REPORTAJES ZUREDA Electrodomésticos LORENZO (1) · casa de Juan "el de Silveria", conocido...

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CS·IIIISII número 1 Viernes, 14 de Noviembre de 1980 9 REPORTAJES ZUREDA (1) RETRATO, EN TARDE DE VISITA, DE UN PUEBLO DEL HUERNA Antonio Rodríguez A tres kilómetros de Campomanes, puerta de entrada al Huerna, en dirección al Puerto de Las Cubillas,se desvía hacia la derecha en el pueblo de Sotiello la carretera que conduce hacia Zureda,lugar objeto de nuestra crónica. Lo es por muchas y variadas razones, más o menos lógicas. Tal vez, inconscientemente, van aflorando recuerdos conven- tuales que nos hacen seguir aquellos preceptos bíblicos de "los últimos serán los primeros", porque Zureda, alfabéticamente, es el último de los núcleos rurales del Concejo de Lena y bien creemos que de todo el país asturiano. Pero es su número de habitantes, la importancia de su censo ganadero, su representa- tividad, pues puede ser modelo de todos los núcleos de nuestro habitat, la forma en que conserva sus tradiciones populares y, en fin, la facilidad que tienen sus vecinos para emprender cual- quier tipo de empresa que mejore su entorno comunitario, ra- zones más que suficientes para hacerlo merecedor de inauglÍrar esta Secciónde Reportajes. Trataremos de analizar con detalle su pasado histórico, sus leyendas y anecdotario, su geografía humana y económica; los logros obtenidos durante estos últimos años y las posibilidades de futuro de esta comunidad de gentes a las que trataremos de ayudar con estas límeas a seguir luchando por conservar su pa- trimonio cultural, su lengua, sus costumbres, su folklore, en fin, las raices que sustentan ese entusiasmo de pueblo organizado, presto en todo momento a la "esquisa" y a la "estaferia", La carretera, que parte desde Sotiello, serpentea en- tre matas de castaño por la ladera izquierda del valle que, a través de los siglos, ha ido rompiendo el río Teso, subsi- diario del Huerna, a lo largo de un trayecto de dos kiló- metros. La frondosidad de la vegetación y su discurrir por el abeseo del valle, húmedo y frío, hace que su tránsito sea peligroso en épocas de helada o nieve. La "genera- ción motorizada" de los ini- cios de la década de los sesen- ta, incluído el Sr. Cura Párro- co que hoy lo es de Pala de Lena, D. Leoncio Díez Díez, pueden dar fé de la aventura que suponía el desplazarse sobre dos ruedas en este corto trayecto durante la primavera y el invierno. También son múltiples las anécdotas que se cuentan, sobre todo al públi- co infantil, haciendo referen- cia al encuentro con alima- ñas, osos y lobos, en las desa- pacibles madrugadas de in- vierno, cuando los mineros del Chaposo o las minas de Carraluz se desplazaban, a pie, a su puesto de trabajo. En Foxón, allí donde la carretera comienza a discurrir entre las praderías de la Sen- ra y el Aichongo, el valle se ensancha y ya se puede apreciar, impresionante, ma- jestuosa, la mole gris de la Pena Chago. Una bella casa de estilo colonial, tal vez recordando las que su constructor cono- ció en su época de emigrante en la Cuba de principios de siglo, cerrada en sí por una cuidada verja de madera, Electrodomésticos LORENZO Distribuidor oficial de TV KOLSTER - OTSEIN - SUPERSER Artículos de regalo Visítenos en la calle Mateu de Ros, 24 Pola de Lena - Teléfono 49 04 45 Campomanes - Teléfono 4961 30 del prometedora entrada a la >.1.' población. Un poco más ade- lante y junto a la carretera, la Carpintería de Pepe, que con la Fragua de David, com- pone la única industria pseu- doartesana del pueblo. Es el Barrio de Fondos de Villa. Sobre la carretera, una sólida construcción con torre, rodeada por muro y un alto seto de bajes: La Escuela Nacional Unitaria. Al lado, entre acacias, un amplio cam- po de recreo y casa de doble vivienda para los maestros; detrás de ésta, una excelente huerta para docentes aficio- nados a las faenas agrícolas. Callejas empedradas, ca- sas de sólida construcción, limpias y cuidadas, con sus galerias, corredores y sopor- tales, alguna que otra cuadra para el ganado, y las huertas, piedra y verde entremezcla- dos, dan una nota rústica al ambiente de reposo y tran- quilidad. Es la paz que aún transmiten aquellos pueblos que siguen siéndolo, a pesar de esta sociedad consumista que todo lo corrompe. Una empinada calleja nos conduce hasta la Iglesia. Construida en el lugar más alto, desde su barbacana, fir- me, sólida, se contempla, en una parnorámica inmejora- ble, toda la localidad. Teja- dos y caminos crean una sinfonía en tono rojo de for- mas y de color. Sólo alguna construcción reciente destaca sobre las demás, rompiendo de algún modo el equilibrio. Allá enfrente, dirección Este, el cordal de Llanos, con Vendueños y Alceo de los Caballeros en primer tér- mino, y, al fondo, la sierra de Carrocera. Al Norte, la Cuesta de Chago, Chago, So- brecuevas, los Arculinos y la Cueva. El castañero del Garra- petal, sobre la Iglesia, inici¡ la cuesta de Fidiecho, con el Cordal de Porciles en la cum- bre, al Oeste. Una sucesión de praderías nos impide, por el relieve accidentado del te- rreno, la visión de la cresta que separa al Sur esta Parro- quia de su vecina, J orne- zana.

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•CS·IIIISII número 1 Viernes, 14 de Noviembre de 1980 9

REPORTAJES ZUREDA(1)

RETRATO, EN TARDE DEVISITA, DE UN PUEBLODEL HUERNA Antonio Rodríguez

A tres kilómetros de Campomanes, puerta de entrada alHuerna, en dirección al Puerto de Las Cubillas, se desvía haciala derecha en el pueblo de Sotiello la carretera que conducehacia Zureda, lugar objeto de nuestra crónica.

Lo es por muchas y variadas razones, más o menos lógicas.Tal vez, inconscientemente, van aflorando recuerdos conven-tuales que nos hacen seguir aquellos preceptos bíblicos de "losúltimos serán los primeros", porque Zureda, alfabéticamente,es el último de los núcleos rurales del Concejo de Lena y biencreemos que de todo el país asturiano. Pero es su número dehabitantes, la importancia de su censo ganadero, su representa-tividad, pues puede ser modelo de todos los núcleos de nuestrohabitat, la forma en que conserva sus tradiciones populares y,en fin, la facilidad que tienen sus vecinos para emprender cual-quier tipo de empresa que mejore su entorno comunitario, ra-zones más que suficientes para hacerlo merecedor de inauglÍraresta Secciónde Reportajes.

Trataremos de analizar con detalle su pasado histórico, susleyendas y anecdotario, su geografía humana y económica; loslogros obtenidos durante estos últimos años y las posibilidadesde futuro de esta comunidad de gentes a las que trataremos deayudar con estas límeas a seguir luchando por conservar su pa-trimonio cultural, su lengua, sus costumbres, su folklore, en fin,las raices que sustentan ese entusiasmo de pueblo organizado,presto en todo momento a la "esquisa" y a la "estaferia",

La carretera, que partedesde Sotiello, serpentea en-tre matas de castaño por laladera izquierda del valle que,a través de los siglos, ha idorompiendo el río Teso, subsi-diario del Huerna, a lo largode un trayecto de dos kiló-metros. La frondosidad de lavegetación y su discurrir porel abeseo del valle, húmedo yfrío, hace que su tránsitosea peligroso en épocas dehelada o nieve. La "genera-ción motorizada" de los ini-cios de la década de los sesen-ta, incluído el Sr. Cura Párro-co que hoy lo es de Pala deLena, D. Leoncio Díez Díez,pueden dar fé de la aventuraque suponía el desplazarsesobre dos ruedas en este cortotrayecto durante la primaveray el invierno. También sonmúltiples las anécdotas que secuentan, sobre todo al públi-co infantil, haciendo referen-cia al encuentro con alima-ñas, osos y lobos, en las desa-pacibles madrugadas de in-vierno, cuando los minerosdel Chaposo o las minas deCarraluz se desplazaban, apie, a su puesto de trabajo.

En Foxón, allí donde lacarretera comienza a discurrirentre las praderías de la Sen-ra y el Aichongo, el vallese ensancha y ya se puedeapreciar, impresionante, ma-jestuosa, la mole gris de laPena Chago.

Una bella casa de estilocolonial, tal vez recordandolas que su constructor cono-ció en su época de emigranteen la Cuba de principios desiglo, cerrada en sí poruna cuidada verja de madera,

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del prometedora entrada a la >.1.'

población. Un poco más ade-lante y junto a la carretera,la Carpintería de Pepe, quecon la Fragua de David, com-pone la única industria pseu-doartesana del pueblo.

Es el Barrio de Fondosde Villa.

Sobre la carretera, unasólida construcción con torre,rodeada por muro y un altoseto de bajes: La EscuelaNacional Unitaria. Al lado,entre acacias, un amplio cam-po de recreo y casa de doblevivienda para los maestros;detrás de ésta, una excelentehuerta para docentes aficio-nados a las faenas agrícolas.

Callejas empedradas, ca-sas de sólida construcción,limpias y cuidadas, con sus

galerias, corredores y sopor-tales, alguna que otra cuadrapara el ganado, y las huertas,piedra y verde entremezcla-dos, dan una nota rústicaal ambiente de reposo y tran-quilidad. Es la paz que aúntransmiten aquellos pueblosque siguen siéndolo, a pesarde esta sociedad consumistaque todo lo corrompe.

Una empinada calleja nosconduce hasta la Iglesia.Construida en el lugar másalto, desde su barbacana, fir-me, sólida, se contempla, enuna parnorámica inmejora-ble, toda la localidad. Teja-dos y caminos crean unasinfonía en tono rojo de for-mas y de color. Sólo algunaconstrucción reciente destacasobre las demás, rompiendode algún modo el equilibrio.

Allá enfrente, direcciónEste, el cordal de Llanos,con Vendueños y Alceo delos Caballeros en primer tér-mino, y, al fondo, la sierrade Carrocera. Al Norte, laCuesta de Chago, Chago, So-brecuevas, los Arculinos y laCueva. El castañero del Garra-petal, sobre la Iglesia, inici¡la cuesta de Fidiecho, con elCordal de Porciles en la cum-bre, al Oeste. Una sucesiónde praderías nos impide, porel relieve accidentado del te-rreno, la visión de la crestaque separa al Sur esta Parro-quia de su vecina, Jorne-zana.

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rnúmero 1 Viernes, 14 de Noviembre de 1980 10

•• El campo de la Iglesia, tes-tigo de la esquisa local"

El Campo de la Iglesia,con sus tilos, fue durante /muchos años lugar de espar-cimiento de los niños, sobretodo en primavera y otoño,a la espera del rezo del Ro-sario. Hoy, (la crisis de feno sólo afecta a los grandesnúcleos urbanos), se veconcurrido los domingos y,como no, en cada una de lasFiestas del pueblo: La Cruzde Mayo, San Antonio, LaVirgen del Rosario y San Mi-guel. La "Fiestona ", el últi-mo domingo de septiembre,con su procesión, Estandartey Pendón por delante, y supuya del Rernu, y las consa-bidas celebraciones profanasla han hecho una de las másconocidas de todo el Concejo,merecedora de esta coplilla:

El Concejo lo pregonay con esto no hay quien pueda:para fiesta renombradala "Fiestona " de Zureda.

"Cinco fiestas en el pueblo:La Cruz de Mayo, San Anto-nio, La Fiestona , San Mi-guel y la Fiestina del Valle",

Descendemos por el ca-mino de la Iglesia en direc-ción a Valle. El Caño de Arri-ba, con su impresionante cho-rro de agua, llama especial-mente nuestra atención y re-cordamos de nuevo aquel can-tar que narra sus excelencias:

Si quieres tener saludy gozar de grandes donesesto lo conseguiráscon el agua de Las Prones.

Salimos por delante de lacasa de Juan "el de Silveria",

conocido ganadero, hacia lacarretera. Recorrido un cortotrecho y a la altura del lugardenominado "La Crucina",donde todo el mundo que co-noce la costumbre hará, si esprudente, la Señal de la Cruz,nos encontramos tal vez conel único vestigio de decaden-cia, producido, como siem-pre, por el "boom" consumis-ta. El basurero. Aquí, a laderecha, por un profundo te-rraplén que desciende hastael río, se diseminan entre ave-llanos y zarzas, latas, botes,plásticos, papeles, escombrosy un largo etcétera. lQuélástima!.

"El basurero, símbolo de unsistema de vida que corrom-pe: el consumismo ",

Ascendiendo suavementeentre castaño? nos aproxima-mos a Sierro las cura, posible-mente no minada de esta for-ma por hallarse ubicada enzona umbría, orientada alnorte. Es en este lugar dondela carretera comienza a des-cender hasta el río y, atra-vésandolo, nos conduce a lapuerta principal de la man-sión de los Lorenzo de Lena.A la derecha una línea de ca-sas, sencillas, pero cuidadas,resplandecientes, y un lavade-ro que, aunque necesario,rompe la estética del con-junto y nos impide la vi-sión directa de una sólida pa-nera, otrora despensa, juntoa otros seis hórreos, de loshabitantes de villorrio. A laizquierda, un muro cierra lahuerta de la antoñana man-sión y, siguiendo el caminoque conduce a la zona alta delpueblo, encontramos su moli-no. Es una construcción demampostería, con tejado de

.llábanas, entre el camino y elrío alimentado por unacaudalosa y bien trazada pre-sa. Aún es reciente la restaura-ción que dos expertos artesa-nos del oficio, Daniel Prietoy J osé María Alvarez, vecinosdel limítrofe concejo de Qui-rós, han llevado a cabo.

Más arriba el valle se cie-rra y asciende con rapidezdesde Las Prones, manantialdel pueblo, hacia el Cordaldel Porciles. Aún, y a duraspenas, subsiste el camino queconduce a Lindes de Quirós,encajonado en la tierra por eluso de tantos años. Era la víade comunicación usada porsus vecinos para mercar en laPala, en viaje a pie o caballo,tras cinco horas de largo ycansado camino.

"La Crucina y la Cuaña laSalve, dos lugares en los quela tradición religiosa sigue vi-gente",

Regresamos a Zureda. Alllegar a "La Crucina" dirigi-mos la mirada al otro lado delvalle. Allá, enfrente, El Breu,con sus cinco hectáreas; allado de una de sus dos cua-dras una pequeña edificación:Es lo que hace ciento cin-cuenta años aún se conocíacomo Ermita de San Juliándel Valle, dependiente de laCatedral de Oviedo. Hoy,aunque su bóveda parece per-manecer intacta, sirve delugar de almacenaje de aperosde ganadero y de redil, decuando en vez, de algún silen-cioso, y verdadero, rebaño.

"Los comercios fueron, tiem-po ha, casas señoriales",

No podemos dejar Zure-da sin visitar los comercios,no por ser tales, sino porque,antaño, ambos y dos han si-do casas señoriales: Casa Es-

trada, fue palacio de los Car-vajales, lo mismo que El Cam-pal. La Casona o Casa Ampa-ro, lo fué de los Bernaldode Quirós, Marqueses de Cam-posagrado.

Los bares, Casa David yCasa Foro, lugar de reunióny charla donde tan fácilmen-te, como ocurre siempre, seda solución a los problemashabidos y por haber en fun-ción de "los campanas" nodigeridos por el parroquia-no ...

Al descender, camino deFondos de Villa vamos encon-trando alguna que otra jovendel lugar que nos hacen recor-dar algunos versos escucha-dos, no sabemos dónde:

En Campomanes son flacas,en Sotiello son pequeñas.El que quiera buenas mozasvaya a Zureda por ellas.

Otro remedio no queda:Si quieres moza galana,una flor de la quintana,esa moza es de Zureda.

En Zureda yo nacíy en Zureda casar quieroque las mozas de Zuredason un pedazo de cielo.

Soy de Lena, soy de Lena ,yo la tierra no la niego.Soy del pueblo de Zureda,lo mejor del mundo entero.

Fondos de Villa, El Empruno,Tapial, Fuixu, La Caleya,La Vecera y El Campalson los barrios de Zureda,

Es tarde. El sol ya ha de-jado atrás la callada de Por-ciles y sólo se atreve a rozarla cumbre de Chago.

Para nosotros es la horade descender hacia la oscuri-dad del valle, del ruido, delbullicio, de la colmena, de laincomunicación ...

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número 1 Viernes, 14 de Noviembre de 1980 11

APUNTES SOBRE LAHISTORIA DE ZUREDA

En carta de sus raíces

Zureda ha existido comonúcleo de población desdeépocas muy remotas. Aunquelos moradores más antiguosdel lugar la conociesen condistinto nombre y su ubica-ción no fuese exactamentela actual, no cabe duda deque existió como agrupaciónhumana desde hace, al menos2.600 años, 700 antes de Je-sucristo, época del asenta-miento céltico en nuestra re-gión. 'Existen vestigios eviden-tes de que en el lugar conoci-do por el nombre de "ElGuruchu", al sur del puebloactual, cerca de "La Cochá",pudo existir un poblado, lu-gar de defensa y residenciade sus antiguos pobladores.Su toponimia y disposiciónestratégica, en un lugar eleva-do y fácil para la defensa, quele posibilitaba el controlarcualquier movimiento por elfondo del Huerna y alrededo-res; y trazas de carcavas ensu ladera occidental, la únicafácilmente accesible, hacen deél un cómodo lugar de vivien-da, suficientemente protegi-do. Esta éremota? tendenciaa construir poblados fortifica-dos no es más que la imperio-sa necesidad de defenderseante el bandolerismo de susconvecinos, pues las genteseran, por temperamento ocostumbre, belicosas y sus ri-validades les forzaban a vivirp~rmanentemente en vigilan-CIa.

Vestigios de aquellaépoca remota son los cami-nos enterrados en la roca,con profundos taludesexcavados por su uso a tra-vés de los tiempos, llamadoscornunmente "caleyones".Uno de éstos es el que se en-cuentra próximo al lugar des-crito, al descender de "LaCochá", camino de Gustamar,antigua vía de comunicacióncon la vecina Jomezana.

"Las Coronas, castro demayor altitud de Asturias,testigo de su protohistoria".

En línea recta, con "ElCuruchu" y en dirección Su-doeste, con una diferencia enaltitud de unos quinientosmetros, se encuentra el homo-logado Castro de "Las Coro-nas", reconocido por D. JoséManuel González, el 16 de Ju-

Equipo de Reportajes

nio de 1963. Se explica suexistencia relacionándolo conla actividad pastoril de sus po-bladores protohistóricos. Suemplazamiento a 1.150 me-tros de altitud, en zonade pastos impropia para elcultivo o, en todo caso, sóloapta para algún cultivo esti-val, lo hacen inhabitable des-de el otoño a la primavera,a causa del frío y la nieve.Vendría a ser como un "rna-yeu" fortificado, donde lospastores, que apacentaban susganados por las majadas ypastizales circundantes, po-drían ponerse a cubierto consus pertenencias de los ata-ques y emboscadas de ladro-nes y enemigos.

"Zureda proviene de "azo-rera", lugar de azores".

Pero la existencia de estecastro exige la de otro pobla-do más o menos fortificadoen el valle o parte baja de lacomarca, a la que pudiesendescender en el otoño, y enla que permaneciesen hasta laprimavera siguiente.

Según X. Ll. GarcíaArias, en su obra "Pueblos deAsturias. el porqué de susnombres", el nombre de Zu-reda proviene de la palabra"azorera", citada en variosdocumentos medievales y queera un lugar acotado dondese criaban y adiestraban losazores, tan preciados en áque-lla época para la caza.

No se poseen datos sobrela población de Zureda en eltranscurso de los diez prime-ros siglos, pero en el sigloXLL ya aparece con tal de-nominación y en varias oca-siones.

"También Santa María deArbas poseyó bienes en estelugar".

Según los historiadoresVicente y José Manuel GardaLobo (de Puente de los Fie-rros) y en su libro "SantaMaría de Arbas. Catálogo desu Archivo y apuntes para suHistoria", publicado reciente-mente, constan una carta dedonación de una heredad,otorgada por Munio Esidé-rez a favor de la Iglesia deSanta María de Arbas, y unacarta de venta de las Here-dades que "poseían en Zure-da y otorgada por UrracaGundisalvi y su marido, a fa-vor de Pedro Rodríguez",de 1.147 y 1.179, respectiva-mente. En 1.217 aparece unacarta de donación de "cuantaheredad tenían o podían te-ner por parte de sus padres"en Valle, términos de Zureda,otorgada por Urraca Fernán-dez y su hija, a favor delAbad y del citado Cabildo.Datan de 1.232 dos cartasde venta. La una lo es de to-das las heredades que poseíaen el lugar de Valle RamiroDominguez y su mujer e hi-jos, y la otra de las hereda-des que en el mismo lugarposeía José Estebaniz y sumujer, ambas a favor delAbad y Cabildo de SantaMaría de Arbás.

Ya en 1.551, se hace unApeo auténtico, en virtud deCédula Real, de la heredad,prados, foros, presentacionesy demás pertenencias delAbad, Cabildo y Hospital deSanta María de Arbas en Zu-reda y otros pueblos. Y en1.571, aparece una carta depermuta entre el Cabildo deArbas y Pedro Alvarez, deSotiello, por la que éste cedeal Monasterio el prado de"Columbiello", con sus dosárboles frutales, a la partedel arriba "del camino que vapara Zureda".

Del siglo XVII y XVIIIya existen abundantes refe-rencias escritas de las que sepuede deducir una gran activi-

dad económica basada, sobretodo, en un cultivo deproductos muy variados y unpastoreo floreciente. Se reco-ge la escanda, en cantidad, elmaíz, las fabas, prietas y delas otras, arbeyos, castañas,nueces, avellanas y nabos. Secosecha el cáñamo y lino, delque se tejeran ropas de ves-tido y bonitos ajuares. Sepractica la apicultura por lamiel, y la cera, para el alum-brado. La lana de sus ovejas,con la rueca y el fusu, darátrabajo a las pacientes hilado-ras. El ganado vacuno, cabríoy lanar, de cerda y de corral,componen su cabaña de do-mésticos. Escasea todavía elcaballar, propio de las fami-lias más pudientes.

"Varias casas solariegas de fa-milias de abolengo: Los Lo-renzo de Lena, Los Bernaldode Quirós, Marqueses de Cam-posagrado, y los Carvajales".

En el año 1.711 se cons-truye el señorial palacio deValle, mayorazgo de la Casaantoñana de los Lorenzo deLena, señores de Horca y Cu-chillo, con escudo de cruces,una aspada y otra, la señeradel antiguo Reino de Astu-rias. Habitó este palacio elPríncipe de la IglesiaCardenalMonseñor D. Bartolomé Lo-renzo de Lena y su capillapalaciega, construía este mis-mo año, cuenta con un surti-do relicario traído desde Ro-ma por el citado Cardenal.

El antiguo y hoy inexis-tente Camino Real, del quesólo se alcanzan a ver algu-nos restos de su trazado, sedeslizaba por la orilla delrío hasta Sotiello y guardabarelación con el señorío que enla antigüedad moraba en Zu-reda.

"El cáñamo y el lino. pro-ducto de cosecha en el sigloXVIII".

Así lo atestiguan los res-tos de lo que fue antigua for-taleza, hoy Iglesia Parroquial,

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número 1 Viernes, 14 de Noviembre de 1980 10

•• El campo de la Iglesia, tes-tigo de la esquisa local"

El Campo de la Iglesia,con sus tilos, fue durantemuchos años lugar de espar-cimiento de los niños, sobretodo en primavera y otoño,a la espera del rezo del Ro-sario. Hoy, (la crisis de feno sólo afecta a los grandesnúcleos urbanos), se veconcurrido los domingos y,como no, en cada una de lasFiestas del pueblo: La Cruzde Mayo, San Antonio, LaVirgen del Rosario y San Mi-guel. La "Fiestona", el últi-mo domingo de septiembre,con su procesión, Estandartey Pendón por delante, y supuya del Remu , y las consa-bidas celebraciones profanasla han hecho una de las másconocidas de todo el Concejo,merecedor a de esta coplilla:

El Concejo lo pregonay con esto no hay quien pueda:para fiesta renombradala "Fiestona" de Zureda.

"Cinco fiestas en el pueblo:La Cruz de Mayo, San Anto-nio, La Fiestona , San Mi-guel y la Fiestina del Valle".

Descendemos por el ca-mino de la Iglesia en direc-ción a Valle. El Caño de Arri-ba, con su impresionante cho-rro de agua, llama especial-mente nuestra atención y re-cordamos de nuevo aquel can-tar que narra sus excelencias:

Si quieres tener saludy gozar de grandes donesesto lo conseguiráscon el agua de Las Prones.

Salimos por delante de lacasa de Juan "el de Silveria",

conocido ganadero, hacia lacarretera. Recorrido un cortotrecho y a la altura del lugardenominado "La Crucina",donde todo el mundo que co-noce la costumbre hará, si esprudente, la Señal de la Cruz,nos encontramos tal vez cone! único vestigio de decaden-cia, producido, como siem-pre, por el "boom" consumis-ta . El basurero. Aquí, a laderecha, por un profundo te-rraplén que desciende hastael río, se diseminan entre ave-llanos y zarzas, latas, botes,plásticos, papeles, escombrosy un largo etcétera. lQuélástima!.

"El basurero, símbolo de unsistema de vida que corrom-pe: el consumismo ".

Ascendiendo suavementeentre castaños nos aproxima-mos a Sierrolascura, posible-mente nominada de esta for-ma por hallarse ubicada enzona umbría, orientada alnorte. Es en este lugar dondela carretera comienza a des-cender hasta el río y, atra-vésandolo, nos conduce a lapuerta principal de la man-sión de los Lorenzo de Lena.A la derecha una línea de ca-sas, sencillas, pera cuidadas,resplandecientes, y un lavade-ro que, aunque necesario,rompe la estética del con-junto y nos impide la vi-sión directa de una sólida pa-nera, otrora despensa, juntoa otros seis hórreos, de loshabitantes de villorrio. A laizquierda, un muro cierra lahuerta de la antoñana man-sión y, siguiendo el caminoque conduce a la zona alta delpueblo, encontramos su moli-no. Es una construcción demampostería, con tejado de

llábanas, entre e! camino y elrío alimentado por unacaudalosa y bien trazada pre-sa. Aún es reciente la restaura-ción que dos expertos artesa-nos de! oficio, Daniel Prietoy J osé María Alvarez, vecinosdel limítrofe concejo de Qui-rós, han llevado a cabo.

Más arriba e! valle se cie-rra y asciende con rapidezdesde Las Prones, manantialdel pueblo, hacia el Cordaldel Porciles. Aún, y a duraspenas, subsiste e! camino queconduce a Lindes de Quirós,encajonado en la tierra por eluso de tantos años. Era la víade comunicación usada porsus vecinos para mercar en laPala, en viaje a pie o caballo,tras cinco horas de largo ycansado camino.

"La Crucina y la Cuaña laSalve, dos lugares en los quela tradición religiosa sigue vi-gente".

Regresamos a Zureda. Alllegar a "La Crucina" dirigi-mos la mirada al otro lado delvalle. Allá, enfrente, El Breu,con sus cinco hectáreas; allado de una de sus dos cua-dras una pequeña edificación:Es lo que hace ciento cin-cuenta años aún se conocíacomo Ermita de San Juliándel Valle, dependiente de laCatedral de Oviedo. Hoy,aunque su bóveda parece per-manecer intacta, sirve delugar de almacenaje de aperosde ganadero y de redil, decuando en vez, de algún silen-cioso, y verdadero, rebaño.

"Los comercios fueron, tiem-po ha, casas señoriales".

No podemos dejar Zure-da sin visitar los comercios,no por ser tales, sino porque,antaño, ambos y dos han si-do casas señoriales: Casa Es-

trada, fue palacio de los Car-vajales, lo mismo que El Cam-pal. La Casona o Casa Ampa-ro, lo fué de los Bernaldode Quirós, Marqueses de Cam-posagrado.

Los bares, Casa David yCasa Foro, lugar de reunióny charla donde tan fácilmen-te, como ocurre siempre, seda solución a los problemashabidos y por haber en fun-ción de "los campanos" nodigeridos por el parroquia-no ...

Al descender, camino deFondos de Villa vamos encon-trando alguna que otra jovendel lugar que nos hacen recor-dar algunos versos escucha-dos, no sabemos dónde:

En Campomanes son flacas,en Sotiello son pequeñas.El que quiera buenas mozasvaya a Zureda por ellas.

Otro remedio no queda:Si quieres moza galana,una flor de la quintana,esa moza es de Zureda.

En Zureda yo nacíy en Zureda casar quieroque las mozas de Zuredason un pedazo de cielo.

Soy de Lena, soy de Lena,yo la tierra no la niego.Soy del pueblo de Zureda,lo mejor del mundo entero.

Fondos de Villa, El Empruno,Tapial, Fuixu, La Caleya,La Vecera y El Campalson los barrios de Zureda.

Es tarde. El sol ya ha de-jado atrás la collada de Por··ciles y sólo se atreve a rozarla cumbre de Chago.

Para nosotros es la horade descender hacia la oscuri-dad del valle, del ruido, delbullicio, de la colmena, de laincomunicación ...