RET 445 Febrero 1977

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Revista Ejército número 445, Febrero de 1977. Extraída de la página oficial de Publicaciones de Defensa

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  • REVISTA DE LASARMAS Y SERVICIOS

    Depsito Legal: M. 1.633-1958

    MADRID, FEBRERO, 1977 - AO XXXVIII - NUM. 445Director: El General Jefe del Servicio de Publicaciones del E. M. C.General de Brigada de Infantera, Diplomado de E. M., Luis Cano Portal

    JEFE DE COLABORACIONESGeneral de Brigada de Infantera Honorario Eduardo Gotarredona Lpez

    CONSEJO CONSULTIVO DE COLABORACIONESGeneral de Divisin Gaspar Salcedo Ortega.General de Divisin Narciso Ariza Garca.General de Brigada de Caballera D. E. M. Luis Polanco Mejorada.Coronel de Artillera D. E. M. Carlos Lzaro Rodrguez.Coronel de Caballera del Serv. de E. M. Joaqun Portillo Togores.Comandante de Intendencia Manuel Sevilla Preysler.

    Y por los Jefes que designen como representantes los Centros de Instruccin y enseanzasiguientes: Escuela Superior del Ejrcito y todas las Academias de las Armas y Cuerpos

    PUBLICACION MENSUALRedaccin y Administracin: Alcal, 18, 40 - MADRID.14

    Telfono 2225254 :-: Correspondencia: Apartado de Correos 317PRECIO DE ADQUISICION

    Para militares en suscripcin colectiva por intermedio de los cuerpos 25 ptas. ejem.Para militares en suscripcin particular por (suscripcin anual)350Para el pblico en general (por suscripcin anual)500Para el extranjero (en suscripcin anual)900Nmero suelto45Nmero suelto, para el extranjero80

    Correspondencia para trabajos tcnicos, al General Jefe de ColaboracionesCorrespondencia para suscripciones, al Administrador

    Las ideas contenidas en los trabajos de esta Revista, representan nicamente la opinin delrespectivo firmante, y no la doctrina de losOrganismos oficiales, y, por tanto, los artculos que se publiquen con la firma de su autor solamente reflejan las opiniones e ideas

    personales del mismoDe los artculos no firmados, se hace responsable la Direccin del Servicio

  • sumarioEjrcito- Revista de las Armas y ServiciosFebrero, 1977 - Ao XXXVIII - Nmero 445

    Comandante de Caballera D. E. M. Rodrguez Duarte

    Comandante de Infantera Fernndez Glvez

    Comandante de Ingenieros De Bonis Urbano

    Coronel de Infantera D. E. M. De la LamaCereceda

    Coronel de Caballera Repolles de ZayasTeniente Coronel C. H. Creasy, en Miita

    ry Review. (Traduccin de la Redaccin)Comandante Paracaidista Martin Sappia

    Crone]. Interventor Tojo Sieyro 48

    Capitn de Intendencia Rodrguez deOcampo 50

    General de Brigada de Infantera Honora- ro De la Torre Pieiro 52

    Capitn de Artillera Frontela Carreras 54

    James N. Marsden, en National Delense.(Traduccin de la Redaccin) 59Comandante de -Infantera Segoviano G

    mez 65

    Teniente Coronel de Caballera ToucedaFontenla 75

    Coronel de Artillera Honorario JimnezQuintas 81Coronel Auditor Lorente 83

    Original de nuestro colaborador artstico Comandante de Artillera ColmeiroToms

    Teniente de O. M. Borreguero Barriga 3

    Teniente Coronel de Infantera MartnezTenreiro 15

    NUESTRA PORTADA

    TEMAS GENERALES

    Paaaeio de Buenavista y Ministerio del EjrcitoEl Ferrol del Caudillo. Versiones sobre una eti

    mologia

    TEMAS PROFESIONALES

    La jornada de combate. Una, evaluacin de unidades

    Perodo de encuadramiento..., nada ms?

    La Ingeniera de Trfico en el Ejrcito

    INFORMACIONUn tema candenteDeclogo del cadeteUna perspectiva de la fuerza mvil del M A E

    El escuadrn paracaidista de Caballera de laBrigada Paracaidista Inglesa

    A la XXXIII Promocin de Infantera en susBodas de Oro -

    Movilizacin, Militarzacifl y cooperacin delEjrcito en los Servicios Pbilcs.

    Cooperativismo social en el mbito militarCLGP. Modern proyectil guiado por laserLa lucha contra los campos de minas

    Transformacin del carro M-47 al M-47 SLa Marina Espaola y su aportacin a la cien

    cia electrnicaMiscelnea y GlosaFilatelia MilitarInformacin Bibliogrfica

    Indice de los trabajos publicados en esta Revista durante el ao 1976 -

    Resumen de disposiciones oficiales

    192529

    3541

    4345

    89103

  • 1Palacio de Buenavista y Ministerio del Ercifo

    Teniente de O. M.ALEJANDRO BORREGUERO BARRIGA

    El Ministerio del Ejrcito se aloja en el Palacio de Buenavista desde el mes de agosto delao 1847.

    El Palacio de Buenavista existe ah sobreesa colina, desde antes de ser Madrid la capital de Espaa. Por aquel entonces, principios del siglo XVI, era ms bien una casa-palacio, propiedad del Cardenal Quiroga. Arzobispo de Toledo e Inquisidor General de losReinos de Espaa.

    Pasamos a explicar el por qu ostenta elnombre de Buenavista.

    Como hemos dicho, este palacio est situado sobre una pequea elevacin que se alzasobre la plaza de Cibeles y las calles de Alcal y Paseo de Recoletos. Tanto la plaza comocalle y paseo, formaban parte a principios delcitado siglo, de un frtil y hermoso valle cuajado de fuentes, huertas y rboles frutales, queera conocido con el nombre de Valle de lasAnonas. Tan bello y amplio panorama se divisaba desde aquel altozano que ya, antes de laconstruccin del palacio, se le conoca comoAltillo de Buenavista. Este nombre se transmitira luego al suntuoso edificio donde campea el pabelln del Ejrcito de Tierra.

    Del Cardenal Quiroga, por ser el primer propietario del que tenemos notiia, diremos queera un noble caballero de fuerte temperamento, recio temple y magnficas cualidades. Secuenta de l que a la hora de su muerte legaun testamento que deja sorprendidos a propiosy extraos por su brevedad y significado. Deca as: NOMBRO CINCO TESTAMENTARIOS A LOS QUE ORDENO QUE SE REUNAN Y HAGAN CON MI HACIENDA LOQUE UN ARZOBISPO DE TOLEDO TIENELA OBLIGACION DE HACER. Es fcil adivinar que esa obligacin no era otra cosa querepartirla equitativamente entre los necesitados. Aunque no nos sorprendera que sus parientes ms prximos, sin conocer an el tes

    tamento regaron el entierro del Cardenal conabundantes lgrimas, le hubieran aliviado congusto de tan dura obligacin.

    Cuando Felipe II estableci en Madrid lacapital de sus reinos, esta ciudad se inund degolpe con la mayor parte de la Nobleza espaola, acompaada de pajes, criados, lacayos ydems servidumbre que en abigarrada multitud dio origen al llamado problema de la vivienda que todava existe. Cunts seposaron por este motivo en nuestro Palacio deBuenavista tan magnficamente situado enaquella colina sobre el Valle de las Anonas!..,Cuntas ofertas, splicas y halagos recibi elCardenal Quiroga! Pero l, hombre de decisiones rotundas, zanj el asunto de un solo ycertero golpe: lo regal a su Seor y Rey Felipe II.

    No le vino mal al Rey Prudente tan inconmensurable obsequio, ya que encontrndose elAlczar en obras de acomodacin, tambinnecesitaba un lugar digno donde alojarse. Mucho cario tom el monarca a nuestro Palacio.pues una vez alojado donde corresponda a sureal persona, se sirvi de l como casa decampo y recreo, En ms de una ocasin se levera pasear en compaa de su esposa, Anade Austria, entre las tupidas madreselvas desus jardines.

    A la muerte de Ana, el monarca cede el Palacio a su hermana la Emperatriz de Austria,Mara, que al morir su esposo Maximilianomanifest deseos de volver a Espaa en compaa de su joven y linda hija la. Infanta Margarita.

    La eleccin del lugar de residencia no pudoser ms feliz para encontrar la paz que tanaugusta dama necesitaba. El Valle de las Anorias constitua un verdadero oasis de tranquilidad donde el paradisaco silencio slo eraroto por el alegre trinar de los pjaros. Afortunadamente, an no se haba inventado el

  • terrorfico motor de explosin, sino adis paz,tranquilidad y sosiego...

    El soberano colm de tenciones a ambasdamas, n cuyo cario encontr consuelo a surepetida viudez; no obstante, se mostraba preocupado por la sucesin, puesto que el prncipeFelipe no mostraba muy buena salud y manifest .a su hermana la emperatriz este tentorque ella encontr razonble. Volvera a casar-se el rey Felipe. sera su quinto matrimonio, yde esta forma habra ms posibilidades de quela sucesin a la Corona quedase asegurada.Pero..., quin iba a ser la elegida como futura spsa? Y aqu, seors, me voy a permitiruna sugerencia... No dudo que a tan magnficorey le preocupara la sucesin, ms..., no influy, tambin el haberse fijado demasiado en1 angelical Margarita pues sta fue la elegida cuando correteaba por los bien cuidados jardines de Buenavista, peinndose las lindas trenzas en el espejo claro de sus fuentes?...

    Vaya con don Felipe! Rondaba ya los sesenta aos y se prend como un cadete de lagentil Infanta, que apenas haba cumplido lasdieciocho primaveras. Aunque tal hecho nodebe sorprender demasiado, ya de casta le viene... Era hijo de Carlos V, que segn dicen nodaba una falda por perdida; nieto de Felipeel Hermoso y bisnieto de Fernando el Catlico, que en estas lides tampoco eran mancos.

    Ay!, pero esta vez el rey ms poderoso dela tierra, el que poda dar la vuelta al mundopor mares y tierras suyas, aquel en cuyos dominios nunca se pona el sol, no pudo conseguir su deseo y no tuvo ms remedio que conformarse con unas sonoras calabazas. La joven y bellsima Margarita renunci a ser lams importante reina del orbe para convertir-se en esposa de Cristo. De nada sirvieron consejos y ms consejos porque su decisin erairrevocable. Y as el 25 de mayo de 1584abandonaba vestida con sus ms ricas galas elPalacio de Buenavista para dirigirse al Convnto de las Descalzas Reales. Ya en l, donde por voluntad propia aquella vida joven seiba a consumir piadosamente y cuando unasiinplacables tijeras segaron las preciosas y rubias trenzas de Margarita, dicen que por lasmejillas del rey Felipe rodaron dos clidas lgrimas...

    Al morir Felipe II, nuestro Palacio es heredado por el hijo y sucesor de aquel, el nuevorey Felipe III, quien no tena tan mala saludcomo su padre tema, ya que ci sobre su cabeza la Corona de Espaa durante veinte aos.El primer acto de este Soberano fue el traslado de la Corte a Valladolid, siguiendo los con-

    sejo de su valido el Duque de Lerma, que alegara digo yo razones convincentes.

    Durante los cinco aos en que la Corte permaneci en la ciudad del Pisuerga, los salonesde Buenavista permanecieron cerrados y silenciosos; solamente se abran sus puertas cuando el Rey visitaba Madrid, pues acostumbrabaa servirse de este Palacio para alojarse. Aunque, segn dicen, cierta noche y en una de susvisitas y cuando el Soberano y su valido dorman, se form tan fuerte vendaval que donFelipe, temiendo que aquellos se vinieran abajo, salt de su cama y corri rpido al dormitorio del Duque a quien, pese a su no muytranquilo sueo, le caus un profundo sobresalto la intempestiva llamada, tal vez pensaraque era otra cosa peor... No obstante, estehecho fue como el principio de un fin. Luego,al volver la Corte a Madrid el Monarca perditodo inters por Buenavista, dirigiend sus miradas hacia Aranjuez, El Escorial, Valsan yEl Pardo, lugares ms apartados de la ciudady por lo tanto ms apropiados para el esparcimiento.

    En estas circunstancias, Felipe III, firma desu propia mano una cdula por la que cede laposesin de Buenavista a don Diego de Silvay Mendoza, Marqus de Francavilla, .por elprecio de 20.000 ducados. Naci este caballeroen Madrid en diciembre de 1564. Era hijo deRuiz Gmez de Silva, Prncipe de Eboli y primer Duque de Pastrana, y de doa Ana deMendoza y de la Cerda, segunda Princesa deMelito.

    Ciento treinta y cinco aos iba a permanecertan noble familia en el no menos noble Palacio. Luego, la posesin es adquirida por la RealCongregacin de San Ignacio de Loyola. EstaHermandad, llamada la de los Vizcanos,realiz en el Palacio y en sus huertas y jardines notables obras de mejoramiento que incrementaron el valor de la finca en 170.000reales. No obstante, los frailes, pese a su loable intencin, se pasaron un poquito y acumularon tantos gastos que no pudieron hacerfrente a las hipotecas e intereses. As que, dando pruebas de una humildad ejemplar, tomaron la heroica decisin de quedarse con la reducida parcela del terreno situada en el ngulo de Alcal y Barquillo, hoy Banco Central, yel resto, incluido el Palacio, ponerlo en venta.

    Cuando por Madrid circul la noticia de laventa que la Real Congregacin pretenda hacer las ofertas llegaron desde todos los puntosde la capital e incluso de provincias. Hubouna emocionante pugna que finaliz con ungran vencedor: Don Zenn de Somodevilla yBengoechea, Marqus de la Ensenada, que

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  • LMINA XLIII

    isi6ti en perspe&iva caballera del conjunto de edificaciones, que componan la Posesi6n de Buenavia a fnales del siglo xix.

    Gralaio, 7. Tajaes.

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  • )abon por l 969.848 reales, cantidad que sobrepas generosamente las ofrecidas por susms encarnizados rivales. Era tal el prestigiode este personaje que cuando se supo que a lle interesaba el Palacio se disiparon todas lasdudas respecto a quien iba a ser el nuevo propietario. Don Zenn nunca reparaba en gastoscuando algo le interesaba de verdad o simplemente por dejar bien alto el pabelln de sualcurnia.

    Para calar mejor en el temperamento y lapersonalidad del Marqus de la Ensenada vamos a relatar una ancdota de la que fue protagonista.

    Cierto da, con motivo de una recepcin queel Rey celebraba en Palacio, se reuni en l laflor y nata de la Nobleza espaola, que vestidacon sus ms ricas galas, dio a la fiesta unambiente majestuoso. En este marco, lgicamente, era muy difcil destacar. No obstante,cuando nuestro Marqus hizo acto de presen

    cia, todas las miradas se posaron en l. Se coment que el valor de las joyas, entorchados ycondecoraciones que luca sobre su persona sobrepasaba el medio milln de duros, o sea, dosmillones y medio de pesetas, cantidad, que enaquella poca, no era fcil de imaginar. El ReyDon Felipe III se acerc a l y le expres suadmiracin por tan lujosa presentacin. ElMarqus de la Ensenada, calmosa, serenamente, inclinando con sumisin la cabeza, respondi:

    Majestad, por la librea del criado se conoce la grandeza de su seor...

    Ms tarde... Oh, efmeras glorias mundanas!, el Marqus cay en desgracia y, desposedo de todos sus cargos, fue desterrado aGranada. Resignado y entristecido vendi suamado Palacio de Buenavista a la Reina DoaIsabel de Farnesio, que segn sus propias palabras, tena deseos de adquirirlo, por su justo valor, para su real servicio.

    Piedra situada en la clave del arco de entrada al tnel que une los dos patios centrales,que nos seala la fecha de 1777, en que comenz su construccin.

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  • A tal Reina, tal Palacio. El talento de tanegregia dama fue admirado en toda Europa.Era tan inteligente y culto que no hubo arteliberal que le fuese extrao, idioma culto queno le fuese natural y ciencia propia de una reina que se negase a su penetracin... En lospocos aos que Doa Isabel honr con su presencia el recinto de Buenavista, transformloen un precioso museo de mltiples y variadosdetalles, colecciones de cuadros y objetos deChina a los que era sumamente aficionada.

    Despus de la muerte de esta Reina 10 deagosto de 1766 la posesin pasa, por subasta, a manos de un personaje del ms rancioabolengo: El Duque de Alba, Don Fernandode Silva y Alvarez de Toledo, quien lo legaraluego a su nieta doa Mara del Pilar-Teresa-Cayetana de Silva, decimotercera Duquesa deAlba, casada con don Jos Mara Alvarez deToledo, Marqus de Villafranca.

    Con este matrimonio comienza una nuevaetapa para el Palacio de Buenavista, Concibenel proyecto y lo llevan a cabo de derribarlo y en el mismo lugar edificar uno nuevo. Estesera la base del que hoy se conserva y que essede del actual Ministerio del Ejrcito. Corrael ao 1777 y la responsabilidad de su construccin recay sobre el arquitecto, uno de losmejores de la poca, Don Juan Pedro Arnal.

    En la parte superior del arco del tnel, queune los dos patios del Ministerio del Ejrcito,estaba grabada en piedra la fecha de la iniciacin de las obras. Deca as:

    EN EL AO MDCCLXXIISE PRINCIPIO ESTA OBRA

    No fue muy feliz para los Duques de Albasu estancia en el Palacio de Buenavista. Lasobras se vieron frecuentemente interrumpidaspor inexplicables incendios, que quiz tenanel propsito de que stas no se llevasen a cabo.No obstante, el nimo de los Duques no recay, sino por el contrario les estimul para finalizarlas.

    Estos incendios, no obstante, enrarecieronbastante el ambiente, y prueba de ello es el siguiente hecho que tuvo por protagonista a laDuquesa.

    Doa Mara del Pilar-Teresa-Cayetana invit a todas sus amistades y amigos a un granbanquete que tuvo por escenario los salones deBuenavista. A los postres, cuando los comentarios, las risas y la alegra de los comensalesestaba en el ms alto tono, indicio claro de quela fiesta haba llegado a su mejor momento,orden silencio con un ademn enrgico y, empuando una antorcha, les despidi mientrasles gritaba:

    !Como no quiero que nadie vuelva a dar-se el gusto de incendiar mi casa, voy a prenderle fuego yo misma!...

    Aos ms tarde, cuando ya el Duque habamuerto, abandon el Palacio en el que se senta demasiado sola, y march a tierras del surbuscando, tal vez, un clima ms benigno y horizontes nuevos que le aliviaran de su recienteviudez.

    De vuelta a Madrid, y cuando apenas contaba cuarenta aos, muri esta bella mujer,cuya hermosura no tuvo rival en su poca.Cuentan que un militar francs, Oficial deDragones, dijo de ella que nada en el mundoera tan hermoso, que era imposible mayor perfeccin, que la gente sala a la ventana paraverla pasar y que hasta los nios dejaban susjuegos para mirarla...

    Al morir sin descendencia, el ttulo lo hereda el hijo de un primo segundo suyo y deDoa Teresa de Silva y Palafox, con los cualesno conservaba buenas relaciones por aejas rivalidades familiares. Esto explica que sus bienes libres pasaran a personas ajenas a la familia. Concretamente, el Palacio de Buenavista contaba entre sus propietarios con varioscriados y parte de la servidumbre. Esta pluralidad de dueos dio origen a desavenencias y,al final, despus de algunas discusiones, deciden ponerlo en venta.

    Espaa, por aquellas fechas (1807), arda enfiestas con motivo del nombramiento otorgado por Carlos IV a don Manuel Godoy, de Almirante Mayor de todas las Fuerzas Martimasde Espaa e Indias. La carrera militar del antiguo Guardia de Corp no poda ser ms fulgurante, pues haba conseguido la potestad queen otro tiempo ciera Don Juan de Austria,vencedor de Lepanto.

    Bueno, pues con motivo de este nombramiento, los Ayuntamientos de toda Espaacobistas ellos rivalizaban en ofrecer presentes, cada cual ms valioso, al flamante Almirante Mayor. El Ayuntamierto de Madrid,que no quera ser menos cobista que los dems, adquiri el suntuoso Palacio de Buenavista y se lo ofreci, como quien ofrece un cigarrillo, a Godoy en prueba de su profundagratitud y admiracin.

    Ya tenemos a don Manuel Godoy, Prncipede la Paz y vencedor de la guerra de las naranjas, sentando sus reales en nuestro Palacio y encarindose con l, hasta tal puntoque, al instante, traza un grandioso proyectoalguien lo pagar, pensara l para hacerde Buenavista poco menos que un segundoVersalles. Pero, ay, que todo se qued en elproyecto, porque su cada fue tan veloz como

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  • su escalada. El pueblo enfurecido asalt su residencia de Aranjuez y l mismo, salv la vidagracias a unos fieles servidores que le sacaronde all envuelto en una alfombra... Poco elegante fue la retirada de tan gran Almirante!...Igual suerte sigui su casa de Madrid, ascomo la de sus familiares y amigos. El propioPalacio de Buenavista sali bien librado debido a la eficaz intervencin de la Guardia, queconsigui rechazar a las airadas turbas que yahaban comenzado a romper puertas y ventajias.

    Ante esta situacin, Godoy fue desposedode sus cargos, desterrado a Granada y todossus bienes confiscados. Luego se trasladara aFrancia, muriendo en Pars el ao 1851. Durante largos aos intentaron sus herederos recuperar el Palacio, y en algunas ocasiones estuvieron a punto de conseguirlo, pero fue laPrimera Repblica quien termin definitivamente con sus esperanzas. Segimn Decreto defecha 10 de noviembre de 1873 se declaranbienes de la Nacin todos los pertenecientes aManuel Godoy (Castelar).

    Existi tambin la pretensin, que ya comenzara durante el efmero reinado de JosBonaparte apodado el Rey de Copas yPepe Botella de instalar en nuestro recinto un museo de pinturas. El fracaso de esteproyecto dio ocasin a que Fernando VII creara en el Paseo del Prado en el edificio que sedestinaba a las ciencias, con pinturas procedentes de sus palacios un museo real, el quehoy da se ha convertido en el mundialmentefamoso Museo del Prado.

    Es en el ao 1816 cuando nuestro Ejrcitohace acto de presencia, por fin, en el Palaciode Buenavista. Esta primera tma de contactoes con ocasin del traslado a ste del RealMuseo Militar, que hasta esta fecha haba ocupado las salas del de Montelen, del que tuvoque ser evacuado debido a los desperfectos sufridos por la violenta lucha de los capitanesDaoiz y Velarde, y el Teniente Ruiz, secundados por el pueblo contra el invasor francs.

    Las obras de acomodacin del Palacio a lasnecesidades del Museo se ejecutaron rpidamente, aprovechando los materiales acumulados en su recinto, y entre ellos, la piedra desillera restante de la utilizada por el Corregidor de Madrid, Marqus de Montezuma, parala galera circular del Palacio Real.

    Se convirti en principal la fachada que miraa la calle de Alcal, por lo que se tradujeronen ventanas las puertas que daban a la delBarquillo, quedando desde entonces como secundaria esta ltima fachada. Como dato cu

    rioso hacemos constar que para el balconaje dela fachada principal se emple el material desetecientos caones de sudiles intiles. Abri-se paso por el jardn de la calle de Alcal hasta el Palacio, y de esta forma qued el edificioen condiciones de recibir al Museo Militar.

    Los amplios y lujosos salones de Buenavistaalbergaron a este Real Museo hasta el ao1.841. En esta fecha, con la renuncia de la Reina Mara Cristina, el cargo de Regente recaesobre el General Espartero, que elige tambinnuestro Palacio como residencia. Va a permanecer en l poco tiempo, slo hasta 1843, enque se ve obligado a abandonar el poder ytrasladarse a Inglaterra, pas del que era fervoroso simpatizante. Prueba de ello es la popular coplilla que circulaba por Madrid durante su mandato:

    En este Palaciovive el Regente,pero el que mandaes el de enfrente...

    (Quien viva enfrente era el Embajador ingls)En 1846 ocupaba el Ministerio de la Gue

    rra as se llamaba entonces un famoso edificio denominado Casa de los Ministerios, Palacio del Almirantazgo o Palacio de Godoy. Unincendio ocurrido la noche deI 29 de diciembre desahuci a nuestro Ministerio de estelocal, acordndose desde este momento, trasladarlo al Palacio de Buenavista. Provisionalmente fue aposentado en el convento de Santo Toms, hasta que realizadas las necesariasobras de acondicionamiento, fue posible sutraslado definitivo, que tuvo lugar, como yadijimos al principio de estas lneas, en el mesde agosto de 1847.

    La primera gran obra consisti en la construccin del ala Este del edificio, adicionndola al rectngulo primitivo. Ms tarde, en 1864,se construyeron dos nuevas alas, las del Nortey el Oeste, que con la ya construida al Este,formaron el segundo y gran patio actual delMinisterio. Fue el laureado General Prim, enaquellas fechas Presidente del Consejo de Ministros y Ministro de la Guerra, quien patrocin este proyecto. La escalera principal deeste recinto histrico sera escenario de excepcin del formidable temple de Don Juan Primque, herido de muerte en el cobarde atentadode la calle del Turco hoy Marqus de Cubas subi por ella por sus propios pies, dejando tras s un trgico rastro de sangre...

    Tambin la mano enrgica y patriota delgran militar, tambin laureado, Don Miguel

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  • Primo de Ribera y Orbaneja, tuvo que ver enla configuracin de nuestro Ministerio. Fuel, durante los aos de la Dictadura, quien ledot de mayor confort y contribuyendo notablemente al embellecimiento exterior. Obrasuya es tambin el actual nombre de Ministerio del Ejrcito, pues consider que el de Ministerio de la Guerra, que ostentaba desde sufundacin, no era el ms apropiado, ya que elEjrcito tiene por misin, ms bien, evitar laguerra que provocarla. Si amas la paz, preprate para la guerra.

    Con este pensamiento publica un Decreto defecha 3 de noviembre de 1928, por el que conmuta el nombre de Ministerio de la Guerra porel de Ministerio del Ejrcito, poniendo de manifiesto que la opinin del pas, del Rey y delGobierno era que el Ejrcito por su organiza-

    cin, eficacia y exaltacin de espritu, tenams por norte y anhelo evitar la guerra queprovocarla.

    Al trmino de nuestra Cruzada cuando enEspaa empieza a amanecer entra en la historia del Palacio de Buenavista como Ministrodel Ejrcito otro gran militar, dos veces laureado, y libertador de los hroes del Alczarde Toledo: el ilustre General don Jos EnriqueVarela Iglesias. El resta las heridas que lacontienda haba causado en sus nobles muros,aadindole adems una nueva planta, la tercera. Y de esta forma queda constituido definitivamente el soberbio edificio que hoy seofrece desafiante ante nuestros ojos, y cuyaperfecta simetra de impresionante lneas rectas podra tomarse como smbolo de la trayectoria incorruptible del Ejrcito Espaol.

    BIBLIOGRAFIA:((Historia del Palacio de

    Freira.Buenavista, de Martnez

    Coleccin Legislativa del Ejrcito y otros documentos.

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  • EL FERROL DEL CAUDILLOVersiones sobre una etimologa

    Teniente Coronel de InfanteraFERNANDO MARTINEZ TENREIRO

    El 4 de diciembre del 1892, naca en el nmero 13 de la calle Mara de esta ciudad, elque fue Caudillo de Espaa, Francisco Franco.

    El Ayuntamiento de la Ciudad le otorg lanica Medalla de Oro de la Villa en sesin pie.nana del 2 de diciembre de 1941.

    Todos los pueblos, por un legtimo orgullo,tratan de conseguir la ms clara informacinsobre sus orgenes. Por un noble afn, sus hi

    jos ms preclaros, algunos versados en las ciencias auxiliares de la historia, como la Filologa, la Epigrafa o la Paleografa, han tratadode inquirir hasta dnde fue posible, la etimologa de sus nombres. Antao gallegos ilustres, lo hicieron con el nombre de El lerrolsiempre con escasa fortuna. Hoy, despus dehaber nacido all Francisco Franco, creo quetiene an ms inters el poder conocer su etimologa, o las distintas opiniones sobre la misma, pues solamente de eso puede alguien dis

    poner: de opiniones. He procurado leer lo quefue posible sobre este particular, y slo puede hallar afirmaciones poco fundadas.

    El puerto de El Ferrol, conocido desde laantigedad como uno de los mejores del mundo, con la denominacin de Puerto del Sol,sin duda por las caractersticas con las que ledot la naturaleza, y no especialmente por suscondiciones meteorolgicas, fue siempre obje

    to de la atencin de los gegrafos. El historiador don Jos Alonso corrobora la denominacin de Puert del Sol por parte de los remotos habitantes del noroeste, lo que confirma elorigen del pueblo a que debi su primitiva fundacin, ya que es sabido que esta deidad erala nica a quien ofrecan su culto particularlos antiguos druidas, COn lo que asimilabantodo aquello que consideraban belio.

    Segn documento manuscrito de don Julinde la Vega (ao 1846) titulado Memoria his

    Los arsenales ferrolanos, segn un grabado de 1850.

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  • trico militar del Ferrol y su comarca, queobra en el Museo de Literatura del ServicioHistrico Militar, estimaciones que fueron tomadas de otras fuentes histricas, Ferrol fueerigido en pueblo congregado en tiempos dela entrada de los Suevos en Galicia (aos 409y 466), si bien se hace constar que esto constituye una tradicin confusa, correspondiendo alcurso de los reinados desde Ataulfo a Eurico.

    En la poca de la dominacin romana, reciba el nombre de Portus Magnus Artabroum,el seno que forma la entrada de la ra desde elcabo Priorio por la ra de Ares hasta La Corua, denominacin por lo dems comiin aotros pueblos del Norte por aquella poca.

    Pudiera ser que el nombre de Ferrol provenga de un foco o faro animado por la llamade un fuego, existente en remotas pocas, en

    un lugar del monte que domina la ra por elSur, y que se llama Monte Faro (Mons. Pharum). Asimismo, podra provenir de una linterna o farol existente en una torre de piedraconstruida en las restingas de un muelle o desembarcadero para servir de gua por la nochea las embarcaciones que buscaban un buenfondeadero. Esta opinin abundaba en el siglo XVIII, cuando al acordar el Ayuntamiento,en sesin del 22 de junio del 1778, que seabriese el tiembre herldico de la villa, declar que el escudo de sus armas consistira enuna torre con un farol, caones y anclas.

    Sin embargo, esta opinin no parece demasiado autorizada. Es infundamentada la etimologa que se quiere encontrar entre Puertodel Faro o Farol con el antiguo nombre deFerrol, palabra de origen cltico (1), nos diceMontero Arstegui en su historia del Ferrol,

    editada en el ao 1858, y por tanto no pudoconocerse la voz latina de Faro (Mons Pharum), sino desde que la introdujeron los nuevos dominadores del pas, los romanos, aligual que hicieron con otros monumentos queacreditan la civilizacin de un pueblo. Estos, asu llegada a Galicia, ya haban sido precedidospor otros pueblos menos cultivados como lossuevos. A su vez, estos haban arrojado a losnormandos de todas las posiciones que ocupaban en las costas de Galicia.

    Por lo expuesto, bien parece que debemosdejar a Montefaro a la posicin de un antiguofaro, pudiendo haber adoptado Ferrol su timbre herldico por la proximidad de dichomonteS

    Si esto fuese as, adquiere mayor verosimilitud, la tesis ms acorde con fehacientes datos

    histricos, de que el nombre de Ferrol se debaa San Ferreol, mrtir presbtero, encargado porel obispo San Irineo de propagar la fe catlicaen Galicia, sufriendo posiblemente martirio afines del Siglo II de la era cristiana. En aquella poca comenzaba a aparecer el cristianismoen algunos parajes de Francia, dominados todava por las tinieblas de la gentilidad y delculto de los druidas que estaban establecidosentre las naciones clticas que formabanla poblacin de las antiguas Galias, y all fuecon su evangelio San Ferreol. Este Santo dionombre en Francia al estanque de San Ferreolque alimenta el Gran Canal de Languedoc y

    (1) Aseveracin que se toma de una memoriade don Jos Maria Moscoso de Altamira, Condede Fontao, sin que por otra parte se aporte datoalguno sobre las razones de la misma.

    El Ferrol visto desde la entrada a la Drsena, segn un grabado de la poca.

    16

  • crculo corresponde al lugar conocido por Monte jaro, de donde segnuna de las versiones, tom el nombre la ciudad.

    abre comunicacin entre el ocano y el marMediterrneo desde el Golfo de Len.

    El nombre del Santo suprimiendo una solae pudo haber sido adoptado por diversos pueblos de las provincias de Lugo, La Corua yOviedo (2).

    El Patrn de la ciudad que nos ocupa SanJulin, cuya festividad tiene lugar el da 7de enero, y que desde tiempo inmemorial fueacogido como protector por los nativos, estvinculado de alguna manera al nombre de SanFerreol. Algunos creen que este San Julin,pues existen varios en el Martirologio romano, Leyenda de Oro y otros textos es eldescendiente de una de las principales familiasdel Delfinado, que se dedic a la carrera delas armas, en la que, en compaa del tribunoSan Ferreol, pele por la fe de Cristo, y aunque nada prueba que San Ferreol estuviera enGalicia, este nombre, los Suevos invasores deestas tierras, en su memoria, bien pudieronhaberle puesto (3).

    Si el nombre de la ciudad tuviera tal origencltico no es extrao que El Ferrol y otrosmuchos pueblos inmediatos a las costas tomasen por patrn y protector a su compaero

    San Julin, aunque sea lamentable que lostrastornos y perturbaciones de la Iglesia enlos primeros tiempos del Cristianismo oscureciesen la vida y los hechos notables de algunos de sus principales propagadores.

    Dejando pues a un lado el brumoso origende su etimologa (4), la primera noticia que

    (2) Con el nombre de Ferrol existen los lugares siguientes: Uno en la provincia de Lugo, ayuntamiento de Jove; otro en la provincia de La Corua, Ayuntamiento de Carballo; y un casero enel Ayuntamiento de Castropol en Oviedo.

    (3) El historiador Murgufa, esposo de la insignepoetisa gallega Rosala de Castro y autor de lamonumental obra en varios tomos Espaa.Susmonumentos y Artes. Su naturaleza e historia(1888), en el volumen dedicado a Galicia, no acepta esta versin, porque si del Santo tomase elnombre, nunca perdera la partcula San en la formacin del apelativo de lugar a que nos referimos,para nosotros cltico. Quien haya ledo a este autor sabe que todo para l, es en Galicia cltico, ascomo al seor Garca de la Riega, todo le parecede origen griego y jnico, de cuyo dialecto encuentra profundas huellas lingsticas.

    (4) Como antes se expone, ignoro las razones dequienes apuntan el origen cltico de la palabra Ferrol. Don Celso Garca de la Riega, sin embargo,en su obra Galicia Antigua, editada en 1904, nos

    Situacin del Ferrol. El

    17

  • encontramos sobre el nobre de Ferrol es deprincipio del siglo XIII. En efecto, en el ao1214, Don Pelayo II de Cebeira, obispo deMondoedo, autoriz un instrumento por elcual un tal Don Fernando de Veremundiz, empe ciertas posesiones que all tena.

    En un privilegio del Rey Don Fernando IIIel Santo, expedido en Valladolid, el 15 de abrilde 1250, se nombra a este pueblo Concejo deFerrol. En otro, expedido en la ciudad de Toropor el infante Don Sancho el Bravo en 22 deenero de 1283, se le denomina Concejo Fe-rol, y sin mencionar por innecesarios otrosdocumentos anlogos, llegamos incluso hastael siglo XVII, en el que por una escritura deconcordia otorgada entre el Ayuntamiento yel cura prroco de esta villa en 17 de mayo de1614, sobre derechos parroquiales, se vuelve adenominar a este pueblo villa del Ferol. Atravs de estas vicisitudes vemos que en ocasiones se omite una rr doble, defecto por lodems ortogrfico bastante comn en las pocas en que se refiere.

    Fue, desde antiguo, villa realenga, hasta que,en 1371, Enrique II concedi a Fernn Prezde Andrade este seoro jurisdiccional de Ferrol ms tierras que edificaciones en contra de los deseos de sus habitantes, convirtindose en solariega, y posteriormente, ya entiempos de Felipe Y (R. O. de 21-9-1733) seincorpora de nuevo y definitivamente a la Corona, siendo el Conde de Vega Florida Capitn General del Departamento, quien ide selevantara un nuevo pueblo, y atendidas susgestiones, se llevaron a efecto por R. O. de 25de marzo de 1761 durante el reinado de Carlos III. Fueron erigidos por entonces edificiosde la llamada poblacin de Magdalena, verdadero ncleo del Ferrol moderno.

    Mas, como el objeto de estas lneas no esexplicar la historia de la ciudad, diremos muysucintamente que, tambin durante el reinadode Carlos III se construyeron las primerasobras del puert y sus defensas. Posteriormente, en sus arsenales fueron construidos los

    BIBLIOGRAFIA CONSULTADA:Historia de El.Ferroi del Caudillo, de Jos Mon

    tero Arostegui.Diccionario geogrfico-estadstico-histrico de Es

    pafia, de M, Madoz.

    ms modernos y poderosos buques con quecont nestra flota desde el siglo XVIII (5). Sunombre simboliza a travs del tiempo, los hechos ms gloriosos de nuestra historia martima. Desde entonces, Ferrol fue una ciudad espaola poblada por espaoles de todas las regiones principalmente por vascos y andaluces hombres que hicieron del mar una profesin y en la que tuvieron reflejos todas lasglorias y todas las miserias y servidumbres delEstado en aquella poca.

    Por Orden Ministerial de fecha 30 de septiembre de 1938, se otorg a la ciudad del Ferrol el privilegio de denominarse El Ferroldel Caudillo (etimologa que se estudiardentro de mil aos). La lpida conmemorativade la concesin de dicho ttulo fue labrada enmrmol gris y granito, siendo autor del proyecto el artista corus R. Barros. Fue colocada con toda solemnidad en uno de los ngulos de la fachada de la antigua Casa Consis.tonal el da 11 de enero de 1940, siendo Ministro del Interior, don Ramn Serrano Suner.

    dice: Evidente reminiscencia de la lengua griegaen el idioma gallego, es tambin la existencia desus diptongos ai, oi en las terminaciones locales;y ms adelante: Una circunstancia especial essin duda comprobacin razonable de que los nombres gallegos locales terminados en oi, son en efecto plurales de la segunda declinacin convertidosen gentilicios. Y al citar varios nombres comoejemplos, por orden alfabtico, en la letra E menciona entre otros Ferrol; Ferron; Ferrs, etc.

    No podra ser el actual Ferrol derivado de eseFerroi transformando la i final en 1?

    Con el apelativo Ferroi se conocen algunos lugares de la provincia de Lugo (Santiago de Ferroi;Ferroi das Moreiras, ambas feligresas), llegando ala conclusin de que incluso Ferrol, Ferriol o Ferrol, son un mismo apelativo, que por defecto depronunciacin al devenir de los siglos se dijo dediversas formas en distintas comarcas.

    (5) El Diccionario geogrfico-estadstico-histrico de Espaa, por Manuel Madoz, 1847, nos daun resumen de los navos, fragatas, corbetas, go-.letas, etc., onstruidas en sus arsenales en el perodo 1730 a 1840 con un total de 160 buques.

    Espaa. Sus Monumentos y Artes. Su naturalezae historia, de Manuel Murgufa.

    Galicia Antigua, de Garca de la Riega.Guas de la ciudad, edicin oficial.

    18

  • Liio@ uNSTRUCCION

    LA JORNADA DE COMBATEUna evaluacin de unidades

    Comandante de Caballera D. E. M.DIEGO RODRIGUEZ DUARTE

    1. PLANTEAMIENTO

    El normal desarrollo de un Plan de Enseanza impone que ste se imparta siguiendoun Programa debidamente estructurado y queprogrese por Fases, respetando que no se pasea ninguna de ellas sin que previamente se hayaejecutado totalmente la anterior, y finalizandocon una prueba o examen con objeto de conocer el rendimiento obtenido.

    Lgicamente, estas premisas se vienen siguiendo dentro del Ejrcito, al aplicar el PlanGeneral de Instruccin, y as el soldado, unavez ha aprendido la Instruccin Bsica en elC.I.R., pasa a un Cuerpo, donde debe recibirlas enseanzas que corresponden a cada unade las pequeas Unidades que lo componen,abarcando las fases correspondientes a las unidades tipo: Escuadra o Equipo, Pelotn, Seccin, Compaa y Batalln en cuyo marco elsoldado va a desenvolver su vida dentro delEjrcito.

    Para ello se dispone de tres meses, tiemposuficiente en general, pero que exige se estudie con detenimiento la manera de aprovecharlo al mximo, determinando con toda claridadlo que verdaderamente necesita saber el soldado, y teniendo muy presente que la instruccin individual y de equipo es la base fundamental del xito.

    2. DESARROLLO DE LA ENSEANZACircunscribindonos a la Instruccin Tcti

    ca y a su desarrollo, hemos de empezar por

    determinar cul es la importancia relativa quese debe conceder a cada fase (escuadra, pelotn, etc...), en la formacin del combatiente,y repartir el tiempo disponible de acuerdo conla misma.

    Fijemos nuestra atencin en los dos puntosfundamentales que han de guiar la enseanzade combate. Uno, que el soldado sepa desenvolverse con confianza en el marco de uequipo, es decir, que adquiera INICIATiVA.El segundo punto es que su accin sirva deayuda a sus compaeros, o sea, que se logreCOHESION en la accin de todos y cada unode los combatientes.

    Por ello, y sin salirnos del marco que corresponde a las enseanzas a recibir por unindividuo que va a formarse como combatiente durante un tiempo limitado en las filas delEjrcito, llegamos a la conclusin de que lasfases ms importantes son las dedicadas:

    a) A la Unidad tipo PELOTON, donde eisoldado pueda desarrollar su INICIATIVA tomando conciencia de su papel en el combate,sabiendo lo que se le pide y lo que se esperade l, y donde al tiempo que se aprende apensar y a obrar por s, se le ensee a cumplirla misin del grupo y a obrar como parte delconjunto.

    Ello exige por parte del instructor habilidade imaginacin, y capacidad para hacer resaltarla cooperacin mutua y el don de mando.

    De todo ello surge, magnificada una vezms, la figura del Sargento, y por tanto, la necesidad de su adecuada preparacin.

    b) A la Unidad tipo COMPAIA, comoescaln ms idneo donde se puede lograr la

    19

  • COHESION de todos los diversos grupos y especialidades y se puede constatar la adecuadaconcurrencia de sus acciones.

    Resalta aqu el papel del Capitn, comomando de mayor grado que maneja primordialmente hombres antes que unidades.

    En razn a la importancia relativa concedida a la ins-truccin tctica de cada Unidad, sepuede repartir el tiempo concedido para lamisma a lo largo de las trece semanas disponibles en cada segundo Perodo de la forma quese especifica en el Cuadro nmero 1.

    Esta Instruccin, eminentemente prctica,debiera revestir la forma de ejercicios tcticos,en los que el soldado pueda ir conociendo elmodo particular de combatir de su ARMA, enforma escalonada, comenzando en el nivel deEscuadra o Equipo.

    Cada ejercicio debe desarrollarse con unaexplicacin previa por parte del instructor, dela necesaria duracin para que el soldado entienda qu ha de hacer, cmo lo ha de hacer ypor qu; para continuar con una demostracindel ejercicio, bien por medio de un grupo demonitores, o bien sirvindose del cajn de arena, lo que depender de la entidad de la Unidad y del nivel de enseanza; y finalmente pasar a la ejecucin por la Unidad en un terrenode dimensiones adecuadas.

    Algunos ejercicios de tipo Batalln tendrnque adoptar el carcter de Ejercicios de Cuadros en el terreno, con las transmisiones y elpersonal indispensable por falta de amplitudde los terrenos disponibles, lo que no representa un gran inconveniente, pues ya dejamosindicadas las fases ms interesantes para laformacin del soldado.

    3. EVALUACION DE LA INSTRUCCION

    Al finalizar las fases de instruccin se impone hacer una valoracin de las Unidades,como es prctica comn y usual en cualquieractividad humana, con objeto de poder calificar el grado de instruccin alcanzado.

    A esta idea responde la ejecucin de lasManiobras de Conjunto desarrolladas en lasterceras fases, donde se evalan las GrandesUnidades como terminacin de cada SegundoPerodo trimestral de instruccin.

    Si bien el ideal a alcanzar sera valorar lainstruccin de cada Unidad al terminar la correspondiente fase (escuadra, etc.), hacerlo entodas podra suponer cierta repeticin de situaciones, interfiriendo antes que ayudando enel normal desarrollo del Plan.

    Sin embargo, s parece conveniente que antes de llegar a las Maniobras de Conjunto, sevalore al menos la Unidad (tipo Compaa),cuya instruccin se considera fundamental,donde concurren las acciones de los diversosEquipos que se han ido formando e instruyendo, donde termina la formacin de soldados y clases, y donde se consigue la identificacin ms estrecha entre Mandos y Soldadosa la consecucin de un mismo fin.

    Es por ello por lo que se considera necesaria una evaluacin al nivel de Compaa, Escuadrn o Batera, cualquiera que sea el Arma,Cuerpo, Especialidad o Servicio, examinandoconceptos tales como:

    Capacidad de los Cuadros de Mando. Nivel de instruccin. Estado de conservacin y entretenimien

    to del material.

    DISTRIBUCION DEL TIEMPO POR FASES

    CUADRON1

    Semana

    1 FASE 2 FASE 3 ?A

    1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13

    Unidadtipo

    Escuadra6 Equipo

    pelot6n Seccin Compafla B6n. Maniobras

    20

  • Eficacia en el tiro. Eficacia del material de transmisiones.Qu carcter debe revestir esta VALORA

    ClON de la Unidad TIPO COMPAIA? Losconceptos a considerar, y los puntos a arbitrarobligan a llevar a cabo una prueba de la suficiente duracin para que todos ellos puedanser catalogados y juzgados debidamente.

    Esta prueba podr tomar la forma de unaJORNADA DE COMBATE que obligue a vivir un da completo en el campo, y que comprenda como mnimo:

    a) Inspeccin previa de personal y materialpara comprobacin del estado de polica, conservacin y entretenimiento.

    b) Marcha tctica, en que se consideren lasmedidas de seguridad y logsticas adecuadas.

    c) Ejercicio tctico a ser posible con fuego real, con intervencin de toda la Unidad, yde la debida duracin para poder efectuarprcticas diversas, como acciones por el movimiento, apoyo de fuego, municionamiento,organizacin defensiva, etc.

    d) Establecimiento de un vivac, donde seefecten todas las operaciones propias de losdiferentes servicios.

    Estos Ejercicios debern desarrollarse encondiciones variadas de combate, tanto diurnas como nocturnas, y con el planteamientode diversas incidencias que obliguen a. osMandos implicados a tomar decisiones con ra

    pidez y a la tropa a reaccionar adecuadamente.Naturalmente que el carcter del ejercicio

    habr de ser distinto, como distinta sea elArma o Especialidad de la Unidad objeto devaloracin. A ttulo orientador se sealan algunos de ellos en el Cuadro nmero 2 adjunto.

    4. PREPARACION DEL EJERCICIO DEEVALUACION

    En esquema, la preparacin del Ejerciciodebe constar de:

    Propsito.Reconocimientos.Reglamentos a consultar.

    Situaciones a plantear.Acciones a ejecutar.

    Arbitraje.Simulacin de Fuegos.Enemigo.Seguridad.

    Equipo y Material.Obras.Transportes.

    CUADRON2EJERCICIOS DE VALORACION PARA

    UNIDADES TIPO COMPAIAAccionesEspecificas

    ktaque Defensa Acciones contra guerrillas

    AccionesConunes

    Marcha T.ctica

    Seguridad en marcha

    Reconocimientos

    Medidas de seguridad

    contra acciones areas

    de guerrillas, acoraza

    das y A. B. Q.

    Iafa1ltera

    Caballera

    Artillera

    Zapadores

    TransmisionesIntendenciaSanidadAutomovilismo

    Reconocimiento Seguridad Ccnbate ofenaivd o defensivo

    Eleccin de asentamientos ydespliegue

    Preparacin y correccin deltiro

    Defensa inmediata de asentamientos

    Establecimiento de campos deminas

    Apertura de brechas Zapadores de asalto Establecimiento da un Centrodel Sers,ioio.

    Defensa del mismo Acciones contraguerrillas

    Horario

    1. PROYECTO

    2. PLAN DELEJERCICIO

    3. PLAN DECONTROL

    4. PLAN DESERVICIOS

    21.

  • 4.1. Proyecto.

    Al entrar en la fase de preparacin de esteejercicio, se empezar por PROYECTAR elmismo estudiando el objetivo o propsito quese persigue, tendiendo a organizar un ejerciciosencillo, pues si se quieren tocar demasiadosconceptos se vuelve complicado y difcil de dirigir y coordinar y de poco provecho para lainstruccin.

    De ello se pasar a efectuar un reconocimiento del TERRENO, sobre el que se encuentre disponible, para decidir un plan definitivoa ejecutar, a la vista de las posibilidades queofrezca y teniendo presente las enseanzasque se quieren impartir.

    Como fin de este Proyecto conviene consignar los Reglamentos y Manuales sobre los quese ha de basar tanto el planteamiento como eldesarrollo del ejercicio, as como su posteriorenjuiciamiento.

    4.2. PIan del Ejercicio.Con el Proyecto terminado, se puede pasar

    a dar forma al PLAN DE EJERCICIO, en elque se deber marcar:

    _CUADRON3

    PLAN DE EJERCICIO TACTiCO

    a) Situacin o situaciones a plantear, querespondan al propsito previsto.

    Como toda situacin tctica tiene en principio ms de una solucin lgica, se deber huirde preparar de antemano soluciones tipo.

    b) Acciones que debe efectuar la Unidadejecutante. De acuerdo con ellas, se podrn irpreparando notas que sirvan para confeccionarlas correspondientes Hojas-Fichas de Arbitraje.

    c) Horario.En cuanto a este punto, se deber dar un

    tiempo aproximado para desarrollar en cadauna de las situaciones a resolver, adems de untiempo previo para ambientacin y otro posterior para crtica del ejercicio.

    Con estos elementos, se puede pasar a estructurar el PLAN DEL EJERCICIO, en forma anloga al que se acompaa a ttulo deejemplo, en el Cuadro nmero 3.

    43. Plan de Control.

    Dentro de l se darn las normas de Arbitraje y Simulacin que debern tratar de laorganizacin de los equipos de arbitraje, a losque se instruir en sus cometidos, explicandosobre el terreno la actuacin prevista, lo quese har asimismo con el personal que intervenga representando al enemigo y el correspondiente a los equipos de simulacin de fuegos y efectos especiales. Igualmente, dentrode estas normas se marcar el correspondiente Plan de Transmisiones, y se redactarn lasHojas-Fichas de Arbitraje.

    4.4. Plan de Servicios.

    Finalmente se habrn de redactar unas Normas de Servicios, en que se indiquen con claridad el equipo y municin a emplear, dondese consideren las obras que han de efectuarse,obstculos, etc., buscando con ellos dar el mayor realismo a la zona del ejercicio, y el personal de obras que ha de llevarlas a cabo; ascomo los transportes a efectuar, vehculos ycarburantes concedidos.

    5. CONCLUSIONES

    a) La efectividad en el combate slo seconseguir por la previa y continuada instruccin en el campo, lo que supone aprovechar al mximo el tiempo y los terrenos disponibles.

    Cb3at. Eenlj.onnidu ha ejercicio prdntioe doC&poMa lechando de relimo. lo, rninoqhO., ,dtodo, y ironmdteoi,ntna que de-.ben ser aol1eedon en la marcha de ele-ootasoido, ntoqnm y date-e-a.

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    22

  • b) La ejecucin de temas tcticos para Pequeas Unidades, bajo la variedad de una jornada de combate, ha de obligar a un despliegue total de actividades de la Unidad evaluada, lo que repercutir en su ptima preparacin.

    c) No basta con la ejecucin de ejerciciostodo lo frecuentes que se quiera, si antes nohan sido estudiados los puntos concretos quese quieren ensear y preparado su desarrolloen todos sus detalles.

    d) Es de esperar que se cometan erroresde ejecucin frecuentemente, lo que vendr aser la mejor escuela de aprendizaje, ya queantes que de organizar exhibiciones ms o menos vistosas, se trata de ensear a combatir.

    e) Durante la accin se debern ir tomandonotas de los errores que se vayan cometiendo,como base para organizar la discusin poste-

    rior, que debe estudiar qu errores se cometieron, dnde y por qu.

    f) Finalmente, es conveniente que el ejercicio sea seguido inmediatamente, para obtener el mximo rendimiento, de la correspondiente crtica, que deber ser breve, resaltarlos aciertos y dar solucin a los errores.

    g) Esta fase de crtica o discusin, con serla ltima, no por ello es la de menos importancia sino todo lo contrario, pues no hay ejercicio completo sin crtica, ya que ella proporciona la oportunidad de corregir los errores, yevitar que se adquieran vicios de ejecucin.

    Terminemos diciendo que si la programacin detallada y la variedad de los Ejerciciospreparan el camino hacia el mejor adiestramiento de una Unidad, el entusiasmo y el afnde superacin de todos los individuos habrnde asegurarlo.

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  • SELECCION PROFESIONAL DEL SOLDADO

    Perodo de encuadramiento... nada msCARLOS FERNANDEZ GALVEZ

    Comandante de Infantera

    En los programas de Instruccin que se confeccionan mensualmente en las terceras Secciones del Estado Mayor de las Capitanas, seatiende peridicamente (perodos que coinciden con la incorporacin de los llamamientosa las Unidades), a unos das, variable en sunmero, generalmente diez, con el fin de quelos Capitanes de Compaa, encuadren en lasdistintas misiones tcticas a los soldados queles llegan en sustitucin de los que se licencian.

    Esto en s parece ser suficiente, pero por elcontrario, es tal el nmero de soldados, queindependientemente de sus misiones especficasde combatientes, son necesarios en una Unidad tipo Regimiento para su normal desenvolvimiento, que se hace imprescindible la centralizacin, no slo del perodo de encuadramiento, sino de otro, coincidente, que podramosllamar perodo de seleccin y encuadramiento.

    La motivacin de este ttulo en la programacin de la instruccin es clara. Las Unidades necesitan una serie de posibles especialistas para atender a imperativos como puedenser conductores (invariablemente llegan de losdistintos CIR,s, con el correspondiente carnetde conducir clase B), pero hay que seleccionar-los y perfeccionarlos entre los que se incorporan porque se comprende que no es posible indiferenciar la conduccin y manejo de un vehculo ligero tctico de la de un mnibus detransporte colectivo. El mantenimiento y conservacin de las edificaciones pide y exigedisponer de hombres que conozcan, por lomenos, oficios comunes como pueden ser carpinteros, fontaneros, albailes, etc,, a ms deuna plantilla de soldados, escribientes, mecangrafos y administrativos. Sera prolijo y enojoso enumerar todas las profesiones de lossoldados que una Unidad ansa y que podraacaparar para mantener sus tropas y sus instalaciones en perfecto estado higinico y decomodidad y esttica. Independientemente,hay algo fundamental como es la organizacin

    de las Bandas regimentales, y que despus sonrequeridas para actos y formaciones ajenas alas de la Unidad a que pertenecen.

    Esta seleccin tericamente llega a las Unidades plasmada en la correspondiente casillade Zona de Aptitud, seleccin que se efecta en los CJR,s, pero hay que comprender elapretado programa de Instruccin que estosCentros desarrollan, y por tanto, desde el primer da se dedican a su misin especfica comoes la de instruir a los llamamientos, cuatro alao, en un nmero de das escasos, interrumpidos en ciertas pocas, por acontecimientosque les obligan a una sola instruccin intensiva y diferenciada. Por tanto, se estima que esmucho ms factible que la Unidad particular

    25

  • seleccione con garantas de xito a cuatrocientos o quinientos hombres, que no los Centrosde Reclutas a cuatro o cinco mil, pensando,adems, que es muy difcil que una Unidadinstructora pueda dedicar tiempo y escrupulosidad en lo que para ella slo es una relativainformacin a distintas entidades militares. Esobvia por tanto la consecuencia, esa Zonade aptitud en un cuarenta por ciento no escierta o es simplemente errnea. Los soldadosms bien los reclutas, hoy da llevan ya a suincorporacin, una picaresca dirigida y creensaber de antemano lo que han de decir paraquedar menos perjudicados. Se calibran anticipadamente posibilidades de distintas caractersticas, se enfoca en el sentido, como eslgico y natural, lo que se ha de decir y loque se ha de silenciar para sacar de la mentirijilia, si fuera necesario, el mximo aprovechamiento personal, incluso quedarse en laUnidad de servicio del propio dR, si as fuera su conveniencia.

    Entonces, ante esa circunstancia, se propugna un sistema de seleccin para conseguir elmximo aprovechamiento de los hombres queconstituyen un contingente y que en cuatro perodos se incorporan a nuestras Unidades.

    Este sistema de seleccin se debe basar enunos puntos claves que puedan en cierta medida contrarrestar esa picaresca que antesse mencionaba.

    Sera mucho pedir que el departamento dePsicologa Militar interviniera en ello, precisamente por la desvirtuacin que habra para eldestino a las distintas unidades que tendranque solicitar previamente sus necesidades cadatres meses, con una honesta proporcin entrelos especialistas que se licenciaran y la sustitucin de ellos en consecuencia de las existencias y de las pocas.

    Por tanto, esta seleccin tpicamente particular ha de hacerse por las Unidades en sumarco, y siempre, antes de perodo de encuadramiento. Tiene que ser simultnea como viene hacindose en la Unidad a la que perteneceel articulista, pero siempre con anterioridadal encuadramiento tctico en las compaasque no pueden ni deben contar con hombressirvientes de armamento pesado, por ejemplo,para despus carecer de ellos, porque son magnficos escribientes o topgrafos o albailesque van cazndose insensata y perjudicialmente a lazo por las dependencias que losnecesitan y que les son imprescindibles. Estesistema no puede ser ms perjudicial y msdesmoralizador para una Capitn de compaaque se ve que sus esfuerzos para crear unaUnidad eficiente se rompe en mil pedazos, a

    sabiendas de que la instruccin del hombresiempre est en funcin de la preocupacin delque la desarrolla y, muy pocas veces en relacin con su capacidad intelectual, porque losptimos resultados de la instruccin individual o de equipo para armas colectivas escasi siempre mecnica. Y como consecuenciadel tesn del instructor, lo mismo puede serun magnifico tirador del C.S.R. un estudiantede derecho que un labrador, slo necesita unmnimo ms de tiempo, y los ciclos de instruccin son suficientes en tiempo para lograrlo.As, pues, desde el primer momento, el encuadramiento puede ser eficaz y el resto de loshombres, que en su da, una vez terminada laprimera fase de instriccin, van a ocupar destinos hasta su licenciamiento, en las compaas puede ser de gran utilidad debido a laobligada informacin que el cuadro de oficiales encargados de la seleccin ha de darles.Es ms, si en las compaas se les utiliza coneste fin puede servir como ltimo eslabn dela veracidad de la capacidad profesional o biencomprobar que ha podido haber error en laseleccin e inmediatamente queda en conocimiento del cuadro de seleccin para la debidarectificacin.

    Se cree en la necesidad de esta seleccinprevia y se estima que ha de hacerse a nivelutilitario y prctico. Las zonas de aptitud, insistimos en ello, slo son reflejo de lo que elrecluta ha querido decir y es imposible averiguar las verdaderas condiciones profesionales un tanto vagas. Se encuentra la palabraestudiante, estudiante de qu?; la palabratornero, de qu?, o comerciante, de qutodo ello? Es necesario preguntar casi uno auno. En los otros oficios claros y definidoscomo puede ser ebanista, o carpintero, o soldador, o forjador, o taxidermista. Pero, qucalidad?, qu eficiencia?, qu categora?Aclarar todo esto es imprescindible a unaUnidad para obtener el mximo rendimientoal hombre que por otro lado es muy difcilque slo sepa hacer una sola cosa. Siempre enel individuo hay una aficin, ajena o muy distinta a su profesionalidad, un violn de ingres que puede ser ms fundamental en suaplicacin que el mismo oficio. Las aficionessuelen estar ms pulidas, ms acabadas quelas mismas profesiones, y explorar este puntoha de ser nuestra misin.

    Por tanto, y en base a estos razonamientosen el Regimiento de Infantera Saboya nmero 6, se organiz este perodo selectivo,que llevado de forma racional, con test de se.leccin, que ms tarde se pergea, como mode.lo no oficial sino oficioso, se llegaron a resul.

    26

  • tados ptimos, en donde las rectificacioneshubieron de ser mnimas y donde la informacin sobre un hombre en su psicologa, tendencias o simplemente capacidades prof esionales fue casi exacta.

    El orden cronolgico de organizacin fue elsiguiente:

    l. Prueba de seleccin, con test, efectuadoal da siguiente de la incorporacin.

    2. Prueba de capacidad profesional, deducido del estudio profundo, del apartado anterior.

    3. Simultnea eliminacin del personal queha de verificar los diferentes cursos regimentales, P.P.E. y S.I.P. (proporcin mucho mayor de la declarada en los CIR,s).No aconsejables para ciertos destinos deconfianza, etc., etc.

    4G Destinos proporcionales a las necesidadesde las dependencias y a las compaas endonde pueden ser o son tambin imprescindibles, con una exacta informacinbilateral, hacia los Capitanes o hacialos Jefes de dpendencia, para, en cualquier momento, tener perfecto conocimiento y no tener que escoger sin base nifundamento, acogindose a una informacin que, probablemente, pueda ser interesada por amistad, paisanaje u otro motivo dentro de la misma tropa.

    5. Confeccionar las listas de las Compaas,y segn las normas que se dicten a la primera Seccin regimental, ir acoplando elnmero de hombres que ya las compaasno deben encuadrar tcticamente, pues loshan de perder una vez finalizadas la primera fase de la instruccin.

    6. Una vez llegado el momento final de estaprimera fase de instruccin, automticamente pasan a cubrir estos destinos, tannecesarios y tan antipticos pero, profundamente, tan imprescindibles.

    Nos atrevemos a dar una orientacin sobreel test de seleccin. Seran un sinnmero deancdotas las consecuencias que se han deducido en la experiencia con este mtodo. Hombres que se han declarado camareros, es unejemplo, han resultado sastres de muy aprovechable explotacin; albailes, han resultadomuy buenos mecnicos, etc. El sistema es sencillo, no se trata de insertar en este artculotodo el test, pero s indicar su orientacin ysu forma de ser.

    En la primera pgina se requieren datos per

    sonales, nombre, apellidos, profesin, naturaleza, etc. Con estos simples datos ya se ha hecho normalmente la seleccin de los SIP,s, ydiferentes grupos del IPI, etc. Se contina conuna serie de oficios para elegir con una cruztres del total, oficios que se les indican querran ocupar voluntariamente en la Unidadcomo destino. Y a continuacin en pginasposteriores se formulan preguntas siempre dependientes unas u otras de los oficios elegidosinsertando, entre ellos, temas de cultura general, que nos darn una idea casi exacta, de loshombres que ya traen los estudios primariosaprobados.

    Permtasenos exponer un ejemplo aleccionador basado en la propia experiencia: Unsoldado ha sealado tres oficios con una cruz.Se insiste que en el ndice de esta pgina seadvierte que han de ser los que el individuoquerra desempear, vamos al supuesto que elindividuo ha sealado: banda, fontanero y carpintero. El test que ha de rellenar en su totalidad nos va a indicar la veracidad de su posible y ptimo acoplamiento.

    Para la primera: BANDA, se efectanlas siguientes preguntas entre otras: enmsica el comps sirve para medir losinstrumentos, marcar el paso, llevar elritmo.

    Para la segunda: FONTANERO, qumetal se usa en fontanera para unir tuberas metlicas?

    Para la tercera: CARPINTERO, citacinco instrumentos de carpintera. Ques un ensamblaje y para qu se utiliza?

    Se comprende que al dejar las preguntas enblanco, o dar contestaciones errneas, el soldado ha intentado engaar por inters personal de algn tipo. Si son certeras, se le promete a la prueba prctica y con ella se eliminala posibilidad de que una cultura general normal pueda llevar al engao.

    Se podan citar casos de eleccin de oficiosy resultar muy diferentes de la profesin declarada, por ejemplo, de este caso se podradecir que un soldado que haba elegido, es unaancdota ms, el oficio de calefactor y no saba una sola pregunta, ni siquiera qu es unaterraja, pero, sin embargo, contest con totalprecisin cmo se confeccionaba un combinado: consecuencia, result ser un magnficocamarero.

    Por tanto, se intenta hacer un resumen delos puntos fundamentales de lo hasta ahora escrito:

    27

  • 1. Necesidad imperiosa de la seleccin racional de la capacidad profesional e intelectual de los hombres incorporados.

    2. Una distribucin equitativa para las necesidades de las dependencias regimentales, cuyo trabajo se basa en el de los quehan de desarrollarlo.

    3. Una armona completa de profesiones yaficiones dirigidas hacia la eficacia en lasdistintas facetas que una Unidad necesita.

    4. La absoluta necesidad que se tiene de la

    seleccin de los hombres cuando en uiao se nos presentan cuatro llamamientos,y, por tanto, conocimiento perfecto eiicada uno de ellos para sustitucin de losque se marchan.

    En estos cuatro, permtasenos el titularlospostulados, estriba el perfecto engranaje de1.600 hombres que en un ao y que aproximadamente se incorporan a nuestras Unidadesdentro del actual Reclutamiento Nacional.

    PLASTICASORAMIL,5. A.Unica granada de mano reglamentaria en Espaa

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    EFICACIA - SEGURIDAD - GARANTIA

    z8

  • INSTRUCCION Y ENSEANZA

    La Ingeniera de Trfico en e EjrcitoComandante de Ingenieros

    ARTURO DE BONIS URBANO

    1. Definicin.

    El Instituto de Ingenieros de Trfico de losEstados Unidos ha definido la Ingeniera deTrfico como la rama de la ingeniera quetrata del planeamiento, trazado y funcionamiento de las calles y carreteras, as como delos aparcamientos, terrenos colindantes y zonas de influencia y de su relacin con otrosmedios de transporte. Su objetivo es que elmovimiento de personas y mercancas se realice de la forma ms segura, eficaz y cmoda (1).

    Por su parte, los ingleses la definen comosigue: Es la rama de la ingeniera que tratadel planeamiento y gestin de la infraestructura de los transportes de todo tipo, para queel movimiento de personas y mercancas seproduzca de la forma ms segura, cmoda yeconmica (2).

    De ambas definiciones, subrayaramos la ltima parte, la que se refiere a que el movimiento de personas y mercancas se realice de laforma ms cmoda, segura, eficaz y econmica.

    2. Ramas de la Ingeniera de Trfico y relacin entre ellas.

    De la propia definicin de Ingeniera deTrfico, observamos que, dentro del contextogeneral de la misma, existen dos funcionesnetamente diferenciadas: el planeamiento dela red viana y sus anexos, por una parte, y lagestin o funcionamiento de la misma, porotra.

    Esta diferenciacin viene tanto por el desarrollo de las dos funciones en el orden cronolgico, como por la propia naturaleza de am.bas.

    (1) Ingenierfa de Trfico, Antonio Valds.(2) Ibid.

    Cronolgicamente, pueden distinguirse doscasos distintos:

    a) Construccin de una red viaria.EI trazado de la propia red, as como la construccinde las instalaciones anexas, han de hacerse deacuerdo con las previsiones de funcionamiento, y, por lo tanto, la funcin de estudio delfuncionamiento o gestin, va por delante delestudio tcnico del trazado e instalaciones.

    b) Mejora de caminos existentes.Los rasgos fundamentales del trazado ya estn dados,imponiendo limitaciones, a las que deben acogerse las exigencias de funcionamiento. Lafuncin tcnica de construccin precede, pues,a la de gestin del funcionamiento de la red.

    La naturaleza de las funciones marca unaclara divisoria entre ambas. La construccinde un camino, es una pura tcnica ingenieril,en cuanto a su trazado y perfil se refiere, paracuyo desarrollo, las consideraciones de funcionamiento son un dato ms, y no excluyen-te, mientras que para el estudio del funcionamiento, intervienen otros factores, como laeconoma del transporte y otros.

    Por otra parte, la primera funcin est entodo momento bajo la responsabilidad de lostcnicos. Por el contrario, lo que atae a lagestin de trfico, si es concebida por los tcnicos en la materia, la responsabilidad cotidiana suele recaer, normalmente, sobre un personal que no les est directamente subordinado, cual suele ser la Polica de Trfico o laPolica Municipal, segn se trate de vas rurales o urbanas.

    3. La Ingeniera de Trfico en el Ejrcito.3.1. La Ingeniera de Trfico en relacin a

    las Marchas y Transportes.Recordemos que la diferencia entre mar

    chas y transportes es que, en el primer caso,el movimiento lo efectan las unidades porsus propios medios, mientras que en el segun

    29

  • do, los medios para el movimiento son ajenosa la Unidad transportada (3).

    Nuestros Reglamentos hablan (4) de la seguridad, rapidez, comodidad, rendimiento, etc.,conceptos todos ligados a la definicin de Ingeniera de Trfico, dada anteriormente.

    Es lgico pensar que, si la complejidad deltrfico ciudadano ha crecido hasta el punto deexigir la existencia de una disciplina propia,encuadrada dentro de la Ciencia o Tcnica Ingenieril, esta exigencia ser mayor ante el caso

    CUADRO1

    DEPA DEP. 8 DERC DEP. O depdso a

    W---

    _j

    .__j 9

    --

    -

    --

    j__J--J

    _i Li_i

    2_i 6

    96

    7 5 8 10

    Cargas a transportar, capacidades detrafico y tiempos.

    de un trfico que ha de realizarse en condiciones de anormalidad, cual es el caso de lostransportes en tiempo de guerra. A las dificultades propias del movimiento de vehculos sobre la infraestructura viana, han de sumarselas limitaciones impuestas por la necesidad depermitir el trfico civil (con las restriccionesque imponga la situacin poltico-estratgica yla localizacin de los propios itinerrios), lasposibles y probables destrucciones de las vas,debidas a la accin enemiga, la urgencia quenormalmente caracteriza a los transportes entiempo de guerra, etc.

    Creemos que estas consideraciones son suficientes para prestar la mayor atencin al estudio de la Ingeniera de Trfico, en el dominio castrense, que, necesariamente, ha de basarse en la Ingeniera de Trfico CiviL

    La guerra de hoy, basada fundamentalmente

    en la corriente circulatoria de armas y hombres y bagajes de toda especie en ambos sentidos (frente-retaguardia), no admite improvisaciones ni tratamientos de artesana, en loque a transportes se refiere.

    Por otra parte, el estado tecnolgico actualpermite la resolucin rpida de problemas degran complejidad tcnica, por lo que no puedejustificarse el no estudiar a fondo los problemas, escuchndose en que la urgencia, la carencia de medios..., impiden hacerlo.

    3.2. La ingeniera de trfico y el Arma deIngenieros.

    Las Unidades de Ingenieros estn concebidas, organizadas y equipadas para realizar lamisin de este Arma que consiste, de un modogeneral, en realizar las misiones que, no siendo encomendables a las otras Armas, son necesarias en el campo de batalla y su inmediataretaguardia para facilitar el ejercicio del mando, las acciones de fuego y movimiento... (5).

    Por otra parte, el mismo Reglamento, en suartculo 181 (6), seala como obligacin de losJefes de Ingenieros de GU,s (E y CE), la deinformar al Mando sobre las condiciones detrfico de los itinerarios, cuando se tenga opcin a la eleccin de stos.

    Desde luego, si el mantenimiento y mejorade la red de caminos es misin preponderantedel Arma de Ingenieros, parece lgico pensarque la Ingeniera de Trfico se encuadre den-

    CUADRO2

    1A B C D FI

    4X5 52 3X2 4X5 1X2 9

    -- - 3X6 6-- . . 1x9 95 lxi 5 5

    :.5 8 10 5 135

    Distribucion boncitiempo totat:20+ 6+20+2+18+9176 horas

    (3) Reglamento para las marchas y Transportede las Tropas.

    (4) Ibid.(5) Reglamento Tctico de Ingenieros.(6) Ibid.

    30

  • :1

    B C D4X4 lxi

    52 3X2 1X3 93 1X1 3X5 6

    - - - 1X9 - 9.5 - - lxi 5 6

    7 .5 8 10 5 35

    tiempo t:otcit:61+6+16+3+1+i91 S8horas

    tro de las tcnicas de especializacin delArma.

    Esto viene abonado por el hecho de que esa este Arma a quien corresponde encuadrar,con sus propios Jefes y Oficiales, los serviciostcnicos civiles, labor para la que se ha de estar preparados.

    4. La especialidad militar de Ingeniera deTrfico.

    ms inteligibles dichos clculos, se han simplificado las hiptesis de base, por lo que, pesea la aparente complejidad del segundo ejemplo, sobre todo, quiz resulten unos planteamientos algo pueriles.

    No obstante, creemos que, a pesar de lo dicho, el ejemplo permite extraer consecuenciassobre lo fructfera que puede resultar la aplicacin de dichos clculos a los problemas detransporte.

    En cuanto a la herramienta, el ordenador,digamos que existen en el mercado algunos tancompactos y reducidos, como el de TeledyneSystems, que pesa 25 gramos (7).

    EJEMPLO:

    Hiptesis de base: Se trata de transportarunos suministros desde unos depsitos, que flamaremos A, B, C y D, a un punto, que puedeser una Unidad o una estacin de ferrocarril,para su ulterior embarque, etc.

    Los distintos itinerarios por los que puedenmarchar nuestros vehculos, son los numerados en los cuadros siguientes del 1 al 5.

    Estos itinerarios tienen una capacidad detrfico, expresadas en vehculos, unidades detransporte o lo que sea, que figuran en la columna de la derecha.

    Las cantidades que han de transportarsedesde cada depsito, se indican en la fila in

    Creemos, a la vista de lo expuesto, que laespecialidad militar de Ingeniera de Trfico,debera ser una continuacin del Curso deVas de Comunicacin para Oficiales de Ingenieros.

    El contenido de la especialidad nos permitededucir que, si dicho Curso es necesario parael estudio de trfico, que exigen unos conocimientos sobre las caractersticas fsicas de lared de caminos sobre la que aquel va a discurrir, el Curso de Vas no es suficiente de pors, pues, como los ejemplos nos demostrarn,son necesarios unos conocimientos mnimosde otras tcnicas (programacin lineal, teorade colas, simulacin, informtica), para poderllevar a cabo la misin.

    5. Un ejemplo de estudio de trfico.A continuacin, se da un ejemplo de la apli

    cacin del clculo de trfico a la resolucin delos problemas logsticos.

    Hemos de advertir que, al objeto de hacer (7) LInformatique Repartie, B. Lussato.

    CUADRO 3

    CUADRO 4

    tiempo total:5+6+4+5+3+ l2++4_45horas,

    31.

  • CUADRO5

    ;: B C D F1 1X5 5

    i 1X5 3 91X6 - i__ - 6

    L+ 4X3 1X6 95

    1

    7

    5- 1XL

    1025

    635

    tiempo tota:5+3+5+6+12+6 1 horas

    ferior de dichos cuadros. El tiempo que unaunidad homognea con la capacidad de trfico tarda en recorrer la distancia entre eldepsito correspondiente a su destino final, figura dentro de la casilla correspondiente, enun pequeo recuadro, en el cuadro 1.

    Como es natural, las cantidades a transportar desde los diversos depsitos, estn expresadas en las mismas unidades que las respectivas capacidades de trfico.

    A continuacin de los depsitos A, B, C, D,figura uno que hemos llamado DEPOSITOFICTICIO, que en los cuadros 2 a 7, se designa con la letra F.

    La misin de dicho depsito, inexistente, esabsorver las unidades de capacidad de trficode cada itinerario, que no han sido empleadasen un trfico real.

    Es decir, para que cuadre el asunto, cosaque en nuestro caso, es precisa, por necesidades de clculo.

    Como podr observarse a lo largo de la resolucin del problema, hemos prescindido delos tiempos de desfile, cosa que en la prcticano sera muy realista.

    Empezamos haciendo una distribucin banal. O sea, completar la capacidad de trficodel primer itinerario con la carga del primerdepsito; al segundo itinerario, le asignamosel mximo de carga que podemos del segundodepsito y completamos, si es necesario, concargas procedentes del tercer depsito. Y assucesivamente.

    Con tal distribucin, resulta un trfico comoel del cuadro 2.

    Los productos tienen como primer factor,en este cuadro y siguientes, los tiempos de

    recorrido, siendo el segundo, la carga de cadadepsito que discurre por dicho itinerario.

    En la parte inferior de cada cuadro, figurala suma de dichos productos, que nos dar eltiempo total de transporte.

    Hagamos, a continuacin, un primer reto-que a la distribucin primitiva.

    Este retoque consistir en coger una unidadde transporte de la casilla A-1 y pasarla a otracasilla, con menor tiempo de recorrido, talcomo la B-1.

    Como consecuencia de sto, para que la distribucin siga cuadrando, tendremos que hacernuevos trasvases de unas casillas a otras, alobjeto de que se mantengan las capacidadesde trfico, que son datos, y las cargas a transportar.

    Una vez realizados todos los movimientosentre casillas, volvemos a efectuar los productos y su suma.

    Vemos que con tal distribucin, el tiempototal invertido en el transporte ha pasado desetenta y seis horas, en la distribucin banal,a sesenta y ocho horas en la nueva distribucin.

    Visto el xito obtenido pasando una simpleunidad de carga, procedemos al siguiente lgico paso, cual es pasar todas las unidades decarga que podamos, en el mismo sentido y conidnticos mecanismos, pues la ventaja entiempo aumentar de esa forma.

    La nueva distribucin, es la figura en elcuadro 4, y la ganancia total en tiempo, conrespecto a la distribucin banal es de:

    7645 = 31 horas.Los cuadros 5, 6 y 7, son otros tantos tan

    teos para hallar la solucin ptima.

    CUADRO6

    A B F 1 55 1x5 ii_

    1 1X8 - - 969_.-

    1X6

    1x9

    : : 1X1rttiempo total:3+38+6+91 32 horas

    32

  • CUADRO 7

    A B C D F1 IXS

    52 1X8 1 93 1X6 - - - 64 1X9 952X1

    7

    5-

    81XI10

    45

    635

    tiempo total:58+69+21 31 horas

    Como vemos en el cuadro 7, el tiempo total de transporte, ha bajado de setenta y seishoras a treinta y uno, lo que representa unadisminucin de cuarenta y cinco horas.

    Este mtodo, que hemos empleado, se conoce en Investigacin Operativa como Mtodo del Transporte, y es una variacin de lallamada Programacin lineal.

    Este ejemplo, a pesar de su elementalidad,resulta un poco fastidioso, pues hay que hacerpasos sucesivos.

    Podramos pensar que, en casos ms realesy, por tanto, ms complicados, no sera de mucha utilidad, pues las casillas aumentaran yel bonito juego de ir pasando nmeros de unacasilla a otra, se convertira en una tortura.

    Sin embargo, el problema puede presentarseen su forma matemtica, como un sistema deinecuaciones, constituyendo un caso tpico deprogramacin lineal, que puede, fcilmente,resolverse con la ayuda de un ordenador.

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    33

  • UN TEMA CANDENTECoronel de Infantera D. E. M.

    JUAN DE LA LAMA CERECEDA

    Un tema que est en la calle, como suele decirse en los ambientes profesionales de la informacin, es el de Ja juventud, el de la rebelda de la juventud, a mejor decir,

    Como el Ejrcito est formado en el 90 por 100 de sus efectivos, por hombres jvenes, y como anualmente se renueva esta parte juvenil, de manera quepor sus filas pasan todos los espaoles, parece que algo tiene que decir alefecto y que alguna experiencia ha de tener sobre el tema en cuestin. De estoqueremos hablar.

    En primer lugar enunciemos la realidad deque en el Ejrcito no hay problema ni con lajuventud ni de la juventud. Pese a que llegana l personas de todas las ideologas polticas,de toda clase de hbitos, incluso de hbitosmalos, de todas las procedencias sociales dela ms alta a la ms baja, el funcionamientode la mquina militar es absolutamente normal. Pese a que la vida militar es incmoda,formalista hasta el extremo, minuciosa hastael detalle ms ntimo como es el aseo personal, rigorista hasta vivir pendientes del reloj,montona en el color del uniforme, en losejercicios de instruccin, en el horario de todos los das, exigente en el trabajo y en elriesgo que suponen los ejercicios de tiro, elempleo y conduccin de vehculos complica.dos