Quidam Cicero: la influencia de Cicerón en el pensamiento ...
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BIVIANA UNGER PARRA
QUIDAM CICERO LA INFLUENCIA DE CICEROacuteN EN EL PENSAMIENTO DE AGUSTIacuteN
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA Facultad de Filosofiacutea
Bogotaacute 6 de diciembre de 2017
QUIDAM CICERO LA INFLUENCIA DE CICEROacuteN EN EL PENSAMIENTO DE AGUSTIacuteN
Tesis Doctoral presentada por Biviana Unger Parra bajo la direccioacuten del Profesor Alfonso Floacuterez Floacuterez como requisito parcial para optar al tiacutetulo de Doctora en
Filosofiacutea
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA Facultad de Filosofiacutea
Bogotaacute 6 de diciembre de 2017
7 de diciembre de 2017 Profesor Diego Antonio Pineda Rivera Decano Facultad de Filosofiacutea Apreciado Sentildeor Decano Reciba un cordial saludo Es para miacute muy grato hacer presentacioacuten a la Facultad de la tesis titulada ―Quidam Cicero la influencia de Ciceroacuten en el pensamiento de Agustiacuten con el que la alumna Biviana Unger Parra cumple su compromiso fundamental en el programa de Doctorado en Filosofiacutea El estudio de Biviana del pensamiento de Agustiacuten es una labor que ya se remonta a maacutes de una deacutecada habiendo formado parte de ello sus trabajos de pregrado y maestriacutea diversos artiacuteculos en revistas indexadas y varias estancias de investigacioacuten en Italia la uacuteltima de ellas durante el primer semestre de este antildeo con el reconocido profesor de la Universidad de Padua Giovanni Catapano Como resultado de sus intensas investigaciones agustinianas Biviana pudo constatar la situacioacuten paradoacutejica en la que se encuentra el estudio de la relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten Nadie niega por supuesto la presencia ciceroniana en el corpus agustiniano a cuya constatacioacuten se dedican las importantes contribuciones de Testard y de Hagendahl que ya tienen cincuenta antildeos de haber sido publicadas pero se echa de menos un estudio teoacuterico fuerte que deacute cuenta en los oacuterdenes formal y temaacutetico de la influencia del Arpinate en el Hiponense Junto con algunos estudios recientes la presente investigacioacuten quiere prestar su propia contribucioacuten en esta descuidada aacuterea de los estudios agustinianos Para ello la autora delinea con todo cuidado su propia comprensioacuten del pensamiento de los dos autores y dentro de este marco ofrece una interpretacioacuten rigurosa apropiada y tambieacuten novedosa del significado de la presencia de Ciceroacuten en Agustiacuten Por motivos evidentes de economiacutea acadeacutemica el estudio ha tenido que referirse a aquellas obras iniciales y constitutivas del pensamiento de Agustiacuten los Diaacutelogos de Casiciaco incluidos los Soliloquios La doctrina cristiana y las Confesiones Esta investigacioacuten es el resultado de este compromiso interpretativo Sus resultados son fundamentales y abren prometedoras viacuteas de indagacioacuten para el corpus agustiniano Como su Director siento un legiacutetimo orgullo en presentar a la comunidad acadeacutemica este trabajo claro completo y estimulante sobre el pensamiento siempre actual de Agustiacuten de Hipona Atentamente Alfonso Floacuterez Profesor Titular
AGRADECIMIENTOS
A mi maestro y amigo Alfonso Floacuterez por su compantildeiacutea iluminadora y atenta en
estos felices antildeos de estudios agustinianos
A mi familia profesores y amigos por sus ensentildeanzas paciencia apoyo y
comprensioacuten
A mi esposo por su amor y simpatiacutea
A Dios por permitir que encontrara en la filosofiacutea el maacutes bello consuelo
ABREVIATURAS
En las notas se han utilizado las siguientes abreviaturas
Obras de Agustiacuten
Epistulae ep
Confessiones conf
Contra Academicos cAcad
De catechizandis rudibus cat Rud
De beata vita bvita
De civitate Dei civDei
De dialectica Dial
De doctrina christiana Docchr
De diversis quaestionibus ad Simplicianum Simpl
De magistro mag
De ordine ord
De Trinitate Trin
Retractationes retr
Soliloquia sol
Otras obras claacutesicas
Ciceroacuten
Academici libri Acad
Brutus Brut
De inventione Inv
De divinatione Div
De fato Fat
De finibus bonorum et malorum Fin
De Natura Deorum ND De oratore de Orat
De officiis off
De Republica Rep
Disputationes Tusculanae Tusc
Orator Orat
Topica Top
Quintiliano
Institutio oratoria Inst
Ambrosio
De Officiis De Off
Ticonio
Liber regularum Lr
Dioacutegenes Laercio
Vitae philosophorum DL
TABLA DE CONTENIDO
Paacuteg
INTRODUCCIOacuteN 13
1 LA INFLUENCIA DE CICEROacuteN EN LOS DIAacuteLOGOS DE CASICIACO DE AGUSTIacuteN 23 Introduccioacuten 23 11 Contra Academicos la buacutesqueda de la verdad 31 12 El Contra Academicos como ejercicio filosoacutefico y retoacuterico 39 121 iquestQuieacuten es el sabio 42 122 Platonis schola del tribunal a la escuela 43 13 Agustiacuten y Ciceroacuten la buacutesqueda de la vida feliz 50 131 El alma y su alimento 53 14 De ordine el camino hacia el encuentro 61 141 Schola nostra 61 142 Las artes liberales y el orden moral 65 15 El diaacutelogo con la razoacuten Soliloquia 73
2 EL PROYECTO DE UNA PAIDEIA CRISTIANA 89 Introduccioacuten 89 21 El proacutelogo al De doctrina christiana 97 22 El horizonte normativo de la hermeneacuteutica 101 23 Semaacutentica retoacuterica y hermeneacuteutica 107 24 Agustiacuten y Ticonio la pausa en la composicioacuten del De doctrina christiana y la
recepcioacuten del Liber regularum 131
12
3 CICEROacuteN EN EL LIBRO CUARTO DEL DE DOCTRINA CHRISTIANA 143 31 Elocuencia cristiana 148 32 Docere delectare flectere 156 33 Doctrina agustiniana de la gracia en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum
169 34 Retoacuterica de la gracia en la conclusioacuten del De doctrina christiana 175
CONCLUSIONES 183
BIBLIOGRAFIacuteA 197
INTRODUCCIOacuteN
La inmensa obra agustiniana ha suscitado un intereacutes extraordinario a lo largo
de maacutes de quince siglos dejando como resultado una gran produccioacuten bibliograacutefica
que se ha desarrollado desde distintos puntos de vista corrientes e intereses
filosoacuteficos Para los historiadores de la filosofiacutea el estudio de la relacioacuten de Agustiacuten
con las fuentes claacutesicas ha representado un problema de difiacutecil abordaje pues el
recorrido vital e intelectual del autor se enmarca en una situacioacuten particular conectada
con la cuestioacuten del uso que la cultura cristiana debiacutea hacer de las fuentes filosoacuteficas
de la Antiguumledad
En los primeros escritos de Agustiacuten los diaacutelogos de Casiciaco considerados
como la clave de su pensamiento filosoacutefico emerge de manera constante la cuestioacuten
del lugar que deben ocupar las disciplinas provenientes de la cultura claacutesica en el
conjunto formativo cristiano1 En este contexto las artes liberales ocuparaacuten un lugar
fundamental en el proyecto intelectual de los primeros antildeos de produccioacuten
agustiniana No sorprende entonces que Agustiacuten se haya dado a la tarea de
componer unos libros sobre las disciplinas libri disciplinarum dedicado al estudio de
la gramaacutetica la retoacuterica la dialeacutectica la aritmeacutetica la geometriacutea y la muacutesica Este
proyecto no se llevoacute a teacutermino soacutelo se finalizaron los textos acerca de la gramaacutetica y
la dialeacutectica y se avanzoacute en aquel dedicado a la muacutesica del cual uacutenicamente se
escribieron los seis libros dedicados al ritmo pero no aquellos sobre la melodiacutea
Aunque se ignoran las razones por las cuales no se terminoacute este programa debe
anotarse que Agustiacuten se refiere a las disciplinas en varias obras a lo largo de su vida
1 Acerca de la apropiacioacuten agustiniana de las disciplinas procedentes de la cultura claacutesica veacutease (Shanzer 2009 pp 70-112)
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Tanto en el De ordine (II1235) como en las Confessiones (IV1630) se ofrece un
listado en el que se enumeran las artes anteriormente enunciadas y que seraacute retomado
cuarenta antildeos despueacutes en las Retractationes donde se afirma que habiendo soacutelo
terminado el libro sobre la gramaacutetica y adelantado aquel sobre la muacutesica se iniciaron
las obras acerca de las otras disciplinas pero no se concluyeron2 Contrariamente a lo
que podriacutea pensarse el hecho de no haber concluido este proyecto no debe entenderse
como un rechazo a las disciplinas pues como se demostraraacute en el presente trabajo
Agustiacuten construiraacute el De doctrina christiana a partir de un modelo retoacuterico claacutesico en
el que gramaacutetica filosofiacutea y retoacuterica operan de manera indisoluble Justamente el
papel central que cumple la retoacuterica en el desarrollo del pensamiento de Agustiacuten
determinaraacute su relacioacuten con los autores claacutesicos latinos En este orden de ideas
resulta imposible desconocer la importancia de las fuentes claacutesicas entre las cuales se
destacan Ciceroacuten Terencio Salustio Varroacuten y Virgilio3
En el caso particular de Ciceroacuten existen varias razones para emprender un
estudio acerca de la relacioacuten entre eacuteste y Agustiacuten no soacutelo por el influjo que tuvo
sobre eacutel sino por la importancia que ambos tienen en la constitucioacuten de la cultura
occidental De modo un tanto sorprendente dicho estudio no ha sido emprendido de
manera exhaustiva y unitaria por los comentaristas pues las obras que se ocupan de
este tema (Testard 1958 Hagendahl 1967 Foley 1999) son fundamentales por su
aporte informativo pero no asumen un compromiso interpretativo La razoacuten de este
vaciacuteo estaacute relacionada con la vastedad de la obra de Agustiacuten y la dificultad de situar
especiacuteficamente el pensamiento filosoacutefico dentro del tambieacuten amplio corpus
ciceroniano Teniendo en cuenta lo anterior en la presente investigacioacuten se tomaraacuten
algunas opciones metodoloacutegicas que permitiraacuten ofrecer una perspectiva diferente para
examinar la relacioacuten entre los dos autores cuyo estudio tradicional se ha limitado a la
identificacioacuten de temas o herramientas comunes
2 Con relacioacuten a la cuestioacuten de la enumeracioacuten de las disciplinas en las distintas obras de Agustiacuten veacutease (Marrou 1948 pp 189 ss) 3 Al claacutesico de Hagendahl (1967) debe sumarse el estudio de Oroz Reta (1988) el cual ofrece un completo panorama acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y las fuentes claacutesicas latinas
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En primer lugar se tendraacuten en cuenta estudios recientes (Mc Connell 2014
Woolf 2015 Altman 2016) en los que se busque revalorizar el contenido filosoacutefico
de los diaacutelogos ciceronianos y la estrecha relacioacuten existente entre retoacuterica y filosofiacutea
gracias a lo cual seraacute posible acceder a una nueva comprensioacuten del pensamiento de
Ciceroacuten que permita ademaacutes entender su influencia y recepcioacuten en uno de sus maacutes
importantes lectores de la Antiguumledad Tardiacutea
En segundo lugar se asumiraacute una posicioacuten frente a los debates que han
caracterizado la comprensioacuten del pensamiento de Agustiacuten los cuales se presentan
brevemente a continuacioacuten
El historicismo de finales del siglo XIX pone el eacutenfasis en la figura de Agustiacuten
e inaugura la tesis seguacuten la cual su pensamiento debe entenderse de manera
evolucionista a partir de una serie de conversiones maniqueiacutesmo platonismo y por
uacuteltimo cristianismo (Boissier 1888 von Harnack 1888 Alfaric 1918) Seguacuten esta
idea la conversioacuten uacuteltima y definitiva al cristianismo implicariacutea una ruptura radical
en el pensamiento de Agustiacuten por lo que se habla de un primer Agustiacuten filoacutesofo y de
un segundo Agustiacuten cristiano que expresa por primera vez su pensamiento en cuanto
creyente en las Confessiones Esta posicioacuten obtuvo su maacutexima expresioacuten en el libro
de Prosper Alfaric (1918) Lrsquoeacutevolution intellectuelle de Saint Augustin en el cual se
afirma que en el 386 se da una conversioacuten al neoplatonismo y no al Evangelio
(Alfaric 1918 p399) y que soacutelo a partir del 397 es posible hablar de Agustiacuten en
cuanto cristiano En esta misma liacutenea Pierre Courcelle (1950) afirma que hay una
clara evolucioacuten en el pensamiento de Agustiacuten pero identifica a diferencia de sus
antecesores una conversioacuten neoplatoacutenica y a la vez cristiana ocurrida en el 386 que
vino causada por la influencia del ciacuterculo neoplatoacutenico milaneacutes del cual Ambrosio era
el representante emblemaacutetico (p 190) Para muchos criacuteticos contemporaacuteneos
(Mohrmann 1961 Catapano 2000) el aporte de Courcelle puso fin al debate sobre
las conversiones de Agustiacuten y la ruptura entre el filoacutesofo y el cristiano Sin embargo
en antildeos posteriores la interpretacioacuten basada en la evolucioacuten y las conversiones fue
defendida y asumida por importantes estudiosos como Peter Brown y Kurt Flasch los
cuales apoyan la idea de la existencia de dos modelos de pensamiento distinto e
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irreconciliables correspondientes a la juventud y a la madurez de Agustiacuten (Brown
1967 Flasch 1994)
La monumental obra de Gaetano Lettieri Lrsquoaltro Agostino (2001) es una
prueba evidente de los alcances que dicho debate ha tenido en la interpretacioacuten del
pensamiento del Hiponense Para Lettieri es claro que hay una ruptura y habla de otro
Agustiacuten en cuanto identifica dos momentos irreconciliables entre siacute sin embargo a
diferencia de Alfaric y Courcelle considera que la escisioacuten no se da en el 397 antildeo
del inicio de la composicioacuten de las Confessiones sino en el 396 cuando Agustiacuten
escribe De diversis quaestionibus ad Simplicianum e interrumpe el De doctrina
Christiana En su estudio Lettieri hace un detallado anaacutelisis de la primera parte de la
obra interrumpida haciendo notar su cercaniacutea estiliacutestica y temaacutetica a los diaacutelogos de
Casiaciaco con la intencioacuten de mostrar que el De doctrina Christiana debe
entenderse como la culminacioacuten del proyecto filosoacutefico del joven Agustiacuten iquestPor queacute
se abandona este proyecto Seguacuten Lettieri Agustiacuten interrumpe el ambicioso
programa del De doctrina Christiana debido a una revolucioacuten decisiva en su
pensamiento la explicacioacuten de la doctrina de la gracia llevada a cabo en el De
diversis quaestionibus ad Simplicianum El comentarista sostiene que ―la teologiacutea
platonizante del primer bloque de la obra congruente con todos los escritos anteriores
al episcopado se muestra arcaica y superficial respecto a la nueva y revolucionaria
doctrina de la gracia (Lettieri 2001 p 7) En consonancia con von Harnack Lettieri
considera que la doctrina de la gracia no estaacute presente en las primeras obras
agustinianas y que se debe distinguir entre un Agustiacuten humanista y platoacutenico y un
Agustiacuten traacutegico y anti-humanista sostenedor de una doctrina de la gracia y la caiacuteda
sobre la cual se basa todo su pensamiento teoloacutegico maduro
La adopcioacuten de este modelo interpretativo tiene las siguientes consecuencias
i Escisioacuten definitiva entre filosofiacutea y teologiacutea
ii marginacioacuten de los primeros escritos agustinianos
iii incomprensioacuten del proyecto dialogal de Agustiacuten y
iv preeminencia del neoplatonismo como fuente claacutesica del pensamiento
de Agustiacuten
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En contra del modelo interpretativo imperante la obra de Carol Harrison
Rethinking Augustinersquos Early Theology (2006) resulta iluminadora Para Harrison no
es posible hablar de una ruptura en los teacuterminos usados por Brown o Lettieri entre
filosofiacutea y teologiacutea de la misma manera que no es posible identificar un primer
Agustiacuten filoacutesofo neoplatoacutenico que se distinguiriacutea de un segundo Agustiacuten teoacutelogo de la
gracia y de la caiacuteda Siguiendo a Madec (1996) Harrison sostiene que en el
pensamiento de Agustiacuten es imposible deslindar filosofiacutea y teologiacutea razoacuten por la cual
es necesario establecer un nuevo modelo interpretativo que a partir de los diaacutelogos
identifique un criterio unificador Se afirma entonces que la doctrina de la gracia
estaacute ya presente en los primeros escritos del 386 y que si se debe hablar de crisis o
punto de quiebre en el pensamiento de Agustiacuten se da justamente en el antildeo de la
conversioacuten y no en el de la composicioacuten del De diversis quaestionibus ad
Simplicianum y las Confessiones (Harrison 2006) Seguacuten esto el pensamiento de
Agustiacuten debe asumirse como una unidad lo cual no excluye la idea de un desarrollo
pero siacute la de una ruptura radical en los teacuterminos que hasta el momento se habiacutea
sostenido De esto resulta que los diaacutelogos deben entenderse como el fruto de las
reflexiones de un pensador cristiano que elige el diaacutelogo filosoacutefico como vehiacuteculo
que le permite llevar a cabo un proyecto enmarcado en una buacutesqueda de la verdad en
la que eacutel mismo estaacute involucrado como interlocutor En dicha buacutesqueda el
neoplatonismo y el pensamiento de Ciceroacuten funcionan como herramientas y aportan
ciertos elementos a los cuales recurre el autor A propoacutesito del neoplatonismo se
afirma que su influencia ha sido sobrevalorada causando asiacute el oscurecimiento de
otras influencias fundamentales como las de Platoacuten y Ciceroacuten (Harrison 2006 p 8)
La propuesta de Harrison inspirada en Madec y retomada hasta cierto punto
por Catapano (Catapano 2001) tiene las siguientes implicaciones
i conciliacioacuten entre filosofiacutea y teologiacutea
ii recuperacioacuten de los diaacutelogos como obras fundamentales
iii comprensioacuten del proyecto hermeneacuteutico agustiniano y
iv revaluacioacuten de la importancia de otras fuentes claacutesicas en el
pensamiento de Agustiacuten
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El compromiso que se asumiraacute con esta propuesta permite entender la
influencia de Ciceroacuten en el pensamiento de Agustiacuten desde una perspectiva coherente
y unitaria y responder a cuestiones como la del recurso al pensador romano en obras
de madurez en particular en el uacuteltimo libro del De doctrina Christiana La
pertinencia de esta propuesta radica en que como ya se afirmoacute la relacioacuten entre los
dos autores se ha abordado desde un punto de vista meramente teacutecnico o de manera
superficial
En el inmenso universo de la bibliografiacutea agustiniana existe soacutelo un texto de
referencia acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten Se trata de la obra de
Testard Saint Augustin et Cicegraveron (1958) en la cual el acadeacutemico franceacutes realiza un
importante y exhaustivo trabajo de recopilacioacuten de referencias ciceronianas en todas
las obras de Agustiacuten lo cual permite constatar el caraacutecter ciceroniano no soacutelo de los
diaacutelogos sino de obras de otros periodos como el De doctrina Christiana y el De
Trinitate En la misma liacutenea de Testard Harald Hagendahl publicoacute Augustine and the
Latin Classics en 1967 En su investigacioacuten Hagendahl muestra coacutemo el Hortensius
las Tusculanae y el De natura deorum aparecen de manera recurrente aunque no
siempre expliacutecita en innumerables pasajes de la obra agustiniana Estos dos estudios
fueron retomados por Michael Foley en su artiacuteculo ―Cicero Augustine and the
Philosophical Roots of the Cassiciacum Dialogues (1999) en el cual se adelanta la
tesis seguacuten la cual los diaacutelogos de Casiciaco pueden entenderse como respuesta a los
diaacutelogos filosoacuteficos de Ciceroacuten Aunque estos tres autores son citados de manera
recurrente en la mayoriacutea de estudios dedicados a los diaacutelogos (Harrison 2006
Benelli 2010 Marchand 2013) o en las presentaciones generales de Agustiacuten
(Catapano 2010 Lancel 2002) no se ha abordado con exhaustividad la relacioacuten
entre Agustiacuten y Ciceroacuten asumiendo un claro compromiso hermeneacuteutico iquestCuaacutel es la
razoacuten por la cual los estudiosos no han dedicado suficiente atencioacuten a esta cuestioacuten
Uno de los motivos tiene que ver con el problema que suscita el pensamiento mismo
de Ciceroacuten pues la relevancia filosoacutefica de su obra ha sido objeto de un largo debate
en el que es posible identificar dos posiciones La primera considera que Ciceroacuten se
limita a presentar y recoger las ideas de diferentes escuelas filosoacuteficas sin
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profundizar en ninguna de ellas asumiendo una posicioacuten entendida como ecleacutectica
(Narducci 1997 Gluumlcker 1988) La segunda en cambio ve en el Arpinate a un
pensador original que si bien se apropia de la tradicioacuten lleva a cabo un trabajo uacutenico
y novedoso que logra introducir a la filosofiacutea en el mundo romano (Woolf 2015
Altman 2016) El punto de quiebre en la discusioacuten se da gracias a la publicacioacuten de
la impresionante obra Cicero Academicus de Carlos Leacutevy (2001) en la que el autor
recorre toda la historia de la Nueva Academia y de sus principales exponentes y hace
un estudio exhaustivo de los diaacutelogos ciceronianos su estructura y sus fuentes
La presencia de Ciceroacuten en el desarrollo vital e intelectual de San Agustiacuten es
innegable por lo que entender las etapas los elementos y el caraacutecter de dicha
influencia resulta fundamental para acceder a una comprensioacuten unitaria y profunda
del pensamiento del Hiponense Asiacute a causa de la dificultad que presenta la vastedad
de la obra agustiniana me centrareacute en tres periodos distintos que corresponden a la
composicioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco (386) el inicio e interrupcioacuten de la
escritura del De doctrina Christiana (396) y la conclusioacuten de esta misma obra treinta
antildeos despueacutes (426) Este panorama permitiraacute entender que la influencia del Arpinate
no se limita a la asuncioacuten de temas o modelos retoacutericos en los diaacutelogos de juventud
sino que tambieacuten hace referencia a aspectos temaacuteticos durante toda la produccioacuten
agustiniana Tanto en los diaacutelogos de juventud como en las dos partes del De doctrina
Christiana la presencia de Ciceroacuten determina no soacutelo la forma sobre lo cual han
llamado la atencioacuten varios estudiosos (Marrou 1958 Testard 1958 Hagendahl
1967) sino el contenido pues se lleva a cabo una apropiacioacuten y recomprensioacuten de
motivos filosoacuteficos claacutesicos Asiacute podemos afirmar con Foley (Foley 1999) que el De
beata vita retoma y revisa algunas de las propuestas de Ciceroacuten en torno a la cuestioacuten
de la felicidad y la virtud en las Tusculanae Disputationes el Contra Academicos es
una clara respuesta a los Academici libri por uacuteltimo el De ordine recoge algunos
temas fundamentales desarrollados en el De natura deorum y en el De fato En el
caso del De doctrina Christiana se mostraraacute que las obras ciceronianas que se
encuentran a la base de su composicioacuten son el De oratore y el Orator
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Sin embargo teniendo en cuenta el caraacutecter de la relacioacuten entre ambos
filoacutesofos no se debe caer en el error de simplificar este viacutenculo estableciendo meras
concordancias temaacuteticas entre los diaacutelogos pues considero que Ciceroacuten ofrece no
soacutelo motivos sino que se constituye en un modelo a seguir que se articula a partir de
referencias y alusiones concretas a un coacutedigo precedente en su caso platoacutenico y
estoico como se mostraraacute a lo largo del presente trabajo
Estas cuestiones se abordaraacuten en tres capiacutetulos En el capiacutetulo primero
propongo una interpretacioacuten de la influencia de Ciceroacuten en los tres primeros diaacutelogos
de Agustiacuten compuestos en el antildeo 386 en Casiciaco y en los Soliloquia Se mostraraacuten
las coincidencias biograacuteficas estiliacutesticas y temaacuteticas entre los dos autores que
escogen el diaacutelogo como geacutenero filosoacutefico privilegiado para abordar problemas
fundamentales de la tradicioacuten filosoacutefica
En el segundo capiacutetulo examinareacute el inicio de la composicioacuten y la suspensioacuten
del De doctrina Christiana que empezoacute a gestarse en el antildeo 396 aunque no se
completariacutea sino luego de treinta antildeos lo que constituye un hito decisivo en la
comprensioacuten del desarrollo intelectual de Agustiacuten Se trata de una de las primeras
grandes obras agustinianas que gracias al caraacutecter particular de su composicioacuten
permite asistir al proceso de culminacioacuten de un pensamiento que se desarrolla durante
tres decenios Un sector de la criacutetica ha considerado la interrupcioacuten de la composicioacuten
en teacuterminos de una fractura insalvable entre las dos partes de la obra queriendo asiacute
sostener la renombrada tesis acerca de las diferentes etapas del pensamiento
agustiniano conocidas como conversioneslsquo (Alfaric 1918 Courcelle 1950 Lettieri
2001) En contra de dicha opinioacuten mi intencioacuten es la de demostrar la unidad de la
obra a partir de la influencia de Ciceroacuten fundamental no soacutelo para la comprensioacuten del
De doctrina Christiana y la defensa de su coherencia sino de toda la obra
agustiniana
Por uacuteltimo y a la luz de las observaciones anteriores se tomaraacute en
consideracioacuten la conclusioacuten del De doctrina Christiana llevada a cabo en el 426 en
la cual con base en la importancia que Agustiacuten le concede a la disciplina de la
retoacuterica y en la reapropiacioacuten e interpretacioacuten del Orator se opera una siacutentesis entre
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el pensador romano y la cultura cristiana Se busca asiacute ofrecer una nueva respuesta a
la pregunta multisecular acerca de queacute llevoacute a Agustiacuten a interrumpir primero y a
concluir despueacutes esta obra
Para todas las obras de Agustiacuten se consultaraacute la edicioacuten criacutetica del Corpus
Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum (CSEL) vols12 25 28 33 34 36 40 41-
44 51-53 57 58 60 63 Para el caso de los diaacutelogos de Casiciaco se tendraacute en
cuenta la reciente edicioacuten criacutetica de Therese Fuhrer (2017) Todas las citas se tomaron
de la traduccioacuten espantildeola de la BAC pues se trata de una edicioacuten comentada y
bilinguumle que permite un trabajo de revisioacuten del texto original en latiacuten
Para las obras de Ciceroacuten se consultaraacuten las ediciones criacuteticas mencionadas en
la bibliografiacutea y las ediciones en espantildeol de la Bibliotheca Scriptorum Graecorum et
Romanorum Mexicana las cuales son de suma utilidad por ser bilinguumles y contar con
introduccioacuten y notas completas y precisas
En cuanto a la bibliografiacutea secundaria tantos libros como artiacuteculos de revista
se citaraacute en espantildeol dentro del cuerpo del texto siendo todas las traducciones de la
autora
22
1 LA INFLUENCIA DE CICEROacuteN EN LOS DIAacuteLOGOS DE CASICIACO DE AGUSTIacuteN
Introduccioacuten
La relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten suele centrarse en el famoso episodio de las
Confessiones en el que se recrea el encuentro que Agustiacuten tuvo con el Hortensius
obra compuesta seguacuten el modelo del protreacuteptico griego alrededor del 45 a C El
pasaje en cuestioacuten reza asiacute
Entre estos tales estudiaba yo entonces en tan flaca edad los libros de la elocuencia en la que deseaba sobresalir con el fin condenable y vano de satisfacer la vanidad humana Mas siguiendo el orden usado en la ensentildeanza de tales estudios llegueacute a un libro de un tal Ciceroacuten cuyo lenguaje casi todos admiran aunque no asiacute su fondo Este libro contiene una exhortacioacuten suya a la filosofiacutea y se llama el Hortensio Semejante libro cambioacute mis afectos y mudoacute hacia ti Sentildeor mis suacuteplicas e hizo que mis votos y deseos fueran otros De repente aparecioacute a mis ojos vil toda esperanza vana y con increiacuteble ardor de mi corazoacuten suspiraba por la inmortalidad de la sabiduriacutea y comenceacute a levantarme para volver a ti Porque no era para pulir el estilo mdashque es lo que pareciacutea debiacutea comprar yo con los dineros maternos en aquella edad de mis dieciocho antildeos haciendo dos que habiacutea muerto mi padremdash no era repito para pulir el estilo para lo que yo empleaba la lectura de aquel libro ni era la elocucioacuten lo que a ella me incitaba sino lo que deciacutea
iexclCoacutemo ardiacutea Dios miacuteo coacutemo ardiacutea en deseos de remontar el vuelo de las cosas terrenas hacia ti sin que yo supiera lo que entonces tuacute obrabas en miacute Porque en ti estaacute la sabiduriacutea Y el amor a la sabiduriacutea tiene un nombre en griego que se dice filosofiacutea a la cual me encendiacutean aquellas paacuteginas (conf III47-8)
En primer lugar debe afirmarse que la situacioacuten cronoloacutegica del encuentro
con la primera obra filosoacutefica del reacutetor Ciceroacuten es precisamente un artificio retoacuterico
Si bien muchos especialistas (Pellegrino 1956 Tescari 1961) afirman que hasta el
momento esto es durante la formacioacuten en Madaura Agustiacuten soacutelo habiacutea tenido acceso
24
a las obras retoacutericas del Arpinate es muy difiacutecil sostener que no se hubiera tenido
ninguacuten tipo de contacto con la maacutes conocida de sus obras filosoacuteficas Resulta maacutes
plausible en cambio afirmar que en la construccioacuten literaria de las Confessiones se
situacutea el encuentro con la filosofiacutea seguacuten el modelo establecido por el mismo Ciceroacuten
el cual afirma (Brut 306) haberse acercado a la filosofiacutea desde muy temprana edad y
no haber nunca abandonado su estudio Sabemos que a los quince antildeos Ciceroacuten
conocioacute al epicuacutereo Fedro pero que fue el encuentro con el neoacadeacutemico Filoacuten de
Larisa ocurrido cuando teniacutea dieciocho antildeos el que definioacute su amor por la buacutesqueda
de la sabiduriacutea Dicha buacutesqueda determinaraacute su oficio de reacutetor y hallaraacute concrecioacuten en
la escritura de las obras filosoacuteficas compuestas entre el 46 a C y el 44 a C de las
cuales el Hortensius es la primera En este punto debe considerarse el caraacutecter
exhortativo del Hortensius sobre el cual Agustiacuten llama la atencioacuten Aunque no
conservamos la obra sabemos que la intencioacuten de Ciceroacuten en la misma era mostrar
en contra de la posicioacuten de Hortensio famoso orador y adversario suyo que el ideal
del orator consistiacutea en la perfecta sintoniacutea entre dignidad eacutetico-poliacutetica y
conocimiento filosoacutefico del cual dependiacutea la obtencioacuten de la felicidad De este modo
retoacuterica y filosofiacutea no estaacuten separadas sino que seguacuten las palabras de Ciceroacuten en
contra de Hortensio la dialeacutectica juega un papel fundamental en la retoacuterica
(Schlapbach 2006) Por este motivo el conocimiento filosoacutefico se presenta como
necesario e inevitable siguiendo la advertencia aristoteacutelica manifiesta en el
Protreacuteptico modelo a su vez de la obra de Ciceroacuten Para Hortensio en cambio en
clara consonancia con la tradicioacuten sofiacutestica griega la finalidad uacutenica de la oratoria
debiacutea limitarse a la persuasioacuten y no a la formacioacuten del ethos ni del orador ni de su
auditorio
Por uacuteltimo y sobre esto han llamado la atencioacuten varios especialistas (Marrou
1938 Pellegrino 1956) considerareacute la calificacioacuten que se le otorga a Ciceroacuten pues
Agustiacuten se refiere a su maestro como cuiusdam Cicero lo cual podriacutea tener un
sentido peyorativo En contra de esta idea Testard (1958) demuestra con claridad que
dicho adjetivo es usado en varias ocasiones no soacutelo con referencia a Ciceroacuten sino
tambieacuten respecto de otros autores y que su empleo no estaacute relacionado con una
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caracterizacioacuten negativa sino que tiene una connotacioacuten de respeto o distancia Por
otra parte el contexto mismo tiene un caraacutecter entusiasta que quiere poner el eacutenfasis
en la funcioacuten exhortativa de la obra del Arpinate para darle fuerza retoacuterica al relato
del inicio de la buacutesqueda de la verdad Por esta razoacuten considero que el pasaje alusivo
al encuentro con el Hortensius es una construccioacuten literaria que quiere dar cuenta de
un nuevo modo de comprensioacuten y en este sentido debe entenderse la relacioacuten entre
las Confessiones y los diaacutelogos de Casiciaco en los cuales la influencia ciceroniana
es fundamental
Asiacute pues tenemos que en su narracioacuten literaria del encuentro con el
Hortensius Agustiacuten hace un ajuste de cuentas con la tradicioacuten filosoacutefica entendiendo
por esto la asuncioacuten y la referencia consciente a dos modelos que le permiten a eacutel
mismo inscribirse en dicha tradicioacuten Ademaacutes de ello la narracioacuten nos permite asistir
al ejercicio hermeneacuteutico llevado a cabo por el escritor de las Confessiones que
interpreta su encuentro juvenil con la filosofiacutea afirmando que de ella debiacutea admirarse
su fondo y no su forma La tensioacuten entre forma y contenido entre pulchrum y verum
acompantildearaacute a Agustiacuten toda su vida tanto en cuanto receptor de la filosofiacutea como en
cuanto maestro obispo y pensador No sorprende entonces que en su narracioacuten del
encuentro con el Hortensius afirme que las palabras contenidas en esa obra soacutelo le
produciacutean deleite haciendo impliacutecita la contraposicioacuten entre pulchrum y verum
Mas entonces mdashtuacute lo sabes bien luz de mi corazoacutenmdash como auacuten no conociacutea yo el consejo de tu Apoacutestol soacutelo me deleitaba en aquella exhortacioacuten que me excitaba encendiacutea e inflamaba con su palabra a amar buscar lograr retener y abrazar fuertemente no esta o aquella secta sino la Sabiduriacutea misma estuviese dondequiera (conf III48)
Aquella lectura se quedaba en el mero deleite de la forma pero tras la
apariencia de la belleza auacuten no se revelaba la verdad razoacuten por la cual la lectura de
las Escrituras que seguacuten la narracioacuten de las Confessiones le sucedioacute al Hortensius
fue un encuentro desafortunado y descorazonador El joven estudiante de retoacuterica
perdido auacuten en la voluptuosidad de la forma buscaba la sabiduriacutea con ansias pero se
manteniacutea todaviacutea en el aacutembito de la persuasio sin lograr dar el salto a la conversio
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El camino hacia la sabiduriacutea que se inicia con la lectura del Hortensius estaraacute
lleno de obstaacuteculos y laberintos en uno de los cuales el maniqueiacutesmo Agustiacuten habriacutea
de permanecer perdido durante casi una deacutecada Pero una vez maacutes una lectura se
ofrece como luz y guiacutea se trata de los libros de los platoacutenicos platonicorum libri
gracias a los cuales se abandona el materialismo maniqueo y se encuentra la
disposicioacuten adecuada para tratar aquellos problemas que habiacutea suscitado la lectura del
Hortensius los cuales hallaraacuten concrecioacuten en Casiciaco Es importante anotar que
cuando la pequentildea comunidad de cristianos se alberga en la Brianza la intencioacuten es la
de dedicarse al estudio de la filosofiacutea y prepararse para recibir el bautismo iquestCuaacuteles
fueron las lecturas que acompantildearon dicha preparacioacuten y coacutemo transcurriacutean los diacuteas
de los habitantes de Casiciaco Teniendo en cuenta que Agustiacuten asume el rol de
maestro podemos pensar que eligioacute con particular atencioacuten las lecturas para sus
joacutevenes disciacutepulos aunque estos podiacutean tambieacuten dedicar su tiempo libre a temas de
su eleccioacuten como lo haraacute Licencio en su aficioacuten por la poesiacutea Seguacuten las palabras
dirigidas a Romaniano en el Contra Academicos el Hortensius es una de las obras
escogidas para la preparacioacuten intelectual y espiritual de los joacutevenes y los frutos de la
misma resultan abundantes (cAcad I4) La eleccioacuten del Hortensius tiene un claro
intereacutes propedeacuteutico que se halla en estrecha consonancia con la decisioacuten vital de
llevar una vida comunitaria dedicada al estudio y a la contemplacioacuten es decir a la
filosofiacutea entendida como forma de vida iquestA cuaacuteles otras obras de Ciceroacuten teniacutea
acceso la comunidad de Casiciaco A propoacutesito de esto resulta de particular intereacutes
la posicioacuten de Altman (2016) seguacuten la cual es posible avanzar una hipoacutetesis de los
libros conocidos por los participantes de los diaacutelogos seguacuten sus intervenciones En
este orden de ideas podriacutea afirmarse que Trigecio soacutelo conoce el Hortensius pues
cuando Licencio recurre a ideas presentes en el Academici para refutar su posicioacuten el
joven le responde que no reconoce esas palabras de Ciceroacuten y que no sabe quieacuten es
Carneacuteades (cAcad I37) Por otra parte Licencio demuestra un amplio conocimiento
de las doctrinas de los acadeacutemicos y en varias ocasiones cita de memoria fragmentos
tanto del Hortensius como del Academici en momentos cruciales del ejercicio
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retoacuterico-filosoacutefico presente en el Contra Academicos por ejemplo en el pasaje en el
que se define el error (I24)
Otro autor claacutesico que ocupa un lugar preponderante en las jornadas de
Casiciaco es el poeta latino Virgilio4 al cual se dedicaba gran parte del tiempo de
estudio y de lectura
[hellip] y mirando por mi salud nada hice maacutes aquel diacutea soacutelo antes de la cena teniacutea costumbre de escuchar con ellos todos los diacuteas la lectura de medio volumen de Virgilio y era nuestra ocupacioacuten considerar el admirable modo de ser de las cosas (ord I826)
Desde la reforma educativa llevada a cabo por Cecilio Epirota en el antildeo 26 a
C Virgilio seraacute el modelo escogido para el estudio de la gramaacutetica en las escuelas
disposicioacuten que se manteniacutea intacta en tiempos de Agustiacuten El poeta es durante siglos
el siacutembolo de la cultura romana5 y la fuente principal de la misma por lo que se
constituye en ejemplo de composicioacuten y estilo influyendo asiacute en pensadores como
Seacuteneca San Jeroacutenimo y San Ambrosio entre otros6
En el caso de Agustiacuten el encuentro inicial con Virgilio se da en el aacutembito
escolar como parte de la formacioacuten en gramaacutetica llevada a cabo en la ciudad de
Madaura En las Confessiones (I1320) se relata coacutemo las historias de la Eneida
causaban un profundo sobrecogimiento en el aacutenimo del joven lector el cual preferiacutea
las letras latinas sobre las griegas Si bien el entusiasmo del estudiante que llora las
desgracias de Dido se iraacute atenuando los versos del poeta acompantildearaacuten las reflexiones
del filoacutesofo a lo largo de toda su vida Aunque es cierto que en las primeras obras
como en el caso de los diaacutelogos de Casiciaco encontramos innumerables alusiones
directas e indirectas al poeta noster en obras maduras como el De Trinitate y De 4 Acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y Virgilio veacutease la obra claacutesica Augustine and the Latin Classics (Hagendahl 1967) en la cual se hace un estudio detallado de la relacioacuten entre Agustiacuten y los claacutesicos latinos Tambieacuten resulta de gran utilidad el artiacuteculo de Oroz Reta (1963) 5 A propoacutesito del valor cultural de la Eneida McCarthy (2009) afirma que dicha obra ―representa una especie de testamento cultural que no soacutelo ejemplifica un estilo literario propio latinitas sino que perpetuacutea los ideales del imperium Los grammatici y rhetores que manteniacutean los estaacutendares de la elocuencia virgiliana (entre los cuales el joven Agustiacuten era una estrella en ascenso) teniacutean la importante funcioacuten poliacutetica de propagar los valores imperiales que Virgilio representaba (p 470) 6 Entre los estudios dedicados a la influencia de Virgilio en la literatura latina se destacan Vergil in the Works of S Ambrose (Diederich 1931) y Virgilio nel Medioevo (Comparetti 1986)
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civitate dei se recurre a pasajes de la Eneida las Geoacutergicas y las Eacuteglogas para ilustrar
cuestiones fundamentales como el problema de la memoria (Trin XIV1114) y para
exponer temas relacionados con la historia y la cultura romanas (civDei II22)
De este modo vemos coacutemo Virgilio acompantildea y determina el camino vital e
intelectual de Agustiacuten desde su primer contacto con las letras hasta sus antildeos de
madurez En el caso del periodo de Casiciaco que aquiacute nos concierne cabe anotar
que tanto en el Contra Academicos como en el De ordine se hace mencioacuten de la
lectura de Virgilio a la cual se dedicaban con entusiasmo y placer todos los hueacutespedes
de Verecundo recurriendo a sus versos en repetidas ocasiones para enriquecer y
dirigir sus discusiones o amparar alguacuten punto bajo su autoridad (cAcad II4
IVI18 ord IV10 VIII26 XI34) Entre las diversas alusiones a Virgilio vale la
pena destacar el pasaje del Contra Academicos en el que Licencio recurre al poeta
para avanzar en el examen del problema central del diaacutelogo la cuestioacuten de definicioacuten
de la verdad y refutar la posicioacuten de su adversario Trigecio (I514)
Tenemos pues que los dos grandes modelos del pensamiento latino
conduciacutean las jornadas del grupo que se habiacutea instalado en la Brianza luego de que
Agustiacuten renunciara a su cargo de reacutetor en la ciudad imperial de Milaacuten Este episodio
asiacute como la intencioacuten de los hueacutespedes de Verecundo se narra en las Confessiones
con las siguientes palabras
[hellip] por fin llegoacute el diacutea en que debiacutea ser absuelto de hecho de la profesioacuten de retoacuterico de la que ya estaba suelto con el afecto y asiacute se hizo Tuacute sacaste mi lengua de donde habiacuteas ya sacado mi corazoacuten Y te bendeciacutea con gozo con todos los miacuteos camino de la quinta de Verecundo en donde queacute fue lo que hice en el terreno de las letras puestas ya a tu servicio pero auacuten respirando como en una pausa la soberbia de la escuela lo testifican los libros que discutiacute con los presentes y conmigo mismo a solas en tu presencia de lo que trateacute con Nebridio ausente claramente lo indican las cartas habidas con eacutel (IX67)
El testimonio de las Confessiones nos permite acceder al juicio de Agustiacuten
acerca de sus primeros diaacutelogos los cuales como eacutel mismo afirma estaban ya al
servicio de Dios aunque su estilo auacuten permaneciacutea fiel a los principios de la escuela
iquestA queacute principios se hace referencia Como queda claro por lo que se ha dicho hasta
el momento no puede tratarse maacutes que de los principios que guiacutean al modelo dialogal
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platoacutenico ciceroniano y varroniano que seraacute elegido tanto como vehiacuteculo para
reinterpretar los problemas filosoacuteficos claacutesicos en clave cristiana como cuanto
modelo de pensamiento que le permite inscribirse en la tradicioacuten que habiacutea
determinado su proceso de formacioacuten7
En lo concerniente a las lecturas cristianas realizadas en la villa de Casiciaco
en los diaacutelogos es posible constatar una reiterada alusioacuten a los Salmos y a los
sermones de Ambrosio No sorprende que el maestro Agustiacuten haya escogido los
Salmos para la preparacioacuten espiritual de sus disciacutepulos pues la belleza de los mismos
se constituye como una entrada privilegiada a los misterios de la fe Las Confessiones
relatan esta lectura con las siguientes palabras
iexclQueacute voces te di Dios miacuteo cuando todaviacutea novicio en tu verdadero amor y siendo catecuacutemeno leiacutea descansado en la quinta [Casiciaco] los salmos de David mdashcaacutenticos de fe sonidos de piedad que excluyen todo espiacuteritu hinchadomdash en compantildeiacutea de Alipio tambieacuten catecuacutemeno y de mi madre que se nos habiacutea juntado con traje de mujer fe de varoacuten seguridad de anciana caridad de madre y piedad cristiana iexclQueacute voces siacute te daba en aquellos salmos y coacutemo me inflamaba en ti con ellos y me encendiacutea en deseos de recitarlos si me fuera posible al mundo entero contra la soberbia del geacutenero humano Aunque cierto es ya que en todo el mundo se cantan y que no hay nadie que se esconda de tu calor (IX48)
Con estas palabras Agustiacuten se inscribe en la tradicioacuten cristiana que considera
la lectura de los Salmos como cura del alma y fuente privilegiada de espiritualidad8
En los Salmos Agustiacuten encuentra no soacutelo la belleza retoacuterica de su composicioacuten sino
un contenido que le permite expresar una nueva condicioacuten y una disposicioacuten de su
aacutenimo determinada por el rechazo de la soberbia y el orgullo La alusioacuten a Moacutenica en
el pasaje citado no es casual pues recordemos que en los diaacutelogos la madre es el
siacutembolo de la Iglesia y ella misma se presenta como un vehiacuteculo y un intermediario
entre Agustiacuten y las costumbres de la iglesia cristiana A propoacutesito de esto en las
7 Fuhrer (2013) afirma que Agustiacuten se inscribe en la tradicioacuten de los diaacutelogos de villa tomando como modelo el De oratore y el De legibus de Ciceroacuten los cuales a su vez se inspiran en el Fedro platoacutenico Del mismo modo que en los diaacutelogos ciceronianos Agustiacuten se sirve del entorno para establecer una distancia espacial y mental entre la vida de la ciudad necotium y la vida entregada a la sabiduriacutea otium (p 2) 8 ―El desarrollo de la tradicioacuten asceacutetica y monaacutestica durante el siglo IV aseguroacute completamente el lugar de los Salmos como oracioacuten de la Iglesia (McCarthy 2009 p 456)
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Confessiones se narra coacutemo la feligresiacutea milanesa acompantildeoacute a su obispo Ambrosio
durante la persecucioacuten emprendida por Justina la madre del emperador Entre el
grupo de fieles se hallaba Moacutenica
la primera en solicitud y en las vigilias que no viviacutea sino para la oracioacuten Nosotros todaviacutea friacuteos sin el calor de tu Espiacuteritu nos sentiacuteamos conmovidos sin embargo por la ciudad atoacutenita y turbada Entonces fue cuando se instituyoacute que se cantasen himnos y salmos a la usanza oriental para que el pueblo no se dejase abatir por la tristeza o aburrimiento Desde ese diacutea se ha conservado hasta el presente siendo ya imitada por muchas casi por todas tus iglesias en las demaacutes regiones del orbe (conf IX715)
En cuanto a la influencia de Ambrosio es fundamental tener en cuenta que el
acercamiento de Agustiacuten al obispo de Milaacuten estuvo determinado por la retoacuterica pues
recordemos que Ambrosio era un profundo conocedor de la cultura claacutesica y que
Ciceroacuten tuvo una gran influencia en su pensamiento Agustiacuten comenzoacute a escuchar la
predicacioacuten de Ambrosio movido sobre todo por la atraccioacuten que la teacutecnica retoacuterica
del afamado obispo le suscitaba empero poco a poco el intereacutes de Agustiacuten fue
cambiando y encontroacute en las palabras de Ambrosio maacutes que elocuencia y suavidad
una interpretacioacuten diferente de la Sagrada Escritura y una orientacioacuten que le permitiacutea
alejarse del maniqueiacutesmo bajo una nueva ontologiacutea En el De beata vita se refiere asiacute
a este encuentro
advertiacute raacutepidamente en los sermones de nuestro obispo [hellip] que cuando se piensa acerca de Dios nuestros pensamientos no deberiacutean hacer hincapieacute en la realidad material cualquiera que esta sea ni siquiera en el caso del alma que es la cosa del universo maacutes proacutexima a Dios (I4)
Asiacute pues vemos coacutemo las palabras del obispo lo ayudaron a resolver algunas
equivocaciones basadas en una interpretacioacuten tergiversada del Antiguo Testamento
permitieacutendole asiacute proseguir en la buacutesqueda de la verdad de la cual los diaacutelogos son
el primer fruto
De este modo vemos que Agustiacuten lleva a cabo desde sus primeros escritos
una siacutentesis de las dos fuentes que determinan su pensamiento su formacioacuten claacutesica y
la fe cristiana las cuales operan de manera conjunta en la conformacioacuten de su
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pensamiento filosoacutefico que en cuanto amor por la sabiduriacutea estaacute anclado en la figura
de Cristo
La tradicioacuten que durante deacutecadas fue la maacutes aceptada inaugurada por Alfaric
(1918) ha querido poner el eacutenfasis en la comprensioacuten de la vida de Agustiacuten como una
cadena de conversiones como una evolucioacuten intelectual en la que filosofiacutea y teologiacutea
se contraponen9 Apoyar esta postura no soacutelo supone una visioacuten muy restringida del
desarrollo vital e intelectual de nuestro autor sino una concepcioacuten fragmentada y
pobre de la construccioacuten de su pensamiento Cuando Agustiacuten se encuentra en
Casiciaco seguramente teniacutea a la mano algunos de los libros platoacutenicos que
circulaban en el inquieto ambiente milaneacutes pero tambieacuten y sin duda consultaba los
textos de quien habiacutea sido su maestro y modelo desde la infancia Ciceroacuten
Para apoyar esta idea pasaremos a considerar el Contra Academicos el maacutes
extenso y complejo de los diaacutelogos de este periodo
11 Contra Academicos la buacutesqueda de la verdad
En las primeras paacuteginas de la obra en la dedicatoria a Romaniano
encontramos una declaracioacuten que suele pasar desapercibida eacutesta tiene que ver con la
preparacioacuten de los joacutevenes acompantildeantes de Agustiacuten en Casiciaco Licencio y
Trigecio a propoacutesito de los que se afirma
al verlos mucho maacutes dispuestos y ansiosos de lo que yo me habiacutea imaginado intenteacute entonces probar de queacute eran capaces a su edad porque me pareciacutea que un libro de Ciceroacuten el Hortensius les habiacutea ganado en gran medida para la filosofiacutea (cAcad I14)
Esta declaracioacuten nos ofrece un dato fundamental Agustiacuten recurre al mismo
modelo que utilizaraacute en las Confessiones pues asiacute como el diaacutelogo de Ciceroacuten habiacutea
tenido valor propedeacuteutico para su vida un asiacute mismo lo tendriacutea para todos aquellos
9 En lo concerniente al debate de la separacioacuten entre filosofiacutea y teologiacutea en el pensamiento de Agustiacuten el aporte de Madec (1998) es fundamental en tanto afirma ―no venero la distincioacuten escolaacutestica entre filosofiacutea y teologiacutea no soacutelo porque me impediriacutea hacer correctamente mi trabajo sino porque la considero deleteacuterea en la medida en que hipostatiza dos disciplinas que tienden a definirse y a neutralizarse reciacuteprocamente (p 15)
32
que quisieran dedicar su vida a la indagacioacuten de la verdad Ademaacutes es fundamental
tener en cuenta que esta obra se inscribe en la tradicioacuten griega del protreacuteptico lo cual
permite entender la finalidad de la misma y la iacutentima conexioacuten existente entre la
refutacioacuten del escepticismo acadeacutemico y la posibilidad de dedicar su vida al
conocimiento La invitacioacuten y el propoacutesito en la dedicatoria son claros es necesario
dedicarse a la filosofiacutea pues ―ella nos promete conocer claramente al Dios
sumamente verdadero e inefable (cAcad I13)
El Hortenisus se constituye entonces como punto de partida no soacutelo de este
diaacutelogo sino del amplio proyecto agustiniano en cuanto su contenido dispone a sus
lectores hacia la recta senda que corresponde a la buacutesqueda de la sabiduriacutea y la
verdad Asiacute pues tanto la influencia de las lecturas claacutesicas literarias y filosoacuteficas
que acompantildearon a Agustiacuten durante toda su vida como la eleccioacuten de una vida en
comunidad alejada de los placeres del mundo y dedicada al crecimiento espiritual
inspirada en la tradicioacuten del otium liberale le permitieron a Agustiacuten encontrar un
campo de movimiento intelectual del cual ya nunca se apartariacutea El punto de partida
de dicha actividad es la afirmacioacuten en contra del escepticismo de que siacute es posible
encontrar la verdad Agustiacuten habiacutea hallado en las lecturas platoacutenicas una ontologiacutea de
la espiritualidad que le permitioacute resolver algunas cuestiones que siempre habiacutean
estado en el centro de sus reflexiones a saber la naturaleza de Dios y el problema del
mal La incorrecta ontologiacutea maniquea es remplazada ahora y puesta al servicio de la
fe esto no puede menos que entusiasmar a Agustiacuten que consciente del error
maniqueo buscaba desesperadamente respuestas a los interrogantes que habiacutean
surgido de su propia investigacioacuten y del contacto con la retoacuterica y la filosofiacutea Asiacute de
las lecturas platoacutenicas se tomaron ciertos elementos y se desecharon otros no
compatibles con el cristianismo adoptando una postura criacutetica que queda claramente
evidenciada en el rechazo hacia la posicioacuten esceacuteptica10 de la Nueva Academia la cual
se declaraba a siacute misma heredera del pensamiento platoacutenico iquestEs entonces el Contra
10 A propoacutesito del conocimiento de Agustiacuten acerca del escepticismo Kirwan (1989) anota que deriva en su mayor parte si no completamente de Ciceroacuten y de su obra Academici libri aunque no es posible establecer a cuaacutel de las dos ediciones de esta uacuteltima habiacutea tenido acceso (p 16)
33
Academicos una respuesta al escepticismo ciceroniano Para contestar este
interrogante debemos entender la naturaleza del diaacutelogo ciceroniano titulado De
Academici Libri y la postura esceacuteptica en ellos expuesta
Ciceroacuten escribe el diaacutelogo De Academici Libri en un momento muy fructuoso
de su produccioacuten intelectual cuando se aparta de los avatares de la vida puacuteblica y se
retira a su villa de Tuacutesculo para entregarse de lleno a la filosofiacutea Las dos primeras
obras de este periodo comprendido entre el 45 a C y el 43 a C tienen un caraacutecter
propedeacuteutico y exhortativo se trata de la Consolatio y el Hortensius ambas perdidas
La tercera obra compuesta es De Academici Libri de la que conservamos el primer
libro de la tercera edicioacuten incompleto conocido como Academica posteriora I y el
segundo libro de la primera redaccioacuten conocido como Lucullus o Academica priora
II Se habla de diferentes ediciones porque durante su composicioacuten Ciceroacuten llevoacute a
cabo varios cambios tanto en la estructura de la obra que pasoacute de dos libros a cuatro
como en los personajes de la misma Esto uacuteltimo no debe entenderse como un mero
dato anecdoacutetico carente de importancia para la comprensioacuten de la finalidad de la obra
La eleccioacuten de los personajes de sus diaacutelogos estaba estrechamente ligada con su
intencioacuten de darle dignidad a la filosofiacutea en las maacutes altas esferas del mundo
intelectual romano por esta razoacuten elegiacutea cuidadosamente a sus interlocutores como
bien puede constatarse en las cartas a Aacutetico el cual le sugirioacute algunos cambios en el
contenido de la obra y en la dedicatoria Aunque no se conoce el contenido exacto de
las partes perdidas gracias a las reconstrucciones y citas de otros autores se puede
establecer que se trataba de la exposicioacuten de las posturas de Carneacuteades y de Antiacuteoco y
las refutaciones de cada una de ellas En lo que conservamos encontramos la disputa
de Antiacuteoco de Ascalona en contra de Arcesislao y Carneacuteades en lo que concierne a
su teoriacutea del conocimiento 11 Antiacuteoco disciacutepulo de Filoacuten habiacutea seguido las
propuestas de los creadores de la Nueva Academia Arcesislao y Carneacuteades durante
gran parte de su vida aunque en los uacuteltimos antildeos de su vida abrazoacute el estoicismo y
11 Arcesislao (315-249 a C) fundador de la Nueva Academia rechazoacute el principio estoico del asentimiento συγκατάϑεσις seguacuten el cual se puede garantizar la absoluta veracidad de las sensaciones cuando el alma frente a una representacioacuten cataleacuteptica la aprueba como verdadera en cuanto le resulta evidente
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sostuvo que los estoicos eran los verdaderos continuadores de la tradicioacuten platoacutenica
de la Academia alejaacutendose del escepticismo neo-acadeacutemico que proponiacutea una actitud
anti-dogmaacutetica basada en la suspensioacuten del juicio y en la probabilidad iquestCuaacutel es la
posicioacuten que asume Ciceroacuten en esta disputa y cuaacutel es su intencioacuten al exponer la criacutetica
de Filoacuten Para responder a estos interrogantes es necesario preguntarse cuaacutel fue la
posicioacuten de Ciceroacuten respecto a la cuestioacuten de la verdad En primer lugar debe tenerse
presente que en el escepticismo de dos de los maacutes significativos representantes de la
Nueva Academia hay una discrepancia pues mientras Arcesislao proponiacutea un
escepticismo radical Carneacuteades recurriendo a la probabilidad representa una
vertiente moderada de la propuesta esceacuteptica Vale la pena tener presente la siguiente
declaracioacuten de Ciceroacuten en el De natura deorum
debido a que nosotros no nos encontramos en la posicioacuten de negar la existencia de la verdad sino de decir que cada verdad viene acompantildeada del error debemos admitir que eacuteste es tan similar a aqueacutella que no podemos darle nuestro asentimiento De esto deriva que muchos conocimientos son probables y aunque no los entendamos gobiernan la vida del sabio porque presentan un aspecto notable e ilustre (I12)
Tenemos entonces que si bien Ciceroacuten se considera el uacuteltimo representante
de la Nueva Academia y gran admirador de Carneacuteades como eacutel mismo lo afirma unas
liacuteneas despueacutes del anterior pasaje es claro que su academicismo reinterpreta las
nociones de suspensioacuten del juiciolsquo epocheacute y probabilidadlsquo pithanon que habiacutean
sostenido sus predecesores proponiendo una buacutesqueda de la verdad anti-dogmaacutetica y
en continua transformacioacuten La acusacioacuten inmediata frente a una propuesta de este
tipo es la de relativismo moral y puede recogerse recurriendo a las palabras que
Luacuteculo le dirige a Ciceroacuten en las De Academici Libri
despueacutes de que tributaste (en el Hortensio) tan grandes alabanzas a la filosofiacutea iquestseguiraacutes esas doctrinas que todo lo confunden que nos despojan del juicio del asentimiento y de los sentidos Despueacutes de haber dicho bajo juramento que tuacute estabas seguro de aquellas ocultas maquinaciones (las de Catilina) iquestvas a decir ahora que nada se puede conocer o percibir (61-62)
La auto-ironiacutea ciceroniana del anterior pasaje no es casual El Arpinate expone
su pensamiento a traveacutes de todos los personajes que utiliza y no soacutelo en el personaje
35
que lleva su nombre Ciceroacuten buscoacute la verdad durante toda su vida no soacutelo en los
estrados y la vida puacuteblica romana sino en sus escritos sobre todo en aquellos
dedicados a la filosofiacutea compuestos en los uacuteltimos tres antildeos de su existencia y en la
copiosa correspondencia que se conserva12 Si admitimos esto podemos entender uno
de los pasajes maacutes discutidos del Contra Academicos en el que se afirma
Para que los razonamientos de los acadeacutemicos no parezcan extender como ciertas nieblas ni les parezca a algunos que nos oponemos eneacutergicamente a la autoridad de muy doctos varones y especialmente a la de Tulio Ciceroacuten quien no puede dejarnos indiferentes hareacute antes un breve comentario si os parece oponieacutendome a quienes creen que sus ensentildeanzas van contra la verdad (III714)
En este punto debemos preguntarnos con Catapano (2006) ―iquestqueacute tipo de
escepticismo critica Agustiacuten en el Contra Academicos (p 4) Debe sostenerse que
Agustiacuten critica el tipo de escepticismo que niega la posibilidad de encontrar la
verdad pues en su indagacioacuten ha puesto innumerables esfuerzos desde que la lectura
del Hortensius lo incitoacute a tomar el camino de la filosofiacutea asiacute como tambieacuten lo hizo
Ciceroacuten en su vida y obras Tanto para Agustiacuten como para Ciceroacuten la filosofiacutea ―en
cuanto inquisitio veri es una empresa intelectual y existencial que requiere una fuerte
motivacioacuten interior motivacioacuten que el escepticismo acadeacutemico en la medida en que
conduce a la desperatio veri podriacutea destruir (Catapano 2006 p 9) Pero entonces
iquestcoacutemo se explica el escepticismo de Ciceroacuten y la afinidad de Agustiacuten con el mismo
iquestPuede hablarse de un escepticismo en Agustiacuten En el tercer libro del Contra
Academicos y en la Carta a Hermogeniano Agustiacuten propone una hipoacutetesis muy
controvertida13 acerca del caraacutecter esoteacuterico de la Nueva Academia Vale la pena
tener en cuenta la Carta a Hermogeniano
Nunca me hubiera yo permitido ni aun en broma la osadiacutea de combatir a los acadeacutemicos ndashiquestcoacutemo no iba a impresionarme la autoridad de tan graves varonesndash si
12 Un aporte fundamental al estudio del caraacutecter filosoacutefico de las cartas de Ciceroacuten lo debemos a McConnell (2014) 13 Brittain (2000) uno de los opositores maacutes fuertes de la hipoacutetesis presentada por Agustiacuten afirma que este uacuteltimo ―ofrece una increiacuteble e implausible teoriacutea de la historia griega desde Soacutecrates hasta Plotino a saber la teoriacutea del esoterismo platoacutenico en la Academia esceacuteptica e interpreta los objetivos filosoacuteficos de Ciceroacuten en las Cuestiones Acadeacutemicas a partir de esta hipoacutetesis (pp 85 ss)
36
no fuese porque estimo que su doctrina es muy otra de la que el vulgo les atribuye Mejor que refutarlos lo que no puedo trateacute de imitarles como podiacutea Pienso que en aquel tiempo era maacutes oportuno encauzar la corriente platoacutenica si algo manaba puro de su fuente por un boscaje sombriacuteo y espinoso a disposicioacuten de unos pocos que dejarla correr a campo abierto ante los rebantildeos que aparecen a cada momento e imposibilitan el conservarla pura y limpia iquestNo es lo maacutes conveniente para una bestia opinar que el alma es corporal Pienso pues que contra esta gente se urdioacute uacutetilmente el arte y razoacuten de ocultar la verdad (ep I1)
Seguacuten Agustiacuten el escepticismo de la Nueva Academia surge como respuesta
al materialismo estoico incapaz de comprender las verdades metafiacutesicas del
platonismo y se opone tambieacuten al dogmatismo que caracterizaba al estoicismo y al
epicureiacutesmo Frente a la fuerza con la que estas escuelas se imponiacutean la uacutenica salida
para salvaguardar la verdad esto es las verdades socraacuteticas pareciacutea ser la de
ocultarlas tras un manto misterioso Dejemos de lado la veracidad histoacuterica de esta
hipoacutetesis presentada por Agustiacuten y centreacutemonos en su utilidad Para esto en primer
lugar debe tenerse en cuenta el papel que tuvo el escepticismo como propuesta
filosoacutefica en el desarrollo vital e intelectual del joven Agustiacuten Sabemos que seguacuten la
narracioacuten de las Confessiones la lectura del Hortensius habiacutea alcanzado su cometido
logrando que el joven estudiante de retoacuterica se llenara de deseos por dedicarse a la
investigacioacuten de la verdad Como ya se afirmoacute el camino no fue faacutecil y el
materialismo y el dogmatismo maniqueos se presentaron seductores proponiendo
falsedades como verdades absolutas Ante la desilusioacuten causada por el maniqueiacutesmo
y su incapacidad para responder a las maacutes agudas cuestiones Agustiacuten entroacute en un
periodo que eacutel mismo llamoacute esceacutepticolsquo
Sin embargo considerando y comparando maacutes y maacutes lo que los filoacutesofos habiacutean sentido acerca del ser fiacutesico de este mundo y de toda la Naturaleza que es objeto del sentido de la carne juzgaba que eran mucho maacutes probables las doctrinas de eacutestos que no las de aqueacutellos [maniqueos] Asiacute que dudando de todas las cosas y fluctuando entre todas seguacuten costumbre de los acadeacutemicos como se cree determineacute abandonar a los maniqueos juzgando que durante el tiempo de mi duda no debiacutea permanecer en aquella secta a la que anteponiacutea ya algunos filoacutesofos a quienes sin embargo no queriacutea encomendar de ninguacuten modo la curacioacuten de las laceriacuteas de mi alma por no hallarse en ellos el nombre saludable de Cristo (conf V1425)
37
Con los elementos recogidos podriacutea afirmarse que la actitud de Agustiacuten frente
al escepticismo no es negativa en cuanto eacuteste se constituye como momento
propedeacuteutico para el encuentro con la verdad Asiacute puede distinguirse entre dos tipos
de escepticismo a saber uno radical que se vuelve dogmaacutetico y otro moderado que
se presenta como estrategia en la buacutesqueda de la verdad en cuanto se trata de un
momento criacutetico y necesario Ahora queda todaviacutea abierta la cuestioacuten de coacutemo se
relacionan Ciceroacuten y Agustiacuten con estos dos tipos de escepticismo que hemos descrito
En cuanto al orador romano puede sostenerse con Powell (2002) que su escepticismo
probabilista es una estrategia realista frente al materialismo epicuacutereo y al dogmatismo
estoico (p 23) De ser esto asiacute tendriacuteamos que el escepticismo en cuanto estrategia o
actitud cumple el mismo papel propedeacuteutico en ambos pensadores iquestCoacutemo logra
Agustiacuten desprenderse del error maniqueo y de sus falsas pretensiones de alcanzar la
verdad a traveacutes de un racionalismo materialista y dogmaacutetico Haciendo suyo un
principio de su maestro Ciceroacuten el cual afirma ―mientras que los demaacutes dicen que
unas cosas son ciertas y otras son inciertas yo disintiendo de ellos digo que unas
cosas son probables y otras improbables (off II17) El probabilismo ciceroniano no
es seguacuten como la lectura agustiniana un escepticismo radical que niegue al sabio la
posibilidad de alcanzar la verdad sino que funciona maacutes bien como una advertencia
frente a la posibilidad latente de caer en el error y mantenerse en eacutel Por esto en la
parte final del Contra Academicos se afirma en consonancia con la carta a
Hermogeniano que los acadeacutemicos ocultaban su doctrina Agustiacuten sostiene al
respecto
Me he persuadido entretanto con cierta probabilidad y dentro de mis posibilidades de esto tocante a los acadeacutemicos Si no es verdad me importa poco porque me basta creer que el hombre puede encontrar la verdad Quien crea que los acadeacutemicos han pensado de esta manera lea al mismo Ciceroacuten Porque eacutel nos dice que teniacutean la costumbre de ocultar su doctrina y descubrirla uacutenicamente a aquellos que habiacutean permanecido en sus escuelas hasta la ancianidad (cAcad III2045)
La doctrina oculta corresponderiacutea a la platoacutenica que seguacuten Agustiacuten no soacutelo
no se opone a los misterios de la fe y a la autoridad de Cristo sino que permite
comprender la fe a traveacutes del ejercicio la razoacuten Encontramos asiacute esbozado uno de los
38
grandes proyectos agustinianos el cual se articula desde la exhortacioacuten a la buacutesqueda
que concluye con estas palabras ―leed Los Acadeacutemicos y cuando alliacute encontreacuteis a un
Ciceroacuten victorioso de estas bagatelas (iquesthay cosa maacutes faacutecil) obligad a Alipio a
defender mi discurso contra los invencibles argumentos de Ciceroacuten (cAcad
III2045)
iquestDe queacute manera aparece Ciceroacuten como vencedor iquestCuaacuteles son sus
argumentos invencibles y contra quieacuten estaacuten dirigidos En este punto podriacutea pensarse
que Agustiacuten asume una interesante posicioacuten interpretativa que le permite ver los
diaacutelogos ciceronianos como el ejercicio dialeacutectico-filosoacutefico de un autor capaz de dar
cuenta de las diferentes perspectivas de las escuelas filosoacuteficas de su tiempo En este
sentido su victoria consistiriacutea en mostrar su habilidad para defender las distintas
posiciones pero sin dejarse seducir por las falsas promesas del dogmatismo
mantenieacutendose estable en su propoacutesito de alcanzar la verdad La reacuteplica de Ciceroacuten
con la que se inicia el cierre de los Academica posteriora podriacutea entenderse desde
entenderse desde este punto de vista
Cuando disputo con los demaacutes sobre todo acerca de cuestiones morales no pretendo engantildearlos a ellos ni tampoco a miacute mismo ni soy partidario de la obstinacioacuten o sofisteriacutea Por lo cual si fuera pertinente jurariacutea por Juacutepiter que tengo el mayor deseo de encontrar la verdad y que digo lo que pienso Si me gozo al descubrir algo verosiacutemil iquestcoacutemo puedo no ansiar descubrir lo verdadero (Acad 61)
Esa disposicioacuten hacia lo verdadero entendida como amor a la sabiduriacutea fue el
elemento que desde la lectura del Hortensius determinoacute la proximidad entre Agustiacuten
y su maestro de retoacuterica iquestCoacutemo podriacutea alguien exhortar con tal ardor al estudio de la
filosofiacutea si no cree posible encontrar la verdad Que Ciceroacuten haya escrito su diaacutelogo
acadeacutemico justo despueacutes de sus dos obras exhortativas no debe perderse de vista
pues puede tomarse como una amonestacioacuten como un llamado a la prudencia y en
este sentido en cuanto indicador en el camino hacia la verdad Ciceroacuten ha salido
victorioso
39
12 El Contra Academicos como ejercicio filosoacutefico y retoacuterico
Si se admite que el objetivo principal del Contra Academicos es exhortar a la
buacutesqueda del conocimiento en la liacutenea de la tradicioacuten protreacuteptica podemos entender
no soacutelo su estructura sino la razoacuten de su composicioacuten como obra inaugural del
proyecto filosoacutefico de Agustiacuten en el cual jugaba un papel fundamental la comunidad
que se habiacutea establecido en Casiciaco La recta buacutesqueda de la verdad a la cual
Agustiacuten ha decidido dedicar su vida es un proceso comunitario un diaacutelogo
permanente que no se agota y que se construye en el ejercicio mismo de la filosofiacutea
Los diaacutelogos de Casiciaco dan cuenta de este ejercicio en el que Agustiacuten interroga a
sus interlocutores siguiendo el meacutetodo ciceroniano utilizado en las obras Academica
De finibus y De natura deorum Ciceroacuten recurre a la discussio in utramque partem
para mostrar que a todo discurso corresponde un discurso contradictorio de igual
valor Esta teacutecnica retoacuterica procedente del aacutembito forense se caracteriza por
estructurarse a partir de dos discursos alternativos que presentan argumentos opuestos
sobre un mismo asunto El orden de la exposicioacuten del discurso tiende a ser muy claro
y a apoyarse en eslabones reconocibles para que una vez pronunciado el interlocutor
pueda reconocer los puntos de oposicioacuten Por esta misma razoacuten las intervenciones no
pueden ser muy extensas
Asiacute como en su Academici Ciceroacuten construye dos discursos paralelos14 para
defender y atacar la tradicioacuten de la academia esceacuteptica sostenida por su maestro
Filoacuten de Larisa a los discursos de aquellos que defienden a los acadeacutemicos Agustiacuten
opone los de sus detractores En la primera liacutenea se inscriben Licencio y Alipio
mientras que en la segunda tenemos al mismo Agustiacuten acompantildeado del joven
Trigecio El primer ejemplo de la discussio in utramque partem lo encontramos
respecto de la cuestioacuten de la buacutesqueda de la verdad pues Licencio afirma que puede
ser feliz quien auacuten busca mientras que Trigecio sostiene que soacutelo es feliz aquel que
14 Woolf (2015) expone con claridad el meacutetodo ciceroniano usado en el Academici aquiacute retomado por Agustiacuten y afirma que se trata de un ejercicio cuya finalidad es la buacutesqueda de la verdad a partir de la construccioacuten de argumentos que tengan en cuenta las posturas opuestas con vistas a garantizar la imparcialidad (p16)
40
ya estaacute es posesioacuten de la verdad pues el que indaga sin encontrar yerra A la
conclusioacuten de Trigecio Licencio opone su definicioacuten del error en la cual se halla
contenido el principio fundamental del escepticismo defendido por Agustiacuten en
cuanto estrategia antidogmaacutetica
El error pienso yo consiste en afirmar lo falso por verdadero Pero jamaacutes puede admitir esto quien piense que es necesario buscar la verdad ya que no puede admitir la falsedad quien no admite nada Por tanto no puede caer en el error (cAcad I411)
Con estas palabras de Licencio Agustiacuten resume su propio camino en un tono
muy cercano al que utilizaraacute en las Confessiones
Y asiacute tanto maacutes agudamente me roiacutea el corazoacuten la preocupacioacuten de alcanzar algo cierto cuanto maacutes me confundiacutea el haber vivido tanto tiempo engantildeado y burlado con la promesa de cosas ciertas y haber sostenido con pueril empentildeo y animosidad tantas cosas dudosas como ciertas Sin embargo ya era cierto para miacute que eran dudosas no obstante que en alguacuten tiempo las creiacute ciertas es decir cuando con mis ciegas disputas combatiacutea a tu Catoacutelica a la cual aunque entonces no conociacutea por maestra de la verdad al menos sabiacutea que no ensentildeaba aquellas cosas de que gravemente la acusaba (VI45)
La duda esceacuteptica que habiacutea tenido una funcioacuten liberadora se retoma en el
Contra Academicos a partir de la implementacioacuten de modelos argumentativos
esceacutepticos como la discussio in utramque partem y la argumentacioacuten ad hominem
Asiacute pues la verdad no se presenta de manera dogmaacutetica sino como el resultado de
una construccioacuten retoacuterica comunitaria La finalidad de la contraposicioacuten de los
discursos no es la de anular al adversario sino la de establecer un consensus a partir
de los argumentos probables presentados por cada uno de los interlocutores Esta es la
razoacuten por la cual en el uacuteltimo libro del Contra Academicos se recurre a la
argumentacioacuten ad hominem para refutar el escepticismo sobre todo en lo que
concierne a sus consecuencias en el aacutembito de la moral De la misma manera que en
la obra Academica (II2269 II2478) Ciceroacuten habiacutea refutado las tesis de Zenoacuten y
Antiacuteoco a partir de sus propios argumentos Agustiacuten toma como punto de partida las
afirmaciones de los esceacutepticos para impugnarlas El pasaje en cuestioacuten es el siguiente
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No digo nada de los homicidios parricidios sacrilegios y de cuantos criacutemenes pueden cometerse o pensarse y que con breves palabras suelen justificarse -y esto es lo maacutes grave- por jueces sapientiacutesimos no he consentido luego no he errado iquestY coacutemo no iba a hacer lo que me parecioacute probable Quienes crean que tales cosas no pueden persuadirse probablemente lean el discurso de Catilina con que persuadioacute el parricidio de la patria crimen que resume todos (cAcad III1536)
Como anota Marchand (2013) Agustiacuten se apoya en la tesis del adversario
tomaacutendola como punto de partida para demostrar que la misma es insostenible y
respecto de los efectos morales de la aplicacioacuten de la doctrina de la probabilidad
apela al caso juriacutedico maacutes emblemaacutetico de la carrera forense ciceroniana Con este
recurso entonces se quiere reforzar y anticipar la idea con la que se cierra el Contra
Academicos y que tambieacuten estaacute presente en el Academica (61-62) seguacuten la cual el
hombre no soacutelo debe dedicar su vida a la buacutesqueda de la verdad sino que el
conocimiento de la misma es posible y necesario iquestCuaacutel es el camino hacia dicha
verdad El Contra Academicos nos ofrece una muestra de dicho itinerario en cuanto
su construccioacuten como ejercicio retoacuterico y filosoacutefico da cuenta del proceso y de las
etapas que seguacuten el modelo propuesto por Ciceroacuten deben recorrerse
En la oratio perpetua15 con la que se cierra el diaacutelogo Agustiacuten deja su papel
de maestro y asume eacutel mismo el ejercicio de composicioacuten retoacuterica de la oratio con la
intencioacuten de recorrer los pasos de su maestro y de recoger las conclusiones obtenidas
en la obra Academica La oratio puede dividirse en dos partes la primera expone
fielmente la explicacioacuten ciceroniana de la relacioacuten entre las escuelas filosoacuteficas su
concepcioacuten acerca de la figura del sabio y las consecuencias de la misma la segunda
cambia el tono forense por uno maacutes filosoacutefico y presenta los argumentos
concluyentes en contra del escepticismo dogmaacutetico y la controvertida hipoacutetesis acerca
del esoterismo acadeacutemico A continuacioacuten veremos en detalle las dos partes
15 En el aacutembito forense la oratio perpetua consiste en un discurso continuacuteo pronunciado por el demandante en el que se hace una extensa recopilacioacuten de los dantildeos causados por el acusado pero sin mostrar las pruebas que lo inculpen Como anota Kennedy (1994) este tipo de exposicioacuten alcanzoacute su maacutexima expresioacuten con la retoacuterica juriacutedica de Ciceroacuten Fuhrer (2012) por su parte llama la atencioacuten acerca de la utilizacioacuten de Agustiacuten de la oratio perpetua en los tres primeros diaacutelogos de Casiciaco
42
121 iquestQuieacuten es el sabio
En la primera parte de la oratio perpetua Agustiacuten sigue con fidelidad la
estructura de la misma en la tradicioacuten forense pues construye un discurso en el que se
presentan las consecuencias de la concepcioacuten acadeacutemica acerca de la figura del sabio
con el fin de mostrar que eacutesta es insostenible sobre todo en el aacutembito juriacutedico pues
la funcioacuten del juez es justamente la de determinar cuaacutel de las dos partes dice la
verdad El punto de partida es el siguiente fragmento de Ciceroacuten
todas las demaacutes sectas que se creen en posesioacuten de la sabiduriacutea otorgan un segundo lugar al sabio acadeacutemico reivindicando el primer puesto para el suyo De donde se puede concluir con probabilidad que seguacuten su recto juicio el primero es aquel que seguacuten el juicio de los demaacutes es el segundo (Acad sect 20)
Aunque no se conserva esta obra en su totalidad el problema sobre el que
Ciceroacuten quiere llamar la atencioacuten se retoma en varias partes de su obra y debe
entenderse una vez maacutes como una advertencia acerca de los peligros del
dogmatismo Agustiacuten reconstruye los argumentos ciceronianos en contra de los
estoicos y los epicuacutereos y muestra coacutemo ambas escuelas pretenden estar en posesioacuten
de la verdad negando el espacio de la discusioacuten necesario para entablar un diaacutelogo
filosoacutefico Sin embargo Agustiacuten da un paso maacutes y demuestra que la posicioacuten del
sabio acadeacutemico aunque prudente16 es tambieacuten insostenible La primera parte de la
oratio se cierra con la acusacioacuten frente a los jueces de la dificultad praacutectica de
sostener la tesis seguacuten la cual el sabio no sabe nada En un juicio hipoteacutetico entre
Carneacuteades sostenedor de la imposibilidad de conocer la verdad y Agustiacuten
sostenedor de la tesis contraria seriacutea imposible determinar quieacuten dice la verdad pues
si el juez se pronuncia a favor de cualquiera de los dos se le podraacute decir que su
veredicto no es vaacutelido en cuanto no es posible saber si dice la verdad Si bien Agustiacuten
toma como punto de partida a Ciceroacuten no debemos pensar que su intencioacuten en este
punto es la de criticar al pensador romano pues como ya hemos afirmado y como se
demostraraacute en la segunda parte de la oratio es necesario distinguir entre un
16 Leacutevy (1992) llama la atencioacuten sobre el concepto de temeritas con el cual Ciceroacuten se refiere a la actitud antifilosoacutefica que asume verdades absolutas sin someterlas al examen de la razoacuten
43
academicismo dogmaacutetico y uno moderado que se rige por la prudencia y rechaza la
temeridad de aquellos que afirman verdades que no han sido probadas
122 Platonis schola del tribunal a la escuela
La segunda parte de la oratio perpetua (cAcad III918-III2043) es la maacutes
extensa y contiene algunos de los pasajes maacutes controvertidos de toda la obra El
cambio de tono es introducido por Agustiacuten con la siguiente afirmacioacuten
Retireacutemonos por fin de este ruidoso tribunal amigo de pleitear a un lugar donde no nos moleste el alboroto de las gentes y ojalaacute sea a la misma escuela de Platoacuten llamada asiacute seguacuten se dice por estar retirada del pueblo y alliacute en la medida de nuestras fuerzas discutamos no de la gloria que es cosa superficial y pueril sino de la vida misma y de una cierta esperanza de la felicidad del alma (cAcad III918)
El movimiento literario propuesto en el diaacutelogo evoca el movimiento que
tanto Agustiacuten como Ciceroacuten llevaron a cabo al retirarse de la vida puacuteblica en la que
buscaban la gloria y decidieron entregarse a la buacutesqueda e investigacioacuten de la
sabiduriacutea Asiacute pues esta parte final del Contra Academicos refuerza su caraacutecter
exhortativo razoacuten por la cual se ocupa de refutar con contundencia las afirmaciones
de los acadeacutemicos dogmaacuteticos seguacuten las cuales ―nada puede ser percibido y ―no se
puede dar asentimiento a ninguna cosa Sin embargo en contra de lo que afirman
Mourant (1966) y Marchand (2012) considero que en la parte final de la obra el
adversario de Agustiacuten no es Ciceroacuten sino el dogmatismo encarnado no soacutelo por los
estoicos y epicuacutereos sino por los maniqueos que en su racionalismo no dejan espacio
a la fe A mi modo de ver las pruebas ofrecidas por Agustiacuten deben leerse bajo la luz
de la necesidad de reafirmar la posibilidad del encuentro de la verdad como
conclusioacuten del camino de buacutesqueda Asiacute en esta seccioacuten se refuerza el caraacutecter
exhortativo que determina toda la obra y en razoacuten del cual resulta fundamental
confutar de manera definitiva la tesis del escepticismo y no como afirman algunos
estudiosos17 hacer una criacutetica a Ciceroacuten y a la Academia en cuanto escuela heredera
del pensamiento de Platoacuten
17 Veacutease (Marchand 2012 p 11)
44
El primer paso para alcanzar el propoacutesito establecido consiste en demostrar
que la definicioacuten de Zenoacuten 18 en que se ancla el escepticismo seguacuten lo afirma
Ciceroacuten en su Academici libri (II17) no justifica la negacioacuten de la posibilidad de
alcanzar un conocimiento verdadero La impugnacioacuten de Agustiacuten se basa en que si se
admite como verdad que una representacioacuten es verdadera cuando puede distinguirse
de lo falso se admite que la definicioacuten no es falsa
Pues aun estando inciertos de ella no nos desampara por eso la ciencia
porque sabemos que es verdadera o falsa Luego sabemos algo Aunque nunca lograraacute
hacerme un ingrato juzgo dicha definicioacuten como absolutamente verdadera Pues o
pueden percibirse las cosas falsas hipoacutetesis a que tienen favor los acadeacutemicos y
realmente es absurda o tampoco pueden percibirse las cosas semejantes a lo falso
luego aquella definicioacuten es verdadera (cAcad III919)
Una vez refutada la definicioacuten de Zenoacuten se pasa a demostrar la existencia de
verdades innegables y accesibles a todos para lo cual se recurre a ejemplos de
verdades necesarias como las matemaacuteticas el conocimiento del mundo a partir de
proposiciones tautoloacutegicas y las sensaciones que derivan de los sentidos Si cualquier
persona puede acceder a estas verdades con mayor razoacuten deberaacute poderlo hacer el
sabio el cual debe admitir necesariamente que si es tal debe conocer la sabiduriacutea
pues si la desconociera no seriacutea sabio Establecido esto se pasa a considerar la nocioacuten
de probabile para demostrar su incompatibilidad con la accioacuten moral Si bien en el
segundo ejemplo utilizado se afirma que Ciceroacuten es defensor del probabilismo
resulta muy interesante que para concluir esta seccioacuten se refiera al caso maacutes
emblemaacutetico de la carrera forense de Ciceroacuten la acusacioacuten de Catilina Con esta
referencia Agustiacuten quiere dar a conocer su posicioacuten acerca del escepticismo y el
probabilismo ciceroniano la cual consiste en la negacioacuten de los mismos La tesis
agustiniana se sostiene en las palabras del mismo Ciceroacuten cuando Luacuteculo lo exhorta a
abandonar la filosofiacutea acadeacutemica
18 Para un estudio detallado de la construccioacuten loacutegica y la validez de los argumentos presentados por Agustiacuten en contra del escepticismo veacutease (Kirwan 1989 pp15-34)
45
despueacutes de que tributaste (en el Hortensio) tan grandes alabanzas a la filosofiacutea iquestseguiraacutes esas doctrinas que todo lo confunden que nos despojan del juicio del asentimiento y de los sentidos Despueacutes de haber dicho bajo juramento que tuacute estabas seguro de aquellas ocultas maquinaciones (las de Catilina) iquestvas a decir ahora que nada se puede conocer o percibir (Acad 61-62)
En una amplia seccioacuten de los Academici libri (33-42) Ciceroacuten expone la
reacuteplica de Antiacuteoco de Ascalona a las doctrinas de la Nueva Academia afirmando que
ni el escepticismo de Arcesislao ni el probabilismo de Carneacuteades pueden ofrecer una
norma de vida praacutectica y moral En lo concerniente a la cuestioacuten gnoseoloacutegica
Antiacuteoco objeta que si no se tiene una norma con la cual efectuar una distincioacuten ente lo
verdadero y lo falso no es posible establecer un criterio que permita declarar la
probabilidad de una representacioacuten iquestCuaacutel es la posicioacuten de Ciceroacuten en relacioacuten con
la criacutetica de Antiacuteoco Debido a que no se conserva maacutes que un fragmento de los
Academici libri de Ciceroacuten no es posible establecer con certeza si se dio una
respuesta directa a la posicioacuten de Antiacuteoco sin embargo el Contra Academicos de
Agustiacuten permite acceder a la posicioacuten de Agustiacuten el cual parece seguir a Antiacuteoco al
menos en este punto Esta seriacutea la razoacuten por la que se recurre al episodio de la
acusacioacuten de Catilina si Ciceroacuten no pensara que es posible conocer la verdad no la
habriacutea defendido como lo hizo en el tribunal y no se habriacutea dedicado a la filosofiacutea a
la cual como sostiene en el Brutus se entregoacute con pasioacuten desde los antildeos de juventud
―en esos antildeos habiacutea llegado a Roma junto con los personajes maacutes ilustres de Atenas
Filoacuten escolarca de la Academia que huiacutea de su patria a causa de la guerra mitridaacutetica
me entregueacute a eacutel encendido de pasioacuten por la filosofiacutea (306)
Una vez refutadas las tesis acadeacutemicas de manera contundente Agustiacuten puede
concluir su exhortacioacuten a la filosofiacutea libre del temor causado por la creencia en la
imposibilidad de acceder a la verdad No sorprende entonces que sea justamente en
este punto donde se recurra a la controvertida tesis del esoterismo de la Academia
confirmada tambieacuten por Ciceroacuten (Acad 1134) e introducida por Agustiacuten como sigue
iquestqueacute pretendieron aquellos grandes varones con sus eternas y tenaces disputas para excluir de todo la ciencia de lo verdadero Oiacuted ahora maacutes atentamente no lo que seacute sino lo que opino he aplazado para el final el declarar si puedo mi parecer acerca de todo el plan o consejo de los acadeacutemicos (cAcad III1737)
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Cabe recordar que los acadeacutemicos a los cuales se hace referencia en este
punto con el apelativo de platoacutenicos para Agustiacuten son los herederos de la academia
platoacutenica razoacuten por la cual presenta una reconstruccioacuten de la historia de dicha
escuela desde su fundacioacuten Este pasaje resulta de fundamental importancia para la
comprensioacuten de la relacioacuten de Agustiacuten con la tradicioacuten filosoacutefica antigua y con
Ciceroacuten el cual representa la fuente principal de la mayor parte de las ideas aquiacute
presentadas (Rep I1016 Tusc I1638 V39 Acad I59 Fin V224)
Platoacuten el hombre maacutes sabio y erudito de su tiempo que de tal modo disertaba que todo al pasar por su boca cobraba grandeza y elevacioacuten y tales cosas habloacute que de cualquier modo que las dijese nunca se empequentildeeciacutean en sus labios despueacutes de la muerte de Soacutecrates su maestro a quien distinguioacute con singular predileccioacuten seguacuten dicen tomoacute muchas doctrinas de la escuela de Pitaacutegoras Y eacuteste insatisfecho de la filosofiacutea griega que entonces o no existiacutea o estaba muy oculta despueacutes que por los razonamientos de Fereacutecides de Siria se persuadioacute de la inmortalidad del alma emprendioacute largas y vastas peregrinaciones para escuchar a gran nuacutemero de sabios Platoacuten pues antildeadiendo a la gracia y sutileza socraacutetica en las cuestiones morales la ciencia de las cosas divinas y humanas que diligentemente habiacutea indagado en la mencionada escuela y coronando despueacutes estos elementos con una disciplina capaz de organizarlos y juzgarlos esto es la dialeacutectica -la cual o es la misma sabiduriacutea o un medio indispensable para llegar a ella- se dice que sistematizoacute la filosofiacutea como ciencia perfecta de la que no es ahora tiempo de discurrir Para mi propoacutesito baacutesteos saber que sintioacute Platoacuten que habiacutea dos mundos uno inteligible donde habitaba la misma verdad este otro sensible que se nos descubre por los oacuterganos de la vista y del tacto Aqueacutel es el verdadero eacuteste el semejante al verdadero y hecho a su imagen alliacute reside el principio de la Verdad con que se hermosea y purifica el alma que se conoce a siacute misma de eacuteste no puede engendrarse en el aacutenimo de los insensatos la ciencia sino la opinioacuten (cAcad III1737)
La uacuteltima parte de este pasaje quiere llamar la atencioacuten a un tema que
caracteriza a los primeros diaacutelogos de Agustiacuten a saber el conocimiento de siacute como
condicioacuten de la sabiduriacutea Esta idea que seraacute ampliamente elaborada en el De beata
vita se reitera en las siguientes liacuteneas
Estas y otras verdades de la misma clase fueron conservadas entre los disciacutepulos de Platoacuten seguacuten era posible y guardadas en forma de misterios Pues ellas no pueden ser faacutecilmente percibidas sino por los que purificaacutendose de todo vicio se han consagrado a un geacutenero de vida maacutes que humano ni peca gravemente el que conocieacutendolas las quisiere ensentildear a cualquiera (cAcad III1738)
47
El conjunto de estas verdades constituye un uacutenico sistema filosoacutefico al que
Agustiacuten retomando un vocablo ampliamente difundido en ambientes platoacutenicos
neoplatoacutenicos y cristianos (Fuhrer 1997 p 451) llama filosofiacutea perfectamente
verdadera Dicha filosofiacutea se encuentra estrechamente ligada a un estilo de vida que
involucra todas las esferas de la existencia del hombre Por esta razoacuten algunos
estudiosos (Heil 1972) han visto en el Contra Academicos una obra esencialmente
moral afirmacioacuten que podriacutea extenderse al conjunto formado por todos los diaacutelogos
de Casiciaco
La importancia de la caracterizacioacuten agustiniana de la filosofiacutea platoacutenica no
soacutelo resulta interesante en lo concerniente a la relacioacuten de Agustiacuten con la tradicioacuten
sino que permite establecer cuaacutel era la concepcioacuten existente en los primeros siglos del
cristianismo acerca de la relacioacuten entre Platoacuten Aristoacuteteles y las escuelas filosoacuteficas
La historia de la filosofiacutea propuesta por Agustiacuten puede encontrarse en las siguientes
liacuteneas
Asiacute ahora apenas tenemos maacutes filoacutesofos que los ciacutenicos peripateacuteticos y platoacutenicos y los ciacutenicos porque les place cierta libertad y licencia de la vida Mas en lo que atantildee a la erudicioacuten y doctrina como tambieacuten a la moral que mira a la salud del alma no han faltado hombres de suma agudeza y diligencia que con sus discursos han mostrado la concordia vigente entre las ideas de Aristoacuteteles y Platoacuten que soacutelo a los ojos de los distraiacutedos e ignorantes parecen disentir entre siacute asiacute despueacutes de muchos siglos y prolijas discusiones se ha elaborado una filosofiacutea perfectamente verdadera
No es eacutesta la filosofiacutea de este mundo que nuestras sagradas Letras justamente detestan sino la del mundo inteligible al que la sutileza de la razoacuten no habriacutea podido guiar a las almas cegadas con las multiformes tinieblas del error y olvidadas bajo la costra de las sordideces materiales si el sumo Dios descendiendo con su misericordia al seno del pueblo no hubiese abatido y humillado hasta tomar cuerpo humano al Verbo divino para que estimuladas las almas con sus preceptos y sobre todo con sus ejemplos sin luchas de disputas pudiesen entrar en siacute mismas y volver los ojos a la patria (cAcad III1942)
iquestQuieacutenes fueron los hombres que ensentildearon esta filosofiacutea perfectamente
verdadera Aquellos que la pusieron a salvo del error materialista estoico y
dogmaacutetico Si bien no puede restaacutersele valor a la tesis seguacuten la cual en este pasaje se
aluda a los neoplatoacutenicos seguacuten Fuhrer (1997 p 449) y Olsquo Meara (1959 p 172) a
Porfirio tanto por el caraacutecter de la obra como por el afaacuten de mostrar cuaacuteles eran las
48
verdaderas intenciones de los acadeacutemicos y de Ciceroacuten como uacuteltimo representante de
dicha escuela podriacutea pensarse que los hombres de ―suma agudeza e inteligencia
fueran justamente los acadeacutemicos De hecho el mismo Ciceroacuten tanto en los
Academici (I57) como en las Tusculanae (IV36) confirma el caraacutecter conciliador
de esta escuela
Que esta verdadera filosofiacutea sea una se explica en la segunda parte del
paraacutegrafo en el momento en el que se trae a colacioacuten de manera expliacutecita la doctrina
de la encarnacioacuten ndashno hubiese abatido y humillado hasta tomar cuerpo humano al
Verbo divinondash que en el libro VII de las Confessiones (VII913) se expone como la
verdad encontrada en los libros de los platoacutenicos A propoacutesito de esto Catapano
afirma que ―la encarnacioacuten del intelecto divino fue la conditio sine que non de la
llamada al mundo inteligible formulada por la filosofiacutea platoacutenica ya que llevoacute a cabo
una excitatio tan poderosa sobre las almas que les permitioacute convertirse a la patria
celeste sin necesidad de largas y extenuantes discusiones (Catapano 2001 p 170)
Se trata de la retoacuterica divina siempre eficaz en contraposicioacuten a la humana del error
el cuerpo y la ceguera sin la cual la filosofiacutea platoacutenica no habriacutea podido persuadir a
las almas de los hombres de forma definitiva La relacioacuten entre la encarnacioacuten en
cuanto misterio mediador y posibilitador del conocimiento se retomaraacute en obras como
el De vera religione (III3) y el De Trinitate (XII1722) en las que se reiteraraacute y
perfeccionaraacute esta consideracioacuten juvenil las almas ―enceguecidas por las tinieblas del
error no habriacutean visto la luz de la verdad sin la obra mediadora de Cristo que es la
verdad misma El caraacutecter ontoloacutegico de la verdad y su unicidad estaacuten a la base de las
ideas que constituyen esa filosofiacutea perfecta y verdadera la doctrina de los dos
mundos la cual fue escondida por los acadeacutemicos a causa de la dificultad de su
comprensioacuten y la doctrina del Logos divino que Agustiacuten encontroacute en los
platonicorum libri
En la hipoacutetesis histoacuterica trazada por Agustiacuten se puede entrever una alusioacuten al
camino recorrido por eacutel mismo en el cual como se afirma en las Confessiones el
periodo de materialismo maniqueo fue seguido de una fase esceacuteptica que tuvo como
resultado el abandono de la secta En este caso como en el Contra Academicos el
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escepticismo se presenta como un instrumento uacutetil y la duda esceacuteptica prepara el
camino para la asimilacioacuten de las palabras de Ambrosio que iluminaraacuten la lectura de
los libros de los platoacutenicos en los cuales Agustiacuten encontraraacute aunque con otras
palabras (conf VII913) las verdades fundamentales de la doctrina cristiana como
la encarnacioacuten del Verbo y la inmortalidad del alma
Quizaacutes valga la pena presentar en este punto el camino seguido en las
Confessiones que puede esquematizarse de la siguiente manera
1 Materialismo maniqueo (V610)
2 Prudencia acadeacutemica y escepticismo (V1019-V1425)
3 Recepcioacuten del nombre de Cristo en las palabras de Ambrosio (VI24)
4 Lectura de los platonicorum libri (VII913)
5 Entrega total a la autoridad de Cristo (VIII1230)
Del mismo modo que en la hipoacutetesis histoacuterica expuesta tanto en el Contra
Academicos como en el Carta 118 la encarnacioacuten es necesaria para la comprensioacuten
de las ideas platoacutenicas en el recorrido de Agustiacuten la lectura de los platonicorum libri
no habriacutea tenido el mismo efecto en eacutel de no haber sido por la anterior asimilacioacuten de
las palabras de Ambrosio En este sentido deben entenderse las palabras de Crouse
seguacuten las cuales en la relacioacuten entre fe y razoacuten doctrina y filosofiacutea no hay una
superacioacuten en teacuterminos destructivos sino una siacutentesis particular
Indudablemente la fe precede al entendimiento y el entendimiento precede a la fe en el ciacuterculo hermeneacuteutico pero en el fondo la unioacuten con el Dios trino es una unioacuten contemplativa que se da en la memoria el entendimiento y el amor Entonces la fe no es para Agustiacuten una facultad distinta ni una sustitucioacuten del intelecto sino la salvacioacuten del mismo No se trata entonces de una contradiccioacuten o destruccioacuten del platonismo sino de su conversioacuten o redencioacuten (Crouse 2000 p 42)
Podemos concluir que el punto de llegada de la oratio perpetua es el punto de
partida del proyecto filosoacutefico de Agustiacuten en cuanto le permite sintetizar las dos
fuentes principales de su pensamiento bajo el propoacutesito de conocer en palabras
ciceronianas las cosas divinas y humanas Dicho proyecto se enuncia asiacute
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para mi es evidente que jamaacutes debo apartarme de la autoridad de Cristo ya que no encuentro otra maacutes fuerte En cuanto a lo que ha de buscarse con la fuerza de la razoacuten (pues mi estado de aacutenimo es tal que estoy deseando con impaciencia conocer la verdad no soacutelo mediante la fe sino comprenderla tambieacuten con la inteligencia) espero entretanto poder encontrar en los platoacutenicos una doctrina que no se oponga a nuestros sagrados misterios (cAcad III2044)
Puede verse coacutemo el Contra Academicos en sintoniacutea con el sexto libro de las
Confessiones se configura como una muestra de la construccioacuten del camino que el
hombre debe recorrer en su buacutesqueda de la verdad En su oratio perpetua luego de
haber ejercitado a los maacutes joacutevenes en la dialeacutectica Agustiacuten reconstruye un camino
mostrando coacutemo al final de la errancia resplandece la verdad En las etapas de dicho
recorrido el escepticismo metodoloacutegico ocupa un papel fundamental en cuanto
conlleva compromisos no soacutelo de tipo praacutectico sino programaacutetico y en cuanto le
ofrecen a Agustiacuten una fuente de autoridad diferente a la fe necesaria para iniciar su
produccioacuten filosoacutefica como pensador cristiano
13 Agustiacuten y Ciceroacuten la buacutesqueda de la vida feliz
Durante la composicioacuten del Contra Academicos primer diaacutelogo de Casiciaco
Agustiacuten escribioacute tambieacuten el De beata vita redactado con ocasioacuten de su cumpleantildeos
entre el 13 y el 15 de noviembre del antildeo 386 seguacuten la declaracioacuten presente en las
Retractationum donde leemos
El libro de La vida feliz lo escribiacute no despueacutes de los libros Contra los Acadeacutemicos sino a la vez que ellos porque nacioacute con ocasioacuten de mi diacutea natalicio y quedoacute completo despueacutes de tres diacuteas de discusioacuten como se indica alliacute suficientemente En este libro hubo acuerdo entre nosotros que investigaacutebamos de consuno sobre que la vida feliz no es otra cosa sino el conocimiento perfecto de Dios (I2)
La precisioacuten de la situacioacuten cronoloacutegica del diaacutelogo resulta sorprendente del
mismo modo que la alusioacuten a la celebracioacuten de su natalicio pues Agustiacuten no hace
referencia a esta festividad en ninguna otra obra Puede tratarse maacutes bien de un
artificio retoacuterico que pone el eacutenfasis en la importancia del antildeo 386 en su vida
entendieacutendolo con Harrison (2006) como ―la revolucioacuten del 386 (p 20) antildeo en el
que se da inicio a un proyecto que toma como punto de partida la apropiacioacuten
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cristiana de la tradicioacuten filosoacutefica ciceroniana y platoacutenica y en el que estaacuten ya
enunciadas algunas de las ideas teoloacutegicas que suelen ubicarse en el pensamiento
maduro de Agustiacuten
De la misma manera que el Contra Academicos el De beata vita se inscribe
en la tradicioacuten retoacuterica ciceroniana asumiendo de la misma no soacutelo recursos
literarios sino motivos filosoacuteficos que determinaraacuten el proyecto del joven Agustiacuten Si
el primero puede entenderse como un ajuste de cuentas con las propuestas
acadeacutemicas en particular con el escepticismo eacuteste debe asumirse como la
apropiacioacuten de un tema filosoacutefico claacutesico al cual se accede en gran medida gracias a
la labor transmisora de Ciceroacuten Del mismo modo si podemos afirmar que el Contra
Academicos quiere responder a las cuestiones expuestas en el Academica es posible
afirmar que el De beata vita estaacute construido sobre el horizonte de dos problemas
fundamentales que ocupan a Ciceroacuten tanto en las Tusculanae como en el De finibus a
saber la cuestioacuten de la vida feliz y la existencia del sumo bien
En la dedicatoria a Teodoro el punto de partida es una vez maacutes el Hortensius
en el cual se afirma que ―todos los hombres quieren ser felices (Muumlller sect 36) La
disposicioacuten natural del hombre hacia la felicidad es presentada en teacuterminos naacuteuticos
en consonancia con la declaracioacuten de Ciceroacuten en las Tusculanae sobre la filosofiacutea
como puerto del reposo que permite a los navegantes luego de la tempestad retomar
el camino (Tusc V3) Muchos son los peligros que surgen pues continuamente son
acechados la nave por las olas y el navegante por el deseo de adentrarse en alta mar
olvidando el camino de regreso a la patria Sin embargo aun quien logra regresar ya
sea por el esfuerzo de sus remos o porque los vientos lo conducen de regreso no estaacute
exento del peligro pues en el puerto mismo se yergue un monte luminoso que con su
resplandor enceguece al navegante desviaacutendolo de su objetivo iquestCoacutemo conducir la
nave sin perderse en la inmensidad de las aguas o atracar en el puerto equivocado En
este punto Agustiacuten nos ofrece una interesante referencia autobiograacutefica en la que
narra en algunas liacuteneas aquello que expondraacute con detalle en las Confessiones No
sorprende que el episodio de inicio sea el del encuentro con el Hortensius pues como
ya se afirmoacute la reconstruccioacuten del propio camino se basa en la utilizacioacuten de
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estructuras de sentido que obedecen a unos modelos retoacutericos y filosoacuteficos en este
caso ciceronianos Por esta razoacuten en la referencia biograacutefica del De beata vita se
tocan algunos puntos esenciales que le permiten a Agustiacuten inscribirse en una tradicioacuten
que considera que la filosofiacutea constituye el punto de la buacutesqueda de la felicidad
iquestPero coacutemo llegar a la filosofiacutea Tanto Ciceroacuten como Agustiacuten consideran que el
encuentro con la sabiduriacutea se da luego de recorrer un camino en el que el error acecha
de manera constante y que si bien supone un esfuerzo de la voluntad tiene un
caraacutecter repentino como aquel que Agustiacuten otorgaraacute expliacutecitamente maacutes adelante a la
accioacuten de la gracia En las Tusculanae leemos una declaracioacuten que bien podriacutea ser de
Agustiacuten
Pero la correccioacuten de esta falta y de todos los demaacutes defectos y equivocaciones nuestros hay que buscarla en la filosofiacutea Habieacutendome impulsado mi voluntad y mi afaacuten desde los primeros antildeos de mi vida a su regazo ahora en tan graviacutesima situacioacuten sacudido por una terrible tempestad busco refugio en el mismo puerto del que habiacutea zarpado (V2)
La construccioacuten del recorrido propuesto por Agustiacuten para referirse a su primer
encuentro con la filosofiacutea los antildeos de errancia en el maniqueiacutesmo y la decisioacuten final
de dedicar su vida a la buacutesqueda de la verdad sigue muy de cerca las liacuteneas citadas de
las Tusculanae lo cual no obedece a una mera casualidad sino a un claro propoacutesito
interpretativo y filosoacutefico Pasemos entonces a considerar el pasaje en cuestioacuten
Desde que en el antildeo decimonono de mi edad leiacute en la escuela de retoacuterica el libro de Ciceroacuten llamado Hortensio se inflamoacute mi alma con tanto ardor y deseo de la filosofiacutea que inmediatamente penseacute en dedicarme a ella Pero no faltaron nieblas que entorpecieron mi navegacioacuten y durante largo tiempo vi hundirse en el oceacuteano los astros que me extraviaron Porque cierto terror infantil me retraiacutea de la misma investigacioacuten Pero cuando fui creciendo saliacute de aquella niebla y me persuadiacute que maacutes vale creer a los que ensentildean que a los que mandan y caiacute en la secta de unos hombres que veneraban la luz fiacutesica como la realidad suma y divina que debe adorarse No les daba asentimiento pero esperaba que tras aquellos velos y cortinas ocultaran grandes verdades para revelaacutermelas a su tiempo Despueacutes de examinarlos los abandoneacute y atravesado este trayecto del mar fluctuando en medio de las olas entregueacute a los acadeacutemicos el gobierno de mi alma indoacutecil a todos los vientos Luego vine a este paiacutes y halleacute el norte que me guiara Porque conociacute por los frecuentes sermones de nuestro sacerdote y por algunas conversaciones contigo que cuando se pretende concebir a Dios debe rechazarse toda imagen corporal Y lo mismo digamos del alma que es una de las realidades maacutes cercanas a eacutel Maacutes todaviacutea me
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deteniacutean confieso la atraccioacuten de la mujer y la ambicioacuten de los honores para que no me diera inmediatamente al estudio de la filosofiacutea Cuando se cumpliesen mis aspiraciones entonces finalmente como lo habiacutean logrado varones feliciacutesimos podriacutea a velas desplegadas lanzarme en su seno y reposar alliacute Leiacute algunos -poquiacutesimos- libros de Platoacuten a quien eras tuacute [Manlio Teodoro] tambieacuten muy aficionado y comparando con ellos la autoridad de los libros cuyas paacuteginas declaran los divinos misterios tanto me enardeciacute que hubiera roto todas las aacutencoras a no haberme conmovido el aprecio de algunos hombres iquestQueacute me faltaba ya para sacudir mi indolencia y tardanza a causa de cosas superfluas sino que me favoreciese una borrasca contraria seguacuten mi opinioacuten Asiacute me sobrevino un agudiacutesimo dolor de pecho y entonces incapaz de soportar la carga de mi profesioacuten por la que navegaba hacia las sirenas todo lo echeacute por la borda para dirigir mi nave quebrada y fija al puerto del suspirado reposo (bvita I4)
Este primer esbozo de lo que seraacuten las Confessiones estaacute construido sobre
algunos motivos ciceronianos que podemos identificar tanto en el Hortensius como
en las Tusculanae entre los cuales se destacan la concepcioacuten de la filosofiacutea como
guiacutea para el cuidado del alma la relacioacuten entre sabiduriacutea y felicidad y el caraacutecter
tempestivo de la decisioacuten definitiva de entregarse a la buacutesqueda la verdad
131 El alma y su alimento
Luego de saciar el cuerpo con un suculento banquete Agustiacuten quiere ofrecer a
sus invitados un manjar para el alma la investigacioacuten acerca de la posibilidad de la
felicidad en la vida del hombre Es indudable que todo hombre desea por naturaleza
ser feliz sin embargo iquesten queacute consiste dicha felicidad Parece que aquel que desea
los bienes y los tiene es feliz Citando a Ciceroacuten (Muumlller sect 39) y para reforzar este
argumento enunciado por Moacutenica se afirma que ―desear lo que no conviene es el
colmo de la desventura No lo es tanto no conseguir lo que deseas como conseguir lo
que no te conviene Porque mayores males acarrea la perversidad de la voluntad que
bienes la fortuna (bvita II10) La felicidad entonces tiene un caraacutecter que
trasciende a la mera voluntad pues su objeto estaacute determinado en teacuterminos
axioloacutegicos
La cuestioacuten que surge en este punto es entonces la de queacute es lo deseable
Debe tratarse en primer lugar de una cosa permanente y segura que no se encuentre
sujeta a los avatares de la vida pues aquello que no depende de nosotros no puede ser
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la causa de la felicidad Entran en esta categoriacutea todos los bienes de la fortuna pues
tanto el que los ama y no los posee como el que los posee vive con el temor de
perderlos En este punto de nuevo Moacutenica antildeade una precisioacuten fundamental ―[el
hombre] aun teniendo seguridad de no perder aquellos bienes con todo no puede
saciarse con ellos y es tanto maacutes infeliz cuanto es maacutes indigente en todo tiempo
(bvita II11) La posesioacuten de los bienes es pues una posesioacuten imperfecta que no le
permite al hombre salir de su situacioacuten de ser carente soacutelo la posesioacuten del bien
supremo garantizaraacute el paso de la indigencia a la plenitud Alonso del Real (2001)
llama la atencioacuten acerca de la relacioacuten entre egestas y plenitudo indicando que
Ciceroacuten tanto en las Tusculanae (I36) como en el Hortensius (Muumlller sect 39) afirma
que el indigente egens es aquel que carece carere de algo y en el caso de la
miseria eacutesta consiste en la carencia de la felicidad
Una vez descartado cualquier bien mundano pasajero y contingente resulta
evidente a los ojos de todos los asistentes al banquete que la felicidad puesto que estaacute
en aquello que es permanente y eterno debe buscarse en Dios iquestQuieacuten posee a Dios
iquestQuieacutenes son entonces los verdaderamente felices Tres respuestas nos ofrecen los
comensales a manera de abrebocas Para Licencio aquel que tiene a Dios no es otro
que el que vive bien Trigecio sostiene que quien en todo cumple la voluntad de Dios
es aquel que lo posee Adeodato pone el eacutenfasis en el alma del hombre tiene a Dios
el hombre cuya alma estaacute limpia del espiacuteritu impuro
Con el fin de evitar una indigestioacuten el tema central por ser el maacutes suculento
deberaacute tratarse con un nuevo apetito al diacutea siguiente Sin embargo el anfitrioacuten ofrece
a sus invitados un postre sazonado con miel escolaacutestica la contienda con los
acadeacutemicos
El argumento procede de la siguiente manera es manifiesto que no puede ser
feliz aquel al que le falta lo que desea Los acadeacutemicos desean hallar la verdad pero
fracasan siempre en su buacutesqueda Al no poseer lo que desean son infelices y debido
a que el sabio es feliz los acadeacutemicos no son sabios iquestCoacutemo negar la eficacia de tan
delicioso razonamiento compuesto de miel harina y almendra Sin embargo
Licencio amparado bajo la autoridad del ausente Alipio prefiere no dejarse encantar
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de aquella golosina sin antes poner a prueba uno de los ingredientes del argumento en
contra de los acadeacutemicos la premisa seguacuten la cual no puede ser feliz el que no posee
lo que desea iquestEs acaso posible la felicidad para el que no tiene lo que quiere A este
interrogante se daraacute respuesta maacutes adelante
Teniendo en cuenta que la composicioacuten del Contra Academicos y del De
beata vita coincide en alguacuten momento esta digresioacuten acadeacutemica nos permite reforzar
la idea ya presentada seguacuten la cual el ejercicio retoacuterico filosoacutefico ocupa un lugar
fundamental en la preparacioacuten al bautismo del grupo de habitantes de Casiciaco Maacutes
que demostrar que el sabio acadeacutemico no es feliz por no poseer lo que desea la
intencioacuten de Agustiacuten aquiacute es la de advertir en consonancia con lo afirmado en la
dedicatoria a Teodoro acerca de los peligros del dogmatismo y el racionalismo que
dirigen la voluntad a objetos perecederos que no pueden saciar el apetito del alma y
que por lo tanto no permiten el paso de la egestas a la plenitudo
Al diacutea siguiente y con un nuevo gusto seguacuten la disposicioacuten del anfitrioacuten los
comensales se disponen a degustar el manjar prometido el diacutea anterior iquestquieacuten posee a
Dios Las respuestas ofrecidas por Licencio y Trigecio pueden reducirse a una uacutenica
formulacioacuten vivir bien es hacer lo que a Dios agrada La propuesta de Adeodato
requiere en cambio un anaacutelisis maacutes profundo que parte de la pregunta por el espiacuteritu
impuro pues con este teacutermino se designan dos cosas distintas En un primer sentido
se dice de un espiacuteritu impuro que es aquel que invade un alma perturbando los
sentidos del cuerpo y causando un estado de delirio incontrolable La segunda
acepcioacuten ndashque es la que nos interesa para la definicioacuten del hombre felizndash indica un
alma que se encuentra corrompida por los vicios y el pecado Asiacute pues el hombre
feliz debe ser aquel cuya alma se halle libre de pecado
Una vez establecido esto queda claro cuaacuteles son las caracteriacutesticas del hombre
feliz el que busca a Dios vive bien sigue la voluntad de su Creador y estaacute libre del
pecado Sin embargo la buacutesqueda misma implica un no tener auacuten razoacuten por la cual
no puede decirse que lo posea el que vive bien estaacute libre del espiacuteritu inmundo y
cumple la voluntad de Dios Seraacute necesario entonces revaluar la definicioacuten aceptada
el diacutea anterior seguacuten la cual la felicidad consiste en tener a Dios En este momento
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una vez maacutes Moacutenica encamina el discurso indicando coacutemo deber entenderse la
posesioacuten de Dios ―a Dios nadie lo posee sino que cuando se vive bien Eacutel es
propicio cuando mal es hostil (bvita III20) En este orden de ideas es feliz el que
tiene favorable a Dios Empero admitir esta definicioacuten implica admitir algo que ya
habiacutea sido descartado esto es que es feliz aquel que no tiene lo que quiere Navigio
llama la atencioacuten sobre este punto y se abstiene de dar su asentimiento a dicha
conclusioacuten aludiendo a la condicioacuten de aquel que busca iquestEs Dios hostil frente a aquel
que lo busca Antes de responder a esta pregunta vale la pena tomar en
consideracioacuten la cuestioacuten de la buacutesqueda presente a lo largo de todos los diaacutelogos y
determinante en la eleccioacuten de este geacutenero El verbo latino quarere tiene la doble
significacioacuten de buscar y preguntar de manera que la pregunta quaestio es
esencialmente una buacutesqueda La pregunta por la felicidad tema del diaacutelogo se
identifica entonces con la buacutesqueda de la misma que a su vez coincide con la
buacutesqueda de Dios pues ―nadie puede llegar a Dios sin buscarlo (bvita II19)
Estamos aquiacute frente a un tema central del pensamiento agustiniano la relacioacuten entre
Dios y el hombre y la actitud que debe tener este uacuteltimo frente a su Creador
La buacutesqueda se constituye asiacute en la condicioacuten esencial del hombre haciendo
de este un ser en camino un ser itinerante que estaacute en continuo movimiento hacia su
Creador de ahiacute la importancia de la metaacutefora naacuteutica y del viajero a lo largo del
diaacutelogo El encuentro con Dios no se da nunca de manera total y plena por ello la
buacutesqueda es incesante y no se llegaraacute nunca a un punto en el que no sea necesario
buscar maacutes porque el buscar bien implica ya un encontrar que no cesa la buacutesqueda
sino que la aumenta Teniendo esto en cuenta queda ahora claro el modo de proceder
de Agustiacuten en este diaacutelogo La imagen inicial de la navegacioacuten constituye una imagen
de la preparacioacuten del hombre y de su condicioacuten antes de encontrar el camino a
recorrer el hombre se encuentra sujeto a las adversidades de la fortuna se ve tentado
por la soberbia desviado y extraviado por el pecado Sin embargo una vez se logra
anclar la barca la tierra firme de la buacutesqueda de la felicidad se abre como un camino
fecundo que seraacute recorrido incesantemente De ahiacute la importancia de un alma
purificada libre del espiacuteritu inmundo y consagrada a la virtud La contraposicioacuten
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entre pecado y virtud aparece desde la introduccioacuten y recorre todo el diaacutelogo soacutelo el
virtuoso logra dirigir su barca hacia el puerto y frente a la tentacioacuten del luminoso
monte de la soberbia responde con humildad y escoge la senda del caminante
Maacutes adelante al principio de la primera conversacioacuten el hombre ignorante es
caracterizado como un ser fameacutelico y vaciacuteo pues al ser nada la nequicia y maldad
presente en su alma eacutel mismo se convierte en un ser esteacuteril ―porque la nada es
aquello que fluye que se disuelve que se licuacutea y siempre perece y se pierde Por eso
a tales hombres llamamos tambieacuten perdidos (bvita II8) En contraposicioacuten al no ser
del vicio la virtud estaacute llena de ser permanece y se mantiene firme
Otra esfera en la que aparece de manera constante el tema de la virtud tiene
que ver con el banquete Asiacute lo comprueba la admonicioacuten que se presenta al final del
primer diacutea de investigacioacuten
mas por tratarse de un tema prolijo ndashpues tambieacuten en los convites espirituales se puede pecar por intemperancia cebaacutendose vorazmente en lo manjares de la mesa de donde vienen las malas digestiones no menos funestas a la salud espiritual que la misma hambrendash dejaremos esta cuestioacuten para mantildeana si os place (bvita II13)
Al voraz y desmesurado se contrapone el digno y el mesurado representado
en la figura de aqueacutel que en un convite donde todos son voraces no participa por un
sentido de dignidad y mesura Desde el inicio del diaacutelogo se hace patente la relacioacuten
entre el alimento del cuerpo y el del alma de esta manera en los dos aacutembitos cabe la
virtud como elemento regulador
No sorprende que en el momento crucial en el que se inicia el desenlace del
diaacutelogo la virtud sea el tema central iquestCoacutemo se introduce esta cuestioacuten El tercer diacutea
de la investigacioacuten tiene como objetivo llegar a una uacutenica definicioacuten del hombre feliz
Para esto es necesario entender en primer lugar si todos los desgraciados padecen
necesidad La necesidad consiste en no tener y el no tener tiene que ver no soacutelo con
los bienes materiales sino con la sabiduriacutea misma El ejemplo que mejor ilustra esta
situacioacuten es traiacutedo por Ciceroacuten se trata de Sergio Orata hombre rico en propiedades
amistades riquezas y fortuna al que su buen ingenio le impediacutea ser feliz pues
comprendiacutea la caducidad de sus bienes (Muumlller sect 76) La esclavitud del temor de
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perderlo todo no es maacutes que falta de sabiduriacutea lo que demuestra con claridad que
quien no es feliz carece de algo de manera que toda necesidad equivale a miseria y
toda miseria implica necesidad Al sabio en cambio nada le hace falta cuando
requiere algo para el cuerpo lo toma si lo tiene a la mano pero si no no se afana
pues entiende la inutilidad de toda perturbacioacuten personal evita los males y la muerte
aunque no siente temor ante ellos no le sucede nada contrario a su voluntad y sus
acciones se encuentran regidas por la virtud y la ley de la sabiduriacutea divina Las
acciones del necio por el contrario estaacuten dominadas por el vicio y eacuteste como ya se
dijo anteriormente se opone a la frugalidad y en cuanto carencia no es nada El
sabio que posee la mayor riqueza de todas se encuentra lleno en su ser y la mejor
palabra para designar su estado es plenitudlsquo Una vez maacutes tenemos un juego de
opuestos frugalitas-nequitia plenitudo-egestas esse-non esse Agustiacuten retoma el
concepto ciceroniano de frugalitas a partir de una interesante reflexioacuten ofrecida por el
Arpinate seguacuten la cual modestia temperantia y frugalitas son sinoacutenimos
Con razoacuten llamaron algunos a la frugalidad madre de todas las virtudes Admitiendo esta idea dice Ciceroacuten en un discurso popular cada cual ateacutengase a lo que quiere pero yo juzgo que la frugalidad esto es la moderacioacuten y templanza es la maacutes excelente virtud Muy sabia y oportuna sentencia Teniacutea la mira puesta en el fruto esto es en la fecundidad del ser contraria al no ser Pero como el uso vulgar ha limitado la frugalidad a la sobriedad o parsimonia antildeadioacute dos nombres maacutes la moderacioacuten y la templanza (bvita I31)
Agustiacuten prosigue con el anaacutelisis y llama la atencioacuten acerca de la procedencia
de modestia y temperantia pues la primera viene de modus mientras que la segunda
de temperies Ambas tienen que ver con la proporcioacuten y la justa medida y debido a
que la medida excluye tanto lo excesivo como lo defectuoso se diraacute que la medida
del alma seraacute pues aquello que se oponga tanto a la pobreza egestas como a la
abundancia abundantia En este punto se retoma la nocioacuten de plenitudo como el
punto medio entre la egestas y la abundantia que se identifica con la sabiduriacutea Por
esta razoacuten se concluye que la sabiduriacutea es la plenitudo del alma y como en el
concepto de plenitudo estaacute incluido el modus se diraacute que la medida del alma estaacute en
la sabiduriacutea Establecido esto se pasa a definir la sabiduriacutea como ―la moderacioacuten del
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aacutenimo por la que se conserva un equilibrio sin derramarse demasiado ni encogerse
maacutes de lo que pide la plenitud (bvita I33) El hombre sabio no se deja seducir por
las cosas vanas y mantiene su alma unida al sumo Bien por el que todas las cosas son
buenas y en la posesioacuten de este Bien se encuentra su felicidad De este modo ―posee
pues a Dios el hombre feliz seguacuten estamos de acuerdo todos desde el primer diacutea de
este banquete (bvita I34) Ahora es posible dar respuesta a la pregunta inicial del
diaacutelogo que se interrogaba acerca de coacutemo se posee a Dios o queacute quiere decir poseer
a Dios Moacutenica y Adeodato habiacutean dado los puntos de partida gracias a los cuales se
logroacute establecer que el alma pura esto es virtuosa es aquella en la que habita la
sabiduriacutea Agustiacuten concluye
iquestpero queacute es la sabiduriacutea de Dios sino la Verdad Porque Eacutel ha dicho yo soy la Verdad Mas la verdad encierra una suprema Medida de la que procede y a la que retorna enteramente [hellip] Y asiacute como la Verdad procede de la Medida asiacute esta se manifiesta en la Verdad Nunca hubo Verdad sin Medida ni Medida sin Verdad iquestQuieacuten es el Hijo de Dios Escrito estaacute la Verdad iquestQuieacuten es el que no tiene Padre sino la suma Medida Luego el que viniere a la suprema Medida por la Verdad es el hombre feliz (bvita I34)
El cierre del diaacutelogo como era de esperarse estaacute a cargo de Moacutenica que en
cuanto encarnacioacuten de las virtudes y de la Iglesia invoca un himno ambrosiano a la
Trinidad seguido de una exaltacioacuten de las virtudes teologales de fe esperanza y
caridad
La conclusioacuten del De beata vita se halla en clara consonancia con las palabras
que cierran el Contra Academicos el cristianismo en cuanto filosofiacutea verdadera es la
fuente de conocimiento y felicidad Asiacute pues podemos afirmar con Harrison (2006)
que los diaacutelogos de Casiciaco deben entenderse como una unidad en la que operan de
manera conjunta la autoridad de Cristo y las nociones filosoacuteficas provenientes de la
lectura de los platoacutenicos Sin embargo no debe perderse de vista que la manera en la
que operan estas uacuteltimas estaacute determinada por una estructura ciceroniana que no soacutelo
tiene que ver con la intencioacuten expliacutecita de responder a los diaacutelogos del Arpinate sino
que implica una apropiacioacuten sobre la que se construyen las obras de Agustiacuten Asiacute
podemos recurrir a la terna modus species ordo de origen ciceroniano (off I15)
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para entender mejor la manera en la que se da la relacioacuten entre los tres primeros
diaacutelogos de Agustiacuten La lectura propuesta consiste entonces en establecer una
relacioacuten entre los tres primeros diaacutelogos y cada uno de los elementos de la terna De
esta forma el De beata vita responderiacutea a la exigencia vital y metodoloacutegica de
establecer un principio ordenador de la constitucioacuten misma del ser el modus tema
que cierra el diaacutelogo y que en cuanto medida implica una idea de perfeccioacuten y de
plenitud Una vez establecido el modus se pasa a considerar el objeto mismo de la
investigacioacuten la species esto es la forma el sello distintivo de la verdad de los seres
y la posibilidad de su conocimiento Por uacuteltimo el diaacutelogo De ordine tanto en su
forma como en su contenido representa el esfuerzo por hacer evidente el principio
esteacutetico que determina toda la naturaleza el ordo En este diaacutelogo se muestra con
claridad que el orden se manifiesta en todas las esferas de la creacioacuten y que por este
motivo nadie es insensible ante la accioacuten de la belleza El mundo es un mundo
ordenado pues luego de establecer la materia Dios da forma a las cosas y luego las
dispone ordenadamente creando asiacute las relaciones que permitiraacuten el funcionamiento
de todo el conjunto El mundo contemplado de manera correcta se muestra armoacutenico
ordenado y bello empero aquellos que no saben mirar no podraacuten comprender dicho
orden Es necesario entonces disponer el aacutenimo de manera tal que puedan llegar a
comprender coacutemo Dios gobierna todo con orden iquestCoacutemo lograr esto iquestQueacute camino
debe seguirse para llegar a entender algo que estaacute en aparente contradiccioacuten con
aquello que muestra la experiencia En varios pasajes del De ordine Agustiacuten hace
alusioacuten a la necesidad de preparar y purificar el alma a traveacutes de un arduo trabajo
intelectual que comienza con las artes liberales y termina con el conocimiento de las
cosas mismas
Podemos decir entonces que en los diaacutelogos de juventud se recogen algunos
problemas fundamentales organizaacutendolos seguacuten un esquema tripartito de origen
ciceroniano basado en la terna modus species ordo y usando como hilo conductor
algunas categoriacuteas que seraacuten fundamentales a lo largo del camino vital e intelectual
de Agustiacuten a saber veritas caritas y pulchritudo las cuales a su vez constituyen una
clave hermeneacuteutica dentro de la construccioacuten de su pensamiento En el caso de los
61
diaacutelogos puede afirmarse que el Contra Academicos es el libro de la veritas en
cuanto se ocupa de su posibilidad y su buacutesqueda el De beata vita es el libro de la
caritas en cuanto en esta virtud cristiana estaacuten contenidas todas las virtudes
cardinales de la Antiguumledad y se configura como condicioacuten de la consecucioacuten de la
felicidad y por uacuteltimo el De ordine es el libro de la pulchritudo de la belleza que se
manifiesta en el mundo creado y que repite a la belleza primera del creador
14 De ordine el camino hacia el encuentro
141 Schola nostra
En la dedicatoria al poeta Cenobio Agustiacuten introduce uno de los problemas
que habiacutean determinado su intereacutes en la filosofiacutea y del cual se ocuparaacute hasta el final
de su vida el problema del mal y su relacioacuten con la Providencia La cuestioacuten se
plantea de la siguiente manera
Y con todo tal es el ideal de los mejores ingenios y hasta los que contemplan ya como quien dice con la cabeza erguida los escollos y tempestades de la vida nada desean tanto como aprender y conocer coacutemo gobernando Dios las cosas humanas cunde tanta perversidad por doquiera de modo que al parecer ha de atribuirse su direccioacuten no ya a un reacutegimen y administracioacuten divinos pero ni siquiera a un gobierno de esclavos al que se dotara de suficiente poder (ord I12)
La cuestioacuten problemaacutetica para Agustiacuten radica en que a causa de la experiencia
del mal algunos consideran que las cosas humanas no estaacuten regidas por la
Providencia divina o que lo que estaacute fuera del orden ha sido querido por Dios El
mismo problema aunque con un eacutenfasis poliacutetico y moral habiacutea sido abordado por
Ciceroacuten en tres obras que se encuentran temaacuteticamente relacionadas el De natura
deorum el De fato y el De divinatione En esta trilogiacutea el maestro romano defiende
la importancia de admitir la existencia de la providencia frente al fatalismo y las
consecuencias morales que eacuteste traeriacutea para la ciudad (ND I11-4) Agustiacuten a su
vez asume la cuestioacuten desde una perspectiva maacutes amplia tanto en su punto de
partida como en los alcances de su propuesta La solucioacuten al problema tiene un matiz
pedagoacutegico ya que se afirma que se trata de un error comuacuten entre los hombres poco
62
instruidos que como consecuencia de la estrechez de su pensamiento no alcanzan a
concebir el orden y la armoniacutea del universo
En este punto se puede sostener que las afirmaciones del De ordine
constituyen un momento crucial en la estructuracioacuten del proyecto agustiniano de la
fundacioacuten de una paideia cristiana para comprender el ordo es menester ordenarse
esto es seguir un camino dispuesto de tal manera que el alma luego de haberse
conocido a siacute misma logre conocer el mundo y su artiacutefice Teniendo esto en cuenta
entendemos coacutemo el diaacutelogo mismo representa un esfuerzo por lograr dicho
ordenamiento del alma de manera que en sintoniacutea con el Contra Academicos
podemos entenderlo como un ejercicio retoacuterico-filosoacutefico en el que Agustiacuten se
involucra tanto como maestro de sus joacutevenes acompantildeantes cuanto como alumno de
su maestro Interior
La ocasioacuten del inicio del diaacutelogo entre los hueacutespedes de Casiciaco a los que
Agustiacuten se refiere como scholam nostram proviene del orden que se manifiesta en la
naturaleza misma y de la admiracioacuten que eacuteste provoca en el alma humana El sonido
del agua que muda seguacuten su recorrido la perfeccioacuten en las partes del cuerpo de un
insecto una pelea de gallos constituyen ejemplos que dan cuenta de la manera en que
todo obedece a un orden superior y motiva diversos cuestionamientos entre los
inquietos asistentes al espectaacuteculo de la naturaleza El joven Trigecio consciente de
la altura del asunto que ocupa sus reflexiones afirma estar a favor de la idea seguacuten la
cual todo estaacute regido por la Providencia pero manifiesta el deseo de tratar el asunto
con suma diligencia puesto que tiene muchas incertidumbres En la misma liacutenea de
su compantildeero Licencio confirma que se trata de una cuestioacuten muy aguda pero la
dificultad del tema lejos de apartarlo de su investigacioacuten lo compromete en la misma
con maacutes empentildeo seguro de llegar a buen destino confiado en la promesa de la
verdad pues la duda esceacuteptica ya habiacutea sido vencida
Noacutetese coacutemo la unidad de los diaacutelogos de Casiciaco se confirma en la funcioacuten
que cada uno tiene dentro de un proyecto formativo el Contra Academicos establece
la necesidad y la posibilidad de la investigacioacuten de la verdad el De beata vita
muestra coacutemo en dicha verdad se halla la vida feliz y el De ordine ordena la manera
63
en la que debe planearse dicha investigacioacuten El inicio del recorrido se da en la
buacutesqueda de ahiacute el eacutenfasis que se le da a la pregunta como meacutetodo en la
investigacioacuten No sorprende entonces la premura con la que el joven le pide al
maestro Agustiacuten que emprenda cuanto antes la tarea que se han propuesto
―preguacutentame pues ya te ruego para poder explicar con tus palabras y las miacuteas esto
no seacute queacute tan grande que siento (ord I411) La adopcioacuten del meacutetodo socraacutetico
como instrumento pedagoacutegico se encuentra en clara consonancia con la actitud
fundamental que se habiacutea asumido en el Contra Academicos en relacioacuten con la
verdad pues eacutesta no debe entenderse de manera dogmaacutetica sino como el resultado de
una buacutesqueda incesante que se inicia desarrolla y perfecciona en el diaacutelogo Si bien a
lo largo de los diaacutelogos de Casiciaco Agustiacuten asume con claridad el papel de maestro
en ninguacuten momento se presenta como poseedor de la verdad sino maacutes bien como
compantildeero de viaje de ahiacute el recurso constante a las imaacutegenes ciceronianas del
puerto19 la roca el mar y el camino A propoacutesito de lo anterior podemos afirmar con
Catapano (2006) que se evita la tendencia al orgullo desordenado tan comuacuten entre
los estudiantes de retoacuterica gracias a la decisioacuten metodoloacutegica de poner a
consideracioacuten de los interlocutores cada una de sus reflexiones buscando construir la
verdad en el ejercicio del diaacutelogo y no imponer el propio punto de vista
Frente al entusiasmo de Licencio el maestro Agustiacuten responde con una
interpelacioacuten que pretende evidenciar la agudeza del asunto tratado y la necesidad de
proceder siguiendo el meacutetodo dialoacutegico pues los razonamientos de todos pueden ser
valiosos siempre y cuando sigan un orden y sean el resultado del proceso y la
aplicacioacuten de la teacutecnica adecuada Asiacute como respuesta a la exigencia del joven
estudiante de obtener respuestas por parte del maestro se responde
No te rebajes tanto ni me encumbres a miacute demasiado porque en filosofiacutea soy un nintildeo auacuten ni me preocupo al dirigir mis preguntas por medio de quieacuten me responde Aquel
19 A propoacutesito de la metaacutefora del puerto y de la relacioacuten de eacutesta con la filosofiacutea Antigua Catapano afirma que comparar la filosofiacutea con ―un puerto que repara de las vicisitudes de la vida y da acceso a la felicidad implica evidentemente considerarla bajo una mirada que no es meramente teoacuterica En este sentido Agustiacuten es todaviacutea disciacutepulo de Ciceroacuten de aquel Ciceroacuten de las Tusculanae que habiacutea buscado en la filosofiacutea un remedio para los males de la vida (Catapano 2001 p 178)
64
a quien presento todos los diacuteas mis lamentos de quien te auguro que seraacutes vate alguacuten diacutea y ese alguacuten diacutea tal vez no se halle tan lejano Otros tambieacuten separados de esta clase de estudios pueden ensentildearnos algo cuando se asocian a los que discuten con el sistema de haacutebiles preguntas (ord I513)
Estas liacuteneas nos permiten entender el espiacuteritu de la schola Cassiciaci no soacutelo
los estudiosos de los claacutesicos las artes liberales y la filosofiacutea teniacutean acceso a las
discusiones pues el saber no depende exclusivamente de la posesioacuten de informacioacuten
La filosofiacutea entendida como modo de vida se presenta como una actividad que
involucra a todos aquellos que esteacuten dispuestos a recorrer el arduo camino de la
buacutesqueda de la verdad De ahiacute el papel fundamental que ocupa Moacutenica a lo largo de
los diaacutelogos pues ella en cuanto siacutembolo de la Iglesia representa la natural
disposicioacuten del hombre hacia la buacutesqueda su condicioacuten peregrina y comunitaria Los
habitantes de Casiciaco se reuacutenen alrededor de la madre ella se ocupa de la
administracioacuten de las labores de la casa y dispone los alimentos no soacutelo para los
cuerpos sino tambieacuten para las almas pues sus reflexiones se presentan iluminadoras
en los momentos maacutes aacutelgidos de la discusioacuten suscitando en sus oyentes las maacutes
entusiastas reacciones ―madre has conquistado el castillo mismo de la filosofiacutea Te
han faltado las palabras para expresarte como Ciceroacuten en el libro titulado Hortensius
compuesto para defensa y panegiacuterico de la filosofiacutea (bvita II10) En Moacutenica se
articulan la sabiduriacutea cristiana y la filosofiacutea la figura de Ambrosio y la de Ciceroacuten la
autoridad y la razoacuten motivo por el cual su presencia en la composicioacuten de los
diaacutelogos determina y reorienta las discusiones en cuanto siacutembolo de la unidad de la
verdad y la posibilidad abierta a todos los hombres de alcanzarla En este punto vale
la pena afirmar con Catapano (2001) que la importancia del elogio a Moacutenica debe
considerarse a la luz de la relacioacuten que se establece entre virtud y sabiduriacutea cuestioacuten
que como se veraacute maacutes adelante seraacute fundamental para la determinacioacuten de las
caracteriacutesticas del orador cristiano Asiacute continua el mismo estudio ―Agustiacuten observa
que el origen de la sorprendente sabiduriacutea de Moacutenica no puede ser sino divino de
manera que es una sabiduriacutea que proviene de la atencioacuten que la madre pone en Dios y
su Palabra (p 199) De este modo se reconoce que la auctoritas es una fuente de
verdad y sabiduriacutea tal y como se mostraraacute en el De doctrina christiana
65
142 Las artes liberales y el orden moral
En el segundo libro del De ordine se ofrece un completo programa formativo
cuya aplicacioacuten garantizaraacute el acercamiento de las almas a la comprensioacuten del orden
divino presente en el universo La parte inicial del programa es de caraacutecter praacutectico y
toma como punto de partida la afirmacioacuten seguacuten la cual la ley divina prescribe reglas
para el buen vivir y para la instruccioacuten El acceso a dichas reglas opera en dos
momentos la autorictas y la ratio La primera si bien precede en el orden del tiempo
a la razoacuten es menos preferible que esta uacuteltima debido a que la primera se limita a
abrir las puertas de la segunda La razoacuten se define como ―el movimiento de la mente
capaz de discernir y enlazar lo que conoce (ord II1130) para luego dar paso a una
investigacioacuten que mostraraacute la diferencia entre lo racional y lo razonable iquestCuaacutendo se
dice de algo que es racional Cuando usa o puede usar la razoacuten y en este sentido se
dice del hombre que es un ser racional iquestCuaacutendo se dice de algo que es razonable
Cuando se dice o se hace conforme a la razoacuten por ejemplo se afirma que algo es
razonable cuando se ve que estaacute compuesto por partes congruentes y afines Gracias a
su potencia razonadora el hombre ve la necesidad de vivir en sociedad y comunicarse
con aquellos seres con los que comparte dicha racionalidad De ahiacute nace la necesidad
de nombrar las cosas por lo que se le otorga significado a determinados sonidos Una
vez establecidos dichos sonidos la razoacuten toma a los sentidos como intermediarios
para hacer posible la comunicacioacuten oral y luego inventa las letras instituyendo asiacute la
comunicacioacuten escrita A partir del lenguaje la razoacuten ve la necesidad de delimitar la
multitud inmensa de cosas sobre las que se puede hablar y escribir a traveacutes del caacutelculo
y los nuacutemeros
A la caligrafiacutea y al caacutelculo siguen la gramaacutetica la dialeacutectica y la retoacuterica esto
es las artes del trivium La primera es la encargada de clasificar los sonidos y las
palabras y de perpetuar por escrito todo lo que sea digno de ser recordado La
dialeacutectica se define como disciplina disciplinarum y su funcioacuten consiste en dar el
meacutetodo para ensentildear y aprender ya que ―en ella se nos declara lo que es la razoacuten su
valor sus aspiraciones y potencia Nos da la seguridad y certeza de lo que sabemos
66
(ord II1338) Sin embargo la dialeacutectica necesita de una herramienta por medio del
cual hacer entender las verdades a los hombres no instruidos por lo que es necesario
recurrir a la retoacuterica que tiene la tarea de atraer al pueblo hacia el bien y la verdad
por medio del discurso De este modo la retoacuterica debe entenderse como la teacutecnica
instrumental de la cual se sirve la dialeacutectica con fines educativos tal como queda
demostrado en los ejercicios llevados a cabo en la schola Cassiciaci entre Agustiacuten
maestro de retoacuterica y sus acompantildeantes A propoacutesito de lo anterior Catapano (2006)
afirma que Agustiacuten estaacute en contra de la concepcioacuten de una educacioacuten basada en la
mera adquisicioacuten de una teacutecnica es decir sin tener en cuenta su papel formativo (p
29) Esta concepcioacuten de clara procedencia ciceroniana seraacute retomada y profundizada
en el De doctrina christiana en donde se afirmaraacute que la retoacuterica estaacute subordinada a
la dialeacutectica conocimiento de todas las cosas al que soacutelo las almas preparadas pueden
acceder directamente mostrando asiacute que filosofiacutea y retoacuterica no pueden concebirse de
manera independiente
Una vez tratadas las artes del trivium se pasa a considerar las artes del placer
contemplativo en un estudio que toma como punto de partida el papel de los sentidos
en cada una de ellas De este modo se afirma que la razoacuten nota que ―reinaban los
nuacutemeros y que todo lo haciacutean ellos (ord II1441) y descubre tambieacuten que hay
nuacutemeros divinos y eternos gracias a los cuales todas las artes se hallan dispuestas La
combinacioacuten de estos nuacutemeros eternos con los sonidos sensibles y perecederos que
soacutelo pueden durar en cuanto conservados en la memoria da origen a la muacutesica que
toma su nombre del mito hesioacutedico seguacuten el cual las Musas son hijas de Juacutepiter y de
la Memoria En cuanto al sentido de la vista se afirma que ella estaacute determinada por
su gusto hacia la belleza la proporcioacuten y el orden En esta investigacioacuten tiene origen
la geometriacutea cuya funcioacuten consiste en distinguir y ordenar los conocimientos
relacionados con las figuras Empero la hermosura de las figuras terrestres no es la
uacutenica que llama la atencioacuten de la razoacuten pues los movimientos del cielo en los que se
puede notar el influjo de las dimensiones y los nuacutemeros le produjeron inmensa
admiracioacuten de donde proviene la astronomiacutea
67
Una vez finalizado el recorrido por las artes liberales la razoacuten concluye que el
nuacutemero es el principio profundo de toda medida modus y por ende la condicioacuten
necesaria para la sabiduriacutea Asiacute pues aquel que se dedique al estudio de las artes
liberales dispondraacute y prepararaacute su aacutenimo para el estudio de las cosas divinas y podraacute
creer en ellas y contemplarlas comprenderlas y retenerlas en su memoria El alma asiacute
dispuesta
primeramente examiacutenase a siacute misma y si estaacute persuadida ya por la erudicioacuten de que la razoacuten es una fuerza propia o que ella misma es la razoacuten y que en la razoacuten no hay cosa mejor ni maacutes poderosa que los nuacutemeros o que no es maacutes que un nuacutemero ella misma tendraacute consigo este discurso yo con un movimiento interior y oculto puedo separar y unir lo que es objeto de las disciplinas y esta fuerza se llama razoacuten (ord II1848)
Una de las preguntas fundamentales de los tres diaacutelogos halla respuesta en
este punto el sabio es decir el hombre feliz es aquel que logra unir aquello que estaacute
disperso diffusa en las diferentes disciplinas y que al ser contemplado de manera
desordenada no pude conducir al conocimiento de la verdad El orden propuesto esto
es el programa que debe seguirse en el estudio de las disciplinas estaacute determinado a
su vez por un principio de caraacutecter moral pues un aacutenimo desordenado y disperso no
puede alcanzar la sabiduriacutea En este punto se ofrecen una serie de precepta de
caraacutecter praacutectico anclados en la concepcioacuten de la filosofiacutea como modo de vida y no
como mera adquisicioacuten de saberes y disciplinas La enunciacioacuten y aplicacioacuten de
dichos preceptos tienen un fuerte eco ciceroniano asiacute como la exhortacioacuten al
abandono de los placeres mundanos como condicioacuten de la obtencioacuten de la beata vita
y la sabiduriacutea Si bien los temas de la Providencia y la disposicioacuten ordenada del
mundo se abordan de manera expliacutecita en el De natura deorum y el De fato la
preocupacioacuten formativa que aparece como principio ordenador a lo largo de todos los
diaacutelogos de Agustiacuten tambieacuten es de origen ciceroniano Para entender esta relacioacuten es
necesario remitirse al De officiis obra en la que el Arpinate ofrece a su hijo y con eacutel
a todos los joacutevenes romanos un amplio compendio pedagoacutegico y moral orientado a la
formacioacuten de los buenos ciudadanos El contacto de Agustiacuten con el De officiis tiene
una doble fuente pues se acercoacute a eacutel tanto como alumno y maestro cuanto como
68
oyente de Ambrosio el cual escribioacute su De Officiis ministrorum sobre el modelo de la
obra ciceroniana La intencioacuten del obispo de Milaacuten en la composicioacuten de dicha obra
no dista mucho de la de Ciceroacuten pues asiacute como el Arpinate dirige la obra a la
juventud romana en formacioacuten Ambrosio la dirige a la juventud cristiana ofreciendo
un conjunto de preceptos y normas morales que en ambos casos toma como punto
de partida una consideracioacuten acerca de la virtud y la vida feliz
No sorprende entonces que en el proyecto de una paideia cristiana surgido
luego de los encuentros con Ambrosio Agustiacuten le otorgue un papel fundamental a la
formacioacuten moral como condicioacuten indispensable para emprender el camino hacia la
sabiduriacutea y la felicidad Los joacutevenes Licencio Trigecio y el pequentildeo Adeodato
representan esa juventud a la que sus maestros Ciceroacuten y Ambrosio habiacutean dedicado
las obras acerca de los deberes y en consonancia con eacutestas Agustiacuten expone los
preceptos que deben seguir
Los joacutevenes dedicados al estudio de la sabiduriacutea se abstengan de todo lo veneacutereo de los placeres de la mesa del cuidado excesivo y superfluo ornato de su cuerpo de la vana aficioacuten a los espectaacuteculos de la pesadez del suentildeo y la pigricia de la emulacioacuten murmuracioacuten envidia ambicioacuten de honra y mando del inmoderado deseo de alabanza Sepan que el amor al dinero es la ruina de todas sus esperanzas No sean flojos ni audaces para obrar En las faltas de sus familiares no den lugar a la ira o la refrenen de modo que parezca vencida A nadie aborrezcan [hellip] No busquen los cargos de la administracioacuten del Estado sino los perfectos Y traten de perfeccionarse antes de llegar a la edad senatorial o mejor en la juventud Y los que se dedican a estas cosas no crean que no les conciernen estos preceptos porque los guardaraacuten mejor en la edad avanzada En toda condicioacuten lugar o tiempo o tengan amigos o buacutesquenlos (ord II825)
Las normas aquiacute presentadas condesan la uacuteltima parte del libro primero del De
officiis ciceroniano (I102-141) y la conclusioacuten del libro segundo (II84-II89) en las
que el Arpinate se ocupa de la honestidad entendida como decorum esto es lo que
por su conformidad con la naturaleza refleja ―la moderacioacuten y la templanza unidas a
los modales de una educacioacuten perfecta (off I97)
En este punto puede afirmarse que el programa de Casiciaco en cuanto plan
pedagoacutegico estaacute basado en una formacioacuten integral que se halla en iacutentima consonancia
con la concepcioacuten de filosofiacutea de Agustiacuten entendida como modo de vida y no como
69
una mera disciplina de caraacutecter teoacuterico (cAcad II922) Esta idea se expone en todos
los diaacutelogos y asiacute como los preceptos presentados se inspira en la concepcioacuten
ciceroniana de la filosofiacutea como investigacioacuten y ensentildeanza de las normas para
alcanzar una vida honrada feliz y virtuosa20 (off II6) La filosofiacutea es entonces un
ejercicio continuo y comuacuten que encuentra en el diaacutelogo entendido eacuteste como el
resultado de una construccioacuten colectiva un vehiacuteculo privilegiado en el que como se
ve en todos los escritos de Casiciaco la verdad se muestra en cuanto producto de
dicho ejercicio El entrenamiento de los disciacutepulos tal y como lo proponen Ciceroacuten a
su hijo Ambrosio a los joacutevenes cristianos y Agustiacuten a los hueacutespedes del gramaacutetico
Verecundo tiene la doble funcioacuten de ordenar sus pensamientos y acciones a traveacutes
del buen uso de la palabra y del seguimiento de preceptos praacutecticos y de permitir el
acercamiento a los objetos propios del estudio esto en teacuterminos ciceronianios a las
cosas humanas y divinas (off II5 cAcad I925 bvita I4 ord I25) En este orden
de ideas queda clara la razoacuten por la cual una de las preocupaciones fundamentales de
Agustiacuten es la de consignar por escrito dichos encuentros y hacerlos puacuteblicos para
beneficio no soacutelo de su expliacutecito destinatario sino todos de los joacutevenes a los que el
texto pudiera ser de utilidad
Luego de exponer su doble programa Agustiacuten se dirige a Moacutenica con las
siguientes palabras ―tu ingenio me parece nuevo cada diacutea y tu espiacuteritu alejadiacutesimo
por la edad y la templanza de todas las bagatelas y limpio de toda corrupcioacuten
corporal se ha erguido a una maravillosa altura (ord II1745) Una vez maacutes en
Moacutenica encontramos la eruditio necesaria para acceder a las cuestiones de la
filosofiacutea en este caso el agudo problema de la relacioacuten entre el mal y la providencia
Su espiacuteritu en cuanto ordenado se ha erguido alcanzando las maacutes altas esferas del
conocimiento filosoacutefico y sus herramientas pues conoce ―la fuerza casi divina y la
naturaleza de la gramaacutetica (ord II1745) la cual en cuanto encargada de la
20 A propoacutesito de la filosofiacutea como forma de vida en Ciceroacuten y su dimensioacuten eacutetico-praacutectica Woolf (2015) afirma que a la base de la composicioacuten de las obras eacuteticas esto es el De finibus y el De Officiis estaacute la idea del poder que tiene la filosofiacutea para cambiar vidas ―Ambas obras muestran la relacioacuten existente entre teoriacutea y praacutectica relacioacuten que se vuelve especialmente importante cuando se trata de la cuestioacuten baacutesica de la eacutetica coacutemo vivir mejor (p125)
70
escritura y la ensentildeanza de todo aquello que es digno de conservarse en la memoria
constituye el fundamento de la eruditio Esta uacuteltima debe entenderse como la unioacuten
entre la dialeacutectica y la potencia de los nuacutemeros esto es la capacidad de conocer la
unidad numeacuterica y de remitir el conocimiento sensible a dicha unidad A propoacutesito de
lo anterior puede afirmase que las artes liberales juegan un papel fundamental en el
discernimiento de dicha unidad a la cual la filosofiacutea aspira de un ―modo mucho maacutes
elevado y divino (ord II1845) Nos encontramos aquiacute con uno de los momentos
cruciales en la determinacioacuten del proyecto filosoacutefico agustiniano que se desarrollaraacute
en los diaacutelogos posteriores y alcanzaraacute su maacuteximo florecimiento en las Confessiones
y en el De doctrina christiana Se trata de la estipulacioacuten del objeto de la filosofiacutea
misma y se expresa en los siguientes teacuterminos
Dos problemas le inquietan uno concerniente al alma el otro concerniente a Dios El primero nos lleva al propio conocimiento el segundo al conocimiento de nuestro origen El propio conocimiento nos es maacutes grato el de Dios maacutes caro aqueacutel nos hace dignos de la vida feliz eacuteste nos hace felices El primero es para los aprendices el segundo para los doctos He aquiacute el meacutetodo de la sabiduriacutea con que el hombre se capacita para entender el orden de las cosas conviene a saber para conocer los dos mundos y el mismo Padre del Universo del cual en el alma no hay otra ciencia que la de saber que de Eacutel no hay ciencia (ord II1847)
Asiacute el alma consagrada a la filosofiacutea en primer lugar se examina a siacute misma
y en ella encuentra que el nuacutemero es aquello que le permite separar analizar unir y
sintetizar lo que es objeto de las disciplinas entendiendo de este modo en queacute
consiste su actividad racional En virtud de esta uacuteltima el hombre puede ordenar lo
que le ofrece la naturaleza y producir obras y objetos gracias a los cuales entenderaacute su
superioridad en cuanto son el resultado de la aplicacioacuten del conocimiento de las
proporciones Si bien la racionalidad del hombre lo situacutea en una posicioacuten privilegiada
tambieacuten lo pone frente a una dificultad ―iquestcoacutemo pues siendo inmortal la razoacuten soy
definido yo como un animal racional y mortal iquestAcaso la razoacuten no es inmortal
(ord II1950) La inmortalidad de la razoacuten tiene que ver con la posesioacuten de verdades
absolutas objetivas y universales como las verdades matemaacuteticas las cuales por no
ser mudables no dependen de las cosas perecederas En el momento en el que el alma
descubre esa racionalidad que la determina y le permite conocer y hacerse partiacutecipe
71
de la inmortalidad y la verdad querraacute alejarse de todo lo inferior en busca de la
unidad de lo superior
En este punto Agustiacuten retoma una de las cuestiones centrales del diaacutelogo a
saber la relacioacuten entre conocimiento y virtud afirmando que gracias a la guiacutea de la
razoacuten el alma se eleva a la pureza en las costumbres alejaacutendose de los vicios y las
pasiones carnales Retomando una idea que ya habiacutea sido expuesta en el Contra los
Acadeacutemicos Agustiacuten afirma que este recorrido que hace el alma debe entenderse
como un embellecimiento pues soacutelo un alma bella y pura es capaz de contemplar a
Dios
Mas cuando el alma se arreglare y embelleciera a siacute misma hacieacutendose armoacutenica y bella osaraacute contemplar a Dios fuente de todo lo verdadero y padre de la misma verdad iexclOh gran Dios coacutemo seraacuten entonces aquellos ojos iexclCuaacuten puros y sanos cuaacuten vigorosos y firmes cuaacuten serenos y dichosos (ord II1951)
Dicha contemplacioacuten mostraraacute la fuente de la verdad y la belleza esto es la
Verdad por la que todas las cosas son verdaderas y la Belleza por la que todas las
cosas son bellas logrando asiacute la comprensioacuten del orden de la creacioacuten pues se
entenderaacute que todo es ordenado por un principio supremo que le da la medida a todas
las cosas Aquiacute una vez maacutes vemos coacutemo las categoriacuteas ciceronianas operan en la
propuesta agustiniana pues en la misma liacutenea de lo afirmado en el De beata vita se
da una apropiacioacuten de la terna modus species ordo (off I15) a partir de la cual se
plantea el problema del diaacutelogo y su solucioacuten Asiacute pues esta terna no soacutelo sirve como
clave de lectura para comprender la unidad y relacioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco
sino que en el caso del De ordine se configura tanto como punto de partida como
conclusioacuten Una vez establecido que el orden a seguir en el estudio de las disciplinas
consiste en el embellecimiento del alma Agustiacuten se dirige a sus compantildeeros con las
siguientes palabras ―estas y otras muchas reflexiones se hace consigo misma el alma
bien instruida pero las omito no sea que al daros mis lecciones sobre el orden falte a
la moderacioacuten que es el padre del orden (ord II1950) En estas liacuteneas y en el tema
tratado antes de las mismas se alude a la terna y a la manera en la que eacutesta debe
comprenderse El modo en cuanto Padre es el elemento que dispone y ordena todo
72
razoacuten por la cual se afirma que es el padre del orden la species esto es la forma es la
belleza que permite acceder a la comprensioacuten del orden y el ordo es el principio
orientador del alma humana y de toda la creacioacuten El orden del alma no es otro que la
virtud y la praacutectica de eacutesta es condicioacuten de la eruditio que ya mencionamos y de la
que Moacutenica se presenta como ejemplo La madre a lo largo de todo el diaacutelogo
encarna un principio ordenador y en la conclusioacuten de la obra se exaltan sus dos
caracteriacutesticas fundamentales la erudicioacuten y la fe Esta es la razoacuten por la cual Agustiacuten
agradece los ruegos de su madre gracias a los cuales eacutel ha decidido entregarse por
completo al estudio de la filosofiacutea en compantildeiacutea de Alipio el cual toma la palabra para
concluir el diaacutelogo
verdaderamente has hecho revivir ante nuestros ojos la memoria de los grandes y doctos varones que algunas veces nos pareciacutea increiacuteble por su elevacioacuten y grandeza pero aquiacute por la observacioacuten de todos los diacuteas y por la admiracioacuten que sentimos hacia ti no soacutelo no nos parece dudosa aquella imagen sino que estamos dispuestos a jurar por ella iquestPues queacute iquestNo nos ha introducido acaso en la venerable disciplina de Pitaacutegoras justamente estimada como casi divina Porque con tanta concisioacuten y plenitud nos has descubierto las normas de la vida y los caminos y campos y los mares cristalinos de la ciencia y todo lo que era objeto de gran veneracioacuten para aquel y doacutende estaacuten los santuarios de la verdad y cuaacuteles y queacute exigen a sus investigadores (ord II2053)
La alusioacuten a Pitaacutegoras no es casual pues luego de la intervencioacuten de Alipio en
la que eacuteste este exalta los preceptos praacutecticos propuestos por Agustiacuten se llama la
atencioacuten sobre la cuestioacuten de la antiguumledad de los mismos y el lugar central que
ocupan en ―libros de hombres grandes y casi divinos (ord II1028) Parece
entonces que los dos pasajes hacen referencia a la misma disciplina filosoacutefica la
pitagoacuterica la cual era conocida gracias a la transmisioacuten de Varroacuten como se declara
expliacutecitamente (ord II2054) y a la de Ciceroacuten el cual como afirma Doignon (1977)
representa la fuente principal de los elementos neoplatoacutenicos presentes en el diaacutelogo
Este uacuteltimo punto ha sido objeto de un intenso debate entre los estudiosos los cuales
han centrado su atencioacuten en el problema de las fuentes filosoacuteficas de cuestiones como
la aspiracioacuten a la unidad la belleza y la nocioacuten misma de orden (Hadot 1984
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Cipriani 2000) dejando de lado el aspecto moral y formativo en los cuales como
hemos demostrado hasta ahora la influencia ciceroniana es fundamental
15 El diaacutelogo con la razoacuten Soliloquia21
El uacuteltimo de los diaacutelogos de Casiciaco debe entenderse como el fruto de las
reflexiones a las que Agustiacuten dedicaba las horas nocturnas meditando en silencio y
soledad (ord I36) Sabemos que los diacuteas transcurriacutean entre los trabajos propios de
una villa de campo la lectura de Virgilio y Ciceroacuten la oracioacuten y el ejercicio retoacuterico-
filosoacutefico en el que los maacutes joacutevenes poniacutean a prueba su ingenio frente a cuestiones
agudas bajo la guiacutea del maestro Agustiacuten Sin embargo el deseo de comprender
aquellas cuestiones que durante el diacutea eran objeto de discusioacuten haciacutea de las noches un
momento de diaacutelogo interior que en las Retractationum se describe asiacute
[hellip] escribiacute tambieacuten entonces dos voluacutemenes siguiendo mi intereacutes y el amor que teniacutea por indagar la verdad sobre lo que maacutes deseaba saber interrogaacutendome y respondieacutendome como si fueacutesemos dos la razoacuten y yo siendo uno solo Por eso llameacute a esta obra Soliloquia (I41)
La adecuacioacuten del diaacutelogo ciceroniano 22 como meacutetodo filosoacutefico en la
investigacioacuten de la verdad se encuentra en clara consonancia con el propoacutesito
expuesto en los tres diaacutelogos anteriores para filosofar es necesario llevar a cabo un
ejercicio en el que a traveacutes de preguntas y respuestas se accede a la comprensioacuten de
aquello sobre lo que se indaga (ord I411) Mientras en los tres primeros diaacutelogos la
conversacioacuten se llevaba a cabo entre un grupo de interlocutores entre los cuales
Agustiacuten tomaba el papel de maestro en los Soliloquia los participantes son Agustiacuten y
su razoacuten y en este caso es ella la que opera como guiacutea Podriacutea pensarse siguiendo a
Fleming que el motivo del diaacutelogo interior y de la personificacioacuten de la razoacuten tiene
un antecedente en la Consolatio de Ciceroacuten pues aunque no conservamos la obra
21 Vale la pena anotar que tanto el teacutermino soliloquialsquo como la idea de un diaacutelogo interior es una creacioacuten original de Agustiacuten aunque estaacute basada en el principio platoacutenico seguacuten el cual cuando el alma piensa dialoga consigo misma interrogaacutendose y respondiendo (Teet 189e-190a) 22 Acerca de la relacioacuten entre diaacutelogo y filosofiacutea en los Soliloquia veacutease (Catapano 2005 pp 37-57)
74
algunas alusiones a la misma nos permiten tener una idea aproximada de su tema y
estructura (Fleming 1984 p 61)
Las primeras liacuteneas de la obra nos situacutean en el problema central de la misma
el conocimiento de siacute y ademaacutes nos permiten asumir una liacutenea interpretativa que
pone el acento en la relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten
Andando yo largo tiempo ocupado en muchos y diversos problemas y tratando con empentildeo durante muchos diacuteas de conocerme a miacute mismo lo que debo haber y lo que he de evitar de improviso viacutenome una voz no seacute si de miacute mismo o de otro desde fuera o dentro porque esto mismo es lo que principalmente quiero esclarecer diacutejome pues aquella voz Razoacuten- Suponte que has hallado alguna verdad iquesta quieacuten la encomendaraacutes para seguir adelante Agustiacuten- A la memoria (sol I11)
Este pasaje es un claro eco de la introduccioacuten del De oratore (I1) no soacutelo por
el estilo literario y la cercaniacutea linguumliacutestica23 sino tambieacuten por los temas expuestos por
los dos autores entre los cuales se destacan el conocimiento de siacute el anhelo por
dedicar la vida a la buacutesqueda de la verdad la naturaleza de eacutesta y el papel de la
memoria en el conocimiento
Tenemos asiacute que esta obra presenta a un hombre que en su ardua buacutesqueda
de la verdad lleva a cabo una indagacioacuten de su situacioacuten vital pues como ya se habiacutea
expuesto en el De ordine el conocimiento de siacute mismo constituye el punto de partida
en el camino hacia la verdad
Luego de una extensa invocacioacuten a Dios en la que se retoman muchos de los
temas ya tratados en los diaacutelogos haciendo especial eacutenfasis en el orden la creacioacuten y
la posibilidad de alcanzar la verdad Agustiacuten resume su objetivo en la siguiente
declaracioacuten ―quiero conocer a Dios y al alma (sol I27) La pregunta que surge de
inmediato es la de coacutemo es posible conocer a Dios y de queacute tipo de conocimiento se
trata En primer lugar se afirma que el conocimiento de Dios debe ser tan cierto
como el conocimiento matemaacutetico y geomeacutetrico Ahora bien el conocimiento de
Dios no puede ser como el de los objetos pero puede entenderse como el momento
en el que el sol se muestra a los ojos razoacuten por la cual Eacutel es principio de
inteligibilidad de los objetos Sin embargo los ojos no soacutelo deben estar dispuestos 23 Sobre este punto veacutease Selbstgespraumlche von der Unterblichkeit der Seele (Muumlller 2002)
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para mirar sino tambieacuten para ver la luz del sol del mismo modo que el alma de aquel
que desea conocer debe estar ordenada y dispuesta de una manera determinada Asiacute
pues ―el ojo del alma es la mente pura de toda mancha corporal esto es alejada y
limpia del apetito de las cosas corruptibles (sol I612) Siguiendo la liacutenea
establecida en el De ordine se afirma que el proceso de purificacioacuten del alma se logra
a traveacutes del ejercicio de la virtud la cual se define con Ciceroacuten (off I618 Tusc
IV15 34) como la ―recta y perfecta razoacuten (sol I613)24 Sin embargo para que el
alma pueda mirar directamente a la luz debe estar acompantildeada por la fe la esperanza
y la caridad pues las tres virtudes teologales se constituyen en la condicioacuten necesaria
para el conocimiento de Dios Es necesario entonces examinar la propia alma para
poder constatar si eacutesta vive seguacuten las virtudes en las que debe basarse la vida del
cristiano Recordemos que Agustiacuten se encontraba en Casiciaco con la intencioacuten de
prepararse para el Bautismo razoacuten por la cual podemos considerar esta obra como
una introspeccioacuten en la que se lleva a cabo una evaluacioacuten de la propia vida y de la
decisioacuten consagrarse al estudio de la verdad En primer lugar se toman en
consideracioacuten los miedos que acechan al alma a saber la peacuterdida de los seres
queridos el dolor y la muerte temas especiacuteficos de la tradicioacuten consolatoria en
segundo lugar se examina la relacioacuten con los honores las riquezas la vida conyugal
y otros placeres corporales Frente a los primeros Agustiacuten afirma sentirse turbado
mientras que respecto al segundo grupo nota un progreso creciente en su rechazo
hacia los honores las riquezas y el matrimonio En este punto vale la pena anotar que
se hace un particular eacutenfasis sobre el hecho de que dicha actitud no es reciente sino
que se remonta a la lectura del Hortensius
No data de ahora mi renuncia a ellas (riquezas) Ya tengo treinta y tres antildeos y hace unos catorce dejeacute de desearlas Caso de ofreceacuterseme soacutelo me serviriacutea de ellas para mi sustento necesario y el uso liberal Un libro de Ciceroacuten me persuadioacute faacutecilmente de que no se ha de poner el corazoacuten en las riquezas y en caso de tenerlas han de administrarse con suma cautela y prudencia (sol I1017)
24 Fleming (1984) llama la atencioacuten sobre este punto y afirma que Ciceroacuten es aqueacutel que introduce la definicioacuten de virtud como perfecta ratio en el mundo latino y que Agustiacuten construye sobre la misma no soacutelo su definicioacuten de virtud sino la distincioacuten fundamental entre mirar adspicere y ver videre
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Una vez maacutes queda claro que la buacutesqueda de la sabiduriacutea requiere de una
actitud vital y de una disposicioacuten estrechamente ligada a las ensentildeanzas de Ciceroacuten y
que Agustiacuten declara no haber abandonado nunca desde que comenzoacute su camino hacia
la verdad Ahora en el momento crucial de la estancia en Casiciaco se emula al
maestro no soacutelo en sus estilo y lenguaje sino tambieacuten en su decisioacuten de alejarse de las
riquezas los honores y los placeres mundanos para entregarse a la reflexioacuten y a la
escritura tal como lo hiciera el Arpinate en su villa de Tuacutesculo De este modo frente
a la cuestioacuten de los honores y la fama provenientes de la vida puacuteblica Agustiacuten afirma
que ha dejado de ambicionarlos justamente en esos diacuteas lo cual muestra que el retiro
a la vida comunitaria en la villa de Verecundo se presenta como un remedio ante la
ambitio saeculi y la aficioacuten a los demaacutes placeres del cuerpo
El paso por las pasiones y los diferentes tipos de concupiscencia tiene el
objetivo de indicar en liacutenea ciceroniana (off II84ndashII89) que todos los deseos y las
pasiones deben ordenarse al sumo bien (Fin I4 II2) el cual es la sabiduriacutea
entendida como la praacutectica de la virtud (Fin II11) Con el fin de reforzar esta idea
Agustiacuten recurre a Cornelio Celso 25 para ilustrar que el hombre debido a su
constitucioacuten ontoloacutegica debe situar el sumo Bien en su alma pues eacutesta es mejor que
el cuerpo
De dos partes estamos compuestos de alma y cuerpo y la mejor es el alma y la maacutes vil el cuerpo y el sumo Bien es lo mejor de la porcioacuten excelente y el sumo mal lo peor de la porcioacuten inferior y es lo mejor en el aacutenimo la sabiduriacutea y lo peacutesimo en el cuerpo el dolor Concluyese pues evidentemente que el sumo Bien lo constituye la sabiduriacutea y el sumo mal los padecimientos corporales (sol I1221)
La idea seguacuten la cual el sumo bien es la virtud y el sumo mal el dolor corporal
es recurrente en el pensamiento de Ciceroacuten (off I618 Tusc II5) el cual con
seguridad constituye una de las fuentes maacutes importantes del tratado de Celso
conocido por Agustiacuten
25 Aulio Cornelio Celso es el autor de un tratado enciclopeacutedico que no conservamos acerca de arte militar retoacuterica filosofiacutea y medicina De su produccioacuten escrita llegoacute hasta nosotros el De re medica en el cual se lleva a cabo un resumen de la tradicioacuten hipocraacutetica y algunos fragmentos de otros libros
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Asiacute pues si el sumo Bien es la sabiduriacutea deberaacute entonces investigarse coacutemo
se da el camino a la misma En la liacutenea ya trazada en los anteriores diaacutelogos se
afirma que se trata de un recorrido ascendente en el que se parte de la belleza de este
mundo para subir por grados hacia la verdadera Hermosura26 En este punto la
Razoacuten interviene y afirma que el camino variacutea seguacuten las fuerzas y la salud de cada
alma pues mientras a algunas les basta con creer esperar y amar a otras les es
necesario el ejercicio para que al ver la luz no se enceguezcan iquestDe queacute se trata este
ejercicio
Primero se les mostraraacuten objetos opacos pero bantildeados con la luz como un vestido un muro algo semejante Han de pasar despueacutes a fijar la vista en las cosas que brillan con mayor belleza no por siacute mismas sino con el reverbero solar como el oro la plata y cosas similares cuyo reflejo no dantildee a los ojos Entonces con moderacioacuten se les podraacute mostrar el fuego terreno y sucesivamente los astros la luna el rosicler de la aurora y el caacutendido resplandor celeste Habituaacutendose cada cual maacutes pronto o maacutes tarde seguacuten su disposicioacuten a este orden de cosas en su integridad o parcialmente podraacute ya carearse con el mismo sol sin titubeo y con gran deleite (sol I1323)
La inspiracioacuten platoacutenica del pasaje anterior (Rep 514a-517c 518c-d) puede
considerarse siguiendo a Altman (2016) una prueba a favor de la idea seguacuten la cual
Agustiacuten y Ciceroacuten juegan un papel fundamental en la recepcioacuten de la filosofiacutea
platoacutenica y en la comprensioacuten del aspecto moral de la misma Altman (2016) llama la
atencioacuten sobre el hecho de que Ciceroacuten retoma aspectos fundamentales de la nocioacuten
platoacutenica de justicia en el De officiis y en su De Republica donde ofrece ―su propia
versioacuten de la alegoriacutea de la caverna el Somnium Scipionis (p 87) Como hemos
visto hasta el momento el De officiis ocupa un lugar preponderante en la apropiacioacuten
del pensamiento del Arpinate llevada a cabo tanto por Agustiacuten como por su maestro
Ambrosio
El primer libro de los Soliloquia termina con una anticipacioacuten de lo que se
trataraacute en el segundo para conocer a Dios y al alma es necesario comprender la
verdad la cual debe entenderse como distinta de lo verdadero pues cuando algo
26 En estas liacuteneas de los Soliloquia se retoma uno de los temas centrales del De ordine pues en esta obra se afirma que el recorrido gradual por las artes liberales gracias al cual el alma se purifica estaacute movido por la belleza y el efecto que eacutesta produce en el alma (ord II1439 II1543)
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verdadero muere no muere con ello la verdad Tenemos entonces que el tema objeto
de ejercicio retoacuterico-filosoacutefico en el Contra Academicos se aborda ahora desde una
perspectiva distinta cuyo objetivo es probar la inmortalidad de la verdad y con ella
la del alma En este punto Agustiacuten seguiraacute algunos pasajes de las Tusculanae en los
cuales Ciceroacuten sostiene que el alma es celeste y divina y por lo tanto eterna
(XXVII66) y que por su constitucioacuten no es divisible concreta o duplicable
(XXIX71)
Se da asiacute en el segundo libro una discusioacuten acerca de las nociones de
verdadlsquo y falsedadlsquo ofreciendo tres definiciones distintas para cada una En primer
lugar se afirma que lo falso ―es lo que no es como aparece (sol II33) de manera
que la falsedad no depende de los sentidos del hombre sino del objeto y de su
relacioacuten de similitud con la verdad Todas las cosas que se relacionan por el hecho de
ser similares pueden organizarse en dos grupos distintos las iguales y las desiguales
Las iguales son aquellas que tienen el mismo valor ontoloacutegico por ejemplo dos
gemelos o las impresiones de un mismo sello mientras que las desiguales son
aquellas en las que una cosa es inferior por ser semejante a otra que es mejor Este es
el caso de la imagen reflejada en un espejo o de las pinturas y ficciones creadas por el
hombre Seguacuten esto en la relacioacuten de similitud una de las partes funciona como
modelo original verdadero mientras que la otra debe entenderse como imitacioacuten que
por no alcanzar las determinaciones del original es falsa iquestCuaacuteles son esas
determinaciones Las imaacutegenes que se ven en los suentildeos asiacute como las reflejadas en
el espejo o las representadas en las pinturas no se pueden tocar ni oiacuter no se mueven
por siacute mismas y no es posible atribuirles vida pues si asiacute fuera se tendriacutea que admitir
que son verdaderas Seguacuten esto la falsedad no podriacutea entenderse basada en la
relacioacuten de similitud sino en la de diferencia pues una cosa que se asemeje al
original y tenga todas sus caracteriacutesticas se identifica con el original mismo De aquiacute
se deriva que lo falso depende tanto de la similitud como de la diferencia lo cual no
nos permite establecer una definicioacuten definitiva Es necesario entonces acudir a otra
distincioacuten seguacuten la cual lo falso es aquello que finge lo que no es o que finge lo que
es pero no llega a ser es decir no alcanza las determinaciones de aquello que es El
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primer tipo de falsedad se identifica con la mentira y el engantildeo mientras que el
segundo no pues hay una aspiracioacuten de ser como aquello que se imita
Y toda pintura estatua y otros geacuteneros de arte iquestno aspiran a ser aquello cuya semejanza remedan [hellip] Porque una cosa es ser falso y otra no poder ser verdadero Y asiacute aquellas obras de los hombres como las comedias y tragedias o las farsas y ficciones de este geacutenero podemos unirlas a las obras de los pintores y demaacutes clases de arte Porque tan imposible es que sea verdadero un hombre pintado aunque propenda a remedar el ser humano como aquellas ficciones escritas en los libros de los coacutemicos (sol II1018)
Es claro que las artes imitativas como la pintura las comedias y las tragedias
no tienen como fin el engantildeo sino el deleite por lo que representan una esfera de lo
falso que no puede considerarse negativa y que de una cierta forma participa
tambieacuten de la verdad La esencia del arte reside en su falsedad pues el artista no
puede alcanzar su fin si evita lo falso Asiacute se sostiene que el arte es verdadero en
cuanto es falso en relacioacuten con otra cosa pues un actor soacutelo es un verdadero actor en
cuanto finge ser otro del mismo modo un verdadero aacuterbol pintado es un aacuterbol falso
En este sentido aunque la imagen no es lo que parece es imposible afirmar que es
algo negativo o completamente falso pues lo que aparece tiene un cierto iacutendice de
verdad Sin embargo la falsedad de las artes no reside en el hecho de inducirnos a
pensar que algo es verdadero como en el ejemplo del remo que parece roto en el
agua o de las torres que parecen estar en movimiento Sabemos que lo representado
por las artes no puede ser verdadero en el sentido de real es decir sabemos que la
pretensioacuten de las artes no es la de inducirnos a pensar que sus representaciones son
verdaderas el aacuterbol pintado no pretende ser percibido como un aacuterbol verdadero pues
un verdadero aacuterbol pintado es un aacuterbol falso Lo mismo sucede con las faacutebulas pues
las historias narradas en eacutestas no tienen ninguna pretensioacuten de verdad son mentiras o
ficciones compuestas con fines educativos y recreativos De este modo no se califica
ni la imagen ni la ficcioacuten escrita como algo negativo sin embargo se afirma que su
verdad es bifronte y contradictoria por lo que debemos remitirnos a una esfera en la
que la verdad se muestre como ella es como una esto es como coincidencia entre el
videtur y el quod est Asiacute la verdad debe buscarse en su unidad es decir sin tener en
80
cuenta el caraacutecter contradictorio del que hemos hablado hasta ahora que es exclusivo
de las artes imitativas27 iquestDoacutende buscar esa verdad En este punto se introduce uno de
los temas maacutes relevantes de la reflexioacuten agustiniana las artes liberales La pregunta
por el caraacutecter de verdad de la gramaacutetica y de la dialeacutectica tiene como trasfondo una
cuestioacuten que hallaraacute concrecioacuten en De doctrina christiana y que se constituye en
elemento recurrente y fundamental del pensamiento de Agustiacuten la cristianizacioacuten de
la paideia claacutesica Ya en Contra Academicos y en De ordine era manifiesto el intereacutes
por el papel que las artes liberales ocupan en el camino hacia la Verdad y la Belleza
con los Soliloquia asistimos al primer intento de conjugar el meacutetodo dialeacutectico con la
ensentildeanza cristiana Asiacute la forma misma del texto nos remite a su contenido el cual
recoge un proyecto fundamental
La forma y el contenido de los Soliloquia estaacute determinada por la idea
ciceroniana (de Orat V17) de la cultura entendida como la conciliacioacuten total entre
intelligendi disciplina y dicendi disciplina entre dialeacutectica y retoacuterica entendidas
aqueacutella como el paso de los signos signa sensibles a las cosas ideales res y eacutesta
como comunicacioacuten persuasiva de la verdad ―Luego la gramaacutetica ha recibido su ser
de disciplina verdadera de la dialeacutectica a la que has vindicado de todo reproche de
falsedad y esto no debe limitarse a la gramaacutetica sino extenderse tambieacuten a las demaacutes
artes liberales (sol II1121) iquestEn queacute radica la verdad de las disciplinas En su
esencia misma pues disciplina viene de discere aprender y aquello que se aprende
es verdadero pues nadie puede decir que sabe cosas falsas o que ignora lo que
aprendioacute y conserva en la memoria Sin embargo seguacuten esto podriacutea pensarse que las
faacutebulas falsas aprendidas y conservadas deben tomarse como verdaderas como es el
caso de la historia de Deacutedalo del cual se dice que salioacute volando por los aires o de
Medea que voloacute en un carro halado por serpientes iquestCreeraacuten acaso los nintildeos que
estas historias son verdaderas iquestDiremos entonces que la gramaacutetica ensentildea cosas
falsas No pues ―de aquiacute resulta lo que antes nos parecioacute admirable conviene a
saber que la faacutebula del vuelo de Deacutedalo no pudo ser verdadera sino a condicioacuten de
27 Aquiacute se hace alusioacuten a la pintura la escultura y la poesiacutea dejando de lado la arquitectura y la muacutesica a las cuales se les da un tratamiento diferente en otras obras
81
ser falso su vuelo (sol II1120) Asiacute pues no podemos afirmar que la gramaacutetica sea
falsa por el hecho de estudiar las diferentes composiciones poeacuteticas pues ya vimos
coacutemo en ellas al igual que en la pintura hay un tipo de verdad que es exclusivo de
las artes imitativas y que no es engantildeosa en cuanto no tiene pretensiones de parecer
real Lo que imitan las proposiciones falsas presentes en los relatos es la forma de la
proposicioacuten verdadera pues como a ellas no se les da alguacuten creacutedito la imitacioacuten
misma no lleva al engantildeo En cambio la verdad de la gramaacutetica como disciplina es
esa verdad uacutenica en la que lo que aparece no se distingue de lo que es Dicha verdad
depende de la forma en la que opera la gramaacutetica y todas las artes liberales la cual
consiste en formular definiciones distinciones y divisiones en geacuteneros y partes
Ademaacutes las disciplinas tambieacuten elaboran discursos acerca de la naturaleza de las
cosas otorgando a cada una lo que le pertenece sin sumarle nada ni restarle nada La
disciplina disciplinarum es la dialeacutectica a la que atantildeen las tareas que acabamos de
indicar motivo por el cual eacutesta se configura como el fundamento de todas las demaacutes
―iquestQuieacuten se maravillaraacute pues de que aquella ciencia por las que son verdaderas las
demaacutes sea por siacute misma y en siacute misma la verdad verdadera (sol II1121)
La importancia que se le otorga al caraacutecter de verdad de las disciplinas tiene
que ver con la buacutesqueda de una prueba contundente sobre la inmortalidad del alma
Luego de afirmar que la verdad es eterna se hace necesario encontrar un objeto que
contenga y al mismo tiempo se identifique con dicha verdad por lo que se propone a
la dialeacutectica como principio y fuente de la misma iquestDoacutende se halla la dialeacutectica
Como todas las disciplinas la dialeacutectica subsiste en el alma y debido a que se
identifica con la verdad y la verdad es inmortal deberaacute afirmarse que el alma tambieacuten
es inmortal pues no es posible que la verdad subsista separada del sujeto en el que se
halla De este modo el alma es inmortal y verdadera en cuanto sede de una verdad
que no perece iquestQueacute sucede con el cuerpo iquestCuaacutel es su relacioacuten con la verdad Este
problema se enuncia en los siguientes teacuterminos ―veamos pues ya la uacuteltima cuestioacuten
a saber si el cuerpo es en verdad verdadero esto es si no estaacute en eacutel la verdad sino
maacutes bien una imagen de la misma (sol II1832) De admitir que en el cuerpo estaacute la
verdad del mismo modo que en el alma se le estariacutea restando la importancia que ya le
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habiacutea sido conferida a la dialeacutectica como disciplina disciplinarum fuente de verdad
Sin embargo las realidades materiales esto es los cuerpos parecen verdaderos por
lo que es necesario indagar cuaacutel es el tipo de verdad que los caracteriza En este
punto se nos ofrece una definicioacuten de cuerpo seguacuten la cual eacuteste es aquello que estaacute
limitado y contenido por una forma y especie iquestDe queacute tipo es dicha forma Si fuera
verdadera el cuerpo ya no seriacutea tal seriacutea maacutes bien alma por lo que la forma del
cuerpo no es verdadera en el mismo sentido en el que lo es la forma de las figuras que
se encuentran en el alma Este es el caso de las figuras geomeacutetricas que por ser objeto
de la disciplina geomeacutetrica son verdaderas y sempiternas
Las figuras concebidas por la ciencia geomeacutetrica estaacuten en la misma verdad y la verdad en ellas mientras que las figuras de los cuerpos aspiran a ser lo que ellas con cierto remedo de la verdad y en este aspecto son falsas (sol II1832)
iquestCoacutemo puede entenderse la falsedad de los cuerpos a la que se hace alusioacuten
aquiacute iquestPodemos decir que se trata de un engantildeo En este punto cabe recordar aquella
distincioacuten seguacuten la cual algunas cosas son engantildeosas en cuanto buscan
deliberadamente engantildear mientras que otras como el arte son falsas debido a su
incapacidad de ser iguales a lo real iquestA cuaacutel de estos dos grupos pertenecen los
cuerpos Para responder este interrogante es necesario tener en cuenta las facultades
con las que el hombre concibe estos dos tipos de figuras
La verdadera esto es la figura geomeacutetrica se concibe gracias a la inteligencia
intelligentia mientras que la figura de los cuerpos a la que tambieacuten se le da el
nombre de fantasiacutea o fantasma se forja con la imaginacioacuten fingit cogitatio La
imaginacioacuten no puede representar con claridad aquello que la razoacuten siacute como las
figuras y relaciones geomeacutetricas por lo que todos sus productos son ontoloacutegicamente
inferiores Sin embargo la razoacuten no soacutelo representa con claridad las figuras
geomeacutetricas o matemaacuteticas pues como ya se establecioacute en el De ordine la razoacuten crea
las artes liberales donde podemos ―contemplar en toda su extensioacuten y plenitud la
hermosa faz de la verdad que en ellas resplandece (sol II 2035) Dicha verdad es
uacutenica e invariable diferente de la verdad aparente de las artes imitativas y de la
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imaginacioacuten las cuales se presentan como ilusiones que ―cambian al variar el espejo
del pensamiento (sol II2035)
Parece ser que la verdad de las artes imitativas y la verdad de los fantasmas
con los que trabaja la imaginacioacuten se encuentran en un mismo nivel pues ambas
pertenecen al tipo de verdades que lo son soacutelo en apariencia y que sin embargo no
buscan engantildear deliberadamente Asiacute del mismo modo que el aacuterbol pintado no busca
maacutes que ser un verdadero aacuterbol falso pues nunca podraacute ser un aacuterbol verdadero los
productos de la imaginacioacuten no buscan pasar por verdaderos pues la imaginacioacuten es
incapaz de representar algunas de las cosas que la razoacuten ensentildea Si tratamos de
imaginar un ciacuterculo inconcebiblemente pequentildeo e intentamos trazar los radios de eacuteste
en el centro nos encontraremos con que la imaginacioacuten se declara incapaz de hacer
tal cosa pues no podriacutea representaacuterselo Sin embargo la razoacuten ensentildea que pueden
trazarse innumerables radios sin que las liacuteneas trazadas se toquen maacutes que en el
centro
Podriacutea pensarse que esta primera concepcioacuten de la imaginacioacuten se encuentra
en consonancia con la idea seguacuten la cual aqueacutella se limita a ofrecer una
representacioacuten incompleta de la realidad una representacioacuten que no alcanza a ser
verdadera pues la verdad uacutenica pertenece exclusivamente al aacutembito de la razoacuten
Debemos decir entonces que la imaginacioacuten constituye un momento inicial en el
camino del conocimiento en el cual lo que parece videtur no corresponde a lo que
es quod est Del mismo modo el arte imitativo no puede permitir el acceso a la
verdad pues los cuerpos que apreciamos como obras de arte a traveacutes de la
imaginacioacuten son fantasmas que no poseen la forma de las figuras que se perciben con
el entendimiento y por lo tanto son verdaderas La Razoacuten presenta esta uacuteltima
distincioacuten con el fin de reafirmar el argumento inicial seguacuten el cual las disciplinas en
cuanto verdaderas existen siempre y es imposible pensarlas sin un sujeto que tambieacuten
exista de manera imperecedera Sin embargo surge la cuestioacuten de queacute pasa en las
almas que no poseen las disciplinas esto es tanto las de los ignorantes como las de
los nintildeos antes de recibir la instruccioacuten Una vez maacutes se recurre a un principio
platoacutenico el de la reminiscencia (Catapano 2008 p 72) que estaacute a la base de la
84
elucidacioacuten aquiacute ofrecida en la que se distinguen tres tipos de olvido a saber uno
maacuteximo uno medio y uno miacutenimo Los conocedores de las artes liberales se
encuentran en el estadio miacutenimo de olvido ya que al aprenderlas las almas ―las
extraen y desentrantildean en cierto modo de donde estaban soterradas por el olvido y
no se contentan ni descansan hasta contemplar en toda su extensioacuten y plenitud la
hermosa faz de la verdad que en ellas resplandece (sol II2035) La situacioacuten de las
almas en estado medio y maacuteximo de olvido asiacute como la funcioacuten de la inteligencia y su
relacioacuten con la verdad se prometen como temas de un tercer libro que no se llevoacute a
cabo Aunque en las Retractationum no encontramos las razones de la interrupcioacuten de
la obra siacute podemos asumir que Agustiacuten considera haber tratado de manera amplia y
suficiente los dos temas fundamentales de la misma
quedoacute sin acabar con todo de manera que en el primer libro se indagase y apareciese siempre coacutemo debe ser el que quiera percibir la sabiduriacutea que ciertamente no la perciben los sentidos del cuerpo sino el sentido del alma (razoacuten) y al final se deduce con un razonamiento que las cosas que son verdaderamente son las inmortales En el segundo se trata ampliamente de la inmortalidad del alma y no se termina (IV1)
Sin embargo no debe pensarse que los temas propuestos para el libro tercero
carezcan de importancia por el contrario es tal su agudeza que Agustiacuten fiel al
precepto acadeacutemico de no obrar de manera temeraria28 prefiere tratarlos maacutes adelante
en obras como el De quantitate animae y el De Trinitate en las cuales si bien se
reformularaacuten algunas cuestiones concernientes sobre todo al conocimiento se
mantendraacuten vigentes los principios fundamentales de la propuesta del Hortensius
(Altman 2016 p 66) y del De Republica sobre los cuales se articula la reflexioacuten de
los Soliloquia a saber la inmortalidad del alma y su relacioacuten con el conocimiento y
la praacutectica de la virtud No sorprende entonces que Agustiacuten termine los Soliloquia
en la misma liacutenea del De Republica de Ciceroacuten el cual a su vez es fiel a la estructura
y al propoacutesito de la Repuacuteblica platoacutenica esto es demostrar que lo mejor para el
28 A lo largo de toda la obra Agustiacuten cita de manera recurrente el principio acadeacutemico de no dar asentimiento a aquello sobre lo que no se tiene certeza En su proceso de indagacioacuten se muestra que el conocimiento va maacutes allaacute de una explicacioacuten acerca de los sentidos y que conocer la razoacuten implica un camino difiacutecil en el cual es necesario dialogar con ella misma De este modo se muestra la dimensioacuten hermeneacuteutica de la razoacuten que es sujeto y objeto de conocimiento
85
hombre es la justicia pues eacutesta constituye el mayor bien del alma En el libro III del
De Republica Ciceroacuten lleva a cabo una feacuterrea defensa de la justicia en contra de la
posicioacuten de Carneacuteades el cual en cuanto representante de un discurso inmoral y
monstruoso no debiacutea ser escuchado por la juventud romana La posicioacuten de
Carneacuteades se reconstruye a partir de los escritos de Clitoacutemaco y de los recuerdos de
los presentes en las conferencias del filoacutesofo griego llevadas a cabo durante la
embajada de los atenienses a Roma en el antildeo 155 a C Su punto de partida consistiacutea
en la constatacioacuten de la relatividad en lo concerniente a las costumbres entre los
pueblos de donde deduciacutea que no existe un concepto natural de justicia
Pero son tan aberrantes las tradiciones humanas que los cretenses y los etolios tienen el robar como cosa honesta los espartanos soliacutean decir que eran suyos todos los campos que podiacutean alcanzar con su dardo los atenienses soliacutean jurar incluso puacuteblicamente que les perteneciacutea toda la tierra que produjera aceite y cosechas los galos tienen como verguumlenza el cultivar los campos y por eso cosechan con las armas en las manos los campos ajenos y nosotros que nos tenemos por los maacutes justos no permitimos que los pueblos transalpinos planten olivos y cepas (Rep III16)
Ademaacutes seguacuten Carneacuteades no es posible hablar de la existencia de un derecho
natural pues eacuteste nace de las relaciones de poder entre los hombres y cambia seguacuten
estas mismas relaciones con la intencioacuten de favorecer al maacutes fuerte La posicioacuten
defendida por Ciceroacuten a lo largo de todo el diaacutelogo (Rep II3357 II4470) se halla
en clara contraposicioacuten a la expuesta por el neo acadeacutemico Para el Arpinate la
justicia es la base de la sociedad y se encuentra impliacutecita en la nocioacuten misma de
repuacuteblica pues aquella en cuanto la maacutes espleacutendida de todas las virtudes garantiza la
existencia de la concordia sin la cual no se puede pensar una comunidad poliacutetica Asiacute
pues cada uno de los individuos que participa de manera activa en la vida de la
ciudad debe hacerlo seguacuten la justicia y ―no causar dantildeo a nadie si no ha sido
provocado por una ofensa y usar los bienes comunes como comunes y los privados
como propios (off I20) Pero iquestcoacutemo garantizar que cada individuo rija su vida
seguacuten la mejor de todas las virtudes Puede encontrarse una respuesta a este
interrogante en la uacuteltima parte del diaacutelogo el cual ha sido muchas veces entendido
como un apeacutendice literario y no se ha visto su iacutentima conexioacuten con la cuestioacuten central
86
de la obra Se trata del Suentildeo de Escipioacuten con el cual Ciceroacuten se apropia de la
tradicioacuten filosoacutefica griega de los suentildeos profeacuteticos y escatoloacutegicos (Zaranka 1963 p
172) con el fin de cerrar su diaacutelogo ofreciendo una justificacioacuten teoacuterica y un
fundamento eacutetico a la accioacuten poliacutetica En la estructura del epiacutelogo pueden distinguirse
dos partes La primera es una narracioacuten profeacutetica acerca del futuro poliacutetico de
Escipioacuten (9-13) la segunda es escatoloacutegica y exhortativa (13-29) Eacutesta se centra en
los premios que reciben los buenos gobernantes en el cielo en ―un lugar cierto y
determinado donde gozan de una edad feliz y eterna (Rep III16) Sin embargo
para alcanzar dicha felicidad sin fin es necesario seguir el consejo que el Africano le
da a su hijo Escipioacuten
[hellip] practica la justicia y la piedad la cual asiacute como es de importante en las relaciones con los padres y allegados es de maacuteximo valor en la patria Esta vida es el camino al cielo y la asamblea de aquellos que vivieron ya y libres de las ataduras del cuerpo habitan en aquel lugar que ves (Rep IV17)
Tal como va a ocurrir en la seccioacuten conclusiva de los Soliloquiacedil Ciceroacuten
ofrece en el Somnium un argumento a favor de la inmortalidad del alma basado en el
principio seguacuten el cual aquello que se mueve por siacute mismo es eterno y dado que el
alma tiene dicha propiedad se concluye que es eterna y por este motivo debe
ocuparse de las mejores cosas como el propio cuidado y el de la patria por el
contrario el alma que se entrega a los placeres del cuerpo y se hace sierva de sus
deseos no puede emprender el camino de retorno hacia la morada que le corresponde
por naturaleza
Si bien el argumento utilizado por Agustiacuten no es el mismo que el de Ciceroacuten
pues en los Soliloquia se afirma que la inmortalidad del alma depende de la eternidad
del objeto que conoce llama la atencioacuten que no se lleve a teacutermino el plan inicial de la
obra y que la uacuteltima intervencioacuten de la razoacuten sea tan cercana a la conclusioacuten del De
Republica
A- iquestCuaacutel seriacutea la vida eterna o queacute muerte no habriacutea de preferirse a ella si alliacute se vive como el alma por ejemplo de un recieacuten nacido para no hablar de la vida uterina pues tambieacuten hay vida alliacute
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R- Aniacutemate Dios nos asistiraacute como ya lo experimentamos a quienes buscamos y promete despueacutes de la muerte corporal un reposo beatiacutesimo y la posesioacuten completa de la verdad sin engantildeo (sol II2034)
El caraacutecter exhortativo de los Soliloquia queda asiacute confirmado por su
conclusioacuten la aplicacioacuten al conocimiento de Dios y el alma debe entenderse como la
praacutectica de la justicia propuesta por Ciceroacuten tanto en el Hortensius y el De Repuacuteblica
como por Platoacuten en la Repuacuteblica La relacioacuten entre el cuidado de la propia alma y la
existencia de una comunidad justa se presenta en los tres pensadores a partir de la
idea comuacuten de que la justicia es lo mejor para el ser humano razoacuten por la cual en
Agustiacuten la buacutesqueda de la verdad de la felicidad y del orden requieren de una
comprensioacuten completa del alma tarea inagotable a la que se da inicio en el diaacutelogo
con la razoacuten
88
2 EL PROYECTO DE UNA PAIDEIA CRISTIANA
Introduccioacuten
El De doctrina christiana primera obra compuesta por Agustiacuten en calidad de obispo
de Hipona empezoacute a gestarse en el antildeo 396 aunque no se completariacutea sino despueacutes
de treinta antildeos durante la redaccioacuten de las Retractationes La particularidad de su
composicioacuten debe entenderse como una oportunidad uacutenica para comprender el
desarrollo intelectual de Agustiacuten pues se trata de una obra que nos permite asistir al
proceso de culminacioacuten de un pensamiento que se elabora durante tres decenios y a
un ejercicio hermeneacuteutico en el que el autor se interpreta a siacute mismo y a su obra
Cuando se da inicio a la composicioacuten del De doctrina christiana Agustiacuten
lleva cinco antildeos dedicado a sus ocupaciones como presbiacutetero en la ciudad de Hipona
a la que se habiacutea trasladado con la intencioacuten de dedicarse al estudio y la oracioacuten
alejado de los avatares de la vida sacerdotal Sin embargo a su llegada a dicha
ciudad en el antildeo 391 se encontroacute con que Valerio el obispo local era un hombre
griego de avanzada edad que no dominaba con fluidez la lengua latina El obispo de
Hipona vio en Agustiacuten a un perfecto sucesor y un gran colaborador pues era
consciente de la necesidad que teniacutea su comunidad de un presbiacutetero que fuera capaz
de ensentildear deleitar y persuadir De este modo Valerio tras la ordenacioacuten de Agustiacuten
decidioacute levantar la prohibicioacuten seguacuten la cual soacutelo los obispos podiacutean predicar para
que el otrora reacutetor se valiera de sus habilidades para servir a la feligresiacutea No obstante
Agustiacuten auacuten no se sentiacutea preparado para predicar y consideraba necesario dedicarse al
estudio de las Escrituras para poder instruir tanto al clero de la Iglesia del norte de
90
Aacutefrica como a sus fieles y para combatir de manera eficaz las herejiacuteas A propoacutesito
del encargo del obispo Agustiacuten afirma
Y si Dios no lo hizo para condenarme sino para compadecerme -confiacuteo en eso con certeza por lo menos ahora que conozco mi debilidad- debo examinar todas las medicinas contenidas en sus Escrituras y dedicarme a la oracioacuten y a la lectura para que mi alma logre una salud idoacutenea para tan peligrosas ocupaciones Antes no lo hice porque no tuve tiempo precisamente fui ordenado cuando planeaba un tiempo de retiro para estudiar las divinas Escrituras y queriacutea arreglarme para lograr tiempo libre para esa ocupacioacuten Auacuten no conociacutea bastante mis deficiencias para ese empentildeo que ahora me atormenta y aterra Los hechos me han dado experiencia de lo que necesita un hombre para administrar al pueblo el sacramento y la palabra de Dios Pero ahora no puedo adquirir lo que comprendo que me hace falta (ep XXI)
Llama la atencioacuten que un maestro experimentado sintiera la necesidad de
prepararse con particular empentildeo en el estudio de las Escrituras empero sabemos
que su relacioacuten con las mismas habiacutea presentado dificultades tanto por el estilo
como por la complejidad de su contenido Acerca del primer encuentro el cual se da
a muy temprana edad luego de la lectura del Hortensius ya Agustiacuten habiacutea afirmado
―al fijar la atencioacuten en ellas no penseacute entonces lo que ahora digo sino simplemente
me parecieron indignas de parangonarse con la majestad de los escritos de Tulio Mi
hinchazoacuten recusaba su estilo y mi mente no penetraba su interior (conf III59) El
segundo intento no fue maacutes afortunado pues aunque se dio muchos antildeos despueacutes y
en circunstancias distintas la reaccioacuten a propoacutesito de la lectura de Isaiacuteas aconsejada
por Ambrosio fue de desconcierto ―no habiendo entendido lo primero que leiacute y
juzgando que todo lo demaacutes seriacutea lo mismo lo dejeacute para volver a eacutel cuando estuviese
maacutes ejercitado en el lenguaje divino (conf IX139) Podriacutea pensarse que esta
dificultad se presentoacute en aquel entonces debido a la poca familiaridad que el joven
profesor de retoacuterica teniacutea con la Escritura Sin embargo en el momento en que fue
designado para predicar a pesar de llevar varios antildeos dedicado al estudio Agustiacuten
sentiacutea la necesidad de profundizar y sistematizar los conocimientos adquiridos razoacuten
por la cual emprendioacute un proyecto que hallariacutea concrecioacuten en dos de sus maacutes grandes
91
obras a saber las Enarrationes in Psalmos29 y el De doctrina christiana El intereacutes
por acceder a una comprensioacuten e interpretacioacuten profunda de la Escritura para su
posterior exposicioacuten se evidencia con claridad en la carta del 392 dirigida a
Jeroacutenimo en la que se lee
Te pido y te lo pide conmigo la entera comunidad estudiosa de las Iglesias africanas que te animes a emplear tu esmero y trabajo en traducir a aquellos autores griegos que se distinguieron en la exposicioacuten de nuestras Escrituras Puedes hacer que los conozcamos tambieacuten nosotros y especialmente a ese [Oriacutegenes] a quien tanto citas (ep XXVIII)
La carta a Jeroacutenimo nos presenta un panorama en el que la escuela africana en
formacioacuten busca instrumentos para abordar el estudio de las Escrituras las cuales son
el contenido y el punto de partida en la constitucioacuten de una paideia cristiana La
primera obra escrita por Agustiacuten luego de su ordenacioacuten como obispo recoge los
resultados de estos antildeos de estudio y ofrece una herramienta pedagoacutegica educativa y
cultural basada en la utilizacioacuten de las artes liberales para la interpretacioacuten y
explicacioacuten de la Escritura Asiacute pues el De doctrina christiana se presenta por una
parte como concrecioacuten del proyecto educativo esbozado en los diaacutelogos de Casiciaco
y por otra como respuesta a una exigencia particular de la Iglesia africana de finales
del siglo IV que requeriacutea de un aparato de interpretacioacuten y divulgacioacuten de las
verdades de la fe aparato en el que los modelos retoacutericos ciceronianos cumplen un
papel fundamental30
Para entender mejor esta cuestioacuten vale la pena detenerse en la eleccioacuten del
teacutermino doctrina pues su estudio permite establecer una primera aproximacioacuten a la
tarea de apropiacioacuten de la tradicioacuten que se lleva a cabo en esta obra Press (1984)
anota que doctrina en su uso latino de la tradicioacuten cercana a Agustiacuten debe
29 Las Enarrationes in Psalmos son el resultado del ejercicio de Agustiacuten en cuanto predicador y recogen los comentarios a los salmos realizados en un periodo de treinta antildeos (392-421) Por esta razoacuten se constituyen en una obra fundamental para acceder al proceso de comprensioacuten de la Escritura y de los temas que ocuparon las reflexiones de Agustiacuten durante este espacio de tiempo 30 En el debate acerca del destinatario de la obra vale la pena mencionar la propuesta de Hill (1962) seguacuten el cual a partir de una declaracioacuten expliacutecita de Agustiacuten en el De catechizandis rudibus podriacutea pensarse que la obra fue compuesta por un encargo expliacutecito de Aurelio que como puede verse en la correspondencia teniacutea un claro intereacutes en la instruccioacuten de los miembros de la Iglesia (p 444)
92
entenderse como una ―instruccioacuten en cuanto ideal cultural esto es un ideal
intelectual romano relacionado con el ideal griego de paideia (p 100) Dentro de
este contexto se ha de notar que en Ciceroacuten doctrina se emplea en el aacutembito teacutecnico
del sistema educativo romano referida a la formacioacuten recibida por los joacutevenes asiacute se
afirma en el Brutus ―iexclOh Bruto Cuando te veo me pregunto con temor queacute carrera
has de seguir con tu gran ingenio tu refinada cultura [doctrina] y tu extraordinaria
laboriosidad (VI22) En el De oratore (I623 II9 38 III1659) doctrina se
emplea para designar una etapa en el proceso educativo en particular aquella que se
recibe en la juventud a traveacutes del estudio de algunos libros y los preceptos praecepta
en ellos consignados Teniendo en cuenta que en el proacutelogo de su obra Agustiacuten
tambieacuten usa praecepta para referirse a lo que se dispone a entregar en la misma ndash
praecepta quaedam tractandarum Scripturarumndash podemos afirmar con Kevane
(1966) que el intereacutes del obispo es el de ofrecer en cuanto maestro una guiacutea
pedagoacutegica para una sociedad cristiana en formacioacuten entendida con Ciceroacuten como
―un proceso educativo que desarrolla y humaniza la naturaleza (p 127) A propoacutesito
de lo anterior se afirma que ―praecepta es un teacutermino teacutecnico que se refiere a las
teacutecnicas y los procedimientos que constituyen una disciplina acadeacutemica o un sistema
educativo (Kevane 1966 p 102) En este sentido la propuesta de Marrou31 seguacuten
la cual el De doctrina christiana es un compendio cultural adquiere un alcance maacutes
profundo pues por la intencioacuten caraacutecter contenido y composicioacuten que caracterizan
dicha obra debe afirmarse que su aporte no se limita a ofrecer unas determinadas
herramientas para uso exclusivo del cristianismo sino que con ella nos encontramos
frente a un proceso hermeneacuteutico que se enriquece justamente por tratarse de una
interpretacioacuten que se lleva a cabo durante tres decenios en los que confluyen diversos
elementos Se trata pues de un diaacutelogo entre Agustiacuten y la tradicioacuten Agustiacuten y las
Escrituras Agustiacuten y la Iglesia y esa misma naturaleza dialogal determina su
composicioacuten la cual no podiacutea darse sino como resultado de un camino que se
31 Marrou (1987) considera que el De doctrina christiana debe entenderse como una obra que se define por su valor cultural en cuanto fundadora de una postura intelectual exclusivamente cristiana que rompe de manera violenta y radical con el mundo cultural y las tradiciones de su tiempo (pp 285 ss)
93
enriquece con el tiempo Por esta razoacuten la obra debe entenderse en teacuterminos de
continuidad y no de ruptura tanto en lo que concierne a ella misma y los dos
momentos en los que se da su composicioacuten como en lo relativo a su relacioacuten con
obras tempranas y posteriores de Agustiacuten
Un amplio sector de la criacutetica habla en teacuterminos de interrupcioacuten en la
composicioacuten de la obra pues quiere enfatizar en lo que se considera una fractura
insalvable entre las dos partes de la obra queriendo asiacute sostener la renombrada tesis
acerca de las diferentes etapas del pensamiento agustiniano entendidas como
―conversiones (Boissier 1888 von Harnack 1888 Alfaric 1918) Acerca de las
causas concretas de la decisioacuten de Agustiacuten de posponer la conclusioacuten del De doctrina
christiana algunos autores (Simonetti 1994) consideran que ella se debioacute a la
vacilacioacuten en el uso de las reglas del donatista Ticonio el cual en su Liber regularum
propone siete reglas de interpretacioacuten de la Escritura Seguacuten Simonetti (1994) para
Agustiacuten era esencial incluir los aportes de Ticonio en su obra ya que ambos autores
compartiacutean el mismo intereacutes exegeacutetico y queriacutean ofrecer una metodologiacutea que
permitiera elaborar una correcta interpretacioacuten de la Escritura Sin embargo debido a
la poleacutemica que podriacutea generarse por la fuerte controversia con los donatistas habriacutea
preferido no hacerlo por cuanto esperoacute treinta antildeos y al momento de retomar la
composicioacuten lo hizo con la inclusioacuten de las reglas Para apoyar esta propuesta puede
recurrirse a la Epistola 41 del 396 en la que Agustiacuten le pide a Aurelio obispo de
Cartago y primado de Aacutefrica su opinioacuten acerca del libro del donatista
Desconocemos si hubo una respuesta pero la carta es un importante testimonio de la
impresioacuten que el Liber regularum habiacutea causado en el recieacuten ordenado obispo de
Hipona
Te rogamos por quien te dio tales dones y por ti con esa bendicioacuten los derrama sobre el pueblo a cuyo servicio vives que ordenes enviarnos escritos y corregidos todos los sermones de los presbiacuteteros que gustares No hemos olvidado lo que mandaste Todaviacutea espero conocer tu opinioacuten acerca de las siete reglas o claves de Ticonio como te lo he escrito repetidamente (ep XLI)
Podemos afirmar en consonancia con la tesis de Simonetti que la insistencia
ndashsicut saepe iam scripsindash de Agustiacuten en querer conocer la opinioacuten de Aurelio acerca
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de la obra del donatista es una clara toma de posicioacuten en relacioacuten con la utilidad que
eacutesta representa para el problema de comprensioacuten de la Escritura Sin embargo y
tomando distancia de la propuesta de Simonetti (1994) parece apresurado asumir que
Agustiacuten hubiera interrumpido la obra al no recibir la autorizacioacuten de su superior y por
considerar poco oportuno servirse de Ticonio en plena controversia antidonatista Si
esto hubiera sido asiacute Agustiacuten no habriacutea recurrido de modo expliacutecito y claro a las
reglas mencionadas como efectivamente lo hace tan soacutelo tres antildeos despueacutes en el De
consensu Evangelistarum ni habriacutea asumido la defensa de Ticonio en el Contra
epistolam Parmeniani
En contra de Simonetti Lettieri (2001) sostiene que la causa de la
interrupcioacuten radica en el descubrimiento teoloacutegico de la doctrina de la gracia
recogida en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum compuesto en el 397 De
este modo se propone una ruptura insalvable entre la primera parte de la obra
determinada por la defensa del libero arbitrio y una ontoteologiacutea del orden de corte
neoplatoacutenico y la segunda compuesta treinta antildeos despueacutes a manera de retractatio y
de compendio de una teologiacutea de la gracia desarrollada durante ese periodo Asiacute se
sostiene que ―la teologiacutea platonizante del primer bloque de la obra congruente con
todos los escritos anteriores al episcopado se muestra arcaica y superficial respecto a
la nueva y revolucionaria doctrina de la gracia (Lettieri 2001 p 7) En consonancia
con von Harnack (1888) Lettieri considera que la doctrina de la gracia no estaacute
presente en las primeras obras agustinianas y que debe distinguirse entre un Agustiacuten
humanista y platoacutenico y otro Agustiacuten traacutegico y antihumanista este uacuteltimo defensor de
una doctrina de la gracia y de la caiacuteda expuesta en la obra dirigida a Simpliciano y
sobre la cual se basaraacute todo su pensamiento teoloacutegico maduro Sin embargo en esta
obra si bien se tratan los temas del libre albedriacuteo la justificacioacuten y la gracia hay un
claro intereacutes hermeneacuteutico como puede constatarse en el proacutelogo
Has hecho llegar hasta miacute iexcloh padre miacuteo Simpliciano el enviacuteo agradabiliacutesimo y delicadiacutesimo de tu cuestionario y si no procurara satisfacerte no soacutelo seriacutea desobediente sino tambieacuten ingrato Ya he discutido y publicado algo sobre las dificultades que me has propuesto de algunos pasajes del apoacutestol San Pablo Mas poco satisfecho de mi primera investigacioacuten y comentario y a fin de evitar descuidos
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y omisiones he vuelto a someter a un examen maacutes diligente y serio las mismas palabras y razonamientos del Apoacutestol Si su interpretacioacuten fuera obvia y faacutecil no las creeriacuteas tuacute dignas de nueva discusioacuten (Simpl I)
Noacutetese que la terminologiacutea hermeneacuteutica empleada para exponer el propoacutesito
de la obra es muy cercana a la utilizada en el proacutelogo al De doctrina christiana y
teniendo en cuenta que en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum se busca
dilucidar e interpretar los pasajes difiacuteciles de las cartas del Apoacutestol podemos sostener
que la intencioacuten de ambas obras es la misma y que en la segunda se da una aplicacioacuten
especiacutefica de la hermeneacuteutica desarrollada en el 39632 De esta uacuteltima se retoma en
especial la distincioacuten entre los signos metafoacutericos y propios asiacute como la utilizacioacuten
de la interpretacioacuten alegoacuterica en los casos en los que sea necesaria para la
comprensioacuten de un pasaje oscuro Lo anterior mostrariacutea una de las debilidades de la
posicioacuten asumida por Lettieri seguacuten el cual a la luz de la doctrina de la gracia la
primera parte del De doctrina christiana deberiacutea considerarse primitiva y arcaica
pues en ella se trata acerca de ―la cultura o doctrina cristiana reducida a mero y
ambiguo fenoacutemeno a signo necesario pero insuficiente frente a una caritas
trascendente y enigmaacutetica (Lettieri 2001 p 9)
Frente a los modelos interpretativos expuestos resulta iluminadora la obra de
Carol Harrison Rethinking Augustinersquos Early Theology (2006) Para Harrison no es
posible hablar de una ruptura entre filosofiacutea y teologiacutea en los teacuterminos usados por
Flasch o Lettieri de la misma manera que no es posible identificar un primer Agustiacuten
filoacutesofo neoplatoacutenico que se distinguiriacutea de un segundo Agustiacuten teoacutelogo de la gracia y
de la caiacuteda Siguiendo a Madec (1996) Harrison (2006) sostiene que en el 32 Seguacuten las Retractationes (II11) el De diversis quaestionibus ad Simplicianum es anterior al De doctrina christiana sin embargo esto no significa que su composicioacuten sea anterior sino que debido a que el segundo se encontroacute incompleto se archivoacute despueacutes del primero el cual fue iniciado y terminado en el 397 A propoacutesito de esto Catapano (2010) afirma que ―maacutes o menos durante el mismo periodo en el que Agustiacuten respondiacutea a Simpliciano estaba dedicado a la redaccioacuten de una obra cuya intencioacuten seriacutea la de afrontar los problemas interpretativos de las Escrituras desde un punto de vista teoacuterico y metodoloacutegico (p 97) Llama la atencioacuten que los estudiosos no hayan profundizado en la relacioacuten temaacutetica entre el De doctrina christiana y el De diversis quaestionibus ad Simplicianum pues mientras aqueacutel ha sido objeto de varias investigaciones que se centran en su valor pedagoacutegico o exegeacutetico este uacuteltimo ha sido tenido en cuenta sobre todo en lo concerniente a su aporte doctrinal dejando de lado su valor hermeneacuteutico (Stark 1989 Flasch 1995 Lettieri 2001)
96
pensamiento de Agustiacuten es imposible deslindar filosofiacutea y teologiacutea por cuanto es
necesario establecer un nuevo modelo interpretativo que a partir de los diaacutelogos
identifique un criterio unificador de su pensamiento Se afirma entonces que la
doctrina de la gracia estaacute ya presente en los primeros escritos del 386 y que si se
debe hablar de crisis o de punto de quiebre en el pensamiento de Agustiacuten eacuteste se da
justamente en el antildeo de la conversioacuten y no en el de la composicioacuten del Ad
Simplicianum y las Confessiones
Seguacuten esto el pensamiento de Agustiacuten debe asumirse como una unidad lo
cual no excluye la idea de un desarrollo pero siacute la de una ruptura radical en los
teacuterminos en que hasta el momento se ha sostenido Los diaacutelogos en este sentido son
el fruto de las reflexiones de un pensador cristiano que utiliza el diaacutelogo filosoacutefico
como vehiacuteculo que le permite llevar a cabo un proyecto enmarcado en una buacutesqueda
de la verdad donde el mismo Agustiacuten se encuentra involucrado como interlocutor En
dicha buacutesqueda como quedoacute establecido en el capiacutetulo anterior las fuentes
filosoacuteficas funcionan como herramienta y aportan ciertos elementos a los que el autor
recurre sin perder por ello su caraacutecter distintivo de pensador cristiano como lo haraacute
en el De doctrina christiana que en cuanto proyecto de una paideia cristiana recoge
continuacutea y profundiza muchos de los avances llevados a cabo en los diaacutelogos
En este orden de ideas en el presente capiacutetulo en primer lugar se expondraacuten
los contenidos de los tres primeros libros del De doctrina christiana mostrando la
relacioacuten de esta obra con los diaacutelogos y con los elementos retoacutericos ciceronianos en
ella presentes En segundo lugar se buscaraacute probar la tesis seguacuten la cual las razones
de la particularidad de la composicioacuten del De doctrina christiana no son ni
doctrinales ni teoloacutegicas sino hermeneacuteuticas y por lo tanto tienen que ver con la
comprensioacuten de las Escrituras pero tambieacuten con la comprensioacuten del autor mismo en
cuanto autor y de su relacioacuten con las fuentes filosoacuteficas literarias y retoacutericas que
determinan su pensamiento a lo largo de toda su produccioacuten En este sentido veremos
coacutemo Ciceroacuten ocupa un lugar fundamental en la composicioacuten de toda la obra
incluyendo su interrupcioacuten y posterior culminacioacuten
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21 El proacutelogo al De doctrina christiana
El proacutelogo al De doctrina christiana se configura como un testimonio
fundamental para entender el caraacutecter e intencioacuten de la obra en su conjunto (Kevane
1996 p 112) asiacute como para situarla en el pensamiento de Agustiacuten Acerca de su
datacioacuten se ha presentado un importante debate entre los estudiosos pues mientras un
grupo considera que fue escrito en el antildeo 396 (Mayer 1974 Pincherle 1974
Kevane 1996) otros afirman que se redactoacute en el 426 junto con la parte final del
libro tercero y el libro cuarto seguacuten la comuacuten usanza de escribir el proacutelogo al final y
con la clara intencioacuten de responder a un grupo preciso de adversarios33 (Duchrow
1965 Opelt 1966) A propoacutesito de lo anterior Alici (1995) afirma que existen
argumentos vaacutelidos para sostener cualquiera de las dos posiciones aunque se inclina
maacutes por la segunda dadas las siguientes razones (1) en el proacutelogo se reconoce la
misma estructura que divide a lo largo de la obra la realidad en signa y res (Mayer
1974 p 101) (2) el proacutelogo ofrece un programa que seraacute efectivamente desarrollado
en la obra (Kevane 1996 p 112) (3) en las Retractationes se explica con claridad
cuaacutel es el punto del libro tercero en el cual se retoma la escritura en el 426 y la
adicioacuten del libro cuarto sin hacer ninguacuten tipo de alusioacuten al proacutelogo (Pincherle 1974)
Ademaacutes de los puntos expuestos por Alici es oportuno sentildealar la cercaniacutea temaacutetica
existente entre el proacutelogo y los diaacutelogos tempranos entre los cuales se destaca el De
magistro cuya propuesta educativa y semaacutentica se constituye en trasfondo de todo el
De doctrina christiana
Otra razoacuten para sostener la contemporaneidad del proacutelogo con el libro primero
es que no existen manuscritos en los que no esteacute presente el proacutelogo en cambio el
manuscrito maacutes antiguo el Codex Leningradensis34 prueba que la edicioacuten incompleta
del 396 conteniacutea el proacutelogo (Green 1962)
33 El argumento maacutes fuerte de Duchrow (1963) consiste en afirmar que en el proacutelogo se hace una alusioacuten a los monjes secuaces de Casiano en la misma liacutenea argumentativa usada en el De correptione et gratia (p 69) Esta interpretacioacuten no deja de ser cuestionable como lo anota Toom (2002) 34 Green (1962) anota que el Codex Leningradensis es el manuscrito agustiniano maacutes antiguo afirmando que es probable que haya sido escrito en Hipona alrededor del 396 ―Eacuteste contiene cuatro textos enumerados por Agustiacuten como aquellos compuestos durante el episcopado de los cuales el
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Si bien es difiacutecil adoptar una postura concluyente respecto de la cuestioacuten de la
cronologiacutea del proacutelogo puede afirmarse con Toom (2002) que es posible negar la
importancia del mismo en lo que concierne a la comprensioacuten de la obra pues ―nos
ofrece importantes claves para entender no soacutelo el tratado sino la relacioacuten conceptual
del mismo con otros escritos tempranos como el Contra Academicos y el De
magistro (p 75) asiacute como la actitud de Agustiacuten a propoacutesito de la tradicioacuten y en
particular en su relacioacuten con Ciceroacuten
En efecto en la primera oracioacuten como ya se afirmoacute se recurre a la
terminologiacutea ciceroniana ndashsunt praecepta quaedam tractandarum Scripturarumndash
pero vemos ademaacutes coacutemo la obra se inscribe en la tradicioacuten retoacuterica por medio del
uso de la insinuatio la cual seguacuten Ciceroacuten en el De inventione tiene la finalidad de
modificar el aacutenimo del oyente cuando eacuteste es hostil ante un tema que se presenta
como novedoso y admirable (Inv I1723) Por esta razoacuten siguiendo al maestro
romano Agustiacuten afirma que es menester responder a aquellos que pudieran oponerse
a su obra iquestCuaacuteles seriacutean las causas de dicha oposicioacuten En consonancia con lo
afirmado por Ciceroacuten (Inv I1723) Agustiacuten sostiene que existen tres tipos de
opositores En primer lugar estaacuten aquellos que rechazariacutean este trabajo por no
entender lo que en eacutel se expone en segundo lugar los que aprendiendo las reglas no
seriacutean capaces de aplicarlas y por uacuteltimo quienes se consideran a siacute mismos
expertos en la exposicioacuten de las Escrituras y sostienen que no hay necesidad de reglas
humanas pues cualquier dificultad de interpretacioacuten se superariacutea gracias a la
intervencioacuten divina
Luego de enunciar las posiciones de los posibles detractores de su obra
Agustiacuten procede a dar respuesta a cada una de las objeciones expuestas en el ejercicio
de la insinuatio Con respecto a la primera se afirma que aquellos que no entienden el
libro no deben culpar a su autor sino que deben buscar la causa de su falencia en
ellos mismos En cuanto a la segunda objecioacuten esto es la que es sostenida por los
que conocen las reglas pero no logran aplicarlas Agustiacuten afirma
cuarto es la primera parte del De doctrina christiana que contiene los libros I y II (Green 1962 p 226)
99
Sin duda pueden ver mi dedo mas los astros que con eacutel se les procura sentildealar no pueden verlos Por lo tanto unos y otros dejen de reprocharme y pidan a Dios que les deacute luz a los ojos Pues si yo puedo mover mi miembro para sentildealarles algo no puedo iluminarles los ojos con los que contemplen o mi propia demostracioacuten o lo que pretendo demostrarles (3)35
La respuesta a este grupo de opositores nos remite al tema de la cura de la
visioacuten ya abordado de manera exhaustiva en el De ordine donde se afirma que
cuando el alma se arreglare y embelleciera (sic) a siacute misma hacieacutendose armoacutenica y bella osaraacute contemplar a Dios fuente de todo lo verdadero y padre de la misma verdad iexclOh gran Dios coacutemo seraacuten entonces aquellos ojos iexclCuaacuten puros y sanos cuaacuten vigorosos y firmes cuaacuten serenos y dichosos (II1951)
El embellecimiento del alma al que se hace alusioacuten en los diaacutelogos de
Casiciaco tiene que ver con el estudio de las artes liberales el cual se inscribe en un
ideal de vida filosoacutefico que compromete todas las esferas de la vida humana en una
tensioacuten constante hacia la sabiduriacutea Esto nos permite entender mejor la respuesta de
Agustiacuten al tercer grupo de opositores36 pues se afirma que si bien es necesaria la
iluminacioacuten divina tal como se habiacutea sostenido en el De magistro no puede
prescindirse de las letras las cuales se aprenden a traveacutes de los hombres que las
ensentildean
Asiacute pues Agustiacuten considera que es necesario aceptar con humildad la ayuda
de aquellos que se encuentren en capacidad de compartir y transmitir sus
conocimientos pues el hombre gracias a los signos que eacutel mismo ha instituido
cumple un papel fundamental en la administracioacuten de la palabra de Dios Por esta
razoacuten pide a sus oponentes que recuerden recordor que ellos tienen la capacidad y 35 Pollmann (1996) afirma que en esta imagen se sintetiza la funcioacuten del De doctrina christiana en su totalidad pues la obra puede entenderse como el ―dedo que sentildeala y la Sagrada Escritura como los ―astros sentildealados (p 109) Esta imagen habiacutea ya sido usada en el De magistro a propoacutesito de la ensentildeanza ―si buscase la significacioacuten de estas tres siacutelabas paries [pared] seguramente me podriacuteas mostrar con el dedo la cosa cuyo signo son estas tres siacutelabas de tal manera que yo la viese y esto sin proferir tuacute palabra alguna sino mostraacutendola (III5) 36 No hay una postura uniforme relativa a la identificacioacuten de este tercer grupo de oponentes Seguacuten Toom (2002) aunque algunos estudiosos afirman que podriacutea tratarse de Ticonio lo maacutes probable es que Agustiacuten tuviera en mente la actitud de los sectores de la Iglesia que estaban en contra de la utilizacioacuten de las herramientas de la cultura claacutesica (p 77) Llama la atencioacuten la posicioacuten de Prestel (1992) seguacuten el cual este grupo profesa un fundamentalismo carismaacutetico al que Agustiacuten considera muy perjudicial en el contexto de la presentacioacuten de una paideia cristiana (p 38)
100
la habilidad de comunicar a traveacutes de la palabra escrita y hablada gracias a la
ensentildeanza de un maestro mostrando asiacute como lo habiacutea hecho en el Contra
Academicos la contradiccioacuten presente en la posicioacuten de los adversarios Se recurre
tambieacuten a un grupo de exempla tomados de las Escrituras entre los que se halla el
caso de Pablo que fue enviado a un hombre para recibir los sacramentos y unirse a la
Iglesia a pesar de haber sido instruido instructum por la voz divina y celeste
Tambieacuten se recurre al ejemplo de Moiseacutes que
recibioacute sin soberbia y prudentiacutesimamente de su suegro siendo un hombre y ademaacutes extranjero el consejo de regir y gobernar a pueblo tan grande Conociacutea aquel varoacuten que de cualquiera persona que procediese el sabio consejo no era propio de ella sino de aquel que es la Verdad es decir el Dios inmutable (7)
Las razones para demostrar la utilidad epistemoloacutegica y hermeneacuteutica de las
disciplinas tienen del mismo modo que en los diaacutelogos un trasfondo teoloacutegico
relacionado con la condicioacuten del hombre y la necesidad de la mediacioacuten en la
comunicacioacuten de eacuteste con Dios Seguacuten esto ―de manera impliacutecita el tercer grupo de
detractores estariacutea negando la necesidad de la encarnacioacuten al negar la necesidad de la
mediacioacuten (Toom 2002 p 79) Al negar la necesidad de la mediacioacuten se estariacutea
negando la dimensioacuten comunitaria basada en la caritas que como se veraacute maacutes
adelante opera como nocioacuten retoacuterica hermeneacuteutica y moral a lo largo de toda la obra
permitieacutendonos comprender la unidad de la misma A propoacutesito de la caritas en el
proacutelogo se afirma que ―la misma caridad que estrecha mutuamente a los hombres con
el nudo de la unidad no tendriacutea entrada en las almas para fundirlas y como
mezclarlas entre siacute si los hombres nada aprendieran por medio de los hombres (6)
De este modo compartimos el juicio de un estudioso cuando afirma que en la
actitud de quienes teorizan una autonomiacutea carismaacutetica para acceder a las Escrituras se
encuentra
una postura impliacutecita que lleva a Agustiacuten a hacer una importante aclaracioacuten en el plano teoloacutegico el don de la gracia no se manifiesta necesariamente en la forma directa e individual de la comprensioacuten sino tambieacuten en aquella comunitaria e indirecta de la interpretacioacuten (Alici 1995 p 20)
101
En este orden de ideas debe afirmarse que la uacuteltima respuesta no soacutelo tiene la
intencioacuten de contestar a aquellos que consideran que la palabra de Dios se entiende
soacutelo gracias a un don divino sino que estaacute dirigida a todos los lectores de la obra
pues en ella se legitima la necesidad de la hermeneacuteutica y su relacioacuten con la buacutesqueda
comunitaria de la verdad De este modo Agustiacuten justifica la tarea que ha emprendido
sentildealando que ―el que advierte coacutemo se han de entender las Escrituras es similar al
que ensentildea las letras es decir al que prescribe coacutemo se ha de leer (9) Ademaacutes
siguiendo a Ciceroacuten y anticipando la estructura que presentaraacute en el libro primero
afirma que
asiacute como eacutestos que entienden todas estas cosas las dan a conocer a los demaacutes hablando o escribiendo igualmente yo no debo sin duda ser criticado porque no soacutelo exponga las cosas que deben entender sino tambieacuten los preceptos que han de observar para entender (8)
El proacutelogo se cierra con un epiacutelogo tambieacuten muy cercano al tono de clausura
del De magistro (X3295) y del Contra Academicos (III512) en el que se declara
que habiendo ya respondido a los posibles adversarios de manera suficiente
convenienter responsum es menester dar inicio a la tarea propuesta
22 El horizonte normativo de la hermeneacuteutica
La exposicioacuten de la Escritura se basa en dos fundamentos a saber el modo de
encontrar lo que se debe entender modus inveniendi y el modo de explicar lo que se
ha entendido modus proferendi37 El libro primero se ocuparaacute de la primera cuestioacuten
es decir de la manera en la que se debe encontrar lo que se quiere entender
Siguiendo a Pollmann (1996 p 128) podemos afirmar que esta divisioacuten tiene que ver
con la manera en la que el meacutetodo hermeneacuteutico-exegeacutetico se halla configurado pues
asiacute como el exegeta tiene que reconocer primero el sentido de la Escritura para
despueacutes transmitirlo a otros Agustiacuten necesita para la exposicioacuten de sus postulados
hermeneacuteuticos seguir en orden esos mismos dos pasos metodoloacutegicos Sin embargo
37 El esquema es ciceroniano (Orat XXIII8 De orat III519) y se halla ya enunciado en el proacutelogo
102
tambieacuten es importante sentildealar que esta distincioacuten se ancla en una concepcioacuten de la
realidad que como ya se habiacutea anticipado en los diaacutelogos de Casiciaco tiene como
fundamento una doctrina unitaria de la verdad38
El primer paso consiste en una distincioacuten entre cosas res y signos signa
pues toda instruccioacuten se reduce a la ensentildeanza de cosas o de signos Queacute se entiende
aquiacute por res nos lo explica el mismo Agustiacuten ―denominamos ahora cosaslsquo a las que
no se emplean para significar algo como son una vara una piedra una bestia y
demaacutes cosas por el estilo (Docchr I22) Por signa se entienden todas aquellas
palabras que se usan para dar a conocer alguna cosa esto es para ensentildear
Entonces en sentido propio se llama cosalsquo la cosa que no se usa para significar algo y se llama signolsquo la cosa que se usa para significar algo Signo y cosa reciben una definicioacuten reciacuteproca y excluyente seguacuten se usen o no para significar (Floacuterez 2015 p 90)
Una vez hecha esta distincioacuten el primer tema a tratar seraacute el de las cosas39
por ello procede a hacer una divisioacuten de las mismas Se sostiene siguiendo una
distincioacuten ciceroniana presente en el De inventione (II53159) que hay tres tipos de
cosas Estaacuten en primer lugar aquellas de las que se debe gozar en segundo lugar las
que deben ser usadas y por uacuteltimo las que pueden ser objeto de gozo y uso a la
vez40 Gozar se entiende como ―adherirse a una cosa por el amor de ella misma Usar
es emplear lo que estaacute en uso para conseguir lo que se ama si es que debe ser amado
38 La conclusioacuten del Contra Academicos se presenta como punto de partida del proyecto reflexivo de Agustiacuten en cuanto el resultado del ejercicio retoacuterico-filosoacutefico que alliacute se lleva a cabo se constituye en conditio sine qua non de la filosofiacutea misma entendida esta uacuteltima como buacutesqueda la sabiduriacutea Asiacute una vez establecido que la verdad puede ser encontrada (III2043) se presenta en primer lugar que su encuentro es la condicioacuten de la vida feliz (bvita I34) y en segundo lugar en el De ordine que el camino que el hombre debe recorrer para llegar a ella se muestra en las artes liberales 39 En este punto con Toom (2002 p 87) anota que el orden expuesto en el De doctrina christiana estaacute invertido en relacioacuten con el que se usa en el De magistro donde Agustiacuten trata de los signos (IV710) en primer lugar y de las cosas en segundo lugar (VIII2225) La razoacuten de esta inversioacuten podriacutea obedecer a razones metodoloacutegicas y a una influencia ciceroniana que puede rastrearse en la afirmacioacuten ya citada en el Contra Academicos seguacuten la cual ―el sabio debe ser averiguador de la verdad no artiacutefice de las palabras (II1126) 40 La pareja uti-frui estaacute presente en obras anteriores (Div 30) y podemos encontrar su origen en la distincioacuten ciceroniana presente en el De inventione donde se afirma que ―lo honesto es lo que se desea o entero o en alguna parte a causa de siacute mismo (II53159) mientras que lo uacutetil es aquello que se busca en virtud de otra cosa (II53166)
103
(Docchr I44) El uacutenico objeto de gozo debido a que se ama por siacute mismo y no por
otra cosa es Dios razoacuten por la cual todas las otras cosas deben solamente usarse A
propoacutesito de esto Alici (1995) afirma que resulta de fundamental importancia
precisar que la nocioacuten de uti no debe ser entendida en teacuterminos utilitaristas sino que
ella se halla inscrita en una oacuteptica teleoloacutegico-eudamonista ―la actitud que se indica
con la categoriacutea de uti no debe interpretarse seguacuten una loacutegica del poder sino seguacuten el
amor maacutes precisamente seguacuten el amor liberado en su originaria proyeccioacuten
escatoloacutegica (p 31) Teniendo en cuenta lo anterior deberaacute concluirse que el amor
del hombre hacia el proacutejimo y hacia siacute mismo debe estar siempre orientado hacia un
summum bonum lo cual permitiraacute un frui de otro orden Asiacute pues los seres humanos
podraacuten ser objeto de frui en el sentido propio del teacutermino sin embargo es un frui in
Deo porque soacutelo Dios lleva la vida humana a bienaventuranza El amor entonces
entendido como ordinata dilectio se aplica a cuatro geacuteneros de cosas El primero
concierne a aquello que estaacute sobre el hombre el segundo tiene que ver con el hombre
mismo el tercero con su proacutejimo y el cuarto con lo que se encuentra debajo del
hombre En este punto se llama la atencioacuten sobre el hecho de que no exista precepto
alguno con respecto al amor que el hombre debe tener de siacute mismo pues aun cuando
el ser humano se aparte de la verdad le queda el amor por su alma y por su cuerpo
El alma que huye de la luz inmutable que reina sobre todos los seres lo hace para imperar en siacute misma y en su cuerpo y por lo tanto no puede menos de amarse a siacute misma y a su cuerpo (Docchr I2322)
En lo que concierne a los seres inferiores a los hombres tampoco fue
necesario que se diera una norma que prescribiera amarlos puesto que todo aquello
que es inferior pertenece al hombre y se ama por ley inviolable de la naturaleza Resta
por considerar la cuestioacuten de si hubo necesidad de dar un precepto para que el hombre
amase aquello que estaacute sobre eacutel y aquello que estaacute junto a eacutel Agustiacuten lo encuentra en
las palabras de Mateo ―amaraacutes a tu Dios y Sentildeor con toda tu alma con todo tu
corazoacuten con toda tu mente y a tu proacutejimo como a ti mismo En estos dos preceptos
se incluye toda la ley y los profetas (Mt 2237-40) iquestCoacutemo debe entenderse este
pasaje Como el precepto del amor pues aquiacute no se excluye ninguno de los geacuteneros
104
de las cosas que deben amarse Al decir que debe amarse a Dios se prescribe el amor
hacia aquello que estaacute encima del hombre y al decir que debe amarse al proacutejimo
como a siacute mismo se preceptuacutea que el hombre ame a su proacutejimo y se ame a siacute mismo
amor que para ser ordenado debe ir dirigido a Dios
Luego de haber aclarado coacutemo se da la relacioacuten de amor del hombre hacia
Dios hacia el proacutejimo y hacia siacute mismo se retoma la cuestioacuten del uti-frui pues se
considera que auacuten no es clara la afirmacioacuten seguacuten la cual se goza de una cosa soacutelo
cuando se la ama por siacute misma y lleva a la bienaventuranza Asiacute pues la distincioacuten
ciceroniana uti-frui y el precepto evangeacutelico de la caridad constituyen el marco
normativo de la hermeneacuteutica presentado en este primer libro razoacuten por la cual vale
la pena preguntarse por la relacioacuten existente entre la cuestioacuten del amor al proacutejimo y a
Dios y la interpretacioacuten de la Escritura A propoacutesito de esto se afirma que
el compendio de todo lo expuesto desde que comenzamos a tratar de los objetos o cosas es entender que la esencia y el fin de la divina Escritura es el amor de la Cosa que hemos de gozar y de la cosa que con nosotros puede gozar de Ella pues para que cada uno se ame a siacute mismo no hubo necesidad de precepto (Docchr I3539)
La caridad concebida como ese doble movimiento de amor hacia Dios y hacia
el proacutejimo debe entenderse como precepto eacutetico y como principio hermeneacuteutico
pues ser un buen inteacuterprete implica ser virtuoso Lo anterior puede corroborarse en el
siguiente pasaje
El que juzga haber entendido las divinas Escrituras o alguna parte de ellas y con esta inteligencia no edifica este doble amor de Dios y del proacutejimo auacuten no las entendioacute Pero quien hubiera deducido de ellas una sentencia uacutetil para edificar la doble caridad aunque no diga lo que se demuestra haber sentido en aquel pasaje el que la escribioacute ni se engantildea con perjuicio ni miente (Docchr I3640)
Sin embargo aquel que entiende algo distinto a lo que el autor de la Escritura
ha querido decir debe ser corregido pues resulta peligroso que el error se arraigue y
termine pesando maacutes que la verdad La autoridad de la Biblia debe mantenerse para
que se mantenga la fe que se entiende como la base de la caridad pues no se puede
amar aquello en lo que no se cree
105
La terna de fe esperanza y caridad tiene un gran valor en el pensamiento de
Agustiacuten y aquiacute se encuentra relacionada con el aacutembito de la hermeneacuteutica Como ya
se vio la caridad se constituye en la norma fundamental de interpretacioacuten y si la
caridad no puede darse sin fe debe decirse que esta uacuteltima tambieacuten juega un papel
cardinal en el proceso interpretativo de la Escritura Para Agustiacuten la fe es el
fundamento de la caridad debido al principio axiomaacutetico seguacuten el cual no se puede
amar aquello que no se conoce En este punto encontramos otro elemento de la
antropologiacutea agustiniana que permite completar la comprensioacuten de la relacioacuten entre el
hombre y el objeto de su amor Mientras el hombre se encuentre en la tierra soacutelo
puede emprender el camino hacia el conocimiento a traveacutes de la fe la cual le permite
ver como en espejo y enigma aquello que en la vida eterna veraacute con claridad
Teniendo esto en cuenta puede entenderse por queacute la fe es el fundamento de la
caridad Asiacute pues el hombre que ―cree y ama obrando bien y sometieacutendose a los
preceptos de las buenas costumbres llega a tener esperanza de conseguir lo que ama
Tres cosas la fe la esperanza y la caridad son las que encierra toda ciencia y
profeciacutea (Docchr I3741) En consonancia con las anteriores palabras aquel que
basa su vida en la fe la esperanza y la caridad estaacute capacitado para instruir a otros
pues posee la maacutexima perfeccioacuten a la que se puede aspirar en la vida terrenal
El libro primero finaliza aludiendo a las palabras de Pablo seguacuten las cuales
todo el que sepa que el fin de la ley es la caridad proveniente de un corazoacuten puro de
una conciencia buena y de una fe auteacutentica puede dedicarse con tranquilidad a la
exposicioacuten de las Escrituras Luego de exponer este pasaje Agustiacuten procede a
explicar su significado En primer lugar cuando el Apoacutestol afirma que la caridad
debe ser de un corazoacuten puro debe entenderse que se trata de una persona que vive
seguacuten una ordinata dilectio En segundo lugar hay que saber que cuando se habla de
una conciencia buena se hace referencia a la esperanza pues ―el que siente
remordimiento de una mala conciencia desespera de llegar a conseguir lo que cree y
ama (Docchr I4044) Por uacuteltimo se sostiene que una fe sincera es la garantiacutea de
que no se ame aquello que no debe amarse y de que por lo tanto no se engantildee la
esperanza Seguacuten Toom (2002) el recurso al texto paulino y la interpretacioacuten ofrecida
106
del mismo tienen la importante funcioacuten de asociar los elementos de la tradicioacuten
retoacuterica la distincioacuten uti-frui con la terna de fe esperanza y caridad (p 101) gracias
a lo cual es posible establecer y comprender la unidad estructural del libro primero
En este orden de ideas podriacutea afirmarse que el libro primero es ya un ejemplo de lo
que Agustiacuten se propone desarrollar en la totalidad de la obra Asiacute pues si tenemos en
cuenta que el proyecto se presenta como una exposicioacuten acerca del modo de encontrar
lo que se debe entender modus inveniendi y del modo de explicar lo que se ha
entendido modus proferendi podriacuteamos decir que justamente gracias a la distincioacuten
uti-frui encontramos la res esto es aquello que se debe entender mientras que
gracias a la caridad encontramos el modo de explicar aquello que se ha entendido
Para entender mejor la determinacioacuten hermeneacuteutica de la nocioacuten de caridad
hay que tener en cuenta tambieacuten su caraacutecter escatoloacutegico Para Agustiacuten la caritas es
el elemento maacutes importante de la terna que conforma junto con la esperanza y la fe
pues siguiendo el texto paulino se afirma que eacutesta aumenta trasciende y se
perfecciona en la vida eterna
pues lo eterno se ama con maacutes intensidad cuando es poseiacutedo que cuando se desea porque a nadie que lo desea se le concede apreciar en maacutes lo deseado que lo que ello es en siacute mismo de suerte que pueda despreciarlo por encontrarlo inferior antes bien por mucho que alguno imagine sea lo eterno hallaraacute que es mucho maacutes cuando lo alcance (Docchr I3943)
De este modo vemos coacutemo ―la agustiniana caritas-etica constituye el
horizonte formativo para la tractatio scripturarum eso quiere decir que ella es tanto
la meta como tambieacuten su condicioacuten (Pollmann p 136) La iacutentima comunioacuten
existente entre eacutetica e interpretacioacuten se explicaraacute maacutes adelante en el De trinitate
donde se afirma que
si difiacutecil es entender sea purificada la mente por la fe se abstenga cada diacutea maacutes de pecar obre el bien y suplique con el gemido de los santos deseos para que progresando con el auxilio del cielo comprenda y ame (IV2131)
107
23 Semaacutentica retoacuterica y hermeneacuteutica
Una vez establecido en el libro primero que el acceso a la res se da por medio
de los signa el segundo libro se abre con una recapitulacioacuten del plan de toda la obra y
con una definicioacuten del tema principal que aquiacute seraacute abordado
Cuando escribiacute de las cosas advertiacute de antemano que nadie preste atencioacuten en ellas sino a lo que son y no por ende a si significan algo ademaacutes de siacute mismas Por el contrario ahora que trato de los signos digo que nadie preste atencioacuten en ellos a lo que son sino maacutes bien a que son signos es decir que significan Pues el signo es una cosa que ademaacutes de la forma que impone a los sentidos hace a partir de siacute que algo maacutes llegue al pensamiento (Docchr II11)
Esta advertencia inicial no debe pasar desapercibida pues conlleva
implicaciones que van maacutes allaacute de su funcioacuten introductoria y metodoloacutegica
relacionadas con una concepcioacuten propia de la manera en la que debe abordarse el
estudio de la realidad Seguacuten la distincioacuten semioacutetica hecha en el libro primero y la
que ahora se presenta aquiacute puede afirmarse que hay dos maneras de estudiar lo real
1) atendiendo a la esencia de las cosas lo que son las cosas y 2) atendiendo al modo
de ser de las cosas el cual en el caso de los signos es significar En el libro primero
se tratoacute de las cosas seguacuten lo que ellas son ahora en el libro segundo se abordaraacute el
signo a partir no de lo que son sino de su acto de significar Una vez establecido esto
el signo se define siguiendo la definicioacuten ciceroniana del De inventione41 como algo
que se presenta a los sentidos y a partir de siacute hace que algo llegue al pensamiento
Asiacute el signo despliega dos fases la primera que estaacute relacionada con los sentidos y
la segunda que remite al pensamiento
41 Ciceroacuten en el De inventione afirma que ―el signo es lo que cae bajo alguacuten sentido y significa algo que parece salido de eacutel mismo (I3048) Aunque la definicioacuten de Agustiacuten es muy similar vale la pena tener presente que el contexto ciceroniano en el que se ofrece la distincioacuten es el de la argumentatio y como afirma Manetti (1993) no hay ninguacuten recurso al vocabulario semioacutetico tradicional pues esta definicioacuten se refiere al mecanismo del signo en el aacutembito juriacutedico (p 145) Jackson (1969) en la misma liacutenea de Manetti anota que tanto Quintiliano como Ciceroacuten se refieren al signo en aacutembito forense sin embargo llama la atencioacuten sobre la recomendacioacuten ciceroniana del estudio de la semaacutentica en el Orator (115) que como veremos estaacute a la base de la composicioacuten del libro cuarto del De doctrina christiana (p 31)
108
En la primera faz y dada la realidad de la cosa que es el signo los sentidos reciben la forma de dicha cosa o en otras palabras dicha cosa graba su impronta en los sentidos En la segunda faz ademaacutes de lo anterior la cosa que es el signo hace a partir de siacute que algo maacutes llegue al pensamiento (Floacuterez 2015 p 94)
Los signos se clasifican en naturalia y data los primeros no tienen intencioacuten
de significar mientras que los segundos son intencionales 42 pues derivan de la
voluntad voluntas humana de transmitir sensaciones y pensamientos De este uacuteltimo
tipo de signos unos pertenecen al sentido de la vista y otros los maacutes importantes y
numerosos pertenecen al del oiacutedo En este punto pasamos de una caracterizacioacuten
general del signo a una maacutes especiacutefica que lo entiende desde la perspectiva del
lenguaje lo cual se constituye en un aporte fundamental del pensamiento de Agustiacuten
Se afirma que el grupo de signos que pertenece al sentido del oiacutedo estaacute constituido
fundamentalmente por las palabras las cuales ―han logrado ser entre los hombres los
signos maacutes principales para dar a conocer todos los pensamientos del alma siempre
que cada uno quiera manifestarlos (Docchr II34) El proceso linguumliacutestico es
caracterizado de la siguiente manera el que habla ofrece un signo de lo que tiene en
la mente que es un sonido unido a una significacioacuten que se emite para que sea oiacutedo
por otro Cuando el oyente escucha las palabras eacutestas se adhieren a la memoria lo
que permite que no se olvide el significado de las mismas43 Sin embargo debido a
que las palabras soacutelo duran mientras son pronunciadas el hombre inventoacute las letras
que son los signos de las palabras ―asiacute resulta que la palabra escrita es un signo
destinado a los ojos por medio del cual viene a la mente lo que pertenece a la esfera
del oiacutedo (mag IV39)
En la Escritura el lector se enfrenta a numerosas dificultades a causa de la
ambiguumledad y oscuridad de algunos pasajes cuya funcioacuten es la de quebrantar la
soberbia y apartar el desdeacuten del entendimiento el cual tiende a atribuir menor valor a
las cosas de faacutecil comprensioacuten
42 Pollmann (1996) llama la atencioacuten sobre la intencionalidad en contraposicioacuten a la convencionalidad pues Agustiacuten subraya la voluntad de querer transmitir algo (p 179) 43 En el De magistro se habiacutea ya afirmado que una de las finalidades del lenguaje es recordar (VI5)
109
Luego de exponer la razoacuten y utilidad de los pasajes oscuros de las Escrituras
se procede a exponer el tema de los grados que el hombre debe recorrer para llegar a
la sabiduriacutea los cuales tienen un valor tanto eacutetico como hermeneacuteutico pues como ya
se afirmoacute al tratar sobre la caritas no hay independencia entre eacutetica y hermeneacuteutica
ya que Agustiacuten aborda la existencia humana en cuanto unidad y entiende que la
misma estaacute determinada por una tarea constante de interpretacioacuten de siacute que se articula
a partir de la de la fe la esperanza y la caridad Es por esta razoacuten que el primer grado
que aquiacute se presenta es el del temor de Dios que consiste en tener siempre presente
que la muerte hace parte de la condicioacuten humana y que la soberbia impide alcanzar la
felicidad Al temor de Dios sigue la piedad don que calma los aacutenimos de aquellos
que contradicen la Escritura sea por no entender lo que en ella se dice sea por
considerar que sus propios conocimientos son mejores Luego de la piedad estaacute la
ciencia la cual debe entenderse como el ejercicio del estudioso de las Sagradas
Escrituras y cuyo fruto consiste en la caritas esto es en hallar que ―se ha de amar a
Dios por Dios y al proacutejimo por Dios (Docchr II79) y en arrepentirse si no se ha
tenido en cuenta este precepto ya enunciado y explicado en el libro primero Al
reconocimiento de la propia debilidad que implica la ciencia le sigue la fortaleza
gracias a la cual el hombre logra separarse de la alegriacutea que proporcionan los placeres
temporales y concentrarse en alcanzar lo uacutenico que debe ser objeto de gozo Dios
Una vez lograda la fortaleza se pasa al quinto grado el del consejo de la
misericordia en el que el alma purificada se ejercita en el amor al proacutejimo En el
sexto grado el corazoacuten se purifica de tal manera que ya no quiere alejarse de la
verdad que puede contemplar con una mirada clara Luego de estos seis grados se
llega al seacuteptimo y uacuteltimo que es la sabiduriacutea
En consonancia con la intencioacuten de la obra Agustiacuten se centra en el tercer
grado pues aquiacute la ciencia se identifica con el estudio de las Escrituras y ofrece los
precepta necesarios para enfrentarse a la investigacioacuten de las mismas La primera
regla consiste en tener presentes los textos canoacutenicos si no en la memoria al menos
en el ejercicio de una lectura constante Una vez el estudioso tiene claro cuaacuteles son
los textos que debe leer se debe investigar con suma atencioacuten cuaacuteles son los
110
preceptos de buen comportamiento y de fe expuestos con claridad a lo largo de la
Escritura El objeto de este primer paso es adquirir familiaridad con el lenguaje
escrituriacutestico lo cual permitiraacute al lector enfrentarse con mayor seguridad a aquellos
pasajes que resulten oscuros y confusos Dadas las dos condiciones fundamentales de
conocer los textos canoacutenicos y extraer de ellos las reglas concernientes a las
costumbres la fe la esperanza y la caridad que aparezcan con claridad se expone la
siguiente regla hermeneacuteutica las expresiones oscuras se deben aclarar a traveacutes de las
locuciones diaacutefanas asiacute gracias al testimonio de las sentencias evidentes
desapareceraacute toda duda acerca de las inciertas
Las dos causas por las que no se entiende lo que se dice en las Escrituras son
la ambiguumledad y el desconocimiento de los signos los cuales pueden ser propios o
metafoacutericos Los primeros son aquellos que se usan con el fin de denotar las cosas
para las que se instituyeron mientras que los segundos son los que sirven para
referirse a otras cosas ademaacutes de las que por siacute mismas significan Para enfrentar el
problema del desconocimiento de las palabras se plantea como solucioacuten el estudio de
las lenguas pues en el caso de la Biblia es fundamental que el inteacuterprete conozca el
hebreo y el griego no soacutelo para entender las palabras hebreas y griegas sino para
poder comparar las diferentes traducciones ofrecidas Los problemas de traduccioacuten
surgen debido a que ―muchas veces el inteacuterprete se engantildea por la ambiguumledad de la
lengua original pues no calando bien en el pasaje traduce dando una significacioacuten
que estaacute muy lejos de la del autor (Docchr II1218) La solucioacuten a esta cuestioacuten
consiste en ir a la lengua original o a las versiones que se cintildeeron maacutes a la letra que al
sentido Una de las dificultades para el traductor surge cuando se enfrenta a vicio
retoacutericos como modismos solecismos o barbarismos 44 que resultan de difiacutecil
traduccioacuten Sin embargo la presencia de estos uacuteltimos no deberiacutea interferir en la
interpretacioacuten y soacutelo cuando afecten el verdadero sentido debe hacerse la traduccioacuten
pertinente
44 Las definiciones aquiacute presentadas siguen fielmente a las consignadas en la Rhetorica ad Herenium (IV 17) Se define solecismo como el enlace de las palabras sin las normas con las que las acoplaron las autoridades de la lengua latina y barbarismo como el escribir o pronunciar una palabra de modo diferente al establecido seguacuten los padres de la lengua latina
111
Ya vimos coacutemo el conocimiento de la lengua ayuda para aclarar los signos
propios pero iquestcuaacutel es la solucioacuten en relacioacuten con los metafoacutericos La respuesta a este
interrogante retoma la distincioacuten entre cosas y signos ―respecto a los signos
figurados decimos que cuando algunos que son desconocidos obliguen al lector a
vacilar deberaacuten ser desentrantildeados o por el estudio de las lenguas o por el
conocimiento de las cosas (Docchr II1623) Asiacute pues para entender las res de la
Escritura es necesario tener un conocimiento de las ciencias humanas que se ocupan
de tales res pues eacuteste puede ayudar al inteacuterprete Sin embargo el valor simboacutelico de
las res que aparecen en la Biblia no debe ser asumido de manera arbitraria sino en
virtud de una similitudo entre la cosa y su valor simboacutelico
En este punto se llama la atencioacuten al hecho de que estas disciplinas no deben
despreciarse porque pertenezcan al patrimonio cultural de los gentiles pues el
cristianismo debe tomar todo cuanto le sea uacutetil para la interpretacioacuten Con el fin de
identificar con mayor claridad queacute sea aquello a lo que se debe recurrir se propone
una divisioacuten entre lo que fue instituido por los hombres y lo que fue instituido por
Dios seguida por una distincioacuten entre lo que es supersticioso y lo que no lo es en el
campo de las ciencias instituidas por los hombres Lo supersticioso45 es todo aquello
dirigido hacia la adoracioacuten de iacutedolos a la adivinacioacuten y a las artes maacutegicas entre la
cuales se le dedica atencioacuten particular a la astrologiacutea46 Asiacute a propoacutesito de la creencia
sobre poder predecir la vida de los hombres a partir de la observacioacuten de la posicioacuten
de los astros se afirma que ―es un error craso y una gran locura querer pronosticar las
45 El tema de la supersticioacuten se trata de manera muy amplia constituyendo una digresioacuten en la estructura del libro segundo A propoacutesito de la funcioacuten de la misma puede afirmarse con Simonetti (1994) que la intencioacuten de Agustiacuten es la de combatir la supersticioacuten en cuanto conjunto de praacutecticas altamente difundidas no soacutelo entre paganos sino entre cristianos cultos los cuales las recibieron como herencia romana (p 455) 46 Este asunto seraacute tratado en diferentes momentos de la obra agustiniana entre los cuales puede destacarse el libro VII de las Confessiones donde se narra el rechazo a la astrologiacutea de la siguiente manera ―Asimismo yo habiacutea ya rechazado las engantildeosas predicciones e impiacuteos delirios de los astroacutelogos Soacutelo tuacute procuraste remedio a aquella terquedad miacutea con que me oponiacutea a Vindiciano anciano sagaz y a Nebridio joven de un alma admirable los cuales afirmaban -el uno con firmeza el otro con alguna duda pero frecuentemente- que no existiacutea tal arte de predecir las cosas futuras y que las conjeturas de los hombres tienen muchas veces la fuerza de la suerte y que diciendo muchas cosas acertaban a decir algunas que habiacutean de suceder sin saberlo los mismos que las deciacutean acertando a fuerza de hablar mucho (VII68)
112
costumbres las acciones y los acontecimientos de los que nacen fundaacutendose en esta
observacioacuten (Docchr II2233) pues con esto se negariacutea la libertad humana y la
responsabilidad moral
Habiendo considerado las instituciones humanas supersticiosas se pasa a
tratar acerca de aquellas que no lo son las cuales se dividen en superfluas y uacutetiles
Entre las primeras se enuncian el teatro el baile el arte la pintura y las faacutebulas
mientras que entre las segundas se situacutean el vestido la moneda las letras y todos los
signos que identifican a los pueblos entre siacute y hacen posible la vida en comunidad y la
sociedad humana Vale la pena detenerse en la consideracioacuten que se lleva a cabo en lo
concerniente a la historia en cuanto institucioacuten humana uacutetil Se afirma que eacutesta es de
gran provecho y que lo que se aprende durante la puericia en esta materia permite
comprender mejor no soacutelo pasajes de la Escritura sino conocer los hechos pasados
para entender el orden divino de los tiempos En este punto Agustiacuten recurre a una
interesante hipoacutetesis que presenta como perteneciente a Ambrosio La tesis en
cuestioacuten se expone de la siguiente manera
Ya que hablo de la utilidad de la historia dejando a un lado la de los griegos iexclcuaacuten grave cuestioacuten resolvioacute nuestro Ambrosio a los calumniadores del Evangelio que leiacutean y admiraban a Platoacuten los cuales se atrevieron a decir que todas las sentencias de nuestro Sentildeor Jesucristo que se veiacutean obligados a propagar y admirar las aprendioacute de los libros de Platoacuten dando por razoacuten que no puede negarse que Platoacuten existioacute mucho antes de la venida humana del Sentildeor iquestAcaso el mencionado obispo considerada la historia profana y viendo que Platoacuten fue en tiempo de Jeremiacuteas a Egipto donde se hallaba por aquel entonces el profeta no demostroacute que es mucho maacutes probable que maacutes bien Platoacuten bebioacute en nuestra doctrina mediante Jeremiacuteas de modo que asiacute bien pudo ensentildear y escribir las cosas que se alaban con razoacuten en sus escritos Anterior a los libros del pueblo hebreo en quien resplandecioacute el culto de un solo Dios y de quien seguacuten la carne descendioacute nuestro Sentildeor no fue ni aun Pitaacutegoras de cuyos sucesores aseguran los gentiles que Platoacuten aprendioacute la teologiacutea Por tanto examinados los tiempos resulta mucho maacutes creiacuteble que Platoacuten y Pitaacutegoras maacutes bien tomaron de nuestros libros todo lo bueno y verdadero que dijeron ellos que no nuestro Sentildeor Jesucristo de los de Platoacuten lo que seriacutea una locura creerlo (Docchr II2843)
Si bien en las Retractationes Agustiacuten afirmaraacute que esta atribucioacuten a Ambrosio
se dio por un error de la memoria (II4) la idea seguacuten la cual Moiseacutes y Jeremiacuteas
fueron anteriores a Platoacuten y eacuteste habriacutea tomado de aquellos cuanto de verdad hay en
113
sus ensentildeanzas corresponde a una antigua tradicioacuten cuyo origen puede rastrearse
entre los apologistas47 Lo interesante del recurso a esta hipoacutetesis tiene que ver con la
actitud de Agustiacuten que en consonancia con lo afirmado en el Contra Academicos a
propoacutesito del esoterismo de la Academia se sirve de esta idea para justificar el uso de
la filosofiacutea en la configuracioacuten de la paideia cristiana idea que se recoge en el plan
trazado en el proacutelogo y en el libro primero del De doctrina christiana La misma
nocioacuten se retomaraacute maacutes adelante como conclusioacuten del libro segundo con el fin de
enfatizar el recurso a la filosofiacutea y en particular a Platoacuten por parte de los pensadores
cristianos En este punto Agustiacuten se apropia de la interpretacioacuten alegoacuterica que
Oriacutegenes y Ambrosio habiacutean hecho del pasaje del Eacutexodo en el que se narra que el
pueblo de Israel tomoacute el oro de los egipcios al huir de la esclavitud (Ex 321) iquestCoacutemo
entender esta apropiacioacuten Tanto Simonetti (1994 p 462) como Oroz Reta (1988 p
91) ponen el acento en la presencia recurrente de esta tesis en otros autores
cristianos cuyo objetivo igual que el de Agustiacuten era justificar el uso de las fuentes
paganas en el pensamiento cristiano A dichos pensadores se opone Lettieri (2001)
que afirma que esta interpretacioacuten del pasaje del Eacutexodo estigmatiza el uso impropio
en cuanto idolaacutetrico de las verdades universales conocidas por los paganos las
cuales si bien son uacutetiles deben ser admitidas soacutelo si son entendidas a partir del
precepto hermeneacuteutico de la caritas (p 26) Para una adecuada comprensioacuten de este
pasaje no debe perderse de vista la actitud de Agustiacuten en el Contra Academicos
acerca de la hipoacutetesis histoacuterica acerca de los acadeacutemicos presentada por eacutel mismo
como poco probable (III2043) En contra de un dogmatismo histoacuterico para el cual la
certeza sobre la veracidad de la tesis seriacutea lo maacutes importante Agustiacuten se inclina por
una postura utilitarista que debe ser entendida seguacuten el uti que lleva al frui Del
mismo modo hay que asumir la hipoacutetesis aquiacute propuesta No se trata entonces de una
condena del uso de la cultura pagana sino por el contrario de una apropiacioacuten que se
inscribe en el horizonte de la distincioacuten retoacuterica uti-frui Asiacute puede afirmarse que el
uso que Agustiacuten hace de Platoacuten y Ciceroacuten es un frui in Deo pues la filosofiacutea se
47 En la Apologiacutea I Justino afirma que Moiseacutes e Isaiacuteas fueron anteriores a los escritores y filoacutesofos griegos los cuales tergiversaron el mensaje de los profetas dando lugar a mitos paganos (44-46)
114
configura como condicioacuten esencial del proyecto hermeneacuteutico-retoacuterico aquiacute
propuesto Ademaacutes de las fuentes cristianas en las que Agustiacuten se apoya para
justificar el uso de la filosofiacutea debemos recordar con Pollmann (1996 p 193) que
justamente Ciceroacuten en el De oratore haraacute eacutenfasis en la importancia del conocimiento
de la filosofiacutea por parte del orador cuando se pregunte si es posible mover el aacutenimo
del auditorio sin tener un profundo conocimiento de todas las teoriacuteas psicoloacutegicas y
eacuteticas desarrolladas por los filoacutesofos (I61)
En este orden de ideas la dialeacutectica definida en el De ordine como disciplina
disciplinarum (II1338) y en el Contra Academicos como scientia veritatis
(III1329) se presenta aquiacute como ciencia ―de muchiacutesimo valor para penetrar y
resolver todo geacutenero de dificultades que se encuentren en los libros santos (Docchr
II3148) En este punto teniendo en cuenta que la dialeacutectica es el estudio del
funcionamiento de la razoacuten vale la pena anotar con Pizzani (1995) que la relevancia
―que aquiacute se le asigna en relacioacuten con la exeacutegesis de la Escritura demuestra que la
foacutermula intellige ut credas se armoniza con el otro arco del ciacuterculo hermeneacuteutico el
crede ut intelligas que se enraiacuteza en la Escritura (p 73) Esta idea toma fuerza con la
presentacioacuten de la loacutegica48 y la retoacuterica como disciplinas que junto con la dialeacutectica
tienen que ver con el conocimiento del orden racional de la realidad que no ha sido
instituido por los hombres sino por Dios y en este sentido forman parte de aquello
que se debe creer Acerca del caraacutecter de dichas disciplinas se afirma que
existen ciertas reglas de una controversia maacutes extensa que se llama elocuencia las cuales no obstante son verdaderas aunque con ellas puedan persuadirse cosas falsas Y como ellas tambieacuten pueden persuadir cosas verdaderas no es culpable la retoacuterica sino la perversidad de los que usan de ella malamente Tampoco ha sido instituido por los hombres que las muestras de elocuencia del orador arrastren al oyente o que una breve y clara narracioacuten insinuacutee faacutecilmente lo que intenta y que la variedad mantenga atentos sin fastidio a los oyentes y otras observaciones semejantes que ya en asuntos verdaderos ya en falsos son siempre verdaderas en cuanto que o hacen creer o conocer alguna cosa o mueven los aacutenimos a desearla o aborrecerla Estas
48 Jackson (1969) lleva a cabo una exposicioacuten muy completa de las fuentes conocidas por Agustiacuten en lo que concierne a las disciplinas aquiacute referidas A propoacutesito de la loacutegica afirma que a diferencia de muchos reacutetores Agustiacuten tomoacute en serio a Ciceroacuten lo cual permite comparar su semaacutentica con la de Aristoacuteteles y la de los estoicos (pp 33-49)
115
reglas maacutes bien han sido encontradas existiendo asiacute que instituidas para que existiesen de esta suerte (Docchr II3654)
La importancia de esta afirmacioacuten no debe pasar desapercibida y su correcta
interpretacioacuten debe inscribirse en una comprensioacuten de la relacioacuten entre hermeneacuteutica
y retoacuterica Cuando se afirma que los officia oratoria no fueron instituidos por los
hombres sino encontrados se quiere poner el acento en la conexioacuten existente entre la
retoacuterica y la comprensioacuten de la realidad Esto se entiende mejor si se tiene en cuenta
la estructura de toda la obra pues debe recordarse que los tres primeros libros
dedicados al modus proferendi presentan una hermeneacuteutica mientras que el uacuteltimo
dedicado al modus inveniendi corresponde a la propuesta retoacuterica de Agustiacuten en la
que como se veraacute maacutes adelante la retoacuterica claacutesica seraacute una herramienta de trabajo
para el predicador cristiano A propoacutesito de lo anterior Eden (1990) afirma que ―la
hermeneacuteutica agustiniana no soacutelo mantiene las estrategias legales y estiliacutesticas de la
interpretatio scripti de la retoacuterica claacutesica sino tambieacuten la distincioacuten teoacuterica entre
dichas estrategias (p 47) lo que implica una apropiacioacuten que en cuanto unitaria
determina no soacutelo la estructura del De doctrina christiana sino del pensamiento de
Agustiacuten en general
No sorprende pues que el segundo libro que se inicia con la definicioacuten y la
clasificacioacuten del signo en general concluya con un ejercicio hermeneacuteutico que
conduce al signo por excelencia en el cual se vive y se comprende la verdad que
busca el cristiano la cruz Dicho ejercicio consiste en la interpretacioacuten de otro pasaje
del libro del Eacutexodo donde se afirma que el pueblo de Israel celebroacute la Pascua
sentildealando la sangre del cordero con el hisopo
esta hierba es suave y humilde sin embargo nada hay maacutes fuerte y penetrante que sus raiacuteces Lo que nos manifiesta que estando arraigados y cimentados en la caridad podemos comprender con todos los santos cuaacutel sea la anchura la longitud la altura y la profundidad esto es la Cruz del Sentildeor donde se entiende por anchura el madero transversal en que se hallan extendidas las manos por longitud lo que hay desde la tierra hasta este madero y en ella se fija todo el cuerpo de manos abajo por altura desde la anchura hasta lo maacutes alto hacia arriba donde se apoya la cabeza por profundidad lo que metido en la tierra se oculta a nuestra vista En este signo de la cruz se encierra toda la vida cristiana como es el obrar bien en Jesucristo el estar
116
continuamente unido a Eacutel el esperar los bienes del cielo el no divulgar los divinos misterios (Docchr II4162)
Como ya se habiacutea visto la caridad debe asumirse como un criterio
hermeneacuteutico en la interpretacioacuten de la Escritura que por esto adquiere una mayor
dignidad ya que permite la comprensioacuten del signo fundamental principio mismo de
la significacioacuten la cruz En el pasaje anteriormente citado la cruz no soacutelo representa
todas las dimensiones de la vida del cristiano sino tambieacuten la humildad a la que el
texto paulino hace referencia (1Cor 81) y que permite comprender la Escritura pues
es el uacutenico remedio frente a la soberbia que aleja al hombre de la verdad Asiacute ―para
subrayar la necesidad de una disposicioacuten humilde en el exegeta Agustiacuten propone una
interpretacioacuten cristoloacutegica del hisopo (Toom 2002 p 203) hierba humilis et mitis
que limpia el corazoacuten orgulloso y dispone a la caridad En consonancia con lo
anterior el libro segundo del De doctrina christiana se cierra con la confirmacioacuten de
la infalibilidad del precepto hermeneacuteutico de la caritas y da paso al examen de los
signos ambiguos el cual se abordaraacute en el libro tercero
No siendo ya un obstaacuteculo los signos desconocidos para el lector dotado de esta instruccioacuten manso y humilde de corazoacuten sometido con suavidad al yugo de Cristo y cargado con peso ligero fundado y afianzado y formado en la caridad a quien no puede ya hinchar la ciencia aceacuterquese a considerar y discutir los signos ambiguos que en las Escrituras se hallan sobre los cuales me propongo hablar en el libro tercero lo que Dios se digne concederme (Docchr II4263)
Despueacutes de recordar cuaacutel es la disposicioacuten necesaria para abordar el estudio de
la Escritura Agustiacuten sostiene que la ambiguumledad de eacutesta se halla en las palabras
propias o en las metafoacutericas que ya fueron explicadas en el libro segundo En primer
lugar se afirma que cuando la ambiguumledad depende de las palabras propias debe
verificarse si es incorrecta la puntuacioacuten distinctio o la pronunciacioacuten En la misma
liacutenea del De officiis tanto del de Ciceroacuten como del de Ambrosio Agustiacuten recurriraacute a
ejemplos para ilustrar cada una de las dificultades interpretativas a las que debe
enfrentarse el estudioso de la Escritura El primer ejemplo utilizado para explicar los
problemas de puntuacioacuten se halla en iacutentima conexioacuten con la conclusioacuten del libro
anterior razoacuten por la cual es necesario hacer una consideracioacuten detenida del mismo
117
Consideremos algunos ejemplos Sea el primero aquella puntuacioacuten hereacutetica en el principio era el Verbo y el Verbo estaba en Dios y Dios era El Verbo este estaba en el principio en Dios Escrito asiacute tenemos un sentido distinto al verdadero por el cual se pretende no confesar la divinidad del Verbo Semejante puntuacioacuten debe rechazarse en virtud de la regla de la fe que nos prescribe confesar la igualdad de la Trinidad Y por lo tanto puntuaremos de este modo y el Verbo era Dios Y antildeadamos a continuacioacuten Eacuteste estaba en el principio en Dios (Docchr III23)
La eleccioacuten del ejemplo cristoloacutegico se encuentra estrechamente relacionada
con la enunciacioacuten de la cruz como signum signorum Una vez se ha establecido que
en la cruz en cuanto signo de la Encarnacioacuten se encierra el poder mismo de
significacioacuten esto es la posibilidad de ser signo de los signos es necesario remitirse
al origen de dicho acontecimiento fundamental la Encarnacioacuten Asiacute pues en la
afirmacioacuten de la divinidad del Verbo no hay solo un intereacutes doctrinal sino tambieacuten
hermeneacuteutico pues la interpretacioacuten cuyo fin es el conocimiento de Dios soacutelo es
posible gracias a la revelacioacuten de Dios en el Verbo encarnado A propoacutesito de esto
Harrison (1992) afirma que Agustiacuten encuentra en el Evangelio de Juan la maacutes alta
expresioacuten de la unidad y la identidad del Padre y el Hijo sobre la cual se fundamenta
la posibilidad del conocimiento de Dios de la significacioacuten y la eficacia de la fe para
la salvacioacuten (p 212) Por esta razoacuten los tres pasajes reportados del Doctrina
Christiana deben considerarse en su conjunto pues el signo de la cruz (II4162) que
somete con suavidad al lector alejaacutendolo de la soberbia y permitieacutendole la
comprensioacuten de los signos de la Escritura (II4263) anuncia el acontecimiento
fundamental la encarnacioacuten de Cristo (III23) Cristo es maestro interior ejemplo y
mediador pues
en sus obras y palabras no hay brecha entre el signo y lo que se significa o entre la palabra pronunciada y la noticia interior tal como siacute se da cuando habla un ser humano pues en el caso de la Palabra hecha carne Eacutel mismo es la verdad que Eacutel ensentildea (Harrison 1992 p 67)
El segundo ejemplo que se trae a colacioacuten en relacioacuten con las dificultades de
puntuacioacuten es el siguiente
Caso distinto de ambiguumledad procedente de la puntuacioacuten que de ninguacuten modo se opone a la fe y por consiguiente debe resolverse por el mismo contexto de la
118
sentencia existe donde dice el Apoacutestol No seacute queacute he de escoger porque de ambos lados me veo apremiado tengo vehemente deseo de ser desatado y estar con Cristo porque esto es con mucho lo mejor pero permanecer en la carne es necesario para vosotros [Fil I22] Lo dudoso es si se ha de entender de ambos lados tengo vehemente deseo o soy apremiado de ambos lados de modo que a esto se antildeada tengo vehemente deseo de ser desatado y estar con Cristo Mas como prosigue diciendo porque esto es con mucho lo mejor se ve claramente que San Pablo dice que teniacutea vehemente deseo de esto mejor de suerte que al ser empujado de ambos lados teniacutea del uno deseo y del otro necesidad deseo de estar con Cristo necesidad de permanecer en la carne (Docchr III24)
La solucioacuten formal a la dificultad que presenta la puntuacioacuten es muy sencilla
pues el contexto mismo permite identificar coacutemo debe entenderse el pasaje del
Apoacutestol Sin embargo teniendo en cuenta el valor que se le otorga a cada uno de los
ejemplos anteriores y la funcioacuten que cumplen en la manera en la que se estructura el
libro vale la pena detenerse en su contenido La pertinencia de esta eleccioacuten tiene que
ver con la centralidad que tiene el tema de la voluntad en el pensamiento de Agustiacuten
entendida en particular a la luz del tratamiento que se le da a esta cuestioacuten en el libro
octavo de las Confessiones donde se lee
cuando yo deliberaba sobre consagrarme al servicio del Sentildeor Dios miacuteo conforme haciacutea ya mucho tiempo lo habiacutea dispuesto yo era el que queriacutea y el que no queriacutea yo era Mas porque no queriacutea plenamente ni plenamente no queriacutea por eso contendiacutea conmigo y me destrozaba a miacute mismo y aunque este destrozo se haciacutea en verdad contra mi deseo no mostraba sin embargo la naturaleza de una voluntad extrantildea sino la pena de la miacutea Y por eso no era yo ya el que lo obraba sino el pecado que habitaba en miacute como castigo de otro pecado maacutes libre por ser hijo de Adaacuten (VIII1022)
El ejemplo paulino se halla en clara consonancia con lo que se expresa en las
Confessiones el hombre oprimido y desgarrado por la consuetudo del pecado obra
seguacuten la necessitas que esa misma consuetudo le impone iquestCoacutemo logra el hombre
liberarse iquestCoacutemo vencer la pasioacuten que somete en un viacutenculo necesario a la carne La
repuesta a estos interrogantes se encuentran en el tercero de los exempla ofrecidos por
Agustiacuten para concluir el problema de la puntuacioacuten el hombre logra liberarse del
yugo del pecado soacutelo en el momento en el que purificado por Cristo se aleja de la
carne y rompe definitivamente su viacutenculo con eacutesta
119
Cuando ni por la prescripcioacuten de la fe ni por el contexto del discurso puede resolverse la ambiguumledad nada impide puntuar conforme a cualquiera de los sentidos que se presentan Tal acontece con aquel pasaje de la epiacutestola a los Corintios [1Cor 71] teniendo estas promesas amados miacuteos purifiqueacutemonos de toda mancha de carne y de espiacuteritu perfeccionando la santidad en el temor de Dios Dadnos cabida a nadie hemos agraviado (Docchr III25)
Con este ejemplo se cierra la primera seccioacuten del libro tercero En lo que
concierne al problema teacutecnico presentado al inicio del mismo debe afirmarse que la
primera solucioacuten deriva del aacutembito de la gramaacutetica una de las disciplinas instituidas
por Dios que seguacuten el ordo studiorum establecido en el De ordine corresponde al
primer escaloacuten
Con relacioacuten a la cuestioacuten temaacutetica debe resaltarse que se lleva a cabo una
perfecta composicioacuten en la que se enlazan el final del libro segundo con el comienzo
del tercero en una estructura circular que enfatizar en la centralidad del signum
signorum la cruz en la comprensioacuten humana Asiacute pues el uacuteltimo de los ejemplos
(Docchr III25) relacionado con el tema de la concupiscencia nos lleva de nuevo a
la cruz (Docchr II4162) pues en ella ―se encierra toda la vida cristiana (Docchr
II4162)
En el caso en el que la aplicacioacuten de estas normas de puntuacioacuten no resulte
eficaz se recurriraacute al principio de la regula fidei seguacuten el cual los pasajes oscuros
deben aclararse a la luz de los maacutes claros esto es aquellos en los que de forma
expliacutecita se cimienta la caridad ―En caso de que ni por la prescripcioacuten de la fe ni por
el contenido del discurso pueda resolverse la ambiguumledad nada impide puntuar
conforme a cualquiera de los sentidos que se presenten (Docchr III36)49 De este
modo podemos concluir que en lo que concierne a las ambiguumledades de las palabras
propias la solucioacuten radica en el examen del contexto y la aplicacioacuten de la regula
fidei en la comparacioacuten entre los traductores y en el anaacutelisis del texto en su lengua
original A propoacutesito de la ambiguitas varios estudiosos llaman la atencioacuten acerca de
49 Vale la pena anotar con Toom (2001) que el tema de la puntuacioacuten tiene que ver con el hecho de que en este momento histoacuterico todaviacutea no se usan los signos de puntuacioacuten ni la divisioacuten de pasajes ni las letras mayuacutesculas todo lo cual lleva a que por supuesto no pueda existir una edicioacuten de la Escritura que fuera ampliamente aceptable (p 208)
120
la consideracioacuten de la misma en la Antiguumledad y en la tradicioacuten retoacuterica romana
(Toom 2002 p 205 Eden 1987 p 76) Seguacuten Aristoacuteteles la ambiguumledad se
presenta cuando una misma palabra tiene distintos significados o cuando de la
combinacioacuten de las palabras pueden derivarse uno o maacutes sentidos (Sophel 166a) La
definicioacuten estoica recogida por Dioacutegenes Laercio reza de la siguiente manera ―la
ambiguumledad amphiboliacutea es la expresioacuten verbal leacutexis que significa dos o maacutes cosas
linguumliacutestica y baacutesicamente y de acuerdo con la norma misma de modo que puede
aplicarse al mismo tiempo a varios usos con la misma diccioacuten (DL VII62) La
primera definicioacuten de ambiguitas ofrecida por Agustiacuten en el De dialectica (10) sigue
muy de cerca a las anteriormente citadas aunque en el tratamiento de esta cuestioacuten
recurre a Ciceroacuten de manera expliacutecita no solo para precisar su significado sino su
solucioacuten
Y asiacute con plena razoacuten dicen los dialeacutecticos que toda palabra es ambigua Y no nos desconcierte que en [una obra de] Ciceroacuten Hortensio los acuse falsamente en estos teacuterminos laquoDicen que ellos se atreven a explicar con claridad las cosas ambiguasraquo Dicen asiacute mismo que toda palabra es ambigua iquestCoacutemo entonces van a explicar lo ambiguo con lo ambiguo Pues esto no es sino introducir en las tinieblas una luz apagada Es verdad que no le ha faltado chispa y astucia al decirlo pero esto es lo que en [otra obra del] mismo Ciceroacuten dice Esceacutevola a Antonio laquoY a la postre como dejas la impresioacuten de que los sabios hablan con elocuencia la dejas tambieacuten de que los necios hablan con verdadraquo Pues iquestqueacute otra cosa hizo Hortensio en aquel pasaje sino esparcir tinieblas entre los inexpertos con agudeza de ingenio y un gracioso discurso como si se tratase de una bebida pura y agradable En efecto lo afirmado esto es que toda palabra es ambigua estaacute dicho respecto de cada palabra singular Ahora bien las palabras ambiguas se explican mediante la discusioacuten y nadie ciertamente discute con palabras singulares Asiacute pues nadie explicaraacute las palabras ambiguas con palabras ambiguas (Dial 10)
En un tono muy similar al utilizado en el Contra Academicos en este pasaje
del De dialeacutectica Agustiacuten advierte sobre los peligros de este tipo de escepticismo
cuya refutacioacuten es fundamental para la justificacioacuten de un proyecto interpretativo
como aquel que se propone en el De doctrina christiana Es por esta razoacuten que en
este punto se ofrecen las reglas que deben ser aplicadas en los casos de ambiguitas y
posteriormente se llevaraacute a cabo una aplicacioacuten de las mismas apelando al recurso
retoacuterico de los exempla esto con el fin de resolver la cuestioacuten de la ambiguitas en lo
121
que concierne a las palabras metafoacutericas translata La primera advertencia sobre el
tratamiento que debe daacutersele a las locuciones figuradas es la de evitar tomarlas a la
letra A la luz de las palabras del Apoacutestol seguacuten las cuales ―la letra mata el espiacuteritu
vivifica (2Cor 36) se afirma que cuando lo dicho de forma figurada se toma en
sentido literal se conoce soacutelo seguacuten la carne50 La contraposicioacuten entre corpus y
spiritus que habiacutea sido ya tratada en el libro primero (Docchr I2445 I2526) se
retoma ahora y se constituye en criterio hermeneacuteutico fundamental A propoacutesito de su
uso en Pablo Eden (1990) anota que la distincioacuten es retoacuterica y que el Apoacutestol que se
dirige a un auditorio judiacuteo remplaza rhetos y dianoia por gramma y pneuma pues
esta uacuteltima pareja es maacutes cercana al lenguaje forense judiacuteo (p 51) No sorprende
entonces que justamente en este punto Agustiacuten haga referencia expliacutecita a la relacioacuten
de los judiacuteos con el signo
La servidumbre que conservoacute a los signos el pueblo judiacuteo era muy distinta de la que acostumbraban a seguir las demaacutes naciones pues de tal modo estaban sometidos a las cosas temporales que en todas ellas se les recomendaba un solo Dios Y aunque tomasen los signos de las cosas espirituales por las mismas cosas por no saber lo que representaban sin embargo teniacutean grabado en su alma que con tal servidumbre agradaban al uacutenico Dios de todas las cosas a quien no veiacutean (Docchr III610)51
Debe anotarse que aquiacute la relacioacuten entre signa y res es maacutes compleja que
aquella presentada en el libro segundo pues cuando se hace alusioacuten a los signa de los
judiacuteos debe tenerse en cuenta que eacutestos remiten a res prescripciones del Antiguo
Testamento que a su vez son signa que remiten al Nuevo Testamento
La relacioacuten no es de dos signum es decir palabra y res sino que se trata de una triple relacioacuten verbum figura (del Antiguo Testamento) y res (del Nuevo Testamento) que en cuanto signum unifica las funciones del verbum y de la figura (Simonetti 1994 p 486)
La primera parte del libro tercero dedicada a la advertencia acerca del peligro
de la interpretacioacuten literal de las locuciones metafoacutericas se cierra con una distincioacuten
entre signa utilia y signa inutilia Los primeros son aquellos que son uacutetiles aunque 50 En este punto Simonetti (1994) llama la atencioacuten sobre el caraacutecter origeniano de esta distincioacuten que luego de ser asumida por la exegesis alejandrina llega a los padres latinos (p 485) 51 Acerca de la relacioacuten de signa-res en el aacutembito judiacuteo (Enps 68 2 TrIo 1142)
122
no sean comprendidos como es el caso de los judiacuteos los segundos en cambio
corresponden a los siacutembolos paganos como la estatua de Neptuno que simboliza el
mar aunque ―mejor es verse agobiado por signos desconocidos pero uacutetiles que no
interpretaacutendolos inuacutetilmente enredar en los lazos del error la cerviz que salioacute del
yugo de la servidumbre (Docchr III913) La posicioacuten del cristiano frente a estos
tipos de signos se sintetiza en la siguiente afirmacioacuten
mas en este tiempo cuando por la resurreccioacuten de nuestro Sentildeor Jesucristo brilloacute clariacutesimo el signo de nuestra libertad no estamos ya oprimidos con el grave peso de aquellos signos cuya inteligencia tenemos sino que el mismo Sentildeor y la ensentildeanza apostoacutelica nos transmitieron unos pocos entre tantos antiguos y estos faciliacutesimos de cumplir sacratiacutesimos en su significacioacuten y puriacutesimos en su observancia como son el sacramento del bautismo y la celebracioacuten del Cuerpo y la Sangre del Sentildeor (Docchr III913)
Los ejemplos ofrecidos concernientes a la relacioacuten de los paganos y los judiacuteos
con los signos tienen la funcioacuten de mostrar y aclarar que las cosas y los eventos
histoacutericos tienen un significado que desborda tanto su significado literal como el
histoacuterico De la misma manera que Oriacutegenes Agustiacuten considera que algunos eventos
mencionados en las Escrituras deben tomarse como signos de realidades espirituales
(Toom 2002 p 214) Por esta razoacuten despueacutes de dar los ejemplos mencionados se
refuerza el argumento a traveacutes del recurso al modelo52 mismo de la significacioacuten la
cruz Asiacute debe entenderse que la cruz por sus implicaciones en la comprensioacuten
humana estaacute en el centro mismo de la historia y su funcioacuten liberadora le permite al
hombre acceder a un conocimiento sagrado y puro pero a la vez sencillo gracias a la
institucioacuten de los sacramentos
Luego de dar las razones por las cuales no se deben entender las locuciones
figuradas seguacuten la letra Agustiacuten ofrece el criterio para saber cuaacutendo una expresioacuten es
propia o figurada y asiacute evitar tomar una expresioacuten propia como metafoacuterica La regla
propuesta reza asiacute ―todo cuanto en la divina palabra no pueda referirse en un sentido
52 A propoacutesito del modelo como recurso retoacuterico Garciacutea (2016) afirma que Agustiacuten ―comprendiacutea la importancia del modelo por su utilidad e importancia como una especie de axioma de comportamiento e incluso de referencia entitativa (p 34) pues se juzga con referencia a los rasgos establecidos en el modelo de ahiacute su valor extremo (p 34)
123
propio a la bondad de las costumbres ni a las verdades de la fe hay que tomarlo en
sentido figurado (Docchr III1014)
La bondad y la pureza de las costumbres tienen que ver con la caridad
mientras que las verdades de la fe conciernen al conocimiento de Dios y del proacutejimo
Del provecho que se consiga del amor de Dios y del proacutejimo y del conocimiento de
los mismos dependeraacute la esperanza de cada persona Vemos que aquiacute se recurre
nuevamente a la terna fe esperanza y caridad que como ya se afirmoacute estaacute a la base
de la hermeneacuteutica desde la cual se busca la comprensioacuten de la totalidad de la
existencia humana Tambieacuten se refuerza el caraacutecter hermeneacuteutico de la caritas pues
se afirma que eacutesta debe ser el uacutenico criterio para interpretar los hechos
correspondientes a otros periodos histoacutericos Asiacute pues al abordar pasajes en los que
se relaten haacutebitos que vayan en contra de aquellos aceptados por el lector y su
entorno debe tenerse en cuenta que la Escritura narra las cosas que se dieron en el
pasado anuncia las futuras y muestra las que ocurren en el presente con el propoacutesito
de fortalecer la caritas y vencer la cupiditas Esta oposicioacuten entre caritas y cupiditas
viene a completar la distincioacuten uti-frui del libro primero De este modo se afirma que
todo aquello que a la letra no esteacute dirigido hacia la caritas debe ser interpretado de
manera figurada En este punto y con el fin de distinguir con claridad el precepto
enunciado Agustiacuten define la caridad como el ―movimiento del alma que nos conduce
a gozar de Dios por Eacutel mismo y de nosotros y del proacutejimo por Dios (Docchr
III1016) Lo que hace la caritas en provecho propio se llama utilitas mientras que
lo que tiene que ver con el proacutejimo es beneficientia Por otra parte la cupiditas se
entiende como el ―movimiento del alma que arrastra al hombre al goce de siacute mismo y
del proacutejimo y cualquier otra cosa corpoacuterea sin preocuparse de Dios (Docchr
III1016) De la codicia cupiditas surgen dos tipos de pecado el flagitium contra siacute
mismo y el facinus contra el proacutejimo53 A partir de estas distinciones se aborda el
problema de coacutemo deben interpretarse aquellos pasajes de la Escritura aplicados a
53 El leacutexico utilizado en estas distinciones proviene de la retoacuterica forense ciceroniana aunque en el caso de flagitium y facinus debe afirmarse que Agustiacuten les otorga un sentido que no estaba presente en el Arpinate que los utiliza como sinoacutenimos (Catil I18)
124
Dios o a los hombres en los que al parecer se actuacutea seguacuten el pecado En este punto
cabe anotar que en lo concerniente a la interpretacioacuten del Antiguo Testamento
Agustiacuten debiacutea exponer con solidez una propuesta exegeacutetica que se opusiera a la
maniquea seguacuten la cual muchos pasajes de esta parte de la Escritura incitaban a actos
inmorales Asiacute en contra del maniqueiacutesmo y de otras formas de interpretacioacuten se
afirma que todas las palabras o hechos que parezcan inicuos deben entenderse como
locuciones figuradas y por lo tanto debe desentrantildearse el significado adecuado de las
mismas Para lograr lo anterior es necesario tener en cuenta las circunstancias en las
cuales se da la accioacuten a la que la Escritura se refiere sin embargo esto no supone
como afirman algunos que la justicia depende de las costumbres de cada pueblo En
contra de los sostenedores del relativismo moral Agustiacuten luego de presentar la
posicioacuten de sus adversarios expone la propia
ciertos hombres adormitados por decirlo asiacute que ni estaban enteramente poseiacutedos del suentildeo de la ignorancia ni podiacutean por completo despertar a la luz de la sabiduriacutea ante la innumerable variedad de costumbres juzgaron que no existiacutea la justicia en siacute misma sino que para cada nacioacuten su propia costumbre era justicia Como la costumbre es diversa para cada nacioacuten y la justicia debe permanecer inmutable es evidente que jamaacutes existioacute la justicia Los que tal pensaron no entendieron por no citar otras muchas la siguiente maacutexima ―lo que no quieras que hagan contigo no lo hagas tuacute a otros la cual no puede en modo alguno variar por mucha que sea la diversidad de naciones Cuando esta sentencia se refiere al amor de Dios mueren todos los vicios cuando se aplica al amor del proacutejimo perecen todas las iniquidades o criacutemenes Nadie quiere que le corrompan su morada luego no debe eacutel corromper la morada de Dios es decir su propia alma (Docchr III1422)
Algunos comentaristas sostienen que Agustiacuten hace alusioacuten aquiacute a la posicioacuten
sofiacutestica concerniente a las costumbres morales (Simonetti 1994 p 500) sin
embargo vale la pena anotar con Toom (2002 p 219) y Schaumlublin (1995 p 58) que
hay una innegable cercaniacutea entre la posicioacuten aquiacute presentada y aquella sostenida por
Ciceroacuten en el De republica donde se afirma que los acadeacutemicos aseguraban que
debido a la gran variedad de costumbres entre los pueblos no podiacutea hablarse de
justicia
Carneacuteades en oposicioacuten a Platoacuten y Aristoacuteteles defensores de la justicia recogioacute todos los argumentos a favor de la justicia para despueacutes rebatirlos lo hizo a la
125
manera retoacuterica es decir como mera ejercitacioacuten sin tener en cuenta la ―coherencia y el rigor de la filosofiacutea (Rep III912)
La posicioacuten de Ciceroacuten tanto en el De republica como en el De legibus (I18)
y el De officiis (I20 I25) puede resumirse en la afirmacioacuten de la justicia perfecta
como condicioacuten necesaria para la vida en comunidad La justicia entendida como la
maacutes perfecta de todas las virtudes reside en ―no causar dantildeo a nadie si no es
injustamente provocado y usar los bienes comunes como comunes y los privados
como propios (off I20) En la misma liacutenea en el libro tercero del De Republica se
afirma que el hombre honesto y justo sigue a la justicia en cuanto tal y no a aquella
que se presenta como justicia sosteniendo que el justo es aquel que da a cada uno
aquello que merece Las razones por la cuales obra el justo se identifican con la
naturaleza del alma humana pues las consecuencias de la injusticia como se afirma
tambieacuten en el Suentildeo de Escipioacuten comportan terribles penas y suplicios para la misma
(Rep III2233) A propoacutesito de esto vale la pena afirmar con Altman (2015) que el
tema central del De republica ciceroniano coincide con el de la Repuacuteblica de Platoacuten y
no es otro que la justicia ―[l]os dos diaacutelogos tienen el mismo propoacutesito luego de
ensentildear la ratio rerum civilium el maestro y el disciacutepulo quieren persuadir al lector
para que practique la justicia a traveacutes del regreso voluntario a la caverna (p 5) que
seguacuten Altman (2015) representa la vida poliacutetica
Si bien es cierto que en el De doctrina christiana Agustiacuten no estaacute interesado
en las consecuencias poliacuteticas de las afirmaciones ciceronianas presentadas en el De
republica debe tenerse presente que esta cuestioacuten seraacute retomada en el De civitate Dei
en donde a partir de las definiciones ciceronianas de repuacuteblica y de justicia y de las
nociones de uti-frui y ordo-amoris se construye una reflexioacuten histoacuterica y filosoacutefica
en la que Agustiacuten se sirve de la autoridad de los claacutesicos de la cultura latina y griega
en particular de la visioacuten platoacutenico-ciceroniana de justicia para rebatir los
argumentos paganos en contra del cristianismo
La exhortacioacuten al cuidado del alma con la que se cierra el pasaje
anteriormente citado ademaacutes de las consecuencias poliacuteticas que no seraacuten abordadas
aquiacute adquiere una dimensioacuten hermeneacuteutica en consonancia con lo afirmado desde el
126
libro primero del De doctrina christiana en las siguientes palabras ―ha de examinarse
con diligente consideracioacuten lo que se lee durante el tiempo que sea necesario para
llegar a una interpretacioacuten que nos conduzca al reino de la caridad (III1523)
Tambieacuten se examinan aquiacute las locuciones preceptivas y se afirma que entre eacutestas son
figuradas las que aparentan mandar la maldad y prohibir el bien Una vez maacutes se
sostiene que en eacutestas la regla interpretativa que siempre debe tenerse presente es la
caritas de modo que cuando una frase admita una interpretacioacuten de doble sentido se
opte por aquella que resulte maacutes apta para la edificacioacuten del amor A la regla
universal de la caritas se adiciona una particular que consiste en saber que no todo lo
que prescribe la Biblia es de caraacutecter general sino que tambieacuten hay preceptos que van
dirigidos a un tipo especiacutefico de personas que deben buscar el sentido de aquello que
se les manda seguacuten su propia situacioacuten Retomando el tema de la necesidad de tener
en cuenta las condiciones particulares en las que se hallaban inmersos los
protagonistas de las historias narradas en el Antiguo Testamento se afirma que la
interpretacioacuten de ellas depende en gran medida del caraacutecter del lector Asiacute pues
mientras los concupiscentes juzgan que los antiguos varones teniacutean varias mujeres
por complacer sus instintos y no por otras razones el justo ve en estos pasajes
ejemplos de obediencia y humildad disposicioacuten fundamental para entender el sentido
de la Escritura
Antes de dar paso al tratamiento de la uacuteltima seccioacuten del libro tercero
compuesta en el 426 cuando la obra se retoma para ser culminada vale la pena
detenerse sobre el amplio uso que se hace de los exempla en la primera seccioacuten del
libro En primer lugar puede afirmarse que por la posicioacuten que ocupan en el libro
tercero su funcioacuten es fundamental respecto a la comprensioacuten y aplicacioacuten de las
reglas ofrecidas tanto en el libro segundo como en el final del tercero Si se tiene en
cuenta que seguacuten la definicioacuten claacutesica de Quintiliano el uso del ejemplo consiste en
―la mencioacuten de un hecho real o presuntamente real uacutetil para persuadir de aquello que
se pretende (Inst V116) no sorprende que Agustiacuten recurra a un gran nuacutemero de
exempla para persuadir acerca de la utilidad del uso de las reglas hermeneacuteuticas
127
necesarias para la comprensioacuten de la Escritura54 Fiel a la tradicioacuten latina Agustiacuten usa
los tres tipos de exempla en esta seccioacuten del De doctrina christiana a saber simile
dissimile y contrarium Los 3555 ejemplos usados tienen la funcioacuten tanto de esclarecer
los signos ambiguos a traveacutes de la comparacioacuten con un pasaje en el que estos sean
usados de manera clara como de sentildealar el correcto uso y aplicacioacuten de las reglas a
determinados pasajes de la Escritura En segundo lugar los ejemplos en general
cumplen la funcioacuten de ―proponer una ilustracioacuten que haga patente la argumentacioacuten
que se ha venido desarrollando a lo largo del texto (Garciacutea 2016 p 11) En la
utilizacioacuten de los ejemplos con este fin Agustiacuten sigue muy de cerca a Ambrosio el
cual habiacutea logrado deleitar al joven reacutetor gracias a la ―suavidad de sus sermones
(conf V1424) Acerca de las elecciones estiliacutesticas de Ambrosio debe anotarse que
para el obispo de Milaacuten ―si las ensentildeanzas se imponen a traveacutes de la fuerza
violentiora praecepta no tienen el mismo efecto que si se exponen con elegancia y en
modo tal que causen placer (Expl ps I10) razoacuten por la cual los tres fines de la
retoacuterica deben ir siempre unidos Una obra en la que encontramos la aplicacioacuten de
este principio es el De officiis que como ya se afirmoacute antes es fundamental para la
comprensioacuten de la recepcioacuten agustiniana de Ciceroacuten No sorprende entonces que
durante la composicioacuten del De doctrina christiana Agustiacuten tenga muy presente la
obra en la que su maestro en cuanto obispo se propone ensentildear a sus hijos
espirituales haciendo propios los exempla del Antiguo Testamento los praecepta que
el cristiano56 debe seguir en su vida Si bien es cierto que el De officiis de Ambrosio
54 Garciacutea (2016) llama la atencioacuten sobre la conexioacuten existente entre la exposicioacuten de contenidos y la ensentildeanza de la retoacuterica pues eacutesta ―maacutes que un aprendizaje de reglas es un aprendizaje por modelos mediante la experiencia extraiacuteda de los que son buenos oradores (p 26) Teniendo en cuenta el procedimiento agustiniano en los primeros tres libros del De doctrina christiana podriacutea decirse que esta misma afirmacioacuten vale para la hermeneacuteutica pues no puede entenderse como un simple compendio de reglas sino como la aplicacioacuten de las mismas en un contexto maacutes amplio 55 Se recurren a ejemplos tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento aunque se les da preeminencia a pasajes del Evangelio y en particular a las cartas de San Pablo a las que se alude en doce ocasiones 56 En la Epiacutestola 82 dirigida a Jeroacutenimo Agustiacuten se refiere a la obra en cuestioacuten de la siguiente manera ―quizaacute te cause extrantildeeza el nombre porque esa palabra oficio no es muy usada en los libros eclesiaacutesticos pero nuestro Ambrosio no halloacute inconveniente en su empleo pues puso el tiacutetulo de Oficios a algunos de sus libros llenos de preceptos provechoso (ep LXXXII21)
128
se presenta como un texto de moral no debe perderse de vista que en la exposicioacuten de
los deberes se recurre en cuanto al contenido a temas y exempla extraiacutedos de la
Escritura lo cual supone una interpretacioacuten de la misma que Agustiacuten sigue en
muchos aspectos Asiacute el De officiis ambrosiano consiste en un compendio de
ensentildeanzas morales que en cuanto ensentildeanzas son presentadas con suavidad y
decorus para alcanzar el fin que se proponen esto es persuadir al lector En el caso
de la correspondencia entre el tercer libro del De doctrina christiana y el De officiis
de Ambrosio pueden destacarse tres elementos (1) la relacioacuten entre retoacuterica y
hermeneacuteutica (2) la relacioacuten entre retoacuterica y eacutetica y (3) el recurso a modelos y figuras
de la retoacuterica claacutesica en particular a los exempla como instrumento en la
argumentacioacuten Este uacuteltimo punto determina la composicioacuten misma del De officiis en
el que sobre la base del homoacutenimo ciceroniano se lleva a cabo una siacutentesis de
motivos de la moral latina y los praecepta presentados en la Escritura a traveacutes de
exempla Asiacute Ambrosio opera con suma claridad pues para cada precepto propone
un ejemplo escrituriacutestico que tiene el fin de reforzar la idea presentada y ensentildear al
lector la manera en la que puede aplicarlo a la comprensioacuten no soacutelo de su propia
vida sino de la Escritura Para entender mejor el meacutetodo usado por Ambrosio vale la
pena detenerse en uno de los pasajes en los que se aborda una cuestioacuten central que
seraacute retomada por Agustiacuten en el libro tercero del De doctrina christiana el tema de la
justicia En el De officiis se afirma
Asiacute pues la gloria de la fortaleza no consiste soacutelo en las fuerzas del cuerpo y del brazo sino sobre todo en la virtud del espiacuteritu y la ley de la virtud no consiste en cometer la injusticia sino en rechazarla Quien pudiendo no rechaza la injusticia lejos de su compantildeero incurre en culpa tanto como el que la comete Tambieacuten el santo Moiseacutes comenzoacute con fortaleza a partir de aquiacute sus gestas beacutelicas Pues habiendo visto a un hebreo que sufriacutea la injusticia por parte de un egipcio lo defendioacute de tal manera que llegoacute a abatir al egipcio y a esconder su cuerpo en la arena (I36179)
El anterior pasaje consta de dos partes en la primera se enuncia el principio
expuesto por Ciceroacuten (off I2379) seguacuten el cual debe rechazarse la injusticia por ser
un vicio del alma en la segunda se muestra mediante un ejemplo que el virtuoso y
129
santo Moiseacutes rechazoacute la injusticia aun cuando la accioacuten de eacutesta no recayera sobre eacutel
mismo sino sobre alguien maacutes
Agustiacuten retoma el modelo propuesto por Ambrosio y en el tercer libro del De
doctrina christiana dedicado a las reglas necesarias para la interpretacioacuten de la
Escritura se sirve de eacuteste Asiacute puede verse que a cada regla hermeneacuteutica sigue un
ejemplo de su aplicacioacuten y uso lo cual tiene como objetivo ensentildear a todos aquellos
que quieran dedicarse al estudio de la Biblia la manera de proceder seguacuten los casos
interpretativos que puedan presentarse y que ya se enunciaron Para aclarar esto vale
la pena tomar en consideracioacuten dos casos a saber la regla concerniente a la
destruccioacuten de la cupiditas y aquella relacionada con el uso de la figura retoacuterica de la
semejanza en las locuciones figuradas La primera se enuncia de la siguiente manera
Todo lo que en las Santas Escrituras se lee de aacutespero y cruel en hechos y dichos atribuyeacutendolo a Dios o a los santos sirve para destruir el imperio de la concupiscencia o codicia Cuando esto es claro y patente no se ha de aplicar a otra cosa como si se hubiera dicho figuradamente Asiacute es aquello que dijo el Apoacutestol Atesoras ira para el diacutea de la venganza y de la manifestacioacuten del justo juicio de Dios el cual daraacute a cada uno seguacuten sus obras A los que perseveraron en el bien obrar buscando la gloria el honor y la inmortalidad se les daraacute la vida eterna a quienes son contenciosos y desconfiacutean de la verdad y creen a la iniquidad se les otorgaraacute la ira y la indignacioacuten La tribulacioacuten y la angustia seraacuten para toda alma del hombre que obra el mal ante todo para el judiacuteo y el griego Todo esto lo dice el Apoacutestol de aquellos que pereceraacuten con la misma concupiscencia porque no quisieron vencerla (Docchr III 1117)
En cuanto a la explicacioacuten del uso de la locucioacuten figurada Agustiacuten recurre a
un ejemplo para advertir al inteacuterprete que no debe perder de vista que la figura
retoacuterica de la semejanza no siempre se usa de la misma manera pues una misma
palabra puede usarse para significar cosas distintas o incluso opuestas El ejemplo en
cuestioacuten muestra el error de juzgar que la significacioacuten de una semejanza similia es
siempre la misma
Asiacute pues el Sentildeor usoacute la comparacioacuten de la levadura por viacutea de reproche al decir guardaos de la levadura de los fariseos y por alabanza cuando dijo semejante es el reino de los cielos a una mujer que esconde la levadura en tres medidas de harina hasta que fermentoacute toda la masa (Docchr III2535)
130
En consonancia con esta misma regla se afirma que nada impide que un pasaje
sea entendido de diversas maneras siempre y cuando como ya se habiacutea afirmado no
se vaya en contra de la regula fidei
En los dos pasajes examinados puede verse que Agustiacuten se apropia del modelo
ambrosiano que a su vez constituye una siacutentesis entre las herramientas y contenidos
de la cultura claacutesica en particular ciceroniana y la verdad revelada presente en la
Escritura El libro tercero del De doctrina christiana debe entenderse como un
momento crucial en el proyecto agustiniano heredero de Ambrosio en varios
aspectos pues eacuteste surge del diaacutelogo incesante de Agustiacuten con sus maestros tanto
claacutesicos como cristianos y la Escritura En este diaacutelogo en esa buacutesqueda continua que
determina la concepcioacuten agustiniana de la filosofiacutea Ticonio se presenta como un
interlocutor que ocuparaacute un lugar fundamental en el pensamiento de Agustiacuten y en la
estructura del De doctrina christiana pues en el momento en el que la obra se
retoma treinta antildeos despueacutes de la composicioacuten de la primera parte el tema elegido
para concluir el libro tercero seraacute justamente la enunciacioacuten de las reglas
interpretativas propuestas por Ticonio en su Liber regularum Sin embargo debe
llamarse la atencioacuten sobre un hecho que ha gozado de muy poca consideracioacuten entre
los comentaristas se trata de la cuestioacuten de los tropos tema con el cual se retoma la
composicioacuten de la obra Como se veraacute en seguida parece que la mayoriacutea de
estudiosos asume que la redaccioacuten del 426 se inicia con la enunciacioacuten de las reglas
de Ticonio lo cual les permite centrarse en esta cuestioacuten para ofrecer las distintas
hipoacutetesis acerca de la interrupcioacuten Empero entre el ejemplo con el que se cierra el
tema de las locuciones figuradas (Docchr III2535) y la enunciacioacuten de las reglas
(Docchr III3042) Agustiacuten retoma el tema de las expresiones que pueden tener dos
o maacutes sentidos haciendo uso de ejemplos como en las secciones anteriores (Docchr
III2536-37) lleva a cabo una justificacioacuten de la tarea interpretativa (Docchr
III2738)57 y por uacuteltimo trata acerca de los tropos presentes en la Escritura y de la
57 Vale la pena traer completo el pasaje en el que se lleva a cabo la justificacioacuten de esta tarea ―Cuando de las mismas palabras de la Escritura se deducen no uno sino dos o maacutes sentidos aunque no se descubra cuaacutel fue el del escritor no hay peligro en adoptar cualesquiera de ellos si puede mostrarse por otros lugares de las Santas Escrituras que todos convienen con la verdad Sin embargo el que
131
utilidad de los mismos para la hermeneacuteutica (Docchr III2939) iquestCoacutemo debe
entenderse esta seccioacuten intermedia iquestCuaacutel es su relacioacuten con la enunciacioacuten de las
reglas de Ticonio Para responder a estos interrogantes es necesario detenerse en las
diferentes propuestas concernientes a la interrupcioacuten y en la presentacioacuten de las
reglas
24 Agustiacuten y Ticonio la pausa en la composicioacuten del De doctrina christiana y la recepcioacuten del Liber regularum
Como ya se afirmoacute en la introduccioacuten al presente capiacutetulo la peculiaridad de
la composicioacuten del De doctrina christiana ha suscitado no pocas cuestiones a los
estudiosos del pensamiento de Agustiacuten Un amplio sector de la criacutetica habla en
teacuterminos de interrupcioacuten queriendo enfatizar en una ruptura causada por cuestiones
doctrinales (Lettieri 2001) hermeneacuteuticas (Kannengiesser 1996) o circunstanciales
(Simonetti 1994 Pincherle 1974) La primera postura a la que ya se hizo alusioacuten
estaacute relacionada con la propuesta de Lettieri seguacuten la cual existe una escisioacuten entre
las dos partes del De doctrina christiana debido a la crisis que el descubrimiento de
la doctrina de la gracia causoacute en el pensamiento de Agustiacuten Si bien la amplitud y
profundidad de la obra de Lettieri requiere un estudio que desborda las intenciones de
este capiacutetulo es importante tener presente que el desacuerdo con su propuesta estaacute
anclado en una eleccioacuten interpretativa que sigue a Madec y a Harrison seguacuten la cual
el pensamiento de Agustiacuten debe entenderse de manera unitaria y coherente Las
razones de la interrupcioacuten aducidas por el estudioso italiano estaacuten ancladas en una
concepcioacuten en la que no existe espacio alguno para una interpretacioacuten unitaria ni del
investiga la palabra divina ponga todo su empentildeo en llegar a lo que quiso decir el autor por quien el Espiacuteritu Santo compuso aquella Escritura ya lo consiga o ya obtenga otro sentido de aquellas palabras que no se oponga a la pureza de la fe teniendo un testimonio de cualquier otro lugar de la divina Escritura Porque tal vez el autor en aquellas palabras que pretendemos esclarecer vio el mismo sentido que nosotros les damos por lo menos es cierto que el Espiacuteritu Santo que las compuso por medio de eacutel previoacute sin lugar a duda eacutesta que habiacutea de ocurriacutersele al lector o al oyente es maacutes puesto que se halla fundada en la verdad proveyoacute para que se le ocurriera iquestPues queacute cosa pudo Dios proveer con maacutes abundancia y liberalidad en las divinas letras que el hacer que unas mismas palabras se entiendan de modos distintos los cuales son confirmados por otras no menos divinas palabras contestes de la Escritura (Docchr III2738)
132
De doctrina christiana ni del proyecto filosoacutefico agustiniano pues considera Lettieri
que el primer Agustiacuten esto es el Agustiacuten de la caritas de la libertas y de la
ontoteologiacutea platoacutenica se contrapone de manera radical e irreconciliable al otro
Agustiacuten el Agustiacuten de la veritas de la revelatio y del Evangelio Asiacute seguacuten este
autor ―el irrumpir de la desconfianza en relacioacuten con el autoacutenomo poder anagoacutegico
de la doctrina christiana coincide con el traacutensito de una teologiacutea de la suasio a una
teologiacutea de la persuasio o de la confessio (Lettieri 2001 p 98) irrupcioacuten que
hallaraacute su concrecioacuten en las Confessiones y en el libro IV del De doctrina christiana
Por otra parte Kannengiesser aunque tambieacuten pone el acento en la
interrupcioacuten como ruptura aduce razones muy distintas a las de Lettieri pues se
centra en la dificultad que seguacuten eacutel comportoacute para Agustiacuten el estudio y la aplicacioacuten
de las reglas de Ticonio Para apoyar esta idea recurre a la carta en la Agustiacuten le pide
con insistencia a Aurelio que se pronuncie acerca del libro del donatista
Te rogamos por quien te dio tales dones y por ti con esa bendicioacuten los derrama sobre el pueblo a cuyo servicio vives que ordenes enviarnos escritos y corregidos todos los sermones de los presbiacuteteros que gustares No hemos olvidado lo que mandaste y todaviacutea esperamos conocer tu opinioacuten acerca de las siete reglas o claves de Ticonio como te lo hemos escrito repetidamente (ep XLI)
Seguacuten Kannengiesser (1995) la oracioacuten ―no hemos olvidado lo que
mandaste estaacute conectada al resto de la frase razoacuten por la cual debe asumirse que
Aurelio entregoacute a Agustiacuten el libro de Ticonio para que lo ayudara en la lectura del
mismo (p 9) Sin embargo esto no significa que Agustiacuten haya interrumpido la
redaccioacuten del De doctrina christiana por no recibir la opinioacuten de Aurelio acerca del
libro que al parecer este uacuteltimo le habiacutea entregado El comentarista sostiene que la
interrupcioacuten obedecioacute a razones hermeneacuteuticas pues
cuando Agustiacuten quiso explicar algunas de las expresiones figuradas en el capiacutetulo 25 del libro tercero ya no estaba satisfecho con sus propias distinciones La necesidad de comprometerse en una discusioacuten directa con las categoriacuteas de Ticonio que se centra precisamente en las locuciones figuradas se volvioacute imperativa pero auacuten no estaba preparado para eso (Kannengiesser 1995 p 8)
133
Seguacuten esto Agustiacuten no esperaba la aprobacioacuten de Aurelio para incluir los
aportes del donatista en su obra sino una opinioacuten que complementara su comprensioacuten
de los mismos pues la postura de Ticonio seguacuten la cual las reglas por eacutel ofrecidas
deben entenderse como principios intriacutensecos a la Escritura58 suscitaba no pocas
perplejidades para el proyecto trazado iquestPuede entonces afirmarse que la dificultad
de la comprensioacuten del caraacutecter de las reglas llevoacute a Agustiacuten a interrumpir la
composicioacuten de la obra Algunos estudiosos consideran que siacute afirmando que
durante los antildeos de la interrupcioacuten Agustiacuten no abandonoacute el libro de Ticonio y que al
no lograr conciliar su objetivo con la propuesta del donatista optoacute por ofrecer una
interpretacioacuten de las reglas que llevariacutea a una incomprensioacuten histoacuterica de las mismas
(Kannengiesser 1995 p 10 Ayaacuten Calvo 2009 p 35 ss)59 En este punto vale le
pena detenerse en la presentacioacuten que hace Agustiacuten antes de exponer las reglas con
las que cierra el libro tercero del De doctrina christiana
un tal Ticonio que escribioacute de manera irrefutable contra los donatistas a pesar de ser eacutel mismo donatista compuso un libro al que llamoacute De las reglas porque en eacutel expuso siete reglas con las cuales a manera de llaves se pueden abrir los misterios de las Escrituras divinas (III3042)
En contra de la lectura agustiniana Ayaacuten Calvo (2009) sostiene respecto de
las reglas que ―Ticonio afirma expliacutecitamente que pueden provocar confusioacuten o
incluso que son un obstaacuteculo para la comprensioacuten y que son un modo divino de
proceder para hacer la verdad maacutes grata o atractiva a quienes la buscan (p 37)60 En
58 Tanto Bright (1988) como Kannengiesser (1995) afirman que para Ticonio las reglas no deben entenderse como herramientas creadas por eacutel para facilitar la comprensioacuten de la Biblia se tratan en cambio de ―principios literarios que gobiernan la formacioacuten del texto de la Escritura (Bright 1988 p 186) y que en cuanto tales dependen del Espiacuteritu Santo Siguiendo la terminologiacutea ticoniana Ayaacuten Calvo las define como ―algo con lo que el Espiacuteritu selloacute la Ley son sellos del Espiacuteritu mediante los cuales protege el camino de la luz (Ayaacuten Calvo 2009 p 37) 59 Pollmann (1996) se opone tanto a Kannengiesser como a Bright afirmando que ―no se puede sostener que la recepcioacuten agustiniana de Ticonio pueda entenderse como una malinterpretacioacuten (p 215) pues se trata de una apropiacioacuten y de una interpretacioacuten que cumple un objetivo muy claro en la obra de Agustiacuten (Pollmann 1996 p 215) 60 En la regla VI concerniente a la recapitulacioacuten Ticonio afirma ―entre las reglas con las que el Espiacuteritu selloacute la Ley para que fuese custodiado el camino de la luz el sello de la recapitulacioacuten custodia algo con tal sutilidad que maacutes que recapitulacioacuten parece una continuacioacuten de la narracioacuten (VI1)
134
consonancia con esta postura Ayres (1995) considera que el caraacutecter miacutestico de las
reglas de Ticonio consiste en que eacutestas actuacutean para esconder la verdad a aquellos que
no creen y que soacutelo revelan el verdadero mensaje del texto a quienes son inspirados
por Dios
se supone que las reglas son una parte inherente al texto un conocimiento secreto siempre presente que se revela al verdadero exegeta La interpretacioacuten es el resultado de la inspiracioacuten de la gracia y en casos discutibles Ticonio insiste en que las reglas estaacuten todaviacutea presentes pero que se necesita una inspiracioacuten adicional para comprenderlas exactamente (p 17)
En este punto vale la pena tener presente el estudio de Camastra (1996) en el
que se afirma que el Liber regularum debe entenderse como una obra en la que se
presentan algunos principios eclesioloacutegicos que pueden ayudar en la comprensioacuten de
la Escritura razoacuten por la cual no se puede escindir la hermeneacuteutica ticoniana de su
eclesiologiacutea (p 262) En lo que concierne al mysterium se afirma que ―el Espiacuteritu
santo quiso velar el verdadero sentido de las Escrituras escondiendo por ejemplo el
geacutenero en la especie (Camastra 1996 p 266)
Teniendo en cuenta lo afirmado hasta el momento podriacutea considerarse que el
estudio de Ticonio y la impresioacuten que su obra causoacute en Agustiacuten fueron causas
suficientes para la suspensioacuten temporal del De doctrina christiana Esta tesis parece
maacutes fuerte que aquella seguacuten la cual Agustiacuten interrumpioacute la obra al no recibir la
opinioacuten que en reiteradas ocasiones habiacutea pedido a Aurelio Seguacuten Simonetti (1994)
no puede imaginarse que Aurelio haya olvidado dar respuesta a la peticioacuten de Agustiacuten sin una motivacioacuten o buena razoacuten en cambio se puede sostener la hipoacutetesis seguacuten la cual Aurelio no queriacutea dar un juicio negativo de una obra que consideraba valiosa y que sabiacutea que Agustiacuten teniacutea en alta estima pero tampoco queriacutea aprobar su uso por pertenecer a un donatista (p 12)
Aunque puede afirmarse con seguridad que la opinioacuten de Aurelio primado de
Aacutefrica era fundamental para Agustiacuten esta hipoacutetesis pierde su fuerza cuando se tiene
en cuenta que Agustiacuten emprende la defensa de Ticonio en el Contra epistulam
Parmeniani escrita en el antildeo 400 esto es en plena controversia antidonatista y soacutelo
tres antildeos despueacutes del abandono de la composicioacuten del De doctrina christiana
135
Si bien es muy difiacutecil ofrecer una solucioacuten concluyente respecto a esta
cuestioacuten para ello debe tenerse en cuenta la manera en la que Agustiacuten introduce la
exposicioacuten de las reglas y la interpretacioacuten que hace de las mismas Las palabras
usadas para introducir el tema justifican el recurso a las reglas seguacuten el plan original
de la obra que nunca se abandona ni modifica haciendo eacutenfasis en su utilidad Sin
embargo se adopta tambieacuten una posicioacuten criacutetica no soacutelo frente al contenido de las
reglas sino tambieacuten frente a la actitud del donatista respecto de la eficacia de su obra
pues para Agustiacuten Ticonio atribuye maacutes importancia a sus reglas de la que en
realidad tienen Por otra parte Agustiacuten llama la atencioacuten sobre el hecho de que
Ticonio se equivocoacute en muchas de sus afirmaciones ―no soacutelo porque como hombre
erroacute en ciertas cosas sino principalmente porque habloacute de otras como hereje
donatista (Docchr III3043) razoacuten por la cual es necesario acercarse a sus
afirmaciones con cierta cautela La actitud del obispo que interrumpe la redaccioacuten de
las Retractationes para culminar el propoacutesito que se habiacutea trazado treinta antildeos atraacutes
muestra que su juicio sobre Ticonio no ha cambiado con el paso de los antildeos Fiel a su
modo de proceder Agustiacuten toma de Ticonio aquello que considera uacutetil apropiaacutendose
de su propuesta y reinterpretaacutendola a la luz de las necesidades de la obra por ello no
utiliza los mismos ejemplos ofrecidos por el donatista para ilustrar cada una de las
reglas o se centra soacutelo en uno de ellos con el fin de reforzar su propia interpretacioacuten
de las mismas
Teniendo en cuenta lo dicho hasta el momento es pertinente pasar a tratar la
exposicioacuten y apropiacioacuten que hace Agustiacuten de las siete reglas de Ticonio La primera
regla se denomina del Sentildeor y su cuerpo y en ella se destaca la importancia de
distinguir cuaacutendo un texto hace referencia a Cristo en siacute mismo y cuaacutendo se refiere a
Cristo como conjunto de los que creen en Eacutel es decir como Iglesia Del amplio
nuacutemero de ejemplos ofrecidos por Ticonio para exponer esta regla Agustiacuten escoge el
siguiente ―no en vano se dijo a los fieles sois descendencia de Abraham siendo una
sola la descendencia de Abraham es decir Cristo (Docchr III3144) Vale la pena
anotar que la exeacutegesis universalista de este pasaje paulino (Gal 316) seguacuten la cual la
136
promesa fue hecha a Cristo pero se cumple en los que son uno con Eacutel es recurrente
en la controversia donatista que ocupoacute a Agustiacuten durante dos deacutecadas61
El nombre de la segunda regla ―del doble cuerpo del Sentildeor es objeto de
criacutetica por parte de Agustiacuten La intencioacuten de esta norma es la de llamar la atencioacuten al
lector sobre el hecho de que en las Escrituras no siempre resulta claro a quieacuten se estaacute
haciendo referencia si a aquella parte de la Iglesia compuesta por herejes o a los que
siguen la fe verdadera Puesto que para Agustiacuten las herejiacuteas no pueden considerarse
como el verdadero cuerpo de Cristo afirma que el nombre de esta regla deberiacutea ser
―del cuerpo del Sentildeor verdadero y mezclado o del verdadero y fingido (Docchr
III3245) Agustiacuten usa esta regla para oponerse a los correligionarios de Ticonio los
cuales consideraban que la Iglesia debiacutea ser una pura e inmaculada A la base de la
criacutetica ticoniana estaacute la concepcioacuten de que la Iglesia se halla conformada por justos y
pecadores hasta el momento del Juicio Final El ejemplo utilizado tanto por Ticonio
como por Agustiacuten es el pasaje del Cantar de los cantares ―soy morena y hermosa
como las tiendas de Cedar como los tapices de Salomoacuten (Cant I5) el cual se
interpreta seguacuten la sincroniacutea de los atributos Asiacute la Iglesia es a la vez morena y
hermosa y no puede afirmarse que se trate de dos momentos distintos El fundamento
evangeacutelico de esta concepcioacuten se encuentra en la afirmacioacuten el trigo y la cizantildea
deben crecer juntos hasta que llegue el momento de su uacutenica y definitiva separacioacuten
(Mt 330)
La tercera regla se presenta de la siguiente manera
trata de ―las promesas y la ley la que puede llamarse de otra manera ―del espiacuteritu y de la letra conforme la denomineacute yo en el libro que escribiacute sobre esta materia Puede asimismo llamarse ―de la gracia y del mandamiento Esta me parece cuestioacuten
61 En el Contra epistulam Parmeniani leemos ―Para que no piensen los donatistas que este oraacuteculo fue dicho soacutelo a los judiacuteos expliacutequenos el Apoacutestol cuaacutel es el sentido del teacutermino descendencia de Abraham por la cual seriacutean benditos todos los pueblos A Abraham -dice- le han sido hechas promesas asiacute como a su descendencia No dice descendencias como si fueran varias sino en tu descendencia en singular refirieacutendose a una sola Esta descendencia es Cristo Porque es en Cristo donde estaacute prometido con aplastante autoridad y demostrado con la realidad maacutes palmaria que todas las razas alcanzariacutean la bendicioacuten de Dios iexclY todaviacutea lo niegan quienes desean llamarse cristianos (I22) Veacutease Epistula ad catholicos de secta donatistarum (611ndash2470) y Contra Cresconium (II3645)
137
maacutes importante que la regla que deba emplearse para resolver cuestiones Los pelagianos por no haber entendido esta cuestioacuten o doctrina inventaron su herejiacutea o la acrecentaron Ticonio trabajoacute muy bien por aclararla pero de modo incompleto porque tratando de la fe y de las obras nos dijo que las obras se dan por Dios debido al meacuterito de la fe pero la misma fe es de tal modo nuestra que no la recibimos de Dios (Docchr III3346)
Puede verse que esta regla se usa como punto de partida para acometer contra
las herejiacuteas tanto pelagiana como donatista Los pelagianos consideraban que era
posible librarse del pecado y por lo tanto merecer en virtud de los buenos actos la
unioacuten con Dios y su contemplacioacuten Por su parte los donatistas aunque no
compartiacutean la posicioacuten pelagiana consideraban que las obras del hombre se dan por
Dios gracias a le fe pero que esta uacuteltima le pertenece al hombre y no depende de la
gracia divina Para tomar distancia de Ticonio en este punto Agustiacuten propone tres
ejemplos paulinos que no habiacutean sido tenidos en cuenta en la exposicioacuten de la tercera
regla en el Liber regularum
La cuarta regla de Ticonio reza asiacute se habla de la especie y el geacutenero ―seguacuten
los misterios de la sabiduriacutea celeste gracias al magisterio del Espiacuteritu Santo que al
establecer la fe como precio de la verdad habloacute misteriosamente pues escondioacute el
geacutenero en la especie62 (Lr IV1) Agustiacuten por su parte la resume de la siguiente
manera
la cuarta regla de Ticonio trata de laquola especie y el geacuteneroraquo La llama asiacute queriendo que se entienda por especie la parte y por geacutenero el todo del cual es parte la que denomina especie asiacute como cada ciudad es ciertamente parte del universo (Docchr III3447)
La utilidad de esta clave radica en que advierte al lector sobre el cuidado que
se debe tener cuando la Escritura pasa del geacutenero a la especie pero parece que
continuara refirieacutendose al primero En consonancia con el tono que se adoptoacute en la
62 En consonancia con lo afirmado en la introduccioacuten al Liber regularum en la exposicioacuten de la cuarta regla Ticonio reafirma la posicioacuten ―el Espiacuteritu santo es autor e inteacuterprete de la Escritura inspirador del texto y maestro que dicta los criterios hermeneacuteuticos para su comprensioacuten La docilidad hacia su magisterium permite la interpretacioacuten correcta seguacuten la intencioacuten de Aqueacutel que la inspiroacute (Camastra 1998 p 206)
138
exposicioacuten de la tercera regla Agustiacuten aplica la cuarta a diversos pasajes de la
Escritura teniendo como trasfondo su doctrina de la gracia
La quinta regla de Ticonio se denomina ―de los tiempos y tiene que ver con
la forma de entender el tiempo en el que se desarrollaron las acciones narradas en la
Escritura Esta regla puede aplicarse con la figura retoacuterica de la sineacutecdoque o con los
nuacutemeros legiacutetimos Recurrir al tropo de tomar la parte por el todo o el todo por la
parte es necesario cuando se presentan contradicciones temporales respecto de un
determinado hecho Asiacute por ejemplo los Evangelios parecen contradecirse cuando
uno afirma que la resurreccioacuten de Cristo se dio luego de seis diacuteas de su muerte63
mientras que otro afirma que tal acontecimiento tuvo lugar luego de ocho diacuteas Si se
recurre a la sineacutecdoque para explicar esta aparente contradiccioacuten se diraacute que aquel
evangelista que afirma que transcurrieron ocho diacuteas al contar como un diacutea entero la
parte del diacutea en que Cristo predijo dicho suceso y la parte del diacutea en el que se verificoacute
estaacute tomando la parte por el todo En lo que respecta a los nuacutemeros legiacutetimos esto es
a los que se reconocen con facilidad se afirma que muchas veces quieren significar
un tiempo indefinido ―de donde se infiere que no soacutelo se han de resolver con estos
nuacutemeros cuestiones de tiempo sino que sus significaciones tienen maacutes amplitud y se
ramifican en muchos sentidos (Docchr III3550)
La sexta regla se denomina ―recapitulacioacuten y resulta de suma utilidad para el
inteacuterprete en aquellos pasajes en los que se narran sucesos como si se hubieran dado
de manera lineal cuando en realidad se silencian hechos intermedios Para ilustrar el
uso que debe hacerse de esta norma Agustiacuten recurre al mismo ejemplo que utiliza
Ticonio en el Liber regularum
el diacutea que salioacute Lot de Sodoma llovioacute fuego del cielo y abrasoacute a todos conforme a esto seraacute el diacutea en que se manifestaraacute el Hijo del Hombre En aquella hora el que estuviere en el tejado y tuviere sus muebles en casa no baje a tomarlos el que se halle en el campo no vuelva atraacutes Acueacuterdese de la mujer de Lot (Lr 1729)
63 A propoacutesito de la cuestioacuten del tiempo transcurrido entre la muerte y la resurreccioacuten de Cristo Camastra (1998) anota que el detalle y el tipo de argumentacioacuten con el que Ticonio se dedica a la misma permiten suponer que se trataba de un objeto de debate en la iglesia donatista (p 219)
139
Seguacuten la regla de la recapitulacioacuten estas palabras deben entenderse como
como la descripcioacuten de dos momentos que no guardan entre siacute ninguna linealidad Asiacute
pues el precepto de no volver atraacutes la mirada no debe entenderse como un mandato
para el momento futuro de la manifestacioacuten del Hijo en el Juicio Final sino para el
presente El valor hermeneacuteutico de esta regla consiste en que ayuda a aclarar los
pasajes oscuros o contradictorios de la Escritura mediante el recurso al sentido literal
que en las pocas ocasiones en que puede ser usado debe preferirse al alegoacuterico
(Pollmann 1996 p 207)
La seacuteptima y uacuteltima regla de Ticonio permite al estudioso de las Escrituras
saber cuaacutendo se estaacute haciendo referencia al diablo o a su cuerpo que son los impiacuteos
razoacuten por la cual se llama ―del diablo y su cuerpo en este sentido corresponde por
viacutea negativa a la primera regla Pollman (1996) llama la atencioacuten sobre el hecho de
que Agustiacuten le dedica poco espacio a la exposicioacuten de esta regla (p 211) en
contraposicioacuten a Ticonio que se extiende en la presentacioacuten y ejemplificacioacuten de la
misma Esto se debe a que Agustiacuten la interpreta en el mismo sentido de la primera
por tanto no considera oportuno extenderse En cuanto a Ticonio en cambio
podemos afirmar con Camastra (1998) que la importancia otorgada a esta uacuteltima regla
estaacute relacionada con el profundo intereacutes eclesioloacutegico que anima las reflexiones
ticonianas (p 239)
En este punto y con la intencioacuten de ofrecer una solucioacuten a la cuestioacuten ya
planteada acerca de la relacioacuten entre la seccioacuten del libro tercero compuesta en el 426
concerniente a los tropos y la exposicioacuten de las reglas de Ticonio vale la pena
detenerse en la conclusioacuten presentada por Agustiacuten
todas estas reglas menos una la llamada laquode la ley y las promesasraquo sirven para que se entienda de una cosa otra distinta lo cual es propio de la expresioacuten troacutepica la que a mi ver se extiende maacutes de lo que puede encerrase una regla general Porque en cualquier parte donde se diga algo para que se entienda otra cosa distinta de lo dicho hay locucioacuten troacutepica aunque no aparezca el nombre de este tropo en el arte de hablar o la retoacuterica (Docchr III3756)
Teniendo en cuenta este pasaje puede afirmarse con Pollmann (1996) que el
argumento central del libro tercero del De doctrina christiana no es otro que el de los
140
signa ambigua Por ello Agustiacuten recurre a Ticonio por la utilidad de sus reglas para la
comprensioacuten de las expresiones troacutepicas (p 213) Esta es la razoacuten por la cual la
redaccioacuten de la parte conclusiva del libro tercero inicia justamente con la seccioacuten en
la que de manera teacutecnica como lo anota Hill (1996) Agustiacuten expone los diferentes
tropos presentes en la Escritura Fiel al estilo de composicioacuten usado a lo largo de la
obra Agustiacuten presenta las figuras retoacutericas y luego mediante los ejemplos
formulados por Ticonio ofrece una explicacioacuten que permita esclarecer su uso y
comprensioacuten En este orden de ideas podriacutea afirmarse que en contra de aquellos que
han sostenido que la interrupcioacuten de la obra tuvo que ver con la dificultad en la
interpretacioacuten del Liber regularum (Kannengiesser 1995 Bright 1995) o con la
vacilacioacuten para recurrir a Ticonio en plena controversia antidonatista (Simonetti
1994) Agustiacuten utiliza las reglas con una intencioacuten ilustrativa tomando cautelosa
distancia de los errores humanos y doctrinales de Ticonio sin perder de vista la
pertinencia de las mismas para la culminacioacuten de esta parte de su obra
En este punto vale la pena tener presente una epiacutestola redactada durante los
antildeos de la interrupcioacuten que nos permite acceder a una comprensioacuten maacutes clara de la
relacioacuten entre Agustiacuten y Ticonio en lo que concierne sobre todo a la utilidad de la
propuesta ticoniana para el proyecto hermeneacuteutico agustiniano En la carta enviada a
Restituto entre el antildeo 400 y el 411 leemos
El hermano Deogracias tan fiel a miacute como sabes me ha indicado los ardores que hablan de la piadosa llama existente en tu corazoacuten ardores de los que participa eacutel mismo Lee pues a Ticonio a quien bien conoces aunque no vas a dar tu aprobacioacuten a todo Bien sabes lo que se ha de evitar en dicho autor pero me parece que ha tratado y solucionado con valentiacutea ese problema iquestcoacutemo hemos de mantener en la Iglesia de Dios el viacutenculo de la unidad y tolerar los sucesos perversos o aun criminales que no podemos corregir o suprimir En los escritos de Ticonio hay que corregir su intencioacuten tambieacuten hay que recurrir a las divinas fuentes de las santas Escrituras para advertir cuaacuten pocos testimonios doctrinales o ejemplos histoacutericos ha anotado para resolver este problema y coacutemo nadie puede ponerlos todos si no quiere intercalar al su escrito casi todas las paacuteginas de los Libros santos (ep CCXLIX)
De las palabras dirigidas a Restituto podemos hacer tres consideraciones En
primer lugar no debe pasar desapercibido el tono de familiaridad con el que Agustiacuten
se refiere a Ticonio quem bene nosti lo cual indica que su obra gozaba de amplia
141
difusioacuten y era objeto de estudio por parte de toda la comunidad cristiana del norte de
Aacutefrica En segundo lugar debe resaltarse que Agustiacuten usa el mismo tono y un
lenguaje muy cercano al que utilizaraacute en el De doctrina christiana (III3042) para
referirse al proceder del inteacuterprete caute sane legendus est con respecto a la obra del
donatista pues se afirma que debe tomarse lo uacutetil y rechazarse aquello que se halla en
contradiccioacuten con la doctrina catoacutelica Por uacuteltimo noacutetese que en la referencia al
problema tratado por Ticonio el cual se encuentra justamente al centro de la
controversia entre donatistas y catoacutelicos64 se alude de forma indirecta a las dos
primeras reglas del Liber regularum que como se afirmoacute anteriormente deben
entenderse desde la perspectiva eclesioloacutegica ticoniana
Por uacuteltimo debe anotarse que la conclusioacuten de Agustiacuten a la presentacioacuten de
las reglas de Ticonio con la que se cierra el libro tercero brinda elementos para
pensar la relacioacuten existente entre retoacuterica y hermeneacuteutica lo cual puede entenderse
como una introduccioacuten al libro cuarto que se ocuparaacute ya no soacutelo de los praecepta
retoacutericos sino de la consuetudo linguae que como anota Pizzolato (1995) ―deriva del
aprendizaje del uso de los buenos autores y del ejercicio de la imitacioacuten (p 103)
64 El cisma donatista se originoacute en Cartago a principios del siglo IV a causa de la impugnacioacuten del obispado de Ceciliano por parte del primado de Numidia Este uacuteltimo no consideraba vaacutelida la eleccioacuten de Ceciliano pues alegaba que entre los obispos que lo habiacutean consagrado se encontraba un traditor esto es un cristiano que habiacutea entregado los libros sagrados durante las persecuciones imperiales Si bien Constantino se pronuncioacute a favor de Ceciliano en el 314 (ep XCIII1044) la herejiacutea donatista se reforzoacute y expandioacute a lo largo de todo el siglo IV razoacuten por la cual Agustiacuten tuvo que hacerle frente y defender su posicioacuten en una confrontacioacuten que habiacutea llegado a asumir tintes violentos Los primeros escritos antidonatistas se situacutean en el periodo presbiteral y los uacuteltimos son anteriores al 411 antildeo en el cual un edicto imperial condenoacute el donatismo de manera definitiva aunque como ya se vio haraacute algunas alusiones a la secta en el De doctrina christiana
142
3 CICEROacuteN EN EL LIBRO CUARTO DEL DE DOCTRINA CHRISTIANA
Seguacuten lo expresado en el proacutelogo el uacuteltimo libro se ocupa del modus proferendi esto
es del modo como debe exponerse lo que se ha entendido en la Escritura lo cual no
significa que la obra se considere como un manual de retoacuterica en el que se brindan las
reglas concernientes a la expositio A propoacutesito de esto Agustiacuten afirma
lo primero que prevengo en este proacutelogo a mis lectores a los que quizaacutes piensen que he de darles los preceptos retoacutericos que aprendiacute y ensentildeeacute en las escuelas del siglo es que no esperen de miacute tal cosa no porque no tengan alguna utilidad sino porque si la tienen deben aprenderse aparte (Docchr IV12)
La cercaniacutea de la advertencia agustiniana con la admonicioacuten ciceroniana en la
introduccioacuten al De oratore no puede pasar desapercibida ―no expondreacute aquiacute una serie
de preceptos partiendo de las nociones escolaacutesticas aprendidas en mi lejana juventud
sino aquellos principios que pude recibir de algunos de nuestros maacutes elocuentes
ciudadanos (I23)
Acerca de la utilidad de la retoacuterica y en consonancia con la divisioacuten
establecida en el libro primero entre uti y frui se establece que la retoacuterica debe ser
usada con vistas a un fin mayor la defensa de la verdad En este punto se retoma la
consideracioacuten del libro segundo (Docchr II3655) seguacuten la cual la retoacuterica no
pertenece al grupo de cosas instituidas por los hombres sino por Dios por cuanto ella
es buena y verdadera en siacute misma aunque pueda ser usada para fines inicuos seguacuten el
caraacutecter de quien la emplee Asiacute pues Agustiacuten se pregunta acerca de la retoacuterica ya
que si ella sirve ―[hellip] en gran manera para persuadir las cosas buenas o las malas
(Docchr IV23) luego ―iquestpor queacute los buenos no se dedican a conseguirla para que
144
sirva a la virtud cuando los malos la emplean en uso de la iniquidad y del error para
defender vanas y perversas causas (Docchr IV23)
La concepcioacuten de retoacuterica en la que se apoyan las afirmaciones iniciales del
libro cuarto del De doctrina christiana estaacute anclada en la tesis latina presente tanto
en Ciceroacuten como en Quintiliano que considera a la retoacuterica como un saber unitario
puesto que su objeto no puede ser otro que la verdad En el De oratore se sostiene
que ―existe aquella famosa verdad afirmada por Platoacuten y que tuacute Catulo ciertamente
conoces seguacuten la cual todo el conocimiento teoacuterico de las artes humanas y liberales
se mantiene unida por una especie de viacutenculo comuacuten (de Orat III621) De lo
anterior resulta que ―la elocuencia es una sola independientemente del campo y el
aacutembito de la discusioacuten a la cual se dedique (de Orat III623) En la misma liacutenea que
Ciceroacuten y apoyaacutendose en eacutel Quintiliano afirma en su Institutio oratoria ―nuestro
propoacutesito no es el de definir al orador del pasado o del presente sino el de crear la
imagen de la perfeccioacuten absoluta y constante (I105) En este punto puede
sostenerse con Fabrizi (1995) que para Agustiacuten en virtud de la relacioacuten del Verbo
divino con el acto comunicativo humano la eloquentia esto es la expresioacuten humana
se halla necesariamente dispuesta hacia la Verdad (p 154) y en este sentido como lo
afirma Ciceroacuten no puede separarse de la filosofiacutea (de Orat III1972 III35142)
Una vez establecida la utilidad de la retoacuterica para el orador cristiano Agustiacuten
ofrece algunas recomendaciones concernientes al estudio de la misma En primer
lugar se menciona que la elocuencia debe ser estudiada en la juventud pues si eacutesta
no se aprende en el tiempo conveniente en la madurez resulta muy difiacutecil de asimilar
Esta idea se encuentra expresada ya en el De oratore de la siguiente manera ―en tu
discurso Craso me llamoacute particularmente tu afirmacioacuten seguacuten la cual aqueacutel que no
aprende algo raacutepidamente no podraacute aprenderlo nunca de manera suficiente (III146)
Sin embargo se anota que el aprendizaje de la retoacuterica se da no soacutelo por medio del
estudio de sus reglas sino que tambieacuten se adquiere habilidad en ella leyendo y
escuchando a aquellos que escriben y hablan con elocuencia Esta tesis que
determina la composicioacuten del libro cuarto y se halla en clara consonancia con lo que
se sostiene al inicio del mismo tambieacuten encuentra un antecedente en Ciceroacuten pues
145
como ya se afirmoacute el orador romano sostiene que las reglas constituyen un primer
momento de formacioacuten que se perfecciona en el estudio de los exempla tomados de
los oradores maacutes ilustres (de Orat I23) En este mismo orden de ideas en el libro
tercero de la misma obra ante la insistencia de los interlocutores de Craso por recibir
un compendio y explicacioacuten de las reglas que sirven para embellecer el discurso
Craso responderaacute ―me preguntas acerca de cosas de sobra sabidas por todos de
hecho no desconocidas por ti Sulpicio pues iquestquieacuten no ha impartido lecciones no ha
establecido reglas y no ha dejado escritos concernientes a esto (III37148)
La actitud de Ciceroacuten estaacute relacionada con una concepcioacuten naturalista de la
retoacuterica seguacuten la cual el estudio sistemaacutetico de sus reglas no garantiza que un orador
sea elocuente Por la pertinencia del pasaje para la recepcioacuten agustiniana de la
relacioacuten entre retoacuterica y elocuencia vale la pena considerar uno de los pasajes del De
oratore en los que se aborda esta cuestioacuten
he llegado a la conclusioacuten de que todos estos preceptos no deben su validez a que los oradores que los han seguido han alcanzado la fama por su elocuencia sino sobre todo al hecho de que aquellos estudiaron y extrajeron los principios a partir de lo que los oradores haciacutean espontaacuteneamente sua sponte Asiacute pues la elocuencia no deriva de la retoacuterica sino que la retoacuterica deriva de la elocuencia (I146)
Agustiacuten a su vez se refiere a este argumento en los siguientes teacuterminos
Pues tambieacuten de los mismos que los aprendieron y que hablan copiosa y elegantemente no todos cuando hablan pueden pensar en los preceptos para hablar conforme a ellos a no ser que traten de los mismos auacuten maacutes creo que apenas habraacute alguno de ellos que al mismo tiempo sea capaz de hablar bien y de pensar mientras habla en aquellos preceptos que es menester observar para hablar bien Se ha de pensar evitar que escapen de la memoria las cosas que han de decirse por atender a decirlas con arte Sin embargo en los discursos y charlas de los oradores se hallan empleadas las reglas de la elocuencia de las cuales ni se acordaron para hablar ni cuando hablaban ya las hubieran aprendido ya ni siquiera las hubieran saludado Puesto que las observan porque son elocuentes no es que las empleen para serlo (Docchr IV34)
iquestCoacutemo entiende Agustiacuten la relacioacuten entre rhetorica y eloquentia A propoacutesito
de esta pregunta Fabrizi (1995) anota que no debe perderse de vista la distincioacuten
entre rhetorica y eloquentia aunque dicha distincioacuten no tiene un caraacutecter excluyente
sino que se trata de momentos distintos del proceso comunicativo en el que la
146
elocuencia tendriacutea un caraacutecter maacutes originario (p 154) El uso del teacutermino en el libro
cuarto del De doctrina christiana y la apropiacioacuten del pasaje ciceroniano
anteriormente citado muestran que el aacutembito de la retoacuterica es el de los praecepta que
es maacutes especiacutefico y restringido que el de la elocuencia en efecto la retoacuterica tiene una
clara funcioacuten pedagoacutegica y se aplica a los joacutevenes en formacioacuten representando asiacute un
momento en la instruccioacuten doctrina Pero entonces iquestcoacutemo entender la eloquentia
La respuesta a este interrogante se daraacute a lo largo del libro cuarto y se encuentra
estrechamente relacionada no soacutelo con la propuesta hermeneacuteutica presentada en los
primeros libros sino con la concepcioacuten maacutes comprehensiva que Agustiacuten tiene de la
filosofiacutea presente ya desde los diaacutelogos de Casiciaco y tambieacuten como se abordaraacute
maacutes adelante con la doctrina de la gracia y su relacioacuten con la retoacuterica ciceroniana
Volviendo al tema de la retoacuterica seguacuten como se presenta en esta seccioacuten vale
la pena detenerse en las consideraciones de Agustiacuten acerca de su utilidad para el
orador cristiano En un tono muy cercano al usado en el De catechizandis rudibus65
se ofrecen algunos preceptos que el expositor de las Escrituras debe tener en cuenta
En primer lugar se afirma que se debe ensentildear docere lo bueno y desensentildear
dedocere lo malo teniendo en cuenta la fe y la verdad en segundo lugar se sentildeala
que mediante el discurso el orador debe ―apaciguar los contrarios alentar a los tibios
y enunciar a los ignorantes de queacute se trata y queacute deben esperar (Docchr IV46)
Una vez el orador haya dominado el aacutenimo pathos de su auditorio debe proceder en
caso de que ese sea el fin que persigue a ensentildear docere aquello que se ha propuesto
por medio de la narracioacuten y mencioacuten de pruebas y exempla Si lo que busca no es
ensentildear sino persuadir movere entonces debe apelar a elementos como ―los ruegos
las suacuteplicas las reprensiones y las amenazas y todos los demaacutes recursos que sirven
para conmover los aacutenimos (Docchr IV46)
El esquema asiacute presentado consiste en la apropiacioacuten agustiniana de los officia
oratoris presentados por Ciceroacuten66 en sus obras retoacutericas maacutes relevantes a saber el
65 En relacioacuten con el caraacutecter originalidad estructura y propoacutesito de esta obra veacutease (Harmless 1995) 66 El esquema ciceroniano retoma a su vez la cuestioacuten de las tres modalidades de prueba ndashloacutegica eacutetica y pateacuteticandash asiacute como el tema de los fines de las tres clases de oratoria presentados por Aristoacuteteles en la Retoacuterica ―El fin para cada uno de estos geacuteneros es distinto y como son tres tres son los fines para el
147
De oratore el Brutus y el Orator La primera definicioacuten encontrada en el De oratore
es la siguiente ―el arte de hablar se asienta en estos tres medios de persuasioacuten
demostrar la veracidad de la propia tesis obtener el favor del auditorio y provocar
las emociones necesarias seguacuten la causa (II115) Unas liacuteneas maacutes adelante los
officia oratoris se precisan asiacute ―No me rehusareacute a tratar con cuidado y suficiencia la
primera parte esto es aquella relacionada con lo necesario para alcanzar los tres
uacutenicos objetivos que pueden convencer persuadir ensentildear y deleitar (II121) La
definicioacuten ofrecida en el Brutus es de fundamental importancia pues como sentildeala
Kursawe (2000) en ella se utiliza la terna docere delectare y movere tal y como la
encontramos en el De doctrina christiana ―tres son a mi juicio los efectos que se
pueden conseguir a traveacutes de la palabra a saber ensentildear doceatur a los oyentes
deleitarlos delectur y conmoverlos moveatur profundamente (p 185) Finalmente
debe considerarse la definicioacuten del Orator uacuteltimo de los textos ciceronianos
relacionados con la retoacuterica compuesto en el 46 a C en el que no soacutelo se presentan
los officia oratoris sino que se ponen en relacioacuten con los estilos del discurso67
Seraacute entonces un perfecto orador ndashy eso es lo que buscamos en la liacutenea de Antoniondash aquel que sabraacute tanto en los discursos del foro como en los tribunales probar deleitar y persuadir El probar se requiere por necesidad el deleitar por placer y el persuadir por el eacutexito esto es la maacutes importante para ganar una causa (69)
Es elocuente el que puede expresar con sencillez los asuntos humildes con majestuosidad los superiores y en estilo templado los medianos (101)
No pocos estudiosos han llamado la atencioacuten sobre la importancia de estos
pasajes en la recepcioacuten agustiniana de la retoacuterica claacutesica su apropiacioacuten y
reinterpretacioacuten cristiana A propoacutesito de la lectura de (Orat 69101) Testard (1969)
afirma que sobre ambos pasajes se construye la totalidad de la reflexioacuten agustiniana
orador deliberativo lo uacutetil y dantildeoso pues el que persuade aconseja en cuanto le parece mejor y el que disuade disuade en cuanto le parece peor y todo lo demaacutes lo antildeaden sobre esto como accesorio lo justo o injusto hermoso o feo Para los que abogan en justicia lo justo y lo injusto y lo restante lo antildeaden estos a su vez como accesorio Para los que ensalzan y reprochan lo honroso y lo feo y lo demaacutes tambieacuten eacutestos lo ponen como antildeadidura (1358 b) 67 A propoacutesito de esto vale la pena traer la posicioacuten de Douglas (1957) seguacuten la cual la unioacuten de los officia con los estilos se trata de un aporte original de Ciceroacuten a partir de las distinciones llevadas a cabo por Aristoacuteteles y Teofrasto (pp 18-27)
148
en el libro cuarto del De doctrina christiana (p 28) en la misma liacutenea Hagendahl
(1967) sostiene que en estos pasajes ciceronianos Agustiacuten encuentra el motivo
principal de su exposicioacuten (p 20) por uacuteltimo Kursawe (2000) lleva a cabo una
presentacioacuten detallada en la que muestra la influencia de las liacuteneas del Orator en la
composicioacuten de la segunda parte del libro cuarto del De doctrina christiana (p 35)
Lettieri (2001) por su parte va maacutes allaacute y afirma que si bien los estudiosos han
llamado la atencioacuten a la influencia de la retoacuterica ciceroniana en la retoacuterica de Agustiacuten
dicha influencia se ha relegado al aacutembito meramente teacutecnico lo cual ha impedido
asumir con profundidad la consciente y radical apropiacioacuten de la retoacuterica claacutesica
llevada a cabo por Agustiacuten (p 465)
Para entender mejor la propuesta de Lettieri es necesario en primer lugar
detenerse en el tratamiento de la relacioacuten entre retoacuterica y sabiduriacutea que se da en la
segunda parte del uacuteltimo libro del De doctrina christiana
31 Elocuencia cristiana
Una vez establecidos los fines a los que debe tender el orador que se dedica al
estudio y a la ensentildeanza de las Sagradas Escrituras se advierte que
el orador que deja fluir de sus labios una necia elocuencia tanto maacutes debe evitarse cuanto maacutes se deleita el oyente en las cosas inuacutetiles que de eacutel oye pues como lo oyen hablar con elegancia juzgan que tambieacuten dice verdad (Docchr IV57)
Asiacute pues no se debe anteponer la retoacuterica a la sabiduriacutea pues hay oradores
que aunque no sean elocuentes dicen la verdad lo cual representa mayor provecho
que un discurso adornado con artificios retoacutericos pero falso Aunque no se cita de
manera expliacutecita Agustiacuten se apoya en la aseveracioacuten de Ciceroacuten ―la sabiduriacutea sin
elocuencia aprovecha poco a las ciudades pero la elocuencia sin sabiduriacutea casi
siempre estorba demasiado nunca aprovecha (Inv I1) iquestDe queacute depende que se
hable con sabiduriacutea De la manera en la que se entiendan modus inveniendi las
Sagradas Escrituras y se indague su sentido Asiacute pues es necesario en primer lugar
haber comprendido el mensaje divino para poder explicarlo con sabiduriacutea y
149
elocuencia Esto no debe entenderse como una mera recomendacioacuten metodoloacutegica ya
que Agustiacuten estaacute haciendo referencia al modo como eacutel ha procedido en la
composicioacuten de su obra donde el modus proferendi va precedido del modus
inveniendi Asiacute una vez que se ha indagado el sentido de la Escritura que se expresa
en teacuterminos retoacutericos con ayuda de la hermeneacuteutica se pasa a su exposicioacuten por
medio de la retoacuterica El orador que logra conjugar la sabiduriacutea que proviene de la
hermeneacuteutica y la elocuencia en la que se basa la retoacuterica es aquel cuyo discurso
produce mayor provecho en el auditorio En este punto surge la pregunta sobre doacutende
pueden encontrarse exempla de discursos que se caractericen tanto por su elocuencia
como por su sabiduriacutea Retomando la afirmacioacuten de (Docchr IV34) seguacuten la cual
es posible hallar ejemplos de elocuencia en los escritores cristianos se afirma
Ahora tal vez pregunte alguno si nuestros autores cuyos escritos divinamente inspirados componen nuestro canon de provechosiacutesima autoridad han de ser llamados solamente sabios o tambieacuten elocuentes Faacutecilmente se descubre esta cuestioacuten por lo que a miacute toca y a los que conmigo sienten lo que digo Donde los entiendo me parece que no soacutelo no puede darse otra cosa maacutes sabia ni maacutes elocuente Y me atrevo a decir que todos los que entiendan bien lo que ellos dicen al mismo tiempo entienden que no debieron haber hablado de otro modo Pues asiacute como hay cierta elocuencia que es maacutes propia de la edad juvenil y otra que conviene a la senil y no puede llamarse con tal nombre si no corresponde al orador asiacute tambieacuten hay una elocuencia que conviene a estos hombres digniacutesimos de suma autoridad y profundamente divinos Con esta elocuencia hablaron aquellos autores sagrados y ni a ellos conveniacutea otra ni a otros conveniacutea eacutesta (Docchr IV69)
La primera cuestioacuten que debe tenerse en cuenta es que Agustiacuten como lo anota
Simonetti (1994) toma distancia de las apreciaciones tradicionales de los escritores
cristianos68 y paganos69 que consideraban que el valor estiliacutestico de las Escrituras se
encontraba en la simplicidad de su estilo lo que las diferenciaba de las
composiciones paganas ricas en artificios retoacutericos pero pobres en contenido (p
68 Noacutetese el tono de la aseveracioacuten origeniana ―hice estas observaciones para justificar en contra de Celso y de otros autores la simplicidad de expresioacuten de las Escrituras que parece eclipsado por el brillo de la composicioacuten literaria Nuestros profetas Jesuacutes y sus apoacutestoles escogieron un meacutetodo de predicacioacuten que no solamente dijera la verdad sino que tuviera el poder de entrenar las almas de la multitud (cCelsum VI2) 69 Acerca de las valoraciones de los reacutetores paganos contemporaacuteneos de Agustiacuten respecto del estilo de las Escrituras veacutease (Capua 1931 pp 615 ss)
150
535) Agustiacuten no soacutelo afirma la presencia de la elocuencia en los escritores cristianos
sino que considera que se trata de una elocuencia particular cuya valoracioacuten estaacute
estrechamente ligada a la comprensioacuten del contenido que se expresa en ella En esta
afirmacioacuten puede verse una vez maacutes la relacioacuten existente entre hermeneacuteutica y
retoacuterica 70 en cuanto que el uso de las palabras depende de una intencioacuten de
significacioacuten que debe ser interpretada por el lector En el caso de la Escritura dicha
intencioacuten asiacute como la eleccioacuten de las palabras es fruto de la obra inspiradora del
Espiacuteritu Santo razoacuten por la cual la oscuridad que la Biblia presenta en algunos
pasajes no debe entenderse como falta de elocuencia sino como una variacioacuten de la
misma que se presenta de tal manera por razones pedagoacutegicas La elocuencia
especial altera eloquentia propia de los autores sagrados puede caracterizarse de
esta manera
en los pasajes en los que los doctos la descubren se dicen tales cosas que las palabras con que se dicen ni parecen empleadas por el que las dice sino como naturalmente unidas a las cosas como si se nos quisiera dar a entender que la sabiduriacutea sale de su misma casa es decir del corazoacuten del sabio y que la elocuencia como criada inseparable la sigue aun sin ser llamada (Docchr IV610)
En estas liacuteneas hay un eco de la tesis ciceroniana anteriormente abordada
seguacuten la cual la eloquentia no puede considerarse separada de la filosofiacutea pues como
se afirma en el De oratore ―entre los antiguos al parecer la misma doctrina
ensentildeaba ya a actuar honestamente ya a hablar correctamente y los maestros no eran
distintos los mismos hombres eran maestros de vida y de oratoria (III57) La unioacuten
entre retoacuterica y filosofiacutea estaacute anclada en la concepcioacuten unitaria de la verdad ya
presente en los diaacutelogos de Casiciaco y en la consideracioacuten agustiniana de la
filosofiacutea 71 como amor sapientiae que en teacuterminos cristianos se traduce en ―la
70 Acerca de la relacioacuten entre hermeneacuteutica y retoacuterica en la Antiguumledad resulta iluminador el artiacuteculo de Eden (1987) en el que se lleva a cabo un detallado estudio de esta cuestioacuten desde Platoacuten hasta la retoacuterica latina A propoacutesito de Ciceroacuten afirma ―sobre la cuestioacuten particular de la interpretatio scripti la interpretacioacuten de textos escritos Ciceroacuten elabora sus reglas interpretativas basado en la Retoacuterica de Aristoacuteteles (p 75) 71 Para un estudio profundo y exhaustivo del concepto de filosofiacutealsquo en Agustiacuten veacutease (Catapano 2001)
151
comprensioacuten intelectual del misterio fundacional de fe cristiana la unidad y trinidad
de Dios (Catapano 2001 p 250)
Esta idea toma fuerza en la consideracioacuten de la eloquentia del sabio cristiano
pues corresponde al modo en el que estaacute expresado el mensaje divino en las
Escrituras esto es el discurso de Dios que siempre es verdadero y eficaz de ahiacute que
la altera eloquentia siempre esteacute determinada por la sabiduriacutea Asiacute mientras la
elocuencia pagana no implica de modo necesario la sabiduriacutea en el discurso inspirado
sabiduriacutea y elocuencia se encuentran esencialmente relacionadas A propoacutesito de esto
Lettieri (2001) sostiene que la palabra humana inspirada debe entenderse ―como
fenoacutemeno del Verbo divino de manera que el juego etimoloacutegico en el vocablo orator
(orador-orante) revela el sentido maacutes profundo de la relacioacuten entre reacutetor humano y
reacutetor Absoluto (p 466)
Con el fin de corroborar y dar un ejemplo de la tesis presentada hasta el
momento Agustiacuten recurre al siguiente pasaje de San Pablo
nos gloriamos en las tribulaciones sabiendo que la tribulacioacuten labra la paciencia la paciencia la prueba la prueba la esperanza y la esperanza no nos engantildea porque el amor de Dios se difundioacute en nuestros corazones por el Espiacuteritu Santo que nos ha sido dado (Docchr IV711)
En estas palabras se identifican tres figuras retoacutericas a saber la gradacioacuten
gradatio72 el uso de miembros e incisos membra et caesa73 y el circuito circuitos74
las cuales no provienen del estudio de las reglas de la retoacuterica sino que se siguen de
modo natural de la sabiduriacutea con que se aborda el tema Esta combinacioacuten de
sabiduriacutea y elocuencia constituye un discurso eficaz capaz de deleitar y persuadir
tanto a los doctos como a los indoctos a los creyentes y a los que no creen Las cartas
de San Pablo son un ejemplo de la eficacia del discurso sabio y elocuente que expresa
la voluntad de Dios ―si tomamos algo de eacutel para ejemplo de elocuencia lo tomamos
72 La gradacioacuten consiste en conectar las palabras o sentencias una con otra 73 De la definicioacuten que se da de esta figura y de la del circuito podemos deducir que se trata de algo muy similar a la puntuacioacuten Agustiacuten afirma que el uso de membra et caesa tiene la funcioacuten de separar las frases o sentencias entre siacute 74 El circuito estaacute compuesto por miembros de manera que en el pasaje del Apoacutestol hay dos circuitos compuestos por tres miembros cada uno
152
de las cartas de sus mismos detractores [que] despreciando sus palabras cuando les
hablaba confesaron que eran eficaces y graves (Docchr IV715)
Con el fin de hacer patente el hecho de que la elocuencia caracteriza a toda la
Escritura Agustiacuten pasa a considerar algunos exempla tomados de los libros de los
profetas En primer lugar se refiere a la obra del profeta Amoacutes cuando se dirige a los
impiacuteos y a los soberbios para mostrarles que a causa de sus actos no son gratos a
Dios Se destaca del discurso de Amoacutes el tono con el que se dirige a su auditorio
―iexclcon queacute iacutempetu la invectiva [invectio] golpea los sentidos como adormecidos para
que se despierten (Docchr IV717) En segundo lugar se llama la atencioacuten a la
manera en la que se adorna el discurso mediante el uso de nombres de ciudades y la
variacioacuten de los verbos En tercer lugar se afirma que el profeta hace un uso
excelente de los miembros y los circuitos gracias a lo cual logra que las partes maacutes
importantes se destaquen y puedan ser mejor pronunciadas Por uacuteltimo se hace
referencia a la oracioacuten ―los lujuriosos permaneciacutean impasibles ante el aplastamiento
de Joseacute debido a que se utiliza el nombre de Joseacutelsquo para referirse a hermanolsquo pues
se estaacute hablando en general de aquellos que no se compadecen de su proacutejimo A
propoacutesito de este uacuteltimo punto Agustiacuten afirma
no seacute si en el arte de la retoacuterica que aprendimos y ensentildeamos se hable de este tal tropo en el que se da a entender cualquier hermano con el nombre de Joseacute iexclCuaacuten hermoso sea y cuaacutento impresione a los lectores que lo entienden es inuacutetil explicaacuterselo a ninguno si eacutel mismo no lo advierte (Docchr IV720)
Para concluir la reflexioacuten acerca de la relacioacuten entre elocuencia y sabiduriacutea en
los textos sagrados Agustiacuten retoma la idea de que la Biblia es expresioacuten de la palabra
divina discurso siempre eficaz de Dios
Ciertamente otros muchos adornos que atantildeen a las normas de elocuencia pudieran anotarse en este mismo pasaje que como ejemplo exemplo adujimos Pero al buen oyente no es tanto lo que le instruye el examen diligente de un pasaje como le excita pronunciado con entusiasmo Estas palabras no han sido compuestas por industria humana sino que emanaron sabia y elocuentemente de la mente divina no intentando la sabiduriacutea que a ella le siguiese la elocuencia sino que la elocuencia no se apartoacute de la sabiduriacutea Porque si es cierto como pudieron decirlo y observarlo ciertos varones sapientiacutesimos y agudiacutesimos que no se hubieran observado y anotado aquellas reglas que se aprenden en el arte de la oratoria ni se hubieran reducido a este cuerpo de
153
doctrina si antes no se hubieran encontrado en los ingenios de los oradores iquestpor queacute se ha de admirar que se encuentren en los ingenios de estos hombres a quienes envioacute Aquel que hace los mismos ingenios Por lo tanto confesemos que nuestros autores y doctores canoacutenicos no soacutelo son ciertamente sabios sino tambieacuten elocuentes pero con tal elocuencia cual conveniacutea a semejantes personas (Docchr IV721)
Este pasaje es de fundamental importancia para la reflexioacuten concerniente a la
relacioacuten entre sabiduriacutea y elocuencia en los autores cristianos
Por una parte es necesario detenerse en la primera consideracioacuten es decir
aquella seguacuten la cual en el ejemplo traiacutedo a colacioacuten podriacutean encontrarse muchos
otros elementos concernientes a las reglas de la elocuencia Teniendo en cuenta lo
afirmado en el capiacutetulo anterior acerca del uso de los ejemplos en el libro tercero
vale la pena retomar la cuestioacuten a la luz del tema presentado en esta parte del libro
cuarto esto es la elocuencia cristiana iquestQueacute relacioacuten hay entre exemplum y
eloquentia Si se mantiene la distincioacuten propuesta maacutes arriba debe sostenerse que
hay una relacioacuten entre exemplum y rhetorica relacionada con el uso retoacuterico de los
exempla su aprendizaje durante la juventud y el uso de los mismos en los ejercicios y
textos retoacutericos La relacioacuten entre exemplum y eloquentia en cambio tiene un
caraacutecter distinto pues los textos sagrados en cuanto expresioacuten de la palabra divina
no son meros exempla pues son siempre eficaces En este orden de ideas podriacutea
afirmarse que los exempla de la Escritura operan siempre como modelos y que la
resignificacioacuten del teacutermino llevada a cabo por Agustiacuten se constituye como un aporte
fundamental para la comprensioacuten de la apropiacioacuten cristiana de la cultura claacutesica Por
otra parte gracias a esta distincioacuten es posible avanzar un paso maacutes en el sentido de la
estructura de la obra pues si se tiene en cuenta que en el libro segundo se desarrolla
una doctrina de los signos puede afirmarse que en el libro tercero cimentado en los
exempla se desarrolla una doctrina de los signos efectivos que tiene como punto de
partida como ya se vio al signo por excelencia
La idea de la eloquentia como institucioacuten divina que apoya esta tesis se
desarrolla en las liacuteneas siguientes del pasaje en cuestioacuten Noacutetese que la apropiacioacuten de
la idea ciceroniana sobre una elocuencia natural que no deriva de la puesta en praacutectica
de las reglas de la retoacuterica toma forma en la afirmacioacuten agustiniana de la retoacuterica
154
como creacioacuten divina que es otorgada a los ingenios de los hombres En este punto
puede afirmarse con Lettieri (2001) que Dios mismo es el autor supremo de la
retoacuterica ya que habla a los hombres a traveacutes de los profetas y autores de la Escritura
en un lenguaje que en tanto proveniente de Eacutel es sabio y bello
El reacutetor sagrado que hablando ardenter accendit al proacutejimo aunque aplique las reglas ciceronianas es un mero instrumento del Verbo Detraacutes del fenoacutemeno de la palabra biacuteblica y eclesiaacutestica ndashteacutecnicamente construida seguacuten las normas de la retoacuterica claacutesicandash opera el Acto retoacuterico divino (Lettieri 2001 p 468)
Asiacute pues en este punto la sabiduriacutea no debe identificarse con una virtud en el
sentido ciceroniano del teacutermino sino que se trata maacutes bien como afirma Pizzolato
(1994) del Verbo que se manifiesta en la Escritura a traveacutes de un lenguaje en el que
la verdad es necesariamente persuasiva (p 109)
En relacioacuten con la naturaleza del texto inspirado el estudioso el inteacuterprete y
el predicador deben mantener una actitud reservada sobre todo en los pasajes
oscuros pues como ya se afirmoacute en el libro segundo (Docchr II67) estos tienen
una clara finalidad orientada a mantener la atencioacuten del lector o a favorecer su
conversioacuten La tarea del orador cristiano debe ser entonces la de exponer con la
mayor claridad posible el sentido de la Escritura teniendo presente que algunos temas
no deben ser tratados por la dificultad y oscuridad inherente a los mismos A
continuacioacuten y a manera de introduccioacuten al tema de los genera dicendi se ofrecen
cinco preceptos de predicacioacuten para el orador cristiano El primero de clara
inspiracioacuten ciceroniana reza de la siguiente manera
El deseo diligente de dar claridad al discurso descuida a veces las palabras maacutes cultas y no se preocupa de cuaacuten bien suenen sino de cuaacuten bien declaren y expliquen lo que se intenta manifestar Por eso dijo cierto autor al tratar de esta clase de locucioacuten que hay en ella cierta diligente negligencia Sin embargo esta negligencia de tal suerte se despoja del adorno que no se viste con desdoros (Docchr IV1024)
El pasaje del Orator al que Agustiacuten hace referencia de manera indirecta es el
siguiente ―tampoco ha de ponerse grande esfuerzo en el encadenamiento de las
palabras Admite el hiato y concurso de vocales que indica una no desagradable
negligencia como de hombre que se cuida maacutes de las cosas que de las palabras (78)
155
El segundo precepto tiene que ver con el uso del latiacuten y la pureza de los
vocablos en caso de ser necesario en virtud de la claridad el orador puede recurrir a
expresiones que no sean correctas o que vayan en contra de la regla tradicional
retoacuterica que poniacutea el acento en la ausencia de barbarismos y solecismos75
En tercer lugar se trata la cuestioacuten del auditorio pues cuando se habla en
puacuteblico a los fieles se recomienda tener siempre presentes las necesidades de dicho
puacuteblico y sus reacciones pues
suele el auditorio aacutevido de instruccioacuten significar con alguacuten movimiento personal si ha entendido y hasta que no lo manifieste debe dar vueltas al asunto de que trata variando la explicacioacuten de muchos modos lo que no podraacuten hacer los que pronuncian sus discursos preparados y aprendidos de memoria (Docchr IV1025)76
El cuarto precepto se halla relacionado con el anterior pues tambieacuten se refiere
a la relacioacuten entre orador y auditorio pues se afirma que cuando el argumento es
claro y ha sido comprendido por el puacuteblico no debe volverse sobre el mismo sino
pasar a otro tema con el fin de mantener viva la atencioacuten de los oyentes En el caso en
el que el fin del orador sea el delectare la repeticioacuten es un recurso muy uacutetil pues el
puacuteblico reacciona de manera positiva cuando se repite algo que le causa placer porque
ha sido comprendido
El quinto y uacuteltimo de los preceptos ofrecidos en este punto reza asiacute
Pero ahora no trato del modo de agradar hablo siacute del modo coacutemo haya de ensentildearse a los que desean aprender Pues bien la mejor forma de ensentildear es aquella por la cual hace que el que oye oiga la verdad y entienda lo que oye Conseguido esto ya no se debe trabajar maacutes en este asunto como si auacuten debiera emplearse maacutes tiempo en ensentildearla a lo maacutes se detendraacute en recomendarla para imprimirla en el corazoacuten lo
75 En la Rhetorica ad Herennium se afirma ―hablar latiacuten correctamente significa hablarlo sin vicios Los vicios que impiden que el discurso sea correcto pueden ser dos solecismos y barbarismo (IV17) Acerca de este asunto Agustiacuten ya se habiacutea pronunciado en el libro cuando tratoacute la cuestioacuten de las dificultades y ambiguumledades que podiacutean surgir en la interpretacioacuten 76 A propoacutesito de esto vale la pena traer las palabras de Simonetti (1991) ―recueacuterdese que en el aacutembito grecorromano era usual que el orador improvisara sobre un esquema que serviacutea de guiacutea El caso de discursos aprendidos de memoria y repetidos al puacuteblico era excepcional y no muy bien visto En aacutembito cristiano los obispos que debiacutean predicar con mucha frecuencia y no se sentiacutean muy preparados aprendiacutean homiliacuteas de memoria Esta tendencia se estaba difundiendo y tomando fuerza en la Iglesia debido a la condicioacuten cultural (p 547)
156
cual si se juzga que debe hacerse se ha de ejecutar con tal moderacioacuten que no se llegue a causar aburrimiento (Docchr IV1025)
Con este pasaje se introduce una de las cuestiones centrales del libro cuarto a
saber la apropiacioacuten cristiana de los officia oratoris y los genera dicendi que como
ya se habiacutea afirmado tiene como punto de partida el Orator de Ciceroacuten entendido a
la luz de la relacioacuten que a lo largo de toda la obra se ha venido construyendo entre
eloquentia y sabiduriacutea Acerca de la originalidad del Orator en este aspecto vale la
pena tener presente la afirmacioacuten de Narducci (2001)
la novedad del Orator tal vez la contribucioacuten ciceroniana maacutes original a la teoriacutea retoacuterica derivada con seguridad de su propia experiencia oratoria es el enlace entre los tres genera dicendi y los tres deberes del orador docere corresponde al estilo llano delectare al medio y flectere al elevado (esta teoriacutea sobrevive a lo largo de toda la Edad Media y seraacute retomada por la cultura del Humanismo) (p 434)
Como se veraacute en la siguiente seccioacuten Agustiacuten seraacute el encargado de transmitir
esta innovacioacuten retoacuterica ciceroniana y de introducirla en el mundo cristiano gracias a
la apropiacioacuten llevada a cabo en el uacuteltimo libro del De doctrina christiana
32 Docere delectare flectere
Dijo pues un maestro de elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee deleite y mueva Y antildeadioacute despueacutes laquoel ensentildear es propio de la necesidad el deleitar de la amenidad y el mover de la victoriaraquo De estas tres cosas la primera que se dijo esto es la necesidad de ensentildear se halla situada en las cosas que decimos las otras dos en el modo de decirlas Luego el que habla con intento de ensentildear no juzgue haber dicho lo que quiso mientras no sea entendido por aquel a quien quiso ensentildear Pues aunque haya dicho lo que eacutel mismo entendioacute todaviacutea no ha de pensar que lo dijo para aquel que no lo ha entendido Si lo entendioacute de cualquier modo que lo haya dicho ya lo dijo Si ademaacutes quiere deleitar o mover a los que ensentildea no es indiferente el modo como hable para conseguirlo interesa el modo de decirlo Asiacute como se ha de deleitar al auditorio a fin de que atienda a lo que oye del mismo modo se le ha de convencer para que se mueva a ejecutar lo que ha oiacutedo Y como se deleita si le hablas con amenidad igualmente (observaraacutes que) se mueve si ama lo que le prometes teme lo que le amenazas odia lo que le reprendes abraza lo que le recomiendas se duele de lo que le inculcas digno de dolor se alegra de lo que le propones como objeto de alegriacutea se conduele de aquellos que le presentas como dignos de misericordia ante sus ojos huye de aquellos a quienes le has propuesto con terror que se aparte de ellos y por fin si hace caso de todos cuantos medios puede emplear una gran elocuencia para conmover los aacutenimos de los oyentes no para
157
ensentildearles queacute deban hacer sino para que ejecuten lo que ya saben que debe ejecutarse (Docchr IV12 27)
Agustiacuten sigue muy de cerca el pasaje ciceroniano Orator (69) sobre el que
se construye esta parte del libro cuarto con excepcioacuten del uso de docere77 ya que
Ciceroacuten interesado en gran medida en la elocuencia forense usa el verbo probare
para describir el primero de los objetivos a los que debe tender el orador Respecto de
esto Hagendahl (1967) afirma que ―los propoacutesitos de la elocuencia son los mismos
en los dos autores aunque Ciceroacuten tiene en mente a hombres de estado y abogados
mientras que Agustiacuten se refiere al predicador cristiano y al escritor (p 563) ndashvalga
precisar del escritor que su principal objetivo relacionado con el contenido es
ensentildear Asiacute pues el docere va unido a la necesidad y es condicioacuten de los otros dos
officia y no estaacute subordinado a la manera en la que se digan las cosas pues depende
de las cosas mismas La necessitas de la ensentildeanza radica en que si en primer lugar
el auditorio o el interlocutor no es instruido no podraacute ni sentir placer ni querer hacer
aquello que desconoce La importancia del docere se encuentra tambieacuten en su
eficacia pues muchas veces la fuerza de aquello que se ensentildea no soacutelo causa deleite
por siacute misma sino que modifica el comportamiento del auditorio y determina su
accioacuten Sin embargo cuando esto no sucede se afirma siguiendo a Ciceroacuten que
conviene ―que el orador sagrado cuando aconseja alguna cosa que debe ejecutarse no
soacutelo ensentildee para instruir y deleite para retener la atencioacuten del auditorio sino tambieacuten
mueva para vencer (Docchr IV1329) Este uacuteltimo objetivo el flectere es de
fundamental importancia pues no debe olvidarse que el orador cristiano78 ofrece
ensentildeanzas que implican una forma de vida se trata de una orientacioacuten tambieacuten
praacutectica relativa a todas las dimensiones de la existencia humana En este punto
puede sostenerse con Pizzolato (1995) que
77 Como ya se habiacutea anotado anteriormente Agustiacuten usa el verbo docere en la definicioacuten de los officia oratoris presentada en el Brutus (II121) 78 La expresioacuten eloquentem ecclesiasticum referida al orador cristiano elocuente es utilizada por Marrou como un argumento a favor de la tesis seguacuten la cual Agustiacuten compone el De doctrina christiana movido por la necesidad de ofrecer un manual de predicacioacuten para el clero africano
158
si el querer sin conocer es indigno de la racionalidad humana el conocer sin modificar la propia vida seguacuten aquello que se conoce no seriacutea maacutes que aquella doctrina sine corde que Agustiacuten habiacutea visto como un liacutemite suyo en el momento maacutes agudo su vida (p104)
Esto es en los meses previos a la decisioacuten de unirse a la Iglesia Catoacutelica en
Milaacuten79
Si bien en el pasaje citado Agustiacuten sostiene que el docere tiene el caraacutecter de
necessitas no debe afirmarse que los otros dos officia carecen de importancia o que
se toma distancia de la propuesta original ciceroniana con la intencioacuten de minimizar
el papel de la retoacuterica en la predicacioacuten cristiana En efecto tanto Agustiacuten como
Ciceroacuten sosteniacutean que la retoacuterica no debe perseguirse como un fin en siacute misma y en
este punto Agustiacuten declara
iexclOh elocuencia tanto maacutes terrible cuanto maacutes simple y tanto maacutes concreta cuanto maacutes vehemente iexclOh hacha verdadera que rompe las piedras Dios mismo dijo a un hacha por medio de este profeta que son semejantes las palabras que Eacutel pronuncia por boca de los profetas Aparte aparte Dios de nosotros que los sacerdotes aplaudan a los que dicen cosas inicuas y que el pueblo de Dios ame esto mismo (Docchr IV1430)
Algunos estudiosos sostienen que en las anteriores liacuteneas es posible rastrear
un eco ciceroniano soacutelo en la parte concerniente a la alabanza de la elocuencia
afirmando que el trasfondo moral y religioso es del todo ajeno al Arpinate (Simonetti
1994 p 553 Francey 1920 p 23) Sin embargo debe considerarse que Agustiacuten ya
habiacutea hecho alusioacuten en diversos pasajes80 a la relacioacuten entre elocuencia y sabiduriacutea
que sin duda alguna es de clara inspiracioacuten ciceroniana81 y que estaacute a la base de la
79 Veacutease (conf VIII819) 80 Veacutease (Docchr IV57) 81 Cabe traer a colacioacuten de nuevo una de las afirmaciones con las que se abre el De inventione seguacuten la cual ―la sabiduriacutea sin elocuencia aprovecha poco a las ciudades pero la elocuencia sin sabiduriacutea casi siempre estorba demasiado nunca aprovecha (I1) Si bien el De inventione es un escrito de juventud puede sostenerse que la afirmacioacuten anteriormente citada se retoma en los escritos de madurez llegando a su forma maacutes completa en obras como el Orator y el De oratore A propoacutesito de la relacioacuten entre retoacuterica y filosofiacutea en el De oratore Wisse (2002) anota que lo que caracteriza al orador es la sabiduriacutea y que eacutesta debe ser universal Ademaacutes sostiene que ―En un pasaje crucial (III 56-73) Craso insiste en que la querella entre retoacuterica y filosofiacutea se remonta a Soacutecrates y su hostilidad hacia la elocuencia lo cual causoacute la separacioacuten entre ambas Asiacute aboga por una siacutentesis entre retoacuterica y filosofiacutea en cuanto restauracioacuten de su unidad original (Wisse 2002 p 390)
159
reflexioacuten agustiniana presentada en el libro IV a propoacutesito de la elocuencia cristiana
En este punto se retoma la cuestioacuten de los officia oratoris y se afirma que el orador
cristiano que habla de lo justo y lo bueno es decir con sabiduriacutea y acerca de la
sabiduriacutea misma debe ser comprendido por su auditorio para poder ensentildear debe
causar agrado para deleitar y debe ser obedecido a traveacutes de la persuasioacuten Pero iquestqueacute
determina el modo y el contenido de aquello que expresa el orador Para responder a
este interrogante se recurre una vez maacutes a dos categoriacuteas fundamentales que han
sido abordadas a lo largo del De doctrina christiana relacionadas con la
interpretacioacuten a saber la fides y la caritas De este modo aquel que habla seguacuten la fe
y la caridad no debe dudar de que el contenido de cuanto afirma estaraacute caracterizado
por la sabiduriacutea pues
iquestquieacuten se daraacute cuenta perfecta de lo que conviene [que] se diga por nosotros y se oiga por el auditorio sino Eacutel que conoce los corazones de todos iquestQuieacuten es el que hace que digamos lo que conviene y en el modo en el que conviene sino Aquel en cuyas manos estamos nosotros y nuestras palabras (Docchr IV1532)
Se retoma aquiacute el tema del maestro interior sugerido por Agustiacuten ya en los
primeros diaacutelogos82 y desarrollado en obras exegeacuteticas83 articulaacutendose en relacioacuten
con la cuestioacuten del orador cristiano De este modo y en consonancia con las palabras
del proacutelogo y lo que ya se ha establecido sobre la teoriacutea de los signos y su relacioacuten
con la hermeneacuteutica se sostiene que Cristo habla a traveacutes de aquellos que quieren
ensentildear su palabra Asiacute pues puede verse que hay una iacutentima conexioacuten y unidad entre
hermeneacuteutica y retoacuterica en cuanto ambas dependen de Cristo como principio y fin de
82 En el De magistro se afirma ―ahora bien comprendemos la multitud de cosas que penetran en nuestra inteligencia no consultando la voz exterior que nos habla sino consultando interiormente la verdad que reina en la mente las palabras tal vez nos muevan a consultar Y esta verdad que es consultada y ensentildea y que se dice habita en el hombre interior es Cristo la inconmutable Virtud de Dios y su eterna Sabiduriacutea (XI38) Noacutetese la cercaniacutea entre las palabras utilizadas en el diaacutelogo y aquellas del De doctrina christiana 83 A propoacutesito de esto Piccolo (2014) afirma que en el De magistro se hace referencia a un ―maestro que ensentildea adentro intus usando un adverbio de lugar y no un adjetivo La identificacioacuten expliacutecita entre el maestro interior y Cristo se daraacute maacutes adelante y en textos especiacuteficamente exegeacuteticos In Iohannis epistulam ad Parthos III 13 y In Iohannis evangelium tractatus XCVI 4 y XCVII 1 (p 262)
160
la comunicacioacuten humana Las palabras del De magistro permiten comprender mejor
la idea expuesta en esta seccioacuten del De doctrina christiana
Cuando se trata de lo que captamos con la mente es decir con el entendimiento y la razoacuten hablamos lo que vemos presente en la luz interior de la verdad con que estaacute iluminado y de que goza el llamado hombre interior pero entonces tambieacuten el que nos oye si eacutel mismo ve con una mirada simple y secreta esas cosas conoce lo que yo digo en virtud de su contemplacioacuten no por mis palabras Luego ni a eacuteste que ve cosas verdaderas le ensentildeo yo algo dicieacutendole la verdad pues aprende no por mis palabras sino por las mismas cosas que Dios le muestra interiormente por lo tanto si se le preguntase sobre estas cosas tambieacuten eacutel podriacutea responder (mag XII40)
iquestCoacutemo deben entenderse estas palabras a la luz de la necesidad de las
disciplinas humanas La respuesta a esta cuestioacuten se inscribe en la misma liacutenea de lo
afirmado en el proacutelogo en el cual se justifica la existencia de la hermeneacuteutica y la
retoacuterica en contra de aquello adversarios que consideran que el auxilio del Espiacuteritu
Santo es suficiente para la comprensioacuten y la ensentildeanza de la Escritura En este punto
Agustiacuten recurre a exempla tomados del Evangelio para justificar la necesidad de la
figura del orador cristiano cuya funcioacuten principal consiste en ensentildear la sana
doctrina Asiacute se lo compara con un meacutedico que entrega la cura al paciente pero cuya
mejoriacutea soacutelo depende de la gracia divina la cual debe entenderse como la operacioacuten
de Dios en los hombres que los mueve a amarlo como supremo Bien de la creacioacuten A
partir de esta afirmacioacuten puede sostenerse tanto la iacutentima conexioacuten existente entre
caritas y gratia como la unidad de la obra a partir de la relacioacuten de estos elementos
Asiacute el objetivo principal del discurso del orador cristiano debe ser la edificacioacuten de la
caritas razoacuten por la cual antes de dirigirse al auditorio debe orar84 pues ―el eacutexito de
su intervencioacuten estaacute en las manos de Dios lo cual se justifica a traveacutes del recurso al
texto de 1Cor 37 (Kursawe 2000 p 41)85
84 En este punto se da un juego de palabras entre el verbo orare y el sustantivo orator cuya funcioacuten es la de enfatizar que el eacutexito del discurso del orator no depende soacutelo de sus habilidades sino de la gracia divina la cual es invocada a traveacutes de la oracioacuten 85 ―Asiacute que ni el que planta es algo ni el que riega sino Dios que da el crecimiento Y el que planta y el que riega son una misma cosa aunque cada uno recibiraacute su recompensa conforme a su labor (1Cor 37)
161
Una vez justificado el recurso a la disciplina retoacuterica se aborda el uacuteltimo tema
del libro dedicado al caraacutecter del orador cristiano a propoacutesito de los genera dicendi
es decir de los estilos que deben usarse seguacuten el tema que se vaya a tratar Como
anota Hagendahl (1974) Agustiacuten recurre a un pasaje del Orator que opera como
punto de partida para su argumentacioacuten y como conector en la relacioacuten entre officia
oratoris y genera dicendi (p 567) El pasaje en cuestioacuten es el siguiente
Ya hemos alcanzado Bruto lo que buscaacutebamos pero soacutelo lo hemos alcanzado con el entendimiento Porque si yo pudiera asir con la mano a este orador perfecto ni eacutel mismo con toda su elocuencia podriacutea persuadirme a que lo soltara Digo que hemos encontrado al varoacuten elocuente que nunca logroacute ver Antonio iquestY doacutende estaacute esa maravilla Lo direacute en pocas palabras para declararlo luego maacutes extensamente Es elocuente el que puede decir con agudeza las cosas humildes con riqueza y esplendidez las de maacutes alta importancia y en estilo templado las medianas (101)
El pasaje del De doctrina christiana en el que Agustiacuten cita estas liacuteneas del
Orator se presenta de la siguiente manera
El que hablando intenta persuadir lo que es bueno sin despreciar ninguna de estas tres cualidades a saber que ensentildee que deleite y que mueva ore y trabaje como hemos dicho arriba para que lo oigan inteligente agradable y obedientemente Si hace esto de modo apto y conveniente puede ser llamado con derecho elocuente aun cuando no consiga el asentimiento del oyente A estas tres cosas de ensentildear de deleitar y de mover parece que quiso referirse el mismo orador de la romana elocuencia cuando en el mismo lugar afirmoacute ―seraacute elocuente aquel que puede decir las cosas pequentildeas con sencillez las medianas con moderacioacuten y las grandes con sublimidad Lo cual es como si juntara a estos preceptos aquellos tres oficios y de esta suerte expusiera una uacutenica sentencia diciendo seraacute elocuente aquel que para ensentildear pueda decir las cosas pequentildeas con sencillez para deleitar diga las medianas con moderacioacuten y para mover exponga las grandes con grandilocuencia (IV1734)
La divisioacuten presentada por Ciceroacuten y retomada por Agustiacuten debe entenderse
en el contexto de las causas forenses en el cual las causas pequentildeas son aquellas que
atantildeen al dinero y las grandes son las que conciernen a la salud y a la vida humana
En el tipo de discurso del que trata Agustiacuten es decir el del orador cristiano no es
posible distinguir entre temas pequentildeos y grandes pues el orador sagrado siempre se
ocupa de materias elevadas iquestSe diraacute entonces que dichas materias deben exponerse
siempre siguiendo el estilo elevado y buscando mover el aacutenimo del auditorio No
pues aunque se digan cosas elevadas deben seguirse los tres estilos seguacuten sea la
162
intencioacuten del orador De este modo es posible que un mismo tema sea tratado de
manera llana si se quiere ensentildear de forma moderada si lo alaba y seguacuten el modo
sublime si el fin es la persuasioacuten Estos tres genera estaacuten presentes tanto en las cartas
de San Pablo como en otros textos de doctores de la Iglesia Con el fin de aclarar lo
sostenido hasta el momento en el libro se ofrecen algunos ejemplos del estilo simple
tomados de la Carta de Pablo a los Gaacutelatas
En la misma liacutenea de lo que ya se afirmoacute con respecto al uso de los ejemplos
en el libro tercero debe decirse que estos no tienen una mera funcioacuten ilustrativa y que
su contenido debe tenerse en cuenta a la luz del intereacutes general de la obra y de su
estructura En el caso de los ejemplos del estilo sencillo el tema central es la ley que
como se veraacute maacutes adelante se halla en estrecha conexioacuten con la cuestioacuten de la gracia
categoriacutea sobre la que se articula la relacioacuten entre hermeneacuteutica y retoacuterica en el De
doctrina christiana Ademaacutes de esto llama la atencioacuten que el exemplum utilizado sea
el mismo traiacutedo en la exposicioacuten de la primera regla del Liber regularum de Ticonio
en el libro tercero enfatizando su sentido cristoloacutegico El pasaje paulino en cuestioacuten
presenta no pocas dificultades interpretativas razoacuten por la cual se halla en el centro
de la discusioacuten tanto con el donatismo en lo concerniente a la unidad de la Iglesia
como con el pelagianismo en lo que respecta al tema de la ley y de la gracia iquestQueacute
debe hacer el orador frente a situaciones en las que el pasaje presenta dificultades
hermeneacuteuticas Se afirma que debe explicar todo aquello que resulte oscuro y que en
la exposicioacuten se debe responder a todas las posibles objeciones que el tema pueda
suscitar
Con el fin de mostrar coacutemo se utiliza el estilo moderado en la Escritura se
recurre de nuevo a San Pablo Agustiacuten expone y analiza siete ejemplos paulinos el
primero de los cuales es tomado de la Carta a Timoteo mientras que los demaacutes son
pasajes de la Carta a los Romanos Si bien hay una clara intencioacuten teacutecnica en la
presentacioacuten pues se evidencian los tropos usados por el autor que en este caso son
figuras de diccioacuten y elocucioacuten asiacute como la meacutetrica elegida en la construccioacuten de las
oraciones no debe perderse de vista el caraacutecter de los ejemplos elegidos entre los
cuales se destaca el texto de Rm 138 Llama la atencioacuten que este pasaje que aquiacute se
163
presenta como ejemplo del estilo moderado es decir aquel relacionado con el
objetivo de deleitar sea el mismo que en las Confessiones en el conmovedor relato
de la conversioacuten cumple una funcioacuten persuasiva definitiva y radical
Asiacute que apresurado volviacute al lugar donde estaba sentado Alipio y yo habiacutea dejado el coacutedice del Apoacutestol al levantarme de alliacute Lo tomeacute lo abriacute y leiacute en silencio el primer capiacutetulo que se me vino a los ojos que deciacutea ―no en comilonas y embriagueces no en lechos y en liviandades no en contiendas y emulaciones sino revestiacuteos de nuestro Sentildeor Jesucristo y no cuideacuteis de la carne con demasiados deseos No quise leer maacutes ni era necesario tampoco pues al punto que di fin a la sentencia como si se hubiera infiltrado en mi corazoacuten una luz de seguridad se disiparon todas las tinieblas de mis dudas (VIII1229)
En el De doctrina christiana treinta antildeos despueacutes de la composicioacuten de las
Confessiones Agustiacuten no soacutelo presenta el mismo texto como ejemplo de estilo
moderado sino que ademaacutes hace algunas observaciones concernientes al estilo
usado por el traductor86 de Pablo al latiacuten
Si esto uacuteltimo lo hubiera alguno modificado asiacute ―y de la carne en sus deseos no hagaacuteis caso sin duda que hubiera halagado a los oiacutedos con una claacuteusula mucho maacutes armoniosa pero el traductor austero prefirioacute conservar el orden de las palabras De queacute modo suene esto en el griego en que habloacute el Apoacutestol veacuteanlo los que esteacuten en eacutel tan instruidos que lleguen a percibir eso pero a miacute me parece por la traduccioacuten que sigue el orden de las palabras que su curso no sigue un orden meacutetrico (IV2040)
Las razones de la criacutetica a la meacutetrica de la traduccioacuten estaacuten estrechamente
relacionadas con la recomendacioacuten de Quintiliano en la Institutio Oratoria (IX466)
seguacuten la cual no se debe cerrar un periodo con una frase de muchas siacutelabas Por este
motivo Agustiacuten considera que la mejor solucioacuten en la traduccioacuten habriacutea consistido
poner el verbo feceritis al final para garantizar la sonoridad del pasaje tal como lo
aconseja Ciceroacuten en el Orator cuando afirma
iquestVes coacutemo en alterando un poco el orden de las palabras aunque que sean las mismas y no variacutee el pensamiento desaparece toda armoniacutea De la misma suerte tomando una frase desalintildeada de cualquiera y mudando un poco el orden de las palabras resulta elegante y numerosa (233)
86 Acerca de la cuestioacuten de la traduccioacuten en Agustiacuten y la relacioacuten de la misma con la Escritura veacutease (Marrou 1949 p 477)
164
Por uacuteltimo en relacioacuten con el estilo elevado esto es ―aquel que expresa con
fuerza los sentimientos del espiacuteritu (Docchr IV2042) a partir del poder de los
argumentos se expone como ejemplo un amplio pasaje tomado de Pablo (2Cor 62-
11) seguido de otros dos textos (Rm 828-39) y (Ga 410-20) En consonancia con los
ejemplos utilizados para los otros dos genera dicendicedil en conformidad con Ciceroacuten
Agustiacuten se preocupa por demostrar coacutemo en estos textos el autor sigue de manera
natural lo propio de cada geacutenero En el caso del estilo elevado el decor debe ceder su
lugar a la vis persuasiva del discurso tal y como se muestra en los ejemplos traiacutedos a
colacioacuten en los cuales el Apoacutestol exhorta a los fieles a mantener siempre viva la fe la
esperanza y la caridad frente a las persecuciones las tribulaciones y las dificultades
Luego de justificar una vez maacutes la necesidad de un orador instruido que
pueda explicar a los fieles el sentido de la Escritura aclarar los pasajes oscuros y
ensentildear por medio de los ejemplos se procede a examinar dos casos de autores
cristianos Cipriano y Ambrosio que siguiendo el camino del estudio y la
predicacioacuten ―han progresado en la ciencia de las verdades divinas y saludables y las
han comunicado a la Iglesia (Docchr IV2145) En primer lugar se ilustra el uso
del estilo sencillo aplicado a cuestiones de fundamental importancia en la doctrina
cristiana a saber la celebracioacuten de la Eucaristiacutea87 y la naturaleza del Espiacuteritu Santo
La utilizacioacuten del estilo sencillo tiene que ver justamente con la dificultad e
importancia doctrinal de las cuestiones tratadas razoacuten por la cual la finalidad del
orador debe ser la ensentildeanza y la aclaracioacuten
En segundo lugar se recurre a ejemplos del estilo moderado a traveacutes del cual
se ilustra la cuestioacuten de la virginidad haciendo uso de un lenguaje adornado y suave
pues la intencioacuten de los dos autores no es la exhortacioacuten a la consagracioacuten sino la
exposicioacuten de la vida de las mujeres que ya se han consagrado
Por uacuteltimo para demostrar coacutemo tanto en Cipriano como en Ambrosio hay
ejemplos de uso del estilo elevado se exponen dos pasajes concernientes a algunas
87 Agustiacuten trae a colacioacuten la propuesta de Cipriano de celebrar la Eucaristiacutea con vino en cuanto signo de la sangre de Cristo y no soacutelo con agua Para demostrar el valor del signo en cuestioacuten el padre africano recurre a diversos ejemplos extraiacutedos del Antiguo Testamento
165
praacutecticas culturales acerca de las cuales los autores quieren prevenir y provocar un
cambio en el comportamiento
Aunque los ejemplos traiacutedos a colacioacuten muestran pasajes de discursos
caracterizados por un solo estilo no debe pensarse que en un discurso no se pueden
mezclar los tres modos de hablar pues justamente gracias al cambio de uno a otro se
logra retener y aumentar la atencioacuten del auditorio Sin embargo es necesario saber
coacutemo alternar los estilos y cuaacutel de ellos es el maacutes apropiado para ciertos y
determinados lugares Asiacute se afirma que por lo general al estilo elevado precede el
moderado ―a fin de que las cosas que se dicen en estilo sublime aparezcan en
comparacioacuten con las otras muchos maacutes elevadas y se vean maacutes luminosas con las
sombras de aquellas (Docchr IV2352)
Debido a que cada estilo corresponde a un determinado fin el orador debe
tener siempre presente queacute efecto quiere lograr en su auditorio Asiacute cuando se busca
que las personas cambien su comportamiento ethos el orador debe usar el estilo
sublime cuyo efecto queda evidenciado por las laacutegrimas los gemidos y sobre todo
el cambio de vida que se verifica luego de oiacuter un discurso sabio y de estilo elevado
Esto no significa que por medio de los estilos sencillo y moderado no se pueda lograr
un efecto sobre el aacutenimo de los oyentes pues muchas veces los hombres cambian su
comportamiento cuando se les habla de algo que desconociacutean o cuando se les
enuncian las virtudes de algo que les era conocido pero indiferente Esto pone de
manifiesto que los fines de ensentildear y deleitar propios de los estilos sencillo y
moderado son fines subordinados al objetivo fundamental la persuasioacuten En este
orden de ideas se afirma que como ―el oficio general de la elocuencia es en
cualquiera de estos tres geacuteneros hablar de manera persuasiva en cualquiera de los
tres geacuteneros el elocuente habla para persuadir pero si no lo logra no alcanza el fin de
la elocuencia (Docchr IV2555) Asiacute pues el orador debe intentar ensentildear deleitar
y persuadir en todos los casos y con independencia del estilo en el que se dirija al
puacuteblico En el caso del geacutenero sencillo se debe procurar que el auditorio no soacutelo
reciba el mensaje con inteligencia sino tambieacuten con agrado para que pueda aplicar
con obediencia aquello sobre lo que se le ha instruido Cuando usa el estilo
166
moderado no se trata soacutelo de adornar el discurso pues si eacuteste no es entendido su
mensaje no puede ni persuadir ni deleitar En este punto Agustiacuten se ocupa de una
cuestioacuten fundamental que se halla relacionada con la particularidad de la predicacioacuten
cristiana sapienter y eloquenter y su relacioacuten con los tres genera dicendi Asiacute pues
se afirma que
nosotros ordenamos este fin a otro fin es decir que lo que pretendemos hacer cuando empleamos el elevado esto mismo lo pretendemos en eacuteste a saber que se amen las buenas costumbres y se eviten las malas a no ser que los hombres se hallen tan alejados de este modo de obrar que sea preciso urgirlos a obrar con el estilo elevado o si lo hacen para que lo ejecuten con maacutes intereacutes y perseveren en ello maacutes firmemente Asiacute se logra que usemos el adorno del estilo moderado no con jactancia sino con prudencia no contentaacutendonos con su propio fin que es uacutenicamente deleitar al oyente sino procurando maacutes bien que este fin sirva de medio para ayudar al bien que queremos persuadir (Docchr IV2555)
La persuasioacuten entonces se halla estrechamente relacionada con la
comprensioacuten de aquello sobre lo que se quiere persuadir que no es otra cosa que la fe
en aquellos textos basados en los divinos testimonios (Sal 925) El recurso al salmo88
tiene que ver como anota Kursawe (2000) con la intencioacuten de concluir la cuestioacuten de
la relacioacuten entre los officia oratoris y los genera decendi haciendo eacutenfasis en la
necesidad de la ayuda divina tanto en la exposicioacuten por parte del orador como en la
comprensioacuten del mensaje por parte del auditorio (p 45)
Este pasaje introduce la seccioacuten conclusiva del libro cuarto en la que se
recogen algunos temas ya tratados poniendo el acento en la relacioacuten entre elocuencia
y ethos a propoacutesito del caraacutecter del orador cristiano Se afirma entonces que
Para que al orador se le oiga obedientemente maacutes peso tiene su vida que toda cuanta grandilocuencia de estilo posea Porque el que habla con sabiduriacutea y elocuencia pero lleva una vida perversa ensentildea sin duda a muchos que tienen empentildeo en saber aunque para su alma es inuacutetil seguacuten estaacute escrito (Docchr IV2760)
La idea de la coherencia entre las acciones y la predicacioacuten del orador estaacute
expresada en dos pasajes del De oratore en los que puede verse con claridad que
Ciceroacuten se alinea con Aristoacuteteles y Catoacuten en contra de los sofistas e Isoacutecrates a favor
88 ―Tus testimonios se han hecho sumamente creiacutebles (Sal 925)
167
de la tesis seguacuten la cual la retoacuterica debe estar al servicio de la justicia por encima de
cualquier otro intereacutes Por este motivo el orador no soacutelo ha de ser un hombre haacutebil en
el uso de la palabra sino un hombre de bien que tanto por su discurso como por sus
acciones logra persuadir al auditorio El Arpinate sostiene
Tan gran ornato para la entera comunidad cifro yo en un orador ilustre que al mismo tiempo es un hombre de bien pero si tras haber puesto en juego todas sus fuerzas con todo da la impresioacuten de que va a ser un orador de los del montoacuten le permitireacute que haga lo que quiera no sereacute muy pesado mas si fuera totalmente inadecuado y fuera de tono le aconsejareacute que se contenga o que pase a otras aficiones (II85)
Pues de entre las mayores excelencias la elocuencia es en cierto modo uacutenica Y aun cuando todas las excelencias son iguales y parejas hay con todo por su aspecto unas maacutes hermosas y brillantes que otras como este poder que tras haber dominado la naturaleza de la causa expone mediante palabras lo que su mente ha pensado y planeado de modo que es capaz de empujar al auditorio a donde se lo propone Y precisamente porque eacutesta es una facultad mayor ha de estar maacutes unida a la honradez y a una extraordinaria prudencia Pues si le proporcionaacuteramos teacutecnicas oratorias a quienes carecen de estas virtudes a la postre no los habriacuteamos hecho oradores sino que les habriacuteamos dado armas a unos locos (III55)
A propoacutesito del compromiso de Agustiacuten con esta postura ciceroniana vale la
pena tener presente la relacioacuten anotada por Conybeare (2017) que se da entre las
ideas presentadas en el De doctrina christiana y las del De ordine a propoacutesito del
ethos del orador En los uacuteltimos pasajes del diaacutelogo en relacioacuten con los errores
retoacutericos cometidos por los oradores se afirma que son maacutes importantes las
costumbres mores que se han obtenido por la fe que la sabiduriacutea en las diferentes
ciencias (ord II1746) Ademaacutes en las uacuteltimas liacuteneas Alipio recoge a manera de
conclusioacuten uno de los motivos ciceronianos maacutes importantes del diaacutelogo la
caracterizacioacuten del sabio como hombre docto y virtuoso (ord II2052)
En consonancia con las palabras de Ciceroacuten y con las conclusiones del De
ordine en este punto del De doctrina christiana se retoma la cuestioacuten de la relacioacuten
entre sabiduriacutea y elocuencia afirmando que la vida y las obras del orador cristiano
asiacute como la verdad deben anteponerse a la elocuencia El peligro de entender la
retoacuterica como fin en siacute misma y no como expresioacuten de la verdad se enuncia con una
referencia paulina que permite retomar el tema central de toda la obra ―no en
168
sabiduriacutea de palabras no sea que quede vaciacutea la cruz de Jesucristo (1Cor 117) En
este punto debe recordarse que en el libro segundo a propoacutesito de la exposicioacuten de la
caritas como criterio hermeneacuteutico se afirma que la finalidad uacuteltima del inteacuterprete de
la Escritura es comprender la cruz pues ella representa todas las dimensiones de la
vida humana Esta consideracioacuten puede extenderse a la retoacuterica que como ya se ha
visto opera en una doble dimensioacuten la humana que permite al reacutetor ensentildear la fe
deleitar en el amor y persuadir sobre el bien y la divina que se manifiesta a traveacutes de
la primera
Por esta razoacuten la eficacia de la operacioacuten retoacuterica debe entenderse como don
de Dios como un acto independiente tanto del arte del reacutetor como de la voluntad del
auditorio Por este motivo en la uacuteltima parte del libro cuarto la relacioacuten entre el
orador y su puacuteblico se resume en una exhortacioacuten a la oracioacuten
Cuando un orador tenga que hablar al pueblo o a un grupo maacutes reducido o dictar lo que se ha de decir puacuteblicamente o lo que se ha de leer por otros -si quieren y pueden- ore para que Dios ponga en sus labios palabras propicias Porque si la reina Ester que habiacutea de hablar al rey en favor de la salud temporal de su pueblo oroacute para que Dios diese a sus labios palabras convenientes iquestcuaacutento maacutes debe orar a fin de que reciba tal don el que trabaja con su palabra y doctrina por la eterna salud de los hombres Aquellos que han de decir lo que recibieron de otros tambieacuten oren antes de recibirlo por aquellos de quienes lo reciben para que se les deacute lo que por ellos desean recibir Y una vez recibido oren a fin de que ellos mismos lo pronuncien como conviene y lo tomen aquellos para quienes lo pronunciaron Y finalmente den gracias por el feliz eacutexito del sermoacuten de Aquel de quien no dudan que recibieron el don de hablar para que asiacute el que se gloriacutea se gloriacutee en Aquel en cuyas manos estamos nosotros y nuestros discursos (Docchr IV3063)
En este pasaje se muestra con claridad el viacutenculo entre la gracia y la retoacuterica
entendida en el aacutembito de las teacutecnicas y las relaciones humanas Asiacute como se afirmoacute
tanto en lo concerniente a la hermeneacuteutica como en lo relacionado con la retoacuterica el
conocimiento de las reglas no garantiza el feliz teacutermino de la accioacuten humana pues
eacutesta se halla sometida a Dios De esto no se sigue como afirman algunos
estudiosos89 que las disciplinas humanas pierdan validez o que su relacioacuten con las
mismas tenga una connotacioacuten meramente utilitarista Se trata en cambio de un uti 89 Se trata de la posicioacuten de Flasch (1994) y sus sostenedores seguacuten la cual la doctrina de la gracia es incompatible con la postura filosoacutefica de Agustiacuten relacionada con las artes liberales y su utilidad
169
que estaacute anclado en la relacioacuten esencial existente entre Dios y toda la creacioacuten en la
que se incluye tanto lo que ha sido instituido por el hombre como lo que ha sido
instituido por Dios mismo como es el caso de la retoacuterica Esta es la razoacuten por la cual
es necesario resaltar con Lettieri (2001) que ―todos los teacuterminos teacutecnicos decisivos de
la teologiacutea agustiniana de la gracia son los mismos ciceronianos usados
sistemaacuteticamente en la segunda parte del De doctrina christiana para articular la
doctrina retoacuterica eclesiaacutestica (p 466) Pensar esta relacioacuten implicariacutea un anaacutelisis de
la doctrina de la gracia y del lugar de la misma en la composicioacuten del De doctrina
christiana teniendo en cuenta la particularidad de su redaccioacuten A continuacioacuten
ofrezco algunos de los hitos principales del desarrollo de la doctrina de la gracia en
Agustiacuten con miras a su articulacioacuten con la retoacuterica sin embargo por ser un tema que
desborda los alcances de este trabajo me centrareacute solamente en el De diversis
quaestionibus ad Simplicianum que como se veraacute confluye en varios puntos con el
De doctrina christiana
33 Doctrina agustiniana de la gracia en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum
Una de las primeras obras escritas luego de la suspensioacuten del De doctrina
christiana fue el De diversis quaestionibus ad Simplicianum aunque la cronologiacutea de
ambas obras y su relacioacuten ha sido objeto de un extenso debate90
Seguacuten las palabras del proacutelogo la intencioacuten de Agustiacuten es responder a las
inquietudes expuestas por Simpliciano respecto de algunos pasajes oscuros de las
Cartas de San Pablo91 Para lograr esto se lleva a cabo una detallada exeacutegesis de
algunos pasajes cuya interpretacioacuten suscita no pocas perplejidades el primero de
ellos es el siguiente 90 En las Retractationes se afirma que la obra dirigida a Simpliciano fue la primera escrita en calidad de obispo ―de los libros que compuse siendo obispo los dos primeros son para Simpliciano prelado de la Iglesia de Milaacuten que sucedioacute al beatiacutesimo Ambrosio Tratan de Cuestiones diversas dos de las cuales las tomeacute de la Carta del apoacutestol Pablo a los Romanos para el libro primero (II11) 91 A propoacutesito del intereacutes exegeacutetico en San Pablo vale la pena tener presente que en ello ―Agustiacuten fue precedido por Mario Victorino el Ambrosiaster en Italia y el donatista Ticonio en Aacutefrica (Stark 1989 p 346)
170
hemos sido desligados de la ley de muerte a que estaacutebamos sujetos de manera que sirvamos en espiacuteritu nuevo no en la letra vieja iquestQueacute diremos entonces iquestQueacute la ley es pecado iexclNo por Dios Pero yo conociacute el pecado sino por la ley Yo no conoceriacutea la codicia si la ley no dijera no codiciaraacutes (Rm 725)92
La explicacioacuten ofrecida reza asiacute
hay que advertir desde luego que la ley no fue dada para provocar al pecado ni para extirparlo sino soacutelo para darlo a conocer para que el alma humana que se creiacutea afianzada en su inocencia palpase la evidencia del mal y no pudiendo vencerlo maacutes que con el favor de Dios con el escozor mismo de su culpabilidad se moviese a pedir la gracia (Simpl I22)
De esto resulta que la ley posibilita el conocimiento de todo aquello que se
debe evitar y el reconocimiento de la incapacidad del hombre para apartarse por siacute
solo del pecado Las palabras de Pablo seguacuten las cuales con ocasioacuten del mandato la
ley lleva a los hombres a la muerte deben interpretarse teniendo en cuenta que la ley
es buena siempre y cuando se haga buen uso de la misma pero es nociva cuando hay
un abuso de ella Asiacute ―abusa de la ley el que no se somete a Dios con piadosa
humildad para poder cumplirla por medio de la gracia (Simpl I16) lo cual confluye
en el pecado Se ve entonces que la ley no es la causa de la muerte sino el pecado
que deriva de la inobservancia de eacutesta Hay que tener presente que el cumplimiento
de la ley no depende de la voluntad del hombre pues es la gracia la que permite pasar
del estadio carnal al espiritual en el que el acatamiento del mandamiento deja de ser
una carga pues ―la gracia perdona los pecados e infunde el espiacuteritu de caridad por la
que la praacutectica de la justicia resulta no ya penosa sino agradable (Simpl I17) Asiacute
soacutelo aquel que es liberado por la gracia de Dios puede proceder seguacuten la ley con el
gusto que define al hombre espiritual
La reflexioacuten sobre la ley se concluye con las siguientes palabras de Apoacutestol
―la letra mata el espiacuteritu vivifica (2Cor 36) las cuales remiten a la seccioacuten del De 92 ―Pocos pasajes en la exeacutegesis paulina han recibido tan extensas variadas y contradictorias explicaciones como el pasaje de Rm 77-25 La explicacioacuten de Agustiacuten ocupa un lugar preponderante en la historia de la exeacutegesis del pasaje en cuestioacuten (Stark 1989 p 346) En lo concerniente a la influencia de Pablo en Agustiacuten debe anotarse con Harrison (2006) que desde los primeros diaacutelogos del 386 es posible establecer una fuerte presencia de la concepcioacuten paulina de la gracia que habriacutea determinado la comprensioacuten agustiniana de la conversioacuten que hallaraacute concrecioacuten en las Confessiones (p118)
171
doctrina christiana en la que se establece la relacioacuten entre interpretacioacuten literal e
interpretacioacuten espiritual Asiacute como el hombre que no ha sido liberado por la gracia es
esclavo de la ley aquel que no interpreta seguacuten la caritas es esclavo de los signos
Vale la pena examinar los dos textos con el fin de resaltar la consonancia existente
entre ambos En el De doctrina christiana se afirma
Mas en este tiempo cuando por la resurreccioacuten de nuestro Sentildeor Jesucristo brilloacute clariacutesimo el signo de nuestra libertad no estamos ya oprimidos con el grave peso de aquellos signos cuya inteligencia tenemos sino que el mismo Sentildeor y la ensentildeanza apostoacutelica nos transmitieron unos pocos entre tantos antiguos y estos faciliacutesimos de cumplir sacratiacutesimos en su significacioacuten y puriacutesimos en su observancia como son el sacramento del bautismo y la celebracioacuten del Cuerpo y la Sangre del Sentildeor Cualquiera que los recibe bien instruido sabe a queacute se refiere de modo que no los venera con carnal servidumbre sino maacutes bien con la libertad espiritual Asiacute como seguir materialmente la letra y tomar los signos por las cosas que significan denota debilidad servil asiacute interpretar inuacutetilmente los signos es propio del error miserablemente libre El que no entiende lo que significa un signo y sin embargo conoce que aquello es signo eacuteste no estaacute agobiado por la servidumbre Mejor es verse agobiado por signos desconocidos pero uacutetiles que no interpretaacutendolos inuacutetilmente enredar en los lazos del error la cerviz que salioacute del yugo de la servidumbre (III913)
Por su parte en la obra dirigida a Simpliciano leemos
Y asiacute un mismo precepto para los que temen es ley y para los que aman gracia De donde aquello del Evangelio la ley fue dada por Moiseacutes la gracia y la verdad vino por Jesucristo En efecto la gracia y la verdad nos vinieron por Jesucristo a fin de cumplir la ley que dio Moiseacutes para inspirar temor Se dijo pues Habeacuteis muerto a la ley como diciendo Estaacuteis libres del suplicio de la ley por el cuerpo de Cristo pues por eacutel os han sido perdonados los pecados merecedores de justo castigo (I117)
En los dos pasajes se afirma que gracias a la venida de Cristo el hombre pudo
librarse tanto de la esclavitud de los signos como de la servidumbre de la ley sin
embargo debe tenerse en cuenta que en el Ad Simplicianum se introduce de manera
expliacutecita el tema de la accioacuten de la gracia Teniendo presente la evidente equivalencia
existente entre ambos temas y la forma en que son abordados vale la pena preguntar
por queacute en la explicacioacuten de la liberacioacuten del hombre de la esclavitud de los signos
no se recurre a la gracia Podriacutea pensarse que ello no ocurre porque la doctrina sobre
la gracia auacuten no habiacutea sido desarrollada de manera sistemaacutetica Esta posicioacuten apoyariacutea
172
la tesis de que los tres primeros libros del De doctrina christiana son anteriores a la
composicioacuten de la obra dirigida al obispo de Milaacuten mientras que la uacuteltima parte del
libro tercero y todo el libro cuarto estariacutean determinados por la doctrina de la gracia
En contra de esta tesis puede afirmarse con Harrison (2006) que ya en las primeras
obras es posible rastrear diversos elementos que corresponden a un momento inicial
de un desarrollo coherente y unitario de la doctrina de la gracia motivo por el que no
es posible afirmar en el antildeo 396 Agustiacuten no tuviera los elementos necesarios para
incluir el tema de la gracia en el De doctrina christiana En este orden de ideas la
razoacuten por la cual en el De doctrina christiana no se recurre de manera expliacutecita al
teacutermino gratia estariacutea relacionada con una concepcioacuten maacutes amplia de eacutesta que atantildee a
la comprensioacuten de la estructura sacramental de toda la realidad (Harrison 2006 p
100)
Sin duda alguna las preguntas de Simpliciano acerca de los pasajes
problemaacuteticos del Apoacutestol exigen un esfuerzo interpretativo que desemboca en una
postura de la cual Agustiacuten ya no se alejaraacute en sus reflexiones posteriores Uno de los
textos en cuestioacuten es (Rm 910-29) en donde Pablo hace referencia al problema de la
eleccioacuten y recurre al ejemplo de Jacob y Esauacute93 Agustiacuten afirma que el objetivo
principal de la Carta a los romanos es evitar que los hombres se gloriacuteen de los
meacuteritos de sus obras y que consideren que por ellas se recibe la gracia de Dios pues
―por lo mismo que es gracia el Evangelio no se debe al meacuterito de las obras pues de
otro modo la gracia no es gracia (Simpl I22) Asiacute pues las obras no se anteponen a
la gracia sino al reveacutes pues eacutesta posibilita el buen obrar Lo mismo debe decirse
respecto de la fe pues eacutesta no es el resultado de la voluntad humana sino un don de
Dios cuya relacioacuten se caracteriza como sigue ―comienza el hombre a recibir la
gracia desde que comienza a creer en Dios movido a abrazar la fe por un aviso
admonitione interno o externo (Simpl I22) A propoacutesito de esto Harrison (2006)
afirma que Agustiacuten sostiene en el Ad Simplicianum que
93 La interpretacioacuten de este pasaje ha despertado el intereacutes de los estudiosos pues muchos ven en ella una clara toma de distancia respecto a la concepcioacuten de la justificacioacuten y la gracia (Catapano 2010 p 94 Lettieri 2001 p 86) A favor de una propuesta unitaria de la doctrina de la gracia que no excluye un cambio pero siacute una radical transformacioacuten veacutease (Harrison 2006 p 283)
173
en primer lugar Dios llama a la fe y hace posible la respuesta llamando de manera apta a la voluntad gracias a esto el hombre tendraacute la capacidad de hacer el bien Agustiacuten describe con detalle en teacuterminos de placer queacute es lo que motiva a la voluntad a creer y queacute hace que el llamado de Dios sea congruente con la voluntad del hombre (p 148)
La clave esteacutetica de la presentacioacuten agustiniana resaltada por Harrison (2006)
constituye un elemento maacutes para afirmar la unidad del pensamiento de Agustiacuten pues
como se afirmoacute a propoacutesito de los diaacutelogos la categoriacutea de la belleza y la terna de
modus species ordocedil con la que se halla en iacutentima conexioacuten es un elemento
recurrente en los diaacutelogos a partir del cual se construye una interpretacioacuten de la
relacioacuten entre Dios y las criaturas Teniendo esto en cuenta puede afirmarse que las
categoriacuteas esteacuteticas presentes en los primeros diaacutelogos de Agustiacuten constituyen el
trasfondo conceptual de lo que se configuraraacute maacutes adelante como doctrina de la
gracia Esta uacuteltima seguacuten un amplio grupo de estudiosos94 llega a su punto maacuteximo
en la interpretacioacuten de Rm 912 donde con el fin de ilustrar coacutemo precede la gracia a
las obras y pertenece al que llama vocat Agustiacuten expone el caso de Jacob y Esauacute de
los cuales antes de nacer y por lo tanto antes de que realizaran cualquier obra se
dijo ―el mayor serviraacute al menor (Rm 912) En este punto surge la pregunta de cuaacutel
es el fundamento de la eleccioacuten en la que se premia a Jacob teniendo en cuenta que
antes de nacer los hermanos no han cumplido todaviacutea ninguna obra ―Ella [la gracia]
no proviene de las obras por ser nulas antes de nacer no proviene tampoco de la fe
por ideacutentica causa iquestDe doacutende pues proviene (Simpl I26) La solucioacuten a esta
pregunta recoge los puntos fundamentales de las doctrinas agustiniana de la
justificacioacuten y de la gracia En primer lugar se afirma que la eleccioacuten de Jacob no
dependioacute ni de las obras ni de la fe sino de la voluntad de Dios que es Aquel que
justifica a los hombres llamaacutendolos a la fe por la gracia Por esta razoacuten no puede
afirmarse que la eleccioacuten se deacute a causa de la presciencia divina pues esto implicariacutea
aceptar que se eligioacute a Jacob por sus obras o por su fe
Luego si la misericordia de Dios no se adelanta llamando nadie puede conseguir la fe que es la base y principio para justificarse y conseguir la facultad de obrar bien
94 (Lettieri 2001 Catapano 2010)
174
(hellip) Luego por la voluntad del que llama vocante no por ninguna obra meritoria suya consiguioacute el menor el traspaso del mayorazgo (Simpl I27) (Eacutenfasis del autora)
El uso del teacutermino vocatio llamada busca poner el acento en la correlacioacuten
entre el que llama y el que es llamado relacioacuten que se establece sin la intervencioacuten
del hombre pues auacuten el consensus de este uacuteltimo es un don divino De esto resulta
que la llamada de Dios es siempre eficaz lo cual permite la conversioacuten incluso la de
los corazones maacutes soberbios95 Empero esta idea parece contraponerse al texto del
Evangelio seguacuten el cual ―muchos fueron los llamados y pocos los elegidos (Mt
2016) Si el llamado de Dios es siempre eficaz iquestcoacutemo explicar las palabras del
evangelista En la solucioacuten a esta cuestioacuten Agustiacuten recurre a teacuterminos retoacutericos
Asiacute aunque muchos fueron llamados de una manera sin embargo como no estaban en las mismas disposiciones affecti soacutelo respondieron a la vocacioacuten los que estaban dispuestos a recibirla lo cual nos autoriza para decir con verdad luego no depende del que quiere o corre sino de Dios que obra misericordia pues llamoacute como era conveniente aptum a los que siguieron la vocacioacuten vocationem (Simpl I213)
Noacutetese coacutemo la utilizacioacuten de los teacuterminos retoacutericos affectus y vocatio apta
permite resolver la dificultad de la interpretacioacuten de ambos pasajes Sin embargo el
uso de la retoacuterica no debe entenderse como la aplicacioacuten extriacutenseca de una disciplina
pues se recurre a las categoriacuteas retoacutericas humana en cuanto expresioacuten fenomenoloacutegica
de las divinas De esta breve consideracioacuten del Ad Simplicianum pueden extraerse las
siguientes conclusiones
1 El llamado eficaz de Dios esto es su voluntad es irresistible e infalible razoacuten
por la cual su efecto effectus no depende del hombre
2 La vocatio de Dios actuacutea en diferentes niveles ya que para algunos puede ser
apta persuasiva y eficaz mientras que para otros es inadecuada no persuasiva
e ineficaz seguacuten sea la voluntad divina (Lettieri 2001 p 86)
3 La conversioacuten de aquel que es llamado vocatus depende de forma directa de
la modalidad de la vocatio ―de la misteriosa y no uniforme intencionalidad de 95 A propoacutesito de esto Drecoll (2004) afirma que ―la conversioacuten de Pablo se constituye en un paradigma de la doctrina de la gracia agustiniana pues el perseguidor de la Iglesia Saulo precisamente se convierte sin ninguacuten meacuterito (p 226)
175
la retoacuterica divina que llama a todos los hombres pero de distinta manera
(Lettieri 2001 p 87)
Debe resaltarse como ya se afirmoacute en el capiacutetulo anterior que la cercaniacutea
entre ambas obras no soacutelo es temaacutetica sino metodoloacutegica pues las dos siguen el
esquema ciceroniano96 del modus inveniendi y el modus proferendi En el caso del Ad
Simpliacianum puede verse que la obra se ocupa en primer lugar de los problemas
interpretativos desde una perspectiva hermeneacuteutica y en segundo lugar del modo en
el que se debe decir aquello que se ha entendido desde un punto de vista retoacuterico que
no se limita a la retoacuterica humana sino que sienta las bases de los que podriacutea llamarse
retoacuterica divina Esta uacuteltima se desarrollaraacute treinta antildeos maacutes tarde en el libro cuarto del
De doctrina christiana en el cual se lleva a cabo una siacutentesis de varias de las
cuestiones que habiacutean ocupado las reflexiones de Agustiacuten desde los primeros antildeos del
episcopado En este sentido puede afirmarse que el De doctrina christiana entendida
en su conjunto y como unidad es una obra en la que el autor da cuenta de los
meacutetodos y modelos que eacutel mismo ha puesto en praacutectica durante su actividad
filosoacutefica
34 Retoacuterica de la gracia en la conclusioacuten del De doctrina christiana
En las primeras secciones del presente capiacutetulo se mostroacute que el uacuteltimo libro
del De doctrina christiana ofrece las herramientas necesarias para la preparacioacuten del
orador cristiano el cual una vez haya realizado un trabajo de interpretacioacuten de la
Escritura podraacute proceder a la explicacioacuten de cuanto alliacute ha comprendido Como ya se
afirmoacute teniendo en cuenta que esta parte de la obra fue compuesta en el antildeo 426 es
decir cuando ya Agustiacuten llevaba tres decenios dedicado a la interpretacioacuten y a la
predicacioacuten se trata de una seccioacuten de la obra que puede caracterizarse como
―retroprogramaacutetica es decir que en su composicioacuten el autor se vale de su propia
96 En los Topica Ciceroacuten afirma ―como toda razoacuten diligente del disertar tiene dos partes la una del invenir la segunda del juzgar el priacutencipe de ambas -seguacuten en verdad me parece- fue Aristoacuteteles Los estoicos empero trabajaron en la segunda [hellip] Nosotros ya que en ambas la utilidad es suma y si hubiera tiempo pensariacuteamos perseguir ambas comenzaremos por aquella que es la primera (II6)
176
experiencia llevando a cabo un ejercicio de autocomprensioacuten Asiacute la decisioacuten de
terminar la obra interrumpida se inscribe en el espiacuteritu de las Retractationes lo cual
le permite a Agustiacuten hacer una revisioacuten retoacuterica de su obra de sus fuentes y del
meacutetodo empleado en la interpretacioacuten y la predicacioacuten de las verdades de la Escritura
La utilidad de la exposicioacuten de estas reglas es innegable sin embargo no debe
caerse en la simplificacioacuten defendida por muchos comentaristas que considera el De
doctrina christiana como un manual ya sea de hermeneacuteutica ya sea de retoacuterica
(Simonetti 1983 Schaumlublin 1995) Se trata en cambio de un ejercicio interpretativo
y retoacuterico en el que a partir de las categoriacuteas claacutesicas ciceronianas se construye una
reflexioacuten que desborda los liacutemites de las disciplinas humanas y por esa razoacuten culmina
con la exposicioacuten de lo que con Lettieri (2001) puede llamarse persuasioacuten divinalsquo
en el libro cuarto del De doctrina christiana se elabora una teoriacutea consciente y revolucionaria de la retoacuterica divina esto es de la palabra humana como fenoacutemeno del Verbo divino Asiacute el juego etimoloacutegico sobre el teacutermino orator (oradororante) revela el maacutes profundo sentido de la relacioacuten entre reacutetor humano y Reacutetor absoluto (p 466)
El orador debe orar a Dios para que ponga en su boca las palabras adecuadas
para que pueda pronunciarlas de manera adecuada y para que el puacuteblico las reciba de
manera adecuada No sorprende que al final de su obra Agustiacuten recurra nuevamente
al siguiente pasaje escrituriacutestico ya citado en IV1532
conceacutedame Dios hablar seguacuten eacutel quiere y concebir pensamientos dignos de sus dones porque eacutel es quien guiacutea a la sabiduriacutea y quien dirige a los sabios que nosotros y nuestras palabras en sus manos estamos con toda nuestra prudencia y destreza en el obrar (Sab 716)
A continuacioacuten se presentaraacuten tres elementos tomados de la retoacuterica
ciceroniana a partir de los cuales puede entenderse la accioacuten de la retoacuterica divina
Uno de los teacuterminos ciceronianos que seguacuten la propuesta de Lettieri (2001)
Agustiacuten utiliza para estructurar su retoacuterica de la gracia es el de victoria97 El punto de
97 A propoacutesito de la victoria en las contiendas retoacutericas Ciceroacuten afirma en el De oratore (II1772)
177
partida para el tratamiento de esta nocioacuten es una vez maacutes uno de los pasajes del
Orator98 sobre el que se articula el libro cuarto del De doctrina christiana
Seraacute elocuente pues (ya que buscamos al orador perfecto siguiendo las huellas de Antonio) el que en el foro y en las causas civiles hable de tal manera que pruebe deleite y convenza El probar es de necesidad el deleitar de utilidad En el convencer estaacute la victoria final de toda causa Cuantos son los oficios del orador tantos son los modos de decir Sutil en el probar templado en el deleitar vehemente en el persuadir aquiacute estaacute toda la fuerza del orador (69)
Para el Arpinate el persuadir flectere uacuteltimo de los officia oratoris se
configura como el objetivo fundamental de la retoacuterica en esta concepcioacuten Agustiacuten
sigue a su maestro y lo cita textualmente cuando afirma en el De doctrina christiana
dijo pues un maestro de elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee deleite y mueva Y antildeadioacute despueacutes el ensentildear es propio de la necesidad el deleitar de la amenidad y el mover de la victoria (IV1227)99
Como se vio en la seccioacuten anterior el De diversis quaestionibus ad
Simplicianum permite conectar el tema de la retoacuterica con la doctrina de la gracia pues
Agustiacuten se sirve en dicha obra de algunas categoriacuteas retoacutericas claacutesicas para explicar la
manera en la que opera la accioacuten eficaz y movente de la gracia En el De doctrina
christiana es posible establecer dicha relacioacuten si se tiene en cuenta la doble
dimensioacuten de la retoacuterica Asiacute desde el punto de vista de la retoacuterica divina debe
afirmarse que eacutesta siempre alcanza la victoria en la persuasioacuten pues su llamado es
irresistible A propoacutesito de esto puede afirmarse con Marone (2008) que
98 La eleccioacuten del Orator y la preeminencia de su uso en el libro cuarto no son casuales Podriacutea pensarse que Agustiacuten consciente del desplazamiento llevado a cabo por Ciceroacuten del orador al oyente y de lo particular a lo universal encuentra en el Orator nociones maacutes precisas para la configuracioacuten retoacuterica de la doctrina de la gracia A propoacutesito de dicho desplazamiento ciceroniano se afirma que ―para el Ciceroacuten del Orator eacuteste ya no es el que domina al puacuteblico por la fuerza casi taumatuacutergica de su elocuencia sino el que se adapta a eacutel el que moldea no soacutelo su discurso sino tambieacuten su manera de ser (Levy 2012 p 27) 99 Es sorprendente el silencio de los comentaristas acerca del recurso de Agustiacuten a Ciceroacuten en esta seccioacuten del De doctrina christiana En primer lugar debe anotarse que la cita del Orator (69) es textual lo cual supone un uso teacutecnico consciente y voluntario a una de las nociones maacutes importantes de la retoacuterica del Arpinate Resulta muy notable que la uacutenica palabra que se cambia probare del aacutembito juriacutedico por docere del aacutembito pedagoacutegico tambieacuten haya sido usada por Ciceroacuten al enunciar los officia oratoris en el Brutus (185) El tema no menos sorprendente de la valoracioacuten de las palabras del maestro romano se abordaraacute en la conclusioacuten
178
en la teologiacutea de la gracia pueden identificarse el docere de la ley que habiacutea arrancado del hombre sus instintos animales la suasio cristiana que habiacutea permitido el conocimiento del Antiguo Testamento y el flectere infalible de la gracia que habiacutea quebrado la dureza del corazoacuten (p 309)
No sorprende que en otra obra compuesta en el mismo antildeo de la culminacioacuten
del De doctrina christiana se recurra al teacutermino victorialsquo paulino y ciceroniano En
el De gratia et libero arbitrio se afirma
pero iquestde queacute sirve un buen combate si no es coronado por la victoria Y iquestquieacuten da la victoria sino aquel de quien el mismo Apoacutestol dice pero gracias sean dadas a Dios que nos da la victoria por nuestro Sentildeor Jesucristo (VII16)
Estas palabras se hallan en clara consonancia con la conclusioacuten del De
doctrina christiana de nada sirve un buen combate certamen100 si no es coronado
con la victoria de la persuasio que culmina en la conversio Sin embargo esta uacuteltima
no depende de la voluntas del hombre ni de su doctrina pues ni la voluntad ni el
conocimiento son suficientes por siacute solos para garantizar la victoria
En segundo lugar vale la pena volver sobre la cuestioacuten de la relacioacuten entre
officia oratoris y genera dicendi A partir de la enunciacioacuten ciceroniana de los officia
oratoris y de los genera dicendi Agustiacuten construye como ya se vio un sistema de
retoacuterica cristiana que tiene una doble dimensioacuten Por una parte se trata de las reglas
que el orador y el predicador deben aplicar a sus discursos101 y por otra se trata de la
manera en la que la retoacuterica divina se manifiesta En cuanto a las primeras ya se
100 El teacutermino certamen lucha disputa o contienda proviene del verbo certāre que puede traducirse como combatir o disputar En su acepcioacuten retoacuterica Agustiacuten lo utiliza en el Contra academicos (I38) y en el proacutelogo al libro tercero del De doctrina christiana donde se afirma ―el hombre que teme a Dios indaga con diligencia su voluntad en las Santas Escrituras Pero antes haacutegase por la piedad manso en el trato para no amar las contiendas fortifiacutequese de antemano con el conocimiento de las lenguas a fin de no vacilar en las palabras y expresiones desconocidas preveacutengase por la instruccioacuten de ciertas cosas necesarias para no ignorar la virtud y naturaleza de aquellas cosas que se aducen por viacutea de semejanza y finalmente ayudaacutendole la veracidad de los coacutedices a los que procuraraacute depurar con una cuidadosa diligencia aceacuterquese ya pertrechado de este modo a discutir y solucionar los pasajes ambiguos de las Santas Escrituras (III11) La importancia de este proacutelogo es fundamental pues en eacutel se anticipa el programa de los dos uacuteltimos libros del De doctrina christiana y el espiacuteritu que determinaraacute la composicioacuten del libro cuarto treinta antildeos despueacutes si las contiendas humanas no estaacuten dirigidas por la caritas son palabras vaciacuteas 101 A propoacutesito de esto Lettieri (2001) afirma ―detraacutes del fenoacutemeno de la palabra biacuteblica y eclesiaacutestica teacutecnicamente construida seguacuten las normas de la retoacuterica claacutesica opera el Acto retoacuterico divino del cual aquellas categoriacuteas representan un vestigio (p 468)
179
afirmoacute que el orador debe buscar la claridad en sus discursos y que puede recurrir a
cualquiera de los tres genera dicendi seguacuten sea su finalidad o mezclarlos entre siacute
como de hecho lo han hecho autores cristianos como Cipriano y Ambrosio Por otra
parte en cuanto a la manifestacioacuten divina debe afirmarse que eacutesta se da en primer
lugar en la Escritura razoacuten por la que Agustiacuten a traveacutes de los exempla pone en
evidencia los diferentes estilos de los que se sirve Dios cuando habla por medio de los
profetas o del autor inspirado Teniendo en cuenta que seguacuten la retoacuterica claacutesica la
eleccioacuten de los estilos estaacute relacionada con el argumento a tratar vale la pena
detenerse en este aspecto pues esta distincioacuten no se aplica en la retoacuterica divina ya
que todas las materias abordadas son materias elevadas En este punto se lleva a cabo
un desplazamiento del contenido de la Escritura hacia la intencioacuten del orador y del
oyente el cual puede entenderse en un cierto sentido como una subjetivacioacuten de la
retoacuterica Si la Escritura es un espacio de objetividad absoluta en cuanto
manifestacioacuten divina es necesario recurrir a la intentio subjetiva para mantener la
distincioacuten claacutesica Esta consideracioacuten nos permite volver sobre una cuestioacuten que se
habiacutea presentado como problemaacutetica en la parte inicial del presente capiacutetulo la
eleccioacuten del pasaje de Rm 138 como exemplum de estilo moderado Teniendo en
cuenta que el mismo pasaje se utiliza en la reconstruccioacuten del momento de la
persuasio definitiva en las Confessiones esto es en la presentacioacuten literaria de la
propia conversio llevada a cabo por el Agustiacuten obispo en el antildeo 397 puede afirmarse
ahora que la razoacuten por la que en el De doctrina christiana este pasaje cumple una
funcioacuten distinta obedece a la utilizacioacuten del principio seguacuten el cual la Escritura se
aplica desde la subjetividad
A propoacutesito de la relacioacuten entre officia oratoria y genera dicendi vale la pena
tener presente la propuesta de Lettieri (2001) seguacuten la cual la revelacioacuten puede
entenderse bajo el mismo esquema de los genera ciceronianos aunque no debe
perderse de vista que la caritas de la gracia puede alcanzar su cometido la victoria a
traveacutes de cualquier estilo en el que se exprese su mensaje Seguacuten esto se afirma que
Dios se revela en el estilo sencillo en la doctrina y en la lex siguiendo el estilo
medio en la suasio evangeacutelica de la Iglesia y a traveacutes del estilo elevado en la
180
persuasio accioacuten interior e irresistible del Verbum (Lettieri 2001 p 473) El
esquema ofrecido por Lettieri se halla en clara consonancia con los exempla
presentados por Agustiacuten para el tratamiento de los genera dicendi en el libro cuarto
del De doctrina christiana Vale la pena recordar que para el estilo sencillo se
exponen varios pasajes de la Carta a los gaacutelatas de San Pablo relacionados
justamente con la ley acerca de la cual es necesario instruir a los hombres pues
fue dada por motivo de la transgresioacuten hasta que viniese la semilla a quien se hizo la promesa ley dispuesta por medio de los aacutengeles en la mano del Mediador Mas el mediador no es entre uno solo y Dios es uno (Ga 315)
En lo que concierne al estilo moderado se ofrecen tambieacuten varios pasajes
apostoacutelicos de iacutendole praacutectica muy cercanos tanto en el estilo como en la finalidad a
los preceptos ofrecidos por Ciceroacuten y Ambrosio en el De officiis En los pasajes
exhortativos del Apoacutestol Agustiacuten encuentra la belleza retoacuterica caracteriacutestica del estilo
medio cuya finalidad es la suasio a traveacutes del delectare
Casi todo este pasaje de la misma exhortacioacuten tiene un estilo moderado pero los trozos son maacutes bellos donde se suceden elegantemente las cosas propias con las propias como si fuesen tributos que se pagan a un deudor por ejemplo ―teniendo dones diversos conforme a la gracia que se nos ha dado ya sea profeciacutea a proporcioacuten de la fe ya ministerio para administrar el que ensentildea en la ensentildeanza el que exhorta en la exhortacioacuten el que distribuye en la sencillez el que preside en la solicitud el que obra misericordia con alegriacutea El amor sin fingimiento odiando el mal apegaacutendoos al bien En la caridad fraterna amaacutendoos unos a otros previnieacutendoos mutuamente en el honor en la obligacioacuten no perezosos en el espiacuteritu fervientes sirviendo al Sentildeor en la esperanza gozosos sufridos en la tribulacioacuten en la oracioacuten perseverantes caritativos en las necesidades de los santos ejercitando la hospitalidad Bendecid a los que os persiguen bendecidlos y no los maldigaacuteis Alegraos con los que se alegran llorad con los que lloran sintiendo lo mismo unos con otros (Rm 121) (IV2040)
Por uacuteltimo los exempla ofrecidos para ilustrar el estilo elevado se hallan
estrechamente relacionados con la persuasioacuten entendida como accioacuten irresistible y
siempre eficaz de la gracia De hecho Agustiacuten sostiene que el Apoacutestol no requiere de
artificios estiliacutesticos pues se trata de palabras que expresan violentum animi
affectibus como puede verse en el siguiente pasaje de Pablo
181
Sabemos que todas las cosas cooperan en bien de los que aman a Dios de aquellos que son llamados seguacuten la voluntad de Dios Porque a los que preconocioacute tambieacuten los predestinoacute a ser conformes a la imagen de su Hijo a fin de que Eacutel sea el primogeacutenito entre muchos hermanos A los que predestinoacute a eacutesos llamoacute y a los que llamoacute a los mismos tambieacuten justificoacute a los que justificoacute tambieacuten los glorificoacute (Rm 828) (IV 2043)
Como se afirmoacute antes a lo largo de toda la obra se ve con claridad que el uso
de los exempla tiene una funcioacuten que desborda el plano de la doctrina pues ellos
mismos se instalan en la persuasio objetivo uacuteltimo y maacutes elevado de la retoacuterica Esa
es la razoacuten por la cual hay una perfecta concordia entre forma retoacuterica y contenido la
cual halla su maacutexima expresioacuten en la eleccioacuten de los exempla Asiacute el principio
ciceroniano seguacuten el cual la elocuencia sin sabiduriacutea en nada aprovecha (Inv I1) es
reinterpretado a la luz de la sentencia paulina que encierra todo el propoacutesito del De
doctrina christiana ―no en sabiduriacutea de palabras no sea que quede vaciacutea la cruz de
Jesucristo (1Cor 117)
182
CONCLUSIONES
El recorrido llevado a cabo en el presente trabajo aborda la relacioacuten entre Agustiacuten y
Ciceroacuten uno de los autores claacutesicos maacutes influyentes en la configuracioacuten del
pensamiento cristiano medieval Teniendo en cuenta la vastedad y complejidad de la
obra de Agustiacuten fue necesario fijar un criterio metodoloacutegico que se centrara en el
estudio de algunos textos que fueran particularmente representativos de la influencia
del maestro romano en el Hiponense Por este motivo se establecioacute una distincioacuten
basada en tres momentos coyunturales del desarrollo intelectual de Agustiacuten a saber
la composicioacuten de los Diaacutelogos de Casiciaco en el 386 la primera redaccioacuten del De
doctrina christiana en el 396 y la culminacioacuten de esta uacuteltima en el 426
El conjunto de diaacutelogos compuestos en Casiciaco ofrece un panorama
complejo y rico de motivos claacutesicos y filosoacuteficos que permite acceder al pensamiento
de Agustiacuten en los antildeos inmediatamente posteriores a la conversioacuten Si bien no pocos
autores han notado la belleza estiliacutestica de los mismos y la profundidad de las
cuestiones alliacute tratadas el juicio que se ha impuesto los ha confinado a un lugar
menor dentro de la totalidad del corpus pues es comuacuten la consideracioacuten seguacuten la cual
se trata de obras juveniles muy cercanas al neoplatonismo (Alfaric 1918) cuyos
postulados son revisados y superados por el teoacutelogo de la gracia (von Harnack 1988
Lettieri 2001) Esta valoracioacuten se halla ligada al debate de las ―conversiones que
aunque identificado por Courcelle como un falso dilema (1968 p106) ha
determinado la recepcioacuten de los diaacutelogos y la consideracioacuten seguacuten la cual eacutestos deban
ser objeto de un estudio inherente al momento filosoacutefico temprano del pensamiento
de Agustiacuten En contra de las tesis evolucionistas algunos estudiosos han puesto el
184
acento en la unidad y continuidad en el desarrollo intelectual de Agustiacuten (Madec
1992 Harrison 2006) Si bien ninguna de las dos posiciones puede dar cuenta de
manera exhaustiva de las muacuteltiples dificultades que suscita el estudio de la obra
agustiniana en el presente trabajo se rastrearon algunas pistas que permiten avanzar
un poco en la direccioacuten de una continuidad y sostener la tesis seguacuten la cual siacute es
posible hablar de un pensamiento unitario en Agustiacuten
El hilo conductor de la investigacioacuten fue Ciceroacuten y la manera en la que
Agustiacuten recurre a su obra y pensamiento en momentos distantes pero estrechamente
relacionados entre siacute como la composicioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco y el De
doctrina christiana en sus dos redacciones
En el antildeo 386 Agustiacuten habiacutea abandonado su caacutetedra de retoacuterica aduciendo un
malestar de salud que no le permitiacutea atender a tan extenuante labor Se retira a
Casiciaco con el fin de prepararse para recibir el bautismo de manos del obispo
Ambrosio y llevar una vida tranquila alejada de los avatares de la administracioacuten
imperial Una lectura desprevenida del pasaje de las Confessiones en donde se relatan
estos acontecimientos podriacutea llevar a considerar que la renuncia a la retoacuterica no es
una renuncia al cargo de orador imperial y sus implicaciones sino una renuncia al
arte pagano siacutembolo del mundo romano Sin embargo el anaacutelisis atento de los
diaacutelogos escritos en dicho periodo arroja elementos que demuestran con claridad el
profundo compromiso de Agustiacuten no soacutelo con la retoacuterica claacutesica en cuanto disciplina
sino sobre todo con la concepcioacuten filosoacutefica ciceroniana
En el Contra Academicos primero de los diaacutelogos escritos en la villa de
Verecundo se lleva a cabo una imponente defensa de Ciceroacuten y de la escuela
neoacadeacutemica luego de haber realizado un ejercicio retoacuterico-filosoacutefico cuyo
resultado no fue otro que la refutacioacuten de las tesis esceacutepticas seguacuten las cuales resulta
imposible acceder a la verdad Animado por la promesa de eacutesta presentada en el
Hortensius Agustiacuten y sus interlocutores se entregan a la ardua tarea de demostrar que
el sabio puede conocer siendo eacuteste el resultado de dicho conocimiento
para mi es evidente que jamaacutes debo apartarme de la autoridad de Cristo ya que no encuentro otra maacutes fuerte En cuanto a lo que ha de buscarse con la fuerza de la razoacuten
185
(pues mi estado de aacutenimo es tal que estoy deseando con impaciencia conocer la verdad no soacutelo mediante la fe sino comprenderla tambieacuten con la inteligencia) espero entretanto poder encontrar en los platoacutenicos una doctrina que no se oponga a nuestros sagrados misterios (cAcad III2044)
Asiacute el primero de los diaacutelogos de Agustiacuten se cierra con la formulacioacuten de un
proyecto filosoacutefico en cuanto orientado a la buacutesqueda de la verdad que se ancla en la
siacutentesis entre la autoridad de Cristo102 y la razoacuten Si bien no se tratoacute en detalle la
relacioacuten de Agustiacuten con el platonismo la lectura del Contra Academicos ofrece
elementos fundamentales para la comprensioacuten de la relacioacuten de Agustiacuten con la
tradicioacuten platoacutenica que a traveacutes de Ciceroacuten se habiacutea instalado en los ciacuterculos
intelectuales de la peniacutensula
El proyecto agustiniano halla una primera concrecioacuten en los otros dos
diaacutelogos escritos en el antildeo 386 en los que es posible identificar el tratamiento de
temas claacutesicos de la filosofiacutea griega y romana como la cuestioacuten de la felicidad la
armoniacutea del universo y el alma humana En un interesante artiacuteculo Foley (2009)
rastrea las raiacuteces filosoacuteficas de los diaacutelogos de Casiciaco poniendo en evidencia que
la discusioacuten acerca del neoplatonismo de Agustiacuten ha ensombrecido la presencia de
Ciceroacuten en el cual Agustiacuten se inspira no soacutelo en lo concerniente al estilo sino en los
temas abordados Si bien el artiacuteculo de Foley resulta de gran utilidad para establecer
la apropiacioacuten agustiniana del pensamiento del Arpinate es necesario entender coacutemo
se da dicha apropiacioacuten desde la perspectiva de un filoacutesofo cristiano En este sentido
la conclusioacuten del Contra Academicos debe tenerse presente en la consideracioacuten de
todos los diaacutelogos como unidad temaacutetica y metodoloacutegica A propoacutesito de esto vale la
pena traer a colacioacuten la consideracioacuten de Fuhrer (2017) en la introduccioacuten a su
reciente edicioacuten criacutetica de los diaacutelogos de Casiciaco ―cada uno de los tres diaacutelogos
establece maacutes allaacute de sus fundamentos filosoacuteficos la capacidad que tiene la doctrina
cristiana para revelar la verdad (p7) Para el caso particular del De beata vita se
afirma que ―la peculiaridad del tratamiento agustiniano de este tema claacutesico reside en
la forma en la que concilia la tradicioacuten filosoacutefica con elementos cristianos proceso
102 Acerca del caraacutecter cristoloacutegico de los primeros escritos de Agustiacuten y de su ortodoxia veacutease Harrison 2006 p 255 ss
186
que culmina en el reconocimiento de que la beata vita y la sapientia pueden
alcanzarse a traveacutes de lo que Agustiacuten llama Deum habere Deo perfrui o cognitio
Dei (Fuhrer 2017 p9) El aporte del De beata vita en la comprensioacuten de la filosofiacutea
del joven Agustiacuten resulta fundamental pues como se demostroacute en este trabajo alliacute se
esbozan algunos de los temas que se trataraacuten en las Confessiones y en las obras de
madurez En lo concerniente a la tan debatida cuestioacuten del caraacutecter exclusivamente
filosoacutefico de los diaacutelogos Catapano (2006) y Harrison (2006) han presentado
importantes avances concluyendo que hay una evidente caracterizacioacuten cristiana de la
Verdad como objeto de la indagacioacuten filosoacutefica y que es posible establecer una
continuidad entre los primeros acercamientos a la cuestioacuten de la gracia y su posterior
desarrollo en el antildeo 397
En relacioacuten con el De ordine vale la pena detenerse en el caraacutecter del diaacutelogo
y la importante funcioacuten que cumple en la trilogiacutea de Casiciaco y en el corpus
agustiniano A propoacutesito de su particularidad puede afirmarse que en eacutel se encuentran
―las afirmaciones maacutes expliacutecitas acerca de la naturaleza las tareas y las partes de la
filosofiacutea seguacuten la acepcioacuten agustiniana Catapano 2006 p153) En este sentido el
punto de partida del proyecto filosoacutefico de Agustiacuten se completa estableciendo su
propoacutesito con claridad
Y para que nadie piense que he emprendido un tema vastiacutesimo lo resumo todo maacutes llana y brevemente Y digo que al conocimiento de todos estos problemas nadie debe aspirar sin el doble conocimiento de la buena argumentacioacuten y de la potencia de los nuacutemeros Si aun esto les parece mucho aprendan bien o la ciencia de los nuacutemeros o el arte de razonar bien Si todaviacutea les acobarda esto ahonden en el conocimiento de la unidad numeacuterica y de su valor sin considerarla en la suprema ley y sumo orden de todas las cosas sino en lo que cotidianamente sentimos y hacemos Se afana por esta erudicioacuten la misma filosofiacutea y llega a la unidad pero de un modo mucho maacutes elevado y divino Dos problemas le inquietan uno concerniente al alma el otro concerniente a Dios (ord II3347)
La empresa propuesta en el De ordine en el antildeo 386 determinaraacute el
pensamiento agustiniano y si bien en los cuatro decenios siguientes mostraraacute
variaciones en el recurso a las fuentes o en la predileccioacuten de ciertas temaacuteticas sobre
187
otras resulta muy difiacutecil sostener que se haya presentado un cambio radical en el
pensamiento de Agustiacuten o una renuncia a sus primeras reflexiones
El uacuteltimo de los diaacutelogos compuestos en este periodo los Soliloquia tiene un
caraacutecter particular pues en eacutel se toma distancia del geacutenero del ―diaacutelogo de villa
ciceroniano y se inaugura un estilo propiamente agustiniano la indagacioacuten intimista y
reflexiva del soliloquio Asiacute el intercambio dialogal se desplaza del coloquio entre un
grupo de amantes de la sabiduriacutea al diaacutelogo de un alma consigo misma que quiere
ahondar en sus propios misterios Sin embargo el recurso mismo al geacutenero dialogal
corresponde a una eleccioacuten claacutesica asiacute como los elementos provenientes del
Hortensius la Consolatio el De oratore y el De republica103 evidenciados a lo largo
de la obra En este sentido vale la pena destacar que tanto la forma como el contenido
de los Soliloquia estaacuten determinados por la tesis ciceroniana (De orat V17) de la
cultura como concordancia entre intelligendi disciplina y dicendi disciplina entre
dialeacutectica y retoacuterica donde aqueacutella se entiende como el paso de los signos (signa)
sensibles a las cosas ideales (res) y eacutesta como comunicacioacuten persuasiva de la verdad
Eacuteste es justamente el punto de partida del De doctrina christiana primera
obra compuesta por Agustiacuten en calidad de obispo de Hipona y redactada diez antildeos
despueacutes de los diaacutelogos de Casiciaco pero que se articula a partir de las ideas alliacute
expuestas Como se demostroacute en el presente trabajo la cercaniacutea entre los diaacutelogos y
la obra iniciada en el 396 es innegable pues tanto en los contenidos como en la
forma hay una continuidad esencial que apoya la idea de la unidad del pensamiento
de Agustiacuten En primer lugar debe destacarse la importancia que tienen las disciplinae
en las reflexiones de Agustiacuten en el decenio que transcurre entre el periodo milaneacutes y
el regreso al norte de Aacutefrica Si bien no considero que el De doctrina christiana
pueda reducirse a un manual teacutecnico es importante tener presente que siacute representa
una continuidad temaacutetica de cuestiones referidas a las disciplinas su funcioacuten y su 103 A propoacutesito de la relacioacuten entre el del De republica ciceroniano y la Repuacuteblica de Platoacuten vale la pena tener presente la propuesta de Altman (2016) en su obra The Revival of Platonism in Cicerorsquos Late Philosphy la cual presenta una tesis incisiva concerniente a la asimilacioacuten ciceroniana de la filosofiacutea de Platoacuten El papel que se le otorga a Agustiacuten en la construccioacuten de dicha recepcioacuten me permitioacute proponer una lectura poliacutetica de los Soliloquia que puede tomarse como punto de partida para futuras indagaciones en este campo
188
caraacutecter ya abordadas en los primeros diaacutelogos Asiacute muchos de los avances
alcanzados en el De ordine que presenta un programa provisional para una paideia
cristiana seraacuten retomados y profundizados en el 396 bajo la oacuteptica de las nuevas
exigencias impuestas por el obispado La cercaniacutea entre este aspecto de las primeras
obras y el De doctrina christiana ha sido notada y abordada por un amplio grupo de
comentaristas (Marrou 1949 Kevane 1966 Toom 2002) sin embargo esta
perspectiva ha contribuido a la tendencia de dividir la obra en dos secciones
irreconciliables entre siacute una de talante pedagoacutegico-cultural y otra de caraacutecter
teoloacutegico (Lettieri 2001) Mi intencioacuten al tratar esta cuestioacuten fue la de abordar el De
doctrina christiana como una obra dotada de unidad y coherencia a pesar de haber
sido suspendida en el 396 y retomada treinta antildeos maacutes tarde De este modo tambieacuten
en su relacioacuten con los diaacutelogos de Casiciaco propuse una lectura de continuidad que
me permitioacute no soacutelo establecer los puntos de confluencia sino rastrear la presencia de
Ciceroacuten tanto en los diaacutelogos como en los cuatro libros que componen el De doctrina
christiana En este propoacutesito fue de fundamental importancia la consideracioacuten del
proacutelogo de la obra pues eacuteste se configura como un testimonio imprescindible para
entender su caraacutecter e intencioacuten en cuanto conjunto (Kevane 1996 112 Kraumlmer
2006 101) asiacute como para situarla en el desarrollo intelectual de Agustiacuten En relacioacuten
con la datacioacuten del proacutelogo se ha presentado un intenso debate entre los
comentaristas pues mientras un grupo afirma que fue escrito en el antildeo 396 (Mayer
1974 Pincherle 1974 Kevane 1996) otros consideran que se redactoacute en el 426
junto con la parte conclusiva del libro tercero y el libro cuarto seguacuten la comuacuten
usanza de escribir el proacutelogo al final (Duchrow 1965 Opelt 1966) Luego de un
atento anaacutelisis del proacutelogo y de una consideracioacuten comprehensiva de toda la obra
considero que puede adoptarse con mayor fuerza la propuesta del primer grupo de
estudiosos Esta eleccioacuten ademaacutes permite entender mejor la cercaniacutea de la primera
parte del De doctrina christiana a otros escritos tempranos entre los cuales pueden
destacarse el Contra Academicos y el De magistro104
104 Toom (2002) aborda con claridad y profundidad la relacioacuten entre el De magistro y el De doctrina christiana sobre todo en lo concerniente al caraacutecter cristoloacutegico presente en ambas obras Sorprende
189
Del estudio del proacutelogo y del primer libro del De doctrina christiana se
derivan importantes conclusiones en lo relativo a la influencia del Arpinate En
primer lugar debe anotarse que las distinciones fundamentales sobre las que se
estructura la obra son de origen retoacuterico y se encuentran enunciadas en varias obras
ciceronianas Se trata de la distincioacuten entre modus inveniendi y modus proferendi
(Orat XXIII 8 Top II6) entre signa y res (De Inv I3048) entre uti y frui (De Inv
II53159) Estas categoriacuteas le permiten a Agustiacuten no soacutelo estructurar su obra sino
llevar a cabo una siacutentesis entre los modelos retoacutericos claacutesicos y los contenidos
cristianos de los que se ocupa en esta obra Asiacute la cuestioacuten exegeacutetica que se habiacutea ido
configurando como un problema central en el pensamiento de Agustiacuten en los antildeos
posteriores a la conversioacuten y en los primeros del obispado encuentra su lugar en la
retoacuterica A propoacutesito de esto Toom considera que el recurso al texto paulino de 1 Cor
138 en la parte conclusiva del libro primero y la interpretacioacuten ofrecida del mismo
tiene la importante funcioacuten de asociar los elementos de la tradicioacuten retoacuterica la
distincioacuten uti-frui con la terna de fe esperanza y caridad (Toom 2002 101) gracias
a lo cual es posible establecer y comprender la unidad estructural no soacutelo del libro
primero sino de toda la obra En el libro segundo luego de recapitular el plan
propuesto se ofrece una definicioacuten de signo que se inscribe en la tradicioacuten retoacuterica
claacutesica del De inventione105 de Ciceroacuten y del De Institutione Oratoria de Quintiliano
Si bien algunos estudiosos han puesto el acento en la falta de originalidad de la
definicioacuten agustiniana y en la poca profundidad en el tratamiento de la semioacutetica
(Kirwan 1989 p35) es importante resaltar como se hizo en el presente trabajo que
la exposicioacuten agustiniana del signo se inscribe en el marco del intereacutes retoacuterico- sin embargo que el autor restrinja su presentacioacuten a los tres primeros libros del De doctrina christiana pues es innegable la centralidad del problema cristoloacutegico en el uacuteltimo libro de dicha obra 105 Ciceroacuten en el De inventione afirma que ―el signo es lo que cae bajo alguacuten sentido y significa algo que parece salido de eacutel mismo (I 30 48) Aunque la definicioacuten de Agustiacuten es muy cercana vale la pena anotar que el contexto ciceroniano en el cual se ofrece esta distincioacuten es el de la argumentatio y no hay en ella ninguacuten recurso al vocabulario semioacutetico tradicional pues esta definicioacuten se refiere al mecanismo del signo en el aacutembito juriacutedico (Manetti 1993 p145) Jackson en la misma liacutenea de Manetti sostiene que tanto Quintiliano como Ciceroacuten se refieren al signo en el aacutembito forense sin embargo llama la atencioacuten sobre la recomendacioacuten ciceroniana del estudio de la semaacutentica en el Orator (115) obra fundamental para la composicioacuten del libro cuarto del De doctrina christiana (Jackson 1969 p31)
190
hermeneacuteutico de la obra que no persigue la intencioacuten de delinear una scientia
scientiorum per se En lo concerniente al aporte de Agustiacuten en relacioacuten con el signo
no debe perderse de vista la anotacioacuten de Simonetti (1994) seguacuten la cual antes de
Agustiacuten incluso en aacutembito estoico la nocioacuten de signo se identificaba con la de
indicio y no habiacutea una teoriacutea del signo desde la dimensioacuten linguumliacutestica (p420) La
palabra entendida como signo representa el aporte fundamental de la filosofiacutea del
lenguaje agustiniana la cual se inscribe en un horizonte maacutes amplio de comprensioacuten
de lo humano pues como afirma Alici (1976) ―el lenguaje es signo y testimonio de
una presencia espiritual que evoca e invoca a otra presencia espiritual (p 143) Esta
es la razoacuten por la cual el libro segundo del De doctrina christiana concluye con un
ejercicio hermeneacuteutico que conduce al signo por excelencia en el cual se vive y se
comprende la verdad que busca el cristiano la cruz Eacutesta es culmen y causa de toda
significacioacuten tanto por lo que significa como por lo que ella misma es El lugar
central que ocupa la interpretacioacuten del pasaje del Eacutexodo106 no es casual pues le
permite a Agustiacuten articular hermeneacuteutica semaacutentica y retoacuterica y pasar al tratamiento
en el libro tercero de los signos ambiguos los cuales deben ser interpretados a la luz
del precepto de la caritas
Del estudio del libro tercero del De doctrina christiana se deriva una conclusioacuten
fundamental fiel a la tradicioacuten retoacuterica romana Agustiacuten aborda el problema de los
signos ambiguos afirmando que la ambiguumledad presente en la Escritura depende de la
utilizacioacuten de palabras metafoacutericas o propias que tengan distintos significados La
primera definicioacuten de ambiguitas ofrecida por Agustiacuten en el De dialectica (10) sigue
muy de cerca las definiciones claacutesicas aunque en el tratamiento de esta cuestioacuten
106 ―Acueacuterdese de aquellos que celebraban en aquel tiempo la pascua en imagen de sombras cuando se les mandoacute sentildealar las puertas con la sangre del cordero lo cual hicieron con hisopo (Ex 1222) Esta hierba es suave y humilde sin embargo nada hay maacutes fuerte y penetrante que sus raiacuteces Lo que nos manifiesta que estando arraigados y cimentados en la caridad podemos comprender con todos los santos cuaacutel sea la anchura la longitud la altura y la profundidad esto es la Cruz del Sentildeor donde se entiende por anchura el madero transversal en que se hallan extendidas las manos por longitud lo que hay desde la tierra hasta este madero y en ella se fija todo el cuerpo de manos abajo por altura desde la anchura hasta lo maacutes alto hacia arriba donde se apoya la cabeza por profundidad lo que metido en la tierra se oculta a nuestra vista (II4162)
191
recurre a Ciceroacuten de manera expliacutecita no solo para precisar su significado sino su
solucioacuten
Y asiacute con plena razoacuten dicen los dialeacutecticos que toda palabra es ambigua Y no nos desconcierte que en [una obra de] Ciceroacuten Hortensio los acuse falsamente en estos teacuterminos laquoDicen que ellos se atreven a explicar con claridad las cosas ambiguasraquo Dicen asiacute mismo que toda palabra es ambigua iquestCoacutemo entonces van a explicar lo ambiguo con lo ambiguo Pues esto no es sino introducir en las tinieblas una luz apagada Es verdad que no le ha faltado chispa y astucia al decirlo pero esto es lo que en [otra obra del] mismo Ciceroacuten dice Esceacutevola a Antonio laquoY a la postre como dejas la impresioacuten de que los sabios hablan con elocuencia la dejas tambieacuten de que los necios hablan con verdadraquo Pues iquestqueacute otra cosa hizo Hortensio en aquel pasaje sino esparcir tinieblas entre los inexpertos con agudeza de ingenio y un gracioso discurso como si se tratase de una bebida pura y agradable En efecto lo afirmado esto es que toda palabra es ambigua estaacute dicho respecto de cada palabra singular Ahora bien las palabras ambiguas se explican mediante la discusioacuten y nadie ciertamente discute con palabras singulares Asiacute pues nadie explicaraacute las palabras ambiguas con palabras ambiguas (Dial 10)
En un tono muy similar al utilizado en el Contra Academicos en este pasaje
del De dialeacutectica Agustiacuten advierte sobre los peligros de este tipo de escepticismo
cuya refutacioacuten es fundamental para la justificacioacuten de un proyecto interpretativo
como aquel que se propone en el De doctrina christiana Es por esta razoacuten que en
este punto se ofrecen las reglas que deben ser aplicadas en los casos de ambiguitas y
posteriormente se llevaraacute a cabo una aplicacioacuten de las mismas apelando al recurso
retoacuterico de los exempla esto con el fin de resolver la cuestioacuten de la ambiguitas en lo
que concierne a las palabras metafoacutericas translata
En la misma liacutenea del De officiis tanto del de Ciceroacuten como del de Ambrosio
Agustiacuten recurriraacute a ejemplos para ilustrar cada una de las dificultades interpretativas a
las que debe enfrentarse el estudioso de la Escritura
Como experimentado maestro de retoacuterica Agustiacuten conociacutea muy bien la teoriacutea
concerniente a la utilizacioacuten de los ejemplos en la argumentacioacuten lo cual puede
apreciarse en la perfecta composicioacuten retoacuterica de sus sermones y de algunas partes del
De doctrina christiana como se vio a lo largo del presente trabajo Fiel a la tradicioacuten
latina y a la definicioacuten de Quintiliano seguacuten la cual el exemplum consiste en ―la
mencioacuten de un hecho real o presuntamente real uacutetil para persuadir de aquello que se
192
pretende (InsV116) Agustiacuten se sirve de los ejemplos no soacutelo para ilustrar aquello
que quiere explicar sino tambieacuten y sobre todo para persuadir movere al oyente
acerca de cuestiones centrales de la doctrina cristiana anticipando asiacute el tema del
libro cuarto La eleccioacuten de los exempla de caraacutecter cristoloacutegico estaacute relacionada con
la hermeneacuteutica pues la interpretacioacuten cuyo fin es el conocimiento de Dios se da en
la revelacioacuten de Dios en el Verbo encarnado A propoacutesito de esto Harrison afirma
que Agustiacuten encuentra en el Evangelio de Juan la maacutes alta expresioacuten de la unidad y la
identidad del Padre y el Hijo sobre la cual se fundamenta la posibilidad del
conocimiento de Dios de la significacioacuten y la eficacia de la fe para la salvacioacuten
(Harrison 1992 212) En relacioacuten con la cuestioacuten temaacutetica debe resaltarse que se
lleva a cabo una perfecta composicioacuten en la que se enlazan el final del libro segundo
con el comienzo del tercero en una estructura circular que quiere poner el eacutenfasis en
la centralidad de la cruz signum signorum en la comprensioacuten humana Las
principales consecuencias del anaacutelisis aquiacute presentado pueden sintetizarse de la
siguiente manera (1) la unidad temaacutetica y metodoloacutegica de los tres primeros libros
del De doctrina christiana puede sintetizarse en la terna signum res exempla (2) la
apropiacioacuten cristiana de la tradicioacuten retoacuterica claacutesica no debe entenderse como una
mera asimilacioacuten teacutecnica sino que se trata maacutes bien de una radical y consciente
apropiacioacuten cristiana del modelo ciceroniano (Lettieri 2001 465) (3) la unidad de
los primeros tres libros se halla estrechamente relacionada con la totalidad de la obra
y la fidelidad al proyecto y al disentildeo inicial de la misma ideados en el antildeo 396 razoacuten
por la cual la estructura de los libros segundo y tercero ofrece un argumento maacutes a
favor de la unidad del De doctrina christiana (4) la utilizacioacuten de los exempla en los
libros segundo y tercero del De doctrina christiana permite pensar la cercaniacutea entre la
idea ciceroniana seguacuten la cual ―la elocuencia sin sabiduriacutea casi siempre estorba
demasiado nunca aprovecha (Inv I 1) y la propuesta agustiniana presente a lo largo
de toda la obra en particular en el uacuteltimo libro compuesto en el antildeo 426
La particularidad de la composicioacuten de la obra ha sido objeto de un extenso
debate entre los especialistas en el pensamiento de Agustiacuten Como se afirmoacute a lo
largo del presente trabajo la posicioacuten de los que consideran que la interrupcioacuten del
193
396 representa una ruptura que quiebra la obra en dos partes irreconciliables entre siacute
resulta muy difiacutecil de sostener A nivel estiliacutestico seguacuten afirmacioacuten de Simonetti
(1994) y de Marone (2008) la diferencia entre las dos partes del De doctrina
christiana resulta imperceptible A nivel de contenido el uacuteltimo libro se mantiene fiel
al programa presentado en el proacutelogo y confirmado en el libro primero En lo que
concierne a las razones de la suspensioacuten de la redaccioacuten se llegoacute a la conclusioacuten
luego de un detenido estudio de la obra y de las diferentes posturas de los estudiosos
y sus argumentos que se tratoacute de una cuestioacuten praacutectica y no teoacuterica Las razones de
esta conclusioacuten tienen que ver con la debilidad de la tesis seguacuten la cual ante la
dificultad doctrinal (Simonetti 1994) o hermeneacuteutica (Kannengiesser 1995)
representada por el recurso a Ticonio Agustiacuten decidioacute abandonar la obra En relacioacuten
con la propuesta de Lettieri seguacuten la cual la interrupcioacuten se debioacute al ―descubrimiento
de la doctrina de la gracia (Lettieri 2001) llevado a cabo en el De diversis
quaestionibus ad Simplicianum se intentoacute demostrar de la mano de Harrison (2006)
que tanto en los diaacutelogos de Casiciaco como en la primera parte del De doctrina
christiana es posible identificar nociones que representan primeras aproximaciones a
la cuestioacuten de la gracia que hallaraacute su determinacioacuten maacutes madura en el Ad
Simplicianum y en obras posteriores De este modo resultariacutea maacutes plausible la tesis
sostenida entre otros por el mismo Agustiacuten seguacuten la cual la obra quedoacute interrumpida
a causa de las muchas ocupaciones que se le imponiacutean en cuanto obispo de Hipona
En el pasaje de las Retractationes en el que aborda esta cuestioacuten se afirma
Como encontrase que estaban sin terminar los libros de La doctrina cristiana preferiacute terminarlos antes que dejarlos asiacute y pasar a retractar otros tratados Asiacute pues termineacute el libro tercero que estaba escrito hasta aquel pasaje donde se recuerda el testimonio del Evangelio sobre la mujer que esconde el fermento en tres medidas de harina hasta que fermenta todo Antildeadiacute tambieacuten un libro nuevo y completeacute toda la obra con cuatro libros Los tres primeros ayudan a entender las Escrituras el cuarto coacutemo debemos exponer lo que entendemos (II41)
A propoacutesito de la decisioacuten de terminar la obra encontrada inconclusa Lancel
(2002) llama la atencioacuten al profundo compromiso de Agustiacuten como autor el cual
habiacutea dado respuesta en su vida praacutectica a las cuestiones teoacutericas propuestas en los
194
primeros antildeos del episcopado De este modo el libro cuarto se presenta enriquecido
por treinta antildeos de experiencia (p199) pero su conclusioacuten se inscribe dentro del
compromiso original de Agustiacuten de dar respuesta a las cuestiones que se le
planteaban
Asiacute mismo dentro de este contexto hay que hacer notar que la continuacioacuten y
terminacioacuten del De doctrina christiana se inscribe en el espiacuteritu de la retractatio esto
es en la necesidad de esclarecer y precisar algunas posturas referentes a problemas
fundamentales de su pensamiento Asiacute la decisioacuten de completar la obra debe
entenderse como un ejercicio hermeneacuteutico que se configura a partir de la
comprensioacuten que Agustiacuten tiene del conjunto de la obra y del corpus aportando
elementos fundamentales para la interpretacioacuten de lo afirmado treinta antildeos atraacutes La
pregunta esencial entonces no es por queacute Agustiacuten interrumpe el De doctrina
christiana sino por queacute lo completa El Agustiacuten del 426 no es otro Agustiacuten ndashcontra
Lettierindash sino un autor que ya ha arribado a la madurez de su pensamiento y que
desde alliacute retoma y precisa aspectos cruciales de su desarrollo intelectual para darle
inteligibilidad al proyecto presentado en el 396 con el cual se identifica En este
sentido debe considerarse su relacioacuten con Ciceroacuten y el recurso al Orator el maacutes
filosoacutefico entre los escritos retoacutericos ciceronianos107 como punto de partida para la
articulacioacuten del libro cuarto Si bien todos los comentaristas resaltan el caraacutecter
ciceroniano de la parte final del De doctrina christiana no se ha abordado de manera
exhaustiva un trabajo sobre las implicaciones de dicho caraacutecter En primer lugar debe
resaltarse que el Agustiacuten de las Retractationes es decir un autor que se preocupa por
recorrer su propia obra matizaacutendola y precisaacutendola en caso de ser necesario
compone el final del libro tercero y la primera parte del libro cuarto del De doctrina
christiana con la intencioacuten de recoger elementos que habiacutean sido fundamentales en
sus antildeos de experiencia Fiel al propoacutesito inicial del 396 Agustiacuten incluye las reglas
107 Acerca de esta cuestioacuten Pierini (1979) ofrece una iluminadora reflexioacuten a partir de los pasajes del Orator 7-10 en los cuales Ciceroacuten expone su concepcioacuten de las ideas platoacutenicas para iniciar su caracterizacioacuten del orador ideal ―Ciceroacuten a partir de la utilizacioacuten de la teoriacutea platoacutenica de las ideas y la comparacioacuten con el artifex que crea basado en un modelo ideal se presenta a siacute mismo como demiurgo del orador ideal (p101)
195
de Ticonio en la parte final de la seccioacuten dedicada al modus inveniendi pues a
manera de una retractatio a la inversa reconoce la influencia que el Liber regularum
habiacutea tenido para su propia comprensioacuten de la Escritura y cuestiones relacionadas con
su eclesiologiacutea Una vez hecho esto procede a ocuparse del modus proferendi y en
consonancia con su formacioacuten retoacuterica presenta las reglas de la retoacuterica cristiana
enmarcadas en una relacioacuten filosoacutefica que recoge no soacutelo los temas abordados en
muchas de sus obras sino su propia experiencia pastoral y lieraria En este sentido
puede afirmarse con Johnson a propoacutesito del Agustiacuten del 426 (1976) que ―su intereacutes
por el significado y el valor de la retoacuterica nunca cesa asiacute el libro que termina al final
de su vida sea un libro que teniacutea que terminarse Eacutel termina su vida asiacute como la
comienza defendiendo la retoacuterica con toda la honestidad y toda la pasioacuten con la que
podiacutea hacerlo (Johnson 1976 p 219)
En lo que concierne al lugar que ocupa Ciceroacuten en el libro cuarto vale la pena
anotar que el recurso a la retoacuterica del Arpinate no puede reducirse a su valor teacutecnico
De hecho los pasajes del Orator que Agustiacuten cita textualmente se hallan inmersos en
un contexto que tiene como trasfondo la intencioacuten ciceroniana de delinear inchoare
las caracteriacutesticas del orador perfecto sobre una base filosoacutefica de clara inspiracioacuten
platoacutenica Asiacute cuando Agustiacuten se propone delinear las caracteriacutesticas del orador ideal
cristiano recurre a su maestro Ciceroacuten y aunque no lo nombra directamente hace una
afirmacioacuten que no se puede dejar pasar desapercibida ―dijo pues un maestro de
elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee
deleite y mueva (IV1227) Si bien los comentaristas se han centrado en el hecho de
que Agustiacuten se refiere indirectamente a Ciceroacuten (Testard 1958 p 297 Hagendahl
1967 p699) lo maacutes notable e indicativo de este pasaje es la atribucioacuten de verdad a
las palabras del romano asiacute mismo reconocido como maestro Con esta afirmacioacuten
Agustiacuten cierra con coherencia el compromiso adquirido treinta antildeos antes y el
proyecto trazado en el Contra Academicos En la buacutesqueda de la verdad a la que
Agustiacuten dedica toda su vida Ciceroacuten y con eacutel la filosofiacutea platoacutenica constituye una
de las herramientas fundamentales para la construccioacuten de su pensamiento La
verdad que es una sola trasciende los liacutemites de la historia y se manifiesta en la
196
creacioacuten y en la Escritura de ahiacute la necesidad de comprenderla y de transmitir lo que
en ella se encuentra El papel que se le otorga al Arpinate en el uacuteltimo libro del De
doctrina christiana debe entenderse como el bautismo de la retoacuterica y la inauguracioacuten
de un proceso de apropiacioacuten que determinaraacute la permanencia de la cultura de la
Antiguumledad en Occidente a traveacutes del cristianismo
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400) Leiden Brill
Woolf R (2015) Cicero The Philosophy of a Roman Sceptic Nueva York
Routledge
QUIDAM CICERO LA INFLUENCIA DE CICEROacuteN EN EL PENSAMIENTO DE AGUSTIacuteN
Tesis Doctoral presentada por Biviana Unger Parra bajo la direccioacuten del Profesor Alfonso Floacuterez Floacuterez como requisito parcial para optar al tiacutetulo de Doctora en
Filosofiacutea
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA Facultad de Filosofiacutea
Bogotaacute 6 de diciembre de 2017
7 de diciembre de 2017 Profesor Diego Antonio Pineda Rivera Decano Facultad de Filosofiacutea Apreciado Sentildeor Decano Reciba un cordial saludo Es para miacute muy grato hacer presentacioacuten a la Facultad de la tesis titulada ―Quidam Cicero la influencia de Ciceroacuten en el pensamiento de Agustiacuten con el que la alumna Biviana Unger Parra cumple su compromiso fundamental en el programa de Doctorado en Filosofiacutea El estudio de Biviana del pensamiento de Agustiacuten es una labor que ya se remonta a maacutes de una deacutecada habiendo formado parte de ello sus trabajos de pregrado y maestriacutea diversos artiacuteculos en revistas indexadas y varias estancias de investigacioacuten en Italia la uacuteltima de ellas durante el primer semestre de este antildeo con el reconocido profesor de la Universidad de Padua Giovanni Catapano Como resultado de sus intensas investigaciones agustinianas Biviana pudo constatar la situacioacuten paradoacutejica en la que se encuentra el estudio de la relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten Nadie niega por supuesto la presencia ciceroniana en el corpus agustiniano a cuya constatacioacuten se dedican las importantes contribuciones de Testard y de Hagendahl que ya tienen cincuenta antildeos de haber sido publicadas pero se echa de menos un estudio teoacuterico fuerte que deacute cuenta en los oacuterdenes formal y temaacutetico de la influencia del Arpinate en el Hiponense Junto con algunos estudios recientes la presente investigacioacuten quiere prestar su propia contribucioacuten en esta descuidada aacuterea de los estudios agustinianos Para ello la autora delinea con todo cuidado su propia comprensioacuten del pensamiento de los dos autores y dentro de este marco ofrece una interpretacioacuten rigurosa apropiada y tambieacuten novedosa del significado de la presencia de Ciceroacuten en Agustiacuten Por motivos evidentes de economiacutea acadeacutemica el estudio ha tenido que referirse a aquellas obras iniciales y constitutivas del pensamiento de Agustiacuten los Diaacutelogos de Casiciaco incluidos los Soliloquios La doctrina cristiana y las Confesiones Esta investigacioacuten es el resultado de este compromiso interpretativo Sus resultados son fundamentales y abren prometedoras viacuteas de indagacioacuten para el corpus agustiniano Como su Director siento un legiacutetimo orgullo en presentar a la comunidad acadeacutemica este trabajo claro completo y estimulante sobre el pensamiento siempre actual de Agustiacuten de Hipona Atentamente Alfonso Floacuterez Profesor Titular
AGRADECIMIENTOS
A mi maestro y amigo Alfonso Floacuterez por su compantildeiacutea iluminadora y atenta en
estos felices antildeos de estudios agustinianos
A mi familia profesores y amigos por sus ensentildeanzas paciencia apoyo y
comprensioacuten
A mi esposo por su amor y simpatiacutea
A Dios por permitir que encontrara en la filosofiacutea el maacutes bello consuelo
ABREVIATURAS
En las notas se han utilizado las siguientes abreviaturas
Obras de Agustiacuten
Epistulae ep
Confessiones conf
Contra Academicos cAcad
De catechizandis rudibus cat Rud
De beata vita bvita
De civitate Dei civDei
De dialectica Dial
De doctrina christiana Docchr
De diversis quaestionibus ad Simplicianum Simpl
De magistro mag
De ordine ord
De Trinitate Trin
Retractationes retr
Soliloquia sol
Otras obras claacutesicas
Ciceroacuten
Academici libri Acad
Brutus Brut
De inventione Inv
De divinatione Div
De fato Fat
De finibus bonorum et malorum Fin
De Natura Deorum ND De oratore de Orat
De officiis off
De Republica Rep
Disputationes Tusculanae Tusc
Orator Orat
Topica Top
Quintiliano
Institutio oratoria Inst
Ambrosio
De Officiis De Off
Ticonio
Liber regularum Lr
Dioacutegenes Laercio
Vitae philosophorum DL
TABLA DE CONTENIDO
Paacuteg
INTRODUCCIOacuteN 13
1 LA INFLUENCIA DE CICEROacuteN EN LOS DIAacuteLOGOS DE CASICIACO DE AGUSTIacuteN 23 Introduccioacuten 23 11 Contra Academicos la buacutesqueda de la verdad 31 12 El Contra Academicos como ejercicio filosoacutefico y retoacuterico 39 121 iquestQuieacuten es el sabio 42 122 Platonis schola del tribunal a la escuela 43 13 Agustiacuten y Ciceroacuten la buacutesqueda de la vida feliz 50 131 El alma y su alimento 53 14 De ordine el camino hacia el encuentro 61 141 Schola nostra 61 142 Las artes liberales y el orden moral 65 15 El diaacutelogo con la razoacuten Soliloquia 73
2 EL PROYECTO DE UNA PAIDEIA CRISTIANA 89 Introduccioacuten 89 21 El proacutelogo al De doctrina christiana 97 22 El horizonte normativo de la hermeneacuteutica 101 23 Semaacutentica retoacuterica y hermeneacuteutica 107 24 Agustiacuten y Ticonio la pausa en la composicioacuten del De doctrina christiana y la
recepcioacuten del Liber regularum 131
12
3 CICEROacuteN EN EL LIBRO CUARTO DEL DE DOCTRINA CHRISTIANA 143 31 Elocuencia cristiana 148 32 Docere delectare flectere 156 33 Doctrina agustiniana de la gracia en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum
169 34 Retoacuterica de la gracia en la conclusioacuten del De doctrina christiana 175
CONCLUSIONES 183
BIBLIOGRAFIacuteA 197
INTRODUCCIOacuteN
La inmensa obra agustiniana ha suscitado un intereacutes extraordinario a lo largo
de maacutes de quince siglos dejando como resultado una gran produccioacuten bibliograacutefica
que se ha desarrollado desde distintos puntos de vista corrientes e intereses
filosoacuteficos Para los historiadores de la filosofiacutea el estudio de la relacioacuten de Agustiacuten
con las fuentes claacutesicas ha representado un problema de difiacutecil abordaje pues el
recorrido vital e intelectual del autor se enmarca en una situacioacuten particular conectada
con la cuestioacuten del uso que la cultura cristiana debiacutea hacer de las fuentes filosoacuteficas
de la Antiguumledad
En los primeros escritos de Agustiacuten los diaacutelogos de Casiciaco considerados
como la clave de su pensamiento filosoacutefico emerge de manera constante la cuestioacuten
del lugar que deben ocupar las disciplinas provenientes de la cultura claacutesica en el
conjunto formativo cristiano1 En este contexto las artes liberales ocuparaacuten un lugar
fundamental en el proyecto intelectual de los primeros antildeos de produccioacuten
agustiniana No sorprende entonces que Agustiacuten se haya dado a la tarea de
componer unos libros sobre las disciplinas libri disciplinarum dedicado al estudio de
la gramaacutetica la retoacuterica la dialeacutectica la aritmeacutetica la geometriacutea y la muacutesica Este
proyecto no se llevoacute a teacutermino soacutelo se finalizaron los textos acerca de la gramaacutetica y
la dialeacutectica y se avanzoacute en aquel dedicado a la muacutesica del cual uacutenicamente se
escribieron los seis libros dedicados al ritmo pero no aquellos sobre la melodiacutea
Aunque se ignoran las razones por las cuales no se terminoacute este programa debe
anotarse que Agustiacuten se refiere a las disciplinas en varias obras a lo largo de su vida
1 Acerca de la apropiacioacuten agustiniana de las disciplinas procedentes de la cultura claacutesica veacutease (Shanzer 2009 pp 70-112)
14
Tanto en el De ordine (II1235) como en las Confessiones (IV1630) se ofrece un
listado en el que se enumeran las artes anteriormente enunciadas y que seraacute retomado
cuarenta antildeos despueacutes en las Retractationes donde se afirma que habiendo soacutelo
terminado el libro sobre la gramaacutetica y adelantado aquel sobre la muacutesica se iniciaron
las obras acerca de las otras disciplinas pero no se concluyeron2 Contrariamente a lo
que podriacutea pensarse el hecho de no haber concluido este proyecto no debe entenderse
como un rechazo a las disciplinas pues como se demostraraacute en el presente trabajo
Agustiacuten construiraacute el De doctrina christiana a partir de un modelo retoacuterico claacutesico en
el que gramaacutetica filosofiacutea y retoacuterica operan de manera indisoluble Justamente el
papel central que cumple la retoacuterica en el desarrollo del pensamiento de Agustiacuten
determinaraacute su relacioacuten con los autores claacutesicos latinos En este orden de ideas
resulta imposible desconocer la importancia de las fuentes claacutesicas entre las cuales se
destacan Ciceroacuten Terencio Salustio Varroacuten y Virgilio3
En el caso particular de Ciceroacuten existen varias razones para emprender un
estudio acerca de la relacioacuten entre eacuteste y Agustiacuten no soacutelo por el influjo que tuvo
sobre eacutel sino por la importancia que ambos tienen en la constitucioacuten de la cultura
occidental De modo un tanto sorprendente dicho estudio no ha sido emprendido de
manera exhaustiva y unitaria por los comentaristas pues las obras que se ocupan de
este tema (Testard 1958 Hagendahl 1967 Foley 1999) son fundamentales por su
aporte informativo pero no asumen un compromiso interpretativo La razoacuten de este
vaciacuteo estaacute relacionada con la vastedad de la obra de Agustiacuten y la dificultad de situar
especiacuteficamente el pensamiento filosoacutefico dentro del tambieacuten amplio corpus
ciceroniano Teniendo en cuenta lo anterior en la presente investigacioacuten se tomaraacuten
algunas opciones metodoloacutegicas que permitiraacuten ofrecer una perspectiva diferente para
examinar la relacioacuten entre los dos autores cuyo estudio tradicional se ha limitado a la
identificacioacuten de temas o herramientas comunes
2 Con relacioacuten a la cuestioacuten de la enumeracioacuten de las disciplinas en las distintas obras de Agustiacuten veacutease (Marrou 1948 pp 189 ss) 3 Al claacutesico de Hagendahl (1967) debe sumarse el estudio de Oroz Reta (1988) el cual ofrece un completo panorama acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y las fuentes claacutesicas latinas
15
En primer lugar se tendraacuten en cuenta estudios recientes (Mc Connell 2014
Woolf 2015 Altman 2016) en los que se busque revalorizar el contenido filosoacutefico
de los diaacutelogos ciceronianos y la estrecha relacioacuten existente entre retoacuterica y filosofiacutea
gracias a lo cual seraacute posible acceder a una nueva comprensioacuten del pensamiento de
Ciceroacuten que permita ademaacutes entender su influencia y recepcioacuten en uno de sus maacutes
importantes lectores de la Antiguumledad Tardiacutea
En segundo lugar se asumiraacute una posicioacuten frente a los debates que han
caracterizado la comprensioacuten del pensamiento de Agustiacuten los cuales se presentan
brevemente a continuacioacuten
El historicismo de finales del siglo XIX pone el eacutenfasis en la figura de Agustiacuten
e inaugura la tesis seguacuten la cual su pensamiento debe entenderse de manera
evolucionista a partir de una serie de conversiones maniqueiacutesmo platonismo y por
uacuteltimo cristianismo (Boissier 1888 von Harnack 1888 Alfaric 1918) Seguacuten esta
idea la conversioacuten uacuteltima y definitiva al cristianismo implicariacutea una ruptura radical
en el pensamiento de Agustiacuten por lo que se habla de un primer Agustiacuten filoacutesofo y de
un segundo Agustiacuten cristiano que expresa por primera vez su pensamiento en cuanto
creyente en las Confessiones Esta posicioacuten obtuvo su maacutexima expresioacuten en el libro
de Prosper Alfaric (1918) Lrsquoeacutevolution intellectuelle de Saint Augustin en el cual se
afirma que en el 386 se da una conversioacuten al neoplatonismo y no al Evangelio
(Alfaric 1918 p399) y que soacutelo a partir del 397 es posible hablar de Agustiacuten en
cuanto cristiano En esta misma liacutenea Pierre Courcelle (1950) afirma que hay una
clara evolucioacuten en el pensamiento de Agustiacuten pero identifica a diferencia de sus
antecesores una conversioacuten neoplatoacutenica y a la vez cristiana ocurrida en el 386 que
vino causada por la influencia del ciacuterculo neoplatoacutenico milaneacutes del cual Ambrosio era
el representante emblemaacutetico (p 190) Para muchos criacuteticos contemporaacuteneos
(Mohrmann 1961 Catapano 2000) el aporte de Courcelle puso fin al debate sobre
las conversiones de Agustiacuten y la ruptura entre el filoacutesofo y el cristiano Sin embargo
en antildeos posteriores la interpretacioacuten basada en la evolucioacuten y las conversiones fue
defendida y asumida por importantes estudiosos como Peter Brown y Kurt Flasch los
cuales apoyan la idea de la existencia de dos modelos de pensamiento distinto e
16
irreconciliables correspondientes a la juventud y a la madurez de Agustiacuten (Brown
1967 Flasch 1994)
La monumental obra de Gaetano Lettieri Lrsquoaltro Agostino (2001) es una
prueba evidente de los alcances que dicho debate ha tenido en la interpretacioacuten del
pensamiento del Hiponense Para Lettieri es claro que hay una ruptura y habla de otro
Agustiacuten en cuanto identifica dos momentos irreconciliables entre siacute sin embargo a
diferencia de Alfaric y Courcelle considera que la escisioacuten no se da en el 397 antildeo
del inicio de la composicioacuten de las Confessiones sino en el 396 cuando Agustiacuten
escribe De diversis quaestionibus ad Simplicianum e interrumpe el De doctrina
Christiana En su estudio Lettieri hace un detallado anaacutelisis de la primera parte de la
obra interrumpida haciendo notar su cercaniacutea estiliacutestica y temaacutetica a los diaacutelogos de
Casiaciaco con la intencioacuten de mostrar que el De doctrina Christiana debe
entenderse como la culminacioacuten del proyecto filosoacutefico del joven Agustiacuten iquestPor queacute
se abandona este proyecto Seguacuten Lettieri Agustiacuten interrumpe el ambicioso
programa del De doctrina Christiana debido a una revolucioacuten decisiva en su
pensamiento la explicacioacuten de la doctrina de la gracia llevada a cabo en el De
diversis quaestionibus ad Simplicianum El comentarista sostiene que ―la teologiacutea
platonizante del primer bloque de la obra congruente con todos los escritos anteriores
al episcopado se muestra arcaica y superficial respecto a la nueva y revolucionaria
doctrina de la gracia (Lettieri 2001 p 7) En consonancia con von Harnack Lettieri
considera que la doctrina de la gracia no estaacute presente en las primeras obras
agustinianas y que se debe distinguir entre un Agustiacuten humanista y platoacutenico y un
Agustiacuten traacutegico y anti-humanista sostenedor de una doctrina de la gracia y la caiacuteda
sobre la cual se basa todo su pensamiento teoloacutegico maduro
La adopcioacuten de este modelo interpretativo tiene las siguientes consecuencias
i Escisioacuten definitiva entre filosofiacutea y teologiacutea
ii marginacioacuten de los primeros escritos agustinianos
iii incomprensioacuten del proyecto dialogal de Agustiacuten y
iv preeminencia del neoplatonismo como fuente claacutesica del pensamiento
de Agustiacuten
17
En contra del modelo interpretativo imperante la obra de Carol Harrison
Rethinking Augustinersquos Early Theology (2006) resulta iluminadora Para Harrison no
es posible hablar de una ruptura en los teacuterminos usados por Brown o Lettieri entre
filosofiacutea y teologiacutea de la misma manera que no es posible identificar un primer
Agustiacuten filoacutesofo neoplatoacutenico que se distinguiriacutea de un segundo Agustiacuten teoacutelogo de la
gracia y de la caiacuteda Siguiendo a Madec (1996) Harrison sostiene que en el
pensamiento de Agustiacuten es imposible deslindar filosofiacutea y teologiacutea razoacuten por la cual
es necesario establecer un nuevo modelo interpretativo que a partir de los diaacutelogos
identifique un criterio unificador Se afirma entonces que la doctrina de la gracia
estaacute ya presente en los primeros escritos del 386 y que si se debe hablar de crisis o
punto de quiebre en el pensamiento de Agustiacuten se da justamente en el antildeo de la
conversioacuten y no en el de la composicioacuten del De diversis quaestionibus ad
Simplicianum y las Confessiones (Harrison 2006) Seguacuten esto el pensamiento de
Agustiacuten debe asumirse como una unidad lo cual no excluye la idea de un desarrollo
pero siacute la de una ruptura radical en los teacuterminos que hasta el momento se habiacutea
sostenido De esto resulta que los diaacutelogos deben entenderse como el fruto de las
reflexiones de un pensador cristiano que elige el diaacutelogo filosoacutefico como vehiacuteculo
que le permite llevar a cabo un proyecto enmarcado en una buacutesqueda de la verdad en
la que eacutel mismo estaacute involucrado como interlocutor En dicha buacutesqueda el
neoplatonismo y el pensamiento de Ciceroacuten funcionan como herramientas y aportan
ciertos elementos a los cuales recurre el autor A propoacutesito del neoplatonismo se
afirma que su influencia ha sido sobrevalorada causando asiacute el oscurecimiento de
otras influencias fundamentales como las de Platoacuten y Ciceroacuten (Harrison 2006 p 8)
La propuesta de Harrison inspirada en Madec y retomada hasta cierto punto
por Catapano (Catapano 2001) tiene las siguientes implicaciones
i conciliacioacuten entre filosofiacutea y teologiacutea
ii recuperacioacuten de los diaacutelogos como obras fundamentales
iii comprensioacuten del proyecto hermeneacuteutico agustiniano y
iv revaluacioacuten de la importancia de otras fuentes claacutesicas en el
pensamiento de Agustiacuten
18
El compromiso que se asumiraacute con esta propuesta permite entender la
influencia de Ciceroacuten en el pensamiento de Agustiacuten desde una perspectiva coherente
y unitaria y responder a cuestiones como la del recurso al pensador romano en obras
de madurez en particular en el uacuteltimo libro del De doctrina Christiana La
pertinencia de esta propuesta radica en que como ya se afirmoacute la relacioacuten entre los
dos autores se ha abordado desde un punto de vista meramente teacutecnico o de manera
superficial
En el inmenso universo de la bibliografiacutea agustiniana existe soacutelo un texto de
referencia acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten Se trata de la obra de
Testard Saint Augustin et Cicegraveron (1958) en la cual el acadeacutemico franceacutes realiza un
importante y exhaustivo trabajo de recopilacioacuten de referencias ciceronianas en todas
las obras de Agustiacuten lo cual permite constatar el caraacutecter ciceroniano no soacutelo de los
diaacutelogos sino de obras de otros periodos como el De doctrina Christiana y el De
Trinitate En la misma liacutenea de Testard Harald Hagendahl publicoacute Augustine and the
Latin Classics en 1967 En su investigacioacuten Hagendahl muestra coacutemo el Hortensius
las Tusculanae y el De natura deorum aparecen de manera recurrente aunque no
siempre expliacutecita en innumerables pasajes de la obra agustiniana Estos dos estudios
fueron retomados por Michael Foley en su artiacuteculo ―Cicero Augustine and the
Philosophical Roots of the Cassiciacum Dialogues (1999) en el cual se adelanta la
tesis seguacuten la cual los diaacutelogos de Casiciaco pueden entenderse como respuesta a los
diaacutelogos filosoacuteficos de Ciceroacuten Aunque estos tres autores son citados de manera
recurrente en la mayoriacutea de estudios dedicados a los diaacutelogos (Harrison 2006
Benelli 2010 Marchand 2013) o en las presentaciones generales de Agustiacuten
(Catapano 2010 Lancel 2002) no se ha abordado con exhaustividad la relacioacuten
entre Agustiacuten y Ciceroacuten asumiendo un claro compromiso hermeneacuteutico iquestCuaacutel es la
razoacuten por la cual los estudiosos no han dedicado suficiente atencioacuten a esta cuestioacuten
Uno de los motivos tiene que ver con el problema que suscita el pensamiento mismo
de Ciceroacuten pues la relevancia filosoacutefica de su obra ha sido objeto de un largo debate
en el que es posible identificar dos posiciones La primera considera que Ciceroacuten se
limita a presentar y recoger las ideas de diferentes escuelas filosoacuteficas sin
19
profundizar en ninguna de ellas asumiendo una posicioacuten entendida como ecleacutectica
(Narducci 1997 Gluumlcker 1988) La segunda en cambio ve en el Arpinate a un
pensador original que si bien se apropia de la tradicioacuten lleva a cabo un trabajo uacutenico
y novedoso que logra introducir a la filosofiacutea en el mundo romano (Woolf 2015
Altman 2016) El punto de quiebre en la discusioacuten se da gracias a la publicacioacuten de
la impresionante obra Cicero Academicus de Carlos Leacutevy (2001) en la que el autor
recorre toda la historia de la Nueva Academia y de sus principales exponentes y hace
un estudio exhaustivo de los diaacutelogos ciceronianos su estructura y sus fuentes
La presencia de Ciceroacuten en el desarrollo vital e intelectual de San Agustiacuten es
innegable por lo que entender las etapas los elementos y el caraacutecter de dicha
influencia resulta fundamental para acceder a una comprensioacuten unitaria y profunda
del pensamiento del Hiponense Asiacute a causa de la dificultad que presenta la vastedad
de la obra agustiniana me centrareacute en tres periodos distintos que corresponden a la
composicioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco (386) el inicio e interrupcioacuten de la
escritura del De doctrina Christiana (396) y la conclusioacuten de esta misma obra treinta
antildeos despueacutes (426) Este panorama permitiraacute entender que la influencia del Arpinate
no se limita a la asuncioacuten de temas o modelos retoacutericos en los diaacutelogos de juventud
sino que tambieacuten hace referencia a aspectos temaacuteticos durante toda la produccioacuten
agustiniana Tanto en los diaacutelogos de juventud como en las dos partes del De doctrina
Christiana la presencia de Ciceroacuten determina no soacutelo la forma sobre lo cual han
llamado la atencioacuten varios estudiosos (Marrou 1958 Testard 1958 Hagendahl
1967) sino el contenido pues se lleva a cabo una apropiacioacuten y recomprensioacuten de
motivos filosoacuteficos claacutesicos Asiacute podemos afirmar con Foley (Foley 1999) que el De
beata vita retoma y revisa algunas de las propuestas de Ciceroacuten en torno a la cuestioacuten
de la felicidad y la virtud en las Tusculanae Disputationes el Contra Academicos es
una clara respuesta a los Academici libri por uacuteltimo el De ordine recoge algunos
temas fundamentales desarrollados en el De natura deorum y en el De fato En el
caso del De doctrina Christiana se mostraraacute que las obras ciceronianas que se
encuentran a la base de su composicioacuten son el De oratore y el Orator
20
Sin embargo teniendo en cuenta el caraacutecter de la relacioacuten entre ambos
filoacutesofos no se debe caer en el error de simplificar este viacutenculo estableciendo meras
concordancias temaacuteticas entre los diaacutelogos pues considero que Ciceroacuten ofrece no
soacutelo motivos sino que se constituye en un modelo a seguir que se articula a partir de
referencias y alusiones concretas a un coacutedigo precedente en su caso platoacutenico y
estoico como se mostraraacute a lo largo del presente trabajo
Estas cuestiones se abordaraacuten en tres capiacutetulos En el capiacutetulo primero
propongo una interpretacioacuten de la influencia de Ciceroacuten en los tres primeros diaacutelogos
de Agustiacuten compuestos en el antildeo 386 en Casiciaco y en los Soliloquia Se mostraraacuten
las coincidencias biograacuteficas estiliacutesticas y temaacuteticas entre los dos autores que
escogen el diaacutelogo como geacutenero filosoacutefico privilegiado para abordar problemas
fundamentales de la tradicioacuten filosoacutefica
En el segundo capiacutetulo examinareacute el inicio de la composicioacuten y la suspensioacuten
del De doctrina Christiana que empezoacute a gestarse en el antildeo 396 aunque no se
completariacutea sino luego de treinta antildeos lo que constituye un hito decisivo en la
comprensioacuten del desarrollo intelectual de Agustiacuten Se trata de una de las primeras
grandes obras agustinianas que gracias al caraacutecter particular de su composicioacuten
permite asistir al proceso de culminacioacuten de un pensamiento que se desarrolla durante
tres decenios Un sector de la criacutetica ha considerado la interrupcioacuten de la composicioacuten
en teacuterminos de una fractura insalvable entre las dos partes de la obra queriendo asiacute
sostener la renombrada tesis acerca de las diferentes etapas del pensamiento
agustiniano conocidas como conversioneslsquo (Alfaric 1918 Courcelle 1950 Lettieri
2001) En contra de dicha opinioacuten mi intencioacuten es la de demostrar la unidad de la
obra a partir de la influencia de Ciceroacuten fundamental no soacutelo para la comprensioacuten del
De doctrina Christiana y la defensa de su coherencia sino de toda la obra
agustiniana
Por uacuteltimo y a la luz de las observaciones anteriores se tomaraacute en
consideracioacuten la conclusioacuten del De doctrina Christiana llevada a cabo en el 426 en
la cual con base en la importancia que Agustiacuten le concede a la disciplina de la
retoacuterica y en la reapropiacioacuten e interpretacioacuten del Orator se opera una siacutentesis entre
21
el pensador romano y la cultura cristiana Se busca asiacute ofrecer una nueva respuesta a
la pregunta multisecular acerca de queacute llevoacute a Agustiacuten a interrumpir primero y a
concluir despueacutes esta obra
Para todas las obras de Agustiacuten se consultaraacute la edicioacuten criacutetica del Corpus
Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum (CSEL) vols12 25 28 33 34 36 40 41-
44 51-53 57 58 60 63 Para el caso de los diaacutelogos de Casiciaco se tendraacute en
cuenta la reciente edicioacuten criacutetica de Therese Fuhrer (2017) Todas las citas se tomaron
de la traduccioacuten espantildeola de la BAC pues se trata de una edicioacuten comentada y
bilinguumle que permite un trabajo de revisioacuten del texto original en latiacuten
Para las obras de Ciceroacuten se consultaraacuten las ediciones criacuteticas mencionadas en
la bibliografiacutea y las ediciones en espantildeol de la Bibliotheca Scriptorum Graecorum et
Romanorum Mexicana las cuales son de suma utilidad por ser bilinguumles y contar con
introduccioacuten y notas completas y precisas
En cuanto a la bibliografiacutea secundaria tantos libros como artiacuteculos de revista
se citaraacute en espantildeol dentro del cuerpo del texto siendo todas las traducciones de la
autora
22
1 LA INFLUENCIA DE CICEROacuteN EN LOS DIAacuteLOGOS DE CASICIACO DE AGUSTIacuteN
Introduccioacuten
La relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten suele centrarse en el famoso episodio de las
Confessiones en el que se recrea el encuentro que Agustiacuten tuvo con el Hortensius
obra compuesta seguacuten el modelo del protreacuteptico griego alrededor del 45 a C El
pasaje en cuestioacuten reza asiacute
Entre estos tales estudiaba yo entonces en tan flaca edad los libros de la elocuencia en la que deseaba sobresalir con el fin condenable y vano de satisfacer la vanidad humana Mas siguiendo el orden usado en la ensentildeanza de tales estudios llegueacute a un libro de un tal Ciceroacuten cuyo lenguaje casi todos admiran aunque no asiacute su fondo Este libro contiene una exhortacioacuten suya a la filosofiacutea y se llama el Hortensio Semejante libro cambioacute mis afectos y mudoacute hacia ti Sentildeor mis suacuteplicas e hizo que mis votos y deseos fueran otros De repente aparecioacute a mis ojos vil toda esperanza vana y con increiacuteble ardor de mi corazoacuten suspiraba por la inmortalidad de la sabiduriacutea y comenceacute a levantarme para volver a ti Porque no era para pulir el estilo mdashque es lo que pareciacutea debiacutea comprar yo con los dineros maternos en aquella edad de mis dieciocho antildeos haciendo dos que habiacutea muerto mi padremdash no era repito para pulir el estilo para lo que yo empleaba la lectura de aquel libro ni era la elocucioacuten lo que a ella me incitaba sino lo que deciacutea
iexclCoacutemo ardiacutea Dios miacuteo coacutemo ardiacutea en deseos de remontar el vuelo de las cosas terrenas hacia ti sin que yo supiera lo que entonces tuacute obrabas en miacute Porque en ti estaacute la sabiduriacutea Y el amor a la sabiduriacutea tiene un nombre en griego que se dice filosofiacutea a la cual me encendiacutean aquellas paacuteginas (conf III47-8)
En primer lugar debe afirmarse que la situacioacuten cronoloacutegica del encuentro
con la primera obra filosoacutefica del reacutetor Ciceroacuten es precisamente un artificio retoacuterico
Si bien muchos especialistas (Pellegrino 1956 Tescari 1961) afirman que hasta el
momento esto es durante la formacioacuten en Madaura Agustiacuten soacutelo habiacutea tenido acceso
24
a las obras retoacutericas del Arpinate es muy difiacutecil sostener que no se hubiera tenido
ninguacuten tipo de contacto con la maacutes conocida de sus obras filosoacuteficas Resulta maacutes
plausible en cambio afirmar que en la construccioacuten literaria de las Confessiones se
situacutea el encuentro con la filosofiacutea seguacuten el modelo establecido por el mismo Ciceroacuten
el cual afirma (Brut 306) haberse acercado a la filosofiacutea desde muy temprana edad y
no haber nunca abandonado su estudio Sabemos que a los quince antildeos Ciceroacuten
conocioacute al epicuacutereo Fedro pero que fue el encuentro con el neoacadeacutemico Filoacuten de
Larisa ocurrido cuando teniacutea dieciocho antildeos el que definioacute su amor por la buacutesqueda
de la sabiduriacutea Dicha buacutesqueda determinaraacute su oficio de reacutetor y hallaraacute concrecioacuten en
la escritura de las obras filosoacuteficas compuestas entre el 46 a C y el 44 a C de las
cuales el Hortensius es la primera En este punto debe considerarse el caraacutecter
exhortativo del Hortensius sobre el cual Agustiacuten llama la atencioacuten Aunque no
conservamos la obra sabemos que la intencioacuten de Ciceroacuten en la misma era mostrar
en contra de la posicioacuten de Hortensio famoso orador y adversario suyo que el ideal
del orator consistiacutea en la perfecta sintoniacutea entre dignidad eacutetico-poliacutetica y
conocimiento filosoacutefico del cual dependiacutea la obtencioacuten de la felicidad De este modo
retoacuterica y filosofiacutea no estaacuten separadas sino que seguacuten las palabras de Ciceroacuten en
contra de Hortensio la dialeacutectica juega un papel fundamental en la retoacuterica
(Schlapbach 2006) Por este motivo el conocimiento filosoacutefico se presenta como
necesario e inevitable siguiendo la advertencia aristoteacutelica manifiesta en el
Protreacuteptico modelo a su vez de la obra de Ciceroacuten Para Hortensio en cambio en
clara consonancia con la tradicioacuten sofiacutestica griega la finalidad uacutenica de la oratoria
debiacutea limitarse a la persuasioacuten y no a la formacioacuten del ethos ni del orador ni de su
auditorio
Por uacuteltimo y sobre esto han llamado la atencioacuten varios especialistas (Marrou
1938 Pellegrino 1956) considerareacute la calificacioacuten que se le otorga a Ciceroacuten pues
Agustiacuten se refiere a su maestro como cuiusdam Cicero lo cual podriacutea tener un
sentido peyorativo En contra de esta idea Testard (1958) demuestra con claridad que
dicho adjetivo es usado en varias ocasiones no soacutelo con referencia a Ciceroacuten sino
tambieacuten respecto de otros autores y que su empleo no estaacute relacionado con una
25
caracterizacioacuten negativa sino que tiene una connotacioacuten de respeto o distancia Por
otra parte el contexto mismo tiene un caraacutecter entusiasta que quiere poner el eacutenfasis
en la funcioacuten exhortativa de la obra del Arpinate para darle fuerza retoacuterica al relato
del inicio de la buacutesqueda de la verdad Por esta razoacuten considero que el pasaje alusivo
al encuentro con el Hortensius es una construccioacuten literaria que quiere dar cuenta de
un nuevo modo de comprensioacuten y en este sentido debe entenderse la relacioacuten entre
las Confessiones y los diaacutelogos de Casiciaco en los cuales la influencia ciceroniana
es fundamental
Asiacute pues tenemos que en su narracioacuten literaria del encuentro con el
Hortensius Agustiacuten hace un ajuste de cuentas con la tradicioacuten filosoacutefica entendiendo
por esto la asuncioacuten y la referencia consciente a dos modelos que le permiten a eacutel
mismo inscribirse en dicha tradicioacuten Ademaacutes de ello la narracioacuten nos permite asistir
al ejercicio hermeneacuteutico llevado a cabo por el escritor de las Confessiones que
interpreta su encuentro juvenil con la filosofiacutea afirmando que de ella debiacutea admirarse
su fondo y no su forma La tensioacuten entre forma y contenido entre pulchrum y verum
acompantildearaacute a Agustiacuten toda su vida tanto en cuanto receptor de la filosofiacutea como en
cuanto maestro obispo y pensador No sorprende entonces que en su narracioacuten del
encuentro con el Hortensius afirme que las palabras contenidas en esa obra soacutelo le
produciacutean deleite haciendo impliacutecita la contraposicioacuten entre pulchrum y verum
Mas entonces mdashtuacute lo sabes bien luz de mi corazoacutenmdash como auacuten no conociacutea yo el consejo de tu Apoacutestol soacutelo me deleitaba en aquella exhortacioacuten que me excitaba encendiacutea e inflamaba con su palabra a amar buscar lograr retener y abrazar fuertemente no esta o aquella secta sino la Sabiduriacutea misma estuviese dondequiera (conf III48)
Aquella lectura se quedaba en el mero deleite de la forma pero tras la
apariencia de la belleza auacuten no se revelaba la verdad razoacuten por la cual la lectura de
las Escrituras que seguacuten la narracioacuten de las Confessiones le sucedioacute al Hortensius
fue un encuentro desafortunado y descorazonador El joven estudiante de retoacuterica
perdido auacuten en la voluptuosidad de la forma buscaba la sabiduriacutea con ansias pero se
manteniacutea todaviacutea en el aacutembito de la persuasio sin lograr dar el salto a la conversio
26
El camino hacia la sabiduriacutea que se inicia con la lectura del Hortensius estaraacute
lleno de obstaacuteculos y laberintos en uno de los cuales el maniqueiacutesmo Agustiacuten habriacutea
de permanecer perdido durante casi una deacutecada Pero una vez maacutes una lectura se
ofrece como luz y guiacutea se trata de los libros de los platoacutenicos platonicorum libri
gracias a los cuales se abandona el materialismo maniqueo y se encuentra la
disposicioacuten adecuada para tratar aquellos problemas que habiacutea suscitado la lectura del
Hortensius los cuales hallaraacuten concrecioacuten en Casiciaco Es importante anotar que
cuando la pequentildea comunidad de cristianos se alberga en la Brianza la intencioacuten es la
de dedicarse al estudio de la filosofiacutea y prepararse para recibir el bautismo iquestCuaacuteles
fueron las lecturas que acompantildearon dicha preparacioacuten y coacutemo transcurriacutean los diacuteas
de los habitantes de Casiciaco Teniendo en cuenta que Agustiacuten asume el rol de
maestro podemos pensar que eligioacute con particular atencioacuten las lecturas para sus
joacutevenes disciacutepulos aunque estos podiacutean tambieacuten dedicar su tiempo libre a temas de
su eleccioacuten como lo haraacute Licencio en su aficioacuten por la poesiacutea Seguacuten las palabras
dirigidas a Romaniano en el Contra Academicos el Hortensius es una de las obras
escogidas para la preparacioacuten intelectual y espiritual de los joacutevenes y los frutos de la
misma resultan abundantes (cAcad I4) La eleccioacuten del Hortensius tiene un claro
intereacutes propedeacuteutico que se halla en estrecha consonancia con la decisioacuten vital de
llevar una vida comunitaria dedicada al estudio y a la contemplacioacuten es decir a la
filosofiacutea entendida como forma de vida iquestA cuaacuteles otras obras de Ciceroacuten teniacutea
acceso la comunidad de Casiciaco A propoacutesito de esto resulta de particular intereacutes
la posicioacuten de Altman (2016) seguacuten la cual es posible avanzar una hipoacutetesis de los
libros conocidos por los participantes de los diaacutelogos seguacuten sus intervenciones En
este orden de ideas podriacutea afirmarse que Trigecio soacutelo conoce el Hortensius pues
cuando Licencio recurre a ideas presentes en el Academici para refutar su posicioacuten el
joven le responde que no reconoce esas palabras de Ciceroacuten y que no sabe quieacuten es
Carneacuteades (cAcad I37) Por otra parte Licencio demuestra un amplio conocimiento
de las doctrinas de los acadeacutemicos y en varias ocasiones cita de memoria fragmentos
tanto del Hortensius como del Academici en momentos cruciales del ejercicio
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retoacuterico-filosoacutefico presente en el Contra Academicos por ejemplo en el pasaje en el
que se define el error (I24)
Otro autor claacutesico que ocupa un lugar preponderante en las jornadas de
Casiciaco es el poeta latino Virgilio4 al cual se dedicaba gran parte del tiempo de
estudio y de lectura
[hellip] y mirando por mi salud nada hice maacutes aquel diacutea soacutelo antes de la cena teniacutea costumbre de escuchar con ellos todos los diacuteas la lectura de medio volumen de Virgilio y era nuestra ocupacioacuten considerar el admirable modo de ser de las cosas (ord I826)
Desde la reforma educativa llevada a cabo por Cecilio Epirota en el antildeo 26 a
C Virgilio seraacute el modelo escogido para el estudio de la gramaacutetica en las escuelas
disposicioacuten que se manteniacutea intacta en tiempos de Agustiacuten El poeta es durante siglos
el siacutembolo de la cultura romana5 y la fuente principal de la misma por lo que se
constituye en ejemplo de composicioacuten y estilo influyendo asiacute en pensadores como
Seacuteneca San Jeroacutenimo y San Ambrosio entre otros6
En el caso de Agustiacuten el encuentro inicial con Virgilio se da en el aacutembito
escolar como parte de la formacioacuten en gramaacutetica llevada a cabo en la ciudad de
Madaura En las Confessiones (I1320) se relata coacutemo las historias de la Eneida
causaban un profundo sobrecogimiento en el aacutenimo del joven lector el cual preferiacutea
las letras latinas sobre las griegas Si bien el entusiasmo del estudiante que llora las
desgracias de Dido se iraacute atenuando los versos del poeta acompantildearaacuten las reflexiones
del filoacutesofo a lo largo de toda su vida Aunque es cierto que en las primeras obras
como en el caso de los diaacutelogos de Casiciaco encontramos innumerables alusiones
directas e indirectas al poeta noster en obras maduras como el De Trinitate y De 4 Acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y Virgilio veacutease la obra claacutesica Augustine and the Latin Classics (Hagendahl 1967) en la cual se hace un estudio detallado de la relacioacuten entre Agustiacuten y los claacutesicos latinos Tambieacuten resulta de gran utilidad el artiacuteculo de Oroz Reta (1963) 5 A propoacutesito del valor cultural de la Eneida McCarthy (2009) afirma que dicha obra ―representa una especie de testamento cultural que no soacutelo ejemplifica un estilo literario propio latinitas sino que perpetuacutea los ideales del imperium Los grammatici y rhetores que manteniacutean los estaacutendares de la elocuencia virgiliana (entre los cuales el joven Agustiacuten era una estrella en ascenso) teniacutean la importante funcioacuten poliacutetica de propagar los valores imperiales que Virgilio representaba (p 470) 6 Entre los estudios dedicados a la influencia de Virgilio en la literatura latina se destacan Vergil in the Works of S Ambrose (Diederich 1931) y Virgilio nel Medioevo (Comparetti 1986)
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civitate dei se recurre a pasajes de la Eneida las Geoacutergicas y las Eacuteglogas para ilustrar
cuestiones fundamentales como el problema de la memoria (Trin XIV1114) y para
exponer temas relacionados con la historia y la cultura romanas (civDei II22)
De este modo vemos coacutemo Virgilio acompantildea y determina el camino vital e
intelectual de Agustiacuten desde su primer contacto con las letras hasta sus antildeos de
madurez En el caso del periodo de Casiciaco que aquiacute nos concierne cabe anotar
que tanto en el Contra Academicos como en el De ordine se hace mencioacuten de la
lectura de Virgilio a la cual se dedicaban con entusiasmo y placer todos los hueacutespedes
de Verecundo recurriendo a sus versos en repetidas ocasiones para enriquecer y
dirigir sus discusiones o amparar alguacuten punto bajo su autoridad (cAcad II4
IVI18 ord IV10 VIII26 XI34) Entre las diversas alusiones a Virgilio vale la
pena destacar el pasaje del Contra Academicos en el que Licencio recurre al poeta
para avanzar en el examen del problema central del diaacutelogo la cuestioacuten de definicioacuten
de la verdad y refutar la posicioacuten de su adversario Trigecio (I514)
Tenemos pues que los dos grandes modelos del pensamiento latino
conduciacutean las jornadas del grupo que se habiacutea instalado en la Brianza luego de que
Agustiacuten renunciara a su cargo de reacutetor en la ciudad imperial de Milaacuten Este episodio
asiacute como la intencioacuten de los hueacutespedes de Verecundo se narra en las Confessiones
con las siguientes palabras
[hellip] por fin llegoacute el diacutea en que debiacutea ser absuelto de hecho de la profesioacuten de retoacuterico de la que ya estaba suelto con el afecto y asiacute se hizo Tuacute sacaste mi lengua de donde habiacuteas ya sacado mi corazoacuten Y te bendeciacutea con gozo con todos los miacuteos camino de la quinta de Verecundo en donde queacute fue lo que hice en el terreno de las letras puestas ya a tu servicio pero auacuten respirando como en una pausa la soberbia de la escuela lo testifican los libros que discutiacute con los presentes y conmigo mismo a solas en tu presencia de lo que trateacute con Nebridio ausente claramente lo indican las cartas habidas con eacutel (IX67)
El testimonio de las Confessiones nos permite acceder al juicio de Agustiacuten
acerca de sus primeros diaacutelogos los cuales como eacutel mismo afirma estaban ya al
servicio de Dios aunque su estilo auacuten permaneciacutea fiel a los principios de la escuela
iquestA queacute principios se hace referencia Como queda claro por lo que se ha dicho hasta
el momento no puede tratarse maacutes que de los principios que guiacutean al modelo dialogal
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platoacutenico ciceroniano y varroniano que seraacute elegido tanto como vehiacuteculo para
reinterpretar los problemas filosoacuteficos claacutesicos en clave cristiana como cuanto
modelo de pensamiento que le permite inscribirse en la tradicioacuten que habiacutea
determinado su proceso de formacioacuten7
En lo concerniente a las lecturas cristianas realizadas en la villa de Casiciaco
en los diaacutelogos es posible constatar una reiterada alusioacuten a los Salmos y a los
sermones de Ambrosio No sorprende que el maestro Agustiacuten haya escogido los
Salmos para la preparacioacuten espiritual de sus disciacutepulos pues la belleza de los mismos
se constituye como una entrada privilegiada a los misterios de la fe Las Confessiones
relatan esta lectura con las siguientes palabras
iexclQueacute voces te di Dios miacuteo cuando todaviacutea novicio en tu verdadero amor y siendo catecuacutemeno leiacutea descansado en la quinta [Casiciaco] los salmos de David mdashcaacutenticos de fe sonidos de piedad que excluyen todo espiacuteritu hinchadomdash en compantildeiacutea de Alipio tambieacuten catecuacutemeno y de mi madre que se nos habiacutea juntado con traje de mujer fe de varoacuten seguridad de anciana caridad de madre y piedad cristiana iexclQueacute voces siacute te daba en aquellos salmos y coacutemo me inflamaba en ti con ellos y me encendiacutea en deseos de recitarlos si me fuera posible al mundo entero contra la soberbia del geacutenero humano Aunque cierto es ya que en todo el mundo se cantan y que no hay nadie que se esconda de tu calor (IX48)
Con estas palabras Agustiacuten se inscribe en la tradicioacuten cristiana que considera
la lectura de los Salmos como cura del alma y fuente privilegiada de espiritualidad8
En los Salmos Agustiacuten encuentra no soacutelo la belleza retoacuterica de su composicioacuten sino
un contenido que le permite expresar una nueva condicioacuten y una disposicioacuten de su
aacutenimo determinada por el rechazo de la soberbia y el orgullo La alusioacuten a Moacutenica en
el pasaje citado no es casual pues recordemos que en los diaacutelogos la madre es el
siacutembolo de la Iglesia y ella misma se presenta como un vehiacuteculo y un intermediario
entre Agustiacuten y las costumbres de la iglesia cristiana A propoacutesito de esto en las
7 Fuhrer (2013) afirma que Agustiacuten se inscribe en la tradicioacuten de los diaacutelogos de villa tomando como modelo el De oratore y el De legibus de Ciceroacuten los cuales a su vez se inspiran en el Fedro platoacutenico Del mismo modo que en los diaacutelogos ciceronianos Agustiacuten se sirve del entorno para establecer una distancia espacial y mental entre la vida de la ciudad necotium y la vida entregada a la sabiduriacutea otium (p 2) 8 ―El desarrollo de la tradicioacuten asceacutetica y monaacutestica durante el siglo IV aseguroacute completamente el lugar de los Salmos como oracioacuten de la Iglesia (McCarthy 2009 p 456)
30
Confessiones se narra coacutemo la feligresiacutea milanesa acompantildeoacute a su obispo Ambrosio
durante la persecucioacuten emprendida por Justina la madre del emperador Entre el
grupo de fieles se hallaba Moacutenica
la primera en solicitud y en las vigilias que no viviacutea sino para la oracioacuten Nosotros todaviacutea friacuteos sin el calor de tu Espiacuteritu nos sentiacuteamos conmovidos sin embargo por la ciudad atoacutenita y turbada Entonces fue cuando se instituyoacute que se cantasen himnos y salmos a la usanza oriental para que el pueblo no se dejase abatir por la tristeza o aburrimiento Desde ese diacutea se ha conservado hasta el presente siendo ya imitada por muchas casi por todas tus iglesias en las demaacutes regiones del orbe (conf IX715)
En cuanto a la influencia de Ambrosio es fundamental tener en cuenta que el
acercamiento de Agustiacuten al obispo de Milaacuten estuvo determinado por la retoacuterica pues
recordemos que Ambrosio era un profundo conocedor de la cultura claacutesica y que
Ciceroacuten tuvo una gran influencia en su pensamiento Agustiacuten comenzoacute a escuchar la
predicacioacuten de Ambrosio movido sobre todo por la atraccioacuten que la teacutecnica retoacuterica
del afamado obispo le suscitaba empero poco a poco el intereacutes de Agustiacuten fue
cambiando y encontroacute en las palabras de Ambrosio maacutes que elocuencia y suavidad
una interpretacioacuten diferente de la Sagrada Escritura y una orientacioacuten que le permitiacutea
alejarse del maniqueiacutesmo bajo una nueva ontologiacutea En el De beata vita se refiere asiacute
a este encuentro
advertiacute raacutepidamente en los sermones de nuestro obispo [hellip] que cuando se piensa acerca de Dios nuestros pensamientos no deberiacutean hacer hincapieacute en la realidad material cualquiera que esta sea ni siquiera en el caso del alma que es la cosa del universo maacutes proacutexima a Dios (I4)
Asiacute pues vemos coacutemo las palabras del obispo lo ayudaron a resolver algunas
equivocaciones basadas en una interpretacioacuten tergiversada del Antiguo Testamento
permitieacutendole asiacute proseguir en la buacutesqueda de la verdad de la cual los diaacutelogos son
el primer fruto
De este modo vemos que Agustiacuten lleva a cabo desde sus primeros escritos
una siacutentesis de las dos fuentes que determinan su pensamiento su formacioacuten claacutesica y
la fe cristiana las cuales operan de manera conjunta en la conformacioacuten de su
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pensamiento filosoacutefico que en cuanto amor por la sabiduriacutea estaacute anclado en la figura
de Cristo
La tradicioacuten que durante deacutecadas fue la maacutes aceptada inaugurada por Alfaric
(1918) ha querido poner el eacutenfasis en la comprensioacuten de la vida de Agustiacuten como una
cadena de conversiones como una evolucioacuten intelectual en la que filosofiacutea y teologiacutea
se contraponen9 Apoyar esta postura no soacutelo supone una visioacuten muy restringida del
desarrollo vital e intelectual de nuestro autor sino una concepcioacuten fragmentada y
pobre de la construccioacuten de su pensamiento Cuando Agustiacuten se encuentra en
Casiciaco seguramente teniacutea a la mano algunos de los libros platoacutenicos que
circulaban en el inquieto ambiente milaneacutes pero tambieacuten y sin duda consultaba los
textos de quien habiacutea sido su maestro y modelo desde la infancia Ciceroacuten
Para apoyar esta idea pasaremos a considerar el Contra Academicos el maacutes
extenso y complejo de los diaacutelogos de este periodo
11 Contra Academicos la buacutesqueda de la verdad
En las primeras paacuteginas de la obra en la dedicatoria a Romaniano
encontramos una declaracioacuten que suele pasar desapercibida eacutesta tiene que ver con la
preparacioacuten de los joacutevenes acompantildeantes de Agustiacuten en Casiciaco Licencio y
Trigecio a propoacutesito de los que se afirma
al verlos mucho maacutes dispuestos y ansiosos de lo que yo me habiacutea imaginado intenteacute entonces probar de queacute eran capaces a su edad porque me pareciacutea que un libro de Ciceroacuten el Hortensius les habiacutea ganado en gran medida para la filosofiacutea (cAcad I14)
Esta declaracioacuten nos ofrece un dato fundamental Agustiacuten recurre al mismo
modelo que utilizaraacute en las Confessiones pues asiacute como el diaacutelogo de Ciceroacuten habiacutea
tenido valor propedeacuteutico para su vida un asiacute mismo lo tendriacutea para todos aquellos
9 En lo concerniente al debate de la separacioacuten entre filosofiacutea y teologiacutea en el pensamiento de Agustiacuten el aporte de Madec (1998) es fundamental en tanto afirma ―no venero la distincioacuten escolaacutestica entre filosofiacutea y teologiacutea no soacutelo porque me impediriacutea hacer correctamente mi trabajo sino porque la considero deleteacuterea en la medida en que hipostatiza dos disciplinas que tienden a definirse y a neutralizarse reciacuteprocamente (p 15)
32
que quisieran dedicar su vida a la indagacioacuten de la verdad Ademaacutes es fundamental
tener en cuenta que esta obra se inscribe en la tradicioacuten griega del protreacuteptico lo cual
permite entender la finalidad de la misma y la iacutentima conexioacuten existente entre la
refutacioacuten del escepticismo acadeacutemico y la posibilidad de dedicar su vida al
conocimiento La invitacioacuten y el propoacutesito en la dedicatoria son claros es necesario
dedicarse a la filosofiacutea pues ―ella nos promete conocer claramente al Dios
sumamente verdadero e inefable (cAcad I13)
El Hortenisus se constituye entonces como punto de partida no soacutelo de este
diaacutelogo sino del amplio proyecto agustiniano en cuanto su contenido dispone a sus
lectores hacia la recta senda que corresponde a la buacutesqueda de la sabiduriacutea y la
verdad Asiacute pues tanto la influencia de las lecturas claacutesicas literarias y filosoacuteficas
que acompantildearon a Agustiacuten durante toda su vida como la eleccioacuten de una vida en
comunidad alejada de los placeres del mundo y dedicada al crecimiento espiritual
inspirada en la tradicioacuten del otium liberale le permitieron a Agustiacuten encontrar un
campo de movimiento intelectual del cual ya nunca se apartariacutea El punto de partida
de dicha actividad es la afirmacioacuten en contra del escepticismo de que siacute es posible
encontrar la verdad Agustiacuten habiacutea hallado en las lecturas platoacutenicas una ontologiacutea de
la espiritualidad que le permitioacute resolver algunas cuestiones que siempre habiacutean
estado en el centro de sus reflexiones a saber la naturaleza de Dios y el problema del
mal La incorrecta ontologiacutea maniquea es remplazada ahora y puesta al servicio de la
fe esto no puede menos que entusiasmar a Agustiacuten que consciente del error
maniqueo buscaba desesperadamente respuestas a los interrogantes que habiacutean
surgido de su propia investigacioacuten y del contacto con la retoacuterica y la filosofiacutea Asiacute de
las lecturas platoacutenicas se tomaron ciertos elementos y se desecharon otros no
compatibles con el cristianismo adoptando una postura criacutetica que queda claramente
evidenciada en el rechazo hacia la posicioacuten esceacuteptica10 de la Nueva Academia la cual
se declaraba a siacute misma heredera del pensamiento platoacutenico iquestEs entonces el Contra
10 A propoacutesito del conocimiento de Agustiacuten acerca del escepticismo Kirwan (1989) anota que deriva en su mayor parte si no completamente de Ciceroacuten y de su obra Academici libri aunque no es posible establecer a cuaacutel de las dos ediciones de esta uacuteltima habiacutea tenido acceso (p 16)
33
Academicos una respuesta al escepticismo ciceroniano Para contestar este
interrogante debemos entender la naturaleza del diaacutelogo ciceroniano titulado De
Academici Libri y la postura esceacuteptica en ellos expuesta
Ciceroacuten escribe el diaacutelogo De Academici Libri en un momento muy fructuoso
de su produccioacuten intelectual cuando se aparta de los avatares de la vida puacuteblica y se
retira a su villa de Tuacutesculo para entregarse de lleno a la filosofiacutea Las dos primeras
obras de este periodo comprendido entre el 45 a C y el 43 a C tienen un caraacutecter
propedeacuteutico y exhortativo se trata de la Consolatio y el Hortensius ambas perdidas
La tercera obra compuesta es De Academici Libri de la que conservamos el primer
libro de la tercera edicioacuten incompleto conocido como Academica posteriora I y el
segundo libro de la primera redaccioacuten conocido como Lucullus o Academica priora
II Se habla de diferentes ediciones porque durante su composicioacuten Ciceroacuten llevoacute a
cabo varios cambios tanto en la estructura de la obra que pasoacute de dos libros a cuatro
como en los personajes de la misma Esto uacuteltimo no debe entenderse como un mero
dato anecdoacutetico carente de importancia para la comprensioacuten de la finalidad de la obra
La eleccioacuten de los personajes de sus diaacutelogos estaba estrechamente ligada con su
intencioacuten de darle dignidad a la filosofiacutea en las maacutes altas esferas del mundo
intelectual romano por esta razoacuten elegiacutea cuidadosamente a sus interlocutores como
bien puede constatarse en las cartas a Aacutetico el cual le sugirioacute algunos cambios en el
contenido de la obra y en la dedicatoria Aunque no se conoce el contenido exacto de
las partes perdidas gracias a las reconstrucciones y citas de otros autores se puede
establecer que se trataba de la exposicioacuten de las posturas de Carneacuteades y de Antiacuteoco y
las refutaciones de cada una de ellas En lo que conservamos encontramos la disputa
de Antiacuteoco de Ascalona en contra de Arcesislao y Carneacuteades en lo que concierne a
su teoriacutea del conocimiento 11 Antiacuteoco disciacutepulo de Filoacuten habiacutea seguido las
propuestas de los creadores de la Nueva Academia Arcesislao y Carneacuteades durante
gran parte de su vida aunque en los uacuteltimos antildeos de su vida abrazoacute el estoicismo y
11 Arcesislao (315-249 a C) fundador de la Nueva Academia rechazoacute el principio estoico del asentimiento συγκατάϑεσις seguacuten el cual se puede garantizar la absoluta veracidad de las sensaciones cuando el alma frente a una representacioacuten cataleacuteptica la aprueba como verdadera en cuanto le resulta evidente
34
sostuvo que los estoicos eran los verdaderos continuadores de la tradicioacuten platoacutenica
de la Academia alejaacutendose del escepticismo neo-acadeacutemico que proponiacutea una actitud
anti-dogmaacutetica basada en la suspensioacuten del juicio y en la probabilidad iquestCuaacutel es la
posicioacuten que asume Ciceroacuten en esta disputa y cuaacutel es su intencioacuten al exponer la criacutetica
de Filoacuten Para responder a estos interrogantes es necesario preguntarse cuaacutel fue la
posicioacuten de Ciceroacuten respecto a la cuestioacuten de la verdad En primer lugar debe tenerse
presente que en el escepticismo de dos de los maacutes significativos representantes de la
Nueva Academia hay una discrepancia pues mientras Arcesislao proponiacutea un
escepticismo radical Carneacuteades recurriendo a la probabilidad representa una
vertiente moderada de la propuesta esceacuteptica Vale la pena tener presente la siguiente
declaracioacuten de Ciceroacuten en el De natura deorum
debido a que nosotros no nos encontramos en la posicioacuten de negar la existencia de la verdad sino de decir que cada verdad viene acompantildeada del error debemos admitir que eacuteste es tan similar a aqueacutella que no podemos darle nuestro asentimiento De esto deriva que muchos conocimientos son probables y aunque no los entendamos gobiernan la vida del sabio porque presentan un aspecto notable e ilustre (I12)
Tenemos entonces que si bien Ciceroacuten se considera el uacuteltimo representante
de la Nueva Academia y gran admirador de Carneacuteades como eacutel mismo lo afirma unas
liacuteneas despueacutes del anterior pasaje es claro que su academicismo reinterpreta las
nociones de suspensioacuten del juiciolsquo epocheacute y probabilidadlsquo pithanon que habiacutean
sostenido sus predecesores proponiendo una buacutesqueda de la verdad anti-dogmaacutetica y
en continua transformacioacuten La acusacioacuten inmediata frente a una propuesta de este
tipo es la de relativismo moral y puede recogerse recurriendo a las palabras que
Luacuteculo le dirige a Ciceroacuten en las De Academici Libri
despueacutes de que tributaste (en el Hortensio) tan grandes alabanzas a la filosofiacutea iquestseguiraacutes esas doctrinas que todo lo confunden que nos despojan del juicio del asentimiento y de los sentidos Despueacutes de haber dicho bajo juramento que tuacute estabas seguro de aquellas ocultas maquinaciones (las de Catilina) iquestvas a decir ahora que nada se puede conocer o percibir (61-62)
La auto-ironiacutea ciceroniana del anterior pasaje no es casual El Arpinate expone
su pensamiento a traveacutes de todos los personajes que utiliza y no soacutelo en el personaje
35
que lleva su nombre Ciceroacuten buscoacute la verdad durante toda su vida no soacutelo en los
estrados y la vida puacuteblica romana sino en sus escritos sobre todo en aquellos
dedicados a la filosofiacutea compuestos en los uacuteltimos tres antildeos de su existencia y en la
copiosa correspondencia que se conserva12 Si admitimos esto podemos entender uno
de los pasajes maacutes discutidos del Contra Academicos en el que se afirma
Para que los razonamientos de los acadeacutemicos no parezcan extender como ciertas nieblas ni les parezca a algunos que nos oponemos eneacutergicamente a la autoridad de muy doctos varones y especialmente a la de Tulio Ciceroacuten quien no puede dejarnos indiferentes hareacute antes un breve comentario si os parece oponieacutendome a quienes creen que sus ensentildeanzas van contra la verdad (III714)
En este punto debemos preguntarnos con Catapano (2006) ―iquestqueacute tipo de
escepticismo critica Agustiacuten en el Contra Academicos (p 4) Debe sostenerse que
Agustiacuten critica el tipo de escepticismo que niega la posibilidad de encontrar la
verdad pues en su indagacioacuten ha puesto innumerables esfuerzos desde que la lectura
del Hortensius lo incitoacute a tomar el camino de la filosofiacutea asiacute como tambieacuten lo hizo
Ciceroacuten en su vida y obras Tanto para Agustiacuten como para Ciceroacuten la filosofiacutea ―en
cuanto inquisitio veri es una empresa intelectual y existencial que requiere una fuerte
motivacioacuten interior motivacioacuten que el escepticismo acadeacutemico en la medida en que
conduce a la desperatio veri podriacutea destruir (Catapano 2006 p 9) Pero entonces
iquestcoacutemo se explica el escepticismo de Ciceroacuten y la afinidad de Agustiacuten con el mismo
iquestPuede hablarse de un escepticismo en Agustiacuten En el tercer libro del Contra
Academicos y en la Carta a Hermogeniano Agustiacuten propone una hipoacutetesis muy
controvertida13 acerca del caraacutecter esoteacuterico de la Nueva Academia Vale la pena
tener en cuenta la Carta a Hermogeniano
Nunca me hubiera yo permitido ni aun en broma la osadiacutea de combatir a los acadeacutemicos ndashiquestcoacutemo no iba a impresionarme la autoridad de tan graves varonesndash si
12 Un aporte fundamental al estudio del caraacutecter filosoacutefico de las cartas de Ciceroacuten lo debemos a McConnell (2014) 13 Brittain (2000) uno de los opositores maacutes fuertes de la hipoacutetesis presentada por Agustiacuten afirma que este uacuteltimo ―ofrece una increiacuteble e implausible teoriacutea de la historia griega desde Soacutecrates hasta Plotino a saber la teoriacutea del esoterismo platoacutenico en la Academia esceacuteptica e interpreta los objetivos filosoacuteficos de Ciceroacuten en las Cuestiones Acadeacutemicas a partir de esta hipoacutetesis (pp 85 ss)
36
no fuese porque estimo que su doctrina es muy otra de la que el vulgo les atribuye Mejor que refutarlos lo que no puedo trateacute de imitarles como podiacutea Pienso que en aquel tiempo era maacutes oportuno encauzar la corriente platoacutenica si algo manaba puro de su fuente por un boscaje sombriacuteo y espinoso a disposicioacuten de unos pocos que dejarla correr a campo abierto ante los rebantildeos que aparecen a cada momento e imposibilitan el conservarla pura y limpia iquestNo es lo maacutes conveniente para una bestia opinar que el alma es corporal Pienso pues que contra esta gente se urdioacute uacutetilmente el arte y razoacuten de ocultar la verdad (ep I1)
Seguacuten Agustiacuten el escepticismo de la Nueva Academia surge como respuesta
al materialismo estoico incapaz de comprender las verdades metafiacutesicas del
platonismo y se opone tambieacuten al dogmatismo que caracterizaba al estoicismo y al
epicureiacutesmo Frente a la fuerza con la que estas escuelas se imponiacutean la uacutenica salida
para salvaguardar la verdad esto es las verdades socraacuteticas pareciacutea ser la de
ocultarlas tras un manto misterioso Dejemos de lado la veracidad histoacuterica de esta
hipoacutetesis presentada por Agustiacuten y centreacutemonos en su utilidad Para esto en primer
lugar debe tenerse en cuenta el papel que tuvo el escepticismo como propuesta
filosoacutefica en el desarrollo vital e intelectual del joven Agustiacuten Sabemos que seguacuten la
narracioacuten de las Confessiones la lectura del Hortensius habiacutea alcanzado su cometido
logrando que el joven estudiante de retoacuterica se llenara de deseos por dedicarse a la
investigacioacuten de la verdad Como ya se afirmoacute el camino no fue faacutecil y el
materialismo y el dogmatismo maniqueos se presentaron seductores proponiendo
falsedades como verdades absolutas Ante la desilusioacuten causada por el maniqueiacutesmo
y su incapacidad para responder a las maacutes agudas cuestiones Agustiacuten entroacute en un
periodo que eacutel mismo llamoacute esceacutepticolsquo
Sin embargo considerando y comparando maacutes y maacutes lo que los filoacutesofos habiacutean sentido acerca del ser fiacutesico de este mundo y de toda la Naturaleza que es objeto del sentido de la carne juzgaba que eran mucho maacutes probables las doctrinas de eacutestos que no las de aqueacutellos [maniqueos] Asiacute que dudando de todas las cosas y fluctuando entre todas seguacuten costumbre de los acadeacutemicos como se cree determineacute abandonar a los maniqueos juzgando que durante el tiempo de mi duda no debiacutea permanecer en aquella secta a la que anteponiacutea ya algunos filoacutesofos a quienes sin embargo no queriacutea encomendar de ninguacuten modo la curacioacuten de las laceriacuteas de mi alma por no hallarse en ellos el nombre saludable de Cristo (conf V1425)
37
Con los elementos recogidos podriacutea afirmarse que la actitud de Agustiacuten frente
al escepticismo no es negativa en cuanto eacuteste se constituye como momento
propedeacuteutico para el encuentro con la verdad Asiacute puede distinguirse entre dos tipos
de escepticismo a saber uno radical que se vuelve dogmaacutetico y otro moderado que
se presenta como estrategia en la buacutesqueda de la verdad en cuanto se trata de un
momento criacutetico y necesario Ahora queda todaviacutea abierta la cuestioacuten de coacutemo se
relacionan Ciceroacuten y Agustiacuten con estos dos tipos de escepticismo que hemos descrito
En cuanto al orador romano puede sostenerse con Powell (2002) que su escepticismo
probabilista es una estrategia realista frente al materialismo epicuacutereo y al dogmatismo
estoico (p 23) De ser esto asiacute tendriacuteamos que el escepticismo en cuanto estrategia o
actitud cumple el mismo papel propedeacuteutico en ambos pensadores iquestCoacutemo logra
Agustiacuten desprenderse del error maniqueo y de sus falsas pretensiones de alcanzar la
verdad a traveacutes de un racionalismo materialista y dogmaacutetico Haciendo suyo un
principio de su maestro Ciceroacuten el cual afirma ―mientras que los demaacutes dicen que
unas cosas son ciertas y otras son inciertas yo disintiendo de ellos digo que unas
cosas son probables y otras improbables (off II17) El probabilismo ciceroniano no
es seguacuten como la lectura agustiniana un escepticismo radical que niegue al sabio la
posibilidad de alcanzar la verdad sino que funciona maacutes bien como una advertencia
frente a la posibilidad latente de caer en el error y mantenerse en eacutel Por esto en la
parte final del Contra Academicos se afirma en consonancia con la carta a
Hermogeniano que los acadeacutemicos ocultaban su doctrina Agustiacuten sostiene al
respecto
Me he persuadido entretanto con cierta probabilidad y dentro de mis posibilidades de esto tocante a los acadeacutemicos Si no es verdad me importa poco porque me basta creer que el hombre puede encontrar la verdad Quien crea que los acadeacutemicos han pensado de esta manera lea al mismo Ciceroacuten Porque eacutel nos dice que teniacutean la costumbre de ocultar su doctrina y descubrirla uacutenicamente a aquellos que habiacutean permanecido en sus escuelas hasta la ancianidad (cAcad III2045)
La doctrina oculta corresponderiacutea a la platoacutenica que seguacuten Agustiacuten no soacutelo
no se opone a los misterios de la fe y a la autoridad de Cristo sino que permite
comprender la fe a traveacutes del ejercicio la razoacuten Encontramos asiacute esbozado uno de los
38
grandes proyectos agustinianos el cual se articula desde la exhortacioacuten a la buacutesqueda
que concluye con estas palabras ―leed Los Acadeacutemicos y cuando alliacute encontreacuteis a un
Ciceroacuten victorioso de estas bagatelas (iquesthay cosa maacutes faacutecil) obligad a Alipio a
defender mi discurso contra los invencibles argumentos de Ciceroacuten (cAcad
III2045)
iquestDe queacute manera aparece Ciceroacuten como vencedor iquestCuaacuteles son sus
argumentos invencibles y contra quieacuten estaacuten dirigidos En este punto podriacutea pensarse
que Agustiacuten asume una interesante posicioacuten interpretativa que le permite ver los
diaacutelogos ciceronianos como el ejercicio dialeacutectico-filosoacutefico de un autor capaz de dar
cuenta de las diferentes perspectivas de las escuelas filosoacuteficas de su tiempo En este
sentido su victoria consistiriacutea en mostrar su habilidad para defender las distintas
posiciones pero sin dejarse seducir por las falsas promesas del dogmatismo
mantenieacutendose estable en su propoacutesito de alcanzar la verdad La reacuteplica de Ciceroacuten
con la que se inicia el cierre de los Academica posteriora podriacutea entenderse desde
entenderse desde este punto de vista
Cuando disputo con los demaacutes sobre todo acerca de cuestiones morales no pretendo engantildearlos a ellos ni tampoco a miacute mismo ni soy partidario de la obstinacioacuten o sofisteriacutea Por lo cual si fuera pertinente jurariacutea por Juacutepiter que tengo el mayor deseo de encontrar la verdad y que digo lo que pienso Si me gozo al descubrir algo verosiacutemil iquestcoacutemo puedo no ansiar descubrir lo verdadero (Acad 61)
Esa disposicioacuten hacia lo verdadero entendida como amor a la sabiduriacutea fue el
elemento que desde la lectura del Hortensius determinoacute la proximidad entre Agustiacuten
y su maestro de retoacuterica iquestCoacutemo podriacutea alguien exhortar con tal ardor al estudio de la
filosofiacutea si no cree posible encontrar la verdad Que Ciceroacuten haya escrito su diaacutelogo
acadeacutemico justo despueacutes de sus dos obras exhortativas no debe perderse de vista
pues puede tomarse como una amonestacioacuten como un llamado a la prudencia y en
este sentido en cuanto indicador en el camino hacia la verdad Ciceroacuten ha salido
victorioso
39
12 El Contra Academicos como ejercicio filosoacutefico y retoacuterico
Si se admite que el objetivo principal del Contra Academicos es exhortar a la
buacutesqueda del conocimiento en la liacutenea de la tradicioacuten protreacuteptica podemos entender
no soacutelo su estructura sino la razoacuten de su composicioacuten como obra inaugural del
proyecto filosoacutefico de Agustiacuten en el cual jugaba un papel fundamental la comunidad
que se habiacutea establecido en Casiciaco La recta buacutesqueda de la verdad a la cual
Agustiacuten ha decidido dedicar su vida es un proceso comunitario un diaacutelogo
permanente que no se agota y que se construye en el ejercicio mismo de la filosofiacutea
Los diaacutelogos de Casiciaco dan cuenta de este ejercicio en el que Agustiacuten interroga a
sus interlocutores siguiendo el meacutetodo ciceroniano utilizado en las obras Academica
De finibus y De natura deorum Ciceroacuten recurre a la discussio in utramque partem
para mostrar que a todo discurso corresponde un discurso contradictorio de igual
valor Esta teacutecnica retoacuterica procedente del aacutembito forense se caracteriza por
estructurarse a partir de dos discursos alternativos que presentan argumentos opuestos
sobre un mismo asunto El orden de la exposicioacuten del discurso tiende a ser muy claro
y a apoyarse en eslabones reconocibles para que una vez pronunciado el interlocutor
pueda reconocer los puntos de oposicioacuten Por esta misma razoacuten las intervenciones no
pueden ser muy extensas
Asiacute como en su Academici Ciceroacuten construye dos discursos paralelos14 para
defender y atacar la tradicioacuten de la academia esceacuteptica sostenida por su maestro
Filoacuten de Larisa a los discursos de aquellos que defienden a los acadeacutemicos Agustiacuten
opone los de sus detractores En la primera liacutenea se inscriben Licencio y Alipio
mientras que en la segunda tenemos al mismo Agustiacuten acompantildeado del joven
Trigecio El primer ejemplo de la discussio in utramque partem lo encontramos
respecto de la cuestioacuten de la buacutesqueda de la verdad pues Licencio afirma que puede
ser feliz quien auacuten busca mientras que Trigecio sostiene que soacutelo es feliz aquel que
14 Woolf (2015) expone con claridad el meacutetodo ciceroniano usado en el Academici aquiacute retomado por Agustiacuten y afirma que se trata de un ejercicio cuya finalidad es la buacutesqueda de la verdad a partir de la construccioacuten de argumentos que tengan en cuenta las posturas opuestas con vistas a garantizar la imparcialidad (p16)
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ya estaacute es posesioacuten de la verdad pues el que indaga sin encontrar yerra A la
conclusioacuten de Trigecio Licencio opone su definicioacuten del error en la cual se halla
contenido el principio fundamental del escepticismo defendido por Agustiacuten en
cuanto estrategia antidogmaacutetica
El error pienso yo consiste en afirmar lo falso por verdadero Pero jamaacutes puede admitir esto quien piense que es necesario buscar la verdad ya que no puede admitir la falsedad quien no admite nada Por tanto no puede caer en el error (cAcad I411)
Con estas palabras de Licencio Agustiacuten resume su propio camino en un tono
muy cercano al que utilizaraacute en las Confessiones
Y asiacute tanto maacutes agudamente me roiacutea el corazoacuten la preocupacioacuten de alcanzar algo cierto cuanto maacutes me confundiacutea el haber vivido tanto tiempo engantildeado y burlado con la promesa de cosas ciertas y haber sostenido con pueril empentildeo y animosidad tantas cosas dudosas como ciertas Sin embargo ya era cierto para miacute que eran dudosas no obstante que en alguacuten tiempo las creiacute ciertas es decir cuando con mis ciegas disputas combatiacutea a tu Catoacutelica a la cual aunque entonces no conociacutea por maestra de la verdad al menos sabiacutea que no ensentildeaba aquellas cosas de que gravemente la acusaba (VI45)
La duda esceacuteptica que habiacutea tenido una funcioacuten liberadora se retoma en el
Contra Academicos a partir de la implementacioacuten de modelos argumentativos
esceacutepticos como la discussio in utramque partem y la argumentacioacuten ad hominem
Asiacute pues la verdad no se presenta de manera dogmaacutetica sino como el resultado de
una construccioacuten retoacuterica comunitaria La finalidad de la contraposicioacuten de los
discursos no es la de anular al adversario sino la de establecer un consensus a partir
de los argumentos probables presentados por cada uno de los interlocutores Esta es la
razoacuten por la cual en el uacuteltimo libro del Contra Academicos se recurre a la
argumentacioacuten ad hominem para refutar el escepticismo sobre todo en lo que
concierne a sus consecuencias en el aacutembito de la moral De la misma manera que en
la obra Academica (II2269 II2478) Ciceroacuten habiacutea refutado las tesis de Zenoacuten y
Antiacuteoco a partir de sus propios argumentos Agustiacuten toma como punto de partida las
afirmaciones de los esceacutepticos para impugnarlas El pasaje en cuestioacuten es el siguiente
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No digo nada de los homicidios parricidios sacrilegios y de cuantos criacutemenes pueden cometerse o pensarse y que con breves palabras suelen justificarse -y esto es lo maacutes grave- por jueces sapientiacutesimos no he consentido luego no he errado iquestY coacutemo no iba a hacer lo que me parecioacute probable Quienes crean que tales cosas no pueden persuadirse probablemente lean el discurso de Catilina con que persuadioacute el parricidio de la patria crimen que resume todos (cAcad III1536)
Como anota Marchand (2013) Agustiacuten se apoya en la tesis del adversario
tomaacutendola como punto de partida para demostrar que la misma es insostenible y
respecto de los efectos morales de la aplicacioacuten de la doctrina de la probabilidad
apela al caso juriacutedico maacutes emblemaacutetico de la carrera forense ciceroniana Con este
recurso entonces se quiere reforzar y anticipar la idea con la que se cierra el Contra
Academicos y que tambieacuten estaacute presente en el Academica (61-62) seguacuten la cual el
hombre no soacutelo debe dedicar su vida a la buacutesqueda de la verdad sino que el
conocimiento de la misma es posible y necesario iquestCuaacutel es el camino hacia dicha
verdad El Contra Academicos nos ofrece una muestra de dicho itinerario en cuanto
su construccioacuten como ejercicio retoacuterico y filosoacutefico da cuenta del proceso y de las
etapas que seguacuten el modelo propuesto por Ciceroacuten deben recorrerse
En la oratio perpetua15 con la que se cierra el diaacutelogo Agustiacuten deja su papel
de maestro y asume eacutel mismo el ejercicio de composicioacuten retoacuterica de la oratio con la
intencioacuten de recorrer los pasos de su maestro y de recoger las conclusiones obtenidas
en la obra Academica La oratio puede dividirse en dos partes la primera expone
fielmente la explicacioacuten ciceroniana de la relacioacuten entre las escuelas filosoacuteficas su
concepcioacuten acerca de la figura del sabio y las consecuencias de la misma la segunda
cambia el tono forense por uno maacutes filosoacutefico y presenta los argumentos
concluyentes en contra del escepticismo dogmaacutetico y la controvertida hipoacutetesis acerca
del esoterismo acadeacutemico A continuacioacuten veremos en detalle las dos partes
15 En el aacutembito forense la oratio perpetua consiste en un discurso continuacuteo pronunciado por el demandante en el que se hace una extensa recopilacioacuten de los dantildeos causados por el acusado pero sin mostrar las pruebas que lo inculpen Como anota Kennedy (1994) este tipo de exposicioacuten alcanzoacute su maacutexima expresioacuten con la retoacuterica juriacutedica de Ciceroacuten Fuhrer (2012) por su parte llama la atencioacuten acerca de la utilizacioacuten de Agustiacuten de la oratio perpetua en los tres primeros diaacutelogos de Casiciaco
42
121 iquestQuieacuten es el sabio
En la primera parte de la oratio perpetua Agustiacuten sigue con fidelidad la
estructura de la misma en la tradicioacuten forense pues construye un discurso en el que se
presentan las consecuencias de la concepcioacuten acadeacutemica acerca de la figura del sabio
con el fin de mostrar que eacutesta es insostenible sobre todo en el aacutembito juriacutedico pues
la funcioacuten del juez es justamente la de determinar cuaacutel de las dos partes dice la
verdad El punto de partida es el siguiente fragmento de Ciceroacuten
todas las demaacutes sectas que se creen en posesioacuten de la sabiduriacutea otorgan un segundo lugar al sabio acadeacutemico reivindicando el primer puesto para el suyo De donde se puede concluir con probabilidad que seguacuten su recto juicio el primero es aquel que seguacuten el juicio de los demaacutes es el segundo (Acad sect 20)
Aunque no se conserva esta obra en su totalidad el problema sobre el que
Ciceroacuten quiere llamar la atencioacuten se retoma en varias partes de su obra y debe
entenderse una vez maacutes como una advertencia acerca de los peligros del
dogmatismo Agustiacuten reconstruye los argumentos ciceronianos en contra de los
estoicos y los epicuacutereos y muestra coacutemo ambas escuelas pretenden estar en posesioacuten
de la verdad negando el espacio de la discusioacuten necesario para entablar un diaacutelogo
filosoacutefico Sin embargo Agustiacuten da un paso maacutes y demuestra que la posicioacuten del
sabio acadeacutemico aunque prudente16 es tambieacuten insostenible La primera parte de la
oratio se cierra con la acusacioacuten frente a los jueces de la dificultad praacutectica de
sostener la tesis seguacuten la cual el sabio no sabe nada En un juicio hipoteacutetico entre
Carneacuteades sostenedor de la imposibilidad de conocer la verdad y Agustiacuten
sostenedor de la tesis contraria seriacutea imposible determinar quieacuten dice la verdad pues
si el juez se pronuncia a favor de cualquiera de los dos se le podraacute decir que su
veredicto no es vaacutelido en cuanto no es posible saber si dice la verdad Si bien Agustiacuten
toma como punto de partida a Ciceroacuten no debemos pensar que su intencioacuten en este
punto es la de criticar al pensador romano pues como ya hemos afirmado y como se
demostraraacute en la segunda parte de la oratio es necesario distinguir entre un
16 Leacutevy (1992) llama la atencioacuten sobre el concepto de temeritas con el cual Ciceroacuten se refiere a la actitud antifilosoacutefica que asume verdades absolutas sin someterlas al examen de la razoacuten
43
academicismo dogmaacutetico y uno moderado que se rige por la prudencia y rechaza la
temeridad de aquellos que afirman verdades que no han sido probadas
122 Platonis schola del tribunal a la escuela
La segunda parte de la oratio perpetua (cAcad III918-III2043) es la maacutes
extensa y contiene algunos de los pasajes maacutes controvertidos de toda la obra El
cambio de tono es introducido por Agustiacuten con la siguiente afirmacioacuten
Retireacutemonos por fin de este ruidoso tribunal amigo de pleitear a un lugar donde no nos moleste el alboroto de las gentes y ojalaacute sea a la misma escuela de Platoacuten llamada asiacute seguacuten se dice por estar retirada del pueblo y alliacute en la medida de nuestras fuerzas discutamos no de la gloria que es cosa superficial y pueril sino de la vida misma y de una cierta esperanza de la felicidad del alma (cAcad III918)
El movimiento literario propuesto en el diaacutelogo evoca el movimiento que
tanto Agustiacuten como Ciceroacuten llevaron a cabo al retirarse de la vida puacuteblica en la que
buscaban la gloria y decidieron entregarse a la buacutesqueda e investigacioacuten de la
sabiduriacutea Asiacute pues esta parte final del Contra Academicos refuerza su caraacutecter
exhortativo razoacuten por la cual se ocupa de refutar con contundencia las afirmaciones
de los acadeacutemicos dogmaacuteticos seguacuten las cuales ―nada puede ser percibido y ―no se
puede dar asentimiento a ninguna cosa Sin embargo en contra de lo que afirman
Mourant (1966) y Marchand (2012) considero que en la parte final de la obra el
adversario de Agustiacuten no es Ciceroacuten sino el dogmatismo encarnado no soacutelo por los
estoicos y epicuacutereos sino por los maniqueos que en su racionalismo no dejan espacio
a la fe A mi modo de ver las pruebas ofrecidas por Agustiacuten deben leerse bajo la luz
de la necesidad de reafirmar la posibilidad del encuentro de la verdad como
conclusioacuten del camino de buacutesqueda Asiacute en esta seccioacuten se refuerza el caraacutecter
exhortativo que determina toda la obra y en razoacuten del cual resulta fundamental
confutar de manera definitiva la tesis del escepticismo y no como afirman algunos
estudiosos17 hacer una criacutetica a Ciceroacuten y a la Academia en cuanto escuela heredera
del pensamiento de Platoacuten
17 Veacutease (Marchand 2012 p 11)
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El primer paso para alcanzar el propoacutesito establecido consiste en demostrar
que la definicioacuten de Zenoacuten 18 en que se ancla el escepticismo seguacuten lo afirma
Ciceroacuten en su Academici libri (II17) no justifica la negacioacuten de la posibilidad de
alcanzar un conocimiento verdadero La impugnacioacuten de Agustiacuten se basa en que si se
admite como verdad que una representacioacuten es verdadera cuando puede distinguirse
de lo falso se admite que la definicioacuten no es falsa
Pues aun estando inciertos de ella no nos desampara por eso la ciencia
porque sabemos que es verdadera o falsa Luego sabemos algo Aunque nunca lograraacute
hacerme un ingrato juzgo dicha definicioacuten como absolutamente verdadera Pues o
pueden percibirse las cosas falsas hipoacutetesis a que tienen favor los acadeacutemicos y
realmente es absurda o tampoco pueden percibirse las cosas semejantes a lo falso
luego aquella definicioacuten es verdadera (cAcad III919)
Una vez refutada la definicioacuten de Zenoacuten se pasa a demostrar la existencia de
verdades innegables y accesibles a todos para lo cual se recurre a ejemplos de
verdades necesarias como las matemaacuteticas el conocimiento del mundo a partir de
proposiciones tautoloacutegicas y las sensaciones que derivan de los sentidos Si cualquier
persona puede acceder a estas verdades con mayor razoacuten deberaacute poderlo hacer el
sabio el cual debe admitir necesariamente que si es tal debe conocer la sabiduriacutea
pues si la desconociera no seriacutea sabio Establecido esto se pasa a considerar la nocioacuten
de probabile para demostrar su incompatibilidad con la accioacuten moral Si bien en el
segundo ejemplo utilizado se afirma que Ciceroacuten es defensor del probabilismo
resulta muy interesante que para concluir esta seccioacuten se refiera al caso maacutes
emblemaacutetico de la carrera forense de Ciceroacuten la acusacioacuten de Catilina Con esta
referencia Agustiacuten quiere dar a conocer su posicioacuten acerca del escepticismo y el
probabilismo ciceroniano la cual consiste en la negacioacuten de los mismos La tesis
agustiniana se sostiene en las palabras del mismo Ciceroacuten cuando Luacuteculo lo exhorta a
abandonar la filosofiacutea acadeacutemica
18 Para un estudio detallado de la construccioacuten loacutegica y la validez de los argumentos presentados por Agustiacuten en contra del escepticismo veacutease (Kirwan 1989 pp15-34)
45
despueacutes de que tributaste (en el Hortensio) tan grandes alabanzas a la filosofiacutea iquestseguiraacutes esas doctrinas que todo lo confunden que nos despojan del juicio del asentimiento y de los sentidos Despueacutes de haber dicho bajo juramento que tuacute estabas seguro de aquellas ocultas maquinaciones (las de Catilina) iquestvas a decir ahora que nada se puede conocer o percibir (Acad 61-62)
En una amplia seccioacuten de los Academici libri (33-42) Ciceroacuten expone la
reacuteplica de Antiacuteoco de Ascalona a las doctrinas de la Nueva Academia afirmando que
ni el escepticismo de Arcesislao ni el probabilismo de Carneacuteades pueden ofrecer una
norma de vida praacutectica y moral En lo concerniente a la cuestioacuten gnoseoloacutegica
Antiacuteoco objeta que si no se tiene una norma con la cual efectuar una distincioacuten ente lo
verdadero y lo falso no es posible establecer un criterio que permita declarar la
probabilidad de una representacioacuten iquestCuaacutel es la posicioacuten de Ciceroacuten en relacioacuten con
la criacutetica de Antiacuteoco Debido a que no se conserva maacutes que un fragmento de los
Academici libri de Ciceroacuten no es posible establecer con certeza si se dio una
respuesta directa a la posicioacuten de Antiacuteoco sin embargo el Contra Academicos de
Agustiacuten permite acceder a la posicioacuten de Agustiacuten el cual parece seguir a Antiacuteoco al
menos en este punto Esta seriacutea la razoacuten por la que se recurre al episodio de la
acusacioacuten de Catilina si Ciceroacuten no pensara que es posible conocer la verdad no la
habriacutea defendido como lo hizo en el tribunal y no se habriacutea dedicado a la filosofiacutea a
la cual como sostiene en el Brutus se entregoacute con pasioacuten desde los antildeos de juventud
―en esos antildeos habiacutea llegado a Roma junto con los personajes maacutes ilustres de Atenas
Filoacuten escolarca de la Academia que huiacutea de su patria a causa de la guerra mitridaacutetica
me entregueacute a eacutel encendido de pasioacuten por la filosofiacutea (306)
Una vez refutadas las tesis acadeacutemicas de manera contundente Agustiacuten puede
concluir su exhortacioacuten a la filosofiacutea libre del temor causado por la creencia en la
imposibilidad de acceder a la verdad No sorprende entonces que sea justamente en
este punto donde se recurra a la controvertida tesis del esoterismo de la Academia
confirmada tambieacuten por Ciceroacuten (Acad 1134) e introducida por Agustiacuten como sigue
iquestqueacute pretendieron aquellos grandes varones con sus eternas y tenaces disputas para excluir de todo la ciencia de lo verdadero Oiacuted ahora maacutes atentamente no lo que seacute sino lo que opino he aplazado para el final el declarar si puedo mi parecer acerca de todo el plan o consejo de los acadeacutemicos (cAcad III1737)
46
Cabe recordar que los acadeacutemicos a los cuales se hace referencia en este
punto con el apelativo de platoacutenicos para Agustiacuten son los herederos de la academia
platoacutenica razoacuten por la cual presenta una reconstruccioacuten de la historia de dicha
escuela desde su fundacioacuten Este pasaje resulta de fundamental importancia para la
comprensioacuten de la relacioacuten de Agustiacuten con la tradicioacuten filosoacutefica antigua y con
Ciceroacuten el cual representa la fuente principal de la mayor parte de las ideas aquiacute
presentadas (Rep I1016 Tusc I1638 V39 Acad I59 Fin V224)
Platoacuten el hombre maacutes sabio y erudito de su tiempo que de tal modo disertaba que todo al pasar por su boca cobraba grandeza y elevacioacuten y tales cosas habloacute que de cualquier modo que las dijese nunca se empequentildeeciacutean en sus labios despueacutes de la muerte de Soacutecrates su maestro a quien distinguioacute con singular predileccioacuten seguacuten dicen tomoacute muchas doctrinas de la escuela de Pitaacutegoras Y eacuteste insatisfecho de la filosofiacutea griega que entonces o no existiacutea o estaba muy oculta despueacutes que por los razonamientos de Fereacutecides de Siria se persuadioacute de la inmortalidad del alma emprendioacute largas y vastas peregrinaciones para escuchar a gran nuacutemero de sabios Platoacuten pues antildeadiendo a la gracia y sutileza socraacutetica en las cuestiones morales la ciencia de las cosas divinas y humanas que diligentemente habiacutea indagado en la mencionada escuela y coronando despueacutes estos elementos con una disciplina capaz de organizarlos y juzgarlos esto es la dialeacutectica -la cual o es la misma sabiduriacutea o un medio indispensable para llegar a ella- se dice que sistematizoacute la filosofiacutea como ciencia perfecta de la que no es ahora tiempo de discurrir Para mi propoacutesito baacutesteos saber que sintioacute Platoacuten que habiacutea dos mundos uno inteligible donde habitaba la misma verdad este otro sensible que se nos descubre por los oacuterganos de la vista y del tacto Aqueacutel es el verdadero eacuteste el semejante al verdadero y hecho a su imagen alliacute reside el principio de la Verdad con que se hermosea y purifica el alma que se conoce a siacute misma de eacuteste no puede engendrarse en el aacutenimo de los insensatos la ciencia sino la opinioacuten (cAcad III1737)
La uacuteltima parte de este pasaje quiere llamar la atencioacuten a un tema que
caracteriza a los primeros diaacutelogos de Agustiacuten a saber el conocimiento de siacute como
condicioacuten de la sabiduriacutea Esta idea que seraacute ampliamente elaborada en el De beata
vita se reitera en las siguientes liacuteneas
Estas y otras verdades de la misma clase fueron conservadas entre los disciacutepulos de Platoacuten seguacuten era posible y guardadas en forma de misterios Pues ellas no pueden ser faacutecilmente percibidas sino por los que purificaacutendose de todo vicio se han consagrado a un geacutenero de vida maacutes que humano ni peca gravemente el que conocieacutendolas las quisiere ensentildear a cualquiera (cAcad III1738)
47
El conjunto de estas verdades constituye un uacutenico sistema filosoacutefico al que
Agustiacuten retomando un vocablo ampliamente difundido en ambientes platoacutenicos
neoplatoacutenicos y cristianos (Fuhrer 1997 p 451) llama filosofiacutea perfectamente
verdadera Dicha filosofiacutea se encuentra estrechamente ligada a un estilo de vida que
involucra todas las esferas de la existencia del hombre Por esta razoacuten algunos
estudiosos (Heil 1972) han visto en el Contra Academicos una obra esencialmente
moral afirmacioacuten que podriacutea extenderse al conjunto formado por todos los diaacutelogos
de Casiciaco
La importancia de la caracterizacioacuten agustiniana de la filosofiacutea platoacutenica no
soacutelo resulta interesante en lo concerniente a la relacioacuten de Agustiacuten con la tradicioacuten
sino que permite establecer cuaacutel era la concepcioacuten existente en los primeros siglos del
cristianismo acerca de la relacioacuten entre Platoacuten Aristoacuteteles y las escuelas filosoacuteficas
La historia de la filosofiacutea propuesta por Agustiacuten puede encontrarse en las siguientes
liacuteneas
Asiacute ahora apenas tenemos maacutes filoacutesofos que los ciacutenicos peripateacuteticos y platoacutenicos y los ciacutenicos porque les place cierta libertad y licencia de la vida Mas en lo que atantildee a la erudicioacuten y doctrina como tambieacuten a la moral que mira a la salud del alma no han faltado hombres de suma agudeza y diligencia que con sus discursos han mostrado la concordia vigente entre las ideas de Aristoacuteteles y Platoacuten que soacutelo a los ojos de los distraiacutedos e ignorantes parecen disentir entre siacute asiacute despueacutes de muchos siglos y prolijas discusiones se ha elaborado una filosofiacutea perfectamente verdadera
No es eacutesta la filosofiacutea de este mundo que nuestras sagradas Letras justamente detestan sino la del mundo inteligible al que la sutileza de la razoacuten no habriacutea podido guiar a las almas cegadas con las multiformes tinieblas del error y olvidadas bajo la costra de las sordideces materiales si el sumo Dios descendiendo con su misericordia al seno del pueblo no hubiese abatido y humillado hasta tomar cuerpo humano al Verbo divino para que estimuladas las almas con sus preceptos y sobre todo con sus ejemplos sin luchas de disputas pudiesen entrar en siacute mismas y volver los ojos a la patria (cAcad III1942)
iquestQuieacutenes fueron los hombres que ensentildearon esta filosofiacutea perfectamente
verdadera Aquellos que la pusieron a salvo del error materialista estoico y
dogmaacutetico Si bien no puede restaacutersele valor a la tesis seguacuten la cual en este pasaje se
aluda a los neoplatoacutenicos seguacuten Fuhrer (1997 p 449) y Olsquo Meara (1959 p 172) a
Porfirio tanto por el caraacutecter de la obra como por el afaacuten de mostrar cuaacuteles eran las
48
verdaderas intenciones de los acadeacutemicos y de Ciceroacuten como uacuteltimo representante de
dicha escuela podriacutea pensarse que los hombres de ―suma agudeza e inteligencia
fueran justamente los acadeacutemicos De hecho el mismo Ciceroacuten tanto en los
Academici (I57) como en las Tusculanae (IV36) confirma el caraacutecter conciliador
de esta escuela
Que esta verdadera filosofiacutea sea una se explica en la segunda parte del
paraacutegrafo en el momento en el que se trae a colacioacuten de manera expliacutecita la doctrina
de la encarnacioacuten ndashno hubiese abatido y humillado hasta tomar cuerpo humano al
Verbo divinondash que en el libro VII de las Confessiones (VII913) se expone como la
verdad encontrada en los libros de los platoacutenicos A propoacutesito de esto Catapano
afirma que ―la encarnacioacuten del intelecto divino fue la conditio sine que non de la
llamada al mundo inteligible formulada por la filosofiacutea platoacutenica ya que llevoacute a cabo
una excitatio tan poderosa sobre las almas que les permitioacute convertirse a la patria
celeste sin necesidad de largas y extenuantes discusiones (Catapano 2001 p 170)
Se trata de la retoacuterica divina siempre eficaz en contraposicioacuten a la humana del error
el cuerpo y la ceguera sin la cual la filosofiacutea platoacutenica no habriacutea podido persuadir a
las almas de los hombres de forma definitiva La relacioacuten entre la encarnacioacuten en
cuanto misterio mediador y posibilitador del conocimiento se retomaraacute en obras como
el De vera religione (III3) y el De Trinitate (XII1722) en las que se reiteraraacute y
perfeccionaraacute esta consideracioacuten juvenil las almas ―enceguecidas por las tinieblas del
error no habriacutean visto la luz de la verdad sin la obra mediadora de Cristo que es la
verdad misma El caraacutecter ontoloacutegico de la verdad y su unicidad estaacuten a la base de las
ideas que constituyen esa filosofiacutea perfecta y verdadera la doctrina de los dos
mundos la cual fue escondida por los acadeacutemicos a causa de la dificultad de su
comprensioacuten y la doctrina del Logos divino que Agustiacuten encontroacute en los
platonicorum libri
En la hipoacutetesis histoacuterica trazada por Agustiacuten se puede entrever una alusioacuten al
camino recorrido por eacutel mismo en el cual como se afirma en las Confessiones el
periodo de materialismo maniqueo fue seguido de una fase esceacuteptica que tuvo como
resultado el abandono de la secta En este caso como en el Contra Academicos el
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escepticismo se presenta como un instrumento uacutetil y la duda esceacuteptica prepara el
camino para la asimilacioacuten de las palabras de Ambrosio que iluminaraacuten la lectura de
los libros de los platoacutenicos en los cuales Agustiacuten encontraraacute aunque con otras
palabras (conf VII913) las verdades fundamentales de la doctrina cristiana como
la encarnacioacuten del Verbo y la inmortalidad del alma
Quizaacutes valga la pena presentar en este punto el camino seguido en las
Confessiones que puede esquematizarse de la siguiente manera
1 Materialismo maniqueo (V610)
2 Prudencia acadeacutemica y escepticismo (V1019-V1425)
3 Recepcioacuten del nombre de Cristo en las palabras de Ambrosio (VI24)
4 Lectura de los platonicorum libri (VII913)
5 Entrega total a la autoridad de Cristo (VIII1230)
Del mismo modo que en la hipoacutetesis histoacuterica expuesta tanto en el Contra
Academicos como en el Carta 118 la encarnacioacuten es necesaria para la comprensioacuten
de las ideas platoacutenicas en el recorrido de Agustiacuten la lectura de los platonicorum libri
no habriacutea tenido el mismo efecto en eacutel de no haber sido por la anterior asimilacioacuten de
las palabras de Ambrosio En este sentido deben entenderse las palabras de Crouse
seguacuten las cuales en la relacioacuten entre fe y razoacuten doctrina y filosofiacutea no hay una
superacioacuten en teacuterminos destructivos sino una siacutentesis particular
Indudablemente la fe precede al entendimiento y el entendimiento precede a la fe en el ciacuterculo hermeneacuteutico pero en el fondo la unioacuten con el Dios trino es una unioacuten contemplativa que se da en la memoria el entendimiento y el amor Entonces la fe no es para Agustiacuten una facultad distinta ni una sustitucioacuten del intelecto sino la salvacioacuten del mismo No se trata entonces de una contradiccioacuten o destruccioacuten del platonismo sino de su conversioacuten o redencioacuten (Crouse 2000 p 42)
Podemos concluir que el punto de llegada de la oratio perpetua es el punto de
partida del proyecto filosoacutefico de Agustiacuten en cuanto le permite sintetizar las dos
fuentes principales de su pensamiento bajo el propoacutesito de conocer en palabras
ciceronianas las cosas divinas y humanas Dicho proyecto se enuncia asiacute
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para mi es evidente que jamaacutes debo apartarme de la autoridad de Cristo ya que no encuentro otra maacutes fuerte En cuanto a lo que ha de buscarse con la fuerza de la razoacuten (pues mi estado de aacutenimo es tal que estoy deseando con impaciencia conocer la verdad no soacutelo mediante la fe sino comprenderla tambieacuten con la inteligencia) espero entretanto poder encontrar en los platoacutenicos una doctrina que no se oponga a nuestros sagrados misterios (cAcad III2044)
Puede verse coacutemo el Contra Academicos en sintoniacutea con el sexto libro de las
Confessiones se configura como una muestra de la construccioacuten del camino que el
hombre debe recorrer en su buacutesqueda de la verdad En su oratio perpetua luego de
haber ejercitado a los maacutes joacutevenes en la dialeacutectica Agustiacuten reconstruye un camino
mostrando coacutemo al final de la errancia resplandece la verdad En las etapas de dicho
recorrido el escepticismo metodoloacutegico ocupa un papel fundamental en cuanto
conlleva compromisos no soacutelo de tipo praacutectico sino programaacutetico y en cuanto le
ofrecen a Agustiacuten una fuente de autoridad diferente a la fe necesaria para iniciar su
produccioacuten filosoacutefica como pensador cristiano
13 Agustiacuten y Ciceroacuten la buacutesqueda de la vida feliz
Durante la composicioacuten del Contra Academicos primer diaacutelogo de Casiciaco
Agustiacuten escribioacute tambieacuten el De beata vita redactado con ocasioacuten de su cumpleantildeos
entre el 13 y el 15 de noviembre del antildeo 386 seguacuten la declaracioacuten presente en las
Retractationum donde leemos
El libro de La vida feliz lo escribiacute no despueacutes de los libros Contra los Acadeacutemicos sino a la vez que ellos porque nacioacute con ocasioacuten de mi diacutea natalicio y quedoacute completo despueacutes de tres diacuteas de discusioacuten como se indica alliacute suficientemente En este libro hubo acuerdo entre nosotros que investigaacutebamos de consuno sobre que la vida feliz no es otra cosa sino el conocimiento perfecto de Dios (I2)
La precisioacuten de la situacioacuten cronoloacutegica del diaacutelogo resulta sorprendente del
mismo modo que la alusioacuten a la celebracioacuten de su natalicio pues Agustiacuten no hace
referencia a esta festividad en ninguna otra obra Puede tratarse maacutes bien de un
artificio retoacuterico que pone el eacutenfasis en la importancia del antildeo 386 en su vida
entendieacutendolo con Harrison (2006) como ―la revolucioacuten del 386 (p 20) antildeo en el
que se da inicio a un proyecto que toma como punto de partida la apropiacioacuten
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cristiana de la tradicioacuten filosoacutefica ciceroniana y platoacutenica y en el que estaacuten ya
enunciadas algunas de las ideas teoloacutegicas que suelen ubicarse en el pensamiento
maduro de Agustiacuten
De la misma manera que el Contra Academicos el De beata vita se inscribe
en la tradicioacuten retoacuterica ciceroniana asumiendo de la misma no soacutelo recursos
literarios sino motivos filosoacuteficos que determinaraacuten el proyecto del joven Agustiacuten Si
el primero puede entenderse como un ajuste de cuentas con las propuestas
acadeacutemicas en particular con el escepticismo eacuteste debe asumirse como la
apropiacioacuten de un tema filosoacutefico claacutesico al cual se accede en gran medida gracias a
la labor transmisora de Ciceroacuten Del mismo modo si podemos afirmar que el Contra
Academicos quiere responder a las cuestiones expuestas en el Academica es posible
afirmar que el De beata vita estaacute construido sobre el horizonte de dos problemas
fundamentales que ocupan a Ciceroacuten tanto en las Tusculanae como en el De finibus a
saber la cuestioacuten de la vida feliz y la existencia del sumo bien
En la dedicatoria a Teodoro el punto de partida es una vez maacutes el Hortensius
en el cual se afirma que ―todos los hombres quieren ser felices (Muumlller sect 36) La
disposicioacuten natural del hombre hacia la felicidad es presentada en teacuterminos naacuteuticos
en consonancia con la declaracioacuten de Ciceroacuten en las Tusculanae sobre la filosofiacutea
como puerto del reposo que permite a los navegantes luego de la tempestad retomar
el camino (Tusc V3) Muchos son los peligros que surgen pues continuamente son
acechados la nave por las olas y el navegante por el deseo de adentrarse en alta mar
olvidando el camino de regreso a la patria Sin embargo aun quien logra regresar ya
sea por el esfuerzo de sus remos o porque los vientos lo conducen de regreso no estaacute
exento del peligro pues en el puerto mismo se yergue un monte luminoso que con su
resplandor enceguece al navegante desviaacutendolo de su objetivo iquestCoacutemo conducir la
nave sin perderse en la inmensidad de las aguas o atracar en el puerto equivocado En
este punto Agustiacuten nos ofrece una interesante referencia autobiograacutefica en la que
narra en algunas liacuteneas aquello que expondraacute con detalle en las Confessiones No
sorprende que el episodio de inicio sea el del encuentro con el Hortensius pues como
ya se afirmoacute la reconstruccioacuten del propio camino se basa en la utilizacioacuten de
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estructuras de sentido que obedecen a unos modelos retoacutericos y filosoacuteficos en este
caso ciceronianos Por esta razoacuten en la referencia biograacutefica del De beata vita se
tocan algunos puntos esenciales que le permiten a Agustiacuten inscribirse en una tradicioacuten
que considera que la filosofiacutea constituye el punto de la buacutesqueda de la felicidad
iquestPero coacutemo llegar a la filosofiacutea Tanto Ciceroacuten como Agustiacuten consideran que el
encuentro con la sabiduriacutea se da luego de recorrer un camino en el que el error acecha
de manera constante y que si bien supone un esfuerzo de la voluntad tiene un
caraacutecter repentino como aquel que Agustiacuten otorgaraacute expliacutecitamente maacutes adelante a la
accioacuten de la gracia En las Tusculanae leemos una declaracioacuten que bien podriacutea ser de
Agustiacuten
Pero la correccioacuten de esta falta y de todos los demaacutes defectos y equivocaciones nuestros hay que buscarla en la filosofiacutea Habieacutendome impulsado mi voluntad y mi afaacuten desde los primeros antildeos de mi vida a su regazo ahora en tan graviacutesima situacioacuten sacudido por una terrible tempestad busco refugio en el mismo puerto del que habiacutea zarpado (V2)
La construccioacuten del recorrido propuesto por Agustiacuten para referirse a su primer
encuentro con la filosofiacutea los antildeos de errancia en el maniqueiacutesmo y la decisioacuten final
de dedicar su vida a la buacutesqueda de la verdad sigue muy de cerca las liacuteneas citadas de
las Tusculanae lo cual no obedece a una mera casualidad sino a un claro propoacutesito
interpretativo y filosoacutefico Pasemos entonces a considerar el pasaje en cuestioacuten
Desde que en el antildeo decimonono de mi edad leiacute en la escuela de retoacuterica el libro de Ciceroacuten llamado Hortensio se inflamoacute mi alma con tanto ardor y deseo de la filosofiacutea que inmediatamente penseacute en dedicarme a ella Pero no faltaron nieblas que entorpecieron mi navegacioacuten y durante largo tiempo vi hundirse en el oceacuteano los astros que me extraviaron Porque cierto terror infantil me retraiacutea de la misma investigacioacuten Pero cuando fui creciendo saliacute de aquella niebla y me persuadiacute que maacutes vale creer a los que ensentildean que a los que mandan y caiacute en la secta de unos hombres que veneraban la luz fiacutesica como la realidad suma y divina que debe adorarse No les daba asentimiento pero esperaba que tras aquellos velos y cortinas ocultaran grandes verdades para revelaacutermelas a su tiempo Despueacutes de examinarlos los abandoneacute y atravesado este trayecto del mar fluctuando en medio de las olas entregueacute a los acadeacutemicos el gobierno de mi alma indoacutecil a todos los vientos Luego vine a este paiacutes y halleacute el norte que me guiara Porque conociacute por los frecuentes sermones de nuestro sacerdote y por algunas conversaciones contigo que cuando se pretende concebir a Dios debe rechazarse toda imagen corporal Y lo mismo digamos del alma que es una de las realidades maacutes cercanas a eacutel Maacutes todaviacutea me
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deteniacutean confieso la atraccioacuten de la mujer y la ambicioacuten de los honores para que no me diera inmediatamente al estudio de la filosofiacutea Cuando se cumpliesen mis aspiraciones entonces finalmente como lo habiacutean logrado varones feliciacutesimos podriacutea a velas desplegadas lanzarme en su seno y reposar alliacute Leiacute algunos -poquiacutesimos- libros de Platoacuten a quien eras tuacute [Manlio Teodoro] tambieacuten muy aficionado y comparando con ellos la autoridad de los libros cuyas paacuteginas declaran los divinos misterios tanto me enardeciacute que hubiera roto todas las aacutencoras a no haberme conmovido el aprecio de algunos hombres iquestQueacute me faltaba ya para sacudir mi indolencia y tardanza a causa de cosas superfluas sino que me favoreciese una borrasca contraria seguacuten mi opinioacuten Asiacute me sobrevino un agudiacutesimo dolor de pecho y entonces incapaz de soportar la carga de mi profesioacuten por la que navegaba hacia las sirenas todo lo echeacute por la borda para dirigir mi nave quebrada y fija al puerto del suspirado reposo (bvita I4)
Este primer esbozo de lo que seraacuten las Confessiones estaacute construido sobre
algunos motivos ciceronianos que podemos identificar tanto en el Hortensius como
en las Tusculanae entre los cuales se destacan la concepcioacuten de la filosofiacutea como
guiacutea para el cuidado del alma la relacioacuten entre sabiduriacutea y felicidad y el caraacutecter
tempestivo de la decisioacuten definitiva de entregarse a la buacutesqueda la verdad
131 El alma y su alimento
Luego de saciar el cuerpo con un suculento banquete Agustiacuten quiere ofrecer a
sus invitados un manjar para el alma la investigacioacuten acerca de la posibilidad de la
felicidad en la vida del hombre Es indudable que todo hombre desea por naturaleza
ser feliz sin embargo iquesten queacute consiste dicha felicidad Parece que aquel que desea
los bienes y los tiene es feliz Citando a Ciceroacuten (Muumlller sect 39) y para reforzar este
argumento enunciado por Moacutenica se afirma que ―desear lo que no conviene es el
colmo de la desventura No lo es tanto no conseguir lo que deseas como conseguir lo
que no te conviene Porque mayores males acarrea la perversidad de la voluntad que
bienes la fortuna (bvita II10) La felicidad entonces tiene un caraacutecter que
trasciende a la mera voluntad pues su objeto estaacute determinado en teacuterminos
axioloacutegicos
La cuestioacuten que surge en este punto es entonces la de queacute es lo deseable
Debe tratarse en primer lugar de una cosa permanente y segura que no se encuentre
sujeta a los avatares de la vida pues aquello que no depende de nosotros no puede ser
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la causa de la felicidad Entran en esta categoriacutea todos los bienes de la fortuna pues
tanto el que los ama y no los posee como el que los posee vive con el temor de
perderlos En este punto de nuevo Moacutenica antildeade una precisioacuten fundamental ―[el
hombre] aun teniendo seguridad de no perder aquellos bienes con todo no puede
saciarse con ellos y es tanto maacutes infeliz cuanto es maacutes indigente en todo tiempo
(bvita II11) La posesioacuten de los bienes es pues una posesioacuten imperfecta que no le
permite al hombre salir de su situacioacuten de ser carente soacutelo la posesioacuten del bien
supremo garantizaraacute el paso de la indigencia a la plenitud Alonso del Real (2001)
llama la atencioacuten acerca de la relacioacuten entre egestas y plenitudo indicando que
Ciceroacuten tanto en las Tusculanae (I36) como en el Hortensius (Muumlller sect 39) afirma
que el indigente egens es aquel que carece carere de algo y en el caso de la
miseria eacutesta consiste en la carencia de la felicidad
Una vez descartado cualquier bien mundano pasajero y contingente resulta
evidente a los ojos de todos los asistentes al banquete que la felicidad puesto que estaacute
en aquello que es permanente y eterno debe buscarse en Dios iquestQuieacuten posee a Dios
iquestQuieacutenes son entonces los verdaderamente felices Tres respuestas nos ofrecen los
comensales a manera de abrebocas Para Licencio aquel que tiene a Dios no es otro
que el que vive bien Trigecio sostiene que quien en todo cumple la voluntad de Dios
es aquel que lo posee Adeodato pone el eacutenfasis en el alma del hombre tiene a Dios
el hombre cuya alma estaacute limpia del espiacuteritu impuro
Con el fin de evitar una indigestioacuten el tema central por ser el maacutes suculento
deberaacute tratarse con un nuevo apetito al diacutea siguiente Sin embargo el anfitrioacuten ofrece
a sus invitados un postre sazonado con miel escolaacutestica la contienda con los
acadeacutemicos
El argumento procede de la siguiente manera es manifiesto que no puede ser
feliz aquel al que le falta lo que desea Los acadeacutemicos desean hallar la verdad pero
fracasan siempre en su buacutesqueda Al no poseer lo que desean son infelices y debido
a que el sabio es feliz los acadeacutemicos no son sabios iquestCoacutemo negar la eficacia de tan
delicioso razonamiento compuesto de miel harina y almendra Sin embargo
Licencio amparado bajo la autoridad del ausente Alipio prefiere no dejarse encantar
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de aquella golosina sin antes poner a prueba uno de los ingredientes del argumento en
contra de los acadeacutemicos la premisa seguacuten la cual no puede ser feliz el que no posee
lo que desea iquestEs acaso posible la felicidad para el que no tiene lo que quiere A este
interrogante se daraacute respuesta maacutes adelante
Teniendo en cuenta que la composicioacuten del Contra Academicos y del De
beata vita coincide en alguacuten momento esta digresioacuten acadeacutemica nos permite reforzar
la idea ya presentada seguacuten la cual el ejercicio retoacuterico filosoacutefico ocupa un lugar
fundamental en la preparacioacuten al bautismo del grupo de habitantes de Casiciaco Maacutes
que demostrar que el sabio acadeacutemico no es feliz por no poseer lo que desea la
intencioacuten de Agustiacuten aquiacute es la de advertir en consonancia con lo afirmado en la
dedicatoria a Teodoro acerca de los peligros del dogmatismo y el racionalismo que
dirigen la voluntad a objetos perecederos que no pueden saciar el apetito del alma y
que por lo tanto no permiten el paso de la egestas a la plenitudo
Al diacutea siguiente y con un nuevo gusto seguacuten la disposicioacuten del anfitrioacuten los
comensales se disponen a degustar el manjar prometido el diacutea anterior iquestquieacuten posee a
Dios Las respuestas ofrecidas por Licencio y Trigecio pueden reducirse a una uacutenica
formulacioacuten vivir bien es hacer lo que a Dios agrada La propuesta de Adeodato
requiere en cambio un anaacutelisis maacutes profundo que parte de la pregunta por el espiacuteritu
impuro pues con este teacutermino se designan dos cosas distintas En un primer sentido
se dice de un espiacuteritu impuro que es aquel que invade un alma perturbando los
sentidos del cuerpo y causando un estado de delirio incontrolable La segunda
acepcioacuten ndashque es la que nos interesa para la definicioacuten del hombre felizndash indica un
alma que se encuentra corrompida por los vicios y el pecado Asiacute pues el hombre
feliz debe ser aquel cuya alma se halle libre de pecado
Una vez establecido esto queda claro cuaacuteles son las caracteriacutesticas del hombre
feliz el que busca a Dios vive bien sigue la voluntad de su Creador y estaacute libre del
pecado Sin embargo la buacutesqueda misma implica un no tener auacuten razoacuten por la cual
no puede decirse que lo posea el que vive bien estaacute libre del espiacuteritu inmundo y
cumple la voluntad de Dios Seraacute necesario entonces revaluar la definicioacuten aceptada
el diacutea anterior seguacuten la cual la felicidad consiste en tener a Dios En este momento
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una vez maacutes Moacutenica encamina el discurso indicando coacutemo deber entenderse la
posesioacuten de Dios ―a Dios nadie lo posee sino que cuando se vive bien Eacutel es
propicio cuando mal es hostil (bvita III20) En este orden de ideas es feliz el que
tiene favorable a Dios Empero admitir esta definicioacuten implica admitir algo que ya
habiacutea sido descartado esto es que es feliz aquel que no tiene lo que quiere Navigio
llama la atencioacuten sobre este punto y se abstiene de dar su asentimiento a dicha
conclusioacuten aludiendo a la condicioacuten de aquel que busca iquestEs Dios hostil frente a aquel
que lo busca Antes de responder a esta pregunta vale la pena tomar en
consideracioacuten la cuestioacuten de la buacutesqueda presente a lo largo de todos los diaacutelogos y
determinante en la eleccioacuten de este geacutenero El verbo latino quarere tiene la doble
significacioacuten de buscar y preguntar de manera que la pregunta quaestio es
esencialmente una buacutesqueda La pregunta por la felicidad tema del diaacutelogo se
identifica entonces con la buacutesqueda de la misma que a su vez coincide con la
buacutesqueda de Dios pues ―nadie puede llegar a Dios sin buscarlo (bvita II19)
Estamos aquiacute frente a un tema central del pensamiento agustiniano la relacioacuten entre
Dios y el hombre y la actitud que debe tener este uacuteltimo frente a su Creador
La buacutesqueda se constituye asiacute en la condicioacuten esencial del hombre haciendo
de este un ser en camino un ser itinerante que estaacute en continuo movimiento hacia su
Creador de ahiacute la importancia de la metaacutefora naacuteutica y del viajero a lo largo del
diaacutelogo El encuentro con Dios no se da nunca de manera total y plena por ello la
buacutesqueda es incesante y no se llegaraacute nunca a un punto en el que no sea necesario
buscar maacutes porque el buscar bien implica ya un encontrar que no cesa la buacutesqueda
sino que la aumenta Teniendo esto en cuenta queda ahora claro el modo de proceder
de Agustiacuten en este diaacutelogo La imagen inicial de la navegacioacuten constituye una imagen
de la preparacioacuten del hombre y de su condicioacuten antes de encontrar el camino a
recorrer el hombre se encuentra sujeto a las adversidades de la fortuna se ve tentado
por la soberbia desviado y extraviado por el pecado Sin embargo una vez se logra
anclar la barca la tierra firme de la buacutesqueda de la felicidad se abre como un camino
fecundo que seraacute recorrido incesantemente De ahiacute la importancia de un alma
purificada libre del espiacuteritu inmundo y consagrada a la virtud La contraposicioacuten
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entre pecado y virtud aparece desde la introduccioacuten y recorre todo el diaacutelogo soacutelo el
virtuoso logra dirigir su barca hacia el puerto y frente a la tentacioacuten del luminoso
monte de la soberbia responde con humildad y escoge la senda del caminante
Maacutes adelante al principio de la primera conversacioacuten el hombre ignorante es
caracterizado como un ser fameacutelico y vaciacuteo pues al ser nada la nequicia y maldad
presente en su alma eacutel mismo se convierte en un ser esteacuteril ―porque la nada es
aquello que fluye que se disuelve que se licuacutea y siempre perece y se pierde Por eso
a tales hombres llamamos tambieacuten perdidos (bvita II8) En contraposicioacuten al no ser
del vicio la virtud estaacute llena de ser permanece y se mantiene firme
Otra esfera en la que aparece de manera constante el tema de la virtud tiene
que ver con el banquete Asiacute lo comprueba la admonicioacuten que se presenta al final del
primer diacutea de investigacioacuten
mas por tratarse de un tema prolijo ndashpues tambieacuten en los convites espirituales se puede pecar por intemperancia cebaacutendose vorazmente en lo manjares de la mesa de donde vienen las malas digestiones no menos funestas a la salud espiritual que la misma hambrendash dejaremos esta cuestioacuten para mantildeana si os place (bvita II13)
Al voraz y desmesurado se contrapone el digno y el mesurado representado
en la figura de aqueacutel que en un convite donde todos son voraces no participa por un
sentido de dignidad y mesura Desde el inicio del diaacutelogo se hace patente la relacioacuten
entre el alimento del cuerpo y el del alma de esta manera en los dos aacutembitos cabe la
virtud como elemento regulador
No sorprende que en el momento crucial en el que se inicia el desenlace del
diaacutelogo la virtud sea el tema central iquestCoacutemo se introduce esta cuestioacuten El tercer diacutea
de la investigacioacuten tiene como objetivo llegar a una uacutenica definicioacuten del hombre feliz
Para esto es necesario entender en primer lugar si todos los desgraciados padecen
necesidad La necesidad consiste en no tener y el no tener tiene que ver no soacutelo con
los bienes materiales sino con la sabiduriacutea misma El ejemplo que mejor ilustra esta
situacioacuten es traiacutedo por Ciceroacuten se trata de Sergio Orata hombre rico en propiedades
amistades riquezas y fortuna al que su buen ingenio le impediacutea ser feliz pues
comprendiacutea la caducidad de sus bienes (Muumlller sect 76) La esclavitud del temor de
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perderlo todo no es maacutes que falta de sabiduriacutea lo que demuestra con claridad que
quien no es feliz carece de algo de manera que toda necesidad equivale a miseria y
toda miseria implica necesidad Al sabio en cambio nada le hace falta cuando
requiere algo para el cuerpo lo toma si lo tiene a la mano pero si no no se afana
pues entiende la inutilidad de toda perturbacioacuten personal evita los males y la muerte
aunque no siente temor ante ellos no le sucede nada contrario a su voluntad y sus
acciones se encuentran regidas por la virtud y la ley de la sabiduriacutea divina Las
acciones del necio por el contrario estaacuten dominadas por el vicio y eacuteste como ya se
dijo anteriormente se opone a la frugalidad y en cuanto carencia no es nada El
sabio que posee la mayor riqueza de todas se encuentra lleno en su ser y la mejor
palabra para designar su estado es plenitudlsquo Una vez maacutes tenemos un juego de
opuestos frugalitas-nequitia plenitudo-egestas esse-non esse Agustiacuten retoma el
concepto ciceroniano de frugalitas a partir de una interesante reflexioacuten ofrecida por el
Arpinate seguacuten la cual modestia temperantia y frugalitas son sinoacutenimos
Con razoacuten llamaron algunos a la frugalidad madre de todas las virtudes Admitiendo esta idea dice Ciceroacuten en un discurso popular cada cual ateacutengase a lo que quiere pero yo juzgo que la frugalidad esto es la moderacioacuten y templanza es la maacutes excelente virtud Muy sabia y oportuna sentencia Teniacutea la mira puesta en el fruto esto es en la fecundidad del ser contraria al no ser Pero como el uso vulgar ha limitado la frugalidad a la sobriedad o parsimonia antildeadioacute dos nombres maacutes la moderacioacuten y la templanza (bvita I31)
Agustiacuten prosigue con el anaacutelisis y llama la atencioacuten acerca de la procedencia
de modestia y temperantia pues la primera viene de modus mientras que la segunda
de temperies Ambas tienen que ver con la proporcioacuten y la justa medida y debido a
que la medida excluye tanto lo excesivo como lo defectuoso se diraacute que la medida
del alma seraacute pues aquello que se oponga tanto a la pobreza egestas como a la
abundancia abundantia En este punto se retoma la nocioacuten de plenitudo como el
punto medio entre la egestas y la abundantia que se identifica con la sabiduriacutea Por
esta razoacuten se concluye que la sabiduriacutea es la plenitudo del alma y como en el
concepto de plenitudo estaacute incluido el modus se diraacute que la medida del alma estaacute en
la sabiduriacutea Establecido esto se pasa a definir la sabiduriacutea como ―la moderacioacuten del
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aacutenimo por la que se conserva un equilibrio sin derramarse demasiado ni encogerse
maacutes de lo que pide la plenitud (bvita I33) El hombre sabio no se deja seducir por
las cosas vanas y mantiene su alma unida al sumo Bien por el que todas las cosas son
buenas y en la posesioacuten de este Bien se encuentra su felicidad De este modo ―posee
pues a Dios el hombre feliz seguacuten estamos de acuerdo todos desde el primer diacutea de
este banquete (bvita I34) Ahora es posible dar respuesta a la pregunta inicial del
diaacutelogo que se interrogaba acerca de coacutemo se posee a Dios o queacute quiere decir poseer
a Dios Moacutenica y Adeodato habiacutean dado los puntos de partida gracias a los cuales se
logroacute establecer que el alma pura esto es virtuosa es aquella en la que habita la
sabiduriacutea Agustiacuten concluye
iquestpero queacute es la sabiduriacutea de Dios sino la Verdad Porque Eacutel ha dicho yo soy la Verdad Mas la verdad encierra una suprema Medida de la que procede y a la que retorna enteramente [hellip] Y asiacute como la Verdad procede de la Medida asiacute esta se manifiesta en la Verdad Nunca hubo Verdad sin Medida ni Medida sin Verdad iquestQuieacuten es el Hijo de Dios Escrito estaacute la Verdad iquestQuieacuten es el que no tiene Padre sino la suma Medida Luego el que viniere a la suprema Medida por la Verdad es el hombre feliz (bvita I34)
El cierre del diaacutelogo como era de esperarse estaacute a cargo de Moacutenica que en
cuanto encarnacioacuten de las virtudes y de la Iglesia invoca un himno ambrosiano a la
Trinidad seguido de una exaltacioacuten de las virtudes teologales de fe esperanza y
caridad
La conclusioacuten del De beata vita se halla en clara consonancia con las palabras
que cierran el Contra Academicos el cristianismo en cuanto filosofiacutea verdadera es la
fuente de conocimiento y felicidad Asiacute pues podemos afirmar con Harrison (2006)
que los diaacutelogos de Casiciaco deben entenderse como una unidad en la que operan de
manera conjunta la autoridad de Cristo y las nociones filosoacuteficas provenientes de la
lectura de los platoacutenicos Sin embargo no debe perderse de vista que la manera en la
que operan estas uacuteltimas estaacute determinada por una estructura ciceroniana que no soacutelo
tiene que ver con la intencioacuten expliacutecita de responder a los diaacutelogos del Arpinate sino
que implica una apropiacioacuten sobre la que se construyen las obras de Agustiacuten Asiacute
podemos recurrir a la terna modus species ordo de origen ciceroniano (off I15)
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para entender mejor la manera en la que se da la relacioacuten entre los tres primeros
diaacutelogos de Agustiacuten La lectura propuesta consiste entonces en establecer una
relacioacuten entre los tres primeros diaacutelogos y cada uno de los elementos de la terna De
esta forma el De beata vita responderiacutea a la exigencia vital y metodoloacutegica de
establecer un principio ordenador de la constitucioacuten misma del ser el modus tema
que cierra el diaacutelogo y que en cuanto medida implica una idea de perfeccioacuten y de
plenitud Una vez establecido el modus se pasa a considerar el objeto mismo de la
investigacioacuten la species esto es la forma el sello distintivo de la verdad de los seres
y la posibilidad de su conocimiento Por uacuteltimo el diaacutelogo De ordine tanto en su
forma como en su contenido representa el esfuerzo por hacer evidente el principio
esteacutetico que determina toda la naturaleza el ordo En este diaacutelogo se muestra con
claridad que el orden se manifiesta en todas las esferas de la creacioacuten y que por este
motivo nadie es insensible ante la accioacuten de la belleza El mundo es un mundo
ordenado pues luego de establecer la materia Dios da forma a las cosas y luego las
dispone ordenadamente creando asiacute las relaciones que permitiraacuten el funcionamiento
de todo el conjunto El mundo contemplado de manera correcta se muestra armoacutenico
ordenado y bello empero aquellos que no saben mirar no podraacuten comprender dicho
orden Es necesario entonces disponer el aacutenimo de manera tal que puedan llegar a
comprender coacutemo Dios gobierna todo con orden iquestCoacutemo lograr esto iquestQueacute camino
debe seguirse para llegar a entender algo que estaacute en aparente contradiccioacuten con
aquello que muestra la experiencia En varios pasajes del De ordine Agustiacuten hace
alusioacuten a la necesidad de preparar y purificar el alma a traveacutes de un arduo trabajo
intelectual que comienza con las artes liberales y termina con el conocimiento de las
cosas mismas
Podemos decir entonces que en los diaacutelogos de juventud se recogen algunos
problemas fundamentales organizaacutendolos seguacuten un esquema tripartito de origen
ciceroniano basado en la terna modus species ordo y usando como hilo conductor
algunas categoriacuteas que seraacuten fundamentales a lo largo del camino vital e intelectual
de Agustiacuten a saber veritas caritas y pulchritudo las cuales a su vez constituyen una
clave hermeneacuteutica dentro de la construccioacuten de su pensamiento En el caso de los
61
diaacutelogos puede afirmarse que el Contra Academicos es el libro de la veritas en
cuanto se ocupa de su posibilidad y su buacutesqueda el De beata vita es el libro de la
caritas en cuanto en esta virtud cristiana estaacuten contenidas todas las virtudes
cardinales de la Antiguumledad y se configura como condicioacuten de la consecucioacuten de la
felicidad y por uacuteltimo el De ordine es el libro de la pulchritudo de la belleza que se
manifiesta en el mundo creado y que repite a la belleza primera del creador
14 De ordine el camino hacia el encuentro
141 Schola nostra
En la dedicatoria al poeta Cenobio Agustiacuten introduce uno de los problemas
que habiacutean determinado su intereacutes en la filosofiacutea y del cual se ocuparaacute hasta el final
de su vida el problema del mal y su relacioacuten con la Providencia La cuestioacuten se
plantea de la siguiente manera
Y con todo tal es el ideal de los mejores ingenios y hasta los que contemplan ya como quien dice con la cabeza erguida los escollos y tempestades de la vida nada desean tanto como aprender y conocer coacutemo gobernando Dios las cosas humanas cunde tanta perversidad por doquiera de modo que al parecer ha de atribuirse su direccioacuten no ya a un reacutegimen y administracioacuten divinos pero ni siquiera a un gobierno de esclavos al que se dotara de suficiente poder (ord I12)
La cuestioacuten problemaacutetica para Agustiacuten radica en que a causa de la experiencia
del mal algunos consideran que las cosas humanas no estaacuten regidas por la
Providencia divina o que lo que estaacute fuera del orden ha sido querido por Dios El
mismo problema aunque con un eacutenfasis poliacutetico y moral habiacutea sido abordado por
Ciceroacuten en tres obras que se encuentran temaacuteticamente relacionadas el De natura
deorum el De fato y el De divinatione En esta trilogiacutea el maestro romano defiende
la importancia de admitir la existencia de la providencia frente al fatalismo y las
consecuencias morales que eacuteste traeriacutea para la ciudad (ND I11-4) Agustiacuten a su
vez asume la cuestioacuten desde una perspectiva maacutes amplia tanto en su punto de
partida como en los alcances de su propuesta La solucioacuten al problema tiene un matiz
pedagoacutegico ya que se afirma que se trata de un error comuacuten entre los hombres poco
62
instruidos que como consecuencia de la estrechez de su pensamiento no alcanzan a
concebir el orden y la armoniacutea del universo
En este punto se puede sostener que las afirmaciones del De ordine
constituyen un momento crucial en la estructuracioacuten del proyecto agustiniano de la
fundacioacuten de una paideia cristiana para comprender el ordo es menester ordenarse
esto es seguir un camino dispuesto de tal manera que el alma luego de haberse
conocido a siacute misma logre conocer el mundo y su artiacutefice Teniendo esto en cuenta
entendemos coacutemo el diaacutelogo mismo representa un esfuerzo por lograr dicho
ordenamiento del alma de manera que en sintoniacutea con el Contra Academicos
podemos entenderlo como un ejercicio retoacuterico-filosoacutefico en el que Agustiacuten se
involucra tanto como maestro de sus joacutevenes acompantildeantes cuanto como alumno de
su maestro Interior
La ocasioacuten del inicio del diaacutelogo entre los hueacutespedes de Casiciaco a los que
Agustiacuten se refiere como scholam nostram proviene del orden que se manifiesta en la
naturaleza misma y de la admiracioacuten que eacuteste provoca en el alma humana El sonido
del agua que muda seguacuten su recorrido la perfeccioacuten en las partes del cuerpo de un
insecto una pelea de gallos constituyen ejemplos que dan cuenta de la manera en que
todo obedece a un orden superior y motiva diversos cuestionamientos entre los
inquietos asistentes al espectaacuteculo de la naturaleza El joven Trigecio consciente de
la altura del asunto que ocupa sus reflexiones afirma estar a favor de la idea seguacuten la
cual todo estaacute regido por la Providencia pero manifiesta el deseo de tratar el asunto
con suma diligencia puesto que tiene muchas incertidumbres En la misma liacutenea de
su compantildeero Licencio confirma que se trata de una cuestioacuten muy aguda pero la
dificultad del tema lejos de apartarlo de su investigacioacuten lo compromete en la misma
con maacutes empentildeo seguro de llegar a buen destino confiado en la promesa de la
verdad pues la duda esceacuteptica ya habiacutea sido vencida
Noacutetese coacutemo la unidad de los diaacutelogos de Casiciaco se confirma en la funcioacuten
que cada uno tiene dentro de un proyecto formativo el Contra Academicos establece
la necesidad y la posibilidad de la investigacioacuten de la verdad el De beata vita
muestra coacutemo en dicha verdad se halla la vida feliz y el De ordine ordena la manera
63
en la que debe planearse dicha investigacioacuten El inicio del recorrido se da en la
buacutesqueda de ahiacute el eacutenfasis que se le da a la pregunta como meacutetodo en la
investigacioacuten No sorprende entonces la premura con la que el joven le pide al
maestro Agustiacuten que emprenda cuanto antes la tarea que se han propuesto
―preguacutentame pues ya te ruego para poder explicar con tus palabras y las miacuteas esto
no seacute queacute tan grande que siento (ord I411) La adopcioacuten del meacutetodo socraacutetico
como instrumento pedagoacutegico se encuentra en clara consonancia con la actitud
fundamental que se habiacutea asumido en el Contra Academicos en relacioacuten con la
verdad pues eacutesta no debe entenderse de manera dogmaacutetica sino como el resultado de
una buacutesqueda incesante que se inicia desarrolla y perfecciona en el diaacutelogo Si bien a
lo largo de los diaacutelogos de Casiciaco Agustiacuten asume con claridad el papel de maestro
en ninguacuten momento se presenta como poseedor de la verdad sino maacutes bien como
compantildeero de viaje de ahiacute el recurso constante a las imaacutegenes ciceronianas del
puerto19 la roca el mar y el camino A propoacutesito de lo anterior podemos afirmar con
Catapano (2006) que se evita la tendencia al orgullo desordenado tan comuacuten entre
los estudiantes de retoacuterica gracias a la decisioacuten metodoloacutegica de poner a
consideracioacuten de los interlocutores cada una de sus reflexiones buscando construir la
verdad en el ejercicio del diaacutelogo y no imponer el propio punto de vista
Frente al entusiasmo de Licencio el maestro Agustiacuten responde con una
interpelacioacuten que pretende evidenciar la agudeza del asunto tratado y la necesidad de
proceder siguiendo el meacutetodo dialoacutegico pues los razonamientos de todos pueden ser
valiosos siempre y cuando sigan un orden y sean el resultado del proceso y la
aplicacioacuten de la teacutecnica adecuada Asiacute como respuesta a la exigencia del joven
estudiante de obtener respuestas por parte del maestro se responde
No te rebajes tanto ni me encumbres a miacute demasiado porque en filosofiacutea soy un nintildeo auacuten ni me preocupo al dirigir mis preguntas por medio de quieacuten me responde Aquel
19 A propoacutesito de la metaacutefora del puerto y de la relacioacuten de eacutesta con la filosofiacutea Antigua Catapano afirma que comparar la filosofiacutea con ―un puerto que repara de las vicisitudes de la vida y da acceso a la felicidad implica evidentemente considerarla bajo una mirada que no es meramente teoacuterica En este sentido Agustiacuten es todaviacutea disciacutepulo de Ciceroacuten de aquel Ciceroacuten de las Tusculanae que habiacutea buscado en la filosofiacutea un remedio para los males de la vida (Catapano 2001 p 178)
64
a quien presento todos los diacuteas mis lamentos de quien te auguro que seraacutes vate alguacuten diacutea y ese alguacuten diacutea tal vez no se halle tan lejano Otros tambieacuten separados de esta clase de estudios pueden ensentildearnos algo cuando se asocian a los que discuten con el sistema de haacutebiles preguntas (ord I513)
Estas liacuteneas nos permiten entender el espiacuteritu de la schola Cassiciaci no soacutelo
los estudiosos de los claacutesicos las artes liberales y la filosofiacutea teniacutean acceso a las
discusiones pues el saber no depende exclusivamente de la posesioacuten de informacioacuten
La filosofiacutea entendida como modo de vida se presenta como una actividad que
involucra a todos aquellos que esteacuten dispuestos a recorrer el arduo camino de la
buacutesqueda de la verdad De ahiacute el papel fundamental que ocupa Moacutenica a lo largo de
los diaacutelogos pues ella en cuanto siacutembolo de la Iglesia representa la natural
disposicioacuten del hombre hacia la buacutesqueda su condicioacuten peregrina y comunitaria Los
habitantes de Casiciaco se reuacutenen alrededor de la madre ella se ocupa de la
administracioacuten de las labores de la casa y dispone los alimentos no soacutelo para los
cuerpos sino tambieacuten para las almas pues sus reflexiones se presentan iluminadoras
en los momentos maacutes aacutelgidos de la discusioacuten suscitando en sus oyentes las maacutes
entusiastas reacciones ―madre has conquistado el castillo mismo de la filosofiacutea Te
han faltado las palabras para expresarte como Ciceroacuten en el libro titulado Hortensius
compuesto para defensa y panegiacuterico de la filosofiacutea (bvita II10) En Moacutenica se
articulan la sabiduriacutea cristiana y la filosofiacutea la figura de Ambrosio y la de Ciceroacuten la
autoridad y la razoacuten motivo por el cual su presencia en la composicioacuten de los
diaacutelogos determina y reorienta las discusiones en cuanto siacutembolo de la unidad de la
verdad y la posibilidad abierta a todos los hombres de alcanzarla En este punto vale
la pena afirmar con Catapano (2001) que la importancia del elogio a Moacutenica debe
considerarse a la luz de la relacioacuten que se establece entre virtud y sabiduriacutea cuestioacuten
que como se veraacute maacutes adelante seraacute fundamental para la determinacioacuten de las
caracteriacutesticas del orador cristiano Asiacute continua el mismo estudio ―Agustiacuten observa
que el origen de la sorprendente sabiduriacutea de Moacutenica no puede ser sino divino de
manera que es una sabiduriacutea que proviene de la atencioacuten que la madre pone en Dios y
su Palabra (p 199) De este modo se reconoce que la auctoritas es una fuente de
verdad y sabiduriacutea tal y como se mostraraacute en el De doctrina christiana
65
142 Las artes liberales y el orden moral
En el segundo libro del De ordine se ofrece un completo programa formativo
cuya aplicacioacuten garantizaraacute el acercamiento de las almas a la comprensioacuten del orden
divino presente en el universo La parte inicial del programa es de caraacutecter praacutectico y
toma como punto de partida la afirmacioacuten seguacuten la cual la ley divina prescribe reglas
para el buen vivir y para la instruccioacuten El acceso a dichas reglas opera en dos
momentos la autorictas y la ratio La primera si bien precede en el orden del tiempo
a la razoacuten es menos preferible que esta uacuteltima debido a que la primera se limita a
abrir las puertas de la segunda La razoacuten se define como ―el movimiento de la mente
capaz de discernir y enlazar lo que conoce (ord II1130) para luego dar paso a una
investigacioacuten que mostraraacute la diferencia entre lo racional y lo razonable iquestCuaacutendo se
dice de algo que es racional Cuando usa o puede usar la razoacuten y en este sentido se
dice del hombre que es un ser racional iquestCuaacutendo se dice de algo que es razonable
Cuando se dice o se hace conforme a la razoacuten por ejemplo se afirma que algo es
razonable cuando se ve que estaacute compuesto por partes congruentes y afines Gracias a
su potencia razonadora el hombre ve la necesidad de vivir en sociedad y comunicarse
con aquellos seres con los que comparte dicha racionalidad De ahiacute nace la necesidad
de nombrar las cosas por lo que se le otorga significado a determinados sonidos Una
vez establecidos dichos sonidos la razoacuten toma a los sentidos como intermediarios
para hacer posible la comunicacioacuten oral y luego inventa las letras instituyendo asiacute la
comunicacioacuten escrita A partir del lenguaje la razoacuten ve la necesidad de delimitar la
multitud inmensa de cosas sobre las que se puede hablar y escribir a traveacutes del caacutelculo
y los nuacutemeros
A la caligrafiacutea y al caacutelculo siguen la gramaacutetica la dialeacutectica y la retoacuterica esto
es las artes del trivium La primera es la encargada de clasificar los sonidos y las
palabras y de perpetuar por escrito todo lo que sea digno de ser recordado La
dialeacutectica se define como disciplina disciplinarum y su funcioacuten consiste en dar el
meacutetodo para ensentildear y aprender ya que ―en ella se nos declara lo que es la razoacuten su
valor sus aspiraciones y potencia Nos da la seguridad y certeza de lo que sabemos
66
(ord II1338) Sin embargo la dialeacutectica necesita de una herramienta por medio del
cual hacer entender las verdades a los hombres no instruidos por lo que es necesario
recurrir a la retoacuterica que tiene la tarea de atraer al pueblo hacia el bien y la verdad
por medio del discurso De este modo la retoacuterica debe entenderse como la teacutecnica
instrumental de la cual se sirve la dialeacutectica con fines educativos tal como queda
demostrado en los ejercicios llevados a cabo en la schola Cassiciaci entre Agustiacuten
maestro de retoacuterica y sus acompantildeantes A propoacutesito de lo anterior Catapano (2006)
afirma que Agustiacuten estaacute en contra de la concepcioacuten de una educacioacuten basada en la
mera adquisicioacuten de una teacutecnica es decir sin tener en cuenta su papel formativo (p
29) Esta concepcioacuten de clara procedencia ciceroniana seraacute retomada y profundizada
en el De doctrina christiana en donde se afirmaraacute que la retoacuterica estaacute subordinada a
la dialeacutectica conocimiento de todas las cosas al que soacutelo las almas preparadas pueden
acceder directamente mostrando asiacute que filosofiacutea y retoacuterica no pueden concebirse de
manera independiente
Una vez tratadas las artes del trivium se pasa a considerar las artes del placer
contemplativo en un estudio que toma como punto de partida el papel de los sentidos
en cada una de ellas De este modo se afirma que la razoacuten nota que ―reinaban los
nuacutemeros y que todo lo haciacutean ellos (ord II1441) y descubre tambieacuten que hay
nuacutemeros divinos y eternos gracias a los cuales todas las artes se hallan dispuestas La
combinacioacuten de estos nuacutemeros eternos con los sonidos sensibles y perecederos que
soacutelo pueden durar en cuanto conservados en la memoria da origen a la muacutesica que
toma su nombre del mito hesioacutedico seguacuten el cual las Musas son hijas de Juacutepiter y de
la Memoria En cuanto al sentido de la vista se afirma que ella estaacute determinada por
su gusto hacia la belleza la proporcioacuten y el orden En esta investigacioacuten tiene origen
la geometriacutea cuya funcioacuten consiste en distinguir y ordenar los conocimientos
relacionados con las figuras Empero la hermosura de las figuras terrestres no es la
uacutenica que llama la atencioacuten de la razoacuten pues los movimientos del cielo en los que se
puede notar el influjo de las dimensiones y los nuacutemeros le produjeron inmensa
admiracioacuten de donde proviene la astronomiacutea
67
Una vez finalizado el recorrido por las artes liberales la razoacuten concluye que el
nuacutemero es el principio profundo de toda medida modus y por ende la condicioacuten
necesaria para la sabiduriacutea Asiacute pues aquel que se dedique al estudio de las artes
liberales dispondraacute y prepararaacute su aacutenimo para el estudio de las cosas divinas y podraacute
creer en ellas y contemplarlas comprenderlas y retenerlas en su memoria El alma asiacute
dispuesta
primeramente examiacutenase a siacute misma y si estaacute persuadida ya por la erudicioacuten de que la razoacuten es una fuerza propia o que ella misma es la razoacuten y que en la razoacuten no hay cosa mejor ni maacutes poderosa que los nuacutemeros o que no es maacutes que un nuacutemero ella misma tendraacute consigo este discurso yo con un movimiento interior y oculto puedo separar y unir lo que es objeto de las disciplinas y esta fuerza se llama razoacuten (ord II1848)
Una de las preguntas fundamentales de los tres diaacutelogos halla respuesta en
este punto el sabio es decir el hombre feliz es aquel que logra unir aquello que estaacute
disperso diffusa en las diferentes disciplinas y que al ser contemplado de manera
desordenada no pude conducir al conocimiento de la verdad El orden propuesto esto
es el programa que debe seguirse en el estudio de las disciplinas estaacute determinado a
su vez por un principio de caraacutecter moral pues un aacutenimo desordenado y disperso no
puede alcanzar la sabiduriacutea En este punto se ofrecen una serie de precepta de
caraacutecter praacutectico anclados en la concepcioacuten de la filosofiacutea como modo de vida y no
como mera adquisicioacuten de saberes y disciplinas La enunciacioacuten y aplicacioacuten de
dichos preceptos tienen un fuerte eco ciceroniano asiacute como la exhortacioacuten al
abandono de los placeres mundanos como condicioacuten de la obtencioacuten de la beata vita
y la sabiduriacutea Si bien los temas de la Providencia y la disposicioacuten ordenada del
mundo se abordan de manera expliacutecita en el De natura deorum y el De fato la
preocupacioacuten formativa que aparece como principio ordenador a lo largo de todos los
diaacutelogos de Agustiacuten tambieacuten es de origen ciceroniano Para entender esta relacioacuten es
necesario remitirse al De officiis obra en la que el Arpinate ofrece a su hijo y con eacutel
a todos los joacutevenes romanos un amplio compendio pedagoacutegico y moral orientado a la
formacioacuten de los buenos ciudadanos El contacto de Agustiacuten con el De officiis tiene
una doble fuente pues se acercoacute a eacutel tanto como alumno y maestro cuanto como
68
oyente de Ambrosio el cual escribioacute su De Officiis ministrorum sobre el modelo de la
obra ciceroniana La intencioacuten del obispo de Milaacuten en la composicioacuten de dicha obra
no dista mucho de la de Ciceroacuten pues asiacute como el Arpinate dirige la obra a la
juventud romana en formacioacuten Ambrosio la dirige a la juventud cristiana ofreciendo
un conjunto de preceptos y normas morales que en ambos casos toma como punto
de partida una consideracioacuten acerca de la virtud y la vida feliz
No sorprende entonces que en el proyecto de una paideia cristiana surgido
luego de los encuentros con Ambrosio Agustiacuten le otorgue un papel fundamental a la
formacioacuten moral como condicioacuten indispensable para emprender el camino hacia la
sabiduriacutea y la felicidad Los joacutevenes Licencio Trigecio y el pequentildeo Adeodato
representan esa juventud a la que sus maestros Ciceroacuten y Ambrosio habiacutean dedicado
las obras acerca de los deberes y en consonancia con eacutestas Agustiacuten expone los
preceptos que deben seguir
Los joacutevenes dedicados al estudio de la sabiduriacutea se abstengan de todo lo veneacutereo de los placeres de la mesa del cuidado excesivo y superfluo ornato de su cuerpo de la vana aficioacuten a los espectaacuteculos de la pesadez del suentildeo y la pigricia de la emulacioacuten murmuracioacuten envidia ambicioacuten de honra y mando del inmoderado deseo de alabanza Sepan que el amor al dinero es la ruina de todas sus esperanzas No sean flojos ni audaces para obrar En las faltas de sus familiares no den lugar a la ira o la refrenen de modo que parezca vencida A nadie aborrezcan [hellip] No busquen los cargos de la administracioacuten del Estado sino los perfectos Y traten de perfeccionarse antes de llegar a la edad senatorial o mejor en la juventud Y los que se dedican a estas cosas no crean que no les conciernen estos preceptos porque los guardaraacuten mejor en la edad avanzada En toda condicioacuten lugar o tiempo o tengan amigos o buacutesquenlos (ord II825)
Las normas aquiacute presentadas condesan la uacuteltima parte del libro primero del De
officiis ciceroniano (I102-141) y la conclusioacuten del libro segundo (II84-II89) en las
que el Arpinate se ocupa de la honestidad entendida como decorum esto es lo que
por su conformidad con la naturaleza refleja ―la moderacioacuten y la templanza unidas a
los modales de una educacioacuten perfecta (off I97)
En este punto puede afirmarse que el programa de Casiciaco en cuanto plan
pedagoacutegico estaacute basado en una formacioacuten integral que se halla en iacutentima consonancia
con la concepcioacuten de filosofiacutea de Agustiacuten entendida como modo de vida y no como
69
una mera disciplina de caraacutecter teoacuterico (cAcad II922) Esta idea se expone en todos
los diaacutelogos y asiacute como los preceptos presentados se inspira en la concepcioacuten
ciceroniana de la filosofiacutea como investigacioacuten y ensentildeanza de las normas para
alcanzar una vida honrada feliz y virtuosa20 (off II6) La filosofiacutea es entonces un
ejercicio continuo y comuacuten que encuentra en el diaacutelogo entendido eacuteste como el
resultado de una construccioacuten colectiva un vehiacuteculo privilegiado en el que como se
ve en todos los escritos de Casiciaco la verdad se muestra en cuanto producto de
dicho ejercicio El entrenamiento de los disciacutepulos tal y como lo proponen Ciceroacuten a
su hijo Ambrosio a los joacutevenes cristianos y Agustiacuten a los hueacutespedes del gramaacutetico
Verecundo tiene la doble funcioacuten de ordenar sus pensamientos y acciones a traveacutes
del buen uso de la palabra y del seguimiento de preceptos praacutecticos y de permitir el
acercamiento a los objetos propios del estudio esto en teacuterminos ciceronianios a las
cosas humanas y divinas (off II5 cAcad I925 bvita I4 ord I25) En este orden
de ideas queda clara la razoacuten por la cual una de las preocupaciones fundamentales de
Agustiacuten es la de consignar por escrito dichos encuentros y hacerlos puacuteblicos para
beneficio no soacutelo de su expliacutecito destinatario sino todos de los joacutevenes a los que el
texto pudiera ser de utilidad
Luego de exponer su doble programa Agustiacuten se dirige a Moacutenica con las
siguientes palabras ―tu ingenio me parece nuevo cada diacutea y tu espiacuteritu alejadiacutesimo
por la edad y la templanza de todas las bagatelas y limpio de toda corrupcioacuten
corporal se ha erguido a una maravillosa altura (ord II1745) Una vez maacutes en
Moacutenica encontramos la eruditio necesaria para acceder a las cuestiones de la
filosofiacutea en este caso el agudo problema de la relacioacuten entre el mal y la providencia
Su espiacuteritu en cuanto ordenado se ha erguido alcanzando las maacutes altas esferas del
conocimiento filosoacutefico y sus herramientas pues conoce ―la fuerza casi divina y la
naturaleza de la gramaacutetica (ord II1745) la cual en cuanto encargada de la
20 A propoacutesito de la filosofiacutea como forma de vida en Ciceroacuten y su dimensioacuten eacutetico-praacutectica Woolf (2015) afirma que a la base de la composicioacuten de las obras eacuteticas esto es el De finibus y el De Officiis estaacute la idea del poder que tiene la filosofiacutea para cambiar vidas ―Ambas obras muestran la relacioacuten existente entre teoriacutea y praacutectica relacioacuten que se vuelve especialmente importante cuando se trata de la cuestioacuten baacutesica de la eacutetica coacutemo vivir mejor (p125)
70
escritura y la ensentildeanza de todo aquello que es digno de conservarse en la memoria
constituye el fundamento de la eruditio Esta uacuteltima debe entenderse como la unioacuten
entre la dialeacutectica y la potencia de los nuacutemeros esto es la capacidad de conocer la
unidad numeacuterica y de remitir el conocimiento sensible a dicha unidad A propoacutesito de
lo anterior puede afirmase que las artes liberales juegan un papel fundamental en el
discernimiento de dicha unidad a la cual la filosofiacutea aspira de un ―modo mucho maacutes
elevado y divino (ord II1845) Nos encontramos aquiacute con uno de los momentos
cruciales en la determinacioacuten del proyecto filosoacutefico agustiniano que se desarrollaraacute
en los diaacutelogos posteriores y alcanzaraacute su maacuteximo florecimiento en las Confessiones
y en el De doctrina christiana Se trata de la estipulacioacuten del objeto de la filosofiacutea
misma y se expresa en los siguientes teacuterminos
Dos problemas le inquietan uno concerniente al alma el otro concerniente a Dios El primero nos lleva al propio conocimiento el segundo al conocimiento de nuestro origen El propio conocimiento nos es maacutes grato el de Dios maacutes caro aqueacutel nos hace dignos de la vida feliz eacuteste nos hace felices El primero es para los aprendices el segundo para los doctos He aquiacute el meacutetodo de la sabiduriacutea con que el hombre se capacita para entender el orden de las cosas conviene a saber para conocer los dos mundos y el mismo Padre del Universo del cual en el alma no hay otra ciencia que la de saber que de Eacutel no hay ciencia (ord II1847)
Asiacute el alma consagrada a la filosofiacutea en primer lugar se examina a siacute misma
y en ella encuentra que el nuacutemero es aquello que le permite separar analizar unir y
sintetizar lo que es objeto de las disciplinas entendiendo de este modo en queacute
consiste su actividad racional En virtud de esta uacuteltima el hombre puede ordenar lo
que le ofrece la naturaleza y producir obras y objetos gracias a los cuales entenderaacute su
superioridad en cuanto son el resultado de la aplicacioacuten del conocimiento de las
proporciones Si bien la racionalidad del hombre lo situacutea en una posicioacuten privilegiada
tambieacuten lo pone frente a una dificultad ―iquestcoacutemo pues siendo inmortal la razoacuten soy
definido yo como un animal racional y mortal iquestAcaso la razoacuten no es inmortal
(ord II1950) La inmortalidad de la razoacuten tiene que ver con la posesioacuten de verdades
absolutas objetivas y universales como las verdades matemaacuteticas las cuales por no
ser mudables no dependen de las cosas perecederas En el momento en el que el alma
descubre esa racionalidad que la determina y le permite conocer y hacerse partiacutecipe
71
de la inmortalidad y la verdad querraacute alejarse de todo lo inferior en busca de la
unidad de lo superior
En este punto Agustiacuten retoma una de las cuestiones centrales del diaacutelogo a
saber la relacioacuten entre conocimiento y virtud afirmando que gracias a la guiacutea de la
razoacuten el alma se eleva a la pureza en las costumbres alejaacutendose de los vicios y las
pasiones carnales Retomando una idea que ya habiacutea sido expuesta en el Contra los
Acadeacutemicos Agustiacuten afirma que este recorrido que hace el alma debe entenderse
como un embellecimiento pues soacutelo un alma bella y pura es capaz de contemplar a
Dios
Mas cuando el alma se arreglare y embelleciera a siacute misma hacieacutendose armoacutenica y bella osaraacute contemplar a Dios fuente de todo lo verdadero y padre de la misma verdad iexclOh gran Dios coacutemo seraacuten entonces aquellos ojos iexclCuaacuten puros y sanos cuaacuten vigorosos y firmes cuaacuten serenos y dichosos (ord II1951)
Dicha contemplacioacuten mostraraacute la fuente de la verdad y la belleza esto es la
Verdad por la que todas las cosas son verdaderas y la Belleza por la que todas las
cosas son bellas logrando asiacute la comprensioacuten del orden de la creacioacuten pues se
entenderaacute que todo es ordenado por un principio supremo que le da la medida a todas
las cosas Aquiacute una vez maacutes vemos coacutemo las categoriacuteas ciceronianas operan en la
propuesta agustiniana pues en la misma liacutenea de lo afirmado en el De beata vita se
da una apropiacioacuten de la terna modus species ordo (off I15) a partir de la cual se
plantea el problema del diaacutelogo y su solucioacuten Asiacute pues esta terna no soacutelo sirve como
clave de lectura para comprender la unidad y relacioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco
sino que en el caso del De ordine se configura tanto como punto de partida como
conclusioacuten Una vez establecido que el orden a seguir en el estudio de las disciplinas
consiste en el embellecimiento del alma Agustiacuten se dirige a sus compantildeeros con las
siguientes palabras ―estas y otras muchas reflexiones se hace consigo misma el alma
bien instruida pero las omito no sea que al daros mis lecciones sobre el orden falte a
la moderacioacuten que es el padre del orden (ord II1950) En estas liacuteneas y en el tema
tratado antes de las mismas se alude a la terna y a la manera en la que eacutesta debe
comprenderse El modo en cuanto Padre es el elemento que dispone y ordena todo
72
razoacuten por la cual se afirma que es el padre del orden la species esto es la forma es la
belleza que permite acceder a la comprensioacuten del orden y el ordo es el principio
orientador del alma humana y de toda la creacioacuten El orden del alma no es otro que la
virtud y la praacutectica de eacutesta es condicioacuten de la eruditio que ya mencionamos y de la
que Moacutenica se presenta como ejemplo La madre a lo largo de todo el diaacutelogo
encarna un principio ordenador y en la conclusioacuten de la obra se exaltan sus dos
caracteriacutesticas fundamentales la erudicioacuten y la fe Esta es la razoacuten por la cual Agustiacuten
agradece los ruegos de su madre gracias a los cuales eacutel ha decidido entregarse por
completo al estudio de la filosofiacutea en compantildeiacutea de Alipio el cual toma la palabra para
concluir el diaacutelogo
verdaderamente has hecho revivir ante nuestros ojos la memoria de los grandes y doctos varones que algunas veces nos pareciacutea increiacuteble por su elevacioacuten y grandeza pero aquiacute por la observacioacuten de todos los diacuteas y por la admiracioacuten que sentimos hacia ti no soacutelo no nos parece dudosa aquella imagen sino que estamos dispuestos a jurar por ella iquestPues queacute iquestNo nos ha introducido acaso en la venerable disciplina de Pitaacutegoras justamente estimada como casi divina Porque con tanta concisioacuten y plenitud nos has descubierto las normas de la vida y los caminos y campos y los mares cristalinos de la ciencia y todo lo que era objeto de gran veneracioacuten para aquel y doacutende estaacuten los santuarios de la verdad y cuaacuteles y queacute exigen a sus investigadores (ord II2053)
La alusioacuten a Pitaacutegoras no es casual pues luego de la intervencioacuten de Alipio en
la que eacuteste este exalta los preceptos praacutecticos propuestos por Agustiacuten se llama la
atencioacuten sobre la cuestioacuten de la antiguumledad de los mismos y el lugar central que
ocupan en ―libros de hombres grandes y casi divinos (ord II1028) Parece
entonces que los dos pasajes hacen referencia a la misma disciplina filosoacutefica la
pitagoacuterica la cual era conocida gracias a la transmisioacuten de Varroacuten como se declara
expliacutecitamente (ord II2054) y a la de Ciceroacuten el cual como afirma Doignon (1977)
representa la fuente principal de los elementos neoplatoacutenicos presentes en el diaacutelogo
Este uacuteltimo punto ha sido objeto de un intenso debate entre los estudiosos los cuales
han centrado su atencioacuten en el problema de las fuentes filosoacuteficas de cuestiones como
la aspiracioacuten a la unidad la belleza y la nocioacuten misma de orden (Hadot 1984
73
Cipriani 2000) dejando de lado el aspecto moral y formativo en los cuales como
hemos demostrado hasta ahora la influencia ciceroniana es fundamental
15 El diaacutelogo con la razoacuten Soliloquia21
El uacuteltimo de los diaacutelogos de Casiciaco debe entenderse como el fruto de las
reflexiones a las que Agustiacuten dedicaba las horas nocturnas meditando en silencio y
soledad (ord I36) Sabemos que los diacuteas transcurriacutean entre los trabajos propios de
una villa de campo la lectura de Virgilio y Ciceroacuten la oracioacuten y el ejercicio retoacuterico-
filosoacutefico en el que los maacutes joacutevenes poniacutean a prueba su ingenio frente a cuestiones
agudas bajo la guiacutea del maestro Agustiacuten Sin embargo el deseo de comprender
aquellas cuestiones que durante el diacutea eran objeto de discusioacuten haciacutea de las noches un
momento de diaacutelogo interior que en las Retractationum se describe asiacute
[hellip] escribiacute tambieacuten entonces dos voluacutemenes siguiendo mi intereacutes y el amor que teniacutea por indagar la verdad sobre lo que maacutes deseaba saber interrogaacutendome y respondieacutendome como si fueacutesemos dos la razoacuten y yo siendo uno solo Por eso llameacute a esta obra Soliloquia (I41)
La adecuacioacuten del diaacutelogo ciceroniano 22 como meacutetodo filosoacutefico en la
investigacioacuten de la verdad se encuentra en clara consonancia con el propoacutesito
expuesto en los tres diaacutelogos anteriores para filosofar es necesario llevar a cabo un
ejercicio en el que a traveacutes de preguntas y respuestas se accede a la comprensioacuten de
aquello sobre lo que se indaga (ord I411) Mientras en los tres primeros diaacutelogos la
conversacioacuten se llevaba a cabo entre un grupo de interlocutores entre los cuales
Agustiacuten tomaba el papel de maestro en los Soliloquia los participantes son Agustiacuten y
su razoacuten y en este caso es ella la que opera como guiacutea Podriacutea pensarse siguiendo a
Fleming que el motivo del diaacutelogo interior y de la personificacioacuten de la razoacuten tiene
un antecedente en la Consolatio de Ciceroacuten pues aunque no conservamos la obra
21 Vale la pena anotar que tanto el teacutermino soliloquialsquo como la idea de un diaacutelogo interior es una creacioacuten original de Agustiacuten aunque estaacute basada en el principio platoacutenico seguacuten el cual cuando el alma piensa dialoga consigo misma interrogaacutendose y respondiendo (Teet 189e-190a) 22 Acerca de la relacioacuten entre diaacutelogo y filosofiacutea en los Soliloquia veacutease (Catapano 2005 pp 37-57)
74
algunas alusiones a la misma nos permiten tener una idea aproximada de su tema y
estructura (Fleming 1984 p 61)
Las primeras liacuteneas de la obra nos situacutean en el problema central de la misma
el conocimiento de siacute y ademaacutes nos permiten asumir una liacutenea interpretativa que
pone el acento en la relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten
Andando yo largo tiempo ocupado en muchos y diversos problemas y tratando con empentildeo durante muchos diacuteas de conocerme a miacute mismo lo que debo haber y lo que he de evitar de improviso viacutenome una voz no seacute si de miacute mismo o de otro desde fuera o dentro porque esto mismo es lo que principalmente quiero esclarecer diacutejome pues aquella voz Razoacuten- Suponte que has hallado alguna verdad iquesta quieacuten la encomendaraacutes para seguir adelante Agustiacuten- A la memoria (sol I11)
Este pasaje es un claro eco de la introduccioacuten del De oratore (I1) no soacutelo por
el estilo literario y la cercaniacutea linguumliacutestica23 sino tambieacuten por los temas expuestos por
los dos autores entre los cuales se destacan el conocimiento de siacute el anhelo por
dedicar la vida a la buacutesqueda de la verdad la naturaleza de eacutesta y el papel de la
memoria en el conocimiento
Tenemos asiacute que esta obra presenta a un hombre que en su ardua buacutesqueda
de la verdad lleva a cabo una indagacioacuten de su situacioacuten vital pues como ya se habiacutea
expuesto en el De ordine el conocimiento de siacute mismo constituye el punto de partida
en el camino hacia la verdad
Luego de una extensa invocacioacuten a Dios en la que se retoman muchos de los
temas ya tratados en los diaacutelogos haciendo especial eacutenfasis en el orden la creacioacuten y
la posibilidad de alcanzar la verdad Agustiacuten resume su objetivo en la siguiente
declaracioacuten ―quiero conocer a Dios y al alma (sol I27) La pregunta que surge de
inmediato es la de coacutemo es posible conocer a Dios y de queacute tipo de conocimiento se
trata En primer lugar se afirma que el conocimiento de Dios debe ser tan cierto
como el conocimiento matemaacutetico y geomeacutetrico Ahora bien el conocimiento de
Dios no puede ser como el de los objetos pero puede entenderse como el momento
en el que el sol se muestra a los ojos razoacuten por la cual Eacutel es principio de
inteligibilidad de los objetos Sin embargo los ojos no soacutelo deben estar dispuestos 23 Sobre este punto veacutease Selbstgespraumlche von der Unterblichkeit der Seele (Muumlller 2002)
75
para mirar sino tambieacuten para ver la luz del sol del mismo modo que el alma de aquel
que desea conocer debe estar ordenada y dispuesta de una manera determinada Asiacute
pues ―el ojo del alma es la mente pura de toda mancha corporal esto es alejada y
limpia del apetito de las cosas corruptibles (sol I612) Siguiendo la liacutenea
establecida en el De ordine se afirma que el proceso de purificacioacuten del alma se logra
a traveacutes del ejercicio de la virtud la cual se define con Ciceroacuten (off I618 Tusc
IV15 34) como la ―recta y perfecta razoacuten (sol I613)24 Sin embargo para que el
alma pueda mirar directamente a la luz debe estar acompantildeada por la fe la esperanza
y la caridad pues las tres virtudes teologales se constituyen en la condicioacuten necesaria
para el conocimiento de Dios Es necesario entonces examinar la propia alma para
poder constatar si eacutesta vive seguacuten las virtudes en las que debe basarse la vida del
cristiano Recordemos que Agustiacuten se encontraba en Casiciaco con la intencioacuten de
prepararse para el Bautismo razoacuten por la cual podemos considerar esta obra como
una introspeccioacuten en la que se lleva a cabo una evaluacioacuten de la propia vida y de la
decisioacuten consagrarse al estudio de la verdad En primer lugar se toman en
consideracioacuten los miedos que acechan al alma a saber la peacuterdida de los seres
queridos el dolor y la muerte temas especiacuteficos de la tradicioacuten consolatoria en
segundo lugar se examina la relacioacuten con los honores las riquezas la vida conyugal
y otros placeres corporales Frente a los primeros Agustiacuten afirma sentirse turbado
mientras que respecto al segundo grupo nota un progreso creciente en su rechazo
hacia los honores las riquezas y el matrimonio En este punto vale la pena anotar que
se hace un particular eacutenfasis sobre el hecho de que dicha actitud no es reciente sino
que se remonta a la lectura del Hortensius
No data de ahora mi renuncia a ellas (riquezas) Ya tengo treinta y tres antildeos y hace unos catorce dejeacute de desearlas Caso de ofreceacuterseme soacutelo me serviriacutea de ellas para mi sustento necesario y el uso liberal Un libro de Ciceroacuten me persuadioacute faacutecilmente de que no se ha de poner el corazoacuten en las riquezas y en caso de tenerlas han de administrarse con suma cautela y prudencia (sol I1017)
24 Fleming (1984) llama la atencioacuten sobre este punto y afirma que Ciceroacuten es aqueacutel que introduce la definicioacuten de virtud como perfecta ratio en el mundo latino y que Agustiacuten construye sobre la misma no soacutelo su definicioacuten de virtud sino la distincioacuten fundamental entre mirar adspicere y ver videre
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Una vez maacutes queda claro que la buacutesqueda de la sabiduriacutea requiere de una
actitud vital y de una disposicioacuten estrechamente ligada a las ensentildeanzas de Ciceroacuten y
que Agustiacuten declara no haber abandonado nunca desde que comenzoacute su camino hacia
la verdad Ahora en el momento crucial de la estancia en Casiciaco se emula al
maestro no soacutelo en sus estilo y lenguaje sino tambieacuten en su decisioacuten de alejarse de las
riquezas los honores y los placeres mundanos para entregarse a la reflexioacuten y a la
escritura tal como lo hiciera el Arpinate en su villa de Tuacutesculo De este modo frente
a la cuestioacuten de los honores y la fama provenientes de la vida puacuteblica Agustiacuten afirma
que ha dejado de ambicionarlos justamente en esos diacuteas lo cual muestra que el retiro
a la vida comunitaria en la villa de Verecundo se presenta como un remedio ante la
ambitio saeculi y la aficioacuten a los demaacutes placeres del cuerpo
El paso por las pasiones y los diferentes tipos de concupiscencia tiene el
objetivo de indicar en liacutenea ciceroniana (off II84ndashII89) que todos los deseos y las
pasiones deben ordenarse al sumo bien (Fin I4 II2) el cual es la sabiduriacutea
entendida como la praacutectica de la virtud (Fin II11) Con el fin de reforzar esta idea
Agustiacuten recurre a Cornelio Celso 25 para ilustrar que el hombre debido a su
constitucioacuten ontoloacutegica debe situar el sumo Bien en su alma pues eacutesta es mejor que
el cuerpo
De dos partes estamos compuestos de alma y cuerpo y la mejor es el alma y la maacutes vil el cuerpo y el sumo Bien es lo mejor de la porcioacuten excelente y el sumo mal lo peor de la porcioacuten inferior y es lo mejor en el aacutenimo la sabiduriacutea y lo peacutesimo en el cuerpo el dolor Concluyese pues evidentemente que el sumo Bien lo constituye la sabiduriacutea y el sumo mal los padecimientos corporales (sol I1221)
La idea seguacuten la cual el sumo bien es la virtud y el sumo mal el dolor corporal
es recurrente en el pensamiento de Ciceroacuten (off I618 Tusc II5) el cual con
seguridad constituye una de las fuentes maacutes importantes del tratado de Celso
conocido por Agustiacuten
25 Aulio Cornelio Celso es el autor de un tratado enciclopeacutedico que no conservamos acerca de arte militar retoacuterica filosofiacutea y medicina De su produccioacuten escrita llegoacute hasta nosotros el De re medica en el cual se lleva a cabo un resumen de la tradicioacuten hipocraacutetica y algunos fragmentos de otros libros
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Asiacute pues si el sumo Bien es la sabiduriacutea deberaacute entonces investigarse coacutemo
se da el camino a la misma En la liacutenea ya trazada en los anteriores diaacutelogos se
afirma que se trata de un recorrido ascendente en el que se parte de la belleza de este
mundo para subir por grados hacia la verdadera Hermosura26 En este punto la
Razoacuten interviene y afirma que el camino variacutea seguacuten las fuerzas y la salud de cada
alma pues mientras a algunas les basta con creer esperar y amar a otras les es
necesario el ejercicio para que al ver la luz no se enceguezcan iquestDe queacute se trata este
ejercicio
Primero se les mostraraacuten objetos opacos pero bantildeados con la luz como un vestido un muro algo semejante Han de pasar despueacutes a fijar la vista en las cosas que brillan con mayor belleza no por siacute mismas sino con el reverbero solar como el oro la plata y cosas similares cuyo reflejo no dantildee a los ojos Entonces con moderacioacuten se les podraacute mostrar el fuego terreno y sucesivamente los astros la luna el rosicler de la aurora y el caacutendido resplandor celeste Habituaacutendose cada cual maacutes pronto o maacutes tarde seguacuten su disposicioacuten a este orden de cosas en su integridad o parcialmente podraacute ya carearse con el mismo sol sin titubeo y con gran deleite (sol I1323)
La inspiracioacuten platoacutenica del pasaje anterior (Rep 514a-517c 518c-d) puede
considerarse siguiendo a Altman (2016) una prueba a favor de la idea seguacuten la cual
Agustiacuten y Ciceroacuten juegan un papel fundamental en la recepcioacuten de la filosofiacutea
platoacutenica y en la comprensioacuten del aspecto moral de la misma Altman (2016) llama la
atencioacuten sobre el hecho de que Ciceroacuten retoma aspectos fundamentales de la nocioacuten
platoacutenica de justicia en el De officiis y en su De Republica donde ofrece ―su propia
versioacuten de la alegoriacutea de la caverna el Somnium Scipionis (p 87) Como hemos
visto hasta el momento el De officiis ocupa un lugar preponderante en la apropiacioacuten
del pensamiento del Arpinate llevada a cabo tanto por Agustiacuten como por su maestro
Ambrosio
El primer libro de los Soliloquia termina con una anticipacioacuten de lo que se
trataraacute en el segundo para conocer a Dios y al alma es necesario comprender la
verdad la cual debe entenderse como distinta de lo verdadero pues cuando algo
26 En estas liacuteneas de los Soliloquia se retoma uno de los temas centrales del De ordine pues en esta obra se afirma que el recorrido gradual por las artes liberales gracias al cual el alma se purifica estaacute movido por la belleza y el efecto que eacutesta produce en el alma (ord II1439 II1543)
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verdadero muere no muere con ello la verdad Tenemos entonces que el tema objeto
de ejercicio retoacuterico-filosoacutefico en el Contra Academicos se aborda ahora desde una
perspectiva distinta cuyo objetivo es probar la inmortalidad de la verdad y con ella
la del alma En este punto Agustiacuten seguiraacute algunos pasajes de las Tusculanae en los
cuales Ciceroacuten sostiene que el alma es celeste y divina y por lo tanto eterna
(XXVII66) y que por su constitucioacuten no es divisible concreta o duplicable
(XXIX71)
Se da asiacute en el segundo libro una discusioacuten acerca de las nociones de
verdadlsquo y falsedadlsquo ofreciendo tres definiciones distintas para cada una En primer
lugar se afirma que lo falso ―es lo que no es como aparece (sol II33) de manera
que la falsedad no depende de los sentidos del hombre sino del objeto y de su
relacioacuten de similitud con la verdad Todas las cosas que se relacionan por el hecho de
ser similares pueden organizarse en dos grupos distintos las iguales y las desiguales
Las iguales son aquellas que tienen el mismo valor ontoloacutegico por ejemplo dos
gemelos o las impresiones de un mismo sello mientras que las desiguales son
aquellas en las que una cosa es inferior por ser semejante a otra que es mejor Este es
el caso de la imagen reflejada en un espejo o de las pinturas y ficciones creadas por el
hombre Seguacuten esto en la relacioacuten de similitud una de las partes funciona como
modelo original verdadero mientras que la otra debe entenderse como imitacioacuten que
por no alcanzar las determinaciones del original es falsa iquestCuaacuteles son esas
determinaciones Las imaacutegenes que se ven en los suentildeos asiacute como las reflejadas en
el espejo o las representadas en las pinturas no se pueden tocar ni oiacuter no se mueven
por siacute mismas y no es posible atribuirles vida pues si asiacute fuera se tendriacutea que admitir
que son verdaderas Seguacuten esto la falsedad no podriacutea entenderse basada en la
relacioacuten de similitud sino en la de diferencia pues una cosa que se asemeje al
original y tenga todas sus caracteriacutesticas se identifica con el original mismo De aquiacute
se deriva que lo falso depende tanto de la similitud como de la diferencia lo cual no
nos permite establecer una definicioacuten definitiva Es necesario entonces acudir a otra
distincioacuten seguacuten la cual lo falso es aquello que finge lo que no es o que finge lo que
es pero no llega a ser es decir no alcanza las determinaciones de aquello que es El
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primer tipo de falsedad se identifica con la mentira y el engantildeo mientras que el
segundo no pues hay una aspiracioacuten de ser como aquello que se imita
Y toda pintura estatua y otros geacuteneros de arte iquestno aspiran a ser aquello cuya semejanza remedan [hellip] Porque una cosa es ser falso y otra no poder ser verdadero Y asiacute aquellas obras de los hombres como las comedias y tragedias o las farsas y ficciones de este geacutenero podemos unirlas a las obras de los pintores y demaacutes clases de arte Porque tan imposible es que sea verdadero un hombre pintado aunque propenda a remedar el ser humano como aquellas ficciones escritas en los libros de los coacutemicos (sol II1018)
Es claro que las artes imitativas como la pintura las comedias y las tragedias
no tienen como fin el engantildeo sino el deleite por lo que representan una esfera de lo
falso que no puede considerarse negativa y que de una cierta forma participa
tambieacuten de la verdad La esencia del arte reside en su falsedad pues el artista no
puede alcanzar su fin si evita lo falso Asiacute se sostiene que el arte es verdadero en
cuanto es falso en relacioacuten con otra cosa pues un actor soacutelo es un verdadero actor en
cuanto finge ser otro del mismo modo un verdadero aacuterbol pintado es un aacuterbol falso
En este sentido aunque la imagen no es lo que parece es imposible afirmar que es
algo negativo o completamente falso pues lo que aparece tiene un cierto iacutendice de
verdad Sin embargo la falsedad de las artes no reside en el hecho de inducirnos a
pensar que algo es verdadero como en el ejemplo del remo que parece roto en el
agua o de las torres que parecen estar en movimiento Sabemos que lo representado
por las artes no puede ser verdadero en el sentido de real es decir sabemos que la
pretensioacuten de las artes no es la de inducirnos a pensar que sus representaciones son
verdaderas el aacuterbol pintado no pretende ser percibido como un aacuterbol verdadero pues
un verdadero aacuterbol pintado es un aacuterbol falso Lo mismo sucede con las faacutebulas pues
las historias narradas en eacutestas no tienen ninguna pretensioacuten de verdad son mentiras o
ficciones compuestas con fines educativos y recreativos De este modo no se califica
ni la imagen ni la ficcioacuten escrita como algo negativo sin embargo se afirma que su
verdad es bifronte y contradictoria por lo que debemos remitirnos a una esfera en la
que la verdad se muestre como ella es como una esto es como coincidencia entre el
videtur y el quod est Asiacute la verdad debe buscarse en su unidad es decir sin tener en
80
cuenta el caraacutecter contradictorio del que hemos hablado hasta ahora que es exclusivo
de las artes imitativas27 iquestDoacutende buscar esa verdad En este punto se introduce uno de
los temas maacutes relevantes de la reflexioacuten agustiniana las artes liberales La pregunta
por el caraacutecter de verdad de la gramaacutetica y de la dialeacutectica tiene como trasfondo una
cuestioacuten que hallaraacute concrecioacuten en De doctrina christiana y que se constituye en
elemento recurrente y fundamental del pensamiento de Agustiacuten la cristianizacioacuten de
la paideia claacutesica Ya en Contra Academicos y en De ordine era manifiesto el intereacutes
por el papel que las artes liberales ocupan en el camino hacia la Verdad y la Belleza
con los Soliloquia asistimos al primer intento de conjugar el meacutetodo dialeacutectico con la
ensentildeanza cristiana Asiacute la forma misma del texto nos remite a su contenido el cual
recoge un proyecto fundamental
La forma y el contenido de los Soliloquia estaacute determinada por la idea
ciceroniana (de Orat V17) de la cultura entendida como la conciliacioacuten total entre
intelligendi disciplina y dicendi disciplina entre dialeacutectica y retoacuterica entendidas
aqueacutella como el paso de los signos signa sensibles a las cosas ideales res y eacutesta
como comunicacioacuten persuasiva de la verdad ―Luego la gramaacutetica ha recibido su ser
de disciplina verdadera de la dialeacutectica a la que has vindicado de todo reproche de
falsedad y esto no debe limitarse a la gramaacutetica sino extenderse tambieacuten a las demaacutes
artes liberales (sol II1121) iquestEn queacute radica la verdad de las disciplinas En su
esencia misma pues disciplina viene de discere aprender y aquello que se aprende
es verdadero pues nadie puede decir que sabe cosas falsas o que ignora lo que
aprendioacute y conserva en la memoria Sin embargo seguacuten esto podriacutea pensarse que las
faacutebulas falsas aprendidas y conservadas deben tomarse como verdaderas como es el
caso de la historia de Deacutedalo del cual se dice que salioacute volando por los aires o de
Medea que voloacute en un carro halado por serpientes iquestCreeraacuten acaso los nintildeos que
estas historias son verdaderas iquestDiremos entonces que la gramaacutetica ensentildea cosas
falsas No pues ―de aquiacute resulta lo que antes nos parecioacute admirable conviene a
saber que la faacutebula del vuelo de Deacutedalo no pudo ser verdadera sino a condicioacuten de
27 Aquiacute se hace alusioacuten a la pintura la escultura y la poesiacutea dejando de lado la arquitectura y la muacutesica a las cuales se les da un tratamiento diferente en otras obras
81
ser falso su vuelo (sol II1120) Asiacute pues no podemos afirmar que la gramaacutetica sea
falsa por el hecho de estudiar las diferentes composiciones poeacuteticas pues ya vimos
coacutemo en ellas al igual que en la pintura hay un tipo de verdad que es exclusivo de
las artes imitativas y que no es engantildeosa en cuanto no tiene pretensiones de parecer
real Lo que imitan las proposiciones falsas presentes en los relatos es la forma de la
proposicioacuten verdadera pues como a ellas no se les da alguacuten creacutedito la imitacioacuten
misma no lleva al engantildeo En cambio la verdad de la gramaacutetica como disciplina es
esa verdad uacutenica en la que lo que aparece no se distingue de lo que es Dicha verdad
depende de la forma en la que opera la gramaacutetica y todas las artes liberales la cual
consiste en formular definiciones distinciones y divisiones en geacuteneros y partes
Ademaacutes las disciplinas tambieacuten elaboran discursos acerca de la naturaleza de las
cosas otorgando a cada una lo que le pertenece sin sumarle nada ni restarle nada La
disciplina disciplinarum es la dialeacutectica a la que atantildeen las tareas que acabamos de
indicar motivo por el cual eacutesta se configura como el fundamento de todas las demaacutes
―iquestQuieacuten se maravillaraacute pues de que aquella ciencia por las que son verdaderas las
demaacutes sea por siacute misma y en siacute misma la verdad verdadera (sol II1121)
La importancia que se le otorga al caraacutecter de verdad de las disciplinas tiene
que ver con la buacutesqueda de una prueba contundente sobre la inmortalidad del alma
Luego de afirmar que la verdad es eterna se hace necesario encontrar un objeto que
contenga y al mismo tiempo se identifique con dicha verdad por lo que se propone a
la dialeacutectica como principio y fuente de la misma iquestDoacutende se halla la dialeacutectica
Como todas las disciplinas la dialeacutectica subsiste en el alma y debido a que se
identifica con la verdad y la verdad es inmortal deberaacute afirmarse que el alma tambieacuten
es inmortal pues no es posible que la verdad subsista separada del sujeto en el que se
halla De este modo el alma es inmortal y verdadera en cuanto sede de una verdad
que no perece iquestQueacute sucede con el cuerpo iquestCuaacutel es su relacioacuten con la verdad Este
problema se enuncia en los siguientes teacuterminos ―veamos pues ya la uacuteltima cuestioacuten
a saber si el cuerpo es en verdad verdadero esto es si no estaacute en eacutel la verdad sino
maacutes bien una imagen de la misma (sol II1832) De admitir que en el cuerpo estaacute la
verdad del mismo modo que en el alma se le estariacutea restando la importancia que ya le
82
habiacutea sido conferida a la dialeacutectica como disciplina disciplinarum fuente de verdad
Sin embargo las realidades materiales esto es los cuerpos parecen verdaderos por
lo que es necesario indagar cuaacutel es el tipo de verdad que los caracteriza En este
punto se nos ofrece una definicioacuten de cuerpo seguacuten la cual eacuteste es aquello que estaacute
limitado y contenido por una forma y especie iquestDe queacute tipo es dicha forma Si fuera
verdadera el cuerpo ya no seriacutea tal seriacutea maacutes bien alma por lo que la forma del
cuerpo no es verdadera en el mismo sentido en el que lo es la forma de las figuras que
se encuentran en el alma Este es el caso de las figuras geomeacutetricas que por ser objeto
de la disciplina geomeacutetrica son verdaderas y sempiternas
Las figuras concebidas por la ciencia geomeacutetrica estaacuten en la misma verdad y la verdad en ellas mientras que las figuras de los cuerpos aspiran a ser lo que ellas con cierto remedo de la verdad y en este aspecto son falsas (sol II1832)
iquestCoacutemo puede entenderse la falsedad de los cuerpos a la que se hace alusioacuten
aquiacute iquestPodemos decir que se trata de un engantildeo En este punto cabe recordar aquella
distincioacuten seguacuten la cual algunas cosas son engantildeosas en cuanto buscan
deliberadamente engantildear mientras que otras como el arte son falsas debido a su
incapacidad de ser iguales a lo real iquestA cuaacutel de estos dos grupos pertenecen los
cuerpos Para responder este interrogante es necesario tener en cuenta las facultades
con las que el hombre concibe estos dos tipos de figuras
La verdadera esto es la figura geomeacutetrica se concibe gracias a la inteligencia
intelligentia mientras que la figura de los cuerpos a la que tambieacuten se le da el
nombre de fantasiacutea o fantasma se forja con la imaginacioacuten fingit cogitatio La
imaginacioacuten no puede representar con claridad aquello que la razoacuten siacute como las
figuras y relaciones geomeacutetricas por lo que todos sus productos son ontoloacutegicamente
inferiores Sin embargo la razoacuten no soacutelo representa con claridad las figuras
geomeacutetricas o matemaacuteticas pues como ya se establecioacute en el De ordine la razoacuten crea
las artes liberales donde podemos ―contemplar en toda su extensioacuten y plenitud la
hermosa faz de la verdad que en ellas resplandece (sol II 2035) Dicha verdad es
uacutenica e invariable diferente de la verdad aparente de las artes imitativas y de la
83
imaginacioacuten las cuales se presentan como ilusiones que ―cambian al variar el espejo
del pensamiento (sol II2035)
Parece ser que la verdad de las artes imitativas y la verdad de los fantasmas
con los que trabaja la imaginacioacuten se encuentran en un mismo nivel pues ambas
pertenecen al tipo de verdades que lo son soacutelo en apariencia y que sin embargo no
buscan engantildear deliberadamente Asiacute del mismo modo que el aacuterbol pintado no busca
maacutes que ser un verdadero aacuterbol falso pues nunca podraacute ser un aacuterbol verdadero los
productos de la imaginacioacuten no buscan pasar por verdaderos pues la imaginacioacuten es
incapaz de representar algunas de las cosas que la razoacuten ensentildea Si tratamos de
imaginar un ciacuterculo inconcebiblemente pequentildeo e intentamos trazar los radios de eacuteste
en el centro nos encontraremos con que la imaginacioacuten se declara incapaz de hacer
tal cosa pues no podriacutea representaacuterselo Sin embargo la razoacuten ensentildea que pueden
trazarse innumerables radios sin que las liacuteneas trazadas se toquen maacutes que en el
centro
Podriacutea pensarse que esta primera concepcioacuten de la imaginacioacuten se encuentra
en consonancia con la idea seguacuten la cual aqueacutella se limita a ofrecer una
representacioacuten incompleta de la realidad una representacioacuten que no alcanza a ser
verdadera pues la verdad uacutenica pertenece exclusivamente al aacutembito de la razoacuten
Debemos decir entonces que la imaginacioacuten constituye un momento inicial en el
camino del conocimiento en el cual lo que parece videtur no corresponde a lo que
es quod est Del mismo modo el arte imitativo no puede permitir el acceso a la
verdad pues los cuerpos que apreciamos como obras de arte a traveacutes de la
imaginacioacuten son fantasmas que no poseen la forma de las figuras que se perciben con
el entendimiento y por lo tanto son verdaderas La Razoacuten presenta esta uacuteltima
distincioacuten con el fin de reafirmar el argumento inicial seguacuten el cual las disciplinas en
cuanto verdaderas existen siempre y es imposible pensarlas sin un sujeto que tambieacuten
exista de manera imperecedera Sin embargo surge la cuestioacuten de queacute pasa en las
almas que no poseen las disciplinas esto es tanto las de los ignorantes como las de
los nintildeos antes de recibir la instruccioacuten Una vez maacutes se recurre a un principio
platoacutenico el de la reminiscencia (Catapano 2008 p 72) que estaacute a la base de la
84
elucidacioacuten aquiacute ofrecida en la que se distinguen tres tipos de olvido a saber uno
maacuteximo uno medio y uno miacutenimo Los conocedores de las artes liberales se
encuentran en el estadio miacutenimo de olvido ya que al aprenderlas las almas ―las
extraen y desentrantildean en cierto modo de donde estaban soterradas por el olvido y
no se contentan ni descansan hasta contemplar en toda su extensioacuten y plenitud la
hermosa faz de la verdad que en ellas resplandece (sol II2035) La situacioacuten de las
almas en estado medio y maacuteximo de olvido asiacute como la funcioacuten de la inteligencia y su
relacioacuten con la verdad se prometen como temas de un tercer libro que no se llevoacute a
cabo Aunque en las Retractationum no encontramos las razones de la interrupcioacuten de
la obra siacute podemos asumir que Agustiacuten considera haber tratado de manera amplia y
suficiente los dos temas fundamentales de la misma
quedoacute sin acabar con todo de manera que en el primer libro se indagase y apareciese siempre coacutemo debe ser el que quiera percibir la sabiduriacutea que ciertamente no la perciben los sentidos del cuerpo sino el sentido del alma (razoacuten) y al final se deduce con un razonamiento que las cosas que son verdaderamente son las inmortales En el segundo se trata ampliamente de la inmortalidad del alma y no se termina (IV1)
Sin embargo no debe pensarse que los temas propuestos para el libro tercero
carezcan de importancia por el contrario es tal su agudeza que Agustiacuten fiel al
precepto acadeacutemico de no obrar de manera temeraria28 prefiere tratarlos maacutes adelante
en obras como el De quantitate animae y el De Trinitate en las cuales si bien se
reformularaacuten algunas cuestiones concernientes sobre todo al conocimiento se
mantendraacuten vigentes los principios fundamentales de la propuesta del Hortensius
(Altman 2016 p 66) y del De Republica sobre los cuales se articula la reflexioacuten de
los Soliloquia a saber la inmortalidad del alma y su relacioacuten con el conocimiento y
la praacutectica de la virtud No sorprende entonces que Agustiacuten termine los Soliloquia
en la misma liacutenea del De Republica de Ciceroacuten el cual a su vez es fiel a la estructura
y al propoacutesito de la Repuacuteblica platoacutenica esto es demostrar que lo mejor para el
28 A lo largo de toda la obra Agustiacuten cita de manera recurrente el principio acadeacutemico de no dar asentimiento a aquello sobre lo que no se tiene certeza En su proceso de indagacioacuten se muestra que el conocimiento va maacutes allaacute de una explicacioacuten acerca de los sentidos y que conocer la razoacuten implica un camino difiacutecil en el cual es necesario dialogar con ella misma De este modo se muestra la dimensioacuten hermeneacuteutica de la razoacuten que es sujeto y objeto de conocimiento
85
hombre es la justicia pues eacutesta constituye el mayor bien del alma En el libro III del
De Republica Ciceroacuten lleva a cabo una feacuterrea defensa de la justicia en contra de la
posicioacuten de Carneacuteades el cual en cuanto representante de un discurso inmoral y
monstruoso no debiacutea ser escuchado por la juventud romana La posicioacuten de
Carneacuteades se reconstruye a partir de los escritos de Clitoacutemaco y de los recuerdos de
los presentes en las conferencias del filoacutesofo griego llevadas a cabo durante la
embajada de los atenienses a Roma en el antildeo 155 a C Su punto de partida consistiacutea
en la constatacioacuten de la relatividad en lo concerniente a las costumbres entre los
pueblos de donde deduciacutea que no existe un concepto natural de justicia
Pero son tan aberrantes las tradiciones humanas que los cretenses y los etolios tienen el robar como cosa honesta los espartanos soliacutean decir que eran suyos todos los campos que podiacutean alcanzar con su dardo los atenienses soliacutean jurar incluso puacuteblicamente que les perteneciacutea toda la tierra que produjera aceite y cosechas los galos tienen como verguumlenza el cultivar los campos y por eso cosechan con las armas en las manos los campos ajenos y nosotros que nos tenemos por los maacutes justos no permitimos que los pueblos transalpinos planten olivos y cepas (Rep III16)
Ademaacutes seguacuten Carneacuteades no es posible hablar de la existencia de un derecho
natural pues eacuteste nace de las relaciones de poder entre los hombres y cambia seguacuten
estas mismas relaciones con la intencioacuten de favorecer al maacutes fuerte La posicioacuten
defendida por Ciceroacuten a lo largo de todo el diaacutelogo (Rep II3357 II4470) se halla
en clara contraposicioacuten a la expuesta por el neo acadeacutemico Para el Arpinate la
justicia es la base de la sociedad y se encuentra impliacutecita en la nocioacuten misma de
repuacuteblica pues aquella en cuanto la maacutes espleacutendida de todas las virtudes garantiza la
existencia de la concordia sin la cual no se puede pensar una comunidad poliacutetica Asiacute
pues cada uno de los individuos que participa de manera activa en la vida de la
ciudad debe hacerlo seguacuten la justicia y ―no causar dantildeo a nadie si no ha sido
provocado por una ofensa y usar los bienes comunes como comunes y los privados
como propios (off I20) Pero iquestcoacutemo garantizar que cada individuo rija su vida
seguacuten la mejor de todas las virtudes Puede encontrarse una respuesta a este
interrogante en la uacuteltima parte del diaacutelogo el cual ha sido muchas veces entendido
como un apeacutendice literario y no se ha visto su iacutentima conexioacuten con la cuestioacuten central
86
de la obra Se trata del Suentildeo de Escipioacuten con el cual Ciceroacuten se apropia de la
tradicioacuten filosoacutefica griega de los suentildeos profeacuteticos y escatoloacutegicos (Zaranka 1963 p
172) con el fin de cerrar su diaacutelogo ofreciendo una justificacioacuten teoacuterica y un
fundamento eacutetico a la accioacuten poliacutetica En la estructura del epiacutelogo pueden distinguirse
dos partes La primera es una narracioacuten profeacutetica acerca del futuro poliacutetico de
Escipioacuten (9-13) la segunda es escatoloacutegica y exhortativa (13-29) Eacutesta se centra en
los premios que reciben los buenos gobernantes en el cielo en ―un lugar cierto y
determinado donde gozan de una edad feliz y eterna (Rep III16) Sin embargo
para alcanzar dicha felicidad sin fin es necesario seguir el consejo que el Africano le
da a su hijo Escipioacuten
[hellip] practica la justicia y la piedad la cual asiacute como es de importante en las relaciones con los padres y allegados es de maacuteximo valor en la patria Esta vida es el camino al cielo y la asamblea de aquellos que vivieron ya y libres de las ataduras del cuerpo habitan en aquel lugar que ves (Rep IV17)
Tal como va a ocurrir en la seccioacuten conclusiva de los Soliloquiacedil Ciceroacuten
ofrece en el Somnium un argumento a favor de la inmortalidad del alma basado en el
principio seguacuten el cual aquello que se mueve por siacute mismo es eterno y dado que el
alma tiene dicha propiedad se concluye que es eterna y por este motivo debe
ocuparse de las mejores cosas como el propio cuidado y el de la patria por el
contrario el alma que se entrega a los placeres del cuerpo y se hace sierva de sus
deseos no puede emprender el camino de retorno hacia la morada que le corresponde
por naturaleza
Si bien el argumento utilizado por Agustiacuten no es el mismo que el de Ciceroacuten
pues en los Soliloquia se afirma que la inmortalidad del alma depende de la eternidad
del objeto que conoce llama la atencioacuten que no se lleve a teacutermino el plan inicial de la
obra y que la uacuteltima intervencioacuten de la razoacuten sea tan cercana a la conclusioacuten del De
Republica
A- iquestCuaacutel seriacutea la vida eterna o queacute muerte no habriacutea de preferirse a ella si alliacute se vive como el alma por ejemplo de un recieacuten nacido para no hablar de la vida uterina pues tambieacuten hay vida alliacute
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R- Aniacutemate Dios nos asistiraacute como ya lo experimentamos a quienes buscamos y promete despueacutes de la muerte corporal un reposo beatiacutesimo y la posesioacuten completa de la verdad sin engantildeo (sol II2034)
El caraacutecter exhortativo de los Soliloquia queda asiacute confirmado por su
conclusioacuten la aplicacioacuten al conocimiento de Dios y el alma debe entenderse como la
praacutectica de la justicia propuesta por Ciceroacuten tanto en el Hortensius y el De Repuacuteblica
como por Platoacuten en la Repuacuteblica La relacioacuten entre el cuidado de la propia alma y la
existencia de una comunidad justa se presenta en los tres pensadores a partir de la
idea comuacuten de que la justicia es lo mejor para el ser humano razoacuten por la cual en
Agustiacuten la buacutesqueda de la verdad de la felicidad y del orden requieren de una
comprensioacuten completa del alma tarea inagotable a la que se da inicio en el diaacutelogo
con la razoacuten
88
2 EL PROYECTO DE UNA PAIDEIA CRISTIANA
Introduccioacuten
El De doctrina christiana primera obra compuesta por Agustiacuten en calidad de obispo
de Hipona empezoacute a gestarse en el antildeo 396 aunque no se completariacutea sino despueacutes
de treinta antildeos durante la redaccioacuten de las Retractationes La particularidad de su
composicioacuten debe entenderse como una oportunidad uacutenica para comprender el
desarrollo intelectual de Agustiacuten pues se trata de una obra que nos permite asistir al
proceso de culminacioacuten de un pensamiento que se elabora durante tres decenios y a
un ejercicio hermeneacuteutico en el que el autor se interpreta a siacute mismo y a su obra
Cuando se da inicio a la composicioacuten del De doctrina christiana Agustiacuten
lleva cinco antildeos dedicado a sus ocupaciones como presbiacutetero en la ciudad de Hipona
a la que se habiacutea trasladado con la intencioacuten de dedicarse al estudio y la oracioacuten
alejado de los avatares de la vida sacerdotal Sin embargo a su llegada a dicha
ciudad en el antildeo 391 se encontroacute con que Valerio el obispo local era un hombre
griego de avanzada edad que no dominaba con fluidez la lengua latina El obispo de
Hipona vio en Agustiacuten a un perfecto sucesor y un gran colaborador pues era
consciente de la necesidad que teniacutea su comunidad de un presbiacutetero que fuera capaz
de ensentildear deleitar y persuadir De este modo Valerio tras la ordenacioacuten de Agustiacuten
decidioacute levantar la prohibicioacuten seguacuten la cual soacutelo los obispos podiacutean predicar para
que el otrora reacutetor se valiera de sus habilidades para servir a la feligresiacutea No obstante
Agustiacuten auacuten no se sentiacutea preparado para predicar y consideraba necesario dedicarse al
estudio de las Escrituras para poder instruir tanto al clero de la Iglesia del norte de
90
Aacutefrica como a sus fieles y para combatir de manera eficaz las herejiacuteas A propoacutesito
del encargo del obispo Agustiacuten afirma
Y si Dios no lo hizo para condenarme sino para compadecerme -confiacuteo en eso con certeza por lo menos ahora que conozco mi debilidad- debo examinar todas las medicinas contenidas en sus Escrituras y dedicarme a la oracioacuten y a la lectura para que mi alma logre una salud idoacutenea para tan peligrosas ocupaciones Antes no lo hice porque no tuve tiempo precisamente fui ordenado cuando planeaba un tiempo de retiro para estudiar las divinas Escrituras y queriacutea arreglarme para lograr tiempo libre para esa ocupacioacuten Auacuten no conociacutea bastante mis deficiencias para ese empentildeo que ahora me atormenta y aterra Los hechos me han dado experiencia de lo que necesita un hombre para administrar al pueblo el sacramento y la palabra de Dios Pero ahora no puedo adquirir lo que comprendo que me hace falta (ep XXI)
Llama la atencioacuten que un maestro experimentado sintiera la necesidad de
prepararse con particular empentildeo en el estudio de las Escrituras empero sabemos
que su relacioacuten con las mismas habiacutea presentado dificultades tanto por el estilo
como por la complejidad de su contenido Acerca del primer encuentro el cual se da
a muy temprana edad luego de la lectura del Hortensius ya Agustiacuten habiacutea afirmado
―al fijar la atencioacuten en ellas no penseacute entonces lo que ahora digo sino simplemente
me parecieron indignas de parangonarse con la majestad de los escritos de Tulio Mi
hinchazoacuten recusaba su estilo y mi mente no penetraba su interior (conf III59) El
segundo intento no fue maacutes afortunado pues aunque se dio muchos antildeos despueacutes y
en circunstancias distintas la reaccioacuten a propoacutesito de la lectura de Isaiacuteas aconsejada
por Ambrosio fue de desconcierto ―no habiendo entendido lo primero que leiacute y
juzgando que todo lo demaacutes seriacutea lo mismo lo dejeacute para volver a eacutel cuando estuviese
maacutes ejercitado en el lenguaje divino (conf IX139) Podriacutea pensarse que esta
dificultad se presentoacute en aquel entonces debido a la poca familiaridad que el joven
profesor de retoacuterica teniacutea con la Escritura Sin embargo en el momento en que fue
designado para predicar a pesar de llevar varios antildeos dedicado al estudio Agustiacuten
sentiacutea la necesidad de profundizar y sistematizar los conocimientos adquiridos razoacuten
por la cual emprendioacute un proyecto que hallariacutea concrecioacuten en dos de sus maacutes grandes
91
obras a saber las Enarrationes in Psalmos29 y el De doctrina christiana El intereacutes
por acceder a una comprensioacuten e interpretacioacuten profunda de la Escritura para su
posterior exposicioacuten se evidencia con claridad en la carta del 392 dirigida a
Jeroacutenimo en la que se lee
Te pido y te lo pide conmigo la entera comunidad estudiosa de las Iglesias africanas que te animes a emplear tu esmero y trabajo en traducir a aquellos autores griegos que se distinguieron en la exposicioacuten de nuestras Escrituras Puedes hacer que los conozcamos tambieacuten nosotros y especialmente a ese [Oriacutegenes] a quien tanto citas (ep XXVIII)
La carta a Jeroacutenimo nos presenta un panorama en el que la escuela africana en
formacioacuten busca instrumentos para abordar el estudio de las Escrituras las cuales son
el contenido y el punto de partida en la constitucioacuten de una paideia cristiana La
primera obra escrita por Agustiacuten luego de su ordenacioacuten como obispo recoge los
resultados de estos antildeos de estudio y ofrece una herramienta pedagoacutegica educativa y
cultural basada en la utilizacioacuten de las artes liberales para la interpretacioacuten y
explicacioacuten de la Escritura Asiacute pues el De doctrina christiana se presenta por una
parte como concrecioacuten del proyecto educativo esbozado en los diaacutelogos de Casiciaco
y por otra como respuesta a una exigencia particular de la Iglesia africana de finales
del siglo IV que requeriacutea de un aparato de interpretacioacuten y divulgacioacuten de las
verdades de la fe aparato en el que los modelos retoacutericos ciceronianos cumplen un
papel fundamental30
Para entender mejor esta cuestioacuten vale la pena detenerse en la eleccioacuten del
teacutermino doctrina pues su estudio permite establecer una primera aproximacioacuten a la
tarea de apropiacioacuten de la tradicioacuten que se lleva a cabo en esta obra Press (1984)
anota que doctrina en su uso latino de la tradicioacuten cercana a Agustiacuten debe
29 Las Enarrationes in Psalmos son el resultado del ejercicio de Agustiacuten en cuanto predicador y recogen los comentarios a los salmos realizados en un periodo de treinta antildeos (392-421) Por esta razoacuten se constituyen en una obra fundamental para acceder al proceso de comprensioacuten de la Escritura y de los temas que ocuparon las reflexiones de Agustiacuten durante este espacio de tiempo 30 En el debate acerca del destinatario de la obra vale la pena mencionar la propuesta de Hill (1962) seguacuten el cual a partir de una declaracioacuten expliacutecita de Agustiacuten en el De catechizandis rudibus podriacutea pensarse que la obra fue compuesta por un encargo expliacutecito de Aurelio que como puede verse en la correspondencia teniacutea un claro intereacutes en la instruccioacuten de los miembros de la Iglesia (p 444)
92
entenderse como una ―instruccioacuten en cuanto ideal cultural esto es un ideal
intelectual romano relacionado con el ideal griego de paideia (p 100) Dentro de
este contexto se ha de notar que en Ciceroacuten doctrina se emplea en el aacutembito teacutecnico
del sistema educativo romano referida a la formacioacuten recibida por los joacutevenes asiacute se
afirma en el Brutus ―iexclOh Bruto Cuando te veo me pregunto con temor queacute carrera
has de seguir con tu gran ingenio tu refinada cultura [doctrina] y tu extraordinaria
laboriosidad (VI22) En el De oratore (I623 II9 38 III1659) doctrina se
emplea para designar una etapa en el proceso educativo en particular aquella que se
recibe en la juventud a traveacutes del estudio de algunos libros y los preceptos praecepta
en ellos consignados Teniendo en cuenta que en el proacutelogo de su obra Agustiacuten
tambieacuten usa praecepta para referirse a lo que se dispone a entregar en la misma ndash
praecepta quaedam tractandarum Scripturarumndash podemos afirmar con Kevane
(1966) que el intereacutes del obispo es el de ofrecer en cuanto maestro una guiacutea
pedagoacutegica para una sociedad cristiana en formacioacuten entendida con Ciceroacuten como
―un proceso educativo que desarrolla y humaniza la naturaleza (p 127) A propoacutesito
de lo anterior se afirma que ―praecepta es un teacutermino teacutecnico que se refiere a las
teacutecnicas y los procedimientos que constituyen una disciplina acadeacutemica o un sistema
educativo (Kevane 1966 p 102) En este sentido la propuesta de Marrou31 seguacuten
la cual el De doctrina christiana es un compendio cultural adquiere un alcance maacutes
profundo pues por la intencioacuten caraacutecter contenido y composicioacuten que caracterizan
dicha obra debe afirmarse que su aporte no se limita a ofrecer unas determinadas
herramientas para uso exclusivo del cristianismo sino que con ella nos encontramos
frente a un proceso hermeneacuteutico que se enriquece justamente por tratarse de una
interpretacioacuten que se lleva a cabo durante tres decenios en los que confluyen diversos
elementos Se trata pues de un diaacutelogo entre Agustiacuten y la tradicioacuten Agustiacuten y las
Escrituras Agustiacuten y la Iglesia y esa misma naturaleza dialogal determina su
composicioacuten la cual no podiacutea darse sino como resultado de un camino que se
31 Marrou (1987) considera que el De doctrina christiana debe entenderse como una obra que se define por su valor cultural en cuanto fundadora de una postura intelectual exclusivamente cristiana que rompe de manera violenta y radical con el mundo cultural y las tradiciones de su tiempo (pp 285 ss)
93
enriquece con el tiempo Por esta razoacuten la obra debe entenderse en teacuterminos de
continuidad y no de ruptura tanto en lo que concierne a ella misma y los dos
momentos en los que se da su composicioacuten como en lo relativo a su relacioacuten con
obras tempranas y posteriores de Agustiacuten
Un amplio sector de la criacutetica habla en teacuterminos de interrupcioacuten en la
composicioacuten de la obra pues quiere enfatizar en lo que se considera una fractura
insalvable entre las dos partes de la obra queriendo asiacute sostener la renombrada tesis
acerca de las diferentes etapas del pensamiento agustiniano entendidas como
―conversiones (Boissier 1888 von Harnack 1888 Alfaric 1918) Acerca de las
causas concretas de la decisioacuten de Agustiacuten de posponer la conclusioacuten del De doctrina
christiana algunos autores (Simonetti 1994) consideran que ella se debioacute a la
vacilacioacuten en el uso de las reglas del donatista Ticonio el cual en su Liber regularum
propone siete reglas de interpretacioacuten de la Escritura Seguacuten Simonetti (1994) para
Agustiacuten era esencial incluir los aportes de Ticonio en su obra ya que ambos autores
compartiacutean el mismo intereacutes exegeacutetico y queriacutean ofrecer una metodologiacutea que
permitiera elaborar una correcta interpretacioacuten de la Escritura Sin embargo debido a
la poleacutemica que podriacutea generarse por la fuerte controversia con los donatistas habriacutea
preferido no hacerlo por cuanto esperoacute treinta antildeos y al momento de retomar la
composicioacuten lo hizo con la inclusioacuten de las reglas Para apoyar esta propuesta puede
recurrirse a la Epistola 41 del 396 en la que Agustiacuten le pide a Aurelio obispo de
Cartago y primado de Aacutefrica su opinioacuten acerca del libro del donatista
Desconocemos si hubo una respuesta pero la carta es un importante testimonio de la
impresioacuten que el Liber regularum habiacutea causado en el recieacuten ordenado obispo de
Hipona
Te rogamos por quien te dio tales dones y por ti con esa bendicioacuten los derrama sobre el pueblo a cuyo servicio vives que ordenes enviarnos escritos y corregidos todos los sermones de los presbiacuteteros que gustares No hemos olvidado lo que mandaste Todaviacutea espero conocer tu opinioacuten acerca de las siete reglas o claves de Ticonio como te lo he escrito repetidamente (ep XLI)
Podemos afirmar en consonancia con la tesis de Simonetti que la insistencia
ndashsicut saepe iam scripsindash de Agustiacuten en querer conocer la opinioacuten de Aurelio acerca
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de la obra del donatista es una clara toma de posicioacuten en relacioacuten con la utilidad que
eacutesta representa para el problema de comprensioacuten de la Escritura Sin embargo y
tomando distancia de la propuesta de Simonetti (1994) parece apresurado asumir que
Agustiacuten hubiera interrumpido la obra al no recibir la autorizacioacuten de su superior y por
considerar poco oportuno servirse de Ticonio en plena controversia antidonatista Si
esto hubiera sido asiacute Agustiacuten no habriacutea recurrido de modo expliacutecito y claro a las
reglas mencionadas como efectivamente lo hace tan soacutelo tres antildeos despueacutes en el De
consensu Evangelistarum ni habriacutea asumido la defensa de Ticonio en el Contra
epistolam Parmeniani
En contra de Simonetti Lettieri (2001) sostiene que la causa de la
interrupcioacuten radica en el descubrimiento teoloacutegico de la doctrina de la gracia
recogida en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum compuesto en el 397 De
este modo se propone una ruptura insalvable entre la primera parte de la obra
determinada por la defensa del libero arbitrio y una ontoteologiacutea del orden de corte
neoplatoacutenico y la segunda compuesta treinta antildeos despueacutes a manera de retractatio y
de compendio de una teologiacutea de la gracia desarrollada durante ese periodo Asiacute se
sostiene que ―la teologiacutea platonizante del primer bloque de la obra congruente con
todos los escritos anteriores al episcopado se muestra arcaica y superficial respecto a
la nueva y revolucionaria doctrina de la gracia (Lettieri 2001 p 7) En consonancia
con von Harnack (1888) Lettieri considera que la doctrina de la gracia no estaacute
presente en las primeras obras agustinianas y que debe distinguirse entre un Agustiacuten
humanista y platoacutenico y otro Agustiacuten traacutegico y antihumanista este uacuteltimo defensor de
una doctrina de la gracia y de la caiacuteda expuesta en la obra dirigida a Simpliciano y
sobre la cual se basaraacute todo su pensamiento teoloacutegico maduro Sin embargo en esta
obra si bien se tratan los temas del libre albedriacuteo la justificacioacuten y la gracia hay un
claro intereacutes hermeneacuteutico como puede constatarse en el proacutelogo
Has hecho llegar hasta miacute iexcloh padre miacuteo Simpliciano el enviacuteo agradabiliacutesimo y delicadiacutesimo de tu cuestionario y si no procurara satisfacerte no soacutelo seriacutea desobediente sino tambieacuten ingrato Ya he discutido y publicado algo sobre las dificultades que me has propuesto de algunos pasajes del apoacutestol San Pablo Mas poco satisfecho de mi primera investigacioacuten y comentario y a fin de evitar descuidos
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y omisiones he vuelto a someter a un examen maacutes diligente y serio las mismas palabras y razonamientos del Apoacutestol Si su interpretacioacuten fuera obvia y faacutecil no las creeriacuteas tuacute dignas de nueva discusioacuten (Simpl I)
Noacutetese que la terminologiacutea hermeneacuteutica empleada para exponer el propoacutesito
de la obra es muy cercana a la utilizada en el proacutelogo al De doctrina christiana y
teniendo en cuenta que en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum se busca
dilucidar e interpretar los pasajes difiacuteciles de las cartas del Apoacutestol podemos sostener
que la intencioacuten de ambas obras es la misma y que en la segunda se da una aplicacioacuten
especiacutefica de la hermeneacuteutica desarrollada en el 39632 De esta uacuteltima se retoma en
especial la distincioacuten entre los signos metafoacutericos y propios asiacute como la utilizacioacuten
de la interpretacioacuten alegoacuterica en los casos en los que sea necesaria para la
comprensioacuten de un pasaje oscuro Lo anterior mostrariacutea una de las debilidades de la
posicioacuten asumida por Lettieri seguacuten el cual a la luz de la doctrina de la gracia la
primera parte del De doctrina christiana deberiacutea considerarse primitiva y arcaica
pues en ella se trata acerca de ―la cultura o doctrina cristiana reducida a mero y
ambiguo fenoacutemeno a signo necesario pero insuficiente frente a una caritas
trascendente y enigmaacutetica (Lettieri 2001 p 9)
Frente a los modelos interpretativos expuestos resulta iluminadora la obra de
Carol Harrison Rethinking Augustinersquos Early Theology (2006) Para Harrison no es
posible hablar de una ruptura entre filosofiacutea y teologiacutea en los teacuterminos usados por
Flasch o Lettieri de la misma manera que no es posible identificar un primer Agustiacuten
filoacutesofo neoplatoacutenico que se distinguiriacutea de un segundo Agustiacuten teoacutelogo de la gracia y
de la caiacuteda Siguiendo a Madec (1996) Harrison (2006) sostiene que en el 32 Seguacuten las Retractationes (II11) el De diversis quaestionibus ad Simplicianum es anterior al De doctrina christiana sin embargo esto no significa que su composicioacuten sea anterior sino que debido a que el segundo se encontroacute incompleto se archivoacute despueacutes del primero el cual fue iniciado y terminado en el 397 A propoacutesito de esto Catapano (2010) afirma que ―maacutes o menos durante el mismo periodo en el que Agustiacuten respondiacutea a Simpliciano estaba dedicado a la redaccioacuten de una obra cuya intencioacuten seriacutea la de afrontar los problemas interpretativos de las Escrituras desde un punto de vista teoacuterico y metodoloacutegico (p 97) Llama la atencioacuten que los estudiosos no hayan profundizado en la relacioacuten temaacutetica entre el De doctrina christiana y el De diversis quaestionibus ad Simplicianum pues mientras aqueacutel ha sido objeto de varias investigaciones que se centran en su valor pedagoacutegico o exegeacutetico este uacuteltimo ha sido tenido en cuenta sobre todo en lo concerniente a su aporte doctrinal dejando de lado su valor hermeneacuteutico (Stark 1989 Flasch 1995 Lettieri 2001)
96
pensamiento de Agustiacuten es imposible deslindar filosofiacutea y teologiacutea por cuanto es
necesario establecer un nuevo modelo interpretativo que a partir de los diaacutelogos
identifique un criterio unificador de su pensamiento Se afirma entonces que la
doctrina de la gracia estaacute ya presente en los primeros escritos del 386 y que si se
debe hablar de crisis o de punto de quiebre en el pensamiento de Agustiacuten eacuteste se da
justamente en el antildeo de la conversioacuten y no en el de la composicioacuten del Ad
Simplicianum y las Confessiones
Seguacuten esto el pensamiento de Agustiacuten debe asumirse como una unidad lo
cual no excluye la idea de un desarrollo pero siacute la de una ruptura radical en los
teacuterminos en que hasta el momento se ha sostenido Los diaacutelogos en este sentido son
el fruto de las reflexiones de un pensador cristiano que utiliza el diaacutelogo filosoacutefico
como vehiacuteculo que le permite llevar a cabo un proyecto enmarcado en una buacutesqueda
de la verdad donde el mismo Agustiacuten se encuentra involucrado como interlocutor En
dicha buacutesqueda como quedoacute establecido en el capiacutetulo anterior las fuentes
filosoacuteficas funcionan como herramienta y aportan ciertos elementos a los que el autor
recurre sin perder por ello su caraacutecter distintivo de pensador cristiano como lo haraacute
en el De doctrina christiana que en cuanto proyecto de una paideia cristiana recoge
continuacutea y profundiza muchos de los avances llevados a cabo en los diaacutelogos
En este orden de ideas en el presente capiacutetulo en primer lugar se expondraacuten
los contenidos de los tres primeros libros del De doctrina christiana mostrando la
relacioacuten de esta obra con los diaacutelogos y con los elementos retoacutericos ciceronianos en
ella presentes En segundo lugar se buscaraacute probar la tesis seguacuten la cual las razones
de la particularidad de la composicioacuten del De doctrina christiana no son ni
doctrinales ni teoloacutegicas sino hermeneacuteuticas y por lo tanto tienen que ver con la
comprensioacuten de las Escrituras pero tambieacuten con la comprensioacuten del autor mismo en
cuanto autor y de su relacioacuten con las fuentes filosoacuteficas literarias y retoacutericas que
determinan su pensamiento a lo largo de toda su produccioacuten En este sentido veremos
coacutemo Ciceroacuten ocupa un lugar fundamental en la composicioacuten de toda la obra
incluyendo su interrupcioacuten y posterior culminacioacuten
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21 El proacutelogo al De doctrina christiana
El proacutelogo al De doctrina christiana se configura como un testimonio
fundamental para entender el caraacutecter e intencioacuten de la obra en su conjunto (Kevane
1996 p 112) asiacute como para situarla en el pensamiento de Agustiacuten Acerca de su
datacioacuten se ha presentado un importante debate entre los estudiosos pues mientras un
grupo considera que fue escrito en el antildeo 396 (Mayer 1974 Pincherle 1974
Kevane 1996) otros afirman que se redactoacute en el 426 junto con la parte final del
libro tercero y el libro cuarto seguacuten la comuacuten usanza de escribir el proacutelogo al final y
con la clara intencioacuten de responder a un grupo preciso de adversarios33 (Duchrow
1965 Opelt 1966) A propoacutesito de lo anterior Alici (1995) afirma que existen
argumentos vaacutelidos para sostener cualquiera de las dos posiciones aunque se inclina
maacutes por la segunda dadas las siguientes razones (1) en el proacutelogo se reconoce la
misma estructura que divide a lo largo de la obra la realidad en signa y res (Mayer
1974 p 101) (2) el proacutelogo ofrece un programa que seraacute efectivamente desarrollado
en la obra (Kevane 1996 p 112) (3) en las Retractationes se explica con claridad
cuaacutel es el punto del libro tercero en el cual se retoma la escritura en el 426 y la
adicioacuten del libro cuarto sin hacer ninguacuten tipo de alusioacuten al proacutelogo (Pincherle 1974)
Ademaacutes de los puntos expuestos por Alici es oportuno sentildealar la cercaniacutea temaacutetica
existente entre el proacutelogo y los diaacutelogos tempranos entre los cuales se destaca el De
magistro cuya propuesta educativa y semaacutentica se constituye en trasfondo de todo el
De doctrina christiana
Otra razoacuten para sostener la contemporaneidad del proacutelogo con el libro primero
es que no existen manuscritos en los que no esteacute presente el proacutelogo en cambio el
manuscrito maacutes antiguo el Codex Leningradensis34 prueba que la edicioacuten incompleta
del 396 conteniacutea el proacutelogo (Green 1962)
33 El argumento maacutes fuerte de Duchrow (1963) consiste en afirmar que en el proacutelogo se hace una alusioacuten a los monjes secuaces de Casiano en la misma liacutenea argumentativa usada en el De correptione et gratia (p 69) Esta interpretacioacuten no deja de ser cuestionable como lo anota Toom (2002) 34 Green (1962) anota que el Codex Leningradensis es el manuscrito agustiniano maacutes antiguo afirmando que es probable que haya sido escrito en Hipona alrededor del 396 ―Eacuteste contiene cuatro textos enumerados por Agustiacuten como aquellos compuestos durante el episcopado de los cuales el
98
Si bien es difiacutecil adoptar una postura concluyente respecto de la cuestioacuten de la
cronologiacutea del proacutelogo puede afirmarse con Toom (2002) que es posible negar la
importancia del mismo en lo que concierne a la comprensioacuten de la obra pues ―nos
ofrece importantes claves para entender no soacutelo el tratado sino la relacioacuten conceptual
del mismo con otros escritos tempranos como el Contra Academicos y el De
magistro (p 75) asiacute como la actitud de Agustiacuten a propoacutesito de la tradicioacuten y en
particular en su relacioacuten con Ciceroacuten
En efecto en la primera oracioacuten como ya se afirmoacute se recurre a la
terminologiacutea ciceroniana ndashsunt praecepta quaedam tractandarum Scripturarumndash
pero vemos ademaacutes coacutemo la obra se inscribe en la tradicioacuten retoacuterica por medio del
uso de la insinuatio la cual seguacuten Ciceroacuten en el De inventione tiene la finalidad de
modificar el aacutenimo del oyente cuando eacuteste es hostil ante un tema que se presenta
como novedoso y admirable (Inv I1723) Por esta razoacuten siguiendo al maestro
romano Agustiacuten afirma que es menester responder a aquellos que pudieran oponerse
a su obra iquestCuaacuteles seriacutean las causas de dicha oposicioacuten En consonancia con lo
afirmado por Ciceroacuten (Inv I1723) Agustiacuten sostiene que existen tres tipos de
opositores En primer lugar estaacuten aquellos que rechazariacutean este trabajo por no
entender lo que en eacutel se expone en segundo lugar los que aprendiendo las reglas no
seriacutean capaces de aplicarlas y por uacuteltimo quienes se consideran a siacute mismos
expertos en la exposicioacuten de las Escrituras y sostienen que no hay necesidad de reglas
humanas pues cualquier dificultad de interpretacioacuten se superariacutea gracias a la
intervencioacuten divina
Luego de enunciar las posiciones de los posibles detractores de su obra
Agustiacuten procede a dar respuesta a cada una de las objeciones expuestas en el ejercicio
de la insinuatio Con respecto a la primera se afirma que aquellos que no entienden el
libro no deben culpar a su autor sino que deben buscar la causa de su falencia en
ellos mismos En cuanto a la segunda objecioacuten esto es la que es sostenida por los
que conocen las reglas pero no logran aplicarlas Agustiacuten afirma
cuarto es la primera parte del De doctrina christiana que contiene los libros I y II (Green 1962 p 226)
99
Sin duda pueden ver mi dedo mas los astros que con eacutel se les procura sentildealar no pueden verlos Por lo tanto unos y otros dejen de reprocharme y pidan a Dios que les deacute luz a los ojos Pues si yo puedo mover mi miembro para sentildealarles algo no puedo iluminarles los ojos con los que contemplen o mi propia demostracioacuten o lo que pretendo demostrarles (3)35
La respuesta a este grupo de opositores nos remite al tema de la cura de la
visioacuten ya abordado de manera exhaustiva en el De ordine donde se afirma que
cuando el alma se arreglare y embelleciera (sic) a siacute misma hacieacutendose armoacutenica y bella osaraacute contemplar a Dios fuente de todo lo verdadero y padre de la misma verdad iexclOh gran Dios coacutemo seraacuten entonces aquellos ojos iexclCuaacuten puros y sanos cuaacuten vigorosos y firmes cuaacuten serenos y dichosos (II1951)
El embellecimiento del alma al que se hace alusioacuten en los diaacutelogos de
Casiciaco tiene que ver con el estudio de las artes liberales el cual se inscribe en un
ideal de vida filosoacutefico que compromete todas las esferas de la vida humana en una
tensioacuten constante hacia la sabiduriacutea Esto nos permite entender mejor la respuesta de
Agustiacuten al tercer grupo de opositores36 pues se afirma que si bien es necesaria la
iluminacioacuten divina tal como se habiacutea sostenido en el De magistro no puede
prescindirse de las letras las cuales se aprenden a traveacutes de los hombres que las
ensentildean
Asiacute pues Agustiacuten considera que es necesario aceptar con humildad la ayuda
de aquellos que se encuentren en capacidad de compartir y transmitir sus
conocimientos pues el hombre gracias a los signos que eacutel mismo ha instituido
cumple un papel fundamental en la administracioacuten de la palabra de Dios Por esta
razoacuten pide a sus oponentes que recuerden recordor que ellos tienen la capacidad y 35 Pollmann (1996) afirma que en esta imagen se sintetiza la funcioacuten del De doctrina christiana en su totalidad pues la obra puede entenderse como el ―dedo que sentildeala y la Sagrada Escritura como los ―astros sentildealados (p 109) Esta imagen habiacutea ya sido usada en el De magistro a propoacutesito de la ensentildeanza ―si buscase la significacioacuten de estas tres siacutelabas paries [pared] seguramente me podriacuteas mostrar con el dedo la cosa cuyo signo son estas tres siacutelabas de tal manera que yo la viese y esto sin proferir tuacute palabra alguna sino mostraacutendola (III5) 36 No hay una postura uniforme relativa a la identificacioacuten de este tercer grupo de oponentes Seguacuten Toom (2002) aunque algunos estudiosos afirman que podriacutea tratarse de Ticonio lo maacutes probable es que Agustiacuten tuviera en mente la actitud de los sectores de la Iglesia que estaban en contra de la utilizacioacuten de las herramientas de la cultura claacutesica (p 77) Llama la atencioacuten la posicioacuten de Prestel (1992) seguacuten el cual este grupo profesa un fundamentalismo carismaacutetico al que Agustiacuten considera muy perjudicial en el contexto de la presentacioacuten de una paideia cristiana (p 38)
100
la habilidad de comunicar a traveacutes de la palabra escrita y hablada gracias a la
ensentildeanza de un maestro mostrando asiacute como lo habiacutea hecho en el Contra
Academicos la contradiccioacuten presente en la posicioacuten de los adversarios Se recurre
tambieacuten a un grupo de exempla tomados de las Escrituras entre los que se halla el
caso de Pablo que fue enviado a un hombre para recibir los sacramentos y unirse a la
Iglesia a pesar de haber sido instruido instructum por la voz divina y celeste
Tambieacuten se recurre al ejemplo de Moiseacutes que
recibioacute sin soberbia y prudentiacutesimamente de su suegro siendo un hombre y ademaacutes extranjero el consejo de regir y gobernar a pueblo tan grande Conociacutea aquel varoacuten que de cualquiera persona que procediese el sabio consejo no era propio de ella sino de aquel que es la Verdad es decir el Dios inmutable (7)
Las razones para demostrar la utilidad epistemoloacutegica y hermeneacuteutica de las
disciplinas tienen del mismo modo que en los diaacutelogos un trasfondo teoloacutegico
relacionado con la condicioacuten del hombre y la necesidad de la mediacioacuten en la
comunicacioacuten de eacuteste con Dios Seguacuten esto ―de manera impliacutecita el tercer grupo de
detractores estariacutea negando la necesidad de la encarnacioacuten al negar la necesidad de la
mediacioacuten (Toom 2002 p 79) Al negar la necesidad de la mediacioacuten se estariacutea
negando la dimensioacuten comunitaria basada en la caritas que como se veraacute maacutes
adelante opera como nocioacuten retoacuterica hermeneacuteutica y moral a lo largo de toda la obra
permitieacutendonos comprender la unidad de la misma A propoacutesito de la caritas en el
proacutelogo se afirma que ―la misma caridad que estrecha mutuamente a los hombres con
el nudo de la unidad no tendriacutea entrada en las almas para fundirlas y como
mezclarlas entre siacute si los hombres nada aprendieran por medio de los hombres (6)
De este modo compartimos el juicio de un estudioso cuando afirma que en la
actitud de quienes teorizan una autonomiacutea carismaacutetica para acceder a las Escrituras se
encuentra
una postura impliacutecita que lleva a Agustiacuten a hacer una importante aclaracioacuten en el plano teoloacutegico el don de la gracia no se manifiesta necesariamente en la forma directa e individual de la comprensioacuten sino tambieacuten en aquella comunitaria e indirecta de la interpretacioacuten (Alici 1995 p 20)
101
En este orden de ideas debe afirmarse que la uacuteltima respuesta no soacutelo tiene la
intencioacuten de contestar a aquellos que consideran que la palabra de Dios se entiende
soacutelo gracias a un don divino sino que estaacute dirigida a todos los lectores de la obra
pues en ella se legitima la necesidad de la hermeneacuteutica y su relacioacuten con la buacutesqueda
comunitaria de la verdad De este modo Agustiacuten justifica la tarea que ha emprendido
sentildealando que ―el que advierte coacutemo se han de entender las Escrituras es similar al
que ensentildea las letras es decir al que prescribe coacutemo se ha de leer (9) Ademaacutes
siguiendo a Ciceroacuten y anticipando la estructura que presentaraacute en el libro primero
afirma que
asiacute como eacutestos que entienden todas estas cosas las dan a conocer a los demaacutes hablando o escribiendo igualmente yo no debo sin duda ser criticado porque no soacutelo exponga las cosas que deben entender sino tambieacuten los preceptos que han de observar para entender (8)
El proacutelogo se cierra con un epiacutelogo tambieacuten muy cercano al tono de clausura
del De magistro (X3295) y del Contra Academicos (III512) en el que se declara
que habiendo ya respondido a los posibles adversarios de manera suficiente
convenienter responsum es menester dar inicio a la tarea propuesta
22 El horizonte normativo de la hermeneacuteutica
La exposicioacuten de la Escritura se basa en dos fundamentos a saber el modo de
encontrar lo que se debe entender modus inveniendi y el modo de explicar lo que se
ha entendido modus proferendi37 El libro primero se ocuparaacute de la primera cuestioacuten
es decir de la manera en la que se debe encontrar lo que se quiere entender
Siguiendo a Pollmann (1996 p 128) podemos afirmar que esta divisioacuten tiene que ver
con la manera en la que el meacutetodo hermeneacuteutico-exegeacutetico se halla configurado pues
asiacute como el exegeta tiene que reconocer primero el sentido de la Escritura para
despueacutes transmitirlo a otros Agustiacuten necesita para la exposicioacuten de sus postulados
hermeneacuteuticos seguir en orden esos mismos dos pasos metodoloacutegicos Sin embargo
37 El esquema es ciceroniano (Orat XXIII8 De orat III519) y se halla ya enunciado en el proacutelogo
102
tambieacuten es importante sentildealar que esta distincioacuten se ancla en una concepcioacuten de la
realidad que como ya se habiacutea anticipado en los diaacutelogos de Casiciaco tiene como
fundamento una doctrina unitaria de la verdad38
El primer paso consiste en una distincioacuten entre cosas res y signos signa
pues toda instruccioacuten se reduce a la ensentildeanza de cosas o de signos Queacute se entiende
aquiacute por res nos lo explica el mismo Agustiacuten ―denominamos ahora cosaslsquo a las que
no se emplean para significar algo como son una vara una piedra una bestia y
demaacutes cosas por el estilo (Docchr I22) Por signa se entienden todas aquellas
palabras que se usan para dar a conocer alguna cosa esto es para ensentildear
Entonces en sentido propio se llama cosalsquo la cosa que no se usa para significar algo y se llama signolsquo la cosa que se usa para significar algo Signo y cosa reciben una definicioacuten reciacuteproca y excluyente seguacuten se usen o no para significar (Floacuterez 2015 p 90)
Una vez hecha esta distincioacuten el primer tema a tratar seraacute el de las cosas39
por ello procede a hacer una divisioacuten de las mismas Se sostiene siguiendo una
distincioacuten ciceroniana presente en el De inventione (II53159) que hay tres tipos de
cosas Estaacuten en primer lugar aquellas de las que se debe gozar en segundo lugar las
que deben ser usadas y por uacuteltimo las que pueden ser objeto de gozo y uso a la
vez40 Gozar se entiende como ―adherirse a una cosa por el amor de ella misma Usar
es emplear lo que estaacute en uso para conseguir lo que se ama si es que debe ser amado
38 La conclusioacuten del Contra Academicos se presenta como punto de partida del proyecto reflexivo de Agustiacuten en cuanto el resultado del ejercicio retoacuterico-filosoacutefico que alliacute se lleva a cabo se constituye en conditio sine qua non de la filosofiacutea misma entendida esta uacuteltima como buacutesqueda la sabiduriacutea Asiacute una vez establecido que la verdad puede ser encontrada (III2043) se presenta en primer lugar que su encuentro es la condicioacuten de la vida feliz (bvita I34) y en segundo lugar en el De ordine que el camino que el hombre debe recorrer para llegar a ella se muestra en las artes liberales 39 En este punto con Toom (2002 p 87) anota que el orden expuesto en el De doctrina christiana estaacute invertido en relacioacuten con el que se usa en el De magistro donde Agustiacuten trata de los signos (IV710) en primer lugar y de las cosas en segundo lugar (VIII2225) La razoacuten de esta inversioacuten podriacutea obedecer a razones metodoloacutegicas y a una influencia ciceroniana que puede rastrearse en la afirmacioacuten ya citada en el Contra Academicos seguacuten la cual ―el sabio debe ser averiguador de la verdad no artiacutefice de las palabras (II1126) 40 La pareja uti-frui estaacute presente en obras anteriores (Div 30) y podemos encontrar su origen en la distincioacuten ciceroniana presente en el De inventione donde se afirma que ―lo honesto es lo que se desea o entero o en alguna parte a causa de siacute mismo (II53159) mientras que lo uacutetil es aquello que se busca en virtud de otra cosa (II53166)
103
(Docchr I44) El uacutenico objeto de gozo debido a que se ama por siacute mismo y no por
otra cosa es Dios razoacuten por la cual todas las otras cosas deben solamente usarse A
propoacutesito de esto Alici (1995) afirma que resulta de fundamental importancia
precisar que la nocioacuten de uti no debe ser entendida en teacuterminos utilitaristas sino que
ella se halla inscrita en una oacuteptica teleoloacutegico-eudamonista ―la actitud que se indica
con la categoriacutea de uti no debe interpretarse seguacuten una loacutegica del poder sino seguacuten el
amor maacutes precisamente seguacuten el amor liberado en su originaria proyeccioacuten
escatoloacutegica (p 31) Teniendo en cuenta lo anterior deberaacute concluirse que el amor
del hombre hacia el proacutejimo y hacia siacute mismo debe estar siempre orientado hacia un
summum bonum lo cual permitiraacute un frui de otro orden Asiacute pues los seres humanos
podraacuten ser objeto de frui en el sentido propio del teacutermino sin embargo es un frui in
Deo porque soacutelo Dios lleva la vida humana a bienaventuranza El amor entonces
entendido como ordinata dilectio se aplica a cuatro geacuteneros de cosas El primero
concierne a aquello que estaacute sobre el hombre el segundo tiene que ver con el hombre
mismo el tercero con su proacutejimo y el cuarto con lo que se encuentra debajo del
hombre En este punto se llama la atencioacuten sobre el hecho de que no exista precepto
alguno con respecto al amor que el hombre debe tener de siacute mismo pues aun cuando
el ser humano se aparte de la verdad le queda el amor por su alma y por su cuerpo
El alma que huye de la luz inmutable que reina sobre todos los seres lo hace para imperar en siacute misma y en su cuerpo y por lo tanto no puede menos de amarse a siacute misma y a su cuerpo (Docchr I2322)
En lo que concierne a los seres inferiores a los hombres tampoco fue
necesario que se diera una norma que prescribiera amarlos puesto que todo aquello
que es inferior pertenece al hombre y se ama por ley inviolable de la naturaleza Resta
por considerar la cuestioacuten de si hubo necesidad de dar un precepto para que el hombre
amase aquello que estaacute sobre eacutel y aquello que estaacute junto a eacutel Agustiacuten lo encuentra en
las palabras de Mateo ―amaraacutes a tu Dios y Sentildeor con toda tu alma con todo tu
corazoacuten con toda tu mente y a tu proacutejimo como a ti mismo En estos dos preceptos
se incluye toda la ley y los profetas (Mt 2237-40) iquestCoacutemo debe entenderse este
pasaje Como el precepto del amor pues aquiacute no se excluye ninguno de los geacuteneros
104
de las cosas que deben amarse Al decir que debe amarse a Dios se prescribe el amor
hacia aquello que estaacute encima del hombre y al decir que debe amarse al proacutejimo
como a siacute mismo se preceptuacutea que el hombre ame a su proacutejimo y se ame a siacute mismo
amor que para ser ordenado debe ir dirigido a Dios
Luego de haber aclarado coacutemo se da la relacioacuten de amor del hombre hacia
Dios hacia el proacutejimo y hacia siacute mismo se retoma la cuestioacuten del uti-frui pues se
considera que auacuten no es clara la afirmacioacuten seguacuten la cual se goza de una cosa soacutelo
cuando se la ama por siacute misma y lleva a la bienaventuranza Asiacute pues la distincioacuten
ciceroniana uti-frui y el precepto evangeacutelico de la caridad constituyen el marco
normativo de la hermeneacuteutica presentado en este primer libro razoacuten por la cual vale
la pena preguntarse por la relacioacuten existente entre la cuestioacuten del amor al proacutejimo y a
Dios y la interpretacioacuten de la Escritura A propoacutesito de esto se afirma que
el compendio de todo lo expuesto desde que comenzamos a tratar de los objetos o cosas es entender que la esencia y el fin de la divina Escritura es el amor de la Cosa que hemos de gozar y de la cosa que con nosotros puede gozar de Ella pues para que cada uno se ame a siacute mismo no hubo necesidad de precepto (Docchr I3539)
La caridad concebida como ese doble movimiento de amor hacia Dios y hacia
el proacutejimo debe entenderse como precepto eacutetico y como principio hermeneacuteutico
pues ser un buen inteacuterprete implica ser virtuoso Lo anterior puede corroborarse en el
siguiente pasaje
El que juzga haber entendido las divinas Escrituras o alguna parte de ellas y con esta inteligencia no edifica este doble amor de Dios y del proacutejimo auacuten no las entendioacute Pero quien hubiera deducido de ellas una sentencia uacutetil para edificar la doble caridad aunque no diga lo que se demuestra haber sentido en aquel pasaje el que la escribioacute ni se engantildea con perjuicio ni miente (Docchr I3640)
Sin embargo aquel que entiende algo distinto a lo que el autor de la Escritura
ha querido decir debe ser corregido pues resulta peligroso que el error se arraigue y
termine pesando maacutes que la verdad La autoridad de la Biblia debe mantenerse para
que se mantenga la fe que se entiende como la base de la caridad pues no se puede
amar aquello en lo que no se cree
105
La terna de fe esperanza y caridad tiene un gran valor en el pensamiento de
Agustiacuten y aquiacute se encuentra relacionada con el aacutembito de la hermeneacuteutica Como ya
se vio la caridad se constituye en la norma fundamental de interpretacioacuten y si la
caridad no puede darse sin fe debe decirse que esta uacuteltima tambieacuten juega un papel
cardinal en el proceso interpretativo de la Escritura Para Agustiacuten la fe es el
fundamento de la caridad debido al principio axiomaacutetico seguacuten el cual no se puede
amar aquello que no se conoce En este punto encontramos otro elemento de la
antropologiacutea agustiniana que permite completar la comprensioacuten de la relacioacuten entre el
hombre y el objeto de su amor Mientras el hombre se encuentre en la tierra soacutelo
puede emprender el camino hacia el conocimiento a traveacutes de la fe la cual le permite
ver como en espejo y enigma aquello que en la vida eterna veraacute con claridad
Teniendo esto en cuenta puede entenderse por queacute la fe es el fundamento de la
caridad Asiacute pues el hombre que ―cree y ama obrando bien y sometieacutendose a los
preceptos de las buenas costumbres llega a tener esperanza de conseguir lo que ama
Tres cosas la fe la esperanza y la caridad son las que encierra toda ciencia y
profeciacutea (Docchr I3741) En consonancia con las anteriores palabras aquel que
basa su vida en la fe la esperanza y la caridad estaacute capacitado para instruir a otros
pues posee la maacutexima perfeccioacuten a la que se puede aspirar en la vida terrenal
El libro primero finaliza aludiendo a las palabras de Pablo seguacuten las cuales
todo el que sepa que el fin de la ley es la caridad proveniente de un corazoacuten puro de
una conciencia buena y de una fe auteacutentica puede dedicarse con tranquilidad a la
exposicioacuten de las Escrituras Luego de exponer este pasaje Agustiacuten procede a
explicar su significado En primer lugar cuando el Apoacutestol afirma que la caridad
debe ser de un corazoacuten puro debe entenderse que se trata de una persona que vive
seguacuten una ordinata dilectio En segundo lugar hay que saber que cuando se habla de
una conciencia buena se hace referencia a la esperanza pues ―el que siente
remordimiento de una mala conciencia desespera de llegar a conseguir lo que cree y
ama (Docchr I4044) Por uacuteltimo se sostiene que una fe sincera es la garantiacutea de
que no se ame aquello que no debe amarse y de que por lo tanto no se engantildee la
esperanza Seguacuten Toom (2002) el recurso al texto paulino y la interpretacioacuten ofrecida
106
del mismo tienen la importante funcioacuten de asociar los elementos de la tradicioacuten
retoacuterica la distincioacuten uti-frui con la terna de fe esperanza y caridad (p 101) gracias
a lo cual es posible establecer y comprender la unidad estructural del libro primero
En este orden de ideas podriacutea afirmarse que el libro primero es ya un ejemplo de lo
que Agustiacuten se propone desarrollar en la totalidad de la obra Asiacute pues si tenemos en
cuenta que el proyecto se presenta como una exposicioacuten acerca del modo de encontrar
lo que se debe entender modus inveniendi y del modo de explicar lo que se ha
entendido modus proferendi podriacuteamos decir que justamente gracias a la distincioacuten
uti-frui encontramos la res esto es aquello que se debe entender mientras que
gracias a la caridad encontramos el modo de explicar aquello que se ha entendido
Para entender mejor la determinacioacuten hermeneacuteutica de la nocioacuten de caridad
hay que tener en cuenta tambieacuten su caraacutecter escatoloacutegico Para Agustiacuten la caritas es
el elemento maacutes importante de la terna que conforma junto con la esperanza y la fe
pues siguiendo el texto paulino se afirma que eacutesta aumenta trasciende y se
perfecciona en la vida eterna
pues lo eterno se ama con maacutes intensidad cuando es poseiacutedo que cuando se desea porque a nadie que lo desea se le concede apreciar en maacutes lo deseado que lo que ello es en siacute mismo de suerte que pueda despreciarlo por encontrarlo inferior antes bien por mucho que alguno imagine sea lo eterno hallaraacute que es mucho maacutes cuando lo alcance (Docchr I3943)
De este modo vemos coacutemo ―la agustiniana caritas-etica constituye el
horizonte formativo para la tractatio scripturarum eso quiere decir que ella es tanto
la meta como tambieacuten su condicioacuten (Pollmann p 136) La iacutentima comunioacuten
existente entre eacutetica e interpretacioacuten se explicaraacute maacutes adelante en el De trinitate
donde se afirma que
si difiacutecil es entender sea purificada la mente por la fe se abstenga cada diacutea maacutes de pecar obre el bien y suplique con el gemido de los santos deseos para que progresando con el auxilio del cielo comprenda y ame (IV2131)
107
23 Semaacutentica retoacuterica y hermeneacuteutica
Una vez establecido en el libro primero que el acceso a la res se da por medio
de los signa el segundo libro se abre con una recapitulacioacuten del plan de toda la obra y
con una definicioacuten del tema principal que aquiacute seraacute abordado
Cuando escribiacute de las cosas advertiacute de antemano que nadie preste atencioacuten en ellas sino a lo que son y no por ende a si significan algo ademaacutes de siacute mismas Por el contrario ahora que trato de los signos digo que nadie preste atencioacuten en ellos a lo que son sino maacutes bien a que son signos es decir que significan Pues el signo es una cosa que ademaacutes de la forma que impone a los sentidos hace a partir de siacute que algo maacutes llegue al pensamiento (Docchr II11)
Esta advertencia inicial no debe pasar desapercibida pues conlleva
implicaciones que van maacutes allaacute de su funcioacuten introductoria y metodoloacutegica
relacionadas con una concepcioacuten propia de la manera en la que debe abordarse el
estudio de la realidad Seguacuten la distincioacuten semioacutetica hecha en el libro primero y la
que ahora se presenta aquiacute puede afirmarse que hay dos maneras de estudiar lo real
1) atendiendo a la esencia de las cosas lo que son las cosas y 2) atendiendo al modo
de ser de las cosas el cual en el caso de los signos es significar En el libro primero
se tratoacute de las cosas seguacuten lo que ellas son ahora en el libro segundo se abordaraacute el
signo a partir no de lo que son sino de su acto de significar Una vez establecido esto
el signo se define siguiendo la definicioacuten ciceroniana del De inventione41 como algo
que se presenta a los sentidos y a partir de siacute hace que algo llegue al pensamiento
Asiacute el signo despliega dos fases la primera que estaacute relacionada con los sentidos y
la segunda que remite al pensamiento
41 Ciceroacuten en el De inventione afirma que ―el signo es lo que cae bajo alguacuten sentido y significa algo que parece salido de eacutel mismo (I3048) Aunque la definicioacuten de Agustiacuten es muy similar vale la pena tener presente que el contexto ciceroniano en el que se ofrece la distincioacuten es el de la argumentatio y como afirma Manetti (1993) no hay ninguacuten recurso al vocabulario semioacutetico tradicional pues esta definicioacuten se refiere al mecanismo del signo en el aacutembito juriacutedico (p 145) Jackson (1969) en la misma liacutenea de Manetti anota que tanto Quintiliano como Ciceroacuten se refieren al signo en aacutembito forense sin embargo llama la atencioacuten sobre la recomendacioacuten ciceroniana del estudio de la semaacutentica en el Orator (115) que como veremos estaacute a la base de la composicioacuten del libro cuarto del De doctrina christiana (p 31)
108
En la primera faz y dada la realidad de la cosa que es el signo los sentidos reciben la forma de dicha cosa o en otras palabras dicha cosa graba su impronta en los sentidos En la segunda faz ademaacutes de lo anterior la cosa que es el signo hace a partir de siacute que algo maacutes llegue al pensamiento (Floacuterez 2015 p 94)
Los signos se clasifican en naturalia y data los primeros no tienen intencioacuten
de significar mientras que los segundos son intencionales 42 pues derivan de la
voluntad voluntas humana de transmitir sensaciones y pensamientos De este uacuteltimo
tipo de signos unos pertenecen al sentido de la vista y otros los maacutes importantes y
numerosos pertenecen al del oiacutedo En este punto pasamos de una caracterizacioacuten
general del signo a una maacutes especiacutefica que lo entiende desde la perspectiva del
lenguaje lo cual se constituye en un aporte fundamental del pensamiento de Agustiacuten
Se afirma que el grupo de signos que pertenece al sentido del oiacutedo estaacute constituido
fundamentalmente por las palabras las cuales ―han logrado ser entre los hombres los
signos maacutes principales para dar a conocer todos los pensamientos del alma siempre
que cada uno quiera manifestarlos (Docchr II34) El proceso linguumliacutestico es
caracterizado de la siguiente manera el que habla ofrece un signo de lo que tiene en
la mente que es un sonido unido a una significacioacuten que se emite para que sea oiacutedo
por otro Cuando el oyente escucha las palabras eacutestas se adhieren a la memoria lo
que permite que no se olvide el significado de las mismas43 Sin embargo debido a
que las palabras soacutelo duran mientras son pronunciadas el hombre inventoacute las letras
que son los signos de las palabras ―asiacute resulta que la palabra escrita es un signo
destinado a los ojos por medio del cual viene a la mente lo que pertenece a la esfera
del oiacutedo (mag IV39)
En la Escritura el lector se enfrenta a numerosas dificultades a causa de la
ambiguumledad y oscuridad de algunos pasajes cuya funcioacuten es la de quebrantar la
soberbia y apartar el desdeacuten del entendimiento el cual tiende a atribuir menor valor a
las cosas de faacutecil comprensioacuten
42 Pollmann (1996) llama la atencioacuten sobre la intencionalidad en contraposicioacuten a la convencionalidad pues Agustiacuten subraya la voluntad de querer transmitir algo (p 179) 43 En el De magistro se habiacutea ya afirmado que una de las finalidades del lenguaje es recordar (VI5)
109
Luego de exponer la razoacuten y utilidad de los pasajes oscuros de las Escrituras
se procede a exponer el tema de los grados que el hombre debe recorrer para llegar a
la sabiduriacutea los cuales tienen un valor tanto eacutetico como hermeneacuteutico pues como ya
se afirmoacute al tratar sobre la caritas no hay independencia entre eacutetica y hermeneacuteutica
ya que Agustiacuten aborda la existencia humana en cuanto unidad y entiende que la
misma estaacute determinada por una tarea constante de interpretacioacuten de siacute que se articula
a partir de la de la fe la esperanza y la caridad Es por esta razoacuten que el primer grado
que aquiacute se presenta es el del temor de Dios que consiste en tener siempre presente
que la muerte hace parte de la condicioacuten humana y que la soberbia impide alcanzar la
felicidad Al temor de Dios sigue la piedad don que calma los aacutenimos de aquellos
que contradicen la Escritura sea por no entender lo que en ella se dice sea por
considerar que sus propios conocimientos son mejores Luego de la piedad estaacute la
ciencia la cual debe entenderse como el ejercicio del estudioso de las Sagradas
Escrituras y cuyo fruto consiste en la caritas esto es en hallar que ―se ha de amar a
Dios por Dios y al proacutejimo por Dios (Docchr II79) y en arrepentirse si no se ha
tenido en cuenta este precepto ya enunciado y explicado en el libro primero Al
reconocimiento de la propia debilidad que implica la ciencia le sigue la fortaleza
gracias a la cual el hombre logra separarse de la alegriacutea que proporcionan los placeres
temporales y concentrarse en alcanzar lo uacutenico que debe ser objeto de gozo Dios
Una vez lograda la fortaleza se pasa al quinto grado el del consejo de la
misericordia en el que el alma purificada se ejercita en el amor al proacutejimo En el
sexto grado el corazoacuten se purifica de tal manera que ya no quiere alejarse de la
verdad que puede contemplar con una mirada clara Luego de estos seis grados se
llega al seacuteptimo y uacuteltimo que es la sabiduriacutea
En consonancia con la intencioacuten de la obra Agustiacuten se centra en el tercer
grado pues aquiacute la ciencia se identifica con el estudio de las Escrituras y ofrece los
precepta necesarios para enfrentarse a la investigacioacuten de las mismas La primera
regla consiste en tener presentes los textos canoacutenicos si no en la memoria al menos
en el ejercicio de una lectura constante Una vez el estudioso tiene claro cuaacuteles son
los textos que debe leer se debe investigar con suma atencioacuten cuaacuteles son los
110
preceptos de buen comportamiento y de fe expuestos con claridad a lo largo de la
Escritura El objeto de este primer paso es adquirir familiaridad con el lenguaje
escrituriacutestico lo cual permitiraacute al lector enfrentarse con mayor seguridad a aquellos
pasajes que resulten oscuros y confusos Dadas las dos condiciones fundamentales de
conocer los textos canoacutenicos y extraer de ellos las reglas concernientes a las
costumbres la fe la esperanza y la caridad que aparezcan con claridad se expone la
siguiente regla hermeneacuteutica las expresiones oscuras se deben aclarar a traveacutes de las
locuciones diaacutefanas asiacute gracias al testimonio de las sentencias evidentes
desapareceraacute toda duda acerca de las inciertas
Las dos causas por las que no se entiende lo que se dice en las Escrituras son
la ambiguumledad y el desconocimiento de los signos los cuales pueden ser propios o
metafoacutericos Los primeros son aquellos que se usan con el fin de denotar las cosas
para las que se instituyeron mientras que los segundos son los que sirven para
referirse a otras cosas ademaacutes de las que por siacute mismas significan Para enfrentar el
problema del desconocimiento de las palabras se plantea como solucioacuten el estudio de
las lenguas pues en el caso de la Biblia es fundamental que el inteacuterprete conozca el
hebreo y el griego no soacutelo para entender las palabras hebreas y griegas sino para
poder comparar las diferentes traducciones ofrecidas Los problemas de traduccioacuten
surgen debido a que ―muchas veces el inteacuterprete se engantildea por la ambiguumledad de la
lengua original pues no calando bien en el pasaje traduce dando una significacioacuten
que estaacute muy lejos de la del autor (Docchr II1218) La solucioacuten a esta cuestioacuten
consiste en ir a la lengua original o a las versiones que se cintildeeron maacutes a la letra que al
sentido Una de las dificultades para el traductor surge cuando se enfrenta a vicio
retoacutericos como modismos solecismos o barbarismos 44 que resultan de difiacutecil
traduccioacuten Sin embargo la presencia de estos uacuteltimos no deberiacutea interferir en la
interpretacioacuten y soacutelo cuando afecten el verdadero sentido debe hacerse la traduccioacuten
pertinente
44 Las definiciones aquiacute presentadas siguen fielmente a las consignadas en la Rhetorica ad Herenium (IV 17) Se define solecismo como el enlace de las palabras sin las normas con las que las acoplaron las autoridades de la lengua latina y barbarismo como el escribir o pronunciar una palabra de modo diferente al establecido seguacuten los padres de la lengua latina
111
Ya vimos coacutemo el conocimiento de la lengua ayuda para aclarar los signos
propios pero iquestcuaacutel es la solucioacuten en relacioacuten con los metafoacutericos La respuesta a este
interrogante retoma la distincioacuten entre cosas y signos ―respecto a los signos
figurados decimos que cuando algunos que son desconocidos obliguen al lector a
vacilar deberaacuten ser desentrantildeados o por el estudio de las lenguas o por el
conocimiento de las cosas (Docchr II1623) Asiacute pues para entender las res de la
Escritura es necesario tener un conocimiento de las ciencias humanas que se ocupan
de tales res pues eacuteste puede ayudar al inteacuterprete Sin embargo el valor simboacutelico de
las res que aparecen en la Biblia no debe ser asumido de manera arbitraria sino en
virtud de una similitudo entre la cosa y su valor simboacutelico
En este punto se llama la atencioacuten al hecho de que estas disciplinas no deben
despreciarse porque pertenezcan al patrimonio cultural de los gentiles pues el
cristianismo debe tomar todo cuanto le sea uacutetil para la interpretacioacuten Con el fin de
identificar con mayor claridad queacute sea aquello a lo que se debe recurrir se propone
una divisioacuten entre lo que fue instituido por los hombres y lo que fue instituido por
Dios seguida por una distincioacuten entre lo que es supersticioso y lo que no lo es en el
campo de las ciencias instituidas por los hombres Lo supersticioso45 es todo aquello
dirigido hacia la adoracioacuten de iacutedolos a la adivinacioacuten y a las artes maacutegicas entre la
cuales se le dedica atencioacuten particular a la astrologiacutea46 Asiacute a propoacutesito de la creencia
sobre poder predecir la vida de los hombres a partir de la observacioacuten de la posicioacuten
de los astros se afirma que ―es un error craso y una gran locura querer pronosticar las
45 El tema de la supersticioacuten se trata de manera muy amplia constituyendo una digresioacuten en la estructura del libro segundo A propoacutesito de la funcioacuten de la misma puede afirmarse con Simonetti (1994) que la intencioacuten de Agustiacuten es la de combatir la supersticioacuten en cuanto conjunto de praacutecticas altamente difundidas no soacutelo entre paganos sino entre cristianos cultos los cuales las recibieron como herencia romana (p 455) 46 Este asunto seraacute tratado en diferentes momentos de la obra agustiniana entre los cuales puede destacarse el libro VII de las Confessiones donde se narra el rechazo a la astrologiacutea de la siguiente manera ―Asimismo yo habiacutea ya rechazado las engantildeosas predicciones e impiacuteos delirios de los astroacutelogos Soacutelo tuacute procuraste remedio a aquella terquedad miacutea con que me oponiacutea a Vindiciano anciano sagaz y a Nebridio joven de un alma admirable los cuales afirmaban -el uno con firmeza el otro con alguna duda pero frecuentemente- que no existiacutea tal arte de predecir las cosas futuras y que las conjeturas de los hombres tienen muchas veces la fuerza de la suerte y que diciendo muchas cosas acertaban a decir algunas que habiacutean de suceder sin saberlo los mismos que las deciacutean acertando a fuerza de hablar mucho (VII68)
112
costumbres las acciones y los acontecimientos de los que nacen fundaacutendose en esta
observacioacuten (Docchr II2233) pues con esto se negariacutea la libertad humana y la
responsabilidad moral
Habiendo considerado las instituciones humanas supersticiosas se pasa a
tratar acerca de aquellas que no lo son las cuales se dividen en superfluas y uacutetiles
Entre las primeras se enuncian el teatro el baile el arte la pintura y las faacutebulas
mientras que entre las segundas se situacutean el vestido la moneda las letras y todos los
signos que identifican a los pueblos entre siacute y hacen posible la vida en comunidad y la
sociedad humana Vale la pena detenerse en la consideracioacuten que se lleva a cabo en lo
concerniente a la historia en cuanto institucioacuten humana uacutetil Se afirma que eacutesta es de
gran provecho y que lo que se aprende durante la puericia en esta materia permite
comprender mejor no soacutelo pasajes de la Escritura sino conocer los hechos pasados
para entender el orden divino de los tiempos En este punto Agustiacuten recurre a una
interesante hipoacutetesis que presenta como perteneciente a Ambrosio La tesis en
cuestioacuten se expone de la siguiente manera
Ya que hablo de la utilidad de la historia dejando a un lado la de los griegos iexclcuaacuten grave cuestioacuten resolvioacute nuestro Ambrosio a los calumniadores del Evangelio que leiacutean y admiraban a Platoacuten los cuales se atrevieron a decir que todas las sentencias de nuestro Sentildeor Jesucristo que se veiacutean obligados a propagar y admirar las aprendioacute de los libros de Platoacuten dando por razoacuten que no puede negarse que Platoacuten existioacute mucho antes de la venida humana del Sentildeor iquestAcaso el mencionado obispo considerada la historia profana y viendo que Platoacuten fue en tiempo de Jeremiacuteas a Egipto donde se hallaba por aquel entonces el profeta no demostroacute que es mucho maacutes probable que maacutes bien Platoacuten bebioacute en nuestra doctrina mediante Jeremiacuteas de modo que asiacute bien pudo ensentildear y escribir las cosas que se alaban con razoacuten en sus escritos Anterior a los libros del pueblo hebreo en quien resplandecioacute el culto de un solo Dios y de quien seguacuten la carne descendioacute nuestro Sentildeor no fue ni aun Pitaacutegoras de cuyos sucesores aseguran los gentiles que Platoacuten aprendioacute la teologiacutea Por tanto examinados los tiempos resulta mucho maacutes creiacuteble que Platoacuten y Pitaacutegoras maacutes bien tomaron de nuestros libros todo lo bueno y verdadero que dijeron ellos que no nuestro Sentildeor Jesucristo de los de Platoacuten lo que seriacutea una locura creerlo (Docchr II2843)
Si bien en las Retractationes Agustiacuten afirmaraacute que esta atribucioacuten a Ambrosio
se dio por un error de la memoria (II4) la idea seguacuten la cual Moiseacutes y Jeremiacuteas
fueron anteriores a Platoacuten y eacuteste habriacutea tomado de aquellos cuanto de verdad hay en
113
sus ensentildeanzas corresponde a una antigua tradicioacuten cuyo origen puede rastrearse
entre los apologistas47 Lo interesante del recurso a esta hipoacutetesis tiene que ver con la
actitud de Agustiacuten que en consonancia con lo afirmado en el Contra Academicos a
propoacutesito del esoterismo de la Academia se sirve de esta idea para justificar el uso de
la filosofiacutea en la configuracioacuten de la paideia cristiana idea que se recoge en el plan
trazado en el proacutelogo y en el libro primero del De doctrina christiana La misma
nocioacuten se retomaraacute maacutes adelante como conclusioacuten del libro segundo con el fin de
enfatizar el recurso a la filosofiacutea y en particular a Platoacuten por parte de los pensadores
cristianos En este punto Agustiacuten se apropia de la interpretacioacuten alegoacuterica que
Oriacutegenes y Ambrosio habiacutean hecho del pasaje del Eacutexodo en el que se narra que el
pueblo de Israel tomoacute el oro de los egipcios al huir de la esclavitud (Ex 321) iquestCoacutemo
entender esta apropiacioacuten Tanto Simonetti (1994 p 462) como Oroz Reta (1988 p
91) ponen el acento en la presencia recurrente de esta tesis en otros autores
cristianos cuyo objetivo igual que el de Agustiacuten era justificar el uso de las fuentes
paganas en el pensamiento cristiano A dichos pensadores se opone Lettieri (2001)
que afirma que esta interpretacioacuten del pasaje del Eacutexodo estigmatiza el uso impropio
en cuanto idolaacutetrico de las verdades universales conocidas por los paganos las
cuales si bien son uacutetiles deben ser admitidas soacutelo si son entendidas a partir del
precepto hermeneacuteutico de la caritas (p 26) Para una adecuada comprensioacuten de este
pasaje no debe perderse de vista la actitud de Agustiacuten en el Contra Academicos
acerca de la hipoacutetesis histoacuterica acerca de los acadeacutemicos presentada por eacutel mismo
como poco probable (III2043) En contra de un dogmatismo histoacuterico para el cual la
certeza sobre la veracidad de la tesis seriacutea lo maacutes importante Agustiacuten se inclina por
una postura utilitarista que debe ser entendida seguacuten el uti que lleva al frui Del
mismo modo hay que asumir la hipoacutetesis aquiacute propuesta No se trata entonces de una
condena del uso de la cultura pagana sino por el contrario de una apropiacioacuten que se
inscribe en el horizonte de la distincioacuten retoacuterica uti-frui Asiacute puede afirmarse que el
uso que Agustiacuten hace de Platoacuten y Ciceroacuten es un frui in Deo pues la filosofiacutea se
47 En la Apologiacutea I Justino afirma que Moiseacutes e Isaiacuteas fueron anteriores a los escritores y filoacutesofos griegos los cuales tergiversaron el mensaje de los profetas dando lugar a mitos paganos (44-46)
114
configura como condicioacuten esencial del proyecto hermeneacuteutico-retoacuterico aquiacute
propuesto Ademaacutes de las fuentes cristianas en las que Agustiacuten se apoya para
justificar el uso de la filosofiacutea debemos recordar con Pollmann (1996 p 193) que
justamente Ciceroacuten en el De oratore haraacute eacutenfasis en la importancia del conocimiento
de la filosofiacutea por parte del orador cuando se pregunte si es posible mover el aacutenimo
del auditorio sin tener un profundo conocimiento de todas las teoriacuteas psicoloacutegicas y
eacuteticas desarrolladas por los filoacutesofos (I61)
En este orden de ideas la dialeacutectica definida en el De ordine como disciplina
disciplinarum (II1338) y en el Contra Academicos como scientia veritatis
(III1329) se presenta aquiacute como ciencia ―de muchiacutesimo valor para penetrar y
resolver todo geacutenero de dificultades que se encuentren en los libros santos (Docchr
II3148) En este punto teniendo en cuenta que la dialeacutectica es el estudio del
funcionamiento de la razoacuten vale la pena anotar con Pizzani (1995) que la relevancia
―que aquiacute se le asigna en relacioacuten con la exeacutegesis de la Escritura demuestra que la
foacutermula intellige ut credas se armoniza con el otro arco del ciacuterculo hermeneacuteutico el
crede ut intelligas que se enraiacuteza en la Escritura (p 73) Esta idea toma fuerza con la
presentacioacuten de la loacutegica48 y la retoacuterica como disciplinas que junto con la dialeacutectica
tienen que ver con el conocimiento del orden racional de la realidad que no ha sido
instituido por los hombres sino por Dios y en este sentido forman parte de aquello
que se debe creer Acerca del caraacutecter de dichas disciplinas se afirma que
existen ciertas reglas de una controversia maacutes extensa que se llama elocuencia las cuales no obstante son verdaderas aunque con ellas puedan persuadirse cosas falsas Y como ellas tambieacuten pueden persuadir cosas verdaderas no es culpable la retoacuterica sino la perversidad de los que usan de ella malamente Tampoco ha sido instituido por los hombres que las muestras de elocuencia del orador arrastren al oyente o que una breve y clara narracioacuten insinuacutee faacutecilmente lo que intenta y que la variedad mantenga atentos sin fastidio a los oyentes y otras observaciones semejantes que ya en asuntos verdaderos ya en falsos son siempre verdaderas en cuanto que o hacen creer o conocer alguna cosa o mueven los aacutenimos a desearla o aborrecerla Estas
48 Jackson (1969) lleva a cabo una exposicioacuten muy completa de las fuentes conocidas por Agustiacuten en lo que concierne a las disciplinas aquiacute referidas A propoacutesito de la loacutegica afirma que a diferencia de muchos reacutetores Agustiacuten tomoacute en serio a Ciceroacuten lo cual permite comparar su semaacutentica con la de Aristoacuteteles y la de los estoicos (pp 33-49)
115
reglas maacutes bien han sido encontradas existiendo asiacute que instituidas para que existiesen de esta suerte (Docchr II3654)
La importancia de esta afirmacioacuten no debe pasar desapercibida y su correcta
interpretacioacuten debe inscribirse en una comprensioacuten de la relacioacuten entre hermeneacuteutica
y retoacuterica Cuando se afirma que los officia oratoria no fueron instituidos por los
hombres sino encontrados se quiere poner el acento en la conexioacuten existente entre la
retoacuterica y la comprensioacuten de la realidad Esto se entiende mejor si se tiene en cuenta
la estructura de toda la obra pues debe recordarse que los tres primeros libros
dedicados al modus proferendi presentan una hermeneacuteutica mientras que el uacuteltimo
dedicado al modus inveniendi corresponde a la propuesta retoacuterica de Agustiacuten en la
que como se veraacute maacutes adelante la retoacuterica claacutesica seraacute una herramienta de trabajo
para el predicador cristiano A propoacutesito de lo anterior Eden (1990) afirma que ―la
hermeneacuteutica agustiniana no soacutelo mantiene las estrategias legales y estiliacutesticas de la
interpretatio scripti de la retoacuterica claacutesica sino tambieacuten la distincioacuten teoacuterica entre
dichas estrategias (p 47) lo que implica una apropiacioacuten que en cuanto unitaria
determina no soacutelo la estructura del De doctrina christiana sino del pensamiento de
Agustiacuten en general
No sorprende pues que el segundo libro que se inicia con la definicioacuten y la
clasificacioacuten del signo en general concluya con un ejercicio hermeneacuteutico que
conduce al signo por excelencia en el cual se vive y se comprende la verdad que
busca el cristiano la cruz Dicho ejercicio consiste en la interpretacioacuten de otro pasaje
del libro del Eacutexodo donde se afirma que el pueblo de Israel celebroacute la Pascua
sentildealando la sangre del cordero con el hisopo
esta hierba es suave y humilde sin embargo nada hay maacutes fuerte y penetrante que sus raiacuteces Lo que nos manifiesta que estando arraigados y cimentados en la caridad podemos comprender con todos los santos cuaacutel sea la anchura la longitud la altura y la profundidad esto es la Cruz del Sentildeor donde se entiende por anchura el madero transversal en que se hallan extendidas las manos por longitud lo que hay desde la tierra hasta este madero y en ella se fija todo el cuerpo de manos abajo por altura desde la anchura hasta lo maacutes alto hacia arriba donde se apoya la cabeza por profundidad lo que metido en la tierra se oculta a nuestra vista En este signo de la cruz se encierra toda la vida cristiana como es el obrar bien en Jesucristo el estar
116
continuamente unido a Eacutel el esperar los bienes del cielo el no divulgar los divinos misterios (Docchr II4162)
Como ya se habiacutea visto la caridad debe asumirse como un criterio
hermeneacuteutico en la interpretacioacuten de la Escritura que por esto adquiere una mayor
dignidad ya que permite la comprensioacuten del signo fundamental principio mismo de
la significacioacuten la cruz En el pasaje anteriormente citado la cruz no soacutelo representa
todas las dimensiones de la vida del cristiano sino tambieacuten la humildad a la que el
texto paulino hace referencia (1Cor 81) y que permite comprender la Escritura pues
es el uacutenico remedio frente a la soberbia que aleja al hombre de la verdad Asiacute ―para
subrayar la necesidad de una disposicioacuten humilde en el exegeta Agustiacuten propone una
interpretacioacuten cristoloacutegica del hisopo (Toom 2002 p 203) hierba humilis et mitis
que limpia el corazoacuten orgulloso y dispone a la caridad En consonancia con lo
anterior el libro segundo del De doctrina christiana se cierra con la confirmacioacuten de
la infalibilidad del precepto hermeneacuteutico de la caritas y da paso al examen de los
signos ambiguos el cual se abordaraacute en el libro tercero
No siendo ya un obstaacuteculo los signos desconocidos para el lector dotado de esta instruccioacuten manso y humilde de corazoacuten sometido con suavidad al yugo de Cristo y cargado con peso ligero fundado y afianzado y formado en la caridad a quien no puede ya hinchar la ciencia aceacuterquese a considerar y discutir los signos ambiguos que en las Escrituras se hallan sobre los cuales me propongo hablar en el libro tercero lo que Dios se digne concederme (Docchr II4263)
Despueacutes de recordar cuaacutel es la disposicioacuten necesaria para abordar el estudio de
la Escritura Agustiacuten sostiene que la ambiguumledad de eacutesta se halla en las palabras
propias o en las metafoacutericas que ya fueron explicadas en el libro segundo En primer
lugar se afirma que cuando la ambiguumledad depende de las palabras propias debe
verificarse si es incorrecta la puntuacioacuten distinctio o la pronunciacioacuten En la misma
liacutenea del De officiis tanto del de Ciceroacuten como del de Ambrosio Agustiacuten recurriraacute a
ejemplos para ilustrar cada una de las dificultades interpretativas a las que debe
enfrentarse el estudioso de la Escritura El primer ejemplo utilizado para explicar los
problemas de puntuacioacuten se halla en iacutentima conexioacuten con la conclusioacuten del libro
anterior razoacuten por la cual es necesario hacer una consideracioacuten detenida del mismo
117
Consideremos algunos ejemplos Sea el primero aquella puntuacioacuten hereacutetica en el principio era el Verbo y el Verbo estaba en Dios y Dios era El Verbo este estaba en el principio en Dios Escrito asiacute tenemos un sentido distinto al verdadero por el cual se pretende no confesar la divinidad del Verbo Semejante puntuacioacuten debe rechazarse en virtud de la regla de la fe que nos prescribe confesar la igualdad de la Trinidad Y por lo tanto puntuaremos de este modo y el Verbo era Dios Y antildeadamos a continuacioacuten Eacuteste estaba en el principio en Dios (Docchr III23)
La eleccioacuten del ejemplo cristoloacutegico se encuentra estrechamente relacionada
con la enunciacioacuten de la cruz como signum signorum Una vez se ha establecido que
en la cruz en cuanto signo de la Encarnacioacuten se encierra el poder mismo de
significacioacuten esto es la posibilidad de ser signo de los signos es necesario remitirse
al origen de dicho acontecimiento fundamental la Encarnacioacuten Asiacute pues en la
afirmacioacuten de la divinidad del Verbo no hay solo un intereacutes doctrinal sino tambieacuten
hermeneacuteutico pues la interpretacioacuten cuyo fin es el conocimiento de Dios soacutelo es
posible gracias a la revelacioacuten de Dios en el Verbo encarnado A propoacutesito de esto
Harrison (1992) afirma que Agustiacuten encuentra en el Evangelio de Juan la maacutes alta
expresioacuten de la unidad y la identidad del Padre y el Hijo sobre la cual se fundamenta
la posibilidad del conocimiento de Dios de la significacioacuten y la eficacia de la fe para
la salvacioacuten (p 212) Por esta razoacuten los tres pasajes reportados del Doctrina
Christiana deben considerarse en su conjunto pues el signo de la cruz (II4162) que
somete con suavidad al lector alejaacutendolo de la soberbia y permitieacutendole la
comprensioacuten de los signos de la Escritura (II4263) anuncia el acontecimiento
fundamental la encarnacioacuten de Cristo (III23) Cristo es maestro interior ejemplo y
mediador pues
en sus obras y palabras no hay brecha entre el signo y lo que se significa o entre la palabra pronunciada y la noticia interior tal como siacute se da cuando habla un ser humano pues en el caso de la Palabra hecha carne Eacutel mismo es la verdad que Eacutel ensentildea (Harrison 1992 p 67)
El segundo ejemplo que se trae a colacioacuten en relacioacuten con las dificultades de
puntuacioacuten es el siguiente
Caso distinto de ambiguumledad procedente de la puntuacioacuten que de ninguacuten modo se opone a la fe y por consiguiente debe resolverse por el mismo contexto de la
118
sentencia existe donde dice el Apoacutestol No seacute queacute he de escoger porque de ambos lados me veo apremiado tengo vehemente deseo de ser desatado y estar con Cristo porque esto es con mucho lo mejor pero permanecer en la carne es necesario para vosotros [Fil I22] Lo dudoso es si se ha de entender de ambos lados tengo vehemente deseo o soy apremiado de ambos lados de modo que a esto se antildeada tengo vehemente deseo de ser desatado y estar con Cristo Mas como prosigue diciendo porque esto es con mucho lo mejor se ve claramente que San Pablo dice que teniacutea vehemente deseo de esto mejor de suerte que al ser empujado de ambos lados teniacutea del uno deseo y del otro necesidad deseo de estar con Cristo necesidad de permanecer en la carne (Docchr III24)
La solucioacuten formal a la dificultad que presenta la puntuacioacuten es muy sencilla
pues el contexto mismo permite identificar coacutemo debe entenderse el pasaje del
Apoacutestol Sin embargo teniendo en cuenta el valor que se le otorga a cada uno de los
ejemplos anteriores y la funcioacuten que cumplen en la manera en la que se estructura el
libro vale la pena detenerse en su contenido La pertinencia de esta eleccioacuten tiene que
ver con la centralidad que tiene el tema de la voluntad en el pensamiento de Agustiacuten
entendida en particular a la luz del tratamiento que se le da a esta cuestioacuten en el libro
octavo de las Confessiones donde se lee
cuando yo deliberaba sobre consagrarme al servicio del Sentildeor Dios miacuteo conforme haciacutea ya mucho tiempo lo habiacutea dispuesto yo era el que queriacutea y el que no queriacutea yo era Mas porque no queriacutea plenamente ni plenamente no queriacutea por eso contendiacutea conmigo y me destrozaba a miacute mismo y aunque este destrozo se haciacutea en verdad contra mi deseo no mostraba sin embargo la naturaleza de una voluntad extrantildea sino la pena de la miacutea Y por eso no era yo ya el que lo obraba sino el pecado que habitaba en miacute como castigo de otro pecado maacutes libre por ser hijo de Adaacuten (VIII1022)
El ejemplo paulino se halla en clara consonancia con lo que se expresa en las
Confessiones el hombre oprimido y desgarrado por la consuetudo del pecado obra
seguacuten la necessitas que esa misma consuetudo le impone iquestCoacutemo logra el hombre
liberarse iquestCoacutemo vencer la pasioacuten que somete en un viacutenculo necesario a la carne La
repuesta a estos interrogantes se encuentran en el tercero de los exempla ofrecidos por
Agustiacuten para concluir el problema de la puntuacioacuten el hombre logra liberarse del
yugo del pecado soacutelo en el momento en el que purificado por Cristo se aleja de la
carne y rompe definitivamente su viacutenculo con eacutesta
119
Cuando ni por la prescripcioacuten de la fe ni por el contexto del discurso puede resolverse la ambiguumledad nada impide puntuar conforme a cualquiera de los sentidos que se presentan Tal acontece con aquel pasaje de la epiacutestola a los Corintios [1Cor 71] teniendo estas promesas amados miacuteos purifiqueacutemonos de toda mancha de carne y de espiacuteritu perfeccionando la santidad en el temor de Dios Dadnos cabida a nadie hemos agraviado (Docchr III25)
Con este ejemplo se cierra la primera seccioacuten del libro tercero En lo que
concierne al problema teacutecnico presentado al inicio del mismo debe afirmarse que la
primera solucioacuten deriva del aacutembito de la gramaacutetica una de las disciplinas instituidas
por Dios que seguacuten el ordo studiorum establecido en el De ordine corresponde al
primer escaloacuten
Con relacioacuten a la cuestioacuten temaacutetica debe resaltarse que se lleva a cabo una
perfecta composicioacuten en la que se enlazan el final del libro segundo con el comienzo
del tercero en una estructura circular que enfatizar en la centralidad del signum
signorum la cruz en la comprensioacuten humana Asiacute pues el uacuteltimo de los ejemplos
(Docchr III25) relacionado con el tema de la concupiscencia nos lleva de nuevo a
la cruz (Docchr II4162) pues en ella ―se encierra toda la vida cristiana (Docchr
II4162)
En el caso en el que la aplicacioacuten de estas normas de puntuacioacuten no resulte
eficaz se recurriraacute al principio de la regula fidei seguacuten el cual los pasajes oscuros
deben aclararse a la luz de los maacutes claros esto es aquellos en los que de forma
expliacutecita se cimienta la caridad ―En caso de que ni por la prescripcioacuten de la fe ni por
el contenido del discurso pueda resolverse la ambiguumledad nada impide puntuar
conforme a cualquiera de los sentidos que se presenten (Docchr III36)49 De este
modo podemos concluir que en lo que concierne a las ambiguumledades de las palabras
propias la solucioacuten radica en el examen del contexto y la aplicacioacuten de la regula
fidei en la comparacioacuten entre los traductores y en el anaacutelisis del texto en su lengua
original A propoacutesito de la ambiguitas varios estudiosos llaman la atencioacuten acerca de
49 Vale la pena anotar con Toom (2001) que el tema de la puntuacioacuten tiene que ver con el hecho de que en este momento histoacuterico todaviacutea no se usan los signos de puntuacioacuten ni la divisioacuten de pasajes ni las letras mayuacutesculas todo lo cual lleva a que por supuesto no pueda existir una edicioacuten de la Escritura que fuera ampliamente aceptable (p 208)
120
la consideracioacuten de la misma en la Antiguumledad y en la tradicioacuten retoacuterica romana
(Toom 2002 p 205 Eden 1987 p 76) Seguacuten Aristoacuteteles la ambiguumledad se
presenta cuando una misma palabra tiene distintos significados o cuando de la
combinacioacuten de las palabras pueden derivarse uno o maacutes sentidos (Sophel 166a) La
definicioacuten estoica recogida por Dioacutegenes Laercio reza de la siguiente manera ―la
ambiguumledad amphiboliacutea es la expresioacuten verbal leacutexis que significa dos o maacutes cosas
linguumliacutestica y baacutesicamente y de acuerdo con la norma misma de modo que puede
aplicarse al mismo tiempo a varios usos con la misma diccioacuten (DL VII62) La
primera definicioacuten de ambiguitas ofrecida por Agustiacuten en el De dialectica (10) sigue
muy de cerca a las anteriormente citadas aunque en el tratamiento de esta cuestioacuten
recurre a Ciceroacuten de manera expliacutecita no solo para precisar su significado sino su
solucioacuten
Y asiacute con plena razoacuten dicen los dialeacutecticos que toda palabra es ambigua Y no nos desconcierte que en [una obra de] Ciceroacuten Hortensio los acuse falsamente en estos teacuterminos laquoDicen que ellos se atreven a explicar con claridad las cosas ambiguasraquo Dicen asiacute mismo que toda palabra es ambigua iquestCoacutemo entonces van a explicar lo ambiguo con lo ambiguo Pues esto no es sino introducir en las tinieblas una luz apagada Es verdad que no le ha faltado chispa y astucia al decirlo pero esto es lo que en [otra obra del] mismo Ciceroacuten dice Esceacutevola a Antonio laquoY a la postre como dejas la impresioacuten de que los sabios hablan con elocuencia la dejas tambieacuten de que los necios hablan con verdadraquo Pues iquestqueacute otra cosa hizo Hortensio en aquel pasaje sino esparcir tinieblas entre los inexpertos con agudeza de ingenio y un gracioso discurso como si se tratase de una bebida pura y agradable En efecto lo afirmado esto es que toda palabra es ambigua estaacute dicho respecto de cada palabra singular Ahora bien las palabras ambiguas se explican mediante la discusioacuten y nadie ciertamente discute con palabras singulares Asiacute pues nadie explicaraacute las palabras ambiguas con palabras ambiguas (Dial 10)
En un tono muy similar al utilizado en el Contra Academicos en este pasaje
del De dialeacutectica Agustiacuten advierte sobre los peligros de este tipo de escepticismo
cuya refutacioacuten es fundamental para la justificacioacuten de un proyecto interpretativo
como aquel que se propone en el De doctrina christiana Es por esta razoacuten que en
este punto se ofrecen las reglas que deben ser aplicadas en los casos de ambiguitas y
posteriormente se llevaraacute a cabo una aplicacioacuten de las mismas apelando al recurso
retoacuterico de los exempla esto con el fin de resolver la cuestioacuten de la ambiguitas en lo
121
que concierne a las palabras metafoacutericas translata La primera advertencia sobre el
tratamiento que debe daacutersele a las locuciones figuradas es la de evitar tomarlas a la
letra A la luz de las palabras del Apoacutestol seguacuten las cuales ―la letra mata el espiacuteritu
vivifica (2Cor 36) se afirma que cuando lo dicho de forma figurada se toma en
sentido literal se conoce soacutelo seguacuten la carne50 La contraposicioacuten entre corpus y
spiritus que habiacutea sido ya tratada en el libro primero (Docchr I2445 I2526) se
retoma ahora y se constituye en criterio hermeneacuteutico fundamental A propoacutesito de su
uso en Pablo Eden (1990) anota que la distincioacuten es retoacuterica y que el Apoacutestol que se
dirige a un auditorio judiacuteo remplaza rhetos y dianoia por gramma y pneuma pues
esta uacuteltima pareja es maacutes cercana al lenguaje forense judiacuteo (p 51) No sorprende
entonces que justamente en este punto Agustiacuten haga referencia expliacutecita a la relacioacuten
de los judiacuteos con el signo
La servidumbre que conservoacute a los signos el pueblo judiacuteo era muy distinta de la que acostumbraban a seguir las demaacutes naciones pues de tal modo estaban sometidos a las cosas temporales que en todas ellas se les recomendaba un solo Dios Y aunque tomasen los signos de las cosas espirituales por las mismas cosas por no saber lo que representaban sin embargo teniacutean grabado en su alma que con tal servidumbre agradaban al uacutenico Dios de todas las cosas a quien no veiacutean (Docchr III610)51
Debe anotarse que aquiacute la relacioacuten entre signa y res es maacutes compleja que
aquella presentada en el libro segundo pues cuando se hace alusioacuten a los signa de los
judiacuteos debe tenerse en cuenta que eacutestos remiten a res prescripciones del Antiguo
Testamento que a su vez son signa que remiten al Nuevo Testamento
La relacioacuten no es de dos signum es decir palabra y res sino que se trata de una triple relacioacuten verbum figura (del Antiguo Testamento) y res (del Nuevo Testamento) que en cuanto signum unifica las funciones del verbum y de la figura (Simonetti 1994 p 486)
La primera parte del libro tercero dedicada a la advertencia acerca del peligro
de la interpretacioacuten literal de las locuciones metafoacutericas se cierra con una distincioacuten
entre signa utilia y signa inutilia Los primeros son aquellos que son uacutetiles aunque 50 En este punto Simonetti (1994) llama la atencioacuten sobre el caraacutecter origeniano de esta distincioacuten que luego de ser asumida por la exegesis alejandrina llega a los padres latinos (p 485) 51 Acerca de la relacioacuten de signa-res en el aacutembito judiacuteo (Enps 68 2 TrIo 1142)
122
no sean comprendidos como es el caso de los judiacuteos los segundos en cambio
corresponden a los siacutembolos paganos como la estatua de Neptuno que simboliza el
mar aunque ―mejor es verse agobiado por signos desconocidos pero uacutetiles que no
interpretaacutendolos inuacutetilmente enredar en los lazos del error la cerviz que salioacute del
yugo de la servidumbre (Docchr III913) La posicioacuten del cristiano frente a estos
tipos de signos se sintetiza en la siguiente afirmacioacuten
mas en este tiempo cuando por la resurreccioacuten de nuestro Sentildeor Jesucristo brilloacute clariacutesimo el signo de nuestra libertad no estamos ya oprimidos con el grave peso de aquellos signos cuya inteligencia tenemos sino que el mismo Sentildeor y la ensentildeanza apostoacutelica nos transmitieron unos pocos entre tantos antiguos y estos faciliacutesimos de cumplir sacratiacutesimos en su significacioacuten y puriacutesimos en su observancia como son el sacramento del bautismo y la celebracioacuten del Cuerpo y la Sangre del Sentildeor (Docchr III913)
Los ejemplos ofrecidos concernientes a la relacioacuten de los paganos y los judiacuteos
con los signos tienen la funcioacuten de mostrar y aclarar que las cosas y los eventos
histoacutericos tienen un significado que desborda tanto su significado literal como el
histoacuterico De la misma manera que Oriacutegenes Agustiacuten considera que algunos eventos
mencionados en las Escrituras deben tomarse como signos de realidades espirituales
(Toom 2002 p 214) Por esta razoacuten despueacutes de dar los ejemplos mencionados se
refuerza el argumento a traveacutes del recurso al modelo52 mismo de la significacioacuten la
cruz Asiacute debe entenderse que la cruz por sus implicaciones en la comprensioacuten
humana estaacute en el centro mismo de la historia y su funcioacuten liberadora le permite al
hombre acceder a un conocimiento sagrado y puro pero a la vez sencillo gracias a la
institucioacuten de los sacramentos
Luego de dar las razones por las cuales no se deben entender las locuciones
figuradas seguacuten la letra Agustiacuten ofrece el criterio para saber cuaacutendo una expresioacuten es
propia o figurada y asiacute evitar tomar una expresioacuten propia como metafoacuterica La regla
propuesta reza asiacute ―todo cuanto en la divina palabra no pueda referirse en un sentido
52 A propoacutesito del modelo como recurso retoacuterico Garciacutea (2016) afirma que Agustiacuten ―comprendiacutea la importancia del modelo por su utilidad e importancia como una especie de axioma de comportamiento e incluso de referencia entitativa (p 34) pues se juzga con referencia a los rasgos establecidos en el modelo de ahiacute su valor extremo (p 34)
123
propio a la bondad de las costumbres ni a las verdades de la fe hay que tomarlo en
sentido figurado (Docchr III1014)
La bondad y la pureza de las costumbres tienen que ver con la caridad
mientras que las verdades de la fe conciernen al conocimiento de Dios y del proacutejimo
Del provecho que se consiga del amor de Dios y del proacutejimo y del conocimiento de
los mismos dependeraacute la esperanza de cada persona Vemos que aquiacute se recurre
nuevamente a la terna fe esperanza y caridad que como ya se afirmoacute estaacute a la base
de la hermeneacuteutica desde la cual se busca la comprensioacuten de la totalidad de la
existencia humana Tambieacuten se refuerza el caraacutecter hermeneacuteutico de la caritas pues
se afirma que eacutesta debe ser el uacutenico criterio para interpretar los hechos
correspondientes a otros periodos histoacutericos Asiacute pues al abordar pasajes en los que
se relaten haacutebitos que vayan en contra de aquellos aceptados por el lector y su
entorno debe tenerse en cuenta que la Escritura narra las cosas que se dieron en el
pasado anuncia las futuras y muestra las que ocurren en el presente con el propoacutesito
de fortalecer la caritas y vencer la cupiditas Esta oposicioacuten entre caritas y cupiditas
viene a completar la distincioacuten uti-frui del libro primero De este modo se afirma que
todo aquello que a la letra no esteacute dirigido hacia la caritas debe ser interpretado de
manera figurada En este punto y con el fin de distinguir con claridad el precepto
enunciado Agustiacuten define la caridad como el ―movimiento del alma que nos conduce
a gozar de Dios por Eacutel mismo y de nosotros y del proacutejimo por Dios (Docchr
III1016) Lo que hace la caritas en provecho propio se llama utilitas mientras que
lo que tiene que ver con el proacutejimo es beneficientia Por otra parte la cupiditas se
entiende como el ―movimiento del alma que arrastra al hombre al goce de siacute mismo y
del proacutejimo y cualquier otra cosa corpoacuterea sin preocuparse de Dios (Docchr
III1016) De la codicia cupiditas surgen dos tipos de pecado el flagitium contra siacute
mismo y el facinus contra el proacutejimo53 A partir de estas distinciones se aborda el
problema de coacutemo deben interpretarse aquellos pasajes de la Escritura aplicados a
53 El leacutexico utilizado en estas distinciones proviene de la retoacuterica forense ciceroniana aunque en el caso de flagitium y facinus debe afirmarse que Agustiacuten les otorga un sentido que no estaba presente en el Arpinate que los utiliza como sinoacutenimos (Catil I18)
124
Dios o a los hombres en los que al parecer se actuacutea seguacuten el pecado En este punto
cabe anotar que en lo concerniente a la interpretacioacuten del Antiguo Testamento
Agustiacuten debiacutea exponer con solidez una propuesta exegeacutetica que se opusiera a la
maniquea seguacuten la cual muchos pasajes de esta parte de la Escritura incitaban a actos
inmorales Asiacute en contra del maniqueiacutesmo y de otras formas de interpretacioacuten se
afirma que todas las palabras o hechos que parezcan inicuos deben entenderse como
locuciones figuradas y por lo tanto debe desentrantildearse el significado adecuado de las
mismas Para lograr lo anterior es necesario tener en cuenta las circunstancias en las
cuales se da la accioacuten a la que la Escritura se refiere sin embargo esto no supone
como afirman algunos que la justicia depende de las costumbres de cada pueblo En
contra de los sostenedores del relativismo moral Agustiacuten luego de presentar la
posicioacuten de sus adversarios expone la propia
ciertos hombres adormitados por decirlo asiacute que ni estaban enteramente poseiacutedos del suentildeo de la ignorancia ni podiacutean por completo despertar a la luz de la sabiduriacutea ante la innumerable variedad de costumbres juzgaron que no existiacutea la justicia en siacute misma sino que para cada nacioacuten su propia costumbre era justicia Como la costumbre es diversa para cada nacioacuten y la justicia debe permanecer inmutable es evidente que jamaacutes existioacute la justicia Los que tal pensaron no entendieron por no citar otras muchas la siguiente maacutexima ―lo que no quieras que hagan contigo no lo hagas tuacute a otros la cual no puede en modo alguno variar por mucha que sea la diversidad de naciones Cuando esta sentencia se refiere al amor de Dios mueren todos los vicios cuando se aplica al amor del proacutejimo perecen todas las iniquidades o criacutemenes Nadie quiere que le corrompan su morada luego no debe eacutel corromper la morada de Dios es decir su propia alma (Docchr III1422)
Algunos comentaristas sostienen que Agustiacuten hace alusioacuten aquiacute a la posicioacuten
sofiacutestica concerniente a las costumbres morales (Simonetti 1994 p 500) sin
embargo vale la pena anotar con Toom (2002 p 219) y Schaumlublin (1995 p 58) que
hay una innegable cercaniacutea entre la posicioacuten aquiacute presentada y aquella sostenida por
Ciceroacuten en el De republica donde se afirma que los acadeacutemicos aseguraban que
debido a la gran variedad de costumbres entre los pueblos no podiacutea hablarse de
justicia
Carneacuteades en oposicioacuten a Platoacuten y Aristoacuteteles defensores de la justicia recogioacute todos los argumentos a favor de la justicia para despueacutes rebatirlos lo hizo a la
125
manera retoacuterica es decir como mera ejercitacioacuten sin tener en cuenta la ―coherencia y el rigor de la filosofiacutea (Rep III912)
La posicioacuten de Ciceroacuten tanto en el De republica como en el De legibus (I18)
y el De officiis (I20 I25) puede resumirse en la afirmacioacuten de la justicia perfecta
como condicioacuten necesaria para la vida en comunidad La justicia entendida como la
maacutes perfecta de todas las virtudes reside en ―no causar dantildeo a nadie si no es
injustamente provocado y usar los bienes comunes como comunes y los privados
como propios (off I20) En la misma liacutenea en el libro tercero del De Republica se
afirma que el hombre honesto y justo sigue a la justicia en cuanto tal y no a aquella
que se presenta como justicia sosteniendo que el justo es aquel que da a cada uno
aquello que merece Las razones por la cuales obra el justo se identifican con la
naturaleza del alma humana pues las consecuencias de la injusticia como se afirma
tambieacuten en el Suentildeo de Escipioacuten comportan terribles penas y suplicios para la misma
(Rep III2233) A propoacutesito de esto vale la pena afirmar con Altman (2015) que el
tema central del De republica ciceroniano coincide con el de la Repuacuteblica de Platoacuten y
no es otro que la justicia ―[l]os dos diaacutelogos tienen el mismo propoacutesito luego de
ensentildear la ratio rerum civilium el maestro y el disciacutepulo quieren persuadir al lector
para que practique la justicia a traveacutes del regreso voluntario a la caverna (p 5) que
seguacuten Altman (2015) representa la vida poliacutetica
Si bien es cierto que en el De doctrina christiana Agustiacuten no estaacute interesado
en las consecuencias poliacuteticas de las afirmaciones ciceronianas presentadas en el De
republica debe tenerse presente que esta cuestioacuten seraacute retomada en el De civitate Dei
en donde a partir de las definiciones ciceronianas de repuacuteblica y de justicia y de las
nociones de uti-frui y ordo-amoris se construye una reflexioacuten histoacuterica y filosoacutefica
en la que Agustiacuten se sirve de la autoridad de los claacutesicos de la cultura latina y griega
en particular de la visioacuten platoacutenico-ciceroniana de justicia para rebatir los
argumentos paganos en contra del cristianismo
La exhortacioacuten al cuidado del alma con la que se cierra el pasaje
anteriormente citado ademaacutes de las consecuencias poliacuteticas que no seraacuten abordadas
aquiacute adquiere una dimensioacuten hermeneacuteutica en consonancia con lo afirmado desde el
126
libro primero del De doctrina christiana en las siguientes palabras ―ha de examinarse
con diligente consideracioacuten lo que se lee durante el tiempo que sea necesario para
llegar a una interpretacioacuten que nos conduzca al reino de la caridad (III1523)
Tambieacuten se examinan aquiacute las locuciones preceptivas y se afirma que entre eacutestas son
figuradas las que aparentan mandar la maldad y prohibir el bien Una vez maacutes se
sostiene que en eacutestas la regla interpretativa que siempre debe tenerse presente es la
caritas de modo que cuando una frase admita una interpretacioacuten de doble sentido se
opte por aquella que resulte maacutes apta para la edificacioacuten del amor A la regla
universal de la caritas se adiciona una particular que consiste en saber que no todo lo
que prescribe la Biblia es de caraacutecter general sino que tambieacuten hay preceptos que van
dirigidos a un tipo especiacutefico de personas que deben buscar el sentido de aquello que
se les manda seguacuten su propia situacioacuten Retomando el tema de la necesidad de tener
en cuenta las condiciones particulares en las que se hallaban inmersos los
protagonistas de las historias narradas en el Antiguo Testamento se afirma que la
interpretacioacuten de ellas depende en gran medida del caraacutecter del lector Asiacute pues
mientras los concupiscentes juzgan que los antiguos varones teniacutean varias mujeres
por complacer sus instintos y no por otras razones el justo ve en estos pasajes
ejemplos de obediencia y humildad disposicioacuten fundamental para entender el sentido
de la Escritura
Antes de dar paso al tratamiento de la uacuteltima seccioacuten del libro tercero
compuesta en el 426 cuando la obra se retoma para ser culminada vale la pena
detenerse sobre el amplio uso que se hace de los exempla en la primera seccioacuten del
libro En primer lugar puede afirmarse que por la posicioacuten que ocupan en el libro
tercero su funcioacuten es fundamental respecto a la comprensioacuten y aplicacioacuten de las
reglas ofrecidas tanto en el libro segundo como en el final del tercero Si se tiene en
cuenta que seguacuten la definicioacuten claacutesica de Quintiliano el uso del ejemplo consiste en
―la mencioacuten de un hecho real o presuntamente real uacutetil para persuadir de aquello que
se pretende (Inst V116) no sorprende que Agustiacuten recurra a un gran nuacutemero de
exempla para persuadir acerca de la utilidad del uso de las reglas hermeneacuteuticas
127
necesarias para la comprensioacuten de la Escritura54 Fiel a la tradicioacuten latina Agustiacuten usa
los tres tipos de exempla en esta seccioacuten del De doctrina christiana a saber simile
dissimile y contrarium Los 3555 ejemplos usados tienen la funcioacuten tanto de esclarecer
los signos ambiguos a traveacutes de la comparacioacuten con un pasaje en el que estos sean
usados de manera clara como de sentildealar el correcto uso y aplicacioacuten de las reglas a
determinados pasajes de la Escritura En segundo lugar los ejemplos en general
cumplen la funcioacuten de ―proponer una ilustracioacuten que haga patente la argumentacioacuten
que se ha venido desarrollando a lo largo del texto (Garciacutea 2016 p 11) En la
utilizacioacuten de los ejemplos con este fin Agustiacuten sigue muy de cerca a Ambrosio el
cual habiacutea logrado deleitar al joven reacutetor gracias a la ―suavidad de sus sermones
(conf V1424) Acerca de las elecciones estiliacutesticas de Ambrosio debe anotarse que
para el obispo de Milaacuten ―si las ensentildeanzas se imponen a traveacutes de la fuerza
violentiora praecepta no tienen el mismo efecto que si se exponen con elegancia y en
modo tal que causen placer (Expl ps I10) razoacuten por la cual los tres fines de la
retoacuterica deben ir siempre unidos Una obra en la que encontramos la aplicacioacuten de
este principio es el De officiis que como ya se afirmoacute antes es fundamental para la
comprensioacuten de la recepcioacuten agustiniana de Ciceroacuten No sorprende entonces que
durante la composicioacuten del De doctrina christiana Agustiacuten tenga muy presente la
obra en la que su maestro en cuanto obispo se propone ensentildear a sus hijos
espirituales haciendo propios los exempla del Antiguo Testamento los praecepta que
el cristiano56 debe seguir en su vida Si bien es cierto que el De officiis de Ambrosio
54 Garciacutea (2016) llama la atencioacuten sobre la conexioacuten existente entre la exposicioacuten de contenidos y la ensentildeanza de la retoacuterica pues eacutesta ―maacutes que un aprendizaje de reglas es un aprendizaje por modelos mediante la experiencia extraiacuteda de los que son buenos oradores (p 26) Teniendo en cuenta el procedimiento agustiniano en los primeros tres libros del De doctrina christiana podriacutea decirse que esta misma afirmacioacuten vale para la hermeneacuteutica pues no puede entenderse como un simple compendio de reglas sino como la aplicacioacuten de las mismas en un contexto maacutes amplio 55 Se recurren a ejemplos tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento aunque se les da preeminencia a pasajes del Evangelio y en particular a las cartas de San Pablo a las que se alude en doce ocasiones 56 En la Epiacutestola 82 dirigida a Jeroacutenimo Agustiacuten se refiere a la obra en cuestioacuten de la siguiente manera ―quizaacute te cause extrantildeeza el nombre porque esa palabra oficio no es muy usada en los libros eclesiaacutesticos pero nuestro Ambrosio no halloacute inconveniente en su empleo pues puso el tiacutetulo de Oficios a algunos de sus libros llenos de preceptos provechoso (ep LXXXII21)
128
se presenta como un texto de moral no debe perderse de vista que en la exposicioacuten de
los deberes se recurre en cuanto al contenido a temas y exempla extraiacutedos de la
Escritura lo cual supone una interpretacioacuten de la misma que Agustiacuten sigue en
muchos aspectos Asiacute el De officiis ambrosiano consiste en un compendio de
ensentildeanzas morales que en cuanto ensentildeanzas son presentadas con suavidad y
decorus para alcanzar el fin que se proponen esto es persuadir al lector En el caso
de la correspondencia entre el tercer libro del De doctrina christiana y el De officiis
de Ambrosio pueden destacarse tres elementos (1) la relacioacuten entre retoacuterica y
hermeneacuteutica (2) la relacioacuten entre retoacuterica y eacutetica y (3) el recurso a modelos y figuras
de la retoacuterica claacutesica en particular a los exempla como instrumento en la
argumentacioacuten Este uacuteltimo punto determina la composicioacuten misma del De officiis en
el que sobre la base del homoacutenimo ciceroniano se lleva a cabo una siacutentesis de
motivos de la moral latina y los praecepta presentados en la Escritura a traveacutes de
exempla Asiacute Ambrosio opera con suma claridad pues para cada precepto propone
un ejemplo escrituriacutestico que tiene el fin de reforzar la idea presentada y ensentildear al
lector la manera en la que puede aplicarlo a la comprensioacuten no soacutelo de su propia
vida sino de la Escritura Para entender mejor el meacutetodo usado por Ambrosio vale la
pena detenerse en uno de los pasajes en los que se aborda una cuestioacuten central que
seraacute retomada por Agustiacuten en el libro tercero del De doctrina christiana el tema de la
justicia En el De officiis se afirma
Asiacute pues la gloria de la fortaleza no consiste soacutelo en las fuerzas del cuerpo y del brazo sino sobre todo en la virtud del espiacuteritu y la ley de la virtud no consiste en cometer la injusticia sino en rechazarla Quien pudiendo no rechaza la injusticia lejos de su compantildeero incurre en culpa tanto como el que la comete Tambieacuten el santo Moiseacutes comenzoacute con fortaleza a partir de aquiacute sus gestas beacutelicas Pues habiendo visto a un hebreo que sufriacutea la injusticia por parte de un egipcio lo defendioacute de tal manera que llegoacute a abatir al egipcio y a esconder su cuerpo en la arena (I36179)
El anterior pasaje consta de dos partes en la primera se enuncia el principio
expuesto por Ciceroacuten (off I2379) seguacuten el cual debe rechazarse la injusticia por ser
un vicio del alma en la segunda se muestra mediante un ejemplo que el virtuoso y
129
santo Moiseacutes rechazoacute la injusticia aun cuando la accioacuten de eacutesta no recayera sobre eacutel
mismo sino sobre alguien maacutes
Agustiacuten retoma el modelo propuesto por Ambrosio y en el tercer libro del De
doctrina christiana dedicado a las reglas necesarias para la interpretacioacuten de la
Escritura se sirve de eacuteste Asiacute puede verse que a cada regla hermeneacuteutica sigue un
ejemplo de su aplicacioacuten y uso lo cual tiene como objetivo ensentildear a todos aquellos
que quieran dedicarse al estudio de la Biblia la manera de proceder seguacuten los casos
interpretativos que puedan presentarse y que ya se enunciaron Para aclarar esto vale
la pena tomar en consideracioacuten dos casos a saber la regla concerniente a la
destruccioacuten de la cupiditas y aquella relacionada con el uso de la figura retoacuterica de la
semejanza en las locuciones figuradas La primera se enuncia de la siguiente manera
Todo lo que en las Santas Escrituras se lee de aacutespero y cruel en hechos y dichos atribuyeacutendolo a Dios o a los santos sirve para destruir el imperio de la concupiscencia o codicia Cuando esto es claro y patente no se ha de aplicar a otra cosa como si se hubiera dicho figuradamente Asiacute es aquello que dijo el Apoacutestol Atesoras ira para el diacutea de la venganza y de la manifestacioacuten del justo juicio de Dios el cual daraacute a cada uno seguacuten sus obras A los que perseveraron en el bien obrar buscando la gloria el honor y la inmortalidad se les daraacute la vida eterna a quienes son contenciosos y desconfiacutean de la verdad y creen a la iniquidad se les otorgaraacute la ira y la indignacioacuten La tribulacioacuten y la angustia seraacuten para toda alma del hombre que obra el mal ante todo para el judiacuteo y el griego Todo esto lo dice el Apoacutestol de aquellos que pereceraacuten con la misma concupiscencia porque no quisieron vencerla (Docchr III 1117)
En cuanto a la explicacioacuten del uso de la locucioacuten figurada Agustiacuten recurre a
un ejemplo para advertir al inteacuterprete que no debe perder de vista que la figura
retoacuterica de la semejanza no siempre se usa de la misma manera pues una misma
palabra puede usarse para significar cosas distintas o incluso opuestas El ejemplo en
cuestioacuten muestra el error de juzgar que la significacioacuten de una semejanza similia es
siempre la misma
Asiacute pues el Sentildeor usoacute la comparacioacuten de la levadura por viacutea de reproche al decir guardaos de la levadura de los fariseos y por alabanza cuando dijo semejante es el reino de los cielos a una mujer que esconde la levadura en tres medidas de harina hasta que fermentoacute toda la masa (Docchr III2535)
130
En consonancia con esta misma regla se afirma que nada impide que un pasaje
sea entendido de diversas maneras siempre y cuando como ya se habiacutea afirmado no
se vaya en contra de la regula fidei
En los dos pasajes examinados puede verse que Agustiacuten se apropia del modelo
ambrosiano que a su vez constituye una siacutentesis entre las herramientas y contenidos
de la cultura claacutesica en particular ciceroniana y la verdad revelada presente en la
Escritura El libro tercero del De doctrina christiana debe entenderse como un
momento crucial en el proyecto agustiniano heredero de Ambrosio en varios
aspectos pues eacuteste surge del diaacutelogo incesante de Agustiacuten con sus maestros tanto
claacutesicos como cristianos y la Escritura En este diaacutelogo en esa buacutesqueda continua que
determina la concepcioacuten agustiniana de la filosofiacutea Ticonio se presenta como un
interlocutor que ocuparaacute un lugar fundamental en el pensamiento de Agustiacuten y en la
estructura del De doctrina christiana pues en el momento en el que la obra se
retoma treinta antildeos despueacutes de la composicioacuten de la primera parte el tema elegido
para concluir el libro tercero seraacute justamente la enunciacioacuten de las reglas
interpretativas propuestas por Ticonio en su Liber regularum Sin embargo debe
llamarse la atencioacuten sobre un hecho que ha gozado de muy poca consideracioacuten entre
los comentaristas se trata de la cuestioacuten de los tropos tema con el cual se retoma la
composicioacuten de la obra Como se veraacute en seguida parece que la mayoriacutea de
estudiosos asume que la redaccioacuten del 426 se inicia con la enunciacioacuten de las reglas
de Ticonio lo cual les permite centrarse en esta cuestioacuten para ofrecer las distintas
hipoacutetesis acerca de la interrupcioacuten Empero entre el ejemplo con el que se cierra el
tema de las locuciones figuradas (Docchr III2535) y la enunciacioacuten de las reglas
(Docchr III3042) Agustiacuten retoma el tema de las expresiones que pueden tener dos
o maacutes sentidos haciendo uso de ejemplos como en las secciones anteriores (Docchr
III2536-37) lleva a cabo una justificacioacuten de la tarea interpretativa (Docchr
III2738)57 y por uacuteltimo trata acerca de los tropos presentes en la Escritura y de la
57 Vale la pena traer completo el pasaje en el que se lleva a cabo la justificacioacuten de esta tarea ―Cuando de las mismas palabras de la Escritura se deducen no uno sino dos o maacutes sentidos aunque no se descubra cuaacutel fue el del escritor no hay peligro en adoptar cualesquiera de ellos si puede mostrarse por otros lugares de las Santas Escrituras que todos convienen con la verdad Sin embargo el que
131
utilidad de los mismos para la hermeneacuteutica (Docchr III2939) iquestCoacutemo debe
entenderse esta seccioacuten intermedia iquestCuaacutel es su relacioacuten con la enunciacioacuten de las
reglas de Ticonio Para responder a estos interrogantes es necesario detenerse en las
diferentes propuestas concernientes a la interrupcioacuten y en la presentacioacuten de las
reglas
24 Agustiacuten y Ticonio la pausa en la composicioacuten del De doctrina christiana y la recepcioacuten del Liber regularum
Como ya se afirmoacute en la introduccioacuten al presente capiacutetulo la peculiaridad de
la composicioacuten del De doctrina christiana ha suscitado no pocas cuestiones a los
estudiosos del pensamiento de Agustiacuten Un amplio sector de la criacutetica habla en
teacuterminos de interrupcioacuten queriendo enfatizar en una ruptura causada por cuestiones
doctrinales (Lettieri 2001) hermeneacuteuticas (Kannengiesser 1996) o circunstanciales
(Simonetti 1994 Pincherle 1974) La primera postura a la que ya se hizo alusioacuten
estaacute relacionada con la propuesta de Lettieri seguacuten la cual existe una escisioacuten entre
las dos partes del De doctrina christiana debido a la crisis que el descubrimiento de
la doctrina de la gracia causoacute en el pensamiento de Agustiacuten Si bien la amplitud y
profundidad de la obra de Lettieri requiere un estudio que desborda las intenciones de
este capiacutetulo es importante tener presente que el desacuerdo con su propuesta estaacute
anclado en una eleccioacuten interpretativa que sigue a Madec y a Harrison seguacuten la cual
el pensamiento de Agustiacuten debe entenderse de manera unitaria y coherente Las
razones de la interrupcioacuten aducidas por el estudioso italiano estaacuten ancladas en una
concepcioacuten en la que no existe espacio alguno para una interpretacioacuten unitaria ni del
investiga la palabra divina ponga todo su empentildeo en llegar a lo que quiso decir el autor por quien el Espiacuteritu Santo compuso aquella Escritura ya lo consiga o ya obtenga otro sentido de aquellas palabras que no se oponga a la pureza de la fe teniendo un testimonio de cualquier otro lugar de la divina Escritura Porque tal vez el autor en aquellas palabras que pretendemos esclarecer vio el mismo sentido que nosotros les damos por lo menos es cierto que el Espiacuteritu Santo que las compuso por medio de eacutel previoacute sin lugar a duda eacutesta que habiacutea de ocurriacutersele al lector o al oyente es maacutes puesto que se halla fundada en la verdad proveyoacute para que se le ocurriera iquestPues queacute cosa pudo Dios proveer con maacutes abundancia y liberalidad en las divinas letras que el hacer que unas mismas palabras se entiendan de modos distintos los cuales son confirmados por otras no menos divinas palabras contestes de la Escritura (Docchr III2738)
132
De doctrina christiana ni del proyecto filosoacutefico agustiniano pues considera Lettieri
que el primer Agustiacuten esto es el Agustiacuten de la caritas de la libertas y de la
ontoteologiacutea platoacutenica se contrapone de manera radical e irreconciliable al otro
Agustiacuten el Agustiacuten de la veritas de la revelatio y del Evangelio Asiacute seguacuten este
autor ―el irrumpir de la desconfianza en relacioacuten con el autoacutenomo poder anagoacutegico
de la doctrina christiana coincide con el traacutensito de una teologiacutea de la suasio a una
teologiacutea de la persuasio o de la confessio (Lettieri 2001 p 98) irrupcioacuten que
hallaraacute su concrecioacuten en las Confessiones y en el libro IV del De doctrina christiana
Por otra parte Kannengiesser aunque tambieacuten pone el acento en la
interrupcioacuten como ruptura aduce razones muy distintas a las de Lettieri pues se
centra en la dificultad que seguacuten eacutel comportoacute para Agustiacuten el estudio y la aplicacioacuten
de las reglas de Ticonio Para apoyar esta idea recurre a la carta en la Agustiacuten le pide
con insistencia a Aurelio que se pronuncie acerca del libro del donatista
Te rogamos por quien te dio tales dones y por ti con esa bendicioacuten los derrama sobre el pueblo a cuyo servicio vives que ordenes enviarnos escritos y corregidos todos los sermones de los presbiacuteteros que gustares No hemos olvidado lo que mandaste y todaviacutea esperamos conocer tu opinioacuten acerca de las siete reglas o claves de Ticonio como te lo hemos escrito repetidamente (ep XLI)
Seguacuten Kannengiesser (1995) la oracioacuten ―no hemos olvidado lo que
mandaste estaacute conectada al resto de la frase razoacuten por la cual debe asumirse que
Aurelio entregoacute a Agustiacuten el libro de Ticonio para que lo ayudara en la lectura del
mismo (p 9) Sin embargo esto no significa que Agustiacuten haya interrumpido la
redaccioacuten del De doctrina christiana por no recibir la opinioacuten de Aurelio acerca del
libro que al parecer este uacuteltimo le habiacutea entregado El comentarista sostiene que la
interrupcioacuten obedecioacute a razones hermeneacuteuticas pues
cuando Agustiacuten quiso explicar algunas de las expresiones figuradas en el capiacutetulo 25 del libro tercero ya no estaba satisfecho con sus propias distinciones La necesidad de comprometerse en una discusioacuten directa con las categoriacuteas de Ticonio que se centra precisamente en las locuciones figuradas se volvioacute imperativa pero auacuten no estaba preparado para eso (Kannengiesser 1995 p 8)
133
Seguacuten esto Agustiacuten no esperaba la aprobacioacuten de Aurelio para incluir los
aportes del donatista en su obra sino una opinioacuten que complementara su comprensioacuten
de los mismos pues la postura de Ticonio seguacuten la cual las reglas por eacutel ofrecidas
deben entenderse como principios intriacutensecos a la Escritura58 suscitaba no pocas
perplejidades para el proyecto trazado iquestPuede entonces afirmarse que la dificultad
de la comprensioacuten del caraacutecter de las reglas llevoacute a Agustiacuten a interrumpir la
composicioacuten de la obra Algunos estudiosos consideran que siacute afirmando que
durante los antildeos de la interrupcioacuten Agustiacuten no abandonoacute el libro de Ticonio y que al
no lograr conciliar su objetivo con la propuesta del donatista optoacute por ofrecer una
interpretacioacuten de las reglas que llevariacutea a una incomprensioacuten histoacuterica de las mismas
(Kannengiesser 1995 p 10 Ayaacuten Calvo 2009 p 35 ss)59 En este punto vale le
pena detenerse en la presentacioacuten que hace Agustiacuten antes de exponer las reglas con
las que cierra el libro tercero del De doctrina christiana
un tal Ticonio que escribioacute de manera irrefutable contra los donatistas a pesar de ser eacutel mismo donatista compuso un libro al que llamoacute De las reglas porque en eacutel expuso siete reglas con las cuales a manera de llaves se pueden abrir los misterios de las Escrituras divinas (III3042)
En contra de la lectura agustiniana Ayaacuten Calvo (2009) sostiene respecto de
las reglas que ―Ticonio afirma expliacutecitamente que pueden provocar confusioacuten o
incluso que son un obstaacuteculo para la comprensioacuten y que son un modo divino de
proceder para hacer la verdad maacutes grata o atractiva a quienes la buscan (p 37)60 En
58 Tanto Bright (1988) como Kannengiesser (1995) afirman que para Ticonio las reglas no deben entenderse como herramientas creadas por eacutel para facilitar la comprensioacuten de la Biblia se tratan en cambio de ―principios literarios que gobiernan la formacioacuten del texto de la Escritura (Bright 1988 p 186) y que en cuanto tales dependen del Espiacuteritu Santo Siguiendo la terminologiacutea ticoniana Ayaacuten Calvo las define como ―algo con lo que el Espiacuteritu selloacute la Ley son sellos del Espiacuteritu mediante los cuales protege el camino de la luz (Ayaacuten Calvo 2009 p 37) 59 Pollmann (1996) se opone tanto a Kannengiesser como a Bright afirmando que ―no se puede sostener que la recepcioacuten agustiniana de Ticonio pueda entenderse como una malinterpretacioacuten (p 215) pues se trata de una apropiacioacuten y de una interpretacioacuten que cumple un objetivo muy claro en la obra de Agustiacuten (Pollmann 1996 p 215) 60 En la regla VI concerniente a la recapitulacioacuten Ticonio afirma ―entre las reglas con las que el Espiacuteritu selloacute la Ley para que fuese custodiado el camino de la luz el sello de la recapitulacioacuten custodia algo con tal sutilidad que maacutes que recapitulacioacuten parece una continuacioacuten de la narracioacuten (VI1)
134
consonancia con esta postura Ayres (1995) considera que el caraacutecter miacutestico de las
reglas de Ticonio consiste en que eacutestas actuacutean para esconder la verdad a aquellos que
no creen y que soacutelo revelan el verdadero mensaje del texto a quienes son inspirados
por Dios
se supone que las reglas son una parte inherente al texto un conocimiento secreto siempre presente que se revela al verdadero exegeta La interpretacioacuten es el resultado de la inspiracioacuten de la gracia y en casos discutibles Ticonio insiste en que las reglas estaacuten todaviacutea presentes pero que se necesita una inspiracioacuten adicional para comprenderlas exactamente (p 17)
En este punto vale la pena tener presente el estudio de Camastra (1996) en el
que se afirma que el Liber regularum debe entenderse como una obra en la que se
presentan algunos principios eclesioloacutegicos que pueden ayudar en la comprensioacuten de
la Escritura razoacuten por la cual no se puede escindir la hermeneacuteutica ticoniana de su
eclesiologiacutea (p 262) En lo que concierne al mysterium se afirma que ―el Espiacuteritu
santo quiso velar el verdadero sentido de las Escrituras escondiendo por ejemplo el
geacutenero en la especie (Camastra 1996 p 266)
Teniendo en cuenta lo afirmado hasta el momento podriacutea considerarse que el
estudio de Ticonio y la impresioacuten que su obra causoacute en Agustiacuten fueron causas
suficientes para la suspensioacuten temporal del De doctrina christiana Esta tesis parece
maacutes fuerte que aquella seguacuten la cual Agustiacuten interrumpioacute la obra al no recibir la
opinioacuten que en reiteradas ocasiones habiacutea pedido a Aurelio Seguacuten Simonetti (1994)
no puede imaginarse que Aurelio haya olvidado dar respuesta a la peticioacuten de Agustiacuten sin una motivacioacuten o buena razoacuten en cambio se puede sostener la hipoacutetesis seguacuten la cual Aurelio no queriacutea dar un juicio negativo de una obra que consideraba valiosa y que sabiacutea que Agustiacuten teniacutea en alta estima pero tampoco queriacutea aprobar su uso por pertenecer a un donatista (p 12)
Aunque puede afirmarse con seguridad que la opinioacuten de Aurelio primado de
Aacutefrica era fundamental para Agustiacuten esta hipoacutetesis pierde su fuerza cuando se tiene
en cuenta que Agustiacuten emprende la defensa de Ticonio en el Contra epistulam
Parmeniani escrita en el antildeo 400 esto es en plena controversia antidonatista y soacutelo
tres antildeos despueacutes del abandono de la composicioacuten del De doctrina christiana
135
Si bien es muy difiacutecil ofrecer una solucioacuten concluyente respecto a esta
cuestioacuten para ello debe tenerse en cuenta la manera en la que Agustiacuten introduce la
exposicioacuten de las reglas y la interpretacioacuten que hace de las mismas Las palabras
usadas para introducir el tema justifican el recurso a las reglas seguacuten el plan original
de la obra que nunca se abandona ni modifica haciendo eacutenfasis en su utilidad Sin
embargo se adopta tambieacuten una posicioacuten criacutetica no soacutelo frente al contenido de las
reglas sino tambieacuten frente a la actitud del donatista respecto de la eficacia de su obra
pues para Agustiacuten Ticonio atribuye maacutes importancia a sus reglas de la que en
realidad tienen Por otra parte Agustiacuten llama la atencioacuten sobre el hecho de que
Ticonio se equivocoacute en muchas de sus afirmaciones ―no soacutelo porque como hombre
erroacute en ciertas cosas sino principalmente porque habloacute de otras como hereje
donatista (Docchr III3043) razoacuten por la cual es necesario acercarse a sus
afirmaciones con cierta cautela La actitud del obispo que interrumpe la redaccioacuten de
las Retractationes para culminar el propoacutesito que se habiacutea trazado treinta antildeos atraacutes
muestra que su juicio sobre Ticonio no ha cambiado con el paso de los antildeos Fiel a su
modo de proceder Agustiacuten toma de Ticonio aquello que considera uacutetil apropiaacutendose
de su propuesta y reinterpretaacutendola a la luz de las necesidades de la obra por ello no
utiliza los mismos ejemplos ofrecidos por el donatista para ilustrar cada una de las
reglas o se centra soacutelo en uno de ellos con el fin de reforzar su propia interpretacioacuten
de las mismas
Teniendo en cuenta lo dicho hasta el momento es pertinente pasar a tratar la
exposicioacuten y apropiacioacuten que hace Agustiacuten de las siete reglas de Ticonio La primera
regla se denomina del Sentildeor y su cuerpo y en ella se destaca la importancia de
distinguir cuaacutendo un texto hace referencia a Cristo en siacute mismo y cuaacutendo se refiere a
Cristo como conjunto de los que creen en Eacutel es decir como Iglesia Del amplio
nuacutemero de ejemplos ofrecidos por Ticonio para exponer esta regla Agustiacuten escoge el
siguiente ―no en vano se dijo a los fieles sois descendencia de Abraham siendo una
sola la descendencia de Abraham es decir Cristo (Docchr III3144) Vale la pena
anotar que la exeacutegesis universalista de este pasaje paulino (Gal 316) seguacuten la cual la
136
promesa fue hecha a Cristo pero se cumple en los que son uno con Eacutel es recurrente
en la controversia donatista que ocupoacute a Agustiacuten durante dos deacutecadas61
El nombre de la segunda regla ―del doble cuerpo del Sentildeor es objeto de
criacutetica por parte de Agustiacuten La intencioacuten de esta norma es la de llamar la atencioacuten al
lector sobre el hecho de que en las Escrituras no siempre resulta claro a quieacuten se estaacute
haciendo referencia si a aquella parte de la Iglesia compuesta por herejes o a los que
siguen la fe verdadera Puesto que para Agustiacuten las herejiacuteas no pueden considerarse
como el verdadero cuerpo de Cristo afirma que el nombre de esta regla deberiacutea ser
―del cuerpo del Sentildeor verdadero y mezclado o del verdadero y fingido (Docchr
III3245) Agustiacuten usa esta regla para oponerse a los correligionarios de Ticonio los
cuales consideraban que la Iglesia debiacutea ser una pura e inmaculada A la base de la
criacutetica ticoniana estaacute la concepcioacuten de que la Iglesia se halla conformada por justos y
pecadores hasta el momento del Juicio Final El ejemplo utilizado tanto por Ticonio
como por Agustiacuten es el pasaje del Cantar de los cantares ―soy morena y hermosa
como las tiendas de Cedar como los tapices de Salomoacuten (Cant I5) el cual se
interpreta seguacuten la sincroniacutea de los atributos Asiacute la Iglesia es a la vez morena y
hermosa y no puede afirmarse que se trate de dos momentos distintos El fundamento
evangeacutelico de esta concepcioacuten se encuentra en la afirmacioacuten el trigo y la cizantildea
deben crecer juntos hasta que llegue el momento de su uacutenica y definitiva separacioacuten
(Mt 330)
La tercera regla se presenta de la siguiente manera
trata de ―las promesas y la ley la que puede llamarse de otra manera ―del espiacuteritu y de la letra conforme la denomineacute yo en el libro que escribiacute sobre esta materia Puede asimismo llamarse ―de la gracia y del mandamiento Esta me parece cuestioacuten
61 En el Contra epistulam Parmeniani leemos ―Para que no piensen los donatistas que este oraacuteculo fue dicho soacutelo a los judiacuteos expliacutequenos el Apoacutestol cuaacutel es el sentido del teacutermino descendencia de Abraham por la cual seriacutean benditos todos los pueblos A Abraham -dice- le han sido hechas promesas asiacute como a su descendencia No dice descendencias como si fueran varias sino en tu descendencia en singular refirieacutendose a una sola Esta descendencia es Cristo Porque es en Cristo donde estaacute prometido con aplastante autoridad y demostrado con la realidad maacutes palmaria que todas las razas alcanzariacutean la bendicioacuten de Dios iexclY todaviacutea lo niegan quienes desean llamarse cristianos (I22) Veacutease Epistula ad catholicos de secta donatistarum (611ndash2470) y Contra Cresconium (II3645)
137
maacutes importante que la regla que deba emplearse para resolver cuestiones Los pelagianos por no haber entendido esta cuestioacuten o doctrina inventaron su herejiacutea o la acrecentaron Ticonio trabajoacute muy bien por aclararla pero de modo incompleto porque tratando de la fe y de las obras nos dijo que las obras se dan por Dios debido al meacuterito de la fe pero la misma fe es de tal modo nuestra que no la recibimos de Dios (Docchr III3346)
Puede verse que esta regla se usa como punto de partida para acometer contra
las herejiacuteas tanto pelagiana como donatista Los pelagianos consideraban que era
posible librarse del pecado y por lo tanto merecer en virtud de los buenos actos la
unioacuten con Dios y su contemplacioacuten Por su parte los donatistas aunque no
compartiacutean la posicioacuten pelagiana consideraban que las obras del hombre se dan por
Dios gracias a le fe pero que esta uacuteltima le pertenece al hombre y no depende de la
gracia divina Para tomar distancia de Ticonio en este punto Agustiacuten propone tres
ejemplos paulinos que no habiacutean sido tenidos en cuenta en la exposicioacuten de la tercera
regla en el Liber regularum
La cuarta regla de Ticonio reza asiacute se habla de la especie y el geacutenero ―seguacuten
los misterios de la sabiduriacutea celeste gracias al magisterio del Espiacuteritu Santo que al
establecer la fe como precio de la verdad habloacute misteriosamente pues escondioacute el
geacutenero en la especie62 (Lr IV1) Agustiacuten por su parte la resume de la siguiente
manera
la cuarta regla de Ticonio trata de laquola especie y el geacuteneroraquo La llama asiacute queriendo que se entienda por especie la parte y por geacutenero el todo del cual es parte la que denomina especie asiacute como cada ciudad es ciertamente parte del universo (Docchr III3447)
La utilidad de esta clave radica en que advierte al lector sobre el cuidado que
se debe tener cuando la Escritura pasa del geacutenero a la especie pero parece que
continuara refirieacutendose al primero En consonancia con el tono que se adoptoacute en la
62 En consonancia con lo afirmado en la introduccioacuten al Liber regularum en la exposicioacuten de la cuarta regla Ticonio reafirma la posicioacuten ―el Espiacuteritu santo es autor e inteacuterprete de la Escritura inspirador del texto y maestro que dicta los criterios hermeneacuteuticos para su comprensioacuten La docilidad hacia su magisterium permite la interpretacioacuten correcta seguacuten la intencioacuten de Aqueacutel que la inspiroacute (Camastra 1998 p 206)
138
exposicioacuten de la tercera regla Agustiacuten aplica la cuarta a diversos pasajes de la
Escritura teniendo como trasfondo su doctrina de la gracia
La quinta regla de Ticonio se denomina ―de los tiempos y tiene que ver con
la forma de entender el tiempo en el que se desarrollaron las acciones narradas en la
Escritura Esta regla puede aplicarse con la figura retoacuterica de la sineacutecdoque o con los
nuacutemeros legiacutetimos Recurrir al tropo de tomar la parte por el todo o el todo por la
parte es necesario cuando se presentan contradicciones temporales respecto de un
determinado hecho Asiacute por ejemplo los Evangelios parecen contradecirse cuando
uno afirma que la resurreccioacuten de Cristo se dio luego de seis diacuteas de su muerte63
mientras que otro afirma que tal acontecimiento tuvo lugar luego de ocho diacuteas Si se
recurre a la sineacutecdoque para explicar esta aparente contradiccioacuten se diraacute que aquel
evangelista que afirma que transcurrieron ocho diacuteas al contar como un diacutea entero la
parte del diacutea en que Cristo predijo dicho suceso y la parte del diacutea en el que se verificoacute
estaacute tomando la parte por el todo En lo que respecta a los nuacutemeros legiacutetimos esto es
a los que se reconocen con facilidad se afirma que muchas veces quieren significar
un tiempo indefinido ―de donde se infiere que no soacutelo se han de resolver con estos
nuacutemeros cuestiones de tiempo sino que sus significaciones tienen maacutes amplitud y se
ramifican en muchos sentidos (Docchr III3550)
La sexta regla se denomina ―recapitulacioacuten y resulta de suma utilidad para el
inteacuterprete en aquellos pasajes en los que se narran sucesos como si se hubieran dado
de manera lineal cuando en realidad se silencian hechos intermedios Para ilustrar el
uso que debe hacerse de esta norma Agustiacuten recurre al mismo ejemplo que utiliza
Ticonio en el Liber regularum
el diacutea que salioacute Lot de Sodoma llovioacute fuego del cielo y abrasoacute a todos conforme a esto seraacute el diacutea en que se manifestaraacute el Hijo del Hombre En aquella hora el que estuviere en el tejado y tuviere sus muebles en casa no baje a tomarlos el que se halle en el campo no vuelva atraacutes Acueacuterdese de la mujer de Lot (Lr 1729)
63 A propoacutesito de la cuestioacuten del tiempo transcurrido entre la muerte y la resurreccioacuten de Cristo Camastra (1998) anota que el detalle y el tipo de argumentacioacuten con el que Ticonio se dedica a la misma permiten suponer que se trataba de un objeto de debate en la iglesia donatista (p 219)
139
Seguacuten la regla de la recapitulacioacuten estas palabras deben entenderse como
como la descripcioacuten de dos momentos que no guardan entre siacute ninguna linealidad Asiacute
pues el precepto de no volver atraacutes la mirada no debe entenderse como un mandato
para el momento futuro de la manifestacioacuten del Hijo en el Juicio Final sino para el
presente El valor hermeneacuteutico de esta regla consiste en que ayuda a aclarar los
pasajes oscuros o contradictorios de la Escritura mediante el recurso al sentido literal
que en las pocas ocasiones en que puede ser usado debe preferirse al alegoacuterico
(Pollmann 1996 p 207)
La seacuteptima y uacuteltima regla de Ticonio permite al estudioso de las Escrituras
saber cuaacutendo se estaacute haciendo referencia al diablo o a su cuerpo que son los impiacuteos
razoacuten por la cual se llama ―del diablo y su cuerpo en este sentido corresponde por
viacutea negativa a la primera regla Pollman (1996) llama la atencioacuten sobre el hecho de
que Agustiacuten le dedica poco espacio a la exposicioacuten de esta regla (p 211) en
contraposicioacuten a Ticonio que se extiende en la presentacioacuten y ejemplificacioacuten de la
misma Esto se debe a que Agustiacuten la interpreta en el mismo sentido de la primera
por tanto no considera oportuno extenderse En cuanto a Ticonio en cambio
podemos afirmar con Camastra (1998) que la importancia otorgada a esta uacuteltima regla
estaacute relacionada con el profundo intereacutes eclesioloacutegico que anima las reflexiones
ticonianas (p 239)
En este punto y con la intencioacuten de ofrecer una solucioacuten a la cuestioacuten ya
planteada acerca de la relacioacuten entre la seccioacuten del libro tercero compuesta en el 426
concerniente a los tropos y la exposicioacuten de las reglas de Ticonio vale la pena
detenerse en la conclusioacuten presentada por Agustiacuten
todas estas reglas menos una la llamada laquode la ley y las promesasraquo sirven para que se entienda de una cosa otra distinta lo cual es propio de la expresioacuten troacutepica la que a mi ver se extiende maacutes de lo que puede encerrase una regla general Porque en cualquier parte donde se diga algo para que se entienda otra cosa distinta de lo dicho hay locucioacuten troacutepica aunque no aparezca el nombre de este tropo en el arte de hablar o la retoacuterica (Docchr III3756)
Teniendo en cuenta este pasaje puede afirmarse con Pollmann (1996) que el
argumento central del libro tercero del De doctrina christiana no es otro que el de los
140
signa ambigua Por ello Agustiacuten recurre a Ticonio por la utilidad de sus reglas para la
comprensioacuten de las expresiones troacutepicas (p 213) Esta es la razoacuten por la cual la
redaccioacuten de la parte conclusiva del libro tercero inicia justamente con la seccioacuten en
la que de manera teacutecnica como lo anota Hill (1996) Agustiacuten expone los diferentes
tropos presentes en la Escritura Fiel al estilo de composicioacuten usado a lo largo de la
obra Agustiacuten presenta las figuras retoacutericas y luego mediante los ejemplos
formulados por Ticonio ofrece una explicacioacuten que permita esclarecer su uso y
comprensioacuten En este orden de ideas podriacutea afirmarse que en contra de aquellos que
han sostenido que la interrupcioacuten de la obra tuvo que ver con la dificultad en la
interpretacioacuten del Liber regularum (Kannengiesser 1995 Bright 1995) o con la
vacilacioacuten para recurrir a Ticonio en plena controversia antidonatista (Simonetti
1994) Agustiacuten utiliza las reglas con una intencioacuten ilustrativa tomando cautelosa
distancia de los errores humanos y doctrinales de Ticonio sin perder de vista la
pertinencia de las mismas para la culminacioacuten de esta parte de su obra
En este punto vale la pena tener presente una epiacutestola redactada durante los
antildeos de la interrupcioacuten que nos permite acceder a una comprensioacuten maacutes clara de la
relacioacuten entre Agustiacuten y Ticonio en lo que concierne sobre todo a la utilidad de la
propuesta ticoniana para el proyecto hermeneacuteutico agustiniano En la carta enviada a
Restituto entre el antildeo 400 y el 411 leemos
El hermano Deogracias tan fiel a miacute como sabes me ha indicado los ardores que hablan de la piadosa llama existente en tu corazoacuten ardores de los que participa eacutel mismo Lee pues a Ticonio a quien bien conoces aunque no vas a dar tu aprobacioacuten a todo Bien sabes lo que se ha de evitar en dicho autor pero me parece que ha tratado y solucionado con valentiacutea ese problema iquestcoacutemo hemos de mantener en la Iglesia de Dios el viacutenculo de la unidad y tolerar los sucesos perversos o aun criminales que no podemos corregir o suprimir En los escritos de Ticonio hay que corregir su intencioacuten tambieacuten hay que recurrir a las divinas fuentes de las santas Escrituras para advertir cuaacuten pocos testimonios doctrinales o ejemplos histoacutericos ha anotado para resolver este problema y coacutemo nadie puede ponerlos todos si no quiere intercalar al su escrito casi todas las paacuteginas de los Libros santos (ep CCXLIX)
De las palabras dirigidas a Restituto podemos hacer tres consideraciones En
primer lugar no debe pasar desapercibido el tono de familiaridad con el que Agustiacuten
se refiere a Ticonio quem bene nosti lo cual indica que su obra gozaba de amplia
141
difusioacuten y era objeto de estudio por parte de toda la comunidad cristiana del norte de
Aacutefrica En segundo lugar debe resaltarse que Agustiacuten usa el mismo tono y un
lenguaje muy cercano al que utilizaraacute en el De doctrina christiana (III3042) para
referirse al proceder del inteacuterprete caute sane legendus est con respecto a la obra del
donatista pues se afirma que debe tomarse lo uacutetil y rechazarse aquello que se halla en
contradiccioacuten con la doctrina catoacutelica Por uacuteltimo noacutetese que en la referencia al
problema tratado por Ticonio el cual se encuentra justamente al centro de la
controversia entre donatistas y catoacutelicos64 se alude de forma indirecta a las dos
primeras reglas del Liber regularum que como se afirmoacute anteriormente deben
entenderse desde la perspectiva eclesioloacutegica ticoniana
Por uacuteltimo debe anotarse que la conclusioacuten de Agustiacuten a la presentacioacuten de
las reglas de Ticonio con la que se cierra el libro tercero brinda elementos para
pensar la relacioacuten existente entre retoacuterica y hermeneacuteutica lo cual puede entenderse
como una introduccioacuten al libro cuarto que se ocuparaacute ya no soacutelo de los praecepta
retoacutericos sino de la consuetudo linguae que como anota Pizzolato (1995) ―deriva del
aprendizaje del uso de los buenos autores y del ejercicio de la imitacioacuten (p 103)
64 El cisma donatista se originoacute en Cartago a principios del siglo IV a causa de la impugnacioacuten del obispado de Ceciliano por parte del primado de Numidia Este uacuteltimo no consideraba vaacutelida la eleccioacuten de Ceciliano pues alegaba que entre los obispos que lo habiacutean consagrado se encontraba un traditor esto es un cristiano que habiacutea entregado los libros sagrados durante las persecuciones imperiales Si bien Constantino se pronuncioacute a favor de Ceciliano en el 314 (ep XCIII1044) la herejiacutea donatista se reforzoacute y expandioacute a lo largo de todo el siglo IV razoacuten por la cual Agustiacuten tuvo que hacerle frente y defender su posicioacuten en una confrontacioacuten que habiacutea llegado a asumir tintes violentos Los primeros escritos antidonatistas se situacutean en el periodo presbiteral y los uacuteltimos son anteriores al 411 antildeo en el cual un edicto imperial condenoacute el donatismo de manera definitiva aunque como ya se vio haraacute algunas alusiones a la secta en el De doctrina christiana
142
3 CICEROacuteN EN EL LIBRO CUARTO DEL DE DOCTRINA CHRISTIANA
Seguacuten lo expresado en el proacutelogo el uacuteltimo libro se ocupa del modus proferendi esto
es del modo como debe exponerse lo que se ha entendido en la Escritura lo cual no
significa que la obra se considere como un manual de retoacuterica en el que se brindan las
reglas concernientes a la expositio A propoacutesito de esto Agustiacuten afirma
lo primero que prevengo en este proacutelogo a mis lectores a los que quizaacutes piensen que he de darles los preceptos retoacutericos que aprendiacute y ensentildeeacute en las escuelas del siglo es que no esperen de miacute tal cosa no porque no tengan alguna utilidad sino porque si la tienen deben aprenderse aparte (Docchr IV12)
La cercaniacutea de la advertencia agustiniana con la admonicioacuten ciceroniana en la
introduccioacuten al De oratore no puede pasar desapercibida ―no expondreacute aquiacute una serie
de preceptos partiendo de las nociones escolaacutesticas aprendidas en mi lejana juventud
sino aquellos principios que pude recibir de algunos de nuestros maacutes elocuentes
ciudadanos (I23)
Acerca de la utilidad de la retoacuterica y en consonancia con la divisioacuten
establecida en el libro primero entre uti y frui se establece que la retoacuterica debe ser
usada con vistas a un fin mayor la defensa de la verdad En este punto se retoma la
consideracioacuten del libro segundo (Docchr II3655) seguacuten la cual la retoacuterica no
pertenece al grupo de cosas instituidas por los hombres sino por Dios por cuanto ella
es buena y verdadera en siacute misma aunque pueda ser usada para fines inicuos seguacuten el
caraacutecter de quien la emplee Asiacute pues Agustiacuten se pregunta acerca de la retoacuterica ya
que si ella sirve ―[hellip] en gran manera para persuadir las cosas buenas o las malas
(Docchr IV23) luego ―iquestpor queacute los buenos no se dedican a conseguirla para que
144
sirva a la virtud cuando los malos la emplean en uso de la iniquidad y del error para
defender vanas y perversas causas (Docchr IV23)
La concepcioacuten de retoacuterica en la que se apoyan las afirmaciones iniciales del
libro cuarto del De doctrina christiana estaacute anclada en la tesis latina presente tanto
en Ciceroacuten como en Quintiliano que considera a la retoacuterica como un saber unitario
puesto que su objeto no puede ser otro que la verdad En el De oratore se sostiene
que ―existe aquella famosa verdad afirmada por Platoacuten y que tuacute Catulo ciertamente
conoces seguacuten la cual todo el conocimiento teoacuterico de las artes humanas y liberales
se mantiene unida por una especie de viacutenculo comuacuten (de Orat III621) De lo
anterior resulta que ―la elocuencia es una sola independientemente del campo y el
aacutembito de la discusioacuten a la cual se dedique (de Orat III623) En la misma liacutenea que
Ciceroacuten y apoyaacutendose en eacutel Quintiliano afirma en su Institutio oratoria ―nuestro
propoacutesito no es el de definir al orador del pasado o del presente sino el de crear la
imagen de la perfeccioacuten absoluta y constante (I105) En este punto puede
sostenerse con Fabrizi (1995) que para Agustiacuten en virtud de la relacioacuten del Verbo
divino con el acto comunicativo humano la eloquentia esto es la expresioacuten humana
se halla necesariamente dispuesta hacia la Verdad (p 154) y en este sentido como lo
afirma Ciceroacuten no puede separarse de la filosofiacutea (de Orat III1972 III35142)
Una vez establecida la utilidad de la retoacuterica para el orador cristiano Agustiacuten
ofrece algunas recomendaciones concernientes al estudio de la misma En primer
lugar se menciona que la elocuencia debe ser estudiada en la juventud pues si eacutesta
no se aprende en el tiempo conveniente en la madurez resulta muy difiacutecil de asimilar
Esta idea se encuentra expresada ya en el De oratore de la siguiente manera ―en tu
discurso Craso me llamoacute particularmente tu afirmacioacuten seguacuten la cual aqueacutel que no
aprende algo raacutepidamente no podraacute aprenderlo nunca de manera suficiente (III146)
Sin embargo se anota que el aprendizaje de la retoacuterica se da no soacutelo por medio del
estudio de sus reglas sino que tambieacuten se adquiere habilidad en ella leyendo y
escuchando a aquellos que escriben y hablan con elocuencia Esta tesis que
determina la composicioacuten del libro cuarto y se halla en clara consonancia con lo que
se sostiene al inicio del mismo tambieacuten encuentra un antecedente en Ciceroacuten pues
145
como ya se afirmoacute el orador romano sostiene que las reglas constituyen un primer
momento de formacioacuten que se perfecciona en el estudio de los exempla tomados de
los oradores maacutes ilustres (de Orat I23) En este mismo orden de ideas en el libro
tercero de la misma obra ante la insistencia de los interlocutores de Craso por recibir
un compendio y explicacioacuten de las reglas que sirven para embellecer el discurso
Craso responderaacute ―me preguntas acerca de cosas de sobra sabidas por todos de
hecho no desconocidas por ti Sulpicio pues iquestquieacuten no ha impartido lecciones no ha
establecido reglas y no ha dejado escritos concernientes a esto (III37148)
La actitud de Ciceroacuten estaacute relacionada con una concepcioacuten naturalista de la
retoacuterica seguacuten la cual el estudio sistemaacutetico de sus reglas no garantiza que un orador
sea elocuente Por la pertinencia del pasaje para la recepcioacuten agustiniana de la
relacioacuten entre retoacuterica y elocuencia vale la pena considerar uno de los pasajes del De
oratore en los que se aborda esta cuestioacuten
he llegado a la conclusioacuten de que todos estos preceptos no deben su validez a que los oradores que los han seguido han alcanzado la fama por su elocuencia sino sobre todo al hecho de que aquellos estudiaron y extrajeron los principios a partir de lo que los oradores haciacutean espontaacuteneamente sua sponte Asiacute pues la elocuencia no deriva de la retoacuterica sino que la retoacuterica deriva de la elocuencia (I146)
Agustiacuten a su vez se refiere a este argumento en los siguientes teacuterminos
Pues tambieacuten de los mismos que los aprendieron y que hablan copiosa y elegantemente no todos cuando hablan pueden pensar en los preceptos para hablar conforme a ellos a no ser que traten de los mismos auacuten maacutes creo que apenas habraacute alguno de ellos que al mismo tiempo sea capaz de hablar bien y de pensar mientras habla en aquellos preceptos que es menester observar para hablar bien Se ha de pensar evitar que escapen de la memoria las cosas que han de decirse por atender a decirlas con arte Sin embargo en los discursos y charlas de los oradores se hallan empleadas las reglas de la elocuencia de las cuales ni se acordaron para hablar ni cuando hablaban ya las hubieran aprendido ya ni siquiera las hubieran saludado Puesto que las observan porque son elocuentes no es que las empleen para serlo (Docchr IV34)
iquestCoacutemo entiende Agustiacuten la relacioacuten entre rhetorica y eloquentia A propoacutesito
de esta pregunta Fabrizi (1995) anota que no debe perderse de vista la distincioacuten
entre rhetorica y eloquentia aunque dicha distincioacuten no tiene un caraacutecter excluyente
sino que se trata de momentos distintos del proceso comunicativo en el que la
146
elocuencia tendriacutea un caraacutecter maacutes originario (p 154) El uso del teacutermino en el libro
cuarto del De doctrina christiana y la apropiacioacuten del pasaje ciceroniano
anteriormente citado muestran que el aacutembito de la retoacuterica es el de los praecepta que
es maacutes especiacutefico y restringido que el de la elocuencia en efecto la retoacuterica tiene una
clara funcioacuten pedagoacutegica y se aplica a los joacutevenes en formacioacuten representando asiacute un
momento en la instruccioacuten doctrina Pero entonces iquestcoacutemo entender la eloquentia
La respuesta a este interrogante se daraacute a lo largo del libro cuarto y se encuentra
estrechamente relacionada no soacutelo con la propuesta hermeneacuteutica presentada en los
primeros libros sino con la concepcioacuten maacutes comprehensiva que Agustiacuten tiene de la
filosofiacutea presente ya desde los diaacutelogos de Casiciaco y tambieacuten como se abordaraacute
maacutes adelante con la doctrina de la gracia y su relacioacuten con la retoacuterica ciceroniana
Volviendo al tema de la retoacuterica seguacuten como se presenta en esta seccioacuten vale
la pena detenerse en las consideraciones de Agustiacuten acerca de su utilidad para el
orador cristiano En un tono muy cercano al usado en el De catechizandis rudibus65
se ofrecen algunos preceptos que el expositor de las Escrituras debe tener en cuenta
En primer lugar se afirma que se debe ensentildear docere lo bueno y desensentildear
dedocere lo malo teniendo en cuenta la fe y la verdad en segundo lugar se sentildeala
que mediante el discurso el orador debe ―apaciguar los contrarios alentar a los tibios
y enunciar a los ignorantes de queacute se trata y queacute deben esperar (Docchr IV46)
Una vez el orador haya dominado el aacutenimo pathos de su auditorio debe proceder en
caso de que ese sea el fin que persigue a ensentildear docere aquello que se ha propuesto
por medio de la narracioacuten y mencioacuten de pruebas y exempla Si lo que busca no es
ensentildear sino persuadir movere entonces debe apelar a elementos como ―los ruegos
las suacuteplicas las reprensiones y las amenazas y todos los demaacutes recursos que sirven
para conmover los aacutenimos (Docchr IV46)
El esquema asiacute presentado consiste en la apropiacioacuten agustiniana de los officia
oratoris presentados por Ciceroacuten66 en sus obras retoacutericas maacutes relevantes a saber el
65 En relacioacuten con el caraacutecter originalidad estructura y propoacutesito de esta obra veacutease (Harmless 1995) 66 El esquema ciceroniano retoma a su vez la cuestioacuten de las tres modalidades de prueba ndashloacutegica eacutetica y pateacuteticandash asiacute como el tema de los fines de las tres clases de oratoria presentados por Aristoacuteteles en la Retoacuterica ―El fin para cada uno de estos geacuteneros es distinto y como son tres tres son los fines para el
147
De oratore el Brutus y el Orator La primera definicioacuten encontrada en el De oratore
es la siguiente ―el arte de hablar se asienta en estos tres medios de persuasioacuten
demostrar la veracidad de la propia tesis obtener el favor del auditorio y provocar
las emociones necesarias seguacuten la causa (II115) Unas liacuteneas maacutes adelante los
officia oratoris se precisan asiacute ―No me rehusareacute a tratar con cuidado y suficiencia la
primera parte esto es aquella relacionada con lo necesario para alcanzar los tres
uacutenicos objetivos que pueden convencer persuadir ensentildear y deleitar (II121) La
definicioacuten ofrecida en el Brutus es de fundamental importancia pues como sentildeala
Kursawe (2000) en ella se utiliza la terna docere delectare y movere tal y como la
encontramos en el De doctrina christiana ―tres son a mi juicio los efectos que se
pueden conseguir a traveacutes de la palabra a saber ensentildear doceatur a los oyentes
deleitarlos delectur y conmoverlos moveatur profundamente (p 185) Finalmente
debe considerarse la definicioacuten del Orator uacuteltimo de los textos ciceronianos
relacionados con la retoacuterica compuesto en el 46 a C en el que no soacutelo se presentan
los officia oratoris sino que se ponen en relacioacuten con los estilos del discurso67
Seraacute entonces un perfecto orador ndashy eso es lo que buscamos en la liacutenea de Antoniondash aquel que sabraacute tanto en los discursos del foro como en los tribunales probar deleitar y persuadir El probar se requiere por necesidad el deleitar por placer y el persuadir por el eacutexito esto es la maacutes importante para ganar una causa (69)
Es elocuente el que puede expresar con sencillez los asuntos humildes con majestuosidad los superiores y en estilo templado los medianos (101)
No pocos estudiosos han llamado la atencioacuten sobre la importancia de estos
pasajes en la recepcioacuten agustiniana de la retoacuterica claacutesica su apropiacioacuten y
reinterpretacioacuten cristiana A propoacutesito de la lectura de (Orat 69101) Testard (1969)
afirma que sobre ambos pasajes se construye la totalidad de la reflexioacuten agustiniana
orador deliberativo lo uacutetil y dantildeoso pues el que persuade aconseja en cuanto le parece mejor y el que disuade disuade en cuanto le parece peor y todo lo demaacutes lo antildeaden sobre esto como accesorio lo justo o injusto hermoso o feo Para los que abogan en justicia lo justo y lo injusto y lo restante lo antildeaden estos a su vez como accesorio Para los que ensalzan y reprochan lo honroso y lo feo y lo demaacutes tambieacuten eacutestos lo ponen como antildeadidura (1358 b) 67 A propoacutesito de esto vale la pena traer la posicioacuten de Douglas (1957) seguacuten la cual la unioacuten de los officia con los estilos se trata de un aporte original de Ciceroacuten a partir de las distinciones llevadas a cabo por Aristoacuteteles y Teofrasto (pp 18-27)
148
en el libro cuarto del De doctrina christiana (p 28) en la misma liacutenea Hagendahl
(1967) sostiene que en estos pasajes ciceronianos Agustiacuten encuentra el motivo
principal de su exposicioacuten (p 20) por uacuteltimo Kursawe (2000) lleva a cabo una
presentacioacuten detallada en la que muestra la influencia de las liacuteneas del Orator en la
composicioacuten de la segunda parte del libro cuarto del De doctrina christiana (p 35)
Lettieri (2001) por su parte va maacutes allaacute y afirma que si bien los estudiosos han
llamado la atencioacuten a la influencia de la retoacuterica ciceroniana en la retoacuterica de Agustiacuten
dicha influencia se ha relegado al aacutembito meramente teacutecnico lo cual ha impedido
asumir con profundidad la consciente y radical apropiacioacuten de la retoacuterica claacutesica
llevada a cabo por Agustiacuten (p 465)
Para entender mejor la propuesta de Lettieri es necesario en primer lugar
detenerse en el tratamiento de la relacioacuten entre retoacuterica y sabiduriacutea que se da en la
segunda parte del uacuteltimo libro del De doctrina christiana
31 Elocuencia cristiana
Una vez establecidos los fines a los que debe tender el orador que se dedica al
estudio y a la ensentildeanza de las Sagradas Escrituras se advierte que
el orador que deja fluir de sus labios una necia elocuencia tanto maacutes debe evitarse cuanto maacutes se deleita el oyente en las cosas inuacutetiles que de eacutel oye pues como lo oyen hablar con elegancia juzgan que tambieacuten dice verdad (Docchr IV57)
Asiacute pues no se debe anteponer la retoacuterica a la sabiduriacutea pues hay oradores
que aunque no sean elocuentes dicen la verdad lo cual representa mayor provecho
que un discurso adornado con artificios retoacutericos pero falso Aunque no se cita de
manera expliacutecita Agustiacuten se apoya en la aseveracioacuten de Ciceroacuten ―la sabiduriacutea sin
elocuencia aprovecha poco a las ciudades pero la elocuencia sin sabiduriacutea casi
siempre estorba demasiado nunca aprovecha (Inv I1) iquestDe queacute depende que se
hable con sabiduriacutea De la manera en la que se entiendan modus inveniendi las
Sagradas Escrituras y se indague su sentido Asiacute pues es necesario en primer lugar
haber comprendido el mensaje divino para poder explicarlo con sabiduriacutea y
149
elocuencia Esto no debe entenderse como una mera recomendacioacuten metodoloacutegica ya
que Agustiacuten estaacute haciendo referencia al modo como eacutel ha procedido en la
composicioacuten de su obra donde el modus proferendi va precedido del modus
inveniendi Asiacute una vez que se ha indagado el sentido de la Escritura que se expresa
en teacuterminos retoacutericos con ayuda de la hermeneacuteutica se pasa a su exposicioacuten por
medio de la retoacuterica El orador que logra conjugar la sabiduriacutea que proviene de la
hermeneacuteutica y la elocuencia en la que se basa la retoacuterica es aquel cuyo discurso
produce mayor provecho en el auditorio En este punto surge la pregunta sobre doacutende
pueden encontrarse exempla de discursos que se caractericen tanto por su elocuencia
como por su sabiduriacutea Retomando la afirmacioacuten de (Docchr IV34) seguacuten la cual
es posible hallar ejemplos de elocuencia en los escritores cristianos se afirma
Ahora tal vez pregunte alguno si nuestros autores cuyos escritos divinamente inspirados componen nuestro canon de provechosiacutesima autoridad han de ser llamados solamente sabios o tambieacuten elocuentes Faacutecilmente se descubre esta cuestioacuten por lo que a miacute toca y a los que conmigo sienten lo que digo Donde los entiendo me parece que no soacutelo no puede darse otra cosa maacutes sabia ni maacutes elocuente Y me atrevo a decir que todos los que entiendan bien lo que ellos dicen al mismo tiempo entienden que no debieron haber hablado de otro modo Pues asiacute como hay cierta elocuencia que es maacutes propia de la edad juvenil y otra que conviene a la senil y no puede llamarse con tal nombre si no corresponde al orador asiacute tambieacuten hay una elocuencia que conviene a estos hombres digniacutesimos de suma autoridad y profundamente divinos Con esta elocuencia hablaron aquellos autores sagrados y ni a ellos conveniacutea otra ni a otros conveniacutea eacutesta (Docchr IV69)
La primera cuestioacuten que debe tenerse en cuenta es que Agustiacuten como lo anota
Simonetti (1994) toma distancia de las apreciaciones tradicionales de los escritores
cristianos68 y paganos69 que consideraban que el valor estiliacutestico de las Escrituras se
encontraba en la simplicidad de su estilo lo que las diferenciaba de las
composiciones paganas ricas en artificios retoacutericos pero pobres en contenido (p
68 Noacutetese el tono de la aseveracioacuten origeniana ―hice estas observaciones para justificar en contra de Celso y de otros autores la simplicidad de expresioacuten de las Escrituras que parece eclipsado por el brillo de la composicioacuten literaria Nuestros profetas Jesuacutes y sus apoacutestoles escogieron un meacutetodo de predicacioacuten que no solamente dijera la verdad sino que tuviera el poder de entrenar las almas de la multitud (cCelsum VI2) 69 Acerca de las valoraciones de los reacutetores paganos contemporaacuteneos de Agustiacuten respecto del estilo de las Escrituras veacutease (Capua 1931 pp 615 ss)
150
535) Agustiacuten no soacutelo afirma la presencia de la elocuencia en los escritores cristianos
sino que considera que se trata de una elocuencia particular cuya valoracioacuten estaacute
estrechamente ligada a la comprensioacuten del contenido que se expresa en ella En esta
afirmacioacuten puede verse una vez maacutes la relacioacuten existente entre hermeneacuteutica y
retoacuterica 70 en cuanto que el uso de las palabras depende de una intencioacuten de
significacioacuten que debe ser interpretada por el lector En el caso de la Escritura dicha
intencioacuten asiacute como la eleccioacuten de las palabras es fruto de la obra inspiradora del
Espiacuteritu Santo razoacuten por la cual la oscuridad que la Biblia presenta en algunos
pasajes no debe entenderse como falta de elocuencia sino como una variacioacuten de la
misma que se presenta de tal manera por razones pedagoacutegicas La elocuencia
especial altera eloquentia propia de los autores sagrados puede caracterizarse de
esta manera
en los pasajes en los que los doctos la descubren se dicen tales cosas que las palabras con que se dicen ni parecen empleadas por el que las dice sino como naturalmente unidas a las cosas como si se nos quisiera dar a entender que la sabiduriacutea sale de su misma casa es decir del corazoacuten del sabio y que la elocuencia como criada inseparable la sigue aun sin ser llamada (Docchr IV610)
En estas liacuteneas hay un eco de la tesis ciceroniana anteriormente abordada
seguacuten la cual la eloquentia no puede considerarse separada de la filosofiacutea pues como
se afirma en el De oratore ―entre los antiguos al parecer la misma doctrina
ensentildeaba ya a actuar honestamente ya a hablar correctamente y los maestros no eran
distintos los mismos hombres eran maestros de vida y de oratoria (III57) La unioacuten
entre retoacuterica y filosofiacutea estaacute anclada en la concepcioacuten unitaria de la verdad ya
presente en los diaacutelogos de Casiciaco y en la consideracioacuten agustiniana de la
filosofiacutea 71 como amor sapientiae que en teacuterminos cristianos se traduce en ―la
70 Acerca de la relacioacuten entre hermeneacuteutica y retoacuterica en la Antiguumledad resulta iluminador el artiacuteculo de Eden (1987) en el que se lleva a cabo un detallado estudio de esta cuestioacuten desde Platoacuten hasta la retoacuterica latina A propoacutesito de Ciceroacuten afirma ―sobre la cuestioacuten particular de la interpretatio scripti la interpretacioacuten de textos escritos Ciceroacuten elabora sus reglas interpretativas basado en la Retoacuterica de Aristoacuteteles (p 75) 71 Para un estudio profundo y exhaustivo del concepto de filosofiacutealsquo en Agustiacuten veacutease (Catapano 2001)
151
comprensioacuten intelectual del misterio fundacional de fe cristiana la unidad y trinidad
de Dios (Catapano 2001 p 250)
Esta idea toma fuerza en la consideracioacuten de la eloquentia del sabio cristiano
pues corresponde al modo en el que estaacute expresado el mensaje divino en las
Escrituras esto es el discurso de Dios que siempre es verdadero y eficaz de ahiacute que
la altera eloquentia siempre esteacute determinada por la sabiduriacutea Asiacute mientras la
elocuencia pagana no implica de modo necesario la sabiduriacutea en el discurso inspirado
sabiduriacutea y elocuencia se encuentran esencialmente relacionadas A propoacutesito de esto
Lettieri (2001) sostiene que la palabra humana inspirada debe entenderse ―como
fenoacutemeno del Verbo divino de manera que el juego etimoloacutegico en el vocablo orator
(orador-orante) revela el sentido maacutes profundo de la relacioacuten entre reacutetor humano y
reacutetor Absoluto (p 466)
Con el fin de corroborar y dar un ejemplo de la tesis presentada hasta el
momento Agustiacuten recurre al siguiente pasaje de San Pablo
nos gloriamos en las tribulaciones sabiendo que la tribulacioacuten labra la paciencia la paciencia la prueba la prueba la esperanza y la esperanza no nos engantildea porque el amor de Dios se difundioacute en nuestros corazones por el Espiacuteritu Santo que nos ha sido dado (Docchr IV711)
En estas palabras se identifican tres figuras retoacutericas a saber la gradacioacuten
gradatio72 el uso de miembros e incisos membra et caesa73 y el circuito circuitos74
las cuales no provienen del estudio de las reglas de la retoacuterica sino que se siguen de
modo natural de la sabiduriacutea con que se aborda el tema Esta combinacioacuten de
sabiduriacutea y elocuencia constituye un discurso eficaz capaz de deleitar y persuadir
tanto a los doctos como a los indoctos a los creyentes y a los que no creen Las cartas
de San Pablo son un ejemplo de la eficacia del discurso sabio y elocuente que expresa
la voluntad de Dios ―si tomamos algo de eacutel para ejemplo de elocuencia lo tomamos
72 La gradacioacuten consiste en conectar las palabras o sentencias una con otra 73 De la definicioacuten que se da de esta figura y de la del circuito podemos deducir que se trata de algo muy similar a la puntuacioacuten Agustiacuten afirma que el uso de membra et caesa tiene la funcioacuten de separar las frases o sentencias entre siacute 74 El circuito estaacute compuesto por miembros de manera que en el pasaje del Apoacutestol hay dos circuitos compuestos por tres miembros cada uno
152
de las cartas de sus mismos detractores [que] despreciando sus palabras cuando les
hablaba confesaron que eran eficaces y graves (Docchr IV715)
Con el fin de hacer patente el hecho de que la elocuencia caracteriza a toda la
Escritura Agustiacuten pasa a considerar algunos exempla tomados de los libros de los
profetas En primer lugar se refiere a la obra del profeta Amoacutes cuando se dirige a los
impiacuteos y a los soberbios para mostrarles que a causa de sus actos no son gratos a
Dios Se destaca del discurso de Amoacutes el tono con el que se dirige a su auditorio
―iexclcon queacute iacutempetu la invectiva [invectio] golpea los sentidos como adormecidos para
que se despierten (Docchr IV717) En segundo lugar se llama la atencioacuten a la
manera en la que se adorna el discurso mediante el uso de nombres de ciudades y la
variacioacuten de los verbos En tercer lugar se afirma que el profeta hace un uso
excelente de los miembros y los circuitos gracias a lo cual logra que las partes maacutes
importantes se destaquen y puedan ser mejor pronunciadas Por uacuteltimo se hace
referencia a la oracioacuten ―los lujuriosos permaneciacutean impasibles ante el aplastamiento
de Joseacute debido a que se utiliza el nombre de Joseacutelsquo para referirse a hermanolsquo pues
se estaacute hablando en general de aquellos que no se compadecen de su proacutejimo A
propoacutesito de este uacuteltimo punto Agustiacuten afirma
no seacute si en el arte de la retoacuterica que aprendimos y ensentildeamos se hable de este tal tropo en el que se da a entender cualquier hermano con el nombre de Joseacute iexclCuaacuten hermoso sea y cuaacutento impresione a los lectores que lo entienden es inuacutetil explicaacuterselo a ninguno si eacutel mismo no lo advierte (Docchr IV720)
Para concluir la reflexioacuten acerca de la relacioacuten entre elocuencia y sabiduriacutea en
los textos sagrados Agustiacuten retoma la idea de que la Biblia es expresioacuten de la palabra
divina discurso siempre eficaz de Dios
Ciertamente otros muchos adornos que atantildeen a las normas de elocuencia pudieran anotarse en este mismo pasaje que como ejemplo exemplo adujimos Pero al buen oyente no es tanto lo que le instruye el examen diligente de un pasaje como le excita pronunciado con entusiasmo Estas palabras no han sido compuestas por industria humana sino que emanaron sabia y elocuentemente de la mente divina no intentando la sabiduriacutea que a ella le siguiese la elocuencia sino que la elocuencia no se apartoacute de la sabiduriacutea Porque si es cierto como pudieron decirlo y observarlo ciertos varones sapientiacutesimos y agudiacutesimos que no se hubieran observado y anotado aquellas reglas que se aprenden en el arte de la oratoria ni se hubieran reducido a este cuerpo de
153
doctrina si antes no se hubieran encontrado en los ingenios de los oradores iquestpor queacute se ha de admirar que se encuentren en los ingenios de estos hombres a quienes envioacute Aquel que hace los mismos ingenios Por lo tanto confesemos que nuestros autores y doctores canoacutenicos no soacutelo son ciertamente sabios sino tambieacuten elocuentes pero con tal elocuencia cual conveniacutea a semejantes personas (Docchr IV721)
Este pasaje es de fundamental importancia para la reflexioacuten concerniente a la
relacioacuten entre sabiduriacutea y elocuencia en los autores cristianos
Por una parte es necesario detenerse en la primera consideracioacuten es decir
aquella seguacuten la cual en el ejemplo traiacutedo a colacioacuten podriacutean encontrarse muchos
otros elementos concernientes a las reglas de la elocuencia Teniendo en cuenta lo
afirmado en el capiacutetulo anterior acerca del uso de los ejemplos en el libro tercero
vale la pena retomar la cuestioacuten a la luz del tema presentado en esta parte del libro
cuarto esto es la elocuencia cristiana iquestQueacute relacioacuten hay entre exemplum y
eloquentia Si se mantiene la distincioacuten propuesta maacutes arriba debe sostenerse que
hay una relacioacuten entre exemplum y rhetorica relacionada con el uso retoacuterico de los
exempla su aprendizaje durante la juventud y el uso de los mismos en los ejercicios y
textos retoacutericos La relacioacuten entre exemplum y eloquentia en cambio tiene un
caraacutecter distinto pues los textos sagrados en cuanto expresioacuten de la palabra divina
no son meros exempla pues son siempre eficaces En este orden de ideas podriacutea
afirmarse que los exempla de la Escritura operan siempre como modelos y que la
resignificacioacuten del teacutermino llevada a cabo por Agustiacuten se constituye como un aporte
fundamental para la comprensioacuten de la apropiacioacuten cristiana de la cultura claacutesica Por
otra parte gracias a esta distincioacuten es posible avanzar un paso maacutes en el sentido de la
estructura de la obra pues si se tiene en cuenta que en el libro segundo se desarrolla
una doctrina de los signos puede afirmarse que en el libro tercero cimentado en los
exempla se desarrolla una doctrina de los signos efectivos que tiene como punto de
partida como ya se vio al signo por excelencia
La idea de la eloquentia como institucioacuten divina que apoya esta tesis se
desarrolla en las liacuteneas siguientes del pasaje en cuestioacuten Noacutetese que la apropiacioacuten de
la idea ciceroniana sobre una elocuencia natural que no deriva de la puesta en praacutectica
de las reglas de la retoacuterica toma forma en la afirmacioacuten agustiniana de la retoacuterica
154
como creacioacuten divina que es otorgada a los ingenios de los hombres En este punto
puede afirmarse con Lettieri (2001) que Dios mismo es el autor supremo de la
retoacuterica ya que habla a los hombres a traveacutes de los profetas y autores de la Escritura
en un lenguaje que en tanto proveniente de Eacutel es sabio y bello
El reacutetor sagrado que hablando ardenter accendit al proacutejimo aunque aplique las reglas ciceronianas es un mero instrumento del Verbo Detraacutes del fenoacutemeno de la palabra biacuteblica y eclesiaacutestica ndashteacutecnicamente construida seguacuten las normas de la retoacuterica claacutesicandash opera el Acto retoacuterico divino (Lettieri 2001 p 468)
Asiacute pues en este punto la sabiduriacutea no debe identificarse con una virtud en el
sentido ciceroniano del teacutermino sino que se trata maacutes bien como afirma Pizzolato
(1994) del Verbo que se manifiesta en la Escritura a traveacutes de un lenguaje en el que
la verdad es necesariamente persuasiva (p 109)
En relacioacuten con la naturaleza del texto inspirado el estudioso el inteacuterprete y
el predicador deben mantener una actitud reservada sobre todo en los pasajes
oscuros pues como ya se afirmoacute en el libro segundo (Docchr II67) estos tienen
una clara finalidad orientada a mantener la atencioacuten del lector o a favorecer su
conversioacuten La tarea del orador cristiano debe ser entonces la de exponer con la
mayor claridad posible el sentido de la Escritura teniendo presente que algunos temas
no deben ser tratados por la dificultad y oscuridad inherente a los mismos A
continuacioacuten y a manera de introduccioacuten al tema de los genera dicendi se ofrecen
cinco preceptos de predicacioacuten para el orador cristiano El primero de clara
inspiracioacuten ciceroniana reza de la siguiente manera
El deseo diligente de dar claridad al discurso descuida a veces las palabras maacutes cultas y no se preocupa de cuaacuten bien suenen sino de cuaacuten bien declaren y expliquen lo que se intenta manifestar Por eso dijo cierto autor al tratar de esta clase de locucioacuten que hay en ella cierta diligente negligencia Sin embargo esta negligencia de tal suerte se despoja del adorno que no se viste con desdoros (Docchr IV1024)
El pasaje del Orator al que Agustiacuten hace referencia de manera indirecta es el
siguiente ―tampoco ha de ponerse grande esfuerzo en el encadenamiento de las
palabras Admite el hiato y concurso de vocales que indica una no desagradable
negligencia como de hombre que se cuida maacutes de las cosas que de las palabras (78)
155
El segundo precepto tiene que ver con el uso del latiacuten y la pureza de los
vocablos en caso de ser necesario en virtud de la claridad el orador puede recurrir a
expresiones que no sean correctas o que vayan en contra de la regla tradicional
retoacuterica que poniacutea el acento en la ausencia de barbarismos y solecismos75
En tercer lugar se trata la cuestioacuten del auditorio pues cuando se habla en
puacuteblico a los fieles se recomienda tener siempre presentes las necesidades de dicho
puacuteblico y sus reacciones pues
suele el auditorio aacutevido de instruccioacuten significar con alguacuten movimiento personal si ha entendido y hasta que no lo manifieste debe dar vueltas al asunto de que trata variando la explicacioacuten de muchos modos lo que no podraacuten hacer los que pronuncian sus discursos preparados y aprendidos de memoria (Docchr IV1025)76
El cuarto precepto se halla relacionado con el anterior pues tambieacuten se refiere
a la relacioacuten entre orador y auditorio pues se afirma que cuando el argumento es
claro y ha sido comprendido por el puacuteblico no debe volverse sobre el mismo sino
pasar a otro tema con el fin de mantener viva la atencioacuten de los oyentes En el caso en
el que el fin del orador sea el delectare la repeticioacuten es un recurso muy uacutetil pues el
puacuteblico reacciona de manera positiva cuando se repite algo que le causa placer porque
ha sido comprendido
El quinto y uacuteltimo de los preceptos ofrecidos en este punto reza asiacute
Pero ahora no trato del modo de agradar hablo siacute del modo coacutemo haya de ensentildearse a los que desean aprender Pues bien la mejor forma de ensentildear es aquella por la cual hace que el que oye oiga la verdad y entienda lo que oye Conseguido esto ya no se debe trabajar maacutes en este asunto como si auacuten debiera emplearse maacutes tiempo en ensentildearla a lo maacutes se detendraacute en recomendarla para imprimirla en el corazoacuten lo
75 En la Rhetorica ad Herennium se afirma ―hablar latiacuten correctamente significa hablarlo sin vicios Los vicios que impiden que el discurso sea correcto pueden ser dos solecismos y barbarismo (IV17) Acerca de este asunto Agustiacuten ya se habiacutea pronunciado en el libro cuando tratoacute la cuestioacuten de las dificultades y ambiguumledades que podiacutean surgir en la interpretacioacuten 76 A propoacutesito de esto vale la pena traer las palabras de Simonetti (1991) ―recueacuterdese que en el aacutembito grecorromano era usual que el orador improvisara sobre un esquema que serviacutea de guiacutea El caso de discursos aprendidos de memoria y repetidos al puacuteblico era excepcional y no muy bien visto En aacutembito cristiano los obispos que debiacutean predicar con mucha frecuencia y no se sentiacutean muy preparados aprendiacutean homiliacuteas de memoria Esta tendencia se estaba difundiendo y tomando fuerza en la Iglesia debido a la condicioacuten cultural (p 547)
156
cual si se juzga que debe hacerse se ha de ejecutar con tal moderacioacuten que no se llegue a causar aburrimiento (Docchr IV1025)
Con este pasaje se introduce una de las cuestiones centrales del libro cuarto a
saber la apropiacioacuten cristiana de los officia oratoris y los genera dicendi que como
ya se habiacutea afirmado tiene como punto de partida el Orator de Ciceroacuten entendido a
la luz de la relacioacuten que a lo largo de toda la obra se ha venido construyendo entre
eloquentia y sabiduriacutea Acerca de la originalidad del Orator en este aspecto vale la
pena tener presente la afirmacioacuten de Narducci (2001)
la novedad del Orator tal vez la contribucioacuten ciceroniana maacutes original a la teoriacutea retoacuterica derivada con seguridad de su propia experiencia oratoria es el enlace entre los tres genera dicendi y los tres deberes del orador docere corresponde al estilo llano delectare al medio y flectere al elevado (esta teoriacutea sobrevive a lo largo de toda la Edad Media y seraacute retomada por la cultura del Humanismo) (p 434)
Como se veraacute en la siguiente seccioacuten Agustiacuten seraacute el encargado de transmitir
esta innovacioacuten retoacuterica ciceroniana y de introducirla en el mundo cristiano gracias a
la apropiacioacuten llevada a cabo en el uacuteltimo libro del De doctrina christiana
32 Docere delectare flectere
Dijo pues un maestro de elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee deleite y mueva Y antildeadioacute despueacutes laquoel ensentildear es propio de la necesidad el deleitar de la amenidad y el mover de la victoriaraquo De estas tres cosas la primera que se dijo esto es la necesidad de ensentildear se halla situada en las cosas que decimos las otras dos en el modo de decirlas Luego el que habla con intento de ensentildear no juzgue haber dicho lo que quiso mientras no sea entendido por aquel a quien quiso ensentildear Pues aunque haya dicho lo que eacutel mismo entendioacute todaviacutea no ha de pensar que lo dijo para aquel que no lo ha entendido Si lo entendioacute de cualquier modo que lo haya dicho ya lo dijo Si ademaacutes quiere deleitar o mover a los que ensentildea no es indiferente el modo como hable para conseguirlo interesa el modo de decirlo Asiacute como se ha de deleitar al auditorio a fin de que atienda a lo que oye del mismo modo se le ha de convencer para que se mueva a ejecutar lo que ha oiacutedo Y como se deleita si le hablas con amenidad igualmente (observaraacutes que) se mueve si ama lo que le prometes teme lo que le amenazas odia lo que le reprendes abraza lo que le recomiendas se duele de lo que le inculcas digno de dolor se alegra de lo que le propones como objeto de alegriacutea se conduele de aquellos que le presentas como dignos de misericordia ante sus ojos huye de aquellos a quienes le has propuesto con terror que se aparte de ellos y por fin si hace caso de todos cuantos medios puede emplear una gran elocuencia para conmover los aacutenimos de los oyentes no para
157
ensentildearles queacute deban hacer sino para que ejecuten lo que ya saben que debe ejecutarse (Docchr IV12 27)
Agustiacuten sigue muy de cerca el pasaje ciceroniano Orator (69) sobre el que
se construye esta parte del libro cuarto con excepcioacuten del uso de docere77 ya que
Ciceroacuten interesado en gran medida en la elocuencia forense usa el verbo probare
para describir el primero de los objetivos a los que debe tender el orador Respecto de
esto Hagendahl (1967) afirma que ―los propoacutesitos de la elocuencia son los mismos
en los dos autores aunque Ciceroacuten tiene en mente a hombres de estado y abogados
mientras que Agustiacuten se refiere al predicador cristiano y al escritor (p 563) ndashvalga
precisar del escritor que su principal objetivo relacionado con el contenido es
ensentildear Asiacute pues el docere va unido a la necesidad y es condicioacuten de los otros dos
officia y no estaacute subordinado a la manera en la que se digan las cosas pues depende
de las cosas mismas La necessitas de la ensentildeanza radica en que si en primer lugar
el auditorio o el interlocutor no es instruido no podraacute ni sentir placer ni querer hacer
aquello que desconoce La importancia del docere se encuentra tambieacuten en su
eficacia pues muchas veces la fuerza de aquello que se ensentildea no soacutelo causa deleite
por siacute misma sino que modifica el comportamiento del auditorio y determina su
accioacuten Sin embargo cuando esto no sucede se afirma siguiendo a Ciceroacuten que
conviene ―que el orador sagrado cuando aconseja alguna cosa que debe ejecutarse no
soacutelo ensentildee para instruir y deleite para retener la atencioacuten del auditorio sino tambieacuten
mueva para vencer (Docchr IV1329) Este uacuteltimo objetivo el flectere es de
fundamental importancia pues no debe olvidarse que el orador cristiano78 ofrece
ensentildeanzas que implican una forma de vida se trata de una orientacioacuten tambieacuten
praacutectica relativa a todas las dimensiones de la existencia humana En este punto
puede sostenerse con Pizzolato (1995) que
77 Como ya se habiacutea anotado anteriormente Agustiacuten usa el verbo docere en la definicioacuten de los officia oratoris presentada en el Brutus (II121) 78 La expresioacuten eloquentem ecclesiasticum referida al orador cristiano elocuente es utilizada por Marrou como un argumento a favor de la tesis seguacuten la cual Agustiacuten compone el De doctrina christiana movido por la necesidad de ofrecer un manual de predicacioacuten para el clero africano
158
si el querer sin conocer es indigno de la racionalidad humana el conocer sin modificar la propia vida seguacuten aquello que se conoce no seriacutea maacutes que aquella doctrina sine corde que Agustiacuten habiacutea visto como un liacutemite suyo en el momento maacutes agudo su vida (p104)
Esto es en los meses previos a la decisioacuten de unirse a la Iglesia Catoacutelica en
Milaacuten79
Si bien en el pasaje citado Agustiacuten sostiene que el docere tiene el caraacutecter de
necessitas no debe afirmarse que los otros dos officia carecen de importancia o que
se toma distancia de la propuesta original ciceroniana con la intencioacuten de minimizar
el papel de la retoacuterica en la predicacioacuten cristiana En efecto tanto Agustiacuten como
Ciceroacuten sosteniacutean que la retoacuterica no debe perseguirse como un fin en siacute misma y en
este punto Agustiacuten declara
iexclOh elocuencia tanto maacutes terrible cuanto maacutes simple y tanto maacutes concreta cuanto maacutes vehemente iexclOh hacha verdadera que rompe las piedras Dios mismo dijo a un hacha por medio de este profeta que son semejantes las palabras que Eacutel pronuncia por boca de los profetas Aparte aparte Dios de nosotros que los sacerdotes aplaudan a los que dicen cosas inicuas y que el pueblo de Dios ame esto mismo (Docchr IV1430)
Algunos estudiosos sostienen que en las anteriores liacuteneas es posible rastrear
un eco ciceroniano soacutelo en la parte concerniente a la alabanza de la elocuencia
afirmando que el trasfondo moral y religioso es del todo ajeno al Arpinate (Simonetti
1994 p 553 Francey 1920 p 23) Sin embargo debe considerarse que Agustiacuten ya
habiacutea hecho alusioacuten en diversos pasajes80 a la relacioacuten entre elocuencia y sabiduriacutea
que sin duda alguna es de clara inspiracioacuten ciceroniana81 y que estaacute a la base de la
79 Veacutease (conf VIII819) 80 Veacutease (Docchr IV57) 81 Cabe traer a colacioacuten de nuevo una de las afirmaciones con las que se abre el De inventione seguacuten la cual ―la sabiduriacutea sin elocuencia aprovecha poco a las ciudades pero la elocuencia sin sabiduriacutea casi siempre estorba demasiado nunca aprovecha (I1) Si bien el De inventione es un escrito de juventud puede sostenerse que la afirmacioacuten anteriormente citada se retoma en los escritos de madurez llegando a su forma maacutes completa en obras como el Orator y el De oratore A propoacutesito de la relacioacuten entre retoacuterica y filosofiacutea en el De oratore Wisse (2002) anota que lo que caracteriza al orador es la sabiduriacutea y que eacutesta debe ser universal Ademaacutes sostiene que ―En un pasaje crucial (III 56-73) Craso insiste en que la querella entre retoacuterica y filosofiacutea se remonta a Soacutecrates y su hostilidad hacia la elocuencia lo cual causoacute la separacioacuten entre ambas Asiacute aboga por una siacutentesis entre retoacuterica y filosofiacutea en cuanto restauracioacuten de su unidad original (Wisse 2002 p 390)
159
reflexioacuten agustiniana presentada en el libro IV a propoacutesito de la elocuencia cristiana
En este punto se retoma la cuestioacuten de los officia oratoris y se afirma que el orador
cristiano que habla de lo justo y lo bueno es decir con sabiduriacutea y acerca de la
sabiduriacutea misma debe ser comprendido por su auditorio para poder ensentildear debe
causar agrado para deleitar y debe ser obedecido a traveacutes de la persuasioacuten Pero iquestqueacute
determina el modo y el contenido de aquello que expresa el orador Para responder a
este interrogante se recurre una vez maacutes a dos categoriacuteas fundamentales que han
sido abordadas a lo largo del De doctrina christiana relacionadas con la
interpretacioacuten a saber la fides y la caritas De este modo aquel que habla seguacuten la fe
y la caridad no debe dudar de que el contenido de cuanto afirma estaraacute caracterizado
por la sabiduriacutea pues
iquestquieacuten se daraacute cuenta perfecta de lo que conviene [que] se diga por nosotros y se oiga por el auditorio sino Eacutel que conoce los corazones de todos iquestQuieacuten es el que hace que digamos lo que conviene y en el modo en el que conviene sino Aquel en cuyas manos estamos nosotros y nuestras palabras (Docchr IV1532)
Se retoma aquiacute el tema del maestro interior sugerido por Agustiacuten ya en los
primeros diaacutelogos82 y desarrollado en obras exegeacuteticas83 articulaacutendose en relacioacuten
con la cuestioacuten del orador cristiano De este modo y en consonancia con las palabras
del proacutelogo y lo que ya se ha establecido sobre la teoriacutea de los signos y su relacioacuten
con la hermeneacuteutica se sostiene que Cristo habla a traveacutes de aquellos que quieren
ensentildear su palabra Asiacute pues puede verse que hay una iacutentima conexioacuten y unidad entre
hermeneacuteutica y retoacuterica en cuanto ambas dependen de Cristo como principio y fin de
82 En el De magistro se afirma ―ahora bien comprendemos la multitud de cosas que penetran en nuestra inteligencia no consultando la voz exterior que nos habla sino consultando interiormente la verdad que reina en la mente las palabras tal vez nos muevan a consultar Y esta verdad que es consultada y ensentildea y que se dice habita en el hombre interior es Cristo la inconmutable Virtud de Dios y su eterna Sabiduriacutea (XI38) Noacutetese la cercaniacutea entre las palabras utilizadas en el diaacutelogo y aquellas del De doctrina christiana 83 A propoacutesito de esto Piccolo (2014) afirma que en el De magistro se hace referencia a un ―maestro que ensentildea adentro intus usando un adverbio de lugar y no un adjetivo La identificacioacuten expliacutecita entre el maestro interior y Cristo se daraacute maacutes adelante y en textos especiacuteficamente exegeacuteticos In Iohannis epistulam ad Parthos III 13 y In Iohannis evangelium tractatus XCVI 4 y XCVII 1 (p 262)
160
la comunicacioacuten humana Las palabras del De magistro permiten comprender mejor
la idea expuesta en esta seccioacuten del De doctrina christiana
Cuando se trata de lo que captamos con la mente es decir con el entendimiento y la razoacuten hablamos lo que vemos presente en la luz interior de la verdad con que estaacute iluminado y de que goza el llamado hombre interior pero entonces tambieacuten el que nos oye si eacutel mismo ve con una mirada simple y secreta esas cosas conoce lo que yo digo en virtud de su contemplacioacuten no por mis palabras Luego ni a eacuteste que ve cosas verdaderas le ensentildeo yo algo dicieacutendole la verdad pues aprende no por mis palabras sino por las mismas cosas que Dios le muestra interiormente por lo tanto si se le preguntase sobre estas cosas tambieacuten eacutel podriacutea responder (mag XII40)
iquestCoacutemo deben entenderse estas palabras a la luz de la necesidad de las
disciplinas humanas La respuesta a esta cuestioacuten se inscribe en la misma liacutenea de lo
afirmado en el proacutelogo en el cual se justifica la existencia de la hermeneacuteutica y la
retoacuterica en contra de aquello adversarios que consideran que el auxilio del Espiacuteritu
Santo es suficiente para la comprensioacuten y la ensentildeanza de la Escritura En este punto
Agustiacuten recurre a exempla tomados del Evangelio para justificar la necesidad de la
figura del orador cristiano cuya funcioacuten principal consiste en ensentildear la sana
doctrina Asiacute se lo compara con un meacutedico que entrega la cura al paciente pero cuya
mejoriacutea soacutelo depende de la gracia divina la cual debe entenderse como la operacioacuten
de Dios en los hombres que los mueve a amarlo como supremo Bien de la creacioacuten A
partir de esta afirmacioacuten puede sostenerse tanto la iacutentima conexioacuten existente entre
caritas y gratia como la unidad de la obra a partir de la relacioacuten de estos elementos
Asiacute el objetivo principal del discurso del orador cristiano debe ser la edificacioacuten de la
caritas razoacuten por la cual antes de dirigirse al auditorio debe orar84 pues ―el eacutexito de
su intervencioacuten estaacute en las manos de Dios lo cual se justifica a traveacutes del recurso al
texto de 1Cor 37 (Kursawe 2000 p 41)85
84 En este punto se da un juego de palabras entre el verbo orare y el sustantivo orator cuya funcioacuten es la de enfatizar que el eacutexito del discurso del orator no depende soacutelo de sus habilidades sino de la gracia divina la cual es invocada a traveacutes de la oracioacuten 85 ―Asiacute que ni el que planta es algo ni el que riega sino Dios que da el crecimiento Y el que planta y el que riega son una misma cosa aunque cada uno recibiraacute su recompensa conforme a su labor (1Cor 37)
161
Una vez justificado el recurso a la disciplina retoacuterica se aborda el uacuteltimo tema
del libro dedicado al caraacutecter del orador cristiano a propoacutesito de los genera dicendi
es decir de los estilos que deben usarse seguacuten el tema que se vaya a tratar Como
anota Hagendahl (1974) Agustiacuten recurre a un pasaje del Orator que opera como
punto de partida para su argumentacioacuten y como conector en la relacioacuten entre officia
oratoris y genera dicendi (p 567) El pasaje en cuestioacuten es el siguiente
Ya hemos alcanzado Bruto lo que buscaacutebamos pero soacutelo lo hemos alcanzado con el entendimiento Porque si yo pudiera asir con la mano a este orador perfecto ni eacutel mismo con toda su elocuencia podriacutea persuadirme a que lo soltara Digo que hemos encontrado al varoacuten elocuente que nunca logroacute ver Antonio iquestY doacutende estaacute esa maravilla Lo direacute en pocas palabras para declararlo luego maacutes extensamente Es elocuente el que puede decir con agudeza las cosas humildes con riqueza y esplendidez las de maacutes alta importancia y en estilo templado las medianas (101)
El pasaje del De doctrina christiana en el que Agustiacuten cita estas liacuteneas del
Orator se presenta de la siguiente manera
El que hablando intenta persuadir lo que es bueno sin despreciar ninguna de estas tres cualidades a saber que ensentildee que deleite y que mueva ore y trabaje como hemos dicho arriba para que lo oigan inteligente agradable y obedientemente Si hace esto de modo apto y conveniente puede ser llamado con derecho elocuente aun cuando no consiga el asentimiento del oyente A estas tres cosas de ensentildear de deleitar y de mover parece que quiso referirse el mismo orador de la romana elocuencia cuando en el mismo lugar afirmoacute ―seraacute elocuente aquel que puede decir las cosas pequentildeas con sencillez las medianas con moderacioacuten y las grandes con sublimidad Lo cual es como si juntara a estos preceptos aquellos tres oficios y de esta suerte expusiera una uacutenica sentencia diciendo seraacute elocuente aquel que para ensentildear pueda decir las cosas pequentildeas con sencillez para deleitar diga las medianas con moderacioacuten y para mover exponga las grandes con grandilocuencia (IV1734)
La divisioacuten presentada por Ciceroacuten y retomada por Agustiacuten debe entenderse
en el contexto de las causas forenses en el cual las causas pequentildeas son aquellas que
atantildeen al dinero y las grandes son las que conciernen a la salud y a la vida humana
En el tipo de discurso del que trata Agustiacuten es decir el del orador cristiano no es
posible distinguir entre temas pequentildeos y grandes pues el orador sagrado siempre se
ocupa de materias elevadas iquestSe diraacute entonces que dichas materias deben exponerse
siempre siguiendo el estilo elevado y buscando mover el aacutenimo del auditorio No
pues aunque se digan cosas elevadas deben seguirse los tres estilos seguacuten sea la
162
intencioacuten del orador De este modo es posible que un mismo tema sea tratado de
manera llana si se quiere ensentildear de forma moderada si lo alaba y seguacuten el modo
sublime si el fin es la persuasioacuten Estos tres genera estaacuten presentes tanto en las cartas
de San Pablo como en otros textos de doctores de la Iglesia Con el fin de aclarar lo
sostenido hasta el momento en el libro se ofrecen algunos ejemplos del estilo simple
tomados de la Carta de Pablo a los Gaacutelatas
En la misma liacutenea de lo que ya se afirmoacute con respecto al uso de los ejemplos
en el libro tercero debe decirse que estos no tienen una mera funcioacuten ilustrativa y que
su contenido debe tenerse en cuenta a la luz del intereacutes general de la obra y de su
estructura En el caso de los ejemplos del estilo sencillo el tema central es la ley que
como se veraacute maacutes adelante se halla en estrecha conexioacuten con la cuestioacuten de la gracia
categoriacutea sobre la que se articula la relacioacuten entre hermeneacuteutica y retoacuterica en el De
doctrina christiana Ademaacutes de esto llama la atencioacuten que el exemplum utilizado sea
el mismo traiacutedo en la exposicioacuten de la primera regla del Liber regularum de Ticonio
en el libro tercero enfatizando su sentido cristoloacutegico El pasaje paulino en cuestioacuten
presenta no pocas dificultades interpretativas razoacuten por la cual se halla en el centro
de la discusioacuten tanto con el donatismo en lo concerniente a la unidad de la Iglesia
como con el pelagianismo en lo que respecta al tema de la ley y de la gracia iquestQueacute
debe hacer el orador frente a situaciones en las que el pasaje presenta dificultades
hermeneacuteuticas Se afirma que debe explicar todo aquello que resulte oscuro y que en
la exposicioacuten se debe responder a todas las posibles objeciones que el tema pueda
suscitar
Con el fin de mostrar coacutemo se utiliza el estilo moderado en la Escritura se
recurre de nuevo a San Pablo Agustiacuten expone y analiza siete ejemplos paulinos el
primero de los cuales es tomado de la Carta a Timoteo mientras que los demaacutes son
pasajes de la Carta a los Romanos Si bien hay una clara intencioacuten teacutecnica en la
presentacioacuten pues se evidencian los tropos usados por el autor que en este caso son
figuras de diccioacuten y elocucioacuten asiacute como la meacutetrica elegida en la construccioacuten de las
oraciones no debe perderse de vista el caraacutecter de los ejemplos elegidos entre los
cuales se destaca el texto de Rm 138 Llama la atencioacuten que este pasaje que aquiacute se
163
presenta como ejemplo del estilo moderado es decir aquel relacionado con el
objetivo de deleitar sea el mismo que en las Confessiones en el conmovedor relato
de la conversioacuten cumple una funcioacuten persuasiva definitiva y radical
Asiacute que apresurado volviacute al lugar donde estaba sentado Alipio y yo habiacutea dejado el coacutedice del Apoacutestol al levantarme de alliacute Lo tomeacute lo abriacute y leiacute en silencio el primer capiacutetulo que se me vino a los ojos que deciacutea ―no en comilonas y embriagueces no en lechos y en liviandades no en contiendas y emulaciones sino revestiacuteos de nuestro Sentildeor Jesucristo y no cuideacuteis de la carne con demasiados deseos No quise leer maacutes ni era necesario tampoco pues al punto que di fin a la sentencia como si se hubiera infiltrado en mi corazoacuten una luz de seguridad se disiparon todas las tinieblas de mis dudas (VIII1229)
En el De doctrina christiana treinta antildeos despueacutes de la composicioacuten de las
Confessiones Agustiacuten no soacutelo presenta el mismo texto como ejemplo de estilo
moderado sino que ademaacutes hace algunas observaciones concernientes al estilo
usado por el traductor86 de Pablo al latiacuten
Si esto uacuteltimo lo hubiera alguno modificado asiacute ―y de la carne en sus deseos no hagaacuteis caso sin duda que hubiera halagado a los oiacutedos con una claacuteusula mucho maacutes armoniosa pero el traductor austero prefirioacute conservar el orden de las palabras De queacute modo suene esto en el griego en que habloacute el Apoacutestol veacuteanlo los que esteacuten en eacutel tan instruidos que lleguen a percibir eso pero a miacute me parece por la traduccioacuten que sigue el orden de las palabras que su curso no sigue un orden meacutetrico (IV2040)
Las razones de la criacutetica a la meacutetrica de la traduccioacuten estaacuten estrechamente
relacionadas con la recomendacioacuten de Quintiliano en la Institutio Oratoria (IX466)
seguacuten la cual no se debe cerrar un periodo con una frase de muchas siacutelabas Por este
motivo Agustiacuten considera que la mejor solucioacuten en la traduccioacuten habriacutea consistido
poner el verbo feceritis al final para garantizar la sonoridad del pasaje tal como lo
aconseja Ciceroacuten en el Orator cuando afirma
iquestVes coacutemo en alterando un poco el orden de las palabras aunque que sean las mismas y no variacutee el pensamiento desaparece toda armoniacutea De la misma suerte tomando una frase desalintildeada de cualquiera y mudando un poco el orden de las palabras resulta elegante y numerosa (233)
86 Acerca de la cuestioacuten de la traduccioacuten en Agustiacuten y la relacioacuten de la misma con la Escritura veacutease (Marrou 1949 p 477)
164
Por uacuteltimo en relacioacuten con el estilo elevado esto es ―aquel que expresa con
fuerza los sentimientos del espiacuteritu (Docchr IV2042) a partir del poder de los
argumentos se expone como ejemplo un amplio pasaje tomado de Pablo (2Cor 62-
11) seguido de otros dos textos (Rm 828-39) y (Ga 410-20) En consonancia con los
ejemplos utilizados para los otros dos genera dicendicedil en conformidad con Ciceroacuten
Agustiacuten se preocupa por demostrar coacutemo en estos textos el autor sigue de manera
natural lo propio de cada geacutenero En el caso del estilo elevado el decor debe ceder su
lugar a la vis persuasiva del discurso tal y como se muestra en los ejemplos traiacutedos a
colacioacuten en los cuales el Apoacutestol exhorta a los fieles a mantener siempre viva la fe la
esperanza y la caridad frente a las persecuciones las tribulaciones y las dificultades
Luego de justificar una vez maacutes la necesidad de un orador instruido que
pueda explicar a los fieles el sentido de la Escritura aclarar los pasajes oscuros y
ensentildear por medio de los ejemplos se procede a examinar dos casos de autores
cristianos Cipriano y Ambrosio que siguiendo el camino del estudio y la
predicacioacuten ―han progresado en la ciencia de las verdades divinas y saludables y las
han comunicado a la Iglesia (Docchr IV2145) En primer lugar se ilustra el uso
del estilo sencillo aplicado a cuestiones de fundamental importancia en la doctrina
cristiana a saber la celebracioacuten de la Eucaristiacutea87 y la naturaleza del Espiacuteritu Santo
La utilizacioacuten del estilo sencillo tiene que ver justamente con la dificultad e
importancia doctrinal de las cuestiones tratadas razoacuten por la cual la finalidad del
orador debe ser la ensentildeanza y la aclaracioacuten
En segundo lugar se recurre a ejemplos del estilo moderado a traveacutes del cual
se ilustra la cuestioacuten de la virginidad haciendo uso de un lenguaje adornado y suave
pues la intencioacuten de los dos autores no es la exhortacioacuten a la consagracioacuten sino la
exposicioacuten de la vida de las mujeres que ya se han consagrado
Por uacuteltimo para demostrar coacutemo tanto en Cipriano como en Ambrosio hay
ejemplos de uso del estilo elevado se exponen dos pasajes concernientes a algunas
87 Agustiacuten trae a colacioacuten la propuesta de Cipriano de celebrar la Eucaristiacutea con vino en cuanto signo de la sangre de Cristo y no soacutelo con agua Para demostrar el valor del signo en cuestioacuten el padre africano recurre a diversos ejemplos extraiacutedos del Antiguo Testamento
165
praacutecticas culturales acerca de las cuales los autores quieren prevenir y provocar un
cambio en el comportamiento
Aunque los ejemplos traiacutedos a colacioacuten muestran pasajes de discursos
caracterizados por un solo estilo no debe pensarse que en un discurso no se pueden
mezclar los tres modos de hablar pues justamente gracias al cambio de uno a otro se
logra retener y aumentar la atencioacuten del auditorio Sin embargo es necesario saber
coacutemo alternar los estilos y cuaacutel de ellos es el maacutes apropiado para ciertos y
determinados lugares Asiacute se afirma que por lo general al estilo elevado precede el
moderado ―a fin de que las cosas que se dicen en estilo sublime aparezcan en
comparacioacuten con las otras muchos maacutes elevadas y se vean maacutes luminosas con las
sombras de aquellas (Docchr IV2352)
Debido a que cada estilo corresponde a un determinado fin el orador debe
tener siempre presente queacute efecto quiere lograr en su auditorio Asiacute cuando se busca
que las personas cambien su comportamiento ethos el orador debe usar el estilo
sublime cuyo efecto queda evidenciado por las laacutegrimas los gemidos y sobre todo
el cambio de vida que se verifica luego de oiacuter un discurso sabio y de estilo elevado
Esto no significa que por medio de los estilos sencillo y moderado no se pueda lograr
un efecto sobre el aacutenimo de los oyentes pues muchas veces los hombres cambian su
comportamiento cuando se les habla de algo que desconociacutean o cuando se les
enuncian las virtudes de algo que les era conocido pero indiferente Esto pone de
manifiesto que los fines de ensentildear y deleitar propios de los estilos sencillo y
moderado son fines subordinados al objetivo fundamental la persuasioacuten En este
orden de ideas se afirma que como ―el oficio general de la elocuencia es en
cualquiera de estos tres geacuteneros hablar de manera persuasiva en cualquiera de los
tres geacuteneros el elocuente habla para persuadir pero si no lo logra no alcanza el fin de
la elocuencia (Docchr IV2555) Asiacute pues el orador debe intentar ensentildear deleitar
y persuadir en todos los casos y con independencia del estilo en el que se dirija al
puacuteblico En el caso del geacutenero sencillo se debe procurar que el auditorio no soacutelo
reciba el mensaje con inteligencia sino tambieacuten con agrado para que pueda aplicar
con obediencia aquello sobre lo que se le ha instruido Cuando usa el estilo
166
moderado no se trata soacutelo de adornar el discurso pues si eacuteste no es entendido su
mensaje no puede ni persuadir ni deleitar En este punto Agustiacuten se ocupa de una
cuestioacuten fundamental que se halla relacionada con la particularidad de la predicacioacuten
cristiana sapienter y eloquenter y su relacioacuten con los tres genera dicendi Asiacute pues
se afirma que
nosotros ordenamos este fin a otro fin es decir que lo que pretendemos hacer cuando empleamos el elevado esto mismo lo pretendemos en eacuteste a saber que se amen las buenas costumbres y se eviten las malas a no ser que los hombres se hallen tan alejados de este modo de obrar que sea preciso urgirlos a obrar con el estilo elevado o si lo hacen para que lo ejecuten con maacutes intereacutes y perseveren en ello maacutes firmemente Asiacute se logra que usemos el adorno del estilo moderado no con jactancia sino con prudencia no contentaacutendonos con su propio fin que es uacutenicamente deleitar al oyente sino procurando maacutes bien que este fin sirva de medio para ayudar al bien que queremos persuadir (Docchr IV2555)
La persuasioacuten entonces se halla estrechamente relacionada con la
comprensioacuten de aquello sobre lo que se quiere persuadir que no es otra cosa que la fe
en aquellos textos basados en los divinos testimonios (Sal 925) El recurso al salmo88
tiene que ver como anota Kursawe (2000) con la intencioacuten de concluir la cuestioacuten de
la relacioacuten entre los officia oratoris y los genera decendi haciendo eacutenfasis en la
necesidad de la ayuda divina tanto en la exposicioacuten por parte del orador como en la
comprensioacuten del mensaje por parte del auditorio (p 45)
Este pasaje introduce la seccioacuten conclusiva del libro cuarto en la que se
recogen algunos temas ya tratados poniendo el acento en la relacioacuten entre elocuencia
y ethos a propoacutesito del caraacutecter del orador cristiano Se afirma entonces que
Para que al orador se le oiga obedientemente maacutes peso tiene su vida que toda cuanta grandilocuencia de estilo posea Porque el que habla con sabiduriacutea y elocuencia pero lleva una vida perversa ensentildea sin duda a muchos que tienen empentildeo en saber aunque para su alma es inuacutetil seguacuten estaacute escrito (Docchr IV2760)
La idea de la coherencia entre las acciones y la predicacioacuten del orador estaacute
expresada en dos pasajes del De oratore en los que puede verse con claridad que
Ciceroacuten se alinea con Aristoacuteteles y Catoacuten en contra de los sofistas e Isoacutecrates a favor
88 ―Tus testimonios se han hecho sumamente creiacutebles (Sal 925)
167
de la tesis seguacuten la cual la retoacuterica debe estar al servicio de la justicia por encima de
cualquier otro intereacutes Por este motivo el orador no soacutelo ha de ser un hombre haacutebil en
el uso de la palabra sino un hombre de bien que tanto por su discurso como por sus
acciones logra persuadir al auditorio El Arpinate sostiene
Tan gran ornato para la entera comunidad cifro yo en un orador ilustre que al mismo tiempo es un hombre de bien pero si tras haber puesto en juego todas sus fuerzas con todo da la impresioacuten de que va a ser un orador de los del montoacuten le permitireacute que haga lo que quiera no sereacute muy pesado mas si fuera totalmente inadecuado y fuera de tono le aconsejareacute que se contenga o que pase a otras aficiones (II85)
Pues de entre las mayores excelencias la elocuencia es en cierto modo uacutenica Y aun cuando todas las excelencias son iguales y parejas hay con todo por su aspecto unas maacutes hermosas y brillantes que otras como este poder que tras haber dominado la naturaleza de la causa expone mediante palabras lo que su mente ha pensado y planeado de modo que es capaz de empujar al auditorio a donde se lo propone Y precisamente porque eacutesta es una facultad mayor ha de estar maacutes unida a la honradez y a una extraordinaria prudencia Pues si le proporcionaacuteramos teacutecnicas oratorias a quienes carecen de estas virtudes a la postre no los habriacuteamos hecho oradores sino que les habriacuteamos dado armas a unos locos (III55)
A propoacutesito del compromiso de Agustiacuten con esta postura ciceroniana vale la
pena tener presente la relacioacuten anotada por Conybeare (2017) que se da entre las
ideas presentadas en el De doctrina christiana y las del De ordine a propoacutesito del
ethos del orador En los uacuteltimos pasajes del diaacutelogo en relacioacuten con los errores
retoacutericos cometidos por los oradores se afirma que son maacutes importantes las
costumbres mores que se han obtenido por la fe que la sabiduriacutea en las diferentes
ciencias (ord II1746) Ademaacutes en las uacuteltimas liacuteneas Alipio recoge a manera de
conclusioacuten uno de los motivos ciceronianos maacutes importantes del diaacutelogo la
caracterizacioacuten del sabio como hombre docto y virtuoso (ord II2052)
En consonancia con las palabras de Ciceroacuten y con las conclusiones del De
ordine en este punto del De doctrina christiana se retoma la cuestioacuten de la relacioacuten
entre sabiduriacutea y elocuencia afirmando que la vida y las obras del orador cristiano
asiacute como la verdad deben anteponerse a la elocuencia El peligro de entender la
retoacuterica como fin en siacute misma y no como expresioacuten de la verdad se enuncia con una
referencia paulina que permite retomar el tema central de toda la obra ―no en
168
sabiduriacutea de palabras no sea que quede vaciacutea la cruz de Jesucristo (1Cor 117) En
este punto debe recordarse que en el libro segundo a propoacutesito de la exposicioacuten de la
caritas como criterio hermeneacuteutico se afirma que la finalidad uacuteltima del inteacuterprete de
la Escritura es comprender la cruz pues ella representa todas las dimensiones de la
vida humana Esta consideracioacuten puede extenderse a la retoacuterica que como ya se ha
visto opera en una doble dimensioacuten la humana que permite al reacutetor ensentildear la fe
deleitar en el amor y persuadir sobre el bien y la divina que se manifiesta a traveacutes de
la primera
Por esta razoacuten la eficacia de la operacioacuten retoacuterica debe entenderse como don
de Dios como un acto independiente tanto del arte del reacutetor como de la voluntad del
auditorio Por este motivo en la uacuteltima parte del libro cuarto la relacioacuten entre el
orador y su puacuteblico se resume en una exhortacioacuten a la oracioacuten
Cuando un orador tenga que hablar al pueblo o a un grupo maacutes reducido o dictar lo que se ha de decir puacuteblicamente o lo que se ha de leer por otros -si quieren y pueden- ore para que Dios ponga en sus labios palabras propicias Porque si la reina Ester que habiacutea de hablar al rey en favor de la salud temporal de su pueblo oroacute para que Dios diese a sus labios palabras convenientes iquestcuaacutento maacutes debe orar a fin de que reciba tal don el que trabaja con su palabra y doctrina por la eterna salud de los hombres Aquellos que han de decir lo que recibieron de otros tambieacuten oren antes de recibirlo por aquellos de quienes lo reciben para que se les deacute lo que por ellos desean recibir Y una vez recibido oren a fin de que ellos mismos lo pronuncien como conviene y lo tomen aquellos para quienes lo pronunciaron Y finalmente den gracias por el feliz eacutexito del sermoacuten de Aquel de quien no dudan que recibieron el don de hablar para que asiacute el que se gloriacutea se gloriacutee en Aquel en cuyas manos estamos nosotros y nuestros discursos (Docchr IV3063)
En este pasaje se muestra con claridad el viacutenculo entre la gracia y la retoacuterica
entendida en el aacutembito de las teacutecnicas y las relaciones humanas Asiacute como se afirmoacute
tanto en lo concerniente a la hermeneacuteutica como en lo relacionado con la retoacuterica el
conocimiento de las reglas no garantiza el feliz teacutermino de la accioacuten humana pues
eacutesta se halla sometida a Dios De esto no se sigue como afirman algunos
estudiosos89 que las disciplinas humanas pierdan validez o que su relacioacuten con las
mismas tenga una connotacioacuten meramente utilitarista Se trata en cambio de un uti 89 Se trata de la posicioacuten de Flasch (1994) y sus sostenedores seguacuten la cual la doctrina de la gracia es incompatible con la postura filosoacutefica de Agustiacuten relacionada con las artes liberales y su utilidad
169
que estaacute anclado en la relacioacuten esencial existente entre Dios y toda la creacioacuten en la
que se incluye tanto lo que ha sido instituido por el hombre como lo que ha sido
instituido por Dios mismo como es el caso de la retoacuterica Esta es la razoacuten por la cual
es necesario resaltar con Lettieri (2001) que ―todos los teacuterminos teacutecnicos decisivos de
la teologiacutea agustiniana de la gracia son los mismos ciceronianos usados
sistemaacuteticamente en la segunda parte del De doctrina christiana para articular la
doctrina retoacuterica eclesiaacutestica (p 466) Pensar esta relacioacuten implicariacutea un anaacutelisis de
la doctrina de la gracia y del lugar de la misma en la composicioacuten del De doctrina
christiana teniendo en cuenta la particularidad de su redaccioacuten A continuacioacuten
ofrezco algunos de los hitos principales del desarrollo de la doctrina de la gracia en
Agustiacuten con miras a su articulacioacuten con la retoacuterica sin embargo por ser un tema que
desborda los alcances de este trabajo me centrareacute solamente en el De diversis
quaestionibus ad Simplicianum que como se veraacute confluye en varios puntos con el
De doctrina christiana
33 Doctrina agustiniana de la gracia en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum
Una de las primeras obras escritas luego de la suspensioacuten del De doctrina
christiana fue el De diversis quaestionibus ad Simplicianum aunque la cronologiacutea de
ambas obras y su relacioacuten ha sido objeto de un extenso debate90
Seguacuten las palabras del proacutelogo la intencioacuten de Agustiacuten es responder a las
inquietudes expuestas por Simpliciano respecto de algunos pasajes oscuros de las
Cartas de San Pablo91 Para lograr esto se lleva a cabo una detallada exeacutegesis de
algunos pasajes cuya interpretacioacuten suscita no pocas perplejidades el primero de
ellos es el siguiente 90 En las Retractationes se afirma que la obra dirigida a Simpliciano fue la primera escrita en calidad de obispo ―de los libros que compuse siendo obispo los dos primeros son para Simpliciano prelado de la Iglesia de Milaacuten que sucedioacute al beatiacutesimo Ambrosio Tratan de Cuestiones diversas dos de las cuales las tomeacute de la Carta del apoacutestol Pablo a los Romanos para el libro primero (II11) 91 A propoacutesito del intereacutes exegeacutetico en San Pablo vale la pena tener presente que en ello ―Agustiacuten fue precedido por Mario Victorino el Ambrosiaster en Italia y el donatista Ticonio en Aacutefrica (Stark 1989 p 346)
170
hemos sido desligados de la ley de muerte a que estaacutebamos sujetos de manera que sirvamos en espiacuteritu nuevo no en la letra vieja iquestQueacute diremos entonces iquestQueacute la ley es pecado iexclNo por Dios Pero yo conociacute el pecado sino por la ley Yo no conoceriacutea la codicia si la ley no dijera no codiciaraacutes (Rm 725)92
La explicacioacuten ofrecida reza asiacute
hay que advertir desde luego que la ley no fue dada para provocar al pecado ni para extirparlo sino soacutelo para darlo a conocer para que el alma humana que se creiacutea afianzada en su inocencia palpase la evidencia del mal y no pudiendo vencerlo maacutes que con el favor de Dios con el escozor mismo de su culpabilidad se moviese a pedir la gracia (Simpl I22)
De esto resulta que la ley posibilita el conocimiento de todo aquello que se
debe evitar y el reconocimiento de la incapacidad del hombre para apartarse por siacute
solo del pecado Las palabras de Pablo seguacuten las cuales con ocasioacuten del mandato la
ley lleva a los hombres a la muerte deben interpretarse teniendo en cuenta que la ley
es buena siempre y cuando se haga buen uso de la misma pero es nociva cuando hay
un abuso de ella Asiacute ―abusa de la ley el que no se somete a Dios con piadosa
humildad para poder cumplirla por medio de la gracia (Simpl I16) lo cual confluye
en el pecado Se ve entonces que la ley no es la causa de la muerte sino el pecado
que deriva de la inobservancia de eacutesta Hay que tener presente que el cumplimiento
de la ley no depende de la voluntad del hombre pues es la gracia la que permite pasar
del estadio carnal al espiritual en el que el acatamiento del mandamiento deja de ser
una carga pues ―la gracia perdona los pecados e infunde el espiacuteritu de caridad por la
que la praacutectica de la justicia resulta no ya penosa sino agradable (Simpl I17) Asiacute
soacutelo aquel que es liberado por la gracia de Dios puede proceder seguacuten la ley con el
gusto que define al hombre espiritual
La reflexioacuten sobre la ley se concluye con las siguientes palabras de Apoacutestol
―la letra mata el espiacuteritu vivifica (2Cor 36) las cuales remiten a la seccioacuten del De 92 ―Pocos pasajes en la exeacutegesis paulina han recibido tan extensas variadas y contradictorias explicaciones como el pasaje de Rm 77-25 La explicacioacuten de Agustiacuten ocupa un lugar preponderante en la historia de la exeacutegesis del pasaje en cuestioacuten (Stark 1989 p 346) En lo concerniente a la influencia de Pablo en Agustiacuten debe anotarse con Harrison (2006) que desde los primeros diaacutelogos del 386 es posible establecer una fuerte presencia de la concepcioacuten paulina de la gracia que habriacutea determinado la comprensioacuten agustiniana de la conversioacuten que hallaraacute concrecioacuten en las Confessiones (p118)
171
doctrina christiana en la que se establece la relacioacuten entre interpretacioacuten literal e
interpretacioacuten espiritual Asiacute como el hombre que no ha sido liberado por la gracia es
esclavo de la ley aquel que no interpreta seguacuten la caritas es esclavo de los signos
Vale la pena examinar los dos textos con el fin de resaltar la consonancia existente
entre ambos En el De doctrina christiana se afirma
Mas en este tiempo cuando por la resurreccioacuten de nuestro Sentildeor Jesucristo brilloacute clariacutesimo el signo de nuestra libertad no estamos ya oprimidos con el grave peso de aquellos signos cuya inteligencia tenemos sino que el mismo Sentildeor y la ensentildeanza apostoacutelica nos transmitieron unos pocos entre tantos antiguos y estos faciliacutesimos de cumplir sacratiacutesimos en su significacioacuten y puriacutesimos en su observancia como son el sacramento del bautismo y la celebracioacuten del Cuerpo y la Sangre del Sentildeor Cualquiera que los recibe bien instruido sabe a queacute se refiere de modo que no los venera con carnal servidumbre sino maacutes bien con la libertad espiritual Asiacute como seguir materialmente la letra y tomar los signos por las cosas que significan denota debilidad servil asiacute interpretar inuacutetilmente los signos es propio del error miserablemente libre El que no entiende lo que significa un signo y sin embargo conoce que aquello es signo eacuteste no estaacute agobiado por la servidumbre Mejor es verse agobiado por signos desconocidos pero uacutetiles que no interpretaacutendolos inuacutetilmente enredar en los lazos del error la cerviz que salioacute del yugo de la servidumbre (III913)
Por su parte en la obra dirigida a Simpliciano leemos
Y asiacute un mismo precepto para los que temen es ley y para los que aman gracia De donde aquello del Evangelio la ley fue dada por Moiseacutes la gracia y la verdad vino por Jesucristo En efecto la gracia y la verdad nos vinieron por Jesucristo a fin de cumplir la ley que dio Moiseacutes para inspirar temor Se dijo pues Habeacuteis muerto a la ley como diciendo Estaacuteis libres del suplicio de la ley por el cuerpo de Cristo pues por eacutel os han sido perdonados los pecados merecedores de justo castigo (I117)
En los dos pasajes se afirma que gracias a la venida de Cristo el hombre pudo
librarse tanto de la esclavitud de los signos como de la servidumbre de la ley sin
embargo debe tenerse en cuenta que en el Ad Simplicianum se introduce de manera
expliacutecita el tema de la accioacuten de la gracia Teniendo presente la evidente equivalencia
existente entre ambos temas y la forma en que son abordados vale la pena preguntar
por queacute en la explicacioacuten de la liberacioacuten del hombre de la esclavitud de los signos
no se recurre a la gracia Podriacutea pensarse que ello no ocurre porque la doctrina sobre
la gracia auacuten no habiacutea sido desarrollada de manera sistemaacutetica Esta posicioacuten apoyariacutea
172
la tesis de que los tres primeros libros del De doctrina christiana son anteriores a la
composicioacuten de la obra dirigida al obispo de Milaacuten mientras que la uacuteltima parte del
libro tercero y todo el libro cuarto estariacutean determinados por la doctrina de la gracia
En contra de esta tesis puede afirmarse con Harrison (2006) que ya en las primeras
obras es posible rastrear diversos elementos que corresponden a un momento inicial
de un desarrollo coherente y unitario de la doctrina de la gracia motivo por el que no
es posible afirmar en el antildeo 396 Agustiacuten no tuviera los elementos necesarios para
incluir el tema de la gracia en el De doctrina christiana En este orden de ideas la
razoacuten por la cual en el De doctrina christiana no se recurre de manera expliacutecita al
teacutermino gratia estariacutea relacionada con una concepcioacuten maacutes amplia de eacutesta que atantildee a
la comprensioacuten de la estructura sacramental de toda la realidad (Harrison 2006 p
100)
Sin duda alguna las preguntas de Simpliciano acerca de los pasajes
problemaacuteticos del Apoacutestol exigen un esfuerzo interpretativo que desemboca en una
postura de la cual Agustiacuten ya no se alejaraacute en sus reflexiones posteriores Uno de los
textos en cuestioacuten es (Rm 910-29) en donde Pablo hace referencia al problema de la
eleccioacuten y recurre al ejemplo de Jacob y Esauacute93 Agustiacuten afirma que el objetivo
principal de la Carta a los romanos es evitar que los hombres se gloriacuteen de los
meacuteritos de sus obras y que consideren que por ellas se recibe la gracia de Dios pues
―por lo mismo que es gracia el Evangelio no se debe al meacuterito de las obras pues de
otro modo la gracia no es gracia (Simpl I22) Asiacute pues las obras no se anteponen a
la gracia sino al reveacutes pues eacutesta posibilita el buen obrar Lo mismo debe decirse
respecto de la fe pues eacutesta no es el resultado de la voluntad humana sino un don de
Dios cuya relacioacuten se caracteriza como sigue ―comienza el hombre a recibir la
gracia desde que comienza a creer en Dios movido a abrazar la fe por un aviso
admonitione interno o externo (Simpl I22) A propoacutesito de esto Harrison (2006)
afirma que Agustiacuten sostiene en el Ad Simplicianum que
93 La interpretacioacuten de este pasaje ha despertado el intereacutes de los estudiosos pues muchos ven en ella una clara toma de distancia respecto a la concepcioacuten de la justificacioacuten y la gracia (Catapano 2010 p 94 Lettieri 2001 p 86) A favor de una propuesta unitaria de la doctrina de la gracia que no excluye un cambio pero siacute una radical transformacioacuten veacutease (Harrison 2006 p 283)
173
en primer lugar Dios llama a la fe y hace posible la respuesta llamando de manera apta a la voluntad gracias a esto el hombre tendraacute la capacidad de hacer el bien Agustiacuten describe con detalle en teacuterminos de placer queacute es lo que motiva a la voluntad a creer y queacute hace que el llamado de Dios sea congruente con la voluntad del hombre (p 148)
La clave esteacutetica de la presentacioacuten agustiniana resaltada por Harrison (2006)
constituye un elemento maacutes para afirmar la unidad del pensamiento de Agustiacuten pues
como se afirmoacute a propoacutesito de los diaacutelogos la categoriacutea de la belleza y la terna de
modus species ordocedil con la que se halla en iacutentima conexioacuten es un elemento
recurrente en los diaacutelogos a partir del cual se construye una interpretacioacuten de la
relacioacuten entre Dios y las criaturas Teniendo esto en cuenta puede afirmarse que las
categoriacuteas esteacuteticas presentes en los primeros diaacutelogos de Agustiacuten constituyen el
trasfondo conceptual de lo que se configuraraacute maacutes adelante como doctrina de la
gracia Esta uacuteltima seguacuten un amplio grupo de estudiosos94 llega a su punto maacuteximo
en la interpretacioacuten de Rm 912 donde con el fin de ilustrar coacutemo precede la gracia a
las obras y pertenece al que llama vocat Agustiacuten expone el caso de Jacob y Esauacute de
los cuales antes de nacer y por lo tanto antes de que realizaran cualquier obra se
dijo ―el mayor serviraacute al menor (Rm 912) En este punto surge la pregunta de cuaacutel
es el fundamento de la eleccioacuten en la que se premia a Jacob teniendo en cuenta que
antes de nacer los hermanos no han cumplido todaviacutea ninguna obra ―Ella [la gracia]
no proviene de las obras por ser nulas antes de nacer no proviene tampoco de la fe
por ideacutentica causa iquestDe doacutende pues proviene (Simpl I26) La solucioacuten a esta
pregunta recoge los puntos fundamentales de las doctrinas agustiniana de la
justificacioacuten y de la gracia En primer lugar se afirma que la eleccioacuten de Jacob no
dependioacute ni de las obras ni de la fe sino de la voluntad de Dios que es Aquel que
justifica a los hombres llamaacutendolos a la fe por la gracia Por esta razoacuten no puede
afirmarse que la eleccioacuten se deacute a causa de la presciencia divina pues esto implicariacutea
aceptar que se eligioacute a Jacob por sus obras o por su fe
Luego si la misericordia de Dios no se adelanta llamando nadie puede conseguir la fe que es la base y principio para justificarse y conseguir la facultad de obrar bien
94 (Lettieri 2001 Catapano 2010)
174
(hellip) Luego por la voluntad del que llama vocante no por ninguna obra meritoria suya consiguioacute el menor el traspaso del mayorazgo (Simpl I27) (Eacutenfasis del autora)
El uso del teacutermino vocatio llamada busca poner el acento en la correlacioacuten
entre el que llama y el que es llamado relacioacuten que se establece sin la intervencioacuten
del hombre pues auacuten el consensus de este uacuteltimo es un don divino De esto resulta
que la llamada de Dios es siempre eficaz lo cual permite la conversioacuten incluso la de
los corazones maacutes soberbios95 Empero esta idea parece contraponerse al texto del
Evangelio seguacuten el cual ―muchos fueron los llamados y pocos los elegidos (Mt
2016) Si el llamado de Dios es siempre eficaz iquestcoacutemo explicar las palabras del
evangelista En la solucioacuten a esta cuestioacuten Agustiacuten recurre a teacuterminos retoacutericos
Asiacute aunque muchos fueron llamados de una manera sin embargo como no estaban en las mismas disposiciones affecti soacutelo respondieron a la vocacioacuten los que estaban dispuestos a recibirla lo cual nos autoriza para decir con verdad luego no depende del que quiere o corre sino de Dios que obra misericordia pues llamoacute como era conveniente aptum a los que siguieron la vocacioacuten vocationem (Simpl I213)
Noacutetese coacutemo la utilizacioacuten de los teacuterminos retoacutericos affectus y vocatio apta
permite resolver la dificultad de la interpretacioacuten de ambos pasajes Sin embargo el
uso de la retoacuterica no debe entenderse como la aplicacioacuten extriacutenseca de una disciplina
pues se recurre a las categoriacuteas retoacutericas humana en cuanto expresioacuten fenomenoloacutegica
de las divinas De esta breve consideracioacuten del Ad Simplicianum pueden extraerse las
siguientes conclusiones
1 El llamado eficaz de Dios esto es su voluntad es irresistible e infalible razoacuten
por la cual su efecto effectus no depende del hombre
2 La vocatio de Dios actuacutea en diferentes niveles ya que para algunos puede ser
apta persuasiva y eficaz mientras que para otros es inadecuada no persuasiva
e ineficaz seguacuten sea la voluntad divina (Lettieri 2001 p 86)
3 La conversioacuten de aquel que es llamado vocatus depende de forma directa de
la modalidad de la vocatio ―de la misteriosa y no uniforme intencionalidad de 95 A propoacutesito de esto Drecoll (2004) afirma que ―la conversioacuten de Pablo se constituye en un paradigma de la doctrina de la gracia agustiniana pues el perseguidor de la Iglesia Saulo precisamente se convierte sin ninguacuten meacuterito (p 226)
175
la retoacuterica divina que llama a todos los hombres pero de distinta manera
(Lettieri 2001 p 87)
Debe resaltarse como ya se afirmoacute en el capiacutetulo anterior que la cercaniacutea
entre ambas obras no soacutelo es temaacutetica sino metodoloacutegica pues las dos siguen el
esquema ciceroniano96 del modus inveniendi y el modus proferendi En el caso del Ad
Simpliacianum puede verse que la obra se ocupa en primer lugar de los problemas
interpretativos desde una perspectiva hermeneacuteutica y en segundo lugar del modo en
el que se debe decir aquello que se ha entendido desde un punto de vista retoacuterico que
no se limita a la retoacuterica humana sino que sienta las bases de los que podriacutea llamarse
retoacuterica divina Esta uacuteltima se desarrollaraacute treinta antildeos maacutes tarde en el libro cuarto del
De doctrina christiana en el cual se lleva a cabo una siacutentesis de varias de las
cuestiones que habiacutean ocupado las reflexiones de Agustiacuten desde los primeros antildeos del
episcopado En este sentido puede afirmarse que el De doctrina christiana entendida
en su conjunto y como unidad es una obra en la que el autor da cuenta de los
meacutetodos y modelos que eacutel mismo ha puesto en praacutectica durante su actividad
filosoacutefica
34 Retoacuterica de la gracia en la conclusioacuten del De doctrina christiana
En las primeras secciones del presente capiacutetulo se mostroacute que el uacuteltimo libro
del De doctrina christiana ofrece las herramientas necesarias para la preparacioacuten del
orador cristiano el cual una vez haya realizado un trabajo de interpretacioacuten de la
Escritura podraacute proceder a la explicacioacuten de cuanto alliacute ha comprendido Como ya se
afirmoacute teniendo en cuenta que esta parte de la obra fue compuesta en el antildeo 426 es
decir cuando ya Agustiacuten llevaba tres decenios dedicado a la interpretacioacuten y a la
predicacioacuten se trata de una seccioacuten de la obra que puede caracterizarse como
―retroprogramaacutetica es decir que en su composicioacuten el autor se vale de su propia
96 En los Topica Ciceroacuten afirma ―como toda razoacuten diligente del disertar tiene dos partes la una del invenir la segunda del juzgar el priacutencipe de ambas -seguacuten en verdad me parece- fue Aristoacuteteles Los estoicos empero trabajaron en la segunda [hellip] Nosotros ya que en ambas la utilidad es suma y si hubiera tiempo pensariacuteamos perseguir ambas comenzaremos por aquella que es la primera (II6)
176
experiencia llevando a cabo un ejercicio de autocomprensioacuten Asiacute la decisioacuten de
terminar la obra interrumpida se inscribe en el espiacuteritu de las Retractationes lo cual
le permite a Agustiacuten hacer una revisioacuten retoacuterica de su obra de sus fuentes y del
meacutetodo empleado en la interpretacioacuten y la predicacioacuten de las verdades de la Escritura
La utilidad de la exposicioacuten de estas reglas es innegable sin embargo no debe
caerse en la simplificacioacuten defendida por muchos comentaristas que considera el De
doctrina christiana como un manual ya sea de hermeneacuteutica ya sea de retoacuterica
(Simonetti 1983 Schaumlublin 1995) Se trata en cambio de un ejercicio interpretativo
y retoacuterico en el que a partir de las categoriacuteas claacutesicas ciceronianas se construye una
reflexioacuten que desborda los liacutemites de las disciplinas humanas y por esa razoacuten culmina
con la exposicioacuten de lo que con Lettieri (2001) puede llamarse persuasioacuten divinalsquo
en el libro cuarto del De doctrina christiana se elabora una teoriacutea consciente y revolucionaria de la retoacuterica divina esto es de la palabra humana como fenoacutemeno del Verbo divino Asiacute el juego etimoloacutegico sobre el teacutermino orator (oradororante) revela el maacutes profundo sentido de la relacioacuten entre reacutetor humano y Reacutetor absoluto (p 466)
El orador debe orar a Dios para que ponga en su boca las palabras adecuadas
para que pueda pronunciarlas de manera adecuada y para que el puacuteblico las reciba de
manera adecuada No sorprende que al final de su obra Agustiacuten recurra nuevamente
al siguiente pasaje escrituriacutestico ya citado en IV1532
conceacutedame Dios hablar seguacuten eacutel quiere y concebir pensamientos dignos de sus dones porque eacutel es quien guiacutea a la sabiduriacutea y quien dirige a los sabios que nosotros y nuestras palabras en sus manos estamos con toda nuestra prudencia y destreza en el obrar (Sab 716)
A continuacioacuten se presentaraacuten tres elementos tomados de la retoacuterica
ciceroniana a partir de los cuales puede entenderse la accioacuten de la retoacuterica divina
Uno de los teacuterminos ciceronianos que seguacuten la propuesta de Lettieri (2001)
Agustiacuten utiliza para estructurar su retoacuterica de la gracia es el de victoria97 El punto de
97 A propoacutesito de la victoria en las contiendas retoacutericas Ciceroacuten afirma en el De oratore (II1772)
177
partida para el tratamiento de esta nocioacuten es una vez maacutes uno de los pasajes del
Orator98 sobre el que se articula el libro cuarto del De doctrina christiana
Seraacute elocuente pues (ya que buscamos al orador perfecto siguiendo las huellas de Antonio) el que en el foro y en las causas civiles hable de tal manera que pruebe deleite y convenza El probar es de necesidad el deleitar de utilidad En el convencer estaacute la victoria final de toda causa Cuantos son los oficios del orador tantos son los modos de decir Sutil en el probar templado en el deleitar vehemente en el persuadir aquiacute estaacute toda la fuerza del orador (69)
Para el Arpinate el persuadir flectere uacuteltimo de los officia oratoris se
configura como el objetivo fundamental de la retoacuterica en esta concepcioacuten Agustiacuten
sigue a su maestro y lo cita textualmente cuando afirma en el De doctrina christiana
dijo pues un maestro de elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee deleite y mueva Y antildeadioacute despueacutes el ensentildear es propio de la necesidad el deleitar de la amenidad y el mover de la victoria (IV1227)99
Como se vio en la seccioacuten anterior el De diversis quaestionibus ad
Simplicianum permite conectar el tema de la retoacuterica con la doctrina de la gracia pues
Agustiacuten se sirve en dicha obra de algunas categoriacuteas retoacutericas claacutesicas para explicar la
manera en la que opera la accioacuten eficaz y movente de la gracia En el De doctrina
christiana es posible establecer dicha relacioacuten si se tiene en cuenta la doble
dimensioacuten de la retoacuterica Asiacute desde el punto de vista de la retoacuterica divina debe
afirmarse que eacutesta siempre alcanza la victoria en la persuasioacuten pues su llamado es
irresistible A propoacutesito de esto puede afirmarse con Marone (2008) que
98 La eleccioacuten del Orator y la preeminencia de su uso en el libro cuarto no son casuales Podriacutea pensarse que Agustiacuten consciente del desplazamiento llevado a cabo por Ciceroacuten del orador al oyente y de lo particular a lo universal encuentra en el Orator nociones maacutes precisas para la configuracioacuten retoacuterica de la doctrina de la gracia A propoacutesito de dicho desplazamiento ciceroniano se afirma que ―para el Ciceroacuten del Orator eacuteste ya no es el que domina al puacuteblico por la fuerza casi taumatuacutergica de su elocuencia sino el que se adapta a eacutel el que moldea no soacutelo su discurso sino tambieacuten su manera de ser (Levy 2012 p 27) 99 Es sorprendente el silencio de los comentaristas acerca del recurso de Agustiacuten a Ciceroacuten en esta seccioacuten del De doctrina christiana En primer lugar debe anotarse que la cita del Orator (69) es textual lo cual supone un uso teacutecnico consciente y voluntario a una de las nociones maacutes importantes de la retoacuterica del Arpinate Resulta muy notable que la uacutenica palabra que se cambia probare del aacutembito juriacutedico por docere del aacutembito pedagoacutegico tambieacuten haya sido usada por Ciceroacuten al enunciar los officia oratoris en el Brutus (185) El tema no menos sorprendente de la valoracioacuten de las palabras del maestro romano se abordaraacute en la conclusioacuten
178
en la teologiacutea de la gracia pueden identificarse el docere de la ley que habiacutea arrancado del hombre sus instintos animales la suasio cristiana que habiacutea permitido el conocimiento del Antiguo Testamento y el flectere infalible de la gracia que habiacutea quebrado la dureza del corazoacuten (p 309)
No sorprende que en otra obra compuesta en el mismo antildeo de la culminacioacuten
del De doctrina christiana se recurra al teacutermino victorialsquo paulino y ciceroniano En
el De gratia et libero arbitrio se afirma
pero iquestde queacute sirve un buen combate si no es coronado por la victoria Y iquestquieacuten da la victoria sino aquel de quien el mismo Apoacutestol dice pero gracias sean dadas a Dios que nos da la victoria por nuestro Sentildeor Jesucristo (VII16)
Estas palabras se hallan en clara consonancia con la conclusioacuten del De
doctrina christiana de nada sirve un buen combate certamen100 si no es coronado
con la victoria de la persuasio que culmina en la conversio Sin embargo esta uacuteltima
no depende de la voluntas del hombre ni de su doctrina pues ni la voluntad ni el
conocimiento son suficientes por siacute solos para garantizar la victoria
En segundo lugar vale la pena volver sobre la cuestioacuten de la relacioacuten entre
officia oratoris y genera dicendi A partir de la enunciacioacuten ciceroniana de los officia
oratoris y de los genera dicendi Agustiacuten construye como ya se vio un sistema de
retoacuterica cristiana que tiene una doble dimensioacuten Por una parte se trata de las reglas
que el orador y el predicador deben aplicar a sus discursos101 y por otra se trata de la
manera en la que la retoacuterica divina se manifiesta En cuanto a las primeras ya se
100 El teacutermino certamen lucha disputa o contienda proviene del verbo certāre que puede traducirse como combatir o disputar En su acepcioacuten retoacuterica Agustiacuten lo utiliza en el Contra academicos (I38) y en el proacutelogo al libro tercero del De doctrina christiana donde se afirma ―el hombre que teme a Dios indaga con diligencia su voluntad en las Santas Escrituras Pero antes haacutegase por la piedad manso en el trato para no amar las contiendas fortifiacutequese de antemano con el conocimiento de las lenguas a fin de no vacilar en las palabras y expresiones desconocidas preveacutengase por la instruccioacuten de ciertas cosas necesarias para no ignorar la virtud y naturaleza de aquellas cosas que se aducen por viacutea de semejanza y finalmente ayudaacutendole la veracidad de los coacutedices a los que procuraraacute depurar con una cuidadosa diligencia aceacuterquese ya pertrechado de este modo a discutir y solucionar los pasajes ambiguos de las Santas Escrituras (III11) La importancia de este proacutelogo es fundamental pues en eacutel se anticipa el programa de los dos uacuteltimos libros del De doctrina christiana y el espiacuteritu que determinaraacute la composicioacuten del libro cuarto treinta antildeos despueacutes si las contiendas humanas no estaacuten dirigidas por la caritas son palabras vaciacuteas 101 A propoacutesito de esto Lettieri (2001) afirma ―detraacutes del fenoacutemeno de la palabra biacuteblica y eclesiaacutestica teacutecnicamente construida seguacuten las normas de la retoacuterica claacutesica opera el Acto retoacuterico divino del cual aquellas categoriacuteas representan un vestigio (p 468)
179
afirmoacute que el orador debe buscar la claridad en sus discursos y que puede recurrir a
cualquiera de los tres genera dicendi seguacuten sea su finalidad o mezclarlos entre siacute
como de hecho lo han hecho autores cristianos como Cipriano y Ambrosio Por otra
parte en cuanto a la manifestacioacuten divina debe afirmarse que eacutesta se da en primer
lugar en la Escritura razoacuten por la que Agustiacuten a traveacutes de los exempla pone en
evidencia los diferentes estilos de los que se sirve Dios cuando habla por medio de los
profetas o del autor inspirado Teniendo en cuenta que seguacuten la retoacuterica claacutesica la
eleccioacuten de los estilos estaacute relacionada con el argumento a tratar vale la pena
detenerse en este aspecto pues esta distincioacuten no se aplica en la retoacuterica divina ya
que todas las materias abordadas son materias elevadas En este punto se lleva a cabo
un desplazamiento del contenido de la Escritura hacia la intencioacuten del orador y del
oyente el cual puede entenderse en un cierto sentido como una subjetivacioacuten de la
retoacuterica Si la Escritura es un espacio de objetividad absoluta en cuanto
manifestacioacuten divina es necesario recurrir a la intentio subjetiva para mantener la
distincioacuten claacutesica Esta consideracioacuten nos permite volver sobre una cuestioacuten que se
habiacutea presentado como problemaacutetica en la parte inicial del presente capiacutetulo la
eleccioacuten del pasaje de Rm 138 como exemplum de estilo moderado Teniendo en
cuenta que el mismo pasaje se utiliza en la reconstruccioacuten del momento de la
persuasio definitiva en las Confessiones esto es en la presentacioacuten literaria de la
propia conversio llevada a cabo por el Agustiacuten obispo en el antildeo 397 puede afirmarse
ahora que la razoacuten por la que en el De doctrina christiana este pasaje cumple una
funcioacuten distinta obedece a la utilizacioacuten del principio seguacuten el cual la Escritura se
aplica desde la subjetividad
A propoacutesito de la relacioacuten entre officia oratoria y genera dicendi vale la pena
tener presente la propuesta de Lettieri (2001) seguacuten la cual la revelacioacuten puede
entenderse bajo el mismo esquema de los genera ciceronianos aunque no debe
perderse de vista que la caritas de la gracia puede alcanzar su cometido la victoria a
traveacutes de cualquier estilo en el que se exprese su mensaje Seguacuten esto se afirma que
Dios se revela en el estilo sencillo en la doctrina y en la lex siguiendo el estilo
medio en la suasio evangeacutelica de la Iglesia y a traveacutes del estilo elevado en la
180
persuasio accioacuten interior e irresistible del Verbum (Lettieri 2001 p 473) El
esquema ofrecido por Lettieri se halla en clara consonancia con los exempla
presentados por Agustiacuten para el tratamiento de los genera dicendi en el libro cuarto
del De doctrina christiana Vale la pena recordar que para el estilo sencillo se
exponen varios pasajes de la Carta a los gaacutelatas de San Pablo relacionados
justamente con la ley acerca de la cual es necesario instruir a los hombres pues
fue dada por motivo de la transgresioacuten hasta que viniese la semilla a quien se hizo la promesa ley dispuesta por medio de los aacutengeles en la mano del Mediador Mas el mediador no es entre uno solo y Dios es uno (Ga 315)
En lo que concierne al estilo moderado se ofrecen tambieacuten varios pasajes
apostoacutelicos de iacutendole praacutectica muy cercanos tanto en el estilo como en la finalidad a
los preceptos ofrecidos por Ciceroacuten y Ambrosio en el De officiis En los pasajes
exhortativos del Apoacutestol Agustiacuten encuentra la belleza retoacuterica caracteriacutestica del estilo
medio cuya finalidad es la suasio a traveacutes del delectare
Casi todo este pasaje de la misma exhortacioacuten tiene un estilo moderado pero los trozos son maacutes bellos donde se suceden elegantemente las cosas propias con las propias como si fuesen tributos que se pagan a un deudor por ejemplo ―teniendo dones diversos conforme a la gracia que se nos ha dado ya sea profeciacutea a proporcioacuten de la fe ya ministerio para administrar el que ensentildea en la ensentildeanza el que exhorta en la exhortacioacuten el que distribuye en la sencillez el que preside en la solicitud el que obra misericordia con alegriacutea El amor sin fingimiento odiando el mal apegaacutendoos al bien En la caridad fraterna amaacutendoos unos a otros previnieacutendoos mutuamente en el honor en la obligacioacuten no perezosos en el espiacuteritu fervientes sirviendo al Sentildeor en la esperanza gozosos sufridos en la tribulacioacuten en la oracioacuten perseverantes caritativos en las necesidades de los santos ejercitando la hospitalidad Bendecid a los que os persiguen bendecidlos y no los maldigaacuteis Alegraos con los que se alegran llorad con los que lloran sintiendo lo mismo unos con otros (Rm 121) (IV2040)
Por uacuteltimo los exempla ofrecidos para ilustrar el estilo elevado se hallan
estrechamente relacionados con la persuasioacuten entendida como accioacuten irresistible y
siempre eficaz de la gracia De hecho Agustiacuten sostiene que el Apoacutestol no requiere de
artificios estiliacutesticos pues se trata de palabras que expresan violentum animi
affectibus como puede verse en el siguiente pasaje de Pablo
181
Sabemos que todas las cosas cooperan en bien de los que aman a Dios de aquellos que son llamados seguacuten la voluntad de Dios Porque a los que preconocioacute tambieacuten los predestinoacute a ser conformes a la imagen de su Hijo a fin de que Eacutel sea el primogeacutenito entre muchos hermanos A los que predestinoacute a eacutesos llamoacute y a los que llamoacute a los mismos tambieacuten justificoacute a los que justificoacute tambieacuten los glorificoacute (Rm 828) (IV 2043)
Como se afirmoacute antes a lo largo de toda la obra se ve con claridad que el uso
de los exempla tiene una funcioacuten que desborda el plano de la doctrina pues ellos
mismos se instalan en la persuasio objetivo uacuteltimo y maacutes elevado de la retoacuterica Esa
es la razoacuten por la cual hay una perfecta concordia entre forma retoacuterica y contenido la
cual halla su maacutexima expresioacuten en la eleccioacuten de los exempla Asiacute el principio
ciceroniano seguacuten el cual la elocuencia sin sabiduriacutea en nada aprovecha (Inv I1) es
reinterpretado a la luz de la sentencia paulina que encierra todo el propoacutesito del De
doctrina christiana ―no en sabiduriacutea de palabras no sea que quede vaciacutea la cruz de
Jesucristo (1Cor 117)
182
CONCLUSIONES
El recorrido llevado a cabo en el presente trabajo aborda la relacioacuten entre Agustiacuten y
Ciceroacuten uno de los autores claacutesicos maacutes influyentes en la configuracioacuten del
pensamiento cristiano medieval Teniendo en cuenta la vastedad y complejidad de la
obra de Agustiacuten fue necesario fijar un criterio metodoloacutegico que se centrara en el
estudio de algunos textos que fueran particularmente representativos de la influencia
del maestro romano en el Hiponense Por este motivo se establecioacute una distincioacuten
basada en tres momentos coyunturales del desarrollo intelectual de Agustiacuten a saber
la composicioacuten de los Diaacutelogos de Casiciaco en el 386 la primera redaccioacuten del De
doctrina christiana en el 396 y la culminacioacuten de esta uacuteltima en el 426
El conjunto de diaacutelogos compuestos en Casiciaco ofrece un panorama
complejo y rico de motivos claacutesicos y filosoacuteficos que permite acceder al pensamiento
de Agustiacuten en los antildeos inmediatamente posteriores a la conversioacuten Si bien no pocos
autores han notado la belleza estiliacutestica de los mismos y la profundidad de las
cuestiones alliacute tratadas el juicio que se ha impuesto los ha confinado a un lugar
menor dentro de la totalidad del corpus pues es comuacuten la consideracioacuten seguacuten la cual
se trata de obras juveniles muy cercanas al neoplatonismo (Alfaric 1918) cuyos
postulados son revisados y superados por el teoacutelogo de la gracia (von Harnack 1988
Lettieri 2001) Esta valoracioacuten se halla ligada al debate de las ―conversiones que
aunque identificado por Courcelle como un falso dilema (1968 p106) ha
determinado la recepcioacuten de los diaacutelogos y la consideracioacuten seguacuten la cual eacutestos deban
ser objeto de un estudio inherente al momento filosoacutefico temprano del pensamiento
de Agustiacuten En contra de las tesis evolucionistas algunos estudiosos han puesto el
184
acento en la unidad y continuidad en el desarrollo intelectual de Agustiacuten (Madec
1992 Harrison 2006) Si bien ninguna de las dos posiciones puede dar cuenta de
manera exhaustiva de las muacuteltiples dificultades que suscita el estudio de la obra
agustiniana en el presente trabajo se rastrearon algunas pistas que permiten avanzar
un poco en la direccioacuten de una continuidad y sostener la tesis seguacuten la cual siacute es
posible hablar de un pensamiento unitario en Agustiacuten
El hilo conductor de la investigacioacuten fue Ciceroacuten y la manera en la que
Agustiacuten recurre a su obra y pensamiento en momentos distantes pero estrechamente
relacionados entre siacute como la composicioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco y el De
doctrina christiana en sus dos redacciones
En el antildeo 386 Agustiacuten habiacutea abandonado su caacutetedra de retoacuterica aduciendo un
malestar de salud que no le permitiacutea atender a tan extenuante labor Se retira a
Casiciaco con el fin de prepararse para recibir el bautismo de manos del obispo
Ambrosio y llevar una vida tranquila alejada de los avatares de la administracioacuten
imperial Una lectura desprevenida del pasaje de las Confessiones en donde se relatan
estos acontecimientos podriacutea llevar a considerar que la renuncia a la retoacuterica no es
una renuncia al cargo de orador imperial y sus implicaciones sino una renuncia al
arte pagano siacutembolo del mundo romano Sin embargo el anaacutelisis atento de los
diaacutelogos escritos en dicho periodo arroja elementos que demuestran con claridad el
profundo compromiso de Agustiacuten no soacutelo con la retoacuterica claacutesica en cuanto disciplina
sino sobre todo con la concepcioacuten filosoacutefica ciceroniana
En el Contra Academicos primero de los diaacutelogos escritos en la villa de
Verecundo se lleva a cabo una imponente defensa de Ciceroacuten y de la escuela
neoacadeacutemica luego de haber realizado un ejercicio retoacuterico-filosoacutefico cuyo
resultado no fue otro que la refutacioacuten de las tesis esceacutepticas seguacuten las cuales resulta
imposible acceder a la verdad Animado por la promesa de eacutesta presentada en el
Hortensius Agustiacuten y sus interlocutores se entregan a la ardua tarea de demostrar que
el sabio puede conocer siendo eacuteste el resultado de dicho conocimiento
para mi es evidente que jamaacutes debo apartarme de la autoridad de Cristo ya que no encuentro otra maacutes fuerte En cuanto a lo que ha de buscarse con la fuerza de la razoacuten
185
(pues mi estado de aacutenimo es tal que estoy deseando con impaciencia conocer la verdad no soacutelo mediante la fe sino comprenderla tambieacuten con la inteligencia) espero entretanto poder encontrar en los platoacutenicos una doctrina que no se oponga a nuestros sagrados misterios (cAcad III2044)
Asiacute el primero de los diaacutelogos de Agustiacuten se cierra con la formulacioacuten de un
proyecto filosoacutefico en cuanto orientado a la buacutesqueda de la verdad que se ancla en la
siacutentesis entre la autoridad de Cristo102 y la razoacuten Si bien no se tratoacute en detalle la
relacioacuten de Agustiacuten con el platonismo la lectura del Contra Academicos ofrece
elementos fundamentales para la comprensioacuten de la relacioacuten de Agustiacuten con la
tradicioacuten platoacutenica que a traveacutes de Ciceroacuten se habiacutea instalado en los ciacuterculos
intelectuales de la peniacutensula
El proyecto agustiniano halla una primera concrecioacuten en los otros dos
diaacutelogos escritos en el antildeo 386 en los que es posible identificar el tratamiento de
temas claacutesicos de la filosofiacutea griega y romana como la cuestioacuten de la felicidad la
armoniacutea del universo y el alma humana En un interesante artiacuteculo Foley (2009)
rastrea las raiacuteces filosoacuteficas de los diaacutelogos de Casiciaco poniendo en evidencia que
la discusioacuten acerca del neoplatonismo de Agustiacuten ha ensombrecido la presencia de
Ciceroacuten en el cual Agustiacuten se inspira no soacutelo en lo concerniente al estilo sino en los
temas abordados Si bien el artiacuteculo de Foley resulta de gran utilidad para establecer
la apropiacioacuten agustiniana del pensamiento del Arpinate es necesario entender coacutemo
se da dicha apropiacioacuten desde la perspectiva de un filoacutesofo cristiano En este sentido
la conclusioacuten del Contra Academicos debe tenerse presente en la consideracioacuten de
todos los diaacutelogos como unidad temaacutetica y metodoloacutegica A propoacutesito de esto vale la
pena traer a colacioacuten la consideracioacuten de Fuhrer (2017) en la introduccioacuten a su
reciente edicioacuten criacutetica de los diaacutelogos de Casiciaco ―cada uno de los tres diaacutelogos
establece maacutes allaacute de sus fundamentos filosoacuteficos la capacidad que tiene la doctrina
cristiana para revelar la verdad (p7) Para el caso particular del De beata vita se
afirma que ―la peculiaridad del tratamiento agustiniano de este tema claacutesico reside en
la forma en la que concilia la tradicioacuten filosoacutefica con elementos cristianos proceso
102 Acerca del caraacutecter cristoloacutegico de los primeros escritos de Agustiacuten y de su ortodoxia veacutease Harrison 2006 p 255 ss
186
que culmina en el reconocimiento de que la beata vita y la sapientia pueden
alcanzarse a traveacutes de lo que Agustiacuten llama Deum habere Deo perfrui o cognitio
Dei (Fuhrer 2017 p9) El aporte del De beata vita en la comprensioacuten de la filosofiacutea
del joven Agustiacuten resulta fundamental pues como se demostroacute en este trabajo alliacute se
esbozan algunos de los temas que se trataraacuten en las Confessiones y en las obras de
madurez En lo concerniente a la tan debatida cuestioacuten del caraacutecter exclusivamente
filosoacutefico de los diaacutelogos Catapano (2006) y Harrison (2006) han presentado
importantes avances concluyendo que hay una evidente caracterizacioacuten cristiana de la
Verdad como objeto de la indagacioacuten filosoacutefica y que es posible establecer una
continuidad entre los primeros acercamientos a la cuestioacuten de la gracia y su posterior
desarrollo en el antildeo 397
En relacioacuten con el De ordine vale la pena detenerse en el caraacutecter del diaacutelogo
y la importante funcioacuten que cumple en la trilogiacutea de Casiciaco y en el corpus
agustiniano A propoacutesito de su particularidad puede afirmarse que en eacutel se encuentran
―las afirmaciones maacutes expliacutecitas acerca de la naturaleza las tareas y las partes de la
filosofiacutea seguacuten la acepcioacuten agustiniana Catapano 2006 p153) En este sentido el
punto de partida del proyecto filosoacutefico de Agustiacuten se completa estableciendo su
propoacutesito con claridad
Y para que nadie piense que he emprendido un tema vastiacutesimo lo resumo todo maacutes llana y brevemente Y digo que al conocimiento de todos estos problemas nadie debe aspirar sin el doble conocimiento de la buena argumentacioacuten y de la potencia de los nuacutemeros Si aun esto les parece mucho aprendan bien o la ciencia de los nuacutemeros o el arte de razonar bien Si todaviacutea les acobarda esto ahonden en el conocimiento de la unidad numeacuterica y de su valor sin considerarla en la suprema ley y sumo orden de todas las cosas sino en lo que cotidianamente sentimos y hacemos Se afana por esta erudicioacuten la misma filosofiacutea y llega a la unidad pero de un modo mucho maacutes elevado y divino Dos problemas le inquietan uno concerniente al alma el otro concerniente a Dios (ord II3347)
La empresa propuesta en el De ordine en el antildeo 386 determinaraacute el
pensamiento agustiniano y si bien en los cuatro decenios siguientes mostraraacute
variaciones en el recurso a las fuentes o en la predileccioacuten de ciertas temaacuteticas sobre
187
otras resulta muy difiacutecil sostener que se haya presentado un cambio radical en el
pensamiento de Agustiacuten o una renuncia a sus primeras reflexiones
El uacuteltimo de los diaacutelogos compuestos en este periodo los Soliloquia tiene un
caraacutecter particular pues en eacutel se toma distancia del geacutenero del ―diaacutelogo de villa
ciceroniano y se inaugura un estilo propiamente agustiniano la indagacioacuten intimista y
reflexiva del soliloquio Asiacute el intercambio dialogal se desplaza del coloquio entre un
grupo de amantes de la sabiduriacutea al diaacutelogo de un alma consigo misma que quiere
ahondar en sus propios misterios Sin embargo el recurso mismo al geacutenero dialogal
corresponde a una eleccioacuten claacutesica asiacute como los elementos provenientes del
Hortensius la Consolatio el De oratore y el De republica103 evidenciados a lo largo
de la obra En este sentido vale la pena destacar que tanto la forma como el contenido
de los Soliloquia estaacuten determinados por la tesis ciceroniana (De orat V17) de la
cultura como concordancia entre intelligendi disciplina y dicendi disciplina entre
dialeacutectica y retoacuterica donde aqueacutella se entiende como el paso de los signos (signa)
sensibles a las cosas ideales (res) y eacutesta como comunicacioacuten persuasiva de la verdad
Eacuteste es justamente el punto de partida del De doctrina christiana primera
obra compuesta por Agustiacuten en calidad de obispo de Hipona y redactada diez antildeos
despueacutes de los diaacutelogos de Casiciaco pero que se articula a partir de las ideas alliacute
expuestas Como se demostroacute en el presente trabajo la cercaniacutea entre los diaacutelogos y
la obra iniciada en el 396 es innegable pues tanto en los contenidos como en la
forma hay una continuidad esencial que apoya la idea de la unidad del pensamiento
de Agustiacuten En primer lugar debe destacarse la importancia que tienen las disciplinae
en las reflexiones de Agustiacuten en el decenio que transcurre entre el periodo milaneacutes y
el regreso al norte de Aacutefrica Si bien no considero que el De doctrina christiana
pueda reducirse a un manual teacutecnico es importante tener presente que siacute representa
una continuidad temaacutetica de cuestiones referidas a las disciplinas su funcioacuten y su 103 A propoacutesito de la relacioacuten entre el del De republica ciceroniano y la Repuacuteblica de Platoacuten vale la pena tener presente la propuesta de Altman (2016) en su obra The Revival of Platonism in Cicerorsquos Late Philosphy la cual presenta una tesis incisiva concerniente a la asimilacioacuten ciceroniana de la filosofiacutea de Platoacuten El papel que se le otorga a Agustiacuten en la construccioacuten de dicha recepcioacuten me permitioacute proponer una lectura poliacutetica de los Soliloquia que puede tomarse como punto de partida para futuras indagaciones en este campo
188
caraacutecter ya abordadas en los primeros diaacutelogos Asiacute muchos de los avances
alcanzados en el De ordine que presenta un programa provisional para una paideia
cristiana seraacuten retomados y profundizados en el 396 bajo la oacuteptica de las nuevas
exigencias impuestas por el obispado La cercaniacutea entre este aspecto de las primeras
obras y el De doctrina christiana ha sido notada y abordada por un amplio grupo de
comentaristas (Marrou 1949 Kevane 1966 Toom 2002) sin embargo esta
perspectiva ha contribuido a la tendencia de dividir la obra en dos secciones
irreconciliables entre siacute una de talante pedagoacutegico-cultural y otra de caraacutecter
teoloacutegico (Lettieri 2001) Mi intencioacuten al tratar esta cuestioacuten fue la de abordar el De
doctrina christiana como una obra dotada de unidad y coherencia a pesar de haber
sido suspendida en el 396 y retomada treinta antildeos maacutes tarde De este modo tambieacuten
en su relacioacuten con los diaacutelogos de Casiciaco propuse una lectura de continuidad que
me permitioacute no soacutelo establecer los puntos de confluencia sino rastrear la presencia de
Ciceroacuten tanto en los diaacutelogos como en los cuatro libros que componen el De doctrina
christiana En este propoacutesito fue de fundamental importancia la consideracioacuten del
proacutelogo de la obra pues eacuteste se configura como un testimonio imprescindible para
entender su caraacutecter e intencioacuten en cuanto conjunto (Kevane 1996 112 Kraumlmer
2006 101) asiacute como para situarla en el desarrollo intelectual de Agustiacuten En relacioacuten
con la datacioacuten del proacutelogo se ha presentado un intenso debate entre los
comentaristas pues mientras un grupo afirma que fue escrito en el antildeo 396 (Mayer
1974 Pincherle 1974 Kevane 1996) otros consideran que se redactoacute en el 426
junto con la parte conclusiva del libro tercero y el libro cuarto seguacuten la comuacuten
usanza de escribir el proacutelogo al final (Duchrow 1965 Opelt 1966) Luego de un
atento anaacutelisis del proacutelogo y de una consideracioacuten comprehensiva de toda la obra
considero que puede adoptarse con mayor fuerza la propuesta del primer grupo de
estudiosos Esta eleccioacuten ademaacutes permite entender mejor la cercaniacutea de la primera
parte del De doctrina christiana a otros escritos tempranos entre los cuales pueden
destacarse el Contra Academicos y el De magistro104
104 Toom (2002) aborda con claridad y profundidad la relacioacuten entre el De magistro y el De doctrina christiana sobre todo en lo concerniente al caraacutecter cristoloacutegico presente en ambas obras Sorprende
189
Del estudio del proacutelogo y del primer libro del De doctrina christiana se
derivan importantes conclusiones en lo relativo a la influencia del Arpinate En
primer lugar debe anotarse que las distinciones fundamentales sobre las que se
estructura la obra son de origen retoacuterico y se encuentran enunciadas en varias obras
ciceronianas Se trata de la distincioacuten entre modus inveniendi y modus proferendi
(Orat XXIII 8 Top II6) entre signa y res (De Inv I3048) entre uti y frui (De Inv
II53159) Estas categoriacuteas le permiten a Agustiacuten no soacutelo estructurar su obra sino
llevar a cabo una siacutentesis entre los modelos retoacutericos claacutesicos y los contenidos
cristianos de los que se ocupa en esta obra Asiacute la cuestioacuten exegeacutetica que se habiacutea ido
configurando como un problema central en el pensamiento de Agustiacuten en los antildeos
posteriores a la conversioacuten y en los primeros del obispado encuentra su lugar en la
retoacuterica A propoacutesito de esto Toom considera que el recurso al texto paulino de 1 Cor
138 en la parte conclusiva del libro primero y la interpretacioacuten ofrecida del mismo
tiene la importante funcioacuten de asociar los elementos de la tradicioacuten retoacuterica la
distincioacuten uti-frui con la terna de fe esperanza y caridad (Toom 2002 101) gracias
a lo cual es posible establecer y comprender la unidad estructural no soacutelo del libro
primero sino de toda la obra En el libro segundo luego de recapitular el plan
propuesto se ofrece una definicioacuten de signo que se inscribe en la tradicioacuten retoacuterica
claacutesica del De inventione105 de Ciceroacuten y del De Institutione Oratoria de Quintiliano
Si bien algunos estudiosos han puesto el acento en la falta de originalidad de la
definicioacuten agustiniana y en la poca profundidad en el tratamiento de la semioacutetica
(Kirwan 1989 p35) es importante resaltar como se hizo en el presente trabajo que
la exposicioacuten agustiniana del signo se inscribe en el marco del intereacutes retoacuterico- sin embargo que el autor restrinja su presentacioacuten a los tres primeros libros del De doctrina christiana pues es innegable la centralidad del problema cristoloacutegico en el uacuteltimo libro de dicha obra 105 Ciceroacuten en el De inventione afirma que ―el signo es lo que cae bajo alguacuten sentido y significa algo que parece salido de eacutel mismo (I 30 48) Aunque la definicioacuten de Agustiacuten es muy cercana vale la pena anotar que el contexto ciceroniano en el cual se ofrece esta distincioacuten es el de la argumentatio y no hay en ella ninguacuten recurso al vocabulario semioacutetico tradicional pues esta definicioacuten se refiere al mecanismo del signo en el aacutembito juriacutedico (Manetti 1993 p145) Jackson en la misma liacutenea de Manetti sostiene que tanto Quintiliano como Ciceroacuten se refieren al signo en el aacutembito forense sin embargo llama la atencioacuten sobre la recomendacioacuten ciceroniana del estudio de la semaacutentica en el Orator (115) obra fundamental para la composicioacuten del libro cuarto del De doctrina christiana (Jackson 1969 p31)
190
hermeneacuteutico de la obra que no persigue la intencioacuten de delinear una scientia
scientiorum per se En lo concerniente al aporte de Agustiacuten en relacioacuten con el signo
no debe perderse de vista la anotacioacuten de Simonetti (1994) seguacuten la cual antes de
Agustiacuten incluso en aacutembito estoico la nocioacuten de signo se identificaba con la de
indicio y no habiacutea una teoriacutea del signo desde la dimensioacuten linguumliacutestica (p420) La
palabra entendida como signo representa el aporte fundamental de la filosofiacutea del
lenguaje agustiniana la cual se inscribe en un horizonte maacutes amplio de comprensioacuten
de lo humano pues como afirma Alici (1976) ―el lenguaje es signo y testimonio de
una presencia espiritual que evoca e invoca a otra presencia espiritual (p 143) Esta
es la razoacuten por la cual el libro segundo del De doctrina christiana concluye con un
ejercicio hermeneacuteutico que conduce al signo por excelencia en el cual se vive y se
comprende la verdad que busca el cristiano la cruz Eacutesta es culmen y causa de toda
significacioacuten tanto por lo que significa como por lo que ella misma es El lugar
central que ocupa la interpretacioacuten del pasaje del Eacutexodo106 no es casual pues le
permite a Agustiacuten articular hermeneacuteutica semaacutentica y retoacuterica y pasar al tratamiento
en el libro tercero de los signos ambiguos los cuales deben ser interpretados a la luz
del precepto de la caritas
Del estudio del libro tercero del De doctrina christiana se deriva una conclusioacuten
fundamental fiel a la tradicioacuten retoacuterica romana Agustiacuten aborda el problema de los
signos ambiguos afirmando que la ambiguumledad presente en la Escritura depende de la
utilizacioacuten de palabras metafoacutericas o propias que tengan distintos significados La
primera definicioacuten de ambiguitas ofrecida por Agustiacuten en el De dialectica (10) sigue
muy de cerca las definiciones claacutesicas aunque en el tratamiento de esta cuestioacuten
106 ―Acueacuterdese de aquellos que celebraban en aquel tiempo la pascua en imagen de sombras cuando se les mandoacute sentildealar las puertas con la sangre del cordero lo cual hicieron con hisopo (Ex 1222) Esta hierba es suave y humilde sin embargo nada hay maacutes fuerte y penetrante que sus raiacuteces Lo que nos manifiesta que estando arraigados y cimentados en la caridad podemos comprender con todos los santos cuaacutel sea la anchura la longitud la altura y la profundidad esto es la Cruz del Sentildeor donde se entiende por anchura el madero transversal en que se hallan extendidas las manos por longitud lo que hay desde la tierra hasta este madero y en ella se fija todo el cuerpo de manos abajo por altura desde la anchura hasta lo maacutes alto hacia arriba donde se apoya la cabeza por profundidad lo que metido en la tierra se oculta a nuestra vista (II4162)
191
recurre a Ciceroacuten de manera expliacutecita no solo para precisar su significado sino su
solucioacuten
Y asiacute con plena razoacuten dicen los dialeacutecticos que toda palabra es ambigua Y no nos desconcierte que en [una obra de] Ciceroacuten Hortensio los acuse falsamente en estos teacuterminos laquoDicen que ellos se atreven a explicar con claridad las cosas ambiguasraquo Dicen asiacute mismo que toda palabra es ambigua iquestCoacutemo entonces van a explicar lo ambiguo con lo ambiguo Pues esto no es sino introducir en las tinieblas una luz apagada Es verdad que no le ha faltado chispa y astucia al decirlo pero esto es lo que en [otra obra del] mismo Ciceroacuten dice Esceacutevola a Antonio laquoY a la postre como dejas la impresioacuten de que los sabios hablan con elocuencia la dejas tambieacuten de que los necios hablan con verdadraquo Pues iquestqueacute otra cosa hizo Hortensio en aquel pasaje sino esparcir tinieblas entre los inexpertos con agudeza de ingenio y un gracioso discurso como si se tratase de una bebida pura y agradable En efecto lo afirmado esto es que toda palabra es ambigua estaacute dicho respecto de cada palabra singular Ahora bien las palabras ambiguas se explican mediante la discusioacuten y nadie ciertamente discute con palabras singulares Asiacute pues nadie explicaraacute las palabras ambiguas con palabras ambiguas (Dial 10)
En un tono muy similar al utilizado en el Contra Academicos en este pasaje
del De dialeacutectica Agustiacuten advierte sobre los peligros de este tipo de escepticismo
cuya refutacioacuten es fundamental para la justificacioacuten de un proyecto interpretativo
como aquel que se propone en el De doctrina christiana Es por esta razoacuten que en
este punto se ofrecen las reglas que deben ser aplicadas en los casos de ambiguitas y
posteriormente se llevaraacute a cabo una aplicacioacuten de las mismas apelando al recurso
retoacuterico de los exempla esto con el fin de resolver la cuestioacuten de la ambiguitas en lo
que concierne a las palabras metafoacutericas translata
En la misma liacutenea del De officiis tanto del de Ciceroacuten como del de Ambrosio
Agustiacuten recurriraacute a ejemplos para ilustrar cada una de las dificultades interpretativas a
las que debe enfrentarse el estudioso de la Escritura
Como experimentado maestro de retoacuterica Agustiacuten conociacutea muy bien la teoriacutea
concerniente a la utilizacioacuten de los ejemplos en la argumentacioacuten lo cual puede
apreciarse en la perfecta composicioacuten retoacuterica de sus sermones y de algunas partes del
De doctrina christiana como se vio a lo largo del presente trabajo Fiel a la tradicioacuten
latina y a la definicioacuten de Quintiliano seguacuten la cual el exemplum consiste en ―la
mencioacuten de un hecho real o presuntamente real uacutetil para persuadir de aquello que se
192
pretende (InsV116) Agustiacuten se sirve de los ejemplos no soacutelo para ilustrar aquello
que quiere explicar sino tambieacuten y sobre todo para persuadir movere al oyente
acerca de cuestiones centrales de la doctrina cristiana anticipando asiacute el tema del
libro cuarto La eleccioacuten de los exempla de caraacutecter cristoloacutegico estaacute relacionada con
la hermeneacuteutica pues la interpretacioacuten cuyo fin es el conocimiento de Dios se da en
la revelacioacuten de Dios en el Verbo encarnado A propoacutesito de esto Harrison afirma
que Agustiacuten encuentra en el Evangelio de Juan la maacutes alta expresioacuten de la unidad y la
identidad del Padre y el Hijo sobre la cual se fundamenta la posibilidad del
conocimiento de Dios de la significacioacuten y la eficacia de la fe para la salvacioacuten
(Harrison 1992 212) En relacioacuten con la cuestioacuten temaacutetica debe resaltarse que se
lleva a cabo una perfecta composicioacuten en la que se enlazan el final del libro segundo
con el comienzo del tercero en una estructura circular que quiere poner el eacutenfasis en
la centralidad de la cruz signum signorum en la comprensioacuten humana Las
principales consecuencias del anaacutelisis aquiacute presentado pueden sintetizarse de la
siguiente manera (1) la unidad temaacutetica y metodoloacutegica de los tres primeros libros
del De doctrina christiana puede sintetizarse en la terna signum res exempla (2) la
apropiacioacuten cristiana de la tradicioacuten retoacuterica claacutesica no debe entenderse como una
mera asimilacioacuten teacutecnica sino que se trata maacutes bien de una radical y consciente
apropiacioacuten cristiana del modelo ciceroniano (Lettieri 2001 465) (3) la unidad de
los primeros tres libros se halla estrechamente relacionada con la totalidad de la obra
y la fidelidad al proyecto y al disentildeo inicial de la misma ideados en el antildeo 396 razoacuten
por la cual la estructura de los libros segundo y tercero ofrece un argumento maacutes a
favor de la unidad del De doctrina christiana (4) la utilizacioacuten de los exempla en los
libros segundo y tercero del De doctrina christiana permite pensar la cercaniacutea entre la
idea ciceroniana seguacuten la cual ―la elocuencia sin sabiduriacutea casi siempre estorba
demasiado nunca aprovecha (Inv I 1) y la propuesta agustiniana presente a lo largo
de toda la obra en particular en el uacuteltimo libro compuesto en el antildeo 426
La particularidad de la composicioacuten de la obra ha sido objeto de un extenso
debate entre los especialistas en el pensamiento de Agustiacuten Como se afirmoacute a lo
largo del presente trabajo la posicioacuten de los que consideran que la interrupcioacuten del
193
396 representa una ruptura que quiebra la obra en dos partes irreconciliables entre siacute
resulta muy difiacutecil de sostener A nivel estiliacutestico seguacuten afirmacioacuten de Simonetti
(1994) y de Marone (2008) la diferencia entre las dos partes del De doctrina
christiana resulta imperceptible A nivel de contenido el uacuteltimo libro se mantiene fiel
al programa presentado en el proacutelogo y confirmado en el libro primero En lo que
concierne a las razones de la suspensioacuten de la redaccioacuten se llegoacute a la conclusioacuten
luego de un detenido estudio de la obra y de las diferentes posturas de los estudiosos
y sus argumentos que se tratoacute de una cuestioacuten praacutectica y no teoacuterica Las razones de
esta conclusioacuten tienen que ver con la debilidad de la tesis seguacuten la cual ante la
dificultad doctrinal (Simonetti 1994) o hermeneacuteutica (Kannengiesser 1995)
representada por el recurso a Ticonio Agustiacuten decidioacute abandonar la obra En relacioacuten
con la propuesta de Lettieri seguacuten la cual la interrupcioacuten se debioacute al ―descubrimiento
de la doctrina de la gracia (Lettieri 2001) llevado a cabo en el De diversis
quaestionibus ad Simplicianum se intentoacute demostrar de la mano de Harrison (2006)
que tanto en los diaacutelogos de Casiciaco como en la primera parte del De doctrina
christiana es posible identificar nociones que representan primeras aproximaciones a
la cuestioacuten de la gracia que hallaraacute su determinacioacuten maacutes madura en el Ad
Simplicianum y en obras posteriores De este modo resultariacutea maacutes plausible la tesis
sostenida entre otros por el mismo Agustiacuten seguacuten la cual la obra quedoacute interrumpida
a causa de las muchas ocupaciones que se le imponiacutean en cuanto obispo de Hipona
En el pasaje de las Retractationes en el que aborda esta cuestioacuten se afirma
Como encontrase que estaban sin terminar los libros de La doctrina cristiana preferiacute terminarlos antes que dejarlos asiacute y pasar a retractar otros tratados Asiacute pues termineacute el libro tercero que estaba escrito hasta aquel pasaje donde se recuerda el testimonio del Evangelio sobre la mujer que esconde el fermento en tres medidas de harina hasta que fermenta todo Antildeadiacute tambieacuten un libro nuevo y completeacute toda la obra con cuatro libros Los tres primeros ayudan a entender las Escrituras el cuarto coacutemo debemos exponer lo que entendemos (II41)
A propoacutesito de la decisioacuten de terminar la obra encontrada inconclusa Lancel
(2002) llama la atencioacuten al profundo compromiso de Agustiacuten como autor el cual
habiacutea dado respuesta en su vida praacutectica a las cuestiones teoacutericas propuestas en los
194
primeros antildeos del episcopado De este modo el libro cuarto se presenta enriquecido
por treinta antildeos de experiencia (p199) pero su conclusioacuten se inscribe dentro del
compromiso original de Agustiacuten de dar respuesta a las cuestiones que se le
planteaban
Asiacute mismo dentro de este contexto hay que hacer notar que la continuacioacuten y
terminacioacuten del De doctrina christiana se inscribe en el espiacuteritu de la retractatio esto
es en la necesidad de esclarecer y precisar algunas posturas referentes a problemas
fundamentales de su pensamiento Asiacute la decisioacuten de completar la obra debe
entenderse como un ejercicio hermeneacuteutico que se configura a partir de la
comprensioacuten que Agustiacuten tiene del conjunto de la obra y del corpus aportando
elementos fundamentales para la interpretacioacuten de lo afirmado treinta antildeos atraacutes La
pregunta esencial entonces no es por queacute Agustiacuten interrumpe el De doctrina
christiana sino por queacute lo completa El Agustiacuten del 426 no es otro Agustiacuten ndashcontra
Lettierindash sino un autor que ya ha arribado a la madurez de su pensamiento y que
desde alliacute retoma y precisa aspectos cruciales de su desarrollo intelectual para darle
inteligibilidad al proyecto presentado en el 396 con el cual se identifica En este
sentido debe considerarse su relacioacuten con Ciceroacuten y el recurso al Orator el maacutes
filosoacutefico entre los escritos retoacutericos ciceronianos107 como punto de partida para la
articulacioacuten del libro cuarto Si bien todos los comentaristas resaltan el caraacutecter
ciceroniano de la parte final del De doctrina christiana no se ha abordado de manera
exhaustiva un trabajo sobre las implicaciones de dicho caraacutecter En primer lugar debe
resaltarse que el Agustiacuten de las Retractationes es decir un autor que se preocupa por
recorrer su propia obra matizaacutendola y precisaacutendola en caso de ser necesario
compone el final del libro tercero y la primera parte del libro cuarto del De doctrina
christiana con la intencioacuten de recoger elementos que habiacutean sido fundamentales en
sus antildeos de experiencia Fiel al propoacutesito inicial del 396 Agustiacuten incluye las reglas
107 Acerca de esta cuestioacuten Pierini (1979) ofrece una iluminadora reflexioacuten a partir de los pasajes del Orator 7-10 en los cuales Ciceroacuten expone su concepcioacuten de las ideas platoacutenicas para iniciar su caracterizacioacuten del orador ideal ―Ciceroacuten a partir de la utilizacioacuten de la teoriacutea platoacutenica de las ideas y la comparacioacuten con el artifex que crea basado en un modelo ideal se presenta a siacute mismo como demiurgo del orador ideal (p101)
195
de Ticonio en la parte final de la seccioacuten dedicada al modus inveniendi pues a
manera de una retractatio a la inversa reconoce la influencia que el Liber regularum
habiacutea tenido para su propia comprensioacuten de la Escritura y cuestiones relacionadas con
su eclesiologiacutea Una vez hecho esto procede a ocuparse del modus proferendi y en
consonancia con su formacioacuten retoacuterica presenta las reglas de la retoacuterica cristiana
enmarcadas en una relacioacuten filosoacutefica que recoge no soacutelo los temas abordados en
muchas de sus obras sino su propia experiencia pastoral y lieraria En este sentido
puede afirmarse con Johnson a propoacutesito del Agustiacuten del 426 (1976) que ―su intereacutes
por el significado y el valor de la retoacuterica nunca cesa asiacute el libro que termina al final
de su vida sea un libro que teniacutea que terminarse Eacutel termina su vida asiacute como la
comienza defendiendo la retoacuterica con toda la honestidad y toda la pasioacuten con la que
podiacutea hacerlo (Johnson 1976 p 219)
En lo que concierne al lugar que ocupa Ciceroacuten en el libro cuarto vale la pena
anotar que el recurso a la retoacuterica del Arpinate no puede reducirse a su valor teacutecnico
De hecho los pasajes del Orator que Agustiacuten cita textualmente se hallan inmersos en
un contexto que tiene como trasfondo la intencioacuten ciceroniana de delinear inchoare
las caracteriacutesticas del orador perfecto sobre una base filosoacutefica de clara inspiracioacuten
platoacutenica Asiacute cuando Agustiacuten se propone delinear las caracteriacutesticas del orador ideal
cristiano recurre a su maestro Ciceroacuten y aunque no lo nombra directamente hace una
afirmacioacuten que no se puede dejar pasar desapercibida ―dijo pues un maestro de
elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee
deleite y mueva (IV1227) Si bien los comentaristas se han centrado en el hecho de
que Agustiacuten se refiere indirectamente a Ciceroacuten (Testard 1958 p 297 Hagendahl
1967 p699) lo maacutes notable e indicativo de este pasaje es la atribucioacuten de verdad a
las palabras del romano asiacute mismo reconocido como maestro Con esta afirmacioacuten
Agustiacuten cierra con coherencia el compromiso adquirido treinta antildeos antes y el
proyecto trazado en el Contra Academicos En la buacutesqueda de la verdad a la que
Agustiacuten dedica toda su vida Ciceroacuten y con eacutel la filosofiacutea platoacutenica constituye una
de las herramientas fundamentales para la construccioacuten de su pensamiento La
verdad que es una sola trasciende los liacutemites de la historia y se manifiesta en la
196
creacioacuten y en la Escritura de ahiacute la necesidad de comprenderla y de transmitir lo que
en ella se encuentra El papel que se le otorga al Arpinate en el uacuteltimo libro del De
doctrina christiana debe entenderse como el bautismo de la retoacuterica y la inauguracioacuten
de un proceso de apropiacioacuten que determinaraacute la permanencia de la cultura de la
Antiguumledad en Occidente a traveacutes del cristianismo
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400) Leiden Brill
Woolf R (2015) Cicero The Philosophy of a Roman Sceptic Nueva York
Routledge
7 de diciembre de 2017 Profesor Diego Antonio Pineda Rivera Decano Facultad de Filosofiacutea Apreciado Sentildeor Decano Reciba un cordial saludo Es para miacute muy grato hacer presentacioacuten a la Facultad de la tesis titulada ―Quidam Cicero la influencia de Ciceroacuten en el pensamiento de Agustiacuten con el que la alumna Biviana Unger Parra cumple su compromiso fundamental en el programa de Doctorado en Filosofiacutea El estudio de Biviana del pensamiento de Agustiacuten es una labor que ya se remonta a maacutes de una deacutecada habiendo formado parte de ello sus trabajos de pregrado y maestriacutea diversos artiacuteculos en revistas indexadas y varias estancias de investigacioacuten en Italia la uacuteltima de ellas durante el primer semestre de este antildeo con el reconocido profesor de la Universidad de Padua Giovanni Catapano Como resultado de sus intensas investigaciones agustinianas Biviana pudo constatar la situacioacuten paradoacutejica en la que se encuentra el estudio de la relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten Nadie niega por supuesto la presencia ciceroniana en el corpus agustiniano a cuya constatacioacuten se dedican las importantes contribuciones de Testard y de Hagendahl que ya tienen cincuenta antildeos de haber sido publicadas pero se echa de menos un estudio teoacuterico fuerte que deacute cuenta en los oacuterdenes formal y temaacutetico de la influencia del Arpinate en el Hiponense Junto con algunos estudios recientes la presente investigacioacuten quiere prestar su propia contribucioacuten en esta descuidada aacuterea de los estudios agustinianos Para ello la autora delinea con todo cuidado su propia comprensioacuten del pensamiento de los dos autores y dentro de este marco ofrece una interpretacioacuten rigurosa apropiada y tambieacuten novedosa del significado de la presencia de Ciceroacuten en Agustiacuten Por motivos evidentes de economiacutea acadeacutemica el estudio ha tenido que referirse a aquellas obras iniciales y constitutivas del pensamiento de Agustiacuten los Diaacutelogos de Casiciaco incluidos los Soliloquios La doctrina cristiana y las Confesiones Esta investigacioacuten es el resultado de este compromiso interpretativo Sus resultados son fundamentales y abren prometedoras viacuteas de indagacioacuten para el corpus agustiniano Como su Director siento un legiacutetimo orgullo en presentar a la comunidad acadeacutemica este trabajo claro completo y estimulante sobre el pensamiento siempre actual de Agustiacuten de Hipona Atentamente Alfonso Floacuterez Profesor Titular
AGRADECIMIENTOS
A mi maestro y amigo Alfonso Floacuterez por su compantildeiacutea iluminadora y atenta en
estos felices antildeos de estudios agustinianos
A mi familia profesores y amigos por sus ensentildeanzas paciencia apoyo y
comprensioacuten
A mi esposo por su amor y simpatiacutea
A Dios por permitir que encontrara en la filosofiacutea el maacutes bello consuelo
ABREVIATURAS
En las notas se han utilizado las siguientes abreviaturas
Obras de Agustiacuten
Epistulae ep
Confessiones conf
Contra Academicos cAcad
De catechizandis rudibus cat Rud
De beata vita bvita
De civitate Dei civDei
De dialectica Dial
De doctrina christiana Docchr
De diversis quaestionibus ad Simplicianum Simpl
De magistro mag
De ordine ord
De Trinitate Trin
Retractationes retr
Soliloquia sol
Otras obras claacutesicas
Ciceroacuten
Academici libri Acad
Brutus Brut
De inventione Inv
De divinatione Div
De fato Fat
De finibus bonorum et malorum Fin
De Natura Deorum ND De oratore de Orat
De officiis off
De Republica Rep
Disputationes Tusculanae Tusc
Orator Orat
Topica Top
Quintiliano
Institutio oratoria Inst
Ambrosio
De Officiis De Off
Ticonio
Liber regularum Lr
Dioacutegenes Laercio
Vitae philosophorum DL
TABLA DE CONTENIDO
Paacuteg
INTRODUCCIOacuteN 13
1 LA INFLUENCIA DE CICEROacuteN EN LOS DIAacuteLOGOS DE CASICIACO DE AGUSTIacuteN 23 Introduccioacuten 23 11 Contra Academicos la buacutesqueda de la verdad 31 12 El Contra Academicos como ejercicio filosoacutefico y retoacuterico 39 121 iquestQuieacuten es el sabio 42 122 Platonis schola del tribunal a la escuela 43 13 Agustiacuten y Ciceroacuten la buacutesqueda de la vida feliz 50 131 El alma y su alimento 53 14 De ordine el camino hacia el encuentro 61 141 Schola nostra 61 142 Las artes liberales y el orden moral 65 15 El diaacutelogo con la razoacuten Soliloquia 73
2 EL PROYECTO DE UNA PAIDEIA CRISTIANA 89 Introduccioacuten 89 21 El proacutelogo al De doctrina christiana 97 22 El horizonte normativo de la hermeneacuteutica 101 23 Semaacutentica retoacuterica y hermeneacuteutica 107 24 Agustiacuten y Ticonio la pausa en la composicioacuten del De doctrina christiana y la
recepcioacuten del Liber regularum 131
12
3 CICEROacuteN EN EL LIBRO CUARTO DEL DE DOCTRINA CHRISTIANA 143 31 Elocuencia cristiana 148 32 Docere delectare flectere 156 33 Doctrina agustiniana de la gracia en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum
169 34 Retoacuterica de la gracia en la conclusioacuten del De doctrina christiana 175
CONCLUSIONES 183
BIBLIOGRAFIacuteA 197
INTRODUCCIOacuteN
La inmensa obra agustiniana ha suscitado un intereacutes extraordinario a lo largo
de maacutes de quince siglos dejando como resultado una gran produccioacuten bibliograacutefica
que se ha desarrollado desde distintos puntos de vista corrientes e intereses
filosoacuteficos Para los historiadores de la filosofiacutea el estudio de la relacioacuten de Agustiacuten
con las fuentes claacutesicas ha representado un problema de difiacutecil abordaje pues el
recorrido vital e intelectual del autor se enmarca en una situacioacuten particular conectada
con la cuestioacuten del uso que la cultura cristiana debiacutea hacer de las fuentes filosoacuteficas
de la Antiguumledad
En los primeros escritos de Agustiacuten los diaacutelogos de Casiciaco considerados
como la clave de su pensamiento filosoacutefico emerge de manera constante la cuestioacuten
del lugar que deben ocupar las disciplinas provenientes de la cultura claacutesica en el
conjunto formativo cristiano1 En este contexto las artes liberales ocuparaacuten un lugar
fundamental en el proyecto intelectual de los primeros antildeos de produccioacuten
agustiniana No sorprende entonces que Agustiacuten se haya dado a la tarea de
componer unos libros sobre las disciplinas libri disciplinarum dedicado al estudio de
la gramaacutetica la retoacuterica la dialeacutectica la aritmeacutetica la geometriacutea y la muacutesica Este
proyecto no se llevoacute a teacutermino soacutelo se finalizaron los textos acerca de la gramaacutetica y
la dialeacutectica y se avanzoacute en aquel dedicado a la muacutesica del cual uacutenicamente se
escribieron los seis libros dedicados al ritmo pero no aquellos sobre la melodiacutea
Aunque se ignoran las razones por las cuales no se terminoacute este programa debe
anotarse que Agustiacuten se refiere a las disciplinas en varias obras a lo largo de su vida
1 Acerca de la apropiacioacuten agustiniana de las disciplinas procedentes de la cultura claacutesica veacutease (Shanzer 2009 pp 70-112)
14
Tanto en el De ordine (II1235) como en las Confessiones (IV1630) se ofrece un
listado en el que se enumeran las artes anteriormente enunciadas y que seraacute retomado
cuarenta antildeos despueacutes en las Retractationes donde se afirma que habiendo soacutelo
terminado el libro sobre la gramaacutetica y adelantado aquel sobre la muacutesica se iniciaron
las obras acerca de las otras disciplinas pero no se concluyeron2 Contrariamente a lo
que podriacutea pensarse el hecho de no haber concluido este proyecto no debe entenderse
como un rechazo a las disciplinas pues como se demostraraacute en el presente trabajo
Agustiacuten construiraacute el De doctrina christiana a partir de un modelo retoacuterico claacutesico en
el que gramaacutetica filosofiacutea y retoacuterica operan de manera indisoluble Justamente el
papel central que cumple la retoacuterica en el desarrollo del pensamiento de Agustiacuten
determinaraacute su relacioacuten con los autores claacutesicos latinos En este orden de ideas
resulta imposible desconocer la importancia de las fuentes claacutesicas entre las cuales se
destacan Ciceroacuten Terencio Salustio Varroacuten y Virgilio3
En el caso particular de Ciceroacuten existen varias razones para emprender un
estudio acerca de la relacioacuten entre eacuteste y Agustiacuten no soacutelo por el influjo que tuvo
sobre eacutel sino por la importancia que ambos tienen en la constitucioacuten de la cultura
occidental De modo un tanto sorprendente dicho estudio no ha sido emprendido de
manera exhaustiva y unitaria por los comentaristas pues las obras que se ocupan de
este tema (Testard 1958 Hagendahl 1967 Foley 1999) son fundamentales por su
aporte informativo pero no asumen un compromiso interpretativo La razoacuten de este
vaciacuteo estaacute relacionada con la vastedad de la obra de Agustiacuten y la dificultad de situar
especiacuteficamente el pensamiento filosoacutefico dentro del tambieacuten amplio corpus
ciceroniano Teniendo en cuenta lo anterior en la presente investigacioacuten se tomaraacuten
algunas opciones metodoloacutegicas que permitiraacuten ofrecer una perspectiva diferente para
examinar la relacioacuten entre los dos autores cuyo estudio tradicional se ha limitado a la
identificacioacuten de temas o herramientas comunes
2 Con relacioacuten a la cuestioacuten de la enumeracioacuten de las disciplinas en las distintas obras de Agustiacuten veacutease (Marrou 1948 pp 189 ss) 3 Al claacutesico de Hagendahl (1967) debe sumarse el estudio de Oroz Reta (1988) el cual ofrece un completo panorama acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y las fuentes claacutesicas latinas
15
En primer lugar se tendraacuten en cuenta estudios recientes (Mc Connell 2014
Woolf 2015 Altman 2016) en los que se busque revalorizar el contenido filosoacutefico
de los diaacutelogos ciceronianos y la estrecha relacioacuten existente entre retoacuterica y filosofiacutea
gracias a lo cual seraacute posible acceder a una nueva comprensioacuten del pensamiento de
Ciceroacuten que permita ademaacutes entender su influencia y recepcioacuten en uno de sus maacutes
importantes lectores de la Antiguumledad Tardiacutea
En segundo lugar se asumiraacute una posicioacuten frente a los debates que han
caracterizado la comprensioacuten del pensamiento de Agustiacuten los cuales se presentan
brevemente a continuacioacuten
El historicismo de finales del siglo XIX pone el eacutenfasis en la figura de Agustiacuten
e inaugura la tesis seguacuten la cual su pensamiento debe entenderse de manera
evolucionista a partir de una serie de conversiones maniqueiacutesmo platonismo y por
uacuteltimo cristianismo (Boissier 1888 von Harnack 1888 Alfaric 1918) Seguacuten esta
idea la conversioacuten uacuteltima y definitiva al cristianismo implicariacutea una ruptura radical
en el pensamiento de Agustiacuten por lo que se habla de un primer Agustiacuten filoacutesofo y de
un segundo Agustiacuten cristiano que expresa por primera vez su pensamiento en cuanto
creyente en las Confessiones Esta posicioacuten obtuvo su maacutexima expresioacuten en el libro
de Prosper Alfaric (1918) Lrsquoeacutevolution intellectuelle de Saint Augustin en el cual se
afirma que en el 386 se da una conversioacuten al neoplatonismo y no al Evangelio
(Alfaric 1918 p399) y que soacutelo a partir del 397 es posible hablar de Agustiacuten en
cuanto cristiano En esta misma liacutenea Pierre Courcelle (1950) afirma que hay una
clara evolucioacuten en el pensamiento de Agustiacuten pero identifica a diferencia de sus
antecesores una conversioacuten neoplatoacutenica y a la vez cristiana ocurrida en el 386 que
vino causada por la influencia del ciacuterculo neoplatoacutenico milaneacutes del cual Ambrosio era
el representante emblemaacutetico (p 190) Para muchos criacuteticos contemporaacuteneos
(Mohrmann 1961 Catapano 2000) el aporte de Courcelle puso fin al debate sobre
las conversiones de Agustiacuten y la ruptura entre el filoacutesofo y el cristiano Sin embargo
en antildeos posteriores la interpretacioacuten basada en la evolucioacuten y las conversiones fue
defendida y asumida por importantes estudiosos como Peter Brown y Kurt Flasch los
cuales apoyan la idea de la existencia de dos modelos de pensamiento distinto e
16
irreconciliables correspondientes a la juventud y a la madurez de Agustiacuten (Brown
1967 Flasch 1994)
La monumental obra de Gaetano Lettieri Lrsquoaltro Agostino (2001) es una
prueba evidente de los alcances que dicho debate ha tenido en la interpretacioacuten del
pensamiento del Hiponense Para Lettieri es claro que hay una ruptura y habla de otro
Agustiacuten en cuanto identifica dos momentos irreconciliables entre siacute sin embargo a
diferencia de Alfaric y Courcelle considera que la escisioacuten no se da en el 397 antildeo
del inicio de la composicioacuten de las Confessiones sino en el 396 cuando Agustiacuten
escribe De diversis quaestionibus ad Simplicianum e interrumpe el De doctrina
Christiana En su estudio Lettieri hace un detallado anaacutelisis de la primera parte de la
obra interrumpida haciendo notar su cercaniacutea estiliacutestica y temaacutetica a los diaacutelogos de
Casiaciaco con la intencioacuten de mostrar que el De doctrina Christiana debe
entenderse como la culminacioacuten del proyecto filosoacutefico del joven Agustiacuten iquestPor queacute
se abandona este proyecto Seguacuten Lettieri Agustiacuten interrumpe el ambicioso
programa del De doctrina Christiana debido a una revolucioacuten decisiva en su
pensamiento la explicacioacuten de la doctrina de la gracia llevada a cabo en el De
diversis quaestionibus ad Simplicianum El comentarista sostiene que ―la teologiacutea
platonizante del primer bloque de la obra congruente con todos los escritos anteriores
al episcopado se muestra arcaica y superficial respecto a la nueva y revolucionaria
doctrina de la gracia (Lettieri 2001 p 7) En consonancia con von Harnack Lettieri
considera que la doctrina de la gracia no estaacute presente en las primeras obras
agustinianas y que se debe distinguir entre un Agustiacuten humanista y platoacutenico y un
Agustiacuten traacutegico y anti-humanista sostenedor de una doctrina de la gracia y la caiacuteda
sobre la cual se basa todo su pensamiento teoloacutegico maduro
La adopcioacuten de este modelo interpretativo tiene las siguientes consecuencias
i Escisioacuten definitiva entre filosofiacutea y teologiacutea
ii marginacioacuten de los primeros escritos agustinianos
iii incomprensioacuten del proyecto dialogal de Agustiacuten y
iv preeminencia del neoplatonismo como fuente claacutesica del pensamiento
de Agustiacuten
17
En contra del modelo interpretativo imperante la obra de Carol Harrison
Rethinking Augustinersquos Early Theology (2006) resulta iluminadora Para Harrison no
es posible hablar de una ruptura en los teacuterminos usados por Brown o Lettieri entre
filosofiacutea y teologiacutea de la misma manera que no es posible identificar un primer
Agustiacuten filoacutesofo neoplatoacutenico que se distinguiriacutea de un segundo Agustiacuten teoacutelogo de la
gracia y de la caiacuteda Siguiendo a Madec (1996) Harrison sostiene que en el
pensamiento de Agustiacuten es imposible deslindar filosofiacutea y teologiacutea razoacuten por la cual
es necesario establecer un nuevo modelo interpretativo que a partir de los diaacutelogos
identifique un criterio unificador Se afirma entonces que la doctrina de la gracia
estaacute ya presente en los primeros escritos del 386 y que si se debe hablar de crisis o
punto de quiebre en el pensamiento de Agustiacuten se da justamente en el antildeo de la
conversioacuten y no en el de la composicioacuten del De diversis quaestionibus ad
Simplicianum y las Confessiones (Harrison 2006) Seguacuten esto el pensamiento de
Agustiacuten debe asumirse como una unidad lo cual no excluye la idea de un desarrollo
pero siacute la de una ruptura radical en los teacuterminos que hasta el momento se habiacutea
sostenido De esto resulta que los diaacutelogos deben entenderse como el fruto de las
reflexiones de un pensador cristiano que elige el diaacutelogo filosoacutefico como vehiacuteculo
que le permite llevar a cabo un proyecto enmarcado en una buacutesqueda de la verdad en
la que eacutel mismo estaacute involucrado como interlocutor En dicha buacutesqueda el
neoplatonismo y el pensamiento de Ciceroacuten funcionan como herramientas y aportan
ciertos elementos a los cuales recurre el autor A propoacutesito del neoplatonismo se
afirma que su influencia ha sido sobrevalorada causando asiacute el oscurecimiento de
otras influencias fundamentales como las de Platoacuten y Ciceroacuten (Harrison 2006 p 8)
La propuesta de Harrison inspirada en Madec y retomada hasta cierto punto
por Catapano (Catapano 2001) tiene las siguientes implicaciones
i conciliacioacuten entre filosofiacutea y teologiacutea
ii recuperacioacuten de los diaacutelogos como obras fundamentales
iii comprensioacuten del proyecto hermeneacuteutico agustiniano y
iv revaluacioacuten de la importancia de otras fuentes claacutesicas en el
pensamiento de Agustiacuten
18
El compromiso que se asumiraacute con esta propuesta permite entender la
influencia de Ciceroacuten en el pensamiento de Agustiacuten desde una perspectiva coherente
y unitaria y responder a cuestiones como la del recurso al pensador romano en obras
de madurez en particular en el uacuteltimo libro del De doctrina Christiana La
pertinencia de esta propuesta radica en que como ya se afirmoacute la relacioacuten entre los
dos autores se ha abordado desde un punto de vista meramente teacutecnico o de manera
superficial
En el inmenso universo de la bibliografiacutea agustiniana existe soacutelo un texto de
referencia acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten Se trata de la obra de
Testard Saint Augustin et Cicegraveron (1958) en la cual el acadeacutemico franceacutes realiza un
importante y exhaustivo trabajo de recopilacioacuten de referencias ciceronianas en todas
las obras de Agustiacuten lo cual permite constatar el caraacutecter ciceroniano no soacutelo de los
diaacutelogos sino de obras de otros periodos como el De doctrina Christiana y el De
Trinitate En la misma liacutenea de Testard Harald Hagendahl publicoacute Augustine and the
Latin Classics en 1967 En su investigacioacuten Hagendahl muestra coacutemo el Hortensius
las Tusculanae y el De natura deorum aparecen de manera recurrente aunque no
siempre expliacutecita en innumerables pasajes de la obra agustiniana Estos dos estudios
fueron retomados por Michael Foley en su artiacuteculo ―Cicero Augustine and the
Philosophical Roots of the Cassiciacum Dialogues (1999) en el cual se adelanta la
tesis seguacuten la cual los diaacutelogos de Casiciaco pueden entenderse como respuesta a los
diaacutelogos filosoacuteficos de Ciceroacuten Aunque estos tres autores son citados de manera
recurrente en la mayoriacutea de estudios dedicados a los diaacutelogos (Harrison 2006
Benelli 2010 Marchand 2013) o en las presentaciones generales de Agustiacuten
(Catapano 2010 Lancel 2002) no se ha abordado con exhaustividad la relacioacuten
entre Agustiacuten y Ciceroacuten asumiendo un claro compromiso hermeneacuteutico iquestCuaacutel es la
razoacuten por la cual los estudiosos no han dedicado suficiente atencioacuten a esta cuestioacuten
Uno de los motivos tiene que ver con el problema que suscita el pensamiento mismo
de Ciceroacuten pues la relevancia filosoacutefica de su obra ha sido objeto de un largo debate
en el que es posible identificar dos posiciones La primera considera que Ciceroacuten se
limita a presentar y recoger las ideas de diferentes escuelas filosoacuteficas sin
19
profundizar en ninguna de ellas asumiendo una posicioacuten entendida como ecleacutectica
(Narducci 1997 Gluumlcker 1988) La segunda en cambio ve en el Arpinate a un
pensador original que si bien se apropia de la tradicioacuten lleva a cabo un trabajo uacutenico
y novedoso que logra introducir a la filosofiacutea en el mundo romano (Woolf 2015
Altman 2016) El punto de quiebre en la discusioacuten se da gracias a la publicacioacuten de
la impresionante obra Cicero Academicus de Carlos Leacutevy (2001) en la que el autor
recorre toda la historia de la Nueva Academia y de sus principales exponentes y hace
un estudio exhaustivo de los diaacutelogos ciceronianos su estructura y sus fuentes
La presencia de Ciceroacuten en el desarrollo vital e intelectual de San Agustiacuten es
innegable por lo que entender las etapas los elementos y el caraacutecter de dicha
influencia resulta fundamental para acceder a una comprensioacuten unitaria y profunda
del pensamiento del Hiponense Asiacute a causa de la dificultad que presenta la vastedad
de la obra agustiniana me centrareacute en tres periodos distintos que corresponden a la
composicioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco (386) el inicio e interrupcioacuten de la
escritura del De doctrina Christiana (396) y la conclusioacuten de esta misma obra treinta
antildeos despueacutes (426) Este panorama permitiraacute entender que la influencia del Arpinate
no se limita a la asuncioacuten de temas o modelos retoacutericos en los diaacutelogos de juventud
sino que tambieacuten hace referencia a aspectos temaacuteticos durante toda la produccioacuten
agustiniana Tanto en los diaacutelogos de juventud como en las dos partes del De doctrina
Christiana la presencia de Ciceroacuten determina no soacutelo la forma sobre lo cual han
llamado la atencioacuten varios estudiosos (Marrou 1958 Testard 1958 Hagendahl
1967) sino el contenido pues se lleva a cabo una apropiacioacuten y recomprensioacuten de
motivos filosoacuteficos claacutesicos Asiacute podemos afirmar con Foley (Foley 1999) que el De
beata vita retoma y revisa algunas de las propuestas de Ciceroacuten en torno a la cuestioacuten
de la felicidad y la virtud en las Tusculanae Disputationes el Contra Academicos es
una clara respuesta a los Academici libri por uacuteltimo el De ordine recoge algunos
temas fundamentales desarrollados en el De natura deorum y en el De fato En el
caso del De doctrina Christiana se mostraraacute que las obras ciceronianas que se
encuentran a la base de su composicioacuten son el De oratore y el Orator
20
Sin embargo teniendo en cuenta el caraacutecter de la relacioacuten entre ambos
filoacutesofos no se debe caer en el error de simplificar este viacutenculo estableciendo meras
concordancias temaacuteticas entre los diaacutelogos pues considero que Ciceroacuten ofrece no
soacutelo motivos sino que se constituye en un modelo a seguir que se articula a partir de
referencias y alusiones concretas a un coacutedigo precedente en su caso platoacutenico y
estoico como se mostraraacute a lo largo del presente trabajo
Estas cuestiones se abordaraacuten en tres capiacutetulos En el capiacutetulo primero
propongo una interpretacioacuten de la influencia de Ciceroacuten en los tres primeros diaacutelogos
de Agustiacuten compuestos en el antildeo 386 en Casiciaco y en los Soliloquia Se mostraraacuten
las coincidencias biograacuteficas estiliacutesticas y temaacuteticas entre los dos autores que
escogen el diaacutelogo como geacutenero filosoacutefico privilegiado para abordar problemas
fundamentales de la tradicioacuten filosoacutefica
En el segundo capiacutetulo examinareacute el inicio de la composicioacuten y la suspensioacuten
del De doctrina Christiana que empezoacute a gestarse en el antildeo 396 aunque no se
completariacutea sino luego de treinta antildeos lo que constituye un hito decisivo en la
comprensioacuten del desarrollo intelectual de Agustiacuten Se trata de una de las primeras
grandes obras agustinianas que gracias al caraacutecter particular de su composicioacuten
permite asistir al proceso de culminacioacuten de un pensamiento que se desarrolla durante
tres decenios Un sector de la criacutetica ha considerado la interrupcioacuten de la composicioacuten
en teacuterminos de una fractura insalvable entre las dos partes de la obra queriendo asiacute
sostener la renombrada tesis acerca de las diferentes etapas del pensamiento
agustiniano conocidas como conversioneslsquo (Alfaric 1918 Courcelle 1950 Lettieri
2001) En contra de dicha opinioacuten mi intencioacuten es la de demostrar la unidad de la
obra a partir de la influencia de Ciceroacuten fundamental no soacutelo para la comprensioacuten del
De doctrina Christiana y la defensa de su coherencia sino de toda la obra
agustiniana
Por uacuteltimo y a la luz de las observaciones anteriores se tomaraacute en
consideracioacuten la conclusioacuten del De doctrina Christiana llevada a cabo en el 426 en
la cual con base en la importancia que Agustiacuten le concede a la disciplina de la
retoacuterica y en la reapropiacioacuten e interpretacioacuten del Orator se opera una siacutentesis entre
21
el pensador romano y la cultura cristiana Se busca asiacute ofrecer una nueva respuesta a
la pregunta multisecular acerca de queacute llevoacute a Agustiacuten a interrumpir primero y a
concluir despueacutes esta obra
Para todas las obras de Agustiacuten se consultaraacute la edicioacuten criacutetica del Corpus
Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum (CSEL) vols12 25 28 33 34 36 40 41-
44 51-53 57 58 60 63 Para el caso de los diaacutelogos de Casiciaco se tendraacute en
cuenta la reciente edicioacuten criacutetica de Therese Fuhrer (2017) Todas las citas se tomaron
de la traduccioacuten espantildeola de la BAC pues se trata de una edicioacuten comentada y
bilinguumle que permite un trabajo de revisioacuten del texto original en latiacuten
Para las obras de Ciceroacuten se consultaraacuten las ediciones criacuteticas mencionadas en
la bibliografiacutea y las ediciones en espantildeol de la Bibliotheca Scriptorum Graecorum et
Romanorum Mexicana las cuales son de suma utilidad por ser bilinguumles y contar con
introduccioacuten y notas completas y precisas
En cuanto a la bibliografiacutea secundaria tantos libros como artiacuteculos de revista
se citaraacute en espantildeol dentro del cuerpo del texto siendo todas las traducciones de la
autora
22
1 LA INFLUENCIA DE CICEROacuteN EN LOS DIAacuteLOGOS DE CASICIACO DE AGUSTIacuteN
Introduccioacuten
La relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten suele centrarse en el famoso episodio de las
Confessiones en el que se recrea el encuentro que Agustiacuten tuvo con el Hortensius
obra compuesta seguacuten el modelo del protreacuteptico griego alrededor del 45 a C El
pasaje en cuestioacuten reza asiacute
Entre estos tales estudiaba yo entonces en tan flaca edad los libros de la elocuencia en la que deseaba sobresalir con el fin condenable y vano de satisfacer la vanidad humana Mas siguiendo el orden usado en la ensentildeanza de tales estudios llegueacute a un libro de un tal Ciceroacuten cuyo lenguaje casi todos admiran aunque no asiacute su fondo Este libro contiene una exhortacioacuten suya a la filosofiacutea y se llama el Hortensio Semejante libro cambioacute mis afectos y mudoacute hacia ti Sentildeor mis suacuteplicas e hizo que mis votos y deseos fueran otros De repente aparecioacute a mis ojos vil toda esperanza vana y con increiacuteble ardor de mi corazoacuten suspiraba por la inmortalidad de la sabiduriacutea y comenceacute a levantarme para volver a ti Porque no era para pulir el estilo mdashque es lo que pareciacutea debiacutea comprar yo con los dineros maternos en aquella edad de mis dieciocho antildeos haciendo dos que habiacutea muerto mi padremdash no era repito para pulir el estilo para lo que yo empleaba la lectura de aquel libro ni era la elocucioacuten lo que a ella me incitaba sino lo que deciacutea
iexclCoacutemo ardiacutea Dios miacuteo coacutemo ardiacutea en deseos de remontar el vuelo de las cosas terrenas hacia ti sin que yo supiera lo que entonces tuacute obrabas en miacute Porque en ti estaacute la sabiduriacutea Y el amor a la sabiduriacutea tiene un nombre en griego que se dice filosofiacutea a la cual me encendiacutean aquellas paacuteginas (conf III47-8)
En primer lugar debe afirmarse que la situacioacuten cronoloacutegica del encuentro
con la primera obra filosoacutefica del reacutetor Ciceroacuten es precisamente un artificio retoacuterico
Si bien muchos especialistas (Pellegrino 1956 Tescari 1961) afirman que hasta el
momento esto es durante la formacioacuten en Madaura Agustiacuten soacutelo habiacutea tenido acceso
24
a las obras retoacutericas del Arpinate es muy difiacutecil sostener que no se hubiera tenido
ninguacuten tipo de contacto con la maacutes conocida de sus obras filosoacuteficas Resulta maacutes
plausible en cambio afirmar que en la construccioacuten literaria de las Confessiones se
situacutea el encuentro con la filosofiacutea seguacuten el modelo establecido por el mismo Ciceroacuten
el cual afirma (Brut 306) haberse acercado a la filosofiacutea desde muy temprana edad y
no haber nunca abandonado su estudio Sabemos que a los quince antildeos Ciceroacuten
conocioacute al epicuacutereo Fedro pero que fue el encuentro con el neoacadeacutemico Filoacuten de
Larisa ocurrido cuando teniacutea dieciocho antildeos el que definioacute su amor por la buacutesqueda
de la sabiduriacutea Dicha buacutesqueda determinaraacute su oficio de reacutetor y hallaraacute concrecioacuten en
la escritura de las obras filosoacuteficas compuestas entre el 46 a C y el 44 a C de las
cuales el Hortensius es la primera En este punto debe considerarse el caraacutecter
exhortativo del Hortensius sobre el cual Agustiacuten llama la atencioacuten Aunque no
conservamos la obra sabemos que la intencioacuten de Ciceroacuten en la misma era mostrar
en contra de la posicioacuten de Hortensio famoso orador y adversario suyo que el ideal
del orator consistiacutea en la perfecta sintoniacutea entre dignidad eacutetico-poliacutetica y
conocimiento filosoacutefico del cual dependiacutea la obtencioacuten de la felicidad De este modo
retoacuterica y filosofiacutea no estaacuten separadas sino que seguacuten las palabras de Ciceroacuten en
contra de Hortensio la dialeacutectica juega un papel fundamental en la retoacuterica
(Schlapbach 2006) Por este motivo el conocimiento filosoacutefico se presenta como
necesario e inevitable siguiendo la advertencia aristoteacutelica manifiesta en el
Protreacuteptico modelo a su vez de la obra de Ciceroacuten Para Hortensio en cambio en
clara consonancia con la tradicioacuten sofiacutestica griega la finalidad uacutenica de la oratoria
debiacutea limitarse a la persuasioacuten y no a la formacioacuten del ethos ni del orador ni de su
auditorio
Por uacuteltimo y sobre esto han llamado la atencioacuten varios especialistas (Marrou
1938 Pellegrino 1956) considerareacute la calificacioacuten que se le otorga a Ciceroacuten pues
Agustiacuten se refiere a su maestro como cuiusdam Cicero lo cual podriacutea tener un
sentido peyorativo En contra de esta idea Testard (1958) demuestra con claridad que
dicho adjetivo es usado en varias ocasiones no soacutelo con referencia a Ciceroacuten sino
tambieacuten respecto de otros autores y que su empleo no estaacute relacionado con una
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caracterizacioacuten negativa sino que tiene una connotacioacuten de respeto o distancia Por
otra parte el contexto mismo tiene un caraacutecter entusiasta que quiere poner el eacutenfasis
en la funcioacuten exhortativa de la obra del Arpinate para darle fuerza retoacuterica al relato
del inicio de la buacutesqueda de la verdad Por esta razoacuten considero que el pasaje alusivo
al encuentro con el Hortensius es una construccioacuten literaria que quiere dar cuenta de
un nuevo modo de comprensioacuten y en este sentido debe entenderse la relacioacuten entre
las Confessiones y los diaacutelogos de Casiciaco en los cuales la influencia ciceroniana
es fundamental
Asiacute pues tenemos que en su narracioacuten literaria del encuentro con el
Hortensius Agustiacuten hace un ajuste de cuentas con la tradicioacuten filosoacutefica entendiendo
por esto la asuncioacuten y la referencia consciente a dos modelos que le permiten a eacutel
mismo inscribirse en dicha tradicioacuten Ademaacutes de ello la narracioacuten nos permite asistir
al ejercicio hermeneacuteutico llevado a cabo por el escritor de las Confessiones que
interpreta su encuentro juvenil con la filosofiacutea afirmando que de ella debiacutea admirarse
su fondo y no su forma La tensioacuten entre forma y contenido entre pulchrum y verum
acompantildearaacute a Agustiacuten toda su vida tanto en cuanto receptor de la filosofiacutea como en
cuanto maestro obispo y pensador No sorprende entonces que en su narracioacuten del
encuentro con el Hortensius afirme que las palabras contenidas en esa obra soacutelo le
produciacutean deleite haciendo impliacutecita la contraposicioacuten entre pulchrum y verum
Mas entonces mdashtuacute lo sabes bien luz de mi corazoacutenmdash como auacuten no conociacutea yo el consejo de tu Apoacutestol soacutelo me deleitaba en aquella exhortacioacuten que me excitaba encendiacutea e inflamaba con su palabra a amar buscar lograr retener y abrazar fuertemente no esta o aquella secta sino la Sabiduriacutea misma estuviese dondequiera (conf III48)
Aquella lectura se quedaba en el mero deleite de la forma pero tras la
apariencia de la belleza auacuten no se revelaba la verdad razoacuten por la cual la lectura de
las Escrituras que seguacuten la narracioacuten de las Confessiones le sucedioacute al Hortensius
fue un encuentro desafortunado y descorazonador El joven estudiante de retoacuterica
perdido auacuten en la voluptuosidad de la forma buscaba la sabiduriacutea con ansias pero se
manteniacutea todaviacutea en el aacutembito de la persuasio sin lograr dar el salto a la conversio
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El camino hacia la sabiduriacutea que se inicia con la lectura del Hortensius estaraacute
lleno de obstaacuteculos y laberintos en uno de los cuales el maniqueiacutesmo Agustiacuten habriacutea
de permanecer perdido durante casi una deacutecada Pero una vez maacutes una lectura se
ofrece como luz y guiacutea se trata de los libros de los platoacutenicos platonicorum libri
gracias a los cuales se abandona el materialismo maniqueo y se encuentra la
disposicioacuten adecuada para tratar aquellos problemas que habiacutea suscitado la lectura del
Hortensius los cuales hallaraacuten concrecioacuten en Casiciaco Es importante anotar que
cuando la pequentildea comunidad de cristianos se alberga en la Brianza la intencioacuten es la
de dedicarse al estudio de la filosofiacutea y prepararse para recibir el bautismo iquestCuaacuteles
fueron las lecturas que acompantildearon dicha preparacioacuten y coacutemo transcurriacutean los diacuteas
de los habitantes de Casiciaco Teniendo en cuenta que Agustiacuten asume el rol de
maestro podemos pensar que eligioacute con particular atencioacuten las lecturas para sus
joacutevenes disciacutepulos aunque estos podiacutean tambieacuten dedicar su tiempo libre a temas de
su eleccioacuten como lo haraacute Licencio en su aficioacuten por la poesiacutea Seguacuten las palabras
dirigidas a Romaniano en el Contra Academicos el Hortensius es una de las obras
escogidas para la preparacioacuten intelectual y espiritual de los joacutevenes y los frutos de la
misma resultan abundantes (cAcad I4) La eleccioacuten del Hortensius tiene un claro
intereacutes propedeacuteutico que se halla en estrecha consonancia con la decisioacuten vital de
llevar una vida comunitaria dedicada al estudio y a la contemplacioacuten es decir a la
filosofiacutea entendida como forma de vida iquestA cuaacuteles otras obras de Ciceroacuten teniacutea
acceso la comunidad de Casiciaco A propoacutesito de esto resulta de particular intereacutes
la posicioacuten de Altman (2016) seguacuten la cual es posible avanzar una hipoacutetesis de los
libros conocidos por los participantes de los diaacutelogos seguacuten sus intervenciones En
este orden de ideas podriacutea afirmarse que Trigecio soacutelo conoce el Hortensius pues
cuando Licencio recurre a ideas presentes en el Academici para refutar su posicioacuten el
joven le responde que no reconoce esas palabras de Ciceroacuten y que no sabe quieacuten es
Carneacuteades (cAcad I37) Por otra parte Licencio demuestra un amplio conocimiento
de las doctrinas de los acadeacutemicos y en varias ocasiones cita de memoria fragmentos
tanto del Hortensius como del Academici en momentos cruciales del ejercicio
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retoacuterico-filosoacutefico presente en el Contra Academicos por ejemplo en el pasaje en el
que se define el error (I24)
Otro autor claacutesico que ocupa un lugar preponderante en las jornadas de
Casiciaco es el poeta latino Virgilio4 al cual se dedicaba gran parte del tiempo de
estudio y de lectura
[hellip] y mirando por mi salud nada hice maacutes aquel diacutea soacutelo antes de la cena teniacutea costumbre de escuchar con ellos todos los diacuteas la lectura de medio volumen de Virgilio y era nuestra ocupacioacuten considerar el admirable modo de ser de las cosas (ord I826)
Desde la reforma educativa llevada a cabo por Cecilio Epirota en el antildeo 26 a
C Virgilio seraacute el modelo escogido para el estudio de la gramaacutetica en las escuelas
disposicioacuten que se manteniacutea intacta en tiempos de Agustiacuten El poeta es durante siglos
el siacutembolo de la cultura romana5 y la fuente principal de la misma por lo que se
constituye en ejemplo de composicioacuten y estilo influyendo asiacute en pensadores como
Seacuteneca San Jeroacutenimo y San Ambrosio entre otros6
En el caso de Agustiacuten el encuentro inicial con Virgilio se da en el aacutembito
escolar como parte de la formacioacuten en gramaacutetica llevada a cabo en la ciudad de
Madaura En las Confessiones (I1320) se relata coacutemo las historias de la Eneida
causaban un profundo sobrecogimiento en el aacutenimo del joven lector el cual preferiacutea
las letras latinas sobre las griegas Si bien el entusiasmo del estudiante que llora las
desgracias de Dido se iraacute atenuando los versos del poeta acompantildearaacuten las reflexiones
del filoacutesofo a lo largo de toda su vida Aunque es cierto que en las primeras obras
como en el caso de los diaacutelogos de Casiciaco encontramos innumerables alusiones
directas e indirectas al poeta noster en obras maduras como el De Trinitate y De 4 Acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y Virgilio veacutease la obra claacutesica Augustine and the Latin Classics (Hagendahl 1967) en la cual se hace un estudio detallado de la relacioacuten entre Agustiacuten y los claacutesicos latinos Tambieacuten resulta de gran utilidad el artiacuteculo de Oroz Reta (1963) 5 A propoacutesito del valor cultural de la Eneida McCarthy (2009) afirma que dicha obra ―representa una especie de testamento cultural que no soacutelo ejemplifica un estilo literario propio latinitas sino que perpetuacutea los ideales del imperium Los grammatici y rhetores que manteniacutean los estaacutendares de la elocuencia virgiliana (entre los cuales el joven Agustiacuten era una estrella en ascenso) teniacutean la importante funcioacuten poliacutetica de propagar los valores imperiales que Virgilio representaba (p 470) 6 Entre los estudios dedicados a la influencia de Virgilio en la literatura latina se destacan Vergil in the Works of S Ambrose (Diederich 1931) y Virgilio nel Medioevo (Comparetti 1986)
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civitate dei se recurre a pasajes de la Eneida las Geoacutergicas y las Eacuteglogas para ilustrar
cuestiones fundamentales como el problema de la memoria (Trin XIV1114) y para
exponer temas relacionados con la historia y la cultura romanas (civDei II22)
De este modo vemos coacutemo Virgilio acompantildea y determina el camino vital e
intelectual de Agustiacuten desde su primer contacto con las letras hasta sus antildeos de
madurez En el caso del periodo de Casiciaco que aquiacute nos concierne cabe anotar
que tanto en el Contra Academicos como en el De ordine se hace mencioacuten de la
lectura de Virgilio a la cual se dedicaban con entusiasmo y placer todos los hueacutespedes
de Verecundo recurriendo a sus versos en repetidas ocasiones para enriquecer y
dirigir sus discusiones o amparar alguacuten punto bajo su autoridad (cAcad II4
IVI18 ord IV10 VIII26 XI34) Entre las diversas alusiones a Virgilio vale la
pena destacar el pasaje del Contra Academicos en el que Licencio recurre al poeta
para avanzar en el examen del problema central del diaacutelogo la cuestioacuten de definicioacuten
de la verdad y refutar la posicioacuten de su adversario Trigecio (I514)
Tenemos pues que los dos grandes modelos del pensamiento latino
conduciacutean las jornadas del grupo que se habiacutea instalado en la Brianza luego de que
Agustiacuten renunciara a su cargo de reacutetor en la ciudad imperial de Milaacuten Este episodio
asiacute como la intencioacuten de los hueacutespedes de Verecundo se narra en las Confessiones
con las siguientes palabras
[hellip] por fin llegoacute el diacutea en que debiacutea ser absuelto de hecho de la profesioacuten de retoacuterico de la que ya estaba suelto con el afecto y asiacute se hizo Tuacute sacaste mi lengua de donde habiacuteas ya sacado mi corazoacuten Y te bendeciacutea con gozo con todos los miacuteos camino de la quinta de Verecundo en donde queacute fue lo que hice en el terreno de las letras puestas ya a tu servicio pero auacuten respirando como en una pausa la soberbia de la escuela lo testifican los libros que discutiacute con los presentes y conmigo mismo a solas en tu presencia de lo que trateacute con Nebridio ausente claramente lo indican las cartas habidas con eacutel (IX67)
El testimonio de las Confessiones nos permite acceder al juicio de Agustiacuten
acerca de sus primeros diaacutelogos los cuales como eacutel mismo afirma estaban ya al
servicio de Dios aunque su estilo auacuten permaneciacutea fiel a los principios de la escuela
iquestA queacute principios se hace referencia Como queda claro por lo que se ha dicho hasta
el momento no puede tratarse maacutes que de los principios que guiacutean al modelo dialogal
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platoacutenico ciceroniano y varroniano que seraacute elegido tanto como vehiacuteculo para
reinterpretar los problemas filosoacuteficos claacutesicos en clave cristiana como cuanto
modelo de pensamiento que le permite inscribirse en la tradicioacuten que habiacutea
determinado su proceso de formacioacuten7
En lo concerniente a las lecturas cristianas realizadas en la villa de Casiciaco
en los diaacutelogos es posible constatar una reiterada alusioacuten a los Salmos y a los
sermones de Ambrosio No sorprende que el maestro Agustiacuten haya escogido los
Salmos para la preparacioacuten espiritual de sus disciacutepulos pues la belleza de los mismos
se constituye como una entrada privilegiada a los misterios de la fe Las Confessiones
relatan esta lectura con las siguientes palabras
iexclQueacute voces te di Dios miacuteo cuando todaviacutea novicio en tu verdadero amor y siendo catecuacutemeno leiacutea descansado en la quinta [Casiciaco] los salmos de David mdashcaacutenticos de fe sonidos de piedad que excluyen todo espiacuteritu hinchadomdash en compantildeiacutea de Alipio tambieacuten catecuacutemeno y de mi madre que se nos habiacutea juntado con traje de mujer fe de varoacuten seguridad de anciana caridad de madre y piedad cristiana iexclQueacute voces siacute te daba en aquellos salmos y coacutemo me inflamaba en ti con ellos y me encendiacutea en deseos de recitarlos si me fuera posible al mundo entero contra la soberbia del geacutenero humano Aunque cierto es ya que en todo el mundo se cantan y que no hay nadie que se esconda de tu calor (IX48)
Con estas palabras Agustiacuten se inscribe en la tradicioacuten cristiana que considera
la lectura de los Salmos como cura del alma y fuente privilegiada de espiritualidad8
En los Salmos Agustiacuten encuentra no soacutelo la belleza retoacuterica de su composicioacuten sino
un contenido que le permite expresar una nueva condicioacuten y una disposicioacuten de su
aacutenimo determinada por el rechazo de la soberbia y el orgullo La alusioacuten a Moacutenica en
el pasaje citado no es casual pues recordemos que en los diaacutelogos la madre es el
siacutembolo de la Iglesia y ella misma se presenta como un vehiacuteculo y un intermediario
entre Agustiacuten y las costumbres de la iglesia cristiana A propoacutesito de esto en las
7 Fuhrer (2013) afirma que Agustiacuten se inscribe en la tradicioacuten de los diaacutelogos de villa tomando como modelo el De oratore y el De legibus de Ciceroacuten los cuales a su vez se inspiran en el Fedro platoacutenico Del mismo modo que en los diaacutelogos ciceronianos Agustiacuten se sirve del entorno para establecer una distancia espacial y mental entre la vida de la ciudad necotium y la vida entregada a la sabiduriacutea otium (p 2) 8 ―El desarrollo de la tradicioacuten asceacutetica y monaacutestica durante el siglo IV aseguroacute completamente el lugar de los Salmos como oracioacuten de la Iglesia (McCarthy 2009 p 456)
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Confessiones se narra coacutemo la feligresiacutea milanesa acompantildeoacute a su obispo Ambrosio
durante la persecucioacuten emprendida por Justina la madre del emperador Entre el
grupo de fieles se hallaba Moacutenica
la primera en solicitud y en las vigilias que no viviacutea sino para la oracioacuten Nosotros todaviacutea friacuteos sin el calor de tu Espiacuteritu nos sentiacuteamos conmovidos sin embargo por la ciudad atoacutenita y turbada Entonces fue cuando se instituyoacute que se cantasen himnos y salmos a la usanza oriental para que el pueblo no se dejase abatir por la tristeza o aburrimiento Desde ese diacutea se ha conservado hasta el presente siendo ya imitada por muchas casi por todas tus iglesias en las demaacutes regiones del orbe (conf IX715)
En cuanto a la influencia de Ambrosio es fundamental tener en cuenta que el
acercamiento de Agustiacuten al obispo de Milaacuten estuvo determinado por la retoacuterica pues
recordemos que Ambrosio era un profundo conocedor de la cultura claacutesica y que
Ciceroacuten tuvo una gran influencia en su pensamiento Agustiacuten comenzoacute a escuchar la
predicacioacuten de Ambrosio movido sobre todo por la atraccioacuten que la teacutecnica retoacuterica
del afamado obispo le suscitaba empero poco a poco el intereacutes de Agustiacuten fue
cambiando y encontroacute en las palabras de Ambrosio maacutes que elocuencia y suavidad
una interpretacioacuten diferente de la Sagrada Escritura y una orientacioacuten que le permitiacutea
alejarse del maniqueiacutesmo bajo una nueva ontologiacutea En el De beata vita se refiere asiacute
a este encuentro
advertiacute raacutepidamente en los sermones de nuestro obispo [hellip] que cuando se piensa acerca de Dios nuestros pensamientos no deberiacutean hacer hincapieacute en la realidad material cualquiera que esta sea ni siquiera en el caso del alma que es la cosa del universo maacutes proacutexima a Dios (I4)
Asiacute pues vemos coacutemo las palabras del obispo lo ayudaron a resolver algunas
equivocaciones basadas en una interpretacioacuten tergiversada del Antiguo Testamento
permitieacutendole asiacute proseguir en la buacutesqueda de la verdad de la cual los diaacutelogos son
el primer fruto
De este modo vemos que Agustiacuten lleva a cabo desde sus primeros escritos
una siacutentesis de las dos fuentes que determinan su pensamiento su formacioacuten claacutesica y
la fe cristiana las cuales operan de manera conjunta en la conformacioacuten de su
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pensamiento filosoacutefico que en cuanto amor por la sabiduriacutea estaacute anclado en la figura
de Cristo
La tradicioacuten que durante deacutecadas fue la maacutes aceptada inaugurada por Alfaric
(1918) ha querido poner el eacutenfasis en la comprensioacuten de la vida de Agustiacuten como una
cadena de conversiones como una evolucioacuten intelectual en la que filosofiacutea y teologiacutea
se contraponen9 Apoyar esta postura no soacutelo supone una visioacuten muy restringida del
desarrollo vital e intelectual de nuestro autor sino una concepcioacuten fragmentada y
pobre de la construccioacuten de su pensamiento Cuando Agustiacuten se encuentra en
Casiciaco seguramente teniacutea a la mano algunos de los libros platoacutenicos que
circulaban en el inquieto ambiente milaneacutes pero tambieacuten y sin duda consultaba los
textos de quien habiacutea sido su maestro y modelo desde la infancia Ciceroacuten
Para apoyar esta idea pasaremos a considerar el Contra Academicos el maacutes
extenso y complejo de los diaacutelogos de este periodo
11 Contra Academicos la buacutesqueda de la verdad
En las primeras paacuteginas de la obra en la dedicatoria a Romaniano
encontramos una declaracioacuten que suele pasar desapercibida eacutesta tiene que ver con la
preparacioacuten de los joacutevenes acompantildeantes de Agustiacuten en Casiciaco Licencio y
Trigecio a propoacutesito de los que se afirma
al verlos mucho maacutes dispuestos y ansiosos de lo que yo me habiacutea imaginado intenteacute entonces probar de queacute eran capaces a su edad porque me pareciacutea que un libro de Ciceroacuten el Hortensius les habiacutea ganado en gran medida para la filosofiacutea (cAcad I14)
Esta declaracioacuten nos ofrece un dato fundamental Agustiacuten recurre al mismo
modelo que utilizaraacute en las Confessiones pues asiacute como el diaacutelogo de Ciceroacuten habiacutea
tenido valor propedeacuteutico para su vida un asiacute mismo lo tendriacutea para todos aquellos
9 En lo concerniente al debate de la separacioacuten entre filosofiacutea y teologiacutea en el pensamiento de Agustiacuten el aporte de Madec (1998) es fundamental en tanto afirma ―no venero la distincioacuten escolaacutestica entre filosofiacutea y teologiacutea no soacutelo porque me impediriacutea hacer correctamente mi trabajo sino porque la considero deleteacuterea en la medida en que hipostatiza dos disciplinas que tienden a definirse y a neutralizarse reciacuteprocamente (p 15)
32
que quisieran dedicar su vida a la indagacioacuten de la verdad Ademaacutes es fundamental
tener en cuenta que esta obra se inscribe en la tradicioacuten griega del protreacuteptico lo cual
permite entender la finalidad de la misma y la iacutentima conexioacuten existente entre la
refutacioacuten del escepticismo acadeacutemico y la posibilidad de dedicar su vida al
conocimiento La invitacioacuten y el propoacutesito en la dedicatoria son claros es necesario
dedicarse a la filosofiacutea pues ―ella nos promete conocer claramente al Dios
sumamente verdadero e inefable (cAcad I13)
El Hortenisus se constituye entonces como punto de partida no soacutelo de este
diaacutelogo sino del amplio proyecto agustiniano en cuanto su contenido dispone a sus
lectores hacia la recta senda que corresponde a la buacutesqueda de la sabiduriacutea y la
verdad Asiacute pues tanto la influencia de las lecturas claacutesicas literarias y filosoacuteficas
que acompantildearon a Agustiacuten durante toda su vida como la eleccioacuten de una vida en
comunidad alejada de los placeres del mundo y dedicada al crecimiento espiritual
inspirada en la tradicioacuten del otium liberale le permitieron a Agustiacuten encontrar un
campo de movimiento intelectual del cual ya nunca se apartariacutea El punto de partida
de dicha actividad es la afirmacioacuten en contra del escepticismo de que siacute es posible
encontrar la verdad Agustiacuten habiacutea hallado en las lecturas platoacutenicas una ontologiacutea de
la espiritualidad que le permitioacute resolver algunas cuestiones que siempre habiacutean
estado en el centro de sus reflexiones a saber la naturaleza de Dios y el problema del
mal La incorrecta ontologiacutea maniquea es remplazada ahora y puesta al servicio de la
fe esto no puede menos que entusiasmar a Agustiacuten que consciente del error
maniqueo buscaba desesperadamente respuestas a los interrogantes que habiacutean
surgido de su propia investigacioacuten y del contacto con la retoacuterica y la filosofiacutea Asiacute de
las lecturas platoacutenicas se tomaron ciertos elementos y se desecharon otros no
compatibles con el cristianismo adoptando una postura criacutetica que queda claramente
evidenciada en el rechazo hacia la posicioacuten esceacuteptica10 de la Nueva Academia la cual
se declaraba a siacute misma heredera del pensamiento platoacutenico iquestEs entonces el Contra
10 A propoacutesito del conocimiento de Agustiacuten acerca del escepticismo Kirwan (1989) anota que deriva en su mayor parte si no completamente de Ciceroacuten y de su obra Academici libri aunque no es posible establecer a cuaacutel de las dos ediciones de esta uacuteltima habiacutea tenido acceso (p 16)
33
Academicos una respuesta al escepticismo ciceroniano Para contestar este
interrogante debemos entender la naturaleza del diaacutelogo ciceroniano titulado De
Academici Libri y la postura esceacuteptica en ellos expuesta
Ciceroacuten escribe el diaacutelogo De Academici Libri en un momento muy fructuoso
de su produccioacuten intelectual cuando se aparta de los avatares de la vida puacuteblica y se
retira a su villa de Tuacutesculo para entregarse de lleno a la filosofiacutea Las dos primeras
obras de este periodo comprendido entre el 45 a C y el 43 a C tienen un caraacutecter
propedeacuteutico y exhortativo se trata de la Consolatio y el Hortensius ambas perdidas
La tercera obra compuesta es De Academici Libri de la que conservamos el primer
libro de la tercera edicioacuten incompleto conocido como Academica posteriora I y el
segundo libro de la primera redaccioacuten conocido como Lucullus o Academica priora
II Se habla de diferentes ediciones porque durante su composicioacuten Ciceroacuten llevoacute a
cabo varios cambios tanto en la estructura de la obra que pasoacute de dos libros a cuatro
como en los personajes de la misma Esto uacuteltimo no debe entenderse como un mero
dato anecdoacutetico carente de importancia para la comprensioacuten de la finalidad de la obra
La eleccioacuten de los personajes de sus diaacutelogos estaba estrechamente ligada con su
intencioacuten de darle dignidad a la filosofiacutea en las maacutes altas esferas del mundo
intelectual romano por esta razoacuten elegiacutea cuidadosamente a sus interlocutores como
bien puede constatarse en las cartas a Aacutetico el cual le sugirioacute algunos cambios en el
contenido de la obra y en la dedicatoria Aunque no se conoce el contenido exacto de
las partes perdidas gracias a las reconstrucciones y citas de otros autores se puede
establecer que se trataba de la exposicioacuten de las posturas de Carneacuteades y de Antiacuteoco y
las refutaciones de cada una de ellas En lo que conservamos encontramos la disputa
de Antiacuteoco de Ascalona en contra de Arcesislao y Carneacuteades en lo que concierne a
su teoriacutea del conocimiento 11 Antiacuteoco disciacutepulo de Filoacuten habiacutea seguido las
propuestas de los creadores de la Nueva Academia Arcesislao y Carneacuteades durante
gran parte de su vida aunque en los uacuteltimos antildeos de su vida abrazoacute el estoicismo y
11 Arcesislao (315-249 a C) fundador de la Nueva Academia rechazoacute el principio estoico del asentimiento συγκατάϑεσις seguacuten el cual se puede garantizar la absoluta veracidad de las sensaciones cuando el alma frente a una representacioacuten cataleacuteptica la aprueba como verdadera en cuanto le resulta evidente
34
sostuvo que los estoicos eran los verdaderos continuadores de la tradicioacuten platoacutenica
de la Academia alejaacutendose del escepticismo neo-acadeacutemico que proponiacutea una actitud
anti-dogmaacutetica basada en la suspensioacuten del juicio y en la probabilidad iquestCuaacutel es la
posicioacuten que asume Ciceroacuten en esta disputa y cuaacutel es su intencioacuten al exponer la criacutetica
de Filoacuten Para responder a estos interrogantes es necesario preguntarse cuaacutel fue la
posicioacuten de Ciceroacuten respecto a la cuestioacuten de la verdad En primer lugar debe tenerse
presente que en el escepticismo de dos de los maacutes significativos representantes de la
Nueva Academia hay una discrepancia pues mientras Arcesislao proponiacutea un
escepticismo radical Carneacuteades recurriendo a la probabilidad representa una
vertiente moderada de la propuesta esceacuteptica Vale la pena tener presente la siguiente
declaracioacuten de Ciceroacuten en el De natura deorum
debido a que nosotros no nos encontramos en la posicioacuten de negar la existencia de la verdad sino de decir que cada verdad viene acompantildeada del error debemos admitir que eacuteste es tan similar a aqueacutella que no podemos darle nuestro asentimiento De esto deriva que muchos conocimientos son probables y aunque no los entendamos gobiernan la vida del sabio porque presentan un aspecto notable e ilustre (I12)
Tenemos entonces que si bien Ciceroacuten se considera el uacuteltimo representante
de la Nueva Academia y gran admirador de Carneacuteades como eacutel mismo lo afirma unas
liacuteneas despueacutes del anterior pasaje es claro que su academicismo reinterpreta las
nociones de suspensioacuten del juiciolsquo epocheacute y probabilidadlsquo pithanon que habiacutean
sostenido sus predecesores proponiendo una buacutesqueda de la verdad anti-dogmaacutetica y
en continua transformacioacuten La acusacioacuten inmediata frente a una propuesta de este
tipo es la de relativismo moral y puede recogerse recurriendo a las palabras que
Luacuteculo le dirige a Ciceroacuten en las De Academici Libri
despueacutes de que tributaste (en el Hortensio) tan grandes alabanzas a la filosofiacutea iquestseguiraacutes esas doctrinas que todo lo confunden que nos despojan del juicio del asentimiento y de los sentidos Despueacutes de haber dicho bajo juramento que tuacute estabas seguro de aquellas ocultas maquinaciones (las de Catilina) iquestvas a decir ahora que nada se puede conocer o percibir (61-62)
La auto-ironiacutea ciceroniana del anterior pasaje no es casual El Arpinate expone
su pensamiento a traveacutes de todos los personajes que utiliza y no soacutelo en el personaje
35
que lleva su nombre Ciceroacuten buscoacute la verdad durante toda su vida no soacutelo en los
estrados y la vida puacuteblica romana sino en sus escritos sobre todo en aquellos
dedicados a la filosofiacutea compuestos en los uacuteltimos tres antildeos de su existencia y en la
copiosa correspondencia que se conserva12 Si admitimos esto podemos entender uno
de los pasajes maacutes discutidos del Contra Academicos en el que se afirma
Para que los razonamientos de los acadeacutemicos no parezcan extender como ciertas nieblas ni les parezca a algunos que nos oponemos eneacutergicamente a la autoridad de muy doctos varones y especialmente a la de Tulio Ciceroacuten quien no puede dejarnos indiferentes hareacute antes un breve comentario si os parece oponieacutendome a quienes creen que sus ensentildeanzas van contra la verdad (III714)
En este punto debemos preguntarnos con Catapano (2006) ―iquestqueacute tipo de
escepticismo critica Agustiacuten en el Contra Academicos (p 4) Debe sostenerse que
Agustiacuten critica el tipo de escepticismo que niega la posibilidad de encontrar la
verdad pues en su indagacioacuten ha puesto innumerables esfuerzos desde que la lectura
del Hortensius lo incitoacute a tomar el camino de la filosofiacutea asiacute como tambieacuten lo hizo
Ciceroacuten en su vida y obras Tanto para Agustiacuten como para Ciceroacuten la filosofiacutea ―en
cuanto inquisitio veri es una empresa intelectual y existencial que requiere una fuerte
motivacioacuten interior motivacioacuten que el escepticismo acadeacutemico en la medida en que
conduce a la desperatio veri podriacutea destruir (Catapano 2006 p 9) Pero entonces
iquestcoacutemo se explica el escepticismo de Ciceroacuten y la afinidad de Agustiacuten con el mismo
iquestPuede hablarse de un escepticismo en Agustiacuten En el tercer libro del Contra
Academicos y en la Carta a Hermogeniano Agustiacuten propone una hipoacutetesis muy
controvertida13 acerca del caraacutecter esoteacuterico de la Nueva Academia Vale la pena
tener en cuenta la Carta a Hermogeniano
Nunca me hubiera yo permitido ni aun en broma la osadiacutea de combatir a los acadeacutemicos ndashiquestcoacutemo no iba a impresionarme la autoridad de tan graves varonesndash si
12 Un aporte fundamental al estudio del caraacutecter filosoacutefico de las cartas de Ciceroacuten lo debemos a McConnell (2014) 13 Brittain (2000) uno de los opositores maacutes fuertes de la hipoacutetesis presentada por Agustiacuten afirma que este uacuteltimo ―ofrece una increiacuteble e implausible teoriacutea de la historia griega desde Soacutecrates hasta Plotino a saber la teoriacutea del esoterismo platoacutenico en la Academia esceacuteptica e interpreta los objetivos filosoacuteficos de Ciceroacuten en las Cuestiones Acadeacutemicas a partir de esta hipoacutetesis (pp 85 ss)
36
no fuese porque estimo que su doctrina es muy otra de la que el vulgo les atribuye Mejor que refutarlos lo que no puedo trateacute de imitarles como podiacutea Pienso que en aquel tiempo era maacutes oportuno encauzar la corriente platoacutenica si algo manaba puro de su fuente por un boscaje sombriacuteo y espinoso a disposicioacuten de unos pocos que dejarla correr a campo abierto ante los rebantildeos que aparecen a cada momento e imposibilitan el conservarla pura y limpia iquestNo es lo maacutes conveniente para una bestia opinar que el alma es corporal Pienso pues que contra esta gente se urdioacute uacutetilmente el arte y razoacuten de ocultar la verdad (ep I1)
Seguacuten Agustiacuten el escepticismo de la Nueva Academia surge como respuesta
al materialismo estoico incapaz de comprender las verdades metafiacutesicas del
platonismo y se opone tambieacuten al dogmatismo que caracterizaba al estoicismo y al
epicureiacutesmo Frente a la fuerza con la que estas escuelas se imponiacutean la uacutenica salida
para salvaguardar la verdad esto es las verdades socraacuteticas pareciacutea ser la de
ocultarlas tras un manto misterioso Dejemos de lado la veracidad histoacuterica de esta
hipoacutetesis presentada por Agustiacuten y centreacutemonos en su utilidad Para esto en primer
lugar debe tenerse en cuenta el papel que tuvo el escepticismo como propuesta
filosoacutefica en el desarrollo vital e intelectual del joven Agustiacuten Sabemos que seguacuten la
narracioacuten de las Confessiones la lectura del Hortensius habiacutea alcanzado su cometido
logrando que el joven estudiante de retoacuterica se llenara de deseos por dedicarse a la
investigacioacuten de la verdad Como ya se afirmoacute el camino no fue faacutecil y el
materialismo y el dogmatismo maniqueos se presentaron seductores proponiendo
falsedades como verdades absolutas Ante la desilusioacuten causada por el maniqueiacutesmo
y su incapacidad para responder a las maacutes agudas cuestiones Agustiacuten entroacute en un
periodo que eacutel mismo llamoacute esceacutepticolsquo
Sin embargo considerando y comparando maacutes y maacutes lo que los filoacutesofos habiacutean sentido acerca del ser fiacutesico de este mundo y de toda la Naturaleza que es objeto del sentido de la carne juzgaba que eran mucho maacutes probables las doctrinas de eacutestos que no las de aqueacutellos [maniqueos] Asiacute que dudando de todas las cosas y fluctuando entre todas seguacuten costumbre de los acadeacutemicos como se cree determineacute abandonar a los maniqueos juzgando que durante el tiempo de mi duda no debiacutea permanecer en aquella secta a la que anteponiacutea ya algunos filoacutesofos a quienes sin embargo no queriacutea encomendar de ninguacuten modo la curacioacuten de las laceriacuteas de mi alma por no hallarse en ellos el nombre saludable de Cristo (conf V1425)
37
Con los elementos recogidos podriacutea afirmarse que la actitud de Agustiacuten frente
al escepticismo no es negativa en cuanto eacuteste se constituye como momento
propedeacuteutico para el encuentro con la verdad Asiacute puede distinguirse entre dos tipos
de escepticismo a saber uno radical que se vuelve dogmaacutetico y otro moderado que
se presenta como estrategia en la buacutesqueda de la verdad en cuanto se trata de un
momento criacutetico y necesario Ahora queda todaviacutea abierta la cuestioacuten de coacutemo se
relacionan Ciceroacuten y Agustiacuten con estos dos tipos de escepticismo que hemos descrito
En cuanto al orador romano puede sostenerse con Powell (2002) que su escepticismo
probabilista es una estrategia realista frente al materialismo epicuacutereo y al dogmatismo
estoico (p 23) De ser esto asiacute tendriacuteamos que el escepticismo en cuanto estrategia o
actitud cumple el mismo papel propedeacuteutico en ambos pensadores iquestCoacutemo logra
Agustiacuten desprenderse del error maniqueo y de sus falsas pretensiones de alcanzar la
verdad a traveacutes de un racionalismo materialista y dogmaacutetico Haciendo suyo un
principio de su maestro Ciceroacuten el cual afirma ―mientras que los demaacutes dicen que
unas cosas son ciertas y otras son inciertas yo disintiendo de ellos digo que unas
cosas son probables y otras improbables (off II17) El probabilismo ciceroniano no
es seguacuten como la lectura agustiniana un escepticismo radical que niegue al sabio la
posibilidad de alcanzar la verdad sino que funciona maacutes bien como una advertencia
frente a la posibilidad latente de caer en el error y mantenerse en eacutel Por esto en la
parte final del Contra Academicos se afirma en consonancia con la carta a
Hermogeniano que los acadeacutemicos ocultaban su doctrina Agustiacuten sostiene al
respecto
Me he persuadido entretanto con cierta probabilidad y dentro de mis posibilidades de esto tocante a los acadeacutemicos Si no es verdad me importa poco porque me basta creer que el hombre puede encontrar la verdad Quien crea que los acadeacutemicos han pensado de esta manera lea al mismo Ciceroacuten Porque eacutel nos dice que teniacutean la costumbre de ocultar su doctrina y descubrirla uacutenicamente a aquellos que habiacutean permanecido en sus escuelas hasta la ancianidad (cAcad III2045)
La doctrina oculta corresponderiacutea a la platoacutenica que seguacuten Agustiacuten no soacutelo
no se opone a los misterios de la fe y a la autoridad de Cristo sino que permite
comprender la fe a traveacutes del ejercicio la razoacuten Encontramos asiacute esbozado uno de los
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grandes proyectos agustinianos el cual se articula desde la exhortacioacuten a la buacutesqueda
que concluye con estas palabras ―leed Los Acadeacutemicos y cuando alliacute encontreacuteis a un
Ciceroacuten victorioso de estas bagatelas (iquesthay cosa maacutes faacutecil) obligad a Alipio a
defender mi discurso contra los invencibles argumentos de Ciceroacuten (cAcad
III2045)
iquestDe queacute manera aparece Ciceroacuten como vencedor iquestCuaacuteles son sus
argumentos invencibles y contra quieacuten estaacuten dirigidos En este punto podriacutea pensarse
que Agustiacuten asume una interesante posicioacuten interpretativa que le permite ver los
diaacutelogos ciceronianos como el ejercicio dialeacutectico-filosoacutefico de un autor capaz de dar
cuenta de las diferentes perspectivas de las escuelas filosoacuteficas de su tiempo En este
sentido su victoria consistiriacutea en mostrar su habilidad para defender las distintas
posiciones pero sin dejarse seducir por las falsas promesas del dogmatismo
mantenieacutendose estable en su propoacutesito de alcanzar la verdad La reacuteplica de Ciceroacuten
con la que se inicia el cierre de los Academica posteriora podriacutea entenderse desde
entenderse desde este punto de vista
Cuando disputo con los demaacutes sobre todo acerca de cuestiones morales no pretendo engantildearlos a ellos ni tampoco a miacute mismo ni soy partidario de la obstinacioacuten o sofisteriacutea Por lo cual si fuera pertinente jurariacutea por Juacutepiter que tengo el mayor deseo de encontrar la verdad y que digo lo que pienso Si me gozo al descubrir algo verosiacutemil iquestcoacutemo puedo no ansiar descubrir lo verdadero (Acad 61)
Esa disposicioacuten hacia lo verdadero entendida como amor a la sabiduriacutea fue el
elemento que desde la lectura del Hortensius determinoacute la proximidad entre Agustiacuten
y su maestro de retoacuterica iquestCoacutemo podriacutea alguien exhortar con tal ardor al estudio de la
filosofiacutea si no cree posible encontrar la verdad Que Ciceroacuten haya escrito su diaacutelogo
acadeacutemico justo despueacutes de sus dos obras exhortativas no debe perderse de vista
pues puede tomarse como una amonestacioacuten como un llamado a la prudencia y en
este sentido en cuanto indicador en el camino hacia la verdad Ciceroacuten ha salido
victorioso
39
12 El Contra Academicos como ejercicio filosoacutefico y retoacuterico
Si se admite que el objetivo principal del Contra Academicos es exhortar a la
buacutesqueda del conocimiento en la liacutenea de la tradicioacuten protreacuteptica podemos entender
no soacutelo su estructura sino la razoacuten de su composicioacuten como obra inaugural del
proyecto filosoacutefico de Agustiacuten en el cual jugaba un papel fundamental la comunidad
que se habiacutea establecido en Casiciaco La recta buacutesqueda de la verdad a la cual
Agustiacuten ha decidido dedicar su vida es un proceso comunitario un diaacutelogo
permanente que no se agota y que se construye en el ejercicio mismo de la filosofiacutea
Los diaacutelogos de Casiciaco dan cuenta de este ejercicio en el que Agustiacuten interroga a
sus interlocutores siguiendo el meacutetodo ciceroniano utilizado en las obras Academica
De finibus y De natura deorum Ciceroacuten recurre a la discussio in utramque partem
para mostrar que a todo discurso corresponde un discurso contradictorio de igual
valor Esta teacutecnica retoacuterica procedente del aacutembito forense se caracteriza por
estructurarse a partir de dos discursos alternativos que presentan argumentos opuestos
sobre un mismo asunto El orden de la exposicioacuten del discurso tiende a ser muy claro
y a apoyarse en eslabones reconocibles para que una vez pronunciado el interlocutor
pueda reconocer los puntos de oposicioacuten Por esta misma razoacuten las intervenciones no
pueden ser muy extensas
Asiacute como en su Academici Ciceroacuten construye dos discursos paralelos14 para
defender y atacar la tradicioacuten de la academia esceacuteptica sostenida por su maestro
Filoacuten de Larisa a los discursos de aquellos que defienden a los acadeacutemicos Agustiacuten
opone los de sus detractores En la primera liacutenea se inscriben Licencio y Alipio
mientras que en la segunda tenemos al mismo Agustiacuten acompantildeado del joven
Trigecio El primer ejemplo de la discussio in utramque partem lo encontramos
respecto de la cuestioacuten de la buacutesqueda de la verdad pues Licencio afirma que puede
ser feliz quien auacuten busca mientras que Trigecio sostiene que soacutelo es feliz aquel que
14 Woolf (2015) expone con claridad el meacutetodo ciceroniano usado en el Academici aquiacute retomado por Agustiacuten y afirma que se trata de un ejercicio cuya finalidad es la buacutesqueda de la verdad a partir de la construccioacuten de argumentos que tengan en cuenta las posturas opuestas con vistas a garantizar la imparcialidad (p16)
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ya estaacute es posesioacuten de la verdad pues el que indaga sin encontrar yerra A la
conclusioacuten de Trigecio Licencio opone su definicioacuten del error en la cual se halla
contenido el principio fundamental del escepticismo defendido por Agustiacuten en
cuanto estrategia antidogmaacutetica
El error pienso yo consiste en afirmar lo falso por verdadero Pero jamaacutes puede admitir esto quien piense que es necesario buscar la verdad ya que no puede admitir la falsedad quien no admite nada Por tanto no puede caer en el error (cAcad I411)
Con estas palabras de Licencio Agustiacuten resume su propio camino en un tono
muy cercano al que utilizaraacute en las Confessiones
Y asiacute tanto maacutes agudamente me roiacutea el corazoacuten la preocupacioacuten de alcanzar algo cierto cuanto maacutes me confundiacutea el haber vivido tanto tiempo engantildeado y burlado con la promesa de cosas ciertas y haber sostenido con pueril empentildeo y animosidad tantas cosas dudosas como ciertas Sin embargo ya era cierto para miacute que eran dudosas no obstante que en alguacuten tiempo las creiacute ciertas es decir cuando con mis ciegas disputas combatiacutea a tu Catoacutelica a la cual aunque entonces no conociacutea por maestra de la verdad al menos sabiacutea que no ensentildeaba aquellas cosas de que gravemente la acusaba (VI45)
La duda esceacuteptica que habiacutea tenido una funcioacuten liberadora se retoma en el
Contra Academicos a partir de la implementacioacuten de modelos argumentativos
esceacutepticos como la discussio in utramque partem y la argumentacioacuten ad hominem
Asiacute pues la verdad no se presenta de manera dogmaacutetica sino como el resultado de
una construccioacuten retoacuterica comunitaria La finalidad de la contraposicioacuten de los
discursos no es la de anular al adversario sino la de establecer un consensus a partir
de los argumentos probables presentados por cada uno de los interlocutores Esta es la
razoacuten por la cual en el uacuteltimo libro del Contra Academicos se recurre a la
argumentacioacuten ad hominem para refutar el escepticismo sobre todo en lo que
concierne a sus consecuencias en el aacutembito de la moral De la misma manera que en
la obra Academica (II2269 II2478) Ciceroacuten habiacutea refutado las tesis de Zenoacuten y
Antiacuteoco a partir de sus propios argumentos Agustiacuten toma como punto de partida las
afirmaciones de los esceacutepticos para impugnarlas El pasaje en cuestioacuten es el siguiente
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No digo nada de los homicidios parricidios sacrilegios y de cuantos criacutemenes pueden cometerse o pensarse y que con breves palabras suelen justificarse -y esto es lo maacutes grave- por jueces sapientiacutesimos no he consentido luego no he errado iquestY coacutemo no iba a hacer lo que me parecioacute probable Quienes crean que tales cosas no pueden persuadirse probablemente lean el discurso de Catilina con que persuadioacute el parricidio de la patria crimen que resume todos (cAcad III1536)
Como anota Marchand (2013) Agustiacuten se apoya en la tesis del adversario
tomaacutendola como punto de partida para demostrar que la misma es insostenible y
respecto de los efectos morales de la aplicacioacuten de la doctrina de la probabilidad
apela al caso juriacutedico maacutes emblemaacutetico de la carrera forense ciceroniana Con este
recurso entonces se quiere reforzar y anticipar la idea con la que se cierra el Contra
Academicos y que tambieacuten estaacute presente en el Academica (61-62) seguacuten la cual el
hombre no soacutelo debe dedicar su vida a la buacutesqueda de la verdad sino que el
conocimiento de la misma es posible y necesario iquestCuaacutel es el camino hacia dicha
verdad El Contra Academicos nos ofrece una muestra de dicho itinerario en cuanto
su construccioacuten como ejercicio retoacuterico y filosoacutefico da cuenta del proceso y de las
etapas que seguacuten el modelo propuesto por Ciceroacuten deben recorrerse
En la oratio perpetua15 con la que se cierra el diaacutelogo Agustiacuten deja su papel
de maestro y asume eacutel mismo el ejercicio de composicioacuten retoacuterica de la oratio con la
intencioacuten de recorrer los pasos de su maestro y de recoger las conclusiones obtenidas
en la obra Academica La oratio puede dividirse en dos partes la primera expone
fielmente la explicacioacuten ciceroniana de la relacioacuten entre las escuelas filosoacuteficas su
concepcioacuten acerca de la figura del sabio y las consecuencias de la misma la segunda
cambia el tono forense por uno maacutes filosoacutefico y presenta los argumentos
concluyentes en contra del escepticismo dogmaacutetico y la controvertida hipoacutetesis acerca
del esoterismo acadeacutemico A continuacioacuten veremos en detalle las dos partes
15 En el aacutembito forense la oratio perpetua consiste en un discurso continuacuteo pronunciado por el demandante en el que se hace una extensa recopilacioacuten de los dantildeos causados por el acusado pero sin mostrar las pruebas que lo inculpen Como anota Kennedy (1994) este tipo de exposicioacuten alcanzoacute su maacutexima expresioacuten con la retoacuterica juriacutedica de Ciceroacuten Fuhrer (2012) por su parte llama la atencioacuten acerca de la utilizacioacuten de Agustiacuten de la oratio perpetua en los tres primeros diaacutelogos de Casiciaco
42
121 iquestQuieacuten es el sabio
En la primera parte de la oratio perpetua Agustiacuten sigue con fidelidad la
estructura de la misma en la tradicioacuten forense pues construye un discurso en el que se
presentan las consecuencias de la concepcioacuten acadeacutemica acerca de la figura del sabio
con el fin de mostrar que eacutesta es insostenible sobre todo en el aacutembito juriacutedico pues
la funcioacuten del juez es justamente la de determinar cuaacutel de las dos partes dice la
verdad El punto de partida es el siguiente fragmento de Ciceroacuten
todas las demaacutes sectas que se creen en posesioacuten de la sabiduriacutea otorgan un segundo lugar al sabio acadeacutemico reivindicando el primer puesto para el suyo De donde se puede concluir con probabilidad que seguacuten su recto juicio el primero es aquel que seguacuten el juicio de los demaacutes es el segundo (Acad sect 20)
Aunque no se conserva esta obra en su totalidad el problema sobre el que
Ciceroacuten quiere llamar la atencioacuten se retoma en varias partes de su obra y debe
entenderse una vez maacutes como una advertencia acerca de los peligros del
dogmatismo Agustiacuten reconstruye los argumentos ciceronianos en contra de los
estoicos y los epicuacutereos y muestra coacutemo ambas escuelas pretenden estar en posesioacuten
de la verdad negando el espacio de la discusioacuten necesario para entablar un diaacutelogo
filosoacutefico Sin embargo Agustiacuten da un paso maacutes y demuestra que la posicioacuten del
sabio acadeacutemico aunque prudente16 es tambieacuten insostenible La primera parte de la
oratio se cierra con la acusacioacuten frente a los jueces de la dificultad praacutectica de
sostener la tesis seguacuten la cual el sabio no sabe nada En un juicio hipoteacutetico entre
Carneacuteades sostenedor de la imposibilidad de conocer la verdad y Agustiacuten
sostenedor de la tesis contraria seriacutea imposible determinar quieacuten dice la verdad pues
si el juez se pronuncia a favor de cualquiera de los dos se le podraacute decir que su
veredicto no es vaacutelido en cuanto no es posible saber si dice la verdad Si bien Agustiacuten
toma como punto de partida a Ciceroacuten no debemos pensar que su intencioacuten en este
punto es la de criticar al pensador romano pues como ya hemos afirmado y como se
demostraraacute en la segunda parte de la oratio es necesario distinguir entre un
16 Leacutevy (1992) llama la atencioacuten sobre el concepto de temeritas con el cual Ciceroacuten se refiere a la actitud antifilosoacutefica que asume verdades absolutas sin someterlas al examen de la razoacuten
43
academicismo dogmaacutetico y uno moderado que se rige por la prudencia y rechaza la
temeridad de aquellos que afirman verdades que no han sido probadas
122 Platonis schola del tribunal a la escuela
La segunda parte de la oratio perpetua (cAcad III918-III2043) es la maacutes
extensa y contiene algunos de los pasajes maacutes controvertidos de toda la obra El
cambio de tono es introducido por Agustiacuten con la siguiente afirmacioacuten
Retireacutemonos por fin de este ruidoso tribunal amigo de pleitear a un lugar donde no nos moleste el alboroto de las gentes y ojalaacute sea a la misma escuela de Platoacuten llamada asiacute seguacuten se dice por estar retirada del pueblo y alliacute en la medida de nuestras fuerzas discutamos no de la gloria que es cosa superficial y pueril sino de la vida misma y de una cierta esperanza de la felicidad del alma (cAcad III918)
El movimiento literario propuesto en el diaacutelogo evoca el movimiento que
tanto Agustiacuten como Ciceroacuten llevaron a cabo al retirarse de la vida puacuteblica en la que
buscaban la gloria y decidieron entregarse a la buacutesqueda e investigacioacuten de la
sabiduriacutea Asiacute pues esta parte final del Contra Academicos refuerza su caraacutecter
exhortativo razoacuten por la cual se ocupa de refutar con contundencia las afirmaciones
de los acadeacutemicos dogmaacuteticos seguacuten las cuales ―nada puede ser percibido y ―no se
puede dar asentimiento a ninguna cosa Sin embargo en contra de lo que afirman
Mourant (1966) y Marchand (2012) considero que en la parte final de la obra el
adversario de Agustiacuten no es Ciceroacuten sino el dogmatismo encarnado no soacutelo por los
estoicos y epicuacutereos sino por los maniqueos que en su racionalismo no dejan espacio
a la fe A mi modo de ver las pruebas ofrecidas por Agustiacuten deben leerse bajo la luz
de la necesidad de reafirmar la posibilidad del encuentro de la verdad como
conclusioacuten del camino de buacutesqueda Asiacute en esta seccioacuten se refuerza el caraacutecter
exhortativo que determina toda la obra y en razoacuten del cual resulta fundamental
confutar de manera definitiva la tesis del escepticismo y no como afirman algunos
estudiosos17 hacer una criacutetica a Ciceroacuten y a la Academia en cuanto escuela heredera
del pensamiento de Platoacuten
17 Veacutease (Marchand 2012 p 11)
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El primer paso para alcanzar el propoacutesito establecido consiste en demostrar
que la definicioacuten de Zenoacuten 18 en que se ancla el escepticismo seguacuten lo afirma
Ciceroacuten en su Academici libri (II17) no justifica la negacioacuten de la posibilidad de
alcanzar un conocimiento verdadero La impugnacioacuten de Agustiacuten se basa en que si se
admite como verdad que una representacioacuten es verdadera cuando puede distinguirse
de lo falso se admite que la definicioacuten no es falsa
Pues aun estando inciertos de ella no nos desampara por eso la ciencia
porque sabemos que es verdadera o falsa Luego sabemos algo Aunque nunca lograraacute
hacerme un ingrato juzgo dicha definicioacuten como absolutamente verdadera Pues o
pueden percibirse las cosas falsas hipoacutetesis a que tienen favor los acadeacutemicos y
realmente es absurda o tampoco pueden percibirse las cosas semejantes a lo falso
luego aquella definicioacuten es verdadera (cAcad III919)
Una vez refutada la definicioacuten de Zenoacuten se pasa a demostrar la existencia de
verdades innegables y accesibles a todos para lo cual se recurre a ejemplos de
verdades necesarias como las matemaacuteticas el conocimiento del mundo a partir de
proposiciones tautoloacutegicas y las sensaciones que derivan de los sentidos Si cualquier
persona puede acceder a estas verdades con mayor razoacuten deberaacute poderlo hacer el
sabio el cual debe admitir necesariamente que si es tal debe conocer la sabiduriacutea
pues si la desconociera no seriacutea sabio Establecido esto se pasa a considerar la nocioacuten
de probabile para demostrar su incompatibilidad con la accioacuten moral Si bien en el
segundo ejemplo utilizado se afirma que Ciceroacuten es defensor del probabilismo
resulta muy interesante que para concluir esta seccioacuten se refiera al caso maacutes
emblemaacutetico de la carrera forense de Ciceroacuten la acusacioacuten de Catilina Con esta
referencia Agustiacuten quiere dar a conocer su posicioacuten acerca del escepticismo y el
probabilismo ciceroniano la cual consiste en la negacioacuten de los mismos La tesis
agustiniana se sostiene en las palabras del mismo Ciceroacuten cuando Luacuteculo lo exhorta a
abandonar la filosofiacutea acadeacutemica
18 Para un estudio detallado de la construccioacuten loacutegica y la validez de los argumentos presentados por Agustiacuten en contra del escepticismo veacutease (Kirwan 1989 pp15-34)
45
despueacutes de que tributaste (en el Hortensio) tan grandes alabanzas a la filosofiacutea iquestseguiraacutes esas doctrinas que todo lo confunden que nos despojan del juicio del asentimiento y de los sentidos Despueacutes de haber dicho bajo juramento que tuacute estabas seguro de aquellas ocultas maquinaciones (las de Catilina) iquestvas a decir ahora que nada se puede conocer o percibir (Acad 61-62)
En una amplia seccioacuten de los Academici libri (33-42) Ciceroacuten expone la
reacuteplica de Antiacuteoco de Ascalona a las doctrinas de la Nueva Academia afirmando que
ni el escepticismo de Arcesislao ni el probabilismo de Carneacuteades pueden ofrecer una
norma de vida praacutectica y moral En lo concerniente a la cuestioacuten gnoseoloacutegica
Antiacuteoco objeta que si no se tiene una norma con la cual efectuar una distincioacuten ente lo
verdadero y lo falso no es posible establecer un criterio que permita declarar la
probabilidad de una representacioacuten iquestCuaacutel es la posicioacuten de Ciceroacuten en relacioacuten con
la criacutetica de Antiacuteoco Debido a que no se conserva maacutes que un fragmento de los
Academici libri de Ciceroacuten no es posible establecer con certeza si se dio una
respuesta directa a la posicioacuten de Antiacuteoco sin embargo el Contra Academicos de
Agustiacuten permite acceder a la posicioacuten de Agustiacuten el cual parece seguir a Antiacuteoco al
menos en este punto Esta seriacutea la razoacuten por la que se recurre al episodio de la
acusacioacuten de Catilina si Ciceroacuten no pensara que es posible conocer la verdad no la
habriacutea defendido como lo hizo en el tribunal y no se habriacutea dedicado a la filosofiacutea a
la cual como sostiene en el Brutus se entregoacute con pasioacuten desde los antildeos de juventud
―en esos antildeos habiacutea llegado a Roma junto con los personajes maacutes ilustres de Atenas
Filoacuten escolarca de la Academia que huiacutea de su patria a causa de la guerra mitridaacutetica
me entregueacute a eacutel encendido de pasioacuten por la filosofiacutea (306)
Una vez refutadas las tesis acadeacutemicas de manera contundente Agustiacuten puede
concluir su exhortacioacuten a la filosofiacutea libre del temor causado por la creencia en la
imposibilidad de acceder a la verdad No sorprende entonces que sea justamente en
este punto donde se recurra a la controvertida tesis del esoterismo de la Academia
confirmada tambieacuten por Ciceroacuten (Acad 1134) e introducida por Agustiacuten como sigue
iquestqueacute pretendieron aquellos grandes varones con sus eternas y tenaces disputas para excluir de todo la ciencia de lo verdadero Oiacuted ahora maacutes atentamente no lo que seacute sino lo que opino he aplazado para el final el declarar si puedo mi parecer acerca de todo el plan o consejo de los acadeacutemicos (cAcad III1737)
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Cabe recordar que los acadeacutemicos a los cuales se hace referencia en este
punto con el apelativo de platoacutenicos para Agustiacuten son los herederos de la academia
platoacutenica razoacuten por la cual presenta una reconstruccioacuten de la historia de dicha
escuela desde su fundacioacuten Este pasaje resulta de fundamental importancia para la
comprensioacuten de la relacioacuten de Agustiacuten con la tradicioacuten filosoacutefica antigua y con
Ciceroacuten el cual representa la fuente principal de la mayor parte de las ideas aquiacute
presentadas (Rep I1016 Tusc I1638 V39 Acad I59 Fin V224)
Platoacuten el hombre maacutes sabio y erudito de su tiempo que de tal modo disertaba que todo al pasar por su boca cobraba grandeza y elevacioacuten y tales cosas habloacute que de cualquier modo que las dijese nunca se empequentildeeciacutean en sus labios despueacutes de la muerte de Soacutecrates su maestro a quien distinguioacute con singular predileccioacuten seguacuten dicen tomoacute muchas doctrinas de la escuela de Pitaacutegoras Y eacuteste insatisfecho de la filosofiacutea griega que entonces o no existiacutea o estaba muy oculta despueacutes que por los razonamientos de Fereacutecides de Siria se persuadioacute de la inmortalidad del alma emprendioacute largas y vastas peregrinaciones para escuchar a gran nuacutemero de sabios Platoacuten pues antildeadiendo a la gracia y sutileza socraacutetica en las cuestiones morales la ciencia de las cosas divinas y humanas que diligentemente habiacutea indagado en la mencionada escuela y coronando despueacutes estos elementos con una disciplina capaz de organizarlos y juzgarlos esto es la dialeacutectica -la cual o es la misma sabiduriacutea o un medio indispensable para llegar a ella- se dice que sistematizoacute la filosofiacutea como ciencia perfecta de la que no es ahora tiempo de discurrir Para mi propoacutesito baacutesteos saber que sintioacute Platoacuten que habiacutea dos mundos uno inteligible donde habitaba la misma verdad este otro sensible que se nos descubre por los oacuterganos de la vista y del tacto Aqueacutel es el verdadero eacuteste el semejante al verdadero y hecho a su imagen alliacute reside el principio de la Verdad con que se hermosea y purifica el alma que se conoce a siacute misma de eacuteste no puede engendrarse en el aacutenimo de los insensatos la ciencia sino la opinioacuten (cAcad III1737)
La uacuteltima parte de este pasaje quiere llamar la atencioacuten a un tema que
caracteriza a los primeros diaacutelogos de Agustiacuten a saber el conocimiento de siacute como
condicioacuten de la sabiduriacutea Esta idea que seraacute ampliamente elaborada en el De beata
vita se reitera en las siguientes liacuteneas
Estas y otras verdades de la misma clase fueron conservadas entre los disciacutepulos de Platoacuten seguacuten era posible y guardadas en forma de misterios Pues ellas no pueden ser faacutecilmente percibidas sino por los que purificaacutendose de todo vicio se han consagrado a un geacutenero de vida maacutes que humano ni peca gravemente el que conocieacutendolas las quisiere ensentildear a cualquiera (cAcad III1738)
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El conjunto de estas verdades constituye un uacutenico sistema filosoacutefico al que
Agustiacuten retomando un vocablo ampliamente difundido en ambientes platoacutenicos
neoplatoacutenicos y cristianos (Fuhrer 1997 p 451) llama filosofiacutea perfectamente
verdadera Dicha filosofiacutea se encuentra estrechamente ligada a un estilo de vida que
involucra todas las esferas de la existencia del hombre Por esta razoacuten algunos
estudiosos (Heil 1972) han visto en el Contra Academicos una obra esencialmente
moral afirmacioacuten que podriacutea extenderse al conjunto formado por todos los diaacutelogos
de Casiciaco
La importancia de la caracterizacioacuten agustiniana de la filosofiacutea platoacutenica no
soacutelo resulta interesante en lo concerniente a la relacioacuten de Agustiacuten con la tradicioacuten
sino que permite establecer cuaacutel era la concepcioacuten existente en los primeros siglos del
cristianismo acerca de la relacioacuten entre Platoacuten Aristoacuteteles y las escuelas filosoacuteficas
La historia de la filosofiacutea propuesta por Agustiacuten puede encontrarse en las siguientes
liacuteneas
Asiacute ahora apenas tenemos maacutes filoacutesofos que los ciacutenicos peripateacuteticos y platoacutenicos y los ciacutenicos porque les place cierta libertad y licencia de la vida Mas en lo que atantildee a la erudicioacuten y doctrina como tambieacuten a la moral que mira a la salud del alma no han faltado hombres de suma agudeza y diligencia que con sus discursos han mostrado la concordia vigente entre las ideas de Aristoacuteteles y Platoacuten que soacutelo a los ojos de los distraiacutedos e ignorantes parecen disentir entre siacute asiacute despueacutes de muchos siglos y prolijas discusiones se ha elaborado una filosofiacutea perfectamente verdadera
No es eacutesta la filosofiacutea de este mundo que nuestras sagradas Letras justamente detestan sino la del mundo inteligible al que la sutileza de la razoacuten no habriacutea podido guiar a las almas cegadas con las multiformes tinieblas del error y olvidadas bajo la costra de las sordideces materiales si el sumo Dios descendiendo con su misericordia al seno del pueblo no hubiese abatido y humillado hasta tomar cuerpo humano al Verbo divino para que estimuladas las almas con sus preceptos y sobre todo con sus ejemplos sin luchas de disputas pudiesen entrar en siacute mismas y volver los ojos a la patria (cAcad III1942)
iquestQuieacutenes fueron los hombres que ensentildearon esta filosofiacutea perfectamente
verdadera Aquellos que la pusieron a salvo del error materialista estoico y
dogmaacutetico Si bien no puede restaacutersele valor a la tesis seguacuten la cual en este pasaje se
aluda a los neoplatoacutenicos seguacuten Fuhrer (1997 p 449) y Olsquo Meara (1959 p 172) a
Porfirio tanto por el caraacutecter de la obra como por el afaacuten de mostrar cuaacuteles eran las
48
verdaderas intenciones de los acadeacutemicos y de Ciceroacuten como uacuteltimo representante de
dicha escuela podriacutea pensarse que los hombres de ―suma agudeza e inteligencia
fueran justamente los acadeacutemicos De hecho el mismo Ciceroacuten tanto en los
Academici (I57) como en las Tusculanae (IV36) confirma el caraacutecter conciliador
de esta escuela
Que esta verdadera filosofiacutea sea una se explica en la segunda parte del
paraacutegrafo en el momento en el que se trae a colacioacuten de manera expliacutecita la doctrina
de la encarnacioacuten ndashno hubiese abatido y humillado hasta tomar cuerpo humano al
Verbo divinondash que en el libro VII de las Confessiones (VII913) se expone como la
verdad encontrada en los libros de los platoacutenicos A propoacutesito de esto Catapano
afirma que ―la encarnacioacuten del intelecto divino fue la conditio sine que non de la
llamada al mundo inteligible formulada por la filosofiacutea platoacutenica ya que llevoacute a cabo
una excitatio tan poderosa sobre las almas que les permitioacute convertirse a la patria
celeste sin necesidad de largas y extenuantes discusiones (Catapano 2001 p 170)
Se trata de la retoacuterica divina siempre eficaz en contraposicioacuten a la humana del error
el cuerpo y la ceguera sin la cual la filosofiacutea platoacutenica no habriacutea podido persuadir a
las almas de los hombres de forma definitiva La relacioacuten entre la encarnacioacuten en
cuanto misterio mediador y posibilitador del conocimiento se retomaraacute en obras como
el De vera religione (III3) y el De Trinitate (XII1722) en las que se reiteraraacute y
perfeccionaraacute esta consideracioacuten juvenil las almas ―enceguecidas por las tinieblas del
error no habriacutean visto la luz de la verdad sin la obra mediadora de Cristo que es la
verdad misma El caraacutecter ontoloacutegico de la verdad y su unicidad estaacuten a la base de las
ideas que constituyen esa filosofiacutea perfecta y verdadera la doctrina de los dos
mundos la cual fue escondida por los acadeacutemicos a causa de la dificultad de su
comprensioacuten y la doctrina del Logos divino que Agustiacuten encontroacute en los
platonicorum libri
En la hipoacutetesis histoacuterica trazada por Agustiacuten se puede entrever una alusioacuten al
camino recorrido por eacutel mismo en el cual como se afirma en las Confessiones el
periodo de materialismo maniqueo fue seguido de una fase esceacuteptica que tuvo como
resultado el abandono de la secta En este caso como en el Contra Academicos el
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escepticismo se presenta como un instrumento uacutetil y la duda esceacuteptica prepara el
camino para la asimilacioacuten de las palabras de Ambrosio que iluminaraacuten la lectura de
los libros de los platoacutenicos en los cuales Agustiacuten encontraraacute aunque con otras
palabras (conf VII913) las verdades fundamentales de la doctrina cristiana como
la encarnacioacuten del Verbo y la inmortalidad del alma
Quizaacutes valga la pena presentar en este punto el camino seguido en las
Confessiones que puede esquematizarse de la siguiente manera
1 Materialismo maniqueo (V610)
2 Prudencia acadeacutemica y escepticismo (V1019-V1425)
3 Recepcioacuten del nombre de Cristo en las palabras de Ambrosio (VI24)
4 Lectura de los platonicorum libri (VII913)
5 Entrega total a la autoridad de Cristo (VIII1230)
Del mismo modo que en la hipoacutetesis histoacuterica expuesta tanto en el Contra
Academicos como en el Carta 118 la encarnacioacuten es necesaria para la comprensioacuten
de las ideas platoacutenicas en el recorrido de Agustiacuten la lectura de los platonicorum libri
no habriacutea tenido el mismo efecto en eacutel de no haber sido por la anterior asimilacioacuten de
las palabras de Ambrosio En este sentido deben entenderse las palabras de Crouse
seguacuten las cuales en la relacioacuten entre fe y razoacuten doctrina y filosofiacutea no hay una
superacioacuten en teacuterminos destructivos sino una siacutentesis particular
Indudablemente la fe precede al entendimiento y el entendimiento precede a la fe en el ciacuterculo hermeneacuteutico pero en el fondo la unioacuten con el Dios trino es una unioacuten contemplativa que se da en la memoria el entendimiento y el amor Entonces la fe no es para Agustiacuten una facultad distinta ni una sustitucioacuten del intelecto sino la salvacioacuten del mismo No se trata entonces de una contradiccioacuten o destruccioacuten del platonismo sino de su conversioacuten o redencioacuten (Crouse 2000 p 42)
Podemos concluir que el punto de llegada de la oratio perpetua es el punto de
partida del proyecto filosoacutefico de Agustiacuten en cuanto le permite sintetizar las dos
fuentes principales de su pensamiento bajo el propoacutesito de conocer en palabras
ciceronianas las cosas divinas y humanas Dicho proyecto se enuncia asiacute
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para mi es evidente que jamaacutes debo apartarme de la autoridad de Cristo ya que no encuentro otra maacutes fuerte En cuanto a lo que ha de buscarse con la fuerza de la razoacuten (pues mi estado de aacutenimo es tal que estoy deseando con impaciencia conocer la verdad no soacutelo mediante la fe sino comprenderla tambieacuten con la inteligencia) espero entretanto poder encontrar en los platoacutenicos una doctrina que no se oponga a nuestros sagrados misterios (cAcad III2044)
Puede verse coacutemo el Contra Academicos en sintoniacutea con el sexto libro de las
Confessiones se configura como una muestra de la construccioacuten del camino que el
hombre debe recorrer en su buacutesqueda de la verdad En su oratio perpetua luego de
haber ejercitado a los maacutes joacutevenes en la dialeacutectica Agustiacuten reconstruye un camino
mostrando coacutemo al final de la errancia resplandece la verdad En las etapas de dicho
recorrido el escepticismo metodoloacutegico ocupa un papel fundamental en cuanto
conlleva compromisos no soacutelo de tipo praacutectico sino programaacutetico y en cuanto le
ofrecen a Agustiacuten una fuente de autoridad diferente a la fe necesaria para iniciar su
produccioacuten filosoacutefica como pensador cristiano
13 Agustiacuten y Ciceroacuten la buacutesqueda de la vida feliz
Durante la composicioacuten del Contra Academicos primer diaacutelogo de Casiciaco
Agustiacuten escribioacute tambieacuten el De beata vita redactado con ocasioacuten de su cumpleantildeos
entre el 13 y el 15 de noviembre del antildeo 386 seguacuten la declaracioacuten presente en las
Retractationum donde leemos
El libro de La vida feliz lo escribiacute no despueacutes de los libros Contra los Acadeacutemicos sino a la vez que ellos porque nacioacute con ocasioacuten de mi diacutea natalicio y quedoacute completo despueacutes de tres diacuteas de discusioacuten como se indica alliacute suficientemente En este libro hubo acuerdo entre nosotros que investigaacutebamos de consuno sobre que la vida feliz no es otra cosa sino el conocimiento perfecto de Dios (I2)
La precisioacuten de la situacioacuten cronoloacutegica del diaacutelogo resulta sorprendente del
mismo modo que la alusioacuten a la celebracioacuten de su natalicio pues Agustiacuten no hace
referencia a esta festividad en ninguna otra obra Puede tratarse maacutes bien de un
artificio retoacuterico que pone el eacutenfasis en la importancia del antildeo 386 en su vida
entendieacutendolo con Harrison (2006) como ―la revolucioacuten del 386 (p 20) antildeo en el
que se da inicio a un proyecto que toma como punto de partida la apropiacioacuten
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cristiana de la tradicioacuten filosoacutefica ciceroniana y platoacutenica y en el que estaacuten ya
enunciadas algunas de las ideas teoloacutegicas que suelen ubicarse en el pensamiento
maduro de Agustiacuten
De la misma manera que el Contra Academicos el De beata vita se inscribe
en la tradicioacuten retoacuterica ciceroniana asumiendo de la misma no soacutelo recursos
literarios sino motivos filosoacuteficos que determinaraacuten el proyecto del joven Agustiacuten Si
el primero puede entenderse como un ajuste de cuentas con las propuestas
acadeacutemicas en particular con el escepticismo eacuteste debe asumirse como la
apropiacioacuten de un tema filosoacutefico claacutesico al cual se accede en gran medida gracias a
la labor transmisora de Ciceroacuten Del mismo modo si podemos afirmar que el Contra
Academicos quiere responder a las cuestiones expuestas en el Academica es posible
afirmar que el De beata vita estaacute construido sobre el horizonte de dos problemas
fundamentales que ocupan a Ciceroacuten tanto en las Tusculanae como en el De finibus a
saber la cuestioacuten de la vida feliz y la existencia del sumo bien
En la dedicatoria a Teodoro el punto de partida es una vez maacutes el Hortensius
en el cual se afirma que ―todos los hombres quieren ser felices (Muumlller sect 36) La
disposicioacuten natural del hombre hacia la felicidad es presentada en teacuterminos naacuteuticos
en consonancia con la declaracioacuten de Ciceroacuten en las Tusculanae sobre la filosofiacutea
como puerto del reposo que permite a los navegantes luego de la tempestad retomar
el camino (Tusc V3) Muchos son los peligros que surgen pues continuamente son
acechados la nave por las olas y el navegante por el deseo de adentrarse en alta mar
olvidando el camino de regreso a la patria Sin embargo aun quien logra regresar ya
sea por el esfuerzo de sus remos o porque los vientos lo conducen de regreso no estaacute
exento del peligro pues en el puerto mismo se yergue un monte luminoso que con su
resplandor enceguece al navegante desviaacutendolo de su objetivo iquestCoacutemo conducir la
nave sin perderse en la inmensidad de las aguas o atracar en el puerto equivocado En
este punto Agustiacuten nos ofrece una interesante referencia autobiograacutefica en la que
narra en algunas liacuteneas aquello que expondraacute con detalle en las Confessiones No
sorprende que el episodio de inicio sea el del encuentro con el Hortensius pues como
ya se afirmoacute la reconstruccioacuten del propio camino se basa en la utilizacioacuten de
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estructuras de sentido que obedecen a unos modelos retoacutericos y filosoacuteficos en este
caso ciceronianos Por esta razoacuten en la referencia biograacutefica del De beata vita se
tocan algunos puntos esenciales que le permiten a Agustiacuten inscribirse en una tradicioacuten
que considera que la filosofiacutea constituye el punto de la buacutesqueda de la felicidad
iquestPero coacutemo llegar a la filosofiacutea Tanto Ciceroacuten como Agustiacuten consideran que el
encuentro con la sabiduriacutea se da luego de recorrer un camino en el que el error acecha
de manera constante y que si bien supone un esfuerzo de la voluntad tiene un
caraacutecter repentino como aquel que Agustiacuten otorgaraacute expliacutecitamente maacutes adelante a la
accioacuten de la gracia En las Tusculanae leemos una declaracioacuten que bien podriacutea ser de
Agustiacuten
Pero la correccioacuten de esta falta y de todos los demaacutes defectos y equivocaciones nuestros hay que buscarla en la filosofiacutea Habieacutendome impulsado mi voluntad y mi afaacuten desde los primeros antildeos de mi vida a su regazo ahora en tan graviacutesima situacioacuten sacudido por una terrible tempestad busco refugio en el mismo puerto del que habiacutea zarpado (V2)
La construccioacuten del recorrido propuesto por Agustiacuten para referirse a su primer
encuentro con la filosofiacutea los antildeos de errancia en el maniqueiacutesmo y la decisioacuten final
de dedicar su vida a la buacutesqueda de la verdad sigue muy de cerca las liacuteneas citadas de
las Tusculanae lo cual no obedece a una mera casualidad sino a un claro propoacutesito
interpretativo y filosoacutefico Pasemos entonces a considerar el pasaje en cuestioacuten
Desde que en el antildeo decimonono de mi edad leiacute en la escuela de retoacuterica el libro de Ciceroacuten llamado Hortensio se inflamoacute mi alma con tanto ardor y deseo de la filosofiacutea que inmediatamente penseacute en dedicarme a ella Pero no faltaron nieblas que entorpecieron mi navegacioacuten y durante largo tiempo vi hundirse en el oceacuteano los astros que me extraviaron Porque cierto terror infantil me retraiacutea de la misma investigacioacuten Pero cuando fui creciendo saliacute de aquella niebla y me persuadiacute que maacutes vale creer a los que ensentildean que a los que mandan y caiacute en la secta de unos hombres que veneraban la luz fiacutesica como la realidad suma y divina que debe adorarse No les daba asentimiento pero esperaba que tras aquellos velos y cortinas ocultaran grandes verdades para revelaacutermelas a su tiempo Despueacutes de examinarlos los abandoneacute y atravesado este trayecto del mar fluctuando en medio de las olas entregueacute a los acadeacutemicos el gobierno de mi alma indoacutecil a todos los vientos Luego vine a este paiacutes y halleacute el norte que me guiara Porque conociacute por los frecuentes sermones de nuestro sacerdote y por algunas conversaciones contigo que cuando se pretende concebir a Dios debe rechazarse toda imagen corporal Y lo mismo digamos del alma que es una de las realidades maacutes cercanas a eacutel Maacutes todaviacutea me
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deteniacutean confieso la atraccioacuten de la mujer y la ambicioacuten de los honores para que no me diera inmediatamente al estudio de la filosofiacutea Cuando se cumpliesen mis aspiraciones entonces finalmente como lo habiacutean logrado varones feliciacutesimos podriacutea a velas desplegadas lanzarme en su seno y reposar alliacute Leiacute algunos -poquiacutesimos- libros de Platoacuten a quien eras tuacute [Manlio Teodoro] tambieacuten muy aficionado y comparando con ellos la autoridad de los libros cuyas paacuteginas declaran los divinos misterios tanto me enardeciacute que hubiera roto todas las aacutencoras a no haberme conmovido el aprecio de algunos hombres iquestQueacute me faltaba ya para sacudir mi indolencia y tardanza a causa de cosas superfluas sino que me favoreciese una borrasca contraria seguacuten mi opinioacuten Asiacute me sobrevino un agudiacutesimo dolor de pecho y entonces incapaz de soportar la carga de mi profesioacuten por la que navegaba hacia las sirenas todo lo echeacute por la borda para dirigir mi nave quebrada y fija al puerto del suspirado reposo (bvita I4)
Este primer esbozo de lo que seraacuten las Confessiones estaacute construido sobre
algunos motivos ciceronianos que podemos identificar tanto en el Hortensius como
en las Tusculanae entre los cuales se destacan la concepcioacuten de la filosofiacutea como
guiacutea para el cuidado del alma la relacioacuten entre sabiduriacutea y felicidad y el caraacutecter
tempestivo de la decisioacuten definitiva de entregarse a la buacutesqueda la verdad
131 El alma y su alimento
Luego de saciar el cuerpo con un suculento banquete Agustiacuten quiere ofrecer a
sus invitados un manjar para el alma la investigacioacuten acerca de la posibilidad de la
felicidad en la vida del hombre Es indudable que todo hombre desea por naturaleza
ser feliz sin embargo iquesten queacute consiste dicha felicidad Parece que aquel que desea
los bienes y los tiene es feliz Citando a Ciceroacuten (Muumlller sect 39) y para reforzar este
argumento enunciado por Moacutenica se afirma que ―desear lo que no conviene es el
colmo de la desventura No lo es tanto no conseguir lo que deseas como conseguir lo
que no te conviene Porque mayores males acarrea la perversidad de la voluntad que
bienes la fortuna (bvita II10) La felicidad entonces tiene un caraacutecter que
trasciende a la mera voluntad pues su objeto estaacute determinado en teacuterminos
axioloacutegicos
La cuestioacuten que surge en este punto es entonces la de queacute es lo deseable
Debe tratarse en primer lugar de una cosa permanente y segura que no se encuentre
sujeta a los avatares de la vida pues aquello que no depende de nosotros no puede ser
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la causa de la felicidad Entran en esta categoriacutea todos los bienes de la fortuna pues
tanto el que los ama y no los posee como el que los posee vive con el temor de
perderlos En este punto de nuevo Moacutenica antildeade una precisioacuten fundamental ―[el
hombre] aun teniendo seguridad de no perder aquellos bienes con todo no puede
saciarse con ellos y es tanto maacutes infeliz cuanto es maacutes indigente en todo tiempo
(bvita II11) La posesioacuten de los bienes es pues una posesioacuten imperfecta que no le
permite al hombre salir de su situacioacuten de ser carente soacutelo la posesioacuten del bien
supremo garantizaraacute el paso de la indigencia a la plenitud Alonso del Real (2001)
llama la atencioacuten acerca de la relacioacuten entre egestas y plenitudo indicando que
Ciceroacuten tanto en las Tusculanae (I36) como en el Hortensius (Muumlller sect 39) afirma
que el indigente egens es aquel que carece carere de algo y en el caso de la
miseria eacutesta consiste en la carencia de la felicidad
Una vez descartado cualquier bien mundano pasajero y contingente resulta
evidente a los ojos de todos los asistentes al banquete que la felicidad puesto que estaacute
en aquello que es permanente y eterno debe buscarse en Dios iquestQuieacuten posee a Dios
iquestQuieacutenes son entonces los verdaderamente felices Tres respuestas nos ofrecen los
comensales a manera de abrebocas Para Licencio aquel que tiene a Dios no es otro
que el que vive bien Trigecio sostiene que quien en todo cumple la voluntad de Dios
es aquel que lo posee Adeodato pone el eacutenfasis en el alma del hombre tiene a Dios
el hombre cuya alma estaacute limpia del espiacuteritu impuro
Con el fin de evitar una indigestioacuten el tema central por ser el maacutes suculento
deberaacute tratarse con un nuevo apetito al diacutea siguiente Sin embargo el anfitrioacuten ofrece
a sus invitados un postre sazonado con miel escolaacutestica la contienda con los
acadeacutemicos
El argumento procede de la siguiente manera es manifiesto que no puede ser
feliz aquel al que le falta lo que desea Los acadeacutemicos desean hallar la verdad pero
fracasan siempre en su buacutesqueda Al no poseer lo que desean son infelices y debido
a que el sabio es feliz los acadeacutemicos no son sabios iquestCoacutemo negar la eficacia de tan
delicioso razonamiento compuesto de miel harina y almendra Sin embargo
Licencio amparado bajo la autoridad del ausente Alipio prefiere no dejarse encantar
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de aquella golosina sin antes poner a prueba uno de los ingredientes del argumento en
contra de los acadeacutemicos la premisa seguacuten la cual no puede ser feliz el que no posee
lo que desea iquestEs acaso posible la felicidad para el que no tiene lo que quiere A este
interrogante se daraacute respuesta maacutes adelante
Teniendo en cuenta que la composicioacuten del Contra Academicos y del De
beata vita coincide en alguacuten momento esta digresioacuten acadeacutemica nos permite reforzar
la idea ya presentada seguacuten la cual el ejercicio retoacuterico filosoacutefico ocupa un lugar
fundamental en la preparacioacuten al bautismo del grupo de habitantes de Casiciaco Maacutes
que demostrar que el sabio acadeacutemico no es feliz por no poseer lo que desea la
intencioacuten de Agustiacuten aquiacute es la de advertir en consonancia con lo afirmado en la
dedicatoria a Teodoro acerca de los peligros del dogmatismo y el racionalismo que
dirigen la voluntad a objetos perecederos que no pueden saciar el apetito del alma y
que por lo tanto no permiten el paso de la egestas a la plenitudo
Al diacutea siguiente y con un nuevo gusto seguacuten la disposicioacuten del anfitrioacuten los
comensales se disponen a degustar el manjar prometido el diacutea anterior iquestquieacuten posee a
Dios Las respuestas ofrecidas por Licencio y Trigecio pueden reducirse a una uacutenica
formulacioacuten vivir bien es hacer lo que a Dios agrada La propuesta de Adeodato
requiere en cambio un anaacutelisis maacutes profundo que parte de la pregunta por el espiacuteritu
impuro pues con este teacutermino se designan dos cosas distintas En un primer sentido
se dice de un espiacuteritu impuro que es aquel que invade un alma perturbando los
sentidos del cuerpo y causando un estado de delirio incontrolable La segunda
acepcioacuten ndashque es la que nos interesa para la definicioacuten del hombre felizndash indica un
alma que se encuentra corrompida por los vicios y el pecado Asiacute pues el hombre
feliz debe ser aquel cuya alma se halle libre de pecado
Una vez establecido esto queda claro cuaacuteles son las caracteriacutesticas del hombre
feliz el que busca a Dios vive bien sigue la voluntad de su Creador y estaacute libre del
pecado Sin embargo la buacutesqueda misma implica un no tener auacuten razoacuten por la cual
no puede decirse que lo posea el que vive bien estaacute libre del espiacuteritu inmundo y
cumple la voluntad de Dios Seraacute necesario entonces revaluar la definicioacuten aceptada
el diacutea anterior seguacuten la cual la felicidad consiste en tener a Dios En este momento
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una vez maacutes Moacutenica encamina el discurso indicando coacutemo deber entenderse la
posesioacuten de Dios ―a Dios nadie lo posee sino que cuando se vive bien Eacutel es
propicio cuando mal es hostil (bvita III20) En este orden de ideas es feliz el que
tiene favorable a Dios Empero admitir esta definicioacuten implica admitir algo que ya
habiacutea sido descartado esto es que es feliz aquel que no tiene lo que quiere Navigio
llama la atencioacuten sobre este punto y se abstiene de dar su asentimiento a dicha
conclusioacuten aludiendo a la condicioacuten de aquel que busca iquestEs Dios hostil frente a aquel
que lo busca Antes de responder a esta pregunta vale la pena tomar en
consideracioacuten la cuestioacuten de la buacutesqueda presente a lo largo de todos los diaacutelogos y
determinante en la eleccioacuten de este geacutenero El verbo latino quarere tiene la doble
significacioacuten de buscar y preguntar de manera que la pregunta quaestio es
esencialmente una buacutesqueda La pregunta por la felicidad tema del diaacutelogo se
identifica entonces con la buacutesqueda de la misma que a su vez coincide con la
buacutesqueda de Dios pues ―nadie puede llegar a Dios sin buscarlo (bvita II19)
Estamos aquiacute frente a un tema central del pensamiento agustiniano la relacioacuten entre
Dios y el hombre y la actitud que debe tener este uacuteltimo frente a su Creador
La buacutesqueda se constituye asiacute en la condicioacuten esencial del hombre haciendo
de este un ser en camino un ser itinerante que estaacute en continuo movimiento hacia su
Creador de ahiacute la importancia de la metaacutefora naacuteutica y del viajero a lo largo del
diaacutelogo El encuentro con Dios no se da nunca de manera total y plena por ello la
buacutesqueda es incesante y no se llegaraacute nunca a un punto en el que no sea necesario
buscar maacutes porque el buscar bien implica ya un encontrar que no cesa la buacutesqueda
sino que la aumenta Teniendo esto en cuenta queda ahora claro el modo de proceder
de Agustiacuten en este diaacutelogo La imagen inicial de la navegacioacuten constituye una imagen
de la preparacioacuten del hombre y de su condicioacuten antes de encontrar el camino a
recorrer el hombre se encuentra sujeto a las adversidades de la fortuna se ve tentado
por la soberbia desviado y extraviado por el pecado Sin embargo una vez se logra
anclar la barca la tierra firme de la buacutesqueda de la felicidad se abre como un camino
fecundo que seraacute recorrido incesantemente De ahiacute la importancia de un alma
purificada libre del espiacuteritu inmundo y consagrada a la virtud La contraposicioacuten
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entre pecado y virtud aparece desde la introduccioacuten y recorre todo el diaacutelogo soacutelo el
virtuoso logra dirigir su barca hacia el puerto y frente a la tentacioacuten del luminoso
monte de la soberbia responde con humildad y escoge la senda del caminante
Maacutes adelante al principio de la primera conversacioacuten el hombre ignorante es
caracterizado como un ser fameacutelico y vaciacuteo pues al ser nada la nequicia y maldad
presente en su alma eacutel mismo se convierte en un ser esteacuteril ―porque la nada es
aquello que fluye que se disuelve que se licuacutea y siempre perece y se pierde Por eso
a tales hombres llamamos tambieacuten perdidos (bvita II8) En contraposicioacuten al no ser
del vicio la virtud estaacute llena de ser permanece y se mantiene firme
Otra esfera en la que aparece de manera constante el tema de la virtud tiene
que ver con el banquete Asiacute lo comprueba la admonicioacuten que se presenta al final del
primer diacutea de investigacioacuten
mas por tratarse de un tema prolijo ndashpues tambieacuten en los convites espirituales se puede pecar por intemperancia cebaacutendose vorazmente en lo manjares de la mesa de donde vienen las malas digestiones no menos funestas a la salud espiritual que la misma hambrendash dejaremos esta cuestioacuten para mantildeana si os place (bvita II13)
Al voraz y desmesurado se contrapone el digno y el mesurado representado
en la figura de aqueacutel que en un convite donde todos son voraces no participa por un
sentido de dignidad y mesura Desde el inicio del diaacutelogo se hace patente la relacioacuten
entre el alimento del cuerpo y el del alma de esta manera en los dos aacutembitos cabe la
virtud como elemento regulador
No sorprende que en el momento crucial en el que se inicia el desenlace del
diaacutelogo la virtud sea el tema central iquestCoacutemo se introduce esta cuestioacuten El tercer diacutea
de la investigacioacuten tiene como objetivo llegar a una uacutenica definicioacuten del hombre feliz
Para esto es necesario entender en primer lugar si todos los desgraciados padecen
necesidad La necesidad consiste en no tener y el no tener tiene que ver no soacutelo con
los bienes materiales sino con la sabiduriacutea misma El ejemplo que mejor ilustra esta
situacioacuten es traiacutedo por Ciceroacuten se trata de Sergio Orata hombre rico en propiedades
amistades riquezas y fortuna al que su buen ingenio le impediacutea ser feliz pues
comprendiacutea la caducidad de sus bienes (Muumlller sect 76) La esclavitud del temor de
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perderlo todo no es maacutes que falta de sabiduriacutea lo que demuestra con claridad que
quien no es feliz carece de algo de manera que toda necesidad equivale a miseria y
toda miseria implica necesidad Al sabio en cambio nada le hace falta cuando
requiere algo para el cuerpo lo toma si lo tiene a la mano pero si no no se afana
pues entiende la inutilidad de toda perturbacioacuten personal evita los males y la muerte
aunque no siente temor ante ellos no le sucede nada contrario a su voluntad y sus
acciones se encuentran regidas por la virtud y la ley de la sabiduriacutea divina Las
acciones del necio por el contrario estaacuten dominadas por el vicio y eacuteste como ya se
dijo anteriormente se opone a la frugalidad y en cuanto carencia no es nada El
sabio que posee la mayor riqueza de todas se encuentra lleno en su ser y la mejor
palabra para designar su estado es plenitudlsquo Una vez maacutes tenemos un juego de
opuestos frugalitas-nequitia plenitudo-egestas esse-non esse Agustiacuten retoma el
concepto ciceroniano de frugalitas a partir de una interesante reflexioacuten ofrecida por el
Arpinate seguacuten la cual modestia temperantia y frugalitas son sinoacutenimos
Con razoacuten llamaron algunos a la frugalidad madre de todas las virtudes Admitiendo esta idea dice Ciceroacuten en un discurso popular cada cual ateacutengase a lo que quiere pero yo juzgo que la frugalidad esto es la moderacioacuten y templanza es la maacutes excelente virtud Muy sabia y oportuna sentencia Teniacutea la mira puesta en el fruto esto es en la fecundidad del ser contraria al no ser Pero como el uso vulgar ha limitado la frugalidad a la sobriedad o parsimonia antildeadioacute dos nombres maacutes la moderacioacuten y la templanza (bvita I31)
Agustiacuten prosigue con el anaacutelisis y llama la atencioacuten acerca de la procedencia
de modestia y temperantia pues la primera viene de modus mientras que la segunda
de temperies Ambas tienen que ver con la proporcioacuten y la justa medida y debido a
que la medida excluye tanto lo excesivo como lo defectuoso se diraacute que la medida
del alma seraacute pues aquello que se oponga tanto a la pobreza egestas como a la
abundancia abundantia En este punto se retoma la nocioacuten de plenitudo como el
punto medio entre la egestas y la abundantia que se identifica con la sabiduriacutea Por
esta razoacuten se concluye que la sabiduriacutea es la plenitudo del alma y como en el
concepto de plenitudo estaacute incluido el modus se diraacute que la medida del alma estaacute en
la sabiduriacutea Establecido esto se pasa a definir la sabiduriacutea como ―la moderacioacuten del
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aacutenimo por la que se conserva un equilibrio sin derramarse demasiado ni encogerse
maacutes de lo que pide la plenitud (bvita I33) El hombre sabio no se deja seducir por
las cosas vanas y mantiene su alma unida al sumo Bien por el que todas las cosas son
buenas y en la posesioacuten de este Bien se encuentra su felicidad De este modo ―posee
pues a Dios el hombre feliz seguacuten estamos de acuerdo todos desde el primer diacutea de
este banquete (bvita I34) Ahora es posible dar respuesta a la pregunta inicial del
diaacutelogo que se interrogaba acerca de coacutemo se posee a Dios o queacute quiere decir poseer
a Dios Moacutenica y Adeodato habiacutean dado los puntos de partida gracias a los cuales se
logroacute establecer que el alma pura esto es virtuosa es aquella en la que habita la
sabiduriacutea Agustiacuten concluye
iquestpero queacute es la sabiduriacutea de Dios sino la Verdad Porque Eacutel ha dicho yo soy la Verdad Mas la verdad encierra una suprema Medida de la que procede y a la que retorna enteramente [hellip] Y asiacute como la Verdad procede de la Medida asiacute esta se manifiesta en la Verdad Nunca hubo Verdad sin Medida ni Medida sin Verdad iquestQuieacuten es el Hijo de Dios Escrito estaacute la Verdad iquestQuieacuten es el que no tiene Padre sino la suma Medida Luego el que viniere a la suprema Medida por la Verdad es el hombre feliz (bvita I34)
El cierre del diaacutelogo como era de esperarse estaacute a cargo de Moacutenica que en
cuanto encarnacioacuten de las virtudes y de la Iglesia invoca un himno ambrosiano a la
Trinidad seguido de una exaltacioacuten de las virtudes teologales de fe esperanza y
caridad
La conclusioacuten del De beata vita se halla en clara consonancia con las palabras
que cierran el Contra Academicos el cristianismo en cuanto filosofiacutea verdadera es la
fuente de conocimiento y felicidad Asiacute pues podemos afirmar con Harrison (2006)
que los diaacutelogos de Casiciaco deben entenderse como una unidad en la que operan de
manera conjunta la autoridad de Cristo y las nociones filosoacuteficas provenientes de la
lectura de los platoacutenicos Sin embargo no debe perderse de vista que la manera en la
que operan estas uacuteltimas estaacute determinada por una estructura ciceroniana que no soacutelo
tiene que ver con la intencioacuten expliacutecita de responder a los diaacutelogos del Arpinate sino
que implica una apropiacioacuten sobre la que se construyen las obras de Agustiacuten Asiacute
podemos recurrir a la terna modus species ordo de origen ciceroniano (off I15)
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para entender mejor la manera en la que se da la relacioacuten entre los tres primeros
diaacutelogos de Agustiacuten La lectura propuesta consiste entonces en establecer una
relacioacuten entre los tres primeros diaacutelogos y cada uno de los elementos de la terna De
esta forma el De beata vita responderiacutea a la exigencia vital y metodoloacutegica de
establecer un principio ordenador de la constitucioacuten misma del ser el modus tema
que cierra el diaacutelogo y que en cuanto medida implica una idea de perfeccioacuten y de
plenitud Una vez establecido el modus se pasa a considerar el objeto mismo de la
investigacioacuten la species esto es la forma el sello distintivo de la verdad de los seres
y la posibilidad de su conocimiento Por uacuteltimo el diaacutelogo De ordine tanto en su
forma como en su contenido representa el esfuerzo por hacer evidente el principio
esteacutetico que determina toda la naturaleza el ordo En este diaacutelogo se muestra con
claridad que el orden se manifiesta en todas las esferas de la creacioacuten y que por este
motivo nadie es insensible ante la accioacuten de la belleza El mundo es un mundo
ordenado pues luego de establecer la materia Dios da forma a las cosas y luego las
dispone ordenadamente creando asiacute las relaciones que permitiraacuten el funcionamiento
de todo el conjunto El mundo contemplado de manera correcta se muestra armoacutenico
ordenado y bello empero aquellos que no saben mirar no podraacuten comprender dicho
orden Es necesario entonces disponer el aacutenimo de manera tal que puedan llegar a
comprender coacutemo Dios gobierna todo con orden iquestCoacutemo lograr esto iquestQueacute camino
debe seguirse para llegar a entender algo que estaacute en aparente contradiccioacuten con
aquello que muestra la experiencia En varios pasajes del De ordine Agustiacuten hace
alusioacuten a la necesidad de preparar y purificar el alma a traveacutes de un arduo trabajo
intelectual que comienza con las artes liberales y termina con el conocimiento de las
cosas mismas
Podemos decir entonces que en los diaacutelogos de juventud se recogen algunos
problemas fundamentales organizaacutendolos seguacuten un esquema tripartito de origen
ciceroniano basado en la terna modus species ordo y usando como hilo conductor
algunas categoriacuteas que seraacuten fundamentales a lo largo del camino vital e intelectual
de Agustiacuten a saber veritas caritas y pulchritudo las cuales a su vez constituyen una
clave hermeneacuteutica dentro de la construccioacuten de su pensamiento En el caso de los
61
diaacutelogos puede afirmarse que el Contra Academicos es el libro de la veritas en
cuanto se ocupa de su posibilidad y su buacutesqueda el De beata vita es el libro de la
caritas en cuanto en esta virtud cristiana estaacuten contenidas todas las virtudes
cardinales de la Antiguumledad y se configura como condicioacuten de la consecucioacuten de la
felicidad y por uacuteltimo el De ordine es el libro de la pulchritudo de la belleza que se
manifiesta en el mundo creado y que repite a la belleza primera del creador
14 De ordine el camino hacia el encuentro
141 Schola nostra
En la dedicatoria al poeta Cenobio Agustiacuten introduce uno de los problemas
que habiacutean determinado su intereacutes en la filosofiacutea y del cual se ocuparaacute hasta el final
de su vida el problema del mal y su relacioacuten con la Providencia La cuestioacuten se
plantea de la siguiente manera
Y con todo tal es el ideal de los mejores ingenios y hasta los que contemplan ya como quien dice con la cabeza erguida los escollos y tempestades de la vida nada desean tanto como aprender y conocer coacutemo gobernando Dios las cosas humanas cunde tanta perversidad por doquiera de modo que al parecer ha de atribuirse su direccioacuten no ya a un reacutegimen y administracioacuten divinos pero ni siquiera a un gobierno de esclavos al que se dotara de suficiente poder (ord I12)
La cuestioacuten problemaacutetica para Agustiacuten radica en que a causa de la experiencia
del mal algunos consideran que las cosas humanas no estaacuten regidas por la
Providencia divina o que lo que estaacute fuera del orden ha sido querido por Dios El
mismo problema aunque con un eacutenfasis poliacutetico y moral habiacutea sido abordado por
Ciceroacuten en tres obras que se encuentran temaacuteticamente relacionadas el De natura
deorum el De fato y el De divinatione En esta trilogiacutea el maestro romano defiende
la importancia de admitir la existencia de la providencia frente al fatalismo y las
consecuencias morales que eacuteste traeriacutea para la ciudad (ND I11-4) Agustiacuten a su
vez asume la cuestioacuten desde una perspectiva maacutes amplia tanto en su punto de
partida como en los alcances de su propuesta La solucioacuten al problema tiene un matiz
pedagoacutegico ya que se afirma que se trata de un error comuacuten entre los hombres poco
62
instruidos que como consecuencia de la estrechez de su pensamiento no alcanzan a
concebir el orden y la armoniacutea del universo
En este punto se puede sostener que las afirmaciones del De ordine
constituyen un momento crucial en la estructuracioacuten del proyecto agustiniano de la
fundacioacuten de una paideia cristiana para comprender el ordo es menester ordenarse
esto es seguir un camino dispuesto de tal manera que el alma luego de haberse
conocido a siacute misma logre conocer el mundo y su artiacutefice Teniendo esto en cuenta
entendemos coacutemo el diaacutelogo mismo representa un esfuerzo por lograr dicho
ordenamiento del alma de manera que en sintoniacutea con el Contra Academicos
podemos entenderlo como un ejercicio retoacuterico-filosoacutefico en el que Agustiacuten se
involucra tanto como maestro de sus joacutevenes acompantildeantes cuanto como alumno de
su maestro Interior
La ocasioacuten del inicio del diaacutelogo entre los hueacutespedes de Casiciaco a los que
Agustiacuten se refiere como scholam nostram proviene del orden que se manifiesta en la
naturaleza misma y de la admiracioacuten que eacuteste provoca en el alma humana El sonido
del agua que muda seguacuten su recorrido la perfeccioacuten en las partes del cuerpo de un
insecto una pelea de gallos constituyen ejemplos que dan cuenta de la manera en que
todo obedece a un orden superior y motiva diversos cuestionamientos entre los
inquietos asistentes al espectaacuteculo de la naturaleza El joven Trigecio consciente de
la altura del asunto que ocupa sus reflexiones afirma estar a favor de la idea seguacuten la
cual todo estaacute regido por la Providencia pero manifiesta el deseo de tratar el asunto
con suma diligencia puesto que tiene muchas incertidumbres En la misma liacutenea de
su compantildeero Licencio confirma que se trata de una cuestioacuten muy aguda pero la
dificultad del tema lejos de apartarlo de su investigacioacuten lo compromete en la misma
con maacutes empentildeo seguro de llegar a buen destino confiado en la promesa de la
verdad pues la duda esceacuteptica ya habiacutea sido vencida
Noacutetese coacutemo la unidad de los diaacutelogos de Casiciaco se confirma en la funcioacuten
que cada uno tiene dentro de un proyecto formativo el Contra Academicos establece
la necesidad y la posibilidad de la investigacioacuten de la verdad el De beata vita
muestra coacutemo en dicha verdad se halla la vida feliz y el De ordine ordena la manera
63
en la que debe planearse dicha investigacioacuten El inicio del recorrido se da en la
buacutesqueda de ahiacute el eacutenfasis que se le da a la pregunta como meacutetodo en la
investigacioacuten No sorprende entonces la premura con la que el joven le pide al
maestro Agustiacuten que emprenda cuanto antes la tarea que se han propuesto
―preguacutentame pues ya te ruego para poder explicar con tus palabras y las miacuteas esto
no seacute queacute tan grande que siento (ord I411) La adopcioacuten del meacutetodo socraacutetico
como instrumento pedagoacutegico se encuentra en clara consonancia con la actitud
fundamental que se habiacutea asumido en el Contra Academicos en relacioacuten con la
verdad pues eacutesta no debe entenderse de manera dogmaacutetica sino como el resultado de
una buacutesqueda incesante que se inicia desarrolla y perfecciona en el diaacutelogo Si bien a
lo largo de los diaacutelogos de Casiciaco Agustiacuten asume con claridad el papel de maestro
en ninguacuten momento se presenta como poseedor de la verdad sino maacutes bien como
compantildeero de viaje de ahiacute el recurso constante a las imaacutegenes ciceronianas del
puerto19 la roca el mar y el camino A propoacutesito de lo anterior podemos afirmar con
Catapano (2006) que se evita la tendencia al orgullo desordenado tan comuacuten entre
los estudiantes de retoacuterica gracias a la decisioacuten metodoloacutegica de poner a
consideracioacuten de los interlocutores cada una de sus reflexiones buscando construir la
verdad en el ejercicio del diaacutelogo y no imponer el propio punto de vista
Frente al entusiasmo de Licencio el maestro Agustiacuten responde con una
interpelacioacuten que pretende evidenciar la agudeza del asunto tratado y la necesidad de
proceder siguiendo el meacutetodo dialoacutegico pues los razonamientos de todos pueden ser
valiosos siempre y cuando sigan un orden y sean el resultado del proceso y la
aplicacioacuten de la teacutecnica adecuada Asiacute como respuesta a la exigencia del joven
estudiante de obtener respuestas por parte del maestro se responde
No te rebajes tanto ni me encumbres a miacute demasiado porque en filosofiacutea soy un nintildeo auacuten ni me preocupo al dirigir mis preguntas por medio de quieacuten me responde Aquel
19 A propoacutesito de la metaacutefora del puerto y de la relacioacuten de eacutesta con la filosofiacutea Antigua Catapano afirma que comparar la filosofiacutea con ―un puerto que repara de las vicisitudes de la vida y da acceso a la felicidad implica evidentemente considerarla bajo una mirada que no es meramente teoacuterica En este sentido Agustiacuten es todaviacutea disciacutepulo de Ciceroacuten de aquel Ciceroacuten de las Tusculanae que habiacutea buscado en la filosofiacutea un remedio para los males de la vida (Catapano 2001 p 178)
64
a quien presento todos los diacuteas mis lamentos de quien te auguro que seraacutes vate alguacuten diacutea y ese alguacuten diacutea tal vez no se halle tan lejano Otros tambieacuten separados de esta clase de estudios pueden ensentildearnos algo cuando se asocian a los que discuten con el sistema de haacutebiles preguntas (ord I513)
Estas liacuteneas nos permiten entender el espiacuteritu de la schola Cassiciaci no soacutelo
los estudiosos de los claacutesicos las artes liberales y la filosofiacutea teniacutean acceso a las
discusiones pues el saber no depende exclusivamente de la posesioacuten de informacioacuten
La filosofiacutea entendida como modo de vida se presenta como una actividad que
involucra a todos aquellos que esteacuten dispuestos a recorrer el arduo camino de la
buacutesqueda de la verdad De ahiacute el papel fundamental que ocupa Moacutenica a lo largo de
los diaacutelogos pues ella en cuanto siacutembolo de la Iglesia representa la natural
disposicioacuten del hombre hacia la buacutesqueda su condicioacuten peregrina y comunitaria Los
habitantes de Casiciaco se reuacutenen alrededor de la madre ella se ocupa de la
administracioacuten de las labores de la casa y dispone los alimentos no soacutelo para los
cuerpos sino tambieacuten para las almas pues sus reflexiones se presentan iluminadoras
en los momentos maacutes aacutelgidos de la discusioacuten suscitando en sus oyentes las maacutes
entusiastas reacciones ―madre has conquistado el castillo mismo de la filosofiacutea Te
han faltado las palabras para expresarte como Ciceroacuten en el libro titulado Hortensius
compuesto para defensa y panegiacuterico de la filosofiacutea (bvita II10) En Moacutenica se
articulan la sabiduriacutea cristiana y la filosofiacutea la figura de Ambrosio y la de Ciceroacuten la
autoridad y la razoacuten motivo por el cual su presencia en la composicioacuten de los
diaacutelogos determina y reorienta las discusiones en cuanto siacutembolo de la unidad de la
verdad y la posibilidad abierta a todos los hombres de alcanzarla En este punto vale
la pena afirmar con Catapano (2001) que la importancia del elogio a Moacutenica debe
considerarse a la luz de la relacioacuten que se establece entre virtud y sabiduriacutea cuestioacuten
que como se veraacute maacutes adelante seraacute fundamental para la determinacioacuten de las
caracteriacutesticas del orador cristiano Asiacute continua el mismo estudio ―Agustiacuten observa
que el origen de la sorprendente sabiduriacutea de Moacutenica no puede ser sino divino de
manera que es una sabiduriacutea que proviene de la atencioacuten que la madre pone en Dios y
su Palabra (p 199) De este modo se reconoce que la auctoritas es una fuente de
verdad y sabiduriacutea tal y como se mostraraacute en el De doctrina christiana
65
142 Las artes liberales y el orden moral
En el segundo libro del De ordine se ofrece un completo programa formativo
cuya aplicacioacuten garantizaraacute el acercamiento de las almas a la comprensioacuten del orden
divino presente en el universo La parte inicial del programa es de caraacutecter praacutectico y
toma como punto de partida la afirmacioacuten seguacuten la cual la ley divina prescribe reglas
para el buen vivir y para la instruccioacuten El acceso a dichas reglas opera en dos
momentos la autorictas y la ratio La primera si bien precede en el orden del tiempo
a la razoacuten es menos preferible que esta uacuteltima debido a que la primera se limita a
abrir las puertas de la segunda La razoacuten se define como ―el movimiento de la mente
capaz de discernir y enlazar lo que conoce (ord II1130) para luego dar paso a una
investigacioacuten que mostraraacute la diferencia entre lo racional y lo razonable iquestCuaacutendo se
dice de algo que es racional Cuando usa o puede usar la razoacuten y en este sentido se
dice del hombre que es un ser racional iquestCuaacutendo se dice de algo que es razonable
Cuando se dice o se hace conforme a la razoacuten por ejemplo se afirma que algo es
razonable cuando se ve que estaacute compuesto por partes congruentes y afines Gracias a
su potencia razonadora el hombre ve la necesidad de vivir en sociedad y comunicarse
con aquellos seres con los que comparte dicha racionalidad De ahiacute nace la necesidad
de nombrar las cosas por lo que se le otorga significado a determinados sonidos Una
vez establecidos dichos sonidos la razoacuten toma a los sentidos como intermediarios
para hacer posible la comunicacioacuten oral y luego inventa las letras instituyendo asiacute la
comunicacioacuten escrita A partir del lenguaje la razoacuten ve la necesidad de delimitar la
multitud inmensa de cosas sobre las que se puede hablar y escribir a traveacutes del caacutelculo
y los nuacutemeros
A la caligrafiacutea y al caacutelculo siguen la gramaacutetica la dialeacutectica y la retoacuterica esto
es las artes del trivium La primera es la encargada de clasificar los sonidos y las
palabras y de perpetuar por escrito todo lo que sea digno de ser recordado La
dialeacutectica se define como disciplina disciplinarum y su funcioacuten consiste en dar el
meacutetodo para ensentildear y aprender ya que ―en ella se nos declara lo que es la razoacuten su
valor sus aspiraciones y potencia Nos da la seguridad y certeza de lo que sabemos
66
(ord II1338) Sin embargo la dialeacutectica necesita de una herramienta por medio del
cual hacer entender las verdades a los hombres no instruidos por lo que es necesario
recurrir a la retoacuterica que tiene la tarea de atraer al pueblo hacia el bien y la verdad
por medio del discurso De este modo la retoacuterica debe entenderse como la teacutecnica
instrumental de la cual se sirve la dialeacutectica con fines educativos tal como queda
demostrado en los ejercicios llevados a cabo en la schola Cassiciaci entre Agustiacuten
maestro de retoacuterica y sus acompantildeantes A propoacutesito de lo anterior Catapano (2006)
afirma que Agustiacuten estaacute en contra de la concepcioacuten de una educacioacuten basada en la
mera adquisicioacuten de una teacutecnica es decir sin tener en cuenta su papel formativo (p
29) Esta concepcioacuten de clara procedencia ciceroniana seraacute retomada y profundizada
en el De doctrina christiana en donde se afirmaraacute que la retoacuterica estaacute subordinada a
la dialeacutectica conocimiento de todas las cosas al que soacutelo las almas preparadas pueden
acceder directamente mostrando asiacute que filosofiacutea y retoacuterica no pueden concebirse de
manera independiente
Una vez tratadas las artes del trivium se pasa a considerar las artes del placer
contemplativo en un estudio que toma como punto de partida el papel de los sentidos
en cada una de ellas De este modo se afirma que la razoacuten nota que ―reinaban los
nuacutemeros y que todo lo haciacutean ellos (ord II1441) y descubre tambieacuten que hay
nuacutemeros divinos y eternos gracias a los cuales todas las artes se hallan dispuestas La
combinacioacuten de estos nuacutemeros eternos con los sonidos sensibles y perecederos que
soacutelo pueden durar en cuanto conservados en la memoria da origen a la muacutesica que
toma su nombre del mito hesioacutedico seguacuten el cual las Musas son hijas de Juacutepiter y de
la Memoria En cuanto al sentido de la vista se afirma que ella estaacute determinada por
su gusto hacia la belleza la proporcioacuten y el orden En esta investigacioacuten tiene origen
la geometriacutea cuya funcioacuten consiste en distinguir y ordenar los conocimientos
relacionados con las figuras Empero la hermosura de las figuras terrestres no es la
uacutenica que llama la atencioacuten de la razoacuten pues los movimientos del cielo en los que se
puede notar el influjo de las dimensiones y los nuacutemeros le produjeron inmensa
admiracioacuten de donde proviene la astronomiacutea
67
Una vez finalizado el recorrido por las artes liberales la razoacuten concluye que el
nuacutemero es el principio profundo de toda medida modus y por ende la condicioacuten
necesaria para la sabiduriacutea Asiacute pues aquel que se dedique al estudio de las artes
liberales dispondraacute y prepararaacute su aacutenimo para el estudio de las cosas divinas y podraacute
creer en ellas y contemplarlas comprenderlas y retenerlas en su memoria El alma asiacute
dispuesta
primeramente examiacutenase a siacute misma y si estaacute persuadida ya por la erudicioacuten de que la razoacuten es una fuerza propia o que ella misma es la razoacuten y que en la razoacuten no hay cosa mejor ni maacutes poderosa que los nuacutemeros o que no es maacutes que un nuacutemero ella misma tendraacute consigo este discurso yo con un movimiento interior y oculto puedo separar y unir lo que es objeto de las disciplinas y esta fuerza se llama razoacuten (ord II1848)
Una de las preguntas fundamentales de los tres diaacutelogos halla respuesta en
este punto el sabio es decir el hombre feliz es aquel que logra unir aquello que estaacute
disperso diffusa en las diferentes disciplinas y que al ser contemplado de manera
desordenada no pude conducir al conocimiento de la verdad El orden propuesto esto
es el programa que debe seguirse en el estudio de las disciplinas estaacute determinado a
su vez por un principio de caraacutecter moral pues un aacutenimo desordenado y disperso no
puede alcanzar la sabiduriacutea En este punto se ofrecen una serie de precepta de
caraacutecter praacutectico anclados en la concepcioacuten de la filosofiacutea como modo de vida y no
como mera adquisicioacuten de saberes y disciplinas La enunciacioacuten y aplicacioacuten de
dichos preceptos tienen un fuerte eco ciceroniano asiacute como la exhortacioacuten al
abandono de los placeres mundanos como condicioacuten de la obtencioacuten de la beata vita
y la sabiduriacutea Si bien los temas de la Providencia y la disposicioacuten ordenada del
mundo se abordan de manera expliacutecita en el De natura deorum y el De fato la
preocupacioacuten formativa que aparece como principio ordenador a lo largo de todos los
diaacutelogos de Agustiacuten tambieacuten es de origen ciceroniano Para entender esta relacioacuten es
necesario remitirse al De officiis obra en la que el Arpinate ofrece a su hijo y con eacutel
a todos los joacutevenes romanos un amplio compendio pedagoacutegico y moral orientado a la
formacioacuten de los buenos ciudadanos El contacto de Agustiacuten con el De officiis tiene
una doble fuente pues se acercoacute a eacutel tanto como alumno y maestro cuanto como
68
oyente de Ambrosio el cual escribioacute su De Officiis ministrorum sobre el modelo de la
obra ciceroniana La intencioacuten del obispo de Milaacuten en la composicioacuten de dicha obra
no dista mucho de la de Ciceroacuten pues asiacute como el Arpinate dirige la obra a la
juventud romana en formacioacuten Ambrosio la dirige a la juventud cristiana ofreciendo
un conjunto de preceptos y normas morales que en ambos casos toma como punto
de partida una consideracioacuten acerca de la virtud y la vida feliz
No sorprende entonces que en el proyecto de una paideia cristiana surgido
luego de los encuentros con Ambrosio Agustiacuten le otorgue un papel fundamental a la
formacioacuten moral como condicioacuten indispensable para emprender el camino hacia la
sabiduriacutea y la felicidad Los joacutevenes Licencio Trigecio y el pequentildeo Adeodato
representan esa juventud a la que sus maestros Ciceroacuten y Ambrosio habiacutean dedicado
las obras acerca de los deberes y en consonancia con eacutestas Agustiacuten expone los
preceptos que deben seguir
Los joacutevenes dedicados al estudio de la sabiduriacutea se abstengan de todo lo veneacutereo de los placeres de la mesa del cuidado excesivo y superfluo ornato de su cuerpo de la vana aficioacuten a los espectaacuteculos de la pesadez del suentildeo y la pigricia de la emulacioacuten murmuracioacuten envidia ambicioacuten de honra y mando del inmoderado deseo de alabanza Sepan que el amor al dinero es la ruina de todas sus esperanzas No sean flojos ni audaces para obrar En las faltas de sus familiares no den lugar a la ira o la refrenen de modo que parezca vencida A nadie aborrezcan [hellip] No busquen los cargos de la administracioacuten del Estado sino los perfectos Y traten de perfeccionarse antes de llegar a la edad senatorial o mejor en la juventud Y los que se dedican a estas cosas no crean que no les conciernen estos preceptos porque los guardaraacuten mejor en la edad avanzada En toda condicioacuten lugar o tiempo o tengan amigos o buacutesquenlos (ord II825)
Las normas aquiacute presentadas condesan la uacuteltima parte del libro primero del De
officiis ciceroniano (I102-141) y la conclusioacuten del libro segundo (II84-II89) en las
que el Arpinate se ocupa de la honestidad entendida como decorum esto es lo que
por su conformidad con la naturaleza refleja ―la moderacioacuten y la templanza unidas a
los modales de una educacioacuten perfecta (off I97)
En este punto puede afirmarse que el programa de Casiciaco en cuanto plan
pedagoacutegico estaacute basado en una formacioacuten integral que se halla en iacutentima consonancia
con la concepcioacuten de filosofiacutea de Agustiacuten entendida como modo de vida y no como
69
una mera disciplina de caraacutecter teoacuterico (cAcad II922) Esta idea se expone en todos
los diaacutelogos y asiacute como los preceptos presentados se inspira en la concepcioacuten
ciceroniana de la filosofiacutea como investigacioacuten y ensentildeanza de las normas para
alcanzar una vida honrada feliz y virtuosa20 (off II6) La filosofiacutea es entonces un
ejercicio continuo y comuacuten que encuentra en el diaacutelogo entendido eacuteste como el
resultado de una construccioacuten colectiva un vehiacuteculo privilegiado en el que como se
ve en todos los escritos de Casiciaco la verdad se muestra en cuanto producto de
dicho ejercicio El entrenamiento de los disciacutepulos tal y como lo proponen Ciceroacuten a
su hijo Ambrosio a los joacutevenes cristianos y Agustiacuten a los hueacutespedes del gramaacutetico
Verecundo tiene la doble funcioacuten de ordenar sus pensamientos y acciones a traveacutes
del buen uso de la palabra y del seguimiento de preceptos praacutecticos y de permitir el
acercamiento a los objetos propios del estudio esto en teacuterminos ciceronianios a las
cosas humanas y divinas (off II5 cAcad I925 bvita I4 ord I25) En este orden
de ideas queda clara la razoacuten por la cual una de las preocupaciones fundamentales de
Agustiacuten es la de consignar por escrito dichos encuentros y hacerlos puacuteblicos para
beneficio no soacutelo de su expliacutecito destinatario sino todos de los joacutevenes a los que el
texto pudiera ser de utilidad
Luego de exponer su doble programa Agustiacuten se dirige a Moacutenica con las
siguientes palabras ―tu ingenio me parece nuevo cada diacutea y tu espiacuteritu alejadiacutesimo
por la edad y la templanza de todas las bagatelas y limpio de toda corrupcioacuten
corporal se ha erguido a una maravillosa altura (ord II1745) Una vez maacutes en
Moacutenica encontramos la eruditio necesaria para acceder a las cuestiones de la
filosofiacutea en este caso el agudo problema de la relacioacuten entre el mal y la providencia
Su espiacuteritu en cuanto ordenado se ha erguido alcanzando las maacutes altas esferas del
conocimiento filosoacutefico y sus herramientas pues conoce ―la fuerza casi divina y la
naturaleza de la gramaacutetica (ord II1745) la cual en cuanto encargada de la
20 A propoacutesito de la filosofiacutea como forma de vida en Ciceroacuten y su dimensioacuten eacutetico-praacutectica Woolf (2015) afirma que a la base de la composicioacuten de las obras eacuteticas esto es el De finibus y el De Officiis estaacute la idea del poder que tiene la filosofiacutea para cambiar vidas ―Ambas obras muestran la relacioacuten existente entre teoriacutea y praacutectica relacioacuten que se vuelve especialmente importante cuando se trata de la cuestioacuten baacutesica de la eacutetica coacutemo vivir mejor (p125)
70
escritura y la ensentildeanza de todo aquello que es digno de conservarse en la memoria
constituye el fundamento de la eruditio Esta uacuteltima debe entenderse como la unioacuten
entre la dialeacutectica y la potencia de los nuacutemeros esto es la capacidad de conocer la
unidad numeacuterica y de remitir el conocimiento sensible a dicha unidad A propoacutesito de
lo anterior puede afirmase que las artes liberales juegan un papel fundamental en el
discernimiento de dicha unidad a la cual la filosofiacutea aspira de un ―modo mucho maacutes
elevado y divino (ord II1845) Nos encontramos aquiacute con uno de los momentos
cruciales en la determinacioacuten del proyecto filosoacutefico agustiniano que se desarrollaraacute
en los diaacutelogos posteriores y alcanzaraacute su maacuteximo florecimiento en las Confessiones
y en el De doctrina christiana Se trata de la estipulacioacuten del objeto de la filosofiacutea
misma y se expresa en los siguientes teacuterminos
Dos problemas le inquietan uno concerniente al alma el otro concerniente a Dios El primero nos lleva al propio conocimiento el segundo al conocimiento de nuestro origen El propio conocimiento nos es maacutes grato el de Dios maacutes caro aqueacutel nos hace dignos de la vida feliz eacuteste nos hace felices El primero es para los aprendices el segundo para los doctos He aquiacute el meacutetodo de la sabiduriacutea con que el hombre se capacita para entender el orden de las cosas conviene a saber para conocer los dos mundos y el mismo Padre del Universo del cual en el alma no hay otra ciencia que la de saber que de Eacutel no hay ciencia (ord II1847)
Asiacute el alma consagrada a la filosofiacutea en primer lugar se examina a siacute misma
y en ella encuentra que el nuacutemero es aquello que le permite separar analizar unir y
sintetizar lo que es objeto de las disciplinas entendiendo de este modo en queacute
consiste su actividad racional En virtud de esta uacuteltima el hombre puede ordenar lo
que le ofrece la naturaleza y producir obras y objetos gracias a los cuales entenderaacute su
superioridad en cuanto son el resultado de la aplicacioacuten del conocimiento de las
proporciones Si bien la racionalidad del hombre lo situacutea en una posicioacuten privilegiada
tambieacuten lo pone frente a una dificultad ―iquestcoacutemo pues siendo inmortal la razoacuten soy
definido yo como un animal racional y mortal iquestAcaso la razoacuten no es inmortal
(ord II1950) La inmortalidad de la razoacuten tiene que ver con la posesioacuten de verdades
absolutas objetivas y universales como las verdades matemaacuteticas las cuales por no
ser mudables no dependen de las cosas perecederas En el momento en el que el alma
descubre esa racionalidad que la determina y le permite conocer y hacerse partiacutecipe
71
de la inmortalidad y la verdad querraacute alejarse de todo lo inferior en busca de la
unidad de lo superior
En este punto Agustiacuten retoma una de las cuestiones centrales del diaacutelogo a
saber la relacioacuten entre conocimiento y virtud afirmando que gracias a la guiacutea de la
razoacuten el alma se eleva a la pureza en las costumbres alejaacutendose de los vicios y las
pasiones carnales Retomando una idea que ya habiacutea sido expuesta en el Contra los
Acadeacutemicos Agustiacuten afirma que este recorrido que hace el alma debe entenderse
como un embellecimiento pues soacutelo un alma bella y pura es capaz de contemplar a
Dios
Mas cuando el alma se arreglare y embelleciera a siacute misma hacieacutendose armoacutenica y bella osaraacute contemplar a Dios fuente de todo lo verdadero y padre de la misma verdad iexclOh gran Dios coacutemo seraacuten entonces aquellos ojos iexclCuaacuten puros y sanos cuaacuten vigorosos y firmes cuaacuten serenos y dichosos (ord II1951)
Dicha contemplacioacuten mostraraacute la fuente de la verdad y la belleza esto es la
Verdad por la que todas las cosas son verdaderas y la Belleza por la que todas las
cosas son bellas logrando asiacute la comprensioacuten del orden de la creacioacuten pues se
entenderaacute que todo es ordenado por un principio supremo que le da la medida a todas
las cosas Aquiacute una vez maacutes vemos coacutemo las categoriacuteas ciceronianas operan en la
propuesta agustiniana pues en la misma liacutenea de lo afirmado en el De beata vita se
da una apropiacioacuten de la terna modus species ordo (off I15) a partir de la cual se
plantea el problema del diaacutelogo y su solucioacuten Asiacute pues esta terna no soacutelo sirve como
clave de lectura para comprender la unidad y relacioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco
sino que en el caso del De ordine se configura tanto como punto de partida como
conclusioacuten Una vez establecido que el orden a seguir en el estudio de las disciplinas
consiste en el embellecimiento del alma Agustiacuten se dirige a sus compantildeeros con las
siguientes palabras ―estas y otras muchas reflexiones se hace consigo misma el alma
bien instruida pero las omito no sea que al daros mis lecciones sobre el orden falte a
la moderacioacuten que es el padre del orden (ord II1950) En estas liacuteneas y en el tema
tratado antes de las mismas se alude a la terna y a la manera en la que eacutesta debe
comprenderse El modo en cuanto Padre es el elemento que dispone y ordena todo
72
razoacuten por la cual se afirma que es el padre del orden la species esto es la forma es la
belleza que permite acceder a la comprensioacuten del orden y el ordo es el principio
orientador del alma humana y de toda la creacioacuten El orden del alma no es otro que la
virtud y la praacutectica de eacutesta es condicioacuten de la eruditio que ya mencionamos y de la
que Moacutenica se presenta como ejemplo La madre a lo largo de todo el diaacutelogo
encarna un principio ordenador y en la conclusioacuten de la obra se exaltan sus dos
caracteriacutesticas fundamentales la erudicioacuten y la fe Esta es la razoacuten por la cual Agustiacuten
agradece los ruegos de su madre gracias a los cuales eacutel ha decidido entregarse por
completo al estudio de la filosofiacutea en compantildeiacutea de Alipio el cual toma la palabra para
concluir el diaacutelogo
verdaderamente has hecho revivir ante nuestros ojos la memoria de los grandes y doctos varones que algunas veces nos pareciacutea increiacuteble por su elevacioacuten y grandeza pero aquiacute por la observacioacuten de todos los diacuteas y por la admiracioacuten que sentimos hacia ti no soacutelo no nos parece dudosa aquella imagen sino que estamos dispuestos a jurar por ella iquestPues queacute iquestNo nos ha introducido acaso en la venerable disciplina de Pitaacutegoras justamente estimada como casi divina Porque con tanta concisioacuten y plenitud nos has descubierto las normas de la vida y los caminos y campos y los mares cristalinos de la ciencia y todo lo que era objeto de gran veneracioacuten para aquel y doacutende estaacuten los santuarios de la verdad y cuaacuteles y queacute exigen a sus investigadores (ord II2053)
La alusioacuten a Pitaacutegoras no es casual pues luego de la intervencioacuten de Alipio en
la que eacuteste este exalta los preceptos praacutecticos propuestos por Agustiacuten se llama la
atencioacuten sobre la cuestioacuten de la antiguumledad de los mismos y el lugar central que
ocupan en ―libros de hombres grandes y casi divinos (ord II1028) Parece
entonces que los dos pasajes hacen referencia a la misma disciplina filosoacutefica la
pitagoacuterica la cual era conocida gracias a la transmisioacuten de Varroacuten como se declara
expliacutecitamente (ord II2054) y a la de Ciceroacuten el cual como afirma Doignon (1977)
representa la fuente principal de los elementos neoplatoacutenicos presentes en el diaacutelogo
Este uacuteltimo punto ha sido objeto de un intenso debate entre los estudiosos los cuales
han centrado su atencioacuten en el problema de las fuentes filosoacuteficas de cuestiones como
la aspiracioacuten a la unidad la belleza y la nocioacuten misma de orden (Hadot 1984
73
Cipriani 2000) dejando de lado el aspecto moral y formativo en los cuales como
hemos demostrado hasta ahora la influencia ciceroniana es fundamental
15 El diaacutelogo con la razoacuten Soliloquia21
El uacuteltimo de los diaacutelogos de Casiciaco debe entenderse como el fruto de las
reflexiones a las que Agustiacuten dedicaba las horas nocturnas meditando en silencio y
soledad (ord I36) Sabemos que los diacuteas transcurriacutean entre los trabajos propios de
una villa de campo la lectura de Virgilio y Ciceroacuten la oracioacuten y el ejercicio retoacuterico-
filosoacutefico en el que los maacutes joacutevenes poniacutean a prueba su ingenio frente a cuestiones
agudas bajo la guiacutea del maestro Agustiacuten Sin embargo el deseo de comprender
aquellas cuestiones que durante el diacutea eran objeto de discusioacuten haciacutea de las noches un
momento de diaacutelogo interior que en las Retractationum se describe asiacute
[hellip] escribiacute tambieacuten entonces dos voluacutemenes siguiendo mi intereacutes y el amor que teniacutea por indagar la verdad sobre lo que maacutes deseaba saber interrogaacutendome y respondieacutendome como si fueacutesemos dos la razoacuten y yo siendo uno solo Por eso llameacute a esta obra Soliloquia (I41)
La adecuacioacuten del diaacutelogo ciceroniano 22 como meacutetodo filosoacutefico en la
investigacioacuten de la verdad se encuentra en clara consonancia con el propoacutesito
expuesto en los tres diaacutelogos anteriores para filosofar es necesario llevar a cabo un
ejercicio en el que a traveacutes de preguntas y respuestas se accede a la comprensioacuten de
aquello sobre lo que se indaga (ord I411) Mientras en los tres primeros diaacutelogos la
conversacioacuten se llevaba a cabo entre un grupo de interlocutores entre los cuales
Agustiacuten tomaba el papel de maestro en los Soliloquia los participantes son Agustiacuten y
su razoacuten y en este caso es ella la que opera como guiacutea Podriacutea pensarse siguiendo a
Fleming que el motivo del diaacutelogo interior y de la personificacioacuten de la razoacuten tiene
un antecedente en la Consolatio de Ciceroacuten pues aunque no conservamos la obra
21 Vale la pena anotar que tanto el teacutermino soliloquialsquo como la idea de un diaacutelogo interior es una creacioacuten original de Agustiacuten aunque estaacute basada en el principio platoacutenico seguacuten el cual cuando el alma piensa dialoga consigo misma interrogaacutendose y respondiendo (Teet 189e-190a) 22 Acerca de la relacioacuten entre diaacutelogo y filosofiacutea en los Soliloquia veacutease (Catapano 2005 pp 37-57)
74
algunas alusiones a la misma nos permiten tener una idea aproximada de su tema y
estructura (Fleming 1984 p 61)
Las primeras liacuteneas de la obra nos situacutean en el problema central de la misma
el conocimiento de siacute y ademaacutes nos permiten asumir una liacutenea interpretativa que
pone el acento en la relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten
Andando yo largo tiempo ocupado en muchos y diversos problemas y tratando con empentildeo durante muchos diacuteas de conocerme a miacute mismo lo que debo haber y lo que he de evitar de improviso viacutenome una voz no seacute si de miacute mismo o de otro desde fuera o dentro porque esto mismo es lo que principalmente quiero esclarecer diacutejome pues aquella voz Razoacuten- Suponte que has hallado alguna verdad iquesta quieacuten la encomendaraacutes para seguir adelante Agustiacuten- A la memoria (sol I11)
Este pasaje es un claro eco de la introduccioacuten del De oratore (I1) no soacutelo por
el estilo literario y la cercaniacutea linguumliacutestica23 sino tambieacuten por los temas expuestos por
los dos autores entre los cuales se destacan el conocimiento de siacute el anhelo por
dedicar la vida a la buacutesqueda de la verdad la naturaleza de eacutesta y el papel de la
memoria en el conocimiento
Tenemos asiacute que esta obra presenta a un hombre que en su ardua buacutesqueda
de la verdad lleva a cabo una indagacioacuten de su situacioacuten vital pues como ya se habiacutea
expuesto en el De ordine el conocimiento de siacute mismo constituye el punto de partida
en el camino hacia la verdad
Luego de una extensa invocacioacuten a Dios en la que se retoman muchos de los
temas ya tratados en los diaacutelogos haciendo especial eacutenfasis en el orden la creacioacuten y
la posibilidad de alcanzar la verdad Agustiacuten resume su objetivo en la siguiente
declaracioacuten ―quiero conocer a Dios y al alma (sol I27) La pregunta que surge de
inmediato es la de coacutemo es posible conocer a Dios y de queacute tipo de conocimiento se
trata En primer lugar se afirma que el conocimiento de Dios debe ser tan cierto
como el conocimiento matemaacutetico y geomeacutetrico Ahora bien el conocimiento de
Dios no puede ser como el de los objetos pero puede entenderse como el momento
en el que el sol se muestra a los ojos razoacuten por la cual Eacutel es principio de
inteligibilidad de los objetos Sin embargo los ojos no soacutelo deben estar dispuestos 23 Sobre este punto veacutease Selbstgespraumlche von der Unterblichkeit der Seele (Muumlller 2002)
75
para mirar sino tambieacuten para ver la luz del sol del mismo modo que el alma de aquel
que desea conocer debe estar ordenada y dispuesta de una manera determinada Asiacute
pues ―el ojo del alma es la mente pura de toda mancha corporal esto es alejada y
limpia del apetito de las cosas corruptibles (sol I612) Siguiendo la liacutenea
establecida en el De ordine se afirma que el proceso de purificacioacuten del alma se logra
a traveacutes del ejercicio de la virtud la cual se define con Ciceroacuten (off I618 Tusc
IV15 34) como la ―recta y perfecta razoacuten (sol I613)24 Sin embargo para que el
alma pueda mirar directamente a la luz debe estar acompantildeada por la fe la esperanza
y la caridad pues las tres virtudes teologales se constituyen en la condicioacuten necesaria
para el conocimiento de Dios Es necesario entonces examinar la propia alma para
poder constatar si eacutesta vive seguacuten las virtudes en las que debe basarse la vida del
cristiano Recordemos que Agustiacuten se encontraba en Casiciaco con la intencioacuten de
prepararse para el Bautismo razoacuten por la cual podemos considerar esta obra como
una introspeccioacuten en la que se lleva a cabo una evaluacioacuten de la propia vida y de la
decisioacuten consagrarse al estudio de la verdad En primer lugar se toman en
consideracioacuten los miedos que acechan al alma a saber la peacuterdida de los seres
queridos el dolor y la muerte temas especiacuteficos de la tradicioacuten consolatoria en
segundo lugar se examina la relacioacuten con los honores las riquezas la vida conyugal
y otros placeres corporales Frente a los primeros Agustiacuten afirma sentirse turbado
mientras que respecto al segundo grupo nota un progreso creciente en su rechazo
hacia los honores las riquezas y el matrimonio En este punto vale la pena anotar que
se hace un particular eacutenfasis sobre el hecho de que dicha actitud no es reciente sino
que se remonta a la lectura del Hortensius
No data de ahora mi renuncia a ellas (riquezas) Ya tengo treinta y tres antildeos y hace unos catorce dejeacute de desearlas Caso de ofreceacuterseme soacutelo me serviriacutea de ellas para mi sustento necesario y el uso liberal Un libro de Ciceroacuten me persuadioacute faacutecilmente de que no se ha de poner el corazoacuten en las riquezas y en caso de tenerlas han de administrarse con suma cautela y prudencia (sol I1017)
24 Fleming (1984) llama la atencioacuten sobre este punto y afirma que Ciceroacuten es aqueacutel que introduce la definicioacuten de virtud como perfecta ratio en el mundo latino y que Agustiacuten construye sobre la misma no soacutelo su definicioacuten de virtud sino la distincioacuten fundamental entre mirar adspicere y ver videre
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Una vez maacutes queda claro que la buacutesqueda de la sabiduriacutea requiere de una
actitud vital y de una disposicioacuten estrechamente ligada a las ensentildeanzas de Ciceroacuten y
que Agustiacuten declara no haber abandonado nunca desde que comenzoacute su camino hacia
la verdad Ahora en el momento crucial de la estancia en Casiciaco se emula al
maestro no soacutelo en sus estilo y lenguaje sino tambieacuten en su decisioacuten de alejarse de las
riquezas los honores y los placeres mundanos para entregarse a la reflexioacuten y a la
escritura tal como lo hiciera el Arpinate en su villa de Tuacutesculo De este modo frente
a la cuestioacuten de los honores y la fama provenientes de la vida puacuteblica Agustiacuten afirma
que ha dejado de ambicionarlos justamente en esos diacuteas lo cual muestra que el retiro
a la vida comunitaria en la villa de Verecundo se presenta como un remedio ante la
ambitio saeculi y la aficioacuten a los demaacutes placeres del cuerpo
El paso por las pasiones y los diferentes tipos de concupiscencia tiene el
objetivo de indicar en liacutenea ciceroniana (off II84ndashII89) que todos los deseos y las
pasiones deben ordenarse al sumo bien (Fin I4 II2) el cual es la sabiduriacutea
entendida como la praacutectica de la virtud (Fin II11) Con el fin de reforzar esta idea
Agustiacuten recurre a Cornelio Celso 25 para ilustrar que el hombre debido a su
constitucioacuten ontoloacutegica debe situar el sumo Bien en su alma pues eacutesta es mejor que
el cuerpo
De dos partes estamos compuestos de alma y cuerpo y la mejor es el alma y la maacutes vil el cuerpo y el sumo Bien es lo mejor de la porcioacuten excelente y el sumo mal lo peor de la porcioacuten inferior y es lo mejor en el aacutenimo la sabiduriacutea y lo peacutesimo en el cuerpo el dolor Concluyese pues evidentemente que el sumo Bien lo constituye la sabiduriacutea y el sumo mal los padecimientos corporales (sol I1221)
La idea seguacuten la cual el sumo bien es la virtud y el sumo mal el dolor corporal
es recurrente en el pensamiento de Ciceroacuten (off I618 Tusc II5) el cual con
seguridad constituye una de las fuentes maacutes importantes del tratado de Celso
conocido por Agustiacuten
25 Aulio Cornelio Celso es el autor de un tratado enciclopeacutedico que no conservamos acerca de arte militar retoacuterica filosofiacutea y medicina De su produccioacuten escrita llegoacute hasta nosotros el De re medica en el cual se lleva a cabo un resumen de la tradicioacuten hipocraacutetica y algunos fragmentos de otros libros
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Asiacute pues si el sumo Bien es la sabiduriacutea deberaacute entonces investigarse coacutemo
se da el camino a la misma En la liacutenea ya trazada en los anteriores diaacutelogos se
afirma que se trata de un recorrido ascendente en el que se parte de la belleza de este
mundo para subir por grados hacia la verdadera Hermosura26 En este punto la
Razoacuten interviene y afirma que el camino variacutea seguacuten las fuerzas y la salud de cada
alma pues mientras a algunas les basta con creer esperar y amar a otras les es
necesario el ejercicio para que al ver la luz no se enceguezcan iquestDe queacute se trata este
ejercicio
Primero se les mostraraacuten objetos opacos pero bantildeados con la luz como un vestido un muro algo semejante Han de pasar despueacutes a fijar la vista en las cosas que brillan con mayor belleza no por siacute mismas sino con el reverbero solar como el oro la plata y cosas similares cuyo reflejo no dantildee a los ojos Entonces con moderacioacuten se les podraacute mostrar el fuego terreno y sucesivamente los astros la luna el rosicler de la aurora y el caacutendido resplandor celeste Habituaacutendose cada cual maacutes pronto o maacutes tarde seguacuten su disposicioacuten a este orden de cosas en su integridad o parcialmente podraacute ya carearse con el mismo sol sin titubeo y con gran deleite (sol I1323)
La inspiracioacuten platoacutenica del pasaje anterior (Rep 514a-517c 518c-d) puede
considerarse siguiendo a Altman (2016) una prueba a favor de la idea seguacuten la cual
Agustiacuten y Ciceroacuten juegan un papel fundamental en la recepcioacuten de la filosofiacutea
platoacutenica y en la comprensioacuten del aspecto moral de la misma Altman (2016) llama la
atencioacuten sobre el hecho de que Ciceroacuten retoma aspectos fundamentales de la nocioacuten
platoacutenica de justicia en el De officiis y en su De Republica donde ofrece ―su propia
versioacuten de la alegoriacutea de la caverna el Somnium Scipionis (p 87) Como hemos
visto hasta el momento el De officiis ocupa un lugar preponderante en la apropiacioacuten
del pensamiento del Arpinate llevada a cabo tanto por Agustiacuten como por su maestro
Ambrosio
El primer libro de los Soliloquia termina con una anticipacioacuten de lo que se
trataraacute en el segundo para conocer a Dios y al alma es necesario comprender la
verdad la cual debe entenderse como distinta de lo verdadero pues cuando algo
26 En estas liacuteneas de los Soliloquia se retoma uno de los temas centrales del De ordine pues en esta obra se afirma que el recorrido gradual por las artes liberales gracias al cual el alma se purifica estaacute movido por la belleza y el efecto que eacutesta produce en el alma (ord II1439 II1543)
78
verdadero muere no muere con ello la verdad Tenemos entonces que el tema objeto
de ejercicio retoacuterico-filosoacutefico en el Contra Academicos se aborda ahora desde una
perspectiva distinta cuyo objetivo es probar la inmortalidad de la verdad y con ella
la del alma En este punto Agustiacuten seguiraacute algunos pasajes de las Tusculanae en los
cuales Ciceroacuten sostiene que el alma es celeste y divina y por lo tanto eterna
(XXVII66) y que por su constitucioacuten no es divisible concreta o duplicable
(XXIX71)
Se da asiacute en el segundo libro una discusioacuten acerca de las nociones de
verdadlsquo y falsedadlsquo ofreciendo tres definiciones distintas para cada una En primer
lugar se afirma que lo falso ―es lo que no es como aparece (sol II33) de manera
que la falsedad no depende de los sentidos del hombre sino del objeto y de su
relacioacuten de similitud con la verdad Todas las cosas que se relacionan por el hecho de
ser similares pueden organizarse en dos grupos distintos las iguales y las desiguales
Las iguales son aquellas que tienen el mismo valor ontoloacutegico por ejemplo dos
gemelos o las impresiones de un mismo sello mientras que las desiguales son
aquellas en las que una cosa es inferior por ser semejante a otra que es mejor Este es
el caso de la imagen reflejada en un espejo o de las pinturas y ficciones creadas por el
hombre Seguacuten esto en la relacioacuten de similitud una de las partes funciona como
modelo original verdadero mientras que la otra debe entenderse como imitacioacuten que
por no alcanzar las determinaciones del original es falsa iquestCuaacuteles son esas
determinaciones Las imaacutegenes que se ven en los suentildeos asiacute como las reflejadas en
el espejo o las representadas en las pinturas no se pueden tocar ni oiacuter no se mueven
por siacute mismas y no es posible atribuirles vida pues si asiacute fuera se tendriacutea que admitir
que son verdaderas Seguacuten esto la falsedad no podriacutea entenderse basada en la
relacioacuten de similitud sino en la de diferencia pues una cosa que se asemeje al
original y tenga todas sus caracteriacutesticas se identifica con el original mismo De aquiacute
se deriva que lo falso depende tanto de la similitud como de la diferencia lo cual no
nos permite establecer una definicioacuten definitiva Es necesario entonces acudir a otra
distincioacuten seguacuten la cual lo falso es aquello que finge lo que no es o que finge lo que
es pero no llega a ser es decir no alcanza las determinaciones de aquello que es El
79
primer tipo de falsedad se identifica con la mentira y el engantildeo mientras que el
segundo no pues hay una aspiracioacuten de ser como aquello que se imita
Y toda pintura estatua y otros geacuteneros de arte iquestno aspiran a ser aquello cuya semejanza remedan [hellip] Porque una cosa es ser falso y otra no poder ser verdadero Y asiacute aquellas obras de los hombres como las comedias y tragedias o las farsas y ficciones de este geacutenero podemos unirlas a las obras de los pintores y demaacutes clases de arte Porque tan imposible es que sea verdadero un hombre pintado aunque propenda a remedar el ser humano como aquellas ficciones escritas en los libros de los coacutemicos (sol II1018)
Es claro que las artes imitativas como la pintura las comedias y las tragedias
no tienen como fin el engantildeo sino el deleite por lo que representan una esfera de lo
falso que no puede considerarse negativa y que de una cierta forma participa
tambieacuten de la verdad La esencia del arte reside en su falsedad pues el artista no
puede alcanzar su fin si evita lo falso Asiacute se sostiene que el arte es verdadero en
cuanto es falso en relacioacuten con otra cosa pues un actor soacutelo es un verdadero actor en
cuanto finge ser otro del mismo modo un verdadero aacuterbol pintado es un aacuterbol falso
En este sentido aunque la imagen no es lo que parece es imposible afirmar que es
algo negativo o completamente falso pues lo que aparece tiene un cierto iacutendice de
verdad Sin embargo la falsedad de las artes no reside en el hecho de inducirnos a
pensar que algo es verdadero como en el ejemplo del remo que parece roto en el
agua o de las torres que parecen estar en movimiento Sabemos que lo representado
por las artes no puede ser verdadero en el sentido de real es decir sabemos que la
pretensioacuten de las artes no es la de inducirnos a pensar que sus representaciones son
verdaderas el aacuterbol pintado no pretende ser percibido como un aacuterbol verdadero pues
un verdadero aacuterbol pintado es un aacuterbol falso Lo mismo sucede con las faacutebulas pues
las historias narradas en eacutestas no tienen ninguna pretensioacuten de verdad son mentiras o
ficciones compuestas con fines educativos y recreativos De este modo no se califica
ni la imagen ni la ficcioacuten escrita como algo negativo sin embargo se afirma que su
verdad es bifronte y contradictoria por lo que debemos remitirnos a una esfera en la
que la verdad se muestre como ella es como una esto es como coincidencia entre el
videtur y el quod est Asiacute la verdad debe buscarse en su unidad es decir sin tener en
80
cuenta el caraacutecter contradictorio del que hemos hablado hasta ahora que es exclusivo
de las artes imitativas27 iquestDoacutende buscar esa verdad En este punto se introduce uno de
los temas maacutes relevantes de la reflexioacuten agustiniana las artes liberales La pregunta
por el caraacutecter de verdad de la gramaacutetica y de la dialeacutectica tiene como trasfondo una
cuestioacuten que hallaraacute concrecioacuten en De doctrina christiana y que se constituye en
elemento recurrente y fundamental del pensamiento de Agustiacuten la cristianizacioacuten de
la paideia claacutesica Ya en Contra Academicos y en De ordine era manifiesto el intereacutes
por el papel que las artes liberales ocupan en el camino hacia la Verdad y la Belleza
con los Soliloquia asistimos al primer intento de conjugar el meacutetodo dialeacutectico con la
ensentildeanza cristiana Asiacute la forma misma del texto nos remite a su contenido el cual
recoge un proyecto fundamental
La forma y el contenido de los Soliloquia estaacute determinada por la idea
ciceroniana (de Orat V17) de la cultura entendida como la conciliacioacuten total entre
intelligendi disciplina y dicendi disciplina entre dialeacutectica y retoacuterica entendidas
aqueacutella como el paso de los signos signa sensibles a las cosas ideales res y eacutesta
como comunicacioacuten persuasiva de la verdad ―Luego la gramaacutetica ha recibido su ser
de disciplina verdadera de la dialeacutectica a la que has vindicado de todo reproche de
falsedad y esto no debe limitarse a la gramaacutetica sino extenderse tambieacuten a las demaacutes
artes liberales (sol II1121) iquestEn queacute radica la verdad de las disciplinas En su
esencia misma pues disciplina viene de discere aprender y aquello que se aprende
es verdadero pues nadie puede decir que sabe cosas falsas o que ignora lo que
aprendioacute y conserva en la memoria Sin embargo seguacuten esto podriacutea pensarse que las
faacutebulas falsas aprendidas y conservadas deben tomarse como verdaderas como es el
caso de la historia de Deacutedalo del cual se dice que salioacute volando por los aires o de
Medea que voloacute en un carro halado por serpientes iquestCreeraacuten acaso los nintildeos que
estas historias son verdaderas iquestDiremos entonces que la gramaacutetica ensentildea cosas
falsas No pues ―de aquiacute resulta lo que antes nos parecioacute admirable conviene a
saber que la faacutebula del vuelo de Deacutedalo no pudo ser verdadera sino a condicioacuten de
27 Aquiacute se hace alusioacuten a la pintura la escultura y la poesiacutea dejando de lado la arquitectura y la muacutesica a las cuales se les da un tratamiento diferente en otras obras
81
ser falso su vuelo (sol II1120) Asiacute pues no podemos afirmar que la gramaacutetica sea
falsa por el hecho de estudiar las diferentes composiciones poeacuteticas pues ya vimos
coacutemo en ellas al igual que en la pintura hay un tipo de verdad que es exclusivo de
las artes imitativas y que no es engantildeosa en cuanto no tiene pretensiones de parecer
real Lo que imitan las proposiciones falsas presentes en los relatos es la forma de la
proposicioacuten verdadera pues como a ellas no se les da alguacuten creacutedito la imitacioacuten
misma no lleva al engantildeo En cambio la verdad de la gramaacutetica como disciplina es
esa verdad uacutenica en la que lo que aparece no se distingue de lo que es Dicha verdad
depende de la forma en la que opera la gramaacutetica y todas las artes liberales la cual
consiste en formular definiciones distinciones y divisiones en geacuteneros y partes
Ademaacutes las disciplinas tambieacuten elaboran discursos acerca de la naturaleza de las
cosas otorgando a cada una lo que le pertenece sin sumarle nada ni restarle nada La
disciplina disciplinarum es la dialeacutectica a la que atantildeen las tareas que acabamos de
indicar motivo por el cual eacutesta se configura como el fundamento de todas las demaacutes
―iquestQuieacuten se maravillaraacute pues de que aquella ciencia por las que son verdaderas las
demaacutes sea por siacute misma y en siacute misma la verdad verdadera (sol II1121)
La importancia que se le otorga al caraacutecter de verdad de las disciplinas tiene
que ver con la buacutesqueda de una prueba contundente sobre la inmortalidad del alma
Luego de afirmar que la verdad es eterna se hace necesario encontrar un objeto que
contenga y al mismo tiempo se identifique con dicha verdad por lo que se propone a
la dialeacutectica como principio y fuente de la misma iquestDoacutende se halla la dialeacutectica
Como todas las disciplinas la dialeacutectica subsiste en el alma y debido a que se
identifica con la verdad y la verdad es inmortal deberaacute afirmarse que el alma tambieacuten
es inmortal pues no es posible que la verdad subsista separada del sujeto en el que se
halla De este modo el alma es inmortal y verdadera en cuanto sede de una verdad
que no perece iquestQueacute sucede con el cuerpo iquestCuaacutel es su relacioacuten con la verdad Este
problema se enuncia en los siguientes teacuterminos ―veamos pues ya la uacuteltima cuestioacuten
a saber si el cuerpo es en verdad verdadero esto es si no estaacute en eacutel la verdad sino
maacutes bien una imagen de la misma (sol II1832) De admitir que en el cuerpo estaacute la
verdad del mismo modo que en el alma se le estariacutea restando la importancia que ya le
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habiacutea sido conferida a la dialeacutectica como disciplina disciplinarum fuente de verdad
Sin embargo las realidades materiales esto es los cuerpos parecen verdaderos por
lo que es necesario indagar cuaacutel es el tipo de verdad que los caracteriza En este
punto se nos ofrece una definicioacuten de cuerpo seguacuten la cual eacuteste es aquello que estaacute
limitado y contenido por una forma y especie iquestDe queacute tipo es dicha forma Si fuera
verdadera el cuerpo ya no seriacutea tal seriacutea maacutes bien alma por lo que la forma del
cuerpo no es verdadera en el mismo sentido en el que lo es la forma de las figuras que
se encuentran en el alma Este es el caso de las figuras geomeacutetricas que por ser objeto
de la disciplina geomeacutetrica son verdaderas y sempiternas
Las figuras concebidas por la ciencia geomeacutetrica estaacuten en la misma verdad y la verdad en ellas mientras que las figuras de los cuerpos aspiran a ser lo que ellas con cierto remedo de la verdad y en este aspecto son falsas (sol II1832)
iquestCoacutemo puede entenderse la falsedad de los cuerpos a la que se hace alusioacuten
aquiacute iquestPodemos decir que se trata de un engantildeo En este punto cabe recordar aquella
distincioacuten seguacuten la cual algunas cosas son engantildeosas en cuanto buscan
deliberadamente engantildear mientras que otras como el arte son falsas debido a su
incapacidad de ser iguales a lo real iquestA cuaacutel de estos dos grupos pertenecen los
cuerpos Para responder este interrogante es necesario tener en cuenta las facultades
con las que el hombre concibe estos dos tipos de figuras
La verdadera esto es la figura geomeacutetrica se concibe gracias a la inteligencia
intelligentia mientras que la figura de los cuerpos a la que tambieacuten se le da el
nombre de fantasiacutea o fantasma se forja con la imaginacioacuten fingit cogitatio La
imaginacioacuten no puede representar con claridad aquello que la razoacuten siacute como las
figuras y relaciones geomeacutetricas por lo que todos sus productos son ontoloacutegicamente
inferiores Sin embargo la razoacuten no soacutelo representa con claridad las figuras
geomeacutetricas o matemaacuteticas pues como ya se establecioacute en el De ordine la razoacuten crea
las artes liberales donde podemos ―contemplar en toda su extensioacuten y plenitud la
hermosa faz de la verdad que en ellas resplandece (sol II 2035) Dicha verdad es
uacutenica e invariable diferente de la verdad aparente de las artes imitativas y de la
83
imaginacioacuten las cuales se presentan como ilusiones que ―cambian al variar el espejo
del pensamiento (sol II2035)
Parece ser que la verdad de las artes imitativas y la verdad de los fantasmas
con los que trabaja la imaginacioacuten se encuentran en un mismo nivel pues ambas
pertenecen al tipo de verdades que lo son soacutelo en apariencia y que sin embargo no
buscan engantildear deliberadamente Asiacute del mismo modo que el aacuterbol pintado no busca
maacutes que ser un verdadero aacuterbol falso pues nunca podraacute ser un aacuterbol verdadero los
productos de la imaginacioacuten no buscan pasar por verdaderos pues la imaginacioacuten es
incapaz de representar algunas de las cosas que la razoacuten ensentildea Si tratamos de
imaginar un ciacuterculo inconcebiblemente pequentildeo e intentamos trazar los radios de eacuteste
en el centro nos encontraremos con que la imaginacioacuten se declara incapaz de hacer
tal cosa pues no podriacutea representaacuterselo Sin embargo la razoacuten ensentildea que pueden
trazarse innumerables radios sin que las liacuteneas trazadas se toquen maacutes que en el
centro
Podriacutea pensarse que esta primera concepcioacuten de la imaginacioacuten se encuentra
en consonancia con la idea seguacuten la cual aqueacutella se limita a ofrecer una
representacioacuten incompleta de la realidad una representacioacuten que no alcanza a ser
verdadera pues la verdad uacutenica pertenece exclusivamente al aacutembito de la razoacuten
Debemos decir entonces que la imaginacioacuten constituye un momento inicial en el
camino del conocimiento en el cual lo que parece videtur no corresponde a lo que
es quod est Del mismo modo el arte imitativo no puede permitir el acceso a la
verdad pues los cuerpos que apreciamos como obras de arte a traveacutes de la
imaginacioacuten son fantasmas que no poseen la forma de las figuras que se perciben con
el entendimiento y por lo tanto son verdaderas La Razoacuten presenta esta uacuteltima
distincioacuten con el fin de reafirmar el argumento inicial seguacuten el cual las disciplinas en
cuanto verdaderas existen siempre y es imposible pensarlas sin un sujeto que tambieacuten
exista de manera imperecedera Sin embargo surge la cuestioacuten de queacute pasa en las
almas que no poseen las disciplinas esto es tanto las de los ignorantes como las de
los nintildeos antes de recibir la instruccioacuten Una vez maacutes se recurre a un principio
platoacutenico el de la reminiscencia (Catapano 2008 p 72) que estaacute a la base de la
84
elucidacioacuten aquiacute ofrecida en la que se distinguen tres tipos de olvido a saber uno
maacuteximo uno medio y uno miacutenimo Los conocedores de las artes liberales se
encuentran en el estadio miacutenimo de olvido ya que al aprenderlas las almas ―las
extraen y desentrantildean en cierto modo de donde estaban soterradas por el olvido y
no se contentan ni descansan hasta contemplar en toda su extensioacuten y plenitud la
hermosa faz de la verdad que en ellas resplandece (sol II2035) La situacioacuten de las
almas en estado medio y maacuteximo de olvido asiacute como la funcioacuten de la inteligencia y su
relacioacuten con la verdad se prometen como temas de un tercer libro que no se llevoacute a
cabo Aunque en las Retractationum no encontramos las razones de la interrupcioacuten de
la obra siacute podemos asumir que Agustiacuten considera haber tratado de manera amplia y
suficiente los dos temas fundamentales de la misma
quedoacute sin acabar con todo de manera que en el primer libro se indagase y apareciese siempre coacutemo debe ser el que quiera percibir la sabiduriacutea que ciertamente no la perciben los sentidos del cuerpo sino el sentido del alma (razoacuten) y al final se deduce con un razonamiento que las cosas que son verdaderamente son las inmortales En el segundo se trata ampliamente de la inmortalidad del alma y no se termina (IV1)
Sin embargo no debe pensarse que los temas propuestos para el libro tercero
carezcan de importancia por el contrario es tal su agudeza que Agustiacuten fiel al
precepto acadeacutemico de no obrar de manera temeraria28 prefiere tratarlos maacutes adelante
en obras como el De quantitate animae y el De Trinitate en las cuales si bien se
reformularaacuten algunas cuestiones concernientes sobre todo al conocimiento se
mantendraacuten vigentes los principios fundamentales de la propuesta del Hortensius
(Altman 2016 p 66) y del De Republica sobre los cuales se articula la reflexioacuten de
los Soliloquia a saber la inmortalidad del alma y su relacioacuten con el conocimiento y
la praacutectica de la virtud No sorprende entonces que Agustiacuten termine los Soliloquia
en la misma liacutenea del De Republica de Ciceroacuten el cual a su vez es fiel a la estructura
y al propoacutesito de la Repuacuteblica platoacutenica esto es demostrar que lo mejor para el
28 A lo largo de toda la obra Agustiacuten cita de manera recurrente el principio acadeacutemico de no dar asentimiento a aquello sobre lo que no se tiene certeza En su proceso de indagacioacuten se muestra que el conocimiento va maacutes allaacute de una explicacioacuten acerca de los sentidos y que conocer la razoacuten implica un camino difiacutecil en el cual es necesario dialogar con ella misma De este modo se muestra la dimensioacuten hermeneacuteutica de la razoacuten que es sujeto y objeto de conocimiento
85
hombre es la justicia pues eacutesta constituye el mayor bien del alma En el libro III del
De Republica Ciceroacuten lleva a cabo una feacuterrea defensa de la justicia en contra de la
posicioacuten de Carneacuteades el cual en cuanto representante de un discurso inmoral y
monstruoso no debiacutea ser escuchado por la juventud romana La posicioacuten de
Carneacuteades se reconstruye a partir de los escritos de Clitoacutemaco y de los recuerdos de
los presentes en las conferencias del filoacutesofo griego llevadas a cabo durante la
embajada de los atenienses a Roma en el antildeo 155 a C Su punto de partida consistiacutea
en la constatacioacuten de la relatividad en lo concerniente a las costumbres entre los
pueblos de donde deduciacutea que no existe un concepto natural de justicia
Pero son tan aberrantes las tradiciones humanas que los cretenses y los etolios tienen el robar como cosa honesta los espartanos soliacutean decir que eran suyos todos los campos que podiacutean alcanzar con su dardo los atenienses soliacutean jurar incluso puacuteblicamente que les perteneciacutea toda la tierra que produjera aceite y cosechas los galos tienen como verguumlenza el cultivar los campos y por eso cosechan con las armas en las manos los campos ajenos y nosotros que nos tenemos por los maacutes justos no permitimos que los pueblos transalpinos planten olivos y cepas (Rep III16)
Ademaacutes seguacuten Carneacuteades no es posible hablar de la existencia de un derecho
natural pues eacuteste nace de las relaciones de poder entre los hombres y cambia seguacuten
estas mismas relaciones con la intencioacuten de favorecer al maacutes fuerte La posicioacuten
defendida por Ciceroacuten a lo largo de todo el diaacutelogo (Rep II3357 II4470) se halla
en clara contraposicioacuten a la expuesta por el neo acadeacutemico Para el Arpinate la
justicia es la base de la sociedad y se encuentra impliacutecita en la nocioacuten misma de
repuacuteblica pues aquella en cuanto la maacutes espleacutendida de todas las virtudes garantiza la
existencia de la concordia sin la cual no se puede pensar una comunidad poliacutetica Asiacute
pues cada uno de los individuos que participa de manera activa en la vida de la
ciudad debe hacerlo seguacuten la justicia y ―no causar dantildeo a nadie si no ha sido
provocado por una ofensa y usar los bienes comunes como comunes y los privados
como propios (off I20) Pero iquestcoacutemo garantizar que cada individuo rija su vida
seguacuten la mejor de todas las virtudes Puede encontrarse una respuesta a este
interrogante en la uacuteltima parte del diaacutelogo el cual ha sido muchas veces entendido
como un apeacutendice literario y no se ha visto su iacutentima conexioacuten con la cuestioacuten central
86
de la obra Se trata del Suentildeo de Escipioacuten con el cual Ciceroacuten se apropia de la
tradicioacuten filosoacutefica griega de los suentildeos profeacuteticos y escatoloacutegicos (Zaranka 1963 p
172) con el fin de cerrar su diaacutelogo ofreciendo una justificacioacuten teoacuterica y un
fundamento eacutetico a la accioacuten poliacutetica En la estructura del epiacutelogo pueden distinguirse
dos partes La primera es una narracioacuten profeacutetica acerca del futuro poliacutetico de
Escipioacuten (9-13) la segunda es escatoloacutegica y exhortativa (13-29) Eacutesta se centra en
los premios que reciben los buenos gobernantes en el cielo en ―un lugar cierto y
determinado donde gozan de una edad feliz y eterna (Rep III16) Sin embargo
para alcanzar dicha felicidad sin fin es necesario seguir el consejo que el Africano le
da a su hijo Escipioacuten
[hellip] practica la justicia y la piedad la cual asiacute como es de importante en las relaciones con los padres y allegados es de maacuteximo valor en la patria Esta vida es el camino al cielo y la asamblea de aquellos que vivieron ya y libres de las ataduras del cuerpo habitan en aquel lugar que ves (Rep IV17)
Tal como va a ocurrir en la seccioacuten conclusiva de los Soliloquiacedil Ciceroacuten
ofrece en el Somnium un argumento a favor de la inmortalidad del alma basado en el
principio seguacuten el cual aquello que se mueve por siacute mismo es eterno y dado que el
alma tiene dicha propiedad se concluye que es eterna y por este motivo debe
ocuparse de las mejores cosas como el propio cuidado y el de la patria por el
contrario el alma que se entrega a los placeres del cuerpo y se hace sierva de sus
deseos no puede emprender el camino de retorno hacia la morada que le corresponde
por naturaleza
Si bien el argumento utilizado por Agustiacuten no es el mismo que el de Ciceroacuten
pues en los Soliloquia se afirma que la inmortalidad del alma depende de la eternidad
del objeto que conoce llama la atencioacuten que no se lleve a teacutermino el plan inicial de la
obra y que la uacuteltima intervencioacuten de la razoacuten sea tan cercana a la conclusioacuten del De
Republica
A- iquestCuaacutel seriacutea la vida eterna o queacute muerte no habriacutea de preferirse a ella si alliacute se vive como el alma por ejemplo de un recieacuten nacido para no hablar de la vida uterina pues tambieacuten hay vida alliacute
87
R- Aniacutemate Dios nos asistiraacute como ya lo experimentamos a quienes buscamos y promete despueacutes de la muerte corporal un reposo beatiacutesimo y la posesioacuten completa de la verdad sin engantildeo (sol II2034)
El caraacutecter exhortativo de los Soliloquia queda asiacute confirmado por su
conclusioacuten la aplicacioacuten al conocimiento de Dios y el alma debe entenderse como la
praacutectica de la justicia propuesta por Ciceroacuten tanto en el Hortensius y el De Repuacuteblica
como por Platoacuten en la Repuacuteblica La relacioacuten entre el cuidado de la propia alma y la
existencia de una comunidad justa se presenta en los tres pensadores a partir de la
idea comuacuten de que la justicia es lo mejor para el ser humano razoacuten por la cual en
Agustiacuten la buacutesqueda de la verdad de la felicidad y del orden requieren de una
comprensioacuten completa del alma tarea inagotable a la que se da inicio en el diaacutelogo
con la razoacuten
88
2 EL PROYECTO DE UNA PAIDEIA CRISTIANA
Introduccioacuten
El De doctrina christiana primera obra compuesta por Agustiacuten en calidad de obispo
de Hipona empezoacute a gestarse en el antildeo 396 aunque no se completariacutea sino despueacutes
de treinta antildeos durante la redaccioacuten de las Retractationes La particularidad de su
composicioacuten debe entenderse como una oportunidad uacutenica para comprender el
desarrollo intelectual de Agustiacuten pues se trata de una obra que nos permite asistir al
proceso de culminacioacuten de un pensamiento que se elabora durante tres decenios y a
un ejercicio hermeneacuteutico en el que el autor se interpreta a siacute mismo y a su obra
Cuando se da inicio a la composicioacuten del De doctrina christiana Agustiacuten
lleva cinco antildeos dedicado a sus ocupaciones como presbiacutetero en la ciudad de Hipona
a la que se habiacutea trasladado con la intencioacuten de dedicarse al estudio y la oracioacuten
alejado de los avatares de la vida sacerdotal Sin embargo a su llegada a dicha
ciudad en el antildeo 391 se encontroacute con que Valerio el obispo local era un hombre
griego de avanzada edad que no dominaba con fluidez la lengua latina El obispo de
Hipona vio en Agustiacuten a un perfecto sucesor y un gran colaborador pues era
consciente de la necesidad que teniacutea su comunidad de un presbiacutetero que fuera capaz
de ensentildear deleitar y persuadir De este modo Valerio tras la ordenacioacuten de Agustiacuten
decidioacute levantar la prohibicioacuten seguacuten la cual soacutelo los obispos podiacutean predicar para
que el otrora reacutetor se valiera de sus habilidades para servir a la feligresiacutea No obstante
Agustiacuten auacuten no se sentiacutea preparado para predicar y consideraba necesario dedicarse al
estudio de las Escrituras para poder instruir tanto al clero de la Iglesia del norte de
90
Aacutefrica como a sus fieles y para combatir de manera eficaz las herejiacuteas A propoacutesito
del encargo del obispo Agustiacuten afirma
Y si Dios no lo hizo para condenarme sino para compadecerme -confiacuteo en eso con certeza por lo menos ahora que conozco mi debilidad- debo examinar todas las medicinas contenidas en sus Escrituras y dedicarme a la oracioacuten y a la lectura para que mi alma logre una salud idoacutenea para tan peligrosas ocupaciones Antes no lo hice porque no tuve tiempo precisamente fui ordenado cuando planeaba un tiempo de retiro para estudiar las divinas Escrituras y queriacutea arreglarme para lograr tiempo libre para esa ocupacioacuten Auacuten no conociacutea bastante mis deficiencias para ese empentildeo que ahora me atormenta y aterra Los hechos me han dado experiencia de lo que necesita un hombre para administrar al pueblo el sacramento y la palabra de Dios Pero ahora no puedo adquirir lo que comprendo que me hace falta (ep XXI)
Llama la atencioacuten que un maestro experimentado sintiera la necesidad de
prepararse con particular empentildeo en el estudio de las Escrituras empero sabemos
que su relacioacuten con las mismas habiacutea presentado dificultades tanto por el estilo
como por la complejidad de su contenido Acerca del primer encuentro el cual se da
a muy temprana edad luego de la lectura del Hortensius ya Agustiacuten habiacutea afirmado
―al fijar la atencioacuten en ellas no penseacute entonces lo que ahora digo sino simplemente
me parecieron indignas de parangonarse con la majestad de los escritos de Tulio Mi
hinchazoacuten recusaba su estilo y mi mente no penetraba su interior (conf III59) El
segundo intento no fue maacutes afortunado pues aunque se dio muchos antildeos despueacutes y
en circunstancias distintas la reaccioacuten a propoacutesito de la lectura de Isaiacuteas aconsejada
por Ambrosio fue de desconcierto ―no habiendo entendido lo primero que leiacute y
juzgando que todo lo demaacutes seriacutea lo mismo lo dejeacute para volver a eacutel cuando estuviese
maacutes ejercitado en el lenguaje divino (conf IX139) Podriacutea pensarse que esta
dificultad se presentoacute en aquel entonces debido a la poca familiaridad que el joven
profesor de retoacuterica teniacutea con la Escritura Sin embargo en el momento en que fue
designado para predicar a pesar de llevar varios antildeos dedicado al estudio Agustiacuten
sentiacutea la necesidad de profundizar y sistematizar los conocimientos adquiridos razoacuten
por la cual emprendioacute un proyecto que hallariacutea concrecioacuten en dos de sus maacutes grandes
91
obras a saber las Enarrationes in Psalmos29 y el De doctrina christiana El intereacutes
por acceder a una comprensioacuten e interpretacioacuten profunda de la Escritura para su
posterior exposicioacuten se evidencia con claridad en la carta del 392 dirigida a
Jeroacutenimo en la que se lee
Te pido y te lo pide conmigo la entera comunidad estudiosa de las Iglesias africanas que te animes a emplear tu esmero y trabajo en traducir a aquellos autores griegos que se distinguieron en la exposicioacuten de nuestras Escrituras Puedes hacer que los conozcamos tambieacuten nosotros y especialmente a ese [Oriacutegenes] a quien tanto citas (ep XXVIII)
La carta a Jeroacutenimo nos presenta un panorama en el que la escuela africana en
formacioacuten busca instrumentos para abordar el estudio de las Escrituras las cuales son
el contenido y el punto de partida en la constitucioacuten de una paideia cristiana La
primera obra escrita por Agustiacuten luego de su ordenacioacuten como obispo recoge los
resultados de estos antildeos de estudio y ofrece una herramienta pedagoacutegica educativa y
cultural basada en la utilizacioacuten de las artes liberales para la interpretacioacuten y
explicacioacuten de la Escritura Asiacute pues el De doctrina christiana se presenta por una
parte como concrecioacuten del proyecto educativo esbozado en los diaacutelogos de Casiciaco
y por otra como respuesta a una exigencia particular de la Iglesia africana de finales
del siglo IV que requeriacutea de un aparato de interpretacioacuten y divulgacioacuten de las
verdades de la fe aparato en el que los modelos retoacutericos ciceronianos cumplen un
papel fundamental30
Para entender mejor esta cuestioacuten vale la pena detenerse en la eleccioacuten del
teacutermino doctrina pues su estudio permite establecer una primera aproximacioacuten a la
tarea de apropiacioacuten de la tradicioacuten que se lleva a cabo en esta obra Press (1984)
anota que doctrina en su uso latino de la tradicioacuten cercana a Agustiacuten debe
29 Las Enarrationes in Psalmos son el resultado del ejercicio de Agustiacuten en cuanto predicador y recogen los comentarios a los salmos realizados en un periodo de treinta antildeos (392-421) Por esta razoacuten se constituyen en una obra fundamental para acceder al proceso de comprensioacuten de la Escritura y de los temas que ocuparon las reflexiones de Agustiacuten durante este espacio de tiempo 30 En el debate acerca del destinatario de la obra vale la pena mencionar la propuesta de Hill (1962) seguacuten el cual a partir de una declaracioacuten expliacutecita de Agustiacuten en el De catechizandis rudibus podriacutea pensarse que la obra fue compuesta por un encargo expliacutecito de Aurelio que como puede verse en la correspondencia teniacutea un claro intereacutes en la instruccioacuten de los miembros de la Iglesia (p 444)
92
entenderse como una ―instruccioacuten en cuanto ideal cultural esto es un ideal
intelectual romano relacionado con el ideal griego de paideia (p 100) Dentro de
este contexto se ha de notar que en Ciceroacuten doctrina se emplea en el aacutembito teacutecnico
del sistema educativo romano referida a la formacioacuten recibida por los joacutevenes asiacute se
afirma en el Brutus ―iexclOh Bruto Cuando te veo me pregunto con temor queacute carrera
has de seguir con tu gran ingenio tu refinada cultura [doctrina] y tu extraordinaria
laboriosidad (VI22) En el De oratore (I623 II9 38 III1659) doctrina se
emplea para designar una etapa en el proceso educativo en particular aquella que se
recibe en la juventud a traveacutes del estudio de algunos libros y los preceptos praecepta
en ellos consignados Teniendo en cuenta que en el proacutelogo de su obra Agustiacuten
tambieacuten usa praecepta para referirse a lo que se dispone a entregar en la misma ndash
praecepta quaedam tractandarum Scripturarumndash podemos afirmar con Kevane
(1966) que el intereacutes del obispo es el de ofrecer en cuanto maestro una guiacutea
pedagoacutegica para una sociedad cristiana en formacioacuten entendida con Ciceroacuten como
―un proceso educativo que desarrolla y humaniza la naturaleza (p 127) A propoacutesito
de lo anterior se afirma que ―praecepta es un teacutermino teacutecnico que se refiere a las
teacutecnicas y los procedimientos que constituyen una disciplina acadeacutemica o un sistema
educativo (Kevane 1966 p 102) En este sentido la propuesta de Marrou31 seguacuten
la cual el De doctrina christiana es un compendio cultural adquiere un alcance maacutes
profundo pues por la intencioacuten caraacutecter contenido y composicioacuten que caracterizan
dicha obra debe afirmarse que su aporte no se limita a ofrecer unas determinadas
herramientas para uso exclusivo del cristianismo sino que con ella nos encontramos
frente a un proceso hermeneacuteutico que se enriquece justamente por tratarse de una
interpretacioacuten que se lleva a cabo durante tres decenios en los que confluyen diversos
elementos Se trata pues de un diaacutelogo entre Agustiacuten y la tradicioacuten Agustiacuten y las
Escrituras Agustiacuten y la Iglesia y esa misma naturaleza dialogal determina su
composicioacuten la cual no podiacutea darse sino como resultado de un camino que se
31 Marrou (1987) considera que el De doctrina christiana debe entenderse como una obra que se define por su valor cultural en cuanto fundadora de una postura intelectual exclusivamente cristiana que rompe de manera violenta y radical con el mundo cultural y las tradiciones de su tiempo (pp 285 ss)
93
enriquece con el tiempo Por esta razoacuten la obra debe entenderse en teacuterminos de
continuidad y no de ruptura tanto en lo que concierne a ella misma y los dos
momentos en los que se da su composicioacuten como en lo relativo a su relacioacuten con
obras tempranas y posteriores de Agustiacuten
Un amplio sector de la criacutetica habla en teacuterminos de interrupcioacuten en la
composicioacuten de la obra pues quiere enfatizar en lo que se considera una fractura
insalvable entre las dos partes de la obra queriendo asiacute sostener la renombrada tesis
acerca de las diferentes etapas del pensamiento agustiniano entendidas como
―conversiones (Boissier 1888 von Harnack 1888 Alfaric 1918) Acerca de las
causas concretas de la decisioacuten de Agustiacuten de posponer la conclusioacuten del De doctrina
christiana algunos autores (Simonetti 1994) consideran que ella se debioacute a la
vacilacioacuten en el uso de las reglas del donatista Ticonio el cual en su Liber regularum
propone siete reglas de interpretacioacuten de la Escritura Seguacuten Simonetti (1994) para
Agustiacuten era esencial incluir los aportes de Ticonio en su obra ya que ambos autores
compartiacutean el mismo intereacutes exegeacutetico y queriacutean ofrecer una metodologiacutea que
permitiera elaborar una correcta interpretacioacuten de la Escritura Sin embargo debido a
la poleacutemica que podriacutea generarse por la fuerte controversia con los donatistas habriacutea
preferido no hacerlo por cuanto esperoacute treinta antildeos y al momento de retomar la
composicioacuten lo hizo con la inclusioacuten de las reglas Para apoyar esta propuesta puede
recurrirse a la Epistola 41 del 396 en la que Agustiacuten le pide a Aurelio obispo de
Cartago y primado de Aacutefrica su opinioacuten acerca del libro del donatista
Desconocemos si hubo una respuesta pero la carta es un importante testimonio de la
impresioacuten que el Liber regularum habiacutea causado en el recieacuten ordenado obispo de
Hipona
Te rogamos por quien te dio tales dones y por ti con esa bendicioacuten los derrama sobre el pueblo a cuyo servicio vives que ordenes enviarnos escritos y corregidos todos los sermones de los presbiacuteteros que gustares No hemos olvidado lo que mandaste Todaviacutea espero conocer tu opinioacuten acerca de las siete reglas o claves de Ticonio como te lo he escrito repetidamente (ep XLI)
Podemos afirmar en consonancia con la tesis de Simonetti que la insistencia
ndashsicut saepe iam scripsindash de Agustiacuten en querer conocer la opinioacuten de Aurelio acerca
94
de la obra del donatista es una clara toma de posicioacuten en relacioacuten con la utilidad que
eacutesta representa para el problema de comprensioacuten de la Escritura Sin embargo y
tomando distancia de la propuesta de Simonetti (1994) parece apresurado asumir que
Agustiacuten hubiera interrumpido la obra al no recibir la autorizacioacuten de su superior y por
considerar poco oportuno servirse de Ticonio en plena controversia antidonatista Si
esto hubiera sido asiacute Agustiacuten no habriacutea recurrido de modo expliacutecito y claro a las
reglas mencionadas como efectivamente lo hace tan soacutelo tres antildeos despueacutes en el De
consensu Evangelistarum ni habriacutea asumido la defensa de Ticonio en el Contra
epistolam Parmeniani
En contra de Simonetti Lettieri (2001) sostiene que la causa de la
interrupcioacuten radica en el descubrimiento teoloacutegico de la doctrina de la gracia
recogida en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum compuesto en el 397 De
este modo se propone una ruptura insalvable entre la primera parte de la obra
determinada por la defensa del libero arbitrio y una ontoteologiacutea del orden de corte
neoplatoacutenico y la segunda compuesta treinta antildeos despueacutes a manera de retractatio y
de compendio de una teologiacutea de la gracia desarrollada durante ese periodo Asiacute se
sostiene que ―la teologiacutea platonizante del primer bloque de la obra congruente con
todos los escritos anteriores al episcopado se muestra arcaica y superficial respecto a
la nueva y revolucionaria doctrina de la gracia (Lettieri 2001 p 7) En consonancia
con von Harnack (1888) Lettieri considera que la doctrina de la gracia no estaacute
presente en las primeras obras agustinianas y que debe distinguirse entre un Agustiacuten
humanista y platoacutenico y otro Agustiacuten traacutegico y antihumanista este uacuteltimo defensor de
una doctrina de la gracia y de la caiacuteda expuesta en la obra dirigida a Simpliciano y
sobre la cual se basaraacute todo su pensamiento teoloacutegico maduro Sin embargo en esta
obra si bien se tratan los temas del libre albedriacuteo la justificacioacuten y la gracia hay un
claro intereacutes hermeneacuteutico como puede constatarse en el proacutelogo
Has hecho llegar hasta miacute iexcloh padre miacuteo Simpliciano el enviacuteo agradabiliacutesimo y delicadiacutesimo de tu cuestionario y si no procurara satisfacerte no soacutelo seriacutea desobediente sino tambieacuten ingrato Ya he discutido y publicado algo sobre las dificultades que me has propuesto de algunos pasajes del apoacutestol San Pablo Mas poco satisfecho de mi primera investigacioacuten y comentario y a fin de evitar descuidos
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y omisiones he vuelto a someter a un examen maacutes diligente y serio las mismas palabras y razonamientos del Apoacutestol Si su interpretacioacuten fuera obvia y faacutecil no las creeriacuteas tuacute dignas de nueva discusioacuten (Simpl I)
Noacutetese que la terminologiacutea hermeneacuteutica empleada para exponer el propoacutesito
de la obra es muy cercana a la utilizada en el proacutelogo al De doctrina christiana y
teniendo en cuenta que en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum se busca
dilucidar e interpretar los pasajes difiacuteciles de las cartas del Apoacutestol podemos sostener
que la intencioacuten de ambas obras es la misma y que en la segunda se da una aplicacioacuten
especiacutefica de la hermeneacuteutica desarrollada en el 39632 De esta uacuteltima se retoma en
especial la distincioacuten entre los signos metafoacutericos y propios asiacute como la utilizacioacuten
de la interpretacioacuten alegoacuterica en los casos en los que sea necesaria para la
comprensioacuten de un pasaje oscuro Lo anterior mostrariacutea una de las debilidades de la
posicioacuten asumida por Lettieri seguacuten el cual a la luz de la doctrina de la gracia la
primera parte del De doctrina christiana deberiacutea considerarse primitiva y arcaica
pues en ella se trata acerca de ―la cultura o doctrina cristiana reducida a mero y
ambiguo fenoacutemeno a signo necesario pero insuficiente frente a una caritas
trascendente y enigmaacutetica (Lettieri 2001 p 9)
Frente a los modelos interpretativos expuestos resulta iluminadora la obra de
Carol Harrison Rethinking Augustinersquos Early Theology (2006) Para Harrison no es
posible hablar de una ruptura entre filosofiacutea y teologiacutea en los teacuterminos usados por
Flasch o Lettieri de la misma manera que no es posible identificar un primer Agustiacuten
filoacutesofo neoplatoacutenico que se distinguiriacutea de un segundo Agustiacuten teoacutelogo de la gracia y
de la caiacuteda Siguiendo a Madec (1996) Harrison (2006) sostiene que en el 32 Seguacuten las Retractationes (II11) el De diversis quaestionibus ad Simplicianum es anterior al De doctrina christiana sin embargo esto no significa que su composicioacuten sea anterior sino que debido a que el segundo se encontroacute incompleto se archivoacute despueacutes del primero el cual fue iniciado y terminado en el 397 A propoacutesito de esto Catapano (2010) afirma que ―maacutes o menos durante el mismo periodo en el que Agustiacuten respondiacutea a Simpliciano estaba dedicado a la redaccioacuten de una obra cuya intencioacuten seriacutea la de afrontar los problemas interpretativos de las Escrituras desde un punto de vista teoacuterico y metodoloacutegico (p 97) Llama la atencioacuten que los estudiosos no hayan profundizado en la relacioacuten temaacutetica entre el De doctrina christiana y el De diversis quaestionibus ad Simplicianum pues mientras aqueacutel ha sido objeto de varias investigaciones que se centran en su valor pedagoacutegico o exegeacutetico este uacuteltimo ha sido tenido en cuenta sobre todo en lo concerniente a su aporte doctrinal dejando de lado su valor hermeneacuteutico (Stark 1989 Flasch 1995 Lettieri 2001)
96
pensamiento de Agustiacuten es imposible deslindar filosofiacutea y teologiacutea por cuanto es
necesario establecer un nuevo modelo interpretativo que a partir de los diaacutelogos
identifique un criterio unificador de su pensamiento Se afirma entonces que la
doctrina de la gracia estaacute ya presente en los primeros escritos del 386 y que si se
debe hablar de crisis o de punto de quiebre en el pensamiento de Agustiacuten eacuteste se da
justamente en el antildeo de la conversioacuten y no en el de la composicioacuten del Ad
Simplicianum y las Confessiones
Seguacuten esto el pensamiento de Agustiacuten debe asumirse como una unidad lo
cual no excluye la idea de un desarrollo pero siacute la de una ruptura radical en los
teacuterminos en que hasta el momento se ha sostenido Los diaacutelogos en este sentido son
el fruto de las reflexiones de un pensador cristiano que utiliza el diaacutelogo filosoacutefico
como vehiacuteculo que le permite llevar a cabo un proyecto enmarcado en una buacutesqueda
de la verdad donde el mismo Agustiacuten se encuentra involucrado como interlocutor En
dicha buacutesqueda como quedoacute establecido en el capiacutetulo anterior las fuentes
filosoacuteficas funcionan como herramienta y aportan ciertos elementos a los que el autor
recurre sin perder por ello su caraacutecter distintivo de pensador cristiano como lo haraacute
en el De doctrina christiana que en cuanto proyecto de una paideia cristiana recoge
continuacutea y profundiza muchos de los avances llevados a cabo en los diaacutelogos
En este orden de ideas en el presente capiacutetulo en primer lugar se expondraacuten
los contenidos de los tres primeros libros del De doctrina christiana mostrando la
relacioacuten de esta obra con los diaacutelogos y con los elementos retoacutericos ciceronianos en
ella presentes En segundo lugar se buscaraacute probar la tesis seguacuten la cual las razones
de la particularidad de la composicioacuten del De doctrina christiana no son ni
doctrinales ni teoloacutegicas sino hermeneacuteuticas y por lo tanto tienen que ver con la
comprensioacuten de las Escrituras pero tambieacuten con la comprensioacuten del autor mismo en
cuanto autor y de su relacioacuten con las fuentes filosoacuteficas literarias y retoacutericas que
determinan su pensamiento a lo largo de toda su produccioacuten En este sentido veremos
coacutemo Ciceroacuten ocupa un lugar fundamental en la composicioacuten de toda la obra
incluyendo su interrupcioacuten y posterior culminacioacuten
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21 El proacutelogo al De doctrina christiana
El proacutelogo al De doctrina christiana se configura como un testimonio
fundamental para entender el caraacutecter e intencioacuten de la obra en su conjunto (Kevane
1996 p 112) asiacute como para situarla en el pensamiento de Agustiacuten Acerca de su
datacioacuten se ha presentado un importante debate entre los estudiosos pues mientras un
grupo considera que fue escrito en el antildeo 396 (Mayer 1974 Pincherle 1974
Kevane 1996) otros afirman que se redactoacute en el 426 junto con la parte final del
libro tercero y el libro cuarto seguacuten la comuacuten usanza de escribir el proacutelogo al final y
con la clara intencioacuten de responder a un grupo preciso de adversarios33 (Duchrow
1965 Opelt 1966) A propoacutesito de lo anterior Alici (1995) afirma que existen
argumentos vaacutelidos para sostener cualquiera de las dos posiciones aunque se inclina
maacutes por la segunda dadas las siguientes razones (1) en el proacutelogo se reconoce la
misma estructura que divide a lo largo de la obra la realidad en signa y res (Mayer
1974 p 101) (2) el proacutelogo ofrece un programa que seraacute efectivamente desarrollado
en la obra (Kevane 1996 p 112) (3) en las Retractationes se explica con claridad
cuaacutel es el punto del libro tercero en el cual se retoma la escritura en el 426 y la
adicioacuten del libro cuarto sin hacer ninguacuten tipo de alusioacuten al proacutelogo (Pincherle 1974)
Ademaacutes de los puntos expuestos por Alici es oportuno sentildealar la cercaniacutea temaacutetica
existente entre el proacutelogo y los diaacutelogos tempranos entre los cuales se destaca el De
magistro cuya propuesta educativa y semaacutentica se constituye en trasfondo de todo el
De doctrina christiana
Otra razoacuten para sostener la contemporaneidad del proacutelogo con el libro primero
es que no existen manuscritos en los que no esteacute presente el proacutelogo en cambio el
manuscrito maacutes antiguo el Codex Leningradensis34 prueba que la edicioacuten incompleta
del 396 conteniacutea el proacutelogo (Green 1962)
33 El argumento maacutes fuerte de Duchrow (1963) consiste en afirmar que en el proacutelogo se hace una alusioacuten a los monjes secuaces de Casiano en la misma liacutenea argumentativa usada en el De correptione et gratia (p 69) Esta interpretacioacuten no deja de ser cuestionable como lo anota Toom (2002) 34 Green (1962) anota que el Codex Leningradensis es el manuscrito agustiniano maacutes antiguo afirmando que es probable que haya sido escrito en Hipona alrededor del 396 ―Eacuteste contiene cuatro textos enumerados por Agustiacuten como aquellos compuestos durante el episcopado de los cuales el
98
Si bien es difiacutecil adoptar una postura concluyente respecto de la cuestioacuten de la
cronologiacutea del proacutelogo puede afirmarse con Toom (2002) que es posible negar la
importancia del mismo en lo que concierne a la comprensioacuten de la obra pues ―nos
ofrece importantes claves para entender no soacutelo el tratado sino la relacioacuten conceptual
del mismo con otros escritos tempranos como el Contra Academicos y el De
magistro (p 75) asiacute como la actitud de Agustiacuten a propoacutesito de la tradicioacuten y en
particular en su relacioacuten con Ciceroacuten
En efecto en la primera oracioacuten como ya se afirmoacute se recurre a la
terminologiacutea ciceroniana ndashsunt praecepta quaedam tractandarum Scripturarumndash
pero vemos ademaacutes coacutemo la obra se inscribe en la tradicioacuten retoacuterica por medio del
uso de la insinuatio la cual seguacuten Ciceroacuten en el De inventione tiene la finalidad de
modificar el aacutenimo del oyente cuando eacuteste es hostil ante un tema que se presenta
como novedoso y admirable (Inv I1723) Por esta razoacuten siguiendo al maestro
romano Agustiacuten afirma que es menester responder a aquellos que pudieran oponerse
a su obra iquestCuaacuteles seriacutean las causas de dicha oposicioacuten En consonancia con lo
afirmado por Ciceroacuten (Inv I1723) Agustiacuten sostiene que existen tres tipos de
opositores En primer lugar estaacuten aquellos que rechazariacutean este trabajo por no
entender lo que en eacutel se expone en segundo lugar los que aprendiendo las reglas no
seriacutean capaces de aplicarlas y por uacuteltimo quienes se consideran a siacute mismos
expertos en la exposicioacuten de las Escrituras y sostienen que no hay necesidad de reglas
humanas pues cualquier dificultad de interpretacioacuten se superariacutea gracias a la
intervencioacuten divina
Luego de enunciar las posiciones de los posibles detractores de su obra
Agustiacuten procede a dar respuesta a cada una de las objeciones expuestas en el ejercicio
de la insinuatio Con respecto a la primera se afirma que aquellos que no entienden el
libro no deben culpar a su autor sino que deben buscar la causa de su falencia en
ellos mismos En cuanto a la segunda objecioacuten esto es la que es sostenida por los
que conocen las reglas pero no logran aplicarlas Agustiacuten afirma
cuarto es la primera parte del De doctrina christiana que contiene los libros I y II (Green 1962 p 226)
99
Sin duda pueden ver mi dedo mas los astros que con eacutel se les procura sentildealar no pueden verlos Por lo tanto unos y otros dejen de reprocharme y pidan a Dios que les deacute luz a los ojos Pues si yo puedo mover mi miembro para sentildealarles algo no puedo iluminarles los ojos con los que contemplen o mi propia demostracioacuten o lo que pretendo demostrarles (3)35
La respuesta a este grupo de opositores nos remite al tema de la cura de la
visioacuten ya abordado de manera exhaustiva en el De ordine donde se afirma que
cuando el alma se arreglare y embelleciera (sic) a siacute misma hacieacutendose armoacutenica y bella osaraacute contemplar a Dios fuente de todo lo verdadero y padre de la misma verdad iexclOh gran Dios coacutemo seraacuten entonces aquellos ojos iexclCuaacuten puros y sanos cuaacuten vigorosos y firmes cuaacuten serenos y dichosos (II1951)
El embellecimiento del alma al que se hace alusioacuten en los diaacutelogos de
Casiciaco tiene que ver con el estudio de las artes liberales el cual se inscribe en un
ideal de vida filosoacutefico que compromete todas las esferas de la vida humana en una
tensioacuten constante hacia la sabiduriacutea Esto nos permite entender mejor la respuesta de
Agustiacuten al tercer grupo de opositores36 pues se afirma que si bien es necesaria la
iluminacioacuten divina tal como se habiacutea sostenido en el De magistro no puede
prescindirse de las letras las cuales se aprenden a traveacutes de los hombres que las
ensentildean
Asiacute pues Agustiacuten considera que es necesario aceptar con humildad la ayuda
de aquellos que se encuentren en capacidad de compartir y transmitir sus
conocimientos pues el hombre gracias a los signos que eacutel mismo ha instituido
cumple un papel fundamental en la administracioacuten de la palabra de Dios Por esta
razoacuten pide a sus oponentes que recuerden recordor que ellos tienen la capacidad y 35 Pollmann (1996) afirma que en esta imagen se sintetiza la funcioacuten del De doctrina christiana en su totalidad pues la obra puede entenderse como el ―dedo que sentildeala y la Sagrada Escritura como los ―astros sentildealados (p 109) Esta imagen habiacutea ya sido usada en el De magistro a propoacutesito de la ensentildeanza ―si buscase la significacioacuten de estas tres siacutelabas paries [pared] seguramente me podriacuteas mostrar con el dedo la cosa cuyo signo son estas tres siacutelabas de tal manera que yo la viese y esto sin proferir tuacute palabra alguna sino mostraacutendola (III5) 36 No hay una postura uniforme relativa a la identificacioacuten de este tercer grupo de oponentes Seguacuten Toom (2002) aunque algunos estudiosos afirman que podriacutea tratarse de Ticonio lo maacutes probable es que Agustiacuten tuviera en mente la actitud de los sectores de la Iglesia que estaban en contra de la utilizacioacuten de las herramientas de la cultura claacutesica (p 77) Llama la atencioacuten la posicioacuten de Prestel (1992) seguacuten el cual este grupo profesa un fundamentalismo carismaacutetico al que Agustiacuten considera muy perjudicial en el contexto de la presentacioacuten de una paideia cristiana (p 38)
100
la habilidad de comunicar a traveacutes de la palabra escrita y hablada gracias a la
ensentildeanza de un maestro mostrando asiacute como lo habiacutea hecho en el Contra
Academicos la contradiccioacuten presente en la posicioacuten de los adversarios Se recurre
tambieacuten a un grupo de exempla tomados de las Escrituras entre los que se halla el
caso de Pablo que fue enviado a un hombre para recibir los sacramentos y unirse a la
Iglesia a pesar de haber sido instruido instructum por la voz divina y celeste
Tambieacuten se recurre al ejemplo de Moiseacutes que
recibioacute sin soberbia y prudentiacutesimamente de su suegro siendo un hombre y ademaacutes extranjero el consejo de regir y gobernar a pueblo tan grande Conociacutea aquel varoacuten que de cualquiera persona que procediese el sabio consejo no era propio de ella sino de aquel que es la Verdad es decir el Dios inmutable (7)
Las razones para demostrar la utilidad epistemoloacutegica y hermeneacuteutica de las
disciplinas tienen del mismo modo que en los diaacutelogos un trasfondo teoloacutegico
relacionado con la condicioacuten del hombre y la necesidad de la mediacioacuten en la
comunicacioacuten de eacuteste con Dios Seguacuten esto ―de manera impliacutecita el tercer grupo de
detractores estariacutea negando la necesidad de la encarnacioacuten al negar la necesidad de la
mediacioacuten (Toom 2002 p 79) Al negar la necesidad de la mediacioacuten se estariacutea
negando la dimensioacuten comunitaria basada en la caritas que como se veraacute maacutes
adelante opera como nocioacuten retoacuterica hermeneacuteutica y moral a lo largo de toda la obra
permitieacutendonos comprender la unidad de la misma A propoacutesito de la caritas en el
proacutelogo se afirma que ―la misma caridad que estrecha mutuamente a los hombres con
el nudo de la unidad no tendriacutea entrada en las almas para fundirlas y como
mezclarlas entre siacute si los hombres nada aprendieran por medio de los hombres (6)
De este modo compartimos el juicio de un estudioso cuando afirma que en la
actitud de quienes teorizan una autonomiacutea carismaacutetica para acceder a las Escrituras se
encuentra
una postura impliacutecita que lleva a Agustiacuten a hacer una importante aclaracioacuten en el plano teoloacutegico el don de la gracia no se manifiesta necesariamente en la forma directa e individual de la comprensioacuten sino tambieacuten en aquella comunitaria e indirecta de la interpretacioacuten (Alici 1995 p 20)
101
En este orden de ideas debe afirmarse que la uacuteltima respuesta no soacutelo tiene la
intencioacuten de contestar a aquellos que consideran que la palabra de Dios se entiende
soacutelo gracias a un don divino sino que estaacute dirigida a todos los lectores de la obra
pues en ella se legitima la necesidad de la hermeneacuteutica y su relacioacuten con la buacutesqueda
comunitaria de la verdad De este modo Agustiacuten justifica la tarea que ha emprendido
sentildealando que ―el que advierte coacutemo se han de entender las Escrituras es similar al
que ensentildea las letras es decir al que prescribe coacutemo se ha de leer (9) Ademaacutes
siguiendo a Ciceroacuten y anticipando la estructura que presentaraacute en el libro primero
afirma que
asiacute como eacutestos que entienden todas estas cosas las dan a conocer a los demaacutes hablando o escribiendo igualmente yo no debo sin duda ser criticado porque no soacutelo exponga las cosas que deben entender sino tambieacuten los preceptos que han de observar para entender (8)
El proacutelogo se cierra con un epiacutelogo tambieacuten muy cercano al tono de clausura
del De magistro (X3295) y del Contra Academicos (III512) en el que se declara
que habiendo ya respondido a los posibles adversarios de manera suficiente
convenienter responsum es menester dar inicio a la tarea propuesta
22 El horizonte normativo de la hermeneacuteutica
La exposicioacuten de la Escritura se basa en dos fundamentos a saber el modo de
encontrar lo que se debe entender modus inveniendi y el modo de explicar lo que se
ha entendido modus proferendi37 El libro primero se ocuparaacute de la primera cuestioacuten
es decir de la manera en la que se debe encontrar lo que se quiere entender
Siguiendo a Pollmann (1996 p 128) podemos afirmar que esta divisioacuten tiene que ver
con la manera en la que el meacutetodo hermeneacuteutico-exegeacutetico se halla configurado pues
asiacute como el exegeta tiene que reconocer primero el sentido de la Escritura para
despueacutes transmitirlo a otros Agustiacuten necesita para la exposicioacuten de sus postulados
hermeneacuteuticos seguir en orden esos mismos dos pasos metodoloacutegicos Sin embargo
37 El esquema es ciceroniano (Orat XXIII8 De orat III519) y se halla ya enunciado en el proacutelogo
102
tambieacuten es importante sentildealar que esta distincioacuten se ancla en una concepcioacuten de la
realidad que como ya se habiacutea anticipado en los diaacutelogos de Casiciaco tiene como
fundamento una doctrina unitaria de la verdad38
El primer paso consiste en una distincioacuten entre cosas res y signos signa
pues toda instruccioacuten se reduce a la ensentildeanza de cosas o de signos Queacute se entiende
aquiacute por res nos lo explica el mismo Agustiacuten ―denominamos ahora cosaslsquo a las que
no se emplean para significar algo como son una vara una piedra una bestia y
demaacutes cosas por el estilo (Docchr I22) Por signa se entienden todas aquellas
palabras que se usan para dar a conocer alguna cosa esto es para ensentildear
Entonces en sentido propio se llama cosalsquo la cosa que no se usa para significar algo y se llama signolsquo la cosa que se usa para significar algo Signo y cosa reciben una definicioacuten reciacuteproca y excluyente seguacuten se usen o no para significar (Floacuterez 2015 p 90)
Una vez hecha esta distincioacuten el primer tema a tratar seraacute el de las cosas39
por ello procede a hacer una divisioacuten de las mismas Se sostiene siguiendo una
distincioacuten ciceroniana presente en el De inventione (II53159) que hay tres tipos de
cosas Estaacuten en primer lugar aquellas de las que se debe gozar en segundo lugar las
que deben ser usadas y por uacuteltimo las que pueden ser objeto de gozo y uso a la
vez40 Gozar se entiende como ―adherirse a una cosa por el amor de ella misma Usar
es emplear lo que estaacute en uso para conseguir lo que se ama si es que debe ser amado
38 La conclusioacuten del Contra Academicos se presenta como punto de partida del proyecto reflexivo de Agustiacuten en cuanto el resultado del ejercicio retoacuterico-filosoacutefico que alliacute se lleva a cabo se constituye en conditio sine qua non de la filosofiacutea misma entendida esta uacuteltima como buacutesqueda la sabiduriacutea Asiacute una vez establecido que la verdad puede ser encontrada (III2043) se presenta en primer lugar que su encuentro es la condicioacuten de la vida feliz (bvita I34) y en segundo lugar en el De ordine que el camino que el hombre debe recorrer para llegar a ella se muestra en las artes liberales 39 En este punto con Toom (2002 p 87) anota que el orden expuesto en el De doctrina christiana estaacute invertido en relacioacuten con el que se usa en el De magistro donde Agustiacuten trata de los signos (IV710) en primer lugar y de las cosas en segundo lugar (VIII2225) La razoacuten de esta inversioacuten podriacutea obedecer a razones metodoloacutegicas y a una influencia ciceroniana que puede rastrearse en la afirmacioacuten ya citada en el Contra Academicos seguacuten la cual ―el sabio debe ser averiguador de la verdad no artiacutefice de las palabras (II1126) 40 La pareja uti-frui estaacute presente en obras anteriores (Div 30) y podemos encontrar su origen en la distincioacuten ciceroniana presente en el De inventione donde se afirma que ―lo honesto es lo que se desea o entero o en alguna parte a causa de siacute mismo (II53159) mientras que lo uacutetil es aquello que se busca en virtud de otra cosa (II53166)
103
(Docchr I44) El uacutenico objeto de gozo debido a que se ama por siacute mismo y no por
otra cosa es Dios razoacuten por la cual todas las otras cosas deben solamente usarse A
propoacutesito de esto Alici (1995) afirma que resulta de fundamental importancia
precisar que la nocioacuten de uti no debe ser entendida en teacuterminos utilitaristas sino que
ella se halla inscrita en una oacuteptica teleoloacutegico-eudamonista ―la actitud que se indica
con la categoriacutea de uti no debe interpretarse seguacuten una loacutegica del poder sino seguacuten el
amor maacutes precisamente seguacuten el amor liberado en su originaria proyeccioacuten
escatoloacutegica (p 31) Teniendo en cuenta lo anterior deberaacute concluirse que el amor
del hombre hacia el proacutejimo y hacia siacute mismo debe estar siempre orientado hacia un
summum bonum lo cual permitiraacute un frui de otro orden Asiacute pues los seres humanos
podraacuten ser objeto de frui en el sentido propio del teacutermino sin embargo es un frui in
Deo porque soacutelo Dios lleva la vida humana a bienaventuranza El amor entonces
entendido como ordinata dilectio se aplica a cuatro geacuteneros de cosas El primero
concierne a aquello que estaacute sobre el hombre el segundo tiene que ver con el hombre
mismo el tercero con su proacutejimo y el cuarto con lo que se encuentra debajo del
hombre En este punto se llama la atencioacuten sobre el hecho de que no exista precepto
alguno con respecto al amor que el hombre debe tener de siacute mismo pues aun cuando
el ser humano se aparte de la verdad le queda el amor por su alma y por su cuerpo
El alma que huye de la luz inmutable que reina sobre todos los seres lo hace para imperar en siacute misma y en su cuerpo y por lo tanto no puede menos de amarse a siacute misma y a su cuerpo (Docchr I2322)
En lo que concierne a los seres inferiores a los hombres tampoco fue
necesario que se diera una norma que prescribiera amarlos puesto que todo aquello
que es inferior pertenece al hombre y se ama por ley inviolable de la naturaleza Resta
por considerar la cuestioacuten de si hubo necesidad de dar un precepto para que el hombre
amase aquello que estaacute sobre eacutel y aquello que estaacute junto a eacutel Agustiacuten lo encuentra en
las palabras de Mateo ―amaraacutes a tu Dios y Sentildeor con toda tu alma con todo tu
corazoacuten con toda tu mente y a tu proacutejimo como a ti mismo En estos dos preceptos
se incluye toda la ley y los profetas (Mt 2237-40) iquestCoacutemo debe entenderse este
pasaje Como el precepto del amor pues aquiacute no se excluye ninguno de los geacuteneros
104
de las cosas que deben amarse Al decir que debe amarse a Dios se prescribe el amor
hacia aquello que estaacute encima del hombre y al decir que debe amarse al proacutejimo
como a siacute mismo se preceptuacutea que el hombre ame a su proacutejimo y se ame a siacute mismo
amor que para ser ordenado debe ir dirigido a Dios
Luego de haber aclarado coacutemo se da la relacioacuten de amor del hombre hacia
Dios hacia el proacutejimo y hacia siacute mismo se retoma la cuestioacuten del uti-frui pues se
considera que auacuten no es clara la afirmacioacuten seguacuten la cual se goza de una cosa soacutelo
cuando se la ama por siacute misma y lleva a la bienaventuranza Asiacute pues la distincioacuten
ciceroniana uti-frui y el precepto evangeacutelico de la caridad constituyen el marco
normativo de la hermeneacuteutica presentado en este primer libro razoacuten por la cual vale
la pena preguntarse por la relacioacuten existente entre la cuestioacuten del amor al proacutejimo y a
Dios y la interpretacioacuten de la Escritura A propoacutesito de esto se afirma que
el compendio de todo lo expuesto desde que comenzamos a tratar de los objetos o cosas es entender que la esencia y el fin de la divina Escritura es el amor de la Cosa que hemos de gozar y de la cosa que con nosotros puede gozar de Ella pues para que cada uno se ame a siacute mismo no hubo necesidad de precepto (Docchr I3539)
La caridad concebida como ese doble movimiento de amor hacia Dios y hacia
el proacutejimo debe entenderse como precepto eacutetico y como principio hermeneacuteutico
pues ser un buen inteacuterprete implica ser virtuoso Lo anterior puede corroborarse en el
siguiente pasaje
El que juzga haber entendido las divinas Escrituras o alguna parte de ellas y con esta inteligencia no edifica este doble amor de Dios y del proacutejimo auacuten no las entendioacute Pero quien hubiera deducido de ellas una sentencia uacutetil para edificar la doble caridad aunque no diga lo que se demuestra haber sentido en aquel pasaje el que la escribioacute ni se engantildea con perjuicio ni miente (Docchr I3640)
Sin embargo aquel que entiende algo distinto a lo que el autor de la Escritura
ha querido decir debe ser corregido pues resulta peligroso que el error se arraigue y
termine pesando maacutes que la verdad La autoridad de la Biblia debe mantenerse para
que se mantenga la fe que se entiende como la base de la caridad pues no se puede
amar aquello en lo que no se cree
105
La terna de fe esperanza y caridad tiene un gran valor en el pensamiento de
Agustiacuten y aquiacute se encuentra relacionada con el aacutembito de la hermeneacuteutica Como ya
se vio la caridad se constituye en la norma fundamental de interpretacioacuten y si la
caridad no puede darse sin fe debe decirse que esta uacuteltima tambieacuten juega un papel
cardinal en el proceso interpretativo de la Escritura Para Agustiacuten la fe es el
fundamento de la caridad debido al principio axiomaacutetico seguacuten el cual no se puede
amar aquello que no se conoce En este punto encontramos otro elemento de la
antropologiacutea agustiniana que permite completar la comprensioacuten de la relacioacuten entre el
hombre y el objeto de su amor Mientras el hombre se encuentre en la tierra soacutelo
puede emprender el camino hacia el conocimiento a traveacutes de la fe la cual le permite
ver como en espejo y enigma aquello que en la vida eterna veraacute con claridad
Teniendo esto en cuenta puede entenderse por queacute la fe es el fundamento de la
caridad Asiacute pues el hombre que ―cree y ama obrando bien y sometieacutendose a los
preceptos de las buenas costumbres llega a tener esperanza de conseguir lo que ama
Tres cosas la fe la esperanza y la caridad son las que encierra toda ciencia y
profeciacutea (Docchr I3741) En consonancia con las anteriores palabras aquel que
basa su vida en la fe la esperanza y la caridad estaacute capacitado para instruir a otros
pues posee la maacutexima perfeccioacuten a la que se puede aspirar en la vida terrenal
El libro primero finaliza aludiendo a las palabras de Pablo seguacuten las cuales
todo el que sepa que el fin de la ley es la caridad proveniente de un corazoacuten puro de
una conciencia buena y de una fe auteacutentica puede dedicarse con tranquilidad a la
exposicioacuten de las Escrituras Luego de exponer este pasaje Agustiacuten procede a
explicar su significado En primer lugar cuando el Apoacutestol afirma que la caridad
debe ser de un corazoacuten puro debe entenderse que se trata de una persona que vive
seguacuten una ordinata dilectio En segundo lugar hay que saber que cuando se habla de
una conciencia buena se hace referencia a la esperanza pues ―el que siente
remordimiento de una mala conciencia desespera de llegar a conseguir lo que cree y
ama (Docchr I4044) Por uacuteltimo se sostiene que una fe sincera es la garantiacutea de
que no se ame aquello que no debe amarse y de que por lo tanto no se engantildee la
esperanza Seguacuten Toom (2002) el recurso al texto paulino y la interpretacioacuten ofrecida
106
del mismo tienen la importante funcioacuten de asociar los elementos de la tradicioacuten
retoacuterica la distincioacuten uti-frui con la terna de fe esperanza y caridad (p 101) gracias
a lo cual es posible establecer y comprender la unidad estructural del libro primero
En este orden de ideas podriacutea afirmarse que el libro primero es ya un ejemplo de lo
que Agustiacuten se propone desarrollar en la totalidad de la obra Asiacute pues si tenemos en
cuenta que el proyecto se presenta como una exposicioacuten acerca del modo de encontrar
lo que se debe entender modus inveniendi y del modo de explicar lo que se ha
entendido modus proferendi podriacuteamos decir que justamente gracias a la distincioacuten
uti-frui encontramos la res esto es aquello que se debe entender mientras que
gracias a la caridad encontramos el modo de explicar aquello que se ha entendido
Para entender mejor la determinacioacuten hermeneacuteutica de la nocioacuten de caridad
hay que tener en cuenta tambieacuten su caraacutecter escatoloacutegico Para Agustiacuten la caritas es
el elemento maacutes importante de la terna que conforma junto con la esperanza y la fe
pues siguiendo el texto paulino se afirma que eacutesta aumenta trasciende y se
perfecciona en la vida eterna
pues lo eterno se ama con maacutes intensidad cuando es poseiacutedo que cuando se desea porque a nadie que lo desea se le concede apreciar en maacutes lo deseado que lo que ello es en siacute mismo de suerte que pueda despreciarlo por encontrarlo inferior antes bien por mucho que alguno imagine sea lo eterno hallaraacute que es mucho maacutes cuando lo alcance (Docchr I3943)
De este modo vemos coacutemo ―la agustiniana caritas-etica constituye el
horizonte formativo para la tractatio scripturarum eso quiere decir que ella es tanto
la meta como tambieacuten su condicioacuten (Pollmann p 136) La iacutentima comunioacuten
existente entre eacutetica e interpretacioacuten se explicaraacute maacutes adelante en el De trinitate
donde se afirma que
si difiacutecil es entender sea purificada la mente por la fe se abstenga cada diacutea maacutes de pecar obre el bien y suplique con el gemido de los santos deseos para que progresando con el auxilio del cielo comprenda y ame (IV2131)
107
23 Semaacutentica retoacuterica y hermeneacuteutica
Una vez establecido en el libro primero que el acceso a la res se da por medio
de los signa el segundo libro se abre con una recapitulacioacuten del plan de toda la obra y
con una definicioacuten del tema principal que aquiacute seraacute abordado
Cuando escribiacute de las cosas advertiacute de antemano que nadie preste atencioacuten en ellas sino a lo que son y no por ende a si significan algo ademaacutes de siacute mismas Por el contrario ahora que trato de los signos digo que nadie preste atencioacuten en ellos a lo que son sino maacutes bien a que son signos es decir que significan Pues el signo es una cosa que ademaacutes de la forma que impone a los sentidos hace a partir de siacute que algo maacutes llegue al pensamiento (Docchr II11)
Esta advertencia inicial no debe pasar desapercibida pues conlleva
implicaciones que van maacutes allaacute de su funcioacuten introductoria y metodoloacutegica
relacionadas con una concepcioacuten propia de la manera en la que debe abordarse el
estudio de la realidad Seguacuten la distincioacuten semioacutetica hecha en el libro primero y la
que ahora se presenta aquiacute puede afirmarse que hay dos maneras de estudiar lo real
1) atendiendo a la esencia de las cosas lo que son las cosas y 2) atendiendo al modo
de ser de las cosas el cual en el caso de los signos es significar En el libro primero
se tratoacute de las cosas seguacuten lo que ellas son ahora en el libro segundo se abordaraacute el
signo a partir no de lo que son sino de su acto de significar Una vez establecido esto
el signo se define siguiendo la definicioacuten ciceroniana del De inventione41 como algo
que se presenta a los sentidos y a partir de siacute hace que algo llegue al pensamiento
Asiacute el signo despliega dos fases la primera que estaacute relacionada con los sentidos y
la segunda que remite al pensamiento
41 Ciceroacuten en el De inventione afirma que ―el signo es lo que cae bajo alguacuten sentido y significa algo que parece salido de eacutel mismo (I3048) Aunque la definicioacuten de Agustiacuten es muy similar vale la pena tener presente que el contexto ciceroniano en el que se ofrece la distincioacuten es el de la argumentatio y como afirma Manetti (1993) no hay ninguacuten recurso al vocabulario semioacutetico tradicional pues esta definicioacuten se refiere al mecanismo del signo en el aacutembito juriacutedico (p 145) Jackson (1969) en la misma liacutenea de Manetti anota que tanto Quintiliano como Ciceroacuten se refieren al signo en aacutembito forense sin embargo llama la atencioacuten sobre la recomendacioacuten ciceroniana del estudio de la semaacutentica en el Orator (115) que como veremos estaacute a la base de la composicioacuten del libro cuarto del De doctrina christiana (p 31)
108
En la primera faz y dada la realidad de la cosa que es el signo los sentidos reciben la forma de dicha cosa o en otras palabras dicha cosa graba su impronta en los sentidos En la segunda faz ademaacutes de lo anterior la cosa que es el signo hace a partir de siacute que algo maacutes llegue al pensamiento (Floacuterez 2015 p 94)
Los signos se clasifican en naturalia y data los primeros no tienen intencioacuten
de significar mientras que los segundos son intencionales 42 pues derivan de la
voluntad voluntas humana de transmitir sensaciones y pensamientos De este uacuteltimo
tipo de signos unos pertenecen al sentido de la vista y otros los maacutes importantes y
numerosos pertenecen al del oiacutedo En este punto pasamos de una caracterizacioacuten
general del signo a una maacutes especiacutefica que lo entiende desde la perspectiva del
lenguaje lo cual se constituye en un aporte fundamental del pensamiento de Agustiacuten
Se afirma que el grupo de signos que pertenece al sentido del oiacutedo estaacute constituido
fundamentalmente por las palabras las cuales ―han logrado ser entre los hombres los
signos maacutes principales para dar a conocer todos los pensamientos del alma siempre
que cada uno quiera manifestarlos (Docchr II34) El proceso linguumliacutestico es
caracterizado de la siguiente manera el que habla ofrece un signo de lo que tiene en
la mente que es un sonido unido a una significacioacuten que se emite para que sea oiacutedo
por otro Cuando el oyente escucha las palabras eacutestas se adhieren a la memoria lo
que permite que no se olvide el significado de las mismas43 Sin embargo debido a
que las palabras soacutelo duran mientras son pronunciadas el hombre inventoacute las letras
que son los signos de las palabras ―asiacute resulta que la palabra escrita es un signo
destinado a los ojos por medio del cual viene a la mente lo que pertenece a la esfera
del oiacutedo (mag IV39)
En la Escritura el lector se enfrenta a numerosas dificultades a causa de la
ambiguumledad y oscuridad de algunos pasajes cuya funcioacuten es la de quebrantar la
soberbia y apartar el desdeacuten del entendimiento el cual tiende a atribuir menor valor a
las cosas de faacutecil comprensioacuten
42 Pollmann (1996) llama la atencioacuten sobre la intencionalidad en contraposicioacuten a la convencionalidad pues Agustiacuten subraya la voluntad de querer transmitir algo (p 179) 43 En el De magistro se habiacutea ya afirmado que una de las finalidades del lenguaje es recordar (VI5)
109
Luego de exponer la razoacuten y utilidad de los pasajes oscuros de las Escrituras
se procede a exponer el tema de los grados que el hombre debe recorrer para llegar a
la sabiduriacutea los cuales tienen un valor tanto eacutetico como hermeneacuteutico pues como ya
se afirmoacute al tratar sobre la caritas no hay independencia entre eacutetica y hermeneacuteutica
ya que Agustiacuten aborda la existencia humana en cuanto unidad y entiende que la
misma estaacute determinada por una tarea constante de interpretacioacuten de siacute que se articula
a partir de la de la fe la esperanza y la caridad Es por esta razoacuten que el primer grado
que aquiacute se presenta es el del temor de Dios que consiste en tener siempre presente
que la muerte hace parte de la condicioacuten humana y que la soberbia impide alcanzar la
felicidad Al temor de Dios sigue la piedad don que calma los aacutenimos de aquellos
que contradicen la Escritura sea por no entender lo que en ella se dice sea por
considerar que sus propios conocimientos son mejores Luego de la piedad estaacute la
ciencia la cual debe entenderse como el ejercicio del estudioso de las Sagradas
Escrituras y cuyo fruto consiste en la caritas esto es en hallar que ―se ha de amar a
Dios por Dios y al proacutejimo por Dios (Docchr II79) y en arrepentirse si no se ha
tenido en cuenta este precepto ya enunciado y explicado en el libro primero Al
reconocimiento de la propia debilidad que implica la ciencia le sigue la fortaleza
gracias a la cual el hombre logra separarse de la alegriacutea que proporcionan los placeres
temporales y concentrarse en alcanzar lo uacutenico que debe ser objeto de gozo Dios
Una vez lograda la fortaleza se pasa al quinto grado el del consejo de la
misericordia en el que el alma purificada se ejercita en el amor al proacutejimo En el
sexto grado el corazoacuten se purifica de tal manera que ya no quiere alejarse de la
verdad que puede contemplar con una mirada clara Luego de estos seis grados se
llega al seacuteptimo y uacuteltimo que es la sabiduriacutea
En consonancia con la intencioacuten de la obra Agustiacuten se centra en el tercer
grado pues aquiacute la ciencia se identifica con el estudio de las Escrituras y ofrece los
precepta necesarios para enfrentarse a la investigacioacuten de las mismas La primera
regla consiste en tener presentes los textos canoacutenicos si no en la memoria al menos
en el ejercicio de una lectura constante Una vez el estudioso tiene claro cuaacuteles son
los textos que debe leer se debe investigar con suma atencioacuten cuaacuteles son los
110
preceptos de buen comportamiento y de fe expuestos con claridad a lo largo de la
Escritura El objeto de este primer paso es adquirir familiaridad con el lenguaje
escrituriacutestico lo cual permitiraacute al lector enfrentarse con mayor seguridad a aquellos
pasajes que resulten oscuros y confusos Dadas las dos condiciones fundamentales de
conocer los textos canoacutenicos y extraer de ellos las reglas concernientes a las
costumbres la fe la esperanza y la caridad que aparezcan con claridad se expone la
siguiente regla hermeneacuteutica las expresiones oscuras se deben aclarar a traveacutes de las
locuciones diaacutefanas asiacute gracias al testimonio de las sentencias evidentes
desapareceraacute toda duda acerca de las inciertas
Las dos causas por las que no se entiende lo que se dice en las Escrituras son
la ambiguumledad y el desconocimiento de los signos los cuales pueden ser propios o
metafoacutericos Los primeros son aquellos que se usan con el fin de denotar las cosas
para las que se instituyeron mientras que los segundos son los que sirven para
referirse a otras cosas ademaacutes de las que por siacute mismas significan Para enfrentar el
problema del desconocimiento de las palabras se plantea como solucioacuten el estudio de
las lenguas pues en el caso de la Biblia es fundamental que el inteacuterprete conozca el
hebreo y el griego no soacutelo para entender las palabras hebreas y griegas sino para
poder comparar las diferentes traducciones ofrecidas Los problemas de traduccioacuten
surgen debido a que ―muchas veces el inteacuterprete se engantildea por la ambiguumledad de la
lengua original pues no calando bien en el pasaje traduce dando una significacioacuten
que estaacute muy lejos de la del autor (Docchr II1218) La solucioacuten a esta cuestioacuten
consiste en ir a la lengua original o a las versiones que se cintildeeron maacutes a la letra que al
sentido Una de las dificultades para el traductor surge cuando se enfrenta a vicio
retoacutericos como modismos solecismos o barbarismos 44 que resultan de difiacutecil
traduccioacuten Sin embargo la presencia de estos uacuteltimos no deberiacutea interferir en la
interpretacioacuten y soacutelo cuando afecten el verdadero sentido debe hacerse la traduccioacuten
pertinente
44 Las definiciones aquiacute presentadas siguen fielmente a las consignadas en la Rhetorica ad Herenium (IV 17) Se define solecismo como el enlace de las palabras sin las normas con las que las acoplaron las autoridades de la lengua latina y barbarismo como el escribir o pronunciar una palabra de modo diferente al establecido seguacuten los padres de la lengua latina
111
Ya vimos coacutemo el conocimiento de la lengua ayuda para aclarar los signos
propios pero iquestcuaacutel es la solucioacuten en relacioacuten con los metafoacutericos La respuesta a este
interrogante retoma la distincioacuten entre cosas y signos ―respecto a los signos
figurados decimos que cuando algunos que son desconocidos obliguen al lector a
vacilar deberaacuten ser desentrantildeados o por el estudio de las lenguas o por el
conocimiento de las cosas (Docchr II1623) Asiacute pues para entender las res de la
Escritura es necesario tener un conocimiento de las ciencias humanas que se ocupan
de tales res pues eacuteste puede ayudar al inteacuterprete Sin embargo el valor simboacutelico de
las res que aparecen en la Biblia no debe ser asumido de manera arbitraria sino en
virtud de una similitudo entre la cosa y su valor simboacutelico
En este punto se llama la atencioacuten al hecho de que estas disciplinas no deben
despreciarse porque pertenezcan al patrimonio cultural de los gentiles pues el
cristianismo debe tomar todo cuanto le sea uacutetil para la interpretacioacuten Con el fin de
identificar con mayor claridad queacute sea aquello a lo que se debe recurrir se propone
una divisioacuten entre lo que fue instituido por los hombres y lo que fue instituido por
Dios seguida por una distincioacuten entre lo que es supersticioso y lo que no lo es en el
campo de las ciencias instituidas por los hombres Lo supersticioso45 es todo aquello
dirigido hacia la adoracioacuten de iacutedolos a la adivinacioacuten y a las artes maacutegicas entre la
cuales se le dedica atencioacuten particular a la astrologiacutea46 Asiacute a propoacutesito de la creencia
sobre poder predecir la vida de los hombres a partir de la observacioacuten de la posicioacuten
de los astros se afirma que ―es un error craso y una gran locura querer pronosticar las
45 El tema de la supersticioacuten se trata de manera muy amplia constituyendo una digresioacuten en la estructura del libro segundo A propoacutesito de la funcioacuten de la misma puede afirmarse con Simonetti (1994) que la intencioacuten de Agustiacuten es la de combatir la supersticioacuten en cuanto conjunto de praacutecticas altamente difundidas no soacutelo entre paganos sino entre cristianos cultos los cuales las recibieron como herencia romana (p 455) 46 Este asunto seraacute tratado en diferentes momentos de la obra agustiniana entre los cuales puede destacarse el libro VII de las Confessiones donde se narra el rechazo a la astrologiacutea de la siguiente manera ―Asimismo yo habiacutea ya rechazado las engantildeosas predicciones e impiacuteos delirios de los astroacutelogos Soacutelo tuacute procuraste remedio a aquella terquedad miacutea con que me oponiacutea a Vindiciano anciano sagaz y a Nebridio joven de un alma admirable los cuales afirmaban -el uno con firmeza el otro con alguna duda pero frecuentemente- que no existiacutea tal arte de predecir las cosas futuras y que las conjeturas de los hombres tienen muchas veces la fuerza de la suerte y que diciendo muchas cosas acertaban a decir algunas que habiacutean de suceder sin saberlo los mismos que las deciacutean acertando a fuerza de hablar mucho (VII68)
112
costumbres las acciones y los acontecimientos de los que nacen fundaacutendose en esta
observacioacuten (Docchr II2233) pues con esto se negariacutea la libertad humana y la
responsabilidad moral
Habiendo considerado las instituciones humanas supersticiosas se pasa a
tratar acerca de aquellas que no lo son las cuales se dividen en superfluas y uacutetiles
Entre las primeras se enuncian el teatro el baile el arte la pintura y las faacutebulas
mientras que entre las segundas se situacutean el vestido la moneda las letras y todos los
signos que identifican a los pueblos entre siacute y hacen posible la vida en comunidad y la
sociedad humana Vale la pena detenerse en la consideracioacuten que se lleva a cabo en lo
concerniente a la historia en cuanto institucioacuten humana uacutetil Se afirma que eacutesta es de
gran provecho y que lo que se aprende durante la puericia en esta materia permite
comprender mejor no soacutelo pasajes de la Escritura sino conocer los hechos pasados
para entender el orden divino de los tiempos En este punto Agustiacuten recurre a una
interesante hipoacutetesis que presenta como perteneciente a Ambrosio La tesis en
cuestioacuten se expone de la siguiente manera
Ya que hablo de la utilidad de la historia dejando a un lado la de los griegos iexclcuaacuten grave cuestioacuten resolvioacute nuestro Ambrosio a los calumniadores del Evangelio que leiacutean y admiraban a Platoacuten los cuales se atrevieron a decir que todas las sentencias de nuestro Sentildeor Jesucristo que se veiacutean obligados a propagar y admirar las aprendioacute de los libros de Platoacuten dando por razoacuten que no puede negarse que Platoacuten existioacute mucho antes de la venida humana del Sentildeor iquestAcaso el mencionado obispo considerada la historia profana y viendo que Platoacuten fue en tiempo de Jeremiacuteas a Egipto donde se hallaba por aquel entonces el profeta no demostroacute que es mucho maacutes probable que maacutes bien Platoacuten bebioacute en nuestra doctrina mediante Jeremiacuteas de modo que asiacute bien pudo ensentildear y escribir las cosas que se alaban con razoacuten en sus escritos Anterior a los libros del pueblo hebreo en quien resplandecioacute el culto de un solo Dios y de quien seguacuten la carne descendioacute nuestro Sentildeor no fue ni aun Pitaacutegoras de cuyos sucesores aseguran los gentiles que Platoacuten aprendioacute la teologiacutea Por tanto examinados los tiempos resulta mucho maacutes creiacuteble que Platoacuten y Pitaacutegoras maacutes bien tomaron de nuestros libros todo lo bueno y verdadero que dijeron ellos que no nuestro Sentildeor Jesucristo de los de Platoacuten lo que seriacutea una locura creerlo (Docchr II2843)
Si bien en las Retractationes Agustiacuten afirmaraacute que esta atribucioacuten a Ambrosio
se dio por un error de la memoria (II4) la idea seguacuten la cual Moiseacutes y Jeremiacuteas
fueron anteriores a Platoacuten y eacuteste habriacutea tomado de aquellos cuanto de verdad hay en
113
sus ensentildeanzas corresponde a una antigua tradicioacuten cuyo origen puede rastrearse
entre los apologistas47 Lo interesante del recurso a esta hipoacutetesis tiene que ver con la
actitud de Agustiacuten que en consonancia con lo afirmado en el Contra Academicos a
propoacutesito del esoterismo de la Academia se sirve de esta idea para justificar el uso de
la filosofiacutea en la configuracioacuten de la paideia cristiana idea que se recoge en el plan
trazado en el proacutelogo y en el libro primero del De doctrina christiana La misma
nocioacuten se retomaraacute maacutes adelante como conclusioacuten del libro segundo con el fin de
enfatizar el recurso a la filosofiacutea y en particular a Platoacuten por parte de los pensadores
cristianos En este punto Agustiacuten se apropia de la interpretacioacuten alegoacuterica que
Oriacutegenes y Ambrosio habiacutean hecho del pasaje del Eacutexodo en el que se narra que el
pueblo de Israel tomoacute el oro de los egipcios al huir de la esclavitud (Ex 321) iquestCoacutemo
entender esta apropiacioacuten Tanto Simonetti (1994 p 462) como Oroz Reta (1988 p
91) ponen el acento en la presencia recurrente de esta tesis en otros autores
cristianos cuyo objetivo igual que el de Agustiacuten era justificar el uso de las fuentes
paganas en el pensamiento cristiano A dichos pensadores se opone Lettieri (2001)
que afirma que esta interpretacioacuten del pasaje del Eacutexodo estigmatiza el uso impropio
en cuanto idolaacutetrico de las verdades universales conocidas por los paganos las
cuales si bien son uacutetiles deben ser admitidas soacutelo si son entendidas a partir del
precepto hermeneacuteutico de la caritas (p 26) Para una adecuada comprensioacuten de este
pasaje no debe perderse de vista la actitud de Agustiacuten en el Contra Academicos
acerca de la hipoacutetesis histoacuterica acerca de los acadeacutemicos presentada por eacutel mismo
como poco probable (III2043) En contra de un dogmatismo histoacuterico para el cual la
certeza sobre la veracidad de la tesis seriacutea lo maacutes importante Agustiacuten se inclina por
una postura utilitarista que debe ser entendida seguacuten el uti que lleva al frui Del
mismo modo hay que asumir la hipoacutetesis aquiacute propuesta No se trata entonces de una
condena del uso de la cultura pagana sino por el contrario de una apropiacioacuten que se
inscribe en el horizonte de la distincioacuten retoacuterica uti-frui Asiacute puede afirmarse que el
uso que Agustiacuten hace de Platoacuten y Ciceroacuten es un frui in Deo pues la filosofiacutea se
47 En la Apologiacutea I Justino afirma que Moiseacutes e Isaiacuteas fueron anteriores a los escritores y filoacutesofos griegos los cuales tergiversaron el mensaje de los profetas dando lugar a mitos paganos (44-46)
114
configura como condicioacuten esencial del proyecto hermeneacuteutico-retoacuterico aquiacute
propuesto Ademaacutes de las fuentes cristianas en las que Agustiacuten se apoya para
justificar el uso de la filosofiacutea debemos recordar con Pollmann (1996 p 193) que
justamente Ciceroacuten en el De oratore haraacute eacutenfasis en la importancia del conocimiento
de la filosofiacutea por parte del orador cuando se pregunte si es posible mover el aacutenimo
del auditorio sin tener un profundo conocimiento de todas las teoriacuteas psicoloacutegicas y
eacuteticas desarrolladas por los filoacutesofos (I61)
En este orden de ideas la dialeacutectica definida en el De ordine como disciplina
disciplinarum (II1338) y en el Contra Academicos como scientia veritatis
(III1329) se presenta aquiacute como ciencia ―de muchiacutesimo valor para penetrar y
resolver todo geacutenero de dificultades que se encuentren en los libros santos (Docchr
II3148) En este punto teniendo en cuenta que la dialeacutectica es el estudio del
funcionamiento de la razoacuten vale la pena anotar con Pizzani (1995) que la relevancia
―que aquiacute se le asigna en relacioacuten con la exeacutegesis de la Escritura demuestra que la
foacutermula intellige ut credas se armoniza con el otro arco del ciacuterculo hermeneacuteutico el
crede ut intelligas que se enraiacuteza en la Escritura (p 73) Esta idea toma fuerza con la
presentacioacuten de la loacutegica48 y la retoacuterica como disciplinas que junto con la dialeacutectica
tienen que ver con el conocimiento del orden racional de la realidad que no ha sido
instituido por los hombres sino por Dios y en este sentido forman parte de aquello
que se debe creer Acerca del caraacutecter de dichas disciplinas se afirma que
existen ciertas reglas de una controversia maacutes extensa que se llama elocuencia las cuales no obstante son verdaderas aunque con ellas puedan persuadirse cosas falsas Y como ellas tambieacuten pueden persuadir cosas verdaderas no es culpable la retoacuterica sino la perversidad de los que usan de ella malamente Tampoco ha sido instituido por los hombres que las muestras de elocuencia del orador arrastren al oyente o que una breve y clara narracioacuten insinuacutee faacutecilmente lo que intenta y que la variedad mantenga atentos sin fastidio a los oyentes y otras observaciones semejantes que ya en asuntos verdaderos ya en falsos son siempre verdaderas en cuanto que o hacen creer o conocer alguna cosa o mueven los aacutenimos a desearla o aborrecerla Estas
48 Jackson (1969) lleva a cabo una exposicioacuten muy completa de las fuentes conocidas por Agustiacuten en lo que concierne a las disciplinas aquiacute referidas A propoacutesito de la loacutegica afirma que a diferencia de muchos reacutetores Agustiacuten tomoacute en serio a Ciceroacuten lo cual permite comparar su semaacutentica con la de Aristoacuteteles y la de los estoicos (pp 33-49)
115
reglas maacutes bien han sido encontradas existiendo asiacute que instituidas para que existiesen de esta suerte (Docchr II3654)
La importancia de esta afirmacioacuten no debe pasar desapercibida y su correcta
interpretacioacuten debe inscribirse en una comprensioacuten de la relacioacuten entre hermeneacuteutica
y retoacuterica Cuando se afirma que los officia oratoria no fueron instituidos por los
hombres sino encontrados se quiere poner el acento en la conexioacuten existente entre la
retoacuterica y la comprensioacuten de la realidad Esto se entiende mejor si se tiene en cuenta
la estructura de toda la obra pues debe recordarse que los tres primeros libros
dedicados al modus proferendi presentan una hermeneacuteutica mientras que el uacuteltimo
dedicado al modus inveniendi corresponde a la propuesta retoacuterica de Agustiacuten en la
que como se veraacute maacutes adelante la retoacuterica claacutesica seraacute una herramienta de trabajo
para el predicador cristiano A propoacutesito de lo anterior Eden (1990) afirma que ―la
hermeneacuteutica agustiniana no soacutelo mantiene las estrategias legales y estiliacutesticas de la
interpretatio scripti de la retoacuterica claacutesica sino tambieacuten la distincioacuten teoacuterica entre
dichas estrategias (p 47) lo que implica una apropiacioacuten que en cuanto unitaria
determina no soacutelo la estructura del De doctrina christiana sino del pensamiento de
Agustiacuten en general
No sorprende pues que el segundo libro que se inicia con la definicioacuten y la
clasificacioacuten del signo en general concluya con un ejercicio hermeneacuteutico que
conduce al signo por excelencia en el cual se vive y se comprende la verdad que
busca el cristiano la cruz Dicho ejercicio consiste en la interpretacioacuten de otro pasaje
del libro del Eacutexodo donde se afirma que el pueblo de Israel celebroacute la Pascua
sentildealando la sangre del cordero con el hisopo
esta hierba es suave y humilde sin embargo nada hay maacutes fuerte y penetrante que sus raiacuteces Lo que nos manifiesta que estando arraigados y cimentados en la caridad podemos comprender con todos los santos cuaacutel sea la anchura la longitud la altura y la profundidad esto es la Cruz del Sentildeor donde se entiende por anchura el madero transversal en que se hallan extendidas las manos por longitud lo que hay desde la tierra hasta este madero y en ella se fija todo el cuerpo de manos abajo por altura desde la anchura hasta lo maacutes alto hacia arriba donde se apoya la cabeza por profundidad lo que metido en la tierra se oculta a nuestra vista En este signo de la cruz se encierra toda la vida cristiana como es el obrar bien en Jesucristo el estar
116
continuamente unido a Eacutel el esperar los bienes del cielo el no divulgar los divinos misterios (Docchr II4162)
Como ya se habiacutea visto la caridad debe asumirse como un criterio
hermeneacuteutico en la interpretacioacuten de la Escritura que por esto adquiere una mayor
dignidad ya que permite la comprensioacuten del signo fundamental principio mismo de
la significacioacuten la cruz En el pasaje anteriormente citado la cruz no soacutelo representa
todas las dimensiones de la vida del cristiano sino tambieacuten la humildad a la que el
texto paulino hace referencia (1Cor 81) y que permite comprender la Escritura pues
es el uacutenico remedio frente a la soberbia que aleja al hombre de la verdad Asiacute ―para
subrayar la necesidad de una disposicioacuten humilde en el exegeta Agustiacuten propone una
interpretacioacuten cristoloacutegica del hisopo (Toom 2002 p 203) hierba humilis et mitis
que limpia el corazoacuten orgulloso y dispone a la caridad En consonancia con lo
anterior el libro segundo del De doctrina christiana se cierra con la confirmacioacuten de
la infalibilidad del precepto hermeneacuteutico de la caritas y da paso al examen de los
signos ambiguos el cual se abordaraacute en el libro tercero
No siendo ya un obstaacuteculo los signos desconocidos para el lector dotado de esta instruccioacuten manso y humilde de corazoacuten sometido con suavidad al yugo de Cristo y cargado con peso ligero fundado y afianzado y formado en la caridad a quien no puede ya hinchar la ciencia aceacuterquese a considerar y discutir los signos ambiguos que en las Escrituras se hallan sobre los cuales me propongo hablar en el libro tercero lo que Dios se digne concederme (Docchr II4263)
Despueacutes de recordar cuaacutel es la disposicioacuten necesaria para abordar el estudio de
la Escritura Agustiacuten sostiene que la ambiguumledad de eacutesta se halla en las palabras
propias o en las metafoacutericas que ya fueron explicadas en el libro segundo En primer
lugar se afirma que cuando la ambiguumledad depende de las palabras propias debe
verificarse si es incorrecta la puntuacioacuten distinctio o la pronunciacioacuten En la misma
liacutenea del De officiis tanto del de Ciceroacuten como del de Ambrosio Agustiacuten recurriraacute a
ejemplos para ilustrar cada una de las dificultades interpretativas a las que debe
enfrentarse el estudioso de la Escritura El primer ejemplo utilizado para explicar los
problemas de puntuacioacuten se halla en iacutentima conexioacuten con la conclusioacuten del libro
anterior razoacuten por la cual es necesario hacer una consideracioacuten detenida del mismo
117
Consideremos algunos ejemplos Sea el primero aquella puntuacioacuten hereacutetica en el principio era el Verbo y el Verbo estaba en Dios y Dios era El Verbo este estaba en el principio en Dios Escrito asiacute tenemos un sentido distinto al verdadero por el cual se pretende no confesar la divinidad del Verbo Semejante puntuacioacuten debe rechazarse en virtud de la regla de la fe que nos prescribe confesar la igualdad de la Trinidad Y por lo tanto puntuaremos de este modo y el Verbo era Dios Y antildeadamos a continuacioacuten Eacuteste estaba en el principio en Dios (Docchr III23)
La eleccioacuten del ejemplo cristoloacutegico se encuentra estrechamente relacionada
con la enunciacioacuten de la cruz como signum signorum Una vez se ha establecido que
en la cruz en cuanto signo de la Encarnacioacuten se encierra el poder mismo de
significacioacuten esto es la posibilidad de ser signo de los signos es necesario remitirse
al origen de dicho acontecimiento fundamental la Encarnacioacuten Asiacute pues en la
afirmacioacuten de la divinidad del Verbo no hay solo un intereacutes doctrinal sino tambieacuten
hermeneacuteutico pues la interpretacioacuten cuyo fin es el conocimiento de Dios soacutelo es
posible gracias a la revelacioacuten de Dios en el Verbo encarnado A propoacutesito de esto
Harrison (1992) afirma que Agustiacuten encuentra en el Evangelio de Juan la maacutes alta
expresioacuten de la unidad y la identidad del Padre y el Hijo sobre la cual se fundamenta
la posibilidad del conocimiento de Dios de la significacioacuten y la eficacia de la fe para
la salvacioacuten (p 212) Por esta razoacuten los tres pasajes reportados del Doctrina
Christiana deben considerarse en su conjunto pues el signo de la cruz (II4162) que
somete con suavidad al lector alejaacutendolo de la soberbia y permitieacutendole la
comprensioacuten de los signos de la Escritura (II4263) anuncia el acontecimiento
fundamental la encarnacioacuten de Cristo (III23) Cristo es maestro interior ejemplo y
mediador pues
en sus obras y palabras no hay brecha entre el signo y lo que se significa o entre la palabra pronunciada y la noticia interior tal como siacute se da cuando habla un ser humano pues en el caso de la Palabra hecha carne Eacutel mismo es la verdad que Eacutel ensentildea (Harrison 1992 p 67)
El segundo ejemplo que se trae a colacioacuten en relacioacuten con las dificultades de
puntuacioacuten es el siguiente
Caso distinto de ambiguumledad procedente de la puntuacioacuten que de ninguacuten modo se opone a la fe y por consiguiente debe resolverse por el mismo contexto de la
118
sentencia existe donde dice el Apoacutestol No seacute queacute he de escoger porque de ambos lados me veo apremiado tengo vehemente deseo de ser desatado y estar con Cristo porque esto es con mucho lo mejor pero permanecer en la carne es necesario para vosotros [Fil I22] Lo dudoso es si se ha de entender de ambos lados tengo vehemente deseo o soy apremiado de ambos lados de modo que a esto se antildeada tengo vehemente deseo de ser desatado y estar con Cristo Mas como prosigue diciendo porque esto es con mucho lo mejor se ve claramente que San Pablo dice que teniacutea vehemente deseo de esto mejor de suerte que al ser empujado de ambos lados teniacutea del uno deseo y del otro necesidad deseo de estar con Cristo necesidad de permanecer en la carne (Docchr III24)
La solucioacuten formal a la dificultad que presenta la puntuacioacuten es muy sencilla
pues el contexto mismo permite identificar coacutemo debe entenderse el pasaje del
Apoacutestol Sin embargo teniendo en cuenta el valor que se le otorga a cada uno de los
ejemplos anteriores y la funcioacuten que cumplen en la manera en la que se estructura el
libro vale la pena detenerse en su contenido La pertinencia de esta eleccioacuten tiene que
ver con la centralidad que tiene el tema de la voluntad en el pensamiento de Agustiacuten
entendida en particular a la luz del tratamiento que se le da a esta cuestioacuten en el libro
octavo de las Confessiones donde se lee
cuando yo deliberaba sobre consagrarme al servicio del Sentildeor Dios miacuteo conforme haciacutea ya mucho tiempo lo habiacutea dispuesto yo era el que queriacutea y el que no queriacutea yo era Mas porque no queriacutea plenamente ni plenamente no queriacutea por eso contendiacutea conmigo y me destrozaba a miacute mismo y aunque este destrozo se haciacutea en verdad contra mi deseo no mostraba sin embargo la naturaleza de una voluntad extrantildea sino la pena de la miacutea Y por eso no era yo ya el que lo obraba sino el pecado que habitaba en miacute como castigo de otro pecado maacutes libre por ser hijo de Adaacuten (VIII1022)
El ejemplo paulino se halla en clara consonancia con lo que se expresa en las
Confessiones el hombre oprimido y desgarrado por la consuetudo del pecado obra
seguacuten la necessitas que esa misma consuetudo le impone iquestCoacutemo logra el hombre
liberarse iquestCoacutemo vencer la pasioacuten que somete en un viacutenculo necesario a la carne La
repuesta a estos interrogantes se encuentran en el tercero de los exempla ofrecidos por
Agustiacuten para concluir el problema de la puntuacioacuten el hombre logra liberarse del
yugo del pecado soacutelo en el momento en el que purificado por Cristo se aleja de la
carne y rompe definitivamente su viacutenculo con eacutesta
119
Cuando ni por la prescripcioacuten de la fe ni por el contexto del discurso puede resolverse la ambiguumledad nada impide puntuar conforme a cualquiera de los sentidos que se presentan Tal acontece con aquel pasaje de la epiacutestola a los Corintios [1Cor 71] teniendo estas promesas amados miacuteos purifiqueacutemonos de toda mancha de carne y de espiacuteritu perfeccionando la santidad en el temor de Dios Dadnos cabida a nadie hemos agraviado (Docchr III25)
Con este ejemplo se cierra la primera seccioacuten del libro tercero En lo que
concierne al problema teacutecnico presentado al inicio del mismo debe afirmarse que la
primera solucioacuten deriva del aacutembito de la gramaacutetica una de las disciplinas instituidas
por Dios que seguacuten el ordo studiorum establecido en el De ordine corresponde al
primer escaloacuten
Con relacioacuten a la cuestioacuten temaacutetica debe resaltarse que se lleva a cabo una
perfecta composicioacuten en la que se enlazan el final del libro segundo con el comienzo
del tercero en una estructura circular que enfatizar en la centralidad del signum
signorum la cruz en la comprensioacuten humana Asiacute pues el uacuteltimo de los ejemplos
(Docchr III25) relacionado con el tema de la concupiscencia nos lleva de nuevo a
la cruz (Docchr II4162) pues en ella ―se encierra toda la vida cristiana (Docchr
II4162)
En el caso en el que la aplicacioacuten de estas normas de puntuacioacuten no resulte
eficaz se recurriraacute al principio de la regula fidei seguacuten el cual los pasajes oscuros
deben aclararse a la luz de los maacutes claros esto es aquellos en los que de forma
expliacutecita se cimienta la caridad ―En caso de que ni por la prescripcioacuten de la fe ni por
el contenido del discurso pueda resolverse la ambiguumledad nada impide puntuar
conforme a cualquiera de los sentidos que se presenten (Docchr III36)49 De este
modo podemos concluir que en lo que concierne a las ambiguumledades de las palabras
propias la solucioacuten radica en el examen del contexto y la aplicacioacuten de la regula
fidei en la comparacioacuten entre los traductores y en el anaacutelisis del texto en su lengua
original A propoacutesito de la ambiguitas varios estudiosos llaman la atencioacuten acerca de
49 Vale la pena anotar con Toom (2001) que el tema de la puntuacioacuten tiene que ver con el hecho de que en este momento histoacuterico todaviacutea no se usan los signos de puntuacioacuten ni la divisioacuten de pasajes ni las letras mayuacutesculas todo lo cual lleva a que por supuesto no pueda existir una edicioacuten de la Escritura que fuera ampliamente aceptable (p 208)
120
la consideracioacuten de la misma en la Antiguumledad y en la tradicioacuten retoacuterica romana
(Toom 2002 p 205 Eden 1987 p 76) Seguacuten Aristoacuteteles la ambiguumledad se
presenta cuando una misma palabra tiene distintos significados o cuando de la
combinacioacuten de las palabras pueden derivarse uno o maacutes sentidos (Sophel 166a) La
definicioacuten estoica recogida por Dioacutegenes Laercio reza de la siguiente manera ―la
ambiguumledad amphiboliacutea es la expresioacuten verbal leacutexis que significa dos o maacutes cosas
linguumliacutestica y baacutesicamente y de acuerdo con la norma misma de modo que puede
aplicarse al mismo tiempo a varios usos con la misma diccioacuten (DL VII62) La
primera definicioacuten de ambiguitas ofrecida por Agustiacuten en el De dialectica (10) sigue
muy de cerca a las anteriormente citadas aunque en el tratamiento de esta cuestioacuten
recurre a Ciceroacuten de manera expliacutecita no solo para precisar su significado sino su
solucioacuten
Y asiacute con plena razoacuten dicen los dialeacutecticos que toda palabra es ambigua Y no nos desconcierte que en [una obra de] Ciceroacuten Hortensio los acuse falsamente en estos teacuterminos laquoDicen que ellos se atreven a explicar con claridad las cosas ambiguasraquo Dicen asiacute mismo que toda palabra es ambigua iquestCoacutemo entonces van a explicar lo ambiguo con lo ambiguo Pues esto no es sino introducir en las tinieblas una luz apagada Es verdad que no le ha faltado chispa y astucia al decirlo pero esto es lo que en [otra obra del] mismo Ciceroacuten dice Esceacutevola a Antonio laquoY a la postre como dejas la impresioacuten de que los sabios hablan con elocuencia la dejas tambieacuten de que los necios hablan con verdadraquo Pues iquestqueacute otra cosa hizo Hortensio en aquel pasaje sino esparcir tinieblas entre los inexpertos con agudeza de ingenio y un gracioso discurso como si se tratase de una bebida pura y agradable En efecto lo afirmado esto es que toda palabra es ambigua estaacute dicho respecto de cada palabra singular Ahora bien las palabras ambiguas se explican mediante la discusioacuten y nadie ciertamente discute con palabras singulares Asiacute pues nadie explicaraacute las palabras ambiguas con palabras ambiguas (Dial 10)
En un tono muy similar al utilizado en el Contra Academicos en este pasaje
del De dialeacutectica Agustiacuten advierte sobre los peligros de este tipo de escepticismo
cuya refutacioacuten es fundamental para la justificacioacuten de un proyecto interpretativo
como aquel que se propone en el De doctrina christiana Es por esta razoacuten que en
este punto se ofrecen las reglas que deben ser aplicadas en los casos de ambiguitas y
posteriormente se llevaraacute a cabo una aplicacioacuten de las mismas apelando al recurso
retoacuterico de los exempla esto con el fin de resolver la cuestioacuten de la ambiguitas en lo
121
que concierne a las palabras metafoacutericas translata La primera advertencia sobre el
tratamiento que debe daacutersele a las locuciones figuradas es la de evitar tomarlas a la
letra A la luz de las palabras del Apoacutestol seguacuten las cuales ―la letra mata el espiacuteritu
vivifica (2Cor 36) se afirma que cuando lo dicho de forma figurada se toma en
sentido literal se conoce soacutelo seguacuten la carne50 La contraposicioacuten entre corpus y
spiritus que habiacutea sido ya tratada en el libro primero (Docchr I2445 I2526) se
retoma ahora y se constituye en criterio hermeneacuteutico fundamental A propoacutesito de su
uso en Pablo Eden (1990) anota que la distincioacuten es retoacuterica y que el Apoacutestol que se
dirige a un auditorio judiacuteo remplaza rhetos y dianoia por gramma y pneuma pues
esta uacuteltima pareja es maacutes cercana al lenguaje forense judiacuteo (p 51) No sorprende
entonces que justamente en este punto Agustiacuten haga referencia expliacutecita a la relacioacuten
de los judiacuteos con el signo
La servidumbre que conservoacute a los signos el pueblo judiacuteo era muy distinta de la que acostumbraban a seguir las demaacutes naciones pues de tal modo estaban sometidos a las cosas temporales que en todas ellas se les recomendaba un solo Dios Y aunque tomasen los signos de las cosas espirituales por las mismas cosas por no saber lo que representaban sin embargo teniacutean grabado en su alma que con tal servidumbre agradaban al uacutenico Dios de todas las cosas a quien no veiacutean (Docchr III610)51
Debe anotarse que aquiacute la relacioacuten entre signa y res es maacutes compleja que
aquella presentada en el libro segundo pues cuando se hace alusioacuten a los signa de los
judiacuteos debe tenerse en cuenta que eacutestos remiten a res prescripciones del Antiguo
Testamento que a su vez son signa que remiten al Nuevo Testamento
La relacioacuten no es de dos signum es decir palabra y res sino que se trata de una triple relacioacuten verbum figura (del Antiguo Testamento) y res (del Nuevo Testamento) que en cuanto signum unifica las funciones del verbum y de la figura (Simonetti 1994 p 486)
La primera parte del libro tercero dedicada a la advertencia acerca del peligro
de la interpretacioacuten literal de las locuciones metafoacutericas se cierra con una distincioacuten
entre signa utilia y signa inutilia Los primeros son aquellos que son uacutetiles aunque 50 En este punto Simonetti (1994) llama la atencioacuten sobre el caraacutecter origeniano de esta distincioacuten que luego de ser asumida por la exegesis alejandrina llega a los padres latinos (p 485) 51 Acerca de la relacioacuten de signa-res en el aacutembito judiacuteo (Enps 68 2 TrIo 1142)
122
no sean comprendidos como es el caso de los judiacuteos los segundos en cambio
corresponden a los siacutembolos paganos como la estatua de Neptuno que simboliza el
mar aunque ―mejor es verse agobiado por signos desconocidos pero uacutetiles que no
interpretaacutendolos inuacutetilmente enredar en los lazos del error la cerviz que salioacute del
yugo de la servidumbre (Docchr III913) La posicioacuten del cristiano frente a estos
tipos de signos se sintetiza en la siguiente afirmacioacuten
mas en este tiempo cuando por la resurreccioacuten de nuestro Sentildeor Jesucristo brilloacute clariacutesimo el signo de nuestra libertad no estamos ya oprimidos con el grave peso de aquellos signos cuya inteligencia tenemos sino que el mismo Sentildeor y la ensentildeanza apostoacutelica nos transmitieron unos pocos entre tantos antiguos y estos faciliacutesimos de cumplir sacratiacutesimos en su significacioacuten y puriacutesimos en su observancia como son el sacramento del bautismo y la celebracioacuten del Cuerpo y la Sangre del Sentildeor (Docchr III913)
Los ejemplos ofrecidos concernientes a la relacioacuten de los paganos y los judiacuteos
con los signos tienen la funcioacuten de mostrar y aclarar que las cosas y los eventos
histoacutericos tienen un significado que desborda tanto su significado literal como el
histoacuterico De la misma manera que Oriacutegenes Agustiacuten considera que algunos eventos
mencionados en las Escrituras deben tomarse como signos de realidades espirituales
(Toom 2002 p 214) Por esta razoacuten despueacutes de dar los ejemplos mencionados se
refuerza el argumento a traveacutes del recurso al modelo52 mismo de la significacioacuten la
cruz Asiacute debe entenderse que la cruz por sus implicaciones en la comprensioacuten
humana estaacute en el centro mismo de la historia y su funcioacuten liberadora le permite al
hombre acceder a un conocimiento sagrado y puro pero a la vez sencillo gracias a la
institucioacuten de los sacramentos
Luego de dar las razones por las cuales no se deben entender las locuciones
figuradas seguacuten la letra Agustiacuten ofrece el criterio para saber cuaacutendo una expresioacuten es
propia o figurada y asiacute evitar tomar una expresioacuten propia como metafoacuterica La regla
propuesta reza asiacute ―todo cuanto en la divina palabra no pueda referirse en un sentido
52 A propoacutesito del modelo como recurso retoacuterico Garciacutea (2016) afirma que Agustiacuten ―comprendiacutea la importancia del modelo por su utilidad e importancia como una especie de axioma de comportamiento e incluso de referencia entitativa (p 34) pues se juzga con referencia a los rasgos establecidos en el modelo de ahiacute su valor extremo (p 34)
123
propio a la bondad de las costumbres ni a las verdades de la fe hay que tomarlo en
sentido figurado (Docchr III1014)
La bondad y la pureza de las costumbres tienen que ver con la caridad
mientras que las verdades de la fe conciernen al conocimiento de Dios y del proacutejimo
Del provecho que se consiga del amor de Dios y del proacutejimo y del conocimiento de
los mismos dependeraacute la esperanza de cada persona Vemos que aquiacute se recurre
nuevamente a la terna fe esperanza y caridad que como ya se afirmoacute estaacute a la base
de la hermeneacuteutica desde la cual se busca la comprensioacuten de la totalidad de la
existencia humana Tambieacuten se refuerza el caraacutecter hermeneacuteutico de la caritas pues
se afirma que eacutesta debe ser el uacutenico criterio para interpretar los hechos
correspondientes a otros periodos histoacutericos Asiacute pues al abordar pasajes en los que
se relaten haacutebitos que vayan en contra de aquellos aceptados por el lector y su
entorno debe tenerse en cuenta que la Escritura narra las cosas que se dieron en el
pasado anuncia las futuras y muestra las que ocurren en el presente con el propoacutesito
de fortalecer la caritas y vencer la cupiditas Esta oposicioacuten entre caritas y cupiditas
viene a completar la distincioacuten uti-frui del libro primero De este modo se afirma que
todo aquello que a la letra no esteacute dirigido hacia la caritas debe ser interpretado de
manera figurada En este punto y con el fin de distinguir con claridad el precepto
enunciado Agustiacuten define la caridad como el ―movimiento del alma que nos conduce
a gozar de Dios por Eacutel mismo y de nosotros y del proacutejimo por Dios (Docchr
III1016) Lo que hace la caritas en provecho propio se llama utilitas mientras que
lo que tiene que ver con el proacutejimo es beneficientia Por otra parte la cupiditas se
entiende como el ―movimiento del alma que arrastra al hombre al goce de siacute mismo y
del proacutejimo y cualquier otra cosa corpoacuterea sin preocuparse de Dios (Docchr
III1016) De la codicia cupiditas surgen dos tipos de pecado el flagitium contra siacute
mismo y el facinus contra el proacutejimo53 A partir de estas distinciones se aborda el
problema de coacutemo deben interpretarse aquellos pasajes de la Escritura aplicados a
53 El leacutexico utilizado en estas distinciones proviene de la retoacuterica forense ciceroniana aunque en el caso de flagitium y facinus debe afirmarse que Agustiacuten les otorga un sentido que no estaba presente en el Arpinate que los utiliza como sinoacutenimos (Catil I18)
124
Dios o a los hombres en los que al parecer se actuacutea seguacuten el pecado En este punto
cabe anotar que en lo concerniente a la interpretacioacuten del Antiguo Testamento
Agustiacuten debiacutea exponer con solidez una propuesta exegeacutetica que se opusiera a la
maniquea seguacuten la cual muchos pasajes de esta parte de la Escritura incitaban a actos
inmorales Asiacute en contra del maniqueiacutesmo y de otras formas de interpretacioacuten se
afirma que todas las palabras o hechos que parezcan inicuos deben entenderse como
locuciones figuradas y por lo tanto debe desentrantildearse el significado adecuado de las
mismas Para lograr lo anterior es necesario tener en cuenta las circunstancias en las
cuales se da la accioacuten a la que la Escritura se refiere sin embargo esto no supone
como afirman algunos que la justicia depende de las costumbres de cada pueblo En
contra de los sostenedores del relativismo moral Agustiacuten luego de presentar la
posicioacuten de sus adversarios expone la propia
ciertos hombres adormitados por decirlo asiacute que ni estaban enteramente poseiacutedos del suentildeo de la ignorancia ni podiacutean por completo despertar a la luz de la sabiduriacutea ante la innumerable variedad de costumbres juzgaron que no existiacutea la justicia en siacute misma sino que para cada nacioacuten su propia costumbre era justicia Como la costumbre es diversa para cada nacioacuten y la justicia debe permanecer inmutable es evidente que jamaacutes existioacute la justicia Los que tal pensaron no entendieron por no citar otras muchas la siguiente maacutexima ―lo que no quieras que hagan contigo no lo hagas tuacute a otros la cual no puede en modo alguno variar por mucha que sea la diversidad de naciones Cuando esta sentencia se refiere al amor de Dios mueren todos los vicios cuando se aplica al amor del proacutejimo perecen todas las iniquidades o criacutemenes Nadie quiere que le corrompan su morada luego no debe eacutel corromper la morada de Dios es decir su propia alma (Docchr III1422)
Algunos comentaristas sostienen que Agustiacuten hace alusioacuten aquiacute a la posicioacuten
sofiacutestica concerniente a las costumbres morales (Simonetti 1994 p 500) sin
embargo vale la pena anotar con Toom (2002 p 219) y Schaumlublin (1995 p 58) que
hay una innegable cercaniacutea entre la posicioacuten aquiacute presentada y aquella sostenida por
Ciceroacuten en el De republica donde se afirma que los acadeacutemicos aseguraban que
debido a la gran variedad de costumbres entre los pueblos no podiacutea hablarse de
justicia
Carneacuteades en oposicioacuten a Platoacuten y Aristoacuteteles defensores de la justicia recogioacute todos los argumentos a favor de la justicia para despueacutes rebatirlos lo hizo a la
125
manera retoacuterica es decir como mera ejercitacioacuten sin tener en cuenta la ―coherencia y el rigor de la filosofiacutea (Rep III912)
La posicioacuten de Ciceroacuten tanto en el De republica como en el De legibus (I18)
y el De officiis (I20 I25) puede resumirse en la afirmacioacuten de la justicia perfecta
como condicioacuten necesaria para la vida en comunidad La justicia entendida como la
maacutes perfecta de todas las virtudes reside en ―no causar dantildeo a nadie si no es
injustamente provocado y usar los bienes comunes como comunes y los privados
como propios (off I20) En la misma liacutenea en el libro tercero del De Republica se
afirma que el hombre honesto y justo sigue a la justicia en cuanto tal y no a aquella
que se presenta como justicia sosteniendo que el justo es aquel que da a cada uno
aquello que merece Las razones por la cuales obra el justo se identifican con la
naturaleza del alma humana pues las consecuencias de la injusticia como se afirma
tambieacuten en el Suentildeo de Escipioacuten comportan terribles penas y suplicios para la misma
(Rep III2233) A propoacutesito de esto vale la pena afirmar con Altman (2015) que el
tema central del De republica ciceroniano coincide con el de la Repuacuteblica de Platoacuten y
no es otro que la justicia ―[l]os dos diaacutelogos tienen el mismo propoacutesito luego de
ensentildear la ratio rerum civilium el maestro y el disciacutepulo quieren persuadir al lector
para que practique la justicia a traveacutes del regreso voluntario a la caverna (p 5) que
seguacuten Altman (2015) representa la vida poliacutetica
Si bien es cierto que en el De doctrina christiana Agustiacuten no estaacute interesado
en las consecuencias poliacuteticas de las afirmaciones ciceronianas presentadas en el De
republica debe tenerse presente que esta cuestioacuten seraacute retomada en el De civitate Dei
en donde a partir de las definiciones ciceronianas de repuacuteblica y de justicia y de las
nociones de uti-frui y ordo-amoris se construye una reflexioacuten histoacuterica y filosoacutefica
en la que Agustiacuten se sirve de la autoridad de los claacutesicos de la cultura latina y griega
en particular de la visioacuten platoacutenico-ciceroniana de justicia para rebatir los
argumentos paganos en contra del cristianismo
La exhortacioacuten al cuidado del alma con la que se cierra el pasaje
anteriormente citado ademaacutes de las consecuencias poliacuteticas que no seraacuten abordadas
aquiacute adquiere una dimensioacuten hermeneacuteutica en consonancia con lo afirmado desde el
126
libro primero del De doctrina christiana en las siguientes palabras ―ha de examinarse
con diligente consideracioacuten lo que se lee durante el tiempo que sea necesario para
llegar a una interpretacioacuten que nos conduzca al reino de la caridad (III1523)
Tambieacuten se examinan aquiacute las locuciones preceptivas y se afirma que entre eacutestas son
figuradas las que aparentan mandar la maldad y prohibir el bien Una vez maacutes se
sostiene que en eacutestas la regla interpretativa que siempre debe tenerse presente es la
caritas de modo que cuando una frase admita una interpretacioacuten de doble sentido se
opte por aquella que resulte maacutes apta para la edificacioacuten del amor A la regla
universal de la caritas se adiciona una particular que consiste en saber que no todo lo
que prescribe la Biblia es de caraacutecter general sino que tambieacuten hay preceptos que van
dirigidos a un tipo especiacutefico de personas que deben buscar el sentido de aquello que
se les manda seguacuten su propia situacioacuten Retomando el tema de la necesidad de tener
en cuenta las condiciones particulares en las que se hallaban inmersos los
protagonistas de las historias narradas en el Antiguo Testamento se afirma que la
interpretacioacuten de ellas depende en gran medida del caraacutecter del lector Asiacute pues
mientras los concupiscentes juzgan que los antiguos varones teniacutean varias mujeres
por complacer sus instintos y no por otras razones el justo ve en estos pasajes
ejemplos de obediencia y humildad disposicioacuten fundamental para entender el sentido
de la Escritura
Antes de dar paso al tratamiento de la uacuteltima seccioacuten del libro tercero
compuesta en el 426 cuando la obra se retoma para ser culminada vale la pena
detenerse sobre el amplio uso que se hace de los exempla en la primera seccioacuten del
libro En primer lugar puede afirmarse que por la posicioacuten que ocupan en el libro
tercero su funcioacuten es fundamental respecto a la comprensioacuten y aplicacioacuten de las
reglas ofrecidas tanto en el libro segundo como en el final del tercero Si se tiene en
cuenta que seguacuten la definicioacuten claacutesica de Quintiliano el uso del ejemplo consiste en
―la mencioacuten de un hecho real o presuntamente real uacutetil para persuadir de aquello que
se pretende (Inst V116) no sorprende que Agustiacuten recurra a un gran nuacutemero de
exempla para persuadir acerca de la utilidad del uso de las reglas hermeneacuteuticas
127
necesarias para la comprensioacuten de la Escritura54 Fiel a la tradicioacuten latina Agustiacuten usa
los tres tipos de exempla en esta seccioacuten del De doctrina christiana a saber simile
dissimile y contrarium Los 3555 ejemplos usados tienen la funcioacuten tanto de esclarecer
los signos ambiguos a traveacutes de la comparacioacuten con un pasaje en el que estos sean
usados de manera clara como de sentildealar el correcto uso y aplicacioacuten de las reglas a
determinados pasajes de la Escritura En segundo lugar los ejemplos en general
cumplen la funcioacuten de ―proponer una ilustracioacuten que haga patente la argumentacioacuten
que se ha venido desarrollando a lo largo del texto (Garciacutea 2016 p 11) En la
utilizacioacuten de los ejemplos con este fin Agustiacuten sigue muy de cerca a Ambrosio el
cual habiacutea logrado deleitar al joven reacutetor gracias a la ―suavidad de sus sermones
(conf V1424) Acerca de las elecciones estiliacutesticas de Ambrosio debe anotarse que
para el obispo de Milaacuten ―si las ensentildeanzas se imponen a traveacutes de la fuerza
violentiora praecepta no tienen el mismo efecto que si se exponen con elegancia y en
modo tal que causen placer (Expl ps I10) razoacuten por la cual los tres fines de la
retoacuterica deben ir siempre unidos Una obra en la que encontramos la aplicacioacuten de
este principio es el De officiis que como ya se afirmoacute antes es fundamental para la
comprensioacuten de la recepcioacuten agustiniana de Ciceroacuten No sorprende entonces que
durante la composicioacuten del De doctrina christiana Agustiacuten tenga muy presente la
obra en la que su maestro en cuanto obispo se propone ensentildear a sus hijos
espirituales haciendo propios los exempla del Antiguo Testamento los praecepta que
el cristiano56 debe seguir en su vida Si bien es cierto que el De officiis de Ambrosio
54 Garciacutea (2016) llama la atencioacuten sobre la conexioacuten existente entre la exposicioacuten de contenidos y la ensentildeanza de la retoacuterica pues eacutesta ―maacutes que un aprendizaje de reglas es un aprendizaje por modelos mediante la experiencia extraiacuteda de los que son buenos oradores (p 26) Teniendo en cuenta el procedimiento agustiniano en los primeros tres libros del De doctrina christiana podriacutea decirse que esta misma afirmacioacuten vale para la hermeneacuteutica pues no puede entenderse como un simple compendio de reglas sino como la aplicacioacuten de las mismas en un contexto maacutes amplio 55 Se recurren a ejemplos tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento aunque se les da preeminencia a pasajes del Evangelio y en particular a las cartas de San Pablo a las que se alude en doce ocasiones 56 En la Epiacutestola 82 dirigida a Jeroacutenimo Agustiacuten se refiere a la obra en cuestioacuten de la siguiente manera ―quizaacute te cause extrantildeeza el nombre porque esa palabra oficio no es muy usada en los libros eclesiaacutesticos pero nuestro Ambrosio no halloacute inconveniente en su empleo pues puso el tiacutetulo de Oficios a algunos de sus libros llenos de preceptos provechoso (ep LXXXII21)
128
se presenta como un texto de moral no debe perderse de vista que en la exposicioacuten de
los deberes se recurre en cuanto al contenido a temas y exempla extraiacutedos de la
Escritura lo cual supone una interpretacioacuten de la misma que Agustiacuten sigue en
muchos aspectos Asiacute el De officiis ambrosiano consiste en un compendio de
ensentildeanzas morales que en cuanto ensentildeanzas son presentadas con suavidad y
decorus para alcanzar el fin que se proponen esto es persuadir al lector En el caso
de la correspondencia entre el tercer libro del De doctrina christiana y el De officiis
de Ambrosio pueden destacarse tres elementos (1) la relacioacuten entre retoacuterica y
hermeneacuteutica (2) la relacioacuten entre retoacuterica y eacutetica y (3) el recurso a modelos y figuras
de la retoacuterica claacutesica en particular a los exempla como instrumento en la
argumentacioacuten Este uacuteltimo punto determina la composicioacuten misma del De officiis en
el que sobre la base del homoacutenimo ciceroniano se lleva a cabo una siacutentesis de
motivos de la moral latina y los praecepta presentados en la Escritura a traveacutes de
exempla Asiacute Ambrosio opera con suma claridad pues para cada precepto propone
un ejemplo escrituriacutestico que tiene el fin de reforzar la idea presentada y ensentildear al
lector la manera en la que puede aplicarlo a la comprensioacuten no soacutelo de su propia
vida sino de la Escritura Para entender mejor el meacutetodo usado por Ambrosio vale la
pena detenerse en uno de los pasajes en los que se aborda una cuestioacuten central que
seraacute retomada por Agustiacuten en el libro tercero del De doctrina christiana el tema de la
justicia En el De officiis se afirma
Asiacute pues la gloria de la fortaleza no consiste soacutelo en las fuerzas del cuerpo y del brazo sino sobre todo en la virtud del espiacuteritu y la ley de la virtud no consiste en cometer la injusticia sino en rechazarla Quien pudiendo no rechaza la injusticia lejos de su compantildeero incurre en culpa tanto como el que la comete Tambieacuten el santo Moiseacutes comenzoacute con fortaleza a partir de aquiacute sus gestas beacutelicas Pues habiendo visto a un hebreo que sufriacutea la injusticia por parte de un egipcio lo defendioacute de tal manera que llegoacute a abatir al egipcio y a esconder su cuerpo en la arena (I36179)
El anterior pasaje consta de dos partes en la primera se enuncia el principio
expuesto por Ciceroacuten (off I2379) seguacuten el cual debe rechazarse la injusticia por ser
un vicio del alma en la segunda se muestra mediante un ejemplo que el virtuoso y
129
santo Moiseacutes rechazoacute la injusticia aun cuando la accioacuten de eacutesta no recayera sobre eacutel
mismo sino sobre alguien maacutes
Agustiacuten retoma el modelo propuesto por Ambrosio y en el tercer libro del De
doctrina christiana dedicado a las reglas necesarias para la interpretacioacuten de la
Escritura se sirve de eacuteste Asiacute puede verse que a cada regla hermeneacuteutica sigue un
ejemplo de su aplicacioacuten y uso lo cual tiene como objetivo ensentildear a todos aquellos
que quieran dedicarse al estudio de la Biblia la manera de proceder seguacuten los casos
interpretativos que puedan presentarse y que ya se enunciaron Para aclarar esto vale
la pena tomar en consideracioacuten dos casos a saber la regla concerniente a la
destruccioacuten de la cupiditas y aquella relacionada con el uso de la figura retoacuterica de la
semejanza en las locuciones figuradas La primera se enuncia de la siguiente manera
Todo lo que en las Santas Escrituras se lee de aacutespero y cruel en hechos y dichos atribuyeacutendolo a Dios o a los santos sirve para destruir el imperio de la concupiscencia o codicia Cuando esto es claro y patente no se ha de aplicar a otra cosa como si se hubiera dicho figuradamente Asiacute es aquello que dijo el Apoacutestol Atesoras ira para el diacutea de la venganza y de la manifestacioacuten del justo juicio de Dios el cual daraacute a cada uno seguacuten sus obras A los que perseveraron en el bien obrar buscando la gloria el honor y la inmortalidad se les daraacute la vida eterna a quienes son contenciosos y desconfiacutean de la verdad y creen a la iniquidad se les otorgaraacute la ira y la indignacioacuten La tribulacioacuten y la angustia seraacuten para toda alma del hombre que obra el mal ante todo para el judiacuteo y el griego Todo esto lo dice el Apoacutestol de aquellos que pereceraacuten con la misma concupiscencia porque no quisieron vencerla (Docchr III 1117)
En cuanto a la explicacioacuten del uso de la locucioacuten figurada Agustiacuten recurre a
un ejemplo para advertir al inteacuterprete que no debe perder de vista que la figura
retoacuterica de la semejanza no siempre se usa de la misma manera pues una misma
palabra puede usarse para significar cosas distintas o incluso opuestas El ejemplo en
cuestioacuten muestra el error de juzgar que la significacioacuten de una semejanza similia es
siempre la misma
Asiacute pues el Sentildeor usoacute la comparacioacuten de la levadura por viacutea de reproche al decir guardaos de la levadura de los fariseos y por alabanza cuando dijo semejante es el reino de los cielos a una mujer que esconde la levadura en tres medidas de harina hasta que fermentoacute toda la masa (Docchr III2535)
130
En consonancia con esta misma regla se afirma que nada impide que un pasaje
sea entendido de diversas maneras siempre y cuando como ya se habiacutea afirmado no
se vaya en contra de la regula fidei
En los dos pasajes examinados puede verse que Agustiacuten se apropia del modelo
ambrosiano que a su vez constituye una siacutentesis entre las herramientas y contenidos
de la cultura claacutesica en particular ciceroniana y la verdad revelada presente en la
Escritura El libro tercero del De doctrina christiana debe entenderse como un
momento crucial en el proyecto agustiniano heredero de Ambrosio en varios
aspectos pues eacuteste surge del diaacutelogo incesante de Agustiacuten con sus maestros tanto
claacutesicos como cristianos y la Escritura En este diaacutelogo en esa buacutesqueda continua que
determina la concepcioacuten agustiniana de la filosofiacutea Ticonio se presenta como un
interlocutor que ocuparaacute un lugar fundamental en el pensamiento de Agustiacuten y en la
estructura del De doctrina christiana pues en el momento en el que la obra se
retoma treinta antildeos despueacutes de la composicioacuten de la primera parte el tema elegido
para concluir el libro tercero seraacute justamente la enunciacioacuten de las reglas
interpretativas propuestas por Ticonio en su Liber regularum Sin embargo debe
llamarse la atencioacuten sobre un hecho que ha gozado de muy poca consideracioacuten entre
los comentaristas se trata de la cuestioacuten de los tropos tema con el cual se retoma la
composicioacuten de la obra Como se veraacute en seguida parece que la mayoriacutea de
estudiosos asume que la redaccioacuten del 426 se inicia con la enunciacioacuten de las reglas
de Ticonio lo cual les permite centrarse en esta cuestioacuten para ofrecer las distintas
hipoacutetesis acerca de la interrupcioacuten Empero entre el ejemplo con el que se cierra el
tema de las locuciones figuradas (Docchr III2535) y la enunciacioacuten de las reglas
(Docchr III3042) Agustiacuten retoma el tema de las expresiones que pueden tener dos
o maacutes sentidos haciendo uso de ejemplos como en las secciones anteriores (Docchr
III2536-37) lleva a cabo una justificacioacuten de la tarea interpretativa (Docchr
III2738)57 y por uacuteltimo trata acerca de los tropos presentes en la Escritura y de la
57 Vale la pena traer completo el pasaje en el que se lleva a cabo la justificacioacuten de esta tarea ―Cuando de las mismas palabras de la Escritura se deducen no uno sino dos o maacutes sentidos aunque no se descubra cuaacutel fue el del escritor no hay peligro en adoptar cualesquiera de ellos si puede mostrarse por otros lugares de las Santas Escrituras que todos convienen con la verdad Sin embargo el que
131
utilidad de los mismos para la hermeneacuteutica (Docchr III2939) iquestCoacutemo debe
entenderse esta seccioacuten intermedia iquestCuaacutel es su relacioacuten con la enunciacioacuten de las
reglas de Ticonio Para responder a estos interrogantes es necesario detenerse en las
diferentes propuestas concernientes a la interrupcioacuten y en la presentacioacuten de las
reglas
24 Agustiacuten y Ticonio la pausa en la composicioacuten del De doctrina christiana y la recepcioacuten del Liber regularum
Como ya se afirmoacute en la introduccioacuten al presente capiacutetulo la peculiaridad de
la composicioacuten del De doctrina christiana ha suscitado no pocas cuestiones a los
estudiosos del pensamiento de Agustiacuten Un amplio sector de la criacutetica habla en
teacuterminos de interrupcioacuten queriendo enfatizar en una ruptura causada por cuestiones
doctrinales (Lettieri 2001) hermeneacuteuticas (Kannengiesser 1996) o circunstanciales
(Simonetti 1994 Pincherle 1974) La primera postura a la que ya se hizo alusioacuten
estaacute relacionada con la propuesta de Lettieri seguacuten la cual existe una escisioacuten entre
las dos partes del De doctrina christiana debido a la crisis que el descubrimiento de
la doctrina de la gracia causoacute en el pensamiento de Agustiacuten Si bien la amplitud y
profundidad de la obra de Lettieri requiere un estudio que desborda las intenciones de
este capiacutetulo es importante tener presente que el desacuerdo con su propuesta estaacute
anclado en una eleccioacuten interpretativa que sigue a Madec y a Harrison seguacuten la cual
el pensamiento de Agustiacuten debe entenderse de manera unitaria y coherente Las
razones de la interrupcioacuten aducidas por el estudioso italiano estaacuten ancladas en una
concepcioacuten en la que no existe espacio alguno para una interpretacioacuten unitaria ni del
investiga la palabra divina ponga todo su empentildeo en llegar a lo que quiso decir el autor por quien el Espiacuteritu Santo compuso aquella Escritura ya lo consiga o ya obtenga otro sentido de aquellas palabras que no se oponga a la pureza de la fe teniendo un testimonio de cualquier otro lugar de la divina Escritura Porque tal vez el autor en aquellas palabras que pretendemos esclarecer vio el mismo sentido que nosotros les damos por lo menos es cierto que el Espiacuteritu Santo que las compuso por medio de eacutel previoacute sin lugar a duda eacutesta que habiacutea de ocurriacutersele al lector o al oyente es maacutes puesto que se halla fundada en la verdad proveyoacute para que se le ocurriera iquestPues queacute cosa pudo Dios proveer con maacutes abundancia y liberalidad en las divinas letras que el hacer que unas mismas palabras se entiendan de modos distintos los cuales son confirmados por otras no menos divinas palabras contestes de la Escritura (Docchr III2738)
132
De doctrina christiana ni del proyecto filosoacutefico agustiniano pues considera Lettieri
que el primer Agustiacuten esto es el Agustiacuten de la caritas de la libertas y de la
ontoteologiacutea platoacutenica se contrapone de manera radical e irreconciliable al otro
Agustiacuten el Agustiacuten de la veritas de la revelatio y del Evangelio Asiacute seguacuten este
autor ―el irrumpir de la desconfianza en relacioacuten con el autoacutenomo poder anagoacutegico
de la doctrina christiana coincide con el traacutensito de una teologiacutea de la suasio a una
teologiacutea de la persuasio o de la confessio (Lettieri 2001 p 98) irrupcioacuten que
hallaraacute su concrecioacuten en las Confessiones y en el libro IV del De doctrina christiana
Por otra parte Kannengiesser aunque tambieacuten pone el acento en la
interrupcioacuten como ruptura aduce razones muy distintas a las de Lettieri pues se
centra en la dificultad que seguacuten eacutel comportoacute para Agustiacuten el estudio y la aplicacioacuten
de las reglas de Ticonio Para apoyar esta idea recurre a la carta en la Agustiacuten le pide
con insistencia a Aurelio que se pronuncie acerca del libro del donatista
Te rogamos por quien te dio tales dones y por ti con esa bendicioacuten los derrama sobre el pueblo a cuyo servicio vives que ordenes enviarnos escritos y corregidos todos los sermones de los presbiacuteteros que gustares No hemos olvidado lo que mandaste y todaviacutea esperamos conocer tu opinioacuten acerca de las siete reglas o claves de Ticonio como te lo hemos escrito repetidamente (ep XLI)
Seguacuten Kannengiesser (1995) la oracioacuten ―no hemos olvidado lo que
mandaste estaacute conectada al resto de la frase razoacuten por la cual debe asumirse que
Aurelio entregoacute a Agustiacuten el libro de Ticonio para que lo ayudara en la lectura del
mismo (p 9) Sin embargo esto no significa que Agustiacuten haya interrumpido la
redaccioacuten del De doctrina christiana por no recibir la opinioacuten de Aurelio acerca del
libro que al parecer este uacuteltimo le habiacutea entregado El comentarista sostiene que la
interrupcioacuten obedecioacute a razones hermeneacuteuticas pues
cuando Agustiacuten quiso explicar algunas de las expresiones figuradas en el capiacutetulo 25 del libro tercero ya no estaba satisfecho con sus propias distinciones La necesidad de comprometerse en una discusioacuten directa con las categoriacuteas de Ticonio que se centra precisamente en las locuciones figuradas se volvioacute imperativa pero auacuten no estaba preparado para eso (Kannengiesser 1995 p 8)
133
Seguacuten esto Agustiacuten no esperaba la aprobacioacuten de Aurelio para incluir los
aportes del donatista en su obra sino una opinioacuten que complementara su comprensioacuten
de los mismos pues la postura de Ticonio seguacuten la cual las reglas por eacutel ofrecidas
deben entenderse como principios intriacutensecos a la Escritura58 suscitaba no pocas
perplejidades para el proyecto trazado iquestPuede entonces afirmarse que la dificultad
de la comprensioacuten del caraacutecter de las reglas llevoacute a Agustiacuten a interrumpir la
composicioacuten de la obra Algunos estudiosos consideran que siacute afirmando que
durante los antildeos de la interrupcioacuten Agustiacuten no abandonoacute el libro de Ticonio y que al
no lograr conciliar su objetivo con la propuesta del donatista optoacute por ofrecer una
interpretacioacuten de las reglas que llevariacutea a una incomprensioacuten histoacuterica de las mismas
(Kannengiesser 1995 p 10 Ayaacuten Calvo 2009 p 35 ss)59 En este punto vale le
pena detenerse en la presentacioacuten que hace Agustiacuten antes de exponer las reglas con
las que cierra el libro tercero del De doctrina christiana
un tal Ticonio que escribioacute de manera irrefutable contra los donatistas a pesar de ser eacutel mismo donatista compuso un libro al que llamoacute De las reglas porque en eacutel expuso siete reglas con las cuales a manera de llaves se pueden abrir los misterios de las Escrituras divinas (III3042)
En contra de la lectura agustiniana Ayaacuten Calvo (2009) sostiene respecto de
las reglas que ―Ticonio afirma expliacutecitamente que pueden provocar confusioacuten o
incluso que son un obstaacuteculo para la comprensioacuten y que son un modo divino de
proceder para hacer la verdad maacutes grata o atractiva a quienes la buscan (p 37)60 En
58 Tanto Bright (1988) como Kannengiesser (1995) afirman que para Ticonio las reglas no deben entenderse como herramientas creadas por eacutel para facilitar la comprensioacuten de la Biblia se tratan en cambio de ―principios literarios que gobiernan la formacioacuten del texto de la Escritura (Bright 1988 p 186) y que en cuanto tales dependen del Espiacuteritu Santo Siguiendo la terminologiacutea ticoniana Ayaacuten Calvo las define como ―algo con lo que el Espiacuteritu selloacute la Ley son sellos del Espiacuteritu mediante los cuales protege el camino de la luz (Ayaacuten Calvo 2009 p 37) 59 Pollmann (1996) se opone tanto a Kannengiesser como a Bright afirmando que ―no se puede sostener que la recepcioacuten agustiniana de Ticonio pueda entenderse como una malinterpretacioacuten (p 215) pues se trata de una apropiacioacuten y de una interpretacioacuten que cumple un objetivo muy claro en la obra de Agustiacuten (Pollmann 1996 p 215) 60 En la regla VI concerniente a la recapitulacioacuten Ticonio afirma ―entre las reglas con las que el Espiacuteritu selloacute la Ley para que fuese custodiado el camino de la luz el sello de la recapitulacioacuten custodia algo con tal sutilidad que maacutes que recapitulacioacuten parece una continuacioacuten de la narracioacuten (VI1)
134
consonancia con esta postura Ayres (1995) considera que el caraacutecter miacutestico de las
reglas de Ticonio consiste en que eacutestas actuacutean para esconder la verdad a aquellos que
no creen y que soacutelo revelan el verdadero mensaje del texto a quienes son inspirados
por Dios
se supone que las reglas son una parte inherente al texto un conocimiento secreto siempre presente que se revela al verdadero exegeta La interpretacioacuten es el resultado de la inspiracioacuten de la gracia y en casos discutibles Ticonio insiste en que las reglas estaacuten todaviacutea presentes pero que se necesita una inspiracioacuten adicional para comprenderlas exactamente (p 17)
En este punto vale la pena tener presente el estudio de Camastra (1996) en el
que se afirma que el Liber regularum debe entenderse como una obra en la que se
presentan algunos principios eclesioloacutegicos que pueden ayudar en la comprensioacuten de
la Escritura razoacuten por la cual no se puede escindir la hermeneacuteutica ticoniana de su
eclesiologiacutea (p 262) En lo que concierne al mysterium se afirma que ―el Espiacuteritu
santo quiso velar el verdadero sentido de las Escrituras escondiendo por ejemplo el
geacutenero en la especie (Camastra 1996 p 266)
Teniendo en cuenta lo afirmado hasta el momento podriacutea considerarse que el
estudio de Ticonio y la impresioacuten que su obra causoacute en Agustiacuten fueron causas
suficientes para la suspensioacuten temporal del De doctrina christiana Esta tesis parece
maacutes fuerte que aquella seguacuten la cual Agustiacuten interrumpioacute la obra al no recibir la
opinioacuten que en reiteradas ocasiones habiacutea pedido a Aurelio Seguacuten Simonetti (1994)
no puede imaginarse que Aurelio haya olvidado dar respuesta a la peticioacuten de Agustiacuten sin una motivacioacuten o buena razoacuten en cambio se puede sostener la hipoacutetesis seguacuten la cual Aurelio no queriacutea dar un juicio negativo de una obra que consideraba valiosa y que sabiacutea que Agustiacuten teniacutea en alta estima pero tampoco queriacutea aprobar su uso por pertenecer a un donatista (p 12)
Aunque puede afirmarse con seguridad que la opinioacuten de Aurelio primado de
Aacutefrica era fundamental para Agustiacuten esta hipoacutetesis pierde su fuerza cuando se tiene
en cuenta que Agustiacuten emprende la defensa de Ticonio en el Contra epistulam
Parmeniani escrita en el antildeo 400 esto es en plena controversia antidonatista y soacutelo
tres antildeos despueacutes del abandono de la composicioacuten del De doctrina christiana
135
Si bien es muy difiacutecil ofrecer una solucioacuten concluyente respecto a esta
cuestioacuten para ello debe tenerse en cuenta la manera en la que Agustiacuten introduce la
exposicioacuten de las reglas y la interpretacioacuten que hace de las mismas Las palabras
usadas para introducir el tema justifican el recurso a las reglas seguacuten el plan original
de la obra que nunca se abandona ni modifica haciendo eacutenfasis en su utilidad Sin
embargo se adopta tambieacuten una posicioacuten criacutetica no soacutelo frente al contenido de las
reglas sino tambieacuten frente a la actitud del donatista respecto de la eficacia de su obra
pues para Agustiacuten Ticonio atribuye maacutes importancia a sus reglas de la que en
realidad tienen Por otra parte Agustiacuten llama la atencioacuten sobre el hecho de que
Ticonio se equivocoacute en muchas de sus afirmaciones ―no soacutelo porque como hombre
erroacute en ciertas cosas sino principalmente porque habloacute de otras como hereje
donatista (Docchr III3043) razoacuten por la cual es necesario acercarse a sus
afirmaciones con cierta cautela La actitud del obispo que interrumpe la redaccioacuten de
las Retractationes para culminar el propoacutesito que se habiacutea trazado treinta antildeos atraacutes
muestra que su juicio sobre Ticonio no ha cambiado con el paso de los antildeos Fiel a su
modo de proceder Agustiacuten toma de Ticonio aquello que considera uacutetil apropiaacutendose
de su propuesta y reinterpretaacutendola a la luz de las necesidades de la obra por ello no
utiliza los mismos ejemplos ofrecidos por el donatista para ilustrar cada una de las
reglas o se centra soacutelo en uno de ellos con el fin de reforzar su propia interpretacioacuten
de las mismas
Teniendo en cuenta lo dicho hasta el momento es pertinente pasar a tratar la
exposicioacuten y apropiacioacuten que hace Agustiacuten de las siete reglas de Ticonio La primera
regla se denomina del Sentildeor y su cuerpo y en ella se destaca la importancia de
distinguir cuaacutendo un texto hace referencia a Cristo en siacute mismo y cuaacutendo se refiere a
Cristo como conjunto de los que creen en Eacutel es decir como Iglesia Del amplio
nuacutemero de ejemplos ofrecidos por Ticonio para exponer esta regla Agustiacuten escoge el
siguiente ―no en vano se dijo a los fieles sois descendencia de Abraham siendo una
sola la descendencia de Abraham es decir Cristo (Docchr III3144) Vale la pena
anotar que la exeacutegesis universalista de este pasaje paulino (Gal 316) seguacuten la cual la
136
promesa fue hecha a Cristo pero se cumple en los que son uno con Eacutel es recurrente
en la controversia donatista que ocupoacute a Agustiacuten durante dos deacutecadas61
El nombre de la segunda regla ―del doble cuerpo del Sentildeor es objeto de
criacutetica por parte de Agustiacuten La intencioacuten de esta norma es la de llamar la atencioacuten al
lector sobre el hecho de que en las Escrituras no siempre resulta claro a quieacuten se estaacute
haciendo referencia si a aquella parte de la Iglesia compuesta por herejes o a los que
siguen la fe verdadera Puesto que para Agustiacuten las herejiacuteas no pueden considerarse
como el verdadero cuerpo de Cristo afirma que el nombre de esta regla deberiacutea ser
―del cuerpo del Sentildeor verdadero y mezclado o del verdadero y fingido (Docchr
III3245) Agustiacuten usa esta regla para oponerse a los correligionarios de Ticonio los
cuales consideraban que la Iglesia debiacutea ser una pura e inmaculada A la base de la
criacutetica ticoniana estaacute la concepcioacuten de que la Iglesia se halla conformada por justos y
pecadores hasta el momento del Juicio Final El ejemplo utilizado tanto por Ticonio
como por Agustiacuten es el pasaje del Cantar de los cantares ―soy morena y hermosa
como las tiendas de Cedar como los tapices de Salomoacuten (Cant I5) el cual se
interpreta seguacuten la sincroniacutea de los atributos Asiacute la Iglesia es a la vez morena y
hermosa y no puede afirmarse que se trate de dos momentos distintos El fundamento
evangeacutelico de esta concepcioacuten se encuentra en la afirmacioacuten el trigo y la cizantildea
deben crecer juntos hasta que llegue el momento de su uacutenica y definitiva separacioacuten
(Mt 330)
La tercera regla se presenta de la siguiente manera
trata de ―las promesas y la ley la que puede llamarse de otra manera ―del espiacuteritu y de la letra conforme la denomineacute yo en el libro que escribiacute sobre esta materia Puede asimismo llamarse ―de la gracia y del mandamiento Esta me parece cuestioacuten
61 En el Contra epistulam Parmeniani leemos ―Para que no piensen los donatistas que este oraacuteculo fue dicho soacutelo a los judiacuteos expliacutequenos el Apoacutestol cuaacutel es el sentido del teacutermino descendencia de Abraham por la cual seriacutean benditos todos los pueblos A Abraham -dice- le han sido hechas promesas asiacute como a su descendencia No dice descendencias como si fueran varias sino en tu descendencia en singular refirieacutendose a una sola Esta descendencia es Cristo Porque es en Cristo donde estaacute prometido con aplastante autoridad y demostrado con la realidad maacutes palmaria que todas las razas alcanzariacutean la bendicioacuten de Dios iexclY todaviacutea lo niegan quienes desean llamarse cristianos (I22) Veacutease Epistula ad catholicos de secta donatistarum (611ndash2470) y Contra Cresconium (II3645)
137
maacutes importante que la regla que deba emplearse para resolver cuestiones Los pelagianos por no haber entendido esta cuestioacuten o doctrina inventaron su herejiacutea o la acrecentaron Ticonio trabajoacute muy bien por aclararla pero de modo incompleto porque tratando de la fe y de las obras nos dijo que las obras se dan por Dios debido al meacuterito de la fe pero la misma fe es de tal modo nuestra que no la recibimos de Dios (Docchr III3346)
Puede verse que esta regla se usa como punto de partida para acometer contra
las herejiacuteas tanto pelagiana como donatista Los pelagianos consideraban que era
posible librarse del pecado y por lo tanto merecer en virtud de los buenos actos la
unioacuten con Dios y su contemplacioacuten Por su parte los donatistas aunque no
compartiacutean la posicioacuten pelagiana consideraban que las obras del hombre se dan por
Dios gracias a le fe pero que esta uacuteltima le pertenece al hombre y no depende de la
gracia divina Para tomar distancia de Ticonio en este punto Agustiacuten propone tres
ejemplos paulinos que no habiacutean sido tenidos en cuenta en la exposicioacuten de la tercera
regla en el Liber regularum
La cuarta regla de Ticonio reza asiacute se habla de la especie y el geacutenero ―seguacuten
los misterios de la sabiduriacutea celeste gracias al magisterio del Espiacuteritu Santo que al
establecer la fe como precio de la verdad habloacute misteriosamente pues escondioacute el
geacutenero en la especie62 (Lr IV1) Agustiacuten por su parte la resume de la siguiente
manera
la cuarta regla de Ticonio trata de laquola especie y el geacuteneroraquo La llama asiacute queriendo que se entienda por especie la parte y por geacutenero el todo del cual es parte la que denomina especie asiacute como cada ciudad es ciertamente parte del universo (Docchr III3447)
La utilidad de esta clave radica en que advierte al lector sobre el cuidado que
se debe tener cuando la Escritura pasa del geacutenero a la especie pero parece que
continuara refirieacutendose al primero En consonancia con el tono que se adoptoacute en la
62 En consonancia con lo afirmado en la introduccioacuten al Liber regularum en la exposicioacuten de la cuarta regla Ticonio reafirma la posicioacuten ―el Espiacuteritu santo es autor e inteacuterprete de la Escritura inspirador del texto y maestro que dicta los criterios hermeneacuteuticos para su comprensioacuten La docilidad hacia su magisterium permite la interpretacioacuten correcta seguacuten la intencioacuten de Aqueacutel que la inspiroacute (Camastra 1998 p 206)
138
exposicioacuten de la tercera regla Agustiacuten aplica la cuarta a diversos pasajes de la
Escritura teniendo como trasfondo su doctrina de la gracia
La quinta regla de Ticonio se denomina ―de los tiempos y tiene que ver con
la forma de entender el tiempo en el que se desarrollaron las acciones narradas en la
Escritura Esta regla puede aplicarse con la figura retoacuterica de la sineacutecdoque o con los
nuacutemeros legiacutetimos Recurrir al tropo de tomar la parte por el todo o el todo por la
parte es necesario cuando se presentan contradicciones temporales respecto de un
determinado hecho Asiacute por ejemplo los Evangelios parecen contradecirse cuando
uno afirma que la resurreccioacuten de Cristo se dio luego de seis diacuteas de su muerte63
mientras que otro afirma que tal acontecimiento tuvo lugar luego de ocho diacuteas Si se
recurre a la sineacutecdoque para explicar esta aparente contradiccioacuten se diraacute que aquel
evangelista que afirma que transcurrieron ocho diacuteas al contar como un diacutea entero la
parte del diacutea en que Cristo predijo dicho suceso y la parte del diacutea en el que se verificoacute
estaacute tomando la parte por el todo En lo que respecta a los nuacutemeros legiacutetimos esto es
a los que se reconocen con facilidad se afirma que muchas veces quieren significar
un tiempo indefinido ―de donde se infiere que no soacutelo se han de resolver con estos
nuacutemeros cuestiones de tiempo sino que sus significaciones tienen maacutes amplitud y se
ramifican en muchos sentidos (Docchr III3550)
La sexta regla se denomina ―recapitulacioacuten y resulta de suma utilidad para el
inteacuterprete en aquellos pasajes en los que se narran sucesos como si se hubieran dado
de manera lineal cuando en realidad se silencian hechos intermedios Para ilustrar el
uso que debe hacerse de esta norma Agustiacuten recurre al mismo ejemplo que utiliza
Ticonio en el Liber regularum
el diacutea que salioacute Lot de Sodoma llovioacute fuego del cielo y abrasoacute a todos conforme a esto seraacute el diacutea en que se manifestaraacute el Hijo del Hombre En aquella hora el que estuviere en el tejado y tuviere sus muebles en casa no baje a tomarlos el que se halle en el campo no vuelva atraacutes Acueacuterdese de la mujer de Lot (Lr 1729)
63 A propoacutesito de la cuestioacuten del tiempo transcurrido entre la muerte y la resurreccioacuten de Cristo Camastra (1998) anota que el detalle y el tipo de argumentacioacuten con el que Ticonio se dedica a la misma permiten suponer que se trataba de un objeto de debate en la iglesia donatista (p 219)
139
Seguacuten la regla de la recapitulacioacuten estas palabras deben entenderse como
como la descripcioacuten de dos momentos que no guardan entre siacute ninguna linealidad Asiacute
pues el precepto de no volver atraacutes la mirada no debe entenderse como un mandato
para el momento futuro de la manifestacioacuten del Hijo en el Juicio Final sino para el
presente El valor hermeneacuteutico de esta regla consiste en que ayuda a aclarar los
pasajes oscuros o contradictorios de la Escritura mediante el recurso al sentido literal
que en las pocas ocasiones en que puede ser usado debe preferirse al alegoacuterico
(Pollmann 1996 p 207)
La seacuteptima y uacuteltima regla de Ticonio permite al estudioso de las Escrituras
saber cuaacutendo se estaacute haciendo referencia al diablo o a su cuerpo que son los impiacuteos
razoacuten por la cual se llama ―del diablo y su cuerpo en este sentido corresponde por
viacutea negativa a la primera regla Pollman (1996) llama la atencioacuten sobre el hecho de
que Agustiacuten le dedica poco espacio a la exposicioacuten de esta regla (p 211) en
contraposicioacuten a Ticonio que se extiende en la presentacioacuten y ejemplificacioacuten de la
misma Esto se debe a que Agustiacuten la interpreta en el mismo sentido de la primera
por tanto no considera oportuno extenderse En cuanto a Ticonio en cambio
podemos afirmar con Camastra (1998) que la importancia otorgada a esta uacuteltima regla
estaacute relacionada con el profundo intereacutes eclesioloacutegico que anima las reflexiones
ticonianas (p 239)
En este punto y con la intencioacuten de ofrecer una solucioacuten a la cuestioacuten ya
planteada acerca de la relacioacuten entre la seccioacuten del libro tercero compuesta en el 426
concerniente a los tropos y la exposicioacuten de las reglas de Ticonio vale la pena
detenerse en la conclusioacuten presentada por Agustiacuten
todas estas reglas menos una la llamada laquode la ley y las promesasraquo sirven para que se entienda de una cosa otra distinta lo cual es propio de la expresioacuten troacutepica la que a mi ver se extiende maacutes de lo que puede encerrase una regla general Porque en cualquier parte donde se diga algo para que se entienda otra cosa distinta de lo dicho hay locucioacuten troacutepica aunque no aparezca el nombre de este tropo en el arte de hablar o la retoacuterica (Docchr III3756)
Teniendo en cuenta este pasaje puede afirmarse con Pollmann (1996) que el
argumento central del libro tercero del De doctrina christiana no es otro que el de los
140
signa ambigua Por ello Agustiacuten recurre a Ticonio por la utilidad de sus reglas para la
comprensioacuten de las expresiones troacutepicas (p 213) Esta es la razoacuten por la cual la
redaccioacuten de la parte conclusiva del libro tercero inicia justamente con la seccioacuten en
la que de manera teacutecnica como lo anota Hill (1996) Agustiacuten expone los diferentes
tropos presentes en la Escritura Fiel al estilo de composicioacuten usado a lo largo de la
obra Agustiacuten presenta las figuras retoacutericas y luego mediante los ejemplos
formulados por Ticonio ofrece una explicacioacuten que permita esclarecer su uso y
comprensioacuten En este orden de ideas podriacutea afirmarse que en contra de aquellos que
han sostenido que la interrupcioacuten de la obra tuvo que ver con la dificultad en la
interpretacioacuten del Liber regularum (Kannengiesser 1995 Bright 1995) o con la
vacilacioacuten para recurrir a Ticonio en plena controversia antidonatista (Simonetti
1994) Agustiacuten utiliza las reglas con una intencioacuten ilustrativa tomando cautelosa
distancia de los errores humanos y doctrinales de Ticonio sin perder de vista la
pertinencia de las mismas para la culminacioacuten de esta parte de su obra
En este punto vale la pena tener presente una epiacutestola redactada durante los
antildeos de la interrupcioacuten que nos permite acceder a una comprensioacuten maacutes clara de la
relacioacuten entre Agustiacuten y Ticonio en lo que concierne sobre todo a la utilidad de la
propuesta ticoniana para el proyecto hermeneacuteutico agustiniano En la carta enviada a
Restituto entre el antildeo 400 y el 411 leemos
El hermano Deogracias tan fiel a miacute como sabes me ha indicado los ardores que hablan de la piadosa llama existente en tu corazoacuten ardores de los que participa eacutel mismo Lee pues a Ticonio a quien bien conoces aunque no vas a dar tu aprobacioacuten a todo Bien sabes lo que se ha de evitar en dicho autor pero me parece que ha tratado y solucionado con valentiacutea ese problema iquestcoacutemo hemos de mantener en la Iglesia de Dios el viacutenculo de la unidad y tolerar los sucesos perversos o aun criminales que no podemos corregir o suprimir En los escritos de Ticonio hay que corregir su intencioacuten tambieacuten hay que recurrir a las divinas fuentes de las santas Escrituras para advertir cuaacuten pocos testimonios doctrinales o ejemplos histoacutericos ha anotado para resolver este problema y coacutemo nadie puede ponerlos todos si no quiere intercalar al su escrito casi todas las paacuteginas de los Libros santos (ep CCXLIX)
De las palabras dirigidas a Restituto podemos hacer tres consideraciones En
primer lugar no debe pasar desapercibido el tono de familiaridad con el que Agustiacuten
se refiere a Ticonio quem bene nosti lo cual indica que su obra gozaba de amplia
141
difusioacuten y era objeto de estudio por parte de toda la comunidad cristiana del norte de
Aacutefrica En segundo lugar debe resaltarse que Agustiacuten usa el mismo tono y un
lenguaje muy cercano al que utilizaraacute en el De doctrina christiana (III3042) para
referirse al proceder del inteacuterprete caute sane legendus est con respecto a la obra del
donatista pues se afirma que debe tomarse lo uacutetil y rechazarse aquello que se halla en
contradiccioacuten con la doctrina catoacutelica Por uacuteltimo noacutetese que en la referencia al
problema tratado por Ticonio el cual se encuentra justamente al centro de la
controversia entre donatistas y catoacutelicos64 se alude de forma indirecta a las dos
primeras reglas del Liber regularum que como se afirmoacute anteriormente deben
entenderse desde la perspectiva eclesioloacutegica ticoniana
Por uacuteltimo debe anotarse que la conclusioacuten de Agustiacuten a la presentacioacuten de
las reglas de Ticonio con la que se cierra el libro tercero brinda elementos para
pensar la relacioacuten existente entre retoacuterica y hermeneacuteutica lo cual puede entenderse
como una introduccioacuten al libro cuarto que se ocuparaacute ya no soacutelo de los praecepta
retoacutericos sino de la consuetudo linguae que como anota Pizzolato (1995) ―deriva del
aprendizaje del uso de los buenos autores y del ejercicio de la imitacioacuten (p 103)
64 El cisma donatista se originoacute en Cartago a principios del siglo IV a causa de la impugnacioacuten del obispado de Ceciliano por parte del primado de Numidia Este uacuteltimo no consideraba vaacutelida la eleccioacuten de Ceciliano pues alegaba que entre los obispos que lo habiacutean consagrado se encontraba un traditor esto es un cristiano que habiacutea entregado los libros sagrados durante las persecuciones imperiales Si bien Constantino se pronuncioacute a favor de Ceciliano en el 314 (ep XCIII1044) la herejiacutea donatista se reforzoacute y expandioacute a lo largo de todo el siglo IV razoacuten por la cual Agustiacuten tuvo que hacerle frente y defender su posicioacuten en una confrontacioacuten que habiacutea llegado a asumir tintes violentos Los primeros escritos antidonatistas se situacutean en el periodo presbiteral y los uacuteltimos son anteriores al 411 antildeo en el cual un edicto imperial condenoacute el donatismo de manera definitiva aunque como ya se vio haraacute algunas alusiones a la secta en el De doctrina christiana
142
3 CICEROacuteN EN EL LIBRO CUARTO DEL DE DOCTRINA CHRISTIANA
Seguacuten lo expresado en el proacutelogo el uacuteltimo libro se ocupa del modus proferendi esto
es del modo como debe exponerse lo que se ha entendido en la Escritura lo cual no
significa que la obra se considere como un manual de retoacuterica en el que se brindan las
reglas concernientes a la expositio A propoacutesito de esto Agustiacuten afirma
lo primero que prevengo en este proacutelogo a mis lectores a los que quizaacutes piensen que he de darles los preceptos retoacutericos que aprendiacute y ensentildeeacute en las escuelas del siglo es que no esperen de miacute tal cosa no porque no tengan alguna utilidad sino porque si la tienen deben aprenderse aparte (Docchr IV12)
La cercaniacutea de la advertencia agustiniana con la admonicioacuten ciceroniana en la
introduccioacuten al De oratore no puede pasar desapercibida ―no expondreacute aquiacute una serie
de preceptos partiendo de las nociones escolaacutesticas aprendidas en mi lejana juventud
sino aquellos principios que pude recibir de algunos de nuestros maacutes elocuentes
ciudadanos (I23)
Acerca de la utilidad de la retoacuterica y en consonancia con la divisioacuten
establecida en el libro primero entre uti y frui se establece que la retoacuterica debe ser
usada con vistas a un fin mayor la defensa de la verdad En este punto se retoma la
consideracioacuten del libro segundo (Docchr II3655) seguacuten la cual la retoacuterica no
pertenece al grupo de cosas instituidas por los hombres sino por Dios por cuanto ella
es buena y verdadera en siacute misma aunque pueda ser usada para fines inicuos seguacuten el
caraacutecter de quien la emplee Asiacute pues Agustiacuten se pregunta acerca de la retoacuterica ya
que si ella sirve ―[hellip] en gran manera para persuadir las cosas buenas o las malas
(Docchr IV23) luego ―iquestpor queacute los buenos no se dedican a conseguirla para que
144
sirva a la virtud cuando los malos la emplean en uso de la iniquidad y del error para
defender vanas y perversas causas (Docchr IV23)
La concepcioacuten de retoacuterica en la que se apoyan las afirmaciones iniciales del
libro cuarto del De doctrina christiana estaacute anclada en la tesis latina presente tanto
en Ciceroacuten como en Quintiliano que considera a la retoacuterica como un saber unitario
puesto que su objeto no puede ser otro que la verdad En el De oratore se sostiene
que ―existe aquella famosa verdad afirmada por Platoacuten y que tuacute Catulo ciertamente
conoces seguacuten la cual todo el conocimiento teoacuterico de las artes humanas y liberales
se mantiene unida por una especie de viacutenculo comuacuten (de Orat III621) De lo
anterior resulta que ―la elocuencia es una sola independientemente del campo y el
aacutembito de la discusioacuten a la cual se dedique (de Orat III623) En la misma liacutenea que
Ciceroacuten y apoyaacutendose en eacutel Quintiliano afirma en su Institutio oratoria ―nuestro
propoacutesito no es el de definir al orador del pasado o del presente sino el de crear la
imagen de la perfeccioacuten absoluta y constante (I105) En este punto puede
sostenerse con Fabrizi (1995) que para Agustiacuten en virtud de la relacioacuten del Verbo
divino con el acto comunicativo humano la eloquentia esto es la expresioacuten humana
se halla necesariamente dispuesta hacia la Verdad (p 154) y en este sentido como lo
afirma Ciceroacuten no puede separarse de la filosofiacutea (de Orat III1972 III35142)
Una vez establecida la utilidad de la retoacuterica para el orador cristiano Agustiacuten
ofrece algunas recomendaciones concernientes al estudio de la misma En primer
lugar se menciona que la elocuencia debe ser estudiada en la juventud pues si eacutesta
no se aprende en el tiempo conveniente en la madurez resulta muy difiacutecil de asimilar
Esta idea se encuentra expresada ya en el De oratore de la siguiente manera ―en tu
discurso Craso me llamoacute particularmente tu afirmacioacuten seguacuten la cual aqueacutel que no
aprende algo raacutepidamente no podraacute aprenderlo nunca de manera suficiente (III146)
Sin embargo se anota que el aprendizaje de la retoacuterica se da no soacutelo por medio del
estudio de sus reglas sino que tambieacuten se adquiere habilidad en ella leyendo y
escuchando a aquellos que escriben y hablan con elocuencia Esta tesis que
determina la composicioacuten del libro cuarto y se halla en clara consonancia con lo que
se sostiene al inicio del mismo tambieacuten encuentra un antecedente en Ciceroacuten pues
145
como ya se afirmoacute el orador romano sostiene que las reglas constituyen un primer
momento de formacioacuten que se perfecciona en el estudio de los exempla tomados de
los oradores maacutes ilustres (de Orat I23) En este mismo orden de ideas en el libro
tercero de la misma obra ante la insistencia de los interlocutores de Craso por recibir
un compendio y explicacioacuten de las reglas que sirven para embellecer el discurso
Craso responderaacute ―me preguntas acerca de cosas de sobra sabidas por todos de
hecho no desconocidas por ti Sulpicio pues iquestquieacuten no ha impartido lecciones no ha
establecido reglas y no ha dejado escritos concernientes a esto (III37148)
La actitud de Ciceroacuten estaacute relacionada con una concepcioacuten naturalista de la
retoacuterica seguacuten la cual el estudio sistemaacutetico de sus reglas no garantiza que un orador
sea elocuente Por la pertinencia del pasaje para la recepcioacuten agustiniana de la
relacioacuten entre retoacuterica y elocuencia vale la pena considerar uno de los pasajes del De
oratore en los que se aborda esta cuestioacuten
he llegado a la conclusioacuten de que todos estos preceptos no deben su validez a que los oradores que los han seguido han alcanzado la fama por su elocuencia sino sobre todo al hecho de que aquellos estudiaron y extrajeron los principios a partir de lo que los oradores haciacutean espontaacuteneamente sua sponte Asiacute pues la elocuencia no deriva de la retoacuterica sino que la retoacuterica deriva de la elocuencia (I146)
Agustiacuten a su vez se refiere a este argumento en los siguientes teacuterminos
Pues tambieacuten de los mismos que los aprendieron y que hablan copiosa y elegantemente no todos cuando hablan pueden pensar en los preceptos para hablar conforme a ellos a no ser que traten de los mismos auacuten maacutes creo que apenas habraacute alguno de ellos que al mismo tiempo sea capaz de hablar bien y de pensar mientras habla en aquellos preceptos que es menester observar para hablar bien Se ha de pensar evitar que escapen de la memoria las cosas que han de decirse por atender a decirlas con arte Sin embargo en los discursos y charlas de los oradores se hallan empleadas las reglas de la elocuencia de las cuales ni se acordaron para hablar ni cuando hablaban ya las hubieran aprendido ya ni siquiera las hubieran saludado Puesto que las observan porque son elocuentes no es que las empleen para serlo (Docchr IV34)
iquestCoacutemo entiende Agustiacuten la relacioacuten entre rhetorica y eloquentia A propoacutesito
de esta pregunta Fabrizi (1995) anota que no debe perderse de vista la distincioacuten
entre rhetorica y eloquentia aunque dicha distincioacuten no tiene un caraacutecter excluyente
sino que se trata de momentos distintos del proceso comunicativo en el que la
146
elocuencia tendriacutea un caraacutecter maacutes originario (p 154) El uso del teacutermino en el libro
cuarto del De doctrina christiana y la apropiacioacuten del pasaje ciceroniano
anteriormente citado muestran que el aacutembito de la retoacuterica es el de los praecepta que
es maacutes especiacutefico y restringido que el de la elocuencia en efecto la retoacuterica tiene una
clara funcioacuten pedagoacutegica y se aplica a los joacutevenes en formacioacuten representando asiacute un
momento en la instruccioacuten doctrina Pero entonces iquestcoacutemo entender la eloquentia
La respuesta a este interrogante se daraacute a lo largo del libro cuarto y se encuentra
estrechamente relacionada no soacutelo con la propuesta hermeneacuteutica presentada en los
primeros libros sino con la concepcioacuten maacutes comprehensiva que Agustiacuten tiene de la
filosofiacutea presente ya desde los diaacutelogos de Casiciaco y tambieacuten como se abordaraacute
maacutes adelante con la doctrina de la gracia y su relacioacuten con la retoacuterica ciceroniana
Volviendo al tema de la retoacuterica seguacuten como se presenta en esta seccioacuten vale
la pena detenerse en las consideraciones de Agustiacuten acerca de su utilidad para el
orador cristiano En un tono muy cercano al usado en el De catechizandis rudibus65
se ofrecen algunos preceptos que el expositor de las Escrituras debe tener en cuenta
En primer lugar se afirma que se debe ensentildear docere lo bueno y desensentildear
dedocere lo malo teniendo en cuenta la fe y la verdad en segundo lugar se sentildeala
que mediante el discurso el orador debe ―apaciguar los contrarios alentar a los tibios
y enunciar a los ignorantes de queacute se trata y queacute deben esperar (Docchr IV46)
Una vez el orador haya dominado el aacutenimo pathos de su auditorio debe proceder en
caso de que ese sea el fin que persigue a ensentildear docere aquello que se ha propuesto
por medio de la narracioacuten y mencioacuten de pruebas y exempla Si lo que busca no es
ensentildear sino persuadir movere entonces debe apelar a elementos como ―los ruegos
las suacuteplicas las reprensiones y las amenazas y todos los demaacutes recursos que sirven
para conmover los aacutenimos (Docchr IV46)
El esquema asiacute presentado consiste en la apropiacioacuten agustiniana de los officia
oratoris presentados por Ciceroacuten66 en sus obras retoacutericas maacutes relevantes a saber el
65 En relacioacuten con el caraacutecter originalidad estructura y propoacutesito de esta obra veacutease (Harmless 1995) 66 El esquema ciceroniano retoma a su vez la cuestioacuten de las tres modalidades de prueba ndashloacutegica eacutetica y pateacuteticandash asiacute como el tema de los fines de las tres clases de oratoria presentados por Aristoacuteteles en la Retoacuterica ―El fin para cada uno de estos geacuteneros es distinto y como son tres tres son los fines para el
147
De oratore el Brutus y el Orator La primera definicioacuten encontrada en el De oratore
es la siguiente ―el arte de hablar se asienta en estos tres medios de persuasioacuten
demostrar la veracidad de la propia tesis obtener el favor del auditorio y provocar
las emociones necesarias seguacuten la causa (II115) Unas liacuteneas maacutes adelante los
officia oratoris se precisan asiacute ―No me rehusareacute a tratar con cuidado y suficiencia la
primera parte esto es aquella relacionada con lo necesario para alcanzar los tres
uacutenicos objetivos que pueden convencer persuadir ensentildear y deleitar (II121) La
definicioacuten ofrecida en el Brutus es de fundamental importancia pues como sentildeala
Kursawe (2000) en ella se utiliza la terna docere delectare y movere tal y como la
encontramos en el De doctrina christiana ―tres son a mi juicio los efectos que se
pueden conseguir a traveacutes de la palabra a saber ensentildear doceatur a los oyentes
deleitarlos delectur y conmoverlos moveatur profundamente (p 185) Finalmente
debe considerarse la definicioacuten del Orator uacuteltimo de los textos ciceronianos
relacionados con la retoacuterica compuesto en el 46 a C en el que no soacutelo se presentan
los officia oratoris sino que se ponen en relacioacuten con los estilos del discurso67
Seraacute entonces un perfecto orador ndashy eso es lo que buscamos en la liacutenea de Antoniondash aquel que sabraacute tanto en los discursos del foro como en los tribunales probar deleitar y persuadir El probar se requiere por necesidad el deleitar por placer y el persuadir por el eacutexito esto es la maacutes importante para ganar una causa (69)
Es elocuente el que puede expresar con sencillez los asuntos humildes con majestuosidad los superiores y en estilo templado los medianos (101)
No pocos estudiosos han llamado la atencioacuten sobre la importancia de estos
pasajes en la recepcioacuten agustiniana de la retoacuterica claacutesica su apropiacioacuten y
reinterpretacioacuten cristiana A propoacutesito de la lectura de (Orat 69101) Testard (1969)
afirma que sobre ambos pasajes se construye la totalidad de la reflexioacuten agustiniana
orador deliberativo lo uacutetil y dantildeoso pues el que persuade aconseja en cuanto le parece mejor y el que disuade disuade en cuanto le parece peor y todo lo demaacutes lo antildeaden sobre esto como accesorio lo justo o injusto hermoso o feo Para los que abogan en justicia lo justo y lo injusto y lo restante lo antildeaden estos a su vez como accesorio Para los que ensalzan y reprochan lo honroso y lo feo y lo demaacutes tambieacuten eacutestos lo ponen como antildeadidura (1358 b) 67 A propoacutesito de esto vale la pena traer la posicioacuten de Douglas (1957) seguacuten la cual la unioacuten de los officia con los estilos se trata de un aporte original de Ciceroacuten a partir de las distinciones llevadas a cabo por Aristoacuteteles y Teofrasto (pp 18-27)
148
en el libro cuarto del De doctrina christiana (p 28) en la misma liacutenea Hagendahl
(1967) sostiene que en estos pasajes ciceronianos Agustiacuten encuentra el motivo
principal de su exposicioacuten (p 20) por uacuteltimo Kursawe (2000) lleva a cabo una
presentacioacuten detallada en la que muestra la influencia de las liacuteneas del Orator en la
composicioacuten de la segunda parte del libro cuarto del De doctrina christiana (p 35)
Lettieri (2001) por su parte va maacutes allaacute y afirma que si bien los estudiosos han
llamado la atencioacuten a la influencia de la retoacuterica ciceroniana en la retoacuterica de Agustiacuten
dicha influencia se ha relegado al aacutembito meramente teacutecnico lo cual ha impedido
asumir con profundidad la consciente y radical apropiacioacuten de la retoacuterica claacutesica
llevada a cabo por Agustiacuten (p 465)
Para entender mejor la propuesta de Lettieri es necesario en primer lugar
detenerse en el tratamiento de la relacioacuten entre retoacuterica y sabiduriacutea que se da en la
segunda parte del uacuteltimo libro del De doctrina christiana
31 Elocuencia cristiana
Una vez establecidos los fines a los que debe tender el orador que se dedica al
estudio y a la ensentildeanza de las Sagradas Escrituras se advierte que
el orador que deja fluir de sus labios una necia elocuencia tanto maacutes debe evitarse cuanto maacutes se deleita el oyente en las cosas inuacutetiles que de eacutel oye pues como lo oyen hablar con elegancia juzgan que tambieacuten dice verdad (Docchr IV57)
Asiacute pues no se debe anteponer la retoacuterica a la sabiduriacutea pues hay oradores
que aunque no sean elocuentes dicen la verdad lo cual representa mayor provecho
que un discurso adornado con artificios retoacutericos pero falso Aunque no se cita de
manera expliacutecita Agustiacuten se apoya en la aseveracioacuten de Ciceroacuten ―la sabiduriacutea sin
elocuencia aprovecha poco a las ciudades pero la elocuencia sin sabiduriacutea casi
siempre estorba demasiado nunca aprovecha (Inv I1) iquestDe queacute depende que se
hable con sabiduriacutea De la manera en la que se entiendan modus inveniendi las
Sagradas Escrituras y se indague su sentido Asiacute pues es necesario en primer lugar
haber comprendido el mensaje divino para poder explicarlo con sabiduriacutea y
149
elocuencia Esto no debe entenderse como una mera recomendacioacuten metodoloacutegica ya
que Agustiacuten estaacute haciendo referencia al modo como eacutel ha procedido en la
composicioacuten de su obra donde el modus proferendi va precedido del modus
inveniendi Asiacute una vez que se ha indagado el sentido de la Escritura que se expresa
en teacuterminos retoacutericos con ayuda de la hermeneacuteutica se pasa a su exposicioacuten por
medio de la retoacuterica El orador que logra conjugar la sabiduriacutea que proviene de la
hermeneacuteutica y la elocuencia en la que se basa la retoacuterica es aquel cuyo discurso
produce mayor provecho en el auditorio En este punto surge la pregunta sobre doacutende
pueden encontrarse exempla de discursos que se caractericen tanto por su elocuencia
como por su sabiduriacutea Retomando la afirmacioacuten de (Docchr IV34) seguacuten la cual
es posible hallar ejemplos de elocuencia en los escritores cristianos se afirma
Ahora tal vez pregunte alguno si nuestros autores cuyos escritos divinamente inspirados componen nuestro canon de provechosiacutesima autoridad han de ser llamados solamente sabios o tambieacuten elocuentes Faacutecilmente se descubre esta cuestioacuten por lo que a miacute toca y a los que conmigo sienten lo que digo Donde los entiendo me parece que no soacutelo no puede darse otra cosa maacutes sabia ni maacutes elocuente Y me atrevo a decir que todos los que entiendan bien lo que ellos dicen al mismo tiempo entienden que no debieron haber hablado de otro modo Pues asiacute como hay cierta elocuencia que es maacutes propia de la edad juvenil y otra que conviene a la senil y no puede llamarse con tal nombre si no corresponde al orador asiacute tambieacuten hay una elocuencia que conviene a estos hombres digniacutesimos de suma autoridad y profundamente divinos Con esta elocuencia hablaron aquellos autores sagrados y ni a ellos conveniacutea otra ni a otros conveniacutea eacutesta (Docchr IV69)
La primera cuestioacuten que debe tenerse en cuenta es que Agustiacuten como lo anota
Simonetti (1994) toma distancia de las apreciaciones tradicionales de los escritores
cristianos68 y paganos69 que consideraban que el valor estiliacutestico de las Escrituras se
encontraba en la simplicidad de su estilo lo que las diferenciaba de las
composiciones paganas ricas en artificios retoacutericos pero pobres en contenido (p
68 Noacutetese el tono de la aseveracioacuten origeniana ―hice estas observaciones para justificar en contra de Celso y de otros autores la simplicidad de expresioacuten de las Escrituras que parece eclipsado por el brillo de la composicioacuten literaria Nuestros profetas Jesuacutes y sus apoacutestoles escogieron un meacutetodo de predicacioacuten que no solamente dijera la verdad sino que tuviera el poder de entrenar las almas de la multitud (cCelsum VI2) 69 Acerca de las valoraciones de los reacutetores paganos contemporaacuteneos de Agustiacuten respecto del estilo de las Escrituras veacutease (Capua 1931 pp 615 ss)
150
535) Agustiacuten no soacutelo afirma la presencia de la elocuencia en los escritores cristianos
sino que considera que se trata de una elocuencia particular cuya valoracioacuten estaacute
estrechamente ligada a la comprensioacuten del contenido que se expresa en ella En esta
afirmacioacuten puede verse una vez maacutes la relacioacuten existente entre hermeneacuteutica y
retoacuterica 70 en cuanto que el uso de las palabras depende de una intencioacuten de
significacioacuten que debe ser interpretada por el lector En el caso de la Escritura dicha
intencioacuten asiacute como la eleccioacuten de las palabras es fruto de la obra inspiradora del
Espiacuteritu Santo razoacuten por la cual la oscuridad que la Biblia presenta en algunos
pasajes no debe entenderse como falta de elocuencia sino como una variacioacuten de la
misma que se presenta de tal manera por razones pedagoacutegicas La elocuencia
especial altera eloquentia propia de los autores sagrados puede caracterizarse de
esta manera
en los pasajes en los que los doctos la descubren se dicen tales cosas que las palabras con que se dicen ni parecen empleadas por el que las dice sino como naturalmente unidas a las cosas como si se nos quisiera dar a entender que la sabiduriacutea sale de su misma casa es decir del corazoacuten del sabio y que la elocuencia como criada inseparable la sigue aun sin ser llamada (Docchr IV610)
En estas liacuteneas hay un eco de la tesis ciceroniana anteriormente abordada
seguacuten la cual la eloquentia no puede considerarse separada de la filosofiacutea pues como
se afirma en el De oratore ―entre los antiguos al parecer la misma doctrina
ensentildeaba ya a actuar honestamente ya a hablar correctamente y los maestros no eran
distintos los mismos hombres eran maestros de vida y de oratoria (III57) La unioacuten
entre retoacuterica y filosofiacutea estaacute anclada en la concepcioacuten unitaria de la verdad ya
presente en los diaacutelogos de Casiciaco y en la consideracioacuten agustiniana de la
filosofiacutea 71 como amor sapientiae que en teacuterminos cristianos se traduce en ―la
70 Acerca de la relacioacuten entre hermeneacuteutica y retoacuterica en la Antiguumledad resulta iluminador el artiacuteculo de Eden (1987) en el que se lleva a cabo un detallado estudio de esta cuestioacuten desde Platoacuten hasta la retoacuterica latina A propoacutesito de Ciceroacuten afirma ―sobre la cuestioacuten particular de la interpretatio scripti la interpretacioacuten de textos escritos Ciceroacuten elabora sus reglas interpretativas basado en la Retoacuterica de Aristoacuteteles (p 75) 71 Para un estudio profundo y exhaustivo del concepto de filosofiacutealsquo en Agustiacuten veacutease (Catapano 2001)
151
comprensioacuten intelectual del misterio fundacional de fe cristiana la unidad y trinidad
de Dios (Catapano 2001 p 250)
Esta idea toma fuerza en la consideracioacuten de la eloquentia del sabio cristiano
pues corresponde al modo en el que estaacute expresado el mensaje divino en las
Escrituras esto es el discurso de Dios que siempre es verdadero y eficaz de ahiacute que
la altera eloquentia siempre esteacute determinada por la sabiduriacutea Asiacute mientras la
elocuencia pagana no implica de modo necesario la sabiduriacutea en el discurso inspirado
sabiduriacutea y elocuencia se encuentran esencialmente relacionadas A propoacutesito de esto
Lettieri (2001) sostiene que la palabra humana inspirada debe entenderse ―como
fenoacutemeno del Verbo divino de manera que el juego etimoloacutegico en el vocablo orator
(orador-orante) revela el sentido maacutes profundo de la relacioacuten entre reacutetor humano y
reacutetor Absoluto (p 466)
Con el fin de corroborar y dar un ejemplo de la tesis presentada hasta el
momento Agustiacuten recurre al siguiente pasaje de San Pablo
nos gloriamos en las tribulaciones sabiendo que la tribulacioacuten labra la paciencia la paciencia la prueba la prueba la esperanza y la esperanza no nos engantildea porque el amor de Dios se difundioacute en nuestros corazones por el Espiacuteritu Santo que nos ha sido dado (Docchr IV711)
En estas palabras se identifican tres figuras retoacutericas a saber la gradacioacuten
gradatio72 el uso de miembros e incisos membra et caesa73 y el circuito circuitos74
las cuales no provienen del estudio de las reglas de la retoacuterica sino que se siguen de
modo natural de la sabiduriacutea con que se aborda el tema Esta combinacioacuten de
sabiduriacutea y elocuencia constituye un discurso eficaz capaz de deleitar y persuadir
tanto a los doctos como a los indoctos a los creyentes y a los que no creen Las cartas
de San Pablo son un ejemplo de la eficacia del discurso sabio y elocuente que expresa
la voluntad de Dios ―si tomamos algo de eacutel para ejemplo de elocuencia lo tomamos
72 La gradacioacuten consiste en conectar las palabras o sentencias una con otra 73 De la definicioacuten que se da de esta figura y de la del circuito podemos deducir que se trata de algo muy similar a la puntuacioacuten Agustiacuten afirma que el uso de membra et caesa tiene la funcioacuten de separar las frases o sentencias entre siacute 74 El circuito estaacute compuesto por miembros de manera que en el pasaje del Apoacutestol hay dos circuitos compuestos por tres miembros cada uno
152
de las cartas de sus mismos detractores [que] despreciando sus palabras cuando les
hablaba confesaron que eran eficaces y graves (Docchr IV715)
Con el fin de hacer patente el hecho de que la elocuencia caracteriza a toda la
Escritura Agustiacuten pasa a considerar algunos exempla tomados de los libros de los
profetas En primer lugar se refiere a la obra del profeta Amoacutes cuando se dirige a los
impiacuteos y a los soberbios para mostrarles que a causa de sus actos no son gratos a
Dios Se destaca del discurso de Amoacutes el tono con el que se dirige a su auditorio
―iexclcon queacute iacutempetu la invectiva [invectio] golpea los sentidos como adormecidos para
que se despierten (Docchr IV717) En segundo lugar se llama la atencioacuten a la
manera en la que se adorna el discurso mediante el uso de nombres de ciudades y la
variacioacuten de los verbos En tercer lugar se afirma que el profeta hace un uso
excelente de los miembros y los circuitos gracias a lo cual logra que las partes maacutes
importantes se destaquen y puedan ser mejor pronunciadas Por uacuteltimo se hace
referencia a la oracioacuten ―los lujuriosos permaneciacutean impasibles ante el aplastamiento
de Joseacute debido a que se utiliza el nombre de Joseacutelsquo para referirse a hermanolsquo pues
se estaacute hablando en general de aquellos que no se compadecen de su proacutejimo A
propoacutesito de este uacuteltimo punto Agustiacuten afirma
no seacute si en el arte de la retoacuterica que aprendimos y ensentildeamos se hable de este tal tropo en el que se da a entender cualquier hermano con el nombre de Joseacute iexclCuaacuten hermoso sea y cuaacutento impresione a los lectores que lo entienden es inuacutetil explicaacuterselo a ninguno si eacutel mismo no lo advierte (Docchr IV720)
Para concluir la reflexioacuten acerca de la relacioacuten entre elocuencia y sabiduriacutea en
los textos sagrados Agustiacuten retoma la idea de que la Biblia es expresioacuten de la palabra
divina discurso siempre eficaz de Dios
Ciertamente otros muchos adornos que atantildeen a las normas de elocuencia pudieran anotarse en este mismo pasaje que como ejemplo exemplo adujimos Pero al buen oyente no es tanto lo que le instruye el examen diligente de un pasaje como le excita pronunciado con entusiasmo Estas palabras no han sido compuestas por industria humana sino que emanaron sabia y elocuentemente de la mente divina no intentando la sabiduriacutea que a ella le siguiese la elocuencia sino que la elocuencia no se apartoacute de la sabiduriacutea Porque si es cierto como pudieron decirlo y observarlo ciertos varones sapientiacutesimos y agudiacutesimos que no se hubieran observado y anotado aquellas reglas que se aprenden en el arte de la oratoria ni se hubieran reducido a este cuerpo de
153
doctrina si antes no se hubieran encontrado en los ingenios de los oradores iquestpor queacute se ha de admirar que se encuentren en los ingenios de estos hombres a quienes envioacute Aquel que hace los mismos ingenios Por lo tanto confesemos que nuestros autores y doctores canoacutenicos no soacutelo son ciertamente sabios sino tambieacuten elocuentes pero con tal elocuencia cual conveniacutea a semejantes personas (Docchr IV721)
Este pasaje es de fundamental importancia para la reflexioacuten concerniente a la
relacioacuten entre sabiduriacutea y elocuencia en los autores cristianos
Por una parte es necesario detenerse en la primera consideracioacuten es decir
aquella seguacuten la cual en el ejemplo traiacutedo a colacioacuten podriacutean encontrarse muchos
otros elementos concernientes a las reglas de la elocuencia Teniendo en cuenta lo
afirmado en el capiacutetulo anterior acerca del uso de los ejemplos en el libro tercero
vale la pena retomar la cuestioacuten a la luz del tema presentado en esta parte del libro
cuarto esto es la elocuencia cristiana iquestQueacute relacioacuten hay entre exemplum y
eloquentia Si se mantiene la distincioacuten propuesta maacutes arriba debe sostenerse que
hay una relacioacuten entre exemplum y rhetorica relacionada con el uso retoacuterico de los
exempla su aprendizaje durante la juventud y el uso de los mismos en los ejercicios y
textos retoacutericos La relacioacuten entre exemplum y eloquentia en cambio tiene un
caraacutecter distinto pues los textos sagrados en cuanto expresioacuten de la palabra divina
no son meros exempla pues son siempre eficaces En este orden de ideas podriacutea
afirmarse que los exempla de la Escritura operan siempre como modelos y que la
resignificacioacuten del teacutermino llevada a cabo por Agustiacuten se constituye como un aporte
fundamental para la comprensioacuten de la apropiacioacuten cristiana de la cultura claacutesica Por
otra parte gracias a esta distincioacuten es posible avanzar un paso maacutes en el sentido de la
estructura de la obra pues si se tiene en cuenta que en el libro segundo se desarrolla
una doctrina de los signos puede afirmarse que en el libro tercero cimentado en los
exempla se desarrolla una doctrina de los signos efectivos que tiene como punto de
partida como ya se vio al signo por excelencia
La idea de la eloquentia como institucioacuten divina que apoya esta tesis se
desarrolla en las liacuteneas siguientes del pasaje en cuestioacuten Noacutetese que la apropiacioacuten de
la idea ciceroniana sobre una elocuencia natural que no deriva de la puesta en praacutectica
de las reglas de la retoacuterica toma forma en la afirmacioacuten agustiniana de la retoacuterica
154
como creacioacuten divina que es otorgada a los ingenios de los hombres En este punto
puede afirmarse con Lettieri (2001) que Dios mismo es el autor supremo de la
retoacuterica ya que habla a los hombres a traveacutes de los profetas y autores de la Escritura
en un lenguaje que en tanto proveniente de Eacutel es sabio y bello
El reacutetor sagrado que hablando ardenter accendit al proacutejimo aunque aplique las reglas ciceronianas es un mero instrumento del Verbo Detraacutes del fenoacutemeno de la palabra biacuteblica y eclesiaacutestica ndashteacutecnicamente construida seguacuten las normas de la retoacuterica claacutesicandash opera el Acto retoacuterico divino (Lettieri 2001 p 468)
Asiacute pues en este punto la sabiduriacutea no debe identificarse con una virtud en el
sentido ciceroniano del teacutermino sino que se trata maacutes bien como afirma Pizzolato
(1994) del Verbo que se manifiesta en la Escritura a traveacutes de un lenguaje en el que
la verdad es necesariamente persuasiva (p 109)
En relacioacuten con la naturaleza del texto inspirado el estudioso el inteacuterprete y
el predicador deben mantener una actitud reservada sobre todo en los pasajes
oscuros pues como ya se afirmoacute en el libro segundo (Docchr II67) estos tienen
una clara finalidad orientada a mantener la atencioacuten del lector o a favorecer su
conversioacuten La tarea del orador cristiano debe ser entonces la de exponer con la
mayor claridad posible el sentido de la Escritura teniendo presente que algunos temas
no deben ser tratados por la dificultad y oscuridad inherente a los mismos A
continuacioacuten y a manera de introduccioacuten al tema de los genera dicendi se ofrecen
cinco preceptos de predicacioacuten para el orador cristiano El primero de clara
inspiracioacuten ciceroniana reza de la siguiente manera
El deseo diligente de dar claridad al discurso descuida a veces las palabras maacutes cultas y no se preocupa de cuaacuten bien suenen sino de cuaacuten bien declaren y expliquen lo que se intenta manifestar Por eso dijo cierto autor al tratar de esta clase de locucioacuten que hay en ella cierta diligente negligencia Sin embargo esta negligencia de tal suerte se despoja del adorno que no se viste con desdoros (Docchr IV1024)
El pasaje del Orator al que Agustiacuten hace referencia de manera indirecta es el
siguiente ―tampoco ha de ponerse grande esfuerzo en el encadenamiento de las
palabras Admite el hiato y concurso de vocales que indica una no desagradable
negligencia como de hombre que se cuida maacutes de las cosas que de las palabras (78)
155
El segundo precepto tiene que ver con el uso del latiacuten y la pureza de los
vocablos en caso de ser necesario en virtud de la claridad el orador puede recurrir a
expresiones que no sean correctas o que vayan en contra de la regla tradicional
retoacuterica que poniacutea el acento en la ausencia de barbarismos y solecismos75
En tercer lugar se trata la cuestioacuten del auditorio pues cuando se habla en
puacuteblico a los fieles se recomienda tener siempre presentes las necesidades de dicho
puacuteblico y sus reacciones pues
suele el auditorio aacutevido de instruccioacuten significar con alguacuten movimiento personal si ha entendido y hasta que no lo manifieste debe dar vueltas al asunto de que trata variando la explicacioacuten de muchos modos lo que no podraacuten hacer los que pronuncian sus discursos preparados y aprendidos de memoria (Docchr IV1025)76
El cuarto precepto se halla relacionado con el anterior pues tambieacuten se refiere
a la relacioacuten entre orador y auditorio pues se afirma que cuando el argumento es
claro y ha sido comprendido por el puacuteblico no debe volverse sobre el mismo sino
pasar a otro tema con el fin de mantener viva la atencioacuten de los oyentes En el caso en
el que el fin del orador sea el delectare la repeticioacuten es un recurso muy uacutetil pues el
puacuteblico reacciona de manera positiva cuando se repite algo que le causa placer porque
ha sido comprendido
El quinto y uacuteltimo de los preceptos ofrecidos en este punto reza asiacute
Pero ahora no trato del modo de agradar hablo siacute del modo coacutemo haya de ensentildearse a los que desean aprender Pues bien la mejor forma de ensentildear es aquella por la cual hace que el que oye oiga la verdad y entienda lo que oye Conseguido esto ya no se debe trabajar maacutes en este asunto como si auacuten debiera emplearse maacutes tiempo en ensentildearla a lo maacutes se detendraacute en recomendarla para imprimirla en el corazoacuten lo
75 En la Rhetorica ad Herennium se afirma ―hablar latiacuten correctamente significa hablarlo sin vicios Los vicios que impiden que el discurso sea correcto pueden ser dos solecismos y barbarismo (IV17) Acerca de este asunto Agustiacuten ya se habiacutea pronunciado en el libro cuando tratoacute la cuestioacuten de las dificultades y ambiguumledades que podiacutean surgir en la interpretacioacuten 76 A propoacutesito de esto vale la pena traer las palabras de Simonetti (1991) ―recueacuterdese que en el aacutembito grecorromano era usual que el orador improvisara sobre un esquema que serviacutea de guiacutea El caso de discursos aprendidos de memoria y repetidos al puacuteblico era excepcional y no muy bien visto En aacutembito cristiano los obispos que debiacutean predicar con mucha frecuencia y no se sentiacutean muy preparados aprendiacutean homiliacuteas de memoria Esta tendencia se estaba difundiendo y tomando fuerza en la Iglesia debido a la condicioacuten cultural (p 547)
156
cual si se juzga que debe hacerse se ha de ejecutar con tal moderacioacuten que no se llegue a causar aburrimiento (Docchr IV1025)
Con este pasaje se introduce una de las cuestiones centrales del libro cuarto a
saber la apropiacioacuten cristiana de los officia oratoris y los genera dicendi que como
ya se habiacutea afirmado tiene como punto de partida el Orator de Ciceroacuten entendido a
la luz de la relacioacuten que a lo largo de toda la obra se ha venido construyendo entre
eloquentia y sabiduriacutea Acerca de la originalidad del Orator en este aspecto vale la
pena tener presente la afirmacioacuten de Narducci (2001)
la novedad del Orator tal vez la contribucioacuten ciceroniana maacutes original a la teoriacutea retoacuterica derivada con seguridad de su propia experiencia oratoria es el enlace entre los tres genera dicendi y los tres deberes del orador docere corresponde al estilo llano delectare al medio y flectere al elevado (esta teoriacutea sobrevive a lo largo de toda la Edad Media y seraacute retomada por la cultura del Humanismo) (p 434)
Como se veraacute en la siguiente seccioacuten Agustiacuten seraacute el encargado de transmitir
esta innovacioacuten retoacuterica ciceroniana y de introducirla en el mundo cristiano gracias a
la apropiacioacuten llevada a cabo en el uacuteltimo libro del De doctrina christiana
32 Docere delectare flectere
Dijo pues un maestro de elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee deleite y mueva Y antildeadioacute despueacutes laquoel ensentildear es propio de la necesidad el deleitar de la amenidad y el mover de la victoriaraquo De estas tres cosas la primera que se dijo esto es la necesidad de ensentildear se halla situada en las cosas que decimos las otras dos en el modo de decirlas Luego el que habla con intento de ensentildear no juzgue haber dicho lo que quiso mientras no sea entendido por aquel a quien quiso ensentildear Pues aunque haya dicho lo que eacutel mismo entendioacute todaviacutea no ha de pensar que lo dijo para aquel que no lo ha entendido Si lo entendioacute de cualquier modo que lo haya dicho ya lo dijo Si ademaacutes quiere deleitar o mover a los que ensentildea no es indiferente el modo como hable para conseguirlo interesa el modo de decirlo Asiacute como se ha de deleitar al auditorio a fin de que atienda a lo que oye del mismo modo se le ha de convencer para que se mueva a ejecutar lo que ha oiacutedo Y como se deleita si le hablas con amenidad igualmente (observaraacutes que) se mueve si ama lo que le prometes teme lo que le amenazas odia lo que le reprendes abraza lo que le recomiendas se duele de lo que le inculcas digno de dolor se alegra de lo que le propones como objeto de alegriacutea se conduele de aquellos que le presentas como dignos de misericordia ante sus ojos huye de aquellos a quienes le has propuesto con terror que se aparte de ellos y por fin si hace caso de todos cuantos medios puede emplear una gran elocuencia para conmover los aacutenimos de los oyentes no para
157
ensentildearles queacute deban hacer sino para que ejecuten lo que ya saben que debe ejecutarse (Docchr IV12 27)
Agustiacuten sigue muy de cerca el pasaje ciceroniano Orator (69) sobre el que
se construye esta parte del libro cuarto con excepcioacuten del uso de docere77 ya que
Ciceroacuten interesado en gran medida en la elocuencia forense usa el verbo probare
para describir el primero de los objetivos a los que debe tender el orador Respecto de
esto Hagendahl (1967) afirma que ―los propoacutesitos de la elocuencia son los mismos
en los dos autores aunque Ciceroacuten tiene en mente a hombres de estado y abogados
mientras que Agustiacuten se refiere al predicador cristiano y al escritor (p 563) ndashvalga
precisar del escritor que su principal objetivo relacionado con el contenido es
ensentildear Asiacute pues el docere va unido a la necesidad y es condicioacuten de los otros dos
officia y no estaacute subordinado a la manera en la que se digan las cosas pues depende
de las cosas mismas La necessitas de la ensentildeanza radica en que si en primer lugar
el auditorio o el interlocutor no es instruido no podraacute ni sentir placer ni querer hacer
aquello que desconoce La importancia del docere se encuentra tambieacuten en su
eficacia pues muchas veces la fuerza de aquello que se ensentildea no soacutelo causa deleite
por siacute misma sino que modifica el comportamiento del auditorio y determina su
accioacuten Sin embargo cuando esto no sucede se afirma siguiendo a Ciceroacuten que
conviene ―que el orador sagrado cuando aconseja alguna cosa que debe ejecutarse no
soacutelo ensentildee para instruir y deleite para retener la atencioacuten del auditorio sino tambieacuten
mueva para vencer (Docchr IV1329) Este uacuteltimo objetivo el flectere es de
fundamental importancia pues no debe olvidarse que el orador cristiano78 ofrece
ensentildeanzas que implican una forma de vida se trata de una orientacioacuten tambieacuten
praacutectica relativa a todas las dimensiones de la existencia humana En este punto
puede sostenerse con Pizzolato (1995) que
77 Como ya se habiacutea anotado anteriormente Agustiacuten usa el verbo docere en la definicioacuten de los officia oratoris presentada en el Brutus (II121) 78 La expresioacuten eloquentem ecclesiasticum referida al orador cristiano elocuente es utilizada por Marrou como un argumento a favor de la tesis seguacuten la cual Agustiacuten compone el De doctrina christiana movido por la necesidad de ofrecer un manual de predicacioacuten para el clero africano
158
si el querer sin conocer es indigno de la racionalidad humana el conocer sin modificar la propia vida seguacuten aquello que se conoce no seriacutea maacutes que aquella doctrina sine corde que Agustiacuten habiacutea visto como un liacutemite suyo en el momento maacutes agudo su vida (p104)
Esto es en los meses previos a la decisioacuten de unirse a la Iglesia Catoacutelica en
Milaacuten79
Si bien en el pasaje citado Agustiacuten sostiene que el docere tiene el caraacutecter de
necessitas no debe afirmarse que los otros dos officia carecen de importancia o que
se toma distancia de la propuesta original ciceroniana con la intencioacuten de minimizar
el papel de la retoacuterica en la predicacioacuten cristiana En efecto tanto Agustiacuten como
Ciceroacuten sosteniacutean que la retoacuterica no debe perseguirse como un fin en siacute misma y en
este punto Agustiacuten declara
iexclOh elocuencia tanto maacutes terrible cuanto maacutes simple y tanto maacutes concreta cuanto maacutes vehemente iexclOh hacha verdadera que rompe las piedras Dios mismo dijo a un hacha por medio de este profeta que son semejantes las palabras que Eacutel pronuncia por boca de los profetas Aparte aparte Dios de nosotros que los sacerdotes aplaudan a los que dicen cosas inicuas y que el pueblo de Dios ame esto mismo (Docchr IV1430)
Algunos estudiosos sostienen que en las anteriores liacuteneas es posible rastrear
un eco ciceroniano soacutelo en la parte concerniente a la alabanza de la elocuencia
afirmando que el trasfondo moral y religioso es del todo ajeno al Arpinate (Simonetti
1994 p 553 Francey 1920 p 23) Sin embargo debe considerarse que Agustiacuten ya
habiacutea hecho alusioacuten en diversos pasajes80 a la relacioacuten entre elocuencia y sabiduriacutea
que sin duda alguna es de clara inspiracioacuten ciceroniana81 y que estaacute a la base de la
79 Veacutease (conf VIII819) 80 Veacutease (Docchr IV57) 81 Cabe traer a colacioacuten de nuevo una de las afirmaciones con las que se abre el De inventione seguacuten la cual ―la sabiduriacutea sin elocuencia aprovecha poco a las ciudades pero la elocuencia sin sabiduriacutea casi siempre estorba demasiado nunca aprovecha (I1) Si bien el De inventione es un escrito de juventud puede sostenerse que la afirmacioacuten anteriormente citada se retoma en los escritos de madurez llegando a su forma maacutes completa en obras como el Orator y el De oratore A propoacutesito de la relacioacuten entre retoacuterica y filosofiacutea en el De oratore Wisse (2002) anota que lo que caracteriza al orador es la sabiduriacutea y que eacutesta debe ser universal Ademaacutes sostiene que ―En un pasaje crucial (III 56-73) Craso insiste en que la querella entre retoacuterica y filosofiacutea se remonta a Soacutecrates y su hostilidad hacia la elocuencia lo cual causoacute la separacioacuten entre ambas Asiacute aboga por una siacutentesis entre retoacuterica y filosofiacutea en cuanto restauracioacuten de su unidad original (Wisse 2002 p 390)
159
reflexioacuten agustiniana presentada en el libro IV a propoacutesito de la elocuencia cristiana
En este punto se retoma la cuestioacuten de los officia oratoris y se afirma que el orador
cristiano que habla de lo justo y lo bueno es decir con sabiduriacutea y acerca de la
sabiduriacutea misma debe ser comprendido por su auditorio para poder ensentildear debe
causar agrado para deleitar y debe ser obedecido a traveacutes de la persuasioacuten Pero iquestqueacute
determina el modo y el contenido de aquello que expresa el orador Para responder a
este interrogante se recurre una vez maacutes a dos categoriacuteas fundamentales que han
sido abordadas a lo largo del De doctrina christiana relacionadas con la
interpretacioacuten a saber la fides y la caritas De este modo aquel que habla seguacuten la fe
y la caridad no debe dudar de que el contenido de cuanto afirma estaraacute caracterizado
por la sabiduriacutea pues
iquestquieacuten se daraacute cuenta perfecta de lo que conviene [que] se diga por nosotros y se oiga por el auditorio sino Eacutel que conoce los corazones de todos iquestQuieacuten es el que hace que digamos lo que conviene y en el modo en el que conviene sino Aquel en cuyas manos estamos nosotros y nuestras palabras (Docchr IV1532)
Se retoma aquiacute el tema del maestro interior sugerido por Agustiacuten ya en los
primeros diaacutelogos82 y desarrollado en obras exegeacuteticas83 articulaacutendose en relacioacuten
con la cuestioacuten del orador cristiano De este modo y en consonancia con las palabras
del proacutelogo y lo que ya se ha establecido sobre la teoriacutea de los signos y su relacioacuten
con la hermeneacuteutica se sostiene que Cristo habla a traveacutes de aquellos que quieren
ensentildear su palabra Asiacute pues puede verse que hay una iacutentima conexioacuten y unidad entre
hermeneacuteutica y retoacuterica en cuanto ambas dependen de Cristo como principio y fin de
82 En el De magistro se afirma ―ahora bien comprendemos la multitud de cosas que penetran en nuestra inteligencia no consultando la voz exterior que nos habla sino consultando interiormente la verdad que reina en la mente las palabras tal vez nos muevan a consultar Y esta verdad que es consultada y ensentildea y que se dice habita en el hombre interior es Cristo la inconmutable Virtud de Dios y su eterna Sabiduriacutea (XI38) Noacutetese la cercaniacutea entre las palabras utilizadas en el diaacutelogo y aquellas del De doctrina christiana 83 A propoacutesito de esto Piccolo (2014) afirma que en el De magistro se hace referencia a un ―maestro que ensentildea adentro intus usando un adverbio de lugar y no un adjetivo La identificacioacuten expliacutecita entre el maestro interior y Cristo se daraacute maacutes adelante y en textos especiacuteficamente exegeacuteticos In Iohannis epistulam ad Parthos III 13 y In Iohannis evangelium tractatus XCVI 4 y XCVII 1 (p 262)
160
la comunicacioacuten humana Las palabras del De magistro permiten comprender mejor
la idea expuesta en esta seccioacuten del De doctrina christiana
Cuando se trata de lo que captamos con la mente es decir con el entendimiento y la razoacuten hablamos lo que vemos presente en la luz interior de la verdad con que estaacute iluminado y de que goza el llamado hombre interior pero entonces tambieacuten el que nos oye si eacutel mismo ve con una mirada simple y secreta esas cosas conoce lo que yo digo en virtud de su contemplacioacuten no por mis palabras Luego ni a eacuteste que ve cosas verdaderas le ensentildeo yo algo dicieacutendole la verdad pues aprende no por mis palabras sino por las mismas cosas que Dios le muestra interiormente por lo tanto si se le preguntase sobre estas cosas tambieacuten eacutel podriacutea responder (mag XII40)
iquestCoacutemo deben entenderse estas palabras a la luz de la necesidad de las
disciplinas humanas La respuesta a esta cuestioacuten se inscribe en la misma liacutenea de lo
afirmado en el proacutelogo en el cual se justifica la existencia de la hermeneacuteutica y la
retoacuterica en contra de aquello adversarios que consideran que el auxilio del Espiacuteritu
Santo es suficiente para la comprensioacuten y la ensentildeanza de la Escritura En este punto
Agustiacuten recurre a exempla tomados del Evangelio para justificar la necesidad de la
figura del orador cristiano cuya funcioacuten principal consiste en ensentildear la sana
doctrina Asiacute se lo compara con un meacutedico que entrega la cura al paciente pero cuya
mejoriacutea soacutelo depende de la gracia divina la cual debe entenderse como la operacioacuten
de Dios en los hombres que los mueve a amarlo como supremo Bien de la creacioacuten A
partir de esta afirmacioacuten puede sostenerse tanto la iacutentima conexioacuten existente entre
caritas y gratia como la unidad de la obra a partir de la relacioacuten de estos elementos
Asiacute el objetivo principal del discurso del orador cristiano debe ser la edificacioacuten de la
caritas razoacuten por la cual antes de dirigirse al auditorio debe orar84 pues ―el eacutexito de
su intervencioacuten estaacute en las manos de Dios lo cual se justifica a traveacutes del recurso al
texto de 1Cor 37 (Kursawe 2000 p 41)85
84 En este punto se da un juego de palabras entre el verbo orare y el sustantivo orator cuya funcioacuten es la de enfatizar que el eacutexito del discurso del orator no depende soacutelo de sus habilidades sino de la gracia divina la cual es invocada a traveacutes de la oracioacuten 85 ―Asiacute que ni el que planta es algo ni el que riega sino Dios que da el crecimiento Y el que planta y el que riega son una misma cosa aunque cada uno recibiraacute su recompensa conforme a su labor (1Cor 37)
161
Una vez justificado el recurso a la disciplina retoacuterica se aborda el uacuteltimo tema
del libro dedicado al caraacutecter del orador cristiano a propoacutesito de los genera dicendi
es decir de los estilos que deben usarse seguacuten el tema que se vaya a tratar Como
anota Hagendahl (1974) Agustiacuten recurre a un pasaje del Orator que opera como
punto de partida para su argumentacioacuten y como conector en la relacioacuten entre officia
oratoris y genera dicendi (p 567) El pasaje en cuestioacuten es el siguiente
Ya hemos alcanzado Bruto lo que buscaacutebamos pero soacutelo lo hemos alcanzado con el entendimiento Porque si yo pudiera asir con la mano a este orador perfecto ni eacutel mismo con toda su elocuencia podriacutea persuadirme a que lo soltara Digo que hemos encontrado al varoacuten elocuente que nunca logroacute ver Antonio iquestY doacutende estaacute esa maravilla Lo direacute en pocas palabras para declararlo luego maacutes extensamente Es elocuente el que puede decir con agudeza las cosas humildes con riqueza y esplendidez las de maacutes alta importancia y en estilo templado las medianas (101)
El pasaje del De doctrina christiana en el que Agustiacuten cita estas liacuteneas del
Orator se presenta de la siguiente manera
El que hablando intenta persuadir lo que es bueno sin despreciar ninguna de estas tres cualidades a saber que ensentildee que deleite y que mueva ore y trabaje como hemos dicho arriba para que lo oigan inteligente agradable y obedientemente Si hace esto de modo apto y conveniente puede ser llamado con derecho elocuente aun cuando no consiga el asentimiento del oyente A estas tres cosas de ensentildear de deleitar y de mover parece que quiso referirse el mismo orador de la romana elocuencia cuando en el mismo lugar afirmoacute ―seraacute elocuente aquel que puede decir las cosas pequentildeas con sencillez las medianas con moderacioacuten y las grandes con sublimidad Lo cual es como si juntara a estos preceptos aquellos tres oficios y de esta suerte expusiera una uacutenica sentencia diciendo seraacute elocuente aquel que para ensentildear pueda decir las cosas pequentildeas con sencillez para deleitar diga las medianas con moderacioacuten y para mover exponga las grandes con grandilocuencia (IV1734)
La divisioacuten presentada por Ciceroacuten y retomada por Agustiacuten debe entenderse
en el contexto de las causas forenses en el cual las causas pequentildeas son aquellas que
atantildeen al dinero y las grandes son las que conciernen a la salud y a la vida humana
En el tipo de discurso del que trata Agustiacuten es decir el del orador cristiano no es
posible distinguir entre temas pequentildeos y grandes pues el orador sagrado siempre se
ocupa de materias elevadas iquestSe diraacute entonces que dichas materias deben exponerse
siempre siguiendo el estilo elevado y buscando mover el aacutenimo del auditorio No
pues aunque se digan cosas elevadas deben seguirse los tres estilos seguacuten sea la
162
intencioacuten del orador De este modo es posible que un mismo tema sea tratado de
manera llana si se quiere ensentildear de forma moderada si lo alaba y seguacuten el modo
sublime si el fin es la persuasioacuten Estos tres genera estaacuten presentes tanto en las cartas
de San Pablo como en otros textos de doctores de la Iglesia Con el fin de aclarar lo
sostenido hasta el momento en el libro se ofrecen algunos ejemplos del estilo simple
tomados de la Carta de Pablo a los Gaacutelatas
En la misma liacutenea de lo que ya se afirmoacute con respecto al uso de los ejemplos
en el libro tercero debe decirse que estos no tienen una mera funcioacuten ilustrativa y que
su contenido debe tenerse en cuenta a la luz del intereacutes general de la obra y de su
estructura En el caso de los ejemplos del estilo sencillo el tema central es la ley que
como se veraacute maacutes adelante se halla en estrecha conexioacuten con la cuestioacuten de la gracia
categoriacutea sobre la que se articula la relacioacuten entre hermeneacuteutica y retoacuterica en el De
doctrina christiana Ademaacutes de esto llama la atencioacuten que el exemplum utilizado sea
el mismo traiacutedo en la exposicioacuten de la primera regla del Liber regularum de Ticonio
en el libro tercero enfatizando su sentido cristoloacutegico El pasaje paulino en cuestioacuten
presenta no pocas dificultades interpretativas razoacuten por la cual se halla en el centro
de la discusioacuten tanto con el donatismo en lo concerniente a la unidad de la Iglesia
como con el pelagianismo en lo que respecta al tema de la ley y de la gracia iquestQueacute
debe hacer el orador frente a situaciones en las que el pasaje presenta dificultades
hermeneacuteuticas Se afirma que debe explicar todo aquello que resulte oscuro y que en
la exposicioacuten se debe responder a todas las posibles objeciones que el tema pueda
suscitar
Con el fin de mostrar coacutemo se utiliza el estilo moderado en la Escritura se
recurre de nuevo a San Pablo Agustiacuten expone y analiza siete ejemplos paulinos el
primero de los cuales es tomado de la Carta a Timoteo mientras que los demaacutes son
pasajes de la Carta a los Romanos Si bien hay una clara intencioacuten teacutecnica en la
presentacioacuten pues se evidencian los tropos usados por el autor que en este caso son
figuras de diccioacuten y elocucioacuten asiacute como la meacutetrica elegida en la construccioacuten de las
oraciones no debe perderse de vista el caraacutecter de los ejemplos elegidos entre los
cuales se destaca el texto de Rm 138 Llama la atencioacuten que este pasaje que aquiacute se
163
presenta como ejemplo del estilo moderado es decir aquel relacionado con el
objetivo de deleitar sea el mismo que en las Confessiones en el conmovedor relato
de la conversioacuten cumple una funcioacuten persuasiva definitiva y radical
Asiacute que apresurado volviacute al lugar donde estaba sentado Alipio y yo habiacutea dejado el coacutedice del Apoacutestol al levantarme de alliacute Lo tomeacute lo abriacute y leiacute en silencio el primer capiacutetulo que se me vino a los ojos que deciacutea ―no en comilonas y embriagueces no en lechos y en liviandades no en contiendas y emulaciones sino revestiacuteos de nuestro Sentildeor Jesucristo y no cuideacuteis de la carne con demasiados deseos No quise leer maacutes ni era necesario tampoco pues al punto que di fin a la sentencia como si se hubiera infiltrado en mi corazoacuten una luz de seguridad se disiparon todas las tinieblas de mis dudas (VIII1229)
En el De doctrina christiana treinta antildeos despueacutes de la composicioacuten de las
Confessiones Agustiacuten no soacutelo presenta el mismo texto como ejemplo de estilo
moderado sino que ademaacutes hace algunas observaciones concernientes al estilo
usado por el traductor86 de Pablo al latiacuten
Si esto uacuteltimo lo hubiera alguno modificado asiacute ―y de la carne en sus deseos no hagaacuteis caso sin duda que hubiera halagado a los oiacutedos con una claacuteusula mucho maacutes armoniosa pero el traductor austero prefirioacute conservar el orden de las palabras De queacute modo suene esto en el griego en que habloacute el Apoacutestol veacuteanlo los que esteacuten en eacutel tan instruidos que lleguen a percibir eso pero a miacute me parece por la traduccioacuten que sigue el orden de las palabras que su curso no sigue un orden meacutetrico (IV2040)
Las razones de la criacutetica a la meacutetrica de la traduccioacuten estaacuten estrechamente
relacionadas con la recomendacioacuten de Quintiliano en la Institutio Oratoria (IX466)
seguacuten la cual no se debe cerrar un periodo con una frase de muchas siacutelabas Por este
motivo Agustiacuten considera que la mejor solucioacuten en la traduccioacuten habriacutea consistido
poner el verbo feceritis al final para garantizar la sonoridad del pasaje tal como lo
aconseja Ciceroacuten en el Orator cuando afirma
iquestVes coacutemo en alterando un poco el orden de las palabras aunque que sean las mismas y no variacutee el pensamiento desaparece toda armoniacutea De la misma suerte tomando una frase desalintildeada de cualquiera y mudando un poco el orden de las palabras resulta elegante y numerosa (233)
86 Acerca de la cuestioacuten de la traduccioacuten en Agustiacuten y la relacioacuten de la misma con la Escritura veacutease (Marrou 1949 p 477)
164
Por uacuteltimo en relacioacuten con el estilo elevado esto es ―aquel que expresa con
fuerza los sentimientos del espiacuteritu (Docchr IV2042) a partir del poder de los
argumentos se expone como ejemplo un amplio pasaje tomado de Pablo (2Cor 62-
11) seguido de otros dos textos (Rm 828-39) y (Ga 410-20) En consonancia con los
ejemplos utilizados para los otros dos genera dicendicedil en conformidad con Ciceroacuten
Agustiacuten se preocupa por demostrar coacutemo en estos textos el autor sigue de manera
natural lo propio de cada geacutenero En el caso del estilo elevado el decor debe ceder su
lugar a la vis persuasiva del discurso tal y como se muestra en los ejemplos traiacutedos a
colacioacuten en los cuales el Apoacutestol exhorta a los fieles a mantener siempre viva la fe la
esperanza y la caridad frente a las persecuciones las tribulaciones y las dificultades
Luego de justificar una vez maacutes la necesidad de un orador instruido que
pueda explicar a los fieles el sentido de la Escritura aclarar los pasajes oscuros y
ensentildear por medio de los ejemplos se procede a examinar dos casos de autores
cristianos Cipriano y Ambrosio que siguiendo el camino del estudio y la
predicacioacuten ―han progresado en la ciencia de las verdades divinas y saludables y las
han comunicado a la Iglesia (Docchr IV2145) En primer lugar se ilustra el uso
del estilo sencillo aplicado a cuestiones de fundamental importancia en la doctrina
cristiana a saber la celebracioacuten de la Eucaristiacutea87 y la naturaleza del Espiacuteritu Santo
La utilizacioacuten del estilo sencillo tiene que ver justamente con la dificultad e
importancia doctrinal de las cuestiones tratadas razoacuten por la cual la finalidad del
orador debe ser la ensentildeanza y la aclaracioacuten
En segundo lugar se recurre a ejemplos del estilo moderado a traveacutes del cual
se ilustra la cuestioacuten de la virginidad haciendo uso de un lenguaje adornado y suave
pues la intencioacuten de los dos autores no es la exhortacioacuten a la consagracioacuten sino la
exposicioacuten de la vida de las mujeres que ya se han consagrado
Por uacuteltimo para demostrar coacutemo tanto en Cipriano como en Ambrosio hay
ejemplos de uso del estilo elevado se exponen dos pasajes concernientes a algunas
87 Agustiacuten trae a colacioacuten la propuesta de Cipriano de celebrar la Eucaristiacutea con vino en cuanto signo de la sangre de Cristo y no soacutelo con agua Para demostrar el valor del signo en cuestioacuten el padre africano recurre a diversos ejemplos extraiacutedos del Antiguo Testamento
165
praacutecticas culturales acerca de las cuales los autores quieren prevenir y provocar un
cambio en el comportamiento
Aunque los ejemplos traiacutedos a colacioacuten muestran pasajes de discursos
caracterizados por un solo estilo no debe pensarse que en un discurso no se pueden
mezclar los tres modos de hablar pues justamente gracias al cambio de uno a otro se
logra retener y aumentar la atencioacuten del auditorio Sin embargo es necesario saber
coacutemo alternar los estilos y cuaacutel de ellos es el maacutes apropiado para ciertos y
determinados lugares Asiacute se afirma que por lo general al estilo elevado precede el
moderado ―a fin de que las cosas que se dicen en estilo sublime aparezcan en
comparacioacuten con las otras muchos maacutes elevadas y se vean maacutes luminosas con las
sombras de aquellas (Docchr IV2352)
Debido a que cada estilo corresponde a un determinado fin el orador debe
tener siempre presente queacute efecto quiere lograr en su auditorio Asiacute cuando se busca
que las personas cambien su comportamiento ethos el orador debe usar el estilo
sublime cuyo efecto queda evidenciado por las laacutegrimas los gemidos y sobre todo
el cambio de vida que se verifica luego de oiacuter un discurso sabio y de estilo elevado
Esto no significa que por medio de los estilos sencillo y moderado no se pueda lograr
un efecto sobre el aacutenimo de los oyentes pues muchas veces los hombres cambian su
comportamiento cuando se les habla de algo que desconociacutean o cuando se les
enuncian las virtudes de algo que les era conocido pero indiferente Esto pone de
manifiesto que los fines de ensentildear y deleitar propios de los estilos sencillo y
moderado son fines subordinados al objetivo fundamental la persuasioacuten En este
orden de ideas se afirma que como ―el oficio general de la elocuencia es en
cualquiera de estos tres geacuteneros hablar de manera persuasiva en cualquiera de los
tres geacuteneros el elocuente habla para persuadir pero si no lo logra no alcanza el fin de
la elocuencia (Docchr IV2555) Asiacute pues el orador debe intentar ensentildear deleitar
y persuadir en todos los casos y con independencia del estilo en el que se dirija al
puacuteblico En el caso del geacutenero sencillo se debe procurar que el auditorio no soacutelo
reciba el mensaje con inteligencia sino tambieacuten con agrado para que pueda aplicar
con obediencia aquello sobre lo que se le ha instruido Cuando usa el estilo
166
moderado no se trata soacutelo de adornar el discurso pues si eacuteste no es entendido su
mensaje no puede ni persuadir ni deleitar En este punto Agustiacuten se ocupa de una
cuestioacuten fundamental que se halla relacionada con la particularidad de la predicacioacuten
cristiana sapienter y eloquenter y su relacioacuten con los tres genera dicendi Asiacute pues
se afirma que
nosotros ordenamos este fin a otro fin es decir que lo que pretendemos hacer cuando empleamos el elevado esto mismo lo pretendemos en eacuteste a saber que se amen las buenas costumbres y se eviten las malas a no ser que los hombres se hallen tan alejados de este modo de obrar que sea preciso urgirlos a obrar con el estilo elevado o si lo hacen para que lo ejecuten con maacutes intereacutes y perseveren en ello maacutes firmemente Asiacute se logra que usemos el adorno del estilo moderado no con jactancia sino con prudencia no contentaacutendonos con su propio fin que es uacutenicamente deleitar al oyente sino procurando maacutes bien que este fin sirva de medio para ayudar al bien que queremos persuadir (Docchr IV2555)
La persuasioacuten entonces se halla estrechamente relacionada con la
comprensioacuten de aquello sobre lo que se quiere persuadir que no es otra cosa que la fe
en aquellos textos basados en los divinos testimonios (Sal 925) El recurso al salmo88
tiene que ver como anota Kursawe (2000) con la intencioacuten de concluir la cuestioacuten de
la relacioacuten entre los officia oratoris y los genera decendi haciendo eacutenfasis en la
necesidad de la ayuda divina tanto en la exposicioacuten por parte del orador como en la
comprensioacuten del mensaje por parte del auditorio (p 45)
Este pasaje introduce la seccioacuten conclusiva del libro cuarto en la que se
recogen algunos temas ya tratados poniendo el acento en la relacioacuten entre elocuencia
y ethos a propoacutesito del caraacutecter del orador cristiano Se afirma entonces que
Para que al orador se le oiga obedientemente maacutes peso tiene su vida que toda cuanta grandilocuencia de estilo posea Porque el que habla con sabiduriacutea y elocuencia pero lleva una vida perversa ensentildea sin duda a muchos que tienen empentildeo en saber aunque para su alma es inuacutetil seguacuten estaacute escrito (Docchr IV2760)
La idea de la coherencia entre las acciones y la predicacioacuten del orador estaacute
expresada en dos pasajes del De oratore en los que puede verse con claridad que
Ciceroacuten se alinea con Aristoacuteteles y Catoacuten en contra de los sofistas e Isoacutecrates a favor
88 ―Tus testimonios se han hecho sumamente creiacutebles (Sal 925)
167
de la tesis seguacuten la cual la retoacuterica debe estar al servicio de la justicia por encima de
cualquier otro intereacutes Por este motivo el orador no soacutelo ha de ser un hombre haacutebil en
el uso de la palabra sino un hombre de bien que tanto por su discurso como por sus
acciones logra persuadir al auditorio El Arpinate sostiene
Tan gran ornato para la entera comunidad cifro yo en un orador ilustre que al mismo tiempo es un hombre de bien pero si tras haber puesto en juego todas sus fuerzas con todo da la impresioacuten de que va a ser un orador de los del montoacuten le permitireacute que haga lo que quiera no sereacute muy pesado mas si fuera totalmente inadecuado y fuera de tono le aconsejareacute que se contenga o que pase a otras aficiones (II85)
Pues de entre las mayores excelencias la elocuencia es en cierto modo uacutenica Y aun cuando todas las excelencias son iguales y parejas hay con todo por su aspecto unas maacutes hermosas y brillantes que otras como este poder que tras haber dominado la naturaleza de la causa expone mediante palabras lo que su mente ha pensado y planeado de modo que es capaz de empujar al auditorio a donde se lo propone Y precisamente porque eacutesta es una facultad mayor ha de estar maacutes unida a la honradez y a una extraordinaria prudencia Pues si le proporcionaacuteramos teacutecnicas oratorias a quienes carecen de estas virtudes a la postre no los habriacuteamos hecho oradores sino que les habriacuteamos dado armas a unos locos (III55)
A propoacutesito del compromiso de Agustiacuten con esta postura ciceroniana vale la
pena tener presente la relacioacuten anotada por Conybeare (2017) que se da entre las
ideas presentadas en el De doctrina christiana y las del De ordine a propoacutesito del
ethos del orador En los uacuteltimos pasajes del diaacutelogo en relacioacuten con los errores
retoacutericos cometidos por los oradores se afirma que son maacutes importantes las
costumbres mores que se han obtenido por la fe que la sabiduriacutea en las diferentes
ciencias (ord II1746) Ademaacutes en las uacuteltimas liacuteneas Alipio recoge a manera de
conclusioacuten uno de los motivos ciceronianos maacutes importantes del diaacutelogo la
caracterizacioacuten del sabio como hombre docto y virtuoso (ord II2052)
En consonancia con las palabras de Ciceroacuten y con las conclusiones del De
ordine en este punto del De doctrina christiana se retoma la cuestioacuten de la relacioacuten
entre sabiduriacutea y elocuencia afirmando que la vida y las obras del orador cristiano
asiacute como la verdad deben anteponerse a la elocuencia El peligro de entender la
retoacuterica como fin en siacute misma y no como expresioacuten de la verdad se enuncia con una
referencia paulina que permite retomar el tema central de toda la obra ―no en
168
sabiduriacutea de palabras no sea que quede vaciacutea la cruz de Jesucristo (1Cor 117) En
este punto debe recordarse que en el libro segundo a propoacutesito de la exposicioacuten de la
caritas como criterio hermeneacuteutico se afirma que la finalidad uacuteltima del inteacuterprete de
la Escritura es comprender la cruz pues ella representa todas las dimensiones de la
vida humana Esta consideracioacuten puede extenderse a la retoacuterica que como ya se ha
visto opera en una doble dimensioacuten la humana que permite al reacutetor ensentildear la fe
deleitar en el amor y persuadir sobre el bien y la divina que se manifiesta a traveacutes de
la primera
Por esta razoacuten la eficacia de la operacioacuten retoacuterica debe entenderse como don
de Dios como un acto independiente tanto del arte del reacutetor como de la voluntad del
auditorio Por este motivo en la uacuteltima parte del libro cuarto la relacioacuten entre el
orador y su puacuteblico se resume en una exhortacioacuten a la oracioacuten
Cuando un orador tenga que hablar al pueblo o a un grupo maacutes reducido o dictar lo que se ha de decir puacuteblicamente o lo que se ha de leer por otros -si quieren y pueden- ore para que Dios ponga en sus labios palabras propicias Porque si la reina Ester que habiacutea de hablar al rey en favor de la salud temporal de su pueblo oroacute para que Dios diese a sus labios palabras convenientes iquestcuaacutento maacutes debe orar a fin de que reciba tal don el que trabaja con su palabra y doctrina por la eterna salud de los hombres Aquellos que han de decir lo que recibieron de otros tambieacuten oren antes de recibirlo por aquellos de quienes lo reciben para que se les deacute lo que por ellos desean recibir Y una vez recibido oren a fin de que ellos mismos lo pronuncien como conviene y lo tomen aquellos para quienes lo pronunciaron Y finalmente den gracias por el feliz eacutexito del sermoacuten de Aquel de quien no dudan que recibieron el don de hablar para que asiacute el que se gloriacutea se gloriacutee en Aquel en cuyas manos estamos nosotros y nuestros discursos (Docchr IV3063)
En este pasaje se muestra con claridad el viacutenculo entre la gracia y la retoacuterica
entendida en el aacutembito de las teacutecnicas y las relaciones humanas Asiacute como se afirmoacute
tanto en lo concerniente a la hermeneacuteutica como en lo relacionado con la retoacuterica el
conocimiento de las reglas no garantiza el feliz teacutermino de la accioacuten humana pues
eacutesta se halla sometida a Dios De esto no se sigue como afirman algunos
estudiosos89 que las disciplinas humanas pierdan validez o que su relacioacuten con las
mismas tenga una connotacioacuten meramente utilitarista Se trata en cambio de un uti 89 Se trata de la posicioacuten de Flasch (1994) y sus sostenedores seguacuten la cual la doctrina de la gracia es incompatible con la postura filosoacutefica de Agustiacuten relacionada con las artes liberales y su utilidad
169
que estaacute anclado en la relacioacuten esencial existente entre Dios y toda la creacioacuten en la
que se incluye tanto lo que ha sido instituido por el hombre como lo que ha sido
instituido por Dios mismo como es el caso de la retoacuterica Esta es la razoacuten por la cual
es necesario resaltar con Lettieri (2001) que ―todos los teacuterminos teacutecnicos decisivos de
la teologiacutea agustiniana de la gracia son los mismos ciceronianos usados
sistemaacuteticamente en la segunda parte del De doctrina christiana para articular la
doctrina retoacuterica eclesiaacutestica (p 466) Pensar esta relacioacuten implicariacutea un anaacutelisis de
la doctrina de la gracia y del lugar de la misma en la composicioacuten del De doctrina
christiana teniendo en cuenta la particularidad de su redaccioacuten A continuacioacuten
ofrezco algunos de los hitos principales del desarrollo de la doctrina de la gracia en
Agustiacuten con miras a su articulacioacuten con la retoacuterica sin embargo por ser un tema que
desborda los alcances de este trabajo me centrareacute solamente en el De diversis
quaestionibus ad Simplicianum que como se veraacute confluye en varios puntos con el
De doctrina christiana
33 Doctrina agustiniana de la gracia en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum
Una de las primeras obras escritas luego de la suspensioacuten del De doctrina
christiana fue el De diversis quaestionibus ad Simplicianum aunque la cronologiacutea de
ambas obras y su relacioacuten ha sido objeto de un extenso debate90
Seguacuten las palabras del proacutelogo la intencioacuten de Agustiacuten es responder a las
inquietudes expuestas por Simpliciano respecto de algunos pasajes oscuros de las
Cartas de San Pablo91 Para lograr esto se lleva a cabo una detallada exeacutegesis de
algunos pasajes cuya interpretacioacuten suscita no pocas perplejidades el primero de
ellos es el siguiente 90 En las Retractationes se afirma que la obra dirigida a Simpliciano fue la primera escrita en calidad de obispo ―de los libros que compuse siendo obispo los dos primeros son para Simpliciano prelado de la Iglesia de Milaacuten que sucedioacute al beatiacutesimo Ambrosio Tratan de Cuestiones diversas dos de las cuales las tomeacute de la Carta del apoacutestol Pablo a los Romanos para el libro primero (II11) 91 A propoacutesito del intereacutes exegeacutetico en San Pablo vale la pena tener presente que en ello ―Agustiacuten fue precedido por Mario Victorino el Ambrosiaster en Italia y el donatista Ticonio en Aacutefrica (Stark 1989 p 346)
170
hemos sido desligados de la ley de muerte a que estaacutebamos sujetos de manera que sirvamos en espiacuteritu nuevo no en la letra vieja iquestQueacute diremos entonces iquestQueacute la ley es pecado iexclNo por Dios Pero yo conociacute el pecado sino por la ley Yo no conoceriacutea la codicia si la ley no dijera no codiciaraacutes (Rm 725)92
La explicacioacuten ofrecida reza asiacute
hay que advertir desde luego que la ley no fue dada para provocar al pecado ni para extirparlo sino soacutelo para darlo a conocer para que el alma humana que se creiacutea afianzada en su inocencia palpase la evidencia del mal y no pudiendo vencerlo maacutes que con el favor de Dios con el escozor mismo de su culpabilidad se moviese a pedir la gracia (Simpl I22)
De esto resulta que la ley posibilita el conocimiento de todo aquello que se
debe evitar y el reconocimiento de la incapacidad del hombre para apartarse por siacute
solo del pecado Las palabras de Pablo seguacuten las cuales con ocasioacuten del mandato la
ley lleva a los hombres a la muerte deben interpretarse teniendo en cuenta que la ley
es buena siempre y cuando se haga buen uso de la misma pero es nociva cuando hay
un abuso de ella Asiacute ―abusa de la ley el que no se somete a Dios con piadosa
humildad para poder cumplirla por medio de la gracia (Simpl I16) lo cual confluye
en el pecado Se ve entonces que la ley no es la causa de la muerte sino el pecado
que deriva de la inobservancia de eacutesta Hay que tener presente que el cumplimiento
de la ley no depende de la voluntad del hombre pues es la gracia la que permite pasar
del estadio carnal al espiritual en el que el acatamiento del mandamiento deja de ser
una carga pues ―la gracia perdona los pecados e infunde el espiacuteritu de caridad por la
que la praacutectica de la justicia resulta no ya penosa sino agradable (Simpl I17) Asiacute
soacutelo aquel que es liberado por la gracia de Dios puede proceder seguacuten la ley con el
gusto que define al hombre espiritual
La reflexioacuten sobre la ley se concluye con las siguientes palabras de Apoacutestol
―la letra mata el espiacuteritu vivifica (2Cor 36) las cuales remiten a la seccioacuten del De 92 ―Pocos pasajes en la exeacutegesis paulina han recibido tan extensas variadas y contradictorias explicaciones como el pasaje de Rm 77-25 La explicacioacuten de Agustiacuten ocupa un lugar preponderante en la historia de la exeacutegesis del pasaje en cuestioacuten (Stark 1989 p 346) En lo concerniente a la influencia de Pablo en Agustiacuten debe anotarse con Harrison (2006) que desde los primeros diaacutelogos del 386 es posible establecer una fuerte presencia de la concepcioacuten paulina de la gracia que habriacutea determinado la comprensioacuten agustiniana de la conversioacuten que hallaraacute concrecioacuten en las Confessiones (p118)
171
doctrina christiana en la que se establece la relacioacuten entre interpretacioacuten literal e
interpretacioacuten espiritual Asiacute como el hombre que no ha sido liberado por la gracia es
esclavo de la ley aquel que no interpreta seguacuten la caritas es esclavo de los signos
Vale la pena examinar los dos textos con el fin de resaltar la consonancia existente
entre ambos En el De doctrina christiana se afirma
Mas en este tiempo cuando por la resurreccioacuten de nuestro Sentildeor Jesucristo brilloacute clariacutesimo el signo de nuestra libertad no estamos ya oprimidos con el grave peso de aquellos signos cuya inteligencia tenemos sino que el mismo Sentildeor y la ensentildeanza apostoacutelica nos transmitieron unos pocos entre tantos antiguos y estos faciliacutesimos de cumplir sacratiacutesimos en su significacioacuten y puriacutesimos en su observancia como son el sacramento del bautismo y la celebracioacuten del Cuerpo y la Sangre del Sentildeor Cualquiera que los recibe bien instruido sabe a queacute se refiere de modo que no los venera con carnal servidumbre sino maacutes bien con la libertad espiritual Asiacute como seguir materialmente la letra y tomar los signos por las cosas que significan denota debilidad servil asiacute interpretar inuacutetilmente los signos es propio del error miserablemente libre El que no entiende lo que significa un signo y sin embargo conoce que aquello es signo eacuteste no estaacute agobiado por la servidumbre Mejor es verse agobiado por signos desconocidos pero uacutetiles que no interpretaacutendolos inuacutetilmente enredar en los lazos del error la cerviz que salioacute del yugo de la servidumbre (III913)
Por su parte en la obra dirigida a Simpliciano leemos
Y asiacute un mismo precepto para los que temen es ley y para los que aman gracia De donde aquello del Evangelio la ley fue dada por Moiseacutes la gracia y la verdad vino por Jesucristo En efecto la gracia y la verdad nos vinieron por Jesucristo a fin de cumplir la ley que dio Moiseacutes para inspirar temor Se dijo pues Habeacuteis muerto a la ley como diciendo Estaacuteis libres del suplicio de la ley por el cuerpo de Cristo pues por eacutel os han sido perdonados los pecados merecedores de justo castigo (I117)
En los dos pasajes se afirma que gracias a la venida de Cristo el hombre pudo
librarse tanto de la esclavitud de los signos como de la servidumbre de la ley sin
embargo debe tenerse en cuenta que en el Ad Simplicianum se introduce de manera
expliacutecita el tema de la accioacuten de la gracia Teniendo presente la evidente equivalencia
existente entre ambos temas y la forma en que son abordados vale la pena preguntar
por queacute en la explicacioacuten de la liberacioacuten del hombre de la esclavitud de los signos
no se recurre a la gracia Podriacutea pensarse que ello no ocurre porque la doctrina sobre
la gracia auacuten no habiacutea sido desarrollada de manera sistemaacutetica Esta posicioacuten apoyariacutea
172
la tesis de que los tres primeros libros del De doctrina christiana son anteriores a la
composicioacuten de la obra dirigida al obispo de Milaacuten mientras que la uacuteltima parte del
libro tercero y todo el libro cuarto estariacutean determinados por la doctrina de la gracia
En contra de esta tesis puede afirmarse con Harrison (2006) que ya en las primeras
obras es posible rastrear diversos elementos que corresponden a un momento inicial
de un desarrollo coherente y unitario de la doctrina de la gracia motivo por el que no
es posible afirmar en el antildeo 396 Agustiacuten no tuviera los elementos necesarios para
incluir el tema de la gracia en el De doctrina christiana En este orden de ideas la
razoacuten por la cual en el De doctrina christiana no se recurre de manera expliacutecita al
teacutermino gratia estariacutea relacionada con una concepcioacuten maacutes amplia de eacutesta que atantildee a
la comprensioacuten de la estructura sacramental de toda la realidad (Harrison 2006 p
100)
Sin duda alguna las preguntas de Simpliciano acerca de los pasajes
problemaacuteticos del Apoacutestol exigen un esfuerzo interpretativo que desemboca en una
postura de la cual Agustiacuten ya no se alejaraacute en sus reflexiones posteriores Uno de los
textos en cuestioacuten es (Rm 910-29) en donde Pablo hace referencia al problema de la
eleccioacuten y recurre al ejemplo de Jacob y Esauacute93 Agustiacuten afirma que el objetivo
principal de la Carta a los romanos es evitar que los hombres se gloriacuteen de los
meacuteritos de sus obras y que consideren que por ellas se recibe la gracia de Dios pues
―por lo mismo que es gracia el Evangelio no se debe al meacuterito de las obras pues de
otro modo la gracia no es gracia (Simpl I22) Asiacute pues las obras no se anteponen a
la gracia sino al reveacutes pues eacutesta posibilita el buen obrar Lo mismo debe decirse
respecto de la fe pues eacutesta no es el resultado de la voluntad humana sino un don de
Dios cuya relacioacuten se caracteriza como sigue ―comienza el hombre a recibir la
gracia desde que comienza a creer en Dios movido a abrazar la fe por un aviso
admonitione interno o externo (Simpl I22) A propoacutesito de esto Harrison (2006)
afirma que Agustiacuten sostiene en el Ad Simplicianum que
93 La interpretacioacuten de este pasaje ha despertado el intereacutes de los estudiosos pues muchos ven en ella una clara toma de distancia respecto a la concepcioacuten de la justificacioacuten y la gracia (Catapano 2010 p 94 Lettieri 2001 p 86) A favor de una propuesta unitaria de la doctrina de la gracia que no excluye un cambio pero siacute una radical transformacioacuten veacutease (Harrison 2006 p 283)
173
en primer lugar Dios llama a la fe y hace posible la respuesta llamando de manera apta a la voluntad gracias a esto el hombre tendraacute la capacidad de hacer el bien Agustiacuten describe con detalle en teacuterminos de placer queacute es lo que motiva a la voluntad a creer y queacute hace que el llamado de Dios sea congruente con la voluntad del hombre (p 148)
La clave esteacutetica de la presentacioacuten agustiniana resaltada por Harrison (2006)
constituye un elemento maacutes para afirmar la unidad del pensamiento de Agustiacuten pues
como se afirmoacute a propoacutesito de los diaacutelogos la categoriacutea de la belleza y la terna de
modus species ordocedil con la que se halla en iacutentima conexioacuten es un elemento
recurrente en los diaacutelogos a partir del cual se construye una interpretacioacuten de la
relacioacuten entre Dios y las criaturas Teniendo esto en cuenta puede afirmarse que las
categoriacuteas esteacuteticas presentes en los primeros diaacutelogos de Agustiacuten constituyen el
trasfondo conceptual de lo que se configuraraacute maacutes adelante como doctrina de la
gracia Esta uacuteltima seguacuten un amplio grupo de estudiosos94 llega a su punto maacuteximo
en la interpretacioacuten de Rm 912 donde con el fin de ilustrar coacutemo precede la gracia a
las obras y pertenece al que llama vocat Agustiacuten expone el caso de Jacob y Esauacute de
los cuales antes de nacer y por lo tanto antes de que realizaran cualquier obra se
dijo ―el mayor serviraacute al menor (Rm 912) En este punto surge la pregunta de cuaacutel
es el fundamento de la eleccioacuten en la que se premia a Jacob teniendo en cuenta que
antes de nacer los hermanos no han cumplido todaviacutea ninguna obra ―Ella [la gracia]
no proviene de las obras por ser nulas antes de nacer no proviene tampoco de la fe
por ideacutentica causa iquestDe doacutende pues proviene (Simpl I26) La solucioacuten a esta
pregunta recoge los puntos fundamentales de las doctrinas agustiniana de la
justificacioacuten y de la gracia En primer lugar se afirma que la eleccioacuten de Jacob no
dependioacute ni de las obras ni de la fe sino de la voluntad de Dios que es Aquel que
justifica a los hombres llamaacutendolos a la fe por la gracia Por esta razoacuten no puede
afirmarse que la eleccioacuten se deacute a causa de la presciencia divina pues esto implicariacutea
aceptar que se eligioacute a Jacob por sus obras o por su fe
Luego si la misericordia de Dios no se adelanta llamando nadie puede conseguir la fe que es la base y principio para justificarse y conseguir la facultad de obrar bien
94 (Lettieri 2001 Catapano 2010)
174
(hellip) Luego por la voluntad del que llama vocante no por ninguna obra meritoria suya consiguioacute el menor el traspaso del mayorazgo (Simpl I27) (Eacutenfasis del autora)
El uso del teacutermino vocatio llamada busca poner el acento en la correlacioacuten
entre el que llama y el que es llamado relacioacuten que se establece sin la intervencioacuten
del hombre pues auacuten el consensus de este uacuteltimo es un don divino De esto resulta
que la llamada de Dios es siempre eficaz lo cual permite la conversioacuten incluso la de
los corazones maacutes soberbios95 Empero esta idea parece contraponerse al texto del
Evangelio seguacuten el cual ―muchos fueron los llamados y pocos los elegidos (Mt
2016) Si el llamado de Dios es siempre eficaz iquestcoacutemo explicar las palabras del
evangelista En la solucioacuten a esta cuestioacuten Agustiacuten recurre a teacuterminos retoacutericos
Asiacute aunque muchos fueron llamados de una manera sin embargo como no estaban en las mismas disposiciones affecti soacutelo respondieron a la vocacioacuten los que estaban dispuestos a recibirla lo cual nos autoriza para decir con verdad luego no depende del que quiere o corre sino de Dios que obra misericordia pues llamoacute como era conveniente aptum a los que siguieron la vocacioacuten vocationem (Simpl I213)
Noacutetese coacutemo la utilizacioacuten de los teacuterminos retoacutericos affectus y vocatio apta
permite resolver la dificultad de la interpretacioacuten de ambos pasajes Sin embargo el
uso de la retoacuterica no debe entenderse como la aplicacioacuten extriacutenseca de una disciplina
pues se recurre a las categoriacuteas retoacutericas humana en cuanto expresioacuten fenomenoloacutegica
de las divinas De esta breve consideracioacuten del Ad Simplicianum pueden extraerse las
siguientes conclusiones
1 El llamado eficaz de Dios esto es su voluntad es irresistible e infalible razoacuten
por la cual su efecto effectus no depende del hombre
2 La vocatio de Dios actuacutea en diferentes niveles ya que para algunos puede ser
apta persuasiva y eficaz mientras que para otros es inadecuada no persuasiva
e ineficaz seguacuten sea la voluntad divina (Lettieri 2001 p 86)
3 La conversioacuten de aquel que es llamado vocatus depende de forma directa de
la modalidad de la vocatio ―de la misteriosa y no uniforme intencionalidad de 95 A propoacutesito de esto Drecoll (2004) afirma que ―la conversioacuten de Pablo se constituye en un paradigma de la doctrina de la gracia agustiniana pues el perseguidor de la Iglesia Saulo precisamente se convierte sin ninguacuten meacuterito (p 226)
175
la retoacuterica divina que llama a todos los hombres pero de distinta manera
(Lettieri 2001 p 87)
Debe resaltarse como ya se afirmoacute en el capiacutetulo anterior que la cercaniacutea
entre ambas obras no soacutelo es temaacutetica sino metodoloacutegica pues las dos siguen el
esquema ciceroniano96 del modus inveniendi y el modus proferendi En el caso del Ad
Simpliacianum puede verse que la obra se ocupa en primer lugar de los problemas
interpretativos desde una perspectiva hermeneacuteutica y en segundo lugar del modo en
el que se debe decir aquello que se ha entendido desde un punto de vista retoacuterico que
no se limita a la retoacuterica humana sino que sienta las bases de los que podriacutea llamarse
retoacuterica divina Esta uacuteltima se desarrollaraacute treinta antildeos maacutes tarde en el libro cuarto del
De doctrina christiana en el cual se lleva a cabo una siacutentesis de varias de las
cuestiones que habiacutean ocupado las reflexiones de Agustiacuten desde los primeros antildeos del
episcopado En este sentido puede afirmarse que el De doctrina christiana entendida
en su conjunto y como unidad es una obra en la que el autor da cuenta de los
meacutetodos y modelos que eacutel mismo ha puesto en praacutectica durante su actividad
filosoacutefica
34 Retoacuterica de la gracia en la conclusioacuten del De doctrina christiana
En las primeras secciones del presente capiacutetulo se mostroacute que el uacuteltimo libro
del De doctrina christiana ofrece las herramientas necesarias para la preparacioacuten del
orador cristiano el cual una vez haya realizado un trabajo de interpretacioacuten de la
Escritura podraacute proceder a la explicacioacuten de cuanto alliacute ha comprendido Como ya se
afirmoacute teniendo en cuenta que esta parte de la obra fue compuesta en el antildeo 426 es
decir cuando ya Agustiacuten llevaba tres decenios dedicado a la interpretacioacuten y a la
predicacioacuten se trata de una seccioacuten de la obra que puede caracterizarse como
―retroprogramaacutetica es decir que en su composicioacuten el autor se vale de su propia
96 En los Topica Ciceroacuten afirma ―como toda razoacuten diligente del disertar tiene dos partes la una del invenir la segunda del juzgar el priacutencipe de ambas -seguacuten en verdad me parece- fue Aristoacuteteles Los estoicos empero trabajaron en la segunda [hellip] Nosotros ya que en ambas la utilidad es suma y si hubiera tiempo pensariacuteamos perseguir ambas comenzaremos por aquella que es la primera (II6)
176
experiencia llevando a cabo un ejercicio de autocomprensioacuten Asiacute la decisioacuten de
terminar la obra interrumpida se inscribe en el espiacuteritu de las Retractationes lo cual
le permite a Agustiacuten hacer una revisioacuten retoacuterica de su obra de sus fuentes y del
meacutetodo empleado en la interpretacioacuten y la predicacioacuten de las verdades de la Escritura
La utilidad de la exposicioacuten de estas reglas es innegable sin embargo no debe
caerse en la simplificacioacuten defendida por muchos comentaristas que considera el De
doctrina christiana como un manual ya sea de hermeneacuteutica ya sea de retoacuterica
(Simonetti 1983 Schaumlublin 1995) Se trata en cambio de un ejercicio interpretativo
y retoacuterico en el que a partir de las categoriacuteas claacutesicas ciceronianas se construye una
reflexioacuten que desborda los liacutemites de las disciplinas humanas y por esa razoacuten culmina
con la exposicioacuten de lo que con Lettieri (2001) puede llamarse persuasioacuten divinalsquo
en el libro cuarto del De doctrina christiana se elabora una teoriacutea consciente y revolucionaria de la retoacuterica divina esto es de la palabra humana como fenoacutemeno del Verbo divino Asiacute el juego etimoloacutegico sobre el teacutermino orator (oradororante) revela el maacutes profundo sentido de la relacioacuten entre reacutetor humano y Reacutetor absoluto (p 466)
El orador debe orar a Dios para que ponga en su boca las palabras adecuadas
para que pueda pronunciarlas de manera adecuada y para que el puacuteblico las reciba de
manera adecuada No sorprende que al final de su obra Agustiacuten recurra nuevamente
al siguiente pasaje escrituriacutestico ya citado en IV1532
conceacutedame Dios hablar seguacuten eacutel quiere y concebir pensamientos dignos de sus dones porque eacutel es quien guiacutea a la sabiduriacutea y quien dirige a los sabios que nosotros y nuestras palabras en sus manos estamos con toda nuestra prudencia y destreza en el obrar (Sab 716)
A continuacioacuten se presentaraacuten tres elementos tomados de la retoacuterica
ciceroniana a partir de los cuales puede entenderse la accioacuten de la retoacuterica divina
Uno de los teacuterminos ciceronianos que seguacuten la propuesta de Lettieri (2001)
Agustiacuten utiliza para estructurar su retoacuterica de la gracia es el de victoria97 El punto de
97 A propoacutesito de la victoria en las contiendas retoacutericas Ciceroacuten afirma en el De oratore (II1772)
177
partida para el tratamiento de esta nocioacuten es una vez maacutes uno de los pasajes del
Orator98 sobre el que se articula el libro cuarto del De doctrina christiana
Seraacute elocuente pues (ya que buscamos al orador perfecto siguiendo las huellas de Antonio) el que en el foro y en las causas civiles hable de tal manera que pruebe deleite y convenza El probar es de necesidad el deleitar de utilidad En el convencer estaacute la victoria final de toda causa Cuantos son los oficios del orador tantos son los modos de decir Sutil en el probar templado en el deleitar vehemente en el persuadir aquiacute estaacute toda la fuerza del orador (69)
Para el Arpinate el persuadir flectere uacuteltimo de los officia oratoris se
configura como el objetivo fundamental de la retoacuterica en esta concepcioacuten Agustiacuten
sigue a su maestro y lo cita textualmente cuando afirma en el De doctrina christiana
dijo pues un maestro de elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee deleite y mueva Y antildeadioacute despueacutes el ensentildear es propio de la necesidad el deleitar de la amenidad y el mover de la victoria (IV1227)99
Como se vio en la seccioacuten anterior el De diversis quaestionibus ad
Simplicianum permite conectar el tema de la retoacuterica con la doctrina de la gracia pues
Agustiacuten se sirve en dicha obra de algunas categoriacuteas retoacutericas claacutesicas para explicar la
manera en la que opera la accioacuten eficaz y movente de la gracia En el De doctrina
christiana es posible establecer dicha relacioacuten si se tiene en cuenta la doble
dimensioacuten de la retoacuterica Asiacute desde el punto de vista de la retoacuterica divina debe
afirmarse que eacutesta siempre alcanza la victoria en la persuasioacuten pues su llamado es
irresistible A propoacutesito de esto puede afirmarse con Marone (2008) que
98 La eleccioacuten del Orator y la preeminencia de su uso en el libro cuarto no son casuales Podriacutea pensarse que Agustiacuten consciente del desplazamiento llevado a cabo por Ciceroacuten del orador al oyente y de lo particular a lo universal encuentra en el Orator nociones maacutes precisas para la configuracioacuten retoacuterica de la doctrina de la gracia A propoacutesito de dicho desplazamiento ciceroniano se afirma que ―para el Ciceroacuten del Orator eacuteste ya no es el que domina al puacuteblico por la fuerza casi taumatuacutergica de su elocuencia sino el que se adapta a eacutel el que moldea no soacutelo su discurso sino tambieacuten su manera de ser (Levy 2012 p 27) 99 Es sorprendente el silencio de los comentaristas acerca del recurso de Agustiacuten a Ciceroacuten en esta seccioacuten del De doctrina christiana En primer lugar debe anotarse que la cita del Orator (69) es textual lo cual supone un uso teacutecnico consciente y voluntario a una de las nociones maacutes importantes de la retoacuterica del Arpinate Resulta muy notable que la uacutenica palabra que se cambia probare del aacutembito juriacutedico por docere del aacutembito pedagoacutegico tambieacuten haya sido usada por Ciceroacuten al enunciar los officia oratoris en el Brutus (185) El tema no menos sorprendente de la valoracioacuten de las palabras del maestro romano se abordaraacute en la conclusioacuten
178
en la teologiacutea de la gracia pueden identificarse el docere de la ley que habiacutea arrancado del hombre sus instintos animales la suasio cristiana que habiacutea permitido el conocimiento del Antiguo Testamento y el flectere infalible de la gracia que habiacutea quebrado la dureza del corazoacuten (p 309)
No sorprende que en otra obra compuesta en el mismo antildeo de la culminacioacuten
del De doctrina christiana se recurra al teacutermino victorialsquo paulino y ciceroniano En
el De gratia et libero arbitrio se afirma
pero iquestde queacute sirve un buen combate si no es coronado por la victoria Y iquestquieacuten da la victoria sino aquel de quien el mismo Apoacutestol dice pero gracias sean dadas a Dios que nos da la victoria por nuestro Sentildeor Jesucristo (VII16)
Estas palabras se hallan en clara consonancia con la conclusioacuten del De
doctrina christiana de nada sirve un buen combate certamen100 si no es coronado
con la victoria de la persuasio que culmina en la conversio Sin embargo esta uacuteltima
no depende de la voluntas del hombre ni de su doctrina pues ni la voluntad ni el
conocimiento son suficientes por siacute solos para garantizar la victoria
En segundo lugar vale la pena volver sobre la cuestioacuten de la relacioacuten entre
officia oratoris y genera dicendi A partir de la enunciacioacuten ciceroniana de los officia
oratoris y de los genera dicendi Agustiacuten construye como ya se vio un sistema de
retoacuterica cristiana que tiene una doble dimensioacuten Por una parte se trata de las reglas
que el orador y el predicador deben aplicar a sus discursos101 y por otra se trata de la
manera en la que la retoacuterica divina se manifiesta En cuanto a las primeras ya se
100 El teacutermino certamen lucha disputa o contienda proviene del verbo certāre que puede traducirse como combatir o disputar En su acepcioacuten retoacuterica Agustiacuten lo utiliza en el Contra academicos (I38) y en el proacutelogo al libro tercero del De doctrina christiana donde se afirma ―el hombre que teme a Dios indaga con diligencia su voluntad en las Santas Escrituras Pero antes haacutegase por la piedad manso en el trato para no amar las contiendas fortifiacutequese de antemano con el conocimiento de las lenguas a fin de no vacilar en las palabras y expresiones desconocidas preveacutengase por la instruccioacuten de ciertas cosas necesarias para no ignorar la virtud y naturaleza de aquellas cosas que se aducen por viacutea de semejanza y finalmente ayudaacutendole la veracidad de los coacutedices a los que procuraraacute depurar con una cuidadosa diligencia aceacuterquese ya pertrechado de este modo a discutir y solucionar los pasajes ambiguos de las Santas Escrituras (III11) La importancia de este proacutelogo es fundamental pues en eacutel se anticipa el programa de los dos uacuteltimos libros del De doctrina christiana y el espiacuteritu que determinaraacute la composicioacuten del libro cuarto treinta antildeos despueacutes si las contiendas humanas no estaacuten dirigidas por la caritas son palabras vaciacuteas 101 A propoacutesito de esto Lettieri (2001) afirma ―detraacutes del fenoacutemeno de la palabra biacuteblica y eclesiaacutestica teacutecnicamente construida seguacuten las normas de la retoacuterica claacutesica opera el Acto retoacuterico divino del cual aquellas categoriacuteas representan un vestigio (p 468)
179
afirmoacute que el orador debe buscar la claridad en sus discursos y que puede recurrir a
cualquiera de los tres genera dicendi seguacuten sea su finalidad o mezclarlos entre siacute
como de hecho lo han hecho autores cristianos como Cipriano y Ambrosio Por otra
parte en cuanto a la manifestacioacuten divina debe afirmarse que eacutesta se da en primer
lugar en la Escritura razoacuten por la que Agustiacuten a traveacutes de los exempla pone en
evidencia los diferentes estilos de los que se sirve Dios cuando habla por medio de los
profetas o del autor inspirado Teniendo en cuenta que seguacuten la retoacuterica claacutesica la
eleccioacuten de los estilos estaacute relacionada con el argumento a tratar vale la pena
detenerse en este aspecto pues esta distincioacuten no se aplica en la retoacuterica divina ya
que todas las materias abordadas son materias elevadas En este punto se lleva a cabo
un desplazamiento del contenido de la Escritura hacia la intencioacuten del orador y del
oyente el cual puede entenderse en un cierto sentido como una subjetivacioacuten de la
retoacuterica Si la Escritura es un espacio de objetividad absoluta en cuanto
manifestacioacuten divina es necesario recurrir a la intentio subjetiva para mantener la
distincioacuten claacutesica Esta consideracioacuten nos permite volver sobre una cuestioacuten que se
habiacutea presentado como problemaacutetica en la parte inicial del presente capiacutetulo la
eleccioacuten del pasaje de Rm 138 como exemplum de estilo moderado Teniendo en
cuenta que el mismo pasaje se utiliza en la reconstruccioacuten del momento de la
persuasio definitiva en las Confessiones esto es en la presentacioacuten literaria de la
propia conversio llevada a cabo por el Agustiacuten obispo en el antildeo 397 puede afirmarse
ahora que la razoacuten por la que en el De doctrina christiana este pasaje cumple una
funcioacuten distinta obedece a la utilizacioacuten del principio seguacuten el cual la Escritura se
aplica desde la subjetividad
A propoacutesito de la relacioacuten entre officia oratoria y genera dicendi vale la pena
tener presente la propuesta de Lettieri (2001) seguacuten la cual la revelacioacuten puede
entenderse bajo el mismo esquema de los genera ciceronianos aunque no debe
perderse de vista que la caritas de la gracia puede alcanzar su cometido la victoria a
traveacutes de cualquier estilo en el que se exprese su mensaje Seguacuten esto se afirma que
Dios se revela en el estilo sencillo en la doctrina y en la lex siguiendo el estilo
medio en la suasio evangeacutelica de la Iglesia y a traveacutes del estilo elevado en la
180
persuasio accioacuten interior e irresistible del Verbum (Lettieri 2001 p 473) El
esquema ofrecido por Lettieri se halla en clara consonancia con los exempla
presentados por Agustiacuten para el tratamiento de los genera dicendi en el libro cuarto
del De doctrina christiana Vale la pena recordar que para el estilo sencillo se
exponen varios pasajes de la Carta a los gaacutelatas de San Pablo relacionados
justamente con la ley acerca de la cual es necesario instruir a los hombres pues
fue dada por motivo de la transgresioacuten hasta que viniese la semilla a quien se hizo la promesa ley dispuesta por medio de los aacutengeles en la mano del Mediador Mas el mediador no es entre uno solo y Dios es uno (Ga 315)
En lo que concierne al estilo moderado se ofrecen tambieacuten varios pasajes
apostoacutelicos de iacutendole praacutectica muy cercanos tanto en el estilo como en la finalidad a
los preceptos ofrecidos por Ciceroacuten y Ambrosio en el De officiis En los pasajes
exhortativos del Apoacutestol Agustiacuten encuentra la belleza retoacuterica caracteriacutestica del estilo
medio cuya finalidad es la suasio a traveacutes del delectare
Casi todo este pasaje de la misma exhortacioacuten tiene un estilo moderado pero los trozos son maacutes bellos donde se suceden elegantemente las cosas propias con las propias como si fuesen tributos que se pagan a un deudor por ejemplo ―teniendo dones diversos conforme a la gracia que se nos ha dado ya sea profeciacutea a proporcioacuten de la fe ya ministerio para administrar el que ensentildea en la ensentildeanza el que exhorta en la exhortacioacuten el que distribuye en la sencillez el que preside en la solicitud el que obra misericordia con alegriacutea El amor sin fingimiento odiando el mal apegaacutendoos al bien En la caridad fraterna amaacutendoos unos a otros previnieacutendoos mutuamente en el honor en la obligacioacuten no perezosos en el espiacuteritu fervientes sirviendo al Sentildeor en la esperanza gozosos sufridos en la tribulacioacuten en la oracioacuten perseverantes caritativos en las necesidades de los santos ejercitando la hospitalidad Bendecid a los que os persiguen bendecidlos y no los maldigaacuteis Alegraos con los que se alegran llorad con los que lloran sintiendo lo mismo unos con otros (Rm 121) (IV2040)
Por uacuteltimo los exempla ofrecidos para ilustrar el estilo elevado se hallan
estrechamente relacionados con la persuasioacuten entendida como accioacuten irresistible y
siempre eficaz de la gracia De hecho Agustiacuten sostiene que el Apoacutestol no requiere de
artificios estiliacutesticos pues se trata de palabras que expresan violentum animi
affectibus como puede verse en el siguiente pasaje de Pablo
181
Sabemos que todas las cosas cooperan en bien de los que aman a Dios de aquellos que son llamados seguacuten la voluntad de Dios Porque a los que preconocioacute tambieacuten los predestinoacute a ser conformes a la imagen de su Hijo a fin de que Eacutel sea el primogeacutenito entre muchos hermanos A los que predestinoacute a eacutesos llamoacute y a los que llamoacute a los mismos tambieacuten justificoacute a los que justificoacute tambieacuten los glorificoacute (Rm 828) (IV 2043)
Como se afirmoacute antes a lo largo de toda la obra se ve con claridad que el uso
de los exempla tiene una funcioacuten que desborda el plano de la doctrina pues ellos
mismos se instalan en la persuasio objetivo uacuteltimo y maacutes elevado de la retoacuterica Esa
es la razoacuten por la cual hay una perfecta concordia entre forma retoacuterica y contenido la
cual halla su maacutexima expresioacuten en la eleccioacuten de los exempla Asiacute el principio
ciceroniano seguacuten el cual la elocuencia sin sabiduriacutea en nada aprovecha (Inv I1) es
reinterpretado a la luz de la sentencia paulina que encierra todo el propoacutesito del De
doctrina christiana ―no en sabiduriacutea de palabras no sea que quede vaciacutea la cruz de
Jesucristo (1Cor 117)
182
CONCLUSIONES
El recorrido llevado a cabo en el presente trabajo aborda la relacioacuten entre Agustiacuten y
Ciceroacuten uno de los autores claacutesicos maacutes influyentes en la configuracioacuten del
pensamiento cristiano medieval Teniendo en cuenta la vastedad y complejidad de la
obra de Agustiacuten fue necesario fijar un criterio metodoloacutegico que se centrara en el
estudio de algunos textos que fueran particularmente representativos de la influencia
del maestro romano en el Hiponense Por este motivo se establecioacute una distincioacuten
basada en tres momentos coyunturales del desarrollo intelectual de Agustiacuten a saber
la composicioacuten de los Diaacutelogos de Casiciaco en el 386 la primera redaccioacuten del De
doctrina christiana en el 396 y la culminacioacuten de esta uacuteltima en el 426
El conjunto de diaacutelogos compuestos en Casiciaco ofrece un panorama
complejo y rico de motivos claacutesicos y filosoacuteficos que permite acceder al pensamiento
de Agustiacuten en los antildeos inmediatamente posteriores a la conversioacuten Si bien no pocos
autores han notado la belleza estiliacutestica de los mismos y la profundidad de las
cuestiones alliacute tratadas el juicio que se ha impuesto los ha confinado a un lugar
menor dentro de la totalidad del corpus pues es comuacuten la consideracioacuten seguacuten la cual
se trata de obras juveniles muy cercanas al neoplatonismo (Alfaric 1918) cuyos
postulados son revisados y superados por el teoacutelogo de la gracia (von Harnack 1988
Lettieri 2001) Esta valoracioacuten se halla ligada al debate de las ―conversiones que
aunque identificado por Courcelle como un falso dilema (1968 p106) ha
determinado la recepcioacuten de los diaacutelogos y la consideracioacuten seguacuten la cual eacutestos deban
ser objeto de un estudio inherente al momento filosoacutefico temprano del pensamiento
de Agustiacuten En contra de las tesis evolucionistas algunos estudiosos han puesto el
184
acento en la unidad y continuidad en el desarrollo intelectual de Agustiacuten (Madec
1992 Harrison 2006) Si bien ninguna de las dos posiciones puede dar cuenta de
manera exhaustiva de las muacuteltiples dificultades que suscita el estudio de la obra
agustiniana en el presente trabajo se rastrearon algunas pistas que permiten avanzar
un poco en la direccioacuten de una continuidad y sostener la tesis seguacuten la cual siacute es
posible hablar de un pensamiento unitario en Agustiacuten
El hilo conductor de la investigacioacuten fue Ciceroacuten y la manera en la que
Agustiacuten recurre a su obra y pensamiento en momentos distantes pero estrechamente
relacionados entre siacute como la composicioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco y el De
doctrina christiana en sus dos redacciones
En el antildeo 386 Agustiacuten habiacutea abandonado su caacutetedra de retoacuterica aduciendo un
malestar de salud que no le permitiacutea atender a tan extenuante labor Se retira a
Casiciaco con el fin de prepararse para recibir el bautismo de manos del obispo
Ambrosio y llevar una vida tranquila alejada de los avatares de la administracioacuten
imperial Una lectura desprevenida del pasaje de las Confessiones en donde se relatan
estos acontecimientos podriacutea llevar a considerar que la renuncia a la retoacuterica no es
una renuncia al cargo de orador imperial y sus implicaciones sino una renuncia al
arte pagano siacutembolo del mundo romano Sin embargo el anaacutelisis atento de los
diaacutelogos escritos en dicho periodo arroja elementos que demuestran con claridad el
profundo compromiso de Agustiacuten no soacutelo con la retoacuterica claacutesica en cuanto disciplina
sino sobre todo con la concepcioacuten filosoacutefica ciceroniana
En el Contra Academicos primero de los diaacutelogos escritos en la villa de
Verecundo se lleva a cabo una imponente defensa de Ciceroacuten y de la escuela
neoacadeacutemica luego de haber realizado un ejercicio retoacuterico-filosoacutefico cuyo
resultado no fue otro que la refutacioacuten de las tesis esceacutepticas seguacuten las cuales resulta
imposible acceder a la verdad Animado por la promesa de eacutesta presentada en el
Hortensius Agustiacuten y sus interlocutores se entregan a la ardua tarea de demostrar que
el sabio puede conocer siendo eacuteste el resultado de dicho conocimiento
para mi es evidente que jamaacutes debo apartarme de la autoridad de Cristo ya que no encuentro otra maacutes fuerte En cuanto a lo que ha de buscarse con la fuerza de la razoacuten
185
(pues mi estado de aacutenimo es tal que estoy deseando con impaciencia conocer la verdad no soacutelo mediante la fe sino comprenderla tambieacuten con la inteligencia) espero entretanto poder encontrar en los platoacutenicos una doctrina que no se oponga a nuestros sagrados misterios (cAcad III2044)
Asiacute el primero de los diaacutelogos de Agustiacuten se cierra con la formulacioacuten de un
proyecto filosoacutefico en cuanto orientado a la buacutesqueda de la verdad que se ancla en la
siacutentesis entre la autoridad de Cristo102 y la razoacuten Si bien no se tratoacute en detalle la
relacioacuten de Agustiacuten con el platonismo la lectura del Contra Academicos ofrece
elementos fundamentales para la comprensioacuten de la relacioacuten de Agustiacuten con la
tradicioacuten platoacutenica que a traveacutes de Ciceroacuten se habiacutea instalado en los ciacuterculos
intelectuales de la peniacutensula
El proyecto agustiniano halla una primera concrecioacuten en los otros dos
diaacutelogos escritos en el antildeo 386 en los que es posible identificar el tratamiento de
temas claacutesicos de la filosofiacutea griega y romana como la cuestioacuten de la felicidad la
armoniacutea del universo y el alma humana En un interesante artiacuteculo Foley (2009)
rastrea las raiacuteces filosoacuteficas de los diaacutelogos de Casiciaco poniendo en evidencia que
la discusioacuten acerca del neoplatonismo de Agustiacuten ha ensombrecido la presencia de
Ciceroacuten en el cual Agustiacuten se inspira no soacutelo en lo concerniente al estilo sino en los
temas abordados Si bien el artiacuteculo de Foley resulta de gran utilidad para establecer
la apropiacioacuten agustiniana del pensamiento del Arpinate es necesario entender coacutemo
se da dicha apropiacioacuten desde la perspectiva de un filoacutesofo cristiano En este sentido
la conclusioacuten del Contra Academicos debe tenerse presente en la consideracioacuten de
todos los diaacutelogos como unidad temaacutetica y metodoloacutegica A propoacutesito de esto vale la
pena traer a colacioacuten la consideracioacuten de Fuhrer (2017) en la introduccioacuten a su
reciente edicioacuten criacutetica de los diaacutelogos de Casiciaco ―cada uno de los tres diaacutelogos
establece maacutes allaacute de sus fundamentos filosoacuteficos la capacidad que tiene la doctrina
cristiana para revelar la verdad (p7) Para el caso particular del De beata vita se
afirma que ―la peculiaridad del tratamiento agustiniano de este tema claacutesico reside en
la forma en la que concilia la tradicioacuten filosoacutefica con elementos cristianos proceso
102 Acerca del caraacutecter cristoloacutegico de los primeros escritos de Agustiacuten y de su ortodoxia veacutease Harrison 2006 p 255 ss
186
que culmina en el reconocimiento de que la beata vita y la sapientia pueden
alcanzarse a traveacutes de lo que Agustiacuten llama Deum habere Deo perfrui o cognitio
Dei (Fuhrer 2017 p9) El aporte del De beata vita en la comprensioacuten de la filosofiacutea
del joven Agustiacuten resulta fundamental pues como se demostroacute en este trabajo alliacute se
esbozan algunos de los temas que se trataraacuten en las Confessiones y en las obras de
madurez En lo concerniente a la tan debatida cuestioacuten del caraacutecter exclusivamente
filosoacutefico de los diaacutelogos Catapano (2006) y Harrison (2006) han presentado
importantes avances concluyendo que hay una evidente caracterizacioacuten cristiana de la
Verdad como objeto de la indagacioacuten filosoacutefica y que es posible establecer una
continuidad entre los primeros acercamientos a la cuestioacuten de la gracia y su posterior
desarrollo en el antildeo 397
En relacioacuten con el De ordine vale la pena detenerse en el caraacutecter del diaacutelogo
y la importante funcioacuten que cumple en la trilogiacutea de Casiciaco y en el corpus
agustiniano A propoacutesito de su particularidad puede afirmarse que en eacutel se encuentran
―las afirmaciones maacutes expliacutecitas acerca de la naturaleza las tareas y las partes de la
filosofiacutea seguacuten la acepcioacuten agustiniana Catapano 2006 p153) En este sentido el
punto de partida del proyecto filosoacutefico de Agustiacuten se completa estableciendo su
propoacutesito con claridad
Y para que nadie piense que he emprendido un tema vastiacutesimo lo resumo todo maacutes llana y brevemente Y digo que al conocimiento de todos estos problemas nadie debe aspirar sin el doble conocimiento de la buena argumentacioacuten y de la potencia de los nuacutemeros Si aun esto les parece mucho aprendan bien o la ciencia de los nuacutemeros o el arte de razonar bien Si todaviacutea les acobarda esto ahonden en el conocimiento de la unidad numeacuterica y de su valor sin considerarla en la suprema ley y sumo orden de todas las cosas sino en lo que cotidianamente sentimos y hacemos Se afana por esta erudicioacuten la misma filosofiacutea y llega a la unidad pero de un modo mucho maacutes elevado y divino Dos problemas le inquietan uno concerniente al alma el otro concerniente a Dios (ord II3347)
La empresa propuesta en el De ordine en el antildeo 386 determinaraacute el
pensamiento agustiniano y si bien en los cuatro decenios siguientes mostraraacute
variaciones en el recurso a las fuentes o en la predileccioacuten de ciertas temaacuteticas sobre
187
otras resulta muy difiacutecil sostener que se haya presentado un cambio radical en el
pensamiento de Agustiacuten o una renuncia a sus primeras reflexiones
El uacuteltimo de los diaacutelogos compuestos en este periodo los Soliloquia tiene un
caraacutecter particular pues en eacutel se toma distancia del geacutenero del ―diaacutelogo de villa
ciceroniano y se inaugura un estilo propiamente agustiniano la indagacioacuten intimista y
reflexiva del soliloquio Asiacute el intercambio dialogal se desplaza del coloquio entre un
grupo de amantes de la sabiduriacutea al diaacutelogo de un alma consigo misma que quiere
ahondar en sus propios misterios Sin embargo el recurso mismo al geacutenero dialogal
corresponde a una eleccioacuten claacutesica asiacute como los elementos provenientes del
Hortensius la Consolatio el De oratore y el De republica103 evidenciados a lo largo
de la obra En este sentido vale la pena destacar que tanto la forma como el contenido
de los Soliloquia estaacuten determinados por la tesis ciceroniana (De orat V17) de la
cultura como concordancia entre intelligendi disciplina y dicendi disciplina entre
dialeacutectica y retoacuterica donde aqueacutella se entiende como el paso de los signos (signa)
sensibles a las cosas ideales (res) y eacutesta como comunicacioacuten persuasiva de la verdad
Eacuteste es justamente el punto de partida del De doctrina christiana primera
obra compuesta por Agustiacuten en calidad de obispo de Hipona y redactada diez antildeos
despueacutes de los diaacutelogos de Casiciaco pero que se articula a partir de las ideas alliacute
expuestas Como se demostroacute en el presente trabajo la cercaniacutea entre los diaacutelogos y
la obra iniciada en el 396 es innegable pues tanto en los contenidos como en la
forma hay una continuidad esencial que apoya la idea de la unidad del pensamiento
de Agustiacuten En primer lugar debe destacarse la importancia que tienen las disciplinae
en las reflexiones de Agustiacuten en el decenio que transcurre entre el periodo milaneacutes y
el regreso al norte de Aacutefrica Si bien no considero que el De doctrina christiana
pueda reducirse a un manual teacutecnico es importante tener presente que siacute representa
una continuidad temaacutetica de cuestiones referidas a las disciplinas su funcioacuten y su 103 A propoacutesito de la relacioacuten entre el del De republica ciceroniano y la Repuacuteblica de Platoacuten vale la pena tener presente la propuesta de Altman (2016) en su obra The Revival of Platonism in Cicerorsquos Late Philosphy la cual presenta una tesis incisiva concerniente a la asimilacioacuten ciceroniana de la filosofiacutea de Platoacuten El papel que se le otorga a Agustiacuten en la construccioacuten de dicha recepcioacuten me permitioacute proponer una lectura poliacutetica de los Soliloquia que puede tomarse como punto de partida para futuras indagaciones en este campo
188
caraacutecter ya abordadas en los primeros diaacutelogos Asiacute muchos de los avances
alcanzados en el De ordine que presenta un programa provisional para una paideia
cristiana seraacuten retomados y profundizados en el 396 bajo la oacuteptica de las nuevas
exigencias impuestas por el obispado La cercaniacutea entre este aspecto de las primeras
obras y el De doctrina christiana ha sido notada y abordada por un amplio grupo de
comentaristas (Marrou 1949 Kevane 1966 Toom 2002) sin embargo esta
perspectiva ha contribuido a la tendencia de dividir la obra en dos secciones
irreconciliables entre siacute una de talante pedagoacutegico-cultural y otra de caraacutecter
teoloacutegico (Lettieri 2001) Mi intencioacuten al tratar esta cuestioacuten fue la de abordar el De
doctrina christiana como una obra dotada de unidad y coherencia a pesar de haber
sido suspendida en el 396 y retomada treinta antildeos maacutes tarde De este modo tambieacuten
en su relacioacuten con los diaacutelogos de Casiciaco propuse una lectura de continuidad que
me permitioacute no soacutelo establecer los puntos de confluencia sino rastrear la presencia de
Ciceroacuten tanto en los diaacutelogos como en los cuatro libros que componen el De doctrina
christiana En este propoacutesito fue de fundamental importancia la consideracioacuten del
proacutelogo de la obra pues eacuteste se configura como un testimonio imprescindible para
entender su caraacutecter e intencioacuten en cuanto conjunto (Kevane 1996 112 Kraumlmer
2006 101) asiacute como para situarla en el desarrollo intelectual de Agustiacuten En relacioacuten
con la datacioacuten del proacutelogo se ha presentado un intenso debate entre los
comentaristas pues mientras un grupo afirma que fue escrito en el antildeo 396 (Mayer
1974 Pincherle 1974 Kevane 1996) otros consideran que se redactoacute en el 426
junto con la parte conclusiva del libro tercero y el libro cuarto seguacuten la comuacuten
usanza de escribir el proacutelogo al final (Duchrow 1965 Opelt 1966) Luego de un
atento anaacutelisis del proacutelogo y de una consideracioacuten comprehensiva de toda la obra
considero que puede adoptarse con mayor fuerza la propuesta del primer grupo de
estudiosos Esta eleccioacuten ademaacutes permite entender mejor la cercaniacutea de la primera
parte del De doctrina christiana a otros escritos tempranos entre los cuales pueden
destacarse el Contra Academicos y el De magistro104
104 Toom (2002) aborda con claridad y profundidad la relacioacuten entre el De magistro y el De doctrina christiana sobre todo en lo concerniente al caraacutecter cristoloacutegico presente en ambas obras Sorprende
189
Del estudio del proacutelogo y del primer libro del De doctrina christiana se
derivan importantes conclusiones en lo relativo a la influencia del Arpinate En
primer lugar debe anotarse que las distinciones fundamentales sobre las que se
estructura la obra son de origen retoacuterico y se encuentran enunciadas en varias obras
ciceronianas Se trata de la distincioacuten entre modus inveniendi y modus proferendi
(Orat XXIII 8 Top II6) entre signa y res (De Inv I3048) entre uti y frui (De Inv
II53159) Estas categoriacuteas le permiten a Agustiacuten no soacutelo estructurar su obra sino
llevar a cabo una siacutentesis entre los modelos retoacutericos claacutesicos y los contenidos
cristianos de los que se ocupa en esta obra Asiacute la cuestioacuten exegeacutetica que se habiacutea ido
configurando como un problema central en el pensamiento de Agustiacuten en los antildeos
posteriores a la conversioacuten y en los primeros del obispado encuentra su lugar en la
retoacuterica A propoacutesito de esto Toom considera que el recurso al texto paulino de 1 Cor
138 en la parte conclusiva del libro primero y la interpretacioacuten ofrecida del mismo
tiene la importante funcioacuten de asociar los elementos de la tradicioacuten retoacuterica la
distincioacuten uti-frui con la terna de fe esperanza y caridad (Toom 2002 101) gracias
a lo cual es posible establecer y comprender la unidad estructural no soacutelo del libro
primero sino de toda la obra En el libro segundo luego de recapitular el plan
propuesto se ofrece una definicioacuten de signo que se inscribe en la tradicioacuten retoacuterica
claacutesica del De inventione105 de Ciceroacuten y del De Institutione Oratoria de Quintiliano
Si bien algunos estudiosos han puesto el acento en la falta de originalidad de la
definicioacuten agustiniana y en la poca profundidad en el tratamiento de la semioacutetica
(Kirwan 1989 p35) es importante resaltar como se hizo en el presente trabajo que
la exposicioacuten agustiniana del signo se inscribe en el marco del intereacutes retoacuterico- sin embargo que el autor restrinja su presentacioacuten a los tres primeros libros del De doctrina christiana pues es innegable la centralidad del problema cristoloacutegico en el uacuteltimo libro de dicha obra 105 Ciceroacuten en el De inventione afirma que ―el signo es lo que cae bajo alguacuten sentido y significa algo que parece salido de eacutel mismo (I 30 48) Aunque la definicioacuten de Agustiacuten es muy cercana vale la pena anotar que el contexto ciceroniano en el cual se ofrece esta distincioacuten es el de la argumentatio y no hay en ella ninguacuten recurso al vocabulario semioacutetico tradicional pues esta definicioacuten se refiere al mecanismo del signo en el aacutembito juriacutedico (Manetti 1993 p145) Jackson en la misma liacutenea de Manetti sostiene que tanto Quintiliano como Ciceroacuten se refieren al signo en el aacutembito forense sin embargo llama la atencioacuten sobre la recomendacioacuten ciceroniana del estudio de la semaacutentica en el Orator (115) obra fundamental para la composicioacuten del libro cuarto del De doctrina christiana (Jackson 1969 p31)
190
hermeneacuteutico de la obra que no persigue la intencioacuten de delinear una scientia
scientiorum per se En lo concerniente al aporte de Agustiacuten en relacioacuten con el signo
no debe perderse de vista la anotacioacuten de Simonetti (1994) seguacuten la cual antes de
Agustiacuten incluso en aacutembito estoico la nocioacuten de signo se identificaba con la de
indicio y no habiacutea una teoriacutea del signo desde la dimensioacuten linguumliacutestica (p420) La
palabra entendida como signo representa el aporte fundamental de la filosofiacutea del
lenguaje agustiniana la cual se inscribe en un horizonte maacutes amplio de comprensioacuten
de lo humano pues como afirma Alici (1976) ―el lenguaje es signo y testimonio de
una presencia espiritual que evoca e invoca a otra presencia espiritual (p 143) Esta
es la razoacuten por la cual el libro segundo del De doctrina christiana concluye con un
ejercicio hermeneacuteutico que conduce al signo por excelencia en el cual se vive y se
comprende la verdad que busca el cristiano la cruz Eacutesta es culmen y causa de toda
significacioacuten tanto por lo que significa como por lo que ella misma es El lugar
central que ocupa la interpretacioacuten del pasaje del Eacutexodo106 no es casual pues le
permite a Agustiacuten articular hermeneacuteutica semaacutentica y retoacuterica y pasar al tratamiento
en el libro tercero de los signos ambiguos los cuales deben ser interpretados a la luz
del precepto de la caritas
Del estudio del libro tercero del De doctrina christiana se deriva una conclusioacuten
fundamental fiel a la tradicioacuten retoacuterica romana Agustiacuten aborda el problema de los
signos ambiguos afirmando que la ambiguumledad presente en la Escritura depende de la
utilizacioacuten de palabras metafoacutericas o propias que tengan distintos significados La
primera definicioacuten de ambiguitas ofrecida por Agustiacuten en el De dialectica (10) sigue
muy de cerca las definiciones claacutesicas aunque en el tratamiento de esta cuestioacuten
106 ―Acueacuterdese de aquellos que celebraban en aquel tiempo la pascua en imagen de sombras cuando se les mandoacute sentildealar las puertas con la sangre del cordero lo cual hicieron con hisopo (Ex 1222) Esta hierba es suave y humilde sin embargo nada hay maacutes fuerte y penetrante que sus raiacuteces Lo que nos manifiesta que estando arraigados y cimentados en la caridad podemos comprender con todos los santos cuaacutel sea la anchura la longitud la altura y la profundidad esto es la Cruz del Sentildeor donde se entiende por anchura el madero transversal en que se hallan extendidas las manos por longitud lo que hay desde la tierra hasta este madero y en ella se fija todo el cuerpo de manos abajo por altura desde la anchura hasta lo maacutes alto hacia arriba donde se apoya la cabeza por profundidad lo que metido en la tierra se oculta a nuestra vista (II4162)
191
recurre a Ciceroacuten de manera expliacutecita no solo para precisar su significado sino su
solucioacuten
Y asiacute con plena razoacuten dicen los dialeacutecticos que toda palabra es ambigua Y no nos desconcierte que en [una obra de] Ciceroacuten Hortensio los acuse falsamente en estos teacuterminos laquoDicen que ellos se atreven a explicar con claridad las cosas ambiguasraquo Dicen asiacute mismo que toda palabra es ambigua iquestCoacutemo entonces van a explicar lo ambiguo con lo ambiguo Pues esto no es sino introducir en las tinieblas una luz apagada Es verdad que no le ha faltado chispa y astucia al decirlo pero esto es lo que en [otra obra del] mismo Ciceroacuten dice Esceacutevola a Antonio laquoY a la postre como dejas la impresioacuten de que los sabios hablan con elocuencia la dejas tambieacuten de que los necios hablan con verdadraquo Pues iquestqueacute otra cosa hizo Hortensio en aquel pasaje sino esparcir tinieblas entre los inexpertos con agudeza de ingenio y un gracioso discurso como si se tratase de una bebida pura y agradable En efecto lo afirmado esto es que toda palabra es ambigua estaacute dicho respecto de cada palabra singular Ahora bien las palabras ambiguas se explican mediante la discusioacuten y nadie ciertamente discute con palabras singulares Asiacute pues nadie explicaraacute las palabras ambiguas con palabras ambiguas (Dial 10)
En un tono muy similar al utilizado en el Contra Academicos en este pasaje
del De dialeacutectica Agustiacuten advierte sobre los peligros de este tipo de escepticismo
cuya refutacioacuten es fundamental para la justificacioacuten de un proyecto interpretativo
como aquel que se propone en el De doctrina christiana Es por esta razoacuten que en
este punto se ofrecen las reglas que deben ser aplicadas en los casos de ambiguitas y
posteriormente se llevaraacute a cabo una aplicacioacuten de las mismas apelando al recurso
retoacuterico de los exempla esto con el fin de resolver la cuestioacuten de la ambiguitas en lo
que concierne a las palabras metafoacutericas translata
En la misma liacutenea del De officiis tanto del de Ciceroacuten como del de Ambrosio
Agustiacuten recurriraacute a ejemplos para ilustrar cada una de las dificultades interpretativas a
las que debe enfrentarse el estudioso de la Escritura
Como experimentado maestro de retoacuterica Agustiacuten conociacutea muy bien la teoriacutea
concerniente a la utilizacioacuten de los ejemplos en la argumentacioacuten lo cual puede
apreciarse en la perfecta composicioacuten retoacuterica de sus sermones y de algunas partes del
De doctrina christiana como se vio a lo largo del presente trabajo Fiel a la tradicioacuten
latina y a la definicioacuten de Quintiliano seguacuten la cual el exemplum consiste en ―la
mencioacuten de un hecho real o presuntamente real uacutetil para persuadir de aquello que se
192
pretende (InsV116) Agustiacuten se sirve de los ejemplos no soacutelo para ilustrar aquello
que quiere explicar sino tambieacuten y sobre todo para persuadir movere al oyente
acerca de cuestiones centrales de la doctrina cristiana anticipando asiacute el tema del
libro cuarto La eleccioacuten de los exempla de caraacutecter cristoloacutegico estaacute relacionada con
la hermeneacuteutica pues la interpretacioacuten cuyo fin es el conocimiento de Dios se da en
la revelacioacuten de Dios en el Verbo encarnado A propoacutesito de esto Harrison afirma
que Agustiacuten encuentra en el Evangelio de Juan la maacutes alta expresioacuten de la unidad y la
identidad del Padre y el Hijo sobre la cual se fundamenta la posibilidad del
conocimiento de Dios de la significacioacuten y la eficacia de la fe para la salvacioacuten
(Harrison 1992 212) En relacioacuten con la cuestioacuten temaacutetica debe resaltarse que se
lleva a cabo una perfecta composicioacuten en la que se enlazan el final del libro segundo
con el comienzo del tercero en una estructura circular que quiere poner el eacutenfasis en
la centralidad de la cruz signum signorum en la comprensioacuten humana Las
principales consecuencias del anaacutelisis aquiacute presentado pueden sintetizarse de la
siguiente manera (1) la unidad temaacutetica y metodoloacutegica de los tres primeros libros
del De doctrina christiana puede sintetizarse en la terna signum res exempla (2) la
apropiacioacuten cristiana de la tradicioacuten retoacuterica claacutesica no debe entenderse como una
mera asimilacioacuten teacutecnica sino que se trata maacutes bien de una radical y consciente
apropiacioacuten cristiana del modelo ciceroniano (Lettieri 2001 465) (3) la unidad de
los primeros tres libros se halla estrechamente relacionada con la totalidad de la obra
y la fidelidad al proyecto y al disentildeo inicial de la misma ideados en el antildeo 396 razoacuten
por la cual la estructura de los libros segundo y tercero ofrece un argumento maacutes a
favor de la unidad del De doctrina christiana (4) la utilizacioacuten de los exempla en los
libros segundo y tercero del De doctrina christiana permite pensar la cercaniacutea entre la
idea ciceroniana seguacuten la cual ―la elocuencia sin sabiduriacutea casi siempre estorba
demasiado nunca aprovecha (Inv I 1) y la propuesta agustiniana presente a lo largo
de toda la obra en particular en el uacuteltimo libro compuesto en el antildeo 426
La particularidad de la composicioacuten de la obra ha sido objeto de un extenso
debate entre los especialistas en el pensamiento de Agustiacuten Como se afirmoacute a lo
largo del presente trabajo la posicioacuten de los que consideran que la interrupcioacuten del
193
396 representa una ruptura que quiebra la obra en dos partes irreconciliables entre siacute
resulta muy difiacutecil de sostener A nivel estiliacutestico seguacuten afirmacioacuten de Simonetti
(1994) y de Marone (2008) la diferencia entre las dos partes del De doctrina
christiana resulta imperceptible A nivel de contenido el uacuteltimo libro se mantiene fiel
al programa presentado en el proacutelogo y confirmado en el libro primero En lo que
concierne a las razones de la suspensioacuten de la redaccioacuten se llegoacute a la conclusioacuten
luego de un detenido estudio de la obra y de las diferentes posturas de los estudiosos
y sus argumentos que se tratoacute de una cuestioacuten praacutectica y no teoacuterica Las razones de
esta conclusioacuten tienen que ver con la debilidad de la tesis seguacuten la cual ante la
dificultad doctrinal (Simonetti 1994) o hermeneacuteutica (Kannengiesser 1995)
representada por el recurso a Ticonio Agustiacuten decidioacute abandonar la obra En relacioacuten
con la propuesta de Lettieri seguacuten la cual la interrupcioacuten se debioacute al ―descubrimiento
de la doctrina de la gracia (Lettieri 2001) llevado a cabo en el De diversis
quaestionibus ad Simplicianum se intentoacute demostrar de la mano de Harrison (2006)
que tanto en los diaacutelogos de Casiciaco como en la primera parte del De doctrina
christiana es posible identificar nociones que representan primeras aproximaciones a
la cuestioacuten de la gracia que hallaraacute su determinacioacuten maacutes madura en el Ad
Simplicianum y en obras posteriores De este modo resultariacutea maacutes plausible la tesis
sostenida entre otros por el mismo Agustiacuten seguacuten la cual la obra quedoacute interrumpida
a causa de las muchas ocupaciones que se le imponiacutean en cuanto obispo de Hipona
En el pasaje de las Retractationes en el que aborda esta cuestioacuten se afirma
Como encontrase que estaban sin terminar los libros de La doctrina cristiana preferiacute terminarlos antes que dejarlos asiacute y pasar a retractar otros tratados Asiacute pues termineacute el libro tercero que estaba escrito hasta aquel pasaje donde se recuerda el testimonio del Evangelio sobre la mujer que esconde el fermento en tres medidas de harina hasta que fermenta todo Antildeadiacute tambieacuten un libro nuevo y completeacute toda la obra con cuatro libros Los tres primeros ayudan a entender las Escrituras el cuarto coacutemo debemos exponer lo que entendemos (II41)
A propoacutesito de la decisioacuten de terminar la obra encontrada inconclusa Lancel
(2002) llama la atencioacuten al profundo compromiso de Agustiacuten como autor el cual
habiacutea dado respuesta en su vida praacutectica a las cuestiones teoacutericas propuestas en los
194
primeros antildeos del episcopado De este modo el libro cuarto se presenta enriquecido
por treinta antildeos de experiencia (p199) pero su conclusioacuten se inscribe dentro del
compromiso original de Agustiacuten de dar respuesta a las cuestiones que se le
planteaban
Asiacute mismo dentro de este contexto hay que hacer notar que la continuacioacuten y
terminacioacuten del De doctrina christiana se inscribe en el espiacuteritu de la retractatio esto
es en la necesidad de esclarecer y precisar algunas posturas referentes a problemas
fundamentales de su pensamiento Asiacute la decisioacuten de completar la obra debe
entenderse como un ejercicio hermeneacuteutico que se configura a partir de la
comprensioacuten que Agustiacuten tiene del conjunto de la obra y del corpus aportando
elementos fundamentales para la interpretacioacuten de lo afirmado treinta antildeos atraacutes La
pregunta esencial entonces no es por queacute Agustiacuten interrumpe el De doctrina
christiana sino por queacute lo completa El Agustiacuten del 426 no es otro Agustiacuten ndashcontra
Lettierindash sino un autor que ya ha arribado a la madurez de su pensamiento y que
desde alliacute retoma y precisa aspectos cruciales de su desarrollo intelectual para darle
inteligibilidad al proyecto presentado en el 396 con el cual se identifica En este
sentido debe considerarse su relacioacuten con Ciceroacuten y el recurso al Orator el maacutes
filosoacutefico entre los escritos retoacutericos ciceronianos107 como punto de partida para la
articulacioacuten del libro cuarto Si bien todos los comentaristas resaltan el caraacutecter
ciceroniano de la parte final del De doctrina christiana no se ha abordado de manera
exhaustiva un trabajo sobre las implicaciones de dicho caraacutecter En primer lugar debe
resaltarse que el Agustiacuten de las Retractationes es decir un autor que se preocupa por
recorrer su propia obra matizaacutendola y precisaacutendola en caso de ser necesario
compone el final del libro tercero y la primera parte del libro cuarto del De doctrina
christiana con la intencioacuten de recoger elementos que habiacutean sido fundamentales en
sus antildeos de experiencia Fiel al propoacutesito inicial del 396 Agustiacuten incluye las reglas
107 Acerca de esta cuestioacuten Pierini (1979) ofrece una iluminadora reflexioacuten a partir de los pasajes del Orator 7-10 en los cuales Ciceroacuten expone su concepcioacuten de las ideas platoacutenicas para iniciar su caracterizacioacuten del orador ideal ―Ciceroacuten a partir de la utilizacioacuten de la teoriacutea platoacutenica de las ideas y la comparacioacuten con el artifex que crea basado en un modelo ideal se presenta a siacute mismo como demiurgo del orador ideal (p101)
195
de Ticonio en la parte final de la seccioacuten dedicada al modus inveniendi pues a
manera de una retractatio a la inversa reconoce la influencia que el Liber regularum
habiacutea tenido para su propia comprensioacuten de la Escritura y cuestiones relacionadas con
su eclesiologiacutea Una vez hecho esto procede a ocuparse del modus proferendi y en
consonancia con su formacioacuten retoacuterica presenta las reglas de la retoacuterica cristiana
enmarcadas en una relacioacuten filosoacutefica que recoge no soacutelo los temas abordados en
muchas de sus obras sino su propia experiencia pastoral y lieraria En este sentido
puede afirmarse con Johnson a propoacutesito del Agustiacuten del 426 (1976) que ―su intereacutes
por el significado y el valor de la retoacuterica nunca cesa asiacute el libro que termina al final
de su vida sea un libro que teniacutea que terminarse Eacutel termina su vida asiacute como la
comienza defendiendo la retoacuterica con toda la honestidad y toda la pasioacuten con la que
podiacutea hacerlo (Johnson 1976 p 219)
En lo que concierne al lugar que ocupa Ciceroacuten en el libro cuarto vale la pena
anotar que el recurso a la retoacuterica del Arpinate no puede reducirse a su valor teacutecnico
De hecho los pasajes del Orator que Agustiacuten cita textualmente se hallan inmersos en
un contexto que tiene como trasfondo la intencioacuten ciceroniana de delinear inchoare
las caracteriacutesticas del orador perfecto sobre una base filosoacutefica de clara inspiracioacuten
platoacutenica Asiacute cuando Agustiacuten se propone delinear las caracteriacutesticas del orador ideal
cristiano recurre a su maestro Ciceroacuten y aunque no lo nombra directamente hace una
afirmacioacuten que no se puede dejar pasar desapercibida ―dijo pues un maestro de
elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee
deleite y mueva (IV1227) Si bien los comentaristas se han centrado en el hecho de
que Agustiacuten se refiere indirectamente a Ciceroacuten (Testard 1958 p 297 Hagendahl
1967 p699) lo maacutes notable e indicativo de este pasaje es la atribucioacuten de verdad a
las palabras del romano asiacute mismo reconocido como maestro Con esta afirmacioacuten
Agustiacuten cierra con coherencia el compromiso adquirido treinta antildeos antes y el
proyecto trazado en el Contra Academicos En la buacutesqueda de la verdad a la que
Agustiacuten dedica toda su vida Ciceroacuten y con eacutel la filosofiacutea platoacutenica constituye una
de las herramientas fundamentales para la construccioacuten de su pensamiento La
verdad que es una sola trasciende los liacutemites de la historia y se manifiesta en la
196
creacioacuten y en la Escritura de ahiacute la necesidad de comprenderla y de transmitir lo que
en ella se encuentra El papel que se le otorga al Arpinate en el uacuteltimo libro del De
doctrina christiana debe entenderse como el bautismo de la retoacuterica y la inauguracioacuten
de un proceso de apropiacioacuten que determinaraacute la permanencia de la cultura de la
Antiguumledad en Occidente a traveacutes del cristianismo
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400) Leiden Brill
Woolf R (2015) Cicero The Philosophy of a Roman Sceptic Nueva York
Routledge
AGRADECIMIENTOS
A mi maestro y amigo Alfonso Floacuterez por su compantildeiacutea iluminadora y atenta en
estos felices antildeos de estudios agustinianos
A mi familia profesores y amigos por sus ensentildeanzas paciencia apoyo y
comprensioacuten
A mi esposo por su amor y simpatiacutea
A Dios por permitir que encontrara en la filosofiacutea el maacutes bello consuelo
ABREVIATURAS
En las notas se han utilizado las siguientes abreviaturas
Obras de Agustiacuten
Epistulae ep
Confessiones conf
Contra Academicos cAcad
De catechizandis rudibus cat Rud
De beata vita bvita
De civitate Dei civDei
De dialectica Dial
De doctrina christiana Docchr
De diversis quaestionibus ad Simplicianum Simpl
De magistro mag
De ordine ord
De Trinitate Trin
Retractationes retr
Soliloquia sol
Otras obras claacutesicas
Ciceroacuten
Academici libri Acad
Brutus Brut
De inventione Inv
De divinatione Div
De fato Fat
De finibus bonorum et malorum Fin
De Natura Deorum ND De oratore de Orat
De officiis off
De Republica Rep
Disputationes Tusculanae Tusc
Orator Orat
Topica Top
Quintiliano
Institutio oratoria Inst
Ambrosio
De Officiis De Off
Ticonio
Liber regularum Lr
Dioacutegenes Laercio
Vitae philosophorum DL
TABLA DE CONTENIDO
Paacuteg
INTRODUCCIOacuteN 13
1 LA INFLUENCIA DE CICEROacuteN EN LOS DIAacuteLOGOS DE CASICIACO DE AGUSTIacuteN 23 Introduccioacuten 23 11 Contra Academicos la buacutesqueda de la verdad 31 12 El Contra Academicos como ejercicio filosoacutefico y retoacuterico 39 121 iquestQuieacuten es el sabio 42 122 Platonis schola del tribunal a la escuela 43 13 Agustiacuten y Ciceroacuten la buacutesqueda de la vida feliz 50 131 El alma y su alimento 53 14 De ordine el camino hacia el encuentro 61 141 Schola nostra 61 142 Las artes liberales y el orden moral 65 15 El diaacutelogo con la razoacuten Soliloquia 73
2 EL PROYECTO DE UNA PAIDEIA CRISTIANA 89 Introduccioacuten 89 21 El proacutelogo al De doctrina christiana 97 22 El horizonte normativo de la hermeneacuteutica 101 23 Semaacutentica retoacuterica y hermeneacuteutica 107 24 Agustiacuten y Ticonio la pausa en la composicioacuten del De doctrina christiana y la
recepcioacuten del Liber regularum 131
12
3 CICEROacuteN EN EL LIBRO CUARTO DEL DE DOCTRINA CHRISTIANA 143 31 Elocuencia cristiana 148 32 Docere delectare flectere 156 33 Doctrina agustiniana de la gracia en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum
169 34 Retoacuterica de la gracia en la conclusioacuten del De doctrina christiana 175
CONCLUSIONES 183
BIBLIOGRAFIacuteA 197
INTRODUCCIOacuteN
La inmensa obra agustiniana ha suscitado un intereacutes extraordinario a lo largo
de maacutes de quince siglos dejando como resultado una gran produccioacuten bibliograacutefica
que se ha desarrollado desde distintos puntos de vista corrientes e intereses
filosoacuteficos Para los historiadores de la filosofiacutea el estudio de la relacioacuten de Agustiacuten
con las fuentes claacutesicas ha representado un problema de difiacutecil abordaje pues el
recorrido vital e intelectual del autor se enmarca en una situacioacuten particular conectada
con la cuestioacuten del uso que la cultura cristiana debiacutea hacer de las fuentes filosoacuteficas
de la Antiguumledad
En los primeros escritos de Agustiacuten los diaacutelogos de Casiciaco considerados
como la clave de su pensamiento filosoacutefico emerge de manera constante la cuestioacuten
del lugar que deben ocupar las disciplinas provenientes de la cultura claacutesica en el
conjunto formativo cristiano1 En este contexto las artes liberales ocuparaacuten un lugar
fundamental en el proyecto intelectual de los primeros antildeos de produccioacuten
agustiniana No sorprende entonces que Agustiacuten se haya dado a la tarea de
componer unos libros sobre las disciplinas libri disciplinarum dedicado al estudio de
la gramaacutetica la retoacuterica la dialeacutectica la aritmeacutetica la geometriacutea y la muacutesica Este
proyecto no se llevoacute a teacutermino soacutelo se finalizaron los textos acerca de la gramaacutetica y
la dialeacutectica y se avanzoacute en aquel dedicado a la muacutesica del cual uacutenicamente se
escribieron los seis libros dedicados al ritmo pero no aquellos sobre la melodiacutea
Aunque se ignoran las razones por las cuales no se terminoacute este programa debe
anotarse que Agustiacuten se refiere a las disciplinas en varias obras a lo largo de su vida
1 Acerca de la apropiacioacuten agustiniana de las disciplinas procedentes de la cultura claacutesica veacutease (Shanzer 2009 pp 70-112)
14
Tanto en el De ordine (II1235) como en las Confessiones (IV1630) se ofrece un
listado en el que se enumeran las artes anteriormente enunciadas y que seraacute retomado
cuarenta antildeos despueacutes en las Retractationes donde se afirma que habiendo soacutelo
terminado el libro sobre la gramaacutetica y adelantado aquel sobre la muacutesica se iniciaron
las obras acerca de las otras disciplinas pero no se concluyeron2 Contrariamente a lo
que podriacutea pensarse el hecho de no haber concluido este proyecto no debe entenderse
como un rechazo a las disciplinas pues como se demostraraacute en el presente trabajo
Agustiacuten construiraacute el De doctrina christiana a partir de un modelo retoacuterico claacutesico en
el que gramaacutetica filosofiacutea y retoacuterica operan de manera indisoluble Justamente el
papel central que cumple la retoacuterica en el desarrollo del pensamiento de Agustiacuten
determinaraacute su relacioacuten con los autores claacutesicos latinos En este orden de ideas
resulta imposible desconocer la importancia de las fuentes claacutesicas entre las cuales se
destacan Ciceroacuten Terencio Salustio Varroacuten y Virgilio3
En el caso particular de Ciceroacuten existen varias razones para emprender un
estudio acerca de la relacioacuten entre eacuteste y Agustiacuten no soacutelo por el influjo que tuvo
sobre eacutel sino por la importancia que ambos tienen en la constitucioacuten de la cultura
occidental De modo un tanto sorprendente dicho estudio no ha sido emprendido de
manera exhaustiva y unitaria por los comentaristas pues las obras que se ocupan de
este tema (Testard 1958 Hagendahl 1967 Foley 1999) son fundamentales por su
aporte informativo pero no asumen un compromiso interpretativo La razoacuten de este
vaciacuteo estaacute relacionada con la vastedad de la obra de Agustiacuten y la dificultad de situar
especiacuteficamente el pensamiento filosoacutefico dentro del tambieacuten amplio corpus
ciceroniano Teniendo en cuenta lo anterior en la presente investigacioacuten se tomaraacuten
algunas opciones metodoloacutegicas que permitiraacuten ofrecer una perspectiva diferente para
examinar la relacioacuten entre los dos autores cuyo estudio tradicional se ha limitado a la
identificacioacuten de temas o herramientas comunes
2 Con relacioacuten a la cuestioacuten de la enumeracioacuten de las disciplinas en las distintas obras de Agustiacuten veacutease (Marrou 1948 pp 189 ss) 3 Al claacutesico de Hagendahl (1967) debe sumarse el estudio de Oroz Reta (1988) el cual ofrece un completo panorama acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y las fuentes claacutesicas latinas
15
En primer lugar se tendraacuten en cuenta estudios recientes (Mc Connell 2014
Woolf 2015 Altman 2016) en los que se busque revalorizar el contenido filosoacutefico
de los diaacutelogos ciceronianos y la estrecha relacioacuten existente entre retoacuterica y filosofiacutea
gracias a lo cual seraacute posible acceder a una nueva comprensioacuten del pensamiento de
Ciceroacuten que permita ademaacutes entender su influencia y recepcioacuten en uno de sus maacutes
importantes lectores de la Antiguumledad Tardiacutea
En segundo lugar se asumiraacute una posicioacuten frente a los debates que han
caracterizado la comprensioacuten del pensamiento de Agustiacuten los cuales se presentan
brevemente a continuacioacuten
El historicismo de finales del siglo XIX pone el eacutenfasis en la figura de Agustiacuten
e inaugura la tesis seguacuten la cual su pensamiento debe entenderse de manera
evolucionista a partir de una serie de conversiones maniqueiacutesmo platonismo y por
uacuteltimo cristianismo (Boissier 1888 von Harnack 1888 Alfaric 1918) Seguacuten esta
idea la conversioacuten uacuteltima y definitiva al cristianismo implicariacutea una ruptura radical
en el pensamiento de Agustiacuten por lo que se habla de un primer Agustiacuten filoacutesofo y de
un segundo Agustiacuten cristiano que expresa por primera vez su pensamiento en cuanto
creyente en las Confessiones Esta posicioacuten obtuvo su maacutexima expresioacuten en el libro
de Prosper Alfaric (1918) Lrsquoeacutevolution intellectuelle de Saint Augustin en el cual se
afirma que en el 386 se da una conversioacuten al neoplatonismo y no al Evangelio
(Alfaric 1918 p399) y que soacutelo a partir del 397 es posible hablar de Agustiacuten en
cuanto cristiano En esta misma liacutenea Pierre Courcelle (1950) afirma que hay una
clara evolucioacuten en el pensamiento de Agustiacuten pero identifica a diferencia de sus
antecesores una conversioacuten neoplatoacutenica y a la vez cristiana ocurrida en el 386 que
vino causada por la influencia del ciacuterculo neoplatoacutenico milaneacutes del cual Ambrosio era
el representante emblemaacutetico (p 190) Para muchos criacuteticos contemporaacuteneos
(Mohrmann 1961 Catapano 2000) el aporte de Courcelle puso fin al debate sobre
las conversiones de Agustiacuten y la ruptura entre el filoacutesofo y el cristiano Sin embargo
en antildeos posteriores la interpretacioacuten basada en la evolucioacuten y las conversiones fue
defendida y asumida por importantes estudiosos como Peter Brown y Kurt Flasch los
cuales apoyan la idea de la existencia de dos modelos de pensamiento distinto e
16
irreconciliables correspondientes a la juventud y a la madurez de Agustiacuten (Brown
1967 Flasch 1994)
La monumental obra de Gaetano Lettieri Lrsquoaltro Agostino (2001) es una
prueba evidente de los alcances que dicho debate ha tenido en la interpretacioacuten del
pensamiento del Hiponense Para Lettieri es claro que hay una ruptura y habla de otro
Agustiacuten en cuanto identifica dos momentos irreconciliables entre siacute sin embargo a
diferencia de Alfaric y Courcelle considera que la escisioacuten no se da en el 397 antildeo
del inicio de la composicioacuten de las Confessiones sino en el 396 cuando Agustiacuten
escribe De diversis quaestionibus ad Simplicianum e interrumpe el De doctrina
Christiana En su estudio Lettieri hace un detallado anaacutelisis de la primera parte de la
obra interrumpida haciendo notar su cercaniacutea estiliacutestica y temaacutetica a los diaacutelogos de
Casiaciaco con la intencioacuten de mostrar que el De doctrina Christiana debe
entenderse como la culminacioacuten del proyecto filosoacutefico del joven Agustiacuten iquestPor queacute
se abandona este proyecto Seguacuten Lettieri Agustiacuten interrumpe el ambicioso
programa del De doctrina Christiana debido a una revolucioacuten decisiva en su
pensamiento la explicacioacuten de la doctrina de la gracia llevada a cabo en el De
diversis quaestionibus ad Simplicianum El comentarista sostiene que ―la teologiacutea
platonizante del primer bloque de la obra congruente con todos los escritos anteriores
al episcopado se muestra arcaica y superficial respecto a la nueva y revolucionaria
doctrina de la gracia (Lettieri 2001 p 7) En consonancia con von Harnack Lettieri
considera que la doctrina de la gracia no estaacute presente en las primeras obras
agustinianas y que se debe distinguir entre un Agustiacuten humanista y platoacutenico y un
Agustiacuten traacutegico y anti-humanista sostenedor de una doctrina de la gracia y la caiacuteda
sobre la cual se basa todo su pensamiento teoloacutegico maduro
La adopcioacuten de este modelo interpretativo tiene las siguientes consecuencias
i Escisioacuten definitiva entre filosofiacutea y teologiacutea
ii marginacioacuten de los primeros escritos agustinianos
iii incomprensioacuten del proyecto dialogal de Agustiacuten y
iv preeminencia del neoplatonismo como fuente claacutesica del pensamiento
de Agustiacuten
17
En contra del modelo interpretativo imperante la obra de Carol Harrison
Rethinking Augustinersquos Early Theology (2006) resulta iluminadora Para Harrison no
es posible hablar de una ruptura en los teacuterminos usados por Brown o Lettieri entre
filosofiacutea y teologiacutea de la misma manera que no es posible identificar un primer
Agustiacuten filoacutesofo neoplatoacutenico que se distinguiriacutea de un segundo Agustiacuten teoacutelogo de la
gracia y de la caiacuteda Siguiendo a Madec (1996) Harrison sostiene que en el
pensamiento de Agustiacuten es imposible deslindar filosofiacutea y teologiacutea razoacuten por la cual
es necesario establecer un nuevo modelo interpretativo que a partir de los diaacutelogos
identifique un criterio unificador Se afirma entonces que la doctrina de la gracia
estaacute ya presente en los primeros escritos del 386 y que si se debe hablar de crisis o
punto de quiebre en el pensamiento de Agustiacuten se da justamente en el antildeo de la
conversioacuten y no en el de la composicioacuten del De diversis quaestionibus ad
Simplicianum y las Confessiones (Harrison 2006) Seguacuten esto el pensamiento de
Agustiacuten debe asumirse como una unidad lo cual no excluye la idea de un desarrollo
pero siacute la de una ruptura radical en los teacuterminos que hasta el momento se habiacutea
sostenido De esto resulta que los diaacutelogos deben entenderse como el fruto de las
reflexiones de un pensador cristiano que elige el diaacutelogo filosoacutefico como vehiacuteculo
que le permite llevar a cabo un proyecto enmarcado en una buacutesqueda de la verdad en
la que eacutel mismo estaacute involucrado como interlocutor En dicha buacutesqueda el
neoplatonismo y el pensamiento de Ciceroacuten funcionan como herramientas y aportan
ciertos elementos a los cuales recurre el autor A propoacutesito del neoplatonismo se
afirma que su influencia ha sido sobrevalorada causando asiacute el oscurecimiento de
otras influencias fundamentales como las de Platoacuten y Ciceroacuten (Harrison 2006 p 8)
La propuesta de Harrison inspirada en Madec y retomada hasta cierto punto
por Catapano (Catapano 2001) tiene las siguientes implicaciones
i conciliacioacuten entre filosofiacutea y teologiacutea
ii recuperacioacuten de los diaacutelogos como obras fundamentales
iii comprensioacuten del proyecto hermeneacuteutico agustiniano y
iv revaluacioacuten de la importancia de otras fuentes claacutesicas en el
pensamiento de Agustiacuten
18
El compromiso que se asumiraacute con esta propuesta permite entender la
influencia de Ciceroacuten en el pensamiento de Agustiacuten desde una perspectiva coherente
y unitaria y responder a cuestiones como la del recurso al pensador romano en obras
de madurez en particular en el uacuteltimo libro del De doctrina Christiana La
pertinencia de esta propuesta radica en que como ya se afirmoacute la relacioacuten entre los
dos autores se ha abordado desde un punto de vista meramente teacutecnico o de manera
superficial
En el inmenso universo de la bibliografiacutea agustiniana existe soacutelo un texto de
referencia acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten Se trata de la obra de
Testard Saint Augustin et Cicegraveron (1958) en la cual el acadeacutemico franceacutes realiza un
importante y exhaustivo trabajo de recopilacioacuten de referencias ciceronianas en todas
las obras de Agustiacuten lo cual permite constatar el caraacutecter ciceroniano no soacutelo de los
diaacutelogos sino de obras de otros periodos como el De doctrina Christiana y el De
Trinitate En la misma liacutenea de Testard Harald Hagendahl publicoacute Augustine and the
Latin Classics en 1967 En su investigacioacuten Hagendahl muestra coacutemo el Hortensius
las Tusculanae y el De natura deorum aparecen de manera recurrente aunque no
siempre expliacutecita en innumerables pasajes de la obra agustiniana Estos dos estudios
fueron retomados por Michael Foley en su artiacuteculo ―Cicero Augustine and the
Philosophical Roots of the Cassiciacum Dialogues (1999) en el cual se adelanta la
tesis seguacuten la cual los diaacutelogos de Casiciaco pueden entenderse como respuesta a los
diaacutelogos filosoacuteficos de Ciceroacuten Aunque estos tres autores son citados de manera
recurrente en la mayoriacutea de estudios dedicados a los diaacutelogos (Harrison 2006
Benelli 2010 Marchand 2013) o en las presentaciones generales de Agustiacuten
(Catapano 2010 Lancel 2002) no se ha abordado con exhaustividad la relacioacuten
entre Agustiacuten y Ciceroacuten asumiendo un claro compromiso hermeneacuteutico iquestCuaacutel es la
razoacuten por la cual los estudiosos no han dedicado suficiente atencioacuten a esta cuestioacuten
Uno de los motivos tiene que ver con el problema que suscita el pensamiento mismo
de Ciceroacuten pues la relevancia filosoacutefica de su obra ha sido objeto de un largo debate
en el que es posible identificar dos posiciones La primera considera que Ciceroacuten se
limita a presentar y recoger las ideas de diferentes escuelas filosoacuteficas sin
19
profundizar en ninguna de ellas asumiendo una posicioacuten entendida como ecleacutectica
(Narducci 1997 Gluumlcker 1988) La segunda en cambio ve en el Arpinate a un
pensador original que si bien se apropia de la tradicioacuten lleva a cabo un trabajo uacutenico
y novedoso que logra introducir a la filosofiacutea en el mundo romano (Woolf 2015
Altman 2016) El punto de quiebre en la discusioacuten se da gracias a la publicacioacuten de
la impresionante obra Cicero Academicus de Carlos Leacutevy (2001) en la que el autor
recorre toda la historia de la Nueva Academia y de sus principales exponentes y hace
un estudio exhaustivo de los diaacutelogos ciceronianos su estructura y sus fuentes
La presencia de Ciceroacuten en el desarrollo vital e intelectual de San Agustiacuten es
innegable por lo que entender las etapas los elementos y el caraacutecter de dicha
influencia resulta fundamental para acceder a una comprensioacuten unitaria y profunda
del pensamiento del Hiponense Asiacute a causa de la dificultad que presenta la vastedad
de la obra agustiniana me centrareacute en tres periodos distintos que corresponden a la
composicioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco (386) el inicio e interrupcioacuten de la
escritura del De doctrina Christiana (396) y la conclusioacuten de esta misma obra treinta
antildeos despueacutes (426) Este panorama permitiraacute entender que la influencia del Arpinate
no se limita a la asuncioacuten de temas o modelos retoacutericos en los diaacutelogos de juventud
sino que tambieacuten hace referencia a aspectos temaacuteticos durante toda la produccioacuten
agustiniana Tanto en los diaacutelogos de juventud como en las dos partes del De doctrina
Christiana la presencia de Ciceroacuten determina no soacutelo la forma sobre lo cual han
llamado la atencioacuten varios estudiosos (Marrou 1958 Testard 1958 Hagendahl
1967) sino el contenido pues se lleva a cabo una apropiacioacuten y recomprensioacuten de
motivos filosoacuteficos claacutesicos Asiacute podemos afirmar con Foley (Foley 1999) que el De
beata vita retoma y revisa algunas de las propuestas de Ciceroacuten en torno a la cuestioacuten
de la felicidad y la virtud en las Tusculanae Disputationes el Contra Academicos es
una clara respuesta a los Academici libri por uacuteltimo el De ordine recoge algunos
temas fundamentales desarrollados en el De natura deorum y en el De fato En el
caso del De doctrina Christiana se mostraraacute que las obras ciceronianas que se
encuentran a la base de su composicioacuten son el De oratore y el Orator
20
Sin embargo teniendo en cuenta el caraacutecter de la relacioacuten entre ambos
filoacutesofos no se debe caer en el error de simplificar este viacutenculo estableciendo meras
concordancias temaacuteticas entre los diaacutelogos pues considero que Ciceroacuten ofrece no
soacutelo motivos sino que se constituye en un modelo a seguir que se articula a partir de
referencias y alusiones concretas a un coacutedigo precedente en su caso platoacutenico y
estoico como se mostraraacute a lo largo del presente trabajo
Estas cuestiones se abordaraacuten en tres capiacutetulos En el capiacutetulo primero
propongo una interpretacioacuten de la influencia de Ciceroacuten en los tres primeros diaacutelogos
de Agustiacuten compuestos en el antildeo 386 en Casiciaco y en los Soliloquia Se mostraraacuten
las coincidencias biograacuteficas estiliacutesticas y temaacuteticas entre los dos autores que
escogen el diaacutelogo como geacutenero filosoacutefico privilegiado para abordar problemas
fundamentales de la tradicioacuten filosoacutefica
En el segundo capiacutetulo examinareacute el inicio de la composicioacuten y la suspensioacuten
del De doctrina Christiana que empezoacute a gestarse en el antildeo 396 aunque no se
completariacutea sino luego de treinta antildeos lo que constituye un hito decisivo en la
comprensioacuten del desarrollo intelectual de Agustiacuten Se trata de una de las primeras
grandes obras agustinianas que gracias al caraacutecter particular de su composicioacuten
permite asistir al proceso de culminacioacuten de un pensamiento que se desarrolla durante
tres decenios Un sector de la criacutetica ha considerado la interrupcioacuten de la composicioacuten
en teacuterminos de una fractura insalvable entre las dos partes de la obra queriendo asiacute
sostener la renombrada tesis acerca de las diferentes etapas del pensamiento
agustiniano conocidas como conversioneslsquo (Alfaric 1918 Courcelle 1950 Lettieri
2001) En contra de dicha opinioacuten mi intencioacuten es la de demostrar la unidad de la
obra a partir de la influencia de Ciceroacuten fundamental no soacutelo para la comprensioacuten del
De doctrina Christiana y la defensa de su coherencia sino de toda la obra
agustiniana
Por uacuteltimo y a la luz de las observaciones anteriores se tomaraacute en
consideracioacuten la conclusioacuten del De doctrina Christiana llevada a cabo en el 426 en
la cual con base en la importancia que Agustiacuten le concede a la disciplina de la
retoacuterica y en la reapropiacioacuten e interpretacioacuten del Orator se opera una siacutentesis entre
21
el pensador romano y la cultura cristiana Se busca asiacute ofrecer una nueva respuesta a
la pregunta multisecular acerca de queacute llevoacute a Agustiacuten a interrumpir primero y a
concluir despueacutes esta obra
Para todas las obras de Agustiacuten se consultaraacute la edicioacuten criacutetica del Corpus
Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum (CSEL) vols12 25 28 33 34 36 40 41-
44 51-53 57 58 60 63 Para el caso de los diaacutelogos de Casiciaco se tendraacute en
cuenta la reciente edicioacuten criacutetica de Therese Fuhrer (2017) Todas las citas se tomaron
de la traduccioacuten espantildeola de la BAC pues se trata de una edicioacuten comentada y
bilinguumle que permite un trabajo de revisioacuten del texto original en latiacuten
Para las obras de Ciceroacuten se consultaraacuten las ediciones criacuteticas mencionadas en
la bibliografiacutea y las ediciones en espantildeol de la Bibliotheca Scriptorum Graecorum et
Romanorum Mexicana las cuales son de suma utilidad por ser bilinguumles y contar con
introduccioacuten y notas completas y precisas
En cuanto a la bibliografiacutea secundaria tantos libros como artiacuteculos de revista
se citaraacute en espantildeol dentro del cuerpo del texto siendo todas las traducciones de la
autora
22
1 LA INFLUENCIA DE CICEROacuteN EN LOS DIAacuteLOGOS DE CASICIACO DE AGUSTIacuteN
Introduccioacuten
La relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten suele centrarse en el famoso episodio de las
Confessiones en el que se recrea el encuentro que Agustiacuten tuvo con el Hortensius
obra compuesta seguacuten el modelo del protreacuteptico griego alrededor del 45 a C El
pasaje en cuestioacuten reza asiacute
Entre estos tales estudiaba yo entonces en tan flaca edad los libros de la elocuencia en la que deseaba sobresalir con el fin condenable y vano de satisfacer la vanidad humana Mas siguiendo el orden usado en la ensentildeanza de tales estudios llegueacute a un libro de un tal Ciceroacuten cuyo lenguaje casi todos admiran aunque no asiacute su fondo Este libro contiene una exhortacioacuten suya a la filosofiacutea y se llama el Hortensio Semejante libro cambioacute mis afectos y mudoacute hacia ti Sentildeor mis suacuteplicas e hizo que mis votos y deseos fueran otros De repente aparecioacute a mis ojos vil toda esperanza vana y con increiacuteble ardor de mi corazoacuten suspiraba por la inmortalidad de la sabiduriacutea y comenceacute a levantarme para volver a ti Porque no era para pulir el estilo mdashque es lo que pareciacutea debiacutea comprar yo con los dineros maternos en aquella edad de mis dieciocho antildeos haciendo dos que habiacutea muerto mi padremdash no era repito para pulir el estilo para lo que yo empleaba la lectura de aquel libro ni era la elocucioacuten lo que a ella me incitaba sino lo que deciacutea
iexclCoacutemo ardiacutea Dios miacuteo coacutemo ardiacutea en deseos de remontar el vuelo de las cosas terrenas hacia ti sin que yo supiera lo que entonces tuacute obrabas en miacute Porque en ti estaacute la sabiduriacutea Y el amor a la sabiduriacutea tiene un nombre en griego que se dice filosofiacutea a la cual me encendiacutean aquellas paacuteginas (conf III47-8)
En primer lugar debe afirmarse que la situacioacuten cronoloacutegica del encuentro
con la primera obra filosoacutefica del reacutetor Ciceroacuten es precisamente un artificio retoacuterico
Si bien muchos especialistas (Pellegrino 1956 Tescari 1961) afirman que hasta el
momento esto es durante la formacioacuten en Madaura Agustiacuten soacutelo habiacutea tenido acceso
24
a las obras retoacutericas del Arpinate es muy difiacutecil sostener que no se hubiera tenido
ninguacuten tipo de contacto con la maacutes conocida de sus obras filosoacuteficas Resulta maacutes
plausible en cambio afirmar que en la construccioacuten literaria de las Confessiones se
situacutea el encuentro con la filosofiacutea seguacuten el modelo establecido por el mismo Ciceroacuten
el cual afirma (Brut 306) haberse acercado a la filosofiacutea desde muy temprana edad y
no haber nunca abandonado su estudio Sabemos que a los quince antildeos Ciceroacuten
conocioacute al epicuacutereo Fedro pero que fue el encuentro con el neoacadeacutemico Filoacuten de
Larisa ocurrido cuando teniacutea dieciocho antildeos el que definioacute su amor por la buacutesqueda
de la sabiduriacutea Dicha buacutesqueda determinaraacute su oficio de reacutetor y hallaraacute concrecioacuten en
la escritura de las obras filosoacuteficas compuestas entre el 46 a C y el 44 a C de las
cuales el Hortensius es la primera En este punto debe considerarse el caraacutecter
exhortativo del Hortensius sobre el cual Agustiacuten llama la atencioacuten Aunque no
conservamos la obra sabemos que la intencioacuten de Ciceroacuten en la misma era mostrar
en contra de la posicioacuten de Hortensio famoso orador y adversario suyo que el ideal
del orator consistiacutea en la perfecta sintoniacutea entre dignidad eacutetico-poliacutetica y
conocimiento filosoacutefico del cual dependiacutea la obtencioacuten de la felicidad De este modo
retoacuterica y filosofiacutea no estaacuten separadas sino que seguacuten las palabras de Ciceroacuten en
contra de Hortensio la dialeacutectica juega un papel fundamental en la retoacuterica
(Schlapbach 2006) Por este motivo el conocimiento filosoacutefico se presenta como
necesario e inevitable siguiendo la advertencia aristoteacutelica manifiesta en el
Protreacuteptico modelo a su vez de la obra de Ciceroacuten Para Hortensio en cambio en
clara consonancia con la tradicioacuten sofiacutestica griega la finalidad uacutenica de la oratoria
debiacutea limitarse a la persuasioacuten y no a la formacioacuten del ethos ni del orador ni de su
auditorio
Por uacuteltimo y sobre esto han llamado la atencioacuten varios especialistas (Marrou
1938 Pellegrino 1956) considerareacute la calificacioacuten que se le otorga a Ciceroacuten pues
Agustiacuten se refiere a su maestro como cuiusdam Cicero lo cual podriacutea tener un
sentido peyorativo En contra de esta idea Testard (1958) demuestra con claridad que
dicho adjetivo es usado en varias ocasiones no soacutelo con referencia a Ciceroacuten sino
tambieacuten respecto de otros autores y que su empleo no estaacute relacionado con una
25
caracterizacioacuten negativa sino que tiene una connotacioacuten de respeto o distancia Por
otra parte el contexto mismo tiene un caraacutecter entusiasta que quiere poner el eacutenfasis
en la funcioacuten exhortativa de la obra del Arpinate para darle fuerza retoacuterica al relato
del inicio de la buacutesqueda de la verdad Por esta razoacuten considero que el pasaje alusivo
al encuentro con el Hortensius es una construccioacuten literaria que quiere dar cuenta de
un nuevo modo de comprensioacuten y en este sentido debe entenderse la relacioacuten entre
las Confessiones y los diaacutelogos de Casiciaco en los cuales la influencia ciceroniana
es fundamental
Asiacute pues tenemos que en su narracioacuten literaria del encuentro con el
Hortensius Agustiacuten hace un ajuste de cuentas con la tradicioacuten filosoacutefica entendiendo
por esto la asuncioacuten y la referencia consciente a dos modelos que le permiten a eacutel
mismo inscribirse en dicha tradicioacuten Ademaacutes de ello la narracioacuten nos permite asistir
al ejercicio hermeneacuteutico llevado a cabo por el escritor de las Confessiones que
interpreta su encuentro juvenil con la filosofiacutea afirmando que de ella debiacutea admirarse
su fondo y no su forma La tensioacuten entre forma y contenido entre pulchrum y verum
acompantildearaacute a Agustiacuten toda su vida tanto en cuanto receptor de la filosofiacutea como en
cuanto maestro obispo y pensador No sorprende entonces que en su narracioacuten del
encuentro con el Hortensius afirme que las palabras contenidas en esa obra soacutelo le
produciacutean deleite haciendo impliacutecita la contraposicioacuten entre pulchrum y verum
Mas entonces mdashtuacute lo sabes bien luz de mi corazoacutenmdash como auacuten no conociacutea yo el consejo de tu Apoacutestol soacutelo me deleitaba en aquella exhortacioacuten que me excitaba encendiacutea e inflamaba con su palabra a amar buscar lograr retener y abrazar fuertemente no esta o aquella secta sino la Sabiduriacutea misma estuviese dondequiera (conf III48)
Aquella lectura se quedaba en el mero deleite de la forma pero tras la
apariencia de la belleza auacuten no se revelaba la verdad razoacuten por la cual la lectura de
las Escrituras que seguacuten la narracioacuten de las Confessiones le sucedioacute al Hortensius
fue un encuentro desafortunado y descorazonador El joven estudiante de retoacuterica
perdido auacuten en la voluptuosidad de la forma buscaba la sabiduriacutea con ansias pero se
manteniacutea todaviacutea en el aacutembito de la persuasio sin lograr dar el salto a la conversio
26
El camino hacia la sabiduriacutea que se inicia con la lectura del Hortensius estaraacute
lleno de obstaacuteculos y laberintos en uno de los cuales el maniqueiacutesmo Agustiacuten habriacutea
de permanecer perdido durante casi una deacutecada Pero una vez maacutes una lectura se
ofrece como luz y guiacutea se trata de los libros de los platoacutenicos platonicorum libri
gracias a los cuales se abandona el materialismo maniqueo y se encuentra la
disposicioacuten adecuada para tratar aquellos problemas que habiacutea suscitado la lectura del
Hortensius los cuales hallaraacuten concrecioacuten en Casiciaco Es importante anotar que
cuando la pequentildea comunidad de cristianos se alberga en la Brianza la intencioacuten es la
de dedicarse al estudio de la filosofiacutea y prepararse para recibir el bautismo iquestCuaacuteles
fueron las lecturas que acompantildearon dicha preparacioacuten y coacutemo transcurriacutean los diacuteas
de los habitantes de Casiciaco Teniendo en cuenta que Agustiacuten asume el rol de
maestro podemos pensar que eligioacute con particular atencioacuten las lecturas para sus
joacutevenes disciacutepulos aunque estos podiacutean tambieacuten dedicar su tiempo libre a temas de
su eleccioacuten como lo haraacute Licencio en su aficioacuten por la poesiacutea Seguacuten las palabras
dirigidas a Romaniano en el Contra Academicos el Hortensius es una de las obras
escogidas para la preparacioacuten intelectual y espiritual de los joacutevenes y los frutos de la
misma resultan abundantes (cAcad I4) La eleccioacuten del Hortensius tiene un claro
intereacutes propedeacuteutico que se halla en estrecha consonancia con la decisioacuten vital de
llevar una vida comunitaria dedicada al estudio y a la contemplacioacuten es decir a la
filosofiacutea entendida como forma de vida iquestA cuaacuteles otras obras de Ciceroacuten teniacutea
acceso la comunidad de Casiciaco A propoacutesito de esto resulta de particular intereacutes
la posicioacuten de Altman (2016) seguacuten la cual es posible avanzar una hipoacutetesis de los
libros conocidos por los participantes de los diaacutelogos seguacuten sus intervenciones En
este orden de ideas podriacutea afirmarse que Trigecio soacutelo conoce el Hortensius pues
cuando Licencio recurre a ideas presentes en el Academici para refutar su posicioacuten el
joven le responde que no reconoce esas palabras de Ciceroacuten y que no sabe quieacuten es
Carneacuteades (cAcad I37) Por otra parte Licencio demuestra un amplio conocimiento
de las doctrinas de los acadeacutemicos y en varias ocasiones cita de memoria fragmentos
tanto del Hortensius como del Academici en momentos cruciales del ejercicio
27
retoacuterico-filosoacutefico presente en el Contra Academicos por ejemplo en el pasaje en el
que se define el error (I24)
Otro autor claacutesico que ocupa un lugar preponderante en las jornadas de
Casiciaco es el poeta latino Virgilio4 al cual se dedicaba gran parte del tiempo de
estudio y de lectura
[hellip] y mirando por mi salud nada hice maacutes aquel diacutea soacutelo antes de la cena teniacutea costumbre de escuchar con ellos todos los diacuteas la lectura de medio volumen de Virgilio y era nuestra ocupacioacuten considerar el admirable modo de ser de las cosas (ord I826)
Desde la reforma educativa llevada a cabo por Cecilio Epirota en el antildeo 26 a
C Virgilio seraacute el modelo escogido para el estudio de la gramaacutetica en las escuelas
disposicioacuten que se manteniacutea intacta en tiempos de Agustiacuten El poeta es durante siglos
el siacutembolo de la cultura romana5 y la fuente principal de la misma por lo que se
constituye en ejemplo de composicioacuten y estilo influyendo asiacute en pensadores como
Seacuteneca San Jeroacutenimo y San Ambrosio entre otros6
En el caso de Agustiacuten el encuentro inicial con Virgilio se da en el aacutembito
escolar como parte de la formacioacuten en gramaacutetica llevada a cabo en la ciudad de
Madaura En las Confessiones (I1320) se relata coacutemo las historias de la Eneida
causaban un profundo sobrecogimiento en el aacutenimo del joven lector el cual preferiacutea
las letras latinas sobre las griegas Si bien el entusiasmo del estudiante que llora las
desgracias de Dido se iraacute atenuando los versos del poeta acompantildearaacuten las reflexiones
del filoacutesofo a lo largo de toda su vida Aunque es cierto que en las primeras obras
como en el caso de los diaacutelogos de Casiciaco encontramos innumerables alusiones
directas e indirectas al poeta noster en obras maduras como el De Trinitate y De 4 Acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y Virgilio veacutease la obra claacutesica Augustine and the Latin Classics (Hagendahl 1967) en la cual se hace un estudio detallado de la relacioacuten entre Agustiacuten y los claacutesicos latinos Tambieacuten resulta de gran utilidad el artiacuteculo de Oroz Reta (1963) 5 A propoacutesito del valor cultural de la Eneida McCarthy (2009) afirma que dicha obra ―representa una especie de testamento cultural que no soacutelo ejemplifica un estilo literario propio latinitas sino que perpetuacutea los ideales del imperium Los grammatici y rhetores que manteniacutean los estaacutendares de la elocuencia virgiliana (entre los cuales el joven Agustiacuten era una estrella en ascenso) teniacutean la importante funcioacuten poliacutetica de propagar los valores imperiales que Virgilio representaba (p 470) 6 Entre los estudios dedicados a la influencia de Virgilio en la literatura latina se destacan Vergil in the Works of S Ambrose (Diederich 1931) y Virgilio nel Medioevo (Comparetti 1986)
28
civitate dei se recurre a pasajes de la Eneida las Geoacutergicas y las Eacuteglogas para ilustrar
cuestiones fundamentales como el problema de la memoria (Trin XIV1114) y para
exponer temas relacionados con la historia y la cultura romanas (civDei II22)
De este modo vemos coacutemo Virgilio acompantildea y determina el camino vital e
intelectual de Agustiacuten desde su primer contacto con las letras hasta sus antildeos de
madurez En el caso del periodo de Casiciaco que aquiacute nos concierne cabe anotar
que tanto en el Contra Academicos como en el De ordine se hace mencioacuten de la
lectura de Virgilio a la cual se dedicaban con entusiasmo y placer todos los hueacutespedes
de Verecundo recurriendo a sus versos en repetidas ocasiones para enriquecer y
dirigir sus discusiones o amparar alguacuten punto bajo su autoridad (cAcad II4
IVI18 ord IV10 VIII26 XI34) Entre las diversas alusiones a Virgilio vale la
pena destacar el pasaje del Contra Academicos en el que Licencio recurre al poeta
para avanzar en el examen del problema central del diaacutelogo la cuestioacuten de definicioacuten
de la verdad y refutar la posicioacuten de su adversario Trigecio (I514)
Tenemos pues que los dos grandes modelos del pensamiento latino
conduciacutean las jornadas del grupo que se habiacutea instalado en la Brianza luego de que
Agustiacuten renunciara a su cargo de reacutetor en la ciudad imperial de Milaacuten Este episodio
asiacute como la intencioacuten de los hueacutespedes de Verecundo se narra en las Confessiones
con las siguientes palabras
[hellip] por fin llegoacute el diacutea en que debiacutea ser absuelto de hecho de la profesioacuten de retoacuterico de la que ya estaba suelto con el afecto y asiacute se hizo Tuacute sacaste mi lengua de donde habiacuteas ya sacado mi corazoacuten Y te bendeciacutea con gozo con todos los miacuteos camino de la quinta de Verecundo en donde queacute fue lo que hice en el terreno de las letras puestas ya a tu servicio pero auacuten respirando como en una pausa la soberbia de la escuela lo testifican los libros que discutiacute con los presentes y conmigo mismo a solas en tu presencia de lo que trateacute con Nebridio ausente claramente lo indican las cartas habidas con eacutel (IX67)
El testimonio de las Confessiones nos permite acceder al juicio de Agustiacuten
acerca de sus primeros diaacutelogos los cuales como eacutel mismo afirma estaban ya al
servicio de Dios aunque su estilo auacuten permaneciacutea fiel a los principios de la escuela
iquestA queacute principios se hace referencia Como queda claro por lo que se ha dicho hasta
el momento no puede tratarse maacutes que de los principios que guiacutean al modelo dialogal
29
platoacutenico ciceroniano y varroniano que seraacute elegido tanto como vehiacuteculo para
reinterpretar los problemas filosoacuteficos claacutesicos en clave cristiana como cuanto
modelo de pensamiento que le permite inscribirse en la tradicioacuten que habiacutea
determinado su proceso de formacioacuten7
En lo concerniente a las lecturas cristianas realizadas en la villa de Casiciaco
en los diaacutelogos es posible constatar una reiterada alusioacuten a los Salmos y a los
sermones de Ambrosio No sorprende que el maestro Agustiacuten haya escogido los
Salmos para la preparacioacuten espiritual de sus disciacutepulos pues la belleza de los mismos
se constituye como una entrada privilegiada a los misterios de la fe Las Confessiones
relatan esta lectura con las siguientes palabras
iexclQueacute voces te di Dios miacuteo cuando todaviacutea novicio en tu verdadero amor y siendo catecuacutemeno leiacutea descansado en la quinta [Casiciaco] los salmos de David mdashcaacutenticos de fe sonidos de piedad que excluyen todo espiacuteritu hinchadomdash en compantildeiacutea de Alipio tambieacuten catecuacutemeno y de mi madre que se nos habiacutea juntado con traje de mujer fe de varoacuten seguridad de anciana caridad de madre y piedad cristiana iexclQueacute voces siacute te daba en aquellos salmos y coacutemo me inflamaba en ti con ellos y me encendiacutea en deseos de recitarlos si me fuera posible al mundo entero contra la soberbia del geacutenero humano Aunque cierto es ya que en todo el mundo se cantan y que no hay nadie que se esconda de tu calor (IX48)
Con estas palabras Agustiacuten se inscribe en la tradicioacuten cristiana que considera
la lectura de los Salmos como cura del alma y fuente privilegiada de espiritualidad8
En los Salmos Agustiacuten encuentra no soacutelo la belleza retoacuterica de su composicioacuten sino
un contenido que le permite expresar una nueva condicioacuten y una disposicioacuten de su
aacutenimo determinada por el rechazo de la soberbia y el orgullo La alusioacuten a Moacutenica en
el pasaje citado no es casual pues recordemos que en los diaacutelogos la madre es el
siacutembolo de la Iglesia y ella misma se presenta como un vehiacuteculo y un intermediario
entre Agustiacuten y las costumbres de la iglesia cristiana A propoacutesito de esto en las
7 Fuhrer (2013) afirma que Agustiacuten se inscribe en la tradicioacuten de los diaacutelogos de villa tomando como modelo el De oratore y el De legibus de Ciceroacuten los cuales a su vez se inspiran en el Fedro platoacutenico Del mismo modo que en los diaacutelogos ciceronianos Agustiacuten se sirve del entorno para establecer una distancia espacial y mental entre la vida de la ciudad necotium y la vida entregada a la sabiduriacutea otium (p 2) 8 ―El desarrollo de la tradicioacuten asceacutetica y monaacutestica durante el siglo IV aseguroacute completamente el lugar de los Salmos como oracioacuten de la Iglesia (McCarthy 2009 p 456)
30
Confessiones se narra coacutemo la feligresiacutea milanesa acompantildeoacute a su obispo Ambrosio
durante la persecucioacuten emprendida por Justina la madre del emperador Entre el
grupo de fieles se hallaba Moacutenica
la primera en solicitud y en las vigilias que no viviacutea sino para la oracioacuten Nosotros todaviacutea friacuteos sin el calor de tu Espiacuteritu nos sentiacuteamos conmovidos sin embargo por la ciudad atoacutenita y turbada Entonces fue cuando se instituyoacute que se cantasen himnos y salmos a la usanza oriental para que el pueblo no se dejase abatir por la tristeza o aburrimiento Desde ese diacutea se ha conservado hasta el presente siendo ya imitada por muchas casi por todas tus iglesias en las demaacutes regiones del orbe (conf IX715)
En cuanto a la influencia de Ambrosio es fundamental tener en cuenta que el
acercamiento de Agustiacuten al obispo de Milaacuten estuvo determinado por la retoacuterica pues
recordemos que Ambrosio era un profundo conocedor de la cultura claacutesica y que
Ciceroacuten tuvo una gran influencia en su pensamiento Agustiacuten comenzoacute a escuchar la
predicacioacuten de Ambrosio movido sobre todo por la atraccioacuten que la teacutecnica retoacuterica
del afamado obispo le suscitaba empero poco a poco el intereacutes de Agustiacuten fue
cambiando y encontroacute en las palabras de Ambrosio maacutes que elocuencia y suavidad
una interpretacioacuten diferente de la Sagrada Escritura y una orientacioacuten que le permitiacutea
alejarse del maniqueiacutesmo bajo una nueva ontologiacutea En el De beata vita se refiere asiacute
a este encuentro
advertiacute raacutepidamente en los sermones de nuestro obispo [hellip] que cuando se piensa acerca de Dios nuestros pensamientos no deberiacutean hacer hincapieacute en la realidad material cualquiera que esta sea ni siquiera en el caso del alma que es la cosa del universo maacutes proacutexima a Dios (I4)
Asiacute pues vemos coacutemo las palabras del obispo lo ayudaron a resolver algunas
equivocaciones basadas en una interpretacioacuten tergiversada del Antiguo Testamento
permitieacutendole asiacute proseguir en la buacutesqueda de la verdad de la cual los diaacutelogos son
el primer fruto
De este modo vemos que Agustiacuten lleva a cabo desde sus primeros escritos
una siacutentesis de las dos fuentes que determinan su pensamiento su formacioacuten claacutesica y
la fe cristiana las cuales operan de manera conjunta en la conformacioacuten de su
31
pensamiento filosoacutefico que en cuanto amor por la sabiduriacutea estaacute anclado en la figura
de Cristo
La tradicioacuten que durante deacutecadas fue la maacutes aceptada inaugurada por Alfaric
(1918) ha querido poner el eacutenfasis en la comprensioacuten de la vida de Agustiacuten como una
cadena de conversiones como una evolucioacuten intelectual en la que filosofiacutea y teologiacutea
se contraponen9 Apoyar esta postura no soacutelo supone una visioacuten muy restringida del
desarrollo vital e intelectual de nuestro autor sino una concepcioacuten fragmentada y
pobre de la construccioacuten de su pensamiento Cuando Agustiacuten se encuentra en
Casiciaco seguramente teniacutea a la mano algunos de los libros platoacutenicos que
circulaban en el inquieto ambiente milaneacutes pero tambieacuten y sin duda consultaba los
textos de quien habiacutea sido su maestro y modelo desde la infancia Ciceroacuten
Para apoyar esta idea pasaremos a considerar el Contra Academicos el maacutes
extenso y complejo de los diaacutelogos de este periodo
11 Contra Academicos la buacutesqueda de la verdad
En las primeras paacuteginas de la obra en la dedicatoria a Romaniano
encontramos una declaracioacuten que suele pasar desapercibida eacutesta tiene que ver con la
preparacioacuten de los joacutevenes acompantildeantes de Agustiacuten en Casiciaco Licencio y
Trigecio a propoacutesito de los que se afirma
al verlos mucho maacutes dispuestos y ansiosos de lo que yo me habiacutea imaginado intenteacute entonces probar de queacute eran capaces a su edad porque me pareciacutea que un libro de Ciceroacuten el Hortensius les habiacutea ganado en gran medida para la filosofiacutea (cAcad I14)
Esta declaracioacuten nos ofrece un dato fundamental Agustiacuten recurre al mismo
modelo que utilizaraacute en las Confessiones pues asiacute como el diaacutelogo de Ciceroacuten habiacutea
tenido valor propedeacuteutico para su vida un asiacute mismo lo tendriacutea para todos aquellos
9 En lo concerniente al debate de la separacioacuten entre filosofiacutea y teologiacutea en el pensamiento de Agustiacuten el aporte de Madec (1998) es fundamental en tanto afirma ―no venero la distincioacuten escolaacutestica entre filosofiacutea y teologiacutea no soacutelo porque me impediriacutea hacer correctamente mi trabajo sino porque la considero deleteacuterea en la medida en que hipostatiza dos disciplinas que tienden a definirse y a neutralizarse reciacuteprocamente (p 15)
32
que quisieran dedicar su vida a la indagacioacuten de la verdad Ademaacutes es fundamental
tener en cuenta que esta obra se inscribe en la tradicioacuten griega del protreacuteptico lo cual
permite entender la finalidad de la misma y la iacutentima conexioacuten existente entre la
refutacioacuten del escepticismo acadeacutemico y la posibilidad de dedicar su vida al
conocimiento La invitacioacuten y el propoacutesito en la dedicatoria son claros es necesario
dedicarse a la filosofiacutea pues ―ella nos promete conocer claramente al Dios
sumamente verdadero e inefable (cAcad I13)
El Hortenisus se constituye entonces como punto de partida no soacutelo de este
diaacutelogo sino del amplio proyecto agustiniano en cuanto su contenido dispone a sus
lectores hacia la recta senda que corresponde a la buacutesqueda de la sabiduriacutea y la
verdad Asiacute pues tanto la influencia de las lecturas claacutesicas literarias y filosoacuteficas
que acompantildearon a Agustiacuten durante toda su vida como la eleccioacuten de una vida en
comunidad alejada de los placeres del mundo y dedicada al crecimiento espiritual
inspirada en la tradicioacuten del otium liberale le permitieron a Agustiacuten encontrar un
campo de movimiento intelectual del cual ya nunca se apartariacutea El punto de partida
de dicha actividad es la afirmacioacuten en contra del escepticismo de que siacute es posible
encontrar la verdad Agustiacuten habiacutea hallado en las lecturas platoacutenicas una ontologiacutea de
la espiritualidad que le permitioacute resolver algunas cuestiones que siempre habiacutean
estado en el centro de sus reflexiones a saber la naturaleza de Dios y el problema del
mal La incorrecta ontologiacutea maniquea es remplazada ahora y puesta al servicio de la
fe esto no puede menos que entusiasmar a Agustiacuten que consciente del error
maniqueo buscaba desesperadamente respuestas a los interrogantes que habiacutean
surgido de su propia investigacioacuten y del contacto con la retoacuterica y la filosofiacutea Asiacute de
las lecturas platoacutenicas se tomaron ciertos elementos y se desecharon otros no
compatibles con el cristianismo adoptando una postura criacutetica que queda claramente
evidenciada en el rechazo hacia la posicioacuten esceacuteptica10 de la Nueva Academia la cual
se declaraba a siacute misma heredera del pensamiento platoacutenico iquestEs entonces el Contra
10 A propoacutesito del conocimiento de Agustiacuten acerca del escepticismo Kirwan (1989) anota que deriva en su mayor parte si no completamente de Ciceroacuten y de su obra Academici libri aunque no es posible establecer a cuaacutel de las dos ediciones de esta uacuteltima habiacutea tenido acceso (p 16)
33
Academicos una respuesta al escepticismo ciceroniano Para contestar este
interrogante debemos entender la naturaleza del diaacutelogo ciceroniano titulado De
Academici Libri y la postura esceacuteptica en ellos expuesta
Ciceroacuten escribe el diaacutelogo De Academici Libri en un momento muy fructuoso
de su produccioacuten intelectual cuando se aparta de los avatares de la vida puacuteblica y se
retira a su villa de Tuacutesculo para entregarse de lleno a la filosofiacutea Las dos primeras
obras de este periodo comprendido entre el 45 a C y el 43 a C tienen un caraacutecter
propedeacuteutico y exhortativo se trata de la Consolatio y el Hortensius ambas perdidas
La tercera obra compuesta es De Academici Libri de la que conservamos el primer
libro de la tercera edicioacuten incompleto conocido como Academica posteriora I y el
segundo libro de la primera redaccioacuten conocido como Lucullus o Academica priora
II Se habla de diferentes ediciones porque durante su composicioacuten Ciceroacuten llevoacute a
cabo varios cambios tanto en la estructura de la obra que pasoacute de dos libros a cuatro
como en los personajes de la misma Esto uacuteltimo no debe entenderse como un mero
dato anecdoacutetico carente de importancia para la comprensioacuten de la finalidad de la obra
La eleccioacuten de los personajes de sus diaacutelogos estaba estrechamente ligada con su
intencioacuten de darle dignidad a la filosofiacutea en las maacutes altas esferas del mundo
intelectual romano por esta razoacuten elegiacutea cuidadosamente a sus interlocutores como
bien puede constatarse en las cartas a Aacutetico el cual le sugirioacute algunos cambios en el
contenido de la obra y en la dedicatoria Aunque no se conoce el contenido exacto de
las partes perdidas gracias a las reconstrucciones y citas de otros autores se puede
establecer que se trataba de la exposicioacuten de las posturas de Carneacuteades y de Antiacuteoco y
las refutaciones de cada una de ellas En lo que conservamos encontramos la disputa
de Antiacuteoco de Ascalona en contra de Arcesislao y Carneacuteades en lo que concierne a
su teoriacutea del conocimiento 11 Antiacuteoco disciacutepulo de Filoacuten habiacutea seguido las
propuestas de los creadores de la Nueva Academia Arcesislao y Carneacuteades durante
gran parte de su vida aunque en los uacuteltimos antildeos de su vida abrazoacute el estoicismo y
11 Arcesislao (315-249 a C) fundador de la Nueva Academia rechazoacute el principio estoico del asentimiento συγκατάϑεσις seguacuten el cual se puede garantizar la absoluta veracidad de las sensaciones cuando el alma frente a una representacioacuten cataleacuteptica la aprueba como verdadera en cuanto le resulta evidente
34
sostuvo que los estoicos eran los verdaderos continuadores de la tradicioacuten platoacutenica
de la Academia alejaacutendose del escepticismo neo-acadeacutemico que proponiacutea una actitud
anti-dogmaacutetica basada en la suspensioacuten del juicio y en la probabilidad iquestCuaacutel es la
posicioacuten que asume Ciceroacuten en esta disputa y cuaacutel es su intencioacuten al exponer la criacutetica
de Filoacuten Para responder a estos interrogantes es necesario preguntarse cuaacutel fue la
posicioacuten de Ciceroacuten respecto a la cuestioacuten de la verdad En primer lugar debe tenerse
presente que en el escepticismo de dos de los maacutes significativos representantes de la
Nueva Academia hay una discrepancia pues mientras Arcesislao proponiacutea un
escepticismo radical Carneacuteades recurriendo a la probabilidad representa una
vertiente moderada de la propuesta esceacuteptica Vale la pena tener presente la siguiente
declaracioacuten de Ciceroacuten en el De natura deorum
debido a que nosotros no nos encontramos en la posicioacuten de negar la existencia de la verdad sino de decir que cada verdad viene acompantildeada del error debemos admitir que eacuteste es tan similar a aqueacutella que no podemos darle nuestro asentimiento De esto deriva que muchos conocimientos son probables y aunque no los entendamos gobiernan la vida del sabio porque presentan un aspecto notable e ilustre (I12)
Tenemos entonces que si bien Ciceroacuten se considera el uacuteltimo representante
de la Nueva Academia y gran admirador de Carneacuteades como eacutel mismo lo afirma unas
liacuteneas despueacutes del anterior pasaje es claro que su academicismo reinterpreta las
nociones de suspensioacuten del juiciolsquo epocheacute y probabilidadlsquo pithanon que habiacutean
sostenido sus predecesores proponiendo una buacutesqueda de la verdad anti-dogmaacutetica y
en continua transformacioacuten La acusacioacuten inmediata frente a una propuesta de este
tipo es la de relativismo moral y puede recogerse recurriendo a las palabras que
Luacuteculo le dirige a Ciceroacuten en las De Academici Libri
despueacutes de que tributaste (en el Hortensio) tan grandes alabanzas a la filosofiacutea iquestseguiraacutes esas doctrinas que todo lo confunden que nos despojan del juicio del asentimiento y de los sentidos Despueacutes de haber dicho bajo juramento que tuacute estabas seguro de aquellas ocultas maquinaciones (las de Catilina) iquestvas a decir ahora que nada se puede conocer o percibir (61-62)
La auto-ironiacutea ciceroniana del anterior pasaje no es casual El Arpinate expone
su pensamiento a traveacutes de todos los personajes que utiliza y no soacutelo en el personaje
35
que lleva su nombre Ciceroacuten buscoacute la verdad durante toda su vida no soacutelo en los
estrados y la vida puacuteblica romana sino en sus escritos sobre todo en aquellos
dedicados a la filosofiacutea compuestos en los uacuteltimos tres antildeos de su existencia y en la
copiosa correspondencia que se conserva12 Si admitimos esto podemos entender uno
de los pasajes maacutes discutidos del Contra Academicos en el que se afirma
Para que los razonamientos de los acadeacutemicos no parezcan extender como ciertas nieblas ni les parezca a algunos que nos oponemos eneacutergicamente a la autoridad de muy doctos varones y especialmente a la de Tulio Ciceroacuten quien no puede dejarnos indiferentes hareacute antes un breve comentario si os parece oponieacutendome a quienes creen que sus ensentildeanzas van contra la verdad (III714)
En este punto debemos preguntarnos con Catapano (2006) ―iquestqueacute tipo de
escepticismo critica Agustiacuten en el Contra Academicos (p 4) Debe sostenerse que
Agustiacuten critica el tipo de escepticismo que niega la posibilidad de encontrar la
verdad pues en su indagacioacuten ha puesto innumerables esfuerzos desde que la lectura
del Hortensius lo incitoacute a tomar el camino de la filosofiacutea asiacute como tambieacuten lo hizo
Ciceroacuten en su vida y obras Tanto para Agustiacuten como para Ciceroacuten la filosofiacutea ―en
cuanto inquisitio veri es una empresa intelectual y existencial que requiere una fuerte
motivacioacuten interior motivacioacuten que el escepticismo acadeacutemico en la medida en que
conduce a la desperatio veri podriacutea destruir (Catapano 2006 p 9) Pero entonces
iquestcoacutemo se explica el escepticismo de Ciceroacuten y la afinidad de Agustiacuten con el mismo
iquestPuede hablarse de un escepticismo en Agustiacuten En el tercer libro del Contra
Academicos y en la Carta a Hermogeniano Agustiacuten propone una hipoacutetesis muy
controvertida13 acerca del caraacutecter esoteacuterico de la Nueva Academia Vale la pena
tener en cuenta la Carta a Hermogeniano
Nunca me hubiera yo permitido ni aun en broma la osadiacutea de combatir a los acadeacutemicos ndashiquestcoacutemo no iba a impresionarme la autoridad de tan graves varonesndash si
12 Un aporte fundamental al estudio del caraacutecter filosoacutefico de las cartas de Ciceroacuten lo debemos a McConnell (2014) 13 Brittain (2000) uno de los opositores maacutes fuertes de la hipoacutetesis presentada por Agustiacuten afirma que este uacuteltimo ―ofrece una increiacuteble e implausible teoriacutea de la historia griega desde Soacutecrates hasta Plotino a saber la teoriacutea del esoterismo platoacutenico en la Academia esceacuteptica e interpreta los objetivos filosoacuteficos de Ciceroacuten en las Cuestiones Acadeacutemicas a partir de esta hipoacutetesis (pp 85 ss)
36
no fuese porque estimo que su doctrina es muy otra de la que el vulgo les atribuye Mejor que refutarlos lo que no puedo trateacute de imitarles como podiacutea Pienso que en aquel tiempo era maacutes oportuno encauzar la corriente platoacutenica si algo manaba puro de su fuente por un boscaje sombriacuteo y espinoso a disposicioacuten de unos pocos que dejarla correr a campo abierto ante los rebantildeos que aparecen a cada momento e imposibilitan el conservarla pura y limpia iquestNo es lo maacutes conveniente para una bestia opinar que el alma es corporal Pienso pues que contra esta gente se urdioacute uacutetilmente el arte y razoacuten de ocultar la verdad (ep I1)
Seguacuten Agustiacuten el escepticismo de la Nueva Academia surge como respuesta
al materialismo estoico incapaz de comprender las verdades metafiacutesicas del
platonismo y se opone tambieacuten al dogmatismo que caracterizaba al estoicismo y al
epicureiacutesmo Frente a la fuerza con la que estas escuelas se imponiacutean la uacutenica salida
para salvaguardar la verdad esto es las verdades socraacuteticas pareciacutea ser la de
ocultarlas tras un manto misterioso Dejemos de lado la veracidad histoacuterica de esta
hipoacutetesis presentada por Agustiacuten y centreacutemonos en su utilidad Para esto en primer
lugar debe tenerse en cuenta el papel que tuvo el escepticismo como propuesta
filosoacutefica en el desarrollo vital e intelectual del joven Agustiacuten Sabemos que seguacuten la
narracioacuten de las Confessiones la lectura del Hortensius habiacutea alcanzado su cometido
logrando que el joven estudiante de retoacuterica se llenara de deseos por dedicarse a la
investigacioacuten de la verdad Como ya se afirmoacute el camino no fue faacutecil y el
materialismo y el dogmatismo maniqueos se presentaron seductores proponiendo
falsedades como verdades absolutas Ante la desilusioacuten causada por el maniqueiacutesmo
y su incapacidad para responder a las maacutes agudas cuestiones Agustiacuten entroacute en un
periodo que eacutel mismo llamoacute esceacutepticolsquo
Sin embargo considerando y comparando maacutes y maacutes lo que los filoacutesofos habiacutean sentido acerca del ser fiacutesico de este mundo y de toda la Naturaleza que es objeto del sentido de la carne juzgaba que eran mucho maacutes probables las doctrinas de eacutestos que no las de aqueacutellos [maniqueos] Asiacute que dudando de todas las cosas y fluctuando entre todas seguacuten costumbre de los acadeacutemicos como se cree determineacute abandonar a los maniqueos juzgando que durante el tiempo de mi duda no debiacutea permanecer en aquella secta a la que anteponiacutea ya algunos filoacutesofos a quienes sin embargo no queriacutea encomendar de ninguacuten modo la curacioacuten de las laceriacuteas de mi alma por no hallarse en ellos el nombre saludable de Cristo (conf V1425)
37
Con los elementos recogidos podriacutea afirmarse que la actitud de Agustiacuten frente
al escepticismo no es negativa en cuanto eacuteste se constituye como momento
propedeacuteutico para el encuentro con la verdad Asiacute puede distinguirse entre dos tipos
de escepticismo a saber uno radical que se vuelve dogmaacutetico y otro moderado que
se presenta como estrategia en la buacutesqueda de la verdad en cuanto se trata de un
momento criacutetico y necesario Ahora queda todaviacutea abierta la cuestioacuten de coacutemo se
relacionan Ciceroacuten y Agustiacuten con estos dos tipos de escepticismo que hemos descrito
En cuanto al orador romano puede sostenerse con Powell (2002) que su escepticismo
probabilista es una estrategia realista frente al materialismo epicuacutereo y al dogmatismo
estoico (p 23) De ser esto asiacute tendriacuteamos que el escepticismo en cuanto estrategia o
actitud cumple el mismo papel propedeacuteutico en ambos pensadores iquestCoacutemo logra
Agustiacuten desprenderse del error maniqueo y de sus falsas pretensiones de alcanzar la
verdad a traveacutes de un racionalismo materialista y dogmaacutetico Haciendo suyo un
principio de su maestro Ciceroacuten el cual afirma ―mientras que los demaacutes dicen que
unas cosas son ciertas y otras son inciertas yo disintiendo de ellos digo que unas
cosas son probables y otras improbables (off II17) El probabilismo ciceroniano no
es seguacuten como la lectura agustiniana un escepticismo radical que niegue al sabio la
posibilidad de alcanzar la verdad sino que funciona maacutes bien como una advertencia
frente a la posibilidad latente de caer en el error y mantenerse en eacutel Por esto en la
parte final del Contra Academicos se afirma en consonancia con la carta a
Hermogeniano que los acadeacutemicos ocultaban su doctrina Agustiacuten sostiene al
respecto
Me he persuadido entretanto con cierta probabilidad y dentro de mis posibilidades de esto tocante a los acadeacutemicos Si no es verdad me importa poco porque me basta creer que el hombre puede encontrar la verdad Quien crea que los acadeacutemicos han pensado de esta manera lea al mismo Ciceroacuten Porque eacutel nos dice que teniacutean la costumbre de ocultar su doctrina y descubrirla uacutenicamente a aquellos que habiacutean permanecido en sus escuelas hasta la ancianidad (cAcad III2045)
La doctrina oculta corresponderiacutea a la platoacutenica que seguacuten Agustiacuten no soacutelo
no se opone a los misterios de la fe y a la autoridad de Cristo sino que permite
comprender la fe a traveacutes del ejercicio la razoacuten Encontramos asiacute esbozado uno de los
38
grandes proyectos agustinianos el cual se articula desde la exhortacioacuten a la buacutesqueda
que concluye con estas palabras ―leed Los Acadeacutemicos y cuando alliacute encontreacuteis a un
Ciceroacuten victorioso de estas bagatelas (iquesthay cosa maacutes faacutecil) obligad a Alipio a
defender mi discurso contra los invencibles argumentos de Ciceroacuten (cAcad
III2045)
iquestDe queacute manera aparece Ciceroacuten como vencedor iquestCuaacuteles son sus
argumentos invencibles y contra quieacuten estaacuten dirigidos En este punto podriacutea pensarse
que Agustiacuten asume una interesante posicioacuten interpretativa que le permite ver los
diaacutelogos ciceronianos como el ejercicio dialeacutectico-filosoacutefico de un autor capaz de dar
cuenta de las diferentes perspectivas de las escuelas filosoacuteficas de su tiempo En este
sentido su victoria consistiriacutea en mostrar su habilidad para defender las distintas
posiciones pero sin dejarse seducir por las falsas promesas del dogmatismo
mantenieacutendose estable en su propoacutesito de alcanzar la verdad La reacuteplica de Ciceroacuten
con la que se inicia el cierre de los Academica posteriora podriacutea entenderse desde
entenderse desde este punto de vista
Cuando disputo con los demaacutes sobre todo acerca de cuestiones morales no pretendo engantildearlos a ellos ni tampoco a miacute mismo ni soy partidario de la obstinacioacuten o sofisteriacutea Por lo cual si fuera pertinente jurariacutea por Juacutepiter que tengo el mayor deseo de encontrar la verdad y que digo lo que pienso Si me gozo al descubrir algo verosiacutemil iquestcoacutemo puedo no ansiar descubrir lo verdadero (Acad 61)
Esa disposicioacuten hacia lo verdadero entendida como amor a la sabiduriacutea fue el
elemento que desde la lectura del Hortensius determinoacute la proximidad entre Agustiacuten
y su maestro de retoacuterica iquestCoacutemo podriacutea alguien exhortar con tal ardor al estudio de la
filosofiacutea si no cree posible encontrar la verdad Que Ciceroacuten haya escrito su diaacutelogo
acadeacutemico justo despueacutes de sus dos obras exhortativas no debe perderse de vista
pues puede tomarse como una amonestacioacuten como un llamado a la prudencia y en
este sentido en cuanto indicador en el camino hacia la verdad Ciceroacuten ha salido
victorioso
39
12 El Contra Academicos como ejercicio filosoacutefico y retoacuterico
Si se admite que el objetivo principal del Contra Academicos es exhortar a la
buacutesqueda del conocimiento en la liacutenea de la tradicioacuten protreacuteptica podemos entender
no soacutelo su estructura sino la razoacuten de su composicioacuten como obra inaugural del
proyecto filosoacutefico de Agustiacuten en el cual jugaba un papel fundamental la comunidad
que se habiacutea establecido en Casiciaco La recta buacutesqueda de la verdad a la cual
Agustiacuten ha decidido dedicar su vida es un proceso comunitario un diaacutelogo
permanente que no se agota y que se construye en el ejercicio mismo de la filosofiacutea
Los diaacutelogos de Casiciaco dan cuenta de este ejercicio en el que Agustiacuten interroga a
sus interlocutores siguiendo el meacutetodo ciceroniano utilizado en las obras Academica
De finibus y De natura deorum Ciceroacuten recurre a la discussio in utramque partem
para mostrar que a todo discurso corresponde un discurso contradictorio de igual
valor Esta teacutecnica retoacuterica procedente del aacutembito forense se caracteriza por
estructurarse a partir de dos discursos alternativos que presentan argumentos opuestos
sobre un mismo asunto El orden de la exposicioacuten del discurso tiende a ser muy claro
y a apoyarse en eslabones reconocibles para que una vez pronunciado el interlocutor
pueda reconocer los puntos de oposicioacuten Por esta misma razoacuten las intervenciones no
pueden ser muy extensas
Asiacute como en su Academici Ciceroacuten construye dos discursos paralelos14 para
defender y atacar la tradicioacuten de la academia esceacuteptica sostenida por su maestro
Filoacuten de Larisa a los discursos de aquellos que defienden a los acadeacutemicos Agustiacuten
opone los de sus detractores En la primera liacutenea se inscriben Licencio y Alipio
mientras que en la segunda tenemos al mismo Agustiacuten acompantildeado del joven
Trigecio El primer ejemplo de la discussio in utramque partem lo encontramos
respecto de la cuestioacuten de la buacutesqueda de la verdad pues Licencio afirma que puede
ser feliz quien auacuten busca mientras que Trigecio sostiene que soacutelo es feliz aquel que
14 Woolf (2015) expone con claridad el meacutetodo ciceroniano usado en el Academici aquiacute retomado por Agustiacuten y afirma que se trata de un ejercicio cuya finalidad es la buacutesqueda de la verdad a partir de la construccioacuten de argumentos que tengan en cuenta las posturas opuestas con vistas a garantizar la imparcialidad (p16)
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ya estaacute es posesioacuten de la verdad pues el que indaga sin encontrar yerra A la
conclusioacuten de Trigecio Licencio opone su definicioacuten del error en la cual se halla
contenido el principio fundamental del escepticismo defendido por Agustiacuten en
cuanto estrategia antidogmaacutetica
El error pienso yo consiste en afirmar lo falso por verdadero Pero jamaacutes puede admitir esto quien piense que es necesario buscar la verdad ya que no puede admitir la falsedad quien no admite nada Por tanto no puede caer en el error (cAcad I411)
Con estas palabras de Licencio Agustiacuten resume su propio camino en un tono
muy cercano al que utilizaraacute en las Confessiones
Y asiacute tanto maacutes agudamente me roiacutea el corazoacuten la preocupacioacuten de alcanzar algo cierto cuanto maacutes me confundiacutea el haber vivido tanto tiempo engantildeado y burlado con la promesa de cosas ciertas y haber sostenido con pueril empentildeo y animosidad tantas cosas dudosas como ciertas Sin embargo ya era cierto para miacute que eran dudosas no obstante que en alguacuten tiempo las creiacute ciertas es decir cuando con mis ciegas disputas combatiacutea a tu Catoacutelica a la cual aunque entonces no conociacutea por maestra de la verdad al menos sabiacutea que no ensentildeaba aquellas cosas de que gravemente la acusaba (VI45)
La duda esceacuteptica que habiacutea tenido una funcioacuten liberadora se retoma en el
Contra Academicos a partir de la implementacioacuten de modelos argumentativos
esceacutepticos como la discussio in utramque partem y la argumentacioacuten ad hominem
Asiacute pues la verdad no se presenta de manera dogmaacutetica sino como el resultado de
una construccioacuten retoacuterica comunitaria La finalidad de la contraposicioacuten de los
discursos no es la de anular al adversario sino la de establecer un consensus a partir
de los argumentos probables presentados por cada uno de los interlocutores Esta es la
razoacuten por la cual en el uacuteltimo libro del Contra Academicos se recurre a la
argumentacioacuten ad hominem para refutar el escepticismo sobre todo en lo que
concierne a sus consecuencias en el aacutembito de la moral De la misma manera que en
la obra Academica (II2269 II2478) Ciceroacuten habiacutea refutado las tesis de Zenoacuten y
Antiacuteoco a partir de sus propios argumentos Agustiacuten toma como punto de partida las
afirmaciones de los esceacutepticos para impugnarlas El pasaje en cuestioacuten es el siguiente
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No digo nada de los homicidios parricidios sacrilegios y de cuantos criacutemenes pueden cometerse o pensarse y que con breves palabras suelen justificarse -y esto es lo maacutes grave- por jueces sapientiacutesimos no he consentido luego no he errado iquestY coacutemo no iba a hacer lo que me parecioacute probable Quienes crean que tales cosas no pueden persuadirse probablemente lean el discurso de Catilina con que persuadioacute el parricidio de la patria crimen que resume todos (cAcad III1536)
Como anota Marchand (2013) Agustiacuten se apoya en la tesis del adversario
tomaacutendola como punto de partida para demostrar que la misma es insostenible y
respecto de los efectos morales de la aplicacioacuten de la doctrina de la probabilidad
apela al caso juriacutedico maacutes emblemaacutetico de la carrera forense ciceroniana Con este
recurso entonces se quiere reforzar y anticipar la idea con la que se cierra el Contra
Academicos y que tambieacuten estaacute presente en el Academica (61-62) seguacuten la cual el
hombre no soacutelo debe dedicar su vida a la buacutesqueda de la verdad sino que el
conocimiento de la misma es posible y necesario iquestCuaacutel es el camino hacia dicha
verdad El Contra Academicos nos ofrece una muestra de dicho itinerario en cuanto
su construccioacuten como ejercicio retoacuterico y filosoacutefico da cuenta del proceso y de las
etapas que seguacuten el modelo propuesto por Ciceroacuten deben recorrerse
En la oratio perpetua15 con la que se cierra el diaacutelogo Agustiacuten deja su papel
de maestro y asume eacutel mismo el ejercicio de composicioacuten retoacuterica de la oratio con la
intencioacuten de recorrer los pasos de su maestro y de recoger las conclusiones obtenidas
en la obra Academica La oratio puede dividirse en dos partes la primera expone
fielmente la explicacioacuten ciceroniana de la relacioacuten entre las escuelas filosoacuteficas su
concepcioacuten acerca de la figura del sabio y las consecuencias de la misma la segunda
cambia el tono forense por uno maacutes filosoacutefico y presenta los argumentos
concluyentes en contra del escepticismo dogmaacutetico y la controvertida hipoacutetesis acerca
del esoterismo acadeacutemico A continuacioacuten veremos en detalle las dos partes
15 En el aacutembito forense la oratio perpetua consiste en un discurso continuacuteo pronunciado por el demandante en el que se hace una extensa recopilacioacuten de los dantildeos causados por el acusado pero sin mostrar las pruebas que lo inculpen Como anota Kennedy (1994) este tipo de exposicioacuten alcanzoacute su maacutexima expresioacuten con la retoacuterica juriacutedica de Ciceroacuten Fuhrer (2012) por su parte llama la atencioacuten acerca de la utilizacioacuten de Agustiacuten de la oratio perpetua en los tres primeros diaacutelogos de Casiciaco
42
121 iquestQuieacuten es el sabio
En la primera parte de la oratio perpetua Agustiacuten sigue con fidelidad la
estructura de la misma en la tradicioacuten forense pues construye un discurso en el que se
presentan las consecuencias de la concepcioacuten acadeacutemica acerca de la figura del sabio
con el fin de mostrar que eacutesta es insostenible sobre todo en el aacutembito juriacutedico pues
la funcioacuten del juez es justamente la de determinar cuaacutel de las dos partes dice la
verdad El punto de partida es el siguiente fragmento de Ciceroacuten
todas las demaacutes sectas que se creen en posesioacuten de la sabiduriacutea otorgan un segundo lugar al sabio acadeacutemico reivindicando el primer puesto para el suyo De donde se puede concluir con probabilidad que seguacuten su recto juicio el primero es aquel que seguacuten el juicio de los demaacutes es el segundo (Acad sect 20)
Aunque no se conserva esta obra en su totalidad el problema sobre el que
Ciceroacuten quiere llamar la atencioacuten se retoma en varias partes de su obra y debe
entenderse una vez maacutes como una advertencia acerca de los peligros del
dogmatismo Agustiacuten reconstruye los argumentos ciceronianos en contra de los
estoicos y los epicuacutereos y muestra coacutemo ambas escuelas pretenden estar en posesioacuten
de la verdad negando el espacio de la discusioacuten necesario para entablar un diaacutelogo
filosoacutefico Sin embargo Agustiacuten da un paso maacutes y demuestra que la posicioacuten del
sabio acadeacutemico aunque prudente16 es tambieacuten insostenible La primera parte de la
oratio se cierra con la acusacioacuten frente a los jueces de la dificultad praacutectica de
sostener la tesis seguacuten la cual el sabio no sabe nada En un juicio hipoteacutetico entre
Carneacuteades sostenedor de la imposibilidad de conocer la verdad y Agustiacuten
sostenedor de la tesis contraria seriacutea imposible determinar quieacuten dice la verdad pues
si el juez se pronuncia a favor de cualquiera de los dos se le podraacute decir que su
veredicto no es vaacutelido en cuanto no es posible saber si dice la verdad Si bien Agustiacuten
toma como punto de partida a Ciceroacuten no debemos pensar que su intencioacuten en este
punto es la de criticar al pensador romano pues como ya hemos afirmado y como se
demostraraacute en la segunda parte de la oratio es necesario distinguir entre un
16 Leacutevy (1992) llama la atencioacuten sobre el concepto de temeritas con el cual Ciceroacuten se refiere a la actitud antifilosoacutefica que asume verdades absolutas sin someterlas al examen de la razoacuten
43
academicismo dogmaacutetico y uno moderado que se rige por la prudencia y rechaza la
temeridad de aquellos que afirman verdades que no han sido probadas
122 Platonis schola del tribunal a la escuela
La segunda parte de la oratio perpetua (cAcad III918-III2043) es la maacutes
extensa y contiene algunos de los pasajes maacutes controvertidos de toda la obra El
cambio de tono es introducido por Agustiacuten con la siguiente afirmacioacuten
Retireacutemonos por fin de este ruidoso tribunal amigo de pleitear a un lugar donde no nos moleste el alboroto de las gentes y ojalaacute sea a la misma escuela de Platoacuten llamada asiacute seguacuten se dice por estar retirada del pueblo y alliacute en la medida de nuestras fuerzas discutamos no de la gloria que es cosa superficial y pueril sino de la vida misma y de una cierta esperanza de la felicidad del alma (cAcad III918)
El movimiento literario propuesto en el diaacutelogo evoca el movimiento que
tanto Agustiacuten como Ciceroacuten llevaron a cabo al retirarse de la vida puacuteblica en la que
buscaban la gloria y decidieron entregarse a la buacutesqueda e investigacioacuten de la
sabiduriacutea Asiacute pues esta parte final del Contra Academicos refuerza su caraacutecter
exhortativo razoacuten por la cual se ocupa de refutar con contundencia las afirmaciones
de los acadeacutemicos dogmaacuteticos seguacuten las cuales ―nada puede ser percibido y ―no se
puede dar asentimiento a ninguna cosa Sin embargo en contra de lo que afirman
Mourant (1966) y Marchand (2012) considero que en la parte final de la obra el
adversario de Agustiacuten no es Ciceroacuten sino el dogmatismo encarnado no soacutelo por los
estoicos y epicuacutereos sino por los maniqueos que en su racionalismo no dejan espacio
a la fe A mi modo de ver las pruebas ofrecidas por Agustiacuten deben leerse bajo la luz
de la necesidad de reafirmar la posibilidad del encuentro de la verdad como
conclusioacuten del camino de buacutesqueda Asiacute en esta seccioacuten se refuerza el caraacutecter
exhortativo que determina toda la obra y en razoacuten del cual resulta fundamental
confutar de manera definitiva la tesis del escepticismo y no como afirman algunos
estudiosos17 hacer una criacutetica a Ciceroacuten y a la Academia en cuanto escuela heredera
del pensamiento de Platoacuten
17 Veacutease (Marchand 2012 p 11)
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El primer paso para alcanzar el propoacutesito establecido consiste en demostrar
que la definicioacuten de Zenoacuten 18 en que se ancla el escepticismo seguacuten lo afirma
Ciceroacuten en su Academici libri (II17) no justifica la negacioacuten de la posibilidad de
alcanzar un conocimiento verdadero La impugnacioacuten de Agustiacuten se basa en que si se
admite como verdad que una representacioacuten es verdadera cuando puede distinguirse
de lo falso se admite que la definicioacuten no es falsa
Pues aun estando inciertos de ella no nos desampara por eso la ciencia
porque sabemos que es verdadera o falsa Luego sabemos algo Aunque nunca lograraacute
hacerme un ingrato juzgo dicha definicioacuten como absolutamente verdadera Pues o
pueden percibirse las cosas falsas hipoacutetesis a que tienen favor los acadeacutemicos y
realmente es absurda o tampoco pueden percibirse las cosas semejantes a lo falso
luego aquella definicioacuten es verdadera (cAcad III919)
Una vez refutada la definicioacuten de Zenoacuten se pasa a demostrar la existencia de
verdades innegables y accesibles a todos para lo cual se recurre a ejemplos de
verdades necesarias como las matemaacuteticas el conocimiento del mundo a partir de
proposiciones tautoloacutegicas y las sensaciones que derivan de los sentidos Si cualquier
persona puede acceder a estas verdades con mayor razoacuten deberaacute poderlo hacer el
sabio el cual debe admitir necesariamente que si es tal debe conocer la sabiduriacutea
pues si la desconociera no seriacutea sabio Establecido esto se pasa a considerar la nocioacuten
de probabile para demostrar su incompatibilidad con la accioacuten moral Si bien en el
segundo ejemplo utilizado se afirma que Ciceroacuten es defensor del probabilismo
resulta muy interesante que para concluir esta seccioacuten se refiera al caso maacutes
emblemaacutetico de la carrera forense de Ciceroacuten la acusacioacuten de Catilina Con esta
referencia Agustiacuten quiere dar a conocer su posicioacuten acerca del escepticismo y el
probabilismo ciceroniano la cual consiste en la negacioacuten de los mismos La tesis
agustiniana se sostiene en las palabras del mismo Ciceroacuten cuando Luacuteculo lo exhorta a
abandonar la filosofiacutea acadeacutemica
18 Para un estudio detallado de la construccioacuten loacutegica y la validez de los argumentos presentados por Agustiacuten en contra del escepticismo veacutease (Kirwan 1989 pp15-34)
45
despueacutes de que tributaste (en el Hortensio) tan grandes alabanzas a la filosofiacutea iquestseguiraacutes esas doctrinas que todo lo confunden que nos despojan del juicio del asentimiento y de los sentidos Despueacutes de haber dicho bajo juramento que tuacute estabas seguro de aquellas ocultas maquinaciones (las de Catilina) iquestvas a decir ahora que nada se puede conocer o percibir (Acad 61-62)
En una amplia seccioacuten de los Academici libri (33-42) Ciceroacuten expone la
reacuteplica de Antiacuteoco de Ascalona a las doctrinas de la Nueva Academia afirmando que
ni el escepticismo de Arcesislao ni el probabilismo de Carneacuteades pueden ofrecer una
norma de vida praacutectica y moral En lo concerniente a la cuestioacuten gnoseoloacutegica
Antiacuteoco objeta que si no se tiene una norma con la cual efectuar una distincioacuten ente lo
verdadero y lo falso no es posible establecer un criterio que permita declarar la
probabilidad de una representacioacuten iquestCuaacutel es la posicioacuten de Ciceroacuten en relacioacuten con
la criacutetica de Antiacuteoco Debido a que no se conserva maacutes que un fragmento de los
Academici libri de Ciceroacuten no es posible establecer con certeza si se dio una
respuesta directa a la posicioacuten de Antiacuteoco sin embargo el Contra Academicos de
Agustiacuten permite acceder a la posicioacuten de Agustiacuten el cual parece seguir a Antiacuteoco al
menos en este punto Esta seriacutea la razoacuten por la que se recurre al episodio de la
acusacioacuten de Catilina si Ciceroacuten no pensara que es posible conocer la verdad no la
habriacutea defendido como lo hizo en el tribunal y no se habriacutea dedicado a la filosofiacutea a
la cual como sostiene en el Brutus se entregoacute con pasioacuten desde los antildeos de juventud
―en esos antildeos habiacutea llegado a Roma junto con los personajes maacutes ilustres de Atenas
Filoacuten escolarca de la Academia que huiacutea de su patria a causa de la guerra mitridaacutetica
me entregueacute a eacutel encendido de pasioacuten por la filosofiacutea (306)
Una vez refutadas las tesis acadeacutemicas de manera contundente Agustiacuten puede
concluir su exhortacioacuten a la filosofiacutea libre del temor causado por la creencia en la
imposibilidad de acceder a la verdad No sorprende entonces que sea justamente en
este punto donde se recurra a la controvertida tesis del esoterismo de la Academia
confirmada tambieacuten por Ciceroacuten (Acad 1134) e introducida por Agustiacuten como sigue
iquestqueacute pretendieron aquellos grandes varones con sus eternas y tenaces disputas para excluir de todo la ciencia de lo verdadero Oiacuted ahora maacutes atentamente no lo que seacute sino lo que opino he aplazado para el final el declarar si puedo mi parecer acerca de todo el plan o consejo de los acadeacutemicos (cAcad III1737)
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Cabe recordar que los acadeacutemicos a los cuales se hace referencia en este
punto con el apelativo de platoacutenicos para Agustiacuten son los herederos de la academia
platoacutenica razoacuten por la cual presenta una reconstruccioacuten de la historia de dicha
escuela desde su fundacioacuten Este pasaje resulta de fundamental importancia para la
comprensioacuten de la relacioacuten de Agustiacuten con la tradicioacuten filosoacutefica antigua y con
Ciceroacuten el cual representa la fuente principal de la mayor parte de las ideas aquiacute
presentadas (Rep I1016 Tusc I1638 V39 Acad I59 Fin V224)
Platoacuten el hombre maacutes sabio y erudito de su tiempo que de tal modo disertaba que todo al pasar por su boca cobraba grandeza y elevacioacuten y tales cosas habloacute que de cualquier modo que las dijese nunca se empequentildeeciacutean en sus labios despueacutes de la muerte de Soacutecrates su maestro a quien distinguioacute con singular predileccioacuten seguacuten dicen tomoacute muchas doctrinas de la escuela de Pitaacutegoras Y eacuteste insatisfecho de la filosofiacutea griega que entonces o no existiacutea o estaba muy oculta despueacutes que por los razonamientos de Fereacutecides de Siria se persuadioacute de la inmortalidad del alma emprendioacute largas y vastas peregrinaciones para escuchar a gran nuacutemero de sabios Platoacuten pues antildeadiendo a la gracia y sutileza socraacutetica en las cuestiones morales la ciencia de las cosas divinas y humanas que diligentemente habiacutea indagado en la mencionada escuela y coronando despueacutes estos elementos con una disciplina capaz de organizarlos y juzgarlos esto es la dialeacutectica -la cual o es la misma sabiduriacutea o un medio indispensable para llegar a ella- se dice que sistematizoacute la filosofiacutea como ciencia perfecta de la que no es ahora tiempo de discurrir Para mi propoacutesito baacutesteos saber que sintioacute Platoacuten que habiacutea dos mundos uno inteligible donde habitaba la misma verdad este otro sensible que se nos descubre por los oacuterganos de la vista y del tacto Aqueacutel es el verdadero eacuteste el semejante al verdadero y hecho a su imagen alliacute reside el principio de la Verdad con que se hermosea y purifica el alma que se conoce a siacute misma de eacuteste no puede engendrarse en el aacutenimo de los insensatos la ciencia sino la opinioacuten (cAcad III1737)
La uacuteltima parte de este pasaje quiere llamar la atencioacuten a un tema que
caracteriza a los primeros diaacutelogos de Agustiacuten a saber el conocimiento de siacute como
condicioacuten de la sabiduriacutea Esta idea que seraacute ampliamente elaborada en el De beata
vita se reitera en las siguientes liacuteneas
Estas y otras verdades de la misma clase fueron conservadas entre los disciacutepulos de Platoacuten seguacuten era posible y guardadas en forma de misterios Pues ellas no pueden ser faacutecilmente percibidas sino por los que purificaacutendose de todo vicio se han consagrado a un geacutenero de vida maacutes que humano ni peca gravemente el que conocieacutendolas las quisiere ensentildear a cualquiera (cAcad III1738)
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El conjunto de estas verdades constituye un uacutenico sistema filosoacutefico al que
Agustiacuten retomando un vocablo ampliamente difundido en ambientes platoacutenicos
neoplatoacutenicos y cristianos (Fuhrer 1997 p 451) llama filosofiacutea perfectamente
verdadera Dicha filosofiacutea se encuentra estrechamente ligada a un estilo de vida que
involucra todas las esferas de la existencia del hombre Por esta razoacuten algunos
estudiosos (Heil 1972) han visto en el Contra Academicos una obra esencialmente
moral afirmacioacuten que podriacutea extenderse al conjunto formado por todos los diaacutelogos
de Casiciaco
La importancia de la caracterizacioacuten agustiniana de la filosofiacutea platoacutenica no
soacutelo resulta interesante en lo concerniente a la relacioacuten de Agustiacuten con la tradicioacuten
sino que permite establecer cuaacutel era la concepcioacuten existente en los primeros siglos del
cristianismo acerca de la relacioacuten entre Platoacuten Aristoacuteteles y las escuelas filosoacuteficas
La historia de la filosofiacutea propuesta por Agustiacuten puede encontrarse en las siguientes
liacuteneas
Asiacute ahora apenas tenemos maacutes filoacutesofos que los ciacutenicos peripateacuteticos y platoacutenicos y los ciacutenicos porque les place cierta libertad y licencia de la vida Mas en lo que atantildee a la erudicioacuten y doctrina como tambieacuten a la moral que mira a la salud del alma no han faltado hombres de suma agudeza y diligencia que con sus discursos han mostrado la concordia vigente entre las ideas de Aristoacuteteles y Platoacuten que soacutelo a los ojos de los distraiacutedos e ignorantes parecen disentir entre siacute asiacute despueacutes de muchos siglos y prolijas discusiones se ha elaborado una filosofiacutea perfectamente verdadera
No es eacutesta la filosofiacutea de este mundo que nuestras sagradas Letras justamente detestan sino la del mundo inteligible al que la sutileza de la razoacuten no habriacutea podido guiar a las almas cegadas con las multiformes tinieblas del error y olvidadas bajo la costra de las sordideces materiales si el sumo Dios descendiendo con su misericordia al seno del pueblo no hubiese abatido y humillado hasta tomar cuerpo humano al Verbo divino para que estimuladas las almas con sus preceptos y sobre todo con sus ejemplos sin luchas de disputas pudiesen entrar en siacute mismas y volver los ojos a la patria (cAcad III1942)
iquestQuieacutenes fueron los hombres que ensentildearon esta filosofiacutea perfectamente
verdadera Aquellos que la pusieron a salvo del error materialista estoico y
dogmaacutetico Si bien no puede restaacutersele valor a la tesis seguacuten la cual en este pasaje se
aluda a los neoplatoacutenicos seguacuten Fuhrer (1997 p 449) y Olsquo Meara (1959 p 172) a
Porfirio tanto por el caraacutecter de la obra como por el afaacuten de mostrar cuaacuteles eran las
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verdaderas intenciones de los acadeacutemicos y de Ciceroacuten como uacuteltimo representante de
dicha escuela podriacutea pensarse que los hombres de ―suma agudeza e inteligencia
fueran justamente los acadeacutemicos De hecho el mismo Ciceroacuten tanto en los
Academici (I57) como en las Tusculanae (IV36) confirma el caraacutecter conciliador
de esta escuela
Que esta verdadera filosofiacutea sea una se explica en la segunda parte del
paraacutegrafo en el momento en el que se trae a colacioacuten de manera expliacutecita la doctrina
de la encarnacioacuten ndashno hubiese abatido y humillado hasta tomar cuerpo humano al
Verbo divinondash que en el libro VII de las Confessiones (VII913) se expone como la
verdad encontrada en los libros de los platoacutenicos A propoacutesito de esto Catapano
afirma que ―la encarnacioacuten del intelecto divino fue la conditio sine que non de la
llamada al mundo inteligible formulada por la filosofiacutea platoacutenica ya que llevoacute a cabo
una excitatio tan poderosa sobre las almas que les permitioacute convertirse a la patria
celeste sin necesidad de largas y extenuantes discusiones (Catapano 2001 p 170)
Se trata de la retoacuterica divina siempre eficaz en contraposicioacuten a la humana del error
el cuerpo y la ceguera sin la cual la filosofiacutea platoacutenica no habriacutea podido persuadir a
las almas de los hombres de forma definitiva La relacioacuten entre la encarnacioacuten en
cuanto misterio mediador y posibilitador del conocimiento se retomaraacute en obras como
el De vera religione (III3) y el De Trinitate (XII1722) en las que se reiteraraacute y
perfeccionaraacute esta consideracioacuten juvenil las almas ―enceguecidas por las tinieblas del
error no habriacutean visto la luz de la verdad sin la obra mediadora de Cristo que es la
verdad misma El caraacutecter ontoloacutegico de la verdad y su unicidad estaacuten a la base de las
ideas que constituyen esa filosofiacutea perfecta y verdadera la doctrina de los dos
mundos la cual fue escondida por los acadeacutemicos a causa de la dificultad de su
comprensioacuten y la doctrina del Logos divino que Agustiacuten encontroacute en los
platonicorum libri
En la hipoacutetesis histoacuterica trazada por Agustiacuten se puede entrever una alusioacuten al
camino recorrido por eacutel mismo en el cual como se afirma en las Confessiones el
periodo de materialismo maniqueo fue seguido de una fase esceacuteptica que tuvo como
resultado el abandono de la secta En este caso como en el Contra Academicos el
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escepticismo se presenta como un instrumento uacutetil y la duda esceacuteptica prepara el
camino para la asimilacioacuten de las palabras de Ambrosio que iluminaraacuten la lectura de
los libros de los platoacutenicos en los cuales Agustiacuten encontraraacute aunque con otras
palabras (conf VII913) las verdades fundamentales de la doctrina cristiana como
la encarnacioacuten del Verbo y la inmortalidad del alma
Quizaacutes valga la pena presentar en este punto el camino seguido en las
Confessiones que puede esquematizarse de la siguiente manera
1 Materialismo maniqueo (V610)
2 Prudencia acadeacutemica y escepticismo (V1019-V1425)
3 Recepcioacuten del nombre de Cristo en las palabras de Ambrosio (VI24)
4 Lectura de los platonicorum libri (VII913)
5 Entrega total a la autoridad de Cristo (VIII1230)
Del mismo modo que en la hipoacutetesis histoacuterica expuesta tanto en el Contra
Academicos como en el Carta 118 la encarnacioacuten es necesaria para la comprensioacuten
de las ideas platoacutenicas en el recorrido de Agustiacuten la lectura de los platonicorum libri
no habriacutea tenido el mismo efecto en eacutel de no haber sido por la anterior asimilacioacuten de
las palabras de Ambrosio En este sentido deben entenderse las palabras de Crouse
seguacuten las cuales en la relacioacuten entre fe y razoacuten doctrina y filosofiacutea no hay una
superacioacuten en teacuterminos destructivos sino una siacutentesis particular
Indudablemente la fe precede al entendimiento y el entendimiento precede a la fe en el ciacuterculo hermeneacuteutico pero en el fondo la unioacuten con el Dios trino es una unioacuten contemplativa que se da en la memoria el entendimiento y el amor Entonces la fe no es para Agustiacuten una facultad distinta ni una sustitucioacuten del intelecto sino la salvacioacuten del mismo No se trata entonces de una contradiccioacuten o destruccioacuten del platonismo sino de su conversioacuten o redencioacuten (Crouse 2000 p 42)
Podemos concluir que el punto de llegada de la oratio perpetua es el punto de
partida del proyecto filosoacutefico de Agustiacuten en cuanto le permite sintetizar las dos
fuentes principales de su pensamiento bajo el propoacutesito de conocer en palabras
ciceronianas las cosas divinas y humanas Dicho proyecto se enuncia asiacute
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para mi es evidente que jamaacutes debo apartarme de la autoridad de Cristo ya que no encuentro otra maacutes fuerte En cuanto a lo que ha de buscarse con la fuerza de la razoacuten (pues mi estado de aacutenimo es tal que estoy deseando con impaciencia conocer la verdad no soacutelo mediante la fe sino comprenderla tambieacuten con la inteligencia) espero entretanto poder encontrar en los platoacutenicos una doctrina que no se oponga a nuestros sagrados misterios (cAcad III2044)
Puede verse coacutemo el Contra Academicos en sintoniacutea con el sexto libro de las
Confessiones se configura como una muestra de la construccioacuten del camino que el
hombre debe recorrer en su buacutesqueda de la verdad En su oratio perpetua luego de
haber ejercitado a los maacutes joacutevenes en la dialeacutectica Agustiacuten reconstruye un camino
mostrando coacutemo al final de la errancia resplandece la verdad En las etapas de dicho
recorrido el escepticismo metodoloacutegico ocupa un papel fundamental en cuanto
conlleva compromisos no soacutelo de tipo praacutectico sino programaacutetico y en cuanto le
ofrecen a Agustiacuten una fuente de autoridad diferente a la fe necesaria para iniciar su
produccioacuten filosoacutefica como pensador cristiano
13 Agustiacuten y Ciceroacuten la buacutesqueda de la vida feliz
Durante la composicioacuten del Contra Academicos primer diaacutelogo de Casiciaco
Agustiacuten escribioacute tambieacuten el De beata vita redactado con ocasioacuten de su cumpleantildeos
entre el 13 y el 15 de noviembre del antildeo 386 seguacuten la declaracioacuten presente en las
Retractationum donde leemos
El libro de La vida feliz lo escribiacute no despueacutes de los libros Contra los Acadeacutemicos sino a la vez que ellos porque nacioacute con ocasioacuten de mi diacutea natalicio y quedoacute completo despueacutes de tres diacuteas de discusioacuten como se indica alliacute suficientemente En este libro hubo acuerdo entre nosotros que investigaacutebamos de consuno sobre que la vida feliz no es otra cosa sino el conocimiento perfecto de Dios (I2)
La precisioacuten de la situacioacuten cronoloacutegica del diaacutelogo resulta sorprendente del
mismo modo que la alusioacuten a la celebracioacuten de su natalicio pues Agustiacuten no hace
referencia a esta festividad en ninguna otra obra Puede tratarse maacutes bien de un
artificio retoacuterico que pone el eacutenfasis en la importancia del antildeo 386 en su vida
entendieacutendolo con Harrison (2006) como ―la revolucioacuten del 386 (p 20) antildeo en el
que se da inicio a un proyecto que toma como punto de partida la apropiacioacuten
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cristiana de la tradicioacuten filosoacutefica ciceroniana y platoacutenica y en el que estaacuten ya
enunciadas algunas de las ideas teoloacutegicas que suelen ubicarse en el pensamiento
maduro de Agustiacuten
De la misma manera que el Contra Academicos el De beata vita se inscribe
en la tradicioacuten retoacuterica ciceroniana asumiendo de la misma no soacutelo recursos
literarios sino motivos filosoacuteficos que determinaraacuten el proyecto del joven Agustiacuten Si
el primero puede entenderse como un ajuste de cuentas con las propuestas
acadeacutemicas en particular con el escepticismo eacuteste debe asumirse como la
apropiacioacuten de un tema filosoacutefico claacutesico al cual se accede en gran medida gracias a
la labor transmisora de Ciceroacuten Del mismo modo si podemos afirmar que el Contra
Academicos quiere responder a las cuestiones expuestas en el Academica es posible
afirmar que el De beata vita estaacute construido sobre el horizonte de dos problemas
fundamentales que ocupan a Ciceroacuten tanto en las Tusculanae como en el De finibus a
saber la cuestioacuten de la vida feliz y la existencia del sumo bien
En la dedicatoria a Teodoro el punto de partida es una vez maacutes el Hortensius
en el cual se afirma que ―todos los hombres quieren ser felices (Muumlller sect 36) La
disposicioacuten natural del hombre hacia la felicidad es presentada en teacuterminos naacuteuticos
en consonancia con la declaracioacuten de Ciceroacuten en las Tusculanae sobre la filosofiacutea
como puerto del reposo que permite a los navegantes luego de la tempestad retomar
el camino (Tusc V3) Muchos son los peligros que surgen pues continuamente son
acechados la nave por las olas y el navegante por el deseo de adentrarse en alta mar
olvidando el camino de regreso a la patria Sin embargo aun quien logra regresar ya
sea por el esfuerzo de sus remos o porque los vientos lo conducen de regreso no estaacute
exento del peligro pues en el puerto mismo se yergue un monte luminoso que con su
resplandor enceguece al navegante desviaacutendolo de su objetivo iquestCoacutemo conducir la
nave sin perderse en la inmensidad de las aguas o atracar en el puerto equivocado En
este punto Agustiacuten nos ofrece una interesante referencia autobiograacutefica en la que
narra en algunas liacuteneas aquello que expondraacute con detalle en las Confessiones No
sorprende que el episodio de inicio sea el del encuentro con el Hortensius pues como
ya se afirmoacute la reconstruccioacuten del propio camino se basa en la utilizacioacuten de
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estructuras de sentido que obedecen a unos modelos retoacutericos y filosoacuteficos en este
caso ciceronianos Por esta razoacuten en la referencia biograacutefica del De beata vita se
tocan algunos puntos esenciales que le permiten a Agustiacuten inscribirse en una tradicioacuten
que considera que la filosofiacutea constituye el punto de la buacutesqueda de la felicidad
iquestPero coacutemo llegar a la filosofiacutea Tanto Ciceroacuten como Agustiacuten consideran que el
encuentro con la sabiduriacutea se da luego de recorrer un camino en el que el error acecha
de manera constante y que si bien supone un esfuerzo de la voluntad tiene un
caraacutecter repentino como aquel que Agustiacuten otorgaraacute expliacutecitamente maacutes adelante a la
accioacuten de la gracia En las Tusculanae leemos una declaracioacuten que bien podriacutea ser de
Agustiacuten
Pero la correccioacuten de esta falta y de todos los demaacutes defectos y equivocaciones nuestros hay que buscarla en la filosofiacutea Habieacutendome impulsado mi voluntad y mi afaacuten desde los primeros antildeos de mi vida a su regazo ahora en tan graviacutesima situacioacuten sacudido por una terrible tempestad busco refugio en el mismo puerto del que habiacutea zarpado (V2)
La construccioacuten del recorrido propuesto por Agustiacuten para referirse a su primer
encuentro con la filosofiacutea los antildeos de errancia en el maniqueiacutesmo y la decisioacuten final
de dedicar su vida a la buacutesqueda de la verdad sigue muy de cerca las liacuteneas citadas de
las Tusculanae lo cual no obedece a una mera casualidad sino a un claro propoacutesito
interpretativo y filosoacutefico Pasemos entonces a considerar el pasaje en cuestioacuten
Desde que en el antildeo decimonono de mi edad leiacute en la escuela de retoacuterica el libro de Ciceroacuten llamado Hortensio se inflamoacute mi alma con tanto ardor y deseo de la filosofiacutea que inmediatamente penseacute en dedicarme a ella Pero no faltaron nieblas que entorpecieron mi navegacioacuten y durante largo tiempo vi hundirse en el oceacuteano los astros que me extraviaron Porque cierto terror infantil me retraiacutea de la misma investigacioacuten Pero cuando fui creciendo saliacute de aquella niebla y me persuadiacute que maacutes vale creer a los que ensentildean que a los que mandan y caiacute en la secta de unos hombres que veneraban la luz fiacutesica como la realidad suma y divina que debe adorarse No les daba asentimiento pero esperaba que tras aquellos velos y cortinas ocultaran grandes verdades para revelaacutermelas a su tiempo Despueacutes de examinarlos los abandoneacute y atravesado este trayecto del mar fluctuando en medio de las olas entregueacute a los acadeacutemicos el gobierno de mi alma indoacutecil a todos los vientos Luego vine a este paiacutes y halleacute el norte que me guiara Porque conociacute por los frecuentes sermones de nuestro sacerdote y por algunas conversaciones contigo que cuando se pretende concebir a Dios debe rechazarse toda imagen corporal Y lo mismo digamos del alma que es una de las realidades maacutes cercanas a eacutel Maacutes todaviacutea me
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deteniacutean confieso la atraccioacuten de la mujer y la ambicioacuten de los honores para que no me diera inmediatamente al estudio de la filosofiacutea Cuando se cumpliesen mis aspiraciones entonces finalmente como lo habiacutean logrado varones feliciacutesimos podriacutea a velas desplegadas lanzarme en su seno y reposar alliacute Leiacute algunos -poquiacutesimos- libros de Platoacuten a quien eras tuacute [Manlio Teodoro] tambieacuten muy aficionado y comparando con ellos la autoridad de los libros cuyas paacuteginas declaran los divinos misterios tanto me enardeciacute que hubiera roto todas las aacutencoras a no haberme conmovido el aprecio de algunos hombres iquestQueacute me faltaba ya para sacudir mi indolencia y tardanza a causa de cosas superfluas sino que me favoreciese una borrasca contraria seguacuten mi opinioacuten Asiacute me sobrevino un agudiacutesimo dolor de pecho y entonces incapaz de soportar la carga de mi profesioacuten por la que navegaba hacia las sirenas todo lo echeacute por la borda para dirigir mi nave quebrada y fija al puerto del suspirado reposo (bvita I4)
Este primer esbozo de lo que seraacuten las Confessiones estaacute construido sobre
algunos motivos ciceronianos que podemos identificar tanto en el Hortensius como
en las Tusculanae entre los cuales se destacan la concepcioacuten de la filosofiacutea como
guiacutea para el cuidado del alma la relacioacuten entre sabiduriacutea y felicidad y el caraacutecter
tempestivo de la decisioacuten definitiva de entregarse a la buacutesqueda la verdad
131 El alma y su alimento
Luego de saciar el cuerpo con un suculento banquete Agustiacuten quiere ofrecer a
sus invitados un manjar para el alma la investigacioacuten acerca de la posibilidad de la
felicidad en la vida del hombre Es indudable que todo hombre desea por naturaleza
ser feliz sin embargo iquesten queacute consiste dicha felicidad Parece que aquel que desea
los bienes y los tiene es feliz Citando a Ciceroacuten (Muumlller sect 39) y para reforzar este
argumento enunciado por Moacutenica se afirma que ―desear lo que no conviene es el
colmo de la desventura No lo es tanto no conseguir lo que deseas como conseguir lo
que no te conviene Porque mayores males acarrea la perversidad de la voluntad que
bienes la fortuna (bvita II10) La felicidad entonces tiene un caraacutecter que
trasciende a la mera voluntad pues su objeto estaacute determinado en teacuterminos
axioloacutegicos
La cuestioacuten que surge en este punto es entonces la de queacute es lo deseable
Debe tratarse en primer lugar de una cosa permanente y segura que no se encuentre
sujeta a los avatares de la vida pues aquello que no depende de nosotros no puede ser
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la causa de la felicidad Entran en esta categoriacutea todos los bienes de la fortuna pues
tanto el que los ama y no los posee como el que los posee vive con el temor de
perderlos En este punto de nuevo Moacutenica antildeade una precisioacuten fundamental ―[el
hombre] aun teniendo seguridad de no perder aquellos bienes con todo no puede
saciarse con ellos y es tanto maacutes infeliz cuanto es maacutes indigente en todo tiempo
(bvita II11) La posesioacuten de los bienes es pues una posesioacuten imperfecta que no le
permite al hombre salir de su situacioacuten de ser carente soacutelo la posesioacuten del bien
supremo garantizaraacute el paso de la indigencia a la plenitud Alonso del Real (2001)
llama la atencioacuten acerca de la relacioacuten entre egestas y plenitudo indicando que
Ciceroacuten tanto en las Tusculanae (I36) como en el Hortensius (Muumlller sect 39) afirma
que el indigente egens es aquel que carece carere de algo y en el caso de la
miseria eacutesta consiste en la carencia de la felicidad
Una vez descartado cualquier bien mundano pasajero y contingente resulta
evidente a los ojos de todos los asistentes al banquete que la felicidad puesto que estaacute
en aquello que es permanente y eterno debe buscarse en Dios iquestQuieacuten posee a Dios
iquestQuieacutenes son entonces los verdaderamente felices Tres respuestas nos ofrecen los
comensales a manera de abrebocas Para Licencio aquel que tiene a Dios no es otro
que el que vive bien Trigecio sostiene que quien en todo cumple la voluntad de Dios
es aquel que lo posee Adeodato pone el eacutenfasis en el alma del hombre tiene a Dios
el hombre cuya alma estaacute limpia del espiacuteritu impuro
Con el fin de evitar una indigestioacuten el tema central por ser el maacutes suculento
deberaacute tratarse con un nuevo apetito al diacutea siguiente Sin embargo el anfitrioacuten ofrece
a sus invitados un postre sazonado con miel escolaacutestica la contienda con los
acadeacutemicos
El argumento procede de la siguiente manera es manifiesto que no puede ser
feliz aquel al que le falta lo que desea Los acadeacutemicos desean hallar la verdad pero
fracasan siempre en su buacutesqueda Al no poseer lo que desean son infelices y debido
a que el sabio es feliz los acadeacutemicos no son sabios iquestCoacutemo negar la eficacia de tan
delicioso razonamiento compuesto de miel harina y almendra Sin embargo
Licencio amparado bajo la autoridad del ausente Alipio prefiere no dejarse encantar
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de aquella golosina sin antes poner a prueba uno de los ingredientes del argumento en
contra de los acadeacutemicos la premisa seguacuten la cual no puede ser feliz el que no posee
lo que desea iquestEs acaso posible la felicidad para el que no tiene lo que quiere A este
interrogante se daraacute respuesta maacutes adelante
Teniendo en cuenta que la composicioacuten del Contra Academicos y del De
beata vita coincide en alguacuten momento esta digresioacuten acadeacutemica nos permite reforzar
la idea ya presentada seguacuten la cual el ejercicio retoacuterico filosoacutefico ocupa un lugar
fundamental en la preparacioacuten al bautismo del grupo de habitantes de Casiciaco Maacutes
que demostrar que el sabio acadeacutemico no es feliz por no poseer lo que desea la
intencioacuten de Agustiacuten aquiacute es la de advertir en consonancia con lo afirmado en la
dedicatoria a Teodoro acerca de los peligros del dogmatismo y el racionalismo que
dirigen la voluntad a objetos perecederos que no pueden saciar el apetito del alma y
que por lo tanto no permiten el paso de la egestas a la plenitudo
Al diacutea siguiente y con un nuevo gusto seguacuten la disposicioacuten del anfitrioacuten los
comensales se disponen a degustar el manjar prometido el diacutea anterior iquestquieacuten posee a
Dios Las respuestas ofrecidas por Licencio y Trigecio pueden reducirse a una uacutenica
formulacioacuten vivir bien es hacer lo que a Dios agrada La propuesta de Adeodato
requiere en cambio un anaacutelisis maacutes profundo que parte de la pregunta por el espiacuteritu
impuro pues con este teacutermino se designan dos cosas distintas En un primer sentido
se dice de un espiacuteritu impuro que es aquel que invade un alma perturbando los
sentidos del cuerpo y causando un estado de delirio incontrolable La segunda
acepcioacuten ndashque es la que nos interesa para la definicioacuten del hombre felizndash indica un
alma que se encuentra corrompida por los vicios y el pecado Asiacute pues el hombre
feliz debe ser aquel cuya alma se halle libre de pecado
Una vez establecido esto queda claro cuaacuteles son las caracteriacutesticas del hombre
feliz el que busca a Dios vive bien sigue la voluntad de su Creador y estaacute libre del
pecado Sin embargo la buacutesqueda misma implica un no tener auacuten razoacuten por la cual
no puede decirse que lo posea el que vive bien estaacute libre del espiacuteritu inmundo y
cumple la voluntad de Dios Seraacute necesario entonces revaluar la definicioacuten aceptada
el diacutea anterior seguacuten la cual la felicidad consiste en tener a Dios En este momento
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una vez maacutes Moacutenica encamina el discurso indicando coacutemo deber entenderse la
posesioacuten de Dios ―a Dios nadie lo posee sino que cuando se vive bien Eacutel es
propicio cuando mal es hostil (bvita III20) En este orden de ideas es feliz el que
tiene favorable a Dios Empero admitir esta definicioacuten implica admitir algo que ya
habiacutea sido descartado esto es que es feliz aquel que no tiene lo que quiere Navigio
llama la atencioacuten sobre este punto y se abstiene de dar su asentimiento a dicha
conclusioacuten aludiendo a la condicioacuten de aquel que busca iquestEs Dios hostil frente a aquel
que lo busca Antes de responder a esta pregunta vale la pena tomar en
consideracioacuten la cuestioacuten de la buacutesqueda presente a lo largo de todos los diaacutelogos y
determinante en la eleccioacuten de este geacutenero El verbo latino quarere tiene la doble
significacioacuten de buscar y preguntar de manera que la pregunta quaestio es
esencialmente una buacutesqueda La pregunta por la felicidad tema del diaacutelogo se
identifica entonces con la buacutesqueda de la misma que a su vez coincide con la
buacutesqueda de Dios pues ―nadie puede llegar a Dios sin buscarlo (bvita II19)
Estamos aquiacute frente a un tema central del pensamiento agustiniano la relacioacuten entre
Dios y el hombre y la actitud que debe tener este uacuteltimo frente a su Creador
La buacutesqueda se constituye asiacute en la condicioacuten esencial del hombre haciendo
de este un ser en camino un ser itinerante que estaacute en continuo movimiento hacia su
Creador de ahiacute la importancia de la metaacutefora naacuteutica y del viajero a lo largo del
diaacutelogo El encuentro con Dios no se da nunca de manera total y plena por ello la
buacutesqueda es incesante y no se llegaraacute nunca a un punto en el que no sea necesario
buscar maacutes porque el buscar bien implica ya un encontrar que no cesa la buacutesqueda
sino que la aumenta Teniendo esto en cuenta queda ahora claro el modo de proceder
de Agustiacuten en este diaacutelogo La imagen inicial de la navegacioacuten constituye una imagen
de la preparacioacuten del hombre y de su condicioacuten antes de encontrar el camino a
recorrer el hombre se encuentra sujeto a las adversidades de la fortuna se ve tentado
por la soberbia desviado y extraviado por el pecado Sin embargo una vez se logra
anclar la barca la tierra firme de la buacutesqueda de la felicidad se abre como un camino
fecundo que seraacute recorrido incesantemente De ahiacute la importancia de un alma
purificada libre del espiacuteritu inmundo y consagrada a la virtud La contraposicioacuten
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entre pecado y virtud aparece desde la introduccioacuten y recorre todo el diaacutelogo soacutelo el
virtuoso logra dirigir su barca hacia el puerto y frente a la tentacioacuten del luminoso
monte de la soberbia responde con humildad y escoge la senda del caminante
Maacutes adelante al principio de la primera conversacioacuten el hombre ignorante es
caracterizado como un ser fameacutelico y vaciacuteo pues al ser nada la nequicia y maldad
presente en su alma eacutel mismo se convierte en un ser esteacuteril ―porque la nada es
aquello que fluye que se disuelve que se licuacutea y siempre perece y se pierde Por eso
a tales hombres llamamos tambieacuten perdidos (bvita II8) En contraposicioacuten al no ser
del vicio la virtud estaacute llena de ser permanece y se mantiene firme
Otra esfera en la que aparece de manera constante el tema de la virtud tiene
que ver con el banquete Asiacute lo comprueba la admonicioacuten que se presenta al final del
primer diacutea de investigacioacuten
mas por tratarse de un tema prolijo ndashpues tambieacuten en los convites espirituales se puede pecar por intemperancia cebaacutendose vorazmente en lo manjares de la mesa de donde vienen las malas digestiones no menos funestas a la salud espiritual que la misma hambrendash dejaremos esta cuestioacuten para mantildeana si os place (bvita II13)
Al voraz y desmesurado se contrapone el digno y el mesurado representado
en la figura de aqueacutel que en un convite donde todos son voraces no participa por un
sentido de dignidad y mesura Desde el inicio del diaacutelogo se hace patente la relacioacuten
entre el alimento del cuerpo y el del alma de esta manera en los dos aacutembitos cabe la
virtud como elemento regulador
No sorprende que en el momento crucial en el que se inicia el desenlace del
diaacutelogo la virtud sea el tema central iquestCoacutemo se introduce esta cuestioacuten El tercer diacutea
de la investigacioacuten tiene como objetivo llegar a una uacutenica definicioacuten del hombre feliz
Para esto es necesario entender en primer lugar si todos los desgraciados padecen
necesidad La necesidad consiste en no tener y el no tener tiene que ver no soacutelo con
los bienes materiales sino con la sabiduriacutea misma El ejemplo que mejor ilustra esta
situacioacuten es traiacutedo por Ciceroacuten se trata de Sergio Orata hombre rico en propiedades
amistades riquezas y fortuna al que su buen ingenio le impediacutea ser feliz pues
comprendiacutea la caducidad de sus bienes (Muumlller sect 76) La esclavitud del temor de
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perderlo todo no es maacutes que falta de sabiduriacutea lo que demuestra con claridad que
quien no es feliz carece de algo de manera que toda necesidad equivale a miseria y
toda miseria implica necesidad Al sabio en cambio nada le hace falta cuando
requiere algo para el cuerpo lo toma si lo tiene a la mano pero si no no se afana
pues entiende la inutilidad de toda perturbacioacuten personal evita los males y la muerte
aunque no siente temor ante ellos no le sucede nada contrario a su voluntad y sus
acciones se encuentran regidas por la virtud y la ley de la sabiduriacutea divina Las
acciones del necio por el contrario estaacuten dominadas por el vicio y eacuteste como ya se
dijo anteriormente se opone a la frugalidad y en cuanto carencia no es nada El
sabio que posee la mayor riqueza de todas se encuentra lleno en su ser y la mejor
palabra para designar su estado es plenitudlsquo Una vez maacutes tenemos un juego de
opuestos frugalitas-nequitia plenitudo-egestas esse-non esse Agustiacuten retoma el
concepto ciceroniano de frugalitas a partir de una interesante reflexioacuten ofrecida por el
Arpinate seguacuten la cual modestia temperantia y frugalitas son sinoacutenimos
Con razoacuten llamaron algunos a la frugalidad madre de todas las virtudes Admitiendo esta idea dice Ciceroacuten en un discurso popular cada cual ateacutengase a lo que quiere pero yo juzgo que la frugalidad esto es la moderacioacuten y templanza es la maacutes excelente virtud Muy sabia y oportuna sentencia Teniacutea la mira puesta en el fruto esto es en la fecundidad del ser contraria al no ser Pero como el uso vulgar ha limitado la frugalidad a la sobriedad o parsimonia antildeadioacute dos nombres maacutes la moderacioacuten y la templanza (bvita I31)
Agustiacuten prosigue con el anaacutelisis y llama la atencioacuten acerca de la procedencia
de modestia y temperantia pues la primera viene de modus mientras que la segunda
de temperies Ambas tienen que ver con la proporcioacuten y la justa medida y debido a
que la medida excluye tanto lo excesivo como lo defectuoso se diraacute que la medida
del alma seraacute pues aquello que se oponga tanto a la pobreza egestas como a la
abundancia abundantia En este punto se retoma la nocioacuten de plenitudo como el
punto medio entre la egestas y la abundantia que se identifica con la sabiduriacutea Por
esta razoacuten se concluye que la sabiduriacutea es la plenitudo del alma y como en el
concepto de plenitudo estaacute incluido el modus se diraacute que la medida del alma estaacute en
la sabiduriacutea Establecido esto se pasa a definir la sabiduriacutea como ―la moderacioacuten del
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aacutenimo por la que se conserva un equilibrio sin derramarse demasiado ni encogerse
maacutes de lo que pide la plenitud (bvita I33) El hombre sabio no se deja seducir por
las cosas vanas y mantiene su alma unida al sumo Bien por el que todas las cosas son
buenas y en la posesioacuten de este Bien se encuentra su felicidad De este modo ―posee
pues a Dios el hombre feliz seguacuten estamos de acuerdo todos desde el primer diacutea de
este banquete (bvita I34) Ahora es posible dar respuesta a la pregunta inicial del
diaacutelogo que se interrogaba acerca de coacutemo se posee a Dios o queacute quiere decir poseer
a Dios Moacutenica y Adeodato habiacutean dado los puntos de partida gracias a los cuales se
logroacute establecer que el alma pura esto es virtuosa es aquella en la que habita la
sabiduriacutea Agustiacuten concluye
iquestpero queacute es la sabiduriacutea de Dios sino la Verdad Porque Eacutel ha dicho yo soy la Verdad Mas la verdad encierra una suprema Medida de la que procede y a la que retorna enteramente [hellip] Y asiacute como la Verdad procede de la Medida asiacute esta se manifiesta en la Verdad Nunca hubo Verdad sin Medida ni Medida sin Verdad iquestQuieacuten es el Hijo de Dios Escrito estaacute la Verdad iquestQuieacuten es el que no tiene Padre sino la suma Medida Luego el que viniere a la suprema Medida por la Verdad es el hombre feliz (bvita I34)
El cierre del diaacutelogo como era de esperarse estaacute a cargo de Moacutenica que en
cuanto encarnacioacuten de las virtudes y de la Iglesia invoca un himno ambrosiano a la
Trinidad seguido de una exaltacioacuten de las virtudes teologales de fe esperanza y
caridad
La conclusioacuten del De beata vita se halla en clara consonancia con las palabras
que cierran el Contra Academicos el cristianismo en cuanto filosofiacutea verdadera es la
fuente de conocimiento y felicidad Asiacute pues podemos afirmar con Harrison (2006)
que los diaacutelogos de Casiciaco deben entenderse como una unidad en la que operan de
manera conjunta la autoridad de Cristo y las nociones filosoacuteficas provenientes de la
lectura de los platoacutenicos Sin embargo no debe perderse de vista que la manera en la
que operan estas uacuteltimas estaacute determinada por una estructura ciceroniana que no soacutelo
tiene que ver con la intencioacuten expliacutecita de responder a los diaacutelogos del Arpinate sino
que implica una apropiacioacuten sobre la que se construyen las obras de Agustiacuten Asiacute
podemos recurrir a la terna modus species ordo de origen ciceroniano (off I15)
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para entender mejor la manera en la que se da la relacioacuten entre los tres primeros
diaacutelogos de Agustiacuten La lectura propuesta consiste entonces en establecer una
relacioacuten entre los tres primeros diaacutelogos y cada uno de los elementos de la terna De
esta forma el De beata vita responderiacutea a la exigencia vital y metodoloacutegica de
establecer un principio ordenador de la constitucioacuten misma del ser el modus tema
que cierra el diaacutelogo y que en cuanto medida implica una idea de perfeccioacuten y de
plenitud Una vez establecido el modus se pasa a considerar el objeto mismo de la
investigacioacuten la species esto es la forma el sello distintivo de la verdad de los seres
y la posibilidad de su conocimiento Por uacuteltimo el diaacutelogo De ordine tanto en su
forma como en su contenido representa el esfuerzo por hacer evidente el principio
esteacutetico que determina toda la naturaleza el ordo En este diaacutelogo se muestra con
claridad que el orden se manifiesta en todas las esferas de la creacioacuten y que por este
motivo nadie es insensible ante la accioacuten de la belleza El mundo es un mundo
ordenado pues luego de establecer la materia Dios da forma a las cosas y luego las
dispone ordenadamente creando asiacute las relaciones que permitiraacuten el funcionamiento
de todo el conjunto El mundo contemplado de manera correcta se muestra armoacutenico
ordenado y bello empero aquellos que no saben mirar no podraacuten comprender dicho
orden Es necesario entonces disponer el aacutenimo de manera tal que puedan llegar a
comprender coacutemo Dios gobierna todo con orden iquestCoacutemo lograr esto iquestQueacute camino
debe seguirse para llegar a entender algo que estaacute en aparente contradiccioacuten con
aquello que muestra la experiencia En varios pasajes del De ordine Agustiacuten hace
alusioacuten a la necesidad de preparar y purificar el alma a traveacutes de un arduo trabajo
intelectual que comienza con las artes liberales y termina con el conocimiento de las
cosas mismas
Podemos decir entonces que en los diaacutelogos de juventud se recogen algunos
problemas fundamentales organizaacutendolos seguacuten un esquema tripartito de origen
ciceroniano basado en la terna modus species ordo y usando como hilo conductor
algunas categoriacuteas que seraacuten fundamentales a lo largo del camino vital e intelectual
de Agustiacuten a saber veritas caritas y pulchritudo las cuales a su vez constituyen una
clave hermeneacuteutica dentro de la construccioacuten de su pensamiento En el caso de los
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diaacutelogos puede afirmarse que el Contra Academicos es el libro de la veritas en
cuanto se ocupa de su posibilidad y su buacutesqueda el De beata vita es el libro de la
caritas en cuanto en esta virtud cristiana estaacuten contenidas todas las virtudes
cardinales de la Antiguumledad y se configura como condicioacuten de la consecucioacuten de la
felicidad y por uacuteltimo el De ordine es el libro de la pulchritudo de la belleza que se
manifiesta en el mundo creado y que repite a la belleza primera del creador
14 De ordine el camino hacia el encuentro
141 Schola nostra
En la dedicatoria al poeta Cenobio Agustiacuten introduce uno de los problemas
que habiacutean determinado su intereacutes en la filosofiacutea y del cual se ocuparaacute hasta el final
de su vida el problema del mal y su relacioacuten con la Providencia La cuestioacuten se
plantea de la siguiente manera
Y con todo tal es el ideal de los mejores ingenios y hasta los que contemplan ya como quien dice con la cabeza erguida los escollos y tempestades de la vida nada desean tanto como aprender y conocer coacutemo gobernando Dios las cosas humanas cunde tanta perversidad por doquiera de modo que al parecer ha de atribuirse su direccioacuten no ya a un reacutegimen y administracioacuten divinos pero ni siquiera a un gobierno de esclavos al que se dotara de suficiente poder (ord I12)
La cuestioacuten problemaacutetica para Agustiacuten radica en que a causa de la experiencia
del mal algunos consideran que las cosas humanas no estaacuten regidas por la
Providencia divina o que lo que estaacute fuera del orden ha sido querido por Dios El
mismo problema aunque con un eacutenfasis poliacutetico y moral habiacutea sido abordado por
Ciceroacuten en tres obras que se encuentran temaacuteticamente relacionadas el De natura
deorum el De fato y el De divinatione En esta trilogiacutea el maestro romano defiende
la importancia de admitir la existencia de la providencia frente al fatalismo y las
consecuencias morales que eacuteste traeriacutea para la ciudad (ND I11-4) Agustiacuten a su
vez asume la cuestioacuten desde una perspectiva maacutes amplia tanto en su punto de
partida como en los alcances de su propuesta La solucioacuten al problema tiene un matiz
pedagoacutegico ya que se afirma que se trata de un error comuacuten entre los hombres poco
62
instruidos que como consecuencia de la estrechez de su pensamiento no alcanzan a
concebir el orden y la armoniacutea del universo
En este punto se puede sostener que las afirmaciones del De ordine
constituyen un momento crucial en la estructuracioacuten del proyecto agustiniano de la
fundacioacuten de una paideia cristiana para comprender el ordo es menester ordenarse
esto es seguir un camino dispuesto de tal manera que el alma luego de haberse
conocido a siacute misma logre conocer el mundo y su artiacutefice Teniendo esto en cuenta
entendemos coacutemo el diaacutelogo mismo representa un esfuerzo por lograr dicho
ordenamiento del alma de manera que en sintoniacutea con el Contra Academicos
podemos entenderlo como un ejercicio retoacuterico-filosoacutefico en el que Agustiacuten se
involucra tanto como maestro de sus joacutevenes acompantildeantes cuanto como alumno de
su maestro Interior
La ocasioacuten del inicio del diaacutelogo entre los hueacutespedes de Casiciaco a los que
Agustiacuten se refiere como scholam nostram proviene del orden que se manifiesta en la
naturaleza misma y de la admiracioacuten que eacuteste provoca en el alma humana El sonido
del agua que muda seguacuten su recorrido la perfeccioacuten en las partes del cuerpo de un
insecto una pelea de gallos constituyen ejemplos que dan cuenta de la manera en que
todo obedece a un orden superior y motiva diversos cuestionamientos entre los
inquietos asistentes al espectaacuteculo de la naturaleza El joven Trigecio consciente de
la altura del asunto que ocupa sus reflexiones afirma estar a favor de la idea seguacuten la
cual todo estaacute regido por la Providencia pero manifiesta el deseo de tratar el asunto
con suma diligencia puesto que tiene muchas incertidumbres En la misma liacutenea de
su compantildeero Licencio confirma que se trata de una cuestioacuten muy aguda pero la
dificultad del tema lejos de apartarlo de su investigacioacuten lo compromete en la misma
con maacutes empentildeo seguro de llegar a buen destino confiado en la promesa de la
verdad pues la duda esceacuteptica ya habiacutea sido vencida
Noacutetese coacutemo la unidad de los diaacutelogos de Casiciaco se confirma en la funcioacuten
que cada uno tiene dentro de un proyecto formativo el Contra Academicos establece
la necesidad y la posibilidad de la investigacioacuten de la verdad el De beata vita
muestra coacutemo en dicha verdad se halla la vida feliz y el De ordine ordena la manera
63
en la que debe planearse dicha investigacioacuten El inicio del recorrido se da en la
buacutesqueda de ahiacute el eacutenfasis que se le da a la pregunta como meacutetodo en la
investigacioacuten No sorprende entonces la premura con la que el joven le pide al
maestro Agustiacuten que emprenda cuanto antes la tarea que se han propuesto
―preguacutentame pues ya te ruego para poder explicar con tus palabras y las miacuteas esto
no seacute queacute tan grande que siento (ord I411) La adopcioacuten del meacutetodo socraacutetico
como instrumento pedagoacutegico se encuentra en clara consonancia con la actitud
fundamental que se habiacutea asumido en el Contra Academicos en relacioacuten con la
verdad pues eacutesta no debe entenderse de manera dogmaacutetica sino como el resultado de
una buacutesqueda incesante que se inicia desarrolla y perfecciona en el diaacutelogo Si bien a
lo largo de los diaacutelogos de Casiciaco Agustiacuten asume con claridad el papel de maestro
en ninguacuten momento se presenta como poseedor de la verdad sino maacutes bien como
compantildeero de viaje de ahiacute el recurso constante a las imaacutegenes ciceronianas del
puerto19 la roca el mar y el camino A propoacutesito de lo anterior podemos afirmar con
Catapano (2006) que se evita la tendencia al orgullo desordenado tan comuacuten entre
los estudiantes de retoacuterica gracias a la decisioacuten metodoloacutegica de poner a
consideracioacuten de los interlocutores cada una de sus reflexiones buscando construir la
verdad en el ejercicio del diaacutelogo y no imponer el propio punto de vista
Frente al entusiasmo de Licencio el maestro Agustiacuten responde con una
interpelacioacuten que pretende evidenciar la agudeza del asunto tratado y la necesidad de
proceder siguiendo el meacutetodo dialoacutegico pues los razonamientos de todos pueden ser
valiosos siempre y cuando sigan un orden y sean el resultado del proceso y la
aplicacioacuten de la teacutecnica adecuada Asiacute como respuesta a la exigencia del joven
estudiante de obtener respuestas por parte del maestro se responde
No te rebajes tanto ni me encumbres a miacute demasiado porque en filosofiacutea soy un nintildeo auacuten ni me preocupo al dirigir mis preguntas por medio de quieacuten me responde Aquel
19 A propoacutesito de la metaacutefora del puerto y de la relacioacuten de eacutesta con la filosofiacutea Antigua Catapano afirma que comparar la filosofiacutea con ―un puerto que repara de las vicisitudes de la vida y da acceso a la felicidad implica evidentemente considerarla bajo una mirada que no es meramente teoacuterica En este sentido Agustiacuten es todaviacutea disciacutepulo de Ciceroacuten de aquel Ciceroacuten de las Tusculanae que habiacutea buscado en la filosofiacutea un remedio para los males de la vida (Catapano 2001 p 178)
64
a quien presento todos los diacuteas mis lamentos de quien te auguro que seraacutes vate alguacuten diacutea y ese alguacuten diacutea tal vez no se halle tan lejano Otros tambieacuten separados de esta clase de estudios pueden ensentildearnos algo cuando se asocian a los que discuten con el sistema de haacutebiles preguntas (ord I513)
Estas liacuteneas nos permiten entender el espiacuteritu de la schola Cassiciaci no soacutelo
los estudiosos de los claacutesicos las artes liberales y la filosofiacutea teniacutean acceso a las
discusiones pues el saber no depende exclusivamente de la posesioacuten de informacioacuten
La filosofiacutea entendida como modo de vida se presenta como una actividad que
involucra a todos aquellos que esteacuten dispuestos a recorrer el arduo camino de la
buacutesqueda de la verdad De ahiacute el papel fundamental que ocupa Moacutenica a lo largo de
los diaacutelogos pues ella en cuanto siacutembolo de la Iglesia representa la natural
disposicioacuten del hombre hacia la buacutesqueda su condicioacuten peregrina y comunitaria Los
habitantes de Casiciaco se reuacutenen alrededor de la madre ella se ocupa de la
administracioacuten de las labores de la casa y dispone los alimentos no soacutelo para los
cuerpos sino tambieacuten para las almas pues sus reflexiones se presentan iluminadoras
en los momentos maacutes aacutelgidos de la discusioacuten suscitando en sus oyentes las maacutes
entusiastas reacciones ―madre has conquistado el castillo mismo de la filosofiacutea Te
han faltado las palabras para expresarte como Ciceroacuten en el libro titulado Hortensius
compuesto para defensa y panegiacuterico de la filosofiacutea (bvita II10) En Moacutenica se
articulan la sabiduriacutea cristiana y la filosofiacutea la figura de Ambrosio y la de Ciceroacuten la
autoridad y la razoacuten motivo por el cual su presencia en la composicioacuten de los
diaacutelogos determina y reorienta las discusiones en cuanto siacutembolo de la unidad de la
verdad y la posibilidad abierta a todos los hombres de alcanzarla En este punto vale
la pena afirmar con Catapano (2001) que la importancia del elogio a Moacutenica debe
considerarse a la luz de la relacioacuten que se establece entre virtud y sabiduriacutea cuestioacuten
que como se veraacute maacutes adelante seraacute fundamental para la determinacioacuten de las
caracteriacutesticas del orador cristiano Asiacute continua el mismo estudio ―Agustiacuten observa
que el origen de la sorprendente sabiduriacutea de Moacutenica no puede ser sino divino de
manera que es una sabiduriacutea que proviene de la atencioacuten que la madre pone en Dios y
su Palabra (p 199) De este modo se reconoce que la auctoritas es una fuente de
verdad y sabiduriacutea tal y como se mostraraacute en el De doctrina christiana
65
142 Las artes liberales y el orden moral
En el segundo libro del De ordine se ofrece un completo programa formativo
cuya aplicacioacuten garantizaraacute el acercamiento de las almas a la comprensioacuten del orden
divino presente en el universo La parte inicial del programa es de caraacutecter praacutectico y
toma como punto de partida la afirmacioacuten seguacuten la cual la ley divina prescribe reglas
para el buen vivir y para la instruccioacuten El acceso a dichas reglas opera en dos
momentos la autorictas y la ratio La primera si bien precede en el orden del tiempo
a la razoacuten es menos preferible que esta uacuteltima debido a que la primera se limita a
abrir las puertas de la segunda La razoacuten se define como ―el movimiento de la mente
capaz de discernir y enlazar lo que conoce (ord II1130) para luego dar paso a una
investigacioacuten que mostraraacute la diferencia entre lo racional y lo razonable iquestCuaacutendo se
dice de algo que es racional Cuando usa o puede usar la razoacuten y en este sentido se
dice del hombre que es un ser racional iquestCuaacutendo se dice de algo que es razonable
Cuando se dice o se hace conforme a la razoacuten por ejemplo se afirma que algo es
razonable cuando se ve que estaacute compuesto por partes congruentes y afines Gracias a
su potencia razonadora el hombre ve la necesidad de vivir en sociedad y comunicarse
con aquellos seres con los que comparte dicha racionalidad De ahiacute nace la necesidad
de nombrar las cosas por lo que se le otorga significado a determinados sonidos Una
vez establecidos dichos sonidos la razoacuten toma a los sentidos como intermediarios
para hacer posible la comunicacioacuten oral y luego inventa las letras instituyendo asiacute la
comunicacioacuten escrita A partir del lenguaje la razoacuten ve la necesidad de delimitar la
multitud inmensa de cosas sobre las que se puede hablar y escribir a traveacutes del caacutelculo
y los nuacutemeros
A la caligrafiacutea y al caacutelculo siguen la gramaacutetica la dialeacutectica y la retoacuterica esto
es las artes del trivium La primera es la encargada de clasificar los sonidos y las
palabras y de perpetuar por escrito todo lo que sea digno de ser recordado La
dialeacutectica se define como disciplina disciplinarum y su funcioacuten consiste en dar el
meacutetodo para ensentildear y aprender ya que ―en ella se nos declara lo que es la razoacuten su
valor sus aspiraciones y potencia Nos da la seguridad y certeza de lo que sabemos
66
(ord II1338) Sin embargo la dialeacutectica necesita de una herramienta por medio del
cual hacer entender las verdades a los hombres no instruidos por lo que es necesario
recurrir a la retoacuterica que tiene la tarea de atraer al pueblo hacia el bien y la verdad
por medio del discurso De este modo la retoacuterica debe entenderse como la teacutecnica
instrumental de la cual se sirve la dialeacutectica con fines educativos tal como queda
demostrado en los ejercicios llevados a cabo en la schola Cassiciaci entre Agustiacuten
maestro de retoacuterica y sus acompantildeantes A propoacutesito de lo anterior Catapano (2006)
afirma que Agustiacuten estaacute en contra de la concepcioacuten de una educacioacuten basada en la
mera adquisicioacuten de una teacutecnica es decir sin tener en cuenta su papel formativo (p
29) Esta concepcioacuten de clara procedencia ciceroniana seraacute retomada y profundizada
en el De doctrina christiana en donde se afirmaraacute que la retoacuterica estaacute subordinada a
la dialeacutectica conocimiento de todas las cosas al que soacutelo las almas preparadas pueden
acceder directamente mostrando asiacute que filosofiacutea y retoacuterica no pueden concebirse de
manera independiente
Una vez tratadas las artes del trivium se pasa a considerar las artes del placer
contemplativo en un estudio que toma como punto de partida el papel de los sentidos
en cada una de ellas De este modo se afirma que la razoacuten nota que ―reinaban los
nuacutemeros y que todo lo haciacutean ellos (ord II1441) y descubre tambieacuten que hay
nuacutemeros divinos y eternos gracias a los cuales todas las artes se hallan dispuestas La
combinacioacuten de estos nuacutemeros eternos con los sonidos sensibles y perecederos que
soacutelo pueden durar en cuanto conservados en la memoria da origen a la muacutesica que
toma su nombre del mito hesioacutedico seguacuten el cual las Musas son hijas de Juacutepiter y de
la Memoria En cuanto al sentido de la vista se afirma que ella estaacute determinada por
su gusto hacia la belleza la proporcioacuten y el orden En esta investigacioacuten tiene origen
la geometriacutea cuya funcioacuten consiste en distinguir y ordenar los conocimientos
relacionados con las figuras Empero la hermosura de las figuras terrestres no es la
uacutenica que llama la atencioacuten de la razoacuten pues los movimientos del cielo en los que se
puede notar el influjo de las dimensiones y los nuacutemeros le produjeron inmensa
admiracioacuten de donde proviene la astronomiacutea
67
Una vez finalizado el recorrido por las artes liberales la razoacuten concluye que el
nuacutemero es el principio profundo de toda medida modus y por ende la condicioacuten
necesaria para la sabiduriacutea Asiacute pues aquel que se dedique al estudio de las artes
liberales dispondraacute y prepararaacute su aacutenimo para el estudio de las cosas divinas y podraacute
creer en ellas y contemplarlas comprenderlas y retenerlas en su memoria El alma asiacute
dispuesta
primeramente examiacutenase a siacute misma y si estaacute persuadida ya por la erudicioacuten de que la razoacuten es una fuerza propia o que ella misma es la razoacuten y que en la razoacuten no hay cosa mejor ni maacutes poderosa que los nuacutemeros o que no es maacutes que un nuacutemero ella misma tendraacute consigo este discurso yo con un movimiento interior y oculto puedo separar y unir lo que es objeto de las disciplinas y esta fuerza se llama razoacuten (ord II1848)
Una de las preguntas fundamentales de los tres diaacutelogos halla respuesta en
este punto el sabio es decir el hombre feliz es aquel que logra unir aquello que estaacute
disperso diffusa en las diferentes disciplinas y que al ser contemplado de manera
desordenada no pude conducir al conocimiento de la verdad El orden propuesto esto
es el programa que debe seguirse en el estudio de las disciplinas estaacute determinado a
su vez por un principio de caraacutecter moral pues un aacutenimo desordenado y disperso no
puede alcanzar la sabiduriacutea En este punto se ofrecen una serie de precepta de
caraacutecter praacutectico anclados en la concepcioacuten de la filosofiacutea como modo de vida y no
como mera adquisicioacuten de saberes y disciplinas La enunciacioacuten y aplicacioacuten de
dichos preceptos tienen un fuerte eco ciceroniano asiacute como la exhortacioacuten al
abandono de los placeres mundanos como condicioacuten de la obtencioacuten de la beata vita
y la sabiduriacutea Si bien los temas de la Providencia y la disposicioacuten ordenada del
mundo se abordan de manera expliacutecita en el De natura deorum y el De fato la
preocupacioacuten formativa que aparece como principio ordenador a lo largo de todos los
diaacutelogos de Agustiacuten tambieacuten es de origen ciceroniano Para entender esta relacioacuten es
necesario remitirse al De officiis obra en la que el Arpinate ofrece a su hijo y con eacutel
a todos los joacutevenes romanos un amplio compendio pedagoacutegico y moral orientado a la
formacioacuten de los buenos ciudadanos El contacto de Agustiacuten con el De officiis tiene
una doble fuente pues se acercoacute a eacutel tanto como alumno y maestro cuanto como
68
oyente de Ambrosio el cual escribioacute su De Officiis ministrorum sobre el modelo de la
obra ciceroniana La intencioacuten del obispo de Milaacuten en la composicioacuten de dicha obra
no dista mucho de la de Ciceroacuten pues asiacute como el Arpinate dirige la obra a la
juventud romana en formacioacuten Ambrosio la dirige a la juventud cristiana ofreciendo
un conjunto de preceptos y normas morales que en ambos casos toma como punto
de partida una consideracioacuten acerca de la virtud y la vida feliz
No sorprende entonces que en el proyecto de una paideia cristiana surgido
luego de los encuentros con Ambrosio Agustiacuten le otorgue un papel fundamental a la
formacioacuten moral como condicioacuten indispensable para emprender el camino hacia la
sabiduriacutea y la felicidad Los joacutevenes Licencio Trigecio y el pequentildeo Adeodato
representan esa juventud a la que sus maestros Ciceroacuten y Ambrosio habiacutean dedicado
las obras acerca de los deberes y en consonancia con eacutestas Agustiacuten expone los
preceptos que deben seguir
Los joacutevenes dedicados al estudio de la sabiduriacutea se abstengan de todo lo veneacutereo de los placeres de la mesa del cuidado excesivo y superfluo ornato de su cuerpo de la vana aficioacuten a los espectaacuteculos de la pesadez del suentildeo y la pigricia de la emulacioacuten murmuracioacuten envidia ambicioacuten de honra y mando del inmoderado deseo de alabanza Sepan que el amor al dinero es la ruina de todas sus esperanzas No sean flojos ni audaces para obrar En las faltas de sus familiares no den lugar a la ira o la refrenen de modo que parezca vencida A nadie aborrezcan [hellip] No busquen los cargos de la administracioacuten del Estado sino los perfectos Y traten de perfeccionarse antes de llegar a la edad senatorial o mejor en la juventud Y los que se dedican a estas cosas no crean que no les conciernen estos preceptos porque los guardaraacuten mejor en la edad avanzada En toda condicioacuten lugar o tiempo o tengan amigos o buacutesquenlos (ord II825)
Las normas aquiacute presentadas condesan la uacuteltima parte del libro primero del De
officiis ciceroniano (I102-141) y la conclusioacuten del libro segundo (II84-II89) en las
que el Arpinate se ocupa de la honestidad entendida como decorum esto es lo que
por su conformidad con la naturaleza refleja ―la moderacioacuten y la templanza unidas a
los modales de una educacioacuten perfecta (off I97)
En este punto puede afirmarse que el programa de Casiciaco en cuanto plan
pedagoacutegico estaacute basado en una formacioacuten integral que se halla en iacutentima consonancia
con la concepcioacuten de filosofiacutea de Agustiacuten entendida como modo de vida y no como
69
una mera disciplina de caraacutecter teoacuterico (cAcad II922) Esta idea se expone en todos
los diaacutelogos y asiacute como los preceptos presentados se inspira en la concepcioacuten
ciceroniana de la filosofiacutea como investigacioacuten y ensentildeanza de las normas para
alcanzar una vida honrada feliz y virtuosa20 (off II6) La filosofiacutea es entonces un
ejercicio continuo y comuacuten que encuentra en el diaacutelogo entendido eacuteste como el
resultado de una construccioacuten colectiva un vehiacuteculo privilegiado en el que como se
ve en todos los escritos de Casiciaco la verdad se muestra en cuanto producto de
dicho ejercicio El entrenamiento de los disciacutepulos tal y como lo proponen Ciceroacuten a
su hijo Ambrosio a los joacutevenes cristianos y Agustiacuten a los hueacutespedes del gramaacutetico
Verecundo tiene la doble funcioacuten de ordenar sus pensamientos y acciones a traveacutes
del buen uso de la palabra y del seguimiento de preceptos praacutecticos y de permitir el
acercamiento a los objetos propios del estudio esto en teacuterminos ciceronianios a las
cosas humanas y divinas (off II5 cAcad I925 bvita I4 ord I25) En este orden
de ideas queda clara la razoacuten por la cual una de las preocupaciones fundamentales de
Agustiacuten es la de consignar por escrito dichos encuentros y hacerlos puacuteblicos para
beneficio no soacutelo de su expliacutecito destinatario sino todos de los joacutevenes a los que el
texto pudiera ser de utilidad
Luego de exponer su doble programa Agustiacuten se dirige a Moacutenica con las
siguientes palabras ―tu ingenio me parece nuevo cada diacutea y tu espiacuteritu alejadiacutesimo
por la edad y la templanza de todas las bagatelas y limpio de toda corrupcioacuten
corporal se ha erguido a una maravillosa altura (ord II1745) Una vez maacutes en
Moacutenica encontramos la eruditio necesaria para acceder a las cuestiones de la
filosofiacutea en este caso el agudo problema de la relacioacuten entre el mal y la providencia
Su espiacuteritu en cuanto ordenado se ha erguido alcanzando las maacutes altas esferas del
conocimiento filosoacutefico y sus herramientas pues conoce ―la fuerza casi divina y la
naturaleza de la gramaacutetica (ord II1745) la cual en cuanto encargada de la
20 A propoacutesito de la filosofiacutea como forma de vida en Ciceroacuten y su dimensioacuten eacutetico-praacutectica Woolf (2015) afirma que a la base de la composicioacuten de las obras eacuteticas esto es el De finibus y el De Officiis estaacute la idea del poder que tiene la filosofiacutea para cambiar vidas ―Ambas obras muestran la relacioacuten existente entre teoriacutea y praacutectica relacioacuten que se vuelve especialmente importante cuando se trata de la cuestioacuten baacutesica de la eacutetica coacutemo vivir mejor (p125)
70
escritura y la ensentildeanza de todo aquello que es digno de conservarse en la memoria
constituye el fundamento de la eruditio Esta uacuteltima debe entenderse como la unioacuten
entre la dialeacutectica y la potencia de los nuacutemeros esto es la capacidad de conocer la
unidad numeacuterica y de remitir el conocimiento sensible a dicha unidad A propoacutesito de
lo anterior puede afirmase que las artes liberales juegan un papel fundamental en el
discernimiento de dicha unidad a la cual la filosofiacutea aspira de un ―modo mucho maacutes
elevado y divino (ord II1845) Nos encontramos aquiacute con uno de los momentos
cruciales en la determinacioacuten del proyecto filosoacutefico agustiniano que se desarrollaraacute
en los diaacutelogos posteriores y alcanzaraacute su maacuteximo florecimiento en las Confessiones
y en el De doctrina christiana Se trata de la estipulacioacuten del objeto de la filosofiacutea
misma y se expresa en los siguientes teacuterminos
Dos problemas le inquietan uno concerniente al alma el otro concerniente a Dios El primero nos lleva al propio conocimiento el segundo al conocimiento de nuestro origen El propio conocimiento nos es maacutes grato el de Dios maacutes caro aqueacutel nos hace dignos de la vida feliz eacuteste nos hace felices El primero es para los aprendices el segundo para los doctos He aquiacute el meacutetodo de la sabiduriacutea con que el hombre se capacita para entender el orden de las cosas conviene a saber para conocer los dos mundos y el mismo Padre del Universo del cual en el alma no hay otra ciencia que la de saber que de Eacutel no hay ciencia (ord II1847)
Asiacute el alma consagrada a la filosofiacutea en primer lugar se examina a siacute misma
y en ella encuentra que el nuacutemero es aquello que le permite separar analizar unir y
sintetizar lo que es objeto de las disciplinas entendiendo de este modo en queacute
consiste su actividad racional En virtud de esta uacuteltima el hombre puede ordenar lo
que le ofrece la naturaleza y producir obras y objetos gracias a los cuales entenderaacute su
superioridad en cuanto son el resultado de la aplicacioacuten del conocimiento de las
proporciones Si bien la racionalidad del hombre lo situacutea en una posicioacuten privilegiada
tambieacuten lo pone frente a una dificultad ―iquestcoacutemo pues siendo inmortal la razoacuten soy
definido yo como un animal racional y mortal iquestAcaso la razoacuten no es inmortal
(ord II1950) La inmortalidad de la razoacuten tiene que ver con la posesioacuten de verdades
absolutas objetivas y universales como las verdades matemaacuteticas las cuales por no
ser mudables no dependen de las cosas perecederas En el momento en el que el alma
descubre esa racionalidad que la determina y le permite conocer y hacerse partiacutecipe
71
de la inmortalidad y la verdad querraacute alejarse de todo lo inferior en busca de la
unidad de lo superior
En este punto Agustiacuten retoma una de las cuestiones centrales del diaacutelogo a
saber la relacioacuten entre conocimiento y virtud afirmando que gracias a la guiacutea de la
razoacuten el alma se eleva a la pureza en las costumbres alejaacutendose de los vicios y las
pasiones carnales Retomando una idea que ya habiacutea sido expuesta en el Contra los
Acadeacutemicos Agustiacuten afirma que este recorrido que hace el alma debe entenderse
como un embellecimiento pues soacutelo un alma bella y pura es capaz de contemplar a
Dios
Mas cuando el alma se arreglare y embelleciera a siacute misma hacieacutendose armoacutenica y bella osaraacute contemplar a Dios fuente de todo lo verdadero y padre de la misma verdad iexclOh gran Dios coacutemo seraacuten entonces aquellos ojos iexclCuaacuten puros y sanos cuaacuten vigorosos y firmes cuaacuten serenos y dichosos (ord II1951)
Dicha contemplacioacuten mostraraacute la fuente de la verdad y la belleza esto es la
Verdad por la que todas las cosas son verdaderas y la Belleza por la que todas las
cosas son bellas logrando asiacute la comprensioacuten del orden de la creacioacuten pues se
entenderaacute que todo es ordenado por un principio supremo que le da la medida a todas
las cosas Aquiacute una vez maacutes vemos coacutemo las categoriacuteas ciceronianas operan en la
propuesta agustiniana pues en la misma liacutenea de lo afirmado en el De beata vita se
da una apropiacioacuten de la terna modus species ordo (off I15) a partir de la cual se
plantea el problema del diaacutelogo y su solucioacuten Asiacute pues esta terna no soacutelo sirve como
clave de lectura para comprender la unidad y relacioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco
sino que en el caso del De ordine se configura tanto como punto de partida como
conclusioacuten Una vez establecido que el orden a seguir en el estudio de las disciplinas
consiste en el embellecimiento del alma Agustiacuten se dirige a sus compantildeeros con las
siguientes palabras ―estas y otras muchas reflexiones se hace consigo misma el alma
bien instruida pero las omito no sea que al daros mis lecciones sobre el orden falte a
la moderacioacuten que es el padre del orden (ord II1950) En estas liacuteneas y en el tema
tratado antes de las mismas se alude a la terna y a la manera en la que eacutesta debe
comprenderse El modo en cuanto Padre es el elemento que dispone y ordena todo
72
razoacuten por la cual se afirma que es el padre del orden la species esto es la forma es la
belleza que permite acceder a la comprensioacuten del orden y el ordo es el principio
orientador del alma humana y de toda la creacioacuten El orden del alma no es otro que la
virtud y la praacutectica de eacutesta es condicioacuten de la eruditio que ya mencionamos y de la
que Moacutenica se presenta como ejemplo La madre a lo largo de todo el diaacutelogo
encarna un principio ordenador y en la conclusioacuten de la obra se exaltan sus dos
caracteriacutesticas fundamentales la erudicioacuten y la fe Esta es la razoacuten por la cual Agustiacuten
agradece los ruegos de su madre gracias a los cuales eacutel ha decidido entregarse por
completo al estudio de la filosofiacutea en compantildeiacutea de Alipio el cual toma la palabra para
concluir el diaacutelogo
verdaderamente has hecho revivir ante nuestros ojos la memoria de los grandes y doctos varones que algunas veces nos pareciacutea increiacuteble por su elevacioacuten y grandeza pero aquiacute por la observacioacuten de todos los diacuteas y por la admiracioacuten que sentimos hacia ti no soacutelo no nos parece dudosa aquella imagen sino que estamos dispuestos a jurar por ella iquestPues queacute iquestNo nos ha introducido acaso en la venerable disciplina de Pitaacutegoras justamente estimada como casi divina Porque con tanta concisioacuten y plenitud nos has descubierto las normas de la vida y los caminos y campos y los mares cristalinos de la ciencia y todo lo que era objeto de gran veneracioacuten para aquel y doacutende estaacuten los santuarios de la verdad y cuaacuteles y queacute exigen a sus investigadores (ord II2053)
La alusioacuten a Pitaacutegoras no es casual pues luego de la intervencioacuten de Alipio en
la que eacuteste este exalta los preceptos praacutecticos propuestos por Agustiacuten se llama la
atencioacuten sobre la cuestioacuten de la antiguumledad de los mismos y el lugar central que
ocupan en ―libros de hombres grandes y casi divinos (ord II1028) Parece
entonces que los dos pasajes hacen referencia a la misma disciplina filosoacutefica la
pitagoacuterica la cual era conocida gracias a la transmisioacuten de Varroacuten como se declara
expliacutecitamente (ord II2054) y a la de Ciceroacuten el cual como afirma Doignon (1977)
representa la fuente principal de los elementos neoplatoacutenicos presentes en el diaacutelogo
Este uacuteltimo punto ha sido objeto de un intenso debate entre los estudiosos los cuales
han centrado su atencioacuten en el problema de las fuentes filosoacuteficas de cuestiones como
la aspiracioacuten a la unidad la belleza y la nocioacuten misma de orden (Hadot 1984
73
Cipriani 2000) dejando de lado el aspecto moral y formativo en los cuales como
hemos demostrado hasta ahora la influencia ciceroniana es fundamental
15 El diaacutelogo con la razoacuten Soliloquia21
El uacuteltimo de los diaacutelogos de Casiciaco debe entenderse como el fruto de las
reflexiones a las que Agustiacuten dedicaba las horas nocturnas meditando en silencio y
soledad (ord I36) Sabemos que los diacuteas transcurriacutean entre los trabajos propios de
una villa de campo la lectura de Virgilio y Ciceroacuten la oracioacuten y el ejercicio retoacuterico-
filosoacutefico en el que los maacutes joacutevenes poniacutean a prueba su ingenio frente a cuestiones
agudas bajo la guiacutea del maestro Agustiacuten Sin embargo el deseo de comprender
aquellas cuestiones que durante el diacutea eran objeto de discusioacuten haciacutea de las noches un
momento de diaacutelogo interior que en las Retractationum se describe asiacute
[hellip] escribiacute tambieacuten entonces dos voluacutemenes siguiendo mi intereacutes y el amor que teniacutea por indagar la verdad sobre lo que maacutes deseaba saber interrogaacutendome y respondieacutendome como si fueacutesemos dos la razoacuten y yo siendo uno solo Por eso llameacute a esta obra Soliloquia (I41)
La adecuacioacuten del diaacutelogo ciceroniano 22 como meacutetodo filosoacutefico en la
investigacioacuten de la verdad se encuentra en clara consonancia con el propoacutesito
expuesto en los tres diaacutelogos anteriores para filosofar es necesario llevar a cabo un
ejercicio en el que a traveacutes de preguntas y respuestas se accede a la comprensioacuten de
aquello sobre lo que se indaga (ord I411) Mientras en los tres primeros diaacutelogos la
conversacioacuten se llevaba a cabo entre un grupo de interlocutores entre los cuales
Agustiacuten tomaba el papel de maestro en los Soliloquia los participantes son Agustiacuten y
su razoacuten y en este caso es ella la que opera como guiacutea Podriacutea pensarse siguiendo a
Fleming que el motivo del diaacutelogo interior y de la personificacioacuten de la razoacuten tiene
un antecedente en la Consolatio de Ciceroacuten pues aunque no conservamos la obra
21 Vale la pena anotar que tanto el teacutermino soliloquialsquo como la idea de un diaacutelogo interior es una creacioacuten original de Agustiacuten aunque estaacute basada en el principio platoacutenico seguacuten el cual cuando el alma piensa dialoga consigo misma interrogaacutendose y respondiendo (Teet 189e-190a) 22 Acerca de la relacioacuten entre diaacutelogo y filosofiacutea en los Soliloquia veacutease (Catapano 2005 pp 37-57)
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algunas alusiones a la misma nos permiten tener una idea aproximada de su tema y
estructura (Fleming 1984 p 61)
Las primeras liacuteneas de la obra nos situacutean en el problema central de la misma
el conocimiento de siacute y ademaacutes nos permiten asumir una liacutenea interpretativa que
pone el acento en la relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten
Andando yo largo tiempo ocupado en muchos y diversos problemas y tratando con empentildeo durante muchos diacuteas de conocerme a miacute mismo lo que debo haber y lo que he de evitar de improviso viacutenome una voz no seacute si de miacute mismo o de otro desde fuera o dentro porque esto mismo es lo que principalmente quiero esclarecer diacutejome pues aquella voz Razoacuten- Suponte que has hallado alguna verdad iquesta quieacuten la encomendaraacutes para seguir adelante Agustiacuten- A la memoria (sol I11)
Este pasaje es un claro eco de la introduccioacuten del De oratore (I1) no soacutelo por
el estilo literario y la cercaniacutea linguumliacutestica23 sino tambieacuten por los temas expuestos por
los dos autores entre los cuales se destacan el conocimiento de siacute el anhelo por
dedicar la vida a la buacutesqueda de la verdad la naturaleza de eacutesta y el papel de la
memoria en el conocimiento
Tenemos asiacute que esta obra presenta a un hombre que en su ardua buacutesqueda
de la verdad lleva a cabo una indagacioacuten de su situacioacuten vital pues como ya se habiacutea
expuesto en el De ordine el conocimiento de siacute mismo constituye el punto de partida
en el camino hacia la verdad
Luego de una extensa invocacioacuten a Dios en la que se retoman muchos de los
temas ya tratados en los diaacutelogos haciendo especial eacutenfasis en el orden la creacioacuten y
la posibilidad de alcanzar la verdad Agustiacuten resume su objetivo en la siguiente
declaracioacuten ―quiero conocer a Dios y al alma (sol I27) La pregunta que surge de
inmediato es la de coacutemo es posible conocer a Dios y de queacute tipo de conocimiento se
trata En primer lugar se afirma que el conocimiento de Dios debe ser tan cierto
como el conocimiento matemaacutetico y geomeacutetrico Ahora bien el conocimiento de
Dios no puede ser como el de los objetos pero puede entenderse como el momento
en el que el sol se muestra a los ojos razoacuten por la cual Eacutel es principio de
inteligibilidad de los objetos Sin embargo los ojos no soacutelo deben estar dispuestos 23 Sobre este punto veacutease Selbstgespraumlche von der Unterblichkeit der Seele (Muumlller 2002)
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para mirar sino tambieacuten para ver la luz del sol del mismo modo que el alma de aquel
que desea conocer debe estar ordenada y dispuesta de una manera determinada Asiacute
pues ―el ojo del alma es la mente pura de toda mancha corporal esto es alejada y
limpia del apetito de las cosas corruptibles (sol I612) Siguiendo la liacutenea
establecida en el De ordine se afirma que el proceso de purificacioacuten del alma se logra
a traveacutes del ejercicio de la virtud la cual se define con Ciceroacuten (off I618 Tusc
IV15 34) como la ―recta y perfecta razoacuten (sol I613)24 Sin embargo para que el
alma pueda mirar directamente a la luz debe estar acompantildeada por la fe la esperanza
y la caridad pues las tres virtudes teologales se constituyen en la condicioacuten necesaria
para el conocimiento de Dios Es necesario entonces examinar la propia alma para
poder constatar si eacutesta vive seguacuten las virtudes en las que debe basarse la vida del
cristiano Recordemos que Agustiacuten se encontraba en Casiciaco con la intencioacuten de
prepararse para el Bautismo razoacuten por la cual podemos considerar esta obra como
una introspeccioacuten en la que se lleva a cabo una evaluacioacuten de la propia vida y de la
decisioacuten consagrarse al estudio de la verdad En primer lugar se toman en
consideracioacuten los miedos que acechan al alma a saber la peacuterdida de los seres
queridos el dolor y la muerte temas especiacuteficos de la tradicioacuten consolatoria en
segundo lugar se examina la relacioacuten con los honores las riquezas la vida conyugal
y otros placeres corporales Frente a los primeros Agustiacuten afirma sentirse turbado
mientras que respecto al segundo grupo nota un progreso creciente en su rechazo
hacia los honores las riquezas y el matrimonio En este punto vale la pena anotar que
se hace un particular eacutenfasis sobre el hecho de que dicha actitud no es reciente sino
que se remonta a la lectura del Hortensius
No data de ahora mi renuncia a ellas (riquezas) Ya tengo treinta y tres antildeos y hace unos catorce dejeacute de desearlas Caso de ofreceacuterseme soacutelo me serviriacutea de ellas para mi sustento necesario y el uso liberal Un libro de Ciceroacuten me persuadioacute faacutecilmente de que no se ha de poner el corazoacuten en las riquezas y en caso de tenerlas han de administrarse con suma cautela y prudencia (sol I1017)
24 Fleming (1984) llama la atencioacuten sobre este punto y afirma que Ciceroacuten es aqueacutel que introduce la definicioacuten de virtud como perfecta ratio en el mundo latino y que Agustiacuten construye sobre la misma no soacutelo su definicioacuten de virtud sino la distincioacuten fundamental entre mirar adspicere y ver videre
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Una vez maacutes queda claro que la buacutesqueda de la sabiduriacutea requiere de una
actitud vital y de una disposicioacuten estrechamente ligada a las ensentildeanzas de Ciceroacuten y
que Agustiacuten declara no haber abandonado nunca desde que comenzoacute su camino hacia
la verdad Ahora en el momento crucial de la estancia en Casiciaco se emula al
maestro no soacutelo en sus estilo y lenguaje sino tambieacuten en su decisioacuten de alejarse de las
riquezas los honores y los placeres mundanos para entregarse a la reflexioacuten y a la
escritura tal como lo hiciera el Arpinate en su villa de Tuacutesculo De este modo frente
a la cuestioacuten de los honores y la fama provenientes de la vida puacuteblica Agustiacuten afirma
que ha dejado de ambicionarlos justamente en esos diacuteas lo cual muestra que el retiro
a la vida comunitaria en la villa de Verecundo se presenta como un remedio ante la
ambitio saeculi y la aficioacuten a los demaacutes placeres del cuerpo
El paso por las pasiones y los diferentes tipos de concupiscencia tiene el
objetivo de indicar en liacutenea ciceroniana (off II84ndashII89) que todos los deseos y las
pasiones deben ordenarse al sumo bien (Fin I4 II2) el cual es la sabiduriacutea
entendida como la praacutectica de la virtud (Fin II11) Con el fin de reforzar esta idea
Agustiacuten recurre a Cornelio Celso 25 para ilustrar que el hombre debido a su
constitucioacuten ontoloacutegica debe situar el sumo Bien en su alma pues eacutesta es mejor que
el cuerpo
De dos partes estamos compuestos de alma y cuerpo y la mejor es el alma y la maacutes vil el cuerpo y el sumo Bien es lo mejor de la porcioacuten excelente y el sumo mal lo peor de la porcioacuten inferior y es lo mejor en el aacutenimo la sabiduriacutea y lo peacutesimo en el cuerpo el dolor Concluyese pues evidentemente que el sumo Bien lo constituye la sabiduriacutea y el sumo mal los padecimientos corporales (sol I1221)
La idea seguacuten la cual el sumo bien es la virtud y el sumo mal el dolor corporal
es recurrente en el pensamiento de Ciceroacuten (off I618 Tusc II5) el cual con
seguridad constituye una de las fuentes maacutes importantes del tratado de Celso
conocido por Agustiacuten
25 Aulio Cornelio Celso es el autor de un tratado enciclopeacutedico que no conservamos acerca de arte militar retoacuterica filosofiacutea y medicina De su produccioacuten escrita llegoacute hasta nosotros el De re medica en el cual se lleva a cabo un resumen de la tradicioacuten hipocraacutetica y algunos fragmentos de otros libros
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Asiacute pues si el sumo Bien es la sabiduriacutea deberaacute entonces investigarse coacutemo
se da el camino a la misma En la liacutenea ya trazada en los anteriores diaacutelogos se
afirma que se trata de un recorrido ascendente en el que se parte de la belleza de este
mundo para subir por grados hacia la verdadera Hermosura26 En este punto la
Razoacuten interviene y afirma que el camino variacutea seguacuten las fuerzas y la salud de cada
alma pues mientras a algunas les basta con creer esperar y amar a otras les es
necesario el ejercicio para que al ver la luz no se enceguezcan iquestDe queacute se trata este
ejercicio
Primero se les mostraraacuten objetos opacos pero bantildeados con la luz como un vestido un muro algo semejante Han de pasar despueacutes a fijar la vista en las cosas que brillan con mayor belleza no por siacute mismas sino con el reverbero solar como el oro la plata y cosas similares cuyo reflejo no dantildee a los ojos Entonces con moderacioacuten se les podraacute mostrar el fuego terreno y sucesivamente los astros la luna el rosicler de la aurora y el caacutendido resplandor celeste Habituaacutendose cada cual maacutes pronto o maacutes tarde seguacuten su disposicioacuten a este orden de cosas en su integridad o parcialmente podraacute ya carearse con el mismo sol sin titubeo y con gran deleite (sol I1323)
La inspiracioacuten platoacutenica del pasaje anterior (Rep 514a-517c 518c-d) puede
considerarse siguiendo a Altman (2016) una prueba a favor de la idea seguacuten la cual
Agustiacuten y Ciceroacuten juegan un papel fundamental en la recepcioacuten de la filosofiacutea
platoacutenica y en la comprensioacuten del aspecto moral de la misma Altman (2016) llama la
atencioacuten sobre el hecho de que Ciceroacuten retoma aspectos fundamentales de la nocioacuten
platoacutenica de justicia en el De officiis y en su De Republica donde ofrece ―su propia
versioacuten de la alegoriacutea de la caverna el Somnium Scipionis (p 87) Como hemos
visto hasta el momento el De officiis ocupa un lugar preponderante en la apropiacioacuten
del pensamiento del Arpinate llevada a cabo tanto por Agustiacuten como por su maestro
Ambrosio
El primer libro de los Soliloquia termina con una anticipacioacuten de lo que se
trataraacute en el segundo para conocer a Dios y al alma es necesario comprender la
verdad la cual debe entenderse como distinta de lo verdadero pues cuando algo
26 En estas liacuteneas de los Soliloquia se retoma uno de los temas centrales del De ordine pues en esta obra se afirma que el recorrido gradual por las artes liberales gracias al cual el alma se purifica estaacute movido por la belleza y el efecto que eacutesta produce en el alma (ord II1439 II1543)
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verdadero muere no muere con ello la verdad Tenemos entonces que el tema objeto
de ejercicio retoacuterico-filosoacutefico en el Contra Academicos se aborda ahora desde una
perspectiva distinta cuyo objetivo es probar la inmortalidad de la verdad y con ella
la del alma En este punto Agustiacuten seguiraacute algunos pasajes de las Tusculanae en los
cuales Ciceroacuten sostiene que el alma es celeste y divina y por lo tanto eterna
(XXVII66) y que por su constitucioacuten no es divisible concreta o duplicable
(XXIX71)
Se da asiacute en el segundo libro una discusioacuten acerca de las nociones de
verdadlsquo y falsedadlsquo ofreciendo tres definiciones distintas para cada una En primer
lugar se afirma que lo falso ―es lo que no es como aparece (sol II33) de manera
que la falsedad no depende de los sentidos del hombre sino del objeto y de su
relacioacuten de similitud con la verdad Todas las cosas que se relacionan por el hecho de
ser similares pueden organizarse en dos grupos distintos las iguales y las desiguales
Las iguales son aquellas que tienen el mismo valor ontoloacutegico por ejemplo dos
gemelos o las impresiones de un mismo sello mientras que las desiguales son
aquellas en las que una cosa es inferior por ser semejante a otra que es mejor Este es
el caso de la imagen reflejada en un espejo o de las pinturas y ficciones creadas por el
hombre Seguacuten esto en la relacioacuten de similitud una de las partes funciona como
modelo original verdadero mientras que la otra debe entenderse como imitacioacuten que
por no alcanzar las determinaciones del original es falsa iquestCuaacuteles son esas
determinaciones Las imaacutegenes que se ven en los suentildeos asiacute como las reflejadas en
el espejo o las representadas en las pinturas no se pueden tocar ni oiacuter no se mueven
por siacute mismas y no es posible atribuirles vida pues si asiacute fuera se tendriacutea que admitir
que son verdaderas Seguacuten esto la falsedad no podriacutea entenderse basada en la
relacioacuten de similitud sino en la de diferencia pues una cosa que se asemeje al
original y tenga todas sus caracteriacutesticas se identifica con el original mismo De aquiacute
se deriva que lo falso depende tanto de la similitud como de la diferencia lo cual no
nos permite establecer una definicioacuten definitiva Es necesario entonces acudir a otra
distincioacuten seguacuten la cual lo falso es aquello que finge lo que no es o que finge lo que
es pero no llega a ser es decir no alcanza las determinaciones de aquello que es El
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primer tipo de falsedad se identifica con la mentira y el engantildeo mientras que el
segundo no pues hay una aspiracioacuten de ser como aquello que se imita
Y toda pintura estatua y otros geacuteneros de arte iquestno aspiran a ser aquello cuya semejanza remedan [hellip] Porque una cosa es ser falso y otra no poder ser verdadero Y asiacute aquellas obras de los hombres como las comedias y tragedias o las farsas y ficciones de este geacutenero podemos unirlas a las obras de los pintores y demaacutes clases de arte Porque tan imposible es que sea verdadero un hombre pintado aunque propenda a remedar el ser humano como aquellas ficciones escritas en los libros de los coacutemicos (sol II1018)
Es claro que las artes imitativas como la pintura las comedias y las tragedias
no tienen como fin el engantildeo sino el deleite por lo que representan una esfera de lo
falso que no puede considerarse negativa y que de una cierta forma participa
tambieacuten de la verdad La esencia del arte reside en su falsedad pues el artista no
puede alcanzar su fin si evita lo falso Asiacute se sostiene que el arte es verdadero en
cuanto es falso en relacioacuten con otra cosa pues un actor soacutelo es un verdadero actor en
cuanto finge ser otro del mismo modo un verdadero aacuterbol pintado es un aacuterbol falso
En este sentido aunque la imagen no es lo que parece es imposible afirmar que es
algo negativo o completamente falso pues lo que aparece tiene un cierto iacutendice de
verdad Sin embargo la falsedad de las artes no reside en el hecho de inducirnos a
pensar que algo es verdadero como en el ejemplo del remo que parece roto en el
agua o de las torres que parecen estar en movimiento Sabemos que lo representado
por las artes no puede ser verdadero en el sentido de real es decir sabemos que la
pretensioacuten de las artes no es la de inducirnos a pensar que sus representaciones son
verdaderas el aacuterbol pintado no pretende ser percibido como un aacuterbol verdadero pues
un verdadero aacuterbol pintado es un aacuterbol falso Lo mismo sucede con las faacutebulas pues
las historias narradas en eacutestas no tienen ninguna pretensioacuten de verdad son mentiras o
ficciones compuestas con fines educativos y recreativos De este modo no se califica
ni la imagen ni la ficcioacuten escrita como algo negativo sin embargo se afirma que su
verdad es bifronte y contradictoria por lo que debemos remitirnos a una esfera en la
que la verdad se muestre como ella es como una esto es como coincidencia entre el
videtur y el quod est Asiacute la verdad debe buscarse en su unidad es decir sin tener en
80
cuenta el caraacutecter contradictorio del que hemos hablado hasta ahora que es exclusivo
de las artes imitativas27 iquestDoacutende buscar esa verdad En este punto se introduce uno de
los temas maacutes relevantes de la reflexioacuten agustiniana las artes liberales La pregunta
por el caraacutecter de verdad de la gramaacutetica y de la dialeacutectica tiene como trasfondo una
cuestioacuten que hallaraacute concrecioacuten en De doctrina christiana y que se constituye en
elemento recurrente y fundamental del pensamiento de Agustiacuten la cristianizacioacuten de
la paideia claacutesica Ya en Contra Academicos y en De ordine era manifiesto el intereacutes
por el papel que las artes liberales ocupan en el camino hacia la Verdad y la Belleza
con los Soliloquia asistimos al primer intento de conjugar el meacutetodo dialeacutectico con la
ensentildeanza cristiana Asiacute la forma misma del texto nos remite a su contenido el cual
recoge un proyecto fundamental
La forma y el contenido de los Soliloquia estaacute determinada por la idea
ciceroniana (de Orat V17) de la cultura entendida como la conciliacioacuten total entre
intelligendi disciplina y dicendi disciplina entre dialeacutectica y retoacuterica entendidas
aqueacutella como el paso de los signos signa sensibles a las cosas ideales res y eacutesta
como comunicacioacuten persuasiva de la verdad ―Luego la gramaacutetica ha recibido su ser
de disciplina verdadera de la dialeacutectica a la que has vindicado de todo reproche de
falsedad y esto no debe limitarse a la gramaacutetica sino extenderse tambieacuten a las demaacutes
artes liberales (sol II1121) iquestEn queacute radica la verdad de las disciplinas En su
esencia misma pues disciplina viene de discere aprender y aquello que se aprende
es verdadero pues nadie puede decir que sabe cosas falsas o que ignora lo que
aprendioacute y conserva en la memoria Sin embargo seguacuten esto podriacutea pensarse que las
faacutebulas falsas aprendidas y conservadas deben tomarse como verdaderas como es el
caso de la historia de Deacutedalo del cual se dice que salioacute volando por los aires o de
Medea que voloacute en un carro halado por serpientes iquestCreeraacuten acaso los nintildeos que
estas historias son verdaderas iquestDiremos entonces que la gramaacutetica ensentildea cosas
falsas No pues ―de aquiacute resulta lo que antes nos parecioacute admirable conviene a
saber que la faacutebula del vuelo de Deacutedalo no pudo ser verdadera sino a condicioacuten de
27 Aquiacute se hace alusioacuten a la pintura la escultura y la poesiacutea dejando de lado la arquitectura y la muacutesica a las cuales se les da un tratamiento diferente en otras obras
81
ser falso su vuelo (sol II1120) Asiacute pues no podemos afirmar que la gramaacutetica sea
falsa por el hecho de estudiar las diferentes composiciones poeacuteticas pues ya vimos
coacutemo en ellas al igual que en la pintura hay un tipo de verdad que es exclusivo de
las artes imitativas y que no es engantildeosa en cuanto no tiene pretensiones de parecer
real Lo que imitan las proposiciones falsas presentes en los relatos es la forma de la
proposicioacuten verdadera pues como a ellas no se les da alguacuten creacutedito la imitacioacuten
misma no lleva al engantildeo En cambio la verdad de la gramaacutetica como disciplina es
esa verdad uacutenica en la que lo que aparece no se distingue de lo que es Dicha verdad
depende de la forma en la que opera la gramaacutetica y todas las artes liberales la cual
consiste en formular definiciones distinciones y divisiones en geacuteneros y partes
Ademaacutes las disciplinas tambieacuten elaboran discursos acerca de la naturaleza de las
cosas otorgando a cada una lo que le pertenece sin sumarle nada ni restarle nada La
disciplina disciplinarum es la dialeacutectica a la que atantildeen las tareas que acabamos de
indicar motivo por el cual eacutesta se configura como el fundamento de todas las demaacutes
―iquestQuieacuten se maravillaraacute pues de que aquella ciencia por las que son verdaderas las
demaacutes sea por siacute misma y en siacute misma la verdad verdadera (sol II1121)
La importancia que se le otorga al caraacutecter de verdad de las disciplinas tiene
que ver con la buacutesqueda de una prueba contundente sobre la inmortalidad del alma
Luego de afirmar que la verdad es eterna se hace necesario encontrar un objeto que
contenga y al mismo tiempo se identifique con dicha verdad por lo que se propone a
la dialeacutectica como principio y fuente de la misma iquestDoacutende se halla la dialeacutectica
Como todas las disciplinas la dialeacutectica subsiste en el alma y debido a que se
identifica con la verdad y la verdad es inmortal deberaacute afirmarse que el alma tambieacuten
es inmortal pues no es posible que la verdad subsista separada del sujeto en el que se
halla De este modo el alma es inmortal y verdadera en cuanto sede de una verdad
que no perece iquestQueacute sucede con el cuerpo iquestCuaacutel es su relacioacuten con la verdad Este
problema se enuncia en los siguientes teacuterminos ―veamos pues ya la uacuteltima cuestioacuten
a saber si el cuerpo es en verdad verdadero esto es si no estaacute en eacutel la verdad sino
maacutes bien una imagen de la misma (sol II1832) De admitir que en el cuerpo estaacute la
verdad del mismo modo que en el alma se le estariacutea restando la importancia que ya le
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habiacutea sido conferida a la dialeacutectica como disciplina disciplinarum fuente de verdad
Sin embargo las realidades materiales esto es los cuerpos parecen verdaderos por
lo que es necesario indagar cuaacutel es el tipo de verdad que los caracteriza En este
punto se nos ofrece una definicioacuten de cuerpo seguacuten la cual eacuteste es aquello que estaacute
limitado y contenido por una forma y especie iquestDe queacute tipo es dicha forma Si fuera
verdadera el cuerpo ya no seriacutea tal seriacutea maacutes bien alma por lo que la forma del
cuerpo no es verdadera en el mismo sentido en el que lo es la forma de las figuras que
se encuentran en el alma Este es el caso de las figuras geomeacutetricas que por ser objeto
de la disciplina geomeacutetrica son verdaderas y sempiternas
Las figuras concebidas por la ciencia geomeacutetrica estaacuten en la misma verdad y la verdad en ellas mientras que las figuras de los cuerpos aspiran a ser lo que ellas con cierto remedo de la verdad y en este aspecto son falsas (sol II1832)
iquestCoacutemo puede entenderse la falsedad de los cuerpos a la que se hace alusioacuten
aquiacute iquestPodemos decir que se trata de un engantildeo En este punto cabe recordar aquella
distincioacuten seguacuten la cual algunas cosas son engantildeosas en cuanto buscan
deliberadamente engantildear mientras que otras como el arte son falsas debido a su
incapacidad de ser iguales a lo real iquestA cuaacutel de estos dos grupos pertenecen los
cuerpos Para responder este interrogante es necesario tener en cuenta las facultades
con las que el hombre concibe estos dos tipos de figuras
La verdadera esto es la figura geomeacutetrica se concibe gracias a la inteligencia
intelligentia mientras que la figura de los cuerpos a la que tambieacuten se le da el
nombre de fantasiacutea o fantasma se forja con la imaginacioacuten fingit cogitatio La
imaginacioacuten no puede representar con claridad aquello que la razoacuten siacute como las
figuras y relaciones geomeacutetricas por lo que todos sus productos son ontoloacutegicamente
inferiores Sin embargo la razoacuten no soacutelo representa con claridad las figuras
geomeacutetricas o matemaacuteticas pues como ya se establecioacute en el De ordine la razoacuten crea
las artes liberales donde podemos ―contemplar en toda su extensioacuten y plenitud la
hermosa faz de la verdad que en ellas resplandece (sol II 2035) Dicha verdad es
uacutenica e invariable diferente de la verdad aparente de las artes imitativas y de la
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imaginacioacuten las cuales se presentan como ilusiones que ―cambian al variar el espejo
del pensamiento (sol II2035)
Parece ser que la verdad de las artes imitativas y la verdad de los fantasmas
con los que trabaja la imaginacioacuten se encuentran en un mismo nivel pues ambas
pertenecen al tipo de verdades que lo son soacutelo en apariencia y que sin embargo no
buscan engantildear deliberadamente Asiacute del mismo modo que el aacuterbol pintado no busca
maacutes que ser un verdadero aacuterbol falso pues nunca podraacute ser un aacuterbol verdadero los
productos de la imaginacioacuten no buscan pasar por verdaderos pues la imaginacioacuten es
incapaz de representar algunas de las cosas que la razoacuten ensentildea Si tratamos de
imaginar un ciacuterculo inconcebiblemente pequentildeo e intentamos trazar los radios de eacuteste
en el centro nos encontraremos con que la imaginacioacuten se declara incapaz de hacer
tal cosa pues no podriacutea representaacuterselo Sin embargo la razoacuten ensentildea que pueden
trazarse innumerables radios sin que las liacuteneas trazadas se toquen maacutes que en el
centro
Podriacutea pensarse que esta primera concepcioacuten de la imaginacioacuten se encuentra
en consonancia con la idea seguacuten la cual aqueacutella se limita a ofrecer una
representacioacuten incompleta de la realidad una representacioacuten que no alcanza a ser
verdadera pues la verdad uacutenica pertenece exclusivamente al aacutembito de la razoacuten
Debemos decir entonces que la imaginacioacuten constituye un momento inicial en el
camino del conocimiento en el cual lo que parece videtur no corresponde a lo que
es quod est Del mismo modo el arte imitativo no puede permitir el acceso a la
verdad pues los cuerpos que apreciamos como obras de arte a traveacutes de la
imaginacioacuten son fantasmas que no poseen la forma de las figuras que se perciben con
el entendimiento y por lo tanto son verdaderas La Razoacuten presenta esta uacuteltima
distincioacuten con el fin de reafirmar el argumento inicial seguacuten el cual las disciplinas en
cuanto verdaderas existen siempre y es imposible pensarlas sin un sujeto que tambieacuten
exista de manera imperecedera Sin embargo surge la cuestioacuten de queacute pasa en las
almas que no poseen las disciplinas esto es tanto las de los ignorantes como las de
los nintildeos antes de recibir la instruccioacuten Una vez maacutes se recurre a un principio
platoacutenico el de la reminiscencia (Catapano 2008 p 72) que estaacute a la base de la
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elucidacioacuten aquiacute ofrecida en la que se distinguen tres tipos de olvido a saber uno
maacuteximo uno medio y uno miacutenimo Los conocedores de las artes liberales se
encuentran en el estadio miacutenimo de olvido ya que al aprenderlas las almas ―las
extraen y desentrantildean en cierto modo de donde estaban soterradas por el olvido y
no se contentan ni descansan hasta contemplar en toda su extensioacuten y plenitud la
hermosa faz de la verdad que en ellas resplandece (sol II2035) La situacioacuten de las
almas en estado medio y maacuteximo de olvido asiacute como la funcioacuten de la inteligencia y su
relacioacuten con la verdad se prometen como temas de un tercer libro que no se llevoacute a
cabo Aunque en las Retractationum no encontramos las razones de la interrupcioacuten de
la obra siacute podemos asumir que Agustiacuten considera haber tratado de manera amplia y
suficiente los dos temas fundamentales de la misma
quedoacute sin acabar con todo de manera que en el primer libro se indagase y apareciese siempre coacutemo debe ser el que quiera percibir la sabiduriacutea que ciertamente no la perciben los sentidos del cuerpo sino el sentido del alma (razoacuten) y al final se deduce con un razonamiento que las cosas que son verdaderamente son las inmortales En el segundo se trata ampliamente de la inmortalidad del alma y no se termina (IV1)
Sin embargo no debe pensarse que los temas propuestos para el libro tercero
carezcan de importancia por el contrario es tal su agudeza que Agustiacuten fiel al
precepto acadeacutemico de no obrar de manera temeraria28 prefiere tratarlos maacutes adelante
en obras como el De quantitate animae y el De Trinitate en las cuales si bien se
reformularaacuten algunas cuestiones concernientes sobre todo al conocimiento se
mantendraacuten vigentes los principios fundamentales de la propuesta del Hortensius
(Altman 2016 p 66) y del De Republica sobre los cuales se articula la reflexioacuten de
los Soliloquia a saber la inmortalidad del alma y su relacioacuten con el conocimiento y
la praacutectica de la virtud No sorprende entonces que Agustiacuten termine los Soliloquia
en la misma liacutenea del De Republica de Ciceroacuten el cual a su vez es fiel a la estructura
y al propoacutesito de la Repuacuteblica platoacutenica esto es demostrar que lo mejor para el
28 A lo largo de toda la obra Agustiacuten cita de manera recurrente el principio acadeacutemico de no dar asentimiento a aquello sobre lo que no se tiene certeza En su proceso de indagacioacuten se muestra que el conocimiento va maacutes allaacute de una explicacioacuten acerca de los sentidos y que conocer la razoacuten implica un camino difiacutecil en el cual es necesario dialogar con ella misma De este modo se muestra la dimensioacuten hermeneacuteutica de la razoacuten que es sujeto y objeto de conocimiento
85
hombre es la justicia pues eacutesta constituye el mayor bien del alma En el libro III del
De Republica Ciceroacuten lleva a cabo una feacuterrea defensa de la justicia en contra de la
posicioacuten de Carneacuteades el cual en cuanto representante de un discurso inmoral y
monstruoso no debiacutea ser escuchado por la juventud romana La posicioacuten de
Carneacuteades se reconstruye a partir de los escritos de Clitoacutemaco y de los recuerdos de
los presentes en las conferencias del filoacutesofo griego llevadas a cabo durante la
embajada de los atenienses a Roma en el antildeo 155 a C Su punto de partida consistiacutea
en la constatacioacuten de la relatividad en lo concerniente a las costumbres entre los
pueblos de donde deduciacutea que no existe un concepto natural de justicia
Pero son tan aberrantes las tradiciones humanas que los cretenses y los etolios tienen el robar como cosa honesta los espartanos soliacutean decir que eran suyos todos los campos que podiacutean alcanzar con su dardo los atenienses soliacutean jurar incluso puacuteblicamente que les perteneciacutea toda la tierra que produjera aceite y cosechas los galos tienen como verguumlenza el cultivar los campos y por eso cosechan con las armas en las manos los campos ajenos y nosotros que nos tenemos por los maacutes justos no permitimos que los pueblos transalpinos planten olivos y cepas (Rep III16)
Ademaacutes seguacuten Carneacuteades no es posible hablar de la existencia de un derecho
natural pues eacuteste nace de las relaciones de poder entre los hombres y cambia seguacuten
estas mismas relaciones con la intencioacuten de favorecer al maacutes fuerte La posicioacuten
defendida por Ciceroacuten a lo largo de todo el diaacutelogo (Rep II3357 II4470) se halla
en clara contraposicioacuten a la expuesta por el neo acadeacutemico Para el Arpinate la
justicia es la base de la sociedad y se encuentra impliacutecita en la nocioacuten misma de
repuacuteblica pues aquella en cuanto la maacutes espleacutendida de todas las virtudes garantiza la
existencia de la concordia sin la cual no se puede pensar una comunidad poliacutetica Asiacute
pues cada uno de los individuos que participa de manera activa en la vida de la
ciudad debe hacerlo seguacuten la justicia y ―no causar dantildeo a nadie si no ha sido
provocado por una ofensa y usar los bienes comunes como comunes y los privados
como propios (off I20) Pero iquestcoacutemo garantizar que cada individuo rija su vida
seguacuten la mejor de todas las virtudes Puede encontrarse una respuesta a este
interrogante en la uacuteltima parte del diaacutelogo el cual ha sido muchas veces entendido
como un apeacutendice literario y no se ha visto su iacutentima conexioacuten con la cuestioacuten central
86
de la obra Se trata del Suentildeo de Escipioacuten con el cual Ciceroacuten se apropia de la
tradicioacuten filosoacutefica griega de los suentildeos profeacuteticos y escatoloacutegicos (Zaranka 1963 p
172) con el fin de cerrar su diaacutelogo ofreciendo una justificacioacuten teoacuterica y un
fundamento eacutetico a la accioacuten poliacutetica En la estructura del epiacutelogo pueden distinguirse
dos partes La primera es una narracioacuten profeacutetica acerca del futuro poliacutetico de
Escipioacuten (9-13) la segunda es escatoloacutegica y exhortativa (13-29) Eacutesta se centra en
los premios que reciben los buenos gobernantes en el cielo en ―un lugar cierto y
determinado donde gozan de una edad feliz y eterna (Rep III16) Sin embargo
para alcanzar dicha felicidad sin fin es necesario seguir el consejo que el Africano le
da a su hijo Escipioacuten
[hellip] practica la justicia y la piedad la cual asiacute como es de importante en las relaciones con los padres y allegados es de maacuteximo valor en la patria Esta vida es el camino al cielo y la asamblea de aquellos que vivieron ya y libres de las ataduras del cuerpo habitan en aquel lugar que ves (Rep IV17)
Tal como va a ocurrir en la seccioacuten conclusiva de los Soliloquiacedil Ciceroacuten
ofrece en el Somnium un argumento a favor de la inmortalidad del alma basado en el
principio seguacuten el cual aquello que se mueve por siacute mismo es eterno y dado que el
alma tiene dicha propiedad se concluye que es eterna y por este motivo debe
ocuparse de las mejores cosas como el propio cuidado y el de la patria por el
contrario el alma que se entrega a los placeres del cuerpo y se hace sierva de sus
deseos no puede emprender el camino de retorno hacia la morada que le corresponde
por naturaleza
Si bien el argumento utilizado por Agustiacuten no es el mismo que el de Ciceroacuten
pues en los Soliloquia se afirma que la inmortalidad del alma depende de la eternidad
del objeto que conoce llama la atencioacuten que no se lleve a teacutermino el plan inicial de la
obra y que la uacuteltima intervencioacuten de la razoacuten sea tan cercana a la conclusioacuten del De
Republica
A- iquestCuaacutel seriacutea la vida eterna o queacute muerte no habriacutea de preferirse a ella si alliacute se vive como el alma por ejemplo de un recieacuten nacido para no hablar de la vida uterina pues tambieacuten hay vida alliacute
87
R- Aniacutemate Dios nos asistiraacute como ya lo experimentamos a quienes buscamos y promete despueacutes de la muerte corporal un reposo beatiacutesimo y la posesioacuten completa de la verdad sin engantildeo (sol II2034)
El caraacutecter exhortativo de los Soliloquia queda asiacute confirmado por su
conclusioacuten la aplicacioacuten al conocimiento de Dios y el alma debe entenderse como la
praacutectica de la justicia propuesta por Ciceroacuten tanto en el Hortensius y el De Repuacuteblica
como por Platoacuten en la Repuacuteblica La relacioacuten entre el cuidado de la propia alma y la
existencia de una comunidad justa se presenta en los tres pensadores a partir de la
idea comuacuten de que la justicia es lo mejor para el ser humano razoacuten por la cual en
Agustiacuten la buacutesqueda de la verdad de la felicidad y del orden requieren de una
comprensioacuten completa del alma tarea inagotable a la que se da inicio en el diaacutelogo
con la razoacuten
88
2 EL PROYECTO DE UNA PAIDEIA CRISTIANA
Introduccioacuten
El De doctrina christiana primera obra compuesta por Agustiacuten en calidad de obispo
de Hipona empezoacute a gestarse en el antildeo 396 aunque no se completariacutea sino despueacutes
de treinta antildeos durante la redaccioacuten de las Retractationes La particularidad de su
composicioacuten debe entenderse como una oportunidad uacutenica para comprender el
desarrollo intelectual de Agustiacuten pues se trata de una obra que nos permite asistir al
proceso de culminacioacuten de un pensamiento que se elabora durante tres decenios y a
un ejercicio hermeneacuteutico en el que el autor se interpreta a siacute mismo y a su obra
Cuando se da inicio a la composicioacuten del De doctrina christiana Agustiacuten
lleva cinco antildeos dedicado a sus ocupaciones como presbiacutetero en la ciudad de Hipona
a la que se habiacutea trasladado con la intencioacuten de dedicarse al estudio y la oracioacuten
alejado de los avatares de la vida sacerdotal Sin embargo a su llegada a dicha
ciudad en el antildeo 391 se encontroacute con que Valerio el obispo local era un hombre
griego de avanzada edad que no dominaba con fluidez la lengua latina El obispo de
Hipona vio en Agustiacuten a un perfecto sucesor y un gran colaborador pues era
consciente de la necesidad que teniacutea su comunidad de un presbiacutetero que fuera capaz
de ensentildear deleitar y persuadir De este modo Valerio tras la ordenacioacuten de Agustiacuten
decidioacute levantar la prohibicioacuten seguacuten la cual soacutelo los obispos podiacutean predicar para
que el otrora reacutetor se valiera de sus habilidades para servir a la feligresiacutea No obstante
Agustiacuten auacuten no se sentiacutea preparado para predicar y consideraba necesario dedicarse al
estudio de las Escrituras para poder instruir tanto al clero de la Iglesia del norte de
90
Aacutefrica como a sus fieles y para combatir de manera eficaz las herejiacuteas A propoacutesito
del encargo del obispo Agustiacuten afirma
Y si Dios no lo hizo para condenarme sino para compadecerme -confiacuteo en eso con certeza por lo menos ahora que conozco mi debilidad- debo examinar todas las medicinas contenidas en sus Escrituras y dedicarme a la oracioacuten y a la lectura para que mi alma logre una salud idoacutenea para tan peligrosas ocupaciones Antes no lo hice porque no tuve tiempo precisamente fui ordenado cuando planeaba un tiempo de retiro para estudiar las divinas Escrituras y queriacutea arreglarme para lograr tiempo libre para esa ocupacioacuten Auacuten no conociacutea bastante mis deficiencias para ese empentildeo que ahora me atormenta y aterra Los hechos me han dado experiencia de lo que necesita un hombre para administrar al pueblo el sacramento y la palabra de Dios Pero ahora no puedo adquirir lo que comprendo que me hace falta (ep XXI)
Llama la atencioacuten que un maestro experimentado sintiera la necesidad de
prepararse con particular empentildeo en el estudio de las Escrituras empero sabemos
que su relacioacuten con las mismas habiacutea presentado dificultades tanto por el estilo
como por la complejidad de su contenido Acerca del primer encuentro el cual se da
a muy temprana edad luego de la lectura del Hortensius ya Agustiacuten habiacutea afirmado
―al fijar la atencioacuten en ellas no penseacute entonces lo que ahora digo sino simplemente
me parecieron indignas de parangonarse con la majestad de los escritos de Tulio Mi
hinchazoacuten recusaba su estilo y mi mente no penetraba su interior (conf III59) El
segundo intento no fue maacutes afortunado pues aunque se dio muchos antildeos despueacutes y
en circunstancias distintas la reaccioacuten a propoacutesito de la lectura de Isaiacuteas aconsejada
por Ambrosio fue de desconcierto ―no habiendo entendido lo primero que leiacute y
juzgando que todo lo demaacutes seriacutea lo mismo lo dejeacute para volver a eacutel cuando estuviese
maacutes ejercitado en el lenguaje divino (conf IX139) Podriacutea pensarse que esta
dificultad se presentoacute en aquel entonces debido a la poca familiaridad que el joven
profesor de retoacuterica teniacutea con la Escritura Sin embargo en el momento en que fue
designado para predicar a pesar de llevar varios antildeos dedicado al estudio Agustiacuten
sentiacutea la necesidad de profundizar y sistematizar los conocimientos adquiridos razoacuten
por la cual emprendioacute un proyecto que hallariacutea concrecioacuten en dos de sus maacutes grandes
91
obras a saber las Enarrationes in Psalmos29 y el De doctrina christiana El intereacutes
por acceder a una comprensioacuten e interpretacioacuten profunda de la Escritura para su
posterior exposicioacuten se evidencia con claridad en la carta del 392 dirigida a
Jeroacutenimo en la que se lee
Te pido y te lo pide conmigo la entera comunidad estudiosa de las Iglesias africanas que te animes a emplear tu esmero y trabajo en traducir a aquellos autores griegos que se distinguieron en la exposicioacuten de nuestras Escrituras Puedes hacer que los conozcamos tambieacuten nosotros y especialmente a ese [Oriacutegenes] a quien tanto citas (ep XXVIII)
La carta a Jeroacutenimo nos presenta un panorama en el que la escuela africana en
formacioacuten busca instrumentos para abordar el estudio de las Escrituras las cuales son
el contenido y el punto de partida en la constitucioacuten de una paideia cristiana La
primera obra escrita por Agustiacuten luego de su ordenacioacuten como obispo recoge los
resultados de estos antildeos de estudio y ofrece una herramienta pedagoacutegica educativa y
cultural basada en la utilizacioacuten de las artes liberales para la interpretacioacuten y
explicacioacuten de la Escritura Asiacute pues el De doctrina christiana se presenta por una
parte como concrecioacuten del proyecto educativo esbozado en los diaacutelogos de Casiciaco
y por otra como respuesta a una exigencia particular de la Iglesia africana de finales
del siglo IV que requeriacutea de un aparato de interpretacioacuten y divulgacioacuten de las
verdades de la fe aparato en el que los modelos retoacutericos ciceronianos cumplen un
papel fundamental30
Para entender mejor esta cuestioacuten vale la pena detenerse en la eleccioacuten del
teacutermino doctrina pues su estudio permite establecer una primera aproximacioacuten a la
tarea de apropiacioacuten de la tradicioacuten que se lleva a cabo en esta obra Press (1984)
anota que doctrina en su uso latino de la tradicioacuten cercana a Agustiacuten debe
29 Las Enarrationes in Psalmos son el resultado del ejercicio de Agustiacuten en cuanto predicador y recogen los comentarios a los salmos realizados en un periodo de treinta antildeos (392-421) Por esta razoacuten se constituyen en una obra fundamental para acceder al proceso de comprensioacuten de la Escritura y de los temas que ocuparon las reflexiones de Agustiacuten durante este espacio de tiempo 30 En el debate acerca del destinatario de la obra vale la pena mencionar la propuesta de Hill (1962) seguacuten el cual a partir de una declaracioacuten expliacutecita de Agustiacuten en el De catechizandis rudibus podriacutea pensarse que la obra fue compuesta por un encargo expliacutecito de Aurelio que como puede verse en la correspondencia teniacutea un claro intereacutes en la instruccioacuten de los miembros de la Iglesia (p 444)
92
entenderse como una ―instruccioacuten en cuanto ideal cultural esto es un ideal
intelectual romano relacionado con el ideal griego de paideia (p 100) Dentro de
este contexto se ha de notar que en Ciceroacuten doctrina se emplea en el aacutembito teacutecnico
del sistema educativo romano referida a la formacioacuten recibida por los joacutevenes asiacute se
afirma en el Brutus ―iexclOh Bruto Cuando te veo me pregunto con temor queacute carrera
has de seguir con tu gran ingenio tu refinada cultura [doctrina] y tu extraordinaria
laboriosidad (VI22) En el De oratore (I623 II9 38 III1659) doctrina se
emplea para designar una etapa en el proceso educativo en particular aquella que se
recibe en la juventud a traveacutes del estudio de algunos libros y los preceptos praecepta
en ellos consignados Teniendo en cuenta que en el proacutelogo de su obra Agustiacuten
tambieacuten usa praecepta para referirse a lo que se dispone a entregar en la misma ndash
praecepta quaedam tractandarum Scripturarumndash podemos afirmar con Kevane
(1966) que el intereacutes del obispo es el de ofrecer en cuanto maestro una guiacutea
pedagoacutegica para una sociedad cristiana en formacioacuten entendida con Ciceroacuten como
―un proceso educativo que desarrolla y humaniza la naturaleza (p 127) A propoacutesito
de lo anterior se afirma que ―praecepta es un teacutermino teacutecnico que se refiere a las
teacutecnicas y los procedimientos que constituyen una disciplina acadeacutemica o un sistema
educativo (Kevane 1966 p 102) En este sentido la propuesta de Marrou31 seguacuten
la cual el De doctrina christiana es un compendio cultural adquiere un alcance maacutes
profundo pues por la intencioacuten caraacutecter contenido y composicioacuten que caracterizan
dicha obra debe afirmarse que su aporte no se limita a ofrecer unas determinadas
herramientas para uso exclusivo del cristianismo sino que con ella nos encontramos
frente a un proceso hermeneacuteutico que se enriquece justamente por tratarse de una
interpretacioacuten que se lleva a cabo durante tres decenios en los que confluyen diversos
elementos Se trata pues de un diaacutelogo entre Agustiacuten y la tradicioacuten Agustiacuten y las
Escrituras Agustiacuten y la Iglesia y esa misma naturaleza dialogal determina su
composicioacuten la cual no podiacutea darse sino como resultado de un camino que se
31 Marrou (1987) considera que el De doctrina christiana debe entenderse como una obra que se define por su valor cultural en cuanto fundadora de una postura intelectual exclusivamente cristiana que rompe de manera violenta y radical con el mundo cultural y las tradiciones de su tiempo (pp 285 ss)
93
enriquece con el tiempo Por esta razoacuten la obra debe entenderse en teacuterminos de
continuidad y no de ruptura tanto en lo que concierne a ella misma y los dos
momentos en los que se da su composicioacuten como en lo relativo a su relacioacuten con
obras tempranas y posteriores de Agustiacuten
Un amplio sector de la criacutetica habla en teacuterminos de interrupcioacuten en la
composicioacuten de la obra pues quiere enfatizar en lo que se considera una fractura
insalvable entre las dos partes de la obra queriendo asiacute sostener la renombrada tesis
acerca de las diferentes etapas del pensamiento agustiniano entendidas como
―conversiones (Boissier 1888 von Harnack 1888 Alfaric 1918) Acerca de las
causas concretas de la decisioacuten de Agustiacuten de posponer la conclusioacuten del De doctrina
christiana algunos autores (Simonetti 1994) consideran que ella se debioacute a la
vacilacioacuten en el uso de las reglas del donatista Ticonio el cual en su Liber regularum
propone siete reglas de interpretacioacuten de la Escritura Seguacuten Simonetti (1994) para
Agustiacuten era esencial incluir los aportes de Ticonio en su obra ya que ambos autores
compartiacutean el mismo intereacutes exegeacutetico y queriacutean ofrecer una metodologiacutea que
permitiera elaborar una correcta interpretacioacuten de la Escritura Sin embargo debido a
la poleacutemica que podriacutea generarse por la fuerte controversia con los donatistas habriacutea
preferido no hacerlo por cuanto esperoacute treinta antildeos y al momento de retomar la
composicioacuten lo hizo con la inclusioacuten de las reglas Para apoyar esta propuesta puede
recurrirse a la Epistola 41 del 396 en la que Agustiacuten le pide a Aurelio obispo de
Cartago y primado de Aacutefrica su opinioacuten acerca del libro del donatista
Desconocemos si hubo una respuesta pero la carta es un importante testimonio de la
impresioacuten que el Liber regularum habiacutea causado en el recieacuten ordenado obispo de
Hipona
Te rogamos por quien te dio tales dones y por ti con esa bendicioacuten los derrama sobre el pueblo a cuyo servicio vives que ordenes enviarnos escritos y corregidos todos los sermones de los presbiacuteteros que gustares No hemos olvidado lo que mandaste Todaviacutea espero conocer tu opinioacuten acerca de las siete reglas o claves de Ticonio como te lo he escrito repetidamente (ep XLI)
Podemos afirmar en consonancia con la tesis de Simonetti que la insistencia
ndashsicut saepe iam scripsindash de Agustiacuten en querer conocer la opinioacuten de Aurelio acerca
94
de la obra del donatista es una clara toma de posicioacuten en relacioacuten con la utilidad que
eacutesta representa para el problema de comprensioacuten de la Escritura Sin embargo y
tomando distancia de la propuesta de Simonetti (1994) parece apresurado asumir que
Agustiacuten hubiera interrumpido la obra al no recibir la autorizacioacuten de su superior y por
considerar poco oportuno servirse de Ticonio en plena controversia antidonatista Si
esto hubiera sido asiacute Agustiacuten no habriacutea recurrido de modo expliacutecito y claro a las
reglas mencionadas como efectivamente lo hace tan soacutelo tres antildeos despueacutes en el De
consensu Evangelistarum ni habriacutea asumido la defensa de Ticonio en el Contra
epistolam Parmeniani
En contra de Simonetti Lettieri (2001) sostiene que la causa de la
interrupcioacuten radica en el descubrimiento teoloacutegico de la doctrina de la gracia
recogida en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum compuesto en el 397 De
este modo se propone una ruptura insalvable entre la primera parte de la obra
determinada por la defensa del libero arbitrio y una ontoteologiacutea del orden de corte
neoplatoacutenico y la segunda compuesta treinta antildeos despueacutes a manera de retractatio y
de compendio de una teologiacutea de la gracia desarrollada durante ese periodo Asiacute se
sostiene que ―la teologiacutea platonizante del primer bloque de la obra congruente con
todos los escritos anteriores al episcopado se muestra arcaica y superficial respecto a
la nueva y revolucionaria doctrina de la gracia (Lettieri 2001 p 7) En consonancia
con von Harnack (1888) Lettieri considera que la doctrina de la gracia no estaacute
presente en las primeras obras agustinianas y que debe distinguirse entre un Agustiacuten
humanista y platoacutenico y otro Agustiacuten traacutegico y antihumanista este uacuteltimo defensor de
una doctrina de la gracia y de la caiacuteda expuesta en la obra dirigida a Simpliciano y
sobre la cual se basaraacute todo su pensamiento teoloacutegico maduro Sin embargo en esta
obra si bien se tratan los temas del libre albedriacuteo la justificacioacuten y la gracia hay un
claro intereacutes hermeneacuteutico como puede constatarse en el proacutelogo
Has hecho llegar hasta miacute iexcloh padre miacuteo Simpliciano el enviacuteo agradabiliacutesimo y delicadiacutesimo de tu cuestionario y si no procurara satisfacerte no soacutelo seriacutea desobediente sino tambieacuten ingrato Ya he discutido y publicado algo sobre las dificultades que me has propuesto de algunos pasajes del apoacutestol San Pablo Mas poco satisfecho de mi primera investigacioacuten y comentario y a fin de evitar descuidos
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y omisiones he vuelto a someter a un examen maacutes diligente y serio las mismas palabras y razonamientos del Apoacutestol Si su interpretacioacuten fuera obvia y faacutecil no las creeriacuteas tuacute dignas de nueva discusioacuten (Simpl I)
Noacutetese que la terminologiacutea hermeneacuteutica empleada para exponer el propoacutesito
de la obra es muy cercana a la utilizada en el proacutelogo al De doctrina christiana y
teniendo en cuenta que en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum se busca
dilucidar e interpretar los pasajes difiacuteciles de las cartas del Apoacutestol podemos sostener
que la intencioacuten de ambas obras es la misma y que en la segunda se da una aplicacioacuten
especiacutefica de la hermeneacuteutica desarrollada en el 39632 De esta uacuteltima se retoma en
especial la distincioacuten entre los signos metafoacutericos y propios asiacute como la utilizacioacuten
de la interpretacioacuten alegoacuterica en los casos en los que sea necesaria para la
comprensioacuten de un pasaje oscuro Lo anterior mostrariacutea una de las debilidades de la
posicioacuten asumida por Lettieri seguacuten el cual a la luz de la doctrina de la gracia la
primera parte del De doctrina christiana deberiacutea considerarse primitiva y arcaica
pues en ella se trata acerca de ―la cultura o doctrina cristiana reducida a mero y
ambiguo fenoacutemeno a signo necesario pero insuficiente frente a una caritas
trascendente y enigmaacutetica (Lettieri 2001 p 9)
Frente a los modelos interpretativos expuestos resulta iluminadora la obra de
Carol Harrison Rethinking Augustinersquos Early Theology (2006) Para Harrison no es
posible hablar de una ruptura entre filosofiacutea y teologiacutea en los teacuterminos usados por
Flasch o Lettieri de la misma manera que no es posible identificar un primer Agustiacuten
filoacutesofo neoplatoacutenico que se distinguiriacutea de un segundo Agustiacuten teoacutelogo de la gracia y
de la caiacuteda Siguiendo a Madec (1996) Harrison (2006) sostiene que en el 32 Seguacuten las Retractationes (II11) el De diversis quaestionibus ad Simplicianum es anterior al De doctrina christiana sin embargo esto no significa que su composicioacuten sea anterior sino que debido a que el segundo se encontroacute incompleto se archivoacute despueacutes del primero el cual fue iniciado y terminado en el 397 A propoacutesito de esto Catapano (2010) afirma que ―maacutes o menos durante el mismo periodo en el que Agustiacuten respondiacutea a Simpliciano estaba dedicado a la redaccioacuten de una obra cuya intencioacuten seriacutea la de afrontar los problemas interpretativos de las Escrituras desde un punto de vista teoacuterico y metodoloacutegico (p 97) Llama la atencioacuten que los estudiosos no hayan profundizado en la relacioacuten temaacutetica entre el De doctrina christiana y el De diversis quaestionibus ad Simplicianum pues mientras aqueacutel ha sido objeto de varias investigaciones que se centran en su valor pedagoacutegico o exegeacutetico este uacuteltimo ha sido tenido en cuenta sobre todo en lo concerniente a su aporte doctrinal dejando de lado su valor hermeneacuteutico (Stark 1989 Flasch 1995 Lettieri 2001)
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pensamiento de Agustiacuten es imposible deslindar filosofiacutea y teologiacutea por cuanto es
necesario establecer un nuevo modelo interpretativo que a partir de los diaacutelogos
identifique un criterio unificador de su pensamiento Se afirma entonces que la
doctrina de la gracia estaacute ya presente en los primeros escritos del 386 y que si se
debe hablar de crisis o de punto de quiebre en el pensamiento de Agustiacuten eacuteste se da
justamente en el antildeo de la conversioacuten y no en el de la composicioacuten del Ad
Simplicianum y las Confessiones
Seguacuten esto el pensamiento de Agustiacuten debe asumirse como una unidad lo
cual no excluye la idea de un desarrollo pero siacute la de una ruptura radical en los
teacuterminos en que hasta el momento se ha sostenido Los diaacutelogos en este sentido son
el fruto de las reflexiones de un pensador cristiano que utiliza el diaacutelogo filosoacutefico
como vehiacuteculo que le permite llevar a cabo un proyecto enmarcado en una buacutesqueda
de la verdad donde el mismo Agustiacuten se encuentra involucrado como interlocutor En
dicha buacutesqueda como quedoacute establecido en el capiacutetulo anterior las fuentes
filosoacuteficas funcionan como herramienta y aportan ciertos elementos a los que el autor
recurre sin perder por ello su caraacutecter distintivo de pensador cristiano como lo haraacute
en el De doctrina christiana que en cuanto proyecto de una paideia cristiana recoge
continuacutea y profundiza muchos de los avances llevados a cabo en los diaacutelogos
En este orden de ideas en el presente capiacutetulo en primer lugar se expondraacuten
los contenidos de los tres primeros libros del De doctrina christiana mostrando la
relacioacuten de esta obra con los diaacutelogos y con los elementos retoacutericos ciceronianos en
ella presentes En segundo lugar se buscaraacute probar la tesis seguacuten la cual las razones
de la particularidad de la composicioacuten del De doctrina christiana no son ni
doctrinales ni teoloacutegicas sino hermeneacuteuticas y por lo tanto tienen que ver con la
comprensioacuten de las Escrituras pero tambieacuten con la comprensioacuten del autor mismo en
cuanto autor y de su relacioacuten con las fuentes filosoacuteficas literarias y retoacutericas que
determinan su pensamiento a lo largo de toda su produccioacuten En este sentido veremos
coacutemo Ciceroacuten ocupa un lugar fundamental en la composicioacuten de toda la obra
incluyendo su interrupcioacuten y posterior culminacioacuten
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21 El proacutelogo al De doctrina christiana
El proacutelogo al De doctrina christiana se configura como un testimonio
fundamental para entender el caraacutecter e intencioacuten de la obra en su conjunto (Kevane
1996 p 112) asiacute como para situarla en el pensamiento de Agustiacuten Acerca de su
datacioacuten se ha presentado un importante debate entre los estudiosos pues mientras un
grupo considera que fue escrito en el antildeo 396 (Mayer 1974 Pincherle 1974
Kevane 1996) otros afirman que se redactoacute en el 426 junto con la parte final del
libro tercero y el libro cuarto seguacuten la comuacuten usanza de escribir el proacutelogo al final y
con la clara intencioacuten de responder a un grupo preciso de adversarios33 (Duchrow
1965 Opelt 1966) A propoacutesito de lo anterior Alici (1995) afirma que existen
argumentos vaacutelidos para sostener cualquiera de las dos posiciones aunque se inclina
maacutes por la segunda dadas las siguientes razones (1) en el proacutelogo se reconoce la
misma estructura que divide a lo largo de la obra la realidad en signa y res (Mayer
1974 p 101) (2) el proacutelogo ofrece un programa que seraacute efectivamente desarrollado
en la obra (Kevane 1996 p 112) (3) en las Retractationes se explica con claridad
cuaacutel es el punto del libro tercero en el cual se retoma la escritura en el 426 y la
adicioacuten del libro cuarto sin hacer ninguacuten tipo de alusioacuten al proacutelogo (Pincherle 1974)
Ademaacutes de los puntos expuestos por Alici es oportuno sentildealar la cercaniacutea temaacutetica
existente entre el proacutelogo y los diaacutelogos tempranos entre los cuales se destaca el De
magistro cuya propuesta educativa y semaacutentica se constituye en trasfondo de todo el
De doctrina christiana
Otra razoacuten para sostener la contemporaneidad del proacutelogo con el libro primero
es que no existen manuscritos en los que no esteacute presente el proacutelogo en cambio el
manuscrito maacutes antiguo el Codex Leningradensis34 prueba que la edicioacuten incompleta
del 396 conteniacutea el proacutelogo (Green 1962)
33 El argumento maacutes fuerte de Duchrow (1963) consiste en afirmar que en el proacutelogo se hace una alusioacuten a los monjes secuaces de Casiano en la misma liacutenea argumentativa usada en el De correptione et gratia (p 69) Esta interpretacioacuten no deja de ser cuestionable como lo anota Toom (2002) 34 Green (1962) anota que el Codex Leningradensis es el manuscrito agustiniano maacutes antiguo afirmando que es probable que haya sido escrito en Hipona alrededor del 396 ―Eacuteste contiene cuatro textos enumerados por Agustiacuten como aquellos compuestos durante el episcopado de los cuales el
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Si bien es difiacutecil adoptar una postura concluyente respecto de la cuestioacuten de la
cronologiacutea del proacutelogo puede afirmarse con Toom (2002) que es posible negar la
importancia del mismo en lo que concierne a la comprensioacuten de la obra pues ―nos
ofrece importantes claves para entender no soacutelo el tratado sino la relacioacuten conceptual
del mismo con otros escritos tempranos como el Contra Academicos y el De
magistro (p 75) asiacute como la actitud de Agustiacuten a propoacutesito de la tradicioacuten y en
particular en su relacioacuten con Ciceroacuten
En efecto en la primera oracioacuten como ya se afirmoacute se recurre a la
terminologiacutea ciceroniana ndashsunt praecepta quaedam tractandarum Scripturarumndash
pero vemos ademaacutes coacutemo la obra se inscribe en la tradicioacuten retoacuterica por medio del
uso de la insinuatio la cual seguacuten Ciceroacuten en el De inventione tiene la finalidad de
modificar el aacutenimo del oyente cuando eacuteste es hostil ante un tema que se presenta
como novedoso y admirable (Inv I1723) Por esta razoacuten siguiendo al maestro
romano Agustiacuten afirma que es menester responder a aquellos que pudieran oponerse
a su obra iquestCuaacuteles seriacutean las causas de dicha oposicioacuten En consonancia con lo
afirmado por Ciceroacuten (Inv I1723) Agustiacuten sostiene que existen tres tipos de
opositores En primer lugar estaacuten aquellos que rechazariacutean este trabajo por no
entender lo que en eacutel se expone en segundo lugar los que aprendiendo las reglas no
seriacutean capaces de aplicarlas y por uacuteltimo quienes se consideran a siacute mismos
expertos en la exposicioacuten de las Escrituras y sostienen que no hay necesidad de reglas
humanas pues cualquier dificultad de interpretacioacuten se superariacutea gracias a la
intervencioacuten divina
Luego de enunciar las posiciones de los posibles detractores de su obra
Agustiacuten procede a dar respuesta a cada una de las objeciones expuestas en el ejercicio
de la insinuatio Con respecto a la primera se afirma que aquellos que no entienden el
libro no deben culpar a su autor sino que deben buscar la causa de su falencia en
ellos mismos En cuanto a la segunda objecioacuten esto es la que es sostenida por los
que conocen las reglas pero no logran aplicarlas Agustiacuten afirma
cuarto es la primera parte del De doctrina christiana que contiene los libros I y II (Green 1962 p 226)
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Sin duda pueden ver mi dedo mas los astros que con eacutel se les procura sentildealar no pueden verlos Por lo tanto unos y otros dejen de reprocharme y pidan a Dios que les deacute luz a los ojos Pues si yo puedo mover mi miembro para sentildealarles algo no puedo iluminarles los ojos con los que contemplen o mi propia demostracioacuten o lo que pretendo demostrarles (3)35
La respuesta a este grupo de opositores nos remite al tema de la cura de la
visioacuten ya abordado de manera exhaustiva en el De ordine donde se afirma que
cuando el alma se arreglare y embelleciera (sic) a siacute misma hacieacutendose armoacutenica y bella osaraacute contemplar a Dios fuente de todo lo verdadero y padre de la misma verdad iexclOh gran Dios coacutemo seraacuten entonces aquellos ojos iexclCuaacuten puros y sanos cuaacuten vigorosos y firmes cuaacuten serenos y dichosos (II1951)
El embellecimiento del alma al que se hace alusioacuten en los diaacutelogos de
Casiciaco tiene que ver con el estudio de las artes liberales el cual se inscribe en un
ideal de vida filosoacutefico que compromete todas las esferas de la vida humana en una
tensioacuten constante hacia la sabiduriacutea Esto nos permite entender mejor la respuesta de
Agustiacuten al tercer grupo de opositores36 pues se afirma que si bien es necesaria la
iluminacioacuten divina tal como se habiacutea sostenido en el De magistro no puede
prescindirse de las letras las cuales se aprenden a traveacutes de los hombres que las
ensentildean
Asiacute pues Agustiacuten considera que es necesario aceptar con humildad la ayuda
de aquellos que se encuentren en capacidad de compartir y transmitir sus
conocimientos pues el hombre gracias a los signos que eacutel mismo ha instituido
cumple un papel fundamental en la administracioacuten de la palabra de Dios Por esta
razoacuten pide a sus oponentes que recuerden recordor que ellos tienen la capacidad y 35 Pollmann (1996) afirma que en esta imagen se sintetiza la funcioacuten del De doctrina christiana en su totalidad pues la obra puede entenderse como el ―dedo que sentildeala y la Sagrada Escritura como los ―astros sentildealados (p 109) Esta imagen habiacutea ya sido usada en el De magistro a propoacutesito de la ensentildeanza ―si buscase la significacioacuten de estas tres siacutelabas paries [pared] seguramente me podriacuteas mostrar con el dedo la cosa cuyo signo son estas tres siacutelabas de tal manera que yo la viese y esto sin proferir tuacute palabra alguna sino mostraacutendola (III5) 36 No hay una postura uniforme relativa a la identificacioacuten de este tercer grupo de oponentes Seguacuten Toom (2002) aunque algunos estudiosos afirman que podriacutea tratarse de Ticonio lo maacutes probable es que Agustiacuten tuviera en mente la actitud de los sectores de la Iglesia que estaban en contra de la utilizacioacuten de las herramientas de la cultura claacutesica (p 77) Llama la atencioacuten la posicioacuten de Prestel (1992) seguacuten el cual este grupo profesa un fundamentalismo carismaacutetico al que Agustiacuten considera muy perjudicial en el contexto de la presentacioacuten de una paideia cristiana (p 38)
100
la habilidad de comunicar a traveacutes de la palabra escrita y hablada gracias a la
ensentildeanza de un maestro mostrando asiacute como lo habiacutea hecho en el Contra
Academicos la contradiccioacuten presente en la posicioacuten de los adversarios Se recurre
tambieacuten a un grupo de exempla tomados de las Escrituras entre los que se halla el
caso de Pablo que fue enviado a un hombre para recibir los sacramentos y unirse a la
Iglesia a pesar de haber sido instruido instructum por la voz divina y celeste
Tambieacuten se recurre al ejemplo de Moiseacutes que
recibioacute sin soberbia y prudentiacutesimamente de su suegro siendo un hombre y ademaacutes extranjero el consejo de regir y gobernar a pueblo tan grande Conociacutea aquel varoacuten que de cualquiera persona que procediese el sabio consejo no era propio de ella sino de aquel que es la Verdad es decir el Dios inmutable (7)
Las razones para demostrar la utilidad epistemoloacutegica y hermeneacuteutica de las
disciplinas tienen del mismo modo que en los diaacutelogos un trasfondo teoloacutegico
relacionado con la condicioacuten del hombre y la necesidad de la mediacioacuten en la
comunicacioacuten de eacuteste con Dios Seguacuten esto ―de manera impliacutecita el tercer grupo de
detractores estariacutea negando la necesidad de la encarnacioacuten al negar la necesidad de la
mediacioacuten (Toom 2002 p 79) Al negar la necesidad de la mediacioacuten se estariacutea
negando la dimensioacuten comunitaria basada en la caritas que como se veraacute maacutes
adelante opera como nocioacuten retoacuterica hermeneacuteutica y moral a lo largo de toda la obra
permitieacutendonos comprender la unidad de la misma A propoacutesito de la caritas en el
proacutelogo se afirma que ―la misma caridad que estrecha mutuamente a los hombres con
el nudo de la unidad no tendriacutea entrada en las almas para fundirlas y como
mezclarlas entre siacute si los hombres nada aprendieran por medio de los hombres (6)
De este modo compartimos el juicio de un estudioso cuando afirma que en la
actitud de quienes teorizan una autonomiacutea carismaacutetica para acceder a las Escrituras se
encuentra
una postura impliacutecita que lleva a Agustiacuten a hacer una importante aclaracioacuten en el plano teoloacutegico el don de la gracia no se manifiesta necesariamente en la forma directa e individual de la comprensioacuten sino tambieacuten en aquella comunitaria e indirecta de la interpretacioacuten (Alici 1995 p 20)
101
En este orden de ideas debe afirmarse que la uacuteltima respuesta no soacutelo tiene la
intencioacuten de contestar a aquellos que consideran que la palabra de Dios se entiende
soacutelo gracias a un don divino sino que estaacute dirigida a todos los lectores de la obra
pues en ella se legitima la necesidad de la hermeneacuteutica y su relacioacuten con la buacutesqueda
comunitaria de la verdad De este modo Agustiacuten justifica la tarea que ha emprendido
sentildealando que ―el que advierte coacutemo se han de entender las Escrituras es similar al
que ensentildea las letras es decir al que prescribe coacutemo se ha de leer (9) Ademaacutes
siguiendo a Ciceroacuten y anticipando la estructura que presentaraacute en el libro primero
afirma que
asiacute como eacutestos que entienden todas estas cosas las dan a conocer a los demaacutes hablando o escribiendo igualmente yo no debo sin duda ser criticado porque no soacutelo exponga las cosas que deben entender sino tambieacuten los preceptos que han de observar para entender (8)
El proacutelogo se cierra con un epiacutelogo tambieacuten muy cercano al tono de clausura
del De magistro (X3295) y del Contra Academicos (III512) en el que se declara
que habiendo ya respondido a los posibles adversarios de manera suficiente
convenienter responsum es menester dar inicio a la tarea propuesta
22 El horizonte normativo de la hermeneacuteutica
La exposicioacuten de la Escritura se basa en dos fundamentos a saber el modo de
encontrar lo que se debe entender modus inveniendi y el modo de explicar lo que se
ha entendido modus proferendi37 El libro primero se ocuparaacute de la primera cuestioacuten
es decir de la manera en la que se debe encontrar lo que se quiere entender
Siguiendo a Pollmann (1996 p 128) podemos afirmar que esta divisioacuten tiene que ver
con la manera en la que el meacutetodo hermeneacuteutico-exegeacutetico se halla configurado pues
asiacute como el exegeta tiene que reconocer primero el sentido de la Escritura para
despueacutes transmitirlo a otros Agustiacuten necesita para la exposicioacuten de sus postulados
hermeneacuteuticos seguir en orden esos mismos dos pasos metodoloacutegicos Sin embargo
37 El esquema es ciceroniano (Orat XXIII8 De orat III519) y se halla ya enunciado en el proacutelogo
102
tambieacuten es importante sentildealar que esta distincioacuten se ancla en una concepcioacuten de la
realidad que como ya se habiacutea anticipado en los diaacutelogos de Casiciaco tiene como
fundamento una doctrina unitaria de la verdad38
El primer paso consiste en una distincioacuten entre cosas res y signos signa
pues toda instruccioacuten se reduce a la ensentildeanza de cosas o de signos Queacute se entiende
aquiacute por res nos lo explica el mismo Agustiacuten ―denominamos ahora cosaslsquo a las que
no se emplean para significar algo como son una vara una piedra una bestia y
demaacutes cosas por el estilo (Docchr I22) Por signa se entienden todas aquellas
palabras que se usan para dar a conocer alguna cosa esto es para ensentildear
Entonces en sentido propio se llama cosalsquo la cosa que no se usa para significar algo y se llama signolsquo la cosa que se usa para significar algo Signo y cosa reciben una definicioacuten reciacuteproca y excluyente seguacuten se usen o no para significar (Floacuterez 2015 p 90)
Una vez hecha esta distincioacuten el primer tema a tratar seraacute el de las cosas39
por ello procede a hacer una divisioacuten de las mismas Se sostiene siguiendo una
distincioacuten ciceroniana presente en el De inventione (II53159) que hay tres tipos de
cosas Estaacuten en primer lugar aquellas de las que se debe gozar en segundo lugar las
que deben ser usadas y por uacuteltimo las que pueden ser objeto de gozo y uso a la
vez40 Gozar se entiende como ―adherirse a una cosa por el amor de ella misma Usar
es emplear lo que estaacute en uso para conseguir lo que se ama si es que debe ser amado
38 La conclusioacuten del Contra Academicos se presenta como punto de partida del proyecto reflexivo de Agustiacuten en cuanto el resultado del ejercicio retoacuterico-filosoacutefico que alliacute se lleva a cabo se constituye en conditio sine qua non de la filosofiacutea misma entendida esta uacuteltima como buacutesqueda la sabiduriacutea Asiacute una vez establecido que la verdad puede ser encontrada (III2043) se presenta en primer lugar que su encuentro es la condicioacuten de la vida feliz (bvita I34) y en segundo lugar en el De ordine que el camino que el hombre debe recorrer para llegar a ella se muestra en las artes liberales 39 En este punto con Toom (2002 p 87) anota que el orden expuesto en el De doctrina christiana estaacute invertido en relacioacuten con el que se usa en el De magistro donde Agustiacuten trata de los signos (IV710) en primer lugar y de las cosas en segundo lugar (VIII2225) La razoacuten de esta inversioacuten podriacutea obedecer a razones metodoloacutegicas y a una influencia ciceroniana que puede rastrearse en la afirmacioacuten ya citada en el Contra Academicos seguacuten la cual ―el sabio debe ser averiguador de la verdad no artiacutefice de las palabras (II1126) 40 La pareja uti-frui estaacute presente en obras anteriores (Div 30) y podemos encontrar su origen en la distincioacuten ciceroniana presente en el De inventione donde se afirma que ―lo honesto es lo que se desea o entero o en alguna parte a causa de siacute mismo (II53159) mientras que lo uacutetil es aquello que se busca en virtud de otra cosa (II53166)
103
(Docchr I44) El uacutenico objeto de gozo debido a que se ama por siacute mismo y no por
otra cosa es Dios razoacuten por la cual todas las otras cosas deben solamente usarse A
propoacutesito de esto Alici (1995) afirma que resulta de fundamental importancia
precisar que la nocioacuten de uti no debe ser entendida en teacuterminos utilitaristas sino que
ella se halla inscrita en una oacuteptica teleoloacutegico-eudamonista ―la actitud que se indica
con la categoriacutea de uti no debe interpretarse seguacuten una loacutegica del poder sino seguacuten el
amor maacutes precisamente seguacuten el amor liberado en su originaria proyeccioacuten
escatoloacutegica (p 31) Teniendo en cuenta lo anterior deberaacute concluirse que el amor
del hombre hacia el proacutejimo y hacia siacute mismo debe estar siempre orientado hacia un
summum bonum lo cual permitiraacute un frui de otro orden Asiacute pues los seres humanos
podraacuten ser objeto de frui en el sentido propio del teacutermino sin embargo es un frui in
Deo porque soacutelo Dios lleva la vida humana a bienaventuranza El amor entonces
entendido como ordinata dilectio se aplica a cuatro geacuteneros de cosas El primero
concierne a aquello que estaacute sobre el hombre el segundo tiene que ver con el hombre
mismo el tercero con su proacutejimo y el cuarto con lo que se encuentra debajo del
hombre En este punto se llama la atencioacuten sobre el hecho de que no exista precepto
alguno con respecto al amor que el hombre debe tener de siacute mismo pues aun cuando
el ser humano se aparte de la verdad le queda el amor por su alma y por su cuerpo
El alma que huye de la luz inmutable que reina sobre todos los seres lo hace para imperar en siacute misma y en su cuerpo y por lo tanto no puede menos de amarse a siacute misma y a su cuerpo (Docchr I2322)
En lo que concierne a los seres inferiores a los hombres tampoco fue
necesario que se diera una norma que prescribiera amarlos puesto que todo aquello
que es inferior pertenece al hombre y se ama por ley inviolable de la naturaleza Resta
por considerar la cuestioacuten de si hubo necesidad de dar un precepto para que el hombre
amase aquello que estaacute sobre eacutel y aquello que estaacute junto a eacutel Agustiacuten lo encuentra en
las palabras de Mateo ―amaraacutes a tu Dios y Sentildeor con toda tu alma con todo tu
corazoacuten con toda tu mente y a tu proacutejimo como a ti mismo En estos dos preceptos
se incluye toda la ley y los profetas (Mt 2237-40) iquestCoacutemo debe entenderse este
pasaje Como el precepto del amor pues aquiacute no se excluye ninguno de los geacuteneros
104
de las cosas que deben amarse Al decir que debe amarse a Dios se prescribe el amor
hacia aquello que estaacute encima del hombre y al decir que debe amarse al proacutejimo
como a siacute mismo se preceptuacutea que el hombre ame a su proacutejimo y se ame a siacute mismo
amor que para ser ordenado debe ir dirigido a Dios
Luego de haber aclarado coacutemo se da la relacioacuten de amor del hombre hacia
Dios hacia el proacutejimo y hacia siacute mismo se retoma la cuestioacuten del uti-frui pues se
considera que auacuten no es clara la afirmacioacuten seguacuten la cual se goza de una cosa soacutelo
cuando se la ama por siacute misma y lleva a la bienaventuranza Asiacute pues la distincioacuten
ciceroniana uti-frui y el precepto evangeacutelico de la caridad constituyen el marco
normativo de la hermeneacuteutica presentado en este primer libro razoacuten por la cual vale
la pena preguntarse por la relacioacuten existente entre la cuestioacuten del amor al proacutejimo y a
Dios y la interpretacioacuten de la Escritura A propoacutesito de esto se afirma que
el compendio de todo lo expuesto desde que comenzamos a tratar de los objetos o cosas es entender que la esencia y el fin de la divina Escritura es el amor de la Cosa que hemos de gozar y de la cosa que con nosotros puede gozar de Ella pues para que cada uno se ame a siacute mismo no hubo necesidad de precepto (Docchr I3539)
La caridad concebida como ese doble movimiento de amor hacia Dios y hacia
el proacutejimo debe entenderse como precepto eacutetico y como principio hermeneacuteutico
pues ser un buen inteacuterprete implica ser virtuoso Lo anterior puede corroborarse en el
siguiente pasaje
El que juzga haber entendido las divinas Escrituras o alguna parte de ellas y con esta inteligencia no edifica este doble amor de Dios y del proacutejimo auacuten no las entendioacute Pero quien hubiera deducido de ellas una sentencia uacutetil para edificar la doble caridad aunque no diga lo que se demuestra haber sentido en aquel pasaje el que la escribioacute ni se engantildea con perjuicio ni miente (Docchr I3640)
Sin embargo aquel que entiende algo distinto a lo que el autor de la Escritura
ha querido decir debe ser corregido pues resulta peligroso que el error se arraigue y
termine pesando maacutes que la verdad La autoridad de la Biblia debe mantenerse para
que se mantenga la fe que se entiende como la base de la caridad pues no se puede
amar aquello en lo que no se cree
105
La terna de fe esperanza y caridad tiene un gran valor en el pensamiento de
Agustiacuten y aquiacute se encuentra relacionada con el aacutembito de la hermeneacuteutica Como ya
se vio la caridad se constituye en la norma fundamental de interpretacioacuten y si la
caridad no puede darse sin fe debe decirse que esta uacuteltima tambieacuten juega un papel
cardinal en el proceso interpretativo de la Escritura Para Agustiacuten la fe es el
fundamento de la caridad debido al principio axiomaacutetico seguacuten el cual no se puede
amar aquello que no se conoce En este punto encontramos otro elemento de la
antropologiacutea agustiniana que permite completar la comprensioacuten de la relacioacuten entre el
hombre y el objeto de su amor Mientras el hombre se encuentre en la tierra soacutelo
puede emprender el camino hacia el conocimiento a traveacutes de la fe la cual le permite
ver como en espejo y enigma aquello que en la vida eterna veraacute con claridad
Teniendo esto en cuenta puede entenderse por queacute la fe es el fundamento de la
caridad Asiacute pues el hombre que ―cree y ama obrando bien y sometieacutendose a los
preceptos de las buenas costumbres llega a tener esperanza de conseguir lo que ama
Tres cosas la fe la esperanza y la caridad son las que encierra toda ciencia y
profeciacutea (Docchr I3741) En consonancia con las anteriores palabras aquel que
basa su vida en la fe la esperanza y la caridad estaacute capacitado para instruir a otros
pues posee la maacutexima perfeccioacuten a la que se puede aspirar en la vida terrenal
El libro primero finaliza aludiendo a las palabras de Pablo seguacuten las cuales
todo el que sepa que el fin de la ley es la caridad proveniente de un corazoacuten puro de
una conciencia buena y de una fe auteacutentica puede dedicarse con tranquilidad a la
exposicioacuten de las Escrituras Luego de exponer este pasaje Agustiacuten procede a
explicar su significado En primer lugar cuando el Apoacutestol afirma que la caridad
debe ser de un corazoacuten puro debe entenderse que se trata de una persona que vive
seguacuten una ordinata dilectio En segundo lugar hay que saber que cuando se habla de
una conciencia buena se hace referencia a la esperanza pues ―el que siente
remordimiento de una mala conciencia desespera de llegar a conseguir lo que cree y
ama (Docchr I4044) Por uacuteltimo se sostiene que una fe sincera es la garantiacutea de
que no se ame aquello que no debe amarse y de que por lo tanto no se engantildee la
esperanza Seguacuten Toom (2002) el recurso al texto paulino y la interpretacioacuten ofrecida
106
del mismo tienen la importante funcioacuten de asociar los elementos de la tradicioacuten
retoacuterica la distincioacuten uti-frui con la terna de fe esperanza y caridad (p 101) gracias
a lo cual es posible establecer y comprender la unidad estructural del libro primero
En este orden de ideas podriacutea afirmarse que el libro primero es ya un ejemplo de lo
que Agustiacuten se propone desarrollar en la totalidad de la obra Asiacute pues si tenemos en
cuenta que el proyecto se presenta como una exposicioacuten acerca del modo de encontrar
lo que se debe entender modus inveniendi y del modo de explicar lo que se ha
entendido modus proferendi podriacuteamos decir que justamente gracias a la distincioacuten
uti-frui encontramos la res esto es aquello que se debe entender mientras que
gracias a la caridad encontramos el modo de explicar aquello que se ha entendido
Para entender mejor la determinacioacuten hermeneacuteutica de la nocioacuten de caridad
hay que tener en cuenta tambieacuten su caraacutecter escatoloacutegico Para Agustiacuten la caritas es
el elemento maacutes importante de la terna que conforma junto con la esperanza y la fe
pues siguiendo el texto paulino se afirma que eacutesta aumenta trasciende y se
perfecciona en la vida eterna
pues lo eterno se ama con maacutes intensidad cuando es poseiacutedo que cuando se desea porque a nadie que lo desea se le concede apreciar en maacutes lo deseado que lo que ello es en siacute mismo de suerte que pueda despreciarlo por encontrarlo inferior antes bien por mucho que alguno imagine sea lo eterno hallaraacute que es mucho maacutes cuando lo alcance (Docchr I3943)
De este modo vemos coacutemo ―la agustiniana caritas-etica constituye el
horizonte formativo para la tractatio scripturarum eso quiere decir que ella es tanto
la meta como tambieacuten su condicioacuten (Pollmann p 136) La iacutentima comunioacuten
existente entre eacutetica e interpretacioacuten se explicaraacute maacutes adelante en el De trinitate
donde se afirma que
si difiacutecil es entender sea purificada la mente por la fe se abstenga cada diacutea maacutes de pecar obre el bien y suplique con el gemido de los santos deseos para que progresando con el auxilio del cielo comprenda y ame (IV2131)
107
23 Semaacutentica retoacuterica y hermeneacuteutica
Una vez establecido en el libro primero que el acceso a la res se da por medio
de los signa el segundo libro se abre con una recapitulacioacuten del plan de toda la obra y
con una definicioacuten del tema principal que aquiacute seraacute abordado
Cuando escribiacute de las cosas advertiacute de antemano que nadie preste atencioacuten en ellas sino a lo que son y no por ende a si significan algo ademaacutes de siacute mismas Por el contrario ahora que trato de los signos digo que nadie preste atencioacuten en ellos a lo que son sino maacutes bien a que son signos es decir que significan Pues el signo es una cosa que ademaacutes de la forma que impone a los sentidos hace a partir de siacute que algo maacutes llegue al pensamiento (Docchr II11)
Esta advertencia inicial no debe pasar desapercibida pues conlleva
implicaciones que van maacutes allaacute de su funcioacuten introductoria y metodoloacutegica
relacionadas con una concepcioacuten propia de la manera en la que debe abordarse el
estudio de la realidad Seguacuten la distincioacuten semioacutetica hecha en el libro primero y la
que ahora se presenta aquiacute puede afirmarse que hay dos maneras de estudiar lo real
1) atendiendo a la esencia de las cosas lo que son las cosas y 2) atendiendo al modo
de ser de las cosas el cual en el caso de los signos es significar En el libro primero
se tratoacute de las cosas seguacuten lo que ellas son ahora en el libro segundo se abordaraacute el
signo a partir no de lo que son sino de su acto de significar Una vez establecido esto
el signo se define siguiendo la definicioacuten ciceroniana del De inventione41 como algo
que se presenta a los sentidos y a partir de siacute hace que algo llegue al pensamiento
Asiacute el signo despliega dos fases la primera que estaacute relacionada con los sentidos y
la segunda que remite al pensamiento
41 Ciceroacuten en el De inventione afirma que ―el signo es lo que cae bajo alguacuten sentido y significa algo que parece salido de eacutel mismo (I3048) Aunque la definicioacuten de Agustiacuten es muy similar vale la pena tener presente que el contexto ciceroniano en el que se ofrece la distincioacuten es el de la argumentatio y como afirma Manetti (1993) no hay ninguacuten recurso al vocabulario semioacutetico tradicional pues esta definicioacuten se refiere al mecanismo del signo en el aacutembito juriacutedico (p 145) Jackson (1969) en la misma liacutenea de Manetti anota que tanto Quintiliano como Ciceroacuten se refieren al signo en aacutembito forense sin embargo llama la atencioacuten sobre la recomendacioacuten ciceroniana del estudio de la semaacutentica en el Orator (115) que como veremos estaacute a la base de la composicioacuten del libro cuarto del De doctrina christiana (p 31)
108
En la primera faz y dada la realidad de la cosa que es el signo los sentidos reciben la forma de dicha cosa o en otras palabras dicha cosa graba su impronta en los sentidos En la segunda faz ademaacutes de lo anterior la cosa que es el signo hace a partir de siacute que algo maacutes llegue al pensamiento (Floacuterez 2015 p 94)
Los signos se clasifican en naturalia y data los primeros no tienen intencioacuten
de significar mientras que los segundos son intencionales 42 pues derivan de la
voluntad voluntas humana de transmitir sensaciones y pensamientos De este uacuteltimo
tipo de signos unos pertenecen al sentido de la vista y otros los maacutes importantes y
numerosos pertenecen al del oiacutedo En este punto pasamos de una caracterizacioacuten
general del signo a una maacutes especiacutefica que lo entiende desde la perspectiva del
lenguaje lo cual se constituye en un aporte fundamental del pensamiento de Agustiacuten
Se afirma que el grupo de signos que pertenece al sentido del oiacutedo estaacute constituido
fundamentalmente por las palabras las cuales ―han logrado ser entre los hombres los
signos maacutes principales para dar a conocer todos los pensamientos del alma siempre
que cada uno quiera manifestarlos (Docchr II34) El proceso linguumliacutestico es
caracterizado de la siguiente manera el que habla ofrece un signo de lo que tiene en
la mente que es un sonido unido a una significacioacuten que se emite para que sea oiacutedo
por otro Cuando el oyente escucha las palabras eacutestas se adhieren a la memoria lo
que permite que no se olvide el significado de las mismas43 Sin embargo debido a
que las palabras soacutelo duran mientras son pronunciadas el hombre inventoacute las letras
que son los signos de las palabras ―asiacute resulta que la palabra escrita es un signo
destinado a los ojos por medio del cual viene a la mente lo que pertenece a la esfera
del oiacutedo (mag IV39)
En la Escritura el lector se enfrenta a numerosas dificultades a causa de la
ambiguumledad y oscuridad de algunos pasajes cuya funcioacuten es la de quebrantar la
soberbia y apartar el desdeacuten del entendimiento el cual tiende a atribuir menor valor a
las cosas de faacutecil comprensioacuten
42 Pollmann (1996) llama la atencioacuten sobre la intencionalidad en contraposicioacuten a la convencionalidad pues Agustiacuten subraya la voluntad de querer transmitir algo (p 179) 43 En el De magistro se habiacutea ya afirmado que una de las finalidades del lenguaje es recordar (VI5)
109
Luego de exponer la razoacuten y utilidad de los pasajes oscuros de las Escrituras
se procede a exponer el tema de los grados que el hombre debe recorrer para llegar a
la sabiduriacutea los cuales tienen un valor tanto eacutetico como hermeneacuteutico pues como ya
se afirmoacute al tratar sobre la caritas no hay independencia entre eacutetica y hermeneacuteutica
ya que Agustiacuten aborda la existencia humana en cuanto unidad y entiende que la
misma estaacute determinada por una tarea constante de interpretacioacuten de siacute que se articula
a partir de la de la fe la esperanza y la caridad Es por esta razoacuten que el primer grado
que aquiacute se presenta es el del temor de Dios que consiste en tener siempre presente
que la muerte hace parte de la condicioacuten humana y que la soberbia impide alcanzar la
felicidad Al temor de Dios sigue la piedad don que calma los aacutenimos de aquellos
que contradicen la Escritura sea por no entender lo que en ella se dice sea por
considerar que sus propios conocimientos son mejores Luego de la piedad estaacute la
ciencia la cual debe entenderse como el ejercicio del estudioso de las Sagradas
Escrituras y cuyo fruto consiste en la caritas esto es en hallar que ―se ha de amar a
Dios por Dios y al proacutejimo por Dios (Docchr II79) y en arrepentirse si no se ha
tenido en cuenta este precepto ya enunciado y explicado en el libro primero Al
reconocimiento de la propia debilidad que implica la ciencia le sigue la fortaleza
gracias a la cual el hombre logra separarse de la alegriacutea que proporcionan los placeres
temporales y concentrarse en alcanzar lo uacutenico que debe ser objeto de gozo Dios
Una vez lograda la fortaleza se pasa al quinto grado el del consejo de la
misericordia en el que el alma purificada se ejercita en el amor al proacutejimo En el
sexto grado el corazoacuten se purifica de tal manera que ya no quiere alejarse de la
verdad que puede contemplar con una mirada clara Luego de estos seis grados se
llega al seacuteptimo y uacuteltimo que es la sabiduriacutea
En consonancia con la intencioacuten de la obra Agustiacuten se centra en el tercer
grado pues aquiacute la ciencia se identifica con el estudio de las Escrituras y ofrece los
precepta necesarios para enfrentarse a la investigacioacuten de las mismas La primera
regla consiste en tener presentes los textos canoacutenicos si no en la memoria al menos
en el ejercicio de una lectura constante Una vez el estudioso tiene claro cuaacuteles son
los textos que debe leer se debe investigar con suma atencioacuten cuaacuteles son los
110
preceptos de buen comportamiento y de fe expuestos con claridad a lo largo de la
Escritura El objeto de este primer paso es adquirir familiaridad con el lenguaje
escrituriacutestico lo cual permitiraacute al lector enfrentarse con mayor seguridad a aquellos
pasajes que resulten oscuros y confusos Dadas las dos condiciones fundamentales de
conocer los textos canoacutenicos y extraer de ellos las reglas concernientes a las
costumbres la fe la esperanza y la caridad que aparezcan con claridad se expone la
siguiente regla hermeneacuteutica las expresiones oscuras se deben aclarar a traveacutes de las
locuciones diaacutefanas asiacute gracias al testimonio de las sentencias evidentes
desapareceraacute toda duda acerca de las inciertas
Las dos causas por las que no se entiende lo que se dice en las Escrituras son
la ambiguumledad y el desconocimiento de los signos los cuales pueden ser propios o
metafoacutericos Los primeros son aquellos que se usan con el fin de denotar las cosas
para las que se instituyeron mientras que los segundos son los que sirven para
referirse a otras cosas ademaacutes de las que por siacute mismas significan Para enfrentar el
problema del desconocimiento de las palabras se plantea como solucioacuten el estudio de
las lenguas pues en el caso de la Biblia es fundamental que el inteacuterprete conozca el
hebreo y el griego no soacutelo para entender las palabras hebreas y griegas sino para
poder comparar las diferentes traducciones ofrecidas Los problemas de traduccioacuten
surgen debido a que ―muchas veces el inteacuterprete se engantildea por la ambiguumledad de la
lengua original pues no calando bien en el pasaje traduce dando una significacioacuten
que estaacute muy lejos de la del autor (Docchr II1218) La solucioacuten a esta cuestioacuten
consiste en ir a la lengua original o a las versiones que se cintildeeron maacutes a la letra que al
sentido Una de las dificultades para el traductor surge cuando se enfrenta a vicio
retoacutericos como modismos solecismos o barbarismos 44 que resultan de difiacutecil
traduccioacuten Sin embargo la presencia de estos uacuteltimos no deberiacutea interferir en la
interpretacioacuten y soacutelo cuando afecten el verdadero sentido debe hacerse la traduccioacuten
pertinente
44 Las definiciones aquiacute presentadas siguen fielmente a las consignadas en la Rhetorica ad Herenium (IV 17) Se define solecismo como el enlace de las palabras sin las normas con las que las acoplaron las autoridades de la lengua latina y barbarismo como el escribir o pronunciar una palabra de modo diferente al establecido seguacuten los padres de la lengua latina
111
Ya vimos coacutemo el conocimiento de la lengua ayuda para aclarar los signos
propios pero iquestcuaacutel es la solucioacuten en relacioacuten con los metafoacutericos La respuesta a este
interrogante retoma la distincioacuten entre cosas y signos ―respecto a los signos
figurados decimos que cuando algunos que son desconocidos obliguen al lector a
vacilar deberaacuten ser desentrantildeados o por el estudio de las lenguas o por el
conocimiento de las cosas (Docchr II1623) Asiacute pues para entender las res de la
Escritura es necesario tener un conocimiento de las ciencias humanas que se ocupan
de tales res pues eacuteste puede ayudar al inteacuterprete Sin embargo el valor simboacutelico de
las res que aparecen en la Biblia no debe ser asumido de manera arbitraria sino en
virtud de una similitudo entre la cosa y su valor simboacutelico
En este punto se llama la atencioacuten al hecho de que estas disciplinas no deben
despreciarse porque pertenezcan al patrimonio cultural de los gentiles pues el
cristianismo debe tomar todo cuanto le sea uacutetil para la interpretacioacuten Con el fin de
identificar con mayor claridad queacute sea aquello a lo que se debe recurrir se propone
una divisioacuten entre lo que fue instituido por los hombres y lo que fue instituido por
Dios seguida por una distincioacuten entre lo que es supersticioso y lo que no lo es en el
campo de las ciencias instituidas por los hombres Lo supersticioso45 es todo aquello
dirigido hacia la adoracioacuten de iacutedolos a la adivinacioacuten y a las artes maacutegicas entre la
cuales se le dedica atencioacuten particular a la astrologiacutea46 Asiacute a propoacutesito de la creencia
sobre poder predecir la vida de los hombres a partir de la observacioacuten de la posicioacuten
de los astros se afirma que ―es un error craso y una gran locura querer pronosticar las
45 El tema de la supersticioacuten se trata de manera muy amplia constituyendo una digresioacuten en la estructura del libro segundo A propoacutesito de la funcioacuten de la misma puede afirmarse con Simonetti (1994) que la intencioacuten de Agustiacuten es la de combatir la supersticioacuten en cuanto conjunto de praacutecticas altamente difundidas no soacutelo entre paganos sino entre cristianos cultos los cuales las recibieron como herencia romana (p 455) 46 Este asunto seraacute tratado en diferentes momentos de la obra agustiniana entre los cuales puede destacarse el libro VII de las Confessiones donde se narra el rechazo a la astrologiacutea de la siguiente manera ―Asimismo yo habiacutea ya rechazado las engantildeosas predicciones e impiacuteos delirios de los astroacutelogos Soacutelo tuacute procuraste remedio a aquella terquedad miacutea con que me oponiacutea a Vindiciano anciano sagaz y a Nebridio joven de un alma admirable los cuales afirmaban -el uno con firmeza el otro con alguna duda pero frecuentemente- que no existiacutea tal arte de predecir las cosas futuras y que las conjeturas de los hombres tienen muchas veces la fuerza de la suerte y que diciendo muchas cosas acertaban a decir algunas que habiacutean de suceder sin saberlo los mismos que las deciacutean acertando a fuerza de hablar mucho (VII68)
112
costumbres las acciones y los acontecimientos de los que nacen fundaacutendose en esta
observacioacuten (Docchr II2233) pues con esto se negariacutea la libertad humana y la
responsabilidad moral
Habiendo considerado las instituciones humanas supersticiosas se pasa a
tratar acerca de aquellas que no lo son las cuales se dividen en superfluas y uacutetiles
Entre las primeras se enuncian el teatro el baile el arte la pintura y las faacutebulas
mientras que entre las segundas se situacutean el vestido la moneda las letras y todos los
signos que identifican a los pueblos entre siacute y hacen posible la vida en comunidad y la
sociedad humana Vale la pena detenerse en la consideracioacuten que se lleva a cabo en lo
concerniente a la historia en cuanto institucioacuten humana uacutetil Se afirma que eacutesta es de
gran provecho y que lo que se aprende durante la puericia en esta materia permite
comprender mejor no soacutelo pasajes de la Escritura sino conocer los hechos pasados
para entender el orden divino de los tiempos En este punto Agustiacuten recurre a una
interesante hipoacutetesis que presenta como perteneciente a Ambrosio La tesis en
cuestioacuten se expone de la siguiente manera
Ya que hablo de la utilidad de la historia dejando a un lado la de los griegos iexclcuaacuten grave cuestioacuten resolvioacute nuestro Ambrosio a los calumniadores del Evangelio que leiacutean y admiraban a Platoacuten los cuales se atrevieron a decir que todas las sentencias de nuestro Sentildeor Jesucristo que se veiacutean obligados a propagar y admirar las aprendioacute de los libros de Platoacuten dando por razoacuten que no puede negarse que Platoacuten existioacute mucho antes de la venida humana del Sentildeor iquestAcaso el mencionado obispo considerada la historia profana y viendo que Platoacuten fue en tiempo de Jeremiacuteas a Egipto donde se hallaba por aquel entonces el profeta no demostroacute que es mucho maacutes probable que maacutes bien Platoacuten bebioacute en nuestra doctrina mediante Jeremiacuteas de modo que asiacute bien pudo ensentildear y escribir las cosas que se alaban con razoacuten en sus escritos Anterior a los libros del pueblo hebreo en quien resplandecioacute el culto de un solo Dios y de quien seguacuten la carne descendioacute nuestro Sentildeor no fue ni aun Pitaacutegoras de cuyos sucesores aseguran los gentiles que Platoacuten aprendioacute la teologiacutea Por tanto examinados los tiempos resulta mucho maacutes creiacuteble que Platoacuten y Pitaacutegoras maacutes bien tomaron de nuestros libros todo lo bueno y verdadero que dijeron ellos que no nuestro Sentildeor Jesucristo de los de Platoacuten lo que seriacutea una locura creerlo (Docchr II2843)
Si bien en las Retractationes Agustiacuten afirmaraacute que esta atribucioacuten a Ambrosio
se dio por un error de la memoria (II4) la idea seguacuten la cual Moiseacutes y Jeremiacuteas
fueron anteriores a Platoacuten y eacuteste habriacutea tomado de aquellos cuanto de verdad hay en
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sus ensentildeanzas corresponde a una antigua tradicioacuten cuyo origen puede rastrearse
entre los apologistas47 Lo interesante del recurso a esta hipoacutetesis tiene que ver con la
actitud de Agustiacuten que en consonancia con lo afirmado en el Contra Academicos a
propoacutesito del esoterismo de la Academia se sirve de esta idea para justificar el uso de
la filosofiacutea en la configuracioacuten de la paideia cristiana idea que se recoge en el plan
trazado en el proacutelogo y en el libro primero del De doctrina christiana La misma
nocioacuten se retomaraacute maacutes adelante como conclusioacuten del libro segundo con el fin de
enfatizar el recurso a la filosofiacutea y en particular a Platoacuten por parte de los pensadores
cristianos En este punto Agustiacuten se apropia de la interpretacioacuten alegoacuterica que
Oriacutegenes y Ambrosio habiacutean hecho del pasaje del Eacutexodo en el que se narra que el
pueblo de Israel tomoacute el oro de los egipcios al huir de la esclavitud (Ex 321) iquestCoacutemo
entender esta apropiacioacuten Tanto Simonetti (1994 p 462) como Oroz Reta (1988 p
91) ponen el acento en la presencia recurrente de esta tesis en otros autores
cristianos cuyo objetivo igual que el de Agustiacuten era justificar el uso de las fuentes
paganas en el pensamiento cristiano A dichos pensadores se opone Lettieri (2001)
que afirma que esta interpretacioacuten del pasaje del Eacutexodo estigmatiza el uso impropio
en cuanto idolaacutetrico de las verdades universales conocidas por los paganos las
cuales si bien son uacutetiles deben ser admitidas soacutelo si son entendidas a partir del
precepto hermeneacuteutico de la caritas (p 26) Para una adecuada comprensioacuten de este
pasaje no debe perderse de vista la actitud de Agustiacuten en el Contra Academicos
acerca de la hipoacutetesis histoacuterica acerca de los acadeacutemicos presentada por eacutel mismo
como poco probable (III2043) En contra de un dogmatismo histoacuterico para el cual la
certeza sobre la veracidad de la tesis seriacutea lo maacutes importante Agustiacuten se inclina por
una postura utilitarista que debe ser entendida seguacuten el uti que lleva al frui Del
mismo modo hay que asumir la hipoacutetesis aquiacute propuesta No se trata entonces de una
condena del uso de la cultura pagana sino por el contrario de una apropiacioacuten que se
inscribe en el horizonte de la distincioacuten retoacuterica uti-frui Asiacute puede afirmarse que el
uso que Agustiacuten hace de Platoacuten y Ciceroacuten es un frui in Deo pues la filosofiacutea se
47 En la Apologiacutea I Justino afirma que Moiseacutes e Isaiacuteas fueron anteriores a los escritores y filoacutesofos griegos los cuales tergiversaron el mensaje de los profetas dando lugar a mitos paganos (44-46)
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configura como condicioacuten esencial del proyecto hermeneacuteutico-retoacuterico aquiacute
propuesto Ademaacutes de las fuentes cristianas en las que Agustiacuten se apoya para
justificar el uso de la filosofiacutea debemos recordar con Pollmann (1996 p 193) que
justamente Ciceroacuten en el De oratore haraacute eacutenfasis en la importancia del conocimiento
de la filosofiacutea por parte del orador cuando se pregunte si es posible mover el aacutenimo
del auditorio sin tener un profundo conocimiento de todas las teoriacuteas psicoloacutegicas y
eacuteticas desarrolladas por los filoacutesofos (I61)
En este orden de ideas la dialeacutectica definida en el De ordine como disciplina
disciplinarum (II1338) y en el Contra Academicos como scientia veritatis
(III1329) se presenta aquiacute como ciencia ―de muchiacutesimo valor para penetrar y
resolver todo geacutenero de dificultades que se encuentren en los libros santos (Docchr
II3148) En este punto teniendo en cuenta que la dialeacutectica es el estudio del
funcionamiento de la razoacuten vale la pena anotar con Pizzani (1995) que la relevancia
―que aquiacute se le asigna en relacioacuten con la exeacutegesis de la Escritura demuestra que la
foacutermula intellige ut credas se armoniza con el otro arco del ciacuterculo hermeneacuteutico el
crede ut intelligas que se enraiacuteza en la Escritura (p 73) Esta idea toma fuerza con la
presentacioacuten de la loacutegica48 y la retoacuterica como disciplinas que junto con la dialeacutectica
tienen que ver con el conocimiento del orden racional de la realidad que no ha sido
instituido por los hombres sino por Dios y en este sentido forman parte de aquello
que se debe creer Acerca del caraacutecter de dichas disciplinas se afirma que
existen ciertas reglas de una controversia maacutes extensa que se llama elocuencia las cuales no obstante son verdaderas aunque con ellas puedan persuadirse cosas falsas Y como ellas tambieacuten pueden persuadir cosas verdaderas no es culpable la retoacuterica sino la perversidad de los que usan de ella malamente Tampoco ha sido instituido por los hombres que las muestras de elocuencia del orador arrastren al oyente o que una breve y clara narracioacuten insinuacutee faacutecilmente lo que intenta y que la variedad mantenga atentos sin fastidio a los oyentes y otras observaciones semejantes que ya en asuntos verdaderos ya en falsos son siempre verdaderas en cuanto que o hacen creer o conocer alguna cosa o mueven los aacutenimos a desearla o aborrecerla Estas
48 Jackson (1969) lleva a cabo una exposicioacuten muy completa de las fuentes conocidas por Agustiacuten en lo que concierne a las disciplinas aquiacute referidas A propoacutesito de la loacutegica afirma que a diferencia de muchos reacutetores Agustiacuten tomoacute en serio a Ciceroacuten lo cual permite comparar su semaacutentica con la de Aristoacuteteles y la de los estoicos (pp 33-49)
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reglas maacutes bien han sido encontradas existiendo asiacute que instituidas para que existiesen de esta suerte (Docchr II3654)
La importancia de esta afirmacioacuten no debe pasar desapercibida y su correcta
interpretacioacuten debe inscribirse en una comprensioacuten de la relacioacuten entre hermeneacuteutica
y retoacuterica Cuando se afirma que los officia oratoria no fueron instituidos por los
hombres sino encontrados se quiere poner el acento en la conexioacuten existente entre la
retoacuterica y la comprensioacuten de la realidad Esto se entiende mejor si se tiene en cuenta
la estructura de toda la obra pues debe recordarse que los tres primeros libros
dedicados al modus proferendi presentan una hermeneacuteutica mientras que el uacuteltimo
dedicado al modus inveniendi corresponde a la propuesta retoacuterica de Agustiacuten en la
que como se veraacute maacutes adelante la retoacuterica claacutesica seraacute una herramienta de trabajo
para el predicador cristiano A propoacutesito de lo anterior Eden (1990) afirma que ―la
hermeneacuteutica agustiniana no soacutelo mantiene las estrategias legales y estiliacutesticas de la
interpretatio scripti de la retoacuterica claacutesica sino tambieacuten la distincioacuten teoacuterica entre
dichas estrategias (p 47) lo que implica una apropiacioacuten que en cuanto unitaria
determina no soacutelo la estructura del De doctrina christiana sino del pensamiento de
Agustiacuten en general
No sorprende pues que el segundo libro que se inicia con la definicioacuten y la
clasificacioacuten del signo en general concluya con un ejercicio hermeneacuteutico que
conduce al signo por excelencia en el cual se vive y se comprende la verdad que
busca el cristiano la cruz Dicho ejercicio consiste en la interpretacioacuten de otro pasaje
del libro del Eacutexodo donde se afirma que el pueblo de Israel celebroacute la Pascua
sentildealando la sangre del cordero con el hisopo
esta hierba es suave y humilde sin embargo nada hay maacutes fuerte y penetrante que sus raiacuteces Lo que nos manifiesta que estando arraigados y cimentados en la caridad podemos comprender con todos los santos cuaacutel sea la anchura la longitud la altura y la profundidad esto es la Cruz del Sentildeor donde se entiende por anchura el madero transversal en que se hallan extendidas las manos por longitud lo que hay desde la tierra hasta este madero y en ella se fija todo el cuerpo de manos abajo por altura desde la anchura hasta lo maacutes alto hacia arriba donde se apoya la cabeza por profundidad lo que metido en la tierra se oculta a nuestra vista En este signo de la cruz se encierra toda la vida cristiana como es el obrar bien en Jesucristo el estar
116
continuamente unido a Eacutel el esperar los bienes del cielo el no divulgar los divinos misterios (Docchr II4162)
Como ya se habiacutea visto la caridad debe asumirse como un criterio
hermeneacuteutico en la interpretacioacuten de la Escritura que por esto adquiere una mayor
dignidad ya que permite la comprensioacuten del signo fundamental principio mismo de
la significacioacuten la cruz En el pasaje anteriormente citado la cruz no soacutelo representa
todas las dimensiones de la vida del cristiano sino tambieacuten la humildad a la que el
texto paulino hace referencia (1Cor 81) y que permite comprender la Escritura pues
es el uacutenico remedio frente a la soberbia que aleja al hombre de la verdad Asiacute ―para
subrayar la necesidad de una disposicioacuten humilde en el exegeta Agustiacuten propone una
interpretacioacuten cristoloacutegica del hisopo (Toom 2002 p 203) hierba humilis et mitis
que limpia el corazoacuten orgulloso y dispone a la caridad En consonancia con lo
anterior el libro segundo del De doctrina christiana se cierra con la confirmacioacuten de
la infalibilidad del precepto hermeneacuteutico de la caritas y da paso al examen de los
signos ambiguos el cual se abordaraacute en el libro tercero
No siendo ya un obstaacuteculo los signos desconocidos para el lector dotado de esta instruccioacuten manso y humilde de corazoacuten sometido con suavidad al yugo de Cristo y cargado con peso ligero fundado y afianzado y formado en la caridad a quien no puede ya hinchar la ciencia aceacuterquese a considerar y discutir los signos ambiguos que en las Escrituras se hallan sobre los cuales me propongo hablar en el libro tercero lo que Dios se digne concederme (Docchr II4263)
Despueacutes de recordar cuaacutel es la disposicioacuten necesaria para abordar el estudio de
la Escritura Agustiacuten sostiene que la ambiguumledad de eacutesta se halla en las palabras
propias o en las metafoacutericas que ya fueron explicadas en el libro segundo En primer
lugar se afirma que cuando la ambiguumledad depende de las palabras propias debe
verificarse si es incorrecta la puntuacioacuten distinctio o la pronunciacioacuten En la misma
liacutenea del De officiis tanto del de Ciceroacuten como del de Ambrosio Agustiacuten recurriraacute a
ejemplos para ilustrar cada una de las dificultades interpretativas a las que debe
enfrentarse el estudioso de la Escritura El primer ejemplo utilizado para explicar los
problemas de puntuacioacuten se halla en iacutentima conexioacuten con la conclusioacuten del libro
anterior razoacuten por la cual es necesario hacer una consideracioacuten detenida del mismo
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Consideremos algunos ejemplos Sea el primero aquella puntuacioacuten hereacutetica en el principio era el Verbo y el Verbo estaba en Dios y Dios era El Verbo este estaba en el principio en Dios Escrito asiacute tenemos un sentido distinto al verdadero por el cual se pretende no confesar la divinidad del Verbo Semejante puntuacioacuten debe rechazarse en virtud de la regla de la fe que nos prescribe confesar la igualdad de la Trinidad Y por lo tanto puntuaremos de este modo y el Verbo era Dios Y antildeadamos a continuacioacuten Eacuteste estaba en el principio en Dios (Docchr III23)
La eleccioacuten del ejemplo cristoloacutegico se encuentra estrechamente relacionada
con la enunciacioacuten de la cruz como signum signorum Una vez se ha establecido que
en la cruz en cuanto signo de la Encarnacioacuten se encierra el poder mismo de
significacioacuten esto es la posibilidad de ser signo de los signos es necesario remitirse
al origen de dicho acontecimiento fundamental la Encarnacioacuten Asiacute pues en la
afirmacioacuten de la divinidad del Verbo no hay solo un intereacutes doctrinal sino tambieacuten
hermeneacuteutico pues la interpretacioacuten cuyo fin es el conocimiento de Dios soacutelo es
posible gracias a la revelacioacuten de Dios en el Verbo encarnado A propoacutesito de esto
Harrison (1992) afirma que Agustiacuten encuentra en el Evangelio de Juan la maacutes alta
expresioacuten de la unidad y la identidad del Padre y el Hijo sobre la cual se fundamenta
la posibilidad del conocimiento de Dios de la significacioacuten y la eficacia de la fe para
la salvacioacuten (p 212) Por esta razoacuten los tres pasajes reportados del Doctrina
Christiana deben considerarse en su conjunto pues el signo de la cruz (II4162) que
somete con suavidad al lector alejaacutendolo de la soberbia y permitieacutendole la
comprensioacuten de los signos de la Escritura (II4263) anuncia el acontecimiento
fundamental la encarnacioacuten de Cristo (III23) Cristo es maestro interior ejemplo y
mediador pues
en sus obras y palabras no hay brecha entre el signo y lo que se significa o entre la palabra pronunciada y la noticia interior tal como siacute se da cuando habla un ser humano pues en el caso de la Palabra hecha carne Eacutel mismo es la verdad que Eacutel ensentildea (Harrison 1992 p 67)
El segundo ejemplo que se trae a colacioacuten en relacioacuten con las dificultades de
puntuacioacuten es el siguiente
Caso distinto de ambiguumledad procedente de la puntuacioacuten que de ninguacuten modo se opone a la fe y por consiguiente debe resolverse por el mismo contexto de la
118
sentencia existe donde dice el Apoacutestol No seacute queacute he de escoger porque de ambos lados me veo apremiado tengo vehemente deseo de ser desatado y estar con Cristo porque esto es con mucho lo mejor pero permanecer en la carne es necesario para vosotros [Fil I22] Lo dudoso es si se ha de entender de ambos lados tengo vehemente deseo o soy apremiado de ambos lados de modo que a esto se antildeada tengo vehemente deseo de ser desatado y estar con Cristo Mas como prosigue diciendo porque esto es con mucho lo mejor se ve claramente que San Pablo dice que teniacutea vehemente deseo de esto mejor de suerte que al ser empujado de ambos lados teniacutea del uno deseo y del otro necesidad deseo de estar con Cristo necesidad de permanecer en la carne (Docchr III24)
La solucioacuten formal a la dificultad que presenta la puntuacioacuten es muy sencilla
pues el contexto mismo permite identificar coacutemo debe entenderse el pasaje del
Apoacutestol Sin embargo teniendo en cuenta el valor que se le otorga a cada uno de los
ejemplos anteriores y la funcioacuten que cumplen en la manera en la que se estructura el
libro vale la pena detenerse en su contenido La pertinencia de esta eleccioacuten tiene que
ver con la centralidad que tiene el tema de la voluntad en el pensamiento de Agustiacuten
entendida en particular a la luz del tratamiento que se le da a esta cuestioacuten en el libro
octavo de las Confessiones donde se lee
cuando yo deliberaba sobre consagrarme al servicio del Sentildeor Dios miacuteo conforme haciacutea ya mucho tiempo lo habiacutea dispuesto yo era el que queriacutea y el que no queriacutea yo era Mas porque no queriacutea plenamente ni plenamente no queriacutea por eso contendiacutea conmigo y me destrozaba a miacute mismo y aunque este destrozo se haciacutea en verdad contra mi deseo no mostraba sin embargo la naturaleza de una voluntad extrantildea sino la pena de la miacutea Y por eso no era yo ya el que lo obraba sino el pecado que habitaba en miacute como castigo de otro pecado maacutes libre por ser hijo de Adaacuten (VIII1022)
El ejemplo paulino se halla en clara consonancia con lo que se expresa en las
Confessiones el hombre oprimido y desgarrado por la consuetudo del pecado obra
seguacuten la necessitas que esa misma consuetudo le impone iquestCoacutemo logra el hombre
liberarse iquestCoacutemo vencer la pasioacuten que somete en un viacutenculo necesario a la carne La
repuesta a estos interrogantes se encuentran en el tercero de los exempla ofrecidos por
Agustiacuten para concluir el problema de la puntuacioacuten el hombre logra liberarse del
yugo del pecado soacutelo en el momento en el que purificado por Cristo se aleja de la
carne y rompe definitivamente su viacutenculo con eacutesta
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Cuando ni por la prescripcioacuten de la fe ni por el contexto del discurso puede resolverse la ambiguumledad nada impide puntuar conforme a cualquiera de los sentidos que se presentan Tal acontece con aquel pasaje de la epiacutestola a los Corintios [1Cor 71] teniendo estas promesas amados miacuteos purifiqueacutemonos de toda mancha de carne y de espiacuteritu perfeccionando la santidad en el temor de Dios Dadnos cabida a nadie hemos agraviado (Docchr III25)
Con este ejemplo se cierra la primera seccioacuten del libro tercero En lo que
concierne al problema teacutecnico presentado al inicio del mismo debe afirmarse que la
primera solucioacuten deriva del aacutembito de la gramaacutetica una de las disciplinas instituidas
por Dios que seguacuten el ordo studiorum establecido en el De ordine corresponde al
primer escaloacuten
Con relacioacuten a la cuestioacuten temaacutetica debe resaltarse que se lleva a cabo una
perfecta composicioacuten en la que se enlazan el final del libro segundo con el comienzo
del tercero en una estructura circular que enfatizar en la centralidad del signum
signorum la cruz en la comprensioacuten humana Asiacute pues el uacuteltimo de los ejemplos
(Docchr III25) relacionado con el tema de la concupiscencia nos lleva de nuevo a
la cruz (Docchr II4162) pues en ella ―se encierra toda la vida cristiana (Docchr
II4162)
En el caso en el que la aplicacioacuten de estas normas de puntuacioacuten no resulte
eficaz se recurriraacute al principio de la regula fidei seguacuten el cual los pasajes oscuros
deben aclararse a la luz de los maacutes claros esto es aquellos en los que de forma
expliacutecita se cimienta la caridad ―En caso de que ni por la prescripcioacuten de la fe ni por
el contenido del discurso pueda resolverse la ambiguumledad nada impide puntuar
conforme a cualquiera de los sentidos que se presenten (Docchr III36)49 De este
modo podemos concluir que en lo que concierne a las ambiguumledades de las palabras
propias la solucioacuten radica en el examen del contexto y la aplicacioacuten de la regula
fidei en la comparacioacuten entre los traductores y en el anaacutelisis del texto en su lengua
original A propoacutesito de la ambiguitas varios estudiosos llaman la atencioacuten acerca de
49 Vale la pena anotar con Toom (2001) que el tema de la puntuacioacuten tiene que ver con el hecho de que en este momento histoacuterico todaviacutea no se usan los signos de puntuacioacuten ni la divisioacuten de pasajes ni las letras mayuacutesculas todo lo cual lleva a que por supuesto no pueda existir una edicioacuten de la Escritura que fuera ampliamente aceptable (p 208)
120
la consideracioacuten de la misma en la Antiguumledad y en la tradicioacuten retoacuterica romana
(Toom 2002 p 205 Eden 1987 p 76) Seguacuten Aristoacuteteles la ambiguumledad se
presenta cuando una misma palabra tiene distintos significados o cuando de la
combinacioacuten de las palabras pueden derivarse uno o maacutes sentidos (Sophel 166a) La
definicioacuten estoica recogida por Dioacutegenes Laercio reza de la siguiente manera ―la
ambiguumledad amphiboliacutea es la expresioacuten verbal leacutexis que significa dos o maacutes cosas
linguumliacutestica y baacutesicamente y de acuerdo con la norma misma de modo que puede
aplicarse al mismo tiempo a varios usos con la misma diccioacuten (DL VII62) La
primera definicioacuten de ambiguitas ofrecida por Agustiacuten en el De dialectica (10) sigue
muy de cerca a las anteriormente citadas aunque en el tratamiento de esta cuestioacuten
recurre a Ciceroacuten de manera expliacutecita no solo para precisar su significado sino su
solucioacuten
Y asiacute con plena razoacuten dicen los dialeacutecticos que toda palabra es ambigua Y no nos desconcierte que en [una obra de] Ciceroacuten Hortensio los acuse falsamente en estos teacuterminos laquoDicen que ellos se atreven a explicar con claridad las cosas ambiguasraquo Dicen asiacute mismo que toda palabra es ambigua iquestCoacutemo entonces van a explicar lo ambiguo con lo ambiguo Pues esto no es sino introducir en las tinieblas una luz apagada Es verdad que no le ha faltado chispa y astucia al decirlo pero esto es lo que en [otra obra del] mismo Ciceroacuten dice Esceacutevola a Antonio laquoY a la postre como dejas la impresioacuten de que los sabios hablan con elocuencia la dejas tambieacuten de que los necios hablan con verdadraquo Pues iquestqueacute otra cosa hizo Hortensio en aquel pasaje sino esparcir tinieblas entre los inexpertos con agudeza de ingenio y un gracioso discurso como si se tratase de una bebida pura y agradable En efecto lo afirmado esto es que toda palabra es ambigua estaacute dicho respecto de cada palabra singular Ahora bien las palabras ambiguas se explican mediante la discusioacuten y nadie ciertamente discute con palabras singulares Asiacute pues nadie explicaraacute las palabras ambiguas con palabras ambiguas (Dial 10)
En un tono muy similar al utilizado en el Contra Academicos en este pasaje
del De dialeacutectica Agustiacuten advierte sobre los peligros de este tipo de escepticismo
cuya refutacioacuten es fundamental para la justificacioacuten de un proyecto interpretativo
como aquel que se propone en el De doctrina christiana Es por esta razoacuten que en
este punto se ofrecen las reglas que deben ser aplicadas en los casos de ambiguitas y
posteriormente se llevaraacute a cabo una aplicacioacuten de las mismas apelando al recurso
retoacuterico de los exempla esto con el fin de resolver la cuestioacuten de la ambiguitas en lo
121
que concierne a las palabras metafoacutericas translata La primera advertencia sobre el
tratamiento que debe daacutersele a las locuciones figuradas es la de evitar tomarlas a la
letra A la luz de las palabras del Apoacutestol seguacuten las cuales ―la letra mata el espiacuteritu
vivifica (2Cor 36) se afirma que cuando lo dicho de forma figurada se toma en
sentido literal se conoce soacutelo seguacuten la carne50 La contraposicioacuten entre corpus y
spiritus que habiacutea sido ya tratada en el libro primero (Docchr I2445 I2526) se
retoma ahora y se constituye en criterio hermeneacuteutico fundamental A propoacutesito de su
uso en Pablo Eden (1990) anota que la distincioacuten es retoacuterica y que el Apoacutestol que se
dirige a un auditorio judiacuteo remplaza rhetos y dianoia por gramma y pneuma pues
esta uacuteltima pareja es maacutes cercana al lenguaje forense judiacuteo (p 51) No sorprende
entonces que justamente en este punto Agustiacuten haga referencia expliacutecita a la relacioacuten
de los judiacuteos con el signo
La servidumbre que conservoacute a los signos el pueblo judiacuteo era muy distinta de la que acostumbraban a seguir las demaacutes naciones pues de tal modo estaban sometidos a las cosas temporales que en todas ellas se les recomendaba un solo Dios Y aunque tomasen los signos de las cosas espirituales por las mismas cosas por no saber lo que representaban sin embargo teniacutean grabado en su alma que con tal servidumbre agradaban al uacutenico Dios de todas las cosas a quien no veiacutean (Docchr III610)51
Debe anotarse que aquiacute la relacioacuten entre signa y res es maacutes compleja que
aquella presentada en el libro segundo pues cuando se hace alusioacuten a los signa de los
judiacuteos debe tenerse en cuenta que eacutestos remiten a res prescripciones del Antiguo
Testamento que a su vez son signa que remiten al Nuevo Testamento
La relacioacuten no es de dos signum es decir palabra y res sino que se trata de una triple relacioacuten verbum figura (del Antiguo Testamento) y res (del Nuevo Testamento) que en cuanto signum unifica las funciones del verbum y de la figura (Simonetti 1994 p 486)
La primera parte del libro tercero dedicada a la advertencia acerca del peligro
de la interpretacioacuten literal de las locuciones metafoacutericas se cierra con una distincioacuten
entre signa utilia y signa inutilia Los primeros son aquellos que son uacutetiles aunque 50 En este punto Simonetti (1994) llama la atencioacuten sobre el caraacutecter origeniano de esta distincioacuten que luego de ser asumida por la exegesis alejandrina llega a los padres latinos (p 485) 51 Acerca de la relacioacuten de signa-res en el aacutembito judiacuteo (Enps 68 2 TrIo 1142)
122
no sean comprendidos como es el caso de los judiacuteos los segundos en cambio
corresponden a los siacutembolos paganos como la estatua de Neptuno que simboliza el
mar aunque ―mejor es verse agobiado por signos desconocidos pero uacutetiles que no
interpretaacutendolos inuacutetilmente enredar en los lazos del error la cerviz que salioacute del
yugo de la servidumbre (Docchr III913) La posicioacuten del cristiano frente a estos
tipos de signos se sintetiza en la siguiente afirmacioacuten
mas en este tiempo cuando por la resurreccioacuten de nuestro Sentildeor Jesucristo brilloacute clariacutesimo el signo de nuestra libertad no estamos ya oprimidos con el grave peso de aquellos signos cuya inteligencia tenemos sino que el mismo Sentildeor y la ensentildeanza apostoacutelica nos transmitieron unos pocos entre tantos antiguos y estos faciliacutesimos de cumplir sacratiacutesimos en su significacioacuten y puriacutesimos en su observancia como son el sacramento del bautismo y la celebracioacuten del Cuerpo y la Sangre del Sentildeor (Docchr III913)
Los ejemplos ofrecidos concernientes a la relacioacuten de los paganos y los judiacuteos
con los signos tienen la funcioacuten de mostrar y aclarar que las cosas y los eventos
histoacutericos tienen un significado que desborda tanto su significado literal como el
histoacuterico De la misma manera que Oriacutegenes Agustiacuten considera que algunos eventos
mencionados en las Escrituras deben tomarse como signos de realidades espirituales
(Toom 2002 p 214) Por esta razoacuten despueacutes de dar los ejemplos mencionados se
refuerza el argumento a traveacutes del recurso al modelo52 mismo de la significacioacuten la
cruz Asiacute debe entenderse que la cruz por sus implicaciones en la comprensioacuten
humana estaacute en el centro mismo de la historia y su funcioacuten liberadora le permite al
hombre acceder a un conocimiento sagrado y puro pero a la vez sencillo gracias a la
institucioacuten de los sacramentos
Luego de dar las razones por las cuales no se deben entender las locuciones
figuradas seguacuten la letra Agustiacuten ofrece el criterio para saber cuaacutendo una expresioacuten es
propia o figurada y asiacute evitar tomar una expresioacuten propia como metafoacuterica La regla
propuesta reza asiacute ―todo cuanto en la divina palabra no pueda referirse en un sentido
52 A propoacutesito del modelo como recurso retoacuterico Garciacutea (2016) afirma que Agustiacuten ―comprendiacutea la importancia del modelo por su utilidad e importancia como una especie de axioma de comportamiento e incluso de referencia entitativa (p 34) pues se juzga con referencia a los rasgos establecidos en el modelo de ahiacute su valor extremo (p 34)
123
propio a la bondad de las costumbres ni a las verdades de la fe hay que tomarlo en
sentido figurado (Docchr III1014)
La bondad y la pureza de las costumbres tienen que ver con la caridad
mientras que las verdades de la fe conciernen al conocimiento de Dios y del proacutejimo
Del provecho que se consiga del amor de Dios y del proacutejimo y del conocimiento de
los mismos dependeraacute la esperanza de cada persona Vemos que aquiacute se recurre
nuevamente a la terna fe esperanza y caridad que como ya se afirmoacute estaacute a la base
de la hermeneacuteutica desde la cual se busca la comprensioacuten de la totalidad de la
existencia humana Tambieacuten se refuerza el caraacutecter hermeneacuteutico de la caritas pues
se afirma que eacutesta debe ser el uacutenico criterio para interpretar los hechos
correspondientes a otros periodos histoacutericos Asiacute pues al abordar pasajes en los que
se relaten haacutebitos que vayan en contra de aquellos aceptados por el lector y su
entorno debe tenerse en cuenta que la Escritura narra las cosas que se dieron en el
pasado anuncia las futuras y muestra las que ocurren en el presente con el propoacutesito
de fortalecer la caritas y vencer la cupiditas Esta oposicioacuten entre caritas y cupiditas
viene a completar la distincioacuten uti-frui del libro primero De este modo se afirma que
todo aquello que a la letra no esteacute dirigido hacia la caritas debe ser interpretado de
manera figurada En este punto y con el fin de distinguir con claridad el precepto
enunciado Agustiacuten define la caridad como el ―movimiento del alma que nos conduce
a gozar de Dios por Eacutel mismo y de nosotros y del proacutejimo por Dios (Docchr
III1016) Lo que hace la caritas en provecho propio se llama utilitas mientras que
lo que tiene que ver con el proacutejimo es beneficientia Por otra parte la cupiditas se
entiende como el ―movimiento del alma que arrastra al hombre al goce de siacute mismo y
del proacutejimo y cualquier otra cosa corpoacuterea sin preocuparse de Dios (Docchr
III1016) De la codicia cupiditas surgen dos tipos de pecado el flagitium contra siacute
mismo y el facinus contra el proacutejimo53 A partir de estas distinciones se aborda el
problema de coacutemo deben interpretarse aquellos pasajes de la Escritura aplicados a
53 El leacutexico utilizado en estas distinciones proviene de la retoacuterica forense ciceroniana aunque en el caso de flagitium y facinus debe afirmarse que Agustiacuten les otorga un sentido que no estaba presente en el Arpinate que los utiliza como sinoacutenimos (Catil I18)
124
Dios o a los hombres en los que al parecer se actuacutea seguacuten el pecado En este punto
cabe anotar que en lo concerniente a la interpretacioacuten del Antiguo Testamento
Agustiacuten debiacutea exponer con solidez una propuesta exegeacutetica que se opusiera a la
maniquea seguacuten la cual muchos pasajes de esta parte de la Escritura incitaban a actos
inmorales Asiacute en contra del maniqueiacutesmo y de otras formas de interpretacioacuten se
afirma que todas las palabras o hechos que parezcan inicuos deben entenderse como
locuciones figuradas y por lo tanto debe desentrantildearse el significado adecuado de las
mismas Para lograr lo anterior es necesario tener en cuenta las circunstancias en las
cuales se da la accioacuten a la que la Escritura se refiere sin embargo esto no supone
como afirman algunos que la justicia depende de las costumbres de cada pueblo En
contra de los sostenedores del relativismo moral Agustiacuten luego de presentar la
posicioacuten de sus adversarios expone la propia
ciertos hombres adormitados por decirlo asiacute que ni estaban enteramente poseiacutedos del suentildeo de la ignorancia ni podiacutean por completo despertar a la luz de la sabiduriacutea ante la innumerable variedad de costumbres juzgaron que no existiacutea la justicia en siacute misma sino que para cada nacioacuten su propia costumbre era justicia Como la costumbre es diversa para cada nacioacuten y la justicia debe permanecer inmutable es evidente que jamaacutes existioacute la justicia Los que tal pensaron no entendieron por no citar otras muchas la siguiente maacutexima ―lo que no quieras que hagan contigo no lo hagas tuacute a otros la cual no puede en modo alguno variar por mucha que sea la diversidad de naciones Cuando esta sentencia se refiere al amor de Dios mueren todos los vicios cuando se aplica al amor del proacutejimo perecen todas las iniquidades o criacutemenes Nadie quiere que le corrompan su morada luego no debe eacutel corromper la morada de Dios es decir su propia alma (Docchr III1422)
Algunos comentaristas sostienen que Agustiacuten hace alusioacuten aquiacute a la posicioacuten
sofiacutestica concerniente a las costumbres morales (Simonetti 1994 p 500) sin
embargo vale la pena anotar con Toom (2002 p 219) y Schaumlublin (1995 p 58) que
hay una innegable cercaniacutea entre la posicioacuten aquiacute presentada y aquella sostenida por
Ciceroacuten en el De republica donde se afirma que los acadeacutemicos aseguraban que
debido a la gran variedad de costumbres entre los pueblos no podiacutea hablarse de
justicia
Carneacuteades en oposicioacuten a Platoacuten y Aristoacuteteles defensores de la justicia recogioacute todos los argumentos a favor de la justicia para despueacutes rebatirlos lo hizo a la
125
manera retoacuterica es decir como mera ejercitacioacuten sin tener en cuenta la ―coherencia y el rigor de la filosofiacutea (Rep III912)
La posicioacuten de Ciceroacuten tanto en el De republica como en el De legibus (I18)
y el De officiis (I20 I25) puede resumirse en la afirmacioacuten de la justicia perfecta
como condicioacuten necesaria para la vida en comunidad La justicia entendida como la
maacutes perfecta de todas las virtudes reside en ―no causar dantildeo a nadie si no es
injustamente provocado y usar los bienes comunes como comunes y los privados
como propios (off I20) En la misma liacutenea en el libro tercero del De Republica se
afirma que el hombre honesto y justo sigue a la justicia en cuanto tal y no a aquella
que se presenta como justicia sosteniendo que el justo es aquel que da a cada uno
aquello que merece Las razones por la cuales obra el justo se identifican con la
naturaleza del alma humana pues las consecuencias de la injusticia como se afirma
tambieacuten en el Suentildeo de Escipioacuten comportan terribles penas y suplicios para la misma
(Rep III2233) A propoacutesito de esto vale la pena afirmar con Altman (2015) que el
tema central del De republica ciceroniano coincide con el de la Repuacuteblica de Platoacuten y
no es otro que la justicia ―[l]os dos diaacutelogos tienen el mismo propoacutesito luego de
ensentildear la ratio rerum civilium el maestro y el disciacutepulo quieren persuadir al lector
para que practique la justicia a traveacutes del regreso voluntario a la caverna (p 5) que
seguacuten Altman (2015) representa la vida poliacutetica
Si bien es cierto que en el De doctrina christiana Agustiacuten no estaacute interesado
en las consecuencias poliacuteticas de las afirmaciones ciceronianas presentadas en el De
republica debe tenerse presente que esta cuestioacuten seraacute retomada en el De civitate Dei
en donde a partir de las definiciones ciceronianas de repuacuteblica y de justicia y de las
nociones de uti-frui y ordo-amoris se construye una reflexioacuten histoacuterica y filosoacutefica
en la que Agustiacuten se sirve de la autoridad de los claacutesicos de la cultura latina y griega
en particular de la visioacuten platoacutenico-ciceroniana de justicia para rebatir los
argumentos paganos en contra del cristianismo
La exhortacioacuten al cuidado del alma con la que se cierra el pasaje
anteriormente citado ademaacutes de las consecuencias poliacuteticas que no seraacuten abordadas
aquiacute adquiere una dimensioacuten hermeneacuteutica en consonancia con lo afirmado desde el
126
libro primero del De doctrina christiana en las siguientes palabras ―ha de examinarse
con diligente consideracioacuten lo que se lee durante el tiempo que sea necesario para
llegar a una interpretacioacuten que nos conduzca al reino de la caridad (III1523)
Tambieacuten se examinan aquiacute las locuciones preceptivas y se afirma que entre eacutestas son
figuradas las que aparentan mandar la maldad y prohibir el bien Una vez maacutes se
sostiene que en eacutestas la regla interpretativa que siempre debe tenerse presente es la
caritas de modo que cuando una frase admita una interpretacioacuten de doble sentido se
opte por aquella que resulte maacutes apta para la edificacioacuten del amor A la regla
universal de la caritas se adiciona una particular que consiste en saber que no todo lo
que prescribe la Biblia es de caraacutecter general sino que tambieacuten hay preceptos que van
dirigidos a un tipo especiacutefico de personas que deben buscar el sentido de aquello que
se les manda seguacuten su propia situacioacuten Retomando el tema de la necesidad de tener
en cuenta las condiciones particulares en las que se hallaban inmersos los
protagonistas de las historias narradas en el Antiguo Testamento se afirma que la
interpretacioacuten de ellas depende en gran medida del caraacutecter del lector Asiacute pues
mientras los concupiscentes juzgan que los antiguos varones teniacutean varias mujeres
por complacer sus instintos y no por otras razones el justo ve en estos pasajes
ejemplos de obediencia y humildad disposicioacuten fundamental para entender el sentido
de la Escritura
Antes de dar paso al tratamiento de la uacuteltima seccioacuten del libro tercero
compuesta en el 426 cuando la obra se retoma para ser culminada vale la pena
detenerse sobre el amplio uso que se hace de los exempla en la primera seccioacuten del
libro En primer lugar puede afirmarse que por la posicioacuten que ocupan en el libro
tercero su funcioacuten es fundamental respecto a la comprensioacuten y aplicacioacuten de las
reglas ofrecidas tanto en el libro segundo como en el final del tercero Si se tiene en
cuenta que seguacuten la definicioacuten claacutesica de Quintiliano el uso del ejemplo consiste en
―la mencioacuten de un hecho real o presuntamente real uacutetil para persuadir de aquello que
se pretende (Inst V116) no sorprende que Agustiacuten recurra a un gran nuacutemero de
exempla para persuadir acerca de la utilidad del uso de las reglas hermeneacuteuticas
127
necesarias para la comprensioacuten de la Escritura54 Fiel a la tradicioacuten latina Agustiacuten usa
los tres tipos de exempla en esta seccioacuten del De doctrina christiana a saber simile
dissimile y contrarium Los 3555 ejemplos usados tienen la funcioacuten tanto de esclarecer
los signos ambiguos a traveacutes de la comparacioacuten con un pasaje en el que estos sean
usados de manera clara como de sentildealar el correcto uso y aplicacioacuten de las reglas a
determinados pasajes de la Escritura En segundo lugar los ejemplos en general
cumplen la funcioacuten de ―proponer una ilustracioacuten que haga patente la argumentacioacuten
que se ha venido desarrollando a lo largo del texto (Garciacutea 2016 p 11) En la
utilizacioacuten de los ejemplos con este fin Agustiacuten sigue muy de cerca a Ambrosio el
cual habiacutea logrado deleitar al joven reacutetor gracias a la ―suavidad de sus sermones
(conf V1424) Acerca de las elecciones estiliacutesticas de Ambrosio debe anotarse que
para el obispo de Milaacuten ―si las ensentildeanzas se imponen a traveacutes de la fuerza
violentiora praecepta no tienen el mismo efecto que si se exponen con elegancia y en
modo tal que causen placer (Expl ps I10) razoacuten por la cual los tres fines de la
retoacuterica deben ir siempre unidos Una obra en la que encontramos la aplicacioacuten de
este principio es el De officiis que como ya se afirmoacute antes es fundamental para la
comprensioacuten de la recepcioacuten agustiniana de Ciceroacuten No sorprende entonces que
durante la composicioacuten del De doctrina christiana Agustiacuten tenga muy presente la
obra en la que su maestro en cuanto obispo se propone ensentildear a sus hijos
espirituales haciendo propios los exempla del Antiguo Testamento los praecepta que
el cristiano56 debe seguir en su vida Si bien es cierto que el De officiis de Ambrosio
54 Garciacutea (2016) llama la atencioacuten sobre la conexioacuten existente entre la exposicioacuten de contenidos y la ensentildeanza de la retoacuterica pues eacutesta ―maacutes que un aprendizaje de reglas es un aprendizaje por modelos mediante la experiencia extraiacuteda de los que son buenos oradores (p 26) Teniendo en cuenta el procedimiento agustiniano en los primeros tres libros del De doctrina christiana podriacutea decirse que esta misma afirmacioacuten vale para la hermeneacuteutica pues no puede entenderse como un simple compendio de reglas sino como la aplicacioacuten de las mismas en un contexto maacutes amplio 55 Se recurren a ejemplos tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento aunque se les da preeminencia a pasajes del Evangelio y en particular a las cartas de San Pablo a las que se alude en doce ocasiones 56 En la Epiacutestola 82 dirigida a Jeroacutenimo Agustiacuten se refiere a la obra en cuestioacuten de la siguiente manera ―quizaacute te cause extrantildeeza el nombre porque esa palabra oficio no es muy usada en los libros eclesiaacutesticos pero nuestro Ambrosio no halloacute inconveniente en su empleo pues puso el tiacutetulo de Oficios a algunos de sus libros llenos de preceptos provechoso (ep LXXXII21)
128
se presenta como un texto de moral no debe perderse de vista que en la exposicioacuten de
los deberes se recurre en cuanto al contenido a temas y exempla extraiacutedos de la
Escritura lo cual supone una interpretacioacuten de la misma que Agustiacuten sigue en
muchos aspectos Asiacute el De officiis ambrosiano consiste en un compendio de
ensentildeanzas morales que en cuanto ensentildeanzas son presentadas con suavidad y
decorus para alcanzar el fin que se proponen esto es persuadir al lector En el caso
de la correspondencia entre el tercer libro del De doctrina christiana y el De officiis
de Ambrosio pueden destacarse tres elementos (1) la relacioacuten entre retoacuterica y
hermeneacuteutica (2) la relacioacuten entre retoacuterica y eacutetica y (3) el recurso a modelos y figuras
de la retoacuterica claacutesica en particular a los exempla como instrumento en la
argumentacioacuten Este uacuteltimo punto determina la composicioacuten misma del De officiis en
el que sobre la base del homoacutenimo ciceroniano se lleva a cabo una siacutentesis de
motivos de la moral latina y los praecepta presentados en la Escritura a traveacutes de
exempla Asiacute Ambrosio opera con suma claridad pues para cada precepto propone
un ejemplo escrituriacutestico que tiene el fin de reforzar la idea presentada y ensentildear al
lector la manera en la que puede aplicarlo a la comprensioacuten no soacutelo de su propia
vida sino de la Escritura Para entender mejor el meacutetodo usado por Ambrosio vale la
pena detenerse en uno de los pasajes en los que se aborda una cuestioacuten central que
seraacute retomada por Agustiacuten en el libro tercero del De doctrina christiana el tema de la
justicia En el De officiis se afirma
Asiacute pues la gloria de la fortaleza no consiste soacutelo en las fuerzas del cuerpo y del brazo sino sobre todo en la virtud del espiacuteritu y la ley de la virtud no consiste en cometer la injusticia sino en rechazarla Quien pudiendo no rechaza la injusticia lejos de su compantildeero incurre en culpa tanto como el que la comete Tambieacuten el santo Moiseacutes comenzoacute con fortaleza a partir de aquiacute sus gestas beacutelicas Pues habiendo visto a un hebreo que sufriacutea la injusticia por parte de un egipcio lo defendioacute de tal manera que llegoacute a abatir al egipcio y a esconder su cuerpo en la arena (I36179)
El anterior pasaje consta de dos partes en la primera se enuncia el principio
expuesto por Ciceroacuten (off I2379) seguacuten el cual debe rechazarse la injusticia por ser
un vicio del alma en la segunda se muestra mediante un ejemplo que el virtuoso y
129
santo Moiseacutes rechazoacute la injusticia aun cuando la accioacuten de eacutesta no recayera sobre eacutel
mismo sino sobre alguien maacutes
Agustiacuten retoma el modelo propuesto por Ambrosio y en el tercer libro del De
doctrina christiana dedicado a las reglas necesarias para la interpretacioacuten de la
Escritura se sirve de eacuteste Asiacute puede verse que a cada regla hermeneacuteutica sigue un
ejemplo de su aplicacioacuten y uso lo cual tiene como objetivo ensentildear a todos aquellos
que quieran dedicarse al estudio de la Biblia la manera de proceder seguacuten los casos
interpretativos que puedan presentarse y que ya se enunciaron Para aclarar esto vale
la pena tomar en consideracioacuten dos casos a saber la regla concerniente a la
destruccioacuten de la cupiditas y aquella relacionada con el uso de la figura retoacuterica de la
semejanza en las locuciones figuradas La primera se enuncia de la siguiente manera
Todo lo que en las Santas Escrituras se lee de aacutespero y cruel en hechos y dichos atribuyeacutendolo a Dios o a los santos sirve para destruir el imperio de la concupiscencia o codicia Cuando esto es claro y patente no se ha de aplicar a otra cosa como si se hubiera dicho figuradamente Asiacute es aquello que dijo el Apoacutestol Atesoras ira para el diacutea de la venganza y de la manifestacioacuten del justo juicio de Dios el cual daraacute a cada uno seguacuten sus obras A los que perseveraron en el bien obrar buscando la gloria el honor y la inmortalidad se les daraacute la vida eterna a quienes son contenciosos y desconfiacutean de la verdad y creen a la iniquidad se les otorgaraacute la ira y la indignacioacuten La tribulacioacuten y la angustia seraacuten para toda alma del hombre que obra el mal ante todo para el judiacuteo y el griego Todo esto lo dice el Apoacutestol de aquellos que pereceraacuten con la misma concupiscencia porque no quisieron vencerla (Docchr III 1117)
En cuanto a la explicacioacuten del uso de la locucioacuten figurada Agustiacuten recurre a
un ejemplo para advertir al inteacuterprete que no debe perder de vista que la figura
retoacuterica de la semejanza no siempre se usa de la misma manera pues una misma
palabra puede usarse para significar cosas distintas o incluso opuestas El ejemplo en
cuestioacuten muestra el error de juzgar que la significacioacuten de una semejanza similia es
siempre la misma
Asiacute pues el Sentildeor usoacute la comparacioacuten de la levadura por viacutea de reproche al decir guardaos de la levadura de los fariseos y por alabanza cuando dijo semejante es el reino de los cielos a una mujer que esconde la levadura en tres medidas de harina hasta que fermentoacute toda la masa (Docchr III2535)
130
En consonancia con esta misma regla se afirma que nada impide que un pasaje
sea entendido de diversas maneras siempre y cuando como ya se habiacutea afirmado no
se vaya en contra de la regula fidei
En los dos pasajes examinados puede verse que Agustiacuten se apropia del modelo
ambrosiano que a su vez constituye una siacutentesis entre las herramientas y contenidos
de la cultura claacutesica en particular ciceroniana y la verdad revelada presente en la
Escritura El libro tercero del De doctrina christiana debe entenderse como un
momento crucial en el proyecto agustiniano heredero de Ambrosio en varios
aspectos pues eacuteste surge del diaacutelogo incesante de Agustiacuten con sus maestros tanto
claacutesicos como cristianos y la Escritura En este diaacutelogo en esa buacutesqueda continua que
determina la concepcioacuten agustiniana de la filosofiacutea Ticonio se presenta como un
interlocutor que ocuparaacute un lugar fundamental en el pensamiento de Agustiacuten y en la
estructura del De doctrina christiana pues en el momento en el que la obra se
retoma treinta antildeos despueacutes de la composicioacuten de la primera parte el tema elegido
para concluir el libro tercero seraacute justamente la enunciacioacuten de las reglas
interpretativas propuestas por Ticonio en su Liber regularum Sin embargo debe
llamarse la atencioacuten sobre un hecho que ha gozado de muy poca consideracioacuten entre
los comentaristas se trata de la cuestioacuten de los tropos tema con el cual se retoma la
composicioacuten de la obra Como se veraacute en seguida parece que la mayoriacutea de
estudiosos asume que la redaccioacuten del 426 se inicia con la enunciacioacuten de las reglas
de Ticonio lo cual les permite centrarse en esta cuestioacuten para ofrecer las distintas
hipoacutetesis acerca de la interrupcioacuten Empero entre el ejemplo con el que se cierra el
tema de las locuciones figuradas (Docchr III2535) y la enunciacioacuten de las reglas
(Docchr III3042) Agustiacuten retoma el tema de las expresiones que pueden tener dos
o maacutes sentidos haciendo uso de ejemplos como en las secciones anteriores (Docchr
III2536-37) lleva a cabo una justificacioacuten de la tarea interpretativa (Docchr
III2738)57 y por uacuteltimo trata acerca de los tropos presentes en la Escritura y de la
57 Vale la pena traer completo el pasaje en el que se lleva a cabo la justificacioacuten de esta tarea ―Cuando de las mismas palabras de la Escritura se deducen no uno sino dos o maacutes sentidos aunque no se descubra cuaacutel fue el del escritor no hay peligro en adoptar cualesquiera de ellos si puede mostrarse por otros lugares de las Santas Escrituras que todos convienen con la verdad Sin embargo el que
131
utilidad de los mismos para la hermeneacuteutica (Docchr III2939) iquestCoacutemo debe
entenderse esta seccioacuten intermedia iquestCuaacutel es su relacioacuten con la enunciacioacuten de las
reglas de Ticonio Para responder a estos interrogantes es necesario detenerse en las
diferentes propuestas concernientes a la interrupcioacuten y en la presentacioacuten de las
reglas
24 Agustiacuten y Ticonio la pausa en la composicioacuten del De doctrina christiana y la recepcioacuten del Liber regularum
Como ya se afirmoacute en la introduccioacuten al presente capiacutetulo la peculiaridad de
la composicioacuten del De doctrina christiana ha suscitado no pocas cuestiones a los
estudiosos del pensamiento de Agustiacuten Un amplio sector de la criacutetica habla en
teacuterminos de interrupcioacuten queriendo enfatizar en una ruptura causada por cuestiones
doctrinales (Lettieri 2001) hermeneacuteuticas (Kannengiesser 1996) o circunstanciales
(Simonetti 1994 Pincherle 1974) La primera postura a la que ya se hizo alusioacuten
estaacute relacionada con la propuesta de Lettieri seguacuten la cual existe una escisioacuten entre
las dos partes del De doctrina christiana debido a la crisis que el descubrimiento de
la doctrina de la gracia causoacute en el pensamiento de Agustiacuten Si bien la amplitud y
profundidad de la obra de Lettieri requiere un estudio que desborda las intenciones de
este capiacutetulo es importante tener presente que el desacuerdo con su propuesta estaacute
anclado en una eleccioacuten interpretativa que sigue a Madec y a Harrison seguacuten la cual
el pensamiento de Agustiacuten debe entenderse de manera unitaria y coherente Las
razones de la interrupcioacuten aducidas por el estudioso italiano estaacuten ancladas en una
concepcioacuten en la que no existe espacio alguno para una interpretacioacuten unitaria ni del
investiga la palabra divina ponga todo su empentildeo en llegar a lo que quiso decir el autor por quien el Espiacuteritu Santo compuso aquella Escritura ya lo consiga o ya obtenga otro sentido de aquellas palabras que no se oponga a la pureza de la fe teniendo un testimonio de cualquier otro lugar de la divina Escritura Porque tal vez el autor en aquellas palabras que pretendemos esclarecer vio el mismo sentido que nosotros les damos por lo menos es cierto que el Espiacuteritu Santo que las compuso por medio de eacutel previoacute sin lugar a duda eacutesta que habiacutea de ocurriacutersele al lector o al oyente es maacutes puesto que se halla fundada en la verdad proveyoacute para que se le ocurriera iquestPues queacute cosa pudo Dios proveer con maacutes abundancia y liberalidad en las divinas letras que el hacer que unas mismas palabras se entiendan de modos distintos los cuales son confirmados por otras no menos divinas palabras contestes de la Escritura (Docchr III2738)
132
De doctrina christiana ni del proyecto filosoacutefico agustiniano pues considera Lettieri
que el primer Agustiacuten esto es el Agustiacuten de la caritas de la libertas y de la
ontoteologiacutea platoacutenica se contrapone de manera radical e irreconciliable al otro
Agustiacuten el Agustiacuten de la veritas de la revelatio y del Evangelio Asiacute seguacuten este
autor ―el irrumpir de la desconfianza en relacioacuten con el autoacutenomo poder anagoacutegico
de la doctrina christiana coincide con el traacutensito de una teologiacutea de la suasio a una
teologiacutea de la persuasio o de la confessio (Lettieri 2001 p 98) irrupcioacuten que
hallaraacute su concrecioacuten en las Confessiones y en el libro IV del De doctrina christiana
Por otra parte Kannengiesser aunque tambieacuten pone el acento en la
interrupcioacuten como ruptura aduce razones muy distintas a las de Lettieri pues se
centra en la dificultad que seguacuten eacutel comportoacute para Agustiacuten el estudio y la aplicacioacuten
de las reglas de Ticonio Para apoyar esta idea recurre a la carta en la Agustiacuten le pide
con insistencia a Aurelio que se pronuncie acerca del libro del donatista
Te rogamos por quien te dio tales dones y por ti con esa bendicioacuten los derrama sobre el pueblo a cuyo servicio vives que ordenes enviarnos escritos y corregidos todos los sermones de los presbiacuteteros que gustares No hemos olvidado lo que mandaste y todaviacutea esperamos conocer tu opinioacuten acerca de las siete reglas o claves de Ticonio como te lo hemos escrito repetidamente (ep XLI)
Seguacuten Kannengiesser (1995) la oracioacuten ―no hemos olvidado lo que
mandaste estaacute conectada al resto de la frase razoacuten por la cual debe asumirse que
Aurelio entregoacute a Agustiacuten el libro de Ticonio para que lo ayudara en la lectura del
mismo (p 9) Sin embargo esto no significa que Agustiacuten haya interrumpido la
redaccioacuten del De doctrina christiana por no recibir la opinioacuten de Aurelio acerca del
libro que al parecer este uacuteltimo le habiacutea entregado El comentarista sostiene que la
interrupcioacuten obedecioacute a razones hermeneacuteuticas pues
cuando Agustiacuten quiso explicar algunas de las expresiones figuradas en el capiacutetulo 25 del libro tercero ya no estaba satisfecho con sus propias distinciones La necesidad de comprometerse en una discusioacuten directa con las categoriacuteas de Ticonio que se centra precisamente en las locuciones figuradas se volvioacute imperativa pero auacuten no estaba preparado para eso (Kannengiesser 1995 p 8)
133
Seguacuten esto Agustiacuten no esperaba la aprobacioacuten de Aurelio para incluir los
aportes del donatista en su obra sino una opinioacuten que complementara su comprensioacuten
de los mismos pues la postura de Ticonio seguacuten la cual las reglas por eacutel ofrecidas
deben entenderse como principios intriacutensecos a la Escritura58 suscitaba no pocas
perplejidades para el proyecto trazado iquestPuede entonces afirmarse que la dificultad
de la comprensioacuten del caraacutecter de las reglas llevoacute a Agustiacuten a interrumpir la
composicioacuten de la obra Algunos estudiosos consideran que siacute afirmando que
durante los antildeos de la interrupcioacuten Agustiacuten no abandonoacute el libro de Ticonio y que al
no lograr conciliar su objetivo con la propuesta del donatista optoacute por ofrecer una
interpretacioacuten de las reglas que llevariacutea a una incomprensioacuten histoacuterica de las mismas
(Kannengiesser 1995 p 10 Ayaacuten Calvo 2009 p 35 ss)59 En este punto vale le
pena detenerse en la presentacioacuten que hace Agustiacuten antes de exponer las reglas con
las que cierra el libro tercero del De doctrina christiana
un tal Ticonio que escribioacute de manera irrefutable contra los donatistas a pesar de ser eacutel mismo donatista compuso un libro al que llamoacute De las reglas porque en eacutel expuso siete reglas con las cuales a manera de llaves se pueden abrir los misterios de las Escrituras divinas (III3042)
En contra de la lectura agustiniana Ayaacuten Calvo (2009) sostiene respecto de
las reglas que ―Ticonio afirma expliacutecitamente que pueden provocar confusioacuten o
incluso que son un obstaacuteculo para la comprensioacuten y que son un modo divino de
proceder para hacer la verdad maacutes grata o atractiva a quienes la buscan (p 37)60 En
58 Tanto Bright (1988) como Kannengiesser (1995) afirman que para Ticonio las reglas no deben entenderse como herramientas creadas por eacutel para facilitar la comprensioacuten de la Biblia se tratan en cambio de ―principios literarios que gobiernan la formacioacuten del texto de la Escritura (Bright 1988 p 186) y que en cuanto tales dependen del Espiacuteritu Santo Siguiendo la terminologiacutea ticoniana Ayaacuten Calvo las define como ―algo con lo que el Espiacuteritu selloacute la Ley son sellos del Espiacuteritu mediante los cuales protege el camino de la luz (Ayaacuten Calvo 2009 p 37) 59 Pollmann (1996) se opone tanto a Kannengiesser como a Bright afirmando que ―no se puede sostener que la recepcioacuten agustiniana de Ticonio pueda entenderse como una malinterpretacioacuten (p 215) pues se trata de una apropiacioacuten y de una interpretacioacuten que cumple un objetivo muy claro en la obra de Agustiacuten (Pollmann 1996 p 215) 60 En la regla VI concerniente a la recapitulacioacuten Ticonio afirma ―entre las reglas con las que el Espiacuteritu selloacute la Ley para que fuese custodiado el camino de la luz el sello de la recapitulacioacuten custodia algo con tal sutilidad que maacutes que recapitulacioacuten parece una continuacioacuten de la narracioacuten (VI1)
134
consonancia con esta postura Ayres (1995) considera que el caraacutecter miacutestico de las
reglas de Ticonio consiste en que eacutestas actuacutean para esconder la verdad a aquellos que
no creen y que soacutelo revelan el verdadero mensaje del texto a quienes son inspirados
por Dios
se supone que las reglas son una parte inherente al texto un conocimiento secreto siempre presente que se revela al verdadero exegeta La interpretacioacuten es el resultado de la inspiracioacuten de la gracia y en casos discutibles Ticonio insiste en que las reglas estaacuten todaviacutea presentes pero que se necesita una inspiracioacuten adicional para comprenderlas exactamente (p 17)
En este punto vale la pena tener presente el estudio de Camastra (1996) en el
que se afirma que el Liber regularum debe entenderse como una obra en la que se
presentan algunos principios eclesioloacutegicos que pueden ayudar en la comprensioacuten de
la Escritura razoacuten por la cual no se puede escindir la hermeneacuteutica ticoniana de su
eclesiologiacutea (p 262) En lo que concierne al mysterium se afirma que ―el Espiacuteritu
santo quiso velar el verdadero sentido de las Escrituras escondiendo por ejemplo el
geacutenero en la especie (Camastra 1996 p 266)
Teniendo en cuenta lo afirmado hasta el momento podriacutea considerarse que el
estudio de Ticonio y la impresioacuten que su obra causoacute en Agustiacuten fueron causas
suficientes para la suspensioacuten temporal del De doctrina christiana Esta tesis parece
maacutes fuerte que aquella seguacuten la cual Agustiacuten interrumpioacute la obra al no recibir la
opinioacuten que en reiteradas ocasiones habiacutea pedido a Aurelio Seguacuten Simonetti (1994)
no puede imaginarse que Aurelio haya olvidado dar respuesta a la peticioacuten de Agustiacuten sin una motivacioacuten o buena razoacuten en cambio se puede sostener la hipoacutetesis seguacuten la cual Aurelio no queriacutea dar un juicio negativo de una obra que consideraba valiosa y que sabiacutea que Agustiacuten teniacutea en alta estima pero tampoco queriacutea aprobar su uso por pertenecer a un donatista (p 12)
Aunque puede afirmarse con seguridad que la opinioacuten de Aurelio primado de
Aacutefrica era fundamental para Agustiacuten esta hipoacutetesis pierde su fuerza cuando se tiene
en cuenta que Agustiacuten emprende la defensa de Ticonio en el Contra epistulam
Parmeniani escrita en el antildeo 400 esto es en plena controversia antidonatista y soacutelo
tres antildeos despueacutes del abandono de la composicioacuten del De doctrina christiana
135
Si bien es muy difiacutecil ofrecer una solucioacuten concluyente respecto a esta
cuestioacuten para ello debe tenerse en cuenta la manera en la que Agustiacuten introduce la
exposicioacuten de las reglas y la interpretacioacuten que hace de las mismas Las palabras
usadas para introducir el tema justifican el recurso a las reglas seguacuten el plan original
de la obra que nunca se abandona ni modifica haciendo eacutenfasis en su utilidad Sin
embargo se adopta tambieacuten una posicioacuten criacutetica no soacutelo frente al contenido de las
reglas sino tambieacuten frente a la actitud del donatista respecto de la eficacia de su obra
pues para Agustiacuten Ticonio atribuye maacutes importancia a sus reglas de la que en
realidad tienen Por otra parte Agustiacuten llama la atencioacuten sobre el hecho de que
Ticonio se equivocoacute en muchas de sus afirmaciones ―no soacutelo porque como hombre
erroacute en ciertas cosas sino principalmente porque habloacute de otras como hereje
donatista (Docchr III3043) razoacuten por la cual es necesario acercarse a sus
afirmaciones con cierta cautela La actitud del obispo que interrumpe la redaccioacuten de
las Retractationes para culminar el propoacutesito que se habiacutea trazado treinta antildeos atraacutes
muestra que su juicio sobre Ticonio no ha cambiado con el paso de los antildeos Fiel a su
modo de proceder Agustiacuten toma de Ticonio aquello que considera uacutetil apropiaacutendose
de su propuesta y reinterpretaacutendola a la luz de las necesidades de la obra por ello no
utiliza los mismos ejemplos ofrecidos por el donatista para ilustrar cada una de las
reglas o se centra soacutelo en uno de ellos con el fin de reforzar su propia interpretacioacuten
de las mismas
Teniendo en cuenta lo dicho hasta el momento es pertinente pasar a tratar la
exposicioacuten y apropiacioacuten que hace Agustiacuten de las siete reglas de Ticonio La primera
regla se denomina del Sentildeor y su cuerpo y en ella se destaca la importancia de
distinguir cuaacutendo un texto hace referencia a Cristo en siacute mismo y cuaacutendo se refiere a
Cristo como conjunto de los que creen en Eacutel es decir como Iglesia Del amplio
nuacutemero de ejemplos ofrecidos por Ticonio para exponer esta regla Agustiacuten escoge el
siguiente ―no en vano se dijo a los fieles sois descendencia de Abraham siendo una
sola la descendencia de Abraham es decir Cristo (Docchr III3144) Vale la pena
anotar que la exeacutegesis universalista de este pasaje paulino (Gal 316) seguacuten la cual la
136
promesa fue hecha a Cristo pero se cumple en los que son uno con Eacutel es recurrente
en la controversia donatista que ocupoacute a Agustiacuten durante dos deacutecadas61
El nombre de la segunda regla ―del doble cuerpo del Sentildeor es objeto de
criacutetica por parte de Agustiacuten La intencioacuten de esta norma es la de llamar la atencioacuten al
lector sobre el hecho de que en las Escrituras no siempre resulta claro a quieacuten se estaacute
haciendo referencia si a aquella parte de la Iglesia compuesta por herejes o a los que
siguen la fe verdadera Puesto que para Agustiacuten las herejiacuteas no pueden considerarse
como el verdadero cuerpo de Cristo afirma que el nombre de esta regla deberiacutea ser
―del cuerpo del Sentildeor verdadero y mezclado o del verdadero y fingido (Docchr
III3245) Agustiacuten usa esta regla para oponerse a los correligionarios de Ticonio los
cuales consideraban que la Iglesia debiacutea ser una pura e inmaculada A la base de la
criacutetica ticoniana estaacute la concepcioacuten de que la Iglesia se halla conformada por justos y
pecadores hasta el momento del Juicio Final El ejemplo utilizado tanto por Ticonio
como por Agustiacuten es el pasaje del Cantar de los cantares ―soy morena y hermosa
como las tiendas de Cedar como los tapices de Salomoacuten (Cant I5) el cual se
interpreta seguacuten la sincroniacutea de los atributos Asiacute la Iglesia es a la vez morena y
hermosa y no puede afirmarse que se trate de dos momentos distintos El fundamento
evangeacutelico de esta concepcioacuten se encuentra en la afirmacioacuten el trigo y la cizantildea
deben crecer juntos hasta que llegue el momento de su uacutenica y definitiva separacioacuten
(Mt 330)
La tercera regla se presenta de la siguiente manera
trata de ―las promesas y la ley la que puede llamarse de otra manera ―del espiacuteritu y de la letra conforme la denomineacute yo en el libro que escribiacute sobre esta materia Puede asimismo llamarse ―de la gracia y del mandamiento Esta me parece cuestioacuten
61 En el Contra epistulam Parmeniani leemos ―Para que no piensen los donatistas que este oraacuteculo fue dicho soacutelo a los judiacuteos expliacutequenos el Apoacutestol cuaacutel es el sentido del teacutermino descendencia de Abraham por la cual seriacutean benditos todos los pueblos A Abraham -dice- le han sido hechas promesas asiacute como a su descendencia No dice descendencias como si fueran varias sino en tu descendencia en singular refirieacutendose a una sola Esta descendencia es Cristo Porque es en Cristo donde estaacute prometido con aplastante autoridad y demostrado con la realidad maacutes palmaria que todas las razas alcanzariacutean la bendicioacuten de Dios iexclY todaviacutea lo niegan quienes desean llamarse cristianos (I22) Veacutease Epistula ad catholicos de secta donatistarum (611ndash2470) y Contra Cresconium (II3645)
137
maacutes importante que la regla que deba emplearse para resolver cuestiones Los pelagianos por no haber entendido esta cuestioacuten o doctrina inventaron su herejiacutea o la acrecentaron Ticonio trabajoacute muy bien por aclararla pero de modo incompleto porque tratando de la fe y de las obras nos dijo que las obras se dan por Dios debido al meacuterito de la fe pero la misma fe es de tal modo nuestra que no la recibimos de Dios (Docchr III3346)
Puede verse que esta regla se usa como punto de partida para acometer contra
las herejiacuteas tanto pelagiana como donatista Los pelagianos consideraban que era
posible librarse del pecado y por lo tanto merecer en virtud de los buenos actos la
unioacuten con Dios y su contemplacioacuten Por su parte los donatistas aunque no
compartiacutean la posicioacuten pelagiana consideraban que las obras del hombre se dan por
Dios gracias a le fe pero que esta uacuteltima le pertenece al hombre y no depende de la
gracia divina Para tomar distancia de Ticonio en este punto Agustiacuten propone tres
ejemplos paulinos que no habiacutean sido tenidos en cuenta en la exposicioacuten de la tercera
regla en el Liber regularum
La cuarta regla de Ticonio reza asiacute se habla de la especie y el geacutenero ―seguacuten
los misterios de la sabiduriacutea celeste gracias al magisterio del Espiacuteritu Santo que al
establecer la fe como precio de la verdad habloacute misteriosamente pues escondioacute el
geacutenero en la especie62 (Lr IV1) Agustiacuten por su parte la resume de la siguiente
manera
la cuarta regla de Ticonio trata de laquola especie y el geacuteneroraquo La llama asiacute queriendo que se entienda por especie la parte y por geacutenero el todo del cual es parte la que denomina especie asiacute como cada ciudad es ciertamente parte del universo (Docchr III3447)
La utilidad de esta clave radica en que advierte al lector sobre el cuidado que
se debe tener cuando la Escritura pasa del geacutenero a la especie pero parece que
continuara refirieacutendose al primero En consonancia con el tono que se adoptoacute en la
62 En consonancia con lo afirmado en la introduccioacuten al Liber regularum en la exposicioacuten de la cuarta regla Ticonio reafirma la posicioacuten ―el Espiacuteritu santo es autor e inteacuterprete de la Escritura inspirador del texto y maestro que dicta los criterios hermeneacuteuticos para su comprensioacuten La docilidad hacia su magisterium permite la interpretacioacuten correcta seguacuten la intencioacuten de Aqueacutel que la inspiroacute (Camastra 1998 p 206)
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exposicioacuten de la tercera regla Agustiacuten aplica la cuarta a diversos pasajes de la
Escritura teniendo como trasfondo su doctrina de la gracia
La quinta regla de Ticonio se denomina ―de los tiempos y tiene que ver con
la forma de entender el tiempo en el que se desarrollaron las acciones narradas en la
Escritura Esta regla puede aplicarse con la figura retoacuterica de la sineacutecdoque o con los
nuacutemeros legiacutetimos Recurrir al tropo de tomar la parte por el todo o el todo por la
parte es necesario cuando se presentan contradicciones temporales respecto de un
determinado hecho Asiacute por ejemplo los Evangelios parecen contradecirse cuando
uno afirma que la resurreccioacuten de Cristo se dio luego de seis diacuteas de su muerte63
mientras que otro afirma que tal acontecimiento tuvo lugar luego de ocho diacuteas Si se
recurre a la sineacutecdoque para explicar esta aparente contradiccioacuten se diraacute que aquel
evangelista que afirma que transcurrieron ocho diacuteas al contar como un diacutea entero la
parte del diacutea en que Cristo predijo dicho suceso y la parte del diacutea en el que se verificoacute
estaacute tomando la parte por el todo En lo que respecta a los nuacutemeros legiacutetimos esto es
a los que se reconocen con facilidad se afirma que muchas veces quieren significar
un tiempo indefinido ―de donde se infiere que no soacutelo se han de resolver con estos
nuacutemeros cuestiones de tiempo sino que sus significaciones tienen maacutes amplitud y se
ramifican en muchos sentidos (Docchr III3550)
La sexta regla se denomina ―recapitulacioacuten y resulta de suma utilidad para el
inteacuterprete en aquellos pasajes en los que se narran sucesos como si se hubieran dado
de manera lineal cuando en realidad se silencian hechos intermedios Para ilustrar el
uso que debe hacerse de esta norma Agustiacuten recurre al mismo ejemplo que utiliza
Ticonio en el Liber regularum
el diacutea que salioacute Lot de Sodoma llovioacute fuego del cielo y abrasoacute a todos conforme a esto seraacute el diacutea en que se manifestaraacute el Hijo del Hombre En aquella hora el que estuviere en el tejado y tuviere sus muebles en casa no baje a tomarlos el que se halle en el campo no vuelva atraacutes Acueacuterdese de la mujer de Lot (Lr 1729)
63 A propoacutesito de la cuestioacuten del tiempo transcurrido entre la muerte y la resurreccioacuten de Cristo Camastra (1998) anota que el detalle y el tipo de argumentacioacuten con el que Ticonio se dedica a la misma permiten suponer que se trataba de un objeto de debate en la iglesia donatista (p 219)
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Seguacuten la regla de la recapitulacioacuten estas palabras deben entenderse como
como la descripcioacuten de dos momentos que no guardan entre siacute ninguna linealidad Asiacute
pues el precepto de no volver atraacutes la mirada no debe entenderse como un mandato
para el momento futuro de la manifestacioacuten del Hijo en el Juicio Final sino para el
presente El valor hermeneacuteutico de esta regla consiste en que ayuda a aclarar los
pasajes oscuros o contradictorios de la Escritura mediante el recurso al sentido literal
que en las pocas ocasiones en que puede ser usado debe preferirse al alegoacuterico
(Pollmann 1996 p 207)
La seacuteptima y uacuteltima regla de Ticonio permite al estudioso de las Escrituras
saber cuaacutendo se estaacute haciendo referencia al diablo o a su cuerpo que son los impiacuteos
razoacuten por la cual se llama ―del diablo y su cuerpo en este sentido corresponde por
viacutea negativa a la primera regla Pollman (1996) llama la atencioacuten sobre el hecho de
que Agustiacuten le dedica poco espacio a la exposicioacuten de esta regla (p 211) en
contraposicioacuten a Ticonio que se extiende en la presentacioacuten y ejemplificacioacuten de la
misma Esto se debe a que Agustiacuten la interpreta en el mismo sentido de la primera
por tanto no considera oportuno extenderse En cuanto a Ticonio en cambio
podemos afirmar con Camastra (1998) que la importancia otorgada a esta uacuteltima regla
estaacute relacionada con el profundo intereacutes eclesioloacutegico que anima las reflexiones
ticonianas (p 239)
En este punto y con la intencioacuten de ofrecer una solucioacuten a la cuestioacuten ya
planteada acerca de la relacioacuten entre la seccioacuten del libro tercero compuesta en el 426
concerniente a los tropos y la exposicioacuten de las reglas de Ticonio vale la pena
detenerse en la conclusioacuten presentada por Agustiacuten
todas estas reglas menos una la llamada laquode la ley y las promesasraquo sirven para que se entienda de una cosa otra distinta lo cual es propio de la expresioacuten troacutepica la que a mi ver se extiende maacutes de lo que puede encerrase una regla general Porque en cualquier parte donde se diga algo para que se entienda otra cosa distinta de lo dicho hay locucioacuten troacutepica aunque no aparezca el nombre de este tropo en el arte de hablar o la retoacuterica (Docchr III3756)
Teniendo en cuenta este pasaje puede afirmarse con Pollmann (1996) que el
argumento central del libro tercero del De doctrina christiana no es otro que el de los
140
signa ambigua Por ello Agustiacuten recurre a Ticonio por la utilidad de sus reglas para la
comprensioacuten de las expresiones troacutepicas (p 213) Esta es la razoacuten por la cual la
redaccioacuten de la parte conclusiva del libro tercero inicia justamente con la seccioacuten en
la que de manera teacutecnica como lo anota Hill (1996) Agustiacuten expone los diferentes
tropos presentes en la Escritura Fiel al estilo de composicioacuten usado a lo largo de la
obra Agustiacuten presenta las figuras retoacutericas y luego mediante los ejemplos
formulados por Ticonio ofrece una explicacioacuten que permita esclarecer su uso y
comprensioacuten En este orden de ideas podriacutea afirmarse que en contra de aquellos que
han sostenido que la interrupcioacuten de la obra tuvo que ver con la dificultad en la
interpretacioacuten del Liber regularum (Kannengiesser 1995 Bright 1995) o con la
vacilacioacuten para recurrir a Ticonio en plena controversia antidonatista (Simonetti
1994) Agustiacuten utiliza las reglas con una intencioacuten ilustrativa tomando cautelosa
distancia de los errores humanos y doctrinales de Ticonio sin perder de vista la
pertinencia de las mismas para la culminacioacuten de esta parte de su obra
En este punto vale la pena tener presente una epiacutestola redactada durante los
antildeos de la interrupcioacuten que nos permite acceder a una comprensioacuten maacutes clara de la
relacioacuten entre Agustiacuten y Ticonio en lo que concierne sobre todo a la utilidad de la
propuesta ticoniana para el proyecto hermeneacuteutico agustiniano En la carta enviada a
Restituto entre el antildeo 400 y el 411 leemos
El hermano Deogracias tan fiel a miacute como sabes me ha indicado los ardores que hablan de la piadosa llama existente en tu corazoacuten ardores de los que participa eacutel mismo Lee pues a Ticonio a quien bien conoces aunque no vas a dar tu aprobacioacuten a todo Bien sabes lo que se ha de evitar en dicho autor pero me parece que ha tratado y solucionado con valentiacutea ese problema iquestcoacutemo hemos de mantener en la Iglesia de Dios el viacutenculo de la unidad y tolerar los sucesos perversos o aun criminales que no podemos corregir o suprimir En los escritos de Ticonio hay que corregir su intencioacuten tambieacuten hay que recurrir a las divinas fuentes de las santas Escrituras para advertir cuaacuten pocos testimonios doctrinales o ejemplos histoacutericos ha anotado para resolver este problema y coacutemo nadie puede ponerlos todos si no quiere intercalar al su escrito casi todas las paacuteginas de los Libros santos (ep CCXLIX)
De las palabras dirigidas a Restituto podemos hacer tres consideraciones En
primer lugar no debe pasar desapercibido el tono de familiaridad con el que Agustiacuten
se refiere a Ticonio quem bene nosti lo cual indica que su obra gozaba de amplia
141
difusioacuten y era objeto de estudio por parte de toda la comunidad cristiana del norte de
Aacutefrica En segundo lugar debe resaltarse que Agustiacuten usa el mismo tono y un
lenguaje muy cercano al que utilizaraacute en el De doctrina christiana (III3042) para
referirse al proceder del inteacuterprete caute sane legendus est con respecto a la obra del
donatista pues se afirma que debe tomarse lo uacutetil y rechazarse aquello que se halla en
contradiccioacuten con la doctrina catoacutelica Por uacuteltimo noacutetese que en la referencia al
problema tratado por Ticonio el cual se encuentra justamente al centro de la
controversia entre donatistas y catoacutelicos64 se alude de forma indirecta a las dos
primeras reglas del Liber regularum que como se afirmoacute anteriormente deben
entenderse desde la perspectiva eclesioloacutegica ticoniana
Por uacuteltimo debe anotarse que la conclusioacuten de Agustiacuten a la presentacioacuten de
las reglas de Ticonio con la que se cierra el libro tercero brinda elementos para
pensar la relacioacuten existente entre retoacuterica y hermeneacuteutica lo cual puede entenderse
como una introduccioacuten al libro cuarto que se ocuparaacute ya no soacutelo de los praecepta
retoacutericos sino de la consuetudo linguae que como anota Pizzolato (1995) ―deriva del
aprendizaje del uso de los buenos autores y del ejercicio de la imitacioacuten (p 103)
64 El cisma donatista se originoacute en Cartago a principios del siglo IV a causa de la impugnacioacuten del obispado de Ceciliano por parte del primado de Numidia Este uacuteltimo no consideraba vaacutelida la eleccioacuten de Ceciliano pues alegaba que entre los obispos que lo habiacutean consagrado se encontraba un traditor esto es un cristiano que habiacutea entregado los libros sagrados durante las persecuciones imperiales Si bien Constantino se pronuncioacute a favor de Ceciliano en el 314 (ep XCIII1044) la herejiacutea donatista se reforzoacute y expandioacute a lo largo de todo el siglo IV razoacuten por la cual Agustiacuten tuvo que hacerle frente y defender su posicioacuten en una confrontacioacuten que habiacutea llegado a asumir tintes violentos Los primeros escritos antidonatistas se situacutean en el periodo presbiteral y los uacuteltimos son anteriores al 411 antildeo en el cual un edicto imperial condenoacute el donatismo de manera definitiva aunque como ya se vio haraacute algunas alusiones a la secta en el De doctrina christiana
142
3 CICEROacuteN EN EL LIBRO CUARTO DEL DE DOCTRINA CHRISTIANA
Seguacuten lo expresado en el proacutelogo el uacuteltimo libro se ocupa del modus proferendi esto
es del modo como debe exponerse lo que se ha entendido en la Escritura lo cual no
significa que la obra se considere como un manual de retoacuterica en el que se brindan las
reglas concernientes a la expositio A propoacutesito de esto Agustiacuten afirma
lo primero que prevengo en este proacutelogo a mis lectores a los que quizaacutes piensen que he de darles los preceptos retoacutericos que aprendiacute y ensentildeeacute en las escuelas del siglo es que no esperen de miacute tal cosa no porque no tengan alguna utilidad sino porque si la tienen deben aprenderse aparte (Docchr IV12)
La cercaniacutea de la advertencia agustiniana con la admonicioacuten ciceroniana en la
introduccioacuten al De oratore no puede pasar desapercibida ―no expondreacute aquiacute una serie
de preceptos partiendo de las nociones escolaacutesticas aprendidas en mi lejana juventud
sino aquellos principios que pude recibir de algunos de nuestros maacutes elocuentes
ciudadanos (I23)
Acerca de la utilidad de la retoacuterica y en consonancia con la divisioacuten
establecida en el libro primero entre uti y frui se establece que la retoacuterica debe ser
usada con vistas a un fin mayor la defensa de la verdad En este punto se retoma la
consideracioacuten del libro segundo (Docchr II3655) seguacuten la cual la retoacuterica no
pertenece al grupo de cosas instituidas por los hombres sino por Dios por cuanto ella
es buena y verdadera en siacute misma aunque pueda ser usada para fines inicuos seguacuten el
caraacutecter de quien la emplee Asiacute pues Agustiacuten se pregunta acerca de la retoacuterica ya
que si ella sirve ―[hellip] en gran manera para persuadir las cosas buenas o las malas
(Docchr IV23) luego ―iquestpor queacute los buenos no se dedican a conseguirla para que
144
sirva a la virtud cuando los malos la emplean en uso de la iniquidad y del error para
defender vanas y perversas causas (Docchr IV23)
La concepcioacuten de retoacuterica en la que se apoyan las afirmaciones iniciales del
libro cuarto del De doctrina christiana estaacute anclada en la tesis latina presente tanto
en Ciceroacuten como en Quintiliano que considera a la retoacuterica como un saber unitario
puesto que su objeto no puede ser otro que la verdad En el De oratore se sostiene
que ―existe aquella famosa verdad afirmada por Platoacuten y que tuacute Catulo ciertamente
conoces seguacuten la cual todo el conocimiento teoacuterico de las artes humanas y liberales
se mantiene unida por una especie de viacutenculo comuacuten (de Orat III621) De lo
anterior resulta que ―la elocuencia es una sola independientemente del campo y el
aacutembito de la discusioacuten a la cual se dedique (de Orat III623) En la misma liacutenea que
Ciceroacuten y apoyaacutendose en eacutel Quintiliano afirma en su Institutio oratoria ―nuestro
propoacutesito no es el de definir al orador del pasado o del presente sino el de crear la
imagen de la perfeccioacuten absoluta y constante (I105) En este punto puede
sostenerse con Fabrizi (1995) que para Agustiacuten en virtud de la relacioacuten del Verbo
divino con el acto comunicativo humano la eloquentia esto es la expresioacuten humana
se halla necesariamente dispuesta hacia la Verdad (p 154) y en este sentido como lo
afirma Ciceroacuten no puede separarse de la filosofiacutea (de Orat III1972 III35142)
Una vez establecida la utilidad de la retoacuterica para el orador cristiano Agustiacuten
ofrece algunas recomendaciones concernientes al estudio de la misma En primer
lugar se menciona que la elocuencia debe ser estudiada en la juventud pues si eacutesta
no se aprende en el tiempo conveniente en la madurez resulta muy difiacutecil de asimilar
Esta idea se encuentra expresada ya en el De oratore de la siguiente manera ―en tu
discurso Craso me llamoacute particularmente tu afirmacioacuten seguacuten la cual aqueacutel que no
aprende algo raacutepidamente no podraacute aprenderlo nunca de manera suficiente (III146)
Sin embargo se anota que el aprendizaje de la retoacuterica se da no soacutelo por medio del
estudio de sus reglas sino que tambieacuten se adquiere habilidad en ella leyendo y
escuchando a aquellos que escriben y hablan con elocuencia Esta tesis que
determina la composicioacuten del libro cuarto y se halla en clara consonancia con lo que
se sostiene al inicio del mismo tambieacuten encuentra un antecedente en Ciceroacuten pues
145
como ya se afirmoacute el orador romano sostiene que las reglas constituyen un primer
momento de formacioacuten que se perfecciona en el estudio de los exempla tomados de
los oradores maacutes ilustres (de Orat I23) En este mismo orden de ideas en el libro
tercero de la misma obra ante la insistencia de los interlocutores de Craso por recibir
un compendio y explicacioacuten de las reglas que sirven para embellecer el discurso
Craso responderaacute ―me preguntas acerca de cosas de sobra sabidas por todos de
hecho no desconocidas por ti Sulpicio pues iquestquieacuten no ha impartido lecciones no ha
establecido reglas y no ha dejado escritos concernientes a esto (III37148)
La actitud de Ciceroacuten estaacute relacionada con una concepcioacuten naturalista de la
retoacuterica seguacuten la cual el estudio sistemaacutetico de sus reglas no garantiza que un orador
sea elocuente Por la pertinencia del pasaje para la recepcioacuten agustiniana de la
relacioacuten entre retoacuterica y elocuencia vale la pena considerar uno de los pasajes del De
oratore en los que se aborda esta cuestioacuten
he llegado a la conclusioacuten de que todos estos preceptos no deben su validez a que los oradores que los han seguido han alcanzado la fama por su elocuencia sino sobre todo al hecho de que aquellos estudiaron y extrajeron los principios a partir de lo que los oradores haciacutean espontaacuteneamente sua sponte Asiacute pues la elocuencia no deriva de la retoacuterica sino que la retoacuterica deriva de la elocuencia (I146)
Agustiacuten a su vez se refiere a este argumento en los siguientes teacuterminos
Pues tambieacuten de los mismos que los aprendieron y que hablan copiosa y elegantemente no todos cuando hablan pueden pensar en los preceptos para hablar conforme a ellos a no ser que traten de los mismos auacuten maacutes creo que apenas habraacute alguno de ellos que al mismo tiempo sea capaz de hablar bien y de pensar mientras habla en aquellos preceptos que es menester observar para hablar bien Se ha de pensar evitar que escapen de la memoria las cosas que han de decirse por atender a decirlas con arte Sin embargo en los discursos y charlas de los oradores se hallan empleadas las reglas de la elocuencia de las cuales ni se acordaron para hablar ni cuando hablaban ya las hubieran aprendido ya ni siquiera las hubieran saludado Puesto que las observan porque son elocuentes no es que las empleen para serlo (Docchr IV34)
iquestCoacutemo entiende Agustiacuten la relacioacuten entre rhetorica y eloquentia A propoacutesito
de esta pregunta Fabrizi (1995) anota que no debe perderse de vista la distincioacuten
entre rhetorica y eloquentia aunque dicha distincioacuten no tiene un caraacutecter excluyente
sino que se trata de momentos distintos del proceso comunicativo en el que la
146
elocuencia tendriacutea un caraacutecter maacutes originario (p 154) El uso del teacutermino en el libro
cuarto del De doctrina christiana y la apropiacioacuten del pasaje ciceroniano
anteriormente citado muestran que el aacutembito de la retoacuterica es el de los praecepta que
es maacutes especiacutefico y restringido que el de la elocuencia en efecto la retoacuterica tiene una
clara funcioacuten pedagoacutegica y se aplica a los joacutevenes en formacioacuten representando asiacute un
momento en la instruccioacuten doctrina Pero entonces iquestcoacutemo entender la eloquentia
La respuesta a este interrogante se daraacute a lo largo del libro cuarto y se encuentra
estrechamente relacionada no soacutelo con la propuesta hermeneacuteutica presentada en los
primeros libros sino con la concepcioacuten maacutes comprehensiva que Agustiacuten tiene de la
filosofiacutea presente ya desde los diaacutelogos de Casiciaco y tambieacuten como se abordaraacute
maacutes adelante con la doctrina de la gracia y su relacioacuten con la retoacuterica ciceroniana
Volviendo al tema de la retoacuterica seguacuten como se presenta en esta seccioacuten vale
la pena detenerse en las consideraciones de Agustiacuten acerca de su utilidad para el
orador cristiano En un tono muy cercano al usado en el De catechizandis rudibus65
se ofrecen algunos preceptos que el expositor de las Escrituras debe tener en cuenta
En primer lugar se afirma que se debe ensentildear docere lo bueno y desensentildear
dedocere lo malo teniendo en cuenta la fe y la verdad en segundo lugar se sentildeala
que mediante el discurso el orador debe ―apaciguar los contrarios alentar a los tibios
y enunciar a los ignorantes de queacute se trata y queacute deben esperar (Docchr IV46)
Una vez el orador haya dominado el aacutenimo pathos de su auditorio debe proceder en
caso de que ese sea el fin que persigue a ensentildear docere aquello que se ha propuesto
por medio de la narracioacuten y mencioacuten de pruebas y exempla Si lo que busca no es
ensentildear sino persuadir movere entonces debe apelar a elementos como ―los ruegos
las suacuteplicas las reprensiones y las amenazas y todos los demaacutes recursos que sirven
para conmover los aacutenimos (Docchr IV46)
El esquema asiacute presentado consiste en la apropiacioacuten agustiniana de los officia
oratoris presentados por Ciceroacuten66 en sus obras retoacutericas maacutes relevantes a saber el
65 En relacioacuten con el caraacutecter originalidad estructura y propoacutesito de esta obra veacutease (Harmless 1995) 66 El esquema ciceroniano retoma a su vez la cuestioacuten de las tres modalidades de prueba ndashloacutegica eacutetica y pateacuteticandash asiacute como el tema de los fines de las tres clases de oratoria presentados por Aristoacuteteles en la Retoacuterica ―El fin para cada uno de estos geacuteneros es distinto y como son tres tres son los fines para el
147
De oratore el Brutus y el Orator La primera definicioacuten encontrada en el De oratore
es la siguiente ―el arte de hablar se asienta en estos tres medios de persuasioacuten
demostrar la veracidad de la propia tesis obtener el favor del auditorio y provocar
las emociones necesarias seguacuten la causa (II115) Unas liacuteneas maacutes adelante los
officia oratoris se precisan asiacute ―No me rehusareacute a tratar con cuidado y suficiencia la
primera parte esto es aquella relacionada con lo necesario para alcanzar los tres
uacutenicos objetivos que pueden convencer persuadir ensentildear y deleitar (II121) La
definicioacuten ofrecida en el Brutus es de fundamental importancia pues como sentildeala
Kursawe (2000) en ella se utiliza la terna docere delectare y movere tal y como la
encontramos en el De doctrina christiana ―tres son a mi juicio los efectos que se
pueden conseguir a traveacutes de la palabra a saber ensentildear doceatur a los oyentes
deleitarlos delectur y conmoverlos moveatur profundamente (p 185) Finalmente
debe considerarse la definicioacuten del Orator uacuteltimo de los textos ciceronianos
relacionados con la retoacuterica compuesto en el 46 a C en el que no soacutelo se presentan
los officia oratoris sino que se ponen en relacioacuten con los estilos del discurso67
Seraacute entonces un perfecto orador ndashy eso es lo que buscamos en la liacutenea de Antoniondash aquel que sabraacute tanto en los discursos del foro como en los tribunales probar deleitar y persuadir El probar se requiere por necesidad el deleitar por placer y el persuadir por el eacutexito esto es la maacutes importante para ganar una causa (69)
Es elocuente el que puede expresar con sencillez los asuntos humildes con majestuosidad los superiores y en estilo templado los medianos (101)
No pocos estudiosos han llamado la atencioacuten sobre la importancia de estos
pasajes en la recepcioacuten agustiniana de la retoacuterica claacutesica su apropiacioacuten y
reinterpretacioacuten cristiana A propoacutesito de la lectura de (Orat 69101) Testard (1969)
afirma que sobre ambos pasajes se construye la totalidad de la reflexioacuten agustiniana
orador deliberativo lo uacutetil y dantildeoso pues el que persuade aconseja en cuanto le parece mejor y el que disuade disuade en cuanto le parece peor y todo lo demaacutes lo antildeaden sobre esto como accesorio lo justo o injusto hermoso o feo Para los que abogan en justicia lo justo y lo injusto y lo restante lo antildeaden estos a su vez como accesorio Para los que ensalzan y reprochan lo honroso y lo feo y lo demaacutes tambieacuten eacutestos lo ponen como antildeadidura (1358 b) 67 A propoacutesito de esto vale la pena traer la posicioacuten de Douglas (1957) seguacuten la cual la unioacuten de los officia con los estilos se trata de un aporte original de Ciceroacuten a partir de las distinciones llevadas a cabo por Aristoacuteteles y Teofrasto (pp 18-27)
148
en el libro cuarto del De doctrina christiana (p 28) en la misma liacutenea Hagendahl
(1967) sostiene que en estos pasajes ciceronianos Agustiacuten encuentra el motivo
principal de su exposicioacuten (p 20) por uacuteltimo Kursawe (2000) lleva a cabo una
presentacioacuten detallada en la que muestra la influencia de las liacuteneas del Orator en la
composicioacuten de la segunda parte del libro cuarto del De doctrina christiana (p 35)
Lettieri (2001) por su parte va maacutes allaacute y afirma que si bien los estudiosos han
llamado la atencioacuten a la influencia de la retoacuterica ciceroniana en la retoacuterica de Agustiacuten
dicha influencia se ha relegado al aacutembito meramente teacutecnico lo cual ha impedido
asumir con profundidad la consciente y radical apropiacioacuten de la retoacuterica claacutesica
llevada a cabo por Agustiacuten (p 465)
Para entender mejor la propuesta de Lettieri es necesario en primer lugar
detenerse en el tratamiento de la relacioacuten entre retoacuterica y sabiduriacutea que se da en la
segunda parte del uacuteltimo libro del De doctrina christiana
31 Elocuencia cristiana
Una vez establecidos los fines a los que debe tender el orador que se dedica al
estudio y a la ensentildeanza de las Sagradas Escrituras se advierte que
el orador que deja fluir de sus labios una necia elocuencia tanto maacutes debe evitarse cuanto maacutes se deleita el oyente en las cosas inuacutetiles que de eacutel oye pues como lo oyen hablar con elegancia juzgan que tambieacuten dice verdad (Docchr IV57)
Asiacute pues no se debe anteponer la retoacuterica a la sabiduriacutea pues hay oradores
que aunque no sean elocuentes dicen la verdad lo cual representa mayor provecho
que un discurso adornado con artificios retoacutericos pero falso Aunque no se cita de
manera expliacutecita Agustiacuten se apoya en la aseveracioacuten de Ciceroacuten ―la sabiduriacutea sin
elocuencia aprovecha poco a las ciudades pero la elocuencia sin sabiduriacutea casi
siempre estorba demasiado nunca aprovecha (Inv I1) iquestDe queacute depende que se
hable con sabiduriacutea De la manera en la que se entiendan modus inveniendi las
Sagradas Escrituras y se indague su sentido Asiacute pues es necesario en primer lugar
haber comprendido el mensaje divino para poder explicarlo con sabiduriacutea y
149
elocuencia Esto no debe entenderse como una mera recomendacioacuten metodoloacutegica ya
que Agustiacuten estaacute haciendo referencia al modo como eacutel ha procedido en la
composicioacuten de su obra donde el modus proferendi va precedido del modus
inveniendi Asiacute una vez que se ha indagado el sentido de la Escritura que se expresa
en teacuterminos retoacutericos con ayuda de la hermeneacuteutica se pasa a su exposicioacuten por
medio de la retoacuterica El orador que logra conjugar la sabiduriacutea que proviene de la
hermeneacuteutica y la elocuencia en la que se basa la retoacuterica es aquel cuyo discurso
produce mayor provecho en el auditorio En este punto surge la pregunta sobre doacutende
pueden encontrarse exempla de discursos que se caractericen tanto por su elocuencia
como por su sabiduriacutea Retomando la afirmacioacuten de (Docchr IV34) seguacuten la cual
es posible hallar ejemplos de elocuencia en los escritores cristianos se afirma
Ahora tal vez pregunte alguno si nuestros autores cuyos escritos divinamente inspirados componen nuestro canon de provechosiacutesima autoridad han de ser llamados solamente sabios o tambieacuten elocuentes Faacutecilmente se descubre esta cuestioacuten por lo que a miacute toca y a los que conmigo sienten lo que digo Donde los entiendo me parece que no soacutelo no puede darse otra cosa maacutes sabia ni maacutes elocuente Y me atrevo a decir que todos los que entiendan bien lo que ellos dicen al mismo tiempo entienden que no debieron haber hablado de otro modo Pues asiacute como hay cierta elocuencia que es maacutes propia de la edad juvenil y otra que conviene a la senil y no puede llamarse con tal nombre si no corresponde al orador asiacute tambieacuten hay una elocuencia que conviene a estos hombres digniacutesimos de suma autoridad y profundamente divinos Con esta elocuencia hablaron aquellos autores sagrados y ni a ellos conveniacutea otra ni a otros conveniacutea eacutesta (Docchr IV69)
La primera cuestioacuten que debe tenerse en cuenta es que Agustiacuten como lo anota
Simonetti (1994) toma distancia de las apreciaciones tradicionales de los escritores
cristianos68 y paganos69 que consideraban que el valor estiliacutestico de las Escrituras se
encontraba en la simplicidad de su estilo lo que las diferenciaba de las
composiciones paganas ricas en artificios retoacutericos pero pobres en contenido (p
68 Noacutetese el tono de la aseveracioacuten origeniana ―hice estas observaciones para justificar en contra de Celso y de otros autores la simplicidad de expresioacuten de las Escrituras que parece eclipsado por el brillo de la composicioacuten literaria Nuestros profetas Jesuacutes y sus apoacutestoles escogieron un meacutetodo de predicacioacuten que no solamente dijera la verdad sino que tuviera el poder de entrenar las almas de la multitud (cCelsum VI2) 69 Acerca de las valoraciones de los reacutetores paganos contemporaacuteneos de Agustiacuten respecto del estilo de las Escrituras veacutease (Capua 1931 pp 615 ss)
150
535) Agustiacuten no soacutelo afirma la presencia de la elocuencia en los escritores cristianos
sino que considera que se trata de una elocuencia particular cuya valoracioacuten estaacute
estrechamente ligada a la comprensioacuten del contenido que se expresa en ella En esta
afirmacioacuten puede verse una vez maacutes la relacioacuten existente entre hermeneacuteutica y
retoacuterica 70 en cuanto que el uso de las palabras depende de una intencioacuten de
significacioacuten que debe ser interpretada por el lector En el caso de la Escritura dicha
intencioacuten asiacute como la eleccioacuten de las palabras es fruto de la obra inspiradora del
Espiacuteritu Santo razoacuten por la cual la oscuridad que la Biblia presenta en algunos
pasajes no debe entenderse como falta de elocuencia sino como una variacioacuten de la
misma que se presenta de tal manera por razones pedagoacutegicas La elocuencia
especial altera eloquentia propia de los autores sagrados puede caracterizarse de
esta manera
en los pasajes en los que los doctos la descubren se dicen tales cosas que las palabras con que se dicen ni parecen empleadas por el que las dice sino como naturalmente unidas a las cosas como si se nos quisiera dar a entender que la sabiduriacutea sale de su misma casa es decir del corazoacuten del sabio y que la elocuencia como criada inseparable la sigue aun sin ser llamada (Docchr IV610)
En estas liacuteneas hay un eco de la tesis ciceroniana anteriormente abordada
seguacuten la cual la eloquentia no puede considerarse separada de la filosofiacutea pues como
se afirma en el De oratore ―entre los antiguos al parecer la misma doctrina
ensentildeaba ya a actuar honestamente ya a hablar correctamente y los maestros no eran
distintos los mismos hombres eran maestros de vida y de oratoria (III57) La unioacuten
entre retoacuterica y filosofiacutea estaacute anclada en la concepcioacuten unitaria de la verdad ya
presente en los diaacutelogos de Casiciaco y en la consideracioacuten agustiniana de la
filosofiacutea 71 como amor sapientiae que en teacuterminos cristianos se traduce en ―la
70 Acerca de la relacioacuten entre hermeneacuteutica y retoacuterica en la Antiguumledad resulta iluminador el artiacuteculo de Eden (1987) en el que se lleva a cabo un detallado estudio de esta cuestioacuten desde Platoacuten hasta la retoacuterica latina A propoacutesito de Ciceroacuten afirma ―sobre la cuestioacuten particular de la interpretatio scripti la interpretacioacuten de textos escritos Ciceroacuten elabora sus reglas interpretativas basado en la Retoacuterica de Aristoacuteteles (p 75) 71 Para un estudio profundo y exhaustivo del concepto de filosofiacutealsquo en Agustiacuten veacutease (Catapano 2001)
151
comprensioacuten intelectual del misterio fundacional de fe cristiana la unidad y trinidad
de Dios (Catapano 2001 p 250)
Esta idea toma fuerza en la consideracioacuten de la eloquentia del sabio cristiano
pues corresponde al modo en el que estaacute expresado el mensaje divino en las
Escrituras esto es el discurso de Dios que siempre es verdadero y eficaz de ahiacute que
la altera eloquentia siempre esteacute determinada por la sabiduriacutea Asiacute mientras la
elocuencia pagana no implica de modo necesario la sabiduriacutea en el discurso inspirado
sabiduriacutea y elocuencia se encuentran esencialmente relacionadas A propoacutesito de esto
Lettieri (2001) sostiene que la palabra humana inspirada debe entenderse ―como
fenoacutemeno del Verbo divino de manera que el juego etimoloacutegico en el vocablo orator
(orador-orante) revela el sentido maacutes profundo de la relacioacuten entre reacutetor humano y
reacutetor Absoluto (p 466)
Con el fin de corroborar y dar un ejemplo de la tesis presentada hasta el
momento Agustiacuten recurre al siguiente pasaje de San Pablo
nos gloriamos en las tribulaciones sabiendo que la tribulacioacuten labra la paciencia la paciencia la prueba la prueba la esperanza y la esperanza no nos engantildea porque el amor de Dios se difundioacute en nuestros corazones por el Espiacuteritu Santo que nos ha sido dado (Docchr IV711)
En estas palabras se identifican tres figuras retoacutericas a saber la gradacioacuten
gradatio72 el uso de miembros e incisos membra et caesa73 y el circuito circuitos74
las cuales no provienen del estudio de las reglas de la retoacuterica sino que se siguen de
modo natural de la sabiduriacutea con que se aborda el tema Esta combinacioacuten de
sabiduriacutea y elocuencia constituye un discurso eficaz capaz de deleitar y persuadir
tanto a los doctos como a los indoctos a los creyentes y a los que no creen Las cartas
de San Pablo son un ejemplo de la eficacia del discurso sabio y elocuente que expresa
la voluntad de Dios ―si tomamos algo de eacutel para ejemplo de elocuencia lo tomamos
72 La gradacioacuten consiste en conectar las palabras o sentencias una con otra 73 De la definicioacuten que se da de esta figura y de la del circuito podemos deducir que se trata de algo muy similar a la puntuacioacuten Agustiacuten afirma que el uso de membra et caesa tiene la funcioacuten de separar las frases o sentencias entre siacute 74 El circuito estaacute compuesto por miembros de manera que en el pasaje del Apoacutestol hay dos circuitos compuestos por tres miembros cada uno
152
de las cartas de sus mismos detractores [que] despreciando sus palabras cuando les
hablaba confesaron que eran eficaces y graves (Docchr IV715)
Con el fin de hacer patente el hecho de que la elocuencia caracteriza a toda la
Escritura Agustiacuten pasa a considerar algunos exempla tomados de los libros de los
profetas En primer lugar se refiere a la obra del profeta Amoacutes cuando se dirige a los
impiacuteos y a los soberbios para mostrarles que a causa de sus actos no son gratos a
Dios Se destaca del discurso de Amoacutes el tono con el que se dirige a su auditorio
―iexclcon queacute iacutempetu la invectiva [invectio] golpea los sentidos como adormecidos para
que se despierten (Docchr IV717) En segundo lugar se llama la atencioacuten a la
manera en la que se adorna el discurso mediante el uso de nombres de ciudades y la
variacioacuten de los verbos En tercer lugar se afirma que el profeta hace un uso
excelente de los miembros y los circuitos gracias a lo cual logra que las partes maacutes
importantes se destaquen y puedan ser mejor pronunciadas Por uacuteltimo se hace
referencia a la oracioacuten ―los lujuriosos permaneciacutean impasibles ante el aplastamiento
de Joseacute debido a que se utiliza el nombre de Joseacutelsquo para referirse a hermanolsquo pues
se estaacute hablando en general de aquellos que no se compadecen de su proacutejimo A
propoacutesito de este uacuteltimo punto Agustiacuten afirma
no seacute si en el arte de la retoacuterica que aprendimos y ensentildeamos se hable de este tal tropo en el que se da a entender cualquier hermano con el nombre de Joseacute iexclCuaacuten hermoso sea y cuaacutento impresione a los lectores que lo entienden es inuacutetil explicaacuterselo a ninguno si eacutel mismo no lo advierte (Docchr IV720)
Para concluir la reflexioacuten acerca de la relacioacuten entre elocuencia y sabiduriacutea en
los textos sagrados Agustiacuten retoma la idea de que la Biblia es expresioacuten de la palabra
divina discurso siempre eficaz de Dios
Ciertamente otros muchos adornos que atantildeen a las normas de elocuencia pudieran anotarse en este mismo pasaje que como ejemplo exemplo adujimos Pero al buen oyente no es tanto lo que le instruye el examen diligente de un pasaje como le excita pronunciado con entusiasmo Estas palabras no han sido compuestas por industria humana sino que emanaron sabia y elocuentemente de la mente divina no intentando la sabiduriacutea que a ella le siguiese la elocuencia sino que la elocuencia no se apartoacute de la sabiduriacutea Porque si es cierto como pudieron decirlo y observarlo ciertos varones sapientiacutesimos y agudiacutesimos que no se hubieran observado y anotado aquellas reglas que se aprenden en el arte de la oratoria ni se hubieran reducido a este cuerpo de
153
doctrina si antes no se hubieran encontrado en los ingenios de los oradores iquestpor queacute se ha de admirar que se encuentren en los ingenios de estos hombres a quienes envioacute Aquel que hace los mismos ingenios Por lo tanto confesemos que nuestros autores y doctores canoacutenicos no soacutelo son ciertamente sabios sino tambieacuten elocuentes pero con tal elocuencia cual conveniacutea a semejantes personas (Docchr IV721)
Este pasaje es de fundamental importancia para la reflexioacuten concerniente a la
relacioacuten entre sabiduriacutea y elocuencia en los autores cristianos
Por una parte es necesario detenerse en la primera consideracioacuten es decir
aquella seguacuten la cual en el ejemplo traiacutedo a colacioacuten podriacutean encontrarse muchos
otros elementos concernientes a las reglas de la elocuencia Teniendo en cuenta lo
afirmado en el capiacutetulo anterior acerca del uso de los ejemplos en el libro tercero
vale la pena retomar la cuestioacuten a la luz del tema presentado en esta parte del libro
cuarto esto es la elocuencia cristiana iquestQueacute relacioacuten hay entre exemplum y
eloquentia Si se mantiene la distincioacuten propuesta maacutes arriba debe sostenerse que
hay una relacioacuten entre exemplum y rhetorica relacionada con el uso retoacuterico de los
exempla su aprendizaje durante la juventud y el uso de los mismos en los ejercicios y
textos retoacutericos La relacioacuten entre exemplum y eloquentia en cambio tiene un
caraacutecter distinto pues los textos sagrados en cuanto expresioacuten de la palabra divina
no son meros exempla pues son siempre eficaces En este orden de ideas podriacutea
afirmarse que los exempla de la Escritura operan siempre como modelos y que la
resignificacioacuten del teacutermino llevada a cabo por Agustiacuten se constituye como un aporte
fundamental para la comprensioacuten de la apropiacioacuten cristiana de la cultura claacutesica Por
otra parte gracias a esta distincioacuten es posible avanzar un paso maacutes en el sentido de la
estructura de la obra pues si se tiene en cuenta que en el libro segundo se desarrolla
una doctrina de los signos puede afirmarse que en el libro tercero cimentado en los
exempla se desarrolla una doctrina de los signos efectivos que tiene como punto de
partida como ya se vio al signo por excelencia
La idea de la eloquentia como institucioacuten divina que apoya esta tesis se
desarrolla en las liacuteneas siguientes del pasaje en cuestioacuten Noacutetese que la apropiacioacuten de
la idea ciceroniana sobre una elocuencia natural que no deriva de la puesta en praacutectica
de las reglas de la retoacuterica toma forma en la afirmacioacuten agustiniana de la retoacuterica
154
como creacioacuten divina que es otorgada a los ingenios de los hombres En este punto
puede afirmarse con Lettieri (2001) que Dios mismo es el autor supremo de la
retoacuterica ya que habla a los hombres a traveacutes de los profetas y autores de la Escritura
en un lenguaje que en tanto proveniente de Eacutel es sabio y bello
El reacutetor sagrado que hablando ardenter accendit al proacutejimo aunque aplique las reglas ciceronianas es un mero instrumento del Verbo Detraacutes del fenoacutemeno de la palabra biacuteblica y eclesiaacutestica ndashteacutecnicamente construida seguacuten las normas de la retoacuterica claacutesicandash opera el Acto retoacuterico divino (Lettieri 2001 p 468)
Asiacute pues en este punto la sabiduriacutea no debe identificarse con una virtud en el
sentido ciceroniano del teacutermino sino que se trata maacutes bien como afirma Pizzolato
(1994) del Verbo que se manifiesta en la Escritura a traveacutes de un lenguaje en el que
la verdad es necesariamente persuasiva (p 109)
En relacioacuten con la naturaleza del texto inspirado el estudioso el inteacuterprete y
el predicador deben mantener una actitud reservada sobre todo en los pasajes
oscuros pues como ya se afirmoacute en el libro segundo (Docchr II67) estos tienen
una clara finalidad orientada a mantener la atencioacuten del lector o a favorecer su
conversioacuten La tarea del orador cristiano debe ser entonces la de exponer con la
mayor claridad posible el sentido de la Escritura teniendo presente que algunos temas
no deben ser tratados por la dificultad y oscuridad inherente a los mismos A
continuacioacuten y a manera de introduccioacuten al tema de los genera dicendi se ofrecen
cinco preceptos de predicacioacuten para el orador cristiano El primero de clara
inspiracioacuten ciceroniana reza de la siguiente manera
El deseo diligente de dar claridad al discurso descuida a veces las palabras maacutes cultas y no se preocupa de cuaacuten bien suenen sino de cuaacuten bien declaren y expliquen lo que se intenta manifestar Por eso dijo cierto autor al tratar de esta clase de locucioacuten que hay en ella cierta diligente negligencia Sin embargo esta negligencia de tal suerte se despoja del adorno que no se viste con desdoros (Docchr IV1024)
El pasaje del Orator al que Agustiacuten hace referencia de manera indirecta es el
siguiente ―tampoco ha de ponerse grande esfuerzo en el encadenamiento de las
palabras Admite el hiato y concurso de vocales que indica una no desagradable
negligencia como de hombre que se cuida maacutes de las cosas que de las palabras (78)
155
El segundo precepto tiene que ver con el uso del latiacuten y la pureza de los
vocablos en caso de ser necesario en virtud de la claridad el orador puede recurrir a
expresiones que no sean correctas o que vayan en contra de la regla tradicional
retoacuterica que poniacutea el acento en la ausencia de barbarismos y solecismos75
En tercer lugar se trata la cuestioacuten del auditorio pues cuando se habla en
puacuteblico a los fieles se recomienda tener siempre presentes las necesidades de dicho
puacuteblico y sus reacciones pues
suele el auditorio aacutevido de instruccioacuten significar con alguacuten movimiento personal si ha entendido y hasta que no lo manifieste debe dar vueltas al asunto de que trata variando la explicacioacuten de muchos modos lo que no podraacuten hacer los que pronuncian sus discursos preparados y aprendidos de memoria (Docchr IV1025)76
El cuarto precepto se halla relacionado con el anterior pues tambieacuten se refiere
a la relacioacuten entre orador y auditorio pues se afirma que cuando el argumento es
claro y ha sido comprendido por el puacuteblico no debe volverse sobre el mismo sino
pasar a otro tema con el fin de mantener viva la atencioacuten de los oyentes En el caso en
el que el fin del orador sea el delectare la repeticioacuten es un recurso muy uacutetil pues el
puacuteblico reacciona de manera positiva cuando se repite algo que le causa placer porque
ha sido comprendido
El quinto y uacuteltimo de los preceptos ofrecidos en este punto reza asiacute
Pero ahora no trato del modo de agradar hablo siacute del modo coacutemo haya de ensentildearse a los que desean aprender Pues bien la mejor forma de ensentildear es aquella por la cual hace que el que oye oiga la verdad y entienda lo que oye Conseguido esto ya no se debe trabajar maacutes en este asunto como si auacuten debiera emplearse maacutes tiempo en ensentildearla a lo maacutes se detendraacute en recomendarla para imprimirla en el corazoacuten lo
75 En la Rhetorica ad Herennium se afirma ―hablar latiacuten correctamente significa hablarlo sin vicios Los vicios que impiden que el discurso sea correcto pueden ser dos solecismos y barbarismo (IV17) Acerca de este asunto Agustiacuten ya se habiacutea pronunciado en el libro cuando tratoacute la cuestioacuten de las dificultades y ambiguumledades que podiacutean surgir en la interpretacioacuten 76 A propoacutesito de esto vale la pena traer las palabras de Simonetti (1991) ―recueacuterdese que en el aacutembito grecorromano era usual que el orador improvisara sobre un esquema que serviacutea de guiacutea El caso de discursos aprendidos de memoria y repetidos al puacuteblico era excepcional y no muy bien visto En aacutembito cristiano los obispos que debiacutean predicar con mucha frecuencia y no se sentiacutean muy preparados aprendiacutean homiliacuteas de memoria Esta tendencia se estaba difundiendo y tomando fuerza en la Iglesia debido a la condicioacuten cultural (p 547)
156
cual si se juzga que debe hacerse se ha de ejecutar con tal moderacioacuten que no se llegue a causar aburrimiento (Docchr IV1025)
Con este pasaje se introduce una de las cuestiones centrales del libro cuarto a
saber la apropiacioacuten cristiana de los officia oratoris y los genera dicendi que como
ya se habiacutea afirmado tiene como punto de partida el Orator de Ciceroacuten entendido a
la luz de la relacioacuten que a lo largo de toda la obra se ha venido construyendo entre
eloquentia y sabiduriacutea Acerca de la originalidad del Orator en este aspecto vale la
pena tener presente la afirmacioacuten de Narducci (2001)
la novedad del Orator tal vez la contribucioacuten ciceroniana maacutes original a la teoriacutea retoacuterica derivada con seguridad de su propia experiencia oratoria es el enlace entre los tres genera dicendi y los tres deberes del orador docere corresponde al estilo llano delectare al medio y flectere al elevado (esta teoriacutea sobrevive a lo largo de toda la Edad Media y seraacute retomada por la cultura del Humanismo) (p 434)
Como se veraacute en la siguiente seccioacuten Agustiacuten seraacute el encargado de transmitir
esta innovacioacuten retoacuterica ciceroniana y de introducirla en el mundo cristiano gracias a
la apropiacioacuten llevada a cabo en el uacuteltimo libro del De doctrina christiana
32 Docere delectare flectere
Dijo pues un maestro de elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee deleite y mueva Y antildeadioacute despueacutes laquoel ensentildear es propio de la necesidad el deleitar de la amenidad y el mover de la victoriaraquo De estas tres cosas la primera que se dijo esto es la necesidad de ensentildear se halla situada en las cosas que decimos las otras dos en el modo de decirlas Luego el que habla con intento de ensentildear no juzgue haber dicho lo que quiso mientras no sea entendido por aquel a quien quiso ensentildear Pues aunque haya dicho lo que eacutel mismo entendioacute todaviacutea no ha de pensar que lo dijo para aquel que no lo ha entendido Si lo entendioacute de cualquier modo que lo haya dicho ya lo dijo Si ademaacutes quiere deleitar o mover a los que ensentildea no es indiferente el modo como hable para conseguirlo interesa el modo de decirlo Asiacute como se ha de deleitar al auditorio a fin de que atienda a lo que oye del mismo modo se le ha de convencer para que se mueva a ejecutar lo que ha oiacutedo Y como se deleita si le hablas con amenidad igualmente (observaraacutes que) se mueve si ama lo que le prometes teme lo que le amenazas odia lo que le reprendes abraza lo que le recomiendas se duele de lo que le inculcas digno de dolor se alegra de lo que le propones como objeto de alegriacutea se conduele de aquellos que le presentas como dignos de misericordia ante sus ojos huye de aquellos a quienes le has propuesto con terror que se aparte de ellos y por fin si hace caso de todos cuantos medios puede emplear una gran elocuencia para conmover los aacutenimos de los oyentes no para
157
ensentildearles queacute deban hacer sino para que ejecuten lo que ya saben que debe ejecutarse (Docchr IV12 27)
Agustiacuten sigue muy de cerca el pasaje ciceroniano Orator (69) sobre el que
se construye esta parte del libro cuarto con excepcioacuten del uso de docere77 ya que
Ciceroacuten interesado en gran medida en la elocuencia forense usa el verbo probare
para describir el primero de los objetivos a los que debe tender el orador Respecto de
esto Hagendahl (1967) afirma que ―los propoacutesitos de la elocuencia son los mismos
en los dos autores aunque Ciceroacuten tiene en mente a hombres de estado y abogados
mientras que Agustiacuten se refiere al predicador cristiano y al escritor (p 563) ndashvalga
precisar del escritor que su principal objetivo relacionado con el contenido es
ensentildear Asiacute pues el docere va unido a la necesidad y es condicioacuten de los otros dos
officia y no estaacute subordinado a la manera en la que se digan las cosas pues depende
de las cosas mismas La necessitas de la ensentildeanza radica en que si en primer lugar
el auditorio o el interlocutor no es instruido no podraacute ni sentir placer ni querer hacer
aquello que desconoce La importancia del docere se encuentra tambieacuten en su
eficacia pues muchas veces la fuerza de aquello que se ensentildea no soacutelo causa deleite
por siacute misma sino que modifica el comportamiento del auditorio y determina su
accioacuten Sin embargo cuando esto no sucede se afirma siguiendo a Ciceroacuten que
conviene ―que el orador sagrado cuando aconseja alguna cosa que debe ejecutarse no
soacutelo ensentildee para instruir y deleite para retener la atencioacuten del auditorio sino tambieacuten
mueva para vencer (Docchr IV1329) Este uacuteltimo objetivo el flectere es de
fundamental importancia pues no debe olvidarse que el orador cristiano78 ofrece
ensentildeanzas que implican una forma de vida se trata de una orientacioacuten tambieacuten
praacutectica relativa a todas las dimensiones de la existencia humana En este punto
puede sostenerse con Pizzolato (1995) que
77 Como ya se habiacutea anotado anteriormente Agustiacuten usa el verbo docere en la definicioacuten de los officia oratoris presentada en el Brutus (II121) 78 La expresioacuten eloquentem ecclesiasticum referida al orador cristiano elocuente es utilizada por Marrou como un argumento a favor de la tesis seguacuten la cual Agustiacuten compone el De doctrina christiana movido por la necesidad de ofrecer un manual de predicacioacuten para el clero africano
158
si el querer sin conocer es indigno de la racionalidad humana el conocer sin modificar la propia vida seguacuten aquello que se conoce no seriacutea maacutes que aquella doctrina sine corde que Agustiacuten habiacutea visto como un liacutemite suyo en el momento maacutes agudo su vida (p104)
Esto es en los meses previos a la decisioacuten de unirse a la Iglesia Catoacutelica en
Milaacuten79
Si bien en el pasaje citado Agustiacuten sostiene que el docere tiene el caraacutecter de
necessitas no debe afirmarse que los otros dos officia carecen de importancia o que
se toma distancia de la propuesta original ciceroniana con la intencioacuten de minimizar
el papel de la retoacuterica en la predicacioacuten cristiana En efecto tanto Agustiacuten como
Ciceroacuten sosteniacutean que la retoacuterica no debe perseguirse como un fin en siacute misma y en
este punto Agustiacuten declara
iexclOh elocuencia tanto maacutes terrible cuanto maacutes simple y tanto maacutes concreta cuanto maacutes vehemente iexclOh hacha verdadera que rompe las piedras Dios mismo dijo a un hacha por medio de este profeta que son semejantes las palabras que Eacutel pronuncia por boca de los profetas Aparte aparte Dios de nosotros que los sacerdotes aplaudan a los que dicen cosas inicuas y que el pueblo de Dios ame esto mismo (Docchr IV1430)
Algunos estudiosos sostienen que en las anteriores liacuteneas es posible rastrear
un eco ciceroniano soacutelo en la parte concerniente a la alabanza de la elocuencia
afirmando que el trasfondo moral y religioso es del todo ajeno al Arpinate (Simonetti
1994 p 553 Francey 1920 p 23) Sin embargo debe considerarse que Agustiacuten ya
habiacutea hecho alusioacuten en diversos pasajes80 a la relacioacuten entre elocuencia y sabiduriacutea
que sin duda alguna es de clara inspiracioacuten ciceroniana81 y que estaacute a la base de la
79 Veacutease (conf VIII819) 80 Veacutease (Docchr IV57) 81 Cabe traer a colacioacuten de nuevo una de las afirmaciones con las que se abre el De inventione seguacuten la cual ―la sabiduriacutea sin elocuencia aprovecha poco a las ciudades pero la elocuencia sin sabiduriacutea casi siempre estorba demasiado nunca aprovecha (I1) Si bien el De inventione es un escrito de juventud puede sostenerse que la afirmacioacuten anteriormente citada se retoma en los escritos de madurez llegando a su forma maacutes completa en obras como el Orator y el De oratore A propoacutesito de la relacioacuten entre retoacuterica y filosofiacutea en el De oratore Wisse (2002) anota que lo que caracteriza al orador es la sabiduriacutea y que eacutesta debe ser universal Ademaacutes sostiene que ―En un pasaje crucial (III 56-73) Craso insiste en que la querella entre retoacuterica y filosofiacutea se remonta a Soacutecrates y su hostilidad hacia la elocuencia lo cual causoacute la separacioacuten entre ambas Asiacute aboga por una siacutentesis entre retoacuterica y filosofiacutea en cuanto restauracioacuten de su unidad original (Wisse 2002 p 390)
159
reflexioacuten agustiniana presentada en el libro IV a propoacutesito de la elocuencia cristiana
En este punto se retoma la cuestioacuten de los officia oratoris y se afirma que el orador
cristiano que habla de lo justo y lo bueno es decir con sabiduriacutea y acerca de la
sabiduriacutea misma debe ser comprendido por su auditorio para poder ensentildear debe
causar agrado para deleitar y debe ser obedecido a traveacutes de la persuasioacuten Pero iquestqueacute
determina el modo y el contenido de aquello que expresa el orador Para responder a
este interrogante se recurre una vez maacutes a dos categoriacuteas fundamentales que han
sido abordadas a lo largo del De doctrina christiana relacionadas con la
interpretacioacuten a saber la fides y la caritas De este modo aquel que habla seguacuten la fe
y la caridad no debe dudar de que el contenido de cuanto afirma estaraacute caracterizado
por la sabiduriacutea pues
iquestquieacuten se daraacute cuenta perfecta de lo que conviene [que] se diga por nosotros y se oiga por el auditorio sino Eacutel que conoce los corazones de todos iquestQuieacuten es el que hace que digamos lo que conviene y en el modo en el que conviene sino Aquel en cuyas manos estamos nosotros y nuestras palabras (Docchr IV1532)
Se retoma aquiacute el tema del maestro interior sugerido por Agustiacuten ya en los
primeros diaacutelogos82 y desarrollado en obras exegeacuteticas83 articulaacutendose en relacioacuten
con la cuestioacuten del orador cristiano De este modo y en consonancia con las palabras
del proacutelogo y lo que ya se ha establecido sobre la teoriacutea de los signos y su relacioacuten
con la hermeneacuteutica se sostiene que Cristo habla a traveacutes de aquellos que quieren
ensentildear su palabra Asiacute pues puede verse que hay una iacutentima conexioacuten y unidad entre
hermeneacuteutica y retoacuterica en cuanto ambas dependen de Cristo como principio y fin de
82 En el De magistro se afirma ―ahora bien comprendemos la multitud de cosas que penetran en nuestra inteligencia no consultando la voz exterior que nos habla sino consultando interiormente la verdad que reina en la mente las palabras tal vez nos muevan a consultar Y esta verdad que es consultada y ensentildea y que se dice habita en el hombre interior es Cristo la inconmutable Virtud de Dios y su eterna Sabiduriacutea (XI38) Noacutetese la cercaniacutea entre las palabras utilizadas en el diaacutelogo y aquellas del De doctrina christiana 83 A propoacutesito de esto Piccolo (2014) afirma que en el De magistro se hace referencia a un ―maestro que ensentildea adentro intus usando un adverbio de lugar y no un adjetivo La identificacioacuten expliacutecita entre el maestro interior y Cristo se daraacute maacutes adelante y en textos especiacuteficamente exegeacuteticos In Iohannis epistulam ad Parthos III 13 y In Iohannis evangelium tractatus XCVI 4 y XCVII 1 (p 262)
160
la comunicacioacuten humana Las palabras del De magistro permiten comprender mejor
la idea expuesta en esta seccioacuten del De doctrina christiana
Cuando se trata de lo que captamos con la mente es decir con el entendimiento y la razoacuten hablamos lo que vemos presente en la luz interior de la verdad con que estaacute iluminado y de que goza el llamado hombre interior pero entonces tambieacuten el que nos oye si eacutel mismo ve con una mirada simple y secreta esas cosas conoce lo que yo digo en virtud de su contemplacioacuten no por mis palabras Luego ni a eacuteste que ve cosas verdaderas le ensentildeo yo algo dicieacutendole la verdad pues aprende no por mis palabras sino por las mismas cosas que Dios le muestra interiormente por lo tanto si se le preguntase sobre estas cosas tambieacuten eacutel podriacutea responder (mag XII40)
iquestCoacutemo deben entenderse estas palabras a la luz de la necesidad de las
disciplinas humanas La respuesta a esta cuestioacuten se inscribe en la misma liacutenea de lo
afirmado en el proacutelogo en el cual se justifica la existencia de la hermeneacuteutica y la
retoacuterica en contra de aquello adversarios que consideran que el auxilio del Espiacuteritu
Santo es suficiente para la comprensioacuten y la ensentildeanza de la Escritura En este punto
Agustiacuten recurre a exempla tomados del Evangelio para justificar la necesidad de la
figura del orador cristiano cuya funcioacuten principal consiste en ensentildear la sana
doctrina Asiacute se lo compara con un meacutedico que entrega la cura al paciente pero cuya
mejoriacutea soacutelo depende de la gracia divina la cual debe entenderse como la operacioacuten
de Dios en los hombres que los mueve a amarlo como supremo Bien de la creacioacuten A
partir de esta afirmacioacuten puede sostenerse tanto la iacutentima conexioacuten existente entre
caritas y gratia como la unidad de la obra a partir de la relacioacuten de estos elementos
Asiacute el objetivo principal del discurso del orador cristiano debe ser la edificacioacuten de la
caritas razoacuten por la cual antes de dirigirse al auditorio debe orar84 pues ―el eacutexito de
su intervencioacuten estaacute en las manos de Dios lo cual se justifica a traveacutes del recurso al
texto de 1Cor 37 (Kursawe 2000 p 41)85
84 En este punto se da un juego de palabras entre el verbo orare y el sustantivo orator cuya funcioacuten es la de enfatizar que el eacutexito del discurso del orator no depende soacutelo de sus habilidades sino de la gracia divina la cual es invocada a traveacutes de la oracioacuten 85 ―Asiacute que ni el que planta es algo ni el que riega sino Dios que da el crecimiento Y el que planta y el que riega son una misma cosa aunque cada uno recibiraacute su recompensa conforme a su labor (1Cor 37)
161
Una vez justificado el recurso a la disciplina retoacuterica se aborda el uacuteltimo tema
del libro dedicado al caraacutecter del orador cristiano a propoacutesito de los genera dicendi
es decir de los estilos que deben usarse seguacuten el tema que se vaya a tratar Como
anota Hagendahl (1974) Agustiacuten recurre a un pasaje del Orator que opera como
punto de partida para su argumentacioacuten y como conector en la relacioacuten entre officia
oratoris y genera dicendi (p 567) El pasaje en cuestioacuten es el siguiente
Ya hemos alcanzado Bruto lo que buscaacutebamos pero soacutelo lo hemos alcanzado con el entendimiento Porque si yo pudiera asir con la mano a este orador perfecto ni eacutel mismo con toda su elocuencia podriacutea persuadirme a que lo soltara Digo que hemos encontrado al varoacuten elocuente que nunca logroacute ver Antonio iquestY doacutende estaacute esa maravilla Lo direacute en pocas palabras para declararlo luego maacutes extensamente Es elocuente el que puede decir con agudeza las cosas humildes con riqueza y esplendidez las de maacutes alta importancia y en estilo templado las medianas (101)
El pasaje del De doctrina christiana en el que Agustiacuten cita estas liacuteneas del
Orator se presenta de la siguiente manera
El que hablando intenta persuadir lo que es bueno sin despreciar ninguna de estas tres cualidades a saber que ensentildee que deleite y que mueva ore y trabaje como hemos dicho arriba para que lo oigan inteligente agradable y obedientemente Si hace esto de modo apto y conveniente puede ser llamado con derecho elocuente aun cuando no consiga el asentimiento del oyente A estas tres cosas de ensentildear de deleitar y de mover parece que quiso referirse el mismo orador de la romana elocuencia cuando en el mismo lugar afirmoacute ―seraacute elocuente aquel que puede decir las cosas pequentildeas con sencillez las medianas con moderacioacuten y las grandes con sublimidad Lo cual es como si juntara a estos preceptos aquellos tres oficios y de esta suerte expusiera una uacutenica sentencia diciendo seraacute elocuente aquel que para ensentildear pueda decir las cosas pequentildeas con sencillez para deleitar diga las medianas con moderacioacuten y para mover exponga las grandes con grandilocuencia (IV1734)
La divisioacuten presentada por Ciceroacuten y retomada por Agustiacuten debe entenderse
en el contexto de las causas forenses en el cual las causas pequentildeas son aquellas que
atantildeen al dinero y las grandes son las que conciernen a la salud y a la vida humana
En el tipo de discurso del que trata Agustiacuten es decir el del orador cristiano no es
posible distinguir entre temas pequentildeos y grandes pues el orador sagrado siempre se
ocupa de materias elevadas iquestSe diraacute entonces que dichas materias deben exponerse
siempre siguiendo el estilo elevado y buscando mover el aacutenimo del auditorio No
pues aunque se digan cosas elevadas deben seguirse los tres estilos seguacuten sea la
162
intencioacuten del orador De este modo es posible que un mismo tema sea tratado de
manera llana si se quiere ensentildear de forma moderada si lo alaba y seguacuten el modo
sublime si el fin es la persuasioacuten Estos tres genera estaacuten presentes tanto en las cartas
de San Pablo como en otros textos de doctores de la Iglesia Con el fin de aclarar lo
sostenido hasta el momento en el libro se ofrecen algunos ejemplos del estilo simple
tomados de la Carta de Pablo a los Gaacutelatas
En la misma liacutenea de lo que ya se afirmoacute con respecto al uso de los ejemplos
en el libro tercero debe decirse que estos no tienen una mera funcioacuten ilustrativa y que
su contenido debe tenerse en cuenta a la luz del intereacutes general de la obra y de su
estructura En el caso de los ejemplos del estilo sencillo el tema central es la ley que
como se veraacute maacutes adelante se halla en estrecha conexioacuten con la cuestioacuten de la gracia
categoriacutea sobre la que se articula la relacioacuten entre hermeneacuteutica y retoacuterica en el De
doctrina christiana Ademaacutes de esto llama la atencioacuten que el exemplum utilizado sea
el mismo traiacutedo en la exposicioacuten de la primera regla del Liber regularum de Ticonio
en el libro tercero enfatizando su sentido cristoloacutegico El pasaje paulino en cuestioacuten
presenta no pocas dificultades interpretativas razoacuten por la cual se halla en el centro
de la discusioacuten tanto con el donatismo en lo concerniente a la unidad de la Iglesia
como con el pelagianismo en lo que respecta al tema de la ley y de la gracia iquestQueacute
debe hacer el orador frente a situaciones en las que el pasaje presenta dificultades
hermeneacuteuticas Se afirma que debe explicar todo aquello que resulte oscuro y que en
la exposicioacuten se debe responder a todas las posibles objeciones que el tema pueda
suscitar
Con el fin de mostrar coacutemo se utiliza el estilo moderado en la Escritura se
recurre de nuevo a San Pablo Agustiacuten expone y analiza siete ejemplos paulinos el
primero de los cuales es tomado de la Carta a Timoteo mientras que los demaacutes son
pasajes de la Carta a los Romanos Si bien hay una clara intencioacuten teacutecnica en la
presentacioacuten pues se evidencian los tropos usados por el autor que en este caso son
figuras de diccioacuten y elocucioacuten asiacute como la meacutetrica elegida en la construccioacuten de las
oraciones no debe perderse de vista el caraacutecter de los ejemplos elegidos entre los
cuales se destaca el texto de Rm 138 Llama la atencioacuten que este pasaje que aquiacute se
163
presenta como ejemplo del estilo moderado es decir aquel relacionado con el
objetivo de deleitar sea el mismo que en las Confessiones en el conmovedor relato
de la conversioacuten cumple una funcioacuten persuasiva definitiva y radical
Asiacute que apresurado volviacute al lugar donde estaba sentado Alipio y yo habiacutea dejado el coacutedice del Apoacutestol al levantarme de alliacute Lo tomeacute lo abriacute y leiacute en silencio el primer capiacutetulo que se me vino a los ojos que deciacutea ―no en comilonas y embriagueces no en lechos y en liviandades no en contiendas y emulaciones sino revestiacuteos de nuestro Sentildeor Jesucristo y no cuideacuteis de la carne con demasiados deseos No quise leer maacutes ni era necesario tampoco pues al punto que di fin a la sentencia como si se hubiera infiltrado en mi corazoacuten una luz de seguridad se disiparon todas las tinieblas de mis dudas (VIII1229)
En el De doctrina christiana treinta antildeos despueacutes de la composicioacuten de las
Confessiones Agustiacuten no soacutelo presenta el mismo texto como ejemplo de estilo
moderado sino que ademaacutes hace algunas observaciones concernientes al estilo
usado por el traductor86 de Pablo al latiacuten
Si esto uacuteltimo lo hubiera alguno modificado asiacute ―y de la carne en sus deseos no hagaacuteis caso sin duda que hubiera halagado a los oiacutedos con una claacuteusula mucho maacutes armoniosa pero el traductor austero prefirioacute conservar el orden de las palabras De queacute modo suene esto en el griego en que habloacute el Apoacutestol veacuteanlo los que esteacuten en eacutel tan instruidos que lleguen a percibir eso pero a miacute me parece por la traduccioacuten que sigue el orden de las palabras que su curso no sigue un orden meacutetrico (IV2040)
Las razones de la criacutetica a la meacutetrica de la traduccioacuten estaacuten estrechamente
relacionadas con la recomendacioacuten de Quintiliano en la Institutio Oratoria (IX466)
seguacuten la cual no se debe cerrar un periodo con una frase de muchas siacutelabas Por este
motivo Agustiacuten considera que la mejor solucioacuten en la traduccioacuten habriacutea consistido
poner el verbo feceritis al final para garantizar la sonoridad del pasaje tal como lo
aconseja Ciceroacuten en el Orator cuando afirma
iquestVes coacutemo en alterando un poco el orden de las palabras aunque que sean las mismas y no variacutee el pensamiento desaparece toda armoniacutea De la misma suerte tomando una frase desalintildeada de cualquiera y mudando un poco el orden de las palabras resulta elegante y numerosa (233)
86 Acerca de la cuestioacuten de la traduccioacuten en Agustiacuten y la relacioacuten de la misma con la Escritura veacutease (Marrou 1949 p 477)
164
Por uacuteltimo en relacioacuten con el estilo elevado esto es ―aquel que expresa con
fuerza los sentimientos del espiacuteritu (Docchr IV2042) a partir del poder de los
argumentos se expone como ejemplo un amplio pasaje tomado de Pablo (2Cor 62-
11) seguido de otros dos textos (Rm 828-39) y (Ga 410-20) En consonancia con los
ejemplos utilizados para los otros dos genera dicendicedil en conformidad con Ciceroacuten
Agustiacuten se preocupa por demostrar coacutemo en estos textos el autor sigue de manera
natural lo propio de cada geacutenero En el caso del estilo elevado el decor debe ceder su
lugar a la vis persuasiva del discurso tal y como se muestra en los ejemplos traiacutedos a
colacioacuten en los cuales el Apoacutestol exhorta a los fieles a mantener siempre viva la fe la
esperanza y la caridad frente a las persecuciones las tribulaciones y las dificultades
Luego de justificar una vez maacutes la necesidad de un orador instruido que
pueda explicar a los fieles el sentido de la Escritura aclarar los pasajes oscuros y
ensentildear por medio de los ejemplos se procede a examinar dos casos de autores
cristianos Cipriano y Ambrosio que siguiendo el camino del estudio y la
predicacioacuten ―han progresado en la ciencia de las verdades divinas y saludables y las
han comunicado a la Iglesia (Docchr IV2145) En primer lugar se ilustra el uso
del estilo sencillo aplicado a cuestiones de fundamental importancia en la doctrina
cristiana a saber la celebracioacuten de la Eucaristiacutea87 y la naturaleza del Espiacuteritu Santo
La utilizacioacuten del estilo sencillo tiene que ver justamente con la dificultad e
importancia doctrinal de las cuestiones tratadas razoacuten por la cual la finalidad del
orador debe ser la ensentildeanza y la aclaracioacuten
En segundo lugar se recurre a ejemplos del estilo moderado a traveacutes del cual
se ilustra la cuestioacuten de la virginidad haciendo uso de un lenguaje adornado y suave
pues la intencioacuten de los dos autores no es la exhortacioacuten a la consagracioacuten sino la
exposicioacuten de la vida de las mujeres que ya se han consagrado
Por uacuteltimo para demostrar coacutemo tanto en Cipriano como en Ambrosio hay
ejemplos de uso del estilo elevado se exponen dos pasajes concernientes a algunas
87 Agustiacuten trae a colacioacuten la propuesta de Cipriano de celebrar la Eucaristiacutea con vino en cuanto signo de la sangre de Cristo y no soacutelo con agua Para demostrar el valor del signo en cuestioacuten el padre africano recurre a diversos ejemplos extraiacutedos del Antiguo Testamento
165
praacutecticas culturales acerca de las cuales los autores quieren prevenir y provocar un
cambio en el comportamiento
Aunque los ejemplos traiacutedos a colacioacuten muestran pasajes de discursos
caracterizados por un solo estilo no debe pensarse que en un discurso no se pueden
mezclar los tres modos de hablar pues justamente gracias al cambio de uno a otro se
logra retener y aumentar la atencioacuten del auditorio Sin embargo es necesario saber
coacutemo alternar los estilos y cuaacutel de ellos es el maacutes apropiado para ciertos y
determinados lugares Asiacute se afirma que por lo general al estilo elevado precede el
moderado ―a fin de que las cosas que se dicen en estilo sublime aparezcan en
comparacioacuten con las otras muchos maacutes elevadas y se vean maacutes luminosas con las
sombras de aquellas (Docchr IV2352)
Debido a que cada estilo corresponde a un determinado fin el orador debe
tener siempre presente queacute efecto quiere lograr en su auditorio Asiacute cuando se busca
que las personas cambien su comportamiento ethos el orador debe usar el estilo
sublime cuyo efecto queda evidenciado por las laacutegrimas los gemidos y sobre todo
el cambio de vida que se verifica luego de oiacuter un discurso sabio y de estilo elevado
Esto no significa que por medio de los estilos sencillo y moderado no se pueda lograr
un efecto sobre el aacutenimo de los oyentes pues muchas veces los hombres cambian su
comportamiento cuando se les habla de algo que desconociacutean o cuando se les
enuncian las virtudes de algo que les era conocido pero indiferente Esto pone de
manifiesto que los fines de ensentildear y deleitar propios de los estilos sencillo y
moderado son fines subordinados al objetivo fundamental la persuasioacuten En este
orden de ideas se afirma que como ―el oficio general de la elocuencia es en
cualquiera de estos tres geacuteneros hablar de manera persuasiva en cualquiera de los
tres geacuteneros el elocuente habla para persuadir pero si no lo logra no alcanza el fin de
la elocuencia (Docchr IV2555) Asiacute pues el orador debe intentar ensentildear deleitar
y persuadir en todos los casos y con independencia del estilo en el que se dirija al
puacuteblico En el caso del geacutenero sencillo se debe procurar que el auditorio no soacutelo
reciba el mensaje con inteligencia sino tambieacuten con agrado para que pueda aplicar
con obediencia aquello sobre lo que se le ha instruido Cuando usa el estilo
166
moderado no se trata soacutelo de adornar el discurso pues si eacuteste no es entendido su
mensaje no puede ni persuadir ni deleitar En este punto Agustiacuten se ocupa de una
cuestioacuten fundamental que se halla relacionada con la particularidad de la predicacioacuten
cristiana sapienter y eloquenter y su relacioacuten con los tres genera dicendi Asiacute pues
se afirma que
nosotros ordenamos este fin a otro fin es decir que lo que pretendemos hacer cuando empleamos el elevado esto mismo lo pretendemos en eacuteste a saber que se amen las buenas costumbres y se eviten las malas a no ser que los hombres se hallen tan alejados de este modo de obrar que sea preciso urgirlos a obrar con el estilo elevado o si lo hacen para que lo ejecuten con maacutes intereacutes y perseveren en ello maacutes firmemente Asiacute se logra que usemos el adorno del estilo moderado no con jactancia sino con prudencia no contentaacutendonos con su propio fin que es uacutenicamente deleitar al oyente sino procurando maacutes bien que este fin sirva de medio para ayudar al bien que queremos persuadir (Docchr IV2555)
La persuasioacuten entonces se halla estrechamente relacionada con la
comprensioacuten de aquello sobre lo que se quiere persuadir que no es otra cosa que la fe
en aquellos textos basados en los divinos testimonios (Sal 925) El recurso al salmo88
tiene que ver como anota Kursawe (2000) con la intencioacuten de concluir la cuestioacuten de
la relacioacuten entre los officia oratoris y los genera decendi haciendo eacutenfasis en la
necesidad de la ayuda divina tanto en la exposicioacuten por parte del orador como en la
comprensioacuten del mensaje por parte del auditorio (p 45)
Este pasaje introduce la seccioacuten conclusiva del libro cuarto en la que se
recogen algunos temas ya tratados poniendo el acento en la relacioacuten entre elocuencia
y ethos a propoacutesito del caraacutecter del orador cristiano Se afirma entonces que
Para que al orador se le oiga obedientemente maacutes peso tiene su vida que toda cuanta grandilocuencia de estilo posea Porque el que habla con sabiduriacutea y elocuencia pero lleva una vida perversa ensentildea sin duda a muchos que tienen empentildeo en saber aunque para su alma es inuacutetil seguacuten estaacute escrito (Docchr IV2760)
La idea de la coherencia entre las acciones y la predicacioacuten del orador estaacute
expresada en dos pasajes del De oratore en los que puede verse con claridad que
Ciceroacuten se alinea con Aristoacuteteles y Catoacuten en contra de los sofistas e Isoacutecrates a favor
88 ―Tus testimonios se han hecho sumamente creiacutebles (Sal 925)
167
de la tesis seguacuten la cual la retoacuterica debe estar al servicio de la justicia por encima de
cualquier otro intereacutes Por este motivo el orador no soacutelo ha de ser un hombre haacutebil en
el uso de la palabra sino un hombre de bien que tanto por su discurso como por sus
acciones logra persuadir al auditorio El Arpinate sostiene
Tan gran ornato para la entera comunidad cifro yo en un orador ilustre que al mismo tiempo es un hombre de bien pero si tras haber puesto en juego todas sus fuerzas con todo da la impresioacuten de que va a ser un orador de los del montoacuten le permitireacute que haga lo que quiera no sereacute muy pesado mas si fuera totalmente inadecuado y fuera de tono le aconsejareacute que se contenga o que pase a otras aficiones (II85)
Pues de entre las mayores excelencias la elocuencia es en cierto modo uacutenica Y aun cuando todas las excelencias son iguales y parejas hay con todo por su aspecto unas maacutes hermosas y brillantes que otras como este poder que tras haber dominado la naturaleza de la causa expone mediante palabras lo que su mente ha pensado y planeado de modo que es capaz de empujar al auditorio a donde se lo propone Y precisamente porque eacutesta es una facultad mayor ha de estar maacutes unida a la honradez y a una extraordinaria prudencia Pues si le proporcionaacuteramos teacutecnicas oratorias a quienes carecen de estas virtudes a la postre no los habriacuteamos hecho oradores sino que les habriacuteamos dado armas a unos locos (III55)
A propoacutesito del compromiso de Agustiacuten con esta postura ciceroniana vale la
pena tener presente la relacioacuten anotada por Conybeare (2017) que se da entre las
ideas presentadas en el De doctrina christiana y las del De ordine a propoacutesito del
ethos del orador En los uacuteltimos pasajes del diaacutelogo en relacioacuten con los errores
retoacutericos cometidos por los oradores se afirma que son maacutes importantes las
costumbres mores que se han obtenido por la fe que la sabiduriacutea en las diferentes
ciencias (ord II1746) Ademaacutes en las uacuteltimas liacuteneas Alipio recoge a manera de
conclusioacuten uno de los motivos ciceronianos maacutes importantes del diaacutelogo la
caracterizacioacuten del sabio como hombre docto y virtuoso (ord II2052)
En consonancia con las palabras de Ciceroacuten y con las conclusiones del De
ordine en este punto del De doctrina christiana se retoma la cuestioacuten de la relacioacuten
entre sabiduriacutea y elocuencia afirmando que la vida y las obras del orador cristiano
asiacute como la verdad deben anteponerse a la elocuencia El peligro de entender la
retoacuterica como fin en siacute misma y no como expresioacuten de la verdad se enuncia con una
referencia paulina que permite retomar el tema central de toda la obra ―no en
168
sabiduriacutea de palabras no sea que quede vaciacutea la cruz de Jesucristo (1Cor 117) En
este punto debe recordarse que en el libro segundo a propoacutesito de la exposicioacuten de la
caritas como criterio hermeneacuteutico se afirma que la finalidad uacuteltima del inteacuterprete de
la Escritura es comprender la cruz pues ella representa todas las dimensiones de la
vida humana Esta consideracioacuten puede extenderse a la retoacuterica que como ya se ha
visto opera en una doble dimensioacuten la humana que permite al reacutetor ensentildear la fe
deleitar en el amor y persuadir sobre el bien y la divina que se manifiesta a traveacutes de
la primera
Por esta razoacuten la eficacia de la operacioacuten retoacuterica debe entenderse como don
de Dios como un acto independiente tanto del arte del reacutetor como de la voluntad del
auditorio Por este motivo en la uacuteltima parte del libro cuarto la relacioacuten entre el
orador y su puacuteblico se resume en una exhortacioacuten a la oracioacuten
Cuando un orador tenga que hablar al pueblo o a un grupo maacutes reducido o dictar lo que se ha de decir puacuteblicamente o lo que se ha de leer por otros -si quieren y pueden- ore para que Dios ponga en sus labios palabras propicias Porque si la reina Ester que habiacutea de hablar al rey en favor de la salud temporal de su pueblo oroacute para que Dios diese a sus labios palabras convenientes iquestcuaacutento maacutes debe orar a fin de que reciba tal don el que trabaja con su palabra y doctrina por la eterna salud de los hombres Aquellos que han de decir lo que recibieron de otros tambieacuten oren antes de recibirlo por aquellos de quienes lo reciben para que se les deacute lo que por ellos desean recibir Y una vez recibido oren a fin de que ellos mismos lo pronuncien como conviene y lo tomen aquellos para quienes lo pronunciaron Y finalmente den gracias por el feliz eacutexito del sermoacuten de Aquel de quien no dudan que recibieron el don de hablar para que asiacute el que se gloriacutea se gloriacutee en Aquel en cuyas manos estamos nosotros y nuestros discursos (Docchr IV3063)
En este pasaje se muestra con claridad el viacutenculo entre la gracia y la retoacuterica
entendida en el aacutembito de las teacutecnicas y las relaciones humanas Asiacute como se afirmoacute
tanto en lo concerniente a la hermeneacuteutica como en lo relacionado con la retoacuterica el
conocimiento de las reglas no garantiza el feliz teacutermino de la accioacuten humana pues
eacutesta se halla sometida a Dios De esto no se sigue como afirman algunos
estudiosos89 que las disciplinas humanas pierdan validez o que su relacioacuten con las
mismas tenga una connotacioacuten meramente utilitarista Se trata en cambio de un uti 89 Se trata de la posicioacuten de Flasch (1994) y sus sostenedores seguacuten la cual la doctrina de la gracia es incompatible con la postura filosoacutefica de Agustiacuten relacionada con las artes liberales y su utilidad
169
que estaacute anclado en la relacioacuten esencial existente entre Dios y toda la creacioacuten en la
que se incluye tanto lo que ha sido instituido por el hombre como lo que ha sido
instituido por Dios mismo como es el caso de la retoacuterica Esta es la razoacuten por la cual
es necesario resaltar con Lettieri (2001) que ―todos los teacuterminos teacutecnicos decisivos de
la teologiacutea agustiniana de la gracia son los mismos ciceronianos usados
sistemaacuteticamente en la segunda parte del De doctrina christiana para articular la
doctrina retoacuterica eclesiaacutestica (p 466) Pensar esta relacioacuten implicariacutea un anaacutelisis de
la doctrina de la gracia y del lugar de la misma en la composicioacuten del De doctrina
christiana teniendo en cuenta la particularidad de su redaccioacuten A continuacioacuten
ofrezco algunos de los hitos principales del desarrollo de la doctrina de la gracia en
Agustiacuten con miras a su articulacioacuten con la retoacuterica sin embargo por ser un tema que
desborda los alcances de este trabajo me centrareacute solamente en el De diversis
quaestionibus ad Simplicianum que como se veraacute confluye en varios puntos con el
De doctrina christiana
33 Doctrina agustiniana de la gracia en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum
Una de las primeras obras escritas luego de la suspensioacuten del De doctrina
christiana fue el De diversis quaestionibus ad Simplicianum aunque la cronologiacutea de
ambas obras y su relacioacuten ha sido objeto de un extenso debate90
Seguacuten las palabras del proacutelogo la intencioacuten de Agustiacuten es responder a las
inquietudes expuestas por Simpliciano respecto de algunos pasajes oscuros de las
Cartas de San Pablo91 Para lograr esto se lleva a cabo una detallada exeacutegesis de
algunos pasajes cuya interpretacioacuten suscita no pocas perplejidades el primero de
ellos es el siguiente 90 En las Retractationes se afirma que la obra dirigida a Simpliciano fue la primera escrita en calidad de obispo ―de los libros que compuse siendo obispo los dos primeros son para Simpliciano prelado de la Iglesia de Milaacuten que sucedioacute al beatiacutesimo Ambrosio Tratan de Cuestiones diversas dos de las cuales las tomeacute de la Carta del apoacutestol Pablo a los Romanos para el libro primero (II11) 91 A propoacutesito del intereacutes exegeacutetico en San Pablo vale la pena tener presente que en ello ―Agustiacuten fue precedido por Mario Victorino el Ambrosiaster en Italia y el donatista Ticonio en Aacutefrica (Stark 1989 p 346)
170
hemos sido desligados de la ley de muerte a que estaacutebamos sujetos de manera que sirvamos en espiacuteritu nuevo no en la letra vieja iquestQueacute diremos entonces iquestQueacute la ley es pecado iexclNo por Dios Pero yo conociacute el pecado sino por la ley Yo no conoceriacutea la codicia si la ley no dijera no codiciaraacutes (Rm 725)92
La explicacioacuten ofrecida reza asiacute
hay que advertir desde luego que la ley no fue dada para provocar al pecado ni para extirparlo sino soacutelo para darlo a conocer para que el alma humana que se creiacutea afianzada en su inocencia palpase la evidencia del mal y no pudiendo vencerlo maacutes que con el favor de Dios con el escozor mismo de su culpabilidad se moviese a pedir la gracia (Simpl I22)
De esto resulta que la ley posibilita el conocimiento de todo aquello que se
debe evitar y el reconocimiento de la incapacidad del hombre para apartarse por siacute
solo del pecado Las palabras de Pablo seguacuten las cuales con ocasioacuten del mandato la
ley lleva a los hombres a la muerte deben interpretarse teniendo en cuenta que la ley
es buena siempre y cuando se haga buen uso de la misma pero es nociva cuando hay
un abuso de ella Asiacute ―abusa de la ley el que no se somete a Dios con piadosa
humildad para poder cumplirla por medio de la gracia (Simpl I16) lo cual confluye
en el pecado Se ve entonces que la ley no es la causa de la muerte sino el pecado
que deriva de la inobservancia de eacutesta Hay que tener presente que el cumplimiento
de la ley no depende de la voluntad del hombre pues es la gracia la que permite pasar
del estadio carnal al espiritual en el que el acatamiento del mandamiento deja de ser
una carga pues ―la gracia perdona los pecados e infunde el espiacuteritu de caridad por la
que la praacutectica de la justicia resulta no ya penosa sino agradable (Simpl I17) Asiacute
soacutelo aquel que es liberado por la gracia de Dios puede proceder seguacuten la ley con el
gusto que define al hombre espiritual
La reflexioacuten sobre la ley se concluye con las siguientes palabras de Apoacutestol
―la letra mata el espiacuteritu vivifica (2Cor 36) las cuales remiten a la seccioacuten del De 92 ―Pocos pasajes en la exeacutegesis paulina han recibido tan extensas variadas y contradictorias explicaciones como el pasaje de Rm 77-25 La explicacioacuten de Agustiacuten ocupa un lugar preponderante en la historia de la exeacutegesis del pasaje en cuestioacuten (Stark 1989 p 346) En lo concerniente a la influencia de Pablo en Agustiacuten debe anotarse con Harrison (2006) que desde los primeros diaacutelogos del 386 es posible establecer una fuerte presencia de la concepcioacuten paulina de la gracia que habriacutea determinado la comprensioacuten agustiniana de la conversioacuten que hallaraacute concrecioacuten en las Confessiones (p118)
171
doctrina christiana en la que se establece la relacioacuten entre interpretacioacuten literal e
interpretacioacuten espiritual Asiacute como el hombre que no ha sido liberado por la gracia es
esclavo de la ley aquel que no interpreta seguacuten la caritas es esclavo de los signos
Vale la pena examinar los dos textos con el fin de resaltar la consonancia existente
entre ambos En el De doctrina christiana se afirma
Mas en este tiempo cuando por la resurreccioacuten de nuestro Sentildeor Jesucristo brilloacute clariacutesimo el signo de nuestra libertad no estamos ya oprimidos con el grave peso de aquellos signos cuya inteligencia tenemos sino que el mismo Sentildeor y la ensentildeanza apostoacutelica nos transmitieron unos pocos entre tantos antiguos y estos faciliacutesimos de cumplir sacratiacutesimos en su significacioacuten y puriacutesimos en su observancia como son el sacramento del bautismo y la celebracioacuten del Cuerpo y la Sangre del Sentildeor Cualquiera que los recibe bien instruido sabe a queacute se refiere de modo que no los venera con carnal servidumbre sino maacutes bien con la libertad espiritual Asiacute como seguir materialmente la letra y tomar los signos por las cosas que significan denota debilidad servil asiacute interpretar inuacutetilmente los signos es propio del error miserablemente libre El que no entiende lo que significa un signo y sin embargo conoce que aquello es signo eacuteste no estaacute agobiado por la servidumbre Mejor es verse agobiado por signos desconocidos pero uacutetiles que no interpretaacutendolos inuacutetilmente enredar en los lazos del error la cerviz que salioacute del yugo de la servidumbre (III913)
Por su parte en la obra dirigida a Simpliciano leemos
Y asiacute un mismo precepto para los que temen es ley y para los que aman gracia De donde aquello del Evangelio la ley fue dada por Moiseacutes la gracia y la verdad vino por Jesucristo En efecto la gracia y la verdad nos vinieron por Jesucristo a fin de cumplir la ley que dio Moiseacutes para inspirar temor Se dijo pues Habeacuteis muerto a la ley como diciendo Estaacuteis libres del suplicio de la ley por el cuerpo de Cristo pues por eacutel os han sido perdonados los pecados merecedores de justo castigo (I117)
En los dos pasajes se afirma que gracias a la venida de Cristo el hombre pudo
librarse tanto de la esclavitud de los signos como de la servidumbre de la ley sin
embargo debe tenerse en cuenta que en el Ad Simplicianum se introduce de manera
expliacutecita el tema de la accioacuten de la gracia Teniendo presente la evidente equivalencia
existente entre ambos temas y la forma en que son abordados vale la pena preguntar
por queacute en la explicacioacuten de la liberacioacuten del hombre de la esclavitud de los signos
no se recurre a la gracia Podriacutea pensarse que ello no ocurre porque la doctrina sobre
la gracia auacuten no habiacutea sido desarrollada de manera sistemaacutetica Esta posicioacuten apoyariacutea
172
la tesis de que los tres primeros libros del De doctrina christiana son anteriores a la
composicioacuten de la obra dirigida al obispo de Milaacuten mientras que la uacuteltima parte del
libro tercero y todo el libro cuarto estariacutean determinados por la doctrina de la gracia
En contra de esta tesis puede afirmarse con Harrison (2006) que ya en las primeras
obras es posible rastrear diversos elementos que corresponden a un momento inicial
de un desarrollo coherente y unitario de la doctrina de la gracia motivo por el que no
es posible afirmar en el antildeo 396 Agustiacuten no tuviera los elementos necesarios para
incluir el tema de la gracia en el De doctrina christiana En este orden de ideas la
razoacuten por la cual en el De doctrina christiana no se recurre de manera expliacutecita al
teacutermino gratia estariacutea relacionada con una concepcioacuten maacutes amplia de eacutesta que atantildee a
la comprensioacuten de la estructura sacramental de toda la realidad (Harrison 2006 p
100)
Sin duda alguna las preguntas de Simpliciano acerca de los pasajes
problemaacuteticos del Apoacutestol exigen un esfuerzo interpretativo que desemboca en una
postura de la cual Agustiacuten ya no se alejaraacute en sus reflexiones posteriores Uno de los
textos en cuestioacuten es (Rm 910-29) en donde Pablo hace referencia al problema de la
eleccioacuten y recurre al ejemplo de Jacob y Esauacute93 Agustiacuten afirma que el objetivo
principal de la Carta a los romanos es evitar que los hombres se gloriacuteen de los
meacuteritos de sus obras y que consideren que por ellas se recibe la gracia de Dios pues
―por lo mismo que es gracia el Evangelio no se debe al meacuterito de las obras pues de
otro modo la gracia no es gracia (Simpl I22) Asiacute pues las obras no se anteponen a
la gracia sino al reveacutes pues eacutesta posibilita el buen obrar Lo mismo debe decirse
respecto de la fe pues eacutesta no es el resultado de la voluntad humana sino un don de
Dios cuya relacioacuten se caracteriza como sigue ―comienza el hombre a recibir la
gracia desde que comienza a creer en Dios movido a abrazar la fe por un aviso
admonitione interno o externo (Simpl I22) A propoacutesito de esto Harrison (2006)
afirma que Agustiacuten sostiene en el Ad Simplicianum que
93 La interpretacioacuten de este pasaje ha despertado el intereacutes de los estudiosos pues muchos ven en ella una clara toma de distancia respecto a la concepcioacuten de la justificacioacuten y la gracia (Catapano 2010 p 94 Lettieri 2001 p 86) A favor de una propuesta unitaria de la doctrina de la gracia que no excluye un cambio pero siacute una radical transformacioacuten veacutease (Harrison 2006 p 283)
173
en primer lugar Dios llama a la fe y hace posible la respuesta llamando de manera apta a la voluntad gracias a esto el hombre tendraacute la capacidad de hacer el bien Agustiacuten describe con detalle en teacuterminos de placer queacute es lo que motiva a la voluntad a creer y queacute hace que el llamado de Dios sea congruente con la voluntad del hombre (p 148)
La clave esteacutetica de la presentacioacuten agustiniana resaltada por Harrison (2006)
constituye un elemento maacutes para afirmar la unidad del pensamiento de Agustiacuten pues
como se afirmoacute a propoacutesito de los diaacutelogos la categoriacutea de la belleza y la terna de
modus species ordocedil con la que se halla en iacutentima conexioacuten es un elemento
recurrente en los diaacutelogos a partir del cual se construye una interpretacioacuten de la
relacioacuten entre Dios y las criaturas Teniendo esto en cuenta puede afirmarse que las
categoriacuteas esteacuteticas presentes en los primeros diaacutelogos de Agustiacuten constituyen el
trasfondo conceptual de lo que se configuraraacute maacutes adelante como doctrina de la
gracia Esta uacuteltima seguacuten un amplio grupo de estudiosos94 llega a su punto maacuteximo
en la interpretacioacuten de Rm 912 donde con el fin de ilustrar coacutemo precede la gracia a
las obras y pertenece al que llama vocat Agustiacuten expone el caso de Jacob y Esauacute de
los cuales antes de nacer y por lo tanto antes de que realizaran cualquier obra se
dijo ―el mayor serviraacute al menor (Rm 912) En este punto surge la pregunta de cuaacutel
es el fundamento de la eleccioacuten en la que se premia a Jacob teniendo en cuenta que
antes de nacer los hermanos no han cumplido todaviacutea ninguna obra ―Ella [la gracia]
no proviene de las obras por ser nulas antes de nacer no proviene tampoco de la fe
por ideacutentica causa iquestDe doacutende pues proviene (Simpl I26) La solucioacuten a esta
pregunta recoge los puntos fundamentales de las doctrinas agustiniana de la
justificacioacuten y de la gracia En primer lugar se afirma que la eleccioacuten de Jacob no
dependioacute ni de las obras ni de la fe sino de la voluntad de Dios que es Aquel que
justifica a los hombres llamaacutendolos a la fe por la gracia Por esta razoacuten no puede
afirmarse que la eleccioacuten se deacute a causa de la presciencia divina pues esto implicariacutea
aceptar que se eligioacute a Jacob por sus obras o por su fe
Luego si la misericordia de Dios no se adelanta llamando nadie puede conseguir la fe que es la base y principio para justificarse y conseguir la facultad de obrar bien
94 (Lettieri 2001 Catapano 2010)
174
(hellip) Luego por la voluntad del que llama vocante no por ninguna obra meritoria suya consiguioacute el menor el traspaso del mayorazgo (Simpl I27) (Eacutenfasis del autora)
El uso del teacutermino vocatio llamada busca poner el acento en la correlacioacuten
entre el que llama y el que es llamado relacioacuten que se establece sin la intervencioacuten
del hombre pues auacuten el consensus de este uacuteltimo es un don divino De esto resulta
que la llamada de Dios es siempre eficaz lo cual permite la conversioacuten incluso la de
los corazones maacutes soberbios95 Empero esta idea parece contraponerse al texto del
Evangelio seguacuten el cual ―muchos fueron los llamados y pocos los elegidos (Mt
2016) Si el llamado de Dios es siempre eficaz iquestcoacutemo explicar las palabras del
evangelista En la solucioacuten a esta cuestioacuten Agustiacuten recurre a teacuterminos retoacutericos
Asiacute aunque muchos fueron llamados de una manera sin embargo como no estaban en las mismas disposiciones affecti soacutelo respondieron a la vocacioacuten los que estaban dispuestos a recibirla lo cual nos autoriza para decir con verdad luego no depende del que quiere o corre sino de Dios que obra misericordia pues llamoacute como era conveniente aptum a los que siguieron la vocacioacuten vocationem (Simpl I213)
Noacutetese coacutemo la utilizacioacuten de los teacuterminos retoacutericos affectus y vocatio apta
permite resolver la dificultad de la interpretacioacuten de ambos pasajes Sin embargo el
uso de la retoacuterica no debe entenderse como la aplicacioacuten extriacutenseca de una disciplina
pues se recurre a las categoriacuteas retoacutericas humana en cuanto expresioacuten fenomenoloacutegica
de las divinas De esta breve consideracioacuten del Ad Simplicianum pueden extraerse las
siguientes conclusiones
1 El llamado eficaz de Dios esto es su voluntad es irresistible e infalible razoacuten
por la cual su efecto effectus no depende del hombre
2 La vocatio de Dios actuacutea en diferentes niveles ya que para algunos puede ser
apta persuasiva y eficaz mientras que para otros es inadecuada no persuasiva
e ineficaz seguacuten sea la voluntad divina (Lettieri 2001 p 86)
3 La conversioacuten de aquel que es llamado vocatus depende de forma directa de
la modalidad de la vocatio ―de la misteriosa y no uniforme intencionalidad de 95 A propoacutesito de esto Drecoll (2004) afirma que ―la conversioacuten de Pablo se constituye en un paradigma de la doctrina de la gracia agustiniana pues el perseguidor de la Iglesia Saulo precisamente se convierte sin ninguacuten meacuterito (p 226)
175
la retoacuterica divina que llama a todos los hombres pero de distinta manera
(Lettieri 2001 p 87)
Debe resaltarse como ya se afirmoacute en el capiacutetulo anterior que la cercaniacutea
entre ambas obras no soacutelo es temaacutetica sino metodoloacutegica pues las dos siguen el
esquema ciceroniano96 del modus inveniendi y el modus proferendi En el caso del Ad
Simpliacianum puede verse que la obra se ocupa en primer lugar de los problemas
interpretativos desde una perspectiva hermeneacuteutica y en segundo lugar del modo en
el que se debe decir aquello que se ha entendido desde un punto de vista retoacuterico que
no se limita a la retoacuterica humana sino que sienta las bases de los que podriacutea llamarse
retoacuterica divina Esta uacuteltima se desarrollaraacute treinta antildeos maacutes tarde en el libro cuarto del
De doctrina christiana en el cual se lleva a cabo una siacutentesis de varias de las
cuestiones que habiacutean ocupado las reflexiones de Agustiacuten desde los primeros antildeos del
episcopado En este sentido puede afirmarse que el De doctrina christiana entendida
en su conjunto y como unidad es una obra en la que el autor da cuenta de los
meacutetodos y modelos que eacutel mismo ha puesto en praacutectica durante su actividad
filosoacutefica
34 Retoacuterica de la gracia en la conclusioacuten del De doctrina christiana
En las primeras secciones del presente capiacutetulo se mostroacute que el uacuteltimo libro
del De doctrina christiana ofrece las herramientas necesarias para la preparacioacuten del
orador cristiano el cual una vez haya realizado un trabajo de interpretacioacuten de la
Escritura podraacute proceder a la explicacioacuten de cuanto alliacute ha comprendido Como ya se
afirmoacute teniendo en cuenta que esta parte de la obra fue compuesta en el antildeo 426 es
decir cuando ya Agustiacuten llevaba tres decenios dedicado a la interpretacioacuten y a la
predicacioacuten se trata de una seccioacuten de la obra que puede caracterizarse como
―retroprogramaacutetica es decir que en su composicioacuten el autor se vale de su propia
96 En los Topica Ciceroacuten afirma ―como toda razoacuten diligente del disertar tiene dos partes la una del invenir la segunda del juzgar el priacutencipe de ambas -seguacuten en verdad me parece- fue Aristoacuteteles Los estoicos empero trabajaron en la segunda [hellip] Nosotros ya que en ambas la utilidad es suma y si hubiera tiempo pensariacuteamos perseguir ambas comenzaremos por aquella que es la primera (II6)
176
experiencia llevando a cabo un ejercicio de autocomprensioacuten Asiacute la decisioacuten de
terminar la obra interrumpida se inscribe en el espiacuteritu de las Retractationes lo cual
le permite a Agustiacuten hacer una revisioacuten retoacuterica de su obra de sus fuentes y del
meacutetodo empleado en la interpretacioacuten y la predicacioacuten de las verdades de la Escritura
La utilidad de la exposicioacuten de estas reglas es innegable sin embargo no debe
caerse en la simplificacioacuten defendida por muchos comentaristas que considera el De
doctrina christiana como un manual ya sea de hermeneacuteutica ya sea de retoacuterica
(Simonetti 1983 Schaumlublin 1995) Se trata en cambio de un ejercicio interpretativo
y retoacuterico en el que a partir de las categoriacuteas claacutesicas ciceronianas se construye una
reflexioacuten que desborda los liacutemites de las disciplinas humanas y por esa razoacuten culmina
con la exposicioacuten de lo que con Lettieri (2001) puede llamarse persuasioacuten divinalsquo
en el libro cuarto del De doctrina christiana se elabora una teoriacutea consciente y revolucionaria de la retoacuterica divina esto es de la palabra humana como fenoacutemeno del Verbo divino Asiacute el juego etimoloacutegico sobre el teacutermino orator (oradororante) revela el maacutes profundo sentido de la relacioacuten entre reacutetor humano y Reacutetor absoluto (p 466)
El orador debe orar a Dios para que ponga en su boca las palabras adecuadas
para que pueda pronunciarlas de manera adecuada y para que el puacuteblico las reciba de
manera adecuada No sorprende que al final de su obra Agustiacuten recurra nuevamente
al siguiente pasaje escrituriacutestico ya citado en IV1532
conceacutedame Dios hablar seguacuten eacutel quiere y concebir pensamientos dignos de sus dones porque eacutel es quien guiacutea a la sabiduriacutea y quien dirige a los sabios que nosotros y nuestras palabras en sus manos estamos con toda nuestra prudencia y destreza en el obrar (Sab 716)
A continuacioacuten se presentaraacuten tres elementos tomados de la retoacuterica
ciceroniana a partir de los cuales puede entenderse la accioacuten de la retoacuterica divina
Uno de los teacuterminos ciceronianos que seguacuten la propuesta de Lettieri (2001)
Agustiacuten utiliza para estructurar su retoacuterica de la gracia es el de victoria97 El punto de
97 A propoacutesito de la victoria en las contiendas retoacutericas Ciceroacuten afirma en el De oratore (II1772)
177
partida para el tratamiento de esta nocioacuten es una vez maacutes uno de los pasajes del
Orator98 sobre el que se articula el libro cuarto del De doctrina christiana
Seraacute elocuente pues (ya que buscamos al orador perfecto siguiendo las huellas de Antonio) el que en el foro y en las causas civiles hable de tal manera que pruebe deleite y convenza El probar es de necesidad el deleitar de utilidad En el convencer estaacute la victoria final de toda causa Cuantos son los oficios del orador tantos son los modos de decir Sutil en el probar templado en el deleitar vehemente en el persuadir aquiacute estaacute toda la fuerza del orador (69)
Para el Arpinate el persuadir flectere uacuteltimo de los officia oratoris se
configura como el objetivo fundamental de la retoacuterica en esta concepcioacuten Agustiacuten
sigue a su maestro y lo cita textualmente cuando afirma en el De doctrina christiana
dijo pues un maestro de elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee deleite y mueva Y antildeadioacute despueacutes el ensentildear es propio de la necesidad el deleitar de la amenidad y el mover de la victoria (IV1227)99
Como se vio en la seccioacuten anterior el De diversis quaestionibus ad
Simplicianum permite conectar el tema de la retoacuterica con la doctrina de la gracia pues
Agustiacuten se sirve en dicha obra de algunas categoriacuteas retoacutericas claacutesicas para explicar la
manera en la que opera la accioacuten eficaz y movente de la gracia En el De doctrina
christiana es posible establecer dicha relacioacuten si se tiene en cuenta la doble
dimensioacuten de la retoacuterica Asiacute desde el punto de vista de la retoacuterica divina debe
afirmarse que eacutesta siempre alcanza la victoria en la persuasioacuten pues su llamado es
irresistible A propoacutesito de esto puede afirmarse con Marone (2008) que
98 La eleccioacuten del Orator y la preeminencia de su uso en el libro cuarto no son casuales Podriacutea pensarse que Agustiacuten consciente del desplazamiento llevado a cabo por Ciceroacuten del orador al oyente y de lo particular a lo universal encuentra en el Orator nociones maacutes precisas para la configuracioacuten retoacuterica de la doctrina de la gracia A propoacutesito de dicho desplazamiento ciceroniano se afirma que ―para el Ciceroacuten del Orator eacuteste ya no es el que domina al puacuteblico por la fuerza casi taumatuacutergica de su elocuencia sino el que se adapta a eacutel el que moldea no soacutelo su discurso sino tambieacuten su manera de ser (Levy 2012 p 27) 99 Es sorprendente el silencio de los comentaristas acerca del recurso de Agustiacuten a Ciceroacuten en esta seccioacuten del De doctrina christiana En primer lugar debe anotarse que la cita del Orator (69) es textual lo cual supone un uso teacutecnico consciente y voluntario a una de las nociones maacutes importantes de la retoacuterica del Arpinate Resulta muy notable que la uacutenica palabra que se cambia probare del aacutembito juriacutedico por docere del aacutembito pedagoacutegico tambieacuten haya sido usada por Ciceroacuten al enunciar los officia oratoris en el Brutus (185) El tema no menos sorprendente de la valoracioacuten de las palabras del maestro romano se abordaraacute en la conclusioacuten
178
en la teologiacutea de la gracia pueden identificarse el docere de la ley que habiacutea arrancado del hombre sus instintos animales la suasio cristiana que habiacutea permitido el conocimiento del Antiguo Testamento y el flectere infalible de la gracia que habiacutea quebrado la dureza del corazoacuten (p 309)
No sorprende que en otra obra compuesta en el mismo antildeo de la culminacioacuten
del De doctrina christiana se recurra al teacutermino victorialsquo paulino y ciceroniano En
el De gratia et libero arbitrio se afirma
pero iquestde queacute sirve un buen combate si no es coronado por la victoria Y iquestquieacuten da la victoria sino aquel de quien el mismo Apoacutestol dice pero gracias sean dadas a Dios que nos da la victoria por nuestro Sentildeor Jesucristo (VII16)
Estas palabras se hallan en clara consonancia con la conclusioacuten del De
doctrina christiana de nada sirve un buen combate certamen100 si no es coronado
con la victoria de la persuasio que culmina en la conversio Sin embargo esta uacuteltima
no depende de la voluntas del hombre ni de su doctrina pues ni la voluntad ni el
conocimiento son suficientes por siacute solos para garantizar la victoria
En segundo lugar vale la pena volver sobre la cuestioacuten de la relacioacuten entre
officia oratoris y genera dicendi A partir de la enunciacioacuten ciceroniana de los officia
oratoris y de los genera dicendi Agustiacuten construye como ya se vio un sistema de
retoacuterica cristiana que tiene una doble dimensioacuten Por una parte se trata de las reglas
que el orador y el predicador deben aplicar a sus discursos101 y por otra se trata de la
manera en la que la retoacuterica divina se manifiesta En cuanto a las primeras ya se
100 El teacutermino certamen lucha disputa o contienda proviene del verbo certāre que puede traducirse como combatir o disputar En su acepcioacuten retoacuterica Agustiacuten lo utiliza en el Contra academicos (I38) y en el proacutelogo al libro tercero del De doctrina christiana donde se afirma ―el hombre que teme a Dios indaga con diligencia su voluntad en las Santas Escrituras Pero antes haacutegase por la piedad manso en el trato para no amar las contiendas fortifiacutequese de antemano con el conocimiento de las lenguas a fin de no vacilar en las palabras y expresiones desconocidas preveacutengase por la instruccioacuten de ciertas cosas necesarias para no ignorar la virtud y naturaleza de aquellas cosas que se aducen por viacutea de semejanza y finalmente ayudaacutendole la veracidad de los coacutedices a los que procuraraacute depurar con una cuidadosa diligencia aceacuterquese ya pertrechado de este modo a discutir y solucionar los pasajes ambiguos de las Santas Escrituras (III11) La importancia de este proacutelogo es fundamental pues en eacutel se anticipa el programa de los dos uacuteltimos libros del De doctrina christiana y el espiacuteritu que determinaraacute la composicioacuten del libro cuarto treinta antildeos despueacutes si las contiendas humanas no estaacuten dirigidas por la caritas son palabras vaciacuteas 101 A propoacutesito de esto Lettieri (2001) afirma ―detraacutes del fenoacutemeno de la palabra biacuteblica y eclesiaacutestica teacutecnicamente construida seguacuten las normas de la retoacuterica claacutesica opera el Acto retoacuterico divino del cual aquellas categoriacuteas representan un vestigio (p 468)
179
afirmoacute que el orador debe buscar la claridad en sus discursos y que puede recurrir a
cualquiera de los tres genera dicendi seguacuten sea su finalidad o mezclarlos entre siacute
como de hecho lo han hecho autores cristianos como Cipriano y Ambrosio Por otra
parte en cuanto a la manifestacioacuten divina debe afirmarse que eacutesta se da en primer
lugar en la Escritura razoacuten por la que Agustiacuten a traveacutes de los exempla pone en
evidencia los diferentes estilos de los que se sirve Dios cuando habla por medio de los
profetas o del autor inspirado Teniendo en cuenta que seguacuten la retoacuterica claacutesica la
eleccioacuten de los estilos estaacute relacionada con el argumento a tratar vale la pena
detenerse en este aspecto pues esta distincioacuten no se aplica en la retoacuterica divina ya
que todas las materias abordadas son materias elevadas En este punto se lleva a cabo
un desplazamiento del contenido de la Escritura hacia la intencioacuten del orador y del
oyente el cual puede entenderse en un cierto sentido como una subjetivacioacuten de la
retoacuterica Si la Escritura es un espacio de objetividad absoluta en cuanto
manifestacioacuten divina es necesario recurrir a la intentio subjetiva para mantener la
distincioacuten claacutesica Esta consideracioacuten nos permite volver sobre una cuestioacuten que se
habiacutea presentado como problemaacutetica en la parte inicial del presente capiacutetulo la
eleccioacuten del pasaje de Rm 138 como exemplum de estilo moderado Teniendo en
cuenta que el mismo pasaje se utiliza en la reconstruccioacuten del momento de la
persuasio definitiva en las Confessiones esto es en la presentacioacuten literaria de la
propia conversio llevada a cabo por el Agustiacuten obispo en el antildeo 397 puede afirmarse
ahora que la razoacuten por la que en el De doctrina christiana este pasaje cumple una
funcioacuten distinta obedece a la utilizacioacuten del principio seguacuten el cual la Escritura se
aplica desde la subjetividad
A propoacutesito de la relacioacuten entre officia oratoria y genera dicendi vale la pena
tener presente la propuesta de Lettieri (2001) seguacuten la cual la revelacioacuten puede
entenderse bajo el mismo esquema de los genera ciceronianos aunque no debe
perderse de vista que la caritas de la gracia puede alcanzar su cometido la victoria a
traveacutes de cualquier estilo en el que se exprese su mensaje Seguacuten esto se afirma que
Dios se revela en el estilo sencillo en la doctrina y en la lex siguiendo el estilo
medio en la suasio evangeacutelica de la Iglesia y a traveacutes del estilo elevado en la
180
persuasio accioacuten interior e irresistible del Verbum (Lettieri 2001 p 473) El
esquema ofrecido por Lettieri se halla en clara consonancia con los exempla
presentados por Agustiacuten para el tratamiento de los genera dicendi en el libro cuarto
del De doctrina christiana Vale la pena recordar que para el estilo sencillo se
exponen varios pasajes de la Carta a los gaacutelatas de San Pablo relacionados
justamente con la ley acerca de la cual es necesario instruir a los hombres pues
fue dada por motivo de la transgresioacuten hasta que viniese la semilla a quien se hizo la promesa ley dispuesta por medio de los aacutengeles en la mano del Mediador Mas el mediador no es entre uno solo y Dios es uno (Ga 315)
En lo que concierne al estilo moderado se ofrecen tambieacuten varios pasajes
apostoacutelicos de iacutendole praacutectica muy cercanos tanto en el estilo como en la finalidad a
los preceptos ofrecidos por Ciceroacuten y Ambrosio en el De officiis En los pasajes
exhortativos del Apoacutestol Agustiacuten encuentra la belleza retoacuterica caracteriacutestica del estilo
medio cuya finalidad es la suasio a traveacutes del delectare
Casi todo este pasaje de la misma exhortacioacuten tiene un estilo moderado pero los trozos son maacutes bellos donde se suceden elegantemente las cosas propias con las propias como si fuesen tributos que se pagan a un deudor por ejemplo ―teniendo dones diversos conforme a la gracia que se nos ha dado ya sea profeciacutea a proporcioacuten de la fe ya ministerio para administrar el que ensentildea en la ensentildeanza el que exhorta en la exhortacioacuten el que distribuye en la sencillez el que preside en la solicitud el que obra misericordia con alegriacutea El amor sin fingimiento odiando el mal apegaacutendoos al bien En la caridad fraterna amaacutendoos unos a otros previnieacutendoos mutuamente en el honor en la obligacioacuten no perezosos en el espiacuteritu fervientes sirviendo al Sentildeor en la esperanza gozosos sufridos en la tribulacioacuten en la oracioacuten perseverantes caritativos en las necesidades de los santos ejercitando la hospitalidad Bendecid a los que os persiguen bendecidlos y no los maldigaacuteis Alegraos con los que se alegran llorad con los que lloran sintiendo lo mismo unos con otros (Rm 121) (IV2040)
Por uacuteltimo los exempla ofrecidos para ilustrar el estilo elevado se hallan
estrechamente relacionados con la persuasioacuten entendida como accioacuten irresistible y
siempre eficaz de la gracia De hecho Agustiacuten sostiene que el Apoacutestol no requiere de
artificios estiliacutesticos pues se trata de palabras que expresan violentum animi
affectibus como puede verse en el siguiente pasaje de Pablo
181
Sabemos que todas las cosas cooperan en bien de los que aman a Dios de aquellos que son llamados seguacuten la voluntad de Dios Porque a los que preconocioacute tambieacuten los predestinoacute a ser conformes a la imagen de su Hijo a fin de que Eacutel sea el primogeacutenito entre muchos hermanos A los que predestinoacute a eacutesos llamoacute y a los que llamoacute a los mismos tambieacuten justificoacute a los que justificoacute tambieacuten los glorificoacute (Rm 828) (IV 2043)
Como se afirmoacute antes a lo largo de toda la obra se ve con claridad que el uso
de los exempla tiene una funcioacuten que desborda el plano de la doctrina pues ellos
mismos se instalan en la persuasio objetivo uacuteltimo y maacutes elevado de la retoacuterica Esa
es la razoacuten por la cual hay una perfecta concordia entre forma retoacuterica y contenido la
cual halla su maacutexima expresioacuten en la eleccioacuten de los exempla Asiacute el principio
ciceroniano seguacuten el cual la elocuencia sin sabiduriacutea en nada aprovecha (Inv I1) es
reinterpretado a la luz de la sentencia paulina que encierra todo el propoacutesito del De
doctrina christiana ―no en sabiduriacutea de palabras no sea que quede vaciacutea la cruz de
Jesucristo (1Cor 117)
182
CONCLUSIONES
El recorrido llevado a cabo en el presente trabajo aborda la relacioacuten entre Agustiacuten y
Ciceroacuten uno de los autores claacutesicos maacutes influyentes en la configuracioacuten del
pensamiento cristiano medieval Teniendo en cuenta la vastedad y complejidad de la
obra de Agustiacuten fue necesario fijar un criterio metodoloacutegico que se centrara en el
estudio de algunos textos que fueran particularmente representativos de la influencia
del maestro romano en el Hiponense Por este motivo se establecioacute una distincioacuten
basada en tres momentos coyunturales del desarrollo intelectual de Agustiacuten a saber
la composicioacuten de los Diaacutelogos de Casiciaco en el 386 la primera redaccioacuten del De
doctrina christiana en el 396 y la culminacioacuten de esta uacuteltima en el 426
El conjunto de diaacutelogos compuestos en Casiciaco ofrece un panorama
complejo y rico de motivos claacutesicos y filosoacuteficos que permite acceder al pensamiento
de Agustiacuten en los antildeos inmediatamente posteriores a la conversioacuten Si bien no pocos
autores han notado la belleza estiliacutestica de los mismos y la profundidad de las
cuestiones alliacute tratadas el juicio que se ha impuesto los ha confinado a un lugar
menor dentro de la totalidad del corpus pues es comuacuten la consideracioacuten seguacuten la cual
se trata de obras juveniles muy cercanas al neoplatonismo (Alfaric 1918) cuyos
postulados son revisados y superados por el teoacutelogo de la gracia (von Harnack 1988
Lettieri 2001) Esta valoracioacuten se halla ligada al debate de las ―conversiones que
aunque identificado por Courcelle como un falso dilema (1968 p106) ha
determinado la recepcioacuten de los diaacutelogos y la consideracioacuten seguacuten la cual eacutestos deban
ser objeto de un estudio inherente al momento filosoacutefico temprano del pensamiento
de Agustiacuten En contra de las tesis evolucionistas algunos estudiosos han puesto el
184
acento en la unidad y continuidad en el desarrollo intelectual de Agustiacuten (Madec
1992 Harrison 2006) Si bien ninguna de las dos posiciones puede dar cuenta de
manera exhaustiva de las muacuteltiples dificultades que suscita el estudio de la obra
agustiniana en el presente trabajo se rastrearon algunas pistas que permiten avanzar
un poco en la direccioacuten de una continuidad y sostener la tesis seguacuten la cual siacute es
posible hablar de un pensamiento unitario en Agustiacuten
El hilo conductor de la investigacioacuten fue Ciceroacuten y la manera en la que
Agustiacuten recurre a su obra y pensamiento en momentos distantes pero estrechamente
relacionados entre siacute como la composicioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco y el De
doctrina christiana en sus dos redacciones
En el antildeo 386 Agustiacuten habiacutea abandonado su caacutetedra de retoacuterica aduciendo un
malestar de salud que no le permitiacutea atender a tan extenuante labor Se retira a
Casiciaco con el fin de prepararse para recibir el bautismo de manos del obispo
Ambrosio y llevar una vida tranquila alejada de los avatares de la administracioacuten
imperial Una lectura desprevenida del pasaje de las Confessiones en donde se relatan
estos acontecimientos podriacutea llevar a considerar que la renuncia a la retoacuterica no es
una renuncia al cargo de orador imperial y sus implicaciones sino una renuncia al
arte pagano siacutembolo del mundo romano Sin embargo el anaacutelisis atento de los
diaacutelogos escritos en dicho periodo arroja elementos que demuestran con claridad el
profundo compromiso de Agustiacuten no soacutelo con la retoacuterica claacutesica en cuanto disciplina
sino sobre todo con la concepcioacuten filosoacutefica ciceroniana
En el Contra Academicos primero de los diaacutelogos escritos en la villa de
Verecundo se lleva a cabo una imponente defensa de Ciceroacuten y de la escuela
neoacadeacutemica luego de haber realizado un ejercicio retoacuterico-filosoacutefico cuyo
resultado no fue otro que la refutacioacuten de las tesis esceacutepticas seguacuten las cuales resulta
imposible acceder a la verdad Animado por la promesa de eacutesta presentada en el
Hortensius Agustiacuten y sus interlocutores se entregan a la ardua tarea de demostrar que
el sabio puede conocer siendo eacuteste el resultado de dicho conocimiento
para mi es evidente que jamaacutes debo apartarme de la autoridad de Cristo ya que no encuentro otra maacutes fuerte En cuanto a lo que ha de buscarse con la fuerza de la razoacuten
185
(pues mi estado de aacutenimo es tal que estoy deseando con impaciencia conocer la verdad no soacutelo mediante la fe sino comprenderla tambieacuten con la inteligencia) espero entretanto poder encontrar en los platoacutenicos una doctrina que no se oponga a nuestros sagrados misterios (cAcad III2044)
Asiacute el primero de los diaacutelogos de Agustiacuten se cierra con la formulacioacuten de un
proyecto filosoacutefico en cuanto orientado a la buacutesqueda de la verdad que se ancla en la
siacutentesis entre la autoridad de Cristo102 y la razoacuten Si bien no se tratoacute en detalle la
relacioacuten de Agustiacuten con el platonismo la lectura del Contra Academicos ofrece
elementos fundamentales para la comprensioacuten de la relacioacuten de Agustiacuten con la
tradicioacuten platoacutenica que a traveacutes de Ciceroacuten se habiacutea instalado en los ciacuterculos
intelectuales de la peniacutensula
El proyecto agustiniano halla una primera concrecioacuten en los otros dos
diaacutelogos escritos en el antildeo 386 en los que es posible identificar el tratamiento de
temas claacutesicos de la filosofiacutea griega y romana como la cuestioacuten de la felicidad la
armoniacutea del universo y el alma humana En un interesante artiacuteculo Foley (2009)
rastrea las raiacuteces filosoacuteficas de los diaacutelogos de Casiciaco poniendo en evidencia que
la discusioacuten acerca del neoplatonismo de Agustiacuten ha ensombrecido la presencia de
Ciceroacuten en el cual Agustiacuten se inspira no soacutelo en lo concerniente al estilo sino en los
temas abordados Si bien el artiacuteculo de Foley resulta de gran utilidad para establecer
la apropiacioacuten agustiniana del pensamiento del Arpinate es necesario entender coacutemo
se da dicha apropiacioacuten desde la perspectiva de un filoacutesofo cristiano En este sentido
la conclusioacuten del Contra Academicos debe tenerse presente en la consideracioacuten de
todos los diaacutelogos como unidad temaacutetica y metodoloacutegica A propoacutesito de esto vale la
pena traer a colacioacuten la consideracioacuten de Fuhrer (2017) en la introduccioacuten a su
reciente edicioacuten criacutetica de los diaacutelogos de Casiciaco ―cada uno de los tres diaacutelogos
establece maacutes allaacute de sus fundamentos filosoacuteficos la capacidad que tiene la doctrina
cristiana para revelar la verdad (p7) Para el caso particular del De beata vita se
afirma que ―la peculiaridad del tratamiento agustiniano de este tema claacutesico reside en
la forma en la que concilia la tradicioacuten filosoacutefica con elementos cristianos proceso
102 Acerca del caraacutecter cristoloacutegico de los primeros escritos de Agustiacuten y de su ortodoxia veacutease Harrison 2006 p 255 ss
186
que culmina en el reconocimiento de que la beata vita y la sapientia pueden
alcanzarse a traveacutes de lo que Agustiacuten llama Deum habere Deo perfrui o cognitio
Dei (Fuhrer 2017 p9) El aporte del De beata vita en la comprensioacuten de la filosofiacutea
del joven Agustiacuten resulta fundamental pues como se demostroacute en este trabajo alliacute se
esbozan algunos de los temas que se trataraacuten en las Confessiones y en las obras de
madurez En lo concerniente a la tan debatida cuestioacuten del caraacutecter exclusivamente
filosoacutefico de los diaacutelogos Catapano (2006) y Harrison (2006) han presentado
importantes avances concluyendo que hay una evidente caracterizacioacuten cristiana de la
Verdad como objeto de la indagacioacuten filosoacutefica y que es posible establecer una
continuidad entre los primeros acercamientos a la cuestioacuten de la gracia y su posterior
desarrollo en el antildeo 397
En relacioacuten con el De ordine vale la pena detenerse en el caraacutecter del diaacutelogo
y la importante funcioacuten que cumple en la trilogiacutea de Casiciaco y en el corpus
agustiniano A propoacutesito de su particularidad puede afirmarse que en eacutel se encuentran
―las afirmaciones maacutes expliacutecitas acerca de la naturaleza las tareas y las partes de la
filosofiacutea seguacuten la acepcioacuten agustiniana Catapano 2006 p153) En este sentido el
punto de partida del proyecto filosoacutefico de Agustiacuten se completa estableciendo su
propoacutesito con claridad
Y para que nadie piense que he emprendido un tema vastiacutesimo lo resumo todo maacutes llana y brevemente Y digo que al conocimiento de todos estos problemas nadie debe aspirar sin el doble conocimiento de la buena argumentacioacuten y de la potencia de los nuacutemeros Si aun esto les parece mucho aprendan bien o la ciencia de los nuacutemeros o el arte de razonar bien Si todaviacutea les acobarda esto ahonden en el conocimiento de la unidad numeacuterica y de su valor sin considerarla en la suprema ley y sumo orden de todas las cosas sino en lo que cotidianamente sentimos y hacemos Se afana por esta erudicioacuten la misma filosofiacutea y llega a la unidad pero de un modo mucho maacutes elevado y divino Dos problemas le inquietan uno concerniente al alma el otro concerniente a Dios (ord II3347)
La empresa propuesta en el De ordine en el antildeo 386 determinaraacute el
pensamiento agustiniano y si bien en los cuatro decenios siguientes mostraraacute
variaciones en el recurso a las fuentes o en la predileccioacuten de ciertas temaacuteticas sobre
187
otras resulta muy difiacutecil sostener que se haya presentado un cambio radical en el
pensamiento de Agustiacuten o una renuncia a sus primeras reflexiones
El uacuteltimo de los diaacutelogos compuestos en este periodo los Soliloquia tiene un
caraacutecter particular pues en eacutel se toma distancia del geacutenero del ―diaacutelogo de villa
ciceroniano y se inaugura un estilo propiamente agustiniano la indagacioacuten intimista y
reflexiva del soliloquio Asiacute el intercambio dialogal se desplaza del coloquio entre un
grupo de amantes de la sabiduriacutea al diaacutelogo de un alma consigo misma que quiere
ahondar en sus propios misterios Sin embargo el recurso mismo al geacutenero dialogal
corresponde a una eleccioacuten claacutesica asiacute como los elementos provenientes del
Hortensius la Consolatio el De oratore y el De republica103 evidenciados a lo largo
de la obra En este sentido vale la pena destacar que tanto la forma como el contenido
de los Soliloquia estaacuten determinados por la tesis ciceroniana (De orat V17) de la
cultura como concordancia entre intelligendi disciplina y dicendi disciplina entre
dialeacutectica y retoacuterica donde aqueacutella se entiende como el paso de los signos (signa)
sensibles a las cosas ideales (res) y eacutesta como comunicacioacuten persuasiva de la verdad
Eacuteste es justamente el punto de partida del De doctrina christiana primera
obra compuesta por Agustiacuten en calidad de obispo de Hipona y redactada diez antildeos
despueacutes de los diaacutelogos de Casiciaco pero que se articula a partir de las ideas alliacute
expuestas Como se demostroacute en el presente trabajo la cercaniacutea entre los diaacutelogos y
la obra iniciada en el 396 es innegable pues tanto en los contenidos como en la
forma hay una continuidad esencial que apoya la idea de la unidad del pensamiento
de Agustiacuten En primer lugar debe destacarse la importancia que tienen las disciplinae
en las reflexiones de Agustiacuten en el decenio que transcurre entre el periodo milaneacutes y
el regreso al norte de Aacutefrica Si bien no considero que el De doctrina christiana
pueda reducirse a un manual teacutecnico es importante tener presente que siacute representa
una continuidad temaacutetica de cuestiones referidas a las disciplinas su funcioacuten y su 103 A propoacutesito de la relacioacuten entre el del De republica ciceroniano y la Repuacuteblica de Platoacuten vale la pena tener presente la propuesta de Altman (2016) en su obra The Revival of Platonism in Cicerorsquos Late Philosphy la cual presenta una tesis incisiva concerniente a la asimilacioacuten ciceroniana de la filosofiacutea de Platoacuten El papel que se le otorga a Agustiacuten en la construccioacuten de dicha recepcioacuten me permitioacute proponer una lectura poliacutetica de los Soliloquia que puede tomarse como punto de partida para futuras indagaciones en este campo
188
caraacutecter ya abordadas en los primeros diaacutelogos Asiacute muchos de los avances
alcanzados en el De ordine que presenta un programa provisional para una paideia
cristiana seraacuten retomados y profundizados en el 396 bajo la oacuteptica de las nuevas
exigencias impuestas por el obispado La cercaniacutea entre este aspecto de las primeras
obras y el De doctrina christiana ha sido notada y abordada por un amplio grupo de
comentaristas (Marrou 1949 Kevane 1966 Toom 2002) sin embargo esta
perspectiva ha contribuido a la tendencia de dividir la obra en dos secciones
irreconciliables entre siacute una de talante pedagoacutegico-cultural y otra de caraacutecter
teoloacutegico (Lettieri 2001) Mi intencioacuten al tratar esta cuestioacuten fue la de abordar el De
doctrina christiana como una obra dotada de unidad y coherencia a pesar de haber
sido suspendida en el 396 y retomada treinta antildeos maacutes tarde De este modo tambieacuten
en su relacioacuten con los diaacutelogos de Casiciaco propuse una lectura de continuidad que
me permitioacute no soacutelo establecer los puntos de confluencia sino rastrear la presencia de
Ciceroacuten tanto en los diaacutelogos como en los cuatro libros que componen el De doctrina
christiana En este propoacutesito fue de fundamental importancia la consideracioacuten del
proacutelogo de la obra pues eacuteste se configura como un testimonio imprescindible para
entender su caraacutecter e intencioacuten en cuanto conjunto (Kevane 1996 112 Kraumlmer
2006 101) asiacute como para situarla en el desarrollo intelectual de Agustiacuten En relacioacuten
con la datacioacuten del proacutelogo se ha presentado un intenso debate entre los
comentaristas pues mientras un grupo afirma que fue escrito en el antildeo 396 (Mayer
1974 Pincherle 1974 Kevane 1996) otros consideran que se redactoacute en el 426
junto con la parte conclusiva del libro tercero y el libro cuarto seguacuten la comuacuten
usanza de escribir el proacutelogo al final (Duchrow 1965 Opelt 1966) Luego de un
atento anaacutelisis del proacutelogo y de una consideracioacuten comprehensiva de toda la obra
considero que puede adoptarse con mayor fuerza la propuesta del primer grupo de
estudiosos Esta eleccioacuten ademaacutes permite entender mejor la cercaniacutea de la primera
parte del De doctrina christiana a otros escritos tempranos entre los cuales pueden
destacarse el Contra Academicos y el De magistro104
104 Toom (2002) aborda con claridad y profundidad la relacioacuten entre el De magistro y el De doctrina christiana sobre todo en lo concerniente al caraacutecter cristoloacutegico presente en ambas obras Sorprende
189
Del estudio del proacutelogo y del primer libro del De doctrina christiana se
derivan importantes conclusiones en lo relativo a la influencia del Arpinate En
primer lugar debe anotarse que las distinciones fundamentales sobre las que se
estructura la obra son de origen retoacuterico y se encuentran enunciadas en varias obras
ciceronianas Se trata de la distincioacuten entre modus inveniendi y modus proferendi
(Orat XXIII 8 Top II6) entre signa y res (De Inv I3048) entre uti y frui (De Inv
II53159) Estas categoriacuteas le permiten a Agustiacuten no soacutelo estructurar su obra sino
llevar a cabo una siacutentesis entre los modelos retoacutericos claacutesicos y los contenidos
cristianos de los que se ocupa en esta obra Asiacute la cuestioacuten exegeacutetica que se habiacutea ido
configurando como un problema central en el pensamiento de Agustiacuten en los antildeos
posteriores a la conversioacuten y en los primeros del obispado encuentra su lugar en la
retoacuterica A propoacutesito de esto Toom considera que el recurso al texto paulino de 1 Cor
138 en la parte conclusiva del libro primero y la interpretacioacuten ofrecida del mismo
tiene la importante funcioacuten de asociar los elementos de la tradicioacuten retoacuterica la
distincioacuten uti-frui con la terna de fe esperanza y caridad (Toom 2002 101) gracias
a lo cual es posible establecer y comprender la unidad estructural no soacutelo del libro
primero sino de toda la obra En el libro segundo luego de recapitular el plan
propuesto se ofrece una definicioacuten de signo que se inscribe en la tradicioacuten retoacuterica
claacutesica del De inventione105 de Ciceroacuten y del De Institutione Oratoria de Quintiliano
Si bien algunos estudiosos han puesto el acento en la falta de originalidad de la
definicioacuten agustiniana y en la poca profundidad en el tratamiento de la semioacutetica
(Kirwan 1989 p35) es importante resaltar como se hizo en el presente trabajo que
la exposicioacuten agustiniana del signo se inscribe en el marco del intereacutes retoacuterico- sin embargo que el autor restrinja su presentacioacuten a los tres primeros libros del De doctrina christiana pues es innegable la centralidad del problema cristoloacutegico en el uacuteltimo libro de dicha obra 105 Ciceroacuten en el De inventione afirma que ―el signo es lo que cae bajo alguacuten sentido y significa algo que parece salido de eacutel mismo (I 30 48) Aunque la definicioacuten de Agustiacuten es muy cercana vale la pena anotar que el contexto ciceroniano en el cual se ofrece esta distincioacuten es el de la argumentatio y no hay en ella ninguacuten recurso al vocabulario semioacutetico tradicional pues esta definicioacuten se refiere al mecanismo del signo en el aacutembito juriacutedico (Manetti 1993 p145) Jackson en la misma liacutenea de Manetti sostiene que tanto Quintiliano como Ciceroacuten se refieren al signo en el aacutembito forense sin embargo llama la atencioacuten sobre la recomendacioacuten ciceroniana del estudio de la semaacutentica en el Orator (115) obra fundamental para la composicioacuten del libro cuarto del De doctrina christiana (Jackson 1969 p31)
190
hermeneacuteutico de la obra que no persigue la intencioacuten de delinear una scientia
scientiorum per se En lo concerniente al aporte de Agustiacuten en relacioacuten con el signo
no debe perderse de vista la anotacioacuten de Simonetti (1994) seguacuten la cual antes de
Agustiacuten incluso en aacutembito estoico la nocioacuten de signo se identificaba con la de
indicio y no habiacutea una teoriacutea del signo desde la dimensioacuten linguumliacutestica (p420) La
palabra entendida como signo representa el aporte fundamental de la filosofiacutea del
lenguaje agustiniana la cual se inscribe en un horizonte maacutes amplio de comprensioacuten
de lo humano pues como afirma Alici (1976) ―el lenguaje es signo y testimonio de
una presencia espiritual que evoca e invoca a otra presencia espiritual (p 143) Esta
es la razoacuten por la cual el libro segundo del De doctrina christiana concluye con un
ejercicio hermeneacuteutico que conduce al signo por excelencia en el cual se vive y se
comprende la verdad que busca el cristiano la cruz Eacutesta es culmen y causa de toda
significacioacuten tanto por lo que significa como por lo que ella misma es El lugar
central que ocupa la interpretacioacuten del pasaje del Eacutexodo106 no es casual pues le
permite a Agustiacuten articular hermeneacuteutica semaacutentica y retoacuterica y pasar al tratamiento
en el libro tercero de los signos ambiguos los cuales deben ser interpretados a la luz
del precepto de la caritas
Del estudio del libro tercero del De doctrina christiana se deriva una conclusioacuten
fundamental fiel a la tradicioacuten retoacuterica romana Agustiacuten aborda el problema de los
signos ambiguos afirmando que la ambiguumledad presente en la Escritura depende de la
utilizacioacuten de palabras metafoacutericas o propias que tengan distintos significados La
primera definicioacuten de ambiguitas ofrecida por Agustiacuten en el De dialectica (10) sigue
muy de cerca las definiciones claacutesicas aunque en el tratamiento de esta cuestioacuten
106 ―Acueacuterdese de aquellos que celebraban en aquel tiempo la pascua en imagen de sombras cuando se les mandoacute sentildealar las puertas con la sangre del cordero lo cual hicieron con hisopo (Ex 1222) Esta hierba es suave y humilde sin embargo nada hay maacutes fuerte y penetrante que sus raiacuteces Lo que nos manifiesta que estando arraigados y cimentados en la caridad podemos comprender con todos los santos cuaacutel sea la anchura la longitud la altura y la profundidad esto es la Cruz del Sentildeor donde se entiende por anchura el madero transversal en que se hallan extendidas las manos por longitud lo que hay desde la tierra hasta este madero y en ella se fija todo el cuerpo de manos abajo por altura desde la anchura hasta lo maacutes alto hacia arriba donde se apoya la cabeza por profundidad lo que metido en la tierra se oculta a nuestra vista (II4162)
191
recurre a Ciceroacuten de manera expliacutecita no solo para precisar su significado sino su
solucioacuten
Y asiacute con plena razoacuten dicen los dialeacutecticos que toda palabra es ambigua Y no nos desconcierte que en [una obra de] Ciceroacuten Hortensio los acuse falsamente en estos teacuterminos laquoDicen que ellos se atreven a explicar con claridad las cosas ambiguasraquo Dicen asiacute mismo que toda palabra es ambigua iquestCoacutemo entonces van a explicar lo ambiguo con lo ambiguo Pues esto no es sino introducir en las tinieblas una luz apagada Es verdad que no le ha faltado chispa y astucia al decirlo pero esto es lo que en [otra obra del] mismo Ciceroacuten dice Esceacutevola a Antonio laquoY a la postre como dejas la impresioacuten de que los sabios hablan con elocuencia la dejas tambieacuten de que los necios hablan con verdadraquo Pues iquestqueacute otra cosa hizo Hortensio en aquel pasaje sino esparcir tinieblas entre los inexpertos con agudeza de ingenio y un gracioso discurso como si se tratase de una bebida pura y agradable En efecto lo afirmado esto es que toda palabra es ambigua estaacute dicho respecto de cada palabra singular Ahora bien las palabras ambiguas se explican mediante la discusioacuten y nadie ciertamente discute con palabras singulares Asiacute pues nadie explicaraacute las palabras ambiguas con palabras ambiguas (Dial 10)
En un tono muy similar al utilizado en el Contra Academicos en este pasaje
del De dialeacutectica Agustiacuten advierte sobre los peligros de este tipo de escepticismo
cuya refutacioacuten es fundamental para la justificacioacuten de un proyecto interpretativo
como aquel que se propone en el De doctrina christiana Es por esta razoacuten que en
este punto se ofrecen las reglas que deben ser aplicadas en los casos de ambiguitas y
posteriormente se llevaraacute a cabo una aplicacioacuten de las mismas apelando al recurso
retoacuterico de los exempla esto con el fin de resolver la cuestioacuten de la ambiguitas en lo
que concierne a las palabras metafoacutericas translata
En la misma liacutenea del De officiis tanto del de Ciceroacuten como del de Ambrosio
Agustiacuten recurriraacute a ejemplos para ilustrar cada una de las dificultades interpretativas a
las que debe enfrentarse el estudioso de la Escritura
Como experimentado maestro de retoacuterica Agustiacuten conociacutea muy bien la teoriacutea
concerniente a la utilizacioacuten de los ejemplos en la argumentacioacuten lo cual puede
apreciarse en la perfecta composicioacuten retoacuterica de sus sermones y de algunas partes del
De doctrina christiana como se vio a lo largo del presente trabajo Fiel a la tradicioacuten
latina y a la definicioacuten de Quintiliano seguacuten la cual el exemplum consiste en ―la
mencioacuten de un hecho real o presuntamente real uacutetil para persuadir de aquello que se
192
pretende (InsV116) Agustiacuten se sirve de los ejemplos no soacutelo para ilustrar aquello
que quiere explicar sino tambieacuten y sobre todo para persuadir movere al oyente
acerca de cuestiones centrales de la doctrina cristiana anticipando asiacute el tema del
libro cuarto La eleccioacuten de los exempla de caraacutecter cristoloacutegico estaacute relacionada con
la hermeneacuteutica pues la interpretacioacuten cuyo fin es el conocimiento de Dios se da en
la revelacioacuten de Dios en el Verbo encarnado A propoacutesito de esto Harrison afirma
que Agustiacuten encuentra en el Evangelio de Juan la maacutes alta expresioacuten de la unidad y la
identidad del Padre y el Hijo sobre la cual se fundamenta la posibilidad del
conocimiento de Dios de la significacioacuten y la eficacia de la fe para la salvacioacuten
(Harrison 1992 212) En relacioacuten con la cuestioacuten temaacutetica debe resaltarse que se
lleva a cabo una perfecta composicioacuten en la que se enlazan el final del libro segundo
con el comienzo del tercero en una estructura circular que quiere poner el eacutenfasis en
la centralidad de la cruz signum signorum en la comprensioacuten humana Las
principales consecuencias del anaacutelisis aquiacute presentado pueden sintetizarse de la
siguiente manera (1) la unidad temaacutetica y metodoloacutegica de los tres primeros libros
del De doctrina christiana puede sintetizarse en la terna signum res exempla (2) la
apropiacioacuten cristiana de la tradicioacuten retoacuterica claacutesica no debe entenderse como una
mera asimilacioacuten teacutecnica sino que se trata maacutes bien de una radical y consciente
apropiacioacuten cristiana del modelo ciceroniano (Lettieri 2001 465) (3) la unidad de
los primeros tres libros se halla estrechamente relacionada con la totalidad de la obra
y la fidelidad al proyecto y al disentildeo inicial de la misma ideados en el antildeo 396 razoacuten
por la cual la estructura de los libros segundo y tercero ofrece un argumento maacutes a
favor de la unidad del De doctrina christiana (4) la utilizacioacuten de los exempla en los
libros segundo y tercero del De doctrina christiana permite pensar la cercaniacutea entre la
idea ciceroniana seguacuten la cual ―la elocuencia sin sabiduriacutea casi siempre estorba
demasiado nunca aprovecha (Inv I 1) y la propuesta agustiniana presente a lo largo
de toda la obra en particular en el uacuteltimo libro compuesto en el antildeo 426
La particularidad de la composicioacuten de la obra ha sido objeto de un extenso
debate entre los especialistas en el pensamiento de Agustiacuten Como se afirmoacute a lo
largo del presente trabajo la posicioacuten de los que consideran que la interrupcioacuten del
193
396 representa una ruptura que quiebra la obra en dos partes irreconciliables entre siacute
resulta muy difiacutecil de sostener A nivel estiliacutestico seguacuten afirmacioacuten de Simonetti
(1994) y de Marone (2008) la diferencia entre las dos partes del De doctrina
christiana resulta imperceptible A nivel de contenido el uacuteltimo libro se mantiene fiel
al programa presentado en el proacutelogo y confirmado en el libro primero En lo que
concierne a las razones de la suspensioacuten de la redaccioacuten se llegoacute a la conclusioacuten
luego de un detenido estudio de la obra y de las diferentes posturas de los estudiosos
y sus argumentos que se tratoacute de una cuestioacuten praacutectica y no teoacuterica Las razones de
esta conclusioacuten tienen que ver con la debilidad de la tesis seguacuten la cual ante la
dificultad doctrinal (Simonetti 1994) o hermeneacuteutica (Kannengiesser 1995)
representada por el recurso a Ticonio Agustiacuten decidioacute abandonar la obra En relacioacuten
con la propuesta de Lettieri seguacuten la cual la interrupcioacuten se debioacute al ―descubrimiento
de la doctrina de la gracia (Lettieri 2001) llevado a cabo en el De diversis
quaestionibus ad Simplicianum se intentoacute demostrar de la mano de Harrison (2006)
que tanto en los diaacutelogos de Casiciaco como en la primera parte del De doctrina
christiana es posible identificar nociones que representan primeras aproximaciones a
la cuestioacuten de la gracia que hallaraacute su determinacioacuten maacutes madura en el Ad
Simplicianum y en obras posteriores De este modo resultariacutea maacutes plausible la tesis
sostenida entre otros por el mismo Agustiacuten seguacuten la cual la obra quedoacute interrumpida
a causa de las muchas ocupaciones que se le imponiacutean en cuanto obispo de Hipona
En el pasaje de las Retractationes en el que aborda esta cuestioacuten se afirma
Como encontrase que estaban sin terminar los libros de La doctrina cristiana preferiacute terminarlos antes que dejarlos asiacute y pasar a retractar otros tratados Asiacute pues termineacute el libro tercero que estaba escrito hasta aquel pasaje donde se recuerda el testimonio del Evangelio sobre la mujer que esconde el fermento en tres medidas de harina hasta que fermenta todo Antildeadiacute tambieacuten un libro nuevo y completeacute toda la obra con cuatro libros Los tres primeros ayudan a entender las Escrituras el cuarto coacutemo debemos exponer lo que entendemos (II41)
A propoacutesito de la decisioacuten de terminar la obra encontrada inconclusa Lancel
(2002) llama la atencioacuten al profundo compromiso de Agustiacuten como autor el cual
habiacutea dado respuesta en su vida praacutectica a las cuestiones teoacutericas propuestas en los
194
primeros antildeos del episcopado De este modo el libro cuarto se presenta enriquecido
por treinta antildeos de experiencia (p199) pero su conclusioacuten se inscribe dentro del
compromiso original de Agustiacuten de dar respuesta a las cuestiones que se le
planteaban
Asiacute mismo dentro de este contexto hay que hacer notar que la continuacioacuten y
terminacioacuten del De doctrina christiana se inscribe en el espiacuteritu de la retractatio esto
es en la necesidad de esclarecer y precisar algunas posturas referentes a problemas
fundamentales de su pensamiento Asiacute la decisioacuten de completar la obra debe
entenderse como un ejercicio hermeneacuteutico que se configura a partir de la
comprensioacuten que Agustiacuten tiene del conjunto de la obra y del corpus aportando
elementos fundamentales para la interpretacioacuten de lo afirmado treinta antildeos atraacutes La
pregunta esencial entonces no es por queacute Agustiacuten interrumpe el De doctrina
christiana sino por queacute lo completa El Agustiacuten del 426 no es otro Agustiacuten ndashcontra
Lettierindash sino un autor que ya ha arribado a la madurez de su pensamiento y que
desde alliacute retoma y precisa aspectos cruciales de su desarrollo intelectual para darle
inteligibilidad al proyecto presentado en el 396 con el cual se identifica En este
sentido debe considerarse su relacioacuten con Ciceroacuten y el recurso al Orator el maacutes
filosoacutefico entre los escritos retoacutericos ciceronianos107 como punto de partida para la
articulacioacuten del libro cuarto Si bien todos los comentaristas resaltan el caraacutecter
ciceroniano de la parte final del De doctrina christiana no se ha abordado de manera
exhaustiva un trabajo sobre las implicaciones de dicho caraacutecter En primer lugar debe
resaltarse que el Agustiacuten de las Retractationes es decir un autor que se preocupa por
recorrer su propia obra matizaacutendola y precisaacutendola en caso de ser necesario
compone el final del libro tercero y la primera parte del libro cuarto del De doctrina
christiana con la intencioacuten de recoger elementos que habiacutean sido fundamentales en
sus antildeos de experiencia Fiel al propoacutesito inicial del 396 Agustiacuten incluye las reglas
107 Acerca de esta cuestioacuten Pierini (1979) ofrece una iluminadora reflexioacuten a partir de los pasajes del Orator 7-10 en los cuales Ciceroacuten expone su concepcioacuten de las ideas platoacutenicas para iniciar su caracterizacioacuten del orador ideal ―Ciceroacuten a partir de la utilizacioacuten de la teoriacutea platoacutenica de las ideas y la comparacioacuten con el artifex que crea basado en un modelo ideal se presenta a siacute mismo como demiurgo del orador ideal (p101)
195
de Ticonio en la parte final de la seccioacuten dedicada al modus inveniendi pues a
manera de una retractatio a la inversa reconoce la influencia que el Liber regularum
habiacutea tenido para su propia comprensioacuten de la Escritura y cuestiones relacionadas con
su eclesiologiacutea Una vez hecho esto procede a ocuparse del modus proferendi y en
consonancia con su formacioacuten retoacuterica presenta las reglas de la retoacuterica cristiana
enmarcadas en una relacioacuten filosoacutefica que recoge no soacutelo los temas abordados en
muchas de sus obras sino su propia experiencia pastoral y lieraria En este sentido
puede afirmarse con Johnson a propoacutesito del Agustiacuten del 426 (1976) que ―su intereacutes
por el significado y el valor de la retoacuterica nunca cesa asiacute el libro que termina al final
de su vida sea un libro que teniacutea que terminarse Eacutel termina su vida asiacute como la
comienza defendiendo la retoacuterica con toda la honestidad y toda la pasioacuten con la que
podiacutea hacerlo (Johnson 1976 p 219)
En lo que concierne al lugar que ocupa Ciceroacuten en el libro cuarto vale la pena
anotar que el recurso a la retoacuterica del Arpinate no puede reducirse a su valor teacutecnico
De hecho los pasajes del Orator que Agustiacuten cita textualmente se hallan inmersos en
un contexto que tiene como trasfondo la intencioacuten ciceroniana de delinear inchoare
las caracteriacutesticas del orador perfecto sobre una base filosoacutefica de clara inspiracioacuten
platoacutenica Asiacute cuando Agustiacuten se propone delinear las caracteriacutesticas del orador ideal
cristiano recurre a su maestro Ciceroacuten y aunque no lo nombra directamente hace una
afirmacioacuten que no se puede dejar pasar desapercibida ―dijo pues un maestro de
elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee
deleite y mueva (IV1227) Si bien los comentaristas se han centrado en el hecho de
que Agustiacuten se refiere indirectamente a Ciceroacuten (Testard 1958 p 297 Hagendahl
1967 p699) lo maacutes notable e indicativo de este pasaje es la atribucioacuten de verdad a
las palabras del romano asiacute mismo reconocido como maestro Con esta afirmacioacuten
Agustiacuten cierra con coherencia el compromiso adquirido treinta antildeos antes y el
proyecto trazado en el Contra Academicos En la buacutesqueda de la verdad a la que
Agustiacuten dedica toda su vida Ciceroacuten y con eacutel la filosofiacutea platoacutenica constituye una
de las herramientas fundamentales para la construccioacuten de su pensamiento La
verdad que es una sola trasciende los liacutemites de la historia y se manifiesta en la
196
creacioacuten y en la Escritura de ahiacute la necesidad de comprenderla y de transmitir lo que
en ella se encuentra El papel que se le otorga al Arpinate en el uacuteltimo libro del De
doctrina christiana debe entenderse como el bautismo de la retoacuterica y la inauguracioacuten
de un proceso de apropiacioacuten que determinaraacute la permanencia de la cultura de la
Antiguumledad en Occidente a traveacutes del cristianismo
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