vez.

    Hogares de campamentos segn lnea depobreza e indigencia

    Para comenzar con el anlisis de esta variable, se debedecir que el clculo de la lnea de pobreza se realiz apartir del ingreso total del hogar, esto quiere decir la sumade los ingresos autnomos y los ingresos por algn tipo

    de subsidios. El valor que divide las lneas de pobreza eindigencia se obtiene de acuerdo a la canasta bsica, quetiene un valor para la zona urbana de $43.712 para lalnea de pobreza y de $21.856 para la lnea de indigen-cia. A continuacin se observarn los porcentajes repre-sentativos para esta variable.

    37,6 %

    Indigente

    Pobre no indigente

    No pobre

    DINMICA DE LA POBREZA EN CAMPAMENTOS

    DE LA REGIN METROPOLITANA

    3 Estimado con la rmula para poblaciones fnitas. La rmula es , donde n es el tamao de la muestra,

    N es el tamao de la poblacin, Z es el nivel de confanza, p y q son la heterogeneidad de la muestra (que en este caso se asume

    0,5 para cada una) y d es el nivel de precisin absoluta.

    4 Catastro nacional de campamentos 2005, CIS Un Techo para Chile.

    n =Z2*p*q*N

    d2*(N-1)+ Z2*p*q

    LNEA DE POBREZA E INDIGENCIA PARA HOGARES DECAMPAMENTOS

    30,1 %

    32,3 %

    En el grco se puede observar que la indigencia con lapobreza alcanzan un valor de 62%, cira alta, pero que de

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    investigacin

    todas ormas deja una gran interrogante sobre la meto-dologa utilizada para el clculo de la canasta amiliar,ya que la realidad vista en los campamentos da claraevidencia que esta cira debera ser mucho ms elevada,ya que es en los campamentos donde est concentradala extrema pobreza del pas.Los hogares de campamentos de la Regin Metropolitanaestn compuestos de la siguiente orma:

    TAMAO DEL HOGAR % DE HOGARES

    1 integrante 4,1%

    2 integrantes 12,2%

    3 a 4 integrantes 50,0%

    5 o ms integrantes 33,7%

    Nos encontramos rente a hogares de campamentos conun tamao promedio de 4,04 integrantes por hogar, locual es un nmero alto si se tiene en consideracin queestamos hablando de hogares pertenecientes al primerquintil de la sociedad.La relacin entre el tamao del hogar y la situacinsocioeconmica de los hogares muestra que el porcen-taje de indigencia de los hogares de ms de 4 integran-tes llega al 40,5%. Esto puede ser corroborado con elhecho de que el porcentaje de no pobres tiende a aumen-tar a medida que disminuye el tamao del hogar, por loque podemos establecer que el tamao del hogar es unavariable que incide en la vulnerabilidad de los habitantesde campamentos.

    1 integrante 2 integrantes 3 o 4 integrantes 5 o ms integrantes Total

    Indigente 20,50% 27,90% 40,50% 30,10%

    (9) (50) (49) (108)

    Pobre no indigente 6,70% 25,00% 29,60% 42,10% 32,30%

    (1) (11) (53) (51) (116)

    No pobre 93,30% 54,50% 42,50% 17,40% 37,60%

    (14) (24) (76) (21) (135)

    Total 100% 100% 100% 100% 100%

    (15) (44) (179) (121) (359)

    TAMAO DEL HOGAR Y POBREZA

    CANTIDAD DE INDIVIDUOS POR HOGAR

    La gran mayora de los hogares de campamentos sonnucleares (aquellos donde viven amiliares directos deljee de hogar), con ms de un 80%. Luego, un 14,7% sonextensos (que involucran amiliares no directos del jee dehogar), un 4,4% son hogares unipersonales, y slo un 0,8%son hogares compuestos (se componen de personas queno tienen relacin de parentesco con el jee de hogar).

    Hogares %

    Unipersonal 16 4,4%

    Nuclear 289 80,1%

    Extenso 53 14,7%

    Compuesto 3 0,8%

    No est muy claro si existe alguna relacin entre el tipode hogar y la situacin socioeconmica. Sin embargo,se puede apreciar que existe una direccionalidad inversaentre hogares extensos o compuestos y nucleares en

    relacin a la condicin socioeconmica; mientras paralos hogares extensos o compuestos la vulnerabilidadtiende a ser mayor, para los hogares nucleares la tenden-cia es opuesta, pues se tienen mayores concentracioneshacia el grupo de No Pobres.

    Extenso o

    compuesto

    Nuclear Total

    Indigente 50,0% 27,7% 31,2%

    (27) (80) (107)

    Pobre no indigente 27,8% 34,6% 33,5%

    (15) (100) (115)

    No pobre 22,2% 37,7% 35,3%

    (12) (109) (121)

    Total 100% 100% 100%

    (54) (289) (343)

    TIPO DE HOGAR

    TIPO DE HOGAR Y POBREZA

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    Algunas conclusiones sobre la estructura de los hogaresde los campamentos de la Regin Metropolitana que sepueden apreciar con estos anlisis son que nos encontra-mos con hogares que por sus caractersticas sociodemo-grcas estn en las primeras ases de su ciclo amiliar,y que, por lo tanto, deben arontar una alta condicin devulnerabilidad, ya que estamos hablando de hogares enproceso de constitucin y no de consolidacin.

    Presencia de Capitales en los hogares decampamentos

    Revisaremos la situacin de los hogares de campamentosde la Regin Metropolitana en reerencia a los capitalesque estos hogares puedan tener o disponer y que uerondenidos segn el enoque de la Vulnerabilidad Social.En primer lugar nos reeriremos al capital cultural institu-cional: la educacin. Se observa una clara relacin entre

    poseer o no algn integrante en el hogar que haya ter-minado su educacin media y la situacin de pobrezae indigencia en que se encuentra el hogar. El porcentajede indigencia desciende desde un 32,5% a un 23,4%,cuando se pasa de no tener individuos a tener al menosun individuo con educacin media terminada. Lo que secorrobora con la correlacin de los hogares no pobres, yaque el porcentaje aumenta desde un 35,1% a un 44,75%cuando se tiene algn individuo con educacin medianalizada.La tasa de participacin en educacin escolar bsica esdel 92.3%, mientras que la tasa de participacin en edu-cacin escolar media es de 63.9%, siendo la tasa de par-

    ticipacin escolar general un 82.9%.Con respecto al capital cultural objetivado, se incluyen el cuestionario la pregunta Cuntos libros posee enel hogar? De los jees de hogar que contestaron estapregunta, un 38,5% de los hogares de campamentosno posee ningn libro, un 48,1% posee entre uno y 20libros, un 6,8% posee entre 21 y 40 libros y solamente un6,6% posee ms de 40 libros en sus hogares.Por ltimo, en relacin al capital cultural incorporado,los resultados obtenidos no son alentadores. Un 70,8%de los jees de hogar nunca ha asistido a ninguna expo-sicin de pintura o escultura, y un 17,9% asisti hace yams de un ao. Estos resultados hablan de una alta de

    acceso importante a las artes.Con respecto al capital humano, podemos ver que sloun 40,7% de los hogares posee al menos un integrantecapacitado para un ocio, porcentaje que revela que losintegrantes de un alto porcentaje de amilias no poseenlas habilidades necesarias, aprendidas por medio decapacitaciones, para insertarse en el mundo laboral. Estarealidad adquiere una mayor magnitud si consideramosque en general, las personas de campamentos no acce-den a educacin superior de ningn tipo y en muchos

    casos ni siquiera a terminar la enseanza media, por locual las capacitaciones apareceran como una alternativaposible para proseguir estudios e insertarse de mejormanera en el mercado del trabajo.

    DINMICA DE LA POBREZA EN CAMPAMENTOS

    DE LA REGIN METROPOLITANA

    CAPACITACIN POR HOGAR

    41 %

    Ningun integrante capacitado

    Al menos un integrante capacitado

    59 %

    CAPACITACIN POR HOGAR Y POBREZA

    Sin indi-

    viduos

    Al menos un

    individuo

    Total

    Indigente 31,0% 28,8% 30,1%

    (66) (42) (108)Pobre no indigente 29,1% 37,0% 32,3%

    (62) (54) (116)

    No pobre 39,9% 34,2% 37,6%

    (85) (50) (135)

    Total 100% 100% 100%

    (213) (146) (359)

    Si ahora observamos la tabla anterior podemos darnoscuenta de que no existe ninguna relacin clara entre lascapacitaciones por hogar con la variable de la lnea depobreza e indigencia. No se observa mayor infuenciade haber asistido a capacitaciones en el encontrarse enuna mejor posicin respecto de la lnea de pobreza eindigencia.De esta orma, con respecto a las capacitaciones, tene-mos que estas slo han cubierto el 40,7% de los hogaresde campamentos, y en los casos en que se ha aplicadono tienen mayor infuencia en la situacin socioecon-mica de las amilias. Esto quizs est dado por la bajacalidad de las mismas o bien porque los ocios que se

    CAPACITACIN POR HOGAR

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    investigacin

    Hogar Porcentaje

    No participa 50 16,3%

    Participan en solo una asociacin 77 25,1%

    Participan en dos asociaciones 83 27,0%

    Ms de dos asociaciones 97 31,6%Total 307 100,0%

    Existe una clara relacin entre la situacin socioecon-mica de los hogares de campamentos con el grado de par-ticipacin en organizaciones o asociaciones. Al respecto,se puede observar que para la indigencia, a medida quese aumenta la participacin en organizaciones el porcen-taje de hogares tiende a disminuir. Este dato tambin escorroborado con el hecho de que para los hogares decampamentos catalogados como no pobres, el porcen-taje de stos aumenta a medida que crece el grado de

    participacin en organizaciones.

    ensean no son pertinentes a la realidad de las perso-nas de campamentos y no representan necesariamenteacceso a un puesto de trabajo.Con respecto al capital social, podemos observar queun 16,3% de los hogares de campamentos no participanen ninguna organizacin o asociacin, un 25,1% de loshogares participa slo en una asociacin, un 27% parti-cipa en dos asociaciones y un 31,6% participa en ms dedos organizaciones. Esto nos dice que los hogares decampamentos son mediana o altamente participativos,principalmente en la junta de vecinos, con ms de un50% de participacin. Estos altos grados de participacinson indicadores que evidencian que en los campamen-tos, las organizaciones son importantes para amortiguarde alguna manera la condicin de vulnerabilidad a la quelos hogares estn sometidos. Esto es debido a que lasorganizaciones vecinales permiten que los hogares aron-ten su condicin de precariedad material, ya que estoscentros se enocan a conseguir benecios que mejoren

    la calidad de vida de los hogares que representan.

    PARTICIPACIN EN ASOCIACIONES

    PARTICIPACIN EN ASOCIACIONES Y POBREZA

    Ninguna 1 asociacin 2 asociaciones Ms de 2 Total

    Indigente 35,4% 33,8% 25,3% 29,8% 30,5%

    (17) (25) (20) (28) (90)

    Pobre no indigente 33,3% 35,1% 36,7% 31,9% 34,2%

    (16) (26) (29) (30) (101)

    No pobre 31,3% 31,1% 38,0% 38,3% 35,3%

    (15) (23) (30) (36) (104)

    Total 100% 100% 100% 100% 100%

    (48) (74) (79) (94) (295)

    Los bienes que poseen los hogares se caracterizan portener un doble valor. Por un lado, son bienes acumula-dos por los hogares por su valor de uso, es decir, porla uncin que ellos cumplen para satisacer las nece-sidades undamentales del hogar. Por otro lado, estosbienes tienen un valor de cambio, es decir, pueden serbienes intercambiables, vendibles o canjeables por otrosbienes, con el n de arontar alguna necesidad que en

    momentos diciles surja en el hogar. En este sentido losbienes se convierten en lo que se llama el capital sico.A continuacin describiremos la presencia o ausencia deestos bienes en los hogares de campamentos.Respecto de los bienes inmuebles, la mayora de loshogares poseen cocina a gas (94,1%), celular con un74,9% y televisin (95,2%). Adems, un 77.7% de loshogares de campamentos posee rerigerador, un 72,4%posee lavadora, DVD (44,8%) y un 34,3% tiene estua agas o bencina. En menor presencia se encuentran el bra-sero con un 24,2%, el telono de red ja con un 6,4%, el

    microondas (28,1%), la videograbadora (26,5%) y el com-putador con un 8,1%.Otra variable considerada por la herramienta en lo quees el capital sico, son las deudas y ahorros pertene-cientes a los hogares de campamentos, donde un 53,6%posee algn tipo de ahorro. Corresponde mencionar quela mayora de las deudas eran hacia las casas comercia-les y, tambin, ms de un 33% tienen al jee del hogar

    en DICOM.La realidad de los hogares de campamentos es precariaen trminos de los ingresos monetarios. Esto nos diceque la capacidad de dichos hogares para acumular bienesmateriales es escasa, debido sus insucientes ingresos.Para conocer si esta situacin se da en los hogares, seconstruy un ndice de capital sico, que estableci quela mayora de los hogares no consta con la cantidad debienes transables o posiblemente intercambiables paraalguna situacin problemtica importante que tenganlos hogares.

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    El empleo lo consideramos entonces como una variabledeterminante en la condicin de pobreza de un hogar.A esta hiptesis se le agrega la idea de que el empleo

    con existencia de contrato laboral tambin incide en laclasicacin de las amilias segn la lnea de pobreza,aunque no es un actor discriminante.

    Sin contratos Con contratos Total

    Indigente 27,3% 10,4% 21,9%

    (56) (10) (66)

    Pobre no indigente 35,1% 38,5% 36,2%

    (72) (37) (109)

    No pobre 37,6% 51,0% 41,9%

    (77) (49) (126)

    Total 100% 100% 100%

    (205) (96) (301)

    Existencia de contratos

    EXISTENCIA DE CONTRATO Y POBREZA

    CONCLUSIONES

    En primer lugar, podemos decir que existe una clara rela-cin entre la situacin socioeconmica de los hogares ylas siguientes variables: tamao del hogar, existencia dealgn integrante del hogar con cuarto medio nalizado,clima amiliar, tipo de lazo (capital social), participacin

    en asociaciones, capital sico, nmero de personas tra-bajando en el hogar y la existencia de contrato. Por otrolado, se encontr la no existencia de relacin entre lasituacin socioeconmica y variables tales como el tipode hogar y la existencia de capacitaciones laboralesdentro del hogar.La realidad de los hogares de campamentos se presentacomo muy deciente en trminos de su capital humano,de su capital de trabajo, de su capital sico y de su capi-tal cultural.Podemos concluir tambin que los adultos presentan unnivel educacional precario, lo cual se corresponde conla escasa posibilidad de tener un empleo estable y unsueldo jo. Son hogares que viven de trabajos espordi-cos, del microcomercio, del trabajo en la construccin,de la recoleccin, etc.. Sus escasas oportunidades de tra-bajo, unidos a sueldos muy bajos, se traducen en unainsuciente capacidad de acumular bienes en el hogar.Sin embargo, el clima amiliar que se presenta dentro delos hogares de los campamentos tiende a ser aceptable,lo cual puede ser positivo para tener ms uerzas parasuperar los problemas y amortiguar la alta condicin devulnerabilidad en la que se encuentran. Por otra parte,

    existe una seal de esperanza conociendo las altas tasasde educacin para los nios que estn en edad de estu-dios, lo cual da cuenta de un uturo capital humano mselevado.Adems, los hogares de campamentos presentan una

    gran riqueza en trminos de su capital social asociativo,respecto de la participacin en organizaciones, ya queesta participacin permite acceder a benecios materia-les.Un denominador comn para todos los hogares decampamentos puede ser la precariedad material. Sinembargo, stos poseen ventajas comparativas en rela-cin a otro tipo de asentamientos de hogares en condi-ciones socioeconmicas similares, esto debido a que loscampamentos aparecen como grupos organizados, capa-ces de arontar la precaria situacin material en la quese encuentran. Las juntas de vecinos, comits y otrasorganizaciones cumplen unciones importantsimas en laconstruccin y desarrollo de la organizacin de campa-mentos.Por ltimo, los campamentos distan de ser una realidadde trnsito como se dice, ya que el promedio de perma-necer en uno est por sobre los ocho aos. Si los campa-mentos ueran una realidad de trnsito, muchos de elloshabran desaparecido hace bastante tiempo, pero estono ha ocurrido. Los campamentos permanecen, aunqueexista un porcentaje de movilidad de hogares desde yhacia los campamentos.

    investigacin

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    DINMICA DE LA POBREZA EN CAMPAMENTOS

    DE LA REGIN METROPOLITANA

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    ACCESO A SALUD EN DIFERENTES

    Distribucin de servicios de salud (pblica y privada) y grupos socioeconmicos.

    Comunas de Providencia, Las Condes y Vitacura.

    ar

    tculo

    En los dos mapas que vemos a continuacin, se graca lacantidad y distribucin de los centros de salud existentesen dos sectores contrapuestos de Santiago: las comunasde Lo Espejo, Puente Alto y San Bernardo (sector sur dela capital) y por otro lado, las comunas de Providencia,Vitacura y Las Condes (sector oriente).Podemos darnos cuenta que hay un mayor nmero deestos establecimientos en el ltimo sector, sobre todoconcentrados en la comuna de Providencia. De stos, el92% son establecimientos privados de salud, justamentelos que atienden al 81.3% de la poblacin -es decir,403.424 personas1- que tienen un sistema previsional

    privado, como lo muestra el grco 2.Si nos jamos en el nivel socioeconmico de la poblacinque reside en el sector oriente de nuestra capital, nospercatamos que una gran mayora, el 95.1%, pertenecea los grupos ABC1 y C2, correspondiente a los estratossocioeconmicos con mayor poder adquisitivo tal comoaparece en el grco 1- y cuyos ingresos promedio porhogar son $2.414.063 y $838.468 respectivamente, con

    lo que posiblemente pueden solventar los requerimien-tos de su sistema privado de salud. Adems puedenhacer uso del sistema pblico, ocalizado en el 8% de loscentros de salud de esas comunas. En conclusin, para lagran mayora de la poblacin de la zona oriente, toda laoerta de salud disponible en sus sectores de residenciaest al alcance de sus presupuestos.Con respecto a las personas que viven en las tres comu-nas de la zona sur de Santiago sealadas con anterio-ridad, un 73.2% de los habitantes (624.013 personasde un total de 852.477) proviene principalmente de losgrupos C3, D y E, los grupos socioeconmicos de menor

    poder adquisitivo. El ingreso promedio mensual de estasamilias oscila entre $130.427 y $582.804, actor que lesrestringe la incorporacin al sistema privado de salud,por lo que muchos optan por la oerta pblica. As, un73.6% de los habitantes de este sector de la capital uti-liza el sistema estatal, en contraste con el 26.3% que estadherido a ISAPRES o a alguna otra orma particular deatencin de salud.

    1 INE, Censo 2002

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    SECTORES DE LA CAPITAL

    Distribucin porcentual de la poblacin por grupos econmicos,

    comunas del sector Oriente (Las Condes, Providencia y Las Condes)

    y Sur (Lo Espejo, Puente Alto y San Bernardo) de R.M.

    100

    80

    60

    40

    20

    0

    -20

    Sur

    Oriente

    ABC1 C2 C3 D E

    1,7 25,4 14,8 38,7 19,7

    72,3 22,8 1,3 3,5 0,1

    GRFICO 1

    Ahora, si ponemos atencin al mapa de distribucin delos servicios de salud de la zona sur, es posible percibirque el nmero de centros pblicos es mucho mayor (76%del total) que el de los servicios privados, que correspon-den al 24%. Esto es lgico, ya que justamente el grupode personas que no puede pagar una Isapre hace uso delos servicios pblicos, adecundose el tipo de oerta a lademanda de esos sectores.Hasta el momento todas estas ciras seran razonables.Sin embargo, no parece razonable la amplia dierencia enla cantidad de servicios de salud para cada uno de estossectores. Cuando hablamos de la poblacin de la zona

    oriente usuaria del sistema privado de salud, estamoshablando de 403.424 personas que tienen una oerta de186 establecimientos privados y de 17 establecimientospblicos. En cambio, en la zona sur, los 627.423 usua-rios del sistema estatal de salud tienen a su disposicinslo 32 centros pblicos (el 73.6% del total) repartidosentre las tres comunas aludidas, es decir, la desigualdadde cobertura de la salud se evidencia en que un sectorde poblacin ms grande tiene signicativamente menosestablecimientos de salud disponibles en su sector.Esto evidencia las escasas alternativas de salud a las quetienen acceso los grupos ms pobres de nuestro pas,

    justamente los que ms necesitan del apoyo tanto delgobierno como de los privados para poder llevar unaexistencia ms digna, superar su precaria situacin devida y as disminuir las grandes brechas de desigualdada las que se expone nuestra sociedad. Adems, anali-zando estas ciras se puede entender que la coberturadel sistema sea uno de los actores que expliquen elcolapso de los servicios de salud pblica en estos sec-tores, justamente los ms vulnerables. Tambin de estosejemplos se colige la poderosa infuencia que ejercen lasreglas del mercado, demostrado en la casi nula oerta deservicios de salud del sector privado disponibles en los

    sectores socioeconmicos ms bajos, escenario que evi-dencia la preponderancia de la lgica de lo privado en laestructuracin de la oerta de salud, por sobre una lgicade derechos que garantice un acceso ms igualitario aeste bien de primera necesidad.Durante el perodo militar se produjeron dos grandesreormas al sistema de salud, las que iban en la lneade privilegiar la accin del mercado en la provisin desalud. La primera de ellas ue descentralizar la uncindel Estado, traspasando las responsabilidades de aten-cin primaria a los municipios. Bien sabemos que steue un proceso de descentralizacin incompleto, el que

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    ar

    tculo

    Distribucin de servicios de salud (pblica y privada) y grupos socioeconmicos.

    Comunas de Lo Espejo, San Bernardo y Puente Alto.

    ms bien se puede catalogar como un proceso de des-concentracin de las unciones estatales en los organis-mos municipales. La segunda reorma ue la creacin delas Instituciones de Salud Previsional (ISAPRES), empresasprivadas que otorgan prestaciones y benecios de saluda sus clientes, adheridos a stas segn el criterio de libreeleccin, adems de la creacin del Fondo Nacional dela Salud (FONASA), el que se constituy como el sistemaprevisional de la poblacin con menos recursos. Estossistemas se sostenan econmicamente con la imposi-cin obligatoria de todos los asalariados del pas.Con un sistema de estas caractersticas, el acceso a lasalud es considerado un bien que puede ser adquiridoen un mercado con oerentes privados y pblicos, sis-tema acorde con el enoque de pobreza que gua a laspolticas pblicas en nuestro pas, el que considera ala pobreza como una situacin de necesidades bsicasinsatisechas.Con la llegada de la democracia se crea la superinten-

    dencia de ISAPRES y, en los ltimos aos se desarrollaun nuevo programa de gobierno: Acceso Universal aGarantas Explcitas (AUGE). Este nuevo programa corres-ponde a un renovado enoque de conceptualizacin dela pobreza, considerndola ahora como una situacin devulneracin de derechos. Una de las principales caracte-rsticas del AUGE es que a este programa tienen acceso

    tanto los aliados al sistema pblico de salud comoaquellos que prerieron el sistema privado, constituyn-dose as como un sistema universal.Con ms de 50 enermedades en el programa, el AUGE,punta de lanza de la consolidacin del sistema de pro-teccin social en Chile, an no le cambia del todo elrostro a la salud en nuestro pas, sobre todo para aque-llos que tienen menos posibilidades de acceder a un sis-tema privado. Est pendiente todava el establecimientode garantas no slo para las enermedades que actual-mente cubre el programa, sino tambin para otras ins-tancias de cobertura de salud a las que todava el AUGEno considera.El problema de la desigualdad en la cobertura est estre-chamente relacionado con el problema de calidad delos servicios disponibles. En la poblacin ms pobre denuestro pas se vive un estado de insatisaccin con elsistema de salud, el que si bien ha sido atenuado ante laimplementacin del AUGE, an no se revierte del todo.

    Para solucionar estos problemas se debe modernizar elmodelo de gestin de la salud pblica, objetivo que sloser posible si se otorgan ms recursos a la salud y, asu vez, stos son administrados ms ecientemente. Delmismo modo, los establecimientos de salud deben orien-tarse a sus beneciarios, garantizando un trato digno y,por otra parte, una atencin oportuna y de calidad.

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    Extrapolando algunos de estos argumentos a la actualrealidad social chilena, bien cabe preguntarse, Hastadnde hemos avanzado en la denicin de qu es lobsico a lo que un ciudadano puede acceder cualquierasea su condicin? Qu es lo mnimo que el Estado debe

    proveer a cada individuo? Pareciera que en los tiemposactuales estas preguntas no han sido completamenteresueltas. La canasta bsica en Chile se encuentra enun momento de reestructuracin, pues lo que hace unadcada era un consumo bsico, no es lo mismo queactualmente. John Rawls, inuyente pensador del siglo

    XX, esboz en sus discusiones sobre justicia distribu-tiva la idea que despus se cristaliz en el concepto debienes primarios, aquellos elementos imprescindiblespara que exista un piso mnimo de igualdad entre todaslas personas. Es la salud hoy en Chile eectivamenteun bien primario? Aquello que puede ser visto de pero-grullo muchas veces no lo es. An para mucha gente

    en Chile, pareciera que la salud, como la educacin o lavivienda todos mbitos claves para el desarrollo indivi-dual y colectivo- son desaos inaccesibles. En algunoscasos se debe a la cobertura, como se puede deducirque ocurre en la salud a partir de los acpites anterio-res, y en otros casos se debe a la exigua calidad, queatenta directamente contra la oerta existente (pues lagente se termina automarginando de un servicio que nose les presenta satisactorio). Cualquiera sea la razn, lomnimo que debe hacerse es poner una nota de cautela.

    Ciertamente es an injusto y apresurado exigir resulta-dos al naciente sistema de proteccin social en Chile, loque no quita que se haga necesario ocalizarse con msdetencin en las disyuntivas anteriores.Finalmente, otra pregunta susceptible de ormularse es:

    Hasta dnde se ha logrado conciliar adecuadamente laoerta privada con la oerta pblica en lo que atinge arequerimientos bsicos para la poblacin? El problemade la liberalizacin del uso de suelos en la Regin Metro-politana (expulsin de los pobres a las perierias por elaumento en el precio de los terrenos, debido a una lgicade mercado) es quizs el ms evidente de los dilemas,tambin perceptible en el caso de las dierencias en losservicios de salud antes descritos. De seguro lo pblicoy lo privado pueden y deben coexistir, garantizando laeciencia con una proporcin de bienestar ms igualita-ria de ciertas necesidades a toda la poblacin, como hasido el modelo de concesin de carreteras en las ltimas

    dcadas, pero sin duda existen desaos. La articulacinde lo pblico y lo privado exige mucha coordinacin, demodo tal que se concilie eectivamente el bien comncon el an de lucro que premie el riesgo de la oertaprivada. El riesgo es que, como en la salud, algunos seestn quedando demasiado marginados, y nadie se esthaciendo cargo de sus requerimientos mnimos. En estoscasos, ante la pregunta de si la coordinacin pblico privada ha sido exitosa, el apremio otorga lamentable-mente el benecio de la duda.

    Distribucin porcentual de la poblacin por sistema previsional de salud,

    comunas del sector Oriente (Las Condes, Providencia y Las Condes) y

    Sur (Lo Espejo, Puente Alto y San Bernardo) de R.M.

    80

    70

    60

    50

    40

    30

    20

    10

    0

    Sur

    Oriente

    Sistema pblico Isapre Particular y otros73,6 13,4 10,9

    18,7 69,6 11,7

    GRFICO 2

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    entr

    evista

    MARIO MARCELEconomista y ex Director de la Direccin de Presupuestos (DIPRES)

    Pocos das antes de que la Presidenta Michelle Bachelet anunciara lafexibilizacin de la regla del supervit estructural 1%, Mario Marcelda su opinin acerca de ste y otros temas macroeconmicos, ade-ms del impacto de las polticas de gobierno y de cmo ve hoy elavance en temas sociales.

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    Pensando en el sistema de proteccin social que

    ha planteado el ltimo gobierno, e instalando en

    el tapete la necesidad de proteccin social como

    un derecho que se le otorga a las personas, en

    qu medida cree que se ha avanzado para lograr

    un pacto scal que garantice el nuevo sistema de

    proteccin social?

    Creo que el sistema de proteccin social, tal como estplanteado en el programa de la Presidenta Bachelet, in-volucra un cambio importante en cmo se ha concebidola poltica social en Chile en los ltimo 30 aos. Est en

    contraste con lo que hemos tenido en el pasado, que engeneral ha sido un Estado que acta con una cierta dis-crecionalidad hacia las personas, y donde va decidiendoqu es lo que hace en base a ciertas agendas polticasque son legtimas, pero que no tienen necesariamenteun marco conceptual detrs. El marco conceptual que stiene el sistema de proteccin social, es reconocer quelas personas a lo largo de su vida estn expuestas a unaserie de eventos, riesgos que no tienen posibilidades decontrolar, y que tienen un impacto signicativo sobre susituacin econmica y sus condiciones de vida. Dentrode estos conceptos se encuentra todo aquello que limitalas capacidades de trabajar y los costos que tiene. Qu

    es lo que hacen los sectores altos ante estos eventos: to-man un seguro o ahorran. Pero para los sectores mediosy populares no existen esos mecanismos de ahorro, y nose dan espontneamente a travs del mercado. Ahora, elque haya polticas pblicas, no signica que todo sea ad-ministrado por el Estado. ste puede organizar mecanis-mos de seguros que sean administrados por privados,pero en la medida que cumpla un objetivo de polticapblica como es prevenir o mitigar este tipo de riesgos.Eso signica entonces que tenemos que mirar no sola-mente a las personas que actualmente son pobres, sinoque aquellos que podran caer en una situacin de po-breza producto de estas contingencias.

    Aqu, ms que un sistema de bienestar, de transeren-cias, lo que hay es una articulacin de seguros. No nece-sariamente se est buscando asegurar un cierto ingreso,sino ms bien evitar o mitigar el eecto de este tipo deshocks.

    El otro elemento que se distingue respecto de lo que hansido las tradiciones polticas sociales en Chile, es el tema

    de la concepcin de derechos. Esta misma tradicin tieneun elemento clientelstico, y ocurre cuando la gente va apedir para que le den, para que alguien le de. El paso alenoque de derechos signica constituir ciudadana eco-nmico- social y signica, por lo tanto, empoderar a laspersonas para exigir lo que les corresponde.

    Y cmo se genera real coordinacin entre este

    mbito social y el impacto que usted ha dicho?

    Hemos avanzado ms en pensar en qu enoque de po-

    ltica pblica queremos, que en lograr los pactos scalesnecesarios para sostenerlo. Chile, al igual que muchospases de Amrica Latina, tiene una carga tributaria queest por debajo de lo que corresponde a su nivel de de-sarrollo, lo que estadsticamente le correspondera deacuerdo a su nivel de desarrollo. Principalmente esa di-erencia se concentra en el impuesto a la renta. La capa-cidad de recaudar este impuesto es demasiado dbil, yprincipalmente ocurre por tres razones: primero porqueel impuesto de la renta se empieza a pagar muy arriba,no todos lo pagan; en segundo lugar, se han ido creandomuchas excepciones, sobre todo por el lado de la empre-sa; y tercero, hay una serie de regmenes especiales que

    usan los contribuyentes para pagar sus rentas: las aso-ciaciones de proesionales o las sociedades de inversin,que son mecanismos que se usan para pagar menos im-puestos a la renta. Lamentablemente desde que empezla reorma tributaria de los noventa, ha costado muchosentar a los distintos sectores polticos para ver ques lo que tenemos que hacer para que nuestro sistematributario uncione mejor. Creo que hoy vemos un rancoretroceso en este punto. Hace pocos das apareci uninorme de Libertad y Desarrollo, donde se planteaba re-ducir o suprimir el impuesto a las herencias. El impuestoa la herencia es el impuesto a la transerencia de la ri-queza de una generacin a otra, o sea, es un impuesto a

    la transerencia intergeneracional de la riqueza. A m meparece increble, que sabiendo los antecedentes sobredesigualdad que vemos en Chile, alguien tenga el des-caro de hacer este tipo de propuestas. Esto nos muestraque el tema tributario es un tema en el cual hay grandesdierencias entre los distintos actores, pese a todos losaos que han pasado. El problema es que si no logra-

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    entr

    evista

    mos generar esa conversacin, tarde o temprano vamosa tener un cuello de botella importante, que va a ocurrirno necesariamente por estallidos sociales, sino que va aocurrir hasta por la demograa. Entonces, no podemosesperar el momento en el cual ya no se pueda atender a

    la gente. Este tema tarde o temprano va a tener que po-nerse en el tapete, y ojal sea ms temprano que tarde.

    El tema del gravamen a la herencia genera mucho

    debate y conficto Cmo, eectivamente, se le da

    un asidero denitivo al tema?

    La discusin que hay hoy es si acaso debiera modicarsela ley de gravamen a la herencia que ya existe. Creo queel impuesto a las herencias tiene que ser progresivo, yme parece que no requiere grandes modicaciones. Po-siblemente hay problemas prcticos, pero creo que el

    principio esencial de gravar la transerencia de riquezasde una generacin a otra, no puede no existir en unasociedad que aspira a mayor equidad, y que al mismotiempo no grava este tipo de cosas.

    La Presidenta se enoc en cuatro aspectos para

    destinar los recursos del gasto social al comienzo

    de su mandato: el nuevo sistema de proteccin

    social, garantizar una educacin de calidad, cons-

    truir barrios ms amables, y convertir a Chile en

    un pas innovador y emprendedor. A su juicio,

    cmo se operacionalizan econmicamente estas

    propuestas?

    Bueno, en el caso del sistema de proteccin social lo msimportante ahora es la reorma previsional que se estdiscutiendo en el Congreso. Por otro lado, se est im-plementando la reorma a la salud, completndose ya lalista de las 56 patologas de garanta explcita, se estentrando a hacer un mejoramiento del sistema de cesan-ta, as es que va a quedar un sistema bastante coherenteuna vez que todas estas cosas estn uncionando. En elcaso de la educacin, el nasis que puso la Presidentainicialmente ue en la educacin preescolar, pero en el

    camino cambiaron las prioridades debido a las movili-zaciones estudiantiles del ao pasado. Creo que aqu lagran pregunta que tenemos en Chile es qu es lo que tie-ne que pasar en las escuelas para que mejore la calidadeducativa, y en esto creo que la distincin entre sectormunicipal y particular subvencionado es completamentearticial. Esto no tiene que ver con la propiedad, lo esen-cial tiene que ver con lo que pasa en las salas de clases.Lo que estamos haciendo ahora es un trabajo muy inte-

    resante que consiste en observar la sistemtica de la in-ormacin de la educacin municipal, y lo que vemos esque uno de los temas ms complicados es que al interiorde las escuelas hay mucha dierencia en el rendimientoescolar. No es que una escuela sea buena y otra mala,

    sino que sta no tiene capacidad para hacerse cargo dela situacin de los nios que tienen bajo rendimiento, yacercarlos a los que tienen mejor rendimiento. Eso tieneque ver con mtodos de enseanza, con responsabilidadde los proesores, con rendicin de cuentas, en el ondo,con qu es lo que pasa en las salas de clases. Tiene quever con la alta de supervisin que hay en el sistemaescolar chileno.En el tema de la innovacin y el emprendimiento est elFondo de la Innovacin, y el Consejo de la Innovacin quese cre con los recursos del royalty, y hay una propuestasobre cmo ortalecer la innovacin, la investigacin yel desarrollo en Chile, y a eso se han ido agregando un

    conjunto de medidas orientadas a la pequea empresa.En el caso de los barrios, ha habido un cambio bastan-te importante en la poltica habitacional. Hasta hace untiempo atrs, el nico tema importante del Ministerio deVivienda era construir o nanciar casas, haba muy pocapreocupacin por su entorno, nula preocupacin sobrecmo mejorar lo que exista. Esto es un rea de varia-cin importante en polticas pblicas, y no se ha notadomucho, pero claramente es muy relevante. Va a haber untema aqu que no va a terminar de resolver esta polti-ca, que es el tema de la segregacin de las ciudades, yparticularmente de la segregacin de la Regin Metropo-litana. La segregacin social de la Regin Metropolitanaes un enmeno que considero gravsimo, porque en elondo signica que tenemos un conjunto de sub socieda-des que son como autnomas unas de otras, que no seconocen, que no intercambian entre s; tenemos una par-te de la ciudad que simplemente desconoce cmo vivela otra parte de la ciudad, y creo que eso es muy graveporque debilita la cohesin social que el pas necesitapara uncionar.

    Pensando que la Ficha de Proteccin Social tiene

    que proyectarse a largo plazo, es posible apostar

    por una reduccin de la discrecionalidad del gastopblico, pensando en los gobiernos, cualquiera sea

    su ideologa? Es posible proyectar a largo plazo

    un gasto scal que acepte que hay recursos que

    tienen que ser destinados a ciertas reas?

    Eso es el sistema de proteccin social, una medida quegarantiza ciertos derechos. Ya no es manejable con lamisma discrecionalidad que podra ser manejado FOSIS

  • 8/9/2019 Revista Centro de Estudios Sociales Techo Para Chile 9

    21/64

    o una pensin asistencial, y eso es importante porqueesto no es solamente consolidar un cierto enoque, sinoporque le da ms seguridad a las personas. En Chile elproblema de la inseguridad es mucho ms importantepor el lado de la inseguridad econmica que por la inse-

    guridad, por ejemplo, rente a la delincuencia. La insegu-ridad econmica hoy da es una barrera a que la gentepueda desarrollar proyectos, emprender, cambiarse detrabajo; es algo que vuelve a la gente ms conservadorade lo que debera ser y eso tambin es un perodo nece-sario en el desarrollo, pero si estamos en una economade mercado, tenemos que tener mucha gente dispuestaa emprender e innovar; si todo el mundo est con miedode que el da de maana se enerma, o le pasa algo, va atener un comportamiento mucho ms conservador.

    SUPERVIT ESTRUCTURAL

    Se arguye que el gobierno de Ricardo Lagos ue muy

    eciente en trminos de polticas scales macroeco-

    nmicas, con la regla del supervit estructural, que

    unciona como una eciente poltica antissmica, y

    que permite al ejecutivo generar ciertos ahorros,

    dar estabilidad al gobierno, y en general a la eco-

    noma del pas. Sin embargo, con los excedentes

    del cobre, y el traspaso del nuevo gobierno, quizs

    se pone en tela de duda lo que para muchos es la

    regla scal ms eciente que se ha tenido en todos

    los gobiernos de la Concertacin Hasta dnde

    llega la regla del supervit estructural?, en qu

    momento se cuestiona esta regla?

    Esta regla tiene dos componentes que son distintos; unoes el principio de administrar recursos, espacios que noson todos de alta medicin estructural del balance scalque signica sacar todo lo que es cclico para eectosde tomar decisiones cclicas y por lo tanto transitorias,mediatas. Por lo tanto, a lo que lleva eso es a ahorraren perodos de abundancia para desahorrar en perodosde escasez, y asegurar la trayectoria lo ms estable po-sible del gasto pblico. No signica que sea constante,sino que vaya creciendo pero a un ritmo moderado y

    sostenido, esto es el concepto de balance- estructura. Elotro componente es la meta de supervit estructural del1%. Lo primero surge de reconocer que existe esta rela-tividad sobre las condiciones econmicas en el tiempo,un seguro para cubrirse contra ciertos riesgos scales,como el dcit que tena el Banco Central, los pasivoscontingentes del programa de concesiones, las garantasde pensin mnima, la vulnerabilidad cambiaria del pas,etc. Y todo eso ha ido cambiando, y hoy ya estn dadas

    las condiciones para que haya una modicacin de lameta, no as del principio de usar este concepto estruc-tural. Creo que la credibilidad de la regla pasa en buenamedida porque una vez que cambian nuestros unda-mentos macroeconmicos cambie la meta, porque si uno

    sigue pegado en lo mismo, a pesar de que la economay las nanzas pblicas hayan cambiado, simplemente lagente no va a entender por qu se sigue haciendo sim-plemente lo mismo.

    Cmo se explica de una orma ms concreta a la

    sociedad chilena el tema de los gastos de los exce-

    dentes del cobre?

    Bsicamente todos sabemos que los excedentes del co-bre son transitorios, y as como hoy hay un alto creci-miento de precios del cobre, no hace ms de cinco aos

    que tuvimos un rcord histrico bajo, y en esa poca laregla scal nos protegi, porque en escenarios parecidosen los aos 80, el producto cay 10%, el desempleo erade 30%, haba veces en que se recortaba el gasto, serecortaban las inversiones, etc.. El perodo 2002-2003probablemente tuvimos el mismo shock externo, dete-rioro del intercambio, regresin de fujos de capital, ysin embargo la economa creci al 4%, y el desempleolleg a los dos dgitos, pero de manera ocasional. Nohay comparacin entre eso y lo que ocurri en los 80,nos da una idea de hasta dnde ayuda la regla scal yhasta dnde es til que se mantenga. Por lo tanto, estosacuerdos que hoy hay, van a servir en el uturo para elmomento en que el precio del cobre est malo y as notener que ponernos a recortar benecios o pensiones,como muchas veces ha ocurrido en el pasado.

    En lnea con lo anterior, cmo ha infuido la DIPRES

    en la modernizacin del servicio pblico y en la

    asignacin eciente de los recursos del Estado?

    La divisin de presupuesto desde ms o menos media-dos de los 90, empez a desarrollar un sistema de con-trol de gestin ligado a este supuesto, que hoy est entre

    los ms desarrollados del mundo. Creo que se comparabastante bien con lo que hay en pases ms avanzados.Eso incluye indicadores de desempeo, evaluacionesde programas, programas de mejoramiento de gestin,mecanismos concursables para acceder a recursos en laormacin de presupuesto, son varias cosas de ese tipo,y actualmente operan transversalmente en el sector p-blico; eso es algo que uno no ve con acilidad. Si uno noest en el servicio pblico no es cil ver en qu consiste

    MARIO MARCEL

  • 8/9/2019 Revista Centro de Estudios Sociales Techo Para Chile 9

    22/6420 Centro de Investigacin Social Un Techo para Chile

    todo eso, pero ahora podemos ver hasta dnde ha ayu-dado, pensando que, por ejemplo, cuando se prepar elprograma del gobierno del presidente Lagos, se pensabaque los ingresos scales iban a crecer rpidamente al

    7% por ao, y la realidad ue que se tuvo ms o menosla mitad de ingresos scales durante ese perodo, y sinembargo el gobierno logr cumplir con su programa.

    DESIGUALDAD

    Asumiendo que crecimiento econmico e igual-

    dad social son valores compatibles y complemen-

    tarios, y que el crecimiento econmico es la regla

    nmero uno para poder promover la superacin

    de los pases, cmo se conjuga ms eectivamente

    en Chile el crecimiento econmico con igualdad

    social?

    Creo que de lo primero que tenemos que estar concien-tes es que la igualdad y la equidad tambin son requisi-tos para el crecimiento. Cuando los pases son muy des-iguales, desperdician un recurso humano undamentaly el tener cientos de personas marginadas signica queel pas no cumple con su aporte para producir y paracrecer. En segundo lugar, los pases muy desiguales sonmenos cohesionados. Al estar en una economa globali-zada es mucho ms cil competir cuando los distintosactores son capaces de ponerse de acuerdo sobre cmose van a ir adaptando a otras realidades, an cuandovivan en conficto. En un pas ms igualitario lo que sequiere realmente es la conabilidad que tiene la educa-cin como una orma de inversin de las personas. Laverdad es que cuando uno mira cules son los pasesms desarrollados que nosotros, lo que vemos es quetodos tienen estructuras ms igualitarias de distribucinque las que tiene Chile. Lo primero que tenemos quetener es la conviccin de que para crecer necesitamostener mayor equidad.

    Pensando en los discursos populistas, que hoy en

    da estn encima de todo en materia de desigual-dad, cmo se logra depurar el concepto populista

    de igualdad y llevarlo a una cuestin econmica

    especca? Qu claves econmicas concretas

    tiene que tomar un pas?

    Creo que la caracterstica principal del populismo es caerdentro de recetas ciles, que hacen creer a las perso-nas que las cosas son muy simples, y por eso es tan

    populista Frara como lo es Chvez. Creo que el grandesao para quienes tienen una visin distinta, no essimplemente decir la realidad es ms complicada, sinoque ser capaces de demostrar cmo ese camino se cons-

    truye, e ir logrando ormas de anticipar los resultados deuna poltica ms responsable. Por eso, las alternativasal populismo no pueden ser puras promesas vagas, nopueden ser sangre, sudor y lgrimas, sino que tienenque tener algn elemento de concrecin quizs mayorque lo que hemos visto en los ltimos aos.

    Cules son los aspectos positivos del trabajo del

    Gobierno en la bsqueda de igualdad de oportuni-

    dades y de este Sistema de Proteccin Social?

    Lo innovativo es el enoque, adems de ser positivo que

    se est empezando a aplicar. Eso en trminos de imple-mentacin involucra desaos muy grandes, porque losservicios pblicos no estn acostumbrados a operar conesta lgica. Cuando FONASA se transorma en el admi-nistrador de un seguro de salud, tiene que responder porgarantizar atencin con oportunidades, con cobertura -nanciera, y eso es dar vuelta completamente la lgica delsector. La prioridad ya no es el desempeo tcnico de unproesional o del prestador de un servicio, sino que pasaa ser el inters del usuario. Esto me parece que es unarevolucin para lo que es la tradicin de los serviciospblicos en Chile. Sin proteccin contra los riesgos noexiste realmente igualdad de oportunidades.

    Los cambios que necesita un pas para lograr el

    desarrollo pleno de sus habitantes, son tarea del

    Estado, de privados o del gobierno de turno?

    Creo que es una tarea compartida, pero el Estado tieneun rol undamental en trminos de convocar y construiruna cierta imagen de adnde se quiere llegar. Tenemosuna tendencia a jarnos mucho en los medios, en losprocesos, pero muy poco en la meta. Para eso, tienesque ser capaz de construir una cierta imagen, pero nues-

    tras brechas para ser desarrollados no estn solamenteen el producto per cpita u otros indicadores, estn enmuchas reas, en la educacin, en el ejercicio de dere-chos, en la descentralizacin. Hay muchas reas en lascuales hay brechas importantes una vez que uno escapaz de identicar esas brechas, es ms cil ir gene-rando acuerdos entre distintos actores. Una vez que unoya logr concordar a dnde se quiere llegar, se puedeempezar con un trabajo distinto.

    MARIO MARCEL

    entr

    evista

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    CASA PROPIA: VIDA NUEVA?

    EVALUACIN DE LA CALIDAD DE VIDA ENVIVIENDAS SOCIALES

    El Estado, en los ltimos 16 aos, ha aumentado de manera importante el gastosocial, lo que por supuesto incluye viviendas sociales. Existe de esta maneracierta claridad sobre las importantes mejoras en trminos de cobertura, pero nohay seguridad en torno a lo realizado en trminos de calidad. Sin negar que anexisten importantes carencias, hay que sealar que la vivienda social ha sidomuy criticada, tanto en los medios como por algunos investigadores y que va-rias de estas crticas han sido utilizadas como armas de batallas que poco tienenque ver con la vivienda misma. Como sociedad deberamos hacernos concientesde la realidad que estn viviendo los pobladores en las villas y de esta maneravelar por una intervencin de excelencia, proveniente tanto desde las distintas

    instituciones que trabajan con estas comunidades, como desde las polticas delEstado, que sea capaz de preparar a las comunidades para lograr la mejorade las erradicaciones. Ms especcamente, es de suma relevancia dilucidar sivivienda social eectivamente mejora la calidad de vida de quienes la reciben,ya que la poltica social da como supuesto este punto, pero es muy interesantedejar de suponerlo y ponerlo a prueba.

    Sociloga PUCConstanza Santelices

    Licenciado en Sociologa PUCJuan Cristbal Hermosilla

    OBJETIVOS

    General

    Evaluar la calidad de vida en las viviendas sociales a

    travs de las percepciones de las personas que en ellasviven.

    Especfcos

    Caracterizar la materialidad de la vida en viviendas so-ciales, tanto en su nivel micro, meso y macro. Describir la percepcin que tienen los habitantes de

    villas sobre su vivienda. Comparar las percepciones que tienen los habitantes

    de viviendas sociales de distintos tipos de villas.

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    investigacin

    Metodologa

    El concepto central de esta investigacin es el de calidadde vida. Sus niveles y dimensiones se presentan en latabla1 ubicada arriba de estas lneas.Este estudio tiene un carcter tanto descriptivo como eva-luativo por lo que se utilizarn tcnicas de recoleccin dedatos cualitativas, debido a que esta tcnica es adecuadapara recoger las percepciones de los entrevistados. Serealizarn entrevistas semi-estructuradas, con lo que sepretende captar toda la complejidad que tienen las ex-pectativas y las percepciones de los entrevistados.

    La seleccin de muestra se realizar en torno a dos ejes:I. Estructura de oportunidades. Marcada por el conceptode segregacin denido segn el nivel de homogeneidadque existe en una zona segn estrato socioeconmico,as una villa construida en una zona rodeada de pobresposeer una estructura de oportunidades peor que si seemplazara en una zona en donde la heterogeneidad seamayor. La primera sera una villa segregada, en la medi-da que no hay una buena estructura de oportunidades,mientras que la segunda sera no segregada.Cuando hablamos de oportunidades, el gnero aparececomo una variable relevante, por ejemplo los hombressuelen desplazarse por grandes distancias para llegar a

    sus trabajos, mientras que las mujeres suelen trabajar enlugares ms cercanos a su vivienda. De esta manera, laorma en que se perciba la geograa de oportunidadesde una determinada villa estar infuida por el gnero delentrevistado.Considerando lo anterior se seleccionarn dos conjuntoshabitacionales segregados y dos no segregados. Y dentro

    de cada villa se entrevistar a tres hombres y tres muje-res. Estos entrevistados debern ser jees de hogar jve-nes (entre 25 y 45 aos en el momento de la obtencin desu vivienda), ya que tienen expectativas de vida uturas.II. Conservacin de redes. La poltica habitacional actualconsidera que es muy importante las redes que poseeuna comunidad, es por esto que una de las exigenciaspara postular a una solucin habitacional es que se pos-tule en grupo. A pesar de esta consideracin existen otrotipo de actores que determinarn cmo ser la consti-tucin de un conjunto habitacional. Debido al crecienteaumento del valor del suelo se hace necesario construirconjuntos habitacionales muy grandes, en donde se in-cluyan distintas comunidades. Con esto las redes queposea la comunidad en el campamento pueden romper-se. Es por esto que se seleccionarn dos villas en dondela mayora de sus habitantes sean de una misma comu-nidad de origen y dos villas en donde los pobladoresprovengan de distintas comunidades.

    ESQUEMA MUESTRAL, VILLAS SELECCIONADAS

    VILLAS SEGREGADOS NO SEGREGADOS

    Homogneade origen

    La PintanaNueva Patagonia

    Lo BarnecheaLo Hermita III

    Heterogneade origen

    San BernardoSan Francisco II

    BuinNueva Buin VI

    Las entrevistas ueron realizadas entre el 24 de octubrey el 7 de noviembre de 2006 en las villas sealadas en elcuadro anterior.

    CONCEPTO NIVELES DIMENSIONES SUBDIMENSIONES

    Calidad de vida

    Micro Vivienda (sico-espacial) Materialidad

    Familia (psico-social) Expectativas pasadas

    Meso Vecindario (sico-espacial) Urbanizacin

    Vecinos (psico-social) Relaciones

    Expectativas uturas

    Macro Villa (sico-espacial) Mercado de trabajo

    Oerta de Salud

    Oerta Educacin

    Oerta Previsin

    Comunidad (psico-social) Capital Social

    Discriminacin

    TABLA DE OPERACIONALIZACIN

    1 Esta operacionalizacin est basada en Matriz de Satisaccin Residencial realizada por Edwin Haramoto en Satisaccin de los

    Benefciarios del Programa de Vivienda Bsica, elaborado por MINVU.

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    Resultados

    CASA PROPIA: VIDA NUEVA?

    EVALUACIN DE LA CALIDAD DE VIDA EN VIVIENDAS SOCIALES

    I. NUEVA BUIN, SEXTA ETAPA

    Vivienda en Buin (nivel micro).

    Vecindario Buin (nivel meso).

    Barrio Buin (nivel macro).

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    investigacin

    Las siguientes tablas son un resumen de las evaluacionesrealizadas por los entrevistados de su calidad de vida. Esimportante destacar que a cada entrevistado se le pidique mencionara tres aspectos positivos y tres aspectosnegativos de su calidad de vida en su nueva vivienda,por lo que cada columna debera tener un total de 18menciones2.

    No segregados

    TABLA 1: RESUMEN DE OPINIONES SEGN NIVEL Y DI-MENSIN, EN NUEVA BUIN VI

    A FAVOR EN CONTRA

    MICRO FSICO-ESPACIAL 5 0

    PSICO-SOCIAL 4 0

    MESO FSICO-ESPACIAL 1 3PSICO-SOCIAL 5 1

    MACRO FSICO-ESPACIAL 2 5

    PSICO-SOCIAL 2 2

    TOTAL 19 11

    Fuente: Elaboracin propia a partir de datos obtenidos por en-

    trevistas en terreno realizadas el 7 de noviembre de 2006.

    TABLA 2: RESUMEN DE OPINIONES SEGN NIVEL Y DI-

    MENSIN, EN LO HERMITA III

    A FAVOR EN CONTRA

    MICRO FSICO-ESPACIAL 9 3

    PSICO-SOCIAL 3 0

    MESO FSICO-ESPACIAL 2 2

    PSICO-SOCIAL 0 6

    MACRO FSICO-ESPACIAL 0 1

    PSICO-SOCIAL 0 1

    TOTAL 14 13

    Fuente: Elaboracin propia a partir de datos obtenidos por en-

    trevistas en terreno realizadas el 24 y 25 de octubre de 2006.

    En ambos casos las menciones realizadas por los entre-vistados a avor son mayores que las en contra.En la dimensin sico-espacial del nivel micro, tres ue-

    ron los argumentos positivos ms recuentes sobre lanueva vivienda. El primero es que sta es slida, lo queva a determinar que las amilias vivan mejor los dieren-tes climas, sobre todo la lluvia; un segundo argumentoes el de la limpieza, la gran mayora de los entrevistadossealaron que estas viviendas son ms ciles de limpiardebido a su materialidad, adems estn mejor aisladasdel entorno, por lo que hay menos polvo e insectos. Yun tercer argumento mencionado es que en las nuevasviviendas los servicios como agua y luz son ms segu-ros que en el campamento, donde se cortaban recuen-temente.En el mismo nivel, pero en la dimensin psico-social,aparece un actor que tambin es considerado como po-sitivo: el sentido de propiedad de la vivienda. Los entre-vistados de ambas villas destacaron la importancia detener un espacio propio.En el nivel meso, en Nueva Buin VI es destacado por losentrevistados, a la hora de evaluar su calidad de vida, la

    buena relacin que se da entre los vecinos. Por el contra-rio, en Lo Hermita III, los entrevistados consideraron quela relacin con los vecinos es algo negativo en el lugar,esto est uertemente infuido porque en el lugar existenuertes problemas de delincuencia y drogadiccin.En el nivel macro en su dimensin sico-espacial en lavilla Nueva Buin VI un argumento muy mencionado a lahora de evaluar la calidad de vida es la distancia que exis-te desde Buin a Santiago, lo que repercute de una maneraimportante en la falta de trabajo y/o la calidad de ste.

    Segregados

    TABLA 3: RESUMEN DE OPINIONES SEGN NIVEL Y DI-MENSIN, EN NUEVA PATAGONIA

    A FAVOR EN CONTRA

    MICRO FSICO-ESPACIAL 5 1

    PSICO-SOCIAL 0 0

    MESO FSICO-ESPACIAL 0 4

    PSICO-SOCIAL 1 7

    MACRO FSICO-ESPACIAL 3 4PSICO-SOCIAL 1 2

    TOTAL 10 18

    Fuente: Elaboracin propia a partir de datos obtenidos por en-

    trevistas en terreno realizadas el 9 de noviembre de 2006.

    2 A pesar de esto, en varias oportunidades los entrevistados sealaron aproximadamente tres argumentos por lo que las colum-

    nas no necesariamente suman 18.

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    CASA PROPIA: VIDA NUEVA?

    EVALUACIN DE LA CALIDAD DE VIDA EN VIVIENDAS SOCIALES

    TABLA 4: RESUMEN DE OPINIONES SEGN NIVEL Y DI-MENSIN, EN SAN FRANCISCO II

    FAVOR CONTRA

    MICRO FSICO-ESPACIAL 6 1

    PSICO-SOCIAL 1 0MESO FSICO-ESPACIAL 2 0

    PSICO-SOCIAL 1 10

    MACRO FSICO-ESPACIAL 1 6

    PSICO-SOCIAL 0 2

    TOTAL 11 19

    Fuente: Elaboracin propia a partir de datos obtenidos por en-

    trevistas en terreno realizadas el 1 de noviembre de 2006.

    En las entrevistas realizadas en ambas villas existe unagran dierencia entre la cantidad de menciones avora-bles y desavorables, siendo muchas ms las ltimas.Al igual que en el caso de las villas anteriormente ana-lizadas, la evaluacin de la calidad de vida en las villassegregadas est uertemente marcada por la variablemicro, en su nivel sico-espacial. Los argumentos men-cionados son exactamente los mismos que en el caso an-terior. La materialidad de la vivienda que permite que eninvierno no se llueva; la acilidad para limpiarlas debidoa su aislacin con el entorno; y que los servicios de aguay luz estn regularizados (si es que se paga) por lo queson ms seguros que en los campamentos.

    En el nivel meso, en su dimensin sico-espacial los ha-bitantes de la villa Nueva Patagonia evalan negativa-mente la mala calidad de su vecindario, ya que tanto laluminaria como el pavimento estn destruidos, lo queinfuye en la delincuencia del lugar.Con respecto a la dimensin psico-social, en ambas villases destacada por los entrevistados la mala relacin exis-tente entre los vecinos, lo que es explicado por los altosndices de drogadiccin y delincuencia de ambos lugares.Por ltimo, en el nivel macro, dimensin sico-espacial,sobre todo en la villa San Francisco II, ue muy mencio-nada la alta de trabajo que existe en el lugar, lo quedetermina negativamente la evaluacin de la calidad devida de los habitantes de este lugar.

    EVALUACIN CALIDAD DE VIDA:RESULTADOS COMPARADOS

    Para esta comparacin se utilizar la variable segrega-cin como eje analtico, ya que gracias a los datos obte-nidos durante las entrevistas hay evidencia que permitesealar que el hecho de que una villa se localice en un

    lugar no segregado o segregado tendr claras implican-cias en la calidad de vida que tendrn sus habitantes. Porsu parte, la variable de homogeneidad/heterogeneidad

    de la proveniencia de las personas que habitan la villa notuvo la misma uerza que la variable segregacin.Hay que recordar que las villas segregadas que ueronanalizadas en este estudio son San Francisco II, en la co-muna de San Bernardo y Nueva Patagonia, ubicada en lacomuna de La Pintana. Por su parte, las villas no segre-gadas son Lo Hermita III, en la comuna de Lo Barnecheay Nueva Buin, localizada en la comuna de Buin.Tanto en las villas segregadas como en las no segrega-das la materialidad de la vivienda es un elemento muyvalorado por sus habitantes, pero se puede apreciar quelos entrevistados de villas no segregadas sealan unamayor satisaccin con su vivienda que quienes vivenen villas localizadas en lugares segregados. Un elemen-to destacable ocurri durante las entrevistas cuando sepreguntaba por el tamao de la vivienda. En las villas no

    segregadas la gran mayora de los entrevistados tenanclaridad sobre el tamao de sus viviendas, sealaban cla-ramente cuntos metros cuadrados tenan, cosa que noocurri en las villas segregadas.Es importante sealar que a pesar de que las valora-ciones a la vivienda ueran distintas dependiendo de lasegregacin de la villa, la materialidad de la misma novara signicativamente entre una villa y otra. Inclusoes interesante que en el lugar en donde la vivienda esmenos slida (en Buin es de madera y no de ladrillo) lasatisaccin de sus habitantes con ella es ms alta queen las villas segregadas con viviendas ms slidas.Un punto muy destacado entre todos los entrevistados

    es el de la higiene, pero las realidades de una y otra sonmuy distintas. En los barrios no segregados las perso-nas mencionaron que la vivienda tiene una gran ventajaen comparacin con el campamento en la medida queacilita la limpieza. Por su parte, en los lugares segrega-dos los entrevistados sealaron tener problemas con lahigiene ya que en ambos casos existen muy cerca de lasviviendas terrenos baldos en donde hay una gran acu-mulacin de basura. Aunque aparentemente parezca ex-traa la relacin entre higiene y segregacin existe algncorrelato entre ambas, en la medida que las dos villassegregadas utilizadas por este estudio estn localizadasal lado (o sobre) espacios con mucha basura. Esto puede

    entenderse si se piensa que en barrios con una mejorlocalizacin (pobres rodeados de no pobres) los vecinosy los municipios se preocuparn por mantener el espa-cio limpio, mientras que en barrios ms malos (pobresrodeados de pobres) los municipios son ms pobres porlo que no existen recursos destinados a solucionar estetipo de problemas.Si comparamos el nivel de cercana que existe entre losvecinos en los dos tipos de villas podemos apreciar queen las villas segregadas los entrevistados reconocen te-

  • 8/9/2019 Revista Centro de Estudios Sociales Techo Para Chile 9

    28/6426 Centro de Investigacin Social Un Techo para Chile

    investigacin

    II. LO HERMITA III

    Vivienda en Barnechea (nivel micro).

    Vecindario Barnechea (nivel meso).

    Barrio Barnechea (nivel macro).

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    CASA PROPIA: VIDA NUEVA?

    EVALUACIN DE LA CALIDAD DE VIDA EN VIVIENDAS SOCIALES

    ner peor relacin con los vecinos que en las villas no se-gregadas. Esto no signica que no existan problemas enestas ltimas, pero los que hay no alcanzan a ser un pun-to determinante del clima de la villa. Es importante se-alar que no hay evidencia suciente como para armarque la mala relacin entre los vecinos est determinadapor la variable segregacin, pero en esta investigacincoincide que en las villas segregadas se reconoci peorrelacin entre los vecinos que en las no segregadas.Ligado con la relacin entre los vecinos aparece el temade la drogadiccin y la delincuencia. Los entrevistadosde villas segregadas explican que la mala relacin en-tre los vecinos se debe por sobre todas las cosas a queexisten altos niveles de delincuencia y drogadiccin enel barrio. De esta manera, en las villas segregadas exis-te una valoracin que no aparece explcitamente en lasno segregadas. En las primeras la casa aparece comoun espacio de seguridad, es un espacio que se valoracomo un reugio de estas amenazas, mientras que en las

    segundas no existe la sensacin de amenaza externa,por lo que no se explicita de la misma manera el valorde la vivienda como reugio a estos problemas. Hay quesealar que en una de las villas no segregadas los entre-vistados reconocieron que exista trco y consumo dedrogas, pero sealaron que el problema an no se habageneralizado dentro del lugar. Adems, no se puede ar-mar que exista una relacin directa entre segregacin ydrogadiccin.Esta investigacin tambin arroja evidencia sobre la im-portancia que tiene el trabajo para los habitantes de vi-viendas sociales. Tanto en las villas segregadas como enlas no segregadas ue mencionado como un tema que

    marca la calidad de vida. En las villas segregadas los en-trevistados sealaron que uno de los mayores problemasque existan era el de la alta de trabajo o lo mal pagadoque era. En este punto la variable relevante no tiene quever con la segregacin, sino ms bien con la distanciaa sus lugares de trabajo. En general, los entrevistadoshombres no perdieron sus trabajos con el cambio decasa, lo que cambi es la cantidad de dinero que utilizany el tiempo que demoran en llegar a sus trabajos. Por suparte, las mujeres en general resienten ms el cambio enla medida que no mantienen el mismo trabajo que antes;adems, por el aumento de los gastos en el hogar se ven,en algunos casos, obligadas a trabajar, pero normalmen-

    te lo hacen cerca de sus nuevas viviendas (en las eriaso quioscos).La relacin ms importante entre trabajo y segregacinaparece con la discriminacin. En los lugares segregadoslos habitantes sealan que son vctimas de discrimina-cin cuando van a buscar trabajo, mientras que en loslugares no segregados esto no ocurre.Este sentimiento de discriminacin es muy importanteen la medida que si se suma con la alta de trabajo o lamala calidad de servicios mnimo