Abril 2012Año LXIII • Núm. 748

Ejemplar gratuito

Publicación de Misioneros de Guadalupe

Sanar con lasheridas propiasSanar con lasheridas propias

Vidas entregadasa la Misión

Vidas entregadasa la Misión

Benedicto xvi

Mensaje Urbi et orbi de Su Santidad, Pascua 20104 de abril de 2010

Que la Pascua de Cristo represente, para aquellos países latinoamericanos y del Caribe que sufren

un peligroso recrudecimiento de los crímenes rela-cionados con el narcotráfico, la victoria de la convi-vencia pacífica y del respeto del bien común.

Convivencia pacífica y respeto

PapaBenedicto xvi

Abril 2012 1

General: Por las vocaciones

Que muchos jóvenes sepan acoger el llamado de Cristo para seguirlo en el sacerdocio y en la vida religiosa.

Misionera: Por la esperanza en África

Que Cristo resucitado sea signo de segura esperanza para los hombres y las mujeres del continente africano.

Intencionesdel Santo Padre Benedicto xvi para 2012

P. Sergio César Espinosa González, mg

Dios sigue llamando a muchas personas para que vivan su fe en el servicio a los demás. Algunos lo hacen desde sus ho-gares, otros son llamados para hacerlo desde el presbiterio de una diócesis o una comunidad religiosa. Sabemos que son vocaciones que requieren mucha generosidad y gran capaci-dad de amar por parte de quienes se sienten impulsados a pa-sar la vida en el servicio y el bien a los otros. Oremos para que más jóvenes acepten el llamado de Cristo a ser presbíteros, a ingresar a la vida religiosa o a dedicarse a la Misión, sea como sacerdotes, religiosos o laicos.

Niños desnutridos y mujeres con mirada vacía son parte de la realidad más dolorosa de los pueblos de África, un conti-nente donde la explotación colonial, la injusticia y la corrup-ción han creado un gran número de pobres. Los cristianos pensamos que siempre hay esperanza de un futuro mejor y debemos trabajar con empeño para anunciar al vencedor del pecado, Jesús resucitado, Señor de la vida y causa de nuestra esperanza. Oremos con el Papa para que los cristianos, es-pecialmente los misioneros, sepamos compartir nuestra fe y esperanza con los pueblos africanos.

Mi piel sevolvió radianteP. Gerardo GuajardoNúñez, mg

1414

El leónde OrienteP. Francisco SanabriaEnciso, mg

1818

Pastoral conlos niñosBlanca DeyaniraDíaz Acevedo, mla

Una nueva capilla en KitakataP. José MonroyPereyra, mg

6 886Publicación de

Misioneros de Guadalupe

Ejemplar gratuito. Prohibida su venta

Año lXIII • Núm. 748 • Abril 2012

DIRECTORIO

Editor responsableP. Juan José Márquez Echeverría

DirectorP. Víctor Manuel Zavala Contreras

Auxiliar editorialJuan José Ramírez Escarza

Diseño gráficoLourdes Reyes Esquivel

IlustraciónElia María Bañuelos Hernández

WebmasterJorge Hugo Guerrero Luna

www.revistaalmas.com.mx

PortadaEl P. Gerardo Guajardo N., mg,

comparte con niños de la Parroquia de Guro,Diócesis de Chimoio, Mozambique.

Almas es editada por Editora Escalante, sa de cv, Córdoba 17, pb, local 1, Col. Roma, Del. Cuauhtémoc, cp 06700, México, df. Distribuida por Misioneros de Guadalupe, ar, Cantera 29, Col. Tlalpan, Del. Tlalpan, cp 14000, México, df. Certificado de Licitud de Título Núm. 555 (Época SEP), y Certificado de Licitud de Contenido Núm. 4414. Certificado de Reserva de Derechos al uso exclu-sivo del Título Núm. 04-1999-050317152800-102. Impresa en Transcontinental-Reproducciones Fotomecánicas, sa de cv, Democracias 116, Col. San Miguel Amantla, Del. Azcapotzalco, cp 02700, México, df. Tel. 5354 0100. Registro Postal Publicaciones Núm. PP09-0298 autorizado por Sepomex.

El Instituto de Santa María de Guadalupe para las Misiones Extranjeras fue fundado en 1949 por el Episcopado Mexicano y la Pontificia Unión Misional del Clero para formar y enviar misione-ros a los países no cristianos que le señale el Santo Padre. El Papa Pío xii aprobó sus Constituciones. El Primer Superior General fue Mons. Alonso M. Escalante. El Instituto es soste-nido por los católicos mexicanos.

Línea Misionera: 01 800 00 58 100www.mg.org.mx

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• Papa Benedicto xvi

• Intenciones• Editorial• Página del lector• Pastoral de la salud• Vida mg

• Noticias breves• Concierto de Navidad• Sólo para niños. Club de Niños mg

• Centro de Orientación Vocacional• Bienhechores

Abril 2012 3Abril 2012 3

En este mes celebraremos la Pascua, el misterio fundamental de nuestra fe: Jesús, después de ser crucificado, ha resucitado de en-

tre los muertos. Esta celebración se extenderá en la liturgia durante los cincuenta días de tiempo pascual.

Nuestra fe es puesta a prueba en numerosas ocasiones por las injus-ticias, el hambre, la pobreza, la violencia, el desprecio por la vida y otros numerosos males que nos confrontan cada día. Estos males son las heridas que afectan al mundo y al hombre en todos los rincones del planeta, aunque en ocasiones sean ignoradas o escondidas. Sin em-bargo, hay que recordar que Cristo cargó en su cuerpo con nuestros pecados y con sus propias heridas nos ha sanado (cfr. 1P 2, 24), y ha dado muestra del infinito amor de Dios por el hombre.

Con su resurrección, el Señor no ha eliminado el mal ni el sufrimiento de los hombres, pero los ha vencido de raíz y nos ha legado una vía para alcanzar la paz y la felicidad. La Pascua marca el inicio de una nueva condición en la historia de la humanidad, en la cual Jesús vive en noso-tros, que ya tenemos la certeza de que el sentido de las cosas del mundo no se halla en la muerte, sino en la vida y en la resurrección. La Pascua nos ilumina, nos renueva y nos invita a afianzar la victoria de Jesús, lle-vando un mensaje de esperanza a quienes lo necesitan y viviendo los principios evangélicos.

Este mes la misionera laica Blanca Díaz comparte con nosotros algu-nas actividades con las que los niños de Guatemala se acercan a la fe. El P. José Monroy nos narra algunos hechos ocurridos en la historia de la Parroquia de Kitakata, Japón. El P. Gerardo Guajardo recuerda la época de su ordenación presbiteral. Y el P. Francisco Sanabria nos ofrece una semblanza de un importante pastor de la Iglesia cubana. Esperamos que estos artículos renueven nuestro compromiso con la alegría que nos brinda la resurrección de Jesús.

Una nueva condición humana

Editorial

Revista Almas4

Página del lector

Estimados Misioneros de Gua-dalupe, los saludo con mucho cariño y admiración por su labor de compartir la fe en lugares lejanos, en donde tienen que adaptarse a costumbres muy di-ferentes a las nuestras. Quiero decirles que conocí la revista Almas cuando era niña y desde que la tuve por primera vez me gustó por su contenido espi-ritual y porque a través de ella puedo conocer, aunque sea en fotografía, a tantos hermanos que, gracias a Dios, acogen la Buena Nueva con mucha alegría e incluso, en ocasiones, la si-guen difundiendo.

Es triste sentir que en nuestra patria no ocurre lo mismo, so-bre todo en este tiempo que vivi-mos, lleno de cosas que apartan al ser humano de Dios. Quizá es

porque desde pequeños se nos llena de intereses materiales y no dejamos tiempo para aque-llo que nos puede proporcionar paz y alegría. Digo lo anterior con base en mis experiencias: a mí me hizo falta estar con mi mamá y mis hermanos, no cono-cí abuelos, nada. Sin embargo, conocí a Dios y es quien me ha dado fortaleza para seguir.

Les ruego que hagan oración por mis hijos, para que Dios y la Vir-gen de Guadalupe los guíen por el buen camino. Quiero pedirle a otros lectores que recuerden que Jesús prometió estar con nosotros hasta el fin. Que Dios y nuestra Madre los llenen de gracia y sabiduría.

Genoveva O. de H.

Reverendos Padres Misioneros de Guadalupe, mi nombre es Pa-tricia A. P., tengo 89 de años de edad y soy originaria del estado de Morelos. Tengo el gusto de

saludarlos aunque sea por este medio. Mensualmente recibo la revista Almas y quiero contar-les la forma en que Dios llegó a tocar mi corazón. Recuerdo

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que fue en octubre de 1964, en la ciudad de México, cuando un seminarista me invitó a co-laborar con ustedes; comencé a apoyarlos con un granito de arena, para que continuaran su Misión, y hasta la fecha sigo haciéndolo. Agradezco a Dios, pues en mi larga vida me ha dado la sabiduría de invitar a más per-sonas para que les ayuden con su aportación y su oración.

También formo parte de grupos como la Legión de María, soy franciscana y devota de la Vir-gen del Carmen. Actualmente, ya que me caí y me lastimé una pierna, no puedo salir sin una silla de ruedas y la ayuda de otra per-sona. Pero por fortuna tengo a

mi familia. Tuve siete hijos, de los cuales uno ya está en presen-cia de Dios. Mi esposo tiene tres años de fallecido, pero Dios nos dio la gracia de cumplir 60 años de matrimonio. El Señor me ha dado la fortaleza para superar la pérdida de mis seres queridos y el consuelo de una gran fami-lia: 23 nietos, 31 bisnietos y dos tataranietos, con quienes tengo la dicha de convivir, aunque al-gunos vivan lejos.

Agradezco que oren por sus Ma-drinas y Padrinos, y sus familias. Que Dios los bendiga.

Atentamente,Patricia A. P.

Misión de GuateMala

Blanca Deyanira Díaz Acevedo, mla

Blanca Díaz comparte algunas experiencias que ha tenido con los niños durante su colaboración como Misionera Laica Asociada a mg en Guatemala.

PAstOrAl cOn lOs nIñOs

Durante mi estancia en Guatemala he traba-jado principalmente en las aldeas cercanas a

Zacapa, donde la convivencia con los niños me ha enseñado que un apostolado que fomente la amis-tad con ellos es la mejor forma de evangelización.

Los niños y la naturaleza

La vida de las aldeas de Zacapa está en los niños, con sus juegos, sus cantos, sus risas y la convi-vencia con sus mascotas. En la aldea de Chastútu se encuentran Marvin y Alex, dos hermanos que viven su niñez entre el trabajo y el juego. Por las

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mañanas van a cortar leña y su mejor amiga es una burrita que los acompaña y los ayuda a car-gar leña. Cuando regresan a la aldea hace mucho calor, por eso descansan, alimentan a la burri-ta y después van a bañarse al río. El trayecto del camino les sirve para jugar y platicar, y yo apro-vecho para presentar a mi mejor amigo: Jesús. Les pregunto: “¿Ya lo conocen?”, y sonriendo me res-ponden: “Sí”. Algunas veces Alex me dice: “Blanca, cántate aquella canción que nos enseñaste, la que habla de Dios y lo que hace por los niños y por todos”. Entonces comenzamos a cantar.

Otros niños de Chastútu son Lui-sita y Selvin. Ellos cantan con su perico. Les gustan mucho sus colores y en él contemplan la naturaleza creada por Dios. Una vez Luisita me dijo, refiriéndose a las visitas que hacemos las mi-sioneras laicas: “Nos alegra mu-cho cuando vienen, porque nos enseñan a cantar, a rezar, y son muy alegres”.

Vía Crucis con los niños

Otra aldea de Zacapa, llamada Los Limones, se caracteriza por la presencia de muchos niños, que siempre andan juntos y son risue-ños. Con ellos vivimos los eventos de Semana Santa, pues los adul-tos participan poco. Realizamos

representaciones del Vía Crucis cada Viernes Santo y visitamos todas las casas. Los niños nos ayudan en todo, por ejemplo, cargan las imágenes de las xv es-taciones o hacen oraciones. Con nuestras actividades queremos dar a conocer que el Hijo de Dios, por su amor hacia nosotros, tuvo que padecer y morir, pero ese su-frimiento nos ganó la redención. Nuestro Señor ha resucitado y está vivo, se encuentra entre no-sotros y quiere compartirnos su vida y su Reino.

Al pasar tiempo con estos niños y compartir con ellos momen-tos importantes de la vida, he procurado rescatar los valores de unidad, respeto y solidaridad hacia las personas que sufren y nos necesitan. Agradezco al Se-ñor por permitirme verlo en los rostros de los niños. ¡Qué gran enseñanza cuando dijo: “Dejen que los niños se acerquen a mí, porque de ellos es el reino de los cielos” (cfr. Mt 19, 14)! Los niños de Guatemala, entre su inocencia y su apuro por jugar, van cono-ciendo y amando a Dios, porque comprenden que es bueno y que gracias a Él tenemos amigos, dis-frutamos del sol y podemos ali-mentarnos. Queridos Padrinos y Madrinas, los invito a que siem-pre compartan la gran alegría de anunciar a Cristo resucitado.

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Misión de Japón

Padre José Monroy Pereyra, mg

El Padre José Monroy comparte sus reflexiones en torno al trabajo desarrollado por Misioneros de Guadalupe en Kitakata, Japón, y establece un balan-ce sucinto de los frutos obtenidos.

UnA nUEvA cAPIllAEn KItAKAtA

Hace algunos años, Mons. Martín Tetsuo Hira-ga, Obispo de Sendai, llevó a cabo la dedi-

cación de una nueva capilla y la bendición de un kínder en la ciudad de Kitakata, Japón. Con gran alegría asistimos tres de los Misioneros de Guada-lupe que trabajábamos en ese lugar.

Mientras se desarrollaba la ceremonia, me pregun-té cómo sería Kitakata antes de la llegada de los sacerdotes de nuestro Instituto. Se trataba de un

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pueblo de personas dedicadas a la agricultura, quienes se halla-ban en espera de la Buena Nueva de nuestro Señor; una estación misionera de la Iglesia de Aizu-Wakamatsu en donde se cele-braba la Santa Misa de vez en cuando; un campo enteramente nuevo que esperaba un agricul-tor que lo trabajara.

A ese lugar fue enviado, por vo-luntad de Dios, el Padre Esteban Martínez de la S., mg, q.e.p.d. Cuando arribó pudo notar que ahí no existía algún sitio vincu-lado a nuestra religión, por ello su primer pensamiento fue reali-zar la construcción de una capi-lla en la que los pocos cristianos que formaban la nueva comuni-dad tuvieran un lugar para hacer oración y reunirse como Pueblo de Dios.

Tiempo después, al constatar que el lugar se veía animado única-mente los domingos, pensó de inmediato en llevar a cabo una nueva construcción: un jardín de niños adjunto a la capilla al que llamaría Chigusa, que signi-fica “las mil flores”; de esta for-ma todos los días estarían llenos de esas risas infantiles que son tan agradables a Dios. Pronto el sueño del Padre Esteban se vio concretado y fue así como continuó la labor de apostolado para los Misioneros de Guadalupe

en Kitakata, donde miembros de nuestro Instituto colaboraron por más de 40 años.

Hoy son los Padres diocesanos los que se encuentran trabajando en Kitakata. Ellos, al constatar que los edificios se habían deterio-rado, decidieron hacer un único edificio para la capilla y el jardín de niños, lo cual puede enten-derse como una construcción en la que se enfatiza que el trabajo pastoral en esa población de Ja-pón es uno solo y que únicamen-te la extensión del Reino de Dios le proporciona su razón de ser.

Reconocemos que los frutos vi-sibles no han sido abundantes, pero afirmamos y constatamos que en ese jardín de niños se edu-ca a los alumnos con inspiración cristiana y que en el presente la religión católica es más conocida en dicha región del país.

Estimados Padrinos y Madrinas, aunque Misioneros de Guadalu-pe ya no tiene presencia en Ki-takata, podemos unirnos en la oración para pedir al Señor que derrame abundantes bendicio-nes sobre quienes actualmente trabajan ahí.

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papa Benedicto xviPastoral de la salud

Padre José Sandoval Íñiguez, mg

El sanador herido

El Padre Sandovalreflexiona acercade las personas

que laboran en un hospital,quienes siendo vulnerables pueden sanar al prójimo,

como Jesúsnos curó a todoscon su sacrificio

y nos ganó la redención.

Según la mitología griega Es-culapio aprendió del Cen-

tauro el arte de sanar, y aunque éste tenía el poder de curar había contraído una enfermedad irre-mediable, de modo que aliviaba a otros pero no podía ayudarse a sí mismo. También se cuenta que en el mundo de los chamanes el aprendiz de chamán, durante su entrenamiento, entra en trance y pasa por una prueba dolorosísi-ma en la que experimenta el dolor de los que va a curar en el futuro.

Revista Almas10

En el Antiguo Testamento, en el libro del profeta Isaías, apare-ce la figura del curador herido, en la persona del siervo de Yahvé: “¡Eran nuestras dolencias las que él llevaba y nuestros dolores los que soportaba! Nosotros lo tuvi-mos por azotado, herido de Dios y humillado. Él ha sido herido por nuestras rebeldías, molido por nuestras culpas. Él soportó el castigo que nos trae la paz y con sus llagas hemos sido curados” (cfr. Is 53, 4-5).

La Iglesia siempre ha interpre-tado que este texto se refiere al Mesías, el Cristo, el Ungido del Señor, quien por nosotros fue sa-crificado en la cruz. Él en verdad nos sanó y se convirtió en ofren-da expiatoria. Él llevó en lugar nuestro la cruz que debimos cargar, subió al Gólgota y vo-luntariamente ofreció su vida a Dios Padre. Nosotros recibimos el perdón y, reconciliados con Dios Padre, hemos venido a ser herederos del Reino de los cielos. Cristo es el verdadero sanador, el sanador herido.

El personal que labora en el hospital: médicos, enfermeras, agentes de pastoral de la salud, voluntarios, etc., también puede pensarse como un sanador heri-do, pues al tratarse de personas

ordinarias y vulnerables fácil-mente pueden ser víctimas de una enfermedad.

La vida humana es débil por na-turaleza y, aunque parezca una paradoja, el personal médico está mejor cualificado para acer-carse al que sufre física o espi-ritualmente, sobre todo cuando ha experimentado en su propia persona la debilidad del ser hu-mano: el que ha curado sus pro-pias heridas podrá intentar curar las heridas del prójimo.

Aunque se suele dividir a las per-sonas en sanas y enfermas, to-dos tenemos en el cuerpo o en el espíritu algún defecto o alguna carencia que nos hace sufrir. El personal médico está lleno de las tensiones que le causa el cuidado de sus pacientes; ante un enfermo terminal el buen médico se sien-te herido en su alma por la im-potencia y la incapacidad para salvarlo de la muerte, que ronda amenazante. El paciente, sin pa-labras, le recuerda al médico que también él, como humano, algún día caerá enfermo y morirá.

Pidamos al Señor que a cada uno nos conceda llegar a ser un sa-nador que, aun herido, se acerca a los que sufren con un corazón lleno de amor y de misericordia.

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papa Benedicto xvi

El Padre Óscar Mario Romero Becerra ha dedicado va-rios años de su vida ministerial a la orientación de los jóvenes que buscan responder al llamado de Jesucristo.

El Padre Óscar Mario Romero Becerra nació en Guadalajara, Jal., el 29 de noviembre de 1960, en el seno de una familia cre-

yente y practicante de la fe católica. Recibió la educación básica en escuelas de su ciudad natal y por invitación del Padre José de Jesús Sanabria E., mg, participó en actividades del Centro de Orien-tación Vocacional (cov) de Misioneros de Guadalupe. Ingresó al Seminario Menor de Misiones en septiembre de 1976. Realizó estudios de Filosofía y Teología en la Universidad Intercontinental (uic) y fue ordenado diácono en la Capilla del Seminario Mayor mg en 1986. El 1 de agosto de 1987 recibió la ordenación pres-biteral, por imposición de las manos de Mons. Ramón Godínez

Vidamg

25 aniversario sacerdotalPadre Óscar Mario Romero Becerra, mg

Flores, entonces Obispo Auxi-liar de Guadalajara.

El Padre Óscar Mario ha co-mentado que su vocación sa-cerdotal misionera tuvo dos fuertes motivaciones. La pri-mera de ellas fue la buena rela-ción que desde temprana edad tuvo con los sacerdotes de su parroquia, quienes le brindaron un gran ejemplo de generosi-dad. La segunda fue el ejemplo de los sacerdotes mg Jesús Sa-nabria y Román Orta C. –en-tonces promotor vocacional y asesor del seminario, respec-tivamente–, quienes supieron motivarlo con su alegría y su espíritu misionero.

Gran parte de su sacerdocio lo ha dedicado a la pastoral voca-cional. En 1987 fue nombra-do para colaborar en el cov de Guadalajara, Jal., y cuatro años después comenzó a trabajar en el de Monterrey, nl. De igual manera, en 1993 recibió nom-bramiento para trabajar en el Curso Introductorio al Semi-nario de Misiones (Cisemi).

Formó parte del segundo grupo que arribó a la Misión de Cuba, donde compartió con alegría la Buena Nueva de 1997 a 2004. El Padre Óscar Mario ha afir-mado que la mejor experiencia

en su ministerio ha sido com-partir su vida como misionero con el pueblo pobre y sufrien-te de Cuba. En el año 2005 ingresó al Instituto Teológico Pastoral para América Latina (Itepal), en Bogotá, Colombia, donde estudió Teología, con énfasis en Misionología.

A partir de enero de 2007 ha colaborado de nuevo en la orientación vocacional de los jóvenes, esta vez en Villahermo-sa, Tab., primero como Asisten-te Promotor Vocacional y en la actualidad como encargado del Departamento de Pastoral Vo-cacional. El Padre Óscar Mario ha comentado que trabajar con jóvenes lo ha llenado de alegría y lo ha motivado en su sacerdo-cio, sobre todo al ver la mane-ra en la que Dios actúa en cada uno de ellos y les infunde la fe y la vocación misionera. Ade-más, un apoyo importante para su ministerio ha sido observar el testimonio de algunos Padres mg que realizan su trabajo y su vocación de manera ejemplar.

El 1 de agosto de este año ce-lebrará su 25 aniversario de or-denación sacerdotal. ¡Muchas felicidades!

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m

Misión de MozaMBique

Padre Gerardo Guajardo núñez, mg

El Padre Gerardo Guajardo, misionero en Mozambi-que, recuerda algunos hechos ocurridos en la época de su ordenación sacerdotal que le han servido para constatar que la gracia de Dios se hace presente a través del sacerdocio.

MI PIEl sE vOlvIó rADIAntE

Estimados lectores de la revista Almas, quisiera compartir con ustedes algunos recuerdos de

la época en la que recibí la ordenación sacerdotal. Los dos meses previos los pasé entre preparativos y viajes en mi tierra natal. Aproveché ese tiem-po para acompañar más de cerca a mi padrino de confirmación, el señor Rubén Galván, quien lleva-ba ya un largo proceso de enfermedad.

Mi padrino fue un hombre que poseía una fe ad-mirable. Sin temor a equivocarme, creo que su fe

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lo sostuvo en los momentos más críticos de su enfermedad. Siem-pre abierto a la voluntad de Dios, me decía que le pedía mucho al Señor que le permitiera recupe-rarse a tiempo y acompañarme en la ceremonia de ordenación.

Desgraciadamente había sufrido una caída y se rompió la cadera. Lo operaron y le colocaron una placa, pero su situación no mejoró pues tenía que estar día y noche en una cama o un sillón reclina-ble en donde por momentos ex-perimentaba algo de alivio.

Después de sufrir la caída sus po-sibilidades de asistir a mi ordena-ción eran remotas. Sin embargo, yo buscaba animarlo, lo visitaba con frecuencia para platicar con él y para llevarle la Sagrada Comu-nión, y le ofrecía la posibilidad de llevar el sillón reclinable a la igle-sia y acomodarlo en la sacristía, pues a fin de cuentas ese día no se iba a usar. Al pasar el tiempo su salud no mejoraba, pero le prome-tí que, si Dios lo permitía, donde fuera que estuviese nos veríamos el día de mi ordenación.

Un día antes de la ceremonia, por la mañana muy temprano sonó el teléfono. Era la hija de mi padri-no, quien entre lágrimas me daba la triste noticia de que la salud de su papá se había deteriorado al grado de estar hospitalizado.

Con un nudo en la garganta ape-nas le respondí que estábamos en oración y que haría lo posible por estar con ellos ese día, cosa que me fue imposible. Colgué el telé-fono y recordé la promesa que le había hecho a mi padrino: “Don-de sea que esté usted, me verá ordenado”.

Al día siguiente, antes de la or-denación, le pedí a mi hermana que al terminar la ceremonia me hiciera el favor de llevarme al hospital para ver a mi padrino. Durante la Misa, en especial en el momento de la postración, le pedí al Señor que se acordara, en su misericordia, del mucho tiempo que mi padrino le había servido en la parroquia. En me-dio de la emoción del don que estaba recibiendo ansiaba estar en el hospital.

Tan pronto terminaron las felici-taciones pedí a mi hermana que me llevara a saludar a mi padri-no. Salí presuroso, aún con el alba puesta, pues se me figura-ba que el tiempo era oro y no lo podía desperdiciar quitándome-la. Llegué al hospital y antes de entrar a su habitación me puse la estola y la casulla, para que mi padrino me pudiera ver con las investiduras sacerdotales.

La habitación estaba a media luz. Lo acompañaba junto a la

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cabecera su hija, quien le dijo que yo había llegado. Platica-mos un poco y compartimos la alegría entre lágrimas. Mi her-mana tomó la iniciativa de orar con él y antes de despedirnos le di la bendición.

Dos días después regresé al hos-pital y me encontré con la esposa de mi padrino. Me agradeció la vi- sita que hice a su esposo el día de mi ordenación y lamentó no haber estado presente para pre-senciar lo que su esposo y su hija habían contemplado, pues según le comentaron, aquel día me vie-ron resplandeciente, como si de mí saliera una especie de rayos de luz que rompían la penumbra de la habitación y la iluminaban cá-lidamente. Insistió, diciéndome: “Estabas lleno de una luz que inspiraba gozo y paz”.

Ante sus palabras quedé sorpren-dido por la manera en que Dios quería hacerme creer que ya no era el mismo, que ya era sacer-dote. Al recordar estos hechos y meditar al respecto ha venido a mi mente aquel pasaje bíblico que dice: “Cuando Moisés bajó del monte Sinaí … no sabía que la piel de su cara se había vuelto radiante, por haber hablado con Yahvé” (cfr. Ex 34, 29).

En el seguimiento de mi voca-ción he ido aprendiendo y se ha ido ampliando el horizonte de mi entendimiento para comprender que, aunque yo no lo note, los que están abiertos a la gracia de Dios son capaces de percibir su pre-sencia a través del don del sacer-docio que he recibido.

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Guadalajara, Jal., 27 nov 2011. Este día, en medio de un frío tempra-nero, se llevó a cabo la celebración del Día del Padrino en la ciudad de Guadalajara. En una Misa solemne presidida por el P. Raúl Ibarra H., mg, Vicario General, se realizó el envío de tres Padres mg a Misiones: José Monroy P., a Japón; José Guadalupe Martínez R., a Kenia, y Damián Iván Bernal C., a Mozambique.

Suncheon, Corea, 26 nov 2011. La comunidad mg en Corea celebró una Eucaristía con la cual dio inicio el año jubilar por el 50 aniversario de la fundación de la Misión de Corea. Como parte de las actividades, du-rante este año se reflexionará acerca del trabajo que el Instituto ha reali-zado a lo largo de estos 50 años en-tre el pueblo coreano.

Día del Padrino 2011Guadalajara

Año jubilarde la Misión de Corea

El Vaticano, 13 dic 2011 (vis). Ayer, solemnidad de Nuestra Señora de Gua-dalupe, Patrona de América latina, Su Santidad presidió una Misa en la Ba-sílica de San Pedro, con motivo del Bicentenario de la independencia de los países latinoamericanos y del Caribe. Durante la celebración, el Papa recordó que “la Morenita del Tepeyac (...) sigue indicando la única luz y la única verdad: su Hijo Jesucristo (...) a los interrogantes fundamentales que asedian también hoy a tantos hombres y mujeres del continente americano”.

Misa por América latina

Noticias brevesFuente: Vatican Information Service (vis) • Redacción de Almas

Misión de cuBa

Padre Francisco sanabria Enciso, mg

El Padre Francisco Sanabria, quien ha compartido el Evangelio en Cuba, nos ofrece una semblanza de Mons. Pedro Claro Meurice Estiu, arzobispo que de-fendió con valor los derechos del pueblo cubano.

El lEón DE OrIEntE

E l 21 de julio del año pasado, a primera hora de la mañana, en la ciudad de Miami, Florida,

eua, en donde había ido a realizarse un chequeo médico, Mons. Pedro Claro Meurice Estiu, quien fue el Arzobispo Primado de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba por casi 40 años, partió a la casa del Padre.

A Mons. Pedro se le conoció y se le llamó León de Oriente por la fortaleza, valentía y coraje que tuvo para defender con firmeza la fe de la Iglesia, los derechos del pueblo y el bien del clero, cuando se

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vieron afectados por la imposi-ción del gobierno de Cuba.

Mons. Pedro fue una gran figura de la Iglesia cubana como hom-bre, profeta y pastor, pues supo ganarse el aprecio del pueblo y el respeto de aquellos que no simpatizaban con su manera de pensar y de obrar.

Como hombre supo defender los derechos humanos y compartió su vida con los más humildes, los marginados y los enfermos; tenía un comedor para toda esa gente, lo cual no agradó al go-bierno pues opacaba las obras sociales que este promovía. Ade-más, todos los días se formaban filas de personas que querían ver al arzobispo y recibir un consejo, ayuda o ánimo para sus vidas.

Como profeta nunca le tembla-ron la mano ni la voz para denun-ciar las injusticias cometidas por el régimen. Fue un hombre que supo atender y defender tanto a la Iglesia como a su patria, a la que siempre apoyó y defen-dió desde su sacerdocio. Incluso cuando recibió a Su Santidad, hoy beato, Juan Pablo ii, en su presencia y ante las autoridades denunció sus desacuerdos con el gobierno.

Como pastor, a ejemplo de Cristo, siempre estuvo en busca de las

ovejas alejadas, aconsejaba a las personas desanimadas, cuidaba a los enfermos en sus penas y sus luchas, con lo que siempre ofre-ció un buen ejemplo a niños, jó-venes y adultos.

A lo largo de su ministerio supo mostrar la verdad y denunciar con valentía todo cuanto lesio-naba a la Iglesia y al pueblo; fue eso lo que le ganó el apelativo de León de Oriente, un león que hoy se nos ha ido y nos ha dejado el eco de su rugido, que en toda su labor pastoral resonó en favor de los que no tienen voz.

Tenemos la certeza de que, con su muerte, hemos ganado un intercesor en el cielo. Agradece-mos a Dios por el tiempo que nos brindó la guía de este gran pas-tor, quien tuvo la delicadeza de invitar a Misioneros de Guadalu-pe a la Arquidiócesis de Santiago de Cuba, y nos recibió y acogió como sus colaboradores.

Esperamos que la vida de Mons. Estiu sirva de ejemplo para for-talecer la fe del pueblo cubano y su confianza en Dios y en la Iglesia, bajo la protección de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de los cubanos.

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C on el lema “Construyendo esperanza” se realizó el 4º

Concierto de Navidad, cuya fina-lidad fue ayudar a nuestros her-manos de Japón afectados por el terremoto y el tsunami que azo-taron a su país en marzo del año pasado. Se invitó a participar a un grupo de intérpretes de flauta transversa, piano, canto y danza tradicional japonesa –la mayo-ría de ellos originarios de aquel país oriental–, quienes de forma generosa apoyaron la realización del evento.

Durante el concierto se proyectó un video con el testimonio del Padre David Félix Uribe G., mg, Superior de la Misión de Japón, quien comenta acerca de las ex-periencias vividas a raíz de los

El sábado 10 de diciembre de 2011 se realizó el 4º Concierto de Navidad en la Capilla central del Seminario de Misiones.

desastres naturales y explica la labor realizada por Misioneros de Guadalupe para auxiliar a los damnificados*. El Padre Marco Antonio Navarro L., mg, quien ha trabajado como misionero en Japón, presentó dicho video y abundó sobre la información ofrecida en él.

Asistieron Padres y seminaristas mg, así como un buen número de Pa-drinos, quienes disfrutaron del evento en un ambiente de ale-gría por la época navideña. Los fondos recaudados se emplearán para la construcción de hogares para adultos mayores en Sendai, Japón. Muchas gracias a todos los que hicieron posible este evento, y a quienes nos honraron con su presencia.

Redacción de Almas

Concierto de Navidad 2011Concierto de Navidad 2011

* El video puede ser visto en la páginahttp://mexico.mg.org.mx/?p=597

Decálogo de la iamDecálogo de la iam

Segundo mandamientoUn niño misionero conoce a Jesús, ama como Jesús,

no se avergüenza de hablar de Jesús

Con este mandamiento se invita a los niños misioneros a conocer la vida de Jesús, como cuando tienen un amigo especial y les interesa saber de su vida, sus gustos, sus colores favoritos y la fecha de su cumpleaños.

Leer el Evangelio es el procedimiento más efectivo para acercarnos a la vida de nuestro amigo Jesús, quien entregó su vida por nosotros, como demostración del gran amor que nos tiene. Los niños misio-neros pedimos a Dios que nos ayude a amar a todas las personas como Jesús nos ama. Si Él ha dado su vida por amor a cada uno de nosotros, debemos preguntarnos: ¿Cómo puedo compartir este amor con otros niños?

Revista Almas

Niños con espíritu misioneroNiños con espíritu misioneroMaría Concepción Almonte tiene nueve años de edad y es miem-bro de nuestro club en Jantetelco, Morelos. Es entusiasta y le gus-ta participar, en compañía de su familia, en las celebraciones y representaciones que se llevan a cabo en su parroquia durante Semana Santa.

Nos cuenta que en la Parroquia de San Pedro Apóstol el Domin-go de Ramos todos asisten a una procesión, en la cual se realiza una representación de los apóstoles, quienes acompañan a Jesús, que viaja subido en un humilde burrito. Durante estas fechas la participación de los niños tiene especial importancia, pues asisten a Misa y colaboran en las actividades de los días jueves, viernes y sábado de la Semana Santa.

Durante estos días los niños debemos reflexionar acerca de la vida de Jesús, la manera en que también podemos ser sus apósto-les y la importancia que tiene en nuestras vidas llevar su mensaje a otros niños.

Para realizar esta actividad, primero recorta las imá-genes que aparecen en el lado derecho de esta hoja. Después pégalas en el lugar que se indica dentro del mapa. Así aprenderás en qué lugares ocurrieron los mo-mentos más importantes que vivió Jesús durante su Pa-sión, Muerte y Resurrección. En compañía de tu familia puedes leer los pasajes bíblicos que vienen indicados en cada imagen. Coloca el caminito en un lugar importante de tu casa.

Camino de Semana SantaCamino de Semana Santa

Centro de Orientación Vocacional México

Todo es posible cuando queremos ser alguien en la vida. Invitamos a los jóvenes varones que viven en la zona centro

de nuestro país al

Retiro de discernimiento vocacionalque tendrá lugar del 12 al 14 de mayo de 2012.

Recuerda que Alguien te invita a ser diferente.¡Ven, conócelo y sigue su llamado!

Para mayores informes:

cov MéxicoP. Alejandro Jaimes Méndez, mgP. Ignacio Flores García, mgTel.: 5573 3000 exts. 109, 173 y 179Línea Misionera (sin costo): 01 800 00 58 100Correo electrónico: vocacionesmg@hotmail.comBlog: blogcovmg.blogspot.comFacebook: Cov México

Becasmisioneras

“Vayan por todo el mundo y proclamenla Buena Nueva a toda la creación” (Mc 16, 15)

El trabajo de la evangelización entre los no cristianos no ha terminado y continúa realizándose en muchos lugares. Los misioneros ancianos necesitan que los jóvenes apoyen y prosigan su labor de proclamar la Buena Nueva. Ustedes pueden apoyar a quienes han decidido consa-grar su vida a la Misión ad gentes, al fundar una beca con la cual un seminarista completará su formación sacerdotal.

Beca completa Media beca Ayuda anual $12 000.00 $6 000.00 $1 000.00

Línea Misionera(sin costo):

01 800 00 58 100

Correo electrónico:padrinos@mg.org.mx

¡Ayudemos a la evangelización del mundo!¡Ayudemos a la evangelización del mundo!

www.revistaalmas.com.mx

Nació en Guadalajara, Jal., en 1983, e ingresó al Seminario de Misiones en 1998. Estudió el bachillerato en el Colegio Alonso Manuel Escalante y Escalante (camee) y Filosofía en la Universidad Intercontinental (uic). En 2006 recibió los Ministerios de Lectorado y Acolitado, y fue nombrado a estudiar Teología en el Centro de Formación para África (cfa), en Kenia. En 2010 recibió el diaconado y ejerció su ministerio con la tribu maasai. Fue ordenado sacerdote el 5 de noviembre de 2011 y nombrado a la Misión de Kenia. El Padre José Guadalupe ha comentado que su llamado al sacerdocio surgió de una participación activa en su parroquia. Tú también puedes llevar la Palabra del Señor a los pueblos que la necesitan.

¡Responde al llamado de tu vocación!

Únetea la Misión

Padre José Guadalupe Martínez ReaMisionero de Guadalupe en Kenia

Línea Misionera: 01 800 00 58 100

Ciudad de MéxicoTlalpan

Cantera 29, Col. Tlalpan, Del. Tlalpan,

cp 14000, México, df.

Tel. (01 55) 5655 2691

Ciudad de MéxicoRoma

Córdoba 17, Col. Roma,

Del. Cuauhtémoc,cp 06700, México, df.

Tel. (01 55) 5525 6989

Guadalajara

Madero 837,esq. Escorza,

Centro, sj, cp 44100,

Guadalajara, Jalisco.Tel. (01 33) 3825 2315

Monterrey

Habana 105,Col. Altavista,

cp 64840,Monterrey,

Nuevo León. Tel. (01 81) 8358 2101

Villahermosa

Ejército Mexicano 167,Col. Atasta de Serra,

cp 86100,Villahermosa,

Tabasco. Tel. (01 993) 315 2934