Pueblo, Republica y Soberania Algunas Apreciaciones a Partir de La Lectura de Nicolas Maquiavelo,...

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1 Pueblo, República y Soberanía: Algunas apreciaciones a partir de la lectura de Nicolás Maquiavelo, Girolamo Savonarola y Jean Bodin. Lic. En Historia-Seminario III – Doc. Norberto Aguirre Estudiante: Ileana L. Delsart D.N.I.: 36.248.320 Pueblo, República y Soberanía: Algunas apreciaciones a partir de la lectura de Nicolás Maquiavelo, Girolamo Savonarola y Jean Bodin Introducción En la transición de la Edad Media a la Edad Moderna europea surgió un movimiento de renovación filosófica, intelectual y cultural conocido como Humanismo. S e origino en el norte de Italia en el siglo XIV y se extendió hasta el siglo XVI. Su difusión alcanzo toda Europa, revolucionando de diversas maneras las formas de reflexionar sobre las artes, las ciencias y la política. . Este movimiento fue heterogéneo por lo cual dentro de su seno coexistieron distintas vertientes de pensadores, hay humanistas aristotélicos y humanistas platónicos, humanistas religiosos-moralizantes, humanistas republicanos y monárquicos. Los humanistas se caracterizaron por estar en enfrentados a los escolásticos, los cuales pertenecían a los círculos académicos. Debido a este enfrentamiento, y su rechazo a la vida universitaria, la producción intelectual de estos hombres fue llevada adelante por fuera de estos Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales – Universidad Autónoma de Entre Ríos

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Pueblo, Republica y Soberania Algunas Apreciaciones a Partir de La Lectura de Nicolas Maquiavelo, Girolamo Savonarola y Jean Bodin

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Pueblo, Repblica y Soberana: Algunas apreciaciones a partir de la lectura de Nicols Maquiavelo, Girolamo Savonarola y Jean Bodin.

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Pueblo, Repblica y Soberana: Algunas apreciaciones a partir de la lectura de Nicols Maquiavelo, Girolamo Savonarola y Jean Bodin. Lic. En Historia-Seminario III Doc. Norberto AguirreEstudiante: Ileana L. Delsart D.N.I.: 36.248.320

Pueblo, Repblica y Soberana: Algunas apreciaciones a partir de la lectura de Nicols Maquiavelo, Girolamo Savonarola y Jean BodinIntroduccinEn la transicin de la Edad Media a la Edad Moderna europea surgi un movimiento de renovacin filosfica, intelectual y cultural conocido como Humanismo. Se origino en el norte de Italia en el sigloXIV y se extendi hasta el siglo XVI. Su difusin alcanzo toda Europa, revolucionando de diversas maneras las formas de reflexionar sobre las artes, las ciencias y la poltica.. Este movimiento fue heterogneo por lo cual dentro de su seno coexistieron distintas vertientes de pensadores, hay humanistas aristotlicos y humanistas platnicos, humanistas religiosos-moralizantes, humanistas republicanos y monrquicos. Los humanistas se caracterizaron por estar en enfrentados a los escolsticos, los cuales pertenecan a los crculos acadmicos. Debido a este enfrentamiento, y su rechazo a la vida universitaria, la produccin intelectual de estos hombres fue llevada adelante por fuera de estos mbitos, los debates acerca de la vida poltica y cultural fueron trasladados a la escena pblica. Se debata acerca la historia, la tica, la concepcin del hombre, etc. Se buscaba ampliar todos los campos del saber y del accionar de la sociedad. El movimiento estaba inspirado en los clsicos de laantigedad clsica grecorromana -Cicern, Platn, Aristteles y Tito Livio- que eran sus modelos belleza y perfeccin (Ruiz-Falc, 2000)En este resurgimiento de los debates se forjaron muchas de las concepciones polticas-civiles que persisten hasta nuestros das, que marcan y delimitan la prctica poltica de nuestras sociedades. Conceptos claves como soberana, pueblo, y repblica, tuvieron un desarrollo terico profundo y extenso. Es por esto que en las siguientes pginas trataremos de analizar cmo estos trminos fueron pensados y definidos por algunos de los intelectuales del humanismo de finales del siglo XV y del XVI, tales como Nicols Maquiavelo, Girolamo Savonarola, Francesco Guicciardini y Jean Bodin. Consideramos que estudiar el entramado de estos conceptos, y las contraposiciones entre los autores resulta un instrumento indiscutible para comprender los escritos y la evolucin del pensamiento poltico moderno de occidente y la actualidad de nuestro continente. El contexto histrico en que se enmarcan estas producciones es el de la cada del feudalismo, el surgimiento y consolidacin de las Monarquas Absolutistas, una crisis general de la Iglesia Catlica que desembocar en la Reforma Luterana. Los autores que trabajaremos estuvieron impregnados de este proceso, siendo sus obras un reflejo de las discusiones que se estaban desarrollando en la poca en torno a que tipo de estado se necesita, que caractersticas tiene el pueblo, en quien reside la soberana, el rol del papado, etc.Italia en los Siglo XV y XVILa caracterstica principal de Italia durante el siglo XVI es la fragmentacin poltica en mltiples estados. Los principales estados italianos en el siglo XVI eran, las repblicas de Gnova, Venecia, Florencia, Siena y Luca; los ducados de Saboya, Mantua, Ferrara, Mirndola y Miln; los marquesados de Messa, Saluzzo y Monferrato y el reino de Npoles. Esta fragmentacin ocupo gran parte de la produccin literaria de estos siglos, ya que para muchos polticos entre ellos Maquiavelo- la unificacin de Italia deba hacerse lo antes posible, cosa que no ocurri hasta mediados del siglo XIX. Esta unificacin era necesaria, ya que mientras permaneciera desunida se encontrara indefensa o ms dbil frente a los dems estados europeos que pretendan apoderarse de esta regin estratgica.Italia representaba una regin rica y poderosa, controlaba el comercio mediterrneo, adems, los banqueros genoveses, junto con los alemanes, representaban el capital internacional del siglo XVI, especialmente en su segunda mitad. Adems de la prosperidad econmica, Italia destacaba desde finales del siglo XV por su progreso en el campo del conocimiento, con el Humanismo como dijimos antes.Por otra parte durante esta poca el estado pontificio ubicado en la pennsula itlica expandi enormemente. El papa se transformo en un personaje que intervena directamente en la poltica de todas las regiones participando en la dinmica diplomtica y guerrera con otros soberanos, generando infinidad de conflictos y entorno a cual rol debera ocupar en el mundo temporal, autores como Erasmo de Rotterdam y el aqu tratado Girolamo Savonarola sern fuertes opositores al Rgimen Papal y de la Iglesia Catlica. Pueblo, Repblica y SoberanaNicols Maquiavelo (1469-1527), personaje controvertido si los hay, tuvo una vida muy productiva, fue funcionario de la Repblica de Florencia, poltico, terico, e historiador. Sus ideas sobre la poltica y el Estado fueron desarrollados en su extensa obra literaria, siendo las ms destacadas, El Prncipe y Discursos sobre la Primera Dcada de Tito Livio. Libros que han generado un debate intenso sobre la postura de Maquiavelo, en el primero se inclina en favor de la monarqua absoluta, en el segundo se plantea una posicin netamente republicana (Hilb, 2000). A los fines de este trabajo nos enfocaremos en su postura republicana. Comenzaremos por la distincin que hace de los tipos de gobierno y sus desviaciones. Distingue seis formas, de las cuales tres son buenas y tres psimas. En la primera triada tenemos la monrquica, la aristocracia y el gobierno popular; en la segunda la tirana, la oligrquica y el gobierno popular licencioso, cada una es una desviacin de las anteriores respectivamente. Las tres primeras son de fcil corrupcin por lo cual se hace necesario decidir correctamente en quien dejar el mando del gobierno.Para Maquiavelo un gobierno tiene como fundamento ms importante el deber garantizar la institucin de la libertad. La dificultad reside en decidir quien se debe hacer cargo de la vigilancia de esa institucin. Basndose como la mayora de los autores humanistas en la antigedad clsica, toma la historia de Roma, Esparta y Venecia para realizar una analoga de quien debe llevar adelante una Repblica. Existen dos opciones, la primera, los nobles como en Esparta y Venecia, la segunda, el pueblo como en Roma. El autor se ubica en el lado romano dando el siguiente argumento:En cuanto a las razones, colocndome, en primer lugar, del lado de los romanos, creo que se debe poner como guardianes de una cosa a los que tienen menos deseo de usurparla. Y, sin duda, observando los propsitos de los nobles y de los plebeyos, veremos en aquellos un gran deseo de dominar, y en stos tan slo el deseo de vivir libres, teniendo menos poder que los grandes para usurpar la libertad. (Maquiavelo, 1987, pg. 41)El pueblo debe cuidar la libertad porque al no poder tomar el poder, ni querer hacerlo, no slo hace posible perder el miedo a su usurpacin, sino se puede estar seguro que la defender ante aquel que quiera usurparla. Se contrapone a los defensores el sistema espartano y veneto, los cuales sostienen que dejar la libertad a los nobles permite satisfacer su ambicin de poder y as se abstendran de hacer dao a la repblica. Por otra parte que es necesario quitar esa autoridad a la plebe debido a su naturaleza mutante, por lo cual se evitara los efectos nocivos de sus tumultos. Maquiavelo defiende los enfrentamientos entre los nobles y la plebe, ya que considera son la causa principal de la libertad que tuvo Roma. Propone que en toda Repblica hay dos espritus que se contraponen, por un lado los grandes, por el otro el pueblo. En las luchas entre estos sectores se sancionan las leyes en funcin de lograr mayor libertad en la Repblica.En total oposicin a esta idea de pueblo participante, Francesco Guicciardini (1483-1540) sostiene que los prncipes no deben permitir que los sbditos alcancen la libertad. Esto es producto de que el hombre por naturaleza quiere ser libre, unido a su instinto insaciable siempre van a exigir un grado mayor de esta, sin recordar los favores que les ha hecho el prncipe. Continuando con la idea de pueblo de Maquiavelo, podemos establecer que la idea fundamental que se presenta es la de un pueblo defensor de la libertad, y por lo cual debe ser el guardin de la Repblica -esta entendida como gobierno del pueblo- ya que los deseos de los pueblos libres pocas veces son perjudiciales a la libertad, porque surgen de sentirse oprimidos, o de la sospecha de que van a ser subyugados. Para el autor, el pueblo solo desea dos cosas una, vengarse de aquellos que tienen la culpa de su servidumbre, y la otra, recuperar su libertad.En cuanto a la relacin entre el pueblo y la soberana, Maquiavelo se sita en la vereda de enfrente de aquellos que consideran que el pueblo cuando es soberano es variable, cambiante y desagradecido. No plantea que el pueblo carezca de estas caractersticas sino que los prncipes no son mejores tampoco. Pero sostiene que un pueblo que gobierna y se encuentra bien organizado, ser estable y cauto, gobernar mejor que un prncipe, ya que el pueblo es ms respetuoso de las leyes que un monarca. Adems cuando se trata de elegir magistrado, este elige mejor que un prncipe. No se podr inducirlo a que elija para un cargo publico a un hombre perverso y corrupto, por lo contrario esto es de gran facilidad lograr en un prncipe, por su ambicin y soberbia. Por otra parte, el autor considera que el pueblo rara vez se ve engaado por alguna mentira o perpetracin que se est realizando en contra de la Repblica. Es este uno de los motivos principales por lo cual su gobierno es mejor que el de un prncipe, ya que este se ve con mayor facilidad enredado en sus pasiones y cegado por ellas, esto hace que se pueda manipular ms fcilmente a un noble que a un siervo. Si se hace una comparacin entre todos los desordenes y glorias provocados por el pueblo, y los provocados por los prncipes, para Maquiavelo se ver que la bondad y la gloria del primero son mayores que las del prncipe. Nada mejor que un prrafo de Maquiavelo para ilustrar esta posicin:En suma, para concluir con ese asunto, digo que tanto los gobiernos monrquicos como los republicanos han durado bastante tiempo, y unos y otros han necesitado ser regulados por las leyes, porque un prncipe que pueda hacer lo que quiera est loco, y un pueblo que pueda hacer lo que quiere no es sabio. Y si a partir de ah se reflexiona sobre un prncipe obligado por las leyes y un pueblo encadenado por ellas, se ver ms virtud en el pueblo que en el prncipe; y si se reflexiona sobre ambos cuando no estn sujetos a freno alguno, se encontraran menos errores en el pueblo que en el prncipe, y adems sus errores sern mas pequeos y tendrn mejores remedios. Porque a un pueblo licencioso y tumultuario un hombre bueno puede hablarle y llevarlo al buen camino, pero a un mal prncipe, nadie le puede hablar, y contra el no hay ms recurso que la espada. (Maquiavelo, 1987, pg. 170)Segn Maquiavelo la violencia del pueblo se ejerce contra aquellos que pretenden apoderarse del bien comn. Mientras que la de un prncipe es egosta, se dirige contra aquellos que atenten contra su propio bien estar. Pero la diferencia reside en que del pueblo se puede hablar mal libremente sin que este ataque, mientras que del monarca siempre se lo hace con temor de recibir reprimendas. Por este motivo es ms productivo darle libertad al pueblo, ya que cuando este es libre no hay que temer del presente, sino del futuro porque dentro de sus tumultos puede llegar a surgir un tirano, pero esto es de fcil solucin debido a que queda el recurso de las palabras de algn hombre honrado que pueda guiar al pueblo en el buen camino y hacerles notar su error. Pero en cambio con un mal prncipe, se teme al presente y se ponen las esperanzas en el futuro, y no hay hombre honrado que lo haga entrar en razn.Ahora bien, Jean Bodin (1530-1596) en sus Seis Libros de la Repblica hace un anlisis pormenorizado sobre esta triada de conceptos, profundizando en la cuestin de la soberana. Citemos para comenzar la definicin de repblica que propone es un recto gobierno de varias familias, y de lo que les es comn, con poder soberano (Bodin, 1989, pg. 59).En esta definicin tenemos los tres elementos fundamentales de una repblica -entendida por este autor no como una forma especifica de gobierno sino como una cosa pblica- la familia, la comn y la soberana.Bodn entiende por soberana al poder absoluto y perpetuo de una Repblica, pero Cmo se obtiene este poder? Mediante la delegacin:No es la villa, ni las personas, las que hacen la ciudad, sino la unin de un pueblo bajo un poder soberano, aunque slo haya tres familiasEl recto gobierno de tres familias con poder soberano constituye una republica tan perfecta como pueda serlo el de un gran imperio. ()Por tanto, tres solas familias constituyen una republica tan perfecta como si hubiera seis millones de personas, a condicin de que uno de los jefes de familia tenga el poder soberano sobre los otros dos, los dos juntos sobre el tercero, o los tres en nombre colectivo sobre cada uno de ellos en particular. (Bodin, 1989, pg. 64)Este fragmento plantea una idea fundamental de soberana como lo es el cuerdo y delegacin del poder hacia otro para la toma de decisiones. Es aqu donde la analoga con la familia se hace fuerte, si consideremos la idea de una sociedad patriarcal donde toda la familia se encuentra bajo el mando de un padre, y debe rendirle obediencia absoluta. Recodemos a Bodin como defensor de la soberana absoluta del monarca. Es necesario entender la soberana como ilimitada, ms all del tiempo, del poder y de la responsabilidad.Entonces el poder de la soberana es perpetuo ya que pertenece al pueblo o al prncipe que son los nicos que pueden darlo a otro. Cuando este es otorgado a uno, o a varios por un tiempo determinado, no se hace poseedor de ese poder absoluto, ya que el otorgante mantiene su poder de revocacin. Por tanto, no pude llamrseles prncipes soberanos cuando ostentan tal poder, del que slo son custodios. Lo principal de entender es que este poder es absoluto y soberano, ya que no responde ms que a la ley de Dios y a la natural. Por otro lado, a quien se le delega el poder absoluto sin ninguna clase de control ni apelacin por un tiempo determinado, no se constituye como soberano absoluto sino en simple depositario del poder absoluto por tiempo limitado.Ahora bien, la cuestin cambia cuando el pueblo entrega de por vida el poder soberano, el autor dir:Si el poder absoluto le es dado pura y simplemente, no a titulo de magistrado o de comisario, ni en forma de precario, es claro que aquel es, y puede llamarse monarca soberano, ya que el pueblo se ha despojado de su poder soberano para darle posesin e investirlo, poniendo en el todo su poder, prerrogativas y soberanas ms si el pueblo otorga su poder a alguien de por vida, a ttulo de oficial o lugarteniente, o por descargarse del ejercicio de su poder, en tal caso, no es soberano, sino simple oficial, lugarteniente, regente, gobernador o custodio y encargado del poder de otro (Bodin, 1989, pg. 80)El tercer elemento que se pone en juego cuando pensamos en la repblica es la cosa comn, no existe Repblica sino hay nada pblico. Por este motivo es que es necesario que exista algo comn a todos como el patrimonio pblico, el tesoro pblico, el recinto de la ciudad, las calles, las plazas, los mercados, las leyes, las costumbres, la justicia, las penas, etc. En definitiva la soberana es definida como el poder supremo sobre los ciudadanos y lossbditos, no sometidos a las leyes. Estos ciudadanos son gobernados por las mismas leyes y costumbres, juran obediencia y reconocimiento hacia el prncipe soberano, y a su vez el prncipe asegura la tutela, justicia y defensa al sbdito. El carcter principal del monarca soberano es poder dar las leyes a sus sbditos sin necesidad de su consentimiento, ya que este slo responde a Dios. Repasemos lo hasta aqu dicho, tenemos por un lado a Nicols Maquiavelo apoyando la intervencin y el liderazgo del pueblo en los asuntos polticos. Y por el otro a Jean Bodin, que justifica el poder absoluto de la monarqua frente a los ciudadanos, el cual no debe responder bajo ningn motivo al pueblo, salvo a Dios. Ahora bien en ninguno de los dos autores se encuentra una idea de poder que proviene de lo espiritual. En ambos se hace fuerte una visin donde las sociedades son las que otorgan el poder. Es por esto que Bodin, al menos a mi entender, es novedoso quita el eje del monarca soberano porque es heredero del dios supremo, y lo pone en la delegacin ciudadana.Ahora tomaremos a otro personaje polmico, Girolamo Savonarola (1452-1498), fraile dominico, fue prior de un convento de dominicos de Florencia, dedico su vida a reformar los monasterios, predicando la simplicidad que debe tener el hombre cristiano en contra de la vanidad y lujos de la jerarqua eclesistica, el papado y de las autoridades polticas de Florencia, en especial de la familia Medicis, con la cual tuvo constantes enfrentamientos. Fue excomulgado en 1497 y es ejecutado en el ao siguiente. Durante su vida ajetreada, tuvo una fuerte influencia en la vida poltica de Florencia, escribiendo la obra Tratado acerca del rgimen y gobierno de la ciudad de Florencia, en l se detallan muchas de sus ideas sobre el gobierno que debe tener cada pueblo.Savonarola, tiene una concepcin del hombre bastante negativa, considera que el hombre es propenso al mal y por esto es que ha sido necesaria la creacin de la ley, para controlar a estos hombres. Es por esto que plantear que como el hombre es un ser que precisa vivir en sociedad, debido a que sus necesidades son innumerables y no las puede satisfacer por si slo, se hizo necesario instituir leyes y un gobierno para regular las relaciones entre la poblacin. Es decir, el hombre, al no ser capaz de proveerse individualmente de todos los medios que se necesitan para vivir, debe recurrir a la creacin de la sociedad (Saralegui, 2010, pg. 168). Como el hombre tiende a la maldad se necesita leyes para refrenar la audacia de los hombres malvados, para que aquellos que quieren vivir bien estn seguros, sobre todo porque no hay animal ms malvado que el hombre sin ley (Savonarola, Tratado acerca del Rgimen y Gobierno de la Ciudad de Florencia, 2008, pg. 65). Savonarola, parte de la premisa de que para lograr el bien comn de una sociedad es necesario un buen gobierno. Ahora bien, este gobierno debe adaptarse a la naturaleza del pueblo, no siendo siempre un mismo tipo de gobierno bueno para todos los hombres. Plantea tres tipos de gobierno, segn quien tiene a su cargo el poder supremo de dictar las leyes. El gobierno civil que es bueno, el de los principales del pueblo, que sera mejor y el del Rey que el ptimo. Para cada tipo le corresponde un tipo de pueblo. Para el gobierno del Rey o de los optimates se necesita un pueblo de naturaleza servil, con falta de sangre e ingenio, o bien un pueblo con abundante sangre y audaces en las guerras pero con poca inteligencia. Al gobierno civil le corresponde un pueblo ingenioso, con sangre y audaz. Esto se debe a que los primeros no tienen la inteligencia para complotar en contra del Rey, en cambio los segundos con su ingenio maquinan contra el gobierno, provocando constantes crisis. (Savonarola, Tratado acerca del Rgimen y Gobierno de la Ciudad de Florencia, 2008, pg. 77). El pueblo de Florencia tiene estas caractersticas por eso es imposible imaginar otro tipo de gobierno que no sea el civil, siendo este perfecto para esta sociedad. Es decir, por ms que en trminos absolutos el gobierno de uno es el ptimo, en la prctica esto se ve frustrado.La costumbre de los pueblos juega un papel fundamental, ya que no se puede establecer una forma de gobierno nueva cuando una sociedad ya se ha acostumbrado a otro, excepto que esa forma mute a una versin negativa de la misma: Asimismo, un gobierno es tanto peor cuanto ms se aleja del bien comn; porque siendo el bien comn el fin de todo buen gobierno, cuanto ms se acerca a aquel, tanto ms perfecto; y cuanto ms se aleja de aquel, es tanto ms imperfecto () Mas es cosa cierta que el mal gobierno de muchos se aleja menos del bien comn, que el de uno; pues aconteciendo que entre varios usurpen el bien comn y lo dividan entre ellos, esto es, los ingresos y las dignidades, no obstante, recayendo en varias personas, de algn modo el bien sigue siendo comn. Pero cuando todo el bien comn recae en uno, no queda parte alguna comn () y entonces el mal gobierno de uno, entre los otros gobiernos es psimo, porque se aleja ms y es ms destructivo del bien comn (Savonarola, Tratado acerca del Rgimen y Gobierno de la Ciudad de Florencia, 2008, pg. 87)Sin embargo, en el gobierno civil y el de los optimates se hace necesario que se planteen leyes severas para que no surjan tiranos, ya que las discordias entre los hombres son cotidianas y ms asiduas. Recordemos la visin pesimista del fraile en cuanto al hombre considerando ms propenso al mal que al bien. Algunos autores de la poca como Guicciardini sostienen tambin esta idea de que el hombre se aparta fcilmente del bien. Si bien este autor piensa que el ser humano es por naturaleza bueno, pero de corrupcin fcil. (Guicciardini, 2006) Para este autor decir pueblo es pensar en un animal loco lleno de errores y confusiones, sin criterio para elegir ni dar tranquilidad. El gobierno popular para l es cambiante debido a esta caracterstica del pueblo, carece de un objetivo determinado a causa de la ignorancia de quienes lo integran. Para mantenerse con vida necesita tener contenta a la masa, evitar las disputas entre ciudadanos y hacer que todo proceda con justicia e igualdad; de all se deriva la seguridad de todos y, por consiguiente, la satisfaccin general, as como tambin la base para conservar el gobierno popular (Guicciardini, 2006, pg. 49).Consideraciones finalesNadie puede poner en duda que los autores aqu trabajados fueron precursores en su poca y fuente de consulta e inspiracin directa de muchos los gobernantes posteriores. Sirvieron de sustento a las monarquas absolutas que iban a consolidarse en los siguientes siglos y sentaron las bases para lo que luego seria el Estado Moderno. Su contribucin a la poltica occidental es indiscutible, los conceptos como pueblo, soberana, repblica sern hartamente discutidos en los siguientes siglos, sin nunca olvidar estos precedentes.Ahora bien, luego de hacer este resumen de los principales postulados de algunos de los autores humanistas clsicos llega el momento de preguntarnos, si estos debates estn ya saldados, si todava se sigue cuestionando el rol del pueblo dentro de los sistemas republicanos o las monarquas parlamentarias. La respuesta es clara, an desde los sectores ms conservadores de la poltica mundial se sigue objetando la capacidad del pueblo para decir acerca de los destinos de la nacin que habita y de ser soberano sobre sus recursos naturales.El siglo XX en Amrica Latina significo el surgimiento de nmeros movimientos sociales que enarbolaron y pusieron en primer lugar al pueblo llano, los cuales fueron llamados populismos peyorativamente (Chamosa, 2013). Rpidamente desde las Ciencias Sociales se plantearon teoras tendientes a relativizar el verdadero poder de decisin y adhesin a una idea poltica, acusando a las masas de ser manipuladas por un lder demaggico que opera a sus espaldas. Todava hoy nos encontramos con este dilema, los gobiernos surgidos a partir de la asuncin de Chvez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia, Lula Da Silva en Brasil y Nstor Kirchner en Argentina, volvieron a poner el tapete estos conceptos. Haciendo reconsideran que entendemos por pueblo, que significa soberana y a que debe responder la Repblica. Es as que podemos concluir que la discusin acerca de las formas de gobierno, como debe funcionar un Estado, quienes representan la soberana y quien detenta este poder, siguen an vigentes y latentes. Representado debates que nunca van a pasar de moda.BibliografaBailly-Bailliere, A. (1997). Girolamo Savonarola: un fraile incmodo para su poca. Revista Palabra.Bodin, J. (1989). Los Seis Libros de la Repblica. Barcelona: Orbis-Hyspamerica.Chamosa, O. (2013). Populismo: crtica a la utilidad de un concepto peyorativo. Nuevo Mundo, Mundos Nuevos.Germani, G. (1973). Democracias representativas y clases sociales. En G. Germani, T. Di Tella, & O. Ianni, Populismo y Contradicciones de Clase en Latinoamrica (pgs. 12-37). Mxico: Ediciones Era.Guicciardini, F. (2006). Historia de Florencia 1378-1509. Mxico: Fondo de Cultura Econmica.Hilb, C. (2000). El republicanismo de Maquiavelo. En D. A. (Comp), Fortuna y Virtud en la Repblica Democrtica. Ensayos sobre Maquiavelo (pgs. 127-142). Buenos Aires: CLACSO.Mackinnon, M. M. (1999). Los Complejos de la Cenicienta. En M. M. Mackinnon, Populismo y neopopulismo en Amrica Latina: el problema de la Cenicienta. Buenos Aires: Eudeba.Maquiavelo, N. (1987). Discursos sonbre la primera dcada de Tito Livio. Madrid: Alianza Editorial.Mondragn Gonzlez, A. (2013). Poltica y utopa en el Tratado sobre el gobierno de la Ciudad de Florencia de Girolamo Savonarola. Veredas Especial, 199-212.Ruiz-Falc, M. M. (2000). Presentacin. En Petrarca, V. Bruni, P. d. Mirndola, & Alberti, Manifiestos del humanismo. Barcelona: Ediciones Pennsula.Saralegui, M. (2010). Resea: Tratado acerca del rgimen y gobierno de la ciudad de Florencia, Ediciones Winograd, Bs As, 2008. INGENIUM. Revista de historia del pensamiento moderno(N 3), 166-171.Savonarola, G. (2005). La simplicidad de la vida cristiana. Barcelona: Biblioteca Nueva.Savonarola, G. (2008). Tratado acerca del Rgimen y Gobierno de la Ciudad de Florencia. Buenos Aires: Ediciones Winograd.Valcrcel, A. (2007). Vindicacin del humanismo. ISEGORA. Revista de Filosofa Moral y Poltica(N 36), 7-61.

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