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ARQUITECTURA Y TECNOLOGÍA. REVISTA ELECTRÓNICA DE ARQUITECTURA No.11 JULIO-SEPTIEMBRE

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ARQUITECTURA Y TECNOLOGÍA. REVISTA ELECTRÓNICA DE ARQUITECTURA

No.11 JULIO-SEPTIEMBRE

ARQUITECTURA Y TECNOLOGÍA. REVISTA ELECTRÓNICA DE ARQUITECTURA. Año 3, No. 11, es una publicación

trimestral, Julio-septiembre 2014. Editada y Publicada por José Adolfo Chávez Armengol, Paseo Helsinki 240

Col. Tejeda, Corregidora- Querétaro, C.P. 76904, Tel. 442 239 4578, [email protected]. Editor

responsable: José Adolfo Chávez Armengol. Reserva de Derechos al uso exclusivo No.04-2014-080711041400-102,

ISSN Está en trámite, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última

actualización de este Número, José Adolfo Chávez Armengol, Paseo Helsinki 240, Col. Tejeda, Corregidora-

Querétaro, C.P. 76904, fecha de última modificación, 15 de Mayo de 2015.

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autorización del Editor. En caso de utilizar la información, imágenes y gráficos deberá citar de manera

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Consejo editorial

DR. Alejandro Aguirre Piña

M. en Arq. Gretchen Heressman Alday

M. C. José Adolfo Chávez Armengol Ing. Arq. Juan José Sanchez Diaz

Ing. Arq. Martín Hernández Chavela

Agradecimientos

A los directivos del Instituto Tecnológico de Querétaro que en su momento apoyaron para el desarrollo de estos

artículos

M.C.JOSÉ LÓPEZ MUÑOZ

INGENIERO OSCAR ARMANDO LOPEZ GONZALEZ

LICENCIADO MARIO ALEMÁN ROSADO

INGENIERO MANUEL VALDELAMAR TAMEZ

INGENIERO HERNANDO CHAGOLLA GAONA

M. EN ADMÓN. ARACELI RAMÍREZ NARANJO

M. ARQ. JOSE ALFREDO ROSALES LUNA

ING. ARQ. IGNACIO MUÑIZ ROJAS

ARQ. ARMANDO CASTAÑEDA ARRIAGA

LIC. CLAUDETTE BONIFANT CISNEROS

EDITORIAL

Edificaciones diversas conforman una ciudad, no importa su tamaño, estilo y

época, sin embargo a veces nos atraen más los espacios con historia y es cuando

pareciera que redescubrimos nuestras raíces y deseamos comprender ese

pasado que nos impulsa a ser únicos.

En este número veremos edificios de diversos tamaños y que en muchas

ocasiones la sociedad en su afán de trascender solo concibe de manera parcial

José Adolfo Chávez Armengol

INDICE

TEMPLO DE CADEREYTA

MARITZA CRUZ MORALES

ANALISIS ARQUITECTONICO DEL TEMPLO DE SAN FRANCISCO DE ASÍS

EN ACAMBARO GTO.

ASTRID ARREOLA RUIZ

ANÁLISIS DEL DISEÑO ARQUITECTÓNICO DE LA ESTACIÓN DE FERROCARRIL

“BERNAL”

ARQ. MARÍA MONTSERRAT VARGAS MORALES

CENTRO HISTÓRICO DE QUERÉTARO Y LA GLOBALIZACIÓN

JOSE ADOLFO CHAVEZ ARMENGOL

BOSNIA Y HERZEGOVINA. RECONSTRUCCION DE CASAS EN SARAJEVO

TRADUCCION. M.C. JOSDE ADOLFO CHAVEZ ARMENGOL

TEMPLO DE CADEREYTA

MARITZA CRUZ MORALES

ANTECEDENTES DEL PROBLEMA. Nuestro país cuenta con un extenso legado cultural y arquitectónico que se remonta a cientos de años atrás, desde las culturas prehispánicas, pasando por la conquista española y el poderío del virreinato, la época de la independencia y de la revolución, hasta nuestros días; teniendo cada una de ellas un importante legado cultural que es digno de apreciar y valorar. Después de la Conquista de México a manos de los españoles, se empezaron a construir infinidad de edificios en nuestro país, tales como casas residenciales, templos, conventos, palacios, jardines, entre otros, los cuales se fueron construyendo en diferentes épocas de la historia y con características diferentes. En la zona del territorio del Bajío Central y de la Sierra Gorda de Querétaro, se asentaron varias villas de españoles las cuales se fueron dando como punto de partida para la colonización del norte del país. La violencia en la Sierra Gorda se desató incontenible en el último tercio del siglo XVI, como resultado del atropello multiplicado en la región de la Gran Chichimeca a partir del avance español hacia el norte, después del descubrimiento en 1546 de la plata en Zacatecas y en 1573 de las minas alrededor de San Luis Potosí. De esta manera, con las incursiones militares y el fuerte de Jalpan, el poder colonial español estableció apoyo para las encomiendas en la Sierra Gorda. Se inició así una confrontación violenta por la resistencia de Jonaces y Pames que habría de extenderse por varias centurias. En esta confrontación mediarían los religiosos de diversas órdenes que tomaron valientemente, repetidas veces, la defensa de los más antiguos pobladores en ese lugar del continente americano. Así el 29 de junio de 1640 en el Valle de San Nicolás de Tolentino, toma posesión en nombre de su majestad en presencia de muchas personas españolas el Capitán Alonso de Tovar y Guzmán, el ministro de la

doctrina de los indios chichimecas del cerro Gordo, el misionero Fray Pablo Betancur en nombre del rey nuestro señor, después de haber realizado la misa... tomó posesión en nombre de la Sagrada Religión de Nuestro Padre San Francisco, para hacer convento y administrar los oficios divinos. El desarrollo de la Villa de Cadereyta se planteó a partir de la Plaza Principal, se edificó convento de origen franciscano como representante de la autoridad religiosa, las casas de gobierno y las casas de los principales alrededor de esta plaza. Se trazó como pueblo de españoles de acuerdo a las ordenanzas reales de Felipe II. Desde este convento los misioneros franciscanos van a visitar diferentes sitios de doctrina, a convertir a los indios de: Nopalera, El Llano, Ranas. Al inicio, en este convento Fray Pablo Betancur atendía a más de 100 indios que se habían convertido con la ayuda del fraile Juan de Sanabria.

El convento y la Iglesia Parroquial de San Pedro y San Pablo ha sido participe de varios cambios en cuanto a su estructura original, configuración, función y decoración. Desde su fundación dicho templo ha pertenecido a la orden religiosa de los Franciscanos. Es una robusta edificación barroca, con una torre casi desmedida y dos gruesos arbotantes. Su portada es neoclásica –dos cuerpos, columnas pareadas y dintel-. La remata un reloj. Es simple y sólida: desenfadada. El nicho aloja una imagen de la Virgen de Guadalupe y Juan Diego. Sobre él, los símbolos de San Pedro; a sido mudo testigo de acontecimientos históricos que van desde la Independencia como de la Revolución Mexicana. En la actualidad una parte de este conjunto religioso fue confiscado por el gobierno y transformado en oficinas municipales, dejando así una pequeña parte del convento y de la Iglesia Parroquial a la orden de los Religiosos Franciscanos.

FACTORES HUMANOS El día 29 de junio de 1640 un grupo de familias de colonos españoles originarios de la Provincia de Xilotepec y Huichapan encabezados por el capitán Alonso de Tovar Guzmán fundaron la villa de Cadereyta en el costado del valle de San Nicolás de Tolentino. Este acontecimiento fue oficializado con una misa de acción de gracias que celebró el padre franciscano fray Pablo de Betancur dependiente del a Provincia del Santo Evangelio de México, quien había sido nombrado por el Rey como ministro de Doctrina de los indios Chichimecos Jonaces del Cerro Gordo. Después de decir misa el religioso franciscano tomó posesión del solar donde se habría de construir el templo y convento dedicado a San Pedro y San Pablo, y asistió también al trazado y repartimiento de solares a los nuevos pobladores para edificar la Villa de Cadereyta que tuvo a su cargo el capitán Alonso de Tovar. Desde su convento de San Pedro y San Pablo de Cadereyta los religiosos franciscanos acudieron a evangelizar a los indios Chichimecos Jonaces al pie del Cerro Gordo en los parajes del Rincón, en el Palmar, en la Nopalera, en las Aguas de Don Alonso, y en Maconí dentro de las montañas de la Sierra. Bautizaron a muchos indios enseñándoles los principales rudimentos de la fe cristiana, yendo hasta las cuevas y cañadas donde vivían de un modo primitivo sin formalidad de pueblos, sin casas ni muebles, y sin sembrar semillas o criar animales. Para sostener su actividad apostólica entre los indios y celebrar el culto divino en la Doctrina y en el convento de la Villa de Cadereyta, los religiosos debieron pasar muchos apuros económicos debido

a que no percibían los salarios que debía pagarles el gobierno virreinal como lo tenían mandado los Reyes de España. En esta situación, desde el año de 1647 algunos pobladores y vecinos españoles de la Villa de Cadereyta encabezados por el español Gonzalo Yáñez fueron donando bienes personales como cabras y yuntas de bueyes para obtener de sus rentas alguna ayuda para el sostenimiento de los religiosos franciscanos.

Este grupo de fieles se formó como una hermandad poniéndose bajo la protección del Santísimo Sacramento y Benditas ánimas del Purgatorio, hasta que en el año de 1658 solicitaron al arzobispo de México que les diera la licencia para erigir la hermandad en Cofradía. Obtenida la licencia, el día 15 de agosto de ese mismo año se juntaron al toque de campana en el convento de Cadereyta con la autorización del padre guardián ministro de Doctrina, con asistencia del Alcalde Mayor del Partido y de todos los miembros de la hermandad. En esa junta erigieron la hermandad en Cofradía del Santísimo Sacramento y Benditas Animas del Purgatorio, nombraron al rector, al mayordomo y a los diputados para administrar sus bienes, y ordenaron sus constituciones de gobierno en cuanto a renovación de la mesa directiva, los beneficiarios, las aportaciones de limosnas, y el subsidio de los gastos de la iglesia y del culto divino. Después acudieron nuevamente al gobierno del Arzobispado de México para la aprobación de su fundación, elecciones y constituciones. Acordaron que su elección y aprobación de cuentas fuera cada año el día 15 de agosto en memoria de su fundación bajo la rectoría del religioso o sacerdote secular que tuviera a su cargo el templo de la Villa. La mesa directiva de la Cofradía –y de otras que se fundaron posteriormente en la misma Villa de Cadereyta- se encargaba de administrar los bienes muebles e inmuebles propiedad de la misma Cofradía, de cuyas rentas anuales pagaban las limosnas por misas en días de fiesta religiosa y conmemorativa por los hermanos cofrades difuntos. Tenían la obligación de recaudar limosnas entre los vecinos de la comarca para aumento del patrimonio de la Cofradía y anotar a los nuevos hermanos y bienhechores. Solamente podían tener voto en las elecciones y aprobaciones los españoles, aunque entraran también los indios, y pagarse las limosnas por las misas del día de Nuestra Señora, el día del Santísimo Sacramento con procesión solemne, todos los domingos del mes de procesión, todos los lunes del año por las Animas del Purgatorio con procesión, y el día Jueves Santo misa por los cofrades vivos y por los difuntos; los hermanos que fallecieran debían acompañarse con velas y celebrar una misa con su responso.

Las cofradías eran intermediarias entre los feligreses y los sacerdotes religiosos en cuanto al pago del estipendio y las limosnas por las funciones religiosas, valiéndose de una persona seglar que desempeñaba el cargo de sindico del convento y se ocupaba de arreglar las necesidades materiales y asuntos de dinero de, ya que los frailes debido a su voto de pobreza no tenían permitido inmiscuirse en asuntos temporales. Para darnos cuenta de la importancia de la Cofradía del santísimo Sacramento en el sostenimiento del culto en Cadereyta durante el siglo XVII y hasta los siglos siguientes, basta decir que de sus fondos se pagaban misas y gastos de procesiones, el aceite de la lámpara que alumbraba al Santísimo Sacramento del Altar, el vino de consagrar, las flores y ramilletes, los ornamentos, algunos vasos sagrados, baldaquines y cortinas, la música y la pólvora durante las fiestas, y el pago del maíz para los indios cantores entre otras necesidades permanentes.

Las personas principales de la Villa de Cadereyta y su jurisdicción se agregaban a las cofradías dando limosnas en dinero o donando cabras y yuntas de bueyes. Aunque generalmente los vecinos de la Villa de Cadereyta entraban a alguna o varias Cofradías según sus posibilidades económicas, la Cofradía del Santísimo Sacramento fue siempre la de mayor jerarquía e importancia por haber sido la primera en fundarse y la última en desaparecer. En casi todas las doctrinas y parroquias regulares y seculares que se fundaron en los pueblos, villas y ciudades de la Nueva España se formaron cofradías para ayudar al sostenimiento del culto católico, y una de las advocaciones que más se difundió fue la del Santísimo Sacramento y Animas del Purgatorio, y entre las fundaciones a cargo de los religiosos franciscanos hubo incluso cofradías de españoles, indios, y hasta de gremios y oficios bajo ese patrocinio. Durante el resto del siglo XVII y durante el siglo XVIII además de la Cofradía del Santísimo Sacramento se fundaron en Cadereyta la dedicada a Nuestra Señora de la Soledad y Limpia Concepción, la del Patriarca San José, la de San Nicolás de Tolentino, de la Santísima Trinidad y San Antonio de Padua, y la de Nuestra Señora de la Soledad en Santa Cruz de México. Para ser mayordomo de alguna cofradía debía tenerse mucha respetabilidad social por la grave responsabilidad en la administración de los bienes y fondos a su cargo, pues para obtener ingresos debían desempeñar el papel de instituciones de crédito sobre la renta de sus animales y demás bienes con un módico rédito anual por escritura de obligación.

En la construcción y adorno del convento franciscano y templo de San Pedro y san Pablo de Cadereyta debieron contar con las licencias y aportaciones económicas del gobierno virreinal de la Nueva España según las leyes de Indias, con las aportaciones de la Provincia Franciscana del Santo Evangelio de México y las contribuciones de los propios vecinos y pobladores de la Villa; aunque el papel de las Cofradías era específicamente el de ayudar al sostenimiento del culto católico, y no entraban tanto en los asuntos de fábrica de material.

En marzo de 1686 visitó el convento y doctrina del Cadereyta el Ilustrísimo Arzobispo de México Don Francisco de Aguiar y Seyjas, y comprobó que ya existía templo y convento con él suficiente adorno y puntual asistencia espiritual de los religiosos feligreses. En esa ocasión decreto que fuese erigido jurídicamente el convento con Coadjutoría del Curato y Doctrina franciscana de San Mateo Huichapan del cual ya dependía desde el tiempo de la fundación de la Villa. Para extender el culto a la Virgen María los franciscanos trajeron a Cadereyta una réplica de la escultura de María Santísima en su advocación del Sagrario también nombrada de la Macana. Una imagen original había sido traída de la catedral de Toledo en la segunda mitad del siglo XVII como Protectora de las misiones vivas de la Custodia franciscana del Nuevo México, y quedó intacta durante la rebelión de los indios del Nuevo México cuando un indio profano al tratar de destruirla asestándole un golpe de macana en la frente, de lo cual sólo presentaba una pequeña herida que no se cerraba. Finalmente la milagrosa imagen fue trasladada al convento de Tlalnepantla para su cuidado en donde estuvo todavía durante más de medio siglo, y después fue llevada definitivamente a la capilla del Noviciado del convento Grande de San Francisco de la Ciudad de México. Para el mes de septiembre de 1708 ya existía una réplica de la Virgen del Sagrario de la Macana en el convento de Cadereyta, tiempo en el cual ya se le proyectaba la fabricación de un colateral o altar labrado, según informó en su testamento el español don Tomás de Menchaca al disponer un legado de cien pesos de oro para ayuda de la obra del altar1.

1 Mendoza Muñoz Jesús, Construcción del Retablo de la Parroquia de Cadereyta en el siglo XVIII, Folleto de la Parroquia de San Pedro y San Pablo de Cadereyta, Qro., Septiembre del 2000, p.

varias.

En la primera mitad del siglo XVIII se fundó la Cofradía dedicada al Glorioso San Nicolás de Tolentino y la dedicada a la Santísima Trinidad y San Antonio de Padua. Con ello el número de cinco Cofradías establecidas en el Templo y Convento franciscano de San Pedro y San Pablo, ayudando siempre en la satisfacción de todas las necesidades del Culto Divino y para el auxilio y edificación espiritual de los feligreses.

A las cofradías se debe en gran parte para la construcción del Templo Parroquial y del claustro del Convento, a más de que sus fondos ayudaron para adornar y fabricar los diferentes retablos dedicados a los patronos de cada Cofradía que tenía el templo en los laterales y crucero. Pero sin duda el retablo mayor cuya construcción encargó Don Joaquín de Olvera y Hernández al genial escultor Pedro de Rojas con las aportaciones de las Cofradías y de los fieles, constituye el trabajo más grande y costoso que se haya hecho para adornar la mesa del altar de la celebración de la Sagrada Eucaristía; si tomamos en cuenta que originalmente el Sagrario de Jesús Sacramentado no formaba parte del altar mayor. Las cinco Cofradías celebraban la fiesta de su Santo particular y alguna otra que fuera afín a esa advocación, pero llama la atención que ninguna de ellas se dedicaba a la organización de la fiesta de los Apóstoles San Pedro y San Pablo titulares de la Doctrina franciscana. El 24 de diciembre de 1754 la doctrina franciscana de Cadereyta fue entregada a los sacerdotes del Arzobispado de México y erigida en Parroquia, siendo su primer Cura interino el sacerdote que desempeñaba de Párroco de Huichapan Bachiller José Antonio Morales León. El 1 de mayo de 1755 tomó posesión de Cura Párroco de Cadereyta el Licenciado Presbítero Don José Mariano del Villar quien se desempeñó durante un período de veinticinco años y medio. El Padre Villar organizaría de modo formal el Culto Divino de la Parroquia que antes había sido administrada por los religiosos franciscanos, y entre sus importantes obras está la constitución canónica de las Cofradías de San Nicolás y de la Santísima Trinidad y san Antonio de Padua que carecían por entonces de la aprobación del Arzobispo de México. Otra de las obras más importantes del Licenciado Villar fue de la construcción del Templo dedicado a San Gaspar de los Reyes en el Pueblo indígena del mismo nombre, y la desmembración de la Parroquia para erigir la parroquia de San Antonio del Doctor en el nuevo Real y descubrimiento de ricas minas de plata. Como clérigo secular el Padre Villar estuvo al tanto de la entrega de las misiones franciscanas de Sierra Gorda al clero secular del Arzobispado en Jalpan, Tiláco, Tancoyól, Landa y Concá, e influyó en la fundación de la misión de la Purísima Concepción de Bucareli a cargo del célebre franciscano descalzo fray Juan Guadalupe Soriano. Con el informe del señor Cura Villar se trasladó la Parroquia de Santo Domingo Soriano al Pueblo de Tolimanejo en el año de 1756, con lo cual se llamó desde entonces Parroquia de San Francisco de Asís. Muchos otros sucesos relevantes para la historia tuvieron la participación directa del Licenciado José Mariano del Villar como la elaboración de algunas de las estadísticas más antiguas que se conservan de la Parroquia y la separación de castas entre los feligreses haciendo libros aparte para el registro de los sacramentos. En el aspecto interno de la administración y fomento del Culto Divino a él se debe que para las celebraciones litúrgicas en el templo Parroquial se comprara un órgano y se contratará de planta a un maestro organista que estuviera al tanto de todas las celebraciones del año. También se continuó sosteniendo las tareas del edificio de sacristán y se llegó a un acuerdo a largo plazo con los indios cantores de San Gaspar dándoles una ración de maíz, su salario y el pago de su tributo anual a ambos auxiliares.

Las Cofradías con las rentas de sus bienes pagaban el estipendio de los sacerdotes cada tres meses hasta completar el año, pagaban las cédulas de asiento de los hermanos, las estampas con las misas por los hermanos cofrades vivos y difuntos y hasta contribuían al sepelio de los que fueran falleciendo dando la mortaja y la cera necesaria con misa de cuerpo presente llegado el momento,. Iban reponiendo los ornamentos, los adornos litúrgicos y los vasos sagrados, e incluso contribuían en la fundición y compra de las campanas y esquilones que siempre han dado aviso y solemnidad a las fiestas y funciones religiosas. Sin las aportaciones de las Cofradías seguramente el Culto nunca hubiese tenido tanta solemnidad y decencia en la Parroquia porque las aportaciones individuales de los vecinos eran de poca cuantía en una iglesia necesitada siempre de tantas cosas2.

PRINCIPALES CONSTRUCTORES DE LAS IGLESIAS

Dos fueron los objetivos primordiales de la “aventura indiana”: la evangelización y las riquezas. La tierra era pobre en sus entrañas, aunque feraz en la superficie, apta para toda clase de cultivos, tanto para las frutas de castilla como para el trigo el maíz y otros cereales. Tal vez esta condición determinó el grado de su desarrollo como centro urbano, pues ni sus casas ni edificios públicos fueron nunca magnificentes o grandiosos. Más bien eran construcciones bajas, sencillas, muchas de adobe repellado, tosca y austeramente edificadas. En cambio en materia de religión, Querétaro fue pródigo en resultados. Los indios chichimecas y otomíes habían aceptado la nueva creencia y cooperaban de buen talante con la obra misionera, mucho más los caciques como los Tapia, muy cercanos a los frailes franciscanos. Los indios se convirtieron en asiduos partícipes de las abundantes festividades religiosas y respetaban a los religiosos. Las Iglesias y capillas se multiplicaron y distribuyeron por toda la traza urbana para la construcción de los templos los indios aportaron la mano de obra –muchas veces gratuita- y acarrearon materiales. Con todo, en las Iglesias el tratamiento a los indios en los oficios religiosos no era igualitario. Sólo la población española entraba al templo a oír misa. Los indios se quedaban en el gran atrio-camposanto, donde tenían que soportar las inclemencias del tiempo y difícilmente podían seguir y participar de la ceremonia que se desarrollaba bajo el techo de la Iglesia. Esta circunstancia fue la que orilló a los naturales a pedir que se les permitiera edificar su propia capilla. Un grave problema que se presentó en la evangelización fue la lengua de los otomíes, particularmente difícil por sus variaciones nasales. Los misioneros debieron aprender sus rudimentos y con ello cumplir su ministerio.

En la franja entre los siglos XVI y XVII no hubo alteración de la paz y el orden en la población indígena de Querétaro, como en otras regiones del territorio americano. A ello contribuyó seguramente la labor de acercamiento y defensa de los indígenas que realizaron los religiosos, principalmente los de la orden franciscana 3.

2 Mendoza Muñoz Jesús, Las fiestas Religiosas de Cadereyta en el año de 1780 , Folleto de la Parroquia de San Pedro y San Pablo de Cadereyta, Qro., septiembre del 2000, p. 4-8

3 Cruz Rangel José Antonio, Ramírez Montes Mina, Jiménez Gómez Juan Ricardo, De la Vega M. Ma. Concepción, Font Fransi Jaime, INDIOS Y FRANCISCANOS EN LA CONSTRUCCION DE

SANTIAGO DE QUERETARO, (Siglos XVI Y XVII). p. 118-121.

FACTORES TECNOLOGICOS Y DE CONTEXTO.

La arquitectura religiosa A través del tiempo se ha adecuado y para la edificación esta condición no ha cambiado, en el periodo de elaboración del templo de Cadereyta los prcedimientos identificados son los siguientes.

Se iniciaba sobre terrenos muy bien nivelados, se buscaba terreno firme a base de grandes excavaciones tratando de encontrar que el desplante de los cimientos fuera lo más homogéneo y sólido posible permitiendo así, que el edificio trabajara en equilibrio. Los muros eran pesados, anchos y variaban de acuerdo a la altura de los mismos y a la cubierta que deberían de cargar, como era el caso de los empujes ocasionados por las bóvedas y sus esfuerzos de coceo, los materiales fueron en un principio de adobe, pero la necesidad de tener una mejor resistencia y mayor durabilidad los desplazó durante el siglo XVII por la cal y el canto; aunque aún se conservan muros de adobe en Querétaro, principalmente en construcciones que no tuvieron que agregar otro nivel. La cal y el canto eran, piedra aglutinada con cal apagada, agua y arena. Estos muros consistían en dos caras exteriores concertadas y rellenas en su centro por piedras, tierra y arena. Las esquinas y los muros estaban alternados con contrafuertes de refuerzo o estribos y en ocasiones arcos de descarga cuando las alturas así lo exigían. Los contrafuertes los encontramos principalmente en las esquinas.

Elementos arquitectónicos diseñados para una función concreta como los arcos pasaban a ser parte de un improvisado eclecticismo de sobreposiciones formales que daban al conjunto un nuevo valor de anexiones históricas. Las techumbres en los edificios de la orden franciscana eran de envigados de madera en la mayoría de los casos, a excepción de aquellas que requerían de grandes alturas o claros muy anchos que obligaban a tener bóvedas que por lo general eran de cañón corrido y de arista. Ambas moduladas a través de arcos fajones que les daban estabilidad y la posibilidad de poder construirse. Las bóvedas fueron el elemento constructivo más representativo del siglo XVII. Requerían de una tecnología más avanzada que obligaba a los franciscanos a conseguir arquitecto especialistas de otras regiones principalmente Michoacán, Puebla y seguramente la Ciudad de México. Las bóvedas franciscanas queretanas del siglo XVII correspondían a la última etapa de las del siglo XVI. En una primera etapa, las bóvedas del siglo XVI eran casi planas, terraceadas con grandes rellenos. Posteriormente, fueron lo contrario haciéndose más convexas en el extradós. Esta última técnica es más avanzada ya que los rellenos siguen la forma de las nervaduras y los arcos fajones de esta manera se aligeran las bóvedas y tienen una mejor salida para las aguas pluviales. Sin embargo, toda la iniciativa constructiva era emprendida y resuelta durante el siglo XVI y principios del XVII por los franciscanos. La necesidad de edificar con bóvedas o sustituir las viejas cubiertas de madera, obligó a los frailes a importar arquitectos de otras ciudades de la Nueva España.

La gran experiencia de los naturales en materia de construcción se basaba en la monumentalidad exterior de los edificios y el manejo de una urbanística de grandes proporciones desconocida en Europa. Para ellos, los procesos constructivos de grandes espacios interiores eran desconocidos, como por ejemplo: los encofrados de las bóvedas y el trabajo de la estereotomía europea utilizada para cubrir grandes claros. La característica principal de los acabados del siglo XVII en la región del Bajío eran los aplanados y la pintura a la cal, así como los diferentes trabajos en cantería de jambas, portadas, columnas, pilastras y remates como cornisas, elementos todos ellos que estaban enlucidos con cal y con

colores predominantemente rojos como podemos ver en un sinnúmero de vestigios en portadas y fachadas del siglo XVII en Santiago de Querétaro, y otras ciudades del Bajío. La decoración en algunas fachadas era tratando de imitar sillares de colores rojizos delineados en color blanco a manera de juntas. El color rojo de los muros posiblemente trataba de imitar el rojo de las fachadas de tezontle de la Ciudad de México. De todas formas, el tezontle se incorporaba en nuestra región del centro del virreinato como un material aligerante de construcción que permitía innovadoras obras arquitectónicas de élite como: las bóvedas y las cúpulas de los templos. Los materiales principalmente utilizados para las obras eran principalmente arena, piedra, tezontle o tezontlale, piedra e mampostería, cal, piedra de la negra, cantera, y otros materiales propios de la región. El transporte de los mismos se realizaba básicamente en carretillas, en mulas y a mano. El personal de trabajo eran peones, oficiales, canteros, carpinteros, entre otros. Las herramientas utilizadas durante el siglo XVII en la construcción no dista mucho de las actuales utilizadas por los artesanos de la cantería o carpintería y los albañiles en general, cambian los sistemas de medición y la terminología pero la técnica afortunadamente se ha conservado4. La orientación en los templos cristianos es un tema que reviste especial interés, pues sus naves están casi siempre dispuestas de oriente a poniente. Esto es, el altar hacia la salida del sol y el acceso principal hacia el ocaso. Esta tradición, se pierde en los albores del tiempo, pues se cree que desde el mundo prehistórico, los antiguos sacrificios se realizaban hacia la salida del sol. La importancia mística en la orientación definió la posición y la ubicación de los templos cristianos. Sale sobrando mencionar aquí la importancia que tuvieron las orientaciones para el mundo mesoamericano y la influencia que estas tuvieron en el trazo de los asentamientos y la ubicación de los edificios, y principalmente los sagrados, en esquemas posteriores a la conquista y que influyeron en este tipo de prácticas de origen astronómico. La Villa de Cadereyta fue fundada al lado de una laguna, protegida por montañas, con tierras fértiles y bosques cercanos. Los cambios atmosféricos alejaron las lluvias y el nivel de la laguna fue bajando hasta desaparecer en el siglo XVIII, razón por la cual sus habitantes se vieron en una situación por demás difícil.

Encontraron y obtuvieron un poco de agua para su uso doméstico de los manantiales ubicados al sur de la Villa. Ante ese problema se idearon y se construyeron unos depósitos, por todos conocidos en la región como Las Fuentes, a fines de este mismo siglo XVIII. Todos los techos eran de armaduras con techumbres curvas ó abovedadas por las cuales escurría el agua de lluvia. Las necesidades de agua y abastecimiento se determinaban por la manera de abovedar. La población dependía del agua de las lluvias que alimentaban a las cisternas por los desagües de los techos de las iglesias. Por tal razón fueron necesarias las cubiertas con superficies convenientemente inclinadas. Así podemos suponer que las iglesias con los más pobres colectores de lluvia, era porque estuvieron situadas en regiones provistas abundantemente de agua. Ya fuera de fuentes naturales o acueductos. En cuanto a instalaciones sanitarias es realmente poco el material existente debido a la sencillez de construir estos espacios. Se dio una gran importancia a la construcción de letrinas comunales. Todas

4 Font Fransi Jaime, ARQUITECTURA FRANCISCANA EN SANTIAGO DE QUERETARO, siglo XVII). p. 196-204.

estas letrinas comunales contaban con una corriente de agua que iba por debajo de la construcción, desalojando así los desechos. En el siglo XVII la tecnología de iluminación era por medio de velas. Durante el día, usar la luz cenital al máximo permitido por la orden religiosa que ocupaba el convento. La orientación de las edificaciones religiosas responde a un parámetro dogmatizo. Es probable que las ventanas hayan sido pequeñas no tanto por temor a realizar una estructura atrevida, sino por motivos de iluminación. La alineación de las ventanas responde a los diferentes niveles del techo. Las ventanas pequeñas permitían la entrada de rayos de luz para iluminar determinadas áreas. Por ejemplo, las ventanas del norte están colocadas al nivel de la imposta y los rayos de luz que penetran por ella proporcionan luz a las bóvedas. En el muro sur las ventanas están por debajo del nivel de la imposta y proporcionan iluminación a la parte baja de la nave, incluyendo las partes laterales de la misma. Las ventanas son más anchas por fuera que por dentro, es decir que son abocinadas para captar mayor luz cenital. La iluminación artificial fue muy diferente en el siglo XVIII, y esto no solo por las técnicas empleadas, que eran luminarias de ocote, velas de sebo, faroles de aceite de nabo. Sino también porque no era un servicio público, pues a cada propietario le tocaba colgar un farol en su fachada. Candilejas de recipientes con manteca y pabilo como mecha, y estas se colgaban en los espacios interiores. La Villa de Cadereyta, se trazó como pueblo de españoles, de acuerdo a las ordenanzas reales de Felipe II ("Real Provisión de Población"), que señalan las indicaciones para las dimensiones y orientación de la plaza, solares, calles y edificios públicos. La traza es particularmente reticular en el centro, manifestándose acentuados accidentes de trazo en la periferia. Estas irregularidades provienen del crecimiento que se manifestó de inmediato hacia 1672, al ser poblada por indios chichimecos, familiares de los que habían sido aprehendidos durante las batallas por la Sierra Gorda y que venían a visitarlos a la cárcel real de Cadereyta. El desarrollo de la Villa de Cadereyta se planteó a partir de la Plaza Principal, se edificó convento de origen franciscano como representante de la autoridad religiosa, las casas de gobierno y las casas de los principales alrededor de esta plaza. Los franciscanos en sus conventos tenían escuelas en donde los indios recibían la instrucción dogmático-moral cristiana, y conocimientos de lectura, escritura, cuentas y canto, así como nociones técnicas de agricultura, artes manuales, construcción y decoración. También les enseñaron a la elaboración de bordados, música, sastrería, zapatería, carpintería, herrería y pintura. Existían también en el pueblo 25 tiendas o tendajones en donde se vendían todo tipo de abarrotes hasta productos de importación. También había en la demarcación 8 estanquillos de renta del tabaco. En el siglo XVIII la industria y el comercio que presentaba la Villa de Cadereyta era la siguiente: 2 barberías con 5 barberos, 5 carpinterías con 20 carpinteros, 8 curtidurías con 18 trabajadores, 2 herrerías con 12 herreros, 1 molino de trigo, 3 panaderías con 10 panaderos, 3 sastrerías con 20 sastres, 2 sombrererías, 2 talabarterías, 5 obrajes con 20 tejedores, 2 boticas con 5 boticarios y 3 establecimientos donde se vendía pulque. El agua se utilizaba tanto para uso doméstico como para dar de beber a los animales. Para esto existían tres construcciones tipo pileta o pesebres a donde se acercaban los animales. Las vialidades en los siglos XVII y XVIII, en la Villa de Cadereyta eran muy distintas a las que ahora conocemos. Por las calles transitaban tanto peatones, carruajes y animales de carga. En los siglos XVII y XVIII la Villa de Cadereyta y sus alrededores no contaban con ningún tipo de pavimentación. Los caminos y calles por donde transitaban tanto peatones, carruajes y animales de carga, eran de terracería. La iluminación artificial fue muy diferente en el siglo XVIII, y esto no solo por las técnicas empleadas, que eran luminarias de ocote, velas de sebo, faroles de aceite de nabo. Sino también porque no era un servicio público, pues a cada propietario le tocaba colgar un farol en su fachada.

Imágenes de finales del siglo XIX y a finales del siglo XX

IGLESIA PARROQUIAL DE SAN PEDRO Y SAN PABLO.

En la parte oriente de la gran plaza principal se asienta el edificio de la Iglesia Parroquial, el cual comenzó a construirse el 15 de diciembre de 1725 por los religiosos Franciscanos y terminada en su primera parte, probablemente en interior y un primer altar mayor, en el año de 1731, como reza en la placa de cantera ubicada en la fachada del mismo templo en la parte baja y lado derecho al frente del edificio. El 21 de agosto de 1752 el capitán Joaquín Olvera celebró escritura de obligación con el Sr. Pedro José de Rojas, maestro de escultor, como principal, y el teniente coronel Don Bernardo de Pereda y Torres, Caballero del Orden de Calatrava, vecinos de la Ciudad de Querétaro con su fiador y a mayor abundamiento, ambos a dos, juntos de mancomún, a voz de uno y cada uno de por sí y por el todo in solidum, se obligan a que el dicho Pedro de Rojas, dentro del término de un año y diez meses corrientes, desde hoy día de la fecha de esta escritura dará y entregará al capitán reformado Don Joaquín de Olvera, vecino de la Villa de Cadereyta, Mayordomo de la Cofradía del Santísimo Sacramento del Altar, de dicha Villa y a los demás diputados y oficiales de ella, un colateral de tres cuerpos con catorce varas y un cuarto de alto y once de ancho, con cinco estatuas de a siete cuartas, un mapa que les tiene dados a los susodichos, en blanco, aparejado de yeso, con la obligación de irlo a poner y parar a dicha Villa, siendo la conducción de él, de cuenta del dicho capitán Don Joaquín Olvera, diputados y oficiales de dicha cofradía quienes lo tienen ajustado con dicho maestro en la cantidad de 1 mil y 500 pesos de oro común, de que tiene recibidos 500 pesos en cuenta de dicho colateral, y con condición de que pueda pedir y pida lo demás que necesitara, hasta la cantidad de otros quinientos pesos que se le administrarán en la casa de Don Pedro de Terreros, vecino y del comercio de esta ciudad, da fe el escribano real y público Don Félix Antonio y Araujo, siendo testigos Don Cayetano Reyes, Don Felipe Neri de Araujo y Don Pedro Francisco de Vadilla, vecinos de la ciudad de Querétaro. La parroquia está dedicada a los Apóstoles San Pedro y San Pablo pero la tradición popular nos dice que la patrona es la Virgen del Sagrario, cuya fiesta se celebra el día 8 de septiembre. En la actualidad una parte de este conjunto religioso fue confiscado por el gobierno y transformado en oficinas municipales, dejando así una pequeña parte del convento y de la Iglesia Parroquial a la orden de los Religiosos Franciscanos 5.

TORRE En 1756 el párroco Don Mariano del Villar construyó la torre con canteras rojas oscuras que dan la impresión de estar ensangrentadas, es alta y majestuosa aunque no tiene un estilo definido. En 1805 el párroco Gregorio González mandó hacer la fachada que hoy ostenta, la cual es de estilo neoclásico –dos cuerpos, columnas pareadas y dintel-. Es motivo de orgullo para los cadereytenses hablar de las campanas, por hermosas y sonoras: la mayor de Nuestra Señora del Sagrario, los esquilones de San Pedro y San Pablo, la campana de Santa Isabel y la de Santa María Magdalena.

RETABLO Este retablo mayor es de estilo barroco en su modalidad de churrigueresco, a base de columnas estípites en sus tres cuerpos que forman seis pasillos. No tiene la teatralidad de otras representaciones barrocas, pero ofrece una magnífica realización estilística y una magnífica distribución de la obra pictórica, amén de su calidad artística. La bendición a la que hacen referencia los historiadores, probablemente se debió a la instalación de dicho retablo, ya que señalan el año de 1755, el cual coincide con la fecha de entrega según nos indica el convenio. El nicho aloja una imagen de la Virgen de Guadalupe y Juan Diego. Sobre él, los símbolos de San Pedro; a sido mudo testigo de acontecimientos históricos que van desde la Independencia como de la Revolución Mexicana.

5 Olvera María Buenaventura, MUNICIPIO DE CADEREYTA, Querétaro, visión de sus cronistas, p. 70-73.

DESCRIPCION GENERAL. Retablo de talla dorada, se compone de tres cuerpos y cinco calles, descansa sobre un sotobanco; presenta ocho pinturas de caballete, enmarcadas en molduras mixtilíneas, una de las pinturas se encuentra en el cuerpo central protegida con un vidrio; cinco esculturas de bulto, una de ellas se encuentra en el cuerpo inferior dentro de un capelo de vidrio; ocho columnas estípites de capiteles compuestos, de las cuales se encuentran dos en el cuerpo superior y seis en el cuerpo inferior, otras seis columnas estípites que se tornan en Hermes se encuentran en el cuerpo central. El revestimiento del sotobanco se encuentra enmarcado con molduras y presenta veintitrés rombos moldurados y dorados mismos que se encuentran distribuidos a lo largo, dicho revestimiento al parecer no corresponde a la misma época de construcción del retablo, ya que se aprecian diferentes cortes en talla de las molduras y el tipo de madera. De las ocho pinturas, siete narran escenas de la vida de Jesús y María, siendo el último lienzo una pintura de la Guadalupana. El retablo exalta paralelamente, los momentos cruciales de ambos personajes, en el primer cuerpo: El nacimiento de Jesús y Nacimiento de María. En el segundo cuerpo: Presentación de Jesús y Presentación de María. En tanto, en el remate, se encuentran: La Ascensión de Jesús, La Asunción de María y el lienzo de La Santísima Trinidad coronando a la Virgen María. El lienzo de la Virgen de Guadalupe, colocado sobre el fanal, interrumpe el sentido iconológico del retablo. En cuanto a las esculturas, son cinco. En los nichos interestípites del primer cuerpo están “San Francisco”, como fundador de la orden que tenía a su cargo esta parroquia y “San Nicolás Tolentino”, patrono de la villa, el fanal lo ocupa una imagen de “Nuestra Señora del Sagrario”, patrona de la cofradía que mando erigir este retablo, y de quien se sabe fue muy venerada en Cadereyta y en el siguiente cuerpo del retablo se encuentran las tallas de “San Pedro y San Pablo”, titulares de la Provincia Franciscana de Michoacán a la que pertenecían los frailes6. Es preciso hacer notar, que en la distribución de los compartimentos, donde se alojan las imágenes pictóricas y escultóricas, Rojas volvió al esquema reticular, cuando éste había sido superado, al adoptarse la “orden media”, que es un cuerpo muy alto y su remate. No hay que perder de vista que el máximo retablo de la Nueva España, el de la capilla de los Reyes, de la catedral metropolitana, había impuesto esa moda, desde su conclusión “en blanco”, en el año de 1725. Pedro de Rojas ya había participado de esa modalidad el año anterior, cuando realizó el altar mayor de la Iglesia de San Agustín en Celaya, sin embargo gustos ajenos a su voluntad debieron haber provocado este retorno. El fondo del parámetro es liso, la ornamentación aunque no es escasa, produce poco efecto de claro-obscuro debido a la planimetría del conjunto y al ligero movimiento de sus formas compositivas. Los sustentantes de cada registro son distintos, en el primero se aprecian seis esbeltas pilastras estípites de capiteles compuestos, adornadas en su fuste con hojarasca y mascarones, bajo éstas la predela, en cuyo centro está el sagrario, la cual descansa sobre un sotobanco nuevo o reforzado con decoración geométrica. En el segundo cuerpo, el mismo número de estípites se tornan a la modalidad de curiosos “Hermes”, de ascendencia manierista, tan parecidos a los que hiciera el maestro Gabriel Laso en 1714, para el retablo de la Iglesia de Loreto, en La Paz (Bolivia)., no sería

6 Anaya Larios Rodolfo, EL ARTE VIRREINAL DE QUERETARO, p. 25-26.

remoto pensar en una fuente común que inspira a ambos escultores, más que por la relación intercontinental, por la interpretación dada a los mismos libros de arquitectura y grabados que circulaban en ciertas regiones de España y en sus colonias. En el remate quedan sólo las dos pilastras en los ejes centrales cuya base y fustes rectangulares previenen el estilo que en adelante usaría Pedro de Rojas. El programa iconológico de las pinturas no guarda relación con el de las tallas a simple vista, el primero es más coherente porque siguen un orden cronológico en las escenas del Nuevo Testamento que representa; los lienzos del lado de la epístola se abocan a la figura de Jesucristo, los del evangelio a la de María y en los del centro participan ambos. El trabajo del pincel superó al de la gubia, es probable que el pintor Pedro José Noriega, contemporáneo y amigo de Rojas fuera el elegido para esa labor. Esto es sólo una hipótesis que cuenta con escasos elementos de juicio, pero sí un indicio que pudiera ser comprobado a la luz de las pruebas documentales. La confección de las tallas no guarda unidad estilística, los apóstoles podrían ser considerados como obras de Rojas, las otras imágenes pudieran ser de algún oficial de su taller. También es probable que restauraciones posteriores las hubiesen modificado. La pintura original pudo haber sido temple sobre oro, similar a las imágenes del cercano retablo de San Miguel de Tetillas (Villa Progreso) 7. El retablo se encuentra separado del muro por una distancia de 75 centímetros aproximadamente, con un anclaje al muro realizado por polines, los cuales han sido reforzados con mecates.

Además del retablo mencionado, también existían otros altares, tanto en la nave principal, a los lados, como en los brazos de la cruz latina. Se recuerdan los altares del Calvario, San José, La Purísima, cuya imagen es una bella escultura que donó la Sra. Paula Vega de Mussi, quien a la vez la había recibido de su esposo Don Pedro Mussi, italiano avecindado en Cadereyta en las calles de Melchor Ocampo (ahora casa de dolía María Olvera vda. de Trejo) quien en un viaje que hizo a Europa, la compró en la ciudad de Roma, y la trajo a Cadereyta, esto debe haber sucedido a fines del siglo pasado. Otros altares estaban dedicados a la Virgen de Lourdes, altar que semejaba una gruta, a la Virgen del Carmen, a la Virgen del Rosario, al Sagrado Corazón de Jesús; estos altares fueron destruidos en contra de la voluntad del pueblo en el año de 1972, posteriormente al llegar de párroco el Señor Cura Rómulo Tejeida, se construyeron los nichos que hoy vemos, los cuales guardan las mismas imágenes.

7 Ramírez Montes Mina, PEDRO DE ROJAS Y SU TALLER DE ESCULTURA EN QUERETARO, p. 41-42.

PILA BAUSTISMAL Y RELOJ

El baptisterio cuenta con una pila hermosa hecha de una sola pieza en cantera rosa, la cual tiene un diámetro de un metro ochenta centímetros. Hay un cuadro que representa a San Juan Bautista, poniendo las aguas del Jordán a Nuestro Señor Jesucristo, el cual se dice fue pintado en 1790 por Don Bernardino Gálvez; las pechinas cuentan con magníficas pinturas de los evangelistas. En el año de 1910, centenario de la Independencia, se colocó un reloj a un lado de la torre descomponiendo el conjunto de la fachada.

En 1973 contra la voluntad del pueblo se destruyó la hermosa y majestuosa arcada de arcos invertidos que rodeaban nuestro gran atrio, la cual se pudo arreglar junto con el piso y de esa manera preservar la herencia del quehacer cotidiano de nuestros antepasados, que no es otra cosa que la cultura de los pueblos, y no tener que decir como el cronista de la ciudad de México..."crónica de un patrimonio perdido".

La casa cural se encuentra en buenas condiciones en su planta baja, la cual cuenta con cuatro corredores y habitaciones en un magnífico estado.

VISTA LATERAL DEL TEMPLO E INTERIOR DE LA CÚPULA

ANALISIS COMPARATIVO ENTRE LOS CONJUNTOS CONVENTUALES FRANCISCANOS.

CONJUNTO CONVENTUAL.

LA CRUZ.

SAN ANTONIO.

SANTA CLARA. SAN FRANCISCO.

SAN PEDRO Y SAN PABLO.

CONCEPTO.

TEMPLOS Y CAPILLAS (DIMENSIONES Y AREAS).

TEMPLO. CAPILLA.

DIMENSION DE LA NAVE (LARGO x ANCHO).

46.05 X 7.85

33.62 X 6.87

53.55 X 8.27

46.05 X 7.85

44.70 X 9.30

44.60x9.32

PROPORCION DE LA NAVE. 1:5.8 1:4.8 1:6.4 1:4.8 1:5 1:4.79

NUMERO DE CUPULAS SOBRE LA NAVE.

1

1

1

1

1

1

DIAMETRO Y PERALTE DE CUPULAS.

7.00 X 3.50

7.00 X 3.50

7.50 X 5.00

11.60 X 12.80

12.60 X 5.30

10.60 X 3.5

TIPO DE CUPULA. Cilíndrica octagonal

Cilíndrica octagonal

Cilíndrica circular

Cilíndrica octagonal

Cilíndríca octagonal

Cilíndríca octagonal

PROPORCION. 1:2 1:2 1:1.5 1:0.9 1:2.38 1:3.03

ALTURA DE LA BOVEDA DESDE LA NAVE.

15.00

15.00

13.00

13.30

17.55

25.00

ANCHO DE MUROS EN LADO DE LA EPISTOLA.

0.70

0.70

1.50

1.20

1.60, 1.70 y 1.65

1.35

ANCHO DE MUROS DEL LADO DEL EVANGELIO.

1.00

0.70

1.50

1.20

1.60, 1.70 y 1.65

1.35

DIMENSIONES DEL CRUCERO (LARGO x ANCHO).

17.50 X 7.90

15.05 X 6.90

24.40 X 8.30

9.30 X 8.90

23.20 X 11.361

21.04X 9.36

PROPORCION DEL CRUCERO. 1:2.2 1:2.2 1:2.2 1:1.04 1:2.04 1:2.25

PROPORCION ENTRE CRUCERO Y NAVE.

1:2.6

1:2.2

1:2.2

No tiene crucero

1:2.5

1:2.12

PORTADAS EN FACHADA PRINCIPAL (NUMERO, ESTILO)

1

(neoclásico)

1

(neoclásico)

1 (barroco)

2 (barroco sobrio)

1 (barroco sobrio)

1 (neoclásico)

AREA INTERIOR LIBRE TOTAL DEL TEMPLO (NAVE Y CRUCERO).

499.74 m2.

334.48 m2.

645.37 m2.

498.48 m2.

958.88 m2.

612.606 m2.

NUMERO DE VANOS. 13

16

13

10 en nave y 8 en cúpula

20

8 en nave, 6 en crucero y 8 en

cúpula.

NUMERO DE ACCESOS HACIA EL TEMPLO.

3

3

2

2

2

2

TIPO DE BOVEDA EN LA NAVE. arista arista arista arista Cañón corrido arista

NUMERO DE COROS. 2 bajo y alto 2 bajo y alto 2 bajo y alto 2 bajo y alto 2 bajo y alto 1 alto

NUMERO DE TORRES. 1 ninguna 1 1 1 1

ALTURA DE LA TORRE. 32.50 No hay 26.00 33.80 42.20 34.50

MATERIALES, EPOCAS Y USOS.

MATERIALES EN CUBIERTA. Piedra. Piedra. Piedra. Piedra. Piedra. Piedra.

MATERIALES EN MUROS. Piedra. Piedra. Piedra. Piedra. Piedra. Piedra.

FORMA DE CUBIERTA. Bóveda de arista

Bóveda de arista.

Bóveda de arista Bóveda de arista. Abovedada de lunetas.

Bóveda de arista.

NO DE NIVELES. 2 1 2 1 1 1

CAPILLAS ANEXAS. 1 0 2 1 2 1

NOMBRE EDIFICIO. Convento de La Cruz.

Capilla de la Asunción.

Convento de San Antonio.

Convento de Santa Clara.

Convento de San Francisco.

Parroquia de San Pedro y San

Pablo.

USO ORIGINAL. Templo Capilla. Templo. Templo. Templo. Parroquia.

USO ACTUAL Templo. Capilla Anexa

Templo. Parroquia. Templo. Parroquia.

.EPOCA DE CONSTRUCCION. XVII, XVIII, XIX; XX

XVIII XVII, XVIII, XIX XVII, XVIII XVII, XVIII, XIX XVIII, XIX

VISTA DE CORO

ANALISIS COMPARATIVO ENTRE LOS CONJUNTOS CONVENTUALES FRANCISCANOS.

CONJUNTO CONVENTUAL.

LA CRUZ.

SAN ANTONIO.

SANTA CLARA. SAN FRANCISCO.

SAN PEDRO Y SAN PABLO.

CONCEPTO.

SACRISTIA DIMENSIONES.

LARGO x ANCHO. 6.65 X 15.30 10.00 X 10.00 14.80 X 9.45 12.00 X 12.60 10.40 X 7.60

ALTURA. 4.9 20.00 8.50 17.55 15.59

PROPORCION. 1:2.30 2:1 1:1.56 1:1.05 1:1.37

TIPO DE CUBIERTA. Bóveda de arista.

Bóveda de arista poligonal.

Bóveda de arista.

Bóveda de cañón corrido.

Bóveda de arista.

MATERIALES EN BOVEDA. Cal y canto Cal y canto Cal y canto Cal y canto Cal y canto

MATERIAL EN MUROS. Cal y canto. Cal y canto. Cal y canto. Cal y canto. Cal y canto.

CONCLUSIONES.

Al igual que la ciudad de Santiago de Querétaro es una de las más bellas y es una de las pocas ciudades que poseen un rico y basto patrimonio cultural; y de este, la arquitectura ocupa un lugar preponderante, sobre todo aquella que fue construida en el los siglos XVII y XVIII. También el municipio de Cadereyta de Montes, tiene un sinnúmero de atractivos no solo a nivel cultural sino también arquitectónico, tal es el caso de sus bellas iglesias como la de San Pedro y San Pablo, la de la Soledad que comparte el mismo atrio junto con la Capilla de la Santa Escala, el Templo del Refugio, El viejo Templo de San Gaspar, y otras construcciones que son de gran importancia histórica como la casa donde vivió en exilio Guillermo Prieto. Además sus famosos invernaderos y sus bellos paisajes invitan a convivir con la naturaleza. Es importante reconocer que la Villa de Cadereyta a pesar de estar a cierta distancia de la ciudad de Querétaro, desarrollo una intensa actividad arquitectónica, tanto religiosa como civil y que en su tiempo fue una de las villas de españoles más importantes de la Nueva España. Los sistemas constructivos y estructurales presentaban dificultades, primero porque debían de salvar grandes claros, lo pesado de los materiales y la poca tecnología que había en ese tiempo era aún más difícil realizar semejante empresa. Al hacer las techumbres abovedadas en las iglesias permitía que se formaran las instalaciones pluviales, ya que la inclinación de los techos permitía que la lluvia resbalara de manera natural. Además la manera en que realizaban la ventilación y la iluminación de las iglesias era muy versátil, ya que al abocinar las ventanas tanto de manera interior como de manera exterior permitía que a la Iglesia entrara y se aprovechara al máximo la luz cenital. En cuanto a los conjuntos franciscanos creo que en su tiempo y en su espacio si cubrieron todas las necesidades de la sociedad, de tal manera que aún continúan teniendo el mismo uso tanto las iglesias como los conventos, aunque algunos de estos en la actualidad son utilizados como museos de arte. Para concluir creo que es deber de todos los queretanos, buscar la manera de recuperar nuestra identidad y tratar de salvar nuestro patrimonio histórico, cultural y arquitectónico para que las futuras generaciones se sientan orgullosas de sus raíces y de su pasado.

INDICE

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ANALISIS ARQUITECTONICO DEL TEMPLO DE SAN FRANCISCO DE ASÍS

EN ACAMBARO GTO.

ARREOLA RUIZ ASTRID

El templo y convento de san Francisco de asís fue planeado desde el siglo XVI, se tuvieron 3 etapas para su construcción, en la primera, se construyo con materiales perecederos, y este al poco tiempo tuvo que ser sustituido, a finales del siglo XVI, se comenzó con la segunda etapa, pero lo único que aun existe de esta son los cimientos, fue hasta el siglo XVIII que se consumo el proyecto y es el que aun existe hasta nuestros días.

De la tercera época de construcción durante la que fueron rehechos el convento y su templo, proporcionan datos las inscripciones que aparecen en la obra de cantería de la fachada. En el ático de la portada del templo fue esculpida la leyenda: “EN EL AÑO DEL SEÑOR DE 1734 SIENDO GN. El RDO. P. EXDEFINIDOR EN 15 DE MARZO SE COMENSARON LOS SIMIENTOS DE LA

YCGLESIA Y SE ACABARON EL DIA 3 DE JUNIO DE DICHO AÑO”. Abajo en la base del ático: “SE DEDICO CON SU ANTECORO SIENDO GN. EL R. P. DEFINIDOR FRAI FRANCO MENDEZ EN 28 DIAS DE EL MES DE ABRIL 1743”. A los lados, en recuadros dice: “FR. ANHTN GARSIA” Y “FR. FRANCO MENDES”. En la portada de la portería, por el friso se corrió la inscripción “ EN EL AÑO DE 1744 SE ABRIERON LOS SIMIENTOS DE ESTE CONVENTO SIENDO PROAL SEGUNDA VEZ EL M.R.P. FR. ANTONIO VILLADA Y G, EL R.P. FR. FRRANCO MENDEZ Y SE ACABO EN EL AÑO DE 1749 SIENDO PROAL EL M.R.P. FRANCO RIBERA Y PRESIDENTE IN CAPITE EL MESMO R.P. FR. FRANCO MANDEZ.”

Las leyendas anteriores pueden resumirse en el sentido de que entre el 15 de marzo de 1734 y el 28 de abril de 1743 se hicieron las obras del templo desde sus cimientos. Una vez concluidas empezaron las del convento, ejecutadas entre 1744 y 1749. El nombre de Fray Francisco Méndez aparece presente durante todo el tiempo, como ex - definidor con cargo de guardián y al final como presidente in capite, por lo que a él puede atribuírsele haber mantenido el interés y la organización de todos los trabajos. Los otros tres nombres inscritos en las portadas no parecen tan significativos aunque los correspondientes a los padres Villada y Rivera lo sean como provinciales durante la temporada de edificación del claustro. En cambio el de Fray Antonio García que aparece en la portada del templo, sin indicar expresamente nada. Es posible lo celebre por ser su calidad de maestro de la obra. Del mismo modo que es necesario reconocer la intervención constante de Fray Francisco Méndez en el proceso de construcción del templo y convento de Acámbaro, hay que concluir que al impulso de Fray Fernando Alonso González obedeció la que se hizo para el convento y colegio de Celaya. A tal actividad responden los bien labrados edificios de Acámbaro y Celaya y también ciertas formas que ostentan otras obras hechas en su tiempo, bien caracterizadas en cuanto estilo y soluciones, incluso en lo ornamental. Los alarifes que pusieron en proyectos y obras las posibles doctas. Evidentemente se abrazo un partido de recia personalidad artística que forma toda una corriente en el medio barroco novo hispano. El padre García fue el alarife, su obra, con todo y las hermosas originalidades que luce, deriva de una corriente importantísima a juzgar por su ingenio, belleza y difusión, cuyos orígenes, rasgos y alcances bien merecen ser determinados. El extender la vista a las obras de Celaya y Acámbaro, que deja ver justamente la calidad y los alcances del estilo maestro, lleva a pensar en la posible influencia de la arquitectura andaluza contemporánea, en particular las de Leonardo de Figueroa y su escuela, de cuyo repertorio formal en la Nueva España tuvimos muchas manifestaciones, en la capital virreinal y sobre todo en la región que va del Bajío hacia el norte. En cuanto a la segunda interrogación no es posible pasar por alto los meritos que se atribuyeron en su tiempo al padre Fernando Alonso Gonzáles. La manera del maestro Leonardo de Figueroa, el ecléctico muy del momento que sabía combinar la tradición básica de la arquitectura Hispánica con las ornamentaciones activas e impresionantes del barroco. Esto convenía de maravilla a la prospera Nueva España de la primera mitad del siglo XVIII.

Contexto en el siglo XVI, XVII Y XVIII

Para la inicial edificación del convento y del anexo hospital de indios, hubieron de ser apartados terrenos muy amplios, situados al centro del nuevo pueblo de Acámbaro, ocupando un área continua de tres manzanas, la que hoy en día puede ser edificada por el predio en el que se asientan las construcciones religiosas y los lotes y manzana que siguen a sus espaldas, en dirección norte-sur, así como por las tres pequeñas manzanas que siguen a esas construcciones hacia el norte. Tal

extensión era la necesaria, calculada para hospital y convento con sus respectivos templos, atrio y huerto.

Otras alteraciones introducidas a la regularidad de la traza reticular, se originaron con al formación de las instalaciones del hospital y del convento, con la separación del terreno para el siglo plaza y, posiblemente, con la edificación de un segundo hospital, incluyendo su templo y atrio, hospital que correspondería a los indios otomíes y del que en el siglo XVIII vendría a quedar en su lugar, la iglesia de Guadalupe, reducida a esto y a una plazuela o jardín en un lado. Una última corresponde a la plazuela en las afueras del pueblo que esta representada por el parque Zaragoza.

En efecto, dentro del área de la traza fueron, sin duda, apartadas tres manzanas consecutivas destinadas a las instalaciones del hospital y el convento de los que quedan hoy claras huellas y memoria, es decir, se separaron los terrenos necesarios para el gran atrio acostumbrado y para los edificios, sus jardines y sus huertos. Estas instalaciones se sucederían de norte a sur. Para el siglo XVIII el área fue acortada con la formación de tres manzanas pequeñas hechas a costa de la primitiva extensión del atrio, lo que se explica por el muy probable desuso del mismo a falta de multitudes para las que se destinaban en el siglo XVI. Quizás el fraccionamiento del atrio tuvo que ver con la reconstrucción de la unidad conventual y el auge del pueblo registrados a partir de la primera mitad del siglo XVIII. Las manzanas resultantes de la presumible división del atrio tuvieron vista hacia lo que quedo del mismo, separadas de el por una calle ancha a la que vinieron a dar los portales de las casas que fueron construidos en esos lados. Al presente han desaparecido los portales, pero subsisten las manzanas y la calle ancha, cuya forma y presencia son así explicadas.

Para la plaza pública es posible que se destinara el rectángulo al poniente del atrio, que hoy se ve entre las calles denominadas Abasolo, Morelos y Allende. Era un espacio suficiente de sobra. Es de suponer que durante el siglo XVIII el área de la plaza fuera reducida al rectángulo limitado por las calles hidalgo, Guillermo Prieto, Matamoros y Guerrero, mismo que fue rodeado por casas del tiempo, las que muy probablemente contaron con portales a la calle. Restos de esos portales quedan hasta 1964 sobre la sobreviviente calle hoy llamada guerrero. La huella de la plaza en los días presentes la constituye el jardín central.

Otra de las alteraciones anotadas permanece acusada por la existencia del santuario de Guadalupe, hecho o rehecho durante el siglo XVIII, el que ocupa hoy una parte solamente de la pequeña manzana situada al norte del jardín independencia. Dada la posibilidad de que ahí hubiera estado originalmente un hospital de indios de la nación otomí, aparte del grande, contiguo al convento, que pudo haber sido al principio solamente para los tarascos, según fue costumbre hacer durante el siglo XVI en los poblados que formaban dos o mas grupos indígenas, el solar y al construcción relativa se extenderían desde la actual avenida hidalgo hacia el oriente, cerrando la calle de Benito Juárez. El terreno de mencionado jardín independencia, le serviría de atrio. Un indicio plausible de la prolongación de esa unidad arquitectónica hacia el oriente, lo constituye la irregularidad que hoy se nota en el alineamiento de la calle de Juárez, precisamente al llegar a la zona que, según esta hipótesis, habría ocupado esa construcción frente al jardín. De otra forma es muy difícil, a falta de pruebas documentales, explicar los hechos anteriores. Y de haber sido así, al ser reconstruido el pueblo, durante la primera mitad del siglo XVIII y en adelante bien pudo haber sido abierta la calle que se ve actualmente tirada en derechura de la puerta frontal del templo conventual labrado en ese siglo, la que se prolonga hacia el norte y pasa por un costado de la iglesia de Guadalupe, hasta morir en la rivera.

La última de las alteraciones de referencia corresponde al actual parque Zaragoza. En la orilla de la traza, hacia occidente, pudo haberse formado una plazuela en el siglo XVI, y en ella dominar una gigantesca cruz con su peana. Correspondería a la indicación que se introdujo en un mapa existente en el archivo general de la nación, fechado en 1616 y que consiste en una calle que sigue una línea recta, a partir de la puerta año de 1528, y en 1529.

Contexto Actual

En la actualidad la traza de la ciudad se ha mantenido de acuerdo a la última modificación realizada en el siglo XVIII, pues como ya se menciono los espacios destinados a los atrios imponentes en el siglo XVI desaparecieron y la distribución tanto de vivienda así como de espacios destinados al servicio de la población cambió, actualmente el templo de San Francisco esta ubicado en la plaza Hidalgo, que se encuentra en la esquina de las calles Miguel Hidalgo y Pino Suarez

En la siguiente fotografía se muestra como hacia el costado del templo en dirección este, se encuentra el claustro, en la misma plazuela hidalgo, observamos el templo del hospital el cual fue construido en el siglo XVI, haciendo escuadra con el templo de san francisco.

La siguiente fotografía está tomada en dirección norte. En ella se observa como el templo de san francisco está vestibulado por una gran plaza, la cual esta conformada por unos jardines que delimitan el área.

Lo que se muestra en las fotografías siguientes es la vivienda que se desarrollo en el siglo XVIII. Esta vivienda fue desarrollada en un área que correspondía a la plaza pública del siglo XVI. En nuestros días las modificaciones hechas a la tipología de vivienda son muy significativas pues las características con las que cuentan cada una de las casas son completamente diferentes unas de las otras, pues las intervenciones que han tenido estos inmuebles ha sido sin ninguna asesoría profesional. Los inmuebles y sus características han tenido cambios de acuerdo al gusto o necesidad de la gente que los habita, o estos han sido completamente remplazados. La originalidad de los edificios diseñados en el siglo XVIII se ha perdido.

TEMPL0 DEL HOSPITAL CLAUSTRO

TEMPLO SAN FRANCISC0

Estas fotografías están tomadas en dirección norte, y en ellas observamos como el contexto es seriamente dañado por el comercio que se desarrolla en esta área.

En las fotografías que se muestran a continuación podemos observar parte de lo que en el siglo XVI, era territorio designado para las instalaciones o edificios que requería el convento, y que en nuestros días lo conforman el atrio, el cual se encuentra a un costado de la Plazuela Hidalgo, en ella podemos observar que la tipología de vivienda ha sufrido modificaciones hechas por la gente que habita estos inmuebles, o por el desarrollo del comercio que esta área posee, por ser el centro de atención de la ciudad. Los cambios hechos en esta zona son realizados sin asesoría de instituciones que se dedican a la conservación de inmuebles históricos.

Al costado del templo de San Francisco, en dirección oeste, se encuentra el templo de la promesa, el cual se erigió en el siglo XIX, y el cual forma parte del contexto de esta zona de la plaza hidalgo.

Análisis Arquitectónico

La obra Arquitectónica fundamental que distingue a la comunidad de Acámbaro es el Templo de San Francisco de Asís. Con el paso del tiempo, se ha convertido en el centro y el símbolo del catolicismo acambarense.

VISTA DE LA FACHADA NORTE DEL TEMPLO DESAN FRANCISCO EN ACAMBARO

El edificio del convento de San Francisco fue edificado en tres épocas. Las construcciones conventuales de la primera época tuvieron que ser muy elementales o modestas, pues fue levantado en solo dos años. Por ello, al poco tiempo tendrían que ser rehechas, con una traza de carácter definitivo y edificación de cal y canto, incluyendo lo correspondiente al hospital y su templo. Respecto a las construcciones de la segunda época, es posible determinar que se levantaron a finales del siglo XVI, El cálculo del área que ocupó el convento segundo se puede hacer considerando que la obra del tercero se realizó aprovechando buena parte de la planta del segundo: quizá algo de los cimientos y los muros. El segundo edificio debió ocupar un rectángulo en el que se desplantaron el templo hacia el lado norte y el convento en el resto del campo, ambos con vista al occidente. El tercer edificio parece conservar los linderos del rectángulo y dentro de ellos el alzado únicamente del convento. La faja del terreno que perteneció al templo vinieron a ocuparla la portería y aposentos alineados en crujías paralelas. El nuevo templo se hizo al lado poniente del rectángulo del convento, en un terreno que en parte fue el correspondiente a los aposentos del claustro segundo por ese lado, y en parte tomado del disponible en el atrio. En el siglo XVIII, se consolidan los Proyectos Franciscanos para el culto religioso. El templo de San Francisco de Asís en Acámbaro Guanajuato esta localizado en la colonia centro de esta ciudad, en la plazuela hidalgo, la cual se encuentra entre las calles Miguel Hidalgo y Pino Suárez. El templo se encuentra hacia el costado occidental del claustro, el convento y el templo tienen sus fachadas principales hacia un mismo plano, el de la fachada que ve al terreno del antiguo atrio, hacia el norte. La entrada frontal del templo presenta sendas portadas de cantera. El templo ostenta una torre situada en el ángulo noroeste de la parte frontal. Los principios que aplico el diseñado fueron los de simetría y de ritmo espaciales, a la geometría del cuadro, el rectángulo áureo y el arco de medio punto. Para el diseño del templo se aplicaron géneros como el de los elementos formales de la arquitectura ornamental (molduras y tableros) y el de la decoración antepuesta en función de aliviar la aridez geométrica con motivos de fantasía y asimismo significativos. El trazo del templo se hizo mediante el cálculo del espacio interior. Se recurrió a formar la nave con tramos prismáticos iguales, de 8.85 m en el sentido de la longitud del templo y 10.00 m en el de la anchura, separados por pilastras ligeramente resaltadas, de 0.75 m de anchura. El crucero es cúbico

y sus tramos transversales se desplazan a solamente 6m de profundidad. La altura de los muros cuenta con 10 m hasta la parte de la cornisa que da apoyo a la bóveda. Esta es de aristas, correspondiendo su desplazamiento a la altura de los medios puntos que prolongan los tramos de muros. El mismo principio rige el peralte de la cubierta de la cúpula y de la linterna, es decir, la media circunferencia. El templo parroquial de San Francisco de Asís en Acámbaro Guanajuato esta diseñado con una planta arquitectónica de cruz latina, el espacio obedece a un eje longitudinal que parte de la puerta de acceso y culmina en el presbiterio, además una nave transversal frente al altar principal que da origen al crucero; elemento que rompe la tensión direccional del ambiente con la generación de un tercer eje vertical, enlazado con la construcción de una cúpula de planta octogonal, construida sobre un tambor que a su vez se apoya en los cuatro vértices del cruzamiento. El templo de planta de cruz latina tiene muros lisos divididos periódicamente mediante pilastras, correspondiendo las divisiones a los tramos de la cubierta. Los tramos son cuatro, contados desde el imafronte hasta el crucero. Este último es cuadrado y le siguen los brazos, que son cortos, y el presbiterio que es de las dimensiones de los tramos de la nave. El templo de San Francisco esta conformado por los siguientes espacios. El Sotocoro, que es el espacio que se encuentra bajo el coro precedido del vestíbulo que distribuye del acceso principal a la nave, este espacio esta cubierto con bóveda de arista. El Coro que es el elemento ubicado en la parte superior del Sotocoro sobre la entrada frontal, a los pies de la nave, esto correspondía a la la norma de los templos novo hispánicos. La Nave que es el espacio comprendido entre el Sotocoro y el crucero, en el transepto de esta nave y por ambos costados se desarrollan varios retablos.

La cobertura de las naves se lleva acabo mediante una bóveda corrida de medio cañón, sostenida con arcos torales intermedios; en los lunetos que se forman entre el muro y el arranque de la bóveda suelen colocarse ventanas que permiten una iluminación homogénea. El Crucero, esta área es la comprendida en el cruce de la nave principal con el transepto, a este se le debe la forma de cruz latina al templo.

Este crucero cuenta con una cúpula de tambor octogonal apoyado en arcos y pechinas, casquete de ocho gajos y remate de chapitel de linterna con el mismo número de caras, la cubierta de este último es de media naranja. Cada lado del tambor y los del chapitel están iluminados por ventanas cuyos cerramientos son arcos de medio punto, en la mayoría de los casos, una serie de ventanillas aparecen sobre el cuerpo del tambor, amen de la característica linternilla (con acceso de luz) que se ubica al centro de la cúpula con la apariencia de enfatizar la presencia del eje vertical.

VISTA DE LA CUPULA DEL CRUCERO, PECHINAS E ILUMINACION DEL TEMPLO DESAN FRANCISCO EN ACAMBARO

El Presbiterio, es la parte del templo donde se encuentra el altar mayor. El altar o retablo principal de estilo neoclásico y como material empleado la cantera, consta de seis columnas de estilo dórico con fuste estriado localizadas en par, estas columnas dividen en tres zonas verticales el altar, en la parte central se encuentra un altar o vitrina donde se localiza una imagen de la virgen del refugio, a un costado del altar se encuentran cuatro columnas de estilo dórico con su respectiva arquitrabe y friso grabado con metopas en cuya parte superior están rematadas por un frontón triangular.

En la parte alta de dicho altar colocada en un nicho abierto, una escultura de madera la que representa a San Francisco de Asís, patrón titular de la parroquia nombrado desde el día de la fundación de Acámbaro, razón que fue para llamar al pueblo San Francisco de Acámbaro. Esa escultura se coloco ahí cuando se consagro el templo para el culto divino. La Sacristía, en ella se encuentra las vestiduras sacerdotales y los ornamentos litúrgicos.

Púlpito Junto al brazo del crucero izquierdo, sujeto al muro, con comunicación a través de los muros esta un pulpito tallado en madera de caoba, también de estilo barroco del siglo XVIII.

ACCESOS

El imafronte presenta la puerta principal del templo y la ventana del coro, la primera arqueada y la segunda adintelada. La nave tuvo un segundo acceso arqueado, abierto en su costado poniente, el que hoy esta cegado pero que conserva su portada. Otra puerta comunica al crucero con el corredor sur del claustro y una mas al presbiterio con la sacristía, siendo ambas adinteladas y la que da al claustro ennoblecido con obra de portada por la parte en que desemboca a este. Cada tramo de muro del templo, salvo el del fondo del ábside esta perforado por una ventana con arco de medio punto y exenta de labor ornamental por fuera y por dentro. TORRE.

Completa el templo una torre campanario alineada con el lienzo de la fachada principal y cuyo cubo, de sección rectangular, resalta únicamente por sus lados occidental y meridional. El campanario es de dos cuerpos y linternilla. Dichos cuerpos están dispuestos para sostener campanas mediante pares de vanos arqueados, abiertos en cada una de las caras.

RETABLOS El estilo, la personalidad, lo distintivo en la obra del edificio setentista de Acámbaro, por lo que se refiere a las formas ornamentales puramente arquitectónicas, se localiza en la cantería aparente de portadas, enmarcamiento y arquerías. El arquitecto en la obra total de templo y convento, manejo principalmente el orden toscano, trabajado casi exclusivamente en formas planas, imponiéndole las alteraciones o adaptaciones que implicaban esas partes. Los entablamentos los diseño variando entre presentaciones con las tres zonas clásicas, o dos y hasta solo una. También jugo con el friso,

que en ocasiones lo limito a ser una faja lisa y en otras lo hizo aparecer como pulvinato. A las formas propias del orden las conjugo con el cajeado y las labores resaltadas de las superficies del orden salomónico y algunos otros recursos y efectos que contribuyeron a dar a la obra una severa suntuosidad,

VISTA DE RETABLOS INTERIORES DEL TEMPLO DE SAN FRANCISCO

PORTADA PRINCIPAL.

La fachada o portada principal esta orientada hacia el norte. Esta portada esta conformada por dos

pilastras que sirven de apoyo al entablamento el cual esta formado por una arquitrabe de tres

bandas o caras, un friso en el cual se encuentra grabado la fecha de terminación del templo, en la

parte superior se localiza un vano o ventana que permiten la iluminación del coro alto, el acceso

esta formado por un arco de medio punto. Además, continuando con los elementos arquitectónicos

de la fachada principal localizamos la torre sobre el costado derecho de estilo barroco la cual esta

compuesta por dos cuerpos. En cada uno de estos cuerpos y sobre sus cuatro caras esta

comprendida por dos arcos de medio punto, la torre es de cantera labrada y tallada

VISTA DE LA PORTADADEL TEMPLO DESAN FRANCISCO EN ACAMBARO

Proporciones

El templo de san francisco de Asís esta diseñado bajo cánones de forma y proporciones de los templos del siglo XVII, Parte de un cuadrado que debe prolongarse para dar su longitud total a las naves. Define al ancho de la nave y el crucero con el trazo de bisección del cuadrado, la profundidad de la cabecera se limita a la octava parte del lado del cuadrado inicial, y este mismo ancho se da a las capilleras que bordean la nave y se localizan entre estribos. Los entre-ejes de la nave a partir del crucero se definen con la semidiagonal del trazo de bisección magnitud que con el compás se cuatro dobla para dar la longitud total del templo.

Las torres, elementos simbólicos que dan ubicación a los templos dentro de los conjuntos conventuales y dentro de la ciudad misma, son indispensables para dar el carácter religioso visual y auditivo del elemento vertical más importante del conjunto. En orden a las torres digo que es muy necesaria en cualquier templo porque no se hace ninguno que deje de tener torre para el uso del orgánico, pues para ser bien fabricada, se podrá hacer de esta manera: la torre significa un cuerpo entero sin brazos; los brazos de la iglesia o templo; pues siendo así, ya sabemos que si medimos del hombro a el otro que tiene 2 rostros de allí bajo de los pies tiene 8 y 1/3, el cual tercio que es de los tobillos abajo, significa para los cimientos y el otro que es su altitud, que subirá cuádrupla proporción; lo que resta de allí a lo alto de la cabeza que son 5 tercios, sirven para la coronación y aguja o pirámide.

Como la gran mayoría de las construcciones de la época virreinal, constan de una serie de trazos armónicos mejor conocidos como proporciones, estas proporciones las podemos ubicar tanto en las plantas arquitectónicas como en los alzados, en este caso podemos considerar lo siguiente:

Correspondiente a la planta arquitectónica de la capilla, existen algunos tratados en los que se menciona el simbolismo que los templos tienen o pueden tener, en este caso de las plantas arquitectónicas están basadas en las proporciones del cuerpo humano en sus procesos constructivos, en este caso tenemos al modulo A, cuya medida corresponde al rostro, y cuyo modulo será el principal de este sistema de proporción, este módulo determinará el largo aproximado de la nave principal, cuya distancia equivaldrá a dos módulos A, para de esta manera determinar el punto B, que es el centro del cuadrado en el que se inscribe el cuerpo humano y este punto se ubica en la zona de los genitales. Posteriormente y continuando con el empleo del modulo del rostro o A, podemos determinar la longitud de la sacristía, equivalente a dos módulos y medio.

Correspondiente a la portada, en esta se observa el empleo de la sección Áurea, en este caso determina el ancho del alzado de la capilla, así mismo la distancia entre el centro de la torre de la portada así como el limite de la capilla determinan un cuadrado perfecto, en cuyas intersecciones de sus respectivas diagonales determinan el centro de la circunferencia que determina el ático de forma semicircular, así empleando una prolongación de la misma longitud del cuadrado obtenemos la altura total de la torre.

PROPORCIONES TEMPLO DE SAN FRANCISCO DE ASIS DE ACAMBARO.

PLANTA ARQUITECTONICA DE LA UBICACIÓN DE ALGUNOS ELEMENTOS ESTRUCTURALES

DEL TEMPLO DE SAN FRANCISCO DE ACAMBARO.

CONCLUSIONES

A lo largo de la historia se han vivido grandes transformaciones y cambios. Importantes en la humanidad, pues la evolución de la sociedad tiene como respuesta movimientos económicos, políticos, sociales, ideológicos. Un ejemplo de estos cambios y transformaciones lo hemos visto en la ciudad de Acámbaro Guanajuato, pues en sus inicios y antes de que llegaran los españoles, esta ya existía como población desde el año de 1482, fue creada por razones de estrategia económica y defensa militar. La Ciudad de Acámbaro como ya se menciono fue fundada por los españoles el 19 de septiembre de 1526 por el cacique Don Nicolás de San Luis Montañés, con el nombre de San Francisco de Acámbaro, donde el objetivo de tal fundación fue el de poder controlar mejor los diversos grupos

indígenas de la región bajo el mando de autoridades civiles y eclesiásticas españolas, convirtiéndose así nuevamente en territorio de defensa, es de este lugar de donde salen las expediciones militares que conquistaron todo el territorio que hoy ocupa Guanajuato. La ciudad fue fundada como punto clave para lograr la conquista de, poblaciones aledañas a la misma esto por medio de los franciscanos quienes emprendieron un plan evangelizador y los frailes hacían la labor de catequizadores además de la edificación de templos. Esta ciudad fue un lugar que evoluciono en todos los aspectos, por el cambio de vida que trajo consigo la conquista del territorio mexicano, donde se empiezan a filtrar costumbres de origen europeo pues los españoles no sólo mezclaron sus genes, sus comidas y sus lenguas, sino sus religiones, su manera de vivir en todos los aspectos, formando otro mundo confrontado a partir del Encuentro. En el aspecto económico la sociedad tuvo un cambio drástico, La relación entre las comunidades indígenas y al corona española seria una continuación de los elementos tributarios de la sociedad novo hispánica, de esa manera la Corona Española , la iglesia y los encomenderos recibieron tributos, también proliferan los repartimientos de tierras, se introducen cultivos provenientes de España, además de un auge ganadero, y la explotación de minas, esto, con el paso del tiempo fue evolucionando, pues aun cuando la agricultura y ganadería eran importantes para el sistema de haciendas establecidas en la región, la minería y el comercio de los metales extraídos se convirtió en la actividad principal de la zona, pues era un área de paso para las regiones del sur. En el aspecto social se estudia que se tiene una mezcla de razas y la existencia de clases sociales muy marcadas, las clases mas altas de todas tenían una vida de privilegios, y los indígenas de pobreza, pues se sustentaban diferencias entre los hombres en cuanto su uso de razón sosteniendo en ella que las jerarquías obedecían a un orden natural que iba de lo imperfecto a lo perfecto.

La diferencia entre clases sociales, las mezclas entre la población y por esta razón el origen de nuevas razas marcaron la distribución de las ciudades y la forma de vida de la sociedad. Se tuvo la designación de una plaza central para los servicios públicos y la iglesia, esto era con el objeto de apoyar la tarea de los Conquistadores Españoles y la labor Evangelizadora de los Frailes Franciscanos en toda la región. La construcción de una capilla provisional precedió a la distribución de lotes para las casas y jardines de los pobladores además de que la Arquitectura religiosa, poseía significados que actuaban sobre los intereses de la comunidad y estos empezaron a formar parte de su memoria colectiva. Este lenguaje de signos empezó a ser leído y vivido en forma análoga por los individuos pertenecientes a esta región. Fue hasta el siglo XVIII donde el entorno físico tuvo un papel fundamental en el establecimiento del templo de San Francisco de Asís de Acámbaro, pues este viene a reforzar las creencias religiosas inculcadas por otra cultura además de que el templo expresa un espacio destinado a la devoción, educación y convivencia, por esta razón el templo adquiere mayores dimensiones y se convierte en un lugar importante, pues es el mas grande centro de ceremonias que posee la región.

El diseño de este inmueble se llevo a cabo bajo los lineamientos establecidos en España, debido a que los frailes provenientes de esa zona eran capacitados para poder establecerse en determinadas regiones y dejar arraigada la religión católica. El nombre de Fray Francisco Méndez aparece presente cuando hablamos del templo de San Francisco pues es quien a trabes de sus conocimientos da forma y vida al proyecto.

Podemos entonces mencionar que para el diseño de este templo se aplicaron géneros como el de los elementos formales de la arquitectura ornamental (molduras y tableros) y el de la decoración antepuesta en función de aliviar la aridez geométrica con motivos de fantasía y asimismo significativos. Los principios que aplico el diseñador fueron los de simetría y de ritmo espaciales, a la geometría del cuadro, el rectángulo áureo y el arco de medio punto, se combino la tradición básica de la arquitectura Hispánica con las ornamentaciones activas e impresionantes del barroco.

Podemos así decir como lo mencionamos en la hipótesis que La edificación del templo San Francisco de Asís es muestra indiscutible de lo arraigado de la religión en esta zona pues trajo consigo transformaciones ideológicas, políticas, sociales y económicas a los pobladores de la región pues en la actualidad es la obra Arquitectónica fundamental que distingue a la comunidad de Acámbaro y con el paso del tiempo, se ha convertido en el centro y el símbolo del catolicismo acambarense. Aportación de este trabajo de investigación a la arquitectura. Con este trabajo de investigación podemos instaurar que la arquitectura no es solo la construcción de espacios habitables o que el diseñar proyectos arquitectónicos no solo responde a las necesidades de un usuario o los gustos de un diseñador, si no que esta revela los requerimientos de una sociedad en un lugar y tiempo histórico, Entonces podemos entender que la arquitectura es producto de la participación dedicada y del concurso de varias generaciones, que como hoy, plasman algunas de sus ideas y hechos que definen y caracterizan su marcha en el tiempo tratando de integrar la identidad de su pueblo así como su cultura.

El papel del arquitecto en este tipo de edificaciones En un panorama de rápidas transformaciones socioculturales y debido a los requerimientos de una sociedad moderna de quienes atraídos por la industrialización y tecnología dejan a un lado las ideologías que integran la identidad de un pueblo y su cultura, tenemos que mucha de la arquitectura propuesta en los últimos años en este caso para espacios religiosos carezca de simbolismo pues se deja a un lado las características que identifican a un pueblo, La participación de un arquitecto es importante, pero este debe estar consciente que la arquitectura religiosa es una representación de la fe profundamente enraizada, de símbolos colectivos de la esfera social y la relación de los acontecimientos que han definido y caracterizado su recorrido en el tiempo pues no podemos disociarlo de sus raíces. Además el arquitecto tendrá la obligación de adaptarse gradualmente a los requerimientos de una sociedad moderna, creando un panorama de lo que es ahora nuestra entidad.

La participación del arquitecto en nuestros días es importante, debido a que somos los responsables de la arquitectura que integra nuestros contextos urbanos. Para participar activamente dentro de este desarrollo arquitectónico en el que estamos inmersos, como futuros arquitectos, es necesario que las investigaciones y las propuestas de nuestra parte vayan acordes con las necesidades y los recursos del grupo humano, donde nos desarrollaremos.

INDICE

BIBLIOGRAFIA

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ANÁLISIS DEL DISEÑO ARQUITECTÓNICO DE LA

ESTACIÓN DE FERROCARRIL “BERNAL”

ARQ. MARÍA MONTSERRAT VARGAS MORALES

Es bien sabido que Querétaro, forma parte importante del patrimonio cultural de nuestro país por contar con un pasado histórico que, junto con los sitios que conforman la ciudad, hacen de ella un lugar de gran relevancia en cuanto a la arquitectura de sus casas, templos, y demás bienes inmuebles como plazas, jardines y fuentes, que han permanecido como fieles testigos y protagonistas de esa parte histórica de nuestro estado y, que además nos ofrecen una inagotable gama de material de estudio para conocer más acerca de la historia, la ideología y de la vida colonial y épocas posteriores en Querétaro. Partiendo de esto, no sólo la ciudad de Santiago de Querétaro sino, también en gran parte del estado, encontramos inmuebles que, por sus características, estilo arquitectónico, época de construcción, función, entre otros aspectos, forman parte de la historia y la cultura de nuestro estado, incluso del país; unos han trascendido por sí solos, otros han sido ayudados a salir del anonimato y, otros más que aún permanecen en él, como es el caso del inmueble que ocupa el lugar principal dentro de esta investigación, la Estación de Ferrocarril “Bernal”. Este edificio tiene las características de un inmueble histórico, ya que perteneció a una época en la que se desarrollaron el transporte, ferroviario principalmente, la industria y la minería; en la que se abrió la puerta al capital extranjero, principalmente de Estados Unidos y, se dio paso a una arquitectura inspirada en estilos franceses, ingleses y estadounidenses. Son varias las características con que cuenta este edificio y que lo hacen tener un valor histórico dentro de los inmuebles construidos en Querétaro, lo que lo hace pertenecer al catálogo de monumentos históricos.

FACTORES PRESENTES EN TEQUISQUIAPAN EN EL PERIODO DE CONSTRUCCIÓN DE LA ESTACIÓN BERNAL

El municipio de Tequisquiapan o “Lugar de agua y tequezquite”, ha estado presente en un lugar importante dentro de la historia, la economía y la política del Estado de Querétaro; incluso de nuestro país. Tequisquiapan, a demás de ser actualmente un importante centro turístico; cuenta con yacimientos mineros de donde se extrae ópalo. Desde su fundación, se han llevado a cabo importantes sucesos históricos, que han dejado huella en la vida del municipio.

Estación de Ferrocarril “Bernal”, Tequisquiapan, Qro.

Uno de los acontecimientos que impactaron en su tiempo despertando letargos y proyectando el desarrollo del municipio, fue sin duda, la construcción de la Estación “Bernal”, que fue inaugurada en el año de 1902, por el mismo Presidente de la República, el General Porfirio Díaz, aprovechando el viaje en ferrocarril que sirvió para inaugurar y poner en servicio la red ferroviaria que comunicaría a la gran capital del país con ciudades del interior de la República. Posteriormente al derrocamiento del gobierno porfirista, la cabecera municipal de Tequisquiapan fue considerada como “Centro Geográfico del País”, por quien fuera Presidente de la República, Don Venustiano Carranza, en el periodo 1916 – 1917, en una de las tantas visitas que realizó a esta ciudad, empleando como medio de transporte el ferrocarril y, arribando a la estación ferroviaria en el tren presidencial denominado “El Olivo”.

HISTORIA DE LA ZONA

La región que actualmente ocupa el Municipio de Tequisquiapan, desde muchos años antes de la llegada de los españoles a este continente, era habitada por indios otomíes en el limite territorial oriente del municipio, lindando con el estado de Hidalgo, y por chichimecas en el resto del territorio; predominando los asentamientos al poniente de la Cabecera Municipal actual. La fertilidad de sus vegas y baños medicinales traspasó la frontera del territorio Chichimeca; propiciando desde aquellos tiempos la afluencia de visitantes importantes que tenían conocimiento de las virtudes de las aguas termales que brotaban en abundancia de los manantiales.

En 1551, a la llegada de los primeros españoles a la región, éstos establecieron alianza con el cacicazgo Otomí de Xilotepec. Los fundadores fueron el Capitán Sebastián Bravete y Don Nicolás de San Luis Montañés, quienes improvisaron una cruz de piedras amontonadas y un altar para oficiar misa, como acto simbólico de la fundación, dándole el nombre de Santa María de la Asunción y de las Aguas Calientes. La fundación de Tequisquiapan se dio de forma pacífica por Cédula Real de Carlos V y firmada por el Virrey de la Nueva España Don Luis de Velasco.

En 1656 tomó el nombre definitivo de “Tequisquiapan”, palabra náhuatl compuesta por las raíces Tequexquitl (Tequezquite), Atl (Agua), Apan (Lugar), que significa “Lugar de Agua y Tequezquite”, entendiéndose como “Algo que limpia o que cura”. Bajo el gobierno del Gral. José María Arteaga en 1861, por la vía de un decreto del Congreso del Estado se eleva su categoría a la de Villa, y recibe el nombre de Villa Mateos de Tequisquiapan, en memoria del Lic. Manuel Mateos; quien fue Secretario de Gobierno del Estado y una de las víctimas de Tacubaya.

Por manifiesto del Gobernador Constitucional Salvador Argáin, el 5 de mayo de 1920, se declaró Capital del Estado al Municipio de Tequisquiapan debido a las circunstancias que atravesaba el país y, el día 6 de mayo del mismo año, se instalaron en Querétaro los Tres Poderes Constitucionales. Durante una época de su historia, fue localidad perteneciente al municipio de San Juan del Río y, por Ley número 51, del 20 de mayo de 1931, Tequisquiapan dejó de pertenecer a dicho municipio. Pero en este mismo año, se reincorporó nuevamente a este municipio por Ley número 86, del 31 de diciembre de 1931. Tequisquiapan se crea formalmente como municipio el 30 de junio de 1939, conformado con localidades segregadas de la municipalidad de San Juan del Río, por Ley número 57; de manera que, en 1941 se registra como municipio del Estado de Querétaro según la Ley No. 55.

Centro Geográfico del País,

Tequisquiapan, Qro.

Escudo del Municipio de Tequisquiapan

El escudo que identifica al municipio de Tequisquiapan, reúne los aspectos más representativos del municipio que son:

El Sol.- Símbolo de la vida.

El Cuerno de la Abundancia.- Significa al trabajador artesanal del pueblo.

La Uva.- Fruta distintiva de la región que hace de Tequisquiapan una tierra ideal para su cultivo.

El Río.- Al fondo del río aparece un puente labrado en cantera, que representa al hombre y a su trabajo.

La Parroquia de Santa María de la Asunción.- Representa la fuerza moral que sustenta la vida cotidiana del pueblo que profesa el catolicismo, herencia que nos

dejaron los españoles en el siglo XVI.

La parroquia de Santa María de la Asunción data del siglo XVII en la primera etapa, la segunda etapa se terminó en 1874 y, en la tercera etapa se construyó la media naranja que fue dirigida por el Arq. Antonio Olguín, y se terminó en 1921; dicha obra se realizó gracias a las faenas gratuitas de los hombres de Tequisquiapan. Asimismo, el kiosco, ubicado en el corazón de la plaza principal, fue diseñado por el Arq. Antonio Olguín, y la cantera que se utilizó en su construcción fue labrada por el artesano Ramón Morales.

Parroquia de Santa María de la Asunción

La oficina de Correos inició en el año de 1883 en la calle de Morelos, el primer encargado fue José M. Ortiz, inmediatamente después se hizo cargo el Prof. Rafael Zamorano (1887-1888), cuando la oficina se ubicaba en la calle Guillermo Prieto; después el Sr. Rosendo Ruiz Ruiz ocupó el cargo de 1888 a 1926. A partir del año de 1896 adquirió la denominación de Administración de Correos, por lo que el Sr. Rosendo Ruiz fue el primer administrador de correos en la localidad. Cabe destacar que en esta época era el principal medio de comunicación de la localidad con el exterior.

Calle Guillermo Prieto

El 16 de septiembre de 1905 entró en operación la planta hidroeléctrica Las Rosas y, se contó con energía eléctrica a partir del año de 1909.

Se inauguró la Presa Centenario en 1910. Adquiriendo dicho nombre por ser aniversario del inicio del movimiento de Independencia de la República Mexicana. De igual manera en 1910 entró en funciones el teléfono con 4 aparatos en la casa de los hermanos Anaya, ubicada en la calle Benito Juárez.

Entre los años de 1916 y 1917 el jefe del Ejército Constitucional, Don Venustiano Carranza, asignó a Tequisquiapan como Centro Geográfico del país.

El 1 de diciembre de 1948 se inauguró el servicio del telégrafo por el Director General de Telecomunicaciones, Ing. Miguel Pereyra, siendo Presidente Municipal Román Chávez Ramírez. En el año 1930 se instaló la primera bomba de gasolina en la tienda de don Manuel Jassen, ubicada en la esquina que forman las calles de Morelos y Av. Juárez. Y, en 1942 entró en uso la carretera asfaltada Tequisquiapan - San Juan del Río.

La primera escuela (párvulos) fue atendida por la maestra Josefa González, dicha escuela estaba ubicada en la calle 5 de mayo casi esquina con Morelos en el año de 1948. En el mes de junio de 1953 con 16 socios, se fundó el Club de Leones de Tequisquiapan. La caja popular Santa María de Guadalupe, fue inaugurada el 16 de diciembre de 1956, a iniciativa del Sacerdote y el Lic. Luis Ugalde Monroy.

Entre 1959 - 1960 se construyó la red de agua potable y drenaje en las calles Morelos, Juárez y zona centro del pueblo. Esta obra se realizó en el primer periodo presidencial de Telésforo Trejo Uribe. En el año de 1960 se abrió la primera escuela secundaria de carácter particular. Y el 1 de octubre de 1969, inició funciones la Secundaria Federal “Cerro de las Campanas”.

Plaza Santa Cecilia Iglesia y Plaza Principal de Tequisquiapan

A pesar del desarrollo y crecimiento que ha tenido desde su fundación, Tequisquiapan es una población que conserva su imagen virreinal con sus angostas calles y plazuelas, combinando los aspectos coloniales con el tinte moderno que el turismo y el comercio han propiciado.

Sin embargo, el urbanismo consecuente de su desarrollo y progreso social, no ha impedido que Tequisquiapan continúe fortaleciendo sus tradiciones y valores culturales. Cronología de Hechos Históricos

1551 Por Cédula Real se funda Santa María de la Asunción y de las Aguas Calientes, hoy Tequisquiapan. 1656 El municipio toma el nombre definitivo de Tequisquiapan. 1861 Bajo el gobierno del Gral. José María Arteaga, por decreto del Congreso del Estado se elevó su categoría a la de

Villa y recibió el nombre de Villa de Mateos Tequisquiapan. 1883 Inició sus funciones la oficina de Correos. 1902 Fue inaugurada la Estación de Bernal por el Presidente Porfirio Díaz. 1908 Fue inaugurado el Templo dedicado a Santa María de la Asunción. 1910 Fue inaugurada la Presa Centenario. 1916 – 1917 Tequisquiapan se nombra Centro Geográfico del país. 1920 Por manifiesto del Gobernador Constitucional Salvador Argáin, Tequisquiapan fue sede temporal de los poderes

del Estado. 1930 Se inició la operación de telefonía. 1939 El 30 de junio se creo formalmente el municipio de Tequisquiapan.

La ciudad de Tequisquiapan está asentada en una gran planicie (pendientes topográficas, de 0% al 5%), confinada con cerros al este y suroeste del área urbana y que limitan el Estado de Querétaro con el Estado de Hidalgo; y al suroeste se ubica una pequeña loma. El terreno donde ubica la Estación de Ferrocarril “Bernal”, se encuentra dentro del rango 4, es decir, de pendientes mayores de 15%. Ya que se registran pendientes entre el 15% y el 20% en Barrio del Tepetate, así como en todas aquellas zonas de cerros que circulan al este de la ciudad donde colinda el Estado de Hidalgo, igualmente que una pequeña loma al oeste. El 29 de febrero de 1908 el Secretario de Hacienda suscribió el convenio definitivo con las casas extranjeras y el 28 de marzo siguiente, se extendió la escritura constitutiva de la Compañía de Ferrocarriles Nacional de México, incluidos los estatutos (... ) de acuerdo con la escritura constitutiva (...) se consolidaron las líneas incluidas en las concesiones de los Ferrocarriles Central y Nacional, por un total de 6 707 kilómetros.

Estación de ferrocarril de Acámbaro, en el estado de Guanajuato.

Uno de los acontecimientos más memorables que ha vivido la Ciudad de Tequisquiapan fue sin duda la construcción de la Estación “Bernal”. Inaugurada en el año de 1902, por el entonces Presidente de la República, el General Porfirio Díaz, aprovechando el viaje en ferrocarril que sirvió para inaugurar y poner en servicio la red ferroviaria que comunicaría a la gran capital del país con ciudades del interior de la República, incluso con la frontera a Estados Unidos. Esta estación pertenecía a la Compañía Constructora Nacional que en su concesión de 13 de septiembre de 1880, construyó la línea troncal de México a Nuevo Laredo y que puso en servicio el primero de noviembre de 1888, con 1,350 kilómetros de vía angosta. La ruta original fue de México a Toluca, Acámbaro, Empalme González, (hoy Escobedo) San Luís Potosí, Saltillo, Monterrey y Nuevo Laredo, en la frontera con Estados Unidos. Posteriormente, en 1901, para poder competir con el Ferrocarril Central, inició la conversión de su vía angosta a vía ancha, de 1.435 metros, tarea que fue terminada y puesta en servicio en 1903, cambiando su razón social a Ferrocarril Nacional Mexicano. Al mismo tiempo modificó su recorrido, llevando su línea por Cuautitlán y Querétaro hasta Empalme González, acortando el trayecto en 60 kilómetros. Dentro del Estado de Querétaro hace un recorrido de 97 kilómetros aproximadamente, pasando por las estaciones de Querétaro, Hércules, La Griega, La Noria, San Nicolás y Tequisquiapan (Estación Bernal).

Estación de Ferrocarril “Bernal”, de Tequisquiapan. Foto de la época.8

8 Caminos de Hierro, Pág. 102.

El propietario, inversionista y constructor de la “Estación Bernal”, fue la Compañía del Ferrocarril Nacional, quien llevó a cabo la construcción de dicho inmueble en parte de los terrenos que pertenecían a la Hacienda Grande de Tequisquiapan, cuyos terrenos no se sabe a ciencia cierta si fueron expropiados o comprados para este fin, a los señores Carlos Cuevas y Fernando de la Mora, dueños de la hacienda en esa época.9

Posteriormente, cuando fue creada la Compañía de Ferrocarriles Nacionales de México, este inmueble pasó a manos de esta compañía, teniendo como derecho de vía un total de 60 metros a partir del centro del patio de la estación y 30 metros a ambos lados de la vía. El Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Don Venustiano Carranza y su numeroso grupo de simpatizantes, estuvieron en repetidas ocasiones en el Estado de Querétaro en las reuniones preliminares a la discusión y promulgación de la Constitución Política, en febrero de 1917, para lo cual siempre usó el ferrocarril como medio de transporte. Además de realizar numerosas visitas a la Ciudad de Tequisquiapan, arribando a la estación férrea en el tren presidencial de la época: “El Olivo”.

Transporte presidencial, “El Olivo”, a su arribo a la Estación “Bernal”.

La estación férrea, objeto de estudio, debe su nombre no precisamente al hecho de encontrarse en la localidad de Bernal, sino por su cercanía a la misma y a Don Venustiano Carranza, quien en uno de sus primeros viajes a Tequisquiapan, al arribar a la estación, le pareció interesante lo claro y cerca que aparenta estar la Peña de Bernal de la Estación de Ferrocarril de Tequisquiapan, como si la distancia entre estas dos localidades no fuera considerable, por ello decidió denominarla como “Estación Bernal”.10

9 Según relato oral del Señor Reinaldo Ferrusca Chávez, vecino de la Ciudad de Tequisquiapan. 10 Ídem

Ubicación de la Estación Férrea, “Bernal”.

Acercamiento de la zona de ubicación.

La Estación “Bernal” se localiza a 3 km aproximadamente al sur de la cabecera municipal de Tequisquiapan, ya en la afueras de la macha urbana y en un contexto aislado.

Según datos históricos del inmueble encontrados en la ficha de la Estación en el Catalogo de Bienes Inmuebles Históricos, nos dice que la primera estación inaugurada en el año de 1902, fue construida en madera y se quemó a principios de siglo y que la estación que actualmente conocemos se construyó en 1918.11 Sin embargo, relatos de personas que vivieron en la época y trabajaron en la Estación “Bernal”, narran que originalmente el edificio fue construido como actualmente lo conocemos, siendo únicamente de madera la estructura del techo, los marcos de puertas y ventanas y el embarcadero, y en un asalto que sufrió la estación por los labriegos de Santa Rosa Xajay, en la cual murió el mayordomo que en esa época era un señor de apellido Hernández, una parte fue quemada y posteriormente se restauraron las partes afectadas y el embarcadero se volvió a levantar, pero en esta ocasión de mampostería. 12 Cabe destacar que en esa época no había otro transporte que comunicara a Tequisquiapan con la Ciudad de México. Las corridas de tren para pasajeros eran de la siguiente manera:

Tren número 1, de México a Nuevo Laredo, llamado “Águila Azteca”, pasaba a las 12:00 p.m. por la Estación “Bernal”.

Tren número 2, de Nuevo Laredo a México, pasaba a las 4:00 p.m. por Tequisquiapan.

Tren nocturno número 3, de México a Nuevo Laredo, pasaba a las 12:00 a.m. por Tequisquiapan.13

Cabe señalar que los trenes de pasajeros que transitaban por esta ruta se componían por coches de 1ª y 2ª clase, coches Pullman que eran acondicionados con camarotes y coches comedor los cuales contaban con cocina, mesas, sillas, mesero y cocinero. Asimismo se realizaban corridas para carga, entre los que se encontraban: canastas, la jarcia (ixtle), gallinas, huevo, rumbo a México; caolín y mineral extraído de la Sierra Gorda, hacia Monterrey; y azogue (mercurio) para exportación hacia Estados Unidos. En esta estación férrea laboraban alrededor de 15 personas de planta:

El Jefe de Estación, un señor de apellido Domínguez.

El Mayordomo, Ascensión Esquivel Álvarez.

Reparadores de vía, en esta área trabajaban 9 personas dedicadas a nivelar la vía, reemplazar durmientes y rieles; entre los que se encintraba don J. Guadalupe Esquivel Valencia.

El Servicio Express, 2 cargadores; los hermanos Manuel y Juan Ugalde, quienes vivían en el Barrio de San Juan.

El vigilante o velador que laboraba en la estación en un horario de 5:00 p.m. a 7:00 a.m., el señor Edmundo Pacheco.

11 Ficha 0019, Catálogo de Bienes Inmuebles Históricos. 12 Relato oral del Señor J. Guadalupe Esquivel Valencia, trabajador de FNM, en la Estación “Bernal”, como reparador de vía. Relato oral del Señor Reinaldo Ferrusca Chávez, vecino de la Ciudad de Tequisquiapan. 13 Ídem

El Telegrafista, señor Antonio Mejía Chávez.14

J. Guadalupe Esquivel Valencia, trabajador de Ferrocarriles Nacionales.

A los trabajadores que se encargaban de la reparación de las vías, les correspondía hacerse cargo del tramo comprendido entre San Nicolás y el Túnel próximo a la Estación “Bernal”. Para este tipo de trabajos eran empleados los auto armones, multicalzadoras y unas máquinas denominadas RB – 10 y RB – 14.

Asimismo, trabajaban por su cuenta en la estación personas que vendían canastas, sillas, comida como gorditas, enchiladas, entre otras, como las Señoras Arroyo que vivían en el Barrio de San Juan. Las hermanas Elizondo o mejor conocidas como “Las Chinas”, tenían una pulquería cerca de la estación. El señor Juan Carbajal, que era dueño del único automóvil que había en Tequisquiapan, esperaba las valijas que traían el correo en la estación y posteriormente lo llevaba al pueblo para repartir. 15 La estación no contaba con ningún tipo de infraestructura en un inicio, posteriormente, se realizó la instalación de energía eléctrica y en el año de 1948 cuando se inauguró el servicio telegráfico, se instalaron los postes y el equipo en la estación. El agua que se empleaba en este inmueble llegaba

14 Relato oral del Señor J. Guadalupe Esquivel Valencia, trabajador de FNM, en la Estación “Bernal”, como reparador de vía. 15 Ídem.

Multicalzadora R-14

por medio de coches tanque del ferrocarril y abastecía las cisternas que se encuentran a un costado del edificio principal de la estación. El servicio sanitario se ofrecía a través de letrinas y fosas.

La construcción de esta estación férrea, a pesar de ser una estación de paso y no terminal, resultaba necesaria para los inversionistas, debido a que una vez terminado el tendido de las vías, era imperioso contar con un inmueble que permitiera brindar un mejor servicio a los usuarios, que cumpliera con los espacios necesarios para satisfacer la demanda de transporte, tanto de mercancías y productos como de pasajeros. La “Estación Bernal”, construida por la Compañía del Ferrocarril Nacional en la cabecera municipal de Tequisquiapan, presenta características muy sencillas y diferentes a las que se presentan en la estación de la misma compañía que se ubicó en la Ciudad de Querétaro. Es un edificio muy sencillo, de forma rectangular, de una sola planta, con cubierta a dos aguas, paredes de piedra y, puertas y ventanas de madera. A pesar de no ser un edificio de grandes dimensiones y de su arquitectura austera, pero con gran influencia de la arquitectura o estilo americano, contaba con los espacios necesarios para ofrecer un servicio eficaz a los usuarios, tanto internos como externos. Las características arquitectónicas que se presentan en la “Estación Bernal”, corresponden a un estilo importado por los inversionistas y constructores de la compañía del Ferrocarril Nacional, que contaban con experiencia en el ramo de la construcción de este tipo de edificios, tomando como base las formas y sistemas constructivos empleados en otras estaciones, pero con materiales de la región. Dentro de los materiales y elementos externos que podemos encontrar en la construcción están: el uso de las cubiertas inclinadas, a dos aguas con estructura de madera y recubiertas con lámina de zinc; el uso de muros de piedra de cantera con acabado almohadillado; y, puertas y ventanas de madera.

Coche tanque, para transporte de agua y petróleo.

Auto armón, empleado en el mantenimiento de vías.

El terreno en el que se desplanta la construcción, cuenta con pendientes de entre 15 y 20%, lo cual influye en la edificación de la estación y en la generación del andén. Ya que fue más fácil la alineación de la construcción al adaptarla a la pendiente natural del terreno y aprovechar la resistencia del mismo. La “Estación Bernal”, se construyó en un área muy extensa, que como ya se mencionó con anterioridad, pertenecía a la Hacienda Grande. Sin embargo, los metros cuadrados de construcción, no son tan considerables en comparación con el área total del terreno. De manera que, el edificio principal abarca un área de 272 m² de construcción, el patio tiene un área de 300 m², las letrinas cuentan con 13 m² de construcción y los edificios destinados a bodegas y otras funciones de apoyo para la estación, como talleres, tienen un área de 167 m² de construcción.

ETAPAS DE CONSTRUCCIÓN DE LA “ESTACIÓN BERNAL”

Al pretender establecer las diferentes etapas de construcción de la Estación de Ferrocarril “Bernal”, se encontró que dicha construcción se llevo a cabo en usa sola etapa y que al término de ésta, en el año de 1902, se inauguró e inició el servicio de transporte, tanto de carga como de pasajeros. Sin embargo, gracias a relatos de personas que trabajaron en la estación y a la ficha de la Estación Bernal del Catálogo de Bienes Inmuebles Históricos, se puede establecer una etapa de reconstrucción de la Estación “Bernal”, en el año de 1918, debido a un incendio provocado por un asalto al edificio, que dañó parte de la estructura y el embarcadero, que eran de madera y, éste último fue reconstruido de mampostería.16 Posteriormente se han ido modificando y agregando elementos como rampas en accesos, asfalto en andenes, reemplazo de elementos de cubierta, entre otros.

PARTIDO ARQUITECTÓNICO DE LA ESTACIÓN DE FERROCARRIL “BERNAL”

A pesar de no contar con dimensiones tan considerables, debido a las necesidades y características que una estación de paso requería, la Estación “Bernal”, fue planeada para ofrecer los servicios necesarios, tanto de oficinas, como de pasajeros y de fletes, de una manera eficaz. De esta manera el partido arquitectónico de la Estación “Bernal”, en un inicio fue el siguiente:

Sala de espera

Taquilla

Oficina de jefe de estación

Habitación del jefe de estación

Cocina

Express o bodegas de carga

Sanitarios o letrinas

Bodegas de almacenamiento

Talleres

Andén

Patio

16 Ficha 0019, Catálogo de Bienes Inmuebles Históricos. Relato oral del Señor J. Guadalupe Esquivel Valencia, trabajador de FNM, en la Estación “Bernal”, como reparador de vía.

En un principio no estaba considerada la oficina de correo y telégrafo, debido a que éste último, inició funciones en Tequisquiapan después de 46 años de inaugurada la estación de ferrocarril. Entonces se presentó la necesidad de incorporar estos servicios a la estación de ferrocarril y adaptar uno de los espacios con que contaba el edificio para este fin. Las funciones que cumplían los espacios de la estación estaban determinadas de la siguiente manera:

La sala de espera es un salón destinado para el descanso y espera de la llegada o salida de un tren.

El andén es un espacio donde es posible también esperar la llegada o salida de un tren, es como una sala de espera para los de segunda clase. Y el paso obligado para abordar o dejar el tren y, para cargar y descargar los diferentes productos y materiales.

La taquilla es el lugar donde se lleva a cabo la venta de boletos para los diferentes viajes de los trenes.

Las oficinas es donde se realiza todo el papeleo y se regulan los horarios, salidas y se tiene el control del personal y de los trenes.

El express tiene la función de servir de bodega para almacenar los paquetes que entran y salen de la estación.

Los sanitarios estaban destinados para el aseo general de los viajeros y el personal de la estación.

La habitación del jefe de estación, era el espacio destinado para el descanso del encargado de la estación y su familia.

La cocina, de la misma manera tenía la función de servir al jefe de estación y su familia.

Las bodegas, cuya función en este caso era resguardar los minerales para exportar como el caolín y el azogue.

Los talleres, donde se realizaban las reparaciones de máquinas (locomotoras), vagones y furgones. Asimismo se guardaba en ellos, la herramienta y equipo necesario para la reparación de vías.

De esta manera, es posible determinar que era una estación pequeña, pero adecuada para la función a la que estaba destinada.

DIAGRAMA DE FUNCIONAMIENTO DE LA ESTACIÓN DE FERROCARRIL

La estación de ferrocarril, objeto del presente estudio, cuenta con un programa arquitectónico básico para el desarrollo y buen funcionamiento de la misma. Asimismo, el diagrama de funcionamiento, obtenido del levantamiento de los espacios y del apoyo del Sr. J. Guadalupe Esquivel Valencia, que hizo favor de hacer un recorrido por la estación y de explicar de manera sencilla pero muy significativa, el uso que se le daba a cada espacio, permite darnos cuenta de que, efectivamente, la estación cumplía con el objetivo de brindar un servicio de transporte, de carga y de pasajeros; de mantenimiento tanto de la estación, como del equipo rodante y vías, así como de comunicaciones, al adaptarse y permitir la instalación de la oficina de correos y telégrafos.

Patio

Adjunto a Cocina Cocina

Jefe de Estación

ACCESO SERVICIO

Andén

DESCRIPCIÓN DEL INMUEBLE

La Estación de Ferrocarril “Bernal”, se compone de varios edificios, entre los que encontramos:

El edificio principal, donde se encuentran la taquilla, la sala de espera, la oficina del jefe de estación, la habitación del jefe de estación, la cocina, el adjunto a cocina o entrada de servicio y el express o bodegas.

Otra pequeña construcción que forma parte del conjunto es el edificio que alojaba las letrinas.

Existen otros 2 edificios que eran ocupados como bodegas, de los cuales uno, se ocupó en un tiempo como salón de clases.

También, se encuentran 2 edificios que en su tiempo albergaron los talleres de la estación, ambas construcciones presentan un deterioro muy avanzado y, uno de ellos es ocupado actualmente por una familia.

Asimismo, hay un conjunto de pequeñas casas que en un tiempo estuvieron habitadas por trabajadores del ferrocarril, pero es una construcción más reciente que el resto de los edificios antes mencionados.

Planta

El edificio principal de la Estación de Ferrocarril “Bernal”, presenta una planta casi simétrica, en un solo nivel, de forma lineal, compuesta por la repetición de vano y macizo, pero no existe modulación entre ambos. La silueta del edificio en planta, es rectangular, presentando en uno de sus extremos una parte más ancha, en la que se encuentra la taquilla, la cocina y el adjunto a cocina.

Oficina

Taquilla Sala de Espera

Express

Andén Bodegas y Talleres

Sanitarios

ACCESO PRINCIPAL

Los espacios que conforman el edificio principal se componen de formas simples y lineales. Lo mismo ocurre con los otros edificios que integran el conjunto, como las bodegas, talleres y sanitarios (letrinas), que presentan plantas rectangulares, de formas lineales y sencillas. Circulaciones Las circulaciones se dan hacia el exterior, debido a que para pasar de un espacio a otro, es necesario salir del primero para llegar al otro. Esto no sucede en el edificio principal, debido a que los usuarios internos podían circular de un lugar a otro sin necesidad de salir del edificio. Sólo los usuarios externos debían salir de la sala de espera hacia el andén, ya fuera para abordar el tren o para dejar o recoger su mercancía en el express. Accesos Es posible acceder al edificio principal por medio de la sala de espera, como usuario externo. Los usuarios internos lo hacían a través de la sala de espera, del acceso de servicio que da al patio (adjunto a cocina) o por medio del express.

Acceso principal y de servicio al edificio principal de la estación férrea

En cuanto a las bodegas, era posible acceder tanto por la fachada principal como por la fachada posterior, debido a que cada bodega tiene un acceso en cada una de ellas. Es fácil acceder al andén debido a su ubicación en el conjunto, ya que se ubica muy cerca de la entrada principal a la sala de espera y taquillas y, el andén es una prolongación de dicho acceso.

Fachada principal de la estación Bernal

Fachada

En la composición de la fachada, podemos observar que existen elementos que se repiten a lo largo de la misma, creando una continuidad que acentúa la horizontalidad del volumen. Asimismo, el contraste del color y la textura de la cantera que se presenta como un fuerte basamento que soporta toda la estructura. Los muros juegan un importante papel, tanto como elemento de soporte con el sistema de muros de carga, como de crear espacios que cumplen con una función estética mediante la combinación de vano y macizo.

CONCLUSIONES

La historia de nuestros ferrocarriles se remonta a los primeros tiempos del México Independiente, unos años después de que en Inglaterra se pusiera en servicio, en 1830, el primer tren de pasajeros entre Manchester y Liverpool. En la actualidad, cuando decidimos emprender un viaje, ya sea corto o largo, las opciones que primero vienen a nuestra mente para desplazarnos son el automóvil, el avión o el autobús y generalmente nos olvidamos de un medio de transporte que hacia principios del siglo XX, causó gran revuelo y llegó a consolidarse como parte fundamental del desarrollo económico de nuestro país: el ferrocarril.

Desde mediados del siglo XIX, y sobre todo hacia principios del pasado, se fue estableciendo a lo largo y ancho de nuestro país una extensa red ferroviaria que sembró vías y estaciones en ranchos, haciendas, municipios y en todo el territorio nacional. Ahora, habiendo sido reemplazado el ferrocarril por otros medios considerablemente más rápidos, muchas de estas estaciones, rústicamente bellas, han ido perdiendo importancia, y algunas de ellas han sido totalmente abandonadas.

Es urgente renovar el marco legislativo de protección, cuidado, estudio y valoración del patrimonio cultural, con el objetivo de actualizar sus concepciones, reglamentos y disposiciones más generales, para lograr una protección más efectiva de esos testimonios que, sin exagerar, integran otra vertiente patrimonial situada especial y cronológicamente en la transición de la época post-independiente y la consolidación del modelo capitalista industrial en el país que necesitó, como condición innegable para su predominio, de un moderno sistema de transportes encabezado y sostenido por los ferrocarriles.

“Caminos de Hierro”, bibliografía editada por

Ferrocarriles Nacionales

Aquí los esfuerzos gubernamentales y civiles pueden hallar aún más coincidencias oportunas, imaginativas y originales, que se traduzcan en acciones concretas, efectivas de rescate, conservación y usos alternativos de las estaciones y de otros inmuebles afines, tal y como está ocurriendo ya en varias entidades, municipios y comunidades. No sería ocioso avanzar de tal modo en una discusión acerca de esta problemática, con el propósito de generar un capítulo legislativo especial para el patrimonio en cuestión, a fin de reconocer, salvaguardar, difundir y reintegrar los bienes inmuebles, muebles y grupos documentales de los ferrocarriles a sus custodios, estudiosos, aficionados y admiradores académicos, individuos o asociaciones distintas. Por supuesto que el llamado patrimonio intangible, ése que se manifiesta, reproduce y renueva con el pulso de la vida, el contacto humano y el intercambio social, merece un lugar, un reconocimiento y una oportunidad tan amplios como los que se buscan para las evidencias materiales más destacadas e inmediatas. Es oportuno recordar que a pesar de la disminución en el servicio de transporte de pasajeros, y su consagración casi obligada como sitios para el manejo de cargas diversas, buena parte de nuestras estaciones siguen siendo espacios vivos, auténticas puertas de las novedades, los contrastes, los cambios, las oportunidades. Donde la nostalgia y los tiempos ultramodernos se encuentran, entrelazan, contradicen y prosiguen sus caminos en la dirección que han llevado los ferrocarriles

desde sus orígenes mexicanos: la de búsqueda y exploración de rutas alternas hacia realidades heterogéneas.

El ferrocarril en México no sólo modificó el paisaje, el modo de hacer la guerra a principios del siglo XX, el transporte, la comida, el folklore, el lenguaje y la arquitectura, sino que también se convirtió en una forma de ver la vida y el mundo. Esta cosmovisión, de la nostalgia de su iconografía -acaso menos que de su utilidad práctica en el pasado remoto- como surge la necesidad y el reclamo por rescatar máquinas olvidadas en talleres, piezas y herramientas ocultas en bodegas, y vagones en proceso de destrucción en patios y milpas. De esta afición arqueológica emerge asimismo la propuesta pragmática, reiterada por los aficionados y profesionales, por recuperar la red ferroviaria nacional creada al cabo de 130 años; de reutilizar los viejos trenes y las vías para paseos turísticos de misión ecológica, de usar las antiguas estaciones para casas de cultura, escuelas de arte o centros de estudios especializados.

Más de un siglo de ingeniería ferroviaria en México, con sus éxitos y sus límites, sorprenderían sin duda a aquellos primeros hombres que soñaron, tan solo soñaron, con una red férrea nacional.

En la presente investigación se encontraron datos muy importantes que dieron respuesta a numerosas cuestiones que se plantearon en el inicio de este estudio. Entre los más importantes encontramos la Estación de Ferrocarril “Bernal” fue una estación de paso, construida por la compañía del Ferrocarril Nacional entre finales del siglo XIX y principios del XX, en la línea México – Nuevo Laredo. El estilo americano es el que tiene mayor influencia en la construcción de la estación, presentando cubierta a dos aguas, uso de cantera y madera, entre otros elementos. Fue inaugurada en 1902 por el presidente de México, el General Porfirio Díaz, teniendo una etapa de construcción y otra de reconstrucción en el año de 1918, debido a un incendio, en el que se perdió parte de la estructura de madera y un embarcadero. Asimismo, la estación vivió momentos importantes en la historia del estado y del propio municipio, recibiendo a Don Venustiano Carranza y su grupo de seguidores en innumerables ocasiones. Debiendo a éste último el nombre de “Estación de Ferrocarril Bernal”. Por ello y gracias a la investigación realizada sobre este tema, al conocer los aspectos históricos, económicos, sociales, político – jurídicos e ideológico – culturales, así como la importancia que tuvo la Estación Bernal en su época, se llegó a la conclusión de que es necesario el rescate de un bien inmueble importante de toda una etapa de desarrollo del transporte, en la que el ferrocarril fue el principal protagonista. “... Nuestra realidad es el ahora conviviendo con el ayer, el mundo no es una temporal del presente, es más que eso, es encontrar un significado a lo temporal, entre el ayer y el hoy; y para esto, es importante entender que un espacio sea urbano o monumental es simplemente lo contrario al criterio existencialista que ve la permanencia como presente constante ... la permanencia no es nada más que cierto contenido instantáneo y sin espesor de cada ahora individual. El ser y lo que era, vuelve a ser con el pasado monumental donde se manifiestan las materializaciones del acontecer generacional con sus aciertos y sus errores”.17

Somos presente, pero recordamos parte del pasado. El edificio es presente, pero sigue siendo el documento original de lo que fue en el pasado. El significado continúa, lo temporal le da mayor volumen.

17 Sartré, Jean Paul, El Ser y la Nada, Pág. 143.

La restauración es, sin duda, la forma más variable de mantener viva toda la escala de valores inmersos en la significación histórica de los monumentos a través de los espacios de cada época. La restauración busca por todos los medios el rescate monumental que da sentido y dirección a la historia, explica por si sola la necesidad social de mantener una conciencia colectiva que defina una realidad social. Espacio y tiempo conviven en nuestros edificios históricos, mantengamos esta relación a través de la restauración, respetando, pero avanzando al mismo tiempo hacia nuestra contemporaneidad. Restaurar para asegurar el conocimiento futuro que merecen las próximas generaciones. APORTACIONES DE LA INVESTIGACIÓN A LA ARQUITECTURA

Esta compilación de información ha puesto de manifiesto que la arquitectura no necesariamente tiene que ser monumental para trascender, para ser aceptada y tomada como propia, creando una identidad y tipología en el lugar que le proporciona asentamiento. En este caso, no se analizó un edificio de grandes dimensiones, que data de la época colonial, de arquitectura ornamental o que se encuentra asentado en una gran ciudad. El edificio en cuestión es una estación férrea de paso, de principio del siglo XX, de arquitectura austera y se ubica en un contexto aislado de una cabecera municipal. Lo cual parece negarle un lugar dentro de los edificios históricos que merecen ser rescatados del anonimato para hablarnos de toda una época de innovación y desarrollo, tanto del país como del Estado de Querétaro; de todo aquello que formó parte de un sistema tecnológico de transporte que abrió las puertas del desarrollo económico de la época e integró social y culturalmente al país. Pese a ello, la Estación de Ferrocarril “Bernal”, se convirtió en un hito dentro del lugar donde se encuentra, influyendo en la arquitectura que se ha desarrollado en épocas posteriores dentro de la región, tanto en forma, como en sistema constructivo y materiales empleados en su construcción.

La realización de este proyecto de investigación, me permitió crecer profesionalmente, sobre todo en un tema específico, como lo es la restauración. Asimismo, me permitió comprender la importancia que un edificio puede llegar a tener en el lugar donde se asienta, cómo forma parte de un contexto, de qué manera influye en él, en el modo de vida y las relaciones sociales. En la búsqueda de las respuestas a las cuestiones planteadas en este trabajo, pude compartir experiencias con personajes que dedicaron su vida al servicio del ferrocarril y otros que tuvieron la oportunidad de emprender un viaje en tren. Al involucrarme en un tema como lo es el rescate de un inmueble histórico, me compromete a valorar cada espacio y cada construcción, tomando en consideración todos los factores que influyen en él. Y a promover el rescate del edificio analizado, para mejorar su imagen y garantizar que siga trascendiendo, con la finalidad de permitir que las futuras generaciones tengan la oportunidad de conocer una arquitectura que llegó a nuestro país y logró la permanencia. En este caso, después de dedicarle un año de vida y de mi formación profesional, este trabajo viene a representar la culminación de los esfuerzos realizados durante los últimos cinco años y por lo que he luchado la mayor parte de mi vida, mi titulación; y marca el inicio de mi vida profesional.

De esta manera, la Estación de Ferrocarril “Bernal” en lo personal y profesional, es más que un edificio histórico, se convierte en parte de mi propia historia.

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Reportaje Gráfico: El Ferrocarril y la Revolución, 2ª parte; Páginas 34 – 44; Revista Querétaro; Año III; No. 33; Marzo de 1988; Querétaro.

PLANTA ARQUITECTÓNICA EDIFICIO PRINCIPAL

PLANTA DE AZOTEAS EDIFICIO PRINCIPAL

FACHADA PRINCIPAL Y FACHADA POSTERIOR

FACHADAS LATERALES EDIFICIO PRINCIPAL

PLANTA ARQUITECTÓNICA Y DE AZOTEAS EDIFICIO DE BODEGAS

FACHADAS EDIFICIO DE BODEGAS

PLANTAS ARQUITECTÓNICAS Y FACHADAS EDIFICIO DE BODEGA

PLANTAS ARQUITECTÓNICAS Y FACHADAS LETRINAS

Imágenes digitales

de la estación Bernal

CENTRO HISTÓRICO DE QUERÉTARO Y LA GLOBALIZACIÓN

M. C. JOSÉ ADOLFO CHÁVEZ ARMENGOL

El siglo XXI presenta una nueva visión para el hombre dentro de una sociedad globalizante, los conceptos macroeconómicos y los intereses sobre el desarrollo propician el rompimiento de estructuras ya no solo productivas en el mundo, surgen nuevos enfoques de redistribución espacial, en donde ya no los países sino las ciudades han rebasado el carácter de territorial nacional y buscan integrarse a las nuevas redes de ciudades globales.

CIUDADES GLOBALES EN EL CARTOGAMA MUNDIAL FUENTE: GLOBALIZATION AND WORLD CITIES STUDY GROUP AND NETWORK,

BOLETIN 34

La problemática se centra en la manera de como insertarse en estas redes, ya que en gran medida el carácter asignado a las ciudades globales está basado ya no en los centros de producción exclusivamente o de grandes mercados, sino en el aseguramiento de las inversiones por medio de una adecuada toma de decisiones y la velocidad en que estas se realicen por medio de la hoy acelerada tecnología de la comunicación.

Es innegable que la ciudad de Querétaro no ha podido abstraerse al fenómeno antes mencionado, y a través de políticas tanto municipales como estatales buscan ofertar nuevas alternativas para el desarrollo globalizante, esto no es erróneo, sin embargo, ¿que está pasando con la ciudad en conjunto?, ¿se pretende acaso convertirnos en una gran ciudad tan dinámica que mostremos a los inversionistas nuestra gran capacidad de desarrollo como Centros de Gestión y de Servicios y que la población perciba está nueva forma de vida tan global o mundial, con palmeras, grandes avenidas, arquitectura internacional, centros de integración social por medio del comercio de servicios y productos de todo el mundo?, pareciera que tales cuestionamientos en caso de ser afirmativos benefician a la población en su conjunto, pero ¿que pasa con la otra ciudad?, si esa que fue un orgullo para todos como una muestra de nuestras tradiciones y cultura, esa que fue reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad, esa que sin esta categoría representaba nuestra historia local y nacional.

La respuesta realmente es ambigua, ya que si existen los instrumentos normativos, jurídicos y sociales para llevar a cabo su cuidado y respeto, vemos deterioro en muchos sitios de la zona; habrá que cuestionarnos, ¿Como enfrenta esta ciudad y específicamente su Centro Histórico la inserción a la globalización?, algunos ciudadanos y especialistas urbanos dicen que la “tercerización” (actividades económico-sociales basadas en el sector terciario) del centro histórico es evidente, pero, el patrimonio urbano al que nos referimos ¿será una escenografía para el turismo?, que pasa con la conservación de nuestra historia, nuestras raíces?, o deberemos entender que los Queretanos también ya somos globalizantes y deberemos aceptar solo una escenografía en muchos casos mal cuidada o solucionada, e inclusive con gran apertura urbano arquitectónica a recibir las “nuevas tendencias” urbano-arquitectónicos en un marco de interpretación muy personal del historicismo arquitectónico, claro es… ¡todo a favor de una nueva sociedad del milenio!. A continuación observaremos algunas imágenes de una calle tradicional en Querétaro 16 de Septiembre, esperando nos ayuden a reflexionar sobre Nuestro Centro Histórico y su inclusión en las Tendencias Globalizantes.

Abrir la calle 16 de Septiembre, genera el derrumbe del Cine Goya en el año de 1942 hasta ser formalmente abierta en el año de1970.

La integración de la arquitectura al contexto de la zona que lo rodea es muy importante ya que la pueden delimitar los elementos conocidos en el urbanismo como nodos, hitos, sendas, remates visuales, por mencionar algunos, sin embargo, algunos de estos elementos influyen notablemente positiva o negativamente a los inmuebles. Jardín Guerrero Esq. calle Guerrero y 16 de Septiembre

Andador Matamoros, detrás del cine Teatro.

Templo de San Francisco Jardín Zenea Monumento y Plaza Corregidora Plaza Constitución

PERFIL URBANO DE LA CALLE. El perfil, es característica de una calle generándose cierta uniformidad y ritmo en los volúmenes que se presentan, sin embargo al no revisar la integración de edificios nuevos en un contexto histórico se corre el riesgo de presentarse desproporción modular, e irregularidades formales.

f a c h a d a n o r t e

f a c h a d a s u r

Este edificio posee uso habitacional y comercial de diverso giro desde alimentos a manualidades.

VANOS Y TOLDOS. La continuidad en el ritmo y forma de los vanos de un edificio nos ayuda a tener una visual más agradable, el uso inapropiado de toldos genera desproporción de vanos e inclusive además de ocultar sus formas en muchas ocasiones contrastan con las mismas.

La contaminación visual no solo es deteriorada por toldos sino en muchas ocasiones por las

instalaciones eléctricas visibles en fachadas, anuncios y letreros.

La continuidad en el ritmo y forma de los vanos de esta calle es de las mas afectadas, se puede observar como existen algunos edificios completamente modificados autorizados en su momento pero que rompen con su contexto, e inclusive se llegan a construir elementos adosados a muros buscando atraer a clientes hacia los locales sin estar integrados a la arquitectura predominante.

CONCLUSIONES En la última parte del siglo XX la relevancia sobre el patrimonio histórico en México cobra tal importancia que provoca el surgimiento de instrumentos e instituciones que permitieron conservar en gran medida inmuebles que ahora son una expresión del carácter pluricultural de México. Aunque parecieran estar en contradicción una tendencia de uniformizar la cultura nacional y del patrimonio histórico cultural por medio de las edificaciones y los procesos de globalización, es debido a que estos procesos son rebasados mas allá de los ambientes económicos , por los sociales y culturales, y no obstante se desconoce la forma en que son afectados los diferentes sectores económicos todos reconocen el valor del patrimonio cultural edificado, y los diferentes estilos de vida como representación cultural. Sin embargo dentro del reconocimiento al valor de las edificaciones, los usos y beneficio sociales en lo general y particular, fueron y hasta hoy son materia de discusión, ya que parece, se antepone al

valor socio cultural un valor estético con rigidez funcional, y cuando existe apertura, el impacto urbano y al propio inmueble es de un alto valor negativo. Es necesario recordar que en la conservación de los centros históricos y la calidad de vida de sus habitantes depende no solo de la información sobre el valor estético y/o histórico, es necesario implementar un programa de revaloración de los espacios monumentales, sobre la tradición, costumbres e historia local y de cómo es necesario considerando los usos originarios del inmueble su adaptación respecto a los nuevos usos urbanos y sociales.

INDICE BIBLIOGRAFÍA.

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21. RESCATAR EL CENTRO. PRESERVAR LA HISTORIA, en ciudades, Núm. 8, México, RNIU,1990 22. PATRIMONIO CULTURAL Y MODERNIZACIÓN CAPITALISTA, en III Congreso interno.. Antropología urbana, México, INAH, DEAS, 1991.

23. LA PUESTA EN ESCENA DEL PATRIMONIO MEXICA Y SU APROPIACIÓN CON LOSPUBLICOS DEL MUSEO DEL TEMPLO MAYOR, en

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especialidad, Instituto Tecnológico de Querétaro. Coordinador José Adolfo Chávez Armengol. Querétaro. 2004.

DIRECCIONES DE INTERNET

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2. .- www.ovpm.org/regard/liste107.asp 3. .- www.icomos.org/docs/venice_es.html

4. .- www.icomos.org/docs/h_towns_es.html

ANEXOS

CRONOLOGÍA FOTOGRAFICA. CALLE JUÁREZ

BOSNIA Y HERZEGOVINA. RECONSTRUCCION DE CASAS EN SARAJEVO

Mirela Mulatic Handan.Norwegian People’s Aid (NPA) Traducción: José Adolfo Chávez Armengol

En el posconflicto Bosnia-Herzegovina, la reconstrucción de casas muestra la importancia del trabajo con la absoluta participación comunitaria para promover la reconciliación social y étnica, a fin de proveer a la brevedad la infraestructura necesaria. El trabajo se enfoca en la vieja ciudad de Sarajevo, donde los mayores daños ocurrieron durante el conflicto étnico. En 1997 la oficina noruega de la Asociación de ayuda de Población Noruega (NAP) con sede en Bosnia Herzegovina, inicio un programa a tres años 8 FINANCIADO por el gobierno Noruego) para la reconstrucción de viviendas unifamiliares dañadas durante la guerra. El programa estaba basado en la capital, Sarajevo, donde 13 500 hogares (o el 80% de las viviendas existentes) fueron destruidas durante la guerra. En ese tiempo, 10,000 personas vivían en los sótanos o cuartos en las ruinas de sus hogares, incluyendo ancianos, discapacitados o desempleados. Agregando 6,000 refugiados y gente local desplazada aplicaban presión adicional a la demanda de vivienda en la ciudad. La municipalidad de Sarajevo jugó un papel importante en la selección de viviendas y entrega de títulos de propiedad a quienes perdieron sus documentos en la guerra. El énfasis del Programa estaba en asistir en la reconstrucción de sus viviendas, más que proveer cualquier solución, se aseguraban de implicar la sustentabilidad, con los residentes implicados y comprometidos desde el principio. La cooperación a través de la cooperación comunitaria aseguró el desarrollo armonioso en las relaciones de trabajo entre los grupos étnicos, para abandonar el antagonismo en curso resultado de la guerra. Las viviendas fueron reconstruidas con los estándares de la UNHCR (ejm. Frente, azotea, dos cuartos, una cocina y un baño). Los materiales y técnicas locales fueron utilizados para conservar el estilo arquitectónico de la ciudad. Una contribución mínima de 15 por ciento de trabajo de cabezas de familia sanos fue requerida, mientras que las firmas constructivas locales emprendieron el trabajo de construcción experto, con la ventaja adicional de estimular la economía.

El trabajo fue desarrollo en tres grandes etapas. La primera ubicando las necesidades de residentes que permanecieron en la ciudad. Segundo asistir a los refugiados y desplazados (la mayoría de los cuales eran mujeres y niños). La etapa final, cuando en cierta medida de estabilidad social, había vuelto a la ciudad, centrada en el regreso de los grupos étnicos de la minoría (principalmente serbios bosnios). El programa fue diseñado de tal modo para reconstruir las viviendas, y fomentar el sentido comunitario entre los grupos antagónicos y para promover paz en la ciudad. Un total de 603 casas fueron reconstruidas (más de 100 de las previstas originalmente). El éxito de esta iniciativa fue atribuido a la fuerte participación y compromiso de los agentes implicados en el proyecto. Los contratistas privados hicieron más trabajo que para lo que eran pagados y los residentes eran entusiastas a contribuir al trabajo y al movimiento con las áreas expertas de la construcción. Mucha de esta confianza y comisión fue atribuida a la franqueza de los equipos de la NPA sobre sus planes y el financiamiento en todas partes. El proyecto proveyó con casas a más de 2.000 residentes, tanto para liberar de su incomodidad temporal como para apoyar al retorno a la ciudad. También incluyó 100 desplazamientos y 87 hogares para una minoría étnicas. Los expedientes de UNHCR demostraron que los serbios bosnios no habían iniciado su retorno a Sarajevo antes de que este proyecto fuera iniciado. El personal de NPA creyó que la participación de la comunidad en su conjunto fue la llave al éxito del proyecto, permitiendo que los grupos de residentes trabajen juntos desde el principio, y asegurar la reconciliación Mirela Mulatic Handan Norwegian People’s Aid (NPA) Building Team Sarajevo Zelenih beretki 4/6 71 000 Sarajevo Bosnia-Herzegovina

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