Revista 80 años Guadalupe Paredes

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Guadalupe Paredes cumplió 80 años de vida y sus hijos y demás familiares le realizan un homenaje con sus reseñas muy particulares

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2 RD 05 | 2013

“MI GENERALA SI TIENE QUIEN LO ESCRIBA” es una revista de PAREDES Y ASOCIADOS con circulación impresa exclusiva para la cumpleañera y en su versión digital para toda su familia, amigos y allegados. Para esta edición contamos con la colaboración de

los miembros del “batallón” de reporteros, quienes han recopilado detalles de la peculiar vida de nuestro personaje central: una heroi-na formada en la universidad de la vida y con una maestría obtenida a lo largo de ocho décadas de vida.

Distribución solo para suscriptores con correo electrónico. [email protected]

LA COMANDANTE EN JEFE80 AÑOS DE VIDA

12 de diciembre, recordamos el día en que nació nuestra madre

Por ello toda la familia aprovecha para recordar los méritos de esta gran mujer, ejemplo de trabajo, empuje, firmeza e integridad.

Mami Guadalupe, usted es la mujer importante en la vida de sus hijos e hijas, no solo por habernos traido al mundo sino por todo el afán que

puso en nuestra crianza para que seamos seres humanos de bien.Si bien es cierto, en distintos momentos hemos expresado nuestro

amor y reconocimiento por usted, en estos 80 años de su vida, ratifi-camos nuestro afecto hacia usted como base y líder de nuestra familia Paredes-Paredes y le agradecemos por todo lo que hizo por sus hijos

y continúa haciendo incluso por sus nietos y bisnietos. Le invitamos a leer estos sentidos textos nacidos de la inspiración de

sus hijos, hijas, nietos, nietas, dedicados para la cumpleañera

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BIOGRAFÍA DE VIDA80 AÑOS DE VIDA

Nuestra “Comandante General”, nombrada así por su gran lideraz-go, cumple 80 años de existen-cia. Carlota Guadalupe Paredes Miño nació en 1933 y desde hace 62 años comparte su vida con Santiago Bolívar Paredes Mejía. Ambos trajeron a este mundo 10 hijos (cuatro hombres y seis mu-jeres), quienes a su vez alargaron la familia dándoles 32 nietos/as, 14 bisnietos/as y próximamente llegarán los tataranietos .

Guadalupe siempre hizo lo im-posible por cuidar y criar de la mejor manera a sus hijos. Les ha-bló de amor y el temor a Dios, del afecto e igualdad sin distinguirlo por género o edad. No permitió que cultiven sentimientos dañi-nos hacia nuestros semejantes, pero también les enseñó a no te-merles. Reflexionó con su hijos sobre la vida en cada “amasijo” del pan que fue parte importante del

sustento familiar y en el que par-ticipaban todos. Sí, ella se dedica-ba a la panadería y con ese oficio y el de su esposo pudo manter a tan amplia descendencia a la que no le faltó educación, alimento, vestuario y lo más importante: amor.

Un carácter y personalidad muy fuerte, que no se amilanaba ante cualquier reto, ha sido una de sus principales características junto a una generosidad espiritual y eco-nómica que benefició no solo a su familia, sino incluso a quienes trabajaban con ella o simplemen-te la conocían.

En la mente de sus hijos es claro el recuerdo de verle en la padería, levantaba los quintales de hari-na en sus hombros, al igual que la leña o cualquier otro insumo. No había peso que se le resista, por ello enseñaba: “Así se trabaja, duro. No quiero tener hijos flojos,

sino fuertes, sanos y honrados”. Para sus vástagos, esta mujer

era comparable a una generala pero para ellos era una heroina, su heroina, tanto más cuando de un solo puñetaño vieron como tumbó a un patán que quiso pa-sarse de “vivo” en su negocio.

Ahora tiene 80 años y quizá la fuerza de su cuerpo ha menora-do, pero cuando formaba a sus hijos siempre les enseñó lo que significaba ganarse el dinero con el “sudor de la frente”, como reza el refrán popular.

Mamá Lupe o Carlota, otavale-ña, hecha de buen barro. De ese que en la actualidad es muy es-caso. Tuvo a su último hijo a los 45 años y no dejó de amanecerse preparando el pan. Trabajó hasta los 68 años y no por falta de fuer-za, sino porque sus hijos, ya adul-tos, la convencieron de la necesi-dad de que descanse… (JP)

Todo hijo viene con el pan bajo el brazo

Carlota Guadalupe Paredes Miño, el rostro de la fortaleza. La “ñatitade oro” cuado tenía unos 30 años.

Responsable editorial: Jaime Paredes. Corrección y estilo: Amparo Rivadeneira. Reporteros: Santiago Paredes ,Sonia, Patricio, Gonzalo, Mery, María Cecilia, Silvia, Anita, Charito, Cristian. Nietos que colaboraron: Andrés Zaldumbide, Cristina Lita, Arturo y Liliana Guerra, Bayron Reinoso. Aporte especial de sus sobrinas: Rocío Miño, Sonia Guerra y Zulema Miño.

Fotos: álbunes personales, familiares, de la abuelita y más imágenes facilitadas para su publicación.

Créd

itos

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4 MAMI LUPE 12 | 2013

Guadalupe y Santiago siempre acompañan a sus hijos en los eventos familiares. En la foto: el bautizo de Danilo Lita Paredes. Arriba: ceremo-nia por los 25 años de matrimonio de Sonia con Marianito +.

DE LA PLUMA DE SONIA80 AÑOS DE VIDA

Como primera hija, me gusta-ría compartir algunas vivencias junto a mi querida madre Guada-lupe Paredes.

Durante mi niñez y juventud re-cuerdo a mi madre como una mu-jer correcta, justa, trabajadora y muy estricta. Siempre procuraba la unidad de la familia, característi-cas que en la actualidad y habien-do pasado por mi etapa de madre y abuela, comprendo que lo hacía por nosotros con un objetivo fun-damental: que seamos personas de bien, con valores y que aprendiéra-mos a surgir por nuestros propios medios.

Siempre preocupada por todos sus hijos, a quienes nos brindaron lo necesario y especialmente el ca-riño, que hasta ahora nos caracteri-za como familia.

Es importante resaltar que este afecto ha sido extensible a propios y ajenos. Su carisma le ha permi-tido ser reconocida en Otavalo, ya sea integrando organizaciones sociales, religiosas, o simplemente brindando alegría con la entrega de dulces y biscochos hechos con sus propias manos, en la Navidad, a quienes le acompañan a rezar la tradicional novena.

Mi mami pese al paso de los años

mantiene una lúcida memoria que la demuestra en las ocasiones que nos reunimos o en una sobremesa, en que nos cuenta sus anécdotas, historias o vivencias de épocas pa-sadas con tal vehemencia como si hubiesen ocurrido ayer.

Sus recuerdos nos remontan en el tiempo e incluso algunas veces nos hace reir al rememorar travesuras, errores y ocurrencias de sus hijos e hijas. Su diálogo ameno mantiene en expectativa a hijos, nietos, bis-nietos, y prontamente tataranietos quienes escuchan con atención sus cuentos e historias de años que no volverán.

Sonia Oliva Paredes Paredes,su primera hija

Mi mami tenía un solo objetivo,quería que seamos personas de bien

Marianitobromeaba a su suegra, para que rompa la olla encantada

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5 MAMI LUPE | 2013

DE LA PLUMA DE SONIA80 AÑOS DE VIDA DE LA PLUMA DE JAIME80 AÑOS DE VIDA

Mamita LUPE: Son tantas las cosas que quiero

decirle pero no encuentro las sufi-cientes palabras para poder expre-sarme,. Si tuviera la habilidad de un escritor, me faltarían hojas para mencionar todo lo que he vivido con usted y que es parte inherente de mi ser.

No obstante, solo al pensar el contenido de mis escritos, se me vie-ne una interrogante: ¿Alguna vez le he dicho lo mucho que le quiero?, ¿Alguna vez le he dicho lo mucho que le admiro? No estoy seguro. Así que aprovecho esta coyuntura y este medio para decirle mami, que es mucho. La vida no ha sido fácil y siento que quizá no he estado con usted lo suficiente como para compartir más cosas, pero conozco mis limitaciones. Considero que el estar lejos o lo explícito de mi ca-rácter son factores fundamentales en nuestra interacción. Sinembar-go quiero dejar constancia que por más lejos que estuviera, por más tiempo que pasara mucho tiempo sin verle o conversar con usted, no ha dejado de estar presente en mi mente y corazón.

Atesoro cada momento que vi-

vimos juntos: desde mi primer día del jardín de infantes con la profe-sora Saona, el día que me fui a vivir con mis abuelitos paternos y su de-cisión para hacerme retornar a su lado. Recuerdo con afecto cuan-do éramos guaguas e íbamos al horno donde usted nos tenía pre-parados unos pancitos o tortillas con más manteca y con huevos de campo. Pero lo mejor de ese pan, era el ingrediente especial que us-ted le que ponía: su amor. Junto a los panes nos brindaba una aguita de remedio o un cafecito asustado que tanta gracia me hacía por su solo nombre. Me reía cuando me acercaba a la olla y lo gritaba para que se asuste y baje el hervor. Sien-to el olor del café hecho con habas tostadas en el horno por usted y luego molido.

Cómo no recordar aquellos días cuando retornaba de la capi-tal ya joven universitario: los pan-citos de dulce, las quesadillas y las costras que no faltaban. Yacían en la canasta del horno, listos para ser devorados ya sea dos, tres, cuatro o todos los que se me antojaba.

Mención aparte también me-recen los paseos. Uno de ellos

a las Lajas a visitar a la Virgen. Yo me daba de rebelde. Miraba el río sin querer oir misa, mientras en la iglesia mi familia con rezaba con fe. Usted con gran ingenio había pactado con un curita encargado de convencerme para que me con-fiese. Con él entré a la iglesia. Ese ingenio, iniciativa, clarividencia y autosuficiencia que tiene para con-vencer hasta al más duro de sus hijos era su fuerte, mismo que hu-biese querido heredar.

En otro viaje al Quinche en tren estuvimos en “La Posada del Rome-riante ”, con el cucayo que siempre se esmeraba en hacer. Pollito, cuy o fritadita no faltaban, pese a las limi-taciones económicas. Unas esteras para dormir era todo y listos para demostrar la fe a la Virgen. Una ocasión se nos perdió el bandido de mi hermano Patricio. Estuvimos buscándole entre los miles de ro-meriantes sin resultados. Ya en la noche, todos llorábamos su ausen-cia, mientras mi mami decía que re-cemos para que la Virgen le cuide y lo devuelva sano y salvo. Y así fue.

Junto a usted aprendí también a ganar mis primeros “sucres” con un trabajo honrado. Era hornero en

Entre anécdotas y recuerdos aprovecho para decirle cuánto le quiero

Mami en el teleférico. Venciendo su propio temor logró llegar a las alturas del Pichincha , junto a su esposo Santiago quien le advertía: “Vení Guadita, si ya te subiste al avión, subite no más”.

Jaime Alfonso Paredes Paredes.su segundo hijo

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6 MAMI LUPE 12 | 2013

Durante un paseo a la playa con la Sociedad Artística, aproveché para darle al “amasijo” pero de los hombros cansados de mi mami.Momento de relajación madre-hijo.

DE LA PLUMA DE JAIME 80 AÑOS DE VIDA

el amasijo y por asar cuyes, tor-tas o cualquier otra “chauchita” me quedaba con unas cuantas monedas que ahorraba. Con eso luego pude comprarme un poncho, música, en fin, darme algunos gustitos con el dinero ganado con mi trabajo. Para irnos a donde queríamos nos decía que le ayudemos a traba-jar para conseguir plata. ¡Qué orgullo! nos enseño valores.

Uno de los momentos de mi juventud que más evoco es las tertulias en medio de las madrugadas ya sea amasando, horneando, contando pan, etc. Esas noches fueron magnífi-cas pues nos permitían hablar de tantas cosas que sentía que me daba aún más razones para quererle. Le miraba como si

estuviera viendo a un ángel, pero de esos muy rectos que no se detenían si tenían que pegar un buen “carajazo” o

incluso un buen golpe con el infaltable cabresto, para que respondiéramos conforme a la educación y expectativa que nos infundieron.

Esa parte de usted vive con-migo. Siempre me ha gustado mucho conversar y escucharle. Que me cuente sus batallas ya como hija, madre, abuela, etc. Historias con los ayudadores, los dueños del horno, los pro-veedores. De la familia de mi padre y como no de su madre, la abuela Carmela, quien al igual que usted estaba dota-

da de una gran fuerza y energía para salir adelante.

También hay remembran-zas divertidas. ¿Se acuerda

cuándo compraba mangos por cajas y luego renegaba creyen-do que fue estafada porque solo habían unos pequeñitos? Varios de mis hermanos y como no, yo, nos escogíamos los me-jores y disfrutábamos de ellos a escondidas.

A esta fruta se sumaban las ricas cosas que compraba en el mercado, luego de la venta del pan. Esas “golosinas” llegaban a la casa en la canasta donde salió el pan para su venta. Siempre generaba expectativa su arribo y la boca se nos hacía aguita.

Usted nunca se servía sola ningún platillo. Siempre com-partía, incluso con personas desconocidas.

Todas estas vivencias las re-cuerdo con gran cariño y gene-ralmente las cuento a la familia que conozco, porque me siento orgulloso de la gran mamá que tengo.

Recuerdo que mamá me dijo una vez que “todo lo que se siembra se cosecha”. Esto fue muy real y lo vivo ahora.

¡Estoy orgulloso de ser un Paredes-Paredes! siempre pien-so que ella ha llegado muy alto porque es una mujer ejemplo de vida quien tuebe ganado el cielo hace muchos años.

En esta época las mujeres como usted casi no existen. Por eso le admiro tanto, porque su vida no ha sido fácil y pese a ello, pocas veces he escuchado de usted una queja.

Siempre ha mirado con opti-mismo el futuro, ha estado firme en sus convicciones y también ha sabido rectificar sus errores.

Por eso mamí, he rogado a Dios que me permita expresarle mis sentimientos en vida.

Finalmente solo me resta decir que le amo mami, al igual que amo a mi papi Santi.

Su hijo rebelde, Jaime

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DE LA PLUMA DE PATRICIO80 AÑOS DE VIDA

Yo recuerdo que cuando éramos pequeños mamá nos levantaba a las cinco de la mañana para hacer el pan, botando las latas al suelo para que uno de los ayudadores loas recoja y ponga en los tendales para que leude el pan. El sonido estridente de la caída nos obligaba a despertarnos asustados y hasta salir corriendo.

También tengo presente cuando en mis años de juventud quería sa-lir al teatro o al cine, mi mamá me escondía los zapatos para que no me fuera. Pero como era un pícaro, no me importaba y me daba modos de irme. A veces descalzo a pie lim-pio y luego, cuando nos daba gripe mamá nos curaba a punte reme-dios caseros. Nos ponía limón en la nariz para la congestión nasal.

Asimismo, en su negocio que era también el nuestro y por ende es-tábamos obligados a colaborar, nos enviaba a la parroquia Eugenio Es-pejo o a Calpaquí a dejar pan en las tiendas, cargado las canastas. Ge-

Me hizo firmar un papel de noquerer estudiar

Edison Patricio Paredes Paredes,su tercer hijo

neralmente íbamos con el Gonzalo. Los dos juntos

En la gastronomía, a mi mamá le gustaba comer papas peladas o con cáscara acompañados de atún y arroz; también la fritada y el me-nudo que vendía la señora Maruja de Pinto. Recuerdo que mi mamá

mataba puercos y sabía hacer mor-cillas y, claro, nosotros éramos go-losos. Dando gracias a Dios nunca nos faltó el alimento. Ella siempre se daba modos de conseguirlo para sus hijos. Cuando había fiestas nos sabíamos ir a Ibarra calladito de mi mamá. Salíamos en la noche junto con los trabajadores que ayudaban a elaborar el pan.

Me acuerdo también que me hizo firmar un papel en el que decía que por voluntad propia ya no quiero estudiar, porque no me gustaba ir a la escuela. Con eso ella se libra-ba de la responsabiidad y tendría la prueba, para cuando yo sea grande y se me ocurriera reclamar.

Tengo presente además que era muy estricta y fuerte con mis her-manas y hermanos que estudia-ban.

Que en este día de su cumplea-ños le deseamos a nombre de mi familia y el mío lo pase chévere en compañía de quienes lo queremos

¡Viva la cumpleañera!

Patricio y su hija Amparito, demostrando el baile de la cum-bia colombiana durante el día de la familia en su casa

Una foto familiar tomada en la Sociedad Artística de Otavalo, entidad que ha forma-do parte de la vida de los Paredes

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8 MAMI LUPE 12 | 2013

Desayunando en casa, junto a su nieta Anahí

El Bautizo de Anahí, donde aparece Gonzalo y su hijo mayor, David, junto a los abuelitos Santiago y Guadalupe

DE LA PLUMA DE GONZALO80 AÑOS DE VIDA

En este su día de cumpleaños, a nombre de toda mi familia, Paredes Cruz, le deseamos con mucho amor y alegría que cumpla muchos más de vida y que Diosito lo bendiga. Si es posible solo este sentimiento noble para mi querida madrecita. Gracias mamita Lupe porque nos crió con amor y dulzura. Nos incul-có el bien y nos guió para amarnos como hermanos. Sus enseñan-zas son la bendición de Dios. Sus buenos consejos, sus valores nos sirven para transmitir también ha-cia nuestros hijos y para que ellos sepan diferenciar entre el bien y el mal. Además, así cada uno lo prac-tica en sus respectivos hogares.

Sabemos que no es fácil tener 80 años, pero la fe que usted le pone a la vida y a Dios, le mantiene con sus bendiciones. Usted es un ejem-plo viviente de cómo debe ser una mujer, una madre, una abuela, etc. Cada 12 de diciembre es un día muy especial para la familia, por saber que nuestra madre está de cum-

Mami siempre buscó mantenernos unidos

Gonzalo Bolívar Paredes Paredes,su cuarto hijo

pleaños y que podemos celebrarlo juntos. Su hijo Gonzalo le desea muchas felicidades hoy mañana y siempre amada mamita Lupe.

Gracias a mi hermano Jaime por la buena iniciativa de festejar a nuestra progenitora y de paso es-

tar unidos como siempre ha sido el sueños de nuestros padres.

Atentamente desde Quinchinche, posible cabecera cantonal de las

poblaciones de “Irastengo”, “Guan-gotengo” y la zona minera de Intag.

De paseo en Pedernales, en uno de los paseos anuales de la Sociedad Artística en los que la familia casi ocupa un bus entero.

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Matrimonio eclesiástico de Mery con Hernán Santacruz, donde aparece mami, mirando con ternura a su hija

DE LA PLUMA DE MERY80 AÑOS DE VIDA

Mamita Lupe, siento alegría al te-nerle con nosotros y le escribo estas palabras que me salen del corazón.

Muchos recuerdos se me cruzan en la mente y las palabras no fluyen para poderlos expresarlos. Solo siento una emoción grande en mi corazón, tanto que me estremece.

Solo sé que usted ha sido mi guía, siempre me llevó por el buen camino en su afán de que seamos alguien en la vida.

Lo más bello que he recibido es el regalo de la fe, el amor y el temor a Dios a quien tengo ahora junto a la virgencita y en quienes me he refu-giado, tras las pruebas duras que me fijó el destino. A ellos estoy agradeci-da de aun seguir con vida.

Sus enseñanzas me han servido para luchar por mis hijos, pidiendo fuerza para seguir adelante. A Dios y la virgencita le pido que le den a us-ted salud, vida y le cuiden siempre . También que esté junto con mi papi, pese a los problemas que la vida y la edad les pone. Le agradezco y le quiero mucho mi tocayita, Guadalu-pe, mi ángel morena.

Sus enseñanzas me han servidoMery Gudalupe Paredes Paredes,su quinta hija

Fanesca en familia. Mery su última hija Pamela, degustan este plato tra-dicional que sabe mejor entre todos

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DE LA PLUMA DE MARÍA CECILIA80 AÑOS DE VIDA

12 de diciembre, un día feliz para todos los que descendemos del hogar Paredes Paredes, ya que gra-cias a eso, estamos en este mundo: hijos, yernos, nueras, nietos, bisnie-tos...

Está cumpliendo 80 años, gracias a Dios!!!

Mi adorada mamita, hoy por tra-tarse de un día especial en su vida le escribo estas palabras para de-cirle todo lo que siento por usted.

Ha sido muy importante en mi vida, desde el momento en que nací. Nunca me ha faltado su amor y por eso crecí feliz.

Todos los recuerdos de mi infan-

cia son bellos gracias a usted. Me enseñó cómo debe comportase una mujer y el verdadero amor.

Me guió por el camino de Dios, con la buen costumbre del rezo nocturno y su insistencia para que vaya a a pedirle al buen Dios que nos dé una casita “así sea en la montaña” decía. Y Dios escuchó nuestros ruegos.

He visto todos los sacrificios que ha hecho por mí y mis hermanos para que no nos falte nada. Recuer-do las noches en el horno, cómo nos enseñaba el trabajo en medio del canto de boleros, san juanitos, etc. y cómo me contaba los cuen-

tos de miedo para vencer el sueño. Nunca lo terminaré de agradecerle. Tiene un corazón de oro y aunque no tenga alas, sé que es un ángel que vino del cielo para cuidarnos con amor.

Siéntase como una heroína, por-que usted lo es. Nunca dude de usted y de hizo lo mejor que pudo por su hogar. Es la mejor mamá y abuela del mundo. Una mamá que cualquiera desearía tener.

Con todo mi amor, abrazos y besos y ¡Feliz Cumple!

Le quiero a mi lado porsiempre. Le amo mami.

Aunque no tenga alas sé que es unángel que vino del cielo para cuidarnos

María Cecilia Del Pilar Paredes Paredes,su sexta hija

María en el paseo a la playa en compania de su hijos. Además, Pablo posa junto a las dos Cecilias.

A la derecha: María con los papis, sus hijos y los nietos contemporáneos. Izquierda: conversa con coterráneas

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DE LA PLUMA DE SILVIA80 AÑOS DE VIDA

Madrecita bella no encuentro palabras para decirle lo mucho que significa la palabra MADRE, pero pienso que encierra muchas cua-lidades y las que más me gustan son: mujer, madre, amiga.

Pero para mí personalmente la palabra que mejor escogí después de mujer-madre es amiga porque esa es la palabra más valiosa que usted significó en mi vida.

Han pasado muchos años, pero

He luchado y lucharé siempre porreflejar todas las cosas que nos diste

Silvia Janeth Paredes Paredes,su séptima hija

Silvia en su prueba de grado, acompañada de su mami y papá a la espera del veredicto. Sí aprobó, con la venia de los abuelitos

De caminata a la cascada de Peguche

ni el tiempo ha logrado borrar de mi memoria aquellos bellos mo-mentos que pasábamos junto a mis hermanos: cantando, conver-sando, riéndonos para no dormir-nos en aquellas madrugadas que hacíamos el pan y tomábamos un cafecito hecho por las manos san-tas de usted mamita querida. Ahh qué aroma, viene a mi olfato.

En ese tiempo me enseñaste los mejores valores como: el amor, la

humildad, el respeto, pero sobre-todo me reflejaste esa luz para ser luchadora en la vida y a trabajar in-cansablemente para sacar adelan-te a la familia, a nosotros, tus hijos.

Era tan hermoso escucharte cuando nos explicabas, desde lue-go con cierto miedo y alegría a la vez, que si teníamos enamorados nos cuidemos, nos diéramos el lu-gar a que nos respeten y valoren.

Como olvidarme, cuando cursa-ba mi último año de colegio e hici-mos una fiesta, con mi promoción en una casa de una compañera. Allí todas nos chumamos, fue la primera vez que me embriague, y me llevaron a la casa y tú me reci-biste dándome una fuerte bofeta-da en la cara por mi acción que no era la adecuada. Yo te dije que te quería mucho tú me respondiste que no me querías, supongo que ese momento me dijiste para que escarmiente.

También recuerdo cuando, ya casada, mi esposo Mauri me lleva-ba por primera vez a compartir un fin de semana con su familia. Yo todavía no comprendía que po-día tomar mis propias decisiones y le pregunté a usted mamacita si podía ir, ante lo cual me respon-dió, que yo ya era harina de otro Los hijos de Silvia, ahora también padres, junto a su familia

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DE LA PLUMA DE SILVIA80 AÑOS DE VIDA

costal. En ese momento me sentí triste creyendo que ya no me que-ría, pero entendí que así debía ser, y no lo digo como un reproche o resentimiento. Ahora entiendo tus razones para decirme esa frase que me dolió y la agradezco.

Madrecita en mi vida he luchado y lucharé siempre por reflejar todas las cosas hermosas y valiosas que nos diste. Hoy como esposa, ma-dre y abuela puedo decir a boca llena que eres la persona más ma-ravillosa, diría mi angelito que me ha guiado siempre a luchar y de-

cidir por lo más valiosos de la vida que es mi familia.

Mamita Lupe en este cumpleaños quiero darte gracias por los años vi-vidos, pero sobre todo por la expe-riencia adquirida. En cierta forma la adquirimos las dos. Gracias ma-mita por el número de veces que toleraste mi malhumor, soportaste mis caprichos, consolaste mis pe-nas y desengaños, escuchaste pala-bras entrecortadas por las lágrimas que emanaban mis ojos al contarte de mis dolencias y tristezas y me comprendiste.

Ahora sé que todo fue por tu amor hacia mi. Mamita hermosa, mi precioso angelito, todavía que-dan cosas por aprender. Así este-mos lejos seguirás siendo mi luz.

Ahora tengo más claro en mi mente, que cada día que pasa, se-manas, años, etc. tu amor incondi-cional seguirá siempre ahí. Por eso aprovecho estas páginas y en este homenaje muy sentido de todos, es nuestro deber de hijos hacerte saber que no hay otra madre como tú y por todo eso.

Te quiero mucho.

El amor de mi vida, mi compañero: Mauri. Mis hijos y nietos: Javi, Gaby, Joaquín, Josesito, Oswaldo, Kary, Juan David y mi pollito bello Julián le deseamos y le auguramos muchos años más de felicidad y que Diosito la bendiga hoy mañana y siempre. Te queremos abuelita Lupe.

¡FELIZ CUMPLEAÑOSEN SUS OCHENTA PRIMAVERAS!

Silvia y Mauricio acompañan a Cristian y esposa en el bautizo de su hijo Santia-go. Junto al padrino Byron Reinoso

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DE LA PLUMA DE ANA LUCÍA80 AÑOS DE VIDA

Mamita sabe cuánto le quiero, le respeto y admiro. Hoy que es su cumpleaños le deseo todo lo mejor que existe. Que Dios le bendiga, le de salud, mucha energía positiva y sobre todo valor para luchar con su enfermedad. Además más sabidu-ría para enfrentar todas las cosas que día a día se presentan. Rezo por usted y por mi papá y pido a Dios que le dé mucha paciencia para comprenderle y aceptar la en-fermedad que é padece. Ambos necesitan cariño, respeto y com-prensión.

Yo admiro de mi mami su fuer-za, su energía, su tenacidad por cumplir al pie de la letra lo que los médicos recomiendan para hacer-más llevadera su enfermedad. Es una mujer muy responsable y ge-nerosa, ya que piensa solo en ella,

sino en todos sus hijos. Es una per-sona muy solidaria, quien extiende su mano al que lo necesita.

Con nostalgia recuerdo cuando nos reuníamos todos los sábados para el trabajo. Eso era infallable. Me gustaba cuando oíamos músi-ca a través de la radio Otavalo y en el momento que sonaban los fa-mosos boleros de los Panchos, los pasillos, san juanes, etc. y a la voz de mi mami cantábamos esas can-ciones. Es como si todavía le viera a ella horneando y cantando, todo por alegrar el día y apagar el can-sancio que demanda las madruga-das. Todo con el fin de amanecer con la suficiente cantidad de pan y abastecer al consumidor.

Le agradezco por enseñarme que lo primero era ser responsable en el trabajo;. Nos enseñó a realizar

los pequeños amasijos de cinco libras que nosotros llamábamos encargos, los que nos dejaban pe-queñas ganancias para nuestro uso pesonal. También conseguíamos dinero saliendo a vender el pancito en el mercado, en los portales, en la casa de personas conocidas. Lle-vávamos el pan en un canasto y el vendaje era nuestra ganancia. Así aprendimos el negocio. El arte de mi madre era la sacrificada labor de la panadería.

Rememorando viene a mi men-te las decliciosas humitas, que tan solo una vez enseñada la receta, nos ha ayudado para obtener algo de dinero en tiempos de crisis.

Mami, le quiero desde muy den-tro de mi corazón. Por las actitudes que tomaban en el bien de la fami-lia, gracias.

Todas cantábamos boleros, pasillos, san juanes a la voz de mi mami

Ana Lucía Paredes Paredes,su octava hija

Anita acompaña a mami a la playa. Abajo, con su esposo e hijos, posan para el lente de Ricy Ricardo que no esta en la foto, por obvias razones. A la derecha Guadalupe y Santiago, todos elegantes mirando al fotógrafo

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DE LA PLUMA DE CHARITO80 AÑOS DE VIDA

Querida madrecita te quiero mu-cho y con todo mi corazón le deseo que pase un bonito día. Quiero que siga conmigo muchos años más y siempre estaré agradecida por haberme enseñado a trabajar y luchar con todo en la vida, respetar a la gente y ser honrada.

Para recordarA mi mami siempre le gustaba

tener unida a la familia y para esto se ingeniaba cualquier cosa, con el fin de mantenernos ocupados. Asimismo siempre nos instaba a que nos cuidemos y participemos de las actividades del hogar. Nos

dejaba con trabajo a todos. Yo me acuerdo que hacía los mandados.

Feliz cumpleaños mamita her-mosa. Que Dios le proteja y le cui-de siempre. Como sabe estoy a su llamado y lo hago con el corazón puesto en mi mano para ustedes mi padres. ¡Viva la cumpleañera!.

Mami, estoy a su llamado y lo hago con el corazón por el amor que les profeso

Jimena del Rosario Paredes Paredes,su novena hija

Charito otra ñatita. Ella siempre está cerca de sus padres. Es la encargada de controlar las golosinas. jejejA la derecha un recuerdo de su ma-trimonio, siempre junto a su mamá y papá

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CARTA A MI MADRE Todas las personas quieren a su

mamá porque madre solo hay una. Una madre es aquella que nos

cuida y se preocupa por nosotros, porque nos ama y porque somos la razón de su existencia; es así que ese amor es recíproco porque nos llena de dicha compartir nuestra vida a su lado.

Por eso mamita Guadita, hoy que te tengo todavía con vida, quiero decirte que te amo y te admiro, y te quiero demostrar en estas peque-ñas frases.

- Me llevaste en tu vientre por nueve meses y desde ahí no nos hemos separado ni un instante, porque nuestro amor de madre e hijo es tan fuerte que nada lo puede quebrantar. Eres mi más grande tesoro querida mamá

- Nadie me conoce mejor que tú querida mamita; sabes cuándo ne-cesito escuchar un consejo tuyo, cuando necesito un abrazo o un beso, sabes si acertaré o fallaré en la decisión que haya tomado en cual-quier momento de mi vida. Solo tú sabes leer lo que hay en mi alma, te amo mucho mamá Carlotita.

Todos los días de mi vida le daré gracias a Dios porque tengo a la madre más buena del mundo. Con

tu carácter, tu perseverancia me enseñaste a ser un hombre de bien. Me enseñaste a trabajar y sudar mi frente para poder lograr lo que uno se propone, pero el valor más fuer-te que nos enseñaste, madre que-rida, fue el ser sencillo, honrado y estar siempre con la frente en alto.

Recuerdo cuando era niño y tra-bajabas en el amasijo haciendo pan. Te desvelabas todas las no-ches para que a tus hijos nunca les falte nada. Hiciste todo el sacrificio necesario para que yo, tu hijo, entre a estudiar al jardín de infantes. Me consentías por ser el último.

Cada jornada en el jardín desea-ba que pase volando para regresar a casa (al horno). Allí tu me espera-bas con una deliciosa comida (arroz con carne y dos huevos, hechos al horno en las latas de pan) Me sen-tía feliz al ver que, de esa lata hecha al horno, comíamos mis hermanos mayores que en ese entonces es-taban estudiando en el colegio, mi sobrina Sonia que por cierto era mi compañera de estudios en el Jardín de infantes 31 de Octubre.

Esos recuerdos inolvidables en el que uno se da cuenta que el valor que a nuestra familia nos ha carac-terizado siempre, es el compartir lo mucho o poco que se tiene con los

demás.Pasaron los años y yo ya era un

adolescente. Estaba cursando los estudios en el colegio, pero por las circunstancias de la vida y los ma-los amigos, mis padres tomaron la decisión de enviarme a estudiar a Quito y a vivir con mis hermanos mayores. Qué difícil fue madre querida el ya no escucharte cada día en la hora del almuerzo. Tú me decías: hijo ya está la comida ven a servirte. En cambio en Quito era diferente: solo me preguntaba si quería comer. Qué dolor más grande fue el alejarme de ti mami-ta querida. En ese momento me di cuenta que había desaprovecha-do muchos momentos a tu lado. Pero más tarde la vida me hizo más fuerte y responsable y debido a las circunstancias regresé a vivir nue-vamente contigo; aunque esta vez fue diferente porque yo ya tenía mi hogar.

Por eso madre querida le doy gracias a Dios, por llevarme nueva-mente a tu lado, y espero mamita seguir aprendiendo de tus conce-jos y ser un ejemplo para mis hijos, así como tú fuiste un ejemplo para mí.

Siempre estaré a tu lado cui-dándote Carlota Guadalupe

Mamita espero seguir apren-diendo de tus consejos y serejemplo para mis hijos Christian Santiago Paredes Paredes,

su décimo hijo (el ultimito)

Christian con sus hijos y sus padres en un paseo por San An-tonio de Ibarra. A la derecha, durante su bautizo

DE LA PLUMA DE CHRISTIAM80 AÑOS DE VIDA

Page 16: Revista 80 años Guadalupe Paredes

HABLA LAPRIMERA NIETA80 AÑOS DE VIDA

Cuando éramos pequeñas mi hermana “Toca” (como le digo yo), o Alejita como la mayoría la cono-ce, compartimos gratos momentos con la abuelita Lupe.

Como todos sabemos, la abuelita en sus tiempos fue muy estricta; al menos eso cuentan todos los ña-ños. Pero con el pasar de los años, su afecto se ha ido acrecentando, paralelamente que el número de sus nietos y bisnietos en la familia.

Considero que es por eso, que como nietos, nos acordamos única-mente de su faceta de cariño, dul-zura y atenciones hacia nosotros.

En los años de nuestra infancia estudiábamos en la escuela La in-maculada. Como podrán imaginar, el camino de regreso desde allí has-ta la casa en la Florida era largo, así que decidimos hacer una pequeña escala en el camino de regreso y en lugar de derechito a nuestro hogar pasábamos por por el horno de la panadería de la abuelita Lupe. Ahí ella nos esperaba con lo que para nosotras era un gran banquete,. Si, sí, un banquete de papitas cocina-das con cebolla blanca picada fina-mente y manteca de chancho; con huevos y un trozo grande de carne. Claro, todo en una sola lata y al hor-no. Algunos podrán pensar que es un plato sencillo, pero para mí en

especial, era lo más rico que podía comer. He aquí el secreto de la co-mida de la abuelita Lupe: el cariño

Y el banquete no era solo la co-mida, pues creo que yo imaginaba que cuando llegaba la abuelita nos trataba como reinitas. Claro, des-de que asomábamos a la puerta la abuelita decía: “Apuren, apuren, saquen las papas de la olla que llegaron las guaguas”, mientras golpeaba sus palmas para que las señoras que trabajaban en el hor-no “las ayudadoras” le pasen lo ne-cesario para que nos brinde lo que yo llamo “banquete de papitas con carne”.

Cuando éramos adolescentes y mi papi vivía, a mi papi siempre le gustaba ir a donde mi abuelita. Llegabamos el domingo a comer a veces donde ella y no sabía que tenía la comida de la abuelita, “será el cariño”, pero me encantaba las papas con tallarín y pollo frito que hacía.

Como olvidarme de cuando vi-víamos, siendo niñas aún, donde la abue y en el horno de la casa ella sacaba las quesadillas tan ricas y desde abajo gritaba: “Guaguas, ya salieron las quesadillas, vengan”. Las primeras que salían eran para nosotros, qué cosas más lindas, no solo por lo rico, sino por el amor

con que fueron hechas.En mis años de infancia, cuando

jugaba el Municipio (donde vivían mis abuelitos con mis tíos y tías a los que siempre les decía ñaños y ñañas) participaba con ellas en las escondidas. La abue me escondía en los pulunes (canastos de zuro para llevar el pan) y me tapaba con ropa. Ahí nadie me encontra-ba. Además era divertido porque correteábamos todo el edificio, apagábamos la luz, en fin, ¡era una maravilla!.

Los recuerdos permanecen en nuestros corazones y considero que en ocasiones ingresan por nuestros sentidos.

Es por eso que aún puedo sentir en mi boca el sabor de las comidas que la abuelita preparaba, pero sobre todo el gesto, la forma, en que lo había. No era solo la comi-da, eran las palabras y el cariño , esas que han logrado impregnarse en nuestros sentidos, en nuestra mente y principalmente en nuestro corazón.

Doy gracias a Dios porque me ha permitido disfrutar desde muy pequeña del cariño de la abuelita Lupe, y este cariño se ha extendido hacia mis hijas, quie-nes la quieren mucho.

El cariño, condimento de las comidas de la abuelita Lupe

Cristina Lita Paredes, su primera nieta. Hija de Sonia

La panadería, una imagen que recuerda e invita a imaginar el sabor del pan caliente. Derecha: el besito del amor.

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LOS NIETOS80 AÑOS DE VIDA

Sin duda que tener un gran ejem-plo a nuestro lado es gratificante y te ayuda a crecer correctamente si-guiendo el camino del bien. Pero tener una abuelita con un inmenso corazón, que siempre ha demos-trado ser una trabajadora sencilla, sincera y honrada es muchísimo mejor.

Aun recuerdo mi querida abueli-ta cuando en mis años de infancia fui contigo al mercado de Otavalo donde vendías el pan los domin-gos. Cuando llegamos me pusiste un delantal blanco amarrado a mi cintura y desde ese instante me en-señaste lo duro que era ganarse el pan de cada día “un realito”, como siempre lo dices.

Aun recuerdo el olor y sabor de ese pan que elaborabas con el su-dor de tu frente, que hacía que tu-

viera un sabor diferente.Recuerdo que no sabía ni siquie-

ra el precio de los panes, ya que a pesar de que me lindicaste, no logré retener tanta información, cuanta era la variedad de pan. Era más la emoción y creo que también el hambre las que hicieron que se me olvide cuántos realitos costaba cada producto. Ese día lo que más logré vender fue la panucha, ese pan de dulce exquisito que solías brindarme cada vez que visitaba el horno. Ese horno que albergó muchos recuerdos felices, ya que ahí aprendí desde chiquito la obe-diencia y el amor de familia. Ese ca-lorcito de hogar donde risas iban y venían. Junto con mis primos con-temporáneos carecíamos de fuerza para levantar la pala de madera con que se sacaba las latas de pan.

Entre los tantos momentos que compartí a tu lado, no puedo olvi-dar cuando me perdí en el cemen-terio de Otavalo y gracias a ti pude regresar con mi mami. Casi todo Otavalo, por no decir toda la ciu-dad, te conocía y no solo eso, sino que daban fe de tu enorme calidad de persona.

En este cumpleaños quiero decir-te que Diosito te cuide y te de la sa-lud que todos le pedimos para que sigas junto a nosotros; enseñándo-nos y siendo ese gran ejemplo de mujer, esposa, abuelita, hija y mu-jer trabajadora...

Abuelita por ser siempre un ángel que irradia amor y respeto, gracias.

FELIZ CUMPLEAÑOS ABUELITA LUPE. LE QUIERO MUCHO.

La abuelita Lupe sostiene nuestras manecitas por un rato, pero nues-tros corazones para siempre.

A nombre de Andrés, Luis y Ri-cardo queremos dar gracias por todas las atencio-nes y el cariño que día a día nos ha dado, es un ejemplo incuestionable de fortaleza y sabiduría.

Le pedimos a DIOS que le colme de mucha sa-lud, que le dé la bendición de tenerla siempre con nosotros, dándonos un montón de amor y unos buenos consejos. Le queremos mucho.

“Decir abuelita es un regazo generoso donde en-contrar abrigo, una mirada tierna y compasiva”

Cuando me perdí regresé con mi mami gracias a ti

Byron Reinoso Paredes,nieto. Hijo de María Cecilia

Querida abuelita Lupe:Andrés Zaldumbide Paredes,nieto. Hijo de Ana Lucía

Byron disfrazado de patito cuando participó en un número por el día de la familia.

El horno, mis abuelitos ...

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Santiago y Guadalupe posan-do con la mayoría de sus nietos. Los hay de todas las edades y colores, fruto de la unión matri-monial de sus 10 hijos.

Sus yernos y nueras: Javier-Zaldumbide, Pablo Reinoso, Soraya Andrade, Cecilia Cruz, Amparo Rivadeneira, Zoila Ruíz y Mauricio Loza.

Los 10 hijos, reunidos en Navidad junto a sus padres. Una imagen histórica pues dadas las actividades per-sonales es difícil reunirlos y que no falte alguno de ellos

LOS DESCENDIENTES80 AÑOS DE VIDA

Page 19: Revista 80 años Guadalupe Paredes

EL COMPAÑERO DE VIDA 80 AÑOS DE VIDA

Qué significaGuadalupe en su vida?

Santiago Bolívar Paredes Mejíaesposo y compañero por 62 años

Ella es mi esposa, mi compañera y a la vez una madre para mí.

Yo le quiero, ahora más que esta muy delicada de salud y ambos es-tamos enfermos, estamos tristes.

Cuando nos enamoramos le quise bastante, por esa razón nos casamos. Quien nos ayudó fue su papá don Alfonso Paredes.

Mi esposa es una persona muy trabajadora. Toda su vida se ha es-forzado por el bien de la familia.

Gracias a nuestra unión llegamos a tener 12 hijos, de los que viven 10. Nos sentimos orgullosos de te-nerlos y ver que todos se preocu-pan por nuestr bienestar y salud.

El 3 de marzo estaremos cum-pliendo 62 años de vida conyugal, con la bendición de Dios y las le-yes.

Este 12 de diciembre Gudalupe cumple 80 años de edad y por eso le deseo que recupere su salud, que Dios le bendiga y aprovecho para decirle que le amo.

También ese mismo día está de Santa, en honor a nuestra Santísi-ma Virgen de Guadalupe. ¡Viva la santa!

Guadita disculpa mi carácter. Tú conoces mi vida, igual que yo la tuya. Sin ti yo no quisiera vi-vir. No tendría sentido.

La familia está conformada por los padres y herma-nos, pero los padres y las madres de nuestros padres también son parte integrante. Nuestros abuelos son unos segundos padres que, a diferencia de quienes nos trajeron al mundo, son los que nos engríen con re-galos y nos consienten.

Son ellos quienes tienen la mayor experiencia en la familia y siempre nos enseñan a través de sus envol-ventes historias que narran todo lo que han vivido.

Por eso abuelita Lupe, en este día tan especial quie-ro agradecerte por haberme cuidado y haberme dado todo tu afecto, por entenderme cuando mis padres no me comprendían y engreírme cada vez que podías. Eres la mejor abuelita del mundo y por eso te quiero mucho. Siempre soy feliz cuando estoy contigo y por eso le pido a Dios que nunca nos separe.

Ahora que estoy separado físicamente de mis abue-los y también de mi madre y hermana siento nostal-gia de los momentos vividos. Esos lapsos de tiempo alegres, de juego, de cariño, etc. que marcaron mi vida como seguramente lo hicieron en cada uno de quienes pudimos compartir con los abuelitos.

¡Feliz día abuelita! de parte de tu nieto y la familia Guerra Sánchez

Querida abuelita..... cuando veo sus ojos observo el hermoso reflejo de toda una vida y me acuerdo de sus innumerables actos de amor. Los buenos consejos, sus sabias palabras y fuerza estabilizado-ra que aporta un ejemplo de superación y valentía para sus nietos.

Para usted abuelita que nuestro papito Dios le bendiga todos los días y nos de la bendición de te-nerle siempre con nosotros, dándonos un montón de amor para seguir escuchando las experiencias que nos ha compartido; así como también sus pe-nas, alegrías y por encima de todas las cosas, sus valores que le hacen tan especial.

Es agradable pensar que mi abuelita es a la única mujer grande que le beso en la boca, cada vez que le pido la bendición, y me hace feliz porque inclu-so cuando me abraza me siento una niña en sus brazos. Gracias por su gran amor para todos, hasta para con mis angelitos que son mis lindas hijas.

Muchas maravillas hay en el mundo, pero nada extraordinario como una gran abuelita. Gracias por ser mi abuelita, le quiero mucho.

Feliz día, con todo mi afecto. Su nieta, la más linda, Lily.

A mi abuelita

Arturo Guerra Paredes,nieto. Hijo de Charito

Mi abuelita Lupe, la reina de la familia

Liliana E. Guerra Paredes,nieta. Hija de Charito

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DE LAS SOBRINAS80 AÑOS DE VIDA

Te ofrezco mi reverente saludo queInvade de alegría mi corazón,

A la madre y esposa abnegada.

Gema que adornas la vida de cadaUno de tus queridos hijos e hijas;

A un cuando nos separe laDistancia, pero siempreIrradias bondad, amor y

Ternura, de aquellos ojos maternales queAnsío siempre besarlos y llenarlos de caricias.

Con afecto sus sobrinos y hermana política:Sulema , Santiago, Gustavo, Patricia, Valeria,

Francisco, Adhamaris, Nayeli, Josué, Isaid e Isabel.

Que nuestro padre Dios y María Santísima le llene de bendiciones cada día.

Feliz cumpleaños

Verónica Sulema Miño,sobrina. Hija del tío Jorge+

En 62 años de matrimonio, Santiago y Guada-lupe han compartido diversos momentos y entre ellos destacan aquellos en que dejan todo atrás y se divierten.

Page 21: Revista 80 años Guadalupe Paredes

DE LAS SOBRINAS80 AÑOS DE VIDA

Con estas palabras que escribe mi pluma y dirige mi co-razón, quiero aportar algo de calor humano y de bellos sentimientos para la mujer que supo enderezar mi vida y guiarme por los caminos de la fe, la esperanza y el amor.

Gracias por ser mi fuerza, consejo, valentía cada día y en-señarme los verdaderos valores de la vida.

Para mi querida tía Guadita, desearle lo mejor del mundo y que Dios permita que cada año que cumpla esté a nues-tro lado.

Un abrazo fuerte, con cariño su sobrina Sonia Guerra.

Tía Guadita, gracias por los consejos que siem-pre me ha dado. Que Dios le bendiga siempre. ¡Feliz cumpleaños! Son los deseos de sus sobri-nos Rocío Miño y Bolívar Castro. Que Dios le de muchos años de vida y felicidad.

Sonia Guerra, sobrinaHija del tío Jorge +

Rocío Miño, sobrina.Hija de tío Enrique +

Los abuelitos en el buque Escuela Guayas de la Armada nacional, junto a varios de sus hijos y más familiares.

Guadalupe, participando del desfile por el aniversario de la Sociedad Artística, el 10 de Agosto.

¡Santiago no hagas tantas olas que me voy a ahogar!A la derecha los abuelitos con la familia, en Mojanda

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DESTACADOS DE GUADALUPE80 AÑOS DE VIDA

Nace en Otavalo un 12 de diciembre de 1933, hija de Carmen Amelia Miño Albuja y Alfonso Pare-des Gómez su padre. Se crió en un hogar donde su

madre hizo de padre y madre, junto a dos hermanos varones: Enrique Miño y Jorge Miño, ahora fallecidos. Hereda la profesión de su madre y desde muy niña asume responsa-bilidades que la convierten en una mujer madura y todóloga que le ubican como “mano dererecha” en la panadería de su madre. Realiza estudios primarios,

luego ingresa al Colegio República del Ecuador, pero al segundo año abandona por falta de recursos y por la necesidad de ser un soporte en el negocio. Le hubiese gustado ser una modista. Su habilidad era innata Este marzo de 2014 cumple

62 años de matrimonio con Santia-go Paredes, con quien procrea 12 hijos. Para mantener su hogar tra-

bajó ayudando en la elaboración del pan como operaria. Ganaba un sucre o cincuenta reales y una ración de pan al trabajar para Anto-nio Sierra y otras personas que lo contactaban. La jornada empeza-ba a la una o dos de la madrugada, hasta las seis o siete de la noche.

Con la ayuda de varias personas se anima a crear su propia empresa. Don Gustavo Puente, entre otros, le prestaron dinero para ese objetivo. Con la llegada del “ronda-

dor“ de hijos toma las riendas del batallón y se convierte en el eje de la economía del hogar. Su esposo trabajaba de sastre . El negocio funcionaba pero

era muy duro, pero por fortuna to-dos los hijos participábamos del trabajo diario. Entre tanto, su es-poso Santiago consigue un puesto en el Municipio de Otavalo como conserje. Ese salario fijo ayudó a los gastos familiares, pero también toda la descendencia se involucró en el desempeño de esas funcio-nes, en las que incluso hubo abuso de ciertas autoridades. Su ñeque y visión le llevan a

adquirir un terreno de la familia En-dara, en el Socavón. Luego con un préstamo del IESS efectuado con su esposo, construye poco a poco su vivienda y horno para trabajar. Junto a su esposo Santiago,

hoy jubilados, transcurren los días entres amores y desamores, recuer-dos buenos y malos y los achaques de la vida adulta, demostrando que pese a los problemas Dios les da la fuerza para tolerarse mutuamente.E La cocinada de los churos,

siguiendo las enseñanzas de su mamá, luego del mercado fue lle-vando las compras a su casa, Carlo-ta quizo agradar a su mamá y puso a cocinar los churos para adelantar el almuerzo, los iba tocando a cada rato y al sentirlos duros todavia los seguía cocinando. Vino la abuelita Carmela y lo regañó, los churos no se cocinan así, se les lava bien se los pone a que saquen la lengua con un ahoja de col y al primer herbor se los pone en agua fría, este paso se llama en el quichua chucchir,la condición es que las lenguas de los churos queden fuera, Moraleja, ningún comedido sale con la ben-dición de Dios.E El gato negro, como toda

niña se puso malgenia y no que-ría dormir, su mamá lo invitaba a dormir y no quería, le decía ven, ven Guadita ya mismo aparece el gato negro, en esos años la fanta-sía y los cuentos de miedo estaban de moda , Guadalupe enojada y realizando berrinches se fue al rin-cón del cuarto y de pronto entró maullando un gato negro que de-cía guadau, guadau, esto asustó a Guadalupe que de un solo brinco estaba junto a su mamá.E De niña le gustaba los bo-

rreguitos le decia “merinito” por su color ya que su mamá lo tenía como mascota, gustaba ir al molino mientras duraba la molienda ella estaba subida a las yeguas, burrros, caballitos o subirse a los árboles y los vecinos le decían que era caris-hina, era una niña todo terreno.E Toda su vida entregó el amor

a DIOS ya que su vocación era ser católica, solidaria de gran corazón

HISTORIAS CORTAS DE CARLOTIÑA... Por Jaime Paredes

Guadalupe , en la Mitad del Mundo, demostrando que tie-ne buen equilibrio y ubicacióntanto al norte y al sur.

que fue una guía espiritual para sus hijos, desde muy niña acudía al rosario de la Aurora, a la procesión del señor de las Angustias y muy amante de los viajes en romería a los santuarios en todo el Ecuador.

Hoy en la actualidad es presiden-te de la congregación de San José, Vicepresidente de la Congregación del Santísimo, igualmente miembro de la Congregación de la Virgen del Carmen muy respetuosa a la misa de todos los días de preferencia en el Jordán por ser más cerca.E Es socia de la Sociedad Artís-

tica en la Asociación de Damas de la misma institución. E En el mes de diciembre

como es su costumbre desde niña y a la medida de sus posibilidades monta el nacimiento e invita a los niños del barrio para el rezo luego brindándoles fundas de caramelos, ropa y lo más sabroso los biscochos de sal y de dulce hechos por sus propias manos.E Enseñó a sus hijos hombres

y mujeres a cocinar y así mismo a realizar las cosas por igual, la comi-da le gustaba caliente no le gusta-ba el arroz durante los post partos enseñaba a sus hijos o hacía la cola-da de cauca *choclo tierno con ga-llina de campo), nos decía a los hi-jos cuidado al hacer esta sopa hay que tener mucho cuidado, hay que

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80 AÑOS DE VIDA

Luego de leer todos los textos que hijos, nietos y familiares en general han dedicado a la abuelita Lupe, hay hechos puntuales que se pueden extraer y que definitiva-mente constituyen puntos vitales de la familia Paredes-Paredes.

Es innegable el hecho de que la panadería marcó la existencia de todos sus miembros, ya que la mayoría de recuerdos tienen ese lugar y aroma común; así como de su participación en las actividades que eran el sustento económico del hogar.

Además, en los textos se traduce no solo el amor que es innato en los hijos hacia su madre o su padre, sino la veneración que mantienen por ella. Esto no sería de extrañar, pues es obvio que se trata de un criterio parcializado debido a los lazos de sangre, vivencias, afectivi-dad, etc.

Es por eso que como miembro adquirido de la familia, me permito expresar algunos puntos de vista respecto de la celebración que nos congrega: el cumpleaños de doña Guadita, como la llamo yo.

Pues bien, mi relación con ella data de hace unos 25 años. Nunca antes la conocí. No supe de ella en mi infancia ni juventud, ni de sus

actividades, ni de su familia, etc. No tuve una relación previa como la que pudieron haber desarrollado de algún modo quienes son nata-les de Otavalo.

En mi caso, una mujer quiteña, apenas supe de doña Guadalupe cuando mi ahora esposo (Jaime) me llevó a que conociera a sus padres y su familia de Otavalo. Eso ocurrió cuando éramos enamorados y por mi mente ni siquiera pasaba a idea de asumir otro rol con él.

En cuanto uno conoce a otra persona siente empatía o recha-zo hacia ella y esa fue la primera sensación que tuve de ese primer encuentro con doña Guadita. Des-de allí, y con el paso de los años en que ya me vinculé a la familia, he tenido la oportunidad para aden-trarme en el ser humano, la mujer, madre, etc.

Ese conocimiento me permite ratificar todo aquello que sus más allegados describen como sus vir-tudes y cualidades que van más allá de su rol de madre, pues le son innatas como persona.

Su generosidad, apertura, agili-dad, energía positiva, etc. la hacen una excelente motivadora para quienes le rodean. ¡Esa es mi sue-gra!, esa palabra que generalmente

se usa de modo displicente y hasta en ciertos casos funge como sinó-nimo de bruja o algo similar.

En este caso, doña Guadita se destaca entre quienes sobresalen del montón y confirman la regla al convertirse en la excepción.

Me atribuyo el nombre de quie-nes estamos etiquetados como nueras y yernos, para expresarle afecto, gratitud y respeto que bien se lo ha sabido ganar a través del tiempo. Estoy segura que ninguno de ellos o ellas discrepará con mi sentir.

Sin duda, el mundo sigue adelan-te y evoluciona gracias a grandes personas. Personajes históricos como el recién fallecido Nelson Mandela, el mismo Jesús, etc. han sido vitales en la historia. Pero lejos de ellos están quienes día a día y desde su espacio, contribuyen para hacer de la Tierra un sitio mejor para vivir: Guadalupe Paredes es una de ellas.

Por todo esto, el homenaje en sus 80 años es más que merecido, y el anhelo para que continúe adelante su camino poniéndole más años a la vida, es un sentir general.

Felicidades doña Guadita.

meser constantemente porque se asienta o se hace agua. E La cáscara de huevo, una

ocasión puso una cáscara de huevo en la hornilla del horno para que queme y luego quemó la boca de algún poeta de buenas palabras, por burlarse de Dios en semana santa montó en cólera que perdió los estribos con los santos apósto-les de sus hijos, especialmente con unito que lo esta viendo.E El arrastre del terno, Jaime

ingresaba al primer año de cole-gio, al cual no le gustaba el terno,

su mamá hizo grandes esfuerzos para comprarlo, ante esta decidia arrastró por todo el cuarto hasta romper el mismo y sentirse satisfe-cha y juró jamás comprar cualquier presente al malagradecido.E El lavado de la ropa en el

río de la Magdalena, solía lavar en el río la ropa de sus hijos e iba cargando al rondador de hijos, encabezados por el primer varón fueron río arriba y con algunos ve-cinos formaron una piscina, pero no se percataron que esta piscina iba a ceder y sucedió lo inesperado

el agua acumulada bajó de golpe llevándose la ropa de las lavande-ras del río, ese día nos cayó la repri-menda por traviesos.E El café amargo,cuenta Guadalupe que su mami

le contó que cuando mi papi San-tiago fue la primera vez a conocerla lo brindó café y como mi papi era receloso y tímido nunca pidió que le den azúcar y doña Carmela su flamante suegra que era una gata de carácter fuerte, le ofreció otra taza de café que fue aceptando por Santiago el novio, sin azúcar otra vez calladito.

Un justo homenaje al gran ser humano que es Guadalupe Paredes

Amparo Rivadeneira,esposa de Jaime Paredes

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EN BLANCO Y NEGRO80 AÑOS DE VIDA

Izquierda: Jorge Miño (hermano), Car-mela Miño (madre), Guadalupe Pare-des sosteniendo en sus brazos a Jaime, abajo Sonia y su esposo Santiago.Derecha: Primera Comunión de Sonia y Jaime

Arriba: madre e hija. Dos generaciones.Abajo: los 50 años de ma-trimonio “Bodas de Oro” de Santiago y Guadalupe

Guadalupe y Santiago en el Palacio de Gobierno en Quito, en el balcón presidencial