Reforma (yo)

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En la mesa del taller de Diego To- ledo está el libro “Permacultura”. “Trata sobre cómo se reprodu- cen las formas de vivir susten- tables y ecológicas en las ciu- dades”, explica. Ese tema lo descubrió en Ber- lín. Es algo que sólo se podría realizar en esta capital europea, dice Diego, pues aquí la gente es creativa y activa. Diego Toledo, artista mexica- no de 46 años, que nada tiene que ver con el pintor oaxaque- ño del mismo apellido, trabaja en Berlín desde 2007. Después de unos años de pla- nearlo dejó la Ciudad de México para instalarse en Berlín. Con- venció a su familia, empacó sus sueños, dejó su galería y se lan- zó a lo que considera como una isla. “Estás aislado de todo; tie- nes que empezar desde cero. Otro idioma, otra gente y otras estructuras”, narra. Diego llegó a Berlín siguien- do la imagen de la ciudad de ar- tistas, de rentas baratas y don- de la gente atrae a la gente. Él mismo pone el ejemplo de que aquí se instaló el famoso artis- ta danés Olafur Eliasson o el no tan famoso compositor estonio Arvo Pärt. Hay de todo. “Quizás la ciudad da paz. Es relajada, tienes libertad, tienes espacios y como artista no te ri- ges por un mercado económi- co”, detalla Diego. Suena al paraíso, pero en rea- lidad es difícil entrar en un circui- to artístico. Con tantos creadores los espacios son muy codicia- dos, además de que la ventaja de no entrar a una dinámica de mercado se vuelve desventaja al querer vender obras. Además, la “Permacultura” encontró un espacio en su vi- da y ahora, como mucha gen- te en Berlín, busca practicarla con amigos y colegas. La vida en una isla (Aquí) estás ais- lado de todo; tienes que empezar desde cero. Otro idioma, otra gente y otras estruc- turas” Diego Toledo Artista Berlín como una ciudad pasajera. Así la piensa Enrique G de la G, de 31 años de edad, filósofo. Enrique habla de su reciente en- trevista con Yoko Ono, de cómo le gritó cuando la vio una vez en Méxi- co y de cómo la confrontó con su arte ahora que la entrevistó en Ber- lín. Habla de cómo le gusta conver- sar con la cajera del Penny Markt, con el pasajero chino del tren de al- ta velocidad. La idea, dice, es compartir un con- junto de saberes, o sea, filosofar en el camino, por eso Enrique no duda en hacer hablar a cualquiera. Enrique García de la Garza vie- ne de San Pedro Garza García, por eso sólo “G de la G”. Llegó a Berlín el 1 de febrero de 2006 y no por una fascinación moderna. Vino para bus- car a Aristóteles y los filósofos ale- manes del siglo 19. Su manera de aterrizar fue con un doctorado en filosofía. Parecía difícil porque requería de una maestría de la UNAM y hablar alemán, algo que no tenía. Sin embargo, los consiguió como cuando alguien sueña algo y se despierta con la sensación de te- nerlo. Este mes asistirá a una confe- rencia para ofrecer un discurso sobre las diferentes interpretaciones del li- bro 12 de la “Metafísica” de Aristó- teles, un tema inédito. Estará frente a los filósofos del área más reputa- dos del mundo. Unas semanas después debe de- fender su tesis doctoral por la Univer- sidad Humboldt de Berlín. Enrique vierte sus pensamientos en un blog, también escribe para me- dios mexicanos y alemanes. Berlín, una ciudad para buscar y buscarse, como lo ha hecho Enri- que G de la G. En busca de Aristóteles (Con el diario Frankurter Allgemeine Zeitung redescubrí la prensa): tan interesante y rico como una enciclopedia” Enrique G de la G, filósofo Este 2010 Alemania celebró 20 años de su reunificación mientras que México el Bicentenario de su Independencia. Se trata de una coincidencia que une más a estos países que tienen lazos que se remontan a la época colonial. Las Repúblicas Hanseáticas, una federación de ciudades del norte de Alemania (mucho antes de que se consolidara dicho país) y de otras regiones, simpatizaron desde sus inicios con la Independencia de México. De hecho, el País fue el primero en Hispanoamérica con el que ese bloque estableció relaciones comerciales. Entre 1865 y 1867, Prusia, que posteriormente se convertiría en Alemania, fungió como mediadora entre Benito Juárez y Maximilano de Habsburgo. Durante la Revolución Mexicana, ambas naciones mantuvieron sus relaciones, y, en 1917, el Gobierno alemán felicitó a Venustiano Carranza por su llegada al poder. El 11 de diciembre de 1941, México rompió relaciones diplomáticas con el régimen alemán del Tercer Reich. En mayo de 1942, México se declaró en estado de guerra contra Alemania y sus aliados debido al hundimiento del barco petrolero mexicano Potrero del Llano. El País reanudó las relaciones con la República Federal Alemana el 16 de abril de 1952. Unos 20 años más tarde, lo hizo con la República Democrática Alemana. Desde la reunificación, en 1989, los vínculos de México y Alemania se han fortalecido y multiplicado. La relación de negocios también es positiva. En 2009, Alemania ocupó el quinto lugar como socio comercial de México. Yaotzin Botello FUENTE: http://www.portal.sre.gob.mx

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Este 2010 Alemania celebró 20 años de su reunificación mientras que México el Bicentenario de su Independencia. Se trata de una coincidencia que une más a estos países que tienen lazos que se remontan a la época colonial. La relación de negocios también es positiva. En 2009, Alemania ocupó el quinto lugar como socio comercial de México. Diego Toledo Enrique G de la G, filósofo Artista FUENTE: http://www.portal.sre.gob.mx Yaotzin Botello

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En la mesa del taller de Diego To-ledo está el libro “Permacultura”.

“Trata sobre cómo se reprodu-cen las formas de vivir susten-tables y ecológicas en las ciu-dades”, explica.

Ese tema lo descubrió en Ber-lín. Es algo que sólo se podría realizar en esta capital europea, dice Diego, pues aquí la gente es creativa y activa.

Diego Toledo, artista mexica-no de 46 años, que nada tiene que ver con el pintor oaxaque-ño del mismo apellido, trabaja en Berlín desde 2007.

Después de unos años de pla-nearlo dejó la Ciudad de México para instalarse en Berlín. Con-venció a su familia, empacó sus sueños, dejó su galería y se lan-zó a lo que considera como una isla.

“Estás aislado de todo; tie-nes que empezar desde cero. Otro idioma, otra gente y otras estructuras”, narra.

Diego llegó a Berlín siguien-do la imagen de la ciudad de ar-tistas, de rentas baratas y don-de la gente atrae a la gente. Él mismo pone el ejemplo de que aquí se instaló el famoso artis-ta danés Olafur Eliasson o el no tan famoso compositor estonio Arvo Pärt. Hay de todo.

“Quizás la ciudad da paz. Es relajada, tienes libertad, tienes espacios y como artista no te ri-ges por un mercado económi-co”, detalla Diego.

Suena al paraíso, pero en rea-lidad es difícil entrar en un circui-to artístico. Con tantos creadores los espacios son muy codicia-dos, además de que la ventaja de no entrar a una dinámica de mercado se vuelve desventaja al querer vender obras.

Además, la “Permacultura” encontró un espacio en su vi-da y ahora, como mucha gen-te en Berlín, busca practicarla con amigos y colegas.

La vida en una isla

(Aquí) estás ais-lado de todo; tienes que empezar desde cero. Otro idioma, otra gente y otras estruc-turas”

Diego Toledo Artista

Berlín como una ciudad pasajera. Así la piensa Enrique G de la G, de 31 años de edad, filósofo.

Enrique habla de su reciente en-trevista con Yoko Ono, de cómo le gritó cuando la vio una vez en Méxi-co y de cómo la confrontó con su arte ahora que la entrevistó en Ber-lín. Habla de cómo le gusta conver-sar con la cajera del Penny Markt, con el pasajero chino del tren de al-ta velocidad.

La idea, dice, es compartir un con-junto de saberes, o sea, filosofar en el camino, por eso Enrique no duda en hacer hablar a cualquiera.

Enrique García de la Garza vie-ne de San Pedro Garza García, por eso sólo “G de la G”. Llegó a Berlín el 1 de febrero de 2006 y no por una fascinación moderna. Vino para bus-car a Aristóteles y los filósofos ale-manes del siglo 19.

Su manera de aterrizar fue con un doctorado en filosofía. Parecía difícil porque requería de una maestría de la UNAM y hablar alemán, algo que no tenía. Sin embargo, los consiguió como cuando alguien sueña algo y se despierta con la sensación de te-nerlo. Este mes asistirá a una confe-rencia para ofrecer un discurso sobre las diferentes interpretaciones del li-bro 12 de la “Metafísica” de Aristó-teles, un tema inédito. Estará frente a los filósofos del área más reputa-dos del mundo.

Unas semanas después debe de-fender su tesis doctoral por la Univer-sidad Humboldt de Berlín.

Enrique vierte sus pensamientos en un blog, también escribe para me-dios mexicanos y alemanes.

Berlín, una ciudad para buscar y buscarse, como lo ha hecho Enri-que G de la G.

En busca de Aristóteles

(Con el diario Frankurter Allgemeine Zeitung redescubrí la prensa): tan interesante y rico como una enciclopedia” Enrique G de la G, filósofo

Este 2010 Alemania celebró 20 años de su reunificación mientras que México el Bicentenario de su Independencia. Se trata de una coincidencia que une más a estos países que tienen lazos que se remontan a la época colonial.

Las Repúblicas Hanseáticas, una federación de ciudades del norte de Alemania (mucho antes de que se consolidara dicho país) y de otras regiones, simpatizaron desde sus inicios con la Independencia de México. De hecho, el País fue el primero en Hispanoamérica con el que ese bloque estableció relaciones comerciales.

Entre 1865 y 1867, Prusia, que posteriormente se convertiría en Alemania, fungió como mediadora entre Benito Juárez y Maximilano de Habsburgo.

Durante la Revolución Mexicana, ambas naciones mantuvieron sus relaciones, y, en 1917, el Gobierno alemán felicitó a Venustiano Carranza por su llegada al poder.

El 11 de diciembre de 1941, México rompió relaciones diplomáticas con el régimen alemán del Tercer Reich. En mayo de 1942, México se declaró en estado de guerra contra Alemania y sus aliados debido al hundimiento del barco petrolero mexicano Potrero del Llano.

El País reanudó las relaciones con la República Federal Alemana el 16 de abril de 1952. Unos 20 años más tarde, lo hizo con la República Democrática Alemana. Desde la reunificación, en 1989, los vínculos de México y Alemania se han fortalecido y multiplicado.

La relación de negocios también es positiva. En 2009, Alemania ocupó el quinto lugar como socio comercial de México.

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FUENTE: http://www.portal.sre.gob.mx