Reseña compilación Ileana Rodríguez

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Reseña a libros compilados por Rodríguez sobre Trasatlánticos postcoloniales.

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    RESEAS

    Ileana Rodrguez y Josebe Martnez (Ed.).Estudios transatlnticos postcoloniales: narrativas comando-sistema mundo. Mxico: Anthropos-Universidad Autnoma Metropolitana, 2010, 384 pp.Carlos Rojas CocomaDoctorado de Historia, Universidad de los [email protected]

    La editorial mexicana Anthropos se lanza a la em-presa de un proyecto editorial que busca unificar, en palabras de su coordinadora, a un grupo de acadmicos que ha venido trabajando la colonia-lidad del poder ligada al sistema mundo durante algn tiempo, y que son fundadores de corriente de pensamiento paradigmtico. Este es el primer tomo de un proyecto de cuatro libros que preten-den establecer una serie de cruces entre la histo-riografa, la geografa y los estudios culturales, en aras de producir una investigacin que entienda la relacin centro-periferia y el estudio global de los procesos modernos entre Amrica y Europa.

    Con este libro hay que ir despacio, pues se entiende que se trata de voces recogidas a travs de even-tos, coloquios, encuentros y dems participacio-nes acadmicas que ha permitido recoger todo tipo de opiniones. La mirada de la investigacin espaola o la mexicana, pero sobre todo la es-tadounidense ms que todo de autores hispa-noamericanos que trabajan en las universidades estadounidenses, pretenden establecer pun-tos afines a partir de estudios de caso, posturas contemporneas y definiciones de autores teri-cos (una definicin muy confusa) provenientes,

    principalmente, de la rama de los estudios cul-turales, y que han compuesto un armazn afn a todos los trabajos. Esta diversidad de miradas, contrario a lo que se espera, lejos de producir un panorama novedoso e interesante como lo sugie-re su crptico ttulo, pone en evidencia la ausen-cia de un objetivo claro, ms all de la pretensin de vincular autores que utilizan la teora postco-lonial con otros que pretenden reconstruir una historia desde el Atlntico.

    Uno de los puntos ms complejos de varios de los textos es la manera tan simplista de exponer lo que es considerado teora. Aunque nunca hay un ejercicio de pretender definirla, queda claro que lo que se entiende como tal es el uso de frmu-las simblicas que establecen modos de anli-sis de prcticamente cualquier cosa. Ello explica que en un solo texto encaminado a analizar lo denominado transatlntico, existan estudios de prcticamente todo: desde el Popol Vuh hasta el esclavismo en Jamaica, desde la literatura bolivia-na contempornea hasta Ren Descartes, desde Hegel hasta Lacan, desde Derrida hasta la glo-balizacin. Lo curioso del asunto es que, lejos de ser considerada una herramienta hermenutica,

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    algo que sirva para interpretar un objeto de es-tudio, la presencia terica muchas veces no pasa ms all de un lugar comn, un juego retrico, una estrategia para que la investigacin se aco-mode a un lenguaje contemporneo, propio de una definicin de algunos estudios culturales. Un ejemplo es la introduccin del ensayo de Roco Quispe-Agnoli, develando colonialidades:

    Entiendo aqu identidad en el sentido ms amplio del trmino, aquello que nos define en una varie-dad de formas y de acuerdo con un amplio abanico de criterios. Esta idea de identidad puede adoptar trminos que refieren genotipos y lugares. Dichos ge-notipos pueden ser tan obvios como nuestro lugar de nacimiento, el lugar desde donde miramos al mundo en un momento determinado de nuestras vidas, o tan complejo y borroso como nuestras posiciones en so-ciedad (186).

    Decir que la identidad puede serlo todo, aunque es una definicin flexible, realmente aporta poco al estudio de la colonialidad, y revela la mala com-prensin del horizonte terico planteado por el libro en su conjunto. Una forma aun ms confu-sa, tambin pretendiendo definir identidad, es la que sugiere el texto cuando el otro habla, entre el silencio y la performatividad:

    El otro no existe en s mismo, como construccin ais-lada e hipostasiada con la que nos confrontamos, el otro existe en el marco de una relacin que entreteje distintos actores, tiempos y espacios (con lo que la te-mtica del otro trasciende sus lmites para proyectarse sobre nosotros mismos). Pensar al otro es pensar, en un plano analtico, la relacin que se establece entre lo mismo y lo otro pero es tambin pensar, en un plano experiencial, las formas sociohistricamente concretas en las que acontece dicha relacin [] La reflexin que aqu se presenta tiene como objeto acercarse a esta problemtica (209).

    Nunca queda claro cul es la problemtica y proba-blemente los autores tampoco lo sepan. Lo que s se entiende es que el texto, para presentar el pro-blema, necesita utilizar un lenguaje que d cuenta de un conocimiento de la obra de Lacan, aun-que slo sirva para enredar y hacer estril una in-terpretacin de la relacin entre el Yo y el otro. Aqu es donde la definicin de pensamiento pa-radigmtico que usa la editora, adquiere un pun-to polmico, pues si por paradigma entendemos una retrica particular, y la lectura de textos psi-coanalticos, filosficos o, incluso, literarios como

    autoridades ineludibles, lo cual dicho sea de paso es contradictorio en autores cuya reflexin giraba justamente alrededor de escapar al len-guaje1, estamos ante un problema mayor para las ciencias sociales. Estamos ante una clase de pensamiento que pretendindose moderno o postmoderno, busca establecer dogmatismos a los cuales resulta imposible escapar? Ser que segn ellos ya no se puede analizar de otra forma que no sea estableciendo lecturas derrideanas del mundo? Por qu un libro que pretende ampliar un pano-rama, adems de reducirlo al ya reducido anlisis de Walter Mignolo sobre el centro y la perife-ria, pasa por encima de investigaciones y mode-los tan interesantes y mucho ms prolficos y tiles como los sugeridos por la Histoire Croise, las his-torias conectadas e, incluso, las propuestas de his-toria global que todava resultan tan llamativas y que ofrecen una discusin, si bien menos filos-fica, quizs ms til para todo aquel que preten-de entender un problema desde una perspectiva intercultural?

    No en todos los artculos del libro los textos entran en el sentido que pretende la editora. As, hay textos que se quedan en lo transatlntico, otros que se quedan en el postcolonialismo, y muy po-cos los que se acercan a las dos vertientes. En ello, los problemas trabajados en cada ensayo difu-minan el grado de un proyecto que adems con-densar tres tomos ms. El ttulo, engorroso y pantanoso, obedece a un problema esencial, la comprensin que se tiene respecto a las nocio-nes de teora, de mtodo y de investigacin. Las falencias de este texto, por ende, trascienden los lmites de una resea crtica, pues al analizar un compendio de esta magnitud, estamos enfren-tando los modelos en que se est construyendo la historia y los estudios culturales en el entorno acadmico contemporneo. Si Ileana Rodrguez y Josebe Rodrguez, como dice la contrasolapa del libro, pretenden abrir un debate de campo hasta hoy ignorado en nuestros estudios acad-micos resulta un gran error, por ende, haber ig-norado los pasos que las ciencias sociales como

    1 Al respecto, y sobre la crtica del abuso intelectual de Lacan,

    Althusser, Debray y otros, ver Jacques Bouveresse, Prodigios y Vrtigos de la analoga: sobre el abuso de la literatura en el pen-samiento (Buenos Aires: Libros del Zorzal, 2005).

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    la sociologa (Wallerstein, Giddens, Castells) o la historia (Pagden, Bayly, Gruzinski) han dado al-rededor de estos temas. En cambio, limitarse a una lucha por un estudio y lenguaje que en su afn de novedad ya nos parece arcaico, y una de-fensa casi dogmtica a las propuestas de Dussel y Mignolo, los Tericos paradigmticos, sin re-conocer las fisuras que tienen estos autores en su reduccin del problema de la globalizacin y la modernidad a una representacin de centro-pe-riferia, es presentar un texto que se queda en pos-tulados reduccionistas que no aportan mucho al vasto debate de la globalizacin, el poder y la his-toria, que pudieron ser las intenciones de dicho proyecto.

    El ensayo del autor y coeditor del libro Josebe Mar-tnez es el que mejor permite revelar el entramado amorfo de este proyecto. Se trata de un texto que comienza citando a Hegel, y pasa por Foucault infaltable, para entrar a analizar la situacin de Espaa ante la independencia de Cuba. Al des-cribir el rol de los espaoles, dice lo siguiente:

    Los espaoles coetneos de la conquista que, como mencionamos, teman ms a la infamia que a la muer-te, enardecieron su identidad con el imaginario ame-ricano. Los diarios y las cartas de Coln seran el gra-fo del deseo: la interrelacin de las tres dimensiones que estructuran la subjetividad: el deseo, el lenguaje y el inconsciente. El deseo que desea crear demanda: el deseo que desea el deseo del otro (55).

    Sin pretender jugar al mismo lenguaje, est aqu buena parte de la explicacin a esta clase de tex-tos: la intencin de figurar actores del presente, el deseo de una comunidad acadmica contempo-rnea, en problemas del pasado. A juzgar por las instituciones universitarias de la mayora de los escritores de esta compilacin, se pueden enten-der tres puntos de vista centrales: por una par-te, los investigadores hispanoamericanos que han desarrollado una vida acadmica en Estados Unidos, y que han encontrado en esferas como la de los estudios poscoloniales un espacio en el cual poner a hablar sus propios estudios de caso que, hasta entonces, no deban por qu interesar a ningn intelectual anglosajn que no se rela-cionara con el tema. Por otra parte, los investiga-dores espaoles que, a travs de eventos en uno y otro lado del Atlntico, buscan legitimar la en ocasiones desprestigiada Universidad espaola

    dentro del entorno anglosajn, y han encontrado en la coyuntura de los estudios transatlnticos la excusa para decir por qu es importante cono-cer lo que ellos investigan.

    Una tercera lnea, y es la que rescata el valor de esta publicacin, es la que corresponde a autores que, conociendo el entramado terico e historiogr-fico vigente, analizan crticamente la intencin de una perspectiva global, y logran la emergen-cia de nuevas interpretaciones desde un sentido reflexivo. Se trata de Brad Epps y Julio Ortega, quienes cuestionando uno de esos puntos de vis-ta paradigmticos establecen un panorama di-ferente del estudio global. Sus textos le quitan a la compilacin su carcter homofnico y abren la oportunidad al debate. Epps cuestiona el origen acadmico de dichos estudios:

    [] los diversos simposios organizados [] en la Universidad de Brown han contribuido a modelar lo transatlntico conforme al ya mencionado bucle hispano-americano, con la Nacin-Estado de Espaa como protagonista o co-protagonista casi obligatorio (130).

    Despus, en un anlisis demoledor hacia un autor de apellido Gabilondo, presenta una crtica que adems podra ajustarse a la naturaleza del libro que la incluye:

    [] por un afn de dialogar con tericos como Fre-deric Jameson, Slavoj Zizek, Jean-Francois Lyotard, Homhi Bhabha, Jurgen Habermas [] pretende desarrollar un enfoque transatlntico terico que se queda en nada. [] y lo que es ms, en clave insisten-temente hispnica (131).

    En el caso de Julio Ortega, su cuestionamiento se dirige al lenguaje en el que, justamente, se inscri-be buena parte de los ensayos del texto:

    Se puede concluir que, en torno a este fin de siglo, el predominio de los grandes modelos tericos fue excedido por su misma conversin en sistema de au-toridad. [] fueron derivando en moneda corriente, mero poder acadmico y novedad meditica (77).

    Podemos decir que, aunque se estimula la idea de que los estudios culturales son un lugar de inno-vacin cientfica y epistemolgica, los estudios transatlnticos y las lecturas de los subalternos se venan dando con mejor solidez y desde una estructura menos logocntrica y ms rigurosa

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    desde tiempo atrs y con mayor solidez en dis-ciplinas ms tradicionales. En el libro presen-tado, la apuesta de un campo de estudio que se proclama novedoso se cimienta sobre las dbi-les columnas de un hbrido terico sin claridad, que al pretender una rea terica novedosa, llega a lugares comunes ya conocidos: que la historia se encuentra en las relaciones y no en los actores, que puede ser transnacional, y que debe escapar a la tradicin. El presente libro nos habla de una moda, y como tal, puede que sea ms interesante como patologa del pensa-miento contemporneo, antes que indicarnos

    realmente posibilidades de estudiar la histo-ria de manera integral en un entorno global, o como el ttulo sugiere de forma incmoda: Es-tudios transatlnticos postcoloniales en narrativas comando de sistemas mundo. De todas maneras, despus de leerlo queda en el aire la necesidad de alcanzar lo que su ttulo promete.

    Obras citadas

    Bouveresse, Jacques. Prodigios y Vrtigos de la analo-ga: sobre el abuso de la literatura en el pensamiento. Buenos Aires: Libros del Zorzal, 2005.